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APHILA REVISTA BIMESTRAL DE ASOCIACION DE PROFESORES DE HISTORIA DE LA IGLESIA EN LATINOAMERICA Clifton L. Holland, Editor General Volumen I, Número 1 – Marzo de 2012 INDICE 1. El origen y desarrollo del movimiento carismático en Costa Rica – Clifton L. Holland (página 2) 2. Breve historia de la Iglesia del Nazareno en Costa Rica – Mario Vargas Castro (página 11) 3. Sinopsis de la Historia de la Convención Bautista de Costa Rica, hoy Federación de Asociaciones Bautistas de Costa Rica - por Johnny Saborío C. (página 13) 4. El trabajo Pentecostal Santidad del misionero pionero Amós Bradley en América Central, 1908-1955, por Clifton L. Holland, Director de PROLADES (página 19) BIENVENIDOS APHILA da la bienvenida a los lectores del primer número de nuestra revista bimestral (que esperamos publicar en Marzo y Septiembre de cada año), bajo la coordinación del comité editorial compuesto por el presidente de APHILA, Dr. Clifton L. Holland, editor general (Director de PROLADES); el Dr. Jaime Prieto, vice-presidente y editor asociado (profesor de Historia de la Iglesia, UBL); y la Dra. Dorothy Bullón, secretaria-tesorera y editora asociada (profesora de Historia de la Iglesia, SENDAS). APHILA fue fundada en Costa Rica en febrero de 2012, con el propósito de (1) promover el compañerismo, el dialogo y la fraternidad profesional entre profesores de Historia de la Iglesia Cristiana e historiadores del movimiento protestante en América Latina y el Caribe por los medios electrónicos de comunicación (Internet, e-correo, Skype, etc.) y con contactos directos y personales en eventos en cada país (conferencias, seminarios, cursillos, etc.) de la región centroamericana; (2) mejorar las oportunidades de estudio y reflexión sobre la Historia de la Iglesia Cristiana en general y el Movimiento Protestante en particular, entre líderes eclesiales y estudiantes en programas de educación universitaria y teológica en América Latina y el Caribe en general y en la región centroamericana en particular; y (3) proveer oportunidades al público en general de conocer más ampliamente la Historia de la Iglesia Cristiana en América Latina y el Caribe, y comprender más sobre los factores positivos y negativos que impactaron el desarrollo de la Iglesia Evangélica en la sociedad moderna.

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APHILA

REVISTA BIMESTRAL DE

ASOCIACION DE PROFESORES DE HISTORIA DE LA IGLESIA EN LATINOAMERICA Clifton L. Holland, Editor General

Volumen I, Número 1 – Marzo de 2012

INDICE

1. El origen y desarrollo del movimiento carismático en Costa Rica – Clifton L. Holland (página 2) 2. Breve historia de la Iglesia del Nazareno en Costa Rica – Mario Vargas Castro (página 11) 3. Sinopsis de la Historia de la Convención Bautista de Costa Rica, hoy Federación de Asociaciones Bautistas de Costa Rica - por Johnny Saborío C. (página 13) 4. El trabajo Pentecostal Santidad del misionero pionero Amós Bradley en América Central, 1908-1955, por Clifton L. Holland, Director de PROLADES (página 19)

BIENVENIDOS

APHILA da la bienvenida a los lectores del primer número de nuestra revista bimestral (que esperamos publicar en Marzo y Septiembre de cada año), bajo la coordinación del comité editorial compuesto por el presidente de APHILA, Dr. Clifton L. Holland, editor general (Director de PROLADES); el Dr. Jaime Prieto, vice-presidente y editor asociado (profesor de Historia de la Iglesia, UBL); y la Dra. Dorothy Bullón, secretaria-tesorera y editora asociada (profesora de Historia de la Iglesia, SENDAS). APHILA fue fundada en Costa Rica en febrero de 2012, con el propósito de (1) promover el compañerismo, el dialogo y la fraternidad profesional entre profesores de Historia de la Iglesia Cristiana e historiadores del movimiento protestante en América Latina y el Caribe por los medios electrónicos de comunicación (Internet, e-correo, Skype, etc.) y con contactos directos y personales en eventos en cada país (conferencias, seminarios, cursillos, etc.) de la región centroamericana; (2) mejorar las oportunidades de estudio y reflexión sobre la Historia de la Iglesia Cristiana en general y el Movimiento Protestante en particular, entre líderes eclesiales y estudiantes en programas de educación universitaria y teológica en América Latina y el Caribe en general y en la región centroamericana en particular; y (3) proveer oportunidades al público en general de conocer más ampliamente la Historia de la Iglesia Cristiana en América Latina y el Caribe, y comprender más sobre los factores positivos y negativos que impactaron el desarrollo de la Iglesia Evangélica en la sociedad moderna.

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1. Origen y desarrollo del movimiento carismático en Costa Rica – por Clifton L. Holland, Director de PROLADES

El Movimiento de Renovación Carismática (MRC) en Costa Rica empezó a inicios de 1966 entre misioneros protestantes estudiantes del Instituto de Lengua Español (ILE) en San José, que es una institución interdenominacional.

El veterano misionero de la Misión Latinoamericana (“Latin America Mission” - LAM), Robert Sabean, me dijo (en una entrevista por teléfono realizada el 20 de febrero de 2009) que, a inicios de 1966, un nuevo misionero de LAM, Robert Smith, y su esposa llegaron a Costa Rica y asistieron al Instituto de Lengua Español, al mismo tiempo que lo hizo Bob y su esposa Nancy. En marzo de 1966, Robert Smith invitó a sus estudiantes a reunirse con él para discutir el “movimiento de renovación carismática” realizándose en Nueva Inglaterra, y un pequeño grupo de estudiantes empezaron a reunirse semanalmente los sábados en la noche con los Smith. Dentro de este grupo estaba Bob y Nancy Sabean, Jack y Mary Anne Voelkel, Tom y Nina Jean Cherry (Tom era administrador de la LAM en Costa Rica), Gerry y Nancy Reed (Iglesia Evangélica del Pacto, quien más tarde trabajó en Ecuador durante muchos años), entre otros.

Vea abajo mi correspondencia de correos electrónicos con los misioneros retirados de la LAM Jack y Mary Anne Voelkel, quienes pasaron la mayor parte de sus carreras como misioneros en Colombia en un ministerio dirigido a estudiantes universitarios.

De: Clifton L. Holland Enviado: Viernes, 20 de febrero de 2009 A: Jack Voelkel Asunto: Los primeros días del movimiento carismático en Costa Rica Estimados Jack y Mary Anne: Bob Sabean me dijo esta mañana (a través de una entrevista telefónica del 20 de febrero de 2009) que

un misionero nuevo de la LAM, Robert Smith, llegó a Costa Rica a principios de 1966 y asistió al Instituto de la Lengua Español. En marzo de 1966, Smith invitó a sus compañeros estudiantes a reunirse con él para conversar sobre el “movimiento de renovación carismática” y un grupo de estudiantes empezó a reunirse con él semanalmente. Dentro de este grupo estaba Bob y Nancy Sabean, Jack y Mary Anne Voelkel y otros.

Bob Smith era de Nueva Inglaterra, donde empezó la Renovación Carismática a inicios de los años

1960.

…El movimiento pronto entró a las universidades. Esto empezó en Nueva Inglaterra. En octubre de 1962, el fenómeno de glosalalia se inició en Yale University, entre miembros de Inter-Varsity Christian Fellowship. Dentro de este avivamiento no pentecostal había episcopales, luteranos, presbiterianos, metodistas y aun católicos romanos. Cinco eran miembros de Phi Beta Kappa y algunos eran líderes religiosos en el campo universitario (pronto ellos fueron llamados “GLOSSO YALIES”). Por lo tanto, el movimiento se extendió a Dartmouth College, Stanford University y Princeton Theological Seminary.

FUENTE: http://www.rapidnet.com/~jbeard/bdm/Psychology/char/abrief.htm PREGUNTA: ¿Qué recuerda usted acerca de lo que sucedió en 1966 en el ILE respecto a la situación

con Bob Smith y las reuniones a las que usted y otros asistieron, referente al movimiento carismático en los EUA?

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Cualquier ayuda que usted me pueda dar al respecto será muy agradecida. Bendiciones, Cliff De: Jack Voelkel Fecha: Domingo, 22 de febrero de 2009 A: Clifton L. Holland Asunto: Inicios del movimiento carismático en Costa Rica Hola Cliff, me alegro de saber de usted. No tengo mucho que añadir a lo que Bob Sabean compartió con usted. Pero esto es lo que yo

recuerdo. Mary Ann podrá añadir algo más. Bob Smith y su esposa estaban estudiando con nosotros en el Instituto de Lengua Española (ILE). Los

Smith fueron candidatos aceptados por la LAM, como lo fuimos nosotros. Un día, le pidieron a Bob hablar en la Capilla del ILE y su tema fue “El verdor de Nueva Inglaterra”.

Durante su plática él habló de la experiencia que muchos estaban teniendo con el Espíritu Santo. Después de su mensaje, muchos de nosotros queríamos escuchar más. Mary Anne había recibido el don carismático del Espíritu Santo años antes, de forma privada. El mensaje de Bob repercutió en ella por su experiencia (es mejor que ella precise un poco más, si así lo desea hacer).

Luego, como lo recuerda Bob Sabean, Bob Smith invitó a los que estuviéramos interesados a reunirnos una vez por semana, lo que se llegó a llamar “Reunión de Oración del Sábado de la Noche”. Fue durante estas reuniones que muchos de nosotros experimentamos los dones carismáticos siendo utilizados por primera vez, y muchos de nosotros tuvimos una nueva experiencia con el Espíritu Santo.

Esta reunión de oración, aunque al principio fue vista por los líderes de la LAM con cierta reserva, incluyendo al director de la LAM en Costa Rica, Tom Cherry, continuó dándose por varios años. Una vez [el misionero de la LAM] John Huffman [y su esposa Lea] participaron. Fue muy interesante que Tom Cherry, a través de otras influencias, llegó al redil carismático y [eventualmente] se convirtió en pastor de una iglesia carismática en los EUA [en Arcadia, California].

La experiencia de la “Reunión de Oración del Sábado en la Noche” trajo un profundo refrescamiento espiritual a muchos de los que asistíamos, y nos dio un sentido especial de vinculación entre nosotros. Nos preparó a Mary Anne y a mí para encarar hasta cierto punto la guerra espiritual que encontramos más tarde en Colombia.

Espero que esto le sea de utilidad, Jack De: Mary Anne Voelkel Para: Clifton Holland Fecha: Lunes, 23 de febrero de 2009 Asunto: Principios del movimiento carismático en Costa Rica Estimado Cliff: Ha sido interesante volver a revivir esos días con usted a través del correo electrónico. Como me ha

tocado conocer gente de Colombia, EUA e Inglaterra, me he dado cuenta de que esto fue una movili-zación mundial del Espíritu Santo.

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En 1956-57 yo estaba estudiando en la escuela de enfermería de Wheaton College en las afueras de Chicago. En la noche de mi bautismo con agua (yo asistía a Iglesia Moody y el Dr. Alan Redpath era el pastor), yo estaba en adoración y le dije al Señor que yo no tenía las palabras precisas para alabarlo adecuadamente. Yo recibí un claro mensaje en mi mente que al principio yo no entendí:

Él me dijo: “Para eso es el don de lenguas” Yo estaba confundida. Yo nunca antes había escuchado a alguien hablar del don de lenguas y pensé

un poco y recordé el libro de los Hechos de los Apóstoles. Entonces le pregunté a Él: “¿Cómo lo hago?” Yo no recibí una respuesta verbal pero me sentí como si estuviera bajo una cascada en Su presencia y

pensé: “Bueno, hablar en lenguas debe de ser hablar, entonces después de dudarlo un poco, empecé a alabarlo en una lengua que yo no conocía”. Cuando yo le dije a mi pastor esa noche antes de mi bautismo, él me pidió no contarle a nadie mi experiencia y yo le obedecí - ni siquiera le dije a Jack, mi prometido. Yo deduje que se trataba de algo que uno no debía hacer o hablar al respecto, entonces nunca más usé ese don.

