Revista ADAL junio julio 2012
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62
VIII
«Que la Palabra del Señor siga avanzando y
sea glorificada» (2 Ts 3, 1): que este Año de la
fe haga cada vez más fuerte la relación con
Cristo, el Señor, pues sólo en él tenemos la
certeza para mirar al futuro y la garantía de un
amor auténtico y duradero. Las palabras del
apóstol Pedro proyectan un último rayo de luz
sobre la fe: «Por ello os alegráis, aunque
ahora sea preciso padecer un poco en
pruebas diversas; así la autenticidad de
vuestra fe, más preciosa que el oro, que,
aunque es perecedero, se aquilata a fuego,
merecerá premio, gloria y honor en la
revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo
amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él
y así os alegráis con un gozo inefable y
radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe;
la salvación de vuestras almas» (1 P 1, 6-9).
La vida de los cristianos conoce la experiencia
de la alegría y el sufrimiento. Cuántos santos
han experimentado la soledad. Cuántos
creyentes son probados también en nuestros
días por el silencio de Dios, mientras quisieran
escuchar su voz consoladora. Las pruebas de
la vida, a la vez que permiten comprender el
misterio de la Cruz y participar en los
sufrimientos de Cristo (cf. Col 1, 24), son
preludio de la alegría y la esperanza a la que
conduce la fe: «Cuando soy débil, entonces
soy fuerte» (2 Co 12, 10). Nosotros creemos
con firme certeza que el Señor Jesús ha
vencido el mal y la muerte. Con esta segura
confianza nos encomendamos a él: presente
entre nosotros, vence el poder del maligno (cf.
Lc 11, 20), y la Iglesia, comunidad visible de
su misericordia, permanece en él como signo
de la reconciliación definitiva con el Padre.
Confiemos a la Madre de Dios, proclamada
«bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45),
este tiempo de gracia.
De la carta «Porta Fidei», con la que
Benedicto XVI convoca el Año de la fe
Coordinación: José Manuel Lara
Corrección: Inmaculada Bordas
Inmaculada Nieto-Sandoval
Encargados de sección:
Duc in Altum: María del Val García
Iglesia Diocesana: Ignacio Gamón
Iglesia Universal: Lara Sánchez
Algo para Meditar: José Manuel Del Puerto
Conecta2 @ Cristo: José Manuel Del Puerto
Cultura y Ocio: José Manuel Lara
Blog_ADAL: Javier Pérez
Maquetación: Mª Pilar García
José Manuel Lara
EDITA
Secretariado de Infancia y Juventud
de la Diócesis de Alcalá de Henares
www.paramilavidaescristo.es
Manos Unidas en nuestra Diócesis
Noticias de la Iglesia Universal
Festivales con otro ritmo
En Ti confío
Procesión del Corpus en Santorcaz 2012
Encuentro Mundial de las Familias 2012
Si no vives de la fe...
Pobreza espiritual
Año tras año, cada mes de junio lo dedicamos al Sagrado Corazón de Jesús, cuya Solemnidad se celebra el viernes posterior al segundo domingo después de Pentecostés. Tiene, por tanto, carácter móvil, y este año la hemos celebramos el 15 de junio. También año tras año, al día siguiente celebramos el Inmaculado Corazón de María, porque la Madre siempre nos lleva al Hijo.
En el mes de junio de
hace dos años, la Diócesis de
Alcalá vivió un
acontecimiento histórico:
nuestro Obispo, D. Juan
Antonio, presidió una
Eucaristía solemne en la que
nos consagró al Sagrado
Corazón de Jesús y al
Inmaculado Corazón de María.
Primero los sacerdotes, y a
continuación todos los fieles,
rezamos una Oración de
Consagración, en la que
encomendamos a nuestros
sacerdotes, nuestras familias,
nuestros jóvenes, nuestros
seminaristas. Todos
pertenecemos al Señor, y
podemos ofrecerle nuestros
sufrimientos y alegrías. Por
eso, cuando algo se te haga
cuesta arriba, cuando tengas
que tomar una decisión difícil,
cuanto sientas que no tienes
fuerzas… «Corazón de
Jesús, en Ti confío».
