Revista Cromos 95 años

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E D I C I Ó N D E A N I V E R S A R I O Nº 4.812. junio 17 de 2011 - Colombia: $8.000 Venezuela: US$4,00 Ecuador: US$4,00 USA: US$6,00

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Edición especial de aniversario

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E D I C I Ó N D E A N I V E R S A R I O

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S u s c r i p c i o n e s ,

v e n t a s y d i s t r i b u c i ó n

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ROGERBLACK

LA DESCARADACOMBINACIÓN

EBRIDADESDE CELEBRY NOTICIAS

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“SIEMPRE ME HA GUSTADO

QUE MANEJA CROMOS”.

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ABELARDO ARBOLEDA Dejó Popayán con la ilusión de conquistar la capital. Tipógrafo como su padre, llegó a la capital sin un peso en el bolsillo y empezó a abrirse camino, hasta que un tiempo después convenció a su papá de abrir una impren-ta. Fue allí donde se imprimieron los primeros ejemplares de una aventura periodística llamada CROMOS, que fundó en 1916 cuando tenía 35 años junto con su amigo Miguel Santiago Valencia.

MIGUEL SANTIAGO VALENCIA Quería viajar por el mundo y escribir. Por eso, salió primero de Popayán en 1910, rumbo a la capital y con la intención de ser periodista, el primer paso para cumplir su sueño de escritor. Tenía sólo 25 años y su ímpetu lo llevó a París, donde entre letras y bohemia se le ocurrió la idea de crear una revista. A su regreso, buscó a Abelardo Arboleda, con quien había viajado del Cauca a Bogotá, y concre-taron el proyecto.

15 DE ENERO DE 1916 C.95EL NACIMIENTO

Hoy efectúa CROMOS su aparición al público, que ansioso la esperaba de tiempo atrás.La precisión de obtener en el extranjero buena parte de los elementos para nuestra empresa y las innúmeras dificultades con que se lucha para todo negocio más allá de los mares explican la tardanza con que se publica por primera vez esta revista que, según los prospectos de ella, hemos hecho conocer profusamente dentro y fuera del país, a mediados del último año, debió comenzar su edición en agosto.Anhelábamos, y conceptuamos haberlo con-seguido, situarnos a cubierto de contingen-cias que nos impidan cumplir el programa que nos hemos trazado, de fundar y sostener en la República, mejorándola gradualmente, una revista gráfica semanal al estilo de las que cau-tivan el favor de las gentes en las principales capitales europeas y americanas, una publi-cación donde se registre el movimiento lite-rario, científico, artístico, social y político de la Nación colombiana y donde quede también constancia de lo más notable e interesante que acontezca en los demás pueblos del planeta, todo con abstracción de los demás temas, que son materia de acaloradas divergencias y enco-nadas disputas entre los hombres, procurando siempre que el arte y el buen gusto presidan todas las páginas de la revista.Los lectores con que ya contamos y los que a ellos se agreguen, así lo esperamos de la tenaci-dad de nuestro esfuerzo y de los propósitos que nos guían, serán el juez que falle sobre la bondad de nuestra labor. CROMOS procurará, semana a semana, no desmerecer el puesto en que, con el favor general, aspira a colocarse. Agradece el concurso que literatos, poetas, artistas, lectores y anunciadores le han brindado a porfía, desea para todos ventura en el año que empieza y se complace, al propio tiempo, en saludar de ma-nera cordial a la prensa colombiana, con la cual espera trabajar sin tregua por el adelanto moral y material de la Nación, no esquivando su aplauso para todo lo útil, benéfico y provechoso.Natural es que se adviertan lunares u omisiones en esta primeras entrega, pero no hemos vaci-lado en darla a la circulación tal como está, antes que retardarla más tiempo, circunstancia ésta que nos habría permitido obtener mayor perfec-ción gráfica, pero que nos habría impedido cum-plir oportunamente con nuestros favorecedores.Ya irán notando ellos los progresos que vayamos introduciendo cada semana.

11LA PRIMERA EDITORIAL

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15 DE ENERO DE 1957 C.95LA LECT RA

El día en que cumplía siete años, en 1957, a Amparo Hurtado le tomaron esta foto. Desde entonces ha sido fiel lectora de CROMOS. Hoy tiene 60 y espera cada edición con el mismo entusiasmo que cuando era una niña.

12FIDELIDAD

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EDICION 2092 Junio 24 a 30 de 1957Valor de la edición 80 centavos

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VIVIMOS PARA CONTAR Y CELEBRAR

Ese es el sentimiento que despierta CROMOS, por curiosa, por persistente, por no dejar de ver desde 1916 hasta hoy, a Colombia y a los colom-bianos en todas sus edades, curvas, formas y co-lores. Por no querer olvidar. Por frenar el tiempo en una página, asi sólo sea por un instante. Por hacer la pausa. Por querer conversar. Por darle harto espacio, en un mundo claustrofóbico, a la palabra. Por poner a bailar a la fotografía a sus anchas en grande salones bajo grandes lámpa-ras. Por creer que la emoción es una historia a veces muy vestida a veces escasa de indumenta-ria, pero siempre exquisita en detalles y pompa. Por inspirar a los demás con una buena imagen de ellos mismos. Reflejo certero. Espejo de una sociedad. Álbum de momentos gratos. Aroma de sus afectos. Por buscar su propia definición en los sentimientos que despierta en sus lectores. Por acercarse a todos, desde nuestra gran lectora de marras, Amparo Hurtado de Trespalacios, que guarda como un tesoro su foto de niña con la revista, hasta un ciudadano del mundo como Roger Black, que dice y no le cuesta decirlo, que el encanto de CROMOS es "esa descarada com-binación de noticias y celebridades" que todo el tiempo manejamos y que todo el mundo es-pera en cada edición, sin excepción, como en esta revista especial de aniversario, la 4.812. Un ejemplar de colección, memorioso, orgulloso y radiante de su exceso de peso y de páginas.

EL QUE MIRA UN RATO PARA UN LADO Y PIERDE LA ATENCIÓN ES UNA SIMPLE VELETA, PERO EL QUE MIRA Y MIRA Y MIRA DURANTE 95 AÑOS SEGUIDOS, SIN PESTAÑEAR, ES UN SOL PACIENTE Y CON OFICIO, UN CORAZÓN APASIONADO, SIEMPRE LATIENDO LO MÁS CERCA, UNA MIRADA CER-TERA DIGNA DE TODA NUES-TRA VANIDAD Y RESPETO.

DIRECTOR C.95@JAIROCROMOS

JAI OR DUEÑAS

JJDD

14EDITORIAL

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No diría la verdad si dijera que leí 95 años de revistas CROMOS, una tras otra, lo cual significaría haber pa-sado años leyendo unas 45.000 páginas. Otros hicieron el trabajo de espulgar las revistas de casi un siglo de pe-riodismo, para entregarme unas 100 historias a partir de las cuales yo debía escoger sólo 13 textos: los que más me gustaran, los más representativos, los mejores.

Cuando uno hace una antología de textos, ocurre lo mismo que le pasa a una muchacha cuando se va a casar: al escoger a uno se está desechando otro que tenía tam-bién sus virtudes. Si se escoge el más bueno, se desecha el más apuesto, o el más rico, o el más risueño. Salvo casos excepcionales, casi nunca un texto (o un novio) reúne ab-solutamente todas las virtudes. Se quedan por fuera his-torias magníficas. Algunas las excluí porque –pese a ser muy logradas–, eran muy conocidas (como el reportaje a ‘Cochise’ de Gonzalo Arango). Otras, porque el espacio no había permitido redondear bien una buena crónica. Si algún periodista se siente injustamente excluido, le ruego que me tenga en cuenta –como atenuante– el hecho de que también me excluí a mí mismo de esta selección.

Debo ahora decirles algo a los nostálgicos que piensan que todo-tiempo-pasado-fue-mejor, y que hace un siglo se escribía mucho mejor periodismo que hoy en Colom-bia: no es cierto. El promedio de las crónicas de las últi-mas décadas es mejor que el promedio de las primeras. Por eso no fue fácil escoger piezas representativas de los primeros años. Escogí una del primer año de la revista, por simpatía y quizá por algo de regionalismo. Escogí otra sobre una reina de belleza (la más famosa del país), no tanto por tener una escritura excepcional, sino porque una de las tradiciones de CROMOS –con todo el encanto que tiene esta cursilería– es publicar crónicas de reinas de belleza. Por el mismo motivo está presente también una crónica temprana sobre una de nuestras divas más emblemáticas: Amparo Grisales.

Hubo momentos en que la revista, quizá sin saberlo, estaba haciendo historia. Las crónicas de García Márquez sobre su viaje a la Cortina de Hierro, eran ya el comienzo de una decepción planetaria que no cuajaría hasta 1989. Publicamos sólo uno, de varios reportajes magníficos, por-que no queríamos repetir autores. Algo parecido ocurre con otro cronista excepcional: Germán Castro Caycedo. Sus encuentros con Pablo Escobar merecerían estar todos aquí, pero uno no se casa dos veces con el mismo novio.

Creo que CROMOS tampoco supo que al publicar unas reflexiones de Álvaro Gómez Hurtado –rescatadas por la ágil y amena prosa de Jota Mario Arbeláez– estaba publi-cando lo que es, probablemente, el primer fragmento de un libro de secuestrados, hoy ya todo un género nacional. Y en este caso de gran calidad. Tampoco la revista supo, quizá, que Juan Gossaín, con ese ojo de adivino que tie-nen los grandes periodistas, estaba descubriendo, sin sa-berlo, a un deportista que llegaría a ser leyenda: Pambelé.

Mi deformación profesional se notará cuando vean que escogí una rara entrevista en la que García Márquez le revela al poeta Juan Gustavo Cobo Borda las claves poé-ticas de su prosa. Esto lo compenso con dos textos que se acercan más a la maravilla de la cultura popular: Santiago Gamboa sobre Corín Tellado y Marianne Ponsford sobre Chavela Vargas. Hay además una entrevista ejemplar de una reconocida maestra en el género: Margarita Vidal. Y como no podía faltar, para el tema de la violencia política, escogí una gran crónica sobre la tortura, de Ligia Riveros, una periodista que –precisamente por publicar este tipo de trabajos– tuvo que exiliarse para siempre del país.

“SALVO CASOS EXCEPCIONALES, CASI NUNCA UN TEXTO REÚNETODAS LAS VIRTUDES. SE QUEDAN POR FUERA HISTORIAS MAGNÍFICAS”

ESCRITOR Y PERIODISTA C.95

ESCOGER 13 HISTORIAS

HÉCTOR ABAD FACIOLINCE Es uno de los escritores más im-portantes del país. Después de pasar por las facultades de Medicina, Filosofía y Comunicación Social, estudió Literatura y Len-guas Modernas en la Universidad de Turín, Italia. Ha sido columnista de El Colombiano, CROMOS, Cambio y El Malpensante, y hoy mantiene su columna en El Espectador. Algunos de sus libros son Basura, Fragmentos de amor furtivo y El olvido que seremos.

16TEXTOS MEMORABLES

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“Queremos que con su ojo de fotógrafo experimentado escoja las 95 mejores fotografías de la historia de la re-vista”, dijo Jairo Dueñas y me entregó un pesado paquete que contenía miles de reproducciones de material gráfico publicado por CROMOS durante su largo recorrido. Tre-menda responsabilidad la de actuar como juez de este concurso de belleza fotográfica. Afortunadamente ya se había realizado un trabajo de selección previo, confiado a Angélica Teuta, joven y reconocida artista plástica, quien durante más de seis meses se sumergió en el millonario archivo de la publicación, la mayoría de las cuales fueron realizadas antes de que ella naciera. Con la mirada voraz del viajero que se enfrenta a un paisaje nuevo, Angélica recorrió una a una las ediciones de la revista desde su fundación, estudiando el universo de imágenes captadas por tantos profesionales de la fotografía que han transi-tado esta institución editorial durante su vida centenaria. Gracias a su selección mi periplo fue mucho más corto, pero debo advertir que necesariamente mi labor hereda su mirada.

El paquete que me entregó el director contenía 2.634 fotografías cuidadosamente clasificadas en 95 sobres rotulados por año de publicación a partir de 1916. Allí empezó mi viaje de vértigo en la máquina del tiempo, con la difícil misión de definir los 95 ganadores de un campeonato de miradas; ¡vaya audacia la del director al delegarme semejante poder! Lo cierto es que acepté el reto y debo confesar que el ejercicio ha sido una de las experiencias más enriquecedoras que he vivido. Empecé por hacerme preguntas formales como; ¿qué es una buena fotografía?, ¿la que cuenta con una bonita iluminación?, ¿la que registra un momento significativo?, ¿aquella que narra una historia, que capta el mejor ángulo de un per-sonaje? Pronto descubrí que por ahí no llegaría a ninguna parte porque, si bien CROMOS ha sido la revista social y de la modernidad colombiana por excelencia, no hay tema de interés nacional que no haya sido registrado en sus páginas, así que no podía aplicar un esquema único.

La fotografía en CROMOS ha representado todas las modalidades del oficio: el retrato, la reportería, el docu-mento, la foto de estudio, el registro social y la puesta en escena. Así que abandoné mis pretensiones académicas y me dejé llevar por la simple emoción, entregándome al placer de la mirada, confiando en el buen criterio de mi joven avanzada y en mi propia experiencia en el mundo de la imagen, lo que me debería llevar con certeza hacia las mejores imágenes, bajo la premisa de que toda foto-grafía tiene significado y capta la atención del especta-dor en la medida que su contenido se relaciona con la experiencia e información personal de quien la observa. Ante mí desfilaron mujeres hermosas, artistas famosos, eventos sociales, tragedias, paisajes, deportistas, actores, acontecimientos políticos y culturales etc., y yo sencilla-mente fui registrando aquellas fotos que mayor impacto espontáneo me producían. Aquí está el resultado.

Este trabajo constituye un homenaje a todos los profe-sionales de la fotografía que han contribuido a la construc-ción de la huella visual del país. Destaco a vuelo de pájaro a Melitón Rodríguez, Benjamín de la Calle, Mariano Arroyo, Jorge Obando, Leo Matiz, Roberto Sanmartín, Sady Gon-zález, Luis Gaitán, Nereo López, Guillermo Angulo, Fer-nell Franco, Eduardo Klenk, Jorge Torres, Alfonso Durier, Daniel Jiménez, Hernán Díaz, Alfonso Reina, Guillermo Torres, Juan Manuel García, Iván Velandia, Richard Em-blin, Julián Lineros, Hernán Puentes, David Schwarz, Cé-sar Carrillo e Inaldo Pérez.

“ABANDONÉ MIS PRETENSIONES ACADÉMICAS Y ME DEJÉ LLEVAR POR LA EMOCIÓN, ENTREGÁNDOME AL PLACER DE LA MIRADA”

FOTÓGRAFO C.95

EL REINADODE LA MIRADA

CARLOS DUQUEEs diseñador gráfico y afamado publicis-ta, pero reconoce que disfruta más la fotografía. Carlos Duque es referente obligado para quienes quieren desempeñarse en cualquiera de estos campos. No le mo-lesta que lo llamen el fotógrafo social de los poderosos, pero son ellos los que aceptan posar y lo hacen siguiendo un libreto que él ha estudiado para cada uno. Varios de esos retratos han pasado por las páginas de CROMOS.

18POSTALES

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Nada más arbitrario ni más difícil que hacer una selección como la solicitada por CROMOS para celebrar sus 95 años de éxitos. Personajes destacados en nuestro país desde el nacimiento de la revista hasta hoy, en todos los campos de la sociedad. La filosofía, las artes y las letras; la ciencia, la polí-tica, el deporte, los medios de comunicación, la empresa, etc.

No caben por decisión editorial los individuos con per-files delictuosos como Tirofijo y Pablo Escobar, célebres por el inmenso daño que le ocasionaron al mundo y que ocuparon por desgracia amplio espacio informativo.

En mi caso, entre la política, la poesía y el periodismo, habría agotado el límite de los 95 personajes, pero ¿cómo dejar por fuera las personalidades que en estos tiempos del internet y del twitter se llevan el favoritismo indis-cutible de la gente?

Lo otro, evitar que los personajes más cercanos en tiempo a la fecha actual, resulten privilegiados. Mis parámetros:1°: Los que lograron un reconocimiento internacional

indiscutible2°: Los presidentes de la República3°: Los que no llegaron pero calificaban para jefes de

Estado4°: Las víctimas de la violencia5°: Un personaje de leyenda muerto en la lucha6°: Los pensadores y los poetas7°: Los promotores de cultura8°: Los artistas9°: Los periodistas y comunicadores10°: Los deportistas11°: Los músicos12°: Los empresarios.

Reconocimiento internacional:Gabriel García Márquez, Fernando Botero, Rafael Puyana, Sofía Vergara, Shakira, Juanes, Juan Pablo Montoya, Camilo Villegas, El Pibe Valderrama, Helmuth Bellingrodt, Édgar Rentería.Jefes de Estado:Pedro Nel Ospina, Alfonso López Pumarejo, Darío Echandía, Alberto Lleras, Laureano Gómez, Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Michel-sen, César Gaviria, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón.Tenían los méritos para llegar a la Presidencia:Jorge Eliécer Gaitán, Gilberto Alzate Avendaño, Álvaro Gómez Hurtado, Luis Carlos Galán.Víctimas de la violencia:Guillermo Cano Isaza, Bernardo Jaramillo Ossa, Carlos Pizarro León Gómez, Diana Turbay.Muerto en combate:Camilo Torres Restrepo.Pensadores, poetas y promotores de cultura:Baldomero Sanín Cano, Guillermo Valen-cia, Nicolás Gómez Dávila, Danilo Cruz Vélez, Porfirio Barba Jacob, León de Greiff, Eduardo Carranza, Álvaro Mutis, Fernando Vallejo, Jaime Jaramillo Escobar (X504).,Luis Ángel Arango, Belisario Betancur.Artistas:Andrés de Santamaría, Luis Enrique Osorio, Alejandro Obregón, Eduardo Ramírez Villamizar, Feliza Bursztyn, Carlos Rojas, Beatriz González, Santiago Cárdenas, Juan

“ENTRE LA POLÍTICA, LA POE-SÍA Y EL PERIODISMO, HABRÍA AGOTADO EL LÍMITE, PERO ¿CÓMO DEJAR POR FUERA A LAS PERSONALIDADES DE LOS TIEMPOS DE INTERNET?”

PERIODISTA C.95MIS NOVENTA Y CINCO

ALBERTO CASAS SANTAMARÍAUn cachaco muy chirriado que ha pa-sado por el servicio diplomático, por el gabinete ministerial y el Capitolio, pero que encontró en el periodismo su verdadera vocación. Ha estado en tele-visión, en medios impresos, y es uno de los símbolos de veteranía y seriedad en la W, de Caracol Radio. Además de buen asistente a eventos sociales, el negocio del arte le ha copado buena parte de su tiempo. Fruto de ello es la prestigiosa galería Casas Riegner.

Cárdenas, Doris Salcedo, Óscar Muñoz, Miguel Ángel Rojas, Danilo Dueñas.Periodistas y comunicadores:Ricardo Rendón, Hernando Santos Castillo, Enri-que Santos Castillo, Gloria Valencia de Castaño, Fernando González Pacheco, Fernando Londoño Henao, Fernando Gómez Agudelo, Héctor Osuna, Felipe López Caballero, Yamid Amat, Julio Sánchez Cristo, Daniel Coronell.Deportistas:Rodrigo ‘Rocky’ Valdés, Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, Lucho Herrera, Willington Ortiz, Faustino Asprilla, René Higuita, Iván Ramiro Córdoba, Francisco Maturana, María Isabel Urrutia, Falcao García.Músicos:Luis A. Calvo, Pedro Morales Pino, Luis Antonio Escobar, Rafael Escalona, Lucho Bermúdez, Carlos Vives.Empresarios:Don Pepe Sierra, los Hermanos Samper Brush (Santiago, Antonio, José María ), don Alejandro Echavarría, Ernesto Cortissoz, Hernán Echavarría, Julio Mario Santo Domingo, Carlos Ardila Lülle, Luis Carlos Sarmiento Angulo, Arturo Calle, Eduardo Macías y Beatriz Fernández, Andrés Jaramillo (Andrés Carne de Res)Como ñapa y considerando que CROMOS es la revista de la belleza y la moda por excelencia, incluí a Luz Marina Zuluaga y Silvia Tcherassi.

Confieso que se me quedaron varias figuras entre el tintero.

20PERSONAJES CROMOS

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Tener la mente abierta para abordar la realidad desde di-ferentes temáticas. Este es el común denominador entre lo que publica CROMOS en sus páginas y lo que dibujo en mis caricaturas. Por eso cuando me invitaron a hacer parte de esta edición especial y escoger las caricaturas más representativas de los últimos 95 años, sabía que tenía una responsabilidad enorme.

Recibí 60 caricaturas y escogí las que, a mi parecer, reúnen un equilibrio entre el valor estético y el valor histórico que defiende esta publicación. Tarea minuciosa y exigente, pero sin duda placentera porque durante el recorrido me encontré con el trabajo de grandes expo-nentes de este oficio, porque si hay algo que se debe re-saltar es que CROMOS ha sido la casa de la mayoría de los caricaturistas colombianos.

A Rendón lo escogí por su simplificación en la com-posición sin perder de vista los detalles de denuncia po-lítica y social. A Mordillo, porque ofrece una visión más universal, mientras que Antonio Caballero se asegura de que su humor gráfico sea consecuente con su pensa-miento político.

Barti, con sus elementos de historieta, conformó una etapa de CROMOS en la que las ilustraciones adornaban las portadas, dándole mayor importancia a la imagen grá-fica y manual. Muy consecuente con la intención de la revista de mostrar una estética más audaz y visual.

Porque si hay otro rasgo que identifica a CROMOS es su habilidad para transformarse y cambiar todos los días. Por eso me emocionó encontrarme con dos obras de Guerreros, muy puntuales con la realidad de finales de los 80, ratificando el manejo de actualidad y libertad de expresión de la publicación.

Es tal vez esa dinámica de riesgo, de innovación, de independencia en la parte visual, lo que hace que me sienta cómodo colaborando con esta publicación. Apre-cio el respeto que tienen por mi trabajo, al tiempo que agradezco ser partícipe de este especial de 95 años de historia, de imágenes, de caricaturas.

“RECIBÍ 60 CARICA-TURAS Y ESCOGÍ LAS QUE, A MI PARECER, REÚNEN UN EQUILIBRIO ENTRE EL VALOR ESTÉTICO Y ELVALOR HISTÓRICO”

CARICATURISTA C.95

UNA REALIDAD DIBUJADA

YAYOCon 26 años de carrera, Diego Herrera es uno de los mejores en su campo: caricaturas sin texto. Graduado en Bellas Artes y Publicidad, ha recibido premios en Colombia, Europa y Japón. Desde 1987 está radicado en Canadá. Colabora con publicaciones locales, pero tam-bién para medios de Estados Unidos, Francia y Colombia.

22CARICATURAS DE SIEMPRE

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TEXTOSMEMORABLES

PERSONAJES

POSTALES

DIEZ Y NUEVE RETOÑOS es la crónica escrita por Jaime Mejía, un médico antioqueño que destacó a los espo-sos Emiliano Botero y Rosario Gómez, que formaron una familia de 19 hijos.

UN POETA REBELDE, UN EMPRESARIO que influyó en el poder político y un filósofo colombiano que fue traducido al alemán.

LAS IMÁGENES DE UN PAÍS que empezaba a desarrollarse, los símbolos de progreso y la vida social de las ciudades.

SOCIALES - MODA

CARICATURA

LOS GRANDES MATRIMONIOS DE SOCIEDADocupaban el corazón de las páginas sociales. Las tendencias de París y las grandes luminarias del cine internacional era las que marcaban el ritmo sartorial.

UNA MIRADA PARTICULAR de los personajes de la época, algo de humor y trazos elegantes para hablar de la moda francesa.

JOHN GIRALDOArtista gráficoRetomó el estilo clásico de la re-vista y lo proyectó hacia el futuro.

MARTA GRANADOSDiseñadora gráfica“Este diseño recrea el aniversario 95 de la revista. Estos años son la razón de una imagen cuyos fundamentos constructivos y cromáticos traducen con gran síntesis la fiesta conme-morativa de CROMOS”.

MARCO MOJICAArtista “Tuve en cuenta la palabra ‘Cro-mos’, el número 95 (XCV) y una imagen que no fuera una ilustra-ción. Una vieja estampa de los 60 fue el punto de partida para reali-zar una pintura donde seis muje-res celebran o exhiben con orgu-llo unas carteras estilo Mondrian que hacen dialogar alegremente a Calvino con Calvin Klein”.

LAS PORTADAS DE CROMOS SEGÚN...

E D I C I Ó N D E A N I V E R S A R I O

Nº 4

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p. 54p. 64p. 80p. 96p. 110

p. 90 p. 91

p. 48

p. 118

p.74

p.44

p.46

p.34

p.42

SUMARIO1916-16 1933

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1936-1982

TEXTOSMEMORABLES

PERSONAJES

POSTALES

LOS GRANDES CRONISTAS DEL PAÍS dejaron testimonio de sus primeros escritos en las páginas de CROMOS.

LOS POLÍTICOS, EMPRESARIOS, periodistas, escri-tores, pintores y reinas más destacados del país en estos cincuenta años.

RETRATOS COTIDIANOS DEL ÁMBITO rural y urba-no que reflejan el estilo de vida, el desarrollo y la política de un periodo convulsionado. Años que fueron testigos de revoluciones políticas, gestas deportivas y la coronación de la única colombiana en Miss Universo.

SOCIALES - MODA

CARICATURAS

TENDENCIAS Y EVENTOS que mandaron la parada en una época de grandes cambios.

LA REALIDAD NACIONAL REFLEJADA en los trazos de los mejores caricaturistas del momento.

p. 150p. 166 p. 204p. 216

LAS PORTADAS DE CROMOS SEGÚN... MARÍA DE LA PAZ JARAMILLO - P. 182 ÁLVARO BARRIOS - P. 254

p. 142 p. 162p. 174 p. 194 p. 224p. 244

p. 136 p. 138 p. 139p. 158 p. 159

p. 160 p. 188 p. 189 p. 190 p. 191

p.170

p.156

p.124

p.140

p.134

p. 274

p. 172p. 186 p.192

p. 210 p. 211p. 212 p. 242 p. 243

SUMARIO

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1985-2011

TEXTOSMEMORABLES

PERSONAJES

POSTALES

NUESTRAS PLUMAS DESCRIBIERON, a su manera, la barbarie y retrataron las divas propias y extranjeras.

POR LAS PÁGINAS DE CROMOS DESFILARON los líderes de opinión, los empresarios, los deportistas y los artistas que marcaron el aconte-cer nacional y protagonizaron las historias más reales e insólitas.

LA VIOLENCIA POLÍTICA entró con fuerza en nuestras páginas, mientras los artistas gana-ban espacio y se lo disputaban con las grandes divas y la farándula criolla.

SOCIALES - MODA

CARICATURAS

LOS MATRIMONIOS DE NUESTRAS más queridas reinas y lo mejor de las pasa-relas nacionales

GUERREROS REFLEJÓ LA GUERRAen su particular estilo.

p. 286p. 296p. 310p. 318p. 346

LAS PORTADAS DE CROMOS SEGÚN... VÍCTOR ESCOBAR - P. 324 JAIME ÁVILA - P. 362

p. 290p. 304p. 334

p. 264p. 266p. 268p. 282p. 283p. 302

p. 303p. 314p. 315p. 328p. 330p. 332

p.316

p.258

p.270

p.278

p.262

p. 358p. 360

p. 350p. 352p. 354p. 355p. 356

SUMARIO

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NA

HOYOS

LO QUE HIZO

Ana Mercedes Hoyos Estudió Artes Plásticas en la Uni-versidad de los An-des. Después pasó a la Universidad Na-cional, aunque no se graduó de ninguna. Empezó a exponer en 1966 y desde el comienzo su obra ha estado vinculada al movimiento pop. En los años 80 recreó bodegones famosos de la historia del arte, retomó los colores vivos y casi planos, y abordó motivos nacionales. Ha participado en exposiciones individuales y colec-tivas en Colombia, Estados Unidos y Europa, y su obra es una de las más famosas y vendidas fuera del país.

2011

CON ESTA PORTADA

“Escogí esta portada por el protagonismo que los afro-colombianos han tenido en la historia de Colombia. Creo que el futbolista Faus-tino Asprilla es uno de los personajes más destacados del deporte colombiano”.

MERCEDES

30CROMOS HECHA ARTE

Page 30: Revista Cromos 95 años

EL TINO EN BLANCO Y NEGRO

27,5X22 CM

LÁPIZ SOBRE PAPEL

31

Page 31: Revista Cromos 95 años

POSTALES

TEXTOS MEMORABLES

CARICATURAS EN EL TIEMPOPERSONAJES CROMOS

1916 1921

ESTILO CROMOS

EMOCIONES CROMOSDaniel Samper OspinaGustavo Álvarez GardeazábalMargarita Vidal

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Page 33: Revista Cromos 95 años

SOCIEDAD 1916LOS MODERNOS

34POSTALES

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Estos cinco ilustres bogotanos podrían ser también un ejemplo de la llegada de la modernidad. Muy clásicos y con la actitud de dandis europeos, posaron en el parque de la Independencia cuando el país aún no llegaba a la segunda década y trataba de asimilar las corrientes de desarrollo que movían el resto del mundo. Ellos fueron: Guillermo Piedrahíta, Jorge Herrera Lombana (de bastón), Pío Cantini, Alfonso del Castillo Gutiérrez, que entonces vivía en Nueva York, y Carlos Arturo Torres Pinzón.

35

Page 35: Revista Cromos 95 años

ESTILO DE VIDA 1916LA SAGRADA FAMILIA JAIME MEJÍA fue un médico antioqueño que envió a la

revista esta foto de autor desconocido, acompañada de una crónica escrita por él.

36POSTALES

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Esta es la representación de la típica familia antioqueña y en ella están don Emiliano Botero y su esposa doña Rosario Gómez, “cuyas entrañas han sido santificadas diez y nueve veces con el dolor fecundo de la maternidad”. Así lo contó la crónica que acompañó la foto cuyo título La sagrada familia rendía homenaje a los once hijos varones y las ocho mujeres de los Botero Gómez. La historia también fue el pretexto para hablar de la raza paisa en el mundo, con anécdotas de antioqueños que vivían en Nueva York, Moscú y París.

37

Page 37: Revista Cromos 95 años

SOCIEDAD 1916BELLEZA NACIONAL

En una época sin modelos ni reinas, la revista le dedicó desde el comienzo una página a la belleza de las colom-bianas, con fotos de jóvenes de la alta sociedad. Cada semana, ellas se convertían en personajes en Bellezas nacionales, una sección que después se llamó Álbum de Cromos, hasta que desapareció en los años 30. Allí apa-reció la señorita Ana Peñaranda Arenas, de Cúcuta, con un estilo romántico calcado de la moda europea y un peinado que caracterizaba a las mujeres de comienzos del siglo XX.

MARIANO ARROYO fue el primer reportero gráfico de CROMOS y su nombre aparecía en los créditos como el autor

de todos los fotograbados de la revista

38POSTALES

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ACTUALIDAD 1918FE EN MONSERRATE

La peregrinación al cerro de Monserrate tuvo un especial significado en febrero de este año, pues los bogotanos quisieron de esta manera agradecerle a Dios por haber detenido los temblores. El primero sucedió el 31 de octubre de 1917, que destruyó parte de la ciudad, y luego hubo otros 44 temblores durante noviembre que causaron pá-nico colectivo. La fe llevó a los bogotanos a la cima del cerro tutelar, donde todavía estaba la vieja ermita y apenas se pensaba en construir el nuevo santuario del Señor Caído de Monserrate.

39

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CESAR GAVIRIA

ROBERTO POMBO

JULIO SÁNCHEZ CRISTO

SE INVENTÓ LA SERENIDAD PARA VER LA REALIDAD Y FUE PIONERA EN VARIOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS, DESDE EL REGISTRO DE LA ACTIVIDAD SOCIAL HASTA LA CRÓNICA FRONTERIZA CON LA LITERATURA. ¡Y VIVE!

A través de las páginas de Cromos Colombia entró en la modernidad, se empapó de la moda europea, se enteró de la Segunda Guerra Mundial.

DIRECTOR DE LA W RADIO

DIRECTOR DE EL TIEMPO

EXPRESIDENTE

CROMOS ES LA ACTUALIDAD ILUSTRADA

CROMOS LE HA TOMADO EL PULSO AL PAÍS, AL CONFLICTO, A LAS HISTORIAS DE SU GENTE Y NOS HA MOSTRADO LO MEJOR DE NUESTRA TIERRA: NUESTRAS REINAS. SALUD POR CROMOS.

CROMOS ES LA MAMÁ DE TODAS LAS REVISTAS COLOMBIANAS.

EMPRESARIOJULIO MARIO SANTO DOMINGO

“HAY PALABRAS QUE SE QUEDAN A VIVIR CON UNO COMO MANGO, NÍSPERO, CHIRIMOYAY CROMOS.

40EMOCIONES CROMOS

Page 40: Revista Cromos 95 años
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RENDÓN 1921

GUILLERMO VALENCIA

RENDÓN 1921DOLUM ADSOP

42CARICATURAS DE SIEMPRE

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Page 43: Revista Cromos 95 años

a leyenda dice así, textualmente:“Envío para CROMOS esta curiosa fotografía. Es

una familia antioqueña, o diré mejor, de Caldas, del distrito de Pácora. El matrimonio ha tenido diez y nueve (19) hijos, todos vivos, y son los que figuran en el cuadro. El padre se llama Emiliano Botero, de Sonsón, y la madre es la señora Rosario Gómez, de La Ceja. La señora tiene cuarenta y tres (43) años de edad y el señor Botero cincuenta y cuatro (54). La fotografía fue tomada en la casa de campo del

señor Botero, en Pácora, en el punto llamado San Lorenzo”.Esto es lo que reza en la escritura que el doctor Mejía ha

puesto en el reverso de tan interesante medallón.La fotografía que nos da a conocer esta “sagrada familia”

en toda su extensión, es, por sí sola, una exégesis completa, una explicación clara y terminante de aquello que llamamos la preponderancia de la raza antioqueña. Después de admi-rar este cuadro cuyo conjunto podría haber sido blasón y donaire de una página bíblica, se explica uno el porqué del ímpetu avasallador, del desbordamiento innumerable del “antioqueñismo”, de eso que en otros lugares, en donde la procreación no alcanza cifras tan respetables, hemos dado en bautizar con el nombre de “invasión antioqueña”. Esta familia y aquella otra de Envigado que contó treinta y tres hijos, nos dice en lenguaje claro, con hechos “de bulto”, por qué es que hay tanto antioqueño, tanto paisa diseminado por el haz de la tierra. Antioqueños hay por todas partes. La montaña es incapaz de contener en su seno a sus propios hijos. La raza se desborda, se disemina y va, como una tribu bíblica, a poblar latitudes extrañas que ella va conquistando y haciendo propias a fuerza de labor, de faena indeclinable y tesonera. En Nueva York hay verdadera colonia antioqueña y allí, en el bullicio y el trajín de la urbe gigantesca, encuen-tra uno de golpe, un antioqueño que explota, por ejemplo, la industria del café molido, colombiano. En París hay un peluquero antioqueño que tiene “la mejor peluquería de la cuadra”. Y un cronista español nos cuenta que cuando en un teatro de Moscú mataron al ministro Stolypine con tres disparos de pistola, una voz castellana subrayó la tragedia con estas dos conocidas palabras: ¡Ahí es!

CRÓNICA COSTUMBRES

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POR TIC-TAC

CROMOS reproduce hoy una fotografía enviada desde las mon-tañas antioqueñas. El original tiene al respaldo una interesante leyenda firmada por un distingui-do médico antioqueño, el doctor Jaime Mejía, quien ejerce su magisterio en Salamina.

Nada mejor que empezar nuestra lista de 13 textos memorables con esta crónica, que describe la familia paisa formada por una mujer de 43 años, su esposo de 54... ¡y 19 hijos! Un emotivo retrato, mezcla de la nostalgia y la tradición antioqueñas.

DIEZ Y NUEVE RETOÑOS

TEXTOS MEMORABLES

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El cronista buscó a quien así hablaba en plena Rusia y se encontró con que era un suramericano de Antioquia (Co-lombia). Allá había un antioqueño, allá había un representativo de la montaña. Y en ese momento fue tipo de expan-sión, un agente del rico idioma caste-llano, que en un momento psicológico habló como hablan en su solar nativo: ¡Ahí es! Así decimos aquí cuando ve-mos que alguno da en el blanco o ase-gura el golpe.

¡Diez y nueve hijos! Pasa, lector, los ojos por el cuadro y contarás diez y ocho, de izquierda a derecha. Por el momento te quedas preguntando por el otro, por el diez y nueve. Y tendrás que detallar algo para distinguirlo. Míralo allí, en el centro del cuadro, sobre el suelo, entre dos matas, acos-tadito y en actitud de morderse el pie izquierdo. Ese es el último de la gloriosa estirpe, si es que a sus papás no les da el cielo otro retoño para completar los veinte. Fíjate bien, lec-tor o lectora, en el chiquitín, y verás que sientes un gran deseo de alzarlo y acariciarlo y besarlo hasta hacerlo llorar. Porque ese “chino”, aunque es “el último”, viene a ser el primero. El primero en la paz, el primero en la guerra y el primero en el corazón de sus conciudadanos. Los últimos serán los primeros y, hoy por hoy, esa criatura es un símbolo, una culmina-ción, la coronación de un esfuerzo, el remate de una obra que merece res-peto y admiración y que se sintetiza en estas palabras: “Formar un hogar con diez y nueve hijos”.

En Alemania, en donde todo se edi-fica sobre el problema de la procrea-ción, los padres de estos diez y nueve hijos habrían merecido condecoración del emperador. En Francia, en donde canta otro gallo en estos asuntos, las gentes, al mirar este cuadro, pondrían la boca en forma de O.

Diez y nueve hijos. Once varones y ocho mujeres. Todos robustos y bien parecidos. Descalzos los pequeños (¡menudo problema de calzarlos a todos!) Pero así, descalzos, resultan más sencillos, más patriarcales, más humildes. Y los ama uno más porque los ve más campesinos y menos toca-dos de las complicaciones y exigencias de la ciudad.

Las tribus bíblicas no fueron tan numerosas. Jacob sólo tuvo once des-cendientes. Y eso que el Señor lo llamó y le dijo: “Tus descendientes se multi-plicarán como las arenas del mar y las estrellas de los cielos”. Yo me he pro-vocado de ir a Pácora, a pasarme unas horas al lado de esta familia que hace

honor a la raza y a la nacionalidad. Se-ría una agradable emoción esta de sen-tirse siquiera un momento bajo el alero de este hogar que cuenta diez y nueve “bendiciones” del Señor. ¡Qué bullicio! ¡Qué alegría! ¡Qué cantidad de deber cumplido! En los ojos de las mucha-chas adolescentes vería el paisaje de las líricas montañas antioqueñas; con los pequeños departiría en amable grupo fraternal, y al chiquitín le llevaría un juguete –cornetín, pelota de caucho, o automóvil– para que fuese y viniese feliz por los corredores de la casa pa-terna. Y don Emiliano y doña Rosario me invitarían, naturalmente, a su mesa abundante y nutrida y yo tomaría sobre aquel mantel limpio mi mazamorra, mi arepa y mi pedazo de panela, base de la preponderancia fisiológica y de la sa-lud y el vigor de los hijos de Antioquia.

¡La montaña! He aquí el secreto, he aquí la fuente generatriz de los impulsos de la raza. El aire puro, el oxígeno vivifi-cante, los árboles de verdura incompa-rable –liras armoniosas de los vientos libérrimos–; los ríos de aguas puras y sonoras; el maíz en todas sus derivacio-nes alimenticias, y como complemento de todo aquello, una etnografía propia, pensamiento propio, unidad de acción y, como total, esto: una entidad autóctona dentro del conjunto de las que compo-nen la unidad nacional.

Aire puro, maíz, panela, fríjoles y… buenas costumbres. Sobre todo, esto de las buenas costumbres. El individuo de la montaña es sano y no tiene los desgastes y las averías del hombre de la ciudad. La natura-leza es la única terapéutica posible, fuente de salud y alegría, irrestaña-ble y eterna. He aquí la fórmula: aire puro, maíz y… buenas costumbres.

Aquí tenemos el ejemplo. Aquí está el cuadro. Allí está don Emiliano Bo-tero, padre de diez y nueve hijos y mañana abuelo de doscientos nietos. Allí está, al lado de su marido, doña Ro-sario, cuyas entrañas han sido santifi-cadas diez y nueve veces con el dolor fecundo de la maternidad.

¡Dios te salve, reina y madre!

LA FOTO de esta crónica puede observarse en todo su esplendor en las páginas 36 y 37 de este especial.

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Francisco de Asís León Bogislao de Greiff (conocido también como “Leo Le Gris” y “Gaspar de la Nuit”) fue uno de los poetas colombianos más importantes del siglo XX. Perteneciente al movimiento Los Panidas, de Medellín –del cual también hacía parte el filósofo Fernando González–, De Greiff escribió una poesía novedosa e inteligente, en la que sobresalía su amplio vocabulario y los giros del castellano antiguo. Entre sus obras más destacadas están Bajo el signo de Leo y sus Mamotretos, nombre con que solía llamar varios de sus escritos.

SILENCIO, SILENCIO, SILENCIO.

EL AIRE CARGADO DE FUEGO.

EL SOL VENTILADO DE ACERO.

TEDIO. TEDIO. TEDIO.”CROMOS, 19 de agosto de 1959. Nº 2.200.

1895 - 1976

DE GREIFFPOETALEÓN

46PERSONAJES CROMOS

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OTOCAR SALAZAR 1951ANDRÉ GIDE

JAVALA1953SIN TÍTULO

48CARICATURAS DE SIEMPRE

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EDITORA DE MODA, REVISTA MARIE CLAIRE

ACTRIZ Y EX REINA

PERIODISTA FOTÓGRAFO

NINA GARCÍA

PAOLA TURBAY

GLORIA PACHÓN DE GALÁN

CROMOS CAPTURA PERFECTAMENTE EL ESPÍRITU DE COLOMBIA.

MAURICIO VÉLEZ

Esta revista siempre ha sabido capturar el pulso de lo que sucede en nuestro pais desde su politica, arte, cultura y sociales. Responde a todas nuestras inquietudes y curiosidades. ¡Feliz aniversario!

ME PARECE QUE CROMOSHA SIDO TESTIGO SOCIALY EXCEPCIONAL DE MUCHOS ACONTECIMIENTOS NACIONALES EN TODOSESTOS AÑOS. Estando en Roma hice algunos artí-

culos y entrevistas de política, arte, cine e incluso cumplí una misión muy especial en la que me acom-pañó Luis Carlos: cubrí la elección de Miss Universo en Grecia. No era fácil la comunicación, así que mandé todo y nunca le llegó a la revista. ¡Per-dimos el viaje y el trabajo pero nos divertimos!

¡QUE ES UNA REVISTA QUE HA CONTRIBUIDO DE MANERA MUY POSITIVA AL DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DE NUESTRA SOCIEDAD! SU PREOCUPACIÓN POR OFRECER UN MUY BUEN CONJUNTO DEIMÁGENES Y ARTÍCULOS HAHECHO QUE SEA PARTE DENUESTRO PATRIMONIO CULTURAL.

Mi primera columna. Socia-les... los almuerzos de Gon-zalo Córdoba... Qué buenos tiempos los que he vivido con CROMOS.

MINICROMOS, VICKY WEINSTEIN... LALO CORREA... ¡COLECCIÓN DE CD! ¿QUIÉN SALIÓ EN LA PORTADA ESTA SEMANA? MI PRIMERA PORTADA...

EMOCIONES CROMOS

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Page 51: Revista Cromos 95 años

CIENTÍFICO

PRESIDENTE CONSEJO EDITORIAL

EXPRESIDENTE

RODOLFO LLINÁS

ANDRÉS PASTRANA

EN ESTOS 95 AÑOS, CROMOS HA SIDO Y ES LA REVISTA PARA TODOS LOS COLOMBIANOS.

GONZÁLO CÓRDOBA MALLARINO

EVOCAR ESE PERÍODO DE MI VIDA ME PRODUCE PROFUNDA NOSTALGIA.

AL LADO DE ESCRITORES Y PERIODISTAS EXTRAORDINARIOS, CREO QUE CONSEGUIMOS APORTARLE ALGO AL PERIODISMO COLOMBIANO.

JUAN PABLO MONTOYA

PILOTO DE CARRERAS

CUANDO PIENSO EN CROMOS, PIENSO EN ACTUALIDAD Y MODA.

DESPUÉS DE CINCUENTA AÑOS FUERA AUN RECUERDO CON CARIÑO EL PAPEL BRILLANTE DE LA REVISTA Y LAS LINDAS FOTOS QUE LA ILUSTRABAN.

La palabra “Cromos” la conozco desde niño con relación a la revista. Siempre me llamo la atención que la revista se deletreaba con letra mayúscula al comienzo y al final de la palabra (CromoS). Cuando pregunté ¿por qué? a mi padre, me contesto “Cromos quiere decir colores y dice más una foto en color que mil palabras. Lo de las mayúsculas es para enfatizar que imprimen todos los colores”. Cromos como el Tiempo y el Espectador son para mí Colombia, y en particular, Bogota.

52EMOCIONES CROMOS

Page 52: Revista Cromos 95 años
Page 53: Revista Cromos 95 años

ACTUALIDAD 1918BOGOTÁ INUNDADA

El pronóstico de “abril lluvias mil” se cumplió ese año con fuertes aguaceros que fueron conside-rados entonces como históricos. La primera revista de mayo registró las inundaciones de algunos barrios de la ciudad, de apenas 141.000 habitantes y un escaso desarrollo en alcantarillado que dejaba a la población en un estado vulnerable frente a las aguas. En octubre de ese año, Bogotá sufriría la pandemia de gripa que afectó a cien mil personas.

54POSTALES

Page 54: Revista Cromos 95 años

DESARROLLO 1919SE ACABÓ LA SED

Trabajadores prueban la re-sistencia de uno de los via-ductos de madera que fueron construidos para llevar el agua a Bucaramanga, desde los ríos Tona y Arnania. El proyecto llenó de orgullo a los santandereanos y cum-plió el propósito de surtir a los 30.000 habitantes de la ciudad. Las estructuras de madera eran provisionales y quedaron listas en cinco meses, cuando el primer acueducto de la ciudad entró en funcionamiento.

55

Page 55: Revista Cromos 95 años

PAISAJE 1919LUZ EN LAS MONTAÑAS

Esa imagen podría ser un homenaje a los paisajes que ro-dean a la ciudad de Pasto. El autor es anónimo pero segu-ramente no quería dejar pasar el crepúsculo, pues los días despejados no son los más comunes en esta zona del país. En el pequeño valle de la izquierda se observa una pequeña población rodeada de la formación montañosa conocida como Nudo de los Pastos.

56POSTALES

Page 56: Revista Cromos 95 años

TECNOLOGÍA 1920LLAMADA MUY SOCIAL

En un acontecimiento social se convirtió uno de los ensayos tecnológicos más importantes de comienzos del siglo XX. En el campo del Polo Club de la capital se realizaron las pruebas de telefonía inalámbrica entre Bogotá y Girardot. Los aparatos, importados de Londres por la Compañía Marconi, fueron la atracción de quienes presenciaron este avance para las comuni-caciones del país.

57

Page 57: Revista Cromos 95 años

LUCIE LACAVA

ESTEBAN ESCOBAR

MÁS SABE EL DIABLO POR VIEJO QUE POR DIABLO,Y ESTE DIABLO ESTÁ MÁS COOL QUE NUNCA.

QUE IMPUSO LOS ESTÁNDARES PARA LAS DEMÁS AL SER LA MEJOR EN SU GÉNERO.

FELICES 95 AÑOS A LA REVISTA MÁS ATRACTIVA Y TENTADORA DE AMÉRICA LATINA

Para mí ha sido un honor haber colaborado con CROMOS, uno de mis proyectos favoritos. Sabía desde el primer momento que comenza-mos a trabajar con CROMOS, que era parte de un equipo con mucho talento repensando una revista institucional en Colombia, y respetada en el círculo del periodismo de revistas a nivel mundial. Me uno al coro de voces que le cantan happy birthday a CROMOS...

QUÉ ORGULLO COLABORAR CON SEMEJANTE INSTITUCIÓN.

FIDEL CANO

LA REVISTA CROMOS HA SIDO EL ESPEJO EN EL QUE SE HAN REFLEJADO LAS MÁS RICAS EXPRESIONES DE NUESTRA SOCIEDAD Y NUESTRA CULTURA, CON ELEGANCIA, BUEN GUSTO, FINA ESCRITURA E IMÁGENES FRESCAS.

DIRECTOR DE EL ESPECTADOR

FOTÓGRAFO

DISEÑADORA

NO TENGO DUDA DE QUE HA DE CUMPLIR MUCHOS MÁS SIEMPRE INFORMANDO, ANA-LIZANDO Y OFRECIENDO ENTRETENIMIENTO A SUS FIELES LECTORES.

DISEÑADOR

MARIO GARCÍA

58EMOCIONES CROMOS

Page 58: Revista Cromos 95 años

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Page 59: Revista Cromos 95 años

ANTONIO MORALES

MANUEL DREZNER

SERIA Y BIEN PENSADA SINLOS ABSURDOS CHISMESDE FARÁNDULA QUEPARECEN SER LACOMIDILLA DEOTRAS REVISTAS.

AL PRINCIPIO CROMOS ERA LA REVISTA DE LAS PELUQUERÍAS PERO AHORA ES UNA BUENA REVISTA DE VARIEDADES,

Pienso en los mejores momentos y los más diver-tidos de mi carrera. Como cuando era director encargado en 1986 y utilizaba para las asignacio-nes la práctica del mapa de Colombia. En efecto, en mi oficina había un gran mapa del país. En pleno consejo de redacción me ponía de espaldas y a varios metros y a ciegas, lanzaba una bolita de plastilina al mapa. Luego...

COLUMNISTA

...BUSCÁBAMOS EL LUGAR: “ÁLVARO GARCÍA Y FABIO SERRANO, SE VAN PARA ALLÁ TRES DÍAS A VER QUÉ CONSIGUEN”. LAS MEJORES CRÓNICAS RESULTA-RON DE ESE AZAR. CROMOS ERA UNA FIESTA.PERIODISTA

MÚSICO

ANDRÉS CABAS

LOS PRIMEROS RECUERDOS QUE TENGO DE LA REVISTA –QUE SON RECUERDOS MUY VIVOS–

están ligados a las fincas adonde iba de paseo con mi familia y en las que siempre había una CROMOS. Recuerdo que la revista siempre es-taba en mal estado porque iba de mano en mano. Y recuerdo, también, que la portada que más me impactó fue la de Jaime Garzón envuelto en la bandera de Colombia, porque a pesar de su cara de miedo había sarcasmo en sus ojos. Un perso-naje que nos enseñó a ser autocríticos, algo que les falta a las nuevas generaciones.

60EMOCIONES CROMOS

Page 60: Revista Cromos 95 años
Page 61: Revista Cromos 95 años
Page 62: Revista Cromos 95 años

DESARROLLO 1920VÍA DESPEJADA

64POSTALES

Page 63: Revista Cromos 95 años

El Ferrocarril del Pacífico fue una de las obras más complejas que se realizaron a comienzos del siglo XX. La etapa más importante de esta vía unió al puerto de Buenaventura con Cali, des-pués de 42 años de trabajos y también de problemas en la construcción. Esta imagen coloreada manualmente que fue portada de la revista en el mes de agosto, muestra un pequeño vagón entrando a uno de los trece túneles que se construyeron para poder conectar el océano Pacífico con el interior del país.

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Page 64: Revista Cromos 95 años

DEPORTE 1921ESTRELLA DEL BOX

Uno de los deportes más populares a comienzos del siglo XX creó ídolos de masas que recibían trato de celebrida-des y merecían estar en las revistas. Una pose clásica en un estudio de la época, con fondo de tela al mejor estilo de las fotos familiares, para mostrar al pugilista chileno Víctor Vásquez y a su entrenador, a quien el periodismo de entonces simplemente llamó “señor Lagarribel”.

66POSTALES

Page 65: Revista Cromos 95 años

ACTUALIDAD 1921SÍMBOLO DE DESARROLLO

La construcción del nuevo edificio de la Aduana de Barranquilla fue un hito para la ciudad, pues era la puerta del desarrollo del país, y también una obra polémica por la situación política de la época. Hacer la obra significó también superar el desorden administrativo de esta aduana, cuyos viejos edificios se quemaron y mientras se decidía la nueva sede funcionó en bodegas provi-sionales. Esta imagen mostró el adelanto del nuevo edificio, calificado como “digno para la principal entrada de Colombia”.

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Page 66: Revista Cromos 95 años

DESARROLLO 1921VIAJE DE ALTURA

68POSTALES

Page 67: Revista Cromos 95 años

Faltaba poco para la inauguración oficial del cable aéreo de Manizales cuando se tomó esta fotografía del ingeniero irlandés y jefe de la obra Jaime Lindsay, junto con su hija Irene, en un viaje de prueba sobre la quebrada Aguacatal, a 1.200 metros de altura. El cable se convirtió en una de las obras de ingeniería más importantes del país y además logró unir comercialmente la zona cafe-tera con Mariquita, que llegó a recibir diez toneladas de café por hora para transportarlas en barcos por el río Magdalena.

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Page 68: Revista Cromos 95 años

DANIEL SAMPER OSPINA

MARGARITA VIDAL

GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL

“INMEDIATAMENTE RECUERDO EL TERROR QUE SENTÍ, A FINALES DE 1980, CUANDO ME OFRECIERON LA DIRECCIÓN DE LA REVISTA, PORQUE SUCEDÍA A UNA DE LAS MEJORES PERIODISTAS COLOMBIANAS, ELVIRA MENDOZA. NO TENÍA SU EXPERIENCIA, PERO ACEPTÉ EL RETO.

“FUE UN RECINTO DONDE ME SENTÍ BIEN ESCRIBIENDO HASTA LA ÚLTIMA PÁGINA. TODAVÍA AÑORO AQUE-LLOS DÍAS. Participé en CROMOS cuando es-tuvo de director Pardo Llada y era un monstruo capaz de volver la revista populachera de la noche a la mañana”.

