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REVISTADE

‘HISTORIA NAVAL

INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA

ARMADA ESPAÑOLANAVAL;1]

r

It,;0]

Año XVIII 2000 N4m. 69

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INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL

ARMADA ESPAÑOLA

REVISTADE

HISTORIA NAVAL

Año XVIII 2000 Núm. 69

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REVISTA DE HISTORIA NAVAL

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SUMARIO

Págs.

NOTA EDITORIAL . 5

Iconografía española en la defensa hispana de Brasil (1624-1 640),por Fernando González de Canales y López-Obrero7

Submarinos republicanos españoles bajo mando soviético (II),por Willard C. Frank, Jr37

Cruceros de combate en la II Guerra Mundial, por José ManuelGutiérrez de la Cámara Señán57

Agosto de 1812. El naufragio del navío San Salvador en la bahíade Maldonado, por Alejandro N. Bertocchi Morán75

Pedro Virgili, cirtjano de la Armada, por Antonio Orozco Acuaviva. 85

La historia vivida: El dragaminas Duero, por José Manuel Gutiérrez de la Cámara97

Documento: Escritura notarial del avituallamiento y aparejo de lanao María103

La Historia Marítima en el mundo: Baja del dragaminas Miño, porJosé Antonio Ocampo111

Noticias Generales115

Recensiones 125

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COLABORAN EN ESTE NÚMERO

Fernando González de Canales y López-Obrero es capitán de navío de la Armada.Especialista en Comunicaciones y diplomado en Guerra Naval y en Sistemas deMando y Control. Fue profesor de la Escuela de Guerra Naval de asignaturas de suespecialidad y secretario general del Instituto de Historia y Cultura Naval. Autor denumerosos trabajos y monografías de comunicaciones, guerra electrónica y mando ycontrol, y conferenciante en diversas escuelas y centros de las Fuerzas Armadas endichas áreas. Aficionado a la investigación histórica especialmente al estudio de lapintura naval, está trabajando actualmente en el Catálogo de pinturas de caballetepatrimonio de la Armada para el Museo Naval de Madrid.

Willard C. Frank, Jr. Norfolk, Virginia, Estados Unidos, profesor de Estrategia yPolítica en la Escuela de Guerra Naval estadounidense. Es autor de numerosas obras,incluyendo libros sobre la Armada y la doctrina soviética, y artículos sobre la guerracivil española. Ha dirigido varios congresos académicos internacionales sobre temasmilitares y políticos, y ha dictado varias conferencias en congresos históricos enNorteamérica y Europa.

José Manuel Gutiérrez de la Cámara Señan es capitán de navío, secretario generaldel Instituto de Historia y Cultura Naval. Es autor de varios artículos, tanto de caráctergeneral como relacionados con su especialidad. Colaborador de la Revista General deMarina desde el año 1966. Destacamos sus artículos: «j,Es posible la existencia decorsarios de superficie en una futura conflagración mundial?», «j,Queda todavía lugarpara los buques de guerra en superficie en la lucha contra el tráfico marítimo?». En laspáginas de esta misma REVISTA ha publicado: «De la primitiva fragata al crucero decombate» y «Los cruceros post-Jutlandia»,

Alejandro Nelson Bertochi Morán. Historiador naval uruguayo es colaborador de laRevista Naval, publicada por el Club Naval de Montevideo, y en sucesivas edicionesdel Diario Español de dicha ciudad. Autor de numerosas obras de tema marítimo,siempre centrado en el estudio de la historia de la América meridional y principalmente en la de su país. En la actualidad está trabajando sobre la guerra en el Pacíficoy la Defensa de Chiloé.

Antonio Orozco Acuaviva es catedráticó de Historia de la Medicina en la Universidad de Cádiz y presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de esta ciudad.Pertenece a numerosas sociedades y academias históricas, científicas y artísticas españolas y extranjeras. Es un escritor activo que ha publicado trabajos en prestigiosasrevistas y pronunciado conferencias en congresos nacionales e internacionales. Entreotras obras ha publicado Médicos escritores gaditanos (Cádiz, 1978), Bibliografíamédico-cient(fica gaditana (Cádiz, 1981), Noticias médicas en las «Noticias Secretasde América», de Jorge Juan y Antonio Ulloa, en Anales de las II Jornadas de Historiade la Medicina hispanoamericana (Cádiz, 1986) y Los cirujanos navales de la Asamblea Amistosa Literaria de Jorge Juan (Cádiz, 2000).

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NOTA EDITORIAL

Los trabajos que incluye este número 69 de nuestra revista, segundo que vela luz en este siglo xxi, parecen buscados con la premeditada intención de queconstituyan por su cronología un homenaje a tiempos pasados, que a fin decuentas el relato de sucesos de antaño es la historia que tratarnos de conservary avivar aquí.

Aunque la Historia está definida según la R. A. E. primordialmente como«la narración y exposición verdadera de los acontecimientos pasados y cosasmemorables», no excluye por este último calificativo los hechos sencillos ycallados del deber y trabajo cotidianos, óuyos frutos en ocasiones son demayor relevancia que los conseguidos en un momento crítico de decisionesimportantes.

En esa línea consideramós obligado despedir con todo nuestro respeto yafecto al contralmirante don José Ignacio González-Aller Hierro, quien rigiódurante los últimos nueve años con notable modestia y mayor eficacia losdestinos de este Instituto de Historia y Cultura Naval, dándonos un ejemploincuestionable de cuanto exponemos en esta nota editorial.

Con este saludo de despedida abrimos sin reserva nuestra leal y permanente colaboración al contralmirante don Fernando Riaño Lozano, nombradodesde el día 27 del pasado mes de marzo para relevar al contralmiranteGonzález-Aller, y al que deseamos toda suerte de éxitos en esta responsabilidad.

Comienzan las colaboraciones con un espléndido estudio, desde un puntode vista artístico-pictórico, de la defensa hispana de Brasil, del capitán denavío González de Canales. El profesor Willard C. Frank Jr. nos relata losservicios que en nuestra guerra civil prestaron oficiales rusos en submarinosespañoles, demostrando una vez más su inagotable y excelente predisposición a la investigación de nuestra historia reciente. El capitán de navío Gutiérrez de la Cámara expone un riguroso estudio sobre los cruceros de combateen la II Guerra Mundial. Alejandro N. Bertocchi Morán presenta un trabajo debuena factura sobre el naufragio del navío San Salvador y, finalmente, Antonio Orozco Acuaviva nos habla de PedroVirgili, insigne médico de la Armada,cuyo homenaje acaba de celebrarse muy recientemente en su tierra natal; conlas seóciones habituales de La historia vivida, Docwnento, La Historia inarítima en el mundo, Noticias generales y Recensiones.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLAEN LA DEFENSA HISPANA

DE BRASIL (1624-1640)Fernando GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

Capitán de navío

Introducción

La iconografía de las acciones navales en la defensa hispana de Brasil frente a los ataques holandeses, entre los años 1624-1640, no tiene parangóndentro de la pintura española, al recoger todas las acciones importantes llevadas a cabo por las armadas reales en las aguas del Brasil, si exceptuamos labatalla de Lepanto, en que fuerzas combinadas de la cristiandad derrotaron ala flota turca en 1571.

En total se han identificado 16 obras que recogen la Recuperación deBahía, La batalla de los Abrojos y las Campañas de don Lope de Hoces.

La incorporación de la corona portuguesa a la española en 1584 con elnombramiento de Felipe II de España, Rey de ambas coronas, trajo para losterritorios portugueses de ultramar el estar sometidos, de la misma forma quelos españoles, a la rapiña de flotas organizadas y corsarios independientes o alservicio de las coronas de Inglaterra, Francia y Holanda, para obtener pingüesbeneficios o estaciones costeras para su desarrollo comercial —en especial eldel azúcar—, y en su conjunto debilitar el poder español, abriendo nuevosfrentes que obligarán a la división de sus armadas en apoyo de las campañaseuropeas en el mantenimiento del poder continental.

Entre la captura de Bahía por los holandeses el 8 de mayo de 1624 y lacapitulación de Taborda, que devolvía Recife a la corona portuguesa el 26 deenero de 1654, la guerra brasileña contra Holanda se prolongó por espacio detreinta años, cifra igual, y no enteramente por casualidad, a la que se desarrolló en Europa con ese nombre en fechas próximas (1618-1648). A lo largo deeste período histórico los neerlandeses, en la cúspide de su poder marítimo,sometieron a estos territorios a una larga prueba de sangre y fuego en la queBrasil encontró su identificación espiritual al defenderse con fiereza y tesónante tantas adversidades.

No podía ser menos el eco que estos hechos tuvieron en la preocupación dela corona española en su voluntad de conservar la integridad de su imperioatlántico, corno lo demuestra la numerosa documentación de la época e iconografía de los hechos de armas más sobresalientes.

La representación iconográfica

Encontramos dos formas iconográficas en la representación de estoshechos navales. La primera, «personalista», donde los protagonistas son los

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hombres que combaten, mientras que las embarcaciones pasan a segundoplano. El retrato del héroe ocupa un lugar destacado incidiendo en la intencióndel autor que puede ser narrativa, religiosa, estética, ejemplar, laudatoria, catequética, etc. El tema se ha idealizado.

En contraste con ésta, la otra forma es la «conmemorativa». En ella,además de narrar los hechos notarialmente, se une el deseo de ensalzar demanera impersonal al que encarga la obra. El carácter de la pintura es narrativo y la batalla o el combate se representan como una sucesión de escenas,dentro de unos modelos convencionales. El autor se adapta al relato de loshechos, a la exactitud de la topografía y al despliegue de las fuerzas. Losbuques y la mar se transforman en protagonistas; esta última, en escenarios develas y mástiles de buques que disparan sus cañones entre halos algodonososde humo, que se oscurecen al elevarse el cielo, cargado de nubes, en cromatismos grises y marrones que se confunde con ella. Destaca el amor al detalle, laprecisión en la descripción de los aparejos, pertrechos y hombres; todo ello enla línea de la pintura dibujística y narrativa real. Los buques que combaten sedisparan envueltos en brumas, juegos de luces y formas en las que flameanbanderas, abundando pequeños detalles marineros, que son una verdaderahistoria pintada. Llevan leyenda donde se explica la acción y la disposición delas escuadras y buques.

Antecedentes históricos al asalto holandés a El Brasil

Cuando los holandeses fijaron su atención en Brasil como punto de partidade una política de mayor alcance, «arrebatar a la corona española el dominiodel Nuevo Mundo», no pecaron de ingenuos en el análisis de las fuerzas ydebilidades de la corona española. El análisis de la situación realizado porHolanda partía de las siguientes premisas (1):

— Cortar las fuentes de donde procedían los caudales de la hacienda real.— El abrir un nuevo frente en ultramar produciría un debilitamiento en la

presión que ejercía la corona española sobre la rebelión de las Provincias Unidas.

— La línea de plantaciones e ingenios azucareros, que se extendía a lolargo de 500 kilómetros de costa, era imposible de defender en su integridad.

— La población de ricos hacendados de origen lusitano no debía de tenerun gran apego a la corona española, por lo que era difícil suponerfueran a sacrificar su prosperidad en aras de la continuidad del destinopolítico español.

— Otros estratos sociales, esclavós negros, mulatos y mamelucos, de losque no era de esperar sacrificio en aras de sus patrones; el mundo

(1) Hemos seguido en este análisis a Juan Pérez de Tudela y Bueso en su discurso deingreso, leído el día 3 de febrero de 1974, en la Real Academia de la Historia, sobre la Defensahispana del Brasil contra los holandeses (1624-1 640).

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA 1-IJSPANA DE BRASIL (1624-1 640)

aborigen —antropófagos, tupayas e indios de «língua trabada»—, quese tenía como acérrimo enemigo del hombre portugués.

— Un activo, difuso y equívoco contingente de judíos y conversos relacionados estrechamente con Amsterdam y que ya habían proporcionadoimportantes informaciones, estadísticas, itinerarios, amén de pilotos yadalides, cuando muchas naves holandesas en el interregno de la treguahabían visitado puertos, carenado en ellos y examinado sus condicionessin que su presencia fuese advertida por los moradores de las ciudades.

En resumen, Brasil se presentaba para los holandeses como un inmensobotín, abierto a sus flotas. Territorio sin cohesión ni capacidad de respuesta,sería base previa de la conquista de la América hispana.

Estos presupuestos se demostraron bien fundados desde el principio de lacontienda, con la fácil toma de Bahía e igualmente de Pernambuco, y el dilema permanente en la población de luchar o defenderse (2). No obstante, todoslos condicionamientos a favor del invasor fueron anulados porque los brasileños de cualquier condición crearían un espíritu de resistencia hasta conseguirsu liberación, en un ejemplo de incorporación de todos los estratos sociales,fieles a su cultura y contrarios a la del invasor (3).

A todo esto se unió la voluntad española de conservar la integridad de suimperio atlántico y de llevar a cabo las medidas y capacidades necesarias paralograrlo.

Toma por los holandeses de Bahía de Todos los Santos y ciudad de SanSalvador, capital del Brasil, y su posterior rescate

El hecho histórico (4)

Ya a principios del 1602, siendo gobernador de Brasil Diogo Botelho,aparecen los primeros inicios de las accionés de la piratería holandesa, pues

(2) Los indios tapuyas se convirtieron pronto en aliados de los holandeses. El mamelucoDomingos Calabar se puso al servicio de los anteriores en los momentos más críticos delcomienzo de la guerra en Pernambuco. Las posiciones de los judíos y conversos a favor deHolanda desde el principio de la contienda la recoge Lope de Vega en su obra Brasil redimido.Los hacendados, cuando vieron las alternativas de hundirse en la ruina, combatir al invasor, ocontinuar bajo su dominio la explotación de sus «fazendas», al principio vacilaron, luegorenunciaron ante un coste tan elevado y terrible, y, finalmente, consideraron la posibilidad desometerse: fuese cual fuese el resultado de la contienda, el porvenir del tráfico comercial eraincierto ante el futuro que esperaba a las naves portuguesas frente al poder naval holandés.

(3) Así se entiende con claridad el papel desempeñado por los jesuitas durante el conflicto. Otro áspecto que se debe tener en cuenta es el economicista, de Duarte de Alburquerque yaquellos ricos hacendados que defendían la conservación de sus riquezas y que fueron modelode conducta para una gran parte de la población. Y, por último, el comportamiento de otroshombres, como el indio Felipe Camarao o el negro Enrique Díaz, que sobresalieron por susméritos miliiares, sin tener en cuenta su raza.

(4) En la narración de todos los hechos históricos básicamente se ha seguido a FernándezDuro, en su obra Armada Española, tomo IV, complementándose con otras fuentes cuando hasido necesario.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

ya hubo de ser rescatada la tripulación del Santiago de la isla de FernándoNotonha, abandonada por los piratas que habían capturado dicho navío. Dosaños después los holandeses atacan con siete naves la ciudad de Salvador deBahía y, aunque fueron rechazados, ya era un aviso de lo que ocurriría conposterioridad. Corría el año de 1621 (y vencía la tregua entre España y lasProvincias Unidas de Holanda), año en que los mercaderes holandeses, viendola prosperidad de la Compañía de las Indias Orientales, pusieron sus miras enel hemisferio opuesto, instituyendo otra nueva Compañía de las Indias Occidentales, que favorecida y auxiliada por el gobierno, se beneficiase del comercio con Africa y América, lo que significaba que tenían la necesidad de asegurarse como objetivo prioritario la ocupación de territorios a costa de quien losposeyera, es decir, España y Portugal.

En este mismo año llega a Bahía, capital de Brasil, ciudad de bastantevecindario, residencia del gobierno general, audiendia, obispado y de intensotráfico comercial con la metrópolis, un nuevo gobernador, Diego de MendozaFurtado. Ante fundadas presunciones sobre la amenaza holandesa procedió areforzar las defensas de la ciudad (5), aunque no lo suficiente para rechazar elataque a la plaza realizado el 8 de mayo de 1624 cuando una flota de 35 navesque mandaba Jacobo Willekens, llevando por vicealmirante a Pedro Heyn ypor general del cuerpo de Infantería de 3.000 hombres a Juan Van Dort, unavez destruidos los fuertes, desembarcaron y tomaron la plaza, huyendo tierraadentro los defensores, sometiéndola al saqueo y pillaje y cargando el botín encuatro naos que despacharon a su país como adelanto de la conquista y petición urgente de refuerzos para asegurarla.

Conocida en el mes de julio la pérdida de la plaza se decidió rescatarla loantes posible, dando prioridad a esta operación frente a otras. Así se ordenó elalistamiento rápido de armadas en Cádiz y Lisboa. Los portugueses formaronuna escuadra compuesta de 22 naves, con 4.000 hombres de mar y guerra almando de don Juan de Meneses, donde iba la flor y nata de la nobleza portuguesa. En Cádiz se le unieron la escuadra del Mar Océano; la del Estrecho, almando de don Juan de Fajardo; la de Vizcaya, de Marín de Vallecilla; la deCuatro Villas, de don Francisco de Acevedo, y la que formó el duque de Osuna,que seguía llamándose de Nápoles, al mando de don Francisco de Rivera, queunida a la de Portugal componían un total de 52 navíos, con 1.185 piezas deartillería y 12.566 hombres. Tres de las capitanas eran de más de 60 cañones;una, de 55; dos, de 40, y las demás de 12 a 30. Era su capitán general de mary tierra don Fadrique de Toledo y Osorio, marqués de Villanueva de Valdueza, y maestre de campo general don Pedro Rodríguez de Santisteban,marqués de Coprani. Reunidas las flotas en la isla de Cabo Verde, se dieron a

(5) La ciudad estaba defendida por una vieja muralla y por el fuerte de San Antonio, quedefendía la entrada de la barra por levante, aunque la gran anchura de ésta le restaba eficacia.Aguas de Meninos, Montserrate en la península de Itapagipe, y otros de menor importancia,velaban la defensa del surgidero de los navíos y de los accesos a la ciudad alta. En 1623 seinció la construcción del fuerte de San Felipe, situado sobre un arrecife a poca distancia de laplaya. El refuerzo consistió en una tercera fortaleza dotada de artillería y al mismo tiempo elcierre de las bocacalles con barricadas.

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la vela el 4 de febrero de 1625, arribando a la boca de Bahía el 29 de marzo.Cerrado el puerto para evitar la fuga de alguna nao holandesa, y desembarcando 4.000 infantes, después de sangrientos combates se firmaba la capitulaciónel día 30 de abril, quedando recuperada la ciudad, semidestruida y saqueada.Don Fadrique se mostró generoso con los vencidos. Esta jornada fue denominada «Jornada dos Vasaihos» por la hermandad en las armas de los súbditosde ambas coronas.

A la derecha don Fadrique de Toledo, que presenta al acatamiento generalun tapiz en el que se ve a Felipe IV armado, coronado de laureles por el condeduque de Olivares y venerado por una Victoria, que le presenta un ramo deojiva, hollando los cadáveres de la Herejía, la Ira y la Guerra; el tapiz quesirve de dosel se corona con un escudo en el que se lee: Sed dextera iva. Enmedio, la cura de un herido; a la izquierda, grupos de hombres, mujeres yniños. El fondo en tonos claros, la escena de la batalla, la armada vencedora y

La obra pictórica

Recuperación de Bahía del Brasil. Fray Juan Bautista Mayno (Pastrana, 1578-Madrid, 1649).Oleo sobre lienzo, 309 x 381 cm. Ejecutada en 1635. Museo del Prado, Madrid. N.° 885.

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en la lejanía la ciudad de El Salvador en un collado pendiente sobre la mar; enla playa algunos botes con soldados e indios y un capitán. A la derecha de donFadrique el maestre de campo don Juan de Orellana y el jefe de la escuadradel Estrecho, don Juan de Fajardo de Guevara.

Esta obra fue pintada con destino al Salón de Reinos del Palacio del BuenRetiro en unión otras obras de hechos conmemorativos de armas terrestres ymarítimos de aquellos tiempos (6). Hoy día se expone en el Museo del Pradoen la Rotonda de Entrada (ala Norte), «Victorias de Felipe IV».

Este lienzo fue expoliado para el Museo de Napoleón, devuelto en 1815 aEspaña y depositado en la Real Academia de San Fernando desde 1816hasta 1827 en que se trasladó al Museo del Prado, en cuyos catálogos inexplicablemente se designa hasta el Catálogo de 1907 corno Alegoría de la Pacificación de Flandes. En un futuro está previsto se vuelva a exponer en el Salónde Reinos del Palacio del Buen Retiro —hoy Museo del Ejercito— cuando sefinalice la ampliación del Museo del Prado que se está llevando a cabo.

La obra está inspirada en una escena del drama de Lope de Vega El Brasilrestituido, cuando don Fadrique exclama al descubrirse el retrato de 5. M.Felipe IV (7):

«Magno Felipe esta gentepide perdón de sus yerros;¿quiere vuestra majestadque esta vez les perdonemos?Parece que dijo sí.Pues perdón les concedo»

La acción representada en primer lugar probablemente se desarrolla en laisla de Itaparica, ya que enfrente aparece la ciudad de El Salvador. Estaresponde a un fin catequético: «la caridad triunfará en la guerra», como indicaGallego, o «la cara triste de las victorias», como señala Justi; tanto en un caso

(6) Felipe IV y su ministro don Gaspar de Guzmán, conde duque de Olivares, al inaugurarhacia el año 1634 el Palacio del Buen Retiro, encargaron para la ornamentación del Salón deReinos hasta trece lienzos conmemorativos de hechos de armas terrestres y marítimos de aquellos tiempos. Después fueron dispersándose y finalmente once de ellos hallaron acomodo en lapinacoteca del Prado. Estos son: Recuperación de la isla de San Cristóbal (o. 654), de FélixCastello; El socorro de Génova por el segundo marqués de Santa Cruz (n.° 7.126;), de Antoniode Pereda; Recuperación de San Juan de Puerto Rico (n.° 653), de Eugenio de Caxés o Cajes;Las Lanzas o La rendición de Breda (n.° 1.172), de Diego de Velázquez; Defensa de Cádizcontra los ingleses (n.° 656), de Francisco de Zurbarán; Recuperación de Bahía del Brasil(n.° 885;), de fray Juan Bautista Maíno y cinco obras sobre La campaña de Lope de Hoces enBrasil y las Antillas, septiembre de 1635-febrero 1636 (o.” 4.58 1-4.585), de Juan de la Corte,hoy día depositados en el Museo Naval. Los dos restantes desparecidos en la actualidad son: Laexpulsión de los holandeses de la isla de San Martín en 1633 por don Lope Díaz de A rmendáriz, marqués de Cadreita, de Eugenio de Caxes o Cajes y El socorro de Valencia del Po en1635 por don Carlos Coloma, de Juan de la Corte.

(7) LOPE DE VEGA, Félix: El Brasil restituido. Real Academia Española. Imprenta deSucesores de Ribadeneyra, 1902, t. XIII, p. 104.

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como en otro el autor, fiel a su calidad de clérigo, quiso llevar su deber decristiano de poner junto a la apoteosis de los reyes de la tierra que representael tapiz, el reverso de la gloria, el herido y la acción caritativa de su cura poruna mujer en un escenario imaginativo, de rocas de cartón, remitiendo asegundo plano las escenas bélicas.

La obra, de equilibrada composición, de dibujo muy estudiado, sorprendepor la luz: el tono pálido lo envuelve hasta en los primeros planos en una entonación de azules y ocres y pardos terrosos de la escena de los heridos. Conacierto, el color ha sido considerado su máximo valor.

En su época la crítica del cuadro fue muy favorable, ya que además detasarse en la alta cantidad de 500 ducados, se le dedican cuatro sonetos (8),aunque su estimación decreció en el siglo siguiente —en el año 1700 se le tasaen 120 doblones frente a los 500 de Las Lanzas—. En la actualidad se reconoce su gran valor, al mismo nivel que el de Velázquez (9).

Perteneció originariamente a la casa ducal de Osuna, pasando posteriormente a la colección del marqués de Almunia y después a la del Banco Urquijo, donde estuvo expuesto en la Casa de las Siete Chimeneas (10).

La obra representa simultáneamente diferentes episodios de la jornada amodo de los grabados y dibujos de la época referentes a un hecho histórico.Recoge una vista panorámica de la ciudad y su bahía que podría haber sido

(8) Incluidos en Elogios al Palacio Real del Buen Retiro escritos por algunos ingenios deEspaña, publicados en 1935. (En edición dirigida por Antonio Pérez Gómez, Valencia, Talleresde Tipografía Moderna, 1949.)

(9) Una copia de esta obra se expone en la Embajada de Brasil en España.(10) C’atálogo de los cuadros, esculturas, grabados y otros objetos artísticos de la Colec

ción de la antigua Casa Ducal de Osuna. Madrid, 1969.

Sitio y empresa de la ciudad de Salvador en Baya de Todos Santos por Don Fadrique de Toledo Osorio, capitán general de la Armada Real y exército del Mar Océano, y Reyno de Portugal. A XXX de abril de 1625, reynando Don Phelippo III. Anónimo español, s. xvii. Oleo sobre

lienzo, 164 x 300 cm. Colección marqués de Almunia (Sevilla), n.° 254.

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tomada desde las colinas de Brotas. Más de la mitad inferior del cuadro estáocupado por la ciudad: en primer término un valle, en cuyo fondo corre uncamino; en segundo, en el centro del lienzo, el casco urbano con sus murallasy baluartes bordeados por las aguas de un dique. La bahía ocupa algo menosde la mitad superior del cuadro, en ella se ve el extremo de la península deItapagipe y en último término la isla de Itaparica.

En tierra contemplamos con detalle la ciudad y sus alrededores, los campamentos y las tropas que la tienen sitiada, todo ello minuciosamente relatado,observándose detalles tales como defensores que disparan desde la muralla,pelotones de soldados que se dirigen a relevar a la guarnición de un baluarte,hechos de la vida cotidiana de la población, como negras que lavan ropa a laorilla del dique y otros muchos muy sugestivos, que en su conjunto son unrelato pintado de lo que fue el sitio y rendimiento de la ciudad.

En la mar la Armada hispano-portuguesa, con sus estandartes, flámulas ygallardetes ondeando al viento, acaba de entrar en puerto, ocupando toda labahía desplegada en forma de media luna. Unos bajeles acaban de fondear,otros siguen navegando, botes con soldados se dirigen a tierra. Fondeados conlas proas hacia la bahía se ven 12 navíos holandeses de gran porte, tres de loscuales, escorados sobre la banda de estribor, han sufrido los efectos del fuegode la artillería española.

En la parte superior unos ángeles sostienen una cinta con la leyenda que datítulo al cuadro. En la parte inferior izquierda, dentro de una tarja de líneasbarrocas, la rosa de los vientos y las leyendas explicativas:

«1. Castillo de S. Antonio y Primer Puerto. 2. Puerto donde los enemigostenían sus naues trauadas unas de otras. 3. Fuerte empesado por el Gobernador Diego de Mendonça Urtado de que estaua una parte fuera del agua aque los enemigos leuantaron parapeto. 4. Estancias en que pusieron artillería. 5. Fuentes de que se hace aguada para las naus. 6. Trincheras que hicieron de nueuo. 7. Trinchera y estacada que tiraron de arriba abajo. 8. Fuentellamada del fidalgo. 9. Puerta de la Ciudad dicha de Santa Lucía en que demás de la fortificación vieja que ellos adereçaron hicieron por de fuera dosbaluartes más baxos que guarneceran con artillería. 10. Baluarte de que tiraronuna trinchera y estacada hasta cercar con el agua y por la parte de dentro lastrincheras y cortaduras como se ve en el deceño. 11. Plaça baxa en que teníantres pieças pequeñas para defensa del dique. 12. Dique con que represaron elagua con su revés... i de estaçada. 13. Puerta de la ciudad llamada de MonteCaluario en que hicieron por de fuera los dos baluartes. 14. Trincheras quehicieron para defender la estacada. 15. Fortificación hecha por los enemigos.16. Colexio de la Compañía de Jesús en que en el dormitorio notado connúmero 16 pusieron dos piezas de artillería. 17. Ollería de los dichos Padresen que tenían tres piesas. 18. Monasterio de 5. francisco capuchos. 19. Yglesia mayor catedral. 20. Yglesia y casas de la misericordia. 21. Casas del Rey.22. Yglesia de Nuestra Señora de ayes cas (sic). 23. Casas arruinadas y algunas del todo arrasadas por los enemigos. 24. Fuente nueua de que bebía la

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iCONOGRAFÍA ESPAÑOLA ENLA DEFENSA HISPANA DE BRASJL(1624-1 640)

ciudad cubierta con el lago. 25. Fuente de S. Francisco también cubierta. 26.Camino para la marina de solamente se seruian teniendo los otros cerados. 27.Diques con que Represaron el agua que estaua en mucha altura. + Conuentode N. S. del Carmen muy denificado por los enemigos. A Alojamiento del Sr.Don Fadrique de Toledo osorio en la manguardia y frente del quartel distantede la Plaza a tiro corto de mosquete. B Quaretel del mastro de campo Antoniomuñiz bareto y su tercio. C Quartel de parte del tercio del maestro de campodon ju[an] de orellano. D batería para las naus del enemigo. E batería para laciudad con que se le hiço gran daño. F batería que se hiço para por ladodescubrir la fuerteficación de la ciudad. G Casas terraplenadas para hazerespalda a nuestra ynfantería de los golpes de artillería del enemigo y todas lasarruinadas del. H Quartel de las Palmas en que etuuo el maestro de c[ampo]d. Ju[an] de orellano con su tercio de gente portuguesa. 1 batería para laciudad. K Quartel en que estaua una compañía de gente de la tierra. L Quartel del maestro de campo marqués de torrecuso con su tercio de italianos.M Quartel del maestro de campo d. Pedro Osorio y su tercio. N ConuentodeS. benito muy dañificado por los enemigos alojamiento del maestro de campod. Francisco de almeyda y su tercio de portugueses. O batería de los y ytallamos que fuei de mucha efeto. P batería con que se hiço mucho daño al enemigo. Q Trincheras tiradas por los ytallanos para llegar a la ciudad. R trincherastiradas por los portugueses y castellanos para el mismo efeto. 5 trincherahecha al principio para cubrir la gente. T trinchera hecha al principio. V baterías a las naus del enemigo. X Quartel de yndios de la tierra. Y fuente quellaman de villa viexa de que beue la ciudad. Z naus enemigas que muymaltratadas de nuestra artillería las más dellas se echaron a fondo. AA Collados que están a la redonda de la ciudad siéndole padrastros y de la mismaaltura que el alto della. BB Castillo que dicen agua de meninos y segundopuerto que tomaron los nuestros. CC Cárcel Real. DD grúas que siruen desubirlas mercaderías del puerto a la ciudad. EE Casas de Campo obispales».

Obra de carácter conmemorativo de excepcional importancia, que une a laexactitud histórica y a la precisión topográfica su excelente calidad dentro dela pintura de la escuela madrileña del Siglo de Oro. Debió de ser ejecutada enfecha inmediata al hecho por encargo de don Fadrique u otros mandos, paraguardar recuerdo de la «Jornada dos vasalhos». El autor debió de participar enlas operaciones o disponer de infórmación de primera mano, documentacióndetallada, croquis, apuntés, etc. o tomados por algún expedicionario. Por ladescripción minuciosa de los hechos no es posible atribuirlo a ningún pintorde época, ya que carece de figuras de gran tamaño u otros elementos qúepermiten hacerse una idea de su estilo. Se ha sugerido que podía ser de lamano de Félix Castelo (1 1).

(11) MARCO DORTA, Enrique: La recuperación de Bahía por don Fadrique de Toledo(1625). Un cuadro español de la época. Discurso de apertura del Curso Académico de 1959-60en la Universidad de Sevilla. Publicaciones de la Universidad. Sevilla. 1959.

Existe una copia de éste con el título Sitio e Empresa de Salvador en el Acervo do MuseuNaval e Oceanográfico do Servicio de Docurnentaçao Geral da Marinha de Brasil.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

Sitio y empresa de la ciudad de El Salvador en la Bahía de Todos Santos

Anónimo español, s. xvii. Óleo sobre lienzo, 67 x 155 cm. Se desconoce suparadero.

Recogido por Fernández Duro (12) como vendido en la almoneda de efectos del duque de Osuna en Madrid en abril de 1896, con la siguiente inscnpción:

Sitio y empresa de la ciudad de El Salvador en la Bahía de Todos losSantos, por Fadrique de Toledo Osorio, capitán general de la Armada real yejército del mar Océano y reino de Portugal, a XXX de abril. Año 1625, reinado D. Phelippe III.

Campaña de don Antonio de Oquendo

Después de la derrota holandesa en Bahía, el fracasado ataque a PuertoRico (1625) y a San Jorge de Mina (Angola), los directivos de la Compañíaimpulsaron un nuevo ataque a Bahía; así en 1627 Piet Heyn —«pie depalo»— se presentó ante la ciudad logrando un buen botín al apresar una flotaportuguesa cargada de azúcar y tabaco, pero no pudo tomar la plaza. Estegolpe determinó a la corona a enviar refuerzos y a tomar medidas más radicales como el cierre de los puertos de soberanía portuguesa a todo tráfico conlos holandeses y al establecimiento de navegación en flotas para el comercioportugués con que defender el tráfico con Brasil de las continuas capturas aque se venía sometiendo. Pero un hecho que iba a ser de gran trascendenciapara la defensa de Brasil fue la captura en septiembre de 1628 de la flota deNueva España en la bahía de Matanzas por el citado almirante, del que obtuvoun botín de once millones y medio de reales y mercancías, caudales que servirían a la Compañía para lanzar una nueva campaña en el Brasil (13). Ahora elobjetivo era la conquista de la más rica y poblada de las capitanías brasileñas,Pernambuco, avanzada y emporio de la economía del azúcar, paradigma deaquel orden de vida —aún no cabe decir cultura— que se constituyó en tornoa lafazenda y el ingenio.

El 14 de febrero de 1630 una flota de 67 velas, al mando del almiranteLonck y con 6.000 hombres, capturaba la ciudad de Olinda y, seguidamente,Recife. Los moradores de Pernambuco, al mando de Matías de Alburquerque,se erigieron en bastión de la defensa brasileña en lo que se llamó «Arraial doBon Jesús», emplazado cerca Olinda, transformado muy pronto en base ofen

(12) FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo: Armada española. Madrid, 1972, t. IV, p. 56.(13) E! general de escuadra de Nueva España, don Juan Benavides Bazán, después de

permanecer preso durante cinco años fue ajusticiado en Sevilla, donde a la puerta de la RealAudiencia se dio el primer pregón: «ésta es la justicia que el Rey nuestro señor y sus RealesConsejos manda hacer a este hombre por el descuido que tuvo en la pérdida de la flota deNueva España, que tomó el enemigo el año pasado de 1628 ¡Quien tal lo hizo, que tal pague!».La sentencia se ejecutó el 18 de mayo de 1634. FERNÁNDEZ DURO, Cesáreo: DisquisicionesNáuticas. Madrid, 1996, volumen II, pp. 276 y ss.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1 640)

siva desde donde los pernambucanos atacarían sin descanso a los holandeses.A partir de ese momento el negocio holandés quedaría convertido en una guerralarga y cruenta. Al año siguiente llegó el almirante Hans Pater con 20 navesy 3.500 hombres de refuerzo, se hizo cargo del mando en sustitución de Lonck,que había regresado a Holanda.

La respuesta del gobierno del conde duque de Olivares no fue tan rápidacomo en el 1624, así que permitió al invasor el reforzarse en tierra. No obstante, a principios de 1631 se despacharon esporádicamente auxilios y tropasenviadas en carabelas, hasta que el 5 de mayo parte de Lisboa una flotacompuesta por 16 naos españolas y cinco portuguesas muy mal dotadas,convoyando 12 carabelas con 1.000 tripulantes, 336 piezas de artillería y3.160 soldados castellanos, portugueses e italianos, al mando del conde deBayolo. La Armada estaba al mando de don Antonio de Oquendo, llevandocomo almirante a don Francisco de Vallecilla. Llegados a Bahía en julio —

sesenta y ocho días después—, y desembarcados los refuerzos para la plaza sealistó para socorrer Pernambuco, volviendo a la mar el día 3 de septiembrecon 20 naos de guerra y 36 de impedimenta.

Combate de los Abrojos o de Pernambuco. El hecho histórico

El día 12 el almirante español avistó a barlovento, 240 millas al este de losAbrojos, a la flota holandesa del almirante Hans Pater, compuesta por 16 delas mejores naves holandesas, reforzadas con 1.500 soldados de Infantería.

Oquendo formó línea de batalla y ordenó a los navíos de azúcares y a lascarabelas situarse a sotavento de aquélla. La capitana y la almiranta españolas,en los extremos de su línea. Iniciado el cañoneo, la capitana holandesa enfilócontra la de Oquendo (galeón Santiago) y metió el bauprés por la popa; en esemomento mandó el general cerrar el timón a la banda y, maniobrando hábilmente, quedó abarloado al bajel por barlovento, enviándole el humo de loscañones y mosquetes. Vino otro galeón holandés por el lado opuesto, y comoambas dominaban desde los castillos hacían muchas bajas. En su ayudaacudió un pequeño navío portugués por la proa, que con gran valor y aprovechando su batería de enfilada hacía estragos, hasta que el holandés cabeceando sobre él lo hundió. Estaba Oquendo sin velas, ni jarcias, ni gente, y en lamisma situación Pater, cuando un taco inflamado disparado por los españolesse prendió en la nave enemiga con peligro de comunicarse a la de Oquendo;entonces la capitana de Masibradi —capitán Juan de Prado— la tomó a remolque por la popa alejándola a suficiente distancia para ver volar la enemiga, sinriesgo propio.

