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REVISTA CULTURA 105 EDITORIAL 1SECRETARA DE CULTURA DE LA PRESDENCAHctor Jess Samour CannSecretarioDRECCN DE PUBLCACONESE MPRESOSCarlos Alfredo Serpas SazDirectorPablo MenachoGerente EditorialDRECTOR DE LA REVSTA CULTURALuis AlvarengaCONSEJO EDTORALJos Luis EscamillaSajid HerreraCarlos MolinaDAGRAMACNCarlos Benjamn GaldmezDSEO DE PORTADAJuan Marcos LeivaMAGEN DE PORTADAAntonio Bonilla: El indio Aquino.MAGEN DE CONTRAPORTADAAntonio Bonilla: Autorretrato.CORRESPONDENCA Y CANJE17 Av. Sur n.0 430San Salvador, CentroamricaDRECCN [email protected] Bonilla: Que el diablo se la lleve.EditorialLa emancipacin, como proyecto inconcLusoEspEcialeL bicentenario como probLemaEntre la espada y la memoria: el Bicentenario del primer grito de independencia de 1811Luis CaleroLa independencia como problemaRafael Lara MartnezEl Plan de Iguala y la independencia de CentroamricaMario Vzquez OliveraDe cara al Sur: un centinela de la casa propiaMarlene Vzquez Prez Bicentenario Mxico.La celebracin del bicentenariode la independencia: el discurso desde el poder Salvador E. Morales PrezEl sueo de una Repblica Laica: la escuelay la formacin de los futuros ciudadanos.Reforma Educativa en El Salvador (1883-1889)Julin Gonzlez TorresCelebremos el Bicentenario, pero en serioMiguel ngel Chinchilla Amaya9275383971171557REVISTA CULTURA 105 EDITORIAL 4EnsayoLa representacin del indio en la generacin literaria del 20 en Guatemala: Carlos Wyld Ospina y Carlos Samayoa Chinchilla.Marta Elena Casaus ArzEl Salvador, 1932: los cofrades insurrectos. Herencia corporativa colonial en la sociedad salvadoreaPablo BentezAnimacin y antiliberalismo en el pensamiento de scar Arnulfo Romero (1962-1965)Ren ChantapoEsa Poemas de Marta Leonor GonzlezPoemas de Dina PosadaColaboran en esta edicin161195217243251255Antonio Bonilla: Melancola.Antonio Bonilla:El carrito de la Historia (detalle).REVISTA CULTURA 105 EDITORIAL 7La emancipacin,un proyecto inconclusoEditorialLdebe mover a plantearse el problema de la emancipacin como unatareaquetuvounafaseimportanteenlosprocesosde independencia del siglo xix, pero que qued inconclusa en la etapa republicana. 2011 es el ao en que estas conmemoraciones se centran en El Sal-vador.Elaoanterioryenconmemoracindelasluchasde1810,la efemrides se conmemor en Mxico, Argentina, Colombia, Chile y Vene-zuela. En 2009, se celebr en Bolivia y Ecuador. Semejante proximidad de fechas nos debe recordar que los procesos de emancipacin que se dieron en cada uno de los pases no fueron actos aislados. Se trat de procesos continentales, en los que coincidieron factores econmicos, sociales, cul-turales y polticos comunes, coexistiendo con las particulares condiciones histricas de cada lugar. Esto lo comprendieron aquellos que tuvieron un enfoqueampliodelproceso.LatrascendenciadeBolvar,MartyMora-zn, por citar algunos, se debi al entendimiento compartido por ellos de que la emancipacin no se limitaba a la tarea inmediata de sacudirse la tutela hispana y a decretar nuevas repblicas. Por el contrario, compren-dieron que la supervivencia y la maduracin de estos procesos liberadores demandabanunavisindelargoplazo(unproyectodesociedad),pero tambin un enfoque continental, o al menos, regional. Las amenazas a la soberana de las nuevas repblicas estaban a la orden del da. Nuevos po-deres mundiales sucedan a los viejos. Razn de ms para buscar formas conjuntas, entre todos los pases, para enfrentarlos. Doscientos aos despus nos encontramos ante problemas igualmente acuciantesparalasoberanadelospaseslatinoamericanos.Unagloba-REVISTA CULTURA 105 EDITORIAL 8lizacinexcluyente,centradaenla construccindeunaeconomade mercadomundial,perocarentede unaconcepcinincluyente(ymun-dial) de ciudadana; sociedades que, en su inmensa mayora, reproducen dinmicas de exclusin a todo nivel (econmico, de gnero, cultural, po-ltico);sonelementosquedeshacen cualquiergestodeautocomplacen-cia por el Bicentenario. Losretosactualesqueremiten aantiguosproblemashistricos demandannuevasalternativas.Una nuevaemancipacindemandareto-marunaperspectivacontinental,in-tegral y cultural. Continental, en tanto no es posible enfrentar los elementos que excluyen social, poltica, cultural y econmicamente si no se supera el nacionalismo exacerbado; integral, por cuanto la emancipacin no se reduce a cambios en la conduccin del Esta-do o a transformaciones econmicas. Loscambioseconmicosyloscam-bios en la conduccin del Estado son de importancia clave, pero no agotan la problemtica de la emancipacin. Y estonosllevaalltimoelemento:la cultura. Una perspectiva cultural de la emancipacindebellevaralacrtica deloselementosopresoresdenues-tras culturas, al fomento de aquellos elementos liberadores y a motivar las energascreativas,entodoslosas-pectos, de los hombres y mujeres de nuestros pases. Desandar el camino de sociedades consumistas y retomar eldelassociedades creadoras,tanto debienesmaterialescomodebienes espirituales. Enestenmero,juntoavaria-dasynovedosasrefexionessobre el Bicentenario, traemos una mues-tradelaobradelmaestroAntonio Bonilla. Sus cuadros ponen el dedo en la llaga al respecto de las deudas histricasdenuestrassociedades. El Bicentenario es un buen momen-to para volver nuestra mirada a los cuestionamientosquenosdirige este gran artista.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 9Una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder. Pero no slo la capacidad de desobediencia es la condicin de la libertad; la libertad es tambin la condicin de la desobediencia. Si temo a la libertad no puedo atreverme a decir no, no puedo tener el coraje de ser desobediente. En verdad, la libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables; de ah que cualquier sistema social, poltico y religioso que proclame la libertad pero reprima la desobediencia, no puede ser sincero.Erich Fromm,Sobre la desobediencia y otros ensayos (1980)Recordaresunprocesonaturaldentro delassociedades,sobretodorecordar aquelloquesetransformaenlajustif-cacin de lo que se es ahora, es decir sus mitosdeorigen,deahquelamemoriatransforma los grupos dndoles una explicacin a su existencia y que no son las sociedades las que importan sino que el motivo del recuerdo por cuanto es ideal y se piensa en ese pasado que nos dejaron para el futuro; pero el futuro hecho y vivible de las sociedades no nos atrae, o en el peor de los casos, nos deprime, as mejor nos quedamosconesavisinpuerildelpasadoremem-brando cmo la sociedad legada fue perfecta e ideal solodespusdehaberpasadoloquerecordamoso queremos recordar.Entre la espada y la memoria:el Bicentenario del primer grito de independencia de 1811Como heCho histriCo el movimiento de 1811 es signifiCativo puesto que se enmarCa en un periodo turbulento en la metrpoli, y en las Colonias.EspecialLuis caLeroREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 10Encualquierparteloshroes nacionales son repensados en la di-mensindeloqueseconstruyey que se tiene, es una especie de limbo por cuanto estos hroes nunca pen-saron a nuestra sociedad de ahora, pero nosotros creemos que ellos nos delegarondesdesupasadolami-sindemantenerunainstitucin; sepiensaenloshroesnocomo bandidos,aunqueseopusieronal orden establecido y eso les da el ca-rcter de rebeldes, y transgredieron la ley y fueron por tanto desleales.Aunque lo parezca, este no es un trabajo de historia, es sobre todo un trabajo de memoria, un acercamien-toalrecuerdodeunhechoquele da signifcado a una sociedad, pero porlomismodesermemoriase presentalatradicinolatraicin, comosepuedeverifcardesusig-nifcado latn, tanto tradicin como traicin provienen del verbo trade-re que es entregar. Trabajo de me-moriaporcuantonosatrevemosa recordar un hecho doscientos aos despus de que este ocurriera, con todo y lo que ello signifca: tradicin ytraicin,recuerdoyolvido,pero para este paseo por el recuerdo nos atrevemos a acercarnos al hecho de recordar de hace cien aos, cmo se viviyculeralaintensindere-cordar cien aos (antes de nosotros ydespusdeloshechosmismos), nosdamoscuentaqueenesatra-dicin o traicin se forma un carc-ter, la idea de los patriotas que lu-charonporlaindependenciaas queda registrado en los discursos y en el espritu del recuerdo marcado poreldelapoca,ylasfgurasse construyenylospersonajesseal-zan, pero al mismo tiempo el hecho (comoproblemahistrico)nosre-miteaotradimensin,resultaque nuestros hroes fueron bandidos, y fueronalmismotiempotraidores, nosoloalasinstitucionesqueles dieronsuidentidaddecasta,sino que tambin a las personas quienes les endosaron su libertad para que ellosfueranloshroesdelfuturo, pero los traidores del presente.Comohechohistricoelmo-vimientode1811essignifcativo puestoqueseenmarcaenunpe-riodoturbulentoenlametrpoli,y enlascolonias.Enelaode1808 Napolen I impone en el trono espa-olaJosBonapartecomoreyde Espaagenerandolacapitulacin deFernandoVIIdeBorbn,aeste nterinseprocedeenEspaaun hechopoltico-socialqueserfun-damentalparaelfuturoinmediato de la metrpoli y de las colonias: la guerradeindependenciaespaola. Nosololascoloniasdelacorona espaolatienenqueasistiraeste parto, la misma corona espaola, el mismoimperiotienequeforjarsu identidadconlaindependenciade REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 11Francia, y en 1811 tenemos los re-sultadosenlaperiferia:Paraguay declara su independencia y confor-ma un triunvirato, en el mismo ao sedeclaralaindependenciadeVe-nezuela,en1813UruguayyPer. Pero antes de estos movimientos exi-tosostenemosentre1808-1810la instauracin de las juntas en Mon-tevideo (21 de septiembre de 1808); Chuquisaca (actual Sucre, mayo de 1809),LaPaz(juliode1809),Qui-to(agostode1809),BuenosAires (mayode1810),SantafdeBogot (20 de julio de 1810) y Santiago de Chile (septiembre de 1810).1Dentro de este contexto el movi-miento salvadoreo de 1811 no po-seenadadeoriginalperosesuma a una ola creciente de las indepen-denciasenAmrica,yrepresenta, sinduda,lainquietudyespritu separatistaqueseverenCentro-amrica y Mxico hasta 1821.La intensin del presente trabajo esrecordarelmovimientode1811 pero no desde una visin cosifcada, grantica o apolillada del mismo pro-ceso, sino que es una invitacin a su comprensin desde nuevas perspec-tivas, alejadas del chauvinismo que nos permitan hacer reinterpretacio-nes crticas de un hecho fundamen-talytrascendenteparalahistoria de un pas, para la historia de una sociedad.Esasquesepresenta unaseleccindeimgenesdedife-rentesfuentesescritaseimpresas que nos plantean el hecho en varias dimensiones, se presenta por lo tan-to un documento que no tiene como espritu crear posicionamiento inte-lectual sobre el hecho histrico, sino que ms bien la intensin es presen-tarunaseleccindefuentespara servistasensudimensincontex-tual, y generar al mismo tiempo un contrapunto del hecho, por lo que la estructura que se le presenta al lec-tor es la siguiente:1)Presentacin del recuerdo ofcial del centenario. (Cmo y por qu serecordelmovimientodel5 de noviembre de 1811, cien aos despus).2)Presentacindelasfestividades segnloobservlaprensaco-mercialenelmomento,loque inspir y posibilit en su entor-no, marcadamente, elitista y los procederes intelectuales relacio-nados con las fechas de la cele-bracin del Centenario.3)Recopilacindefuentesprima-rias,sobreelmovimientodel5 denoviembre,quepresentanel objeto de las festas en su dimen-sin histrica, y no en su dimen-sindememoria.Esdeciresel procesoens,ynoelrecuerdo, es la accin y no su celebracin, por lo que se encuentran postu-ras muy dispares en cuanto a su apreciacin. Esta parte se puede REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 12dividir en dos puntos: a) la pre-sentacindelasfuentesens; b)lasfuentesprimariasconun proceso de construccin discur-sivaorientadasalageneracin de una postura clara en defensa o en condena.Esperando que con este ejercicio las personas puedan acceder a par-te de los documentos que son muy difciles de poder consultar, como es en el caso del Diario del Salvador, el cual por su resguardo es muy com-plicado poder manipularlo.Antesdefnalizarestapequea parte introductoria quiero agradecer la cooperacin del personal de prs-tamos de la hemeroteca quienes me hicieron factible el poder manipular losdocumentos,asmismolacon-fanzadepositadaporlaSra.Sub-directoradelarchivo,yagradecer de la misma forma, la oportunidad que los editores de la revista cuLtu-ramebrindanparadifundirestas imgenes rescatadas del ostracismo del olvido para ser nuevamente me-moria.Parte I:Cien aos desde el recuerdo ofcial: Qu recordaron?Fuente: D.O., viernes 13 de octubre de 1911, T. 71, N 237, p. 2596REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 13Fuente: D.O., martes 31 de octubre de 1911, T.71, N 252, p. 2709.Fuente:D.O., martes 31 de octubre de 1911,T. 71, N 252, p. 2716.