Revista del Museo Nº 44

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Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRESFACULTAD DE ODONTOLOGÍA

DECANA

Prof. Dra. María Beatriz Guglielmotti

VICEDECANO

Prof. Dr. Héctor José Álvarez Cantoni

SECRETARIA ACADÉMICA

Prof. Dra. Silvia Cristina Aguas

SECRETARIA ASISTENCIAL

Prof. Dra. Lidia Isabel Adler

SECRETARIO GENERAL

Od. Pablo Alejandro Rodríguez

SECRETARIO DE CIENCIA Y TÉCNICA

Y TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA

Prof. Dr. Juan Carlos Elverdín

SECRETARIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIÓN

Lic. Walter Bitar

SUBSECRETARIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIÓN

Od. Julio Bello

SECRETARIO DE RELACIONES

INSTITUCIONALES E INTERNACIONALES

Prof. Dr. Eduardo Alberto Rey

SECRETARIA DE POSGRADO

Prof. Dra. Liliana Gloria Sierra

SECRETARIO DE ALUMNOS,

DOCENTES AUXILIARES Y EXTENSIÓN

Od. Guillermo Pregadio Depino

SUBSECRETARIO DE ALUMNOS,

DOCENTES AUXILIARES Y EXTENSIÓN

Od. Sebastián Ignacio Costa

SUBSECRETARIA DE ALUMNOS,

DOCENTES AUXILIARES Y EXTENSIÓN

Od. María Julia Ramírez

SUBSECRETARIO DE ALUMNOS,

DOCENTES AUXILIARES Y EXTENSIÓN

Od. Daniel Iván Panaino

M U S E ODIRECTOR (INT.)

Od. Alberto José Oliván

IDIOMAS

Dra. Diana Daich

COMISIÓN DE MUSEOPRESIDENTE HONORARIO

Prof. Dr. Lionel Raúl de la Serna

MIEMBROS

Dres. Alfredo Brezina, Élida Briñon, Carlos R. Guardo, Facundo Guardo, Ricardo F. Luberti, Horacio Martínez,

Marta Negroni, Ricardo Ponticelli

REVISTA DEL MUSEOY CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS

Diciembre de 2012 - Año 26 - N° 44

DIRECTOR

Dr. Orestes Walter Siutti

SECRETARIO DE REDACCIÓN

Dr. Ricardo F. LubertiMarcelo T. de Alvear 2142

C1122AAH Buenos Aires - Rep. Argentina(54 11) 4964-1271 / Fax, (54 11) 4508-3958

[email protected]

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SumarioCorrespondencia recibida ........................................... 2Publicaciones recibidas .............................................. 3Editorial ....................................................................... 4Bicentenario de la Bandera Nacional ORESTES WALTER SIUTTI ............................................. 5Dr. Diego Bernardo BagurCentenario de su nacimiento 1912-2012 .................. 6

Los 65 años de la Facultad de Odontologíade Buenos Aires. Fechas que marcaronhitos en su trayectoria ORESTES WALTER SIUTTI ............................................. 7Zane Grey, de dentista a millonario ......................... 11

El Día de la Odontología en la Facultad .................. 14

Inauguraciones en la Facultad .................................. 15XX Salón de artes plásticas por odontólogos........... 16

Ateneo Odontológico de Cultura .................................... 18La guerra de las Malvinas, el ARA GeneralBelgrano y un homenaje singular ALFREDO JOSÉ BREZINA ............................................. 19Anécdotas de la vieja Escuela SAMUEL LEYT IN MEMORIAM ....................................24Una nueva teoria: la electricidadcomo causa de caries MALVIN E. RING (IN MEMORIAM) ................................. 25Los Caballeros Hospitalarios de San Juan NORMA ACERBI CREMADES ........................................ 26Museo Anatómico Pedro Ara. CARLOS SÁNCHEZ CARPIO, CÉSAR I. ARANEGA, MARÍA DEL ROSARIO BARELLO .................................... 31Recuerdos de mi paso por la Escuelade Odontología ORESTES WALTER SIUTTI ........................................... 33Henri de Mondeville DIANA DAICH ........................................................... 38Mi renuncia como Director del Museo ORESTES WALTER SIUTTI ........................................... 39Bibliográfi cas ............................................................. 40

Información .............................................................. 41

Obituario ................................................................... 43

Donantes del Museo ................................................. 45Libros de odontología, editados en el siglo XIXo anteriores ................................................................ 47

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CORRESPONDENCIA RECIBIDA

El Director acusa recibo y agradece

• Desde Zaragoza, España, nos escribe nuestro colega y compatriota Dr. Guillermo Bugallo: “la intensa actividad que ha desplegado en los últimos treinta años ha trascendido las magras fronteras impuestas por la siempre concurrida calle Marcelo Torcuato de Alvear. Me permito sugerir, sin temor a equivo-carme, que Galeno, William Harvey, Wilhem Roentgen, Paul Erlich, William Charles Wells y l’enfant terrible Pierre Fauchard, contemplan con orgullo su labor educativa. Me gustaría añadir a este sexteto monumental el nombre de Henri Lentulo, otro grande injustamente degradado, que ocupó con excelencia el trono de la Cátedra de Fauchard, a principios del siglo XX, después de una heroica participa-ción en la triste Primera Guerra Mundial.

Respecto de las connotaciones históricas es un privilegio residir en suelo europeo y topar de manera permanente con retales de lo sucedido hace varios siglos. Como ejemplo, cito el castillo del conde de Gondomar, erigido en el siglo XI en la ciudad gallega de Baiona (sitio de arribo de la carabela La Pinta, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, el 1 de marzo de 1493) y frente al cual tuve la oportunidad de ejercer, entre 1990 y 1994. Se trata de un sitio paradisíaco, con las mejores puestas de sol estival que pude contemplar en mi vida. Lamenté mucho acep-tar que mi destino fi nal no se encontrara en esa villa ancestral. Con gran sabiduría, Heráclito señalaba el perpetuo cambio de la realidad, comenzando por nosotros mismos. En este aspecto mi vida presenta un notable parale-lismo con la del protagonista de Siddharta, la novela del premio Nobel, Hermann Hesse. Ms siento orgulloso, según el decir de Antonio Machado, al echar la vista atrás y observar el camino que no se volverá a pisar.

Noto que además de nuestros apetitos musi-cales, nos unen las raíces de nuestros ante-pasados. Mi abuelo paterno, de quien heredé mi apellido, era nativo de Morañas, loca-lidad de Pontevedra cercana a la preciosa

Caldas de Reis. Los gallegos conforman una comunidad especial. Son muy trabajadores, muy honestos y generosos. Últimamente aprendieron a ser desconfi ados, para que los demás no se aprovechen de su natural disposición.

Me he permitido la libertad de incluir la pos-tal navideña familiar. La pequeña “mamá” Noel es mi deliciosa hija Ángela, de cinco años. Mi mujer es Marta y yo estoy camu-fl ado bajo el disfraz característico de la época. Vayan nuestros mejores deseos de felicidad, paz y prosperidad para usted y familia. Reciba un cálido abrazo”.

• Del Musée Dentaire de Lyon, Francia: con nuestro saludo para vuestra institución y la revista, que recibimos siempre con gran pla-cer. Hay una fi rma.

• La Dra. María Celia Méndez de Framiñán nos expresa sus “felicitaciones por el muy excelente trabajo”.

• De la Profesora Consulta, Dra. Norma Acerbi Cremades, Córdoba: “He recibido con placer y agradezco, el ejemplar de vuestra prestigiosa Revista del Museo. Le expreso mi admiración permanente, ya que pocos hombres han realizado una obra de tan vasta envergadura intelectual, científi ca y académica, como la que Ud. ha ejecutado. Una actuación brillante, cuyos quilates no han pasado desapercibidos, refl ejados siem-pre en el crecimiento del Museo y en la exce-lencia de la Revista.

Su obra es el meridiano exacto de la capaci-dad y los auténticos valores de trascendencia que lo convierten en un verdadero maestro.

Me agradaría continuar recibiendo la Revista del Museo, porque en cada uno de sus artícu-los, hondamente plenos de emoción y de cul-tura, nos enriquecemos con su prosa ceñida, densa; “jugosa” tan rica en históricos matices”.

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 3

• Jaitt, Juan Carlos. La Odontología en la Uni-versidad Argentina. Fllet. Impresión del autor, 2011.

• Informes. Revista del Consejo Publicitario Argentino, N° 72, enero/2012.

• RAOA. Revista de la Asociación Odontológica Argentina. Vol. 99, N° 5, oct/dic. 2011. Vol.100, N° 1, mar/2012.

• A.O.A. Institucional, N° 1, mar/2012.

• El Federado. Revista de la Federación Odontológica de la Provincia de Buenos Aires, N° 22, dic. 2010.

• Dental Magazine. Vol.17, N° 17, mar, N° 18, jun-ago, N° 19, set/oct, N° 20 nov/2011.

• Diagnostico Médico. Vol V, N°4, mar/2011.

• Revista de la Academia Nacional de Odontología. Nº 9, dic/2011.

• Revista de la Mutual Odontológica Argentina. N° 48 jun, N° 49 set, N° 50 dic/2011.

• Revista de la Facultad de Odontología . Universidad de la República, Uruguay, Vol. XIII, N° 17, may/2011.

• Revista del Instituto de Ciencias da Saude. Vol.9, N° 2, abr-jun 2011.

• Revista de la Fundación “Juan José Carraro”. Vol 16, N° 33, abr-may, N° 34, set-oct/2011.

• Red Dental. Recepción mensual, varios números.

• Diario Páginas dentales . Recepción mensual

• Revista de la FOUBA.

PUBLICACIONES RECIBIDAS

AMERICAN ACADEMY OFTHE HISTORY OF DENTISTRY

Realizó su 61ª reunión anual en la ciudad de Viena, Austria, del 5 al 8 de octubre de 2011. Presidió la Academia el Dr. Peter G. Meyerhof. Las sesiones se llevaron a cabo en la Escuela Dental Bernard Gottlieb de la Universidad Médica de Viena. El Lema elegido para el evento fue: Descubriendo nuevos mundos: contribución americana y europea a los fundamentos científi co y cultural de la Odontología.

Comenzaron con la presentación de los expositores, a cargo del Dr. Frank & Phyllis Orland, el que diserto sobre “Moriz Heider, Fundador de la Sociedad Dental Austriaca y su relación americana”.

La conferencia del Dr. C. Schaffer, se basó sobre la “Introducción de la Metodología científi ca en la Odontología”; y el Dr. David A. Chermin expuso sobre descalifi cación de la teoría del gusano dental (1757). George Bause habló sobre “Cómo los dos profesores Alemán-Americano ‘revolucionaron’ la anestesia general durante la exposición mundial de Columbia”. Y el Dr. Sheldon Peck se refi rió a “La historia internacional de los sistemas para la numeración dentaria”

Ateneos se habló del impacto que produjo Bernard Gottlieb en la Endodoncia contemporánea, por parte del Dr. James L.Gutmann.

La información acerca de esta importante reunión estuvo acompañada por un mensaje del Dr. Peter G. Meyerhof, presidente de la A.A.H.O. y otro del Dr. Johannes Kirchner, de Viena, Austria.

Entre las atracciones culturales, fi guraron las visitas a museos de arte, de historia; revista de libros antiguos; y visitas a famosas casas de café.

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EDITORIAL

LA “TOMA” DE ESTABLECIMIENTOS DE ENSEÑANZA

Para la comunidad educativa no constituye una sorpresa que, algunos estudiantes, en actos irresponsables procedan, sin otra razón que la de la fuerza a la ocupación ilegal de sus casas de estudio. Esto trae aparejados graves inconvenientes, traducidos en perjuicio a los compañeros que no comparten dichos procedimientos; perjuicio para el Colegio, que ve con frecuencia y en diversas épocas, ensuciadas sus paredes con frases políticas, irreverentes y a veces soeces, sumadas a actos vandálicos; perjuicio para la comunidad, que se encuentra desamparada por la falta de respaldo; perjuicio para la familia, de la que dependen esos jóvenes para mantenerse, en muchos casos con el sacrifi cio de los padres, que sienten el desaliento y la desazón ante un futuro incierto. Y fi nalmente, perjuicio para los mismos alumnos, que quedan en riesgo de perder el curso, al recibir amonestaciones.

El caso de los colegios dependientes de la Universidad, el Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, ha conmovido recientemente a nuestro medio docente. En un caso, se protestó para lograr la apertura de un... bar; luego se manifestó que, instalado ese quiosco, despachara las mercaderías sin un mínimo margen de ganancia; en estos intentos se produjo en uno de los colegios el saqueo del bar existente. Para qué seguir. Esto es, en buen romance, mala educación, y requiere de las autoridades medidas claras para terminar con estos excesos y recordarles a esos alumnos que al colegio se va a aprender lo que los maestros enseñan, y no para convertirlo en un centro de agitación política y gremial.

Nosotros, al recordar las lecciones de latín de nuestro maravilloso y disciplinado Colegio Nacional de Buenos Aires decimos, con Cicerón: Hasta cuando Catilina, abusaréis de nuestra paciencia.

El director

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Podemos decir, con el conocimiento de la verdad histórica, que el año 1812 es el año de mayor actividad y gravitación de Manuel Belgrano, en su doble condición de prestigioso universitario e importante desempeño en el campo militar. Había nacido el creador de nuestra Enseña Patria el 3 de junio de 1770, fecha esta que hubiera sido más adecuada para el recuerdo que la de su muerte, acaecida el 20 de junio de 1820, y que registra el onomástico que le adjudicó la posteridad.

Abogado recibido en la Universidad de Salamanca, España, en las que las placas alusivas recuerdan su paso por esas aulas; Comandante del Regimiento N° 1, de Patricios; Jefe de nuestros ejércitos victoriosos en las batallas de Salta y Tucumán; actor y ejecutor en el “éxodo jujeño”. Es en este año que celebramos el 200mo aniversario de la creación de la Bandera Nacional, coincidente con el de la batalla de Tucumán y el éxodo jujeño.

Hablemos ahora de los colores de nuestra Bandera que dieron y dan lugar a polémicas sobre sus orígenes y las sucesivas modifi caciones que se produjeron a través de distintas épocas. Primero fue el celeste y blanco, distintivo de la Sociedad Patriótica, que recibió la escarapela del Triunvirato, informando Belgrano a ese cuerpo que “siendo preciso enarbolar una bandera y no teniéndola, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional” Este hecho, distante algunos años de 1816, podría interpretarse como una declaración de independencia. Y Belgrano bautizó como Independencia a la segunda batería de su tropa, y al inaugurarla desplegó en ella una gran escarapela blanca y celeste, a guisa de bandera.

Refi riéndonos concretamente al color, hay que recordar que el de la Semana de Mayo fue el blanco o color plata, color argentino en su denominación heráldica. Cuando Belgrano fue al Norte a hacerse

cargo del ejército del Perú, quiso erigir como bandera nacional la esca-rapela ofi cial, ignorando la orden del gobierno y haciendo jurar, el 25 de mayo, “la bandera nacio-nal que ya nos distingue de las demás naciones del globo” 1811.

El color de la Bandera es blanco, con el sello azul de la Asamblea. El celeste no es color de heráldica es, simplemente

un tono. Y el Congreso de Tucumán, al dictar la ley de la Bandera, el 25 de enero de 1818, dice que “la Bandera es ‘blanca y azul’, en el modo y la forma hasta ahora acostumbrados”.

Ha sido posible observar que, en algunas oportunidades, se enarbole la bandera con franjas celeste y blanca. Históricamente el celeste fue la divisa del bando unitario. En la lucha entre federales y unitarios los partidarios de Rosas acentuaban el color azul, que tomaba por momentos un fuerte tono turquesa.

En colegios y ceremonias ofi ciales se entona el Canto a la Bandera. Esta hermosa canción pertenece a la ópera Aurora, del maestro argentino Héctor Panizza, estrenada en el teatro Colón, en la temporada de 1909, un año después de la inauguración de nuestro primer coliseo. La ópera fue escrita en italiano, con libro de Héctor Cipriano Quesada Casal y Luigi Illica, este último autor de los libretos de La Bohème y Tosca, entre otros. Aunque su argumento refi ere un episodio de la lucha entre patriotas y españoles en las guerras de la independencia, su composición musical es la de una opera italiana. Un crítico de la época, la juzga en su análisis musical y dice que “la obra demostró los conocimientos artísticos y técnicos del maestro Panizza, en el acierto con que trata las situaciones, así como la escritura de la ópera que contiene varias bellas páginas, creadas por un músico de talento”. Entre ellas sobresale el Canto a la Bandera, una página de

BICENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA BANDERA NACIONAL

Orestes Walter Siutti

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fuerte inspiración patriótica. El escritor Josué Alejandro Quesada Casares, hijo de Héctor Cipriano Quesada Casal, junto con Ángel Petitta tradujeron la partitura original italiana al castellano. Del Canto a la Bandera poseemos un registro grabado en 1910, en italiano, por el tenor español Florencio Constantino.

Diremos, para terminar, que la fi gura de Belgrano se agranda y reverdece en el transcurso del tiempo. No cesamos de admirar su conducta pública y su noble participación en las Guerras de la Independencia. Tanto como militar o como civil, nos deja su trayectoria como un hermoso ejemplo para la posteridad.

El nombre de Bagur quedará inscripto entre los valores más genuinos de quienes se han dedicado a la historia de la Odontología, en su doble aspecto: la narrativa y la investigación.

Había nacido en Gualeguay, Entre Ríos, e ingresó en la Escuela de Odontología de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires, en 1935.

Desplegó una intensa actividad en el Centro de Estudiantes de Odontología, entidad que lo contó como uno de sus activos dirigentes. Obtenido su título de odontólogo presentó su tesis de doctorado sobre el tema “Historia de la Odontología Argentina” (1943) apadrinada por el medico e historiador Dr. José Luis Molinari y califi cada sobresaliente.

Su actividad en la historia de la profesión tuvo múlti-ples facetas. Fue colaborador del Dr. Antonio L. Muñoz en la Cátedra de Antropología Filosófi ca con Historia de la Odontología; Profesor de la Comisión Asesora de la Carrera Docente de la Facultad; Presidente de la Comisión de Historia y Museo de la Asociación Odon-tológica Argentina; Asesor y colaborador del Museo y Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Odontología de Buenos Aires

En la Asociación Odontológica Argentina organizó, ordenó y clasifi có los elementos de su museo, que cuenta con mobiliaro, equipos, instrumental y documentación de gran valor histórico patrimonial.

La producción científi ca de Bagur ha sido importante, dejando como testimonio la recordación de hechos, protagonistas y anécdotas del quehacer odontológico en general y de nuestra docencia en particular; relatos que Bagur acompañaba con amenidad y prosa fresca y atrapante. Son recordados sus artículos

sobre la Odontología en el Río de la Plata; la mujer en la odontología argentina; la historia de la endodoncia en el siglo XIX. Su contribución al número especial de la Revista del Museo, dedicado a las Bodas de Oro de la Facultad, en el que escribió un extenso y documentado capítulo “Del tribunal de Medicina a la Escuela de Odontología”. Los numerosos artículos que publicara en nuestra Revista sobre la historia de la Odontología en las distintas épocas de su transcurso a través de los siglos.

Condición destacada de Bagur fue su infl exible con-ducta en la inspiración y redacción de sus trabajos. De una fi delidad notable en la búsqueda de documentos y material bibliográfi co, fue implacable con quienes se apartaban de la verdad. En

ocasión de su muerte dijimos entonces: “encajaba ciertamente en aquellas pala-bras de Aristóteles: amo a Platón pero más amo a la verdad. Este fue su norte y así lo recordaremos los que fuimos sus compañeros y amigos de la pro-moción 39, y todos los que tuvieron el privilegio de tratarlo y apreciarlo”.

DR. DIEGO BERNARDO BAGUR CENTENARIO DE SU NACIMIENTO 1912-2012

Dr. Diego Bernardo Bagur

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LOS 65 AÑOS DE LA FACULTAD DE ODONTOLOGÍA DE BUENOS AIRES. FECHAS QUE MARCARON HITOS EN SU TRAYECTORIA

Orestes Walter Siutti

Este resumen del recorrido de nuestra docencia, desde sus comienzos hasta la realidad presente, además de ser un renovado homenaje a la querida Casa de estudios en tan signifi cativo onomástico, constituye una síntesis de lo que ya reseñáramos en el trabajo realizado con motivo de las Bodas de Oro de la Facultad. Es un itinerario retrospectivo de sucesos y protagonistas que dejaron marcadas con su accionar las fechas más importantes para recordar, plantadas como verdaderos jalones en su devenir.

1906 - Proyecto de ley de construcción del policlínico

El diputado Dr. Eliseo Cantón, médico y presidente de la Cámara joven, presenta un proyecto de ley por la que el Poder Ejecutivo debería construir “para la Facultad de Ciencias Médicas, un policlínico con capacidad para mil quinientas camas por lo menos”. Proyecto que fue girado a las comisiones de Instrucción Pública y de Hacienda.

Es interesante transcribir algunos fundamentos del proyecto del Dr. Cantón: “El taller donde el médico hace la mano, donde estudia y aprende hoy para practicar y enseñar mañana, es el laboratorio y la clínica. La primera tiene nuestra escuela de medicina en regular cantidad… Por lo segundo, es decir, de clínicas, carecemos casi en absoluto…”

1908 - Texto de la ley 6026La Cámara de Diputados sancionó la ley 6026,

refrendada por ambas cámaras, y cuyo Art.1° dice: “El Poder Ejecutivo hará construir para la Facultad de Ciencias Médicas, un policlínico que se denominará “José de San Martín”, y en el Art.2° “El establecimiento será construido en las cuatro manzanas y calles intermedias que limitan las calles Córdoba y Charcas, Junín y Azcuénaga, las que al efecto se declaran de utilidad pública, etc.”.

Aprobada la ley se derogó el art.2°, que quedó así redactado: “El Poder Ejecutivo designará el lugar donde deberá levantarse el Policlínico José de San Martín”.

De esta manera se solucionaba el problema para que las calles comprendidas en esas cuatro manzanas no fueran inhabilitadas para el tránsito. Pocos años después (1922) se proyectó

traspasar las expropiaciones a la Universidad. El diputado José Arce y un grupo de colegas presentó el proyecto de ley que apoya el anterior y de cuyo artículo 3° se menciona por primera vez a la Escuela de Odontología: “Art.3° - Autorízase a la Universidad de Buenos Aires para proseguir las expropiaciones a que se refi ere el Art.3° de la ley 6.026, y a construir en los terrenos ya expropiados o que se expropien más adelante –excluidas las calles intermedias– los institutos docentes que requiera la enseñanza clínica de las escuelas de medicina y de odontología, según lo aconseja la Facultad de Ciencias Médicas”.

1926- Sanción legislativa de la ley 11.333Este año, las cámaras del Congreso sancionan

la ley 11.333, del presupuesto nacional. En esta, el Dr. Arce hizo incluir un artículo sexto, que preveía la construcción del complejo universitario.

1936 - Creación de la Comisión Ley 11.333, Art.6°

El 2 de octubre se crea esta comisión, con un decreto 91.747, que lleva la fi rma del Presidente de la Nación, Gral. Agustín P. Justo, la de sus ministros, y cuyo Art.1° dice: ”Créase una Comisión permanente, constituida por los profesores José Arce actual Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Mariano R. Castex, Dr. Alberto Peralta Ramos, Dr. Nicanor Palacios Costa, Dr. Eduardo L. Lanari, Dr. Ernesto V. Merlo y Dr. Francisco Arrillaga para que, bajo la presidencia del primero de los nombrados, proceda a dar cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 6° de la Ley 11.333”.

Esta Comisión empezó a actuar de inmediato, especifi cando la ubicación de los locales en la futura construcción, y en lo que respecta a Odontología se requirieron las opiniones de los profesores de la Escuela. El Dr. Antonio J. Guardo solicitó para la Escuela de Odontología una superfi cie cubierta de 17.024 m², acordándose fi nalmente 13,564 m².

