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REVISTA DE CONOCIMIENTO E INNOVACIÓN DISTRIBUCIÓN GRATUITA ENE-ABR 2020 ISSN 2594-0147 #10 Indizada en Latindex udlap.mx universidad de las américas puebla INVESTIGACIÓN PERFIL SOCIO- DEMOGRÁFICO Y NIVEL DE SOBRE- CARGA DEL CUIDA- DOR PRIMARIO DEL ADULTO MAYOR

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REVISTA DE CONOCIMIENTO E INNOVACIÓN

DISTRIBUCIÓN GRATUITA ENE-ABR 2020

ISSN 2594-0147 #10Indizada en Latindex

udlap.mx

u n i v e r s i d a d d e l a s a m é r i c a s p u e b l a

INVESTIGACIÓNPERFIL SOCIO-DEMOGRÁFICO Y NIVEL DE SOBRE-CARGA DEL CUIDA-DOR PRIMARIO DEL ADULTO MAYOR

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TENIDO

EVIDENCIAS Y MITOS SOBRE VARIABLES DE RIESGOen tiradores escolares

PORTADA

Por: Julio C. Penagos-Corzo · Ana Lorena Flores · Gabriela Díaz · Jacqueline López · Jorge Guerrero

28.

Evidence and myths about risk variables in school shooters

4. LACTANCIA MATERNA:Beneficios, tipos de leche y composición

16. Modelación dinámica en la operación deEMBALSES

Breastfeeding; benefits, types of milk and its composition

Dynamic modeling of reservoirs operation

Sin título-4 2 11/04/19 1:55 p.m.

Por: Xunaxi Magdalena Osorio-Álvarez · Ilse Haide Ortega-Ibarra · Edú Ortega-Ibarra · Rubén Johanan Martínez-Landa · Rubí Ruiz-Santiago

Por: Polioptro F. Martínez-Austria · Victor Hugo Alcocer-Yamanaka

Calostro Leche de transición

Leche madura

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46. Perfil sociodemográfico y nivel de sobrecarga del cuidador primario DEL ADULTO MAYOR

Sociodemographic profile and level of overload of the primary caregiver of the elderly

Por: María de las Mercedes Nuri Reyes-Vázquez · Clemente Cordero-Sánchez · Corina Mariela Alba-Alba · Madaí Muñoz-Covarrubias · Alberto Hernández-Cora · Elizabeth Guzmán-Ortiz

56. ¿LA SOCIOLOGÍA SE REINVENTA?Teóricos de los siglos xx y xxi

Is sociology reinvented? Theorists of the twentieth and twenty-fiirst centuries

Por: Edú Ortega-Ibarra ·Jorge Alejandro Trejo-Alarcón

54.

EDITORIAL

CREVISTA DE CONOCIMIENTO E INNOVACIÓN

SIMBOLOGÍA / SECCIÓN

COMITÉ EDITORIAL

EDITORES ASOCIADOS

Artes y Humanidades Enrique Ajuria Ibarra

CienciasMiguel Ángel Méndez Rojas

Ciencias SocialesLeandro Rodríguez Medina

Ingeniería e InnovaciónAurelio López Malo Vigil

Negocios y EconomíaRaúl Bringas Nostti

MIEMBROS DEL COMITÉ EDITORIAL

Ileana Azor Hernández Universidad de las Américas Puebla

Antonio Alcalá González Tecnológico de Monterrey

Cecilia Anaya Berríos Universidad de las Américas Puebla

Jorge Gamaliel Arenas BasurtoUniversidad de las Américas Puebla

Lucila Castro Pastrana Universidad de las Américas Puebla

Miguel DoriaUNESCO

Jorge Alberto Durán EncaladaUniversidad de las Américas Puebla

Alexander James HopeUniversidad Autónoma de Madrid

Juan Enrique Martínez-LegazBarcelona Graduate School of Economics

Raúl Mújica García Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica

René Reyes Mazzoco Universidad de las Américas Puebla

Ulises Sandal Ramos KoprivitzaUniversidad de las Américas Puebla

Manuel Francisco Suárez BarrazaUniversidad de las Américas Puebla

María Luisa Torregrosa y Armentia Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

CONSEJO EDITORIAL

Dirección Ejecutiva Martín Alejandro Serrano Meneses

Decano de Investigación y Posgrado

Secretaria EjecutivaLorena Martínez Gómez

Directora general de Planeación y Gestión Institucional

Coordinación Editorial

Izraim Marrufo Fernández Director de Comunicación

Editora GráficaSonia Gisella

Aguirre NarváezProfesora de la Licenciatura de

Diseño de Información Visual

Tecnologías de la InformaciónFernando Thompson

de la RosaDirector general de Tecnologías de

la Información

BibliotecaMaría Elvia Catalina

Morales JuárezDirectora de

Bibliotecas

DISEÑO EDITORIAL Andrea M. Flores Santaella

CORRECCIÓN DE ESTILOAldo Chiquini Zamora

Andrea Garza Carbajal

ENTORNO UDLAP, Año 4, núm. 10, enero-abril 2020, es una publicación cuatrimestral editada por la Fundación Universidad de las Américas, Puebla. Exhacienda Santa Catarina Mártir s/n, San Andrés Cholula, Puebla, C. P. 72810. Tel.: 222 229 20 00. www.udlap.mx, [email protected] responsable: Polioptro Fortunato Martínez Austria. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2018-070912041700-102, ISSN: 2594-0147, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Título y Contenido núm. 16817, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los Talleres de la Universidad de las Américas Puebla, Exhacienda Santa Catarina Mártir s/n, San Andrés Cholula, Puebla, C. P. 72810. Este número se terminó de imprimir el 21 de diciembre de 2019, con un tiraje de 1000 ejemplares. Su distribución es gratuita.

Los artículos, así como su contenido, su estilo y las opiniones expresadas en ellos, son responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la opinión de la UDLAP.

«Esta revista se publica bajo licencia de Creative CommonsAtribución-No comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional. CC BY-NC-SA 4.0» https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es

Los artículos publicados en Entorno UDLAP se someten a revisión por pares, en el sistema de «doble ciego», es decir que los árbitros no conocen el nombre de los autores del texto que revisan, ni los autores los nombres de quienes lo revisan. La responsabilidad del contenido de los artículos corresponde exclusivamente a los autores, y no necesariamente refleja la postura de los editores, miembros del consejo y comité editoriales o de la Universidad de las Américas Puebla.FOTOGRAFÍAS

www.shutterstock.com

PRESIDENCIAJosé Ramón Valdés Parra

EDITOR GENERALPolioptro Fortunato Martínez Austria

AUTOR INTERNO

AUTOR EXTERNO

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Con el presente número, Entorno UDLAP da inicio a su cuarto año de edición, cumpliendo con las expectativas para las que fue creada: una revista con ca-lidad académica y editorial que sirve como un medio multidisciplinario, de difusión del conocimiento y la innovación que se produce en las universida-des, centros e institutos, públicos y privados de México y, principal pero no exclusivamente, de la región latinoamericana.

Como parte de su proceso de mejora continua, la revista ha introducido –en-tre otros– un código de ética que adhiere a los más estrictos estándares in-ternacionales del Comité de Ética de Publicaciones (cope, por sus siglas en inglés). Asimismo, confirmando su convicción de que el conocimiento debe ser difundido de la manera más amplia posible, ha puntualizado su condi-ción de revista de acceso libre mediante licencia internacional de Creative Commons CC-BY-NC-SA 4.0 (Atribución-No comercial-Compartir igual), que beneficia no sólo a los lectores, sino también a los autores, pues logran una mayor difusión de sus artículos.

En virtud del cada vez mayor número de manuscritos que recibe la revista, otro de los cambios introducidos –esta vez en la política editorial– es que ya no se publicarán notas cortas, sino sólo artículos en extenso que, como has-ta ahora, serán sometidos a la rigurosa revisión por pares bajo el sistema de doble ciego (autores y revisores que no conocen sus nombres entre sí). Con-forme a estos cambios, se ha actualizado la guía para autores que se incluye en el sitio web de la revista.

El diseño de la revista, con el ánimo de mantener su calidad y hacer su lec-tura cada vez más atractiva e intelectualmente estimulante, ha introduci-do también diversos cambios que incluyen, entre otros, el diseño artístico y gráfico de la mayoría de las ilustraciones: seguramente los lectores notarán dichos refinamientos.

Agradezco a los miembros del consejo editorial y del comité editorial, a los árbitros y, sobre todo, a los autores que nos confían sus artículos. Como toda revista académica que aspira a la excelencia, Entorno UDLAP es el producto de una colectividad académica vital y comprometida con el conocimiento y la innovación.

Finalmente, reconocemos y agradecemos el apoyo de la Universidad de las Américas Puebla, de sus autoridades, académicos y su comunidad universitaria.

Polioptro F. Martínez AustriaEditor general

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Ortega-Ibarra E. et al. (2019).Lactancia materna: beneficios, tipos de leche y composición. Entorno UDLAP, 10. Recibido: 15 de junio de 2019 Aceptado: 23 de septiembre de 2019

Osorio Alvarez, X. et al. Entorno udlap, núm. 10, 4-15, Enero 2020

Lac tanciaBreastfeeding; benefits, types of milk and its composition

ma ternaBENEFICIOS, TIPOS DE LECHE Y COMPOSICIÓN

Por: Xunaxi Magdalena Osorio-Álvarez ·

RESUMENLa lactancia materna es la forma ideal y natural de alimentar al niño en su primer año de vida, debido a que la leche humana es un alimento que, desde el punto de vista nutricional, cualitati-va y cuantitativamente, se adecua a las necesidades del bebé. Contiene numerosos principios orgánicos, macronutrientes, vi-taminas y minerales que en sinergia son una base biológica úni-ca para su óptimo crecimiento y desarrollo. Contiene, además, componentes inmunológicos que inciden satisfactoriamente en la salud del niño, especialmente si es amamantado de manera exclusiva, reduciendo así las tasas de morbimortalidad infantil por enfermedades infecciosas.

PALABRAS CLAVE:Lactancia materna · Bromatología · Calostro · Leche materna

LACTANCIA MATERNACONTIENE NUMEROSOS PRINCIPIOS ORGÁNICOS, MACRONUTRIENTES, VITAMINAS Y MINERALES, QUE EN SINERGIA SON UNA BASE BIOLÓGICA ÚNICA PARA EL ÓPTIMO CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL BEBÉ.

Ilse Haide Ortega-Ibarra · Edú Ortega-Ibarra · Rubén Johanan Martínez-Landa · Rubí Ruiz-Santiago

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INVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓN

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LA LECHE HUMANA POSEE

CARACTERÍSTICAS PROPIAS QUE

SE VAN A ADECUAR A LOS

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES E INMUNOLÓGICOS A MEDIDA QUE EL NIÑO CRECE Y SE

DESARROLLA.

Osorio Alvarez, X. et al. Entorno udlap, núm. 10, 4-15, Enero 2020

SUMMARYBreastfeeding is the ideal and natural way to feed the child in its first year of life, because human milk is a nutrient that qualitatively and quantitatively fits the needs of the baby. It contains numerous organic principles, mac-ronutrients, vitamins and minerals, which in synergy are a unique biological basis for its optimal growth and development. It also con-tains immunological components that success-fully affect the health of the child, especially if breastfed exclusively reducing the rates of in-fant morbidity and mortality due to infectious diseases.

KEYWORDS: Breastfeeding · Bromatology · Colostrum · Breast milk

INTRODUCCIÓNLa leche humana posee características propias que se van a adecuar a los requerimientos nu-tricionales e inmunológicos a medida que el niño crece y se desarrolla, desde siempre las madres han alimentado a sus niños de forma normal y natural: amamantando. La composi-ción de la leche materna permite nutrir al niño y protegerlo de ciertas enfermedades infeccio-sas y crónicas; es una de las estrategias cos-to-efectivas más importantes para prevenir la morbilidad y mortalidad infantil (Alfaro et al., 2016., Mota et al., 2019). La leche puede variar en una sola alimentación, en un día en especí-fico, de acuerdo con la edad del lactante, si es día o noche, periodo menstrual o estado nutri-cional de la madre (Rojas, 2015).Actualmente, hay muchos bebés que no reci-ben leche materna o que la reciben durante un periodo relativamente corto (Alfaro et al., 2016). La adecuada alimentación y nutrición en la ni-ñez temprana (0-2 años de edad) es fundamen-tal para garantizar que ellos puedan alcanzar todo su potencial de crecimiento, salud y de-sarrollo óptimo. La leche materna contiene an-ticuerpos que protegen al bebé de enfermeda-

des de la infancia. Debido a esto, una nutrición deficiente en esta etapa de la vida incrementa el riesgo de padecer enfermedades agudas y cró-nicas, responsables, directa o indirectamente, de cerca de un 30% de las muertes en niños me-nores de cinco años (Asociación Española de Pediatría, 2014., Alfaro et al., 2016).

En contraste con la leche materna existen también las fórmulas para lactantes, cuyo uso debe ser bajo prescripción médica y ante con-diciones de salud específicas que requieran su empleo, ya que no ofrecen los beneficios nutri-cionales e inmunológicos de la materna. Ade-más, su preparación bajo condiciones de escasa higiene podría propiciar el desarrollo de enfer-medades gastrointestinales. Debido a su alto costo, puede diluirse de más en la búsqueda de economizar el gasto y esto impactar en la nu-trición del niño (Sánchez, Díaz y Molina, 2017).

La evidencia científica garantiza la superio-ridad de la leche materna para la alimentación del bebé recién nacido y del lactante a lo largo de los primeros seis meses de vida, para poste-riormente recibir alimentos complementarios al tiempo que continúan con leche materna hasta los dos o más años (Lozano, 2008).

De acuerdo a las investigaciones realizadas por la Secretaría de Salud (ss) del Estado de Mé-xico, los indicadores de lactancia materna en México mostraron deterioro muy marcado en el medio rural. La ss, en conjunto con otros sec-tores de la sociedad, trabaja para recuperar a plenitud la práctica de la lactancia natural; el Sistema Nacional de Salud se esfuerza en tra-tar de eliminar barreras y crear condiciones fa-vorables para fomentar la lactancia como único recurso de alimentación y nutrición durante los primeros seis meses de la vida del pequeño (Se-cretaría de Salud del Estado de México, 2018).

La Organización Mundial de la Salud (oms) se propone para 2025 incrementar, hasta al me-nos, en un 50% la tasa de lactancia materna ex-clusiva (lme) durante los seis primeros meses de vida (Cabedo et al., 2019).

La lactancia materna (lm) ha sido estudia-da en diferentes años y ubicaciones geográfi-cas. Paredes et al. (2018) titularon su investi-gación como «Conocimiento y práctica sobre lactancia materna de mujeres primigestas de-rechohabientes de una Unidad de Medicina Familiar», mediante un estudio transversal, descriptivo, con una muestra de 75 mujeres primigestas empleando el «Cuestionario so-bre conocimientos, actitudes y prácticas de la lactancia materna». Su objetivo fue analizar el conocimiento y práctica sobre lactancia ma-terna de mujeres primigestas derechohabien-tes de una unidad de medicina familiar, con-cluyendo que las mujeres primigestas tienen conocimiento suficiente sobre lactancia ma-terna y sus beneficios. Dicha información es proporcionada principalmente por el personal de enfermería.

Martínez y Hermosilla (2017) realizaron su investigación titulada «Razones de abandono de lactancia materna en madres con hijos me-nores de dos años», buscando establecer las ra-zones por las que las madres con hijos menores de dos años abandonan la práctica de la lac-tancia materna antes del tiempo recomenda-do. Realizó un estudio observacional, descrip-tivo, de corte transversal. La muestra estuvo constituida por sesenta madres con hijos me-nores de dos años. Las razones mencionadas por las madres con respecto al abandono de la lm antes del tiempo recomendado fueron en orden decreciente: falta de leche en canti-dad suficiente, trabajo de la madre, rechazo del niño, la madre ya no quería dar de mamar.

Cabedo et al. (2019), nombraron a su inves-tigación «Tipos de lactancia materna y facto-res que influyen en su abandono hasta los seis meses. Estudio lactem», que tuvo el objetivo de conocer la evolución de la lm y la lactancia materna exclusiva (lme) desde el nacimiento hasta los seis meses de edad, e identificar las principales dificultades, las causas de abando-no y las expectativas de las usuarias sobre la lactancia. Su estudio fue observacional, de se-

LACTANCIA MATERNA

La adecuada alimentación y nutrición en la niñez temprana

es de 0-2 años de edad, y es fundamental para garantizar

todo su potencial en:

Una alimentación deficiente incrementa el riesgo de padecer enfermedades

agudas y crónicas responsables directa

o indirectamente del 30% de las muertes en niños menores de cinco años.

Crecimiento Salud Desarrollo óptimo

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Osorio Alvarez, X. et al. Entorno udlap, núm. 10, 4-15, Enero 2020

guimiento longitudinal de una cohorte de ma-dres/hijos desde las 35 semanas de embarazo, el puerperio temprano y tardío, y hasta los seis meses de vida en Barcelona. Se realizó un se-guimiento final de 541 sujetos. Las principales causas de abandono halladas fueron la sensa-ción subjetiva de hambre en el niño (35%) y de hipogalactia (22,8%). El 95% de las madres ma-nifestaron la voluntad de iniciar la lactancia y una duración de ésta mayor a un año.

Los datos de la Encuesta Nacional de la Di-námica Demográfica (enadid) 2014 (inegi, 2014) muestran que, a nivel nacional, en Mé-xico el 40.5% de los hijos nacidos vivos toma la leche materna durante la primera hora de vida. En las localidades con menos de quince mil habitantes es mayor este porcentaje que en las de quince mil y más (47.9 contra 35%); en donde el 45.3% de los hijos nacidos vivos son lactados por primera vez entre las dos a 23 horas posteriores a su nacimiento. México ha brindado certificación a los Hospitales Ami-gos del Niño, en línea con lo planteado en los diez pasos para una lactancia materna exitosa propuesta por la oms y unicef y las capacita-ciones anuales en el marco de las actividades de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (Sánchez et al., 2017). En esta revisión, se des-criben los beneficios, tipos de leche y compo-sición de la leche materna.

Conceptos sobre lactancia materna La leche materna es una secreción producida por las glándulas mamarias femeninas. Con-tiene todas las sustancias nutritivas (proteí-nas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minera-les y agua) que el bebé necesita en los primeros seis meses de vida (Alfaro et al., 2016).

Un elemento que es elemental en su consu-mo es el calostro, una leche producida durante los primeros dos o tres días después del parto. Se produce en pequeñas cantidades (cercano a 40–50 ml el primer día) y que, sin embargo, es suficiente para los requerimientos del recién nacido. Es de un color amarillento, rico en mi-nerales y vitaminas liposolubles (a, e y k). Pro-porciona protección inmunológica al lactante al ser expuesto por primera vez a los microorga-nismos del ambiente (Alfaro et al., 2016).