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 13REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 14Fuente: D.O., jueves 02 de noviembre de 1911,T.71, N 254, p. 2725.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 14REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 15Fuente: D.O., domingo 05 de noviembre de 1911,T.71, N 257, p. 2749.Fuente:D.O.,domingo 05de noviembre de 1911,T.71, N 257,p. 2754.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 15REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 16Fuente: D.O., lunes 06 de noviembre de 1911,T. 71, N 258, p. 2757.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 16REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 17Fuente: D.O., martes 07 de noviembre de 1911,T. 71, N 259, p. 2765.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 17REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 18Fuente: Diario del Salvador, viernes 1 de septiembrede 1911, portada.Fuente: Diario del Salvador, lunes 4 de septiembre de 1911, p. 3.Fuente: Diario del Salvador, martes 5 de septiembrede 1911, portada.Parte II:Recordando cien aos desde el Diario del SalvadorREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 18REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 19Fuente: Diario del Salvador,lunes 12 de septiembre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 19REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 20Fuente: Diario del Salvador,mircoles 6 de septiembre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 20REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 21Fuente: Diario del Salvador, mircoles 13 de septiembre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 21REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 22Fuente: Diario del Salvador, viernes 22 de septiembre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 22REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 23Fuente: Diario del Salvador, viernes 20 de octubre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 23REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 24Fuente: Diario del Salvador, mircoles 25 de octubrede 1911, portada.Fuente: Diario del Salvador, viernes 27 de octubre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 24REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 25Fuente: Diario del Salvador,mircoles 1.0 de noviembrede 1911, portada.Fuente: Diario del Salvador,mircoles 1.0 de noviembre de 1911, portada.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 25REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 26Fuente: Diario del Salvadormircoles 3 de noviembre de 1911, p.4REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 26REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 27La independenciacomo problemaSiempre se ha hermanado el ideal de la libertad con la sed de sangre de los vencedores. (J. Dols Corpeo, Revista del Ateneo, ao II, n.o 14, diciembre de 1913 y 1914: 71).I. Prembuloa independencia como problema ana-liza la visin que socios fundadores y primerosmiembrosdeunaorganiza-cin cultural salvadorea el Ateneo de El Salvador (diciembre de 1912) nos ofrecen de la doble independencia centroamericana la primera emancipacin de Espaa (1821) y la segunda de toda potenciaextranjera(1823)aligualquereseasu enfoquesobrelavidaindependientedelistmo.Esta generacin olvidada celebra el primer centenario del primer grito de independencia (1811), as como el de la independencia con un mayor decoro que el nues-tro. Mientras en la actualidad la pompa cvica dispo-ne la conmemoracin patria, los atenestas y sus con-temporneos nos muestran una visin ms trgica y refexiva de la historia.Si la independencia ocurre por simple contingen-cia, sin luchas populares ni resolucin poltica frme, la vida independiente la dictan guerras fratricidas y matanzas que opacan toda ilusin de libertad. El ar-tculorescatalaproduccinculturaldeunagene-rafaeL Lara-martnezsi la independenCia oCurre por simple ContingenCia, sin luChas populares ni resoluCin poltiCa firme, la vida independiente la diCtan guerras fratriCidas y matanzas que opaCan toda ilusin de libertad. LREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 28racinolvidada,claveparanuestro presente que se apresta a festejar el segundo centenario (2011), a la vez querestituyeunaconcienciapaci-fsta irreconocida.La propia existencia de esta ge-neracinpacifstaladestierrauna hegemonaliberalunainstruc-cin cvica y moral prctica guber-namentalquelaconsideraanti-patritica(Guzmn,1914:194). En la inventiva histrica liberal, las ideas extremas de los partidos socia-listas y antimilitaristas as como lasindgenascomunalesquese arraiganenlasmasaspopulares menoscaban el sentimiento innato, el dogma inmortal del amor a la pa-tria (Guzmn, 1914: 141 y 167).Encambio,entiemposdepaz, paralosreformadores,ladisparidad entre20.3%queabsorbelaCartera de Guerra y Marina contra el 5.65% de la Cartera de Instruccin Pblica requiere construir un equilibrio eco-nmico(Suay,1911:7y10).Aspi-remosparaquetengamoscadada menosnecesidaddegrandesejrci-tos,losque,enrealidad,nohante-nidodesdehace90aosquesomos independientes, ms misin que la de destrozarnos entre hermanos (Suay, 1911: 12). Ms que una nacin unida ensuanhelolibertario,Laindepen-denciacomoproblemarastrealas racesdeunpasdivididodesdesus comienzos fundacionales.II. Del olvido cvicoHacia la fundacin del Ateneo de El Salvador sucede un renacimien-to intelectual en el pas (ao 1, n.o I,1/diciembre/1912:1).Despus de un eclipse de varios aos, debido alperododedesorganizacinque hemosatravesado,sepercibeuna favorable oportunidad para discu-tirlacuestinnacionaldemanera seria y razonada. Sus primeros so-cios creen que el poder de la cien-ciasobrepasarestrileseinfe-cundas luchas, polticas sangrien-tas (ao 1, n.o I, 1/diciembre/1912: 1;lautopadeunaNacinque pertenece a todos por el auxilio de la Ciencia y del Arte, inaugura el Libro Araujo, 1914: 10).Laconcienciadeundesastre histrico intenta revertir su esfuer-zo hacia la labor conjunta de todos los hombres de ciencia, de letras y de arte, que hasta ahora han vivido aislados.Bajolosnoblesauspi-cios del Jefe de la Nacin Salvadore-a, Manuel E. Araujo (1911-1913, fechasdemandatopresidencial), la utopa consiste en inaugurar un espaciopblicodeexpresinenel cual la discusin argumentada sus-tituya confictos armados.DesdeElPrimerCertamenLi-terariodelAteneodeElSalvador, unadelastemticasmsreitera-das interpreta el sentido que posee laindependenciacentroamerica-REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 29naeneseprincipiodesiglo(aoI, n.o 12, octubre/1913: 381-382). La respuestamstradicionallaexpo-ne la conformacin de una religin laica para uso del Estado y cultura ofcial.Enestalneaconservadora,el panegrico reemplaza el pensamien-tocrticoquehacedelaindepen-dencia un problema. Bajo la misma rbricaclasifcanvariasfamosas poesasquecomponenPatriade FranciscoGavidia(versindefniti-va, 1974: 241-376), odas, biografas y discursos incluidos en los Juegos FloralesdelCentenariodelaInsu-rreccin de 1811 (1911) y El libro de losJuegosFlorales(1921),aligual quelaOdaaCentroamricade AlfonsoEspino(poetadoblemente laureado, 1921; ao IX, n.o 84, sep-tiembre/1921: 1521-1526 y ao X, n.os 85-87, 1921: 1598-1601).A esta tendencia tambin perte-necensemblanzasdelosprceres, loas a la libertad, himnos (a la ban-dera)yunsinnmerodetrabajos que al resear El Salvador a travs de la historia le prescriben el ttulo de hija predilecta de la Federacin (Salvador R. Merlos, ao VI, n.os 57-68,enero-diciembre/1918:1206; pero admite que el Sol del Unionis-moimplicafrescasangre,saber derramarlasangre(1206-7),sin osarasociarestehechoamatan-zas que enturbian ideales). Hay una exaltacin de la patria un ascenso glorioso a la libertad sin ms con-trariedadqueclebressacrifcios de hombres ilustres, los prceres, y algunos de sus proslitos populares.Estacorrienteinstituyeuncivis-mofervoroso.Peroalproponeruna creenciapatriticaciega,suprinci-pio pasional traiciona el poder de la Cienciasometidoademostraciones historiogrfcas,aligualqueaposi-blescontra-argumentos(LibroArau-jo, 1914: 10). El olvido cvico lo que elcivismoolvidaensusloaspiado-sasesexigirrazonamientosmet-dicosyanttesisquededuzcansus faquezas.Enestaomisinsurgen tressociosdelAteneoAdrinM. Arvalo,JosDolsCorpeo(primer presidente; pseudnimo de Jos Do-lores Corpeo) y Abraham Rodrguez Pea con sus respectivas propues-tas sobre la independencia como pro-blema.Alaconvencinhistoriogrf-ca republicana en boga la de una gestaheroicapopulardirigidapor prceresiluminados(JosMatas Delgado,segnlahistoriaofcial, pero al lado de los monrquicos y sindestacarseantesdelaprocla-macindeindependencia(Durn, 1961:13))conatinadalucidez, lostresmiembrosnocontraponen la invencin de un nuevo mito: bs-quedadeprohombrespopularesde izquierda, Pedro Pablo Castillo, cual REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 30REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 31losugiereAlejandroDagobertoMa-rroqun(Apreciacin,1974:73-76). Ambasposicionescontrapuestas historiaconservadoraofcialyre-visinmarxistamantienenenco-mn la idea de una gesta heroica por la fundacin de la patria. En cambio, los atenestas aducen la ausencia de todoprocesodeindependenciay, peoran,undescalabrofratricida subsiguiente a la fbula liberadora de 1821 (la independencia como fc-cindeslumbradora,espejismoy demssinnimos,ladefendeDols Corpeo, 1914: 10 y 14).Adiferenciadeotrasregiones de Latinoamrica, en El Salvador es imposiblereconstruiruntranscur-so incesante de luchas independen-tistas.Entreelprimergrito(1811) elsegundointentoabortadopor lanzarotrogritodeindependencia (1814)ysudobledeclaracinf-nal[1821(independenciadeEspa-a) y 1823 ( independencia de toda potenciaextranjera)]noexisteuna continuidad.Segnlosatenestas, se presenta un hiato infranqueable, un dilatado letargo independentista sinlderesobviosnivoluntadpo-pular.Entreesossieteadiezaos desopor(1811-1814-1821-1823), forecelaindiferencia.Eldesmayo patritico lo comprueban las escue-tasanotacionescronolgicasque realizan los historiadores Francisco J.MontereyyMiguelngelGarca para los aos 1815-1820 (el trmi-no lo aporta el ttulo del trabajo de Monterey, 1943/1977: 49-60; lo se-cunda Garca, 1952: 307-308). Aca-solaideadeunaluchacontinua por la independencia sera un mito fundacional, republicano y liberal.La visin ms trgica de los ate-nestasquizsmsrealistaal recordarmatanzasindependien-tescuyoaoemblemticolocifra 1863 es irreconocida por una ra-znflosfcahegemnica,bastan-tetradicional.EnnuestroEstado no podemos admitir otras obras de poesa [e historia] que los himnos a los dioses y los elogios de los hom-bres grandes (Platn, La Repblica, Libro X, 1973: 289). El civismo ha-bita la ciudad del silencio y del olvi-do (Ramrez Pea, 1912: 99).III.Alaindependenciacomo problemaIII. 