1937 - Acto de inauguración de las obras y monolito recordatorio

El 22 de octubre se realizó la ceremonia de inauguración de las obras, con un acto en que se instaló el monolito recordatorio que está ubicado

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en la esquina de Junín y Paraguay. Ese día, por la tarde, tuvo lugar el acto académico en la Facultad de Ciencias Médicas, en honor del Dr. José Arce, acto que reunió a personalidades del país y del exterior, que pusieron de relieve la fi gura del Dr. Arce y su capacidad para la gestión y desenvolvimiento de las obras que cimentan el progreso de la ciencia y la grandeza de la Nación.

La Comisión Ley 11.333, Art.6°, prosiguió con las expropiaciones de las manzanas descriptas en esta ley, y determinó efectuar las construcciones en: manzana C, facultades de Medicina, Odontología y Farmacia; manzana B, Instituto de Anatomía Patológica, Maternidad Pedro A. Pardo, Tercera Cátedra de Clínica Médica (actual Escuela de Salud Pública), Instituto de Cardiología (donación Virginio Grego) y Pabellón Costa Boero (donación de la familia Boero y actual Cátedra de Neurocirugía).

1939 - Comienza la construcción del Policlínico. Detalles de su posterior habilitación

Después de un intento fallido de creación de la Facultad de Ciencias Odontológicas, solicitado por la totalidad de los profesores de la Escuela de Odontología, encabezados por los Consejeros Dres. Antonio J. Guardo y Raúl Loustalán, comenzó ese año la construcción del edifi cio destinado a las tres facultades de ciencias de la salud, que estuvo a cargo de la empresa del arquitecto Rafael A. Sanmartino, obra que estuvo fi nalizada en 1944. Para su instalación y habilitación no se escatimaron costos. Las redes de electricidad, agua, calefacción tenían sus conductos a la vista; las unidades de electricidad para cada piso estuvieron a cargo de la empresa Siemens-Schucker; el mobiliario, que incluía toda clase de elementos, provistos por una de las mejores mueblerías de Buenos Aires; aulas de clase con graderías de la mejor carpintería, con pizarrones eléctricos; mesas de trabajos prácticos, con banquetas, fabricadas por la Dirección Autárquica de Obras Municipales; unidades dentales Ritter; instalaciones sanitarias en todas las cátedras y en su exterior, etc.

1946 - El diputado Guardo presenta su proyecto

Realizadas las elecciones nacionales, y encabezando la lista de diputados por la Capital Federal, resulta electo el Dr. Ricardo C. Guardo, candidato del Partido Laborista. Efectuada la reunión de la cámara baja del mes de mayo, para elegir sus autoridades, resulta electo presidente el Dr. Guardo, siendo esta la primera vez que un

odontólogo ocupa ese sitial.La preocupación más inmediata del Dr.

Guardo fue la de transformar a la Escuela de Odontología en Facultad, haciendo realidad el deseo formulado años antes por su padre, el Profesor Dr. Antonio J. Guardo.

Fue así que en la sesión del 24 de julio, Guardo delegó la presidencia en el diputado Silverio Pontieri y, desde su banca, presentó el siguiente proyecto de ley:

El Senado y Cámara de Diputados, etc.Artículo 1° - Créase la Facultad de Ciencias

Odontológicas, sobre la base de la Escuela de Odontología de la ciudad de Buenos Aires.

Art,2° - El gobierno de la nueva Facultad se regirá por el estatuto universitario y los reglamentos vigentes en la Facultad de Ciencias Médicas.

Art.3° - Destínase la suma de $ 90.000 anuales que se imputarán a la partida de la ley 11.333, para la habilitación y funcionamiento de la nueva Facultad.

Art.4° - Organizada la Facultad, a que se refi eren los artículos anteriores, empezará a funcionar como tal, a partir de marzo de 1947.

Art.5° - Comuníquese, etc.”Este proyecto venía acompañado por

fundamentos que ilustraron a la Cámara sobre la importancia y el progreso logrado por la Escuela de Odontología, expresando: “no es posible que subsistan bajo el mismo gobierno dos escuelas que han alcanzado un grado de especialización tal que sus necesidades, a pesar de su origen común, han llegado a ser totalmente distintas, incidiendo los problemas de la una sobre la otra, en detrimento del progreso, perfeccionamiento, investigación y enseñanza de las mismas”.

“Por todo ello se adjuntan las planillas con los datos estadísticos ofi ciales, petitorios del personal docente y alumnos, así como también una reseña histórica del desarrollo progresivo de la odontología en la Universidad de Buenos Aires, que justifi can y hacen impostergable la transformación de la Escuela de Odontología en Facultad de Odontología…”.

El 13 de agosto el proyecto salió con despacho favorable de la Comisión de Instrucción Pública de la cámara de diputados, iniciándose la discusión, al día siguiente, en el recinto. En esa oportunidad habló el diputado Moreno, alegando en favor del proyecto y recordando al padre del diputado Guardo “quién fuera en su época uno de los señeros que jalonaron el progresivo avance de esta pujante Escuela de Odontología, orgullo legítimo de la ciencia argentina”.

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Luego habló el diputado Guardo quién, en un extenso discurso historió la trayectoria de la enseñanza de la Odontología en el país, sus primeros maestros; la creación del Doctorado en Odontología por el Consejero Dr. Ymaz; la evolución de los planes de estudio.

“Lentamente fueron creándose las cátedras e iba formándose el elenco de la Escuela de Odontología. Eso es lo que yo llamo el primer ciclo de nuestra escuela. Hasta ese entonces, quienes querían ocupar una cátedra en la Escuela de Odontología debían ser médicos”.

“Pero llega el año 1913. Se propone la creación de una cátedra, llamada “Prótesis”, que signifi ca el remplazo de todo órgano perdido; prótesis es un ojo postizo; prótesis dental es un diente postizo. Era ésa una especialidad que exigía una manualidad propia; y era este el boceto de la especialización dentro de nuestra escuela. Es así como se presenta a la terna para optar al cargo de profesor titular el Dr. Antonio J. Guardo, que en ese entonces no tenía más título que el de odontólogo. En el seno del consejo se produjo una gran discusión, porque quienes aspiraban al cargo de profesor debían ser médicos. Y entra como profesor de la escuela el primer dentista, el Dr. Guardo, rompiendo así la tradición”.

Destacó Guardo la acción del Dr. José Arce, su apoyo y la comprensión de los problemas de la Odontología y manifestó luego: “Constituye un verdadero anacronismo que la parte científi ca docente y administrativa de la odontología se encuentre bajo la inmediata dependencia del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas, formado en más del ochenta por ciento por médicos que, según propia declaración, se encuentran molestos cada vez que tienen que tratar un plan de estudios o votar una terna para la Escuela de Odontología pues, como es lógico, no tienen el conocimiento sufi ciente para obrar en conciencia y, por supuesto, este estado de cosas trae aparejado el caso inverso, es decir, que los consejeros de la Escuela de Odontología se ven obligados a intervenir en una serie de asuntos de la Escuela de Medicina, que tampoco dominan.”.

Aprobado el proyecto en diputados, pasó a consideración del Senado el, 20 de septiembre de 1946. Previamente se leyeron los despachos de las comisiones de Instrucción Pública y de Salud Pública. Usaron de la palabra los senadores Sosa Loyola y Tascheret, con la adhesión de los senadores Bavio y Gómez del Junco. Curiosamente, el senador Antille se manifestó escéptico con respecto a los benefi cios que la transformación de la Escuela pudiera ocasionar. Y decía “le adelanto al señor senador que

voy a dar mi voto favorable, aunque los argumentos que acabo de oír no son para mí sufi cientemente convincentes. Dentro de este concepto, cualquiera de las especialidades de la medicina podría exigir una nueva facultad; los oftalmólogos podrían exigir una facultad de oftalmología y así cualquiera de las ramas de la medicina…”.

Al ponerse a votación el proyecto, resultó aprobado, quedando convertido en ley 12.846Resumen:Ley de creación de la Facultad de Odontología de Buenos Aires, sanción por el Poder Legislativo: 20 de septiembre de 1946.Promulgación por el Poder Ejecutivo (ley 12.846): 21 de noviembre de 1946.

1946 - Primeras autoridades de la Facultad

Por resolución de la Universidad de Buenos Aires, se designó Delegado Interventor en la Facultad de Odontología el Dr. Carlos Bergara, actuando como Secretario Académico el Dr. Mario Jorge Framiñán. Previamente se designaron por concurso profesores titulares. También en ese año 1946 fue creado el Servicio de Guardia y Distribución de Enfermos y Archivo Clínico, lo que dio lugar a la implantación de la Carrera Odontológica Hospitalaria. Se dispuso el cambio de denominación de las cátedras: Técnica de Dentistería Conservadora pasó a ser Técnica de Operatoria Dental; la de Dentística Conservadora, 1° y 2° cursos, Operatoria Dental.

El cambio por “Operatoria Dental” fue un pedido de la Sociedad Argentina de Operatoria Dental, que terminó así con la antigua denominación de “Dentística” o “Dentistería”.

El 30 de abril de 1947, por resolución del Viceinterventor Nacional en la Universidad de Buenos Aires, es puesto en posesión del cargo de Interventor en la Facultad de Odontología el Dr. Antonio J. Guardo (h). Por resolución del 2 de mayo se designó Secretario al Dr. Orestes Walter Siutti.

Durante la gestión del Dr. Guardo se crearon: la Cátedra de Paradentosis; el Auxiliarato de Enseñanza de Odontología Legal con Historia de la Odontología; se pusieron en posesión de sus cargos a los profesores titulares designados; al igual que a los profesores adjuntos; se creó el Curso de Asistentes Dentales; también los cursos de Odontólogos Ortodoncistas y de Especialistas en Cirugía Dento Maxilar; se creó la insignia ofi cial de la Facultad y el diploma y medalla de oro; el distintivo era de oro 18 quilates para autoridades y profesores titulares -centro de oro y columnas de

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plata para profesores adjuntos- y centro de plata y columnas de oro para jefes y ayudantes; se creó el premio Facultad de Odontología; fue creada la Comisión de Integración Cultural y Relaciones Interuniversitarias; se realizaron numerosos actos culturales con conferencistas de nota, cursos sobre Historia del Arte, Historia de la Música, ciclos de integración cultural. La Facultad cobijó a las instituciones de especialistas que tenían su sede en las cátedras. Fue la gestión del Dr. Antonio J. Guardo (h) sumamente constructiva, tanto en el sentido científi co como en el cultural.

1947 - Celebración del primer aniversario de la Facultad

El 4 de diciembre de 1947 tuvo lugar, en el aula de Anatomía de la Facultad de Medicina, el acto académico celebratorio del primer aniversario de nuestra Casa de estudios. El Aula Magna de la Facultad aún no había sido habilitada.

Presidió la ceremonia el señor Presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón, a quien acompañaban en el estrado el rector de la Universidad, Arq. Julio V. Otaola; el interventor en la Facultad, Dr. Antonio J, Guardo (h); el ministro de Justicia e Instrucción Pública, Dr. Belisario Gache Pirán; el cardenal primado de la Argentina, Dr. Santiago Luis Copello; el ministro de Agricultura, Ing. Carlos A. Emery y el presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Ricardo C. Guardo.

Una concurrencia extraordinaria colmó el aula –funcionaros, representantes de instituciones, docentes– y entre los asistentes estaba el Dr. José Arce, nervio motor del más importante complejo universitario de América Latina.

Después de la ejecución del Himno Nacional, hablaron el interventor Dr. Antonio J. Guardo; el presidente de la Asociación de Estudiantes de Odontología, Sr. Manuel Noval; entregándose diplomas a profesores y medallas a los premios universitarios de años anteriores. También se entregaron medallas a empleados con más de veinte años de antigüedad.

Finalmente habló el general Perón, quien dedicó elogios para la labor realizada en la Facultad y sus autoridades y el futuro de la docencia en tan promisorias condiciones.

Luego fue servido un vino de honor.

1949 - Constitución del primer Consejo Directivo

Este quedó integrado por los Dres. Guillermo A. Bizzozero, Amadeo Cantini Balestra, Manuel B. Galea, Raúl Loustalán, Ángel E. Obiglio, Pedro

B. C. Pérez, Fernando E. Pinto, José M. Quiroga, Manuel Rey Millares, José R. O. Viglino y Renato A. Vivone. Este cuerpo votó, por unanimidad, a quien sería el primer decano constitucional de la Facultad, el Dr. Guillermo A. Bizzozero.

1996 - Bodas de oro de la FacultadCon motivo de conmemorarse una fecha

de tanta trascendencia se resolvió realizar un congreso científi co, nombrándose para tales fi nes a una comisión organizadora del evento. Esta tuvo como presidente honorario al decano de la facultad, Dr. Juan Antonio Pezza, siendo su presidente ejecutivo el Dr. Máximo J. E. Giglio. Colaboraron con él como secretarios los Dres. Carlos Alonso y Beatriz Maresca. Los restantes cargos fueron: Dr. Carlos A. Peña, prosecretario; Dr. Oscar Bianchin tesorero; Dr. Carlos R. Guardo, protesorero; y como vocales los Dres. Diego B. Bagur, José Luis Ferrería, Eduardo Lanata, Alfredo Preliasco, Orestes Walter Siutti, Ángela Ubios, Sr. Jorge Campos y Sra. Amelia A. Dalia.

Esta Comisión preparó un programa extenso, anticipatorio de las pre jornadas. Programa científi co que convocó a un núcleo de dictantes, profesionales del país y del exterior. Hubo un capítulo docente estudiantil y actividades de investigación científi ca, educación y ejercicio profesional. Hubo, además, un capítulo militar, de técnicos de laboratorio y de asistentes dentales.

Dijimos entonces: “fue, sin duda, un congreso de notable repercusión, por la calidad y cantidad de participantes y por los comentarios que sobre él aportaron distinguidas fi guras de la odontología local y foránea”.

Con motivo de tan signifi cativo aniversario, el Museo y Centro de Estudios Históricos de la Facultad editó un número extraordinario, N° 22, con la reseña histórica del ejercicio profesional, los comienzos de la Escuela de Odontología; la tramitación del policlínico; la construcción de la facultad; las instancias de su transformación en Facultad de Odontología; su habilitación y posterior ejercicio de sus autoridades; celebraciones, etc. El material contiene abundante documentación fotográfi ca; un artículo del Dr. Rómulo Cabrini sobre la investigación en nuestro país; con un apéndice detallando el padrón de publicaciones argentinas de odontología, desde 1898 hasta la fecha, colección que atesora el Museo y Centro de Estudios de la Facultad

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ZANE GREY, DE DENTISTA A MILLONARIO

El hombre es tan igual a sí mismo, en todos los tiempos y lugares, que la historia no nos informa de nada nuevo o extraño en este sentido. Sirve sólo para descubrir los principios constantes y universales de la naturaleza humana

David Hume

La vida de un dentista millonario (sí, tal como suena) que era hijo de un dentista, que no quería ser dentista, que comenzó siendo un itinerante intruso de la profesión y que terminó autor de novelas famosas del Lejano Oeste (Far West) es una rara “perla” cuya vida profesional merece ser historiada, con brevedad similar a su duración.

Y Perla fue, pues este tercer hijo de Alice Josephine Zane (1839-1917), fruto de su matrimonio con Lewis M. Gray (1831-1905), fue bautizado Pearl Gray porque la madre admiraba a la reina Victoria y ésta tenía preferencia por el color gris perla (pearl gray).

Pearl Gray nació el 31 de enero de 1872, en Zanesville, Ohio, EE. UU., ciudad fundada por el coronel Ebenezer Zane (1747-1811), héroe de la Guerra de la Independencia de su país, quien a su vez descendía del inmigrante cuáquero Robert Zane llegado al país en 1673 (o 1675). Otra infl uencia materna fue un miembro no tan heroico, que para salvarse de la hoguera que lo estaba esperando, habría aceptado unirse a una princesa piel roja.

Por la rama masculina, cuenta sólo el abuelo inmigrante inglés casado con una irlandesa, y la diversidad vocacional del progenitor, que pasó de granjero a predicador, y del púlpito al sillón dental.

Pearl Gray disfrutó de una infancia acomodada de clase media alta. Heredó del padre un carácter fogoso y bastante pendenciero, que explicaría que, ante las bromas de otros muchachos por su femenino nombre Pearl, no rehusara meterse en abundantes peleas –que a su vez le costarían buenas palizas paternas–.

Papá Lewis era tan iracundo y violento que, para forzar al hijo a seguir su misma profesión, le destrozó el primer cuento, escrito a los quince años. Pero no logró frustrarlo. El futuro novelista siguió adelante matizando vida agitada con amor

por la lectura de libros de personajes como Uncas, “el último de los mohicanos”; Robinson Crusoe; Buffalo Bill; y otros aventureros.

Con el tiempo, quizá cansado de ser “perla”, adoptó el apellido de la madre como nombre, y mantuvo el cambio de la ortografía del patronímico original Gray por Grey, como aparece ya en 1890, en los registros de la ciudad de Columbus.

El dentista Lewis M. GreyLewis M. Grey, que odiaba la vida de granja

tanto como le atraía poco la de predicador, terminó dedicándose a la odontología con la esperanza –nada nuevo o extraño hasta hoy– de lograr una buena posición económica.

En 1861, en Zanesville, Lewis se inició en la odontología como era corriente antes de la Guerra Civil: entró como aprendiz del dentista y ex armero John Hobbs. Al término del noviciado, puso consultorio en la calle principal, Main Street, y de allí se mudó varias veces, dentro de Zanesville, a lo largo de treinta años.

El 14 de julio de 1894, el Dr. L. M. Grey, dentista, 110 1-2 South High Street, publicó un aviso en el Columbus Dispatch, que rezaba:

Estamos constantemente en la búsqueda de lo nuevo en el arte dental. Fuimos los primeros en introducir las coronas y puentes en el Estado de Ohio. Fuimos los primeros en incorporar la inserción de diamantes en dientes artifi ciales, en coronas y obturaciones de oro. La mejor labor dental que se conoce. Los primeros y más adelantados en toda clase de labor dental fi na. Los primeros en hacer doble juego de dentaduras para comer en cualquier ocasión.

Coronaba el aviso un poema (La corona de oro) fi rmado por la Sra. L. A. H., de East Broad Street.

Lewis, aunque bastante iletrado y prolífi co en errores ortográfi cos, intentó escribir. De ese propósito surgieron un poema dedicado a la madre, una narración de sus andanzas por los bosques –en los que se entregaba a la caza que inculcaría después al hijo– y una autobiografía de tres páginas.

En esa trifoliada crónica, escrita quizá para la iglesia, dio fe de sus creencias fundamentalistas.

ResumenZane Grey, famoso y millo-

nario, comenzó siendo dentista y terminó en el Far West.

SummaryZane Grey, famous and

millionaire, got started as a den-tist and ended at the Far West.

ResuméZane Grey, fameux et mi-

llionaire, commencé part être chirurgien dentiste et fi ni au Far West.

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declaró su fe en el Señor, la importancia de la preparación moral y el triunfo de la entrega a la fe y del trabajo duro sobre la falta de educación. Para este hombre que, a los siete años, resolvió “ser bueno, hacer el bien y hacer algo de su vida,” la religión tuvo importancia sufi ciente como para consagrarse un tiempo a predicar en la escuela dominical.

En 1889, la ruina de los Grey, por malas inversiones del jefe de familia, motivó que se mudaran a Columbus, Ohio. Allí, el Dr. Lewis M. Grey tuvo gran éxito, y atendió en consultorios ubicados siempre en la mejor zona del centro de la ciudad.

En un principio, Zane, a instancias del padre y bajo su guía y enseñanza, realizó extracciones y consultas rurales a domicilio. Continuó en ello hasta que la Junta estatal se lo prohibió.

El dentista Zane Grey Zane, tras su breve incursión en el intrusismo,

partió para la Escuela Dental de Pensilvania, que lo atrajo. Curiosa opción, considerando el odio que declaraba al padre dentista, al consultorio y a la profesión. En The Living Past escribió: prefi ero ser un vagabundo antes que el mejor dentista del mundo.

Algunas actitudes de Zane respaldarían la opinión de algunos autores de que en verdad ese ánimo desfavorable fue posterior. Consciente o inconscientemente alteró las fechas que consignó en sus escritos allí donde éstos tocaban sus sentimientos al respecto. Esto desconcertó a los historiadores.

Lo cierto es que la odontología era no tanto algo deseado como una necesidad de apartarse de la decadencia fi nanciera de su familia. Era más promisoria que otras actividades, pues dejaba espacio para actividades que le interesaban más, y era rendidora. Una esperanza –nada nuevo o extraño hasta hoy– de lograr una buena posición económica.

El atractivo de “Penn,” la universidad elegida, era que tenía mejor equipo de béisbol que otras, y la buena actuación de Zane en este deporte le permitió ingresar omitiendo algunos exámenes y le ganó una beca de cien dólares, con casa y comida por su cuenta. Se consiguió una habitación barata, trabajó de acomodador en un cine y comió lo menos posible.

Como había creído necesario mentir su edad para entrar en la Escuela Dental, hay discrepancias en las fechas consignadas por los cronistas de su vida. Para peor, dejó pasar los años sin corregir el dato. Lo cierto es que para

ingresar en la Escuela le alcanzaban los estudios secundarios que había hecho y la experiencia práctica que había adquirido.

La Escuela, de apenas quince años de vida, con conciencia del sistema de aprendizaje existente aún en el país, pedía a los aspirantes que tuvieran un patrocinador o “preceptor” (nombre convencional para el mentor de un aprendiz), que para él fue su propio padre.

En el verano de 1895, habiendo dejado de trabajar como sacamuelas ambulante para el padre, estaba concentrado en el béisbol. En esto se esmeró al máximo en su último año de alumno; en cambio, no se esforzó demasiado estudiando, con lo que apenas alcanzó el promedio mínimo necesario. En cuanto a fraternidades, optó por la Sigma Nu (Σ Ν), que prometía simpatía y afecto hacia todos, en paz.

Se graduó en 1896, y se mudó a Nueva York, donde ejerció hasta 1904 en la calle 31, como Dr. Zane Grey. Aunque el área abundaba en competidores, allí estaba cerca de las editoriales que podrían publicar sus escritos. En el Museo Zane Grey de Lackawaxen, se conservan su torno a pedal y otras piezas del equipo.

Escribía en tiempos libres del consultorio, por vocación y por matar el tedio. Cuando logró vender uno de sus trabajos, se entusiasmó tanto que hizo copias y las repartió entre los pacientes de la antesala. Con el tiempo y el triunfo literario, terminó por abandonar por completo el consultorio y se dedicó plenamente a escribir como medio de vida.

Pero esa es otra historiaAunque sea otra historia, literaria, faltaría algo

en la imagen de este colega si no consignáramos unos pocos datos sobresalientes y cifras posodontológicas.

Zane Grey se convirtió en uno de los primeros escritores millonarios. Ganó us$ 37.000.000. Eso sí, antes de triunfar vivió gracias a los dinerillos heredados por la esposa. Superó muy bien las difi cultades fi nancieras iniciales, así como las emocionales personales y las técnicas del arte de escribir.

Fue un escritor natural, pero carente de soltura y aun de gramática. En estos aspectos contó también con la ayuda de su esposa Dolly, que era docente, y le leía y corregía las pruebas. Fue gradualmente mejorando su calidad y llegó a escribir más de nueve millones de palabras y vender más de cuarenta millones de ejemplares, de a cien mil por libro, cifra extraordinaria para la época. La publicación de sus exitosas novelas

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del Lejano Oeste continuó aún después de su muerte, una nueva por año hasta 1963.

Erle Stanley Gardner, creador del famoso abogado Perry Mason, escribió: poseía el truco de saber atar los personajes al paisaje, y el paisaje a la narración. Hubo otros escritores de historias del Oeste, pero Zane Grey fue el que supo tornar no solo convincente la acción, sino además inevitable, y de alguna manera transmite la impresión de que la grandeza del país genera la grandeza de carácter.

Zane Grey murió de un ataque cardíaco el 23 de octubre de 1939, en su casa de Altadena, California. Concluyó así la vida de este esposo amante, amante promiscuo, aventurero, escritor, beisbolista, dentista, cazador, campamentista, pescador, viajero incansable, que cumplió los votos que había hecho a los doce años de jamás beber ni blasfemar. Diría más adelante que la templanza, la moral y la religión lo ayudaron a elevarse en el mundo. Amo la sociedad culta y talentosa, escribió, y luché duramente hasta incorporarme a ella.