Por otra parte la almiranta holandesa de Thys, acompañada de un galeón,abordó a la almiranta española de don Francisco Vallecilla (galeón San Antonio), que se hundió después de que éste recibiera dos mosquetazos. Una de lasenemigas se incendió y voló junto a la almiranta, dej ando malparada a la almiranta holandesa que, sin embargo, con otra de auxilio rindió al galeón SanBuenaventura.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

Ninguna de las restantes naves, ni holandesa ni española, hizo vela paraabordarse, limitándose a cañonearse a distancia.

El combate, que duró desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de latarde, se saldó con 585 muertos y 200 heridos, dos galeones hundidos y unopreso. Por parte holandesa se calculó que habían perdido más, con la capitana y dos grandes naves muy reforzadas. La misión de socorrer Pernambucose pudo cumplir el día 17 sin que los holandeses intentaran de nuevo impedirlo.

La Armada regresó a Lisboa anibando el 21 de noviembre del mismo año,siendo muy aplaudido su comportamiento. Se publicaron numerosos impresosdel hecho y el mismo Oquendo ordenó pintar el combate y regalárselo al Rey.

La obra pictórica

Combate de los Abrojos o de Pernambuco, 1631

En varios inventarios del siglo XVII se menciona este combate de Oquendoen una serie de cuatro lienzos salidos del obrador de Juan de la Corte, encargados por el propio Oquendo y donados por él mismo al rey Felipe IV, el cualno les debió prestar mucha atención por el hecho de que nunca llegaron a tenermarco y ocuparon lugares de paso en el Alcázar de Madrid: en el año 1636, enel «passo que ba de la galeria de los trucos a la de mediodia» y en 1686 en «eltransitto sobre la primera escalera». En 1700 se tasan en Testamentaría delRey Carlos II los cuatro en seis doblones (14).

El catálogo de la exposición «Arte y Saber. La cultura en tiempos deFelipe III y Felipe IV» señala que las vistas 1 y IV desaparecieron en el incendio de la Nochebuena de 1734 que asoló el Alcázar (15). Sin embargo, en elCatálogo-Guía del Museo Naval de Madrid se indica que forman parte de lacolección del marqués de Santillana; en la actualidad pertenecen al duquedel Infantado (16). La vista II pertenece a la colección Argentaria, Madrid, yla III se expone en elMuseo Naval de Madrid desde el año 1853 (17).

(14) En tránsito sobre la primera escalera. «873. Quattro lienzos yguales de a dos varas ymedia de largo y vara y tres cuartas de altto. Sin marcos todos quattro la Vatalla Naval que tubodon Antonio de Oquendo en los mares del Brasil Contra olandeses el año de mil seiscientos ytreinta y uno tasados en 6 doblones». FERNÁNDEZ BAYTON, Gloria: inventarios Reales. Testamentaría del Rey Carlos Ii, 1701 -1 703, t. II, Sitio Real del Buen Retiro. Madrid, 1985.

(15) Catálogo de la exposición «Arte y Saber. La cultura en tiempos de Felipe III yFelipe IV». Valladolid, Palacio de Villena, 15 de abril-27 de junio de 1999. La nota está redactada por María Luisa Gómez Nebreda.

(16) Existe un error en la numeración de las vistas en el Catálogo-Guía. Son propiedaddel marqués de Santillana, además de la vista 1 la IV, y no la II como se señala, que pertenece ala colección Argentaria. GONZÁLEZ-ALLER, José Ignacio: Catálogo-Guía del Museo Naval deMadrid. Madrid, 1996, p. 49.

(17) En el Museu Naval e Oceanográfico (Servicio de Documentaçao da Marinha deBrasil) existen copias de estas dos vistas, realizadas por María del Olvido Lias Gaspar. De lasvistas 1 y IV sólo se dispone en la actualidad de fotocopias.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1640)

En todas las vistas aparecen los galeones holandeses con bandera tricolor yla Armada española con empavesadas rojas y banderas blancas, con escudo dearmas: unas las reales de España, otras la de Portugal y algunas, sencillamente, la cruz de Borgoña, o sea, el aspa de San Andrés. La capitana y almirantala tiene igual a popa y en el palo mayor. A estribor en el alcázar la capitana elestandarte real rojo de los Oquendo, con escudo y esfinges, en el trinquetegran flámula y en la popa exteriormente pintada la imagen de Santiago acaballo.

Representa la aproximación de una y otra armada. La armada holandesa,en la parte superior, forma en una línea de combate: a la derecha, la capitana;en el centro, la almiranta. En la parte inferior del lienzo, a sotavento de laholandesa, la Armada española forma en dos líneas de combate, ambas protegiendo a los navíos de azúcares y carabelas, que se sitúan a sotavento. Lacapitana, con el estandarte de Oquendo, a la derecha de la línea, más cercana ala holandesa; la almiranta a la izquierda, en la cola de la otra línea.

En la parte inferior, la inscripción siguiente:

LA ARMADA DEL REY NROS. A VISTA A DE OLANDA DISPARA D. ANTONIO DE OQUENDO UNA PIEZA PARA QUE SUS GALEONES TOMENLOS... DE ENFORMA DE BATALLA LOS NAVÍOS DE AZUCARES Y CARA-VELAS DEL SOCORRO SE ABRIGAN DELA ARMADA.

Vista n.° 1. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 150 x 224 cm. Colección delmarqués de Santillana. N.° 891.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

Una cartela situada abajo a la izquierda del lienzo indica con letras la situación de las naves.

A: Cpptn. de España. B: Cappna de Olanda. C: Almiranta de España. D:Almiranta de Olanda. E: galeón San Buenaventura. F: galeón del enemigo.G: galeón que acompañó a la capitana de Olanda. H, 1, L: navíos de azúcares ycarabelas del socorro que están abrigadas de la Armada?

Está firmado en la vela de la última carabela de la esquina inferior izquierda: Fecit Juan de la Corte.

En la parte superior del lienzo las líneas de combate holandesa y españolanavegan a cerrar distancias para el combate al cañón, A la derecha las capitanas española —galeón Santiago— y la holandesa, que con un galeón en suapoyo navegan hacia la española para abordarla. En sus proximidades, en elcentro, la capitana de Masibradi. A la izquierda la almiranta holandesa —

almirante Thys— acompañada de un galeón se aproxima a la almiranta española de don Francisco de Vallecilla —galeón San Antonio— y en las inmediaciones de ésta el galeón San Buenventura. En la parte inferior del cuadro losnavíos de azúcares y carabelas.

(18) Podría corresponder al n.° 67 del Inventario del rescate del incendio del Alcázar.GÓMEZ NEBREDA, María Luisa: op. cit.

Vista n.° 2. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 150 x 224 cm. Firmada: FecitJuan de la Corte. Colección Argentaria. N.° 37 (18).

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1 640)

En su esquina superior izquierda, pequeña rosa de los vientos y la numeración II. Debería tener una inscripción en la parte inferior, que está cortada. Sutexto podría ser parecido al siguiente:

j,LA CAPITANA DE OLANDA VASE ABORDAR A LA CAPITANA DEESPAÑA, LA CAPITANA DE MASIBRADI BA A AYUDARLA. LA ALMIRANTA DE OLANDA Y OTRO GALEÓN VASEN ABORDAR A LA ALMIRANTA DE ESPAÑA. EL GALEÓN SAN BUENAVENTURA VASEAYUDARLE?

Una cartela situada abajo a la izquierda del lienzo indica con letras la situación de las naves:

A: cpptn. de España. B: cappna. de Olanda. C: almiranta de España. D:almiranta de Olanda. E: galeón San Buenaventura. F: galeón del enemigo. G:galeón que acompaño a la capitana de Olanda. H, 1, L: navíos de azúcares ycarabelas del socorro que están abrigadas de la Armada.

En la parte superior continúa el combate al cañón entre las dos líneas; lamás lejana, la holandesa. En la esquina superior derecha los navíos de azúcares y carabelas se alejan del combate.

Abajo, a la derecha, las capitanas abarloadas: a barlovento la española; laholandesa, envuelta en llamas. Otra nave holandesa se aproxima por el costa-

Vista n.’ 3. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 150 x 224 cm. Museo Naval deMadrid. N.° 4.805.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

do opuesto de la española. Acuden a apoyar a la capitana española un pequeñonavío portugués, a la derecha, y a la izquierda la capitana de Masibradi. En elcentro otro galeón holandés acude en auxilio de su capitana.

A la izquierda la almiranta española se hunde envuelta en llamas en uniónde un galeón holandés. En sus proximidades la almiranta holandesa captura algaleón San Buenaventura.

En su esquina superior izquierda pintada una pequeña rosa de los vientoscon el número III.

En la parte inferior, la siguiente inscripción:

COMBATE NAVAL OCURRIDO EL 12 DE SEPTIEMBRE DE 1631SOBRE LA COSTA DEL BRASIL EN QUE LA ARMADA ESPAÑOLA,MANDADA POR DON ANTONIO DE OQ UENDO, VENCIÓ Y DESTROZÓ ALA HOLANDESA BAJO LAS ÓRDENES DEL GENERAL HANS PA TER,QUE MURIÓ EN LA ACCIÓN.

Esta inscripción se sobrepone a otra, que se entrevé debajo de ésta. Larestauración del cuadro permitirá descubrir la original.

Una cartela situada abajo, a la izquierda del lienzo, indica con letras lasituación de las naves:

A: cappa de España. B: capp de Olanda. C: galeón del enemigo. D: navíoplazeres menor. E: capitana de Masibradi. F: almiranta de España. G: almiranta de olanda. H: galeón que acompañó a la almiranta de olanda. 1: galeón SanBuenaventura. L, M, N: carauelas de socorro y navíos de azúcares que están abarlovento.

Vista n.° 4. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 150 x 224 cm. Colección marquésde Santillana. N.° 893

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN JA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-] 640)

Representa una fase posterior del combate. En la parte superior continúa elduelo a cañón entre las escuadras.

A la derecha sigue el combate de las capitanas; la de Oquendo abordadapor la otra capitana y un galeón. A su derecha el pequeño navío portugués laauxilia descargando sus baterías en enfilada sobre el holandés. Este, cabeceando sobre él, lo echa a pique. La capitana de Masibradi da remolque a la almiranta española para alejarla de la capitana holandesa, con gran fuego a bordo.

A la izquierda la almiranta española se va a pique y el galeón San Buenaventura queda entre la almiranta enemiga y el galeón que lo acompañó.

En la parte inferior, la siguiente inscripción:

D. ANTONIO DE OQUENDO, ABORDADO ENTRE LA CAPITANA YOTRO GALEÓN EL MAYOR ENEMIGO. BA A SOCORRERLE EL NAVÍOPLAZERES, MENOR Y ECHALE LUEGO A PIQUE EL ENEMIGO. SOCORRELE LA CAPITANA DE LA ESCUADRA DE MASIBRADI. ABORDAN LAALMIRANTA Y OTRO GALEÓN CON LA NUESTRA. SOCORRELA ELGALEÓN SAN BUENAVENTURA. VASE A PIQUE NUESTRA ALMIRANTAY QUEDA EL SAN BUENAVENTURA ENTRE LOS ENEMIGOS Y ELGALEÓN QUE ACOMPAÑÓ LA ALMIRANTA DEL ENEMIGO.

Una cartela situada abajo, a la izquierda del lienzo, indica con letras lasituación de las naves:

¿A: cappa de España. B: cappa de Olanda. C: galeón del enemigo. D:navío Plazeres menor. E: capitana de Masibradi. F: almiranta de España. G:almiranta de olanda. H: galeón que acompañó a la almiranta de olanda. 1: galeónSan Buenaventura. L, M, N: carauelas de socorro y navíos de azúcares queestán a barlovento?

Combate de los Abrojos, de la colección Benavides

En la almoneda de efectos de la casa ducal de Osuna, que se celebró enMadrid en abril de 1896, se vendieron dos lienzos citados por Fernández Duroe identificados en la colección Benavides. Se encontraban inventariados conlos números 49 10-128 y 49 10-129 en 1973 en el Archivo Moreno, ubicado enel Instituto de Restauración. En la actualidad se desconoce su paradero (19).

Vistan.° 1.

Representa el inicio del combate. A la derecha, la capitana española a laque se acerca la holandesa acompañada de otro galeón. A la izquierda la almiranta española; la almiranta holandesa y otro galeón la abordan.

(19) FERNÁNDEZ DURO, C.: Armada española, t. IV, p. 126. Madrid, 1972 y PRIETO

FERNÁNDEZ DEL CAMPO, José: La pintura de tema bélico del siglo XVII en España (tesis).Universidad Complutense de Madrid, 1993, respectivamente. GÓMEZ NEBREDA, M.’ Luisa enOp. cit., señala que estos dos cuadros fueron encargados por Oquendo para él, y que posteriormente, los cuatro citados anteriormente, los encargó para regalo a Felipe IV con intenciónpropagandística de prestigio ante el Monarca.

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FERNANDO GONZÁLEZ DE CANALES Y LÓPEZ-OBRERO

En la parte inferior, la siguiente inscripción:

PRESENTA DON ANTONIO LA BATALLA, Y EN SEÑAL DELLA DISPARA UNA PIEZA CON BALA. RESPONDE EL ENEMIGO CON OTRA, YLLEGA A ABORDARLLE SU CAPITANA, ACOMPAÑADA DE OTROGALEÓN, Y SU ALMIRANTA 1 OTRO NAVÍO SE ABERRAN CON LA ALMIRANTA DE ESPAÑA.

Vista n.° 2.

A la derecha la capitana holandesa, incendiada, y la española abordadaentre ésta y otra holandesa. Va a socorrerla la capitana de Masibradi y el navíoportugués Menor, que es hundido.

A la izquierda, ardiendo, la almiranta española y el galeón San Buenaventura entre la almiranta holandesa y otro galeón.

En la parte inferior, la siguiente inscripción:

D. ANTONIO DE OQUENDO, ABORDADO ENTRE LA CAPITANA YOTRO GALEÓN EL MAYOR DEL ENEMIGO. BA A SOCORRERLE ELNAVÍO PLAZERES, MENOR Y ÉCHALE LUEGO A PIQUE EL ENEMIGO.SOCORRELE LA CAPITANA DE LA ESCUADRA DE MASIBRADI. ABORDAN LA ALMIRANTA Y OTRO GALEÓN CON LA NUESTRA. SOCORRELAEL GALEÓN SAN BUENAVENTURA. VASE A PIQUE NUESTRA ALMI

1—

Anónimo español siglo xvii. Óleo sobre lienzo. 162 x 244 cm. Colección Benavides. N.° 35.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HJSPANA DE BRASIL (1624-1 640)

RANTA Y QUEDA SAN BUENAVENTURA ENTRE LOS ENEMIGOS Y ELGALEÓN QUE ACOMPAÑÓ LA ALMIRANTA DEL ENEMIGO.

Los lienzos corresponden a la pintura que hemos llamado conmemorativay son un ejemplo de las capacidades y limitaciones del autor y de su escuela;muestran el estilo característico de ésta, seco, lineal, desabrido y arcaicí,estrechamente vinculado a los modelos flamencos y holandeses.

Los valores iconográficos y documentales de los cuadros son de alto interéshistórico, ya que son representaciones casi únicas de la arquitectura naval de laépoca; se observan galeones de diversos tipos, artillería, fanales, pavesadas, etc.,empavesadas, banderas y el estandarte de los Oquendo en la capitana.

Su interés histórico es muy superior al estrictamente pictórico, que no pasade mediano, como sucede en los cuadros de batallas del autor, fríos e hieráticos, con evidentes arcaísmos. No obstante, por su tema e interés descriptivoocupan un lugar destacado en la pintura del siglo XVII.

Estandarte real de los Oquendo

Según tradición familiar, pertenció a Antonio de Oquendo (20).

(20) «Por los materiales empleados, de finales del siglo xvi, y al aparecer el escudo dePortugal posteriormente a los del resto de las armadas reales, indica la posibilidad de que éste

Anónimo español siglo xvii. Óleo sobre lienzo, 162 x 244 cm. Colección Benavides. N.° 36.

Comentario artístico a los cuadros del combate de los Abrojos

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Permaneció en la casa solariega de don Íñigo de Arteaga y Marín, marquésde Santillana de Lazcano en Beasain (Guipúzcoa), por donación de su padre donIñigo de Arteaga y Felguera, teniente general del Ejército, almirante de Aragón,duque del Infantado y patrono del Museo Naval, hasta que fue depositado enéste el 22 de noviembre de 1991. Se colocó en la vitrina actual en 1995.

Estandarte de seda adamascada, de color rojo carmesí; prácticamentecuadrado, aunque ligeramente apaisado (3,35 m de alto por 3,90 m de ancho),está compuesto de seis lienzos cosidos. Muestra en el centro el escudo realcon los blasones de Felipe II —Castilla, León, Aragón, Dos Sicilias, Jerusalén, Navarra. Austria, moderno y antiguo de Borgoña y Bramante. En el centro

fuese confeccionado por orden de Miguel de Oquendo (*l588), capitán general de la escuadrade Guipúzcoa, previamente a la anexión de Portugal a los dominios de Felipe 11(1580;) y, portanto, arbolado sucesivamente por Miguel de Oquendo en la campaña de las Azores (1582), enel desembarco y conquista de la isla Tercera (1583) y en las acciones del canal de La Manchade 1588, integrado en la Gran Armada contra Inglaterra. El hijo del anterior, Antonio, (1577-1640), capitán de la Armada del Mar Océano, lo izó en las campañas del saco de Cádiz (1604),Cantábrico (1607), el sitio de Mármora (1628) y los combates de Pernambuco (1631), y de lasDunas (1639)», GONZÁLEZ-ALLER, José Ignacio: Catálogo-Guía del Museo Naval de Madrid.Madrid, 1996. p. 148.

Anónimo español siglo xvn. Óleo sobre seda, 335 x 390 cm. Museo Naval, Madrid. N.° Inv.: 4202.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1640)

los escudones de Flandes, Tirol y las quinas de Portugal y estando en punta elde Granada—, todo ello orlado por el collar de la orden del Toisón de Oro ytimbrado por la corona real, a su dérécha un Cristo crucificado con la VirgenMaría y Sán Juan, y a su izquierda el apóstol Santiago empuñando espada enactitud de someter a un infiel derribado en el suelo que se propone con suadarga lobulada y que porta en su diestra un alfanje roto; a la altura de ésta lacabeza enturbantada, separada de su tronco. Oro y plata en los metales delescudo y las aureolas de los santos. Una greca de motivos vegetales u oriaromana, rematada con flecos de seda roja y amarilla, enmarca el conjunto,cuyo borde derecho conserva su correspondiente vaina para la driza, con objeto de ser izado en asta afirmada al costado de estribor del castillo de popa delgaleón o nao insignia, tal como se acostumbra en ocasión de combate durantelos siglos XVI y XVII. Los motivos de la Virgen y San Juan a ambos lados delCrucificado era una advocación entre los hombres de mar de la época; seobserva en el atlas de cartas náuticas del Mediterráneo del cartógrafo Oliva.Esta representación de Santiago Matamoros era motivo principal de los estandartes, tal como se observa en la obra de Francisco Pacheco, pintor de éstospara las flotas de Nueva España y Tierra Firme.

Campaña de Lope de Hoces en Brasil y las Antillas (septiembre de 1635-febrero de 1636)

El hecho histórico

Con la ayuda que supusieron las tropas mandadas por el conde Bagnuoli,de la flota de Oquendo, Alburquerque logró mantener controladas a las tropasholandesas en la plaza de Recife hasta abril de 1632. En esas fechas los invasores lanzaron una ofensiva sostenida con la que lograrían apoderarse de lacosta brasileña hasta el cabo de San Agustín. Al final de este año ocupaban lascapitanías de Río Grande y Paraiba y hacían precaria la situación del AITaialdon Bon Jesús, mientras que los moradores, ante la escasa reacción de laMonarquía, empezaron a pensar en pasarse al otro bando. En marzo de 1635toman Porto Calvo y atacan las dos últimas posiciones lusitanas en Pernambuco: el Anal, que se había sostenido sobre Arrecife, y el fuerte de Nazaré, en elcabo de San Agustín. Alburqueque tuvo que retirarse al pantanoso territorio deAlaogas, acompañado por 7.000 personas.

Por fin, después de muchas dilaciones, el 7 de septiembre de ese año(1635) zarpaba de Lisboa la armada al mando de don Lope de Hoces, y con elnombramiento de don Luis de Rojas para sustituir a Alburquerque en la guerraterrestre. Estaba compuesta por dos escuadras: la de Castilla (seis galeones yun patache), destinada a desalojar a los holandeses de Curaçao, una vezconcluida la misión en Brasil, cuyo almirante era don José de Meneses, y la dePortugal, mandada pór don Rodrigo Lobo con don Juan de Sequeira de almirante. Entre ambas y el convoy de transportes sumaban 30 velas. Transportaban 4.000 hombres. Tras una escala en Cabo Verde se dirigió a recalar enArrecife (26 de noviembre de 1635), donde había nueve naos holandesas en el

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puerto. Por no haber agua suficiente para los galeones grandes de combate seresolvió no atacarlos. Continuó la armada hacia el sur en demanda de un lugaridóneo para desembarcar la tropa. Una flota holandesa compuesta de oncebajeles intentó impedirlo, no obstante éste se produjo en las Lagunas a suvista, desembarcando parte de la tropa al mando de don Luis de Rojas. Laarmada y el convoy continuaron el tránsito a la bahía de Todos los Santos,donde tomó tierra el resto de la fuerza.

En febrero del año siguiente don Lope partió para Europa convoyando laflota anual portuguesa del azúcar, con la capitana, almiranta y un patache avanguardia de las otras naos, siendo atacada por ocho naos de Holanda durante los días 19 y 20 de este mes; cañoneáronse de sol a sol. La acción se saldócon la retirada de los españoles quienes, con visibles daños en la arboladura,regresaron a Lisboa.

En la Corte se tuvo por venturosa la jornada en razón del cuidado que sedaba a la guerra del Brasil. Y para conmemorarlo se encargaron a Juan de laCorte seis grandes lienzos, representando los principales episodios y explicados al pie con inscripciones, para decorar el palacio del Retiro.

La obra pictórica

La campaña se relata en cinco secuencias.En los Inventarios Reales. Testamentaría de Carlos II aparecen cinco gran

des combates protagonizados por don Lope de Hoces (21), que son losmismos que posee el Museo Naval de Madrid, y que fueron depositados por elMuseo del Prado en 1932 (22).

Cesáreo Fernández Duro (23) señala la existencia de seis lienzos que«hoy» se hallan en la Galería del Ministerio de Ultramar. A uno de ellos se le

(21) 644. «Otra de las tres varas de largo y dos de alto (250 x 167 cm) con una marina delos sucesos de don Lope con marco negro tasada en cinco doblones». 645. «Una marina delmismo tamaño y calidades de los sucesos de don Lope en Jaraguay tasada en cinco doblones».756. «Otra de tres varas de largo y dos de alto (250,5 x 167 cm) con una batalla naval de Onzenavíos por Lope de Ozes con marco negro tasada en quatro doblones». 757. «Otra Batalla demar del mismo tamaño y calidades y número de navíos de don Lope de Ozes tasada en quatrodoblones». 758. «Otra pintura del mismo tamaño y calidades de otra Batalla naval de don Lopede Ozes tasada en cuatro doblones», FERNÁNDEZ BAYTON, Gloria: !bide,n.

(22) Depositados por el Museo del Prado (Real Orden de 10 de octubre de 1932 del Ministerio de Instnicción Pública y Bellas Artes), en unión de otros, todos de Juan de la Corte, estoscinco corresponden a la Campaña de Lope de Hoces en Brasil y las Antillas en 1635 (n.°’ mv.del 4581 al 4585); otro, Combate naval entre españoles y turcos (n.° de mv. 950) y otro,Expulsión de los holandeses de la isla de San Martín, 1633 (n.° de mv. 4.586), a cambio detres medallones ovalados pintados al temple por Francisco de Goya. Se colgó toda la serie enel Archivo-Museo «D. Alvaro de Bazán», El Viso del Marqués (Ciudad Real) en noviembrede 1933 con la siguiente nomenclatura: «P 2566, Anónimo —una tachadura encima de Juan dela Corte—. Expedición de don Lope de Hoces en Brasil, 1,66 x 2,41 m. Palacio del Viso delMarqués». En la revisión ordenada por el fiscal instructor de la Fiscalía del Reino, continuabaen el mismo lugar junto con otros del mismo tema (Acta de 19 de enero de 1979). Se trasladatoda la serie al Museo Naval de Madrid en 1993.

(23) Armada española, t. IV, pp. 130-131.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA H!SPANA DE BRASIL (1624-1 640)

cortó la leyenda para colocarlo sobre la puerta; las de los otros rezan connúmeros 683, 684, 685, 687 y 2.566, que fueron pintados por Juan de la Cortey decoraron el Palacio del Buen Retiro.

El lienzo sexto podría corresponder al Combate naval de españoles yturcos (núm. 950), que también se depositó en el Museo del Prado.

Gervasio de Artiñano y Baldácano cita sólo a los correspondientes a losnúmeros 683 y 686 en el Museo del Prado, indicando que «el último tiene unfondo de paisaje que resulta, en su conjunto, sumamente original e interesante.Ambos son muy curiosos bajo aspectos de táctica naval».

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— —

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Vista n.° 1. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 167,2 x 241,8 cm. Museo Naval,Madrid. N.° mv.: 4581.

Recoge la recalada en Recife, en cuyo puerto había surtas 11 naos holandesas; por no haber agua suficiente para los galeones se renunció a atacarlos.

En primer plano la armada de don Lope, con treinta velas, desfila delantede la holandesa, que se protege en la playa con once navíos bajo sus baterías;en tierra a la derecha se puede observar los cables arriados. En vanguardia dela armada española cuatro galeones de gran porte que protegen el grueso. Unamar en calma separa las dos flotas; en una actitud ofensiva la española cañoneando a distancia, la holandesa estática a la defensiva, fuera del alcance de laartillería. Dos naos navegan a refugiarse en la costa bajo la protección de losfuertes. Pataches de menor calado navegan en descubierta.

Todos los galeones llevan bandera blanca, con la diferencia de tener unaslas armas reales de España, otras las de Portugal y algunas, sencillamente, la

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Cruz de Borgoña, o sea, el aspa de San Andrés. La capitana ostenta en el topeestandarte blanco con fleco rojo, escudo de armas reales en el centro y, enlínea inferior, dos escudos menores con los blasones del general. En el sitio depreferencia, sobre la borda, se ve a estribor el estandarte rojo con un crucifijoen el centro, las imágenes de la Virgen María y de Santiago a caballo a amboslados, y bajo éstas dos escudos de armas reales. Los holandeses arbolanbanderas tricolores.

En la parte inferior izquierda, en rojo: 2564 y en blanco 683.Cartela de la parte inferior:

«Reinando en España el Rei nvestro señor don Felipe Cuarto, el Grande,don Lope de Hoces i Córdoba, de sv Consejo de Guerra i Jvnta de Indias iCapitán general de la Armada de las dos coronas de Castilla i Portvgal, salióde Lisboa á 7 de septiembre del año 1635 con el socorro que llebo al Brasil,i a 26 de Noviembre llegó sobre Pernanbuco con intento de qvemar la armadadel enemigo, que tenía svrta la plaia. retirósele arriando los cables i metiendo-se debajo de sus fortificaciones, i don Lope fué sobre él hasta que le falto elfondo, por ir en mvcha agva las dos capitanas de Castilla y Portugal, y loscuatro galeónnes de armada que llebaba.»

Nana el desembarco de la tropa al mando de don Luis de Rojas ante laoposición holandesa.

En el centro la flota de don Lope intercepta a la holandesa, que asoma porla derecha. En segundo plano, en tierra, se desembarcan los refuerzos con la

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Vista n. 2. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 161,7 x 245 cm. Museo Naval,Madrid. N0 mv.: 4582.

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iCONOGRAFÍA ESPAÑOL4 EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1640)

oposición de las fuerzas de caballería e infantería enemiga; a la derecha casien el horizonte —aunque no se ve con nitidez—, está escrito y se señala lapunta de Jaraguay. El autor resalta la acción en el arrojo de la fuerza de intercepción ante otra de mayor tamaño, que no de porte, que protege el desembarco. Todos los buques se engalanan de la misma forma que en la vista anterior.

En la esquina inferior izquierda, en rojo: 2566 y, en blanco, a la derecha: 684.Cartela de su parte inferior:

«Pasa don Lope a la punta del Jaraguay en aquella costa, donde surgió alos 26 de dicho mes, á echar el socorro adonde estaba Matías de Alburquerque, que gobernaba las armas de ella, y á vista del enemigo, que se hallabacon su caballeria y infanteria en la Paripuera, donde estaba fortificado, lehecha el socorro, Viendolo, viene su armada a estorbarlo, de once urcas gruesas y dos lanchas, y estuvo ene este intento hasta 5 de diciembre, y no pudiendo estorbar que se desembarcase, se retiró este dia y se fué, y don Lope partióde allí á 7 del dicho para la Bahía de Todos los Santos, dejando desembarcadotodo el socorro y don Luis de Rojas fortificado.»

Las vistas III, IV y V recogen el combate que sostuvo entre los días 19y 20 de febrero de 1636 cuando se dirigía a Lisboa, con su armada, compuestapor la capitana, almiranta y un patache que convoyaba a la flota anual portuguesa del azúcar contra una armada holandesa compuesta por ocho naos. Laacción terminó con la retirada holandesa después de estar cañoneándose de sola sol.

Vista 11.0 3. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 164,5 x 247, 8 cm. Museo Naval,Madrid. N.0 mv.: 4583.

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En un primer plano dos galeones de don Lope, de gran porte, navegan aproa y popa de un patache, uno de ellos sin trinquete —la almiranta—, el otro,la capitana. La acción ocupa todo el lienzo en una abigarrada multitud de naosde ambas escuadras en combate. La fiereza del combate se refleja en el humoy resplandor de los cañonazos, los incendios y los agujeros de las velas.

La capitana ostenta en el tope estandarte blanco con fleco rojo, escudo dearmas reales en el centro y en línea inferior dos escudos menores con losblasones del general. En el sitio de preferencia el mismo estandarte de lasvistas anteriores perforado por dos balas de cañón. La almiranta y el patachebandera blanca en la popa, y el primero, también en el tope del trinquete. Losgaleones holandeses bandera tricolor en los topes y roja en la popa.

En la esquina izquierda, en blanco: 684.Cartela de su parte inferior:

«Arriba el enemigo a peleari empiézase la batalla; peleose este dia desdeqve salió el sol hasta qve se puso,: desviose el enemigo; quedó nuestra almiranta sin mastelero mayor desaparejada como la capitana, i la armada delenemigo de la misma forma.»

En la amanecida las naos combaten alrededor de la almiranta y la capitana.La composición no deja ningún espacio al reposo: toda ella es movimiento—propio de un combate naval—, los gallardetes, estandartes y banderas queflamean al viento, los brillantes rizos de las estelas de las naos y los aparejos atodo trapo. Todo gira alrededor de un patache en un torbellino de acción, a un

Vista n.° 4. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sóbre lienzo, 164,3 x 284,6 cm. Museo Naval,Madrid. N.° mv.: 4584.

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA HISPANA DE BRASIL (1624-1 640)

lado los galeones de mayor porte; al otro, los de menor, dos combates diferentes dela misma batalla.

Las banderas y estandartes iguales que en la vista anterior.En la esquina inferior izquierda, en blanco: 685.Cartela de su parte inferior:

«Vuelve don Lope a pelear el dia sigviente, a 20, desde antes qve saliese elsol, i habiéndose aparejado aqvella noche, antes, lo mejor qve se pudo. laalmiranta i capitana, pelean hasta mediodia en la forma qve parece.»

Vistan.°5

Una vista posterior del combate: la capitana en medio de los enemigos, laahniranta y el patache alejándose del combate por la parte derecha.

Las banderas y estandartes iguales que en la vista n. 3.En la esquina inferior izquierda, en blanco: 687.Cartela de su parte inferior:

«El dicho dia 20, a las doce, estando peleando como se demuestra en elcuadro antecedente, aprieta el enemigo a nuestra almirante, y don Lope ordenó qve le dijesen qve pasase delante de la capitana y el patache con ella. enpasando, qveda don Lope con su capitana en medio de la armada del enemigo,y pelea con ella hasta cerca de ponerse el sol, qve se retiró el enemigo.»

Vista n.° 5. Juan de la Corte (1597-1660). Óleo sobre lienzo, 165,7 x 248 cm. Museo Naval,Madrid. N.° mv.: 4585.

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Comentario artístico

Al estar realizados por la misma mano, los comentarios realizados anteriormente para el Combate de los Abrojos son de aplicación a estos cuadros.

El último esfuerzo

Una vez que hubo desembarcado en las Lagunas don Luis de Rojas, comose ha indicado anteriormente, avanzó hacia el norte capturando Porto Calvoen 1636, pero fue derrotado en Mata Redonda, en cuya acción encontró lamuerte. Tomó el mando el conde de Bagnuoli, que inició un nuevo tipo deguerra: enviar por todo el territorio enemigo patrullas que incendiaban y arrasaban las plantaciones y sementeras.

La Compañía consideró que era necesario hacer un último esfuerzo pararematar la empresa. Así, en agosto de 1636 era designado gobernador deBrasil Juan Mauricio de Nassau, vástago de la familia de Orange, conde deNassau, que llegó a Recife el 23 de enero de 1637, con un refuerzo de 2.700hombres, lanzándose seguidamente al asalto de Porto Novo, donde derrotó alconde Bagnuoli, que se tuvo que retirar a la otra orilla del río San Francisco.Este hecho fue el acicate en la Corte española para activar-tos preparativos deuna gran armada «restauradora».

Ante la noticia de la llegada de una poderosa flota española y el sopesarque con la toma de Bahía se derrumbaría la resistencia, Nassau se convencióde que era necesario apoderarse de la plaza. Una escuadra formada por 30 navíosy otras embarcaciones menores desembarcó 3.600 infantes y 1.000 auxiliaresindios el 15 de abril de 1638. El asalto holandés fracasó con muy gravespérdidas ante la heroica defensa dirigida por el conde Bagnuoli, por delegación del gobernador Silva y animada por el obispo de la ciudad. Las fuerzasholandesas se replegaron desordenadamente a sus buques en la noche del 25al 26 de mayo, dejando en el campo municiones, armas y vituallas.

La escuadra «restauradora», al mando de don Fernando de Mascarenhas,conde de la Torre, estaba formada por 41 velas, 23 de Portugal al mando de donFrancisco Melo de Castro y don Cosme de Couto Barbosa, almirante, y 18 deCastilla al mando de don Juan de Vega Bazán y don Francisco Díaz Pimienta,almirante, y con 5.000 hombres de Infantería; la mitad del tercio anfibio organizado por don Lope de Figueroa en el reinado de Felipe II. Llegados a Bahía,y una vez acrecentadas sus fuerzas con las allegadas en navíos desde BuenosAires, las Azores y Río de Janeiro, salió para Recife, plaza que por tierra sitiaban los portugueses. Los holandeses trataron de evitar el desembarco saliendoa su encuentro con 36 navíos al mando del almirante Loos, y el día 12 deenero de 1640 trabaron combate entre Tamaracá y Goiana. Murió el almiranteholandés yéndose a pique la capitana y cinco navíos más. Se repitió la acciónal día siguiente frente a Parayva, otra vez el 14 y una cuarta y última vez el 17 ala altura de Río Grande. No hubo vencedores ni vendidos, aunque los holandeses consiguieron alejar al enemigo de la plaza de Recife y ello obligó a

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ICONOGRAFÍA ESPAÑOLA EN LA DEFENSA H1SPANA DE BRASIL (1624-1 640)

levantar el cerco, ante la ineptitud de Mascarenhas, que volviendo a Españavino a ser destituido y preso.

Esta fue la última acción naval española, de la cual, como era de esperar,no quedó recuerdo iconográfico.

Conclusión

El hecho histórico es diáfano en cuanto al esfuerzo llevado a cabo por laCorona española para conseguir la expulsión de los holandeses del Brasil,como lo indica inequívocamente la carta de Felipe IV, en respuesta a laconsulta de 22 de mayo de 1635:

«Ya he dicho a mi prima y a todos los ministros de Portugal que de ninguna manera he de perder el Brasil y la religión en él, por dificultades ni aunimposibilidades; porque la causa es de Dios...» (24).

Pero si el resultado de las operaciones no fue todo lo eficaz que se deseaba,no se puede achacar a la falta de voluntad de la Corona, como hemos vistoanteriormente, sino a que ésta se debatía entre la casi asfixia económica y lanecesidad de asegurar la llegada de los galeones de las Indias con los caudales, lo que hacía necesario disponer de una fuerza naval superior a la de laArmada del Mar Océano.

La muestra iconográfica que hemos reseñado anteriormente es sin dudatestigo de este esfuerzo y voluntad, al poner en manos de artistas insignes larepresentación de estos hechos y su exposición posterior en el Salón deReinos del Palacio del Buen Retiro.

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(24) Archivo General de Simancas... 1478 f8.

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SUBMARINOS REPUBLICANOSESPAÑOLES BAJO

MANDO SOVIÉTICO (II)Situación de la Flota republicana y de sus submarinos

a 25 de septiembre de 1938

Willard C. FRANK, Jr.Oid Dominion UniversityNorfolk, Virginia, USA.

Presentación

Los dos informes que figuran a continuación, redactados por el comandante de submarinos soviéticos Guerman Kuzmin en septiembre-octubre de 1938,al finalizar su destino en la Marina republicana, ofrecen una detallada visiónde esta Marina. Hace hincapié, especialmente, en la valoración de los mandosnavales y de las dotaciones, prestando especial atención a las de los submarinos, con las que se compenetró y a las que pudo enjuiciar a lo largo de unperíodo de casi ocho meses de servicio en España.

