Revista Coito 4

8/10/2019 Revista Coito 4

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Noche de Brahnda

onmemorar el dadelas brujas

(Barba Negra)

Poema deRoxanaPinilla D.

Poemasde AndsR. Verdugo

BrumaenZapatoca

(Katherine C.Garca)

Perravida

(Ipatia)

Duendeseescondernlosduendes?

(JhonMonsalve)

Disfraces

(RoxanaPinillaDuarte)

Carta deunsuicida

(Miguel ngelPrez)

Saisissement

InricoDangeloNard

Traduccin

Miguel Prez


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Barba Negra

Conmemorar el da de las brujas:Ms de una razn para hacerlo

No dejars con vida a la hechicera.

xodo 22:18

Hablemos claro: ms de medio

milln de mujeres fueron torturadas y

quemadas en Europa por la iglesia

catlica y la protestante, en lo que se

conoci como la mana de las brujas.

Otras tantas fueron acusadas en

Amrica por la incomprensin de los

colonos hacia los ritos de los africanos e

indgenas. Y creen ustedes que

deberamos seguirle el juego a la iglesia

catlica de vestir a nuestros hijos ese

da de curas, santos o monjas?

Preferible es, entonces, continuar

con el rito milenario, y honrar la

memoria de las inocentes cadas.

(Les prometo que al terminar de

leer este artculo, sean bebs, nios,

adultos, viejos o muertos, van a

entender por qu deberamos

conmemorar el da de las brujas).

Historia: Para los que piensan

que solo se trata de una festividad

gringa que alimenta el consumismo;

esperen y lean, que la razn es mucho

ms profunda de lo que creen.

Todo comienza con el samhain,

una festividad celta celebrada desde

hace ms de tres mil aos, en el

equinoccio de otoo, cada noche del 31

de octubre al 1 de noviembre. Esta

fecha, que es el inicio de la temporada

invernal, no solo significa para ellos el

fin de la cosecha sino el inicio de un

nuevo ao. Adems, en su credo

pagano, se estrecha el velo con el otro

mundo y las gentes se ponen mscaras,

para honrar a sus muertos. An hoy en

la cultura gallega, en Espaa, hay

secuelas de esta celebracin aislada de

la influencia del Halloween americano.

Sobre el Halloween: Casi toda la

parafernalia cristiana resulta ser de

origen pagano por el choque cultural

entre oriente y occidente; a esa

aceptacin se le llama sincretismo, y, de

ese modo, mucha de la iconografa


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cristiana se bas en los dioses y ritos de

otros pueblos. Como ejemplo est el gran

parecido entre la virgen Mara y la diosa

egipcia Isis. As pas, entonces, entre los

pueblos celta y romano; si bien el dominio

imperial se sobrepuso a la cultura

indoeuropea, no se liber de absorber

muchos de sus ritos, entre ellos el

samhain que siglos despus, cuando el

emperador romano Constantino decret

como religin oficial el cristianismo, para

que no se desmoronara el imperio,

muchos de los ritos paganos se colaron a

la religin del nazareno, entre ellos el de

rendir culto a los muertos, el 31 de

octubre.

No obstante en los siglos VIII y IX

los papas Gregorio III y Gregorio IV

intentaron suplantar esta celebracin por

el Da de Todos los Santos, que fue

trasladado del 13 de mayo al 1 de

noviembre sin mucho xito, en realidad;

porque, incluso, la palabra Halloween

que aparece en el siglo XVI resulta de la

contraccin de All Hallows Even o All

HallowEve, que significa: da anterior al

de todos los santos. En el ingls antiguo

no se usaba la palabra saint, sino Hallow,

y mientras que la iglesia celebraba el All

Hallows Day el 1 de noviembre; la

vspera, el pueblo celebraba el

Halloween.

Fueron los inmigrantes

irlandeses quienes llegaron con esta

festividad a los Estados Unidos y

tambin fueron ellos los que

difundieron la costumbre de tallar una

calabaza hueca con una vela adentro.