1. Jos Dolores CorpeoSi no existe proceso de indepen-denciaylalibertadimprevistaex-presa sed de sangre, Dols Corpeo (1914: 14) se pregunta por las razo-nes del espejismo de mil ochocien-tos veintiuno y del cauce sangrien-to [que] se abri en tierra centroame-ricana debido a esa contingencia. He aqu resumida su posicin crtica queelpropiopresidenteenturno, ManuelE.Araujo(alocucindicha REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 32REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 33el 3 de julio de 1913), caracteriza de alta aristocracia del talento (citado en Dols Corpeo, 1914: 3).El espejismo de mil ochocientos veintiunoasonadaquecasual-mente, sin un gesto heroico, saluda-mos como nacimiento de la Patria [esuna]fccindeslumbradorade soberana[cuya]fatalidad[produjo] matanzasydebatesfratricidas[en pueblosque]jugabanalalibertad, como jugar a las muecas [con] sus manos manchadas de sangre. [Si de-seamos testimonio vivo], fjemos los ojos en la huella triste que seala en los campos el paso de la discordia y de la matanza. Pidamos una palabra aesaspirmidesdecalaverasque se alzan en las llanuras. (Dols Cor-peo, Patria, 1914: 14, 19, 26 y 36; ensayo laureado; lo secunda Garca, 5 de noviembre (1914: 49), nuestras fratricidas luchas [comienzan en] El Espinal[conlaoposicin]deDel-gadoalaincorporacindeCentro Amrica a Mxico).Ya eran eco lejano los aconteci-mientos reseados [de 1814] cuan-do vino intempestivamente el ama-necer de la Patria soada [] el acta deIndependencia[]nosintetiza el ideal supremo de los prceres de 1811, porque no se adopt la reso-lucinfrmeycategricadedecla-rar la forma de Gobierno, sino que se dej a la deliberacin de un Con-greso[]loshombresde1821no estabanposesionadosdeladoctri-narepublicanayabrigabantemor a la democracia. Tampoco era frme su propsito de libertad [] el esp-ritumonrquicovivalatenteenla sociedad [] cuatro meses despus tuvo Centroamrica su primera ca-da,alconsumarse[]suanexin a Mxico [] y gui ese atentado la aristocraciamonrquicadeGuate-mala [] tras un violento forcejeo el 24 de junio de 1823 se logr sellar lasegundaindependencia[lacual] comprobaba la falta de unidad y la anarquaenlosprincipios[]la ConstitucinFederaldecretadael 22denoviembrede1824[estable-ca] hermosas teoras [al lado de las cuales]lospatriotaspusieronlas basesdelaanarqua[]alllegar como primer Presidente de Centro-amrica, Manuel Jos Arce en abril de1825[seconvirti]enmanzana deladiscordiayquizscausadel sangrientodesbarajuste[]esl ejemplodelatiranaylainconse-cuencia[del]incrementodelsan-griento separatismo [seguido por la dictadura de] Mariano de Aycinena [] ste en su esfera y Arce en otra, sentaron el precedente de la guerra civil,de1827a1829,unapoca horrenda (Dols Corpeo, 1914: 53-57, 60 y 64).Su visin trgica dibuja una tor-tuosalneacronolgicadeeventos adversos.Nosconducedeunain-REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 34dependenciaaccidentalquellega deafuerasingestaheroica(1821), recadaenlasumisinimperial mexicana (1822), segunda indepen-denciaquetitubeaensusprinci-piospolticosrectores(1823),tira-nadeArceyAycinenacomopre-ludiofunestoalfratricidiosepara-tista(1825-1829;5denoviembre, 1913:27;vasetambin,n.106, marzo/1926:4103-4querepro-ducedocumentode9/mayo/1829 acusandoaArcedehacerlague-rra [] destruccin y muerte para perpetrarseenelpoderlocualse-ala su hora triste de benemrito a cuadillo), parntesis caudillista de FranciscoMoraznquientambin se impone por la violencia guerrera enGualcho(1828-1838),ascenso de Rafael Carrera (1839), sangrien-taagonamoraznidaenelEsp-rituSantoySanPedroPerulapn (1839)hastaseparacininevitable (1840-1842). Esta cronologa la co-ronanuestradecadenciaquede pueblos de pensadores y patriotas descendimosapueblodebrba-ros (Dols Corpeo, 1914: 69).III. 2. Abraham Ramrez PeaPorsuparte,RamrezPeaes-tropea la celebracin del Centena-rio del Primer Grito de Independen-cia(1811-1911)alevocarloses-tragos blicos del perodo indepen-diente(JuegosFlorales,1911yPor lapaz,1910:13).Mientrastodos losintelectualesqueinventanuna religin laica se visten de gala para recitarloasalapatria,supostura pacifsta les recuerda el sino trgico de la soberana nacional.LacronologadeDolsCorpeo suspendidaeneldescalabrode Morazn(1840-1842)Ramrez Pealaproyectadosdcadasdes-pus, la cual prosigue el sino fatdi-co de Centroamrica con matanzas guatemaltecas y salvadoreas, bajo el comando de Rafael Carrera y Ge-rardoBarrios(1863).Elcorolario colateral de la independencia son guerrasfratricidasydespiadadas desastrosascarnicerashuma-nas [] en el transcurso de un siglo REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 35devidarevoltosaenlascuales contodahonrasedescuartizaal enemigo,alhermanocentroame-ricano(RamrezPea,1910:95y 182). Estamosprximosacumplir cienaosdevidaindependiente,y quhemoshechodurantetanto tiempo?Destruirnosmutuamente [] Cul ser el legado que el siglo viejodejaralnuevo?Elrecuerdo de tantas guerras sangrientas en las cuales el hermano mat al hermano, el padre al hijo y el hijo al padre [] Nuestrahistoriapatria[es]reseas horripilantesdecombatesquefue-ron verdaderas matanzas. En el par-te que el general Santiago Gonzlez comunicalministrodelaguerra el da 28 de febrero de 1863 se leen estos prrafos: el campo de Coate-peque,alanochecerdelda24de febrero era un vasto osario: el cam-poenemigocubiertodecadveres yheridos,elcieloennegrecidopor la plvora, la desolacin y la muer-teportodaspartes.Msadelante dice: La mortandad que sufran las tropasguatemaltecaseraespanto-sa[]causabaverdaderohorror elcampodeCoatepequealavista no slo del nmero de muertos, sino tambinporelestadodeellos:por todosladosseencontrabanmiem-broshumanos,yaunacabeza,ya unbrazo,unapierna,hombresdi-vididos en dos partes, estragos cau-zados por nuestra artillera, que con tantoaciertodirigieronlosofciales BiscoubyyVasseldignosdereco-mendacin.(PorlapazdeCentro-Amrica, 1910: 11-12 y 40-41)Lo notable de la postura pacifs-tadeRamrezPeacontrastacon posiciones ms convencionales que endefensadevaloresliberalesy unionistasclsicosolvidanque 1863representaunadevastacin. Siporconveniopatriticolama-tanzaquedespedazaenemigos conservadoresyseparatistasse percibecomomemorablejorna-da[]enquequedaronaniquila-dashordasimpositoras,parecera que todo valor ideal resulta inmune alaprcticasocial,alaviolencia, por la cual se realiza (Juan Gomar, AoIV,n.33,enero/1916:620). REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 36Conquistarlaurelesinmarcesibles enloscamposdeCoatepequesig-nifca coronar al vencedor gracias a lamortandaddelvencidomutilado (PedroFlores,AoVI,Nos.57-68, enero-diciembre/1918: 1214).Poreseactodefestejoanteel estrago guerrero, se empaa la per-manenciaabsolutadelconceptode libertad que tanto se aora. El lega-do inmediato de esas masacres or-fandadgeneralizada,bandolerismo, fechora como medio de ascenso so-cial y proveedora de servicios legales, identidad nacional como disfraz lo describe la mejor novela de Ramrez Pea, Cloto (1916). Lascifrasdemuertosencom-bate sobre cuya preciosa sangre [] como alfombra rojiza [] se ce-lebralavictoriaconlatradicional diana (51-52 la estima el ensayo ElsitiodeSanSalvadoren1863 deGilbertoValenciaRobleto(Ao XXXII,n.164,diciembre/1944: 50-64).Carrerapierdeunos1600 hombresel22defebrero;alda siguiente[]msde2300bajas; el da 24, ms fatdico para Carre-ra[seacumulan]cadveresputre-factos de 5500 guatemaltecos (51-52).Poresamatanza,secumple herosmoysagradodeberenaras delapatrialoscualessefestejan el da 29 [] con banquetes y bai-les [] ocho das de festa (52). De sumar tales cifras totalizaran unos nuevemilcuatrocientoscadveres en tres das, vindose doquiera los miembros de cuerpos; cabezas, bra-zos piernas, fragmentos de crneo (elmismoautorevalaenmsde 18.500hombreselejrcitodeCa-rreraqueinvadeElSalvadoren julio/1863(55)).Sobresucuadro horripilante,sombro,aterrador, se erige gloria y laureles inmarcesi-bles de Barrios y sus generales (53 y 51).Estudiosantropolgicospos-terioresilustranlatragediademo-grfcaindgenaquesignifcanlas guerrasfratricidaslascualesse extienden por varias dcadas del si-glo XIX. La detallada monografa de PanchimalcoquerealizaAlejandro Dagoberto Marroqun (1959: 97-98) ofrece informacin valiosa sobre los cambiospoblacionalesenesemu-nicipioparalosaos1807yluego para1860-1890.Estosnicosda-tos para el siglo antepasado obligan al antroplogo a contradecir tesis en boga relativas a la famosa consun-cin de la poblacin indgena [] causada por la poltica de los espa-oles a raz de la conquista (Marro-qun, 1959: 97). Por lo contrario, las cifras de fnales de la poca colonial demuestranquenohuboningn dfcit poblacional hacia el fnal de ese perodo (Marroqun, 1959: 97).Encambio,eldecliveestadsti-coslopuededocumentarlopara REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 37elperodoqueabarcade1807a 1860.Estareduccindemogrfca laexplicaelreclutamientoforzoso de la mayora de los jvenes [indge-nas]enedadmilitar[cuyo]destino era servir de carne de can [] en las guerras fratricidas [lo cual] nos lo confrma la tradicin [oral de] los ancianosdelpueblo(Marroqun, 1959:98).Encontrasteconotras regionesdeLatinoamrica,enEl Salvador,laviolentavidaindepen-diente las guerras intestinas que abundarontantoduranteelsiglo XIXocasionaunadisminucin poblacionalindgenamsadversa que la provocada por la colonia (Ma-rroqun, 1959: 98).III. 3. Adrin M. ArvaloArvaloremataestapercepcin crtica de una vida independiente so-metida a masacres. Su novela hist-rica Lorenza Cisneros (1912: 20) na-rra el nuevo tutelaje que los nobles guatemaltecosquierenimponerlea mi Patria, por lo cual se necesita una segunda independencia (1823) luego delaanexinalMxicomonrqui-co.Relatatambinelanhelofallido querepresentaFranciscoMorazn (1792-1842)elcualculminaenla marcha al Oriente del Estado, y la tremenda carnicera en la que rod el cuerpo de Jorge Llerena, prome-tidodeLorenza(Arvalo,1912:60. Se trata de San Pedro Perulapn o Espritu Santo, 1839? La sangre de SanPedroPerulapnyelEspritu Santo en 1839, la confrmara Dols Corpeo,1914:67).Morazncay porquequeralaUninabalazos (Arvalo, 1916: 40).Ella y su padre Juan Vicente Cisneros,JefeSupremodelEsta-donoconcibenmsalternativa quesepultarseenelfondodelol-vido(Arvalo,1912:72).Emigran aunaretiradapoblacinquizs al mismo Perulapn o por el Espri-tu Santo lejos de las bajas intri-gascapitalinas,luegodequecon la muerte de la Federacin Centro-americananaceelreinadodelos cuervos (1840. Arvalo, 1912: 73). En el in-silio (exilio interior), la hija del enemigo acrrimo de la tirana prometidaeternadelBrigadier Jorge Llerena llora sus esperan-zas muertas. (Arvalo, 1912: 74).Esteautoreselnicoquele concedealamujerunpapelacti-vo en la poltica, incluso durante la guerra.SienlutadaLorenzaCisne-ros se dedica a velar las tumbas de supadreydesuprometido,enEl 63.EpisodiosNacionalesHistrico-Novelescos(1916),lafminaacta como consejera, apoyo vital para el ejrcito de Barrios y, al cabo, al em-puararmas,personalmilitardili-gente en la defensa de la capital sal-vadorealiberalcontralainvasin conservadora de Carrera.