Respecto a los términos a conceptualizar po-demos decir que el calostro es la llamada prime-ra leche y secretada durante cinco a siete días después del parto (Organización Mundial de la Salud, 2018, García, 2011), la leche de transi-ción es aquella que se produce del día siete al catorce después del parto, mientras que la le-che madura se produce después de las prime-ras dos semanas después del parto. Se conoce como lactancia al periodo de la vida de la mujer en el que produce leche, misma que se brinda al lactante. Con lactante nos referimos al niño de hasta doce meses de edad cumplidos. La lactancia materna es la alimentación natural que la madre brinda al recién nacido por medio de leche materna, promoviendo así un creci-miento y desarrollo correcto. Cuando el lactan-te recibe únicamente leche del pecho de su ma-dre o extraída del pecho sin ingerir ningún otro tipo de líquidos o sólidos (ni siquiera agua), a excepción de solución de rehidratación oral, gotas o jarabes de suplementos indicados por un médico se le denomina lactancia materna exclusiva (Alfaro et al., 2016, García, 2011).

EN MÉXICO EL

EN DONDE

DE LOS HIJOS NACIDOS VIVOS TOMA LA LECHE MATERNA DURANTE LA PRIMERA HORA DE VIDA. EN LAS LOCALIDADES CON MENOS DE 15 MIL HABITANTES ES MAYOR ESTE PORCENTAJE;

40.5%

45.3%DE LOS HIJOS NACIDOS VIVOS SON LACTADOS POR PRIMERA VEZ ENTRE LAS DOS A VEINTITRÉS HORAS POSTERIORES A SU NACIMIENTO.

VENTAJAS DE LA LACTANCIA MATERNA

Ventajas para la madre (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia unicef, 2012):

La placenta sale más fácil y rápidamente.

Disminuye el riesgo de hemorragia y por ende de

anemia.

Promueve la recuperación rápida

de la matriz a su tamaño normal.

La lactancia facilita e incrementa el

amor de la madre a su bebé y viceversa.

La madre tendrá pechos menos

congestionados cuando la

leche baje.

La madre tiene otros beneficios como: que no

tiene que levantarse a preparar alimento, no se

preocupa por posibles infecciones que el biberón puede provocar, no gasta

en leche ni biberones.

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La leche baja más rápido dentro de los primeros días si el bebé mama desde que nace.

Evita la fiebre de la mamá con la

bajada de la leche.

Las mujeres que amamantan a sus

hijos tienen menos riesgo de padecer cáncer en el seno

u ovarios.

En los primeros seis meses después

del parto, con la lactancia exclusiva las madres tienen menos

riesgo de volver a embarazarse si no les ha vuelto el sangrado

por menstruación.

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LA LECHE MATERNA ES

UNA SECRECIÓN PRODUCIDA POR LAS GLÁNDULAS

MAMARIAS FEMENINAS.

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COMPOSICIÓN DE LA LECHE MATERNA

CalostroConocida como primera leche debido a la pre-sencia de β- carotenos posee una coloración amarillenta y es más espesa, se produce a me-nudo entre uno y cuatro días después del par-to. Los lactantes ingieren en cada toma de 2 a 10 ml, proporcionando entre 580 y 700 kcal/L (García, 2011; Rojas, 2015; Martín, 2015).

La producción de calostro es totalmente proporcional a la intensidad y frecuencia del estímulo de succión. Nutricionalmente el ca-lostro contiene, en menor cantidad, lactosa, grasa y vitaminas hidrosolubles, en compara-ción con la leche madura, sin embargo, posee

BENEFICIOS AL BEBÉ VENTAJAS PARA EL PAÍS

Recibe los nutrientes necesarios para su

crecimiento y desarrollo (unicef, 2012).

La leche materna siempre está lista y a la temperatura ideal

(unicef, 2012).

Disminuye el riesgo de infecciones

gastrointestinales; se asocia a un 64% de reducción de la

incidencia de infecciones gastrointestinales

(Brahm y Valdés, 2017).

Las tasas de obesidad son significativamente menores en lactantes alimentados con lm;

Existe un 15 a 30% de reducción del riesgo

de obesidad durante la adolescencia y adultez si existió alimentación con lm durante la infancia,

comparado con aquellos no amamantados

(Brahm y Valdés, 2017).

A que menos niños enfermen y mueran por infecciones, por lo tanto, hay menor gasto hospitalario (unicef, 2012).

A que los familiares, la comunidad, los servicios de salud y el gobierno se comprometan a apoyar y promover la lactancia materna (unicef, 2012).

A que el país tenga niños más sanos, inteligentes y seguros de sí mismos en la niñez y edad adulta, aumentando su productividad y asegurando el futuro del país (unicef, 2012).

La lme durante seis meses y el destete después del año de vida es la intervención de salud más efectiva existente. Tiene el potencial de prevenir más de un millón de muertes infantiles anuales, lo que equivale a la prevención del 13% de la mortalidad infantil mundial (Brahm et al., 2017).

QUE LAS MADRES BRINDEN LACTANCIA MATERNA CONTRIBUYE:

EL CALOSTRO POSEE MAYOR CONTENIDO DE PROTEÍNA, VITAMINAS LIPOSOLUBLES Y MINERALES COMO SODIO Y ZINC.

mayor contenido de proteína, vitaminas lipo-solubles y minerales como sodio y zinc (García, 2011; Rojas, 2015; Martín, 2015).

Aproximadamente en 100 ml el calostro contiene 2 g de grasa y proteína, y 4 g de lac-tosa, cantidad suficiente para cubrir las nece-sidades del lactante en los primeros días por la concentración de lactoferrina, IgA, linfocitos T, B y NK y macrófagos. En este sentido, el calostro se destaca por la función protectora al recién nacido (Rojas, 2015; Martín, 2015).

El volumen del calostro favorece los riño-nes del pequeño recién nacido, debido a que no pueden manejar aún cantidades grandes de líquidos. Las enzimas contenidas facilitan la di-gestión del bebé, las inmonugloblinas cubren el

endotelio de tubo digestivo evitando la adhe-rencia de patógeno (Rojas, 2015; Martín, 2015).

Favorece también la colonización del intes-tino por Lactobacillus bifidus, contiene quino-nas y antioxidantes previniendo el daño oxida-tivo y contiene grandes cantidades de factores de crecimiento estimulando así la maduración del sistema digestivo y el sistema inmunológi-co. Es por todas estas características que el ca-lostro es conocido como la primera vacuna del recién nacido (Rojas, 2015; Martín, 2015).

Leche de transiciónLa lactosa, grasas y vitaminas hidrosolubles acrecientan su concentración por el aumen-to de colesterol y fosfolípidos presentes en la

leche. Asimismo, disminuyen los niveles de proteínas, inmonoglobulinas y vitaminas li-posolubles por el aumento en el volumen de producción (García, 2011; Rojas, 2015; Martín, 2015).

Aproximadamente, al día número quince posparto, el volumen puede alcanzar los 660 ml/día, y la coloración se torna blanca debido al caseinato de calcio y emulsificación de las grasas (Rojas, 2015; Martín, 2015).

Leche maduraContenido aproximado de 70 kcals/100 ml y el volumen promedio es de 700 ml/día los prime-ros seis meses y disminuye a 500 ml/día en el se-gundo semestre. Inmunológicamente contiene

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Rol protector sobre la enfermedad celiaca, con

una reducción de 52% de riesgo de desarrollarla en los lactantes que están con lm al momento de exponerse a

alimentación con gluten (Brahm y Valdés, 2017).

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La lm por seis meses o más se asocia a un 19%

de disminución del riesgo de desarrollar leucemia

durante la infancia (Brahm y Valdés, 2017).

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Relación dosis-respuesta entre la duración de la lm y el coeficiente intelectual

(Brahm y Valdés, 2017).

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un número elevado de leucocitos vivos, de los cuales, el 90% son macrófagos; mismos que tie-nen capacidad fagocitaria en el tubo digestivo y capacidad para producir lisozima y lactoferrina. Un 10% son linfocitos que mantienen su capa-cidad para producir anticuerpos.

La leche materna satisface las necesidades de aminoácidos esenciales en el lactante, tiene un promedio de 11 gramos por litro y su absor-ción es del 90 al 100%, de esta manera no re-presenta una sobrecarga para la función renal (García, 2011, Rojas, 2015, Martín, 2015).

Las principales proteínas en la leche huma-na son las del suero, representando el 60% del total, siendo el principal componente la α-lac-toalbúmina, seguido por la lactoferrina. El 20% restante corresponde a la caseína, la cual tie-ne la digestibilidad para el lactante. Es rica en aminoácidos como la cisteína, contenido bajo de metionina y la taurina (Rojas, 2015).

Hidratos de carbono: la leche materna con-tiene 7.3 gramos de hidratos de carbono en 100 mililitros, en menor porcentaje se encuentran glucosa, galactosa, glicoproteínas y oligosa-cáridos complejos y el hidrato de carbono. Más abundante es la lactosa, representando el 70% del contenido total de hidratos de carbono. La

β-lactosa, presente en leche humana, se digie-re con menor rapidez, ayudando a la absorción mineral (García, 2011, Rojas, 2015).

Otro beneficio de la lactosa es su efecto prebiótico, ya que llega al colon en gran can-tidad, proporcionando así un sustrato para el crecimiento de bacterias bífidas. Otra de las funciones de la lactosa es ayudar en la absor-ción de calcio y fósforo, reduciendo el pH y dis-minuyendo el posible crecimiento de bacterias patógenas (Rojas, 2015).

Los oligosacáridos (fucosa, glucosamina, galactosamina e inositol) participan en meca-nismos de defensa, al favorecer el crecimiento de la flora lactobacilar y ayudar en los tractos respiratorio, genitourinario y gastrointestinal, logrando impedir la adherencia de gérmenes patógenos a la superficie epitelial (Rojas, 2015).

La galactosa de los galactooligosacáridos apoya el desarrollo del sistema nervioso, for-mando glucolípidos presentes en la mielina y galactocerebrósidos. La presencia de oligo-sacáridos en la leche humana varía, debido a que su síntesis depende de la herencia genéti-ca de la madre, del periodo de lactancia (ma-yor concentración durante el calostro), e inclu-so del momento del día en que se dé la toma.

No se ve afectada por la alimentación de la madre (Rojas, 2015).

Lípidos: aportan gran valor nutricional para los lactantes. Desde el nacimiento, y has-ta los seis meses de edad, los bebes necesitan grandes dosis de ácido araquidónico y doco-sahexaenoico para su correcto crecimiento y función corporal. En el recién nacido aporta un aproximado de 50% de la energía total en la leche materna, de los cuales el 99% se pre-senta en forma de triglicéridos (García, 2011; Rojas, 2015).

El contenido de grasa en la leche varía se-gún el estado nutricional de la madre, la hora del día, fase de la toma y duración de la lactan-cia. Es de 4 a 4.5 gramos por decilitro. Predomi-nan los ácidos grasos de cadena larga, seguidos por los de cadena media y están casi ausentes los de cadena corta (García, 2011; Rojas, 2015).

El 60% del cerebro está formado por ácidos de cadena larga, que son de vital importancia para el buen desarrollo cerebral y retiniano del neonato y lactantes pre término.

Los lípidos son nutrimentos de vital impor-tancia para los lactantes, ya que las funciones que realizan en el organismo son imprescindi-bles, tal como menciona Rojas (2015):

Beneficia la agudeza visual

Formación del sistema nervioso central

Facilita la agudeza cognitiva

Utilización proteica óptima

Efecto en la retención de hidratos de carbono

Absorción, transporte y disponibilidad de vitaminas liposolubles

Factor de saciedad

Estructura básica de hormonas y sales biliares

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LECHE DE TRANSICIÓN LECHE MADURACALOSTROCOMPOSICIÓN DE LA LECHE MATERNA

Conocida como primera leche debido a la presencia de β- carotenos posee una coloración amarillenta y es más espesa, se produce a menudo entre uno y cuatro días después del parto, posee mayor contenido de proteína, vitaminas liposolubles y minerales como sodio y zinc (García, 2011; Rojas, 2015; Martín, 2015).

Las concentraciones de lactosa, grasas y vitaminas hidrosolubles acrecientan su concentración por el aumento de colesterol y fosfolípidos presentes en la leche.

Las principales proteínas en la leche humana son las del suero, representando el 60% del total, siendo el principal componente la α-lactoalbúmina, seguido por la lactoferrina.Otro beneficio de la lactosa es su efecto prebiótico, ya que llega al colon en gran cantidad, proporcionando así un sustrato para el crecimiento de bacterias bífidas.

Calostro Leche de transición

Leche madura

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Xunaxi Magdalena Osorio-ÁlvarezLicenciada en Nutrición por la Universidad del Istmo. Es asistente de investigación y divulgación científica del Centro de Investigación en Nutrición y Alimentación (unistmo). [email protected]

Ilse Haide Ortega-IbarraLicenciada en Nutrición. Maestra en Salud Pública por el Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracru-zana bajo la lgac «Análisis de la situación de salud de la población y vigilancia epidemiológica». Estancia de investigación en el Departamento de Salud Pública de la

Universidad de Guadalajara. Es profesora investigadora T. C. en la Universi-dad del Istmo. [email protected]

Edú Ortega-Ibarra autor de correspondenciaLicenciado en Nutrición. Estudiante de la especialidad en Gestión y Evaluación de los Aprendizajes desde el Enfoque por Competencias. Candidato a doctor en Educación y maestro en Seguridad Alimentaria y Nutri-

cional con énfasis en Programas de Salud y Gestión de Políticas. Jefe de carrera y profesor investigador de la Licenciatura en Nutrición y coordi-nador general del Centro de Investigación en Nutrición y Alimentación de la Universidad del Istmo (unistmo)[email protected]

Rubén Johanan Martínez-LandaLicenciado en Enfermería y especialista en salud materna y perinatal. Tiene formación en planes de respuesta a emergencias, uso y manejo de equipo de respiración autónoma, hse rig pass, atmósfera con presencia de h2s y primeros auxilios. [email protected]

Rubí Ruiz-SantiagoLicenciada en Enfermería y candidata a especialista en Enfermería Quirúrgica por el Instituto Hispano Jaime Sabines. Actualmente, es profesora investigadora de la Universidad del Istmo. [email protected]

Osorio Alvarez, X. et al. Entorno udlap, núm. 10, 4-15, Enero 2020

Al no oxidarse completamente, la grasa es guardada como reserva energética en el tejido adiposo, en el tejido celular subcutáneo, donde actúa como aislante manteniendo la tempera-tura corporal y en la cavidad abdominal, prote-giendo órganos como el hígado y el páncreas. El restante cubre vasos y membranas celulares (Rojas, 2015).

La disponibilidad de ácido linoleico y linolé-nico determina la síntesis de prostaglandinas, las cuales se hallan en el tracto gastrointestinal apoyando mecanismos de defensa del lactante (Rojas, 2015).

Vitaminas y minerales: las vitaminas hidro-solubles y liposolubles se encuentran en can-tidad suficiente en la leche. Las vitaminas hi-drosolubles de mayor concentración son la vitamina C y la niacina, y ente los liposolubles, la vitamina E y el β-caroteno (Rojas, 2015).

El contenido de hierro en la leche humana es de 0.5 mg/l, cantidad que se considera baja, pero debido a la lactoferrina presente en ella se puede absorber aproximadamente en un 50%. El ácido fólico, la vitamina B12 y el zinc tienen proteínas especiales que facilitan su paso a la leche humana (García, 2011; Rojas, 2015).

La relación calcio/fósforo es 1.2 a 2; favore-ciendo de esta manera la absorción de calcio, hasta en un 75%. De esta absorción depende la formación de tejido óseo en la infancia. El zinc y el selenio se encuentran en cantidad necesaria en la leche de la madre (Rojas, 2015).

Enzimas: las enzimas encontradas en la le-che humana son aprovechadas eficazmente por el organismo del lactante. La lipasa tiene como función descomponer las grasas, mien-tras que la tromboplastina ayuda en el desarro-llo del sistema nervioso central (Rojas, 2015).

LACTANCIA MATERNA EN SITUACIÓN DE DESNUTRICIÓN MATERNADiversas investigaciones respaldan la capa-cidad de la leche materna para cubrir las ne-cesidades nutricionales del niño, aún en si-tuaciones especiales de la madre, por lo que alimentar con leche materna es lo mejor para el lactante. Por desgracia, existe la idea erró-

nea de que la alimentación inadecuada puede comprometer la capacidad de amamantar, de manera adecuada, a sus hijos (Lozano, 2008; Martín, 2015).

El estado nutricional de la madre, no mo-difica significativamente la composición de su leche. Las variaciones de la dieta de la madre pueden cambiar el perfil de ácidos grasos y al-gunos micronutrientes, pero esto no está rela-cionado con la cantidad de leche ni con su ca-lidad (Lozano, 2008).

La leche de toda madre, a pesar de que cur-se con malnutrición, posee un excelente valor nutricional e inmunológico. El cuerpo de la ma-dre siempre verá priorizadas las necesidades del bebé y, por lo tanto, la mayoría de los nu-trientes, como el hierro, zinc, folato, calcio y cobre, se siguen excretando en la leche en un nivel adecuado y estable a expensas de los de-pósitos maternos, aun cuando la madre curse con desnutrición (Lozano, 2008).

CONCLUSIÓNEn definitiva, la leche materna es el mejor ali-mento que el bebé puede recibir. La oms y unicef han recomendado mantener la lactan-cia materna exclusiva hasta cumplidos los seis meses de vida del niño, aprovechando de esta manera los beneficios que la madre, el niño y la sociedad obtienen con este acto. Dado que se ha notado un descenso en esta práctica, el gobierno y las asociaciones civiles han promo-vido el acto de brindar leche del pecho mater-no al hijo y se ha trabajado para romper con los mitos y miedos relacionados. La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo del bebé, además de ser más biodisponible. Se sabe que los niños que son amamantados del seno ma-terno tienen menor riesgo de enfermar por in-fecciones, reduciendo, de esta manera, la mor-bi-mortalidad, y previniendo el desarrollo de enfermedades crónicas en la edad adulta.

Es importante la promoción de la buena ali-mentación y nutrición de la madre y el niño, no solo los primeros seis meses de lactancia ma-terna; sino siempre.

LA LECHE DE TODA MADRE, A

PESAR DE QUE CURSE CON

MALNUTRICIÓN, POSEE UN

EXCELENTE VALOR NUTRICIONAL E

INMUNOLÓGICO.

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Martínez-Austria P. F. y Alcocer-Yamanaka V. H. Entorno udlap, núm. 10, 16-27, Enero 2020

Martínez-Austria P. F. y Alcocer-Yamanaka V. H. (2019).Modelación dinámica en la operación de embalses. Entorno UDLAP, 10.