Para 1964-65, nos habíamos casado, habíamos fundado una iglesia en Quebec, habíamos sido aceptados por la LAM y estábamos en Toronto preparándonos para asistir a una escuela de lenguas en Costa Rica. Ese año yo sentí a Dios que me llamaba para darle a Él el tiempo de la siesta de nuestros niños. Yo empecé a leer el libro de Tozer, The Pursuit of God, y busqué al Señor todas las tardes. Un día yo lo estaba alabando, y llegó la lengua que yo había usado en mis años de universitaria. De vez en cuando yo lo alababa así y entonces un día llegó como una “palabra de Dios” en inglés. Yo le pedí disculpas al Señor por poner palabras en Su boca. Sucedió así varias veces y luego un día una amiga me invitó a una iglesia carismática en Toronto y por primera vez escuché lenguas e interpretaciones y el Señor muy suavemente habló a mi corazón y dijo : “Esos son los dones que usted tiene”.

Luego, llegamos a Costa Rica [1966]. Bob y Dottie Smith también estaban ahí y tuvimos muchas conversaciones acerca del Espíritu Santo. Los Smith, Jack y yo y Gerry y Nancy Reed (de la Misión Evangélica del Pacto) empezamos a reunirnos todas las semanas para orar. Compartimos nuestras experiencias con el Espíritu Santo y oramos para que Dios se reuniera con nosotros. Luego Bob habló en la capilla sobre “El verdor de Nueva Inglaterra” y casi 40 personas hablaron a Bob después para contarle que ellos habían tenido experiencias como las de él y como las mías.

Empezamos la Reunión de Oración del Sábado en la Noche [1966-1967], que duró todo ese año y más. (Nosotros nos quedamos más de un año en Costa Rica.) Yo estaba aprendiendo sobre diseño de John Rasmusson quien estaba a cargo de la revista Evangelist en Costa Rica – para que yo pudiera escribir mejor la carta de la oración de Evangelismo a Fondo (EVAF), llamada “Franqueada en Perú”, y más tarde la carta llamada “Franqueada en Colombia”.

La mayor parte de nosotros ayunábamos antes de ir a la Reunión de Oración del Sábado de la Noche y pasábamos tiempo preparando nuestros corazones para nuestro momento juntos. Era lo más importante de la semana. Pedíamos a Dios que se encontrara con nosotros, que nos hablara y que nos guiara en nuestras oraciones.

Nosotros seis íbamos además de los Hank, así como gente del ILE y poco a poco mucha gente de la LAM. Uno de los médicos misioneros (cuyo nombre no recuerdo), la esposa de Rubén Lores, Donna, y muchos otros.

Empezamos a utilizar nuestros dones conforme el Señor nos dirigía y la gente de la misión encontró en el espíritu una renovación. Una noche [en 1966], Rubén Lores entró sin que nos diéramos cuenta. El tenía reservas respecto a la reunión y para su sorpresa, en el momento en que entró, se estaba interpre-tando algo que se había dicho en una lengua y, aunque no se mencionó su nombre, sí describió una situación por la que él estaba pasando y una difícil decisión que tenía que tomar, y las palabras que él recibió lo confortaron, fortalecieron y lo tocaron en lo más profundo.

A menudo orábamos para sanar y Dios en Su misericordia nos escuchaba. Jack recibió el don de la profecía y lo usaba. Otros recibían otros dones. Lo que mayormente buscábamos era al Señor y orábamos. Creo que la Reunión de Oración del Sábado en la Noche continuó por varios años – si no estoy equivocada; John Huffman se convirtió en su líder. Usted debe saber ese detalle.

Nosotros nos fuimos a Perú con EVAF [1967] y nos reunimos con David James Morse y con su esposa. El equipo de EVAF se quedó estancado en Perú y el Sr. Clopetrofsky del Departamento de Migración

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retuvo alrededor de 42 visas y entonces no pudieron proseguir a Colombia por lo que todo el equipo de EVAF decidió hacer un ayuno completo (sin comida y sin líquidos – ni siquiera agua.)

A las 6 p.m. Bob Lazear y Charlie Cook, creo, llamaron desde Colombia para decir que el Sr. Clope-trofsky había sido despedido de su puesto y que todas las visas fueron otorgadas no solo para todo nuestro equipo sino que para los otros misioneros que intentaban entrar a ese país.

En Colombia (1968) trabajamos en EVAF por un año y luego nos pidieron quedarnos para trabajar en un ministerio pionero de estudiantes. Empezamos a evangelizar y a buscar al Señor con nuestros estudiantes. Crecimos en adoración y preparamos el primer cuaderno de canciones de alabanza. Conocimos a algunos carismáticos americanos y empezamos una sociedad con ellos.

Qué Dios lo bendiga en su búsqueda. Mary Anne

(Nota: las añadiduras o clarificaciones que aparecen en paréntesis en los correos electrónicos de arriba, fueron hechas por el autor – CLH.)

En el último correo electrónico, Jack Voelkel reportó que después de haber asistido al Instituto de

Lengua Española en Costa Rica durante el periodo 1965-1966, él y su esposa fueron ubicados para trabajar con el equipo de Evangelización a Fondo de la LAM en Perú durante 1967. Luego se pasaron a Colombia para formar parte del Equipo de Evangelización a Fondo ahí durante 1968-1968 y vivieron en Bogotá.

Más tarde en 1968, los Voelkel fueron nombrados por la LAM para empezar un ministerio de estudiantes en Colombia tuvieron mucho éxito en su carrera misionera trabajando con estudiantes de muchas universidades importantes cerca del “centro estudiantil” en la sede en Bogotá.

Los Voelkel y otros miembros del personal quienes por décadas trabajaban con ellos en su ministerio de estudiantes universitarios en Colombia, eran carismáticos evangélicos y católicos, quienes impactaron las vidas de cientos de estudiantes a través de diferentes programas de evangelización, discipulado y abrigo espiritual. El ministerio estudiantil de los Voelkel en Colombia, tuvo sus raíces en el incipiente movimiento de renovación carismática que empezó en Costa Rica durante 1966-1967 en la “Reunión de Oración de los Sábados en la Noche”.

Si esto fue cierto de los Voelkel, entonces posiblemente lo mismo les sucedió a otras parejas misioneras quienes participaron en la “Reunión de Oración de los Sábados por la Noche” en Costa Rica durante 1966-1967, y experimentaron la renovación carismática, que pudo haber sido parte integral de su ministerio en los diferentes países donde prestaron sus servicios durante las siguientes décadas.

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El desarrollo del Movimiento de Renovación Carismática (MRC) en Costa Rica durante el periodo 1969-1979, tuvo un gran impacto en muchos protestantes y católicos, aunque también generó una gran controversia. Los opositores, tanto protestantes como católicos, lo denunciaron como la “Pentecostal-lización” de la Iglesia Cristiana, mientras que los defensores lo elogiaban por traer la renovación litúrgica y espiritual que necesitaban las estructuras tradicionales eclesiásticas y las comunidades cristianas.

Las visitas de los carismáticos evangélicos procedentes de la Argentina (Juan Carlos Ortiz y Alberto Mottesi) a Costa Rica durante 1969-1971, así como varios otros líderes carismáticos (Padre Francis MacNutt, la enfermera Bárbara Shlemon y Padre Frank Corbett) durante 1970-1973, causó el nacimiento del movimiento carismático ecuménico que removió algunas de las barreras anteriormente existentes para lograr una asociación entre católicos y protestantes; éstos últimos preferían llamarse evangélicos.

Después de escuchar acerca del “Movimiento de Renovación Argentino” que inició entre los Hermanos Libres (Plymouth Brethren) en Buenos Aires en 1968 y que rápidamente se extendió a otras denominaciones evangélicas, muchos líderes evangélicos1 en Costa Rica acordaron invitar a Juan Calos

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Ortiz para que visitara San José y compartiera lo que estaba sucediendo en la Argentina en un “Seminario de Evangelización”, realizado en septiembre 1969, al cual asistieron un gran número de líderes evangélicos de muchas denominaciones quienes fueron electrizados por su mensaje, de acuerdo al testimonio del misionero Bill Cook.2

Este evento histórico fue co-auspiciado por la Alianza Evangélica Costarricense, el Departamento de Evangelismo a Fondo de la Misión Latinoamérica (LAM), el Seminario Bíblico Latinoamericano (afiliado a LAM), el Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios, el Instituto Bíblico de la Iglesia Cuadrangular y el Instituto Bíblico de la Iglesia Santidad Pentecostal. También participaron pastores de la Asociación de Iglesias Bíblicas Costarricenses (AIBC, afiliada a la LAM), las Asambleas de Dios, la Iglesia Santidad Pentecostal, la Asociación de Iglesias Centroamericanas (afiliada a la Misión Centro Americana), la Convención Bautista (asociada a la Sociedad de Misiones Extranjeras de los Bautistas Sureñas), la Iglesia Evangelio Cuadrangular, la Iglesia Evangélica Metodista, y muchas denominaciones pequeñas. Entre los participantes había líderes de iglesias e institutos pentecostales como no pentecostales y la mayoría aceptó el MRC como un don de Dios y otros lo rechazaron como una herejía.

Muchas de las primeras actividades del MRC se asociaban con el Templo Bíblico en el centro de San José (afiliado a la AIBC), que era una de las congregaciones evangélicas de mayor tamaño del país en 1970.3 Después de que Ortiz compartió su testimonio respecto al movimiento de Renovación Argentina con la congregación del Templo Bíblico, esta histórica iglesia no pentecostal (fundada en 1929) se convirtió en un catalizador para el MRC en Costa Rica, el cual se extendió durante los siguientes años a la mayor parte de iglesias de la AIBC en el valle central así como entre iglesias de la Convención Bautista, la Iglesia Metodista, la Asociación de Iglesias Centroamericanas y muchas denominaciones pentecostales.

Otro catalizador que ayudó a esparcir el MRC en Costa Rica fue la estación de radio evangélica TIFC, conocida como “Faro del Caribe”, propiedad y dirigida por la LAM, que transmitía los mensajes grabados que Ortiz presentaba en el “Seminario de Evangelización” y en el Templo Bíblico en 1969. A esto le seguían los mensajes grabados en San José por el Rev. Gerardo de Ávila (un pastor pentecostal cubano de la Ciudad de Nueva York) en 1970, el Rev. Alberto Mottesi (un pastor bautista de Buenos Aires) en 1971, y los del Padre Francis MacNutt (un sacerdote dominico de los EUA) en 1971-1972, así como Víctor Landero (un pastor evangélico de Colombia con la Asociación de Iglesias Bíblicas del Caribe, afiliado a la LAM) en 1972.

La primera visita del Padre Francis MacNutt fue en mayo de 1970, acompañado de los pastores metodistas carismáticos Tommy Tyason y Joe Petree. De acuerdo al misionero de la LAM Bob Sabean, la persona de contacto del equipo de MacNutt en esa época era el Rev. John Parker, superintendente de la Iglesia Santidad Pentecostal, quien invitó a un pequeño grupo de líderes evangélicos a su campamento en Santa Ana para escuchar los testimonios de MacNutt, Tyson y Petree respecto a la MRC en los EUA durante los años 1960.4 Sin embargo, no se sabe si MacNutt tuvo un contacto directo con algunos laicos católicos romanos, sacerdotes o monjas durante su primera visita.