¡No te lo puedes perder!
Dale al ‘play’ a la actualidad diocesana
María del Val García
¡Rema mar adentro!
Eucaristía de Consagración de la Diócesis de Alcalá al Sagrado
Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, el 12 de
junio de 2010
«Para que tengan vida eterna»
LA NUEVA EVANGELIZACIÓN COMO ‘MISIÓN’
Carta Pastoral del Obispo de Alcalá de Henares
Pincha aquí para leerla
«Manos Unidas» es una Asociación Católica y Organización no Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) creada hace 53 años por un grupo de mujeres de Acción Católica Española, que declararon «la guerra al hambre».
Desde la primera Campaña contra el Hambre, el fin de Manos Unidas ha sido luchar además contra la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de instrucción.
El trabajo a realizar se divide en dos actividades principales, la de sensibilizar e informar a la población sobre la situación de subdesarrollo de numerosos países (sus causas y sus posibles remedios) y la de conseguir medios económicos para financiación de los proyectos de desarrollo (agrícola, sanitario, cultural, social,
de promoción de la mujer) y en acciones de emergencia o ayuda humanitaria.
Manos Unidas está compuesta por voluntarios que colaboran sin ánimo de lucro y con carácter benéfico en las actividades de la Campaña Anual, porque «creemos firmemente en la posibilidad de cambiar el mundo», y durante todo el
2012 se defiende el lema «La Salud, derecho de todos, ¡Actúa!».
La Delegación de Alcalá de Henares tiene distintos grupos de voluntarios en la Diócesis, y la última incorporación ha sido el de Coslada-San Fernando de Henares, que desde septiembre de 2010 realiza su apostolado con entusiasmo y
esfuerzo a favor de los más pobres de la tierra, para evangelización y conversión del corazón de nuestra sociedad.
A modo de ejemplo, se expone la actividad del pasado 24 de marzo, Día Internacional contra la Tuberculosis. El Arciprestazgo Coslada-San Fernando organizó la 1ª Marcha Solidaria por el Parque Regional del Sureste a favor de los proyectos de Manos Unidas de la Diócesis (centrados en India este año). Jóvenes de clases de religión de institutos y parroquias realizaron actividades de información y sensibilización entre los más de 300 participantes para dar a conocer los efectos de las enfermedades como sida, malaria, tuberculosis y otras tropicales desatendidas. Además se realizaron juegos de animación junto con el Sorteo de «Pasos Solidarios» (artículos que los patrocinadores donaron para recaudar
Las actividades realizadas en este tiempo han sido muchas: me-sas informativas para la Jornada Nacional (segundo domingo de febrero), mercadillos y puestos con material de campaña, exposiciones informativas en centros culturales y jornadas de voluntariado, cuentacuentos en colegios y bibliotecas, marchas y carreras solidarias, obras de teatro y conciertos so-lidarios y formación para los voluntarios.
CUALQUIERA PUEDE PARTICIPAR DONANDO UN POCO DE SU TIEMPO, PORQUE PARA CONTINUAR ESTA LABOR IMPORTANTE SE
NECESITAN VOLUNTARIOS DE ENLACE EN TODAS LAS PARROQUIAS Y COLABORADORES. ¡LOS MÁS POBRES NECESITAN TU AYUDA!
¿TE APUNTAS?
Stella Pieri
Ntra. Sra. Del Templo - San Fernando de Henares
Delegación de Alcalá de Henares: L-X-V de 10-13h en Vía Complutense, 8 bis (Palacio Arzobispal, junto a Cáritas). Delegado: Dulce Nombre Tirado Teléfono: 91.883.35.44 Email: [email protected]
¡¡Visita su página web!! San Fernando de Henares: Martes: 19 a 20h. Despacho nº 2 en Pza. Fernando VI, 11
(Centro de Participación Ciudadana «Marcelino Camacho»). Teléfono: 91.485.14.07 Email: [email protected] Facebook: Manosunidas Sanfer
El obispo alemán Müller ha sido nombrado nuevo
guardián del dogma. Será el encargado de corregir las
desviaciones teológicas en la Iglesia.