Recibido: 17 de junio de 2019 Aceptado: 23 de septiembre de 2019

Por: Polioptro F. Martínez-Austria · Víctor Hugo Alcocer-Yamanaka

RESUMENLa gestión del agua en presas de almacenamiento es un ejerci-cio que demanda tomar en cuenta diversos escenarios, tanto climáticos –escurrimiento, temperatura, evaporación– como de demandas, a fin de que el administrador del sistema tome de-cisiones oportunamente y de la mejor manera posible. Debido al carácter no lineal de aportaciones y demandas, esto usual-mente requiere de simuladores precisos y de fácil manejo. Las técnicas de simulación dinámica son una herramienta especial-mente apropiada para este propósito, además de que permi-ten estudiar el efecto de las diversas decisiones propuestas. En este texto se presenta un modelo de simulación dinámica para presas y se aplica como caso de estudio a la presa La Boquilla, Chihuahua. Se expone la calibración del modelo y se ejempli-fica su uso con escenarios de cambios en demanda, ingresos y evaporación.

PALABRAS CLAVE: Modelación dinámica · Operación de embalses · Simulador operación de embalses

ABSTRACTWater management in storage dams is an exercise that requi-res taking into account several scenarios, both over climate, ru-noff, temperature, evaporation; as well as over demands, in order that the administrator of the system makes timely decisions and in the best possible way. Due to the non-linear nature of contri-butions and demands, this usually requires precise and easy-to-use simulators. Dynamic simulation techniques are a particularly appropriate tool for this purpose in order to study the effect of the different proposed decisions. In this text, a dynamic simula-tion model for dams is presented, and the La Boquilla, Chihuahua dam is applied as a case study. The calibration of the model is exposed and its use exemplified with scenarios of changes in de-mand, water income and evaporation.

KEY WORDS: Dynamic modeling · Operation of reservoirs · Dam operation simulator

modelación dinámicaen la operación de

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Dynamic modeling of reservoirs operation

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Gestión del agua en embalsesLas variaciones climáticas naturales introdu-cen una gran incertidumbre en la gestión de embalses, cuya función principal es –justa-mente– almacenar los escurrimientos de los ríos para distribuirlos de manera regulada en-tre los diversos usos del agua asociados a esa infraestructura hidráulica.

A la variación en el escurrimiento, produ-cido por la precipitación aguas arriba, se su-man las condiciones de precipitación y eva-poración desde el embalse, que son función de la precipitación y la temperatura, pero tam-bién del volumen del agua en el embalse, que es uno de los factores en la toma de decisiones y del cual depende el nivel de la superficie li-bre del embalse.

Un problema típico de los administradores del agua es determinar la cantidad de agua que será programada para extraer del embalse du-rante el siguiente año, lo que supone conside-rar diversos escenarios de variación del alma-cenamiento en función de la disponibilidad, las demandas y las salidas naturales de agua del vaso. Los administradores del embalse requie-ren, por lo tanto, de herramientas prácticas, y de sencilla operación, que les permitan analizar di-ferentes soluciones y escenarios de manera ex-

pedita, y hacer cambios si fuera necesario. Estas herramientas, sin embargo, deben ser suficien-temente exactas, de tal modo que se minimicen las desviaciones entre las decisiones de opera-ción y sus resultados.

Los enfoques adoptados para gestionar los recursos hídricos de embalses han sido –histó-ricamente– muy diversos: simulación, técnicas de optimización, métodos probabilísticos, o la aplicación de «reglas de operación» que están basadas en condiciones típicas, promedio o de años extremos, registradas en el pasado (Mc-Cartney, 2007; Ortega-Gaucin, 2012).

La simulación dinámica puede proveer la metodología apropiada para construir mode-los ad hoc de los embalses, suficientemente flexibles, precisos y de sencilla operación que permita analizar de forma rápida diversos esce-narios y soporten la toma de decisiones.

La ecuación general que se emplea para el funcionamiento de embalses es la de con-servación de la masa, conocida también como ecuación de continuidad. Para un cierto inter-valo de tiempo, el almacenamiento de agua en el embalse será simplemente:

(1) dV I(t)-O(t)=dt

Que expresa el cambio de volumen almace-nado (V) en el embalse en el tiempo t, siendo I(t) las entradas al embalse y O(t) las salidas, ambas función del tiempo.

Esta ecuación, aparentemente sencilla, no es de fácil solución debido a que –usualmen-te– las entradas y salidas son series de tiem-po no lineales complejas, por lo que la ecua-ción no es integrable directamente. Por esta razón, la ecuación 1 se resuelve para interva-los de tiempo conocidos, Δt, y se puede escribir sencillamente:

(2) Vi+1 Vi+Ii-Oi=

Donde Vi+1 es el volumen almacenado en el embalse en el tiempo i+1, Vi el volumen alma-cenado en el tiempo anterior i, e Ii, oi las entra-das y salidas en el intervalo de tiempo entre i+1 e i, separados Δt. Para resolver la ecuación 2 es necesario conocer el volumen almacena-do en el embalse al inicio de la simulación, las entradas y salidas de agua en el intervalo de tiempo en que se desea hacer la simulación de diversos escenarios de operación. El pro-blema usualmente reside en el cálculo de las variables involucradas en los ingresos y salidas del embalse, así como la variación del almace-namiento en el tiempo, siendo estas últimas la variable de decisión del operador del embalse. Es necesario también conocer la topología del embalse, de manera que a cada ingreso le co-rresponde una elevación en el embalse y una superficie expuesta.

Los ingresos I(t) más importantes suelen ser los provenientes de la cuenca del almacena-miento, además de las transferencias de otros vasos de almacenamiento y de la precipitación que ocurre directamente en el embalse.

Respecto de los ingresos por cuenca pro-pia, éstos se obtienen de registros hidrométri-cos aguas arriba del vaso de almacenamiento. De no existir estos datos, será necesario contar al menos con información de la precipitación en la cuenca aguas arriba, y mediante modelos lluvia-escurrimiento, deducir los caudales que entrarán al vaso de almacenamiento. Este pro-cedimiento, desde luego, introduce las incerti-dumbres propias de la información meteoroló-gica, de los tipos y usos del suelo, vegetación

y otras variables que afectan el escurrimien-to, así como las inherentes al método de cál-culo de la relación lluvia-escurrimiento. Lo más conveniente es, por lo tanto, contar con datos hidrométricos.

Los ingresos, por otra parte, cambian en el tiempo por variabilidad climática natural o, cada vez con mayor frecuencia, por los efectos del cambio climático.

Para el caso de simulaciones a futuro, los ingresos se estiman con base en los paráme-tros estadísticos de los registros históricos. Se puede simular un registro histórico o, más co-múnmente, se simulan condiciones normales (medias) o extremas (años con sequía o con pre-cipitaciones intensas).

En el caso de considerar cambio climático, se tendrán que realizar estimaciones de la dis-minución esperada de los caudales. Esto pue-de lograrse con técnicas de downscaling de los modelos globales de circulación océano- atmósfera acoplados a la superficie de la cuen-ca en estudio, sumadas a modelos de lluvia- escurrimiento que permitan calcular, dada una disminución en la lluvia, cuál será la disminu-ción en escurrimiento. Para el análisis a largo plazo de los efectos del cambio climático no se requiere (y usualmente no es posible con-tar con la información suficiente) de cálculos más precisos. Así, se analizan escenarios pro-bables, por ejemplo, disminuciones en el escu-rrimiento anual de 5, 10 o 20%, que son valores típicos esperados en cuencas de México (Martí-nez-Austria y Patiño-Gómez, 2010).

principal función problema

gestión del agua en embalses

1. Almacenar los escurrimientos de los ríos

Determinar la cantidad de agua que será programada para extraer del embalse durante el siguiente año.

2. Distribuir de manera regulada entre los diversos usos del agua

LA SIMULACIÓN DINÁMICA PUEDE PROVEER LA METODOLOGÍA APROPIADA PARA CONSTRUIR MODELOS AD HOC DE LOS EMBALSES, SUFICIENTEMENTE FLEXIBLES, PRECISOS.

Martínez-Austria P. F. y Alcocer-Yamanaka V. H. Entorno udlap, núm. 10, 16-27, Enero 2020

LA ECUACIÓN GENERAL QUE SE EMPLEA PARA EL

FUNCIONAMIENTO DE EMBALSES ES LA DE CONSERVACIÓN

DE LA MASA.

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Las salidas de agua del almacenamiento, por su parte, son usualmente de los siguientes tipos:

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SALIDAS NATURALES

SALIDAS NO NATURALES

Evaporación de agua del vaso de almacenamiento

Demanda de agua para fines de riego

Demanda de agua para uso municipal

Demanda de agua para uso industrial

Descargas para mantener un caudal ecológico

Descargas para cumplir con demandas/usuarios aguas abajo (compromisos y concesiones aguas abajo)

Pérdidas por infiltración al interior del vaso de almacenamiento

Descarga de excedentes, usualmente por la obra de excedencias y a veces también por el desagüe de fondo

Las salidas por evaporación, como las en-tradas por precipitación, dependen de la super-ficie expuesta del almacenamiento, lo que a su vez es función del volumen almacenado y de la geometría del vaso, que se expresa en las cur-vas elevación-volumen-superficie.

Los volúmenes demandados se obtienen de información histórica en la presa, si ya ha sido construida, o de los usos previstos, si se encuen-tra en etapa de proyecto o se hace una simula-ción de escenarios futuros.

Modelación dinámica de embalses Los sistemas complejos, como un embalse en operación, están sujetos a una elevada incer-tidumbre, por lo que una de las técnicas más empleadas para su modelación son los simula-dores dinámicos, que permiten estudiar y pre-ver el comportamiento del sistema bajo diver-sos escenarios (Simonovic, 2009). Existen varios programas diseñados específicamente para la simulación de sistemas dinámicos. En este tra-bajo se empleará Vensim, que es uno de los de más amplio uso en la modelación de sistemas complejos en general y en recursos hídricos en particular (Goncalves y Giorgetti, 2013; Aba-di-Khalegh, Shamsai y Goharnejad, 2015).

Datos evaporación

Evaporación

Inflamación en vaso

Elevación en vaso

Superficie del vaso

Datos de precipitación

Demandas totales

Almacenamiento en vaso

Volúmenescomprometidos

Salidas aguasabajo

Caudal ecológicoDerrames

Transferencias

Hidrograma deingreso

Lluvia en el vaso+ +

+

+

+

+

+

+

+

++

---

Figura 1. Representación de un modelo en Vensim para simulación de un embalse.

Dado un almacenamiento inicial en el vaso, las variables se determinan o calculan de la siguiente manera:

TRANSFERENCIAS

ELEVACIÓN EN EL VASO (M)

LLUVIA EN VASO

DEMANDAS SALIDAS POR EVAPORACIÓN

Volúmenes que le son transferi-dos directamente a la presa, de otros vasos u origen diferente al escurrimiento natural, y que no se han registrado en el hidro-

grama de entrada.

Dato inicial y calculado: dado un volumen de almacenamiento, se calcula la superficie del vaso,

haciendo uso de las curvas elevación-volumen-superficie mediante el modelo de simulación. Las

curvas elevación-volumen-superficie son específicas y conocidas para un embalse determinado. En el modelo en Vensim se ingresan las ecuaciones de

las curvas elevación-volumen-superficie, o bien los datos en una tabla de Excel, en cuyo caso el programa

realiza los cálculos de interpolación necesarios.

Se estiman a partir de los datos de evaporación de la estación meteorológica más cercana. La lámina de

evaporación se multiplica por la superficie expuesta del embalse. Debido a la muy diferente superficie expuesta de un evaporímetro y la del embalse, los datos del primero se deben corregir para grandes

superficies, mediante un coeficiente menor a 1.0, y que puede obtenerse del proceso de calibración del

modelo. Los coeficientes de corrección se denominan usualmente «coeficientes de tanque».

Es función de la precipitación que se da usualmente en lámina de lluvia, ésta se multiplica por la

superficie del vaso y se obtiene la lluvia que ingresa directamente al

vaso (m³, por intervalo de tiem-po). Esta variable puede ser im-

portante en vasos con superficies de almacenamientos grandes.

Las demandas para diferentes usos del agua asociados a la presa

se introducen como datos, ya sean datos históricos o los estima-

dos para diferentes escenarios de operación.

HIDROGRAMA DE INGRESO

DATOS DE PRECIPITACIÓN

Es un dato, tomado de la estación hidrométrica ubica-da aguas arriba. En Vensim se

ingresan directamente los datos, o bien pueden leerse desde una

tabla de Excel.

Datos de la estación meteo-rológica más cercana, y que serán utilizados para estimar la lluvia en el embalse. Si no existe una

cercana deberá hacerse un cálcu-lo hidrológico. En el modelo en

Vensim se ingresan directamente los datos, o desde una

tabla de Excel.

(en m3 por intervalo de tiempo).

(lámina en m).

(en m3 por intervalo de tiempo).

(en m3 por intervalo de tiempo).

En cuanto a las salidas, éstas se pueden introducir al modelo de las siguientes maneras:

Ingresos totales al vaso

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Caso de estudio: modelo de la presa La BoquillaPara validar la aplicación de los modelos de si-mulación dinámica se eligió como caso de es-tudio la presa La Boquilla, conocida también como Lago Toronto.

La presa La Boquilla se ubica en el estado de Chihuahua, en la cuenca del río Conchos, uno de los afluentes principales del río Bravo. Tiene una capacidad total de 2,903 hm³, con una capacidad útil de 2,790 hm³ y abastece, junto con la presa Francisco I. Madero al distri-to de riego 005, Delicias. La superficie del vaso alcanza las 17,500 ha, por lo que la precipita-ción y evaporación tienen efectos importantes en el balance del embalse, como se verá más adelante en la calibración del modelo. La presa cuenta con un vertedor de demasías de cresta libre, con longitud de cresta de 720 m y ubica-do en la elevación 1,317 msnm.

El clima en la cuenca de aportación, de 21,000 km², es semiárido, con una gran varia-bilidad sujeta a precipitaciones intensas, y en otras ocasiones a sequías de diferente duración.

Los principales datos del modelo son el hi-drograma de ingreso, las demandas y los da-tos de precipitación y evaporación, tomados de la estación meteorológica cercana. El mode-lo, dado un almacenamiento inicial, determina la elevación en el vaso (con los datos medidos de la curva elevación-capacidades) y a partir de ésta, se pueden estimar las pérdidas por evapo-ración, y el volumen de ingreso debido a la pre-cipitación sobre el embalse. El factor evaporí-metro, o coeficiente de tanque, se utiliza para corregir los datos del evaporímetro, medidos en una pequeña superficie, para el caso de grandes embalses. Su magnitud es menor a 1.0, si bien en la literatura se recomienda usar valores pro-medio de entre 0.6 y 0.8 (Molina Martínez et al.,

2005). Una de las ventajas de la simulación di-námica es que es posible calibrar un valor exac-to y específico para el embalse en estudio.

En el modelo, excepto la variable Almace-namiento en el vaso, que es una variable del tipo Level en Vensim, el resto de las variables son auxiliares. La información de ingreso al modelo se introduce desde tablas Excel, em-pleando la función get xls data. Las curvas elevaciones-capacidades-superficie se pueden introducir de la misma forma (desde tablas Ex-cel con información de la batimetría del vaso) o como ecuaciones. En este caso se ha preferido introducir directamente los datos de batime-tría, para evitar errores de ajuste.

Un aspecto muy importante en la opera-ción del modelo es el intervalo de tiempo usa-do en los cálculos. Se recomienda que este sea diario (Δt = 1 día), al menos en la etapa de cali-bración. Para simulaciones de largo plazo, por ejemplo varios años para estudiar los efectos del cambio climático, se puede usar un perio-do de análisis mensual.

Martínez-Austria P. F. y Alcocer-Yamanaka V. H. Entorno udlap, núm. 10, 16-27, Enero 2020

Figura 2. Modelo dinámico de la presa La Boquilla, elaborado en la plataforma Vensim.

Datos evaporación

Evaporación

Inflamación en vaso

Elevación en vaso

Superficie del vaso

Datos de precipitación Demandas totales

Almacenamiento en vaso

Volúmenescomprometidos

Salidas aguasabajo

Caudal ecológicoDerrames

Transferencias

Hidrograma deingreso

Lluvia en el vaso+ +

+

+

+

+

+

+

+

++

---

Ingresos totales al vaso

Calibración del modeloAntes de su empleo en el análisis de escenarios y en la toma de decisiones, el modelo debe ser calibrado. En este caso, el modelo dinámico de la presa La Boquilla se calibró con información del año 2000. Los datos del volumen de ingre-so y demandas diarias fueron tomados de la información proporcionada por la Comisión Nacional del Agua, mientras que los datos de evaporación y precipitación fueron tomados de la estación meteorológica ubicada en el si-tio (estación 8085 La Boquilla).

Para comparar los resultados del modelo con la información real del embalse, se usaron datos de la Comisión Nacional del Agua del al-macenamiento diario medido en la presa en ese año.

En la figura 3 se muestran los datos de pre-cipitación y evaporación tomadas de la estación meteorológica cercana, y en la figura 4 el hidro-grama de ingreso, en hectómetros cúbicos.

Los cálculos del modelo para los ingresos producidos por lluvia en el embalse y evapo-

Lám

ina

en m

ilím

etro

s

PrecipitaciónEvaporación

00

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

50 100 150 200 250 300 350

Días

Figura 3. Evaporación y precipitación, medidas en la estación meteorológica 8085 La Boquilla.

LOS PRINCIPALES DATOS DEL MODELO SON EL HIDROGRAMA DE INGRESO, LAS DEMANDAS Y LOS DATOS DE PRECIPITACIÓN Y EVAPORACIÓN, TOMADOS DE LA ESTACIÓN METEOROLÓGICA CERCANA.

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ración en el embalse se muestran en la figura 5. Estas cantidades no son despreciables pues suman 10.4040 y 77.0162 hectómetros cúbi-cos anuales, respectivamente. Estos valores son función de la superficie expuesta que de-pende en parte de las decisiones de operación tomadas.

Finalmente, el criterio de calibración del modelo es la correspondencia entre el volumen observado almacenado en la presa y el calcula-do con el modelo, como se muestra en la figura 6. Como puede observase, la correspondencia entre ambos es muy buena, el error absoluto promedio obtenido es de 1.1%, que se puede considerar satisfactorio.

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Coeficiente 0.4 0.5 0.52 0.6

Error máximo absoluto (%) 3.608224 4.181053 1.813902 6.298042

Error promedio absoluto (%) 1.763069 1.030913 0.964473 1.341184

Desviación estándar del error porcentual 1.048709 0.765994 0.611792 1.136256

Figura 4. Hidrograma de ingreso.