Los jack-o'-lantern, (Jack el de la

linterna), inspirado en la leyenda de

Jack el tacao, que no pudo entrar

al cielo por sus fechoras, ni al infierno

por haber engaado a satans, en

vida. Entonces qued vagando entre

los dos mundos con una brasa dentro

de un nabo hueco, que el diablo le dio

para que alumbrara a los muertos en

su paso al otro mundo. Cuando los

irlandeses, en Norteamrica, se dieron

cuenta que la calabaza era ms

abundante que el nabo, cambiaron de

hortaliza para adornar sus casas. De

esta misma tradicin viene el dulce o

travesura Trick-or-treat, que Jack

peda en las casas que no estuvieran

arregladas con formas horrendas para

burlarlo a l y los dems espritus

errantes.


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Conmemrelo!

Al igual que se conmemoran las

muertes de nuestros seres queridos, de

artistas, matemticos o presidentes, de

catstrofes naturales o actos terroristas,

por qu no elegir una fecha para honrar

la memoria de centenares de miles de

mujeres que fueron vctimas de la fe

cristiana?

Las pesaban como a la carne, las

atormentaban con todo tipo de

instrumentos macabros, las echaban a

lagos atadas de manos y pies, para

determinar si eran brujas o no las que

se ahogaban demostraban su inocencia y

las que se salvaban eran lanzadas a la

hoguera. Caramba! Y nadie se acord en

toda la historia de regalarles un da para

conmemorar su dolor y sufrimiento. Yo

propongo qu esa fecha sea la misma que

nuestros antepasados eligieron para

honrar a todos los muertos. Por eso yo

este 31 me disfrazo de chamn, y usted?

Ojal los catlicos lo conmemoren

tambin, pues qu diferencia hay entre el

da de las Brujas inocentes y el da de los

Santos inocentes, el 28 de diciembre,

que conmemora la matanza de todos

los nios menores de dos aos

nacidos en Beln.

Amn, regale dulces y

disfrcese!


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La prueba de la flotacin. Si la acusada era una bruja, el agua, como elemento

puro e inocente, la rechazaba mantenindola a flote, y por tanto era conducida

a la hoguera. Si el agua la aceptaba y se ahogaba, su inocencia quedabademostrada. Con las extremidades atadas en esta posicin, era casi

Imposible que no se ahogase. Xilografa alemana del siglo VXI.


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Aqu estoy yo, hundida en la espesa noche.

Me cobija la niebla,

y me arrulla los extraos alaridos

que provienen de lo ms profundo de este bosque.

Tengo una idea para la madrugada,

idea sangrienta y formidable,

que se pasea por mi mente asesina.

Quiero inyectar veneno en sus labios rojos y atractivos,

quiero condenarlo a muerte

en este da que se apaga.

Quiero ofrecer su vida

y usar su piel sensual y provocativa,

como alfombra de mi oscura heredad.

Salgo a las calles, y la gente piensa que llevo un disfraz.

Pero es mi traje diario, que resalta mi excntrica locura,

mi cuerpo ileso y bello,

como el de un ave negra que acaba de romper su cascarn.

Deseo su cuerpo, como su sangre.

Deseo sus besos,

es sed y hambre.

Ganas tengo de orlo gritar con el dolor en el alma.

Quiero amarlo, mientras grite que suelte mi arma.

Quiero matarle, porque le amo.

Y amar repugna

deseo matarle porque eso hago,

soy asesina, desgarro mentes,

hoy es mi da. Da de brujas.

Hoy mi alma se regocija,

pobre y demente

R

O

X

A

N

A

P

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N

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L

L

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D

U

A

R

T

E


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Andrs Rueda Verdugo

MI DISFRAZ

Mi disfraz es incognoscible.

Mi disfraz no esta en la tele

ni en los diarios, ni en el cine.

No aparece en la moda

ni en los sueos del ayer.

Mi disfraz no tiene telas

Ni remiendo, ni papel.

Mi disfraz no tiene lneas

de brocha o de pincel.

Mi disfraz es la desnudez,

la transparencia del real ser.

Mi disfraz es el nimo oculto

que al mostrarlo, gritan de pnico

Un loco, un loco!

Mi disfraz, me lo pongo

cada noche

y me lo quito

cada maana.

Poemas de la noche

AJENA MA.

Ajena noche!

No es ma.

Es mo el aire invisible,

es mo el suspiro, por esta

noche ajena.