Hasta el regreso del submarino C-4 y posteriormente del C-2, desde puertosfranceses del Atlántico hasta Cartagena el 23 de abril y el 26 de junio de 1938,sólo permaneció operativo el C-1 en las filas de la República española. Lallegada de estos dos submarinos desde Francia no mejoró mucho la situación,puesto que estos tres buques, incluyendo los dos que acababan de realizar recorridos y reparaciones urgentes en Francia, necesitaban llevar a cabo obrasimportantes, dado que muchos de sus equipos se encontraban inoperativos ofuncionando con escasa fiabilidad. Ninguna de estas tres unidades se encontraba verdaderamente lista para el combate. Pasaron mucho tiempo inmovilizadasen reparación, sin que los correspondientes talleres de la Base de Submarinosde Cartagena pudiesen disponer de nuevos repuestos. En la Marina republicanase contaba con muy pocos especialistas en submarinos y no se disponía deoficiales de confianza y bien preparados para dotar debidamente estos buques.La moral de las dotaciones de los submarinos y la del personal de los talleresera baja. Los corazones de los técnicos especialistas de la Base de Submarinoslatían muy lejos del esfuerzo de guerra. Sin embargo, la guerra continuaba y senecesitaban los submarinos para misiones de guerra. En vista de estas condiciones, la Unión Soviética envió nuevamente jóvenes comandantes de submarinos para rellenar este vacío y obtener una valiosa experiencia.

El primero de los recién llegados en 1938 fue el kapitan -leitenant (gradoligeramente inferior al de capitán de corbeta) Guerman Yu. Kuzmin, destinadoa España en marzo de 1938. Utilizó el seudónimo de «capitán de fragataCarlos Murato» mientras prestó servicio en la Marina republicana. Kuzmin

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WILLARD C. FRANK, JR.

fue auxiliado en su tarea mediante los servicios de un intérprete, SemenGankin, cuyo hermano era también intérprete de las dotaciones de carros decombate soviéticos, y de los de su segundo comandante, kapitan-leitenantSergei Prokofyevich Lisin («capitán de corbeta Sergio León»), que se estabapreparando para obtener su calificación de especialista en submarinos y queposteriormente fue promovido al empleo de kapitan 1 ranga y obtuvo el títulode «Héroe de la Unión Soviética». En junio se agregaron a Kuzmin dosnuevos comandantes de submarinos, Ivan Grachev («Juan García») y VladimirEgorov («Juan Valdés»), que relevaron a Ivan Burmistrov en el C-4 y a Nicolai Eguipko en el C-2, los cuales regresaron a la Unión Soviética.

Kuzmin mandó el C-J desde marzo a junio y posteriormente el C-4, periódicamente de junio a septiembre, que acababa de terminar sus reparaciones enCartagena. Llevó consigo en ambos mandos al intérprete Gankin y al segundocomandante Lisin. A lo largo de estos periodos, Kuzmin quedó asombrado porla falta de adiestramiento de las dotaciones y por la cantidad de fallos que seproducían en los equipos. Esta misma impresión fue la obtenida por Grachev,que mandó el C-1 de julio a octubre de 1938, y por Egorov, al mando del C-2durante gran parte del segundo semestre de 1938 y cuya experiencia se expone en la tercera parte de este trabajo.

Las misiones desarrolladas por estos submarinos incluyeron patrullas ofensivas de caza frente al estrecho de Gibraltar y a Palma de Mallorca, tratandoespecialmente de localizar buques de guerra nacionalistas para atacarlos, deproteger el tráfico marítimo entre la zona central y Cataluña, y llevar a cabomisiones de enlace con la aislada Menorca. Aunque estas operaciones mantuvieron alertadas a las defensas antisubmarinas nacionales, no tuvieron efectosestratégicos significativos en el curso de la guerra.

En los informes de Kuzmin, hallados en los archivos rusos, éste se presentaba a sí mismo como una voz solitaria, que exponía el peligro de un submarino tomando parte en operaciones con equipos defectuosos y con una dotaciónmal preparada, y cuyas quejas no eran escuchadas por el jefe de la Flota, LuisGonzález Ubieta, en tanto que al mismo tiempo tenía que discutir incesantemente con el jefe del Estado Mayor, Pedro Prado, para que le permitiese retirar al C-4 durante tres días de sus operaciones a fin de llevar a cabo su adiestramiento. Pero ni siquiera el asesor naval soviético de Prado, kapitan-leitenantSamuil Sapozhnikov, apoyaba las peticiones de Kuzmin para mejorar su preparación, lo que viniendo de un compañero, oficial naval soviético, amargaba aKuzmin. Este informaba también de la constante tensión entre él y el comisariodel C-4, auxiliar de máquinas Manuel Marcote Toba. Kuzmin opinaba que larealización segura de una misión exigía una sustancial elevación del nivel depreparación del material y del personal, factores ambos por los que discutíacon las autoridades superiores, en tanto que Marcote era partidario de noarriesgar un submarino defectuoso en misiones de naturaleza discutible y de noexponer a las autoridades superiores la falta de preparación del buque. Kuzminllegaba a la conclusión de que, si el submarino sobrevivió, fue gracias a su gransuerte. Sintiéndose frustrado y carente de apoyo, Kuzmin regresó a la Unión

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Soviética en octubre de 1938. Tanto Guerman Kuzmin como su intérprete,Semen Gankin, murieron en la segunda Guerra Mundial.

Al final de su estancia en España, Kuzmin redactó los dos informes quefiguran a continuación sobre la situación de la Flota republicana y de la desus submarinos, el 25 de septiembre de 1938, con mordaces críticas haciamuchas personas de la Marina republicana que, ciertas o no, muestran elestado de ánimo de Kuzmin y algo sobre las condiciones y actitudes existentes entre los submarinistas republicanos en el cada vez más sombrío año de1938 para la República. Resulta afortunado que Kuzmin nos ofrezca unavisión de la situación en los tres submarinos, incluido el C-1, que fue hundido en ataque aéreo en Barcelona en la noche del 8 al 9 de octubre de 1938,poco después de que Kuzmin hubiese redactado esa parte de sus informes.

Los informes de Kuzmin arrojan luz sobre el funcionamiento interno de laMarina republicana, sobre los problemas de su material y especialmente sobre supersonal, desde los puntos de vista ideológico y político y de sus disensiones,animosidades y derrotismo, que constituyeron factores principales de la debilidadde la Marina republicana como instrumento de guerra. La animosidad entremuchos mandos navales republicanos y sus asesores navales soviéticos, tan claramente puesta de manifiesto en estos informes, fue únicamente un factor más de lamuy profunda desunión en las filas del personal naval de la República.

Naturalmente, los sombríos puntos de vista de Kuzmin son los de unextraño que llegó a la Marina republicana para imponer su autoridad y seencontró con unas condiciones que le hicieron muy difícil obtener el debidorespeto. Aunque muchos informes soviéticos coinciden con las estimacionesde Kuzmin, debe admitirse que la obtención de una imagen totalmente exacta de las condiciones existentes dentro de la Flota republicana española y desus submarinos, exigiría contar además con las perspectivas de los hombresa los que Kuzmin hace objeto de tan duros juicios. Resulta lamentable que,después de haber transcurrido sesenta años desde aquellos acontecimientosy habida cuenta lo poco que escribieron los vencidos sobre su historia, seaprácticamente imposible conseguir ya en lo sucesivo tales perspectivas.

Los textos de estos dos informes y los documentos publicados en la primeraparte de este trabajo, están escritos en borradores a mano partiendo de los cualesse mecanografiaron y editaron los informes finales redactados por otras personas de la burocracia naval. Los párrafos existentes en los borradores originalesque fueron tachados por los editores para que no apareciesen en las copiasmecanografiadas que habían de ser distribuidas, se han considerado no obstante,frecuentemente de gran interés, por lo que se han conservado en esta traduccióncruzando los párrafos correspondientes mediante un trazo. Las correcciones deestilo que se han llevado a cabo en las traducciones no se han señalado. Lasnotas a pie de página son mías y no forman parte de los textos originales. Laidentificación de las personas que aparecen en estas notas normalmente se haconfirmado mediante datos bastante fiables obrantes en los archivos, sin embargo, en algunos casos esta identificación ofrece algunas dudas, por lo que quedaabierta a posibles correcciones, cuya notificación sería muy de agradecer.

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DOCUMENTOS

Rossiiskii Gosudarstvennyi Voennyi ArckhivArchivo Militar Estatal Rusoopis 1, delo4S,

Inventario Carpeta

Doldad

Ob obstanovke y Ispanskom Respublikanskom Flotena 25 sent. 1938 g.

Informe

[Sobre la situación de la Flota republicana española.25 sept. 1938]

Informe del kapitan-leitenant (capitán de corbeta) camarada Kuzmin.13 de octubre de 1938

Composición de la Flota republicana:

El 25 de septiembre de 1938, el estado de los buques de la Flotarepublicana española era el siguiente: a finales de agosto el cruceroLibertad salió de dique, sin haber terminado todavía sus reparaciones. Se esperaba que éstas hubiesen estado listas el 1 de octubre. Elcrucero Miguel de Cervantes varó en dique del 16 al 18 de septiembre permaneciendo en él unos 10 ó 15 días. No obstante, después deestas reparaciones no fue capaz de dar una velocidad superior a 24nudos. El crucero Méndez Núñez y siete destructores estaban ensenicio y se esperaba que otrós dos terminasen sus reparaciones enoctubre. ElJoséLuisDíczsecncontrabatambiénreparandocnCibriáturyseesperabaqueestuvieselistoenoctubre. El resto de losdestructores se encontraban realizando obras y no se esperaba quequedasen listos en plazo próximo. Dos viejos destructores de la claseLazaga estaban terminando sus reparaciones, si bien no era posibleconsiderarlos como unidades combatientes, dado que habían derealizar reparaciones constantemente debido a las deficientes condiciones de sus calderas.

18 rey El submarino C-J, qucscsuponíaibaasalirdeobrascl1dcoctubrc,resultó hundido-en Barcelona a consecuencia de unbombardeo de aviones fascistas. El submarino C-2 se encontraba enservicio y con base en Barcelona. El C-4 entró en obras el 15 de

Fond 35082,Fuente

listy 18-26Página

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septiembre por un periodo de dos meses. Tres lanchas torpederas seencontraban en reparación, esperándose su entrada en servicio paraoctubre.

Los siguientes oficiales constituían nuestro grupo de asesoresnavales: camarada Piterskii —asesor del jefe de la Flota, además deljefe interino del grupo asesor naval; camarada Sapozhnikov—asesor del jefe de Estado Mayor de la Marina; camarada Tsypanovich, asesor del jefe de la base naval de Cartagena; camaradaZhukov —asesor del jefe de la flotilla de destructores; camaradaSnitko— asesor del jefe de la segunda semi-flotilla de destructores;camarada Grachev —comandante del submarino C-1; camaradaEgorov— comandante del submarino C-2 (1).

Actitud hacia nuestro personal (2)

La actitud hacia nuestro personal por parte de la marinería hasido siempre muy buena. Cuando alguno de nuestros camaradas seencuentra a bordo de un buque en la mar, los marineros se sientenseguros de no ser traicionados. Existe una confianza total hacianuestra gente.

Sin embargo, la actitud de los oficiales hacia los rusos es diferente. Los de la parte más progresista de los marinos del CuerpoGeneral, desean trabajar en estrecha coopéración comprendiendo

19 las razones de nuestro papel y de nuestra asistencia. Pero estosoficiales no son numerosos. Otra parte del personal de este cuerpo, también pequeña, se muestra abiertamente hostil hacia nuestros camaradas. Comentan entre ellos y a veces delante de losrusos que si la guerra ha durado tanto tiempo ha sido a causa de lapresencia de éstos en España, pues si ellos no estuviesen aquí, laguerra habría terminado hace ya largo tiempo. Aunque no hablan

(1) El kapitan III ranga (capitán de fragata) Nicolaii Alekseevich Piterskii, se encontrabaen España desde diciembre de 1937 como asesor del capitán de corbeta Luis González de Ubietay González del Campillo, jefe de la Flota; el kapitan-leitenant (capitán de corbeta) SamuilGregorevich Sapozhnikov se encontraba en España desde enero de 1938 como asesor del capitánde corbeta Pedro Prado Mendizábal, jefe del Estado Mayor de la Marina; el starshii-leitenant(teniente de navío) Vasilii Andreevich Tsypanovich, se encontraba en España desde enero de1938 como asesor del capitán de navío Antonio Ruiz y González, jefe de la Base Naval de Cartagena; el kapitan-leitenant (capitán de corbeta) Evguenii Nikolaevich Zhukov, se encontraba enEspaña desde junio de 1938 como asesor del capitán de corbeta José García Barreiro, jefe de laflotilla de destructores; el kapitan III ranga (capitán de fragata) Mikhail Vladimírovich Snitko,se encontraba en España desde junio de 1938 como asesor del teniente de navío Femando OlivaLlamusi, jefe de la segunda semi-flotilla de destructores; el starshii-leitenant (teniente denavío) Ivan Vasilevich Grachev, se encontraba en España desde junio de 1938 como comandante del submarino C-J; el kapitan-leitenant (capitán de corbeta) Viadimir AlekseevichEgorov, se encontraba en España desde junio de 1938 como comandante del submarino C-2.

(2) Significa personal soviético.

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sobre cuál pudiera ser el resultado de esta terminación, ésta quedaclara sin necesidad de palabras.

Por último, la mayor parte del personal del Cuerpo General semuestra cortés en las relaciones con nuestra gente y son siempremuy educados y atentos, pero esta actitud no es sincera. En su fuerointerno, les disgusta la presencia de los rusos. En sus conversacionestratan de desacreditar a nuestros camaradas, recurriendo incluso a lamentira. Incluso, los comisarios políticos decían que España es lanación más culta al tiempo que comparan a nuestros camaradas consus oficiales. Estas conversaciones se iniciaban frecuentemente por

20 el propio jefe de la Flota (3), el cual, desde hace poco tiempo notoma nunca en consideración las opiniones de losrusos nuestroscamaradas (*). Por ejemplo, él dijo que los asesores rusos simplemente han venido aquí a aprender y a adquirir experiencia parautilizarla en favor de su propio país, añadiendo también que elhonor de los oficiales españoles no les perniite tener asesores.

Ultimamente, este grupo de oficiales, al tiempo que ignoran anuestros camaradas, tratan de no darse por enterados en absoluto desu presencia. Cuando nuestros camaradas se dirigen a ellos con alguna sugerencia, no sólo no discuten, sino que incluso se muestran deacuerdo con ellos, para después hacer lo que les viene en gana. Nonos informan de las salidas de sus buques, a pesar de conocerse éstaspor todo el mundo. No quieren que conozcamos sus órdenes deoperaciones. Cuandolespedimosnotic•ias,noscontestansiemprequenolashay,apesardeestarellosinformadosdotodo. Nuestroscamaradas son los últimos en enterarse de las salidas de los buques.A finales de agosto el jefe de la Flota recibió orden del Gobierno debombardear Castellón, no informando de ello al camarada Piterskii,a pesar de habérselo preguntado éste. El jefe de la Flota no ejecutóesta orden. Cuando se le ordenó comparecer en Barcelona paraexplicar el incumplimiento de la orden, manifestó que la operaciónfue imposible de ejecutar y que el camarada Piterskii fue de estamisma opinión. El jefe de la Flota no tiene en cuenta las opinionesde nuestros comandantes de submarinos, pero sin embargo confía enlas del jefe de la flotilla de submarinos (4), persona muy hostilhacialosrusos nosotros. Cuando en agosto septiembre ocurrió unaccidente en el submarino C-] y su comandante, el camaradaGrachev, gracias a su acción correcta evitó la destrucción del buque,el jefe de la Flota informó en una carta particular al jefe del Estado

(3) Capitán de corbeta (capitán de navío habilitado) Luis González de Ubieta y Gonzálezdel Campillo.

(*) Nota: Kuzmin primero escribió las palabras tachadas, y después cambió el texto a otraspalabras. Entonces, las palabras tachadas vienen antes que las palabras sustituidas.

(4) Capitán de corbeta (capitán de fragata habilitado) José Núñez Rodríguez.

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Mayor de la Marina (5) que el submarino se comportó cobardemente durante el accidente y que de no haber sido por su maquinista (5 bis) se hubiera perdido. Obviamente, todas estas conversaciones tienen por objeto desacreditar a nuestros camaradas. El jefede la Flota no tiene en cuenta las opiniones de su asesor el camarada Piterskii y le ignora. Por otra parte, el propio camarada Piterskii, como representante de un gran país, no fue capaz de mostrarsuficiente firmeza a fin de que les respetasen a él y a nuestroscamaradas y tomasen en consideración sus opiniones. Esta clase deactitud hacia nuestra gente por parte de ese grupo del Cuerpo

21 General no se debe a que losrusos nosotros nos hayamos desacreditado, sino únicamente al hecho de que losrusos nosotros estemos impidiéndoles alcanzar un acuerdo con los fascistas paraterminar rápidamente la guerra.

Características de algunos grupos del personal del Cuerpo General

La mayoría de los oficiales de la Flota republicana española nose encuentran en las mismas condiciones en que se hallaban alcomienzo de la guerra. Ahora se encuentran suficientemente entrenados para combatir en una guerra, si bien los que figuran a la cabeza de ellos no quieran hacerlo. No hacen nada por los buques, ni seinteresan por nada.

El jefe de la Flota, Ubieta, es antifascista superficialmente puesese antifascismo no se refleja en sus obras. No apoya el empleoactivo de la Flota. Cree que ésta ha de ser conservada (se ignoracon qué objeto y en beneficio de quién) ya que su pérdida significaría el fin de la guerra. No realiza esfuerzos para que los buquesvuelvan a quedar operativos cuanto antes. No tiene en cuenta lasopiniones del jefe del Estado Mayor de la Marina, ni las órdenesprovenientes del Gobierno, que no cumple. Ha rechazado repetidamente sugerencias formuladas por nuestros camaradas dirigidas aimprimir mayor actividad a la Flota. Después del hundimiento delBaleares se consideró a sí mismo un gran comandante naval yhablasobreNelsonyNapoleón. Como no se le castiga por noejecutar las operaciones que se le ordenan, continúa su acciónsaboteadora, considerándose más inteligente que todos los demás.Por todo ello resulta imposible comprender las razones por las queel Gobierno procede en forma tan blanda con él. El jefe del EstadoMayor de la Marina, Prado, es comunista, pero no está debidamente capacitado para este puesto. Sin embargo, si fuese auxiliado por

(5) Capitán de corbeta Pedro Prado Mendizábal(5 bis) Capitán maquinista Celestino Ros Martínez.

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uno de nuestros bien preparados asesores (6) podría hacer frente asu labor y merecería ser digno de confianza. Trabaja en condiciones difíciles, pues el Gobierno desconfía de él por ser comunista,y tanto los oficiales como el jefe de la Flota le consideran unadvenedizo y le ignoran. Prado es partidario de imprimir mayoractividad a la Flota, pero muy poca gente toma en cuenta susopiniones al respecto, opiniones que, por otra parte, no es capazde sostener con la debida firmeza, acobardándose normalmenteante el jefe de la Flota. El segundo jefe del Estado Mayor de laMarina Julián (7), es superficialmente antifascista, estando biendispuesto hacia looruooonuestros camaradas. Sin embargo, suactitud no es sincera. Apoya al jefe de la Flota. Sospechamos quepueda estar en connivencia con los fascistas. Trata de desacreditar a 103ruooo nuestra gente siempre que tiene ocasión e incluso,mintiendo.

2lrev El jefe de la flotilla de submarinos (que es también segundo jefedel Estado Mayor de la Flota), José Núñez (8), es consideradofascista, según repetidas manifestaciones de la marinería. Sabotea yretrasa de todas las formas posibles las reparaciones de los submarinos, no estando seriamente interesado en ello. No es sincero con-lesrUODO nuestros camaradas e interiormente se siente hostil hacia ellos.Rehusó investigar el incidente de sabotaje en el submarino C-1,origen de dicho incidente. Se sospecha que informa a los fascistas dela salida de los buques.

El jefe de la primera semi-flotilla de destructores, José Montero(9), es propietario de grandes fábricas de licores. Cuando fuecomandante de un submarino (10) al principio de la guerra, trató dellevarlo con los fascistas, no pudiendo hacerlo gracias a la dotación.Aunque fue arrestado, quedó pronto en libertad mediante la ayudade misteriosas amistades, siendo nombrado comandante del submarino C-1. Al entregarme el mando de este submarino en marzo de1938, en ocasión de una patrulla de combate de siete días, estuvo apunto de llevar al buque a Mallorca, por lo que tuvimos que interve

22 nir el comisario (11), el intérprete (12) y yo. Es un buen especialistapero dice abiertamente que no quiere combatir. Sin embargo, almismo tiempo, no quería dejar el submarino cuando fue relevado por

(6) Prado tuvo un asesor soviético, Samuil Sapozlmikov, kapitan-leirenant con quince añosde experiencia en la Marina soviética, pero cuya competencia era menospreciada por Kuzmin.

(7) Capitán de navío (habilitado) Julián Sánchez Erostarbe.(8) Capitán de corbeta (capitán de fragata habilitado) José Núñez Rodríguez, segundo jefe

del Estado Mayor de la Flota.(9) Alférez de navío (capitán de corbeta habilitado) José Martínez Montero. A principios

de 1938 había mandado sucesivamente los submarinos C-1 y C-4.(10) B-I.(11) Francisco Sánchez Flores, operario de la Maestranza (capitán de corbeta habilitado).(12) Semen Gankin.

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cobardía. Después de este relevo del mando del submarino, fue ascendido y destinado a la flotilla de destructores.

El segundo jefe del Estado Mayor de la 2.’ Flotilla de destructores era Sebastián Gal (13). Anteriormente fue segundo comandantedel submarino C-1 y juntamente con Montero, trató de llevar elbuque a Mallorca. Se muestra abiertamente hostil hacia losrusosnuestra gente. No quiere combatir. Es muy cobarde en la mar. Ainstancias mías fue desembarcado del submarino. Fue ascendido ydestinado a la flotilja de destructores.

Aunque no me es posible facilitar un informe más completo sobreel personal, sí quisiera señalar los elementos fascistas más conspicuosde la Flota: el jefe de la base naval de Cartagena, el jefe de su EstadoMayor y el jefe de comunicaciones de esta base naval (14). Expongo acontinuación un hecho característico de este último. En septiembre, elradiotelegrafista de guardia en la base naval interceptó un mensajedirigido a un mercante italiano que no era capaz de recibirlo. Estemensaje lo transmitía una estación italiana y en. él se comunicaba al

23 buque que no entrase en el puerto al que se dirigía, sino en otro distinto,ya que el primero estaba siendo bombardeado por los republicanos enese momento. El radiotelegrafista entregó este mensaje al jefe decomunicaciones, el cual, después de leerlo, ordenó al radiotelegrafistaque llamase al buque italiano y le transmitiese el mensaje. El radiotelegrafista era comunista y después de coger el mensaje no lo transmitió e informó del caso a nuestro camarada.

Lasearaeterístieasdelesefieialessubmarinistasfiguranenelinfermeespewuititulade«ereinsituaeiéndelessubmarineso (15).

Moral en la flota

No puede decirse que la mayoría de los oficiales sean política-mente indiferentes, pues, antes al contrario, opinan ante cada hechode la guerra o de la política internacional. Aunque no expresan suspuntos de vista sobre el posterior desenlace de la guerra, desde fechareciente pueden oírse frecuentemente conversaciones acerca de locansados que se encuentran y de que no pueden esperar ya más sufinal, si bien no mencionan con qué resultado. En algún momento secomentó mucho entre la marinería y los oficiales sobre la posibleresolución a adoptar con la flota en caso de una victoria de Franco.

(13) Alférez de navío (capitán de corbeta habilitado) Sebastián Gallo Martínez.(14) El jefe de la Base Naval de Cartagena era el teniente de navío (capitán de navío habili

tado) Antonio Ruiz y González; el jefe del Estado Mayor Mixto era el teniente de navío (capitán de navío habilitado) Vicente Ramírez Togores; y el jefe del Estado Mayor de la Marina erael teniente de navío (capitán de navío habilitado) Carlos Esteban Hernández, y el jefe de la estación radio era el auxiliar jefe radiotelegrafista Juan López Saldaña.

(15) El documento siguiente.

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Parte de los oficiales piensan que gane quien debepreservarsela flota porque a fin de cuentas es una flota de España. Otrapartepiensa que si la. situación se hiciese crítica la República, losbuques deberían poder alistarse inmediatamente poder salirel último momento y llevando a bordo a sus familias, dirigirseArgelia para ser internados allí. La mayoría de los marineros estabaimpresionada en cierta medida por nuestras películas «La muerte deuna escuadrilla» y «Somos del Kronstadt» y opinaba durante losquedías críticos para la República, la flota debería ser hundida partirytodos para el frente. En los submarinos, comandantessonnuestros camaradas, algunos de los oficiales, especialmente losmaquinistas y la mayoría de los marineros, creen en caso devictoria de Franco, los submarinos deberían ir a la Unión Soviética.Consecuentemente se ha observado que algunos marineros estánestudiando ruso. Con frecuencia los marineros lamentan sinceramente el hecho de que España no tenga una frontera común con laUnión Soviética, ya que en ese caso Franco y Mussolini habrían sidodestruidos hace ya mucho tiempo. Dicen que debido a este hecho,Japón será finalmente denotado en China. Los oficiales suelen decirque la Unión Soviética, al estar preocupada con China se ha olvidado de España y ha dejado de ayudarla. Esta mentalidad existetambién entre la marinería, que veía cómo nuestros buques llegabana Cartagena ahora lospero ya no ven (16). Muchos do los comentaries que circulaban per la fleta estaban eriginades les aeenteeipermientes de la Eurepa central. Las diseusienes giraban en terne altema de si sería faverable para España que estallase una enEurepa. La mayería epinaba que en ese case sería entenees muydifícil el suministre a España de equipe militar alimentesyse interrumpiesen ambes. La mayería de les efieiales epinaba elquepreblema de Gheeeslevaquia pedía censiderarse resuelte,con este país devorado por Alemania.

A principios de 1938, uno podía oír a los marineros lamentarseabiertamente de que no hubieran muerto todos los oficiales dey quehubiesen quedado vivos algunos de ellos. Actualmente, no oyeexpresar estos sentimientos abiertamente. El caso es inicial-quemente, a los oficiales que se salvaron les quedaronmuylas escenas de la violencia desencadenada la marinería.porDespués todos ellos fueron recluidos en prisiones posteriomenteyliberados y destinados de nuevo a los buques. Se mostraban entonces temerosos de los marineros, vestían de paisano en tierraymostraban muy educados y humildes en el trato con éstos, haciendocaso omiso de la caída del nivel de disciplina

(16) En octubre y noviembre de 1936 doce buques mercantes soviéticos transportandoarmas en viajes especiales (transportes «Y») llegaron a Cartagena, pero posteriormente lasarmas soviéticas llegaron en buques españoles y franceses.

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correctivos. A medida que la República fue experimentando más ymás fracasos, los oficiales empezaron a levantar más y más suscabezas con autoconfianza, Como primera medida, todos losrusosnuestros camaradas fueron apartados de puestos de mando. Condistintos pretextos, los marineros más activos desde el punto devista revolucionario fueron siendo enviados a prisión y a trabajos defortificación. Se prohibieron todas las actividades políticas en laflota. Actualmente, los oficiales llevan uniforme. Todos los marineros comunistas fueron siendo apartados de actividades más o menosimportantes. Actualmente, los marineros temen a sus oficiales,sabiendo que por faltas de obediencia de muy poca entidad puedenser enviados a prisión y ser severamente castigados. Los marinerosestán ya susurrando que los oficiales no están sino esperando lavictoria de Franco para someter después a todos los revolucionariosa salvajes represalias. Todo esto puede explicar la inactividad de laFlota.

25 Cuando dejé el submarino C-] muchos marineros decían abiertamente que «ahora vendrán nuestros oficiales fascistas y volverána tratamos no como a seres humanos sino como a perros. Nadie sepreocupará de nosotros y en la mar tendremos que estar muy atentos para que no nos lleven con los fascistas».

No puede afirmarse que todos los oficiales sean partidarios de lainactividad de la Flota. Mientras estábamos en la mar, a finales deseptiembre, el comandante del destructor Miranda (17) dijo:«... pasamos días y días en Cartagena, tan amargados por la falta deactividad que el cerebro se embota. Sin embargo, en la mar revives yuna patrulia resulta un buen ejercicio para la mente, así que es buenonavegar con más frecuencia».

Principales razones de la insuficiente actividad de la flota

La inactividad de la flota es una dolorosa experiencia para elEjército y la marinería, pues resulta especialmente duro ver cómolos buques, al estar fondeados y no en la mar, van siendo destruidos,uno tras otro, por los bombardeos. A mi juicio, la inactividad de laFlota se debe a las siguientes razones principales:

1. Durante la mayor parte del año 1938, la Flota no dispuso de todossus buques simultáneamente para operar en forma masiva e ininterrumpida y especialmente de los cruceros. Corno prueba de estejuicio basta ver qué buques están sometidos a reparación y cuándo.Se comprende así que la Flota republicana fuese siempre más débilque la de los fascistas, si bien es cierto que hubo momentos en que

(17) Teniente de navío (capitán de fragata habilitado) David J. Gasca Aznar.

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la Flota republicana pudo haber sido más fuerte en algún teatrodeterminado. Así, por ejemplo, después del hundimiento del Baleares todos los cruceros rebeldes estaban reparando y hubo ademásotros momentos en que los buques fascistas no estuvieron presentesen el Mediterráneo, pero aun entonces la Flota permaneció inactiva.Incluso, aun sin tener todos los buques en servicio, fue posible haceralgo, sin embargo no se hizo por las razones que se exponen a continuación.

2. Insuficiencia de municiones —especialmente de proyectiles de artihería para los cruceros y torpedos para los destructores— que no sefabricaban en España. Consiguientemente, los buques no pudieronllevar a cabo demostraciones de fuerza mediante bombardeos decosta, pues ctubanahorrandomunioione@.

3. Carencia de aviación de reconocimiento asignada a la Flota republicana. Esta nunca conoce con exactitud dónde se encuentra la flota

26 rebelde, con qué efectivos cuenta y lo que está haciendo. Por ello, noes posible que la Flota republicana pueda salir con sus buques enservicio para llevar a cabo acciones contra buques que operen aisladamente.

4. Falta de voluntad de los oficiales superiores para combatir por temora tener que responder ante los fascistas, caso de que éstos ganen.Además, los oficiales creen en esa victoria; La Flota está plagada deelementos fascistas, existiendo un indudable sabotaje por parte deljefe de la Flota.

5. Por último, existe una incomprensible falta de firmeza por parte delGobierno, al permitir que el jefe de la Flota no ejecute sus órdenes,que tolere que se produzcan notorios sabotajes en ella, y que toleretambién la existencia de fascistas entre sus oficiales.

En vista de todo lo expuesto resulta claro lo que ha de hacersepara imprimir actividad a la flota española.

Y en lo que concierne a nuestro grupo naval en España, deboexponer lo siguiente: si persiste la actual situación de que nuestroscamaradas asesores no son tratados debidamente, en tanto que laflota permanece inactiva, resulta inútil mantenerlos aquí. Bastaríacon dejar un asesor al jefe de la Flota, que actuara al mismo tiempocomo agregado naval. Si fuese posible cambiar la actual situación,entonces, el personal actualmente existente debería continuar sinvariación, con excepción del puesto de asesor del jefe de la Flota,que debería suprirnirse ya que existe además un jefe del grupoasesor naval (18). Este podría asignarse al jefe de la Flota y alojarseen el mismo buque que éste y no separadamente en tierra. Yaquctodosloseomandantesdelossubmarinossoneamaradasnuestros,

(181) En esa fecha era el kapitan III ranga (capitán de fragata) Pitirskii, que actuaba simultáneamente como asesor del jefe de la Flota y jefe interino del grupo asesor naval.

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SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO

.aaeensejablen’uunedeellesseansmradejefedelaflei1labmarinos.

KapitanlcitenantKuzmin13deoctubrede1938

Ros siiskii Gosudarstvennyi Voeimyi ArckhivArchivo Militar Estatal Ruso

Fond 35082, opis 1, delo 45, listy 27-33Fuente Inventario Carpeta Páginas

Doldad

27 0 sostoyanii podlodok i ikh ekipazhei ispanskogo respublikanskogo flotana 25 sentyabrya 1938 g.

(Informe)

[Sobre la situación de los submarinos y sus dotaciones de la flota republicana española, a 25 septiembre de 1938]

Informe del kapitan-leitenant (capitán de corbeta) camarada Kuzmin.13 de octubre de 1938

Submarino C- 1

El 17 de septiembre, el C-1 se reincorporó al servicio, después dedos meses y medio de reparaciones. El 20 de septiembre, tras uncrucero de pruebas de dos días, se produjo un incidente. Navegandoen inmersión, no se habían cerrado las válvulas del achique de emergencia de la cámara de mando, con lo que ésta se inundó hasta laaltura de las puertas estancas del submarino, soplando todos loslastres y manteniendo la cota a 70 metros. Después de hacer inmersión, el submarino tenía que dirigirse a Almería y posteriormente aCartagena. Pero sucedió entonces que se acumuló una gran cantidadde desperdicios (trozos de goma, trapos, etc.) bajo las válvulas delcolector principal de agua, cosa que sólo podía ocurrir a causa de undescuido criminal de los obreros o de un claro sabotaje durante las

28 obras. El jefe de la Flota (19) rehusó llevar a cabo una investigaciónsobre el asunto. El agua inundó los motores eléctricos de las bombas

(19) Jefe de la Flota republicana, capitán de corbeta (capitán de navío habilitado) LuisGonzález de Ubieta y González de Campillo.

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WJLL4RD C. FRANK, fR.

y de los periscopios situados en la cámara de mando, pero no ocasionó averías en ellos. Quedarán en servicio después de un recorrido nosuperior a unos 3 ó 4 días. Sin embargo, el arsenal no se apresura enla ejecución de las reparaciones y las retrasa de todas las formasposibles. El jefe del taller técnico de electricidad del arsenal (20) ledijo al comandante del submarino (21) que el volumen de trabajo arealizar requería tres días, pero que dado que los obreros reciben unapaga muy pequeña, que la comida es muy pobre y que no tienentabaco, este trabajo requerirá de 8 a 10 días.

Cuando el comandante del submarino sugirió desmontar losmotores del C-4 para acelerar las reparaciones, el jefe del tallercomentó cínicamente que el trabajo no se iba a realizar antes porquelos obreros no lo estimaban rentable. Creo que en el momentoactual, el submarino debe encontrarse en servicio y se supone quebasado en Barcelona.

En cuanto al resto de las reparaciones, se ejecutaron bien, reemplazándose muchos elementos de los equipos. El submarino seencuentra en condiciones de llevar a cabo todas las misiones decombate asignadas.

B.—La dotación. El comandante del submarino es el camaradaGrachev. El comisario del buque es un socialista, antiguo obrero delarsenal, dedicado a la reparación de submarinos (22). En cuanto a suafiliación política, se trata de un renegado. Perteneció al partidocomunista y se afihió posteriormente al socialista. En una conversación «explicó» que actualmente, debido a la guerra, mucha gente seestaba afiliando al partido comunista, por lo que había muchoscomunistas en él, pero pocos marxistas. Al principio de la guerratrabajó en la policía secreta, combatiendo a la «quinta columna». Norealiza actividad política alguna con la dotación. En una ocasión, enque yo me encontraba en la mar en este submarino, después dehaberse conseguido un éxito en el frente por los republicanos trasuna serie de fracasos, le sugerí que debería hablar sobre este éxito ala dotación para levantarle la moral, a lo que me contestó: «y de quésirve hablar de eso, si ni yo mismo creo en estos éxitos. La cosasería distinta si se iniciase una ofensiva general». Políticamente esun analfabeto y su conocimiento de la situación es muy pobre. Porejemplo, cuando León Blum dimitió y el gobierno Daladier subió alpoder, iba diciendo que eso era mejor para la República. En la mar

(20) Todavía no identificado.(21) Starshii-leitenant (grado algo inferior a teniente de navío) Ivan Vasilevich Grachev

(bajo seudónimo de «Juan García»), de 31 años de edad, que mandó durante un corto tiempo unpequeño submarino de la flota del Báltico y prestó servicio en España desde junio de 1938.Mandó el C-1 desde julio hasta su hundimiento en octubre de 1938. Grachev murió durante lasegunda Guerra Mundial.

(22) Francisco Sánchez Flores, operario de la maestranza (capitán de corbeta habilitado).

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SUBMARINOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO

está obsesionado con la lectura de literatura pornográfica. De loúnico que se ocupa es del suministro de víveres y de la recepción

29 de ______ (23). Se inclina favorablemente, hacia Rusia y apoya todaslas acciones de nuestro comandante. Empezó a estudiar ruso, segúndecía, para huir a la Unión Soviética en caso de derrota de la República. En la mar no es cobarde y es el mejor de los comisarios de lossubmarinos. Ejerce cierta influencia sobre la dotación.

El segundo comandante es un internacionalista de nacionalidad griega (24). Es comunista y un buen especialista y camarada.Goza de gran influencia entre la dotación pero no de la confianza deljefe de la Flota. Este, en conversaciones con nuestros camaradas dijoque nosotros somos gente perfectamente conocida y que nuestroGobierno (25) está detrás de nosotros (26), pero que no se sabe nadade este griego, que es muy retorcido.

El oficial de derrota, Agustín (27), procede de la Marina Mercante. Es un buen navegante, pero carece de formación submarinista.No obstante lo cual asume muy bien sus responsabilidades. Esvaliente en la mar y un buen camarada. Fue el único que logró escapar del hundimiento del submarino C-5. Ejerce influencia entre ladotación y sufre por la pasividad de la Flota. Opina que todavía existen traidores en el mando de ésta.

