Resurreccion

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Capítulo 1 ¿Qué es Resurrección? Las Escrituras en conjunto encuentran su enfoque en Jesús. La esperanza de toda humanidad del principio al fin queda en Él y Su trabajo y ministerio. Así, es evidente que el concepto de resurrección en el Antiguo Testamento y el nuevo debe ser definido y entendido en términos de la resurrección de Jesús. Lo que uno dice sobre resurrección, donde uno es levantado de la muerte a la inmortalidad, la resurrección de Jesús es el único modelo real que nosotros tenemos. Todos los otros modelos, mientras útiles, están limitados, porque aquellos levantados después de la muerte murieron como los mortales. El Modelo de la Resurrección de Jesús El primero y más importante modelo es que Jesús fue levantado corporalmente de la tumba. Los discípulos vinieron a la tumba para buscarlo, pero Él había resucitado. Su resurrección NO era la misma cosa como Su ascensión, o yendo al cielo. Era un evento físico, literal, "os lo he dicho" (Mateo 28:6). En otros términos, cuando Jesús habló de la resurrección antes de ese tiempo, Él quiso comunicar el significado literal del término, no un evento "espiritual" en el sentido que algunos lo reciben. La única pregunta real es "¿Con qué cuerpo vendrán?" (1 Corintios15:35). ¿Es el cuerpo resucitado físico o espiritual? La respuesta es: AMBOS. Él tenía un Padre Celestial y una madre terrenal, y el cuerpo resucitado

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Capítulo 1¿Qué es Resurrección?

 

Las Escrituras en conjunto encuentran su enfoque en Jesús. La esperanza de toda humanidad del principio al fin queda en Él y Su trabajo y ministerio. Así, es evidente que el concepto de resurrección en el Antiguo Testamento y el nuevo debe ser definido y entendido en términos de la resurrección de Jesús. Lo que uno dice sobre resurrección, donde uno es levantado de la muerte a la inmortalidad, la resurrección de Jesús es el único modelo real que nosotros tenemos. Todos los otros modelos, mientras útiles, están limitados, porque aquellos levantados después de la muerte murieron como los mortales.

El Modelo de la Resurrección de Jesús

El primero y más importante modelo es que Jesús fue levantado corporalmente de la tumba. Los discípulos vinieron a la tumba para buscarlo, pero Él había resucitado. Su resurrección NO era la misma cosa como Su ascensión, o yendo al cielo. Era un evento físico, literal, "os lo he dicho" (Mateo 28:6). En otros términos, cuando Jesús habló de la resurrección antes de ese tiempo, Él quiso comunicar el significado literal del término, no un evento "espiritual" en el sentido que algunos lo reciben.

La única pregunta real es "¿Con qué cuerpo vendrán?" (1 Corintios15:35). ¿Es el cuerpo resucitado físico o espiritual? La respuesta es: AMBOS. Él tenía un Padre Celestial y una madre terrenal, y el cuerpo resucitado era la culminación de esa relación. Él podía entrar en la dimensión espiritual ("cielo") o la dimensión física, terrenal a voluntad. Su Padre le había dado toda la autoridad en AMBOS reinos, así como Él dijo en Mateo 28:18, “ Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra ”

Como resultado, Él podría tomar una forma física donde los discípulos podrían tocarlo y podrían ver las heridas de Su crucifixión (Juan 20:27). Él también podría comer la comida con los discípulos (Juan 21:13; Lucas 24:43). Entonces Él podría desaparecer (Lucas 24:31) de repente tomando forma espiritual. La pregunta de si Jesús era meramente un espíritu o si Él tenía características físicas es enfrentada y contestada justamente en Lucas 24:36-43.

36 Mientras ellos [discípulos] aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42 Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43 Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

Jesús tuvo la amabilidad de demostrar a ellos que Él no era un espíritu y que él tenía "carne y huesos". Él les mostró a los discípulos Sus cicatrices físicas que ningún espíritu tendría. Entonces Él pidió algo de comer. Un espíritu no puede comer la comida física.

La mayoría de los comentaristas señala el hecho que Jesús no dijo nada de tener sangre. Él sólo habló de "carnes y huesos". Mientras esto es ciertamente verdad, la verdad mayor que Él fue levantado con un cuerpo físico se pasa por alto a menudo. Y todavía éste es el primer enfoque de Lucas en el pasaje de arriba, porque era la verdad principal que Jesús estaba revelando a los discípulos en ese momento.

Éste es no decir que Jesús estaba limitado por Su carne al mundo físico. La maravilla del momento era que Jesús, aunque físico, también podría moverse libremente en la dimensión espiritual. Él no era confinado al mundo del espíritu, ni Él era limitado al mundo físico. Él tenía acceso libre a ambos, porque, como ya hemos señalado, Él tenía toda la autoridad en ambos cielo y tierra, lo espiritual y los reinos físicos.

Jesús dijo a la mujer samaritana en Juan 4:24,

24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

El Padre, en otros términos, generalmente se ha limitado al reino del mundo espiritual. Igualmente el hombre generalmente es limitado al mundo físico. Pero Jesús es el Mediador, el Puente entre el cielo y tierra. Más de eso, Él es nuestro Modelo de la resurrección, nuestro Ejemplo para que nosotros podamos saber nuestro destino también. Lo que Él es, nosotros estamos llegando a ser, porque Él es nuestro Precursor.

Jesús no es limitado por el mundo espiritual ni el mundo físico. Él tiene toda la autoridad en AMBOS reinos. Y así, aunque nosotros no sabemos sobre la naturaleza del cuerpo resucitado, la Biblia hace estos esenciales muy claro, porque la naturaleza de Su cuerpo resucitado se ha vuelto el modelo para nuestro propio cuerpo resucitado.

Dos Sacerdocios de Órdenes Diferentes

La autoridad dual en ambos cielo y tierra que se disfrutarán cuando se resucitan los hombres también se profetiza en Ezequiel 44. En este capítulo nosotros vemos que después de la primera resurrección (de los vencedores), habrá dos clases de "sacerdotes" en la tierra: los "sacerdotes idólatras" que atienden en el "atrio exterior", y los "hijos de Sadoc" que tendrán la autoridad para atender a Dios en el atrio interior así como al hombre en el atrio exterior (la carne).

Nos dicen en Ezequiel 44:10-14 que los "sacerdotes idólatras" se limitarían al atrio exterior en ministrar a los hombres.

10 Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad. 11 Y servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para servirle. 12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano y jurado, dice Jehová

el Señtilde ;or, que ellos llevarán su iniquidad. 13 No se acercarán a m í para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron. 14 Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse.