De acuerdo a Sabean, el Padre MacNutt volvió a Costa Rica de nuevo en julio de 1971 y habló a estudiantes universitarios en el Campamento Roblealto, y regresó a Costa Rica a fines de ese mismo año.5 El mensaje carismático de MacNutt, acompañado de señales y milagros, abrió muchas puertas y atrajo un gran interés; él fue invitado a hablar en el Seminario Bíblico Latinoamericano y en el Templo Bíblico en San José, Costa Rica en 1971, de acuerdo al Dr. Wilton Nelson (1982:95-96).

_______________ 1El líder de este grupo era el Rev. Jonás González, Secretario General del Departamento de Evangelismo a Fondo de la Misión Latinoamericana, quien tuvo la iniciativa de corresponder al Rev. Juan Carlos Ortiz en Buenos Aires durante mayo y julio de 1969. 2Guillermo Cook Bewick, “Análisis socio-teológico el Movimiento de Renovación Carismática con referente especial al caso costarricense” (San José: Publicaciones INDEF, 1973), pp. 56-57. 3Ver los comentarios de Pedro Wagner sobre este asunto: 1973:190-193. 4 El autor realizó una entrevista personal a Robert Sabean, el 27 de febrero de 2009 en Escazú, Costa Rica. 5Ibid

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Después de que varios miembros de la junta de ancianos del Templo Bíblico asistieran a un encuentro privado de católicos y protestantes en 1971 para escuchar el testimonio del Padre MacNutt y otros miembros de su equipo, sobre el origen, naturaleza y los primeros acontecimientos del movimiento de Renovación Carismática Católica (RCC) en los EUA, que empezó en 1967 en las universidades de Dusquesne y Notre Dame, se invitó al Padre MacNutt a hablar en el Templo Bíblico un domingo en la mañana. Esta fue la primera vez que se recuerda de que un sacerdote católico hubiera hablado desde un púlpito en una iglesia evangélica en Costa Rica,6 y MacNutt dio un poderoso mensaje en el Templo Bíblico respecto a la persona, poder y dones del Espíritu Santo (incluyendo el” habla en lenguas”, profecía y saneamiento) que tuvo un gran impacto en la audiencia. A principios de 1972, la renovación carismática continuó en el Templo Bíblico bajo el liderazgo del nuevo pastor de la iglesia, Euclides Padilla, graduado del Seminario Bíblico Latinoamericano.

Después de la visita de MacNutt y su equipo en 1971, un grupo de estudiantes universitarios, católicos y evangélicos, quienes fueron fuertemente influenciados por el ministerio de MacNutt, fundaron el ministerio del Café Ágape en mayo de 19727 en San Pedro, Montes de Oca, cerca de la Universidad de Costa Rica. Este ministerio del café ecuménico tuvo un fuerte impacto en montones de estudiantes uni-versitarios quienes se convirtieron en carismáticos activos hasta que se cerró en 1974.

Otra influencia que animó el desarrollo de RCC en Costa Rica fue la visita del Padre Francis Corbett, un sacerdote diocesano carismático del centro del estado de Illinois, entre enero y febrero y luego en julio de 1973. En febrero de ese año, el Padre Corbett participó en un retiro juvenil ecuménico en el Campamento Roblealto, donde muchísimos estudiantes de colegio y universidad fueron impactados por el movimiento de la RCC.

Muchos de ellos regresaron a sus parroquias y al campus universitario habiendo experimentado la renovación carismática.8 Fue unos días después del retiro en el Campamento Roblealto cuando el Padre Corbett habló durante una Misa en la Iglesia Católica de Barrio México, cuando los que asistieron al retiro conocieron el grupo que eventualmente se convertiría en el grupo “oficial” de la RCC en Costa Rica en 1972, dirigido por una pareja católica –José Miguel y Silvina Arias– y la hermana de José Miguel, Sor Cecilia Arias de las Hermanas de la Caridad. El Padre Corbett también asistió a otras reuniones durante esos días y rezó por la gente para que se bautizara por medio del Espíritu Santo.

La familia Arias fue líder durante el inicio del desarrollo de la RCC en Costa Rica, que se caracterizó por ser estrictamente Católico Romano, involucrando a gente mayor en vez de colegiales y universitarios. El grupo, encabezado por los Arias, llegó a ser un movimiento masivo que resultó ser un grupo de católicos bautizados por el Espíritu Santo que recibió los dones espirituales, pero el Padre MacNutt no se relacionó con este primer grupo o con este evento pentecostal. De acuerdo con Carlos Alonso Vargas, esta diferencia es muy importante.9 Mientras que nuestra orientación (el grupo Ágape) era construir relativamente pequeñas comunidades en las que la gente tenía un serio y definido compromiso entre sí y con el grupo, el de ellos era dirigido a la realización de grandes eventos donde cientos de personas participaban de una forma relativamente anónima y masiva, sin ningún compromiso mutuo. Esto desde luego, refleja las dos formas de expresión diferentes que tenía la Renovación Carismática en diferentes partes del mundo: de un lado, las pequeñas comunidades con afiliados comprometidos que a menudo eran ecuménicas y, por otro lado, el “movimiento” masivo que insistía en identificarse como estrictamente católico inclusive anti-ecuménico.

_________________ 6Wilton M. Nelson, El protestantismo en Centro América. Miami, Florida: Editorial Caribe, 1982, pp.95-96. 7Vargas, Carlos Alonso. “Beginning from Roblealto: The Origin and Development of the Charismatic Renewal in Costa Rica.” Manuscrito escrito en máquina de escribir del 8 de marzo de 2009. 8Entrevista personal con Robert Sabean realizada por el autor el 27 de febrero de 2009 en Escazú, Costa Rica. 9Vargas, Carlos Alonso. “Beginning from Roblealto: The Origin and Development of the Charismatic Renewal in Costa Rica.” Manuscrito escrito a máquina, fechado 8 de marzo de 2009.

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Además del grupo ecuménico Ágape en San Pedro, otras dos pequeñas comunidades carismáticas se formaron más o menos durante esta misma época en el área metropolitana de San José: el grupo Shekinah en Barrio Escalante (mayormente católico) y otro grupo que se reunía en Hatillo – Desamparados y tenía inclinación ecuménica. Durante más o menos seis meses, todas estas “comunidades” se encontraban cada lunes en una reunión general de oración y fraternidad que los mantenía unidos y supuestamente fortalecía la experiencia carismática. Estas reuniones se realizaban en una capilla del Colegio St. Francis en Moravia y estaba abierta para los recién llegados, tanto católicos como evangélicos. Hoy día todavía sigue funcionando el grupo Ágape en el área de Sabanilla–San Ramón de Tres Ríos, pero su nombre se cambió en 1977 a “Comunidad Árbol de Vida”, que sigue el modelo de “World of God Community” en Ann Arbor, Michigan, fundado en 1967.10

Otros catalizadores que esparcieron la MRC y RCC en Costa Rica fueron la Fraternidad Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio (FIHNE, fundado en 1951 por el empresario Demos Shakarian en Los Ángeles, California) y Aglow Internacional (fundado en 1967 en Seattle, Washington; se estableció en Costa Rica en 1979) en el área metropolitana de San José a fines de los años 1979, la cual era muy visitada por laicos evangélicos y católicos. Además de almuerzos semanales, ambas organizaciones también auspiciaban pequeños grupos de estudio de Biblia en casas privadas para hombres y mujeres así como para parejas. Estas reuniones de pequeños grupos, dirigidas por líderes laicos, se convirtieron en una parte importante del desarrollo de los movimientos MCR y RCC en Costa Rica, no solo en el Valle Central sino que en otras partes del país.

El movimiento de RCC en Costa Rica era mayormente un esfuerzo dirigido por laicos católicos con la participación de unos cuantos sacerdotes y monjas católicas. Sin embargo, la RCC creó una gran controversia dentro de la Iglesia Católica costarricense, especialmente entre los católicos tradicionales, porque solo un obispo o sacerdote está autorizado para realizar ciertas partes de la liturgia y sus funciones. Eventualmente el liderazgo de la RCC fue asumido por el Padre Reinaldo Pol Iparaguirre, quien al inicio recibía a católicos y evangélicos en las actividades de la RCC, que se realizaban en instituciones católicas y casas privadas. El Padre Pol, quien era un asistente cercano del Arzobispo Carlos Humberto Rodríguez Quirós (1960-1979), dijo lo siguiente:

Yo soy casi el primer sacerdote o de los primeros que se interesó [en el movimiento carismático en Costa Rica], que dio un poquito la cara por el movimiento cuando esto comenzaba y parecía una cosita de locos. Hubo un poquito no de persecución, sino de incomprensión, de parte de la jerarquía; persecución no ha habido jamás, a Dios gracias. La incomprensión se ha dado en muchos niveles, y como yo estuve dentro del movimiento, me fui convirtiendo a los ojos de muchos como "el sacerdote carismático". En muchos casos nos vieron como sinónimo, cuando no es verdad, sino que yo empecé con ellos, con ellos he marchado y con ellos termino... Yo creo que, con la gracia de Dios, ya la renovación no es sinónimo del Padre Pol, sino que se han dado cuenta que no es obra mía, que nunca lo fue, ni siquiera en el inicio, yo entré en el carro, me enganché, pero ya la renovación va tomando su independencia de personas para ser una obra de la Iglesia en general...11

De acuerdo con Vargas:12

Es importante notar que esta renovación católica “oficial” fue al inicio un grupo laico (en la Iglesia Católica, las hermanas religiosas y aun los miembros masculinos de órdenes religiosas quienes no son sacerdotes, son técnicamente laicos: solo los que son ordenados como diáconos, sacerdotes o obispos pertenecen al clero). Los miembros de la familia Arias eran los principales líderes.

___________________ 10 http://www.thewordofgodcommunity.org/ 11Alberto Pozo Córdova, “El Movimiento Carismático en Costa Rica”, un ensayo escrito para la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica, 1979, página 35. 12 Vargas, Carlos Alonso. “Beginning from Roblealto: The Origin and Development of the Charismatic Renewal in Costa Rica”. Manuscrito escrito a máquina, fechado 8 de marzo de 2009.

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Fray Reynaldo Pol…se unió al grupo un tiempo después. De acuerdo a Gastón de Mézerville, quien era un buen amigo del fray Pol, fue él (Gastón) quien contactó al Fray Pol cuando Fray Corbett visitó por primera vez Costa Rica y Fray Pol al inicio estaba renuente respecto a este asunto carismático. La misa en la iglesia parroquial de Barrio México fue la primera o una de las primeras en donde Fray Pol participó en un evento carismático y él se quedó dentro del grupo principalmente para dar guía pastoral en representación del Arzobispo Rodríguez. Desde luego, Fray Pol pronto se convirtió en un entusiasta carismático. En cualquier parte su participación y liderazgo están muy bien documentados. En algún momento durante mediados de los años 80, hubo una fractura importante en el movimiento de Renovación Carismática Católica. José Miguel Arias y su grupo se separaron de Fray Pol y se mantu-vieron como un grupo aparte que era prácticamente no reconocido. Yo no sé qué fue lo que causó esto o si eventualmente se arreglaron las cosas. En general, los católicos carismáticos hicieron una contribución significativa a la renovación de

la iglesia en Costa Rica, al abrir la oportunidad a una mayor participación de los laicos en las actividades de la iglesia, incluyendo cientos de estudios bíblicos en casas y grupos de oración que se establecieron por todo el país, especialmente en el área metropolitana de San José. Este grupo hizo que se profundizara la fe y el compromiso de decenas de miles de católicos y llevó a cambios litúrgicos en las ceremonias religiosas y dio una mayor vitalidad espiritual a las vidas diarias de muchos creyentes católicos.