Absurda esa diversin de miles

no tengo nada en contra.

Es envidia,

porque no es ma esta noche.

Aun veo, en mis cavilaciones,

tus piernas calienticas.

Salen rezongando por la puerta,

dando el portazo definitivo,

llevndote las noches mas.

Pero la noche no es ma.

Es de la poesa.

Maldita poesa que lastima

ms que esas piernas calienticas.

Piernas que tienen todo y nada de

pecado.

Yo, culpo a la poesa

de que esta noche

no sea ma.


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Cuando llegamos, una espesa

bruma recubra las casas. Desde lo alto

solo eran visibles las torres de la iglesia;

haca fro y ola a tierra hmeda.

Recuerdo que una extraa paz me

inundaba, y las montaas al frente

parecan imponentes protectoras de un

sol cansado. Descorchamos un merlot

cualquiera y la morada, ya armada, nos

alberg de los fuertes vientos que

comenzaban a correr junto a la noche.

Todo era perfecto. Un tenue

sereno toqueteaba nuestra carpa y la

soledad de una montaa, compartida

con mi amante, me haca sentir la mujer

ms feliz en un espacio de varias

galaxias a la redonda. En un principio,

solo me molestaba una pequea cosa:

una corriente de aire que me dispuse a

acabar cerrando la cremallera. No

obstante, en vez de rer juntos, como lo

hacamos sobre ciertas nimiedades, tuve

como respuesta a mi risa un reproche

Manuel, habindose percatado de la

gravedad del asunto, una gran

rasgadura en un vrtice de la carpa, me

dijo No reirs tanto por la maana

cuando tengas los pies congelados .

El problema se agrav cuando

fuertes ventarrones comenzaron a

sacudir la tienda y, mientras que la

abertura se haca mayor, todo

comenzaba a humedecerse adentro. No

pudimos idear una estrategia para

sellarla rpidamente y ello desemboc

en una fuerte sacudida que nos empap

la cara, cuando los hilos de la parte

superior cedieron y una especie de

bandera qued a merced del viento.

Rpidamente nos vestimos, con la ropa

mojada, y salimos para recoger las

cosas.

Mi angustia se hizo evidente,

porque los truenos, el ruido del viento y

la lluvia nos hacan comunicar gritando.

Mi novio preocupado por mi actitud me

abraz para decirme que todo estara

bien, que debamos encontrar la

carretera y as hallaramos cualquier

portezuela para entrar y escampar en

Bruma en ZapatocaKatherine C. Garca


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un toldillo o, en su mejor caso,

conseguir un alojamiento en casa de

algn lugareo. As que recogimos todo

y salimos a prisa para encontrar la

carretera. Jams pens que algo peor

nos pudiese ocurrir

De repente, Manuel cay en una

zanja lo bastante profunda para que se

hubiera roto un hueso. Mi susto fue tal,

que saba que no temblaba del fro sino

de miedo; porque lo vi inmvil, sin rer,

llorar o gritar de dolor. No s, an, de

dnde saqu tanta fuerza para sacarlo

de ah, aunque le rasp la espalda

intentndolo. No poda, siquiera, saber

si ya estaba muerto; lloraba a gritos de

ver en ese estado al amor de mi vida. Un

rayo me dej ver los mangos de una

carretilla, y as fue como pude

trasportarlo sin que sufriera, en caso de

tener algn hueso roto.

Vislumbr una luz en una

pequea casa y me dirig hasta ella

cuidando de que Manuel no se mojara

ms, al ponerle la carpa encima sin

embargo, fue arrancada de un ventarrn

y dio a parar a unos arbustos.

Prosegu mi camino y me cost

pasar el montculo entre la carretera y la

portezuela, a causa del barro que me

haca resbalar. Cuando llegu a la

casita, procur calmarme para no

asustar a los habitantes de ella. Cuando

toqu, nada adentro se inmut ni

siquiera los ladridos de un perro.