“Pienso en una revista fundamental para la his-toria del periodismo colombiano, en la cual han desfilado plumas tan importantes como Gonzalo Arango, Héctor Abad, Alberto Aguirre, entre mu-chos otros.

Conformé una redacción en la que estaban Fernando Garavito, Heriberto Fiorillo, Antonio Mo-rales, Ligia Riveros, Rafael Baena, Juan Gustavo Cobo y Stella Tocancipá. Nicolás Suescún, Lucas Caballero (el inolvidable Klim), Gloria Valencia y Pilar Castaño eran de la vieja guardia. Publicá-bamos estupendos artículos de Hernando Valencia Goelkel, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar y muchos otros colaboradores, de grandes firmas. Fue un grupo extraordinario con el que logré cumplir mi cometido: no dejarme ganar la pelea de la competencia. Fueron años inolvidables, durante los cuales tuve el placer inigualable de conducir un grupo de extraordinarios periodistas y de vibrar con ellos al ritmo que nos imponía el ejercicio de un periodismo de gran calidad”.

PERIODISTA

PERIODISTA Y ESCRITOR

TAMBIÉN PIENSO EN LA CASA EN LA QUE ME INICIÉ COMO PERIODISTA BAJO LAS ÓRDENES DE MARIANNE PONSFORD Y AL LADO DE COMPA-ÑEROS COMO GUSTAVO GÓMEZ, CUYA AMISTAD ME QUEDÓ PARA SIEMPRE”.

PERIODISTA Y COLUMNISTA

70EMOCIONES CROMOS

Page 69: Revista Cromos 95 años

Bogotá | ColombiaCarrera 19 B No. 85 - 63

Tel. 691 8483Ext. 101 | 108 | 109

Cel. 310 304 62 [email protected]

Liposucción Gluteoplastia

Mama de aumento Mama de reducción - Pexia

Dermolipectomía Cirugía lumbo glútea

Rinoplastia Blefaroplastia Frontoplastia Mentoplastia Bichectomía

Otoplastia Lipo Papada Ritidoplastia

Toxina Botulínica Acido Hialuronico

Page 70: Revista Cromos 95 años
Page 71: Revista Cromos 95 años

El 24 de enero de 1920 apareció en las páginas sociales de CROMOS la fotografía de un distin-guido matrimonio con la siguiente inscripción: “En-lace De la Rosa - Vargas Vásquez”. Aunque poco más se sabe sobre los pro-tagonistas, por la elegancia de los caballeros –vesti-dos de traje y corbata–, y las señoras –todas con distintos y refinados som-breros–, queda claro que el compromiso fue un evento social de gran importancia en la época.

1920

DIGNO DE LA ÉPOCA

LA FOTO del matrimonio

De la Rosa - Vargas Vásquez

ocupó una página entera de

la revista. El enlace se realizó

en una vieja casona bogotana.

SOCIALES

74ESTILO CROMOS

Page 72: Revista Cromos 95 años

A principios del siglo XX, la moda te-nía una cuna única: París. Desde allí se escribían las columnas semanales que eran publicadas en CROMOS y que dictaban qué debía usarse. Aquí aún es visible la presencia estética del siglo XIX, las transiciones co-menzaban. “Las mezclas de tela son frecuentes: las rayadas y a cuadros se unen a las de fondo liso y esto da más alegría al conjunto”.

Las tendencias de París 1916

ELEGANCIAS

MODA

75

Page 73: Revista Cromos 95 años

S N T I A G OCÁRDENAS

LO QUE HIZO

CON ESTAS PORTADAS

“Después de analizar varias cubiertas de CROMOS me sorprendió la can-tidad de veces que han cambiado el logo de la revista. Por esta razón usé la pizarra como soporte para signifi-car el paso del tiempo y la tiza para resaltar la fragilidad y lo efímero de la vida y de los acontecimientos”.

Santiago Cárdenas Arroyo nació en Bogotá. Ha rea-lizado más de 50 exposiciones indivi-duales en museos y galerías. Algunos de sus trabajos hacen parte de las colec-ciones del Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, el Museo Tamayo de México, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Prints Museum de Oslo, así como de colecciones públi-cas y privadas en Latinoamérica, Nor-teamérica y Europa.

2011

76CROMOS HECHA ARTE

Page 74: Revista Cromos 95 años

PIZARRITA CON TIZA PARA CROMOS

24 X 33 CM

ÓLEO Y TIZA SOBRE CARTÓN

77

Page 75: Revista Cromos 95 años

EMOCIONES CROMOS

POSTALES

TEXTOS MEMORABLES

CARICATURAS EN EL TIEMPO

PERSONAJES CROMOS

1922 1933

Hernán EchavarríaNicolás Gómez Dávila

ESTILO CROMOS

Page 76: Revista Cromos 95 años
Page 77: Revista Cromos 95 años

CINE 1922MARÍA INMORTAL MÁXIMO CALVO pudo haber sido el autor de ésta y

otras cuatro fotos que fueron publicadas en la revis-ta días después del estreno de la película.

La foto es histórica para el cine colombiano: es de la pe-lícula María, el primer largometraje de ficción que se filmó en el país. La imagen corresponde al rodaje en la hacienda El Paraíso, en Buga, y en ella aparecen Stella Ló-pez Pomareda, como María; Hernando Sinisterra, como Efraín, y Margarita López Pomareda, como Emma. El filme, dirigido por el español Máximo Calvo, se estrenó en Cali el 20 de octubre de 1922 y duraba tres horas, pero hoy sólo se conserva un fragmento de 45 segundos.

80POSTALES

Page 78: Revista Cromos 95 años

ESTILO DE VIDA 1923EL “CHINO” DEL CAFÉ

Aunque el café ya era el principal producto de exportación del país, los vendedores ambulantes eran una novedad en las calles de Bogotá. El jovencito descalzo y casi harapiento, el “chino del café”, era un vendedor insistente al que no se resistían ni los más cachacos, que tenían en la bebida una salida al tedio de los días sin sol de la capital. El relato habla de cen-tenares de niños vendedores que re-corrían el centro de la ciudad con el café, listo para ser tomado, al hombro.

81

Page 79: Revista Cromos 95 años

SOCIEDAD 1923LAS OCHO DAMITAS

82POSTALES

Page 80: Revista Cromos 95 años

Parece haber sido un año prolífico para la sociedad bogotana y estos cuatro pares de gemelas son la prueba: Sofía y Helena Koppel Holguín, Teresa y Julia Herrera Calvo, Elvira y María Posada Santamaría, y Alicia y Carolina Montoya Santamaría. Por la imagen, se intuye que no fue difícil tenerlas quietas y de ahí el título de la foto: “Algunas de las mellizas más simpáticas y hermosas de Bogotá”.

83

Page 81: Revista Cromos 95 años

ESTILO DE VIDA 1924EL CAMPEÓN

JORGE OBANDO fue fotógrafo de personajes, de la calle,

de la aristocracia paisa y de presidentes como Enrique Olaya

Herrera y Eduardo Santos.

Esta foto absolutamente planeada desde el vestuario hasta la pose, corresponde a la primera etapa de quien firmaba J. Obando C., uno de los fotógrafos más importantes de la historia del Colombia. Cuando la tomó, su estudio de Medellín, en la calle Ayacucho, entre Palacé y Junín, apenas tenía un año de abierto. El modelo es el niño Lorenzo Jaramillo Londoño, hijo de Agustín Jaramillo Arango, honorable representante al Congreso, quien trató de lucir ame-nazante en su ring improvisado con cuerdas de cabuya.

84POSTALES

Page 82: Revista Cromos 95 años

SOCIEDAD 1924DÍA DE CAMPO

Un paseo al campo no era excusa para dejar a un lado la elegancia y así lo demostraron estas damas distin-guidas de la sociedad de Medellín, que pasaron el día en Campo Amalia, en las afueras de la ciudad. Muy sonrientes estuvieron Pepa O. de Ángel, Alicia Olarte, Margarita Ospina, Elena Ospina, Consuelo Toro, Clara Olarte y Margarita Restrepo Ángel, en esta imagen coloreada a mano para la portada de la revista.

85

Page 83: Revista Cromos 95 años

SOCIEDAD 1924

GRANDESDIFERENCIAS

Este fue quizás un récord de la época y suce-dió en Caldas. En ese entonces Castor Arru-bla fue descrito como un “honorable caba-llero de Manizales, cuya estatura alcanza los dos metros”. Este hombre de vestido impecable, sombrero y zapatos brillantes posó junto a un “popular enano” del que omitieron el nombre, que lució humilde y sin pretensiones junto con su perro, al lado del distinguido gigante.

86POSTALES

Page 84: Revista Cromos 95 años

VIDA COTIDIANA 1928BONANZA AMARILLA

Eran los tiempos de la bonanza bananera, cuando el país exportaba al año casi diez millones de racimos y las fincas del Magdalena aprovechaban la prosperidad. Esta imagen con un grupo de jorna-leros y sus capataces de blanco impecable fue captada en la finca La Isla, propiedad de los Campo Serrano, una de las familias que dominaba la economía y la política de Santa Marta. La foto fue co-loreada a mano e ilustró la portada de la revista que circuló a finales de noviembre, dos semanas antes de la Masacre de las Bananeras.

87

Page 85: Revista Cromos 95 años

ESCRITOR

PERIODISTA

PERIODISTA

JUAN GUSTAVO COBO BORDA

YOLANDA RUIZ

“CUANDO MENCIONAN CROMOS ESTÁN MENCIONANDO LA MEMORIA GRÁFICADE COLOMBIA,

“ES TRISTE PERO PIENSO EN LUIS CARLOS GALÁN. ESE FUE UN HECHO MUY IMPAC-TANTE. MI PASO POR CROMOS TIENE EL SABOR AMARGO DE ESA CAMPAÑA TAN DOLOROSA,

NELSON FREDY PADILLA

“PARA MÍ CROMOS ES UNA MARCA DE BUEN PERIODISMO QUE NOS HA PERMITIDO VER Y SER TESTIGOS DE LA HISTORIA DE COLOM-BIA A LO LARGO DE CASI UN SIGLO.

no solo desde sus remotos orígenes literarios con figuras como Eduardo Castillo y Jorge Zalamea, sino también a lo largo de los años con el cubrimiento vivaz e ilustrado de lo que ha sido nuestra vida en comunidad. Hice desde artículos sobre Alberto Lleras Camargo y Alejandro Obregón hasta sospechosas columnas gastronómicas en épocas de Margarita Vidal con el transparente seudónimo de Groucho Marx. Fue especial la de Obregón porque en vista de que siempre estaba rodeado de gente, él me llevó a Cartagena, cogió una lancha, empacó bastante vodka y allí, en medio del Caribe, hicimos una memorable entrevista”.

ADEMÁS, ES LA REVISTA DONDE DISFRUTÉ SIETE AÑOS DE DELICIOSA LIBERTAD NARRATIVA”.

con asesinato de varios candidatos, el avión que voló Escobar, pero fue muy valiosa en lo profesional. Lo mejor fue que nos inventamos unas tertulias con el equipo de redacción para hablar de lo que es-cribíamos, de periodismo. Era un grupo superdivertido y tuvimos un proceso de aprendizaje muy importante, con todo y las trasnochadas a punta de tinto”.

88EMOCIONES CROMOS

Page 86: Revista Cromos 95 años
Page 87: Revista Cromos 95 años

1911 - 2006

CROMOS, 29 de agosto de 1994. No 3996.

Uno de los empresarios antioqueños más importantes del país. A lo largo de su vida se destacó tanto en el sector público como en el privado. Economista del London School of Economics, en Inglaterra, estuvo al frente de em-presas tan importantes como Coltejer y Corona, fue designado ministro de Obras Públicas y de Comunicaciones en diferentes gobiernos, y participó en la fundación de más de una decena de universidades como el CESA y los Andes. Murió a los 94 años luego de haber recibido la Orden de Boyacá en el grado de Gran Cruz.

EL PARTIDO LIBERAL ES UN PARTIDO PROGRESISTA. EL PARTIDO DEL FUTURO.

CON LOS CONSERVADORES YA NO SE PUEDE HACER NADA”

EMPRESARIO

ECHAVARRÍAHERNÁN

90PERSONAJES CROMOS

Page 88: Revista Cromos 95 años

CROMOS, 30 de mayo de 1994 Nº 3983.

Vil

leg

as E

dit

ore

s

Filósofo y escritor, fue uno de los intelectuales más respetados del país. Conocido, entre otras obras, por sus ya famosos aforismos, Gómez Dávila fue un profundo conocedor de las lenguas clásicas y un crítico acérrimo de la modernidad. En 1948 ayudó a fundar la Universidad de los Andes y a lo largo de su vida reunió una enorme biblioteca de más de 30.000 volúmenes que hoy conserva la biblioteca Luis Ángel Arango. Murió a los 81 años luego de alcanzar el reconocimiento que nunca quiso ni buscó. Su obra fue traducida al alemán.

HASTA EL DEMONIO PARECE HABER DESERTADO AL HOMBRE ACTUAL. (ESCOLIO)

DÁVILAO

NICOLÁS GÓMEZ

Page 89: Revista Cromos 95 años

FOTÓGRAFO

PERIODISTA

PERIODISTA

JESÚS ABAD COLORADO

HENRY HOLGUÍN

“CUANDO ME HABLAN DE CROMOS PIENSO EN LA REVISTA NACIONAL DONDE PUDE EMPEZAR A NARRAR, DESDE LA IMAGEN, OTRA REALIDAD DE LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA EN COLOMBIA.

VUELVO A RECONSTRUIR LA VORÁGINE COMO CUANDO CUMPLIÓ MEDIO SIGLO. VUELVO A LA MEJOR ÉPOCA DE REPORTE-RÍA QUE HE TENIDO EN MI VIDA”.

MARÍA ELVIRA BONILLA

“CUANDO ME DICEN CROMOS PIENSO EN LA VIDA MUY BIEN CONTADA. PIENSO EN LAS MEJORES FOTOS, LAS MÁS HUMANAS, LAS MÁS REALISTAS DE LA COLOMBIA DEL SIGLO PASADO.

Qué paradoja, la revista de las reinas de belleza fue el medio que me abrió sus puertas para narrar en blanco y negro esa historia del país que lacera el alma y que tantas veces quisieron ocultar algunos maquilladores. Cuando hoy, desde mi trabajo como investigador del Grupo de Memoria Histórica de la CNRR, debo revisar las páginas de algu-nos hechos que marcaron la historia colombiana, aparecen en CROMOS bellas y dolorosas crónicas con excelentes trabajos fotográficos como los publicados en los años 80 por Ligia Riveros o reporteros gráficos como Fabio Serrano o Jorge Torres. CROMOS es parte de nuestra memoria”.

“Cierro los ojos y siento un olor a selva, a aventura, a sudor, a esfuerzo, al periodismo en acción que me inculcaron Marco Tulio Rodríguez y Germán Pinzón. Siento una enorme necesidad de reportería, de primicia, de competencia. Veo a German Castro joven compitiendo conmigo, a Juan Gossaín peleando las primeras seis páginas de la revista, a Fabio Serrano y Max Rabelo perdidos conmigo en los Llanos. Vuelvo a vivir historias de supervivencia, de fuerza con la Colombia que hasta ahora se estaba conociendo y a la que todavía se podía ir.

Las alegrías y tragedias, la fuerza de la creación y la cultura. Los logros y los triunfos de esa generación de colombianos que se está yendo pero cuya huella sigue viva gracias a las publicaciones que lograron tomarle el pulso a los acontecimientos, a los grandes momentos del país y de su gente. CROMOS para mí son imágenes, son recuerdos que forman parte de lo que somos. CROMOS, una revista en la que pienso con nostalgia”.

92EMOCIONES CROMOS

Page 90: Revista Cromos 95 años
Page 91: Revista Cromos 95 años

406 85 mm

Page 92: Revista Cromos 95 años

AVENTURA 1929AL PIE DEL SALTO

La aventura comenzó un domingo de diciembre muy temprano, liderada por Andrés Pardo Tovar, capitán del Centro Caquetá, un grupo de exploradores de la natu-raleza. Uno de los excursionistas se apartó del equipo cuando estaban casi al pie del salto para tomar esta foto que quedó como testimonio del recorrido, que comenzó en el legendario Hotel del Salto para luego bajar 157 metros y recorrer el cañón rocoso, cenagoso y húmedo. Una misión intrépida que les tomó casi diez horas y les permitió estar muy cerca de la mítica catarata.

EL AUTOR DE ESTA FOTO está entre los siete excursionistas que

bajaron al Salto de Tequendama.

96POSTALES

Page 93: Revista Cromos 95 años
Page 94: Revista Cromos 95 años

TECNOLOGÍA 1929CARRO ACUÁTICO

El vehículo de placas 1293 pasó la prueba en este invento de Eduardo Pardo Ll., un colombiano que creó un sistema de flotadores para auto-móviles y camiones, que funcionaba con el motor del carro. Este recorrido del flotador por el río Bogotá resultó exitoso, pues soportó el peso de la máquina y de siete personas, con un calado de veinte centímetros. Pardo anunció que su siguiente viaje sería entre Girardot y Barranquilla, por el río Magdalena, pero no hubo repor-tes posteriores de esta travesía.

98POSTALES

Page 95: Revista Cromos 95 años

MEDIO AMBIENTE 1929LAGUNA SAGRADA

Esto no es el mar Caribe, es la laguna de Fúquene y las dos mujeres de la foto pudieron disfrutarla, a pesar de que entonces ya los colonos empezaban a desecarla. Así lucía el que también fue un centro religioso de los muiscas, que acudían a sus aguas para adorar al Sol después de tener buenas cosechas, y que a comienzos del siglo pasado era destino turístico de los bogotanos. Una reserva ecológica que hoy sólo es noticia cuando las lluvias hacen que sus aguas vuelvan a reclamar el terreno perdido.

99

Page 96: Revista Cromos 95 años

DESARROLLO 1930A TODO TREN

100POSTALES

Page 97: Revista Cromos 95 años

Al despuntar el segundo tercio del siglo XX, los ánimos de modernización eran vigorosos en el país. Sin embargo, la crisis económica y mundial truncó inevitablemente algunos de esos esfuerzos. Grandes obras fueron suspendidas. Aún así, pudieron concluirse dos hermosos puentes sobre el río Magdalena: el de Girardot y el de Golondrinas. Así, se formó el Ferrocarril Girardot-Tolima-Huila. En esta fotografía se puede observar el puente que une las vías de Cundinamarca y Tolima.

101

Page 98: Revista Cromos 95 años

VIDA COTIDIANA 1931LOS CARGUEROS

Las distintas fotografías que aparecían durante esta época en la revista se limitaban muchas veces a capturar la realidad en su versión más elemental. A veces como fotos de tinte artístico y otras como meros retratos cotidianos, las lentes de la cámara atrapaban instantes que dan buena cuenta sobre cómo era el paisaje humano de la época. Aquí, la imagen de unos campesinos llevando a cuestas canastos, en Boyacá, rumbo al mercado, una de las actividades más importantes de la vida rural en aquel entonces.

102POSTALES

Page 99: Revista Cromos 95 años

ARTE 1931 SALÓN HISTÓRICO

Esta imagen es de antología y corresponde al Primer Salón Nacional de Artistas, que se realizó en el Pabellón de Bellas Artes del parque de la Inde-pendencia, en Bogotá. La crítica lo vio como un esfuerzo y un inventario del estilo nacional, con obras de Ricardo Gómez Campuzano, Francisco Antonio Cano, Delio Ramírez, Luis Alberto Acuña, José Domingo Rodríguez y Gustavo Arcila. Un salón tímido que quizás entusiasmó a los más jóvenes y abrió el camino del arte colombiano actual.

103

Page 100: Revista Cromos 95 años

PERIODISTA Y COLUMNISTA

PERIODISTA Y ESCRITOR

CHEF Y COLUMNISTA

PILAR CASTAÑO

JUANITA UMAÑA

“CUANDO PIENSO EN CROMOS RECUERDO A MAMÁ. ELLA ME LLEVÓ DONDE ELVIRA MENDOZA QUIEN DIRIGÍA LA REVISTA Y ME DIO MI PRIMERA OPORTUNIDAD DE ESCRI-BIR Y TRABAJAR EN MODA.

“CROMOS SIEMPRE TIENE UNA HISTORIA QUE CONTAR, QUE COMPARTIR, ES UN SITIO DON-DE LAS LETRAS TIENEN VIDA.

FERNANDO ARAÚJO

“CUANDO OIGO O LEO POR AHÍ LA PALABRA CROMOS, QUE MÁS QUE UNA PALABRA ES UN SELLO, PIENSO EN LA HISTORIA DE CO-LOMBIA CONTADA DE LA MEJOR MANERA.

Yo escribía en un cuartico diminuto donde guardaban antes los implementos del aseo, en la calle 71, en una casa blanca muy grande. Así conocí a Margarita Vidal, a Juan Gossaín, a Juan Mosca, a Stella Tocancipá y a muchos otros reconocidos periodistas que trabajaban en la nómina y yo los veía y escuchaba asombrada. Hoy estoy de nuevo en CROMOS y me siento como en casa”.

En la realidad y en los per-sonajes que protagonizaron esa realidad, en los porme-nores de lo que ocurrió, en esas pequeñas razones que determinan las grandes de-cisiones del hombre”.

CELEBREMOS Y APLAUDAMOS EL ARDUO Y CONSTRUCTIVO TRABAJO DE 95 AÑOS”.

104EMOCIONES CROMOS

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PERIODISTA

PERIODISTA Y ESCRITOR

PERIODISTA Y ESCRITOR

FERNANDO SOTO APARICIO

DANIEL SAMPER PIZANO

“PIENSO EN CROMOS COMO EN UNA DE LAS REVISTAS MÁS FAMILIARES, TRADICIONALES Y PERMANENTES NO SÓLO DE COLOMBIA SINO DE AMÉRICA;

“NO SÉ POR QUÉ —QUIZÁS POR MI

VENERACIÓN POR EDUARDO CARRANZA— AL DECIR CROMOS INMEDIATAMENTE

RECUERDO ESE POEMA SUYO QUE CONSAGRA A LA REVISTA COMO LA

MAYOR JOYA IMPRESA DEL ART DÉCO COLOMBIANO:

GUSTAVO GÓMEZ

“CROMOS ES LA REVISTA MÁS ANTIGUA DE COLOMBIA Y PROBABLEMENTE DEL MUNDO, PERO ES UNA DE LAS MÁS‘JÓVENES’.

y en que ha venido trazando un camino desde hace dé-cadas entre el entretenimiento y la cultura; y en que es una revista necesaria, compañera, amena, variada, y que está llamada a seguir andando de la mano con la vida de este país y de nuestro mundo, por muchos años más”.

ALGUNA RESPONSABILIDAD TENDRÁN SUS DUEÑOS YSOBRE TODO SUS ‘DUEÑAS’ ”.

“Hojeo el CROMOS de los años treinta: / lánguidas señoritas cu-yos pechos / salían del Cantar de los cantares / caballeros que salen del fox-trot, / sonreídos, gardenia en el ojal...”. Es un poco absurdo, pero así es. Felicitaciones por los 95 años”.

106EMOCIONES CROMOS

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Page 105: Revista Cromos 95 años

Ya desde esta época, moda y belleza comenzaban a perfilarse como pilares fundamentales en el espíritu de CROMOS. A principios de la década del 30, apareció en portada esta imagen de la Señorita Colombia del momento: Aura Gutiérrez Villa. Una corta pero vívida crónica narraba los pormenores de la noche de proclamación, que fue en el Club de Té de la ciudad de Bogotá. “(…) y el azar favoreció a (…) la Señorita Antioquia, cuyo tipo, de una magnífica hermosura, encarna el hechizo de la mujer de su raza fecunda y fuerte” (…)VIDA MODERNA 1932

SEÑORITA COLOMBIA

J. N. Gómez, fotógrafo.

110POSTALES

Page 106: Revista Cromos 95 años

DESARROLLO 1932

SHOW CONBOMBEROS

Las crónicas visuales también eran comunes, especialmente cuando se trataba de acontecimientos que representaban progresos urba-nos de significancia. Esta imagen captura el momento en que un escuadrón de bomberos lanza agua para dominar un simulacro de incendio. La coyuntura: un nuevo servicio para la ciudad de Bogotá. La crónica también retrataba el momento en que el ministro de Gobierno y el alcalde presencian las demostraciones públicas de la nueva fuerza.

DISEÑADORA

SILVIA TCHERASSI

“CUANDO PIENSO EN CROMOS ES COMO SI ME IMAGINARA UN ÁLBUM FAMILIAR DONDE HAN QUEDADO RESEÑADOS LOS MOMENTOS MÁS IMPORTANTES DE UNA VIDA.

Pero no solo es mi álbum familiar, es el álbum de todo un país que ha visto en las páginas de la revista como se desenvuelve su historia en casi un siglo, soñando con el momento que aparezca esa ansiada portada que anuncie que la paz llegó a Colombia”.

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Page 107: Revista Cromos 95 años

VIDA COTIDIANA 1932

EN EL RÍO BOGOTÁ

La sección “Fotografías artísticas” solía con-tener una diversa gama de imágenes donde eran comunes los paisajes naturales y las es-cenas de costumbres. Aquí, pescadores en el río Bogotá a su paso por Tocaima, una zona que aún conserva su riqueza hidrográfica, llena de afloramientos de agua. La pesca y la agricultura eran formas de supervivencia dominantes.

Roberto Sanmartín L, fotógrafo.

112POSTALES

Page 108: Revista Cromos 95 años

ESTILO DE VIDA 1932

HERMANASDE MODA

Es memorable el énfasis que desde ya se le daba al tema de la belleza colom-biana. No sólo porque en las ediciones hay registros de los productos de la época y de lo que se consideraba o no estéticamente llamativo, también por las secciones que procuraban exhibir a las mujeres que eran consideradas bonitas. Una de esas secciones se llamaba “La mujer colombiana” y en esta imagen aparecen cinco señoritas costeñas: Sofía, Alicia, Josefina, Beatriz y Graciela Falquez Grau, emblemas de la belleza barranquillera.

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Page 109: Revista Cromos 95 años

MEDIO AMBIENTE 1933MÁS ALLÁ DE LA MONTAÑA

Federico J. Ewert

114POSTALES

Page 110: Revista Cromos 95 años

Las secciones fotográficas de la revista también valoraban el poder hechizante de la naturaleza nacional. Una de ellas incluso llevó el nombre “Paisajes colom-bianos”. En ésta aparece una bella vista panorámica de la hoya del río Negro. La riqueza hídrica de esta zona es evidente desde esta época, y arroja la imagen de un lugar majestuoso, colmado por sinuosas montañas y generosas cascadas. El hombre, a caballo, refleja la vida cotidiana del tiempo y el lugar.

115

Page 111: Revista Cromos 95 años

FOTÓGRAFO, PERIODISTA Y ESCRITOR

PERIODISTA Y ESCRITORA

FOTÓGRAFO FOTÓGRAFO

RAFAEL BAENA

OLGA BEHAR

CARLOS VÁSQUEZ

ERA EL MEJOR SITIO PARA TRABAJAR EN COLOMBIA ANTES DE LA APARICIÓN DE LA TELEVISIÓN. EL QUE TRABAJABA AHÍ ERA UNA ESTRELLA”.

“CROMOS FUE LA CUNA DE LA CRÓNICA MODERNA EN COLOMBIA. DISFRUTÉ LOS OCHENTA Y LOS VIAJES MÁS LOCOS DE SUS GRANDES REPORTEROS Y CRONISTAS,

“ES UNA DE LAS ME-JORES REVISTAS DEL PAÍS Y PIENSO EN LA HISTORIA QUE LLEVA DENTRO, EN QUE ES LA PIONERA DE LAS RE-VISTAS EN COLOMBIA.

MIKY CALERO

“PIENSO EN LO QUE HICE EN CROMOS, EN LAS REINAS. HICE MINICROMOS DURANTE 10 AÑOS, TODO UN RÉCORD.

“Pienso en excelencia periodística y en calidad visual, en diseño y fotografía. Era, como lo indica su nombre, una revista de cromos. En una época era la actualidad ilustrada, esa fue de la CROMOS que yo me enamoré y en la que quería trabajar y lo hice. Es una escuela de periodismo, porque aprendí fotografía y a redactar crónicas,

buscando desde tesoros perdidos, la gente particular de todos los rincones de estas tierras, hasta leyendas como La Machaca. CROMOS ha hecho historia y es testigo de la historia de nuestro país”.

Estuve cerca de mujeres como Paula Andrea Betancourt, Paola Turbay, Kathy Sáenz, Caro-lina Gómez, María José Barraza. Fue una época muy linda de mi vida, me tocó vivir de cerca el cambio de dueño, el cambio de casa. Era la revista más importante, el referente para las de-más revistas. Era la única donde se hacía moda y marcó la pauta para hacer las cosas distintas”.

En lo personal, fue una gran escuela, lo que aprendí se lo debo a CROMOS. Cuando trabajé allá, era la revista de la actualidad por excelencia, tenía mucha credibilidad y era de consulta obligada para todos”.

116EMOCIONES CROMOS

Page 112: Revista Cromos 95 años
Page 113: Revista Cromos 95 años

Uno de los matrimonios más importantes de los años sesenta fue el de la bella Josefina Dávila Ro-cha –hermana de Beatrice Dávila, la esposa del industrial Julio Mario Santo Domingo– y Carlos Pérez Norzagaray, amigo y colaborador cercano del entonces presidente Alberto Lleras Camargo. Se casaron el 6 de febrero en la capilla del Palacio Arzobispal y como padrino de matrimonio ejerció, precisamente, el propio presidente Lleras.

1962

El matrimonio de Alfonso López Mi-chelsen y Cecilia Caballero Blanco fue uno de los acontecimientos sociales de la época. El joven abogado apenas le coqueteaba a la política como conce-jal de Engativá, pues se había dedicado más a la academia durante la primera presidencia de su padre, Alfonso López Pumarejo. Conocidos como el “Pollo” López y la “Niña Ceci”, conformaron una de las parejas más carismáticas de la política colombiana.

1938

PARA TODA LA VIDA

ENLACE POR TODO LO ALTO

ALFONSO LÓPEZ Michelsen

y Cecilia Caballero Blanco

tenían 25 años cuando se ca-

saron el 23 de octubre de 1938,

en Bojacá, Cundinamarca.

CARLOS PÉREZ Norzagaray

y Josefina Dávila el día de su

matrimonio. Uno de los hijos

de la pareja, Carlos Alejando

Pérez Dávila, asumió hace

unos meses la presidencia

del Canal Caracol.

SOCIALES

118ESTILO CROMOS

Page 114: Revista Cromos 95 años

CROMOS dedicó nueve portadas consecutivas a la histó-rica coronación de Luz Marina Zuluaga como Miss Uni-verso 1958. Desde la noche de su triunfo, hasta su apoteó-sica llegada a Manizales, pasando por su visita al palacio presidencial, donde fue recibida por el mandatario del momento, Alberto Lleras Camargo. No era para menos

Reina consentida. 1958MISS UNIVERSO

Entrada la década del cuarenta, la industria fílmica norteamericana se había consolidado. El cine representaba una ventana al mundo. Las actrices eran la encarnación de la belleza y el estilo que las mujeres aspiraban tener. Aquí, Bunny Waters con pantalón, una prenda ya instaurada en el vestir femenino.

La actriz Bunny Waters, a color, en portada 1943

LAS MIRADAS EN HOLLYWOOD

MODA

Las secciones que cubrían la moda en CROMOS eran in-termitentes: en algunos casos más frecuentes que en otros. Al principio de la década del 60, sin embargo, podían verse editoriales fotográficos como los que se ven hoy en las revis-tas. Éste, en particular, refleja el estilo de la época.

Los 60 comenzaban a color y con modernidad. 1961

TENDENCIAS PAR A EL VERANO

119

Page 115: Revista Cromos 95 años

LU I SLUN

“Esta obra se titula Claustro de Santa Clara pues deriva de una instalación hecha en el Claustro de Santa Clara en oc-tubre de 2011, inspirada en la arquitectura, el espacio y la historia del claustro. Allí tuve acceso a unas partituras del siglo XVI que las Clarisas habían tenido guardadas y que fueron la imagen que pasé a serigrafía posteriormente. En ese lapso, viajé a Egipto y en el recorrido Nilo abajo, con-seguí en las fábricas de papiro, unos pliegos que después utilicé como base en este gran collage que armé en el díp-tico. Allí están impresas escenas de Goya, las partituras de las Clarisas y demás ilustraciones de viajeros de la Nueva Granada. Se aprecian personajes de trasteo, romería de la Virgen de Chiquinquirá, representada por Torres Mén-dez, manolas goyescas y escritos notariales anónimos del siglo XVIII. Intercaladas con las imágenes hay unas letras atribuidas a un ángel de la cábala judía llamado Raziel (el secreto de los dioses), que habla de la recuperación del paraíso. Las imágenes recortadas, fragmentadas y vueltas a armar representan una deconstrucción de hechos, fá-bulas y actos de devoción que cruzan fronteras culturales y giran alrededor de un planeta Alizarino en el centro”.

Luis Luna estudió primero Medicina en la Universidad Javeriana, antes de cursar Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Lue-go estudió en Berlín en la Honchschule der Kunste y en la School of Visual Arts de Nueva York. Su trabajo lo ha llevado a explorar diferentes lenguajes como la pintura, el metal, el vidrio y las instalaciones. Ha expuesto en los principales museos y galerías del país, así como en México, Alemania, Suiza, China y Australia.

2011

LO QUE HIZO

CON ESTA PORTADA

120CROMOS HECHA ARTE

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CLAUSTRO DE SANTA CLARA

DÍPTICO - TAMAÑO VARIABLE

IMPRESIÓN DIGITALSOBRE LÁMINA ACRÍLICA

121

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EMOCIONES CROMOSPOSTALES

TEXTOS MEMORABLES

PERSONAJES CROMOSCARICATURAS EN EL TIEMPO

ESTILO CROMOS

Pero yo no creía / Marión Wise De BedoutBerlín es disparate / Gabriel García MarquezEl Automático / Alberto Yepes

1936 1966

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124POSTALES

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TECNOLOGÍA 1936

EL TALLERDE CROMOS

Para la edición número 1.000, la re-vista publicó una crónica que deve-laba su confección: “Cómo se hace un número de la revista CROMOS”. La minuciosa descripción del proceso daba cuenta de cada etapa y reflejaba cómo la industria impresa se había modernizado. “La impresión de la revista se hace en prensas planas mediante un cuidadoso arreglo. Una vez impresas las hojas pasan al taller de encuadernación; en él, por medio de métodos especiales, se unen los distintos pliegues y se cortan”.

125

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Ejemplo perfecto de las crónicas visuales que también hacían parte frecuente del contenido editorial, esta imagen hace parte de una historia con la que se narra una escena de la vida diaria: los juegos que acostumbraban los niños en las calles. Entre estos juegos popu-lares se incluía el clásico trompo, captado por la lente del fotógrafo.

ESTILO DE VIDA 1936

A PUNTA DE TROMPO

126POSTALES

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ESTILO DE VIDA 1938UN DOMINGO CUALQUIERA

Esta imagen retrata con detalle las actividades de un domingo popular en Bogotá. En este caso, se trata de un paseo por el lago del Parque Gaitán, escenario muy concurrido los fines de semana, donde también solía irse a cabalgar. Otros ritos domingue-ros: una procesión en el barrio Egipto, una retreta en el Parque del Centenario y la salida de misa de la iglesia San Francisco. Estampas de la Bogotá del 38.

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DEPORTE 1938AL NATURAL

La sección de deportes comenzó a cobrar fuerza para esta época. Se recopilaban las noticias de la semana, los resultados en las contiendas de torneos y partidos de clasificación. Tenis, voleibol, basquetbol, fútbol y otras manifestaciones deportivas eran resaltadas en la página. Esta es una imagen ilustrativa de dos atletas en el Parque Nacional Olaya Herrera.

128POSTALES

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DESARROLLO 1940LA VOZ DE LA RADIO

Al despuntar la década del 40, la sección “Gráfica semanal” se encargaba de condensar los acontecimientos más importantes de cada ocho días. El 1º de febrero de 1940, el presidente Eduardo Santos pronunció su discurso de inauguración de la Radiodifusora Nacional en los modernos estudios ubicados en la carrera 17 con calle 26. En aquel enton-ces los programas de radio nacionales se complementaban con dos espacios dirigidos al extranjero: el Noticiero Internacional y el Correo de los Oyentes. Momento revolucionario.

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ANTONIO CABALLERO 1961

CORTE QUE MUESTRALOS ESTRATOS SOCIALES EN LA COLONIA

130CARICATURAS DE SIEMPRE

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FOTÓGRAFO

PERIODISTA

PERIODISTA

LIGIA RIVEROS

DAISSY CAÑÓN

VEINTE AÑOS DESPUÉS DE HABER DEJADO MI PAÍS, SUEÑO CON VER A COLOMBIA LIBRE DE VIOLENCIA BAJO EL CIELO TROPICAL, ENTRE LOS COLORES DE SU BIODIVERSIDAD”.

SIEMPRE HA SIDO LA ACTUALIDAD ILUSTRADA”.

“PIENSO EN MI INFANCIA OJEÁNDOLA SO-BRE LA MESA DE NOCHE DE MIS PAPÁS O

EN EL COLEGIO LEYENDO A ESCONDIDAS SOBRE LA VIDA AMOROSA DEL DOCTOR

KILDARE, INTERPRETADO POR MI AMOR PLATÓNICO, RICHARD CHAMBERLAIN.

CARLOS ÁNGEL

“En un periodismo de compromiso social, de denuncia, de búsqueda de la verdad. CROMOS me permitió conocer y plasmar en mis crónicas la realidad injusta que vive la inmensa mayoría de los habitantes de mi país que, a pesar de las dificultades, no ha perdido la ilusión de soñar. Durante diez años recorrí los rincones y absorbí los paisajes de nuestra geografía, cubriendo a la vez el conflicto armado colombiano. Siempre apoyada por dos grandes del periodismo, Margarita Vidal y Fernando Garavito, y acompañada por extraordinarios reporteros gráficos. También recuerdo a Elvira Mendoza, quien me abrió las puertas de CROMOS, experiencia que me ha permitido trabajar en España como cronista y corresponsal de guerra.

“Siento nostalgia de lo que era: un medio que marcaba la opinión, había periodismo investigativo, a veces un poco amarillo, pero un periodismo activo, más recursivo, menos facilista. Es una tradición única en el país, de una revista que ha sido tan importante que hasta la llamaban al Congreso a los debates por lo todo lo que destapaba.

Pienso en los tiempos en los que la palabra gay no se publicaba. En cómo en un viejo número de CROMOS supe que la pata Daisy está inspirada en un amor frustrado de Walt Disney quien hizo su caricatura en un crucero del que fue sacado a golpes por atrevido. Y la del dolor del primer número de CROMOS que edité, con las fotos exclusivas del asesinato del inolvidable Luis Carlos Galán y que se imprimió dos veces y en ambos casos se agotó en horas”.

132EMOCIONES CROMOS

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Es probable que este líder disidente del Partido Liberal se hubiera convertido en presidente de Colombia si el 9 de abril de 1948 no hubiera sido asesinado en Bogotá. Este trágico episodio desencadenó el conocido Bogotazo, una serie de violentos incidentes que dieron paso a la época de la Violencia en todo el país. Abogado, alcalde de Bogotá, ministro de Educación y de Trabajo, y congresista en diferentes periodos, Gaitán representó los intereses del pueblo, por lo que su asesinato transformó la historia del país.

1898 - 1948

GAITÁNPJORGE ELIÉCER

CROMOS, 9 de abril de 1973. Nº 2.881.

GAITÁN, ACOMPAÑADO DE MENDOZA NEIRA, CRUZ, PADILLA Y VALLEJO, SALE

DE SU OFICINA PARA ALMORZAR EN EL HOTEL CONTINENTAL. SU SECRETARIA

LE DICE: ‘CUÍDESE, DOCTOR’. Y ÉL LE RESPONDE: ‘¡DÉJESE DE PENDEJADAS!’ ”

134PERSONAJES CROMOS

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1925 - 1986

CROMOS, 23 de diciembre de 1986. Nº 3.597.

CANO ISAZAPERIODISTA

GUILLERMO

Ejerció como director de El Espectador desde 1952 –cuando tenía apenas 27 años–, hasta el día de su muerte el 17 de diciembre de 1986, a manos de sicarios que lo esperaron para balearlo a la salida del diario. Durante los 44 años que le dedicó al periodismo, don Guillermo fue un ejemplo de honradez y transparencia, y un crítico acérrimo de la cultura del narcotráfico, a la que denunció de manera constante en El Espectador y en su columna Libreta de apuntes. La Unesco estableció en su honor el Premio Mundial a la Libertad de Prensa.

“ASÍ COMO HAY FENÓMENOS QUE COMPULSAN AL DESALIENTO Y LA DESES-

PERANZA, NO VACILO UN INSTANTE EN SEÑALAR QUE EL TALANTE COLOMBIANO

SERÁ CAPAZ DE AVANZAR HACIA UNA SOCIEDAD MÁS IGUALITARIA, MÁS JUSTA,

MÁS HONESTA Y MÁS PRÓSPERA. (LIBRETA DE APUNTES, HORAS ANTES DE MORIR)

136PERSONAJES CROMOS

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Español de nacimiento pero colombiano de corazón, fue uno de los pintores más importantes del país. Varias de sus obras –como la Violencia, ganadora del Premio Nacional de Pintura en el XV Salón Nacional de Artistas de Colombia–, constituyen un importante referente del arte nacional. Considerado como el precursor del expresionismo romántico, Obregón pasó gran parte de su vida en el Caribe, donde hizo amistad con los miembros del conocido grupo de La Cueva, entre los que se encontraban García Márquez y Álvaro Cepeda Samudio.

ES MUY LIMITADO LO QUE UNO PUEDE PINTAR. MAR, AIRE, TIERRA, ANIMALES, GENTES. Y COM-

BINACIONES ETERNAS. EL BÍPEDO, EL CUADRÚPEDO Y EL POLÍTICO. CUATRO O CINCO TEMAS,

Y TRES COLORES: ROJO, AZUL, AMARILLO. SÓLO QUE ES MUCHO MÁS FÁCIL PINTAR AL HOMBRE

DERROTADO QUE AL HOMBRE VICTORIOSO. ESTE NO TIENE CICATRICES. NO TIENE NADA.”CROMOS, 26 de mayo de 1981. Nº 3306.

1920 - 1992

ARTISTA

OBREGÓNALEJANDRO

138PERSONAJES CROMOS

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CARICATURISTA

OSUNAHÉCTOREl gusto por el dibujo lo heredó de su madre. Su gusto por la política lo llevó a estudiar

Derecho en el Colegio Mayor del Rosario, pero como no logró abandonar el dibujo se convirtió en caricaturista. En 1958 su primera caricatura fue publicada en el periódico El Siglo, a la que le siguieron colaboraciones en el diario Occidente de Cali y un espacio en la sección de dominicales titulada Rasgos y Rasguños, en El Espectador, que lleva 38 años. Desde este espacio libró algunas de sus mejores batallas contra los cuatro gobiernos del Frente Nacional, y contra los que siguieron. Hoy sigue tirando línea.

1936

CROMOS, 19 de diciembre de 2005. Nº 4.582.

“YO YA NO CREO QUE UNO VAYA A CAMBIAR EL PAÍS A PUNTA DE DIBUJOS

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on Miss Universo, resuena el nombre de Co-lombia en el mundo entero. Al día siguiente, el primero en felicitarnos fue el cartero.

—“¿De Colombia? ¿Del país de la nueva Miss Universo? ¡Congratulaciones!”.

Para los colombianos residentes cerca del lu-gar donde Colombia acaba de llevarse un triunfo en homenaje a la belleza de la mujer colombiana, la alegría, la euforia y el orgullo, son compara-bles solamente a los que debieron haber sentido

los colombianos cuando estalló allá la gran noticia.Tan pronto como fue posible, fuimos a entrevistar a

Luz Marina Zuluaga, “Miss Universo” de 1958. Fue bien difícil conseguirla. Para ella ya ha comenzado un año, trescientos sesenta y cinco días, en que ella no podrá llamarse dueña de sí misma. Cada minuto de cada día, ya está tomado. En el año que tiene por delante, le espera un rosario interminable de entrevistas de prensa, sesiones con fotógrafos, desfiles, recepciones, a los que tendrá que comparecer representando los ideales de “Miss Uni-verso”, pero sobre todo, y según sus propias palabras, con toda sinceridad y olvidándose de sí misma: “Primero que todo, COLOMBIA”.

El concurso de “Miss Universo” se celebra anualmente, desde hace siete años, en Long Beach, una ciudad cerca de Los Ángeles, en California. Este año, luego de fina-lizado el certamen, “Miss Universo”, con su séquito y varias otras de las concursantes que no fueron tan afor-tunadas, vino a hospedarse al lujoso hotel Beverly Hilton en Beverly Hills. Fue allí, al lado de la piscina del hotel, donde entrevistamos a Luz Marina. No se puede negar que íbamos ardiendo de curiosidad por conocer a la chica

ENTREVISTA REINADO 25.08.1958

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POR MARION WISE DE BEDOUT

“… me llevaron a un cuartito entre bastidores con otras cuatro can-didatas. Casi no podía creer mi suerte: ¡Colombia en quinto lugar! Entonces empezaron a nombrar una por una. “Miss Polonia, quinta”. ¡Que maravilla!, pensé, quedé de cuarta. Luego, “Miss Estados Unidos, cuarta”. Después, Hawai de tercera. Casi loca de la felicidad me fui a felicitar a Miss Brasil. Ella sería Miss Universo y yo había llegado a segunda. Antes de llegar donde ella, alguien me atajó y me trataba de arrancar la cinta que yo llevaba. Yo no entendía lo que me decía, No me la puedo quitar, le decía; cómo me voy a presentar sin llevar el nom-bre de “Miss Colombia”. Entonces Miss Brasil vino a explicarme que la cinta con el nombre de mi país tenían que cambiarla por la de Miss Universo. Se me vino el mundo encima.”

El relato pormenorizado de cómo Luz Marina Zuluaga se convirtió en Miss Universo en 1958, contado por ella misma a la mañana siguiente.

PERO YO NO CREÍA

140TEXTOS MEMORABLES

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“PERO LO QUE MÁS AMBICIONO, DECÍA LUZ MARINA, ES LLEVAR A COLOMBIA ESTE TRIUN-FO DENTRO DE UNA SEMANA”.

LUZ MARINA Y MISS DINAMARCA,en Los Ángeles, cuando recibieron el segu-ro social. Miss Universo ha declarado a su regreso que simplemente fue un obsequio de las autoridades californianas. (Foto UPI)

que había sido elegida pocos días antes como la mujer más bella del mundo.

Este torneo no es, como lo son tantos, un certamen de bellezas en trajes de baño. Para merecer el título de Miss Universo entran en juego no sólo la belleza de rostro y la perfección física. Allí entran igualmente en concurso la personalidad, inteligencia, simpatía y muchas otras cualidades abstractas.

Sin embargo, antes de que pasaran minutos, nos dimos cuenta de por qué Luz Marina de Colombia fue elegida este año como Miss Universo. Por encima de los atributos de belleza física, que son requisitos indispensables para competir en el concurso, Luz Marina tiene el encanto de la sencillez.

Una de las primeras preguntas que hicimos a Luz Ma-rina fue acerca de las emociones que sintió en el momento en que le anunciaron que ella había sido escogida entre 79 chicas como merecedora del título Miss Universo. Esta pregunta abrió las compuertas para una avalancha de palabras. La nuestra fue tal vez una de las primeras entrevistas en que Luz Marina tuvo la oportunidad de expresarse en su propio idioma. Hasta entonces había tenido que valerse de intérpretes para contestar las in-terminables preguntas de periodistas que le acosan a todas horas.

—“Es tan difícil explicarlo”, contestó. “En realidad no lo puedo hacer porque lo veía tan imposible… Al princi-pio del concurso pensaba: “Quiera Dios que no me eli-minen desde el comienzo, porque, ¡qué vergüenza para Colombia! Cuando salí entre las 15 semifinalistas ya quedé satisfecha. Al día siguiente, cuando tenían que escoger cinco finalistas de entre mis quince compañeras, le pedí a

Miss Cuba, que había sido eliminada el día anterior, que me guardara un puesto en el teatro. Después del des-file, pensaba ir con ella para ver el resto del programa. Cuando salía, me atajaron, y todo sin entender lo que me decían, me llevaron a un cuartito entre bastidores con otras cuatro de las candidatas. En la puerta estaban de guardia dos policías. Nadie entraba, nadie salía. Casi no podía creer en mi suerte y mi felicidad; Colombia en quinto lugar. Entonces empezaron a nombrar una por una: ‘Miss Polonia, quinta’. ¡Qué maravilla!, pensé, quedé de cuarta. Luego, ‘Miss Estados Uni-dos, cuarta’. Después, Hawai de ter-cera. Casi loca de la felicidad me fui a felicitar a Miss Brasil. Ella sería Miss Universo y yo había llegado a segunda. Antes de llegar donde ella, alguien me atajó y me trataba de arrancar la cinta que yo llevaba. Yo no entendía lo que me decía, No me la puedo quitar, le decía; cómo me voy a presentar sin llevar el nombre de ‘Miss Colombia’. Entonces Miss Brasil vino a expli-carme que la cinta con el nombre de mi país tenían que cambiarla por la de ‘Miss Universo’. Se me vino el mundo encima. Todavía no me doy cuenta de lo que pasa. Es mucho para mí”

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142POSTALES

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POLÍTICA 1940

EL CAUDILLO EN SU SALSA

Es una de las más célebres fotografías que le hayan tomado a Jorge Eliécer Gaitán. Fue captada en Bogotá en el conocido campo de tejo Villamil. El caudillo no perdía oportunidad para mostrarse como un hombre del pueblo para el pueblo. Durante el gobierno de Eduardo Santos, época de esta fotografía, Gaitán ofició como ministro de Educación Nacional. Tres años más tarde sería ministro de Trabajo.

LUNGA. Era el seudónimo de Luis Gaitán, originario de Guateque (Bo-yacá). Trabajó para el diario Jornada, fundado por Jorge Eliécer Gaitán.

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LA PLANTACIÓN

Esta fotografía es un reflejo directo de la industrialización que atravesaba el país. La imagen de la plantación de caña del Ingenio Azu-carero Central del Tolima, en Pajonales, fue portada en abril de 1942 y servía de prólogo de una gran crónica sobre el tema. El detallado relato describe y define al Ingenio como “un conjunto grandioso en que las fuerzas de la naturaleza y las fuerzas humanas se han unido para producir la riqueza del país colombiano”. El ingenio azucarero de “vastas proporciones”, estaba ubicado al norte del Tolima.

DESARROLLO 1942

144POSTALES

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DESARROLLO 1943EL GRAN PUERTO

Esta fotografía del puerto de Barranquilla, “abierto a todas las rutas”, ilustra la crónica de un recorrido fluvial que salía de Bogotá. En un país eminentemente centralista, los buques de vapor ensancharon la mirada de los viajeros y pusieron en evidencia los contrastes del país más allá de la capital. El puerto de Barranquilla fue la ruta de entrada de diversas razas de inmigrantes y corrientes culturales.

146POSTALES

Page 142: Revista Cromos 95 años

ESTILO DE VIDA 1944EL VOCEADOR

Otra crónica visual que retrata el espíritu de la época y de la ciudad. El artículo estaba centrado en los personajes de las calles bogotanas y se titulaba “Del vendedor de específicos al pregonero bo-gotano”. Las marchantas de azucenas y turrones; los loteros, los emboladores y los voceadores que anunciaban un crimen, una cuantiosa estafa, el último accidente, eran enormemente populares.

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ESTILO DE VIDA 1945CON AIRES DE CIUDAD

Portada en abril de 1945, esta imagen capta el aspecto del Mercado Central, en el sector de Las Nieves. La foto ilustraba la crónica “La carnicería y la higiene”. En aquel momento, tal como lo describe el relato, Bogotá estaba cobrando “cierta conciencia de gran ciudad”. Había adelantos arquitectónicos y esfuerzos por volver pulcras las zonas deprimidas. Ese último esfuerzo se veía, sobre todo en la distribución de carne. Sin embargo, aún faltaba mucho por hacer en materia de salubridad.

148POSTALES

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TIERRA DE REINADOS

Myriam Velásquez Gaviria, Reina del Café, posa en una plaza de mercado de Caldas. Aunque la Feria de Manizales y el Reinado del Café aún no estaban oficialmente instaurados, Colombia era ya un país de concursos de belleza. Así también, CROMOS comenzaba a asumir ese énfasis, que perdura durante toda su historia.

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l único rastro de Europa en Berlín Occidental es la chamuscada catedral con una torre despuntada por las bombas. Los norteamericanos, como los niños, tienen horror de los murciélagos. En lugar de apuntalar los pocos paredones que quedaron en pie después de la guerra y hacer con ellos una ciudad de remiendos, aplicaron un criterio más higiénico y mucho más comercial: borrón y cuenta nueva.El primer contacto con esa gigantesca ope-

ración del capitalismo dentro de los dominios del so-cialismo me produjo una sensación de vacío. Toda la mañana estuvimos buscando la ciudad, dando vueltas dentro de ella sin encontrarla. Es asimétrica, sin pies ni cabeza, pero sobre todo carece todavía de un centro donde se experimente la emoción de haber llegado.

Las extensas zonas sin reconstruir son parques pro-visionales. Hay calles que parecen trasplantadas en blo-que desde Nueva York. En algunas partes la voracidad comercial va más aprisa que la técnica y se han instalado los grandes negocios un año antes de que se retiraran los andamios. Al lado de una pirueta de la arquitectura moderna –un rascacielos que parece una sola ventana de vidrio– hay una aldea de barracas donde almuerzan los albañiles. Una multitud ansiosa, atropellada, circula sobre plataforma de madera, entre la vibración de los taladros, del olor del asfalto hirviendo, de las grúas que evolucionan por encima de las estructuras metálicas y los grandes anuncios de Coca-cola. De esa bulliciosa operación quirúrgica empieza a surgir algo que es todo lo contrario de Europa. Una ciudad resplandeciente, aséptica, donde las cosas tienen el inconveniente de parecer demasiado nuevas.