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 38Sinembargo,comomentoran-tima de Barrios, la mujer nunca lo-graunaposicinadministrativade prestigio.Sienmimanoestuviera aBeatriz[deDorantes]lanombra-ra Ministro general del gobierno que presido, reconoce el mismo Barrios (Arvalo, 1916: 22). An para la cau-saliberal,laesferapolticaregente sehallareservadaalomasculino. Comocombatienteellamuestrala misma crueldad que sus colegas del sexo opuesto, al quemar vivo al ene-migoguatemalteco.Ennombrede laautodefensaydelarepblicali-beral, unos veinte soldados invaso-res arden borrachos en una cabaa (Arvalo, 1916: 151). El terror de los invasores lo combate la barbarie de lasdefensoras,cuyohondolamen-to expresa no consumir vivos a ms guatemaltecos en las llamas.Achicharrar a los malditos cha-pines que caigan en la trampa, cuan-do ya estn bien borrachos. Qu ideamspeliaguda![]saliendo bien la cosa, no importa como dices, pegarle fuego a la tal casa, que por cierto est bastante vieja, ya que sus llamastostarnaunosveintemi-serables.Qulstimaquenosean ms[]momentosdespus,gran-desllamassealzabanesparciendo su luz siniestra por aquellos alrede-dores en donde los invasores haban sembradoelterroryelespanto. (Arvalo, 1916: 150-151).Arvaloretomalainterpretacin pacifstadeRamrezPeaalrecor-darlamismafechaemblemticadel descalabro independiente en el istmo, 1863.Ensusegundanovelacitada, El 63 (1916: 87), la vida independien-tesedenominaladanzamacabra. Las guerras por la misin unionista viceversa, por la separatista con-cluyen en frtiles campias [en Coa-tepeque],dandoabundantesfrutos, gracias a la sangre guatemalteca de-rramada en ellas de manera lastimo-sa (Arvalo, 1916: 87). Todoidealdeuninylibertad se ahoga en la hecatombe, aun sea porautodefensa.Noesdablepa-sar rpidamente de la lucha [fratri-cida]alauninpacfcaysincera (ConferenciadePazCentroameri-cana,Washington,D.C.,noviem-brede1907,RamrezPea,Porla paz,1910:148).Elproyectounif-cado de nacin lo asfxian disputas homicidas.1Talcualloconfrmael testimoniodeunsoldadorasoque lucha hasta el descalabro liberal, el verdaderoidealconsisteenvengar lamuertedesupadreylatristeza de su madre al matar, matar ms, matar siempre y sin misericordia el mayornmerodeenemigos!Ven-gar a mi padre se deca a s mis-mo el intrpido mancebo Oh s! lo vengaraunquemecuestelavida! Puesqu!Haberfusiladoalautor de mis das esos canallas! un pobre REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 39viejo! en todas mis correras logr matar veinte enemigos, herir cinco y hacer prisioneros seis. Por supues-to,losltimosfueronpasadospor las armas; los heridos se murieron alapostre:portodos,pues,slo fuerontreintayunolosdemico-secha!Estoysatisfecho:mipadre ha de haber visto desde el cielo que, simssemehubieranpuestoa tiro, me los soplo sin remordimien-tosparavengarcumplidamentela muerte que le dieron a l, al pobre viejo, que ya a penas poda con la fe de bautismo! (Roque Baldovinos, 2008: s/p).Esamatanzaafectanosloa dospaseshermanosenemigos, sinoaunamismanacindividida enposicionespolticasenpugna. Es verdad que no slo fueron gua-temaltecoslosquepusieronsitioa SanSalvador,paraderrocaralGe-neraldonGerardoBarriosyaca-bar con nosotros: la mayor parte de lossitiadoresfueronsalvadoreos ymuylegtimosguanacos(Roque Baldovinos,2008:s/p;lasagami-litardeBarrioslarestituyendocu-mentos primarios que reproduce la RevistadelAteneo(Nos.111-112, AoXIII,agosto-septiembre/1926: 4362-4390y4429-4458):viajea NicaraguaacombatircontraWi-lliamWalker(1856),iniciodelu-chaporelpoderafaltadeenemi-gocomn,intentodeinsurreccin contrapresidentesalvadoreoRa-faelCampoyenemistadconDue-as(junio/1857),senadordurante presidenciadeMiguelSantndel Castillo(febrero/1858),conficto entrepoderlaicoyreligioso(sep-tiembre/1861), Misa de gracias y Te Deum en la capital luego de matan-za de guatemaltecos en Coatepeque (1863), etc.). Desde sus inicios, la nacin sal-vadoreasehallaseccionadaen bandos enemigos que se combaten a muerte. El ensayo de Valencia Roble-to revela la divisin interna de la na-cionalidad salvadorea por la alian-za del Doctor Dueas con Carrera, quien cuenta con el apoyo de todos losdemsgeneralesynotablesde SantaAna,Sonsonate,SantaTe-cla [] los Guirola, Orellana, Duke, Gallardo, los Sol, Cceres, Olivares, Alcaine,Livano,Escaln,Dubny los generales Choto, as como por la traicin del general Santiago Gonz-lezacargodeSantaAna(n.164, diciembre/1944: 55-57).Caudillaje y tirana reinan en elcampolibre,campodeluchade la codicia y de la desvergenza hu-mana,delamatanzaydelosde-batesfratricidas(DolsCorpeo, 1914:19).Antelamortandad,en unin borgeana de los opuestos, no sesabequinestraidor,quines hroe. Y La Gloria republicana nos confesa: he visto sus manos man-REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 40chadasensangre.CulesCan? CulesAbel?CulesJudas? CulesJess?NosProfun-dosilencio(DolsCorpeo,1914: 30).Loinsigneseconfundeconlo villano, ceidos ambos por una os-curaviolenciabajolacualhechos yvaloressonpardos(proverbio popular,denochetodoslosgatos son pardos, lase, bajo la violencia generalizada,todoslovaloresson pardos). IV. Coda1811fuelaprimeraynica epopeya[independentista].Centro Amricasedeclarindependiente sin efusin de sangre, y es por eso que no fguran acontecimientos tr-gicos y picos [en 1821]. El inmortal Padre Delgado se opuso a la incor-poracin de Centro Amrica a Mxi-co [1822], enviando una columna de tropas a Santa Ana y Ahuachapn, poblacionesquequizssimpatiza-ban con aquella incorporacin, ha-bindoseentabladouncombateen el Espinal [donde] se derram la pri-mera sangre generosa centroameri-cana [] y empezaron nuestras fra-tricidas luchas. Miguel ngel Garca (Ao I, No. 12, octubre/1913 y 5 de noviembre, 1913: 46-48)Bastanesastresbrevesanota-cionesDolsCorpeo,Ramrez PeayArvalopararesumirun pensamientocrticoirreconocido. En este mes de septiembre cuando entonamoscantosgloriososycvi-cosalapatriadenuevo,atavia-dos de etiqueta recordamos que al menos tres intelectuales del cambio de siglo antepasado cinco, al aa-diraMiguelngelGarcaySalva-dorTurciosR.percibenenesta celebracin carencia y olvido. Todos ellos nos revelan apoteosis exagera-das e irreverentes en un pas recin fundado y sin proyecto unifcado de nacin. Celebramosgestaspicasinde-pendentistassindocumentarlas,a lavezqueacallamoselfratricidio resultante.Acechadaporunahis-toria violenta, la conciencia de una generacinolvidadanosexigeuna refexinseriasobresupropiotes-timonio del siglo xix, poca que los procrea(Yo,enesafecha[1863], eraunniodeseisaos,asegura el testimonio ocular de la huda de Barrios(Arvalo,El63,1916:166; la intencin testimonial se repite en laspginas44,62,134y139).Al igualqueArvalo,Caso(s/f:s/p) justifcasuafrmacincomotesti-monioocular:quienescribeeste relatoseencontrenlugarprivile-giado para ver y or en forma directa [] tena doce aos de edad, deca, quienestascosasrelata,cuando lleg a la Direccin General de Poli-ca su padre, don Saturnino Rodr-guez Canizales. De Arvalo a Caso REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 41hayunaconcienciatestimonialol-vidada). Laviolenciafundadoralaviven comopresenciacontinua,yaque aunasnuevesemanasdelain-auguracindelAteneo(1/diciem-bre/1913), asesinan a su mecenas, al Gran Protector de las Letras Na-cionales Manuel E. Araujo, a cuya memoria se dispone dedicar un n-mero entero (el atentado a macheta-zos ocurri el 4/febrero; la muerte, el9/febrero/1913).Avelarsume-moria de Gran Hombre y Mrtir se dedican un nmero entero de la re-vista y la edicin de una volumino-sa obra que recopila poesa, ensayo, discursos,cartas,etc.ensuhonor pstumo (Ao I, n. 6, 9/abril/1913 y Libro Araujo, 1914). Eloscurohomicidioanuncia-dosinautorintelectual(aunque segn el periodista y poeta salvado-reoQuinoCaso(s/f)fueelpropio presidentedeGuatemalaManuel EstradaCabrera)sealzacomo smbolomortuoriocentraldeesa dcadadeldoblecentenario(1911-1921; el anuncio de su asesinato lo asienta el Libro Araujo, 1914: 15). Su cuerpoyacienteseinstituyecomo hado fatdico que ensombrece la ce-remonia, al recordar la tragedia, los asesinatosindividualesyenmasa de las repblicas independientes. Paramltiplesintelectualesde la poca, Araujo representa espritu unionista,oposicinalainterven-cinestadounidenseenNicaragua querefrendalaverdaderainde-pendenciaeidealnacionalista queseoponealcarcterprivado deserviciospblicoscomoferro-carrilesyelectricidad(documenta-doporSuay,1913:16ysecunda-doporCaso,s/fyTurcios,1915). Sumuertesellaladisolucinde esatriplealianza:unionismo-anti-imperialismo-nacionalismo.Aeste tringulopoltico,elTesoreroGe-neral de la Repblica, Jos E. Suay (1911: 7 y 1913: 7 y 17), aade una obra econmica que aumenta las rentasdelestadoyamortiguala deuda pblica (la reduccin de la deudapblicalaconfrmaelLibro Araujo, 1914: 30).2Ante el fretro del patriota, h-roe y mrtir prcer mandatario (Libro Araujo, 1914: 7) los escritos empolvados de esa generacin evo-can la falta de cruzada libertadora [sin] audacia de colocarse por s el simblicogorrofrigio(DolsCorpe-o, 1914: 11) al igual que atesti-guan el paso de la discordia y de la matanza en carniceras humanas post-independentistas(Ramrez Pea, 1910: 95; lo secunda Arvalo, 1912: 60, tremendas carniceras). Haceunsiglo,porestarecoleccin en forilegio fores que fenecieron sin huella el Ateneo se coloca en unsitioprivilegiadodentrodela REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 42produccinintelectualsalvadorea (parafraseamos versos nhuatl). **Lejosdetodomitoyadulacin, losprimerossociosdelAteneonos presentan diversas refexiones sobre laindependenciacomoproblema. Otromiembroaludido,Salvador Turcios, aduce: que la Independen-cia fue el resultado de la preparacin y aptitud decidida del pueblo [] es un absurdo [sin documentacin au-tntica]laparadojadelaindepen-dencia seala una feliz contingen-cia [] sin partido autonomista [ni] aptituddecididadelpueblo(AoI, n. 12, octubre/1913: 391-393). Su consecuenciamspatentesonlos sombros territorios de nuestra His-toria, del ao 1821 al presente (Tur-cios, Al margen, 1915: 28).3Incluso las versiones ms tradicio-nalesqueexaltanlasgloriassobera-nas de la patria no olvidan el descala-bro de las repblicas independientes. El festejo queda obligado a reconocer un sino trgico y asesino que ensom-brecetodacelebracinirrefexiva. Noveiscmosematanhermanos con hermanos? (Carlos Bustamante, poeta laureado, El libro, 1921: 14). En luchas fratricidas, Patria, despus te aferras;revoluciones mprobas y criminales guerrasentre las fauces del terror!Envilecieron tus republicanos fueros,Nativas autocracias! Callaron los aceros,En vez de hundirles su fulgor!