Minutos despus, un anciano abri la

puerta y al ver que llevaba a alguien en

hombros me ayud a ponerlo en un

bulto que serva como cama. El anciano

entr en otra habitacin y enseguida

Manuel recobr la conciencia. La alegra

me inund y lo abrac; l alcanz a

balbucir dnde estbamos, pero una tos

se adue de l y comenz a luchar por

conseguir bocanadas de aire profundas,

mientras que su cara se pona morada y

sus ojos se desorbitaban. Yo no sala de

mi estupor al tener que ver morir a mi

amado por segunda vez en una crisis de

asma.

El anciano regres con dos

mantas de lana, rodas me invit a

quitarme la ropa mojada pero, lejos de

ello, desnud a Manuel y lo sequ con

una para arroparlo con la otra. Intent

buscar agua pero no haba vasos en el

fregadero cuando me di la vuelta para

preguntar al anciano, lo vi parado junto

al cuerpo inerte de mi novio. Tena una

mano sobre su frente y esbozaba unas

palabras. Temerosa, me acerqu y vi

que el color normal haba regresado a su

rostro y que respiraba con normalidad.

Estaba dormido, pareca inconsciente,

pero al menos respiraba. El anciano me

mir con sus profundos ojos negros y


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asever que l estara bien que yo

deba cambiarme la ropa mojada y l

estara en la otra habitacin para no

verme. Cerr un viejo portn sin aldaba,pero pude quitarme la ropa con

tranquilidad. Me arrop con el manto

hmedo y mir a mi alrededor no

haba donde poner la ropa mojada. Me

recost junto a la puerta, temiendo que

el anciano entrara. Me qued dormida.

El alba lleg a prisa y antes queoyera los pjaros o los gallos, escuch a

Manuel asustado preguntndome qu

hacamos desnudos, yo recostada en la

pared, y l encima de un bulto de fibra

de fique tena picores. Despert con

sntomas de gripe, pero mi sorpresa fue

enorme al darme cuenta de queestbamos en una casucha abandonada

de una sola pieza. No haba indicios de

que alguien hubiese vivido all en mucho

tiempo. No dije nada, ni siquiera a

Manuel, por temor a que me tildaran de

loca; aunque mi miedo fue profundo

cuando en el bus, de regreso a la ciudad,

l me pregunt con quin haba hablado

esa noche. Oh por Dios! Qued muda y

fra sin saber qu responder.


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Perra vidaIpatia

Por la carretera que conduce de

Bucaramanga a Barrancabermeja,

transitaba siempre, en un Chevrolet de

placas BFI 334, don Esteban Rodriguez

Cancino. Su carga generalmente era de

verduras, frutas, cajas o cualquier

cachivache que necesitara ser llevado de

un destino a otro. Su entretenimiento, en

la va, que le produca un placer de

fuerza, masculinidad y brutalidad, era

destripar perros callejeros en la carretera.

Argumentaba que les hacia un favor, ya

que - estos adorables seres- deban estar

sufriendo, para estar situados en un

lugar evidentemente suicida.

El juego consista en seleccionar los

animales por tamaos y colores. Si era

posible matar dos en un solo lance, pues

mejor. Se dice que en esta sangrienta

tarea duro mucho tiempo; hasta que un

da, por gracia divina, se le atraves una

chandita de mediana dimensin, de color

negro y de movimientos sagaces y

giles. Ella esquiv el camin y

Esteban, al quererla atropellar,

termin chocando con una tractomula

que apareci intempestivamente, al

tiempo que termin la vida del

perricida personaje.

Cuentan los moradores de la

zona, entre la Renta y el peaje de

Tienda Nueva, que en las noches de

los mircoles y sbados, das en que

Esteban transitaba por all con su

vehculo de muerte, se escucha una

jaura ladrando, gruendo y

desgarrando lo que parece un

espritu, que con voz masculina y

gruesa grita desaforados auxilios,

socorros y lamentos. Todos saben de

quien se trata, y todos conocen ese

horror


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No creo en brujas. Dejo claro ese

punto, y cuando lo niego no estoy

afirmando que ellas existen, como lo

suponen cada vez que digo que soyateo (ser ateo va ms all de creer o no

en dios; es una prctica, es un amar al

otro, es una comprensin constante, es

un actuar que marca diferencia en el

mundo). Pero, maldita sea, creo que

creo en duendes. Y esto s lo pongo en

duda. Pero voy a exponer las razonesque me llevan a sacar semejante

conclusin. Y ruego que, si alguien

tiene una explicacin razonable en

torno a lo que voy a escribir, me lo haga

saber para borrarme estas ideas de la

cabeza y volver a ser el de antes.