El auxiliar del oficial de derrota procede también de la MarinaMercante (28). Es un cobarde que no quiere navegar en buques deguerra.

El maquinista Mira (29) es un buen especialista y un buen camarada. Su hermano es capitán y comunista. Desea ir a la Unión Soviética en caso de derrota. Hay dos maquinistas y cabos (30), buenosespecialistas que tratan de combatir hasta conseguir la victoria sobre

(23) Ilegible(24) Capitán de corbeta «Camilo Montes», que sirvió durante dos años como segundo

comandante en el submarino C-1. Sin embargo, tuvo que ceder el puesto al submarinista soviético Sergei Lisin, también nombrado capitán de corbeta y segundo comandante mientrasKuzmin actuase como comandante. Posteriormente fue relevado el 16 de septiembre de 1938por el capitán de corbeta de la Reserva Naval Fidel Emparanza Zabala, primer español quesirvió como segundo comandante del C-] desde los primeros días de la guerra. «CamiloMontes» fue destinado entonces al destructor Lepanto.

(25) El de la República española.(26) De los soviéticos.(27) Agustín García Viñas, capitán de corbeta de la Reserva Naval. Desembarcó el 19 de

septiembre de 1938 destacado al Lepanto, siendo relevado el mismo día por Antonio FernándezSantos, alférez de navío (teniente de navío habilitado) de la Reserva Naval procedente delLepanto.

(28) Fidel Emparanza Zabala, capitán de corbeta de la Reserva Naval, que fue nombradosegundo comandante el 16 de septiembre.

(29) Teniente maquinista Manuel Mira Mula, especialista en submarinos.(30) Entre los maquinistas se encontraban los tenientes de navío Francisco Caro Núñez y

Miguel Guillén Conesa; los auxiliares de máquinas Martín Ruiz Rico, Pedro Vázquez Sánchezy Emilio Montes Morales, y los cabos fogoneros José Conesa Alcaraz y Alfonso García Egea.

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WILLARD C. FRANK, JR.

los fascistas o de ir a la Unión Soviética en caso de derrota. Estáncontentos con la democracia que vino con la revolución. El maquinista-electricista Pepo (31) es un buen especialista, pero puede serun cobarde en la mar. Le tiene sin cuidado quién pueda ganar y loúnico que desea es que acaben pronto los horrores de la guerra. Eljefe de máquinas Rosa (32) es un buen especialista, pero es tambiénun cobarde y ha tratado repetidamente de apelar a los marineros paraque influencien las decisiones del comandante cuando trata de aproximarse a costas enemigas. Según el comisario, serviría mejor conlos fascistas.

30 El radiotelegrafista (33) es un claro trotskista que entablaconversaciones con la dotación diciendo que la Unión Soviética estáactualmente obsesionada con China y ha abandonado a España,dejando de ayudarla en tanto que los alemanes y los italianos estánayudando realmente a Franco. Los verdaderos trotskistas son buenagente pero hay muchos de ellos que realmente no son tales trotskistas. Estamos vigilándole y contemplando la idea de desembarcarledel submarino.

El contramaestre (34) nos recibió con hostilidad cuando vinimosa bordo pero inmediatamente cambió de actitud, siendo ahora excesivamente agradable y poco digno de confianza.

El resto de la dotación del C-1 se compone de buenos especialistas que trabajan muy bien en equipo y se encuentran listos paraluchar hasta el fin. Los marineros no expresan abiertamente su odiohacia una cierta parte de los oficiales (porque tienen miedo) ylamentan no haber masacrado al 10 ó 15 por 100 restante.

Se muestran favorablemente dispuestos hacia los rusos. En variasocasioñes me han dicho directamente que «los oficiales son fascistas; quieren hundirnos. Sólo hay una esperanza: que el comandanteruso no permita que eso ocurra». Cuando adopté varias medidas paramejorar la vida de los marineros en los submarinos, muchos de ellosdijeron al intérprete (35) que únicamente los comandantes rusos venseres humanos en ellos y que sus propios oficiales los tratan como aperros. Cuando, de acuerdo con las órdenes del jefe de la Flota, fuitransferido al submarino C-4 (36), la mayoría de los marineros

(31) Probablemente el oficial segundo electricista José Dueñas Vázquez, o posiblementeel auxiliar electricista José Freire Ramos, destinados ambos al C-1 en septiembre de 1938.

(32) Tanto el capitán maquinista Francisco Rosas Reus, embarcado en el C-1 hasta el 15de agosto, como su relevo, el capitán maquinista Celestino Ros Martínez, eran especialistas ensubmarinos.

(33) El nombre resulta ilegible en el documento original, pero se trata probablemente deloficial segundo radiotelegrafista Ricardo Canillas Moreno, destinado en el C-1 desde antes dela Guerra Civil.

(34) Posiblemente el auxiliar naval Marcial Rey Lago.(35) Semen Gankin.(36) El 18 de junio de 1938.

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SUBMARINOS REPUBLiCANOS ESPAÑOLES BAJO MANDO SOVIÉTICO

expresaron su deseo de venirse conmigo a este buque, lo que ciertamente no fue autorizado, En caso de derrota de la República,muchos marineros quisieran ir a la Unión Soviética con su submarino. Muchos de ellos están estudiando ruso. Justo después de lasobras y poco antes de que el submarino entrase de nuevo en serviciofue relevado el siguiente personal: el griegd, segundo comandante, eloficial de derrota, Agustín, el jefe de máquinas y varios marineros.El auxiliar del oficial de derrota, que nó quería navegar en barcos deguerra, fue nombrado segundo comandante, el camarada Grachev,comandante del submarino, tiene que navegar en condiciones muydifíciles.

31 El submarino C-2

Después de efectuar obras, el submarino se reintegró al servicio el 18 de agosto de 1938, encontrándose técnicamente enbuenas condiciones. Actualmente está basado en Barcelona, desdedonde sale para efectuar operaciones de combate. El comandantedel buque es el camarada V. A. Egorov (37).

En relación con el personal del submarino: el comisario, D. José(38) es socialista y tiene ideas políticas poco estables. Se muestrafavorable a una rápida terminación de la guerra, sin tener en cuentasus consecuencias. Es un protegido del comisario de la Flota BrunoAlonso. Durante las patrullas del submarino encabezó conversaciones con un grupo de oficiales contra acciones atrevidas por parte delbuque. Esto tuvo lugar en ocasión de una patrulla que se encontrabarealizando el submarino entre Ceuta y Gibraltar. Dijo también queno era posible continuar la guerra debido a la escasez del suministro

32 de armas. Es opuesto al destino de camaradas soviéticos en puestosde mando y busca ocasiones propicias para dejarlos en evidencia. Encierto momento en el pasado, el camarada Eguipko se negó a salir ala mar con este comisario. No goza de respeto alguno por parte de ladotación con la excepción de un pequeño grupo de gentes que estána su lado.

El segundo comandante, José (39), fue anteriormente jefe demáquinas de este submarino. Como maquinista es un gran especialista, pero carece de suficiente experiencia para manejar el submari

(37) Kapitan-leitenant (capitán de corbetalcapitán de fragata habilitado) Viadimir Alekseevich Egorov, cuyo seudónimo era «Juan Valdés», seudónimo que utilizó también el oficialsubmarinista yugoslavo Vokshin. Se trataba de un oficial de treinta años, antiguo comandantedel submarino soviético Shch-315 de la flota del Báltico y que sirvió en España desde el 28 dejunio de 1938.

(38) Auxiliar segundo maquinista José Feal Galego, especialista en submarinos.(39) Realmente segundo maquinista Antonio García Alcaraz, especialista en submarinos,

destinado en el C-2 desde 1934.

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WILLARD C. FRANK, JR.

no. Inspira gran respeto a la dotación. Superficialmente, se encuentra favorablemente dispuesto hacia los rusos, pero en el fondo no essincero.

El oficial de derrota, Manuel (40), ha navegado en buquesmercantes y como submarinista es muy joven. Muestra poco interésen cuestiones políticas.

El torpedista-electricista Bronis (41) es un magnífico especialistaen submarinos, infunde respeto a la dotación, mantiene buenas relaciones con los camaradas rusos y está afiliado al partido comunista.

El auxiliar del oficial de derrota, Jorge (42), vino de México aEspaña. Es comunista, un buen especialista y goza de respeto ante ladotación. Se mantiene en estrecho contacto con los camaradas rusos.

En términos generales, debe resaltarse el hecho de la existenciade un grupo de oficiales y cabos que, juntamente con el comisario,comentan sobre la imposibilidad de continuar la guerra. La mayoríadel personal, especialmente la marinería, habría mostrado una altacapacidad combativa bajo un buen mando y siguen deseando combatir y vencer.

Submarino C-4

El ____ (43) de septiembre entró en obras en Cartagena por unperiodo de uno y medio a dos meses. Estos trabajos se iniciaron muylentamente y durante cinco días el submarino permaneció en diquesin un solo obrero a bordo.

La dotación: actualmente, el submarino carece de comandante.Se supone que nuestro camarada llegará, siendo necesario activar sullegada (44).

El comisario (45) del submarino es socialista, un cobarde y asus33 ‘ tadizo. Una vez, debido a su cobardía, casi hundió al camarada

Burmistrov y en dos ocasiones a mí. La dotación, a la vista de estasacciones, se siente ultrajada, sucediendo otro tanto con los oficiales.Pero este comisario se encuentra bien respaldado por el comisario dela Flota, Bruno Alonso. Es un hipócrita. Exteriormente se muestra

(40) Posiblemente, el teniente de navío de la Reserva Naval Manuel Emparanza Zabala,destinado al C-2 en octubre de 1938.

(41) Auxiliar primero de torpedos y electricidad Antonio Brañas Concelo, especialista ensubmarinos.

(42) Alférez de navío Jorge Agostini.(43) Esta fecha, ilegible en el documento original, era la de 12 de septiembre de 1938. El

C-4 permaneció en obras hasta el 23 de diciembre.(44) No llegó mínca un nuevo comandante submarinista soviético para hacerse cargo del

C-4. Sin embargo Grachev mandó el C-4 a finales de 1938, provocando la desaprobación de ladotación debido a su supuesta incompetencia.

(45) Auxiliar de máquinas Manuel Marcote Toba.

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bien dispuesto hacia los rusos, pero puede apreciarse que no confíaen ellos y siente temor. Teme que se lleven el submarino, aunque enningún momento hubo razón alguna para sospecharlo. No realizaacción política alguna en el buque y carece de autoridad o respetoentre la dotación.

El segundo comandante, Navarro (46), procede de la MarinaMercante. Como ______ (47) es débil, pero es muy trabajador. Seopone a cualquier clase de acuerdo con los fascistas y se muestrafavorablemente dispuesto hacia los rusos.

El oficial de derrota (48) procede de la Marina Mercante, seopone a los fascistas, no toma iniciatjvas y da la sensación de que nole gusta el hecho de que el submarino se encuentre al mando de unÑSO.

El cifrador (49) es socialista y un «sí señor» y guardaespaldas delcomisario. Vigila todas las acciones adoptadas por los rusos.

El jefe de máquinas (50) es ya bastante viejo, tiene gran algarabíamental y conoce mal su oficio. Desconfía de los rusos.

El maquinista-electricista José (51) es comunista y enérgico en sutrabajo, pero está enfermo.

El resto de los oficiales maquinistas (52) no quieren luchar y sevalen de todas las excusas posibles para trabajar en tierra o realizarcursos y no salir así a la mar. La mayoría de la dotación, cabos ymarineros, son antifascistas y poseen un espíritu revolucionario.Quieren combatir hasta el último momento y se sienten entristecidospor la pasividad de la Flota. Creen que la burocracia militar de losCuarteles Generales y de otros organismos debería ser enviada alfrente y a las trincheras. Muchos de ellos dicen que en caso dedenota quisieran ir a la Unión Soviética con su submarino.

Kapitan-leitenant G. Kuzmin

13 de octubre de 1938.

(46) Alférez de navío (teniente de navío habilitado) Elías Navarro Vilallonga, graduado dela Escuela Naval Popular.

(47) Ilegible en el documento original.(48) Alférez de navío (teniente de navío habilitado) de la Reserva Naval, Eduardo Morral

Aldea.(49) Auxiliar alumno naval Antonio Zaragoza Requena.(50) Capitán maquinista Teodoro Balbuena Pérez, de 39 años de edad.(51) Bien oficial segundo de electricidad y torpedos José Rodríguez López, o bien José

Ferrer León, desembarcados ambos en septiembre de 1938.(52) Servían en junio-septiembre de 1938 los tenientes maquinistas Santos Román Fernán

dez (a mediados de este año), Antonio Díaz Padín, Juan León Casadeval y José FernándezSantiago (a finales del verano), y Silvestre García Alcaraz, Manuel Aragonés Vilasuso y VíctorF. Irureta Alonso (durante todo el período).

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La REVISTA DE HISTORIA NAVAL es una publicación periódica trimestral del Ministerio de Defensa, publicada por el Instituto de Historia yCultura Naval, centro radicado en el Cuartel General de la Armada enMadrid, cuyo primer número salió en el mes de julio de 1983. Recogey difunde principalmente los trabajos promovidos por el Instituto yrealizados para él, procediendo a su difusión por círculos concéntricos,que abarcan todo el ámbito de la Armada, de otras armadas extranjeras,de la Universidad y de otras instituciones culturales y científicas, nacionales y extranjeras. Los autores provienen de la misma Armada, de lascátedras de especialidades técnicas y de las ciencias más heterogéneas.

La REVISTA DE HISTORIA NAVAL nació pues de una necesidad quejustificaba de algún modo la misión del Instituto. Y con unos objetivosmuy claros, ser «el instrumento para, en el seno de la Armada, fomentar la conciencia marítima nacional y el culto a nuestras tradiciones».Por ello, el Instituto tiene el doble carácter de centro de estudios documentales y de investigación histórica y de servicio de difusión cultural.

El Instituto pretende cuidar con el mayor empeño la difusión denuestra historia militar, especialmente la naval —marítima si se quieredar mayor amplitud al término—, en los aspectos que convenga para elmejor conocimiento de la Armada y de cuantas disciplinas teóricas yprácticas confirman el arte militar.

Consecuentemente la REVISTA acoge no solamente a todo el personal de la Armada española, militar y civil, sino también al de las otrasMarinas, mercante, pesquera y deportiva. Asimismo recoge trabajos deestudiosos militares y civiles, nacionales y extranjeros.

Con este propósito se invita a colaborar a cuantos escritores, españoles y extranjeros, civiles y militares, gusten, por profesión o afición,tratar sobre temas de historia militar, en la seguridad de que serán muygustosamente recibidos siempre que reúnan unos requisitos mínimos decorrección literaria, erudición y originalidad fundamentados en reconocidas fuentes documentales o bibliográficas.

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CRUCEROS DE COMBATE EN LASEGUNDA GUERRA MUNDIAL

José Manuel GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA SEÑÁNCapitán de Navío

Situación general

La idea estratégica de Inglaterra al inicio de la segunda guerra mundial, enrelación con el continente europeo, estaba basada, esencialmente, en lacontención del empuje del ejército alemán mediante una coalición terrestrecon sus aliados, fundamentalmente Francia. Para que esta coalición pudieratener éxito era absolutamente preciso impedir que Alemania recibiera ayudaexterior, y esto había que lograrlo por medio del bloqueo marítimo. Pero parapoder llevar a cabo un bloqueo eficaz era necesario el dominio del mar. Inglaterra se preparaba para la guerra desde 1936 y lógicamente había centrado suesfuerzo mayor en la Marina y en los grandes buques, en contra de la opiniónsostenida por muchos de dedicar un mayor esfuerzo económico a la mejora dela aviación, pues según estos últimos los acorazados estaban resultando ineficaces e incapaces de resistir los ataques aéreos.

A los que así opinaban contestó lord Chatfield, primer lord Naval, con elsiguiente razonamiento: «Si la guerra demuestra que los acorazados se hanquedado inútiles, habremos dilapidado en su construcción mucho dinero; perosi no los construimos y la guerra demuestra su necesidad, es posible queperdamos el Reino Unido».

En conjunto, la Marina británica, al comienzo de las hostilidades, secomponía de las siguientes unidades: 15 buques de línea (acorazados y cruceros de batalla), siete portaaviones, 15 cruceros pesados, 39 cruceros ligeros,seis cruceros antiaéreos, 181 destructores y 66 submarinos.

Estaba previsto el armamento de los barcos mercantes y el establecimientodel sistema de convoyes en cuanto fuese posible, ya que en la guerra anteriorhabía demostrado con creces su eficacia reduciendo considerablemente laspérdidas en tonelaje hundido. Por otra parte, se había estudiado a fondo, en elintervalo transcurrido entre las dos guerras, el combate nocturno entre barcosgrandes. Recordemos que en este aspecto los alemanes habían llevado notoriaventaja y las pérdidas ocasionadas a la flota británica durante la acción nocturna de la Batalla de Jutlandia fueron considerables.

Para los alemanes, las cosas se presentaban de un modo muy diferente. Lasalida al Atlántico de cualquier barco alemán sólo era posible por el Canal dela Mancha, o por el norte de las islas británicas, pero en ambos casos pasandopor las proximidades de las costas enemigas. Es decir, que la salida masiva deuna flota al mar océano era muy difícil. Además, la situación de la costaalemana, entre dos mares, obligaba a una diversión de fuerzas navales que

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JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA SEÑÁN

para reunirse tenían que contornear la península de Jutlandia —con bastanteprobabilidad de ser localizados en una zona de tanto litoral como ésta— obien por el canal de Kiel, recientemente inaugurado, pero exigiendo su travesía un día entero.

En la primera guerra mundial la idea de maniobra de la Marina alemanaconsistía en atraer a agrupaciones de la Home Fleet a las proximidades de lasbases de la Flota de Alta Mar, para destruirlas mediante una operación deconjunto con toda la fuerza disponible y de este modo lograr la paridad navalque permitiese encontrar condiciones favorables para sostener un combatedecisivo con unas flotas más equilibradas. Al fracasar este método —a pesarde varios éxitos tácticos— los alemanes cambiaron de estrategia concentrando, los esfuerzos en la guerra submarina, buscando la victoria mediante undominio negativo del mar, es decir, impidiendo al enemigo utilizar su tráficomarítimo.

Los teóricos alemanes, en el intervalo entre las dos guerras, trataron deencontrar las causas de la derrota, deduciendo que Alemania había sido vencida a causa de la aplastante superioridad material de los aliados y llegandoentre otras a las conclusiones siguientes:

— Nunca podrían reunir los medios suficientes para conseguir la victoriamediante la destrucción de la escuadra enemiga.

— La única manera de vencer a Inglaterra sería neutralizando su tráficomarítimo, lo que debería conseguirse fundamentalmente por medio delos submarinos, también con los grupos de superficie y con el apoyode la aviación.

La Marina alemana comprendía al comienzo de la guerra los dos crucerosde batalla Scharnhorst y Gneissenau, los acorazados de bolsillo Deutschíand,Admiral Scheer y Adiniral GraffSpee, los cruceros pesados Hipper Blücher yPrinz Eugen, cinco cruceros ligeros, cincuenta destructores y cincuenta y sietesubmarinos.

El gran almirante Reader inició en febrero de 1939 la ejecución de unprograma naval que comprendía la construcción de seis acorazados, ochocruceros pesados, 17 cruceros ligeros, cuatro portaaviones, 225 submarinos, ydestructores. Si este programa se hubiese desarrollado con normalidad, en 1947la flota alemana hubiera tenido 13 acorazados, 33 cruceros y cuatro portaaviones. Con esta fuerza, Reader esperaba poder mantener en aguas alemanas unnúmero suficiente de buques para dominar el Báltico y retener en el Mar delNorte a gran parte de la flota británica, pudiendo de esta forma enviar submarinos y buques de superficie bien armados al océano Atlántico. Pero el estallido de la guerra sorprendió a Alemania en pleno proyecto de desarrollo de laMarina, que por aquel entonces no tenía entidad para influir profundamentesobre la estrategia de su país. Desde el primer momento, los barcos de superficie fueron empleados a fondo en la lucha contra las comunicaciones marítimas aijadas practicando la modalidad de guerra de corso, es decir, la llevada a

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

cabo mediante buques que actúan aisladamente contra el tráfico marítimo delenemigo. Como muy bien dice el capitán de navío Luis de la Sierra, se tratade un tipo de lucha «que tal vez resulte ideal para el marino que reúne relevantes cualidades de iniciativa, audacia, imaginación, independencia de espíritu y amor a la responsabilidad, o sea, para el tipo de marino de guerra porautonomasia».

Antes de comenzar la guerra se habían hecho a la mar los acorazados debolsillo Deutschland y Admiral GraffSpee. Los raids de estos buques finalizaron con la entrada del primero en Alemania a los dos meses y con la autodestrucción del segundo el 17 de diciembre de 1939 en las proximidades deMontevideo después de sostener un duro combate con el crucero pesadoExeter y los ligeros Ajax y Achules, hábilmente dirigidos por el comodoroHarwood.

El Admiral Scheer, tercer acorazado de bolsillo, opera en el Atlánticodesde noviembre de 1940 hasta abril de 1941, entrando en Brest después dehundir 99.059 toneladas de barcos mercantes y el crucero auxiliar británicoJervis Bay.

Los cruceros de batalla Scharnhorst y Gneissenau, a las órdenes del almirante Gunther Lütjens, efectuan otro importante raid entre los meses de eneroy marzo de 1941, entrando en Brest con 115.622 toneladas de buques mercantes en su haber.

En conjunto, las destrucciones logradas por los cruceros de combate yacorazados de bolsillo alemanes suman 59 buques con 331.692 toneladas.Esta cifra no es excesiva si se compara con lo conseguido por los submarinos,sin embargo, desde otro punto de vista, esta actividad corsaria de los barcos desuperficie obligó al Almirantazgo a dedicar varios de sus acorazados a laescolta directa o indirecta de muchos convoyes, barcos que podrían haber sidoutilizados en otros escenarios en los que su permanencia era necesaria, y estosí que fue importante.

El fin del crucero de combate Hood y del acorazado Bismarck

En línea con esta actividad corsaria, en la primavera de 1941 entra enservicio el acorazado Bismarck, de 47.000 toneladas, con una artillería principal compuesta por ocho cañones de 380 mm y doce de 150 mm y capaz dedesarrollar una velocidad de 30 nudos. Era el más potente de todos losbuques que hasta entonces habían efectuado la guerra de corso para Alemania. Este buque constituye un grave peligro para el tráfico naval aliado, por loque el Almirantazgo británico se ve obligado a poner toda la carne en elasador para impedir que el Bismarck pueda continuar la labor destructora desus antecesores.

El 18 de mayo se hace a la mar desde Gdynia una fuerza constituida por elBismarck y el crucero pesado Prinz Eugen (15.000 toneladas y ocho cañonesde 203, mm) con la misión de atacar el tráfico marítimo aliado en el Atlántico.

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JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ DE lt CÁMARA SEÑÁN

El mando de esta fuerza lo ostenta el almirante Gunther Lütjens, hombreexperimentado en la modalidad de guerra de corso por haber mandado anteriormente la agrupación que formaban los cruceros de batalla Scharnhorst yGneissenau, que también operaron de este modo.

El día 21, un avión del Coastal Command avista a la fuerza alemana en elfiordo de Kors, comunicándolo al Almirantazgo. Urgentemente son adoptadastodas las medidas posibles para evitar que los buques alemanes fuercen elbloqueo. En consecuencia, es suspendida la salida prevista hacia el Mediterráneo del crucero de combate Repulse, así como la del nuevo portaavionesVictorius. Ambos permanecen en Scapa Flow a las órdenes del almirante sirJohn Tovey, comandante en jefe de la Home Fleet, con los acorazados KingGeorge V y Rodney listos para salir a la mar en cuanto sea necesario.

El mismo día 21, el almirante Tovey envía el acorazado Prince of Wales alfiordo de Hval, en Islandia. El crucero de combate Hood ya había sido destacado a esta posición anteriormente.

A los cruceros pesados Birmingham y Manchester se les había encomendado la patrulla entre Islandia y las islas Faroe, y en el estrecho de Dinamarca sesitúa el contralmirante Wake Walker con los cruceros pesados Suffolk yNoifolk para controlar esta salida al Atlántico.

El día 22, a pesar de las pésimas condiciones meteorológicas, un aviónMaryland de la base naval de Hatson, en las Orcadas, despega y logra reconocer el fiordo de Kors, en el que no encuentra rastro alguno de la fuerza deLütjens.

En cuanto el almirante Tovey recibe la noticia, ya no duda de la intenciónde los buques alemanes de forzar el bloqueo. Inmediatamente toma las disposiciones necesarias para que la totalidad de la Home Fleet se ponga en movimiento, dirigiéndose al sur de Islandia en busca de una posición que le permita interceptar los tres pasos por los que la escuadra alemana puede intentar elacceso al Atlántico. -

En el tenebroso estrecho de Dinamarca, quesepara la gélida costa deGroenlandia de Islandia,se encontraban vigilandolos cruceros pesadosSuffolk y Noifoik. Comolos ingleses habíanfondeado campos minados en la costa noroestede Islandia, la zona devigilancia que correspondía a estos crucerosse limitaba a un paso deunas 40 millas. No eraexcesiva con buenas

Destrucción del Bismark (23-27 de mayo de 1941).60 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 69

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDiAL

condiciones de visibilidad, pero la niebla dificultaba la tarea. A pesar de todo,en la tarde del día 23, desde el Suffolk son avistados el Bismarck y el PrinzEugen navegando al sudoeste y 28 nudos. Inmediatamente se comunicó elavistamiento por radio y se procedió a seguir a los buques alemanes con objeto de someterlos a una estrecha vigilancia. Sin embargo, la niebla jugó unamala pasada al crucero inglés permitiendo por unos momentos su avistamiento desde el Bismarck, el cual, a modo de saludo, le lanzó varias salvas de 381mm que le obligaron a aumentar distancias a toda máquina.

De todas formas, los cruceros pesados de Wake Waiker estaban cumpliendo perfectamente su misión. Ya habían comunicado su avistamiento al almirante de la Flota y ahora navegaban a más de 10 millas de la formación alemana, situándose cada uno por una aleta dispuestos a mantener el contacto y ainformar de todo movimiento de la fuerza naval enemiga. Como disponían deradar, mantienen el contacto durante toda la noche, pese a que el almiranteLütjens intenta en vano deshacerse de ellos mediante acusados cambios derumbo.

Gracias a la valiosa información suministrada por los cruceros pesados, elalmirante Tovey conoce la posición de la fuerza alemana y pone rumbo oestecuarta noroeste para interceptarla. Más al oeste, el vicealmirante LancelotHolland, con el crucero de batalla Hood, el acorazado Prince of Wales y seisdestructores, pone la proa al oestenoroeste a 28 nudos.

El vicealmirante Holland era un hombre muy valiente y arrojado y probablemente pensaría que podría dar sobrada cuenta de un acorazado acompañado únicamente por un crucero pesado, ya que él contaba con un crucero de

Hundimiento del Hood. (Colección del Museo Naval, Madrid.)

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batalla y un acorazado, disponiendo en conjunto de 18 piezas de 381 mmy 356 mm frente a las ocho alemanas de 381 mm. Por otra parte, es de suponer que diera por hecho que los cruceros pesados de Wake Walker, Suffoik yNoífolk, podrían con sus dieciseis cañones de 203 mm neutralizar los ocho delPrinz Eugen del mismo calibre.

Sir John Tovey, con el grueso de la Home Fleet, navegaba a toda máquinacon el mismo ánimo de interceptación que Holland pero a mucha más distancia. Este almirante comprendía que pocas horas más tarde iba a tener lugar unencuentro con el enemigo, y la idea no dejaba de preocuparle, pues Toveysabía que Holland navegaba con su buque insignia —el Hood— en cabeza,por lo que los alemanes concentrarían el fuego sobre el crucero de combate,de mucha menos protección que el acorazado Prince of Wales.

En efecto, el Hood tenía una buena protección vertical, en el costado,barbetas, torres y puesto de mando, pero las dos cubiertas protectoras horizontales eran de escaso espesor. En un combate a corta distancia, como la trayectoria de los proyectiles es más rasante, el buque recibiría los proyectilesenemigos en los costados y soportaría bien el peso de la andanada. Sin embargo, si el combate tenía lugar a larga distancia, los proyectiles caerían desdemás altura incidiendo sobre la cubierta protectora más que sobre el costado,pudiendo llegar a perforarla e incluso a alcanzar los pañóles de municiones.Por lo tanto, a Holland le interesaba, una vez establecido el contacto, acortarrápidamente distancias para estar sometido el menor tiempo posible al fuegoenemigo con ángulo de caída de proyectiles elevado.

Durante la noche, los cruceros de Wake Walker perdieron el contactoradar, y Holland debió suponer que el enemigo había cambiado de rumbo,por lo que moderó a 25 nudos y aproó hacia el norte. Sin embargo los alemanes seguían navegando al mismo rumbo y velocidad: sudoeste y 28 nudos.Este error en la apreciación del vector del enemigo hizo perder a Holland unaimportante ventaja táctica ya que para acercarse con rapidez hay que buscarun compromiso entre el tiempo empleado en acortar distancias y el rumbo deaproximación que permita utilizar toda la artillería. Sin embargo Holland, alponer rumbo. norte perdía demora, con lo cual luego no podría hacer unaaproximación rápida y disparar a la vez con todas sus piezas principales.

A la vista de la poca visibilidad reinante, poco después de las dos de lamadrugada el almirante Holland ordenó al Hood y al Prince of Wales queaproaran al sudoeste, aunque los destructores continuaron explorando hacia elnorte. Por esta razón luego no intervinieron en el combate.

A 02.47, el Suffolk estableció un nuevo contacto con los buques alemanes.A 03.40 los buques de línea de Holland ponen rumbo oeste y aumentan a 28nudos para acortar distancias. Dos horas más tarde tenía lugar simultáneamente el avistamiento de ambas fuerzas.

Para el almirante Lütjens la aparición constituía una sorpresa pues, aunquese sabía localizado por los cruceros pesados de Wake Walker, no creía que losbritánicos hubieran podido disponer tan rápidamente de unidades pesadas enaquella zona.

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Como tácticamente se encontraba en una posición ventajosa, el almirantealemán aceptó el combate. Su idea era concentrar el fuego de sus dos buquessobre el Hood, pues sabía que estaba peor blindado, y una vez neutralizado elcrucero de combate se ocuparía del acorazado.

La agrupación alemana navegaba con el Bismarck en el segundo puesto dela formación, pues de este modo podía Lütjens mantener a raya a los crucerosde Wake Walker que le perseguían. Ahora ya no consideraba oportuno alterarel orden de sus unidades dada la proximidad del enemigo. En realidad estadisposición le favoreció, pues los ingleses, que debido a las condiciones meteórologicas no distinguían bien las siluetas de los buques alemanes a aquelladistancia, confundieron al Prinz Eugen con el Bismarck.

El almirante Holland, que navegaba al sudeste, puso proa al noroeste y a05.53 ordenó abrir fuego a 24 kilómetros, siendo respondido inmediatamentepor los alemanes. Con aquel rumbo el Hood sólo podía disparar con cuatrocañones de 381 mm y el Prince of Wales con seis de 356 mm, mientras quelos alemanes utilizaban todas sus piezas de artillería.

El tiro alemán era excelente y un proyectil del Prinz Eugen alcanzó alHood en el centro del buque causándole un incendio de proporciones considerables. A la tercera salva del Bismarck es centrado el crucero de combate, peroel almirante británico, en lugar de cambiar de rumbo para descentrarse, continuó impertérrito navegando entre aquel bosque de surtidores levantados porlos proyectiles enemigos.

Cuando por fin el almirante Holland se decide a caer a babor, ante laimplacable masa de acero y fuego que cae sobre su buque insignia, un proyectil de 381 mm del Bismarck atraviesa las dos cubiertas blindadas alcanzandoun pañol de municiones de popa.

Desde el Prince of Wales puede apreciarse como una gran explosión seguida de una inmensa llamarada envuelven al crucero de batalla. Al disiparse elhumo de esta especie de erupción volcánica, la atónita dotación del acorazado,que le sigue aguas, puede observar cómo el Hood, partido en dos, desapareceverticalmente bajo las aguas.

De los 1.419 hombres que componen su dotación, sólo tres consiguensobrevivir. De este modo el Hood repite la suerte de sus hermanos los crucerosde batalla Indefatigabie, Queen Mary e Invincible en la batalla de Jutlandia.Los británicos habían pagado un enorme tributo por el error en la concepciónde sus cruceros de combate.

El almirante Lütjens ordenó cambiar inmediatamente de blanco, y pocodespués el acorazado Prince of Wales se encontraba rodeado de piques alemanes que le impedían la observación de su tiro. En muy poco tiempo variosproyectiles lo alcanzaron, ocasionándole muy graves averías, por lo que se vioobligado a romper el contacto ocultándose en una cortina de humo para evitarrepetir la suerte del Hood. Después se incorporó a la agrupación del contralmirante Wake Waiker.

El Bismarck ha sufrido también daños durante el combate. Su velocidad haquedado limitada a 25 nudos mientras que de sus tanques de combustible

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escapan amplios regueros de petróleo que permiten seguirle la pista. Lasaverías no son muy graves, pero en estas condiciones el barco no puedeefectuar su campaña por el Atlántico. Es necesario entrar a reparar en diqueseco.

Al almirante Lütjens se le presentan dos alternativas: la primera, volver aAlemania y reparar en su base, que le ofrece seguridad y refugio. Para ellotendría que desandar el camino recorrido, y es muy probable que lo hubieraconseguido pues la forne Fleet tenía pocas posibilidades de interceptacióndada la posición en que se encontraba.

La segunda alternativa era dirigirse a la costa francesa. Saint Nazairedisponía de un dique seco capaz de albergar al Bismarck. Si Lütjens conseguíaalcanzar este punto habría logrado la reunión con los cruceros de combateScharnhorst y Gneissenau que se encontraban en el puerto próximo de Brest.No cabe duda que una agrupación formada por los dos cruceros de batalla y elacorazado podría hacer frente a cualquier convoy, por bien protegido quefuese, y además constituiría un elemento de diversión de fuerzas para elenemigo, que tendría que detraer unidades pesadas de otros escenarios parareforzar los convoyes. Además, el alcanzar la costa francesa suponía haberconseguido la ruptura del férreo bloqueo que la Royal Navy ejercía sobre losaccesos al Atlántico desde los puertos alemanes.

Por estas razones, el almirante Lütjens decide poner la proa a Saint Nazaireordenando al Prinz Eugen dirigirse al Atlántico Sur con independencia. Paradistraer la atención de los ingleses que le siguen por la popa, el Bismarckintercambia algunas salvas con los buques del contralmirante Wake Waiker,mientras el Prinz Eugen desaparece de la escena.

El resultado del combate ha sido desolador para los británicos. El Princeof Wales, orgullo de la Royal Navy, constituía todo un símbolo del poder marítimo y su hundimiento suponía un enorme desprestigio para Inglaterra, sólorecuperable mediante la destrucción del Bismarck. Para logar este objetivo,que ahora constituye la primera prioridad, hay que utilizar toda la fuerzadisponible aun cuando para ello haya que detraerla de teatros de operacionesen que su presencia es necesaria. En esta línea de actuación, desde Gibraltares destacada la Fuerza H al mando del almirante Sommerville, con el crucerode combate Renown, el portaaviones Ark Royal, el crucero pesado Sheffield yseis destructores. No cabe duda que la ausencia de esta fuerza supone un enorme vacío estratégico en el Mediterráneo Occidental, pero en la guerra es necesario adoptar este tipo de decisiones.

La Home Fleet se encontraba ahora 300 millas al este de la derrota delBismarck y el almirante Tovey destaca el portaaviones Victorius escoltado porla división de cruceros del almirante Curteis para que efectúe un ataque conaviones torpederos sobre el acorazado. Los aviones consiguen avistar alBismarck, lanzando a 00.28 del día 25 nueve torpedos de los que uno logra unimpacto sin consecuencias debido al blindaje del acorazado.

Esa misma noche el almirante Lütjens logra romper el contacto con susperseguidores inmediatos, los cruceros pesados de Wake Walker, y el

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CRUCEROS DE COMBATE EN L4 SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Bismarck permanece oculto en la densa niebla durante toda una jornadapese aque son enviados en su búsqueda un gran número de aviones. Por fin, a 10.30horas del día 26, un avión Catalina del Coastal Command logra avistar elacorazado navegando hacia el este a 550 millas al oeste de Land’s End.

Aun con el contacto establecido, la situación no era muy favorable para losingleses, pues la Home Fleet se encontraba más al oeste y no podría interceptarlo. Sólo el crucero de combate Renown, de la Fuerza H, estaba en condiciones de lograrlo, pero debido a su escaso blindaje se exponía a correr la suertede su hermano el Hood.

Poco antes de las 14.00 horas despegan del portaaviones Ark Royal quinceSwordfish para atacar al torpedo. Estos aviones, incomprensiblemente,confunden al crucero Sheffield —que había sido destacado por el almiranteSommerville— con el acorazado alemán y lo atacan obligándole a maniobrarpara evitar los torpedos, que por fortuna no logran impacto ya que por algúnfallo técnico las espoletas magnéticas los hacen estallar al entrar en contactocon el agua.

A 20.00, el portaaviones pone en el aire otros quince Swordfish. Los pilotos saben que este último ataque es decisivo, ya que si no logran que elBismarck reduzca la velocidad no podrá ser interceptado por la Home Fleet,que se encuentra en el límite de su autonomía y necesita repostar combustible,por ello están dispuestos a sacrificarse hasta la muerte con tal de conseguirimpactos; por otra parte, las espoletas magnéticas de los torpedos son sustituidas por espoletas de contacto.