Se ha dicho que esa es la experiencia arquitectónica más interesante de Europa. Es evidente. Desde un punto de vista técnico Berlín Occidental no es una ciudad sino un laboratorio. Los Estados Unidos llevan la batuta. No tengo datos de la cantidad de dólares invertidos en la reconstrucción ni de la forma en que se han hecho las inversiones. Pero los resultados están a la vista.

CRÓNICA VIAJES 03.08.1959

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POR GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Se ha calculado que si estalla una guerra, Berlín durará 20 minutos. Pero si no estalla, dentro de cincuenta, cien años, cuando uno de los dos sistemas haya prevalecido sobre el otro, los dos berlines serán una sola ciudad. Una monstruosa feria comercial hecha con las muestras gratis de los dos sistemas.

Por la época en que vivió en Europa y era, según él mismo recuerda, “pobre pero feliz”, el Nobel colombiano realizó un recorrido por la Cortina de Hierro, que publicó en CROMOS en diez entregas. Presentamos la segunda, dedicada a Berlín.

BERLÍN ES UN DISPARATE

150TEXTOS MEMORABLES

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“EN BERLÍN OCCIDEN-TAL HAY CALLES QUE PARECEN TRASPLAN-TADAS EN BLOQUE DES-DE NUEVA YORK”.

Yo creo humildemente que es una ciudad falsa. Los tu-ristas norteamericanos la invaden en verano, se asoman al mundo socialista, y aprovechan la oportunidad para com-prar en Berlín Occidental artículos importados de los Es-tado Unidos que allí son más baratos que en Nueva York. Uno no se explica cómo puede sostenerse un hotel tan bueno como los mejores de los Estados Unidos, con pie-zas modernas, televisión, cuarto de baño y teléfono por cuatro marcos diarios, es decir, un dólar. En la congestión del tránsito no hay un automóvil que no sea de último modelo. Los anuncios de los almacenes, la propaganda, la carta en los restaurantes, están escritos en inglés. En el territorio de Alemania Occidental hay cinco emisoras donde nunca se ha transmitido una palabra en alemán. Cuando uno advierte todo eso y piensa además que Berlín Occidental es un islote enclavado en la Cortina de Hierro, que no tiene relaciones comerciales a 500 kilómetros a la redonda, que no es un centro industrial considerable, que el intercambio con el mundo occidental se hace en aviones que aterrizan y decolan en el aeródromo situado en el centro de la ciudad, a un ritmo de un avión cada dos minutos, uno está obligado a pensar que Berlín Occiden-tal es una enorme agencia de propaganda capitalista. Su empuje no corresponde a la realidad económica. En cada detalle se advierte el deliberado propósito de ofrecer una apariencia de prosperidad fabulosa, de desconcertar a la Alemania Oriental que contempla el espectáculo con la boca abierta por el ojo de la cerradura.

El límite oficial entre los dos Berlines es la Puerta de Brandemburgo, donde flota la bandera roja con la hoz y el martillo. A 50 metros hay un letrero alarmante: “Atención, usted va a entrar en el sector soviético”. Nosotros llegamos frente a ese letrero al atardecer, después de haber conocido a Berlín Occidental. Por puro instinto, Franco disminuyó la velocidad. Un po-licía ruso nos hizo señas de detenernos, inspeccionó el automóvil con una mirada enteramente administrativa y luego nos dio la orden de seguir adelante. El paso es tan sencillo como esperar un verde en el semáforo. Pero el cambio se nota. Y es brutal. Entramos directa-

mente a la “Unter den Linden”, la gran avenida bajo los tilos, consi-derada en otra época como una de las más hermosas del mundo. Ahora sólo quedan troncos de columnas ahumadas, portales en el vacío, ci-mientos cuarteados por el musgo y la hierba. Ni un solo metro cua-drado ha sido reconstruido.

A medida que se penetra en el Ber-lín Oriental se comprende que hay más de una diferencia de sistemas, dos mentalidades opuestas a cada lado de la Puerta de Brandemburgo. Los escasos bloques intactos del sector oriental tienen todavía los impactos de la artillería. Los almacenes son sór-didos, parapetados detrás de las tro-neras abiertas por los bombardeos, y con artículos de mal gusto y de una ca-lidad mediocre. Hay calles enteras con edificios desfondados de cuyos pisos superiores sólo queda el cascarón. La gente sigue viviendo apelmazada en los pisos inferiores, sin servicios sani-tarios ni agua corriente, y con la ropa puesta a secar en las ventanas como en los vericuetos de Nápoles. De noche, en lugar de los anuncios de publicidad que inundan de colores al Berlín Occi-dental del lado Oriental sólo brilla la estrella roja. El mérito de esa ciudad sombría es que ella sí corresponde a la realidad económica del país. Salvo la avenida Stalin.

La réplica socialista del empuje del Berlín Occidental es el colosal mamarracho de la avenida Stalin. Es aplastante, tanto por las dimen-siones como por el mal gusto. Una

EN LA CIUDAD DE BERLIN, los rusos derriban continuamente los monumentos que traen el recuerdo de las victorias militares alemanas.

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“HAY GENTE QUE TRA-BAJA DE UN LADO Y VIVE DEL OTRO, ARREGLÁN-DOSELAS DE LA MEJOR MANERA PO-SIBLE PARA APROVE-CHAR LO ME-JOR DE CADA SISTEMA”.

ESTAS SON LAS RUINAS de la famosa Iglesia Protestante de las Mu-jeres, en Dresden. Martín Lutero, fundador

del protestantismo, ocupaba el pedestal.

indigestión de todos los estilos que corresponde al criterio arquitectó-nico de Moscú. La avenida Stalin es una inmensa perspectiva con resi-dencias parecidas a las de los pobres ricos de provincia, pero amontonadas una encima de otra, con incalcula-bles toneladas de mármol, de capi-teles con flores, animales y máscaras de piedra y agotadores portales con estatuas griegas falsificadas en ce-mento armado.

El criterio de quienes concibieron ese esperpento es elemental. La gran avenida de Hitler fue la “Unter den Linden”. La gran avenida del Berlín socialista –más grande, más ancha, más pesada, más fea– es la avenida Sta-lin. En Berlín Occidental se construye una ciudad para ricos, los mismos que se dieron cita antes de la guerra de la “Unter den Linden”. La avenida Stalin es la residencia de 11.000 trabajado-res. Hay restaurantes, cines, cabarets, teatros, al alcance de todos. Cada uno de ellos es un despilfarro de cursilería: muebles forrados en peluche violeta, alfombras verdes con bordes dorados, y sobre todo espejos y mármoles por todos lados, hasta en los servicios sa-nitarios. Ningún obrero en ninguna parte del mundo y por un precio irri-sorio vive mejor que en la avenida Stalin. Pero contra los 11.000 privi-legiados que allí viven, hay toda una masa amontonada en las buhardillas, que piensa –y lo dice francamente– que con lo que costaron las estatuas, los mármoles, el peluche y los espejos, habría alcanzado para construir deco-rosamente la ciudad.

Se ha calculado que si estalla una guerra, Berlín durará 20 minutos. Pero si no estalla dentro de cin-cuenta, cien años, cuando uno de los dos sistemas haya prevalecido sobre el otro, las dos Berlines serán una sola ciudad. Una monstruosa

feria comercial hecha con las muestras gratis de los dos sistemas.

Ya en la actualidad –y no solo por su aspecto exterior– Berlín es un disparate. Para apreciar su vida íntima, para mirarla por el revés y descubrir las costuras, hay que meterse al Metro. Una hora antes de suicidarse, ya con los rusos en la puerta de su casa, Hitler dio orden de inundar el Metro para que la gente que se había re-fugiado en él saliera a pelear a la calle. Por eso es sór-dido y húmedo pero es el medio que utiliza el pueblo de Berlín –la gente pobre de ambos lados– para sacar partido de la sorda contienda que los dos sistemas libran en la superficie. Hay gente que trabaja en un lado y vive en el otro, arreglándoselas de la mejor manera posible para aprovechar lo mejor de cada sistema. En ciertos sectores basta con atravesar la calle. Una acera es socia-lista. Lo otra es capitalista. En la primera, las casas, los almacenes, los restaurantes, pertenecen al Estado. En la segunda son propiedad privada. En teoría, quien vive en una acera y atraviesa la calle para comprar un par de zapatos, comete por lo menos tres delitos de cada lado.

Pero en Berlín todas las disposiciones son teóricas. Hay acuerdos muy precisos para impedir la especu-lación, la fuga de capitales, la desmoralización de los sistemas. En principio no se puede gastar en un lado y devengar en el otro. Cada operación comercial debe estar precedida de una justificación de la fuente de in-gresos. Pero en la práctica las autoridades se hacen de la vista gorda. Lo único que interesa son las apariencias. El pueblo de Berlín, que podía pasar de lado a lado ca-minando por la calle, respeta las reglas del juego y pasa por el Metro, por donde todo el mundo sabe que se pasa, pero se ignora oficialmente.

La prueba más escandalosa de esa encarnizada batalla se nos ofreció en el momento de comprar marcos orien-tales en un Banco de Berlín Occidental. Nos hicieron la liquidación a 17 marcos orientales por dólar. Franco creyó honestamente que el funcionario estaba equivo-cado: el cambio oficial es de 2 marcos por dólar. Pero el funcionario nos explicó que el curso normal no se tenía en cuenta en Berlín Occidental, cuyos bancos –a la vista de todo el mundo y en una operación perfectamente le-gal– dan 17 marcos orientales por dólar. Casi ocho veces más que el cambio oficial. En teoría era una operación inútil. Nosotros no podríamos comprar nada en Alemania Oriental sin demostrar que el dinero había sido deven-gado en el país. Pero nada más que en teoría. Con veinte dólares cambiados en Berlín Occidental recorrimos de

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arriba abajo la Alemania Oriental. Hechas las cuentas, una pieza en el mejor hotel, con baño, radio, teléfono y desayuno en la cama, nos costaba 75 centavos colombianos. Un almuerzo completo en los mejores restauran-tes, veinte centavos colombianos, incluido el servicio, las estatuas, los espejos y la música de Strauss.

Quienes no tienen las claves de esa ciudad donde nada es completa-mente cierto, donde nadie sabe muy bien a qué atenerse y los actos más simples de la vida cotidiana tienen algo de juego de manos, viven en un estado de ansiedad permanente. Se sienten sentados en un barril de pólvora. Parece que nadie tuviera la conciencia tranquila. Una noti-cia que en París se interpreta como una nueva necedad de los cancilleres repercute en Berlín con el estruendo de un cañonazo. El estallido de una llanta puede ocasionar un pánico.

Leipzig es otra cosa. Después de cuatro horas de automóvil a través de una retorcida alameda, entramos a Leipzig por una calle angosta y solitaria, apenas con es-pacio para los rieles del tranvía. Eran las 10 de la noche y empezaba a llover. Las paredes de ladrillos sin ventanas, las bombillas tristes del alumbrado público me recor-daban las madrugadas bogotanas en los barrios del sur.

En el centro, la ciudad disfrutaba de una paz sospechosa. La ilumina-ción era tan escasa como en los su-burbios. La única señal de vida eran los anuncios en neón en los bares del estado –“H.O.”– con muy poca clien-tela civil y algunos soldados. Después de buscar inútilmente un restaurante abierto –un “Mitropa”– nos decidi-mos por un hotel. El personal de la administración sólo hablaba alemán y ruso. Era el mejor hotel de Leipzig montado sobre los mismos conceptos de la decoración de la avenida Stalin. En el mostrador, una exhibición de todos los periódicos comunistas de Occidente recibidos por avión. Una orquesta de violines tocaba un valse nostálgico en el bar iluminado con arañas de vidrio, pesadas y declama-torias, donde la clientela consumía en silencio champaña sin helar con un aire de distinción lúgubre. Las mujeres otoñales, lívidas de polvo de talco, llevaban sombreros pasados de moda. La música flotaba en un per-fume intenso.

Un grupo de hombres y mujeres en uniformes de caza, impecables en sus largas chaquetas rojas, con

gorras negras y botas de montar, tomaba té con galletitas en un rincón de la sala. Sólo faltaban los enormes pe-rros blancos manchados de negro para que aquel grupo pareciera descolgado de una litografía inspirada en lo más revenido de la aristocracia inglesa. Nosotros –en blue jeans y mangas de camisa, todavía sin lavarnos el polvo de la carretera– constituimos en único indicio de la democracia popular.

Nosotros habíamos ido a ver. Pero después de 24 ho-ras en Leipzig ya no se trataba simplemente de ver sino de entender. Quince días antes –como un truco de la casualidad– habíamos estado en Heildelberg, la ciu-dad estudiantil de Alemania Occidental, impresionante como ninguna otra en Europa por su diafanidad y su optimismo. Leipzig es también una ciudad universitaria, pero una ciudad triste, con viejos tranvías atestados de gente desharrapada y deprimida. No creo que haya más de veinte automóviles para medio millón de habitantes. Para nosotros era incomprensible que el pueblo de Ale-mania Oriental se hubiera tomado el poder, los medios de producción, el comercio, la banca, las comunicacio-nes, y sin embargo fuera un pueblo triste, el pueblo más triste que yo había visto jamás.

Los domingos, la multitud se vuelca en los jardines de diversión donde se toca música de baile, se toman bebidas gaseosas y se pasa, en fin, una tarde agotadora por un precio muy reducido. En la pista de baile no cabe un alfiler, pero las parejas apelmazadas, casi inmóviles, tienen el mismo aire de disgusto de la multitud enlatada en los tranvías. El servicio es lento y hay que hacer colas de media hora para comprar el pan, los billetes del tren o las entradas a un cine. Nosotros necesitamos dos ho-ras, en un jardín de diversión donde había que abrirse paso con los codos por entre los enamorados y los viejos matrimonios con sus niños, para comprar una limonada. Una organización como esa, férrea pero ineficaz, es lo más parecido a la anarquía.

No podíamos entender. Aquello era como haber ido al cine por matar al tiempo y habernos encontrado con una película de locos, sin pies ni cabeza, con un argumento hecho exclusivamente para desconcertar. Porque es por lo menos desconcertante que en el mundo nuevo, en pleno centro de la revolución, todas las cosas parezcan anticuadas, revenidas, decrépitas.

Franco y yo nos habíamos olvidado de Jacqueline. Todo el día anduvo detrás de nosotros, rezagada, observando sin interés las polvorientas vitrinas donde se exhiben a precios escandalosos artículos de pacotilla. Al almuerzo dio muestras de vida: protestó por la falta de Coca-cola. Por la noche, en el restaurante de la estación, después de una hora de espera, sofocados por el humo, por el olor, por la música de la orquesta que le entraba a la clientela por un oído y le salía por otro, Jacqueline se exasperó:

—Este es un país atroz, dijo.Franco estuvo completamente de acuerdo. Al día si-

guiente, muy temprano, salió a buscar explicaciones. Recordó que en Leipzig funciona la Universidad Marx-Lenin, donde estudian marxismo muchachos venidos de todo el mundo. Es un ambiente de paz y meditación, con discretos edificios entre árboles, lo más parecido a un seminario católico. Tuve la suerte y el placer de encontrar allí un grupo de estudiantes suramericanos. Gracias a ellos nuestras observaciones –que hubieran podido ser subjetivas– se afirmaron sobre bases concretas. Y gra-cias, también, naturalmente, a la terrible fiestecita que tuvimos esa noche en casa de herr Wolf.

PORQUE ES POR LO MENOS DESCONCER-TANTE QUE EN EL MUN-DO NUEVO, EN PLENO CENTRO DE LA REVOLU-CIÓN, TODAS LAS COSAS PAREZCAN ANTICUA-DAS, REVENI-DAS, DECRÉ-PITAS.

154TEXTOS MEMORABLES

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BARTI 1964MARTA TRABA

156CARICATURAS DE SIEMPRE

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Considerado como el más grande compositor de música vallenata, el maestro Escalona es recordado, entre muchas otras, por canciones como La casa en el aire, El testamento, 039 y El mejoral. Su vida fue llevada a la televisión en 1991, en una serie que protagonizó Carlos Vives. Durante su carrera recibió innumerables premios y distinciones, entre ellas varias menciones de García Márquez en sus obras. Falleció el 13 de mayo de 2009 por graves complicaciones respiratorias, luego de haber compuesto más de 100 canciones vallenatas.

CROMOS, 16 de mayo de 2009. Nº 4.755.

SOY UN HOMBRE QUE NO TOCA NI EL TIMBRE DE LA CASA”

COMPOSITOR

ESCALONARAFAEL

1927 - 2009

158PERSONAJES CROMOS

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1927

CROMOS, 30 de mayo de 1994. Nº 3.983.

No es exagerado decir que Gabo es el escritor vivo más importante del momento. Sus novelas –entre ellas la popular Cien años de soledad– le mostraron al mundo la magia de la región Caribe. Ganador del premio Nobel de Literatura en 1982, García Márquez es el escritor colombiano más importante de todos los tiempos. Entre sus obras más recor-dadas están El amor en los tiempos del cólera, Crónica de una muerte anunciada y El coronel no tiene quien le escriba, además de sus invaluables documentos periodísticos.

“CON LA HOJARASCA COMPRENDÍ QUE QUERÍA SER ESCRITOR Y QUE NADA

HUBIERA PODIDO IMPEDÍRMELO. ME FALTABA SOLAMENTE UNA COSA POR HA-

CER: LLEGAR A SER EL MÁS GRANDE ESCRITOR DEL MUNDO

MÁRQUEZESCRITOR

GABRIEL GARCÍA

159

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MISS UNIVERSO

ZULUAGALUZ MARINA

1938

CROMOS, 2 de agosto 2008. No. 4.716.

En 1958 ganó el título de Miss Universo, y es la única colombiana en llevarse la corona hasta el momento. Aunque en principio no era ella quien debía viajar para representar a Colombia, sino Doris Gil, quien abdicó para poder casarse, Luz Marina se ubicó entre las favoritas después de desfilar en vestido de baño frente al jurado. El 25 de julio, en una ceremonia transmitida por televisión, los colombianos pudieron ver cómo esta pereirana desfilaba con una capa de terciopelo con piel y una corona de perlas blancas y negras que la confirmaban como la mujer más hermosa del universo. Hoy, vive en Manizales con sus hijos y sus nietos.

DICEN QUE YO FUI LA VIRREINA, PERO NO ES CIERTO. DORIS GIL GANÓ Y, TÉCNICAMENTE,

ASÍ DIGAN LO CONTRARIO, YO NO QUEDÉ DE NADA EN CARTAGENA”

160PERSONAJES CROMOS

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ESTILO DE VIDA 1950A LAS CARRERAS

Se trata de la primera carrera de autos de madera en el país a cargo del Automóvil Club de Colombia. Según el relato, los carritos cau-saron entusiasmo tanto en grandes como en chicos. Los 81 bólidos desfilaron por la carrera 13, en el barrio San Cristóbal. Para esta época, la revista hacía cubrimiento permanente de acontecimientos deportivos. El automovilismo era un espectáculo lleno de novedades.

162POSTALES

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POLÍTICA 1953

FUROR POR EL PRESIDENTE

La temperatura política también caló temprano en las páginas de CROMOS. Un trabajador sostiene un cartel que celebra la toma del poder, el 13 de junio, por parte del general Gustavo Rojas Pinilla. La crónica visual condensa el fervor que le ofrecieron los obreros llenando el Capitolio y saturando las calles con cantos y vítores. La nutrida manifestación se inició en el parque de San Diego, desfiló por la carrera 7ª y remató en la Plaza de Bolívar, donde los recibió el propio general con los nuevos ministros.

SADY GONZÁLEZ (1913-1979), pionero de la reportería gráfica en Colombia. Sus fotos fueron publicadas por revistas tan conocidas como Life y Time. Uno de los fotógrafos más importantes en el país, en CROMOS.

La imagen hace parte de una serie de fotos sobre el tema tomadas por LEO MATIZ y SADY GONZÁLEZ.

163

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PERIODISTA Y ESCRITOR

PERIODISTA Y ESCRITORA

PERIODISTA Y ESCRITOR

GERMÁN CASTRO CAYCEDO FERNANDO CORTES ARÉVALO

“PIENSO EN CRÓNICA, PIENSO EN VIDA SOCIAL, PIENSO EN BUEN PERIODISMO A LO LARGO DE UN SIGLO.

“PIENSO EN UNA REVISTA QUE FUE FUNDAMENTAL PARA LA HISTORIA DEL PERIODISMO ESCRITO EN COLOMBIA,

“FUE LA ETAPA MÁS EMO-CIONANTE DE MI VIDA. ME PERMITIÓ CONOCER EL PAÍS, EXPLORAR EL LENGUA-JE Y EXPERIMENTAR CON LA FORMA DE ESCRIBIR.

ANDRÉS HURTADO GARCÍA

MARIANNE PONSFORD

“PIENSO EN LA ALEGRÍA DE VIVIR. FELI-CITACIONES POR ESOS AÑOS DE ALEGRÍA QUE NOS HA DADO CROMOS”.

Me tocó un gran director que fue Alberto Zalamea y logré hacer algunas de las mejores crónicas de mi carrera. Dos de ellas están en un libro que se llama En secreto. Pienso en reportajes de profundidad”.

una revista que fue casa de grandes firmas, desde Ortega hasta García Márquez, y cuyas páginas son una hoja de ruta imprescindible para quien se atreva a hacer una historia sociológica de las mentalidades del siglo XX colombiano”.

Me tocó con un grupo muy especial: Antonio Morales, Ra-fael Baena, Álvaro García, Hollman Morales, Ligia Riveros, gente de mucha calidad, con mucho calor humano”.

FOTÓGRAFO

EMOCIONES CROMOS

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PERIODISTA Y ESCRITOR

HÉCTOR RINCÓN

JUAN GOSSAÍN

HERIBERTO FIORILLO

MIENTRAS EL DUQUE CASTILLO MONTERROSA ENTREVIS-TABA A GRITOS A UN CANTANTE DE VALLENATOS, HENRY HOLGUÍN DESCUBRÍA COMANDANTES NAZISESCONDIDOS EN EL PUTUMAYO Y DOÑA GLORIA VALENCIA DE CASTAÑO IMPONÍA LA DISCRECIÓN DE SU PRESENCIA. QUÉ TIEMPOS AQUELLOS. QUÉ TIEMPOS”...

“CROMOS ES PARA MÍ LA NOSTALGIA DE LAS GRANDES CRÓNICAS COMO, PARA OTROS, LAS FOTOS DE LAS DIOSAS CORONADAS Y LA VIDA SOCIAL DE LOS FAMOSOS”.

“En una Colombia profunda en la que saltaban los arroyos y madrugaban los pescadores y los vaqueros cantaban sus cantos de vaquería. Ese país remoto donde sucedían alegrías y asombros y milagros que cada semana quedaban impresos en la revista de la que era un reportero feliz.

“De inmediato me vienen a la memoria mis años de reportero juvenil, entusiasta, cargado de ilusiones. La de CROMOS, en mi época, era una sala de redacción llena de muchachos que gritaban, proponían temas, tiraban las puertas, andaban sin zapatos y con el pelo en la espalda. Yo, que parecía ser el menos alocado, era el jefe de redacción.

PERIODISTA Y ESCRITOR

A ESE PAÍS LEJANO LE SALÍ AL ENCUEN-TRO, LO HALLÉ, Y DE ÉL ME NUTRÍ PARA TODA UNA VIDA DE PERIODISMO.DE BUENAS QUE ES UNO”.

PERIODISTA

165

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ubo un tiempo en que las familias de Antioquia y Caldas afrontaban con mucha frecuencia un pro-blema con los hijos: cada muchacho soñaba con “volarse de la casa” y al fin lo hacía. Empacaban unos cuantos vestidos y con unos pocos pesos en el bolsillo o apenas unos centavos, emprendían viaje a pie o en bus barato o sobre los bultos de un camión de carga hacía el pueblo o la ciudad que más los atrajera. Iban llenos de ilusiones y convencidos de regresar con plata al hogar.

Entre tanto, los padres hacían esfuerzos por localizarlos, aunque algunos muy severos se limitaban a decir: “Ese maldito muchacho tendrá que volver cuando lo coja la noche y el hambre”. Unos regresaban y otros no. Unos corrían con suerte al hallar trabajo fácilmente, y otros no.

Y eso fue, precisamente, lo que hizo cuando era mu-chacho Fernando Jaramillo Botero, quien hoy tiene uno posición económica holgada, es el más conocido de los dueños de cafés en Bogotá como propietario de “El Auto-mático” y mecenas de artistas, poetas y escritores.

Jaramillo nació en La Ceja (“soy pariente cercano de Chepemijo”), del matrimonio de don Raimundo Jaramillo y doña Evelia Botero. Como es natural entre antioqueños, fueron quince hermanos. El país atravesaba la crisis de 1930. Y Fernando resolvió un día “echar p’alante”. Se echó el morral a la espalda y en un camión llegó a Medellín. Allí se quedó sin plata. Entonces arrancó para Manizales a pie, con la esperanza de encontrar allá unos parientes. Dormía donde lo cogiera la noche, a la vera del camino o donde le dieran posada. A veces el chofer de un camión accedía a llevarlo unos cuantos trechos. ¿Y qué comía? “Los centavos que llevaba me los gastaba en un vaso de jarabe y dos ‘cucas’ (la antigua galleta negra de dos centavos)”.

Hasta que Jaramillo se vio en Manizales, cumpliendo así la tradición del paisa andariego. Consiguió trabajo en una panadería por 50 centavos mensuales, pero le descontaban 7 por las galletas que se comía.

—Hasta que me encontré –cuenta Jaramillo– a mi pariente Ramón Restrepo que estaba montando un café. Me puso a trabajar con un sueldo de $15 men-

CRÓNICA BOGOTÁ 05.11.1962

Ju

an

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mil

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POR ALBERTO YEPES

Un Jaramillo salió de La Ceja un día y se fue a pie hasta Manizales a vender tinto a dos centavos. Se embarcó en el negocio de cafés y después de numerosas aventuras se instaló en Bogotá. Fue cacha-rrero, vendedor de proyectiles y escopetas y al fin se convirtió en mecenas de artistas y poetas y sin saber de arte abrió la Galería.

Un aromático texto sobre cómo se formó el café más popular que ha tenido Bogotá, durante décadas lugar de encuentro de pol ticos, inte-lectuales y poetas.

EL AUTOMÁTICO

166TEXTOS MEMORABLES

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“EL CAFÉ ESTABA QUEBRADO; TENÍA UN PASIVO DE 25.000 PESOS, PERO RESOL-VÍ COMPRAR-LO. AL INICIO ERA UN GÜESO”.Fernando Jaramillo

suales. A los seis meses yo era el administrador con 100 pesos de sueldo.

Pensando en no depender de nadie Jaramillo ahorró $500. Con ese dinero renunció al puesto en la tienda de su pariente y…

–Monté una tienda frente a una trilladora. Como los trabajadores hacían turnos muy temprano, yo dormía sobre el mostrador y abría el establecimiento a las dos de la madrugada para vender tinto a dos centavos.

Jaramillo siguió ahorrando y cuando alcanzó el tope de $2.000 abrió el “Bar Coquer”. Al mes hubo unos carnava-les y se ganó $10.000, no sólo con el negocio del “Coquer” sino jugando al dado, pues “era un as pa’eso de tirar las muelas de Santa Apolonia”.

—Entonces me abría a montar negocios de cafés. Com-praba y vendía. Eso fue de 1934 a 1936. Pero en ese último año dejé ese negocio y puse una jabonería. También ven-día una pasta que llamé Café Lyra, a base de café, cacao y maíz capio.

Pero en eso de jabones y otras cosas no era muy experto Jaramillo y quebró. Al fin se recuperó y le dieron al fiado el Club Alcázar, situado frente al Club Manizales. Lo pagó en poco tiempo.El paisa en Bogotá

Transcurrían las fiestas con que Bogotá celebraba su centenario en 1938 cuando llegó Jaramillo. Venía en plan de juerga, de divertirse, sin pensar en que sería para él la iniciación de una nueva vida.

—Yo estaba borracho tomando un trago en el café “Fe-lixerre” –recuerda Jaramillo– cuando vi que me iban a pasar una cuenta muy grande y discutí con el mesero…

Entonces Fernando preguntó: “Cuánto vale el café o es que creen que la maleta es de hojas…”. Y lo compró por cinco mil pesos. Dio tres mil de contado y el resto a pagar en letras.

Pero al día siguiente vi que el inventario valdría unos cien pesos. Pero no me podía echar p’atrás. Me embarqué en el negocio y Jorge Z. Baquero me fió los primeros cien pesos pa’ surtir. Por fortuna esos días me gané $5.000 en la Lotería de Cundinamarca.

Desde ese momento Bogotá atrapó a un paisa más, a un cejuno de cepa. Aquí le pareció más productivo tener cafés que en Manizales. Al poco tiempo se hacía dueño del “Mahoma”, en la calle 14 con carrera 8ª. Y en el mismo sitio adquirió “El Polo”. Vendió este último café y compró el famoso “Luis XV”.

—El “Luis XV”, que dejaba buena utilidad, se lo vendí al dueño de la polvorería Barragán.

Y como sino, cuando Jaramillo abandonaba el negocio de cafés y se dedicaba a otras actividades comerciales se le estaba acercando el espectro de la quiebra.

—Me metí a industrial con Manuel Giraldo como socio. Vendíamos cacharros de toda clase, ganchos para señora, chiclets, palillos, silletería pa’teatros y hasta fulminantes para escopeta y aun las mismas escopetas de cacería.

Eso de las escopetas fue así:—Resulta que una vez nos invitaron a conocer los talle-

res del ejército. El coronel Urrego nos mostró un arrume de chopos viejos y nos ofrecimos a comprarlos. Los con-vertimos en escopetas de cacería y vendíamos también los fulminantes. Pero una vez en el Congreso dijeron que en el ejército estaban negociando con las armas y se nos dañó el negocio. A Giraldo lo metieron a la cárcel y yo me quebré otra vez, pues había metido la plata. Pero me salvé del carcelazo porque no había hecho nada malo, aunque Manuel tampoco.

“Pero un paisa no se vara”. De ese dicho siempre daba fe Jaramillo. Su destino era el café y volvió al negocio.

—Conseguí que me fiaran la mitad de “El Gato Negro” y al año lo libré.

Por esos días, los torerillos y toda clase de “maletas” invadían aquel café durante todas las horas del día. Ocupaban las mesas y apenas si gas-taban el valor de unos cuantos tin-tos. El célebre “Relampaguito” era el “cliente” más asiduo y una que otra vez dejaba los diez del tinto sobre la mesa cuando no había por ahí quien se lo pagara.

—Y tuve que cerrar el café para sacar a los toreros. Eso me valió un bastonazo que me pegó “Minuto Grande”. Cuando se alejaron un po-quito lo volví a abrir con el nombre de “San Francisco”.

Y era que ya los torerillos habían hecho su cuartel general en “El Me-tropol”, del cual era dueño un en-fermizo de tauromaquia como es el español Pepe Nieto (“Pepillo”). Y “su menda” sí les daba vales.Untándose de intelectualidadEn varios de sus cafés Jaramillo había hecho amistad con algunos intelectuales, entre ellos León de Greiff. Frecuentaba éste a veces el café que antiguamente se llamó “La Fortaleza” y que luego unos extran-jeros le dieron el nombre de “El Au-tomático”. Un día, esos extranjeros decidieron no venderle nada si no se quitaba la boina para entrar allí. Irritado De Greiff le contó el caso a Jaramillo y, en compañía de otros amigos, lo convenció de que com-prara el establecimiento.

—El café estaba quebrado; tenía un pasivo de 25.000 pesos, pero re-solví comprarlo. Inicialmente era un “güeso”. Era el tiempo de la violencia y caían allí muchos poetas y pintores con hambre, sin cinco en el bolsillo. Me decidí a ayudarlos como “pa’ sos-tener la caña”. Muchas veces tenía que llevar surtido del “San Fran-cisco” a “El Automático”.

En 1950 había llegado de Barran-quilla el pintor Orlando Rivera (“Fi-gurita”) y no pudo conseguir que ninguna entidad le patrocinara una exposición. Llegaba a “El Automá-tico” en busca de quién le ofreciera un tinto y a pedirle prestado algo a Jara-millo, quien un día le dijo: “Colgá pues esos cuadros aquí a ver qué pasa”.

—Después –agrega Fernando– le tuve que pasar unos pesos para que se diera sus “toques” de marihuana, pues me decía que se desesperaba cuando le faltaba la yerba.

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“NO QUIERO DECIR QUE LOS INTE-LECTUALES NO PAGUEN. PAGAN. PERO HAY QUE SABER QUE TENGO VA-LES DE HACE 12 AÑOS”

JARAMILLOen el mezanine de “El Automático” con Alberto Soto y Marco Ospina.

Sobre aquella primera exposición de “El Automático” escribieron los más conocidos cronistas y llegaron a afirmar que “en Bogotá había ya un Montmartre”. A Riverita le hicieron reportajes y sus obras se discutieron con un balance a su favor.

Ese fue el comienzo de la galería de El Automático.

Como ya aquello estaba convertido en el “centro de la intelectualidad”, los apasionados del ajedrez, como León de Greiff y su hijo Boris, tam-bién convencieron a Jaramillo para que creara allí un sitio para hacer campeonatos. Al poco tiempo nom-braban a Fernando presidente de la Liga de Ajedrez de Cundinamarca.

—Yo acepté –dice– aunque no sé nada de ajedrez. Si me preguntan qué es un peón o una reina no puedo contestar.El festivo descreste

Es domingo, estamos en casa de Ja-ramillo, rodeado de su esposa doña Lola Botero, tolimense, y de sus hijos Rubén Darío, Mario Augusto y Luisa Fernanda, de 8 años, nos muestra obras de muchos pintores que le han sido obsequiadas. Mientras mira “La Sed”, de Riverita, nos cuenta que a la niña le puso ese nombre, no sólo por-que “yo me llamo Fernando”, sino…

—…porque me gusta la zarzuela Luisa Fernanda, especialmente en aquella partecita que dice: “A la som-bra de una sombrilla son ideales, los madrigales, que hablan de amor…”.

Y sobre su esposa, como un buen paisa, cuenta:

—A ésta la conocí un día en San An-tonio, Tolima, adonde me invitaron a pasear. Y a los siete días nos casamos, porque yo soy así y hay que andar ligerito.

Mientras que miramos otros cua-dros, óleos y acuarelas arrumados en un clóset y otros colgando en la

pared, nos enteramos de que Jaramillo, como buen cam-balachero, una semana tiene unos a la vista y otros los archiva mientras vuelven a pender de un clavo. “Hay que cambiar –afirma– para no estar viendo lo mismo todos los días”.

Y considerado ya Jaramillo como un mecenas de los artistas que exponen gratuitamente en “El Automático”, cualquiera diría que es un gran conocedor del arte. A todos les dice que sus obras son muy bonitas y con gusto las mira expuestas en su café. Entonces nos atrevimos a preguntarle:

—Bueno, viejo, ¿y tú qué sabes de arte abstracto…?Cuando comenzó a responder ya nos disponíamos a

tomar nota, francamente se nos paralizó el lápiz. Jara-millo estaba diciendo:

—Es un arte para entendidos, ejecutado sólo por vir-tuosos capaces de despojar un estilo de todo recurso fácil, para lograr un efecto cromático o de volumen. El arte abstracto no quiere significar nada, es solo lo que hace sentir a cada uno y tiene el único propósito de flamear en el horizonte del arte, como una bandera de rebelión. Es un arte de superación, que se engendra bajo el signo del silencio en una extraña conjugación de la mente y la materia… Y… no me sé más…

Jaramillo lanzó una carcajada y añadió:—Como yo sabía que me ibas a preguntar algo sobre eso

me puse a aprender un pedacito de lo que decía en “Hojas del Automático”. Pero ni yo sé de arte abstracto ni lo saben tampoco los que pintan esas cosas… Es puro descreste.

Pues los descrestados estábamos siendo nosotros.Pero aunque nada sepa de arte, Jaramillo está con-

vertido hoy en el verdadero mecenas de los artistas. Las más destacadas figuras del arte plástico exponen en “El Automático”, aunque muchas de sus obras no gustan a Pina o a Carmen o a Edelmira, o a la Negra, las atractivas “viejas” que sirven en el café.

Jaramillo tiene, también, un “Automático” en La Dorada.—Allá es el café –dice– de los ganaderos y agricultores.

En el “Automático” de La Dorada hacen transacciones de mucho dinero. Y si uno de ellos pide un vale por diez mil pesos se lo doy con mucho gusto. No es como en el de aquí de Bogotá. No quiero decir que los intelectuales no paguen. Pagan. Pero hay que saber que tengo vales de hace 12 años. Puede que la firma valga algún día mucho más que la deuda.

Fin de semana: Jaramillo se va a La Dorada “a ver a esos viejos carrielones sacar buyucos de billetes” y…

—… me llevo algunos clientes de aquí, como a Pendás, para desintoxicarlo.

168TEXTOS MEMORABLES

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Page 165: Revista Cromos 95 años

En esta época ya había desaparecido la sección “Elegancias”. El tema de la moda era mucho más visible en la publicidad. Aquí, una campaña de Fressco, una novedosa línea de linos lanzada por los textileros Permanos. Uno de sus lemas: “La moda europea en Colombia”. Aquí, un look para las fiestas.

Termómetro para medir los gustos del momento.1964

MODA Y PUBLICIDAD

MODA

Esta fotografía hace parte del artículo “La madre se viste bien”. Era un gran reporte de tendencias que estipulaba cómo moda y maternidad no eran contrarias: “La mujer actual no necesita perder su atractivo mientras espera a su hijo”, aseveraba.

La consigna ya era ser mamá sin descuidar la imagen

1961

MADRES MODERNAS

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Page 166: Revista Cromos 95 años

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Page 167: Revista Cromos 95 años

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172CARICATURAS DE SIEMPRE

Page 168: Revista Cromos 95 años

otras lavadoras

el corazón de tu hogar.

¿sabías que una lavadora común consumehasta 200 litros de agua en cada lavada?

Page 169: Revista Cromos 95 años

ARTE 1953SOBRE LA DANZA

La vida moderna también pasaba por las artes. Esta ima-gen, que fue portada de CROMOS, mostraba la preemi-nencia que cobraba el ballet en el país. El artículo, de Dolly Mejía, mostraba el detrás de escena en la Academia de Ballet de Beatriz Kopp de Gómez y Alicia Cárdenas. En 1947, luego de estudiar en Londres y Estados Uni-dos, la señora Kopp decidió fundar la academia. En la crónica figura, además, la célebre bailarina rusa Támara Toumanova. La escuela contaba en ese momento con 120 alumnos con edades entre los 6 y los 25 años.

174POSTALES

Page 170: Revista Cromos 95 años

DEPORTE 1955¡HAGA EL CAMBIO!

Le decían el ‘Colorado’ o el ‘Campeón’, pero se llamaba Carlos Arturo Rueda Calderón, costarricense pero tal vez el mejor locutor deportivo que ha tenido nuestro país. Transmitió las vueltas a Colombia en bicicleta desde los lugares más insólitos, bajo sistemas igualmente increí-bles, incluido éste, inventado por él mismo: el primer sistema de transmisión en directo de Radio Cadena Na-cional (RCN). La imagen es más que elocuente.

175

Page 171: Revista Cromos 95 años

CIUDAD 1956

LA CIUDAD DE UN MILLÓN DE HABITANTES

En 1956 la revista CROMOS organizó el primer Concurso Nacional de Reportajes, y lo ganó Blas Guerra con un comple-tísimo informe sobre la Bogotá contemporánea, que acababa de recibir a su habitante número un millón. El bogotano típico era llamado “glaxo”, y los jóvenes eran “cocacolos”. La capital tenía una extensión de escasos 14 kilómetros de sur a norte, y se desparramaba sobre apenas 6.600 hectáreas. Era, aún, la ciudad del sombrero y el abrigo, de la lluvia que acompaña y del “ala, cómo estás”. La Bogotá de los cachacos y, claro, la de los últimos dandis. Hay cifras significativas: en 90 días se consumían 200 millones de cigarrillos y 25 millones de litros de cerveza.

176POSTALES

Page 172: Revista Cromos 95 años

CULTURA 1956

LA MUJER DEL ARTE

No fue un artista sino una crítica, Marta Traba (1931-1983), la que par-tiría en dos la historia del arte en Colombia. Llegó a Colombia en 1954 y dos años después ya era una cele-bridad que acaparaba la atención de los televidentes con… ¡un programa pedagógico sobre arte! Aún no era la Marta Traba que ayudaría a enrum-bar a los artistas colombianos hacia la modernidad, pero estaba a punto. No sin razón su pintor favorito era Alejandro Obregón. Juan Peñalosa la entrevistó para CROMOS y ella posó encantada con su hijo, Gustavo Zalamea, para la lente del gran Sady.

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CULTURA 1959A VUELO DE CIGARRO

En 1959, García Márquez visitó a Alejandro Obregón en su estudio de Bogotá, donde el artista preparaba una exposición tras haber ganado en España, el año anterior, el premio de la Bienal Hispanoamericana en Madrid. Obregón vivía con Freda Sargent en un rincón bogotano donde, según García Márquez, recibía la visita de condesas belgas, y donde se apretujaban las tejas en la única ventana. Su pintura, en Bogotá, se tornaba gris. El reportaje fue publicado en CROMOS, acompañado de las hermosas fotos de Guillermo Angulo. Ésta retrata al maestro en toda su personalidad.

Nacido en Anorí, en 1928, GUILLERMO ANGULO es uno de los fotógrafos más sensibles que ha dado Colombia. Sus retratos de

Obregón, Fernando González, Rogelio Salmona y García Márquez son quizás los más célebres de cada uno de ellos.

178POSTALES

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FARÁNDULA 1959LOS PIONEROS DE LA TELEVISIÓN

APARECEN EN ESTA FOTO el productor Manuel Medina Mesa, el director Bernardo Romero Lozano, las actrices Fanny Mikey y Lucía de Medina, la bailarina Graciela Danieli y los actores John Gil y Boris Roth.

La televisión nació en Londres en 1927 pero llegó a Colombia sólo el 13 de junio de 1954, fecha en que cambió la historia de las telecomunicaciones. Con motivo del primer lustro de la televisión, CROMOS contó cómo se hacía. Y se hacía, claro, en directo, gracias al talento y la fina improvi-sación de muchos pioneros que hoy están en el corazón de los colombianos.

CIENTÍFICO

DESPUÉS DE CINCUENTA AÑOS A FUERA AÚN RE-CUERDO CON CARIÑO EL PAPEL BRILLANTE DE LA REVISTA Y LAS LINDAS FOTOS QUE LA ILUSTRABAN”.

RODOLFO LLINÁS

“La palabra ‘Cromos’ la conozco desde niño con relación a la revista. Siempre me llamó la atención que se deletreaba con letra mayúscula al comienzo y al final de la palabra (CromoS). Cuando pregunté ¿por qué? a mi padre, me contestó: ‘Cromos quiere decir colores y dice más una foto en color que mil palabras. Lo de las mayúsculas es para enfatizar que imprimen todos los colores. CROMOS, como El Tiempo y El Espectador, son para mí Colombia,y en particular, Bogotá”.

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MÚSICA 1962¡A BAILAR EL TWIST!

Ni siquiera era colombiana, y apenas estaba de paso en el país. De paso de twist, para más señas. Porque Aurita Siso, venezolana, que había aprendido a bailar el twist en Nueva York, y lo había perfeccionado en París, les enseñó a los lectores de CROMOS a disfrutar del nuevo y atrevido ritmo musical sin sonrojarse. Apareció en la portada del 15 de marzo de 1962 y sus consejos eran de ataque: “Se dejan las rodillas ligera-mente flojas y se llevan de un lado hacia el otro mientras deja rodar los pies con el mismo movimiento de quien apaga una colilla”.

180POSTALES

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MARÍA DE LA PAZ

JARA ILLO

LO QUE HIZO

Nació en Mani-zales y estudió Bellas Artes en la Universidad de los Andes; en la Chelsea School of Art, en Inglaterra; los Talleres de Heyter, en París, y el Camnitzer en Italia. Ha participado en cerca de 88 expo-siciones colectivas en Latinoamérica, Europa y Nortea-mérica, y en más de 50 exposiciones individuales en Co-lombia, Alemania, Estados Unidos y Medio Oriente. Sus obras están en los principales museos del país y en otros como el MoMA de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de México.

2011

“Después de hacer una serie sobre el tema de la música, me llamó muchísimo la atención poder trabajar una obra sobre Shakira, ya que representa todo un movimiento musical y es una figura internacional. Todos estos ingre-dientes me parecieron que iban mucho con mi obra”.

CON ESTA PORTADA

182CROMOS HECHA ARTE

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SHAKIRA

OBRA DIGITAL INTERVENIDA CON ACRÍLICO

31 X 38 CM

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EMOCIONES CROMOSPOSTALES CARICATURAS EN EL TIEMPO

PERSONAJES CROMOS

TEXTOS MEMORABLESESTILO CROMOS

Antes, durante y después / Juan Gossaín“El dictador de este país es el general Camacho Leyva” / Margarita Vidal“Piedra y cielo me hizo escritor” / Juan Gustavo Cobo Borda

1967 1982

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PEPÓN 1982

REALEZA Y REALIDAD

186CARICATURAS DE SIEMPRE

Page 182: Revista Cromos 95 años

Abogado liberal, presidente de la República de 1966 a 1970. Senador, ministro de Hacienda y director de El Tiempo, entre otros importantes cargos, tuvo un gobierno caracterizado por el crecimiento económico y la descentralización de la gestión estatal. Durante su mandato se crearon los departamentos de Risaralda, Sucre y Cesar. Luego de finalizar su periodo de gobierno intentó, sin éxito, postularse a la presidencia en dos ocasiones más, pero fue derrotado por sus copartidarios liberales en consulta.

UN HOMBRE ENÉRGICO, TENAZ, INSOLENTE, IMPERTINENTE, GENTIL, COR-

TÉS O MAGNÁNIMO SEGÚN EL CASO; UN HOMBRE QUE DICE LAS COSAS Y

LAS HACE (HERNANDO TÉLLEZ, 1949).”

1908-1994

PRESIDENTE

RESTREPOCARLOS LLERAS

CROMOS, 3 de octubre de 1994. N° 4.001.

188PERSONAJES CROMOS

Page 183: Revista Cromos 95 años

El primero trabajó durante 57 años en El Tiempo como jefe de redacción y editor, y se volvió famoso por su agudo olfato periodístico y su habilidad para titular. El segundo, gran aficionado a los toros, ejerció como director del mismo diario entre 1981 y 1999. Estos dos hermanos, que llevaron el periodismo en la sangre, convirtieron al periódico en un referente nacional y fueron definitivos en la consolidación de lo que se conoció como “el talante santista” del diario.

CROMOS, 21 de agosto de 1995. N° 4047.

“DENTRO DE LA LIBERTAD DE PRENSA SE TIENEN QUE RESPETAR LOS PUNTOS DE

VISTA DE FRANCISCO, MI HIJO. PERO YO NO LOS COMPARTO (HERNANDO SANTOS)

1917-2001 1922-1999

PERIODISTAS

SANTOS CASTILLO

ENRIQUE Y HERNANDO

189

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PRESENTADORA

DE CASTAÑOGLORIA VALENCIA

1927 - 2011

CROMOS, 8 de abril de 2011 (reproducción de la entrevista que le hizo Camándula en 1980). Nº 4.807.

Su trabajo como presentadora de programas como El lápiz mágico, Conozca los autores y Por los caminos de la patria le valieron el cariño de los televidentes y el nombre de ‘Primera Dama de la Televisión’. Al lado de su esposo, Álvaro Castaño Castillo, fundó la emisora HJCK en 1947, donde trabajó como colaboradora de varios programas por más de 50 años. También trabajó con RTI, presentando El precio es correcto y Naturalia, producido entre 1974 y 1993, y fue una de las pioneras en el cubrimiento de la moda en el país. Su elegancia, su belleza y su cultura serán muy difíciles de repetir en la televisión.

YO TENGO QUE IMPROVISAR PORQUE NO TENGO MEMORIA. LA TIMIDEZ MÍA EXISTE.

EXISTE COMO ALGO QUE YO SÉ QUE TENGO, COMO SABER QUE TENGO OJOS, OÍDOS,

NARIZ Y GARGANTA, SÉ QUE SOY TÍMIDA ”

190PERSONAJES CROMOS

Page 185: Revista Cromos 95 años

CROMOS, 20 de septiembre de 2008. Nº 4.723.

Aunque su verdadera intención era estudiar Ingeniería Química, su paso por el periodismo ha sido más que acertado. Lleva nueve premios Simón Bolívar y un Rey de España. En la radio fue director nacional de noticias en Caracol, de donde se retiró en 1999 para fundar el noticiero CM&. En 1998 fue nombrado director de Cara-col Noticias. En 2002 regresó a CM& y ahí continúa. Tuvo su propia emisora, R@dionet, un excelente proyecto de noticias 24 horas que, sin embargo, no prosperó. Su estilo cambió la historia de la radio.

“PREFIERO LA RADIO SOBRE LA TELEVISIÓN. LA RADIO ES IMAGINACIÓN

Y ESO ME ENCANTA. LA VISIÓN ACABA CON LA IMAGINACIÓN

PERIODISTA

AMATYAMID

1932

191

Page 186: Revista Cromos 95 años

MORDILLO 1973SIN TÍTULO

192CARICATURAS DE SIEMPRE

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BELLEZA 1968

REINA DE AVANZADA

Fue la primera candidata al Concurso Nacional de Belleza que fue a Car-tagena con el pelo corto. Rebelde e independiente, se adelantó a su tiempo… pero no ganó.Como lo dijo CROMOS, María Victo-ria Uribe fue en su momento “el justo exponente de la belleza moderna”. Elegida por Bogotá, se ganó la sim-patía del público por su naturalidad (pelo rubio cortado casi al rapé, cero maquillaje y carcajadas auténticas) y por su posición moderna frente a la vida (abierta, sin ataduras de ninguna clase). Por eso no se inmutó cuando le pidieron posar en ruana. Era difícil que un jurado tan conservador como el que suele contratar el Concurso, la eligiera. Pero quedó grabada una imagen de autenticidad que más tarde repetiría, en el mismo certa-men, Margarita Rosa de Francisco.

194POSTALES

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MODA 1969

AIRES SICODÉLICOS

Hasta hace poco, la moda llegaba al país más bien tarde. O si no que lo digan estos elegantes diseños para la ciudad, que salieron publica-dos en la sección de moda en septiembre de 1969, cuando el mundo se entregaba a la sicodelia: vestidos sobretodos con falda pantalón; materiales como lana virgen y flanel; sombreros de comienzos de los sesenta. Por supuesto, los “modernos” diseños femeninos tam-bién dan cuenta de una Colombia bastante conservadora que, por supuesto, lo reflejaba en los atuendos de sus damas. La inspiración eran los diseños de Nina Ricci y Jeanne Lanvin.

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Page 189: Revista Cromos 95 años

CULTURA 1970

LOS TIEMPOS DEL TPBNo están todos los que son pero sí son todos los que es-tán. Son Jorge Alí Triana y sus doce apóstoles del Teatro Popular de Bogotá, en una época de pleno florecimiento teatral. Años después El TPB, como tantos otros grupos que nacieron durante la misma época, tendrían que ce-rrar sus puertas por falta de recursos. Pero quedaron sus apóstoles, que posan para CROMOS en el intermedio de uno de los ensayos de la obra El inspector, de Nicolai Gogol, que dirigiría Jorge Alí. Muchos de ellos, ya falle-cidos, se hicieron célebres no solo en el teatro sino en la televisión.

EN LA FILA DE DEBAJOde izquierda a derecha: Iván Montoya, Antonio Co-rrales (QEPD), Inés Mejía, Mario Ceballos (QEPD), Rami-ro Corzo, Fanny Mikey (QEPD), Carlos Barboza. Segunda fila, arriba, de izquierda a derecha: Hernán Bolívar, Hernando Ja-ramillo, Waldo Urrego, Jorge Alí Triana, En-rique Álvarez (QEPD), Herbet Chamat.

196POSTALES

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MODA 1971

PANTALONCITOSCALIENTES EN MEDELLÍN

Nunca un clásico entre Nacional y Millonarios había sido tan caliente como hasta ese domingo de 1971 en el que el equipo antioqueño le quitó el invicto y el liderato del torneo apertura a los azules. Antes del cotejo, las hermosas modelos de Caribú saltaron a la cancha para exhibir sus figuras en cortos. El público quedó exta-siado, y los jugadores de Nacional también. Se tomaron fotos con ellas y bromearon sobre sus lindos y atrevidos atuendos de domingo, ideales para una tarde de fútbol. ¡Para qué más!

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MÚSICA 1972ANA Y JAIME

Eran los hermanos Valencia, pero para su público bastaba con que les dijeran Ana y Jaime. Él tenía 18 años y ella 15 cuando saltaron a la fama con una canción que buscaba hermanar a Colombia con Venezuela en una época de tensa calma entre ambos países: Café y petróleo. El origen del dúo se remonta a 1969, año en que participaron en el programa “Qué hace la juventud”, que conducía Dora Cadavid. Sus primeros sencillos grabados fueron Nina Nana y Love Story. Su motivación, como todos los jóvenes de los sesenta, era la protesta, pero su legado, más allá de las razones políticas, sería el pop.

198POSTALES

Page 192: Revista Cromos 95 años

FARÁNDULA 1972

DE GLADYS A CLAUDIA

Cuatro años atrás se llamaba Gladys Caldas, tenía 16 años y trabajaba de secretaria de El Espectador con un salario de 1.200 pesos. En noviem-bre de 1972, cuando fue portada de CROMOS, tenía 20 años, se llamaba Claudia de Colombia y había vendido un millón de copias de sus cancio-nes, cifra que no había logrado nin-gún cantante nacional. Su historia de moderna cenicienta se la contó a Germán Pinzón. Lo curioso es que la mamá de Claudia metió la cucharada y le dijo al cronista: “La artista he de-bido ser yo”.

FERNELL FRANCO. Fue director fotográfico de CROMOS y uno de sus fotógrafos más célebres.

