Resumen Yo Estoy Bien Tú Estás Bien
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Resumen de la Obra
YO ESTOY BIEN, TÚ ESTÁS BIEN
Thomas Harris
CAPÍTULO 1: FREUD, PENFIELD Y BERNE
La obra de Harris tiene como influencia obras escritas por Eric Berne y su famoso análisis
transaccional, considerándolo un enorme aporte a la salud humana ya que hasta ese
momento el campo psicoanalítico no había hecho más que dificultar el entendimiento de
sus métodos, incluso de sus términos más usados, haciendo casi imposible de
comprender un pequeño malestar. Además Thomas Harris era colaborador de Eric Berne,
por lo tanto él escuchó y estudió de primera mano su método del Análisis Transaccional.
El libro tiene como principal objetivo dar respuesta a la pregunta de por qué la gente no
vive ni la mitad de bien de lo que ya sabe cómo debería vivir.
Penfield realizó una serie de experimentos tocando la corteza cerebral con una débil
corriente eléctrica, lo que logró con esto fue que al tocar una circunvalación el paciente
pudiera recordar fragmentos de segundos algo que no sabía que recordaba , en otros
casos habían personas que podían recordar un momento o una personas a través del
olfato o la audición , que a primera instancia no reconocían pero días después meditando
pudieron asimilar que les recordaba a algo o alguien , en el caso que le recuerdo haya
sido placentero es más fácil recordar , esto sucede porque la persona prestan atención
constante a algo no lo ha grabado , a estos pacientes se les considera duales ya que
pueden recordar algo y al mismo tiempo volver a vivirlo.
Una unidad científica básica: la conciliación
El método de conciliación es un método de sistematizar la información procedente de
análisis de la palabra que poseen el mismo significado, en una conferencia hecha por
Leary dijo que pasó por 2 procesos, la más feliz que fue la ignorancia y la ilusión no-
ignorancia. Examinar esa transacción o conciliación en la cual “Yo te hago algo a ti y tú
me haces algo a mí en respuesta” y de determinar que parte del individuo de naturalezas
múltiples “entra al juego” y nos muestra la dinámica de nuestra personalidad.
El análisis conciliatorio es el método de examinar las transacciones que suceden en todo
momento entre una persona y otra, además también sistematiza y categoriza con las
palabras que poseen el mismo significado, por definición, para todos aquellos que la
utilizan. El acuerdo de qué palabras utilizar añadido al acuerdo de qué es lo que se debe
examinar hacen del análisis transaccional un método completo para el estudio de la
mente humana.
CAPÍTULO 2: EL PADRE, EL ADULTO Y EL NIÑO
Se menciona que el Análisis transaccional constituye de tres estados que existen en todas
las personas que son distintas y funcionales a las que denomino Estados del Yo: PADRE,
ADULTO, NIÑO (PAN). Berne dice que estos estados no son conceptos como: El Súper-
Yo, el Yo y el Ello, sino realidades. En ejemplo cuando decimos que en una persona
prima su estado del Yo:
El PADRE: Es aquella persona que dice qué se debe hacer y cómo comportarse (normas
de conducta) “Lo que se debe hacer”. Las grabaciones principales son los padres hasta
los cinco años, el televisor si es que se pasa mucho tiempo viendo este medio y si se le
agregas que los padres lo ven y otra fuente importante son los hermanos mayores u otras
figuras de autoridad.
EL NIÑO: El Niño es un estado al cual puede verse transferido como una persona casi en
cualquier momento de sus transacciones corrientes y actuales. En el Niño se hallan
grabadas las innumerables primeras experiencias agradables que se producen en la vida
de todo pequeño ser. En este estado reside la creatividad, curiosidad, el deseo de
explorar y de conocer .En cuanto a ulteriores grabaciones en el niño se hace difícil
imaginar alguna nueva emoción que no haya sido experimentada ya en su forma más
intensa por el niño antes de alcanzar los cinco años de edad. Todo niño durante su
infancia tiene la autovaloración de estar mal, es la situación de la infancia propiamente
dicha y no la intención de los padres la que crea el problema. Entonces cuando una
persona se halla presa de sus sentimientos decimos que el Niño domina la escena
El ADULTO: A los diez meses de edad el pequeño empieza a experimentar cambios en
su forma de ver las cosas, el desarrollo de sus poderes de locomoción ha avanzado muy
considerablemente. El pequeño ser tiene un Padre y un Niño. Los datos del adulto se
acumulan como resultado de la capacidad del niño para descubrir por sí mismo. La
motricidad que da nacimiento al adulto pasa a convertirse en un elemento tranquilizador
en la vida posterior, a través del Adulto el niño puede empezar a distinguir las diferencias
entre la vida tal como fue enseñada y mostrada por el padre. EL Adulto es una
calculadora, una de las funciones más importantes del Adulto consiste en examinar los
datos del Padre .El objetivo no consiste en prescindir del Padre y del Niño, si no ser libre
para examinar esos conjuntos de datos. La verificación de los datos del Padre no borra
grabaciones malas del Niño. Otra de las funciones del Adulto es el cálculo de
probabilidades. El autor nos dice que si bien no podemos borras las grabaciones,
podemos decidir no reproducirlas. Las fronteras entre el Padre, el Adulto y el Niño sin
frágiles, a veces borrosas y vulnerables que suelen crear nuevas experiencias.
CAPÍTULO 3: LAS 4 ACTITUDES VITALES:
Penfield llega a la conclusión de que el cerebro realiza 3 funciones:
1) grabación
2) recuerdo
3) nueva vivencia
Dado que el niño recién nacido no usa palabras, sus palabras se limitan a sensaciones y
sentimientos. Las experiencias vividas se graban en nosotros desde nuestro nacimiento
es la retención de los datos aprendidos. Esta presunción viene apoyada por el gran
número de sueños recurrentes tipo ‘’ tubo de desagüe ‘’, que viene a ser su trauma de
nacimiento. La alteración de sensaciones placenteras y desagradables mantiene al niño
en un constante estado de desequilibrio.
Piaget dice: ’’ En el curso de los dos primero años de infancia la evolución de la
inteligencia sensomotriz, e igualmente la elaboración correlativa del universo. Según
Piaget a los dos años el niño contando con sus limitados recursos propone lo siguiente:
yo estoy mal y tú estás bien, entonces ¿qué puedo hacer para que te fijes en mí, tú que
estas bien? Esta afirmación constituye un alivio para el niño porque de alguna forma este
pensamiento le va ayudar a sobrevivir, a darle sentido a su vida.
El Análisis Conciliatorio propone cuatro posiciones vitales que puede establecer el hombre
con respecto a otro:
Yo estoy mal, Tú estás bien
Yo estoy mal, Tú estás mal
Yo estoy bien, Tú estás mal
Yo estoy bien, Tú estás bien
Yo Estoy Mal, Tú Estás Bien.
Para el autor todos los niños llegan a la conclusión “Yo estoy mal, tu estas bien”; por su
tormentosa llegada a la vida y señalar la evidencia de que los acontecimientos de su
nacimiento y de sus primeros tiempos de vida se graban en su mente, aunque no los
recuerde. Esta posición tiene elementos buenos y malo, por una parte las caricias
recibidas son elementos buenos, sin embargo, los sentimientos malos son mayores a
estos y estos sentimientos constituyen los elementos malos en el niño. Esta contradicción
en el niño lo explica Sullivan de una mejor manera, influenciado por Adler y sus
sentimientos de inferioridad:
“El niño carece de equipos y de la experiencia necesaria para hacerse un retrato exacto
de sí mismo, por ello es que va depender necesariamente de lo que digan de él. No tiene
motivos para oponerse a lo que digan de él y en caso quiera hacerlo no cuenta con las
herramientas necesarias para defenderse, acepta pasivamente lo que se dice de él.”
Dentro de esta posición hay un elemento esperanzador: Tú estás bien, porque este sería
la fuente de caricias que tanto necesita. Las personas pueden intentar vivir de dos
maneras en esta posición.
La de vivir en un guion de vida que confirme que estoy mal, esto es vivir retirado de los
demás por ser doloroso vivir con personas que están bien, o quizá hacer notar que estás
mal comportándote de mala manera.
El vivir un contra guion, esto es vivir buscando la aprobación (caricias) de otros Padres
que estén bien.