El misionero español Miguel Ángel Ayuso ha sido
nombrado nuevo secretario del Consejo Pontificio para el
Diálogo Interreligioso. Benedicto XVI eligió a este
sacerdote español de 60 años para desempeñar este cargo
tan importante.
Próxima parada para Benedicto XVI: el Líbano. Del 14 al 16 de septiembre
el Papa viajará al Líbano, país con un alto porcentaje de católicos considera-
do parte de la Tierra Santa.
A principios de este mes, Benedicto XVI se trasladó a la residencia de Castel
Gandolfo, donde pasará el verano. Este palacio apostólico está situado 33
kilómetros al sur de Roma.
Para Benedicto XVI los médicos son «reservas de amor». El Papa
considera que el personal sanitario es de gran valor profesional y también
humanitario. Además, afirmó que es justo que pidamos a Dios que nos cure y
ayude, pero también es necesario que le pidamos por nuestra fe.
Lara Sánchez
El pasado 1 de julio, dos iglesias fueron
atacadas con granadas en la ciudad de Garissa
(Kenia). Debido a los problemas de Kenia con el
país vecino Somalia, 16 personas murieron en los
ataques. El Papa ha mostrado su preocupación y
condolencias a las familias de los fallecidos.
Más de un millón de personas asistieron al VII Encuentro
Mundial de las Familias de 2012, celebrado del 30 de mayo al
3 de junio en Milán. Durante su estancia en la ciudad italiana, Benedicto XVI incitó a todos los fieles a «vivir la fe en su
experiencia personal y comunitaria, privada y públi-
ca, para favorecer un «bien-estar auténtico, a partir
de la familia, que debe ser redescubierta como patri-
monio principal de la humanidad». Durante estos cinco
días, el Papa ha defendido la universalidad y fraternidad que
la Iglesia Católica propone al anunciar el Evangelio. También
recordó que las personas hemos sido creadas para vivir en co-munidad, relacionándonos con los demás y sabiendo que «en la
familia se empieza a encender en el corazón la luz de la paz para que ilumine nuestro mundo».
El Santo Padre dio un mensaje, en el estadio Meazza, a los jóvenes que iban a
recibir la confirmación: «pronunciar un sí libre y responsable al Evangelio de
Jesús, acogiendo los dones del Espíritu Santo que permiten formarse como cris-
tianos, vivir el Evangelio y ser miembros activos de la comunidad». En la Fiesta
de los Testimonios, Benedicto XVI dialogó con las familias sobre los temas que nos
preocupan en la actualidad: la crisis económica, el divorcio, la dificultad de compaginar
la vida laboral con la familiar, etc.
El último día de su visita a Milán, el Papa celebró la Santa Misa en el aeropuerto
de Bresso, finalizando así el Encuentro Mundial de las Familias. Benedicto XVI lanzó «un llamamiento para edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más familia;
capaces de reflejar la belleza de la Santísima Trinidad y de evangelizar, no solo con la
palabra, sino por irradiación, con la fuerza del amor vivido porque el amor es la única
fuerza que puede transformar el mundo».
