Revista Ciencia & Trabajo N°38

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CIENCIA & TRABAJO • AÑO 12 • NÚMERO 38 • OCTUBRE / DICIEMBRE • 2010 www.cienciaytrabajo.cl ISSN 0718-0306 versión impresa, ISSN 0718-2449 versión en línea, Cienc Trab. 2010 oct-dic; 12 (38) Células Madres. Un Creciente Conocimiento en el Campo de los Estudios Neurotoxicológicos | A124 Seguridad y Salud e Industria Manufacturera | 397 Liderazgo Burnout Enfermería | 403 Estado de Salud Trabajadores Construcción | 410 Edad y Accidentabilidad Sector Forestal |414 Análisis Edificios Altura | 423 Análisis Patologías Respiratorias Carpinteros | 433 Rediseño de Sala de Control del Ferrocarril de Antofagasta | 440 Prevalencia Trastornos Hospitales | 447 Identificación Condición Física Dolor Lumbar | 454 Recuento Espermático Hipoxia Ratón | 461 FUNDACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA ASOCIACIÓN CHILENA DE SEGURIDAD Ciencia & Trabajo AÑO 12 • NÚMERO 38 • OCTUBRE / DICIEMBRE • 2010

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Revista Ciencia & Trabajo. Una publicación de la Fundación Científica y Tecnológica FUCYT. Asociación Chilena de Seguridad.

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Células Madres. Un Creciente Conocimiento en el Campo de los Estudios Neurotoxicológicos | A124

Seguridad y Salud e IndustriaManufacturera | 397Liderazgo Burnout Enfermería | 403Estado de Salud Trabajadores Construcción | 410Edad y Accidentabilidad Sector Forestal |414Análisis Edificios Altura | 423Análisis Patologías Respiratorias Carpinteros | 433Rediseño de Sala de Control del Ferrocarril de Antofagasta | 440Prevalencia Trastornos Hospitales | 447Identificación Condición Física Dolor Lumbar | 454Recuento Espermático Hipoxia Ratón | 461

FUNDACIÓNCIENTÍFICA

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Editorial | Ciencia & Trabajo

• C&T se publica con un nuevo diseño en su tapa, tanto en su edición electrónica como en su edición impresa. Esta nueva presentación pretende hacer más claros y atractivos nuestros contenidos.• Desde esta edición C&T ha cambiado su formato monográfico, buscando con esto dejar claro el carácter multidisciplinar y plural de nuestra publicación en las temáticas que le dan sentido y vida.• Recientemente hemos realizado nuevas adap-taciones de nuestras normas de publicación, para seguir las recomendaciones de las distintas bases de datos científicas que actualmente estamos

postulando (normas Vancouver).• Se ha mejorado la accesibilidad a nuestros contenidos desde las ediciones electrónicas (www.cienciaytrabajo.cl).• En esta edición, y en las futuras C&T, incorpora una mayor cantidad de artículos en sus volúmenes, especialmente de produc-ción nacional de excelente nivel, en sintonía con las nuevas políticas y determinaciones de nuestra publicación, que en comu-nión con nuevos estándares de calidad, pretenden mejorar su producción y categoría.Esperamos que estas nuevas transformaciones de nuestra publica-ción se traduzcan en que los presentes artículos le sean de gran utilidad. Agradecemos a todos los autores por habernos confiado sus trabajos y apoyado en esta nueva etapa de desarrollo de nuestra Revista.Deseo a la vez, y en nombre de todos los integrantes de C&T, transmitirle a toda la familia y seres queridos de don Eugenio Heiremans Despouy, una especial muestra de afecto por su lamen-table pérdida, y un merecido reconocimiento por el ejemplo entre-gado al ofrecer su vida al servicio de las personas y sus institu-ciones.

Aunque es tradición, y pertenencia, utilizar esta sección para introducir e incentivar a nuestros lectores en la lectura de los artículos, en esta opor-tunidad debo necesariamente hacer una excep-ción, dedicando estas cortas y sentidas líneas a la trayectoria de un notable y brillante empresario que nos acompañó hasta hace pocos días, y que sin lugar a dudas ha dejado su huella indisoluble en la historia de nuestro país. Líder indiscutido en materia de seguridad y salud laboral, aportando a través de su legado al sostenido desarrollo de las mutuales de accidentes del trabajo y enferme-dades profesionales, lo cual ha beneficiado a miles personas, entregándoles salud y calidad de vida.Me refiero a don Eugenio Heiremans Despouy (1923-2010), fundador de la Asociación Chilena de Seguridad -ACHS-, quien impulsara con sostenidos bríos la creación de la Fundación Científica y Tecnológica ACHS (FUCYT) con el fin de promover la investigación científica en el área de la seguridad laboral y salud ocupacional, y así, mejorar las condiciones de trabajo y aumentar la productividad de las empresas y sus trabajadores. Entidad que sustenta y da vida a la Revista Ciencia y Trabajo (C&T), cuyos objetivos están destinados a diseminar conocimiento científico y tecnológico de excelencia, en estas importantes áreas antes mencionadas.Celebramos hoy su visión innovadora, en un contexto caracteri-zado por una escasa inversión en investigación y desarrollo en América Latina, una limitada formación de capital humano califi-cado e insuficiente infraestructura tecnológica. La Fundación Científica y Tecnológica ACHS (FUCYT) siguiendo el ideario de su promotor asume estos nuevos desafíos y tendencias, pretendiendo desde una perspectiva de mejoramiento continuo, que su Revista Ciencia & Trabajo colabore de forma importante al desarrollo de Chile, a través de la difusión de los avances del conocimiento que son pilares fundamentales de la innovación, desarrollo e investigación. Es por ello, que en el presente volumen aquello se ve traducido en:

DON EUgENIO HEIREMANs DEspOUy

Editorial

Víctor E. Olivares Faúndez Editor Jefe

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A120 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | Ciencia & Trabajo

“C&T, Ciencia & Trabajo” es una publicación trimestral, propiedad de la Fundación Científica y Tecnológica Asociación Chilena de Seguridad. Derechos Reservados. Todos los textos publicados están protegidos por derecho de autor, conforme a la ley No 17.336 de la República de Chile.

Se autoriza la publicación posterior o la reproducción total o parcial de los artículos, en formato impreso o electrónico, siempre y cuando se cite “C&T, Ciencia & Trabajo”, como fuente primaria de publicación.

Vicuña Mackenna 210, piso 6, Providencia - Chile.Teléfono: (56-2) 685 3884 • e-mail: [email protected] • Internet: www.cienciaytrabajo.cl

Imprenta: Puerto Madero

Ciencia & TrabajoDirector: Rodolfo Retamales Editor Jefe: phD. Víctor OlivaresAsistente Editorial: Leonardo VarelaReferencias e Indización: Katherinne RivasCorrector de Texto: Ramón EspinozaTraducción Inglés: Laura MoraDiseño gráfico: Corina garcía

CONsEJO EDITORIAL:phD Arie shiromUniversidad de Tel Aviv, Israel.phD. Carlos Díaz Universidad de Chile, Chile.Dra. Catterina FerreccioDepartamento de salud pública, pontificia Universidad Católica de Chile, Chile.phD. Christina MaslachUniversidad de California, Berkeley, UsA.phD. Dana LoomisEscuela de salud pública, Universidad de Carolina del Norte, UsA.Dr. Eduardo AlgrantiFUNDACENTRO, Brasil.phD. Eusebio Rial-gonzalez Agencia Europea de seguridad y salud en el Trabajo, España.phD. Juan Andrés pucheupontificia Universidad Católica de Chile, Chile.phD. Kyle steenlandEscuela de salud pública, Universidad de Emory, UsA.Dra. Luz ClaudioMount sinai school of Medicine, UsA.phD. Marisa salanovaUniversidad Jaume I de Castellón, España.phD. Marisol ConchaAsociación Chilena de seguridad, Chile.Ing. Nella MarchettiUniversidad de Chile, Chile.Dr. Oscar Nieto Fundación Iberoamericana de seguridad y salud Ocupacional, Argentina.phD. pablo Livacic Universidad de santiago de Chile, Chile.phD. pedro R. gil-MonteUniversidad de Valencia, España.Dr. Rubén Torres Organización panamericana de la salud, Ops / Organización Mundial de la salud, OMs, Chile.phD. sarah gammageOrganización Internacional del Trabajo, OIT.phD. shrikant BangdiwalaEscuela de salud pública, Universidad Carolina del Norte, UsA.phD. steven MarkowitzQueens College, UsA. Ms. Víctor CórdovaAsociación Chilena de seguridad, Chile.

Revista Ciencia & Trabajo se encuentra en las siguientes bases de datos:• Dialnet (www.dialnet.com) • EBSCO (www.ebscohost.com) • Latindex (www.latindex.org) • Latindex (catálogo) (www.latindex.org) • LILACS (www.bireme.br) • Ulrich's International Periodicals Directory (www.ulrichsweb.com) • Psicodoc (www.psicodoc.copmadrid.org) • e-revistas (www.erevistas.csic.es)

AÑO 12 • NÚMERO 38 • OCTUBRE / DICIEMBRE • 2010

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Índice | Ciencia & Trabajo

A119 EditorialA121 ÍndiceA112 En este número

Artículos de DifusiónA124 Sección Ehp Células Madres. Un Creciente Conocimiento en el Campo de los Estudios Neurotoxicológicos

Artículos Originales397 Seguridad, Salud y Percepción de Factores Personales y Organizacionales en la Industria Manufacturera Salazar J, Aranda C, Pando M, Gómez G, González R

403 ¿Cómo el Liderazgo Transformacional de Supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas? Evidencia de dos Hospitales Chilenos Pucheu A

410 Estado de Salud de los Trabajadores del Sector de la Construcción en Bogotá Colombia. Bogotá. 2009 Fajardo-Zapata A, Méndez-Casallas F, Molina L

414 Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del Sector Forestal en Chile Ackerknecht C

423 Un Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios de Altura en Chile Ahumada L

433 Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia) Gómez-Yepes M, Cremades L

440 Rediseño de la Sala de Control de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia: Diseño Acústico y Mobiliario Delzo Del Pino E

447 Prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de Pacientes y Caracterización de Potenciales Factores de Riesgo Gutiérrez M, Flores C, Monzó J

454 Identificación de Variables Relacionadas con la Condición Física para el Control Ergonómico de Factores Humanos Vinculados al Dolor Lumbar Solari G, Solari B

461 Recuento Espermático, Peso Corporal y Pesos de Órganos Reproductivos Pos Hipoxia Hipobárica Intermitente Simulada en Ratón (Mus musculus) Amtmann N, Bustos E, Bernal A

Índice IndexA119 EditorialA121 IndexA112 In this Issue

Diffusion ArticlesA124 Ehp’s Section Growing Knowledge. Using Stem Cells to Study Developmental Neurotoxicity

Original Articles397 Safety, Health, and Perception of Personal and Organizational Factors in the Manufacturing Industry Salazar J, Aranda C, Pando M, Gómez G, González R

403 How Does Nurse Supervisors’ Transformational Leadership Affect the Level of Burnout of Clinical Nurses? Evidence from Two Chilean Hospitals Pucheu A

410 Health Status of Workers from the Construction Industry in Bogotá, Colombia. Bogotá, 2009 Fajardo-Zapata A, Méndez-Casallas F, Molina L

414 The Relationship Between Age and Accident Rates in Workers from the Forest Industry Ackerknecht C

423 Analysis of Fire Safety in High-rise Buildings in Chile Ahumada L

433 Analysis of the Incidence of Respiratory Pathologies Caused by Exposure to Wood Dust in Carpenters of Quindío (Colombia) Gómez-Yepes M, Cremades L

440 Redesign of the Traffic Control Room of the Antofagasta-Bolivia Railroad Company: Acoustic and Furniture Design Delzo Del Pino E

447 Prevalence of Musculoskeletal Diseases and Potential Risk Factors Among Hospital Personnel Handling Patients Gutiérrez M, Flores C, Monzó J

454 Identification of Variables for Physical Condition for Ergonomic Control of Human Factors Related to Low Back Pain Solari G, Solari B

461 Sperm count, Body and Reproductive Organs Weight Post Simulated Intermittent Hypobaric Hypoxia on Mouse (Mus musculus) Amtmann N, Bustos E, Bernal A

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Contribución de las Células Madres a los Estudios NeurotoxicológicosEs sabido que los órganos de embriones en desarrollo son altamente sensibles a alteraciones químicas, en especial el cerebro. Es en este contexto que las células madres juegan un papel fundamental al investigar cómo efectivamente se ve afectado el desarrollo humano o la capacidad de aprender de los niños frente a la exposición a ciertos químicos endógenos.

Seguridad, Salud y Percepción de Factores Personales y Organizacionales en la Industria ManufactureraEl estudio tiene como objetivo examinar situaciones laborales de los trabajadores en la industria manufacturera, identificando los factores de seguridad, riesgo de la organización y la percepción que tienen los mismos trabajadores con respecto a su relación laboral y los factores organizacionales.

¿Cómo el Liderazgo Transformacional de Supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas? Evidencia de Dos Hospitales ChilenosEste artículo presenta los resultados obtenidos al solicitar información sobre la manera en que las prácticas de liderazgo de enfermeras supervi-soras afectan el nivel de burnout de las enfer-meras clínicas que les reportan.

Estado de Salud de los Trabajadores del Sector de la Construcción en Bogotá Colombia. Bogotá. 2009En este trabajo se realizó un estudio transversal de prevalencias, donde se analizaron 1175 historias clínicas ocupacionales de ingreso de traba-jadores del sector de la construcción, esto con el fin de indagar el estado de salud de los trabajadores de la industria de la construcción de la ciudad de Bogotá

Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del Sector Forestal en ChileLa siguiente investigación nace de la tendencia observada sobre envejecimiento de la población mundial y su incidencia en la fuerza laboral. Se llevó a cabo un estudio de aproximación a dicho problema en empresas forestales e industrias de la

ARTÍCULO DE DIFUsIÓN

En este Número

madera afiliadas (ACHS), investigando la evolución de la tasa de accidenta-lidad, tasa de siniestralidad por incapa-cidades temporales y promedio de días perdidos por accidente, según rangos de edad en trabajadores lesionados entre los años 2004 y 2008.

Un Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios de Altura en ChileEste trabajo tiene como objetivo estudiar el nivel de seguridad contra incendios de los edificios de altura en Chile, en base a un análisis descriptivo de datos que permita establecer de modo representativo la realidad existente en ellos para, posteriormente, entregar recomendaciones de mejoramiento.

Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia)Es bien conocido por la comunidad científica internacional que la exposición al polvo de madera, dependiendo del tipo de madera utilizada en la fabricación del mueble, acarrea diferentes problemas a la salud en carpinteros. A continuación, se presenta un análisis de las consecuencias producto de la exposición al polvo de madera.

Rediseño de la Sala de Control de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia: Diseño Acústico y MobiliarioEl presente artículo propone la implementación de nuevos elementos en sala de control de tráfico del ferrocarril Antofagasta-Bolivia que generen un impacto directo en la baja de los costos por concepto de ausentismo, seguridad laboral y calidad de vida de las personas.

Prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de Pacientes y Caracterización de Potenciales Factores de RiesgoEl estudio tuvo como propósito identificar potenciales factores de riesgo de trastornos músculo-esqueléticos (TMEs) en proce-dimientos realizados por personal de seis cargos, que efectuaban manejo de pacientes en labores pre e intrahospitalarias.

Identificación de Variables Relacionadas con la Condición Física Para el Control Ergonómico de Factores Humanos Vinculados al Dolor Lumbar

El objetivo de esta investigación fue identificar las diferencias signi-ficativas entre los indicadores de la condición física y el Síndrome de Dolor Lumbar (SDL) en trabajadores de una empresa de la gran minería del norte de Chile.

Recuento Espermático, Peso Corporal y Pesos de Órganos Reproductivos Pos Hipoxia Hipobárica Intermitente Simulada en

Ratón (Mus musculus)Por medio de este trabajo de investigación se evaluó un recuento espermático total y cambios en el peso corporal y de órganos reproductivos en ratones some-tidos a hipoxia hipobárica intermitente (HI); lo ante-rior producto de una exposición simulada a la altura, en cámara hipobárica (asemejándose a condiciones laborales de faena minera del norte de Chile).

ARTÍCULOs ORIgINALEs

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Environmental Healthp e r s p e c t i v e s

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Son muchos los indicios que avalan que los órganos de embriones en desarrollo, en especial el cerebro, son extremadamente sensibles a las alteraciones químicas. No obstante, es muy poco lo que saben los científicos sobre cómo efectivamente se ve afectado el desarrollo humano o la capacidad de aprender de los niños

frente a la exposición a ciertos químicos endógenos. Más aun, casi no existen datos que indiquen de qué manera la gran mayoría de las 84.000 sustancias químicas que actualmente se encuentran en el Inventario Químico de la Ley de Control de Sustancias Tóxicas (TSCA)1 –incluyendo la mayoría de los 201 compuestos conocidos por su neurotoxicidad en los adultos y las 1.000 sustancias químicas conocidas por su neurotoxicidad en los animales2– afecta el desarrollo de los infantes. Tampoco existe claridad sobre si la realización de pruebas en animales permite siempre comprender mejor la posible susceptibilidad de los humanos.Una nueva línea de investigación basada en el estudio de células madres humanas ha proporcionado importantes percepciones de cómo los químicos pueden afectar el desarrollo neonatal. Las células madres son células “maestras” capaces de producir, en parte o en su totalidad, los más de 200 tipos de células existentes en el cuerpo humano. En la actualidad, algunos investigadores creen que las células madres pueden permitir que los científicos obtengan mayor información sobre cómo la exposición a químicos ambientales afecta el desarrollo humano, particularmente el desarrollo del cerebro. “Éste es el momento para hablar del estudio de las células madre en el contexto de la salud medioambiental”, sostiene Tracey Woodruff, directora del Programa de Salud Reproductiva y Medio Ambiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Francisco (UCSF).

La Promesa de las Células Madres

En estos momentos, los estudios realizados en Estados Unidos y en la Unión Europea (EU) no contemplan el uso de células madres provenientes de embriones humanos, ya que el pasado 23 de agosto la Corte Federal del distrito de Columbia negó la aplicación ©

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Cultivo de células madres neuronales

Micrografía fluorescente de

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de humano que muestra a

las células diferenciándose

en diferentes tipos

celulares mientras

migran desde la

neuroesfera central.

El azul claro indica los fila-

mentos gliales; el amarillo,

tubulina III; y el

rosado, ADN nuclear.

Un creciente conocimiento en el campo de los estudios

neurotoxicológicos

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ehp | Contribución de las Células Madres a los Estudios Neurotoxicológicos

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de fondos federales para este tipo de inves-tigación3 (el 9 de septiembre, el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia acce-dió a la solicitud del Departamento de Justicia para continuar temporalmente con estos estudios financiados con fondos públicos mientras se aguarda el fallo defini-tivo). Por otro lado, la mayoría de los pro-yectos apuntan a buscar otras alternativas para evaluar la neurotoxicidad potencial con células humanas, empleando células madres neuronales –también conocidas como células progenitoras neuronales– derivadas de fetos humanos5.

Se piensa que las células progenitoras neuronales son multipotentes debido a su capacidad de generar los tres principales tipos celulares del cerebro humano. Según Tim Shafer, especialista en investigación toxicológica de Integrated Systems Toxico-logy Division de la Agencia de Protección

Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), estas células pueden prove-nir del tejido nervioso fetal, de embriones humanos o del tejido nervioso adulto.

Las células progenitoras multipotentes son capaces de generar casi todos los tipos celulares que se necesitan para mantener la salud de un órgano. En cambio, las células madres embrionarias, consideradas pluri-potentes, pueden producir células de más de un órgano. Sólo el cigoto resultante de la unión de un espermatozoide y un óvulo humanos, y las células de un embrión muy temprano son efectivamente totipotentes, ya que pueden generar cualquier tipo de célula necesaria para la vida humana, inclu-yendo, en especial, la placenta y las mem-branas extraembrionarias (como por ejem-plo, el amnios)6.

Las posibles aplicaciones terapéuticas de las células madres –como la regenera-

ción de piel para quemados, terapia para pacientes que se han sometido a una cirugía a corazón abierto o producción de células cerebrales para tratar la enfermedad de Par-kinson9– ya son gran centro de atención. Sin embargo, el valor esperado de estas célu-las como herramientas de investigación puede ser aun mayor, sostuvieron los exper-tos participantes de un taller sobre el tema, realizado en junio de 2010 por el Standing Comitte on the Use of Emerging Science for Environmental Health Decisions del Con-sejo Nacional de Investigación de Estados Unidos (NRC, por sus siglas en inglés).

La habilidad que tienen las células madres para diferenciarse en una gran variedad de tipos celulares hace posible su empleo para modelar aspectos de la biolo-gía humana que durante largo tiempo habían estado fuera de estudio. Gracias a ellas, ahora se puede, además de estudiar

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Células madres pluripotentes inducidas derivadas de células madres adultas

Células madres Pluripotentes de sangre de cordón umbilical

Zygote Totipotente BlastocistosEmbrión

Células madres adultas Multipotentes

Células neuronales

Células sanguíneas

Células musculares

Células óseas

Células hepáticas

Células madres: una fuerza potente

La potencia denota el potencial de una célula madre para diferenciarse en diferentes tipos celulares. Las células totipotentes, producto de la fusión entre un óvulo y un espermatozoide, pueden diferen-ciarse en cualquier tipo celular, incluyendo la placenta y las membranas extraembrionarias.Las células pluripotentes pueden diferenciarse en casi todos los tipos celulares. Las células multipotentes, células indiferenciadas que se encuentran en varios tejidos del cuerpo adulto, son aquellas que sólo pueden generar células de un mismo origen embrionario.

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Artículo de Difusión | ehp

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Investigación en 3-DEn Europa, equipos de Alemania y Polonia avanzan en el uso de células madre para detectar posibles efectos neurotóxicos. El primer y único estudio validado para eva-luar la neurotoxicidad, que se basa en célu-las madre embrionarias de roedores, fue desarrollado en el European Center for the Validation of Alternative Methods (ECVAM) de la Comisión Europea. Actualmente, este grupo se encuentra trabajando en la imple-mentación de células madre embrionarias para estudios neurotoxicológicos. El Center for Alternatives to Animal Testing de la Uni-versidad Johns Hopkins trabaja con grupos de Europa y Estados Unidos para coordi-nar el modo en que se implementan las nuevas tecnologías para estudiar posibles efectos neurotóxicos.

Fritsche está al frente de uno de los principales equipos de Alemania. Su grupo ha estado empleando neuroesferas, las cua-les consisten en un sistema comercialmente disponible para el análisis en cultivos celu-lares tridimensionales (3D) generados a partir de células progenitoras neuronales derivadas de humanos. El grupo de Frits-che ha recibido financiamiento por parte del gobierno alemán para crear pruebas basadas en la utilización de neuroesferas para la detección de efectos neurotóxicos. Los investigadores han demostrado que los sistemas celulares pueden imitar algunos de los procesos claves en el desarrollo neu-ronal humano, como la proliferación, dife-renciación y migración. Los esfuerzos de los investigadores de Polonia y la EPA de Estados Unidos por crear estas pruebas basadas en células madre o células progeni-toras neuronales estudian variables de valo-ración similares.

Los expertos concuerdan en que estos son algunos de los procesos críticos para la formación de un sistema nervioso funcio-nal. Una sinfonía de enzimas cuidadosa-mente orquestada, los canales iónicos y las proteínas, juegan todos un importante papel en el desarrollo del sistema nervioso, explica Shafer. Con la finalidad de que todo se desarrolle de manera adecuada, algunos procesos pueden llevarse a cabo en una secuencia temporal determinada, mientras que otros son espacialmente dependientes. Si las neuronas no pueden desarrollarse en una secuencia espacial y temporalmente adecuada, o si la secuencia

ehp | Contribución de las Células Madres a los Estudios Neurotoxicológicos

superar otros detrimentos de las pruebas con animales. Los biólogos han sospechado por largo tiempo que a causa de las diferen-cias existentes entre el desarrollo embriona-rio temprano de roedores y humanos, las pruebas basadas en animales ya no son un buen vaticinador de posibles efectos neuro-tóxicos, especialmente en las etapas más tempranas. “Puede ser que para algunas vías en particular –como aquellas media-das por el receptor de aril hidrocarburo (AhR)– existan estas diferencias de espe-cie”, dice Woodruff.

Las diferencias que hay entre las células de humanos y de ratones “demuestran nuestra necesidad de buscar células aplica-bles a los humanos”, dice Mary Alice Smith, profesor asociado del Department of Environmental Health Science de la Universidad de Georgia. “En este momento, parece como si existiera una diferencia real entre las células de humanos y de ratones en cuanto al AhR, lo cual puede ayudar a explicar algunas de las diferencias que vemos entre las especies”.

“Debido a que entre especies las vías de señalización no se activan de modo simul-táneo, los agentes tóxicos pueden interferir de diferentes maneras”, explica Ellen Frits-che del Environmental Health Research Ins-titute de la Universidad de Dusseldorf y la Universidad de Aachen. “De este modo, los experimentos con animales, si bien pueden dar una sobrestimación o subestimación de las propiedades tóxicas de los químicos, pueden también entregar el resultado correcto. Para poder comprender el valor predictivo de la experimentación con ani-males, uno debe entender cuáles son los mecanismos de los procesos biológicos al evaluar especies y al hacer comparaciones con humanos, así como también cuáles son los mecanismos de acción de las toxicidades químicas.

Finalmente, Woodruff señala que las células humanas pueden ayudar a los cien-tíficos a evaluar los riesgos asociados a los niveles de exposición que cada vez más son experimentados por el público general. La utilización de células humanas también ofrece a los investigadores la oportunidad de comenzar a formular una explicación sobre la variabilidad y susceptibilidad gené-ticas de los humanos, basándose en las diferentes etapas de la vida y estados de salud.

los procesos involucrados en el desarrollo prenatal, realizar investigaciones genéticas, como las interacciones ambientales y la producción de tipos celulares difíciles de mantener en laboratorio, como lo son las células hepáticas, renales y nerviosas. Antes, los científicos que buscaban estu-diar el tejido neuronal humano utilizaban células derivadas de tumores del sistema nervioso, que se suponía “no eran células normales”, según indica Shafer. La otra alternativa era emplear animales para “poder hacer el cultivo cada vez que se quisieran células”.

Las células madres ofrecen la posibili-dad de mejorar el modo en que se evalúan los compuestos químicos, ya que compren-den la utilización de células humanas y además porque son capaces de proporcio-nar mayor información con respecto a un amplio rango de productos químicos mucho más rápido que los estudios toxico-lógicos convencionales, sostiene Woodruff. “Es una técnica no invasiva para probar efectos en humanos”, afirma.

Estas células tienen además la ventaja de obviar la necesidad de experimentar con animales. “Ha surgido una presión por dejar de lado las pruebas toxicológicas con animales”, dice Woodruff, haciendo énfasis en que esta tendencia es un objetivo explí-cito del Marco Reglamentario del Sistema REACH (Registro, Evaluación, Autoriza-ción y Restricción de Sustancias y Prepara-dos Químicos) de la Unión Europea.

Un informe del NRC publicado en el año 2007 indica que el optar por los méto-dos in vitro, como aquellos basados en la utilización de células madres, puede redu-cir en gran medida las pruebas toxicológi-cas con animales, con la posibilidad de eliminar esta práctica por completo. El uso de pruebas con animales para la detección de los efectos neurotóxicos de los cientos de miles de químicos de los cuales no se cuenta con ningún tipo de información “es sim-plemente poco viable”, afirma Shafer, quien se encuentra participando en un proyecto que emplea células progenitoras neuronales para evaluar cómo los compuestos quími-cos afectan el neurodesarrollo humano. “El costo sería demasiado, tomaría años y años en llevarse a cabo, y… tomaría literalmente millones de animales”.

La utilización de células madres en los estudios toxicológicos puede asimismo

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Tratamiento del Autismo con Células MadresRicardo Dolmetsch, neurobiólogo de la Universidad de Stanford, está empleando un enfoque

muy diferente para el uso de células madre en estudios relativos a la salud ambiental de los niños. El equipo de Dolmetsch emplea células madre humanas para investigar trastornos del Espectro Autista (TEA), sentando las bases que eventualmente les permitirán crear un sistema de detección de agentes ambientales para evaluar si efectivamente son causantes de estos trastornos, sostiene.

La incidencia informada de estos trastornos ha ido en aumento y, aunque ciertas evidencias circunstanciales sugieren que se deben a agentes ambientales, no existen datos consistentes, señala Dolmetsch. Encontrar conexiones con modelos convencionales de animales es problemático, ya que los científicos creen que ciertas clases importantes de neuronas sólo están presentes en los primates, señala.

Dolmetsch ha logrado identificar con éxito algunos de los genes involucrados en los TEA, concentrándose en aquellos trastornos relativamente poco comunes que tienen una conexión genética. Existe la posibilidad de que estos grupos de pacientes posean “firmas moleculares y celulares” parecidas, explica.

Junto con sus colegas, Dolmetsch recoge células de la piel de estos pacientes y las reprograma, transformándolas en células iPS que luego son convertidas en células funcionales. El equipo de investigación ha producido exitosamente una amplia variedad de neuronas y células gliales, incluyendo células catecolaminérgicas, las cuales controlan la secreción de hormonas como la dopamina que ha sido implicada tanto en la esquizofrenia como en el autismo.

En un trabajo sin publicar presentado en el encuentro de la NRC de junio, el grupo de Dolmetsch dice haber tenido éxito en la identificación de genes asociados a los déficits en la señalización del calcio y a las irregularidades cardiacas presentes en pacientes con el síndrome de Timothy, una enfermedad poco común que se caracteriza por la presencia de sindactilia, que por lo general se asocia a retrasos del desarrollo y autismo. Estos investigadores también han descubierto un compuesto que parece revertir los problemas de señalización del calcio y que, según Dolmetsch, puede ayudar a los farmacólogos a descubrir algún medicamento para los niños con el síndrome.

El grupo de Stanford está investigando las conexiones existentes con otros TEA revelados por su trabajo. Ellos atribuyen el éxito que hasta ahora han logrado con su investigación, a lo que Dolmetsch llama enfoque focalizado, donde el análisis se restringe sólo a los genes que se sospecha están involucrados en las enfermedades bajo estudio. Aunque Dolmetsch y su equipo aún no han utilizado células iPS para estudiar los factores ambientales causantes de TEA, creen que “al menos en un principio es factible”.

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es interrumpida, podemos estar frente a un trastorno del neurodesarrollo, sostiene.

Los investigadores alemanes han demostrado que la exposición de las neu-roesferas a agentes tóxicos comunes, tales como el cloruro de mercurio y el cloruro de metilmercurio, disminuye su producción de células nerviosas y su capacidad de des-plazamiento. El grupo de Fritsche también ha empleado neuroesferas para probar que la exposición a materiales ignífugos con éter difenílico polibromado (PBDE) puede producir alteraciones en las células cerebra-les del feto humano, disminuyendo en más de un 25% la capacidad de desplazamiento de las células durante el desarrollo cerebral. En un análisis más reciente, compararon las respuestas de neuroesferas de humanos y ratones frente a los hidrocarburos polia-romáticos, cuyos posibles efectos neuro-tóxicos se basan en la activación del recep-tor AhR. Fritsche y sus colegas descubrie-

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ron que el AhR no se activaba en las células humanas. Escribieron: “ahora contamos con pruebas consistentes que indican que la señalización de AhR humana es menos operativa que la función del AhR de la mayoría de los animales de laboratorio”.

Los análisis en cultivos de neuroesferas poseen la misma debilidad que aquellos de los métodos in vitro, sostiene Fritsche. “No estamos en condiciones de realizar un estu-dio farmacocinético, ya que no contamos con un organismo completo y la capacidad metabólica de la cual disponemos es limi-tada. El sistema también está restringido a los procesos básicos del desarrollo cerebral. No se puede evaluar la función sináptica y, por ende, tampoco las funciones del sinci-tio ni las funciones cognitivas superiores.

Pero a pesar de todo, las neuroesferas son muy adecuadas para los estudios neu-rotoxicológicos, dice Fritsche, quien sos-tiene además que éstas son las “especies

correctas”. Las neuroesferas representan la interacción existente entre los diferentes tipos de células neuronales (por ejemplo, la protección de neuronas y las células gliales) y pueden producir resultados de manera mucho más rápida y menos costosa que los experimentos con animales de laboratorio. Mientras las pruebas convencionales toman alrededor de 18 meses y requieren el uso de aproximadamente 140 hembras y 1.000 descendientes, un ensayo con neuroesferas puede demorar cuatro semanas (para eva-luar la viabilidad neuronal, proliferación, migración, diferenciación y apoptosis). También Fritsche estima que los experi-mentos que está desarrollando con su equipo tienen un costo de aproximada-mente un 80% menos que aquellos realiza-dos con métodos convencionales.

Fritsche sostiene que la naturaleza tri-dimensional de las neuroesferas ofrece también ventajas únicas. En un trabajo no publicado, dice que ella y sus colegas han demostrado que las neuroesferas expresan ciertas conexinas, moléculas que forman las uniones en hendidura que median la comunicación intercelular. Esta comunica-ción es conocida por desempeñar un papel importante en la mantención de la salud tisular y por responder a los cambios que se producen en el ambiente celular. Sin embargo, admite que aún no ha intentado estudiar de qué modo se asemeja la comu-nicación intercelular entre neuroesferas con el modo en que se comunican las neuronas en el cuerpo humano. Dice que sospecha que “al menos, algún tipo de comunicación que existe in vivo se conserva después de la preparación de las células”.

Otra ventaja de las neuroesferas es que “las células se autoorganizan y se influen-cian entre sí mediante las funciones endo-crinas (las que gobiernan casi todos los mecanismos de señalización celular)”, afirma. “Esto hace que la situación para cada célula sea más real que la de un simple cultivo en monocapa; por ejemplo, algunas células pueden proteger a sus vecinas”.

Esto queda demostrado cuando se comparan pruebas realizadas con PBDE que utilizan neuroesferas y una línea celu-lar de neuroblastoma humano, dice. Aun-que se ha comprobado que las concentra-ciones de BDE-47 mayores a 5 mM pueden destruir las células de neuroblastoma humano, Fritsche afirma que los experi-

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mentos con neuroesferas humanas no evi-denciaron citotoxicidad frente a concentra-ciones de PBDE, al menos dos veces a ese nivel de concentración. No obstante, los estudios con neuroesferas sí probaron que el PBDE tiene efectos en la migración y diferenciación en neuronas y células glia-les. “Creemos que es importante investigar estas variables de valoración como variables específicas para el desarrollo de la neuro-toxicidad en contraste con la citotoxicidad, que no es una medida específica”, señala.

En la actualidad, Fritsche y sus colegas han estudiado cómo las neuroesferas se ven afectadas por la exposición a siete quími-cos, que incluyen bifenilos policlorados, a-benzopireno, 3-metilcolantreno y 2,3,7,8-tetracloro-dibenzo-p-dioxina. En estos momentos están investigando el arsénico, el ácido valproico (anticonvulsivante que ha estado involucrado en los trastornos del espectro autista) y el metilazoximetanol (conocido por sus efectos en el funciona-miento neuronal de los animales) junto con algunos otros pesticidas. Con la inten-ción de validar en el futuro la utilidad de las neuroesferas, el equipo también se encuentra trabajando con compuestos que se supone no afectan el desarrollo neuronal y los resultados aún no publicados sugieren que los ensayos pueden discriminar apro-piadamente, indica. Como visión a largo plazo, su grupo además piensa emplear células progenitoras de otros órganos con el objetivo de ampliar las modalidades de pruebas toxicológicas que pueden realizar.

El Cordón Umbilical: Una Esperanza de VidaHace más de una década, científicos de la Polish Academy of Sciences, a cargo de Krystyna Domanska-Janik, quisieron encontrar otra fuente de células madre humanas que no fuese el tejido embriona-rio, ya que el gobierno de su país les prohi-bía su uso. Con el tiempo, lograron éxito al crear una fuente no controvertida de células madre pluripotentes, utilizando sangre del cordón umbilical humano. A partir de ahí, Leonora Buzanska, quien ahora encabeza el Cell Bioengineering Laboratory del Mossakowski Medical Research Centre de la academia, descubrió una manera de generar una línea de células madre neuronales.

Recientemente, en colaboración con

un equipo de investigación encabezado por Sandra Coecke de la Joint Research Centre’s In Vitro Models Unit de la Comisión Euro-pea, Buzanska y sus colegas de Warsaw demostraron que esta línea celular puede servir de sistema modelo para la evaluación neurotoxicológica. El grupo confirmó la respuesta de las líneas frente a químicos conocidos por sus propiedades neurotóxi-cas, como el telurito de sodio, el cloruro de metilmercurio, cloruro de cadmio, clorpi-rifos y l-glutamato. También probaron que las células no se veían afectadas por la exposición al acetaminofén, teofilina y l-glutamato, y que su sistema de análisis era capaz de identificar distintas susceptibili-dades en cada etapa del desarrollo. Por ejemplo, los análisis revelaron que las célu-las menos diferenciadas eran más sensibles a todos los agentes neurotóxicos, con excepción del l-glutamato, que mostró una toxicidad mayor en etapas posteriores.

Buzanka colabora actualmente con un equipo de investigadores liderado por François Rossi de la Joint Research Centre’s Nanobiosciences Unit de la Comisión Europea, con la finalidad de desarrollar lo que ella llama una “microplataforma para el crecimiento y diferenciación de células madre con microdominios biofunciona-les”. Estos microdominios contienen dife-rentes “microambientes” que permiten que las células madre se puedan diferenciar hasta alcanzar uno de los puntos de desa-rrollo, explica Buzanska.

El objetivo es poblar la plataforma con células madre del mismo linaje que puedan mantenerse en diferentes etapas de desarro-llo, desde la etapa pluripotente hasta las neuronas funcionales. Esta plataforma de análisis permitirá a los científicos evaluar de manera simultánea la influencia que los agentes químicos en estudio tienen en las diferentes etapas del neurodesarrollo, así como también poder saber si varios micro-ambientes pueden actuar como protectores de células en etapas definidas, explica. Buzanska cuenta que su equipo se encuen-tra estudiando las microplataformas con cloruro de metilmercurio y espera publicar sus resultados a comienzos del 2011.

Como los procesos implicados en el desarrollo cerebral son extremadamente complejos, se necesita más que un modelo in vitro para cubrir todos los aspectos que sean posibles, señala Fritsche. “Las células

de Buzanska pueden ser una gran contri-bución a la batería de estudios in vitro propuestos”, dice. “Sería de gran utilidad el poder generar esas líneas de células madre derivadas del cordón umbilical de personas que representan la diversidad genética de los humanos. La gran ventaja es que siem-pre podremos contar con sangre de cordón umbilical”.

Lo que Depara el FuturoBuzanska y Fritsche creen que los enfoques dados a sus plataformas para evaluar la neurotoxicidad obtendrán resultados mucho más rápido que los experimentos con animales de laboratorio, pero todavía sigue la incógnita de si la plataforma de Buzanska podrá finalmente realizar ensa-yos de alto rendimiento. Fritsche señala que las neuroesferas no pueden producir más de lo que ella llama “ensayos de rendi-miento medio” (medium-throughput screening). Sin embargo, no todos los com-puestos deben ser testeados para detectar neurotoxicidad, afirma; por ejemplo, “los agentes que no traspasan la placenta no son de nuestro interés (en este contexto)”. Los compuestos que deben encabezar los ensa-yos para detectar efectos tóxicos son los disruptores endocrinos y aquellos que han demostrado poseer estos efectos en los aná-lisis realizados con animales de laboratorio. Por lo tanto, incluso cuando la realización de un estudio toxicológico con neuroesfe-ras completo tarda cuatro semanas, fácil-mente se pueden analizar unos 100 com-puestos al año mediante la configuración automatizada, señala.

El proyecto en desarrollo de Shafer en la EPA sigue un enfoque similar al de los iniciados en Europa, en cuanto al uso de células progenitoras neuronales para eva-luar cómo los compuestos químicos afec-tan el neurodesarrollo humano. Shafer sostiene que el objetivo de su equipo es desarrollar lo que ella llama un enfoque “de primer nivel” para identificar aquellos químicos que ameritan el desarrollo de análisis neurotoxicológicos más detallados y, quizás más adelante, continuar las inves-tigaciones con un modelo de especie alter-nativo como el pez cebra y luego con un roedor u otras especies mamíferas.

Los procesos implicados en el neurode-sarrollo, cuyos ensayos están siendo idea-dos por Shafer y sus colegas, incluyen la

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proliferación, diferenciación, crecimiento de neuritas, la creación de hendiduras sinápticas (sinaptogénesis), migración, mie-linación y apoptosis. Como el grupo tra-baja para desarrollar ensayos que sirvan para evaluar el efecto que los agentes quí-micos tienen sobre estos procesos, uno de los objetivos es asegurar que los ensayos sean susceptibles al alto rendimiento, explica Shafer. Están empleando cultivos en monocapa del modelo comercial ReN-cell CX, derivado de un feto humano, lo cual hace factible que otros puedan condu-cir los mismos experimentos, dice, y ade-más las monocapas bidimensionales son más fáciles de emplear que las neuroesferas 3D para ensayos de alto rendimiento.

De las aplicaciones para evaluar la neu-rotoxicidad que el grupo de Shafer está desarrollando, el ensayo de proliferación es uno de los que ha ido más lejos. La prolife-ración de las células progenitoras neurona-les es crucial para el desarrollo cerebral temprano, cuando el tubo neural se expande rápidamente y su parte anterior forma finalmente el cerebro. Al principio, el ensayo de proliferación probó su validez en una prueba pequeña con un grupo de agen-tes químicos de los cuales se tenía informa-ción que documentaba sus efectos en la proliferación. Posteriormente, los investi-gadores probaron el rendimiento del ensayo con las 309 sustancias químicas biológica-mente activas que se pueden analizar con la herramienta de detección ToxCast™ del National Center for Computational Toxi-cology de la EPA.

Al cierre de esta publicación aún no se conocía cómo el fallo de agosto afectaría los proyectos basados en células madre de algunos de los investigadores entrevistados para este artículo. Por ejemplo, Smith tra-baja junto a Steve Stice, director del Rege-nerative Bioscience Center de la Universi-dad de Georgia, en el desarrollo de un sis-tema con células germinales derivadas de células madre de embrión humano para producir un método in vitro que permita investigar los efectos que los compuestos tienen en el desarrollo y en la reproducción, y que afectan el funcionamiento del sis-tema endocrino. En el desarrollo humano temprano, explica Smith, las células que eventualmente formarán parte del sistema reproductor masculino o femenino produ-cen dos proteínas, DDX4 y POU5f1. Smith

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y Stice han estado estudiando los cambios producidos en los niveles metabólicos de las células que secretan estas proteínas para poder determinar las consecuencias bio-químicas de la exposición a agentes quími-cos ambientales. Smith indica que también les gustaría examinar los impactos produ-cidos en las células neuronales.

En otro trabajo con células madre embrionarias, Woodruff y Mike McMas-ter de los departamentos de Cell and Tis-sue Biology y Obstetrics, Gynecology, and Reproductive Sciences de la UCSF, están realizando ensayos donde se exponen célu-las madre frente a concentraciones de bis-fenol A similares a aquellas que se estudian en mujeres embarazadas y sus fetos. El equipo estudiará cómo estas exposiciones afectan los perfiles de expresión génica y su posible neurotoxicidad.

Una posible alternativa a las células madre derivadas de embrión humano, que fue analizada en el taller de la NRC de junio, es lo que conocemos como células madre pluripotentes inducidas (células iPS, por sus siglas en inglés). En los últi-mos años, los científicos comenzaron a reconocer que las células somáticas que componen la gran mayoría del cuerpo humano de un adulto pueden “reprogra-marse” para crear estas células iPS, sos-tiene M. William Lensch del Harvard University’s Children’s Hospital y el Har-vard Stem Cell Institute. Esto es posible porque todas las células de un individuo contienen el mismo ADN requerido para producir todo el cuerpo, explica. Las célu-las funcionales de un ser humano, como las células de piel o de hígado, son diferen-tes entre sí ya que pueden expresar diferen-tes partes del ADN. El proceso de repro-gramación incluye la cromatina de las células, encargada de controlar la expre-sión de los genes.

Hoy en día, las células iPS se emplean para producir diferentes tipos celulares, por lo que los investigadores creen que, al igual que las células madre embrionarias, pueden llegar a producir todos los tipos celulares del cuerpo. En el futuro, las célu-las iPS pueden probar su validez para estu-diar los efectos neurotóxicos de sustancias químicas, afirma Shafer. Estas células pue-den permitir que los investigadores pue-dan representar un mayor grado de varia-bilidad genética, dice.