Sin embargo, a mediados de la última parte de los años 1970, la mayor parte de los carismáticos protestantes y católicos se separaron, principalmente debido a las restricciones impuestas por la jerarquía católica a la “cooperación ecuménica” entre los dos grupos por un lado, y por los líderes evangélicos no pentecostales por la otra parte.

En 1982, aproximadamente 25.000 personas asistieron a la celebración de la RCC en el Estadio Nacional en San José, la cual fue reportada como el mayor acontecimiento carismático en la historia de Costa Rica.

***** Para más información acerca de la RCC en Costa Rica ver los siguientes documentos: Guillermo Cook Bewick, Análisis socio-teológico del Movimiento de Renovación Carismática con

referencia especial al caso costarricense (San José, Costa Rica: Publicaciones INDEF, 1973); Alberto Pozo Córdova, “El Movimiento Carismático en Costa Rica” (un informe presentado en la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica, 1979); y Carlos Alonso Vargas, “Beginning from Roblealto: The Origin and Development of the Charismatic Renewal in Costa Rica”. Manuscrito escrito a máquina, fechado 8 de marzo de 2009.

También David Stoll escribió algunos párrafos sobre el Movimiento Carismático en Costa Rica en: Is Latin America Turning Protestant? The Politics of Evangelical Growth (Berkeley, CA: University of California Press, 1990, p.36):

En Costa Rica, los misioneros evangélicos me dijeron que el carismatismo se había convertido en una importante fuente de deserción [del catolicismo] de sus iglesias. Después de un movimiento carismático [empezando en 1969], ellos argumentaron que, de pronto la jerarquía costarricense [católica] había utilizado los frenos a fines de los años 1970. Paul Pretiz de la Misión Latinoamericana me dijo que: “Grupos enteros de carismáticos de pronto vieron la contradicción entre la experiencia mística, la lectura de la Biblia realizada por ellos mismos, y la jerarquía [católica]”. “Ellos se pasaron al protestantismo en masa. Entonces, ahora la jerarquía siempre pone a cargo a un sacerdote popular, quien se asegura de incluir oraciones a la Virgen y refuerza la madre iglesia”.

(Nota 32: la entrevista de Stoll con Paul Pretiz en San José, Costa Rica, el 9 de julio de 1985.)

Varias características de la renovación carismática atrajeron a los pescadores de hombres evangélicos. Primero, los católicos renovados estaban deseosos de aprender de los evangelístas y sanadores por fe, quienes a menudo eran protestantes. Segundo, la posición de la renovación era entre el catolicismo y el

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protestantismo e hizo que fuera una vitrina útil para ciertos tipos de conversos. Un grupo de oración carismática ofrecía la mayor parte de ventajas de volverse evangélico sin la necesidad de admitirlo, especialmente para las clases media y alta de católicos que se negaban herir su estado social al unirse a una religión minoritaria. Tercero, si un sacerdote trataba de frenar a los católicos carismáticos, se prestaba la situación para que algunos de ellos se pasaran rápidamente a una iglesia evangélica. Como resultado, se decía a menudo que los carismáticos católicos estaban desertando hacia un protestantismo en venta. De todas maneras, algunos evangélicos empleaban el carismatismo para llenar sus tiendas de campaña. Una de las razones era que las autoridades católicas se volvían polémicas. (Nota 33: Nelson 1983:334). Aunque hay mucho de cierto en lo que dice Stoll, Carlos Alonso Vargas tiene un enfoque

diferente en cuanto al clima ecuménico durante los años 1970 en Costa Rica:13

Un asunto importante que hay que tener en mente respecto al contexto espiritual de esos años, es que el ecumenismo estaba un poco en boga en Costa Rica durante los años 1970. Por un lado, la Iglesia Católica estaba experimentando una renovación en muchos aspectos de su vida como resultado del Concilio Vaticano II (1962-1965). Esta renovación se podía ver en la liturgia, en el interés renovado del uso de las Escrituras, el involucramiento de los laicos en los asuntos de la Iglesia y la llegada de movimientos dirigidos por laicos, una nueva preocupación para la relación entre la Iglesia y la sociedad en general con el especial interés de ayudar a los pobres y no siendo menos, la apertura ecuménica. Junto con la renovación vinieron diferentes tipos de crisis que empezaban a manifestarse – por ejemplo, sacerdotes quienes empezaban a abandonar el ministerio, demasiada experimentación con la liturgia y la llegada de la Teología de Liberación. Por el lado de los evangélicos – principalmente los que habían formado parte de la presente sociedad costarricense por décadas, como los diferentes ministerios de la LAM, los metodistas, los bautistas, etc. – se dieron cuenta de que se podían referir a los católicos como hermanos y hermanas y no eran rechazados o aun perseguidos por ellos como había sucedido en el pasado. La figura dominante en la jerarquía católica en esa época era el Arzobispo de San José, Carlos Humberto Rodríguez Quirós, un aspirante monje cartujo quien tuvo que obedientemente abandonar su monasterio en Francia para atender el llamado que le hizo el Papa Juan XXIII para que se convirtiera en Arzobispo. El Arzobispo Rodríguez era un hombre profundamente espiritual y piadoso así como conservador. Tal vez su personalidad y su mentalidad no le favorecían para que aceptara el ecumenismo y otras formas de la renovación de la Iglesia. Pero al contrario, su modo retraído y el hecho de que se mantuviera distante de la vida diaria hicieron que se diera una escena peculiar donde muchas cosas (buenas y malas) podían darse sin su intervención. Por supuesto, él corregía ciertas cosas que obviamente estaban mal pero aparte de eso, su forma de ser permitía que sucedieran las cosas sin intervenir. Fue en este contexto que lo que yo llamo “la Primavera de Praga del ecumenismo” floreció en Costa Rica por varios años. Diferentes eventos ecuménicos se realizaron como oficios de oración, conferencias y mesas redondas. Varios grupos que se identificaban como ecuménicos eran bien vistos. Y cuando la Renovación Carismática empezó a manifestarse tanto entre los evangélicos y católicos, era natural que ambos grupos hicieran actividades conjuntamente. Las cosas empezaron a cambiar cuando varios pastores pentecostales, usualmente [norte] americanos quienes acababan de llegar a Costa Rica, vinieron con sus antecedentes teológicos de que los católicos no son cristianos. Entonces, ellos invitaban a los cristianos a sus grupos y eventualmente los persuadían de que si ellos verdaderamente querían conocer al Señor, debían abandonar la Iglesia Católica. A veces estos grupos carismáticos eran descritos como “ecuménicos” o “abiertos a católicos” – pero eso era solamente una carnada. Muchos católicos carismáticos se convirtieron al protestantismo. En mi punto de vista, el cargo que hacen los católicos contra los protestantes de usar el proselitismo es tristemente cierto.

_________________________ 13 Vargas, Carlos Alonso. “Beginning from Roblealto: The Origin and Development of the Charismatic Renewal in Costa Rica”. Manuscrito escrito a máquina, fechado 8 de marzo de 2009.

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Los católicos carismáticos empezaron a reaccionar en contra de esto en diferentes formas, principalmente al enfatizar en sus grupos algunas prácticas católicas tradicionales. Mucho del enfoque mariano que salió en esa época (después de haberse mermado como resultado del Vaticano II) era más que todo como defensa – solo para dejar en claro de que ellos eran católicos. Fue también en esa época (a fines de los años 1970) que los obispos católicos, no solo en Costa Rica pero en todo América Latina, empezaron a reaccionar contra el “proselitismo protestante” y le dieron a los protestantes el nombre de “sectas fundamentalistas” (la palabra secta en español tiene un sentido parecido a culto). Ellos también le volvieron a dar un fuerte énfasis a las diferentes prácticas piadosas populares que se habían dejado de usar después del Vaticano II, como el rosario, romerías, novenas, etc. Todas estas reacciones católicas fueron favorecidas por el estilo del nuevo Papa Juan Pablo II (elegido en 1978), quien, contrario al Papa Pablo VI, favorecía la piedad tradicional y promovió la devoción mariana. Mientras Juan Pablo II era un gran promotor del ecumenismo y de los logros del Vaticano II, su estilo espiritual más tradicional fue aprovechado para endosar el fuerte sentimiento anti-ecuménico que dominó la mayor parte de la Iglesia Católica en América Latina. Después de la llegada de Juan Pablo II como Papa, él nombró como Arzobispo de San José al Obispo Román Arrieta, quien hasta entonces lo había sido de Tilarán. Arzobispo Arrieta, quien como Obispo de Tilarán había asistido al Concilio junto con el Arzobispo Rodríguez, era mucho más joven que su predecesor y más abierto a ciertas renovaciones de la Iglesia. Él apoyó la Renovación Carismática Católica, pero también se aseguró de que fuera estrictamente católica. Aunque apoyó la teoría del ecumenismo, él a menudo hablaba en contra de las “sectas fundamentalistas” y desanimaba las expresiones específicas del ecumenismo en su arquidiócesis. Él solo aprobó la Comunidad Ágape como grupo ecuménico, porque nos conocía y sabía que había varios sacerdotes que se relacionaban con nosotros. El resultado de todo este proceso fue el nuevo “invierno ecuménico” que prevaleció desde los años 80 y hasta el siglo 21.

2. Breve Historia de la Iglesia del Nazareno en Costa Rica - Mario Vargas Castro, Superintendente Distrital del Distrito Central de Costa Rica. La Iglesia del Nazareno en Costa Rica inició no por misioneros norteamericanos, sino por nuestros hermanos nicaragüenses; ya que por ser vecinos empezaron una misión en un pueblo fronterizo en los Chiles. Esto se dio en la década de los 1950s. Por el año de 1960 se llevó la Cruzada Nacional de Evangelismo a Fondo en Nicaragua, bajo la coordinación de la Misión Latinoamericana. Por su colaboración en dicha cruzada le otorgaron al Pastor Ignacio Hernández una beca para estudios de Post-Grado en el Seminario Bíblico Latinoamericano en San José, Costa Rica. Inmediatamente el Pastor Hernández se puso en contacto con el superintendente de Distrito, el Rvdo. Cecilio G. Rudeen, con el propósito de iniciar una iglesia en San José, a quien le pareció muy buena la idea. Se necesitaba la aprobación de la Junta de Superintendentes Generales, en Kansas City, para dar inicio. Esta aprobación llegó en enero de 1963, pero no ofrecían ningún apoyo económico, para la atención del nuevo campo misionero. El Concilio Misionero en Nicaragua hizo los arreglos para tomar de otras fuentes el dinero que se necesitaría para iniciar la nueva obra. La ayuda económica sería para pagar viáticos y para el alquiler de una casa para la predicación, además de las oraciones de los misioneros y amigos. Llegando a San José, el pastor Hernández se pone en contacto con una familia nicaragüense nazarena, que había conocido en su país, los hermanos Mendoza, quienes habían estado orando para que la Iglesia del Nazareno se estableciera en Costa Rica. El día 20 de febrero de 1963, se celebró la primera Escuela Dominical, con una asistencia de 20 personas. El primer convertido se obtuvo durante la Escuela Dominical del día 17 de marzo de 1963.