Mientras Ezequiel parecía hablar del tiempo de un templo terrenal siendo construido, completo con los sacrificios, nosotros debemos entender esto en un sentido del Nuevo Testamento. Dios no planea volver a un sistema de sacrificio del Antiguo Testamento con sacerdotes levíticos en un templo físico. Jesús ya ha hecho el sacrificio completo y final por el pecado. (Hebreos 7:27).

En este "templo", Ezequiel nos dice, los Levitas idólatras se permitirán a ministrar a la casa y a las personas en el atrio exterior. Uno podría pensar que los que adoran a los ídolos serían los incrédulos, y que Dios no les permitiría en absoluto acceso a este templo. Sin embargo, el hecho que Dios les permite atender a las personas en el atrio exterior de Su templo demuestra que éstos son creyentes con idolatría del corazón. Sus prioridades están equivocadas. Quizás su amor al dinero los ha causado dejar a un lado la ley divina que es en contra de extraer el dinero fraudulentamente de sus congregaciones. Quizás ellos amen a la Iglesia más que ellos aman a Dios y están dispuestos a sacrificar su relación con Dios para mantener su membresía o posición en la Iglesia.

Hay muchas maneras para un creyente guardar los ídolos del corazón. Ellos son cristianos, pero ellos no son del electo de Dios, el Orden de Melquisedec. La Biblia aquí hace una distinción clara entre estos dos grupos.

Estos Levitas idólatras se permiten atender a los hombres en el carnal cuerpo-el atrio exterior. En un sentido, nosotros somos el templo de Dios. El templo tenía un atrio exterior (el cuerpo), un lugar santo (el alma), y un lugar santísimo (el espíritu). Ezequiel está diciéndonos que estos cristianos carnales, fermentados con levadura, serán permitidos hacer el trabajo de Dios por ese día, pero ellos serán limitados al cuerpo carnal. Ellos no heredarán la primera resurrección, ni ellos serán dotados de la llenura del Espíritu de Dios en ese momento. Después, nosotros mostraremos que ellos tendrán que esperar la segunda resurrección general al final de los mil años (Apocalipsis 20). Sólo entonces ellos serán levantados o cambiados en un cuerpo glorificado, espiritual del tipo que Jesús tenía a Su resurrección.

Ezequiel sigue para contarnos de los otros sacerdotes, los "hijos de Sadoc" (Orden de Melquisedec) quienes serán permitidos a ministrar a Dios en el santuario interno (el reino espiritual; el cielo) así como a las personas en el otro atrio (el reino terrenal en un cuerpo físico). Ezequiel 44 continúa,

15 Mas los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor. 16 Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas. 17 Y cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana, cuando ministren en las puertas del atrio interior y dentro de la casa. 18 Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ceñirán cosa que los haga sudar. 19Cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, SE QUITARAN las vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de otros vestidos [lana], para no santificar [perfección e inmortalidad]al pueblo con sus vestiduras [lino].

Ezequiel está diciéndonos que estos "hijos de Sadoc" tienen la autoridad para entrar el santuario interior de Dios (que representa el reino espiritual) así como el atrio exterior (el reino terrenal). En otros términos, ellos moverán con la misma llamada y unción que Jesús tenía después de Su resurrección. Ellos tendrán la autoridad en ambos mundos espiritual y físico.

Así, cuando ellos atienden a Dios en el reino espiritual, ellos se visten con sus "vestidos” de lino; pero cuando ellos entran en el mundo físico, ellos se visten con su "lana" (los cuerpos carnales). Esencialmente, cuando Jesús apareció de repente a Sus discípulos en ese cuarto cerrado, simplemente Él se había vestido con Sus vestidos de lana. Lana viene de los animales; lino viene de las plantas. En Sus vestidos de lana, Él les mostró Sus manos y pies a los discípulos, y Él comió pez y miel en su presencia. Cuando Él terminó atendiendo a Sus discípulos en el "atrio exterior", vestido en Su "lana", Él simplemente se vistió en Sus vestidos de lino (el cuerpo espiritual), entró en el santuario de cielo, y desapareció ante de sus ojos.

En la primera resurrección, los vencedores que son levantados de la muerte serán los del Orden de Melquisedec bajo Jesús, el Sumo Sacerdote de ese Orden (Apocalipsis 20:6; Hebreos 7:17). Ellos atenderán a Dios y hombres en ambos reinos, cielo y tierra. Por contraste, sin embargo, estarán esos "sacerdotes idólatras" cuya idolatría del corazón los inhabilitó de la primera resurrección. Después de que ellos se han arrepentido, Dios les permitirá atender a las personas en la tierra, pero ellos tendrán que hacerlo con las limitaciones de la carne durante los próximos mil años.

Como nosotros veremos más claramente en nuestro próximo capítulo, esos cristianos que no califican para la primera resurrección lograrán la segunda después de mil años. Entretanto, durante esos mil años, Dios los usará de una manera más limitada de empezar el trabajo de enseñar la Palabra de Dios a todas las naciones (Isaías 2:2, 3).

Los Puntos de Vistas Hebreos y Griegos de Materia y Espíritu

Algunos creen que la primera resurrección es meramente la vida que un cristiano recibe cuando él es justificado por fe. Para apoyar esta vista, ellos citan Escrituras que nos exhortan a "morir diariamente" y “andar en nueva vida”. Esta vista intenta negar la resurrección corporal del muerto a favor de una vista más espiritualizada. Ésta era la vista de los saduceos que negaron la resurrección en su totalidad (Mateo 22:23; Hec hos 4:1,2).

Una variación de esta vista enseña que la primera resurrección es espiritual, pero la segunda es física. Esta variación no niega la resurrección del muerto realmente, pero éstos no entienden que hay dos resurrecciones corporales que son todavía futuras. Yo creo que cuando el cuadro lleno es conocido, como revelado en el resto de este folleto, estará claro que ninguna de las vistas espiritualizadas arriba es precisa. En el nivel individuo y personal, nosotros debemos morir “cada día" y ser levantados cada día con Cristo. Pero esto es sólo un tipo y sombra de la resurrección. Nuestra justificación por la fe no es la misma que la resurrección.

La espiritualización de resurrección tiene sus raíces en la vista mundial griega; la idea de la resurrección corporal tiene sus raíces en la vista mundial hebrea. Yo creo que si nosotros regresamos al principio y estudiamos las bases de estos puntos de vistas, nosotros podemos venir a la verdad del asunto.