Días

Hec

tóm

etro

s cúb

icos

00 50 100 150 200 250 300 350

5

10

15

20

25

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Hec

tóm

etro

s cúb

icos

00

0.1

0.2

0.3

0.4

0.5

0.6

0.7

0.8

0.9

1

50 100 150 200 250 300 350Días

Lluvia en vaso Evaporación en el vaso

Es de notar que el modelo es sensible al va-lor del coeficiente de evaporación empleado para extender los datos del evaporímetro a la superficie total del examen, para lo cual se usa el llamado «coeficiente de tanque (Ct)». De esta manera, la evaporación en el embalse será:

(3) E eeS Ct

=

Donde ee es la evaporación medida en el evaporímetro, S la superficie del agua en el em-balse y E la evaporación total en el embalse.En esta calibración, como se muestra en resu-men en la tabla 1, el valor del coeficiente con el que se obtienen los mejores resultados es de 0.52.

0 9 18 27 36 45 54 63 72 81 90 99 108 117

126

135

144

153

162

171

180

189

198

207

216

225

234

243

252

261

270

279

288

297

306

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351

360

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

Volu

men

alm

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ado

(mill

ones

met

ros c

úbic

os)

OBSERVADO

CALCULADO coef evap 0.52

Figura 5. Precipitación y evaporación totales en el vaso.

Figura 7. Análisis de sensibilidad del modelo respecto del coeficiente Ct, con una variación entre 0.4 y 0.7.

Figura 6. Resultados de calibración del modelo. Volumen almacenado en el vaso.

Tabla 1. Análisis de error de calibración para diferentes coeficientes de corrección de datos de evaporímetro.

EL VOLUMEN ALMACENADO EN EL TRANSCURSO DEL AÑO Y EL ALMACENAMIENTO FINAL CAMBIARÁN, AFECTANDO EN DIFERENTE PROPORCIÓN EL AGUA DISPONIBLE PARA EL SIGUIENTE CICLO AGRÍCOLA.

2000

1650

1300

950

6000 91.5

50.0% 75.0% 95.0% 100.0%

183 274.5 366 Tiempo (Días)

Tiempo (Días)

Almacenamiento en vaso

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Polioptro F. Martínez-AustriaDoctor en Ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México. Autor de 192 publicaciones académicas, entre artículos científicos, libros y capítulos de libros. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1994. Actualmente es profesor de la udlap y director de la Cátedra

unesco-udlap en Riesgos Hidrometeorologícos. Ha recibido diversos reconocimientos nacionales e internacionales. [email protected]

Víctor Hugo Alcocer-YamanakaIngeniero civil con estudios de maestría y doctorado en Ingeniería Hidráulica por la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor y director de tesis de maestría y doctorado en la unam desde hace 20 años. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde el año 2007, y perito en hidráulica acreditado por el Colegio de Ingenieros

Civiles de México. Ganador de los premios nacionales en ingeniería e hidráulica: Enzo Levi, Miguel A. Urquijo y José A. Cuevas, otorgados por el Colegio de Ingenieros Civiles de México y la Asociación Mexicana de Hidráulica. Actualmente es subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua, desde el año 2015, siendo responsable principal de la operación y evaluación de las presas en nuestro país, y de la autorización y permisos para construcción de grandes obras de infraestructura hidráulica sobre bienes nacionales. Corresponsable del manejo de acuíferos y ríos en términos de cantidad y calidad del agua, y líder del sistema de información hidrológica nacional. [email protected]

REFERENCIAS

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•Goncalves, J. C. y Giorgetti, M. F. (2013). Mathematical model for the simulation of water quiality in rivers using the Vesnim PLE software. Journal of Urban and Environmental Engi-neering, 7(1), 48-63.

•Martínez-Austria, P.F.; Patiño-Gómez, C., editores (2010). Atlas de vulnerabilidad hídrica de México ante el cambio climático. Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. México. isbn 978-607-7563-23-5.

•Molina, J.M., Martínez, V. y Baille, A. (2005). Coeficientes de tanque para proyectos de embalses de regulación de riego. Congreso aeipro, Málaga.

•McCartney, M. P. (2007). Decision support systems for large dam planning and operation in Africa. Colombo, Sri Lanka: IWMI Working paper 119.

•Ortega-Gaucin, D. (2012). Reglas de operación para el sistema de presas del distrito de riego 005 Delicias, Chihuahua. Ingeniería Agrícola y Biosistemas, 4(1), 31-39. doi:r.inag-bi.2011.12.11015

•Simonovic, S. P. (2009). Managing water resources. Methods and tools for a system approach. París, Francia: Earthscan and unesco.

Martínez-Austria P. F. y Alcocer-Yamanaka V. H. Entorno udlap, núm. 10, 16-27, Enero 2020

Para analizar la sensibilidad del modelo a cambios en el coeficiente de tanque Ct se pue-de hacer un análisis de sensibilidad en Vensim, utilizando la técnica de simulación de Monte-carlo. En la figura 7 se muestra el resultado del análisis de sensibilidad para una variación de Ct entre 0.4 y 0.7, utilizando la técnica de Mon-tecarlo con distribución de probabilidad uni-forme. Como puede observarse, el error, a pe-sar de que el intervalo de análisis es amplio, no es significativo al final del periodo de análisis.

Aplicación a diversos escenarios de operaciónUna vez calibrado el modelo, puede emplearse con confianza para el análisis de escenarios fu-turos y el apoyo a la toma de decisiones.

·Escenarios con diferentealmacenamiento inicial Como ejemplo de aplicación considérese en primer término la situación en que los usos del agua no cambiarían en el año analizado, sin embargo, el almacenamiento inicial fuera dife-rente. En la figura 8 se muestra la relación entre el volumen inicial y el final, para las condicio-nes citadas. Se muestran las gráficas con dos coeficientes de tanque, de 0.4 y 0.6. Para alma-cenamientos iniciales reducidos, al haber me-nos superficie expuesta a la evaporación, los resultados son prácticamente iguales. Cuando el almacenamiento inicial es mayor, las pérdi-das por evaporación se incrementan y, por tan-to, las relaciones almacenamiento inicial vs. al-macenamiento final divergen.

En el eje vertical izquierdo se puede ver el efecto del almacenamiento inicial sobre el fi-nal, en porcentaje de llenado del embalse, si se mantienen las mismas condiciones hidrome-teorológicas y demanda del caso de estudio.

· Escenarios de cambios en demanda e ingresosConsidérense diversos escenarios en los que, con las mismas condiciones naturales en el

año analizado y volumen inicial, se decide in-crementar la salida de agua de la presa. El vo-lumen almacenado en el transcurso del año y el almacenamiento final cambiarán, afectan-do en diferente proporción el agua disponible para el siguiente ciclo agrícola.

En la figura 9 se muestran los resultados del almacenamiento en la presa considerando diferentes incrementos porcentuales en la de-manda. En la figura 10 se muestra la variación del almacenamiento final con los incrementos propuestos en la demanda de agua al almace-namiento y con decrementos porcentuales de los volúmenes de ingreso al almacenamiento.

Como puede observarse, los cambios en la oferta de agua y en la demanda, fundamental-mente por cambios en la superficie cultivada, producen modificaciones de diferente magni-tud en el volumen almacenado final que, en todos los casos, para el año analizado, son mucho menores que la disponibilidad inicial. Dependiendo del almacenamiento objetivo al final del año, el tomador de decisiones pue-de, con el modelo de simulación, determinar el volumen que puede asignarse a los diferen-tes usos, con varios escenarios de ingreso, sea que se prevea un año normal, seco o húmedo.

CONCLUSIONESLa modelación dinámica es una herramienta poderosa en la simulación del funcionamien-to de sistemas hídricos y, en particular, para la construcción de un instrumento de toma de de-cisiones, es un instrumento versátil y de senci-lla aplicación, que permitiría a los operadores de embalses el análisis de escenarios y la simu-lación de las consecuencias de diferentes deci-siones de operación. Es importante la calibra-ción de los modelos de simulación, previo a su uso. La aplicación de la técnica de modelación dinámica se ha ilustrado con el caso de la presa La Boquilla, Chihuahua, empleando datos rea-les para la calibración del modelo, y ejempli-ficando las capacidades de análisis con diver-sos escenarios de gestión del almacenamiento.

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200500 700 900 1100 1300 1500 1700 1900 2100

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Coeficiente 0.6

Coeficiente 0.4

1 10 19 28 37 46 55 64 73 82 9110

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(Hm

3 )

Funcionamiento del embalse con diferentes incrementos de demanda

Días

Demanda realIncremento 10% Incremento 15% Incremento 20%

Incremento 5% Incremento 7.5%

Incremento 25% Incremento 30%

2520151050600

650

700

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800

850

900

Porcentaje de cambio

Disminución de ingresos

Incremento en la demanda

Alm

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(Hm

3 )

Figura 8. Almacenamiento final versus inicial, obtenido con los datos meteorológicos, hidrométricos y de usos del agua del año 2000. Se muestran resultados para dos coeficientes de tanque, 0.4 ( ) y 0,6 ( ); así como el porcentaje de almacenamiento final (eje derecho), con un coeficiente de tanque de 0.6 ( ).

Figura 9. Cambios en el almacenamiento en el embalse debidos a diversos incrementos porcentua-les en la demanda.

Figura 10. Cambios en el almacenamiento final ocasiona-dos por diversos incrementos porcentuales en la deman-da o con disminuciones porcentuales en los ingresos al almacenamiento.

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Penagos-Corzo J.et al. (2019). Evidencias y mitos sobre variables de riesgo en tiradores escolares. Entorno UDLAP, 10. Recibido: 21 de agosto de 2019 Aceptado: 27 de septiembre de 2019

RESUMENCon el objetivo de dilucidar la vinculación entre variables psicosociales y tiroteos escolares, en el presente estudio se revisan las evidencias que existen en torno a tales variables. Para ello, se examina la literatura en relación con el entorno fami-liar y social del atacante, hipotéticos rasgos psicológicos, posibles tendencias sui-cidas, su relación con las armas y su afición a los videojuegos. Las evidencias más claras se vinculan con el gusto por las armas y el acceso a éstas. Otras variables como las tendencias suicidas y el enojo no pueden considerarse como causales, pero tienen alta prevalencia. Por otro lado, la evidencia científica a la fecha no indi-ca que los videojuegos y ser víctima de hostigamiento escolar tengan algún efecto directo para que el tirador escolar realice sus acciones criminales. Finalmente se presentan algunos protocolos de acción recomendados para la prevención y ac-tuación en el caso de tiroteos escolares.

PALABRAS CLAVE: Acceso a armas · Violencia · Suicidio · Bullying · Tiroteos escolares

E V I D E N C I A S Y M I T O S S O B R E V A R I A B L E S D E R I E S G O E N

TIRAD RESESC LARES

Por: Julio C. Penagos-Corzo · A. Lorena Flores · Gabriela Díaz · Jacqueline L. Ornelas · Jorge Guerrero

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CIENCIAS SOCIALES

Evidence and myths about risk variables in school shooters

CIENCIAS SOCIALES

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ABSTRACTWith the aim of elucidating the link between psycho-social variables and school shoot-ings, this study reviews the evidence that ex-ists around such variables. To this end, the literature is examined in relation to the attack-er’s family and social environment, hypothet-ical psychological traits, possible suicidal ten-dencies, his relationship with weapons, and his fondness for video games. The clearest ev-idences are linked to the appeal for weapons and access to them. Other variables such as suicidal tendencies and anger cannot be con-sidered as causal but are highly prevalent. On the other hand, the scientific evidence to date does not indicate that video games and being a victim of bullying have any direct effect on the school shooter’s criminal actions. Finally, some recommended action protocols for pre-vention and action in the case of school shoot-ings are presented.

KEYWORDS: Access to weapons · Violence · Suicide · Bullying · School shootings

INTRODUCCIÓNToda violencia tiene como fin el daño de la víc-tima (Anderson y Bushman, 2002; Anderson y Huesmann, 2003). Si bien todos los humanos pueden hacer actos de violencia, la violen-cia extrema es ejercida sólo por unos cuantos (Pinker, 2011). Por ello, a pesar de que pueda parecer un proceso adaptativo, la violencia es una desviación de la conducta (Natarajan y Ca-ramaschi, 2010).

La violencia puede ser de diferentes tipos, por ejemplo, reactiva y predatoria. La violencia reactiva, también conocida como impulsiva u hostil, se considera que surge como una reac-ción ante una frustración o provocación (Ma-dan, 2014). Por otro lado, la violencia predatoria se caracteriza por patrones de comportamiento criminal o antisocial, que tiene el fin de utilizar la violencia de manera premeditada, a sangre fría y con un propósito (Declerq et al., 2012; Ellickson y McGuigan, 2000) y es especialmente grave por el daño social que puede causar.

Por sus características, las acciones violen-tas de los tiradores de masas o de los tiradores escolares son una forma de violencia predato-ria, debido a que son planeadas y ejecutadas sin un despliegue emocional (Declerq y Aude-naert, 2011). Sin embargo, en la mayoría de los casos no se conocen los motivos de los perpe-tradores (Sommer, Leuschner y Scheithauer, 2014). A pesar de que se han esbozado posibles causas, e incluso tratado de establecer algunos perfiles psicológicos de los tiradores escolares, no hay evidencia concluyente al respecto (Ca-pellan y Gomez, 2018; Daskalopoulou, Igou-menou y Alevizopoulos, 2017). A esto hay que agregar que una dificultad para obtener infor-mación de primera mano es el frecuente suici-dio del atacante (Ferguson, Coulson y Barne-tt, 2011). Empero, existen evidencias aisladas que, en su conjunto, pueden ayudar a dar un panorama de factores facilitadores o al menos relacionados. Por ello, el objetivo del presente estudio es contribuir a dilucidar estos factores con base en la evidencia científica. Además, se presentarán las recomendaciones que los ex-pertos hacen sobre qué hacer en caso de un ti-roteo escolar, así como algunas guías que los medios noticiosos pudieran implementar para la comunicación de estos eventos.

Entorno familiarAl ocurrir un tiroteo escolar es probable que los medios de comunicación y la población quie-ran conocer características personales del tira-dor. Por ejemplo, su historia familiar, para ver si esto pudiera ser un origen. No es extraña esta

búsqueda, pues la conducta violenta puede te-ner orígenes vinculados con la interacción fa-miliar, por el impacto que ésta tiene sobre el individuo (Windham, Hooper y Hudson, 2005). En este sentido se ha señalado que el monito-reo parental puede ser un factor de protección para evitar que los adolescentes externen ac-titudes violentas y agresivas (Fredland, 2008). En apoyo a lo anterior, se ha reportado que la ausencia parental provoca que los niños desa-rrollen conductas agresivas como una necesi-dad de protección (McAdams III et al., 2009). Sin embargo, parece existir poca relación entre el ambiente familiar y el origen de un tiroteo es-colar. En este sentido, un estudio de diez casos de tiroteos encontró que únicamente tres de los perpetradores, además de sufrir abuso físi-

Tipos de violencia

Conocida como impulsiva u hostil, surge como una reacción ante una frustración o provocación.

Se caracteriza por patrones de comportamiento criminal o antisocial que tiene el fin de utilizar la violencia de manera premeditada, a sangre fría y con un propósito.

1

2

REACTIVA

PREDATORIA

LA VIOLENCIA ES UNA DESVIACIÓN DE LA CONDUCTA

(NATARAJAN Y CARAMASCHI, 2010).

SE HA REPORTADO QUE LA AUSENCIA PARENTAL PROVOCA QUE LOS NIÑOS DESARROLLEN CONDUCTAS AGRESIVAS COMO UNA NECESIDAD DE PROTECCIÓN (MCADAMS III ET AL., 2009).

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co y sexual, mostraron antecedentes de proble-mas significativos en el hogar (Langman, 2009). De la misma manera, en otro estudio realizado con quince casos en los Estados Unidos, se en-contró poca evidencia de problemas familiares significativos (Leary et al., 2003).

Aún más concluyente resulta una revisión sistemática de 126 casos, en donde los facto-res familiares no aparecen como posibles cau-sas de un tiroteo escolar (Sommer et al., 2014). Aunque también es importante precisar que otros trabajos no descartan que el ambiente familiar puede influir en un tiroteo, e incluso se ha señalado que en algunos tiradores exis-te evidencia de historias de problemas de sa-lud mental en su familia (Flannery, Modzeleski y Kretschmar, 2013; Leary et al., 2003). En este sentido, se han relacionado aspectos de la au-toimagen vinculados a la vida familiar de tira-dores escolares. Por ejemplo, la propia virilidad por no poder acceder al ejército, la competen-cia académica puesta en duda, o la rivalidad entre hermanos (Langman, 2017). A pesar de lo razonable que pueden parecer los argumen-tos anteriores, no parece existir evidencia que los confirmen.

Interacción social del atacanteLa marginación social y el rechazo han sido se-ñalados como factores relevantes para llevar a cabo un tiroteo escolar (Bushman et al., 2018; Langman, 2013; Sommer et al., 2014). En una revisión sistemática, que incorpora a 67 casos, se encontró algún nivel de marginación social en el 85.1% de los perpetradores, aunque sólo existe evidencia de que el perpetrador se con-sideraba a él mismo como aislado en el 55.2% de los casos, además de que en sólo el 4.5% se encontró que el tirador no tenía ningún amigo (Sommer et al., 2014). Sin embargo, estos fac-tores por sí solos no generan un tiroteo, sino que suelen estar acompañados de fascinación por las armas (Borum et al., 2010; Leary et al., 2003; Sommer et al., 2014) y la muerte, o por problemas psicológicos (Leary et al., 2003; Sommer et al., 2014). En cuanto al acoso esco-lar o bullying, sólo en el 29.9% existe eviden-cia de bullying físico, y hay más prevalencia de otras formas de rechazo, tal como el rechazo romántico y ataques a la masculinidad (53.7%)

(Sommer et al., 2014). De hecho, en un estudio de quince tiroteos –mencionado anteriormen-te– se encontró que doce de quince perpetra-dores sufrieron algún tipo de rechazo, y en la mitad de los casos el evento de rechazo fue cer-cano al tiroteo (Leary et al., 2003). Consistente con lo anterior, en un estudio con 41 tiradores, se encontró que en el 73% de los casos, los per-petradores se sentían aislados, atacados o las-timados (Vossekuil et al., 2004). A pesar de los señalamientos en torno a que el tirador pudo haber sufrido acoso escolar o bu-llying, esto ha sido cuestionado por falta de evi-dencia empírica o problemas de control en las variables estudiadas (Langman, 2014; Mears, Moon y Thielo, 2017). Además, los datos indi-can que, claramente, el acoso no tiene una re-lación causal (Mears, Moon y Thielo, 2017), e incluso en un estudio con pares y con profe-sores de siete tiradores escolares alemanes, se encontró que éstos no sufrieron formas de bull-ying, exclusión o rechazo social (Bondü y Schei-thauer, 2014). Sin embargo, éste último podría jugar un papel más relevante (Leary et al., 2003; Thompson y Kyle, 2005), pues el rechazo social se ha vinculado con conductas violentas y agre-sivas (Blair et al., 2016; Ma et al., 2017) y lo con-trario, la inclusión social, atenúa la agresión (Konrath, Bushman y Campbell, 2006). Ade-más, es probable que las personas que come-ten actos violentos sean particularmente sen-sibles al rechazo (Leary, Twenge y Quinlivan, 2006). La evidencia apunta a variables de or-den biológico en la sensibilidad al rechazo en relación con la violencia. Por ejemplo, se ha ex-puesto que la presencia del gen maoa-l modu-la las respuestas a este rechazo (Sebastian et

al., 2010). Los datos indican que el polimorfis-mo del gen maoa puede mediar la sensibilidad al rechazo, los eventos traumáticos de la infan-cia y la posibilidad de involucrarse en eventos altamente violentos (McDermott et al., 2009).