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El pastor Hernández estaba ya terminando sus estudios y tenía que volver a Nicaragua para tomar el cargo de pastor de la Primera Iglesia del Nazareno en Managua. Pero el Superintendente de Distrito le pidió que antes de regresar a Nicaragua dejará organizada la Iglesia del Nazareno en San José, en un barrio cerca de la capital, llamado Barrio México. La organización de la Primera Iglesia del Nazareno en San José, Costa Rica, se llevó a efecto el 2 de Marzo del año 1964, con la presencia del Superintendente de Distrito en Nicaragua, en ese momento el Rvdo. Dean Galloway. La familia Mendoza fue de los primeros nazarenos en dar testimonio de su fe y la vida de santidad, en San José y esta Primera Iglesia del Nazareno quedó organizada con 10 miembros en plena comunión y 13 miembros a prueba, para ser recibidos posteriormente como miembros en plena comunión. El Rvdo. Diego Manuel Ortíz, fue el nuevo pastor. Con este comienzo de la obra en Costa Rica, el Distrito en Nicaragua pasa a llamarse Distrito Nicaragua- Costa Rica, con oficinas en Nicaragua. A principios de la década de los 1970s, se construye un edificio para la capacitación y formación de los futuros líderes nazarenos, en el Alto de Guadalupe, cantón de Goicoechea, denominado Seminario Nazareno Centroamericano, y después pasa a llamarse el Seminario Nazareno de las Américas, ya que venían estudiantes no solo de Centroamérica, sino del Caribe y de Sudamérica. Este hecho influyó en la creación de un nuevo Distrito en Costa Rica, celebrándose la primera Asamblea Distrital del 13 al 15 de Abril de 1972, en el mismo plantel del Seminario Nazareno Centroamericano, con presencia de pastores, misioneros y delegados. El Superintendente de Distrito nominado fue el Rvdo. Marshall G. Griffith, y se contaba con dos iglesias organizadas y dos misiones, 44 miembros en plena comunión, y 34 miembros asociados o en prueba. En la octava Asamblea Distrital, efectuada el 2 de febrero de 1979, el Superintendente General Dr. Coulter, agradeció al Rvdo. Allan Wilson y a su esposa, por el buen trabajo en el crecimiento y edificación del Distrito Pionero de Costa Rica, y a la vez pasaría a ser un Distrito Nacional Misión por lo cual necesitarían un Superintendente Distrital Nacional, eligiéndose al Rvdo. Ezequiel Juantá. Para ese año los informes mostraban que había: 434 miembros en plena comunión, 146 miembros a prueba, 12 iglesias y 5 misiones. A partir del año 1979, la dirección del Distrito de Costa Rica estaba en manos de los nacionales, y les tocaba el desarrollo y edificación de la Iglesia del Nazareno de Costa Rica, contándose con la ayuda económica de la Misión, por medio de ofrendas de Alabastro y subsidio para la compra de terrenos y construcción de iglesias y casas pastorales. En la XV Asamblea Distrital celebrada el 18 de enero de 1986, se divide el Distrito de Costa Rica en dos, y quedando constituidos el Distrito Central y el Distrito Norte. Antes de la división el Distrito único contaba con: 1079 miembros en plena comunión, 447 miembros asociados, 23 iglesias organizadas y 6 misiones. En la actualidad, la Iglesia del Nazareno en Costa Rica cuenta con dos distritos regulares, uno fase 3 y otro fase 2; con 31 iglesias organizadas que se distribuyen geográficamente del centro del país hasta la frontera norte con Nicaragua. No se tiene todavía representación nazarena en el sur del país. Asimismo, se cuenta con 2206 miembros en plena comunión, 311 miembros asociados, y 3 misiones. Unas de las cosas que se hicieron muy bien, fue el desarrollo programado en la década 1980 a 1990, entre el Distrito, Seminario y la Misión. Mencionamos esto porque en este tiempo se dio el crecimiento cuantitativo de iglesias, gracias a los proyectos de práctica ministerial que los alumnos del Seminario Nazareno de las Américas tenían que realizar. Otra parte fue el subsidio recibido por el Distrito, el cual se invirtió en terrenos, y pagos administrativos. La Misión enviaba ofrendas de Alabastro y Grupos de Trabajo y Testimonio. También tenemos que rescatar, que la mayoría de terrenos se compraron en la década de los 80, en momentos donde la economía era estable, y las propiedades tenían un precio muy cómodo y muchas facilidades para su adquisición. Uno de las cosas que se hizo bien fue el tener la primera Universidad Evangélica en el país, (UNAZA) ya que muchos pastores, líderes, y laicos nacionales venían a estudiar, ya que era muy reconocido por su doctrina sana y por la calidad de sus profesores. Uno de los grandes problemas de la Iglesia del Nazareno en Costa Rica, fue la falta de liderazgo nacional, ya que la mayoría eran estudiantes de diferentes nacionalidades, que venían a estudiar al Seminario y se quedaban por la falta de pastores. Por otro lado, una de las fallas que se ha tenido es que

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los pastores con más experiencia no han formado líderes, “Timoteos”, para que sean los sucesores o los pastores de nuevas iglesias o misiones. Se ha fallado en no predicar mensajes sobre el llamamiento ministerial. Además que no hay iglesias modelos. También la teología ha sido muy intelectual y poca praxis; hay un conformismo de algunos pastores y esto trae un estancamiento en el desarrollo de la iglesia. Y otro gran problema es que el liderazgo siempre gastó el subsidio y no estableció un programa para poder trabajar con holgura en las próximas generaciones. Aunque el panorama no se ve muy bien, creemos que la Iglesia del Nazareno en Costa Rica, va a tomar un rumbo diferente, ya que hemos visto la disposición de laicos de estudiar en ETED, y el número de Centros y alumnos esta creciendo. Varios laicos están sintiendo el llamado de Dios de servir en el ministerio pastoral, y algunos ya han tomado el paso de fe, de ser pastores, y algunos de prepararse para ser profesores de ETED. Necesitamos volver a nuestras bases y conocer nuestro pasado, y trabajar en el perfil del cristiano Nazareno que el Dr. Phineas F. Bresee quería:

Un Nazareno es...“Una persona redimida, que ha alcanzado la salvación de sus pecados, y disfruta del Espíritu Santo como hijo de Dios. Una persona que ha experimentado la segunda obra de gracia o sea la entera santifi-cación, recibiendo la purificación del corazón y el bautismo con el Espíritu Santo y da testimonio de su experiencia; un excelente estudiante de la Palabra de Dios; un misionero de la cruz; un fiel y generoso mayordomo de su diezmo y bienes, sosteniendo el evangelio con sus diezmos y ofrendas y una persona feliz, victoriosa, triunfante, y llena de alabanza”1

3. Sinopsis de la Historia de la Convención Bautista de Costa Rica, hoy Federación de Asociaciones Bautistas de Costa Rica - por Johnny Saborío C., Director del Instituto Teológico Bautista INTRODUCCIÓN La historia de la obra bautista en Costa Rica en muy rica y profusa en detalles, acontecimientos, personas y anécdotas. No obstante, lo que a continuación vamos a compartir, lamentablemente no incluye toda esa valiosa información en virtud de que, como lo refleja el título de esta ponencia, estamos sintetizando en muy poco espacio una historia que da para muchas páginas. Por otro lado, como es propio y honesto reconocer, la verdadera historia la viven sus actores concretos en momentos concretos; lo demás, lo que se escribe mirando retrospectivamente, es una interpretación de acontecimientos que, por su naturaleza, corren el riesgo de estar sesgados por un particular punto de vista. Sin embargo, el compilador de esta información, se acercó lo más posible y con la mayor responsabilidad académica, no solo a los documentos históricos como es el caso de la Revista Lumbrera Bautista, sino a los actores que aún vivían y que dieron fe de lo acontecido. Otra limitación es que este segmento histórico contemplará la obra desde sus inicios hasta el año 1980. De esta fecha al presente, está en elaboración una tesis de grado de la Revda. Nidia Rodríguez Jiménez que nos acercará aún más a las nuevas generaciones de bautistas de las últimas tres décadas. Por otro lado, la hermana Rodríguez, está haciendo una recopilación de la presencia histórica y, en no pocas ocasiones invisibilizada, de las mujeres bautistas desde los inicios de la obra. Con esa salvedad y profundo respeto por nuestros antecesores, expongo ante ustedes estas líneas que demarcan el devenir histórico de la obra que tanto amamos.

1 Ponencia presentada en la Primera Conferencia Teológica Nazarena Iberoamericana, llevado acabo del 18-19 de octubre de 2004 en SENDAS, San José, Costa Rica.

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A mediados de la década de 1880 llegaron inmigrantes de raza negra a la zona atlántica de Costa Rica. En su mayoría éstos estuvieron motivados por la búsqueda de empleo en las plantaciones bananeras y construcción del ferrocarril. Estos grupos eran provenientes básicamente de las Antillas y Jamaica. En un porcentaje importante estos nuevos inmigrantes eran creyentes protestantes y, en el peor de los casos habían ya tenido influencia del protestantismo europeo por causa de la influencia de Gran Bretaña en las colonias caribeñas. Esta época fue coincidente con el ingreso de la agencia misionera Jamaica Baptist Union. Ya en el año 1887 esta agencia comenzó un proceso de acompañamiento espiritual a los inmigrantes bautistas que llegaron a nuestras costas formando parte del variado grupo de antillanos y jamaiquinos. Este ministerio dio como resultado que el 2 de noviembre de 1888 se organizara la primera iglesia bautista en suelo nacional. Esta fue la First Baptist Churches, la cual permanece hasta hoy (2009) bajo el pastorado de la Revda. Marlene Dell Hamilton. El primer pastor de la congregación fue el Revdo. Johsua Heath Sobey, quien fungía como misionero de la Jamaica Baptist Union. El trabajo de la nueva iglesia floreció prontamente y ya a finales del año 1989 la iglesia contaba con 23 miembros y una asistencia a la Escuela dominical de más de 50 personas. Este grupo pionero tenía un gran espíritu misionero y realizaron una importante labor de colportaje en toda la zona atlántica. En la siguiente década ya había obra misionera organizada en los pueblos de: Calcuta, Milla Nueva, Matina, Porvenir, Guácimo y Turrialba. Pronto nacieron otras congregaciones en otros lugares como Puerto Viejo y Siquirres entre otros. La obra continuó desarrollándose en diferentes comunidades, solo que, el esfuerzo misionero solo pudo llegar hasta Turrialba. La razón fundamental era que, debido a la mala relación entre la población negra de Limón y los habitantes del Valle Central, había una prohibición en el sentido de que los habitantes negros de Limón pudieran pasar de Turrialba hacia el centro del país. Este fenómeno dio lugar a que el desarrollo de la obra bautista en el valle Central fuera, en un principio, un movimiento separado de los bautistas del atlántico. LOS BAUTISTAS EN EL GRAN VALLE CENTRAL Así las cosas, se abre otro capítulo de la incursión de Los Bautistas en suelo costarricense, esta es la incursión de la obra hispana en el Valle Central. La obra bautista de habla hispana fue fundada en San José en el año 1942 por el Revdo. Aurelio Gutiérrez Caballero de nacionalidad nicaragüense. El Revdo. Gutiérrez fue un pastor bautista que vino de Nicaragua a San José para cursar estudios en el Seminario Bíblico Latinoamericano, y, al no encontrar obra bautista en la gran área metropolitana se incorporó a la iglesia Centroamericana. Muy pronto el pastor Gutiérrez entró en conflicto con el liderazgo de la Misión Centroamericana por asuntos básicamente de carácter doctrinal, en particular por el problema del bautismo de niños. Fue así como en el 9 de agosto de 1943, con aproximadamente 35 creyentes todos disidentes de la Iglesia Centroamericana, se organizó la primera iglesia bautista de habla hispana en el Valle Central. Este grupo comenzó su trabajo en un lugar llamado La Terronera en una barriada de la zona sur del centro de San José. Pronto el Rvdo. Gutiérrez entró en contacto con el misionero Pablo Bell que residía en Panamá para solicitarle el alero Bautista a la nueva agrupación. Así, el 7 de septiembre de 1943, el nuevo grupo decide abrazar oficialmente la identidad de la denominación bautista y pasó a llamarse entonces Iglesia Bautista Nacional. De esta primera congregación bautista llamada Iglesia Bautista Nacional el 7 de septiembre de 1943, surge la primera división en el seno mismo del liderazgo bautista. Apartándose del grupo original proveniente de la Iglesia Centroamericana liderado por don Aurelio, la iglesia se separó y se instaló, tiempo después, en el Barrio Lujan al sureste de San José. Como hemos visto, aunque la obra era fuerte y creciente, no pudo evitar esa primera división. El grupo restante que no continuó con la Iglesia Bautista Nacional, se organizó aparte y continuó reuniéndose en la casa de la hermana Nelly de Mora. Pronto, con ayuda tanto nacional como extranjera, adquirieron un terreno en avenida 12 y calle 8, lugar en donde se construyó un hermoso templo y el 7 de diciembre de 1943 se constituye la hasta hoy llamada Primera Iglesia Bautista de San José. Este nuevo grupo organizado, fue reconocido oficialmente por la Home Mission Board en esa misma fecha. Las dos