Antes de que la tierra fuera creada, Dios gobernó un universo perfecto por Su poder soberano. Porque Dios es un Espíritu (Juan 4:24), probablemente había un tiempo cuando el universo físico no existía, por lo menos no en su forma actual como nosotros lo conocemos. Dios era todo en todo en el nivel espiritual, llenando todas las cosas y manifestándose en el nivel espiritual. Entonces Él hizo algo nuevo. Él decidió crear un universo físico, particularmente la tierra para manifestar ese poder en un nivel físico. Nosotros lo conocemos como la "Creación". Él no lo creó de nada; Él lo creó de Él mismo. El universo llegó a ser Su expresión o manifestación física. Era muy literalmente, "cielo en la tierra".

La materia física no fue hecha con la intención de ser algo en contra del espíritu. Fue hecha para manifestar el espíritu en un nivel adicional a lo que ya era en el cielo. Fue hecha para ser gobernada por las mismas leyes espirituales que gobernaban el reino espiritual, sólo que las leyes serían aplicadas y adaptadas según las limitaciones del nivel físico. Igualmente, creando al hombre como una criatura moral, esas mismas leyes espirituales fueron adaptadas al nivel de existencia del hombre. Todas las leyes de Dios son espirituales (Romanos 7:14), pero pueden ser adaptadas a otras dimensiones como Dios juzgue conveniente.

Así, el hombre fue creado un ser físico, pero él fue ordenado para manifestar una realidad espiritual. El hombre realmente es una manifestación de espíritu en un nivel físico. En otros términos, la materia es espiritual. Esto es todavía probado por el cuerpo resucitado de Jesús que era físico y a la vez espiritual. La carne espiritual no es una contradicción. Es carne como fue originalmente propuesta. Tal es el propósito de toda materia creada y es lo que será cuando Dios "todo lo llena en todo" (Efesios 1:23). Nosotros también manifestaremos lo espiritual en nuestro cuerpo resucitado o cambiado cuando nosotros seamos llenos de "toda la plenitud de Dios" (Efesios 3:19).

La materia no fue creada mala. Dios creó todas las cosas y entonces las pronunció "bueno en gran manera" (Génesis 1:31). Esto es cómo Dios ve creación que establece la fundación para el plan de Dios para la tierra. Cualquier vista que se desvía de esta fundación, enseñando que la materia es inherentemente mala, está enseñando de una perspectiva griega, no de una perspectiva Bíblica o Hebraica. Desgraciadamente, una vez la Iglesia temprana por la persecución fue esparcida en la cultura de habla y filosofía griega, no tomó mucho tiempo para la Iglesia olvidarse de la vista Hebraica de creación. Esto afectó muchas doctrinas de la Iglesia y está todavía con nosotros hoy.

Los filósofos griegos enseñaron que el espíritu era bueno, y la materia era mala. Ellos enseñaron que el cuerpo era una prisión para el " alma espiritual", y que los únicos medios de escapar el mal de esta existencia física eran para la carne morirse, para que el alma espiritual pudiera ser libre. ¿Esta vista menospreciativa materia causó a algunos enseñar que Cristo, el Verbo (logos) NO vino en la carne, porque ¿cómo un Dios bueno pudiera entrar en contacto con materia mala y podría mantenerse no contaminado por ella?

Por consiguiente, Juan se dirigió a esta vista en la primera parte de su evangelio y de nuevo en sus cartas. Él dice muy específicamente, "y aquel Verbo fue hecho carne" (Juan 1:14) y que cualquier hombre que negó que Jesucristo no viniera en la carne "no es de Dios" (1 Juan 4:3), y es del espíritu del "anticristo".

En otros términos, esta vista de materia y espíritu es un primer problema que queda al corazón de la diferencia entre las religiones griegas y hebreas. La vista de uno de creación al principio últimamente afectará la vista de uno del fin, el propósito de creación y la meta de historia en el plan de Dios. La tierra tiene un propósito distinto para la existencia. Aunque el pecado ha invadido la creación, el pecado no es una parte eternamente intrínseca de la materia. Es una condición temporal que el trabajo de Jesús contrarresta. La meta de historia es erradicar todo pecado y muerte (1 Corintios 15:26) y reemplazarlo con Dios, hasta finalmente Dios "sea todo en todos" (1 Corintios 15:28).

La tierra no es destinada para ser destruida o quemada completamente por fuego, como algunos han enseñado. Es destinado para ser llenado de la gloria de Dios que se manifestó por FUEGO como Israel vio en el desierto (Deuteronomio 4:12). La tierra es destinada para ser purificada y limpiada por este mismo fuego de la presencia divina. ¿Por qué? Porque Dios siempre ha tenido un propósito para la creación, y Él no se volteará de Su propósito hasta que Él tenga éxito. Dios No es un fracaso, ni tampoco ninguna parte de Su plan ha fallado.

El propósito de Dios siempre ha sido manifestarse en la creación física, para que Él no sólo reciba la gloria en la dimensión espiritual (los cielos) sino también en materia. La meta es para el Reino de Dios venir a la tierra, y para el testamento de Dios ser hecho " como en el cielo, así también en la tierra". (Mateo 6:10). El punto alto de esta meta es para Dios manifestarse en el hombre que fue creado del polvo de la tierra cuyo nombre (Adán) significa "terrenal".

El hombre es un microcosmo de la propia tierra, una pequeña tierra. Es el propósito de Dios para manifestarse específicamente en el hombre, y en la tierra en general. Esto es porque él busca derramar Su Espíritu en "sobre toda carne" (Joel 2:28). Es el principio de esta manifestación de Dios en la tierra en materia. El último propósito para la resurrección de los muertos es preparar un cuerpo que es digno a morar la llenura del Espíritu de Dios.

Si nosotros procedemos del punto de vista que todo fue creado "... bueno en gran manera", y que pecado y muerte han invadido la creación, entonces nosotros hemos puesto una fundación correcta de la verdad y podemos empezar a entender el plan global de Dios. El plan es restaurar todas las cosas, no destruir todas las cosas. El plan es para todas las cosas ser puestas bajo el reino de Jesucristo, no retirarse y dejar la mayoría de creación al diablo. El plan es resucitar el muerto en un cuerpo perfeccionado, restaurado (del modelo del cuerpo resucitado de Jesús), no dejar la existencia física y permanecer en un cuerpo completamente espiritual en el cielo.