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Page 193: Revista Cromos 95 años

GENTE 1973ELLA FUE EL TEATRO

Fanny Mikey (1930-2008)Estaba a punto de cumplir 43 años cuando CROMOS la fotografió en la casa para celebrar sus 25 años de trayec-toria profesional. Por esos años había fundado, con Jorge Alí Triana y Jaime Santos, el TPB, y hacía trámites para recibir la nacionalidad colombiana. En ese entonces, en el reportaje para CROMOS, se atrevió a decir: “Quiero mo-rir colombiana, quiero lo más berraco para esta tierra”. Y no solo logró la ciudadanía, sino lo más berraco para esta tierra: el festival de teatro más grande del mundo.

200POSTALES

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TRAGEDIA 1973

42 PISOSEN LLAMAS

El equipo fotográfico de CROMOS reaccionó justo antes del cierre para tomar fotos exclusivas y entregárselas a los lectores al otro día. Sucedió el lunes 23 de julio de 1973. A las siete de la mañana, según lo publicó CROMOS, un hilo de humo en el piso 13, donde funcionaba el Instituto de Fomento Industrial, anunció la catástrofe. A las cinco de la tarde, el edificio era un cadáver. La foto refleja la impotencia de los transeúntes, que apenas atinaban a escribir men-sajes como éste: “Suban a la terraza”. No hubo mucho más que hacer: Bogotá no estaba preparada para apagar un incendio de esa magnitud. Un agorero dijo que todo se debió a la extraña alineación de Marte y Saturno, pero luego saltó a la luz la razón técnica de la conflagración: un corto circuito.

201

Page 195: Revista Cromos 95 años

EXPRESIDENTE

PERIODISTA

PRODUCTORA Y PERIODISTA FOTÓGRAFO

ERNESTO SAMPER

JORGE CONSUEGRA

VICKY WEINSTEIN

“CUANDO ME HABLAN DE CROMOS TENGO RECUERDOS VARIOPINTOS QUE VAN DESDE LA PRIMERA E INOFENSIVA REVISTA PLAYBOY DE MI ADOLESCENCIA HASTA LA REVISTA SERIA Y COMBATIVA DE MARGARITA VIDAL,

“SIENTO NOSTALGIA Y ALEGRÍA. FUERON MUCHOS AÑOS HACIENDO CRÓNICAS DENTRO Y FUERA DEL PAÍS. QUÉ ALEGRÍA DE SABER QUE LLEGA A LOS 95 AÑOS.

“ME DA UN ESCALOFRÍO, ME LLENO DE EMOCIONES Y DE ALEGRÍA AL TRAER ESOS RECUERDOS.

JAVIER AGUDELO

“PIENSO EN LOS 10 AÑOS QUE TRABAJÉ EN CROMOS. EN QUE ERA UNA REVISTA MUY IMPORTANTE.

pasando por mi primera tri-buna periodística dedicada a sacar casos puntuales de ciudadanos anónimos”.

Era la más importante revista no solo de Colombia sino de América, era un referente para todo el continente y despertaba curiosidad, todos querían saber cómo trabajábamos nosotros”.

En los viajes, en la reportería, en los estupen-dos jefes que pasaron por ahí, en los grandes cronistas. Tengo recuerdos especiales por Juan Gossaín, Antonio Morales y Fernando Garavito. Llamaba mucho la atención por las crónicas, por las fotos grandes en blanco y negro. Ahora, en lo digital, sigue marcando la pauta”.

Hicimos un gran cambio en la revista y convertimos el Mi-nicromos en algo actual, dejamos ver a las reinas no sólo como candidatas sino también como personas bellas e in-teligentes. Antes Colombia no las veía. Cada producción era una innovación. Con Pilar Castaño inventamos muchas cosas, metimos a los diseñadores e industriales para vestir a las candidatas”.

202EMOCIONES CROMOS

Page 196: Revista Cromos 95 años
Page 197: Revista Cromos 95 años

La semana pasada volvió Gossaín con su historia: “¡Pam-belé defiende por primera vez su título mundial en Puerto Rico y CROMOS no puede fallar!”. Todavía teníamos du-das, si hemos de ser sinceros, pero Gossaín se salió con la suya otra vez… y Pambelé también.

Varios días estuvo el enviado de CROMOS al pie de Pambelé. Le oyó contar las cosas simples de un muchacho humilde que ha llegado a lo alto por sus propios méritos. Gossaín estuvo al pie del cuadrilátero la noche en que Pam-belé acabó con Josué Márquez. Pero nuestras instruccio-nes eran muy claras: no cuente nada de la pelea. Cuente cómo es Pambelé por dentro…

La próxima vez que Gossaín diga algo sobre Pambelé, no tendrá necesidad de insistir: no hay más remedio que confiar ciegamente en Pambelé…

o primero que hizo Kid Pambelé, con los cinco mil dólares que le pagaron en Panamá por la pelea en que ganó el campeonato mundial, fue comprarse un colchón dobleancho de resortes y mandarse a poner un diente de oro.

El diente tiene su historia. Cuando el famoso boxeador era apenas un niño pobre que vendía cigarrillos de contrabando por las calles de Car-tagena, al lado de su casa –en el barrio negro de Chambacú– vivía un embolador llamado Pedro

Cañate que no desperdiciaba oportunidad para declararse orgulloso de dos cosas: de la novia blanca que se había conseguido en la galería del Teatro Padilla y del diente de oro que le brillaba en una esquina de la encía superior. El diente tenía sus iniciales grabadas en letras mayúsculas. Le había costado una suma que nadie se imaginó nunca en aquel vecindario de ranchitos despatarrados, perros sin dueño que hociqueaban la basura y ancianas asmáticas: ¡trescientos pesos!

Los muchachos de Chambacú no le envidiaban a Pedro Cañate la novia blanca tanto como el diente. Era un símbolo de poder y bonanza. Los sábados por la noche, cuando las

CRÓNICA DEPORTE 02.26.1973

Ju

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POR JUAN GOSSAÍN

Hace cuatro meses –la última semana de octubre– ocurrió exactamente lo mismo: Gossaín empezó a embromar con un viaje a Panamá, donde un desconocido boxeador colombiano, llamado Kid Pambelé (alias Antonio Cervantes Reyes) disputaba el título mundial de su categoría. “¡Pambelé será el primer cam-peón mundial colombiano, y CROMOS tiene que estar allí!”. Exclamaba Gossaín ante nuestra indiferencia. Insistió tanto, que le dieron los pasajes de Avianca… ¡y Pambelé ganó!

ANTES, DURANTE Y DESPUÉS

No hay mucho más que decir: Pambelé descrito por una de las mejores plumas que ha dado el period smo colombiano.

204TEXTOS MEMORABLES

Page 198: Revista Cromos 95 años

“EN CARTA-GENA ESTA-BA DESES-PERADO, YA NO PODÍA NI VENDER CI-GARRILLOS EN EL CAME-LLÓN DE LOS MÁRTIRES PORQUE LA POLICÍA NOS ESTABA PER-SIGUIENDO”.

“EL BROTHER”,se llama a sí mismo, acaba de ganar la primera defensa de su título.

canciones de Daniel Santos daban comienzo a los bailes en plena calle, Cañate llegaba sonriente para que las mujeres le vieran el diente y ninguna se negaba a bailar con él. Y desde entonces Antonio Cervantes se hizo un propósito: “Cuando consiga plata me pondré un diente de oro”.

La vida dio muchas vueltas. Pasaron doce años. El ven-dedor de cigarrillos recorrió todos los pueblos costeños ganándose la comida a trompadas. Hasta que una noche de octubre, con los ojos brillantes mirando a su contendor, soltó la mano izquierda, tumbó a Frazer, oyó el ruido de la muchedumbre y se acordó de una cosa: el diente…

En los primeros días de noviembre, convertido ya en campeón mundial, Kid Pambelé entró al consultorio de un dentista venezolano. Se hizo extraer el colmillo supe-rior derecho. Le pusieron un casquete de oro exacto al que usaba Pedro Cañate para deslumbrar a las mucha-chas de Chambacú. Y en la parte interior le grabaron sus iniciales: A.C.R.

Después vino lo del colchón. Pambelé vive en Caracas con una mujer que le ha dado paz, tres hijos y tranquilidad. Pero antes de la pelea en Panamá tenían que dormir en camas separadas porque no había plata para comprarse una cama doble.

—Se nos estaba volviendo un dolor de cabeza –recuerda ahora Pambelé, acostado en la cama doble de un hotel puertorriqueño–. Cuando queríamos estar juntos tenía-mos que esperar a que amaneciera, que los niños salieran de la casa, y entonces juntar las dos camas…

Pero los cinco mil dólares de Panamá resolvieron el pro-blema: Pambelé y su mujer salieron una tarde al comercio de Caracas. Miraron varias camas, escogieron una, le pu-sieron el colchón dobleancho con resortes y regresaron a la casa. Fue así como el campeón mundial pudo conseguir cama para él y su mujer. Y como pudo, muchos años des-pués, ponerse un diente de oro como el de Pedro Cañate.El día en que Pambelé se puso las sandalias

Faltan quince horas para su combate contra Josué Már-quez. Es jueves.

A las siete de la mañana Kid Pambelé se prueba el pro-tector dental que piensa usar esta noche. Le queda un poco grande. Después le pide a su entrenador una pelota de caucho macizo para ejercitar las manos todavía adorme-cidas. Lleva puesto un sombrero de paja amarillenta que compró en Maracaibo. El sombrero tiene un cintillo azul y un tiburón de pasta roja sostenido con grapas.

San Juan empieza a hervir bajo el sol del verano. No hay nadie en la calle porque a esa hora, en el mes de febrero, el calor se vuelve insoportable y los puertorriqueños duer-men a pierna suelta. Salimos a la angosta avenida bordeada de árboles corpulentos. Al otro lado de la acera se divisan el mar transparente y un alcatraz que vuela sobre las palme-ras. Pambelé está vestido con una camisa de barcos azules con los velámenes desplegados al viento, pantalón de pana color mostaza, reloj de oro con el escudo de Colombia en la esfera, sandalias de cuero peludo y hebillas plateadas, y anteojos ahumados con marco metálico.

—No estoy enfermo –dice Pambelé–. Lo que pasa es que en verano siento como si tuviera animales en las tripas–. Y se hunde en un silencio frío. No habla. Cuando alguno de nosotros se dirige a él, por toda respuesta apenas mira con sus ojos brillantes.

El cielo se ha convertido en una gigantesca mancha ro-jiza. Durante el recorrido juguetea con la pelota, arroján-dola contra las paredes para recibirla en el rebote.

Cuando llegamos al viejo edificio de Parques y Recrea-ciones está amaneciendo por completo. Los primeros

taxistas ocupan las calles céntricas, revueltas por la brisa caliente que baja del mar. El portero, de uniforme blanco y botones militares, reconoce al boxeador colombiano y le franquea la puerta de hierro. El largo pasillo está oscuro. Un gato duerme sobre el primer escalón. Al final, entre rústicos archivadores y escritorios de madera, se encuentra la báscula. Pambelé se desnuda, pone el reloj sobre un es-caño, deja a un lado las sandalias. Se quita el sombrero, descubriéndose la cabeza que parece un cepillo.

Sube a la báscula. Sus ojos se tro-piezan, en silencio, con los del en-trenador Melquíades Sanz: Pambelé pesa 142 libras. Antes de las diez de la mañana tiene que rebajar un ki-logramo. Se viste de nuevo pero sin calarse los espejuelos. Cruzamos un parquecito con estanque donde las tortugas toman el sol bocarriba. Dos enamorados madrugadores conver-san, tomados de la mano, en el banco de concreto. Por la calle contraria pasa un vendedor de frutas empu-jando su carrito. La ciudad está sa-cudiendo su marasmo. San Juan se asemeja un poco a Cartagena con sus balcones coloniales que parecen sus-pendidos en el aire y sus callejuelas empedradas en que las pisadas resue-nan como si uno tuviera herraduras.Fiorillo, el poeta colombianoque boxeaba en Puerto Rico

Pasamos por las primeras avenidas de San Juan. El verano se ha instalado por completo en los patios de hierba alta y flores olorosas. El sol es tan fuerte que el mundo parece flotar a un milímetro del suelo.

Kid Pambelé se adormece en el asiento trasero del automóvil. Yo pienso que no duerme por la misma razón que no habla: porque está con-centrado en lo que ocurrirá esta noche entre las cuatro cuerdas del Coliseo. Defenderá por primera vez su título mundial.

Han pasado cuarenta años desde que llegó a Puerto Rico el primer pu-gilista colombiano. Se llama Fernando

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Page 199: Revista Cromos 95 años

“EL HOTEL ESTÁ PARA

SERVIRLE AL SEÑOR EN LO QUE EL

SEÑOR QUIE-RA, Y ME

DICE SEÑOR OTRA VEZ, BROTHER, ¡ME DICE SEÑOR!”

AQUÍ ESTÁ EL COMIENZO DEL FIN:Pambelé ha golpeado a Márquez con la izquierda. Es el último asalto. Lo cruza con la derecha. El puertorriqueño empezará a retroceder, se apoyará en las cuerdas, irá a la lona por primera vez en su vida. No hay duda: ya se sabe quién es el mejor.

Fiorillo pero poca gente sabe en este país que hubiera existido un boxea-dor con ese nombre. Era un personaje de película. Durante la mañana hacía gimnasia en un caserón de la parte an-tigua de San Juan. Por la tarde colgaba los guantes y cambiaba la pantaloneta por un traje a rayas de caballero in-glés. Llevaba siempre una flor en el ojal de la solapa, un sombrero de copa y unas polainas acordonadas que le daban la apariencia de un ministro británico. De noche se reunía con poetas y bohemios. Declamaba versos colombianos entre copas de ajenjo y lagrimones románticos. Pero cuando llegaba la hora de subir al cuadrilátero el galante poeta bogotano se convertía en una fiera. En San Juan ganó varias peleas, perdió otras, y se quedó para siempre en Puerto Rico. Jamás re-gresó a Colombia desde aquel año de 1932 en que llegó a la capital antillana con su clavel en la chaqueta, sus famo-sas declaraciones en verso y sus ganas de ser campeón. Ni siquiera se sabe a ciencia cierta si Fiorillo, el colom-biano que le abrió la ruta de San Juan a Kid Pambelé hace cuarenta años, está muerto o está vivo.Kid Pambelé recuerda los tiemposde la “Pensión Carmencita”

La caminata se inicia por un sen-dero pavimentado.

Pambelé aprieta la pelota de cau-cho. Acelera el ritmo de la marcha con un trotecito corto pero rápido. A las nueve de la mañana ha perdido las dos libras que le sobraban, y regresa a su habitación del lujoso hotel con playas privadas, casino, tres comedores y tu-ristas gringos con la piel enrojecida como los camarones.

Los temores de Kid Pambelé se disi-pan. Ya no hay problemas con el pesaje reglamentario. Entonces sonríe por primera vez y de su mirada desaparece esa prevención de gato acorralado que tenía a las siete de la mañana.

Hay una reunión de meseros en el primer comedor.–¿Qué dicen? –pregunta Kid Pambelé a manera de saludo.—Entusiasmados –responde un mesero de chaquetilla

salmón–. Estamos ahorrando para apostar a Pambelé.—Yo no sé qué le han visto a ese negro bruto tan bruto

–comenta en voz baja, el encargado de la cocina.Pero las palabras han llegado hasta el oído de Pambelé.

Sonriente, el boxeador le dice: —¿Y usted dónde ha visto que un bruto puede llegar a

campeón mundial?Todo esto produce la impresión de que se estuviera pre-

parando el estreno de una gran obra. En el hotel, trastienda del escenario, los periodistas entran y salen. Los cables de las grabadoras se enredan en las patas de las mesas. Pambelé sube a su habitación, se desviste a medias y entra en la cama.

Ahora habla. Y uno siente que la vida de Antonio Cer-vantes –el muchacho pobre que quería tener un diente de oro– cabe en los cuartos de dos hoteles: la primera vez que estuvo en Bogotá en 1967, se hospedó en la “Pensión Carmencita”. Era una modesta casa de inquilinato llena de estudiantes sin plata, viajantes de comercio, y mujer-citas ajadas que dormían de día y trabajaban de noche. Pagaba quince pesos diarios sin alimentación. La segunda vez –1972, campeón mundial– no era ya el desconocido negrito de Palenque que vendía cigarrillos en Cartagena, sino el personaje que tenía programada una entrevista con el presidente de la República. En esta segunda oportunidad el hotel tenía agua caliente, ventanas de vidrio, cortinas re-lucientes y le costaba trescientos pesos diarios. Se compró un vestido nuevo, una corbata francesa, camisa de mangas largas y zapatos con tacón de caucho.

—Me acuerdo como si fuera hoy, brother. En Cartagena me estaba desesperando: sin plata, sin nadie contra quien pelear. Ya no podía ni vender cigarrillos en el Camellón de los Mártires porque la policía nos estaba persiguiendo. Mi mamá Ceferina me prestó cien pesos y me largué para Bogotá en bus. El viaje duró como un mes. Me tocaba dor-mir en los parques de los pueblos. Se me acabó la plata, y entonces me tocaba cargar maletas en las estaciones de los buses para levantar la comida. Y me tocaba pedirle a la gente que yo no conocía: “Deme un permisito, señora, para orinar aquí”. Cuando entramos a Bogotá yo tenía el presentimiento de que hubiera sido mejor quedarme en Cartagena. Estaban preparando un programa de boxeo y a mí me incluyeron para pelear contra José Godoy. Él también es cartagenero y es mi compadre. Pero la vida es dura y hay que ganársela con lo que uno sabe. Entonces yo llamo a mi compadre Godoy y le digo: “Usted es mi

206TEXTOS MEMORABLES

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“ME GUSTA SALIR EN LOS PERIÓDICOS CON MIS GAFAS BLAN-CAS, PERO SIENTO QUE CUANDO LO RETRATAN UNO SE VA ACABAN-DO POCO A POCO”

compadre, compadre, pero usted necesita comer y yo también. Tenemos que rebuscarnos el vento. No hay más remedio compadre”. Mi compadre me llevó a la Pensión Carmencita. Pagaba quince pesos diarios –tuvieron que adelantarme el pago de la pelea, brother, para no dormir en la calle–, pero tenía que desocupar el cuarto antes de las ocho de la mañana. Y no podía regresar antes de las seis de la tarde. Creo que durante el día aprovecha-ban para alquilar mi pieza… Muchas veces me acosté con hambre, brother, y el hambre le da a uno más sueño. Pero a las siete de la mañana venía la vieja de la pensión, armaba su bullaranga, me golpeaba la puerta y no se iba hasta que yo salía. (En cambio, aquí en el hotel de Puerto Rico, viene todas las mañanas una muchacha vestidita de blanco –parece una enfermera, brother– y abre la puerta con cuidado, entra en la punta de los pies, y si ve que estoy despierto me dice: “¿Se le ofrece algo al señor? Un jugo, una fruta, lo que quiera: es por cortesía de la casa. El hotel está para servirle al señor en lo que el señor quiera”. Y me dice señor otra vez, brother, ¡me dice señor! Y entonces vengo yo y me acuerdo de la Pensión Carmencita, de la vieja que me sacaba de la cama, del hambre. Y me digo: tienes que ganarle a Márquez, negro, porque cuando uno ha pasado hambre y frío, primero se muere antes que perder el champion. A veces el hambre pega más duro que los guantes…“A mí me gusta la pinta esa de Bogotá, brother…”

Pambelé sigue siendo un muchacho de Palenque. Esta noche –jueves 15 de febrero– recibirá 35.000 dólares libres por su combate frente a Márquez. Si a eso se le agregan unos 5.000 dólares más por concepto de transmisiones para radio y televisión, el antiguo vendedor de cigarrillos ganará en una hora, cuarenta mil dólares que equivalen a un millón de pesos colombianos. ¡Y lo único que se le ocurre decir, cuando le preguntan qué piensa hacer con esa plata, es que necesita una estufa eléctrica, una nevera y un juego de muebles para la sala!

Le tiene miedo a los tumultos. Se asusta cuando más de tres personas lo rodean, como ocurre en el cuarto del hotel. Entonces se hace el dormido para que no le sigan preguntando, para que se vayan los fotógrafos, para que se apaguen los reflectores de la televisión.

—A mí no me gustan estas vainas, brother. Yo no sé qué es lo que es: me gusta salir en los periódicos con mis gafas blancas, pero siento que cuando lo retratan uno se va acabando poco a poco. ¿No habrá manera, brother, de que uno salga retratado sin necesidad de que lo retra-ten? Por eso me gusta Bogotá, porque como la gente no sabe de boxeo, la gente no pregunta tantas pendejadas: cuál es el mejor golpe que ha pegado Pambelé, cuál el peor que le han pegado, cuál ha sido su pelea más difícil. ¡Como si el mejor golpe que uno pega no fueran todos,

como si el peor golpe que le pegan a uno no fueran todos, y como si la pelea más difícil de uno no fuera la próxima! Por eso tengo ganas de irme a vivir un día de estos a Bogotá. Y por la pinta esa de Bogotá, que a mí me enloca, brother: el saco, la corbata, el vestido de paño, la camisa de cuello largo. A mí me gusta todo eso porque cuando éramos chiquitos en mi casa a duras penas había para un pantalón de dril. ¡Ni camisa teníamos, brother! Y mi mamá Ceferina rompiéndose el alma para que siquiera tuviéramos el calzón, brother. ¡Ahora quiero po-nerme la pinta, el vestido de paño! A mí me gusta la corbata, ¿sabes, brother?, porque se siente uno como la gente importante. Además, si el champion vive en Bogotá, no va a te-ner el problema de Cartagena. Se va la luz en casa de mi mamá Ceferina y hay que esperar que la luz venga cuando pueda. Pero si en la casa del champion, Bogotá, se va la luz, tú vas donde el presidente de la República y le dices: “Doctor, yo soy Pambelé y en mi casa no hay luz”. Y el doctor te pone la luz… Lo malo es que Bo-gotá no tiene mar, brother. Ni agua de coco…La bandera en el cuello del champion

Marlene Enríquez es colombiana. Barranquillera, para más señas, na-cida en el barrio Las Delicias. Hace diez años se fue de vacaciones a San Juan, conoció a un puertorriqueño, se casó con él… y se quedó a vivir en un pueblito perdido a siete horas de la capital.

–Yo no sabía nada: no sabía que exis-tiera un boxeador colombiano llamado Kid Pambelé, no sabía que fuera cam-peón mundial, no sabía que estuviera por aquí, no sabía lo de la pelea por el título. Yo no sé nada de boxeo, y en el pueblo donde yo vivo uno no se entera de lo que está pasando en el mundo. Pero el martes al mediodía, cuando mi marido prendió el radio a la hora del almuerzo, oí la noticia: un colombiano vino a San Juan a pelear por el título mundial. Y el locutor invitaba a todos los puertorriqueños para que fueran al Coliseo a hacerle barra a Márquez. Y yo me quedo pensando: ¡Hay que hacerle barra a Pambelé! Le digo a mi marido: “Me voy para San Juan. Yo soy colombiana y hay un colombiano que va a boxear”. Mi marido me dice que estoy loca, que no hay cómo llegar a San Juan, que de dónde a cuándo yo me preocupo por el boxeo. Me siento en la máquina de coser, hago una ban-dera, viajo en bus, en mula, a pie, en un campero. Y llego a San Juan…

ESTE “TURISTA”de vistosa camisa con barcos y velámenes, anteojos metálicos y sombrero de paja, Kid Pambelé dos horas antes de la pelea, paseando por una calle de San Juan.

207

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Cuando Marlene Enríquez hizo su entrada al Coliseo Roberto Clemente eran las ocho de la noche. Llevaba su bandera en un asta de metal. Y empezó a gritar dos horas antes de que empezara la pelea.

Después llegaron el médico cartagenero Guillermo Va-lencia, quien se encuentra en Puerto Rico desarrollando un curso para administración de hospitales, y el cónsul Jorge Porto Vélez, también cartagenero. Ellos, Marlene Enríquez, tres locutores, tres periodistas y un fotógrafo integraban toda la barra de Pambelé. Como pasa siempre en las inauguraciones –el Coliseo fue terminado dos días antes– no funcionaron los altavoces. Fue necesario pres-

EN EL AUTOMÓVIL DE UN AMIGO, quince horas antes del combate, Pambelé se hace el dormido ante las preguntas de los periodistas. Estaba nervioso. Dos horas después, cuando hizo el peso justo, recuperó su alegría.

tarle el micrófono a una emisora para anunciar el combate.

Pambelé apareció a las 9:15 de la noche. Estaba empapado de sudor y agua. Llevaba una bata verde, confec-cionada a última hora en una tienda del San Juan viejo, y un escudo de Co-lombia sobre la bocamanga izquierda de la pantaloneta.

A las diez de la noche comenzó la escaramuza. En ese momento nadie creía en él.

208TEXTOS MEMORABLES

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SE QUEDÓ DIEZ SEGUN-DOS EN SI-LENCIO. DES-PUÉS DIJO: “ES COMO GANARSE EL MISMO DÍA DOS BILLETES EN-TEROS DE LA LOTERÍA DE BOLÍVAR”

Fue entonces cuando las personas más próximas al cua-drilátero descubrieron la parte más impresionante en el físico de Pambelé: sus ojos. Fijos, metálicos, no espabilaban nunca. Parecen los ojos de un gato perdido en la oscuridad. Y jamás mira a la cara de su rival mientras se desarrolla el combate: le clava los ojos en el hombro, inmóviles, estáticos.

Una hora después, el golpe seco de la campana anunció el final. Y fue entonces –antes de conocerse la decisión–, y sin que la guardia pudiera evitarlo, que la barranquillera Marlene Enríquez se arrojó sobre las cuerdas, puso un pie en la lona y entró al tinglado. Estaba llorando. Había viajado ocho horas por todos los medios de transporte posibles, y ahora se agarraba al cuello de Pambelé con la bandera en alto. Después le puso la bandera en los hom-bros al campeón mundial y se dejó bajar por los policías. El brother había probado quién es el mejor…Después…

Al finalizar el combate hubo tángana. Ni los puertorri-queños le perdonaron al juez Jesús Soto haber votado por Márquez. Era una locura. Llovieron sobre el cuadrilátero cáscaras de naranja, vasos de cartón, restos de alimentos. La policía tuvo que intervenir para defender al juez. Un exaltado espectador, con el rostro desencajado, le mandó un puñetazo al abdomen.

Mientras afuera se generalizaban los gritos, y la multitud empezaba a desfilar en busca de las puertas, Pambelé bai-laba en una sola pierna. Se metió bajo la ducha del came-rino. En voz alta cantaba los versos de La hamaca grande. Debajo de un chorro de agua fresca, y llevando puesto todavía el guante de plata que le regaló mamá Ceferina

y que siempre le cuelga del cuello, el campeón gritó: “¡Cuarenta mil dóla-res, brother, cuarenta mil!”. Se quedó diez segundos en silencio. Después dijo: “Es como ganarse el mismo día dos billetes enteros de la Lotería de Bolívar…”.

Entonces, por primera vez en ese día, Antonio Cervantes se mostró ale-gre en toda la extensión de la palabra. Había derrotado no sólo a su rival sino a los que no creyeron en él. Y también por primera vez, ante los apremios del entrenador Sanz, salió del estadio por la puerta trasera. No quería que los curiosos le impidieran hacer lo único que deseaba en ese momento: comer…

A las tres de la mañana del viernes 16, feliz y hablador, se metió en las cobijas del lujoso hotel. ¡Como era de distinto todo a las pulgas de la Pensión Carmencita!Epílogo

Comentario escuchado en Bogotá 24 horas después de la pelea, a propó-sito de la muerte del padre de Josué Márquez, fallecido cuando escuchaba por radio el combate: “¡Cómo pegará de duro Pambelé, que le dio una trom-pada al hijo y mató al padre…!”.

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Según la revista Forbes, este banquero es el hombre más rico de Colombia con una fortuna estimada en 10.500 millones de dólares. Presidente del Grupo Aval –que abarca entidades bancarias como AV Villas, Banco de Bogotá y Banco de Occidente, entre otras–, Sarmiento comenzó a amasar su fortuna a comienzos de los años cincuenta con la construcción de complejos residenciales y comer-ciales. Hoy, a sus 76 años, este respetado empresario continúa trabajando con el mismo ímpetu que cuando empezó.

SARMIENTO TIENE LA VENTAJA DE QUE ESCOGE MUY BIEN A SUS ASESORES, TIENE

UNA CLARA VISIÓN DE PARA DÓNDE VA Y ES SUMAMENTE EFICAZ EN LOGRAR SUS

OBJETIVOS”

EMPRESARIO

SARMIENTO ANGULO

LUIS CARLOS

CROMOS, 13 de febrero de 1995. N°4020.

1933

210PERSONAJES CROMOS

Page 204: Revista Cromos 95 años

Bumangués, fundador y director de la Organización Ardila Lülle, que agrupa empresas tan importantes como Postobón, RCN y el club deportivo Atlético Nacional. Además de ser uno de los hombres más ricos del país, Ardila Lülle fue elegido como el empresario del siglo XX en Colombia por los decanos de las distintas facultades de negocios y recibió, también, la Orden de la Gran Cruz de Boyacá. La organización que preside está compuesta por cerca de 80 empresas que generan más de 500.000 puestos de trabajo en el país.

EMPRESARIO

ARDILA LÜLLE

CARLOS1931

CROMOS, 17 de diciembre de 1979. Nº 3231.

“QUÉ MITO NI QUÉ NADA. UNA PERSONA COMÚN Y CORRIENTE. UNA INFANCIA

TRANQUILA, EN EL RIGOR DE UNA FAMILIA TÍPICA SANTANDEREANA

211

Page 205: Revista Cromos 95 años

El talento para los negocios lo heredó de su padre, Mario Santo Domingo, pionero de la aviación comercial en Colombia. Es uno de los hombres más ricos de Colombia y el 123 del mundo según la revista Forbes de 2011, que calcula su fortuna en 6.000 millones de dólares. Es accionista principal del Grupo Empresarial Bavaria y de Valórem, desde donde controla más de 100 compañías en diferentes países, entre las que se encuentran El Espectador y Caracol Televisión. En 2005 se fusionó con SAB Miller y se transformó en accionista de la segunda cervecera más grande del mundo.

YO NO SOY UN MULTIMILLONARIO QUE SE HIZO SOLO”

EMPRESARIO

SANTO DOMINGO

JULIO MARIO

CROMOS, 13 de febrero de 1995. N°4020.

1924

212PERSONAJES CROMOS

Page 206: Revista Cromos 95 años

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PERIODISTA Y ESCRITOR

PERIODISTA

MAURICIO VARGAS

“PIENSO EN REPORTERÍA.CROMOS ES UN ÍCONO NACIONAL. UNA REVISTA DE REPORTEROS POR EXCELENCIA,

“ME RECUERDA QUE, A PRINCIPIOS DE 1997 Y HASTA FINALES DEL 99,

APRENDÍ EN SUS PÁGINAS A ESCRI-BIR COLUMNAS, ALGO QUE JAMÁS

HABÍA HECHO HASTA ENTONCES,

GUSTAVO CASTRO CAYCEDO

donde se hicieron muchos de los me-jores trabajos periodísticos del mo-mento. Ha sido un símbolo del perio-dismo del país”.

y supe lo que era responder personalmente por cada palabra, cada frase, cada opinión. Todo por culpa de la generosidad de Gonzalo Córdoba. Pero me trae muchos más recuerdos: hasta el surgimiento de Al-ternativa, a mediados de los setenta, era la única revista del país y allí, siendo apenas un adolescente, pero atraído ya por el periodismo, aprendí a leer las crónicas de Juan Gossaín y de otras plumas inolvidables”.

PERIODISTA

MARGOT RICCICuando me hablan de CROMOS recuerdo una de las etapas más felices de mi vida. Crecí personal y profesionalmente. Y mi nombre quedó tan grabado en la memoria de la gente, que todavía, después de tantos y tantos años, me asocian con esta publicación. No olvido las épocas del reinado de belleza. Ni aquellos actores y actrices que también crecieron conmigo. Unos me recuerdan gratamente y otros no. Creo que me hice un lugar en sus cabezas, pero también en sus corazones.

¿TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR? PUES SÍ. ¡ESPECIALMENTE LOS TIEM-POS DE CROMOS!

214EMOCIONES CROMOS

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oda una filosofía de la vida y la política, magis-tral pero sencillamente resumida en tres pensa-mientos que pertenecen ya al lapidario acervo de nuestras frases célebres. res pensamientos que retratan la idiosincrasia del expresidente Darío Echandía, uno de los miembros egregios del otrora “glorioso partido liberal” en franca decadencia hoy, a la hora de las definiciones y los cambios.

Echandía, ante la avalancha descompuesta de aspira-ciones y lastres en que se ha convertido el partido, redobla su escepticismo y lo califica con asco.

Duro golpe para un partido en trance de sobreaguar, el ser cuestionado por alguien de la prestancia intelectual, el valor moral, la autoridad de Echandía. Uno de sus jefes innatos, que ha sido por décadas ejemplo de generaciones y paradigma de virtudes sin mácula.

Mal debe estar realmente la cosa… ¡algo podrido debe haber no en Dinamarca sino en Cundinamarca! (paro-diando su célebre precisión al Senado).

Por ello pienso que es necesario lograr que el maestro Echandía rompa su voluntario mutismo. La idea me ronda la cabeza con un zumbido implacable y acudo a Otto Morales, su amigo de siempre. Su gestión surge efecto inmediato. El expresidente accede a recibirme en su vieja casona.

El encuentro se pospone por sus quebrantos de salud. Su hermana Carlota es la encargada de rehacer nuestra cita. Me recibe gentil, y asiste a trechos a nuestra conversación que se prolonga por horas… Intercala comentarios agudos. Es una mujer incisiva y mordaz. El hada madrina de su ilustre hermano, al que cuida con verdadero desvelo. Se enoja con él por su nueva “manía” de declararse en estado de muerte.

Lo encuentro al fondo de su biblioteca penumbrosa, esperándome, solo y sumido en sus pensamientos. En-fundado en un traje oscuro de inevitable chaleco, anima su sobriedad apenas con una corbata de seda gris, angosta, de última moda.

La calidez de su bienvenida me sorprende un poco pues lo recuerdo un tanto distante. Me extiende su mano, de de-

ENTREVISTA PODER 05.11.1979

Ju

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mil

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POR MARGARITA VIDAL

Por cuenta de esta entrevista a Darío Echandía, el país polí-tico sufrió un fuerte remezón. Margarita Vidal recibió graves acusaciones por aprovecharse de la senectud del maestro y hasta un editorial en su contra de Alberto Lleras Camargo. Al final, Margarita ganó un Simón Bol var por esta lúcida conversación y Colombia entendió que las reflexiones de este hombre, considerado la conciencia moral del pa s, eran más que acertadas.

“EL DICTADOR DE ESTE PAÍS ES EL GENERAL CAMACHO LEYVA”

216TEXTOS MEMORABLES

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“NO QUIERO HABLAR DE JULIO CÉSAR TURBAY POR-QUE ES MI AMIGO. PRE-FIERO DECIR QUE ME DA VERGÜENZA SER LIBERAL”.

dos ligeramente curvados, en la que brilla desoladamente la alianza de oro, recordándome que hace seis años murió Emilia Arciniegas, su esposa por 37 años.

En un carro-bar ha preparado una pequeña fiesta para mí: diminutas tostadas de pan, queso Roquefort, caviar de Irán… pienso que el presidente Valencia sentía debilidad por este último, como por las empanadas de pipián.

Tengo, como hace seis años cuando lo entrevisté por primera vez, un cierto temor reverencial. Hacia la vastedad de su cultura especialmente. No es cosa fácil pretender en-frentársele. Pero su sencillez, la calidez de su recibimiento y la primera oleada de un trago de whisky estupendo des-vanecen la prevención inicial. Me siento cómoda.La trampa de Alberto Lleras

La muerte de Emilia Arciniegas, su tierna esposa por tantos años, ha afectado al maestro. Sin duda. Le ha qui-tado el deseo de salir, de pasear, de vivir. Su recuerdo le llega arrancándole una enternecida sonrisa, al contarme la anécdota de su matrimonio hace ya 43 años…

“Alberto Lleras fue el que hizo la trampa cuando era presidente. Me invitó a Las Monjitas, una casa de las Mi-chelsen, en el campo, cerca de La Esperanza, otra finca a la que iba Emilia, y allí Alberto, que era presidente, hizo la maturranga. Nos casó el cardenal Concha, que entonces no era cardenal sino obispo de Manizales y que veraneaba en El Ocaso”.

Y por qué tuvieron que armarle una trampa? ¿Es que usted era de esos novios “eternos”?

No… yo me casaba con Emilia, claro. Con ella o con nin-guna. Pero era lento… ¿no? Como indeciso.

¿Cuánto llevaban de novios?¡Tampoco era que hiciera cincuenta años!, como cinco

o algo así. Pero es que yo era muy mal novio.¿En qué sentido?Pues dejaba de ir tiempos. Pero ella sabía que yo volvía.

Yo me acuerdo que a Emilia le hizo mucho tiro su entre-vista por televisión, cuando usted me preguntó cuándo la había conocido y yo le dije que recién nacido… además, usted estuvo muy discreta sin insistir mucho en cómo me habían levantado esa novia para casarme así… Es que querían dizque hacer la cosa sin tanto espectáculo, ¡y re-sultó mucho más espectacular porque yo era ministro de Gobierno!

Lo noto muy afectado por su ausencia…Sí… casi me muero cuando se murió Emilia…Se sume en sus pensamientos y una atmósfera triste lo

envuelve de pronto. Retomo mis temas políticos. No ha sido mi intención entristecerlo.El liberalismo es una vergüenza

¿Podríamos, para empezar, hacer un análisis de la situación del partido liberal, hoy sin rumbo ni timonel?

La voz restalla como un látigo en el silencio de la estancia acostumbrada al sosiego, que se llena de ecos como sorpren-dida en su calma.

¿Cuál partido liberal? ¿Es qué usted cree que eso existe todavía?

Pues… –ensayo tímidamente en medio de la sorpresa que me produce ese ímpetu–, ¿también usted cree que no existe?

Pues ¡no faltaba más! Existe en Europa sí… pero no lo reciben en las coaliciones de derecha. Reciben a los fas-cistas pero no a los liberales.

¿Por qué razón?Porque son reaccionarios. Porque al primer proyecto

social, el gobierno se cae porque ellos votan en contra. Es que aquí creen que basta con gritar “Viva el gran partido

liberal”, y ya está. Pero eso es lo más desprestigiado que hay en el mundo. Eso lo sabemos usted y yo que somos liberales racionales.

¿Y eso qué significa?Pues que usted y yo no somos li-

berales. Sería una vergüenza. Lo que somos es socialistas demócratas. Pero aquí nadie se atreve a decir que es socialista, es decir, anticomunista, y además liberal porque es partidario de que se pueda hablar contra el Go-bierno. Eso nadie se atreve a decirlo porque se cae el “gran partido libe-ral”. Es que aquí todos esos viejos son enemigos de las reformas sociales. Esos que se llaman dizque liberales.

Pero es que todo está distorsio-nado. Para muestra este gobierno supuestamente liberal y montado sobre el Estatuto de Seguridad…

Yo no quiero hablar de Julio César porque soy muy amigo de él, y lo quiero mucho. Además, como persona es un hombre excelente que no le hace daño a nadie. Más bien prefiero decir que no soy liberal. ¡Que me da vergüenza!

Pero si es usted uno de los más insignes jefes del partido.

Pero, ¿qué liberalismo puede ser este de aquí? Dígame ¿qué liberal es partidario de la reforma? ¿Cuántos partidarios de la Reforma Agraria hay, fuera de Carlos Lleras? Si son es ene-migos de todos los cambios sociales.

Hay trémolos de indignación en la voz que ha ido en peligroso “crescendo”. Tí-midamente le anoto para ver si se calma:

Pero tal vez el problema no es del partido sino de sus dirigentes…

Pero, ¿insiste usted en lo de partido liberal? ¿Cuál? Vamos a ver… ¿Para qué es supuestamente ese partido liberal?, ¿para hacer las reformas?, entonces es socialista. ¡Que no digan mentiras!

Si yo de lo que soy partidario es de que no digan mentiras. Por eso sos-tengo que ese liberalismo debe pre-sentarse a las elecciones diciendo: somos socialistas, es decir anticomu-nistas. Somos liberales en el sentido de que somos partidarios de que se pueda hablar contra el Gobierno sin que lo metan a uno a la cárcel. Y somos partidarios de las reformas sociales. Es decir, ¡somos socialistas demócra-tas! Pero, se mueren del susto porque son reaccionarios. Se mueren del pá-nico de que les hablen de cualquier tema social. Los conservadores son más inclinados a la izquierda cuando son, por la cosa cristiana, del socia-lismo cristiano. Es decir, aquí hay una tendencia que para este país es comu-nista y para Europa sería la extrema derecha. Es una vergüenza este país.

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Page 211: Revista Cromos 95 años

“HACE 65 AÑOS ES-TOY EN LA POLÍTICA Y DE ELLA NO TENGO SINO MALOS RE-CUERDOS”.

CON LOSEXPRESIDENTES Alfonso López Pumarejo, Carlos Lleras Restrepo y Eduardo Santos.

¿Doctor, y por qué hombres como usted no aportan soluciones a esta crisis?

Yo las propongo a todo el que venga aquí; pero en privado porque yo no me meto en política y he dicho suficiente-mente que me sobran razones. Es una vagabundería que me quieran meter a mí en política.

¿Cuáles son esa razones, doctor Echandía?

Que hace 65 años estoy en la política y de ella no tengo más que malos recuer-dos. He hecho todas las vagabunderías que se puedan hacer en 65 años. ¡Si he ido a todas las convenciones y demás!

La indignación corta súbitamente su frase. Viene una pausa larguísima, que respeto en toda su extensión por-que lo noto verdaderamente agitado. El timbre de su voz tiene como un res-quebrajamiento cuando añade en un susurro inaudible: “Siento vergüenza”.

¿Pero, qué es lo que le disgusta del ejercicio político?

Las intrigas… la mentira… porque es mentira que esto sea una demo-cracia. Aquí la gente no vota… ¿cuál es el pueblo que gobierna aquí? ¿Qué vagabundería es esa?

¿No piensa usted ayudar a la DNL que está buscando orientación en los jefes máximos del liberalismo?

Sí, si ya conversé con ellos y les dije que para mí el presidente debe ser Agudelo Villa, por dos razones: porque le creen que es de izquierda y ese es un buen señuelo. Y porque lo conozco desde que empezó y sé que es capaz de ser presidente. Se le puede poner ese fardo encima porque puede con él. Pero no muevo el dedo chiquito para que sea presidente.

¿Y por qué, si cree en él? Porque no estoy metido en política.

Estas cosas las digo en privado porque no estar en política no quiere decir que no tenga opiniones.

¿Según usted la bandera que hay que agitar para ganar las elecciones es la bandera izquierdista?

Que no la agiten a ver qué les pasa. Un día de estos le meten candela al pueblo. Sí. Cualquier día. La gente ya no aguanta más hambre. Pero le repito que Agudelo debería ser el presidente.

¿Ahora o en el 82?Pues debió haberlo sido ahora porque ese sí es un tipo de

izquierda. Tal vez si logra estructurar un programa confia-ble y creíble lo sea en el 82. A ver si la gente vota. Porque los pocos que lo hacen es por el manzanillismo y por esa cosa monstruosa que entró en plena vigencia: el clientelismo.

Pero dicen los analistas políticos que la fórmula pro-puesta por Agudelo para la escogencia de candidato favorece a Alberto Santofimio. ¿Qué opina usted?

Que en política se puede meter la pata cien veces y se saca, pero no se puede meter la mano.

¿Si usted ha estado tan decepcionado del partido li-beral por qué se ha dejado encasillar en él y ha figurado como uno de sus jefes más insignes?

Porque como aquí creen que el partido liberal es pro-greso, cuando ven a alguien con ideas avanzadas lo matri-culan en él. Y eso es todo lo contrario a la verdad. Es que, vuelvo y lo repito, los liberales son los más reaccionarios. Y ese es el partido liberal del general Herrera. ¡El general Herrera, que fue el responsable de que se perdiera la ba-talla de Palonegro! No le quiso enviar los pertrechos que le había pedido el general Uribe para dar una carga. ¿Para que fuera presidente ese ‘maicero’?. Eso sí que no. Y el general Uribe tuvo que dar una carga a machete. Eso no hay que decirlo pero así fue. Ese es el gran partido liberal.

Perdóneme que siga hablando del “partido liberal”, denominación que lo enardece, pero es que de alguna manera tengo que nombrarlo. ¿Usted cree que perderá el poder?

Sí. Lo perderá si no hace algo drástico como decir que es socialista demócrata. Sólo si logra que la gente le crea eso, se salvará. Pero si no le da socialismo a la gente, aun cuando no sea nombrándolo como tal, pierde las eleccio-nes porque ya la gente ni quiere votar por esa cosa que hay. Y eso le abre paso a Belisario que, como gobierno, demostró cuando era ministro, que tenía ideas avanza-das y asustó a los godos y a los liberales. Él demostró que en el Gobierno hace cosas. No dice que es izquierdista. Dice que es conservador, pero hace cosas que asustan a los burgueses.

Según su planteamiento, no importa entonces que el próximo Presidente sea liberal o conservador…

218TEXTOS MEMORABLES

Page 212: Revista Cromos 95 años

Claro que importa. Porque al uno le da por no asustar a los ricos y al otro por asustarlos…

¿Quién y quién? Analice. Ya se lo he dicho todo. Además hoy tenemos

una frase muy conocida… aquí no se quiere asustar a la gente… es un Gobierno “sin sobresaltos”… pero, ¿a quién no se quiere asustar? ¿A los que están con hambre? Y a esos, ¿cómo se los asusta?

Aquí no hay libertadDoctor Echandía, en los países civilizados la gente

vota en torno a programas, pero nuestros políticos dicen aquí el pueblo no entiende de eso. ¿Es cierto que vota sentimentalmente?

No es cierto que no entiendan. Sí entienden. Lo que pasa es que los meten a la cárcel si notan que entienden…¡Ajá!, los meten a la cárcel. Actualmente en este país no hay libertad. El país está constitucionalmente bajo la ley marcial y se dice que se aplica el “derecho de gentes” que es el derecho de la guerra… Ja, ja, ja… a eso le llaman de-mocracia. Hoy hay es un gobierno militar oficialmente. Sí… el dictador es el general Camacho Leyva. Si no, que digan qué pasa si el presidente no le firma un decreto… Lo que pasa es que a los militares no les gusta dictar decretos. No les gusta aparecer mandando. Ellos lo que buscan es un fir-món. ¿Y sabe usted quién fue el primer firmón? Recuerde que cuando era presidente Alfonsito López Michelsen, un día un general, sin consultar con él ni con nadie, dijo a los periodistas que estábamos en estado de sitio y que nada se estaba haciendo aquí. Al otro día empezaron a salir los decreto terribles de restricción de las libertades”.El colombiano más importante

Lo más grave es que la mayoría de quienes disfru-tan de la burocracia parecen muy conformes con este estado de cosas. Son pocas las voces de protesta, en-tre las cuales esta la de Carlos Lleras. ¿Qué opinión le merece su actitud crítica, de vigilante de los intereses nacionales?

La gente espera que salga la Nueva Frontera para pen-sar… y los periódicos publican todo lo que él dice antes de que aparezca la revista.

Antes, eso sucedía era con El Tiempo. En los pueblos se discutía de política y las discusiones se dirimían diciendo: “Aguardate a que venga El Tiempo a ver quién tiene la razón”.

Y cuál es su opinión personal acerca de Carlos Lleras?Es el tipo más importante que hay en este país, sin dis-

cusión. Eso sí, es sumamente liberal. Ortodoxo. Espan-toso con todo lo que sea socialismo. Yo, por ejemplo, vivo peleando con él y cuando vamos juntos a una reunión, siempre digo: “Yo soy enemigo de este señor porque yo

EL DÍA DE SU PRIMERA comunión.

SEGUNDA VERSIÓN

Apoyan:

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soy intervencionista, partidario del orden público económico” y de un montón de herejías más de las que él abomina. Pero estamos juntos y él es mi jefe. Yo le obedezco.

Su tono juguetón me divierte. Lo miro a los ojos, a través de sus grandes lentes que cabalgan en su nariz aqui-lina. Su recio perfil recuerda el de un águila. Pero es ya un águila cansada, el maestro a sus 82 años. La piel es sin embargo todavía saludable y tersa.

Contrariamente a sus tesis, el doc-tor Álvaro Gómez Hurtado ha dado en sostener que el mundo va hacia el conservatismo, y pone como ejem-plo algunos triunfos conservadores como los de Inglaterra y Canadá. ¿Está entonces, según su leal saber y entender, fuera de foco?

No. En este momento en parte es así. Pero ellos no se dan cuenta de que es una vela que se está apagando y que por eso hace llamarada… Pero Álvaro es un totalitario de derechas. Él quiere la revolución de derecha. Yo soy amigo de él, y lo quiero y admiro mucho. No he peleado nunca con él, somos amigos personales… Es inteli-gente como el diablo.

¿Y cómo es la revolución de dere-cha de que usted habla?

¡Aahhh!, como la de Mussolini…¿le parece poquito?, y, ¿qué tal la de Hit-ler? La poquedad, pues.La reforma a la justicia

Pasando a otro tema, aunque li-gado al anterior porque ha sido el alvarismo el grupo más empeñado en el tema de la reforma a la justicia, ¿qué le parece ésta a usted, que ha sido siempre un hombre de leyes?

Uno de los principales problemas de la justicia es que aquí en Colombia el Código Civil no funciona porque los jueces no despachan. Y, ¿por qué no despachan?, porque son unos analfa-betos y no saben cómo hacerlo. Porque

en Colombia hay decenas de “facultades de Derecho” que fabrican abogados a centenares y que son los únicos que aceptan ser jueces. Porque el que sea capaz de ejercer la profesión no acepta nunca un juzgado porque se muere de hambre. Esta reforma de ahora tiene algunas cosas buenas. Por lo menos ahora los jueces podrán ser efectivamente san-cionados si no despachan.

¿Aprueba usted también el sistema de la paridad en la justicia?

Noo… me parece un disparate. Eso es polarizar la justi-cia. ¡Un absurdo! Pero es que este país es tan salvaje que a lo mejor sirve.

Si usted le dice a un inglés, por ejemplo, que aquí la Policía es un cuerpo del Ejército, preguntaría si es que somos unos salvajes y habría que contestarle que aquí eso sí funciona, porque antes la Policía era una milicia de partido que servía para matar a los del bando contrario cuando perdían las elecciones. De manera que eso es un progreso. Recuerdo precisamente que un inglés me pre-guntaba cómo siendo los liberales el 70% y los godos el 30%, podía darse el absurdo de la repartición por partes iguales… Yo le dije: es que si no se hace así no hay elec-ciones. Es que esto no es Inglaterra, señor… esta es una democracia de opereta.

Eso es producto directo del Frente Nacional, que fue una especie de mal necesario. Mal, por su incidencia en los partidos…

Claro… era necesario, pero convirtió la política en el reparto de los empleos. Resolvieron la repartición por igual y se acabó la guerra. Pero también la política y las ideologías. Lo que es el hambre, ¿no? Este es un país muerto de hambre, aquí no hay ideologías sino rapiña por los empleos, porque la gente no quiere morirse de hambre. Pero eso sí matan sin misericordia. Doscientos mil muertos hubo en la Violencia, que se acabó en el mo-mento en que dijeron: “bueno, repartamos los puestos por mitades”. Adiós el amigo… ahora sí a crear hartos empleos, por partida doble para que no haya conflicto. ¡Ah, no!, si este país es grotesco.¿El poder para qué?

El 9 de abril el prestigio de Echandía era inmenso. La turba irracional, salida de madre, adolorida y borracha, clama por Echandía. Lo narra magistralmente Abelardo Forero: “La multitud aumenta y con ella su rugido. ‘Que salga Echan-día… necesitamos un jefe. Echandía es nuestro jefe’. Pasó a ser el jefe, elegido por el pueblo, instintivamente, en un acto irreflexivo y automático de lucidez. No fue una escogencia premeditada sino una reacción del instinto popular. Las gen-

CON SU ESPOSA EMILIA, en Barranquilla, listos a abordar el primer vuelo internacional.

“LO QUE ES EL HAMBRE, ¿NO? ESTE ES UN PAÍS MUERTO DE HAMBRE, AQUÍ NO HAY IDEO-LOGÍAS SINO RAPIÑA POR LOS EM-PLEOS”

220TEXTOS MEMORABLES

Page 214: Revista Cromos 95 años

tes que desesperadas y llorosas se asomaban a la vidriera de la Clínica Central solicitaban a gritos a Echandía”(1).

Más tarde, la lucidez de don Luis Cano lo hizo decirle al presidente Ospina: “Tan sólo existe en el país un prestigio ante las masas que sea capaz de devolverlas al orden, en-causarlas y dirigirlas, evitando una matanza cruel, y ese prestigio es el del doctor Darío Echandía. Queremos estudiar la mejor manera de utilizarlo en servicio de la nación”(2).

Con estos párrafos en la memoria me dispongo a tomar por asalto su proverbial displicencia.

Dicen que si usted se hubiera tomado el poder el 9 de abril, al país se le habrían ahorrado los 200.000 muertos de la violencia que se desató a continuación. ¿Cuál fue el sentido de su famosísima frase: “¿El poder para qué?”.

Pues yo no sé cómo querían que me tomara el poder… ¿Pacificar el país? ¿Cómo? ¿Cómo Morillo lo ‘pacificó’?

Lo cierto es que en el Ministerio de Guerra había dis-tinguidos miembros de ambos partidos. También en el Palacio, a donde los jefes liberales habíamos ido porque se nos había dicho que el presidente quería entrevistarse con nosotros. Después el doctor Ospina negó que nos hubiera llamado, pero nosotros fuimos convencidos de que el presidente quería entrevistarse con nosotros. Es-tuvimos toda la noche analizando la situación y tratando de encontrar soluciones. En cambio, del Ministerio de Guerra llamaban con mucha frecuencia y parecía que allá se gestaba la idea de que los militares se tomaran el poder para solucionar la crisis. A la madrugada me llamó un liberal para preguntarme si nos íbamos a tomar el poder, y allí fue cuando le contesté, “¿el poder para qué?”. Pero esta frase debe tener una interpretación más trascendental. La gente cuando va a votar, es de-cir, a ejercer el poder realmente debería preguntarse para qué quiere el poder y para quién debe ser. Y uno, si pide que lo elijan, debe decir para qué, qué es lo que va a hacer con el poder. Esa es la base. ¡Pero si es la cosa más elemental del mundo! En todo país civilizado, quien se presenta a una lucha electoral, lo primero que dice es lo que hará si lo eligen. Si no, no lo voltean a mirar. La gente civilizada es así y lo que yo quise decir es que seamos civilizados. Que antes de votar y de matarse pregunte ¡para qué quieren el poder!

