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RREETTOO PPAARRAA LLAA HHUUMMAANNIIDDAADD:: AASSUUMMIIRR EELL FFIINN DDEELL CCRREECCIIMMIIEENNTTOO

LLAA HHUUMMAANNIIDDAADD VVIIVVEE CCOOMMOO SSII TTUUVVIIEERRAA 11,,22 PPLLAANNEETTAASS TTIIEERRRRAA

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EDITORIAL

En la reunión celebrada en Valencia por los científi-cos del Panel Intergubernamental de Cambio Climá-tico (IPCC) el secretario general de la ONU, BanKi-moon, lanzó un solemne mensaje al plenaro: "Loscientíficos han hablado con una sola voz. El cambio cli-mático es el reto de nuestra época". Ki-moon es un con-vencido de que el mundo tiene que cambiar el modeloenergético y de la amenaza que supone el calenta-miento. En una visita a la Antártida y la Amazoniadejó claro que las imágenes que vió allí “son tan aterra-doras como las de una película de ciencia ficción sóloque reales".

Abogó por ir "más allá" de la lucha contra el cambioclimático, con el fin de buscar "nuevos y mejores" me-dios de producción y de consumo a la vez que promo-vemos industrias no contaminantes que espoleen eldesarrollo económico y permitan avanzar hacia una"alianza mundial" a favor del crecimiento basado enuna economía "verde". El principal reto es que la hu-manidad asuma el fin del crecimiento para adentrarsede forma definitiva y acelerada en el llamado decreci-miento. El cambio climático debería ser la espoletapara adoptar un nuevo paradigma socioecológico.http://www.terra.org/articulos/art01989.html

Después de una década de negación de las evidencias sobreel Cambio Climático y sus causas, hoy los gobiernos, las em-presas multinacionales y sus “científicos”, no solamente pa-recen haber caído en la cuenta, sino que ahora son quienespretenden sensibilizarnos sobre el tema.Sin embargo, a pesar de la unánime conciencia existente

sobre esta “gran amenaza contra la humanidad”, después decada cumbre internacional que trata el tema, constatamos lagran incapacidad para alcanzar los más mínimos acuerdospara hacer frente al problema de forma significativa.Alertar sobre el Cambio Climático ya es políticamente co-

rrecto. Hablar sobre la crisis energética en la que entramosprogresivamente con el fin de la era del petróleo barato, ya nolo es tanto. Pero interrelacionar Cambio Climático con creci-miento económico, ¡eso sí que sigue siendo tabú!Los gobiernos y las empresas multinacionales sienten pre-

ocupación por el Cambio Climático, pero también sientenpavor al más mínimo cuestionamiento del crecimiento eco-nómico. Y es que, capitalismo es crecimiento económico, esdecir, crecimiento constante del consumo de materias primas,bienes, energía, desplazamientos. Este es el motivo de fondopor el que no se ha logrado ningún avance sustantivo en lacomunidad internacional sobre el Cambio Climático.Y, sin embargo, este crecimiento hace ya bastante tiempo

que ha dejado de ser “sostenible”, a menos que ignoremos,como parecen hacer las teorías económicas capitalistas, ytodas las teorías “desarrollistas” en general, que nuestra so-ciedad se asienta sobre un mundo físico, con leyes, prestacio-nes y limitaciones determinadas y evidentes a cualquiermirada realmente científica.Desde que en los años 70 el Club de Roma alertara sobre los

“límites del crecimiento”, diferentes corrientes y movimien-tos alternativos han venido postulando por una sociedad“desenganchada” del crecimiento económico. El camino serádifícil y tal vez largo, pero no parece haber otro para un fu-turo humanamente digno. Por eso mismo urge avanzar en labúsqueda de opciones energéticas más sostenibles y, sobretodo, en la propuesta de modelos sociales de trabajo, de dis-tribución territorial, de transporte, de consumo, etc. que nosdevuelvan a un “mundo posible” y nos “desenganchen” dela peligrosa quimera del creciente ánimo de lucro como motorde la sociedad.En este número, pues, hemos querido presentar algunas de

estas voces que claman, cada vez con más fuerza y con másrazón, desde el “Norte” y desde el “Sur”, por un cambio derumbo. Porque no creemos posible ir al fondo de la cuestiónde la lucha contra el Cambio Climático, sin reflexionar, pro-fundizar, investigar y actuar seriamente sobre las alternati-vas al “crecimiento”