La primera vez que se me desvi

la razn fue en el mes de abril del ao

2006. Justo un ao antes, sentado en

un viejo mueble de mi casa, perd mibilletera con todos los papeles. S:

dentro de mi propia casa, donde solo

vivamos mi pap, mi mam y yo, se me

perdi la cartera, as, de un momento

a otro, como si alguien la hubiera

tomado prestada para asustarse o

asquearse con mis fotografas deadolescente venoso, grasoso, barroso.

Pero no. Nadie, nada, se esfum la puta

cartera frente a mis ojos: se cay, no la

recog por pereza, luego haba mucho

tiempo, todo el del mundo cuando

uno est joven lo que le sobra es

tiempo. Al otro da hubo oficio en lacasa en pro de mi cartera, en pro de

ahorrarme unos pesos en las tareas

que demanda la prdida de algn

documento. Bueno, en fin, qu carajos,

se perdi la cartera, y como tena

tiempo pero tambin pereza dej que

los das pasaran y ni siquiera puse el

denuncio correspondiente. En la

adolescencia el tiempo sobra para las

chicas, para las fantasas, para los

Dunde se escondern los duendes?Jhon Monsalve


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momentos a solas, a solas, a solas,

nunca llegan las chicas siempre

miran a otros: a los ms fuertes, a los

ms grandes, a los de mayor poder, a

los del arete, a los pirobos ms pirobos

del barrio, y nunca se fijan en uno, ala,

mierda en la adolescencia el tiempo

sobra para llorar, para temer, para

descubrir los primeros fracasos. Ja!,

dizque yo haba botado la cartera en el

colegio o en la calle, que dizque mis

amigos me la haban robado, que

dizque la haba guardado en mi caja

secreta (la de todo adolescente) y que

no me acordaba, que dizque nunca

tuve billetera, que dizque ni papeles

tena Les tap la boca a todos el da

en que, justo un ao despus de la

prdida, la cartera apareci ah, en el

piso, junto al mueble, como por arte de

magia, como si alguien la hubiera

puesto para que yo recuperara la

tranquilidad que nunca perd Lo que

a uno le sobra en la adolescencia es la

tranquilidad. Donde se perdi, donde

recuerdo haberla odo y sentido caer,

apareci de un momento a otro, as no

ms, como por arte de duendes.

Luego cont el cuento y nadie lo

crey Mi mam y yo seremos testigos

para la eternidad de semejante suceso.

Duendes, duendes Y lo duendes los

protagonistas. El otro suceso es ms

reciente. Cursaba el dcimo semestre

de mi carrera universitaria y lea

algunos libros sobre educacin para mi

proyecto de grado. La biblioteca de la

universidad me haba prestado dos

libros, de los cuales uno de ellos no se

encuentra ni en la casa del autor. Y yo,

de distrado, dizque los bot, dizque los

perd, dizque los vend para comprar

cervezas. Ja!, de nuevo los malditos

duendes me escondieron los libros, lo

s, fueron ellos, o bueno, al menos eso

creo, aunque me digan loco, estpido,

marica, chiflado, infantil en la niez

el tiempo sobra para sufrir. Un puto

ao despus, como si los duendes

tuvieran nocin del tiempo y de su

cronometrizacin aparecieron los libros

que perd y por los cuales pagu cerca

de 180000 pesos. Mierda. No hallaron

otro lugar para esconderlos que mi

propio bolso, donde los busqu una y

otra vez, donde escarb hasta el

cansancio, donde debieron estar y

estuvieron siempre Un ao despus,

como deca, cuando iba a lavar el bolso

(de lo cochino hablamos luego) sacud

fuerte, ms fuerte y luego ms fuerte

porque algo me pesaba de ms, y

cayeron los libritos, intactos,

completos, limpios Se metieron, o los

metieron, en un hueco que iba directo

al culo del bolso, donde jams pona

las manos En la adolescencia uno

aprende a mirar y no comer ay, ay,

ay, duendes, duendes dunde se

escondern los duendes?