Esta vez los Swordfish sí logran establecer contacto con el Bismarck, quelos somete a un fuego muy intenso; sin embargo se aproximan con gran arrojo

Hundimiento del acorazado alemán Bismarck. (Colección del Museo Naval, Madrid.

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y su audacia es recompensada, ya que logran dos impactos en el acorazado. Elprimero en el través, que el blindaje soportá perfectamente, pero el segundoalcanza la popa, precisamente en un momento en que el timón estaba metido auna banda para evitar los torpedos. Como consecuencia del impacto el timónqueda bloqueado dejando al buque sin gobierno. Ha sido un golpe de malafortuna para el Bismarck pues, si el timón llega a estar a la vía, el acorazadopodía haber continuado su rumbo gobernando con las máquinas y es muyprobable que hubiera alcanzado su puerto de destino.

Las condiciones se tornan ahora deprimentes para el Bismarck: sin gobierno, rodeado de enemigos en pleno Atlántico, sin contar con el apoyo de laLuftwaffe, que atribuye las causas de su inactividad a las condiciones meteorológicas, como si no hubieran sido las mismas para los aviones embarcadosbritánicos que se apuntaron tantos tan brillantes. Y es que la Marina debecontar con su aviación propia y disponer de ella de acuerdo con las necesidades que las circunstancias exijan. De no ser por los aviones del Ark Royal elBismarck se hubiera escapado.

En la noche, la escuadrilla de destructores del capitán de navío Vian atacaal torpedo logrando dos impactos, en versión de los propios ingleses, y ninguno según los alemanes. A 09.27, ya con luz del día, los acorazados King George V y Rodnev se acercan y abren el fuego contra el acorazado alemán que,aunque averiado, no tiene dificultad para disparar los cañones; pero los ingleses tienen la suerte de conseguir un impacto en la dirección de tiro delBismarck.

Los enormes proyectiles de 406 mm del Rodney herían ahora de muerte albuque alemán que se estaba convirtiendo en una hoguera, pero la banderapermanecía izada en el palo y la dotación combatía con bravura.

Por fin el acorazado es reducido al silencio por sus potentes adversarios, ya 10.36 una salva de torpedos del crucero Doretshire le da el golpe de graciahundiéndolo para siempre con más de 1.900 hombres de su dotación, entre losque se encontraban el almirante Lütjens y el comandante del buque, capitán denavío Lindeman.

Destrucción del crucero de combate Scharnhorst

Después de la destrucción del Bismarck el Prinz Eugen, que había logradoescapar de la encarnizada cacería, se incorporó en Brest a la escuadra constituida por los cruceros de combate Scharnhorst y Gneissenau, que al finalizarsu campaña se concentraron en este puerto francés dada la dificultad de forzarel bloqueo para regresar a Alemania.

Esta fuerza se encontraba a la espera de comenzar nuevas campañas por elAtlántico, dado el éxito de la primera, en que los dos cruceros de combatelograron hundir veintidós barcos. Para iniciar estas campañas se estaba esperando el refuerzo que constituía el Bismarck, pero su hundimiento y los continuos ataques de la RAF a los buques estacionados en Brest hicieron necesariosacar de su letargo esta fuerza.

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El crucero de combate alemán Gneissenau. (Colección del Museo Naval, Madrid.)

El almirante Erich Reader, jefe de Estado Mayor de la Marina alemana,estimaba que lo más oportuno era intentar un nuevo raid con estos barcoscontra el tráfico marítimo aliado, aprovechándose de la crisis que estabansufriendo los británicos en buques de línea, pues en el Mediterráneo acababade ser hundido el acorazado Barham y, en el Pacífico, el crucero de combateRepulse y el acorazado Prince of Wales. Pero Hitler, que temía un desembarcoaliado en Noruega, decidió enviar allí a los cruceros de combate Scharnhorst yGneissenau para colaborar en su defensa y en el ataque a los convoyes aliadoscon destino a Rusia. En consecuencia, se decidió el traslado de los dos cruceros de combate, y del crucero Prinz Eugen al Báltico para su reparación yposterior envío a Noruega.

La operación, que presentaba grandes dificultades, se inició la noche del 11al 12 de febrero de 1942, y se efectuó a través del canal de la Mancha, siendodesignado para el mando de la fuerza el almirante Ciliax, que decidió cruzar elpaso de Calais de día, pues de esta forma, aun dando por supuesto que seríanavistados, dispondrían del factor sorpresa a su favor, ya que al no suponer losbritánicos la ejecución de una operación tan arriesgada a plena luz del día erapoco probable que reaccionasen con la misma velocidad con que lo hubieranhecho por la noche, en que la fuerza de vigilancia era muy superior y laocasión más propicia para el ataque de lanchas torpederas y destructores.

La operación constituyó un verdadero éxito y en Inglaterra la opiniónpública quedó defraudada, ya que desde el siglo xvii ninguna escuadra enemiga había franqueado impunemente el canal de la Mancha.

Así pues, a finales de 1943 nos encontramos al Scharnhorst en Noruegaempeñado en la lucha contra los convoyes que abastecen Rusia.

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Desde el punto de vista aliado, la protección de los convoyes a Murmanskse consideraba una de las principales prioridades, si se tiene en cuenta laimportancia para el frente ruso del cargamento de material de guerra quetransportaban. A modo de ejemplo, podemos decir que un convoy de 20barcos podía perfectamente transportar por término medio 360 bombarderostrimotores, y 4.000 canos de combate de 30 toneladas. Se comprende, portanto, el esfuerzo empleado por la Flota alemana del Norte en conseguir sudestrucción, así como el empeño de la Home Fleet, responsable de su protección, en que alcanzasen su destino.

Estos convoyes navegaban hasta Murmansk, puerto de descarga, por la rutadel norte de Noruega. Cuanto más se alejasen hacia el norte, más largas eranlas travesías y las condiciones meteorológicas empeoraban: mares arboladas,fuertes chubascos de nieve, ventiscas y, sobre todo, una gélida temperatura enun ambiente de siniestra oscuridad. El frío era tan acentuado que hasta loscierres de los cañones se agarrotaban y la grasa de los ascensores de municiones llegaba a congelarse, siendo necesarias precauciones especiales para poderentrar en combate.

Si para evitar estas duras condiciones el convoy navega más al sur el viajese abrevia, sin embargo es mayor el riesgo de ser atacado por fuerzas desuperficie, submarinos y aviones alemanes basados en Noruega, que tratabande impedir a toda costa el abastecimiento del frente ruso.

En líneas generales, la denota de estos convoyes procedentes de Américavenía pegada a las costas de Groenlandia, Islandia, Spitzberg y, por último, ladenominada ruta del Norte, alrededor de Cabo Norte hasta Murmansk,

La protección de estos convoyes la llevaron a cabo fuerzas inglesas. Laescolta directa del convoy la constituían destructores, fragatas, corbetas ybuques ligeros antisubmarinos en general.

Además, estos convoyes contaban con grupos de apoyo de protección indirecta, compuestos generalmente por cruceros pesados y ligeros que solíannavegar apartados del convoy por el sur, por donde normalmente se esperabanlos ataques alemanes. Los convoyes que se dirigían a Rusia se denominaban«JW» y los que regresaban vacíos «RA».

El convoy aliado JW 55B había salido de Loch Ewe en la tarde del 20 dediciembre de 1943. Estaba formado por diecinueve buques de transporte, tresde los cuales eran petroleros, y su escolta de protección inmediata la componían diez destructores, dos corbetas y un dragaminas.

A la vez, otro convoy —el RA 55A—, compuesto por veintidós carguerosen lastre escoltados por diez destructores, tres corbetas, y un dragaminas,aparejaba de Kola hacia el oeste, de modo que ambos convoyes se cruzasen enel meridiano de la isla de los Osos.

El vicealmirante Burnett, con una fuerza compuesta por los crucerosBelfast (buque insignia de 11.500 toneladas y 12 cañones de 152 mm), Sheffleid (10.000 toneladas y 12 cañones de 152 mm) y Nofolk (10.000 toneladasy ocho cañones de 203 mm) estaba encargado de la protección inmediata deldoble movimiento.

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Además, el almirante sir Bruce Austin Fraser, comandante en jefe de laHome Fleet, había salido de Islandia poco antes de la medianoche del día 23con el acorazado Duke of York, de 38.000 toneladas, el crucero Jamaica ycuatro destructores.

Era Fraser un marino de los que no cambiaba un puesto de importancia enel Almirantazgo por la satisfacción de dirigir las operaciones desde el puentede un acorazado. Inteligente, de gran valía y amor a la responsabilidad, susoportunas disposiciones fueron las conducentes al éxito de la operación.

El convoy JW 55B había sido avistado el día 25 por un avión de reconocimiento alemán, y confirmado posteriormente por un submarino, y el mismodía a las 19.00 horas aparejaba del fiordo de Alta el crucero de batalla Scharnhorsí acompañado de cinco destructores. Las condiciones meteorológicas eranmalas, con un viento de SSE de unos 40 nudos, y continuos chubascos delluvia y aguanieve.

Este grupo de combate lo mandaba el contralmirante Bey, cuya idea erainterceptar el convoy a la altura de la isla de los Osos. Este hombre corpulentoera un destacado marino muy querido por sus hombres, que lo considerabande corazón de oro dentro de una tosca envoltura. Jefe nato de los destructores,desde sus tiempos de alférez de fragata no ha pisado la cubierta de un barcogrande y, como casi todos los oficiales de barcos pequeños, es de una ampliacomprensión y gran corazón hacia sus hombres, que son capaces de hacercualquier cosa por él. Era un hombre acostumbrado a las decisiones rápidas yanimado por un alto espíritu de acometividad.

Como en Londres se captaron los mensajes de avistamiento del convoy, elalmirante Fraser supuso que los alemanes tratarían de interceptarlo con lasfuerzas de superficie basadas en Noruega, por lo que ordenó al jefe de laescolta del convoy RA 55A —que aún no había sido descubierto— destacarcuatro destructores para que se incorporasen a la escolta del JW 55B; de estemodo, contando este convoy con una escolta de catorce destructores y laprotección inmediata de los tres cruceros de Burnett, se le podrían causardaños al Scharnhorst tales como para permitir a Fraser interceptarlo con elDuke of York.

A raíz de unas comunicaciones inalámbricas sostenidas desde el Scharnhorst con su base, la presencia del crucero de combate en la mar fue descubierta por los ingleses, y Fraser ordenó al convoy dirigirse hacia el norte paraevitar la interceptación, y a Burnett que se acercase para darle proteccióninmediata con sus tres cruceros.

A 07.00 del día 26, el contralmirante Bey había ordenado a los destructoresefectuar una barrera de exploración hacia el SW, el crucero de combatesiguiéndoles a 10 millas. Probablemente hubiera localizado al convoy de noser por el oportuno cambio de rumbo hacia el nordeste ordenado por Fraser.

A 08.34 el Norfolk detecta al Scharnhorst por radar. Poco después esdetectado también por los otros dos cruceros, ordenándose al convoy rumbonorte. Los destructores de escolta se dirigen a interponerse entre el Scharnhorst y el convoy.

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A 09.30, aún de noche, el Noifolk lanza una salva de proyectiles iluminantes que le permiten ver la silueta del crucero de combate, logrando sobre él acontinuación un impacto de 203 mm que destrozó la antena del radiotelémetro. Los alemanes, que fueron sorprendidos por el enemigo, pudieron comprobar la eficacia del tiro con radar del crucero británico.

El contralmirante Bey supone que le acaba de agredir el buque más fuertedel convoy, y que éste se encuentra más al norte —en realidad los transportesestaban más al oeste—, por lo que el crucero de combate rompe el contactodirigiéndose hacia el norte. Bey no es un hombre que ceda al primer contratiempo, y pese a que se ha quedado sin radiotelémetro y conoce las posibilidades del adversario para tirar con radar, no se resigna a dar por perdida la partida. Esto ocurría a 140 millas al NNW de Cabo Norte.

El almirante Fraser, informado por el Noifolk de la presencia del enemigo,hace forzar las máquinas del Duke of York, dirigiendose a la máxima velocidad al encuentro del crucero de combate.

Combate del Cabo Norte (26 de diciembre 1943).

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Los cruceros de Burnett, al perder el contacto con el Scharnhorst, se habían dirigido hacia el convoy colocándose a 10 millas por su proa.

Hacia el mediodía el crucero de combate vuelve a establecer contacto balístico con los tres cruceros pesados enemigos, pero esta vez el Scharnhorst no es•sorprendido y los mantiene a raya, así como a cuatro destructores que habíansido destacados del convoy. El Noifolk recibe dos impactos de 280 mm, uno delos cuales le inutiliza una torre de 203 mm y el otro le deja sin radar.

Ante la presencia de tantos buques de guerra Bey tiene la sospecha de quepueda tratarse de la descubierta de una fuerza mayor, por lo que, ante el temorde una emboscada, a 12.4 1 ordena cesar el cañoneo y romper el contacto, dirigiéndose el Scharnhorst al sur con la proa a Cabo Norte. El contralmiranteBey ordena también a sus destructores —de los que se había mantenido separado desde antes de establecer el primer contacto con el enemigo— que sedirijan a su base.

Poco después se recibe en el Scharnhorst un mensaje en el que se informaque un avión había detectado a una formación enemiga al noroeste de CaboNorte, pero no se señala la presencia del acorazado. El almirante alemán notoma ninguna medida especial y se limita a informar de la hora de llegada a subase.

Los cruceros británicos se sitúan por la aleta del Scharnhorst, manteniendoel contacto radar e informando de sus movimientos al almirante Fraser, que seaproxima por el oeste a gran velocidad.

A 16.17 el Duke of York obtiene contacto radar con el Scharnhorst a 41.600metros y a 16.47 la artillería del acorazado abre fuego, alcanzando la primerasalva al crucero de combate e inutilizando una torre de 280 mm.

El sorprendido Scharnhorst cae rápidamente al norte, llevándose otra desagradable sorpresa al encontrarse ahora con el fuego de los cruceros deBurnett, que no habían perdido el contacto radar desde el último combate.

Machacado por poniente y por el norte, el Scharnhorst pone rumbo al estepara escabullirse de aquella jauría, a la vez que responde con su artillería de280 mm y 150 mm.

Como el crucero de combate tenía más potencia que el acorazado, lasdistancias empezaron a aumentar, y tal vez hubiera conseguido evadirse de noser porque a 18.20 un proyectil del Duke of York le alcanzó destrozándole unacámara de calderas y seccionando la tubería de vapor principal, obligando areducir velocidad a 22 nudos: era el fin.

Los destructores Savage, Saumarez, Scorpion y Stord, que habían sidodestacados por Fraser para intentar detener al buque alemán, logran por finalcanzar la posición de lanzamiento y envían entre todos ellos 28 torpedossobre el desgraciado Scharnhorst, consiguiendo varios impactos que dañan demuerte al crucero de combate, que ahora ve reducida su velocidad a 10 nudos.

Poco después, el Duke of York y el Jamaica vuelven a abrir fuego desde 9.600 metros, multiplicándose a partir de entonces los impactos en elbuque alemán que, pese a todo, continúa disparando con toda la artilleríadisponible. A 19.12 se suman a la acción los cruceros de Burnett, que habían

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JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA SEÑÁN

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El crucero de combate alemán Scharnhorst. (Colección del Museo Naval, Madrid.)

quedado atrás, y un auténtico infierno se desborda sobre el Scharnhorst, quelanza todos sus torpedos sobre el enemigo.

Poco a poco se va quedando sin velocidad, y laescora es tan pronunciadaque los ascensores dejan de funcionar, quedando los cañones sin municiones.El hundimiento es inevitable y el comandante del barco, capitán de navíoHintze, da la orden de abandono del buque, entregando tanto él como el almirante Bey sus salvavidas a marineros que no los llevaban.

A 19.45, después de una gran explosión, el crucero de combate alemándesaparece bajo las aguas. Solamente 36 hombres pudieron ser salvados,quedando 1.803 en las heladas aguas del Artico.

Bibliografía

BUSH, Fritz Otto: La tragedia de cabo norte. Madrid. Ed. Naval, 1959.CARRERO BLANCO, Luis: España y el mar. Madrid. Ed. Naval, 1941.DE BELOT, R.: La guerra aeronaval en el Mediterráneo, Atlántico y Pacífi

co. Madrid. Ed. Naval, 1962.SIERRA de la, Luis: La guerra naval en el Atlántico. Barcelona. Ed. Juven

tud, 1974.GRENFELL, Russel: The Bismarck episode. The hunting of the Bismarck.

Londres. Faber and Faber, 1949.PIccoLo, Máximo: Los corsarios del Tercer Reich. Barcelona. Ed. de

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CRUCEROS DE COMBATE EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

RAMÍREZ GABARRÚS, Manuel: Cruceros de batalla. Medio siglo de HistoriaNaval. Madrid. Ed. Naval, 1916.

ROSKILL, S.W.: La insignia blanca. México. Ed. Herrero, 1964.WARNER, Oliver: Grandes batallas navales. Barcelona. Plaza & Janés, 1964.

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ria vivida.• Indice de la sección Docu

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ria Marítima en el mundo.• Indice de la sección Recen

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DEHISTORIA NAVAL

INDICES DE LOS CINCUENTAPRIMEROS NÚMEROS

NÚMERO EXIRAORDINARIO

AÑO X2V 2996 Númoro E*Ira

INSTITUTO DE WSTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESW.ROLA

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INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVAL

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AGOSTO DE 1812: EL NAUFRAGIODEL SAN SALVADOR EN LA BAHÍA

DE MALDONADO

Alejando N. BERTOCCHI MORANHistoriador naval

La historia en muchas ocasiones nos muestra que un detalle, un accidente oun hecho inesperado puede torcer las ruedas del destino y, con éste, el rumbode sociedades enteras. Los ejemplos similares sobran en los cuatro puntoscardinales del orbe, a veces donde no sólo impera el factor humano, sinodonde surge la furia de la naturaleza desatada, que en la época que debemos•relatar significaba una ordalía imparable, pues la fuerza de los vientos y lasaguas eran peores para aquellos buques de vela sujetos al arbitrio de la providencia.

Los hechos desatados en 1808 por la injerencia napoleónica en España hansido comentados por centenas de historiadores a lo largo y ancho de estemundo. La «comedia» de Bayona, el magnífico e inmortal 2 de mayo, laguerra de Independencia, las Juntas y las Cortes de Cádiz fueron excesivospara aquel gigantesco dominio «donde no se ponía el sol», ya que supusieronel inicio de la desintegración de la España americana en esta constelación depueblos que hoy conocemos. A tales análisis nos debemos remitir frente a lavastedad de lo que se ha escrito sobre tan importante tema, que dado esto último, siempre permanecerá vigente.

El año de 1812 debe considerarse el nudo central para este trabajo, siendoel desarrollo seguido por las Cortes de Cádiz el esquema que permite explicarel momento histórico que se vivía tanto en la Madre Patria, como en estepreciso caso, en el Río de la Plata.

Durante el período orgánico de las Cortes gaditanas se realizaron tresnombramientos del llamado Consejo de Regencia, hechos señalados en laturbulenta crónica de esa hora crucial. La denominada como «regencia delQuintillo» fue quien más se preocupó de los acontecimientos que se daban enlos territorios americanos, totalmente conmocionados por la situación que sevivía y sufría a ambos lados del Atlántico. El desquiciamiento de los asuntoseuropeos estaba dando al traste con aquel imperio ejemplar que tanto habíacostado instaurar y que nunca, casi en toda su historia, había dado ejemplos dedesobediencia hacia la Madre Patria. Así lo dice la crónica.

Por ello, dada esta situación, la opinión del Consejo de Regencia se dividióante los hechos que se estaban dando allende las aguas, y unos se decantaronporque consideraban a la Nueva Granada como la zona central donde se debían reforzar los esfuerzos para controlar el territorio indiano; otros hablaban

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ALEJANDRO N. BERTOCCHI MORÁN

del Río de la Plata, que en este año señalado se hallaba en plena efervescenciaal compás del juntismo bonaerense, que desde aquel 25 de mayo de 1810regía como suyo gran parte del virreinato platense, y en tamaño caso, soloexistía una plaza, un firme reducto donde, desde él vamos de esta hora, seestrellaban todos los esfuerzos de Buenos Aires para dominar de una buenavez todo el territorio con plena seguridad.

San Felipe y Santiago de Montevideo —la «muy fiel y reconquistadora dela invasión inglesa», la ciudad de la Junta del memorable 21 de septiembrede 1808, que había jurado lealtad a Fernando VII por vez primera en lasIndias— se alzaban con una resistencia numantina ante la imposición de loshechos que sacudía a todo el mundo hispánico, desde la península a las Filipinas.

El enfrentamiento entre ambas orillas del Río de la Plata conducirá en susavatares políticos a una situación en que Buenos Aires buscaría por todos losmedios controlar los movimientos de la Banda Oriental. Indefectiblemente,esto llevó a la injerencia de Portugal y Gran Bretaña en la región, y aun a lapresencia asimismo de enviados de Napoleón, que contribuyeron a entreverarde confusión todo el momento con idas y venidas. La misma princesa CarlotaJoaquina, desde Río de Janeiro, contribuyó con sus intrigas con parte de laopinión bonaerense a complicar en grado sumo toda una hora en que se jugaba el destino del territorio. De este espacio histórico mucho han comentadolos analistas y a ellos se remitirá al lector.

La plaza de Montevideo, primer puerto del Plata, desde el inicio se viositiada desde tierra en forma irregular, tanto por las fuerzas enviadas porBuenos Aires corno por las tropas a las órdenes del caudillo oriental José Artigas. La escuadra del Apostadero mantuvo incólume el contacto con Ultramar,pese al notorio abandono en que se hallaba todo lo referente a la comunicación entre las autoridades juntistas peninsulares, y asimismo fue el sostén dela población montevideana, ya que sus incursiones permanentes en todas lasriberas de los ríos Uruguay, Paraná y Plata conseguían los vitales bastimentospara la subsistencia, Notables jefes como Romarate o Primo de Rivera, sehallaron en tales trances, y a ellos se debe la supervivencia de la plaza.

Mucho se ha escrito sobre esta hora augural donde resalta la lucha bonaerense por lograr una escuadra, la que, finalmente, al mando de GuillermoBrown será la que concluirá —en el combate naval del Buceo— con la existencia del Montevideo hispánico, al cortar el cordón umbilical que la unía alexterior. Esto se vivirá en 1814, año donde, justamente, el «Deseado» volvíaal trono pero el hecho que vamos a relatar ocurrirá en el año de 1812, cuandola Banda Oriental se hallaba en una situación donde el vacío de poder consumaba todo el momento histórico, quedando patente la falta de hombres ymedios con que se hallaba la plaza montevideana, que no podía aprovecharesto por carecer de fuerzas de tierra.

Las tropas portuguesas que habían penetrado en la Banda Oriental, mercedal pretexto obtenido con la complicidad, tanto de Buenos Aires como deMontevideo, en el año de 1811, habían evacuado en su casi totalidad lacampaña oriental, mientras las fuerzas al mando de Artigas se hallaban en el

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AGOSTO DE 1812: EL NAUFRAGIO DEL SAN SALVADOR ENLA BAHÍA...

litoral del río Uruguay, donde se habían establecido luego del «éxodo delpueblo oriental» (1).

Desconocemos el proceso que en los recintos de dirección en la penínsulaibérica hizo que se resolviera enviar refuerzos a Montevideo. Lo cierto es queen tal menester todo significó un notable esfuerzo en un momento asaz difícilpara la causa patriota, con una atroz guerra de desgaste que se halla presenteen la memorable crónica de esta hora.

La bibliografía uruguaya abunda en detalles acerca de la situación deMontevideo en este año de 1812. La población alcanzaba las 16.000 almas,cosa muy especial en el terreno que comentamos, ya que el estado de sitioirregular que se sufría desde los hechos del año de 1811(2), hacía que la esperanza de supervivencia de la plaza se apoyara, indefectiblemente, en el arribode refuerzos desde España. De acuerdo a lo establecido, salvo la escuadra,todo el esfuerzo debía provenir en este norte y por ende el caso que relatamossignificará un esclarecedor detalle que marcará, en gran parte, la fortuna delproceso general de la lucha por el control de Montevideo y, por ende, delmismo Río de la Plata.

En el mes de noviembre de 1811 se firmaba en Cádiz un decreto donde seestablecía el envío de refuerzos a la sitiada plaza de Montevideo, correspondiendo tal honor al tercer batallón del Regimiento de León, llamado «El arcabuceado» en la voz popular (3), el que arribó a destino el día 16 de febrerode 1812 con unas 400 plazas.

En estos meses se anunció, tanto en Cádiz como en la misma Montevideo,que este arribo era sólo la cabeza de un fuerte contingente que se enviaría alPlata, en ayuda de una causa que nunca se consideraría perdida. Esto representa una muestra de cómo las autoridades peninsulares, pese a la situación

(1) Luego de que Montevideo no reconociera a la Junta de Buenos Aires, se inicia ellevantamiento de la Banda Oriental al influjo del caudillo don José Artigas. Empero, todoculmina cuando Buenos Aires firma un pacto con el virrey Elío que levantaba el sitio deMontevideo, situación que obliga a Artigas a evacuar la campaña oriental, seguido en la emergencia por la enorme mayoría de la población del territorio, hacía el Ayuí, 500 kilómetros alnorte de Montevideo.

(2) Sobre el estado interno de la plaza montevideana las fuentes difieren de forma notable. A la hora de la capitulación en 1814, del ejército inicial que poseía Vigodet, de unos 3.900soldados, sólo quedaron en pie unos 1.200. Como es conocido, unos 800 de estos hombres sevieron obligados en su mayoría a integrarse en el ejército de Buenos Aires que operaba en elnorte argentino, que finalmente se sublevaron en Jujuy, siendo internados en Tucumán.

(3) El origen de León, semejante al de Burgos y otros Tercios de los llamados Provinciales Nuevos, se remonta a las Reales Cédulas expedidas por Carlos II y dirigidas a los Corregidores de las Provincias, mandando crear un Tercio en cada una de ellas. El Tercio de Leóndebía concurrir al Ejército de Flandes, adonde nunca llegó a] dársele otros destinos. La Ordenanza de 1707 suprimió la denominación de Provincial y transformó el Tercio en Regimiento.A fines de la Guerra de Sucesión fue sorprendido por los insurgentes catalanes en númerosuperior, que capturaron gran parte de sus efectivos, los que luego de prisioneros fueron fusilados sin misericordia. Por este sacrificio, León adquirió el sobrenombre de: «El arcabuceado».ALVAREZ MASSINI, Rubén y SANSÓN, Alfredo: Notas sobre el Ejército español en la Bandaoriental. Estado Mayor del Ejército. Montevideo, 1978.

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ALEJANDRO N. BERTOCCHI MORAN

que se vivía en España, daban una extrema importancia a la conservación delVirreinato rioplatense, cosa que desmiente gran parte de la opinión historio-gráfica local. El «antemural» de que hablaba don Pedro de Cevallos, el primervirrey, aún contaba con predicamento en la Madre Patria y por ello se dispuso,en el mes de mayo de este año ya señalado, la partida de más plazas haciaMontevideo, en un abnegado esfuerzo dado lo comentado anteriormente, cuyavisión se halla a mano de todos en las letras de la historia española.

El segundo batallón del Regimiento de Albuhera y cuatro compañías delRegimiento de Voluntarios de Madrid serían los que debían embarcar en elmes indicado, siendo el navío mercante San Salvador, al mando de don JoséAlvarez, el medio empleado para tal fin (4). De tal forma se consumaba partedel destino de estos hombres y de su misma misión, la que se había fraguadoen la hora más difícil para la Madre Patria, corno si ésta no necesitara de todossus hijos para lograr su propia supervivencia.

El 14 de mayo de 1812 es la fecha de partida del puerto gaditano y de aquíhasta el día 29 de agosto —cuando se notifica al piloto del puerto de SanFernando de Maldonado, Antonio de Acosta y Lara, que debe embarcar en elmismo para conducirlo a seguro al abrigo de la ensenada— poco se conocesobre su travesía hacia el Río de la Plata.

Sobre el caso puntual del naufragio del San Salvadoi; el autor debe transcribir parte de lo publicado por el historiador uruguayo don Alfredo KonckeMiranda, uien amén de esto, fue integrante de grupo de buceo que participóen el hallazgo del pecio en las salobres aguas de Punta del Este. Lo escrito sebasa en los partes elevados por Agosta y Lara a la autoridad montevideana.Sobre este marino sevillano sabemos que vivió íntegramente todo lo acaecidoen la región platense desde su misma llegada al país. Incluso cuando porprimera vez gozaba de la sugestiva navegación por el «río corno mar», tuvo lamala fortuna de que la fragata Asunción, donde había embarcado para arribara su destino, embicara sobre las rompientes del Banco Inglés con su pérdidatotal y la consiguiente mortandad que causó honda impresión en aquella horaaugural. También, según lo señala Homero Martínez Montero en su reconocida obra sobre el Apostadero Naval de Montevideo, Acosta y Lara tuvo queenfrentar a una delicada situación en el año de 1808, al hallarse entre losfuegos del virrey Santiago de Liniers y el volcánico gobernador de Montevideo, don Francisco Xavier de Elío, todo en un momento crucial en estos territorios.

«El día 29 de agosto, Acosta y Lara fue comisionado por el teniente gobernador de Maldonado para que se trasladara “a la punta del este de este puerto”. Una vez allí y a las once de la noche, en la lancha de la pesca de la isla deLobos fondeada en ese lugar, se trasladó: “... a bordo del navío que al oscurecer quedaba sobre la playa de San Raphael, el que creíamos ser el Salvador

(4) Fueron muchas las idas y venidas burocráticas en la partida del buque. Según elarqueo final embarcaron el día indicado unas 608 personas.

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con el fin de proporcionarle práctico que según su derrota había indicadonecesitarle, acompañándome con ese objeto el único que hay aquí de nombramiento Martín Pascual y asimismo de orden de dicho teniente gobernadorvino con nosotros el alférez de Voluntarios de ésta don José Ynchausty. El 30amaneció con tiempo bonancible encontrando al navío al SE de la actualPunta del Este y a una distancia estimada de 3 millas. El capitán don JoséAlvarez resolvió dar la vela para entrar en el puerto —la bahía de Maldonado—, pero la falta de gente de la cual carecía el navío —tengamos en cuentaque era un transporte de tropas y artillería— hizo que la maniobra de levaranclas se demorase, interín en el cual el viento borneó al NE».

Ante ello ciñeron al NNW y efectuaron un bordo que lo ubicó cerca de lapunta de la Ballena, luego de lo que el capitán Alvarez ordenó virar por redondo, maniobra ésta que demoró muchísimo perdiendo el barlovento. El viento aesta hora era arrachado y por no tener suficiente gente idónea no pudieron izarla mayor. El navío volvió a virar al NNW tratando de fondear, lo que se logróal SW del puerto y a 3 millas de la punta de la Ballena, lugar consideradoadecuado por el práctico y permanecieron allí hasta el anochecer. Acosta yLara sugirió al coronel comandante de la tropa que estando el viento favorabley fresco podían seguir rumbo a la plaza de Montevideo y éste le contestó convarias razones «... que le obligaban a no desamparar la boca de este puerto...».Durante todo el día y la noche siguiente sopló borneando de NE al E con diferente intensidad. El 31 amaneció neblinoso y pudieron comprobar a las sietede la mañana que la punta de la Ballena estaba al N de la posición del navío ya una distancia estimada en 7 u 8 millas, lo que indicaba, sin género de dudas,lo mucho que garrearon durante la noche. Trató entonces Acosta y Lara,acompañado por el alférez Ynchausty, un oficial de las tropas y un canónigoque viajaba como pasajero, de intentar llegar a la costa en la lancha que lohabía llevado a bordo del navío. Pero su intento fue impedido al aumentar lacerrazón y perder de vista la punta de la Ballena, arriesgando al mismo tiempoperder de vista al navío, ya que no disponía la lancha de «auja». Al ganarintensidad el viento decidieron suspender la travesía. A las dos de la tarde elviento borneó al S haciéndose más intenso. Dice más adelante Acosta y Lara«... y serían como las tres y media cuando dimos la vela con las gavias, el trinquete y juanete mayor, tiempo cubierto de cerrazón con el fin, si no de tomarpuerto por cerrarse la noche a lo que el práctico no se determinaba, a lo menosfondear a la boca para que se remediaran lo más pronto posible las urgentísimas necesidades de todos...». El práctico ordenó un rumbo NE y luego NNEdirigiendo el navío hacia el puerto, reconociendo plenamente la punta de laBallena, la costa, la isla Gorriti y la punta del Este. Relata Acosta y Lara quele insistió al práctico acerca de buscar protección contra la isla, respondiéndole éste que dicha isla despedía una punta bastante hacia el norte. No hay dudaque se refería al bajo conocido actualmente como bajo del Monarca o al banco’de arena que iniciándose en la punta NE de la citada isla se proyecta en esamisma dirección varios cientos de metros. El práctico que en esas circunstancias buscaba aproximarse más a la costa para ganar más fondo, mandó prime

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ro cargar el juanete y luego el trinquete. Navegaba entre dos luces tratando dealcanzar la relativa protección del fondeadero cuando el navío, que según lospilotos venía calando entre los 21 y 22 pies, tocó con la quilla el fondo, perosin detener su marcha y siguiendo su derrota.

Ante lo ocurrido, el práctico mandó fondear con velacho y sobremesana ycon la sondaleza en la mano verificó 5 brazas, encontrándose a esta altura elnavío más próximo a la costa que a la isla. Seguidamente el práctico mandófondear un anda, lo que el capitán ordenó, pero ésta aparentemente no diofondo, se arrió el velacho y la sobremesana, pero el navío no aproaba al viento, lo que hace pensar que el anda no se tenía; ante esto el práctico ordenó darfondo a otra anda. Aún con las dos anclas el navío no presentaba y el vientosoplando ahora del SW aumentaba rápidamente su intensidad. El navío continuaba garreando y ni siquiera se lanzó el anda cuando intentaron con lasegunda de éstas, maniobra que demoró más de lo conveniente e inexorablemente iba disminuyendo la distancia de la costa y por consiguiente aumentando el peligro. Transcurrió una media hora aproximadamente y el navío que«... iba dando culadas...» varó súbitamente de popa, debido a lo intenso de lamarejada; y la proa poco a poco, a causa del viento que aumentaba momento amomento, giró hasta que el navío quedó tumbado sobre la amura de estribor.Sondaron 3 1/2 brazas, fondo de arena, el viento iba aumentando su furia acada instante y entonces se tomó la única determinación posible en talescircunstancias: picar primero los masteleros para casi de inmediato picar lospalos. Tratemos de imaginar qué terrible escena: en medio de aquel pamperoensordecedor y en la más completa oscuridad el navío tumbado sobre estribor,palos, cordajes, todo tipo de objetos diseminados por la inclinada cubierta, lasolas barriendo la misma y lo peor, sin marinería avezada para las maniobras yla poca disponible sin ninguna disciplina ni correctamente distribuida, y quédecir de las tropas transportadas, éstas, aunque sumaban muchas almas, fueronprimero presa de la confusión y luego del más completo desorden. Durante lalarga noche hubo un momento en que el vendaval amainó y el mar se calmóalgo, momento éste que podría haberse aprovechado para conducir parte de losnáufragos a tierra si se hubieran tenido embarcaciones adecuadas. Lamentablemente, de las cinco que se tenía originalmente, un bote se destrozó al caerleencima el palo de mesana; otro se fue a pique; un bote grande estaba dentro dela lancha y tampoco podía pensarse en echarlos al agua desde que al estar todala arboladura caída colgando de la amura de estribor, la maniobra era impracticable. Increiblemente, la única embarcación disponible era una pequeña lanchaque estaba a popa y sobre la cual caían las olas que golpeaban furiosamente elcasco por babor. En tales circunstancias se ordenaron disparar tres cañonazoscomo señal de petición de auxilio; desde la costa contestaron con tres o cuatrograndes fogatas que evidentemente era lo único que podía hacer.

Al llegar el día el navío presentaba la borda de sotavento completamentedebajo del agua y no quedaba ni en el maltrecho navío, ni en sus proximidades elementos a flote como para que, asidos a ellos, los náufragos pudieranllegar a la costa.

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Mientras tanto el temporal no daba señal de decrecer en su intensidad.Estando las cosas así planteadas se resolvió echar al agua la pequeña lanchaque estaba a popa. Con enormes dificultades se llevó a cabo la maniobraarriesgando perder la embarcación a cada instante, debido en gran parte alestado de agotamientó general que reinaba y que se reflejaba en: «... lo cadáverico de los semblantes...». El capitán dispuso entonces que se embarcara enla lancha a las señoras que tenían a bordo, pero eso era impensable, ya que nopodían desplazarse por entremedio de los cordajes y las maniobras caídassobre la cubierta. Aprovechando la oportunidad, varios individuos, ocho odiez, abordaron la lancha por los palos. El capitán Acosta y Lara y dos o trespersonas más lo hicieron por la borda, realizando el embarque sin problemas,poniendo rumbo a la costa, donde desembarcaron a las 8.30 de aquella mañana. Hasta aquí el comentario sobre el parte de Acosta y Lara, que enviaraluego de reponerse y que termina de la siguiente manera: «... no quedo enfermo de la vista y cara, sin poder salir de mi casa a causa del pasado padecimiento y, por tanto, no puedo dar a Vs. Excelencia un detalle de la cantidady calidad de individuos salvos y náufragos. Maldonado, 2 de septiembrede 1812...».