Lara Sánchez
«La familia: el trabajo y la fiesta» ha sido el lema del VII Encuentro Mundial de las Familias celebrado hace poco más de un mes en la ciudad italiana de Milán. En
este Encuentro he tenido la oportunidad de participar como voluntaria y he de decir que ha sido una experiencia inolvidable, una auténtica bendición. El día que tomé el avión, únicamente sabía que el día 1 de junio tendría asignada la tarea de estar con niños de 6 a 8 años en el Congreso de los Niños, que era la alternativa para niños mientras sus padres acudían al Congreso Teológico-Pastoral. Sin embargo, no era una “guardería” donde entretener a los niños, sino que consistía en un itinerario de fe mediante el cual los niños también podrían entender el contenido del Encuentro. Desconocía dónde nos íbamos a alojar (aunque la organización nos aseguraba el alojamiento y la manutención) así como el resto de tareas que tendría que llevar a cabo durante todo el Encuentro, lo cual producía en mí cierta sensación de incertidumbre, pero preferí confiar y estar abierta para dar lo mejor de mí en este voluntariado. Llegamos a Milán el día 31 de mayo y nos dirigimos al Centro de Acreditaciones, donde nos dieron nuestro kit del voluntario y nos indicaron cuál iba a ser nuestro alojamiento durante nuestra estancia. El Oratorio de San Luigi iba a ser nuestra ‘casa’ durante esos días. Nos pusimos en camino y cuando, agotados por el viaje y el calor, pensábamos que se acababa la ciudad, apareció como un ángel don Giuseppe, el sacerdote encargado del Oratorio, que nos esperaba para recibirnos bajo el sofocante sol milanés. Nos llevó hasta el Oratorio, nos enseñó las instalaciones, nos ofreció un rico helado para aliviar el calor y nos informó de que ya esa misma tarde tendríamos que ir con el resto de voluntarios a Bresso, el aeródromo donde tendría lugar durante el fin de semana la Vigilia y la Misa con el Papa. Después de comer, conocimos al resto de voluntarios que se alojaban en el Oratorio, y todos juntos nos pusimos en camino dirección a Bresso.
Cuando llegamos allí, pensé: «Un aeródromo, esto va a ser tan desastroso como Cuatro Vientos», pero pronto me daría cuenta de lo equivocada que estaba. Al día siguiente, mientras el resto de voluntarios acudían a Misa en la iglesia del barrio, junto a las familias rusas y francesas que los feligreses tenían acogidas en sus casas, yo tomé el tren dirección a la Feria de Milán, donde tenía lugar el Congreso Teológico-Pastoral y el Congreso de los Niños. Allí ayudé en la acogida a los
niños que llegaban, más tarde me llamaron para hace r labores de traducción con los niños, pues venían de todos los países. Era increíble cómo todos nos entendíamos aunque muchos de ellos hablaran lenguas que los monitores desconocíamos. Finalmente, disfruté de la clausura del Congreso de los Niños: los niños presentaron su «Jardín de los Sentidos» al cardenal Ennio Antonelli, Presidente del
Pontificio Consejo para la Familia; un itinerario que habían llevado a cabo durante los días precedentes, que simbolizaba la Creación y la Resurrección, y era metáfora de la familia llamada a cultivar y custodiar la vida en cada una de sus formas. Esa misma tarde, también colaboramos en el servicio de orden en la Piazza del Duomo. Situados dentro del pasillo por el cual vendría el Papamóvil, recibimos tres veces la bendición por parte del Pontífice, la última vez cuando este volvía en coche desde el Teatro alla Scala hacia su alojamiento y, a pesar de su largo día, nos sonreía a todos con una enorme ternura.
Esa mañana me habían regalado dos entradas para el encuentro del Papa con los confirmados y confirmandos de la Diócesis de Milán que tendría lugar al día siguiente en el Estadio de San Siro. Y allí nos presentamos tras cruzarnos toda la ciudad en una carrera contrarreloj. Pero tanto policías como voluntarios abrían puertas y vallas a nuestro paso para que pudiéramos llegar a tiempo. Y llegamos a tiempo. Y disfrutamos de la alegría de todos esos jóvenes milaneses al escuchar al sucesor de Pedro hablar de los siete dones del Espíritu Santo que ellos acababan o estaban a punto de recibir. Fue un momento de fiesta, lleno de alabanzas al Señor, de cantos, bailes y color. Benedicto XVI nos exhortó a los jóvenes a seguir al Señor: «El Señor cada día, también hoy, aquí, os llama a cosas grandes
[…] Os digo con fuerza: tended a altos ideales: todos, no solo algunos, pueden llegar a una alta medida. Sed santos».