La Necesidad de un Imperativo ReguladorHasta hace poco, casi todo lo que se sabía sobre los efectos neurotóxicos era el resul-tado de accidentes trágicos con plomo, metilmercurio, bifenilos policlorados (PCB), arsénico y tolueno. En los últimos años, los estudios prospectivos de cohorte de nacimiento realizados en los Centers for Children’s Environmental Health and Disease Prevention Research del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés) nos han enseñado incluso más al indicar que el arsénico, manganeso, pesticidas organoclo-rados, éteres difenílico polibromado, ftala-tos y el bisfenol A también pueden tener un impacto negativo en el desarrollo cerebral de los niños.

Philip Landrigan de la Escuela de Medicina Mount Sinai señala que de las cerca de 3.000 sustancias químicas utiliza-das en cantidades superiores a 1 millón de libras anuales en los Estados Unidos, en total sólo se ha analizado una pequeña fracción para evaluar su posible impacto en el sistema nervioso y en el desarrollo cere-bral. “Un ochenta por ciento de los agentes químicos a los cuales los niños se exponen día a día desde su concepción son sustan-cias cuyos posibles efectos tóxicos en el cerebro y en el sistema nervioso simple-mente se desconocen”, afirma.

No obstante, es posible prevenir el daño neuroconductual causado por los agentes químicos ambientales. En un influ-yente trabajo del año 2006, Landrigan y Philippe Grandjean de la Escuela de Salud Pública de Harvard exponen: “el análisis de los productos químicos antes de permitir su rotulación es una manera muy efectiva de prevenir la toxicidad”. Al final del día, Shafer dice “es un logro todo lo que se pueda hacer para aumentar el número de sustancias químicas de las cuales recoger información toxicológica (sobre el estado actual de las cosas)”.

Sin embargo, el contar con buenos aná-lisis en vez de realizar evaluaciones precisas de los riesgos producidos por los productos químicos actualmente en uso, es sólo una parte de la solución. Sin un mandato legis-lativo o regulatorio para estas pruebas, los expertos en salud pública como Landrigan cuestionan su efectividad. Landrigan culpa a la industria química por no responsabili-

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zarse por los productos que fabrica y vende, y además critica al gobierno por no hacer cumplir la ley.

“Me siento muy frustrado porque muchos de estos productos químicos sim-plemente no han sido analizados. Creo que el hecho de no realizar estas pruebas a los productos químicos incluidos en el Inventario TSCA (Inventario Químico de la Ley de Control de Sustancias Tóxicas) representa un grave error de administra-ción”, acusa. El proyecto de ley que moder-nizaría el sistema TSCA y que exigiría más análisis químicos ya ha sido presentado en ambas casas del Congreso de Estados Uni-dos. Por otro lado, la EPA ha propuesto

varias reglas que tienen el objetivo de mejorar el sistema de notificación de sus-tancias químicas del Inventario TSCA.

Mientras tanto, las personas y espe-cialmente los niños, se exponen a miles de sustancias químicas que nunca han sido analizadas de manera apropiada o que nunca han pasado por análisis alguno, sostiene Landrigan. “Es una posibilidad muy preocupante “, dice, “considerar que aquellas sustancias –a las que los niños están expuestos diariamente– que se detec-tan regularmente en la sangre de mujeres embarazadas, en la leche materna y en la sangre de cordón umbilical podrían bien ser sustancias neurotóxicas cuyos efectos

potenciales simplemente no han sido eva-luados de la mejor manera”.

Kellyn S. Betts ha escrito por más de doce años sobre contaminantes ambientales, riesgos de

productos químicos y tecnología al servicio del medio ambiente para diversas

publicaciones, incluyendo EHP y Environmental Science & Technology.

Artículo Original en Environmetal Health Perspectives • vOlumEn 118 |númERO 10 | Octubre 2010 – p. A432–A437.

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REFERENCIAS Y NOTAS

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2. P Grandjean, PJ Landrigan. Lancet 368(9553):2167–2178 (2006); doi:10.1016/S0140- 6736(06)69665-7.

3. Sherley v. Sebelius, Civ. No. 1:09-cv-1575 RCL, (DC Cir 2010). Disponible en: http://tinyurl.com/25ogrry [consultado el 15 de Septiembre de 2010].

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5. Cada uno de los expertos entrevistados para este artículo posee una postura diferente en cuanto a si las células progenitoras neurales que se utilizan en algunos de sus ensayos neurotoxicológicos son efectivamente células madre neuronales. Aunque las primeras son capaces de repoblar ciertas regiones del cerebro, algunos investigadores sostienen que en realidad no son células madre. En el año 2008, los científicos pertenecientes a este último grupo señalaron: “gran parte de lo que sabemos sobre las células madre adultas y su actual definición viene del sistema hematopoyético y del epitelio intestinal” [Louis SA, et al. Stem Cells 26(4):988-996 (2008); doi:10.1634/stemcells.2007-0867].

6. La etapa embrionaria se prolonga hasta la octava semana

de embarazo. Si desea obtener más información sobre la cronología del desarrollo fetal, visite http://tinyurl.com/2wp3ez [consultado el 15 de Septiembre de 2010].

7. Navsaria HA, et al. Plast Reconstr Surg 113(3):978–981 (2004). 8. Stamm C, et al. Lancet 361(9351)45–46 (2003); doi:10.1016/

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29. EPA. EPA Proposes Chemical Reporting Actions to Help Keep Children, Families Safer. Washington, DC:U.S. Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Disponible en: http://tinyurl.com/23qbgs8 [consultado el 15 de Septiembre de 2010].

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ABsTRACTThe aim of this study is to examine working conditions of manufac-turing industry workers in order to identify factors such as safety, organizational risk and workers’ perception of their employment rela-tionship, and organizational matters. A descriptive cross-sectional study was conducted by two questionnaires. First questionnaire was circulated to 24 small, medium and large sized industries, and the second one was filled out by a sample of 329 workers having at least six months of seniority and pertaining to these 24 industries. Only 25% of the small industries was identified to have health personnel for their employees. 8,3% has a committee on health and safety at work and other 8,3% has administrative controls. No more than 25% uses protective equipment in comparison with the 100% of large-sized industries. Risk perception varies according to hazard up to 93% and according to gender. The lack of motivation, more than dissatisfaction, is the personal factor that showed a higher significant association with organizational factors. We can conclude that the main problems related to occupational safety and health are present in the small and medium sized industries. Implementation of health, safety and work-life programs is necessary.

Descriptors: SAFETY; SECURITY MEASURES; RISK FACTORS; WORKERS; QUALITY OF LIFE; WORKPLACE; OCCUPATIONAL HEALTH; CROSS-SECTIONAL STUDIES; DESCRIPTIVE EPIDEMIOLOGY; QUESTIONNAIRES; MEXICO.

REsUMENEl estudio tiene como objetivo examinar situaciones laborales de los trabajadores en la industria manufacturera, identificando los factores de seguridad, riesgo de la organización y la percepción que tienen los mismos trabajadores con respecto a su relación laboral y los factores organizacionales. Se realizó un estudio transversal, descriptivo, apli-cando un cuestionario a 24 industrias de la pequeña, mediana y grande, y un segundo cuestionario a una muestra de 392 trabajadores que tuvieran por lo menos seis meses de antigüedad laboral, distri-buidos en las mismas 24 industrias. Sólo el 25% de las industrias pequeñas cuenta con personal de salud, el 8,3% tiene comité de seguridad e higiene y el 8,3% cuenta con medidas de control admi-nistrativas; máximo un 25% utiliza equipo de protección, en contras-te con el 100% de las industrias grandes. La percepción del riesgo varía según el peligro hasta en un 93% y según el género. La desmo-tivación, más que la insatisfacción, es el factor personal que presentó una mayor asociación significativa con los factores organizacionales. Podemos concluir que los principales problemas de salud y seguridad ocupacional están en la industria clasificada como pequeña y media-na. Se requiere que la industria incluya programas de calidad de vida laboral, salud y seguridad.

(Salazar J, Aranda C, Pando M, Gómez G, González R, 2010. Seguridad, Salud y Percepción de Factores Personales y Organizacionales en la Industria Manufacturera. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 397-402).

Descriptores: SEGURIDAD, MEDIDAS DE SEGURIDAD, FACTORES DE RIESGO, TRABAJADORES, CALIDAD DE VIDA, LUGAR DE TRABAJO, SALUD LABORAL, ESTUDIOS TRANSVERSALES: EPIDEMIOLOGÍA DESCRIPTIVA, CUESTIONARIO, MÉXICO.

Dr. José guadalupe salazar Estrada1, Dra. Carolina Aranda Beltrán2, Dr. Manuel pando Moreno3, Dr. gabriel gómez Azpeitia4, Dra. Raquel gonzález Baltazar5

1. Licenciado en psicología, Doctor en Ciencias de la salud con Orientación sociomédica, Investigador del Instituto de Investigación en salud Ocupacional (IISO), Universidad de Guadalajara: México.

2. Médico Cirujano y Partero, Doctorado en Ciencias de la Salud Pública, Investigador del Instituto de Investigación en Salud Ocupacional (IISO).3. Licenciado en psicología, Maestro en Ciencias de la salud pública, Doctorado en sociología y Metodología de las Ciencias, Investigador del Instituto

de Investigación en Salud Ocupacional (IISO), Universidad de Guadalajara: México.4. Licenciado en Arquitectura, Maestro y Doctor en Arquitectura y Urbanismo, Investigador de la Facultad de Arquitectura y Diseño Universidad de

Colima: México.5. Licenciado en Medicina, Doctora en Ciencias de la Salud en el Trabajo. Investigador del Instituto de Investigación en Salud Ocupacional (IISO),

Universidad de guadalajara: México.

Seguridad, Salud y Percepción de Factores Personales y Organizacionales en la Industria ManufacturerasAFETy, HEALTH, AND pERCEpTION OF pERsONAL AND ORgANIzATIONAL FACTORs IN THE MANUFACTURINg INDUsTRy

Correspondencia / CorrespondeceDr. José guadalupe salazar Estrada Universidad de guadalajaraInstituto de Investigación en Salud Ocupacional (IISO)paseo de la Colina Norte No. 94, Lomas de santa Anita, Tlajomulco de zúñiga, Jalisco, México Tel: (52) 33-379-609-51e-mails: [email protected]: 20 de julio de 2010 / Aceptado: 13 de octubre de 2010

INTRODUCCIÓN

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha planteado que cada ciudadano tiene derecho al trabajo saludable y seguro, y a un ambiente laboral que le permita vivir social y económi-camente una vida productiva, por lo que la Salud Ocupacional debe velar porque estas condiciones se cumplan1. En las dos últimas décadas la atención se ha centrado en los factores ocupacionales y su influencia en la salud y el bienestar o calidad

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aspectos relacionados con las condiciones de trabajo, que inciden en la salud ocupacional a diferentes niveles: a nivel macroeconó-mico se encuentran todos los procesos relacionados con la globa-lización e interdependencia entre las empresas, asociados a nuevas formas de organización del trabajo y con nuevos riesgos en el ambiente laboral, muy especialmente riesgos de naturaleza psicosocial. Pero también se encuentran los cambios en el grado de autonomía en la realización de las tareas, la definición de funciones y responsabilidades, las relaciones con los compañeros y la adaptación entre la preparación del trabajador y las exigen-cias de su trabajo; son todos elementos vinculados a la organi-zación del trabajo que pueden ocasionar un exceso de demanda psíquica con repercusiones sobre la salud del trabajador9,10.Aspectos como el exceso de trabajo físico, poco reposo, condi-ciones de trabajo desfavorables, monotonía, presión laboral y malas relaciones sociales, así como inestabilidad y percepción de inseguridad laboral en relación a las actitudes hacia el trabajo (satisfacción , intenciones de cambio, bienestar, compromiso y agotamiento laboral) son características de riesgo muy propias del sector industrial manufacturero11.Como un dato a considerar en Jalisco, México, el sector industrial está integrado en un 96% por empresas micro y pequeñas, las cuales muestran una escasa capacidad productiva; sin embargo, generan el 37% del empleo manufacturero, aunque su aportación es sólo del 14% del valor total. Los principales ramos del sector industrial manufacturero son: alimentos, bebidas y tabaco; maquinaria y equipo; química y plásticos; y Textil (vestido, cuero). Entre los años 1995 y 2004 la producción del conjunto de la industria manufacturera, o de la transformación, enfrentó en Jalisco un periodo de transición en su producción e incremento de un 10,81% de trabajadores como promedio anual: de ahí la impor-tancia de estudiar este sector y a su población de trabajadores12.Esta investigación tiene como objetivo examinar las cuestiones laborales de los trabajadores de la industria manufacturera, estu-diando los factores de trabajo organizativo que puedan afectar a la salud y la relación existente entre la percepción que tienen los propios trabajadores de factores personales como satisfacción y motivación por el trabajo, con factores organizacionales. Referentes de este estudio son los realizados en Manila, Filipinas por Lu13,14 en la zona industrial de exportación. Ante la poco o nula investigación en la industria manufacturera en México, el interés es aportar información de los aspectos de seguridad, salud y calidad de vida laboral en uno de los sectores productivos más importantes a la luz de la expansión de la industria manufactu-rera, en todo el país. El aspecto más importante de este proyecto es propiciar, a través de la información obtenida, la aplicación de la norma y de programas de salud y seguridad en todas las indus-trias manufactureras, independientemente del tamaño.

MÉTODO

Este fue un estudio de corte transversal y descriptivo, con una muestra de trabajadores aleatorizada basada en el tamaño de la industria de tres parques industriales, considerando que la indus-tria de la manufactura concentra el 20% del empleo en el Estado de Jalisco y se clasifica por su número de trabajadores: la micro con menos de 11 trabajadores; la pequeña, de 11 a 50 trabaja-dores; la mediana, hasta 250 trabajadores; y más de 250 se considera como grande.

de vida de los trabajadores. Las organizaciones han tenido que trabajar en la prevención de los denominados accidentes labo-rales y las consecuencias negativas que pueden surgir en las industrias y el bienestar del trabajador. Es pertinente abordar esta problemática, tomando como base los diferentes conceptos rela-cionados con la búsqueda de la seguridad y el bienestar de los trabajadores, con el objetivo de promover un estilo de vida salu-dable en su potencial humano, y prevenir la proliferación de los diferentes factores de riesgo biopsicosociales asociados a la accidentabilidad2,3.De acuerdo con el American Nacional Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH) –organismo norteamericano que realiza investigaciones sobre las condiciones de trabajo que pueden influir en el bienestar físico y mental de los trabaja-dores–, la psicología de la salud ocupacional tiene como objetivo la aplicación de la psicología en pro de la mejora de la calidad de vida laboral, y proteger y promover la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores.Estudios anteriores han correlacionado factores con una amplia variedad de trastornos físicos y psicológicos que alteran el bien-estar humano y obstaculizan nuestra capacidad para llevar a cabo responsabilidades en el trabajo; la prevención de los acci-dentes laborales se ha convertido recientemente una de las metas que se han propuesto las empresas4.En particular, los investigadores han dirigido su atención a las variables de organización y los riesgos laborales como posibles fuentes de enfermedad y angustia entre la población activa. Los objetivos fundamentales en Salud Laboral, según Fernández y cols., son tres: conservación del bienestar físico, social y mental en relación con las condiciones de trabajo; control de esas condi-ciones, a fin de garantizar una seguridad total en el trabajo; y, compatibilidad del ambiente laboral con las capacidades de cada trabajador5. Un registro de casos de lesiones ocupacionales y enfermedades ocurridas desde 1989 en las industrias de semiconductores de los EE.UU. evidencia que existe una incidencia anual de accidentes de trabajo de 2,7 y 3,7 por cada 100 hombres y mujeres respec-tivamente6. En el año 2008 se registraron, como riesgo de trabajo en el Estado de Jalisco, México, 57.470 casos, de los cuales 47.999 fueron accidentes de trabajo, 9,286 accidentes en trayecto y sólo 185 enfermedades laborales7. Para la misma institución, los accidentes de trabajo son la primera causa de ausentismo laboral: más del 40% por ciento de incapacidades se expide por este hecho. Las lesiones músculo-esqueléticas se canalizan en dos tipos: biomecánicas y psicosociales y tienen una relación de 8 de cada 10 accidentes de trabajo. El informe del 2008 del Instituto Mexicano del Seguro Social señaló que por cada 100 trabajadores del Estado de Jalisco se registraron 4,8 como riesgos de trabajo, 4,0 como accidentes de trabajo y un 4,0 como enfermedades de trabajo, pero el sector más afectado fue la industria manufactu-rera, ya que por cada 100 trabajadores 3,5 fueron de riesgos de trabajo y 2,7 de accidentes de trabajo.La Organización Internacional del Trabajo calcula que las pérdidas debidas a indemnizaciones, días de trabajo perdidos, interrupciones de la producción, formación y reconversión profe-sional y gastos médicos, entre otros aspectos, representa el 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial. En todo el mundo se producen anualmente 279 millones de accidentes de trabajo y 160 millones de enfermedades profesionales8.Una explicación a todo lo anterior la encontramos en aquellos

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El estudio se realizó en 24 industrias de los tres parques indus-triales –seleccionadas sólo por su tamaño–, siendo 12 de pequeña escala, 7 medianas y 5 industrias consideradas industria grande. El tamaño de la muestra fue de 369 trabajadores más el 10% de tasa de no respuesta; al final se obtuvo un total de 392 encuestas completas. El cuestionario fue aplicado de acuerdo a una distri-bución proporcional por el tamaño de la industria: 200 (51%) proceden de industrias pequeñas, 118 (30%) de la industria mediana y 74 (19%) de la industria grande. El tamaño de la muestra de 369 trabajadores se calculó con un 95% de nivel de confianza.Se utilizaron dos instrumentos, uno dirigido a la empresa (24 en total) y otro a la muestra de trabajadores. Los principales riesgos evaluados y medidos fueron físicos (ruido, calor, vibraciones, radiaciones); químicos (disolventes, gases, vapores y polvos); ergonómicos (mala iluminación, trabajo prolongado, demanda mental, etc.). El análisis estadístico incluyó medidas de frecuencia y prueba de X2 para la independencia. Este último se utilizó para establecer asociaciones entre los factores personales de satisfac-ción y de motivación con todos los factores organizacionales estudiados. La base y análisis de datos se realizó en el programa de Excel y SPSS 11,0.

REsULTADOs

Encuesta para las 24 industriasLa muestra de las 24 industrias del sector manufacturero estu-diadas y los cuatro principales ramos de la industria se distribuyó proporcionalmente: el 51% de las llamadas industrias pequeñas, 30% industrias medianas y el 19% de industrias grandes (ver Tabla 1).

En la identificación de estándares o condiciones de seguridad que tienen que cumplir las industrias, encontramos que el cumpli-miento va muy relacionado al tamaño de la industria: sólo el 25% de las industrias pequeñas cuenta con el servicio de un médico a medio tiempo; en cambio, en las grandes, el 100% tiene médico a tiempo completo, además de otros profesionales y espe-cialistas en la salud ocupacional a tiempo completo; en las indus-trias pequeñas o medianas el profesional de la salud es a medio tiempo o a solicitud de alguna emergencia.Las industrias pequeñas no cuentan con comités de seguridad e higiene ni de capacitación. La norma no las obliga, pero sí es necesario presentar programas de salud y seguridad laboral; en

cambio, en las empresas grandes se cuenta con la formación y el funcionamiento de esos comités, pero además cuentan con un departamento responsable de los programas de salud y seguridad y vigilancia del medio ambiente, de los riesgos y de medidas de control técnico y de seguridad. El 71% de las industrias medianas tiene formalizado los comités de seguridad e higiene, el 57% los de capacitación, pero sólo el 57% hace revisiones periódicas de salud y sólo el 15% no aplica programas de prevención para trabajadores. En este tipo de industrias, el 42,8% hace evalua-ciones psicométricas (ver Tabla 2).

Tabla 1.Distribución de la muestra de trabajadores por industria manufactu-rera y ramo de actividad. Pequeña Mediana Grande TotalIndustrias manufacturera muestreadas 12 7 5 24

Alimentos, Bebidas y tabaco 6 4 2 12

Maquinaria y equipo 4 1 1 6

Química y plásticos 1 1 1 3

Textil, Vestido, Cuero 1 1 1 3

Muestreo proporcional de Trabajadores 200 118 74 392

Total de Trabajadores en el Estado de Jalisco 100.899 58.623 38.330 197.852

Total de Empresas en el Estado de Jalisco 758 249 59 1.066

Fuente: Directa.

Tabla 2.Distribución porcentual de la salud y las normas de seguridad según el tamaño de la empresa.Normas de Seguridad y Salud Ocupacional Pequeña Mediana Grande F % F % F %

personal de saludMédico 3 25 5 71,4 5 100Enfermera (o) 1 8,3 3 42,8 4 80Psicóloga (o) 0 0 2 28.6 4 80Especialista en salud Ocupacional 0 0 0 0 3 60Otro 2 16,6 4 57,1 4 80

programas de salud OcupacionalComité de seguridad e Higiene 1 8,3 6 85,7 5 100Comité de Capacitación 0 0 4 57,1 5 100Exámenes Médicos 0 0 4 57,1 5 100Evaluación psicométricos 0 0 3 42,8 4 80Registros psicológicos/Médicos 0 0 5 71,4 5 100

Oficina de seguridad/personal DisponibleDepartamento de seguridad e Higiene 1 8,3 5 71,4 5 100programas de prevención para Trabajadores en Áreas peligrosas 2 16,3 6 85,7 5 100Extintor de Incendios Dentro de la Norma 9 75 7 100 5 100Botiquín de primeros Auxilios Disponibles 10 83,3 7 100 5 100

Medidas de Control AdministrativoRotación de Trabajadores 1 8,3 3 42,8 3 60simulacros de seguridad 1 8,3 4 57,1 5 100Adecuada Distribución de Espacios y Trabajadores 3 25 3 42,8 4 80periodos de Descanso 3 25 4 57,1 4 80Mantenimiento del Equipo de Trabajo 2 16,6 3 42,8 5 100Realización de Cursos de seguridad 2 16,6 4 57,1 4 80Curso de Inducción a la Empresa 1 8,3 4 57,1 5 100Actividades de Recreación/Deportivas propiciadas por la Empresa 1 8,3 3 42,8 5 100

Fuente: Directa.

Sólo las industrias pequeñas no cumplen con la norma de protec-ción y seguridad en cuanto a tener los extinguidores suficientes y en buen estado (25%), y tener el botiquín de primeros auxilios disponible.Con respecto a las medidas de control administrativo, sólo el 8%, o una de las industrias pequeñas, tiene un programa de rotación de personal y de simulacros de seguridad; en cambio, en las industrias grandes el 60% tiene programas de rotación y el 100% tiene programas de simulacro de seguridad. En la industria mediana, el 42,8% tiene un programa de mantenimiento de equipo; el resto señala sí hacerlo, pero esto depende de tener tiempo o de tener una baja de producción. En contraste, en la industria grande el 100% tiene programas de mantenimiento y un 80% realiza cursos de seguridad para sus trabajadores perió-dicamente. En las industrias pequeñas sólo el 8,3% cuenta con

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un programa de inducción; en la mediana, el 57% y, en la indus-tria grande, el 100% cuenta con al menos un programa. Muy similar en cuanto a contar con actividades programadas de recreación o deportivas: en las pequeñas, sólo 2l,8% dice tenerlo; en las medianas, el 42,8%; y, en las grandes, el 100% tiene y realiza un programa de actividades de recreación y deportivas para el trabajador. En general, en cuanto al cumplimiento de las normas de salud y seguridad, las industrias manufactureras grandes tuvieron los estándares más compatibles con programas de salud y seguridad (ver Tabla 2).Con respecto al uso de equipo de protección personal, el más bajo cumplimiento lo tienen las industrias de escala pequeña: sólo el 25% utiliza protección de ojos/cara, el resto considera no nece-sario y tampoco se lo exigen; en la industria mediana, el 57% utiliza protección de ojos/cara y de oídos; un 71,4% en manos y un 42,8% en pierna/pie. En la industria de escala grande, el 100% utiliza protecciones de ojos/cara y de pie, un 80% de oídos, respi-ratorio y manos y sólo el 40% utiliza protección de pecho/cuerpo, dependiendo más bien de la actividad a realizar (ver Tabla 3).

Encuesta para los 392 trabajadoresDe los 392 trabajadores encuestados, la mayoría era mujer (65,1%), soltera (72%), en su mayor parte trabajadoras del depar-tamento de producción o de línea de montaje (91%); la edad media fue de 21,8 años.Los riesgos más frecuentes de exposición (ver Tabla 4) de las mujeres fueron el exceso de trabajo (87,2%), el mantener posi-ciones de trabajo incómodas (85,3%), considerar que tienen un trabajo monótono o rutinario (84,5%), el trabajo de pie (73,6%) y el esfuerzo de espalda (67,8%). Existe una fuerte queja por la mala ventilación (76,7%) y una mala iluminación en su área de trabajo (65,9%). Por parte de los hombres, los riesgos más fuertes son el esfuerzo de espalda (97%), trabajo de pie (93,3%), mala ventilación (90%), el exceso de trabajo (88,8%) y mantener posiciones incó-modas durante mucho tiempo (85,8%).Un poco más de la mitad de trabajadoras (69%) y trabajadores (66%) percibe una pobre satisfacción con lo que hace y que el trabajo que realiza le motiva poco (50,4% y 62,7%, respectivamente). Un 40,7% de las trabajadoras menciona que su relación con sus compañeros es mala, en contraste con los trabajadores (14,9%). Las trabajadoras y trabajadores perciben casi por igual una falta de incentivos, tener una mala relación con el supervisor o jefe inmediato, poca valora-ción positiva de su trabajo, poco salario, insuficiente capacitación y una marcada inseguridad laboral o inestabilidad en el empleo, ya que una parte de los trabajadores firma contratos de un mes, otros de tres meses y pocos de un año o más (ver Tabla 5).

Tabla 3.Distribución porcentual de la utilización de equipo de protección personal de acuerdo al tamaño de la industria.Equipo de Protección Personal Pequeña (12) Mediana (7) Grande (5) si % si % si %Ojos y Cara 3 25 4 57,1 5 100

Oídos 2 16,6 4 57,1 4 80

Respiratorio 2 16,6 3 42,8 4 80

Mano/Brazo 1 8,3 5 71,4 4 80

Cuerpo/pecho 0 0 1 14,3 2 40

pierna/pie 2 16,6 3 42,8 5 100

Fuente: Directa.

Tabla 6.Asociación estadística entre los factores personales y los factores organizacionales.Factores Organizacionales Factores Personales Satisfacción MotivaciónCapacitación 7,53 (0,006) 10,90 (0,001)

Incentivos - -

Seguridad en el Empleo - 18,449 (0,000)

Valoración del Trabajo por los Supervisores - 24,58 (0,000)

Relación con los Compañeros - -

Relación con los Supervisores - 34,62 (0,000)

Exceso de Trabajo - -

Salario 15,38 (0,000) 26,80 (0,000)

Valores asociados con la prueba de X2 de independencia

Tabla 4.Distribución porcentual de los riesgos por género de la muestra de trabajadores de la industria manufacturera.Peligros Mujeres (258) Hombres (134) F % F %Exposición al Calor 78 30,2 65 48,5

Exposición a sustancias Químicas 128 49,6 59 44,0

Exposición a polvos 148 57,4 109 81,3

Exposición a Radiación 35 13,6 25 18,6

Exposición a Frío Extremo 14 5,4 27 20,1

Exposición a Ruidos Fuertes 108 41,8 93 69,4

Mala Iluminación 170 65,9 54 40,3

Mala Ventilación 198 76,7 121 90,3

Espacios con Vibraciones 65 25,2 58 43,3

Trabajo Monótono 218 84,5 109 81,3

Exceso de Trabajo 225 87,2 119 88,8

posiciones de Trabajo Incómodas 220 85,3 115 85,8

Trabajo de pie 190 73,6 125 93,3

Jornadas de más de 8 Horas Diarias 30 11,6 78 58,2

Esfuerzo en la Espalda 175 67,8 130 97,0

Fuente: Directa.

Tabla 5.Distribución de frecuencias y porcentual de la percepción que tiene el trabajador de los factores personales y organizacionales. Factores Organizacionales Mujeres (258) Hombres (134)

percepción Individual en Relación al Trabajo

Baja satisfacción con su actividad laboral 178 69,0 89 66,4

Actividad Laboral poco Motivante 130 50,4 84 62,7

Ausentismo por Enfermedad 80 31,0 23 17,2

Retardos o Llegadas Tarde 90 34,9 56 41,8

Factores Organizacionales

Mala Relación con los Compañeros de Trabajo 105 40,7 20 14,9

Faltan Incentivos o Motivadores 210 81,4 115 85,8

Mala Relación con el supervisor 189 73,2 98 73,1

Falta de seguridad o Estabilidad con el Empleo 228 88,4 104 77,6

Falta Valoración positiva del Trabajo

por parte de los supervisores 219 84,9 118 88,1

Insuficiente Capacitación en la Empresa 179 69,4 116 86,6

Condiciones de Trabajo Insalubres e Inseguras 120 46,5 35 26,1

poco salario 228 88,4 123 91,8

Fuente: Directa.

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Se relacionaron los factores personales de satisfacción con el trabajo y motivación con los factores organizacionales. Los siguientes se consideran estadísticamente significativos, con p = 0,05: la insatis-facción como factor personal se relacionó con falta de capacitación y con bajo salario, y desmotivación se asoció con la falta de capa-citación, pobre seguridad en el empleo, baja valoración del trabajo por los superiores, mala relación con los supervisores y con bajo salario (ver Tabla 6).

DIsCUsIÓN

El estudio se realizó en tres parques industriales de zonas distintas en el Estado de Jalisco, gracias al apoyo otorgado por la Fundación Social del Empresariado Jalisciense (FEJAL), todas de capital mexicano. Las industrias de capitales extranjeros o multi-nacionales dificultan el acceso a la información y es casi impo-sible realizar una investigación en esas industrias, lo que nos impidió elaborar un panorama más amplio con respecto a tener un diagnóstico de los programas de salud y seguridad ocupa-cional que se aplican en esas industrias.Con este trabajo intentamos, como dice Vera y cols., tener una comprensión global del riesgo combinando medidas objetivas del riesgo y la percepción de éste por el propio trabajador15; además estamos demostrando que la aplicación de la norma y la aplica-ción de los programas de salud y seguridad está más en relación al tamaño de la industria. Por ejemplo, en la industria de pequeña escala sólo el 8,3% cuenta con un comité de Seguridad e Higiene y sólo el 25% cuenta con la disposición de un médico de medio tiempo, pero ninguna lleva registros o expedientes médicos ni psicológicos para conocer si las causas son económicas o hay desconocimiento de la importancia de la salud ocupacional. Por eso se requiere ampliar los estudios en este tipo de industrias, sobre todo por ser las de mayor cantidad (758 registradas en Jalisco), en contraste con las industrias consideradas mediana y grande, y así evaluar aun más los programas de salud y condi-ciones ocupacionales, implementar acciones de protección al trabajador, evitar o reducir la incidencia y prevalencia de una determinada enfermedad o problema, así como la promoción de la calidad de vida. Existen estudios que han mostrado la impor-tancia de tener los registros o expedientes médicos de los traba-jadores y su relación con el desempeño laboral y una mayor satisfacción laboral16.Este estudio demuetra que sólo las industrias de más de 250 trabajadores realizan exámenes médicos y consideran importante los registros o expedientes médicos; además se encontraron los peligros más frecuentes que tienen los trabajadores de la indus-tria manufacturera, y son: la exposición a sustancias químicas, a ruidos, a una mala ventilación, mala iluminación y a la exposi-ción de polvos. Los riesgos ergonómicos se hacen presentes en los trabajadores encuestados con la alta presencia de: exceso de trabajo, posi-ciones incómodas por largas jornadas de tiempo, el trabajo de pie y el esfuerzo en la espalda. En este estudio sólo los hombres trabajan, en su mayoría, más de 8 horas diarias; existen estudios en donde el riesgo de trabajar por jornadas largas está asociado a los ataques cardiovasculares entre los trabajadores de edad media: en su mayoría experimenta ansiedad emocional relacio-nada con el trabajo o la excitación, el rápido aumento del volumen de trabajo, problemas inesperados de trabajo, los

cambios ambientales, etc.; se le conoce como el síndrome de Karoshi (ataques mortales debido a la sobrecarga de trabajo)17.Existen datos que demuestran cómo los factores sociales y de organización han contribuido al desarrollo de trastornos múscu-lo-esqueléticos18-20.Resultados de este estudio indican una alta exposición al ruido, pudiendo conducir a efectos adversos en la salud del trabajador. La exposición a ruidos percibidos como altos fue reportada en un 41,8% a un 69,4% de los trabajadores, lo que puede causar pérdida de audición y puede ser una fuente de estrés21. El ruido también puede interferir con la capacidad auditiva del trabajador y las comunicaciones de alerta pueden no ser escuchadas y, por lo tanto, representa una situación de inseguridad. El uso del equipo de protección personal está en relación al tamaño de la industria: consideramos que es debido a las exigen-cias y a la supervisión que tienen los trabajadores para el adecuado uso de los equipos de protección. Existen premisas de que los accidentes de trabajo son causados por trabajadores no cuidadosos y que la enfermedad ocupacional es causada por conductas de riesgo, como el consumo de alcohol y de tabaco, entre otras10.En el estudio encontramos que existe una percepción individual negativa respecto al rendimiento y a la actividad poco motivante y relacionada con factores organizacionales, en donde perciben una falta de incentivos, inseguridad en mantener su empleo, falta de valoración a su trabajo, poco salario e insuficiente capacita-ción por parte de la empresa. Estos resultados son fundamentales para poder vincular la fatiga y la presión en el trabajo con la menor satisfacción laboral o una percepción pobre de expecta-tivas por el trabajo (calidad de vida laboral) y con daños a la salud (síntomas psicosomáticos)22. La inestabilidad laboral deno-minada por Sverke y Hellgren23 como objetiva y la amenaza subjetiva de desempleo que generan consecuencias psicológicas y fisiológicas24.El estudio también mostró que la relación con los supervisores y los compañeros por parte de las trabajadoras, principalmente, es problemático, ya que la mayoría de los trabajadores menciona una mala relación con sus superiores y no tiene una valoración positiva por su trabajo. Existen estudios en donde se ha demos-trado que las buenas relaciones entre compañeros y de los super-visores hacia el empleado tienen un impacto como factores organizacionales en la salud personal y en la calidad de vida del trabajador: ambas situaciones amortiguan el temor o la ansiedad de no considerarse importantes y de perder el empleo en cual-quier momento13-25.Finalmente, se puede evidenciar que dentro de las industrias manufactureras los factores personales de insatisfacción y desmotivación están mediados por factores de la organización del trabajo, principalmente la desmotivación –a diferencia de los estudios de Lu14– con la falta de capacitación, inseguridad con el empleo, poca valoración y relación con los supervisores y con el bajo salario, al que se suman aspectos de la calidad de su ambiente de trabajo como ruido, calor, mala iluminación; y los actos inseguros, como el no uso de implementos de seguridad, que no se utilizan por la gran mayoría de los trabajadores, prin-cipalmente en la industria pequeña y mediana. Al respecto, Rentaría señala que el índice de riesgo más alto en función de los accidentados y los no accidentados es el factor ambiental y orga-nizacional3; y Granada encuentra que la interacción entre el trabajador y su ambiente físico-social puede afectar la salud del

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primero cuando está sujeto a estrés o tensiones que superan su nivel de tolerancia y pueden producir enfermedades, agravan padecimientos previos o se erigen como causas de desgaste emocional y de ciertas manifestaciones psicosomáticas que acon-tecen en el trabajador26-27.Consideramos que los datos de este estudio fundamentan la importancia de incorporar en las empresas e industrias programas

de calidad de vida laboral y de salud, así como programas de seguridad dentro de sus comités o sistemas permanentes de capacitación, lo que nos puede llevar a propiciar climas organi-zacionales bastante positivos y orientados a los trabajadores y que se vean reflejados en su estabilidad laboral, su calidad de vida y comprometidos con el objetivo de toda organización productiva.

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REFERENCIAs

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ABsTRACTThe literature and professional practice assumes that leadership is basically the result of face to face interactions. However, there is little evidence and no attention is given to indirect ways of influence, as team training or individual social skill development. Looking to explore leadership processes, this article presents the results and conclusions obtained by studying the relationship between leadership practices of supervising nurses and the level of burnout of their subordinate nurses (N=259). Reported results were obtained in four workshops (total N=76), where participant opined on the scored obtained with the Multifactor Leadership Questionnaire (MLQ Form 5X) and the Maslach Burnout Inventory (MBI) (N= 259). Results indicate that there may be a relationship between supervisor’s leadership and the level of followers’ burnout. However, this influence is relatively small and may be mediated not only by the capacity to serve as a role model and affect the views and emotional processes through individual conversations, as suggested by models of leadership and coaching, but also through the impact on the cohesion of the subordinate group.

Descriptors: NURSING, SUPERVISORY; LEADERSHIP; NURSES; BURNOUT, PROFESSIONAL; PUBLIC, HOSPITALS/MANPOWER; QUESTIONNAIRES; CHILE.

REsUMENEn la literatura y la práctica de gestión se asume que la influencia del líder es ejercida directamente; sin embargo, existe poca evidencia empírica y hasta el momento se presta poca atención a vías indirectas de influencia, como la formación de grupos y el desarrollo de segui-dores en habilidades sociales. Este artículo presenta los resultados obtenidos al solicitar información sobre la manera en que las prácti-cas de liderazgo de enfermeras supervisoras afectan el nivel de burn-out de las enfermeras clínicas que les reportan. Los resultados repor-tados se obtuvieron mediante 4 talleres (N total=75) en los que se interpretaron los resultados obtenidos por las mismas participantes y otras enfermeras de sus hospitales al responder el Cuestionario de Liderazgo de Rango Total (MLQ Forma 5X) y el Maslach Burnout Inventory (MBI) (N total=259). Las opiniones obtenidas apoyan la idea de que el liderazgo de las supervisoras afectaría el nivel de burnout de las subalternas. Sin embargo, esta influencia es relativa-mente pequeña y podría estar mediada no sólo por la capacidad para servir como modelo de rol y afectar las opiniones y procesos afectivos a través de conversaciones individuales, como sugieren los modelos de liderazgo y coaching, sino que también a través de su impacto en la cohesión del grupo de subalternas.

(Pucheu A, 2010. ¿Cómo el Liderazgo Transformacional de Supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas? Evidencia de dos Hospitales Chilenos. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 403-409).

Descriptores: SUPERVISIÓN DE ENFERMERÍA, LIDERAZGO, ENFER- MERAS, AGOTAMIENTO PROFESIONAL, HOSPITALES PÚBLICOS/RECURSOS HUMANOS, CUESTIONARIO, CHILE.

Andrés pucheupsicólogo, Master of Business Administration, Doctor en psicología. Escuela de psicología, pontificia Universidad Católica de Chile.

¿Cómo el Liderazgo Transformacional de Supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas? Evidencia de dos Hospitales ChilenosHOW DOEs NURsE sUpERVIsORs’ TRANsFORMATIONAL LEADERsHIp AFFECT THE LEVEL OF BURNOUT OF CLINICAL NURsEs? EVIDENCE FROM TWO CHILEAN HOspITALs

INTRODUCCIÓN

En la práctica de gestión de recursos humanos se supone que los supervisores tienen la capacidad de ejercer una influencia signifi-

cativa sobre sus subalternos y un número importante de organi-zaciones públicas y privadas definen, en sus sistemas de control de gestión y metas, que los supervisores son responsables del clima organizacional, los niveles de desempeño o el desarrollo de capacidades. En los últimos años este supuesto ha llevado a que las empresas e instituciones públicas y privadas inviertan en diversos programas de entrenamiento en liderazgo, coaching y mentoring, a través de los cuales se espera mejorar las habilidades sociales de los supervisores y, a través de esto, aumentar el control sobre los afectos y desempeño del personal operativo. Al mismo tiempo, desde el punto de vista de la teoría se ha planteado que la influencia del líder se podría extender hasta la vida personal e incluso el nivel de integración del self1-4. Sin embargo, en la lite-ratura se observa que la influencia de los supervisores está mediada por otros factores y no hay claridad respecto a los

Correspondecia / CorrespondenceAndres pucheuEscuela de psicología, pontificia Universidad Católica de Chile yUniversidad de santiago de ChileVicuña Mackenna 4860, Macul. Código postal: 782 0436Tel.: (56-2) 354 7661, Fax: (56-2) 354 4484e-mail: [email protected]: 22 de julio de 2010 / Aceptado: 9 de noviembre 2010

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medios por los cuales se produciría. El objetivo de este artículo es contribuir en la exploración de estos elementos, mostrando resul-tados de un estudio sobre la relación entre el liderazgo transfor-macional de enfermeras supervisoras y los niveles de burnout —un síndrome que incluye percepciones negativas asociadas a las posi-bilidades de logro, desgaste emocional y despersonalización— expresados por las subalternas de estas supervisoras. Las opiniones presentadas fueron obtenidas en 4 talleres, donde las supervisoras y enfermeras clínicas participantes opinaron en relación a resul-tados obtenidos al aplicar el Cuestionario de Liderazgo de Rango Total (MLQ Forma 5X) y el Maslach Burnout Inventory (MBI) en sus hospitales (N total=259).