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congregaciones continuaron trabajando separadamente. Más tarde, por la tenacidad y espíritu de liderazgo del pastor Gutiérrez, prontamente, en el mes de febrero de 1945 nace la revista Lumbrera Bautista, primer órgano oficial de comunicación de la nueva denominación. La revista Lumbrera Bautista nace un año antes de la constitución formal de la Convención Bautista de Costa Rica, la cual ocurrió en el año 1946 con la participación decidida y voluntaria de las primeras 4 iglesias existentes, todas surgidas del ministerio misionero de la Primera iglesia Bautista de San José. Las iglesias fundadoras de la CBCR fueron: San José, con el Revdo. Aurelio Gutiérrez; Limón Hispana con el Revdo. Jerónimo Campos; Alajuela con el Revdo. Rafael Mendoza y Naranjo con el Revdo. Oscar Gómez. Estos mismos pastores formaron la primera mesa directiva en forma provisional. La primera reunión de Asamblea que se conoce por los datos históricos se celebró en Moravia del 2 al 4 de abril de 1947 con la participación de 35 delegados representantes de las iglesias y misiones bautistas del país. En ocasión de esa primera reunión formal se aprovechó para bautizar a 19 nuevos creyentes y se recogió una ofrenda para misiones que ascendió a ¢1.944.00. La siguiente asamblea se fijó para la segunda semana de febrero del año 1948. Es honesto confesar que algunos agentes externos a los bautistas contribuyeron grandemente al desarrollo de la obra; éstos fueron el Dr. Enrique Strachan y su esposa Doña Susana, para entonces directores del Seminario Bíblico Latinoamericano. En ésta institución teológica se prepararon los primeros líderes bautistas que fundaron la Convención. La segunda Asamblea de la joven Convención sería en Alajuela la segunda semana de febrero de 1948. La reunión se realizó con bombos y platillos y se nombró la primera directiva formal de la Convención. Ésta fue formada por los siguientes hermanos: Aurelio Gutiérrez: presidente, Jerónimo Campos: vicepresidente, Rafael Mendoza: secretario, Dean Fitzgerald: tesorero y Rafael Rojas: secretario de estadística. El Revdo. Aurelio Gutiérrez, en ese entonces estudiante del Seminario Bíblico Latinoamericano, entró en conflicto con la institución porque se puso a hacer proselitismo al interior de ella y rebautizó a tres alumnos. Ya a principios de 1948, llegó a radicar indefinidamente a Costa Rica el misionero Revdo. Van Earl Hughes. Éste se ganó el corazón de los bautistas costarricenses porque era muy pastoral y abierto para el diálogo, a diferencia de la personalidad de su antecesor Pablo Bell. La obra crecía y se solidificaba con el aporte mancomunado de misioneros y pastores. Algunos de nuestros primeros líderes fueron muy influyentes y respetados; a pesar de la persecución que ejercía por aquellos tiempos el catolicismo romano, nunca se amedrentaron. Se cuenta que el pastor Oscar Gómez se quejó ante el propio presidente de la república el Señor Teodoro Picado Michalky porque estaba siendo amenazado por el sacerdote de Naranjo José Del Olmo, lo que provocó que el propio señor presidente atendiendo la queja del pastor Gómez, le llamó la atención al cura Del Olmo y le pidió que dejara trabajar tranquilos a los bautistas. LA FRUCTÍFERA DÉCADA DE LOS CINCUENTA Esta década fue muy fructífera para la obra nacional, nuevas iglesias continuaban naciendo, entre éstas: Pérez Zeledón 19 de marzo de 1956, bajo el pastorado del hermano Luís Guevara; Turrialba, 2 de septiembre de 1954, bajo el pastorado de Josué Artavia. También se construyeron nuevos edificios de reunión, para otras tantas que se iban consolidando. Algunos de éstos fueron: El templo de la iglesia bautista en Naranjo se inauguró el 27 de enero de 1951, bajo el pastorado de don Oscar Gómez. El templo de la Hispana de Limón se inauguró en abril de 1952, bajo el pastorado del hermano Emmanuel Rojas. La primera piedra del templo de la 1ª Iglesia bautista en Alajuela se colocó el 8 de julio de 1952, bajo el pastorado de don Rafael Mendoza. El templo de la 1ª Iglesia Bautista de San José se inauguró el 24 de enero de 1954; este edificio era considerado en su momento como una joya arquitectónica. El 2 de enero del año 1955 se inauguró el templo de la Iglesia Bautista en Cinco Esquinas, bajo el pastorado de Don Teodoro Quirós. Aunque la obra había comenzado a principios de la década, no fue sino hasta el 5 de abril de 1959 que se coloca la primera piedra del edificio de la 1ra Iglesia Bautista en Heredia, inaugurándose el templo en ese mismo año, bajo el pastorado de don Oscar Gómez.

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Nace el Instituto Teológico Bautista. Esta fue la escuela formal de capacitación para los líderes y pastores de la denominación. El trabajo comenzó con 12 estudiantes y poco tiempo después fue reestructurado para que funcionara como Seminario al estilo de los Seminarios de USA. La primera graduación fue el 5 de diciembre de 1952, siendo los primeros graduados los jóvenes Oscar Gómez, y Josué Artavia con Diploma en Teología y la señora Cecilia de Gómez con Certificado en Educación Cristiana. La graduación fue presidida por el misionero Carlos Bryan y el sermón estuvo a cargo del Revdo. Adolfo Robleto. Después de haber compartido los logros en el campo del crecimiento numérico de la obra en la década de los cincuenta, pasaremos a contemplar algunos aspectos del celo doctrinal de los bautistas. Programa radial. En la primera década de existencia, los bautistas no mostraron mayor interés en la comunión y coparticipación con otras agrupaciones evangélicas. Los bautistas tenían, desde octubre de 1950, un programa radial llamado “La Hora Radial B autista”. Aunque, para ese tiempo ya existía la emisora evangélica TIFC Faro del Caribe, no obstante los bautistas pasaban su programa en la muy popular emisora comercial conocida como “La Voz de la Víctor”. El programa salía al aire todos los lunes a las 8.30 pm. En él se destacaba con mucha vehemencia la doctrina de la denominación, su acérrimo anticatolicismo y su denodado espíritu evangelístico. Cuenta el misionero David Solt de la Misión Latinoamericana y que fue uno de los fundadores de Faro del Caribe, que el pastor bautista que comenzó poco a poco a acercarse a la emisora evangélica fue Adolfo Robleto. Luego se fueron acercando más pastores como: don Aurelio Gutiérrez, Don Oscar Gómez y don Teodoro Quirós, entre otros. Tiempo después, los bautistas tenían ya un programa en la emisora evangélica llamado “Manantial de Bendiciones”. Organización de la Alianza Evangélica Costarricense. Este fue otro ejemplo de la desconfianza bautista por las relaciones ecuménicas. Los bautistas no quisieron formar parte oficial del grupo fundador de La Alianza. En el año 1950, participaron en su asamblea como observadores, aduciendo un tiempo más prolongado de espera para su adhesión formal. Los bautistas se declararon seguidores fraternos de La Alianza, ofrecieron cooperación pero se negaron a aceptar compromisos ecuménicos que los inmiscuyeran en creencias no compartidas. Surgimiento de las organizaciones internas. Después del acelerado crecimiento de las iglesias locales, y mirando un poco hacia atrás, la década de los cincuenta y sesenta fue también muy fructífera en el surgimiento de las diversas agrupaciones internas en la Convención Bautista de Costa Rica. Las tres agrupaciones más emblemáticas surgidas fueron: La Asociación de pastores, La ASO Jóvenes y La Unión Femenil. De acuerdo a la información de la Revista Lumbrera (agosto 1962, pág.11), la Asociación de Pastores nace en el año 1956 en un tiempo de crisis de la denominación. La fragmentación de las relaciones interpersonales no era solamente con algunos de los misioneros, sino también entre los pastores nacionales. La lucha de poder y la búsqueda de una imagen preponderante asombraban en la incipiente organización. La primera Junta Directiva de los pastores quedó formada por los siguientes ministros: Oscar Gómez Ch. en la presidencia, Adrián González en la vice-presidencia, Antonio Artavia en la secretaría y Luís E. Guevara como vocal. En sus inicios se hicieron esfuerzos por crear un proyecto de jubilación pastoral pero no fructificó. La organización juvenil surge a mediados de 1952 como resultado de la motivación producida por una actividad llamada Semana de la Juventud. A partir de esta experiencia, los jóvenes Luís E. Guevara y Carlos Luís Gómez impulsaron el nacimiento de lo se llamó la ASO jóvenes. Su primera directiva estuvo compuesta por los jóvenes: Carlos Luís Gómez en la presidencia, Bolívar Anchía en la vice-presidencia, Dulia Gutiérrez como secretaria, Mario Chacón como tesorero, Isabel Gamboa como secretaria de estadística, y en la vocalía Jorge Gómez y Misael Quirós. La participación de la juventud fue muy importante en el desarrollo de la Campaña de las Américas (1966). La Unión Femenil Bautista de Costa Rica surge en 1953, no solo para aglutinar a las mujeres bautistas de las iglesias afiliadas, sino para constituirse en la columna vertebral de los programas de educación