Cerca de cincuenta de sus novelas fueron llevadas al cine y las protagonizaron actores famosos en la historia del cine, como Gary Cooper, Randolph Scott, William Powell, Wallace Beery y Shirley Temple. Además, se inspiraron en ellas un par de series de televisión; una, con Dick Powell.

Estos éxitos pertenecen a la historia de otras artes, a las que se entregó ZG tras poner punto fi nal defi nitivo al arte de la odontología.

Bibliografía• Bold,Christine, Selling the Wild West, 1987.• Farley, G. M., Zane Grey, A Documented

Portrait, 1985.• Gay, Carol, Zane Grey, 1979.• Gruber, Frank, Zane Grey: A Biography, 1969.• Jackson, Carlton, Zane Grey, 1973.• May, Stephen J., Zane Grey: Romancing The

West, 1997.• Pauly, Thomas H., Zane Grey: His Life, His

Adventures, His Women, 2005.• Ronald, Anne, Zane Grey, 1975.

Zane Grey en distintas épocas de su vida

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En un acto llevado a cabo en el Aula Magna nuestra Casa de Estudios se celebro el Día de la Odontología Latinoamericana ante una sala colmada y entusiasta. Ocuparon el estrado la Decana de la Facultad, Prof. Dra. María B. Guglielmotti; el Vicedecano, Prof. Dr. Héctor Álvarez Cantoni; Secretarios; Funcionarios de la Universidad de Buenos Aires; ex Decanos y Profesores eméritos y consultos.

Después de la entrada del Pabellón Nacional, acompañado por las banderas de la Facultad y de la UBA, y de la ejecución de nuestra Canción Patria, usó de la palabra la Decana para referirse a la signifi cación de la fecha y remontarse a sus orígenes. Destacó las obras que se han reali-zado en la Facultad en coincidencia feliz con la rememoración y el presente, que transforman a la Institución acompañando el progreso de la profesión.

Representando a la Promoción 2011, habló el egresado Mauricio Esteban Nieto, recordando los días felices pasados en la universidad y manifes-tando su reconocimiento hacia quienes hicieron posible, con su apoyo, el fi n exitoso de los estu-dios. El Prof. Dr. Héctor Álvarez Cantoni dijo sus palabras en nombre del claustro de profesores. Al poner de relieve las responsabilidades que asu-men los recién recibidos, los instó a cumplir y honrar el Juramento, base y sostén de la conducta profesional Se refi rió luego a las importantes mejoras realizadas en las dotaciones de trabajo de las distintas cátedras que representan un real progreso para la enseñanza exponiendo, con un ilustrativo video, la remodelación realizada en la Cátedra de Clínica II de Operatoria y Prótesis, a su cargo y la proyección que el moderno equi-pamiento tendrá para un mejor rendimiento y capacitación del alumnado.

A continuación la Decana procedió a tomar el juramento a los egresados de la Promoción 2011.

Acto seguido se entregó al Dr. Eduardo Rey el diploma que lo acredita como Profesor Titular de las cátedras Cirugía I y II, por un nuevo período.

Se entregaron diplomas de doctores de la UBA; de especialistas y docentes autorizados; fueron entregadas medallas a docentes y no docentes que cumplieron veinticinco años de antigüedad. También se distinguieron los pre-mios Alejandro Cabanne y Jorge Ponce Hornos. Se hicieron entrega de los premios obtenidos por los artistas participantes del XX Salón de Artes Plásticas por Odontólogos.

Para fi nalizar fueron entregadas las distincio-nes siguientes: al Dr. Orestes Walter Siutti una plaqueta en nombre de la Facultad, entregada por

la Decana, por su valioso aporte como Director del Museo También recibió el Dr. Siutti la pla-queta de homenaje de la Academia Nacional de Odontología, entregada por su Presidente, Prof. Dr. Carlos R. Guardo y acompañada por concep-tuosas palabras.

La plaqueta del Museo y Centro de Estudios Históricos la entregó su actual Director, el Dr. Alberto J. Oliván; y el trofeo Amistad, del Ateneo Odontológico de Cultura lo recibió el Dr. Siutti de manos del Presidente de esta entidad, Dr. Teobaldo M. Mari. El Dr. Siutti agradeció a la Decana, Dra. Guglielmotti, y a los Dres.Guardo, Mari y Oliván, y expresó con estas breves palabras su profunda gratitud: estoy muy agradecido por la distinción que me otorga mi querida Facultad, de manos de la señora Decana, primera entre sus pares. He trabajado como docente durante treinta años, y como Director del Museo otros treinta. En ese lapso de sesenta años tuve el privilegio de apreciar dos épocas de la docencia. Primero, como estudiante en la Escuela de Odontología de la Facultad de Ciencias Médicas, en el edifi cio de la calle Córdoba, donde asistí a las lecciones dictadas por grandes maestros. Fui testigo de la demolición de la esquina de Córdoba y Uriburu. Cursé las operatorias clínicas en un precario local de la calle Azcuénaga. Luego, ya recibido, me desempeñé como docente en esta monumental construcción. Asistí a su habilitación desde sus primeros pasos y seguí con interés la renovación de sus dotaciones, como exigencia del progreso incesante de técnicas y materiales. Y llegamos al presente, con una Facultad que es ejemplo y guía para sus similares. Estoy, pues, satisfecho por que las circunstancias me han permitido contemplar y actuar en dos épocas importantes en el desarrollo y progreso de nuestra docencia.

Me complace mucho el éxito de este XX Salón de Artes Plásticas y la califi cada concurrencia que lo ha prestigiado. Felicito, en consecuencia, al Director del Museo, Dr. Oliván, por la muy buena organización de la muestra y a los artistas que han contribuido a que este Salón se vea engalanado por tantas y tan excelentes obras. A las autorida-des, dirigentes institucionales, artistas y colegas, mi reconocimiento. Gracias.

La Facultad de Odontología, por intermedio de su Decana, y como reconocimiento a la labor realizada al frente del Ateneo Odontológico de Cultura, en su quinto aniversario entregó a su Presidente, Dr. Teobaldo M. Mari una artística plaqueta. Con lo que se dio por fi nalizado un acto que brilló por su nutrida concurrencia y la calidez de sus diversas instancias.

EL DÍA DE LA ODONTOLOGÍA EN LA FACULTAD

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Desde hace algunos años las autoridades de la Facultad se han preocupado por renovar las dotaciones de trabajo sustituyendo los viejos equipos y laboratorios por elementos acordes con el progreso y la actualización de técnicas y elementos útiles para a enseñanza. Con tal motivo hubo en nuestra Casa de estudios actos referidos a la inauguración de esas mejoras, obras de remodelación, en las Cátedras de Cirugía I y II, Técnica de Operatoria Dental y Técnica de Prótesis.

El acto central tuvo lugar en el Aula Magna, presidido por el Rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Rubén Hallu, a quién acompañaban en el estrado el Vicerrector, Dr. Alberto Barbieri; la Decana de la Facultad de Odontología, Dra. María B. Guglielmotti; el Vicedecano, Dr. Héctor Álvarez Cantoni:; el Senador Dr. José Cano; Decanos de Facultades de la UBA. Se hallaban presentes el Presidente de la Academia Nacional de Odontología, Dr. Carlos R. Guardo; funcionarios nacionales y universitarios; presidentes de instituciones odontológicas; docentes, no docentes y alumnos.

Previas y conceptuosas palabras el Rector de nuestra Universidad, seguidas por las de la Decana de la Facultad, habló el Profesor Titular de Cirugía I y II, Dr. Eduardo Rey refi riéndose en primer término a los orígenes de la Escuela de Odontología, a la creación del doctorado en Odontología y a los sucesivos planes de estudios que orientaron la enseñanza en las distintas épocas. También se refi rió a la creación de las cátedras de cirugía, dento maxilar y dento maxilo facial, y al primer profesor Titular de Cirugía de nuestra Escuela, Dr. Carlos Bergara. Tuvo el Dr. Rey palabras de reconocimiento hacia los ex profesores de la materia en la Facultad, acotando su discurso con un breve relato del escritor uruguayo Eduardo Galeano: La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja, dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces ¿para qué sirve la utopía? Para eso para caminar Terminó el Dr. Rey, diciendo: Esta obra que hoy inauguramos, llegó a ser una “utopía” para muchos, pero por mi parte, planeo seguir andando el camino… quizás algún día consiga llegar a un punto en que todos –la utopía, el horizonte y yo– nos encontremos, logrando de una vez por todas alcanzar el imposible, aquel que me atormenta, aquel que ya casi no me deja dormir.

También en agosto se realizó la inauguración de las nuevas instalaciones del Salón de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Técnica de Operatoria Dental –que lleva el nombre del Profesor Dr. León Pereira– con una puesta que responde a las más exigentes necesidades de la enseñanza práctica. Los operadores pueden ejercer una enseñanza técnica más directa, disponiendo para ello de una dotación de trabajo que permite un control adecuado de la labor de cada alumno. La infraestructura de la Cátedra de Técnica de Operatoria Dental –su amplio salón de trabajos prácticos– permite un despliegue técnico-docente de gran efectividad. El acto se inició con la conferencia “Odontología invisible” dictada por el Dr. Federico Pérez Diez, Director de Posgrado de la Facultad de Odontología de la Universidad Quetzalcoatl, Irapuato, México.

Habló seguidamente la Decana de la Facultad, Dra. María B. Guglielmotti. Luego lo hicieron los ex profesores de esa materia, Dres. Alfredo N. Presa y Eduardo Lanata, hablando en último término el actual titular, Dr. Norberto P. Lombardo.

Con la presencia del rector de la Universidad de Buenos Aires, Dr. Rubén Hallú fueron habilitadas las nuevas instalaciones de la Cátedra de Técnica de Prótesis, cuyo amplio salón de trabajos prácticos lleva el nombre del profesor Dr. Raúl Loustalan.

Cortada la cinta tradicional, el rector, Dr. Hallú; la decana, Dra. Guglielmotti; el vicedecano, Dr. Álvarez Cantoni; junto con el titular de la Cátedra, Dr. Alejandro N. Rodríguez, hicieron la recorrida por las instalaciones, apreciando el nuevo equipamiento, que incluye muñecos para que cada alumno realice su práctica; completados con monitores LCD para proyectar el trabajo práctico correspondiente a cada clase. La Cátedra de Técnica de Prótesis, que funciona en el edifi cio desde ~1946 logrará con estos elementos una enseñanza personalizada que redundará en el mejor rendimiento técnico del alumnado.

A principios de octubre fueron inauguradas las nuevas instalaciones de la Cátedra de Clínica II de Operatoria y Prótesis, a cargo del Dr. Héctor Álvarez Cantoni, de la que damos cuenta en la reseña del acto del Día de la Odontología.

INAUGURACIONES EN LA FACULTAD

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PREMIO ARTISTA OBRA PREMIADA

Gran Premio de Honor Facultad de Odontología Dr. Eduardo Crawley Burrito cordobés (P)

Premio Sociedad Argentina de Ortodoncia Dra. Alcira Elba Mari Evocación -vocacional (P)

Premio Facultad de Odontología UBA Dra. Graciela Bogado Casa de la montaña (P)

Premio Ftad de Odontología Universidad Maimónides Dr. Fernando Trigo El canto del espíritu (E)

Premio Academia Nacional de Odontología Dra. Mónica Marchant Crepúsculo (P)

Premio Ateneo Argentino de Odontología Dra. Hilda del Valle Pérez Ocaso Boricua (P)

Premio Asociación Odontológica Argentina Dra. Ángela Ubios En un lugar de Portugal (F)

Premio Círculo Argentina de Odontología Dra. Patricia Mandalunis Recuerdo de mi infancia (P)

Premio Colegio de Odont. de la Pcia. de Bs. As. Distr. 3 Dra. María Rosa Bento Simoes Luz y sombra (F)

Premio FOCIBA Dra. Lys Elena Serra El Café de don Tomás (P)

Premio Colegio de Odont. de la Pcia. de Bs. As. Distr. 7 Dra. Liliana Sierra Paisaje de campo (P)

Premios La Dental ArgentinaDra. Andrea Kaplan Retrato Familiar (F)

Dr. Carlos Alberto Paparelo Prevención (F)

Menciones especiales

Dra. Beatriz Pinotti Flor blanca (P)

Dra. Beatriz Abadi Composición (P)

Dr. Alberto V. Delloca El sacamuelas (P)

Sr. Carlos Della Bella Cañón (A)

CATÁLOGO DE OBRAS PRESENTADAS

PINTURA

Dra. Beatriz ABADI Composición

Dra. Carmen AZCÁRATE Primavera

Dra. Graciela BOGADO Casa de la montaña

Dra. María Celia CAHUE Paisaje N° 5

Dr. Eduardo CRAWLEY

Burrito cordobés

El Cañonazo (Homenaje a Willen Van de Verde “El Joven”)

Estanque

Dra. Jeannette DECAER Ser noble o no ser (Fantasía I)

Lic. Teresita DELLOCA Personas del universo

Dr. Alberto V. DELLOCA El sacamuelas

Dra. Mary GAVARRÓN Eterna presencia

Dra. Mónica MARCHANT Crepúsculo

Dra. Alcira Elba MARIEvocación vocacional

Evocación vocacional

Dra. Emma COMINOTTI Camino al sol

Aguas verdes

XX SALÓN DE ARTES PLÁSTICAS POR ODONTÓLOGOS“GENERAL MANUEL BELGRANO”

En conmemoración de la Semana de la Odontología se organizó este tradicional Salón bienal, que tuvo una importante participación de artistas y un buen número de premios. El Director del Museo, Dr. Alberto J. Oliván, tuvo a su cargo la organización de la muestra en todos sus detalles, logrando así la participación de un califi cado concurso de artistas, que expusieron

cerca de sesenta obras, repartidas entre pintura, escultura, artesanía y fotografía.

El Asesor Artístico del Museo es el Dr. Horacio Mingo, que acompaña el tradicional Salón desde hace muchos años, siendo su vez un distinguido artista plástico. Le acompañaron en el Jurado los prestigiosos artistas Roberto Barrani, Héctor Villarubi y Mimí Bonatti.

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 17

PINTURA(cont.)

Dra. Adriana PASCUAL El reposo

Dra. Beatriz PINOTTIFlor blanca

Flor roja

Dra. Hilda del Valle PÉREZOcaso boricua

Mar de hielo

Dra. Lys Elena SERRAEl Café de don Tomás

Invierno sobre el ríoAmaneciendo sobre el río

Dra. Silvia VIVONE Y el olvido lo encontró

Dra. Ruth ZERNIKSubiendo al taller de los amigos

Camino al taller ABA

ESCULTURA Dr. Fernando TRIGOEl canto libre del espíritu (cemento patinado)

El fuego eterno de la revolución

ARTESANÍA

Sr. Carlos DELLA BELLACañón

Locomotora

Dra. Liliana SIERRA

Paisaje de campo

Flores blancas

El torero

FOTOGRAFÍA

Dra. María Rosa BENTOS SIMOES

Luz y sombra

Ciudad encantada

Acrobacia

Dr. Miguel Ángel EYMMAN

El atardecer en el mar

Refl ejo

Ternura

El sol se oculta

Dr. Rodolfo GORDON

Perspectiva otoñal

Buscando trabajo

El último diente

Dra. Andrea KAPLAN

Retrato familiar

Perspectiva

La carrera

Dra. Patricia MANDALUNIS

Recuerdo de mi infancia

Allá vamos

Un abrazo

Historia de un refl ejo

Dr. Carlos Alberto PAPARELOPrevención

Faroles coloniales

Dra. Ángela UBIOS

En un lugar de Portugal

A la conquista

De paseo

18 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

ATENEO ODONTOLÓGICO DE CULTURAEN SU QUINTO ANIVERSARIO

Es una entidad que, pensado con el concepto integrador de las artes, trata de reunir a colegas que desarrollen actividades ajenas a lo especí-fi co de la profesión odontológica: poetas, artis-tas plásticos, músicos, escritores y otros, con el objeto de canalizar y profundizar estas acciones sociales, comunicativas, que tienden a la sínte-sis del ser humano. De manera que el profe-sional odontólogo que maneja habitualmente conceptos científi cos y estéticos, adquiera nue-vas formas de comunicación con su yo íntimo y con su profesión.

El Ateneo –presidido por el Dr. Teobaldo Mari– busca contribuir al armado de un espa-cio integrador ciencia-arte, en el que converjan distintas teorías estéticas, pero que actúen como fuerza integradora y espíritu abarcativo de ten-dencias refl exivas.

De esta manera en el 2008 se realizaron dos presentaciones, en agosto: “Del cincel a la digi-talización” (escultura) y “Del bolero a la lírica” (música); y en octubre del mismo año dos expo-siciones, una sobre “plástica”, con muestra de cuatro odontólogos, y “Cine, representación de la realidad”.

En mayo de 2009 se armó la exposición de “Modelismo naval” y en octubre de ese año dos exposiciones: una sobre “tapices” y otra sobre “fotografía”

En junio de 2010 tuvo lugar una presen-tación de cinco escritores, que se denominó “Odontólogos escritores”, para cerrar el año con la adhesión al Día de la Música, con un con-cierto coral e instrumental a cargo del Instituto Superior de Música “Santa Ana”

En el curso de 2011 nuestro Ateneo culmina el diseño y realización de su trofeo “Amistad”, que pasa a ser su logo distintivo, en la realización del escultor Antonio Oriana, con idea y prediseño de los Dres. Teobaldo M. Mari y María Gavarrón. Con tal motivo el 13 de julio se celebró el Día del Amigo, que fuera creado por el odontólogo Enrique Febbraro, con la evocación de su acti-vidad cultural. Se presentó un concierto coral e instrumental y se entregó por primera vez el tro-feo Amistad a la Facultad de Odontología UBA, que fuera recibido por la señora Decana, Prof. Dra. María B. Guglielmotti, la que se refi rió muy especialmente al acontecimiento.

En noviembre pasado el acto fue “Evocando al poeta de los barrios Evaristo Carriego”, con presen-tación evocativa de la Dra. María Teresa Carriego, sobrina nieta del escritor; una obra breve de teatro sobre el poeta, animada por actores, para cerrar con una presentación de la Dra. María Suglia Rodríguez y acompañante, que ofreció una desta-cada actuación de tango bailable.

Evaristo Carriego murió a los veintinueve años, en 1912. Frecuentó los ambientes literarios de la época pero venía del arrabal, del Palermo de calles de tierra, gente humilde y cuchilleros.

Eligió escribir acerca de ellos y sus dramas. Un poeta simple sobre gente simple, desde los ojos de un joven que vestía siempre de negro y a quien Jorge Luis Borges dedicó un largo ensayo. Fue el primero que pintó el suburbio porteño. Retrataba las muchachas de las fábricas, las vie-jecitas, el gringo, las chismosas de balcón bajo, algún payador, algún organillero y después el legendario compadrito.

El Presidente del Ateneo Odontológico de Cultura, Dr. Teobaldo M. Mari pronunciando su discurso. A su derecha, la Decana de la Facultad, Prof. Dra. Guglielmotti, con el Trofeo Amistad, conferido por el Ateneo a la Facultad de Odontología de la UBA

La Profesora Titular de Odontología Legal,con Historia de la Odontología, recibe su

diploma de manos del Dr. Pregadio Depino

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 19

LA GUERRA DE LAS MALVINAS, EL ARA GENERAL BELGRANOY UN HOMENAJE SINGULAR

Alfredo José BrezinaProf. Adj. Dto. de Estomatología Básica, Univ. Arg. John F. Kennedy, [email protected]

“-¿Con qué derecho?–Con el derecho del más fuerte”.

Julio Verne (1828-1905): Ante la Bandera, (1896).

La Guerra de las Malvinas, también llamada Confl icto del Atlántico Sur se libró treinta años atrás. Recuperadas el 2 de abril de 1982, las hostilidades a las que dio lugar la reacción británica duraron del 1° de mayo al 14 de junio. Costaron la vida de 655 soldados, marinos y aviadores de nuestras Fuerzas Armadas, de los cuales 323 –321 marinos y dos civiles– se hallaban a bordo del crucero ARA. General Belgrano. Con respecto a los heridos, recordamos que, entre quienes tuvieron a cargo su atención estuvieron por lo menos tres colegas: los Dres. Roberto Stvrtecky (cirujano BMF de la Fuerza Aérea Argentina), Juan Antonio López (cirujano BMF de la Armada Nacional), y Alejandro Cordero (Fuerza Ejército) que actuó como odontólogo general.

Como se recordará, la guerra no permitió a nuestro país mantener la ocupación de las islas, reclamadas inútilmente durante 149 años antes de pasar a la acción.

Se han escrito libros enteros sobre la historia de las Malvinas, su recuperación y la reacción británica que la siguió. Siendo así, estas breves líneas solo se referirán al episodio que causó casi la mitad de las bajas argentinas: el torpedeamiento del crucero ARA General Belgrano; y a una singular iniciativa que posiblemente no conoce la mayoría de los lectores, entre los muchos homenajes con que hoy se perpetúa la memoria de este buque y sus tripulantes.

La última travesía del BelgranoInmediatamente después de desembarcadas

las fuerzas argentinas en las islas el gobierno británico rompió las relaciones diplomáticas con nuestro país. El 5 de abril envió una poderosa fl ota de ciento ocho buques, unos de su Armada regular y muchos otros requisados, para restablecer el statu quo. Durante casi un mes se efectuaron negociaciones diplomáticas febriles, sin que pudieran disipar la voluntad de confrontación del gobierno británico ni, por ende, evitar la marcha de sus fuerzas hacia las islas.

Esto, a su vez, obligó a la Armada Nacional a enviar sus unidades para contrarrestar los movimientos de quien claramente actuaba como enemigo, pese a que la recuperación se había efectuado sin derramamiento de sangre de la guarnición ni de los habitantes, ni hubo declaración de guerra, como no la había habido cuando los ingleses ocuparon las islas en 1833.

El 1° de mayo aviones y barcos británicos atacaron Puerto Argentino. El mismo día, dos grupos de tareas argentinos navegaban hacia las islas para enfrentar a la fuerza inglesa. Las debían rodear por el norte y el sur para, en un movimiento de pinzas atacarla. Pero la escasa velocidad del portaaviones ARA 25 de Mayo y “ni una gota de viento” según un testigo –hecho raro en el Atlántico Sur– no permitieron el despegue de sus aviones y llevaron a anular la operación. El ARA Gral. Belgrano, que había partido de Ushuaia y navegaba al sur de las islas, emprendió el regreso, escoltado por los destructores ARA Bouchard y ARA Piedra Buena. El capitán de navío Héctor E. Bonzo, comandante del crucero sabía que se trataba de una operación de guerra Dijo: “íbamos dispuestos tanto al combate como

ResumenEste breve texto evoca la

mayor pérdida de nuestro país en la Guerra de las Malvinas, en su 30° aniversario: el crucero ARA General Belgrano y da a conocer una forma particular hallada para mantener vivo su recuerdo.

SummaryThe heaviest Argentine loss

in the Malvinas War, fought thirty years ago: CruiserARA. General Belgrano isbriefl y evoked here as well as is released a singular way found to keep its memory alive.

ResuméLa plus grande perte de

guerre en le confl it des Iles Malouines, en 1982 est évoqué ici. Aussi on est faire connoitre une manière especielle d’ hommage trouvé pour memoire de cest vaisseau.

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a la tragedia. Desgraciadamente, llegó la tragedia, antes del combate”.

El gobierno inglés fi jó una “zona de exclusión” alrededor de las islas y advirtió que todo buque que navegara allí podía ser atacado. El Belgrano ya había salida de ella, cuando...

Tres submarinos nucleares operaban en aguas de las Malvinas: HMS Spartan, partido con anticipación, HMS Splendid y HMS Conqueror. Este último salió de la zona de exclusión y navegó al sudoeste. Desde hacía treinta horas seguía al Belgrano. Advirtió su cambio de rumbo. Antes de actuar, pese a que ya había habido hostilidades y a que desde hacía catorce horas el presidente del Perú, Arq. Fernando Belaúnde Terry mediaba en el confl icto, pidió instrucciones a Londres. El gobierno inglés presidido por Margaret Thatcher le ordenó: “Húndalo”.