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El 31 de octubre, ms conocido

como el da del disfraz, da de

Halloween y ahora llamado la noche de

las brujas sofisticadas, experimentadas

y novatas tambin.

Primero tenemos al tan agraciado

alcohlico vestido de botella de Jack

Daniels de la cabeza a los pies,

acompaado de su mejor amigo envuelto

en la silueta de una cajetilla de cigarros

americanos.

Por otro lado, tenemos a las

mujerzuelas de faldas cortas con

lentejuelas, medias de malla y tacas de

medio metro. Entonces, le saco punta a

mi lengua y cuestiono -ser que tanta

minifalda es causa de la escasez de tela?

En fin las vampiras ya no

desfilan por las calles si no se califican

atractivas. Ya no caminan, ahora levitan

a unos cuantos centmetros del

pavimento, enseando sus piernas y

tragando caramelos como manitico

desesperado.

Los queridos Brothers Grimm no

inventaron a la caperucita para que las

rubias se ajusten los vestidos de rojo

escarlata hasta el punto de cortar su

propia respiracin. No crearon a la nia

de capa roja para que hoy se tian los

labios con cuanta maricada encuentren,

y se pinten los ojos con crayones de sus

hermanos menores.

DisfracesRoxana Pinilla Duarte


15/23

Ahora la madrastra es mucho ms

bella que blanca nieves. Salen las dos

agarradas de la mano gritando Dulce o

truco de forma sexy, babeando una

manzana toda la noche y brincando

como conejos en tiempo primaveral.

Ya nada queda solo alegrmonos

por que lleg el triqui triqui Halloween.

Estamos en la feria de la mscara y el

antifaz. Los hipcritas, que se visten de

amigos, matan su cabeza consiguiendo

un buen antifaz, y los polticos invierten

el 30% de sus campaas comprando una

hermosa y tierna mscara.

En conclusin, los disfraces de hoy

en da no tienen ni madre, Halloween

se ha convertido en otro tipo de

celebridad, unos lo hacen por pedir

dulces, otros por ganar dinero, otros por

las antiguas creencias y otras ah, otras

por putas


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Mares insondables, montaas imponentes, llanuras inmortales y auras boreales,

No desconozco su belleza, no blasfemo ante su grandeza, pero por favor librenme

de esta prisin que llevo a cuestas!

Cierto es que los das difanos y alegres, cuando las mariposas de colores remueven

aromas de frescos rosales, son para m como la espesa y triste bruma que de lejos

amenaza desenterrar a los cadveres.

Y... pena me da anunciar al mundo mi vida, pues ella me ha dado todo lo que cualquier

miserable anhela da tras da.

No tengo ningn sufrimiento, lo tengo todo... hasta un amor verdadero. Y pena me da

este egosmo absurdo de querer quitarme la vida.

Soy un cobarde, porque no afront esta vida con valenta. Pero cmo caminar al frente

de Rosita, la de la esquina, si ni pies tena?

P.D.: A mi madre, a mi hermana y a mi amada les pido perdn por abandonarlas en el

prximo tren, para el cual he reservado ya una plaza. -Una voz me ha susurrado que

el da en que todos se pongan una mscara, yo me quite ma-.

Carta de un suicida

Miguel ngel Prez


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18/23

ces cas l lexcs nest jamais loin, ils ont tenu le projet de se marier et dhabiter

ensemble. Alors que les couples amis criaient au scandale, la bonne blague

lannonce de la nouvelle ; lun a pris femme, lautre a pris homme. Faut sen rappeler

et mme il y avait des photos ; il avait un costume luisant de grce et une coiffure

correcte, sa Kensta avait une robe rouge comme il ne peut faire rouge ; dfinitivement,

la voir on se disait voici que la beaut ose maintenant avoir un corps. Ils ont pris

les services privs dun officier dtat civil et bidibou badabou ils taient mari et

femme.