MARCO CONCEpTUAL

Liderazgo transformacionalLa idea de liderazgo es utilizada de manera general para referirse a los procesos a través de los cuales un sujeto afecta la motivación de otros5. Los modelos transformacionales se generan desde fines de los setenta a partir de las ideas de Burns (1978), quien, revi-sando casos de líderes políticos y religiosos que impactaban profundamente a sus seguidores, plantea la posibilidad de que el liderazgo oriente y facilite el compromisos con causas que en el corto plazo implican sacrificios y persistencia, pero que en el largo plazo permiten el cambio social y organizacional6. Este tipo de liderazgo se denominaría Transformacional, distinguiéndolo de los liderazgos transaccionales, que podrían asociarse a la supervi-sión en organizaciones formales. Siguiendo en esta línea de pensamiento, Antonakis, Cianciolo y Sternberg (2004), luego de una revisión de la literatura, señalan que liderazgo sería “la natu-raleza del proceso de influencia —y sus correspondientes resul-tados— que ocurre entre líder y seguidores y cómo este proceso es explicado por las características y comportamientos del líder, las atribuciones y percepciones que los seguidores hacen sobre el líder y el contexto en el cual el proceso de influencia ocurre. Para noso-tros, una condición necesaria para el liderazgo auténtico y efectivo es la creación de seguidores empoderados que persiguen un propó-sito moral, lo que genera resultados éticos que son obtenidos por medios éticos”7. Tanto Shamir, House y Arthur (1993) como Lord, Brown y Freiberg (1999) han formulado la hipótesis de que la influencia del líder opera fundamentalmente a través de un cambio en la identidad de los seguidores8,9. Específicamente, Shamir, House y Arthur (1993) proponen que los efectos transfor-macionales del proceso de liderazgo se producen a través de una modificación en el autoconcepto de los seguidores, aumentando el valor psicológico de las metas y esfuerzos desplegados por el seguidor al asociarlos a los valores claves en la percepción que tiene de sí mismo8. De esta manera, el liderazgo transformacional dependería de la fuerza motivadora de las tendencias asociadas a autoexpresión, autoconsistencia, autoestima y sensación del propio valer. Adicionalmente, las conductas de los líderes que expresan altas expectativas de logro, confianza y vinculación del individuo con el grupo aumentarían la percepción de control y autoeficacia. Estos procesos dependerían de dos tipos de compor-tamiento del líder: Reconceptualización y Modelar el Rol. La idea de reconceptualización se refiere, para Shamir y col. (1993) al proceso de asimilación de las interpretaciones de la realidad signi-ficativa para el líder y los seguidores8. Esto sería realizado por el líder a través de la estructuración de una ideología que permite

reinterpretar el pasado del grupo y la sociedad, la generación de slogans y, más importante, la relación entre la identidad del seguidor y una visión de futuro. La idea de reconceptualización permite ligar el manejo comunicacional de los discursos al nivel de desarrollo ético cognitivo de las líderes y seguidoras, siendo esperable que una mayor complejidad facilite el proceso de lide-razgo. Por su parte, Modelar el rol permitiría que los seguidores aprehendan la manera de implementar los nuevos valores o medios de acción a través de la observación del estilo de vida, reacciones emocionales, preferencias y demás comportamientos del líder. Adicionalmente, los sacrificios asumidos por el líder le proporcionan credibilidad y aumentan la implicancia emocional de su discurso. Existe evidencia que apoya tanto el valor de la actuación del rol10, como la importancia del despliegue de sacri-ficios11. Adicionalmente, Sparrowe (2005), desarrolla las implican-cias del proceso transformacional y la autenticidad del seguidor, argumentando sobre la base de los trabajos de Ricœur, que el proceso de desarrollo de la autenticidad implica la construcción de relatos en los cuales los demás se transforman en elementos constitutivos del yo4. Bryant y Cox (2004) y Jabri (2004), por su parte, desarrollan el rol de la influencia mutua de los seguidores, los cuales contribuirían en la elaboración y asimilación de los discursos propuestos por el líder, transformándolos en discursos posibles de incorporar en sus identidades individuales2-12. Eilam y Shamir (2005), han extendido los planteamientos anteriores, explorando las implicancias de los cambios de identidad en los fenómenos asociados a la idea de resistencia al cambio13. De acuerdo a este trabajo, la resistencia a los planteamientos direc-tivos se debería a incongruencias evidentes entre la identidad personal y organizacional de los seguidores y la nueva identidad implicada en la visión o estrategia ejecutiva. Esta idea es apoyada por el trabajo de otros autores, quienes han aportado evidencia adicional, señalando que los seguidores pueden contar con puntos de vista y narrativas diferentes a las difundidas por el líder14, generar redes de influencia y construcción de discurso de manera horizontal15 e incluso contar con interpretaciones negativas de los discursos explícitos y las acciones de los supervisores16. Esta línea de pensamiento también ha explorado la influencia de los segui-dores en el líder y las limitaciones que la realidad social implica tanto sobre el discurso del líder como de los seguidores, todos los cuales son copartícipes en la construcción de sus respectivas visiones sobre la realidad17.En términos de los tipos de acciones realizados por los líderes transformacionales, Turner y cols. (2002), revisando el modelo inicial de Bass y Avolio, señalan que el grupo de comportamientos transformacionales incluye 4 tipos: Consideración individual, asociados a que el seguidor desarrolle la percepción de ser tratado como un individuo con características, puntos de vista y necesi-dades particulares; Estimulación intelectual, asociados a la esti-mulación de pensamiento crítico y la búsqueda de nuevas maneras de conceptualizar y hacer las cosas; Carisma inspira-cional, que tienen que ver con generar una sensación de propósito y participación; y Recompensa contingente, un grupo de acciones en el que se incluye la supervisión y entrenamiento. En conjunto estos grupos de acción facilitarían la generación de relaciones personales, orientadas a propósitos significativos y en las cuales los sujetos analizan constantemente sus prácticas, buscando maneras de aprender y mejorar18-20.Desde el punto de vista de las limitaciones en la influencia del líder, Pawar y Eastman (1997) plantean que el liderazgo sería más

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efectivo en la medida que el sistema organizacional se encuentre en cambio, orientándose a las necesidades del ambiente y sea regulado a través de contactos personales, versus situaciones de estabilidad, orientación al control de procesos y coordinación a través de artefactos, disminuyendo cuando se presentan las condi-ciones inversas21. Al mismo tiempo, Denis y cols. (2001) plantean que sistemas organizacionales complejos requieren de la coordi-nación de coaliciones, resultando poco probable que se puedan ejercer influencias individuales significativas en los procesos de cambio22.

BurnoutEl concepto burnout se utiliza para describir estados psicológicos caracterizados por la pérdida de la calidez en el contacto personal y la sensación de logro y poder en el trabajo, lo que se acompa-ñaría, además, de sensaciones de ansiedad y culpa, entre otras emociones desagradables. La identificación del síndrome se atri-buye a Herbert Freudenberger, quien lo concibió a mediados de los años setenta para dar cuenta del proceso de deterioro de los cuidados y atención profesional en personas que desempeñan roles asociados al cuidado de otros. La vinculación entre este síndrome y la identidad se observa en la misma definición de Freudenberger, quien lo describe como “un estado de fatiga o de frustración que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o de relación que no produce el esperado refuerzo”23. Una definición aún más explícita es la de Finkelstein y Romero, quienes señalan que burnout es “una especie de vacío de uno mismo, es un cansancio del espíritu que resulta de la pérdida de fe en la capa-cidad de ayudar”24. En los últimos años se ha ampliado el ámbito de aplicación del concepto, abarcando procesos de fatiga obser-vados en profesionales de otras áreas e incluso personas dedicadas al cuidado de otros debido a razones religiosas o familiares. Maslach (2003), ha popularizado una descripción del síndrome basada en la presencia conjunta de tres estados psicológicos carac-terísticos: Fatiga emocional, despersonalización y la sensación de falta de logro25. El elemento central se encontraría en la fatiga emocional, la cual se genera en la medida de que los sujetos se involucran afectivamente en problemas o tareas que van más allá de su capacidad de control, lo que se expresaría emocionalmente a través de percepciones de falta de energía, pérdida de la capa-cidad de contacto o necesidad de evitación de los problemas que los consumen. Si la evitación física no es posible, se desarrollan fantasías asociadas a distanciamiento y una afectividad negativa, asociadas a desvalorización y cinismo respecto a las demás personas, incluyendo a aquellas que serían objeto del cuidado. Este distanciamiento constituiría la despersonalización de la relación. Finalmente, los elementos anteriores contribuyen a que se tome distancia de la relación y con esto, que disminuya la capacidad de cuidado, por lo que los sujetos comienzan a experimentar una baja en su sensación de logro y autoestima. El proceso que va desde la experiencia de fatiga emocional a la pérdida de la capacidad de cuidado parece ser prolongado y Ekstedt y Fagerberg (2005) encontraron que los sujetos sólo aceptan la situación de burnout luego de períodos de negación tan largos como les es posible, debido que intentan mantener su identidad y creencias iniciales26. Es aquí donde el liderazgo, entendido como un proceso personali-zado de influencia que permite la reconceptualización de los valores, la generación de propósito y el aprendizaje de nuevas maneras de adaptación, aparece como un mecanismo para la prevención y tratamiento del burnout.

Liderazgo y BurnoutExiste evidencia de que las prácticas de liderazgo estarían relacio-nadas al nivel de bienestar y burnout de los seguidores. Por ejemplo, Seltzer y Numerof (1988) encontraron que la considera-ción del supervisor se relacionaba inversamente a los niveles de burnout de los subalternos y que el grado en que entregaban estructura en la tarea tenía una relación curvilineal, siendo nece-sarios niveles moderados de dirección27. En lo que respecta a los modelos transformacionales, Kanste y cols. (2007), trabajando con enfermeras, han encontrado que comportamientos asociados a liderazgo transformacional y transaccional son factores protec-tores, siendo el liderazgo de tipo laissez-faire un factor de riesgo28. En años más recientes la literatura ha incursionado en el estudio de factores mediadores. Así, Gates (2009), trabajando con tera-peutas dedicados a la atención domiciliaría, encontró relaciones similares a las anteriores, agregando que la observación de que el tipo de liderazgo puede afectar la satisfacción e intención de retirarse del trabajo y que existirían diversos niveles de influencia en función de tipos de jornada, antigüedad, edad y percepción sobre los ingresos29. Otro ejemplo es el trabajo de Nielsen y Munir (2009), quienes señalan que factores como la autoeficacia de los seguidores puede ser un factor interviniente que modera los efectos del tipo de liderazgo recibido por los subalternos30. De Hoogh y Den Hartog (2009), también han encontrado evidencia del rol de un bajo nivel de neuroticismo y la percepción de locus de control interno como factores que potencian la influencia de liderazgo carismático31. Estos estudios sobre factores mediadores todavía están focalizados en la relación directa entre el líder y sus seguidores.

MÉTODO

Los resultados cualitativos reportados fueron obtenidos en 4 talleres, dos con participación de enfermeras supervisoras (N total=32) y dos con enfermeras clínicas subalternas (N total=43). Los datos cuantitativos presentados fueron proporcionados por un total de 259 enfermeras y enfermeros empleados con contrato permanente en un hospital del sector público (N=74) y un hospital del sector privado (N=185), quienes respondieron el Cuestionario de Liderazgo de Rango Total (MLQ) y el Cuestionario de Burnout de Maslach (MBI). El proceso incluyó reuniones previas con direc-tivos de los hospitales participantes, para explicar los objetivos y procedimiento de la investigación. Posteriormente se realizaron entrevistas individuales con las supervisoras y breves reuniones con las enfermeras de los servicios, con el mismo fin anterior. Posteriormente los cuestionarios fueron entregados a cada enfer-mera en un sobre, los cuales fueron devueltos cerrados. La invita-ción a los talleres posteriores fue abierta a todos los participantes y su asistencia voluntaria. Considerando que los temas de lide-razgo y burnout tienen implicancias en la evaluación del desem-peño y las atribuciones de personalidad, lo que podría generar sesgos en las respuestas a cuestionarios y la participación en entrevistas y talleres, no se les pidió a las participantes que regis-traran sus datos demográficos individuales.

Cuestionario Multifactorial de Liderazgo (MLQ)El MLQ aplicado correspondió a la forma corta 5X, adaptada en Chile por Vega y Zabala (2004), quienes obtuvieron un coeficiente Alpha de Cronbach de 0,97, realizando además evaluaciones de

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validez de constructo y contenido del instrumento32. El cuestio-nario consta de formas de autoaplicación y para la descripción del comportamiento de otros, ambas con 82 ítems. EL MLQ permite evaluar nueve subescalas incluidas en los niveles de liderazgo transformacional, transaccional y laissez faire, además tres escalas sobre resultados organizacionales: Esfuerzo extra, efectividad y satisfacción.

Maslach Burnout Inventory (MBI)El MBI, desarrollado por Christina Maslach, es un cuestionario escrito utilizado en la gran mayoría de los estudios sobre el burnout y ha sido aplicado en Chile en múltiples ocasiones33-35. En Chile, Buzetti (2005) informa un coeficiente Alpha de Cronbach de 0,89 para el instrumento36. El MBI consta de 22 preguntas formuladas como afir-maciones sobre las percepciones y emociones que el sujeto que responde ha experimentado en relación a tres ámbitos: Agotamiento Emocional, Despersonalización y Logro Personal.

TalleresLos resultados colectivos obtenidos con los cuestionarios fueron presentados en dos talleres realizados con enfermeras supervisoras y dos talleres realizados con enfermeras subalternas, uno en cada tipo en ambos hospitales. En estos talleres se facilitaron discu-siones sobre la interpretación, causas y consecuencias de los puntajes, así como devolución de opiniones obtenidas en las entre-vistas individuales realizadas introductoriamente. Las opiniones fueron registradas en papelógrafos, los cuales fueron trascritos posteriormente. El objetivo fue obtener una comprensión tan “densa” como fuera posible, esto entendido en el sentido de White, quien plantea que en las descripciones realizadas por profesionales existe el riesgo de desconocer la comprensión y capacidades con que los mismos sujetos manejan su relación con la realidad, lo que originaría descripciones “magras” o carentes de la profundidad adecuada a la comprensión37.

REsULTADOs Resultados cuantitativosAnálisis de confiabilidad de los instrumentosLa consistencia interna de las escalas del MLQ, evaluada a través de la prueba Alpha de Cronbach, arrojó puntajes ubicados entre 0,81 y 0,98, esto con la excepción de Liderazgo Correctivo Evitador, que obtuvo 0,65, un puntaje más bajo pero todavía aceptable. En el caso del MBI, el indicador Alpha de Cronbach para la dimensión Fatiga Emocional fue de 0,86, para la dimensión Despersonalización fue de 0,63 y para la dimensión Logro personal fue de 0,72.

Resultados descriptivosResultados globales obtenidos con el Cuestionario Multifactorial de Liderazgo (MLQ)Los resultados del MLQ permiten observar que los promedios de los niveles de funcionamiento Transformacional Constructivo y Correctivo se encuentran en el rango que va desde 2,88 a 2,41, lo que corresponde a respuestas que estarían en las categorías “A veces” (2) y “A Menudo” (3) y la dimensión de Comportamiento Evitador está entre 1,55 y 1,21, lo que corresponde a su vez a respuestas “A veces” (2) y “Rara vez” (1). Así mismo, se observa que los promedios y desviaciones estándar del los Hospitales A y B no presentan diferen-cias significativas en ninguna subescala. Se observa además que la

dimensión Liderazgo Correctivo Evitador no sólo aparece con la menor frecuencia, sino que también con una desviación estándar (D.S.) que es prácticamente la mitad de las otras dimensiones. Al comparar los puntajes de las enfermeras subalternas, que describen la conducta de las supervisoras, se aprecia tanto que los promedios son más bajos que los de las supervisoras en los niveles Liderazgo Transformacional y Liderazgo Transaccional, 2,61 v/s 3,25 y 2,44 v/s 3,20 respectivamente, como que las desviaciones estándar son el doble o más grandes. Así, en el nivel Liderazgo Transformacional la D.S. pasa de 0,39 a 0,95, en el nivel Liderazgo Transaccional se pasa de 0,44 a 0,96 y en el nivel Liderazgo Correctivo Evitador se pasa de 0,22 a 0,44. Con esto promedios los reporten indicarían la percepción de que el uso de los niveles Liderazgo Transformacional y Liderazgo Transaccional se encontraría en categorías ubicadas entre “a veces” y “a menudo”. El nivel liderazgo Correctivo Evitador, en coincidencia con lo apreciado a través de los puntajes de las supervisoras, se ocuparía en una frecuencia que se expresa como intermedia entre “rara vez” y “a veces”.

Resultados globales obtenidos con el Cuestionario de Burnout de Maslach (MBI)Los resultados obtenidos con la aplicación del MBI entregan un promedio 3,5 puntos para la Escala de Despersonalización, con una desviación estándar de 4,0; 21,33 puntos para la Escala de Fatiga Emocional, con una desviación estándar de 9,87; y un promedio de 40,77 para la Escala de Logro Personal, con una desviación estándar de 5,51. Al igual que en el caso del MLQ, no se observan diferencias significativas entre establecimiento. Al utilizar como criterio de suposición de burnout el que las categorías de Logro Personal se encuentren en nivel bajo o medio; Fatiga Emocional en nivel medio o alto y Despersonalización en nivel medio o alto, se obtiene que, de acuerdo al criterio de Maslach y Jackson38, el 22,7% de las enfermeras del Hospital A y el 26,1% del Hospital B presentarían burnout al momento de la encuesta. Ahora bien, considerando que el estándar de Maslach y Jackson no está asociado a indicadores clínicos y que al utilizar el criterio de contar sólo los sujetos que tuvieran bajo Logro Personal, alta Despersonalización y Alta Fatiga Emocional se encontró con que no existían sujetos en la categoría, se decidió realizar un análisis utilizando un estándar más estricto, que considerara sólo los promedios asociados a respuestas 5, “Algunas veces a la semana” y 6, “todos los días”. Los resultados obtenidos bajan a 12,2% para el Hospital A y a 10,8% para el Hospital B.

RelacionesAl aplicar la prueba de correlación de Pearson entre los promedios de las escalas del MBI y los promedios de los niveles de funciona-miento evaluados en el MLQ de las subalternas, se obtienen resul-tados que indican relaciones significativas al 1% (**) y al 5% (*), las que se presentan en la Tabla 1.

Tabla 1.Correlaciones entre los niveles de funcionamiento de liderazgo atri-buidos por las subalternas y los factores de burnout. MBI MLQ Despersonalización Fatiga Logro personal emocionalLiderazgo Transformacional -0,156(*) -0,252(**) 0,206(**)

Liderazgo Transaccional -0,168(**) -0,234(**) 0,173(**)

Liderazgo Pasivo Evitador 0,199(**) 0,165(**) -0,046

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De acuerdo a lo esperado, el nivel de funcionamiento Liderazgo Transformacional tiene una relación inversamente proporcional con las dimensiones Despersonalización y Fatiga Emocional y una relación directamente proporcional con el Logro Personal, lo mismo ocurriría con el nivel de funcionamiento Liderazgo Transaccional. A su vez, el nivel de funcionamiento Liderazgo Pasivo Evitador presenta correlación positiva con las dimensiones de Despersonalización y Fatiga Emocional. Sin embargo, no se observó una relación estadísticamente significativa con la dimen-sión Logro Personal. Ahora bien, pese a su significancia estadís-tica, relaciones anteriores son relativamente bajas e indicarían que existen otras variables que podrían estar influyendo. Al observar las relaciones entre los subfactores del MLQ y las dimensiones del MBI se pueden observar resultados que mantienen los sentidos observados anteriormente. Estableciéndose la relación más fuerte entre la escala de Motivación Inspiracional y Fatiga Emocional (r=-0; 282, p=0,01). Se observa también que el subfactor Dirección por Excepción Activa no presenta una relación significativa con Despersonalización y Logro Personal y que Dirección por Excepción Pasiva tampoco correlaciona con la escala de Logro Personal.A fin de identificar la capacidad predictiva de las relaciones, se utilizó un modelo de análisis de regresión logística con inclusión de predictores Forward Step Conditional, Con el modelo empleado se observa que la mayor capacidad predictiva se encuentra en la relación con el subfactor Motivación Inspiracional, el cual permite predecir con éxito la ocurrencia de burnout en 60,2% de los casos, existiendo correlaciones negativas y significativas con Despersonalización (r=-0,180; p=0,01); con Fatiga Emocional (r=-,282; p=0,01); y con Logro Personal (r=0,223; p=0,01).

Resultados cualitativosComo se señaló anteriormente, se realizaron cuatro talleres, dos con participación de supervisoras y dos con subalternas, donde se analizaron los resultados cuantitativos. Las opiniones, recogidas en papelografos y luego contrastadas, para comprobar la corrección de lo escrito en relación a lo opinado por las participantes, fueron notablemente coincidentes, tanto entre hospitales como entre los distintos grupos. Las ideas centrales pueden sintetizarse en los siguientes puntos: • Se percibe que los puntajes del MBI y el MLQ efectivamente reflejarían la situación que experimentan. En este sentido se podría señalar que las participantes indicaban que un número significa-tivo de enfermeras no cuentan con recursos para manejar adecua-damente la carga y condiciones de trabajo, de tal modo que es habitual la observación de agotamiento, irritabilidad, pérdida de adecuación social y conflictos interpersonales. En lo que respecta al liderazgo, el exceso de carga de trabajo, la falta de recursos y la alta frecuencia de problemas llevaría a que los comportamientos de control, administración y manejo de conflictos fueran utilizados con alta frecuencia, dificultándose al mismo tiempo el estableci-miento de relaciones personalizadas con pacientes y familiares. La Figura 1 muestra un esquema del sistema generador de estrés y burnout de acuerdo a las opiniones de enfermeras clínicas subal-ternas.En relación a la significancia de la influencia de las supervisoras, en los cuatro talleres se manifestó que ésta estaría limitada por la estructura del hospital y las relaciones personales. En lo que respecta a factores estructurales destaca formalidad de las rela-ciones y el hecho de que las supervisoras no trabajan en el sistema

de turnos, lo que limita su contacto directo con los problemas y hace que su intervención ocurra sólo cuando las consecuencias son notorias. Otro elemento que influiría en la significancia de la influencia de las supervisoras es la complejidad de la estructura organizacional, que hace que una enfermera clínica deba manejar múltiples relaciones de coordinación y servicio con médicos de distintas especialidades, jefaturas de distintas unidades y directivos superiores, de tal modo que la relación con las subalternas se esta-blece en muchos casos como una relación entre muchas. Por otro lado, también es necesario considerar la posibilidad de que la rela-ción entre burnout y liderazgo no necesariamente es unidirec-cional, de tal modo que enfermeras subalternas con alto nivel de logro percibido, sensación de riqueza en las relaciones y buen ánimo podrían influir en el sentido de facilitar conductas transfor-macionales en las supervisoras.

Figura 1. Representación sobre las causas de estrés de las enfermeras subalternas.

stress problemas de comunicación

Irritabilidad, cansancio, frustración...

sobrecarga de trabajo

Figura 2. Factores que moderan la influencia de la supervisora sobre la subalterna.

Liderazgo y Modelaje

Condiciones estructurales del hospital

Calidad de la relación entre la supervisora y la

subalterna

supervisora supervisada

En lo que toca a los aspectos relacional, se observaría la influencia de elementos subjetivos, como los estilos personales, la edad y situación familiar, que producirían mayor o menor simpatía y complicidad entre las personas. Adicionalmente, las condiciones estructurales de los hospitales, incluyendo la multi-plicidad de prioridades, el sistema de turnos, la complejidad y compartamentalización de los procesos, la falta de recursos y la alta demanda de los sistemas de registro, también afectan la percepción de autoridad que las subalternas hacen sobre las supervisoras y, a través de esto, la calidad de la relación. Esta influencia se efectúa, en primer lugar, porque definen los temas o problemas que las supervisoras deben manejar para gestionar el desempeño o apoyar a la subalterna. Por ejemplo, la carga de trabajo y falta de recursos afectarían las percepciones de poder que las clínicas subalternas hacen de sus jefaturas, al mismo tiempo que influencian su percepción sobre equidad, colabora-ción y logro. La segunda manera tiene que ver con las percep-ciones sobre el contexto en el que se ejerce la influencia, que estaría condicionada por el poder formal de la supervisora, su capacidad para enterarse rápidamente de los problemas o su

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grado de dominio de las habilidades utilizadas por las enfermeras subalternas. Asimismo, las restricciones legales impiden que las supervisoras de hospital público puedan escoger su personal o despedirlo, por lo que las sanciones asociadas a movilidad sólo ocurren bajo condiciones excepcionales. Una tercera forma en que las condiciones del hospital afectarían la capacidad de influencia de las supervisora se refiere a la antigüedad y cama-radería en el grupo de las enfermeras. Así, no es lo mismo super-visar a un grupo homogéneo y cohesionado, donde la función de liderazgo y supervisión podría distribuirse, que a un grupo diverso desde el punto de vista de la experiencia y que no se conoce entre sí, donde se requerirá mayor supervisión directa. Todo lo anterior en contextos de incorporación de tecnología, implementación de programas para la estandarización de procesos y con mayor exigencia de los pacientes y sus familias. Otro elemento clave que afectaría la capacidad de la supervisora para influenciar a las subalternas es la manera en que ha contribuido en la formación del clima organizacional del servicio. Esto afec-taría a diversos elementos, incluyendo el grado de confianza personal entre supervisora y subalterna, el comportamiento del grupo, que puede ser más o menos congruente con los objetivos y discurso de la supervisora, y la posibilidad de que la subalterna escoja a la supervisora como un modelo a seguir. Así, en la manera que la supervisora es percibida por sus subalternas de manera congruente con los valores de la profesión y que además existe evidencia de que es capaz de proporcionar recursos y protección a sus subalternas, su ascendiente será mayor que en los casos en los que no se producen las condiciones anteriores. También se señaló que la influencia no es homogénea en todos los aspectos. Así, sería mayor en aspectos más generales, como el nivel de camaradería y la relación con las distintas unidades staff y proyectos. En este sentido, la supervisora actuaría aportando orden, moderando el impacto de las medidas que deben ser implementadas y promoviendo el desarrollo profesional y acceso a capacitación de las subalternas• En los talleres de subalternas se planteó, además, que al mismo tiempo que las intervenciones de la supervisora están limitadas por la formalidad de la relación y el sistema de turnos, una parte significativa de las labores de inducción, entrenamiento y direc-ción es asumida por las compañeras de turno y/o sala, que comparten o pueden compartir desde el contacto en vestidores hasta salidas o invitaciones sociales. • A partir de lo anterior, se sugirió que la influencia de la super-visora no sólo se efectúa a través de modelaje y conversaciones individuales, sino que también a través del fortalecimiento de las relaciones entre subalternas. Esto se realizaría a través de un trato equitativo, orientación respecto al trato adecuado entre pares y mediación ante desacuerdos.

CONCLUsION y DIsCUsIÓN

Además de la observación, a estas alturas esperable, de que el burnout es un tema efectivamente relevante en nuestro medio, los resultados antes descritos permiten concluir lo siguiente:

El tipo de liderazgo de la supervisora afectaría el nivel de burnout de las subalternas.A partir de la evidencia estadística de una relación inversamente proporcional entre los puntajes del MLQ y del MBI y las opiniones

de las participantes, es posible asumir que la frecuencia con que la supervisora realiza acciones asociadas al nivel de funciona-miento liderazgo transformacional efectivamente afectaría el nivel de burnout de las enfermeras subalternas. Esto sería coin-cidente con los resultados obtenidos en otros estudios. Sin embargo, al mismo tiempo es necesario considerar que la influencia del líder, al menos en la manera en que es evaluada a través del MLQ, sólo explica una pequeña parte de la varianza en burnout y que por tanto es probable que existan otras variables relevantes.

La influencia de la enfermera supervisora sobre la enfermera subordinada está moderada tanto por variables asociadas a la estructura del hospital como a la percepción general sobre la relación construida entre la supervisora y la subordinada.Al parecer los factores estructurales, asociados fundamental-mente a la idea de complejidad y de contexto, asociados a la percepción de falta de recursos, afectan no sólo la capacidad física de la supervisora para influir, sino que también las atribu-ciones de poder, competencia y carisma que sobre ellas hacen las subalternas. Este factor afectaría su capacidad para ejercer un liderazgo transformacional efectivo y debe ser un factor a evaluar en los proyectos de mejora.

La capacidad de las supervisoras para influir en las subalternas se expresaría no sólo a través de servir de modelo de rol y conversaciones individuales con las subalternas, también debe considerarse el impacto de las acciones orientadas a facilitar la conformación de un grupo de pares cohesionado.Habría que considerar que, además de las conversaciones y modelaje descritos como vías de influencia en la literatura y en el MLQ, también podría ser importante considerar como un factor clave en liderazgo a la capacidad de la supervisora para fomentar un espíritu de camaradería en el grupo de enfermeras, fortale-ciendo su disciplina y coordinación. Esto además afectaría la capacidad del grupo para inducir adecuadamente a las nuevas enfermeras y manejar los problemas de ánimo, comunicación o coordinación ante el cambio y/o con otros profesionales. Esta vía de influencia influiría a su vez la efectividad de la acción directa a través de conversaciones y reuniones, ya que las opiniones de las compañeras sobre la supervisora afectan las percepciones de autoridad y demás representaciones sobre las organizaciones y personas.

Figura 3. Vías de influencia de las supervisoras

supervisora

Compañeras subalterna

a) Influencia directa a través de conversaciones

c) Influencia indirecta a través de afectar la relación entre compañeras

b) Influencia directa a través de modelaje

La influencia de las compañeras y otras enfermeras, así como de otras jefaturas y personal staff, sobre las enfermeras subalternas, permiten sugerir que el enfoque vertical y centrado en individuos que está a la base del modelo Líder-Seguidor que se utiliza en

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Artículo Original | ¿Cómo el Liderazgo Transformacional de supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas?

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gran parte de la literatura sobre liderazgo, no sea apropiado para describir la relación de liderazgo en la relación supervisora-subalterna de los hospitales observados, donde la existencia de roles profesionales más horizontales y la multiplicidad de las influencias sería mejor descrito con un enfoque sistémico o comunitario.

LimitacionesLos resultados y conclusiones reportados deben ser evaluados considerando dos limitaciones importantes. La primera es que las

técnicas utilizadas no permitieron observar la evolución del proceso ni comprobar empíricamente algunas de las ideas que aparecen en el discurso de las enfermeras participantes. Esto deberá subsanarse a través de diseños experimentales y el segui-miento en el proceso de influencia. La segunda es que las conclu-siones han sido obtenidas con la observación de sólo dos hospi-tales y es posible que los mismos elementos que impidieron el levantamiento de datos en los hospitales que no aceptaron la investigación también pudieran influir en la manera en que se expresan las relaciones de influencia.

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REFERENCIAs

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Artículo Original

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Correspondencia / CorrespondenceDr. Álvaro Luis Fajardo-zapataUniversidad Nacional de ColombiaFundación Universitaria del Área Andina Carrera 14 N° 69-35, Bogota, ColombiaTel: (57-01) 2126320e-mail: [email protected]: 19 de julio de 2010 / Aceptado: 20 de octubre de 2010

ABsTRACTObjective: The purpose of this study was to investigate the state of health of workers in the construction industry in Bogota. Materials and methods: A cross- sectional study of prevalence was carried out and 1175 occupational medical records for employment of workers in the construction sector were analyzed. Assessments performed during 2008, and assessments including eye and ear examinations were taken into consideration. Data such as age, gender, work-related accident, smoking and drinking habits, sport practice and the medical diagnosis of the patient were recorded from charts. Conclusion: The research revealed the percentage of occupational accidents and the high prevalence and correlates of occupational injuries related to typical activities of the construction industry.

Descriptors: CONSTRUCTION INDUSTRY; HEALTH STATUS; WORKERS; CCUPATIONAL HEALTH; OCCUPATIONAL DISEASES; OCCUPATIONAL ACCIDENTS; PREVALENCE; HEARING LOSS; COLOMBIA.

REsUMENObjetivo: Indagar el estado de salud de los trabajadores de la industria de la construcción de la ciudad de Bogotá. Material y métodos: Se realizó un estudio transversal de prevalencias, donde se analizaron 1175 historias clínicas ocupacionales de ingreso de trabajadores del sector de la construcción. Se tomaron en consideración: haber sido realizada en 2008, que se hubiera realizado audiometría y visiometría al trabajador. De las historias se tomaron los datos: edad, género, si presentó o no accidente laboral, hábito del cigarrillo, hábito del licor, si realizaba deporte y el diagnóstico médico. Conclusiones: El estudio dejó en evi-dencia el porcentaje de accidentes laborales; asimismo, deja ver la alta prevalencia de enfermedades que están relacionadas con las actividades desarrolladas en la industria de la construcción.

(Fajardo-Zapata A, Méndez-Casallas F, Molina L, 2010. Estado de Salud de los Trabajadores del Sector de la Construcción en Bogotá Colombia. Bogotá. 2009. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 410-413).

Descriptores: INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN, ESTADO DE SALUD, TRABAJADORES, SALUD LABORAL, ENFERMEDADES PROFESIO- NALES, ACCIDENTES DE TRABAJO, PREVALENCIA, PÉRDIDA AUDITIVA, COLOMBIA.

Álvaro L. Fajardo-zapata1, Francy J. Méndez-Casallas2, Luis H. Molina3

1. Médico Universidad Nacional. Ingeniero Industrial. Universidad Distrital. M. sc. Toxicología Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Administración en salud Ocupacional, profesor Asistente División de Ciencias Básicas de la Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia.

2. Microbióloga Universidad de los Andes. Especialista Docencia Universitaria, profesora auxiliar División de Ciencias Básicas de la Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia.

3. Bioestadístico. Catedrático, División de Ciencias Básicas de la Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia.

Estado de Salud de los Trabajadores del Sector de la Construcción en Bogotá Colombia. Bogotá. 2009HEALTH sTATUs OF WORKERs FROM THE CONsTRUCTION INDUsTRy IN BOgOTÁ, COLOMBIA. BOgOTÁ, 2009

INTRODUCCIÓN

El sector de la construcción tiene una gran importancia y una inne-gable participación en el desarrollo y en la economía colombiana. Entre 2006 y 2007, este sector generó 18.107 nuevos empleos, que representaron el 57,2% del total generado en Bogotá, lo que significó que a finales de 2007 esta actividad empleara a más de 180 mil personas, participando con un 5,5% del total de ocupados en la

capital y el 19,7% del total de trabajadores del sector de la construc-ción en el ámbito nacional1.Los trabajadores de la construcción (en obra) realizan una labor bastante ruda, con unas características de empleo inestable (por obra), con una baja cobertura de seguridad social y sin cumplir muchas de las normas de higiene y seguridad industrial (no uso de implementos de seguridad industrial como: tapa-oídos, guantes, ropa de trabajo adecuada), que ponen en riesgo la salud y la vida. Todo esto sumado a la baja remuneración económica, que no les permite cumplir con sus necesidades básicas. Adicional a lo anterior, la contratación en el sector de la construcción se da principalmente por obra o tarea ejecutada, y gran parte de las actividades son subcontratadas por las constructoras a través de tercero1.Por lo anterior, los trabajadores del sector de la construcción son una población vulnerable y pueden desarrollar enfermedades relacio-nadas con las condiciones propias de su actividad. Diversos estudios en el mundo han puesto en evidencia que los traba-jadores del sector de la construcción son susceptibles a una alta accidentalidad laboral y a desarrollar diversas patologías como:

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osteoartritis, obesidad, neumoconiosis, hipoacusia y aumento de la mortalidad por cáncer2-15.En Colombia no se conoce la ocurrencia de las enfermedades relacio-nadas con el trabajo, aunque existen estimativos de la incidencia de la enfermedad ocupacional que no reflejan la verdadera magnitud del problema, ya que existe únicamente un subregistro de la enfermedad y de la accidentalidad laboral16.

Si bien es cierto que la industria de la construcción es una gran jalonadora de la economía colombiana, también es una de las que más riesgos laborales acarrea, tal y como lo afirman los entes guber-namentales. Las estadísticas emitidas por el Ministerio de la Protección Social muestran la accidentalidad, la mortalidad y datos incompletos de enfermedad laboral en Colombia.Aún no existen estudios que muestren la problemática de la enfer-medad laboral en Colombia y, por supuesto, en el sector de la cons-trucción. Es por esto que la presente investigación realiza un análisis de la problemática, indagando en las historias clínicas ocupacionales de ingreso de los trabajadores de este importante sector de la economía.

MÉTODO

El estudio consistió en identificar –mediante el análisis de historias ocupacionales de ingreso de trabajadores del sector de la construc-ción– características sobre: edad, género, presencia o no de acci-dentes laborales, hábito del cigarrillo, hábito del licor, realización de deporte; y de la historia clínica se tomó el o los diagnósticos emitidos por los médicos especialistas en salud ocupacional.Como universo se tomaron las historias clínicas ocupacionales de ingreso de los trabajadores del sector de la construcción en la ciudad de Bogotá, realizadas durante 2008, y en las que se encontrara datos de la realización de visiometría y audiometría. No se realizó ninguna intervención durante el desarrollo del estudio.El tamaño de la muestra fue 1175 historias clínicas, las que fueron seleccionadas mediante muestreo aleatorio simple. Se tomó como error el tres por ciento (3%), y considerando el valor de p = 0,50, dado que la prevalencia de enfermedades laborales para Colombia es desconocida, la población de trabajadores de la construcción fue de 180.000 trabajadores.Se excluyeron del estudio las historias que no cumplieran con los criterios de: no estuviera completamente diligenciada, no se le hubiera realizado audiometría, visiometría o alguno de los dos exámenes al trabajador. El manejo de la información de las historias clínicas ocupacionales fue siempre confidencial.

Los datos producto de la investigación fueron ingresados en bases de datos específicas. Éstas se elaboraron en Excel y los análisis se realizaron en Epiinfo 3.3.2

REsULTADOs

Las actividades de la industria de la construcción son realizadas en su gran mayoría por personas entre 18 y 49 años (84,1%), mientras que a medida que se incrementa la edad esa participación se va haciendo menor (15,9%). Es de observar que personas en edad de jubilación todavía se encuen-tran laborando en este sector de la economía (0,9%).Se encuentra un nivel significativo de personas analfabetas (2,9%) que laboran en el sector de la construcción, mientras que un 42,4% tienen nivel educativo inferior o igual a la primaria. Se encuentra que el mayor porcentaje (52,3%) de los trabajadores tiene estudios infe-riores o iguales a la secundaria. También se resalta que un 2,4% de los trabajadores tiene estudios superiores (Técnicos/Tecnológicos y/o universitarios incompletos).Las actividades del sector de la construcción son ocupadas por hombres (99%), pero se resalta también una participación importante de las mujeres, con un 1%.Un 33% de los trabajadores fuma, un 55% consume bebidas alcohó-licas y la mitad (50%) de esta población practica deportes.El estudio encontró que un 9% de los trabajadores había presentado algún tipo de accidente laboral al momento del examen de ingreso laboral (ver Gráfico 1).

El 34% de los trabajadores de la industria de la construcción que fueron estudiados presentó hipoacusia (ver Gráfico 2), mientras que un 30% presentó algún tipo de defecto de refracción visual, el 13% pterigios (ver Gráfico 3), el 13% várices, un 4% hernias de la pared abdominal (ver Gráfico 4), el 16% sobrepeso, un 4% obesidad, el 6% alteraciones de la columna vertebral.

Tabla 1.Estadísticas del sistema general de Riesgos profesionales en Colombia durante 2008.

Total de trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Profesionales (Diciembre) 6.188.317

Total empresas afiliadas 449.031

Total de accidentes laborales en Colombia durante 2008 512.908

Total de muertes de trabajadores 948

Total de enfermedades calificadas como profesionales (datos incompletos)* 6.119

Fuente: Dirección general de Riesgos profesionales del Ministerio de la protección Social de Colombia (Aplicativo SIERP 2009)17.

Gráfico 1.Accidentes laborales.

Gráfico 2.Hipoacusia en los trabajadores.

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Llamó la atención la alta prevalencia de hipoacusias (222,22 por 100.000 trabajadores), mientras que los defectos de refracción presentan una casuística también muy alta (197,22 por 100.000 trabajadores). La presencia de várices (85 por 100.000 trabajadores), de pterigios (82,77 por 100.000 trabajadores), de alteraciones de la columna (41,66 por 100.000 trabajadores) y de hernias de la pared abdominal (25 por 100.000 trabajadores), siguen en el orden de los hallazgos.Se suma a la anterior problemática expuesta que la industria de la construcción contrata a los trabajadores por periodos relativamente cortos de tiempo, no existiendo continuidad en el acceso a la Seguridad Social, quedando éstos desprotegidos hasta que puedan ubicarse nuevamente en una obra, con la salvedad de que su estado de salud ha de estar óptimo o sencillamente no serán contratados.

CONCLUsIONEs

El estudio dejó en evidencia la presencia de un porcentaje muy alto de accidentes laborales entre los trabajadores de la industria de la construcción; asimismo permitió determinar cuáles son las enferme-dades que están afectando a los trabajadores de este sector de la economía.De acuerdo a los resultados encontrados en el estudio, se hace nece-sario que los entes gubernamentales se responsabilicen de esta problemática, que a través de la ley 100 se delegó al sector privado a través de las Administradoras de Riesgo Profesional (ARP), y éstas tienen la obligación de ejecutar programas de promoción y preven-ción a las empresas aseguradas. Los hallazgos de la investigación muestran que al parecer dichos programas no se están ejecutando o no están surtiendo los efectos esperados.Lo anterior deja en evidencia que urge la intervención, iniciándola desde la capacitación a los trabajadores, para que éstos puedan conocer los riesgos a los que están sometidos al desarrollar activi-dades de este sector y las enfermedades que eventualmente podrían adquirir; hacerles énfasis en la importancia del uso de los elementos de protección personal. Se debe buscar crear una cultura laboral en el trabajador.Es importante que el Ministerio de la Protección Social, a través de la dirección técnica de riesgos profesionales, establezca los linea-mientos en materia de protección de los trabajadores del sector de la construcción, y verifique la implementación de normas, así como el cumplimiento en materia de dotación de elementos de protección personal, a fin de disminuir la morbilidad y la mortalidad que se presenta en este sector. Si bien es cierto que las ARP responden ante la aparición de acci-dentes laborales, se está aún muy lejos del reconocimiento de enfer-medades laborales tal y como está establecido en la legislación colombiana a través de la resolución 1832 de 1993.A esto se suma el desconocimiento por parte de los trabajadores de su derecho a reclamar en el caso de padecer enfermedades que puedan estar relacionadas con las labores o el tipo de oficio que desempeña o ha desempeñado. La evaluación del estado de salud al momento de ingresar a trabajar está siendo realizada por distintas empresas particulares, contratadas por las empresas de servicios temporales que buscan no determinar el real estado de salud de los trabajadores sino más bien cumplir con “requerimientos” exigidos por la empresas temporales, quienes les solicitan emitir un concepto de aptitud laboral de acuerdo a las nece-sidades o exigencias de las empresas contratantes.

El 5% de los trabajadores que fueron estudiados presentaba otros diagnósticos en la historia laboral de ingreso. Entre ellos, el más relevante fue la hipertensión arterial (2%).Los trabajadores cuyas edades oscilan entre los 18 y 24 años fueron quienes más presentaron accidentes laborales (18,6%), seguidos por los de 25 a 29 años (15,6%). A medida que se alcanza más edad, la accidentalidad disminuye. El estudio mostró que a menor edad mayor es el riesgo de presentar accidentes laborales.Los trabajadores que cursaron secundaria incompleta (30,4%), seguidos por los que tenían primaria completa (27,4%) fueron quienes más presentaron accidentes laborales, aunque esta asocia-ción no fue significativa. A medida que aumenta la edad, mayor es la probabilidad de encon-trar trabajadores con hipoacusia, tal y como lo demuestra este estudio, probabilidad que es significativa. El mayor porcentaje con trabajadores con problemas auditivos derivados del trabajo se encuentran en los grupos etarios de 45 a 49 años (16,0%), seguidos por los del grupo de 50 a 54 años (15,2%). Los datos mostraron que, no importando el nivel educativo, los trabajadores de la industria de la construcción tienen un riesgo signi-ficativamente elevado de adquirir hipoacusia. Además, se encontró que no existe asociación entre trabajadores que hayan presentado accidentes laborales y hayan tenido hipoacusia a la vez. Este estudio no encontró asociación entre los trabajadores que mani-festaron en sus hábitos consumir alcohol ocasionalmente y la presencia de accidentes laborales. En cuanto a la prevalencia de accidente laboral, el estudio encontró que es de 56,66 por 100.000 trabajadores para el sector de la cons-trucción, pero no es posible compararlo con otros sectores de la economía en razón a que no existen estudios o estadísticas.

Gráfico 3.pterigios en los trabajadores.

Gráfico 4.Hernias en los trabajadores.

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Sería muy importante para Colombia la creación un ente guberna-mental con capacidad decisoria y sancionatoria que regule y super-vise no solamente a las empresas del sector de la construcción, sino también a todas las empresas de los diversos sectores de la economía colombiana y, por supuesto, a todas las empresas que evalúan traba-jadores, no solamente las de servicios temporales sino a las particu-lares que ejecutan actividades de salud ocupacional.Se hace necesario que el Gobierno Nacional establezca, mediante proceso legislativo, la responsabilidad social que le compete a las empresas por la morbilidad y la mortalidad de los trabajadores de sus respetivas empresas, y que ésta no sea solamente vista como una responsabilidad económica por la que tiene que responder la ARP.Es importante que las universidades que preparan a los futuros profe-sionales en las áreas de la salud lo hagan en el reconocimiento de enfermedades producidas por la actividad laboral.Por otro lado, los responsables de la salud ocupacional y los direc-tivos de las empresas no deben asumir los exámenes médicos de ingreso, egreso y periódicos como un requisito legal únicamente, sino que éstos deben ser realizados con la responsabilidad social que ameritan y de acuerdo al compromiso que tienen frente a los traba-jadores, sus familias y la sociedad. Por último, éste es sólo un acercamiento a la problemática de salud laboral en Colombia; es necesario que se diseñen estudios enfocados para los diferentes sectores de la economía, que puedan mostrar la morbilidad y tipificar los riesgos a los cuales están sometidos los

trabajadores colombianos.Se hace necesario tomar en serio el problema de la salud de los traba-jadores del sector de la construcción y de otros sectores de la economía que, si bien empresas grandes y serias lo realizan, en la mayoría de los casos se evade la ley y la responsabilidad frente a los trabajadores.Teniendo en cuenta la exhaustiva búsqueda de información previa relacionada con el tema de la presente investigación, no se encontró ningún referente en Colombia, por lo cual el presente estudio se convierte en punto de partida para otros trabajos relacionados.

AgradecimientosLos autores desean expresar sus agradecimientos a la Doctora Jenny Hernández, Directora de la División de Ciencias Básicas, y al Doctor William Hernández, Coordinador Académico. También expresan sus agradecimientos a la Doctora María Eugenia Beltrán y al Doctor José Manuel Ruíz, gerentes de la empresa Aleandes, quienes gentilmente realizaron los contactos con las empresas de salud ocupacional y prestaron su sede como centro piloto de la investigación. Adicionalmente, expresan sus agradeci-mientos al Ingeniero Mauricio Orduz, Coordinador de Recursos Humanos y Seguridad Industrial de la empresa Pro Temporales.La presente investigación fue parcialmente financiada por la Fundación Universitaria del Área Andina. Los demás gastos fueron asumidos por los investigadores.