El submarino, clasifi cado como hunter-killer (literalmente “cazador-matador”; podría traducirse libremente como submarino de ataque) tenía todo a su favor: una velocidad de 25 nudos o más (millas marinas por hora) en inmersión, y poder sumergirse a gran profundidad para no ser detectado. El Belgrano y sus destructores de escolta regresaban sin saber que los acechaba un submarino nuclear, sin haber podido captarlo.

Oscurecía. El Conqueror lanzó tres torpedos MK 8. Cada uno tenía una carga de 340 kg del explosivo Torpex, el mismo con el que los ingleses habían destruido el poderoso acorazado alemán DKM Tirpitz, mucho mayor que el Belgrano, durante la 2ª Guerra Mundial.

A las 16.0l del 2 de mayo, a unas cincuenta millas al sudoeste de la “zona de exclusión”, un torpedo alcanzó al Belgrano. De 15 a 20 m de proa desaparecieron al quebrarse por el impacto, pero el mamparo de colisión resistió, lo que impidió que el buque se inundara por la proa Pero otro torpedo hizo blanco en la zona centro-popel del crucero. Pocos hombres con puestos en esa parte del buque sobrevivieron. La explosión se produjo más allá del blindaje de cintura y del mamparo antitorpedos y, según el capitán Bonzo quedó confi nada al interior, se proyectó hacia las cubiertas superiores y abrió una vasta brecha en la principal. La gran mayoría de las víctimas fueron causadas por este impacto, que privó al buque de energía eléctrica y por ende de iluminación, posibilidad de pedir auxilio y controlar la entrada de agua. La inundación fue incontenible. A las 16.23 el capitán dio “la orden más trágica”: “Abandonar el barco”.

El tercer torpedo alcanzó al ARA Bouchard, que sufrió un cimbronazo, pero informó: “Torpedeado sin averías. Explosión fuera del casco”. La visibilidad era muy pobre.

La evacuación del Belgrano se efectuó con gran urgencia, pero en orden. Hubo tripulantes que volvieron al interior para rescatar a compañeros heridos, pese al fuego y el humo; algunos no regresaron. Otros distribuyeron frazadas, con las que se hacía una especie de poncho, a compañeros desabrigados y heridos. El buque tenía setenta y dos balsas techadas, cuando se requerían sesenta y dos para toda la tripulación; no iba a repetirse la tragedia del Titanic.

El crucero escoraba rápidamente a babor, un grado por minuto. Una minuciosa encuesta efectuada más tarde reveló que el 72 % de los sobrevivientes logró llegar a las balsas sin caer al mar. Pero de los que cayeron, pocos pudieron ser rescatados, porque el petróleo tornó sus cuerpos resbaladizos y la temperatura del agua, 3 °C no permitía resistir en ella más de tres minutos. Buzos tácticos embarcados en un gomón procuraron apartar las balsas del buque que se hundía Algunas, empujadas por el fuerte viento, se desgarraron contra la proa quebrada y fue preciso llegar, como se podía, a otras.

A las 17.01, el ARA General Belgrano, escorado 45 ° y sumergido de popa se hundió. Se escuchó entonces cantar el Himno Nacional y gritar “¡Viva la Patria!, ¡Viva el Belgrano!”. Tras una última recorrida por la cubierta para ver si quedaban heridos por auxiliar, el capitán Bonzo, siguiendo fi elmente la tradición naval, fue el último en abandonar el barco. Este no produjo el conocido fenómeno de succión característico de los hundimientos, que hubiera causado muchas más victimas. “Fue noble hasta el fi n” comentó un tripulante. En el mar helado y embravecido solo quedaron una gran mancha de petróleo y las balsas con los sobrevivientes.

NáufragosComo el tiempo empeoraba, al desatarse un

temporal con olas de hasta seis metros, hubo que cortar los cabos que unían las balsas, que se dispersaron por una amplia área del mar. El viento, que al abandonar el barco era de 20 nudos (casi 40 km/h) arreció y llegó a 50-60 nudos (90 a 108 km/h). Las olas llegaron hasta diez metros de altura. La temperatura del agua era de 2 °C, y la sensación térmica, de -7 a -10 °C.

Las balsas se movían violentamente y algunas se dieron vuelta Hubo muchos vómitos. El movimiento agravaba las lesiones de los heridos

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 21

y causaba otras: contusiones y excoriaciones múltiples, por los objetos que había en las balsas. Se consideró la linterna como el elemento de supervivencia más importante. La principal causa de lesiones fue el frío. Que hubiera más ocupantes en las balsas permitió paliarlo en parte, como fuente de calor, dada la mayor cantidad de cuerpos. Las balsas eran techadas, pero el agua entraba en alguna medida; su baja temperatura sumada a la inmovilidad causó casos de “pie de inmersión”, variante náutica del “pie de trinchera” terrestre, pero afortunadamente todos los casos pudieron tratarse sin cirugía. El 20 % de los sobrevivientes sufrió algún tipo de lesión; las más importantes, quemaduras. Los náufragos cantaban y rezaban para darse ánimo, y vigilaban como lo permitían las condiciones del tiempo, para observar señales de salvamento. Más tarde, el 48 % no presentó cambios importantes en su estado emocional o su conducta Otros sufrieron pesadillas y depresión. Entre las causas a que atribuyeron su supervivencia citaron en medida importante “tener fe”.

El rescateA la mañana .siguiente el temporal amainó un

tanto. Un avión naval Neptune, en el límite de su radio de acción divisó una mancha de petróleo. Esto hizo más precisa la búsqueda, difi cultada por la dispersión de las balsas durante la noche. Intervinieron en el rescate los buques ARA Gurruchaga, (aviso); ARA Bahía Paraíso, buque polar normalmente, adaptado en abril de 1982 como barco hospital; ARA Piedra Buena y ARA Bouchard (destructores). También participaron el “buque antártico” Piloto Pardo, de la Armada de Chile, y el pesquero Beiosemensk, ruso, pero estos dos últimos solo encontraron balsas con tripulantes muertos.

De los 1.093 hombres a bordo del Belgrano –1.091 tripulantes y dos civiles a cargo de la cantina– se recogieron a 793, de los que 23 fueron recuperados muertos o fallecieron más tarde. Hubo 770 sobrevivientes, que permanecieron en las balsas entre 24 y 48 h. Los últimos fueron rescatados el 4 de mayo, y la búsqueda continuó hasta el día 9. En tales condiciones, el rescate fue una hazaña.

Distribución por buque de rescateBuque Tripulantes

ARA Gurruchaga 365ARA Piedra Buena 276ARA Bahía Paraíso 88

ARA Bouchard 64

Aunque parezca paradójico, el buque que más sobrevivientes rescató fue el pequeño aviso Gurruchaga, de solo 690 t de desplazamiento y 43 m de eslora. El buque más grande que intervino fue el Bahía Paraíso, que salvó, como vimos a 88 náufragos. La circunstancia de que contaba con una cubierta para helicópteros permitió, además, el traslado de heridos graves (quemados) desde el destructor Piedra Buena.

En el rescate no participaron barcos británicos. Sí lo habían hecho en la batalla –justamente– de las Malvinas, en la 1ª Guerra Mundial, contra la escuadra del “acorazado de bolsillo” Graf von Spee, el 8 de diciembre de 1914, donde salvaron a 215 sobrevivientes de cuatro barcos alemanes; y en los hundimientos del acorazado KMBismarck, y del crucero de batalla KM Scharnhorsi, en 1941 y 1943 respectivamente, por unidades de la Royal Navy, durante la 2ª Guerra Mundial.

El ARA General Belgrano, que sobrevivió ileso el ataque japonés a Pearl Harbor, veterano de la 2ª Guerra Mundial, en la que tuvo solo dos bajas en su tripulación y ganó nueve “Estrellas de Batalla” y que luego, durante más de treinta años prestó servicios en la Armada Argentina, encontró su fi n a una cien millas al sudeste de la Isla de los Estados.

Una antigua canción alemana dice: “En la tumba del marino no fl orecen las rosas”.

Un homenaje singularEl hecho que –conteniendo la emoción a duras

penas– acabamos de narrar, no se ha olvidado. Recuerda a las víctimas una placa ubicada frente al Hospital Naval de Buenos Aires, junto con cenotafi os, como el de Ushuaia, puerto del que partió el Belgrano en su última misión, el monumento a todos los caídos en Malvinas en la Plaza San Martín de nuestra capital, y en otros muchos sitios del país. La Armada tuvo pérdidas dolorosas en hombres y en buques en tiempos de paz, como el rastreador ARA Fournier, en 1949 y el remolcador ARA Guaraní, en 1957, ambos en aguas australes, como el Belgrano. Pero la pérdida de este último fue la tragedia más costosa en vidas humanas que sufrió.

Pero, además, existe otro homenaje, quizá inusual, que deseamos hacer conocer al lector. El Club Argentino de Modelismo Naval en Escala (CAMNE) decidió, hace ya varios años aunar las habilidades de sus socios para construir un modelo gigante y navegable del crucero perdido. Se tardó seis meses en reunir documentación, y dos años en construirlo. Se convino con las autoridades del Museo Naval de la Nación que

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estuviese allí en exhibición, con la particularidad de que, al ser navegable y radiocontrolado pudiese ser visto por el público “en su elemento”, en los feriados nacionales y el Día de la Armada (17 de mayo), o la fecha más próxima a esta, bajo la consigna simbólica: “El Belgrano vuelve a navegar”.

La historia del buque mismo y de la construcción del modelo, demasiado extensas para transcribirlas, están detalladamente expuestas en el sitio del CAMNE en Internet. Por ello, solo diremos que fue presentado y fi lmado por primera vez en mayo de 2008, en el Parque Centenario (fi gura 1), con la presencia del propio capitán Bonzo, que aportó muchos datos para la construcción y quedó asombrado ante lo perfecto del resultado, y de una banda de la Armada. El autor de estas líneas, que visitó los museos navales de. Washington DC, de la Academia Naval de Annapolis, y de Norfolk, todos en los Estados Unidos da fe de que su calidad no tiene nada que envidiar a la de los modelos exhibidos en esos ámbitos.

Su realización llamó incluso la atención en el exterior, y una publicación británica publicó una nota con fotos y elogios de la maqueta.

Además, el modelista porteño Hernán Castellano construyó otra réplica del Bouchard (fi gua 2), de menor tamaño, pero también radiocontrolada y de no menor fi delidad que la del CAMNE.

A treinta años del confl icto del Atlántico Sur ha habido algunos gestos de acercamiento que dan cierto consuelo. Se reanudaron en 1990 las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña, y se efectuaron entre quienes estuvieron un día frente a frente, encuentros de veteranos de ambos países. También se realizó una expedición a la zona donde fue hundido el Belgrano para hallar .el sitio exacto donde se perdió, a la que asistieron sobrevivientes del crucero y dos ex tripulantes del submarino que lo hundió. Probablemente por el estado del tiempo no se pudo encontrar el lugar de su “tumba de guerra”, y se lanzó una corona de fl ores en el sitio aproximado, mientras los argentinos, profundamente emocionados rememoraban ese inolvidable episodio de sus vidas, y los ingleses hacían respetuosamente el saludo militar.

Este texto no desea reavivar las heridas, sino evocar al viejo Belgrano, que el autor visitó en su adolescencia y vio entrar varias veces gallardamente en el puerto de Buenos Aires, junto con otras unidades de la Flota de Mar de antaño. Solo queda por recordar que el problema

que dio lugar a la penosa lucha del año 1982, no está resuelto.

AgradecimientosAl Prof. Dr. Ricardo F. Luberti, por un aporte

bibliográfi co fundamental.Al Sr. Rubén Franzese, modelista naval del

CAMNE, por su importante información.Al Sr. Marcelo Ossó, modelista naval

profesional y amigo, por información provista y la revisión de este texto.

Al Lic. M. Ramón Miura, también amigo: por dos textos suministrados.

A mi esposa, Norma, y al Lic. Carlos W. Brezina (Bethesda, MD, EE.UU.), por aportes bibliográfi cos.

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después de la agresión inglesa, 1ª ed., Buenos Aires, Claridad, 2007.

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• Galuppini, Gino, Guidagli incrociatori, 1ª ed.. Milán, AmoldoModadori Editore, págs. 190-191, 1982,.

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Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 23

Modelo radiocontrolado construido en memoria del crucero ARA General Belgrano.Fiel reproducción del original - (Foto del autor)

• Cardoso, O. R., Kirschbaum, R. y Van der Kooy, E., Malvinas - la trama secreta, 16ª ed., Buenos Aires, Sudamericana / Planeta, págs 237-240 y 340, 1986.

• Marincioni, E. N., Redondo, H., Genovart, R. A., Busto, E. y Sagardia, J. A., “Supervivencia. El caso del ARA General Belgrano”, en Boletín del Centro Naval, suplemento N° 758 - E - 9. vol. 107, año 108, cap. 3, págs. 23-64, (hay también datos importantes en los caps. 1 y 11 del mismo Boletín).

• Bennet, Geoffrey, Naval Bardes of the First World War, Londres, ed. revisada, cap. 6, págs.

97-111, 1974.• Bonsignore, Ezio, “Lessons to be learned from

the Falklands/Malvinas confl ict”, en Weyers, Flottentaschenbuch, Warships of the World. 57 Jahrgang 1884 / 85, Coblenza, Bernard & Graefe Verlag, 1984, págs. XXI - XXIV.

• Club Argentino de Modelismo Naval en Escala (CAMNE), ARA General Belgrano: historia del buque y construcción del modelo), www.camne.com.

(En Internet se encuentran también otras importantes informaciones y videos sobre el crucero).

ICOM - COMITÉ ARGENTINODEL CONSEJO INTERNACIONAL

DE MUSEOS

Renovó sus autoridades, quedando constituida de la siguiente manera:Presidente: María del Carmen MazzaVicepresidente: Susana E. SperoniSecretaria: Manuela N. LópezTesorera: Graciela Weisinger Vocales Titulares: Miguel L. Chiloteguy, Agustín E. San Martín, Orestes Walter Siutti, Eva Guelbert y Elena M. Del CarmenColom.Vocales suplentes: Virginia González y Tomás E. BondoneRevisor de Cuentas Titular: Adriana MareSuplente: Amílcar Lagos

La sede del CAICOM es:Perú 272 - Manzana de las Luces.

ACADEMIA NACIONAL DE ODONTOLOGÍA

Renovó sus autoridades, quedando así cons-tituida:Presidente: Dr. Carlos Ricardo GuardoVicepresidente: Dr. Guillermo Carlos TrigoSecretario: Dr. Rafael Adolfo GutiérrezProsecretaria: Dra. Ángela Matilde UbiosTesorera: Dra. Julia Fiedotín de Harfi nProtesorera: Dra. María Teresa CarriegoVocales Titulares: Dra. Marta Beatriz Negroni, Dr. Ricardo Felipe Luberti, Dr. Horacio Oscar Maglione, Dr. Ricardo Luis Macchi, Dr. Guillermo Luis AlonsoVocales Suplentes: Dr. Alberto J. Bustamante, Dra. Rita Ana Capalbo, Dra. María V. Fernández de PreliascoÓrgano de Fiscalización:Titulares: Dr. Aníbal Alberto Alonso, Dr. Héctor Enrique Lanfranchi Tizeira, Dr. Juan Antonio PezzaSuplentes: Dra. María Beatriz Maresca, Dr. Roberto Néstor Botti, Dr. Eduardo Luis Ceccotti

24 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

Good morningEn una antigua casona situada en Azcuénaga

1038, funcionaron varias cátedras de la Escuela de Odontología, cuando se produjo la demolición de la esquina de Uriburu y Córdoba. Aquí habían quedado algunas cátedras, (en el edifi cio de la Facultad de Medicina, hoy del de Ciencias Económicas) que siguieron en ese lugar hasta el año 1944/45 en que fue terminado y habilitado el edifi cio actual de la Facultad. Una de las cátedras en esa casona, que daba a la calle, era la de Clínica de Dentistería, y los paseantes podían observar cómo eran atendidos algunos pacientes Tiempos de salivadera a bomba¸ que consistía en una botella de vidrio color caramelo, de cuyo tapón salían dos tubos de goma, uno para el eyector y el otro terminado en una pera de goma que al ser apretada por el paciente se producía el bombeo y la consiguiente aspiración de la saliva. Había tornos a pedal –conservé el mío como adorno en la sala de espera de mi primer consultorio– y una fi la de sillones metálicos adosados contra la pared en la cual el paciente apoyaba su cabeza cuando no había cabezal.

El aula constaba de pocas fi las dispuestas en anfi teatro y un largo mostrador de pared a pared, que servía como tribuna desde las que se dictaban las clases.

Una mañana entró el profesor –se cursaba cuarto año– con su guardapolvo blanco, un ejemplar del Saturday Evening Post doblado bajo el brazo, y saludó con un estentóreo Good morning. La sorpresa provocó algunas risas. “Hoy vamos a aprender cómo se compra oro en los Estados Unidos, porque hay muchos tipos de oro y hay que pedirlos correctamente para evitar sorpresas”. Y a continuación hizo una demostración asumiendo los roles de comprador-vendedor empleando un diálogo en perfecto inglés, en el que el vendedor se expresaba: –Good morning doctor, how are you?, what can I do for you? –Do you have gold? –Of course, doctor, what kind of gold do you need and how much? Y siguió el intercambio de frases y voces hasta culminar la virtual venta y despedida del supuesto vendedor con un –Thank you, doctor, good day and come again.

En algún momento de este “unipersonal” algunos debimos perder la seriedad y uno de los jefes en primera fi la, morocho él, con cara de pocos amigos, expulsó del aula a dos o tres, yo incluido. El profesor reanudó su clase sobre el pedido correcto de los materiales para incrustaciones

metálicas, que se hacían de oro; y una amable advertencia para que el alumno cuidara su bolsillo ante posibles abusos en la compra de los materiales empleados en los trabajos prácticos. Fue un intento interesante de nuestro profesor Dr. Luis U. Giovacchini, poco habituado para un auditorio “porteño y desprevenido”, que sorprendió. El profesor Giovacchini fue un maestro muy versado en la materia que dictaba, poseía una vasta cultura, entusiasta del idioma inglés y buen fagotista afi cionado.

El vuelo del hueso aladoA poco de iniciarse el curso de Anatomía,

entró en el aula su titular, Dr. Humberto Aprile, acompañado por los Dres. Manuel B. Galea, Enrique Secchi y Mario Figún. Con evidente enojo –don Humberto era hombre que sabía reaccionar fuerte– dijo: “ayer por la tarde faltó de la cátedra un esfenoides. El curso queda suspendido hasta que aparezca. Buenos días” y se fueron.

Efectivamente, la cátedra facilitaba la concurrencia de grupos reducidos de alumnos en horas de la tarde para estudiarlo, pues no era un hueso fácil de conseguir. Gran revuelo entre los universitarios “debutantes”.

Unos días después se anunció la reanudación del curso. El Dr. Aprile agradeció sonriente la donación anónima que había enriquecido la cátedra con seis esfenoides. El hueso había volado y regresado con sus elegantes alas mayores y menores. Sin comentarios.

El caso del compañero fugadoCuando comenzamos a tomar impresiones

de la boca de nuestros pacientes (mal dicho, según uno de los profesores de Prótesis, “porque usted no se bebe la cubeta –sic–“) trabajábamos dos alumnos por sillón, uno, operador; el otro, ayudante. En una oportunidad sucedió el siguiente episodio: el paciente, un fornido italiano de tremendos bigotazos, venía para cambiar su “chapa” por otra que se ajustara más, porque la que usaba se movía bastante. Y era cierto. En realidad, bailaba en su boca. “¿Hace mucho que se la hicieron?”, “abbastanza”, “¿quién se la hizo?”, “non lo so, la ho guadagnato gioccando a las boccias molto tempo fa”. Intercambio silencioso de miradas entre los “profesionales”.

ANÉCDOTAS DE LA VIEJA ESCUELA

Samuel Leyt in memoriam*

* El Dr. Leyt dejó estos apuntes que escribiera desde Israel, donde

residía. Como homenaje a su talentoso y ameno relato, ofrecemos

este singular recuerdo de su vida estudiantil.

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 25

Se elige la cubeta, se prueba. El ayudante preparó el yeso y todo fue a la boca. Pero hete aquí que tal vez por el apuro del debutante, o “sin querer queriendo”, lo cierto es que el yeso elegido era yeso piedra, que fraguó y endureció como tal. El proceso de retirar la cubeta con la impresión fue tarea de circo que comenzó con golpes de martillo sobre un cincel y se complicó porque los pelos del bigote quedaron atrapados y cada tirón eran gritos y maldiciones del “paciente”. Hubo que conseguir

unas tijeras para cortar el bigote. Terminada la operación y la regularización del bigote, no fue fácil convencer al señor del “accidente”.

El operador desapareció raudamente del segundo piso y de la Escuela. Durante unos tres meses el paciente volvía en busca de su “dottore”, asegurando que quería matarlo. Todo se arregló con la intervención del ayudante y una prótesis nueva, sin costo, pero no se supo si le dio tanta satisfacción como la ganada a las bochas.

Entre las décadas de 1860 a 1880, se reportaron en la literatura dental numerosos casos de dientes “estallados” o “crepitantes”. El 8 de junio de 1861, la revista Informe Médico Quirúrgico, editada en Filadelfi a, publicó el estudio de un acreditado médico, el Dr. W. H. Atkinson, sobre tres casos en que los dientes estallaron, sin que mediara la acción de un agente externo sobre los mismos. Un dentista, el Dr. J. Phelps Hibler, publicó en 1874 un libro, Patología y Terapéutica Odontológicas, en el que afi rmó que hay “ciertas peculiaridades e incidentes que acompañan a la Odontalgia, en algunos casos creo, debido a la particular constitución del individuo y que causan por momentos verdadero asombro”. El estallido de un diente que sufre odontalgia, por ejemplo, es acompañado en el organismo ya por causas aún desconocidas u ocultas, o por el simple curso de una enfermedad”. La explicación más común es la que dice que el gas producido por la degeneración de la pulpa es sufi ciente para causar el estallido del diente. Se presume que es necesaria una explicación más actualizada del tema. Quizás sea debida a la electricidad en el diente?

Desde la época en que el Dr. Willoughby D. Miller expuso la teoría de la destrucción de los dientes por el ácido segregado por una bacteria (1890), y la subsiguiente conexión con otros gérmenes patógenos en la dentina subyacente, creando una lesión cariosa, los investigadores se apresuraron por agregarla a la lista de las causas posibles de deterioro. Esto, sin tener en cuenta el hecho de que el Dr. Frank J. Orland probó defi nitivamente que las bacterias fueron la causa de la caries dental. Demostró que ratas criadas en un medio totalmente libre de gérmenes se hallaban exentas de caries, mientras que aquellas que ingirieron alimentos conteniendo la bacteria streptococus-mutans,

siempre terminaron en caries. Un profesor de ingeniería de la Western New England College, en Springfi eld, Massachusetts, opinó que las cargas eléctricas generadas por el diente mismo pueden ser las culpables.

El Dr. James Masi quien, aparte de ser Profesor de ingeniería eléctrica, era el coordinador del programa de bioingeniería en su escuela, dijo que la suya era una teoría revolucionaria. “Creemos que los efectos eléctricos en los dientes han sido largamente ignorados a través de los años, y muchas de las causas desconocidas de la caries dental pueden atribuirse a los efectos de la electricidad”, informó AGD Impact, una publicación de la Academia de Odontología General, en su edición de junio/julio, 1987.

El Dr. Masi creyó que la fl exión del diente produce voltaje y si ese voltaje en el diente, en un área de esfuerzo, es positivo, causará que el calcio abandone la superfi cie dentaria, mezclándose con la saliva. El espacio dejado por su accionar en la superfi cie, da como resultado una caries. ¿Qué rol juega la placa en este escenario? Acelera la pérdida de calcio, responde el profesor. El único problema en esta moderna tesis es que este fenómeno no ha sido nunca identifi cado, verifi cado o informado antes que el profesor formulara su teoría, de la cual él ha dicho, era una pista para la ingeniería biodental del futuro. ¿Quién lo sabe? Algún día podremos encontrar la causa del estallido de los dientes.