Yo Estoy Mal, Tú Estás Mal
El autor nos explica porque pasó la transición de que el otro esté bien a que esté mal.
Luego del primer año de vida el niño adquiere un nuevo poder, puede andar, esto le quita
desproporcionadamente su principal consuelo: las caricias de su madre, ahora mucho
más impositiva y severa, el niño adquiere cierta independencia,. Si este estado de
abandono e indiferencia se prolonga hasta el segundo año de vida el niño concluye lo
siguiente: Yo no estoy bien, tú no estás bien. En este estado el Adulto deja de
desarrollarse. Esta concepción de tú estás mal suele generalizarse a todas las personas,
así vengan nuevas personas con caricias sinceras, estas ya no se aceptan por
considerarse amenazas. Hay un solo estado psicológico en que la posición yo estoy mal-
tú estás mal es inicial, y es la condición del niño autista. Cabe notar que el niño autista no
ha nacido psicológicamente. Según Schopler: el niño autista es el resultado de la
combinación de un factor fisiológico con la falta de caricias suficientes.
En esta posición, la persona abandona. No hay esperanza. Simplemente pasa por la vida
y al fin puede acabar en una institución mental, en un estado de extrema reclusión en sí
misma, con un comportamiento regresivo que refleja un deseo vago, arcaico, de volver a
la vida tal como ésta fue durante el primer años de vida, cuando recibió las únicas caricias
que debía conocer, por el hecho de ser un niño al que había que tomar en brazos y dar de
comer.
Yo Estoy Bien, Tú Estás Mal
Cuando un niño recibe un trato brutal de manera persistente y prolongada su lógica lo
llevará a razonar lo siguiente: yo estoy bien, tú estás mal. Durante los dos primeros años
hasta finales del tercero esta posición se tomará en caso el niño no reciba caricias de
fuera por lo tanto él tiene que auto acariciarse, esta es la parte buena de la posición
tomada, es una posición salvadora. En esta posición la persona sufre por la falta de
caricias externas, las caricias solo son buenas si vienen de personas buenas, pero como
solo yo soy bueno ninguna caricia que no sea la mía será buena.
Yo Estoy Bien, Tú Estás Bien
La diferencia radica en que las tres primeras posiciones son inconscientes, ya que se
adoptaron a una edad muy temprana, mientras que la cuarta es totalmente consciente, es
cuando uno decide cambiar cualquiera de las tres primeras posiciones. Esta función de
decidir le corresponde al Adulto. El Adulto decide qué posición elegir de acuerdo a los
datos recopilados del Padre y del Niño.
La cuarta posición es una decisión consciente y verbal, las primeras tres posiciones se
basan en el sentimiento, la cuarta se basa en el pensamiento, la fe, en la acción.
Sin embargo la posición más común es yo estoy mal – tú estás bien y el método más
corriente para enfrentarse con esta posición son los juegos.
Todo parte de un juego que parece que comparten todos: El mío es mejor que el tuyo. Se
juega a este juego en busca de un alivio momentáneo a la tensión de yo estoy mal. Y se
buscará este momento de alivio momentáneo aun así las consecuencias sean fatales o
poco favorables. Entonces esta forma de enfrentarse a estar mal es una manera errada.
Si en verdad uno quiere rehacerse a sí mismo debe empezar por identificar cada una de
estas tres posiciones iniciales y aceptar que nuestro comportamiento presente perpetúan
estas posiciones en nuestra vida. También hay que comprender que las grabaciones del
estoy mal de la infancia no pueden ser borradas en el presente lo que sí se puede es
empezar una serie de grabaciones que lleven a buenas conciliaciones y que sean
programadas por el Adulto, y no por el Niño o el Padre.
La posición Yo estoy mal – Tú estás bien, fue la primera cronológicamente, y en muchas
personas persiste toda la vida. Para algunos niños extremadamente desgraciados, esta
posición fue sustituida por la segunda o la tercera.
La cuarta posición, Yo estoy bien – Tú estás bien, por el hecho de ser una decisión
consciente y verbal, puede incluir no solo un numero de informaciones muy superior
acerca del individuo y de los demás, sino también la incorporación de posibilidades aún
no experimentadas que existen en las abstracciones de la filosofía y la religión.
CAPÍTULO 4: PODEMOS CAMBIAR
Muchos de nosotros nos hemos preguntado: ¿Qué podemos hacer? ante un problemas o
por lo general cuando con algún especialista decimos: “No logro decidirme, dígame qué
debo hacer siento que me voy a equivocar, tengo miedo de adoptar una decisión errónea
pero esto no deja en paz no dejo de pensar en lo que me pasa”.
Aquí vemos 2 tipos de dificultades a la hora de tomar una decisión:
1) Siempre tomo la decisión errónea: Que es la expresión de la personas cuyas
decisiones y las actividades que se siguen de ellas dan mal resultado.
2) No dejos de pensar en lo que me paso- en lo mismo una y otra vez: Que es la
expresión de las personas cuyo ordenador se encuentra atorado, atascado en
asuntos inacabados, y decisiones pendientes aún.
Para solución de estos existen 3 juegos de datos, lo de el: Padre, Niño y Adulto (Padre y
Niño son viejos, y los del Adulto son los datos de la realidad que han sido acumulados
independiente del Padre y Niño) ejemplo: De la decisión de igualdad en su entorno
social).
EL ADULTO EMANCIPADO:
El objetivo del Análisis Transaccional: Es capacitar a la persona para que tenga
liberta de opción, libertad para cambiar a voluntad, para cambiar la respuesta a
viejos estímulos y a los nuevos.
Kubie: Gran parte de esta libertad se pierde en la primera infancia,
iniciándose así el “proceso neurótico”, esto lo menciona en su libro Role of
polarity in Neurotic Process.
Para hacer hincapié en este capítulo como menciona el autor debemos reconocer que tipo
de datos hay en nuestro Padre, en nuestro Niño y como estos intervienen en las
transacciones del presente.
Entonces con esto formulamos las siguientes preguntas:
o ¿QUE ES LO QUE INDUCE A LA GENTE A DESEAR CAMBIAR?
Se hace mención a que las personas deciden cambiar cuando han fallado muchas
veces, cuando quizás ya tocaron fondo en sus vida , pero no debería ser así ya
que uno debe poner su vida en función a su Yo Adulto, y no esperar a que
desangren las ulceras o darnos en el piso una y otra vez.
o ¿POSEE EL HOMBRE LIBRE ALBEDRÍO?
Según la postura psicoanalista sostiene que el comportamiento del hombre no es
libre y es tan solo un producto de su pasado, por tanto el hombre no es
responsable de sus actos.
Este capítulo hace énfasis en que así vemos al ADULTO como el lugar donde está la
acción, donde reside la esperanza y donde es posible el cambio.
CAPÍTULO 5: EL ANÁLISIS DE LA CONCILIACIÓN
LA CONCILIACIÓN: consiste en un estímulo procedente de una persona y una respuesta
a ese estímulo por parte de otra, cuya respuesta se convierte a su vez en un nuevo
estímulo al cual debe responder la primera persona. (P-A-N).
(Mencionar las claves físicas y verbales del PAN)
CONCILIACIONES: P-P, N-N, A-A
REGLAS:
1° DE COMUNICACIÓN EN EL ANALISIS TRANSACCIONAL: Cuando el E y la R,
en el diagrama conciliatorio del PAN, forman líneas paralelas, la conciliación es
complementaria y puede prolongarse indefinidamente. No importa el camino que
sigan (P-P/ A-A/ N-N/ P-N/ N-A)
Otro tipo de conciliaciones son:
N-P (Ejemplo: Esposo enfermo y esposa protectora)
N-A (Ejemplo: Una persona acongojada por sus sentimientos de No estar
bien puede buscar seguridad realista en otra persona.
A-P (Ejemplo: del hombre que quiere dejar los cigarrillos con la ayuda de
su esposa)
CONCILACIONES CRUZADAS
En diferentes conversaciones que sostenemos las conciliaciones se cruzan, ya que el
emisor y el receptor están sometidos en un papel de representar cada uno un estímulo
para el otro, y como estos entran en diferentes conciliaciones
2° REGLA DE COMUNICACIÓN EN EL ANALISIS TRANSACCIONAL: Cuando el
E y la R se cruzan en el diagrama conciliatorio PAN se interrumpe por la
conciliación
COMO PERMANECER EN EL ADULTO
El ADULTO se desarrolla más tarde que el P-N y parece que este que no le resulta fácil
alcanzarlos a lo largo de la vida.Lo primero que debemos hacer para fortalecer nuestro
adulto es conocer nuestro Niño y Padre, el primero es la posición en donde se
encuentran nuestros sentimientos, y ser sensibles a nuestros sentimientos de Estar mal.