El siguiente documento referido al naufragio está fechado en la mismaciudad y lo firma el capitán çle fragata don José de Obregón, y está dirigido alcomandante general de Marina del Apostadero de Montevideo, capitán denavío don Miguel de la Sierra. El mismo se inicia con la siguiente frasedemostrativa del estado de ánimo que embargó al comandante Obregón en lainstancia: «... a mi arribo a ésta sólo encontré completado ya el más horrorosode los desastres...». A continuación considera que la causa principal del suceso fue la ignorancia de los responsables del navío en materia de navegación, yrelata que luego de hacer desguazar la cubierta del alcázar y parte del combés,que salieron a la playa, solamente se pudieron recuperar doce fusiles, muchasbayonetas y cartucheras, setenta u ochenta uniformes e igual cantidad decapotes. Establece también el parte que el total de soldados que se salvaronasciende a ciento veintisiete (5).

Así culmina este estremecedor relato que efectúa, en el papel, quien fueespectador bajo las aguas del descubrimiento del pecio, y con esta visión, todoun espectáculo inolvidable donde aún se advierten detalles de época de estesuceso, sin duda como lo señala la crónica: «el mayor naufragio con pérdidade vidas de toda la historia del río de la Plata».

En cierto modo, el impelente que llevó al hallazgo del San Salvador fueronlos trabajos sobre otro archifamoso pecio que se ubica en las proximidades: elHMS Againennon, uno de los buques de Horacio Nelson, perdido el 16 dejunio de 1809. Sobre uno u otro de estos navíos, la prensa se ha despachadoen innumerables artículos y ello se ha visto reflejado en la aparición de lainevitable literatura menor que, pese a todo, al menos sirve para que el públicotome interés por la historia marítima.

(5) KONCKE MIRANDA, Alfredo: Naufragio de relevancia en la Bahía de Maldonado.Academia Uruguaya de Historia Marítima y Fluvial. Montevideo, 1999.

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En el exclusivo caso del barco español, corresponde el comentario de aquellos que han buceado en su entorno, pues se han visto sorprendidos por elespectáculo que tenuamente dejan ver las arenas puntaesteñas. Se habla delperfecto estado de los restos de la tragedia, cosa que embarga el alma, pues seven algunas osamentas con sus uniformes y armas, como si el tiempo hubieraquedado suspendido en este cementerio marino. Todo significa que el trabajode recuperación del pecio deberá ser encarado por especialistas y en un marcode respeto necesario con las circunstancias tan sugestivas de este drama, conla pérdida de cerca de 500 almas, en una de esas tormentas tan acostumbradasque cada dos por tres se da en el Río de la Plata. Las autoridades uruguayas yespañolas deberían muy prontamente aventar su burocracia y encarar lostrabajos cuanto antes, pues el casco se halla a sólo metros de la rambla puntaesteña y su bullicio, mientras las aguas son cruzadas por decenas de embarcaciones deportivas que constantemente lanzan sus anclas sobre la zona.

Si retornamos al inicio de este trabajo y a la esencia del mismo, rememoramos la crónica de los días finales del Montevideo hispánico, con sus pesadasservidumbres y dificultades, que hacían a la falta de hombres y medios paramantener su supervivencia, mientras de la lejana península no arribara elansiado auxilio. En este inciso debemos ubicar al San Salvador, pues su pérdida significó algo difícil de cuantificar en una hora donde todo servía, cuandosobre la plaza se cernía la señal de una nueva embestida.

El día 31 de diciembre de este terrible año de 1812, en las faldas del Cerrito, elevación que se alza dominante a unos 6.000 metros al NE de las murallasde Montevideo, cerrando las salidas a campo abierto, se dio una de las batallasmás decisivas de todas aquellas libradas en la comarca rioplatense, cuyodesenlace selló en gran parte el destino de la plaza. La misma tuvo tan cruentodesarrollo, que por dos veces la bandera del Rey flameó en su altura, siendosaludada por las baterías de las murallas y los vítores de los sitiados. Emperodicho momento poco duró y también, por dos veces, la cumbre fue ganada a labayoneta por el adversario, todo en el marco de un combate de Infantería, deida y vuelta, como pocos se han dado en la larga historia bélica de estastierras.

En aquella hora, los montevideanos hicieron una salida general al mandodel propio gobernador, el mariscal de campo don Gaspar de Vigodet, buscando aprovechar la madrugada para sorprender a las fuerzas del general don JoséRondeau, cuyo campamento se hallaba en las cercanías de esta altura señalada. El total de los efectivos de Montevideo alcanzaron los 1.400 hombres detodas las armas, que según recomendación del estado mayor de la plaza eraprácticamente salir con todo lo que se podía, en la esperanza de romper elcerco y dilucidar la lucha. Empero, tras más de 6 horas de combate, Vigodetdebió repasar la puerta de la ciudadela en total derrota, quedando en el campodel honor los restos de su armada, y entre éstos el cadáver del brigadier Vicente María de Muesas, figura conocida de la historia de la Banda Oriental.

La épica batalla del Cerrito «de la Victoria» —como hoy se la conoce— sehalla plena de hechos cargados de emotividad y gloria militar, por ambos

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AGOSTO DE 1812: EL NAUFRAGIO DEL SAN SALVADOR ENLA BAHÍA...

bandos, enfrentándose en sucesivas cargas varios de los jefes más destacadosde la hora, peninsulares y americanos, mezclados bajo una u otra bandera,como lo señala la crónica de esta guerra civil fratricida.

El dramático desarrollo de esta acción estuvo en tablas casi hasta su mismodesenlace. Así lo indica la pluma de los historiadores de este hecho. No se diotregua, ni la misma se pidió por alguno de los jefes, siendo el mismo Vigodetquien tocara retirada, al caer por segunda vez la cumbre del Cerrito, empresaque las armas del Rey no podían encarar por falta de medios y hombres.Nunca más las fuerzas dél Montevideo hispánico efectuaron una salida talcual ésta hasta la capitulación final de junio de 1814, y todo quedó resumidoal camino de la mar, único sostén del reducto: los buques del Apostadero.

Lo acaecido en aguas de la ensenada de Maldonado, sólo cuatro mesesantes de esta gran acción terrestre, tuvo su peso en el resultado de ésta, pues lapérdida tan dolorosa de tantos hombres y armas dejaron a San Felipe y Santiago de Montevideo totalmente expuesto al uso de sus menguadas fuerzas ybajo un panorama tan negativo, como así lo expusieron los jefes que decidieron la salida general del último día de este año tan importante para la historiadel proceloso Río de la Plata.

Bibliografía

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PEDRO VIRGILI, CIRUJANO DE LAARMADA (1)

Antonio OROZCO ACUA VI VACatedrático de Historia de la Medicina

Universidad de Cádiz

Hace trescientos años nació en una aldea de Tarragona (2) un hombre queresultó singular para el progreso de la Cirugía ilustrada española y para elCuerpo de Sanidad de la Armada, Pere Virgili Beliver.

Con este motivo en el presente año han tenido lugar una serie de actosconmemorativos, en primer lugar en su pueblo natal, Vilallonga del Camp,donde se le ha erigido una estatua y se ha formado un pequeño museo; en elHospital de Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona; en el Colegio Oficial deFarmacéuticos de Tarragona; en la facultad de Barcelona y en la facultad deMedicina de Cádiz, en donde se han pronunciado diversas conferencias. Enalgunas de ellas he tenido el honor de participar (3).

Pero yo creo que si Pedro Virgili pudiese expresar cuál de todos estos actosconmemorativos organizados en el trescientos aniversario de su nacimientoconsideraría más importante, creo sinceramente que no dudaría en responder:«El que esta mañana estoy recibiendo en el Cuartel General de la Armada,porque me lo está otorgando nada menos que la Armada Española». Porque ensu época pensar que la Armada fuese a tributarle honores o distinciones a uncirujano naval era estar totalmente loco. El había vivido la época en que loscirujanos eran unos «extraños» en los buques y que, como la marinería entonces, vestían de paisano y malvivían mezclados con las gentes de leva e inclusose les castigaba físicamente (4).

(1) Conferencia pronunciada en el Salón de Actos del Cuartel General de la Armada(Madrid), el 29 de noviembre de 1999, presidido el acto por el almirante jefe del Estado Mayorde la Armada, en el «CCC Aniversario del nacimiento del Cirujano Mayor de la Armada DonPedro Virgili (1699-1999)». En la presente edición se conserva el texto original, adicionado conlas llamadas aclaratorias.

(2) Vilallonga del Camp. Fue Bautizado en la parroquia de San Martín el 15 de febrero de 1699.(3) Mi participación en los diferentes ciclos de conferencias ha sido, en Vilallonga del

Camp, el 10 de abril de 1999: «Virgili y Cádiz». Posterior a la conferencia en Madrid. en la facultad de Medicina de Cádiz, el 10 de diciembre de 1999, «Pedro Virgili entre Cádiz y América».

(4) El cirujano mayor Juan Lacomba hubo de denunciar al intendente Patiño, el 10 denoviembre de 1734, el tratamiento afrentoso que recibían algunos cirujanos por parte de loscomandantes de los navíos, como sucedió en el navío Princesa, en que un cirujano fue atado a uncañón, se le desnudó y le dieron doscientos azotes por haber herido a un artillero de mar querequería a un ayudante de cirujano «para alguna torpeza»; o en el navío Santa Teresa, cuyocomandante abofeteó a un cirujano. Es cierto que Patiño contesta: «Que por ningún caso se puedaresultar deshonor a su persona o empleo... que se ponga preso al comandante en el Arsenal delPuente por 15 días... que los cirujanos deben estar comprendidos en la plana mayor... y que el general don Gabriel Veres de Alderette no debió practicar semejantes demostraciones». Pero es un testimonio de la situación de los cirujanos en la época. Arch. Simancas. Secretaría Marina, leg. 226.

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Sin embargo, pocos años antes de fallecer se le arrasarían los ojos de lágrimas al ver descender de los buques de la Armada, en el puerto de Barcelona, alós jóvenes cirujanos de Cádiz luciendo su recién autorizado uniforme de cirujano y formando, efectivamente, parte de la plana mayor del buque (5).Aunque fuera su discípulo Francisco Caniveil quien conseguiría en 1771 eluso de uniforme, esto era una larga pretensión que él a su vez había heredadode su maestro Juan Lacomba. Por ello, recibir un homenaje público, nacional,de la Armada, en la Corte... ¡Oh, Dios mío, qué honor!

Pero los tiempos han cambiado. Durante muchos años me he dedicado,preferentemente, a estudiar o dirigir estudios sobre los cirujanos navales españoles, sobre sus actuaciones en expediciones famosas como la de Malaspina yBustamante y Guerra, sobre sus actuaciones en Indias y Filipinas (6), etc.Espontáneamente la Armada me lo ha querido agradecer otorgándome estacruz que hoy creo obligado lucirla en señal de respeto y reconocimiento.

Como también debo de expresar públicamente mi agradecimiento al general de división de Sanidad de la Armada Excmo. Sr. D. Juan Martínez Muñozpor invitarme a participar en este acto, otorgado, en cierto aspecto, a unhombre de guerra, pero que sus batallas no fueron contra los enemigos, sinocontra el dolor, contra la enfermedad y contra la muerte, fuere cual fuere suedad, sexo, color o lengua: Pedro Virgili.

La importancia de la labor de Pedro Virgili no se puede comprender suficientemente si no se relaciona con la situación científica y social del mundoque le tocó vivir.

Recordemos que el gran auge científico y médico-quirúrgico que Españaposeía desde el Renacimiento se había perdido casi totalmente a la entrada delsiglo XVIII. Desde oscuros rincones de España habían surgido antaño figurastan señeras como desde Amusco, en la provincia de Palencia, Juan Valverde,que asombró al mundo con su anatomía humana escrita en Roma; o comodesde Fregenal de la Sierra, en Badajoz, Francisco de Arceo, que había escrito

(5) La concesión de uso de uniforme de la Armada a los colegiales y cirujanos navaleshabía sido denegada en 1763 y en 1770, pero el 2 de agosto de 1771 se aprobó gracias a lagestión del vicedirector Francisco Canivell «por ser los únicos de la Plana Mayor que se hallansin este distintivo». (AGS, Secr. Marina, leg. 226; transcrito por CLAVIJO, Salvador: Historiadel Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando, 1925, p. 189.)

(6) Entre otras: «Origen de la medicina naval española». An. Real Acad. Med. Cádiz, XIV(1978), 2, pp. 3-15; «Historia de una enfermedad de los navegantes: el escorbuto». An. RealAcad. Med. Cádiz, XV (1979), 1, pp. 9-27; «Los cirujanos navales en Hispanoamérica». 1 Jornadas Hist. de la Med. Hispanoamericana. Cádiz, 1989, pp. 277-286; «El tema alimenticio en laExpedición de Jorge Juan y Antonio de Ulloa a la América Meridional». Actas 1 Jorn. Nac. deHist. Militar. Sevilla, 1993, pp. 275-282; «Aspectos médicos en los viajes a América de JorgeJuan y Antonio de Ulloa», en Ciencia, Medicina y Sociedad en la España Ilustrada. Valladolid,1990, pp. 39-59; «Los cirujanos navales en la Expedición Malaspina». La Expedición Malaspina (1789-1 794), Cádiz, pp. 113-127; «Los “Avisos a los navegantes sobre la conservación desu salud” (c. 1794) de Pedro María González (1764-1838)>’. Malaspina’92. Cádiz, 1994, pp.89-114; «La “ración del marinero” en la marina española ilustrada>. Malaspina y Bustamante ‘94. Cádiz-Santander, 1994, pp. 59-71; «Antonio de Ulloa, un ilustrado curioso». II Centenario de don Antonio de Ulloa. Sevilla, 1995, pp. 241-255, etc.

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PEDRO VIRGJLI, CIRUJANO DE LA ARMADA

el primer tratado de Cirugía plástica que se publica en Europa, que su amigoArias Montano le imprime en Amberes. De esta grey de «cirujanos latinos», quehabían cursado Artes, tres años de Medicina y dos de Cirugía, habían surgido lasfiguras ilustres de nuestro Renacimiento, a la mayor altura de Europa, comoAndrés Alcázar, Dionisio Daza Chacón, Juan Calvo, Bartolomé Hidalgo deAgüero, Luis Mercado, Francisco Díaz, Francisco Hernández, etcétera.

Pero, desgraciadamente, una nefasta pragmática de Felipe II, de 22 denoviembre de 1559 (7), hundió a la cultura científica española durante siglo ymedio. Decía textualmente: «Mandamos que de aquí adelante ninguno denuestros súbditos y naturales, de cualquier estado, condición y calidad quesean; eclesiásticos o seglares, frailes ni clérigos, ni otros algunos, no puedan irni salir de estos reinos a estudiar, ni enseñar, ni aprender, ni a estar ni residiren universidades o estudios ni colegios fuera de estos reinos...». Y a los que yaestaban fuera se les concede para regresar cuatro meses «bajo pena de destieno perpetuo y pérdida de sus bienes...». Al mismo tiempo se publica el primeríndice de libros prohibidos y expurgados.

En España sólo quedan, por tanto, «cirujanos romancistas», formadosgremialmente, de aprendiz, sin estudios algunos, junto a un maestro barbero-cirujano durante tres años, agrupados en cofradías, y sin más prueba que elexamen de reválida ante el venal Real Tribunal. del Protomedicato. Su ejemplomás excelso nos lo ha mostrado Cervantes en «Maese Nicolás», el barbero-cirujano del Quijote. Pero les estaba prohibido ejercer la Medicina.

Por otra parte, en España, como en toda Europa desde el siglo xiii, losmédicos se formaban con cuatro años de estudios meramente teóricos en unafacultad universitaria, más dos años de práctica junto a médico revalidado y elpreceptivo examen de reválida ante el Tribunal del Protomedicato. Tambiénles estaba prohibido explícitamente el ejercicio de la Cirugía.

Esto explica por qué Felipe V se ve obligado a traerse de Francia e Italia acirujanos de cámara y para sus ejércitos, como Blas Beaurnont, Jean Massoneau,Honorate Michelett, Claude Burlet, Guisepe Cervi, Thomas Duchesnay, etcétera, que todos conocemos con sus nombres ya castellanizados (8).

¿Y cuál era la situación en la Armada? (9). Al crearse la Armada españolano existía cuerpo sanitario. En el mejor de los casos iba a bordo un cirujano-sangrador, habitualmente un simple aprendiz (un «barberote») y en la mayoríade los buques un bien intencionado hermano de San Juan de Dios, lego enMedicina y Cirugía. Incluso cuando en la capitana de las armadas iba un ciru

(7) 2f. GRANJEL, Luis S.: La medicina española renacentista. Edic. Univers. Salamanca,1980, p. 13.

(8) Çf. RIERA, Juan: Cirugía española ilustrada y su comunicación con Europa. Universidad de Valladolid. Valladolid, 1976.

(9) Aunque últimamente se han publicado dos tratados sobre esta materia, Novo LÓPEZ,José E.: Evolución histórica de la medicina naval. Univ. Complutense. Madrid, 1989 yGRACIAS RIVAS, Manuel: La Sanidad naval española. Bazán, 1995, sigue siendo insuperable eltexto de CLAVIJO CLAvIJO, Salvador: Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. SanFemando, 1925, y sus otros escritos.

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jano revalidado, el cofre de los medicamentos estaba en manos del capellán,por aquella antigua disposición de que los cirujanos no estaban autorizadospara usar remedios internos.

Esta trágica situación, que tantas pérdidas humanas causaba, se comenzó amodificar cuando el milanés José Patiño se hizo cargo en 1717 de la Superintendencia de la Armada, y dada la importancia que el puerto de Cádiz tomacon el traslado a él de la Casa de Contratación de Sevilla, la creación de laReal Academia de Caballeros Guardias Marinas, etc., considera que el Hospital Real de Marina no puede seguir en manos de los hermanos de San Juan deDios y sustituye al director del hospital, fray Ambrosio Guiveville, por el cirujano francés Jean Le Combe, que había venido en 1714 con las tropas de FelipeV(l0).

El buen entendimiento entre Patiño y Lacomba inicia una estructuración dela Cirugía de la Armada, que iba a resultar difícil porque afectaba a muchosintereses. En el hospital existían salas de «medicina» al cargo de médicosrevalidados y asimismo salas de «cirugía» que estaban al cargo del cirujanomayor y sus ayudantes, pero el control de los cirujanos, barberotes, etc., queembarcaban en los navíos lo ostentaba el protomédico de la Armada.

La estrategia inicial fue que mediante una real cédula de 1720, refrendadaen 1728, el examen para embarcar lo realiza el propio director del hospital, yno el protomédico (11). Ya se encargaría el director que los incultos «barberotes» fuesen siendo sustituidos progresivamente por nuevos cirujanos formadospor él mismo, en un nuevo «Colegio de Practicantes de Cirugía» que comienza a funcionar en el hospital de Cádiz en 1728. Pero para ello necesita rodear-se de buenos cirujanos experimentados y a ser posible que hubiesen trabajadoen hospitales extranjeros. Uno de ellos será Pedro Virgili.

La figura de Pedro Virgili ha estado oscurecida durante mucho tiempo.Ello puede ser debido a diversas causas: en primer lugar su astuta estrategiapara conferir una preparación médica a sus alumnos de Cirugía le provocó elenfrentamiento del protomedicato y de las universidades (12); por otro lado, la

(10) Jean Le Combe y Pandrino (c. 1680-1748) era natural «de la villa de la Guardia,provincia de Lemorgues (Francia)». (Testamento. Protocolos, t. 2.169, ff. 26-27. Arch. Hist.Prov. Cádiz.) Agradezco al doctor Cabrera Alfonso esta noticia. Sobre su relación con la Armada, aparte de los textos citados, vid. CLAVIJO, Salvador: «El Primer Cirujano Mayor de la Armada, D. Juan Lacomba en el segundo centenario de su muerte». Revista General Marina, 1949,pp. 559-571.

(11) Así se expresa en las Ordenanzas de 1728, artículo 7: «Ningún Cirujano primero nisegundo será admitido en la Marina sin que primero sea examinado y aprobado por el CirujanoMayor, y lo mismo se entenderá con Ayudante de Cirujano Mayor y los sangradores y barberos» (Reales Ordenes y Decretos, t. 1, p. 14. Arch. Fac. Med. Cádiz).

(12) Sobre el enfrentamiento de competencias entre el protomédico y el cirujano mayor,Lacomba los tuvo con el protomédico Juan Sánchez Bernal en 1737 y Virgili con el protomédico Diego Porcell en 1756. En ambos casos se le concedió la razón al cirujano mayor. Al primero se le decía que deje libremente (al cirujano) «en lo que es de su institución», y a Porcell «quesé observe la práctica que se ha seguido desde el establecimiento de ese Colegio de Cirugía, sinque por pretexto alguno se haga novedad en este asunto». (Cf FERRER, Diego: Pedro Virgili.Barcelona, 1963, pp. 71 y 243.)

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PEDRO VJRGILI, CIRUJANO DE LA ARMADA

primacía que con él adquieren en España los cirujanos navales le va a acarreardenuncias y enemistades de los cirujanos de los regimientos, etcétera (13), yno podemos silenciar que evidentemente su nepotismo, al ir colocando en loslugares más destacados de la Cirugía naval a sus parientes Roland, Nájera,Beau, Nueve Iglesias, etcétera, le creó antipatías (14). Posiblemente tambiéninfluirían las envidias que debía de promover su encumbramiento en la Corte,alcanzando incluso título de nobleza, siendo de humilde origen, un simplecampesino carente de títulos universitarios, ya que era un mero cirujanoromancista (15), pero que se ganó la confianza del marqués de la Ensenada yla amistad de Jorge Juan y Antonio de Ulloa... y que, significativamente, comotodos ellos acabó postergado y murió olvidado.

Sea por estas circunstancias o por el hecho de que sólo se le conozca unabreve comunicación impresa, publicada, eso sí, en las Memoires de la Academie de Chirurgie de París (16), los historiadores silencian su figura durantemuchas décadas.’ Sólo su pariente Lorenzo Nueve Iglesias le hace un recuerdobiográfico en la oración fúnebre del funeral que se celebró en Cádiz (17)cuando falleció en Barcelona en 1776.

Luego, silencio hasta que Chinchilla en 1846 y Hernández Morejón en1852 lo citan brevemente en sus respectivas Historias de la Medicina Española (18). Sólo a fin de siglo, en 1893, Luis Comenge aborda su primera biografía, a petición del Ayuntamiento de Barcelona, con motivo de incluirlo en su

(13) Recuérdese la denuncia del cirujano mayor del regimiento de Soria Antonio Aloycontra Virgili (Reales Ordenes y Decretos, ff. 416 y ss.) Para las quejas de la cofradía de SanCosme y San Damián, cf. OROZCO ACUAVIVA, A., y ANTÓN SOLÉ, P.: «La Hermandad de SanCosme y San Damián y su Capilla en el Convento de las Descalzas de Cádiz». An. Real Acad.Med. C’ádiz, XVIII, 2, pp. 147-153.

(14) Vid. MASSON, José María: «El nepotismo de Pere Virgili». Rey. Real Acad. Med.Catalunya,VII, 3 (1992), pp. 161-174.

(15) ALBIOL M0LNÉ, Rafael: Pere Virgili (1699-1776). Fundación Uriach. Barcelona,1838. (1998).

(16) «Observat. communiquée á l’Academie par M. Virgili Chirurgien Mayor de 1’Hópi-tal du Roy á Ca,dix sur une Bronchotomie fai ayee succés». Memoire de 1 Academie Royale duChi rurgie. París, t. 1, pp. 58 1-583.

(17) Oración fúnebre que en las solemnes exequias que celebró el Cuerpo de Cirujanos dela Real Armada en la Iglesia de RR.PP. carmelitas descalzos de la ciudad de Cádiz el dia 12 deoctubre de 1776 a la memoria de Don Pedro Virgili, Cirujano de Cámara de su Mag., Fundador y Director de sus Reales Colegios en Cádiz y Barcelona, dijo Don Lorenzo Nueve iglesias.presbítero, natural de dicha ciudad...

(18) En el siglo xix lo citan TORRES AMAT, Félix: Memorias para ayudar a formar unDiccionario Crítico de los escritores catalanes y dar alguna idea de la antigua y moderna literatura de Cataluña. Impr. Verdaguer. Barcelona, 1836, p. 672, y BOyER DE RosEu-Ó, JoséMaría: Memoria biográfica de los mallorquines que se han distinguido en la antigua y moderna literatura. Impr. Pascual Guasp. Palma. pp. 482-483 (de ésta última obra tomó su equivocado apunte la Enciclopedia Espasa, haciendo mallorquín a Virgili, que aún no ha corregido).CHINCHILLA, Anastasio: Análisis histórico de .la Medicina en general biográfico-bibliográficode la española en particular. Impr. J. Matheu. Valencia, 1846, t. III, pp. 4 19-420; HERNÁNDEzMOREJÓN, Antonio: Historia bibliográfica de la medicina española. Impr. J. Rodríguez.Madrid, 1852, t. VII, pp. 125-128.

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Galería de Catalanes Ilustres (19). Nuevamente setenta años de olvido, hastaque el profesor don Diego Ferrer, inspirado por la Historia de la Sanidad de laArmada del coronel Salvador Clavijo, decide escribir una nueva biografía deVirgili, que publica el Colegio de Médicos de Barcelona en 1963 (20). A partirde este momento y hasta la actualidad se han realizado numerosos estudiossobre el Real Colegio de Cádiz y del de Barcelona o directamente sobre elpropio Virgili, como la reciente biografía de Rafael Albiol, todo lo cual ha idoampliando el conocimiento de su persona y de su personalidad científica, paraque en estos momentos se le reconozca a nivel nacional como nunca anteshabía sucedido.

Pedro Virgili no cursó estudios superiores, pero aprendió latín con su tío elvicario don José Bellver Tubí y ya bastante mayor, en 1721, con 22 años deedad, inicia los tres años de aprendizaje de Cirugía con el cirujano GabrielRiera del hospital de Tarragona. Virgili entra de cirujano en el Regimiento deCaballería de Calatrava, con plaza en el hospital del Rey de Tarragona, dondetrabaja con los cirujanos franceses Pierre Sorel, que era cirujano mayor, JeanBousquet y Jacques Lefeure y el médico, también francés, Jean Duberne,ocupado de la sala del mal gálico. En octubre de 1726 se traslada al hospitalReal de Valencia, donde se le asciende a segundo cirujano y unosmesesdespués, con el grado de cirujano mayor del Ejército, al hospital Militar deAlgeciras, al sitio de Gibraltar. Unos ascensos tan rápidos evidencian unaclara inteligencia y una gran capacidad de trabajo y de sacrificio.

Al llegar a Algeciras se encuentra con el cirujano mayor de la Armada JuanLacomba, que ve en él un buen profesor para su incipiente colegio de practicantes de Cirugía, si acepta las tres duras condiciones que, al parecer, le exige:primero pasarse a la Armada, para lo cual ha de perder categoría y sueldo; ensegundo lugar perfeccionar sus conocimientos durante algún tiempo en elextranjero; y en tercer lugar realizar algunas travesías a Indias, sin lo cualnunca podría ascender en el cuerpo.

Virgili acepta, y con el cargo de primer cirujano ingresa en 1728 en laArmada y en el hospital de Marina de Cádiz, donde el doctor Gregorio deCondomina, de Montpellier, comenzará al año siguiente la enseñanza anatómica en el anfiteatro que se está construyendo a la entrada del hospital (21).

En marzo de 1729 hace su primera travesía ultramarina en la flota delteniente general marqués de Man a la Habana y Veracruz. A su regreso enagosto de 1730 Lacomba lo envía a Sevilla, a la Regia Sociedad, para hacerunas demostraciones públicas anatómicas (22). En octubre de 1730 embarca deBarcelona a Liorna con la escuadra para ocupar los estados de Parma y Tosca-

(19) COMENGE, Luis: Apuntes para la biografía de Pedro Virgili. Impr. Henrich y Cía.Barcelona, 1893.

(20) FERRER, Diego: Biografía de Pedro Virgili, fundador. Restaurador de la cirugía enEspaña. Col. Médicos. Barcelona, 1963.

(21) ORozco ACUAVIVA, Antonio: «Pedro Virgili y el Hospital Real de Cádiz». Medicinae Historia, número 63, 1976.

(22) HERMOSILLA MOLINA, Antonio: Cien años de medicina sevillana. Dip. Prov. Sevilla,1970, p. 145.

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PEDRO VIRGJL!, CIRUJANO DE LA ARMADA

na a favor del príncipe Don Carlos, regresando en octubre, ya con el grado deayudante de cirujano mayor. En esta campaña debió coincidir con Zenón deSomodevilla, entonces contador del Departamento de Cartagena, pero al que,posiblemente conocería en Cádiz en 1728 cuando era comisario de Marina.

Un viaje afortunado para sus posteriores aspiraciones va a ser el que iniciaen mayo de 1732, también a las órdenes de don Francisco Cornejo, ahoracomo «capitán sanitario» de la flota para la reconquista de Orán. En la capitana San Felipe vuelve a coincidir con el futuro marqués de la Ensenada. Enesta expedición también coincide con Jorge Juan, con el que desde entonces leunió una estrecha amistad (23).

A su regreso, Lacomba le tiene preparada una pensión para perfeccionarseen el conocimiento de la Anatomía y Cirugía, en París, junto con el famoso LeCat, para donde saldrá en septiembre y permanecerá durante un año. Cuandoregresa a Cádiz en noviembre de 1733 se va a producir un acontecimientoimportante en su vida: va a conocer a una joven gaditana, Juana MagdalenaRoland Cathalin, de padres franceses avecindados en Cádiz, cón quien contraematrimonio el 27 de octubre de 1734 (24). Pero sólo pueden estar juntos unosmeses, porque en julio de 1735 sale para América con la escuadra del generalLópez Pintado. Al llegar a Canarias se enterará que su esposa ha tenido unaniña, pero no la conocerá hasta su regreso, cuando la pequeña Francisca cuenta ya dos años de edad.

Queriendo igualarse en número de flotas a los otros ayudantes de cirujanomayor, solicita otra campaña a Indias, que sale siete meses más tarde, en juniode 1738, con el general José Pizarro. Un año más tarde regresa a Guarnizo,donde Lacomba, que ya está enfermo, lo reclama encarecidamente para elhospital de Cádiz, pero el ministro no lo acepta y le obliga a realizar un cuartoviaje a América con el general Rodrigo de Torres, que va a socorrer a la escuadra del almirante Blas de Lezo. Pero esta campaña se va a dilatar durante seisaños, ya que hasta marzo de 1745 no puede regresar a su plaza en el hospitalde Cádiz. Lacomba, que se encuentra muy envejecido y enfermo, reitera sersustituido por Virgili, pero hasta noviembre de 1747 no se le concede su sustitución interina.

Diestramente dirigido por Lacomba ha adquirido Virgili los conocimientosy la experiencia necesaria para culminar su obra de transformar el primitivoColegio de Practicantes de Cirugía de 1728 en un colegio superior de cirujanos navales, aunque ya las fuerzaS del cirujano francés están acabadas y, enefecto, fallecerá en diciembre de 1748.

Pero es que si el conseguir el Real Colegio de Cádiz ya fuera importante,como lo será luego la creación del Real Colegio de Barcelona, lo que haceinmensa la figura de Virgili, y no se ha insistido lo suficiente porque no serefleja claramente en los documentos, es que si Lacomba quería dignificar a los

(23) A petición de Virgili, Jorge Juan facilitódesde Londres varios instrumentos científicos para el laboratorio de Física Experimental del colegio.

(24) En el Oratorio de San Felipe Neri. Ella cuenta 21 años de edad y él 35 (Libro 2.°matrimonios secretos, f. 145. Parroquia Santa Cruz, Cádiz).

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ANTONIO OROZCO ACUA VIVA

cirujanos, Virgili produjo una verdadera revolución en la enseñanza de laCirugía y de la Medicina, de trascendencia no solo nacional, sino inclusointernacional.

Y esto no se podía reflejar en los documentos porque se hizo, evidentemente, en contra de las leyes del Reino, aunque con conocimiento del marqués dela Ensenada y con la aprobación de Femando VI. Porque la experiencia les haenseñando a los cirujanos navales que la mayor parte de las muertes que seproducen en las navegaciones no son en combates ni por traumatismos, sinopor enfermedades. Pero era impensable que los escasos médicos universitariosexistentes entonces se embarcasen. Sólo quedaba el recurso de enseñarlesmedicina a los cirujanos, lo cual no era legal. Sin embargo, un tímido intentose comienza a hacer en 1737, cuando se le concede una gratificación al médicodel hospital de Cádiz y al boticario «para que enseñen su facultad» a los practicantes colegiales... Pero ni los médicos ni boticarios del hospital eran catedráticos de universidad, ni éstas podrían permitirlo, de enterarse, ni los practicantestenían los preceptivos cursos previos de Artes o Filosofía (25).

El asunto es delicado y en marzo de 1747, como cirujano mayor en funciones, se traslada Virgili a Madrid para elaborar con el marqués de la Ensenada las ordenanzas del nuevo colegio de Cádiz. Pero se encuentra que el primer cirujano de cámara, el francés Tomás Duchesney se le ha adelantado yha propuesto la creación de un «Colegio de Profesores Cirujanos» en Madrid—sólo de cirujanos, que como en toda Europa estaban separados de los médicos— tomando como modelo la reciente Royal Academie de Chirurgie que enParís acaba de fundar La Peyronie: en efecto, en noviembre de 1747 se autori

(25) Hace años elaboré esta teoría para explicar las «peculiaridades» del plan de estudiosdel Real Colegio de Cádiz y la importancia de los temas «médicos» en el mismo («El“Compendio de Medicina Práctica” de José Selvaresa del Real Colegio de Cirugía de Cádiz».Actas XVIJ Congr. Intern. Hist. de la Med. Barcelona (1980), t. 1, pp. 387-393; «La enseñanzade la Botánica en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz». An. Real Acad. Med. Cádiz. XXIV(1988), 1, pp. 87-102; «El modelo de enseñanza en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz en elsiglo XVIII». Gades, 18 (1988), pp. 87-108, lo que ha sido confirmado en las numerosas tesinasde licenciatura y tesis doctorales dirigidas últimamente: MÁRQUEZ EsPINÓS, C.: Catálogo de las«Observaciones» manuscritas del Real Colegio de Cirugía de Cádiz. (1 742-1 828). Universidadde Cádiz. Cádiz, 1983; CABRERA ALFONSO, J. R.: La producción bibliográfica de los RealesColegios de Cirugía de Cádiz, Barcelona y Madrid. Univ. de Cádiz. Cádiz, 1984; MUÑOZ DE LAPASCUA, E.: La patología de la generación en las observaciones manuscritas del Real Colegiode Cirugía de Cádiz. Tesis doctoral (1984); GARCÍA CURADO, L.: La patología venérea en lasobservaciones manuscritas del Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz. Tesis doctoral(1984); CABRERA ALFONSO, J. R.: Evolución histórica de la escuela anatómica gaditana (1748-1844). Tesis doctoral (1985); LÓPEZ DE CÓzAR, J. L.: La aportación del Real Colegio de Cirugía de Cádiz al desarrollo de la Urología española en la segunda mitad del siglo xviii. Tesisdoctoral (1988); VIDAL GALACHE, B.: El Hospital de San José de San Fernando en los siglosXVIII y xix y sus relaciones con el Real Colegio de Cirugía de Cádiz. Tesis doctoral (1989);CÓZAR NAVARRO, L.: La patología infantil a través de las observaciones del Real Colegio deCirugía de C’ádiz. Tesis doctoral (1991); MANZANO MARTÍN, M. Y.: La Materia Médica y lasFarmacopeas de embarco en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz (1742-1789). Tesis doctoral(1991); GESTIDO DEL OLMo, M. R.: Los fondos bibliográficos humanísticos del Real Colegio deCirugía de Cádiz. Univ. de Cádiz. Cádiz, 1992. No hacemos referencia a las publicacionesmenores a que han dado lugar estos estudios.

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PEDRO VIRGJLI, CIRUJANO DE LA ARMADA

za con el nombre de Real Colegio de San Femando, en el hospital general deMadrid. Virgili se da cuenta de que este colegio va a fracasar porque cuentacon la hostilidad del Real Tribunal del Protomedicato y de la cofradía de SanCosme y San Damián y, en efecto, al poco tiempo el Colegio de San Fernandodesaparecerá totalmente (26).

Por ello, insiste Virgili en el Colegio de Cádiz, y exclusivamente dependiente de la Marina. En 29 de mayo de 1748 eleva al marqués un memorial endonde manifiesta que, sucediendo en las navegaciones accidentes tanto deMedicina como de Cirugía, estos cirujanos deberían tener «fonnación en Medicina y en farmacia» y, como en los hospitales suele haber practicantes deMedicina, que los médicos del hospital tomen para estos cargos a los propioscolegiales, que son muchachos de quince o dieciseis años que no pueden ir ala universidad porque no han estudiado Filosofía, sólo se les exige saber «leer,escribir y contar», pero a diferencia de las universidades, donde no se realizaban exámenes, estos colegiales tendrán que sufrir un examen anual de todaslas materias cursadas y su actuación no solo será en los buques de guerra, sinotambién en los mercantes y en los puertos, «especialmente en los de América,donde —dice—, faltan facultativos...».

Pese a estas evidentes arbitrariedades legales, el marqués de la Ensenadainforma favorablemente el proyecto, insistiendo por su parte en la necesidadde crear tres «Academias» en España, una en Madrid en su hospital general«pues es vergüenza —dice— que una Corte como la de España carezca de loque no falta en ninguna de Europa, cuando debía ser su Academia Seminariode Cirujanos para las Provincias, Ejército y navíos». (Ya sabemos que pese aestos pronunciamientos y concesiones posteriores no se pudo realizar hastacuarenta años más tarde, el Colegio de San Carlos.) Pero añade el marquésque harían falta dos «Academias» más, «semejantes a las famosas de París yMontpellier y que el Hospital de Cádiz es el único hábil para ésto, sólo dándole una nueva Ordenanza fácil de hacer y observarse, porque sus Cirujanosprincipales han trabajado en Montpellier y en París y hacer el corto aumentode tal cual semi-cátedra...». Se ve que no quiere decir cátedras, para evitar lainmediata reacción de las universidades.