Rasgos psicológicos y personales del atacanteEn general, hay bastante consenso sobre la au-sencia de un perfil psicológico del tirador esco-lar (Bushman et al., 2018). A pesar de esto, se ha especulado que la necesidad de exhibir una masculinidad que ha sido puesta en duda, po-dría ser una característica del atacante (Kimmel y Mahler, 2003). En este sentido, se sugiere que ser victimizado por no cumplir con las normas de masculinidad puede ser un detonador de ira llevando a un individuo a cometer tiroteo es-colar (Farr, 2018). Incluso se ha afirmado que el suicidio posterior al homicidio de compañe-ros o maestros es realizado con la finalidad de demostrar poder, el cual está relacionado con la virilidad (Kalish y Kimmel, 2010). También se ha afirmado que los tiradores, al imitar a otros atacantes consumen los mismos productos cul-turales que refuerzan un estereotipo de mas-culinidad (Kiilakoski y Oksanen, 2011). Ellos siguen un guion que satisface a la cultura me-diática occidental del espectáculo, en donde copian soluciones masculinas provenientes de películas, de la literatura y de aficio-nes o formas de comportamiento de otros tiradores (Kiilakoski y Oksa-nen, 2011). Es decir, creen resol-ver sus problemas de masculi-nidad a partir de un guion que emula a tiroteos anteriores o a

En una revisión sistemática que incorpora

interacción social

del atacante

67 casos

de los perpetuadores

De los perpetuadores se consideran como aislados

De los tiradores no tienen amigos

ESTOS FACTORES NO GENERAN UN TIROTEO, SINO QUE SUELEN

ESTAR ACOMPAÑADOS DE LA FASCINACIÓN POR LAS ARMAS,

LA MUERTE O PROBLEMAS PSICOLÓGICOS.

85.1%

55.2%

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Se encontró algún nivel de marginación social en el

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héroes machistas, incluido el consumo de mú-sica, libros o películas que refuerzan el ideal que ellos quieren alcanzar. Sin embargo, a la fecha no parece haber datos o evidencias que confir-men objetivamente estas suposiciones.

Otras aproximaciones han sugerido que los tiradores escolares tendrían una personalidad narcisista (Bonnano y Levenson, 2014). En este sentido, existen algunos modelos teóricos que refieren a las conductas y rasgos narcisistas como factores de riesgo de conductas violen-tas (De Venanzi, 2012; Lambe et al., 2018), por lo que es posible que tiradores escolares tuvie-ran estos rasgos (Bushman, 2018). Aunque es posible que una alta pero inestable autoestima esté involucrada, estudios recientes contradi-cen la premisa anterior (Bondü y Scheithauer, 2015). A esto habría que agregar que los per-petradores de ataques escolares no matan a personas que los hirieron directamente ya que frecuentemente atacan personas al azar (New-man, 2007).

También se ha especulado en torno a la sa-lud mental de los tiradores. Un estudio com-paró 22 tiroteos escolares del siglo xx contra 13 tiroteos del siglo xxi (Katsiyannis, Whitford y Ennis, 2018). Se encontró que en los casos del siglo xx, el 36% (n = 9) sufría de alguna enfer-medad mental al momento del tiroteo, mien-tras que en los del siglo xxi, el 46% (n = 6) la sufría (Katsiyannis et al., 2018). Pero estos ha-llazgos están lejos de ser concluyentes. Como muestra, se ha reportado que los tiroteos de masas cometidos por personas con enferme-dades mentales graves representan menos del 1% de todos los homicidios anuales relaciona-dos con armas de fuego (Knoll y Annas, 2016). De hecho, se considera que la relación entre enfermedades mentales y tiroteos de masas no sólo es débil, sino que refleja estereotipos y contribuye a estigmatizar a las personas con enfermedades mentales (Daniel, 2018; Metzl y MacLeish, 2015).

Con base en lo anterior, es posible seña-lar que la personalidad del atacante o su salud mental no parecen ser variables que sean uni-formes o causales de su comportamiento. Qui-zá la única característica personal claramen-te uniforme es el género, pues la gran mayoría de los perpetradores de tiroteos escolares o de masas son hombres (Blair y Schweit, 2014; Sil-ver, Simons y Craun, 2018). Sin embargo, otras variables pueden estar latentes y por ello no son fácilmente explorables. Por ejemplo, el que la mayoría de atacantes anuncien sus pla-nes (Vossekuil et al., 2004) y que sean actos cui-dadosamente planeados con protagonistas que no optan por esconderse, puede indicar que de-trás de tales acciones hay un enojo contenido y un deseo reinvindicativo de tomar la justicia por propia mano (Penagos-Corzo et al., 2019). En este sentido se ha afirmado que el senti-miento de vulnerabilidad y el enojo de los ata-cantes escolares pueden crear una necesidad de venganza y de justicia pública (Böckler et al., 2018). De manera equiparable, los denomi-nados «lobos solitarios» –tiradores de masas o terroristas que preparan y realizan sus ata-ques de forma individual, sin apoyo directo de grupos u organizaciones– también comparten similitudes en torno a las motivaciones psico-lógicas del acto predatorio. En este caso, se ha indicado que la violencia predatoria ejerci-da por «lobos solitarios» puede estar motivada por la búsqueda de venganza y, por tanto, de hacer justicia por las propias manos (McCauley y Moskalenko, 2014). Esto no parece haber sido estudiado en profundidad en tiradores escola-res. Sin embargo, en la violencia predatoria a

pesar de ser calculada y fría, se ha reportado la existencia de sentimientos previos de agravio (McCauley y Moskalenko, 2017). De hecho, de acuerdo con evidencias experimentales, la mo-tivación de venganza tiene un papel relevante en la conducta agresiva (Anderson y Murphy, 2003). Así, los sentimientos de agravio, ira, ren-cor o enojo preceden la consumación de la vio-lencia predatoria y este acto puede significar para el atacante la liberación de ese malestar (Declercq y Audenaert, 2011).

Tendencias suicidasSe ha afirmado que el fenómeno homicidio-sui-cidio (murder-suicide o homicide-suicide) es algo muy común en situaciones de tiroteos esco-lares (Farr, 2018; O´Neill, Miller y Waters, 2016). Este fenómeno ocurre cuando otra u otras per-sonas son asesinadas y posteriormente el ho-micida comete suicidio (Liem, 2010). Un estu-dio acerca de 28 tiradores escolares encontró que más del 90% de atacantes menores de 18 años habían sufrido depresión (Gerard et al., 2016); por lo que no resulta extraño que mu-chos de los atacantes escolares hayan cometi-do suicidio (Pollack, Modzeleski y Rooney, 2008).

El suicidio es un fenómeno multifactorial. En éste, participan tanto factores biológicos, como factores ambientales y culturales, por ejemplo, relaciones interpersonales y creencia sobre el uso de armas (Oliffe et al., 2015). Por esta razón no puede afirmarse que las tendencias suicidas sean una variable causal de los tiroteos esco-lares. Sin embargo, si bien no es causa, la alta prevalencia del suicidio en los tiroteos escola-res (Elsass, Schildkraut y Stafford, 2016; Meloy

SE HA AFIRMADO QUE EL SUICIDIO

POSTERIOR AL HOMICIDIO DE COMPAÑEROS

O MAESTROS ES REALIZADO CON

LA FINALIDAD DE DEMOSTRAR PODER,

EL CUAL ESTÁ RELACIONADO CON LA

VIRILIDAD (KALISH Y KIMMEL, 2010).

El 36% sufría de alguna enfermedad mental al momento del tiroteo.

El 46% sufría de alguna enfermedad mental al momento del tiroteo.

UN ESTUDIO COMPARÓ 22 TIROTEOS ESCOLARES DE LOS SIGLOS XX Y XXI

ESTOS HALLAZGOS ESTÁN LEJOS DE SER CONCLUYENTES. COMO MUESTRA, SE HA REPORTADO QUE LOS TIROTEOS DE MASAS COMETIDOS POR PERSONAS

CON ENFERMEDADES MENTALES GRAVES REPRESENTAN MENOS DEL 1% DE TODOS LOS HOMICIDIOS ANUALES

RELACIONADOS CON ARMAS DE FUEGO (KNOLL Y ANNAS, 2016).

SIGLO XX

SIGLO XXI

EL SUICIDIO ES UN FENÓMENO MULTIFACTORIAL. EN ÉSTE, PARTICIPAN TANTO FACTORES BIOLÓGICOS, COMO FACTORES AMBIENTALES Y CULTURALES.

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et al., 2001; Wike y Fraser, 2009) sugiere que es un factor de riesgo cuando se vincula con otras variables. Asimismo, se ha reportado que las tendencias suicidas en adolescentes con histo-rial de violencia peligrosa son significativamen-te más altas en comparación con adolescentes no violentos (Flannery, Singer y Wester, 2001). En el caso de los tiradores de masas, si se suma una motivación ideológica, entonces el deseo suicida puede verse como un acto de martirio para su causa, lo que proporcionará al perpe-trador una valentía positiva para impulsarlo hacia la realización del ataque (Erlandsson y Meloy, 2018). Sin embargo, también se ha re-portado que los tiradores escolares suicidas, al igual que los terroristas suicidas, son suicidas en el sentido convencional y presentan los mis-mos factores de riesgo comunes a otras perso-nas que han cometido suicidio (Lankford, 2013).

Relación entre el acceso a armas y lo tiroteosEn un análisis de 37 incidentes de violencia es-colar, se observó que el 46% de los atacantes llevaban consigo más de un arma durante el ataque (Bonanno y Levenson, 2014). El fácil ac-ceso a armas es uno de los factores de riesgo más importantes y probablemente es el más relevante para que una persona llegue a con-vertirse en tirador (O`Toole, 1999). En una in-vestigación de 206 casos de tiroteos masivos públicos (Capellan y Gomez, 2018), se observó que al menos el 92% de los perpetradores te-nía fácil acceso a armas previo al ataque, y al-rededor del 37% adquirió nuevas armas con el propósito de llevar a cabo el tiroteo. En otro es-tudio, reflejado en el análisis de quince casos, se encontró que seis de los tiradores tenían un gran gusto por las armas y bombas, y al menos cuatro de ellos mostraron interés en la creación de explosivos (Leary et al., 2003).

Sin embargo, también se ha encontrado que no existe relación estadística entre las le-yes de prevención de acceso infantil (Child Ac-cess Prevention Laws) y una disminución en las muertes provocadas por tiroteos escolares (An-derson y Sabia, 2016). No obstante, los datos ya comentados contradicen a dicho señalamien-to. Además, los países caracterizados por el fá-cil acceso a armas son más susceptibles a este

tipo de masacres (Capellan y Gomez, 2018). Por otro lado, el acceso a armas, específicamente a pistolas, es la única característica constante en los tiroteos escolares y lo único que asegura el ataque es la disponibilidad de armas (Mus-chert, 2007).

La relación entre acceso a armas y tiroteo de masas o masacres escolares puede ser faci-litado por la familia, ya sea por la sola posesión de armas, la familiarización con éstas o actitu-des relacionadas con la intimidación derivadas de su posesión (O’Toole, 1999). Otros trabajos indican que los perpetradores de ataques esco-lares consiguieron el arma en su hogar o en el de algún familiar, y que al menos en el 43% de estos hogares, el arma se encontraba en algún lugar no seguro (Anderson y Sabia 2016). Otro estudio reporta que en sólo uno de 27 ataques, el tirador no obtuvo el arma por sus parientes o amigos (Burgess, Garbarino y Carlson, 2006). Sin embargo, cuando las armas para perpetrar el ataque no se obtuvieron en la familia, éstas fueron adquiridas fácilmente en una tienda o por robo (Kleck, 2009).

Sin embargo, la combinación con otros fac-tores puede resultar en mecanismos que po-tencian la relación entre acceso a armas y ti-roteos escolares. Por ejemplo, se ha reportado que la combinación de problemas psicológicos con la fascinación por armas, explosivos, temas que glorifican la muerte, y el sufrimiento por maltrato escolar, puede terminar en conduc-tas violentas por parte de quien presenta estas características (Leary et al., 2003). Aún así, los esfuerzos por encontrar factores de riesgo es-pecíficos que pudieran predecir que un alumno tenga posesión de un arma, han sido infructuo-sos a la fecha (Borum et al., 2010).

La relación entre la sensación de desacre-ditación de la masculinidad y violencia (Farr, 2018; Kalish y Kimmel, 2010; Kimmel y Mahler, 2003), ya comentada líneas arriba, podría ayu-

dar a explicar la motivación por las armas. Las armas tienen una gran carga simbólica de mas-culinidad y las pistolas se han convertido en un arma imprescindible para demostrarla (Celis, 2015). Los tiroteos pueden ser un reclamo de masculinidad por parte de los atacantes que puede estar motivado por sentimientos de ven-ganza, poder y miedo (Kennedy-Kollar y Char-les, 2012). En combinación con esto, la búsque-da de fama y reconocimiento puede motivar a tiradores escolares debido a la expectativa de un sentido de dominio sobre sus compañeros y su comunidad (Evans, 2016).

Por último, es importante destacar que la evidencia sobre la relación entre acceso a ar-mas y violencia es abundante. Han pasado muchas décadas desde un estudio seminal en donde se observó que la sola exposición a ar-mas facilita la conducta violenta (Berkowitz y Lepage, 1967). Sin embargo, también hay evi-dencia reciente (Spano, Pridemore y Bolland, 2012), tal es el caso de un estudio con casi dos mil adolescentes que encontró que aquellos cuyas familias tenían armas en casa, en com-paración con quienes no las tenían, puntuaban más alto en medidas tales como intentos de suicidio, índice de peleas, suspensiones esco-lares y actitudes favorables a la violencia (Lian, Abiero y Kamara, 2017). De la misma manera, otro trabajo realizado con cien reclusos violen-tos encontró que en conflictos en donde el ata-cante poseía un arma, el 69% de las veces, éste terminaba violentamente, mientras que si el atacante no portaba un arma sólo el 33% terminaba de tal forma (Philips y Maume, 2007). Así, las ar-mas pueden incrementar los crí-menes pues éstas animan o dan poder al atacante (Altheimer, 2008). El portar armas puede te-ner diferentes fines. Por ejemplo, las mujeres suelen estar más incli-

En un análisis de

En una investigación de

se puede observar que el

de violencia escolar

37 incidentes

206 casos

de los atacantes lleva consigo más de una arma durante el ataque.

de los perpetradores tenía fácil acceso a armas y el

adquirió nuevas armas para llevar acabo el tiroteo.

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nadas a adquirirlas o portarlas por razones de defensa, mientras que los adolescentes mascu-linos tienden a portarlas con fines violentos o agresivos (Brennan y Moore, 2009). Además, el acceso a las armas, específicamente pistolas, facilitan el cometer daños letales a uno mismo o a otros y esto puede tener dimensiones aún más trágicas en momentos de crisis (Lewiecki y Miller, 2013).

VideojuegosLos videojuegos violentos pueden ser un pri-mer acercamiento a una conducta agresiva, pues se presenta una deshumanización de los enemigos o distanciamiento moral (Bandu-ra, 2002; Chittaro y Sioni, 2012). En este sen-tido, se ha planteado que, en los videojuegos, la violencia se vuelve moralmente aceptable (Gabbiadini, Andrighetto y Volpato 2012; Hart-mann, Krakowiak y Tsay-Vogel, 2014), y se des-humaniza al contrincante con eufemismos, con una trama blanco-negra, o con pocos detalles de la cara de la víctima (Greitemeyer y McLat-chie, 2011; Hartmann, Krakowiak y Tsay-Vogel, 2014). Además, los videojuegos pueden impac-tar negativamente las competencias afectivas interpersonales (Kimming, Andringa y Derntl, 2018) y moldear a través de condicionamien-to operante la conducta violenta (Bushman, 2019). Esto es observable en un estudio en el que jugadores que participaban en disparar a la cabeza de un enemigo en un videojuego, posteriormente aquellos, al usar un arma rea-lista para disparar a un maniquí, apuntaban más a la cabeza que al torso, a pesar de que éste era un blanco más fácil y letal (Bushman, 2019). Además, en un estudio con meta-análi-sis se encontró que la exposición a videojue-gos violentos tiene una relación significativa con un incremento de los comportamientos, las cogniciones y afectos agresivos; resultados que son coincidentes con otros trabajos me-ta-analíticos previos (Calvert et al., 2017). Sin embargo, estudios insuficientes sobre com-portamiento criminal y videojuegos impidie-ron al estudio en mención examinar la rela-ción entre estas variables. Por ello, destaca

un estudio relativamente reciente en donde se analiza la relación entre videojuegos y dis-posición a comportamientos hostiles. Los re-sultados de dicho trabajo (Kimmig, Andringa y Derntl, 2018) indican que existe una relación entre la exposición a videojuegos violentos y rasgos psicopáticos relacionados con déficits afectivos interpersonales y desinhibición. De hecho, la exposición reciente a un videojue-go resultó en un predictor fuerte de los rasgos estudiados. Sin embargo, en el estudio tam-bién se apunta que otros factores relaciona-dos con el estrés parecieron tener un mayor poder predictivo que la exposición violenta a los videojuegos. Por ello, parece ser poco pro-bable que los jugadores de videojuegos vio-lentos se conviertan en tiradores de la vida real. Además, a la fecha no existe evidencia que indique que la violencia letal es una con-secuencia de videojuegos violentos (American Psychological Association, [apa] 2015). Por úl-timo, sobre este punto es importante señalar que a pesar de que los videojuegos puedan vincularse con agresión, no toda agresión es violencia y no toda violencia es letal.