Los griegos enseñaron que la tierra era un trampolín al cielo; los hebreos enseñaron que ese cielo era un trampolín a la tierra. En otros términos, la meta es no escapar materia e ir al cielo en forma del espíritu; es más bien que Dios creó la materia para manifestarse en este nivel en el nivel físico. Así el cielo está viniendo a la tierra en lo que se llama el reino del cielo, "y reinaremos sobre la tierra" (Apocalipsis 5:10).

Pero volvamos a nuestro tema, tratando con aquellos que espiritualizan o redefinen la resurrección para significar llegar a ser un cristiano o ir al cielo cuando nosotros nos morimos. Mientras ciertamente hay una aplicación espiritual del concepto de resurrección, nosotros no debemos redefinirlo. Por la fe en Cristo, nosotros heredamos Vida, pero esta no es la misma resurrección; es sólo una aplicación espiritual del principio de resurrección en nuestras vidas hoy. Pablo habló de bautismo por lo que se refiere a una experiencia simbólica de muerte-a-vida (Romanos 6:4), pero esto no detuvo a Pablo de también hablar de una resurrección física futura según la manera de la resurrección de Jesús (1 Corintios 15; 2 Timoteo 2:18). Esto debe ser evidente, por eso nosotros no gastaremos más tiempo en ello.

Las Promesas Recibidas a la Resurrección

Nosotros no queremos tomar parte aquí en el debate del estado del muerto, si el muerto está en el cielo, en la tierra, o en el limbo. Nosotros hemos discutido este problema más completamente en nuestro libro, Los Juicios de la Ley Divina. En cuanto a la doctrina de la resurrección, no importa donde estén ni si estén conscientes o no, mientras que nosotros entendemos que todavía ellos no han alcanzado el estado por el cual fueron creados.

Por ejemplo, si ellos están dormidos en la tierra como algunos creen, ellos tienen que ser levantados en aquel nuevo tipo de carne espiritual para recibir su recompensa. Si, por otro lado, ellos van al cielo cuando ellos se mueren y están "con el Señor" en un estado espiritual, como otros creen, ellos todavía tienen que

volver a la tierra en un cuerpo de carne espiritual, porque su herencia es recibir la autoridad en el cielo y en la tierra.

De cualquier modo, nosotros debemos tener cuidado de no desacreditar la doctrina de la resurrección diciendo que los creyentes muertos ya han logrado su estado bendito final. Tal concepto hace de la resurrección una regresión en lugar de una bendición. Debe estar claro en nuestras mentes que para cualquier hombre recibir el estado totalmente bendito prometido del principio, uno tiene que tener la habilidad de manifestar la presencia llena de Dios en un cuerpo glorificado, pero a la vez físico así como en un cuerpo espiritual.

Esta necesidad para la resurrección es hecha evidente por Hebreos 11:13, 39 y 40, donde nos recuerdan aquellos que habían vivido y muerto en la fe en el pasado. Nosotros leemos de ellos:

13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido … 39Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.

La cosa importante para reconocer aquí es que si ellos fueron al cielo o no a su muerte, ellos no fueron perfeccionados. La promesa real que trae consigo el propósito entero para la creación es que el hombre mostraría la gloria de Dios por medio de la carne espiritual como nosotros ya hemos visto. Esto no puede hacerse en una existencia completamente espiritual en el cielo. Requiere el mismo tipo de cuerpo que Jesús tenía después de Su resurrección.

Muchos enseñan, por supuesto, que estos santos del Antiguo Testamento seguían muertos hasta que Jesús los llevó al cielo con Él, en cuyo caso recibieron la promesa de la perfección. Está fuera de nuestro alcance a discutir si fueron al cielo con Jesús, pero si es así, todavía debemos insistir que NO recibieron la promesa. Todavía hay más que deben lograr. De hecho, deben esperarnos. NO PUEDEN heredar la promesa aparte de nosotros. Apocalipsis 22:12 dice,

12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.

Esto es una referencia a Isaías 40:11 que dice,

10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.

No importa el estado de los muertos, y no importa si los santos del Antiguo Testamento fuesen llevados al cielo o no cuando ascendió Jesús; pero una cosa está clara: sin nosotros no pueden ser perfeccionados. Esta perfección tiene que esperar el día en que el cuerpo total habrá tenido la oportunidad de ser nacido y de lograr a esta resurrección. Dios está haciendo un trabajo corporal aquí, y los hombres no van a ser perfeccionados a trozos, uno a uno, en el momento de la muerte.

Por otra parte, nosotros mismos no vamos a recibir la promesa antes de los que han vivido y han muerto en el pasado. Pablo dice en 1 Tesalonicenses 4:15,

15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida [parousia] del Señor, no precederemos a los que durmieron.

Es decir no seremos perfeccionados sin que ellos estén presentes. Éste es el propósito de la resurrección. Es levantar a los muertos para estar al lado de los que están vivos, de modo que todos puedan recibir la promesa al mismo tiempo.

Esto se ilustra bien en la historia de Israel en el desierto bajo Moisés. Caleb y Josué quisieron cruzar el Jordá n a la Tierra Prometida, pero por falta de fe de los otros, todos fueron reprimidos durante 40 años. Ni siquiera Caleb y Josué solos no pudieron recibir la promesa. Ellos tenían que esperar por la generación que era recibir la promesa. Entonces ellos cruzaron el Jordán juntos.

De la misma manera, la Iglesia ha estado en un "desierto" para 40 Jubileos desde Pentecostés. Porque éste es un cumplimiento mayor, involucrando un período más largo de tiempo, los "Caleb" y "Josué" de esta edad han tenido que morir. Todavía la promesa es que ellos estarán vivos para cruzar "el Jordán" a la promesa. Por eso los vencedores tienen que ser levantados de la muerte primero. Es porque ellos tienen la misma promesa como esa dada a Caleb y Josué. Ellos

tienen que ser levantados de la muerte para recibir esa promesa al mismo tiempo como los vencedores del fin.

Aquéllos Que Niegan la Resurrección en Total

Una extrema vista más espiritualizada de hoy niega en absoluto CUALQUIER resurrección física, con la posible excepción de la resurrección de Jesús. Éstos creen que los hombres simplemente van al cielo a muerte donde ellos reciben la promesa llena de las Escrituras, logrando el más grande estado de felicidad que ellos jamás lograrán. Esta vista completamente destruye alguna necesidad por la resurrección, y el propósito de humanidad, ellos dicen, es botar este cuerpo material a favor de la existencia completamente espiritual. Volver a un cuerpo físico sería una regresión.