Comité Editorial del Boletín NCC. EntrePueblos

CONSEJO EDITORIALMANUEL ESPINILLACARMEN DUCEOLGA ABADPATRICIO REALPEALEX GUILLAMON

COORDINACIÓNBENITO BONILLA

EN COLABORACIÓN CONECOLOGISTAS EN ACCIÓNWRMCONAIEIEDECACOLECTIVO MADRESELVACEIBAACCIÓN ECOLÓGICAGEASPHERE DEL ZAIRE

EDITAENTREPUEBLOS

CONCEPTO GRÁFICOPATRICIO REALPE

FOTOGRAFÍAAGENCIA DE NOTICIAS PLURICULTURAL DEL ECUADOR - ANPEAGENCIA DE NOTICIAS - NCCRED DE AGROECOLOGIA

PZA. RAMÓN BERENGUER EL GRAN 1-3°-1a08002 BARCELONA-ESPAÑA

Para más información:boletinncc@gmail.comwww.pangea.org/epueblos

Concurso Fotográfico:http://www.pangea.org/epueblos/modules.php?name=Kalender&op=view&eid=150

RETO PARA LA HUMANIDAD: ASUMIR EL FIN DEL CRECIMIENTO

Financiado por

El decrecimiento es una corriente de pensamiento y un mo-vimiento social que intenta hacer visible la insostenibilidadecológica y social del modelo de crecimiento económico ili-mitado. Crecer indefinidamente no es posible ni deseable.

El decrecimiento se impone como una necesidad ante elmundo imposible en el que vivimos: desde finales de los80, según el índice de la huella ecológica, la humanidad hasobrepasado las capacidades de carga del planeta y vivecomo si tuviera disponibles 1,2 planetas tierra. Ya no existesuficiente área de tierra y de mar para proporcionar los re-cursos que consumimos y para absorber los desechos quegeneramos.(…)

Uno de los síntomas más claros de que nuestro modelo decrecimiento económico no es sostenible y de la imposibili-dad del modo de vida que conlleva, es el fenómeno del ca-lentamiento global. Los países del Norte generanemisiones de CO2 que superan la capacidad de absorciónnatural y amenazan el equilibrio climático del planeta. (...)

La cara más visible del discurso oficial sobre el cambio cli-mático es incontestablemente el ex-vicepresidente de losEEUU Al Gore (…). El discurso oficial al estilo de Al Goresobre el calentamiento global nos dice que el progreso tec-nológico y pequeños cambios en nuestra conducta indivi-dual permitirán detener el cambio climático. Su soluciónsería por lo tanto compatible con nuestro modelo econó-mico, sólo exigiría un poco de esfuerzo y de buena volun-tad. No se trata de cuestionar las multinacionales, elmodelo industrial y agrícola productivista, el culto a la tec-nología o la omnipresencia de la publicidad. Enfrentar efi-cazmente el cambio climático sería compatible con elcrecimiento económico, verdadera piedra de toque del ca-pitalismo globalizado.(…)

El discurso oficial invisibiliza las desigualdades que expli-can las causas estructurales del calentamiento global. Nosomos todos responsables, ni en el mismo grado. (…) Eldiscurso oficial centra toda la atención en las emisiones deCO2 escondiendo el carácter estructural del fenómeno. (…)

El decrecimiento ilustra que no se puede enfrentar el cam-bio climático sin poner en cuestión el modelo de creci-miento, es decir sin un cambio absoluto en el paradigmaenergético actual, en los modelos industriales y agrícolasexistentes, en los sistemas de transporte, en las estructuraseconómicas y sociales, en los valores. No se puede detenerel cambio climático y seguir con el crecimiento y el consu-mismo por mucha fe que tengamos en el progreso tecnoló-gico.

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DECRECIMIENTO Y CAMBIO CLIMÁTICO

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¿QUÉ IMPLICA EL DECRECIMIENTO?

El decrecimiento, revertir el calentamiento global, implicanvolver a vivir en un mundo posible: reducir el consumo deenergía y materia hasta respetar los límites y capacidades decarga de la biosfera. Reducir el consumo, conservar los recur-sos y la energía, reutilizar, reciclar, relocalizar las economías ylas sociedades. El ejemplo de la energía es ilustrativo. Cuandoya no se pueda explotar la energía fósil (recordemos que elpetróleo está llegando a su pico de explotación, a partir de allíirá desapareciendo su disponibilidad gradual e irrevocable-mente) el sistema energético tendrá que sustentarse en laenergía solar y eólica. Con esas fuentes de energía disponi-bles, independientemente del avance tecnológico, no se podrámantener un modelo como el nuestro. Tendremos que olvi-darnos del transporte individual mediante aviones o coches,del aire acondicionado, de calentar o enfriar en exceso, etc.Otro aspecto de una sociedad de decrecimiento, tiene que