Ce qui fait quen ce soir du 31 octobre Port-au-Prince, jour de Halloween

au sein des cultures qui ont limaginaire pour a, il navait rien faire sinon rentrer

chez lui en bon jeune homme mari. Cest donc quoi cette histoire que de mobiliser

un budget pour acheter des costumes pour une bande de gamins, cest donc quoi

cette histoire que lui il sen est all se mettre en mode python. Mais non, pensait-il

que la vie est un quartier dHollywood ? Mais rien ny fait, il venait davoir son salaire

et comme jeune il aimait bien savoir parler- il disait mme tre dans un certain ros

de llocution- dans le voisinage, porte porte, il a fait le travail de celui qui

rquisitionnait carrment tous les enfants en dessous de 12 ans pour faire sa

femme ce quil appelait un petit saisissement pour Halloween . Il sautait dallgresse

rien quen visualisant la peur envahir tout le visage de sa Kensta jusqu ce quelle

ait sur le visage beaucoup plus de peurs que de visages. Pour lui, ctait tout drle. Il

se disait que sa femme autant que tout le monde ici - ne fte pas Halloween et

quen lui faisant ce petit saisissement, a mettrait de ladrnaline dans les veines de

la relation. Aprs tout, que devient un couple avec des yeux bourrs dhabitudes, une

gorge faite de routine et un nez qui ne respire que des clichs ? Il achetait les

dguisements en pensant tout a et de temps en temps il souriait, de temps entemps il faisait un mouvement brusque des bras. La chose a mme pris des lans

sexuels, il imaginait sa femme au dbut de la nuit se refuser lui comme pour lui

signifier quelle avait dprci le tour, il simaginait sortir sa femme sa voix de ciel

triste et plaintif, une voix qui surement dirait : mademoiselle mon amour, je suis

dsol, je ne voulais que te faire plaisir. Et puis tu sais bien que je taime avec un

apptit dmesur Et il sesclaffait un tel point que les gens autour de lui au super

march lont regard avec dans les yeux une question : que lui arrive t-il celui-l ?


19/23

Le compte y est, il avait les enfants, espces de monstres, avec lui, il avait eu

sa femme au tlphone qui lui a dit tre en train de prparer du poulet. Tout tait en

bonne logique de Halloween .

Avec les enfants devant lui, il a sonn sa porte. Sa femme, en ce moment,

sortait de la cuisine ; pensant que ctait son mari qui rentrait, elle ouvra la porte

quand ses yeux ont eu pour seul horizon un parterre de petits zombis horriblement

sinistres avec derrire eux un python grand comme a. Prise dans la plus grande

pouvante que lon puisse vivre dans une seule vie, elle poussa un cri tonitruant et

par comble dun mauvais reflexe de survie, elle lana sur le visage dcouvert du

python la casserole deau bouillante quelle avait en main. Les petits zombis davant-

garde, par dommage collatraux, avaient eux aussi une belle vague de chaleur sur le

corps.

Pour un saisissement alors l, cen tait un.


20/23

No es por la casualidad de una idea o de una tarde de 31 de octubre que se

crea una fiesta llamada Halloween. Ello requiere situar todos los diablos

incorporados a una historia, una costumbre o una economa. Requiere, tambin,

una disposicin de nimo, mezclado a una obsequiosidad susceptible de comprar

caramelos o disfraces en un aire festivo. No bromeamos con el Halloween. As que,

hubiese bastado con que l agarrara algunos pilluelos del vecindario para

maquillarlos en buenos demonios probablemente aunque no haca falta, en

todo caso, que se atreviera a portar la mscara ultra sofisticada de un engendro del

ltimo horror. Si era divertido, no lo era ms que para l.

De buen vivir, l estaba casado con su mujer desde hace cuanto cinco aos? S. l

vea de cuando en cuando una chica y despus otra, pero a todas les deca siempre al

comenzar: tengo un hogar. Y eso es bastante honesto, aunque lo dosificaba un poco

olvidando, con indolencia, sealar que amaba a su mujer, y fingiendo, un poco, no tener una

gran armona marital. Pero podemos dispensarlo. Estaba, en todo caso, en el plano de la

honestidad.

l le haca regalos de vez en cuando a su mujer, llamada Kensta, la cual tena un

aspecto tan increble como todos los amaneceres del mundo juntos. Se conocieron en launiversidad en ocasin de un curso de sicologa social, que era de ncleo comn. Ella haca

una carrera en ciencias de la comunicacin y l en sicologa. Kensta, le manifestaba todo el

tiempo tener mucho miedo y l, casi siempre, le coloreaba la atmsfera con sus pasos de

baile. Al inicio era solo, entre los dos, una historia de relaciones sexuales en casa de todos los

amigos que tenan un apartaestudio. Con el tiempo, se hizo ms intenso y se convirti en una

pareja que, en relacin con otras, improvis no se sabe cuantas pelculas (en eso que

llamaban, sus jugueteos colectivos).