Al parecer una vista similar fue sostenida por los saduceos en el tiempo de Jesús. Mateo 22:23 dice,

23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,

Este verso se repite en Marcos 12:18 y Lucas 12:27. Los saduceos no eran ateos que creyeron que la muerte terminó la existencia de uno por siempre. Ellos eran un grupo religioso que enseñó la vista griega de la inmortalidad del alma y creyó que el muerto fue inmediatamente al cielo. En sus ojos, esto eliminó alguna necesidad por la resurrección.

Pablo lo encontró necesario tratar con este problema en 1 Corintios 15, donde él dedicó un capítulo entero a esta misma pregunta. Pablo había sido un fariseo antes de su conversión, y por que es probable que él hubiera debatido esta misma pregunta con los saduceos en sus años tempranos. De algún modo esta doctrina de los saduceos se había presentado a la iglesia corintia, y Pablo se sentía que esta enseñanza amenazó las mismas fundaciones del cristianismo. Primero él recuerda a las personas que Jesús había sido resucitado físicamente de la muerte, con testigos para probarlo. Entonces él dice en verso 12,

12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de

muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 17y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.

Pablo le hace claro que la resurrección de Jesucristo también es el modelo para nuestra propia resurrección. La única razón que nosotros seremos levantados de la muerte es porque Cristo fue resucitado como el Hijo del Modelo.

El argumento de Pablo muestra la contradicción inherente de esta doctrina de los saduceos. Si no hay tal cosa como la resurrección, sino el hombre simplemente va al cielo cuando él se muere, entonces Jesús no fue levantado. Pero si Jesús no fuera levantado, entonces nosotros estamos todavía en nuestros pecados, porque Él fue, "resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25). Así la única manera que nosotros logramos la promesa de Dios es si Jesús fue resucitado de la muerte. Pero si Él fue, también es el modelo de nuestra propia resurrección. Ése es el camino de la lógica de Pablo.

La mayoría de los cristianos hoy no tienen la posición de los saduceos que niega la resurrección de los muertos. Hay maestros todavía hoy, afirmando ser cristianos, que niegan esto. Como los saduceos, ellos no comprenden la importancia de "la redención de nuestro cuerpo" (Romanos 8:23). Pablo lo llama "la adopción" y la gran esperanza del cristiano (Romanos 8:24). Sin esta "esperanza", la muerte es el fin, y nosotros somos de todos los hombres los más dignos de conmiseración.

Claro, como ya hemos dicho, la mayoría de los cristianos no sostiene una posición tan extrema. Pero las semillas de esa vista fueron sembradas cuando los hombres espiritualizaron la primera resurrección. Esto fue cumplido por redefinir la resurrección en términos de justificación por la fe. Una vez espiritualizada, era una transición fácil en un rechazo total de la resurrección corporal del muerto.

Las Escrituras nos dicen que a través de la fe nosotros pasamos de la muerte a la vida. Sin embargo, la palabra "resurrección" real (griego - anastasis) nunca es usada para describir el proceso por el cuál uno llega a ser cristiano. Cada pasaje

habla claramente de resurrección en un sentido literal donde aquellos que se han muerto levantan para estar de pie en la tierra.

Job describió su creencia bastante explícitamente. Él dice sin embargo los gusanos destruirán su cuerpo en el futuro, " Y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios;" (Job 19:26). Daniel, también, describe la resurrección claramente por lo que se refiere a despertar físicamente del sueño de la muerte en la tierra. Daniel 12:2 dice La Biblia Enfatizada [The Emphasized Bible] de Rotherham.

2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, estos para vida eterna, y otros para vergüenza y aborrecimiento perpetuo.

Jesús citó a Daniel esencialmente en Juan 5:28,29. Haciendo así, Él confirma la vista de Daniel. Él dice,

28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Desde que los espíritus no se despiertan de la tierra, ni se resucitan los espíritus de las tumbas, nosotros no podemos espiritualizar esta resurrección sin torcer el significado obvio de la Palabra.

¿Ya Ha Tenido Lugar La Resurrección?

El Apóstol Pablo denunció por su día ciertos maestros que estaban enseñando que la resurrección ya había tenido lugar. 2 Timoteo 2:17,18 dicen,

17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto,18 que se desviaron de la verdad, diciendo que la

resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.

¿Qué lo qué estaban enseñando estos hombres? ¿Cómo difirió de las enseñanzas de Pablo? La primera pregunta que nosotros debemos contestar es: ¿A qué resurrección está refiriéndose Pablo?

Si Himeneo y Fileto hubieran enseñado que la resurrección de Jesús ya era pasada, Pablo habría estado de acuerdo con ellos. Esto es evidente. Así que el problema NO era que Himeneo y Fileto estaban predicando que Jesús había sido resucitado de la muerte. Debe ser un problema diferente.

También era bastante bien conocido que la resurrección general de los muertos ya no había ocurrido. Después de todo, cuando eso tiene lugar, todos muertos, grandes y pequeños, estarán de pie ante Dios. Ya que los mismos Himeneo y Fileto todavía no habían estado de pie ante Dios, es improbable que ellos hubieran enseñado esto. Si lo hubieran hecho así, ellos habrían parecido bastante tontos, y Pablo probablemente no se habría molestado mencionándolo, ya que casi nadie habría creído su doctrina.

Por último, es muy improbable que ellos sostuvieran la doctrina de los saduceos. Al parecer ellos no negaron el concepto básico de resurrección, diciendo que los hombres simplemente fueron al cielo cuando ellos se murieron. De la descripción de Pablo, estos dos maestros creyeron en la resurrección, pero ellos enseñaron que una resurrección de creyentes ya había tenido lugar.

La única explicación creíble aquí es que estos dos maestros estaban diciendo a la gente que la primera resurrección ya había tenido lugar. En ese caso, es casi cierto entonces que ellos enseñaron que la resurrección limitada mencionada en Mateo 27:50-54 fue la primera resurrección, y que esto había ocurrido alrededor del tiempo de la crucifixión de Jesús. Este pasaje declara:

50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; 52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad,

y aparecieron a muchos. 54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.

Mateo es el único que registra este evento. Hay pocos detalles dados. Y así nosotros nos quedamos con muchas preguntas sin contestar. Primero, por la manera que es escrito, es difícil decir si esto ocurrió en el momento de la crucifixión o en el momento de la resurrección. Mateo parece identificar el evento con la muerte de Jesús cuando el velo se rasgó en dos; y todavía, él parece decir que ellos se levantaron "después de la resurrección".

Más allá, Mateo 28:2 nos dice que un terremoto ocurrió a su resurrección. Mateo es el único escritor del evangelio para decirnos que un terremoto ocurrió a Su muerte, y es asociado con el rasgar del velo de templo.