CAPÍTULO 6: EN QUE NOS DIFERENCIAMOS
Todas las personas son parecidas, estructuralmente, en cuanto todas tienen un PAN.
Pero también existen diferencias por dos maneras o modos: En el contenido de datos que
cada una de ellas tiene que son adquiridas por las experiencias de cada uno, y cómo
funcionan el PAN.
Sus diferencias: funcionales
La contaminación
La exclusión
LA CONTAMINACIÓN
Contaminación
PADRE
ADULTO
NIÑO
PREJUICIOS: se crean en la primera infancia.
DESILUSIONES Sentimientos y experiencias arcaicas, exteriorizadas de
manera inadecuadas: Ilusiones y alucinaciones
PADRE
NIÑO
ADULTO
IDEAL: mantener separas cada uno de los 3 estados, reconociendo el contenido de cada uno de ellos
LA EXCLUSIÓN
Se manifiesta como una actitud estereotipada que se mantiene de manera simple
todo el tiempo. Está en una situación donde el Padre, el Adulto y el Niño son
constantes producto de la exclusión defensiva.
La persona que no sabe jugar
Constituye de un Adulto contaminado por el Padre y con un Niño bloqueado. Ejemplo:
Personas que viven pendientes de su trabajo o a la vasta producción, obsesionados con
el deber y que viven pendientes de generar ganancias, dinero o riquezas propias y
descuidan su ámbito familiar o social, para con sus semejantes, si estos tienen hijos
llegaran a casa y cuando estos quieran salir o mostrarles ellos atinaran a responder: “En
que momento crecerás”
La persona sin conciencia
Constituye de un Adulto contaminado por el Niño y con un Padre bloqueado, esto es un
problema más grave para la sociedad, ya que los que ejercieron las figuras de padres de
esta persona lo maltrataron o de lo contrario unos tolerantes, que la única manera que
encuentra el niño es arrojarlos fuera de sí. Adoptando la posición inicialmente: Yo estoy
mal – tú estás bien, para luego Yo estoy bien – tú estás mal; este es el caso típico de los
psicópatas.
Adulto despedido
Persona que tiene bloqueado y este no funciona y por tanto no está en contacto con la
realidad este también es el caso de los psicópatas
El bloqueo periódico en la persona maniacodepresiva
La mayoría de nosotros cambiamos de humor según que parte de nuestro PAN domine
en nuestro modo de pensar o de comportarse. Puede que haya días que sintamos que
estamos bien y otros que no, y si lo pensamos sabemos los por qué, de nuestra alegría o
depresión. Muchas personas cambian de humor cuando cambian las estaciones, ya que
la asocia un recuerdo o un lugar. También la mayoría de nosotros alejamos los
sentimientos melancólicos y gozamos con las cosas buenas que nos pasan y es porque el
Adulto domina la situación y mantiene nuestro comportamiento con una actitud adecuada.
Pero existe una posición en la cual esos cambios de humor son extremos, en el cual el
Adulto no ejerce ningún domino ni tampoco puede reconocer las causas de un
comportamiento exagerado y un cambio de humor repentino. Esta fase puede ser
maniática u optimista, es donde el estado Niño gobierna y el Padre no aparece para hacer
alguna restricción, su Adulto está contaminado y su comportamiento no es realista. Es
una fase donde “El Niño está siendo aplaudido por su Padre”. Pero después
repentinamente la persona se hunde en un estado de melancolía y es donde el estado
Padre reapareció con sus críticas que sumergen a la persona en un estado de aflicción.
Esta es la fase depresiva que es donde “El Padre está regañando al Niño”
El aburrimiento constante
Es aquella persona que tiene datos arcaicos grabados en su Padre y Niño que son sosos,
vagos, insípidas para poderse forjar una personalidad, esto es debido a que tuvo padres o
figuras parentales que fueron ambivalentes raras veces castigaban y rara veces
permitían.
CAPÍTULO 7: CÓMO EMPLEAMOS EL TIEMPO
Para muchas personas existe el interrogante angustiador “¿Cómo voy a pasar la próxima
hora?” “Dígame que hacer” “¿Qué hago ahora?”. Este siglo es la exploración del espacio
en definirlo, aprovecharlo y utilizarlo. Pero todos compartimos la siguiente idea de Disraeli
“la vida es demasiado breve para ser mezquina”. Nuestro mayor uso en el tiempo es
buscar lo que nos resultaría más significativo a nosotros. “La falta de estructuración es
fruto del apetito de reconocimiento, que a su vez procede de inicio de la falta de caricias”
y si seguimos manteniéndonos en la posición de estoy mal nos impide con toda libertad
como elegir la manera de emplear nuestro tiempo.
Encontraremos seis tipos de experiencias, que incluyen a todas las conciliaciones.
Ausencia: No es propiamente una conciliación con otra persona, pero se
produce en un marco social. Ejemplo: un hombre que está almorzando con un
grupo de socios, que están más preocupados por acariciarse a sí mismos, él
puede ausentarse retirándose tal vez al recuerdo de ayer, físicamente él está,
pero en realidad “no está”.
Ritual: Un tiempo programado, donde implica compromiso con la otra persona,
el resultado es previsible. Ejemplo: un ritual de cocteles, un ritual de adoración.
Actividad: Es un método conveniente, cómodo y utilitario. Productivo. Trae
satisfacciones. Ejemplo: construir una casa, lavar platos, un trabajo.
Pasatiempo: Es la base para la selección de amistades y conducir una
verdadera amistad. Un medio para identificarse con otra persona. Ejemplo:
almuerzo entre mujeres, reuniones familiares.
Juego: Es una serie repetibles y constantes de conciliaciones con un resultado
previsible y que tiene una calidad dramática, muchas veces es una serie de
trampas o trucos. Se encuentra en las actitudes vitales: “yo estoy mal, tú estás
bien”, “yo estoy mal, tú estás mal” y “yo estoy bien, tú estás mal”.
Ejemplo:
Amelia: No soy tan agraciada y tengo un cabello con poco brillo, que ningún
chico quisiera salir conmigo.
Silvana: ¿Por qué no vas a la peluquería y te haces un nuevo corte?
Amelia: Sí, pero es muy costoso.
Silvana: Entonces, existe un portal en internet que dan tips de belleza.
Amelia: Sí, ya lo intenté, pero mi piel es alérgica a los maquillajes.
Silvana: Entonces, porque no pruebas con mascarillas naturales como; el
pepino, la palta y el tomate.
Amelia: Bueno, eso es un tratamiento natural estricto, pero no tengo el tiempo
necesario para prepararlo.
En esta conciliación se observa que el “truco” está en el “¿Por qué no
pruebas…? Sí, pero…”
También observaremos muchas soluciones, que serán rechazadas, donde
existirán unos Padres ansiosos en imponer su sabiduría, con el fin de
tranquilizarlo al Niño, el cual su objetivo principal será en derrotar a esos
Padres uno después de otro.
Intimidad: Está cargo del Adulto donde emerge nuestro Niño natural (creador,
curioso, libre de miedo, espontáneo). Para su aparición favorable debe existir:
la ausencia de juegos, la emancipación de Adulto y la adhesión de la actitud
vital “yo estoy bien, tú estás bien”.
CAPÍTULO 8: EL P-A-N Y EL MATRIMONIO
El matrimonio es una de las relaciones humanas más complicadas. La mayoría de los
matrimonios se realiza con un Niño predominante, que concibe al amor como algo que se
siente y no como algo que realizamos y mantenemos nosotros mismos. Entiende a la
felicidad en ir tras ella y conseguirlo, cuando en realidad se trabaja por la felicidad del otro
y no de uno mismo. Se torna en un concepto ilusorio y romántico que solo se perciben en
novelas. Muchas veces el Padre, Niño y Adulto no coinciden.