Pues su frase generalmente se interpreta como des-precio del poder y carencia de ambiciones personales, por su tradicional displicencia por estas cosas…

La respuesta llega en forma de sentencia inapelable, con el dejo opita intacto, a pesar de los 72 años vividos por fuera de Chaparral, su patria chica:

EN LONDRES, con el doctor Eduardo Zuleta Ángel después de la inauguración de la Asamblea de las Naciones Unidas.

(1), (2) Abelardo Forero “Grandes fechas”.

Page 215: Revista Cromos 95 años

Es por burros… porque la cosa es demasiado clara. Hay que pregun-tarse siempre para qué se quiere el poder. Porque si no, el poder es para poder, ¡claro! Y aquí en este país es para eso. Porque esto aquí lo que es, es una cafrería.Un orangután con sacoleva

La voz se ahueca con un desprecia-tivo desdén. Las palabras hacen eco en su garganta y salen arrastrándose, pe-gándose a los tímpanos. Implacables.

¡No es muy fuerte esa frase suya de que este es un país de cafres?

Pues últimamente lo que me parece es que calumnié a los cafres.

¿Parece ser que sus frases están destinadas a la inmortalidad, pues aquella de que aquí la democracia es un “orangután con sacoleva”, hizo carrera. ¿Podría explicármela?

Eso es exactamente así y yo lo he venido diciendo por años y años. Es que aquí creen que las leyes cambian el medio. A las Indias llegó Jimé-nez de Quesada que era una figura del Renacimiento. Tres siglos más tarde, tenemos al general Santander con las instituciones inglesas y ahora, se la pasan buscando la última ley que haya salido de Dinamarca para copiársela. Por eso yo les digo que no estamos en Dinamarca sino en Cundinamarca.

Pero volviendo al tema, le ponemos al orangután (nosotros, que comíamos gente) el sacoleva del Renacimiento, ahorrándonos los diez siglos de sufri-miento europeo en la Edad Media. Le ponemos el sacoleva de las leyes ingle-sas del general Santander, pero debajo el orangután sigue igualito.

Nos entregaron el Renacimiento hecho. Entrega inmediata. Un siglo después de que llegaron los conquis-tadores, creamos el colegio del Rosa-rio. Es decir, los nietos de los antropó-fagos a estudiar Teología.

CON CARLOS LLERAS, como en el Chicago de los años 30’s.

El maestro Echandía tiene una peculiar manera de arre-llanarse en su cómodo sillón de cuero… Casi acostado con la mirada clavada en el techo y la mano golpeando monótona-mente el brazo… tap… tap… tap…

Maestro Echandía, ¿por qué, habiendo asistido usted como protagonista a los hechos más importantes de la vida nacional en este siglo, o como testigo de excepción, no ha escrito sus memorias?

Eso de ponerse uno a escribir sus memorias es una vagabundería, a no ser que se trate de las memorias de Chateaubriand, que son algo bestial, sí. Las escribió para que las publicaran después de su muerte, es decir, sin ninguna vanidad. Es una obra maestra de la literatura universal. Pero es que nadie escribe la Historia como es. Recuerde los comentarios de César… comentarios quiere decir recuerdos, es otra obra maestra, probablemente lo mejor escrito en latín. Pero es pura mentira. El tipo era un político. Lo escribió inmediatamente después de la guerra de las Galias, para luego ir a ser dictador a Roma. De modo que no se puede creer en nada de lo que dicen los historiadores. Ese, por ejemplo, fue un acto político, para prepararse la candidatura a las 23 puñaladas.El último prócer

Darío Echandía es, ha sido toda la vida, una mole gra-nítica, de honestidad, de servicio desinteresado al país, de grandeza de espíritu. Ha ocupado sin buscarlas las dignidades más altas: ministro de Educación, de Justi-cia, de Gobierno, de Relaciones Exteriores, embajador en Londres y ante la Santa Sede en incontables oportu-nidades. Designado a la Presidencia de la República y presidente de Colombia durante siete meses, no en aras de la tradicional “paloma”, sino encargado de ella en propiedad, mientras Alfonso López Pumarejo hacía uso de una licencia. Según cuenta la historia, el presidente no tenía intenciones de regresar. Echandía entonces se disponía a llamar a elecciones, cuando surgió la división Gaitán-Turbay. El presidente encargado llamó al titular y lo instó a que se viniera habida cuenta del peligro de una caída del partido… López regresó, pero el partido liberal se cayó de todos modos. No lo pudieron salvar. El expresidente es una síntesis afortunada de incalculables valores. Basta recordar, para darse una idea de su dimen-sión humana y moral, que 65 años de ejercicio político lo dejaron incólume. Y eso es mucho decir en un país como el nuestro. Hombres como él ya no produce Colombia. Es, en verdad, el “último prócer”.

¿NO ES MUY FUERTE SU FRASE DE QUE ESTE ES UN PAÍS DE CAFRES? “PUES ULTI-MAMENTE ME PARECE QUE CALUM-NIÉ A LOS CAFRES”.

222TEXTOS MEMORABLES

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REINADO 1973LAS REINAS Y EL INSOLENTE

Ricardo “EL loco” Arbeláez, posa en un velero con el “ramillete de beldades”.Año tras año, CROMOS imagina un nuevo recurso para cubrir el Concurso Nacional de Belleza. Ese año la idea fue soltarles las reinas a uno de los periodistas más mordaces y ácidos del momento, Ricardo Arbeláez, conocido como El alacrán. Arbeláez elaboró un cuestionario provocador en plena época de elecciones y, para sorpresa de muchos

colombianos, la mayoría de las reinas confesó ser abstencionista. Entre otras preguntas, sobresalió esta, que le hizo a Luz María Osorio, de Antioquia. ¿Cree usted que todas las monjas son vírgenes? “Depende de sus hábitos”.

224POSTALES

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CRÓNICA 1975EL OTOÑO EN VERANO

Gabriel García Márquez corrige las galeras de El otoño del patriarca. Rodrigo, su hijo, le tomó la foto en Ma-llorca, durante el verano de 1974. El mundo esperaba con expectativa una nueva obra de Gabo tras la publicación, en 1967, de Cien años de soledad. El libro resultó igual de descomunal, con un estilo opuesto pero igual de rico en lenguaje e innovación. La foto sería la contraportada de la primera edición, de Plaza y Janés, en 1975.

RODRIGO GARCÍA. Director de cine.

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MÚSICA 1975LOS OCHO DE COLOMBIA ERAN NUEVE

Era, junto con la de Fruko y sus Tesos en la salsa, la orquesta del momento en el género de la música tropical. De manera que CROMOS decidió contratarlos para irse de parranda por toda Bogotá en pleno día laboral. El resultado fue una crónica divertida sobre sus integrantes, acompañada de las fotos de la orquesta, tomadas por Fernando Martínez, en varios lugares emblemáticos de la capital. Ese día los Ocho de Colombia, que resultaron ser nueve, promovían su más reciente éxito: Parece que va a llover.

JORGE HERRERA, Humberto Ruiz, Juan José Vélez, César Augusto, Vicente Villa, Dagoberto García, Mario Gómez, Juan Car-los Cuao y Darío Restrepo.

226POSTALES

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VIDA COTIDIANA 1976MANAURE

El texto de Eduardo Vargas, un completo reportaje acompañado de las espléndidas fotos de Eduardo Klenk, lo resume todo: “Manaure es un pedazo de mar parcelado, una ruidosa instalación industrial y una desordenada sucesión de casas de ladrillo y ramas, entre cuyos espacios deambu-lan indios, negros, blancos y mulatos (…) Los destartalados volquetes van y vienen: transportan la sal que las mujeres guajiras han dejado sobre la carretera, después de cargarla sobre sus espal-das. Es esa la última fase de un proceso más viejo que la Guajira misma: la recolección de sal”.

EDUARDO KLENK. Fue director fotográfico de CROMOS.

227

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A punto de iniciar el torneo Finalización de 1976, los directivos de Santa Fe, encabezados por su presidente, Guillermo ‘la Chiva’ Cortés, reunieron en CROMOS a un grupo de personajes de la televisión, hinchas furibundos del Expreso Rojo, para realizar una campaña publicitaria a favor del equipo. Prometieron los famosos pagar una lujosa cena si Santa Fe quedaba campeón ese año. Fue la última vez que se les vio tan contentos. Santa Fe, campeón reinante, no solo no pudo repetir título, sino que jamás volvió a ganar un campeonato. La sequía ya cumple 36 años. ¿Aves de mal agüero?

FARÁNDULA 1976¡VIVA SANTA FE!

PARADOS, de izquierda a derecha: Alberto Jiménez, Ricardo ‘el Loco’ Arbeláez, Alicia del Carpio, Fer-nando González-Pacheco y el payaso Bebé. Abajo, en el mismo orden: Daniel Samper Pizano, Leonardo Álvarez, Amparo Grisales, Mario Ruiz y Yamid Amat.

228POSTALES

Page 222: Revista Cromos 95 años

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Page 223: Revista Cromos 95 años

PERIODISTA

HOY, VIVE UN OTOÑO HE-DONISTA Y FELIZ, COMO REVISTA LÍDER ENTRE LAS PUBLICACIO-NES DE LUJO.

ÓSCAR MONSALVE

GERMÁN YANCES

CUANDO ME HABLAN DE CROMOS PIENSO EN IMÁGENES.

A CROMOS la conocí, en su primavera, como revista de familia y lectura obligada en todas las peluquerías y hogares del país. Luego, en un muy fértil invierno, le rindió culto a lo mejor del periodismo de aventuras y de la crónica literaria. Pero por haberse tardado en reaccionar a la competencia feroz de nuevas publicaciones, vivió un verano intenso cuando intentó ser revista política y de análisis.

Pienso en la coherencia, la verdad y en una pa-labra que no me gusta mucho: belleza. Y claro, pienso en mis artículos, es una visión nostálgica y siempre presente.

Desde siempre ha sido para mí la revista colombiana de las imágenes, del país en fotos, de nuestros personajes en fotos, de nuestras fies-tas y reinas en fotos. Son 95 años haciendo parte de todas nuestras bibliotecas, mesas de noche, consultorios, aviones o salas de espera, la convierten en LA revista colombiana.

FOTÓGRAFO

EN LA HISTORIA DE COLOMBIA, EN LA PER-SEVERANCIA, EN LA FAMILIA, EN UN CARTEL LUMINOSO CON LETRAS DORADAS.

ESCRITOR

WALTER RISO

230EMOCIONES CROMOS

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l lunes 23 de marzo almorcé con Gabriel García Márquez en su blanco apartamento enclavado en los cerros, desde los cuales se divisa todo Bo-gotá. Comimos pollo con verduras, pepinos y un bizcocho. Esa noche el presidente hablaría por televisión y anunciaría la ruptura de relaciones con Cuba.

Luego, en la sala, tomó café, leyó poemas inéditos de su amigo Álvaro Mutis y lanzó, una

vez más, delirantes declaraciones de entusiasmo ante al autorretrato, previamente abaleado, que le había regalado el maestro Alejandro Obregón. Sólo entonces fuimos ca-paces ambos de sacar fuerzas de flaqueza y meternos en su estudio, “a trabajar”.

Se trataba de un viejo proyecto sobre el cual siempre hacíamos chistes –“la entrevista del cachaco sapo al cos-teño corroncho”– y que consistía, simplemente, en que Gabo ya estaba harto de tantas entrevistas como le ha-cían, y en las cuales sólo le preguntaban de política, casi nunca de literatura y menos aún de poesía. Así que ahora, hundidos en confortables sillones de cuero, él, maniá-tico de los aparatos –su verdadera pasión es la música–, desenfundó su diminuta grabadora japonesa –“no tanto para que no me adultere, sino porque esta charla me va a servir para mis memorias”– y yo la mía, un voluminoso armatoste que al parecer me habían enseñado a manejar el día anterior, y nos lanzamos a un comadreo literario de cuatro horas. Él atento a todo, se preocupaba de si mi grabadora grababa y, al final, extenuado, me rogaba que por amor a Dios desgrabara esa vaina en compañía de alguien que supiera, porque de otro modo iba a borrar todo. Yo, atortolado ante los misterios de la técnica, ape-nas si alcanzaba a introducir preguntas superfluas ante ese cuento perfecto que él iba deshilvanando delante de mí, y que no era otro que el de su formación literaria. Ya que esta, ustedes perdonen, era la primera entrevista con grabadora que yo hacía en mi vida.Con el brazo caliente

¿Cuál era el cuento de Dickens que el doctor Galindo y su mujer leen en La mala hora?

ENTREVISTA LITERATURA 28.04.1981

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POR JUAN GUSTAVO COBO BORDA

Gabo habla por primera vez de poesía y del papel que los escrito-res colombianos desempeñaron en su decisión de ser escritor.Ha concedido cientos de entre-vistas alrededor del mundo en las que sólo hablaba de política y de los novelistas extranjeros que lo influyeron. Pero esta es una de esas raras piezas de conversación, deliciosas y nuevas, que sólo se dan de vez en cuando. Aquí está. Cobo vs. Gabo. Disfrútela.

En esta célebre entrevista, Garc a Márquez conversa desenfadadamente con Cobo Borda y deja ver las costuras de su formación como escri-tor. ¡Fascinante!

PIEDRA Y CIELO ME HIZO ESCRITOR

234TEXTOS MEMORABLES

Page 227: Revista Cromos 95 años

“YO DEBÍA ESTAR EN TERCER AÑO CUANDO ME LLEGÓ LA NOTICIA: EL ESCÁNDALO DESCOMU-NAL DE UNOS TIPOS QUE ESTA-BAN HACIEN-DO POESÍA QUE NO SE ENTENDÍA”

El cuento de Navidad. Las referencias literarias que hay en mis libros, y que son muchas, son siempre de las cosas que estoy leyendo en el momento en que escribo.

La hojarasca parte de la imagen de un niño sentado en una silla; El coronel, de un hombre que espera, en un muelle de Barranquilla; El otoño del patriarca, de un anciano que deambula por un palacio lleno de vacas. Tu nueva novela, Crónica de una muerte anunciada, ¿de dónde proviene?

De un hecho real. De la muerte de un amigo. Es, senci-llamente, un reportaje sobre un crimen, no presenciado directamente por mí, pero sobre el cual estaba recibiendo una avalancha de información permanente. El episodio que sirvió de base –una noticia de periódico– ya está muy lejos. No sólo han pasado 28 años, sino que se ha transfor-mado por el tratamiento literario a que lo sometí.

¿Cómo hiciste, entonces, para desarmar toda esa compleja arquitectura literaria de El otoño y llegar a la aparente sencillez de esa crónica?

Entre cada una de mis novelas siempre hay un libro de cuentos. Cuando escribía, en París, La mala hora, esta se trabó y no salía nada. El coronel estaba adentro, estorbando. Después de La mala hora, igual me pasó con Los funerales. La cándida Eréndira es el libro de cuentos de después del Otoño y antes de embarcarme en mis falsas memorias. Yo ya llevó 5 años haciendo periodismo político, como una forma de no perder contacto con la realidad. Reportajes sobre Cuba, Angola, Viet Nam, y por ello mismo, cuando terminé esta Crónica, como quedé con el brazo caliente, seguí con mi columna periodística. Allí uso, si te fijas bien, el mismo estilo de la novela: testimonios de la gente, re-cuerdos míos.Los cachacos también ven bien.

Siempre me he preguntado qué significó para ti la lectura de Cuatro años a bordo de mí mismo, la novela de Eduardo Zalamea; una novela cuyo tema –La Gua-jira– es un tema tan tuyo.

Mira, yo conocí a Eduardo antes de leer Cuatro años, que era, alrededor del 50, una gran referencia literaria en Co-lombia, pero que resultaba inconseguible. Luego, cuando lo conseguí, descubrir La Guajira allí fue una maravilla.

Pero es una Guajira vista por un cachaco.Pero si los cachacos también ven bien. Yo tengo la im-

presión de que Eduardo tenía una Guajira imaginaria cuando se fue; llegó y contrastó dicha imagen con La Guajira real, y sacó un promedio: una Guajira a la vez muy lírica y muy cruda. Pero ya antes de mí, La Guajira había entrado en la literatura colombiana: acuérdate de Luna de arena, de Arturo Camacho. Lo que sí creo es que esta experiencia de La Guajira cambió totalmente a Eduardo: el Eduardo que regresó de allí traía una noción de la vida completamente diferente. Dejó atrás una bohemia des-atada y tormentosa –tú sabes que en su viaje a La Guajira se pegó un tiro en el Café Roma, de Barranquilla, el café de los refugiados españoles, queriendo suicidarse, y fa-lló– y cuando trabajaba en El Espectador era un hombre con un sentido de la puntualidad y de la responsabilidad tan estricto, que no se necesitaba reloj: uno podía saber la hora por el momento que Eduardo subía las escaleras del periódico. Además, era un mecanógrafo de primera. Escribía con diez dedos, a gran velocidad, y el texto sa-lía como si fuera un tercer o cuarto borrador. De una perfección absoluta. Yo pienso, también, que Eduardo estuvo tanteando, y buscando, una novela que nunca pudo encontrar. Esa que él llamaba la 4ª batería, y que quizá su asombrosa capacidad para estar al día en materia li-

teraria frustró, creándole perplejidades y desconciertos en el proyecto que llevaba adelante, y que a juzgar por los capítulos aparecidos nunca se concretó.El escándalo descomunal

Creo que nos estamos adelantando. Tratemos de reconstruir tu formación literaria desde el comienzo. ¿Cómo empezó?

Yo llagué a Bogotá en 1943, cuando tenía 13 años. Bogotá era entonces una ciudad remota y lúgubre, donde estaba cayendo una llovizna inclemente desde comienzos del siglo XVI. Estudiaba bachillerato en el colegio oficial de Zipaquirá. Para mí, la literatura es la poesía, y ya entonces, cuando llegué al colegio, me sabía de memoria todos los poetas clásicos españoles. No sólo me los sabía y recitaba, sino que los cantaba eternamente. También me sabía toda la poesía colombiana anterior a “Piedra y Cielo”. Yo debía estar en tercer año cuando me llegó la noticia: el escándalo descomunal de unos tipos que estaban haciendo una poesía que no se entendía. El alboroto se armó en este país por alguien que se atrevía a levantar la mano contra su padre. Contra Guillermo Valencia. ¿Y quién era el promotor de este desorden, el introductor de la subversión poética? Nada menos que Pablo Neruda.

Para mí esa fue una revelación. Me di golpes de pecho y caí en cuenta de que con los románticos, parnasianos y neoclásicos me habían engañado por completo. Me puse a seguir entonces, con mucho interés, las presentaciones líricas que Eduardo Carranza, en el suplemento de Sábado, hacía de otros poetas. Allí recalcaba que el gran faro de ellos era Juan Ramón Jiménez, pero la impresión que yo siempre tuve (quizá porque nunca leí los libros de Juan Ramón que tocaba leer) fue la de que estos muchachos de “Piedra y Cielo”, Carranza, Jorge Rojas, Camacho Ra-mírez, a mediados de los años cuarenta, eran mejores que él. En medio de la emoción de ese descubrimiento, un día, imagínate eso, me llegó la noticia de que uno de los miem-bros del grupo, Carlos Martín, iba de rector a Zipaquirá. Dio varias conferencias y me prestó dos libros fundamen-tales: La vida maravillosa de los libros, de Jorge Zalamea, y La experiencia literaria, de Alfonso Reyes.

¿Pero tú ya escribías?Claro, hacía pastiches piedracielistas. Pero como tarea

de clase. La verdad es que si no hubiera sido por “Piedra y Cielo”, no estoy muy seguro de haberme convertido en escritor. Gracias a esta herejía pude dejar atrás una retórica acartonada, tan típicamente colombiana. Al releer, años des-pués, a Guillermo Valencia, comprendí que era una figura completamente inflada, una vergüenza pública de la cual no se salva ni un solo verso.

¿Así que gracias a “Piedra y Cielo” descubriste la ver-dadera poesía, es decir, el lenguaje?

Cierto, porque fíjate, más tarde, cuando yo empecé a estudiar literatura en serio, comprendí el valor de ese viejo modo de hablar de mis abuelos, también típica-mente colombiano, porque lo corregían a uno todo el tiempo. Pero había allí, en su anacronismo, una carga poética muy válida. Mi abuela, por ejemplo, no decía llorar sino requebrar; y cantaba una canción en la cual aparecían dos amantes dándose quejas. Yo creo que uno respira, naturalmente, en alejandrinos y endecasílabos, y por eso los dejo así en mis libros. Igualmente, si la

FLACO Y DE BUZO,su gran amigo Guillermo Angulo lo fotografió en París cuando estaba escribiendo El coronel no tiene quien le escriba.

235

Page 228: Revista Cromos 95 años

DESDE HACE CINCO AÑOShace reportajes políticos “para no perder contacto con la realidad”. Ya ha escrito sobre Cuba, Angola, Viet Nam. Y hace su columna.

época literaria en que transcurre El otoño del patriarca exige una presencia como la de Rubén Darío, éste apa-rece citado miles de veces. Además, Rubén Darío fue simplemente exaltado por “Piedra y Cielo” como su gran capitán. Así no es raro que cuando corrijo las pruebas de cualquier novela mía, el primer repaso esté dedicado a decapitar metáforas piedracielistas: todavía quedan.

Creo que la importancia histórica de “Piedra y Cielo” es muy grande y no suficientemente reconocida. Para mí fue fundamental. Allí no sólo aprendí un sistema de metaforizar, sino lo que es más decisivo, un entusiasmo y una novelería por la poesía que añoro cada día más y que me produce una inmensa nostalgia. Piensa tú en un país revuelto por unos loquitos que hacían versos. Unos orates contagiosos. En ese entonces la agitación que había con la poesía es la misma que hay hoy con el M-19.Las lecturas del internado

¿Y Aurelio Arturo?Yo conocí a Aurelio a través de “Piedra y Cielo”, pero

nunca lo consideré como del grupo: siempre lo tuve como alguien que venía de antes y cuya ruptura, ya entonces, era mucho más decantada que la de “Piedra y Cielo”. Eso era lo lindo de Arturo: traía un refinamiento, una filtración de poesía a la cual no habían llegado los piedracielistas. Él ya había dado el salto que los piedracielistas no dieron nunca. Mientras ellos se quedaban de piedracielistas, Aurelio con-tinuaba volando, aparentemente más bajo, pero para llegar más lejos.

¿Y Álvaro Mutis?Soy amigo suyo hace treinta años y nunca he hablado de

su poesía. Pero yo también recuerdo esas experiencias de Mutis como si yo las hubiese vivido. Yo también he pasado vacaciones en Coello; también he sentido el estruendo del río sobre las piedras, he oído esos pájaros extraños y sufrido idéntica desolación. Creo que el tono suyo es el tono de la poesía. Gracias a él yo también he vivido lo mismo.

Así que con “Piedra y Cielo” se da en cierto modo tu ingreso a la poesía, y a la vez al límite: te topas contra una pared. ¿Cómo pasas de ahí al cuento?

En ese mismo internado, en Zipaquirá, se tenía la costumbre de leer un libro en voz alta antes de dormir-nos. Como a mí ya me gustaban los libros, y eso se sabía, casi que por fuerza de gravedad me fui apoderando de la función de sugerir qué libros deberían leerse, con lo cual el profesor se desentendía de escogerlos y yo oía los que no alcanzaba a leer por mi cuenta, en clase. Allí se leyó, íntegra, La montaña mágica. Nosotros pedíamos que no se interrumpiese la lectura hasta que acabáramos el

“YO CREO QUE UNO RESPIRA, NATURAL-MENTE, EN ENDECASÍ-LABOS Y ALE-JANDRINOS, Y POR ESO LOS DEJO ASÍ EN MIS LIBROS”

Page 229: Revista Cromos 95 años

“COSTEÑO CORRONCHO”,a veces se encorbata como

todo un “cachaco sapo”.

capítulo y había luego unas discusio-nes eternas para saber si Hans Cas-torp se acostaba con Claudia Chau-chat o no. Y, claro está, también leímos Los tres mosqueteros (El conde de Montecristo lo había leído antes) y El jorobado de Nuestra Señora, Nostrada-mus, Cruz diablo: un montón de cosas.

Pero yo seguía con la obsesión de la poesía. Por eso, cuando terminé mi bachillerato y me fui para Bogotá, a la universidad, mi diversión más sa-laz era meterme en los tranvías de vidrios azules que por cinco centavos giraban sin cesar desde la Plaza de Bo-lívar hasta la Avenida Chile, y pasar en ellos esas tardes de desolación que pa-recían arrastrar una cola interminable de muchos otros domingos vacíos. Lo único que hacía durante los viajes de círculos viciosos era leer libros de ver-sos y versos y versos, a razón quizá de una cuadra de versos por cada cuadra de la ciudad, hasta que se encendían las primeras luces en la lluvia eterna y entonces recorría los cafés taciturnos de la ciudad vieja en busca de alguien que me hiciera la caridad de conversar conmigo sobre los versos y versos y versos que acababa de leer. A veces en-contraba alguien, que era casi siempre un hombre, y nos quedábamos hasta pasada la medianoche tomando café y fumando las colillas de los cigarrillos que nosotros mismos habíamos con-sumido y hablando de versos y versos y versos mientras el resto del mundo la humanidad entera hacía el amor.Los costeños: la gente mas triste del mundo

Parece un poco triste, ¿no?Sí, pero no te olvides que los cos-

teños somos la gente más triste del mundo. Había, además, unos bailes de costeños del carajo en aquella época, y yo recuerdo que en medio de la rumba abandonábamos a la novia y nos sen-tábamos en un rincón a soltarle a un tipo cualquiera el rollo infinito de la

literatura, para acabar, taca-taca-taca-taca, recitando poesía. Eso no se cura nunca, es un vicio.

Como ahora, ¿no?Ahí seguimos. Además, tú sabes: se

luce uno mucho en las visitas. Pero en serio: lo que yo quería entonces hacer en poesía es lo que he hecho en novela. Encontrar una solución poética.

¿Y cómo seguiste manteniendo el vicio?

Yo nunca tenía plata para comprar libros, pero siempre aparecían amigos que me los prestaban. Uno de ellos, Jorge Álvaro Espinosa, rosarista, hoy asesor económico de grandes empresas, y que no tenía nada que ver con el mundo in-telectual, poseía una de las culturas lite-rarias más grandes que yo conozco. El me prestó La metamorfosis, de Kafka. Yo llegué a la pensión de estudiante en que entonces vivía, me quité el saco, los za-patos, me acosté en la cama, abrí el libro, así, y comencé: “Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intran-quilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto”. Cerré el libro y dije: Ahhh carajo, yo no sabía que eso se podía. Si la vaina es así, yo también puedo. Al día siguiente escribí mi primer cuento. Esas cosas que están en Ojos de perro azul y que son kafkianas.No hacer quedar mal a Zalamea

¿Los que aparecieron en el suple-mento Fin de semana de El Espectador?

Sí, porque fíjate cómo son las cosas: en esos mismos días Eduardo Zalamea Borda, quien dirigía ese suplemento, quien hablaba allí de Faulkner, de He-mingway, de Caldwell, quien era la per-sona mejor formada del mundo –el libro que por la mañana aparecía reseñado en Time, por la tarde ya estaba sobre su escritorio– y quien años más tarde cuando volví a Bogotá y entré a traba-jar en El Espectador, sería mi jefe y uno de mis mejores amigos, en verdad un excelente compañero de tragos, había escrito la eterna nota de respuesta a la eterna nota de protesta a nuestro joven de entonces que mandaba la eterna queja de siempre: que a los jóvenes no los publicaban. Entonces Eduardo dijo que la joven generación literaria no pa-recía muy convincente pero que de to-dos modos las puertas estaban abiertas. Yo, por solidaridad generacional. mandé mi cuento y al domingo siguiente apa-reció nada menos que con una nota de Eduardo rectificando su anterior juicio pesimista y diciendo que sí había pro-mesas valiosas, como este García Már-quez. Cuando leí esto, me dije: Ahora sí me jodí. No me queda más remedio que volverme un buen escritor, para no hacer quedar mal a Eduardo Zalamea.

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SU CASA EN MÉXICO,donde no puede disfrutar el olor a guayaba o la llovizna bogotana.

“YA BACHI-LLER Y EN BOGOTÁ,

HABLABA DE VERSOS

Y VERSOS Y VERSOS

MIENTRAS LA HUMANI-

DAD ENTERA HACÍA EL

AMOR”

Griegos y latinesLuego del 9 de abril del 48, en que se te quemaron los

pocos libros que tenías y, según dicen, algún manuscrito, ¿qué pasó?

Me fui para Cartagena a trabajar en el periódico El Uni-versal. Yo llegaba, escribía mi nota, cerraban el periódico a la una de la tarde y nos íbamos otra vez, a hablar mierda y a recitar poesía con Héctor Rojas Herazo, Donaldo Bossa y Gustavo Ibarra Merlano. Este último un ser adorable y hoy gran abogado de aduanas, llegó un día y me dijo: “Todas esas cosas que lees están muy bien, pero no tienen piso. Te hace falta una base”, y durante dos años me dio una mano de griegos y de latines por la cual le estaré agradecido toda la vida. No es que me prestara a Sófocles; es que me obligaba a estudiarlo, punto por punto, y luego me hacía examen. Y como él era un filósofo católico, me hizo leer a Kierkegaard y el teatro de Paul Claudel… Es que a mí siempre me tocó ir de monstruo en monstruo.

Y los amigos de Barranquilla, los que aparecen al fi-nal de Cien años de soledad: Álvaro (Cepeda Samudio), Germán (Vargas) y Alfonso (Fuenmayor), ¿cuándo los conociste?

Estando en Cartagena supe, a través de los periódicos, que en Barranquilla la cosa estaba más movida literaria-mente, más sabrosona. Y ahora, cuando te digo esto y cuento por primera vez todas estas cosas, soy consciente que lo que yo andaba era detrás del desorden literario. Ellos ya habían escrito sobre mis cuentos; esa cosa mafiosa de meterlo a uno en un grupo: costeños versus cachacos. Y allá me fui y empezaron las grandes borracheras y, dele, a hablar de literatura. Alguno de ellos donde las putas hacía una cita de un libro que yo no conocía y al día siguiente me lo prestaba, y yo lo leía, todavía borracho, y por la tarde ya podía hablar de él: era el cuento de nunca acabar. Con Gus-tavo había estudiado tres tipos claves: Hawthorne, Melville y Poe, pero Álvaro Cepeda, que se conocía muy bien sus clásicos, me dijo: “Todo eso es una mierda. Lo que tienes es que leer a los ingleses y a los norteamericanos”. Jorge Ron-dón, de la librería Mundo en Barranquilla, nos pedía que le ayudáramos a marcar los catálogos y, claro, pedíamos lo que a nosotros nos interesaba. Así, cada vez que llegaba una caja, hacíamos fiesta. Eran los libros de Sudamericana, de Lozada, de SUR, aquellas cosas magníficas que traducía el grupo de Borges. Y estaban también esos libros que traducía Lino Novas Calvo –Contrapunto, Faulkner–, que era jefe de redacción de Bohemia, en La Habana, y que aparecían editados en la Argentina. Pero estando en Cartagena me dio pulmonía y los médicos me aconsejaron que me fuera para la casa de mis padres, en Sucre. Tenía que quedarme tres meses y entonces yo le mandé un papelito a la gente de Ba-rranquilla pidiéndoles algo que leer. Llegaron tres cajas. Allí estaba todo. Faulkner, Virginia Woolf, Sherwood Anderson, Dos Passos, Teodoro Dreisser. A los tres meses, cuando les devolví los libros, tenía el problema de la novela resuelto.Historia de La hojarasca

Pero no habías escrito ninguna todavía.Ahhh, esa es otra historia: la historia de cuando mi

madre volvió a Aracataca desde Barranquilla a vender la vieja casa de los abuelos, ya en ruinas, y yo la acom-pañé. Yo había salido de Aracataca a la edad de 8 años y no había vuelto nunca. Cuando llegamos a ese pueblo acabado, con un calor terrible, lo primero que hicimos fue entrar en una botica. Allí una señora estaba cosiendo a máquina; mi madre le dijo: “Comadre”, ella hizo un gesto

así, se levantó, la abrazó, le dijo: “Co-madre” y estuvieron llorando media hora, abrazadas, sin decirse nada. Al regresar en el tren, esa misma tarde, empecé a preguntarle a mi madre por la historia de mi abuelo, de la familia de donde habían venido, y sentí que todo eso era un material literario que yo tenía allí dentro y que no sabía muy bien por dónde iba a reventar. Así que regresé de ese viaje y me puse a es-cribir, muy rápidamente, en Barran-quilla, La hojarasca, con un método completamente woolfiano: su técnica es la de la Señora Dalloway, aunque los críticos, que son tan brutos, no se hayan dado cuenta.

Y a Hemingway, ¿cuándo lo leíste?Cuando salí del periódico El Heraldo,

de Barranquilla, me fui por La Gua-jira un tiempo, con maletín, a vender libros de medicina y la enciclopedia UTEHA. Así andaba por los pueblos, Aracataca, Fundación, El Copey, Valle-dupar, La Paz, Villanueva, San Juan del Cesar, Fonseca, Barranca, Riohacha, La Guajira adentro, no vendiendo nada y leyendo de noche la enciclopedia. Es-tando un día en Valledupar, con un calor espantoso, en un hotel, me llegó la revista Life, enviada por esos locos de Barranquilla. Allí estaba El viejo y el mar, que fue como un taco de dinamita. Porque lo que pasa, Cobo, es que los no-velistas son unos lectores diferentes al resto de los humanos. Sólo leen para saber cómo están hechos los libros. Se trata de una lectura puramente técnica, para desarmar el libro y ver cómo está cosido por dentro. Yo siempre he pen-sado que Hemingway, al cual le debo varias de las recetas técnicas para es-cribir, no tenía suficiente aliento para la novela. Su aliento le alcanzaba ape-nas para el cuento. El viejo y el mar está alargado y se le nota el relleno: todas esas reflexiones sobre Di Maggio y la

238TEXTOS MEMORABLES

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pelota. Pero lo curioso es que lo más bello de Hemingway es esa novela frustrada, Al otro lado del río y entre los ár-boles, donde tú, que ya lo sabes leer, saltas por encima de esos diálogos artificiales, donde dice cosas extraordinarias y captas lo que el viejo te quiere contar. Pero esta también es un cuento alargado.

El mejor cuento de Hemingway es La corta y feliz vida de Francis Macomber, y es quizás uno de los mejores cuen-tos del mundo, pero es un cuento que tiene un error im-perdonable en un principiante: Hemingway nos dice qué piensa Macomber, qué piensa Wilson, qué piensa la mujer, qué piensa el león, qué piensa el búfalo, y al final nos hace una trampa: dice que no sabe si la mujer lo mató delibe-radamente o por accidente. La literatura es un tablero de ajedrez en que uno le explica al lector, desde el comienzo, cómo va a mover las fichas. Una vez que empieza el juego, no se pueden cambiar las reglas que uno mismo impuso.Estrellas de la muerte, en húngaro

¿Fue en Bogotá, o en Barranquilla, donde conociste a Hernando Téllez?

Lo conocí en Barranquilla, y lo leía, siempre, todos los domingos, en su columna. Pero donde más lo disfruté, porque era un ser entrañable, fue luego en Bogotá. Aquí nos pasábamos domingos enteros recitando versitos pen-dejos, hasta cuando la mujer de Téllez se encabronaba y se iba diciendo: ya no soporto más versitos pendejos. Versos como aquel de los fieros caballos.

¿Cuál?“Había una vez un rey muy duchoQue maltrataba a sus vasallos,Los hacía montar fieros caballosY los caballos los tumbaban mucho”.Y después de Barranquilla, ¿qué pasó?Que llegó Álvaro Mutis a vaciarme, y a decirme que me

estaba oxidando en la provincia. Entonces me vine a tra-bajar a El Espectador en Bogotá, y a leer a Conrad, ambas vainas por culpa de Mutis. Yo creo que Conrad es el autor que leo con más placer: hay unas ganas de irse para esos libros, y de vivir en esas páginas, que no siento ningún otro autor. Así que ya están dados los elementos de mi formación literaria. Lo que importaba, de ahí en adelante, era man-tener el motor caliente, y andando. Pero creo que nunca, como entonces, se leía con tanto fervor y se vivía, tan furio-samente, lo que era la verdad; es decir: la literatura.

Una última pregunta: ¿qué significa Halacsillag, el nombre que le das al buque fantasma, en uno de los cuentos de La cándida Eréndira?

Estrella de la muerte, en húngaro. Yo quería ponerle a ese barco el nombre en un idioma que no tuviese mar. Estaba en Barcelona, pensando en eso, cuando llegó mi traductor al húngaro, y se lo pregunté.

Nunca había visto a García Márquez tan sereno, tan cá-lido; tan centrado en su mundo; tan feliz de volver a vivir en Colombia; incluso, lo cual ya era el colmo, disfrutando la llovizna gris de Bogotá. Ahora, desgrabando los malditos casetes, pienso que el resumen de esta charla ya lo había hecho Faulkner, años antes, en su entrevista de Paris Re-view: “yo soy un poeta fallido”, decía Faulkner. “Tal vez todo novelista quiere escribir poesía primero, descubre que no puede y a continuación intenta el cuento, que es el género más exigente después de la poesía. Y, al fracasar también en el cuento, y sólo entonces, se pone a escribir novelas”. Lo grave de García Márquez es que fundió los tres, y acertó.

Page 232: Revista Cromos 95 años

Filósofo de la Universidad de los Andes, con especialización en Ciencias Po-líticas en Alemania, ha dedicado su vida a ejercer el periodismo. Fundador y director de Alternativa, junto a García Márquez, revista que durante poco más de un lustro fue el principal órgano de oposición del gobierno, Santos Calderón se vinculó luego al periódico de su familia, donde se volvió famoso por su co-lumna de opinión Contraescape. Desde 1999 hasta comienzos del 2010 ejerció como codirector de El Tiempo junto a su primo Rafael Santos.

SER SANTOS DA, POR UN LADO, UN SENTIMIENTO DE SEGURIDAD, DE PRIVILEGIO, DE SABER

QUE UNO ES ALGUIEN. ESO DA CONFIANZA; PERO, POR OTRO LADO, PRODUCE ANGUSTIA Y RE-

CHAZO PORQUE UNO SE SIENTE TAMBIÉN VÍCTIMA Y ESCLAVO DE ESO, DE SER SANTOS

CROMOS, 15 de marzo de 1999. Nº4.232.

CALDERÓNPERIODISTAENRIQUE SANTOS

PERSONAJES CROMOS

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PINTOR

BOTEROFERNANDOEs quizás el artista vivo más reconocido de Latinoamérica. Sus esculturas

adornan las calles y plazas de las principales capitales del mundo: Madrid, Tokio, París, Singapur y Buenos Aires, entre muchas otras. Sus “gordos” son ampliamente reconocidos a lo largo y ancho del planeta. Botero ha vivido y desarrollado su obra en Europa, Estados Unidos y Colombia, país al que ha hecho numerosas y significativas donaciones, como las del Museo Botero en Bogotá o la del Museo de Antioquia, en Medellín, donde se creó una plaza en su honor con varias de sus esculturas.

CROMOS, 12 de octubre de 1998. Nº 4.210.

LLEVO CINCUENTA AÑOS PINTANDO OCHO O NUEVE HORAS DIARIAS,

SIN DOMINGOS NI FESTIVOS, Y PINTAR SIGUE SIENDO LO QUE MÁS ME GUSTA

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CROMOS, como siempre, acompañó a las candidatas al Concurso Nacional de Belleza en su recorrido por Car-tagena, antes de la noche de corona-ción. Y les ofreció a sus lectores esta foto, que da cuenta del estilo relajado y divertido con el que las reinas de-partamentales tomaban el certamen. Ese año ganó la bellísima bogotana Shirley Sáenz, mientras que a Bolí-var la representó Araceli ‘la Chica’ Morales.

UNIDAS POR LA BELLEZA: Cauca, Nancy Viáfara; Cesar, María Cecilia Orozco; Magdalena, Fátima Dávila, y Valle, Catalina Grohis. REINADO 1977

CARRERA POR LA CORONA

244POSTALES

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245

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DEPORTE 1977EL LLANTO DEL CAMPEÓN

Acababa de anunciar en CROMOS su retiro, a los 35 años, y lo había hecho con amargura, quejándose de los periodistas, de los políticos y de la envidia de muchos de sus colegas del pedal. Y entonces llegó el último de los golpes: perder frente a Balbino Jaramillo en una prueba de 4.000 metros persecución individual, mo-dalidad en la que se había consagrado como campeón mundial en 1971. Fue el principio del fin de Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez, uno de los más grandes ciclistas de la historia de Colombia. Razón tenía de derramar lágrimas.

246POSTALES

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Si algo caracterizó a CROMOS du-rante la época del Mandato Claro (1974-1978) fue haber cubierto la Presidencia de Alfonso López desde la intimidad del Palacio de San Car-los. Varias veces la Niña Ceci (Cecilia Caballero de López) nos abrió la casa para que ilustráramos lo que sucedía con la familia López de puertas para dentro. Sady González, el maravilloso reportero gráfico, captó esta imagen increíble, una pose pocas veces vista de un presidente. La Niña Ceci no descuidaba detalle en la buena ima-gen de su esposo. Y él confiaba ple-namente en ella.

PODER

CORTE PRESIDENCIAL

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PODER 1978VINE POR LA GUITARRA

El 18 de junio de 1978, Julio César Turbay celebró su cumpleaños número 62. Acababa de ganar las elecciones y se preparaba para ini-ciar su mandato el 7 de agosto. Un grupo de amigos le celebró su día y, de paso, el triunfo en las presidenciales. Hubo lechona y baile. Turbay no tuvo ningún inconveniente en amenizar la tarde acompañado del trío Los Isleños, encargados de la música. Cuatro años después, a punto de dejar la presidencia, le confesó a CROMOS que la alta dignidad de su cargo no le quitó nunca el gusto por el baile y la parranda, para la cual era un experto.

DANIEL JIMÉNEZ. Ganó varios premios de periodismo como reportero gráfico. Curiosamente, cubrió las sociales con las que Turbay celebró su triunfo.

248POSTALES

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ARTE 1981

EL ARTISTA Y SU MODELO

Para un número especial de Decoración, CROMOS reunió a un grupo de notables personalidades de la cultura y la política con el ánimo de que con-taran en dónde les gustaría vivir. Las fotos corrieron por cuenta de Ricardo Tobón. La mejor fue, sin duda, ésta del pintor Luis Caballero, frente a su caballete, con un modelo masculino a la vista. Su obsesión por el desnudo, en una imagen elocuente. Por cierto, Caballero contestó: “Me gustaría vivir en un espacio grande, viejo, desnudo. La única decoración serían mis modelos”.

RICARDO TOBÓN. Fue uno de los más prestigiosos fotógrafos de moda de su generación.

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ORDEN PÚBLICO1981LA MUERTE

JORGE TORRES. Después de trabajar doce años en CROMOS y de ganarse varios premios, pasó a El Espectador, donde siguió

denunciando la barbarie. A manos de los paramilitares encontró la muerte en abril de 1991.

250POSTALES

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Ganadora del Premio Planeta, esta imagen captada en 1981 en Doncello, Caquetá, desnudó en su momento la crueldad de la guerra en la que caían por igual guerrilleros, soldados y, sobre todo, campesinos inocentes. Las acciones de las Fuerzas Militares eran fuertemente criticadas por los enviados especiales de CROMOS, por la forma indiscriminada en que afectaban a los civiles. Mientras tanto las Farc y el M-19 se dividían territorialmente el departamento.

251

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Su voz ya lo había hecho famoso y es-taba haciendo pinitos de periodismo radial al lado de Yamid Amat, cuando Julio Sánchez Cristo decidió casarse con la cartagenera Letty Martelo. Hasta Altos de Chavón, en República Dominicana, viajaron los novios, sus familiares y amigos para asistir el 2 de marzo de 1984 a la ceremonia civil.

1984

Apenas dos años después de haber ganado la corona de Miss Universo en Long Beach, California, Luz Ma-rina Zuluaga se casó con el médico Enrique Vélez. Muchos la conside-raron la boda del año en Colombia. Luego de su matrimonio la pareja se radicó un tiempo en Estados Uni-dos, y años después regresaron a Manizales, ciudad donde aún viven.

1960

DIGNO DE UNA REINA

MUY CHIC

LUZ MARINA ZULUAGA y su

esposo, Enrique Vélez, el día de

su matrimonio en Manizales.

LOS NOVIOS Y SUS PADRES. Ernesto

Martelo, Lili Cristo de Sánchez, Julio

Sánchez Vanegas y Leticia Martínez de

Martelo, antes de iniciar la recepción en

el hotel Casa de Campo.

SOCIALES

252ESTILO CROMOS

Page 243: Revista Cromos 95 años

Hacia finales de la década del 70, la industria de la moda europea y norteamericana eran megaestructuras ya con-solidadas. Era una época sin eclecticismo, lo que se usaba estaba muy bien definido y provenía de las grandes pasa-relas. En CROMOS se destacaba la sección de moda de Lucy Nieto de Samper. La imagen es de Ungaro.

Predicciones de la moda según los grandes de París

1977

TITANES DEL ESTILO

En 1982, la estética se había transfigurado de manera radical. La década abriría las compuertas al brillo y la extravagancia en muchos ámbitos sociales. Sin embargo, CROMOS seguía siendo una revista de reinas. En esta imagen Pilín León, Miss Mundo venezolana, con un en-samble brillante, muy de la época.

Llegaron con su excéntrico dramatismo 1982

LOS 80 FULGURANTES

MODA

En plena efervescencia hippie, Colombia permanecía siendo un país conservador. Sin embargo, las grandes corrientes estéticas se hacían visibles. Aquí, una reina –en este caso la cuarta en el Concurso Mundial de Belleza en Londres, la señorita Beatriz González–, posa con un vestido de baño de lunares muy trendy.

Pasaron a ser las grandes referencias en materia de moda

1968

TIERRA DE REINAS

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Page 244: Revista Cromos 95 años

LO QUE HIZO

Álvaro Barrios se define como un artista barranqui-llero, nacido en Cartagena. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Barranquilla y en la Fondazione Gior-gio Cini de Venecia, Italia. Expone desde 1965 y a partir de los años 70 repre-sentó a Colombia en las Bienales de París, São Paulo, La Habana, Cracovia, San Juan, Buenos Aires y Tokio, entre otras. Tiene obras en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Brooklyn Museum, la Biblio-teca pública de Nue-va York y el Museo del Barrio de esa ciudad; el Centro Wifredo Lam de La Habana, la National Gallery of Western Australia, el Museo de Arte Moderno de Latinoamérica de Washington, la Co-lección del Museo de Arte del Banco de la República y el Museo de Arte Moderno de Bogotá.

2011

“Empleando como fondo el paisaje del pintor antio-queño Francisco Antonio Cano, que usé en la serie titulada ‘Los cincuenta ca-minos de la vida’, enfaticé mi atracción por las asocia-ciones oníricas de mi obra con la inquietante poética del surrealismo, sin olvidar mi particular fascinación por la obra de Marcel Duchamp. Una portada de CROMOS, de 1959, en la que aparece un ícono nacional en el acto de coronar a una nueva Miss Universo, me sirvió de apoyo para expresar una fusión entre la actitud irónica y la extraña atmósfera de un cuento de hadas”.

CON ESTA PORTADA

Á L A R OV

254CROMOS HECHA ARTE

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EL TIEMPO NO TIENE ORILLAS

COLLAGE

42 X 80 CM

BAR IOSR

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EMOCIONES CROMOS

CARICATURAS EN EL TIEMPOPOSTALES

TEXTOS MEMORABLES

ESTILO CROMOS

Carlos ValderramaÉdgar RenteríaJulio Sánchez CristoÁlvaro MutisDoris Salcedo

Andrés JaramilloArturo CalleCarlos Vives Lucho HerreraFelipe López

1985 1999

PERSONAJES CROMOS

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GUERREROS

SIN TÍTULO

GUERREROS

LA DEMOCRACIA SIGUE EN PIE

CARICATURAS DE SIEMPRE

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Rejuvenecimiento Facial

Antes Después

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PERIODISTA

ESCRITOR

STELLA TOCANCIPÁ

JUAN GABRIEL VÁSQUEZ

QUE ES MI CASA, QUE ES LA FAMILIA, QUE ES LA REVISTA DE LOS COLOMBIANOS, DEL PAÍS, QUE ES REFRESCANTE,

RECUERDO UNO SOBRE BORGES Y LA CIUDAD DE GINEBRA, RECUERDO UNA RESEÑA DE UN LIBRO DE CHRISTOPHER BRAM, Y TODAVÍA ME PARECE INVEROSÍMIL QUE HAYA DISFRUTADO TANTO HACIÉNDOLOS Y QUE ENCIMA ME PAGARAN POR ELLOS.

RUVEN AFANADOR

CUANDO PIENSO EN CROMOS RECUERDO CÓMO, DE NIÑOEN BUCARAMANGA,

que ha formado gente, ha promocionado gente, que siempre ha destacado lo positivo de las regio-nes, de las empresas y de la gente. Recuerdo gra-tamente la amistad y el compañerismo del grupo. Tengo grandes amistades de la gente que trabajó allí. Ser de CROMOS era ser muy importante.

Mi idea de la revista CROMOS (o la imagen que se me viene a la cabeza cuando pienso en la revista CROMOS) tiene que ver con 1999, el año crucial que pasé en Bélgica haciendo varias cosas, pero sobre todo tres: aprendiendo a leer, aprendiendo a escribir y aprendiendo a vivir de la lectura y la escritura. CROMOS fue una de las primerísimas publicaciones que hicieron eso tan raro: pagarme por escribir algo. En los comienzos de esta vida privilegiada están varios artículos que publiqué en la revista por encargo de Marianne Ponsford.

FOTÓGRAFO

esperaba las ediciones sobre el reinado de belleza en Cartagena... y cómo estudiaba cada página, y ese olor de revista nueva me seducía cada semana.

260EMOCIONES CROMOS

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CROMOS, 25 de octubre de 2004. Nº 4.523.

El Pibe es el futbolista más brillante de esa generación de jugadores que surgió en Colombia a finales de los ochenta y principios de los noventa. Imposible olvidar sus pases precisos –como aquel que le puso a Freddy Rincón en el Mundial de Italia 90 cuando la selección jugaba contra Alemania–, su cabeza fría y esa capacidad para ubicar el ba-lón en el lugar exacto. Elegido tres veces Mejor jugador de América, el Pibe hizo su carrera en clubes como Atlético Junior, Millonarios, Deportivo Cali y el Montpellier francés, y la terminó en el fútbol de los Estados Unidos.

EL D.T. ES MI VIEJO, EL 10 SOY YO Y MI SEÑORA ES EL UNO

FUTBOLISTA

VALDERRAMACARLOS

PERSONAJES CROMOS

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1975

BEISBOLISTA

RENTERÍAÉDGAR

CROMOS, 18 de febrero de 2002. Nº 4.385.

“El niño de Barranquilla” inscribió su nombre en la historia de las Grandes Ligas de Béisbol al batear, el año pasado, el cuadrangular que les permitió a los Gigantes de San Francisco coronarse campeones de la Serie Mundial. Una hazaña que ya había logrado en 1997 con los Marlins de la Florida, cuando anotó el hit que llevó al equipo a coronarse campeón por primera vez en su historia. Rentería ha participado en seis ocasiones en el Juego de las Estrellas y fue elegido el año pasado como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial.

“DESPUÉS DEL BÉISBOL, EL DOMINÓ.

264PERSONAJES CROMOS

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AvHondaCR-VPadres_Dinero_c.pdf 1 14/06/11 10:38

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Su pasión por la investigación y su amor por la radio lo llevaron a abandonar su trabajo como realizador de Espectaculares JES al lado de su padre, Julio Sánchez Vanegas, para trabajar con Yamid Amat en 6 a.m-9 a.m., de Caracol. Luego vendrían Viva FM y La FM de RCN, con la que fue galardonado en 1998 con el Premio Rey de España a la mejor radio de Iberoamérica. Su trabajo en La W lo ha confirmado como el rey de la radio de opinión. Con razón en 2007 ganó el premio Simón Bolivar a la Vida y obra de un periodista.

PERIODISTA

SÁNCHEZ CRISTO

JULIO1959

DE NIÑO QUERÍA Y TODAVÍA QUIERO SER BOMBERO. MI DESTINO ESTABA ESCRITO.

CRECÍ JUGANDO EN LOS CORREDORES DE CARACOL Y LUEGO EN LOS ESTUDIOS

DE TELEVISIÓN. ESO MARCÓ MI VIDA”CROMOS, 23 de diciembre de 2007. Nº 4.685.

266PERSONAJES CROMOS

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CROMOS, 11 de septiembre de 1995. Nº4.050.

Quizá el escritor colombiano más reconocido después de Gabriel García Márquez; ganador, entre otros, del Premio Cervantes, el galardón literario más importante de habla hispana en el mundo. Mutis es el creador de Maqroll el Ga-viero, personaje emblemático de la literatura castellana, inmortalizado en obras como La nieve del almirante, Ilona llega con la lluvia y La última escala del Tramp Steamer. Aun así, hay quienes dicen que es mucho mejor poeta. Mutis ha sido merecedor de premios tan importantes como el Reina Sofía de Poesía y el Príncipe de Asturias de las Letras.

NUNCA HE QUERIDO SER UN INTELECTUAL

ESCRITOR

MUTISÁLVARO

PERSONAJES CROMOS

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ORDEN PÚBLICO 1985EL HOLOCAUSTO LOS REPORTEROS gráficos de CROMOS,

los mejores del momento, siguieron minuto a minuto la toma y la retoma del Palacio y entregaron en varias ediciones sus mejores registros.

270POSTALES

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El país todavía no se repone del remezón institucional que produjo la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y la forma cruenta como terminó por las actuaciones, todavía no aclaradas, de las fuer-zas militares. La muerte de 95 personas entre magistrados, emplea-dos de la rama judicial y ciudadanos sigue siendo motivo de con-troversia judicial. Ocho días después ocurrió la tragedia de Armero en la que perdieron la vida 25.000 colombianos. Duros momentos.