Es difícil imaginarse a las personas muertas levantándose en el momento de la muerte de Jesús. Eso parecería fuera de lugar. Uno pensaría que ellos se levantarían siquiera a Su resurrección.

Otra pregunta sin contestar es si estas personas se resucitaron incorruptibles, o si ellos simplemente se levantaron a la vida mortal de la misma manera como Lázaro se levantó. Lázaro se murió después, y hoy su tumba está en el sur de Francia, donde él sirvió como un misionero durante muchos años.

Es bastante confuso, pero nosotros también no debemos desviarnos lejos de nuestra pregunta original. Nosotros estamos discutiendo la doctrina de Himeneo y Fileto, preguntándonos si quizás éste es el pasaje que ellos usaran enseñando que la resurrección ya es pasada. Nosotros no podemos decir con seguridad, claro, pero yo no veo ninguna otra posibilidad.

Si éste fuera el caso, Pablo estaba contradiciendo su enseñanza, diciéndonos que Mateo 27:50-54 no registró la primera resurrección. En otros términos, la primera resurrección de Apocalipsis 20:4-6 era todavía para el futuro y todavía no había ocurrido cuando Pablo mencionó a Himeneo y Fileto.

Hay algunos maestros hoy que dicen que la primera resurrección ocurrió en D.C. 70 a la destrucción de Jerusalén. Los testigos de Jehovah dice que la resurrección ocurrió en D.C. 1914 cuando parecía que la tierra estaba a punto de entrar en "la tribulación" de la Primera Guerra Mundial. Cuando la Primera Guerra Mundial acabó sin la señal visible del retorno de Cristo, ellos espiritualizaron su

cumplimiento, en lugar de unirse a los grados de profetas equivocados del pasado.

El problema es, nadie puede apuntar a cualquier santo resucitado y decir, "Vean a aquel hombre que murió hace cien años y ahora está vivo, inmortal, e incorruptible. ¡Elijámoslo como nuestro presidente para que él pueda gobernar y reinar en la tierra como las Escrituras dicen”!

¿Si la resurrección ya es pasada, entonces dónde están ellos? ¿Por qué ellos no están gobernando? ¿Por qué ellos no han atado a Satanás" (Apocalipsis 20:2)? ¿Por qué ellos no están administrando verdadera justicia y rectitud en la tierra por la Ley de Dios? ¿Por qué todavía los hombres malos florecen?

Una vez más, la única explicación que nosotros conseguimos es que ellos "fueron levantados espiritualmente" de tal manera que nadie lo percibió. Nos piden que lo veamos con "el ojo de fe", porque todo pasó en secreto, y estos santos son todos en el cielo y tienen poca o ninguna influencia en el gobierno en la tierra.

Todas estas vistas redefinen la resurrección en términos de los muertos yendo al cielo en algún estado espiritual, en lugar de en la semejanza del cuerpo resucitado de Jesús. Siempre que los hombres digan que la resurrección ocurrió en el pasado, pero ellos no pueden apuntar a los santos resucitados para apoyar su vista, ellos han redefinido la resurrección y han adoptado la vista griega pagana de resurrección. Ellos están diciendo que cuando los muertos son levantados, ellos entran en un estado espiritual que es aparte de la materia. Todas estas vistas destruyen la doctrina de la resurrección.

Así si cualquier hombre viene enseñando que la resurrección ya es pasada, si ellos dicen que ocurrió en Mateo 27, o en D.C. 70, o en D.C. 1914 es simplemente una extensión de la doctrina de Himeneo y Fileto. Tenga cuidado para no estar entre aquellos cuya fe es derrocada.

Capítulo 2La Primera y Segunda

Resurrección 

Juan es el único escritor de las Escrituras para usar el término "primera resurrección”. Se encuentra en Apocalipsis 20:4-6,

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

El hecho que hay una "primera" resurrección ordena que haya una segunda para seguir en un momento más tarde. Juan señala que la primera resurrección ocurre mil años antes de la resurrección general sobre que él habla después en el capítulo.

En verso 5 él nos dice específicamente que "los otros muertos" permanecerían muertos durante mil años después de la primera resurrección. Él no define "los otros muertos", pero él le hace claro que ésos que son levantados en esta primera resurrección son los creyentes en Cristo. Él los llama "bienaventurado y santo", y él los llama "sacerdotes de Dios y de Cristo", llamados a reinar durante los mil años.

Por consiguiente, nosotros podemos decir con certeza que ningunos incrédulos son resucitados en esta primera resurrección. Juan está callado, sin embargo, en otra pregunta intrigante: ¿Son TODOS cristianos levantados en la primera resurrección, o simplemente una porción de ellos? Para la respuesta a esta pregunta, nosotros miraremos otros pasajes brevemente.

Entretanto, hagamos el punto que Juan está aquí hablando sobre la "resurrección." Por la vista hebraica, esto se refiere a una resurrección corporal del muerto, NO la justificación de uno por la fe, o yendo al cielo, o alguna otra experiencia espiritual. Recuerde que Juan mismo era hebreo, y sus escrituras

significativamente denuncian la vista mundial griega que se había arrastrado en la Iglesia a través de lo que se llama el "gnosticismo". Así, cuando Juan habla sobre las resurrecciones, uno no debe adoptar una vista contrariamente a lo que Juan creyó y enseñó en sus otras escrituras.

La Segunda (General) ResurrecciónEn Apocalipsis 20 Juan continúa su pensamiento, comunicándonos de una segunda resurrección que incluye TODOS los muertos que no fueran levantados en la primera resurrección.

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él … 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Éste es claramente un cuadro del gran juicio cuando todos los pecadores serán juzgados quienes no fueron levantados en la primera resurrección. Hay también DOS LIBROS presente: "los libros" y "el libro de vida". Todos se juzgan porque es escrito en "los libros".

Es un concepto erróneo común que estos libros son los archivos de cada cosa hecha por la humanidad. Algunos enseñan que Dios guarda un libro de registro a cada persona en el mundo. Sin embargo, esto realmente no muestra correcta comprensión. Éstos son los libros de la Ley por los cuales todo el pecado es juzgado. Juan nos dice que el "pecado es infracción de la ley" (1 Juan 3:4), y Pablo agrega, "pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión" (Romanos 4:15). En otros términos, la Ley de Dios es lo que define pecado y justicia. Es la norma divina por la cual los trabajos de hombres son medidos. Sin una ley, no hay ningún crimen cometido. Así, la Ley es lo que Dios usa para juzgar a la humanidad por pecado, o como Pablo lo pone, "la ley produce ira" (Romanos 4:15).