Uno de los métodos más útiles para examinar las semejanzas y discrepancias en el
matrimonio es el uso de Análisis Conciliatorio; por parte, de un consejero prematrimonial
que construya un diagrama de personalidad de la pareja. Esta clase de juicio es mucho
más que ver las cualidades y defectos, sino que al examinarse también se da cuenta de
que su Niño “no está bien”. A veces, en la primera fase del matrimonio se camufla, pero
resalta cuando llegan los hijos.
Surge la pregunta: ¿Cómo reconstruir un matrimonio si no ha existido un análisis
conciliatorio previo? Muchos matrimonios están unidos por obligaciones legales que por
obligaciones morales y piensan que la vida de un soltero(a) es estupendo(a) y en su
impulso está orientado al divorcio, pero muchas de las consecuencias es la siguiente: la
soledad, pérdida de los viejos amigos, pérdida de los hijos y el dolor que les causan, el
cansancio por volver a empezar, pérdidas económicas y sentimientos de fracaso. Si
ambos se interesan lo bastante para arreglar el matrimonio el Análisis Conciliatorio (P-A-
N) es un instrumento para independizarse de esos Padres y Niños arcaicos. Ambos tienen
que someterse al mismo tratamiento porque si van a diferentes volverán a entrar en el
mismo tipo de competencia, en el mismo tipo de juego “yo soy mejor que tú”. Soy mejor
que tú, porque mi religión es la mejor; soy mejor que tú, porque mi terapeuta es mejor que
el tuyo; soy mejor que tú, porque mi profesión es mejor que el tuyo; etc.
Un terapeuta no debe de calificar a su paciente diciendo: “eres una persona antipática, de
mal genio y eso destruye tu matrimonio”. De esta manera, la persona se justificará
diciendo “yo soy así” incrementando su posición “estoy mal”, lo más apropiado sería
decirle: “su Niño no está bien y actúa de manera antipática, de mal genio y destruye sus
posibilidades de ser feliz”. Así la persona no sentirá que es un “cero a la izquierda”, sino
que es una combinación de experiencias pasadas; tanto negativas como positivas.
Establecer objetivos:
Muchos matrimonios se adaptan al círculo social “puesto que los demás lo hacen debe de
estar bien”; ejemplos: la manera de cómo educar a los hijos, las doctrinas, la marca de un
determinado automóvil para adquirirlo, la manera de vestirse. Y se creen que la
acumulación material lo es todo. No han elaborado su propia escala de valores para su
realidad, darle importancia en lo que para ellos es importante sus valores morales, éticos,
etc.
El amar es guiarse en una misma dirección, prestarle atención necesaria a la decisión que
se vaya a tomar. La meta exterior no se puede lograr, sino se ve el interior, considerando
lo moral y lo ético.
CAPÍTULO 9: EL P-A-N Y LOS NIÑOS
Se dice que el mejor modo de ayudar a los niños es ayudando a los padres. Muchos niños
traen “dolores de cabeza” y como padres pasamos esto a manos de expertos y otros
expertos. Pero, los expertos no sustituyen a los padres en esta tarea. El objetivo es
ayudar a los padres a ayudar a los niños. ¿Cómo lograrlo? Mediante la aplicación del P-
A-N no solo para las relaciones padre-hijo, también hijos y otros niños.
La primera estructura clínica para el tratamiento de niños se estableció en la Clínica de
Orientación de Niño. El punto central era que tanto padres como niños deben “expresar
sus sentimientos”, el niño mediante la terapia del juego y el padre mediante el
asesoramiento social. Ejemplo: la niña que jugaba con su mamá y de pronto tira la
muñeca dentro del vaso de su progenitora, esto era una catarsis de sentimientos
negativos para así, llegar a sentimientos positivos.
Sin embargo, la poca comprensión de los padres sobre las conciliaciones de los
sentimientos dejaba intactas muchas situaciones, porque ahora el niño a quien se le había
dicho que expresar sus sentimientos es bueno era el control de la familia convirtiéndolo en
un campo de batalla. Este método hace hincapié en lo que el niño puede conseguir y la
manera de cambiar su comportamiento.
En el Análisis Conciliatorio se hace hincapié en que los padres pueden conseguir
transacciones entre padre e hijos cambien. Es decir, los padres deben poseer un
instrumento para ayudar a desarrollar en sus hijos un Adulto que enfrente a la realidad tal
como es.
Por dónde empezar:
Se empieza desde el principio y es el embarazo. No solo se debe resaltar del embarazo,
del parto y del nacimiento información sobre cuidados físicos que se necesita; porque en
esta etapa muchas veces surgen muchos problemas en pareja, debido al cambio que
están afrontando, dejando de lado las posibles soluciones y arrastrando sin ser
solucionado hasta el nacimiento del niño, donde se desembocan y se producen las
primeras grabaciones en él. Se le debe enseñar a la pareja los fundamentos del Análisis
Conciliatorio en relación a la nueva experiencia actual que están atravesando dentro del
matrimonio, el hecho de tener un hijo. De esta manera, se ayuda a comprender el origen
de sentimientos nuevos y complicados. Muchos matrimonios jóvenes pasan por una etapa
de depresión inexplicable, aunque la pareja haya deseado tener un hijo, porque no logran
borran sus Padres arcaicos, la mujer “estoy embarazada” y el hombre “te he dejado en
cinta”. Si esta depresión alcanza cierto grado de poder se convierte en psicosis, el Niño se
activa se siente abrumado y su Adulto se contamina, la madre se siente incapaz de criar a
su hijo.
Debe existir entonces una aprehensión en el conocimiento del P-A-N, esto les otorgará
una máxima liberación ante los conflictos y así asumirán un mejor cuidado del hijo. El
esposo debe estar activo siempre. Ejemplo: debe aprender a dar masajes para aliviar la
tensión física de su esposa. Tienen que estar juntos durante estos momentos, durante
esta etapa si sucede esto dirán: “Si hemos salido bien de esto, saldremos bien de
cualquier cosa” y es así como la madre y el padre del futuro hijo se sentirán orgullosos y
transmitirán eso a su recién nacido. Ambos eligen la forma de proceder como familia. La
madre se dedica más al niño y es la que influye en él. Por eso, la pareja debe tener un
Adulto fortalecido.
Los niños aprenden mediante imitación, observación en sus padres. A los 3 a 4 años
puede aprender un P-A-N rudimentario, así expresará sus sentimientos en palabras que
en pataletas. Muchos padres pueden poner en funcionamiento el adulto del niño. Ejemplo:
un niño llorando se acerca a su madre para lo que ella le dice: “Ya veo que alguien te ha
disgustado. Es duro ser pequeño…y a veces lo único que hacemos es llorar. Puedes
decirme que te ha pasado. ¿Te dijo alguien algo que te ha disgustado?”.
El niño en edad escolar:
El niño entra al jardín con grabaciones de su Padre y Niño, si ha aprendido a utilizar su
Adulto y a confiar en él “está bien”. Si no lo utiliza puede ser que no le han enseñado, si a
esto se le agrega su bajo rendimiento escolar se lamentará diciendo “soy un tonto”-“yo
estoy mal, tú estás bien”. Si a esto se le agrega una nota que le envían en su cuaderno
“procura esforzarte más”, aumentará más su posición. Los padres deben tomar enserio el
P-A-N y las dificultades de la escuela e identificar las zonas en las cuales el hijo tiene
éxito o puede tenerlo. Se consigue escuchando y hablando al niño.
El tratamiento de los preadolescentes:
La relación entre padres e hijos es complicada debido a que ellos están expuestos a
nuevas ideas del mundo, la escuela y contactos sociales. El P-A-N mejora la
comunicación, ya que los padres descubren que pueden formular exigencias y límites
realistas, sin provocar reacciones negativas; y los preadolescentes pueden explicar sus
sentimientos y puntos de vista. Entre ellos se establece un contrato- un instrumento que
asegura la consistencia de disciplina y dirección- redactado por el Adulto de ambos. Este
contrato puede ser modificado dependiendo la realidad que atraviesen. Hay muchos
padres que se preocupan por ser “buenos padres”, eso no basta también tienen que ser
buenas personas. También hay padres que no crían a los hijos que desean, sino hijos que
reproducen lo que son ellos.