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POLÍTICA 1989LA ESPERANZA PERDIDA

EL ARCHIVO FAMILIAR de los Galán Pachón alimentó varios especiales periodísticos.

Un fin de semana con sus noches y sus días trabajó la redacción de CROMOS para llevarles a los colombianos una edición completa dedicada al líder asesinado Luis Carlos Galán Sarmiento. Con fotos exclusivas del magnicidio –que incluso fueron reproducidas en Paris Match– e imágenes de su vida familiar y política, se le rindió tributo al hombre que se llevó la esperanza en una de las épocas más aciagas que vivió el país.

272POSTALES

Page 263: Revista Cromos 95 años

POLÍTICA 1990 LA MUERTE DE PIZARRO

¡Una muerte más! Parecía imposible de soportar, pero el 27 de marzo un sicario descargó su proveedor en la cabeza de Carlos Pizarro Leongómez apenas un mes y medio después de que el cofundador del M-19 firmara un acuerdo de paz con el gobierno. Iba en un avión, estaba en medio de una gira, recorriendo el país en la legalidad, haciendo lo que siempre había querido: política. Era el tercer candidato presidencial asesinado en una campaña de exterminio que se llevó por delante a Jaime Pardo y a Bernardo Jaramillo, dirigentes de la UP. Otro especial de CROMOS sobre otro asesinato.

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274POSTALES

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POLÍTICA 1991

BORRÓN Y CUENTA NUEVA

Ese 4 de julio la historia del país se partió en dos. Como un gran acto de reconciliación se promulgó la nueva Constitución que insertaba al país en la modernidad y nos puso a todos a hablar de derechos. Con este estre-chón de manos entre Horacio Serpa, Álvaro Gómez, Antonio Navarro y el presidente César Gaviria, se creía que el capítulo de la violencia se cerraría, pero finalmente comprobamos que no fue así.

LUZ HELENA CASTRO. Fue la primera mujer que ocupó el cargo de editor gráfico en la revista. Después de 25 años de trabajo, se radicó en Estados Unidos.

275

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PABLO RAMÍREZ. Después de retratar a las mujeres más bellas de Colombia, este paisa se radicó en Nueva York a trabajar para agencias de modelaje como Elite, Ford y Sky. Sus trabajos se publicaron en revistas como Harper’s Bazar, Vogue, Elle y Regazza.

FARÁNDULA 1991LA DIVA

Desde que llegó a Bogotá, con apenas 16 años, Amparo Grisales llamó la atención de CROMOS, revista que la lanzó a la fama en 1973. Ese día, cuando posó en un di-minuto bikini para la tapa de la publicación, empezó a escribir su historia en la farándula criolla. Ya lleva 25 portadas en esta revista, dos de ellas del creativo Pablo Ramírez, uno de los infaltables en los Minicromos.

276POSTALES

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CIENCIA 1993EL CIENTÍFICO

El descubrimiento de su primera vacuna contra la malaria, la SPF66, tenía en aquel momento a Manuel Elkin Patarroyo como el hombre que salvaría miles de vidas en el planeta y por eso pasó por “Encuentros con Hernán Díaz”, la sección que el célebre retratista tuvo en CROMOS por varios años.

Hernán Díaz. Fue pionero de la fotografía en Colombia y el retratista del poder por excelencia. Fue corresponsal de Time, Fortune, Life, Christian Science Monitor y participó en la Bie-nal de Venecia. Murió a los 78 años.

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1 (PESADILLA)escorre la cortina y mira aterrada. De cinco au-tomóviles que habían frenado lentamente, salen figuras que se agazapan. La luz de las bombillas callejeras delatan las intenciones al iluminar sus metralletas. Olga López marca un teléfono y dice: “Padre, me van a allanar”. Luego abraza a su hija de cinco años con toda su fuerza. No tiene más de-fensa que sus brazos delgados que muchas veces

ha cargado de medicinas para llevar a los barrios margi-nados donde da lecciones de primeros auxilios. Pero está en ese momento ahí, en su consultorio-apartamento de la calle 75 con carrera 31 de Bogotá, y las botas se acercan cada vez más. De pronto, una patada marca el comienzo de una pesadilla…

Enero 3 de 1979, cuatro de la mañana. El capitán Leopoldo Hincapié Segrera guarda en el bolsillo la orden de allanamiento del juez 106 de Instrucción Penal Militar y comienza su “trabajo”.

Mira a las mujeres que aterradas no saben qué decir. Madre e hija son obligadas a tenderse en el suelo boca abajo y un soldado con un fusil ametralladora apunta a sus cuerpos. Al suelo cajones de escritorio, sillas, colchones, libros, medicinas, equipos quirúrgicos, ropa, juguetes, di-bujos infantiles. ¿Por qué? ¿Por qué?, pregunta la madre, mientras trata de dar calor a su hija que tirita a su lado de frío y de miedo. “¡Quieta!”, espeta la voz del soldado, mientras coloca la boca del cañón sobre su cabeza. Fueron cinco horas largas de terror.

2 (IMPOTENCIA)Iván López Botero cuelga el teléfono, llama a sus hi-

jos Alberto y Eduardo y se viste rápidamente. Los tres salen hacia el apartamento de Olga López. El exsenador del Quindío no puede conducir porque tiene los puños crispados por la ira y la impotencia.

“¡Alto! No puede avanzar más”, y varios fusiles 6-3 apun-tan al pecho de los hombres. El de más de edad intenta des-obedecer la orden pero no hay nada que hacer. Sobre los tejados, en la acera, escondidos detrás de los postes, más

CRÓNICA POLÍTICA

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POR LIGIA RIVEROS

Este relato está basado en los documentos de la investigación del Consejo de Estado que lle-varon a condenar a la nación a pagar una indemnización de 22 millones de pesos por perjuicios morales y económicos en las personas de Iván López Botero, su hija Olga López de Roldán (torturados por los militares) y su nieta Olga Helena Roldán López. Los hechos ocurrieron en 1979, siendo presidente Julio César Turbay, ministro de Defensa Luis Carlos Camacho Leyva y comandante de la BIM Miguel Vega Uribe. El fallo condenatorio del Consejo de Estado demuestra que nuestra democracia no ha perdido la capacidad de corregir los graves errores en que incurran poderes desbordados de su cauce cons-titucional. El fallo es un acto de fe en nuestras instituciones y una ignominia para quienes abusaron de ellas.

Por esta y otras denuncias acerca de los desmanes del Ejército, la osada Ligia Rive-ros ganó un premio especial del CPB por su valent a.

EL QUE TORTURA LA PAGA

TEXTOS MEMORABLES

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DIEZ DÍAS DE TORTURA, COLGADA, GOLPES EN EL ESTÓMA-GO, SENOS PELLIZCA-DOS CON ALICATES O PINZAS: “CANTA O TE HACEMOS DAR LECHE, HIJUEPUTA”. GRABACIO-NES: “MAMI-TA, MAMITA, ME VAN A VIOLAR”

de sesenta hombres vigilan para que el allanamiento no sea interrumpido. Y ellos, padre y hermanos de la doctora Olga López, no tienen más remedio que esperar a doscientos metros del lugar donde sufren afrentas y destrucción de su propiedad una madre indefensa de 27 años y su hija de cinco.

A las ocho de la mañana comienzan a temblar las piernas del político, hombre de contextura físicamente envidiable, rosado y fuerte. Su respiración se agita minuto a minuto, tanto que no tiene más remedio que decirle a sus hijos: “Llévenme a la casa y regresen. Mi tensión arterial…”.

A las nueve de la mañana Olga López y su hija Olga Helena salen escoltadas por quince militares. La gente se arremolina y el capitán Hincapié responde que sólo es rutina y que pronto volverán a su casa. Ha comenzado la más espantosa afrenta a la justicia, a la libertad, a la moral de un país: las torturas.

3 (PÁNICO)Los automóviles y patrullas frenan violentamente frente

a la Brigada de Institutos Militares. Madre e hija son em-pujadas por los corredores. La pequeña, horrorizada, ve cuando encapuchan a su mamá y se la llevan a empello-nes hacia las caballerizas de Usaquén. “¡Mamá!, ¡mamá!”, grita mientras un hombre con una minigrabadora capta las exclamaciones de la niña. Después la encierran en un cuarto a prueba de ruidos y la hacen gritar, la amenazan que va a ser violada y ella pide auxilio: “Mamita, me van a violar”. Todo queda grabado. No le dan ni un vaso con agua. Después se la entregan al oficial que dirigió el allanamiento con la orden: “Devuélvansela al abuelo”.

A las diez horas de haber comenzado el allanamiento, el capitán Leopoldo Hincapié Segrera llega a la casa de Iván López Botero y le dice: “Le entrego a su nieta, firme aquí en donde consta que se la devolvemos en perfectas condiciones”. El documento ya está escrito. El político mira a su nieta que con ojos llorosos parece pedirle ayuda. Se da cuenta de que tiene pánico y que no ha recibido alimento alguno. Con voz acusadora pregunta por su hija y el capitán le dice que no se preocupe, que la tiene el Ejército y que pronto le informará dónde está. Lo acosa. El abuelo firma.

4 (BURUNDANGA)Olga López tiene frío. Le duele la cabeza por el fuerte

olor a estiércol. Seguramente está en una caballeriza. Fue tirada allí sin consideración. Tiene las manos amarradas a la espalda. Siempre de pie. Sin luz, vendada, sin alimento, sin baño. Al cuarto día la suben a un furgón, sus 1.58 de estatura y sus 47 kilos vacilan. Después va a dar a un soca-vón con paredes de piedra, de 150 metros de largo por 200 de ancho. Olga arrastra los pies tratando de ubicarse en el lugar. Ignora que está entrando a uno de los centros de tortura, hoy conocido como la Escuela de Comunicaciones del Ejército en Facatativá, cerca de las Piedras de Tunja.

Diez días de tortura, colgada, golpes en el estómago, senos pellizcados con alicates o pinzas: “Canta o te ha-cemos dar leche, hijueputa”. Grabaciones: “Mamita, ma-mita, me van a violar”. Un día la suben a una mesa y le atan una cuerda al cuello: “Uno, dos, tres minutos, canta, cuenta dónde están las armas que esos cabrones se roba-ron del Grupo Mecanizado Rincón Quiñones, canta o te ahorcamos”.

Después los torturadores se vuelven amables: “Mona, venga, tómese está aguadepanelita. Si no somos tan malos”. Esto sucede poco antes de llevarla a indagatoria ante el juez primero de Instrucción Penal Militar que se va a rea-

lizar las primeras horas de la noche. Olga López con desconfianza empieza a saborear el líquido de la taza, que le adormece un poco la lengua. ¡Alerta! Esto es escopolamina. Disimula. So-licita con urgencia un baño, abre la cisterna, toma el agua sucia, logra un lavado gástrico y expulsa el tóxico.

Pocos días después comienza la música clásica y la melodía acom-pañada con el golpe de un palo en el suelo. Es obligada a ponerse en cu-clillas. “Te vamos a violar, gatea…”. Desesperación. De pronto sus manos perciben una cuchilla de afeitar y en un descuido de uno de sus can-cerberos se cercena las venas de sus muñecas. Es llevada de urgencias al Hospital Militar. Resulta necesario salvarle la vida para que hable, para que delate. Le cosen las venas pero no le aplican plasma, ni le hacen trans-fusión de sangre. Nuevamente a las caballerizas, los centros de tortura, los interrogatorios…

Mientras tanto una enfermera del Hospital Militar localiza al padre y le dice: “Sé donde tienen a su hija. Escúcheme…”.

5 (TE RUEGO)Inmediatamente que Iván López

sabe dónde está su hija, se comunica con su amigo Hugo Escobar Sierra, ministro de Justicia. “Por favor, in-tervenga ante el general Miguel Vega Uribe para que le permita entregarle a mi hija alimentos y ropa interior. Sé que hace quince días no se cam-bia y no ha tenido la oportunidad de un baño. Se lo ruego como amigo”. El político conservador cede ante los ruegos del padre.

El general lo recibe. Lo escucha en silencio, con el ceño fruncido. Des-pués le promete que la ropa llegará a su destino. El exsenador vuelve a los tres días y aún la promesa no ha sido cumplida. Después le dejan ver a su hija, luego de una espera paciente que le parece una eternidad. Escucha el ruido de una puerta y de pronto aparece una muchachita escuálida, que apenas puede tenerse en pie, con profundas ojeras, dos heridas en las muñecas y hematomas en las piernas. El político, fuerte como un roble, se lanza a su encuentro y los dos lloran en silencio. Ella no puede abrazarlo porque después de los colgamientos le quedaron los brazos entumecidos.

DIEGO LÓPEZ JARAMILLO,hermano y abogado de la doctora Olga López. La apoderó durante su cautive-rio en la Brigada de Institutos Militares y la defendió du-rante el consejo verbal de guerra, que se llevó a cabo en la capilla de la cárcel La Picota.

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LOS MÉDICOSGermán Bolaños, Olga López y Luis E. Mora, cuando estaban detenidos en la cárcel La Picota de Bogotá, acusados de haber colaborado en la sustracción de armas por parte del M-19, al grupo mecanizado Rincón Quiñones. La doctora López estuvo detenida poco más de dos años. Durante ese tiempo fue torturada física y moralmente. Pretendían que admi-tiera los cargos establecidos contra ella y, de paso, delatara a sus presuntos compañeros.

Entonces, el padre, como si Olga fuera el bebé que 27 años atrás ayudó a criar, le da lentamente la leche que lleva en una bolsa.

Poco después le escribiría al presidente Turbay Ayala: “Vemos ahora cómo las autoridades y, de manera especial las Fuerzas Armadas, toman una dirección inexorable: con el fin de conseguir informaciones, que se consideran be-néficas para la seguridad pública, por lógica de la misma violencia, las Fuerzas Militares utilizan las torturas físicas o morales, como si esas informaciones arrancadas con tor-turas resultasen más confiables. Este peligroso mecanismo de la Justicia Militar hiere a los verdaderos demócratas, pero resulta aceptado y consentido, como un determinismo salvador, para los partidarios del statu quo”.

Seis años después el expresidente Turbay Ayala acepta haber recibido la carta pero afirma que en ella el doctor López no le habla de torturas.

6 (VIOLACIÓN)

El abogado Diego López Jaramillo, que ha buscado a su hermana por cielo y tierra, se hace cargo del caso. Pide au-diencia y a regañadientes la Brigada la autoriza. También le cuesta trabajo reconocer a esa joven asustada, pálida y vacilante a la estudiante de Medicina de la Universidad Nacional que se preocupaba por llevar soluciones a los pobres, a la médica que hizo el internado en el Hospital San Juan de Dios de donde trató una cardiopatía a Augusto Lara, más tarde sindicado del robo de armas al Ejército. La misma profesional que fue designada médica rural en el Hospital Nuestra Señora del Carmen en Mesitas del Colegio y que venía dos veces a la semana a Bogotá, a ver cómo podía ayudar a la gente.

Diego López no lloró porque alguna vez le enseñaron que “los hombres no lloran”. Pero abrazó a su hermana con todas sus fuerzas. Le escuchó enrojecido por la ira el relato sobre torturas durante los primeros quince días de detención y sus quejas de que aún no le habían permitido cambiarse de ropa interior. Lo hizo poco después y el pa-dre jamás olvidará cómo vieron los pantaloncitos de su hija perforados, como una contundente evidencia de que sí había sido violada con el palo que muchas veces sirvió para amenazarla. Seis años después la familia recuerda estas atrocidades y ya no temen llorar…

ALÓ, PARÍS…¿OLGA LÓPEZ?

Al otro lado de la línea la voz se escucha temblorosa, emocionada… Lo único que puedo decir es que es la primera vez en la historia del

país que el Consejo de Estado se pronuncia sobre torturas. La alegría no es por mí sino por todos los campesinos, obreros y dirigentes que como yo han sido torturados. Mi alegría personal es tener un padre abogado que llevó hasta el final esta situación. Estoy contenta porque este fallo es un reconocimiento a la existencia de torturas en Colombia. Me alegro por las familias que vieron a sus hijos destrozados por las torturas. Esta sentencia es una esperanza para los que sufrieron en carne propia tantos atropellos.¿En este momento cómo ve desde París a Colombia?

Salí de mi patria en unas condiciones muy tristes, como refugiada. Sufrí mucho a pesar de que en Francia la gente y los organismos internacio-nales me ayudaron muchísimo. Pero no es fácil adaptarse a otro medio, aprender una nueva lengua, acostumbrarse a otro país y a otra cultura. Yo siempre estoy pendiente de lo que pasa en Colombia. Me parece que vive una situación bastante difícil. La crisis socio-económica no se ha resuelto y por las noticias que llegan, la situación se empeora cada día más.¿Guarda algún rencor por algo o alguien debido a los torturas a que fue sometida?

La demanda contra el Estado no la presenté porque tuviera rencor u odio contra otra persona. Mi caso representa al de montones de torturados en la época de Turbay Ayala. Vidas destrozadas por los métodos violentos empleados por los torturadores. No es odio ni pasión. Es justicia. Eso fue lo que buscaron mi padre y mi hermano: que la justicia triunfara por lo menos una vez en la historia de Colombia.Esa etapa de torturas, de sufrimientos, con el llanto de su hija grabado para presionarla a “delatar”, ¿qué huella dejó en su vida?

En este momento me siento madura. La etapa que pasé me enriqueció de una manera diferente en el sentido de que uno muchas veces no alcanza a valorar lo que tiene. Realmente no sabemos lo que significa nuestro país sino cuando estamos lejos de él. En ese momento en el extranjero, aprendemos a valorar en toda su dimensión lo propio.El Instituto de Estudios Liberales durante el foro por la paz en Ba-rrancabermeja le pidió al general Vega Uribe que renuncie a su cargo como actual de ministro de Defensa, en busca de facilitar una imagen de imparcialidad en la investigación sobre su caso que ahora continúa en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. ¿Usted qué opina sobre esta solicitud?

Yo creo que la renuncia al general Vega Uribe debieran habérsela pedido hace muchos años. La justicia no puede trabajar imparcialmente cuando los que juzgan son al mismo tiempo los agredidos. Por ejemplo, el proceso en el cual participé siempre estuvo viciado porque no era posible que un militar herido en su orgullo fuera el encargado de la investigación.¿Y su hija? ¿Respondió al tratamiento? ¿Se repuso moral y síquicamente?

Está bien. Ha aprendido a hablar francés. Tiene algunos problemas por los momentos difíciles. Sufre de angustia por las noches, se supera con dificultad a pesar de que hemos recibido bastante ayuda en París de los médicos del Comité Internacional contra la Represión, de la Facultad de Medicina de la Universidad de París… El calor humano ha sido inmenso. En este momento tenemos una esperanza más porque al fin se van a reco-nocer todos los sufrimientos de quienes fuimos detenidos en la época de Turbay Ayala y torturados despiadadamente en la BIM y en sus centros especializados.

TEXTOS MEMORABLES

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EL POLÍTICO, FUERTE

COMO UN ROBLE, SE

LANZA A SU ENCUENTRO

Y LOS DOS LLORAN EN

SILENCIO. ELLA NO

PUEDE ABRAZARLO

POR QUE DESPUÉS DE LOS COLGA-MIENTOS LE QUEDARON LOS BRAZOS

ENTUMECIDOS.

7 (¿CONFESIÓN?) En algún lugar del país vive un médico joven, con hue-

llas de tristeza en su rostro y que desconfía de los extraños. Se llama Carlos Emiro Mora y hace parte del grupo de los 34 médicos torturados, según informe de Amnistía Inter-nacional, durante el gobierno de Turbay Ayala. Este fue su testimonio analizado por los magistrados del Consejo de Estado:

“Recuerdo que el día 6 de enero de 1979 fui sacado del salón de interrogatorios donde me encontraba y llevado a otra sala en la cual se me despojó de la venda y me encontré con la doctora Olga López, quien estaba siendo sometida a interrogatorio. En esa ocasión me preguntaron si la conocía e igual pregunta se le formuló a ella respecto a mí. Al obtener la respuesta afirmativa me quitaron la camisa y le mostraron a la doctora Olga López las equimosis que como consecuencia de los golpes que yo había recibido presentaba. Le dijeron que si ella no confesaba su participación en los hechos que se le imputaban correría igual suerte. Ante la negativa de ella procedieron a atarla con las manos atrás y a izarla colgada de una viga y comenzaron a golpearla en el abdomen y los miembros inferiores. Luego la bajaron y siguieron insistiendo en su confesión. La negativa de ella continuó, entonces la tendieron en el piso, la sujetaron de pies y manos, le quitaron la ropa interior y la amenazaron con violarla con unos palos y luego lo haría cada uno de los participantes, amenazándola además con que me obligarían a mí a participar en este he-cho. Dichas amenazas no solamente fueron verbales sino que hicieron ademanes de llevarlos a la práctica acercando los palos hacia sus zonas genitales, diciéndole que era la última oportunidad que tenía, que contaban hasta tres para que hablara o de lo contrario sabría ella ‘lo sabroso’ que la iba a pasar. La respuesta de la doctora fue de una negativa ante las acusaciones y los esfuerzos naturales tanto físicos como verbales para impedir este hecho”.

Acerca de las grabaciones con la voz de la hija de Olga López, el doctor Emiro Mora afirmó: “En el primer en-cuentro con la doctora Olga López, cuando se le amenazó con llevar a su pequeña hija a ese mismo sitio, los interro-gadores hicieron sonar una cinta con la voz y el llanto de una niña que llamaba a su mamá y que supuestamente se trataba de la hija de la mencionada doctora. Ante esto, la doctora reaccionó increpándoles ese proceder tan vil. Los interrogadores respondieron que todo dependía de ella, que si en verdad no era una madre desnaturalizada le evitaría el castigo a su hija confesando su responsabilidad. Esta cinta la escuché en una sola oportunidad pues, como anotaba anteriormente, fui sacado de esa sala de interrogatorios”.

8 (Y REGRESAN) El 13 de enero de 1981 sale de la cárcel Olga López de

Roldán, después de haber sido declarada inocente en el consejo verbal de guerra llevado a cabo en La Picota. Eran las once de la mañana cuando le abrieron las puertas de este centro carcelario. Dio la impresión de que se iba a caer cuando el sol pegó en su rostro. Diego, su hermano y abo-gado, corrió para sostenerla. Ella le sonrió tímidamente.

Dos meses después, el 30 de marzo de 1981, la residencia del político y catedrático Iván López Jaramillo es allanada por quince unidades del Ejército que rompen la claraboya de la mansarda y preguntan por Olga López.

Enseguida su familia comprende que la persecución va a continuar y Olga emprende su partida hacia Francia, como refugiada. Hoy, se especializa en Nefrología y en las tardes de verano se pierde con su hija por los parques de París, esperando el momento de poder regresar a su patria.

HERNANDO GÓMEZ BUENDÍA: ¡QUE RENUNCIE!

A finales de julio pasado y durante la realización del Foro por la Paz que el Instituto de Estudios Liberales rea-lizó en Barrancabermeja, se aprobó una proposición en la que solicitan al hoy ministro de Defensa su renuncia, a raíz del fallo del Consejo de Estado sobre la culpabilidad de la nación por torturas a Olga López Roldán en enero de 1979, cuando era comandante de la BIM el general Miguel Vega Uribe. La solicitud causó revuelo en el país, pero dejó algunas dudas. Hernando Gómez Buendía, director del citado instituto, aclara las razones que lle-varon a pedirle la renuncia al general Vega Uribe:

“Queremos dejar en claro que esta petición no es un ataque a las Fuerzas Armadas ni un enjuiciamiento a las institución, que no está de discusión. Pero consideramos necesario que se aclaren responsabilidades penales e individuales en este caso. No se está juzgando al general Miguel Vega por actos como ministro de Defensa, ni como cabeza de las Fuerzas Arma-das en este momento. No se le está pidiendo la renuncia por prejuzgarlo culpable cuando era comandante de la Brigada de Instituto Militares, porque eso corresponde a los tribunales. Opi-namos que sería un gran servicio el que le prestaría el general Vega Uribe a las Fuerzas Armadas si renuncia, para que no se pueda de ninguna manera con-fundir el nombre de la institución, en eventual proceso penal donde se juzga por nombres y no por instituciones.

La sentencia del Consejo de Estado contra la nación fue por perjuicios materiales y morales, de carácter ad-ministrativo, no penal. El Instituto de Estudios Liberales condena en forma absoluta la violaciones de los derechos humanos vengan de donde vinieren, ya sea del gobierno o de la guerrilla. Con-sideramos a la vez, que es más grave si las hace el Estado porque a él se le entrega el monopolio de la fuerza con la condición de que respete la ley”.

LA DOCTORA OLGA LÓPEZ

y su hija Olga Hele-na Roldán, en París.

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1958

CROMOS, 6 de marzo de 2006. Nº 4.592.

SALCEDODORIS

En el 2010 se convirtió en la única mujer en ganar el Premio Velázquez de Artes Plásticas. Su trabajo como escultora e instaladora es, en cierta manera, una respuesta a la situación política del país. Egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde estudió Bellas Artes, ha expuesto sus obras en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en el Tate Modern de Londres, en el Centro Pompidou de París y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid.

QUERÍA HACER UNA REFLEXIÓN PAUSADA, SIN ASPAVIENTOS, SIN IMÁGENES ESCABROSAS

(SOBRE LA INSTALACIÓN REALIZADA EN EL 2002 EN LA QUE COLGABAN 280 SILLAS DE MADERA

PARA RECORDAR LOS DESAPARECIDOS DEL PALACIO DE JUSTICIA)”

282PERSONAJES CROMOS

Page 273: Revista Cromos 95 años

Cuando Andrés y su esposa Stella abrieron su restaurante en Chía, hace 29 años, estaban convencidos de que el ex-perimento funcionaría. ¡No podían imaginar hasta qué punto! Andrés Carne de Res es un referente de la gastronomía y la rumba en Colombia, famoso incluso entre los turistas extranjeros. Tanto ha sido el éxito que en 2009 Andrés decidió tomarse la capital y abrir un nuevo restaurante en plena Zona Rosa –Andrés DC–, y una plazoleta de comidas que lleva su nombre: La Plazoleta de Andrés. Andrés es, sin duda, el rey Midas de la rumba capitalina. Por supuesto, a fuerza de trabajar más de 12 horas diarias.

EMPRESARIO

JARAMILLOANDRÉS

1958

CROMOS, 22 de agosto de 2009. Nº 4.762. “ YO SOY EL ÁLVARO URIBE DE ANDRÉS CARNE DE RES.

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mediados de la década de los sesenta, para ver actuar a Amparo Grisales sólo había que pagar un centavo. Cuando ella tenía diez años, eso costaba la boleta para entrar en la parroquia Cristo Rey, de Manizales, donde las Grisales hacían los pa-peles estelares de La bruja del Colombo. Omaira, la mayor, era la bruja. Y Amparo y Luz Marina, las gemelas que debían salvar a una pequeña (rol desempeñado por Patricia). Los demás per-sonajes, los secundarios, corrían por cuenta de

los amigos del barrio –finalmente, ellas organizaban las presentaciones–.

Fernando, el único hermano de las Grisales, era la ex-cepción. A él no le gustaba actuar. Sin embargo, cumplía un papel importante durante las funciones: dado su tempe-ramento indomable, servía como guardián en la puerta de entrada. Impedía que alguien se colara y sacaba como fuera a quienes pretendían ponerse de ruana el espectáculo.

Estas presentaciones hicieron que el contacto con el público se volviera algo cotidiano para las Grisales. Si no presentaban una obra, desfilaban en vestido de baño. Improvisaban las pasarelas con camas y tablas, y se des-envolvían entre los aplausos del público, compuesto por los compañeros del colegio y los vecinos de la cuadra. También participaban en los coros y en las obras de tea-tro de la parroquia, y realizaban sus propias funciones teatrales en el patio de la casa. Eran famosas por sus ha-bilidades histriónicas.

Amparo era la más tímida. Siempre iba a la sombra de Luz Marina, inquieta y entradora. La acompañaba adonde fuera. Estaban en la misma clase y las vestían igual, como a hermanas gemelas. Hicieron la primaria en Santa Inés, un colegio que quedaba a cuatro cuadras de las casa. Después pasaron a la Normal de Señoritas, para hacer el bachillerato.

Los domingos, a las diez de la mañana, todos los Grisales se alistaban para ir a cine. Entrar a matinal era el plan del día. Sobre todo si Marisol protagonizaba la película. Las niñas iban con trajes muy blancos y coposos. A Amparo –y a Luz Marina– la vestían con medias tejidas a mano por la mamá, pasacintas, guantes y pavas de crochet.

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POR REDACCIÓN CROMOS BAJO LA EDICIÓN DE MARÍA ELVIRA BONILLA

ASÍ ERAN SUS COSTUMBRES ANTES DE SER “VEDETTE”

Era una joven desgarbada, de marcado acento paisa, que llegó a Bogotá a los 15 años tras una oportunidad para actuar. ¡Y se la dieron! Así, a base de esfuerzo y permanencia es hoy una de las máximas estrellas de la pantalla en Colombia.

LA HISTORIA DE AMPARO GRISALES ANTES DE SER AMPARO GRISALES. UNA VERDADERA NOVEDAD.

AMPARO SIN ADORNOSCRÓNICA FARÁNDULA 16.12.1991

286TEXTOS MEMORABLES

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“SI TUVIERA QUE SER OTRA MUJER, HABRÍA ES-COGIDO A RITA HAYWORTH. SI UN HOM-BRE, A KEVIN COSTNER”.

La ropa era confeccionada por doña Ismenia, una cos-turera vecina que cosía por encargo. Las faldas eran bom-bachas y entiesadas con almidón, y por lo general tenían un moño en la parte de atrás.

Otra de las rutinas domingueras, antes de ir al teatro, era el peinado. Y como Amparo no era bonita, Delia, su madre, le aprovechaba el pelo largo y ondulado para ha-cerle 120 crespos (contados uno a uno), con la intención de hacerla lucir mejor. A veces eran menos. Todo dependía de que Delia tuviera ganas de peinarla o no. Cuando le daba pereza, sólo le hacia 60. En cualquier caso, le untaba una mezcla de agua y leche para que el pelo quedara tieso y el peinado le durara todo el día.¿Actuar? Siempre supo hacerlo

Cuando niña, otra de las obras famosas que escenificaba Amparo era Caperucita Roja. La presentaba por la noche, después de las tareas. Para hacerlo, se ponía las vestimen-tas que encontraba en el clóset de Delia. Entonces hacía representaciones de los cuentos infantiles, que tenía por montones. Porque su madre, con el fin de ocuparla –y a todos los hermanos–, le compraba revistas y libros de na-rraciones para niños.

Delia patrocinaba todas las actuaciones de sus hijas, que se llevaban a cabo cada ocho días en el patio de la casa del barrio Cristo Rey, donde vivían.

Las Grisales ensayaban toda la semana. Y a veces hacían desfiles con unas muñecas que medían más de cincuenta centímetros. Eran tan aficionadas a éstas, que les cocina-ban tortas para celebrarles los cumpleaños.

Un factor que contribuyó en la formación de Amparo como actriz fue, además de la influencia materna, un pro-fesor de arte amigo de Omaira. Él iba con frecuencia a la casa de las Grisales y les montaba cualquier obra.

Un día llego el papá con un gran regalo: un televisor. Era el primero que entraba en la casa. Lo instalaron en la sala y a partir de entonces ninguno, en especial Amparo, se despegó de la pantalla. “Cuando sea grande –decía ella mientras miraba el aparato–, allá voy a estar yo”.

Con la llegada del televisor, los juegos con las muñecas fueron desapareciendo. En cambio, los de modas nunca se

dejaron desbancar. Por el contrario, ya tenían animadora: Amparo.

Para cumplir con su nuevo papel, ella tomó una caja de cartón y le abrió un hueco en el que metía la cabeza de manera que, desde afuera, pare-cía un televisor. Desde allí le hablaba al “público” con mucha propiedad. Anunciaba todas las funciones que se efectuaban, explicaba todo y presen-taba a cada uno de los personajes. Le encantaba imitar a las estrellas de la farándula internacional que promocio-naban en la televisión los jabones Lux. Las novenas en la parroquia

Luz Marina y Amparo conforma-ban el grupo de la parroquia al que invitaban las emisoras de Manizales para cantar villancicos en vivo.

En diciembre, el plan estrella era hacer el pesebre. El primer domingo del mes empacaban el fiambre en un canasto y salían para el Morro de San Cancio a las ocho de la mañana. Du-raban hasta las cinco de la tarde re-cogiendo musgo, palos, bejucos y car-dos. Traían costales llenos, porque el pesebre que armaban era tan grande que ocupaba un cuarto completo. En ocasiones tenía niveles, en el más alto de los cuales se ponía la choza donde nacía Jesús.

La familia se conmovía con las no-venas. Las Grisales se disfrazaban con vestidos largos y se ponían colgande-jos en la cabeza para rezar. Además, unos días antes recogían tapas de cerveza para clavarlas en un alambre y hacer las panderetas que acompaña-ban el canto de los villancicos.

“SI NO HUBIERA SIDO actriz, me habría gustado ser astronauta”.

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Page 277: Revista Cromos 95 años

“SÍ ME GUSTARÍA tener hijos. Tal vez una niña...”.

El 24 de diciembre las mandaban a la cama temprano para que el Niño Dios las encontrara dormidas. Nunca les faltó “una cosita bien buena y chi-quita, a la que le sonara el empaque debajo de la almohada” para que se despertaran con el ruido del papel al rozar la funda. Tampoco algo grande (bicicleta, patines, muñecas), a los pies de la cama.

Con el correr de los años, la costum-bre varió. Ahora la Navidad en casa de los Grisales se festeja con Papá Noel. Gustavo Adolfo Grisales, sobrino de Amparo, es quien se pone la barba blanca, el gorro enorme y el traje rojo, y quien reparte los regalos.Amante de los animales

Copo es el famoso perro french poodle que acompaña permanente-mente a Amparo. Es tan mimado que no hay una entrevista, una reunión o una cita para medirse el vestuario de una novela adonde no lo lleve. Cuando maneja su flamante Mercedes beige, lo lleva adelante junto a ella.

Esta afición por los animales es de toda su vida. Cuando estaba chiquita vivía enamorada de los gatos y los perros. A los callejeros les hallaba un encanto especial. Si veía alguno por la calle, lo recogía y se lo llevaba para la casa. No faltaba el gato chillón que por la noche se ponía en evidencia y los despertaba a todos. El papá salía de su cuarto, entraba en el de Amparo y le preguntaba: “¿Dónde lo tiene escon-dido?”. Cuando lo encontraba –debía buscarlo a medianoche porque ella no decía nada–, lo sacaba a la calle. Ella salía detrás a buscarlo a la hora que fuera.

En la Navidad de hace cinco años le regalaron una gata siamés punto azul. En año nuevo, el gato compa-ñero. Amparo les mandó a hacer una

casa con techo rojo en el patio de la casa de la mamá. Las mascotas vivieron tan felices que se reprodujeron con tremenda velocidad. Llegaron a tener 38 crías. Amparo le regaló dos a la actriz Margalida Castro, pero al poco tiempo le dio pesar y le dijo que se los devolviera. Los gatos enloquecieron a Delia, quien no tenía más remedio que abrir la puerta y soportar la invasión de tres docenas de gatitos hasta en la alacena. Por esta razón los mandó a la casa de un vecino, propietario de una carnicería. Así, pues, los gatos hoy son felices comiéndose los sobrados del negocio de su dueño.

Dandy, el predecesor de Copo, posee una historia tra-gicómica. Cuando Amparo filmaba Tuyo es mi corazón con Carlos Vives, tuvo que viajar en enero a las islas del Rosario. Por esa época, Dandy se salió de la casa y lo atropelló un camión. Nadie sabía cómo avisarle a ella. Al fin, Patricia se fue a Cartagena y encontró a Vives. Le contó lo del perro y le dijo que no sabía si decirle ahora a Amparo o esperar a que volviera a Bogotá. Carlos se dirigió entonces a las islas y en la travesía se cruzó con el yate en que venía Amparo. De una embarcación a otra le gritó: “Te tengo una mala noticia, pero te la voy a dar con música”. Y al ritmo vallenato entonó esta estrofa: “A tu perro lo mató un camión, a tu perro lo mató un camión…”.Y se vino a Bogotá

Una de las cosas más difíciles para Amparo es levantarse temprano. Pero eso no es de ahora. Cuando estaba en el colegio llegaba tarde a clase. Delia, quien la despertaba, tenía que quedarse al lado de la cama llamándola largo rato. Debía esperar a que Amparo sacara un pie de la cama porque, de lo contrario, se volvía a dormir.

Sus ausencias en el colegio contribuyeron a que perdiera sexto de bachillerato. Y por ello se radicó en Bogotá. Todo empezó en las vacaciones durante la visita de sus tíos a Manizales. El día en que regresaban en taxi a la capital, so-braban dos puestos. Les dijeron a Luz Marina y a Amparo que si querían pasar unos días en Bogotá. Ellas arreglaron una maleta con rapidez y viajaron. Cuando faltaban quince días para entrar al colegio, Amparo, que no tenía la más mínima intención de regresar para repetir sexto, decidió quedarse y Luz Marina dijo que si Amparo no se devolvía, ella tampoco. Delia viajó a recogerlas, pero la convencie-ron para que se quedara en “esta ciudad tan grande”. De esta manera, comenzó la historia de Amparo Grisales en la farándula.

“HABLO CON VEHEMEN-CIA PORQUE DEBO DE-FENDER MIS DERECHOS. ME MOLESTA QUE ESPECU-LEN CON MI FAMA”

288TEXTOS MEMORABLES

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Un día ella tocó a la puerta del director Eduardo Gu-tiérrez en RTI. Le dijo que quería actuar; que ya tenía cierta experiencia. Y él le contestó: “Llévese este libreto de María, de Jorge Isaacs, y venga mañana, para ha-cer una prueba”. Al día siguiente, Amparo consiguió su primer papel en la televisión colombiana: el de Eloísa, pariente de Efraín.

De inmediato llamó por teléfono a su casa en Manizales y contó que la habían contratado para hacer un “papelito”. Cuando se emitía el programa, la familia entera, hasta la abuela, se sentaba a la hora indicada frente al televisor para verla actuar.

Para entonces, Amparo había debutado como bailarina en Estudio 15, espacio musical que dirigía Alfonso Liza-razo, quien le presentó a mucha gente de la televisión. Allí compartió el escenario con Luz Marina y otra muchacha. Se llamaban Las Zanahorias; después Las Vitaminas. El trabajo consistía en danzar detrás de los cantantes que se presentaban en el programa.

Mil novecientos setenta y seis es quizás el año que más recuerda Amparo por lo que significó en su vida profe-sional. Su representación de Manuela, de Eugenio Díaz Castro, le valió casi todos los premios como la mejor actriz nacional.

En seguida actuó, entre otras, en La mala hora, El gallo de oro, Gracias por el fuego, Los elegidos, Tuyo es mi corazón, Los pecados de Inés de Hinojosa, Maten al león y el musical Doña Flor y sus dos maridos, que se mantuvo varios meses en escena.

Ahora sus proyectos son diversos. A partir del 2 de enero aparecerá una vez más en la televisión encarnando a Isabel Arroyo en la novela En cuerpo ajeno, de RTI. Se trata de una Dinastía a la colombiana.

Además, prepara un larga duración con temas que ha guardado por 18 años. Compuestos por un español, inicial-mente para ser interpretados por María Jiménez, jamás se difundieron debido a la censura franquista. Serán baladas con arreglos modernos a las que Amparo dará un toque sensual con su voz ronca.

Pero eso no es todo. Pronto lanzará al mercado en Ve-nezuela, y después al internacional, una muñeca: Ampa-rito. Llevará su mismo pelo lacio, su cuerpo escultural y sus característicos ojos rasgados. Y de seguro tendrá el mismo éxito de Amparo Grisales. De esa mujer que sigue vigente en el mundo del espectáculo, gracias a su talento y su trabajo.

“PESE A LAS APARIENCIAS soy una mujer tímida. Me pongo roja cuando me lanzan piropos; cuando hablan de mí”.

”“

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ARTE 1993PINCELADAS

Así captó Hernán Díaz a Maripaz Jaramillo, para uno de sus encuentros pu-blicado en CROMOS. En ese momento la describió como una artista siempre alegre y fresca, tan contundentemente urbana como afirmativamente campe-sina. Destacó su férrea disciplina de trabajo y su gusto por la vida sofisticada. Esta manizalita hizo parte de la galería de artistas que desfiló por la revista y quedaron inmortalizados en las placas de Hernán.

Hernán Díaz.

290POSTALES

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UN BOTERO CON BOTERO

CROMOS le dedicó un gran especial a la vida y la obra de Fernando Bo-tero, a raíz de sus crecientes triunfos en el exterior. A estas alturas ya había expuesto en Washington, Venecia, Nueva York, París, São Paulo, México, Alemania, Londres, Montreal, Bél-gica, Noruega, Tokio, Osaka, Roma, Basilea, Madrid, Suiza y Viena. Ya ha-bía superado la tortuosa crítica de sus primeros años, la muerte de su hijo Pedrito y su segunda separación. Ya había vivido en México y Nueva York. Ya había puesto su taller en París y luego en Pietra Santa, Italia. Y, justo en ese momento, sus gordas empeza-ban a llenar avenidas tan importantes como la de los Campos Elíseos y Park Avenue.

ARTE 1993

291

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ARTE 1994EN LA MIRA

Bernardo Salcedo gozaba soltando frases que escandalizaban, que agitaban, que provocaban. Originario de una familia con sello presidencial, sentía que tenía licencia para todo: para dejar la vida social de los clubes e irse por el mundo buscando su identidad artística o para aceptar un cargo diplomático y más tarde para refugiarse a mascullar su alegría en su taller de Subachoque. Allí recurría a objetos viejos para crear su plástica. Solía decir que un artista era mudo y no tenía por qué explicar su obra. Murió en 2007.

GUILLERMO TORRES. Prove-niente de una familia de fotógra-fos, se formó en CROMOS como otros tantos reporteros gráficos, para luego seguir su camino en otros medios nacionales.

292POSTALES

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CULTURA 1994UNA PINTURA DE PAREJA

Arte al desayuno, arte al almuerzo y arte a la comida. Esa es la receta que según Hernán Díaz hizo que la promesa de amor que se rindieron Ana Mercedes Hoyos y Jacques Mosseri siguiera vigente durante 26 años. Para él, arqui-tecto y creador, artífice de proyectos como la Biblioteca Nacional, y para ella, una de las pintoras y escultoras más relevantes de la galería nacional, todo en su vida giraba en torno a exposiciones, viajes y charlas, como cuando se conocieron en un taller de pintura en la Universidad de los Andes.

Hernán Díaz

293

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FARÁNDULA 1996PENA MÁXIMA

Esta foto por poco le cuesta el puesto al osado Daniel Coronell. No fue fácil justificar el desnudo de René Hi-guita, un ídolo acostumbrado a los escándalos, que había tocado el cielo con su famoso escorpión en Wembley y que había bajado al infierno varias veces, dentro y fuera de la cancha. Las tres horas que duró la sesión fotográ-fica fueron suficientes para que el periodista desnudara la personalidad de este astro que se salvó de caer en la pesadilla violenta de la Medellín de los años 80.

JUAN MANUEL GARCÍA. Fue catalogado como el rey de la fotografía publicitaria, pero primero ganó sobrados méritos en CROMOS como uno de los mejores en la moda.

294POSTALES

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orría 1987 y uno de los sitios preferidos por Pablo Escobar era su oficina, una quinta moderna en la parte alta de El Poblado, cerrada por una “cor-tina de acero” que se movía mediante sensores eléctricos, como él mismo los llamaba. Yendo por una avenida entonces poco transitada, usted se encontraba con un muro y cuando se abría la cortina podía ver adentro extensos prados ro-deados por un camino angosto, en el centro un lago y en la mitad del lago un chorro de agua que

se elevaba más o menos tres metros y caía nuevamente, llenando la estancia con su sonido. A mano derecha y al fondo estaba la casa, rodeada por árboles y debajo de ellos, un jardín con plantas de hojas grandes y a su lado otras plantas con flores.

La construcción era sencilla, a base de grandes venta-nales y como se dice, todo Medellín sabía que allí funcio-naba el cuartel general de Escobar.

Ahora solamente recuerdo una mesa de billar en el primer piso en la que jugaban sus guardaespaldas, una es-calera de madera bien pulida y lacada, y arriba, su oficina, decorada tal vez con algún paisaje al óleo, un ventanal a través del cual se proyectaban la fuente y los prados y al lado izquierdo de su escritorio un guerrero macizo, de unos sesenta centímetros de alto, fundido en bronce. Ese era su símbolo y me parece que su razón de ser, porque siempre que hablábamos, él se calificaba así, como un guerrero y cuando quería destacar la hombría de alguien solamente tenía una frase en el filo de los dientes. “¡Ese es un guerrero!” y cuando buscaba soluciones contun-dentes, “¡Hay que actuar como un guerrero!” y cuando medía la fortaleza, “¡Los únicos que no pueden llorar son los guerreros!”.El primer “padrino”

Una noche en “Filo de hambre” (uno de los escondites de Escobar) me acordé del guerrero de bronce y cuando inicié el tema respondió:

—Es que en este país uno se hace es en la guerra. Yo me hice en la guerra, en una guerra muy violenta que fue la guerra del Marlboro. Le juro que ni los mismos paisas –a

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POR GERMÁN CASTRO CAYCEDO

Pablo Escobar se definió siempre como “un guerrero”, imagen en la que sintetizaba la condición del hombre colombiano. En “Filo de hambre”, uno de sus escondites, cuenta acerca de su iniciación en la vida delictuosa y su primer maestro “Don Alfre-do”. Relata cómo se pasó de la guerra del contrabando a la de la coca, y analiza la materia prima del criminal: las balas.

En los años más fuertes del narcotráfico en Colombia, Castro Caycedo conversó con Pablo Escobar, el capo de capos, quien le explicó cómo son las balas con que murieron asesinados los principales protagonistas de la vida nacional.

EL LIBRO QUE NUNCA PUDE ESCRIBIR (3ª PARTE)

LAS BALAS QUE MATAN EN COLOMBIACRÓNICA NARCOTRÁFICO 07.11.1994

296TEXTOS MEMORABLES

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“PATRÓN, UNO TIENE QUE ANDAR ARMADO SIEMPRE. UNO CON UN ARMA AL LADO ES OTRA PERSO-NA. EN ESTE PAÍS DE GUE-RRAS, TIENE QUE CARGAR UN ARMA PORQUE, DE LO CONTRA-RIO, ESTÁ JODIDO”.

menos que hayan sido bandidos en aquella época– saben que existió ese tropel. Digamos que fue lo que hubo antes de comenzar la coca y que fue de donde salieron los primeros capos y de donde salieron los primeros sicarios. Ahí nacie-ron los sicarios. La guerra del Marlboro fue el…

—¿Preludio?—Sí, eso. El preludio de todas las guerras que vinieron

después. A mí me parece que si vamos a recordar y a hacer historia, usted tiene que partir en tres esta cosa. Digamos que hasta 1973, contrabando y capos del contrabando. Del 73, ¿qué será?, al 79, las dos primeras generaciones de duros de la coca, y del 80 para acá, la última cochada que es a la que los gringos le pusieron dizque cartel.

En esa primera época vivía el más teso de Antioquia que se llamaba Ramoncachaco. Ramoncachaco era tra-bajador de don Alfredo, al primer hombre que en este país se le dijo Padrino, que le hicieron un escándalo y que como no le pudieron comprobar nada, se agarraron de una pendejada para poder meterlo a la cárcel.

Sucede que para su seguridad, él tenía una pantalla de televisión, lo que se llama ahora un circuito cerrado, pero en ese tiempo la gente lo veía como algo extraterrestre y utilizaron eso para llevarlo detrás de las rejas, acusándolo de contrabando.

Claro que don Alfredo siempre fue un contrabandista de cigarrillos, de whisky, de relojería, de pianos de se-gunda. Compraba todo eso allá arriba, en los Estados Unidos, lo traía en barco, lo metía de contrabando por Turbo o por Tolú. Una vez llegó a meter treinta y ocho camiones bien cargados. Yo recuerdo el famoso escán-dalo que se formó… Esta viene a ser la parte de la his-toria en que la gente del contrabando se fue pasando al negocio de la droga.

En ese momento yo era trabajador de don Alberto, otro contrabandista, al que yo considero fue mi maestro, por-que era un guerrero y porque era inteligente y habilidoso.

Sucede que había tanto contrabando en esos momen-tos que vino la presión sobre las autoridades, estalló un escándalo y como consecuencia, se cayó el primer coman-dante de la Policía de Antioquia, dizque por ayudarle al combo del contrabando: ese fue el coronel Ibáñez.La ley de la plata

La historia es que don Alberto cargó treinta y dos ca-miones –seis menos que don Alfredo que tenía el récord nacional con treinta y ocho– y los metimos por Turbo y luego los encaramamos hasta Medellín por una trocha inmunda que era la Carretera al Mar. Y mirá lo que es el país y lo que es la situación.

En ese recorrido, toda la policía de todo el camino recibió plata. Es que, hombre, esa vez nos salieron hasta las juntas de Acción Comunal y los inspec-tores de policía de las veredas a pedir plata, porque la cosa se volvió chisme general desde cuando desembarcamos esa mercancía y las cajas pasaron del buque a unos bongos y de los bongos a la playa y de la playa a los camiones. Arrancamos y cuando el convoy cruzaba por Santa Fe de Antioquia, nos encontramos con un teniente y su patrulla de seis policías –muchos para la época– con la orden de dete-nernos y de confiscar la mercancía. El teniente no estaba pidiendo dinero ni queriendo transar nada, pero los de abajo, los que nos dejaron salir de Turbo y los que “engrasamos” por la carretera, sí, de manera que cuando nos detuvimos, bajamos a tierra a hablar. Ahora recuerdo las palabras que le dijo don Alfredo a ese oficial:

—Vea teniente: para usted quitarme a mí esos treinta y dos camiones, ne-cesita, en primer lugar, treinta y dos policías que sepan manejar camión, y treinta dos ayudantes y sesenta y cuatro cargueros… y, además, mil fu-sileros porque usted me va a tener que matar aquí mismo. Mejor dicho: usted, o recibe esta plata aquí o está poniendo en juego su vida.

Y los treinta y dos camiones entra-ron a Medellín pero como aquí tam-bién el chisme había hecho carrera, el run-run voló hasta Bogotá y allá pensaron que el coronel Ibáñez había recibido plata y lo destituyeron sin investigar nada.

Esa vez volvieron a poner preso a don Alberto y a todos los del contra-bando. Me acuerdo que, riéndose, él me contó la indagatoria:

—¿Sabés qué me preguntaron? –dijo– que a qué militares conocía. Entonces yo le respondí a la juez que conocía al general José María Córdova, al general Santander, al general…

Me dijeron que si conocía al coro-nel Ibáñez. Que si era amigo de él. Le dije que no, que nunca lo había visto.

Y es que él nunca vio al coronel. Y es que el coronel era recto, era sano, pero para ostentar que la Policía sí actuaba, los de Bogotá la pagaron con él, ¿me entiende?Comienza el negocio

Volviendo a agarrar la cuerda, vol-vamos a Ramoncachaco que ya se había pasado del negocio del contra-bando con el grupo de don Alfredo, al de la coca y ahora era independiente y empezaba a dejar ver que por pri-

Germán Castro Caycedo

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“EVELIO GIRALDO FUE EL PRIMER MUERTO DE LA MAFIA EN MEDELLÍN. LO MATA-RON EN 1972 EN UNA BOMBA DE GASOLINA. USARON LA BALA ‘DUM-DUM’. LA PUSIERON DE MODA”.

mera vez ganaba platica. Ya tenía, por ejemplo, el carro de moda que era el Nissan Patrol con rines niquelados, bocelería plateada, engallado más o menos como los de los esmeralderos de Boyacá. Un carro modelo 71 que cambió luego por otro, modelo 72… Por los modelos me acuerdo de la época. A este hombre le siguió yendo tan bien que al poco tiempo compró avioneta. Ese fue el ejemplo para que un poco después, muchos quisieran pasarse a la perica.

Ramoncachaco iba personalmente por la coca al Ecuador y me llegó a contar que la primera vez que entró allá con un avión –a mí me parece que su avioneta fue la primera aeronave que salió de este país por droga— todo le pareció tan fácil que volvió y volvió y se hizo cada vez más rico.

Más tarde, aquí hubo tres avionetas que se hicieron famosas: la de Jaime Cardona, que inclusive murió en un accidente aéreo con parte de su fa-milia, la avioneta de don Alberto y la de Ramoncachaco. Eran avioncitos monomotor.

Pues le contaba que este hombre se fue la primera vez por la pasta a Quito, con plan de vuelo, o sea, legalmente, compró su mercancía, la empacó en las maletas y cuando llegó de regreso a Medellín, pasó por la aduana y vio que nadie sabía qué era eso. Nadie la conocía. Oigame: es que dizque nadie la miraba. Dizque levantaban la ropa y la revisaban y eso ahí, y nadie sabía qué era. Anote entonces cómo los de ese momento trabajaron la coca, de frente, y empezaron a movilizar for-tunas completas.

Bueno, pero a todas estas, conti-nuaba el contrabando de Marlboro en su auge, de manera que aquí había en este momento una mezcla de lo que podía llamarse la mafia de la época, que eran los contrabandistas más fuertes, y los que apenas se estaban iniciando en la droga, que también habían estado en el negocio del cigarrillo.

En esa cochada estaba Jaime Cardona, Ramoncacho, Mario Ca-charrero, otro al que le decían El Pa-riente, que está vivo y llegó a tener diez carros… Este Pariente era un hombre alto, gordo, muy grande. Em-pezó a llevar, no sé en qué forma su mercancía y se compraba esos auto-móviles largos LTD. Él era la bomba: se cuadraba en el centro de Medellín con esos carros enormes y la gente parecía embobada mirándolos. Era famoso por sus autos.