Así que la conclusión lógica es que "los libros" de los cuales Dios juzga a los hombres son los libros de la Ley a que los hombres son hechos responsables

como la norma divina de bien y mal, pecado y justicia. Dios no necesita ningún libro de registro a cada persona, porque en cada caso judicial, testigos serán llamados para testificar (Mateo 12:41, 42). Pero E l necesita los libros de la Ley para juzgar honradamente, porque "pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión" (Romanos 4:15).

Pero "el libro de la vida" también está presente en este gran juicio. ¿Si sólo incrédulos estuvieran aquí de pie ante Dios para juicio, entonces por qué el libro de la vida estaría allí? Además, la redacción de Juan le hace claro que algunos cristianos de hecho estarán de pie ante Dios a este juicio. Él nos dice que sólo aquellos NO encontrados escritos en el libro de la vida serán echados al lago de fuego. La implicación clara es que hay muchos encontrados escritos en eso.

¿Es posible, entonces, que la resurrección general incluirá a cristianos y no cristianos? Nosotros no podemos estar positivamente seguros de Apocalipsis 20 solo, pero el pasaje implica esto claramente. Por la prueba clara nosotros debemos ir a algunos otros pasajes.

Justos y Malos en la Segunda Resurrección

Ambos Jesús y Pablo hablaron sobre la general, o segunda resurrección de los muertos. Hay dos declaraciones muy claras sobre esto. La primera registra las palabras de Jesús en Juan 5:28, 29,

28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Aquí es una resurrección en que ambos los buenos y los malos serán levantados a la vida. Se dice que los dos son levantados al mismo tiempo, porque Él dice, "vendrá hora". Mientras la palabra "hora" no necesariamente significa un período de sesenta minutos, indica que ambos los buenos y los malos son levantados en la misma resurrección.

La diferencia primaria entre las dos clases es que los buenos serán levantados a la "vida", mientras los otros serán levantados al "juicio".

Realmente, Jesús probablemente estaba citando sueltamente a Daniel 12:2 qué nosotros citamos más arriba. Casi no hay forma de perder la similitud de sus declaraciones.

Cualquier cosa que nosotros decimos sobre estos pasajes, una cosa está clara: ni Daniel ni Jesús estaban refiriéndose a la PRIMERA resurrección que Juan dijo era incluir a sólo creyentes. Ellos sólo podrían estar refiriéndose a la resurrección general de TODOS los muertos, pequeños y grandes, quienes están de pie ante Dios. Así está claro que al gran trono blanco los creyentes son encontrados escritos en el libro de la vida, mientras los incrédulos, o malos, son juzgados según los libros de la ley.

Un testigo doble de esto se encuentra en la defensa de Pablo ante Félix que estaba el Procurador de Judea en el momento. Hechos 24:14,15 dicen,

14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas; 15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.

Así, Pablo habla claramente de una sola resurrección en que ambos "el justo y el injusto" son levantados. Ésta no puede ser la primera resurrección, en qué sólo aquellos "bienaventurado y santo" serán levantados. Pablo debe estar refiriéndose a la resurrección general de TODOS los muertos, pequeños y grandes, incluyendo a personas justas y malas --todos que no heredaron la primera resurrección.

Pablo lo hace muy claro (también como Jesús) que en esta resurrección general allí serán encontrados cristianos y no cristianos. Los cristianos serán encontrados escritos en "el libro de la vida"; el resto serán juzgados y "lanzados al lago de fuego".

Y así está claro que habrá cristianos levantados en AMBOS la primera y la segunda resurrecciones. Aquellos levantados en la primera reinarán con Cristo durante mil años; los otros faltarán esto, pero recibirán la vida (la inmortalidad) en aquel momento más tarde.

Por lo tanto, las Escrituras hacen una distinción entre los vencedores y la iglesia.

Como Cristianos Serán JuzgadosUna vez nosotros entendemos la distinción entre estas dos resurrecciones, nosotros tenemos los medios para determinar cual resurrección está discutiéndose en otros pasajes de las Escrituras. Estos pasajes también agregan detalles a nuestro centro de conocimiento en cuanto a estas resurrecciones. Un tal pasaje se encuentra en Lucas 12:35-50, donde Jesús habla del “mayordomo fiel y prudente” que será puesto "sobre su casa".

Si este mayordomo prudente hará de ser puesto "sobre su casa", entonces nosotros sabemos que él es de la primera resurrección, porque éstos gobiernan y reinan con Cristo por mil años, como ya hemos visto. El mayordomo prudente es uno que ha aprendido a ser un sirviente bueno, uno que cumple las leyes de la casa y hace la voluntad de su Amo.

Habiendo aprendido a ser obediente, ya él es calificado para gobernar. Él ha aprendido que gobernar no significa tener sirvientes, sino siendo ser un sirviente y teniendo la autoridad para servir a otros. Esto está bien claro en Marcos 10:42-45,

42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones [ethnos] se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. 45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Esto describe al mayordomo fiel y prudente que será hecho gobernador sobre la casa de Dios.

Volviendo a Lucas 12, Jesús sigue hablando sobre otra clase de siervo que no es fiel y prudente. Él es uno que maltrata a sus siervos compañeros. Él es un tirano pequeño, característico de una cabeza grande y un corazón pequeño. El es uno que no ha aprendido obediencia y humildad. Es dicho que él es "siervo" por que

nosotros lo vemos como un cristiano, pero uno que no tiene el corazón de un sirviente. Él representa el tipo de cristiano que NO estará en la primera resurrección. Nosotros leímos en Lucas 12:45, 46 de La Biblia Enfatizada [The Emphasized Bible] de Rotherham,

45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le cortará en dos, y le pondrá con los infieles.

¿Cuándo este siervo recibirá este galardón? Él lo conseguirá "con el infiel", es decir, los incrédulos. Esto no significa que él recibirá el mismo galardón como los incrédulos. Dice que él conseguirá su galardón, o "parte", al mismo tiempo como los creyentes. En otros términos, esto describe perfectamente la segunda resurrección.

Jesús sigue para decirnos más precisamente lo que se hará a esos siervos imprudentes e injustos:

47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. 48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. 49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?