Prevención y protocolos de actuaciónLa probabilidad de que un alumno en una es-cuela sea víctima de un homicidio en un ataque escolar es de uno en un millón (Vossekuil et al., 2004). Sin embargo, por un sesgo cognoscitivo, se puede amplificar el impacto psicológico, ha-ciendo que un evento que se consideraba im-posible se perciba en una realidad clara (Bo-nanno y Levenson, 2014). Por esta razón, una persona puede pasar de pensar que un tiroteo no pasará en absoluto en el tipo de escuela a la que va, a pensar que podría ocurrir en cual-quier momento.

A pesar de que las posibilidades son esca-sas, las consecuencias de un episodio de ti-roteo escolar pueden resultar trágicas e irre-parables. Para reducir las probabilidades de desenlaces trágicos, las escuelas deben estar preparadas para detectar un posible caso, o te-ner un protocolo de acción en caso de que lle-gue a ocurrir. Aunque no exista un sistema de prevención de violencia ideal ya que todas las escuelas y los estudiantes son distintos, la ad-ministración educativa debe centrarse en redu-cir la posibilidad de que los ataques sucedan (Duplechain y Morris, 2014). Se ha comentado que si bien no hay un perfil único de los atacan-tes escolares, sí hay factores que, en su conjun-to, pueden significar un alerta. Adicionalmente es importante recordar una característica sig-nificativamente compartida: los perpetradores hablan sobre matar antes de cualquier ataque (Vossekuil et al., 2004).

Las autoridades escolares pueden ayudar en la prevención, si ayudan a estudiantes que muestren signos de sufrimiento, formas de ex-clusión o rechazo (Bushman et al., 2016; Som-mer et al., 2014), y en donde existan reportes de estados de depresión o de tendencias sui-cidas (Gerard et al., 2016). Igualmente, deben estar alertas a los intereses en armas o interés en la violencia (Capellan y Gomez, 2018; O’Too-le, 1999). Puede haber otros signos como histo-rial de maltrato a animales (Lockwood y Arkow, 2016), conductas de riesgo o sentimientos de fal-ta de respeto, así como comentarios de deseos de herir a otros (apa, 2019a). La función de la

atención psicológica aquí es fundamental para apoyar a las personas y reducir los riesgos, no para excluirlas o estigmatizarlas. Para esto, se puede poner esfuerzo para generar ambien-tes seguros, de confianza, respeto y comunica-ción, así como establecer medidas en contra del hostigamiento escolar (National Associa-tion of School Psychologists, 2015).

Además de trabajar en la detección de sig-nos de violencia, otra forma de prevención son protocolos adecuados en caso de un ataque. En este sentido, se han implementado diversos métodos en las escuelas de los Estados Unidos tanto para la identificación de posibles amena-zas como para preparar a los estudiantes para que sepan enfrentar el tiroteo (Peterson, Sac-krison y Polland, 2015).

Un método de entrenamiento es el modelo de bloqueo o cierre (lockdown) que consiste en dos respuestas básicas al ocurrir el ataque, que en general son: 1) cubrir las ventanas, apagar las luces, guardar silencio y esperar instruccio-nes de la autoridad, 2) esconderse debajo de las mesas (Jonson, Moon y Hendry, 2018). El pro-cedimiento de bloqueo busca que al llegar las autoridades puedan entrar inmediatamente a neutralizar al tirador, sin considerar otros po-sibles escenarios, por ejemplo, una toma de rehenes (Agnich, 2015). A pesar de esto, se ha reportado que aproximadamente la mitad de los tiroteos duran quince minutos o menos, lo que provoca que en la mayoría de estos casos los tiradores no sean detenidos por las auto-ridades competentes (Bonanno y Levenson, 2014; Doherty, 2016).

Por otro lado, una opción denominada multi-respuesta consiste en que los presentes en el tiroteo tomen un rol más activo ponien-do barreras en las entradas, distrayendo al ti-rador o escapando de la escena (Jonson, Moon y Hendry, 2018). Todavía más activa es una téc-nica invasiva de entrenamiento que consiste en crear la situación de tiroteo en la vida real, a través de actores y armas falsas (Peterson, Sa-ckrison y Polland, 2015), sin el conocimiento de los participantes de que lo que están viviendo es un simulacro.

A LA FECHA NO EXISTE EVIDENCIA QUE INDIQUE QUE LA VIOLENCIA LETAL ES UNA CONSECUENCIA DE VIDEOJUEGOS VIOLENTOS (AMERICAN PSYCHOLOGICAL ASSOCIATION, [APA] 2015)

LOS TIROTEOS PUEDEN SER UN

RECLAMO DE MASCULINIDAD

POR PARTE DE LOS ATACANTES

QUE PUEDE ESTAR MOTIVADO POR

SENTIMIENTOS DE VENGANZA, PODER Y

MIEDO (KENNEDY-KOLLAR Y

CHARLES, 2012).

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Al comparar los dos primeros métodos o modelos en trece escuelas se encontró que los tiroteos simulados que ocurrían en salones que seguían el tradicional modelo de bloqueo ter-minaban en cuanto el tirador se quedaba sin municiones (después de alrededor de tres mi-nutos), mientras que los que utilizaban el mo-delo de multi-respuesta lograron terminar con el tiroteo en aproximadamente 16 segundos (Jonson, Moon y Hendry, 2018).

Es probable que este tipo de procedimien-tos logren un mayor éxito si se usan a la par de entrenamientos virtuales1 sobre qué hacer en tales situaciones. En general: 1) escapar, 2) es-conderse y si ya no hay más qué hacer 3) defen-derse/atacar. Esta secuencia de huir-esconder-se-atacar es la sugerida por el Departamento de Seguridad Interior de los Estados Unidos (Agnich, 2015; Doherty, 2016). Estudios expe-rimentales sobre este tipo de intervenciones indican que los estudiantes se sienten más en control ante hipotéticos casos de tiroteo, a la vez que aumenta su autoeficacia y percepción de seguridad (Ford y Frei, 2016), pero también aumenta el miedo, principalmente en mujeres (Peterson et al., 2015). Sin embargo, para maxi-mizar el índice de supervivencia, es necesario integrar un sistema que cumpla múltiples obje-tivos al mismo tiempo. Se recomienda, además de cuidadosas medidas de seguridad, dar cur-sos básicos de primeros auxilios y resucitación a estudiantes, profesores y personal (Bonanno y Levenson, 2014).

Acciones posteriores a un ataqueDespués de estar expuesto a un evento trau-mático como lo es un tiroteo escolar, las vícti-mas y testigos pueden presentar secuelas de estrés postraumático (ept) (Novotney, 2018). Algunos factores que pueden influir en el ept son la cercanía social, el nivel de riesgo, lesio-nes físicas y cantidad de veces a las que se ha expuesto, sin embargo, el nivel de exposición no predice la presencia de ept (Wilson, 2014). Además, los tiroteos escolares pueden condu-cir a una serie de problemas de salud mental en los sobrevivientes y miembros de las comuni-dades afectadas (Lowe y Galea, 2017). Por ello, es indispensable recurrir a profesionales de la psicología expertos en manejo de estrés pos-traumático, así como en intervención en crisis o primeros auxilios psicológicos. Estos exper-tos por lo general son psicólogos clínicos que

dominan herramientas psicológicas de orienta-ción cognitivo-conductual.

Los padres de familia que tienen hijos que fueron testigos de un ataque escolar pueden seguir las recomendaciones de los psicólogos: utilizar el evento del ataque como una oportu-nidad para hablar con honestidad y escuchar a sus hijos. Se debe reconocer que cosas malas suceden, pero se debe tranquilizarlos con infor-mación de que muchas personas están traba-jando para mantener a sus hijos seguros, a la vez que se recomienda limitar la exposición a noticias sobre el evento (apa, 2019b).

Finalmente, los medios o al menos las per-sonas que se encarguen de comunicar los even-tos deberían tener en cuenta lo siguiente: la manera en la que se reporta un suceso violento puede influenciar y causar un impacto en otras personas. Debe evitarse el uso del nombre y fo-tografías del agresor con el fin de prevenir que se produzca un efecto CopyCat (Lankford y Ma-dfis, 2018). Esto se refiere a que será replica-do por imitación, ya que podría ser un mode-lo para adolescentes influenciables (Meindl e Ivy, 2019). Adicionalmente, el efecto CopyCat se hace más presente cuando se detalla la vida de la persona (Stack, 2003). Además del efecto CopyCat, la difusión del nombre y foto del tira-dor por parte de los medios lo vuelven famo-so e incentiva a futuros atacantes. Con esto le dan quizá lo que buscaba el atacante: fama. Y ésta hará que otros atacantes traten de compe-tir para maximizar el número de fallecimientos (Lankford y Madfis, 2018).

CONCLUSIONESSon diversas las variables que se han vincula-do al atacante escolar para que éste se convier-ta en perpetrador de homicidios en su escue-la. Sin embargo, son pocas las variables sobre las que se ha reportado evidencia que sugiera un papel relevante: acceso y gusto por las ar-

mas y tendencias suicidas. Algunos otros fac-tores tienen un papel incierto o existen datos contradictorios, por ejemplo, el rechazo social, el enojo o malestar emocional. Otras, como los videojuegos violentos aún con su vinculación con conductas agresivas (Anderson y Bushman, 2001) o el papel que le asignan los medios, a la fecha no existe evidencia que pueda confirmar alguna relación y menos una condición causal.

A pesar de no existir predisponentes únicos, la combinación de factores los puede convertir en detonantes letales. Por ejemplo, no existe evi-dencia de estudios bien controlados sobre el pa-pel del acoso escolar. Sin embargo, es posible que un proceso depresivo surja en un adolescen-te que es hostigado frecuentemente y no puede hacer nada para escapar de esto. Lo anterior no conducirá a un tirador escolar, pero puede ser grave si este adolescente además tiene gusto por las armas y acceso a éstas. También se pue-de sumar a la ecuación la sensibilidad al recha-zo que se convierta con el tiempo en sentimien-tos de agravio. Lo anterior sirve para ejemplificar que no hay un perfil, sino que es la combinación de variables, sumadas a un proceso psicológico individual en un entorno particular lo que puede contribuir a que la violencia predatoria ocurra. Algunos rasgos pueden ser identificados por me-dio de instrumentos como el PPVI, especialmen-te diseñado para evaluar la violencia predatoria potencial en jóvenes escolares (Penagos-Corzo et al., 2019), pero nunca será suficiente. A la fe-cha no se puede predecir un acto de violencia de este tipo, pero sí se puede estar alerta de los indicadores aquí abordados. Aún con la ausen-cia de una predicción absoluta, la prevención es fundamental. Esta será más eficaz con el trabajo de grupos interdisciplinarios a la par de psicólo-gos expertos que sean capaces de evaluar ries-gos potenciales y orientar en el acompañamien-to individual y en la procuración de ambientes más seguros.

método de entrenamiento

Cubrir las ventanas, apagar las luces, guardar silencio y esperar instrucciones de la autoridad.

Esconderse debajo de las mesas.

1

2

es el modelo de bloqueo o cierre (lockdown) que consiste en

dos respuestas básicas al ocurrir el ataque:

El procedimiento de bloqueo busca que al llegar las autoridades puedan entrar inmediatamente a

neutralizar al tirador, sin considerar otros posibles escenarios, por ejemplo, una toma de rehenes

(Agnich, 2015).

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1Shots Fired: When Lightening Strikes (https://cpps.com/video-training/).

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Julio C. Penagos-Corzoautor de correspondencia Profesor de tiempo completo del De-partamento de Psicología de la udlap. Miembro del Sistema Nacional de

Investigadores. Es vicepresidente para la región México, Centroamérica y El Caribe de la Interamerican Society of Psychology. Miembro fundador de la Red Latinoamericana de Ciencias del Comportamiento. Ha sido coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología Experimental y Comparada de la Sociedad Interamericana de Psicología. Cuenta con diversas publicaciones en revistas científicas, capítulos de libros y posee una patente por la invención de un disposi-tivo de evaluación de comportamiento de [email protected]

A. Lorena Flores Estudia las licenciaturas en Psicología Clínica y Psicología Organizacional en la udlap. Es miembro del Programa de Honores en el proyecto de investigación titulado Evaluación de la conducta

violenta y agresiva. [email protected]

Gabriela Díaz SáyagoEstudia la Licenciatura en Psicología Organizacional en la udlap. Es miembro del Programa de Honores en el proyecto de investigacióń titulado Evaluación de la conducta violenta y agresiva.

[email protected]

Jacqueline L. OrnelasEstudiante de las licenciaturas en Psico-logía Clínica y Psicología Organizacional en la udlap. Es miembro del Programa de Honores en el proyecto de investiga-ción titulado Evaluación de la conducta

violenta y agresiva. [email protected]

Jorge Guerrero MirandaEstudiante de la Licenciatura en Psicolo-gía Clínica en la udlap. Es miembro del Programa de Honores en el proyecto de investigación titulado Evaluación de la conducta violenta y agresiva.

[email protected]

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Penagos-Corzo J. et al. Entorno udlap, núm. 10, 28-45, Enero 2020En

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CIENCIAS SOCIALES

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Reyes-Vázquez M.et al. (2019). Perfil sociodemográfico y nivel de sobrecarga del cuidador primario del adulto mayor. Entorno UDLAP, 10.

Recibido: 1 de mayo de 2019 Aceptado: 15 de junio de 2019

Por: María de las Mercedes Nuri Reyes-Vázquez · Clemente Cordero-Sánchez · Corina Mariela Alba- Alba · Madaí Muñoz-Covarrubias ·

Alberto Hernández-Cora · Elizabeth Guzman-Ortiz (Autora de correspondencia)

RESUMENIntroducción. El envejecimiento es un proceso continuo que requiere atención de salud, por lo que demanda cuidados básicos al familiar que, con el tiempo, provoca sobrecarga física y emocional en el cuidador primario. Materia-les y métodos. Estudio descriptivo transversal. Fue una muestra de cien participantes de una zona urbana de Puebla. Se utilizó una cédula de datos personales y el cuestionario de sobre-carga del cuidador de Zarit. Resultados. De cien cuidadores primarios, el 66% eran mujeres, el 52% era hijo (a) del adulto mayor, el 38% de-

dicaba menos de cuatro horas de cuidado y el 42% reportó ausencia de sobrecarga. Los cui-dadores que dedican más tiempo de cuidado tienen mayor probabilidad de experimentar so-brecarga intensa (OR=8.81, p <.01) Discusión y conclusiones. La mayoría de los participantes fueron mujeres, las cuales reportaron no tener ausencia de sobrecarga. Al dedicar más tiem-po al familiar dependiente existe mayor riesgo de presentar sobrecarga intensa. Se recomien-da realizar mediciones fisiológicas del nivel de sobrecarga del cuidador e incluir al auxiliar del cuidador primario y el nivel de dependencia del adulto mayor.

PALABRAS CLAVES: Cuidadores · Adulto mayor · Atención ambulatoria

ABSTRACT Introduction. Aging is a continuous process that requires health care, so it demands basic care from the family member, which over time cau-ses physical and emotional overload in the pri-mary caregiver. Materials and methods. Des-criptive cross-sectional study. It was a sample of 100 participants from an urban area of Pue-bla. A personal data card and the overload were used questionnaire Zarit Burden Interview. Re-sults. Of 100 primary caregivers, 66% were wo-men, 52% were son of the elderly, 38% had less than 4 hours of care and 42% reported absence of overload. Caregivers who spend more time in care are more likely to experience intense over-

load (OR=8.81, p <.01). Discussion and Conclu-sions. The participants of this study, the ma-

jority were women, who reported not having absence of overload. Devoting

more time to the dependent family member is more likely to be over-loaded. It is recommended to per-form physiological measurements to measure the level of overload of the caregiver and include the pri-mary caregiver assistant and the le-vel of dependence of the elderly.

KEYWORDS: Caregivers · Aged · Ambulatory care

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INVESTIGACIÓNINVESTIGACIÓN

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Sociodemographic profile and level of overload of the primary caregiver of the elderly

cuidador primario

del adulto mayor

Perfil sociodemográfico y nivel de sobrecarga del

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INTRODUCCIÓNEl envejecimiento de la población es uno de los fenómenos de mayor impacto tanto para socie-dad como para la salud. Según organismos in-ternacionales, las personas mayores de 60 años representarán la mayor proporción de la pobla-ción. Se estima que para el 2050, el porcenta-je de los habitantes de esta etapa se duplicará pasando del 12% al 22%, así también, el 80% de este grupo vulnerable vivirá en países de in-gresos bajos y medianos, por lo tanto, la ma-yoría de estos países se enfrentarán a retos im-portantes para garantizar sistemas sanitarios y sociales de calidad para atender este cambio demográfico (Organización Mundial de la Sa-lud, 2018).

En México, en 2015, la población de adul-tos mayores representó el 10.4%, para el 2030 conformará el 14.6% y presentará las relacio-nes de dependencia por vejez más altas. Cabe señalar que las entidades federativas del sur serán más afectadas por la situación económi-ca (Secretaría de Desarrollo Social, 2017). El in-cremento de los índices de envejecimiento va acompañado de enfermedades crónicas y de-pendencia funcional. Se reporta que el 26.9% de adultos mayores tiene, al menos, una limi-tación en actividades básicas de la vida diaria y que el 24.6% presenta algún grado de depen-dencia para realizar actividades instrumentales de la vida diaria (Gutiérrez et al., 2012). Por lo tanto, este problema de salud demanda servi-cios de cuidado tanto en dependencias guber-namentales y no gubernamentales, así como cuidado en el hogar.

La dependencia física, psíquica o intelectual tiende a aumentar con la edad y demanda más cuidado (responsabilidad en la cual el familiar se involucra). El cuidador primario es reconoci-do como un familiar cercano o alguien que es significativo para el paciente, que le proporcio-na asistencia de necesidades básicas y emocio-nales. Estas personas tienen que interrumpir su ritmo habitual y limitar su vida social, lo que con el tiempo tiene una repercusión negativa y una sobrecarga física, psicológica y social (Ra-mírez y Aguilar, 2009). Dicha sobrecarga negati-va, con el transcurso del tiempo, puede conver-tirse en un enfermo más (Ringer et al., 2017). Es común que la población mexicana se haga car-go de su familiar enfermo. Cuidar a un familiar, para algunos, puede representar una responsa-bilidad, gratificación o angustia por el estado de salud del familiar. Por lo tanto, el objetivo primario del presente estudio es investigar la posible relación de las características sociode-mográficas del cuidador y del paciente con la sobrecarga del cuidador. El objetivo secundario es describir la prevalencia de sobrecarga en los cuidadores primarios y sus características so-ciodemográficas de una zona urbana del esta-do de Puebla.