Hijo adoptivo:
Muchas organizaciones recalcan en decir al niño lo más pronto que es adoptado, pero un
niño de 3 a 4 años no posee el concepto de adopción y los detalles de su nacimiento
biológico no poseen aún un significado. Algunos padres insisten en decir: “nosotros te
elegimos entre los demás”, y el niño lo siente como una obligación, como una deuda que
nunca podrá pagar diciéndose: “¿Cómo podré jamás ser lo bastante bueno contigo,
cuando tú fuiste bueno como para elegirme a mí?”, esto le permite seguir en la posición
“estoy mal”. Se debe elegir momentos, detalles y medios para decirlo y sobre todo cuando
posea un Adulto fuerte a los 7 a 8 años, ya que el P-A-N impone orden en los
sentimientos que separa al Padre, Niño y Adulto para que pueda entender que no fue una
obligación elegirlo si no que fue por amor.
Niño maltratado:
Cualquier tipo de brutalidad física infligida a un niño provoca sentimientos de violencia
dispuestos a ser reproducidos. El niño maltratado ha sido programado para el homicidio.
En el Niño se graban sentimientos de terror, miedo, deseos de matar y en el Padre se
graba el permiso para ser cruel, el permiso para hacerlo y “lo hará”. El niño tiene que
recibir un tratamiento, en este caso, el Análisis Conciliatorio, de este modo mediante el P-
A-N puede descubrir el origen de sus sentimientos asesinos y comprender su pasado,
para que pueda elegir un mejor futuro.
La enseñanza del P-A-N a los retrasados:
Si reconocemos que todos los niños deben lidiar con la posición “no estar bien”, en el
caso para un niño retrasado no solo se siente “mal”, sino que está realmente peor dotado
intelectualmente. Y a esto, le agregamos una sociedad establecida sobre la comparación
y la competencia. Pero las enseñanzas del P-A-N fueron eficaces para los niños
retrasados prueba de ello fue el centro residencial para retrasados Laurel Hills. En este
centro existieron personas de todo tipo de edades desde los seis meses hasta los
cuarenta y siete años y con diferente grado de retraso mental. En estas reuniones ellos se
identificaban mediante este contrato: “estamos aquí para aprender el P-A-N, que nos
ayudará a comprender cómo funcionan las personas para que podamos aprender a
dedicarnos a pasatiempos y actividades agradables.”
En este centro la principal guiadora pedía la identificación de las tres (Padre, Niño y
Adulto) personas con cual están hablando o actuando, de manera que la situación se
torne más entendible. Al inicio y al término de cada sesión se repite la siguiente
afirmación: “yo estoy bien, tú estás bien” como para poner en marcha su Adulto durante y
después de cada sesión. El Niño de muchos de ellos tomaba el mando de su persona, y
esto era imposible razonar con la masa de sentimientos que la dominan. Se aseguraba
que durante unos meses o quizás años la mayoría de estos muchachos podrían adquirir
un dominio de sí mismos y una capacidad para ordenar su datos y permitirse sentirse
bien. Debemos empezar por comprender que no podemos cambiar el pasado y solo
podemos separar el pasado del presente recurriendo al Adulto e identificar las
grabaciones del Padre y del Niño.
CAPÍTULO 10: EL PAN Y LOS ADOLESCENTES
Harris nos dice que en los años de adolescencia, los adolescentes se enfrentan a
pequeñas y grandes decisiones y sin embargo, parece que a menudo se obligados a
esperar que las circunstancias decidan por ellos, puesto que no son realmente libres para
decidir por ellos mismos.
Su cerebro se está acercando a la perfección de su desarrollo, su cuerpo está maduro,
pero legalmente y económicamente dependen de otras personas, y sus intentos de llevar
a cabo acciones emancipadas chocan contra la evidencia de que no pueden decidir nada,
llegan a la conclusión de que lo mejor que pueden hacer es cruzar a la deriva los años de
la adolescencia. Su adulto no se puede desarrollar en esas circunstancias, de pronto
cuando la ley los emancipa, se sienten a la deriva, esperando que ocurra algo que los
“ponga en marcha”.
Una de las características de los adolescentes es que a causa de las presiones externas
e internas, sus conciliaciones caen a menudo en las viejas fórmulas Niño-Padre. Otra
característica, es que los adolescentes se alejan de sus padres como fuente principal de
“caricias” para acercarse a los de su misma edad en busca de caricias de otra clase.
La adolescencia es como un avión lanzado a toda velocidad entre dos nubes
convergentes, por debajo tenemos a las nubes hirvientes de los instintos sexuales y de la
lucha rebelde por la independencia; arriba, se posan las pesadas nubes de la ansiedad y
la desaprobación de los padres. El adolescente siente que las dos capas de nubes se van
juntando y busca desesperadamente una salida.
Harris se enfoca en este capítulo principalmente en la relación del adolescente con sus
padres. El problema a menudo estriba en que el adolescente confunde a su padre
externo con su Padre interno. No puede oír a sus padres de ahora, porque se reproducen
las viejas grabaciones del pasado cuando tenía tres años, con los retumbantes “no” de
aquellos primeros años de infancia.
El niño es extremadamente vulnerable en esta época de la vida de gran intensidad
emocional. Se supera esto, gracias al “esfuerzo de voluntad” que es el Adulto. El Adulto
sabe identificar las viejas grabaciones. Sabe reconocer también la inadecuación y la
ineficacia de la reproducción en la adolescencia.
El problema del adolescente estriba que tiene en su interior un Padre muy fuerte y
perturbador, y se ve obligado a vivir dentro del marco donde se desarrolló ese Padre, y
donde el Padre es fortalecido por los padres externos. A medida que los padres se van
sintiendo amenazados y temerosos, recurren cada vez con más frecuencia a sus propios
Padres en busca de soluciones de Abuelo, que no resultan adecuadas.
Tanto los padres como los adolescentes se sienten tan amenazados que sus Adultos
quedan fuera del juego. El adolescente expresa en actos sus sentimientos de Niño, y los
padres, temiendo dejarse arrastrar por sus sentimientos, suelen confiar el mando de las
conciliaciones al Padre. Sin contrato Adulto-Adulto, deja de existir una realidad en común,
y cesa toda comunicación.
Hay reside el problema principal en la comunicación, o mejor dicho en la falta de
comunicación, las conciliaciones cruzadas, han acabado por reducir las conversaciones a
“pásame la sal” o “necesito dinero para el fin de semana”.
Harris nos dice que el primer paso en el tratamiento consiste en enseñar a los
adolescentes y a sus padres el lenguaje y el concepto del P-A-N. Este actúa como un
eficaz instrumento de selección que impone el orden en una masa de sentimientos
caóticos e imposiciones paternales, que existe tanto en los adolescentes como en sus
padres.
El objetivo central del tratamiento reside en liberar al Adulto del adolescente y de sus
padres para que pueda establecerse conciliaciones Adulto-Adulto. Mediante el P-A-N se
puede hablan de todo esto como una enfermedad en común y cabe realizar esfuerzo para
hacer de la familia no solo un grupo soportable donde vivir, sino un grupo de convivencia
realmente armónico e interesante.
La confianza en el Adulto es la única forma constructiva de hacer frente a las numerosas
situaciones provocadoras de ansiedad que el adolescente puede crear en el hogar.
El Adulto puede determinar que partes del Padre y del Niño pueden expresarse
exteriormente como datos constructivos que contribuyan a aumentar los recursos frente a
una situación difícil. La única manera de enfrentarse con la situación estriba en examinar
de modo realista sus consecuencias.
CAPITULO 11: ¿CUÁNDO ES NECESARIO EL TRATAMIENTO?
El Adulto de una persona puede verse obstaculizado por las viejas grabaciones del
pasado, pero puede arreglárselas para superar las dificultades o resolver los problemas
sin someter a tratamiento. En otros casos, en cambio, el adulto se encuentra impedido
hasta el punto de que no puede funcionar, inmovilizado por la repetición de los fracasos o
por la culpabilidad. Para estas personas el tratamiento es necesario; pero para todo el
mundo sería beneficioso.
El tratamiento mediante el análisis conciliatorio o transaccional es una experiencia de
aprendizaje mediante la cual el individuo descubre la manera de seleccionar los datos que
intervienen en sus decisiones. El objetivo del tratamiento consiste en hacer de todos los
que se someten a tratamiento expertos en el arte de analizar sus propias conciliaciones.