1 Journal of the History of Dentistry, vol. 53, N° 2, julio 2005,

traducción: O. W. S., revisada por Marcelo Siutti.2 El Dr. Ring fue el primer editor del Bulletin of the History of Dentistry

(luego Journal) y autor del libro Dentistry.An Illustrated History, y

de muchos trabajos sobre la historia de nuestra profesión, algunos

publicados en esta revista Fue una autoridad internacional en la

Historia de la Odontología, y un amigo del Museo y Centro de

Estudios Históricos de la Facultad, al que dedicó generosos elogios.

UNA NUEVA TEORIA: LA ELECTRICIDAD COMO CAUSA DE CARIESRarezas en la Historia de la Odontología1

Malvin E. Ring (in memoriam)2

26 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

LOS CABALLEROS HOSPITALARIOS DE SAN JUAN

Norma Acerbi Cremades*

En el campo de la Historia de la Medicina, la atención de los enfermos estuvo ligada desde un comienzo al misticismo religioso y fi losófi co.

Surgieron los Templos de Salud; las Valetudinarias; las Xenodochias; las Enfermerías; los Nosocomium; los Lazaretos y fi nalmente los Hospitales.

La doliente humanidad, devastada por guerras, pobreza, hambrunas y epidemias, sintió la infl uencia de las condiciones políticas y sociales de cada uno de los tiempos.

El presente trabajo fue inspirado en una investigación personal con motivo de un viaje al Archipiélago Maltés, que me hizo revivir la obra de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, también conocidos como los Caballeros de Malta, desde su origen en Jerusalén, su estadía en Rodas hasta la ubicación defi nitiva en las islas maltesas.

Palabras clavevaletudinaria- xenodochia- ábaton- lazareto- albergue.

DesarrolloLos Templos de Salud o Asklepieta, fue-

ron famosos en Grecia durante el período prehipocrático de la medicina. Entre ellos los de Cos, Epidauro, Atenas y Pérgamo. Los enfermos eran llevados al ábaton, un largo peristilo abierto por ambos lados, para recibir la cura ritual conocida como “incubación o sueño del templo”, de manos del dios Asklepio y de sus sacerdotes. En el 293 aC se creó la primera institución asistencial romana, con motivo de una epidemia y se ubicó en una isla del Tíber, recibiendo el nombre de San Bartolomé, durante el período bizantino. En los siglos I y II del Imperio aparecieron las Valetudinarias, establecidas en puntos estratégicos, especialmente para la atención de los soldados enfermos y

heridos. Una de ellas ha sido encontrada durante una excavación en Dusseldorf y estaba construida con un sistema de salas conectadas por amplios y ventilados corredores.

El mundo árabe en toda su extensión poseía importantes hospitales, como los de Bagdad; Jondisabur; Damasco y El Cairo. Con salas para hombres y para mujeres; salas reservadas para heridos y para los afectados de fi ebre.

A semejanza de los árabes, los bizantinos predicaron la creación de hospitales para la atención física y espiritual de pobres y enfermos.

Se creó en el 370, el de San Basilio en Cesarea; el de Fabiola en el 400, erigido en Roma y poco después el de la emperatriz Eudoxia en Jerusalén. Se iniciaron así las Xenodochias, hospitales a cargo de piadosos religiosos que ofrecían asistencia espiritual y atención médica, especialmente para peregrinos. La palabra griega Xenodochia, indica claramente que su fi nalidad era acoger forasteros (xeno) en sus albergues (dochia).

Ante la rápida expansión del Islam, los cristianos del Occidente, se alistaron en las denominadas “guerras santas” que recibieron el nombre de “Cruzadas”. Los combatientes llevaban en la cota de mallas, el símbolo de la cruz, de allí el nombre, proclamando que el confl icto era indudablemente religioso. La misión de los Cruzados, ratifi cada por la retórica de la guerra santa, era expulsar a los musulmanes del lugar en que vivió Jesucristo, Tierra Sagrada, para los cristianos.

La primera Cruzada fue promovida por el papa Urbano II en 1095. Estuvo formada por nobles franceses y muchos otros europeos que creyeron en el llamado. Pronto comprendieron que, además de

* Prof. Consulta Universidad Nacional de Córdoba, ex Directora del

Museo del Hospital Nacional de Clínicas, Córdoba.

ResumenEl presente trabajo fue

inspirado en una investigación de la autora, con motivo de un viaje que realizó al archipiélago Maltes, que le hizo recordar la obra de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, también conocidos como los Caballeros de Malta. Desde su origen, en Jerusalén, hasta la ubicación defi nitiva en las islas maltesas.

SummaryThis article was inspired in

a research done by the author after a trip to the Maltese Archipelago which recalled her of the work done by the Sovereign Military Hospitaller Order of Saint John also known as the Knights of Malta. From their origins in Jerusalem up to their defi nite location in the Maltese Islands.

ResuméCet article-ci a été inspiré

d’une recherche de l’auteur après un voyage á l’archipel maltais lequel lui a fait rappeler du travail fait par l’Ordre Souverain Militaire Hospitalier de Saint-Jean aussi connu comme l’Ordre de Malte ou les Chevaliers de Malte. Des ses origines en Jerusalem jusqu’à leur emplacement défi nitive aux îles maltais.

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 27

conquistar lugares en el Oriente, había que ofrecer abrigo y protección a los peregrinos que iban a Tierra Santa.

Los europeos crearon el reino de Ultramar en 1099 y comprendía todos los territorios conquistados en Oriente, con una logística que debía observar la regla de sumisión a Roma o Aviñón. El papado concebía la acción militar como algo que debía desarrollarse exclusivamente bajo el control de la Santa Sede.

Las Cofradías de Caballeros se multiplicaron en Palestina, tales como los Caballeros de San Juan de Jerusalén; los Templarios y los Caballeros Teutónicos, entre otros. Dada la situación política, se llegó a un compromiso con los monjes, otorgando a las Órdenes religiosas una función militar.

Los “monjes soldados”, adoptaron una constitución que les aseguró el poder político y una amplia infl uencia en las familias nobles europeas, donde reclutaban sus miembros.

La Orden de San Juan fue aprobada por el papa Pascual II en 1113. Para algunos historiadores, tuvieron un comienzo italiano, debido a los mercaderes de la ciudad de Amalfi , que comerciaban activamente con el Levante, posiblemente desde el año 1050. Para otros, se originaron en los peregrinos franceses en Tierra Santa. Sean unos u otros solicitaron al Califa de Egipto, el permiso para construir en Jerusalén una iglesia, un convento y una Xenodochia en 1065, atendida por los Monjes Pobres de San Juan Bautista y bajo la dirección del Beato Gerardo Tenque, recordado como fundador y del hermano Gerad de Martignes.

Aquella xenodochia era contigua a una abadía benedictina y el compromiso de los monjes, fue atender peregrinos sin distinción de raza o religión.

Con el paso del tiempo, el albergue o enfermería aumentó su capacidad para la atención de los enfermos y los monjes pasaron a conocerse como los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Adoptaron un hábito negro con una cruz blanca con cuatro puntas. Los cuatro brazos de la cruz simbolizaban las virtudes: Prudencia; Justicia; Fortaleza y Templanza. Las ocho puntas, representaban en aquella primera época, las Bienaventuranzas. Esta cruz fue conocida como “cruz octogonal” y permanece hasta la actualidad, en el escudo de la Orden.

Siete años después que la Orden recibiera la bendición apostólica, es decir en 1120, se hizo cargo el Gran Maestre Raymond du Puy, un noble francés que dio a la comunidad, nuevos rangos y funciones, asociados con diferentes niveles de poder.

Se dividieron en: Monjes Soldados o Caballeros; en Capellanes y en Siervos de Armas. Los Caballeros o Monjes Soldados fueron los autorizados al uso

de la fuerza para proteger los intereses latinos en Oriente. Tuvieron los rangos y funciones más prestigiosas. El Maestre de la Orden tenía que ser elegido entre los miembros de este restringido círculo. Los Capellanes, se ocupaban del cuidado espiritual de los enfermos, pero ya en el Siglo XIII los encontramos al frente de tareas y ritos propios de una orden religiosa, tales como decir misa y presidir los ofi cios litúrgicos. Los Siervos de Armas, eran asistentes de los Caballeros durante las acciones militares y también colaboraban en tareas de enfermería en las Xenodochias.

Las divisiones se originaron en la clase social y en el poder económico de los miembros. Los Caballeros pertenecían a la nobleza, mientras los otros grados eran para la burguesía. Los integrantes de la Orden tenían que pronunciar votos de castidad, pobreza y obediencia, según la regla agustiniana. Los Caballeros debían lealtad al Maestre, el que a su vez respondía al papa.

La formación de la rama de la Orden destinada únicamente a la guerra, motivó que los cofrades con misión militar se denominaran “Caballeros de Justicia y Obediencia”. Pronunciaban los votos pero no podían tener a su cargo ofi cios religiosos.

Los Caballeros provenían de diferentes áreas de Europa Occidental y se agruparon en siete lenguas, que aumentó a ocho en el siglo XV. Los Caballeros procedentes de Francia, se dividieron en tres lenguas: los de Languedoc o lengua de Provenza; los de Languedoil o francés y los bretones de Auvernia.

Los españoles estaban divididos en la lengua de Castilla con Portugal y los de Aragón, con Cataluña y Navarra. Los italianos; alemanes e ingleses tenían cada uno su lengua de pertenencia. Las ocho lenguas se asociaron entonces con las ocho puntas de la Cruz blanca sobre el hábito negro. Vivían separados y cada lengua poseía un albergue propio para la atención de pobres y enfermos.

Los Caballeros Hospitalarios prosperaron durante los ochenta y ocho años que duró el Reino Latino en Tierra Santa, extendido desde Beirut hasta Jerusalén. Cuando el sultán Saladino, logró la unifi cación de los musulmanes, pudo progresivamente ganar terreno, conquistando Jerusalén en 1187.

Sin embargo el respeto de Saladino por los Caballeros, hizo que se retiraran con honor, pero que dejaran en la xenodochia de la ciudad, diez Caballeros con algunos hermanos sirvientes, para continuar la atención de los heridos de ambos ejércitos.

El resto de las Órdenes Hospitalarias permanecieron durante cien años en tres fuertes Palestinos: el Krak de los Caballeros, Margat y San Juan de Acre (los tres son en la actualidad puntos de gran atractivo turístico).

28 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

La caída de San Juan de Acre en manos de los mamelucos, signifi có la expulsión defi nitiva de Tierra Santa. Los Caballeros Hospitalarios de San Juan, se refugiaron en la isla de Chipre, desde 1292 a 1306. Con la nueva ubicación, debieron cambiar la estrategia militar en tierra y aventurarse en el campo marítimo. En 1306, treinta y cinco Caballeros, con dos galeras y quinientos infantes, conquistaron Filermos, capital de la isla de Rodas. Aquí recuperaron el ideal perdido y abrieron un gran hospital o enfermería, para auxiliar a los peregrinos necesitados. Constaba de un patio rectangular alrededor del cual corría un soportal al que daban pequeños aposentos para ambos sexos y tenía un lazareto para los enfermos de algún mal contagioso. Todo el conjunto se terminó de construir en 1478 y estaba encerrado entre muros, para mantener el carácter monástico de la Orden.

Rodas con una superfi cie de unos 1.400 km², fue un Edén para los Caballeros por sus fértiles llanuras y su clima suave. Se convirtió en un bastión de la cristiandad, motivo por el cuál debieron reforzar sus fortifi caciones, ante la posibilidad de algún asedio.

Construyeron una magnífi ca catedral y un hermoso castillo para el Gran Maestre. También se levantaron los albergues para las diferentes lenguas: Alemania; Aragón; Auvernia; Castilla; Francia; Inglaterra e Italia. Cada albergue estaba gobernado por un jefe denominado “Pilier” (“pilar”), los que llegaron a desempeñar un papel importante en el gobierno de la Orden.

El sultán Jakmak de Egipto atacó Rodas en 1440 y nuevamente sin resultado en 1444, debido a las incursiones corsarias de la Orden contra el comercio egipcio en aguas del Mediterráneo.

Como una reacción inevitable frente a la destrucción de las naves turcas por los Caballeros de San Juan y a sus incursiones en Anatolia (actual Turquía), el sultán Mehmet II atacó a Rodas en 1480, pero sus hombres fueron rechazados.

La paz reinó en la isla por espacio de cuarenta y dos años, hasta que el sultán Solimán el Magnífi co, tras un sitio de seis meses, logró la conquista de Rodas. Sin embargo, Solimán garantizó a los Caballeros el honor de las armas, permitiéndoles dejar la isla con todos sus tesoros. Ellos eran: el ícono de la Virgen de Filermos; la llave de Rodas; paramentos sagrados y los archivos.

Los Caballeros Hospitalarios de San Juan, se marcharon el 1º de enero de 1523, iniciando una odisea que duraría ocho años, antes de llegar al nuevo hogar. El Cuerpo Administrativo, se instaló primero en Messina, pero la estancia duró poco. Como trataron de permanecer fi eles a la fi nalidad de la existencia de la Orden, es decir la asistencia hospitalaria, al salir de Rodas habían evacuado a todos los enfermos e inválidos de la xenodochia, pero notaron algunos

afectados de peste, motivo por el cuál, debieron ir a las Grutas de Cuna, zona abandonada del puerto de Nápoles, que se convirtió en el hogar de los Caballeros, de su séquito y de sus altos mandos.

Posteriormente se trasladaron a Civita Vecchia; luego a Viterbo, concedida por el papa Clemente VII; pasaron a Cornetto, a Villafranche y fi nalmente a Niza. En 1523, el Gran Maestre L’Isle Adam, solicitó al Emperador del Sacro Imperio Romano Carlos V, la concesión de las Islas Maltesas y de Trípoli. En realidad, en un principio no era un lugar atractivo por la aridez de la tierra y sus pocos manantiales de agua, además de carecer de fortifi caciones.

Lo positivo, eran sus ensenadas que se ofrecían como abrigos naturales y seguros para las naves; por otra parte las islas quedaban lejos de los confl ictos religiosos, propios de la época.

Debido a que los Caballeros continuarían la defensa de la Europa cristiana, Carlos V les concedió el archipiélago en 1530. El feudo comprendía las seis islas: Malta; Gozo, Comino, Cominotto, Filfola y San Giovanni, con una superfi cie aproximada de 350 km².

Se construyeron ciudades nuevas, se reforzaron las fortifi caciones y se alistaron gran número de galeras para tenerlas listas frente al posible ataque de los otomanos. Los bastiones fueron asignados para su control a cada una de las lenguas, para que la defensa fuera compartida por todos.

La gloria suprema de la Orden fue la Sagrada Enfermería, edifi cada bajo la dirección del Gran Maestre Jean Levesque de la Cassière, cerca del Fuerte de San Elmo. Ampliada a través del tiempo llegó a adquirir igual esplendor que la que tenía la Enfermería de Rodas.

El gran pabellón de 35 m de largo, era tan ancho que por él podían marchar doce hombres de frente. Con una excelente ventilación, se acomodaban trescientas camas de hierro, provistas todas de mosquitero. Esta Enfermería poseía salas independientes de clínica y cirugía; pabellones de cuarentena para los casos de fi ebre y disentería. En el edifi cio principal, en tiempos en que en los mejores hospitales europeos había hasta cuatro pacientes por cama, cada enfermo yacía en su propio lecho. Además, la Sagrada Enfermería contaba con un Manicomio y una sala especial para los esclavos, ubicada en el sótano. Los pacientes comían en vajilla de plata, particularidad ésta que asombraba a los visitantes.

La Orden creó una Escuela de Anatomía y Cirugía, en la que se practicaba disección sobre el cadáver, en una época en que aún en Europa se hacía sobre animales. Se creó también un Jardín Botánico, para el cultivo especialmente de hierbas medicinales y se organizó una Biblioteca Médica y Quirúrgica, cuya

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 29

colección se conserva actualmente, en la Biblioteca Nacional de La Valletta.

En el atrio de la Enfermería se encontraba la Apoteca. A ella iban los ciegos, leprosos y escrofulosos a reclamar medicinas, en especial la unzione mercuriale que se recetaba para diversas enfermedades. Se les proveía de muletas, vendajes y también de alimentos y ropas.

A la vuelta de los soportales, se encontraban los baños de vapor para los médicos, practicantes, barberos y enfermeros de la Enfermería.

Con gran pompa, la armada turca zarpó de Constantinopla el 30 de marzo de 1565 y llegó a las costas de Malta, el 18 de mayo, con ciento noventa naves.

El asedio fi nalizó recién el 8 de septiembre, día en que la liturgia católica romana celebraba la fi esta de la Natividad de María. El triunfo de los Caballeros fue atribuido a la intercesión de la Virgen María y por eso dicho acontecimiento, se conmemora hasta la actualidad.

Con la amenaza de posibles asedios, se fortalecieron las defensas y se dispuso la construcción de numerosas atalayas en puntos estratégicos de la costa, de tal manera que las islas se presentaban prácticamente inexpugnables, salvo algunos pequeños tramos de la costa carecían de defensa.

En 1571 los Caballeros Hospitalarios participaron en la Batalla de Lepanto, colaborando con tres galeras, luchando con gran heroísmo hasta el último hombre. Indudablemente que fue el mayor enfrentamiento entre la fl ota de la cristiandad y la otomana en el mar Jónico.

La batalla de Lepanto fue el comienzo de una serie de enfrentamientos navales en el siglo XVII, entre la Cruz y la Media Luna.

No solo fueron importantes para los Caballeros las actividades militares. Su gobierno en tiempos de paz fue fundamental para el desarrollo de las islas maltesas, como demuestra la historia. La guerra no siempre fue la peor crisis colectiva. Una vez esfumada la euforia de la victoria, aparecieron otras desventuras aterradoras. La Malta de los Hospitalarios enfrentó periodos de hambruna, especialmente entre 1587 y 1591, y entre 1599 y 1603, además de dos gravísimas pestilencias entre 1592-1593 y 1675-1676.

Sin embargo, el crecimiento del archipiélago maltés continuó en ascenso por el deseo de los Caballeros que desmantelaron las estructuras Medievales y la catapultaron en el Renacimiento tardío. Recibieron a destacados arquitectos e ingenieros y a los artistas de renombre como Mateo Pérez; D’Aleccio; Filippo Paladini y Miguel Ángel Merisi, mejor conocido como Caravaggio. Todos ellos hicieron posibles magnífi cas realizaciones.

Se construyó la Iglesia Conventual Hospitalaria de San Juan Bautista, en La Valletta. Se levantó un nuevo hospital o Sacra Enfermería, junto a la entrada del puerto, además de numerosas y esplendorosas mansiones.

En 1731, la Orden construyó el Teatro Manoel para óperas y en 1796 la Biblioteca Nacional en La Valletta. Ella contiene una documentación de valor incalculable, tales como iconografías, mapas y libros que refl ejan toda la historia de los Caballeros Hospitalarios.

También pertenece a esta época la creación de la universidad y un Laboratorio de química, donde según la leyenda, trabajó el alquimista italiano José Bálsamo, Conde de Cagliostro, popularizado por la novela de Alejandro Dumas, “Memorias de un Médico”.

Pero el fi n de la Orden llegó en la mañana del 9 de junio de 1798, cuando la fl ota de Napoleón Bonaparte hizo escala en Malta en su ruta hacia Egipto. Bonaparte solicitó el permiso al Gran Maestre para entrar con sus naves en el puerto, pero no le fue concedido, ante lo cual ordenó invadir la isla. Los soldados franceses casi no encontraron resistencia porque las guarniciones de las imponentes fortifi caciones se rindieron casi sin luchar. El 12 de Junio la Orden fi rmó el acuerdo por el cual cedía Malta el ejército republicano de Francia.

Los Caballeros sumidos en la consternación, tomaron rumbo a Messina y más tarde a Roma, donde desde 1834 mantienen su residencia permanente sosteniéndose por su arraigo a un ideal religioso. Poseen con garantía de extraterritorialidad, el Palacio de Malta y una Villa en el Aventino.

Los ingleses vencieron a Napoleón en 1800 y como consecuencia se apoderaron de las islas, imponiendo el idioma a los malteses. La mayor parte de de las hermosas villas, albergues y palacios de las islas fueron ocupados por funcionarios de la administración colonial británica o por algunos ingleses adinerados. Se reconocieron en 1802 los derechos de la Orden en el Tratado de Amiens, sin embargo no pudieron retornar jamás a las islas.

Recién desde1964, Malta es un estado independiente. El sistema de gobierno es una democracia parlamentaria con solo dos partidos políticos: demócratas y laboristas. Los idiomas utilizados son el maltés y el inglés.

A lo largo de los siglos XIX y XX, la Orden continuó con su labor de auxilio a los enfermos, habiendo fundado hospitales en distintos países.

Las fi las de la Orden se abrieron a muchos aristócratas casados y a nuevos ricos europeos que aspiraban a los honores de la caballería. Son los que mediante la donación de dinero y tierras a cambio

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de fastos y honores, permitieron superar a la Orden los problemas presupuestarios.

La actividad hospitalaria y caritativa se desarrolló a gran escala durante la 1º y 2º Guerras Mundiales, gracias a los Grandes Prioratos y a las Asociaciones Nacionales. En la actualidad el Gran Maestre es el Príncipe Frey Matthew Festing. En mayo 2011, se reunieron en Einsiedeln, Suiza, los presidentes de todas las Asociaciones de la Orden de Malta, de los diferentes países del mundo.

En nuestro país, reciben el nombre de “Asociación de Caballeros Argentinos de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta”. Entre sus obras, debemos destacar: desde 1995, que colaboran con el Programa Nacional de Lepra, haciendo control, tratamiento y seguimiento de los enfermos en áreas endémicas. En Buenos Aires se hace a través del Hospital Nacional Dr. Baldomero Sommer. Se trata del programa AMAPEL, Ayuda Maltesa para la Erradicación de la Lepra. Otro de los programas es el AMAPES, Ayuda Maltesa para evitar la trasmisión del sida, mediante el testeo masivo y precoz de HIV, en mujeres embarazadas. Se mantiene un Puesto Sanitario durante la peregrinación anual de jóvenes a la Basílica de Luján. Por medio de las donaciones recibidas se envían medicamentos a los hospitales argentinos que lo solicitan; se provee de indumentaria a la Fundación Manos Abiertas; a Caritas y a numerosas parroquias, así como de alimentos a comedores infantiles, como el de “Ntra. Sra. de Filermo”.

Gracias a la Orden, fue posible la creación del “Banco de Huesos”, en la Cátedra de Traumatología, del Hospital Clínicas de Buenos Aires y la reinserción de miembros, en personas accidentadas. Se ha provisto del material de endoscopia para el Hospital Fernández.

En abril del año 2001, inauguraron la “Hostal de Malta”, en el barrio de Palermo, dedicada al cuidado paliativo de enfermos terminales con escasos recursos. Se trata de un centro de día, sin internación, donde se realiza el control de los síntomas físicos y el apoyo de las necesidades psicológicas, sociales y espirituales, del paciente y la familia. Concurren unos treinta enfermos diarios, a los que se les ofrece además de la atención de la enfermedad, actividades recreativas, como música; pintura; yoga; teatro y otras.

La fi nalidad de esta obra es ayudar al buen morir, acompañando al paciente y a la familia, procurando mitigar el dolor y la desesperanza, afi rmando la convicción cristiana de la bienaventuranza eterna, vale decir una suerte de contrafi gura de la eutanasia.

Otra meritoria obra, es el mantenimiento de la “Sala de Neonatología, del Hospital del Niño de San

Justo”, donde son asistidos unos trescientos cincuenta neonatos por año, provenientes de hogares humildes, garantizándoles una óptima sobre vida.

Conclusiones

La constitución de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, se redactó para proporcionar al papado el pretexto de instituir una clase de “monjes guerreros”, que fueron con el tiempo los que adquirieron mayor prestigio, comparativamente con los consagrados al servicio divino.

El archipiélago maltés emplazado en el azul Mediterráneo, posee una belleza difícil de describir por sus playas doradas y las infraestructuras creadas por los Caballeros, que conservan su importancia hasta nuestros días. Ellos hicieron una aportación a la arquitectura del país, con la construcción de centros urbanos, palacios, albergues, fortalezas, jardines e iglesias con notable riqueza artística.

La Sagrada Enfermería de La Valletta es hoy un magnífi co Museo de Historia de la Medicina, donde se recrea la misión de la Orden en la atención de los enfermos y de manera clara y bien ilustrada, la historia de los Caballeros Hospitalarios.