Ya por la tarde acudimos al aeródromo de Bresso, donde, por la noche, tendría lugar la Fiesta de los Testimonios. Nos distribuimos por sectores y comenzamos nuestra tarea de acogida a las familias que ya comenzaban a llegar. Fue otra fiesta. Todos llegaban contentos a pesar de todo lo que habían caminado hasta llegar allí. Nosotros les recibíamos con nuestra mejor sonrisa, les hacíamos la ola y les dábamos la bienvenida. No nos conocíamos, pero nos sentíamos miembros de una misma familia. Al atardecer, comenzó la Fiesta de los Testimonios. Cinco familias le
expusieron al Santo Padre sus miedos, sus problemas, las inquietudes que, a veces, hacían tambalear su familia. Benedicto respondió a cada uno de ellos sin
ningún discurso escrito. Habló de su infancia junto a su familia en Alemania, nos habló del proceso de enamoramiento durante el noviazgo que se transforma en verdadero amor y que culmina con el matrimonio, de cómo afrontar la crisis por parte de las familias, de las parroquias y de las ciudades; de cómo santificar el domingo en familia y de cómo la Iglesia está abierta para acoger y amar a las personas que han pasado por una separación o divorcio. Por supuesto, también tuvo palabras de consuelo y ánimo para los afectados por el terremoto que ha
sacudido el norte de Italia. Cuando acabó el evento, nos volvimos al Oratorio a descansar, pues la organización, por motivos de seguridad, prefirió que no se quedara mucha gente a dormir allí. Al día siguiente bien temprano volvimos al aeródromo. Era domingo: el Papa celebraría la Eucaristía y con el Ángelus clausuraría el Encuentro. De nuevo aparecieron las familias, en mayor número que el día anterior, con esa alegría contagiosa que inundaba todo el aeródromo. A pesar del cansancio acumulado, de una visita al puesto sanitario y de la atención a las personas que lo requerían, pude disfrutar de la misa, del sacramento de la Eucaristía y, posteriormente, del Ángelus. De la homilía del Papa recuerdo con emoción sus últimas palabras: «El amor es lo que
hace de la persona humana la auténtica imagen de la Trinidad, imagen de Dios. Queridos esposos, viviendo el matrimonio no os dais cualquier cosa o actividad, sino la vida entera. […] Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico. […] Privilegiad siempre la lógica del ser respecto a la del tener: la primera construye, la segunda termina por destruir».
Realmente estos cuatro días han constituido una experiencia muy enriquecedora. Como suele ocurrir en estos casos, siempre recibes más de lo que das, y así ha sido una vez más. Queda en mi corazón la atención por parte de las familias voluntarias del Oratorio; el don de poder asistir a Misa en rito ambrosiano (propio de Milán) junto al resto de voluntarios y peregrinos de otras zonas del planeta; la larga espera en la Plaza del Duomo hasta ver llegar al Papa, que se convirtió en un compartir con personas que no conocíamos de nada pero que nos unía una misma cosa; la belleza de cada uno de los actos en alabanza a Dios y, sobre todo, el intercambio de sonrisas entre todos nosotros como acto de unión en torno a un mismo lenguaje universal.
María del Pilar García
«Si alguno viene donde mí y no deja a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío» (Lc 14, 26).
La pobreza espiritual es una condición necesaria para que Dios habite en
nosotros. Cuando estamos llenos de cosas en las que apoyamos nuestro corazón, sean materiales o no, no dejamos espacio a Dios. Nuestro Dios es un Dios celoso,
no quiere competidores, quiere que le entreguemos todo lo nuestro: nuestro tiempo, nuestras fuerzas, nuestras cosas… Si no lo hacemos, no vendrá a nosotros.
Continuamente Dios nos está invitando al camino de la pobreza espiritual. Dios no deja de poner delante de nosotros ocasiones para que podamos despojarnos de
todo aquello que nos ata. Un ejemplo
claro de esto lo encontramos en la historia del rey David, que podemos leer en el Segundo Libro de Samuel. David fue despojado poco a poco de todo lo que tenía: del reino, de sus hijos, del respeto y la admiración de su gente… Lo aceptó todo con humildad, se daba cuenta de que todo estaba en las manos de Dios, incluso su propia vida. Todo lo que le fue ocurriendo hizo que David reconociera con mucha claridad que sin Dios no era nada, que dependía totalmente de Él, que le necesitaba con urgencia. Adoptó delante de Dios la actitud adecuada: se puso ante Él como
mendigo. Al perderlo todo, se dio cuenta de que lo único que no pasa, lo único que
permanece para siempre, es Dios. Es entonces cuando puso en Él toda su confianza, le entregó su corazón entero.