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REFERENCIAs

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Artículo Original

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Correspondencia / CorrespondenceCarlos Ackerknecht IhlAsociación Chilena de seguridadprograma prevención de Riesgos Forestales y Madereros, gerencia prevenciónRamón Carnicer 163, providencia, santiago, ChileCódigo postal: 7520528Tel.: (56-2) 515 7408e-mail: [email protected] Recibido: 18 de julio de 2010 / Aceptado: 19 de octubre de 2010

ABsTRACTIn accordance with tendencies of world population ageing and its incidence in workforce, the Asociación Chilena de Seguridad con-ducted an approximation study of ageing in forest companies and wood industries. The evolution of accident rate, risk rate and average lost time per accident were analyzed according to age range in work-ers injured between 2004 and 2008. The universe of the study was constituted by a mean population of 55,098 workers distributed through an average of 1,871 companies.Additionally, a comparative case-based analysis about evolution of percentage participation of injured workers was also carried out, according to age range between five-year periods: 1998-2001, 2001-2005 and 2004-2008.General results indicate that after a very low accident and loss rates in workers under 18 years of age, these indicators drastically change into maximum values in age range 18-20 years, and subsequently decrease gradually. This is a permanent case in the accident rate, but results for the loss rate due to temporary incapacity show that this decrease stops about the 40 years of age, from which starts a low and permanent increase until the age range 60-99 years of age. On the other hand, the mean of lost days due to accident presents a direct relationship of increase in seriousness with the advance of age that maintains a strong positive tendency. With regard to the percentage of injured workers according to age, this value is higher between five-year periods from 36-40 years on.

Descriptors: AGE FACTORS; AGEING; OCCUPATIONAL, ACCIDENTS/ STATISTICS & NUMERICAL DATA; PREVALENCE; SICK LEAVE; TIMBER INDUSTRY, FORESTRY/HUMAN RESOURCES; CHILE.

REsUMENAtendiendo a las tendencias observadas sobre envejecimiento de la población mundial y su incidencia en la fuerza laboral, la Asociación Chilena de Seguridad realizó un estudio de aproxima-ción a dicho problema en empresas forestales e industrias de la madera afiliadas, investigando la evolución de la tasa de acciden-talidad, tasa de siniestralidad por incapacidades temporales y pro-medio de días perdidos por accidente según rangos de edad en trabajadores lesionados entre los años 2004 y 2008. El universo del estudio comprendió una población media de 55.098 trabajadores, distribuidos en un promedio de 1.871 empresas.En forma complementaria se realizó también un análisis compara-tivo casuístico sobre evolución de la participación porcentual de los trabajadores lesionados según rango de edad entre los quinquenios 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008.Los resultados generales revelan que luego de una bajísima acci-dentalidad y siniestralidad en trabajadores menores de 18 años, estos indicadores pasan violentamente a valores máximos en el rango 18-20 años, para luego declinar progresivamente, como es el caso permanente en la tasa de accidentalidad. En cambio, para la tasa de siniestralidad por incapacidades temporales la disminución se detiene alrededor de los 40 años, edad desde la cual se reinicia un incremento lento y permanente hasta los 60-99 años. Por otro lado, el promedio de días perdidos por accidente presenta una rela-ción directa de aumento en gravedad con el avance en edad, el que mantiene una fuerte inclinación positiva. Respecto al porcentaje de lesionados según edad, este valor aumenta entre quinquenios desde el rango 36-40 años en adelante.

(Ackerknecht C, 2010. Relación Edad y Accidentalidad en Trabajadores del Sector Forestal en Chile. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 414-422).

Descriptores: FACTORES DE EDAD, ENVEJECIMIENTO, ACCIDENTES LABORALES / ESTADÍSTICA & DATOS NUMÉRICOS, PREVALENCIA, AUSENCIA POR ENFERMEDAD, INDUSTRIA DE LA MADERA, AGRICULTURA FORESTAL/RECURSOS HUMANOS, CHILE.

Carlos Ackerknecht IhlDirector del programa prevención de Riesgos Forestales y Madereros de la Asociación Chilena de seguridad.

Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del Sector Forestal en ChileTHE RELATIONsHIp BETWEEN AgE AND ACCIDENT RATEs IN WORKERs FROM THE FOREsT INDUsTRy

INTRODUCCIÓN

El desafío tal vez más grande que enfrentan las empresas del sector forestal, para crear ambientes de trabajo más sanos y seguros, es adaptarlos para una fuerza laboral que está enveje-ciendo. En el 2000, los mayores de 60 años representaban el 8,1% de la población mundial total, los que para el 2025 tendrán una participación de 14,5% y de 24,1% al 20501.El envejecimiento es una tendencia positiva, pues es un signo de progreso social dado el mejoramiento en las expectativas de vida; pero, la mayor longevidad conlleva nuevos riesgos sociales (desestabilización del sistema de pensiones y otros de protección en seguridad social)2. Por otro lado, el envejecimiento de la pobla-

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ción también implica otro aspecto negativo, que corresponde a la disminución de la natalidad2.Entre 2006 y 2016 en EE.UU. se crearía un 15,6% de nuevos trabajos en diversas actividades, correspondiendo cerca del 10% al reempleo de pensionados que tienen vitalidad para continuar laborando (una parte importante de ellos corresponde a los nacidos durante el “baby boom” post Segunda Guerra Mundial)3. Como todos los adultos mayores vitales no encontrarán empleos decentes, el trabajo informal será una salida laboral frecuente en empleados mayores de 60 años, siendo más notoria en hombres1.Para enfrentar debidamente las consecuencias del envejecimiento en América Latina y el Caribe es necesario modificar la matriz de protección social a fin de acoger el incremento del índice de vejez y dependencias de adultos mayores. Por un lado, los efectos de la disminución en la fecundidad ha repercutido en escasez de pobla-ción en edad de trabajar; mientras que por otro el descenso en mortalidad y aumento en calidad de vida ha elevado la cantidad de adultos mayores en edad de laborar. Así es como en el período 2000-2025 en la región habrán 100,7 millones de adultos mayores de 60 años, los que en el lapso 2025-2050 se incrementarán a 188,3 millones1.En Europa el proceso de envejecimiento tomó 6-10 décadas; mientras que en América Latina y el Caribe ello se dio en sólo 2-3 decenios. Por otro lado, también en el viejo mundo el envejeci-miento es más fuerte en mujeres por el ingreso masivo de éstas al mundo laboral, presionadas para aumentar ingresos del grupo familiar y por la necesidad de reemplazar a los varones en las industrias durante la Segunda Guerra Mundial1.La encuesta sobre cambios generacionales y envejecimiento de la población laboral, realizada en 31 países de Europa en 20054, reveló que el aumento de las expectativas de vida cambia el concepto de edad. Según ella, la capacidad de aprender no dismi-nuye con la edad, como también comprobó que los trabajadores mayores provocan menos costos y son más productivos. Por ello, al crear más ocupación para personas de edad se obtiene más trabajo de calidad. Finalmente, para enfrentar el envejecimiento de la población, la Fundación Europea para la Mejora de Condiciones de Vida y Trabajo propone eliminar las barreras para contrataciones, potenciando la calificación por sobre la edad, como también organizar el trabajo facilitando la formación continua y otorgar horarios laborales flexibles.Las proyecciones demográficas chilenas establecen que la pobla-ción de 16.267.278 habitantes en 2005 llegará a unos 20.204.779 de personas al 2050, lo que significa un crecimiento de 24,2% en el próximo medio siglo5. Ello contrasta con la evolución demográ-fica observada en el lapso 1950-2000, período en que la población aumentó en 152%.Actualmente el grupo etario de 65 y más años tiene una partici-pación de 7,9%, el que en los próximos 50 años tendrá una inci-dencia del 21,6% en la población chilena, superando al grupo con edad inferior a 15 años (16,6% de los habitantes de Chile en 2050)5. Este envejecimiento sistemático de la población nacional significará mayores presiones por más y mejores políticas para el adulto mayor, como también reestructuraciones en los sistemas de jubilaciones, Instituciones de Salud Previsional (Isapres), Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) y Rentas vitali-cias. La tercera edad se está transformando en una fuerza política gravitante en la toma de decisiones.En esta tarea el sector forestal también tiene desafíos que enfrentar, en el que no sólo deberá repensar sus ambientes labo-

rales para trabajadores con mayor edad promedio, sino que también verá modificados sus requerimientos de productos y servicios. En este contexto, la industria del mueble tendrá que entregar respuestas más ergonómicas a los diseños de ítems a usar por la tercera edad, implicando variaciones funcionales y antro-pométricas más acorde a una población proclive a limitaciones, creciente en número y con uso más prolongado del mobiliario doméstico6.Ello deberá ir también acompañado del cumplimiento masivo en espacios públicos y privados de mayores facilidades para discapa-citados, lo que sin duda será una obligación necesaria para las empresas, las cuales tendrán que re-crear puestos de trabajos para acoger trabajadores limitados por consecuencia de accidentes comunes o laborales, pero también por pérdida de condiciones producto del envejecimiento natural de las personas6.En relación con lo anterior, la industria de la construcción también tiene varios desafíos de los cuales hacerse cargo, ofre-ciendo diseños habitacionales más amigables para la vida de nuestros mayores, donde actualmente la construcción de ambientes especiales para casas de reposos es prácticamente inexistente, debiéndose reacomodar antiguos recintos que difícilmente logran alcanzar la comodidad requerida para una vida digna a quienes trabajaron para dar un futuro mejor a las generaciones siguientes. En ello, la madera, siendo un material versátil y amigable para crear ambientes gratos, tiene un amplio espacio de aplicación6.Otras perspectivas tienden al incremento de la oferta en productos relacionados con el área hospitalaria y cuidado personal (pañales de adultos en desmedro de similares productos para bebés; toallas faciales y otros tissues relacionados con la higiene de la tercera edad), cuya demanda irá en franco aumento en relación con la mayor preponderancia de la población de tercera edad en el contexto demográfico chileno de las próximas décadas. En el ámbito recreacional, el sistema nacional de áreas silvestres prote-gidas debería aumentar la disponibilidad de senderos especiales y otras facilidades y servicios propios para adultos mayores6.Los desafíos que la evolución demográfica nos entrega debe ser una preocupación integral de la sociedad, realidad que no sólo debe ser una obligación propia de las esferas de Gobierno, sino que también constituye un desafío autoimpuesto por el sector produc-tivo, asumiendo el empresariado dicha labor como una tarea prio-ritaria en el contexto de la responsabilidad social corporativa.Atendiendo a esta realidad, y la conveniencia de recabar antece-dentes para disponer de información técnica que permitiera cuan-tificar la situación, como también estableciera datos que contri-buyan a desarrollar estudios posteriores para analizar el impacto del envejecimiento de la fuerza laboral en el sector forestal, se desarrolló una investigación enfocada hacia la evolución de algunos indicadores de seguridad y salud ocupacional según la edad de los trabajadores en empresas forestales e industrias de la madera afiliadas con la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) entre los años 2004 y 2008, cuyos resultados se presentan en este documento8.

MÉTODO

En el estudio se investigó la accidentalidad ocupacional sobre un promedio de 55.098 trabajadores que laboraron en empresas forestales (rubros 021 y 022) e industrias de la madera (rubros 251, 252, 259, 260, 271 y 272) afiliadas con la Asociación Chilena de

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Seguridad los años 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008. La informa-ción estudiada correspondió al análisis de la Tasa de Accidentalidad, Tasa de Siniestralidad por Incapacidades Temporales y Promedio de Días Perdidos por Accidente, entregada por el sistema iSeries de la Subgerencia de Informática ACHS para todos los rubros considerados. Complementariamente a ello, se recopiló informa-ción respecto a casuística de los accidentes según edad de los lesionados (comparativo entre quinquenios 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008).A partir de los datos obtenidos se confeccionaron curvas compa-rativas de tendencias para los tres indicadores según cada rubro, como también se consolidaron en grandes grupos:

Rubros:• 021: Silvicultura• 022: Extracción de madera• 251: Aserraderos, talleres de acepilladura y otros• 252: Envases de madera, caña y artículos menudos• 259: Fabricación de productos de madera, corcho y otros• 260: Fabricación de muebles y accesorios• 271: Fabricación de pulpa de madera, papel y otros• 272: Fabricación de artículos de pulpa, madera y otros

Grupos: • Bosques: 021 + 022• Industrias: 251 + 252 + 259 + 260 + 271 + 272• Sector Forestal: Bosques + Industrias

En la medida que estos ítems precisaban de un referente se les comparó con un estudio general sobre cambios demográficos y accidentalidad ocupacional realizado por ACHS en 20087.

REsULTADOs y DIsCUsIÓN

Los resultados obtenidos sobre evolución de las tasas de acciden-talidad, de siniestralidad por incapacidades temporales y promedio de días perdidos por accidente para todos los rubros y sus agru-paciones del sector forestal en empresas vinculadas a la Asociación Chilena de Seguridad desde 2004 a 2008 se presentan a continua-ción (ver Gráficos 1 y 2):

Empresas Forestales• Tasa de accidentalidad

Las curvas de los Gráficos 1, 2 y 3 son altamente coincidente entre sí, mostrando claramente una frecuencia de accidentalidad bají-sima para trabajadores menores a 18 años; mientras que el valor

cumbre se alcanza en el tramo siguiente (18-20 años), llegando al nivel más alto en extracción de madera (38,6%). Luego de ello se inicia una caída pronunciada en la cantidad de accidentes a medida que avanza la edad de los lesionados hasta llegar al mínimo en tramo 61-99 años (promedio 4,65%). Dicho valor es 55,0-60,3% superior a la tasa de accidentalidad media del estudio referencial realizado en 2007 con empresas de todas las áreas económicas afiliadas con ACHS (55-64 años: 3,0%; 65 y más años: 2,9%).

• Tasa de siniestralidad por incapacidades temporalesEn los Gráficos 4, 5 y 6 nuevamente se exhibe coincidencia entre curvas, teniéndose bajísima gravedad en trabajadores menores a 18 años para también lograr valores cumbre en los 18-20 años, donde extracción de madera alcanza el máximo (522 días). A partir de aquella edad comienza el descenso en días perdidos en

Gráfico 1.Tasa de accidentalidad en silvicultura.

EDAD

PO

RC

EN

TAJE

0,2

23,95

16,4

7,03 6,665,24

4,43 4,36 4,65

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10

15

20

25

30

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

Gráfico 2.Tasa de accidentalidad en extracción de maderas.

0,29

38,6

18,44

11,09

8,557,31 6,99 6,58

4,65

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

Gráfico 3.Tasa de accidentalidad en bosque.

0,24

31,25

17,5

9,3 7,7 6,4 5,81 5,52

4,65

0

5

10

15

20

25

30

35

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99P

OR

CE

NTA

JE

EDAD

Gráfico 4.Tasa de siniestralidad por incapacidades temporales en silvicultura.

2

299

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120 119 108

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300

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0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

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mientras que el mínimo se registra en el rango 18-20 años (12,50 días perdidos/accidente). Para labores en extracción de madera el aumento es gradual partiendo de un mínimo de 9,64 días perdidos/accidente en menores de 18 años. El máximo se obtiene a los 41-50 años de edad (30,31 días perdidos/accidente), para luego mantenerse con oscilaciones menores y cercanas a los 30 días perdidos/accidente. La curva promedio para el bosque muestra un alza permanente, la cual se acentúa luego de pasar el rango 36-40 años (21,99 días perdidos/accidente) y llega al máximo en 61-99 años de edad (37,72 días perdidos/acci-dente). Todos estos valores exceden largamente el promedio de todas actividades económicas en empresas afiliadas con ACHS en el país entre 2004 y 2008 (valores entre 7 y 8 días promedio perdidos por accidente).

Industrias de la Madera• Tasa de accidentalidad

siniestralidad junto con el aumento de la vida en años de los operarios. En silvicultura, después de los 41-50 años nueva-mente se incrementa la gravedad de los accidentes (104 días) para llegar a un alto 221 días en rango 61-99 años. Por su lado, en extracción de madera el descenso en gravedad llega hasta 166 en 36-40 años; luego sube fuertemente en los 41-50 años (212 días), para luego retornar a la baja (51-50 años: 186 días; 61-99 años: 138 días). El panorama promedio para las empresas forestales indica una caída significativa y permanente hasta los 36-40 años (141 días); luego, comienza un ascenso suave que en 61-99 años alcanza 175 días.

• Promedio días perdidos por accidenteSegún se aprecia en Gráficos 7, 8 y 9, existe una relación directa entre aumento de edad e incremento en promedio de días perdidos por accidentes ocurridos en operaciones forestales. En faenas silvícolas es un proceso permanente, el que se agrava a contar de 41-50 años (23,54 días perdidos/accidente) para llegar al máximo en rango 61-99 años (47,59 días perdidos/accidente);

Gráfico 5.Tasa de siniestralidad por incapacidades temporales en extracción de madera.

Gráfico 6.Tasa de siniestralidad por incapacidades temporales en bosque.

Gráfico 7.promedio días perdidos por accidente en silvicultura.

Gráfico 10.Tasa de accidentabilidad en aserraderos.

Gráfico 8.promedio días perdidos por accidente en forestal.

Gráfico 9.promedio días perdidos por accidente en bosque.

3

522

316

228

189 166

212 186

138

0

100

200

300

400

500

600

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

3

411

274

180 159

141

162 161 175

0

50

100

150

200

250

300

350

400

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0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

12,62 12,513,73 17,02

17,8220,58

23,54

30,7

47,59

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S P

ER

DID

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R A

CC

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NT

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9,64

13,54

17,12

20,56 22,16 22,78

30,31

28,29 29,62

0

5

10

15

20

25

30

35

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S P

ER

DID

OS

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R A

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NT

E

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10,8913,14

15,65

19,38 20,5421,99

27,9429,19

37,72

0

5

10

15

20

25

30

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0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

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NT

E

EDAD

0,36

53,92

23,57

11,96

9,25 9,44 8,85 8,399,03

0

10

20

30

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0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

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Page 38: Revista Ciencia & Trabajo N°38

Artículo Original | Ackerknecht Carlos

418 414/422 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | Ciencia & Trabajo

Las curvas de los Gráficos 10 al 16 en rubros de la industria made-rera son coincidentes entre sí y muestran la misma tendencia en la tasa de accidentalidad en empresas forestales; es decir, una frecuencia de accidentes bajísima en trabajadores menores a 18 años para alcanzar valores máximos en 18-20 años, donde la cifra más alta está en rubro 259 (122,45%) y la menor en rubro 271

Gráfico 11.Tasa de accidentalidad en envases de madera.

0,91

91,4

32,16

24,9925,36

14,66

20,71

10,689,65

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

Gráfico 15.Tasa de accidentalidad fabricación de papel.

Gráfico 16.Tasa de accidentalidad industrias de la madera.

Gráfico 17.Tasa de siniestralidad por incapacidades aserraderos.

Gráfico 18.Tasa de siniestralidad envases de madera.

Gráfico 12.Tasa de accidentalidad en otros productos de madera.

0

122,45

61,13

32,68

10,0215,62 14,78

10,84 10,30

20

40

60

80

100

120

140

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

PO

RC

EN

TAJE

Gráfico 13.Tasa de accidentalidad fabricación de muebles.

0,57

84,08

41,01

22,6819,08

14,45

13,06 11,33 11,05

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

Gráfico 14.Tasa de accidentalidad fabricación de celulosa.

0

51,1

25,78

9,246,35 5,22

4,33 2,522,99

0

10

20

30

40

50

60

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

0,13

66,93

30,9

12,35

9,71 8,83 7,68 7,05 6,130

10

20

30

40

50

60

70

80

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

PO

RC

EN

TAJE

0,32

60,15

26,52

12,9810,16 9,55 8,69

7,49 8,22

0

10

20

30

40

50

60

70

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

PO

RC

EN

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EDAD

5

784

320

188

143 180 186 218215

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

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(51,1%). Posteriormente comienza una disminución permanente en cada rango de edad siguiente. El promedio final de las indus-trias madereras a los 61-99 años es 8,22%.

• Tasa de siniestralidad por incapacidades temporales

11

1197

379338

256

215

370

185

411

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

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DÍA

S

Page 39: Revista Ciencia & Trabajo N°38

Artículo Original | Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del sector Forestal en Chile

Ciencia & Trabajo | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 414/422 419

Gráfico 19.Tasa de siniestralidad otros productos en madera.

Gráfico 20.Tasa de siniestralidad fabricación de muebles.

Gráfico 21.Tasa de siniestralidad fabricación de celulosa.

Gráfico 22.Tasa de siniestralidad fabricación de papel.

Gráfico 23.Tasa de siniestralidad industrias de la madera.

Gráfico 24.promedio días perdidos por accidente en aserraderos.

Gráfico 25.promedio días perdidos por accidente en envases de madera.

Gráfico 26.promedio días perdidos por accidente en otros productos en madera.

Gráfico 27.promedio días perdidos por accidente en fabricación de muebles.

0

1469

834

260

198

266321

206282

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

13

751

594

307

221 235 246 207 249

0

100

200

300

400

500

600

700

800

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

0

530

442

128 133

92

107

73

157

0

100

200

300

400

500

600

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

EDAD

DÍA

S

1

991

397

214

122

190172 163 114

0

200

400

600

800

1000

1200

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

6

800

367

190 148176 182 182

211

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S

EDAD

En las curvas de los Gráficos 17 al 23 se repite la escasa gravedad en trabajadores menores a 18 años para luego lograr los máximos en los 18-20 años, donde el tope lo alcanza el rubro 259 (1469 días). A contar de aquel rango se produce un descenso hasta los 31-35 años de edad, donde llega al mínimo promedio de 148 días. Luego comienza un crecimiento lento y gradual con los años, el que alcanza valores medios de 214 días en la clase etárea 61-99 años.

• Promedio días perdidos por accidente

12,87

14,55

13,56

15,68

15,43

19,04

21,02

25,99

23,86

0

5

10

15

20

25

30

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

1213,1

11,7713,53

10,11

14,6517,87 17,35

42,64

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

EDAD

0

12 13,66

7,95

10,97

17,06

21,75

19

27,36

0

5

10

15

20

25

30

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

22,11

8,93

14,47 13,53

11,6

16,2518,87 18,29

22,49

0

5

10

15

20

25

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

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ER

DID

OS

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R A

CC

IDE

NT

ES

Page 40: Revista Ciencia & Trabajo N°38

Artículo Original | Ackerknecht Carlos

420 414/422 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | Ciencia & Trabajo

Gráfico 28.promedio días perdidos por accidente en fabricación de celulosa.

Gráfico 31.Tasas de accidentalidad según edad en trabajadores del sector forestal.

Gráfico 32.Tasas de accidentalidad según edad en trabajadores del sector forestal.

Gráfico 33.promedio días perdidos por accidente en trabajadores del sector forestal.

Gráfico 29.promedio días perdidos por accidente en fabricación de papel.

Gráfico 30.promedio días perdidos por accidente en industrias de la madera.

0

10,37 17,14 13,85

20,94

17,54

24,728,96

52,53

0

10

20

30

40

50

60

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

3,8

14,8 12,84

17,28

12,52

21,54 22,3623,1

18,58

0

5

10

15

20

25

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

14,1 13,3 13,85

15,23

14,6

18,4

21,01

24,24

26,07

0

5

10

15

20

25

30

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

Atendiendo a lo observado en Gráficos 24 al 30, generalmente se presenta una relación directa entre aumento de edad e incre-mento en promedio de días perdidos por accidentes ocurridos en industrias de la madera. El rubro 260 muestra un caso especial en menores de 18 años, donde la curva inesperadamente se inicia con una cifra de 22,11 días perdidos por accidente, para luego iniciar una caída brusca hasta 8,93 días perdidos/accidente en rango 18-20 años (esta inesperada alta gravedad en menores de 18 años puede deberse a amputaciones de dedos en aprendices contratados por las empresas, quienes han usado tupíes u otras máquinas madereras extremadamente riesgosas. No correspon-dería a accidentes de escolares de formación dual en prácticas profesionales de mueblería). En todos los rubros la gravedad sigue aumentando con la edad para, alcanza los 61-99 años, un promedio de 26,07 días perdidos/accidente en industrias de la madera.

Sector Forestal• Tasas de accidentalidad, siniestralidad y promedio días perdidos por accidente.

0,29

51,34

24,05

11,96 12 10,82

7,82 6,877,19

0

10

20

30

40

50

60

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

PO

RC

EN

TAJE

4

681

342

193 192 177 176 175

203

0

100

200

300

400

500

600

700

800

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99

EDAD

DÍA

S

13,19 13,27 14,21

16,12 1616,36

22,56

25,48 28,25

0

5

10

15

20

25

30

0-17 18-20 21-25 26-30 31-35 36-40 41-50 51-60 61-99EDAD

DÍA

S P

ER

DID

OS

PO

R A

CC

IDE

NT

ES

En resumen, los resultados entregados por las curvas en Gráficos 31 al 33 para tasa de accidentalidad, tasa de siniestralidad y promedio días perdidos/accidente de todo el sector forestal refuerzan hallazgos obtenidos separadamente en trabajadores del bosque e industrias de la madera. Es decir, luego de un valor máximo en accidentalidad y siniestralidad se produce una caída permanente en cantidad de accidentes respecto a la cantidad de trabajadores hasta los 61-99 años; pero que en gravedad empieza de nuevo a ascender lentamente desde los 41-50 años. Para el promedio de días perdidos por accidente la tendencia hacia el alza es permanente, siendo la gravedad mayor en rango 61-99 años (28,25 días perdidos por accidente). En relación a la casuística de los accidentes, en los Gráficos 34 al 36 se muestran los resultados comparativos principales que se obtuvieron en el procesamiento de la información para los períodos 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008 en rubros del bosque, indus-trias de la madera y sector forestal.

Page 41: Revista Ciencia & Trabajo N°38

Artículo Original | Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del sector Forestal en Chile

Ciencia & Trabajo | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 414/422 421

Gráfico 34.Evolución comparativa de edad para lesionados en el bosque entre períodos 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008 en empresas afiliadas con ACHs.

Gráfico 35.Evolución comparativa de edad para lesionados en industrias de la madera entre períodos 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008 en empresas afiliadas con ACHs.

Gráfico 36.Evolución comparativa de edad para lesionados en el sector forestal entre períodos 1998-2002, 2001-2005 y 2004-2008 en empresas afiliadas con ACHs.

Atendiendo a la información casuística obtenida de la accidenta-lidad según edad en rubros del bosque, industrias de la madera y sector forestal mostradas en figuras recién mencionadas, se evidencia una marcada evolución entre períodos hacia rangos superiores. En líneas generales, el aumento de la participación de grupos etarios se inicia en el rango 36-40 años, continuando hasta los trabajadores de 60 o más años. Como consecuencia de ello, el decrecimiento porcentual de trabajadores lesionados se provoca en los rangos de edades inferiores (menores de 18 años hasta 31-35 años).

CONCLUsIONEs y RECOMENDACIONEs

• No obstante que la mecanización de las operaciones forestales y la automatización progresiva de procesos industriales de la madera han aumentado la fuerza de los impactos en los trabajadores, con

1,3

5,5

16,4 17,816,5

14,718

7,7

2,10,9

5,6

14,5 15,4 16,5 16

20,2

8,7

2,20,15 0,05

10,5

1618 17

24,9

11,3

2,1

0

5

10

15

20

25

30

Menor 18años

18-20 años 21-25 años 26-30 años 31-35 años 36-40 años 41-50 años 51-60 años Mayor 60años

1998-2002 2001-2005 2004-2008

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

0,9

6,1

17,4 18,6 18,5

14,9 15,5

6,6

20,4

5,8

17,5 1816,5

15,318

6,7

1,80,1 0,1

12

16,4 16 16,6

25,4

10,2

3,2

0

5

10

15

20

25

30

Menor 18años

18-20 años 21-25 años 26-30 años 31-35 años 36-40 años 41-50 años 51-60 años Mayor 60años

1998-2002 2001-2005 2004-208

PO

RC

EN

TAJE

EDAD

1

5,6

17,118,4 18

14,916,1

6,9

20,5

5,7

16,9 17,4 16,5 15,518,5

7,1

1,90,2 0,1

11,6

16,3 16,5 16,7

25,3

10,4

2,9

0

5

10

15

20

25

30

1998-2002 2001-2005 2004-2008

EDAD

Menor 18años

18-20 años 21-25 años 26-30 años 31-35 años 36-40 años 41-50 años 51-60 años Mayor 60años

PO

RC

EN

TAJE

incrementos en la gravedad de las lesiones (al incorporar mayor energía y potencia de trabajo en los equipos), en general también se evidencia un alza permanente de dicha gravedad en los acci-dentes según avanza la edad de los trabajadores. Ello estaría expli-cado por la pérdida natural de vitalidad en las personas a medida que van envejeciendo.• A pesar de lo anterior, existe una marcada tendencia a bajar la frecuencia de accidentes con el aumento de la edad, lo que estaría explicado por un mayor autocuidado, mejor formación preventiva y la madurez propia que entrega el tener más experiencia laboral.• El aumento progresivo del porcentaje de lesionados, entre quin-quenios para los diferentes rangos de edad a contar del rango 36-30 años, por sí no explica que la razón se deba al proceso natural de envejecimiento de los trabajadores. Ello podría deberse al desplazamiento de grupos de trabajadores de experiencia, pero de baja calificación y deficiente motivación preventiva, los cuales han ido desplazándose hacia los próximos grupos etarios y coinci-diendo con el desfase de años entre cada quinquenio analizado. En consecuencia, ello requiere de más estudio e información comple-mentaria para inferir conclusiones.• Dado que el estudio sólo consideró la información registrada en sistemas informáticos para trabajadores accidentados, los resul-tados que podrían explicar los cambios de accidentalidad, sinies-tralidad y días perdidos/accidentes sólo establecen cuantificaciones de estos indicadores a medida que se avanza en edad. En tal sentido, la investigación realizada corresponde a una aproxima-ción que exclusivamente relaciona edad con accidentes del trabajo y sus consecuencias, pero no evidencia concretamente y por sí mismo que la fuerza laboral en empresas forestales y madereras está envejeciendo.• Al tener este estudio un valor sólo referencial, respecto a la evolución de indicadores de seguridad ocupacional de los trabaja-dores forestales y madereros con el avance de la edad, se reco-mienda hacer investigaciones complementarias que contrasten los resultados de este estudio con la distribución de edad de todos los trabajadores en las mismas empresas analizadas (empleados sanos y accidentados como un todo) y en años diferentes (por ejemplo, cada 5 años). Dicha investigación sí establecería resultados medios concretos de evolución en el envejecimiento de la fuerza laboral para el sector forestal chileno.• En beneficio de establecer estrategias y planes de acción para desarrollar ambientes de trabajo más sanos y seguros que favo-rezcan una fuerza de trabajo forestal y maderera más envejecida, es necesario estudiar más profundamente el tema, a fin de conocer diagnósticos de lesiones y enfermedades profesionales más frecuentes, extensión de días de tratamiento, asociar enfermedades comunes de adultos mayores que aumenten la factibilidad de ocurrencia de accidentes o enfermedad laboral, evaluar impactos en pensiones y otros que pudiere involucrar el proceso de enveje-cimiento en el mismo universo de trabajadores estudiados u otros.• Ante el aumento de accidentes del trabajo en grupos etarios mayores, es importante innovar en los métodos de capacitación ocupacional, enfatizando en modelos de enseñanza/aprendizaje más orientados a la formación de adultos (andragogía aplicada). • Toda contribución conducente a la creación de ambientes labo-rales más amigables, y que fomente la conciencia de autocuidado en los trabajadores mayores, entregará una mejor calidad de vida a la fuerza laboral que permanecerá más años en la actividad forestal y maderera del país.

Page 42: Revista Ciencia & Trabajo N°38

Artículo Original | Ackerknecht Carlos

422 414/422 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | Ciencia & Trabajo

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REFERENCIAs

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Artículo Original

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Correspondencia / CorrespondenceLeonardo Ahumada BoltonAsociación Chilena de seguridad Departamento prevención de IncendiosRamón Carnicer 163 - santiago - ChileTel.: (56) 02-515-7449e-mail: [email protected]: 15 de julio de 2010 / Aceptado: 13 de octubre de 2010

ABsTRACTThis work aims to study the fire safety level of high-rise buildings in Chile with a descriptive data analysis that enables us to determine representatively the actual situation and then provide improvement recommendations.In order to achieve this purpose, a data collection from fire risk assessments of high rise buildings between 1991 and 2009 has been conducted. Results have been classified according to type of con-struction of the building and its parts, fire extinguishing equipment and system, and safety of life.Results obtained provide an understanding of the safety of life levels in these buildings, a visualization of the weakest spots in fire safety, and allow us to suggest changes in legislation in force. Moreover, it is necessary to improve construction conditions of old buildings, which mostly have no vertical safety area that enable users to evacuate in a safe manner in case of emergency. Finally, a series of comments about analysis is also available.

Descriptors: BUILDINGS; FIRE EXTINGUISHING SYSTEMS; FIRE PREVENTION AND PROTECTION; EMERGENCY EXIT; SAFETY/STANDARDS; SECURITY MEASURES; CHILE.

REsUMENEste trabajo tiene como objetivo estudiar el nivel de seguridad contra incendios de los edificios de altura en Chile, en base a un análisis descriptivo de datos que permita establecer de modo representativo la realidad existente en ellos para, posteriormente, entregar recomenda-ciones de mejoramiento.Para este propósito, se ha realizado una recopilación de datos de evaluaciones a edificios de altura que han sido elaborados desde el año 1991 hasta el año 2009. Los resultados se han agrupado en fun-ción del tipo de construcción del edificio y sus partes, los equipos e instalaciones de servicio, los equipos e instalaciones de extinción y la seguridad de vida.Los resultados obtenidos permiten comprender los niveles de seguridad de vida que presentan estas edificaciones, visualizar los puntos más débiles en seguridad contra incendios y proponer cambios a nuestra legislación vigente. Además, se hace necesario mejorar las condiciones constructivas de los edificios antiguos que, en su mayoría, no cuentan con una zona vertical de seguridad que permita a los usuarios evacuar en forma segura hacia la salida en caso de presentarse una emergencia.Finalmente, se entrega en este trabajo una serie de comentarios sobre los análisis realizados.

(Ahumada L, 2010. Un Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios de Altura en Chile. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 423-432).

Descriptores: EDIFICIOS, SISTEMAS DE EXTINCIÓN DE INCENDIOS, PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS, SEGURIDAD/NORMAS, MEDIDAS DE SEGURIDAD, SALIDA DE EMERGENCIA, CHILE.

Leonardo Ahumada BoltonIngeniero Civil en Materiales, Experto profesional en prevención de Riesgos, Departamento prevención de Incendios, Asociación Chilena de seguridad.

Un Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios de Altura en ChileANALysIs OF FIRE sAFETy IN HIgH-RIsE BUILDINgs IN CHILE

INTRODUCCIÓN

Chile ha venido experimentando en las últimas décadas un impor-tante crecimiento de grandes edificios conocidos como torres o edificios de altura.Entre los años cincuenta y sesenta, se inició la construcción de edificios de quince y más pisos y, actualmente, se levantan torres

de más de treinta pisos. En estos edificios de altura se podrían generar durante una emergencia diversos problemas logísticos de incendio por el hecho de agrupar una gran cantidad de personas y por presentar características constructivas exclusivas tanto en su diseño arquitectónico como en los nuevos materiales empleados en la construcción y revestimientos interiores. Además, el entorno de estos edificios también sería un factor importante a considerar tanto en la propagación como en la extinción de un incendio.Como ejemplos recientes de incendios ocurridos en este tipo de edificaciones, se tiene el caso del Edificio de Capitanía, ubicado en Santiago Oriente, Chile, cuyo origen fue una chispa por soldadura; un Edificio de Departamentos de Luis Thayer Ojeda, misma ubica-ción, que al parecer estaba deshabitado; y, por último, el Edificio Catedral, ubicado en Santiago Centro, Chile, donde el fuego se originó en un sauna por una falla eléctrica. En el primer caso, no se tomaron las medidas de prevención necesarias en cuanto a trabajos de corte y soladura, generando un incendio que produjo daños materiales en al menos tres pisos. En el segundo caso, no habría existido una preocupación permanente sobre prevención y protección contra incendios por parte de la administración, no

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efectuándose inspecciones a las dependencias e instalaciones. Y por último, en el Edificio Catedral, las medidas de prevención asociadas al mantenimiento de las instalaciones eléctricas no habrían sido cumplidas satisfactoriamente.La seguridad contra incendios en este tipo de edificios depende de su distribución interior, las vías de evacuación existentes, los sistemas y equipos de protección contra incendios y la mantención de las instalaciones de servicio existentes. Es común ver que, al proyectarse un edificio de altura, se le dé más importancia a los aspectos relacionados con seguridad sísmica, dejando a un segundo plano la seguridad contra incendio. En Chile, existen muchos edificios que presentan bajos niveles de seguridad contra incendios porque sólo cumplen con las mínimas exigencias impuestas por la legislación vigente.En este estudio se establecerá el número mínimo de pisos que debe tener un edificio para que éste pueda ser considerado como de altura. Luego se especificarán los tipos de edificios existentes de acuerdo a su uso y destino. Enseguida, se describirá el modelo de auditoría utilizado para evaluar estas edificaciones, donde se esta-blecen los principales riesgos observados y sus soluciones. Se darán a conocer los resultados recopilados de acuerdo a los valores obtenidos en este tipo de auditoría y finalmente se entregarán algunos comentarios de interés.

OBJETIVOs

Los objetivos de este estudio son, en primer lugar, identificar peli-gros de incendio en edificios de altura. Luego, presentar datos recopilados sobre las condiciones de seguridad existente en Chile en este tipo de edificaciones y, finalmente, proponer medidas de mejoramiento, incluyendo modificaciones en nuestro marco normativo y reglamentario aplicable.

DEFINICIÓN DE EDIFICIO DE ALTURA

En el marco reglamentario y normativo nacional no existe una definición clara que permita determinar el número de pisos o la altura que debe tener un edificio para que éste pueda ser conside-rado como tal.En nuestra Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones1, sólo se establece que para edificios de más de cinco pisos debe disponerse de una red seca y de un sistema automático de detec-ción y alarma; para más de siete pisos una zona vertical de segu-ridad; para más de diez pisos un vestíbulo con conexiones de red seca y húmeda; y, para más de dieciséis pisos, un sistema de alimentación eléctrica que, según la Norma Chilena Eléctrica Nº42, es requerido para edificios de más de cinco pisos.Por otro lado, en el código norteamericano NFPA 1013, existe una definición clara para edificios de gran altura y es la siguiente: "Corresponden a edificaciones con una altura superior a 23 m, medida desde la parte inferior del acceso del vehículo de bomberos hasta el piso más alto que pueda ser ocupado". Si se considera, según nuestra Ordenanza, que un piso se define como la distancia entre el suelo y el punto más alto del cielo con un máximo de 3,5 m, la edificación anterior corresponde a un edificio de siete pisos aproximadamente.En consecuencia y para este trabajo, un edificio de altura es aquel que presenta siete o más pisos construidos.

AUDITORÍA EN EDIFICIOs DE ALTURA

La auditoría es un instrumento interno de la Asociación Chilena de Seguridad que se utiliza para evaluar los edificios y permite obtener un diagnóstico de las condiciones de seguridad de los ocupantes de una edificación. Además, este instrumento es revi-sado y actualizado regularmente por el Departamento de Prevención de Incendios, dependiendo de las modificaciones de nuestra legis-lación y normativa vigente.La auditoría consiste en identificar los peligros, evaluar los riesgos y entregar recomendaciones para mejorar las condiciones de segu-ridad de los usuarios que los utilizan. La información recopilada en esta auditoría se basa en un análisis realizado a edificios con diversos usos y destinos.

Uso y destino Dentro de los tipos de uso y destino de los edificios de altura anali-zados, se tienen los ocupados por oficinas, hoteles, clínicas, educa-cionales, residenciales como departamentos, edificios de estaciona-mientos y algunos con más de un destino, por ejemplo, los utili-zados como locales comerciales en conjunto con oficinas.

Antecedentes sobre la auditoríaLa auditoría permite cuantificar los riesgos de incendio en edificios de altura, mediante la asignación de un porcentaje de cumpli-miento (PC) para luego recomendar soluciones para mejorar el nivel de seguridad del edificio.La evaluación de un edificio de altura consiste en determinar las condiciones de seguridad de acuerdo al tipo de construcción del edificio y sus partes (estructura del edificio, contenido interior y respuesta frente a la propagación de fuego y gases), los equipos e instalaciones de servicio (electricidad, combustibles líquidos y gaseosos y acondicionamiento ambiental), los equipos e instala-ciones de extinción (extintores portátiles, redes contra incendio y sistemas especiales) y las condiciones de seguridad de vida (detec-ción y alarma, sistemas de comunicación, evacuación, capacita-ción e inspecciones y planes de emergencia). En el ítem evacuación se evalúan, además, ciertos aspectos, tales como la existencia de planos de evacuación, vías de evacuación (acceso y pasillos, distancias de recorridos, escaleras y sistemas de control de humo por presurización), descarga de vías, iluminación y señalización. Una vez que se han inspeccionado y evaluado todas las dependen-cias de un edificio, se determina el puntaje de cumplimiento (PC), el cual, si es superior a 80%, cumple con las condiciones mínimas establecidas por la auditoría y, además, con ciertos estándares legales y normativos nacionales y extranjeros.Finalmente, para mejorar el nivel de seguridad contra incendios del edificio analizado, se entregan recomendaciones para dismi-nuir por medio de medidas de prevención la probabilidad de inicio de un fuego y reducir por medio de medidas de protección las consecuencias que puede tener un fuego. Además, se entregan medidas adicionales para fortalecer el plan de emergencia.Después de la auditoría, algunas empresas cuyos edificios no resul-taron muy bien evaluados han preferido trasladarse a otras edifi-caciones que presentaban un mayor grado de seguridad de vida. Otras empresas, en cambio, han optado por mejorar sus condi-ciones de seguridad, realizando importantes cambios que les han permitido aumentar su puntuación al incorporar equipos de protección contra incendios y mejoras constructivas en sus vías de evacuación.

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pRINCIpALEs AspECTOs OBsERVADOs EN EDIFICIOs DE ALTURASe describen a continuación los principales aspectos que son observados en este tipo de edificaciones cuando son evaluados con la auditoría:

Construcción del edificio y sus partesEn este ítem se verifican los tipos de revestimientos interiores existentes, el contenido interior dentro de las instalaciones de servicio y de almacenamiento, así como la existencia de medios que pudieran propagar los fuegos y gases durante un incendio.

• Revestimientos interioresLos revestimientos interiores presentes en una edificación corres-ponden a los existentes en pisos y escaleras tales como alfombras, pisos de madera y otros, los presentes en muros tales como papel mural, revestimiento de madera y aquellos presentes en cielos falsos tales como planchas de poliestireno expandido, de yeso-cartón o placas en base a cartón con fibra mineral prensada. Cuando son combustibles, estos revestimientos pueden, en caso de incendio, propagar el fuego aun cuando posean algún tratamiento de tipo ignífugo. Por ejemplo, en los edificios analizados se han observado pisos y escaleras recubiertos con alfombra, principalmente, en edificios de hoteles y oficinas. Además, algunos de estos edificios presentan muros revestidos con placas de madera y alfombra, losas cubiertas con un cielo falso combustible y muros divisorios de instalaciones de servicio forrados con planchas de poliestireno expandido.

• Contenido interiorEl contenido interior corresponde a todos los materiales y elementos existentes en un recinto o sector de un edificio, confor-mado principalmente por mobiliario e insumos. Es usual encontrar acumulaciones de diversos materiales en subterráneos, instala-ciones de servicio como salas eléctricas, salas de caldera y otras no exclusivas, talleres en subterráneos, cilindros con gases indus-triales y cilindros de gas licuado. Además, las divisiones interiores entre los recintos de servicio no presentan mayoritariamente una resistencia al fuego aceptable.Por ejemplo, se han contemplado acumulaciones de varios mate-riales en subterráneos, cantidades excesivas de elementos combus-tibles en algunas dependencias y divisiones interiores no resis-tentes al fuego entre instalaciones de servicio y pasillos que contienen, además, una gran cantidad de materiales combusti-bles.Los subterráneos de estos edificios cuentan con bodegas que presentan un alto contenido de carga combustible, observándose, además, salas eléctricas no exclusivas, salas de extracción con ductos obstruidos, salas del sistema de presurización destinadas a sectores de almacenamiento y con su ventilador oculto detrás de ellos, salas de bombas y calderas destinadas a lugares de acopio de materiales, talleres que contienen pinturas y otros, y gabinetes metálicos destinados originalmente para el almacenamiento de inflamables y que han sido posteriormente utilizados para otros fines. Por último, también se han detectado cilindros con gases industriales no encadenados en estos niveles.