(JosLlerena,poetalaureado,Ellibro, 1921: 22)A principios del siglo XXI, es para-djico el encierro mental de la globali-zacin.Haceunsiglocontamosms versionessobreunhechohistrico fundamentalqueenelpresentede-mocrtico.Losatenestasysuscon-temporneosdemuestranunmayor decoro que el nuestro en el homenaje. Obsesionadoporpicaindependen-tista,herosmoysilenciodeguerras independientes, la actualidad empaa toda versin que no apoye su predomi-nio poltico. Para ello, a la vspera del segundocentenariodelprimergrito (1811-2011) de la nica epopeya? hayqueolvidartodaaquellades-confanza que remuerda la conciencia histrica del primer centenario. Pidamos una palabra a esas pi-rmidesdecalaverasquesealzan enlasllanurasrecitaunaexigen-cia historiogrfca que nuestra (pos)modernidadnoejercean(Dols Corpeo,1914:36).Quizselte-moralademocraciasinfrme propsitodelibertadnosem-barga desde 1821 hasta el presente (Dols Corpeo, 1914: 54). QuizsREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 43notas1.Siresultaciertoqueelcarioyestimacin que el pueblo salvadoreo, principalmente el delacapital,profesalGeneralBarriosya su esposa Adela, consisti en que para ellos no haba distincin de clase, sus presuntos descendientestraicionaronlosprincipiosde igualdadalanhelarposicionesaristocrti-cas (Arvalo). En Ricardillo (1961) de Enrique Crdova, doa Mara de la Paz organiza una festa para dar muestras de su gran linaje y deslumbrar a la concurrencia, a quien atien-de sentada en sillones forrados de terciope-lo rojo y brazos dorados. En la pared lucan dos retratos al leo: el del General Barrios y eldelfundadordelafamiliadelaengreda doaMaradePaz[]teniendoalladoun atril con el libro en letras azules que contena el rbol genealgico (Crdova, 1961: 81-82). TodoslosidealesdelliberalismoenBarrios se diluyen en sueos de ostentacin conser-vadora de la familia Paz. La gesta republicana se reduce a la bsqueda de ascenso social de los sucesores, quienes deberan conservar su legado. 2.ElxitofscaldeAraujo,Suayloresumede la siguiente manera. No hay Nacin que est encircunstanciasdepresentarlosmismos resultadosobtenidosenellapsodeunao, es decir: aumento en el producto neto de las rentasde$16.28%;unadisminucinenla deuda pblica general del 9% ms o menos. SieldoctorAraujopudieraobteneriguales resultadosdurantelos3aosquelefaltan desuperodopresidencial,habraobtenido []nuestraautonomafnanciera(Suay, 1912: 13-14). Su asesinato sellara el fracaso de esa independencia econmica que despega luego de 21 aos de esclavitud y de pasivi-dad el 1 de marzo de 1911, siete meses antesdelacelebracindelprimercentena-riodelgritodeindependencia(5/noviem-bre/1911) (Suay, 1912: 1912: 9). De manera esplndida, los festejos fueron pagados con recursos propios de Erario, con un gasto de poco menos de $300,000 (Suay, 1912: 11). 3.Este autor ilustra una visin liberal republi-canabastantehispanocntrica.Alavezde denunciarelimperialismoyanqui(AoIII, n.30,octubre/1915;vasetambin:Ao IV,Nos.35-36,marzo-abril/1916)accin depatriotafervienteyluchadorporelen-grandecimientodeCentroAmricadecla-raejidostierrasindgenasdelcomn causantes de males y atraso de la industria agrcola.Comoconsecuenciadelaextin-cin,el2demarzode1882,cuyosistema haca difcil obtener los benefcio de la mayor partedelosterrenosdelEstado,haentra-do toda la propiedad raz en el caudal de las especulaciones econmicas. Por eso creemos que El Salvador es una de las Repblicas de HispanoAmricaqueestmenosexpuesta a la conquista territorial por las razas extra-as [por la indgena?]. Resuelto el problema delosejidos,queengendranlosmalesyel atraso de la industria agrcola, como lo com-pruebalaEconomaPolticaySocial,noes aventuradodecirquesehadadoungran halnenlosdestinosdelpasporlaruta indefnidadelprogreso(AoI,n.1,1/di-ciembre/1912:24).Acasoanti-imperialismo hispano y anti-indigenismo eliminacin de tierras ancestrales indgenas, concedidas por la propia corona espaola correspondan a dosfacetascomplementariasdeunamisma lnealiberalyrepublicanadepensamiento. Bajolamismaperspectivahispanismode raza ibero-americana, sino anti-indigenista, almenossinopcinindigenistapodran estudiarselascelebracionesdeldadela raza, el 12 de octubre (Ao III, n. 30, octu-bre/1915; Ao VIII, Nos. 73-74, junio/1919-noviembre/1920, Castro Garca, 1922, y Ra-mrezPea,1920).LaexaltacindeEspaa evocacindeunmaravillosocantopi-co deja muy poco lugar para lo indgena en ese da de la raza (Castro Garca, 1920: 7, as como nmero n. 96, octubre/1926 dedicado ntegramente a rendir homenaje a la Madre Patria).REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 44apndicEBatalla del El Espinal, 12 de marzo de1822.(1800-1900).J.A.Ce-vallos,RecuerdosSalvadoreos, Tomo I, 1950.BatalladelEsprituSanto,12de marzode1822.(1800-1900).J. A.Cevallos,RecuerdosSalvado-reos, Tomo I, 1950.BatalladeGualcho,6dejuliode 1822.(1800-1900).Revistadel ArchivoNacional,Honduras (1800-1900).Batalla de Ramrez, 1822. Villacor-ta, Dicccionario histrico de Am-rica Central (1800- 1900).BatalladeGualcho,del24deju-nio al 5 de julio de 1824. Revista delArchivoNacional,Honduras (1800-1900).Batalla de Mejicanos, 14, 15 y 17 de agostode1824.Diccionariohis-tricoenciclopdicodeElSalva-dor (1800-1900). Batalla de Arrazola, 23 de marzo de 1827. Gaceta de El Salvador, n.o 54 , julio 9 de 1852.BatalladeMilingo,18demayode 1827.(1800-1900).Memorias del General Manuel Jos Arce, y Modesto Barrios.BatalladeMilingo,18demayode 1827.(1800-1900).J.A.Ceva-llos,RecuerdosSalvadoreos, Tomo III, 1920.BatalladelaTrinidad,11deno-viembrede1827.(1800.1900), Don Eustaquio Sierra de Sabana Grande,cuentaaDonPascual Sandreslospormenoresdela BatalladeMoraznamedioda del 10 de noviembre de 1827.Batalla de Santa Rosa (Guatemala), enerode1828.J.A.Cevallos, RecuerdosSalvadoreos,Tomo III, 1920.Batalla de Chalchuapa, 1 de marzo de 1828. Gaceta del Gobierno de Guatemala, Mayo 3, 1828. Batalla de San Salvador, 12 de marzo de 1828. J. A. Cevallos, Recuerdos Salvadoreos, Tomo III, 1920.Batalla de Santa Rosa, 21 de Marzo de 1828. Boletn Ofcial n. 7 del 7 de junio de 1871.BatalladeMejicanosylaciudad deSanSalvador,31dejuliode 1828.J.A.Cevallos,Recuerdos Salvadoreos, Tomo III, 1920.BatalladeMejicanos,20desep-tiembre de 1828. J. A. Cevallos, RecuerdosSalvadoreos,Tomo III, 1920.Batalla de San Salvador, 23 de junio de 1830. J. A. Cevallos, Recuerdos Salvadoreos, Tomo III, 1920.BatalladeJocoro,14demarzode 1832.J.A.Cevallos,Recuerdos Salvadoreos, Tomo III, 1920.I. ndice de batallas de El Salvador (1822-1885)REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 45BatalladePotrero,31deenerode 1840.J.A.Cevallos,Recuerdos Salvadoreos, Tomo III, 1920. Batalla de Obrajuelo, 15 de agosto de 1845.J.A.Cevallos,Recuerdos Salvadoreos, Tomo III ,1920.Batalla de la Arada, 2 de febrero de 1851. Villacorta, Diccionario his-trico de Amrica Central. Batalla de Santa Rosa, 21 de marzo de 1856. Miguel A. Garca, Estu-dio histrico de don J. R. Mora.Batalla de las Charcas, marzo 15 de 1829. D. J. Guzmn, Revista del Crculo Militar, Nos. 61 y 62.BatalladeRivas,11deabrilde 1856. Vilacorta, Historia de Am-rica Central.BatalladeSanJacinto,14desep-tiembre 1856. J. A. Cevallos, Re-cuerdos Salvadoreos,Batalla de Masaya, 11 de octubre de 1856,(1800-1900). Boletn de No-ticias, n. 20, octubre de 1856.Batalla de Masaya, 15 de noviembre de1856.(1800-1900).Srarand Herald, Wendy Album, 10 de di-ciembre de 1956.Batalla de San Pedro Perlarn, 28 de Abrilde1921.DiarioLatino,n. 14789, 25 de septiembre de 1939.Batalla de Coatepeque, 24 de febre-rode1863.GmezG.Barrios ante la Posteridad, Managua.BatalladeSantaAna,libradalos das 7, 8, 9 y 10 de abril de 1871. Inserta en el Boletn Ofcial n. 3.BatalladePasaquina,1876.Diario Ofcial, n. 304 de Abril de 1876.Batalla de Pasaquina 17 de abril de 1876.DiarioOfcial,n.389del 19 de abril de 1876. Batalla de Santo Domingo, San Vi-cente 1885. Accin de Santo Do-mingo. J. A. Cevallos, Recuerdos Salvadoreos, Tomo 1, 1950.BatalladeChalchuapa,1885.Dia-rio Ofcial, n. 90 del 16 de abril de 1885.La lista de treinta y cuatro bata-llas durante sesenta y tres aos devidaindependientepresupo-neunpromediode1.85.Este violentolegadopost-indepen-dentista se traduce en un estado de guerra permanente en el cual cadanueve-diezmeseslasocie-daddebemovilizarseparaen-frentarnuevoscombates.Toda energa creadora queanhela un afndelibertadydeauto-go-biernosediluyeenbeligerancia fratricida.Estatragediacomba-tivacorroetantomseltejido social cuanto que se dirige con-trahermanosvecinos,aligual que contra otros departamentos y ciudades salvadoreas en des-acuerdo con la posicin hegem-nica de la capital. Basta recordar que la nica jornada revolucio-nariaexitosaladel5deno-viembrede1811enSanSalva-dor nos ofrece la imagen de un REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 46pas dividido y en pugna, ya que ciudades importantes como San Miguel, San Vicente, etc. se opo-nenalagestaindependentista. Engeneral,lostrabajosanalti-cossobrelaindependenciadel pashacenabstraccindeeste legadoblicocomocorolarioin-mediatodeunaindependencia quellegadefuerayquecarece de hondo arraigo en un proceso de lucha generalizado. Parecera que libertad signifcara derecho a la batalla.ii. la victoria dE coatEpEquEBarrios u el Salvador reprendanLas doctrinas del Hijo de Mara;Y Carrera la hipocresaLa fantica y falsa Religin.En Coatepeque, teatro sin prestigioSus contrarias falanges se avistaronY el preludio de guerra ejecutaronLos estampidos roncos del can.El ltimo domingo de febreroComenzaron la cruentas libacionesQue hicieron de Carrera las legionesImplorando el auxilio de SatnEl lunes San Pedro dirigieronLos fuegos de su tren de artillera;Mas intiles fueron todo el daLos esfuerzos tenaces de su afnLas bombas incendiaron por la nocheLas enramadas secas de su cumbreSus fancos inundaba en roja lumbreDe innmeros fusiles la explosin:Y entonces aquel Cerro parecaCon la cima de llamas coronadaDe un volcn en magnfca erupcin.De la noche a las nueve suspendieronLos fuegos de morteros y caones, REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 47Y entonces las estrellas a millonesEn el cncavo azul resplandecieronLas huestes de los beligerantes.***El sol del 24 de febreroResplandeci por fn sobre el Oriente,Siempre adornando su radiosa fuenteLa aurora de eterna claridadAntes de acometer los invasoresCon sangre humana enrojecen la tierra.Entonaron cual cntico de guerraLa Salve que es un himno de piedadY estas son, oh serviles, las falangesQue vuestra saa al Salvador envaA sostener la guerra ms impa.So capa de piedad y ReliginQue dira en los cielos San BernardoAl or la efusin de su ternura, Sirviendo al fanatismo y la impostoraPara emprender una matanza atroz?***Llega por fn el lance formidable, Arrojando furiosos a la arenaLas balas destructorasDel rife matador parten silbandoy, cual campo de espigas,Las huestes enemigasEn su curso fatal van derribando,Las tropas retrocedenAl verse destrozadas,Mas cobran breve alientoY vuelven a la carga reforzadas.As durante once horasREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 48Sostvose el combate encarnizado,Y vise en todas partes(Cuadro fatal de muertes y horrores!)Sangre humana brotandoEn hirvientes y rojos surtidores,En eco pavoroso,Las almas compasivas aterrando,Doquier all resuenan,Todo lo envuelven las columnas de humoY horrsona armona el aire atruena.En medio de la lucha formidableDel Salvador los hijos valerososComo ansia inexplicableMiran la faz mudableDe la suerte y sus fuegos caprichosos,Y dudan por instantes, Sosteniendo la lid encarnizada,Del xito fnal de la jornada.Mas nunca el Salvador ser vencido,Que le asisten a unaLa justicia infexible de los Cielos, De Morazn los irritados manesY de Barrios el Genio y la FortunaCon la mirada impvida y serena,Al instante decisivo,Por el frente y el fanco al unto ordenaUna carga terrible al enemigoY Gonzlez a un tiempo y BracamonteDe Barrios a la vez obedecieronY cual rayo cayeronSobre Carrera haciendo tal matanzaQue sus tropas perdieronHasta el ltimo asomo de esperanza;Y, vencidas entonces, destrozadas,En todas direccionesREVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 49Huyen al fn dispersas y aterradas.Un himno de victoriaDel Salvador los hijos entonaron, Y en sus sienes brillaronLos rayos inmortales de la Gloria***Los genios invisibles aquel daVieron tambin surgir por el OrienteDejando en pos de s brillante rastro,Y desde aquel instanteEl clarn de la famaDe Barrios por doquiera le proclamaLa estrella afortunada y rutilanteAntonio AragnSan Salvador, domingo 8 de marzo de 1863.EstefragmentodelpoemaLa victoriadeCoatepequedeAnto-nioAragn(SanSalvador,domin-go8demarzode1863)testimonia lamatanzadetropasguatemal-tecasgraciasalacualseproduce uncelebradotriunfosalvadoreo. Loincluimosnoporsuslogrosde factura potica sino por su relacin histrica inmediata de los sucesos. Recalcamoscmoalavezdede-nunciar la intervencin guatemalte-caideologareligiosaqueanhela matanzaatrozjustifcaenlos mismostrminosdevotosjusti-ciainfexibledelosCieloselex-terminioquelossalvadoreosrea-lizan contra los invasores. Si tales matanzasfratricidascaracterizan lavidaindependientedelsigloXIX honran la identidad patria, him-nodevictorianoresultaasom-broso que el istmo permanezca divi-dido por siglos. REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 50BiBliografaArvalo,AdrinM.LorenzaCisne-ros. San Salvador: Imprenta Na-cional/BibliotecadelAteneode El Salvador, 1912-1913.. El 63. Episodios Nacionales His-trico-Novelescos.SanSalvador: Imprenta Arvalo, 1916. AteneodeElSalvador.Revistade Ciencias,LetrasyArtes.rga-no del Centro del mismo nombre, 1912-1921, 1926 y 1944.Caso,Quino.Elprimerodelos Araujo.SanSalvador:Tlatoani, s/f.CortesadeRobertoMorn Geoffroy.CastroGarca,Alberto.Razaypa-tria.SanSalvador:Imprenta Nacional,1920.Premiadacon medalladeoroenelConcurso abiertoporelAteneodeElSal-vador,ainiciativadelaComi-sindeFestejosdelacelebra-cin de La Fiesta de la Raza en elCLXXVIIaniversariodeldes-cubrimiento de Amrica.Crdova,Enrique.Ricardillo.San Salvador: Tipografa Ungo, 1961.Dols Corpeo, Jos. Patria. San Salva-dor: Imprenta Nacional/Biblioteca del Ateneo de El Salvador, 1914. .ySalvadorTurciosR.