MATERIALES Y MÉTODOS El diseño del estudio fue descriptivo y trans-versal. El tipo de muestreo fue no probabilísti-co (Burns y Grove, 2012). Participaron cien cui-dadores familiares de adultos mayores de 60 años o más, residentes de una unidad habita-cional de la zona sur del estado de Puebla. Se incluyeron cuidadores familiares entre 18 y 60 años de edad.

InstrumentosPara obtener las características sociodemográ-ficas se utilizó una cédula de datos sociodemo-gráficos del cuidador familiar. En esta cédula se registró: edad, sexo, escolaridad, parentesco del cuidador, horas de cuidado y padecimiento de alguna enfermedad. Los rangos de edades se clasificaron en adulto joven (de los 18 a los 25 años), adulto medio (de los 26 a los 45 años) y adulto tardío (de los 45 a los 64 años).

Para medir la sobrecarga del cuidador se utilizó la Escala de Sobrecarga de Zarit (Caregi-ver burden interview) (Zarit, Reever y Bach-Pe-terson, 1980). Este instrumento cuantifica el grado de sobrecarga que padecen los cuidado-res de las personas dependientes y consta de 22 ítems, con respuesta tipo Likert, los valores correspondientes a las opciones de respuesta son: nunca, casi nunca, algunas veces, frecuen-temente y siempre. La puntuación mínima es 22 puntos y la máxima de 110. Los resultados se clasificaron en: ausencia de sobrecarga (22 a 46 puntos), sobrecarga ligera (47 a 55 puntos) y sobrecarga intensa (mayor a 56 puntos). Este instrumento ha reportado índices de confiabi-lidad aceptables en población española (Cres-po y Rivas, 2015).

ProcedimientoPara la recolección de datos se realizaron vi-sitas domiciliarias, casa por casa, hasta locali-zar un adulto mayor y el cuidador familiar. En cada visita se inició con preguntas filtro: ¿Hay un adulto mayor a 60 años? ¿Necesita cuida-dos? En caso afirmativo se procedió a leer el consentimiento informado, una vez firmado

SE REALIZÓ UN ESTUDIO DESCRIPTIVO EN

CUIDADORES PRIMARIOS

MUJERES

HIJO (A) DEL ADULTO MAYOR

DEDICA 4 HORAS DE CUIDADO

REPORTÓ AUSENCIA DE SOBRECARGA

LOS CUIDADORES QUE DEDICAN MÁS TIEMPO DE CUIDADO TIENEN MAYOR PROBABILIDAD DE EXPERIMENTAR SOBRECARGA.

10066%52%38%42%

Personas mayores de

representarán la mayor parte de la población en el 2050.

60 años

En 2015 En 2030

10.4%14.6%

la población de adultos mayores representó el

conformará el

y representará las relaciones de dependencia por vejez más altas

En 2050

12% al 22%

el porcentaje de los habitantes casi se duplicará del

26.9% 24.6%

de adultos mayores tiene, al menos, una limitación en actividades básicas de la vida diaria.

presenta algún grado de dependencia para realizar actividades instrumentales de la vida diaria.

ESTE PROBLEMA DE SALUD DEMANDA SERVICIOS DE CUIDADO TANTO EN DEPENDENCIAS

GUBERNAMENTALES Y NO GUBERNAMENTALES, ASÍ COMO CUIDADO EN EL HOGAR.

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INVESTIGACIÓN

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se procedió con la aplicación de instrumentos. Cada visita duró de 20 a 30 minutos.

Consideraciones éticasEste estudio se apegó a los lineamientos del Re-glamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud de México (Se-cretaría de la Salud, 2014). Además, contó con la aprobación de la comisión de ética e investi-gación de la universidad.

Análisis estadísticoPara la captura de datos se utilizó el programa estadístico Statistical Package for the Social Sciences versión 18.0. El análisis de los datos se realizó mediante estadística descriptiva: fre-cuencias, porcentajes, media y desviación es-tándar. Posteriormente, se utilizó el coeficien-te de correlación de Spearman, debido que los datos representaron una distribución no nor-mal. Al final, se realizó un modelo de regresión logística de las variables que mostraron corre-lación con el nivel de sobrecarga.

Figura 1. Parentesco del familiar que otorga los cuidados (elaboración con información obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

Figura 2. Nivel de escolaridad del cuidador (elaboración con informa-ción obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

Figura 3. Tiempo de dedicación al cuidado del familiar (elaboración con información obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

Nivel de sobrecarga Frecuencia Porcentaje

Ausencia 42 42

Ligera 26 26

Intensa 32 32

Tabla 1. Nivel de sobrecarga del cuidador (elaboración con informa-ción obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

ResultadosParticiparon cien cuidadores principales. De acuerdo al parentesco, la persona que se en-carga del cuidado era el hijo (a) (52%) o el nieto (a) (23%) (figura 1).

Con respecto al nivel de escolaridad, sólo el 33% de los cuidadores ya habían concluido una carrera o habían terminado el nivel medio superior (figura 2).

El sexo que prevaleció con más frecuencia fue el femenino (66%). La mayoría de los cui-dadores se encontraba entre la edad de 26 a 45 años (53%) y el 22% tenía una enfermedad crónica; de este porcentaje, el 12% tenía dia-betes mellitus. En relación a la duración del cuidado, la mayoría dedicaba menos de cua-tro horas (38%), seguido de más de ocho horas (35%) (figura 3).

Referente a las características del adulto mayor, la mayoría se encontraba entre 60 a 74 años de edad (49%), seguido de 75 a 90 años (43%), con el 68% de presencia de alguna enfer-medad crónica, siendo la más frecuente la dia-

betes mellitus tipo II (32%). El tiempo de diag-nóstico de la enfermedad, el más frecuente fue más de 10 años (29%).

De acuerdo al nivel de sobrecarga del cui-dador, se muestra que, del total de la muestra, más de la mitad de los participantes reporta sobrecarga ya sea ligera o intensa y cerca de la mitad de la muestra de participantes mencionó ausencia de sobrecarga (tabla 1, figura 4).

ADULTO JOVEN

ADULTO MEDIO

ADULTO TARDÍO

RANGOS DEEDADES DE

CLASIFICACIÓN

DE 18 A 25 AÑOS

DE 26 A 45 AÑOS

DE 45 A 64 AÑOS

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Hijo (a) Esposo (a) Nieto (a) Sobrino (a) Ninguno (a)0

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Hijo (a) Esposo (a) Nieto (a) Sobrino (a) Ninguno (a)

Parentesco familiar

Menos de 4 horas De 5 a 7 horas Más de 8 horas

Hijo (a) Nieto (a) Ninguno (a)

Tiempo de dedicación al cuidado

0

105

15

25303540

20

38%

27%

35%

Nivel de escolaridad del cuidador

Primaria Secundaria Medio Superior

Profesionista

Primaria Secundaria Medio superior

Profesionista0

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Para responder el objetivo general, se en-contró una correlación positiva entre las horas de cuidado y el nivel de sobrecarga (r = .430, p < .001). Es decir, que a mayor tiempo de cui-dado mayor es la sobrecarga que expresan los cuidadores (tabla 2).

El objetivo secundario fue describir la pre-valencia del nivel de sobrecarga entre los cui-dadores y sus características sociodemográfi-cas. De las características principales, el sexo femenino predominó con más frecuencia. Es-tos resultados son similares a otros estudios latinoamericanos en donde se muestra que las mujeres asumen la responsabilidad de pro-porcionar los cuidados básicos al adulto ma-yor (Ávila-Toscano y Vergara-Mercado, 2014; Lemus-Fajardo, Cánovas, Bárbara y Lemus Fa-jardo et al., 2018). Por lo tanto, las mujeres son foco principal para abordar en futuros estudios sobre las experiencias como cuidadoras y ex-plorar los factores emocionales, o de otra índo-le, que se desencadenan para que ellas se to-men este rol.

Igualmente se encontró que los hijos(as) son los que cuidan al adulto mayor, hallazgos consistentes con otros estudios realizados en países latinoamericanos y americanos (Ra-mos y Castillo, 2017; Rodríguez-González et al.,

Tabla 2. Coeficiente de correlación de Spearman entre las variables sociodemográficas y la sobrecarga del cuidador (elaboración con información obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

Variable 1 2 3 4 5 6 7

Parentesco 1

Sexo .090 1

Escolaridad .105 -.303** 1

Edad -.352** .037 -.394** 1

Horas que pasa cuidando -.087 .104 -.250* .190 1

Enfermedad del cuidador -.121 -.297** .336** -.261** -.052 1

Sobrecarga -.107 .045 -.080 .166 .430** -.048 1

Nota: *p < .05. **p < .001.

En la tabla 3, se muestra un modelo de re-gresión logística del nivel sobrecarga del cui-dador con las horas de dedicación al cuidado. Después de realizar el cálculo del coeficiente de correlación, sólo la variable de horas de cui-dado se correlacionó con el nivel de sobrecarga del cuidador, por lo que se decidió introducir el modelo de regresión logística con la finalidad

Nivel de sobrecarga OR Error estándar p IC95%

Ausencia (referencia)Ligera

> de 4 horas (referencia) - - - -

De 5 a 7 horas 2.69 .750 .187 0.619 - 11.711

Mayor a 8 horas 7.00 .713 .006 1.732 - 28.297

Intensa

> de 4 horas (referencia) - - - -

De 5 a 7 horas 2.69 .625 .061 0.949 - 10.944

Mayor a 8 horas 8.81 .610 .000 2.666 – 29.147

Tabla 3. Estimaciones de probabilidad del nivel de sobrecarga con el tiempo de cuidado (elaboración con información obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

de mostrar el riesgo de tener sobrecarga. Como se muestra en la tabla 3, el cuidador que dedi-ca más de 8 horas de cuidado, tiene más riesgo de sufrir sobrecarga intensa (OR=8.81, p <.01).

De acuerdo a las características sociodemo-gráficas del paciente, no se encontraron corre-laciones significativas con el nivel de sobrecar-ga del cuidador (tabla 4)

Variable 1 2 3 4

Edad 1

Tiempo de diagnóstico .038 1

Tipo de enfermedad .036 -.219* 1

Sobrecarga -.158 -.060 -.136 1

Nota: *p < .05. **p < .001.

Tabla 4. Coeficiente de correlación de Spearman entre las variables sociodemográficas del paciente y la sobrecarga del cuidador (elaboración con información obtenida de cien cuidadores principales de una zona urbana de Puebla, México).

DiscusiónEl principal objetivo de este estudio fue cono-cer la relación de las características sociode-mográficas del cuidador y del paciente con la sobrecarga del cuidador. Los resultados mos-traron que, a mayor tiempo de brindar cuidado al familiar, mayor es la sobrecarga del cuidador, estos datos son similares a los presentados en otros estudios (Salazar-Torres, Castro-Alzate y Dávila-Vásquez, 2017). Al confirmar con el mo-delo de regresión logística, los cuidadores que dedican más de ocho horas de cuidado al fami-liar dependiente tienen más riesgo de presentar sobrecarga intensa que los que tienen ausencia de sobrecarga, datos similares a otros estudios (Rodríguez-González et al., 2017).

No se encontró correlación con el parentes-co, sexo, escolaridad y edad, datos que coin-ciden en otro estudio, realizado en población mexicana (Ramos y Castillo, 2017; Valle-Alonso et al., 2015).

2017). Es evidente que existen diversas justifi-caciones por las cuales los hijos asumen el rol de cuidador, como un sentido de obligación o gratificación, aunque la evidencia muestra que la justificación de asumir el rol depende de los valores morales heredados de sus padres (Tret-teteig, Vatne y Rokstad, 2017).

En este estudio, resultó que la edad de los hijos que proporcionan los cuidados se encuen-tra entre los 26 a 45 años, con un nivel alto de escolaridad, datos similares a otros estudios (Palacios, Rodríguez y Castillo, 2017). Este ran-go de edades se considera un factor de riesgo para desarrollar problemas emocionales y físi-cos. Por lo tanto, es necesario que el cuidador se encuentre en mejores condiciones tanto físi-cas como emocionales, para que después pue-da brindar cuidado al familiar, esto puede ayu-dar a dar cuidados en dos vertientes; por una parte, dar un cuidado de calidad y que sea más efectiva para el familiar; por otra, es autocuidar-se para prevenir alguna enfermedad o lesión.

CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO MAYORDEL ESTUDIO

ADULTOS DE 60-74 AÑOS

PRESENCIA DE ENFERMEDADES

ADULTOS DE 75-90 AÑOS

49% 43%

TIENE ALGUNA ENFERMEDAD CRÓNICA

DEL TOTAL DE LA MUESTRA MÁS DE LA MITAD DE LOS PARTICIPANTES

REPORTA SOBRECARGA YA SEA LIGERA O INTENSA

EL RESTO DE LA MUESTRA MENCIONÓ AUSENCIA DE SOBRECARGA

LA DIABETESMELLITUS TIPO II CON

68%32%

Siendo la más frecuente

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Corina Mariela Alba- AlbaDoctora en Ciencias de Enfermería por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cuenta con la certificación del Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería. Actualmente, es coordinadora de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad de las Américas Puebla.

[email protected]

Madaí Muñoz-CovarrubiasMaestra en Enfermería por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Cuenta con la certificación del Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería. Actual-mente, es coordinadora de la difusión cultural y promo-ción al desarrollo de la Licenciatura en Enfermería de la

Universidad de las Américas Puebla. [email protected]

Alberto Hernández-CoraEspecialidad en Traumatología y Ortopedia, por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Está certificado por el Consejo Mexicano de Ortopedia y por el American College of Surgeons. Actualmente, es coordinador de Calidad Educativa e Innovación de la

Licenciatura en Enfermería de la Universidad de las Américas Puebla. [email protected]

Elizabeth Guzman-Ortiz autora de correspondenciaDoctora en Ciencias de Enfermería por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Actualmente, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (candidato) y coor-dinadora de la Comisión de Investigación y Vinculación

de Enfermería del Departamento en Ciencias de la Salud de la Universidad de las Américas Puebla. [email protected]

María de las Mercedes Nuri Reyes-Vázquez Maestra en Enfermería por la Benemérita Universi-dad Autónoma de Puebla. Cuenta con la certificación del Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería. Actualmente, es coordinadora del servicio social de la

Licenciatura en Enfermería de la Universidad de las Américas Puebla. [email protected]

Clemente Cordero-SánchezMaestro en Enfermería por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Cuenta con la certificación del Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería. Actual-mente, es coordinador de prácticas clínicas y comunita-rias de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad

de las Américas Puebla. [email protected]

OBJETIVO PRINCIPAL OBJETIVO SECUNDARIO

Reyes-Vázquez M. et al. Entorno udlap, núm. 10, 46-55, Enero 2020

liar dependiente tiene más riesgo de experimentar una sobre-carga intensa, lo que se traduce en desgaste físico y emocional. Es importante establecer horarios de descanso e incluir en las actividades a un auxiliar del cuidador.

La valoración del cuidador familiar es multidimensional, por lo que se recomienda a posteriores estudios realizar diseños lon-gitudinales en donde se abarque por un lado mediciones fisio-lógicas en relación a las manifestaciones que pueden desenca-denar la sobrecarga del cuidador y por otro lado, la evaluación de la familia y auxiliares del cuidador principal, así como sus es-trategias de afrontamiento relacionado con el nivel de depen-dencia del paciente.

Otros datos de este estudio son la presencia de la diabetes mellitus, la cual está tanto en el cui-dador como en el adulto mayor, hallazgo con-sistente en otro estudio nacional (Mora, Dávila Mendoza y González-Pedraza, 2011).

Respecto al nivel de sobrecarga del cuida-dor principal, se encontró que cerca de la mi-tad de la población estudiada reportó ausencia de sobrecarga, resultado similar a lo reportado por otros autores (Valle-Alonso, et al., 2015,) y diferente a lo reportado por otros (Ortiz-Claro, et al., 2013). Esta inconsistencia puede deber-se a la cultura que practica cada país, debido a que la población del sur de México se carac-teriza por ser una cultura tradicional, donde se preservan los valores instrumentales (Gar-cía-Campos, 2008), y por lo tanto cuidar a un familiar se realiza más por gratificación que por obligación.

CONCLUSIONES En el estudio que presentamos, con respecto al género del cuidador principal, se encuentra que predominan las mujeres de entre 26 a 45 años, siendo las hijas o nietas quienes se en-cargan, con mayor frecuencia, de la atención del adulto mayor. Cabe resaltar que el cuidador que brinda más de ocho horas diarias al fami-

RESULTADOS RESULTADOSConocer la relación de las características sociodemográficas del cuidador y del paciente con la sobrecarga del cuidador.

Mayor tiempo de brindar cuidado al familiar. Mayor es la sobrecarga

del cuidador.

El sexo femenino predominó con más frecuencia. Las mujeres asumen

la responsabilidad de proporcionar los cuidados básicos al adulto mayor.

Describir la prevalencia del nivel de sobrecarga entre los cuidadores y sus características sociodemográficas.

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¿LA SOCIOLOGÍA SE REINVENTA?Teóricos de los siglos xx y xxi

Actualmente las investigaciones sociales en los pueblos han contribuido tanto a la producción

empírica como teórica para los hispanoparlantes. Las corrientes del pensamiento social

contemporáneo de diversos tópicos ante las problemáticas sociopolíticas, debates de las

nuevas filosofías y sus contantes cambios, han demandado en las ciencias sociales una

perspectiva de reinvención, que requiere divulgar las propuestas de metodologías de los siglos xx y xxi, y sus discusiones de investigaciones originales y creativas ante los teóricos que se

fundamentan en años pasados.

Por: Edú Ortega-Ibarra · Jorge Alejandro Trejo-Alarcón

Ortega-Ibarra E. y Trejo-Alarcón J.(2019). ¿La sociología se reinventa? Teóricos de los siglos XX y XXI. Entorno UDLAP, 10. Recibido: 31 de junio de 2019 Aceptado: 27 de septiembre de 2019

Ortega Ibarra E. y Trejo-Alarcón J. Entorno udlap, núm. 10, 56-61, Enero 2020

NOTA BREVE

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CIENCIAS SOCIALES

Is sociology reinvented? Theorists of the twentieth and twenty-fist centuries

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Un claro ejemplo de estructuras moder-nas lo otorga Talcott Parsons, con sus pensa-mientos teóricos hacía la «Acción social» (te-sis doctoral), con un fuerte enfoque estructural y a su vez funcionalista, teniendo de aliado a Edward Shils o Neil Smelser. Parsons aporta una obra creativa para los sistemas sociales y constitución de la sociología moderna (Girola, 2010). Otro enfoque digno de centralizar es el de Erving Goffman, que fortalece la corriente del interaccionismo simbólico (actor y entor-no) y de la comunicación interpersonal (verbal y no verbal; kinésica, proxémica y paralengua-je), dando tintes dramáticos a la vida cotidiana y tópicos a reflexionar, como ritual, persona y máscara (Rizo, 2011). Alguien que necesitó imá-genes (dialécticas) como recurso para el pen-samiento de años atrás fue el alemán Walter Benjamin, que construyó una crítica al cono-cimiento histórico, además generó curiosidad ante dos conceptos claves de las ciencias so-ciales, el marxismo y el mesianismo. Se dice que las temáticas sobresalientes de la corrien-te «benjamiana», son sobre la renovación del materialismo histórico por ideas del mesianis-mo-utopismo; conceptualizó los términos pro-greso, trabajo y política (Sigüenza, 2013).