• Propagación de fuego y gasesLa propagación de fuego y gases puede ocurrir a través de espacios

entre losa y muros-cortinas, por la existencia de escaleras internas abiertas que comunican dos o más pisos y por intermedio de otras comunicaciones verticales tales como conductos técnicos (shaft).Se han observado muros-cortinas con sus espacios internos entre losa y muro no adecuadamente sellados, escaleras internas abiertas construidas posteriormente a la entrega del edificio y que comu-nican dos pisos, y conductos técnicos que presentan pasadas de cables y tuberías desde un piso a otro y cuyas aberturas en la losa no se encuentran debidamente selladas o contienen un sello resis-tente al fuego, pero que ha sido removido después de la realización de trabajos en ellos.

Equipos e instalaciones de servicioEste ítem considera la revisión e inspección de instalaciones eléc-tricas, instalaciones interiores de gas y sistemas de acondiciona-miento ambiental.

• ElectricidadSe han observado en general tableros sin puertas, sin cubierta cubre-equipos, no señalizados o con materiales combustibles muy cercanos a ellos. Además, existen cajas de derivación sin sus respectivas tapas, cables sueltos, cables a la vista sin canaliza-ciones, cables sobre el piso cubiertos por una cinta, enchufes de conexión cercanos a equipos con agua y conexiones mal insta-ladas.

• Combustibles líquidos y gaseososEn este punto se han detectado almacenamientos de cilindros de gas licuado en los subterráneos e instalaciones de equipos de gas licuado en terrazas de edificios para alimentar cocinas, situaciones no permitidas por el Decreto Nº 664, válvulas de corte de gas muy mal emplazadas, cercanas a equipos o con elementos combustibles en su entorno, haciendo difícil su manipulación y rápida opera-ción, y válvulas no señalizadas. Además, se han observado cañe-rías que no se encontraban identificadas con su correspondiente color normativo y recintos con estanques de petróleo cercanos a materiales combustibles o mal emplazados.

• Acondicionamiento ambientalEn lo que se refiere a este punto, los edificios cuentan con sistemas de acondicionamiento ambiental, sistemas centrales de calefacción y unidades individuales de aire acondicionado tipo ventana y split.En estos edificios se han observado, además, equipos portátiles de calefacción y estufas a gas, no recomendados en este tipo de insta-laciones por presentar un mayor riesgo asociado. Se han detectado también elementos combustibles sobre equipos de aire acondicio-nado tipo ventana.

Equipos e instalaciones de extinciónEste ítem analiza los temas asociados a extintores portátiles y redes contra incendios, y las principales anomalías detectadas en ellos.

• Extintores portátilesEn lo que se refiere a extintores portátiles, se han observado equipos dispuestos directamente sobre el piso o utilizados para fines diversos (por ejemplo para sostener una puerta), otros ocultos bajo un escritorio, algunos obstruidos y otros sin capacidad de extinción. Además, su distribución no es siempre la adecuada, no cumpliendo con criterios legales5 y normativos6.

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• Redes contra incendiosEn este punto, se analizan las mangueras de incendio, sistemas de rociadores automáticos y redes para bomberos. Las mangueras de incendio de los edificios se encuentran normal-mente en el interior de gabinetes metálicos destinados a ese fin. Se han observado equipos dispuestos a baja altura, con presencia de deterioro o con mangueras del tipo colapsable, no cumpliendo con la normativa vigente. Se han observado recintos de manguera utili-zados para otros fines, equipos con obstrucciones rodeados de mate-riales o que no cumplen con lo establecido en el Decreto Nº 507.En lo que respecta a los sistemas de rociadores automáticos, se han observado dispositivos cercanos a paneles o muros, mal insta-lados o con aberturas entre rociador y cielo falso (condición que generaría un posible retardo en su activación), no cumpliendo con lo especificado en la serie de normas chilenas NCh 20958 y norma norteamericana NFPA 139.En el caso de redes para uso de bomberos, tales como las de tipo seca o mixta, y las redes inertes, se han visto equipos no señali-zados, con sus cañerías y accesorios no bien identificados según norma chilena o sus bocas sin sus respectivas tapas storz. Por ejemplo, bocas del tipo siamesa dispuestas a menos de 1 m de altura, con una sola conexión en lugar de dos como lo exige el Decreto Nº 50, sin tapas storz, con elementos extraños o identifi-cadas con diversos colores (por ejemplo, blancas o amarillas), no ajustándose a lo establecido en la norma chilena NCh 1910.Además, existen numerosas ocasiones en que no se ha logrado ubicar, con facilidad y rapidez, las bocas de entrada de la red seca, que a veces se encuentran ocultas, cubiertas de plantas o arbustos u otros elementos. También se ha comprobado, por falta de revi-siones periódicas o inadecuada mantención, que las bocas de salida de la red seca se encuentran obstruidas o que las conexiones de la red húmeda no funcionan porque sus mangueras están dete-rioradas o la propia red está totalmente seca por fallas del sistema de suministro e impulsión.

Seguridad de vidaEn seguridad de vida se analizan, entre otros, los sistemas de detección y alarma y medios de comunicación existentes. También se evalúan las vías de evacuación disponibles, tales como esca-leras, pasillos y descargas y las señalizaciones utilizadas en este tipo de edificaciones.

• Detección y alarmaEn lo que se refiere a sistemas de detección y alarma se han obser-vado detectores mal instalados, con obstrucciones o bases sueltas, pegados a muros o con uso para otros fines (como para sujetar adornos y otros). Se han detectado pulsadores sin información, no señalizados, ocultos y a una altura excesiva. Además, los paneles de alarma existentes son, en general, del tipo residencial (sin señales de avería, ni falla de alimentación y test de autodiagnós-tico, y sin baterías de respaldo), y no aprobados para este uso, no cumpliendo con los estándares establecidos en el código norte-americano NFPA 7211 (a falta de normativa nacional respecto de este tema). Existen también, en algunos edificios de reciente cons-trucción, paneles de alarma aprobados, pero con presencia de fallas.

• Vías de evacuación En lo que respecta a las vías de evacuación y nivel de conoci-miento de estos sistemas por parte del personal a cargo de estas

edificaciones, se ha verificado la existencia de puertas que forman parte de una zona vertical de seguridad, pero no resistentes al fuego, sin barra de apertura antipánico ni cierra-puerta automá-tico, mal señalizadas o con señalizaciones que no cumplen con el formato de la norma chilena NCh 211112. Se han observado, además, zonas verticales de seguridad con vanos (por ejemplo, ventanas), vías obstaculizadas con materiales, escaleras del tipo abierta, otras del tipo caracol o no protegidas, escalas fijas no aptas para ser utilizadas en caso de emergencias (pudiendo producir caídas a distinto nivel, no cumpliendo con los estándares establecidos legalmente), escaleras exteriores cuyas puertas poseen barras de apertura antipánico, pero son de vidrio no resis-tentes al fuego y acumulaciones de materiales diversos dentro de algunas escaleras utilizadas para evacuación.

• SeñalizaciónEn cuanto a la señalización, se han detectado señales mal empla-zadas, incompletas, en idioma inglés y otras que no cumplen con las normas chilenas vigentes12-13. Además, las señalizaciones de los ascensores no siguen, en algunos casos, un formato norma-tivo, al igual que las señalizaciones de los equipos de extinción.

MÉTODO

Estudio de tipo descriptivo sobre la seguridad contra incendios en edificios de altura en Chile. Durante un período aproximado de veinte años se han realizado más de cien auditorías a diversas edificaciones de altura. Gracias a estas evaluaciones se han podido recoger datos que reflejan el nivel de seguridad existente en este tipo de edificaciones. Estos datos se presentan en el Cuadro 1. Los resultados obtenidos se han agrupado de acuerdo a la anti-güedad del edificio (de construcción pasada o reciente, conside-rándose como reciente aquella edificación construida después del año 1981, fecha desde la cual nuestra Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones exige que todo edificio de más de siete pisos de altura debe contar con una zona vertical de segu-ridad), al uso y destino del edificio, y según los diversos ítems considerados en la auditoría, es decir, por tipo de construcción del edificio, equipos e instalaciones de servicio, equipos e instala-ciones de extinción y seguridad de vida.

Antigüedad del edificioEn el Gráfico 1 siguiente, se presentan los resultados extraídos del Cuadro 1, donde se puede ver que más de la mitad de las edifica-ciones de altura analizadas corresponden a edificios antiguos.

Gráfico 1.porcentaje entre edificios de altura, nuevos y antiguos.

Construcción

reciente

45%

Construcción

pasada

55%

Edificios Nuevos Edificios Antiguos

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Cuadro 1.Recopilación de resultados obtenidos al aplicar la auditoría de incendios a edificios de altura.

Nº Año Tipo Nº pisos DESTINO Tipo de Instalaciones Equipos de Seguridad Porcentaje subt pisos Construcción de Servicios Extinción de Vida Cumplimiento1 91 A 0 13 Oficinas 62,0% 30,0% 20,0% 35,3% 37,6%2 91 A 0 13 Oficinas 66,5% 46,0% 20,0% 29,3% 40,9%3 92 A 1 13 Oficinas 57,2% 61,2% 49,0% 36,7% 50,4%4 92 A 1 11 Oficinas - Comercial 66,4% 66,8% 53,5% 69,7% 64,9%5 93 A 2 23 Oficinas 63,2% 43,2% 46,5% 48,0% 50,3%6 94 A 2 6 Oficinas 65,2% 46,6% 52,8% 27,0% 46,8%7 94 A 1 10 Oficinas 64,8% 66,4% 21,0% 34,7% 47,7%8 94 A 2 12 Oficinas 50,0% 62,8% 40,0% 37,3% 47,4%9 95 A 1 10 Oficinas 68,0% 47,6% 17,5% 25,3% 40,0%10 96 A 1 10 Oficinas 66,4% 48,0% 50,5% 20,7% 44,9%11 96 N 2 26 Oficinas 67,2% 94,4% 72,5% 69,3% 75,7%12 97 N 4 17 Oficinas 70,0% 95,2% 77,5% 68,3% 77,3%13 97 A 1 11 Oficinas - Habitacional 78,4% 56,4% 32,0% 29,0% 48,8%14 97 A 2 8 Oficinas 73,6% 42,4% 17,5% 15,3% 37,1%15 97 N 3 34 Oficinas 73,6% 91,2% 78,0% 93,0% 84,7%16 97 A 3 14 Oficinas 59,2% 46,8% 31,0% 27,7% 41,0%17 98 N 3 26 Oficinas 75,2% 90,4% 86,5% 91,7% 86,2%18 98 N 4 20 Oficinas 82,8% 98,0% 89,5% 78,0% 86,5%19 98 N 2 24 Hoteles 77,2% 89,6% 72,0% 84,3% 81,4%20 98 A 3 11 Hoteles 58,4% 89,2% 65,0% 64,7% 69,3%21 99 A 3 13 Oficinas 71,2% 90,8% 4,0% 35,3% 51,9%22 99 N 4 20 Oficinas 76,4% 97,2% 68,0% 87,3% 83,2%23 99 N 3 14 Hoteles 69,6% 89,2% 64,0% 82,7% 77,3%24 99 N 4 8 Oficinas 73,2% 91,2% 64,0% 70,7% 75,1%25 99 A 2 10 Oficinas 61,6% 92,0% 49,5% 52,7% 64,1%26 99 N 2 18 Oficinas 64,0% 90,0% 58,5% 66,3% 70,1%27 99 A 1 10 Oficinas 77,2% 47,2% 17,5% 44,0% 47,8%28 99 A 2 11 Oficinas 77,2% 78,8% 7,5% 28,3% 49,0%29 99 A 2 20 Oficinas 69,6% 94,0% 59,0% 80,0% 76,7%30 99 A 2 9 Oficinas 63,6% 71,2% 32,0% 26,3% 48,0%31 00 A 1 9 Habitacional 80,7% 67,4% 49,5% 33,0% 56,8%32 00 A 3 23 Oficinas - Docentes 68,8% 69,0% 17,8% 54,7% 54,4%33 00 A 1 24 Oficinas 74,6% 82,8% 24,0% 54,6% 60,5%34 00 A 1 7 Oficinas 65,0% 92,7% 56,8% 54,0% 67,0%35 00 A 1 10 Oficinas 77,2% 76,0% 64,5% 68,3% 71,7%36 00 A 5 8 Docentes 73,2% 80,0% 54,0% 41,3% 61,5%37 00 N 3 14 Habitacional 82,4% 77,2% 33,0% 71,3% 67,9%38 00 A 1 8 Oficinas 82,8% 81,6% 42,0% 64,0% 68,7%39 00 N 1 14 Habitacional 84,8% 83,6% 46,0% 68,0% 71,7%40 00 A 1 12 Oficinas - Comercial 70,8% 85,2% 60,5% 45,7% 64,8%41 00 A 1 10 Oficinas 72,0% 66,0% 19,5% 43,3% 51,4%42 00 N 3 7 Habitacional 72,8% 90,8% 59,5% 46,3% 66,7%43 01 N 2 13 Hoteles 84,6% 86,7% 78,4% 78,7% 82,1%44 01 N 5 30 Oficinas 72,6% 79,6% 82,8% 90,7% 81,8%45 01 A 2 9 Oficinas - Docentes 67,4% 63,6% 8,8% 37,7% 45,8%46 01 A 1 6 Oficinas 78,7% 77,2% 37,0% 61,5% 64,8%47 01 N 5 21 Oficinas 88,0% 94,8% 80,0% 82,7% 86,5%48 01 A 1 11 Oficinas 74,8% 77,2% 37,0% 37,7% 57,4%49 02 N 5 20 Hoteles 80,4% 89,6% 78,4% 88,9% 84,8%50 02 A 1 7 Oficinas 74,4% 72,4% 15,0% 31,3% 49,1%51 02 A 2 7 Oficinas 77,2% 89,2% 58,5% 70,7% 74,5%

Notas: A = Edificación antigua, de construcción previa a 1981. N = Edificación nueva, de construcción reciente posterior a 1981.

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Nº Año Tipo Nº pisos DESTINO Tipo de Instalaciones Equipos de Seguridad Porcentaje subt pisos Construcción de Servicios Extinción de Vida Cumplimiento52 02 N 5 24 Oficinas 81,6% 88,4% 77,0% 91,0% 85,2%53 02 A 1 7 Oficinas 75,6% 76,8% 18,0% 42,0% 54,3%54 02 N 5 21 Hoteles 89,3% 97,3% 84,5% 96,2% 92,4%55 02 N 1 11 Oficinas 84,4% 92,8% 59,5% 64,0% 75,4%56 03 N 4 18 Oficinas 85,4% 90,0% 80,5% 81,2% 84,3%57 03 A 1 11 Oficinas 74,8% 84,0% 19,0% 70,3% 64,6%58 03 A 3 13 Oficinas 66,0% 74,4% 15,0% 29,7% 47,0%59 04 A 3 11 Hoteles 53,6% 74,8% 61,0% 81,3% 68,7%60 04 N 4 40 Oficinas - Hoteles 73,5% 94,4% 88,0% 77,9% 83,0%61 04 N 5 21 Oficinas 76,3% 89,8% 78,2% 82,5% 81,9%62 04 N 5 28 Oficinas 86,4% 99,0% 84,7% 91,8% 90,9%63 04 A 1 8 Oficinas 82,8% 92,0% 56,0% 71,7% 76,4%64 04 A 2 15 Oficinas 78,0% 85,2% 16,5% 28,3% 52,6%65 04 N 3 13 salud 81,0% 80,2% 50,0% 55,3% 66,9%66 05 A 1 9 Oficinas 74,2% 73,6% 50,0% 25,0% 54,5%67 05 A 3 13 Oficinas 70,3% 81,1% 43,3% 51,8% 62,1%68 05 A 1 7 Oficinas 72,0% 68,2% 46,5% 38,7% 55,9%69 05 N 1 13 salud 88,4% 96,0% 57,0% 83,7% 82,6%70 05 N 3 15 salud 84,6% 78,8% 49,5% 52,7% 66,6%71 06 N 5 21 Oficinas 76,3% 86,0% 76,8% 87,0% 82,0%72 06 N 7 22 Oficinas 79,2% 95,4% 81,0% 88,0% 86,2%73 06 A 2 10 Oficinas - Docentes 76,0% 86,3% 27,4% 44,5% 59,4%74 06 A 2 25 Oficinas 72,1% 53,2% 47,9% 55,3% 57,5%75 06 N 2 14 Oficinas 84,4% 88,8% 50,0% 72,3% 75,0%76 06 A 1 12 Oficinas - Comercial 73,6% 74,0% 56,5% 29,3% 57,0%77 07 A 1 9 Oficinas 64,0% 76,3% 44,3% 57,2% 61,1%78 07 N 4 14 Oficinas 67,8% 87,7% 78,1% 85,0% 80,0%79 07 N 5 21 Oficinas 76,3% 89,8% 78,2% 82,5% 81,9%80 07 A 2 15 Oficinas 75,6% 71,1% 35,7% 53,7% 59,9%81 07 N 5 22 Oficinas 89,2% 97,6% 80,0% 91,0% 90,0%82 07 A 2 7 Oficinas 80,4% 96,0% 15,0% 47,7% 61,4%83 07 N 1 10 Hoteles 86,8% 97,6% 93,0% 93,0% 92,6%84 07 N 4 18 Hoteles 89,6% 77,2% 74,0% 87,3% 82,7%85 07 A 1 10 Oficinas - Habitacional 66,9% 62,4% 46,0% 33,3% 49,5%86 07 N 5 21 Hoteles 92,2% 97,6% 85,8% 97,5% 93,9%87 08 N 4 10 salud 73,0% 89,0% 79,7% 85,9% 82,2%88 08 N 4 40 Oficinas - Hoteles 79,0% 98,2% 79,6% 89,7% 87,1%89 08 N 2 17 Oficinas 76,5% 82,2% 54,5% 68,0% 71,0%90 08 A 3 11 Hoteles 55,9% 81,9% 75,8% 82,2% 74,3%91 08 A 2 23 Oficinas 69,8% 63,9% 37,0% 59,3% 58,6%92 08 N 1 14 Hoteles 81,6% 97,2% 86,5% 96,7% 91,0%93 08 N 4 17 Oficinas 80,8% 96,0% 80,0% 92,3% 87,9%94 08 A 2 8 Oficinas 81,2% 80,4% 55,0% 62,3% 70,1%95 08 A 1 10 Oficinas 59,6% 56,0% 64,0% 51,0% 57,0%96 09 N 4 40 Hoteles 79,4% 96,9% 76,0% 73,5% 81,3%97 09 A 1 8 Oficinas 74,2% 88,4% 54,2% 70,5% 72,6%98 09 N 1 8 Hoteles 89,6% 97,6% 88,5% 95,3% 93,1%99 09 N 2 8 Docentes 78,0% 96,0% 53,0% 61,3% 72,5%100 09 N 4 19 Oficinas 82,0% 89,8% 68,3% 87,0% 82,7%101 09 N 1 7 Hoteles 86,4% 98,0% 90,5% 96,0% 93,0%102 09 N 9 22 Hoteles 83,4% 97,8% 82,5% 89,9% 88,8%103 09 N 4 16 Oficinas 75,4% 90,2% 64,1% 82,2% 78,9%104 09 N 6 23 Oficinas 85,8% 100,0% 91,3% 91,0% 92,0%

Cuadro 1. (Continuación) Recopilación de resultados obtenidos al aplicar la auditoría de incendios a edificios de altura.

Notas: A = Edificación antigua, de construcción previa a 1981. N = Edificación nueva, de construcción reciente posterior a 1981.

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Esto se explicaría por la existencia de una mayor demanda por este servicio en edificios antiguos debido a que existiría una mayor preocupación por aumentar los niveles de seguridad de vida en este tipo de construcciones.

Uso y destinoEn lo que se refiere a uso y destino de los edificios analizados, de acuerdo al Cuadro 1, el mayor número de edificios evaluados corresponde a los destinados a Oficinas y Hoteles. Le siguen Habitacional, Salud, Docente y Comercio.

Debe señalarse, no obstante, que la cantidad de datos obtenidos para los destinos Docente, Comercio y Salud y Habitacional no es muy representativa debido, principalmente, a que en Chile no existen muchos edificios de altura (destinados a Docente, Comercio y Salud) que estén destinados a estos usos y también a la poca demanda que tiene este servicio en este tipo de edificaciones, prin-cipalmente, a aquellos de uso Habitacional. Sin embargo, a pesar de contar con una reducida cantidad de información, conside-ramos que los resultados permiten establecer una tendencia para el resto de las construcciones de estos destinos.

REsULTADOs

Los resultados obtenidos permiten apreciar que solo un 32% de los edificios analizados presenta un porcentaje de cumplimiento (PC) superior a 80%. Dentro de los edificios nuevos, el 71% tiene un PC superior a 80% mientras que de los antiguos, el total de estas cons-trucciones no presenta un nivel de seguridad mínimo aceptable.

Gráfico 2.Uso y destino de las edificaciones.

68,4%

15,8%

5,3%3,5% 4,4% 2,6%

Oficinas

Hoteles

Habitacional

Salud

Docente

Comercio

Gráfico 3.porcentaje de cumplimiento por antigüedad del edificio.

29,4%

100,0%

68,4%71%

0%

32%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Edificios Nuevos Edificios Antiguos Total

Inferior a 80% Superior a 80%

nados a Oficinas con 26%. El resto de los destinos presentan en todos los casos analizados un PC inferior a 80%.

Si esto lo analizamos desde el punto de vista de la antigüedad de la edificación, las edificaciones antiguas presentan todas un PC inferior a 80% (ver Gráfico 5), tal como ya fue señalado en el Gráfico 3. Salud no aparece evaluada por no disponer de datos.

Por otro lado, las edificaciones nuevas presentan mayores valores de cumplimiento. Por ejemplo, Oficinas y Hoteles cuentan con un PC superior a 80%, siendo 71% para Oficinas y 93% para Hoteles. Salud presenta un 50%. No obstante, esto no es el caso para Habitacional y Docente, las que tienen valores por debajo de lo exigido por la auditoría. En el caso de Comercio, no se han evaluado edificios de altura nuevos destinados a este uso y destino.

Gráfico 4.porcentaje de cumplimiento según uso y destino de las edificaciones.

74%

22%

100%

50%

100% 100%

68%

26%

78%

0%

50%

0% 0%

32%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 5.porcentaje de cumplimiento según uso y destino de las edificaciones antiguas.

100% 100% 100%

0%

100% 100% 100%

0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

En cuanto al porcentaje de cumplimiento observado por uso y destino de los edificios, el 78% de los Hoteles tiene un PC superior a 80%, le sigue los edificios de Salud con 50% y luego los desti-

Gráfico 6.porcentaje de cumplimiento según uso y destino de las edificaciones nuevas.

29%

7%

100%

50%

100%

0%

29%

71%

93%

0%

50%

0% 0%

71%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

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Porcentaje de cumplimiento por ítem evaluadoDe acuerdo a cada ítem evaluado, los resultados obtenidos son interesantes. En los siguientes gráficos se presentan los valores de las evaluaciones realizadas, considerando en la muestra el universo total de los edificios, tanto nuevos como antiguos, y separando la muestra en edificios nuevos y edificios antiguos.• Tipo de construcciónEn este ítem, Salud presenta el mayor grado de cumplimiento con 75%, seguido de Hoteles con 56% y Habitacional con 50%. Oficinas llega sólo a 19% y Docente y Comercio presentan grados de cumplimiento inferiores a 80% en todas sus instalaciones.

Por otra parte, las construcciones antiguas presentan los menores grados de cumplimiento en lo que se refiere a aspectos de compar-timentación entre pisos (cajas de escalera abiertas o con envol-ventes no resistentes al fuego) y revestimientos interiores.

Las construcciones más recientes, en cambio, presentan mejores resultados, debido probablemente al cambio normativo ocurrido el año 1981, que mejora, entre otros aspectos, el nivel de compar-timentación entre pisos.

Gráfico 7.porcentaje de cumplimiento por tipo de construcción.

81%

44%50%

25%

100% 100%

73%

19%

56%50%

75%

0%

27%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 8.Porcentaje de cumplimiento por tipo de construcción (antiguas).

92%100%

67%

0%

100% 100%92%

8%0%

33%

0% 0% 0%8%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 9.Porcentaje de cumplimiento por tipo de construcción (nuevas).

61%

33% 33%25%

100%

0%

49%39%

67% 67%75%

0% 0%

51%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

• Instalaciones de servicioEn este ítem se puede apreciar un mayor grado de cumplimiento en prácticamente todos los usos y destinos. Por ejemplo, Hoteles, Salud, Oficinas y Docente, presentan una mayor cantidad de edificios con un PC superior a 80%, mientras que para Habitacional y Comercio, los PC son más bajos.

En los Gráficos 11 y 12 se puede apreciar que las construcciones más nuevas presentan mayores grados de cumplimiento que las de mayor antigüedad. Las principales falencias detectadas corres-ponden a la no exclusividad de los recintos con instalaciones de servicio, existiendo en ellos acumulaciones de cargas combusti-bles, y al no cumplimiento de algunos aspectos legales más recientes en las edificaciones antiguas.

Gráfico 11.Porcentaje de cumplimiento para instalaciones de servicio (antiguas).

Gráfico 10.porcentaje de cumplimiento para instalaciones de servicio.

45%

11%

67%

25%

40%

67%

40%

55%

89%

33%

75%

60%

33%

60%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

68%

33%

100%

0%

50%

67% 67%

32%

67%

0% 0%

50%

33% 33%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 12.Porcentaje de cumplimiento para instalaciones de servicio (nuevas).

4% 7%

33%25%

0% 0%8%

96% 93%

67%75%

100%

0%

92%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

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• Equipos de extinciónEn este ítem se obtuvieron muy bajos grados de cumplimiento en casi todos los usos y destinos analizados. Sólo Hoteles y Oficinas presentan un PC superiores a 80%, con un 44% para Hoteles y 14% para Oficinas (donde se cuenta con una mayor infraestruc-tura en protección contra incendios).

Los Gráficos 14 y 15 siguientes indican que las construcciones antiguas presentan todas un PC inferior a 80%, mientras que las más recientes presentan grados de cumplimiento un poco más elevados en destinos tales como Oficinas y Hoteles. Esto se debe a que una gran parte de las edificaciones antiguas normalmente sólo cuentan con extintores portátiles, no disponiendo de una red de agua contra incendios ni menos de una red seca y que, sólo recientemente, se han incorporado a la reglamentación nacional exigencias mayores sobre sistemas de protección activa, las que no son retroactivas. Además, en usos y destinos tales como Oficinas y Hoteles, se requiere contar con un mayor grado de seguridad debido a que algunos usuarios de estos edificios son, principalmente, empresas extranjeras que exigen sistemas de protección contra incendios instalados de acuerdo a criterios internacionales.

• Seguridad de vidaEn este último ítem los destinos Hoteles, Salud y Oficinas presentan edificios con un PC sobre 80%, siendo un 78% para Hoteles, 50% para Salud y 26% para Oficinas. El resto de los usos y destinos presentan todos un PC inferior a 80%.En los Gráficos 17 y 18 se puede ver que las construcciones anti-guas siguen presentando bajos grados de cumplimiento con

Gráfico 13.porcentaje de cumplimiento para equipos de extinción.

86%

56%

100% 100% 100% 100%

83%

14%

44%

0% 0% 0% 0%

17%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 14.Porcentaje de cumplimiento para equipos de extinción (antiguas).

100% 100% 100%

0%

100% 100% 100%

0% 0% 0% 0% 0% 0% 0%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 15.Porcentaje de cumplimiento para equipos de extinción (nuevas).

61%47%

100% 100% 100%

0%

63%

39%53%

0% 0% 0% 0%

37%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 16.porcentaje de cumplimiento para seguridad de vida.

74%

22%

100%

50%

100% 100%

68%

26%

78%

0%

50%

0% 0%

32%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 17.Porcentaje de cumplimiento para seguridad de vida (antiguas).

98%

33%

100%

0%

100% 100% 95%

2%

67%

0% 0% 0% 0% 5%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

Gráfico 18.Porcentaje de cumplimiento para seguridad de vida (nuevas).

32%20%

100%

50%

100%

0%

35%

68%80%

0%

50%

0% 0%

65%

0%10%20%30%40%50%60%70%80%90%

100%

Inferior a 80% Superior a 80%

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1. Chile. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Ordenanza general de Urbanismo y Construcciones. santiago, Chile: MINVU; 2010.

2. Chile. superintendencia de Electricidad y Combustible. Norma Chilena Eléctrica NCH 4. Electricidad: instalaciones de consumo interiores en baja tensión. santiago, Chile: sEC; 2003.

3. National Fire protection Association. NFpA 101. Life safety Code. UsA: NFpA; 2009.

4. Chile. Ministerio de Economía Fomento y Reconstrucción. Decreto Nº 66 (Ex--DS Nº 222): Aprueba Reglamento de Instalaciones Interiores y Medidores de gas. santiago, Chile: Ministerio de Economía; 2007.

5. Instituto Nacional de Normalización (Chile). NCh 1433: ubicación y señali-zación de los extintores portátiles. santiago, Chile: INN; 1978.

6. Chile. Ministerio de salud. Decreto Nº 594: Reglamento sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo. santiago, Chile: MINsAL; 1999.

7. Chile. Ministerio de Obras públicas. Decreto Nº 50: Reglamento de instalaciones domiciliarias de agua potable y de alcantarillado. santiago, Chile: MOp; 2004.

8. Instituto Nacional de Normalización (Chile). NCh 2095: Protección contra incen-dios – sistemas de rociadores - parte 1 a 6. santiago, Chile: INN; 2000-2001.

9. National Fire protection Association. NFpA 13: Installation of sprinkler systems, UsA: NFpA; 2010.

10. Instituto Nacional de Normalización (Chile). NCh 19: Prevención de riesgos - Identificación de sistemas de tuberías. santiago, Chile: INN; 1979.

11. National Fire protection Association. NFpA 72: National Fire Alarm and signaling Code. UsA NFpA; 2010.

12. Instituto Nacional de Normalización (Chile). NCh 2111: Prevención de Incendio en edificios. señalización. santiago, Chile: INN; 1999.

13. Instituto Nacional de Normalización (Chile). NCh 1410/1: Colores y señales de seguridad. parte 1: señales de seguridad en lugares de trabajo y áreas de uso público. principios de diseño. santiago, Chile: INN; 2001.

REFERENCIAs

excepción del destino Hoteles que presenta un PC de 67%. Esto se debe a que, en general, los edificios antiguos no disponen de sistemas automáticos de detección y alarma de incendio, sistemas de audio-evacuación y zonas verticales de seguridad con sistemas de control de humo por presurización. Dentro de las construc-ciones más recientes se siguen destacando los destinos tales como Oficinas y Hoteles con mayores grados de cumplimiento.

DIsCUsIÓN

Entre los principales comentarios que se derivan de este estudio, se encuentra la necesidad de que las antiguas edificaciones realicen importantes mejoras en la protección de sus vías de evacuación mediante la incorporación de una adecuada compar-timentación y de sistemas de control de humo por presurización. Por otro lado, también se aprecia la necesidad de mejorar nuestra legislación, incorporando mejoras, principalmente, en las exigen-cias en protección activa contra incendios. Debe señalarse que en la actualidad varios edificios tales como Hoteles y Oficinas disponen de sistemas de rociadores automáticos instalados debido principalmente a requerimientos internacionales, por lo que no sería tan difícil implementar esta nueva exigencia a nuestra normativa. Es importante señalar que en la gran mayoría de los países desarrollados es exigible la existencia de sistemas de rocia-dores automáticos en edificios de altura3, dado su gran impacto en la seguridad de vida de sus ocupantes.

En lo que se refiere más específicamente a seguridad de vida, se sugiere que los destinos tales como Habitacional, Docente y Comercio alcancen niveles similares a Hoteles. Para ello, se reco-mienda tomar como base el código norteamericano NFPA 101 "Seguridad de Vida"3, para incrementar los niveles de seguridad de vida de los ocupantes existentes en este tipo de edificaciones. También es indispensable fortalecer en el tiempo las medidas de prevención existentes en el interior de las edificaciones, relacio-nadas con las instalaciones de servicio tales como electricidad, gas y acondicionamiento ambiental, de tal forma de verificar si se han llevado a cabo los programas de mantención y si se mantiene la exclusividad de las instalaciones de servicio. Se deberán realizar inspecciones periódicas a estas dependencias, revisando la existencia de probables acumulaciones de materiales combustibles en subterráneo y en pisos superiores. Además, es necesario incor-porar programas de inspección y mantención a los equipos y sistemas de protección contra incendios de tal forma que su respuesta durante una emergencia sea efectivamente la requerida. Estas labores debieran ser realizadas por la administración de cada edificación. También es necesario capacitar a los usuarios de estos edificios sobre medidas de prevención de tal forma que cada locatario pueda hacerse responsable de su metro cuadrado. Finalmente, es importante que la administración de estos edificios revise anualmente los planes de emergencia existentes, de tal forma de que éstos sean permanentemente actualizados a través de simulacros que permitan detectar posibles falencias que puedan ser corregidas.

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INTRODUCCIÓN

El material particulado del polvo de madera es una mezcla compleja de celulosa, fundamentalmente poliosas y lignina. Las maderas utilizadas en la fabricación del mueble pueden ser duras (no-coníferas) y blandas (coníferas). Durante el proceso y manejo de la madera, paneles contrachapados y aglomerados se genera polvo de serrín, que contiene partículas minúsculas conocidas también con el nombre de virutas (la viruta es un fragmento de material residual con forma de lámina curvada o espiral que es

Correspondencia / CorrespondenceMilena E. gómez-yepesUniversidad del Quindío. Facultad Ciencias de la salud, programa de salud Ocupacional, Colombia Calle 12N Cra. 15, Universidad del Quindío, Facultad Ciencias de la salud, programa de salud Ocupacional, ColombiaTel.: (57 67) 460188 / Fax: (57 67) 460100 e-mail: [email protected] Recibido: 17 de septiembre de 2010 / 29 de noviembre de 2010

REsUMENEs bien conocido por la comunidad científica internacional que la expo-sición al polvo de madera, dependiendo del tipo de madera utilizada en la fabricación del mueble, acarrea diferentes problemas a la salud del carpintero. Las madera blandas (coníferas) son irritantes, alergénicas, y con el tiempo pueden llegar a generar asma ocupacional y EPOC (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica). El polvo de madera dura (no-coníferas) ha sido asociado con varios tipos de cáncer, incluyendo el de la cavidad nasal, pulmón y tracto gastrointestinal, y la enfermedad de Hodgkin. Las fibras alargadas acompañadas de poros corresponden a las fibras de coníferas. La mayoría de las fibras de no-coníferas son de paredes gruesas y cortas. Se sospecha que las características morfo-lógicas de las fibras de las coníferas hacen que éstas sean más agresivas en la deposición de los tejidos blandos de la nariz y los pulmones que las fibras de no-coníferas, aunque los efectos de estas últimas sean más letales. Sin embargo, la aparición del cáncer nasal y pulmón es más tardía que los problemas respiratorios e irritaciones provocadas por las coníferas. Un estudio de morbi-mortalidad laboral de los carpinteros de 10 empresas del Quindío (Colombia) concluyó que el riesgo relativo era del 81%, lo que nos confirma que la exposición continua al polvo de madera incide en la aparición de problemas o enfermedades respirato-rias y por ende al absentismo laboral.

(Gómez-Yepes M, Cremades L, 2010. Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia). Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 433-439).

Descriptores: ENFERMEDADES PULMONARES OBSTRUCTIVAS, ASMA, ENFERMEDAES PROFESIONALES, MADERA/EFECTOS ADVERSOS, INDUSTRIA DE LA MADERA, TRABAJADORES, POLVO, EXPOSICIÓN PROFESIONAL, RIESGO RELATIVO, MORBILIDAD, MORTALIDAD, COLOMBIA.

ABsTRACTIt is well known by the international scientific community that exposure to wood dust, depending on the type of wood used in furniture manufacturing, affects the carpenter’s health in different ways. Softwoods (coniferous) are irritant, allergenic, and can eventually result in occupational asthma and COPD (Chronic obstructive pulmonary disease). Hardwood dust (non-coniferous) has been associated with several types of cancer, including the nasal cavity, lung and gastrointestinal tract, and Hodgkin's disease. Long and porous fibers are typical from conifers. Most non-coniferous fibers are short and thick-walled. It is suspected that the morphological characteristics of the fibers of conifers make them more aggressive in the deposition in the soft tissues of nose and lungs than non-coniferous fibers, although the effects of the latter are more lethal. However, the onset of nasal and lung cancer takes longer than respiratory problems and irritation caused by conifers. A study of morbidity and mortality of the carpenters working in 10 companies at Quindío (Colombia) concluded that the relative risk was 81%, which confirms that continuous exposure to wood dust influences the onset of problems or respiratory diseases and hence absenteeism in the workplace.

Descriptors: OBSTRUCTIVE, LUNG DISEASES; ASTHMA; OCCUPATIONAL DISEASES; WOOD/ADVERSE EFFECTS; LUMBER INDUSTRY; WORKERS; DUST; OCCUPATIONAL EXPOSURE; RELATIVE RISK (PUBLIC HEALTH); MORBIDITY, MORTALITY; COLOMBIA.

Milena E. gómez-yepes1, Lázaro V. Cremades2

1. PhD de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). España. Químico Especialista en Salud Ocupacional, Gerencia y Control de Riesgos, Profesora de la Universidad del Quindío. Facultad Ciencias de la Salud, Programa de Salud Ocupacional (Coordinadora de la Línea de Investigación de Riesgos Químicos) Colombia 2. phD en Química de la Universidad de las Islas Baleares y phD en Ingeniería Química del Institut National politechnique de Toulouse, Francia. Profesor del Departamento de Proyectos de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia)ANALysIs OF THE INCIDENCE OF REspIRATORy pATHOLOgIEs CAUsED By EXpOsURE TO WOOD DUsT IN CARPENTERS OF QUINDíO (COLOMBIA)

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extraído mediante cepillo, lijadora u otras herramientas al realizar trabajos sobre madera o metales en forma de dispersión). Las máquinas emiten partículas, cuyos tamaños varían, de acuerdo a la herramienta utilizada desde partículas mayores de 100 µm hasta partículas > 5 mm y partículas por debajo de 10 µm, con una velocidad de decenas de metros por segundo. Las partículas de madera muestreadas con diámetros aerodinámicos entre 10-100 µm ha sido la mayor preocupación en el estudio de enfermedades de tracto respiratorio superior, causante del cáncer nasal o enfermedades asociadas a la exposición del polvo de madera dura2. Una vista por microscopio óptico a una escala de 1 mm, permite apreciar una gran variedad de partículas irregulares en la muestra: fibras largas y cortas, fibras con desgarros en gajos o individuales. En las Figuras 1 y 2 se pueden apreciar fibras largas e irregulares, encintadas y con desgarro, lo que es característico de las coníferas. Además, se observan fibras cortas, planas y compactas, lo que es característico de las fibras no-coníferas.

Figura 1.Microfotografías de las partículas de polvo de madera obtenida por el microscopio óptico a una escala de 1 mm.

Figura 2.Microfotografía de partículas del polvo de madera obtenida por el microscopio electrónico a una escala de 100 µm.

Enfermedades y/o problemas respiratorios: Cáncer ocupacional. El polvo de madera ha sido asociado con varios tipos de cáncer incluyendo el de la cavidad nasal, pulmón y tracto gastrointes-tinal, y la enfermedad de Hodgkin. De todas estas enfermedades, la evidencia epidemiológica más grave es el cáncer de la cavidad nasal. En 1964, la Internacional Agency for Research on Cancer (IARC) declaró que el polvo de madera dura es cancerígeno3, y en 1995 la IARC nuevamente ratificó al polvo de madera como cancerígeno humano e informó sobre el incremento del cáncer nasal, sinonasal y de pulmón en trabajadores expuestos al polvo de madera de los EE.UU.4. Un estudio de casos y controles en EE.UU. del Instituto Nacional del Cáncer, informó que la exposi-ción ocupacional al formaldehído (pero no del polvo de madera) aumenta el riesgo de cáncer nasofaríngeo que, sumado a la expo-sición al polvo de madera dura y de hábitos no saludables como el consumo del tabaco, contribuyen a la aparición del cáncer más rápidamente5. El lapso del tiempo entre la primera exposición ocupacional del polvo de madera y del desarrollo del adenocar-cinoma nasal es de 40 años (en un rango de 7-70 años) y el VLP no debe superar los 5 mg/m36. El potencial carcinogénico del polvo de madera es biológicamente plausible debido a sus componentes que entran en el pulmón. Las causas específicas de los agentes no han sido definidas; sin embargo, sí se pueden determinar los componentes de los aditivos químicos usados durante el proceso industrial de la madera y se puede determinar físicamente las partículas del polvo de madera4.EPOC, asma ocupacional, bronquitis crónica: La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) constituye una de las causas más importantes de mortalidad en los países desarro-llados7 y actualmente ocupa el cuarto lugar a nivel mundial como causa de muerte, y se estima que podría llegar a ocupar el tercer lugar para el 20208. La EPOC se define como una “enfer-medad caracterizada por limitación al flujo aéreo, la cual no es totalmente reversible y es usualmente progresiva”. Debido al tamaño de las partículas generadas por las operaciones de las industrias madereras, la nariz es el destino natural de los efectos de la exposición al polvo de madera. Se han documen-tado diversos efectos como rinitis, sinusitis, obstrucción nasal, hipersecreción nasal y eliminación mucociliar deficiente. La exposición al polvo de madera se ha relacionado también con efectos para el tracto respiratorio inferior como el asma, la bron-quitis crónica y la obstrucción respiratoria crónica. La exposición a los productos químicos utilizados como adhe-sivos en la industria maderera puede tener asimismo efectos en el sistema respiratorio. El formaldehído es un irritante y puede provocar inflamación de nariz y garganta. Se han observado efectos agudos en los pulmones y se sospechan efectos crónicos. También se ha documentado que esta exposición provoca asma y bronquitis crónica8.En Colombia, según el Ministerio de la Protección Social, para el periodo 2004-2005 se reconocieron como enfermedad profe-sional 34 casos de asma. Para calcular la fracción atribuible poblacional caso por caso, se emplea el siguiente método: en el numerador se incluyen aquellos casos que cumplen con la defi-nición de asma ocupacional, y en el denominador se consideran todos los casos de asma diagnosticados en el periodo. Se repor-taron a dicha entidad como enfermedad profesional un total de 3.170 casos (todas las causas), lo cual indicaría que por cada 100 casos de enfermedad profesional reconocida en el Sistema General de Riesgos Profesionales (SGRP), 1 caso sería de asma

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ocupacional9. El asma ocupacional (AO) está contemplada en el listado de enfermedades profesionales en el Decreto 1832 de 1994. En lo relacionado con la calificación de la pérdida de capa-cidad laboral por alguna de estas patologías, se cuenta con el Manual Único de Calificación de Invalidez (Decreto 917 de 1999)9. En la Tabla 1, se presenta un resumen de sustancias que producen asma, considerando su origen vegetal.

Dentro de las causas vegetales más frecuentes generadoras de asma ocupacional se encuentran las harinas, los granos y el polvo de madera. Los trabajadores expuestos a granos en la reco-lección, almacenamiento y transporte, y los expuestos a harina en panaderías tienen un alto riesgo de sensibilización9.Desde el punto de vista del conocimiento, la realización de esta investigación permitirá conocer la morbi-mortalidad de los carpinteros por exposición al polvo de madera, con la que se tendrá un mayor sustento a la hora de tomar medidas de promo-ción y prevención de la salud ocupacional con el propósito de mejorar sustancialmente las condiciones de vida que más se adapten a la realidad socioeconómica de la región10.