ver con los cambios en el modelo industrial. Hablando de pro-ducción, es preciso entender que mientras el decrecimientoen términos físicos es inevitable, el incremento de la produc-ción de valor y de bienestar no depende del consumo de ma-teria y de energía. Producir valor reduciendo el uso demateria y energía es posible. Para ello el sistema productivotiene que pasar de producir bienes de consumo a centrarse enproducir bienes durables, pasando de industrias de extrac-ción de materiales y energía a industrias de reciclaje y mante-nimiento de bienes durables. Más fundamentalmente,necesitamos pasar de la producción de bienes de consumo asistemas de producción de bienes sociales y relacionales, que

utilizan muy poca materia y energía, mientras producenmucho valor y bienestar además de sustentarse en la activi-dad humana.Por último, el decrecimiento también exige un cambio radi-

cal de nuestro sistema agrícola. La agricultura productivistamoderna ha significado pasar de un sistema de producciónde alimentos tradicional dependiente de las radiaciones sola-res (tracción animal, abono natural, autoconsumo y mercadoslocales) a un sistema basado en la explotación del petróleo(tractores, agroquímicos y fertilizantes, sistemas de transporteinternacionales de alimentos). Nuestro modelo de producciónalimentaria se sustenta en el petróleo en todos sus componen-tes y tiene un impacto severo en el fenómeno del cambio cli-mático. El decrecimiento busca volver a una agriculturaagroecológica, que pueda sustentarse en el flujo de radiaciónsolar y permita abastecer localmente las necesidades.En definitiva, el cambio climático sólo es un síntoma, una

consecuencia de la insostenibilidad del mundo imposible alque nos ha llevado el crecimiento económico. Por ello, con laconciencia del peligro del cambio climático nos quedamoscortos. La humanidad y el planeta necesitan urgentementeuna conciencia generalizada del peligro de nuestro modeloeconómico de crecimiento continuo que nos lleve a recons-truir un mundo posible.

Giorgio MosanginiCol·lectiu d'Estudis sobre Cooperació i Desenvolupament www.portal-dbts.org

Los datos que recibimos acerca del cambio climático son cada día más alar-mantes. Algunos piensan que las previsiones más catastrofistas no son acerta-das, pero, aún así, la mayor parte creemos que sería sensato hacer algorápidamente antes de que el problema se haga mayor. Las acciones concretaspara frenar en cambio climático se toman con una enorme lentitud. Kioto ape-nas se cumple, las energías renovables siguen siendo marginales y seguimoscon el mismo modo de vida que, todos sabemos, es causa de gran parte de lasemisiones. (…)

Hace 35 años se publicó el famoso informe Limites del Crecimiento de los es-posos Meadows, G. Rangers y W. Behrens. El informe venía a decir que creci-miento económico y sostenibilidad eran incompatibles. Según ellos, elcrecimiento conduciría a una gran crisis a mediados del siglo XXI a medida quelas fuentes de energía y materias primas se fueran agotando y los sumiderosde residuos se fueran llenando. Por ello, la única salida era llegar a una econo-mía de crecimiento cero y basada en energías renovables. La teoría chocaba conel capitalismo y fue duramente combatida.(...)

Estos años estamos llegando a otra encrucijada. Se está demostrando quehemos tocado varios límites: el agotamiento de las pesquerías es evidente, elcambio climático constata que la atmósfera no puede reciclar el CO2 que esta-mos emitiendo, y por tanto, éste se está acumulando y está cambiando el clima,se habla de escasez de agua potable, y también del pico máximo de la produc-ción de petróleo. Todos estos fenómenos nos hablan, en el fondo lo mismo, delímites: límites a los recursos que podemos extraer o límites a las sustancias quepodemos emitir. Todo parece indicar que los límites de los que hablaba el estu-dio Meadows están empezando a llamar a la puerta. No estaría de más que,ante el reto del cambio climático, volviéramos la mirada hacia el debate sobrelos límites del crecimiento que dimos falsamente por zanjado hace 30 años.

De momento estamos viendo que nuestro sistema económico no es capaz decrecer sin requerir recursos naturales. Si dentro de unos años los límites físicosnos van a forzar a usar menos recursos, deberíamos estar pensando ya cómo lovamos a hacer para no caer en una crisis económica. No hay que ser alarmistasy pensar que la crisis va a tener lugar mañana mismo, pero si previsores, yaque 15 ó 20 años no son tantos.

Por ello más vale que tengamos utopías político-económicas en la manga quepodamos esgrimir como bandera, porque los únicos sistemas alternativos al ca-pitalismo que conocemos son regímenes totalitarios, ya sean comunistas, fascis-tas o teocráticos y han dado resultados bastante poco alentadores. Merece lapena plantearlo y pensarlo, aunque sólo sea por si acaso Meadows y Hubberttienen razón y el capitalismo necesita cambios radicales para adaptarse al sigloXXI, igual que tenían razón los científicos que hace 20 años hablaban de cam-bio climático.