La elección de Cádiz no puede ser más idónea: carece de universidad, lamás próxima, la de Sevilla, está demasiado lejos y el Real Tribunal del Protomedicato ya no tiene competencia en Marina, no sólo por la disposiciónde 1720, sino por la refrendada por Felipe V en las Ordenanzas de 1728,según las cuales los exámenes de los cirujanos navales son competencia delcirujano mayor. Por su parte, la cofradía local de San Cosme y San Damián,cuyos derechos se vulneran, tiene poca relevancia y protestará, como en efectolo hizo, pero, en Cádiz, frente al capitán general de la Mar Océana ¿quién ibaen serio a enfrentarse?

(26) Las primeras noticias sobre éste frustrado colegio se encuentian en RIERA, Juan:Anatomía y Cirugías españolas en el siglo xviii (Notas y escrituras). Valladolid, 1952, y enNÚÑEZ OLARTE, Juan Manuel: «El Hospital General de Madrid y el Real Colegio de SanFernando (1749-1768)». Asclepio, XLI (1989), 1, pp. 233-242.

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ANTONIO OROZCO A CUA Vi VA

Las Ordenanzas del Colegio de Cádiz las firma el Monarca el 11 denoviembre de 1748, y aunque lógicamente se llama «Colegio de Cirugía» seconfirma en ellas que los médicos y el inspector de Farmacia «enseñen toda sufacultad» a los colegiales, lo cual se verá también reflejado en los planes deestudios cuando veamos asignaturas no propias de cirujanos, como «Botánica»o «Materia Médica», o incluso se autorice un jardín botánico, lo que evidenciaque se van a formar «médicos» bajo el nombre de «cirujanos», no sólo para losbuques de guerra, sino también para los buques mercantes (27) y para la población civil, como lo demuestra, por ejemplo, la asignatura de «Partos, enfermedades de las mujeres y de los niños»... ¿Desde cuándo van mujeres y niños enlos buques de guerra? Incluso, de forma ya totalmente abierta, se cursa «Medicina Interna y Aforismos». A los aspirantes no se le exige el tftulo de bachilleren Artes, como en las universidades, pero pronto se les pedirá que «sepanlatín», porque todas las semanas tendrán un ejercicio clínico en lengua latina. Alos mejores de la primera promoción se les envía durante los cuatro años reglamentarios a la universidad de Leyden, para que cursen Medicina, y de allípasan dos años a Bolonia para adquirir el grado de doctor en Medicina, deforma que al reincorporarse al hospital ya poseen el título de cirujano, de médico y de doctor, y serán los próximos maestros del colegio... aunque las leyessigan señalando que no se puede ser al mismo tiempo médico y cirujano. Peroellos pueden pensar que en los barcos sí, porque en los barcos no manda elProtomedicato, sino la Armada. Lo que sucede es que en la práctica lo extienden también a los buques mercantes y de pasajes y a los puertos de América y alos de España. Cuando esto trascienda las reacciones contra Virgili, como yahemos comentado, van a llegar hasta los tribunales pero, afortunadamente,Virgili está amparado por el marqués de la Ensenada.

La cuestión es que no sólo progresa en este colegio la enseñanza quirúrgica, basada en un conocimiento anatómico real y en una gran experienciahospitalaria —los colegiales vivían internos en el hospital— sino que la enseñanza de los estudios propiamente médicos eran en el colegio infinitamentesuperiores a los que ofrecían entonces las universidades españolas, como nosha dejado descrito José Celestino Mutis (28), que fue colegial de la primerapromoción, pero que luego estudió Medicina en la universidad de Sevilla.Incluso en el Colegio se cursaban materias que aún no habían entrado en launiversidad española, como la Física Experimental o la Química... La preocu

(27) En los estatutos aprobados por Femando VI en 1748 se especifica que «estáñ obligados los Capitanes de los Navíos Mercantes a elegir precisamente uno de tres Cirujanos segundos o colegiales que le proponga con la formalidad debida el Cirujano Mayor, dándoles el salario y goce que están reglados por S. M. en la Casa de Contratación, pero con absolutaprohibición de que puedan echar mano de otro alguno que no sea de la crianza de Marina ypropuesto en dicha forma».

(28) ORozco ACUA VIVA, Antonio: «La formación médica de José Celestino Mutis (1732-1808)». An. Real Acad. Meo’. Cádiz, XVIII (1982), 1, pp. 67-81; Idem: «Un punto oscuro en labiografía de Mutis: sus estudios médico-quirúrgicos». An. Real Acad. Nac. de Med., núm.extraor. 1996, pp. 29-43.

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PEDRO VIRGILL CIRUJANO DE LA ARMADA

pación por la biblioteca (29) y por los laboratorios es permanente en Virgili yen sus sucesores.

Todo ello explica el alto renombre que pronto alcanza este colegio.. En 1757el Rey le concede la potestad para conferir títulos de bachiller en Artes (Filosofía), algo insólito pues es una capacidad que sólo poseían, y siguen poseyendo, las universidades.

Todo esto, y más que por brevedad eludimos, hace que Virgili sea nombrado cirujano de cámara y tenga que trasladarse a la Corte, en donde se le indicaque ha llegado el momento de crear otro nuevo colegio, en esta ocasión paraformar cirujanos para el Ejército. Astutamente Virgili elude de nuevo Madrid,pues aún debe recordar el fracaso de su antecesor en el cargo, Duchesnay, ypropone Barcelona, posiblemente por dos razones: porque tampoco tieneuniversidad —Felipe V la había trasladado a Cervera— y porque contaría conla ayuda del capitán general del Principado, pues el secretario de Estado y deGuerra, Ricardo Wall, lo apoyaba desde Madrid. Pero la reacción de Barcelona contra el proyecto fue tremenda, de forma que en 1760 se firmaron lasOrdenanzas del Real Colegio de Cirugía de Barcelona, pero así como el deCádiz empezó a funcionar desde el primer día, el de Barcelona no se pudoinaugurar hasta 1764, y sin hospital propio, porque todo eran inconvenientes.Incluso ya funcionando, el general tuvo que enviar tropas al colegio paradefender a los colegiales de los estudiantes de la universidad de Gervera, quepretendían que esas enseñanzas fuesen para ellos y no para los cirujanos (30).

Virgili alcanzó, gracias a su tesón, el ver funcionando y dirigir su segundoReal Colegio, el de Barcelona, pero su estrella ya había decaído. Desterradoinicuamente su protector, Ensenada, y él mismo jubilado prematuramente desu cargo de cirujano de cámara, su capacidad de gestión había terminado. Poreso, cuando se pensó en 1763 que se crease una cátedra de Anatomía en elHospital Real de Indios de México, Virgili se apresuró a informar favorablemente, solicitando que se constituyese un colegio similar a los de Cádiz yBarcelona. La idea fue parcialmente aceptada, porque solo se le autorizó anombrar como directores a un cirujano mayor y un ayudante, para los quepropusó a los colegiales de Cádiz Andrés Montaner y Antonio Moreno, que seencontraroron la oposición del Protomedicato de Nueva España, que senegaba primero a reconocer estos cargos y, luego, a aceptar el reglamento delcolegio, simi1ir al de Cádiz, según el cual los colegiales deberían ser examinados por sus maestros y no por el Protomedicato.

Ausente Virgili por la enfermedad que lo llevaría a la tumba en 1776,Carlos III manda consultar nada menos que con el fiscal del Real Protomedicato de Madrid, el cual confirma en todo la opinión del tribunal de Nuevo

(29) ORozco ACUAVIVA, Antonio: «Una biblioteca singular en el Cádiz de Carlos III», enEl reinado de Carlos III. Aula Militar de Cultura. Gobierno Militar. Cádiz, 1988, pp. 101-115;GESTIDO DEL OLMO, M.a del Rosario: Una biblioteca ilustrada gaditana. Los fondos bibliográficos humanísticos del Real Colegio de Cirugía de la Armada. Univ. de Cádiz. Cádiz, 1994.

(30) USANDIZAGA SORALUCE, Manuel: Historia del Real Colegio de Cirugía de Barcelona(1760-1834). Inst. Municipal de Historia. Barcelona, 1964.

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ANTONIO OROZCO ACUAWVA

México. En consecuencia, el Real Colegio de México, como es sabido, nuncallegó a pasar de ser una mera escuela de Anatomía, mal dotada, regida por elProtornedicato novohispano (31).

Igual sucedió con su previsible cuarto colegio, el de Madrid, en cuyagestión en 1768 Virgili intervino, junto con Perchet, para que fuese tambiénsimilar a los de Cádiz y Barcelona, y proponiendo para su dirección a sus antiguos colegiales, de Cádiz, Antonio Gimbernat y Mariano Ribas. No pudo verconcluida esta obra porque ya conocernos las continuas y tremendas dificultades que fueron encontrando ambos, hasta que veinte años después, en 1787,pudieran comenzarse las clases en un mal sótano del hospital, puesto que elsuntuoso proyecto arquitectónico de Sabatini, del Colegio de San Carlos, noestaba aún ultimado (32). Pero ya Virgili había dejado este mundo de intrigase ingratitudes.

Tampoco pudo ver Virgili la culminación de su proyecto docente, porque laincorporación oficial de la Medicina con la Cirugía no tuvo lugar hasta 1791,en que se constituyó el Colegio de Cádiz, por breve tiempo, en «Real Colegiode Medicina y Cirugía», porque al volver a tomar el Protomedicato el poderen tiempos de Femando VII volvieron a separarse ambos estudios, hasta quePedro Clastelló, en 1826, los unió definitivamente, cuando ya en toda Europase había copiado «el modelo de Cádiz».

Sus discípulos lo siguieron venerando. Su imagen se conservó en sendosbustos de mármol, en Cádiz y en Barcelona; pero su recuerdo histórico se fueperdiendo, como hemos señalado. Aparte de inteligente gestor, Virgili fuebuen clínico, con sorprendentes conocimientos no solo anatómicos, sinoembriológicos, como se aprecia en sus observaciones manuscritas presentadasen la Asamblea Amistosa Literaria de Jorge Juan, en Cádiz (33). Pero desgraciadamente nunca dejó textos impresos, aunque incitó permanentemente a susayudantes para que escribiesen libros de textos para los colegiales.

Hoy creo que se le hace justicia en el seno de la institución que él másapreció, la Armada, y a la que entregó sus mejores años y esfuerzos, y que encompensación también más se benefició de sus desvelos e innovaciones.

En nombre de sus descendientes del Colegio de Cadiz, muchas gracias.

(31) FERRER, Diego: «Andrés Montaner y Virgili y la fundación del Real Colegio de Cirugía de Méjico (1768)». Actas II Con gr. Esp. Hist. de la Med. Salamanca, t. II, pp. 179-198;CABRERA ALFONSO, Juan Rafael: «La Academia de Anatomía Práctica de México». Anales IIJornadas Hist. de la Med. Hispanoamericana. Univ. de Cádiz. Cádiz, 1989, pp. 67-75.

(32) Sobre el dificultoso origen del Colegio de San Carlos, cf USANDIZAGA, Manuel:Historia del Real Colegio de Cirugía de San Carlos de Madrid (1787-1828). CSIC. Madrid,1948; APARIcIo SIMÓN, José: Historia del Real Colegio de San Carlos de Madrid. Aguilar.Madrid, 1956 y BURKE, Michael E.: The Royal College of San Carlos. Surgen> and SpanishMedical Reform in the Eighteenth Centurv. Univ. Press. Durkam, NC., 1977.

(33) ORozco ACUAVIVA, Antonio: «Nuevos datos para el conocimiento de la Urología enla obra de Pedro Virgili (1699-1776)». An. Real Acad. Med. y Cir. Cádiz, XVIII (1982), 1,pp. 2 1-47 y en la obra en prensa de ORozco ACUAVIVA, Antonio: Los cirujanos navales en laAsamblea Amistosa Literaria de Jorge Juan. Fundación Uriach. Cádiz, 2000.

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LA HISTORIA VIVIDA

El dragaminas Duero

José M. GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA

Dentro del proceso de modernización de la Fuerza de Medidas contraMinas, el jueves 16 del pasado mes de diciembre tuvo lugar en Cartagena elsencillo acto de ordenanza por el que se dispone la baja en la Armada deldragaminas Duero.

Transferencia del Duero a la Armada española. Contralmirante H. H Henderson (jefe delMando de Adiestramiento de la Flota del Atlántico); capitán de navío don Antonio Blanco

(agregado naval de la Embajada de España en Washington). Norfolk, 16 de junio de 1959.

Invitado por el comandante a asistir al acto, por formar parte de la lista delos que tuvimos el honor de mandar este barco, me encontré durante el viajeen tren con el vicealmirante don Rafael Ponce Cordones, primer comandante

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JOSÉM. GUTiÉRREZ DE LA CÁMARA

del Duero, que también se dirigía a Cartagena a dar el último adiós al viejobarco. En la amena conversación que tuvimos me contó cómo fue la ceremonia de transferencia y sus experiencias en la navegación de regreso a España.

La construcción del dragaminas Duero fue llevada a cabo en los astillerosTampa Marine, en Tampa (Florida). El 2 de noviembre de 1953 se le puso laquilla y fue botado el 3 de agosto de 1954. Finalizada su construcción, entróen servicio en la Marina de los Estados Unidos el 14 de junio de 1955 con elnombre de USS Spoonbill (MSC-202). Después de servir varios años en la«Navy», fue transferido a nuestra Armada en Norfolk (Virginia) el 16 de juniode 1959 junto con el Sil, ex Reedwing (MSC-200), bajo el Programa de Asistencia Mutua firmado entre los gobiernos de España y los Estados Unidos.

Con las dotaciones formadas en el muelle «Forrestal» del arsenal deNorfolk, una sección de Infantería de Marina e invitados, se efectuó la ceremonia de transferencia, que fue firmada por el contralmirante H. H. Hender-son, jefe del Mando de Adiestramiento de la Flota del Atlántico, y por el capitán de navío don Antonio Blanco, agregado naval de la Embajada de Españaen Washington.

En su alocución, el contralmirante Henderson leyó sendas cartas del jefe deOperaciones Navales de la Marina de los Estados Unidos, almirante ArleighBurke, dirigidas a los comandantes españoles. Tras unas palabras del comandante del USS Spoonbill (Lt. John Watson) se arría la bandera de los EstadosUnidos y se iza la española. A continuación el agregado naval da posesión delmando del Duero al teniente de navío Ponce Cordones y la del Sil al tenientede navío Nárdiz Vial, y las dotaciones españolas pasan a bordo de los buques.

Poco después comienza el adiestramiento general en aguas de la bahía deChesapeake, empezando por la calibración magnética. El día 25 de junio seregresa a puerto por tener una vía de agua franca en el motor de estribor. Seobservan, además, deficiencias en los motores auxiliares que son reparadaspor la Oid Dominion Co., completándose el adiestramiento el 1 de agosto enque se pasa a depender del COMSERVLANT.

Bajo su orden se navega con el Sil a Pensacola, con escala en Miami pararepresentar a la Armada española en la fiesta de las Cinco Banderas, conmemorativa del cuarto centenario de la conquista de Florida. Asiste el embajadorde España en los Estados Unidos, don José María de Areilza. El 14 en la bahíade Santa Rosa concurre a la conmemoración del desembarco de don Tristán deLuna.

De Pensacola a Charleston, adonde se llega el 21 de agosto para el adiestramiento específico de dragaminas, que pasa a depender del COMMINLANT.

Frecuentes averías en los motores principales y auxiliares de ambos dragaminas obligan a pasar al arsenal de Charleston para obras de gran carena, enque son desmontados los motores y revisados todos los servicios. Se llega a laconclusión de una falta grave de mantenimiento, y que en estos barcos todoestá programado en cuanto al mantenimiento, pero no se realiza. El 10 denoviembre se efectúan pruebas con resultado satisfactorio. Ha quedado suprimido el adiestramiento específico de dragaminas.

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CHIEF O NAVAL OPERATIONS

20 de mayo de 1959.

Huy Sr. mtoa

Con motivo de la transferencia del dragaminasRSC-202, de la Harina de loe Estados Unidos a lade Espada, y al entrar en servicio en asta con ej.nombre de !.DT.EROa, la Marina norteamericana se unea mi para expresarle nuestros mejores deseos a Vd.y toda la dotaci6n de su buque.

la transferencia del )ÍSC-2.02 a su pata es unembolo de la íntima amistad y cooperaci6n existente entre nuestras Harinas y de la permanentealianza de nuestros paises.

Hechos hist6ioos recientes ban demostrado quelos dragaminas tienen un papel muy importante enla guerra moderna • Ma de esperar que el ,DtR0

- una contribuci6n vital a la fuerza de dragaminasespañola y se convierta en parte importante del baluarte para la defensa de nuestro Hundo Libre.

Que el tiempo les, sea siempre favorable y quela protecci6n divina les guie en todas sus futurasoperaciones.

Suyoafectisimo,

7f4L- ARlE IGE BUR

Sr.D.Rafael Ponce, Teniente de NavíoComandante del dragaminas español DUE&O5.C/o. Comandante del52 Distrito. Naval

NORFOLK, Virginia.

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JOSÉ M. GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA

En Charleston se halla el Tajo (teniente de navío Ángel Rodríguez Carreño) en adiestramiento específico.

En las cercanías de Carolina del Sur se encuentra el huracán «Glory», yaunque Charleston está a unas 15 millas tierra adentro se espera recibir susefectos. Los barcos son amarrados entre pantalanes por ambas bandas, y en«babor y estribor» de guardia se espera la llegada del huracán. La ola delhuracán llega hasta los amarraderos y se desborda por el muelle con el aguahasta la cintura.

Por fin se da la orden de regreso a España. Se forma un convoy BRAVOpor el LST Orleans Parish (capitán de navío Baldwin, USN), Tajo, Duero, Sily los noruegos Tyr y Gor, antiguos dragaminas de hierro transformados enpatrulleros.

Por las condiciones meteorológicas de la época, la derrota del convoy seríadirigida por el Centro Meteorológico de Norfolk. El 20 de noviembre se salede Charleston y el 25 se llega a la base de Port Royal, en Bermudas. Se haceuna denota por el paralelo 31 N con muy mal tiempo, mar gruesa del norte ypoco viento. Durante la travesía se efectúan tres petroleos en la mar; uno deellos por la popa del LST, ante la imposibilidad de hacerlo por el costado porel asíncrono balance de barcos tan distintos. El 7 de diciembre se arrumba alcabo San Vicente. El 12 se disuelve el convoy BRAVO, arrumbando a CádizTajo, Duero y Sil, adonde llegan el 12, pasando a depender operativamente delEstado Mayor de la Armada. Tras una escala en Cartagena se llega a Palmade Mallorca el 21 de diciembre, integrándose en la 2.a Escuadrilla del Grupode Dragaminas en la Base Naval de Baleares. Por Orden Ministerial 263/60(D. O. núm. 21) se crea y se integra en la l. Escuadrilla de Dragaminas, conbase en Cádiz.

El jueves 16 de diciembre pasado era un día soleado y frío del corto invierno cartagenero, y allí, en el muelle «Don Juan de Borbón» del arsenal, nosreunimos algunos de los antiguos comandantes y oficiales que formamos partede la dotación de este buque, para darle la despedida definitiva.

Después de la llegada. del almirante del arsenal, vicealmirante don JoséManuel Mareo Franco, el comandante del barco, teniente de navío don RafaelPonce Alonso, da lectura a la orden por la que se dispone la baja. A continuación el padre capellán reza unas preces de gracias, con un recuerdo por losfallecidos que formaron parte de la dotación.

Después el comandante tomó la palabra para resumir el historial marinero ymilitar del buque, señalando que, durante sus más de cuarenta años de servicioen la Armada española, el Duero ha realizado cerca de 5.000 singladuras ynavegado alrededor de 170.000 millas, haciendo escala en más de 50 puertosnacionales y extranjeros. Recibió la bandera de combate en Calpe (Alicante)y desarrolló su actividad en tres bases diferentes: Cádiz, Palma de Mallorca yCartagena.

Además de su misión básica en tareas de rastreo de minas, este dragaminasha llevado a cabo con eficacia misiones de eseolta y otras comisiones que hanayudado a acercar a nuestra Armada a la población civil.

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L4 HISTORIA VIVIDA

L __-Arsenal de Cartagena, 16 de diciembre de 1999. De izquierda a derecha, capitán de navío donArturo Bazán Laclaustra, capitán de navío don Julio del Cuvillo Díaz-Alersi, capitán de fragatadon José Manuel Buesa Rojo, vicealmirante don Rafael Ponce Cordones (primer comandante),teniente de navío don Rafael Ponce Alonso (tíltimo comandante e hijo del anterior) y capitán de

navío don José Manuel Gutiérrez de la Cámara Señán (autor de este artículo).

El buque ha sido mandado por 31 comandantes y se ha producido elsingular y casi irrepetible caso de que el primer y el último comandante delDuero sean padre e hijo. Ello demuestra que a lo largo de su historia en estebuque se han formado varias generaciones, y ha sido una inmejorable escuelapara comandantes, oficiales, suboficiales y personal de marinería, alguno delos cuales ya han fallecido y para los cuales hemos de tener un emotivorecuerdo.

Mientras él comandante pronunciaba su evocación no podía dejar de recordar las intensas vivencias que tuve durante el año y medio de éste mi primermando, el que constituye la prueba de fuego de un teniente de navío.

Mucho me gustaría explayarme en relatar las efemérides de este intensoperíodo de poca estancia en puerto y muchas en la mar, pero entiendo que lafinalidad de esta sección, La historia vivida, es aportar primicias inéditas, y enese sentido mis dos modestas aportaciones son las que paso a relatar.

El Duero fue el primer dragaminas que efectuó un petroleo en la mar conel buque tanque Teide. Fue el 22 de enero de 1980. Recuerdo que llevaba abordo al jefe del Grupo de Dragaminas con su plana mayor y embarcó unequipo de TVE dirigido por el inolvidable periodista, ya fallecido, José Antonio Silva, piloto civil y muy aficionado a la navegación a vela, y con el quehice una entrañable amistad.

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JOSÉ M. GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA

La cita con el Teide tuvo lugar en las proximidades de Cabo Tiñoso, yaunque los recuerdos son lejanos tengo presente una fuerte marejada del SWque puso en consideración la conveniencia de aplazar la maniobra, decisiónque quedó a mi criterio. Con el Teide a un rumbo próximo al que nos conducíaa cabo de Gata, recibiendo el viento por la amura de babor, iniciamos la aproximación dando fuertes cabezadas; sin embargo, el socaire del petrolero facilitó la maniobra y el transbordo de la manguera, y el petroleo se efectuó singrandes problemas.

La segunda primicia es el hecho de haber sido el primer MSC que efectuaba aprovisionamiento en la mar con un MSO, concretamente con el Guadal-medina, y se efectuó sin ningún contratiempo. Recuerdo que su comandante,el entonces capitán de corbeta Palomino, me envió muchas fotografías de lamaniobra, que se caracterizó por la compañía de muchos delfines saltando porlas proas de ambos buques.

Confieso que me emocioné al dejar el mando de este barco, como me estaba pasando al escuchar la última parte de la alocución del teniente de navíoPonce en la que decía que «la baja de estos buques en la Armada no debe sermotivo de tristeza ni de añoranza, sino de orgullo, ya que todos los que hemosservido a España en ellos tenemos la firme convicción y la íntima satisfaccióndel deber cumplido. A buen seguro el Duero mantiene vivos en su memoria atodos aquellos que, en beneficio del prestigio de este buque y de la Armadaespañola, hemos puesto todo nuestro esfuerzo, dedicación y buen hacer».

Después, el teniente de navío Ponce procedió al arriado de la bandera, hizoentrega de ella al almirante del arsenal y ordenó el desembarco de la dotación,siendo el último en desembarcar, y haciéndose cargo del buque la guardia delarsenal, que subió a bordo para su custodia.

Como dijo el comandante en su alocución, «la progresiva desaparición ennuestra Armada de este tipo de buques hará que el viejo dicho “hombres dehierro en barcos de madera”, que calificaba su carácter y su modo de operar,deba ser refundido». Me alegraría que el Duero, al igual que ha ocurrido conotros MSC, preste su último servicio en el fondo del mar como arrecife natural en la más digna tumba que corresponde a un barco de guerra.

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DOCUMENTO

Escritura notarial del avituallamiento y aparejo de la nao María (1457)

1457, septiembre, 23. Azpeitia (Guipúzcoa)

Escritura pública firmada ante el notario Juan de Lasas por la que Juan deIbarrola, dueño de la nao María, y Antón de Leizardi, maestre de la villa deGuetaria, se obligan y comprometen a pagar a Lope de Barrando los doscientos dieciséis «galures» de oro que les prestó a fin de ifroveer, aparejar yavituallar el barco.

Se establecen las bases jurídicas y se fija el itinerario y plazos para realizarelpago:

«Fue fecha e otorgada esta carta en la villa de Salvatierra de YpargayAzpeitya que es en la provincia de Guipúzcoa a veynte e tres días del mes desetiembre año del nasçimiento de Nuestro Señor Ihesu Christo de mill equatro çientos e çincuenta e siete años».

1 fol, Perg. Letra cortesana. (Museo Naval. Madrid.)

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DOCUMENTO

Transcripción

1. En el nombre del Señor, amen (roto) Juan de Ybarrola, vecino deSanto lohan de Pro de Puerto que es en Navarra señor e dueño quesoy de la nao nombrada La María que Dios la salve e yo Antón deLeyçardi vecino de la villa

2, de Guetarya, maestre que so de la dicha (roto) ambos de mancomun ea vos de uno e cada uno de nos por lo todo renunçiando como a cosanuestra renunçiamos la ley de “duobus rex defendy” e al benefico

3. e division e la auténtica presençia de fide...” (roto) que devemos dar epagar a vos Lope de Barraondo, mercadero vezino de la villa de¿Bilvao? que presente estades o a quien esta carta por vos mostraresin preçi

4. taçion alguna dosçientos e diez e seis galures (roto) del comes del Reyde Inglaterra o su balor e montança segun e al presçio e (valor) e de lamoneda que corriere e valiere al tienpo e logar de la paga e los

5. quales dichos dozientos e diez e seis... (roto) por razon que nos losdiestes e prestastes para vasteçer e fornesçer e aparejar e vituallar ladicha nao e la campañia de ella. E para cumplir, suplir e pagar

6. sus nesçesidades e sin los quales dichos (roto) non se pudiera aviarnin fazer nin seguir su viaje. Todos los quales dichos dozientos edieziseis galures de oro e al valor e montança, vos el dicho Lopez de

7. Barraondo nos diestes e prestastes e pagastes (roto) e nos de vos rescivimos e tomamos realmente e de fecho ante el escrivano e testigos de estacarta de yuso escritos en tal manera que a vos non finto nin remanesçio

8. cosa ni parte alguna de los dichos galures por dar (roto) e por resçivire de los quales nos otorgamos por contento e bien pagados. E renunçiamos que non podamos dezir que los non resçibimos de vosprestados como dicho es

9. e si lo dixieramos que nos non vala. E si el contrario es renunciamoslas dos leyes del fuero: la una en que dize que “los testigos de la cartadeven ver fazer la paga de dineros oro, plata o otra cosa que lo vala”E la otra

10. ley en que dize que “fasta dos años es onme destro de mostrar yprovar la paga que fiçiere salvo sy el que la paga resçibe renunçiareesta ley”. Otrosy renunçiamos la ley de la non “numerara pecunia”con todas sus circunstançias concordan

11. e inçidençias e a todas otras e quales quier leyes o fueros e derechos eusus e constituçiones, excepciones e defensiones quales quier e non...que son o podrían ser ante el thenor de esta carta que nos non vala enjuizio fin fuera donde los

12. quales los dichos dozientos e dieziseis galures de oro de este dichodeudo son a riesgo e ventura de la dicha nao, la qual agora está en laConcha de la villa de Guetaria e del freyte e aparejos de ella desde eldía que la dicha nao feziere

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DOCUMENTO

13. de ella e partiere de la dicha Concha de Guetaria a donde al presenteestá como dicho es fasta que la dicha nao sea e llegue a la Ria e Puerto de Burdeos e dende todo dabor sin mudar viaje a la Ria e Canal deLondres que es en el Regno de Ynglaterra

14. o al puerto de Medianvorr que para donde los mercaderes cargadoresde la dicha nao le dieren debisa E en los dichos puertos o en qualquier dellos echarán la primera anda. E dende fasta en veynte equatro oras naturales e non

15. mas. El qual riesgo se entienda ser de mar o vientos e de henemigos ode otras malas gentes e de otros peligros qual quier, salvo de barateriade maestre e de comendero. Seyendo e llegando la dicha nao a salvamento

16. nos los dichos Juan de Ybarrola e Antón e cada uno de nos de mancomún e cada uno de nos por si e por lo todo como dicho es, prometemos e nos obligamos de dar e pagar a vos el dicho Lope de Baarraondo e a quien esta carta por vos

17. mostrare sin la dicha procuración los dichos dozientos e dieziseisgalures de oro o el dicho su valenti en la dicha çibdad de Londres e enla villa de Medianvorque o en otro qual quier logar a donde la dichanao en este viaje a su

18. descarga arribare e llegare fasta en treynta e un dia primeros siguientes so pena del doble de este dicho, deudo por pena e por postura eexpreso punto convencional que con vos fazemos e ponemos e si ladicha nao mudare el dicho

19. viaje que del dicho mudamento en adelante vos el dicho Lope deBarraondo non ayades riesgo nin peligro fin ventura alguna por losdichos doscientos e dieziseis galures. E que nos, los dichos deudorese obligados e cada uno e qualquier de nos

20. seamos tenidos e obligados a vos dar e pagar todos los dichosdoszientos e dieziseis galures de oro e el dicho su valor en. paz e ensalvo e sin riesgo fin peligro nin ventura alguna donde quier e en qualquier logar que a nos o a qual quier

21. de nos los demandaredes desde el dia que la dicha nao fiziere el dichomundamiento de viaje fasta en otros treinta e un dia cumplidos primeros seguientes sin otro plazo nin dilaçion alguna so la dicha pena deldoblo. E sy la dicha nao

22. feziere el dicho viaje sin fazer el dicho mudamento e non vos dieremosnin pagaremos los dichos doszientos e dieziseis galures de oro al plazocaygamos e incurramos en la dicha pena e seamos tenidos e obligados

23. a dar e pagar con el dicho deudo e quantia prinçipal. Además que lospodades cambiar e recambiar sobre el casco de la dicha nao e sobre elfreyte e aparejos de ella e sobre nos e a cada uno de nos sobre nuestros bienes e de cada uno

24. de nos e la qual dicha pena prometemos e nos obligamos de vos pagarenteramente en quanto quier que fincare por pagar de este dicho

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DOCUMENTO

deudo como por todo l. E bien asy e tan cumplidamente como eldicho deudor principal en la

25. dicha pena pagada que todavia seamos tenidos e obligados. E nosobligamos de vos pagar el dicho deudo principal e sólo asy nos pagaremos e cumpliremos por esta dicha carta damos e otorgamos, libre yvastamente e cumplido

26. a todos e quales quier señores e señoras e burgomaestre, alcalde ejuezes e vailios e alguaziles e ¿estelamines? e otras justiçias e executores quales quier asi de la dicha çibdad de Londres como de la dichavilla de Medianbo

27. e de la villa de Brujas e de otras quales quier çibdades e villas e logares e regnos e señorios asy de allende la mar como de aquende la marante quien esta carta paresçiere o fuere mostrada e presentada e pedido cumplimiento

28. (roto) e de cualquier de ellos pasareis en adelante a la simple petiçionde vos el dicho Lope, acreedor, e de otro cualquiera ques esta cartamostrare en vuestro nombre sin la dicha presoneria, que nos puedan opuedan prender

29. (roto) entregar e facer execuçion en la dicha nao e bulos en dichos susbienes e aparejos (roto) bienes muebles e rayzes e en qual quier deellos,.. paresçieren ende quier que les fallaren e los nos ayamos

30. E que los pueda o puedan vender e rematar sin nos nin algunos de nossea llamados fin rogados nin oidos nin llevados e asy en dia e tiempoferiado como no feriado que estando a ello presente o corriendo alguno de los plazos

31. dichos, quede e que de su valor, entreguen e fagan pago de los dichosdoszientos e diez e seis galures de este dicho deudo o del dicho suvalor o montança e de la dicha pena del doblo e del cambio e recambio que sobre ello fizieredes

32. como todas las costas e dapnos e monoscabos que por esta causafezieredes e resçibieredes e de vos rescrecieren. E fazemos pleito epostura e con avenençia asosesgada con vos el dicho Lope de Barraondo acreedor que de todo quanto sobre esta carta.

33. nos fuere fecho mandado e señalado que non podamos apellar ninpedir nin tomar alçada nin vista sin suplicaçion. E si la demandaramos rogamos e pedimos al juez o juezes e executores e otra qual quieriustiçia

34. ante quien fuere el pleito que nos la non den ni otorguen aunque sealegitima e de derecho nos la deviesen dar e orrogar. E nos por estacarta las renunçiamos expresamente que nos non valan e mas queluego nos fagan pagar

35. e tener e cumplir todo quanto en esta carta dize que se contiene bienasy e tan cumplidamente como si este deudo fuese cosa juzgada pasada en juizio por demanda e por respuesta e fuese sobre ella dadasentençia definitiva e que

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DOCUMENTO

36. sea consentida por las partes en juizio. E renunçiamos que contra estonon nos podamos amparar nin defender por.cartas de Rey nin deReyna nin de otro señor nin señora ganadas fin por ganar. E assymismo renunçiamoS

37. e paramos de nos de nuestra ayuda e favor toda ley e todo fuero e tododerecho escripto e non escripto canonico e çevil o estático e seglarcomun e muniçipal e todo previlegio viejo e nuevo e todo estatuto econsituçion

38. .. e franqueza e todo benefiçio de restituçion in integrum e todaexçepçion e defension que ante nos pongamos de que nos debiesernosayudar e aprovechar para venir lo contenido en esta carta o contraparte della que nos non

39. vala en juizio nin fuera de juzio en alguna tiempo por alguna manera.E otrosy renunçiamos la ley en que dize que “general renunçiaçion,que onme faga, que non vala”. E para pagar e tener e guardar ecumplir todo quanto dicho es

40. e en esta carta dize e contiene obligamos a la dicha nao nombrada “laMarya” e al freyte e aparejos de ella e a todo lo mejor que de ella sesalvare e a todos nuestros bienes muebles e rayzes avidos e por ayer Ede esto otorgamos

41. por esta carta ante lohan Martinez de Lasas, escribano del dicho señorRey, e ante los testigos de yuso escriptos.que fue fecha e otorgada fueesta carta en la villa de Salvatierra de Ypargay Azpeytia que es en laprovinçia de Guipuscoa

42. a veynte e tres dias del mes de setiembre año del nasçimiento deNuestro Señor Ihesu Christo de mili e quatro çientos e çinquenta esiete años testigos que fueron presentes llamados e rogados don Juande Darça, clerigo vezino de la dicha villa de Azpeytia e Juan Martínde Artreçi vezino de Guetaria e Juan Maria de Agüero vecino de laçibdad de ¿Barcelona? e Anton de Cabra, vecino de Burdeos E yo eldicho Juan de Lasas, escribano del dicho señor rey e su notario publico en la su corte e en todos los sus regnos e señorios, que fui presentea todo lo que dicho es poniendo por ruego e otorgamiento de losdichos Juan de YbalTola e Anton de Leyçardi e a pedimiento del dichoLope este publico instrumento fize escribir e fize mi signo a tal entestimonio de verdad

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A PROPÓSITO DE LAS ÇOLAB ORACIONES

Con objeto de facilitar la labor de la Redacción, se ruega a nuestros colaboradores que se ajusten a lassiguientes líneas de orientación en la presentación de sus artículos:

El envío de los trabajos se hará a la Redacción de la REVISTA OE HI5T0RtA NAVAL, Juan de Mena, 1,1.0 28071 Madrid, España.

Los autores entregarán el original y una copia de sus trabajos para facilitar la revisión. Con objeto deevitar demoras en la devolución, no se enviarán pruebas de corrección de en-atas. Estas correcciones seránefectuadas por el Consejo de Redacción o por correctores profesionales. El Consejo de Redacción introducirá las modificaciones que sean necesarias para mantener los criterios de uniformidad y calidad querequiere la REVt5TA, informando de ello a los autores. No se mantendrá correspondencia acerca de las colaboraciones no solicitadas.

A la entrega de los originales se adjuntará una hoja en la que debe figurar el título del trabajo, un breveresumen del mismo, el nombre del autor o autores, la dirección postal y un teléfono de contacto; así comola titulación académica y el nombre de la institución o empresa a que pertenece. Podrá hacer constar mástitulaciones, las publicaciones editadas, los premios y otros méritos en un resumen curricular que no exceda de diez líneas.

Los originales habrán de ser inéditos y referidos a los contenidos propios de esta REVtSTA. Su extensiónno deberá sobrepasar las 25 hojas escritas por una sola cara, con el mismo nómero de líneas y con venientemente paginadas. Se presentarán mecanografiados a dos espacios en hojas DIN-A4, dejando margen suficiente para las correcciones. Deben entregarse con los errores mecanográficos corregidos y si es posiblegrabados en diskette, preferentemente con tratamiento de texto Microsoft Word Windows, u otros afines.

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• Se subrayarán (letra cursiva) los nombres de buques, libros, revistas y palabras y expresiones enidiomas diferentes del español.

• Las notas de -pie de página se reservarán exclusivamente para datos y referencias relacionadosdirectamente con el texto. Se redactarán de forma sintética y se presentarán en hoja aparte connumeración correlativa.