Harris nos indica que en su fase inicial del tratamiento el análisis conciliatorio es en
esencia un método de enseñanza y aprendizaje.
En su primera media hora, aproximadamente, se dedica a escuchar el relato que formula
el paciente de su problema, y la otra media hora a exponerle las ideas básicas del P-A-N.
Una vez que el paciente ha comprendido el significado de las palabras Padre, Adulto y
Niño, se debate su problema utilizando ya el lenguaje que acaba de aprender. Esta
conciliación pone en “marcha al Adulto”.
La hora inicial incluye también un debate sobre el “contrato de tratamiento”, entiéndase
por “contrato” en el sentido de declaración de lo que cada una de las partes espera de la
otra: “yo estoy aquí para enseñarle algo y usted está aquí para aprender algo”. Ello no
implica una garantía de curación. Formaliza simplemente una promesa de lo que el
terapeuta hará y de lo que hará el cliente.
Diagnóstico
Una pregunta frecuente es ¿Cuál es mi diagnostico?, con voz temblorosa como
esperando una sentencia de lo alto. La pregunta es susceptible de provocar una
conciliación Padre-Niño, por lo cual Harris evita preguntando a la vez “¿Necesita usted un
diagnostico?, o ¿De qué le serviría un diagnostico?”.
Las personas pueden recobrarse de los síntomas de una enfermedad mental, pero no se
rehacen de una etiqueta.
Las palabras que oscurecen la verdad deben dejarse de lado en beneficio de las que
dicen con sencillez y de manera exacta y directa; y la verdad acerca de cómo estamos
constituidos es, en gran medida, lo que nos hace libres.
¿Por qué el tratamiento en grupos?
La mayoría de personas tiene un concepto del tratamiento en grupo, una de las
impresiones comunes es que el paciente expresa sus sentimientos, dice a los demás lo
que piensan de ellos, y “ocurren cosas”. En realidad, mucho de lo que se ha escrito
acerca del tratamiento en grupo ha dado pie a ese punto de vista.
Harris dice que en toda su experiencia no ha podido validar lo anterior mencionado.
Permitir que el niño tome las riendas, traduzca en actos sus impulsos instintivos y se
ponga a jugar al azar es una pérdida de tiempo del grupo y de los propósitos personales
de cada uno de los miembros individuales del grupo. Hasta que cada miembro del grupo
no ha logrado por lo menos una liberación parcial de su Adulto, la autorrevelación o
confesión resulta tan poco útil. El tratamiento solo puede acelerarse manteniendo al
Adulto en primera fila.
En el tratamiento en grupo se ve a la gente en su medio natural, en contacto con otras
personas, en lugar de estar a solas, en un aislamiento que jamás se podrá reproducir en
el mundo exterior. El tratamiento de los individuos en grupo puede reducir el costo y la
duración del tratamiento.
Hay un factor muy importante nos dice Harris es el hecho de que, según su experiencia,
los individuos se reponen más rápidamente en el tratamiento en grupo que utiliza el
análisis conciliatorio que en relación con el tratamiento tradicional individual.
¿Cómo saber si el paciente se ha curado?
Una de las formas de medir la curación es comprobar si es capaz de explicar lo ocurrido
en cualquier conciliación. Si un paciente puede expresar con palabras por qué obra como
obra y cómo ha dejado de obrar así, entonces está curado, por cuanto sabe en qué
consiste la cura y puede utilizarla una y otra vez.
El objetivo de cada uno de los miembros del grupo de P-A-N es claro, es conseguir la
curación por medio de la liberación del Adulto de las influencias y exigencias
perturbadoras del Padre y del Niño.
CAPÍTULO 12: EL P-A-N Y LOS VALORES MORALES
Al hablar de moral nos podemos hacer la siguiente interrogante ¿Cada vez que tengo una
duda debo recurrir a una autoridad, o es que acaso no puedo llegar a conclusiones por
cuenta propia? ¿Cuál es la realidad que le está permitida examinar a mi Adulto? ¿Será
esta realidad universal o sólo de un sector de la población?
Muchos profesionales de los tiempos modernos cayeron en el error de fijar un solo punto
de referencia, el pasado, y no centrarse en una visión más amplia de la realidad del
paciente: el presente y el futuro. Se enfocaron en saber qué hizo y dejaron de lado algo
que considero mucho más importante qué debe hacer para su recuperación.
Una frase muy utilizada por una persona que solo ve la realidad desde el pasado es yo
soy así porque…, esta posición crea juegos en la persona de tal modo que creemos que
nuestro pasado es la única realidad existente y hace de nuestra vida una vida agobiante
por el peso de nuestros recuerdos, esta realidad nos hace obrar de acuerdo a un sistema
de valores morales guiado por esa realidad [pasada]. Por esa razón es que la situación
actual de la sociedad necesita un giro en su enfoque de conocer la realidad, se debe salir
del estudio historicista de la realidad, de tan solo ver el pasado y empezar a forjar un
sistema de valores morales basados en el presente y en el futuro de nuestra sociedad.
Pero aquí vemos otro obstáculo, algunos científicos creen que el establecimiento de
juicios morales desvía totalmente el fin científico de la investigación objetiva, pero olvidan
que el método científico depende de un valor moral: la confianza y credibilidad de sus
informes de investigación.
Entonces, ¿qué necesita el hombre para obrar de manera diferente a como lo hace? El
secreto está en establecer un sistema de valores morales racionales. Muchas personas
creen que podemos llegar a este tipo de sistema bajo la premisa de “no hagas a los
demás lo que no quieras para ti”, sin embargo, lo que puede ser beneficioso para nosotros
puede llegar a destruir a otra persona. Es más, la mayoría de personas carecen de datos
suficientes para saber qué es lo que quieren para sí en realidad. No reconocen que están
en una posición de estar mal y tampoco reconocen los juegos que utilizan para aliviarse
de estar en esa posición. Aquí viene a tallar el Adulto, el examina al Padre y elige
libremente los datos que vengan de él. El Padre también merece confianza, al fin y al
cabo muchos datos de nuestra cultura proceden del Padre Cultural. Los valores morales
primero aparecen en el Padre, bajo las palabras se debe o es preciso entonces, ¿Cómo
hacemos que estas palabras sean propias del Adulto?
Toda moral es subjetiva, eso nos hace considerar que en el mundo hay más de siete mil
millones de morales que niegan la existencia de principios objetivos capaces de gobernar
las relaciones entre los hombres, pero si algo es cierto es que el deseo de relacionarse es
inherente a la naturaleza del hombre. Los existencialistas han rechazado la idea de que
existe un deber universal, sostenían que cada hombre crea su propia esencia humana a
través de una serie de opciones, de actos que lo conforman. Somos quienes creamos
nuestra dignidad como hombres, por ellos los existencialista están en la posición de
aceptar la responsabilidad de todos sus actos, no solo ante sí, sino ante todos los
hombres.
Si no existe una moral universal entonces es imposible afirmar que Gandhi fue mejor que
Adolf Hitler. Gandhi creyó obrar bien, Hitler también creyó lo mismo. Manifiestamente
sería una contradicción que ambos hubieran tenido la razón. Pero ¿Con qué norma
determinaremos cuál de ellos la tuvo?
Una aproximación a ese orden moral es que las personas son importantes en tanto que
están unidas en una relación universal que trasciende su existencia personal. La idea de
que las personas son importantes es una idea moral, no podemos demostrar que las
personas sean importantes solo podemos creer que lo son mediante la fe.
“Yo soy una persona. Vosotros sois personas. Sin vosotros yo no sería una persona
porque solo a través de vosotros se hace posible el lenguaje y solo a través del lenguaje
es posible el pensamiento, y sólo el pensamiento nos hace humanos. Vosotros me habéis
hecho importante. Por lo tanto yo soy importante vosotros sois importantes. Si les resto
valor, me lo resto a mí mismo.”
Esta es la racionalización de la posición Yo estoy bien-Vosotros estáis bien. Esta posición
nos hace responsables unos de otros y esta responsabilidad recae en todos los hombres
por igual. La primera norma que se deduce de ella es “NO MATARÁS”.
Sin embargo, cada cultura difiere de las demás en su estimación por el valor de las
personas siendo así que esta información se transmite a través del Padre, no podemos
apoyarnos en éste para llegar a un acuerdo sobre el valor de las personas. En muchas
culturas, incluso nuestra cultura, el matar es autorizado por el Padre. Entonces el valor de
las personas es condicional. En tiempo de guerra es preciso matar es lo que emite el
Padre.