(Eds.). LibroAraujo9defebrerode 1914.SanSalvador:Imprenta Nacional/BibliotecadelAteneo de El Salvador, 1914.Durn,Miguelngel.Ausenciay presencia de Jos Matas Delga-doenelprocesoemancipador. San Salvador: Direccin General de Publicaciones, 1961. El libro de los juegos forales (cente-nariodenuestraindependencia, 15deseptiembre18211921). San Salvador, Estado de El Sal-vador,Centroamrica:Imprenta Nacional, 1921. Garca, Miguel ngel. San Salvador. Desdelaconquistahastaelao 1894.Enlopoltico,social,cien-cias, letras y bellas artes. 1546-1946. Tomo I. San Salvador: Im-prenta Nacional, 1952. Gavidia, Francisco. Obras. San Sal-vador: Imprenta Nacional, 1913. Obrascompletas.SanSalvador: Ministerio de Educacin, 1974.Guzmn,DavidJ.Comentariosso-breinstruccincvicaymoral prcticaysocial.SanSalvador: Imprenta Nacional, 1914. Juegos Florales del Centenario de la Insurreccinde1811.Celebra-dos en San Salvador el da 3 de noviembrede1911.SanSalva-dor:TipografaLaUnin,Du-triz Hermanos, 1911.Marroqun,AlejandroDagoberto. Panchimalco. Investigacin socio-lgica.SanSalvador:Editorial Universitaria, 1959.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 51.Apreciacinsociolgicadelain-dependenciasalvadorea.San Salvador:EditorialUniversita-ria, 1974. Monterey, Francisco. Historia de El Salvador.Anotacionescronol-gicas,1810-1842.TomoI.San Salvador:EditorialUniversita-ria, 1977. Platn.LaRepblica.Madrid:Es-pasa-Calpe,1973.http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblio-teca/otrosautoresdelaliteratu-rauniversal/Platon/larepublica/index.aspRamrez Pea, Abraham. Por la paz de Centro Amrica. Estudio paci-fsta. San Salvador: Centro Edi-torial Melndez, 1910..Almasgrandes;ensayodeno-vela regional. San Salvador: Im-prenta Melndez, 1912.. Cloto, novela. Barcelona: Ramn Sopena Editor, 1916..Sucinta historia de los juegos fora-les; discurso. Octubre de 1919. San Salvador: Imprenta Nacional, 1920. Roque Baldovinos, Ricardo. Un an-tecedente centroamericano de la literaturatestimonialdefnales delsigloXIX.ElsargentoHer-nndezdeMiguelP.Pea.En: Istmo.Revistavirtualdeestu-dios literarios y culturales centro-americanos,n.16,enero-junio 2008.www.denison.edu/istmo. PeridicoLaUnin,n.124,lu-nes 14 de abril de 1890: 2-3. Suay,JosE.Laorganizacineco-nmica de El Salvador. San Sal-vador:ImprentaNacional,mar-zo-abril, 1911.. Estudio sobre la situacin econ-micadeElSalvador,presentado alseorPresidentedelaRep-blica.SanSalvador:Imprenta Nacional, 1912. . La obra econmica del Dr. Manuel E. Araujo, Presidente de la Rep-blica,1demarzode19114 defebrerode1913.SanSalva-dor:ImprentaNacional,1913. En: J. Dols Corpeo y S. Turcios (Eds.),LibroAraujo.Imprenta Nacional/BibliotecadelAteneo de El Salvador, 1914: 144-159.Turcios R., Salvador. Al margen del imperialismo yanqui. San Salva-dor: Talleres Tipogrfcos de Du-triz Hermanos, 1915.5denoviembre.SegundoCertamen Literario del Ateneo de El Salva-dor. San Salvador: Imprenta Na-cional/BibliotecadelAteneode El Salvador, 1913. REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 52Antonio Bonilla. De hijos suyos podernos llamar.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 53En el verano de 1821 el avance arrollador delasublevacinencabezadaporelco-ronel Agustn de Iturbide puso a la orden deldalaindependenciadeMxico.Asi-mismo,propiciqueelvecinoReinodeGuatemala rompiera sus lazos con la metrpoli espaola y, ms an, determin los tiempos y las formas en que se produjoestaruptura.Enesteartculoexaminolos dos componentes fundamentales de aquella coyun-tura:porunlado,elempeodeAgustndeIturbi-de y otros altos dirigentes mexicanos por incorporar alnacienteImperiolacapitanadeGuatemala;por otro, la adhesin al Plan de Iguala por parte de las autoridades centroamericanas, la cual tuvo a su vez diversas variantes.Desdeuniniciolosdirigentesmexicanosque promovieron el Plan de Iguala contemplaron exten-der su proyecto poltico a las provincias centroame-ricanas;ellonoobstantequeenmateriadeadmi-nistracin y gobierno la audiencia de Guatemala se diferenciaba claramente del virreinato novohispano.1 Si bien el Plan no aluda expresamente a las provin-cias guatemaltecas, al estipular que el nuevo Estado habra de ser regido por una Junta Gubernativa de laAmricaSeptentrionaldabaaentenderquesu El plan de Igualay la independencia de Centroamricamario Vzquez oLiVerala idea de los jefes mexiCanos de anexar al imperio la audienCia de guatemala tena Como base un planteamiento geopoltiCo desmesurado en su ambiCin mas no Carente de sentido.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 54autoridad podra extenderse allende el virreinato. Segn la Constitucin deCdiz,laAmricaSeptentrional abarcabalaNuevaEspaaconla Nueva Galicia y Pennsula de Yuca-tn,Guatemala,provinciasinter-nas de Oriente, provincias internas deOccidente,isladeCubaconlas dos Floridas, la parte espaola de la isladeSantoDomingoylaislade Puerto Rico con las dems adyacen-tes a stas y al Continente en uno y otromar.2Comolaposibilidadde unir todas estas posesiones bajo un slo mando poltico vena siendo ba-rajada por la propia Corona, aquella brevealusinsuponesusposibles consecuencias. Esto no slo era cla-ro para la jefatura mexicana. Segn hicieronpatentelosacontecimien-tosposteriores,tambinlasauto-ridadesydirigentesguatemaltecos recibieronelmensajeconbastante claridad.Laideadelosjefesmexicanos deanexaralImperiolaaudiencia deGuatemalatenacomobaseun planteamiento geopoltico desmesu-rado en su ambicin mas no caren-te de sentido. En principio obedeca apreocupacionesrelacionadascon ladefensaestratgicaylaestabili-dad interior del Imperio en ciernes, que se crean en peligro si los gua-temaltecosguardabanlealtadala corona espaola o bien optaban por formar una repblica independien-te.Almismotiempolaanexinde Guatemalaperflabalaintencin de convertir al Estado mexicano en una potencia continental. Plan pacfcoEn aras de incorporar al Imperio las provincias de Guatemala, Iturbi-de conspir y ejerci diversos tipos de presiones sobre sus autoridades. Sin embargo la aceptacin del Plan deIgualaenaquellaslatitudesno fuesloresultadodedichasaccio-nessinotambin,engranmedida, de la propia conviccin y del clcu-lopolticodelosdirigenteslocales, aunque esto vari enormemente de una provincia a otra.Desdemediadosde1821elde-sarrollodelosacontecimientosen Mxicotuvounimpactodecisivo enlasprovinciasguatemaltecas. Aunquelasfuerzastrigarantesno representabanunaamenazainmi-nenteeraclaroqueelgobiernode laaudienciacarecaderecursosy respaldolocalparaenfrentaruna eventualincursindelosrebeldes mexicanos.SienMxicotriunfaba Agustn de Iturbide, la independen-ciadelGuatemalasloseracues-tin de tiempo. Pero, cul indepen-dencia?Enrealidad,segnsehizo evidenteenestacoyuntura,una buenapartedeladirigenciacen-troamericana no confaba en que el Reinopudierasubsistircomopas REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 55independientedadasupobreeco-nomayescasosrecursosmilitares para la defensa del territorio. En este sentido,paralasprovinciasguate-maltecas el Plan de Iguala no slo re-presentaba la promesa de un gobier-no representativo, garantas para la iglesiaylasautoridadesconstitui-dasyseguridadparalosoriundos de la pennsula; tambin signifcaba poder contar, en aquellos momentos de enorme incertidumbre, con la au-toridadyelpoderodeunherma-nomayor,elImperioMexicano. Demaneraparadjica,laacogida favorablequetuvoestaopcinen-tre los dirigentes del Reino no con-dujo a un trnsito pacfco a la vida independiente.Porelcontrario,al amparo del proyecto mexicano, fac-cionesygruposdepoderregional emergieron de manera beligerante a la palestra poltica, fracturando paz y la unidad que hasta entonces, mal que bien, haba preservado el Reino de Guatemala.Tempranamente el Plan de Igua-lacontconimportantessegui-doresenlacapitalguatemalteca. EntreellosdestacabanMarianode AycinenaysusobrinoJuanJos, el marqus de Aycinena, lderes de unaacaudaladafamiliacriolla(la nicaquecontabaenlaaudiencia con un ttulo nobiliario), en torno de lacualsecongregabaunpoderoso sector de la lite chapina. La identi-fcacin de los Aycinena y sus alle-gadosconelproyectodeIturbide era coherente con sus propias con-viccionesliberalesyconstituciona-listas, pero tambin con sus esfuer-zos de larga data por tomar en sus manoslaconduccindelantiguo Reino.Lohabanintentadodema-neraentusiastaduranteelprimer periodo constitucional. Pero cuando fuerestauradoelabsolutismode-bieronenfrentarlareaccindelas autoridades coloniales, lo que cost a varios de ellos la proscripcin y la crcel.Ladimisindelcapitnge-neral Jos de Bustamante en 1817 ysobretodoelrestablecimientode la Constitucin en 1820 les permiti fnalmentevolverporsusfueros.3 Sinembargo,apesardesuconsi-derable poder econmico y poltico, en realidad los Aycinena y su grupo carecandelasalianzaseconmi-cas, polticas y familiares indispen-sables para poder consumar sus as-piraciones hegemnicas.4 Ms an, aunquesuelellamrselesoligar-qua o aristocracia, no eran sino unafraccindelalitecapitalina, que lejos de integrar un solo grupo poltico albergaba en su seno diver-sos sectores.En efecto, pese a compartir el ob-jetivo comn de consolidar y exten-der su predominio sobre el conjunto de las provincias, no pocos criollos guatemaltecos,funcionarios,pro-REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 56Antonio Bonilla. El Circo de la Crueldad.