• Las citas de libros y revistas se harán así:

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• La lista bibliográfica deberá presentarse en orden alfabético; en caso de citar varias obras delmismo autor, se seguirá el orden cronológico de aparición, sustituyendo para la segunda y siguientes el nombre del autor por una raya. Cuando la obra sea anónima, se alfabetizará por la primerapalabra del título que no sea artículo. Como es habitual, se daián en listas independientes las obrasimpresas y las manuscritas.

• Las citas documentales se harán en el orden siguiente:Archivo, biblioteca o Institución.Sección o fondo.Signatura.Tipología documental.Lugar y fecha.

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LA HISTORIA MARÍTIMAEN EL MUNDO

José Antonio OCAMPO

Baja del dragaminas Miño

El jueves 16 del pasado mes de diciembre se celebraron en el arsenal deCartagena los actos de ordenanza para dar de baja en la Armada al que fuedragaminas Miño. Presidió la ceremonia el vicealmirante jefe del arsenalMarco Franco, y estuvieron presentes algunos de los comandantes que tuvo elbuque a lo largo de su vida activa.

Recogemos aquí esta información gráfica de primera mano, porque afectamuy especialmente a nuestro jefe de redacción, coronel Ocampo Aneiros,quien fue el primer jefe de Máquinas de este buque y que bajo el mando delteniente de navío Fauste Duerto lo recogió en el arsenal de Boston, Massachusetts, EE. UU., el 25 de octubre de 1956, con el numeral norteamericanoMSC-266 (Mine Sweeper Coastal), bajo una fuerte nevada.

El Miño fue botado en los astilleros Quincy Adams Yatch Inc., de Massachusetts, el 14 de abril de 1956 y se dio de alta en la Armada en la fecha citada en el párrafo anterior. Salio de Norfolk, Virginia, el 13 de mayo de 1957con destino a Palma de Mallorca, adonde llegó el 8 de junio. No navegó ensolitario, vino acompañado por un petrolero, un dragaminas oceánico francés,dos dragaminas costeros paquistaníes y otros dos dragaminas costeros daneses, formando un grupo operativo. En Punta Delgada, Azores, se disolvió estegrupo y el Miño continuó con los dos barcos paquistaníes hasta llegar a Cádizdonde se quedó, continuando los paquistaníes hasta Gibraltar. Fueron éstos losúltimos barcos que cruzaron el canal de Suez antes de su cierre por la guerra(campaña del Sinaí). Estuvo en activo poco más de cuarenta y tres años y fuemandado por 33 comandantes (33 tenientes de navío); el primero, comohemos dicho, el teniente de navío Fauste Duerto, y el último el tambiénteniente de navío Avanzini González-Llanos.

Digamos que el dragaminas Miño fue el último de una serie de seis dragaminas costeros encabezada por el Nalón (1954), al que siguieron el Llobregat,Turia, fúcar y Ulla, primera entrega contemplada en el Tratado de Amistad yCooperación (Mutual Defense Assistant Program) con los Estados Unidos deAmérica de 1953. Después vendría otra serie igual y los dragaminas oceánicoscon la numeral MSO. Todos ellos barcos de casco de madera, amagnéticos, demisión peligrosa pero de larga vida. Dos de ellos con serios percances: elTuria se salvó por los pelos en su colisión cerca de Palma de Mallorca con elcorreo Jaime 1 cuando volvía de Valencia con su flamante bandera de combaterumbo a Mahon, en Menorca, y el Llobregat, incendiaao en abril de 1979.

El Miño acabó su vida en buenas condiciones, desempeñando con éxito elcometido para el que salió de gradas. Se merece un buen retiro; pero es de

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JOSÉ ANTONIO OCAMPO

Bendición del dragaminas Miño por el arzobispo Cushing, en Boston, una semana después desu entrega. «... y así pido que la bendición de Dios Padre. Hijo y Espíritu Santo caiga sobre estebuque y toda su dotación». De izquierda a derecha: alférez de navío José Luis Carranza y Vilallonga, teniente de Máquinas José Antonio Ocampo Aneiros, monseñor Christopher P. Griffing,arzobispo Richard J. Cushing, capitán de navío Blanco García, agregado naval en Washington,alférez de navío Luis Carrero Pichot y capitán de navío Vincent J. Gorki, capellán del Primer

Distrito Naval.

El dragaminas Miño queda en manos del centinela de la guardia dearsenales una vez desembarcada la dotación y arriada la bandera.

Cartagena, 16 de diciembre de 1999. (Fotografía del autor.)

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LA HISTORIA MARÍTIMA EN EL MUNDO

Primera dotación de oficiales del dragaminas Miño. De izquierda a derecha: alférez de navíoJosé Luis Carranza y Vilallonga, teniente de Máquinas José Antonio Ocampo Aneiros, tenientede navío de la Marina norteamericana (oficial de enlace) James Dismucks, teniente de navío,comandante del buque, José Luis Fauste Duerto, alférezde navío José Antonio Moreno deGuerra y alférez de navío Luis Carrero Pichot. (Fotografía tomada a petición del oficial de

enlace en Norfolk, diciembre de 1956, colección del autor.)

Primera dotación del dragaminas Miño. En el centro el arzobispo de Boston Richard J. Cushing,personalidad eminente en Nueva Inglaterra. ‘A la izquierda del alférez de navío Luis Carrero,los comandantes ingenieros de Armas Navales Alfonso Barón González-Tablas y FelipeHernán Corberó, que no pertenecen a la dotación. (Fotografía tomada en la capilla de South

Station de Boston en diciembre de 1956, colección del autor.)

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JOSÉ ANTONIO OCAMPO

temer que, al igual que otros de la serie, irá probablemente a servir de arrecifenatural para criadero de peces y cefalópodos. Su casco de madera acabará enel fondo haciendo un nuevo servicio que no pudo imaginarse aquella mañanainverval de 1956.

Primera metopa de la escuadrilla de dragaminas. Dibujo original del entonces teniente deMáquinas José Vigo Mesiá, hoy capitán de navío retirado del Cuerpo de Ingenieros de la

Armada. (Colección del autor.)

114 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 69

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NOTICIAS GENERALES

Segundas Jornadas Universitarias Subaqua. Madrid,. España

El día 12 del pasado mes de abril a las 12,30 horas se celebraron estasJornadas en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales:

— «Naufragios en la Carrera de Indias», por Fernando Serrano Mangas,catedrático de Historia Económica de la Universidad de Extremadura.

— «Arqueología subuacuática en la isla de Cuba», por Carlos AlbertoHernández Oliva, de la Oficina del Historiador de La Habana.

Para más información dirigirse a:

Segundas Jornadas Universitarias Subaqua.Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales (NAVALIA-ETSIN).Avenida Arco de la Victoria, sin. Ciudad Universitaria, Madrid.

XXII Jornadas de Historia Marítima. Gijón, España

Entre los días 9 y 11 del pasado mes de mayo se celebró en Gijón un Seminario sobre «Asturias y la Armada, una vinculación histórica», organizado porel Instituto de Historia y Cultura Naval, con la colaboración del Ateneo Jovellanos de aquella ciudad.

Con estos seminarios este Instituto, en su proyección itinerante, pretendeacercarse a aquellas regiones españolas con las que su vinculación al mar, asus hombres y a sus hechos es mensaje permanente, y está íntimamente ligadoa su devenir histórico. De aquí que las Jornadas de Historia Marítima, queprograma todos los años, se enriquezcan en estos ámbitos de colaboración conentidades culturales de inquietudes afines y compartidas.

En esta primera parte del ciclo los conferenciantes centraron sus ponenciasen resaltar la trascendencia de esta vinculación histórica de Asturias con laArmada, abordando los temas que siguen:

— Martes 9 de mayo: apertura del seminario por el almirante director delInstituto de Historia y Cultura Naval, Fernando Riaño Lozano.

«Jovellanos y su proyección marítima», por el general auditor JoséCervera Pery.

— Miércoles 10 de mayo: «Guardias marinas asturianos en las RealesCompañías», por el capitán de navío Hermenegildo Franco Casta-non.

— Jueves 11 de mayo: «Los nombres de Asturias en los buques de laArmada», por el teniente coronel del Cuerpo de Sanidad MilitarManuel Gracia Rivas.

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NOTiCIAS GENERALES

Las sesiones, de mañana y tarde, el martes, y de tarde el miércoles y eljueves, tuvieron lugar en el Ateneo Jovellanos, calle Begoña, 25, de Gijón.

Para más información dirigirse a:

Instituto de Historia y Cultura Naval.Juan de Mena, 1, 1.0. 28071 Madrid, España.Teléfono: 91 379 50 50. Fax: 91 379 59 45.

V Congreso Internacional de Caminería Hispánica. Valencia, España

Entre los días 20 y 22 de julio se celebró en Valencia este V CongresoInternacional, organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Patronato «Arcipreste de Hita», el CEDEX-CEHOPU y laAsociación Española de la Carretera, con el patrocinio de varias institucionesoficiales españolas, mexicanas y argentinas.

La presidencia de honor la ostentó el Rey de España, Juan Carlos 1, y ladirección se le encomendó a Manuel Criado del Val. La comisión técnica estaba formada por nueve representantes de las instituciones patrocinadoras.

Las sesiones tuvieron lugar en la sede del Congreso, Biblioteca valenciana(Monasterio de San Miguel de los Reyes), Avenida de la Constitución, 284,con exposición oral de las comunicaciones de quince minutos, más cinco decoloquio.

El temario inicial estaba constituido por los cuatro títulos principales quesiguen: «Caminería física», «Caminería histórica», «Caminería literaria» y«Rutas turísticas y caminería».

De entre los temas de las comunicaciones destacamos aquellos que estimamos pueden interesar más a nuestros lectores:

— «La comunicación fluvial en España y en América».— «La comunicación marítima».— «Caminería del Pacífico».— «Ciudades y centros de comunicación».— «Los puertos».— «La investigación arqueológica».— «Cartografía».— «La gran vía entre Sevilla y Manila».— «Caminería por el Mediterráneo».

«Caminos a Tierra Santa y Oriente».

Durante el congreso se hicieron dos mesas redondas, una sobre «Camineríapor el Mediterráneo y Oriente Medio» y otra sobre «Cultura, Caminería yTurismo, riesgos y ventajas».

En el momento de redactar estas líneas se habían inscrito 131 participantes, todos destacado historiadores, investigadores y estudiosos del mundouniversitario y de otras instituciones culturales nacionales y de otros países.

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NOTICIAS GENERALES

Para más información dirigirse a:

Y Congreso Internacional de Caminería Hispánica.Instituto de la Lengua Española.Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).C/ Duque de Medinaceli, 6. 28014 Madrid, España.Teléfono: 91 429 06 26. Ext.: 3002. Fax: 91 369 09 40.

XVI Curso de Formación de Historiadores. Ávila, España

Entre los días 3 y 28 del mes de julio la Fundación Sánchez-Albornozdesarrolló en el Monasterio de Santo Tomás, de Avila, su XVI Curso deFormación de Historiadores, conespondiente a este año 2000.

Recordemos que el programa académico de esta Fundación cuenta con unaexperiencia en la vida científica desde 1985. Con esta tradición atesoradaviene cumpliendo anualmente, durante el mes de julio en Avila, con la organización de unos cursos dirigidos a la formación general y especial de licenciados, doctorados y profesionales de la enseñanza en orden a la renovación demétodos y contenidos, y al estudio e investigación de la Historia de España.

El programa de este año, siguiendo la filosofía de los fines esenciales de laFundación, ha querido concretar su tarea en la densidad de sus contenidos yen la gran intensidad y exigencia docente. Damos al lector un resumen de lostítulos para que pueda hacerse una idea de las materias que se ofrecieron:

— «Paleografía medieval y moderna», dirigida por don José Manuel RuizAsencio, catedrático de Paleología y Diplomática de la Universidad deValladolid, del 3 al 14 de julio. 60 horas lectivas.

— «Archivística», dirigida por el mismo doctor Ruiz Asencio, del 3 al 14de julio. 60 horas lectivas.

— «Aproximación a los estudios de Iconografía: Iconografía religiosa enla Edad Media», dirigido por doña Etelvina Fernández González, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de León, del 3 al 7 dejulio. 30 horas lectivas.

— «El mundo cronístico medieval para la investigación histórica», dirigido por don Gonzalo Martínez Díez, catedrático E. de Historia delDerecho de la Universidad «Rey Juan Carlos 1» de Madrid, del 10 al 14de julio. 30 horas lectivas.

— «Castellología medieval», dirigido por don Luis de Mora-Figueroa,profesor de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, del 10 al 14de julio. 30 horas lectivas.

— «Biblioteca y centros de documentación: técnicas avanzadas de planificación, recuperación y evaluación», dirigido por don José López Yepes,catedrático de Documentación de la Universidad Complutense deMadrid, del 17 al 28 de julió. 60 horas lectivas.

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NOTICIAS GENERALES

— «Heráldica y Genealogía españolas. Introducción a su estudio», dirigido por don Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, investigador del CSIC,del 24 al 28 de julio. 60 horas lectivas.

— «Técnicas de investigación científica: cómo se hace una tesis doctoral»,dirigida por don José López Yepes, catedrático de Documentación de laUniversidad Complutense de Madrid, del 24 al 28 de julio. 30 horaslectivas.

— «Fuentes históricas e instituciones abulenses medievales», dirigido pordon Carmelo de Luis López, profesor de Historia Medieval de laUNED, del 24 al 28 de julio. 30 horas lectivas.

Para más información dirigirse a:

Secretaría de la Fundación Sánchez-Albornoz.Paseo del Dos de Mayo, 8. 05001 Avila.Teléfono: 920 31 71 34. Fax: 920 22 40 47.Internet: hup./www.fsanchez-albornóz.CofllCorreo electrónico: fundación@ sanchez-albornoz.com

XXVI Conferencia Internacional de Historia Marítima. Estocolmo,Suecia

En el número 64 de la REVISTA del pasado año 1999 dábamos noticia de lacelebración en Oslo del XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas,entre los días 6 y 13 del mes de agosto de 2000. En este mismo númeroampliamos la información anterior. Es ésta una reunión multitudinaria en laque tuvieron cabida, con reuniones propias, veintidós organizaciones asociadas y dieciocho comités internos. En este ámbito tuvo lugar en Estocolmo losdías 30 y 31 de julio y 1, 2, 3 y 4 de agosto, la XXVI Conferencia Internacional de Historia Marítima. El tema central «Guerra total-Defensa total, 1789-2000» se dividió en los cinco temas principales que siguen:

— Tema 1: «Guerra total. Efectos sobre la doctrina y la planificación militar».

— Tema II: «A las armas, ciudadanos! El papel del reclutamiento y elascenso y descenso de las fuerzas no profesionales».

— Tema III: «Guerra económica y movilización industrial».— Tema IV: «La retaguardia».— Tema V: «La guerra total. Factores condicionantes y consecuencias a

largo plazo».

De este programa, desarrollado por cuarenta participantes, recogemos lasdos ponencias siguientes interpretando el interés de nuestros lectores:

El martes 1 de agostó, y dentro del tema principal 1, presentó su comunicación nuestro compañero y vocal del Consejo Rector de la REVISTA, Hugo

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NOTICIAS GENERALES

O’Donnell y Duque de Estrada, con el título «La Marina española y la crisiscolonial al final del siglo xix».

El jueves 3 de agosto, dentro del tema principal III, presentó la suya,«Movilización en el norte de España bajo el impulso de la Marina española afinales del siglo xviii», el capitán de navío, amigo y colaborador de la REVISTA, José Blanco Núñez.

Para más información, dirigirse a:

Rafael Nieto Martínez, secretario general del CEHISMI.Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN).Paseo de la Castellana, 61. 28071 Madrid.Teléfono: 91 348 25 58. Fax: 91 348 25 53/54.

XIX Congreso Internacional de Ciencias Históricas. Oslo, Noruega

En el número 64 (1999) de nuestra REVISTA dábamos la noticia de esteCongreso Internacional quinquenal, que se desarrolló entre los días 6 y 13 deagosto pasado en la Universidad de Oslo (Campus de Blindern). Ampliamosahora esta información.

La inscripción de los participantes se hizo el sábado 5, el domingo 6 y ellunes 7 en la Biblioteca de la Universidad, la que hizo, asimismo, de oficinapostal y de puesto de información. La información actualizada se pudo encontrar en Internet.

El día 6, a las 18.00 horas, se celebró la ceremonia de apertura en el OsloKonserthus, y la clausura el día 13 a las 11.00 horas. Los idiomas oficialesfueron el francés y el inglés. Se dispuso de traducción simultánea durante laceremonia de apertura y para los temas principales. Las sesiones de HistoriaMarítima tuvieron lugar el viernes 11 y el sábado 12.

El programa de temas generales disponible a la hora de redactar esta noticia fue el siguiente:

— «Modernización y pesca en el mar del Norte y en el Zuyderzee en labaja Edad Media y al final de la Moderna: desarrollos político, económico y ecológico».

— «Higiene y Seguridad en la mar».— «Instalaciones portuarias». (En este tema pronunció la ponencia «Estra

tegia empresarial en el puerto de Las Palmas por innovaciones tecnológicas» don Miguel Suárez Bosa.)

— «Salud pública en las ciudádes portuarias».— «Explotación y transporte de combustibles minerales».— «Desarrollo portuario y finanzas».— «Condiciones de trabajo a flote».

La casa editora Tano-Aschehong y el comité organizador editarán unapublicación con una selección de las conferencias sobre los tres temas más

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NOTICIAS GENERALES

importantes. En esta publicación se incluirá un CD-ROM que contendrá todaslas conferencias del congreso.

Se ofrecieron excursiones de media jornada y de jornada entera, y otrasposteriores a la clausura. Además, se pusieron a disposición de los congresistas otras oportunidades culturales y folklóricas.

Para más información dirigirse a:

CISH 2000. do Congreso-Conferencia AS.PO Box 2694 Solli. N-0204 Oslo, Noruega.Teléfono: + 47 22 56 19 30. Fax: + 47 225605 41.Correo electrónico: [email protected]

X Reunión Internacional de Historia de la Náutica y de la Hidrografía.Río de Janeiro, Brasil

Dentro de la programación oficial de la conmemoración del V Centenariodel Descubrimiento de Brasil, los días 21 y 26 del mes de agosto, se celebróen Río de Janeiro la X Reunión Internacional de Historia de la Náutica y de laHidrografía. Estas reuniones internacionales vienen haciéndose periódicamente desde que en 1968 tuvo lugar en Coimbra y Lisboa la primera de ellas,encuadrada en el Y Centenario de Pedro Alvarez Cabral.

Esta X Reunión Internacional, como no podía ser de otra manera, abordóel tema «La Náutica y la Hidrografía en los grandes descubrimientos», sinlimitación cronológica, estando presentes varios especialistas extranjerosvinculados a estas disciplinas.

Se había previsto la presentación de 20 comunicaciones de base desarrolladas por especialistas invitados. Para cada comunicación se reservó un tiempode cincuenta minutos en total, incluido el correspondiente coloquio. Paralelamente se aceptaron hasta un máximo de 12 comunicaciones libres, según elcriterio de la organización, que se presentaron, según las disponibilidades detiempo, en las sesiones de tarde por espacio de 20 minutos.

Para más información, dirigirse a:

Directoria do Património Histórico e Cultural da Marinha.Rua Dom Manuel, 14. Praça XV. Río de Janeiro-Rj-CEP: 20090-010.

CONVOCATORIAS

VI Jornadas de Historia Militar. Madrid, España

Entre los días 20 y 23 del próximo mes de noviembre se celebrarán enMadrid las VI Jornadas de Historia Militar, organizadas por la Comisión Española de Historia Militar (CEHISMI), que preside el almirante Balbás Otal.

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NOTICIAS GENERALES

El programa ha sido diseñado con una conferencia diaria, en sesionesvespertinas de cincuenta minutos de duración, a cuyo término se celebraránsendos coloquios de diez minutos. Esta es la distribución de las conferenciasprevistas:

Presentación: don Juan Pérez de Tudela, académico de la Historia.Primer día: «Antecedentes históricos», por Hugo O’Donnell y Duque de

Estrada, historiador.Segundo día: «Desembarco en Gallípoli», por Ricardo Alvarez de Maldo

nado, almirante.Tercer día: «Desembarco de Alhucemas», por José Sánchez Méndez, gene

ral de División (E.A.).Cuarto día: «Grandes desembarcos en la segunda guerra mundial», por

Ulises Soto, teniente coronel de Infantería, agregado militar adjunto de laEmbajada de los Estados Unidos.

Para más información, dirigirse a:

Rafael Nieto Martínez, secretario general de la CEHISMI.Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional.Paseo de la Castellana, 61. Madrid.

Jornadas de Historia Marítima. Madrid, España

Durante los días 14, 15 y 16 del próximo mes de noviembre se celebrará enMadrid un seminario sobre el tema central «La monarquía hispánica en elsiglo XVI», organizado por el Instituto de Historia y Cultura Naval. Para ello seha confeccionado el siguiente programa de siete conferencias que, en horariovespertino, se desarrollarán en el Salón de Actos del Cuartel General de laArmada.

Día 14: «Aspectos socioculturales de la monarquía en el siglo xvi», pordon Antonio Prieto Martín, catedrático de Historia de la Literatura de la Universidad Complutense de Madrid.«La expansión en América, conquista y evangelización», por donJuan Pérez de Tudela, académico de número de la Real Academiade la Historia. -

Día 15: «La diplomacia española», por don Miguel Angel Ochoa Brun,embajador.«Situaciones de la economía española», por don Félipe RuizMartín, de la Real Academia de la Historia.«La Hacienda en el curso del siglo XVI», por don Juán VelardeFuentes, académico de la Real Academia de Ciencias Morales yPolíticas, y consejero del Tribunal de Cuentas.

Día 16: «La política de la monarquía hispánica», por don Emilio de Diego García, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

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NOTICIAS GENERALES

«La defensa de la monarquía hispánica», por don Ricardo CerezoMartínez, capitán de navío, académico de honor de la RealAcademia de Cultura de Valencia.

Los actos de apertura y clausura correrán a cargo del contralmiranteFernando Riaño Lozano, director del Instituto de Historia y Cultura Naval.

Para más información, dirigirse a:

Instituto de Historia y Cultura Naval.Seminario de Historia Naval.Juan de Mena, 1, 1.0 28071 Madrid.

MUSEOS

Feria Internacional del Patrimonio Cultural. Barcelona, España

Patrocinada por la firma EPSON y organizada por la Asociación de Museólogos de Cataluña y TECNOART, con varias colaboraciones institucionales yespeciales, los días 19 y 20 del pasado mes de mayo se celebró en Barcelonala Feria Internacional del Patrimonio Cultural, que puso su acento en «Lasnuevas tecnologías: museos y patrimonio cultural». Se pretendía agrupar a losproveedores y a los agentes que utilizan la tecnología de última hora paraofrecer un amplio abanico de aplicaciones y novedades en este sector profesional. Para ello se programaron unas sesiones teóricas con personal especializado, nacional y extranjero, a la vez que se montaban unos talleres de demostración práctica donde se podían ver las últimas realizaciones y tecnologíasque hay a nuestro alcance.

En estas jornadas se intentaba ofrecer una panorámica general de las especialidades que participan en el patrimonio: difusión, exposición, conservación,restauración..., abarcando un amplio espectro que se pensó podía garantizaruna inmersión intensa y concentrada en un apasionante futuro que ya se tocacon las manos.

El programa se diseñó de la siguiente manera:

— Presentación a cargo de Carles Marfá, presidente de la Asociación deMuseólogos de Cataluña, y Andrea García, vicepresidenta del ICOMESPANA y presidenta del Comité Ejecutivo de la Conferencia Internacional ICOM-BARCELONA 2001.

— «Cuando los ordenadores ven y piensa por nosotros. Una introduccióna la inteligencia artificial y a la realidad virtual», por Juan A. Barceló,de la Universidad Autónoma de Barcelona.

— «Nuevas tecnologías en las comunicaciones», por Eugeni Fernández,director del Departamento de Comunicaciones de la Empresa INFOCONSULT y Jorge Tórtola, responsable de servicios IPE de Retevisión.

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NOTiCIAS GENERALES

— «Nuevas tecnologías en Internet para la difusión del patrimonio», porCésar Carreras, de la Universidad abierta de Cataluña y Gloria Muniha, doctora en Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología, de lamisma Universidad.

— «Nuevas tecnologías de hardware», por José Luis Losada, director delDepartamento de Sistemas de BS MICROTEC, S. L.

— «Sistema de Información Geográfica (S.I.G.)», por Carles Serra, del Instituto Geográfico de Cataluña; David García, de la Universidad de Barcelona y Josep Guitart, catedrático de Arqueología de la misma Universidad.

— «Aplicaciones de la imagen virtual y animática. Comunicación y tecnología audiovisual», por Josep Gurri, profesional y profesor de imagenvirtual; Quique Grases, profesional de animática y Joan Bohé, profesional de la empresa KONIC.

— «Nuevas tecnologías de conservación», por Marcel Stefanacci, directorde los laboratorios de investigación de los museos de Francia.

— «Nuevas tecnologías de restauración», por Pinin Brambilla, directora dela restauración de la Santa Cena de Leonardo da Vinci.

— «Nuevas tecnologías de restauración», por Gianluigi Corallucci, director de la restauración de la Capilla Sixtina.

— «La conservación del arte rupestre en cuevas y abrigos», por EndaldGui!!amet, restaurador.

Las sesiones se celebraron en la Feria de Barcelona, Montjuich, ARTEXPO, sala A, Palacio del Cincuentenario. Las conferencias se desarrollaron enespañol, salvo los ponentes extranjeros, ya que no se dispuso de traducciónsimultánea.

Todos los participantes inscritos recibieron las ponencias en el primer díade las jornadas.

Se entregó, asimismo, un certificado de asistencia.

LIBROS

El pasado 8 de octubre, bajo la presidencia de don José María Aznar, presidente de! Gobierno, se presentó en el Palacio de La Moncloa el libro Símbolosde España, obra editada por el Centro de Estudios Po!fticos y Constitucionales.La obra, coordinada por don Feliciano Barros, tiene 500 paginas y 425 ilustraciones en color.

Además de un prólogo de doña Carmen Iglesias, presidenta del Centro, elcontenido de la obra se centra en tres símbolos de España: el escudo, labandera y el himno. El primer tema lo desarrohló don Faustino MenéndezPida!, el segundo nuestro compañero y colaborador don Hugo O’Donnell, y e!tercero corrió a cargç de doña Begoña Lolo.

En la presentación intervinieron doña Carmen Iglesias y el historiador donJuan Pablo Fusi.

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NOTICiAS GENERALES

Museo Naval de Madrid. Medallística

El Museo Naval ha incrementado su colección de medallas en los tresejemplares que mostramos a continuación, el primero de los cuales ha sidodonado por nuestro compañero, vocal del Consejo de Redacción de estaREVISTA, Hugo O’Donnell, conde de Lucena. Los otros dos fueron adquiridospor el Museo Naval.

Medalla conmemorativa del traslado de Napoleón a la isla de Santa Elena a bordo del Beilerophon.(N.° de Inventario 8619.;)

Medalla conmemorativa de la frustrada invasión de Buenos Aires por los ingleses en 1806, enla que se ve representada por primera vez la bandera bicolor de España. (N.b de Inventario 8626.)

Medalla dedicada al emperador por la ciudad de Núremberg en 1527. Plata 0 66 mm. AlbertoDurero y Ludwig Krug. Ceca de Núremberg. (N.° de Inventario 8543.)

J.A.O.

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RECENS IONES

GONZÁLEZ DE CANALES, Fernando: Retratos de los Reyes de España en laJurisdicción Central de Marina (Catálogo de Pinturas del Mueo Naval.Tomo I).—Ministerio de Defensa. Secretaría General Técnica, 1999. 134 páginas. 40 Ilustraciones.

He aquí un libro al que puede otorgársele por anticipado las tres eses desugestivo, sorprendente, sobresaliente, en suma. Sugestivo, porque la solapresencia de su riquéza iconográfica lo hace merecedor-del adjetivo; sorprendente, porque el texto éntraña una lectura magistral de la trayectoria de lapintura marítima española —todavía una gran desconocida— a través de unestudio analítico riguroso y documentado; y sobresaliente, porque a la suma deestos valores, el cuidado de la edición —calidad de papel y maquetación excelente— lo sitúa entre los libros verdaderamente trascendentes del final de siglo.

Fernando González de Canales, capitán de navío, y hasta hace poco tiemposecretario del Instituto de Historia y Cultura Naval, es un consumado maestroen el arte de la investigación pictórica, a la que ha dedicado muchos años deatención y de paciente y efectiva catalogación. Su obra, ciertamente ambiciosa,se ve coronada çon el acierto indudable de su primera entrega: Retratos de losReyes de España en la Jurisdicción Central de Marina, pero yo me permitiríallamar la atención sobre un aspecto destacadísimo como es la interpretaciónhistórico-artística que el autor realiza a través del retrao (con amplia especificación de los incluidos en su obra), la pintura marítima (con referencia directaa la pintura y retratos de buques), y la pintura temática de la historia marítima,que junto a batallas y combates navales, y la pintura religiosa, forman unconjunto armónico, espléndidamente logrado en la autoexigencia del autor deofrecer una obra sin precedentes (cada uno de esos capítulos podría obtener loshonores de una monografía) en la historia marítima española.

El plan de la obra, bien dibujado y ensamblado, ya muestra lo ambiciosode su contenido, ya que a estos Retratos de los Reyes de España habrán deseguir los de los capitanes y tenientes generales de la Armada y almirantes;los de los jefes de esc.iadra y vicealmirantes; los deJos brigadieres de laArmada y contralmirantes; los de los oficiales particulares del Cuerpo Generalde la Armada y guardiamarinas; los de otros Cuerpos de la Armada y el Ejército, así como los retratos de los descubridores, navegantes, cosmógrafos ygeógrafos y otros retratos de personajes no identificados, en un total de ochotomos, en los que utiliza los más modernos sistemas decatalogación e inventarización, de gran riqueza y valor ilustrativo.

Una excelenie y pormenorizada bibliografía general y un índice generalonomástico, complementan los textos y las ilustraciones, que ya de por síconstituyen un auténtico deleite visual de fácil ensamblaje con el rigor histórico del texto.

J.C. P.

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RECENSIONES

DÍAz DEL Rio, Ángel: América en el Horizonte—Ministerio de Defensa.Secretaría General Técnica, 1999. 621 páginas. Ilustraciones.

Inaccesible a los acosos del tiempo o a las modernas innovaciones, la Historia sigue siendo una materia sugestiva y atrayente, no sólo para quienes laescriben o analizan, sino también para quienes la leen y la asimilan. Los librosreferidos al pasado tienen —cuando se atienen a las reglas historiográficas—un valor ilustrativo muy estimable y comprometen al lector que busca en ellosunas señas de identificación. La historiografía, siempre abierta a nuevascorrientes y aportaciones, se hace cada vez más asequible, y no porque algunostemas sean ya suficientemente conocidos y reiteradamente contemplados debenser frívolamente subvalorados, porque tras la descripción de hechos y actitudes,hay siempre una interpretación fáctica que los justifica y los emiquece.

Este es el caso de América en el Horizonte del contralmirante AngelDíaz del Río, editado por el Centro de Publicaciones del Ministerio de Defensa;un libro compacto y denso, pero no farragoso, estructurado y conducido desde elrelato al análisis; de la descripción a la interpretación, y que combina una acertada conjunción que lo dota de valores muy apreciables y que hacen al mismotiempo fácil y grata su lectura. Su título es acertado y concreta la materia, porqueen ese amplísimo panorama —América en el Horizonte— se deja constancia delos principales hechos y vicisitudes del hallazgo, exploración, colonización yevangelización del nuevo horizonte descubierto por el genio hispano.

Con ser muchos los libros que han tratado (y seguirán tratando) de la temáticaexpuesta, es evidente que algo está cambiando y que las nuevas y excelentesaportaciones —y ésta es una de ellas— que se vienen sucediendo, ponen al díadesde los modernos soportes informáticos, nuevos conocimientos, y reinterpretanhechos, tradiciones y costumbres tratando de salvaguardar lo más autóctono eidentificador que determina nuestra historia; y así el libro del almirante Díaz delRío, sin perder su base científica, mantiene a través de su hilo conductor desveladas las diversas etapas del dominio hispano en las nuevas tierras, en el descubrimiento y la conquista, que también fue, sobre todo, acción civilizadora, mestizajee integración. Todo fácil de enunciar pero difícil de interpretar y valorar en sujusta medida, y Angel Díaz del Río lo logra con evidente acierto.

Las dificultades descubridoras, los esfuerzos colonizadores y las tareasevangelizadoras en una unidad de acción y sentimientos, dentro de una variedad de conductas o actitudes, quedan bien plasmadas en esta obra, que a buenseguro tendrá una excelente acogida entre sus lectores.

J.C. P.

CHOCANO, Guadalupe: La Escuela de Guerra Naval: 75 años de historia.—Ministerio de Defensa. Centro de Publicaciones, Madrid, 1999. 250 páginas. Ilustraciones.Durante setenta y cinco años, la Escuela de Guerra Naval tuvo abiertas sus

aulas impartiendo a través de ellas cursos de formación superior, creando

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RECENSiONES

doctrina y realizando una intensa y fructífera labor de ilustración naval en todassus facetas, afrontando los retos y desafíos de nuevos conceptos y modernastecnologías. Por sus aulas pasaron también oficiales generales, profesores deUniversidad, hombres de empresa y altos representantes de la diplomacia o lapolítica, que en no pocas ocasiones prestigiaron sus currículos con el bagaje desus enseñanzas.

Ahora, por imperativos legales y en base a un proceso estructural deadecuación orgánica, cierra sus aulas y se integra en la Escuela Superior de lasFuerzas Armadas (ESFAS) que engloba las antiguas Escuelas Superiores de lostres Ejércitos, dejando tras de sí setenta y cinco años de logros y realizaciones.

No habría sido justo que tan brillante como dilatada trayectoria quedaraarchivada en los almacenes del olvido, por lo que bajo los auspicios de laEscuela de Guerra Naval y con la eficaz colaboración del Centro de Publicaciones del Ministetio de Defensa, la doctora Guadalupe Chocano, con su libro LaEscuela de Guerra Naval: 75 años de historia, rescata, revive y recrea losmemorables fastos del centro en un bien ensamblado y completísimo estudio,con un indudable sentido de la oportunidad, para que el lector profesional oprofano pueda tener una auténtica visión de conjunto de lo que durante tantasdécadas ha sido un centro modélico.

Partiendo de los antecedentes de la Escuela, se inicia un recorrido a travésde un marco histórico sobre el que destaca su trayectoria orgánica y funcional,hasta la ceremonia de clausura del último curso lectivo (1998-1999) y dondequedan contempladas y bien reflejadas sus líneas de orientación y estudio conlos cursos impartidos, tanto de guerra naval como de mando superior e información, lo que convierte al texto en el más completo tratado de propósitos,objetivos y actividades de este vivero continuo de mentalidad naval.

Nada ha quedado en el tintero, pues la paciente y tenaz investigación de laautora ha rebasado todas las fronteras de la limitación y escudriñado todos lossoportales del edificio, y así los apéndices documentales constituyen una másque valiosa aportación al texto, enriquecido, además, con un brillante prólogodel jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante general Antonio MorenoBarberá.

Libro, en suma, trascendente y emotivo, de inapreciable valor histórico ydocumental, en el que el acierto encaja plenamente con la utilidad.

J.C. P.

BéRTOCCHI MORÁN, Alejandro N.: El «Graf Spee» en la trampa de Montevideo—Buenos Aires, 1999. 112 páginas. Ilustraciones.

El destacado historiador uruguayo Alejandro Nelson Bertocchi, colaboradorde esa REVISTA, y en la que ha publicado trabajos muy estimables, realiza unanueva incursión en el mundo editorial con la publicación del libro que reseñamos, en el que estudia amena, pero sobriamente, uno de los episodios de mayorimpacto en las acciones navales de la segunda guerra mundial, como fue el

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RECENSIONES

llamado combate del Río de la Plata, forzado escenario en 1939, casi en loscomienzos de la conflagración, en el que el crucero alemán Graf Spee seenfrentó a los tres cruceros ingleses Exester, Ajax y A chilles, y que tras serdesalojado del puerto de Montevideo, su comandante, el mítico capitán HansLangsdorff, prefirió volarlo a que fuera presa de los ingleses, acabandotambién con su vida en un gesto de honor, que el almirante Reader elevó hastalas estrellas del heroísmo, mientras que Hitler lo censuraba duramente.

El crucero de bolsillo alemám Graf Spee fue un buque legendario, que trajode cabeza al almirantazgo inglés por su poder destructivo y su habilidad enesquivar a la flota británica, que se confabuló para acabar con él como fuera; yen este interesante y ameno relato de Bertocchi se analiza todo el trasfondopolítico y militar que comportó la presencia del buque alemán en Río de laPlata, así como su inmolación tras la trampa de Montevideo, con los complicados entresijos diplomáticos de las Embajadas alemana y británica que convirtieron a las ciudades de Montevideo y Buenos Aires en destacados centros delespionaje internacional, y significó la inclusión del Río de la Plata en los analesde la historia naval contemporánea como el primer hecho de importancia enaquel conflicto que conmovió al mundo entero.

Acompaña al relato un escogido repertorio fotográfico y cartográfico, asícomo un diccionario de ténninos marineros muy útil para el lector poco avezado en la terminología naval, y una bien centrada bibliografía, que puede, paraquien sea gustoso. de ello, ampliar el horizonte de aquel suceso bélico sobre elque se ha vertido no poca, tinta, y cuyos determinantes y resultados se detallany clarifican por el buen quehacer del autor.

J.C. P.

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COMISIÓN MARÍTiMA