MÉTODO

Recolección de la información de morbi-mortalidad laboral: Se continuó con las mismas empresas que comenzaron con la Línea de Investigación de Riesgos Químicos en el 200611. Las empresas fueron contactadas por medio de cartas de invitación a la inves-tigación por parte de los investigadores de la universidad, y se programó por vía telefónica las visitas empresariales con guías estructuradas y diarios de campo; luego se entrevistó a los responsables de la seguridad industrial y salud ocupacional de las empresas explicándoles detalladamente el propósito de la inves-tigación, y respetando la confiabilidad de la información sumi-nistrada. Los datos obtenidos para el análisis de morbi-mortalidad laboral de los carpinteros se tomaron de aquellos que cotizan al Sistema General de Riesgos Profesionales (SGRP). Se desconoce el número de trabajadores de la madera de la economía informal que no cotizan al SGRP y la morbi-mortalidad por la exposición del polvo de madera de esta población está implícitamente incluida en los datos de morbi-mortalidad de la población general (PG).Los indicadores de morbimortalidad laboral utilizados en esta

Tabla 1.Causas vegetales de asma ocupacional en Colombia9.Vegetal Industria/OcupaciónHarina panaderos y molineros

granos granjeros, trabajadores de distribución

polvo de madera Carpinteros y aserraderos

granos de café Trabajadores de procesamiento y distribución

semilla de soya Trabajadores de procesamiento y distribución

Hojas de té Trabajadores de procesamiento y distribución

Tragacanto Elaboración de fármacos

goma de acacia Elaboración de fármacos

Látex producción y uso

Antígenos y esporas de hongos granjeros y biotecnología

Enzimas bacterianas preparación de alimentos, manufactura de polvo para lavar

investigación, han sido tomados de la Norma Técnica Colombiana (NTC) 370112:• Proporción de prevalencia general de enfermedad profesional

(PPGEP)• Proporción de prevalencia específica de enfermedad profe-

sional (PPEEP)• Tasa de incidencia global de enfermedad o problema respira-

torio (TIGEPR)• Tasa de prevalencia global de enfermedad o problema respira-

torio (TPGEPR)• Índice de frecuencia de absentismo (IFA)• Índice de severidad del absentismo (ISA)• Porcentaje de tiempo perdido (%TP)• Prevalencia de período (PPEPR)

El absentismo de las enfermedades comunes se clasificó de acuerdo a los códigos de la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10. La Jornada laboral permitida para las fábricas de madera es de 48 horas a la semana (51 semanas labo-rales al año); por lo tanto, el número total de horas-hombre trabajadas es de 2.448 horas al año. Además, se utilizaron los indicadores de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que a continuación son explicados:Datos para el análisis de morbi-mortalidad: El estudio epide-miológico de una enfermedad relacionada con el trabajo es predominantemente no experimental y sujeto a dificultades inhe-rentes, especialmente cuando en una asociación observada entre dos fenómenos proporciona pruebas a favor o en contra de la casualidad13. El análisis de los datos consiste en calcular la inci-dencia de la variable resultado (enfermedad y muerte) y compa-rarla entre los sujetos expuestos y los no expuestos al potencial factor de riesgo. Cuando la mayoría de los sujetos ha sido seguida aproximadamente durante el mismo tiempo, la medida más adecuada de incidencia es la llamada incidencia acumulada (riesgo). Si no es así, debe calcularse la tasa. La información sobre la exposición y la enfermedad suele presentarse para su análisis en forma de tablas de contingencia, tal como se aprecia en la Fig. 314.

Es imprescindible que en todo estudio de las enfermedades respi-ratorias relacionadas con el trabajo se tenga en cuenta el consumo de tabaco en la población estudiada. Se debe señalar que el consumo pasivo de tabaco puede también producir o agravar las enfermedades respiratorias crónicas no específicas. Por medio de cuestionarios debe obtenerse información detallada sobre los hábitos de fumar actuales y pasados. Tal vez sea más

Figura 3.Análisis de un estudio de cohortes mediante tablas de contingencia. A) Tabla para un estudio con incidencias acumuladas. B) Tabla para un estudio con densidades de incidencia. I. Incidencia; e, expuestos; o, no expuestos; pA personas-años de seguimiento14.

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eficaz y menos costoso concentrarse en los grandes fumadores y en los no fumadores. Excluyendo a los fumadores moderados y a los ex-fumadores. Con frecuencia la información más importante se obtiene mediante comparaciones entre grandes fumadores expuestos y no expuestos, debido a que la exposición laboral bajo estudio y el tabaco pueden actuar en forma sinérgica. En otros casos, sin embargo, el efecto del tabaco sobre una determi-nada variable (por ejemplo, el volumen de cierre) quizás sea tan abrumador que impida determinar el factor etiológico más débil correspondiente al trabajo, en cuyo caso las comparaciones entre no fumadores proporcionaría la mejor información13.Las diferencias absolutas o relativas (razones) de las incidencias de la enfermedad en los dos grupos de comparación constituyen medidas de la asociación entre la exposición al factor de riesgo y la enfer-medad, si se considera que la relación es causal, constituyen medidas del efecto de la misma forma y tienen el mismo significado para la incidencia acumulada y para la densidad de incidencia (ver Tabla 2).

Datos estadísticos de la población colombiana: El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) es la entidad respon-sable de la planificación, levantamiento, procesamiento, análisis y difusión de las estadísticas oficiales en Colombia. Suministró la infor-mación de la población total del país, del departamento del Quindío y del municipio de Armenia15, como puede apreciarse en la Tabla 3.

Tabla 2.Medidas de asociación en estudios de cohortes14.Medida Significado CálculoRiesgo relativo (RR) Cuántas veces más frecuente la RR= Ie/Io incidencia de la enfermedad en los expuestos que en los no expuestos al factor de riesgo. Riesgo atribuible (RA) Incidencia de la enfermedad que es RA = Ie-Io(diferencia de riesgos) atribuible a la exposición al factor de riesgo. Proporción de riesgo Proporción de la enfermedad que es RA%=(Ie-Io)/Ieatribuible (RA%) atribuible a la exposición al factor x 100 de riesgo. Índice de Número de sujetos en los que hay II = 1/RAintervención (II) que impedir la exposición para evitar una enfermedad. Riesgo atribuible Incidencia de la enfermedad que es RAp = It-Io =poblacional (RAP) atribuible a la exposición al factor RA x Pe de riesgo en la población. Proporción de riesgo Proporción de la enfermedad que es RAP% = (It-Io)/Itatribuible poblacional atribuible a la exposición al factor de x 100(RAP%) riesgo en la población. Fracción Representa la proporción de la FP= (Io-Ie)/Io x 100preventiva (FP) incidencia de enfermedad evitada = (1-RR) x 100 entre los expuestos por la acción del factor protector, donde Io es la incidencia en los no expuestos, la incidencia en los expuestos al factor de riesgo.

La afiliación de las empresas y los trabajadores a las Administradoras de Riesgos Profesionales (ARPs) desde 1995 hasta el 2004 ha venido aumentando en forma dinámica, con algunos estancamientos entre 1998 y el 2000. Para noviembre de 2004, se registraron 4.836.939 trabajadores afiliados, lo que significa un incremento total de 7,6% durante este decenio16.En la Tabla 4 se observa el número total de trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Profesionales, llamado Régimen Contributivo, que es la cotización de los trabajadores al Sistema General de Seguridad Social en Colombia (SGSS) en Salud (SGSSS), Pensión (SGSSP) y Riesgos Profesionales (SGSSRP).

En cuanto a la cobertura de la Población Económicamente Activa (PEA), la dinámica es diferente, pues el SGSSRP ha cubierto aproximadamente el 21,3% en el decenio y un promedio de cerca de 24,9% de la población ocupada. La población económicamente activa (PEA) comprende a todas las personas en edad para trabajar que trabajan o están buscando empleo. Las personas en edad para trabajar: Son las compren-didas entre los 12 y 64 años en zonas urbanas y entre los 10 a 64 años en zonas rurales15. En Colombia tienen una PEA de 35.591.323 personas.El departamento del Quindío, en 2006, tenía una población de 612.719 personas, de las cuales un PEA del 90,6% y sólo un 28,6% estaban afiliados al SGRP. En el municipio de Armenia, la población es de 321.378, la PEA es del 90,5% y sólo un 46,6% de los trabajadores estaban afiliados al SGRP16,17.Relación dosis-respuesta: El número de individuos que presentan un efecto determinado (relación dosis-respuesta). En este caso los carpinteros expuestos al polvo de madera.

REsULTADOs

Datos de morbi-mortalidad laboral general: El Ministerio de Protección Social de Colombia reconoció 42 casos de eventos ocupacionales del sector maderero. De estos 42 eventos, 28 eran por accidente de trabajo y 14 por enfermedad profesional. De los eventos por enfermedad profesional, sólo 3 casos fueron por enfermedad respiratoria (EPOC, asma mixta y hallazgos anor-males en órganos respiratorios torácicos). En el departamento del Quindío no se han reconocido enfermedades profesionales del sistema respiratorio a trabajadores de la madera. Sin embargo, en el 2006, el ISSQ informó que la morbilidad de los quindianos era de 212.731 casos consultados por medicina general, de los cuales 25.535 casos eran por infecciones agudas de las vías respirato-rias. En cuanto a la morbilidad por egreso hospitalario, de los 3.956 casos, 2.195 casos eran de neumonía, bronquitis, enfisema

Tabla 4.Total de trabajadores afiliados al Régimen Contributivo de Colombia16.Trabajadores Total de trabajadores afiliados % NacionalColombia 2006 (TTC) 6.146.709 14,50

Quindío 2006 (TTQ) 174.984 0,41

Armenia 2006 (TTA) 135.690 0,32

Trabajadores de la madera (TTm) 6.018 0,09

Trabajadores de 10 empresas de la madera 615 0,010

Nota: TT: Total trabajadores C: Colombia; Q: Quindío; A: Armenia.

Tabla 3.Total de la población en Colombia, el departamento del Quindío y del municipio de Armenia15.

Población (PG) Total (Nº habitantes) %Colombia 2006 (PGC) 44.450.260 100Quindío 2006 (PGQ) 612.719 1,37Armenia 2006 (PGA) 321.378 0,72

Nota: pg población general.

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y otras EPOC. Con respecto a la mortalidad, de los 3.063 casos repor-tados, 410 eran casos de enfermedades y problemas respiratorios.

Limitaciones del estudioEl estudio de morbi-mortalidad tiene validez sólo para el grupo estudiado, puesto que el muestreo es no probabilístico y no se contó con un universo numeroso de trabajadores del sector (6.018 trabajadores del sector). En el 2008 se volvieron a visitar a las 10 empresas de la madera que iniciamos con la investiga-ción en el 200611. Se encontró que: el 30% cerró la empresa, el 30% no aceptó participar en la segunda parte de la investigación, y un 40% permitió recolectar la información requerida para el análisis de morbi-mortalidad laboral de los trabajadores. En la Tabla 5 se puede apreciar el número de datos suministrado por las empresas. El programa de Salud Ocupacional de la Universidad del Quindío (Colombia) conserva las encuestas originales y para este análisis de esta investigación fue entregado en archivo Excel18.

En la Tabla 6 se aprecian los 560 eventos ocupacionales de absentismo laboral reportados por las empresas en estudio:El RR PGQ es de un 0,043; el RR TTm 0,28; el RA PG y TTm es de un 0,0178, RA% de un 81; el RA% TTm dio un 64,28%; el II de 6; un 72% FPTT.Los resultados de las historias clínicas ocupacionales arrojaron resultados de los hábitos de los trabajadores encuestados: el 20% de los examinados prefiere fumar y el 45% ingerir licor11.

Tabla 5.Descripción de las 10 empresas visitadas y relación de trabajadores con absentismo laboral en el año 200811-18.Empresa Característica Nº total de Trabajadores Casos de de producción trabajadores encuestados absentismo laboral

1 Ebanistería 136 34 405

2 Ebanistería 100 38 Np

3 Carpintería 2 2 3

4 Carpintería 3 1 4

5 Carpintería 11 9 0

6 Ebanistería 35 24 Np

7 Carpintería 160 20 148

8 Carpintería 6 3 0

9 Ebanistería 12 9 0

10 Ebanistería 150 37 Np

NP: no permitieron el suministro de la información.

Tabla 6.Número total de eventos ocupacionales obtenidos de los datos de las empresas visitadas en el período de 200818. Hombres MujeresEventos ocupacionales No casos No días No casos No días perdidos perdidosAccidente de trabajo 33 375 9 19Enfermedades profesionales 0 0 0 0Enfermedades comunes 113 323 76 279Enfermedades y problemas 101 206 37 50respiratorios (lijado, cepillado, 44 75 31 35inmunizado, pinturas)(Administración y otras áreas) 57 6 15 15permisos personales 83 87 53 54Eventos no especificados (NE) 38 143 17 38Total 368 1132 192 440

Durante el último año, el Instituto Seccional del Quindío (ISSQ), DANE y el Ministerio de Protección Social no registraron enfer-medades profesionales en el departamento del Quindío, ni en el municipio de Armenia15-17.Indicadores de gestión de eventos ocupacionales de los traba-jadores del sector madereroEn el período analizado del año 2008, no se registraron enferme-dades profesionales.La tasa de incidencia global de enfermedad o problema respira-torio fue de 166 casos y la tasa de prevalencia global de enfer-medad o problema respiratorio fue de 248 casos por cada 1.000 trabajadores. Los eventos de absentismo por causa de enfermedad o problema respi-ratorio por cada 240 000 HHT, dio como resultado que IFA = 89,27; IFAEPR= ISA = 254; ISAEPR= 44; %TP= 259,02%; PP= 910,56. Durante el período analizado de 2008, no se registraron datos de mortalidad laboral relacionada con problemas respiratorios de los carpinteros.Función Dosis-Respuesta (RDR): Como se aprecia en la Figura 4, a mayor concentración del polvo de madera mayor es el número de trabajadores expuestos o afectados.

DIsCUsIÓN

Morbi-mortalidad laboral: No todas las empresas dieron la información completa de la edad y tiempo en el oficio del traba-jador, por lo que se optó por variables comunes como: sexo (femenino, masculino), días perdidos y área de trabajo. Hábitos reportados: En el primero de los hábitos influye el hecho de entenderse el efecto negativo que para la salud representa el consumo de cigarrillo, mientras que el consumo de licor está arraigado como un hecho social, y su efecto nocivo para la salud no es comprendido tan fácilmente como el del tabaco.El RA% dio un 81%, lo que significa que los problemas o enfer-medades respiratorias pueden ser atribuidos a la exposición al polvo de madera. Un 19% de los casos de problemas o enferme-dades respiratorios en este grupo habrían ocurrido por otra causa. El RA% TTm dio un 64,3%, lo que significa que los problemas o enfermedades respiratorias de los trabajadores de la madera pueden ser atribuidos a la exposición al polvo de madera, mien-tras que un 35,7% de los casos de enfermedades o problemas respiratorias pueden deberse a otras causas.

Figura 4.Relación dosis-respuesta de la exposición al polvo de madera de los carpinteros.

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

1 10 100

Concentración (mg/m3)

Po

bla

ció

nex

pu

est

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El II de 6 requiere retirar 6 trabajadores expuestos al polvo de madera para evitar un problema o enfermedad respiratoria. Y la FP es de un 72% de los trabajadores que pueden evitar los problemas o enfermedades respiratorias por la acción de un protector.Para determinar el impacto económico y social de estos indica-dores de absentismo, se debe realizar otro tipo de estudios macroeconómicos, que en esta investigación no se aplican. Sin embargo, al ver los resultados de %TP y PP se aprecia un elevado indicador de absentismo laboral, por lo que podemos asumir que la exposición al polvo de madera influye notablemente en las causas del absentismo.

CONCLUsIONEs

Se concluye que la ausencia de fuentes fiables, directas o indi-rectas, de morbilidad y mortalidad por enfermedades laborales en el Quindío impide la utilización de indicadores específicos para la población trabajadora del sector maderero. Por ejemplo, se desconoce la prevalencia de exposición a riesgos laborales en el Quindío, lo que imposibilita el cálculo de los correspondientes factores etiológicos para nuestra población. Sin embargo, en este estudio se considera que las diferentes aproximaciones utilizadas anteriormente son suficientemente válidas por varias razones, e incluso se puede considerar que, en general, los resultados obte-nidos en este estudio son importantes.En primer lugar, los estudios en que se basan nuestros cálculos se han llevado a cabo para poblaciones de trabajadores razona-blemente comparables entre carpinterías y ebanisterías de cual-quier parte de la región e incluso del país. No cabe esperar que las condiciones de trabajo en el Quindío sean sustancialmente diferentes a los demás departamentos de Colombia que industria-lizan la madera. De hecho, los datos disponibles apuntan a que la situación sería similar o, en todo caso, incluso peor. Al basarse en un indicador de los efectos de las condiciones de trabajo relativamente universal y válido como son las enferme-dades o problemas respiratorios, se encuentra que, según datos del ISSQ se presentaron 212.731 casos consultados por medicina general, de los cuales 25.535 casos eran por infecciones agudas de las vías respiratorias. No se disponen de datos similares para el resto de la población de los otros departamentos, pero según los datos de esta investigación, la tasa de incidencia global de enfermedad o problema respiratorio es de 166 casos por cada 1.000 habitantes, y la tasa de prevalencia global de enfermedad o problema respiratorio es de 248%, lo que afectaría a toda la población trabajadora del sector.

En segundo lugar, la investigación del estudio señaló limita-ciones en sus fuentes que llevarían a una infravaloración del problema en sus propios cálculos. La ausencia también de infor-mación sobre la incidencia de enfermedades o problemas respi-ratorios relacionados con el trabajo no se registra en las empresas manufactureras de madera del departamento. Con los datos que se pudieron recoger se concluye que el RR PG dio un resultado muy alto (81%), lo que nos confirma que la exposición continua al polvo de madera incide en la aparición de problemas o enfer-medades respiratorias y, por ende, al absentismo laboral. Además, el 64,3% (RA% TTm) de los trabajadores de las empresas visitadas se ausentan por causas de problemas o enfermedades respirato-rias que pueden ser atribuidas a la exposición al polvo de madera. En tercer lugar, según los datos recogidos en el diagnóstico de la enfermedad profesional, no hubo casos durante el período estu-diado en el departamento del Quindío. Sin embargo, en el país se declararon 3 enfermedades profesionales respiratorias relacio-nadas con los trabajadores de la madera. Y no hubo casos de mortalidad laboral en este sector por problemas respiratorios.Por todo lo anterior, se ha podido calcular la morbilidad por enfermedades o problemas respiratorios de los carpinteros del Quindío de forma mucho más próxima a la realidad de la que se deriva de los escasos datos oficiales disponibles a nivel regional y municipal, ni a nivel nacional. Para conseguir cifras válidas sobre la prevalencia e incidencia de las enfermedades o problemas respiratorios en nuestro ámbito serían necesarios cambios radi-cales en los actuales sistemas de vigilancia de la salud de los trabajadores, información fiable sobre la prevalencia de las expo-siciones laborales y más y mejores estudios epidemiológicos sobre las relaciones entre trabajo y salud en nuestra población. Mientras tanto, este estudio pone de manifiesto la urgente nece-sidad de poner en marcha medidas preventivas para proteger la salud de los miles de trabajadores quindianos que están expuestos a diario a riesgos evitables.

AgRADECIMIENTOs

La investigación de la morbi-mortalidad se realizó en la Universidad del Quindío, Línea de Investigación de Riesgos Químicos del Programa de Salud Ocupacional de la Facultad Ciencias de la Salud. Los recursos financieros están compartidos por ambas universidades involucradas en la investigación: Universidad del Quindío y La Universidad Politécnica de Cataluña.

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Artículo Original | Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia)

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REFERENCIAs

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Artículo Original

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INTRODUCCIÓN

El edificio donde se encuentra ubicada la sala de control de tráfico de ferrocarriles Antofagasta-Bolivia ha sido por primera vez modificado, ya que históricamente no ha tenido estudios ergonómicos previos y todas sus transformaciones anteriores han sido implementadas sin considerar ninguna interfase hombre/máquina, sino más bien se ha hecho atestando con elementos requeridos por sus trabajadores o simplemente de desecho que se ha mantenido dentro de la instalación. En este sentido, la aisla-ción acústica es un buen ejemplo, ya que los mismos trabajadores la regulaban abriendo o cerrando puertas y ventanas; y, si además sumamos los comentarios de los usuarios de la sala de

control en relación a que el mobiliario no era el más adecuado y comparamos el reporte de licencias médicas por lumbagos, dorsalgias y afecciones músculo-esqueléticas se demuestran las importantes deficiencias en las condiciones de trabajo de las instalaciones. Las características del trabajo, caracterizado por una sostenida exigencia mental, señalaban la necesidad de intervenir estos agentes nocivos para la salud, a través de la incorporación de modificaciones a las condiciones laborales –para simplificar el trabajo y permitir que las personas se desenvuelvan en un ambiente de mayor bienestar y productividad–, eliminando los elementos que no le dan ningún valor agregado a la tarea y se convierten en inútiles e innecesarios.Cabe señalar que si el trabajador de la sala de control no realiza su tarea adecuadamente puede generar un daño al personal, al equipo de transporte y al material transportado.

Exposición del trabajoLa sala de control de operaciones se encuentra situada en un edificio histórico para el ferrocarril, ubicado en el centro de las líneas férreas: por un lado hay un campo de acopio de cobre y, por el otro, un terminal de reparación y de mantención de carros, situación que la posiciona entre factores de constante ruido externo. El mobiliario que se encontraba en la sala de control no era el adecuado para realizar esta clase de labores, además de la exis-

Correspondencia / CorrespondenceEduardo Manuel Delzo Del pinoRailway Company p.L.C, Ferrocarril de Antofagasta a BoliviaCondell 3110, departamento 42-B, Antofagasta, ChileTel.: (56 55) 386768e-mail: [email protected]: 18 de julio de 2010 / Aceptado: 21de octubre de 2010

ABsTRACTThe Traffic Department of the Antofagasta-Bolivia Railroad Company deals with communications among all the railroad network system. Predictive calculations of acoustic elements allow us to assess the best material for the control room in the design phase, and thus making costs saving easier. The furniture in this kind of job is crucial because all operations are carried out in the control room. This article suggests the implementation of new elements that create a direct impact on costs related to absenteeism, occupational safety and quality of life.

Descriptors: HUMAN ENGINEERING/ LEGISLATION & JURISPRUDENCE; INTERIOR DESIGN AND FURNISHINGS; ACOUSTIC; AMBIENTE DE TRABAJO; RAILROADS.

REsUMENEl Departamento de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia se encarga de las comunicaciones de todo el sistema de la red ferro-viaria. El cálculo predictivo de los elementos acústicos permite valorar cuál es el mejor material para la sala de control en su fase de diseño, permitiendo aquello ahorrar importantes costos. El mobi-liario en este tipo de trabajo es clave dado que es en la sala de control donde se desarrollan las operaciones. El presente artículo propone la implementación de nuevos elementos que generen un impacto directo en la baja de los costos por concepto de ausentismo, seguridad laboral y calidad de vida de las personas.

(Delzo Del Pino E, 2010. Rediseño de la Sala de Control de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia: Diseño Acústico y Mobiliario. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 440-446).

Descriptores: INGENIERÍA HUMANA/LEGISLACION & JURIS- PRUDENCIA, DISEÑO INTERIOR Y MOBILIARIO, AMBIENTE DE TRABAJO, VÍAS FÉRREAS.

Eduardo Manuel Delzo Del pinoKinesiólogo, Máster en Ergonomía, Magíster en Terapia Manual Ortopédica. Railway Company p.L.C, Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.

Rediseño de la Sala de Control de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia: Diseño Acústico y MobiliarioREDEsIgN OF THE TRAFFIC CONTROL ROOM OF THE ANTOFAgAsTA-BOLIVIA RAILROAD COMpANy: ACOUsTIC AND FURNITURE DEsIgN

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tencia de tareas que no agregaban valor al trabajo del operador de la sala de control, las cuales muchas veces se constituían en elementos de distracción. El año 2008 se abrió la posibilidad de generar modificaciones a las instalaciones de control, dado que en los planes de remodela-ción de la empresa se elige sólo modificar el edificio que fue declarado patrimonial. De esta forma existe la posibilidad real de cambiar el mobiliario y la aislación acústica.

OBJETIVOs

Objetivo GeneralRealizar el rediseño ergonómico del ambiente acústico y mobi-liario de la sala de control de tráfico del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, para generar considerables mejoras en el puesto de trabajo del operador.

Objetivos Específicos• Realizar simulación de la acústica interior de la oficina de control, para elegir los materiales adecuados para el nuevo edificio del Ferrocarril Antofagasta a Bolivia.• Estudiar y analizar el mobiliario existente en la sala de control para generar las condiciones ergonómicas óptimas a corto y mediano plazo dentro de la empresa.• Incorporar nuevo mobiliario en la sala de control para aumentar la calidad de vida laboral y la productividad de los trabajadores.

MÉTODO

Este estudio se desarrolló en dos fases elegidas de acuerdo a los requerimientos del cliente, las cuales fueron:Fase 1: Intervención a partir de un modelo acústico predictivo.Fase 2: Estudio en el diseño de mobiliario.

Fase 1Simulación de la acústica interior de la oficina de control de nuevo edificio del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia.

• Modelo informático A partir de la utilización de tecnología en 3D, se elaboró un modelo para la simulación de las condiciones acústicas al interior del recinto estudiado, cuyo volumen se determinó en 55 m3. El software utilizado fue Raynoise.

• Diseño acústico inicial Para los cálculos de tiempo de reverberación se utilizó los coefi-cientes de absorción de los materiales considerados en este estudio, los cuales fueron:

• Paredes: Madera • Suelo: Madera pulida • Puertas de madera. • Ventanas: cristales de 3 y 6 mm. • Cielo falso: Casoprano de El Volcán, modelo Jazz.

En la Figura 1 y 2 se muestran algunas vistas del modelo infor-mático elaborado con la ubicación de algunos de los materiales descritos.

Figura 1.superficies del recinto asignadas con el coeficiente de absorción sonora de la madera.

Figura 2.Cielo “falso” del recinto tipo Casoprano, modelo Jazz.

El material propuesto para el cielo “falso” es el que más rele-vancia tuvo en cuanto a las mejores condiciones acústicas inte-riores del recinto, básicamente debido a la extensión de la super-ficie ocupada, y a la posibilidad de cambiarlo, en caso de ser necesario, sin alternar en el diseño interior. Según los datos del fabricante, el índice de absorción sonora de material propuesto (tipo Casoprano modelo Jazz) era de NRC = 0,10. Este es un valor promedio de los coeficientes de absorción acústica de las bandas de frecuencias de 250, 500, 1.000 y 2.000 Hz. Para realizar los cálculos de tiempo de reverberación fue nece-sario contar con los coeficientes de absorción acústica, en bandas de octavas, en todos los materiales del recinto. Para el caso del cielo “falso”, dado que sólo se contaba con un índice promedio, se definió los valores de absorción por bandas de octavas según la ubicación y propiedades del material propuesto.

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Los valores de absorción utilizados para el cielo “falso” se mues-tran en la Tabla 1.

Por otra parte, se calculó el tiempo de reverberación con un material para el cielo “falso” que tenga un mayor índice de absorción acústica. En este caso, se utilizó el modelo Jazz Acústico (Casoprano), que según los datos del fabricante tiene un índice de absorción acústica NRC = 0,55. Al igual que para el modelo Jazz, se han definido los valores de absorción por bandas de octavas. Los valores de absorción utili-zados para el cielo “falso” se muestran en la Tabla 2.

En la Figura 3 se puede observar la comparación de los coefi-cientes de absorción de ambos materiales.

Resultados A continuación se resumen los resultados obtenidos en los cálculos de tiempo de reverberación con los 2 materiales estu-diados para el cielo “falso” (ver Tabla 3 y Figura 4).

En estos cálculos no se consideraron el mobiliario interior ni los valores de tiempo de reverberación cuando la sala estaba vacía.

Tabla 1.Coeficientes de absorción del material propuesto para el cielo “falso” tipo Casoprano, modelo Jazz.

Frecuencia 63 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000 NRC Jazz 0,05 0,1 0,14 0,16 0,16 0,14 0,14 0,12 0,15

Tabla 2.Coeficientes de absorción del cielo falso tipo Casoprano, modelo Jazz Acústico.

Frecuencia 63 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000 NRC Jazz Acústico 0,2 0,4 0,45 0,6 0,62 0,6 0,58 0,58 0,55

Figura 3.Coeficientes de absorción acústica (cielo “falso” tipo Casoprano, modelos Jazz y Jazz Acústico).

Tabla 3.Tiempo de reverberación del recinto considerando bandas de octavas.

Frecuencia 63 125 250 500 1.000 2.000 4.000 8.000 RTmid Jazz 0,63 0,67 0,79 0,86 0,96 1,04 1,01 0,86 0,91 Jazz Acústico 0,45 0,48 0,51 0,47 0,48 0,53 0,53 0,5 0,48

Para los cálculos se ha fijado el número de rayos en 20.000, con un orden de reflexión de 20.

Estudio en el diseño de mobiliario

• Estudio y recomendaciones para las sillasLas normas de referencia utilizadas en el estudio fueron UNE-EN ISO 11064-4:2005, UNE-EN ISO 9241-5:1999, UNE-EN 1335-1:2001, UNE-EN 1335-2:2001 y UNE-EN 1335-3:20011-5

• Requerimientos del asientoMecanismos de regulación: El asiento debe tener mecanismos de regulación en profundidad (a), altura (h) e inclinación (i).

Dimensiones: • Profundidad: rango de ajuste mínimo entre 400 y 420 mm. • Altura: rango de ajuste mínimo entre 400 y 510 mm.• Inclinación: rango de ajuste entre +2º y -7º.

Almohadillado: El asiento debería ser almohadillado.Para mayor confort, la carcasa soporte, ajustándose a la densidad de la espuma del cojín, debe garantizar la flexibilidad del respaldo sin deformaciones con un perfil cóncavo para mayor ajuste en la posición.

• Requerimientos del respaldoMecanismos de regulación: El respaldo debe disponer de meca-nismos de regulación tanto de la altura del respaldo como del balanceo (hacia adelante y atrás).

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Dimensiones:• Altura del punto de apoyo (S) del respaldo a la superficie del asiento (A): rango de ajuste mínimo entre 170 y 220 mm.

• Balanceo: rango de ajuste mínimo 15º.Carcasa: La carcasa de soporte debe garantizar la flexibilidad del respaldo sin deformaciones con un perfil cóncavo para mayor ajuste en la posición.

• Requerimientos del reposa-brazosMecanismos de regulación: El reposa-brazos debe disponer de mecanismos de regulación de altura respecto al asiento.Dimensiones:

• Longitud mínima de la superficie útil: 200 mm.• Anchura mínima de la superficie útil: 40 mm.• Altura de la superficie útil del reposa-brazos al asiento (p):

rango de ajuste entre 200 y 250 mm.• Anchura libre entre las superficies útiles de los reposa-brazos:

mínimo 460 mm.• Distancia horizontal entre el borde delantero del reposa-

brazos y la vertical que pasa por el borde delantero del asiento (p): mínimo 100 mm.

• Requerimientos de las ruedas

Orientación: Deben girar fácilmente alrededor del eje vertical de orientación (paralelo al suelo).Tipos de ruedas:

• Sobre suelos textiles, las ruedas deben ser rígidas y de llantas duras.

• Sobre suelos de piedra, parquet y suelos no textiles, las ruedas deben ser blandas con llantas flácidas.

Hay que considerar que:Para ruedas metálicas, la resistencia a la rodadura es ≥ 15 N.Para ruedas de plástico, la resistencia a la rodadura es ≥ 12 N.

• Requerimientos de estabilidad durante el usoVolcado: La silla no debe volcar cuando actúe una fuerza vertical en el punto más desfavorable del borde delantero del asiento, cuando el usuario se recline por encima de un reposa-brazos, cuando el usuario se encuentre apoyado sobre el respaldo ni cuando el usuario se siente en el borde delantero del asiento.Puntos de apoyo: La silla debe poseer al menos 5 puntos de apoyo en el suelo.

Dimensión de estabilidad: La distancia más pequeña de una línea que pasa por dos puntos de apoyo en el suelo al eje de rotación de la silla (t) debe ser mínimo de 195 mm.

Libertad de movimientos: Debe proporcionar libertad total de movimiento en todas las direcciones, hacia adelante y atrás. Con un ángulo fijo entre el asiento y el respaldo, la silla debe moverse como una sola unidad. Este movimiento incita a usar las piernas y favorece la irrigación sanguínea.

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Reposa-pies ajustable: • Altura mínima bordes anteriores: 35 mm.• Inclinación ajustable: 0°-20°.

• Estudio y recomendaciones para las mesasNormas de referencia utilizadas en el estudio:UNE-EN ISO 11064 y UNE EN 527-11-10

• Requerimientos superficiales del plano de trabajo• Debe haber un espacio libre de 100 a 150 mm delante del

asiento. Este espacio debe ser utilizado para apoyar las manos o muñecas.

• Debe tener una superficie utilizable no menor a 0,96 m2, incluyendo la del emplazamiento.

• Ofrecer la profundidad suficiente para responder a los requi-sitos funcionales.

• Entregar la anchura suficiente del borde delantero para adap-tarse a la parte superior del usuario.

• Requerimientos de altura del plano de trabajoMesas de altura regulable: La superficie de trabajo en altura debe de tener un intervalo mínimo de regulación de 680 a 760 mm. Si la altura de regula-ción está formada por intervalos fijos, se recomienda que éstos no superen los 32 mm.Recomendación:La legislación danesa proporciona unas mayores restricciones, imponiendo que la altura de la superficie de trabajo debe ser regulable entre 600 y 900 mm para usuarios sentados.Mesas de altura fija: La altura de la superficie de trabajo debe estar comprendida entre 740 y 760 mm.

• Requerimientos de espacio para las piernasMesas en altura fija:

Multiposicional: La silla debe ser multiposicional controlando el respaldo con el cuerpo en diversos puntos de su recorrido.

Soporte: El material de la base debe soportar pesos superiores a 150 Kg.

• Requerimientos generalesElementos de amortiguación: Debe disponer de un elemento de amortiguación para hacer el efecto de muelle anti-impacto al adoptar la posición sentado.Dispositivos de regulación: Los dispositivos de regulación se deben poder accionar en la posición sentado.Bordes: Los bordes de las manivelas de accionamiento en la dirección del esfuerzo de maniobra deben estar redondeados con un radio mínimo de 2 mm.Acabados: Las partes con las que el usuario posee mayor contacto deben estar redondeadas, perfiladas o aplanadas (bordes, rincones, aristas y salientes), para que la persona no sufra lesiones.Manuales: Debe tener manual de uso correcto de la silla, regula-ciones posibles sobre el tipo de silla, utilización de mecanismos de regulación o ajuste, mantenimiento y limpieza, información sobre regulación del asiento y el respaldo.Garantía de piezas: Se aconseja solicitar garantía de piezas en un rango de 2 a 3 años mínimo.Calidad del producto: Cumplimiento de las normasISO 9001, ISO 14001 y BS EN 10216-8.

• Estudio y Recomendaciones para los reposa-piesNormas de referencia utilizadas UNI 109169.

• Requerimientos dimensionales y generalesMecanismo de regulación: El reposa-pies es independiente de la silla y puede ser o no ajustable en altura o en inclinación. Dimensiones: La superficie libre de apoyo para los pies debe contener al menos un rectángulo con profundidad de 350 mm, ancho de 450 mm y ángulos empalmados con radio de 50 mm. Reposa-pies no ajustable:

• Altura borde anterior: 40 mm ± 5 mm.• Altura mínima borde posterior: 100 mm.

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• Anchura libre: > 600 mm.• Profundidad libre desde el borde delantero: > 600 mm.• Un espacio vertical superior para permitir al usuario colocar los pies, respetando como mínimo las siguientes alturas:

• 620 mm medidos a una distancia de 200 mm del borde delantero a la superficie de trabajo.• 550 mm medidos a una distancia de 450 mm del borde delantero de la superficie de trabajo.• 120 mm medidos a una distancia de 600 mm del borde delantero de la superficie de trabajo.

Mesas regulables en altura:La altura mínima de la mesa debe respetar las distancias de espacio libre señaladas para mesas de altura fija.

Pliego de CondicionesSe sugiere incluir en el pliego de condiciones, dirigido a los proveedores del mobiliario, el cumplimiento de las siguientes normas:Normas básicas de ergonomía para fabricantes de sillas: UNE-EN 1335-1:2001; UNE-EN ISO 9241-5:1999, UNE-EN 1335-2:2001 y UNE-EN 1335-3:20011,2-4,5.Normas básicas de ergonomía para fabricantes de mesas de trabajo: UNE-EN ISO 11064-4:2005 (ISO 11064-4:2004) y UNE EN 527-11-10.Las normas recomendadas fueron ISO 9001, ISO 14001 [7] y BS EN 10217,8

Evaluación de la metodologíaResultados de ahorro económico por modificaciones en modelo de estudio v/s modificación del lugar ya construido.

Evaluación mediante indicadoresDescriptores de usuario del mobiliario.Encuesta de satisfacción por parte de los usuarios. Antes y después de la intervención.Registro de licencias médicas de los controladores.Medición de cantidad de proyectos intervenidos con el concepto de ergonomía v/s total de proyectos.

DIsCUsIÓN

Los factores ergonómicos seleccionados en este estudio fueron elegidos debido a que responden a una necesidad a corto plazo y de alto impacto para el usuario final; por otra parte, abre la posi-bilidad de integrar estos temas con los proyectos de planificación y desarrollo en su fase de estudio y en el diseño acústico.Las conclusiones están enfocadas en las dos partes sugeridas para este estudio:Simulación de la acústica interior de la oficina de control de nuevo edificio del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia.Según los cálculos realizados, el tiempo de reverberación medio, RTmid, fue de 0,91 segundos con el cielo falso del material tipo Casoprano modelo Jazz. Por otra parte, el valor de RTmid obtenido con el modelo Jazz Acústico fue de 0,48 segundos. La diferencia entre ambos resultados es medible en la mayor absorción sonora que posee el modelo Jazz Acústico. En un recinto de las características de la sala de control, donde se necesita un nivel de ruido de fondo lo más bajo posible y una elevada inteligibilidad de la palabra, es recomendable un tiempo de reverberación menor de 0,6 segundos. Para lograr esto, es necesario disponer de un tratamiento acústico absorbente que reduzca el campo sonoro reverberante. Para este recinto se recomienda un material del tipo Casoprano modelo Jazz Acústico, o bien un material con un índice NRC > 0,55.

Estudio y recomendaciones para el mobiliario de la sala de controlEstudio y recomendaciones para las sillasDado que es un componente fundamental, la marca Stellcase –con su modelo Amia– responde a los requerimientos solicitados según las normas estudiadas.Las dimensiones y características de los muebles fueron entre-gadas a los fabricantes que se adjudicaron la propuesta.Las exigencias de las normas UNE-EN ISO permiten acceder a referencias calificadas, de las que la legislación nacional carece, pero que son totalmente homologables como normas internacio-nales.

Costos de inversión del proyectoLa empresa tiene asignado un monto para crear modificaciones estructurales y mobiliario. Sin embargo, queda demostrado que al cuarto mes de inversión en los factores ergonómicos estudiados se recuperará la inversión y además se generarán ganancias.Existen costos asociados que para este estudio no se han cuanti-ficado y representan un valor mayor –pero que quedan en evidencia–; ha sido así porque está orientado principalmente a los riesgos de que exista un error humano en la sala de control determinado por algún problema físico o psicológico presente en los operadores de la sala de control.

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RECOMENDACIONEs

Principalmente en las etapas posteriores lo ideal es generar estu-dios de intervención ergonómica que contemplen otros factores (como la simulación del ambiente lumínico). Además del ambiente térmico del interior de la oficina de control del nuevo edificio del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia. Proponer alcances operacionales de la tarea de empleado de la sala de control. Considerando que el enfoque de diseño debe ser centrado en el ser humano, esto quiere decir que al aplicar una modificación se debe considerar la retroalimentación que ofrece el funcionario por su conocimiento en el trabajo diario.Incluir otros factores ergonómicos para presupuesto del año

siguiente, demostrando un balance de costos y beneficios de generar estudios previos a la realización de un proyecto. Exponiendo los beneficios, por sobre sus costos, en la mejora de la productividad de la empresa.Mostrar la apertura de un nuevo camino en la realidad de ergo-nomía en el país y la compañía, mediante los beneficios que ofrece esta ciencia, lo que finalmente se traduce en indicadores tangibles y totalmente medibles en cualquier departamento de la organización intervenida. Ejemplo de ello es el aumento de la producción, disminución de errores, reducción de accidentes y enfermedades laborales, bajo ausentismo. Estos buenos indica-dores además impactan en el aumento de compromiso de los trabajadores con su labor y la organización.

1. Asociación Española de Normalización y Certificación, Comité Técnicos de Certificación. UNE-EN IsO 11064-4:2005 Diseño ergonómico de centros de control. Parte 4: Distribución y dimensiones de los puestos de trabajo. (ISO 11064-4:2004). Madrid, España: AENOR, CTN; 2005.

2. Asociación Española de Normalización y Certificación. UNE-EN IsO 9241-5:1999: Requisitos ergonómicos para trabajos de oficina con pantallas de visualización de datos (PVD). Parte 5: Concepción del puesto de trabajo y exigencias posturales. (ISO 9241-5:1998). Madrid, España: AENOR: 2001.

3. Asociación Española de Normalización y Certificación. UNE-EN 1335-1:2001: Mobiliario de oficina. sillas de oficina. parte 1: Dimensiones. Determinación de las dimensiones. Madrid, España: AENOR; 2003.

4. Asociación Española de Normalización y Certificación. UNE-EN 1335-2:2001: Mobiliario de oficina. sillas de oficina. parte 2: Requisitos de seguridad. Madrid, España: AENOR; 2003.

5. Asociación Española de Normalización y Certificación. UNE-EN 1335-

3:2001: Mobiliario de oficina. sillas de oficina. parte 3: Ensayos de segu-ridad. Madrid, España: AENOR; 2003.

6. Asociación Española de Normalización y Certificación. IsO 9001:2000: sistemas de gestión de la calidad. Madrid, España: AENOR; 2001.

7. Asociación Española de Normalización y Certificación. IsO 14001:2004: sistemas de gestión medio-ambiental. Madrid, España: AENOR; 2005.

8. Asociación Española de Normalización y Certificación. Bs EN 1021: Inflamabilidad Valoración de la inflamabilidad del mobiliario tapizado. Madrid, España: AENOR; 2001.

9. Ente Nazionale Italiano di Unificazione. UNI 10916: Enero de 2001: Mobili per ufficio - Appoggiapiedi - Dimensioni e caratteristiche. Italia UNI; 2001.

10. Asociación Española de Normalización y Certificación. UNE EN 527-1 Mobiliario de oficina. Mesas de trabajo. parte 1: Dimensiones. Madrid, España: AENOR; 2001.

REFERENCIAs

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Artículo Original

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INTRODUCCIÓN

Los trastornos músculo-esqueléticos (TMEs) están entre los problemas de salud laboral más frecuentes en trabajadores chilenos1. Uno de los grupos laborales que presenta mayor preva-lencia de esta tipología de trastornos corresponde al personal de salud que efectúa manejo de pacientes2.Los modelos que explican la generación de TMEs, en general, coinciden en que el problema es multifactorial y que en él inter-

Correspondencia / CorrespondenceManuel gutiérrez H.Unidad de Ergonomía, Facultad de Ciencias Biológicas,Universidad de ConcepciónBarrio Universitario s/N. Concepción, ChileTel.: (56-41) 2203787e-mail: [email protected]: 8 de septiembre de 2010 / Aceptado: 04 de noviembre de 2010

ABsTRACTThe purpose of the study was to identify potential risk factors of musculoskeletal disorders (MSD) in patient handling procedures car-ried out by personnel of six different positions (n=78) in both pre-hospital and intrahospital settings. A descriptive cross–sectional study was designed. Prevalence of MSDs, physical condition, physi-cal workload, and biomechanical and work organization factors were determined. The prevalence of MSD ranged from 14.3% to 36.4%. The mean cardiovascular workload in the six groups was between 22.3% and 27.1%. In the tasks of greater biomechanical demand, peak compression and shear forces ranged between 3.5 kN to 5.6 kN and 0.35 kN to 0.81 kN, respectively. The perception of pressure at work was the only organizational aspect that showed significant statistical association with prevalence of MSD (r=0.83). Results con-firm the multi-factor nature of the musculoskeletal diseases. In the activities analyzed, it was found that the potential MSD risk factors were related to biomechanical variables, organization at work, equipment, infrastructure and personal characteristics.

Descriptors: PREVALENCE; MUSCULOSKELETAL DISEASES; HOSPITAL, WORKERS; RISK FACTORS; MOVING AND LIFTING PATIENTS; HUMAN ENGINEERING; BIOMECHANICS; DESCRIPTIVE, EPIDEMIOLOGY; CROSS-SECTIONAL STUDIES, CHILE.