Esta creencia acerca del valor de las personas se ha transmitido de generación en
generación a través del Padre. El Padre culto de occidente normalmente no está de
acuerdo con esto. Pero autoriza y aprueba otros tipos de discriminación que pueden
conducir también a la muerte. Tampoco podemos confiar en el Niño para estimar el valor
de las personas. El Niño incapacitado por su no estar bien posee pocos datos positivos
acerca de su propio valor, y menos aún del valor de los demás. El Niño de cualquier
cultura, ante una provocación, puede estallar en un furor asesino y llegar al asesinato,
inclusive al asesinato en masa.
Solo el Adulto emancipado puede llegar a un acuerdo con el Adulto emancipado de los
demás acerca del valor de las personas. La razón es la guía del Adulto.
El mal también es un problema global, está adherido a nosotros al momento de nacer. El
problema universal estriba en que todo niño, independientemente de la cultura donde
haya nacido, a causa de su situación, adopta una posición yo estoy mal-tú estás bien o
yo estoy mal-tú estás mal. Esto es una tragedia pero no se convierte en un mal
demostrable hasta que empieza el primer juego que se realiza hacia otra persona para
aliviarse del peso de no estar bien. Este primer esfuerzo vengativo o de desquite
demuestra su maldad intrínseca -o pecado- del cual se le dice debe arrepentirse.
“El pecado antes de ser un acto es un estado”
Antes de los juegos existe una toma de posición. El carácter Padre-Niño de la mayoría de
religiones occidentales es notable. Basta el transcurso de una generación para que una
deducción del padre se convierta en dogma. Al dogma se le acepta sin previo análisis. Así
cuando la moral se encasilla dentro de la estructura de una religión es, esencialmente,
Padre.
Jesús conocería a la posición inicial de estar mal como el pecado. Si entendemos que el
pecado es una posición y no una acción podemos entender porque es que Jesús fue un
personaje central en la historia de la humanidad. El predicaba el evangelio de la gracia, y
la gracia es la aceptación incondicional, por lo tanto las personas que recurrían a él
cambiaban su posición de pecado y entraban a la posición de gracia, en palabras más
simples salían de la posición de estar mal a estar bien, entendiendo que los demás
también estaban bien, esta nueva posición que excluía completamente el estar mal
producía y produce verdaderos cambios en la vida de la persona, es una experiencia que
vale la pena experimentar. La moral religiosa de nuestros tiempos sustituye la experiencia
liberadora de la gracia por el temor obsesivo de cometer un error. Si entendemos nuestro
problema primordial como un estado y no como un acto, comprenderemos entonces la
ineficacia de la confesión de pecados y su incapacidad para producir cambios en la vida
de una persona. La confesión sin cambio es un juego. Sin la intervención del Adulto el
mensaje de la gracia se ha ido deformando por la adaptación a los juegos del Niño. El
mensaje de Yo estoy bien-Tú estás bien se ha ido transformando en una posición de
nosotros estamos bien-vosotros estáis mal, bajo cuyo lema se ha establecido como algo
legal y moral el asesinato, el valor o importancia de las personas.
La experiencia religiosa puede ser una experiencia única entre el Adulto y el Niño con
total exclusión del Padre. Los cristianos lo definen como un auto-vaciado. Donde lo
vaciado es el Padre. La función del Adulto en la experiencia religiosa consiste en el
bloqueo del Padre, con el fin de que el Niño Natural pueda renacer a su propio valor y
belleza como parte de la creación de Dios. Pero existe también una experiencia religiosa
que procede de la total adaptación al Padre. La salvación se experimenta con la conquista
de la aprobación de la gente piadosa que dicta las reglas. La voluntad de Dios es la
voluntad del Padre que pertenece a una religión determinada. La posición es: yo estoy
bien en tanto que. El Adulto no participa en esta experiencia.
Hay una diferencia entre una experiencia religiosa basada en la aceptación incondicional
y la experiencia religiosa basada en la aprobación del Padre. En la experiencia religiosa
sin condiciones nos vaciamos del Padre, entonces solo queda el Adulto y el Niño. La
cuestión ahora sería quien de ellos dos experimenta a Dios, ¿el Adulto o el Niño?
Es posible que la experiencia religiosa sea cosa exclusivamente del Niño. Las
informaciones acerca de las experiencias religiosas la describen más como un sentir la
presencia de Dios que como un conocer a Dios, entonces sería el Niño quien interviene
exclusivamente en esta experiencia ya que el Niño es el que siente.
Jesús era un claro ejemplo de la posición Yo estoy bien-Tú estás bien, su estilo de vida
era nuevo, revolucionario basado en el yo estoy bien-vosotros estáis bien. Si el
cristianismo hubiera sido solo una idea intelectual con total seguridad hubiera
desaparecido.
Ahora que comprendemos que la posición Yo estoy bien-Tú estás bien es una experiencia
que verdaderamente cambia la vida de las personas podemos comprender la importancia
de un Adulto emancipado. Una de las maneras más eficaces de fortalecer el Adulto es
retroceder en busca de mayor perspectiva. Esto se hace en búsqueda de un análisis de la
realidad más amplio. Este panorama nos ofrece un análisis de cómo se encuentra el
mundo repartido.
Si el mundo tuviera tan solo 100 habitantes, según un estudio estadístico hecho en el
2011 por la organización mundial de la salud y otras entidades que se encargan de la
recogida de datos de este tipo, estaría el mundo repartido de esta forma:
Habría 50 hombres y 50 mujeres, 26 serían niños y 74 adultos, 8 de ellos tendría más de
65 años; 60 personas serían asiáticas, 15 africanos, 14 americanos y 11 europeos. Por
ideas religiosas: 33 serían cristianos, 22 musulmanes, 14 hindús, 7 budistas, 12 personas
practicarían otras religiones y otras 12 no seguirían ninguna religión. Las lenguas más
habladas serían el chino (12), el español (5) y el inglés (5), 3 personas hablarían árabe, 3
hablarían hindi, 3 hablarían bengalí, otros 3 hablarían portugués, 2 hablarían ruso, 2
hablarían japonés y 62 personas hablarían otros idiomas. De la población mundial 83
podrían leer y escribir y 17 serían analfabetos, 7 tendrían un grado universitario. Solo 77
tendrían un lugar para protegerse del viento y la lluvia, 23 estarían en la calle, 1 de ellos
estaría muriendo de inanición, 15 estarían desnutridos, 21 tendrían sobrepeso. En lo que
refiere a sanidad, 87 tendrían agua potable, 12 no tendría agua limpia y segura para
beber, 16 no tendrían cuartos de baño; 48 personas vivirían con menos de 2 dólares
diarios y 1 de cada 2 niños viviría en extrema pobreza.
Esto nos indica que nuestras ideas acerca de la salvación a comparación del mundo en el
que vivimos tan solo pertenecen a una pequeña parte de la población, entonces ¿estamos
errados?
Como es que esto repercute en nuestra sociedad.
El Análisis Conciliatorio sostiene que las personas son responsables de su conducta. Es
cierto que el pasado no define nuestro obrar pero influye en nuestra vida a través del
Padre y del Niño, y a menos que comprendamos porque es que sucede tal cosa no
llegaremos a poseer el Adulto emancipado que tanto nos hace falta. Una vez que hemos
comprendido las posiciones y los juegos empieza a emerger como una posibilidad real la
libertad de reacción o respuesta. Mientras las personas sigan atadas al pasado no son
libres.
CAPÍTULO 13: REPERCUSIONES SOCIALES DEL PAN
Creo que ya hemos comprendido porque los individuos obran como lo hacen, entonces
podemos extrapolar esta información para comprender ¿porque las naciones (grupos de
individuos) obran como lo hacen?
Partamos de la siguiente pregunta: ¿Somos los seres humanos seres racionales?
Entonces porque para traer paz llevamos a las personas a las guerras. Esto no es nada
racional. Los modos de conductas tanto personales como colectivas se transmiten a
través del Padre, es importante para una nación adoptar una actitud escrupulosamente
crítica antes sus instituciones y procedimientos, tanto como lo es para el individuo.