Normalmente se piensa que este pasaje se refiere a los juicios a los incrédulos. A menudo las personas dicen que significa que aquellos que oyeron hablar de Cristo pero no lo aceptaron recibirán un fuego más "caliente en el infierno", mientras aquellos que se murieron sin oír hablar de Cristo en la vida quemarán con sólo una llama más apacible. Sin embargo, este pasaje se trata de los siervos

de Dios, no esos fuera de Su casa. Está tratándose de los creyentes, no los incrédulos.

El fuego es en general simbólico del juicio de la ley. En Daniel 7:10 nosotros vemos que este fuego procede del trono de Dios. Un trono es un símbolo de ley, y cuando un rey se sienta en un trono, lo pinta gobernando según la ley y juzgando por esa ley. Éste es el juicio de la ley que fluye del trono de Dios, y es el mismo "lago de fuego" que Juan vio en Apocalipsis 20:14 & 15.

Así cuando Jesús dijo "Fuego vine a echar en la tierra", Él estaba hablando sobre el juicio de la ley a los cristianos quienes son levantados en la segunda resurrección. La ley específica aplicable en este pasaje se encuentra en Deuteronomio 25:1-3,

1 Si hubiere pleito entre algunos, y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, éstos absolverán al justo, y condenarán al culpable. 2 Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le hará echar en tierra, y le hará azotar en su presencia; según su delito será el número de azotes. 3 Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes más que éstos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.

El siervo malo de la parábola de Jesús algún día estará de pie ante el Juez de la tierra entera donde se determinará qué clase de juicio él recibirá para su tratamiento de su hombre compañero. El límite es "cuarenta azotes". Si esto será administrado literalmente o no es un problema lateral, no importante a este estudio. Pero de hecho la ley divina juzgará al cristiano desobediente que ha conseguido la primera resurrección.

En general, Jesús llama este juicio un "fuego", porque todo el juicio está por "la ley de fuego" de Dios (Deuteronomio 33:2).

Pablo también estaba familiarizado con estas enseñanzas, porque él escribió de esto en 1 Corintios 3:11-15,

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Este pasaje no se trata del juicio de incrédulos. Se trata estrictamente de creyentes que han puesto a Jesucristo como la Fundación de sus "templos". Una vez esa fundación es echada, el hombre es un cristiano. Pablo entonces discute los trabajos del cristiano en términos de lo que él construye sobre esa Fundación. Él le hace claro que cristianos, por lo menos algunos de ellos, encontrarán sus trabajos juzgados por el fuego de Dios. Si sus trabajos son inaceptables, él todavía será salvado, pero sufrirá pérdida, porque la ley de fuego de Dios quemará a toda la escoria.

Este pasaje es interesante, porque muestra que habrá cristianos en la segunda resurrección. Más allá, estos cristianos serán juzgados por la misma ley, el "lago de fuego" que juzgará a los incrédulos. La única diferencia es que ellos serán dados Vida después de que sus trabajos han sido probados y revelados en el fuego, mientras los incrédulos entrarán en un juicio más largo y más severo como prescrito en la ley.

La Resurrección del JustoJesús dijo otra parábola que derrama más luz en calificar para la primera resurrección. Se encuentra en Lucas 14:12-14,

12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus

amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

Jesús está diciendo aquí que para lograr la primera resurrección, "la resurrección del justo", uno tiene que saber y practicar el principio de gracia y amor ágape. Éste es el formulario más alto de amor, porque es el amor de Dios. Había tres tipos de amor en el idioma griego, cada uno de los cuales aplica a una fase específica de desarrollo en la madurez.

1. Eros es la atracción física. Es el tipo egoísta de amor que sólo piensa en satisfacción personal. Es el tipo de amor que bebes y adultos inmaduros tienen. Es amor inmaduro que exige todas las cosas, no se preocupa nada de los sentimientos o condiciones de la madre, y no tiene ninguna paciencia. No es necesariamente malo, porque rastros de él se encuentran en la primera fase de desarrollo en cualquier relación con otra persona. Algo sobre la otra persona es atractivo a nosotros, si es su espiritualidad, sus miradas, su personalidad, o su dinero. No obstante, es esencialmente egoísta por la naturaleza, porque sirve para satisfacer las necesidades personales o deseos de uno.

2. Fileo es el amor fraternal, o el tipo de amor encontrado entre hermanos. Es un amor judicial. Mayormente es preocupado con la idea de

"imparcialidad". La mayoría de las riñas entre los hermanos y hermanas centra alrededor del problema de imparcialidad cuando ellos compiten por posición y trabajo y sus derechos. Esta fase causa a los padres a correr al asilo, y todavía es la fase en que los niños están aprendiendo a definir justicia y ley. El punto alto de este tipo de amor es cuando los niños aprenden a tomar turnos justamente, pero es sólo una relación 50/50.

3. Ágape es el amor incondicional. Es un amor maduro que relativamente pocos logran. Da gracia al desmerecedor; es generoso y donante; no pide los derechos. Los derechos de uno siempre son subordinados a las necesidades de otros. Éste es el amor de Dios, y esto pinta la madurez espiritual que caracteriza aquellos que gobernarán y reinarán con Cristo.

Y así, la instrucción de Jesús enfoca en este mismo principio de dar generosamente sin pensamiento de recibir algo en cambio. El amor fileo siempre necesita un retorno en su inversión, pero el amor ágape será recompensado a la resurrección del justo.

Esencialmente, aquellos que califican para gobernar con Cristo en la edad por ve nir serán espiritualmente maduros. Esto significa que sus vidas reflejarán el mismo amor ágape que Cristo manifestó. No es necesariamente "ágape desordenado" que es promovido por muchos en la Iglesia, ni es el amor sin ley que perdona la promiscuidad que se hacen "en amor".

El amor que Dios requiere de Sus gobernantes es en primer lugar fiel a Cristo y la ley divina que Él dio para proporcionar estructura y límites a todas las relaciones. Gobernantes deben conocer la ley para administrar justicia imparcial y la imparcialidad a los hermanos. Aún más el gobernante es uno que dejaría todos sus propios derechos personales para agradar a Dios o para llevar los pecados e injusticias de otros como un intercesor (sacerdote).

Más importante, él que calificaría por la primera resurrección tiene que tener la gracia para no guardar rencor. Él tiene que perdonar de su corazón los pecados (las deudas) de aquellos que han transgredido contra él. Esto es dejado muy en claro en muchas de las parábolas de Jesús, más notablemente en Mateo 18:21-35. Allí nosotros encontramos que Dios cancelará las deudas (los pecados) de aquellos que Le suplican por misericordia. Él tiene que aprender el principio del Jubileo, la cancelación de toda la "deuda", porque esto es la llave para recibir la herencia de uno, la promesa de Dios.