El poder del dineroEse es el primer fenómeno que yo vi del narcotráfico

desde mi sitio de joven porque, digamos que yo todavía estudiaba. Apenas había salido del bachillerato. Mire: me he puesto a pensar en esas cosas y cada vez veo más claro que esos fueron para mí los ejemplos que determinaron el futuro de mi vida y el futuro de la de muchos, de la de muchísimos muchachos que comenzábamos a vivir con ilusiones, pero ya sin muchas ganas de trabajar en una fábrica o en un almacén. Es que lo que veíamos –y por eso se lo cuento– era esa opulencia, sumada a la aventura, y sumada al poder que da el dinero. O, no me vaya a decir que el dinero no da poder y da fama. Y tampoco me va a poder negar que no hay un solo ser humano en este mundo al que no le guste la plata, la fama y el poder… y más a esa edad.

Bueno, los capos de la droga que yo admiraba en ese mo-mento, eran entonces, Jaime Cardona, Mario Cacharrero, Ramoncachaco, desde luego El Pariente con sus automóvi-les y un muchacho que se llamaba Evelio Antonio Giraldo que fue el primer muerto de la mafia en Medellín. Lo ma-taron en 1972. Lo mataron ahí cerquita de donde quedaba El Colombiano, en una bomba de gasolina sobre Juan del Corral. Le dieron varios balazos cuando estaba al lado de su carro, un Dodge Demon modelo 68. Ahí usaron bala ‘dum-dum’ –la pusieron de moda– con un Magnum que es un revólver muy grande. Grandísimo. Se usaba mucho. Y se sigue usando todavía… Mire hombre: yo vi el cadáver de ese tipo y los agujeros que tenía eran impresionantes porque ese proyectil es de plomo, núcleo de plomo dicen los que saben, reforzado con un blindaje de cobre hacia la base, de manera que cuando toca la piel se achata el plomo y el cobre sigue ahí, firme y entonces la bala se vuelve… imagínese un hongo. Y como la bala no entra quieta sino que va dando vueltas, va retorciéndose a una velocidad la berraca –porque el cañón de las armas tiene “ánima” o sea unas estrías, un alambique tallado adentro para que al escupir el plomo lo ponga a girar como un trompo–, entonces piense en las troneras que logra taladrar en el cuerpo del paciente.

Ese fue el primer muerto de la coca. Anótelo porque es historia que no sabe nadie en este país… Claro que en esa época ya había habido muertos pero no de coca sino en la guerra del Marlboro.

Esa se dio por plaza. Comenzó aquí, se desarrolló aquí y fue a dar a los Estados Unidos. Se dio porque don Al-fredo entraba tantos camiones, don Alberto entraba otros tantos, Jaime Cardona otros tantos. Salía el cigarrillo al mercado y como la saturación en las esquinas era cada día mayor, aumentaba la competencia, el precio se iba abajo y todos perdían plata. Entonces vinieron los primeros ba-lazos. Como consecuencia, esto se puso candela y estando Ramoncachaco ya en el negocio de la coca, fue muerto por haber andado metido antes en el negocio del cigarri-llo. Él fue, digamos, el segundo muerto de esa guerra tan beligerante y tan dura, que al que encontraran en la calle, lo mataban. Y se conocían todos. Y, además, la ciudad no era tan grande. Entonces mida usted la mortandad aquí y en los Estados Unidos, porque allá empezaron a caer los que les despachaban los envíos a los tres capos y luego los que se iban de aquí huyendo de la muerte.Los espejos de Escobar

A mí me tocó vivir esa guerra pero muy de cerca. Yo la sentí encima de la cabeza y conté los muertos de aquí de Medellín –más de sesenta– y salí, hombre, bendito sea Dios, salí con vida.

Entonces fui de una generación que se hizo en la guerra. Claro que aquí parece que todos nos hicimos, nos hacemos

–¿A QUIÉN RECUERDA QUE HAYAN MATADO CON ÉSTA?

—Leí en la prensa que a Lara Bonilla. Con esta no se salva nadie.

298TEXTOS MEMORABLES

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y nos haremos en ella, pero yo digo que a mí me tocó más cerca que a muchos de los muchachos de mi época. Mire una cosa: a mí me tocó ver, por ejemplo, cómo fue la matada del primer hombre desde una moto. Y me tocó, eso sí una que otra vez, ver gente que volvía del más allá como don Alberto. Sucede que una vez él se puso a beber con los dos guardaespaldas y cuando terminaron arrancaron en su automóvil. Pero uno de ellos había metido bazuco y como esa cosa a algunos les produce delirio de persecución y agresividad y tanta joda, uno de los guardaespaldas –un expolicía, por cierto– que iba en el asiento de atrás se puso paranoico, sacó un revólver y le disparó al hombre. Él dice que se detuvo y alcanzó a abrir la puerta del auto, pero cayó allí mismo sin poderse mover. Muerto para los demás, pero dizque escuchaba todo, veía todo, entendía lo que sucedía. Que vio cuando el expolicía se alejó unos seis o siete metros para coger un taxi y él lo tenía en la mira y no podía hacer nada. Entonces dizque se acordaba de algo que yo siempre le repetía:

—Patrón, uno tiene que andar armado siempre. Uno con un arma al lado es otra persona. Si le pasa algo, por lo menos dispara al aire, llama la atención. El arma debe estar siempre cerca de uno cuando maneja o cuando se sienta a la mesa. Mejor dicho, siempre. Es que uno, definitivamente en este país de guerras, tiene que cargar un arma porque de lo contrario está jodido. Eso le decía yo y fíjese que ese día él no me había hecho caso.

Volviendo al cuento, digamos que a Ramoncachaco lo mataron en la bomba de Alivar que queda exactamente a seis cuadras del aeropuerto Olaya Herrera. Le dieron con un revólver Magnum, con balas planas, recortadas en la punta –la tres cincuenta y siete–. El que sepa qué es eso me va a en-tender muy bien cómo era aquella guerra. Y le dieron en el momento en que estaba echándole gasolina al Nissan Patrol, con un pasacintas a todo volumen, bailando salsa en el piso mientras le llenaban el tanque con gaso-lina. Y cuando cayó, porque el primer balazo lo mandó de culo para atrás, así de poderoso es el impacto de esa bala recortada, no quedó con un gesto

de dolor, ni de miedo, ni de tragedia, mi hermano: Ramoncachaco quedó sonriendo. Quedó, como decían en-tonces, con la salsa que escuchaba en ese momento untada en la cara.

A él lo llamaba Ramoncachaco porque vestía bien –hablando de su ambiente de camaján– porque él era un camaján fino, bien vestido, con trajes verdes de paño de mesa de billar o trajes verde oliva o trajes verdes oscuros, carajo, y corbatas verdes claras o blancas y medias blancas y pañuelo blanco o amari-llo, que corta bien con el verde, y zapatos de charol vino tinto. Ima-gíneselo usted. El hombre era un malevo: malevo porque también había venido de abajo.

Entonces ahí le cuento, por en-cima, quiénes fueron, digamos que los espejos de mi juventud. No digo mis ídolos, sino los ejemplos que tuve, en un momento en que uno ya decide definitivamente el camino que va a seguir en la vida. Y de todos ellos, le repito, que el que más me sirvió fue el de mi maestro que todavía esta vivo: don Alberto.

“CUAN-DO CAYÓ, PORQUE EL PRIMER BALAZO LO MANDÓ DE CULO PARA ATRÁS, NO QUEDÓ CON UN GESTO DE DOLOR, NI DE MIEDO: RAMON-CACHACO MURIÓ SON-RIENDO”.

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Page 289: Revista Cromos 95 años

Los tipos de balasEsa madrugada terminamos de hablar hacia la una

porque Escobar dijo que tenía una cita:—Nada especial, acompáñame.Siempre conducía y conducía muy bien, usando poco

los frenos y regulando la marcha a base de caja, entrando en las curvas con gran suavidad a pesar de la velocidad, ochenta, noventa kilómetros por hora, y poniendo sólo una mano sobre la cabrilla. La otra descansaba, bien sobre la barra de cambios o bien sobre un ametralladora MP5 que acomodaba en el borde del asiento y sostenía con parte de la nalga derecha. Dijo que me acomodara en el lugar del copiloto –Escobar fue corredor de au-tos– y atrás tomaron asiento dos de sus hombres. Dos minutos adelante marchaba un auto con otros cuatro hombres y una cuadra atrás, otro con cinco. Todos co-municándose permanentemente a través de pequeños radioteléfonos.

Una vez en marcha le dije que las balas era algo to-talmente nuevo para mí y que si yo pudiera tener los diferentes tipos con que muere hoy el hombre colom-biano, sería un buen ejercicio para continuar hablando. En ese momento pensé que si lograba conseguir esos proyectiles y luego ponía frente de cada uno a quienes lo usaban, abriría las puertas de una Colombia aterradora-mente real que aún hoy sigo sin conocer. Con esas balas al frente podría preguntarles: ¿Por qué usan cada una? ¿Cuándo la usan? ¿Cómo las consiguen, qué nombres les tienen? ¿A qué distancia disparan? ¿Cómo planean el atentado? ¿Qué sienten antes de ejecutarlo? ¿Con qué ojos ven a la víctima, durante cuánto tiempo la siguen, qué piensan cuando la ven caer? En una palabra, con qué tela están hechos ellos, cómo es su alma. Cómo es su maldita existencia.

Escobar abrió los ojos y me pareció que estaba sola-mente concentrado en el pavimento, pero después de una pausa larga volvió a hablar:

—Cuando regrese, voy a tenerle los tipos de balas que se han usado y que se siguen usando en Colombia. Yo se las puedo conseguir con quienes las utilizan, pero métase una cosa en la cabeza: los colombianos no mueren con más de cinco o seis tipos de balas. Es que no son más de seis. Y para que piense un poco más, le cuento que todas son fabricadas en los Estados Unidos, compradas allá legalmente y, eso sí, traídas aquí de contrabando. Y traídas fácil. Y se consiguen fácil, ¿oiga?La bolsa en la alacena

Un jueves de marzo luego de la media noche, Escobar se puso de pie y sacó de una alacena una pequeña bolsa de polietileno que aún conservo, la abrió sobre la mesita de centro de la sala y dejó caer siete balas sobre el vidrio.

—Cójalas, púlselas y yo le explico algo de cada una.

Luego busque a los que las usan para que le cuenten lo que yo no sepa. ¿Por cuál comenzamos?

—Por las de Evelio Antonio Giraldo y Ramoncachaco. Los dos primeros de este baño de sangre.

—A ver –dijo– y tomó la primera en la palma de su mano derecha. La adelantó y empezó la lección: a Ra-moncachaco le dieron con… esta. La del plomo achatado, la punto tres cincuenta y siete. Esa toca el cuerpo y se deforma con mucha facilidad, se vuelve una plasta allá adentro. Y el im-pacto es mucho más poderoso que el de una calibre treinta y ocho normal porque tiene más pólvora, o sea lo que llaman, “más propelente”. Mire lo que dice en la base: “S & W”. Eso quiere decir Smith & Wesson, de los Estados Unidos. Viene de fábrica.

La colocó dentro de la bolsa y con paciencia tomó una muy similar pero ya no achatada sino con un agujero en la punta:

—Esta es la famosa ‘dum dum’. Del mismo calibre de la otra y se usa tam-bién con Magnum. Esta es la de Eve-lio, más dañina, más peligrosa. Nadie que trabaje conmigo lleva esta mierda porque me parece cobarde usarla. Y menos si le meten mercurio metálico o cianuro entre el hueco. Esta ‘dum-dum’… mírela bien: ahí en la base dice, “SPL+P” ¿No es cierto? Eso quiere de-cir que tiene más pólvora de lo normal y que entonces va más lejos, se dice tiene mayor alcance. La fabrica la Re-mington de los Estados Unidos.

De todas me impresionó y me sigue impresionando una más corta pero pesada, gruesa: cobre en la punta. Cobre la vainilla. Una bala que esa noche brillaba más que las demás.

—Es que el que la usa es más escru-puloso y vive brillándolas, dijo con una sonrisa, sin levantar la cara del pequeño montón. Esa es la calibre cuarenta y cinco. Mire: esta cuarenta y cinco es para matar elefantes. Aquí en Colombia la usan con las subame-tralladoras Ingram, israelíes o con la pistola Colt.

—¿A quién recuerda que hayan ma-tado con esa?

Pensó un segundo y luego soltó:—Leí en la prensa que a Lara Boni-

lla. Al ministro de Justicia. Con esta no se salva nadie.

(Silencio).Escobar entendió la pausa y sólo

despegué los ojos de la palma de su mano cuando preguntó:

—Usted era amigo de él, ¿verdad?—Sí.—Esta guerra… hombre.

LUIS CARLOS GALÁN, Enrique Low Murtra, José Antequera y Bernardo Jaramillo, son algunos de los grandes hombres asesinados con una nueve milímetros, forrada en cobre, la bala más utilizada en el país.

“NUEVE MILÍMETROS, CONVENCIO-NAL. EL PLO-MO VIENE FORRADO EN COBRE –SE LE DICE ENCHA-QUETADO O ENCAMISA-DO– Y POR ESO, ESE PROYECTIL RARA VEZ SE DEFORMA. PERO MIRE CÓMO SON LAS COSAS DE LAS BALAS: SE DEFORMA CUANDO TOCA HUESO O CRÁNEO”.

300TEXTOS MEMORABLES

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Una bala para EscobarTrajeron dos cervezas sin alcohol y salimos frente a

la cabaña. Abajo se veían titilar nerviosamente las luces de Medellín y corría un aire helado que silbaba al chocar contra los pinos.

Un poco después tomó otras dos balas, parecidas a la anterior pero más pequeñas:

—Nueve milímetros –dijo–. La más común ahora. Esta, la del hueco, es también “dum-dum” pero blindada, por eso es plateada. Aquí la usan los bandidos con pistola Beretta o Browing y con subametralladoras Ingram y Uzi.

Acercó más la mano y señaló con detenimiento la punta hueca:

—¿Ve estas estrías por el borde del hueco?, preguntó y sin hacer una pausa, dijo: cuando la bala toca la piel se llena de aire y entonces estalla y se rasga por las estrías…A ver: una, dos, tres, cuatro, cinco, seis estrías. ¡Seis balazos! A ver qué dice atrás: WIN. Es de la Winchester. Norteamericana.

(Unos años más tarde cayó acribillado no lejos de Me-dellín el procurador general de la Nación Carlos Mauro Hoyos y según los médicos forenses con quienes hablé posteriormente, en su cuerpo quedaron varios boquetes producidos por este proyectil).

—La otra –continuó Escobar– también es de nueve mi-límetros, convencional. El plomo viene forrado en cobre –se le dice enchaquetado o encamisado– y por eso, ese proyectil rara vez se deforma. Pero mire cómo son las cosas de las balas: se deforma cuando toca hueso o cráneo. Esta es la bala más utilizada ahora en el país.

(En adelante, realicé el conteo trágico de nuestros muertos en los diarios, agregándole una anotación a cada uno: la de las balas que los segaron. Con esta han caído la mayoría: Ga-lán, Low Murtra, Antequera, Jaramillo, jueces, magistrados…).

Ya sobre el amanecer Escobar tomó las dos que quedaban. Ambas parecidas a una botella.

—Ambas son para fusil –dijo—. La más grande la utilizan el ejército, la policía y parte de la guerrilla. Es una siete sesenta y dos. Violenta. Imagínesela, para ser de fusil. Sin embargo, ya se están usando proyectiles más efectivos, más veloces y con la mitad del peso que esta siete sesenta y dos.

(Esa fue la del Mexicano. Según la policía salió de la ametralladora M60 emplazada en un heli-cóptero y lo alcanzó en la cabeza).

—¿Modernas, cómo cuál?, le pregunté y mos-trándome la última respondió:

—Como esta. Igual pero más pequeñita y más potente. Esta es la cinco cincuenta y seis. Tiene mayor poder de penetración, más velocidad, más revoluciones y pesa sólo 11 gramos. La anterior pesa 24. ¿Sabe por qué es lo mejor que hay? Porque además del blindaje, la pólvora es una mezcla con TNT.

Esa fue la de Escobar.

“NUEVE MILÍMETROS. LA MÁS COMÚN AHORA. ESTA ES TAM-BIÉN ‘DUM-DUM’ PERO BLINDADA, POR ESO ES PLATEADA. CUANDO LA BALA TOCA LA PIEL SE LLENA DE AIRE Y ENTONCES ESTALLA Y SE RASGA POR LAS ESTRÍAS…”.

301

Page 291: Revista Cromos 95 años

Su nombre es sinónimo de éxito. Nacido en el barrio Ro-bledo, de Medellín, comenzó su carrera en el mundo de la moda en 1965, con un pequeño almacén que abrió en el sector de San Victorino, en Bogotá. Hoy, casi cinco décadas más tarde, su empresa cuenta con más de 60 puntos de venta en las principales ciudades del país y es una de las marcas de moda más reconocidas por los colombianos.

SIEMPRE QUISE SER INDEPENDIENTE. ME GUSTABA LA GANADERÍA

Y EL COMERCIO, TENER PLATA. AHORA ESTOY SATISFECHO DE PODER

CULMINAR LO QUE DE NIÑO EMPECÉ A CREAR ”CROMOS, 27 de diciembre de 2004. Nº 4.532.

1937

CALLEEMPRESARIO

ARTURO

302PERSONAJES CROMOS

Page 292: Revista Cromos 95 años

CANTANTE

VIVESCARLOSSu representación de Rafael Escalona en la televisión le abrió las puertas del género que lo lanzó

a la fama: el vallenato. Luego vendría Clásicos de la Provincia, en 1993, un disco que lo convirtió en uno de los principales exponentes de este ritmo ante el mundo. Ganador de un Grammy Anglo y tres Latinos, Vives es también recordado por su faceta de actor –protagonizó la telenovela Gallito Ramírez, al lado de su primera esposa, Margarita Rosa de Francisco–, y su matrimonio con la ex reina colombiana Claudia Elena Vásquez. Su gran virtud fue aproximar el vallenato al rock y, por ende, lograr la internacionalización del género.

1961

CROMOS, 13 de septiembre de 1993. Nº 3.946. “EL ROCK ES COMO EL VALLENATO

303

Page 293: Revista Cromos 95 años

ARTE 1997

ERA SU ADIÓS

Esta imagen, captada unos meses an-tes de morir en su casa de Quinta Ca-macho en Bogotá, fue tomada a peti-ción del propio Carlos Rojas. La foto fue considerada como un anticipo de su adiós, en marzo de 1997. Conside-rado por muchos como “el padre de la abstracción en Colombia”, fue uno de los más prolíficos, aunque murió a los 64 años. En sus últimos años dejó de recorrer los anticuarios y los mer-cados de pulgas para enclaustrarse en su casa, donde vivía rodeado de bon-sáis y pájaros, tratando de acercarse a la naturaleza que tanto amaba.

IVÁN VELANDIA. Reportero polifacético, se desenvolvía tan bien entre los artistas y los temas de cultura como en los de orden público.

304POSTALES

Page 294: Revista Cromos 95 años

305

Page 295: Revista Cromos 95 años

ARTE 1999A PUERTA CERRADA

Fue primero la pintura y luego la es-cultura. En ambas se destacó, pero fue la segunda la que lo inmortalizó e hizo pasar a la historia a Eduardo Ramírez Villamizar como uno de los mejores artistas del siglo XX. Era tímido y apacible, pero recio y algo áspero. Su obra mereció elogios de la crítica latinoamericana hasta el día de su muerte en 2004. Sus últimos días creativos transcurrieron en una finca de la sabana donde seguía su férrea disciplina de trabajo. Alf

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306POSTALES

Page 296: Revista Cromos 95 años

LUBIGGEX aumenta progresivamente el tamaño y según algunos participantes mejora significativa-mente la calidad de la erección.

Tengo problemas con el tamaño, pero también con la firmeza, ¿este producto me puede ayudar? Sí. Parte del grupo de partici-pantes del ensayo realizado sufría de disfun-ción eréctil y en todos los casos manifesta-ron mayor firmeza por más tiempo, mejoran-do significativamente sus encuentros amorosos. Esto debido al principio de la vasodilatación. Los participantes aseguran que el tamaño aumentó con el uso diario.¿Cómo puedo probar este tratamiento sin arriesgar mi dinero? Estamos tan seguros de las bondades de este tratamiento que le permitiremos usarlo por 90 días y si usted no observa ningún cambio No pagará nada. Además le estaremos entregando completamente gratis con su orden, otra muestra de este revolucionario tratamiento.

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Page 297: Revista Cromos 95 años

VIAJES 1999TODO PENDE DE UN HILO

308POSTALES

Page 298: Revista Cromos 95 años

Recorrer un kilómetro en apenas 30 segundos, desafiando los 200 metros de altura sobre el cañón del río Negro, era una hazaña solo posible para las 30 familias de la vereda Los Pinos de Acacías (Meta). Ellos, sus bebés, sus maestras, sus borrachos, sus marranos, sus perros y sus corotos viajaban por un cable a más de 120 kilómetros por hora, agarrados apenas por un lazo y una polea. Una maniobra en pleno siglo XX y muy cerca de la moderna Autopista al Llano con sus desafiantes puentes y túneles.

RICHARD EMBLIN. Este fotógrafo britá-nico canadien-se recorrió el país buscando las historias más insólitas y llamativas para “Reporte Especial”, una sección de CROMOS que también trajo historias de los más recónditos lugares del planeta.

309

Page 299: Revista Cromos 95 años

ace apenas ocho años, y merced a la poesía, me tocó servir de enlace entre dos hombres grandes de Co-lombia que, después de haber hecho cada uno la violencia a su modo, terminaron buscando la paz y la encontraron en el cañón de sendas escuadras magnicidas. Secuestrado y secuestrador, rara pareja que terminó dándose las manos para impulsar la nueva Constitución de la República de Colombia, que hoy también tambalea.

En el Café de los Turcos, en Cali, mi amigo Felipe Do-mínguez Zamorano me mostró los originales de un libro que iba a editar. Estaba emocionadísimo. Podía ser la obra del siglo. Se trataba de Soy libre, el ensayo político de Álvaro Gómez escrito en París luego de 53 días de cautiverio. Leí con atención algunas rápidas páginas que me parecieron inteligentes y frías. Para calentarlas tal vez, en un nota remi-tente sugería Álvaro Gómez al editor: “Si se consiguiera que el M-19 devolviera mis papeles y las cartas que nos cruzamos con Pizarro, podría hacerse un apéndice o anexo”.

Felipe me decía que habían hecho hasta lo imposible con todo tipo de contactos para reclamar lo que llamamos “la lonchera del hijo de Lindbergh”. Pato de toda boda que soy, le pedí que me permitiera intentarlo, a sabiendas de que en estos casos la peor diligencia es la que se hace.

Yo tenía un alumno sospechoso en mi taller de poesía, siempre hirsuto y oloroso a hierbas del monte, quien brincó entusiasmado cuando le confié el gallo en que me había metido. Él me dice, en un cafecito donde nos sentamos las espaldas contra la pared, que precisamente va para allá. Le entrego la fotocopia del mensaje de Álvaro a Felipe cla-mando por sus originales, le escribo un hai kai al coman-dante Pizarro solicitándoselos –tras evocar las papayas que le llevaba a la cárcel–, y nos vamos sin pagar los tintos que no pedimos. Tras una corta semana estamos nuevamente sentados el contacto y yo frente a la misma mesa vacía. Trae un paquete envuelto en periódicos. El mesero da vueltas alrededor de nosotros como mosco en azucarera. Comienzo a ver tiras por todas partes, pero son serpentinas de las pasadas navidades. Voy al baño con el paquete y lo abro y descubro semejante arsenal azul: diarios, cartas, dibujos,

CRÓNICA POLÍTICA 04.11.1996

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POR JOTA MARIO ARBELÁEZ

Cómo se recuperaron y fueron devueltos a su autor los escritos y dibujos realizados durante su secuestro.

En una operación secreta, el poeta nada sta logró re-cuperar los escritos, dibujos y cartas que Álvaro Gómez Hurtado escribió durante los 53 d as que estuvo en poder del M-19. Silencioso diálogo interior de un cautivo.

LOS PAPELES SECRETOS DE ÁLVARO GÓMEZ

310TEXTOS MEMORABLES

Page 300: Revista Cromos 95 años

“ENCE-RRADO, FORZADO A DIALOGAR CONMIGO MISMO, SIN INTERFE-RENCIAS, CAÍ COMO EN MUCHOS OTROS MOMENTOS EN LA DIA-LÉCTICA DE LA SIMPLI-CIDAD. LOS HECHOS SE DESPOJAN ANTE UNO DE TODA LA HOJARASCA, Y QUEDAN SÓLO ESEN-CIAS, ARIS-TAS, LÍMITES, PLANOS”

autorretratos. Aparte de los grafitos lo más original que uno puede ver en un orinal.

Le pregunto al contacto cómo es posible que Pizarro haya depositado en mí toda esa confianza; que sin ninguna condición haya puesto en mis manos esa papa caliente. Me contesta: “Poeta, es que tú no sabes lo que le debemos al nadaísmo. Gracias a la literatura de ustedes dimos el bote de la ortodoxia a la imaginación. Nuestro Gonzalo Arango se llamó Jaime Bateman”.

No sé cómo me quedó el ojo.Pienso que si me cogen con las manos en esa masa van a

creer que yo también tuve velas en ese encierro. Llamo in-sistentemente a Domínguez el editor, pero el automático me contesta que está en Cali, en Santa Marta, en Miami. Le dejo mi teléfono con un mensaje cifrado: “Obtenidas las libretas de calificaciones de los chicos malos”. Me siento un héroe.

Ahora soy la mano derecha de Álvaro Gómez, pienso, y como un rayo el fantasma liberal de Rionegro de papá me castiga. Me cae la gota sobre el dedo gordo de mi pierna dies-tra. La acomodo en el puf, pongo la Internacional en el láser y distraigo el fin de año en la profunda intimidad conceptual de un hombre privado de la libertad y que ahora es libre.

En el cuarto de su cautiverio, rodeado por los “Cayos” –como apoda a sus vigilantes y becados alumnos de his-toria universal de la infamia, quienes le procuran papel y gafas–, Álvaro es un escritor que siente que no pasa de la próxima página. Es presa del terror del rehén, pero conserva su altivez en la correspondencia con su captor y sus aciagas reflexiones. Hace un recorrido por la arena caliente de la política y aprovecha para celebrar la muerte del comunismo antes de que se difunda el acta de defunción oficial. ¡A morir juntos!, parece que le dijera satisfecho a su enemigo jurado, él, que naciera por las calendas de la Revolución de Octubre. En los autorretratos, las manos, las flores y los caballos, se dibuja el patetismo del retenido. Vuelve a su infancia, recoge sus pasos por la historia, oculta sus confesiones apelando al francés. Así va entrando el 89, y yo sin encontrar a quién entregar el paquete.

El domingo 15 de enero, en mi apartamento de Pasadena, el sonido del teléfono me tumba del puf. Es una llamada de París, a juzgar por la operadora. ¿C’ est le poete Jotamarió? Un moment. Va vous parle monsieur Hurtadó. Me tocó en-tregar el tesoro, pienso, mi reino por una fotocopiadora.

Jota Mario Arbeláez

TEXTOS QUE DEJÓ ÁLVARO GÓMEZ EN SU LU-GAR DE CAUTIVERIO (PRIMERA PARTE)

Vecino de la muerteCuando se está en condición de rehén, las circunstancias

alrededor de uno son todas terminales. Porque si la muerte es una perspectiva próxima, que está inevitablemente in-serta en el esquema de la captura y de la privación de la libertad, ninguna acción, ninguna actitud, ningún pensa-miento puede eliminar esa opción. El supuesto de seguir en el tiempo, de retomar el hilo de la vida, resulta regresivo. Dentro de la dinámica que desencadena la violencia de la captura, no resulta comprensible que se prescinda de esos pasos que ya se han dado hacia el fin, hacia lo otro. No se está todavía en la mitad del camino, pero la conciencia de haberlo emprendido, de no haber vacilado, de haber supe-rado el miedo o de no haberlo tenido, es una experiencia que no se quiere perder. Si se regresa al punto de partida, como si nada hubiese pasado, quizás volver a donde se está puede llegar a ser la parte más costosa de ese camino hacia la muerte que habrá que transitar.

Estar a unos minutos o centímetros de los gatillazos es estar seguramente muy cerca, es haber hecho algo. Es haber logrado transitar. Es haber vivido una parte del final de la vida, impor-tante, porque como se ha dicho tantas veces, lo más importante de la vida, dentro del esquema del espíritu, es la muerte.

El rehén mismo está en situación terminal, aunque exista aún una indeterminación. Es inevitable suponer que los datos históricos que aún pudieran modificar los juicios, han terminado. Ya no habrá más noticias, ni siquiera nuevos puntos de vista. Se tiene la sensación de que, aunque no se haya pensado antes, todo lo que ahora se piensa ya no es nuevo. Es apenas una explicitud de lo que ya está ahí y que no se puede evolucionar. Ya no se puede crear. Lo más que se logra es descubrirlo.

De noche, en la penumbra, en duermevela, la mirada se fija en algo, que también esté ahí: una mancha en la pared, una ranura en la puerta de enfrente, una gotera en el techo. Sugieren motivos. Facilitan el desboque de la imaginación. Se convierten en compañeros en la soledad. Son compañía. Pero también sus motivos son terminales, están terminados. La imaginación tiene el límite de no lograr proyectarse hacia el futuro. No vale la pena. Es como si al frente hubiese un cristal impenetrable e irrompible. La imaginación hacia atrás no puede trabajar sino sobre lo que pudo haber sido y no fue. No puede crear. Sólo puede fabricar reproches y como ya no se puede modificar lo sucedido y tampoco se pueden edificar conductas de imaginación se siente inútil, se sabe frustrante.El comunismo y yo

Recostado en el camastro de mi mundo cautivo, recinto de dos por cuatro, que debo compartir con mis guardianes de día y de noche, me entregan el periódico de la víspera. Lo hacen con ademán de señalar que algo ha cambiado en el trato que me dan. Ahora ya puedo escribir noticias. “Las reglas empie-zan a cambiar”, me dicen, con sonrisa amistosa, insinuante, como si supieran que más adelante las cosas mejorarían.

Hay noticias sobre mi secuestro y sobre reacciones que este hecho produjo en la opinión. Pero al lado, sin el desplie-gue que yo hubiera acordado si me hubiera correspondido diagramar ese periódico, aparecía la información sobre la sesión inaugural del XIX Congreso del Partido Comunista que había ocurrido en Moscú.

Mi suerte sin definir, acondicionados mi alma y mi or-ganismo a la perspectiva de una muerte próxima, más me motivaron los hechos ocurridos en Rusia que los relatos sobre las peripecias de mi problemática situación. Quería llevarme el último dato histórico sobre un episodio que no estaba siendo fácil de entender, que había desconcertado al mundo entero y que mostraba significaciones tan rotundas y tan sorpresivas que no permitían interpretaciones serias sobre lo que estaba ocurriendo.

Pero encerrado, forzado a dialogar conmigo mismo, sin interferencias, caí como en muchos otros momentos en la dialéctica de la simplicidad. Los hechos se despojan ante uno de toda la hojarasca, y quedan sólo esencias, aristas, límites, planos. Hay una especie de geometría de la verdad, cautivante y a la vez inclemente. Se produce una percep-ción superior, casi divina, en que las cosas son lo que son, irremediablemente, sin disimulos, brutalmente. Es una con-frontación despiadada. Que las cosas sean lo que son, en la vida temporal, resultarían creando una tiranía. Por hábito, por ternura con nosotros mismos, siempre dejamos una salida, una forma de interpretación que nos permita llegar a la conclusión de que las cosas pueden ser de otra manera.

Cuando uno está cautivo, esa fuga frente a la realidad es una posibilidad cobarde. Uno sabe que es así, porque el claroscuro de lo que se ve en el interior no permite subterfugios.

311

Page 301: Revista Cromos 95 años

“EL COMUNISMO Y YOHEMOS MUERTO AL TIEMPO. YO TAMPOCOPODRÉ AGREGAR NUEVOS DATOS A MI EXISTENCIA”

ÁLVARO GÓMEZNo dejó de pintar caballos durante su cautiverio.Sin embargo, esta vez su mano serecreabacon la muerte muy cerca.

Sobre lo ocurrido en Moscú quizás yo no tenga una nueva información. Para mí los episodios relatados en el diario cristalizaban la historia de un gran mo-vimiento político, la volvían pretérito, la convertían en una categoría estática, en una obra de biblioteca. No tendré yo oportunidad de ponerla nuevamente en marcha. Eso lo harán los que se quedan en el tiempo, los que todavía tienen la oportunidad de hacer la historia, o de vivirla, o de interpretarla.

No es ese mi caso. Como en una con-gelación existencialista sartriana, el co-munismo se me ha detenido en su evo-lución y ello ha determinado su propia naturaleza. La muerte hace al ser, lo configura, le da su sentido. Uno es lo que es en el momento de la muerte, dicen los condenados en el Infierno.

El comunismo y yo hemos muerto al tiempo. Yo tampoco podré agregar datos nuevos a mi existencia. El perió-dico decía que el líder soviético había conseguido un sólido apoyo para su política de apertura y reorganización. ¿Apoyo definitivo? Yo ya no lo sabré. Pero los testigos, no pocos sorprendi-dos, aseguran que era sólido, super-abundante, sin resistencias visibles. Lo ocurrido debe tomarse como un hecho cumplido, definitorio.

En el escenario del claroscuro de mi silencioso diálogo interior, la apertura y la reorganización del régimen soviético se presentan como verdades simples, insoslayables, sin las penumbras del di-simulo. Además ya no vale la pena dejar subterfugios para futuras interpretacio-nes, pues ya no habrá tiempo de hacerlas.

Dentro de ese simplismo los he-chos veraces adquieren significados trascendentales.En manos ajenas

Hoy me han traído papel. Me vieron escribir furtivamente y al colocarme frente a una resma inmaculada, me han puesto frente a un desafío que yo no quiero aceptar, porque el destino de estos papeles queda en manos ajenas si yo no logro destruirlos antes de mi final, como es mi propósito. Porque esta ocupación de relatar lo que venga a la memoria, sin orden, como una saga escandinava, es una caricia que yo le hago a mi alma. No la quiero dejar entristecer. No quiero que tenga tiempo para el sentimentalismo. El recorrido por esos recuerdos me ha sido plácido. Involuntariamente están siendo el recuento de mi descubrimiento de mi vida. Poco a poco. Ciertamente, como decían los viejos filósofos que hoy nadie cita, uno al principio es una tabla rasa. Y esto, no ya para justificar construcciones

epistemológicas y simplificar la teoría del conocimiento, sino para estructurar una concepción progresiva del sentido de la vida. A mi manera en forma experimental, yo fui creando mi propia “weltanschauung”, ordenando paciente y sistemática-mente los elementos que me permitieran encontrarle sentido a la historia. Fue mi man era elemental de filosofar. Se me fue creando un sistema de pensamiento que me envolvió y del cual no quise defenderme porque ha sido hechura mía. Yo me realizó al compaginarme con él. Si no fuera sino una ideología, yo ya me declararía satisfecho. Me ha bastado para dignificar mi existencia ante mí mismo. Pero yo sé que es algo más. Es una armonía. Y ahí he encontrado siempre una reconfortante belleza. Ese sabor estético de los conocimientos conforta por-que produce plenitud.El gran día

Un primero de enero de hace muchos años, estaba con mi padre y mi familia en la finca de mi hermana Cecilia, en Santandercito. Mañana de luz que resaltaba los inusitados contrastes de tantas plantas florecidas simultáneamente. Mi hermana había conseguido que hasta las hojas oscuras de los arbustos más comunes tuviesen brillo y colorido como las propias rosas. Por entre las ramas erguidas, sanas y sonoras, se oía el bronco ruido del agua del río Bogotá, abajo entre un lecho desordenado de piedras que parecían ser testimonio de un cataclismo. Con mi padre nos acercábamos al precipi-cio, para mirar a distancia, esas aguas que parecían quejarse de los golpes que recibían. Esperábamos unos huéspedes para pasar en compañía aquella iniciación del nuevo año.

Puntualmente llegaron los comensales. El primero de ellos, Alberto Lleras, entonces presidente, acompañado de doña Berta y de su hija Marcela. Esta traía en la mano un radio portátil que apretaba contra una de sus orejas. Era visible la cara placentera de los recién llegados. Su alborozo lo causaba el relato hecho por la radio, de la ocupación de La Habana por Fidel Castro. Con ingenuidad infantil que nos sorprendió, Lleras dijo: “ Es un día de gloria para nuestra América. ¿Es que ustedes no han oído radio?”. Al tiempo que intercambiábamos saludos, mi padre dijo: “Sí. Ha sido una toma pacífica, parece que tuvieron que ir a buscar a Fidel a la montaña para que viniera a ocupar la capital”. El presidente, desconcertado, preguntó: “¿De veras, ustedes no creen que hoy es un gran día?”. A lo cual Laureano Gómez, tomando paternalmente a Lleras por un brazo, le dijo: “ Vea, Alberto. Batista era una afrenta para Cuba y para América, también lo fueron los regímenes anteriores. El de Prío Socarrás y el de Grau San Martín. Esos los ejemplos de caudillismo militar y de corrupción democrática que yo detesto. Son producto del trópico. Pero en la mañana de hoy lo he pensado bien. Y quiero decirle una cosa: sería menos grave que Sangrenegra se hubiese tomado a Bogotá. Yo sé quién es Fidel Castro. Estuvo aquí el 9 de abril. Ya desde entonces pertenecía a los cuadros comunistas. Pregúntele a Álvaro, lo que le ocurrió una vez en Ginebra”.

Me vi de pronto en la inesperada situación de dar un tes-timonio. Lo hice con gusto, porque había tiempo de sobra y empecé mi relato como si fuera un cuento:

312TEXTOS MEMORABLES

Page 302: Revista Cromos 95 años

“Me hallaba en Suiza cuando me correspondió asistir, en representación de Colombia, a una conferencia sobre libertad de prensa promovida por las Naciones Unidas recién funda-das, y cuyas sesiones se cumplían en el ya viejo y evocador Palacio de la Sociedad de las Naciones, cuyos muros lucían las pinturas murales de José María Sert que en aquella época me parecían una importante demostración de fuerza en el dibujo y el empleo del sepia sobre los fondos dorados un hallazgo decorativo. No eran todavía visibles los deterioros que sobrevinieron por la falta de penetración de los colores”.

El relato continuó en medio de comentarios sobre lo que había sido ese escenario. Y sobre el melancólico fracaso de aquel intento de organizar el mundo dentro de una comunidad que pudiera dar normas universales y crear en torno al derecho internacional un sistema coercitivo y disciplinante. Todo ello había fracasado cuando la Sociedad de Naciones impuso el bloqueo para castigar a Mussolini por su invasión Abisinia, que fracasó con tanto estrépito, que toda la organización se vino abajo. Mi padre, desafiando el sentimiento de la juven-tud conservadora, había condenado el despojo del Negus y había puesto toda la fe en la acción disciplina de la Sociedad de Naciones. Recuerdo haber leído, más con admiración que con entusiasmo, aquella encendida defensa del derecho de los etíopes para preservar su independencia y que mi padre publi-caba en la famosa revista Colombiana, donde se promulgaba la “pura doctrina” en aquellos tiempos de desorientación política.

Yo retomaba el hilo de mi historia: la reunión de Ginebra se celebraba en los primeros días de abril, de aquel año te-rrible de 1948. Como siempre en aquellos días de la guerra fría, en la primera sesión se engarzaron los norteamericanos y los rusos en una frontal controversia sobre las políticas de los distintos regímenes sobre la manera como permitían la transmisión y publicación de las noticias. La delegación norteamericana relataba pormenorizadamente y con un fuerte apoyo probatorio lo que estaba siendo la caída del Telón de Acero sobre el oriente de Europa, cómo, a medida que los países caían bajo el dominio de los tanques rusos, los periódicos incipientes, recién reconstruidos después de la guerra, iban siendo cerrados por los rusos o por sus partidarios y cómo simultáneamente eran expulsados los corresponsales de los periódicos y agencias de prensa de los países democráticos.

El tercer día, pidió la palabra para responder las acu-saciones A. Bogomolov, embajador ruso en París y quien había sido desplazado a Ginebra como jefe de la delegación soviética. Era un hombre alto, creo que corpulento, vestido siempre con traje de color gris, impresionantemente plo-mizo. Como hablaba muy erguido, casi sin accionar, más parecía una máquina de acero que un ser humano.

En aquel entonces todavía no se practicaba la traducción simultánea. Era necesario escuchar los discursos en ruso, sin enterarse de lo que se estaba diciendo, hasta cuando unas secretarias, con una memoria desconcertante por su exactitud hacían la correspondiente traducción.

Aquel día, Bogomolov dio desde un principio la impresión de que se tomaría toda la sesión y durante horas emitió esos sonidos carrasposos, en su caso monótonos y sin expresión, que caracterizan las lenguas eslavas. “Democracia” era la única palabra que yo lograba entender pues se repetía con insistencia y se pronuncia en forma similar en los idiomas más opuestos.

En algún momento advertí que Bogomolov miraba insis-tentemente, a través de sus anteojos de aro delgado, hacia donde estaba la delegación colombiana, constituida por sólo dos personas. Me acompañaba, como secretario, Gabriel Giraldo Jaramillo, quien entonces se desempeñaba como cónsul en Ginebra. Era un funcionario discreto y eficací-

simo, que se informaba meticulosamente sobre los temas que tenía entre manos, que disponía, además de una exqui-sita afición a la historia colombiana del arte.

En un momento de su discurso, Bogomolov pronunció palabras que sonaban comprensibles: en medio de los so-nidos eslavos, decía algo muy parecido a Bogotá, Colombia, Techo… Giraldo y yo nos miramos las caras. La cosa era con nosotros. Era con nuestro país.

Cuando sobrevino la traducción, supimos que se trataba de un denuncio formal que había sido escogido como la pieza final de la intervención del embajador soviético. Se-gún el diplomático, un grupo de estudiantes cubanos que querían cubrir la Conferencia que se estaba celebrando en Bogotá y que habían sido detenidos en el aeropuerto de Techo y por lo tanto no podían cumplir su cometido infor-mativo. Era aparentemente el caso que Bogomolov había encontrado para contrarrestar la destrucción de la libertad de prensa en toda la Cortina de Hierro.

Preguntamos por cable a la Cancillería sobre la versión oficial del incidente denunciado e inmediatamente se nos contestó que se había tratado de un incidente que podía con-siderarse de frontera, pues un grupo de estudiantes, afiliados a la Federación Estudiantil Universal (FEU), habían llegado al país sin visas y con identificaciones insuficientes, que habían sido detenidos mientras subsanaban las irregularidades y que ya estaban en libertad. La lista comprendía ocho nombres y estaba encabezada por Fidel Castro y Rafael del Pino. (Nota al margen: Guillermo Pedraza, CGT, habló en contra).

A los pocos días se produjo el 9 de abril y la quema de El Siglo, de la casa de mi padre y de la que yo mantenía en Bogotá. Me encargué de la reconstrucción del periódico y fue preciso enfrentarse al desconcierto y al desánimo de los conservadores en virtud de la confusa evolución política subsiguiente y el inmenso número de víctimas que hubo durante las dos semanas en que la autoridad vaciló en casi todas las poblaciones permitiendo que se realizaran infini-dad de vindictas y actos de persecución.

En medio de las ruinas del 9 de abril y de las muchas preocupaciones de ese momento, yo no olvidé los nombres de los cubanos y logramos establecer sus andanzas durante la revuelta. Castro estuvo en el café Gato Negro, diagonal de la oficina de Jorge Eliécer Gaitán en la mañana del asesi-nato. Había solicitado una cita con el líder popular esa tarde. Luego fue visto encabezando la multitud que fue a quemar El Siglo, hubo fotografías, algunas de las cuales se publicaron en la revista Carteles de La Habana. Al parecer participó en el incendio de la oficina de extranjería, situada entonces cerca del periódico, frente a la iglesia de La Capuchina.

Esto era lo que mi padre y yo sabíamos del libertador de Cuba. Esa mañana, cuando apagamos la radio después de que la toma de La Habana era un hecho, me dijo: “Nuestros bandoleros no tienen significación política. Son actores pri-mitivos en un escenario elemental. Pero este Fidel Castro es una pieza en el ajedrez universal. Es el primer paso soviético en nuestro continente”.Fuera del tiempo

He venido a descubrir que la trayectoria experimental del consumismo es contemporánea de mi propia vida. Yo nací un año y varios meses después de la Revolución de Octubre y muero antes de que el mundo se atreva a reconocer que el comunismo ha cumplido su ciclo vital.

Anticiparse a cerrar ese ciclo de la humanidad puede ser aventurado. Y riesgoso para quienes, quedándose en la vida, tuviesen que responder por esa precipitud. Yo puedo hacerlo impunemente, casi desde afuera del tiempo. Para mí han terminado los datos históricos.

“PORQUE ESTAOCUPACIÓN DE RELATAR LO QUEVENGA ALA MEMO-RIA, SINORDEN, COMO UNASAGA ESCAN-DINAVA,ES UNA CARICIA QUEYO LE HAGO A MI ALMA. NO LA QUIERODEJAR EN-TRISTECER”

“YO NACÍ UN AÑO Y VARIOS MESES DESPUÉSDE LA REVO-LUCIÓN DEOCTUBRE Y MUERO ANTESDE QUE EL MUNDO SEATREVA A RECONO-CER QUE EL COMUNISMO HA CUMPLI-DO SU CICLO VITAL”

313

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1961

CROMOS, 22 de julio de 1985. Nº 3.523.

‘El Jardinerito’ ha sido el ciclista colombiano que más se ha destacado en Europa. Su nombre saltó a la fama cuando ganó la Vuelta a España en 1987 (por la cual el presidente Virgilio Barco le impuso la Cruz de Boyacá), hazaña que combinó con otras gestas: campeón de la montaña en el Tour de Francia en 1987; segundo ciclista de la historia en conseguir la camiseta de la montaña en las tres grandes vueltas (Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España), y cuatro veces ganador de la vuelta a Colombia (1985, 86, 87 y 88). Se retiró en 1992.

LA CAÍDA FUE EN UNA CURVA QUE TOMÉ MUY INCLINADO. AL BORDE DE LA CARRETERA

HABÍA ARENILLA Y RESBALÉ. DE INMEDIATO REACCIONÉ, ME SUBÍ A LA CICLA Y VOLVÍ A

DARLE, TAL VEZ CON RABIA. EN UN PRINCIPIO NO SENTÍ DOLOR, SOLAMENTE UN HILILLO DE

SANGRE QUE CAÍA POR MI CARA Y POR MI BRAZO IZQUIERDO. EL HILILLO SE CERRABA Y SE

ABRÍA COMO LOS RÍOS QUE ESTUDIÁBAMOS EN LA GEOGRAFÍA DE COLOMBIA ALLÁ EN LA

ESCUELA DE TIERRANEGRA”

HERRERALUCHO

314PERSONAJES CROMOS

Page 304: Revista Cromos 95 años

CROMOS, 12 de julio de 2002. N° 4.405.

CABALLEROPERIODISTA

FELIPE LÓPEZ

Nieto del presidente Alfonso López Pumarejo e hijo de Alfonso López Michelsen, también primer mandatario de Co-lombia, este periodista refundó la revista Semana en 1982 (ya había tenido un primer periodo en 1946, bajo la batuta de Alberto Lleras Camargo), una de las publicaciones políticas y de actualidad más importantes de Colombia. Quienes lo conocen aseguran que es un excelente conversador, que lee cuanto periódico y revista cae en sus manos, que se man-tiene informado de todo lo que sucede en el país y que tiene un humor corrosivo con el que se burla hasta de sí mismo.

“ EN MIS METAS FUTURAS NO HAY NADA

DE PROYECCIONES IMPERIALES

1947

315

Page 305: Revista Cromos 95 años

Fue la boda más esperada en décadas: la unión entre Margarita Rosa de Francisco y Carlos Vives, una de las parejas más queridas de la farándula criolla. El amor nació en la exitosa telenovela Gallito Ramírez y el matrimonio encarnó el cuento de hadas convertido en realidad. Sin embargo, el cuento no tuvo final feliz.

DE LA FICCIÓN A LA REALIDADEN LA IGLESIA de La Merced,

en Cali, Margarita y Carlos

dieron el sí el 20 de agosto de

1988 en una ceremonia priva-

da que dejó con los crespos

hechos a miles de fanáticos

y a los medios que buscaban

una transmisión en exclusiva.

Fue la primera vez en Colombia que un evento social –que por tradición se consideraba pri-vado– era transmitido por televisión. La vi-rreina universal decidió compartir con los colombianos el día más feliz de su vida en una transmisión exclusiva por el canal RCN, por la que –se dice– cobró 20 millones de pesos. Mu-chos criticaron la decisión.

LA PAREJA IDEAL

TRES AÑOS DESPUÉS de ha-

ber sido elegida Señorita Co-

lombia, Paola Turbay se casó

con el publicista Alejandro

Estrada, el 24 de diciembre.

SOCIALES

1988

1994

316ESTILO CROMOS

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n noviembre de 1990, Chavela Vargas se levantó una mañana con un guayabo atroz. “En lo único en que pensaba era en que la cantina estaba cerrada. Salí a la puerta de la casa y por el em-pedrado venía un arriero. Ay amigo, no tendrá usted un tequilita, le pregunté”. Y él, con cara de pena, le pasó una botella. El cuerpo le reverberó. Habían pasado casi veinte años desde su último concierto.

Por esos días, Mercedes Sosa dijo en un esce-nario: “Si alguien pasa por México, que ponga una rosa de mi parte en la tumba de Chavela Vargas”. Y es que todo el mundo creía que Chavela estaba muerta. La verdad, no estaba tan lejos de la realidad. Muerta en vida, ahogándose en tequila, sin voz, y tan pobre, que vivía en un cuartito en Aguatepec, a una hora de Ciudad de México, en la casa de quien décadas atrás había sido su empleada doméstica.

Chavela se levantaba al mediodía y comenzaba a be-ber de a raticos hasta que se acabara la noche. Ella dice ahora que si a sus sesenta y pico de años está tan bien, es porque su cuerpo se ha conservado en alcohol. Pasé veinte años borracha y la gente se olvidó de mí. Me tomé cuarenta y cinco mil litros de tequila. Y poco importa cómo haya hecho las cuentas. Atrás habían quedado sus míticos escándalos con José Alfredo Jiménez y Jorge Negrete, cuando iba, pistola en mano y a caballo, por plena Avenida de Insurgentes en Ciudad de México. Cuando se saltaba la tapia de la casa presidencial a medianoche, para echarse unos traguitos con el presidente. Cuando dicen que mató a un hombre y pasó un tiempo a la sombra por ello. Cuando vivía de parranda en parranda, o mejor, cuando Chavela Vargas era la parranda.

Chavela Vargas tuvo el primer Jaguar E type que co-noció México. Lo estrelló de frente contra un árbol en la carretera México-Cuernavaca, y de pasó se arrancó la piel desde la raíz del pelo hasta dejar al descubierto casi todo el cráneo. No iba muy sobria que digamos. Fue la primera mujer en ponerse pantalones. Fue la primera mujer en ponerse pantalones en el país de lo mero mero macho, y en declarar públicamente que no le gustaban los hombres.

CRÓNICA MÚSICA 29.09.1997

Ju

an

Ca

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POR MARIANNE PONSFORD

La historia está llena de ídolos vencidos. Deportistas, toreros, cantantes, a quienes la fama les prestó su fugaz máscara de in-mortalidad. Luego los olvidaron, porque sí, porque a la gente les gusta olvidar. Esta es una historia distinta. Esta es la historia de la cantante mexicana Chavela Vargas, quien tras veinte años ahogada en tequila, a sus setenta y cuatro años, resucitó.

Con esta crónica que cuenta el regreso de la cantante Cha-vela Vargas a los escenarios, Marianne Ponsford se ganó el Premio Simón Bol var de Periodismo. Un relato emo-tivo sobre un dolo del que el mundo volvió a acordarse cuando ya todos pensaban que estaba muerta.

LA RESURRECCIÓN DE CHAVELA VARGAS

318TEXTOS MEMORABLES

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ELLA DICE AHORA QUE SI A SUS SESENTA Y PICO DE AÑOS ESTÁ TAN BIEN, , ES PORQUE SU CUERPO SE HA CON-SERVADO EN ALCOHOL.

Se enamoró de Grace Nelly cuando ésta aún no se había casado con Rainiero, por las épocas en que Chavela hizo su aparición en Hollywood en los años cincuenta. Se enamoró también de la princesa Soraya, tras una cena en Teherán en el Palacio del Sha. Los rumores, que ella ni confirma ni desmiente, dicen que sus amores no fueron tan mal correspondidos.

Vivió en casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, antes de la muerte de Frida en el 54. Estuvo en Cuba con el poeta Nicolás Guillén, y allí nacieron los ya emblemáticos versos de “Ponme la mano aquí, Macorina”, que luego volvería can-ción Alfonso Camín, y que uno escucha sin saber si la mano va a empuñar un fusil, una guitarra, o agarrar un pedazo de caliente anatomía. Así la escuchaban los guerrilleros centro-americanos metidos en el monte en los años sesenta, cuando todo era distinto, cuando las cosas aún no habían perdido el sentido y todavía existía la esperanza de lo distinto.

Un día un periódico mexicano anunció por primera vez una noche de eclipse de luna, y Chavela decidió que quería verlo desde un ángulo distinto: lo vio, finalmente, desde un paracaídas. Y es que medio México se acuerda todavía de “los Chavelazos”. Rigurosamente inciertos, los sucesos de su vida han ido tejiendo la leyenda, gracias a su voz ma-gistral, una voz que conoció la fama y la despreció: “Yo he ganado dinero para comprarme un mundo más bonito que este. Pero todo lo aviento porque quiero morirme como muere mi pueblo”.

Al preguntarle por Colombia, a quien primero recuerda es a López Michelsen. En los años setenta, ella cree recor-dar que pasó una noche borracha, cantando con el señor presidente debajo de una mesa en el Hotel Tequendama. Pero no es de los setenta su amistad con López. Viene de mucho más lejos, de cuando López Michelsen vivía en México y se emparrandaban juntos hasta el último destello del amanecer. “Ay, el alcohol. El alcohol te hunde en unas profundidades espantosas. Mi vida estuvo sembrada de estrellas… y yo me empeñé en los guijarros y las caídas”.