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cristiana para la niñez. Por otro lado, el aporte de las mujeres en el campo de las misiones fue siempre muy valioso. En realidad las primeras mujeres que emergían al liderazgo eran las esposas de los pastores y misioneros entre ellas: Oliva de Gutiérrez, Piedades de Campos, Leticia de Mendoza, Cecilia de Gómez, Esmirna de Piedra, Ruth de Soto, Elizabeth de Guevara, Betty de González, Francisca de Goldfinch, Warrine de Hughes, Marta de Bryan, Lavora de Sprinkle y Bethy de Gregory entre otras. Continuando con la fructífera década de los cincuenta, damos cuenta de la apertura de nuevas misiones y la inauguración de otros tantos templos bautistas auspiciados por la Primera Iglesia Bautista de San José. Estos fueron: Puntarenas en el año 1954 se inició como misión bajo la responsabilidad del hermano René Rojas. Este esfuerzo misionero tuvo grandes problemas en sus inicios pero luego fue consolidado por el pastor Eliécer Gómez. Surge la misión en Paso Ancho con el trabajo de los jóvenes Carlos Luís Gómez y Luís Guevara, ésta se organiza como iglesia el 25 de abril de 1956 bajo el pastorado de Josué Artavia. Inauguramos la década de los sesenta con una organización denominacional ampliamente consolidada en donde uno de los nuevos cambios fue la conducción de la revista Lumbrera. La estafeta es recogida por el pastor Teodoro Quirós de manos de su fundador el Revdo. Aurelio Gutiérrez. El tono apologético que la revista tenía desde sus inicios se atenúa, convirtiéndose en una vitrina de la prosa y poesía bíblica con un profundo tono pastoral. No podía ser de otra manera estando en la mano del pastor poeta Don Teo, como solía llamársele. Nuevas iglesias surgen en la década: Cartago, dirigida por el misionero Daniel Sprinkle se consolida como iglesia en 1961 y ya en el año 1962 inaugura su templo bajo el pastorado del hermano Ricardo Cabezas. Moravia, había surgido como misión de Guadalupe y se consolida como iglesia en 1966 bajo el pastorado de Francisco (Paco) Rojas. Desamparados, surge también bajo el alero de la Primera Iglesia Bautista de San José. La obra fue dirigida por el hermano Eduardo Guevara. Del génesis concreto de la iglesia no se tienen datos muy exactos pero se dice que fue entre los meses de febrero y marzo de 1963. De la inauguración de su templo tampoco hay datos exactos, pero en la revista Lumbrera del primer trimestre de 1968 se habla de la dedicación de su templo el 4 de febrero de 1968 bajo el pastorado de Guido Picado. El acto de entrega del templo estuvo a cargo del misionero Laverne Gregory presidente de la Misión Bautista, el predicador fue el pastor David Guevara y la oración de dedicación estuvo a cargo del pastor José Antonio Morales representante de las Sociedades Bíblicas. NUEVAS IGLESIAS SURGEN EN LA DÉCADA DE LOS SESENTA La apertura y dedicación de nuevas iglesias y la construcción de nuevos templos surge, como suele decir nuestro pueblo, “como pan caliente”. El 4 de agosto de 1968 se constituye la Iglesia Bautista Universitaria en San Pedro. El epíteto de universitaria surge por su cercanía a las instalaciones de la Universidad de Costa Rica. El templo fue inaugurado a finales del año 1969 y su primer pastor fue el misionero Revdo. Daniel Sprinkle, luego de un período interino por parte del Revdo. Laverne Gregory vino el pastor David Guevara quien la pastoreó por 21 años del año 1972 al año 1993. Luego vino la Iglesia Bautista Dios de Paz en Ipís. Ésta fue misión de Guadalupe y se constituyó en iglesia el 12 de marzo de 1967 bajo el pastorado de Virgilio Hernández. El pastorado más largo que esta iglesia tuvo fue el del Revdo. Carlos Alfaro que la pastoreó por alrededor de 14 años. Vino luego la Iglesia Bautista Emanuel en Aserrí. En realidad este fue un esfuerzo misionero comenzado desde el año 1953 por el hermano Dionisio Mora. Entre las primeras familias aserriceñas que se ganaron estuvo la del señor Alfredo Díaz López y su esposa doña Luzmilda Mora. No obstante, no fue sino hasta el 8 de febrero de 1959 que la obra fue adoptada como misión de Guadalupe estando en el pastorado de esta congregación Indalecio Bustabad. La constitución de la iglesia se dio el 24 de abril de 1959. Algunos de sus pastores fueron: Eliécer Gómez, Jorge Díaz y Rubén Piedra entre otros, y actualmente (2009) el pastor Alberto Bonilla. Su actual templo se construyó en el año 1975 bajo el pastorado de Rubén Piedra. La Iglesia Bautista de San Ramón nace como esfuerzo misionero de un grupo de hermanos de la capital. Sus primeras reuniones las hacían en una casa vieja a 200 metros del parque de la localidad. En 1963 la Misión Bautista compró el terreno en donde hoy se ubica su templo. Sus primeros pastores fueron

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el hermano David Guevara, que años más tarde fue sustituido por el hermano Manuel Cordero. Estuvo también por muchos años el pastor Carlos Rivera luego vinieron otros. En la segunda mitad de la década de los sesenta, la iglesia en San Ramón fructificó en una nueva misión que se abrió en Sardinal de Guanacaste. El trabajo comenzó alrededor del año 1966 con la llegada de Caravanas de Buena Voluntad que creó un ambiente propicio que rápidamente fue cultivado por el pastor David Guevara y su esposa Elízabeth. El hogar que abrió sus puertas para que se iniciara la obra fue el de la familia Navarrete Gutiérrez. En el año 1968 se adquiere una propiedad en el centro del pueblo, poco después en el año 1971 se constituye como iglesia y se construye e inaugura su nuevo templo en 1978. En este trabajo misionero contribuyó también el misionero Carlos Doyle. Luego llegó al pastorado de la iglesia el hermano Jesús Mendosa que fue un hombre rescatado del alcoholismo por el ministerio del pastor Guevara. LA DIFÍCIL DÉCADA DE LOS SETENTA. A tenor del desarrollo de la obra y de su acelerado crecimiento creció también la tensión relacional entre los misioneros extranjeros y el liderazgo nacional. Las políticas propias de la filosofía misionera chocaron fuertemente con la visión que el liderazgo nacional tenía para la obra en Costa Rica. La prepotencia de algunos misioneros, de la mano de su poder económico, ya que eran los dueños legales de todos los activos (templos, casas pastorales, campamento, etc.) indispusieron un sector de los pastores, que a su vez, hay que reconocerlo, tenían también sus problemas de personalidad que indisponían a los misioneros. Todo el decenio fue de tirantez, de intentos fallidos de diálogo, de confrontación directa, de esfuerzos de reconciliación que no fructificaron y que finalmente desencadenaron lo que históricamente fue llamado “El cisma del ochenta”. El rompimiento era inevitable y la problemática se reconoció oficial y pormenorizadamente en la reunión de Asamblea Ordinaria del mes de enero de 1980, auque se concretó en el mes de abril del mismo año. El “cisma” fue muy lamentable, no solo por el mal testimonio de unidad frente a la sociedad costarricense, sino por el dolor que conllevó la separación de personas y familias bautistas que habían aprendido a amarse y estar juntas por muchos años. Los argumentos que acompañaron la decisión de la separación fueron muy variados, desde aquellos que eran acompañados por un motivo razonable y serio, en defensa de la dignidad del liderazgo nacional, hasta aquellos que simplemente desataron rencores, amarguras y revanchismos por problemas personales no resueltos a su tiempo. A partir de ese momento, la obra se dividió y el grupo de iglesias disidentes se separó de la Misión del Sur (Foreign Mision Board) reclamando como propio el derecho a seguir llamándose Convención Bautista de Costa Rica. Algunos de los pastores y líderes destacados en este sector de la convención fueron: Alberto Reyes, Ruferse Escoe, Alejo Quesada, Guido Picado y el joven José Enrique Ramírez, entre otros. Otro sector de iglesias que decidió seguir en sus relaciones con La Misión Bautista del Sur se identificó con el nombre de Unión de Iglesias Bautistas (UNIB). Poco después, se formó un tercer frente de iglesias bautistas en el atlántico que aglutinó a las congregaciones de la zona con pretensiones de independencia. Este grupo se llamó Asociación Regional de Iglesias Bautistas (ARIBA), pero solo prevaleció por pocos años. La UNIB siguió su camino con la colaboración de la Foreign Mision Board haciendo un especial énfasis en el trabajo con misioneros nacionales. En ese esfuerzo se abrieron nuevas obras en Guápiles y Ciudad Neily con esfuerzos básicamente de las iglesias nacionales y una infraestructura mínima. Por otro lado, se desarrollaron otras iglesias en: Los Guido de Desamparados, Villas de Ayarco, El Roble de Alajuela y Rincón Chuiquito de la Guácima también en esta provincia. Algunos de los pastores destacados que permanecieron posteriores al cisma en esta agrupación fueron: David Guevara, Enrique Piedra, Adrián González entre otros. Por otro lado, la Convención Bautista a partir del año 1981 inició relaciones fraternales con las American Baptist Churches (ABC) con sede en Valley Forge, Pensilvania. Esta nueva alianza se da con el entendido de que las relaciones deben se transparentes, respetuosas y solidarias. El Revdo. Víctor

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Mercado, secretario de área para América Latina de Ministerios Internacionales de ABC, se constituye en el puente relacional de esta nueva hermandad. La Convención Bautista experimenta también una nueva etapa de su historia con el nacimiento de nuevas iglesias y misiones y la adquisición de nuevas instalaciones para sus oficinas centrales. Esta división dura 23 años para luego reencontrarse con la bendición de la unidad en el año 2003.

________________ Notas: (1) El segmento pormenorizado de la historia que continúa a partir del cisma de 1980 será parte de la investigación de la Revda. Nidia Rodríguez, como ya fue dicho. (2) Para mayor información, remitirse a la tesis de grado del Revdo. Johnny Saborío C., “Una Historia de la Convención Bautista de Costa Rica”, Seminario Bíblico Latinoamericano, San José, Costa Rica, 1998.

4. La obra del misionero pentecostal pionero Amós Bradley en América Central, 1908-1955, por Clifton L. Holland, Director de PROLADES Una consecuencia de los muchos años de trabajo de Amós Bradley en Centroamérica fue el estable-cimiento de varias misiones en la región (Guatemala, El Salvador y Costa Rica). Su primera tarea misionera fue con La Misión Pentecostal (TPM, The Pentecostal Mission de Nashville, Tennessee) en Guatemala desde 1908 hasta 1912; él y su esposa tomaron una licencia en los EUA durante parte de 1912-1913. GUATEMALA (1908-1912, 1916-1936) En 1906, la señorita Effie Mae Glover (1883-1959), estudiante del Instituto Misionero y Bíblico Altamont (fundado en 1898 en Greenville, Carolina del Sur; más tarde conocido como el Instituto de Capacitación Misionera y Bíblia Holmes), fue a Guatemala para trabajar con el Reverendo John Thomas Butler y su señora quienes trabajaban con TPM y se quedaron por dos años. Ella regresó a los EUA por un tiempo breve en 1908 y decidió casarse con Amós Bradley (graduado de la Escuela de Preparación Bíblica J. O. McClurkan en Nashville, Tennessee y el Instituto de Capacitación Misionera y Bíblica Holmes en Greenville, Carolina del Sur), bajo el acuerdo de servir conjuntamente como misioneros en Guatemala. Amós Bradley llegó a Guatemala en 1908 como un misionero independiente (sostenido económica-mente por el Dr. Frank Nabors y su señora de Birmingham, Alabama) y fundó misiones en San Jerónimo y Salamá en el departamento de Baja Verapaz. Amós y Effie Mae se casaron el 25 de junio 1909 en Zacapa e hicieron su hogar en San Jerónimo por tres años, durante lo cual sufrieron persecución y pasaron serias dificultades por su fe y ministerio evangélicos.