Malta se consideró en el pasado como la extrema avanzada de la cristiandad, recordemos además como antecedente, que San Pablo naufragó en la bahía que lleva su nombre en el año 60, cuando iba camino a Roma y fue el introductor del cristianismo.

Se percibe en la actualidad la permanencia de la religiosidad de sus habitantes y la nostalgia por el pasado de los Caballeros. Una nostalgia por ideales que por anacrónicos que puedan parecer en nuestro siglo, juegan su parte en la supervivencia de la Orden y en su visión de futuro.

En diferentes países del mundo, así como en el nuestro, la Orden continúa desarrollando una encomiable labor en benefi cio de enfermos de sida; lepra; Chagas o cancerosos terminales, así como de muchos desprotegidos que encuentran el calor, la caridad y el apoyo cristiano, dignos de todo elogio.

Bibliografía1. Carpentier J, Lebrun F, Histoire de la

Mediterranée, París, 1998.2. Castiglioni A, Historia de la Medicina, Salvat

Editores, Barcelona, 1941.3. Martí Ibáñez F, “Caballeros Hospitalarios”, en

MD, vol. XII, N° 7: 73-82, julio 1974.4. Mercieca S, La Orden de San Juan de Jerusalén en

Malta, Bonechi, Florencia, Italia, 2005.5. Wettinger G, “Early Maltese popular attitudes

to the Order”, en Rev. Melita Historica, vol. VI, N° 3: 255-278. 1974.

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Por ley, el 27 de sep-tiembre de 1877, se creó la Facultad de Ciencias Médicas en la Universidad Nacional de Córdoba y el Dr. Weyenberg fue nombrado su primer decano y a la vez profesor de Anatomía e Histología. El Museo Anatómico tiene su cimiento en el año 1878 con la fi nalidad de enseñar la materia Anatomía, contaba con un esqueleto prestado propie-dad del Colegio Nacional de Monserrat, nueve preparados, algunos huesos preparados en la cátedra, otros obtenidos en el Cementerio San Jerónimo, un atlas anató-mico y nueve láminas. Un inventario efectuado en diciembre de 1892 consignó que el Museo, poseía una colección de huesos y ochenta piezas entre preparados anatómicos y plásticos siendo los métodos de enseñanza los de la Escuela Vienesa con Hyrtl (1) a la cabeza, por esa época el más grande anatomista.

El Prof. Ara comenzó a actuar en Córdoba en el año 1925; pronto su experiencia y eximia calidad en los métodos de técnica anatómica dieron lugar a excelentes y acabadas piezas anatómicas que fueron dando cuerpo a la verdadera formación de un auténtico museo. El maestro muestra todo su saber cuándo enseña los complicados métodos de preparación, incentiva aptitudes vocacionales

a los jóvenes por la anatomía y crea una escuela.

Tras la muerte de Eva Perón (Evita), el 26 de julio de 1952 a los treinta y tres años, el Prof. Dr. Pedro Ara, se encarga de llevar a cabo el magistral trabajo sobre el cuerpo de esa señora; con autentica jerarquía moral, espiritual y científi ca, donde la dimensión de su intelecto alcanza la máxima perfección en la técnica anatómica del parafi nado siendo esta la que se le realizó al cuerpo de Evita.

Durante tres años y tres meses, fue ofi cialmente el encargado de conservar y custodiar el cadáver de la señora Eva de Perón, en el segundo piso de la sede de la CGT argentina (Confederación General del Trabajo) que fue el tiempo que le llevó realizar esta obra de arte. Entre su producción más importante tenemos a La bella durmiente, la cabeza de viejo y el museo que lleva su nombre (2) .

En 1962 se inaugura el nuevo edificio del Instituto Anatómico de Córdoba con

MUSEO ANATÓMICO PEDRO ARA.FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

Prof. Dr. Carlos Sánchez Carpio*, Prof. Dr. César I. Aranega**, Tec. María del Rosario Barello***

ResumenLos autores reseñan las

características del material que encierra el museo Ara, creado en 1878, que lleva el nombre de uno de los más destacados taxi-dermistas, el Dr. Pedro Ara, autor de las tareas de conservación del cadáver de Eva Perón. El museo Ara posee una de las colecciones más importante del mundo en diafanizaciones y recibe las visi-tas de expertos de todas partes que desean consultar sobre su valioso patrimonio..

SummaryThe authors refer the char-

acteristics or the material found in the Ara museum, cre-ated in 1878, and which car-ries the name of one the more well renouned taxidermists, Dr. Pedro Ara, author of the conser-vation tasks on Eva Perón corps. The museum has got one of the most important collection in the world in diaphanization, receiv-ing visits from experts coming from everywhere, to consult its valuable patrimony.

ResuméLes auteurs referent les

caracteristiques du materiel au musée Ara, crée en 1878, et qui porte le nom d’un des plus céle-bres taxidermistes, le Dr. Pedro Ara, l’auteur des travaux de conservation du cadavre de Eva Perón. Le musée a une des collections le plus importante du monde, en diaphanisation. Experts de partout y font des visites a fi n de consulter son valuable patrimoine.

* Director del Museo Anatómico “Pedro Ara”.** Director honorario del Museo Anatómico “Pedro Ara”.*** Técnica de laboratorio del Museo Anatómico “Pedro Ara”.Chubut 419 B° Alberdi, Córdoba (5000) [email protected] autores declaran no tener confl ictos de interés.CSC, CIA: desarrollaron los textos de divulgación.

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instalaciones adecuadas para el Museo Pedro Ara y la cátedra de Anatomía Normal. El crecimiento continuó en cuanto a las preparaciones, alcanzando su máximo nivel en 1972, año en el cual llegó a contar con mil cien preparados en exposición. En el mes de junio de 2002, concurrió a visitar el museo, el Prof. Jack Burman (3) de la cátedra de Anatomía de la Universidad de Toronto (Canadá). El objetivo de su visita fue estudiar y documentar preparaciones anatómicas en general, y en particular las diafanizaciones o transparencias de cuya existencia se enteró a través de los comentarios de la directora del museo de Anatomía de Cracovia (Polonia), quienes manifiestan que el Museo Anatómico Ara presenta la colección más importante del mundo en diafanizaciones.

En las condiciones actuales el rol del Museo es muy importante; se está incrementando signifi cativamente su trascendencia para los

estudiantes (universitarios y secundarios), graduados y comunidad en general junto a una fuerte proyección al turismo local, nacional e internacional, como actividad extensionista por medio de visitas guiadas ajustadas al nivel de expectativas del grupo visitante. Además, el museo presta sus instalaciones para el desarrollo de clases prácticas de grado y posgrado en distintas especialidades.

Bibliografía1. Laín Entralgo P, “Los saberes morfológicos

durante el romanticismo”, en Historia Universal de la Medicina, t. 5, Barcelona, Salvat, 1972, págs. 177-203.

2. Ara, P, Eva Perón. La verdadera historia contada por el medico que preservó su cuerpo, Sudamericana, 1974.

3. Burman, J, The Dead, 1ª ed., The magenta Foundation, 2010.

Rápido trituraAbre la piel, rompeEl último acercamiento Con el cosmos La sombra del cuerpo El centro del pan.La caliente latitud De la sopa.

Y si descansaSe afi la en la ilusiónDe un seno. En el durazno. En el acabado goceDe una espalda. En el amor

A veces prisioneroSe escuda En el silencio húmedo O sale hacia el aire O la luz.Pero nunca abandona Su mundoDe labios y sonidos

La lengua siempre–ese cosmos del dolor,de la gula, del placer– Pasea por sus altas y puntiagudas cúpulas.

Todavía el brillo Oculta la sedDe su latido profundoRelámpago–también su plenituddecrece–

Fugaz igual al relámpagoIlumina la cara. Hasta conquistarEl trámite diario.La disculpa en la calle.O tal vez la ternura En la boca alabada Del cuerpo

Todo caerá, sin duda. Hasta la juventud.Pero el placer de morder.Le pertenece.

Nicolás Coccaro

EL DIENTE

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RECUERDOS DE MI PASO POR LA ESCUELA DE ODONTOLOGÍA

Orestes Walter Siutti*

Nací en el barrio del Abasto, a la vuelta de la casa de Carlos Gardel. Mi padre, el Dr. Orestes José Siutti era odontólogo y de su ejemplo y del entorno que su profesión originaba, se despertó mi vocación por la Odontología. Debo, en primer término, agradecer a mi padre no solo el haberme estimulado y orientado para el estudio de tan hermosa Carrera sino el haber puesto a mi alcance lo que considero más importante para la formación de un profesional universitario: la cultura general, es decir, el cultivo de nobles conocimientos que a la postre resultan el complemento indispensable para la integración del saber.

Mi padre nos dio el ejemplo. No fue solo fi gura destacada en la profesión, en ambas orillas del Plata –había nacido en Tacuarembó, Uruguay– sino que sobresalió en las actividades culturales del medio. Fue socio fundador de la Asociación Wagneriana de Buenos Aires; Miembro de la Asociación Nacional de Música; Presidente por doce años consecutivos del Club Oriental de Bs. Aires y Miembro del Instituto Cultural Argentino Uruguayo; socio fundador y primer Presidente de la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía; Director de las revistas Astronómica y Uruguay, esta última del Club Oriental; por su actividad fue designado miembro de la Orden de la Hermandad Rioplatense en 1966. Y ya de noventa y seis años, recibió, en la Facultad, el diploma que lo acreditaba como el decano de los odontólogos del país. Agreguemos que fue vicepresidente de la Asociación Odontológica Argentina, uno de sus demostradores y gestor de numerosos actos culturales en esta Institución. Recibió la plaqueta de honor de la Sociedad de Estudios Odontológicos de Montevideo, siendo su representante en Buenos Aires. Sirvan estas líneas como homenaje a la devoción, generosidad y solicitud que dedicó a su familia, como también a los numerosos amigos que dejara en su paso por las instituciones que honró con su capacitada actuación.

Mi ingreso a la Escuela de Odontología de Buenos Aires se produjo en marzo de 1935. Venía de cursar el bachillerato en el Colegio Nacional de Buenos Ares y estaba como fascinado al trasponer la entrada del edifi cio de la calle Córdoba - una hermosa construcción neoclásica

–en cuyo vestíbulo, sector Junín, funcionaba una sucursal de Correos–.

Entré para inscribirme en la Cátedra de Anatomía, que en esa ocasión era dictada por el Profesor Dr. Francisco Rophille, quién se jubilaba ese año, asumiendo en septiembre el Dr. Humberto Aprile, un insigne maestro, médico y odontólogo. Se accedía a la Cátedra, ya dentro del edifi cio, siguiendo hacia la izquierda, sorteando una enorme chimenea, para encontrarnos con un patio y una corta escalera que nos introducía en Anatomía. Allí colaboraban, en calidad de Prof. Adjuntos los Dres. Manuel B. Galea, Luis A. Carchio y E. J. Seccchi. Como empleados de maestranza estaban los “gallegos”: Severo y Antoñito, dos fi guras muy respetadas y queridas. Severo era un verdadero experto en disección y diagnóstico de dientes; él decía, cuando le mostraban una pieza dentaria: “este es un sejundo premolar infi rior izquierdo”. Y no se equivocaba nunca.

La Cátedra de Embriología e Histología, se cursaba con Medicina, con el mismo programa que para los alumnos de esa carrera. El Profesor Titular era entonces el Dr. Pedro Rojas, que tenía como Adjuntos a los Dres. Varela (Hematología), Biot y Di Fiore. La Histología Buco Dentaria era dictada por el Profesor Dr. Rómulo Cabrini quién, al crearse las cátedras independientes, en 1935, se desempeñó como titular de esa materia en la Escuela de Odontología. Uno de los Jefes de T. P. era el Dr. De Robertis De esta manera, los alumnos cursábamos en primer año solo dos materias, ambas anuales: Anatomía e Histología, materias superbásicas para el futuro odontólogo. El Dr. Rojas era un hombre de carácter enérgico al que se le tenía gran respeto. En esas épocas había algunos movimientos estudiantiles, varios de carácter político, que generaron algunos incidentes Era Decano de la Facultad de Medicina en ese entonces el Dr. Bullrich.

* Uno de los objetivos de este trabajo es recordar la ubicación de las

cátedras de la Escuela de Odontología de Buenos Aires, desde 1898

a 1946, en el edifi cio de la calle Córdoba –Facultad de Ciencias

Médicas, hoy Facultad de Ciencias Económicas–. Si algún colega

descubriera un error o inexactitud en mi relato, agradeceré me

lo comunique a la dirección de correo: [email protected] -

Juncal 2784 (1425) Capital, o al teléfono 4826-6289.

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En segundo año cursábamos Anatomía Patológica, Metalurgia y Fisiología. El Profesor Dr. Rodolfo Erausquin dictaba la primera de estas materias. Era un profundo conocedor de los temas de la asignatura. Poseía una claridad y un discurso verdaderamente cautivantes. Fue un gran maestro y el primer investigador de la odontología argentina. Tuvo como colaboradores a los Dres. Andrés Cabrini, Ester Caramés, Alejandro Brero, Ángel E. Obiglio, entre otros. Fue Erausquin un gran profesor. La Cátedra lleva su nombre con toda justicia. La Microbiología era un auxiliarato, cuyas lecciones dictaba el Dr. Emilio Ferré.

Metalurgia se denominaba “Metalurgia, Física, Química y Mecánica, aplicadas a la Odontología” era su titular, el Dr. Eduardo Gallego, y tenía como colaboradores a los Dres. Álvaro Penelas y Rufi no Demarco. Fue esta asignatura la base de la actual cátedra de Materiales Dentales, que es un centro importante de investigaciones sobre los insumos de uso profesional.

En la Cátedra de Fisiología cursamos con el Dr. Bernardo Houssay, quién años más tarde fuera honrado con el Premio Nobel de Medicina. Esta Cátedra, que funcionó por primera vez para Odontología en 1919, tenía tres subdivisiones, a saber: Fisiología, Química y Física Biológicas. Los alumnos hacíamos los trabajos prácticos, las reacciones y el manejo de aparatos, como también asistíamos a las demostraciones sobre animales de experimentación. Era un antecedente notable para la preparación que adquiríamos y muy importante pues el programa de la materia era el mismo que para los alumnos de medicina. Esta Cátedra se separó y fue autónoma cuando se crearon las cátedras independientes, en 1935. El Dr. Houssay tuvo como colaboradores, a los Profesores Dres. Deulofeu, Marenzi, Pico Estrada, Wernicke, Muñoz, Rieti y Rossignoli. Como Jefes de T. P. recuerdo a los Dres. Foglia, Vilches y Mascheroni. Fue una Cátedra que nos proporcionó el estudio básico de las funciones orgánicas y la que nos puso en contacto con el espíritu de la Medicina, de la mano de su Profesor, el Dr. Bernardo Houssay y su muy bien organizado Instituto. Recordaré aquí que al pretender dar como libre, tanto Histología como Fisiología, tuve los dos únicos traspiés de mi carrera. Al cursar esas materias regularmente obtuve las más altas califi caciones. Resulta singular que, años después, repetí esa experiencia con las materias de quinto año, sin inconvenientes.

El examen fi nal de Fisiología lo preparé con quien fuera uno de mi más grandes amigos, el vasco Echegoyen. Era muy simpático y “entrador”. A pesar de recibir todos los meses una suculenta suma de su madre, que vivía en Tres Arroyos, siempre andaba “seco”. Un día lo acompañé a la sucursal de Correos en la Facultad “vení Orestito, que voy a poner un telegrama” solo tenía unas monedas y quería pedirle un “refuerzo” a su madre. Y le envió el siguiente mensaje: “úrgeme dinero. Norberto”. Más sintético imposible.

Ya en tercer año le empezamos sentir el gustito a la Carrera. Efectivamente, aparecieron las materias donde nuestra ansiedad por la clínica y la práctica de manualidades encontraba su verdadero sabor. Las materias eran Patología y Clínica Buco Dental; Técnica de Dentística Conservadora; Técnica de Prótesis; Farmacología, Terapéutica e Higiene. La Patología Clínica se desdobló en dos materias: primer curso, a cargo del Prof. Dr. Rodolfo Julio Hopff y segundo curso, como titular el Dr. Alejandro Cabanne. Estas cátedras tuvieron como colaboradores a los Dres. Rafael Quian, Adolfo Acevedo, Guillermo Ríes Centeno, José Guilenia Oribe, Juan M. Fernández Villamil y Arturo Lara, entre otros. Debutamos haciendo curaciones, así como el examen y diagnóstico bucodental . El Dr. Hopff era un hombre tranquilo y de hablar pausado. El Dr. Cabanne, era apasionado, un temible crítico y un actor destacado en la gestión del plan de cinco años, junto con el Prof. Dr. David M. Cohen, 1934, cuando se amplió y aprobó el nuevo plan de estudios. En las cátedras técnicas se desarrollaba la habilidad manual de los alumnos. En Técnica de Dentística Conservadora era su titular el Prof. Alejandro Zabotinsky, un maestro que dotó a la Cátedra de un material de enseñanza de primer nivel, y cuyo programa de trabajos prácticos hacía posible que el alumno estuviera todo el año, tres veces por semana, con el mismo Jefe y pudiera ser objeto de una previa evaluación. El titular, Prof. Zabotinsky era un preferido por los alumnos, por la organización que imprimió a la Cátedra y por sus clases, que incluían la preparación de cavidades con dibujos animados. Colaboraban con el Dr. Zabotinsky los Profs. Dres. Gustavo A. Chiáppori, Alfredo Tenaglia, Amílcar L. Campini y Juan Molina. El libro del Prof. Zabotinsky, primero en su especialidad, se recuerda hoy por sus extraordinarias ilustraciones, aún no superadas. Agreguemos, como recuerdo de esas mañanas de “gimnasia”, que las cavidades había que hacerlas “pedaleando”. De acuerdo con pruebas realizadas por el Dr. Vicente Nicolello, antiguo docente de la

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Cátedra de Técnica (año 1925), un torno a pedal bien lubricado y con la trasmisión bien calibrada, podía alcanzar una velocidad de más de 2800 r.p.m.; un torno del equipo dental daba, aprox. 3.280 r.p.m. El Dr. Nicolello construyó un torno que llegó a alcanzar la velocidad de 12.000 r.p.m. De esta manera se inscribió como uno de los precursores del incremento de la velocidad en el trabajo sobre la estructura dentaria. Debo recordar aquí cuando aparecieron, aproximadamente en 1950, las turbinas, que permitieron el trabajo más rápido y sin vibración. Mi recordado amigo, el Dr. Juan C. Muracciole me comentó entusiasmado: “al fi n puedo hacer extensión preventiva” Al morir el Dr. Zabotinsky, en 1941, le sucedió en la Cátedra el Dr. Gustavo A. Chiáppori quién, ya en la nueva instalación, puso de relieve sus excepcionales dotes de organizador, dotando a su instituto de los medios técnicos y materiales que la modernización de la enseñanza exigía.

El Dr. Raúl Loustalán, recordado por haber propuesto al día 3 de octubre de cada año, como Día de la Odontología Latinoamericana, en un congreso de la FOLA, era el titular de Técnica de Prótesis, con sus colaboradores Dres. Eduardo Coni Molina y Carlos F. Robotti. En esta asignatura se seguían las secuencias exigidas por el laboratorio así como los materiales necesarios para su desarrollo. El sirviente de la cátedra era Giovanni, un italiano muy simpático y amigo de hacer chanzas

En la Cátedra de Farmacología, Terapéutica e Higiene, a cargo del Dr. Ciro Durante Avellanal –todavía recordamos sus clases magistrales, serenas y claras– tenía como colaboradores a los Dres. David M. Cohen, José Bracco, Osvaldo Tiscornia, Antonio Galmarini y Juan Chaneles. Aprendimos a comportarnos sobre el paciente, hacer el examen bucodental, efectuar la “limpieza” (tartrectomía) En síntesis, observar buena conducta al lado del sillón. Ignacio pasaba con el tambor metálico y nos proveía de las gasas.

En enero de 1937 me incorporé al Ejército, al ser sorteado para hacer la conscripción. Con ese motivo perdí algunos trabajos y las fechas de exámenes, que recuperé parcialmente al rendir en calidad de libre. También con este motivo tuve como compañeros a los de la Promoción 1940, en la que hice gran cantidad de amigos. En 1938 comencé a cursar los trabajos prácticos de cuarto año. Al tener aprobados los de las materias de tercer año, pude rendir los exámenes fi nales de

dichas signaturas y poder cursar las materias del año siguiente.

Estas eran: Dentística Conservadora. Primer curso, cuyo titular era el Dr. Luis U.Giovacchini, con sus colaboradores, Dres. Santiago Rapallini, Raúl J. Álvarez, Oscar A. Maisto y Enrique J. Castelli, cátedra donde se hacían restauraciones con materiales de inserción plástica. El Profesor Giovacchini era hombre de gran cultura y prestigio académico. Quiero destacar aquí el éxito de uno de sus Jefes de T. P., el Dr. Oscar A. Maisto, al dictar su curso libre sobre Endodoncia. Y acordarnos de Genaro, que sirvió a la Cátedra tantos años, con lealtad y solicitud, y nos dejó un hermoso recuerdo. La Cátedra de Prótesis Clínica, primer curso, del Profesor Dr. Ricardo Augusto Crespi, tenía a su cargo la enseñanza de prótesis fi ja y parcial movible, junto con los Dres. Manuel Pérez Fernández y Roberto Harguindegui. En Radiología y Fisioterapia, era titular el Dr. Enrique Cianchetta Sívori, con sus jefes de T. P. Dres. Luis M. A. Barbero y Pedro J. Valls. El Dr. Barbero fue el gestor y primer Presidente de la Academia Argentina de Odontología, luego Academia Nacional. Y la entonces recientemente creada Cátedra de Cirugía Dentomaxilar, del Prof. Dr. Carlos Bergara, con los Dres. Ricardo C. Guardo, Renato A. Vivone, Juan F. Di Ció y Normando Quereihac. El Dr. Bergara, fue el creador de una de las más prestigiosas escuelas de Cirugía Dental de nuestro país. Fue, además, interventor de la Facultad de Ciencias Médicas (1946)

En 1938 fue demolida la esquina de Córdoba y Uriburu, del edifi cio de la Facultad de Ciencias Médicas. Las cátedras de Dentistería fueron trasladadas, junto con Histología y Anatomía Patológica, a una vieja casa de la calle Azcuénaga 1038 (ver artículo del Dr. Leyt, en este número). Luego cursé las materias de cuarto -1939- y a fi n de año comencé a dar como libre las materias de quinto año, terminando en julio de 1940 de completar la Carrera. Recuerdo que la promoción 1939, que había inaugurado la Cátedra de Cirugía Dento Maxilar, tuvo la oportunidad de estrenar también la de Cirugía Buco-Maxilo-Facial y escuchar las lecciones prácticas que su titular Dr. Carlos M. Squirru daba en el anfi teatro del Hospital Militar Central. Allí le acompañaba el Profesor Manuel B. Galea y como Jefes los Dres. Reinaldo Dabadie y Homero D. Bianchi.

Las restantes cátedras de quinto año eran: Dentística Conservadora, segundo curso, a cargo del Dr. Julián M. L. Saint Martin, con los Dres.

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Gabino F García, Alina V. de Laporte, Luis G. Vedani. El Dr. Gabino García fue profesor titular en la Facultad de Odontología de La Plata, y años más tarde, Decano de la Facultad de Odontología de Buenos Aires. Prótesis Clínica, segundo curso, Dr. Antonio J. Guardo, con los Dres. Ramón Marti (Profesor Honorario), Amadeo Cantini Balestra, Antonio Coscolla Rodríguez.

El Dr. Antonio J. Guardo, no solo fue un excelente dictante de su materia, sino que fue un gestor y organizador de importantes resoluciones académicas y proyectos que fueron la base de la futura organización docente y administrativa de nuestra Institución. Recordemos la creación de las cátedras que se independizaron de Medicina y la creación de nuevas cátedras, proyectos en los que estuvo acompañado por el Prof. Dr. Raúl Loustalán, cuando eran Consejeros ante el H. Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas. Y la presentación de ambos, en este Consejo Directivo, del proyecto de creación de la Facultad de Ciencias Odontológicas.