REsUMENEl estudio tuvo como propósito identificar potenciales factores de riesgo de trastornos músculo-esqueléticos (TMEs) en procedimientos realizados por personal de seis cargos (n=78), que efectuaban manejo de pacientes en labores pre e intrahospitalarias. El diseño de la inves-tigación es descriptivo transversal. Se determinó prevalencia de TMEs, condición física de los funcionarios, carga física, demandas biomecánicas y de organización del trabajo. La prevalencia de TMEs en los cargos estudiados se extendió entre 14,3% a 36,4%. La carga cardiovascular promedio de los grupos presentó un rango de 22,3% a 27,1%. Las fuerzas pick de compresión y corte, en las tareas de mayor demanda biomecánica, registraron rangos de 3,5 kN a 5,6 kN y de 0,35 kN a 0,81 kN, respectivamente. La presión por cantidad de trabajo fue el único aspecto de organización que presentó asociación estadística significativa con prevalencia de TMEs (r = 0,83). Los resul-tados del estudio confirman el carácter multifactorial de la genera-ción de este tipo de trastornos. En las labores analizadas, los poten-ciales factores de riesgo de TMEs correspondieron a las demandas que derivan de variables biomecánicas, de organización del trabajo, equi-pamiento, infraestructura, así como también relacionadas con las características de las personas.

(Gutiérrez M, Flores C, Monzó J, 2010. Prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de Pacientes y Caracterización de Potenciales Factores de Riesgo. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 447-453).

Descriptores: PREVALENCIA, ENFERMEDADES MÚSCULO-ESQUELÉTICAS, PERSONAL DE HOSPITAL, FACTORES DE RIESGO, MOVIMIENTO Y LEVANTAMIENTO DE PACIENTES, INGENIERÍA HUMANA, BIOMECÁNICA, EPIDEMIOLOGÍA DESCRIPTIVA, ESTUDIOS TRANSVERSALES, CHILE.

Manuel gutiérrez Henríquez1, Carol Flores Rivera2, Jorge Monzó Eyzaguirre3

1. profesor de Educación Física, Diplomado Ergonomía, Magíster salud pública Mención salud Ocupacional, Doctor en Ciencias Ambientales. Unidad de Ergonomía, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de Concepción.2. profesora de Educación Física, Magíster en Ergonomía, Magíster Nutrición y Metabolismo. Unidad de Ergonomía, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de Concepción.3. Kinesiólogo, Diplomado Ergonomía, Magíster en gestión en salud. Unidad de Kinesiología, Hospital las Higueras de Talcahuano.

Prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de Pacientes y Caracterización de Potenciales Factores de RiesgopREVALENCE OF MUsCULOsKELETAL DIsEAsEs AND pOTENTIAL RIsK FACTORs AMONg HOspITAL pERsONNEL HANDLINg pATIENTs

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vienen variables relacionadas con demandas biomecánicas, fisio-lógicas, factores de organización del trabajo, factores psicoso-ciales y características de las personas3. Respecto de variables biomecánicas, la evidencia epidemiológica asocia el manejo de carga con daño a nivel de columna vertebral, producto del estrés mecánico derivado del peso manipulado y las posturas adop-tadas4. Entre los indicadores empleados para evaluar estrés biomecánico a nivel de columna vertebral, se describen fuerzas de compresión y corte5. En cuanto al riesgo de fatiga fisiológica sistémica en manejo de carga, los criterios más referidos corres-ponden a los descritos por National Institute for Ocuppational Safety and Health (NIOSH6). Estos criterios están planteados en términos de esfuerzos físicos tolerables, expresados como porcen-taje de la capacidad aeróbica que las personas pueden tolerar, en función de la extensión de la jornada laboral. Respecto de los factores de organización del trabajo y psicosociales, la evidencia epidemiológica plantea que la carga de trabajo es uno de los factores que sistemáticamente tiene relación con trastornos a nivel de columna lumbar4. En cuanto a los factores de riesgo de TMEs relacionados con las personas, se describen el género, estilos de vida y trabajo, características antropométricas, lesiones previas y co-morbilidad7.En el contexto planteado, este artículo describe estudios que han tenido como propósito identificar potenciales factores de riesgo de TMEs en procedimientos pre e intrahospitalarios de manejo de pacientes. De este modo, mediante la evidencia registrada, apoyar la toma de decisiones que se debe efectuar en centros hospitala-rios en procesos de diseño de programas de prevención de TMEs.

MATERIAL y MÉTODOs

Estudio descriptivo transversal, efectuado en seis cargos de funcionarios de centros hospitalarios que realizaban labores rela-cionadas con manejo pacientes. Para labores prehospitalarias, se estudiaron los cargos de paramédicos y conductores del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) de un centro hospita-lario de la comuna de Concepción. En labores intrahospitalarias, se estudiaron los cargos de paramédicos de emergencia, pensio-nado, así como auxiliares y paramédicos de cirugía de un centro hospitalario de la comuna de Talcahuano. El desarrollo de la investigación consideró, en primera instancia, la aplicación y verificación del consentimiento informado por parte de los funcionarios de todos los cargos estudiados. Encuesta. Se efectuó un estudio de prevalencia de trastornos músculo-esqueléticos. Para ello, mediante una encuesta en formato de entrevista, se registró TMEs que en los últimos 12 meses habían generado al menos un día de licencia médica. También se aplicó una encuesta de percepción de molestias músculo-esqueléticas que identificó la región del cuerpo8 y la intensidad de la molestia, según la escala de Borg9; que los funcionarios habían experimentado durante la última semana de trabajo. La encuesta fue aplicada a la totalidad de los funcionarios de los cargos estudiados. Características y capacidad física. Se evaluó a los funcionarios que no presentaban molestias, trastornos o problemas de salud que les impidiese efectuar las pruebas físicas consideradas en el estudio. De este modo, se registró el peso corporal de los partici-pantes con una balanza marca Detecto y la estatura con un antro-pómetro Harpenden. La composición corporal fue determinada

mediante medición de pliegues de grasa subcutánea10, empleando un caliper Holtain LTD. Se evaluó fuerza isométrica máxima de prensión con un dinamómetro Jamar11. Para determinar la fuerza de ambos brazos con tomada a la altura de codos a 90°, se empleó el sistema Strengh Evaluation System11. La capacidad aeróbica se evaluó a través de esfuerzos físicos de manipulación de pesos, en posición de pie, entre las alturas de suelo a codos y desde nudillos a hombros. La técnica que se utilizó para estimar la capacidad aeróbica fue de extrapolación2-12. La frecuencia cardiaca fue registrada mediante un monitor Polar S810. Para determinar el consumo de oxígeno, se empleó la técnica del saco de Douglas en la recolección de volúmenes de aire espirado. Los análisis de gases se efectuaron con un equipo Servomex 1400. Estudios de terreno. En los cargos analizados, se realizaron estu-dios de tiempo y movimiento a través de la jornada laboral, registrando variables de demandas físicas dinámicas y biomecá-nicas. En carga física, se efectuó seguimientos de frecuencia cardiaca, empleando monitores Polar S810. Los registros se reali-zaron en períodos representativos de la jornada, estimándose la carga cardiovascular13-14. Respecto de las demandas biomecá-nicas, como indicadores de estrés biomecánico de columna lumbar se utilizó la fuerza pick de compresión intradiscal y de corte para el segmento ubicado entre las vértebras lumbar 5 y sacra. Para ello se empleó el software 3DSSPP de la Universidad de Michigan15. El procedimiento empleado consistió en identificar a través del estudio de tiempo las tareas que requerían manejo de pacientes y las fuerzas asociadas. En cada tarea, empleando las filmaciones de video, se determinó la fase del manejo en la que se producía mayor sobrecarga mecánica para columna vertebral. Esta información fue ingresada al software 3D SSPP, calculando las fuerzas pick de compresión y corte antero-posterior para funcionarios de estatura y peso que representan al 50 percentil del cargo estudiado. Detalles de los procedimientos han sido publi-cados previamente16. En el caso de factores de organización y psicosociales, se procedió a efectuar una caracterización del trabajo, apoyado en estudios de tiempo y movimiento, así como de antecedentes descritos por los funcionarios y jefaturas directas. Además se aplicó una encuesta que incluyó aspectos de organización del trabajo que pueden tener efecto sobre el bienestar de las personas en el trabajo17 y, en particular, en el sistema músculo-esquelético4. Análisis estadístico. Para seleccionar los procedimientos de análisis más adecuados, se evaluó la normalidad de las variables mediante la prueba de bondad del ajuste de Kolgomorov–Smirnov. En la caracterización de variables se emplearon indicadores de tendencia central y de dispersión, así como de frecuencias expre-sadas en términos porcentuales. Se determinó asociación de varia-bles cuantitativas mediante el coeficiente de correlación de Pearson (r). Se consideraron diferencias estadísticamente signifi-cativas para valores de p < 0,05. Para los análisis se empleó el programa STATISTICA 6.0.

REsULTADOs

En el estudio se entrevistó a 12 conductores del SAMU, 8 técnicos paramédicos del SAMU, 22 técnicos paramédicos del Servicio de Emergencia, 21 técnicos paramédicos del Servicio de Cirugía, 7 auxiliares del Servicio de Cirugía y 8 paramédicos de Pensionado. La edad promedio de las 78 personas entrevistadas es de 38,2

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años, con un rango de 19 a 58 años. En cuanto al género, 56 participantes son mujeres y 22 hombres. En la Tabla 1 se describen la prevalencia de trastornos músculo-esqueléticos (TMEs) asociados a licencias médicas y las regiones del cuerpo con mayor frecuencia de molestias músculo-esquelé-ticas (MMEs) en los seis grupos estudiados. Como se puede apre-ciar, la región lumbar es la que presenta la mayor frecuencia de TMEs; le siguen en importancia relativa las regiones de hombro y mano-muñeca. Respecto de la prevalencia de MMEs, en la tota-lidad de los cargos la región con mayor frecuencia de molestias es la lumbar. Las causas referidas por los funcionarios en tareas prehospitalarias corresponden a las fuerzas requeridas y posturas adoptadas en la elevación y traslado de pacientes. En labores intrahospitalarias, las causas son relacionadas por los funciona-rios con manejo manual de pacientes entre cama-camilla y tareas que requieren acomodar al paciente en cama. En cuanto a la zona de cuello, los funcionarios asocian el origen de las molestias con la tensión y el cansancio generado por el trabajo. Las molestias en la región de hombros, en general, son relacionadas con las fuerzas empleadas para trasladar el paciente, para transferirlos entre camilla-cama y para acomodarlos en la cama. Las molestias en piernas y pies son asociadas al trabajo permanente en posición de pie, al traslado de pacientes en camillas o camas por pasillos y rampas.Del grupo de 78 personas entrevistadas, se evaluó condición física sólo a aquellas que no presentaban molestias, trastornos músculo-esqueléticos o problemas de salud que pudiesen afectar el bien-estar de las personas en la ejecución de las pruebas físicas18. Para efectos de una mejor interpretación de la información de capa-cidad física, se presentan en forma separada los indicadores de condición física para hombres y mujeres. El total de funcionarios a los cuales se les evaluó condición física correspondió a 38, de los que 22 son mujeres y 16 hombres. En la Tabla 2 se presentan valores promedios y la desviación estándar (DE) de edad, peso, estatura, índice de masa corporal, composición corporal, capacidad aeróbica y fuerza muscular de 22 funcionarias. Considerando valores de tendencia media, el grupo presenta un IMC de 27,3 kg/m2. Un 63,6% de las personas

evaluadas tienen un IMC mayor de 24,9 kg/m2, valor sobre el cual se considera sobrepeso18. Los índices de capacidad aeróbica y fuerza muscular de las funcionarias evaluadas no presentan dife-rencias estadísticas con estudios previos de capacidad física de mujeres trabajadoras2.

En la Tabla 3, se presentan valores promedios y la desviación estándar (DE) de edad, peso, estatura, índice de masa corporal, de composición corporal, capacidad aeróbica y fuerza muscular de 16 hombres evaluados. Considerando valores de tendencia media, se puede apreciar que el grupo de hombres presenta un IMC de 27,1 kg/m2. Un 56,3% de las personas evaluadas registra un IMC sobre 24,9 kg/m2, lo cual es calificado como sobrepeso18. Los valores registrados de capacidad aeróbica y fuerza muscular de los funcionarios evaluados no presentan diferencias estadísticas con estudios previos de capacidad física de trabajadores19-20.En cuanto a indicadores fisiológicos de esfuerzo físico en el trabajo, en la Tabla 4 se describe el promedio, desviación estándar y el rango del porcentaje de carga cardiovascular (%CC), regis-trada en las seis labores estudiadas. En promedio, el rango del %CC se extendió entre 22,3% y 27,1%. Los valores más bajos se

Tabla 1.Prevalencia de trastornos músculo-esqueléticos (TMEs) y regiones del cuerpo con mayores frecuencias de molestias músculo-esqueléticas (MME) en los seis grupos de funcionarios estudiados. Conduc. SAMU Paraméd. SAMU Paraméd. Emergencia Paraméd. Cirugía Aux. Cirugía Paraméd. Pensionado

prevalencia de TMEs

Prevalencia TME totales (%) 16,7 25,0 36,4 19,1 14,3 25,0

Prevalencia TME región lumbar (%) 0 12,5 27,3 9,5 14,3 25,0

Prevalencia TME región hombro (%) 8,3 0 9,1 9,5 0 12,5

Prevalencia TME región mano-muñeca (%) 8,3 12,5 4,5 0 0 0prevalencia de MMEs

primera Región Lumbar Lumbar Lumbar Lumbar Lumbar Lumbar

Prevalencia (%) 58,3 37,5 77,3 57,1 57,1 75,0

segunda Región Cuello Cuello Cuello Cuello pierna D Hombro I

Prevalencia (%) 25 37,5 45,3 47,6 57,1 37,5

Tercera Región Codo I Hombro D pie D Hombro D pierna I pierna I

Prevalencia (%) 16,7 25,0 27,3 23,8 57,1 25,0

CuartaRegión Muñeca D Brazo D pie I Hombro I Región Dorsal Rodilla D

Prevalencia (%) 16,7 12,5 27,3 19,0 28,6 25,0

Quinta Región Muñeca I Ant. Brazo D Hombro D Región Dorsal Cadera RodillaConduc.: Conductores; Praméd.: Paramédicos; Aux.: Auxiliares; D: derecha(o); I: Izquierda (o).

Tabla 2.Características de tamaño, composición corporal, capacidad aeróbica y fuerza muscular de 22 funcionarias estudiadas.Variables Promedio DEEdad (años) 38,0 10,3

Peso (kg) 66,7 12,9

Estatura (m) 1,56 0,06

IMC (kg/m2) 27,3 5,0

Masa grasa (%) 32,9 5,3

Masa libre de grasa (kg) 44,1 5,5

Capacidad aeróbica de manejo de carga desde suelo a altura de codos (L/min) 1,77 0,40

Capacidad aeróbica de manejo de carga desde nudillos a hombros (L/min) 1,55 0,35

Fuerza de prensión segmento dominante (kgf) 30,5 4,3

Flexión ambos brazos y codos a 90º (kgf) 18,5 3,5

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maniobras efectuadas por el equipo constituido por un paramé-dico y un conductor de los móviles de emergencia. Respecto de los implementos utilizados para sostener y desplazar al paciente, en la medida que la altura de la tomada se aproxima al piso, las cargas biomecánicas a nivel de columna son mayores. En labores intrahospitalarias, las tareas de mayor estrés mecánico son la transferencia de pacientes dependientes desde camilla a cama o viceversa. El número de paramédicos que participaban en estas labores eran tres, registrando maniobras incluso con dos paramé-dicos. Le siguen en importancia relativa las tareas de acomodar pacientes dependientes en cama, específicamente al desplazarlos hacia cabecera y el girarlos en su eje longitudinal, para acomodar el urinario o “chata” bajo glúteos y para efectuar cambios de ropa de cama.En lo referente a organización del trabajo, en la Tabla 6 se describen los porcentajes de funcionarios que respondieron que el aspecto consultado se presentaba “frecuentemente” o “siempre” en sus condiciones de trabajo. Respecto de la asociación entre los factores de organización consultados y la prevalencia de TMEs y MMEs, se estableció que la única asociación estadística significa-tiva fue entre la “presión por cantidad de trabajo” y la preva-lencia de TMEs de la región lumbar, con un coeficiente de corre-lación de r = 0,83. Otros aspectos de organización que ilustran tendencias de asociación con TMEs de la región lumbar, aunque sin significancia estadística, correspondieron a presión por plazos (r = 0,79), posibilidad de pausas (r = -0,71), presión por decisiones (r = 0,67), posibilidad de control del ritmo de trabajo (r = -0,64) y capacitación (r = -0,53).

registraron en paramédicos y conductores del SAMU y, los más altos, en paramédicos de emergencia y cirugía. En registros indi-viduales de los funcionarios, los valores más altos alcanzaron a 36,7% y 32,9% en cirugía y emergencia, respectivamente. En función de los estudios de tiempo y movimiento, se pudo esta-blecer que los valores más altos de carga cardiovascular se alcan-zaron al realizar labores de manejo de pacientes dependientes en ciclos que incluían tareas de higiene del paciente, cambios de ropa de cama y procedimientos para acomodarlos en cama. También se registraron niveles altos de carga física en los traslados de pacientes, particularmente cuando se movilizaban en cama o camilla y se debía avanzar contra la pendiente de rampas exis-tentes en las vías de traslado.Respecto de la caracterización de demandas biomecánicas de las labores de manejo de pacientes, en la Tabla 5 se resumen las fuerzas pick de compresión y corte registradas en los seis grupos estudiados. Las labores prehospitalarias que mayor estrés mecá-nico generan en columna lumbar son elevaciones de pacientes en tabla espinal, en frazada y camilla. Los factores que condicionan la carga son el número de personas que participa en el manejo, la postura de inclinación de tronco, el peso del paciente y el tipo de implemento utilizado para el manejo. En cuanto al número de funcionarios, las condiciones más exigentes se registraron en

Tabla 3.Características de tamaño, composición corporal, capacidad aeróbica y fuerza muscular de 16 funcionarios estudiados. Variables Promedio DEEdad (años) 36,2 10,1

Peso (kg) 80,1 13,5

Estatura (m) 1,66 0,06

IMC (kg/m2) 27,1 3,8

Masa grasa (%) 24,1 7,4

Masa libre de grasa (kg) 60,2 7,2

Capacidad aeróbica de manejo de carga desde suelo a altura de codos (L/min) 2,8 0,63

Capacidad aeróbica de manejo de carga desde nudillos a hombros (L/min) 2,5 0,5

Fuerza de prensión segmento dominante (kgf) 47,2 11,8

Flexión ambos brazos codos a 90º (kgf) 33,0 8,2

Tabla 4.promedio, desviación estándar y rango de carga cardiovascular regis-trada en los grupos estudiados. Cargos estudiados Carga cardiovascular Media DE RangoConductores sAMU 22,4 7,5 13,2 - 29,8

paramédicos sAMU 22,3 7,2 13,0 - 28,0

paramédicos Emergen. 27,1 6,7 16,5 - 32,9

paramédicos Cirugía 25,2 8,2 18,3 - 36,7

Auxiliares Cirugía 22,8 2,5 20,7 - 25,6

paramédicos pensionado 23,7 5,1 20,8 - 26,5

Tabla 5.Fuerza pick de compresión y corte en articulación intervertebral lumbar 5 – sacra 1, en las tareas y fases en la que se generan mayores sobrecargas mecánicas para columna lumbar. Los valores corresponden a los funcionarios que representan al 50 percentil de tamaño corporal de cada cargo estudiado. Conduc. SAMU Paraméd. SAMU Paraméd. Emergencia Paraméd. Cirugía Aux. Cirugía Paraméd. PensionadoTarea 1 Elevar paciente Elevar paciente Transferen. paciente Transferen. paciente Transferen. paciente Transferen. paciente en tabla espinal en tabla espinal camilla-cama camilla-cama camilla-cama camilla-cama

Fuerza pick compresión (kN) 5,6 5,6 3,7 3,5 3,5 4,2

Fuerza pick corte (kN) 0,81 0,61 0,39 0,35 0,35 0,41

Tarea 2 Elevar paciente Elevar paciente Acomodar paciente Acomodar paciente Apoyar traslado de cama Acomodar en frazada en frazada en cama en cama a silla de ruedas paciente en cama

Fuerza pick compresión (kN) 4,9 4,9 2,8 2,7 2,0 2,7

Fuerza pick corte (kN) 0,63 0,63 0,15 0,14 0,27 0,14

Tarea 3 Elevar paciente Elevar paciente girar paciente girar paciente Trasladar paciente girar paciente en camilla en camilla en cama en cama en cama en cama

Fuerza pick compresión (kN) 4,9 4,9 2,6 2,5 0,91 2,6

Fuerza pick corte (kN) 0,63 0,63 0,39 0,38 0,07 0,38

Conduc.: Conductores; praméd.: paramédicos; Aux.: Auxiliares.

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trabajo de manejo de pacientes, los indicadores en este estudio correspondieron a niveles pick de fuerza de compresión y corte a nivel de las vértebras lumbar 5 y sacra 1. Las referencias de riesgo planteadas en la bibliografía indican que el criterio más empleado para estimar probabilidad de daño se sitúa en demandas sobre 3,4 kN de fuerza de compresión6. Estudios nacio-nales efectuados en mujeres trabajadoras señalan que si se esta-blece como criterio un nivel de protección de 90% de la pobla-ción estudiada, la magnitud de estrés biomecánico para columna lumbar no debería superar los 2,8 kN para fuera pick de compre-sión y 0,3 kN para fuerza pick de corte16. Respecto de la compre-sión pick, el valor 2,8 kN es muy similar al límite para mujeres publicado por Mital24. De este modo, se utilizó 2,8 kN como criterio para valorar el riesgo en manejo de pacientes para género femenino. Respecto de género masculino, dado que no se han publicado referencias que justifiquen su modificación, se consi-deró como límite de riesgo los criterios que hasta el momento son más referidos de 3,4 kN de compresión6 y 0,5 kN de fuerza de corte5-25. En función de estos fundamentos de evaluación de riesgo, se puede apreciar en la Tabla 5 que en todos los cargos estudiados se excede los límites de referencia. Así, se concluye que las tareas estudiadas presentan demandas biomecánicas que pueden ser consideradas potenciales factores de riesgo para el sistema músculo-esquelético, particularmente de la región lumbar.Respecto de los factores de riesgo de la organización del trabajo, la única variable que presentó asociación con la frecuencia de TMEs, en particular con la prevalencia de trastornos en la región lumbar, correspondió a la presión por cantidad de trabajo. La bibliografía es concordante con este antecedente, en el sentido que una de las variables psicosociales que mantiene asociación sistemática con trastornos músculo-esqueléticos de columna lumbar es la percepción de carga de trabajo, en este caso repre-sentada por la presión por cantidad de trabajo4. En cuanto a factores de riesgo de las personas, se pudieron iden-tificar aspectos relacionados con los estilos de trabajo, la condi-ción física y el género. En el caso de estilos de trabajo, se iden-tificó que los funcionarios empleaban diferentes técnicas para tareas similares de manejo de pacientes. Por ejemplo, en labores

CONCLUsIONEs

Los antecedentes de morbilidad de los grupos de funcionarios estudiados –que realizan manejo de pacientes– indican que la región lumbar es la que presenta una mayor prevalencia tanto de lesiones como de molestias músculo-esqueléticas. Estos antece-dentes son coincidentes con referencias internacionales y nacio-nales, que inscriben al personal de salud que realiza manejo y cuidado de pacientes como uno de los grupos laborales con mayor frecuencia de trastornos músculo-esqueléticos16-21. Los antecedentes de las características antropométricas de los grupos estudiados, en particular del IMC, indican problemas de sobrepeso en un 63,6% de las mujeres y 56,3% de los hombres. Estos indicadores de sobrepeso son concordantes con referencias de porcentaje de masa grasa, las cuales califican la obesidad en valores sobre el 30% para mujeres y de 20% ó 25% para hombres13-22. Como se puede observar en las Tablas 2 y 3, los valores promedios de porcentaje de masa grasa fueron de 32,9% en mujeres y de 24,1% en hombres. De este modo, las caracterís-ticas de los funcionarios de ambos géneros evaluados coinciden con la tendencia de sobrepeso y obesidad que se describe para población adulta nacional23. En cuanto a la capacidad aeróbica y de fuerza muscular de los funcionarios evaluados, los valores registrados no presentan diferencias significativas respecto de estudios previos2-19-20.En cuanto a las demandas físicas del trabajo de manejo manual de pacientes, las referencias indican que los límites de esfuerzo para manejo de carga para jornadas de 2 a 8 horas se sitúan en 33% de la capacidad aeróbica de las personas6. De este modo, de la Tabla 4 se concluye que las labores estudiadas tienen bajo riesgo de fatiga sistémica. No obstante, existen cargos con mayor probabilidad de experimentar fatiga física. Este es el caso de técnicos paramédicos de cirugía, en particular de aquellos funcionarios que se desempeñan en unidades de tratamientos preferenciales, donde se atiende principalmente a pacientes dependientes. En estas labores se alcanzaron cargas cardiovascu-lares de 36,7%, superando los valores de referencia señalados. En lo que dice relación con las demandas biomecánicas del

Tabla 6.porcentaje de trabajadores de cada cargo estudiado que presentan “frecuentemente” o “siempre” los aspectos de organización del trabajo consultados.

Conduc. SAMU Paraméd. SAMU Paraméd. Emergencia Paraméd. Cirugía Aux. Cirugía Paraméd. Pensionado % % % % % %Capacitación en nuevos procedimientos 100 100 36 90 57 100Conocimiento del trabajo 100 100 100 100 100 100Medios que se dispone 67 38 46 86 71 100Información oportuna 100 88 82 95 100 100posibilidades de trabajo en equipo 100 88 77 100 57 100Relaciones de colaboración 100 100 82 100 71 100Uso de pausas 67 63 9 52 29 50presionado por cantidad de trabajo 0 13 73 14 29 63presionado por plazos 0 13 68 14 43 63presionado por decisiones 0 25 55 14 0 13Información de desempeño 83 88 96 76 71 100posibilidades de opinar para mejorar el trabajo 67 88 59 86 29 88Apoyo en el trabajo 83 100 77 90 71 88Control ritmo trabajo 42 50 27 52 57 25Responsabilidad por personas 100 100 100 95 100 88Trabajo monótono 0 0 0 10 14 0

Conduc.: Conductores; praméd.: paramédicos; Aux.: Auxiliares.

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Artículo Original | gutiérrez Manuel

intrahospitalarias de manejo de pacientes dependientes, en parti-cular al acomodar pacientes entre dos paramédicos hacia la cabecera de la cama, se verificó que siendo factible ajustar la altura de la cama, algunos paramédicos no empleaban ese proce-dimiento. Si se analiza un caso de un paciente dependiente de 80 kg de peso corporal, aquellas paramédicos que no acomo-daban la altura de la cama alcanzan flexiones de tronco de 60º respecto de la vertical. Este estilo de trabajo genera en paramé-dicos de peso y estatura promedio niveles de fuerza pick de compresión de 2,8 kN. De acuerdo a los criterios de riesgos descritos en el estudio para género femenino16, esta labor coin-cide con el límite de riesgo de 2,8 kN de fuerza pick de compre-sión. De la misma forma, se identificaron estilos de trabajo en los cuales las paramédicos ajustaban la altura de la cama hasta sus caderas, alcanzando flexiones de tronco de 30º grados respecto de la vertical. Este cambio en el estilo de trabajo genera fuerzas pick de compresión de 1,4 kN. Como se puede deducir, esta última variante de la técnica de manejo de pacientes reduce las demandas mecánicas de columna lumbar y permite situar la tarea bajo los niveles riesgo de referencia para el sistema músculo-es-quelético.Respecto de la condición física de los funcionarios, este aspecto se ejemplifica con el siguiente caso: para transferir a un paciente de 70 kg desde camilla a cama, empleando una sábana como medio de sujeción y desplazamiento, se registraron, mediante dinamometría, requerimientos de fuerza de 17,5 kgf al constituir un equipo de tres funcionarias. Al analizar las características de las paramédicos de género femenino del grupo estudiado, se identificó un caso con los siguientes datos antropométricos y de fuerza muscular: estatura = 1,5 m, peso corporal = 56,5 kg, masa grasa = 31%, masa libre de grasa = 39 kg, capacidad de desarrollo de fuerza isométrica máxima con ambos brazos y codos a 90º = 11,1 kgf. La paramédico tiene un porcentaje de masa grasa que la califica como obesa22, una relación peso estatura y masa libre de grasa que ilustran un limitado desarrollo músculo-esquelético. Ello se expresa en una capacidad de desarrollo de fuerza de extremidad superior que la sitúa en el límite inferior del grupo estudiado y la califica como de baja condición, según tablas de referencia11. De este modo, esta funcionaria representa personas con una condición física que están en el límite inferior del rango estudiado, a quienes, al realizar tareas de manejo de pacientes como la analizada, se les presentan demandas superiores a sus capacidades de fuerza isométrica máxima: su fuerza máxima de brazos es de 11,1 kgf y cada paramédico debe realizar un esfuerzo de 17,5 kgf para transferir a un paciente de peso corporal de 70 Kg. La evidencia señala que el riesgo y cantidad de daño al tejido muscular se correlaciona con la magnitud de la fuerzas pick que se produce al realizar esfuerzos superiores a las capaci-dades isométricas máximas26. Este análisis ilustra también una vulnerabilidad relacionada con el género femenino, al realizar manejos de pacientes que requieren un importante componente de fuerza muscular. Ello se verifica de las Tablas 2 y 3, al comparar la capacidad de desarrollo de fuerza isométrica máxima de extremidad superior. Como se puede apreciar, los valores promedios de la fuerza isométrica máxima de extremidad supe-rior al realizar esfuerzos con ambos brazos y codos a 90º es de 18,5 kgf para mujeres y de 33 kgf para hombres. En función de los antecedentes registrados en labores pre e intrahospitalarias, se clasificaron los potenciales factores de riesgos identificados en categorías que se relacionan con: los

procedimientos de trabajo, el equipamiento, la organización del trabajo, la infraestructura y en las características de las personas. En cada categoría se pueden identificar factores de riesgo espe-cíficos. Para ordenar la gama de factores de riesgo se empleó el diagrama causa-efecto de Ishikawa. En la Figura 1, se ejemplifica el uso de esta técnica para labores intrahospitalarias, ordenados los potenciales factores de riesgo en función de la evidencia registrada en el estudio.

Como se puede apreciar en la Figura 1, en la categoría procedi-mientos están considerados aspectos relacionados con el nivel de dependencia del paciente. Así, a mayor nivel de dependencia se incrementan las demandas del trabajo y los riesgos de TMEs asociados al manejo de pacientes. Vinculadas a este factor están las demás características biomecánicas del peso manipulado y la postura adoptada, lo cual está condicionado por el número de funcionarios que participan en los procedimientos. Otra de las categorías es el equipamiento, específicamente camas y camillas. Estos sistemas, de acuerdo a sus características técnicas y grado de mantención, pueden limitar o impedir el ajuste de la altura de camas y camillas. De este modo, al efectuar procedimientos de manejo de pacientes en camas y camillas bajas, se genera un incremento en la flexión de tronco y de compresión intradiscal y corte en columna lumbar. Respecto de la categoría de organiza-ción del trabajo, el estudio aporta evidencia de la importancia de la carga de trabajo en términos de cantidad y plazos, y también de factores asociados como la posibilidad de incorporar pausas. Además, incluye la carencia de capacitación de los funcionarios. En infraestructura destaca la existencia de rampas en las áreas de tránsito entre dependencias del hospital. Se determinó que este factor incrementa los requerimientos de fuerzas de empuje o tracción para desplazar camas y camillas: este tipo actividad de traslado de pacientes se registró entre los pick de carga cardio-vascular. En infraestructura también se identificó que el tamaño de puertas, particularmente de box de diagnósticos, el tamaño de estas dependencias y su lay-out influyen en las demandas de manejo de pacientes. En muchos casos, al efectuar traslados de pacientes dependientes, es más adecuado emplear la misma cama que utiliza el paciente dado que ello evita efectuar transferencia entre cama y camilla. No obstante, se identificó en los estudios de tiempo y movimiento, que para el traslado hacia algunas unidades hospitalarias, los funcionarios sólo podían emplear

Figura 1.Diagrama de causa-efecto de la generación de trastornos músculo-esqueléticos de columna lumbar para labores intrahospitalarias.

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Artículo Original | prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de pacientes

camillas, dado que por el reducido tamaño de puertas y depen-dencias no era factible hacer uso de camas. Finalmente, en varia-bles de características de las personas, se identificaron aspectos relacionados con los estilos de trabajo, la condición física y la mayor vulnerabilidad del género femenino en el manejo de pacientes. Este último factor particularmente con pacientes dependientes y de mayor peso corporal.El estudio ha permitido identificar para labores de manejo de pacientes pre e intrahospitalarias categorías de riesgos para el sistema músculo-esquelético. Los antecedentes confirman el carácter multifactorial de la generación de este tipo de trastornos. En las labores analizadas, surgen como importantes las demandas que derivan de variables biomecánicas, de organización del trabajo, como también relacionadas con el equipamiento, la infraestructura y las características de las personas.

AgRADECIMIENTOs

Este trabajo ha sido financiado por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS), MINSAL-CONICYT (SA06I20005) y por el Instituto de Seguridad Laboral, Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Se agradece al Sr. Eduardo Acuña y a la Srta. Alejandra Chesta por su apoyo en el trabajo de campo. También se agradece la colaboración efectuada por los funcionarios que participaron en los estudios.

Institución donde se realizó el estudio: Unidad de Ergonomía, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de Concepción.

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REFERENCIAs

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Artículo Original

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INTRODUCCIÓN

En el último informe del Ministerio de Salud Pública chileno publicado el año 20001, en el capítulo de salud ocupacional, se indica que en Chile prácticamente el 30% las enfermedades profesionales de los trabajadores corresponde a patologías osteo-

musculares. Los mencionados problemas son fundamentalmente dolencias que afectan la columna vertebral y en particular la columna vertebral lumbar y los tejidos blandos de las extremi-dades, que muy probablemente se vinculan al trabajo físico exigido por la ocupación.Los exigentes sistemas de trabajo (horarios, necesidad de incre-mento de la producción, ritmo de trabajo marcado por los procesos, salario condicionado a la producción), la gran transfe-rencia tecnológica asociada a la evolución económica que ha estado experimentando el país y la insuficiente capacidad física de los trabajadores para tolerar algunas de las cargas de trabajo impuestas hacen suponer, con razón, que el problema se asocia a una desadaptación entre el trabajo y el hombre que lo ejecuta: es decir, a una desadaptación ergonómica. Asociado a lo anterior, el Síndrome de Dolor Lumbar (SDL, en adelante) se expresa como un problema que genera considerable absentismo laboral. En Chile, el dolor lumbar es la segunda causa de absentismo laboral con altos costos directos e indirectos; en

Correspondencia / CorrespondenceProf. Guido C. Solari M.Universidad de AntofagastaDepartamento de Kinesiologías, Facultad Ciencias de la SaludA. Samsó 145. Antofagasta, ChileTel.: (55) 55-637406e-mails: [email protected]: 13 de julio de 2010 / Aceptado: 18 de octubre de 2010

ABSTRACTBy means of a transversal study, 40 subjects were studied. All of them were male workers belonging to a large-scale mining company located in the North of Chile. The purpose was to identify the significant differences between physical condition and low back pain syndrome (LBS) indicators. A diversity of variables of physical condition was evaluated in two groups, a LBS group and “healthy” group. Results indicated that global prevalence rate of low back pain syndrome was 67,5% whereas five factors of the physical condition resulted to be statistically significant according to the presence of LBS (abdominal strength, muscular fatigue in spinal erectors, general flexibility, lumbar flexibility and waist perimeter). 65% of the population presented obesity and overweight, however, this did not involve a statistical significance between groups in study, except when waist perimeter was affected by distribution.

Descriptors: MINING COMPANY; PHYSICAL CONDITION; LOW BACK PAIN SYNDROME (LBS); ABDOMINAL STRENGTH; MUSCULAR FATIGUE IN SPINAL ERECTORS; GENERAL FLEXIBILITY; LUMBAR FLEXIBILITY; WAIST PERIMETER.

RESUMENUtilizando un diseño transversal, se estudió 40 sujetos, todos varones trabajadores de una empresa de la gran minería del norte de Chile. El propósito fue identificar las diferencias significativas entre los indicadores de la condición física y el Síndrome de Dolor Lumbar (SDL). Se evaluaron diversas variables de la condición física en dos grupos, uno con SDL y otro sin SDL. Los resultados indicaron que la tasa de prevalencia global del síndrome de dolor lumbar fue de 67,5%, en tanto que cinco factores de la condición física resultaron ser estadísticamente significativos respecto de la presencia del SDL (potencia abdominal, fatigabilidad de los erec-tores espinales, flexibilidad general, flexibilidad lumbar y el perímetro de cintura). La obesidad y el sobrepeso estuvieron pre-sentes en el 65% de la población estudiada, no obstante no implicó significancia estadística entre los grupos analizados excepto cuando su distribución afectó el perímetro de cintura.

(Solari G, Solari B, 2010. Identificación de Variables Relacionadas con la Condicíón Física para el Control Ergonómico de Factores Humanos Vinculados al Dolor Lumbar. Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 454-460).

Descriptores: MINERÍA/RECURSOS HUMANOS, DOLOR DE LA REGIÓN LUMBAR, PREVALENCIA, ESTUDIOS TRANSVERSALES, CUESTIONARIO, CHILE.

Guido Solari1, Bruno Solari21. Kinesiólogo, Magíster en Salud Pública mención Salud Ocupacional, Diplomado en Gestión avanzada en Salud, Experto en Prevención de Riesgos, Académico Departamento de Kinesiología, Facultad Ciencias de la Salud, Universidad de Antofagasta.2. Colaborador Facultad de Medicina y Odontología, Universidad de Antofagasta.

Identificación de Variables Relacionadas con la Condición Física para el Control Ergonómico de Factores Humanos Vinculados al Dolor LumbarIDENTIFICATION OF VARIABlES FOR PhySICAl CONDITION FOR ERGONOMIC CONTROl OF hUMAN FACTORS RElATED TO lOw BACK PAIN

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España, el dolor de espalda es el motivo del 54.8% de las jornadas laborales perdidas2.El SDL es una disfunción de columna vertebral lumbar caracteri-zada principalmente por el dolor en dicha región, cuyos factores etiológicos pueden ser multicausales y estar asociados a orígenes biológicos (fisiológicos, biomecánicos, anatómicos) y/o psicoso-ciales (estrés, ansiedad, depresión, entre otros). Particularmente, el trabajo físico se suele asociar a diversos tipos de cargas físicas –ya sean dinámicas o estáticas– y a las cuales el trabajador responderá acorde a su condición física o al conjunto de condi-ciones anatómicas, fisiológicas y motrices necesarias para la realización de esfuerzos físicos.El análisis de la causalidad del SDL debe estar teóricamente basado en fundamentos ergonómicos y centrados en la observa-ción práctica del ergo sistema hombre-máquina-entorno; este sistema, en el caso particular del Síndrome de Dolor Lumbar, permite plantear que su causalidad puede estar asociada a una o más partes de este sistema y que el SDL puede derivar de la susceptibilidad física o condición física insuficiente del hombre, de la inadecuada ejecución de los procedimientos en su trabajo (interacción del hombre con los medios para ejecutar su trabajo, o máquina) y/o de factores del ambiente laboral (entorno físico, organizacional, entre otros).El análisis de los distintos elementos constituyentes del ergosis-tema y de las diversas interacciones que se producen entre ellos otorga a la ergonomía una mirada bastante amplia, con la cual se deben analizar tanto los elementos que constituyen el ergo sistema y las interacciones existentes entre sus partes, desta-cando que la base de la ergonomía reside en conocimientos procedentes del ámbito biológico (biomecánica, fisiología) y psicosocial, entre otras perspectivas3.En Chile no se tiene referencia de investigaciones enfocadas a la identificación de las características de la condición física en grupos de trabajadores mineros con/sin dolor lumbar; por lo anterior, este estudio se enfocará hacia una de las partes del ergosistema, específicamente al estudio de las susceptibilidades de la condición física del hombre, con el propósito de identificar las características de su condición física individual y su relación con la presencia o ausencia del Síndrome de Dolor Lumbar.

MÉTODO y MATERIALEs

1. Planteamiento del problema¿Cuáles son las características de la condición física que poseen los trabajadores mineros de la población en estudio y su relación con el Síndrome de Dolor Lumbar?

2.- Objetivos2.1.- Objetivo General Identificar la condición física de una muestra de trabajadores mineros con/sin Síndrome de Dolor Lumbar de prevalencia anual.2.2.-Objetivos Específicos

• Determinar si existe diferencia significativa entre los indica-dores de la condición física entre el grupo con Síndrome de Dolor Lumbar, versus el grupo sin Síndrome de Dolor Lumbar.• Determinar la relación de las variables personales entre el grupo con SDL y el grupo sin SDL.

3.- Diseño 3.1. Tipo del estudio: Transversal o de prevalencia 3.2. Sujetos de estudioSe estudió a 40 sujetos, todos trabajadores varones pertene-cientes a una empresa de la gran minería del norte de Chile.Para iniciar el trabajo con los sujetos en estudio, se utilizó una carta de consentimiento informado con la finalidad de asegurar el conoci-miento y la voluntariedad de la participación en el estudio, como asimismo la aceptación de los términos propuestos en él. En esta carta se explicaron los propósitos de la investigación, los posibles riesgos o molestias derivados de los procedimientos que se utilizaron, y la privacidad con que serán manejados los datos personales4.Posteriormente, se solicitó a cada sujeto la complementación de un cuestionario laboral en el que se consultó sobre la edad, género, fecha del último episodio de dolor lumbar (que haya generado pérdida de uno o más días de trabajo, una consulta a médico u otro profesional de la salud), tiempo semanal dedicado a la actividad física extra-laboral, cargo en la empresa, caracte-rísticas del esfuerzo y posiciones de trabajo asociadas al cargo (predominantemente estático sentado, agachado o de pie, predo-minantemente dinámico), demandas de elevación manual de cargas, nivel habitual del ejercicio extra-laboral, entre otros. Todos estos factores han demostrado cierta asociación con el síndrome doloroso de espalda y la capacidad física.El dolor de espalda se consideró como tal sólo si aconteció dentro de los 12 meses previos a la fecha del cuestionario y si estuvo localizado en el área comprendida entre la doceava costilla y los pliegues glúteos; para ello, se solicitó a los trabajadores marcar el sitio del dolor en un esquema del cuerpo humano o mapa corporal para evaluar los sitios de la molestia5.3.3. Conformación de los gruposSegún la presencia o ausencia de dolor de espalda declarado, se procedió a dividir la población en 2 dos grupos: uno con SDL presente y otro con SDL ausente.Se excluyó del grupo a aquellos trabajadores con SDL actual, con algún episodio de SDL acontecido dentro de las tres semanas anteriores a la fecha del cuestionario o con alguna contraindica-ción médica para la ejecución de las pruebas de evaluación de la condición física. Lo anterior para evitar la influencia aguda del dolor en los procedimientos de evaluación a los que los trabaja-dores fueron expuestos (también se excluyó del grupo de estudio a la única mujer de la población trabajadora). La población incluyó diversos cargos, a saber: ingenieros, conductores u operadores de equipo pesado (camiones, máquinas perforadoras, cargadores frontales, moto-niveladoras), mecánicos, administrativos, entre otros. Cada cargo poseía características individuales de demandas físicas: en algunos de ellos las tareas demandaban actividad predominantemente estática sentado o de pie; en otros existían demandas físicas predominantemente diná-micas, con movilización de cargas de peso variable. Los horarios de los trabajadores eran de 8 horas diarias. Desde el punto de vista de la organización del trabajo, la empresa lo orga-niza dividiendo las 24 horas del día en tres turnos de 8 horas cada uno; de esta división se generan los turnos de “mañanero” (ingresa a las 08:00 y sale a las 16:00), “tardero” (ingresa a las 16:00 y sale a las 24:00) y “nochero” (ingresa a las 24:00 y sale a las 08:00). En este estudio se incluyeron todos los turnos.

4. Recopilación de datosMediante una planilla de datos y a través de un procedimiento

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Artículo Original | solari guido

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estructurado y de aplicación individual de evaluación, se explo-raron los resultados de las pruebas de la condición física y de las variables personales (edad, género, fecha del último episodio de dolor lumbar). La estructura de la evaluación estuvo precedida de una carta de consentimiento informado, luego se utilizó un cues-tionario laboral (Tabla 2) y finalmente la evaluación se centró en la condición física del trabajador. Todos los datos se registraron en una planilla para recolección de información, documento que resumió ordenadamente los resul-tados de todos los factores de análisis.El tiempo total de evaluación utilizado para cada trabajador fue de 45 minutos promedio.

5. Análisis de los datosEn coherencia con los objetivos, se identificó:

• Las diferencias significativas entre los indicadores de la condición física del grupo con SDL versus el grupo sin SDL.• La relación entre las variables personales y el SDL.• La relación entre las variables personales y la ausencia de SDL.