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 57pietariosagrcolasycomerciantes, desconfaban de la agresiva inclina-cinhegemnicadedichaaristo-craciaysostenanposturasdiver-gentes respecto a temas sustantivos de poltica y economa, como el libre comercio,lasubsistenciadelCon-sulado,laproteccindelasmanu-facturas locales, el papel de diputa-cionesyayuntamientoseinclusive lamismalealtadalacoronaespa-ola. De hecho, aunque el restable-cimiento de la constitucin permiti que los Aycinena y sus allegados, la faccin de los cacos, retomaran un lugar central en la palestra poltica, noobtuvieronlosmejoresresulta-dos en los comicios de 1820 y 1821. Por el contrario la votacin para in-tegrarelnuevoayuntamientoyla diputacinprovincialfuefavorable a los bacos o gases, faccin que encabezabaelintelectualhondure-o Jos Cecilio del Valle, compuesta por peninsulares y criollos afnes a las autoridades espaolas.5Dadasestascircunstancias,los Aycinenainterpretaronlasubleva-cin trigarante como una oportuni-dadpararetomarlainiciativayen consecuenciadesdeabrilde1821 buscaronestablecercomunicacin conIturbide.Desdeluegocompar-tan los principios polticos del Plan deIguala,6perotambinintuyeron sudimensingeopolticayantici-paron que en un futuro prximo el gobiernomexicanoibaarequerir hombres de confanza entre la aris-tocracia guatemalteca.Adems de suscitar las expecta-tivasdelosAycinenayotrasfami-liasdelaaristocraciachapina,el pronunciamiento de Iguala tambin signifc un aliciente para otros gua-temaltecosquedesdetiempoatrs deseabanlaindependencia,como PedroMolina,JosFranciscoBa-rrundiayFranciscoJosCrdova. Mucho se ha escrito acerca de estos famosos personajes que publicaban un peridico poltico, El Editor Cons-titucional, y encabezaban un peque-o grupo de activistas republicanos. Asimismomantenanrelacioneses-trechas con grupos similares en San Salvador,Nicaragua,Hondurasy Quezaltenango.Ciertamente,alos republicanosguatemaltecoselPlan deIgualalesprovocabaresquemor por su carcter monrquico, pero en principionopercibieronenelpro-nunciamientodeIturbideninguna amenazacontrasupropioproyec-todeemancipacinnacional.En principio no crean capaz al general mexicano de ocupar por la fuerza las provinciasdeGuatemala;adems, antiguos insurgentes a quienes ellos admirabantambinsehabansu-madoalasublevacintrigarante.7 As,Molinaysugruponodudaron en sumar esfuerzos con los Aycine-na para impulsar la independencia.REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 58Lejosdepromoverelderroca-mientoviolentodelasautoridades espaolas,losindependentistas guatemaltecosencaminaronsus pasosaestablecerunacuerdopa-cfco. Este esfuerzo cristaliz en el llamadoPlanpacfcodeindepen-denciaparalaProvinciadeGuate-mala, ideado hacia fnales de agos-to por Mariano y Juan Jos de Ayci-nena, Mariano Beltranena, un alle-gadosuyo,ylosrepublicanosMo-linayBarrundia.Esteplansegua lapautadelmanifestodeIguala encuantoamantenerensuscar-gosalasautoridadesconstituidas, protegerlafecatlicayproclamar la alianza natural con Espaa. De hecho en el primero de sus once ar-tculos se ofreca la jefatura del mo-vimientoalpropiocapitngeneral, Gabino Ganza. En caso de aceptar-la deba convocar inmediatamente a una junta general de la ciudadana. Una vez acordada la independencia sera instituida una junta guberna-tivacompuestapordosrepresen-tantesdecadaprovincia.stase ocuparadeconvocaruncongreso constituyente.Eldocumentopro-pona garantizar pleno respeto para los peninsulares, a quienes prome-ta privilegios en materia de comer-cio.Nomencionabaparanadael Plan de Iguala.8 El 30 de agosto Aycinena comu-nicaba a Iturbide que sus combina-ciones no haban logrado mayores progresos,limitndoseapreparar pormediodelaprensalaopinin capitalinayaproponerleelplan pacfcoalcapitngeneral.Sisus paisanoscontinuabaninclinados al quietismo, deca el guatemalteco, resultara indispensable contar con elconcursodetropasmexicanas paraproclamarlaindependencia.9 A esas alturas la ciudad de Oaxaca ya haba sido ocupada por las fuer-zas trigarantes. Con ello el dominio colonial en Guatemala tena los das contados. Sin embargo ese quietis-modenunciadoporAycinenaper-miti que otros actores irrumpieran demaneraintempestiva.El28de agosto el ayuntamiento de Comitn proclam la independencia segn el Plan de Iguala. Las dems autorida-desdeChiapasnotardaronense-guir ese mismo camino. El 3 de sep-tiembre el ayuntamiento de Ciudad Real, el intendente y dems autori-dades civiles y eclesisticas procla-maron la adhesin de la provincia al Imperio Mexicano.10Enlacapitalguatemaltecase conociestanoticiael13desep-tiembre.Ainstanciasdeladiputa-cinprovincial,elcapitngeneral convoc aquella reunin que segn elplanpacfcodebadecidirel destino de la audiencia, la cual tuvo lugar el da 15 por la maana. Ese mismo da el peridico republicano, REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 59rebautizado como El Genio de la Li-bertad, informaba que Iturbide pre-paraba una gran expedicin militar paramarcharsobreGuatemala.11 Conestoselementosalavistala asambleadiscutilargayacalora-damente. El pblico que abarrotaba elPalaciodeGobiernovitoreabaa losoradoresquesepronunciaban en favor de la emancipacin. El ar-zobispo y el lder gas Jos del Valle propusieron posponer la declarato-riahastacontarconmsnoticias deNuevaEspaa,perodichamo-cinnofuebienrecibida.Pocoa poco el pblico se fue posesionando delrecinto,exigiendoagritosque se proclamara la independencia. Fi-nalmentelasautoridadesaccedie-ron.Lajornadaculmincuandoel capitngeneralsedispusoapres-tareljuramentorespectivo.Segn su propio testimonio, dicho funcio-nario intent jurar al mismo tiempo la adhesin al Plan de Iguala, pero elpuebloqueocupabalasala,la antesala,lasgaleras,yelatriode Palacio, gritaba sin cesar por la in-dependencia absoluta, y por que se quitasedeljuramentolaclusula de, en los mismos trminos de Mxi-co,aloqueGanzadebiacceder para evitar un altercado violento.12El acuerdo alcanzado ese da es-tipulaba convocar un congreso gene-raldelasprovinciasguatemaltecas paradecidirelpuntodeindepen-dencia y en caso de acordarla esta-blecer la forma de gobierno y la ley fundamentalquedebaregir.Entre tanto el capitn general deba conti-nuar al mando de las provincias cen-troamericanas; asimismo se dispuso lainstalacindeunaJuntaProvi-sionalConsultivaformadaporlos miembrosdeladiputacinprovin-cial capitalina ms dos representan-tes de cada provincia (Chiapas, Gua-temala, San Salvador, Honduras, Ni-caragua y Costa Rica), los cuales por loprontofuerondesignadosentre los residentes en la ciudad.La composicin variopinta de la Junta refejaba las distintas fuerzas polticaspresentesenelescenario capitalino. Gases como el chiapa-necoAntonioRobles,hastahaca poco leal vasallo de Fernando VII y ahora partidario de la unin a Mxi-co, o el propio Valle, ms bien escp-tico del Plan de Iguala, compartan asientos con aristcratas liberales como el marqus de Aycinena y Ma-riano Beltranena. Tambin formaba parte de este cuerpo gubernativo el salvadoreoJosMatasDelgado, republicano intransigente.El resultado segua la pauta del planpacfco.Nohabaquela-mentarhechosdesangreyporlo pronto el acuerdo pareca satisfacer a tirios y troyanos. Los republicanos secongratulabanporquesehaba proclamadolaindependenciasin REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 60Antonio Bonilla El Salvador dcada de las 80REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 61secundar el Plan de Iguala; pero no se trataba de un acuerdo defnitivo, y esto alentaba a los iturbidistas. Al no producirse cambios drsticos en las autoridades, el capitn general, el alto clero y numerosos funciona-riosrespiraronconalivio.Sinem-bargo faltaba conocer la reaccin de las provincias. Independencia y separatismoGuatemalaesuntodohermo-so,decaelmanifestoconqueel capitngeneralcomunicabalain-dependenciaalasdistintasprovin-ciaselmismo15deseptiembre,y las invitaba a decidir conjuntamente eldestinodelReinoenelcongreso de marzo.13 Pero los acontecimientos deChiapasparecananticiparque launidaddeesetodosehallaba enentredicho.Ciertamente,hasta entonceselprincipalelementoque dotaba de cohesin al Reino de Gua-temala era el referente comn de la autoridad espaola. Y una vez per-dido este referente, el desenlace era incierto.Larestauracindelrgi-men constitucional haba permitido que aforaran de sbito y con reno-vadaintensidadantiguosenconos delosdirigentesprovincianospara conelgobiernodelaaudiencia,al queidentifcabanconlosintereses y los proverbiales abusos de los co-merciantesguatemaltecos,cuyos vnculos con ellos tenan como base la imposicin, el clientelismo, prc-ticas monoplicas y un leonino sis-tema de crdito, que no otro tipo de alianzas familiares o econmicas.14 Dehecho,desdemediadosde 1821 la autoridad guatemalteca era impugnadaabiertamenteenalgu-nascapitales.Noosdejisenga-ar, amadas Provincias y hermanos mos, de esos ansiosos guatemalte-cos,cuyasvastasideasllevanpor objetolamasescandalosaconju-racin [de] absorberse el mando de todo el Reino, denunciaba un pas-quncirculadoenHondurasunos mesesantesdelaindependencia, volvedlavistalosaciagosdas enqueenaquellacapitalslorei-naba para nosotros aquella terrible ley de: Yo lo digo: yo lo mando... Se os oculta acaso, que por espacio de doscientos aos han tenido en Gua-temalafja,yencontinuoejercicio lacruelmesadelsacrifcio,donde raraserlafamiliadeprovincias quehayadejadodesersacrifca-da?. El autor de este dramtico li-belo, cierto Provinciano amante de larazn,tambinanticipabauna respuesta al plan pacfco fragua-doenlacapitalguatemalteca:Si [los chapines], como dicen, quieren levantarelgritodelaindependen-cia,hagmonossordos,unmonos paracontrarrestarsussacrlegas mximas,ydesconozcamostoda autoridad que emane de ella.15 REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 62Dicho y hecho, la demora de las autoridades capitalinas en adherir-se al Plan de Iguala fue aprovecha-da por las autoridades de distintas provinciascomounpretextoideal para abrazar las banderas del Impe-rio Mexicano y a un mismo declarar surompimientoconelgobiernode Guatemala. LosayuntamientosdeChiapas fueronlosprimerosentomareste camino.Entreagostoyseptiembre se adelantaron en secundar el Plan de Iguala. Luego rehusaron respal-darladeclaracinguatemaltecade independencia.Todolocontrario, trasconocerelactadel15desep-tiembresereunieronnuevamente autoridades,corporacionesyfun-cionariosdelaprovinciaparafor-malizarsurompimientodefnitivo conelgobiernocapitalinoydispu-sieron enviar un representante a la ciudad de Mxico para gestionar di-rectamente su incorporacin al Im-perio.16 EnHondurasyNicaraguala proclamacindelaindependencia tambin sigui la misma pauta. En Comayagua,capitalhondurea, ladiputacinprovincial,elayun-tamientoydemscorporaciones acordaron el 28 de septiembre sus-cribirelPlandeIgualabajolaex-presacondicindequedarsupedi-tadosalgobiernomexicanoenlos ramos militar, poltico, de hacienda y eclesistico. Unos das ms tarde seacorderigirlaintendenciade Hondurasencapitanageneraly lefueronconferidosaljefepoltico Jos Tinoco el rango de teniente ge-neralyelmandosupremodelos ejrcitosimperialesenlaprovin-cia.17Tambinel28deseptiembre ladiputacinnicaragensedispu-soelrompimientoconGuatemala ylaindependenciaprovisionaldel gobiernoespaolhastatantoque se aclaren los nublados del da. Fi-nalmente el 12 de octubre la dipu-tacinprovincialacordpromulgar laindependenciasegnelPlande Iguala y bajo los auspicios del ejr-citoimperial,protectordelastres garantas.18EnSanSalvadorlascosasto-maronotrocurso.Enestecasoel intendente y las autoridades de las principalespoblacionesmantenan estrechos lazos con el gobierno gua-temaltecoylafacciniturbidista. DehecholosAycinenahabange-nerado una importante clientela po-ltica en la provincia, sobre todo en lasregionesorientalyoccidental. Enelcentro,encambio,predomi-nabaunatendenciaautonomista tan acendrada o ms que en aque-llasotrasprovinciasseparatistas, surgidadeloslevantamientosde 1811y1814,perosusdirigentes sostenan principios republicanos y federalistasqueresultabanincom-REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 