Cómo sería el guayabo de aquella mañana de noviembre que Chavela decidió que ya estaba bien de beber. Unos meses más tarde, logró un pequeño contrato para volver a cantar en un bar restaurante de moda en el D.F. llamado “El hábito”. Allí la fue a ver el editor español Manuel Arroyo en el verano del 92. Él cuenta su parte de la historia: “En las mesas los clientes estaban todos borrachos. Gritaban cuando Chavela cantaba, comían y hacían ruido, aquello era un espectáculo triste. Arroyo le pedía sin cesar, entre canción y canción, que cantara Las ciudades. Y Chavela pensaba: “¿Quién será este huerito de la chingada?” “¡¡¡Las zzziudades, Chavela, Las zzziudaes!!!”, volvía a pedir el huero gachupín. Ella no la cantó. Entonces, en un des-canso, Arroyo se le metió al camerino y, entequilado como la ocasión merecía, se hincó de rodillas y le dijo: “Chavela, vente a España. Vente que allá sí te quieren”.

Ella, claro, no le creyó. Pero el editor cumplió su pro-mesa, y aunque jamás había tenido contactos en un mundo que no fuera el de los libros, movió cielo y tierra en España y logró un concierto para Chavela en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. Logró que Iberia pusiera los pasajes. Lo-gró que la mítica residencia de estudiantes, donde habían vivido Lorca y Dalí en los años veinte, la alojara durante lo que vino a ser una de sus muchas estancias en Madrid.

El director de cine Pedro Almodóvar no se lo podía creer. Él, que adoraba a Chavela, que junto con Bola de Nieve y Edith Piaf la consideraba una de las tres voces dramáticas del siglo veinte, no había podido encontrarla cuando quiso grabar Piensa en mí, el tema de su película

Tacones lejanos. Por eso le pidió a Luz Casal que la cantara. Ahora tenía a Chavela delante de sus ojos. Ahora Chavela iba a cantar en el teatro con más garbo y abolengo de toda España.

Todos estaban nerviosos. ¿Se ven-derían las boletas? ¿Se acordaría la gente de Chavela? Al fin y al cabo, ha-bían pasado veinte años desde que, bajo el negro ocaso de la dictadura franquista, la gente escuchaba a es-condidas las canciones de Chavela, prohibidas por él régimen. Apenas si habían tenido tiempo de anunciarla –cero prensa, cero publicidad–; el teatro fue prestado por una noche, y sólo porque se había cancelado la representación de la ópera de turno. Llegaron a Sevilla al atardecer, y su cielo irrepetible, azul lleno de luz hasta la última hora, azul metiéndose por entre el perfil dentado de la Torre de la Giralda, por entre la cúpula de la catedral y la iglesia de San Clemente, les dio la primera bienvenida.

De las boletas no quedó ni una. A las ocho de la noche en punto, el tea-tro se iba a reventar. Chavela siempre canta acompañada de dos solitarias guitarras. Vestidos ellos todo de ne-gro. La flanquean discretamente en las dos puntas del escenario en pe-numbra. Apenas si se ven. Así salió aquella noche de octubre del 92 al escenario desnudo, con su pelo com-pletamente blanco, con su huipil ne-gro y rojo, con su intensa mirada de culebra, y abrió los brazos como un Cristo. Entonces todo parecía otra cosa. No un teatro sino un cuadro de Malevich, como dijo aquella noche el pintor mallorquín Miguel Barceló.

Y Chavela, la menudita Chavela, sacó un ronco vozarrón imposible para una mujer de setenta años, un vozarrón hondo y cuarteado por la vida, sabio y ebrio de vida: Tú me pediste amor y yo te quise, tú me pediste mi vida y te la di. Si al fin de cuentas, te vas, pos anda y vete queee laaa tristeza me lleva igual que a ti. El Lope de Vega casi se viene abajo. La gente de Sevilla, toda engalanada, enlo-queció. Le gritaban desde la platea y los balcones: ¡Guapa, Chavela, guapísima! Y Chavela, quédate aquí y algún pasado de emoción: ¡Viva la madre que te pariooó, Chavela Vargas! Al final del concierto, la gente, a pesar de las manos enroje-cidas de tanto aplaudir, empezó a dar palmas por bulerías. Como si hubiese sido ensayado, Sevilla entera le rendía al unísono su homenaje gitano. Daban ganas de echarse a llorar. Chavela los miraba. Y cuando agarró de nuevo el micrófono se hizo el silencio. Enton-ces ella dijo: “Gracias, amigos. Gracias

319

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“LA VIDA ES BELLÍSIMA, PERO LA MUERTE TAMBIÉN ES HERMO-SA. YO HE DICHO MU-CHAS VECES QUE VOY A IR A MI PROPIO VE-LORIO, PERO A BURLARME DE MÍ”

“YO HE GANADO DINERO para comprarme un mundo más bonito que este. Pero todo lo aviento porque quiero morirme como muere mi pueblo”.

por estar todavía aquí. Porque…, ¿qué amante espera veinte años?”

En los años siguientes, Chavela reco-rrió toda España. Las boletas para sus conciertos se agotaron en todas partes. La prensa, la televisión, la radio, no la dejaban en paz. La invitaron al Festival de Edimburgo y de Montraux. Grabó cuatro discos, con canciones nuevas y viejas (y entre las nuevas, una ver-sión hermosísima de Las simples co-sas). Habló del amor, de la vida, y de la muerte. “La vida es bellísima, pero la muerte también es hermosa. Yo he dicho muchas veces que voy a ir a mi propio velorio, pero a burlarme de mí. La verdad, yo no creo en la muerte… La muerte siempre ha andado conmigo, (y empieza a canturrear)… la muerte can-tando por toditas las cantinas…, en qué quedamos, pelona, ¡me llevas o yo te llevo!” Chavela no entiende por qué le han puesto el color negro a la muerte. “Es un poco ridículo, el negro es un color muy elegante, muy bonito para los cocteles, pero la muerte no tiene ningún color. Si acaso, su color puede ser el amarillo, el de la flor cempazú-chil, esa que revienta el primero de no-viembre a las doce de la noche… Yo no sé por qué a alguna gente le duele tanto la muerte, porque ¿qué duele más, una muerte o perder un amor? A veces uno piensa, yo prefiero que ese esté muerto a que me traicione.

“Yo soy una de esas gentes que prefieren amar a que la amen. Pero uno tiene que dar las gracias porque lo quieran. Ay, qué difícil es el amor. Es más fácil que a uno lo dejen que tener que dejar a alguien. Yo he llo-rado más por tener que alejarme. Para mí, un hombre que llore es muy valiente. Y una mujer para llo-rar tiene que ser muy mujer. Llora-mos porque nos arden los ojos, por el humo del cigarro. O quizás por el rimmel, pero nadie sabe cuándo una

mujer llora de verdad. Son de otro color las lágrimas. Es un collar de lágrimas, de lágrimas blancas, lo que echas pa’ fuera”.

Dio dos conciertos soberbios, a finales de julio del 93 en la Plaza del Rey, una de las más bellas de toda Barce-lona, encerrada bajo los altos muros del histórico Salón de Tinell, de la iglesia de Santa Ágata, y de los Palacios de Llonctinet y Padellás, pero con un rectángulo de cielo negro de verano desgajándose a horcajadas desde arriba. La noche del segundo concierto cantó como nunca, y ella dice que fue porque la magia del lugar la embrujó. Y es que era cierto. Desde abajo, uno no sabía si por aquella puerta rematada con un arco de piedra, iba a salir a can-tar Chavela Vargas o iba a hacer una súbita aparición el fantasma de Cristóbal Colón.

Y cumplió el sueño de su vida: ir a París, a cantar en el Olympia, en julio del 95. A pararse en el sitio exacto donde había estado Edith Piaf. Ella recuerda que aquella noche, cuando salió al escenario, bajo unos focos demasiado in-tensos, que la enceguecían, pudo ver algo así como una ra-diografía de su cuerpo. Pero con todas las venas y con toda la sangre. Con todos los nervios y músculos con tensión. Fue una imagen rápida, la luz de un flash. Y con las ganas reventando en su garganta, comenzó a cantar, como sólo ella sabe cantar: Tómate esta botella conmigo, y en el último trago nos vamos. Quiero ver a qué sabe tu olvido, sin poner en mis ojos tus manos. Esta noche no voy a rogarte, esta noche te vas de adeveras. Qué difícil tener que dejarte, sin que sienta que ya no me quieres. Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores. Otra vez a brindar con extraños y a llorar por los mismos dolores.

Logró otro sueño; construirse una casa en “La isla”, un pequeño caserío playero cerca de San Joaquín de Flores en su Costa Rica natal, donde vive aún su hermana y única pariente viva.

Por último, hace dos años dio un concierto en el Tea-tro de Bellas Artes del D. F., al que asistió todo el México dirigente. Le entregaron las llaves de la ciudad. Le rindie-ron honores por aquí y por allá. Ahora que otra vez había triunfado afuera, ahora que Joaquín Sabina le había escrito su mejor canción, ahora que Almodóvar hablaba de ella sin cesar, ahora que desde García Márquez hasta Isabel Preysler hacían cola para cenar con ella en Madrid en casa de la diseñadora Elena Benarroch, México volvía a acor-darse de su Chavela. Volvía a emborracharse con su voz descomunal. Ella los acompañaba con una lejana sonrisa de medio lado y un vasito de coca-cola entre las manos.

¿Adiós? Noo, nunca se dice adiós. Se dice: Te amo.

320TEXTOS MEMORABLES

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CON ESTA PORTADA

“Así de sensual y alegre como veo a Virginia Vallejo en la portada de CROMOS en octubre de 1987, así la recuerdo y quiero recordarla para siempre. Al intervenir su foto con diamantes, reflexiono profunda-mente sobre los motivos que la lle-varon a enamorase del peor crimi-nal de la historia colombiana: Pablo Escobar. ¿Qué luz habrá visto ella en él para cegar su luz propia y de-jarse llevar por el camino del brillo oscuro y fácil de un senador con for-tuna de origen dudoso? ¿Qué sueños y delirios brillantes tuvieron los dos en su corto e intenso noviazgo? Fue ella la que llevó a Pablo al estrellato y ¿qué recibió a cambio? Nada. Solo miedo, sangre, violencia y destruc-ción. ¿Cuántos más en este país se han dejado y siguen dejándose en-ceguecer por el brillo del dinero del narcotráfico? A pesar de que su vida es ahora un infierno, Virginia Vallejo nunca dejará de brillar con luz pro-pia. Y como buen diamante, cuanto más sea iluminada más brillará en todas las direcciones”.

Víctor Escobar nació en Neiva, y vive y trabaja en Zug (Suiza). Estudió y se especializó en Pin-tura Monumental en la Academia Surikof de Bellas Artes, de Moscú. Su obra gira en torno al ser humano, sus com-portamientos y sus mecánicas internas: violencia, corrup-ción, ansia de poder, deseos oscuros, codicia por el dinero. Es un analista de la realidad político-cultural colombiana, que muchas veces le sirve de inspiración. Sus obras se encuen-tran en colecciones privadas y estatales en Suiza, Alemania, Reino Unido, Ru-sia, España, Dubái, México y Colombia.

V C T O RESCOBAR

LO QUE HIZO2011

324CROMOS HECHA ARTE

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VIRGINIA VALLEJO, MEJOR QUE NUNCA

150X105 CM

CRISTAL STRASS SOBRE PANA JAPONESA

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EMOCIONES CROMOS POSTALES

CARICATURAS EN EL TIEMPOPERSONAJES CROMOS

TEXTOS MEMORABLES

ESTILO CROMOS

2000 2011

Sofía VergaraShakiraJuan Pablo MontoyaJuan Manuel Santos

Falcao GarcíaIván CórdobaSilvia Tcherassi

PERSONAJES CROMOS

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La barranquillera es la colombiana que más lejos ha llegado en el mundo de la televisión estadounidense. Su carrera en el país del norte comenzó en 2002 cuando, luego de presentar los American Comedy Awards, le ofrecieron un papel para actuar en la película Big Trouble, de Disney. Desde entonces Sofía no ha parado: además de películas como Chasing Papi y Lords of Dogtown, ha aparecido en las series Hot properties y, más recientemente, Modern Family que la hizo merecedora de un premio del Sindicato de Actores y el reconoci-miento de la crítica.

YA ME ADAPTÉ AL GLAMUR DE HOLLYWOOD ”CROMOS, 15 de agosto de 2005. Nº 4.564.

1972

VERGARAACTRIZ Y MODELOSOFÍA

328PERSONAJES CROMOS

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Ningún artista nacional ha llegado tan lejos como esta barranquillera. Conocida en todo el mundo, desde Pekín hasta Buenos Aires, Shakira es una de las cantantes pop más importantes del planeta, al lado de figuras como Lady Gaga y Madonna. Pies descalzos, que salió al mercado en 1996, fue el disco que la lanzó a la fama; luego seguirían, entre otros, Servicio de lavandería y Fijación oral, con los que completaría 60 millones de discos vendidos. Su relación con el futbolista Gerard Piqué y el disco Sale el sol le han devuelto de nuevo la atención de la prensa internacional. Es el colombiano más popular del mundo después de García Márquez.

LA FAMA CUESTA MUCHO. CUESTA LA PRIVACIDAD, CUESTA ALGUNOS DÍAS LIBRES, CUESTA

HORAS DE SUEÑO, CUESTA DORMIR CON LA MISMA ALMOHADA, CUESTA LA VIDA SEDENTARIA ”

1977CANTANTE

SHAKIRA

CROMOS, 6 de junio de 2005. Nº 4.554.

330PERSONAJES CROMOS

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Aunque no es el único piloto colombiano que ha llegado a la Fórmula Uno, ningún otro compatriota ha logrado ganar un gran premio en la máxima carpa del automovilismo mundial. A lo largo de su carrera, Montoya se ha acostum-brado a la victoria: campeón mundial de kart junior, campeón de la Fórmula 3000; campeón de la Fórmula Cart en 1999 (el piloto más joven en ganar la categoría, con 24 años, y el mejor novato), y campeón de las legendarias 500 millas de Indianápolis, en el 2000, en su primer intento. En la actualidad corre en la Fórmula Nascar estadounidense.

EL DÍA QUE DEJÉ LA FÓRMULA UNO FUE PORQUE NO ESTABA DISFRUTANDO

LO QUE HACÍA, ESTABA ABURRIDO Y QUERÍA UN CAMBIO ”CROMOS, 19 de septiembre de 2009. Nº 4.764.

1975

MONTOYAPILOTOJUAN PABLO

332PERSONAJES CROMOS

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ORDEN PÚBLICO 2002SALVANDO VIDAS

Las continuas bajas en combate obligaron a la Policía a formar un cuerpo de enfermeros que protegieran la vida de cerca de 80.000 uniformados que debían enfrentar los ataques de las Farc y el Eln. CROMOS acompañó en operaciones a los enfermeros de la institución, quienes además de manejar el fusil, deben cargar un maletín médico de 21 kilos, suturar heridas, atender combatientes en shock y detener hemorragias. Esta imagen ganó el Premio Simón Bolívar en 2002.

334POSTALES

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JULIÁN LINEROS. Es un tropero que se le mide a lo más difícil, a lo incierto. Le gustan los temas duros, la guerra, la política, y en ese campo se ha ganado varios premios.

FARÁNDULA 2003

LA POSE DE NATALIA

Tremenda sorpresa causó el embarazo de una de las modelos más queridas y constantes del país. Muchos no entendieron cuando Natalia París decidió irse para Miami a seguir una vida de ama de casa y madre consagrada al lado de su esposo, pero ella le apostó a su nueva vida. Tres años después, viuda y con deseos de retornar a las pasarelas y las cámaras, nos regaló en exclusiva las primeras fotos con Mariana, su hija, su nuevo tesoro y la razón que la alentó a seguir con su carrera con el ímpetu de antes.

EFRÉN ISAZA. Uno de los grandes fotógrafos de moda, obsesivo con los detalles de cada una de sus producciones. Elige la modelo, el ma-quillaje, el peinado, la locación y termina creando verdaderas joyas.

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ORDEN PÚBLICO 2004EL FONDO DE LA GUERRA

No es un ejercicio militar. Se trata de la guerra que adelantaban las tropas del Ejército tratando de recuperar el terreno perdido en el Nudo de Paramillo. Esta foto, galardonada en 2005 con el Premio Simón Bolívar, hizo parte de un reportaje para el que William Fernando pasó varios días de combate junto a los soldados y altos mandos militares que dirigían las operaciones en medio de la seguridad democrática.

WILLIAM FERNANDO MARTÍ-NEZ. Es periodista y además uno de los mejores reporteros gráficos de las nuevas generaciones. Ya tiene varios premios a cuestas.

336POSTALES

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ORDEN PÚBLICO 2008EL REGRESO

Fue la noticia del año. El regreso a la libertad de doce colombianos y tres norteamericanos tras varios años de secuestro a manos de las Farc era un acontecimiento digno de la mejor ce-lebración. Pero si en ese grupo estaba Íngrid Betancourt, la mujer que ocho meses antes el mundo había visto en los huesos, apabullada y destrozada por el cautiverio, la noticia era más significativa. Y si además se trataba de un rescate por parte de las fuerzas militares en una operación temeraria y arriesgada, en la que no se disparó un solo tiro, teníamos una conmoción mundial. Eso vivimos ese memorable 2 de julio. Y así agradeció Íngrid.

DAVID SCHWARZ. Un reportaje gráfico sobre la úl-tima corrida de César Rincón le permitió dar el salto de las fotos sociales a la reportería dura, pero no le ha ido mal con las reinas: ya lleva tres Minicromos.

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MANZUR EN SU LABERINTO

CROMOS entró al refugio del pintor David Man-zur: un amplio y luminoso estudio precedido por un pequeño teatro con silletería y pantalla gigante. Allí, en medio de caballetes, lienzos, luces, espejos y pinceles de todos los tamaños, lo encontramos embebido terminando su serie “Ciudades Oxidadas”, cuadros dedicados a os-curos paisajes surrealistas. ARTE 2008

David Schwarz

338POSTALES

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MÚSICA 2009

MANOS POR LA PAZ

CÉSAR CARRILLO. CROMOS fue su escuela. La moda, las reinas, los retratos y la reportería fueron su fuerte durante los cinco años que batalló en estas páginas.

Ese año Juanes pasó a la historia por haber hecho una apuesta temeraria por la paz. Con el con-cierto en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde más de millón y medio de agobiados cubanos corearon las canciones de los artistas más representativos de Hispanoamérica, logró ganarse el puesto del artista latino de la década en la revista Billboard. Su trabajo filantrópico ha beneficiado a las víctimas de las minas antipersonas y su Concierto sin Fronteras logró llevar un mensaje honesto de fraternidad a colombianos, venezolanos y ecuatorianos.

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MÚSICA 2009VIVES EN SU MUNDO

Acostumbrado al éxito, Carlos Vives recibió feliz la notificación de que estaba en la lista de los personajes del año y con genero-sidad nos abrió la puerta de su estudio, en el segundo piso de su restaurante Gaira, en Bogotá. Poco a poco fue reconstruyendo esta casa para convertirla en un cálido rincón ideal para disfrutar con los amigos, pero también para refugiarse en la soledad que requiere un músico dispuesto a la creación. Y lo tomamos así, haciendo lo que más le gusta: componer.

César Carrillo

340POSTALES

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FREDY GÓMEZ. Un biólogo que terminó seducido por la fo-tografía. Cayó en sus redes persiguiendo bichos y matas, pero encontró su vocación en la reportería y en los retratos.

POLÍTICA 2009 LOS GLOBOS DE PEÑALOSA

Se alistaba para recibir el Premio Gotemburgo del Desarrollo Sostenible por sus logros en movilidad y creación de espacios para el peatón, cuando le regaló esta pose al fotógrafo. Estaba lejos de ser la figura del Partido Verde, lejos de alianzas políticas y campañas a la Presidencia. Estaba dedicado a viajar por el mundo, dictando conferencias y hablando de su experiencia como alcalde. Fresco y muy desenfadado, habló con CROMOS de sus más íntimos secretos, como cuando reconoció que dolorosamente era negado para el baile. Ahora está dispuesto a hacerlo al son que le toquen.

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REINAS 2010BELLAS EN EL PARAÍSO

David Schwarz

342POSTALES

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No importó caminar media hora bajo el aplastante calor de la Sierra Nevada de Santa Marta, con tal de llegar hasta la Quebrada Valencia, una imponente formación natural que les permitía a las candidatas sumergirse en varias cascadas. El objetivo: posar para el segundo Minicromos de 2010. Allí la archifavorita Señorita Huila, Natalia Valenzuela, desplegó sus encantos frente a la cámara. No era fácil robarle protagonismo a este parque natural.

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TRAGEDIA 2011

EL ADIÓS DE GRAMALOTE

La noticia nos tomó por sorpresa cuando preparábamos la na-tilla y los buñuelos. Al son de villancicos, Gramalote, en Norte de Santander, se desmoronó después de 153 años de existencia. Empezó a derrumbarse el 17 de diciembre y tal vez por eso el país no entendió qué había pasado. CROMOS fue un mes después para contar cómo sus casas se fueron cayendo una a una mientras sus habitantes quedaban sin pueblo, sin colegio, sin iglesia, sin vida. La fe tal vez fue lo único que les quedó en pie.

INALDO PÉREZ. Repor-tero de mil ba-tallas, desde las selváticas hasta las deportivas, este periodista lleva 21 años guerreando con su cámara. Es el actual coordinador fotográfico de CROMOS.

344POSTALES

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a leyenda de Corín Tellado comienza en octu-bre de 1946 con una novela romántica titulada Atrevida apuesta. En esa época María del Soco-rro Tellado Lopéz era una joven de 20 años que se sentía repleta de historias de amor y estaba dispuesta a escribirlas, todas, en una empresa titánica que hoy, a sus 72 años, parece sobrehu-mana: más de 5.000 títulos con 400 millones de volúmenes vendidos y traducciones a casi todas

las lenguas del planeta, lo que la convierte, como dice Ca-brera Infante, en “el escritor español más leído de todos los tiempos, incluyendo a Cervantes”.

Corín Tellado, que nació en Viavélez, un pequeño pueblo del Principado de Austrias, tuvo a cambio diversas satisfac-ciones: desde el 11 de agosto de 1998 una calle de la ciudad de Gijón lleva su nombre, una vía en la que hay cuatro bares, dos peluquerías y un almacén de electrodomésticos. Pero no es éste el único premio que le ha dado el Estado español: también guarda con orgullo la medalla de oro al Mérito del Trabajo, y lo más importante: el reconocimiento de al menos tres generaciones de hombres y mujeres que han descubierto en sus novelas sus propios sentimientos, una especie de moderna “educación sentimental”.

“En mis libros no hay ninguna intención pedagógica con respecto a los sentimientos –dice Corín Tellado– yo escribí lo que me gustaba, tal vez lo que me gustaba vi-vir… Pero hay un problema: lo que hago está clasificado como novela rosa y no estoy de acuerdo pues es reductivo y hasta ofensivo. Las novelas rosa eran esos folletines falsos de amor que en España tenían carátulas rosadas, por eso se llaman novelas rosa. Pero lo que yo hago son novelas sentimentales, con más complejidad, con situaciones más ricas, con sentimientos más profundos. Y no acabo de en-tender por qué se les da tan poco mérito. El resultado es que a mis 72 años me cuesta el mismo trabajo que a un joven principiante meter una novela grande a una edito-rial de prestigio, y eso es porque me tienen puesto encima el sambenito de la novela rosa, y de ahí no me sacan. Yo tengo novelas grandes que tocan problemas actuales como la Guerra del Golfo y la gente que se enriqueció a través

CRÓNICA CULTURA 25.01.1999

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POR SANTIAGO GAMBOA

A los 72 años, con más de 5000 títulos publicados y alrededor de 400 millones de ejemplares vendidos, Corín Tellado sigue escribiendo las más apasionadas historias de amor. En España habló con CROMOS y confesó que sus novelas bien podrían ser lo que ella quiso vivir.

Entrevistar a Cor n Tellado. ¡Qué bocado para cualquier escritor! Ya quisieran sus colegas vender as . Santiago Gamboa habló con ella y quedó sorprendido con su personalidad.

LOS AMORES DE CORÍN

346TEXTOS MEMORABLES

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del petróleo… Cosas así. A mí gustaría publicar novelas largas cada seis meses, por ejemplo, pero no es fácil que las editoriales de literatura me hagan caso. Tengo ahora mismo un manuscrito terminado, y si no lo he presentado a una casa editorial es porque tengo miedo de fracasar… Yo nunca pretendí ser Cervantes, y esto deberían entenderlo algunas de las personas que critican. Soy una escritora de entretenimiento, no pretendo más. También a Lope de Vega lo criticaron hasta la muerte, y a Balzac ni hablar”.

A pesar de su inmensa fortuna, Corín Tellado es una mujer sencilla. Reparte su tiempo entre una finca, Villa Dobe Roces (Asturias), en donde tiene, en pabellones, los ejemplares de todos sus libros y de sus publicaciones en revistas, más un modesto apartamento en Gijón, frente al puerto, con vista a la dársena y al océano Atlántico.

En su biblioteca se ve la colección completa de Pío Ba-roja, libros de Faulkner, de Hemingway, de Vargas Llosa y García Márquez, varias enciclopedias y biografías. “Yo recuerdo haber leído a Oscar Wilde siendo muy pequeña, y el De profundis me marcó mucho. A Balmes me lo sé casi de memoria pero lo que más me gusta ahora es leer las cosas nuevas, estar siempre actualizada. Los premios españoles, por ejemplo, los leo todos menos el de Planeta, y mucho menos el de este año (el 1998, a Carmen Posadas). Me gustan Delibes y Umbral, y eso que Umbral me critica. Yo siempre le digo a mi enfermera que lea a Delibes, sobre todo El diablo de un jubilado, pues este hombre es capaz de usar el lenguaje de un jubilado inculto para lograr una pureza intelectual. Leo mucho y gracias a esto nunca estoy sola, así mis hijos no estén conmigo. De Hispanoamérica he leído todo García Márquez, que es mi preferido, y ade-más lo conocí personalmente. Y por supuesto a Cabrera Infante, que es un gran amigo y dice que aprendió a escribir corrigiendo las galeradas de la revista Vanidades en Cuba, es decir con mis novelas sentimentales. También aprecio y leo a Mario Vargas Llosa, con quien tengo varias fotos”.La vida de Corín Tellado

Hoy está muy cerca de sus hijos, Begoña y Domingo, ambos abogados. De su ex marido, de quien se divorcio hace más de 40 años, prefiere no hablar. Desde hace va-rios años está sometida a diálisis cada tres días y tiene un catéter, ya que todas sus fístulas murieron. A pesar de eso, Corín Tellado conserva las fuerzas y se siente muy joven: “El personaje mujer de todas mis novelas soy yo. Ellas reaccionan como reaccionaría yo, y esto a pesar de que hoy la gente no se quiere igual que hace 50 años, pues los sentimientos evolucionan. En mi época yo fui muy re-belde, porque nosotros nacemos libres y si nacemos libres deben permitirnos serlo. A nosotros no se nos permitía, y lo más increíble es que no lo permitía un señor que no era ni mi padre ni mi madre sino un dictadorzuelo que tuvimos aquí, el señor Franco. Por eso al principio no me dejaban escribir como yo quería y me dieron verdadero palo. La censura llegó a devolverme cuatro novelas en un mes. Entonces empecé a publicar por fuera de España y ahí sí no tuve problemas. Yo escribo con lo que siento pero eso no quiere decir que escriba con mi vida, con lo que me sucedió a mí en mi vida personal.

—¿Corín Tellado ha sido feliz?—“Me casé y fracasé en mi matrimonio pero nunca

me volví a casar. Tuve algunas relaciones esporádicas que me dieron satisfacción sin comprometerme pero le consagré la vida a otras cosas, muy placenteras todas. Yo soy mujer de hombre y me hubiera gustado tener un compañero. Mas esta ausencia de compañero sólo la vine a notar cuando mis hijos se casaron. Hasta ese momento

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“YO NUNCA PRENTENDÍ SER CERVAN-TES, Y ESO DEBERÍAN ENTENDER-LO ALGUNAS PERSONAS QUE ME CRITICAN. SOY UNA ES-CRITORA DE ENTRETENI-MIENTO, NO PRENTENDO MÁS”.

“PARA ESCRIBIRhay que saber redactar con corrección. Luego hurgar en los propios sentimientos y argumentar bien”.

Aquella voz, aquel mirar de sus ojos negros, aquella suavidad de sus ma-nos al moverse, aquella personalidad inconmensurable…”.

—¿Cuáles son los protagonistas actuales para Corín Tellado?

—“El hombre hoy es más pasivo pues la mujer le está comiendo el terreno. En las universidades hay ahora mayoría de mujeres pero aún así sigue imperando ‘el masculino’, y eso le gusta a la mujer. El hom-bre intenso, varonil, fuerte, que da seguridad. La mujer moderna también ha cambiado y hoy es al-guien sin prejuicios, que no le tiene miedo a la soledad, a verse sola con un hijo. Claro, hay mujeres que ha-cen el amor a los doce años y eso ya es pasarse. Antes se iba a cine, se cogía la mano, había preámbulo, seducción, había eso tan bonito que se llama sensibilidad… Eso es lo que yo pongo en mis novelas, pues yo sugiero, no digo. Que se vea la pan-torrilla, en donde nace el muslo, pero no lo demás. Yo prefiero insi-nuar para que luego el lector vaya con su imaginación donde quiera”.

Imaginación y, sobre todo, cultura, pues para Corín Tellado la falta de cultura hace que los afectos se de-terioren. “Se necesita tener cultura para poder desarrollar una buena sensibilidad, y ese es el lenguaje uni-versal. La gramática es muy sencilla pero el verdadero lenguaje es el de los sentimientos, algo indispensable si quieres convertirte en un ser hu-mano pleno. Esto es lo más impor-tante, porque un ser sensible nunca puede ser cruel. El amor al prójimo nace de la sensibilidad. La relación sexual le da constancia a ese amor, y luego, la comprensión y la tolerancia le dan continuidad”.

yo estaba totalmente consagrada a ellos. Me olvidé de mí misma, me preocupé por que los otros fueran felices”.Su trabajo

Hoy ya no hay censura en España, sin embargo Corín Tellado sigue siendo menospreciada. Se ha dicho incluso que otros escriben lo que ella firma. De todo eso se queja con amargura, pero responde a las críticas con su trabajo.

“Para escribir, en primer lugar, hay que saber redactar con corrección. Luego hurgar en los propios sentimien-tos, que son los mismos del lector, y luego argumentar bien, no dejar las cosas volando… Hay que saber meter a los personajes al laberinto, siempre y cuando al final salgan. Mi método de trabajo es muy especial. Un escritor que se precie, al que le gusta lo que hace, puede hacer una buena historia larga en 14 días”. Catorce días… Ese fue el tiempo que empleó en escribir, por ejemplo, Lucha oculta, una novela publicada en 1992 que tiene 481 páginas. “Lo que no soporto es que luego vengan esos literatos que no hay quién los soporte ni quién los entienda y digan que hacen una cuartilla al día. Para mí es muy fácil. Yo hago cada semana una novela de las cortas. Luego, de las largas, una al mes. Escribo dos horas al día, máximo. Voy al despacho de mi hijo, que es abogado, y le dicto a la secretaria. Desde hace diez años le dicto y eso no tiene nada de malo, Dostoievski también dictaba. Voy con la mente en blanco, llevo el esquema, los cuadernos de apuntes que tenga, y me siento. Y a partir de ahí no me preguntes cómo pero me fluye, saco la historia sin ningún esfuerzo. A veces es mi hija la que me propone un argumento y luego yo lo desarrollo”.

Los personajes de Corín Tellado son los hombres de la calles, la gente común, todos… “Todo el mundo lleva por dentro una historia de amor. Cuando veo a una persona estoy siempre pensando: ¿será apasionado, pasivo, infiel, sentimental? Soy muy psicóloga, a pesar de no tener tí-tulo. Estudié psicología en Cádiz pero no me gradué. Lo que tengo es el conocimiento de la psicología corriente y vulgar, la que yo llamo ‘psicología humana”.

De ahí que por sus libros transiten infinidad de tipos humanos: la mujer exótica, millonaria, antojadiza y ca-prichosa, la mujer víctima, abandonada, sentimental, orgullosa, frívola, profesional, seria, pobre, responsable, seductora… Al igual que los hombres: propietarios de yates, millonarios, hombres humillados, responsables, sensibles. Aparece una y otra vez el dandi rico, frívolo e infiel, que seduce y luego abandona a una mujer seria y responsable. Como Adam y Dorothy en Me olvidaste al otro día: “Adam Douglas no pasaba por la vida de una mujer sin dejar huella. La dejaba honda, desgarrada… Firme como un poste sujeto a miles de toneladas de tierra. Así dejaba él la huella de su paso…”. Dorothy, en cambio, era sensible: “Tenía una voz suave, que se alte-raba muy raramente. Era lo que más inquietaba a Adam.

“YO NO HAGO NOVELA ROSA. ESO ES OFENSIVO. NO ACABO DE ENTENDER POR QUÉ LES DAN TAN POCO MÉRITO”.

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348TEXTOS MEMORABLES

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PERIODISTA

ESCRITOR

ROSITA MORA

SANTIAGO GAMBOA

PIENSO EN UNA ÉPOCA MUY HERMOSA DE MI VIDA PROFESIONAL Y DEL PERIODISMO NACIONAL, CUANDO HACÍA PARTE DE UN GRUPO DE CRONISTAS QUE LE INTERESABA EL PAÍS, QUE QUERÍA PRESENTARLE A COLOMBIA UN PAÍS DESCONOCIDO.

FUE UNA ÉPOCA EXTRAORDINARIA, DE GRAN

APRENDIZAJE Y AMISTAD, QUE, PARA MÍ, DURÓ HASTA QUE

GONZALO DEJÓ LA DIRECCIÓN.

Lo escribíamos con lujo de detalles. Cada cronista podía escribir como quería, no había limitaciones, podía recrearse en el idioma. Al periodista se le respetaba, el periodista de-fendía sus notas, no se le cambiaban los contenidos. Era apasionante. Recuerdo que con Fabio Serrano pasamos varias noches en una cueva esperando a los cóndores. Había una mística muy grande.

En CROMOS comencé a ser columnista, junto a Héctor Abad, tras una generosa propuesta del director de ese momento, Gonzalo Córdoba.

Recuerdo, entre muchas cosas, una divertida entrevista a Corín Te-llado, que se publicó con fotos de Daniel Mordzinski.

EXDIRECTOR CROMOSISAAC LEE

LO RECUERDO CON GRATITUD. COMO UNA GRAN OPORTUNIDAD CREATIVA. JAMÁS OLVIDARÉ QUE CELEBRÉ COMO DIRECTOR LOS 80 AÑOS DE CROMOS CUANDO YO TENÍA 25.

349

Page 337: Revista Cromos 95 años

Aunque durante un tiempo continuó con la tradición familiar y ejerció el pe-riodismo como columnista y subdirector del diario El Tiempo, lo suyo siempre fue la política. Como miembro del Partido Liberal Colombiano fue ministro de Comercio Exterior durante el gobierno de César Gaviria, y ministro de Hacienda de Andrés Pastrana. Con el Partido de la U, fue ministro de Defensa de Álvaro Uribe y luego se lanzó a la Presidencia en 2010 para continuar con el legado de Uribe. Sin embargo, como mandatario ha impuesto su propio estilo, mucho más integrador que el de su antecesor.

PORQUE PASAN LOS AÑOS, PASAN LOS PRESIDENTES, TAN GRANDE COMO EFÍMERO

ES EL PODER. PERO COLOMBIA SIEMPRE PREVALECERÁ”CROMOS, 14 de agosto de 2010. N° 4.788.

1951

SANTOSPRESIDENTEJUAN MANUEL

350PERSONAJES CROMOS

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352PERSONAJES CROMOS

Page 340: Revista Cromos 95 años

“El hombre araña”, como se le conoce popularmente por cuenta de sus poses a la hora de enfrentar el ‘green’, es el golfista colombiano más importante de todos los tiempos. Villegas fue el primer golfista nacional en ganar un torneo de PGA Tour y desde 2004, año en que se volvió profesional, ha logrado mantenerse en la élite del golf mundial. Elegido el Golfista de la dé-cada por la Federación Colombiana de Golf, Villegas es también famoso en el circuito por cuenta de sus camisas y pantalones de colores, patrocinados por el conocido diseñador Johan Lin-deberg.

“SI VUELVO, NO VENGO A VER, VENGO A JUGAR. (DIRIGIÉNDOSE A SU

ANFITRIÓN EN EL MASTER DE AUGUSTA ANTES DE SER PROFESIONAL)

CROMOS, 4 de octubre de 2008. Nº 4.725.

1975

VILLEGASGOLFISTACAMILO

353

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Once años en el Inter de Milán convierten a este paisa en uno de los baluartes del equipo italiano. A lo largo de su carrera Iván Ramiro ha conseguido con su club cuatro Copas de Italia, una Liga de Campeones de la UEFA y un Campeonato Mundial de Clubes. En 2001 se coronó campeón de la Copa América jugando como capitán de la Selección Colombia. Comenzó en el Deportivo Rionegro de la Primera B, después pasó al Atlético Nacional de Medellín, pasó al San Lorenzo de Almagro, en Argentina, y luego al Inter de Milán, donde ya anunció que terminará su carrera.

ESTAR EN EL CALCIO ES COMO HABER LLEGADO A HARVARD Y TENER

EXÁMENES TODOS LOS DÍAS ”CROMOS, 27 de junio de 2005. Nº 4.557.

1976

CÓRDOBAFUTBOLISTA

IVÁN RAMIRO

354PERSONAJES CROMOS

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“YO ESCOGÍ LA MOCHILA DE MIS COLECCIONES, Y FUE UNA EXCELENTE OPORTUNIDAD

PARA HABLAR ANTE UNA AUDIENCIA TAN AMPLIA SOBRE LA CULTURA Y EL TRABAJO DE

NUESTROS INDÍGENAS DE LA COMUNIDAD WAYÚU” (SOBRE SU DEBUT EN EL PROGRAMA DE

MARTA STEWART)

1965

DISEÑADORA

TCHERASSI

SILVIA

CROMOS, 6 de mayo de 2011. Nº 4.809

El Diccionario de la Moda la describe como “una estilista colombiana, delicada como una bailarina y fuerte como una estrella de rock”. Su obsesión por los acabados y su habilidad para hacer de lo simple algo elegante le permitió partici-par como invitada en la Semana de la moda de Milán (2003) y la de París (2004) donde se ganó el respeto de expertos. Ha sido tal su éxito que ya cuenta con almacenes en Colombia y Estados Unidos con una marca que lleva su mismo nombre. Aunque no es una fanática de los accesorios, considera que los zapatos son el complemento indispensable para cualquier atuendo. Por eso, a principios de este año anunció que lanzará una línea de zapatos para Payless ShoeSource.

355

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Por donde pasa, deja una estela de victorias. Campeón con Colombia en el Suramericano Juvenil de 2005; campeón con River Plate en el Clausura 2008; campeón con el Porto en la Liga (2011), en la Copa de Portugal (2010, 2011) y en la Supercopa (2009, 2010); campeón con el Porto de la UEFA Europa League (2011). Pero lo mejor es que en cada campeonato ha demostrado ser un goleador. De hecho, es el máximo goleador de la UEFA Europa League, con 17 anotaciones en un solo torneo. Está pidiendo pista para algo más grande.

¡FALCA ES PERFECTO! (LORELEI TARON, SU ESPOSA) ”CROMOS, 14 de junio de 2008. Nº 4.709

1986

FALCAO GARCÍAFUTBOLISTARADAMEL

356PERSONAJES CROMOS

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Page 345: Revista Cromos 95 años

SOCIALES

La iglesia de Santo Toribio de Mogrovejo en Cartagena, fue el lugar escogido por Juan Pablo Montoya y Connie Freydell para celebrar su unión. Acompañados de 400 invitados, disfrutaron hasta la madrugada en el hotel Santa Clara en una fiesta amenizada por el Checo Acosta. El presidente, Álvaro Uribe, no pudo asistir pero se aseguró de felicitar a la pareja por teléfono.

AMOR SOBRE RUEDAS

TRAS DOS AÑOS de noviazgo,

Connie Freydell le dio el sí al

piloto colombiano Juan Pablo

Montoya, el 26 de octubre de

2002 en una romántica cere-

monia en Cartagena.

El año comenzó en Cartagena con una de las bodas más elegantes de los últimos tiempos. El 19 de enero la iglesia de Santo Domingo reunió a personajes del jet set internacional en torno a la boda de Andrés Santo Domingo Dávila y Lauren Davis. El novio es el hijo menor del industrial Julio Mario Santo Domingo y Beatrice Dávila, y ella una experta en moda y colaboradora de la revista Vogue.

BODA INOLVIDABLELAUREN DAVIS y Andrés

Santo Domingo, junto a Julio

Mario Santo Domingo, en las

calles de Cartagena rumbo a

la recepción.

2008

2008

SOCIALES

358ESTILO CROMOS

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En 2002, la revista advirtió la seriedad que estaba co-brando el trabajo de moda en el país. Con el fin de valorar esa ascendente labor, creó los premios, conformados por 7 categorías entre las que se encuentra Mejor Modelo Fe-menina. En la fotografía, Carolina Rodríguez, ganadora en 2010, desfila por la pasarela de Roberto Cavalli, en Cali.

Los Premios CROMOS de la Moda alcanzan este año su novena edición2010

LA MODELO GANADORA

MODA

Antes de que concursara en Miss Universo, CROMOS rea-lizó una producción fotográfica con la entonces Señorita Colombia, Taliana Vargas, quien sería coronada virreina del certamen, celebrado ese año en Vietnam. En la fotogra-fía, la ex reina aparece con el vestido que lució la noche de la coronación: un diseño de Beatriz Camacho.

¡El vestido fue espectacular!2008

EL VIRREINATODE TALIANA

360ESTILO CROMOS

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CON ESTA PORTADA

“Colecciono muchas cosas que en-cuentro por casualidad, sin bus-carlas. Un día encontré una camisa de Tom Cruise en un barrio chino. Me pareció graciosa no porque me gustara el protagonista de Cocktail, la peli ochentera, y de la regular versión de Misión: Imposible, sino porque solo pensé usarla para una ocasión especial, algo así como una noche de gala. La portada de Am-paro Grisales y una camisa serían los protagonistas del guión de una historia de amor llena de escánda-los triviales. El psiquiatra Stelleny, alma y nervio del jet set internacio-nal, dedujo que ella era una mujer con un carácter férreo. Un brujo dijo que ella vestía como un hada pero sus ojos eran duros, que sonarían muchos más escándalos, que todos la han visto mucho pero que nadie pareciese conocerla. Lo cierto es que en esa noche de gala un hombre ves-tido de etiqueta se descolgará de un helicóptero al lado de la piscina y, en medio de tanto alboroto, Amparo dirá quién será su verdadero amor”.

Jaime Ávila Ferrer estudió ingeniería y artes plásticas en la Universidad de los Andes. Su trabajo, que ha explorado el video, la instalación y la fotografía, ha sido expuesto en Brasil en la  XXVI Bienal de Sāo Pau-lo, y en la Bienal de Mercosur. Además, ha participado en muestras de la Universidad de Harvard, el Museo Fine Arts de San Petersburgo, la feria de Art Bassel de Miami, el Museo de Arte Contemporáneo de Houston y la gale-ría Sandra & Philip Gordon, de Nueva York. En Colombia, ha expuesto en los principales museos y galerías del país.

J IMEÁVILA

LO QUE HIZO2011

362CROMOS HECHA ARTE

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AMOR FATUO

80X180 CM

OBJETOS SOBRE TERCIOPELO, DETALLE

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Page 351: Revista Cromos 95 años

COLECCIONISTAS CROMOSLes pedimos a nuestros lectores de las redes so-ciales (web, twitter, facebook) que enviaran una foto con su revista CROMOS favorita y además una frase de lo que significa para ellos nuestra marca. Aunque fueron muchas, hicimos una recopilación ‘parcial’ de las mejores. Celebra-ción compartida.

MARÍA CAMILA MARÍN OROZCO

BOGOTÁ

JUAN MANUEL MURILLOBOGOTÁ

AMANDA AGUILLÓN SANTOSBUCARAMANGA

JOSÉ ARNEDOCARACAS, VENEZUELA

LUZ STELLA FRANCO OSORIOMANIZALES

CINDY LORENA SAMUDIO MARTELO

CARACAS, VENEZUELA

ARIEL CARLOS MARÍN DELGADOBOGOTÁ

ANDREA CUBILLOSBOGOTÁ

@ERNESTOSAMPERP ERNESTOSAMPERPIZANO: UN ABRAZO A CROMOS X SUS 95 AÑOS. CROMOS HACE AÑOS ERA SOHO, SEMANA, JETSET, CARAS, EL 1-2-3, VANIDADES Y HASTA PLAY BOY D LAS REINAS

@JHONNYCGONZALEZ JONATHAN CÓRDOBA: SE ME VIENE EN LA CABEZA LAS PORTADAS Y EL MINICROMOS CON LAS MÁS BELLAS

@CECARRION CÉSAR CARRIÓN: CÓMO AÑORAMOS LOS DÍAS DE ESOS GRANDES REPORTAJES GRÁFICOS DE CROMOS! LAS HISTORIAS GRÁFICAS EN CADA RINCÓN DEL PAÍS

@DANIELLAHEAB DANIELLA HDEZ ABELLO: HA ESTADO PRESENTE DURANTE EL ARDUO TRASEGAR DE COLOMBIA, CONVIRTIÉNDOSE EN NARRADOR ACTIVO DE ESTA REALIDAD.

@PAO_HDZ PAOLA HERNÁNDEZ: REVISTAS D FARÁNDULA/ENTRETENIMIENTO HAY MUCHAS PERO CON CREDIBILIDAD Y BUEN GUSTO ES NECESARIO TENER CASI 1 SIGLO.

@MARKYFRANKY MFRANCO: LOS PRIMEROS 95 AÑOS SON LA VIGENCIA D UNA REVISTA CENTENARIA, Q SIEMPRE HA SIDO EMBLEMA D COLOMBIA. FELICIDADES

@WILLIOSPINO WILLI OSPINO: CREO QUE LA HISTORIA DE COLOMBIA SE PUEDE CONOCER A TRAVÉS DE LA HISTORIA DE CROMOS.

@BORGEAVENUE BORGEAVENUE: PARA MÍ ES LA HEMEROTECA GRÁFICA DE COLOMBIA.

@MARIADELPILARRC MA.DELPILARDELAROSAC: ME REMITE A ESPECIAL EXCLUSIVO DE REINADO NACIONAL DE BELLEZA. LAS MÁS BELLAS EN CROMOS

@MARISOLOSORIO MARISOL OSORIO: LA MEJOR INFORMACIÓN EN UNA VERDADERA REVISTA! #CROMOS95AÑOS

@ZUZUPASALUDAR ZULMA HELENA ARIAS O: YO CRECÍ CON CROMOS... MUCHO DE LO QUE SÉ DEL MUNDO LO SÉ X USTEDES.

@NAYITE NAYITE: PARA MÍ ES LA REVISTA DESDE QUE RECUERDO CON EXCELENTES FOTOS DE LAS REINAS, GRACIAS POR LOS DETALLES.

@ERIKATOBONR ÉRIKA TOBÓN: EN MI INFANCIA SU ESPECIAL DE REINAS ERA LA FORMA MÁS CERCANA DE TENERLAS A TODAS Y ANALIZARLAS. HOY NO SÓLO EL MI-NICROMOS, LA ACTUALIDAD, MODA Y TODO SU CONTENIDO IMPRESO Y DE LA WEB ES INCREÍBLE. @ANMAOCA ANA MARÍA OCAMPO: HACE UNOS MESES DONÉ AL ARCHIVO DE UDS MÁS DE 100 REVISTAS Q TENÍA. @MACOREPE MARCELAREYESPEDREROS: SOCIALES Y BUENOS EVENTOS DE MUCHOS TIPOS Y PERSONAJES EN COLOMBIA

@JPARDOB JAVIER PARDO BARRETO: CROMOS MAGAZINE COLOMBIA AND @VOGUEUK ARE CELEBRATING THEIR 95 ANNIVERSARY THIS YEAR. PROUD TO FREELANCE FOR CROMOS.

@CARLOSMRENTERIA CARLOS M RENTERÍA: UN BUEN DESAYUNO PARA ACOMPAÑAR EN LAS PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA: UN PAR DE TOSTADAS, UN DELICIO-SO CAFÉ Y LA REVISTA CROMOS

@MACOREPE MARCELAREYESPEDREROS: PARA MÍ LA MEJOR PORTADA CON MARLENE HENRIQUEZ EN LOS AÑOS 70. ESE DESNUDO ES UNA REVOLUCIÓN PARA CROMOS, UN HITO.

364NAVEGANTES CROMOS

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UN ARCHIVO INVALUABLE

En estos últimos meses el archivo de CROMOS experi-mentó una fuerte remoción. ¿La tarea? Hacer una selec-ción del material más sobresaliente de la revista en toda su historia (1916-2011). ¿Los responsables? Angélica Teuta (fotografía), Edward Goyeneche (ilustraciones y caricatu-ras), y las autoras de este texto, encargadas de los artículos.

Antes de iniciar la revisión, sufríamos de una miopía crí-tica frente a la imagen de la revista, que en las últimas déca-das ha sido identificada por su carácter frívolo, percepción que ha ocultado su perfil periodístico e investigativo. Había-mos olvidado textos de reconocidos escritores, y también imágenes únicas del país que eran producto de CROMOS. Lo que es un hecho es que más de un colombiano ha expe-rimentado lo que hemos dado en llamar “Cromopía”, ese pa-decimiento de prejuicios sobre esta importante publicación, consecuencia de una simple malformación de su imagen y de un desconocimiento de su historia.

CROMOS cumple 95 años que le conceden el honor de ser la revista más antigua de Colombia. Su archivo representa una fuente de investigación invaluable de contenidos históricos, periodísticos y culturales.

CROMOS ha sido una escuela. En 1916, mientras las publicaciones de otros países surgían a partir de una preocupación política, en medio de una coyuntura revo-lucionaria, CROMOS, sin ser abiertamente progresista, se convirtió en un magazín de entretenimiento y de forma-ción cultural que, con un tono tradicional, se proclamó como la revista de los hogares colombianos.

La crisis de la cultura y la desconfianza hacia las le-tras que se respiró a mediados del siglo pasado, hicieron que las políticas editoriales de la revista privilegiaran la imagen como la encargada de decir cosas sobre los

acontecimientos del mundo. Sin caer en una simple ba-nalización de ésta, empezaron a intercalarse en sus pá-ginas las caras de las nuevas vedettes del recién nacido Hollywood, junto a las fotografías de ciudades europeas destruidas por la Guerra y las escenas cotidianas y vio-lentas que sucedían en el país. También es CROMOS el escenario donde aparecen los grandes reportajes de las últimas décadas, donde los periodistas les conceden voz a personajes anónimos. CROMOS ha fortalecido su sentido político con ese tipo de apuestas, ha entendido que el placer, la cultura y lo cotidiano hacen parte de lo público.

Releer CROMOS es entender que la forma de hacer periodismo ha experimentado cambios coherentes con la transformación de nuestra sociedad sin perder de vista el ámbito internacional; que el lenguaje literario de sus inicios debía caducar ante las exigencias del mercado informativo, que escribir sobre los acontecimientos no era una tarea de escritorio sino que implicaba salir a las calles y descubrir historias para contar. Es comprender que la moda es una industria y un asunto muy serio por el que la revista se la ha jugado. Es ver a las mujeres más bellas del país, a los íconos internacionales y el registro de las noticias más desgarradoras en simultánea. Es revelar que su archivo visual es patrimonio de Colombia, que las plumas y los fotógrafos más reconocidos del país han sido publicados en sus folios, que imagen y texto son conte-nidos cambiantes que se han peleado el protagonismo.

Es volver a mirarnos como colombianos y ver lo que ha sido de nosotros durante un siglo. Tener en nuestras manos el especial de los 95 años no sólo es enfrentarnos a ese recorrido histórico, es también preguntarnos cuáles deben ser nuestras exigencias como lectores frente al periodismo actual.

INVESTIGADORAS C.95TEXTO POR XIMENA GAMA CHIROLLA Y ÉRIKA MARTÍNEZ CUERVO

Angélica Teuta Ximena Gama y

Érika Martínez

“CROMOS HA FORTALECIDO SU SENTIDO POLÍTICO CON ESTE TIPO DE APUESTAS, HA EN-TENDIDO QUE EL PLACER, LA CULTU-RA Y LO COTIDIA-NO HACEN PARTE DE LO PÚBLICO”

366CROMÓFILAS

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(De izquierda a derecha): Carmenza Naranjo, Fabio Chica, David Schwarz, Marco Angarita, Rita Galeano, Manolo Perdomo, Sandra Quintero, Sergio Camelo, Mario Méndez, Inaldo Pérez, Guido Hoyos, Maritza Montoya, Fernando Gómez, Juanita Umaña, Elva Lucía Daza, Santiago Díaz, Norberto Ruiz, Ifigenia Hernández, Lilia Pabón, Álex Atapuma, Silvia González, Gonzalo Sánchez, Mónica Vásquez, Rafael Alexander Cataño, Guillermo Gama Medina, Ricardo Andrade Mora, Vanessa Rosales, Lina Coral, Diana Castro, Pablo Barreto, María Victoria Hernández, Margarita Galvis, Diana Gallo,

L FAMILIAA

368PERSONAJES CROMOS

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Carolina Reyes, Álex Bohórquez, Ángela Ferroni, Doris Aponte, Jhon Jairo Ortiz, Alexander Vásquez, Alexandra Benavides, Elizabeth Villalobos, Edwin B. Rivera, María Alejandra Villafranca, Ximena Gama Chirola, Victoria Ramírez, Liliana Espinosa, Patricia Alberti, María Carolina Téllez, María Cristina Hernández, Liliana Silva, Ana María Acosta, Liliana Corzo, Darío Forero, Jairo Dueñas, Martín Franco, Érika Xiomara Martínez Cuervo, Luisa Fernanda Rengifo, Mónica María Moreno, Liliana Escobar, Gustavo Martínez, Gloria Castrillón, Paula Betancourth Arias.

369

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... Y NUESTRO DÍAOAPENAS COMIENZA...

370EL CIERRE DE YAYO

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