Ortodoncia con Odontología Legal, tuvo a su cargo al Dr. Juan Ubaldo Carrea, con los Dres. Armando E. Monti, José Dueñas, Antonio J. Guardo (h). El Dr. Carrea fue una fi gura ampliamente conocida tanto en el ámbito nacional como en el internacional, Presidente de la Federación Odontológica Latinoamericana FOLA. El Dr. Guardo (h) le sucedió en el cargo, habiendo sido, además, el Primer Decano de nuestra Facultad (1947), organizador de su actividad académica e intensa gestión cultural. También en esa época se creó a la Cátedra de Odontología Infantil, que estuvo a cargo del Dr. Pascual Tesone.

Un acontecimiento quizás imprevisto, cambió el curso de mis actividades Hasta ese momento era Secretario de Actas de la Asociación de Estudiantes y Egresados de Odontología; me ofrecieron ser candidato a presidente de la Institución. Al aceptar y haberse realizado elecciones, triunfé y conduje a la entidad durante los dos años de mi mandato. La A.E.E.O. fue creada en 1934, aglutinó al estudiantado independiente y a egresados. Nuestra Institución nunca estuvo adherida a ninguna entidad política y logró ganar los delegados estudiantiles en varias oportunidades.

Para terminar, deseo hacer una referencia al protagonismo que jugaron las promociones que cursaron Odontología en el edifi cio de la Facultad de Ciencias Médicas, hoy sede de la Facultad de Ciencias Económicas. Nuestra Escuela fue creada en 1891, comenzó a funcionar en 1892, en una pequeña sala del Hospital Nacional de Clínicas. Más tarde desarrolló sus actividades en una cátedra de Bacteriología, del edifi cio de la calle Córdoba; para pasar luego a ocupar una sala en la planta baja (Anatomía); en el extremo de esa planta, sobre Córdoba y Uriburu, (Fisiología); una cátedra en el primer piso (Histología); y las restantes, en el segundo piso, sobre la calle Córdoba, y laterales, Junín y Uriburu (ver plano). Durante un largo lapso se fueron mejorando las condiciones de trabajo para docentes y alumnos en las diversas épocas. Por eso quiero rescatar aquí esa transición ricamente elaborada, con ese cuerpo docente de gran capacidad y prestigio, y la monumental construcción que hizo posible, por la modernidad de sus medios y dotaciones (hoy totalmente renovadas) estar con nuestra odontología en un nivel de efi ciencia y alto rendimiento científi co.

Por un aviso solicitando vendedor, en una tienda de antigüedades, el joven aspirante se somete a una prueba.El propietario, levantando del piso una astilla, la ubica en una silla de diseño antiguo y le preguntaPara usted, ¿qué es esto?El joven contesta: el escarbadientes de MozartPerfecto, puede comenzar a trabajar ya…

(de Panorama Odontológico)

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HENRI DE MONDEVILLE

Diana Daich

ResumenLa autora se refi ere a Henri

de Mondeville, cirujano del rey en Francia en el siglo XIV y la querella entre médicos y cirujanos de la época.

SummaryThe author refers to Henri de

Mondeville, surgeon of the king of France (14th century) and the quarrel between physicians and surgeons of that time.

ResuméL’auteur fait référence à Henri

de Mondeville, le chirurgien du roi de France (siècle 14ème) et la querelle entre médecins et chirurgiens à l’époque.

La Historia de las Ciencias de la Salud ha pasado por diversas etapas. Grosso modo podemos hablar del sabio curalotodo de la antigüedad, de los precursores de médicos, por un lado, y de cirujanos, odontólogos y oftalmólogos, por otro, en la Edades Media y Moderna.

Actualmente la superespecialización coexiste con una decisión de encarar un tratamiento integrador. Algunas áreas tradicionalmente enfrentadas comienzan a limar asperezas. Psicólogos versus psiquiatras, psiquiatras versus neurólogos y tantos otros.

Todo esto no es nuevo. En diferentes momentos de la historia hubo un ir y venir con la especialización e integración.

En el siglo XIII, con los avances de la Escuela de Bolonia, Guillermo de Saliceto relanza el estudio de la Anatomía, que había sido dejado de lado. Durante la época de oro de la medicina árabe, se contentaban con los estudios de Galeno.

No fue esta la primera ni la última vez que las interpretaciones de textos sagrados impedirían el avance de la ciencia. En este caso era el Corán que prohibía tocar cadáveres por curiosidad científi ca. Fue así que los excelentes médicos árabes se dedicaron a perfeccionar técnicas quirúrgicas, logrando ser maestros en España y en Bagdad. Esto sin avanzar en el estudio de la anatomía.

En Bolonia se retoma entonces la dirección y se estudian la anatomía y la cirugía. Esto permite avances. Hasta ese momento los cirujanos conocían cirugía pero no anatomía, situación difícil de entender para nosotros actualmente. En realidad la Escuela de Salerno también había sido un lugar de estudio desde el siglo IX hasta que desapareció por un decreto de Napoleón en 1811. Italia era así un lugar estratégico, incluso a nivel geográfi co para el cruce de culturas germanas, árabes, judías y bizantinas.

En el siglo XIV, Henri de Mondeville, en Francia, se transformaría en el exponente de estos conocimientos respecto de la cirugía, mientras Guy de Chauliac lo sería en el área de la medicina.

La capacidad de Henri de Mondeville lo hace llegar a ser el cirujano del rey. El se ocupó

de embalsamar al rey, Luis X, y fue enviado a diversas comarcas a tratar príncipes. Era considerado sabio, y fue el primero en usar el diseño y los modelos para estudio de detalles anatómicos. Según estudios del Prof. François Vidal, fallecido recientemente, algunos dicen que ese método lo habría traído de Italia; otros historiadores lo niegan y se hace difícil –decía el Prof. Vidal– saber la verdad.

Henri estudiaba anatomía junto con la fi siología y la cirugía. Ya hace unas cuatro décadas que algunas universidades en el mundo utilizan el método de aprendizaje basado sobre problemas que conllevan la integración de diversas áreas estudiadas tradicionalmente en forma separada. Henri lo hacía en el siglo XIV, como Galeno. Estudiaba la ciencia médica junto con la fi siología y la teología. Henri era un hombre de fe y se cuenta que mientras estaba redactando su Cirugía, enfermó, probablemente de tuberculosis. Cuando había terminado la segunda parte, le pidió a Dios una suerte de prórroga en la vida, para poder escribir la tercera. Este trabajo le llevó tres años y pensaba escribir sobre las enfermedades dentales, gingivales y labiales, pero como sentía que su fi n ya se acercaba, prefi rió realizar su Antidolario, con lo cual nos perdimos su tratado. Decía él que sería absurdo considerar que Dios no le daría a ningún otro más que a Galeno, el genio, que la ciencia debía avanzar y que se descubrirían cosas nuevas. Dios nos habría dotado a todos de un genio natural, había que perseverar y estudiar.

El participó de la célebre querella entre médicos y cirujanos de aquellos tiempos. Se trataba de demostrar cuál era más importante, sin notar que ambos se complementaban.

Los argumentos de los cirujanos eran del tipo: un médico no puede operarse a sí mismo, necesita de un cirujano; el cirujano soluciona situaciones que un médico no puede con su ciencia. Y llegaban al extremo de la Creación; Dios habría realizado la primera cirugía al extirpar la costilla a Adán para crear a Eva… Decían burlonamente que lo hizo con sus manos y no tomando el pulso o examinando heces.

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Buenos Aires, 2 de febrero de 2012

Señora Decana de la Facultad de Odontologíade Buenos AiresProf. Dra. María B. Guglielmotti

Me dirijo a usted para elevarle mi renuncia como director ad honorem del Museo y Centro de Estudios Históricos de esta Facultad. El hecho de estar convaleciente de un accidente que tuve hace algunos meses, sumado a lo avanzado de mi edad, me inclina a tomar esta decisión.

Durante treinta años he estado al frente del Museo. Sería largo puntualizar todo lo realizado en ese lapso: relación con la museología nacional e internacional; muestras locales e itinerantes; diecinueve Salones de Artes Plásticas por Odontólogos; exposiciones del periodismo odontológico argentino, cuyos ejemplares originales, en número superior a los ciento setenta, atesora el Museo; cuarenta y tres ediciones de la Revista, con casi cuatrocientos trabajos originales, en su gran porcentaje dedicados a la historia de la profesión; ordenamiento y clasifi cación de los elementos que integran el patrimonio del Museo; organización de actos de celebración de la profesión y de sus fi guras, hechos y personajes más relevantes; recuerdo permanente de nuestros colegas, profesores del cuerpo docente, fallecidos.

Toda esta actividad no hubiera sido posible sin el apoyo y la colaboración de las autoridades de la Facultad, en las distintas épocas de su trayectoria. He contado con la valiosa y capacitada colaboración del Dr. Alberto J. Oliván, quien se encuentra en óptimas condiciones para continuar con la obre emprendida; y durante varios años con la de la Sra. Angélica Martínez, ya fallecida. También dejo constancia de mi reconocimiento al Dr. Fernando Hernández Sánchez,

quien fuera Profesor Titular de la Unidad Académica de Odontología Legal con Historia de la Odontología, como también a los miembros del Ateneo de Historia de la Odontología.

Quiero expresar mi agradecimiento hacia el Prof. Dr. Ricardo F. Luberti como Secretario de Redacción de la Revista y a los integrantes de la Comisión de Museos en distintas épocas. Y mis mejores deseos para los nuevos colaboradores del Museo, Yésica y Sergio.

El Museo inicialmente tenía una planta principal de 60 m², a la que se agregaron, sucesivamente, una habitación archivo histórico, en el sector B del mismo piso; una similar en el sector A y una contigua a la planta principal donde funciona la secretaría y la biblioteca del Museo. Enfrente de la planta principal y a lo largo de aproximadamente cuarenta metros se despliegan dos cerramientos, catorce transparentes y dos modulares con la exhibición de equipos antiguos. A lo largo de los treinta años de su actividad el museo atesora muy valiosas piezas que enriquecen su patrimonio y han sido donadas por colegas e instituciones; su número supera las dos mil ochocientas. Todas catalogadas e incorporadas al registro patrimonial de nuestra Casa de estudios.

Dejo para el fi nal, last but not least mi agradecido recuerdo para el que fuera el creador de este Museo, el Prof. y ex-Decano de esta Facultad, Dr. Lionel Raúl de la Serna, quien tuvo la visión de crear lo que, a lo largo del tiempo, constituye un foco de irradiación cultural y la salvaguarda del patrimonio histórico de nuestra profesión.

Agradezco a la Sra. Decana todas las atenciones recibidas de de su gentil gestión y ofrezco mi colaboración incondicional para cuando sea solicitada mi consulta. Reciba la Señora Decana, junto con los miembros del Honorable Consejo Directivo, los sentimientos de la mejor consideración y estima.

Orestes Walter Siutti

MI RENUNCIA COMO DIRECTOR DEL MUSEO

Este tema permite continuar pero por una cuestión de tiempo, solo diré que Henri es un olvidado de la ciencia como tantos otros. Decía el Prof. Vidal que tal vez pasaría con Henri como

con Celso, que fue rescatado del olvido después de cinco siglos. Cabe acotar que ya han pasado casi seis siglos desde su muerte en 1420.

40 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

BIBLIOGRÁFICAS

LA ODONTOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD ARGENTINAPor Juan Carlos Jaitt

Con un enriquecido aporte a la estadística sobre las universidades públicas y privadas de nuestro país, nos llega este muy bien elaborado trabajo del Dr. Jaitt “odonto social”, en cuya introducción manifi esta que no obstante, y sin apelar a la meneada expresión “excelencia” como patrón de califi cación, la universidad argentina, logró cimentar un prestigio y una calidad científi ca que la equiparan con las mejores del mundo.

Comienza la estadística con las demandas por área de alumnos en la escuela pública y en la privada, correspondiendo en ambas los mayores porcentajes a las Ciencias Sociales. Le siguen las cifras sobre cantidad de casas de estudio en las diversas universidades e institutos; la cantidad de estudiantes y egresados cursantes en universida-des públicas y privadas; los nuevos inscriptos; los alumnos en las universidades privadas; los odon-tólogos que egresan por año en las universida-des nacionales. Resulta interesante, y halagador, extraer de los datos que se refi eren a la clasifi -cación y demanda en el mercado laboral, donde en la escala de distintos países de Sudamérica, incluido el nuestro, está la UBA entre las mejo-res universidades de Latinoamérica, Y, en el pri-mer lugar, “por califi cación de empleadores”. El último cuadro estadístico nos dice que, entre todas las universidades del país, tanto públicas como privadas, “la Universidad de Buenos Aires, es líder”. Y en lo que respecta a imagen positiva y reputación de excelencia académica, fi gura igual-mente la UBA en primer lugar.

Una referencia a la cantidad de alumnos extranjeros que cursan en la UBA, destaca la pre-sencia en la matrícula de la inscripción de estu-diantes de países de Latinoamérica y españoles, estos últimos en apreciable cantidad.

Se refi ere asimismo Jaitt a la relación odontólogos-habitantes que fi gura como muy baja, comparada con países de Centro y Sudamérica. Relación que sufre abruptamente un aumento cuando se trata de carreras como abogacía y ciencias económicas. Y hay materias de muy bajo promedio en el egreso, como la Ingeniería y sus especialidades.

Jaitt remarca la falta de planifi cación que “incide en el abandono prematuro o en la extensión del lapso normal de la carrera, con el consiguiente despilfarro de tiempo y recursos”.

Y refi riéndose a la enseñanza se formula varios interrogantes: ¿por qué enseñar?, ¿a quiénes?, ¿para qué?, ¿dónde? Y agrega: ¿a cuántos debemos enseñar? y ¿cómo? De esto último extraemos estos conceptos, con los cuales coincidimos; “debe tenerse mucho cuidado de implantar cambios drásticos en los modelos de educación odontológica, sin caer como consecuencia en un descenso de la calidad educativa, y no interpretar la excelencia “como el disponer de profesores superespecialistas que suplanten a los generalistas, estos últimos bien formados clínicamente, a los que suele denominarse maestros”

En síntesis, un trabajo bien elaborado, donde Jaitt, una vez más, nos ofrece su amplia experiencia en la materia, que servirá, sin duda, como obra de consulta para las investigaciones que tienen como destinataria a la Universidad Argentina, orgullo que, con Jaitt, compartimos

“En las naciones y pueblos nacidos de las ruinas del Imperio Romano, continuó la antigua virtud y en parte de ellos aún existe y es digna de las alabanzas que se tributaban. Los nacidos en este pueblo prefi eren los tiempos pasados a los presentes; pueden engañarse y tener motivos para quejarse de estos tiempos y preferir los antiguos, porque en estos hay muchas cosas que le maravillan y en los actuales nada le compensa de tan gran miseria, infamia y vituperio; porque no se practica la religión, ni se cumplen la leyes, ni se observa la ordenanza militar, manchando todas las conciencias los vicios más repugnantes, vicios tanto más detestables cuanto que sobresalen en los que forman los tribunales o ejercen autoridad o pretenden ser adorados”.

Maquiavelo, El príncipe, 1513.

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 41

INFORMACIÓN

ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓNCon fondos documentales del Archivo,

se inauguró la muestra “Manuel Belgrano”. Participaron el Ministerio de Defensa y el Museo de los Corrales Viejos de Parque de los Patricios. Fue el pasado mes de junio.

ATENEO ODONTOLÓGICO DE CULTURA

Organizó un concierto con motivo del quinto aniversario de la institución, en el Aula Magna de nuestra Casa de estudios. Actuó en aquel el Coro Institucional y el Ensamble Instrumental del Profesorado Superior del Instituto Santa Ana, dirigidos por los maestros Marcelo Balzan y Arauco Yepes, con un repertorio ecléctico. Resultó sumamente atractiva la interpretación de la Oda a la Alegría (Beethoven), en el idioma original alemán, y luego repetida en la versión italiana. A cargo del Coro del Profesorado de Música del Instituto Santa Ana, con la dirección de la Prof. Mariana Bollero, y el acompañamiento del Ensamble Instrumental.

Se entregaron diplomas a las instituciones amigas del Ateneo, a cargo del Secretario de Alumnos, Docentes Auxiliares y Extensión, Od. Guillermo Pregadio Depino. Recibieron las distinciones el Círculo Argentino de Odontología, el Ateneo Argentino de Odontología, la Cátedra de Odontología Legal con Historia de la Odontología, la Revista Panorama Odontológico, y la Audición (TV) Mundo Odontológico. Finalmente la señora decana, Prof. Dra. María B. Guglielmotti, junto con el presidente del Ateneo, Dr. Teobaldo M. Mari, entregaron el trofeo “Amistad” distinción que recayó en el Instituto Superior de Música “Santa Ana”

CENTENARIONuestra querida amiga Lucy Bergara

cumplió en el presente sus cien años de vida. Esposa del maestro Dr. Carlos Bergara –uno de los profesores de nuestra promoción 39– mantuvo, con esa serenidad y apacible conducta, una relación cordial y amistosa con el medio. Dueña de un carácter ameno y un relevante don de gentes, prodigó su personalidad y su conducta de noble condición y trayectoria. La hemos conocido amenizando reuniones, con gesto grato, trasmitiendo sonrisa y gentileza. Desde este importante hito de su vida, la saludamos con el cariño y la consideración que merece una gran señora de la amistad.

MUESTRAEn el Museo de Arte Popular “José Hernández”

tuvo lugar un taller de pintura sobre tela y seda, dirigido por la profesora Andrea Raya. Este museo tiene su sede en la Avenida del Libertador 2373, de esta Capital.

JORNADASEl Museo de Arte Hispanoamericano “Isaac

Fernández Blanco” organizó estas reuniones de la Cultura y el Turismo, con la intervención de destacados especialistas.

Los temas tratados fueron encabezados por Ciclo de Ideas en Capilla, Hoteles con Historia:

“Llao Llao. Un ícono de Bariloche –Vidas dedicadas a la hotelería–, Buenos Aires: Arroyo, un desafío arquitectónico. Este museo, que dirige Cometti, posee una muy valiosa colección, que incluye moblaje colonial y platería, entre otros elementos. Su sede está en Suipacha 1422, de esta Capital.

SUBCOMITÉ REGIONAL DE MUSEOLOGÍA

Realizó su 21° Encuentro anual para América Latina y el Caribe (ICOFOM Lam). Fue del 5 al 11 de noviembre pasado, en el Museo Imperial de Petrópolis, a corta distancia de Río de Janeiro. Tuvo lugar la cuarta edición del Seminario de Investigación en Museología de los países de lengua portuguesa, para debatir el tema: museología, patrimonio interculturalidad, museos inclusive, desarrollo y diálogo intercultural.

A. D. I. M. R. A.Esta entidad, la Asociación de Directores de

Museos de la República Argentina realizó, en agosto pasado, su IV Jornada Nacional de Responsables de Patrimonio Cultural de Organismos Públicos. La sede del evento fue el Banco Central, sala “Dr. Ernesto Bosch” y el lema propuesto “Creación de espacios culturales”. Contó con un comité organizador, con representantes de Ministerios y Bancos ofi ciales.

Entre los fundamentos que motivaron la reunión se invitó a “fortalecer la memoria institucional colectiva y propagar su mensaje”. Uno de sus objetivos fue el de brindar a los agentes responsables de patrimonio cultural la variedad de enfoques y estrategias relativas a la salvaguarda del patrimonio cultural y a la difusión del patrimonio artístico e histórico.

42 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

El programa de esta Jornada fue intenso y de su temario destacamos las iniciativas de crear el Museo de Bellas Artes, sede Neuquén, y el Museo Histórico de Vías Navegables.

En septiembre realizó un encuentro sobre “La propiedad intelectual en las instituciones culturales” La reunión tuvo lugar en el Aula Magna “Alberto de Paula”, del Archivo y Museo Histórico del Banco de la Pcia. de Buenos Aires. En los fundamentos de tan importante convocatoria, se expresó: “La protección por derecho de autor es, ante todo –dice la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual– un medio de promover, enriquecer y divulgar el patrimonio cultural nacional. El desarrollo de un país depende en gran medida de la creatividad de sus ciudadanos, y alentar la creatividad es una condición sine qua non del progreso”.

CONGRESO DE HISTORIA DE LA MEDICINA

Los días 9 y 10 de noviembre pasados se realizó el VIII Congreso Nacional de Historia de la Medicina. Fueron Presidentes del Comité Ejecutivo los Prof. Dr. Carlos Castrillón y la Lic. Norma Isabel Sanchez. Presidente Honorario del Congreso fue el Prof. Dr. Federico Pérgola. Se constituyeron tres Comités: de Honor, Ejecutivo y Asesor.

El Congreso expresó su adhesión al nonagésimo aniversario de la creación del Instituto de Medicina Experimental para el Estudio y Tratamiento del Cáncer, por el Dr. Ángel H. Roffo.

Las tareas se organizaron con mesas de trabajo, cuyos temas fueron: “Las instituciones sanitarias ofi ciales”; “La mujer en las ciencias de la salud”; “Historia de las enfermedades endémicas en nuestro país”. Hubo actividades en las mesas de trabajo; temas libres y presentación de libros. Finalizó el evento con la entrega de premios y las palabras de cierre.

Las reuniones se llevaron a cabo en el aula central de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de Buenos Aires.

XXXI CONGRESO INTERNACIONAL CÍRCULO ARG. DE OONTOLOGÍA

Con la presidencia del Dr. Leonardo Stiberman, la secretaría general del Dr. Carlos Morás, como cabezas de su Comisión Organizadora, se desarrolló este XXXI Congreso Internacional del Circulo Argentino de Odontología, con la nominación “Dra. Liliana Fernández Cancela” –fallecida el año anterior– que exhibió como lema: “La Odontología del futuro llega a nuestro país”. La reunión, tuvo lugar el pasado mes de octubre.

El evento prometió “la magnifi cación 30 por computadora; técnicas mínimamente invasivas; regeneración con células madre; ortodoncia sin brackets; y reparación de caries sin torno” son varias de las técnicas y temas que acapararán el interés de los colegas.

En la presentación se destacan los progresos observados en el diagnóstico por imágenes, con la incorporación de modernas técnicas y aparatos. “El mismo grado de avance que ha signifi cado la aplicación de las tecnologías digitales a la medicina se ha dado también en la odontología y permiten que aquello que nosotros aprendimos a hacer hace algunos años, hoy se pueda hacer de manera mucho más rápida y segura”

Con el lema “El congreso de las nuevas tecnologías” se desarrollaron cursos y confe-rencias a cargo de dictantes locales y del exterior, sobre los temas básicos de la profesión, y los de mayor demanda en la práctica diaria. La Academia Nacional de Odontología presentó un atractivo panel sobre “Técnicas y aplicaciones del diagnóstico por imágenes”, presidido por el titular de la Institución, Prof. Dr. Carlos R. Guardo, e integrado por los académicos más destacados en esa especialidad, Profs. Dres. Ricardo F. Luberti, Horacio Maglione, Zulema J. Casariego, María V. Fernández de Preliasco y Guillermo Trigo. En el acto inaugural, realizado en el hotel Hilton, hablaron el Presidente de la Comisión Organizadora, Dr. Stiberman, y el Presidente del CAO, Dr. Guillermo Sánchez Josseaume.

Estando en prensa esta edición, fueron inauguradas, en un acto realizado

en el Aula Magna, las nuevas instalaciones y el equipamiento de la Cátedra

de Odontología Integral Adultos, a cargo del Prof. Dr. Luis Tamini Elicegui

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 43

OBITUARIOPROF. DR. MARCELO FRIEDENTHAL (1916-2012)

Una vida activa y fructífera en realizaciones profesionales y docentes fue el Dr. Friedenthal, fallecido en esta Capital, a la edad de 96 años. Había egresado de la Escuela de Odontología en 1939 y durante muchos años desarrolló una actividad intensa como experto

en Economía Dental y obligaciones de trabajo y comportamiento profesional de la Asistente Dental. Siguió cursos de perfeccionamiento, para su integración profesional y completar conocimientos. Dictó gran cantidad de cursos en nuestro medio y en países de Latinoamérica. Fue Profesor Titular de Odontología Legal, Social y Económica, en la Universidad Tecnológica Nacional (sede Rosario).