Margarita Mediavilla PascualProfesora de Ingeniería de Sistemas y Automática en la

Escuela Universitaria Politécnica de Valladolidhttp://www.vecinosvalladolid.org/spip.php?article2054&var_recherche=margarita%20mediavilla

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CAMBIO CLIMÁTICO Y CRECIMIENTO

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PUERTO LOPEZ, Ecuador, NOV/15/2007

Trabajadores descargan tiburonesAguado, Martillo y Rabon en la playa dePuerto López en la provincia de Manabipara ser cortadas su aletas y luego em-pacadas para su venta en el mercado in-ternacional, especialmente en el asiáticodonde su precio oscila entre los 190 y650 dólares. Grupos ambientalistas yecologistas han protestado la firma deldecreto presidencial 486 del presidenteRafael Correa, que permite la pesca inci-dental del tiburón en el que se amparanlos grandes y pequeños pescadores pararealizar su captura. Grupos ecologistasdenunciaron que a raíz del decreto au-mento considerablemente la captura detiburones en las playas y puertos deEcuador. www.anpeweb.com foto-patri-cio realpe

Los agrocombustibles y toda la generación de ener-gía a través de la biomasa tal como ha sido promo-vida por gobiernos, corporaciones, NacionesUnidas, las instituciones financieras internacionalesy demás agentes interesados en su producción agran escala y en su comercio internacional, no cam-bian, sino que perpetúan el modelo de producción yconsumo de la civilización moderna, urbana y indus-trial que ha generado inequidad, guerra, destrucciónambiental. (…)

Por lo tanto, el único debate consecuente sobreagrocombustibles debe enmarcarse en un nuevo pa-radigma de des-desarrollo que incluya una transfor-mación estructural radical de toda la economía y denuestro estilo de vida y el desmantelamiento delmacro sistema energético que sustenta y garantizael poder global. Sus ejes:

des-urbanizar, para restituir la existencia de la po-blación a escala humana, supliendo las necesida-des en el mercado local y con fuentes de energíalocales.

Des-globalizar el comercio y el transporte de mer-cancías, sobre todo agrícolas y alimentarias, paraatacar la principal fuente de consumo de combus-tibles líquidos: los camiones refrigerados quetransportan toda la cadena de carnes y lácteos, losaviones que transportan flores y frutas tropicales;los gigantescos navíos cerealeros movidos a die-sel para llevar soja a Europa y a China, etc.; quegeneran un flagrante balance energético negativo,y que sostiene el discurso ilusorio del “creci-miento”.

Des- tecnologizar la producción de alimentos, apartir de tomar a los sistemas productivos comoagroecosistemas donde la biodiversidad y la nutri-ción adecuada de los suelos reemplacen a las tec-nologías puntuales y contaminantes de derivadasdel petróleo.

Des-petrolizar la economía, la mejor política contrael cambio climático es la eliminación de los com-bustibles fósiles, dejando el petróleo y el gas en elsubsuelo.

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MANIF IESTO POR EL DES -DESARROLLO :

E L CAM INO QUE PROPONEMOS D ESDE E L SUR

Des-centralizar la generación y dis-tribución de energía, recuperar y de-fender el principio de la energíacomo un servicio y no un negocio yuna mercancía ofrecida en el mer-cado, construyendo una SoberaníaEnergética.

Se trata de abrir esta agenda de de-bate en el seno de los sectores de “iz-quierda” en nuestras distintasregiones del globo, replanteando entérminos radicales una propuesta deenfrentamiento y superación del capi-talismo de acuerdo con las contradic-ciones de la acumulación, de estemomento histórico.

Por el rol estratégico de la región La-tinoamericana en la promoción y ins-talación del modelo global deAgroenergía, y en vista a la Conferen-cia Internacional de Biocombustibles,

auspiciada por la ONU, Brasil- julio de2008, reafirmamos nuestra tarea decuestionar entre los promotores del“Socialismo del Siglo XXI” cual será elmodelo energético que sustentaráesta propuesta, sin aceptar cooptacio-nes nacionales.

Para que esta visión sea el funda-mento de un programa político de laera post-petrolera, nos compromete-mos a replantear nuestros posiciona-mientos - sin concesiones – como loimpone la radicalidad de la crisis eco-lógica y energética actual.

Firman: Acción Ecológica, CEPPAS,Red por una América Latina Libre deTransgénicos, African Centre for Bio-safety, TWN, Oilwatch. Para más infor-mación:

www.rallt.org

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MANIFIESTO POR EL DES-DESARROLLO

SSOOBBEERRAANNÍÍAA EENNEERRGGÉÉTTIICCAAEENN UUNNAA EERRAA PPOOSSTT--PPEETTRROOLLEERRAA