Llamamos a nuestras defensa patriotismo y la defensa de otra nación esclavización. Ven
que es urgente la necesidad de un sistema de valores morales a través de una realidad
global. El individuo debe honrar, respetar y defender a la nación, en todo caso al Padre
colectivo. Eso depende. El Adulto se encargará de analizar si este Padre es digno de ser
honrado, respetado y defendido. Porque en una sociedad que nos hace sentir que
debemos creer en una idea, haciéndonos incapaces de ver claramente en qué consiste tal
idea no se cuenta con un Padre colectivo digno de todo esto. Es el miedo del Niño
colectivo lo que obliga a aceptar los dictados del Padre colectivo para la preservación de
su vida, sin ningún tipo de análisis previo. Si nos concentráramos tal vez en el Niño de las
demás naciones en vez que en su Padre, con la esperanza de reestablecer una
comunicación Adulto-Adulto podríamos empezar a valorar con simpatía y comprensión lo
que se impone para crear un mundo mejor. Somos racionales solo a ratos,
intermitentemente. Creo que obramos bajo los efectos de una gran cantidad de temores y
tensiones emocionales, que hacen difícil pensar con claridad.
Las personas normalmente abandonamos la moral personal por una moral colectiva.
Evadimos nuestra responsabilidad bajo el concepto de obediencia, nos dejamos caer en
una conformidad automática, dejamos que la sociedad absorba nuestro individualismo
para ganar su aprobación
Si analizamos nuestra democracia entonces diremos que solo funcionará si la nación
cuenta con un electorado inteligente, presto a reflexionar. Que el Adulto se encargue de
analizar al Padre cultural y decidir si es bueno o no.
Ahora si vemos las conciliaciones entre naciones solo serán complementarios si los
vectores en el diagrama de la conciliación son paralelos y serán muy eficientes si las
conciliaciones se dan entre Adultos. Lo que nos lleva a pensar que no debemos
responder con nuestro Niño asustado, ni con nuestro Padre prepotente, sino con nuestro
Adulto, solo allí hay una posibilidad de cambio. No podemos simpatizar con el Niño que
NO ESTÁ BIEN de nuestros enemigos porque estamos aterrorizados por los juegos que
esgrimen para disimular su posición. Compartimos el dilema de la desconfianza. Si las
personas que intervienen en las conciliaciones internacionales conocieran el lenguaje
PAN, si supieran que el miedo está en el Niño, que es imposible llegar a un contrato a
través del Padre y solo a través del Adulto es posible superar la posición universal Yo
estoy mal-Tú estás bien, entonces habrían más esperanzas de solución. Hasta dónde
puede llegarse en la diplomacia mundial si continuamos utilizando un lenguaje cerrado.
Hay violencia porque hemos honrado cada día la violencia. Cualquier hombre
medianamente instruido, con un traje bueno, puede hacer una fortuna cocinando una
emisión de televisión cuya brutalidad sea fotografiada con detalle suficientemente
monstruoso, ese hombre será una columna de la sociedad, nuestros hombres pro,
nuestros ejemplares de éxito y de logro social.
Un país donde la gente no puede andar en paz por su propia calle no tiene derecho a
decirle a ningún país cómo debe gobernarse, y menos aún bombardear y achicharrar a
sus habitantes.
En los Estados Unidos se cometen 12 000 asesinatos al año y un área en el que los
Estados Unidos es sin duda excepcional, es el nivel de la violencia estatal dirigida contra
los afroamericanos, latinos, nativos americanos y trabajadores y gente pobre de todas las
nacionalidades. Los asesinatos policiales en Estados Unidos superan en número a los de
otros países desarrollados en hasta un 100 a 1.
¿Cuántas personas mueren cada año por la policía en los Estados Unidos? El número
exacto no se conoce. No hay ninguna agencia federal que sigue la pista. El FBI recopila
estadísticas anuales para “homicidios justificados” por la policía — y todos los homicidios
policiales reportados se inscriben como “justificado” por el FBI. Según las estadísticas del
FBI, hubo 461 homicidios “justificados” por la policía en 2013. Sin embargo, el sitio web
KilledbyPolice.net (MatadoPorPolicía) informó que la policía no-militar mató a 748
personas sólo en los últimos ocho meses de 2013, y 1.100 en 2014. Las cifras de
KilledByPolice fueron compiladas utilizando las fuentes principales de medios de
comunicación. El total real es sin duda mayor, ya que no se denuncian todos los
asesinatos de la policía, y es prácticamente imposible comprobar todas las decenas de
miles de medios de comunicación en el país.
Por el contrario, en Inglaterra, también un país con una larga historia de racismo, la policía
disparó armas tres veces en total en el 2013, con cero muertes reportadas. La policía no
porta armas en patrulla en Inglaterra. Desde 2010 hasta 2014, solo hubo cinco disparos
fatales por la policía en Inglaterra, que tiene una población de aproximadamente 52
millones de habitantes. Por el contrario, Albuquerque, Nuevo México, con una población
de 1 por ciento de Inglaterra, tuvo 26 asesinatos por disparos de la policía en ese mismo
período de tiempo.
En 2011, el FBI reportó 404 homicidios “justificados” por la policía estadounidense. Sobre
la base de los datos recogidos por KilledByPolice para 2013 y 2014, el número real de
homicidios policiales para 2011 es probablemente más de 1.000. Había dos homicidios
policiales reportados en Inglaterra, lo que significa que la tasa de muerte por la policía de
Estados Unidos fue de aproximadamente 100 veces mayor que la de los policías ingleses
en 2011. El mismo año, la policía alemana, que porta armas de fuego, mató a seis
personas. Alemania, otro país racista, con un gran número de minorías oprimidas, tiene
una población cerca de una cuarta parte de los Estados Unidos. Así que en términos per
cápita, la policía de Estados Unidos tiene 40 veces más probabilidad de matar que la
policía alemana. Canadá, otro estado multinacional con alrededor del 12 por ciento de la
población de los EE.UU., también informó de seis disparos fatales por la policía en 2011,
lo que significa que los policías en Estados Unidos son 20 veces más propensos a matar
que sus contrapartes canadienses.
Entonces como se propone un mejoramiento de las relaciones sociales en vista de que la
maldad del hombre es la que causa todo esto, la sociedad permite la maldad, en todo
caso la posición Yo estoy mal-Tú estás bien es la fuente de estos problemas.
Ciertos psicólogos que sostienen que los espectáculos violentos constituyen una válvula
de escape que ayuda a las personas a liberarse de la violencia en lugar de traducirla en
actos. Esos psicólogos sostienen que los sentimientos se acumulan como en un cubo,
que hay que vaciar de vez en cuando. No tenemos ninguna necesidad de ir vaciando
nuestros sentimientos, podemos simplemente cerrar el aparato que las reproduce,
impedirles que invadan nuestro ordenador electrónico y alimentar éste con otra clase de
material.
“Un hombre es aquello en lo que piensa todo el día”, extrapolando esta frase sería más o
menos así: Una nación es aquello que ve durante toda su historia: muerte y guerras.
Un hombre sabio y bueno escribía: Y ahora amigos míos, que todo lo que es verdadero,
todo lo que es nobel, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y gracioso, todo lo
que es excelente y admirable, que todas esas cosas llenen vuestros pensamientos (Carta
a los Filipenses, 4:8).
Podemos llegar a odiar tanto el mal que olvidemos la necesidad de amar el bien. De niños
se nos obligaba a desconfiar de nuestros sentidos y a negar audiencia a nuestras propias
emociones. Son los juegos internacionales extremadamente peligrosos en cuanto que son
ulteriores al verdadero motivo: “TENEMOS QUE GANAR, PORQUE SI NO GANAMOS
HABREMOS PERDIDO”, un juego que deriva del universal: lo mío es mejor que lo tuyo.
Este juego ha hecho que los modelos del vencedor y el vencido predominen a lo largo de
la historia de la humanidad.
“O la naturaleza está cerrada a nuestras exigencias de futuro, en cuyo caso el
pensamiento, el fruto de millones de años de esfuerzo, queda inválido, o bien existe una
abertura”.
La sociedad no puede cambiar a menos que cambien las personas, lo cual se ve nublado
por la posición universal: yo estoy mal-tú estás bien, pero ahora es posible concebir otra
opción: Yo estoy bien-Tú estás bien.