Inrico Dangelo Nard

Traducido por:

Miguel ngel Prez

susto


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No obstante, el exceso no llega tan lejos en las parejas que se encuentran an en la

magia de las emociones y del cuerpo. As que llevaron a cabo el proyecto de casarse y vivir

juntos; mientras que las parejas de amigos pegaban el grito en el cielo, bromeando y

anunciando la notica: El uno amarr mujer y la otra enlaz hombre. Hay que recordarloincluso hay fotos. l tena un traje distinguido y un peinado perfecto, y su mujer tena un

vestido tan rojo como no puede haber otro. Definitivamente, al verla, nosotros nos decamos

que la belleza ahora s se atreva a tener un cuerpo. Tomaron los servicios privados de un

registrador del estado civil y tantn tarn, eran marido y mujer.

Lo que hace que esa noche del 31 de octubre en Puerto Prncipe, da del Halloween,

en el seno de una cultura que no tiene el imaginario para celebrar eso, l no tuviera nada

ms que hacer, sino entrar en su casa como buen marido joven pero, entonces qu es esta

historia de gastar dinero para comprar trajes a un grupo de nios? A qu viene el

disfrazarse como un engendro? Acaso pensaba l que la vida es un barrio de Hollywood?

Pero nada, vena de recibir su salario. Y como todo buen joven, le gustaba hablar bien -

incluso deca ser un cierto Eros de la elocucin- as que, puerta a puerta, comand en la

barriada a todos los nios menores de doce aos para hacer a su mujer lo que l llamaba un

sustico para Halloween.

Saltaba de alegra al visualizar el miedo invadiendo la cara de su Kensta, hasta que

ella tuviera en su rostro ms miedos que caras. Para l, era simplemente divertido. Deca que

su mujer como todo el mundo aqu- no celebraba el Halloween, y que hacindole ese

sustico pondra adrenalina en las venas de la relacin. Despus de todo, en qu se convierte

una pareja con los ojos llenos de costumbres, una garganta hecha de rutina y una nariz que

no respira ms que clichs?

l pensaba en todo esto mientras compraba los disfraces y, de vez en cuando, sonreay haca un movimiento brusco de brazos. La cosa, hasta tom impulsos sexuales; l

imaginaba a su mujer, al inicio de la noche, rechazndolo, como querindole decir que haba

despreciado la broma. Entonces, se imaginaba hablndole a su mujer con su voz de cielo

triste y lastimero; una voz que seguramente dira : seorita de mi amor, lo lamento. Tan solo

quera complacerte; adems sabes que te amo con un apetito desmesurado. l solt la

carcajada a tal punto que las personas a su alrededor, en el supermercado, lo miraron como

preguntndose: y qu le pasa a ste?


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Todo estaba planeado. Tena a los nios, especies de monstruos, con l. Haba hablado

con su esposa por telfono y ella le haba dicho que estaba preparando pollo. Todo estaba en

buena lgica de Halloween.

Con los nios delante de l, toc a su puerta. Kensta sali en ese momento de lacocina, pensando que era su marido que entraba y, cuando abri la puerta, sus ojos se

encontraron, por solo horizonte, a una banda de zombis siniestramente horribles y, tras ellos,

un gigantesco engendro. Presa del ms grande terror que pueda vivirse en esta vida, dej

escapar un grito atronador y, colmada de un mal reflejo de supervivencia, lanz sobre la cara

descubierta del engendro la cacerola de agua hirviendo que tena en la mano. Los pequeos

zombis de adelante, por dao colateral, recibieron tambin una buena oleada de calor sobre

el cuerpo.

Quera un susto? entonces, all, tena uno.


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Ilustracin portada:

Sonia Serrano Daz

Un agradecimiento especial a los escritores y

colaboradores que hacen posible este proyecto literario.

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