En 1912 los Bradley regresaron a los EUA para gozar de una licencia breve, viviendo en Greenville, Carolina del Sur, donde los dos habían estudiado en el Instituto Holmes. Allá descubrieron que el Reverendo N. J. Holmes y su señora habían recibido el “bautismo del Espíritu Santo” y hablaban en lenguas desconocidos (glosalalia) y que la mayoría de los profesores y los estudiantes también habían experimentado “un derramamiento hermoso del Espíritu Santo”. Inmediatamente los Bradley empezaron a buscar el mismo bautismo del Espíritu Santo y fueron “llenados gloriosamente”. Al escuchar de la organización de la Iglesia Santidad Pentecostal (PHC, Pentecostal Holiness Church) en Carolina del Norte en el 1911, ellos decidieron unirse a esta nueva denominación Pentecostal. Los Bradley se unieron al PHC en 1912 y en 1913 llegaron a ser los primeros misioneros de esta denominación en Guatemala, aunque pareciera muy posible que sirvieran bajo la administración de TPM. Una página del Internet de la PHC menciona que el campo centroamericano de la PHC fue abierto por Amos Bradley en 1913: http://aarc.iphc.org/history/hisdev_prn.html. Después de vivir poco tiempo en Guatemala, en 1913 los Bradley se mudaron al oeste de El Salvador donde vivieron hasta el 1916 cuando regresaron a Guatemala y fueron designados por TPM como los encargados del trabajo en Zacapa, el cual había sido empezado por el Rev. Charles G. Anderson y señora. Los Bradley estuvieron en los EUA con una licencia extendida desde 1918 a 1921 y vivían en Atlanta,

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Georgia. En 1919 Amós Bradley fue separado de la PHC debido a una disputa con el Rev. F. M. Britton en Georgia. En 1922, después de varios años de incertidumbre acerca de su futuro, Amós Bradley aceptó la designación de supervisor del trabajo misionero de la Conferencia Metodista Primitiva en Totonicapán, Guatemala, donde el Rev. Alberto Hines y su señora (misioneros independientes de Santidad) habían servido desde el 1910 hasta el 1922, cuando se pensionaron y regresaron a los EUA. Aparentemente, Amós Bradley tuvo un ministerio fructífero entre los amerindios de la región durante los próximos cuatro años y después los Bradley se mudaron a los EUA para tomar una licencia de dos años (1928-1930) debido a problemas de salud que padecía la Señora Bradley. Amós Bradley regresó solo a Guatemala en 1930 como misionero independiente y pasó seis años (1930-1936) trabajando entre los indígenas maya. EL SALVADOR (1913-1916) Como resultado de la repentina partida del Rev. Robert H. Bender y su señora, misioneros de la Misión Centroamericana (CAM, Central American Mission), de El Salvador en enero de 1910 y de su reubicación en Upland, California, debido a los problemas de salud de la Sra. Bender, su colega de la CAM, el Rev. Percy T. Chapman (un misionero bautista quien estaba afiliado a la CAM), hizo un llamado urgente pidiendo ayuda a la Junta de Misiones de la Convención Bautista Norteña así como a las agencias misioneras protestantes que trabajaban en Guatemala, para que consideraran la posibilidad de realizar misiones en El Salvador para llenar el espacio que había dejado los Bender al partir. El Rev. Lemuel C. Barnes, Superintendente de la Convención Bautista Norteña para América Latina (EUA), visitó Centro América a fines de 1910 y durante los primeros meses de 1911 para estudiar la situación en Guatemala y El Salvador. Luego él informó a sus superiores de la denominación que él había encontrado la existencia de pentecostales en El Salvador quienes “hablaban en lenguas” (glossalalia), lo que era de preocupación para los misioneros de la Misión Centroamericana (fundamentalistas no pentecostales).1 Obviamente, esta presencia pentecostal en El Salvador fue el resultado directo del ministerio de Frederick E. Mebius (misionero canadiense pentecostal independiente) en San Salvador y Santa Ana y alrededores, desde su llegada a El Salvador en julio de 1905. La llamada de ayuda hecha por Percy Chapman también llegó a los oficiales de Iglesia Santidad Pentecostal (PHC, Pentecostal Holiness Church), quienes le pidió al Rev. Amos Bradley reubicarse de Guatemala a El Salvador en la primavera de 1913 para ayudar a otros misioneros (de la CAM, la Sociedad Bíblica y Bautistas) con ministerios pastorales y evangélicos en el occidente del país. Los Bradley se establecieron primero en el pueblo de Sonsonate en las faldas de un volcán activo. Unos meses después se pasaron a Ahuachapán, un pueblo cercano con un clima más favorable. Amos Bradley se ayudaba económicamente enseñando inglés en escuelas públicas con el conocimiento y consentimiento de la junta directiva de la misión. Sin embargo, en 1916, los Bradley regresaron a Guatemala para continuar su ministerio en Zacapa y en otras partes cercanas con la PHC hasta la primavera de 1918, cuando regresaron a los EUA y se establecieron en Atlanta, Georgia, en donde se quedaron por los siguientes cuatro años. COSTA RICA (1936-1955) En 1936, Amos Bradley fue a Costa Rica bajo los auspicios de otra misión de Santidad, la Asociación Pentecostal de Santidad (PHA, Pentecostal Holiness Association de acuerdo al Dr. Wilton M. Nelson, y no la Iglesia Santidad Pentecostal)3, y empezó un ministerio pastoral y evangélico en la capital del país, San José. Él estableció unas cuantas “iglesitas” en las provincias de San José (Cinco Esquinas de Tibás, Barrio Cuba, Plaza Víquez, Desamparados y Santa Ana) y Heredia. Él estuvo con licencia entre 1936 y 1937 para visitar a su familia en Georgia antes de regresar a Costa Rica, donde él se quedó de 1937 a 1955, excepto por un mes con licencia en los EUA en 1950. En esa época, la Sra. Bradley regresó con él a Costa Rica por alrededor de seis meses, hasta que sus problemas de salud la forzaron a regresar a los EUA. Amos se quedó en Costa Rica hasta su muerte en 1955 a la edad de 72 años.4

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En 1950, mientras estaba con licencia en los EUA, Amos Bradley (de 65 años) hizo contacto con la sede de la Iglesia Santidad Pentecostal (PHC) y pidió ayuda para apoyar y continuar con su misión en Costa Rica bajo los auspicios de la Junta Misionera Extranjera de la Iglesia Santidad Pentecostal (PHFMB). De esta forma, en 1951 se hicieron arreglos con la PHFMB para dar las iglesias fundadas por Bradley en Costa Rica a la PHC al llegar el Rev. John Parker y su señora de la PHFMB. Después de la muerte de Bradley en 1955, Parker se convirtió en el superintendente de la PHC en Costa Rica, la cual en 1960 solo tenía 180 miembros bautizados, de acuerdo a Nelson (1983:270-271). ____________ 1Breve historia de la Iglesia Bautista en El Salvador, Comisión de Historia: editado por Monroy, Smith, Gómez y Contreras. San Salvador, 1996. 2Pruitte (sin fecha), “Biography of Mr. and Mrs. Amos Bradley”, p. 4. 3Nelson, Wilton M. Historia del Protestantismo en Costa Rica. San José, Costa Rica: Publicaciones IINDEF, 1983: 270-271. 4La mayor parte de lo antes expuesto, fue tomado de un informe escrito a máquina, “Biography of Mr. and Mrs. Amos Bradley”, preparado por la Sra. T. A. Pruitte (Lutie Bradley Pruitte) y la Sra. de Amos Bradley (Ellie Mae) en Atlanta, Georgia (sin fecha, pero antes de la muerte de la Sra. Bradley en 1959), disponible en los Archives & Research Center de la Iglesia Santidad Pentecostal Internacional en Oklahoma City, Oklahoma: http://arc.iphc.org/.

NOTICIAS 1. APHILA está auspiciando un estudio de las instituciones teológicas en la región centroamericana durante los primeros seis meses del 2012, con el propósito de actualizar el directorio previo que el equipo del Programa Latinoamericano de Estudios Sociorreligiosos (PROLADES) hizo en 1984. Una vez que tengamos el nuevo directorio actualizado, vamos a seguir con la realización de un estudio sobre la enseñanza de cursos sobre Historia de la Iglesia en la región centroamericana, enviando una copia del cuestionario a cada institución en el directorio y pediendo la colaboración de sus oficiales y profesores. El propósito del estudio sobre la enseñanza de cursos sobre Historia de la Iglesia en la región centroamericana es de averiguar sobre: (1) ¿Qué cursos de Historia de la Iglesia se ofrece en cada institución de educación teológica y con qué frecuencia? (2) ¿Quiénes enseñan estos cursos de Historia de la Iglesia y a qué nivel(es) académico(s)? Deseamos conseguir una descripción o sílabo de cada uno de estos cursos para conocer el contenido de los cursos. Una vez identificados los profesores de Historia de la Iglesia en la región centroamericana, deseamos invitar a cada profesor a afiliarse con APHILA para gozar de los beneficios que desfrutan nuestros miembros y para participar con nosotros tanto para mejorar la oferta de cursos de Historia de la Iglesia como para mejorar la calidad de los cursos y así preparar mejor a los estudiantes y futuros historiadores de la Iglesia Cristiana en la región centroamericana. Se puede ver la versión actual del Directorio de Instituciones de Educación Teológica en Centro América en: www.prolades.com\aphila\cam_directorio_instituciones_teologicas_2012-rev5.pdf Se puede obtener una copia del cuestionario para el “Estudio de la Enseñanza de Cursos sobre Historia de la Iglesia” en: www.prolades.com\aphila\encuesta_aphila_cam-rev3.pdf Los Estatutos de APHILA y el Formulario de Afiliación a APHILA están disponibles en: www.prolades.com\aphila\aphila_home.htm

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2. Desde abril de 2001, el Dr. Holland ha visitado los países de Guatemala, El Salvador y Nica-ragua donde se han formado “comisiones nacionales de Historia de la Iglesia” bajo liderazgo nacional con el apoyo de PROLADES como parte de su programa de historiografía de la Iglesia Cristiana en la región centroamericana. Holland es presidente de la Comisión Nacional de Historia de la Iglesia Evangélica Costarricense; Dr. Virgilio Zapata (historiador de renombre) es presidente de la Comisión Nacional de Historia de la Iglesia Guatemalteca; Lic. Cándido Rodríguez de UCAD es presidente de la Comisión Nacional de Historia de la Iglesia Salvadoreña; y el Lic. William E. Rodríguez de UENMLK es presidente de la Comisión Nacional de Historia de la Iglesia Evangélica Nicaragüense.

2. En febrero de 2012, el Dr. Clifton L. Holland hizo un viaje de dos semanas a Nicaragua y El Salvador, donde él tuvo la oportunidad de enseñar un cursillo sobre "Historiografía de la Iglesia Cristiana en América Latina y el Caribe" en dos universidades cristianas, con la participación de 16 estudiantes de licenciatura en Managua y 45 en San Salvador. Ya contamos con el apoyo de la facultad de teología de la Universidad Evangélica Nicaragüense Martín Luther King, Jr. (UEN-MLK), en Managua, y con el director del programa de Historia de la Iglesia de esta universidad; y con el apoyo de la facultad de teología de la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios (UCAD) en San Salvador. En ambos países, como resultado de la enseñanza de Holland sobre historiografía, el último día de los cursillos se formaron “comisiones nacionales de Historia de la Iglesia” y varios de los participantes firmaron el formulario de afiliación a APHILA como miembros plenos o miembros asociados.

Cursillo de Historiografía en Managua, Nicaragua, auspiciado por

la Universidad Evangélica Nicaragüense Martín Luther King, Jr. – Febrero de 2012

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Cursillo de Historiografía en San Salvador auspiciado por

la Universidad Cristiana de las Asambleas de Dios – Febrero de 2012

Sala de conferencias, Iglesia Bautista Miramonte, San Salvador, donde

celebramos el cursillo de historiografía auspiciado por UCAD.

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Dr. Holland con líderes de las Asambleas de Dios de El Salvador (febrero de 2012): Lic. Cándido Ramírez (iz. atrás, profesor de UCAD), Lic. Alberto Antonio Hernández (centro atrás, historiador de las AD), Lic. Oscar Durán (der. atrás, decano de la Facultad de Teología de UCAD; y Lic. Raúl González Durón

(der. frente, ex–secretario ejecutivo de la Sociedad Bíblica Salvadoreña, ahora jubilado)

Dr. Holland con tres miembros de la Facultad de Teología (iz.) y el rector (derecha) de

la Universidad Evangélica de El Salvador (UEES) - Febrero de 2012