63patiblesconelPlandeIguala.El acuerdoentreambosagrupamien-tos permiti que el 21 de septiembre sesuscribieraelActafrmadaen Guatemala.19 El conficto sobrevino pocodespus,cuandoenlasvota-cionesparaintegrarladiputacin provincial se enfrentaron la faccin republicana y los partidarios del in-tendente. La actuacin arbitraria de este funcionario propici disturbios enlaciudaddeSanSalvadoryle gan el repudio de los ayuntamien-tosdelaprovincia,loscualesde-mandaronsuremocininmediata. LaJuntaProvisionaldestituyal intendente y nombr en su lugar al msapropsitodesusmiembros, JosMatasDelgado,quienerael patriarcadelosrepublicanossal-vadoreos. Por lo pronto el enroque contuvoelconfictoyevitporel momento que tambin esta provin-cia rompiera con Guatemala.20 Lamentablemente, la dislocacin delReinonohasidoexplicadaen su conjunto con el debido detalle.21 LarebeldadeLenyComayagua, en un primer momento, y Quezalte-nango y San Salvador, poco tiempo despus, suele achacarse a los pro-verbialesabusosdeloscomercian-tesguatemaltecos,quecontrola-ban sus mercados y expoliaban sus productos.Demaneraparadjica, enlasecesindeChiapaspesaron ms bien la debilidad de los intere-ses chapines y el relativo abandono de la provincia por el gobierno de la audiencia.22Cabepuntualizarque si bien los una su comn aversin hacialacapitalguatemalteca,los separatistasnoformaronunblo-quepoltico.Lejosdepostularuna reformaintegraldelantiguoReino, apuntaban a objetivos inmediatos y especfcos.Conellosuactuacin adquiri un sesgo mezquino. Coma-yagua, por ejemplo, trat de arreba-tar a Guatemala el control sobre los puertos caribeos y la plata de Te-gucigalpa; Len buscaba encabezar una nueva capitana. Por su parte, losquezaltecospretendanconsoli-dar su propio proyecto hegemnico sobrelaregindeLosAltos,ylos chiapanecos se proponan estrechar sus lazos mercantiles con Oaxaca y Tabasco. Slo en el caso de San Sal-vador el rompimiento con Guatema-la estuvo asociado a una propuesta deorganizacinnacionalalternati-va al Plan de Iguala. Esprobablequelaexpedita aceptacin del Plan de Iguala por las autoridadesdeChiapas,Honduras yNicaraguasehayavistofavoreci-daporloqueJorgeLujnMuoz califccomoactitudreaccionaria yantirrepublicana.23Perocomo muestraelpasqundelProvincia-no amante de la razn lealtad a la corona,aprecioporlaconstitucin yrepudiovisceralalachusmade REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 64El Salvador dcada de las 80REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 65chapinesnoeranconceptosque estuvieranreidosenloabsoluto. En todo caso debe destacarse cmo aquellosdirigentesprovincianos, recalcitrantesenefecto,buscaron adaptarse al cambio de los vientos, ajustandosusconviccionesycon-ceptosservilesalprogramapolti-codelPlandeIguala.Asimismoes importantesealarqueademsde constituirunarevanchacontralos aristcrataschapinesyunama-nifestacin del celo autonomista de los dirigentes provincianos, la irrup-cindelseparatismofuetambin productodelosreacomodospol-ticosinternosdelasdistintaspro-vincias, y en este sentido expresin de complejos procesos de conforma-cinhegemnicaendistintosnive-les,provincial,distritaleinclusive municipal,ligadosestrechamente alasreformasgaditanas,enparti-cularalestablecimientodediputa-cionesprovincialesyayuntamien-tosconstitucionales.Dehecho,en septiembrede1821ladecisinde secundar el Plan de Iguala vari de capital a capital, de distrito a distri-to, y en ciertos casos de un ayunta-mientoaotro,siempreenfuncin delaperspectivaparticulardeau-toridadesydirigenteslocales,del liderazgo que ejercan o pretendan ejercer facciones y grupos de poder alinteriordelasprovincias,desu relacin especfca con los intereses chapines y su acuerdo o desacuer-do con el gobierno de Guatemala. Demanerasignifcativa,enlas mismasprovinciasdisidentesse produjeronimportantesrupturas internas cuando algunas cabeceras se negaron a secundar los pronun-ciamientos secesionistas. Tales fue-ronloscasosdeGranada,Masaya yMatagalpaenNicaragua;Tegu-cigalpa,Choluteca,GraciasyLla-nos de Santa Rosa en Honduras, y HerediaySanJosenCostaRica. En San Salvador, cuando el gobier-no provincial rompi con el gobier-no de Guatemala, su autoridad fue repudiadaporSantaAna,SanMi-guelyotrosdistritos.Engeneral la disyuntiva de apoyar la secesin oseguirreconociendoalgobierno guatemalteco fue resuelta por cada cabeceraenfuncindesuslazos particularesconlosinteresesca-pitalinosylosacuerdosodisputas consuautoridadinmediata.Slo Chiapassemantuvounifcadadu-rante esta coyuntura.Elconviteregaladoysabroso del seorIturbideLasecesindelasprovincias imperialesrepresentunduro golpeparalosprcerescapitalinos que promovieron la declaracin del 15 de septiembre. Adems de rom-perlaunidaddelReinoysustraer vastasregionesalaautoridadde REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 66Guatemala,ponaenentredicho lamismalegitimidaddelaJunta Provisional.Anteestascircunstan-cias,salvandomomentneamente susdiferenciaspolticas,cacos ygases,republicanosyantiguos funcionariosdelaadministracin colonialcerraronflasentornoal gobierno capitalino. ste no conta-baconlosrecursosmilitarespara reprimir la disidencia, sin embargo conservaba el apoyo de los diversos distritosdeGuatemala,lainten-denciadeSanSalvadoryalgunas cabecerasdeNicaraguayHondu-ras,esdecir,tantoelcentroneu-rlgicocomolasreasmsricasy pobladasdelReino.24Ellopermiti queentreoctubreydiciembretro-pasguatemaltecasysalvadoreas frustraran los intentos de Comaya-guaporocupareldistritominero deTegucigalpa,ascomolospuer-tos de Trujillo y Omoa, que eran los principales accesos comerciales del Reino en el litoral atlntico. Apesardeparticiparenelgo-biernoprovisional,losAycinenay sugrupocontinuaronimpulsando ensecretolaadhesinalPlande Iguala.PeroanularelActadeIn-dependencianoeracosasencilla. Porprincipiodebananularalos antiguos miembros del bando espa-olista,ganarsealarzobispoyde-mspeninsulares,convenceralos miembros de la Junta Provisional y, lo ms difcil, doblegar la oposicin desusantiguosamigosrepublica-nos. stos no tenan mayor presen-ciaenelgobiernoperogozabande prestigioyejercanunainfuencia considerableenlapolticacapitali-na. Tras la declaracin de indepen-dencia,Molinaycompaaseem-pearonenunacampaadepro-paganda nacionalista por medio de laprensayunaTertuliaPatritica que haban organizado con este fn. Inclusive algunos activistas se tras-ladaron a pueblos del interior para agitar en favor de la independencia absoluta.Asimismoaprovecharon que en las sesiones de la Junta Pro-visional se sola conceder acceso al pblicoyaudienciaaparticulares para exponer sus ideas y hacer pa-tente, por medio de la movilizacin del pueblo, su peso poltico.25Losalegatosenprodelainde-pendencia absoluta que Molina pu-blichaciamediadosdeoctubre en El Genio de la Libertad fueron el primercatecismodelnacionalismo centroamericano.Segnsusargu-mentos,el15deseptiembreGua-temala haba adquirido el rango de nacin.Lospueblosqueantesha-bansufridoelyugodelacapital nada tenan que temer; en adelante cada provincia habra de ser seo-ra de s misma: libertad e igualdad eranprincipiosqueregiranenlo sucesivo.Guatemalanoestabaen REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 67deudaconMxico;ningunaayuda haba recibido de su parte para ob-tener la independencia y nada bue-no poda esperar de quien intentaba sojuzgarla y convertirla en provin-cia de un monarca mexicano. For-marunanacinrespetable,aun-quepobreconstituasualternati-va. El antiguo virreinato podra ser grande,ricoyfastuoso,perolas provinciasdelCentro,ligadaspor un pacto federal, no tardaran en al-canzar la misma fuerza invencible y la prosperidad asombrosa de la Amricainglesa,yenpocosaos daran un nuevo ejemplo al univer-sodelaprosperidadyvalordeun pueblo libre.26Enlacapitalmexicananopo-danpasarinadvertidasestasex-presiones. Sus argumentos eran se-diciosos por cuanto cuestionaban el proyecto de anexin de la audiencia deGuatemala,perotambinpor-queponanenentredicholosmis-mofundamentosdelgobiernode Iturbide. No por casualidad algunos opositoresdivulgaronenMxico losescritosdeMolina.Losmexi-canos...nointentarnarrebatarla libertaddelosguatemaltecosaun-quelessobranfuerzasyrecursos parahacerlo,replicdeinmediato un publicista imperial, preocupado, segnsupropiodicho,porrefutar lasideastanpeligrosascomobri-llantesdeltenazrepublicano.A principiosdediciembretambinla GacetaImperialarremeticontra Molina:Lospapelespblicosque all[enGuatemala]seredactanno son del Gobierno, ni la expresin de la voluntad general: son la obra de dos tres alucinados, que no cono-cen los recursos ni el inters de su propiosuelo,yqueporteorasde-seanunexcesodeperfeccindif-cil de adquirir aun en Provincias de mayor poblacin riqueza y luces.27 Contodo,larefutacinms contundentedelapropuestarepu-blicanavinodepartedelasauto-ridadesseparatistas.Chiapasha estadobajoelGobiernoGuatemal-teco como tres siglos, y en todo este tiemponohaprosperado...Gua-temalajamshaproporcionadoa esta provincia, ni ciencias, ni indus-tria, ni ninguna otra utilidad, y s la ha mirado con mucha indiferencia, sostenanloschiapanecos,para concluir tajantemente: Chiapas en ningn tiempo podr volver a estar bajo el Gobierno de Guatemala, aun cuando...llegueponerReyoRe-pblica.28ElReinotododeGua-temala, argumentaba por su parte ladiputacinnicaragense,por susituacintopogrfca,porlain-mensidaddelterrenoqueocupan suspoblaciones,porladispersin destas,porlafaltadeseguridad de sus puertos en ambos mares y la imposibilidad de pronta fortifcacin REVISTA CULTURA 105 ESPECIAL 68y por su pobreza, no puede empren-der el grandioso proyecto de erigirse soberanaindependiente;porquesi se ha de hablar con sinceridad las provincias todas unidas de este Rei-no, no les es dable representar otro papel, en caso de la independencia, que aspira la Amrica Septentrio-nal, que el de ser partes integrantes del imperio mexicano.29Expresionescomostas,delas queestnplagadosofciosyprocla-mas de las autoridades separatistas, han llevado a concluir a algunos au-torescontemporneosqueentodos los casos la adhesin al Plan de Igua-lafuedecididademaneraespont-neaporlospatricioslocalesylos ayuntamientossoberanos.30Pero Pedro Molina no bordaba en el aire. El entusiasmo que gener el Plan de Iguala entre los disidentes provincia-nostenacomopremisaelproyecto geopolticodelajefaturamexicana, esdecirlaintencindeincorporar alImperiolasprovinciasguatemal-tecas.Estefactordeterminelmo-mento y el sentido de los pronuncia-mientosseparatistas,enparticular su beligerancia y asertividad. Los se-paratistasnodudabandelrespaldo mexicano;poresomismosepudie-ron rebelar impunemente.Laconexinentrelospromoto-res del Plan de Iguala y sus seguido-res en la capital y las provincias del Reinotuvodiversoscanales.Uno muy importante fue la relacin en-tre Aycinena e Iturbide. Otro fueron las gestiones del coronel Manuel de Iruela, a quien Iturbide nombr co-mandante de Oaxaca con el encargo particulardepromoverelproyecto mexicanoenlaaudienciadeGua-temala por medio de exhortaciones directas a sus jefes y corporaciones obiendifundiendocuantasnoti-cias[ayuden]atanaltoobjetosin perdonar medio alguno.31 La labor deIruelayotrospropagandistas del Plan de Iguala infuyeron direc-tamenteenlospronunciamientos deChiapas,comomstardeenla secesindeQuezaltenangoyfnal-menteenlapropiaadhesindela capitalguatemalteca.Comoparte de esta accin en diversos momen-tos fueron enviados desde Mxico y Oaxacaemisariosofcialesyagen-tes encubiertos, entre otros los an-tiguosinsurgentesManuelMiery TernyTadeoOrtzdeAyala,as como los ofciales del ejrcito triga-rante Miguel Fagoaga, Pedro Lanu-za y Jos de Oate.32 Adems,