Desempeñó importantes cargos en las instituciones profesionales. Fue Secretario de la Federación Odontológica Argentina y Asesor de la Federación Dental Internacional. Por los importantes servicios prestados a la Institución, la Asociación Odontológica Argentina lo hizo Socio Honorario. Tuvo destacada actuación en congresos, en los que aportó el sello de su capacidad y experiencia. Publicó varios libros sobre Economía, un Manual para Asistentes Dentales, Psicología. Y un Diccionario Odontológico que tuvo una segunda edición. También fueron transcritos en revistas odontológicas del país y del exterior numerosos artículos suyos sobre los temas en que sobresaliera constituyéndose como un referente en la especialidad.

Friedenthal era un hombre de gran cultura, poseedor de un carácter afable y refi nada educación, ganándose el afecto de amigos y colegas. Perteneció a nuestra promoción 39, compañero de las gratas jornadas vividas en la Universidad y a quien recordaremos siempre como ejemplo de conducta y señorío. Reciban su esposa Susana y los suyos, las expresiones de nuestro pesar por su desaparición.

O. W. S.

DRA. SUSANA TARTARI DE SCARNATTI ALMADA

Una fi gura de señalada actuación profesional y científi ca fue la Dra Susana Tartari, fallecida en esta Capital. Medalla de oro de su promoción, encaminó sus pasos hacia la Ortodoncia,

especialidad en la que pronto hubo de sobresalir, tanto como docente como por su capacidad en la actividad societaria. Obtenido su título en esta especialidad se desempeñó como odontóloga en la Dirección de Sanidad Escolar del Ministerio de Salud Pública. Fue, asimismo, Jefa del Servicio Odontológico de la empresa YPF.

Fue miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Odontológica Argentina, Secretaria de La Dental Argentina Cooperativa. Secretaria, en diversas oportunidades, de la Sociedad Argentina de Ortodoncia e integrante de su Tribunal de Honor. Su intensa labor institucional le valió el aprecio y la consideración de colegas y amigos, por su gran carácter y la fi rmeza de sus convicciones.

De cálida personalidad, gentil actitud para con sus amigos y colegas; de obligada consulta ante las complejas situaciones que alternan la vida profesional y docente y en toda circunstancia apreciamos su actitud responsable, refl exiva, y el espíritu de trabajo que siempre imprimió a sus acciones. Es así que recordaremos a Susana, fi el amiga de todos los momentos.

O. W. S.

SRA. LILIAN LAGOMARSINODE GUARDOCuando el año pasado recordamos el centenario

del nacimiento de Lilian, pusimos de relieve su condición de gran señora de la vida y de los afectos que supo cultivar, con su enorme vitalidad y carácter de noble tradición y extremada cultura. Porque eso fue Lilian, mujer y fi el compañera de nuestro recordado y querido amigo Ricardo César Guardo, creador de nuestra máxima Casa de estudios. Mujer que demostró su temple y su garra cuando circunstancias adversas la transformaron en celosa conductora de la familia y de actitud estoica ante la adversidad. O que demostró sus dotes histriónicas cuando le tocó en suerte ser la protagonista de recordados eventos sociales. Sumamente cordial y de amistosa presencia, supo Lilian granjearse el respeto y la consideración de propios y extraños, y valorar el signifi cado de la amistad. Tanto en el fuero íntimo, como en el social y en nuestro medio profesional, halló Lilian oportunidad para ser apreciada por los afectos, el cariño de su entorno familiar y la renovada presencia de sus amigos. Este año había cumplido 101 y la despedimos con la nostalgia de jornadas felices, vividas desde nuestra infancia. A sus hijas, Marta y Graciela y demás familiares les hacemos llegar el testimonio del dolor provocado por su desaparición.

O. W. S.

44 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

LIC. NARÍA CRISTINA SCARDINOFue durante muchos años, Directora del Área

de Asistencia Pedagógica de nuestra Facultad y dictante de numerosos cursos. Nació en Buenos Aires, en 1948.Egresada Normal, siguió la carrera de Ciencias de la Educación que, comenzada en la UBA terminó en la Universidad Kennedy. Siguió estudios de posgrado en los Estados Unidos. De regreso fue convocada por el Prof. Dr. Antonio L. Muñoz para colaborar por el aspecto pedagógico en la FOUBA, dada su amplia cultura, la Lic. Scardino actuó con la directora Lic. Amanda Galli y más tarde quedó a cargo del “Área”, como le decía familiarmente. Alli realizó durante años lo que el Padre Lebret llamó “multiplicar a los formadores de formadores”. Enfatizó sobre la necesidad de una relación docente-alumno, menos distante y formal, inculcar a los jóvenes un estilo más fl exible que el de sus respetados maestros. La Carrera Docente tomó la solidez propia de una profesional en la materia. Organizaba a fi n de año Jornadas en las que los docentes exponían sus propias experiencias. A la vez fue Asesora Pedagógica y dictante en la Asociación Odontológica Argentina, la Universidad J. F. Kennedy, y el Colegio Militar de la Nación. Falleció en mayo de 2011, habiendo recibido los Santos Sacramentos como mujer de fe que siempre fue.

Como ex alumno, colaborador y docente, mucho le debo. Por eso, dedico con sentimiento estas líneas a su memoria. No merece ser olvidada.

Alfredo J. Brezina

PROFESOR DR. CARLOS ALONSOFallecido el 17 de septiembre pasado. Se

graduó como Odontólogo el 8 de mayo de 1965 y desde entonces desarrolló una fecunda tarea docente-asistencial y participación en nuestra Facultad de Odontología, hasta el mismo instante de su fallecimiento.

Fue discípulo del Prof. Dr. Juan José Carraro, a quién admiraba y tenía como ejemplo en innumerables ocasiones. Formó una hermosa familia junto a su esposa Isabel, con quien compartía viajes a reuniones científi cas, en donde ella parecía una colaboradora más. Tuvo dos hijos María Laura, también odontóloga y periodoncista como él, y Diego, ingeniero. En lo académico, el Dr. Alonso obtuvo su título de Doctor en Odontología, otorgado por la FOUBA, el 4 de marzo de 1983. Siendo Docente Autorizado de la Cátedra de Periodoncia, al

aprobar la Carrera Docente. También obtuvo el título de Especialista en Periodoncia, otorgado por el Colegio de Odontólogos de la Pcia. de Buenos Aires, en 1971 y por la Sociedad Argentina de Periodontología, según autorización del Ministerio de Salud Pública y Medio Ambiente de la Nación. Entre sus logros cabe destacar que el Dr. Alonso tuvo la iniciativa y concretó la creación de la Carrera de Especialización en Periodoncia de la UBA, en 1989, siendo su primer Director. También propuso la creación de la Maestría en Periodontología de nuestra Facultad, de la que fue su primer Director. Ha sido merecedor de numerosos premios y distinciones, entre los que se destacan: en 1987 el Premio International College of Dentists (compartido); en 1994 el Premio Juan José Carraro, otorgado por la Sociedad Argentina de Periodontología; y en 1996, el Premio Qualitas Odontológica al mejor trabajo de investigación sobre “Regeneración Tisular Guiada”. Ingresó a la Cátedra de Periodoncia de nuestra Casa de estudios desarrollando toda la Carrera Docente y siendo posteriormente Jefe de Trabajos Prácticos en 1975 y Profesor Adjunto en 1982. En 1988 después del respectivo concurso, es propuesto por unanimidad como Profesor Regular Titular, completando dos períodos de siete años al frente de la Cátedra. En esta se concretó su remodelación, aumentando la capacidad de la Clínica de Posgrado y las Clínicas para la enseñanza de grado.

En honor a sus méritos la Facultad de Odontología lo nombró Profesor Titular Consulto ad honorem cargo que desempeñaba actualmente. Debemos destacar de Alonso su activa participación en la investigación odontológica clínica, hecho que le valió, en 1992, alcanzar la presidencia de la Sociedad Argentina de Investigación Odontológica (SAIO). Ha publicado numerosos trabaos de instigación, tanto en revistas nacionales como del exterior. Ha dictado más de 300 conferencias y cursos de la especialidad, desempeñándose hasta el presente como docente y dictante en el Curso de Implantología con Visión Periodontal, en nuestra Facultad. En 1977 fue Presidente del Colegio de Odontólogos de la Pcia. de Buenos Aires, distrito 3. Desde 1998 hasta 2001 fue Secretario de Planifi cación y Bienestar Estudiantil de la Facultad, y fue en esta faceta que participó activamente junto al Dr. Giglio (Decano) y María B. Guglielmotti (Secretaria Académica), en la elaboración del nuevo Plan 2000.

Osvaldo Rodolfo Costa

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 45

Dr. Abramovich, Abraham Dr. Acosta Dr. Alcorta, Pedro J.Srta. Aletto, Mónica Dr. Alonso, Guillermo Asociación Odont. Argentina Asoc. Argentina de Ortopedia Funcional de los Maxilares Dr. Allaire, Carlos A.Dr. Amadeo, Eduardo M.Dr. Amorín, José L.Sra. Anastasio, Trinidad de Dr. Annovelli, Alberto Sr. Anro, Roberto Dr. Antonelli, Héctor M. Dr. Apfelbaum, David Dr. Aquerreta, Juan Carlos Dr. Arecha, Guillermo Dra. Argento, Natalia Dra. Artusi Castellano, Celia

Dr. Bado, JulioDr. Bado, RobertoDr. Bagur, Diego B.Dr. Bancalari, Mario G.Dra. Banfi , Ana MaríaDr. Barbero, Luis M. A.Dr. Barrancos, PatricioSra. Bergara, Lucy deDr. Beron, CeferinoBiblioteca FOUBADr. Bianchi, HugoDr. Bielli, WalterSra. Bilbao Avellanal, CarmenDr. Blanco, RigobertoDr Bortheiry Jorge RubénDr. Botti, RobertoDr. Brero, AlejandroDra. Briñón, ÉlidaDr. Bruzzo, CarlosDr. Bulla, HugoDr. Buljevich, GuillermoDr. Bunchicoff, AbrahamSra. Burnett, CristinaDr. Bustamante, Alberto

CátedrasAnatomíaCirugía ICirugía IICirugía IIICurso Asistentes DentalesEmbriología e HistologíaEndodonciaFarmacologíaFisiologíaIntegral AdultosPatología y Clínica IPatología y Clínica IIPeriodonciaPrót. RestauratrizRadiología Dr. Cabanne, CarlosDr. Cabrera, José LuisDr. Cabrini, Rómulo R.Dr. Cagnone, GuillermoSra. Calcagno, Mimosa deDr. Calloni, CarlosDr. Calloni, Carlos R.Sr. Campini, HelvioDr. Cantarelli, AmadeoDr. Caorsi, Ubaldo A.Dra. Caramés de Aprile, EsterDra. Carnevale Bonino, RosaSra. Carrea, Raquel Diehl deDr. Carriego, EvaristoDr. Castro, Luis ÁngelDr. Celis, ArturoDr. Cister, EnriqueDr. Chiapori, Gustavo A.Sra.Chiáppori, Elena Uriburu deDra.Chudnovsky, Ana W. deSra. Clavel, Alicia deDr. Cometti, AquilesDr. Conesa, MauricioConsorcio de OdontólogosCatólicosDr. Corsanego, LeopoldoDr. Coscolla, Matías A.Dr. Crespi, Ricardo Augusto

Dr. Cubillo, Domingo

Dr. Dajud, LuisDr. Daneucic, FranciscoDr. Daris, MartínDr. De la Serna, Lionel RaúlDr. Delfi no, AmbrosioDr. Delfi no LeopoldoDr. De Luca, Jorge MarioDr. Della Paolera, DanielDr. Delloca, Alberto J.Dr. De Maar, F. E. R.Dr. De María, ElioDr. Dengra, NorbertoDr. Depalma, DonatoSra. Damant, LolitaDr. Di Cugno, FranciscoDra. Di Pascuale, Chaja B.Dras. DistefanoDr. Domínguez, Francisco V.Dra. Doño, RaquelDr. Dufour, Mario

Dr. Edelberg, MartinDr. Emborg, Emilio ErikSr. Escalante, HéctorSr. Espinosa, LuisDr. Expósito, Héctor A.

Sra Fare, Alba Dr. Febbraro, EnriqueSr. Fernández, CarlosDr. Fernández, J. EmilioSr. Ferrarese, OscarSr. Ferrari, CarlosDr. Finardi, AlbertoDr. Folco Bottaro,ADr. Framiñán, Mario JorgeDr. Franzese, FranciscoDr. Frasch, Emilio CarlosDr. Friedenthal, Marcelo

Dr. Gachitegui, Arturo M.Dr. Galea, Manuel B.Dr. García, Gabino Fernando

DONANTES DEL MUSEO Y CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LA FACULTAD DE ODONTOLOGIA DE BUENOS AIRES

COLECCIONESDres. Orestes José Siutti y Orestes Walter Siutti - Sr. Pedro Etchepareborda: efectos personales del Dr. Nicasio Etchepareborda - Círculo Argentino de Odontología: instrumental del Dr. Nicasio Etchepareborda; Sra. Dora Pereira de Allende: instrumental y efectos personales del Dr. León Pereira; Dr. Roberto Orofi no: instrumental de la Dra. Magdalena Serra de Orofi no, Cátedra de Técnica de Operatoria Dental - Cátedra de Técnica de Prótesis.

46 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

Sra. García, Angélica deLic. Garrido, MónicaDr. Genta, DanielDr. Giovacchini, Luis JorgeDr. Giovacchini, PabloDr. Giovannangelo, OsvaldoSr. González, GenaroDra. Gonzales, MarianaDr. Gorojovsky, MarcosDr. Gotta, CésarDra. Gottfried, MargaritaDr. Granito, RobertoDr. Grigera, Oscar P.Dr. Grimberg, CarlosSra. Guardo, Alicia Díaz deDr. Guardo, Antonio J. (h)Dr. Guardo, Carlos RicardoSra. Guardo, Lilian L. de Dr. Guardo, Ricardo CésarDr. Guardo, Luis JorgeSr. Guitelman, Elías

Dra. Holzer, PaulaDr. Hooper, Tomás A.Dr. Huberman, Tulio

Sra. Iglesias, MartaSr. Iglesias, RobertoSr. Infante, Víctor ManuelDra. Itoiz, María Elina

Dr. Jaitt, Juan Carlos

Dr. Kohan, Roberto Dra. Kessler, Alicia

La Dental ArgentinaCooperativaDra. Lagomarsino, Ana MaríaSra. Lagomarsino de Guardo, L.Dra. Lama, María ADr. Lambruschini, OscarDra. Leguizamón, ClaraSra. Levit, Sara InésDr. Limia, Celso A.Dr. López, Juan AntonioDr. López, Sergio D.Dr. López Ruiz, JorgeDr. Luberti, Ricardo F.Dr. Luque Lagleyze, Julio

Dr. Macagno, Jorge IsaacDr. Mac Garrell, Luis A.Dr. Mac Hannaford, Juan E.Dr. Maisto, Oscar A.

Dr. Mamberto, RafaelDra. Marssca, BeatrizDr. Mari, Teobaldo M.Dr. Martín, SantiagoDr. Martínez, HoracioDra. Martínez, María A.Dr. Massa, Carlos AlbertoDr. Masutti, GuillermoSr.y Sra. Mayorga GodoyDr. Mazer, Moisés Z.Sr. Mazzuconi, VíctorDr. Mendes Diz, FelipeDr. Mandizábal, MarioDra. Merlo, EldaDr. Mingo, HoracioDr. Mirés, CarlosDr. Molina, Juan I. B.Dra. Molgatini, SusanaDr. Mollis, ErnestoSr. Montoulto, Raúl Dr. Mosca, OscarDr. Mosso, HéctorDr. Muñoz, Antonio LucianoDr. Muracciole, Juan CarlosMuseo del Banco Provinciade Buenos AiressMuseo Houssay, Ciencia y TécnicaSra. Muso, InésDr. Musso, Osvaldo

Dra. Negroni, MartaDra. Nessi, Analía ClaraSr. Novacek, JuanDra. Novick, Mirla MilewskaDra. Núñez, Marta

Dr. Oliván, AlbertoDr. Oribe, Jorge AlbertoDr. Osés, Carlos A.Osplad, Obra Social DocenteDr. Ossola, César ÁngelSra. Otaño Antier Dr. Otero, Christian

Dr. Padín, AlbertoDr. Paterno, VicenteDr. Paz, GonzaloSr. Pedernera, HéctorDr. Perdomo, AlbertoDr. Peirou, PedroDr. Pérez, Humberto A.Dr. Perillo, Hugo O.Dr. Peyregne, Víctor HugoDr. Pezza, Juan Antonio

Dr. Pinola, PedroDr. Ponticelli, RicardoDr. Pregadio Depino, Guillermo

Dr. Quereilhac, EduardoIng. Quereilhac, EduardoDra. Quijada, Hilda

Dr. Ragusa, OsvaldoDr. Ravaglia, ClementeDr. Ravagnan, Luis A.Dr. Rey, EduardoDr. Reyna, AlbertoDra. Ricardi de Wilde, Irma P.Dr. Riganti, Constantino J.Dr. Riganti Gay, LuisDr. Rivoiro, FerdinandoDra. Riwny, IngridDr. Rocco, Héctor F. V.Dr. Rodríguez Ponce, OscarDra. Roma, Irma P.Dr. Rothman, DavidDra. Roza, SilviaSr. Ruggeri, Arturo

Dr. Sabelli, Carlos A.Dr. Saint Martin, Alfredo V.Dr. Saizar, PedroDr. Saladino, OmarSr. Salinas, BasilioDr. Sans, JorgeDr. Santos, Enrique RubénDra. Scarnati Almada, SusanaDr. Scheinkestel, SilvioDra. Schmunis, SilviaDr. Schweizer, Héctor LeandroDr. Secreto, Rodolfo J.Dra. Smith, ArianaDr. Siutti, AtilioDr. Siutti, Alfredo EduardoDr. Siutti, Alfredo Juan ADr. Stefanelli, Armando LSr. Stern, AlejandroDr. Stigliano, Alberto O.

Dr. Tamini, AdolfoDr. Tamini, Luis AlbertoDra. Tarrago, María ADr .Tenenbaum, MarioDr. Tenenbaum, LeónDr. Tenenbaum, MiguelDra. Tenebaum, Rosa M.Dr. Testa de Madrid, Adolfo L.Sra. Tiscornia, Mercedes P. de

Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012 47

Dr. Trigo, FernandoDr. Trimarco, José LuisDr. Trucco, NicolásDr. Turner, Matías.Dr. Tumilasci, Omar René

Sra. Uhalde, Rosa T. de

Dr. Vallaza, TorcuatoDr. Varady, José

Sra. Vatteone, Alicia deDra. Vatteone, MarianaDra. Véliz, María ElenaDr. Verardo, Norberto H.Sra. Venturini, Lopez de L. deDr. Viale,Julio AndrésDr. Viale, FedericoSr. Viglioti, LorenzoDr. Villegas, OscarDra. Vivone, Herminia D. de

Dr. Vivone, Renato A.Dr. Voboril, Osvaldo

Dr. Warcevitzky, Marcelo Simón

Dra. Yamile, GladisSr. Yapar, JorgeDr. Yunis, Raúl

LABORATORIOSAstra SA - Bagó SA - Bayer Argentina SA - Bernabó y Cía SACIFI - Blendax Werke R. Schneides Ciba Geigy Argentina SACI - Colgate Palmolive SACI - Dupomar SACIF - Exa - Gador y Cía SACI - Guillermo Grimberg y Cía. - Johnson & Johonson Argentina - Kolinos SACI - Lepetit SA - Macrodent SA. - Ventura - Montedison Farmacéutica SA - Odol SACI - Parke Davis Argentina SAIC Pfi zer SACI - Roche SAQEI - Roux Ocefa SA

LIBROS DE ODONTOLOGÍA, EDITADOS EN EL SIGLO XIX OANTERIORES, EXISTENTES EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO Y

CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LA FACULTAD DEODONTOLOGÍA DE BUENOS AIRES

N° Catálogo Donante224 AMOEDO, Oscar, L’Art Dentaire médecine legal, París, Masson et Cie., 1898. Dr. O. J. Siutti

14851600

ANDRIEU, E., Traité de prothèse totale et de mecanique dentaire, París, 1887.Dr. Aquiles Cometti

417 ANDRIEU, E., Dentisterie operatoire, París, Octave Doin, 1889. Dr. O. J. Siutti

1106 ANDRIEU, E., Traité de dentisterie operatoire, París, Octave Doin, 1889.Cátedra de Técnica de Op. Dental

2232 ARIÑO, J., CANCELA, J, El dentista práctico, Bilbao, Amorrortu, 1897. Dra. E. Merlo

1173 BAUME, Robert, Lehrbuch der Zahneheilkunde, Leipzig, 1885. Dr. A. Brero

2733/34 CACCIA, Virginia, Mallatie della boca e dei denti, t. I y II, Tormo, 1900. Sra. Alba Fare

2358 CAHEN, E., Manuel practique d’eclairage électrique, París, 1891. Flia. Giovacchini14881729

DEMONPORCELET y DECAUDIN, Manuel d’Anatomie Dentaire, París, Ollier-Henry, 1887.

Dr. A. L. Stefanelli

225 DUBOIS, M. Paul, Aide memoire du chirurgien dentiste, París, 1900. Dr. O. J. Siutti

2361 DUBOIS, M. Paul, Therapeutique de la carie dentaire, Vigot, París, 1905. Flia. Giovacchini

2488 Ídem. Flia. Giovacchini

1386ESSIG, C. V., The american text book of prosthetic dentistry, Filadelfi a,EE. UU., 1896.

Dr. A. L. Muñoz

1192/93FAUCHARD, Pierre, Le chirurgien dentiste, reproducción facsimilar de la segunda edición, de 1746, realizada por J.Prélat, t. I y II, París.

Dres. P. Saizar y O. A. Mais

245 FORT, J. A., Tratado elemental de histología, Miguel Quijano, Madrid, 1873.Dr. Juan H. Mac Hannaford

2264/65 FYFE, Andrew, Compendium of anatomy,v. I y II, Edimburgo, 1826. Dr. F. Di Cugno

1909GRUNWALD, L, Atlas-manuel des maladies de la bouche, du pharynx et des fosses nasales, París, 1903.

Sra. de Allende

1728 GODON, M. Ch, Clínica y operatoria dentística, t. 1, 1900. Dr. M. Gachitegui

1909GRUNWALD, CASTEX, COLLINET, Atlas-manuel des maladies du larinx, Baillière et fi ls, París, 1899.

Dr. C. Cabanne

48 Revista del Museo - Año 26 N° 44 - Diciembre de 2012

Diseño: Caligrafi x SH - info@caligrafi x.com.arImpresión: Tall. Gráfi cos DEL SRL - [email protected]

1184 HARRIS, Chapin A., L’art du dentiste, trad. E. Andrieu, París, 1874 Sra. de Allende

420HARRIS, Chapin A., The principles and practice of dentistry, Filadelfi a, EE. UU., 1896.

Dr. O. J. Siutti

1907HOVESTADT, J. F., Principles and thecnique of clowns and bridge, E. R. Flebbe,1905.

Dr. C. Cabanne

2340HIPÓCRATES, Aforismos. En latín y castellano, Valencia, Imprenta y Librería del Cabrerizo, 1830.

Dr. Carlos Bruzzo

2369 KIRK, Edward, Operative dentistry, Lea Bros, Filadelfi a, EE. UU., 1900. Flia. Giovacchini

1195 LE DANTEC, A., Précis de pathology exotique, París, 1905. Dr. E. C. Frasch

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A último momento nos llega la triste notcia del fallecimiento de Eustaquio Antonio Roussos. Colaborador en lo salones de artes plasticas del Museo; Presidente de la Asociación Civil Argentina de Odontología Sanitaria, Social, Legal y Forense; y otras actividades públicas y privadas.

En todas las acciones que emprendió, dejo impreso el sello de su desbordante optimismo, su caballerosidad y don de gentes, su alegre presencia, junto con su cordial y amistosa actitud.

La muerte de Roussos nos llena de congoja y hace desfi lar por nuestra mente los recuerdos felices y los instantes en que pudimos contar con su cálida presencia.