Tabla 1.Resumen de factores de producto y factores de proceso empleados en el estudio.Definición del factor de análisis Dimensión del factor Unidad de análisispresencia del sDL 1 o más episodios de dolor prevalencia de sDL(factor dependiente) lumbar en el último año en el último añoAusencia del sDL sin episodios de dolor prevalencia de sDL(factor independiente) lumbar en el último año en el último añoIntensidad del dolor Muy bajo hasta Escala visual análoga extremadamente alto del dolor (cero a 10)Alineación mecánica - Desequilibrio pélvico - Examen corporal (factor independiente) en plano anterior clínico-funcional - Desviación pélvica en plano lateralFuerza-potencia abdominal Muy pobre, pobre, -Test de sentadas (factor independiente) menos que suficiente, por minutos más que suficiente, bueno, excelenteFuerza y fatigabilidad de Tiempo de duración (s) Test delos músculos erectores espinales Biereing–sorensenlumbares (factor independiente) Flexibilidad general - Baja - Regular - Test de (factor independiente) - Media - Alta Seat and ReachFlexibilidad específica lumbar - Hipomovilidad - Test de (factor independiente) - Movilidad normal Schobert lumbar - Hipermovilidad sobrepeso/Obesidad Normo peso, sobrepeso, - Índice de Masa(factor independiente) obesidad, obesidad mórbida Corporal - Mayor de 95 en hombres cm de perímetro utilizados % de masa grasa- Mayor de 82 en mujeres como indicador de prominencia abdominal - Diferencia menor a 2 cm Test antropométrico- Diferencia mayor a 2 cm según la IsAK- sin diferencia de longitud Medidas de longitud de extremidades inferiores (factor independiente)Dolor lumbar de origen - Articular - Radicular pruebas físicasorgánico (factor independiente) - Muscular - Ligamentoso semiológicas - sacroiliaco - Discal evocadoras de dolor - piriforme

Para explorar de las diferencias estadísticamente significativas, se utilizaron las diferencias de medias mediante análisis de varianza (suponiendo que los resultados se distribuyen según una curva normal) y la prueba de Kruskal-Wallis, considerando como signi-ficativo un valor de p menor a 0,05. Los valores de todos los factores explorados fueron incorporados a una hoja de cálculo, siendo analizados con el programa Statgraphics 5.1 plus.

6. Factores o Variables considerados en el estudio6.1. Factores de análisis o variables dependientes1. Presencia del Síndrome de Dolor Lumbar.2. Ausencia del Síndrome de Dolor Lumbar.6.2. Factores de producto o variables independientes

1. Alineación mecánica corporal.2. Fuerza-potencia abdominal.3. Fuerza y fatigabilidad de los músculos erectores espinales lumbares.4. Flexibilidad general.5. Flexibilidad específica lumbar.

Tabla 2.Cuestionario laboral (Modificado de Stewart, Latimer y Jamieson, 2003)6.

N° Consulta Respuesta1 Edad (años y meses) 2 Estatura (cm) 3 Peso (Kg) 4 sexo 5 Tiempo en el trabajo (años) En la empresa actual En otras empresas 6 Tiempo diario dedicado a conducir Menos de 1 hora Entre 1 y 2 horas Más de 2 horas 7 Fecha del último episodio de dolor lumbar (mes y año) 8 Tiempo semanal dedicado a actividad física extralaboral Nº de días a la semana: Tiempo de ejercicio promedio por día: 09 posición principal de su cuerpo en la que se ejecuta su trabajo sentado Agachado De pie 10 Tiempo diario que permanece en la posición mencionada anteriormente: Menos de 1 hora Entre 1 y 2 horas Más de 2 horas 11 Elevación y/o transporte manual de cargas por jornada diaria de trabajo No eleva cargas manualmente 20–30 Kg 39–40 Kg Más de 40 kg 12 si eleva cargas, marque el Nº promedio de veces al día que eleva el peso mencionado anteriormente: 1–10 10–20 20–30 Más de 30 (indique cuántas veces)

Nombre completo:……….……………………………………………….. Fecha:………………….Cargo:………………………………………………………………………………………………………………

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6. Sobrepeso-obesidad.7. Composición corporal.8. Ptosis abdominal. 9. Medidas de longitud de extremidades inferiores.10. Dolor lumbar de origen orgánico.

Adicionalmente a los factores descritos anteriormente se dispuso de información complementaria a partir del cuestionario laboral que cada trabajador respondió al inicio del estudio y que incluyó la siguiente información y estructura (Tabla 2).

REsULTADOs

Hemos presentado en forma simultánea los resultados y discusión para facilitar la lectura comprensiva de ellos.A continuación se exponen los resultados globales obtenidos (Tabla 3). En color rojo se describen los factores de proceso en los cuales existe diferencia estadísticamente significativa de medias entre los grupos con/sin SDL.De acuerdo a los resultados encontrados, la tasa de prevalencia global del SDL en la población estudiada fue de 67,5%, es decir, dos tercios de la población presentó SDL dentro de los 12 meses previos a la fecha del cuestionario con pérdida de uno o más días de trabajo y con consulta a médico u otro profesional de la salud (recordar que se excluyeron aquellos episodios de síndrome de dolor lumbar ocurridos dentro de las tres semanas anteriores a la fecha del cuestionario para evitar la influencia aguda del dolor en los procedimientos de evaluación).La tasa de prevalencia es un cociente e indicador epidemiológico que expresa el riesgo o la probabilidad de ocurrencia que tiene la población total de la muestra (denominador) de formar parte de la población que tiene el evento estudiado o SDL (numerador). Baja esta perspectiva, la población total estudiada tiene un riesgo o probabilidad del 67,5% de que le ocurra un episodio de SDL en el transcurso de un año (Figura 1).

Por otra parte, considerando los resultados del análisis estadístico en los que se compara las medias de diversos indicadores de condi-ción física y su asociación con la presencia o ausencia de SDL, se puede afirmar que del total estudiado existen cinco factores de la condición física que resultaron ser estadísticamente significativos con la presencia del SDL; a saber:• Potencia abdominal• Fatigabilidad de los erectores espinales• Flexibilidad general• Flexibilidad lumbar• Perímetro de cintura

Tabla 3.Resultados de las características laborales y de condición física de los sujetos analizados. Todos los Trabajadores Trabajadores Diferencias significativas trabajadores con historia sin historia Análisis Kruskal- (40) de SDL (27) de SDL (13) de varianza WallisN° MEDIA en MEDIA en MEDIA en la población la muestra la muestra F p-valor Esta p-valor total con SDL sin SDL ratio dist. Edad 39,3 39 38 0,20 0,66 0,04 0,82peso 76 76 76 0,0 0,99 0,001 0,96Antigüedad en la empresa (años) 13,3 13,4 12,9 0,02 0,89 0,035 0,84Tiempo diario de conducción 4,6 4,3 5,1 0,37 0,54 0,55 0,45Actividad física semanal (hrs/día) 1,1 1,0 1,3 0,74 0,39 0,57 0,44Tiempo diario de manutención de postura de trabajo (hrs) 6,9 6,7 6,7 0,12 0,72 0,55 0,45Elevación y Transp. de carga/día (kg) 17,4 17,8 17 0,08 0,77 0,10 0,74N° de repeticiones de elevaciones por día 5,9 6,4 4,8 0,75 0,39 0,68 0,40potencia abdominal 28,3 23,1 38,8 27,8 0,00 1,91 0,00Fatigabilidad de erectores espinales (sgs) 55,5 38,3 91,0 356,3 0,00 25,9 3,59Flexibilidad general (cms) 27,3 20,9 40,7 155,4 0,00 23,7 0,00Flexibilidad lumbar 14,5 13 17,2 47,4 0,00 25,5 4,46sobrepeso-Obesidad (según IMC) 26,1 26 26,4 0,15 0,69 0,05 0,81Composición corporal (según % masa grasa) 26,3 25,9 27,2 0,53 0,47 1,11 0,29Intensidad del dolor percibido 4 5,9 0,0 198,9 0,0 27 2,003perímetro de cintura 96,3 99,1 90,3 22,1 0,00 17,1 0,00

Figura 1.Relación porcentual de trabajadores con sDL.

En el grupo con síndrome de dolor lumbar, estos factores regis-traron medias vinculadas al deterioro de la condición física o condiciones límites de la misma. Por ejemplo, según las tablas de referencia utilizadas, el factor potencia abdominal (Figura 2) cali-ficó menos que suficiente, el perímetro de cintura calificó como no saludable, coincidentemente con el abdomen prominente obser-vado regularmente en ese grupo. Por otra parte, la fatigabilidad de los erectores espinales fue extremadamente baja, en tanto que la flexibilidad general calificó como baja y la flexibilidad lo hizo en el límite de la hipomovilidad-movilidad normal. Por el contrario, en el grupo sin SDL, estos cinco factores descritos anteriormente registraron medias vinculadas a una adecuada condición física. Exceptuando la fatigabilidad de los erectores espinales, cuya media fue inferior a los 198 segundos propuestos para varones sanos sin SDL por Beiring-Sorensen7. No obstante lo anterior, fue 2,4 veces superior a la media del grupo con SDL (Figura 4).Por otra parte, la flexibilidad general (Figura 5) y la flexibilidad lumbar (Figura 6), coherentemente, fueron mejor calificadas en el

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grupo sin SDL: su diferencia significativa con el grupo con SDL expresa cierta lógica, puesto que en la medida que la columna vertebral posee buena flexibilidad será capaz de tolerar más eficientemente el estrés y con ello evitar los traumatismos que generan dolor e inflamación.Las razones que vinculan a estos cinco factores estadísticamente significativos con el SDL han sido anteriormente fundamentados en el marco teórico del presente estudio y aunque no es posible asegurar que éstos sean factores causales del problema, estos resul-tados constituyen un aporte interesante a considerar en la preven-

Figura 2.potencia abdominal.

Figura 3.perímetro de cintura.

Figura 4.Fatigabilidad de erectores espinales.

Figura 5.Flexibilidad general.

Figura 6.Flexión lumbar.

Figura 7.Hipermovilidad.

ción del SDL mediante el mejoramiento de la condición física de los trabajadores, pues en la población estudiada existe vinculación estadísticamente significativa entre estos factores y quienes tienen SDL. No obstante lo anterior, para contribuir a la mejor comprensión del problema es necesario considerar observaciones como las siguientes:• El factor obesidad-sobrepeso está presente en el 65% de toda la población estudiada (sólo 14 sujetos calificaron con un IMC normal), pero no se relaciona con la presencia o ausencia del SDL

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en los trabajadores. La masa corporal no es un factor que registre una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos con/sin SDL.• No obstante lo anterior, la totalidad del grupo con SDL tenía distribuida la masa corporal preferentemente en la zona abdominal afectando con ello el perímetro de cintura (este factor registró diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos). En estas condiciones la masa corporal se transforma en un problema o susceptibilidad de la condición física para el SDL. Es muy probable que el efecto biomecánico originado por el incremento antero-posterior del brazo de palanca asociado al alejamiento del centro de gravedad del tronco incremente el esfuerzo de las estruc-turas lumbares con el propósito de mantener la estabilidad arti-cular llegando a generar dolor.• Respecto de la alineación mecánica corporal en el grupo con SDL (27), los casos con alteraciones de la mecánica corporal afectaron a 2/3 de la población, la mayoría de ellos (11) con hiperlordosis (paramorfismo biomecánicamente compatible con el incremento del perímetro de cintura); otros 9 casos estaban alineados mecáni-camente normal. El resto (7) registró diversos desequilibrios pélvicos en el plano anterior y lateral y de columna lumbar (esco-liosis leve). A diferencia de lo anterior, en el grupo sin SDL prác-ticamente todos los sujetos evaluados estaban normalmente alineados, excepto 2 casos con hiperlordosis.• Respecto del factor longitud de extremidades inferiores, este fue prácticamente igual en los dos grupos. El 85% de la población total en estudio no registró diferencias de longitud de extremidades; sólo 6 sujetos (3 del grupo con SDL y 3 del grupo sin SDL) resul-taron con diferencias, todas ellas menores a 2 cm y en conse-cuencia no asociables al SDL.• Por otra parte, el factor Número de elevaciones de pesos por jornada fue en promedio para ambos grupos de 5,9 elevaciones por día (sin diferencias estadísticamente significativas), en tanto que los kilogramos promedios de elevación por jornada, considerando ambos grupos, fueron de 17,5 kg (este factor tampoco registró diferencias significativas). Conforme a la ley chilena 20.001, estos valores están dentro del rango del peso que se podría elevar manualmente sin riesgo. Por otra parte, y considerando estos valores de frecuencia diaria y peso, y la propuesta de Instituto Nacional de Seguridad y salud Ocupacional (NIOSH) en su ecuación revisada (1991) para levantamientos de carga hasta 24 kg, es poco probable que estos trabajadores estén expuestos al riesgo de lesión lumbar y resulta razonable que no exista diferencia estadísticamente significativa entre estos factores para los grupos con/sin SDL8.• Considerando la población total, el 70% de los sujetos (28) trabaja en posición preferentemente sentado operando alguna máquina o camión. El resto (11 de ellos) lo hace en posición prefe-rentemente de pie y sólo 1 trabaja preferentemente agachado. En el grupo con SDL, 19 hombres trabajaban predominantemente sentados y 8 de pie. En el grupo sin SDL, 9 hombres trabajaban en posición predominantemente sentada, 3 de pie y 1 agachado.• En relación con el dolor lumbar y el trabajo en posición sentada, es necesario argumentar que la posición sedente genera biomecá-nicamente tres veces más presión intra-discal (disco intervertebral) que la posición de pie y es en consecuencia mecánicamente bastante más demandante de esfuerzo para la columna lumbar; por ello es razonable encontrar más trabajadores afectos con SDL y que trabajan sentados. Adicionalmente es necesario comentar que los trabajadores que laboran sentados y conducen están adicional-mente expuestos a vibraciones de tronco: estos factores han sido

reportados como factores desencadenantes y agravantes del dolor lumbar en el trabajo. • Los cargos que asociaron con mayor frecuencia al SDL fueron los operadores de camión de extracción, quienes, evidentemente, trabajan sentados.

DIsCUsIÓN y CONCLUsIONEs

A modo de conclusión, se presentan las siguientes reflexiones:• Sólo la mitad de todos los factores de producto propuestos para estudiar la condición física y el sindrome de dolor lumbar resultaron estar estadísticamente vinculados; entre estos factores, hay algunos que están razonablemente vinculados, por ejemplo, el incremento del perímetro de cintura y la potencia abdominal deficiente. El tema vinculante es que un 65% de la población en estudio calificó con sobrepeso u obesidad y tenía una distribución de grasa predominan-temente androide, la que se expresó con un elevado perímetro de cintura. Al respecto, es un hecho ya reportado que aquellos músculos que son alongados (como en este caso lo están los músculos abdo-minales en su conjunto) experimentan un deterioro en su capacidad de desarrollo de tensión, su tono muscular y finalmente su función. En este estudio dicho deterioro se expresó significativamente según la escala de abdominales por minutos para hombres9. Respecto de la fatigabilidad de los erectores espinales, este factor al parecer recibe una influencia determinante asociada al trabajo predominantemente sedentario o estático; de hecho, los cargos de los trabajadores implican, en su gran mayoría, mantener posiciones sentadas –prefe-rentes– las que disminuyen la actividad de la musculatura lumbar e incrementan el deterioro de la capacidad aeróbica de los erectores espinales, generando en consecuencia un factor de riesgo que en su momento reportó Biering Sorensen en 1984. No obstante que la población considerada en este estudio no es una población enveje-cida (media de edad de 39 años), los factores de flexibilidad general y flexibilidad especifica lumbar calificaron como bajos, probable-mente por la evidente inactividad física de la población y a la presencia de un gran perímetro de cintura que evidentemente difi-culta la medición de la flexibilidad general (en la prueba de sentarse y alcanzar). • Resueltos los objetivos del estudio, el abordaje para control y solución del problema del SDL en el trabajo requiere de una mirada más amplia para identificar otros factores de riesgo complementa-rios que influyen en el problema, por ejemplo, los procedimientos de trabajo, los factores psicosociales que influencian la aparición, mantención y agravamiento del dolor lumbar, el diseño de las dimensiones de los lugares de trabajo, el control de la organización del trabajo (turnos, horarios, sobretiempos) y el control de la ingesta alimentaria son algunos factores que permitirían dar una mirada integradora al problema. Dicha mirada la proveee la Ergonomía, disciplina que mejora con creces la propuesta tradi-cional biomédica en el abordaje del SDL en el trabajo, proponiendo un abordaje más amplio de tipo biopsicosocial, para lo cual provee procedimientos o metodologías estandarizados que permiten detectar, evaluar y proponer soluciones integradoras con mayores oportunidades de éxito.• Finalmente, el presente estudio debe ser complementado por otro que explore la misma muestra laboral, pero desde una perspectiva ergonómica que provea más información para generar una propuesta de control integral más eficiente del problema que representa el síndrome de dolor de espalda baja en el trabajo.

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REFERENCIAs

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INTRODUCCIÓN

Resulta interesante el conocimiento acerca de los fenómenos relacionados con la fisiología en ambientes de altura, principal-mente con la fisiología reproductiva. La literatura existente, en algunos casos, manifiesta resultados confusos, inconsistentes o contradictorios. Éstos sugieren que el fenómeno es complejo y dependiente del tratamiento, del tiempo de exposición, de la especie en estudio, del sexo, de la respuesta a la aclimatación, entre otros; por lo tanto, los resultados disímiles podrían tener su origen en el modelo experimental utilizado, más que en varia-ciones individuales o de la especie en estudio.El conocimiento acerca de los fenómenos relacionados con la fisiología reproductiva en regímenes de altura es escaso. En

Correspondencia / CorrespondenceNahum Amtmann NeimanUniversidad de ChileLaboratorio de Biología de la Reproducción del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), Facultad de Medicina Independencia # 1027, IndependenciaTel.: (56-09) 7466544 / (56-2) 2095906e-mail: [email protected]: 14 de agosto de 2010 / Aceptado: 04 de noviembre de 2010

ABsTRACTTotal sperm count and changes in body and reproductive organs weight were evaluated in mice subjected to intermittent hypobaric hypoxia (IHH) product of a simulated exposure to high altitudes, in hypobaric chamber (in a similar situation to that of working conditions of mining activities in the north of Chile).The experimental group was exposed to IHH and the control group maintained in conditions of normoxia, both for 108 days.There were no statistically significant changes (p>0,05) in weights post IHH, possibly because of small compensations during the normobaric normoxia period or the alternant exposure to a hypoxic environment was not sufficient for changes to develop. No changes in testicular sperm count were noted but in epididymal cauda, where control group was statistically higher due to a possible slowness of transit between testicle and epididymal cauda or because the sperm storage function of epididymis is not adequate (accelerated transit and seminal vesicle depletion).Therefore, it is essential to study in depth the IHH and its impact on reproduction, because this situation may affect Chilean mining workers.

Descriptors: INTERMITTENT HYPOBARIC HYPOXIA, MICE, SPERM COUNT, BODY WEIGHT, REPRODUCTIVE ORGANS WEIGHTS.

REsUMENEn ratones sometidos a hipoxia hipobárica intermitente (HI) producto de una exposición simulada a la altura, en cámara hipobárica (asemeján-dose a condiciones laborales de faena minera del norte de Chile), se evaluó recuento espermático total y cambios en el peso corporal y de órganos reproductivos.El grupo experimental se sometió a HI y el control permaneció en nor-moxia, ambos durante 108 días. No existieron cambios estadísticamente significativos (p > 0,05) en los pesos pos HI, posiblemente por pequeñas compensaciones durante el periodo de normoxia normobárica o los intervalos de hipoxia hipobári-ca no fueron lo suficientemente prolongados como para generar cam-bios. No hubo cambios en el recuento espermático testicular, pero sí en cauda epididimaria, donde el grupo control fue estadísticamente supe-rior, debido posiblemente a enlentecimiento del tránsito entre el testícu-lo y la cauda epididimaria o que ésta no está cumpliendo su función de almacenamiento (tránsito acelerado y depleción de la vía seminal).Por tanto, resulta imprescindible profundizar el estudio de la HI y su repercusión en la reproducción, ya que esta situación afectaría a traba-jadores de las faenas mineras en Chile.

(Amtmann N, Bustos E, Bernal A, 2010. Recuento Espermático, Peso Corporal y Pesos de Órganos Reproductivos Pos Hipoxia Hipobárica Intermitente Simulada en Ratón (Mus musculus). Cienc Trab. Oct-Dic; 12 [38]: 461-464).

Descriptores: ANOXIA, MAL DE ALTURA, RATONES, ANIMALES DE LABORATORIO, RECUENTO DE ESPERMATOZOIDES, GENITALES MASCULINOS; EPIDEMIOLOGÍA EXERIMENTAL, CHILE.

Nahum Amtmann Neiman1, Eduardo Bustos Obregón2, Arturo Bernal salinas3

1. Médico Veterinario. Laboratorio de Biología de la Reproducción del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), Facultad de Medicina, Universidad de Chile y Escuela de Medicina Veterinaria, Universidad santo Tomás, santiago, Chile.2. Médico y Magíster. Laboratorio de Biología de la Reproducción del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), Facultad de Medicina, Universidad de Chile, santiago, Chile.3. Médico Veterinario y Magíster. Escuela de Medicina Veterinaria, Universidad santo Tomás, santiago, Chile.

Recuento Espermático, Peso Corporal y Pesos de Órganos Reproductivos Pos Hipoxia Hipobárica Intermitente Simulada en Ratón (Mus musculus)spERM COUNT, BODy AND REpRODUCTIVE ORgANs WEIgHT pOsT sIMULATED INTERMITTENT HypOBARIC HypOXIA ON MOUsE (Mus MusCuLus)

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general se puede afirmar que la hipoxia ejerce un efecto inhibi-torio sobre las poblaciones celulares en división1. Por ello es posible postular, en principio, que las poblaciones celulares invo-lucradas en el proceso gametogénico deben ser sensibles a esta condición, aunque se debe señalar que las evidencias al respecto no son concluyentes2. Por lo tanto, es imprescindible estudiar los efectos de la altura sobre la fertilidad humana y otros parámetros biológicos en estas condiciones.Chile desde sus orígenes ha sustentado su economía a través de la explotación de sus recursos naturales, renovables y no reno-vables, siendo la minería una de sus principales actividades. Hace algunas décadas la minería chilena se caracterizaba por sistemas laborales de exposición continua a la altura, sea esta aguda o crónica, ya que los trabajadores y sus familias vivían todo el año en los pueblos mineros. En cambio, en la actualidad, la minería a gran altura en Chile, a diferencia de otros países andinos, se caracteriza por tener un sistema laboral de alternancia, el cual consiste en trasladar a un gran contingente de trabajadores, de forma regular y repetida, desde sus hogares en la costa hasta sus labores en la montaña. Dicha situación es de gran interés práctico en salud ocupacional, puesto que la enfermedad aguda de montaña se presenta en forma reiterada cada vez que los mineros se exponen a la altura, comprometiendo así la capacidad física necesaria para llevar a cabo la actividad laboral. Por consiguiente, a medida que el hombre asciende a alturas cada vez mayores sobre el nivel del mar, se hace progresivamente más importante comprender los efectos de la altitud y de las bajas presiones de gases sobre el cuerpo humano. Por esto, se planteó la siguiente pregunta: ¿El sistema laboral de alternancia genera algún efecto sobre el organismo?, como sí lo hace el sistema laboral continuo de exposición aguda o crónica a la altura.Como sería muy difícil someter a trabajadores mineros a un estudio experimental en condiciones controladas, en este trabajo se propuso evaluar los cambios biológicos en ratones, sometidos de forma intermitente entre hipoxia hipobárica y normoxia normobárica, producto de una exposición simulada a la altura a través de una cámara hipobárica, asemejándose a las condiciones laborales de la faena minera en el Norte Grande de Chile. Siendo el objetivo general evaluar el recuento espermático posthipoxia hipobárica intermitente simulada en ratones (Mus musculus) y los objetivos específicos evaluar cambios en el peso corporal, testicular, cauda epididimaria, próstata y de vesícula seminal y realizar un recuento espermático total en testículo y cauda epidi-dimaria.

MÉTODO y MATERIALEs

El estudio se realizó en el Laboratorio de Biología de la Reproducción del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Modelo experimentalSe propuso evaluar los cambios biológicos en ratones sometidos a hipoxia hipobárica-normoxia normobárica producto de una exposición simulada de 4.600 msnm, a través de una cámara hipobárica, asemejándose a las condiciones laborales de la faena minera en el norte de Chile. Este se llevó a cabo con un grupo

experimental de animales. Los individuos fueron sometidos a un régimen de exposición intermitente de hipoxia hipobárica (H)–normoxia normobárica (N)–hipoxia hipobárica (H), en una cámara, durante 108 días, equivalentes a 6 ciclos de alternancia (8 días en N seguido por 8 días en H). El grupo control se mantuvo en N a 500 msnm correspondientes a la ciudad de Santiago de Chile. El grupo experimental de animales fue ingresado al interior de la cámara hipobárica, en jaulas grupales, durante períodos variables de exposición.Los grupos se detallan en el Cuadro 1.

Durante el tratamiento, sólo se cuantificó el peso corporal para evaluar el crecimiento. Los animales, al finalizar su período de exposición según cada tratamiento, fueron pesados, en una balanza digital, y posteriormente sacrificados mediante insensibi-lización por dislocación cervical, previa narcosis anestésica con éter.

AnimalesRatones (Mus musculus-cepa CF1), machos adultos sexualmente maduros, aproximadamente de 3 meses de edad y de peso corporal de entre 27 a 38 gr.

Bienestar animalSe consideró un objetivo tan importante como el de obtener resultados experimentales, disminuir al máximo cualquier dolor o angustia que pudieran sufrir los animales empleados en este estudio. De esta manera, se prestó real atención en el manejo y medio ambiente en beneficio del bienestar animal.Los individuos se mantuvieron en jaulas grupales, con agua y alimento extruido comercial ad libitum. Los individuos permanecieron al interior del laboratorio, bajo techo y sin corrientes de aire en un ambiente tranquilo, sin ruidos molestos. La temperatura ambiental durante la experi-mentación también fue considerada, siendo aproximadamente entre 20–22 ºC. A medida que los individuos crecían, las jaulas fueron cambiadas por unas de mayor tamaño, para evitar haci-namiento. Se respetaron los períodos de horas luz y oscuridad (12 L : 12 O).El agua potable, no esterilizada, fue cambiada todos los días. El análisis nutricional del alimento extruido comercial fue: humedad (máximo 14,0%), fibra cruda (máximo 5,0%), proteína cruda (mínimo 20,5%) y extracto etéreo (mínimo 4,0%). También incluía vitaminas y minerales.

Peso de órganosSe obtuvo testículos, caudas epididimarias, próstatas y vesículas seminales por disección y posteriormente se pesaron en una balanza digital.

Cuadro 1.Detalle del grupo experimental y su respectivo control.Grupo Nº TRATAMIENTO Duración Individuos (Días)HI108 8 Hipoxia hipobárica intermitente 108 por 8 días en hipoxia hipobárica seguido por 8 días en normoxia normobárica.

N108 6 Control. sólo normoxia normobárica. 108

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Obtención y recuento espermáticoAl testículo derecho se le sacó la túnica albugínea y se trozó el parénquima testicular con dos hojas de bisturí, sobre una placa Petri que contenía 5 ml de PBS (tampón fosfato 0,2 M, pH 7,2). Se dejó el macerado en reposo por 2 horas (técnica modificada de Dollam y Thomas, 1953) a 4°C y luego se filtró con gasa cuádruple para eliminar los restos de tejidos, a fin de realizar recuento espermático en cámara de Neubauer3.Las caudas epididimarias fueron trozadas con dos hojas de bisturí sobre una placa Petri que contenía 5 ml de PBS. Se dejó el mace-rado en reposo por 2 horas (técnica modificada de Dollam y Thomas, 1953) a 4°C y luego se filtró con gasa cuádruple para eliminar los restos de tejidos, a fin de realizar recuento espermá-tico en cámara de Neubauer3.

Análisis estadísticoEl análisis de los resultados se expresó mediante media y desvia-ción estándar; en el caso de la significancia de las diferencias entre las medias se evaluó mediante la prueba de Duncan con un nivel de significancia de p < 0,05.Cabe destacar que durante la experimentación se sacrificaron 3 ratones enfermos del grupo experimental HI108 por causas ajenas al estudio, específicamente por dermatitis. Por lo cual el número de observaciones informadas en los resultados no coin-ciden con el diseño experimental expuesto en materiales y métodos.

REsULTADOs

La hipoxia hipobária intermitente (HI) por 108 días se evaluó a través de los cambios ocurridos en diferentes variables del estudio, entre animales sometidos al tratamiento (HI108) versus su grupo control (N108), tales como: peso corporal (PC), peso testicular (PT), peso de caudas epididimarias (PCE), peso de vesí-culas seminales (PVS), peso de próstata (PP), recuento de esper-matozoides en testículo (RET) y recuento de espermatozoides en cauda epididimaria (RECE).La curva del PC, evaluada por los promedios de los animales del grupo experimental HI108 y su control, durante 108 días, se presentan en el Gráfico 1.

Los promedios del PC, PT, PCE, PVS, PP, RET y RECE según los grupos evaluados en los animales a los 108 días se presentan en la Tabla 1. El PC y los órganos evaluados no presentan diferen-cias estadísticamente significativas (p > 0,05). El RET entre ambos grupos tampoco presenta diferencias estadísticamente significativas (p > 0,05); en cambio, sí existen diferencias esta-

Gráfico 1.Efecto de la HI durante 108 días sobre el pC evaluados en el grupo experimental HI108 y su control.

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HI108

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dísticamente significativas (p ≤ 0,05) en el RECE entre ambos grupos, siendo para el grupo experimental HI108 de 2,43 x 106 ± 0,72 x 106 nº esp/cauda y de su grupo control 7,23 x 106 ± 2,76 x 106 nº esp/cauda.

DIsCUsIÓN

De acuerdo a lo expuesto en la Tabla 1, la HI durante 108 días no parece afectar al PC, a los pesos de los órganos reproductivos, ni al RET. En relación al PC, ambas curvas, expuestas en el Gráfico 1, son congruentes con la curva descrita en la literatura4. Los valores promedios de PC no difieren significativamente (p > 0,05) entre el grupo experimental HI108 y su control durante el período de exposición, entre los 2 a 6 meses de edad aproxima-damente.El efecto de la hipoxia sobre el PC ha sido descrito por una serie de autores, describiéndose en mamíferos una pérdida de PC como consecuencia de una exposición aguda o crónica5-7. En ratones, hámsters y ratas el PC está disminuido en los primeros días postexposición al ser sometidos a hipoxia simulada en forma crónica o al ser llevados a la altura. El PT, peso del epidí-dimo, PVS y PP no se ven modificados2, lo que es coincidente con los resultados obtenidos en el presente trabajo. Estos resul-tados se explicarían porque posiblemente se produzcan pequeñas compensaciones durante el período de normoxia normobárica o la exposición a los intervalos de hipoxia hipobárica no fue lo suficientemente prolongada para generar cambios.Presumiblemente la misma situación debiera darse en humanos expuestos a hipoxia hipobárica intermitente, por lo cual es dable suponer que indicadores macroscópicos, como son el volumen de órganos, que puede estimarse por imagenología, no resulta un predictor práctico para conocer el grado de afección de los órganos reproductivos.De acuerdo a lo expuesto en la Tabla 1, la HI durante 108 días no parece afectar la producción de espermatozoides en testículo, quizás porque los túbulos seminíferos trabajan en estas condi-ciones en una hipoxia relativa en relación a otros órganos, no afectando demasiado como para alterar el recuento de esperma-tozoides. Otra posibilidad es que, como ya lo mencionamos anteriormente, este régimen de hipoxia intermitente produce pequeñas compensaciones durante normoxia o la exposición a

Tabla 1.Efecto de la HI durante 108 días sobre el recuento espermático, peso corporal y pesos de órganos reproductivos evaluados en el grupo experimental HI108 y su control.

Grupo HI108 N108N 5 6 Media ± Desv. Stand. Media ± Desv. Stand.

PC (gr) 36,56 ± 2,15 36,57 ± 2,23

PT (mg) 199,49 ± 14,54 200,83 ± 15,88

PCE (mg) 31,01 ± 4,87 37,71 ± 6,74

PVS (mg) 278,66 ± 53,56 287,83 ± 99,46

PP (mg) 80,64 ± 12,58 74,46 ± 27,48

RET (nº esp/test) 4,15 x 106 ± 0,47 x 106 5,10 x 106 ± 1,24 x 106

RECE (nº esp/cauda) 2,43 x 106 ± 0,72 x 106 a* 7,23 x 106 ± 2,76 x 106 b

*: Letras diferentes en una misma fila, indican diferencias estadísticamente significativas (p ≤ 0,05).

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Artículo Original | Amtmann Nahum

464 461/464 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 38 | 0CTUBRE / DICIEMBRE 2010 | Ciencia & Trabajo

los intervalos de hipoxia hipobárica no fue lo suficientemente prolongada como para generar cambios en el RET.Aun cuando no se observaran diferencias significativas (p > 0,05), el promedio del grupo N108 fue superior al grupo HI108 (5,10 v/s 4,15, equivalente a un 18,6%); ello señalaría, quizás, una tendencia. A diferencia de lo anterior, el grupo expuesto a la altura de forma intermitente por 108 días presentó un menor RECE estadística-mente significativo (p ≤ 0,05) en comparación al grupo control. Es factible que las caudas epididimarias no están cumpliendo su función de almacenamiento de espermatozoides y presenten un tránsito acelerado que posiblemente deplete la vía seminal.Un individuo expuesto a la altura de forma aguda tiene una disminución en la capacidad de difusión de oxígeno a los tejidos8. Por lo tanto, otra posibilidad es que, como la produc-ción de espermatozoides en testículo no está alterada, el tiempo de tránsito entre el testículo y la cauda epididimaria esté dismi-nuido, ya que la hipoxia podría alterar la musculatura lisa. Un estudio realizado por Bustos y Celis en 1982 en ratones, háms-ters y ratas sometidos a hipoxia simulada en forma crónica muestra que en ratones se observa un aumento en el recuento espermático testicular y epididimario inmediatamente al término de la exposición de 15 días y a los 8 días postexposición de 30 días. En hámster se observa un aumento a los 8 días postexposi-ción de 15 días a hipoxia hipobárica simulada y disminución o ausencia de espermatozoides en condiciones de hipoxia hipobárica en la altura. Lo mismo ocurre en ratas, aunque las modificaciones son menos drásticas2. Estos resultados no son estrictamente comparables con el presente trabajo, ya que el diseño experimental (tiempo de exposición y periodo de observación) no es semejante.

A la vista de los resultados expuestos, la disminución del RECE post HI sugiere que el estudio epidemiológico de trabajadores expuestos se puede complementar con el seminograma al inicio de su faena y después de un tiempo adecuado. Ello porque dada la escasa capacidad de almacenamiento de la cauda epedidi-maria en humano (aprox. 0,50 ml), los cambios cuali-cuantita-tivos de los espermatozoides en esta zona de almacenamiento se reflejan fácilmente en los parámetros rutinarios de evaluación seminal. Se debe además considerar que este examen clínico está estandarizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que es de bajo costo.A modo de conclusión podemos decir que no hay cambios signi-ficativos en cuanto a peso corporal o de los órganos reproduc-tivos evaluados en los animales posthipoxia hipobárica intermi-tente. Tampoco los hay en el recuento espermático testicular, pero sí en cauda epididimaria, en que el valor del grupo control expuesto sólo a normoxia normobárica es estadísticamente superior al grupo experimental expuesto de forma intermitente a hipoxia hipobárica, debido a un posible enlentecimiento del tránsito entre el testículo y la cauda epididimaria o la cauda epididimaria no está cumpliendo su función de almacenamiento de espermatozoides y presenta un tránsito acelerado, distal a cauda, que posiblemente deplete la vía seminal.Este problema necesita ser revisado y estudiado con mayor profundidad, en especial en referencia a la hipoxia hipobárica intermitente, como lo señala un estudio realizado por Siqués y Brito en que se refieren a esta exposición, señalándola como una nueva situación epidemiológica a considerar, que afecta espe-cialmente a trabajadores mineros del Norte Grande de Chile9.

1. Kim JH, Han s. studies of anoxia. V Effects of anoxia on developing conective tissue cells in rats. Anat Rec 1969; 165(4): 531-41.

2. Bustos-Obregón E, Celis R. Función testicular post exposición en cámara hipo-bárica. El hombre y los ecosistemas de montaña. (MAB-6). Montevideo: UNEsCO-ROsTLAC; 1982.

3. Dollam DR, Thomas LE. Clinical studies on mammalian sperm. Biochem et Biophys 1953. Acta II: 79.

4. Charles River Laboratorios (Estados Unidos). Research Models and Services. Informational Resources: CF-1 Mouse [en línea]. E.E.U.U.: Charles River Laboratories; c2010 [consultado en mayo de 2010]. Disponible en: http://www.criver.com/en-Us/prodserv/ByType/ResModOver/ResMod/pages/CF_1_Mice.aspx.

5. Timiras ps, Krum AA, pace N. Body and organ weights of rats during acclima-tization to an altitude of 12470 feet. Am J physiol 1957; 191: 588-604.

6. glegg EJ. Weight changes in different organs of the Mouse at two levels of reduced atmospheric pressure. J Appl Physiol 1971; 30(5): 764-767.

7. garayar D, guerra-garcía R. Auxología, endocrinología y morfometria del cobayo (Cavia aperea) a nivel del mar y en la altura. Acta Andina 1992; 2: 101-108.

8. guyton A, Hall J. Tratado de fisiología médica. 10ª ed. España: Mcgraw-Hill/Interamericana; 2001.

9. siqués p, Brito J. Trabajo a gran altura intermitente: nueva situación epidemio-lógica. Iquique: Universidad Arturo prat; 2001.

REFERENCIAs

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Página tres y siguientes en el siguiente orden • El formato del texto depende del tipo de artículo.

los artículos científicos son el producto de un trabajo de obser-vación, investigación clínica o experimentación que consta de las siguientes secciones: a) Introducción en la que se presentan las razones que motivaron el estudio y los objetivos del mismo; b) Material y Métodos en la que se describen los elementos y procedimientos utiliza-dos de manera tal que los resultados puedan ser reproducidos por otros investigadores; se debe incluir una descripción suficiente del análisis estadístico; c) Resultados en la que se presentan los hallazgos del estudio; d) Discusión en la que se destacan los aspectos nuevos e importantes del estudio, conclusiones, implicaciones y limitaciones de los resultados. la extensión máxima de este tipo de artículo no debe exceder los 36.000 caracteres (incluyendo los espacios).

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los resúmenes de presentaciones a Congresos pueden ser citados como referencias sólo cuando fueron publicados en revistas de circulación común. Si se publicaron en “libros de Resúmenes”, pueden citarse en el texto (entre paréntesis), al final del párrafo pertinente. Se puede incluir como referencias a trabajos que están aceptados por una revista, aún en trámite de publicación; en este caso, se debe anotar la referencia completa, agregando a continuación del nombre abreviado de la revista la expresión “(en prensa)”. los trabajos enviados a publicación pero todavía no aceptados oficialmente, pueden ser citados en el texto (entre paréntesis) como “observaciones no publicadas” o “sometidas a publi-cación” y no deben alistarse entre las referencias.

Al alistar las referencias, su formato debe ser el siguiente:

Artículos en Revistas: Apellido e inicial del nombre del o los autores. Mencione todos los autores cuando sean seis o menos; si son siete o más, incluya los seis primeros y agregue “et al”. limite la puntuación a comas que separen los autores entre sí. Sigue el título completo del artículo, en su idioma original. Si elige su traducción al inglés, debe ser la que figuró en la publicación y se enmarca en paréntesis cuadrado. luego, el nombre de la revista en que apareció, abreviado según el estilo usado por el Index Medicus: año de publicación; volumen de la revista: página inicial y final del artículo.

Ejemplo: “Brunser A, Hoppe A, Cárcamo DA, lavados PM, Roldán A, Rivas R et al. Validez del Doppler transcraneal en el diagnóstico de muerte encefálica. Rev Med Chile 2010;138: 406-12.”

Capítulos en Libros:Ejemplo: “Rodríguez P. Trasplante pulmonar. En: Rodríguez JC, Undurraga A, Editores, Enfermedades Respiratorias. Santiago, Chile: Editorial Mediterráneo ltda.; 2004. p. 857-82.”

Artículos en formato electrónico: Citar autores, título del artículo y revista de origen tal como para su publicación en papel, indicando a continuación el sitio electrónico donde se obtuvo la cita y la fecha en que se hizo la consulta. Ejemplo: Cienc Trab 2010; 12 (38): 461-464. Disponible en: wwwcien-ciaytrabajo.cl [Consultado el 14 de enero de 2010].

Para otros tipos de publicaciones, aténgase a los ejemplos dados en los “Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals”. • Páginas complementarias las Tablas, deben llevar numeración arábica correlativa con título descriptivo breve, por orden de aparición. Cada columna debe tener un encabezamiento corto y abreviado el que puede incluir símbolos para unidades. Separe con líneas horizontales solamente los encabezamien-tos de las columnas y los títulos generales. las columnas de datos deben separarse por espacios y no por líneas verticales. Al pie de la tabla se debe indicar el significado de cada abreviatura y la simbología del método estadístico empleado. las tablas deben ser enviadas en el formato original; por ejemplo, si ella se construyó en Microsoft Excel, debe enviarse el archivo que originó la tabla. En el texto del artículo, el autor debe indicar el lugar donde sugiere insertar la tabla. Figuras o Gráficos deben ser elaboradas en formatos compatibles con Microsoft Excel o PowerPoint. Cada figura o gráfico debe identificarse con números arábicos correlativos. las leyendas deben facilitar su compren-sión, sin necesidad de recurrir a la lectura del texto. las figuras o gráficos deben ser enviadas en el formato original al igual que lo señalado para las tablas. En el texto del artículo, el autor debe indicar el lugar donde sugiere insertar las figuras o gráficos. Ilustraciones y fotografías deben ser enviadas en formato electrónico JEPG de alta resolución. De ser necesario, estos archivos deben enviarse en forma separada.

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• Conflicto de intereses: “Declaro que no existe ningún posible con-flicto de intereses en este manuscrito”. Si existiera, será declarado en este documento y/o explicado en la página del título, al identificar las fuentes de financiamiento.

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Índice

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FUNDACIÓNCIENTÍFICA

Y TECNOLÓGICAASOCIACIÓN CHILENA DE SEGURIDAD

A119 EditorialA121 ÍndiceA112 En este número

Artículos de DifusiónA124 Sección Ehp Células Madres. Un Creciente Conocimiento en el Campo de los Estudios Neurotoxicológicos

Artículos Originales397 Seguridad, Salud y Percepción de Factores Personales y Organizacionales en la Industria Manufacturera Salazar J, Aranda C, Pando M, Gómez G, González R

403 ¿Cómo el Liderazgo Transformacional de Supervisoras de Enfermería Afecta el Burnout de Enfermeras Clínicas? Evidencia de dos Hospitales Chilenos Pucheu A

410 Estado de Salud de los Trabajadores del Sector de la Construcción en Bogotá Colombia. Bogotá. 2009 Fajardo-Zapata A, Méndez-Casallas F, Molina L

414 Relación Edad y Accidentabilidad en Trabajadores del Sector Forestal en Chile Ackerknecht C

423 Un Análisis de la Seguridad Contra Incendios en Edificios de Altura en Chile Ahumada L

433 Análisis de la Incidencia de Patologías Respiratorias por Exposición al Polvo de Madera en los Carpinteros del Quindío (Colombia) Gómez-Yepes M, Cremades L

440 Rediseño de la Sala de Control de Tráfico del Ferrocarril de Antofagasta-Bolivia: Diseño Acústico y Mobiliario Delzo Del Pino E

447 Prevalencia de Trastornos Músculo-Esqueléticos en Funcionarios de Centros Hospitalarios que Realizan Manejo de Pacientes y Caracterización de Potenciales Factores de Riesgo Gutiérrez M, Flores C, Monzó J

454 Identificación de Variables Relacionadas con la Condición Física para el Control Ergonómico de Factores Humanos Vinculados al Dolor Lumbar Solari G, Solari B

461 Recuento Espermático, Peso Corporal y Pesos de Órganos Reproductivos Pos Hipoxia Hipobárica Intermitente Simulada en Ratón (Mus musculus) Amtmann N, Bustos E, Bernal A