Dios intenta hacer lo mismo con cada uno de nosotros. El problema es que no le
dejamos. Nos apegamos a ciertas cosas y le paramos los pies a Dios; porque cuando le decimos no, Él no nos fuerza. A veces nos
puede parecer que ya le hemos dado mucho a Dios, pero cuando nos parezca que ya se lo hemos dado todo, Dios esperará aún algo más. Puede ser que desee despojarnos del poco tiempo libre que nos queda, o de la posibilidad de descansar, o de la salud. Si aceptamos perderlo todo por Dios, entonces le poseeremos a Él mismo, que es lo que buscamos.
Hazte humilde ante la Cruz
Julio Alejandre Arenas, pbro.
Director de la ODJ de junio
Mendiga la caridad del Señor
¿Qué son las virtudes? Nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica que son: «actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. [...] Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas». Esto quiere decir sencillamente que a base de realizar actos moralmente buenos nos vamos haciendo virtuosos, nuestras pasiones y nuestra conducta se van ordenando según la razón y la fe.
Continúa diciendo que estas «virtudes humanas adquiridas
mediante la educación, mediante actos deliberados, y una perseverancia, mantenida siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina». Por tanto, Dios requiere de tu esfuerzo y constancia para hacer de ti una persona virtuosa si bien te da su gracia para purificarte y elevarte, no lo olvides. Dentro de las virtudes hay unas llamadas teologales, que son infundidas directamente por Dios y se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con Dios. Aquí es donde entra en juego una de las tres virtudes teologales: la fe.
Cuando hablamos de la fe, parece que es algo que nos suena de sobra. Por la fe creemos
en Dios y en todo lo que nos ha dicho y revelado. Pero esto no agota lo que es la fe. La fe es un don de Dios, ciertamente, pero es también un modo nuevo de vivir. Dice san Pablo que «el justo vivirá por la fe» (Rm 1, 17). Este don exige de ti algo muy concreto para que pueda crecer, y dar frutos en ti: requiere de ti un asentimiento real de toda tu persona, donde estén implicadas todas tus fuerzas y todo tu corazón. El conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, para adherirse plenamente con la inteligencia y la voluntad a lo que propone la Iglesia. Por ejemplo, no puede ser que recites en el credo que crees en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y no sepas cómo esto es perfectamente compatible con la teoría de un mundo en evolución.
Pero, cuidado. Tu razón puede asentir a ciertos contenidos de fe, pero tu vida puede estar lejos de vivir y de asentir dichos contenidos y esto pasa porque vivimos una crisis de fe. Te pondré un ejemplo: Dios nos invita a la castidad en el noviazgo, pero en tu corazón a lo peor crees que es bueno experimentar antes y vivir juntos para estar seguros. Esto no es vivir de fe. Tu razón se sabe de memoria qué dice el sexto mandamiento -asentimiento nocional-, pero toda tu persona aún no asiente a que el vivir según Dios te hace libre y te predispone para una entrega total a la otra persona -asentimiento real-. Y esto pasa por una crisis de fe: somos catequistas, enseñamos el catecismo a los niños, participamos en los campamentos, vamos a Misa, tenemos miles de encuentros en la Parroquia y en la Diócesis, pero aún el Señor no ocupa todo lo que somos. Si no haces tuyo eso que dices creer, si no asientes con toda tu persona a lo que crees, tarde o temprano lo dejarás de creer, y a no mucho tardar estarás lejos de la Iglesia.
Hoy se está dando una grave crisis de fe, por eso nuestro Papa ha escrito una carta apostólica llamada «Porta Fidei» (La puerta de la fe) con la que convoca para el próximo 11 de octubre de 2012 un Año de la Fe. Un año entero donde se invita a toda la Iglesia a redescubrir una cosa muy importante: la identidad cristiana, cómo la fe que actúa por el amor se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre. Estemos muy atentos a este año de la fe. Que pongamos todo lo que somos en juego para que así Jesús, «que inicia y consuma la fe» (Hb 12,2), pueda hacer en nosotros lo que desea y podamos llegar a decir con san Pablo: «la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Ga 2,20).