Una de las principales figuras de la Escuela de Frankfut fue Herbert Marcuse, quien abor-dó una propuesta de la teoría crítica desde un enfoque optimista, proponiendo una reformu-lación al psicoanálisis, mencionando que el traspié de la sociedad actual no es más que un fallo circunstancial (Díaz, 2011). Si hablamos

de los enfoques contemporáneos de la episte-mología, lo ideal es conocer a la teoría social y la teoría del conflicto. Existen aportes por Wri-ght Mills dando un conocimiento con dimen-siones, a consecuencia de aspectos políticos en su tiempo: se enfocó en los valores de la liber-tad, la razón y crear una sociedad libre, racio-nal y trascender lo cotidiano. El ambiente polí-tico genera preocupación por el poder y cómo entenderlo, para simplemente reflexionar so-bre cómo fluye en la historia y su mecánica del proceso y culminar con un equilibrio (Fernán-dez, 2012).

El poder siempre fue un tema que a Michel Foucault cautivó y, junto a la insurrección de los saberes sometidos, su pensamiento va par-ticularmente al estudio de los hogares mole-culares del poder; manifestando un análisis filosófico-político a la historicidad; para com-plejamente dar una resolución a lo que se ve desde los contenidos históricos reflejados en manuscritos, los discursos, dejando tópicos a continuar estudiando, como la represión, los saberes, la verdad y la biopolítica. El teórico francés, hace mención que el Estado es un re-flejo de un conjunto y no tiene privilegios de-jando influencia en las nuevas generaciones y convirtiéndose en una de las figuras más im-portantes de su época (Ávila-Fuenmayor, 2006).

Reflexionar sobre la sociedad es una tarea complicada, su investigación debe ser realiza-da de manera sistemática, aunque pueda ser banal o recurrente como parte de la vida diaria, es así como Pierre Bourdieu lo hizo. Temas tan

cotidianos como la cultura, medios de comu-nicación, educación y lo que ahora se entien-de como estilos de vida, fue a lo que el investi-gador francés se enfocó en todos sus trabajos. Analizó las desigualdades sociales en sistemas como el de la educación. Sobresale de los de-más pensadores porque reluce la exclusión so-cial, sufrimiento y desigualdades como conse-cuencia de la modernización. Enfatiza que el objeto de estudio de la ciencia social no es ni el individuo ni los grupos, sino la relación entre dos realizaciones de la acción histórica (Giglia, 2003; Huerta, 2008).

Alguien que formuló la teoría general de los sistemas sociales fue el alemán Niklas Luh-mann, con tintes universales y que sugiere se ejecute en cualquier fenómeno social. El soció-logo hace referencia a que ciertas áreas de las ciencias son necesarias para la óptima inter-pretación y análisis de cualquier problemática o situación del sistema, como lo son las mate-máticas, la cibernética, la biología y otras. Re-vive la crítica al funcionalismo (manifestando que no es aplicable en los métodos de investi-gación) y a los trabajos de Talcott Parsons; pro-pone el esquema lógico regulador, el cual com-para entre sí a equivalentes funcionales y para comprender el funcionamiento de la sociedad hay que estudiar a los subsistemas y a las orga-nizaciones (Arriaga-Álvarez, 2003). Otro alemán reconocido por sus trabajos en la filosofía de la práctica es Jürgen Habermas, quien además de su trabajo hace alusión al clímax del pensa-miento como los presupuestos lingüísticos de

la acción comunicativa, así como al debate en-tre ética y moral, primordialmente la recupera-ción de la moral kantiana (Zoffoli, 2010).

Es evidente que los comportamientos so-ciales deben ser analizados por medio de la innovación teórica por parte de los actores correspondientes, como es el caso de George Ritzer, sociólogo contemporáneo estadouni-dense, que posee líneas de investigación como la Teoría Sociológica, su obra más conocida es referente al consumo es La McDonalización de la sociedad, donde destacó componentes fun-damentales, como la eficiencia, cuantificación, previsibilidad y el control desde una visión de procesos óptimos para la racionalidad (Ritzer, 2011; 1996). Alguien conocido por la Teoría de la Estructuración, es el inglés Anthony Gibbens y también por la Teoría de la Tercera Vía (social-democracia; utópica-realista), tratando de evi-denciar el impacto de la modernidad sobre lo social y la vida personal (Rubio-Carriquiribor-de, 2005; Giddens, 1999).

De acuerdo con Zygmunt Bauman, el fe-nómeno social tiene cuestiones por atender, como la hermenéutica, consumismo, clases sociales, globalización, neo-pobreza; el pola-co de origen judío conceptualizó el tópico «mo-dernidad líquida». Analiza la exclusión social y la burocracia, concibiendo que, para tener un nivel de seguridad y premios, hay que cesar ciertas libertades y el confort (Bauman, 2008). También fue Ulrich Beck quien estudió a la mo-dernización y la globalización, introduciendo el término «sociedad del riesgo» y la cosmopoli-

TALCOTT PARSONS

ERVING GOFFMAN MICHEL FOUCAULT

GEORGE RITZER

WALTER BENJAMIN HERBERT MARCUSE

Aportó una obra creativa para los sistemas sociales y constitución de la sociología moderna (Girola, 2010).

Fortaleció la corriente del interaccionismo simbólico (actor y entorno) y de la comunicación interpersonal (verbal y no verbal; kinésica, proxémica y paralenguaje), dando tintes dramáticos a la vida cotidiana y tópicos a reflexionar como ritual, persona y máscara (Rizo, 2011).

Su pensamiento se enfocó al estudio de los hogares moleculares del poder; manifestando un análisis filosófico-político a la historicidad; para complejamente dar una resolución a lo que se ve desde los contenidos históricos reflejados en manuscritos y los discursos.

Destacó componentes fundamentales, como la eficiencia, cuantificación, previsibilidad y el control desde una visión de procesos óptimos para la racionalidad (Ritzer, 2011; 1996).

Construyó una crítica al conocimiento histórico, además generó curiosidad ante dos conceptos claves de las ciencias sociales, el marxismo y el mesianismo.

Abordó una propuesta de la teoría crítica desde un enfoque optimista, proponiendo una reformulación al psicoanálisis, mencionando que el traspié de la sociedad actual no es más que un fallo circunstancial (Díaz, 2011).

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Edú Ortega-Ibarraautor de correspondenciaLicenciado en Nutrición. Estudiante de la especialidad en Gestión y Eva-luación de los Aprendizajes desde el Enfoque por Competencias. Candi-

dato a doctor en Educación y maestro en Seguridad Alimentaria y Nutricional con énfasis en Programas de Salud y Gestión de Políticas. Jefe de carrera y profesor investigador de la Licenciatura en Nutrición y coordinador general del Centro de Investigación en Nutrición y Alimentación de la Universidad del Istmo (unistmo)[email protected]

Jorge Alejandro Trejo-AlarcónLicenciado en Antropología Histórica por la Universidad Veracruzana, cuen-ta con una maestría en Educación Básica por la Universidad Pedagógica

Nacional campus Veracruz. Es docente de tiempo completo en el Colegio Real Victoria. Sus líneas de in-vestigación son: didáctica, aprendizaje basado en pro-blemas, pensamiento crítico y estrategias lúdicas. Autor del libro Barras bravas. Ódiame más. Por una política pública en México y colaborador del libro Historia de la orteuv. [email protected]

tización, haciendo alusión a las catástrofes in-dustriales y al terrorismo desde el panorama contemporáneo (Vara, 2016; Posadas-Veláz-quez, 2016).

En relación con la sociedad posindustrial y siguiendo en la línea de los sociólogos contem-poráneos, el francés Alain Touraine también comparte apuntes sobre los movimientos so-ciales, y sugiere que las sociedades construyen su futuro mediante mecanismos con estructu-ras definidas en conjunto de luchas sociales. El sujeto histórico quien lo acusa, como el géne-sis del sistema de orientaciones con normas, su esencia se centra en la acción, y puede ser explicada mediante la consideración de los va-lores (Ponce de la Torre, 1979; Rojo, 2005). El español Manuel Castells fue un partidario de la sociología urbana marxista, conceptualizó al consumo colectivo; propuso dimensiones elementales para los fenómenos sociales (pro-ducción, poder y experiencia), y, al ser ecó-nomo también posiciona esa área para el en-tendimiento de su pensamiento. Analiza las sociedades informacionales, por la introduc-ción del internet (Diéz-Gutiérrez, 2011). El crí-tico cultural esloveno propone en su obra El sublime objeto de la ideología una concepción materialista de la ideología (como estructura de la realidad). Se enfoca en tres movimientos, el hegelianismo, el psicoanálisis y el marxismo en base a la teoría crítica (Roggerone, 2015).

En suma, la perspectiva actual de los so-ciólogos es necesaria para la interpretación de las nuevas tecnologías, pensamientos y filoso-

fías, en ámbitos que son factores para los fenó-menos de las sociedades que a diario interac-túan entre sí con fines de sobrevivencia ante un todo lleno de retos; la creatividad forma par-te de las ciencias sociales y hace que los pen-sadores del siglo manifiesten teorías para que después se estudien las nuevas corrientes del pensamiento.

ZYGMUNT BAUMAN ULRICH BECK MANUEL CASTELLS

Analizó la exclusión social y la burocracia, concibiendo que, para tener un nivel de seguridad y premios, hay que cesar ciertas libertades y el confort (Bauman, 2008).

Estudió a la modernización y la globalización, introduciendo el término «sociedad del riesgo» y la cosmopolitización, haciendo alusión a las catástrofes industriales y al terrorismo desde el panorama contemporáneo (Vara, 2016; Posadas-Velázquez, 2016).

Propone dimensiones elementales para los fenómenos sociales (producción, poder y experiencia). Analiza las sociedades informacionales, por la introducción del internet (Diéz-Gutiérrez, 2011).

LA PERSPECTIVA ACTUAL DE LOS SOCIÓLOGOS ES

NECESARIA PARA LA INTERPRETACIÓN

DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS,

PENSAMIENTOS Y FILOSOFÍAS, EN

ÁMBITOS QUE SON FACTORES PARA LOS FENÓMENOS DE LAS

SOCIEDADES.

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MISIÓNDifundir el conocimiento, los avances científicos y tecnológicos, y la creación artística, a través de la publicación de artículos inéditos, que brinden aportaciones originales.

CONTENIDOMultidisciplinario, integrado con artículos derivados de una inves-tigación, innovación o creación artística, desarrollada en univer-sidades y centros de investigación con la participación de inves-tigadores, profesores y/o estudiantes de instituciones mexicanas o extranjeras. Que difundan aportaciones o innovaciones científi-cas y tecnológicas originales, obras de creación artística o cultural. La orientación de los textos será de difusión del conocimiento y la creación artística.

Para los efectos de esta política editorial, se distingue la difusión como la publicación de contenidos originales que están dirigidos a lectores con formación profesional.

COBERTURA TEMÁTICAInterdisciplinaria, en cualquiera de los campos del conocimiento, la innovación o la creación artística que se cultivan en la Universidad de las Américas Puebla.

TIPO DE CONTRIBUCIONES

· Artículo científico Documento científico que trata y difunde los resultados de una in-vestigación o innovación exitosa, cuyas contribuciones aportan e incrementan el conocimiento actual. La orientación de los textos será de difusión del conocimiento y éstos se someterán a revisión de pares.· Artículo de creaciónDocumento que trata y difunde los resultados de una obra de crea-ción artística o cultural. Será sometido a revisión de pares.· Artículo de estado del arteDocumento que analiza a profundidad y difunde el conocimiento, en el estado del arte, de un problema, campo de investigación o área artística o literaria, de relevancia e interés general. Será sometido a revisión de pares.

PROCESO DE ARBITRAJELas propuestas de contribuciones a la revista serán analizadas, re-visadas y dictaminadas por el Editor en Jefe, con el visto bueno del Presidente del Consejo Editorial, quienes se apoyarán en los edito-res asociados y en dictámenes elaborados por árbitros designados para cada artículo. El proceso de selección de artículos a publicar se realiza mediante un sistema de arbitraje “doble ciego”, en el cual los árbitros desconocen el nombre de los autores de los artículos, y estos últimos descono-cen el nombre de los árbitros. El proceso de arbitraje se rige por los criterios de veracidad, calidad ética y científica y no discriminación.La participación de los miembros del Consejo Editorial, del Comi-té Editorial y de los árbitros, se considera una contribución profe-sional, que se realiza de manera honorífica. El proceso de arbitraje de los artículos se puede consultar en https://entorno.udlap.mx

POLÍTICA EDITORIALCONSULTE LA POLÍTICA EDITORIAL EN: WWW.UDLAP.MX/ENTORNO

Todos los artículos se someterán a proceso de revisión por pares.Se publicarán trabajos de investigación, análisis e innovación cien-tífica, social, humanística o artística de especialistas y académicos mexicanos o de cualquier otra nacionalidad. Se podrán incluir coau-tores de diversas instituciones. Se aceptarán trabajos en español o inglés, y en todos los artículos se incluirá un resumen y palabras cla-ve en español y en inglés.

AUTORESLos autores, por el simple hecho de someter su artículo para posi-ble publicación en Entorno UDLAP, se comprometen a cumplir con el Código de Ética de la revista, disponible en el sitio web https://entorno.udlap.mx La responsabilidad del contenido de los artículos corresponde ex-clusivamente a los autores. La propuesta de un trabajo compromete a su autor a no someterlo simultáneamente a la consideración de otras publicaciones. Los autores, cuyos artículos hayan sido aceptados, estarán de acuer-do en que éstos sean publicados en versión impresa y digital por la Universidad de las Américas Puebla, y que ésta puede hacer uso de sus contenidos con propósitos de difusión y promoción de la revis-ta. Asimismo, aceptan que los artículos se publicarán bajo licencia de acceso abierto (Open Access) tipo “BY-NC-SA” Atribución-NoCo-mercial-CompartirIgual 4.0 Internacional (CC BY-NC-SA 4.0).

Los artículos se someterán a revisión de estilo y diseño gráfico, por lo que los autores estarán atentos para resolver las dudas y propuestas que presenten los editores y la coordinación editorial. Cada autor aprobará las pruebas de imprenta de sus textos, como paso previo a su publicación.

· Recepción de trabajosLa recepción de artículos está abierta permanentemente, y una vez concluido el proceso de revisión por pares, se informará a los auto-res del resultado.

En caso de que éste sea aprobatorio, los editores procurarán publicar el artículo en el número más cercano posible de la revista.

Los artículos propuestos deberán enviarse siguiendo la Guía de Au-tores, que se puede consultar en el sitio web de la revista https://entorno.udlap.mx. Los interesados en publicar sus artículos debe-rán enviar el documento al Editor en Jefe de Entorno UDLAP, al co-rreo electrónico: [email protected]

Todos los artículos propuestos deberán enviarse acompañados de una carta de presentación y originalidad, firmada por el autor de correspondencia, con el formato que se incluye en el portal de la revista en http://www.udlap.mx/entorno/

En el caso de textos con más de un autor, se indicará el nombre del “autor de correspondencia” que actuará en representación de todos los autores, y será quien mantenga la comunicación con el cuerpo editorial de la revista y coordinará el proceso de revisión con sus coautores y, en caso de ser aceptado para publicación, recabará la aprobación de la impresión por parte de todos los autores.

A juicio del Consejo Editorial, se analizará la pertinencia de proponer números especiales de la revista, cuyos contenidos obedecerán a temas específicos seleccionados. En este caso también los artículos se someterán al proceso de revisión por pares.

PROCESO DE REVISIÓN1. El autor, o autor de correspondencia, enviará el manuscrito del artículo propuesto al Editor en Jefe quien revisará el cumplimiento general de los criterios de la política editorial para someter un ma-nuscrito a revisión, así como la carta de presentación y originalidad del texto. En caso de no cumplir los criterios editoriales, el Editor en Jefe lo informará a los autores para que, si así lo consideran conve-niente, lo revisen y envíen de nuevo a proceso de revisión. En caso de cumplirse los criterios editoriales, el Editor en Jefe abrirá un expe-diente para el artículo y, con el apoyo del Editor Asociado del área de conocimiento correspondiente, designará dos árbitros de entre los miembros del Comité Editorial o invitará a otros profesores, inves-tigadores o profesionales destacados a realizar el proceso de arbi-traje. Los árbitros seleccionados podrán ser de la UDLAP o externos.

2. El artículo se enviará a los árbitros y se les fijará un plazo de una semana para declinar la invitación y de tres semanas para elaborar su dictamen. En caso de declinación, el Editor en Jefe, junto con el Editor Asociado, designará a otro árbitro.

3. El dictamen de los árbitros podrá emitirse en cualquiera de los siguientes sentidos:

a. Aceptado b. Aceptado con cambios menoresc. Aceptado sujeto a cambios mayoresd. Rechazado

En todos los casos, el dictamen deberá ser argumentado adecua-damente. Por «aceptado sujeto a cambios mayores», se entien-de que el manuscrito sólo será publicado si los autores cumplen con los cambios propuestos por los árbitros y será sujeto a una nueva revisión de parte del editor y/o los árbitros. Por «aceptado con cambios menores» se entiende que el manuscrito ha sido aceptado y se publicará tan pronto el autor o autores cumplan con los cambios solicitados, lo cual será revisado por el editor.El dictamen será inapelable.

4. Una vez completado el ciclo de revisión y aprobado el texto, el Edi-tor en Jefe enviará el manuscrito al Coordinador Editorial.

5. El Coordinador Editorial, con el apoyo del Editor Gráfico y del per-sonal a su cargo, elaborarán el diseño editorial para la impresión final y lo enviarán al Editor en Jefe, Presidente del Consejo y al Se-cretario Ejecutivo para su revisión y aprobación. En caso necesario, se solicitará una nueva versión con correcciones a los autores. En esta etapa puede realizarse una revisión de estilo, que también será aprobada por los autores.

6. Una vez concluido el diseño editorial, el Editor en Jefe enviará a los autores la versión para impresión. Éstos, en su caso, harán las correcciones necesarias y firmarán una carta de autorización de la publicación.

PERIODICIDADEdición cuatrimestral. La revista se editará en papel y en formato electrónico.

ACCESO ABIERTOLa revista en formato electrónico tendrá acceso abierto en los sitios de internet de la UDLAP.

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