Francisco Rodríguez Glez., pbro.
Director de la ODJ de julio
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La música cristiana, además de emocionarnos, evadirnos y producir
distintas sensaciones en los que la escuchan, también puede ayudarnos a orar y
a acercarnos a Dios. Ya el beato Juan Pablo II en su carta a los artistas hacía la
siguiente reflexión: «La belleza es clave del misterio y llamada a lo trascendente.
Es una invitación a gustar la vida y a soñar el futuro. Por eso la belleza de las
cosas creadas no puede saciar del todo y suscita esa arcana nostalgia de Dios
que un enamorado de la belleza como san Agustín ha sabido interpretar de
manera inigualable: ¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te
amé!».
En esta ansia de búsqueda de la belleza a través de la música, distintos
grupos católicos pretenden acercar el Evangelio a través de sus composiciones y
sus conciertos y es precisamente durante el verano, cuando los conciertos y
festivales se suceden a lo largo de las distintas diócesis católicas del mundo.
En lo relativo a la Diócesis de Alcalá,
el grupo La Voz del Desierto ‘salta
el charco’ virtualmente para llevar
sus canciones a través de
vídeoconferencia a dos países de
Centroamérica, como son Costa
Rica y Guatemala. El evento tendrá
lugar a principios de agosto y se
darán cita la música y la oración junto a cientos de jóvenes centroamericanos.
Estos conciertos llevan por título Rock´n Rieles y en ellos actuarán, además de
LVD, otros artistas como Toño Casado y su banda Y+ junto a la banda chilena de
Caetera Tolle y reconocidos artistas costarricenses y guatemaltecos.
El festival más multitudinario que se llevará a cabo este verano
probablemente sea The Fest, organizado por la Diócesis de Cleveland en
Estados Unidos. La primera edición de este festival consiguió aglutinar a 34.000
personas y en la edición de 2012 encabezan el cartel de conciertos grupos como
Switchfoot, cantantes como Peter Furler y Mandisa, o el dueto The Rubyz.
Pero antes, a finales de julio, en el festival JOTA Portugal se darán cita
distintos grupos de música católica y se programarán actividades culturales y
religiosas para toda la familia. Este festival se celebrará este año en la ciudad de
Braga.
En Medjugore (Bosnia-Herzegovina) a principios de agosto, como cada
año, se reunirán multitud de jóvenes para orar y cantar en el "Mladifest"
International Youth Festival.
Y por último y de cara al Año de la fe que celebrará la Iglesia a partir de
octubre, no podemos olvidar el festival ANUNCIO, donde jóvenes franceses y de
todo el mundo se juntan para
evangelizar en las ciudades y playas
de Francia a través de los conciertos,
la oración y los encuentros
personales con otros jóvenes.
¡Como veis,
todo un planazo musical!
Festival ANUNCIO (Francia)
"Mladifest" International
Youth Festival (Medjugorje)
José Manuel Lara
●
Escucha a la Delegación en RADIO MARÍA
«¿Sabes la última?»
23 de Agosto
20:00h ORACIÓN EN EL
PALACIO ARZOBISPAL
NO HABRÁ ORACIONES EN AGOSTO, NOS VEMOS A
LA VUELTA DEL VERANO
ORACIÓN DIOCESANA
DE JÓVENES
VIERNES 7 DE SEPTIEMBRE a las 21:00H
ORACIÓN DIOCESANA
DE FAMILIAS
VIERNES 14 DE SEPTIEMBRE a las 21:00H
Del 11 AL 14 de OCTUBRE de
2012
Cursillo nº 55 de la Diócesis de Al-
calá. *Para quienes tienen inquietud por encontrar el
sentido a su vida, alegría, gozo y paz.
*¿Tienes fe? Contestes lo que contestes...
¡El Cursillo es para ti! *¡Date esta oportunidad!
*Infórmate en tu parroquia o en: 630842243; 650370005