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3Educación Ambiental

4 Editorial Sergio Bitar Ch.

5 El camino recorrido por la Educación Ambiental Gabriela Omegna M.

8 Apuntes sobre evolución, tendencias y enfoques Ligeia Bravo S.

13 Hacia las eco-escuelas: La dimensión internacional de la Educación Ambiental chilena Manuel Baquedano M.

14 Fortaleciendo la educación, el medio ambiente y la docencia Valeria Fuentealba M.

18 Conceptos, desafíos y respuestas Paola Cofré C.

20 Educación para un futuro sustentable Adriana Hoffmann J.

22 El factor ético Patricio García A.

23 Ficha Pedagógica: Suelo

25 El ambiente nos educa Cristián Belmar G.

28 Incendios forestales: Prevención en las aulas escolares Luis Correa J.

30 Certificación ambiental: El diploma de honor en la educación chilena

35 Ficha Pedagógica: Agua 37 Carta de Ñuñoa

40 Un nuevo impulso Geraldo Brown G.

41 Invasión verde Carola Quesney F.

44 Por una Educación Ambiental integral Ivette Rivera B.

47 Compromiso de todos Ximena Abogabir S.

48 Formación ambiental interdisciplinaria Jorge Rojas H. y Gunhild Hansen R.

53 Libros

54 Página Web

55 EcoNotas

REVISTA

EDUCACIÓN AMBIENTAL

Edición N° 1

Diciembre 2003

Comité Editorial

Valeria Fuentealba M.(MINEDUC)

Gabriela Omegna M.(CONAF)

Mabel Ortega A.(CONAF)

Roberto González M.(CONAMA)

Editor General

Ricardo San Martín Z.

Periodista

Antonieta Dayne O.

Redacción

[email protected].

Diseño y Diagramación

Cristián de Bittencourt H.

Impresión

Maval

Índice

MINISTERIO DE EDUCACIÓNCOMISIÓN NACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE

CORPORACIÓN NACIONAL FORESTAL

Esta públicación esta elaboradacon papel ecológico Ecograf,

como una contribución al proceso de reciclaje.

Número Registro: 136.629

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4Educación Ambiental

5Educación Ambiental

uando hablamos de educación, estamos pensando en un concepto y una experiencia que implica mucho más que el logro de ciertas metas, contenidos y materias. La educación cruza todo nues-

tro ser y quehacer y, por lo tanto, está íntimamente relacionada con el conocimiento que cada uno de nosotros debe tener del espacio que nos rodea. Pero no basta sólo con conocer. Todo lo que vamos aprendiendo conlleva una invitación a aplicar en lo cotidiano, en lo concreto, lo aprendido.

Esto que señalo se aplica a todos los campos del conocimiento y a todos los ámbitos de nuestra experiencia y, por cierto, es fundamental cuando hablamos del medio ambiente y su cuidado: conocer la naturaleza, sus fenómenos, la estrecha relación que tenemos con ella, los derechos y deberes que devie-nen de esta interacción permanente, las responsabilidades personales y como Estado respecto del tema medio ambiental, entre muchos otros factores.

El rol primordial de la educación en este tema será entregar la mayor cantidad de herramientas posibles para que la relación hombre-medio ambiente sea sobre las bases de un cuidado sustentable del mismo, vale decir, como actitud permanente en el tiempo. La meta de la educación en este campo no es otra que la sustentabilidad.

Para encaminarnos hacia esta meta, los seres humanos debemos hacernos parte de profundos cam-bios de estilos de vida, de desarrollo, de pensamiento y de conocimiento. Todos estos cambios -como ya decía- deben relacionarse con procesos educativos que promuevan la conciencia pública ambiental, la participación ciudadana bien informada y el desarrollo de capacidades para saber tomar decisiones en todos aquellos asuntos que afecten nuestra calidad de vida.

Considerando que nuestra Constitución Política proclama el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación y, teniendo presente que el derecho al medio ambiente es inherente a la dignidad de toda persona, y que está necesariamente vinculado con la garantía de los demás derechos humanos, incluyendo, en particular, el derecho al desarrollo, es que nos sentimos comprometidos con la causa am-biental.

En este sentido, la Secretaría General de la Presidencia ha venido liderando una Mesa Interministerial de trabajo respecto de esta importante materia, con el propósito de monitorear los avances del país en relación al cumplimiento de los acuerdos asumidos por Chile en la Cumbre de Johannesburgo el año recién pasado. Por supuesto, este Ministerio está a la cabeza del tema educación, relacionado básicamente con la integración del desarrollo sostenible en los sistemas educacionales para todos los niveles.

En este camino de la educación para un desarrollo ambiental sustentable, los verdaderos protagonis-tas son los estudiantes, sus familias, los profesores y los establecimientos en los que se forman. Por cierto, al Ministerio de Educación le cabe también un papel central en este proceso. Sólo la unión de fuerzas y criterios de estos actores nos permitirán tener una mejor calidad de vida para todos, con una educación ambiental entendida como herramienta vital para la construcción de una ciudadanía ambientalmente par-ticipativa, pro-activa y constructora de un porvenir esperanzador para nuestro país y nuestro planeta. En este contexto, y para ayudar en este desafío, se inserta precisamente esta Revista de Educación Ambiental que lanza su primer número, ojalá el primero de muchos.

Educar para la Sustentabilidad AmbientalPor Sergio Bitar Ch.Ministro de Educación

uando hablamos de educación, estamos pensando en un concepto y una experiencia que implica mucho más que el logro de ciertas metas, contenidos y materias. La educación cruza todo nues-

tro ser y quehacer y, por lo tanto, está íntimamente relacionada con el conocimiento que cada uno de C

editorial

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4Educación Ambiental

5Educación Ambiental

roducto de la destrucción de los hábitat naturales y la degradación de

la calidad ambiental, surge la educación am-biental como una corriente de pensamiento y acción de alcance internacional, manifestán-dose a partir de la década del 70.

En el año 1968, el gobierno sueco re-comienda al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ONU) incorporar en la agenda de trabajo el tema sobre el estado del medio ambiente y del hábitat, aspecto nunca antes tratado por dicho organismo internacional.

Dicha recomendación y las crecientes manifestaciones a nivel mundial por el deterioro ambiental llevaron a la ONU a organizar la primera reunión intergu-bernamental llamada Conferencia de Estocolmo, en el año 1972. La discusión estuvo centrada en la protección del medio ambiente. Una de las sugerencias importantes está referida a la necesidad de establecer un programa internacional de educación sobre el medio ambiente, de carácter interdisciplinario, para la edu-cación formal y no formal.

Posteriormente, se desarrolla una serie de eventos, entre los cuales destaca el Seminario Internacional de Belgrado (1975) y la Conferencia Internacional de Nairobi (1976), en la que UNESCO pro-pone la creación del Programa Internacio-nal de Educación Ambiental.

El evento considerado como el de ma-yor trascendencia en materia de educación ambiental corresponde a la Conferencia Intergubernamental sobre Educación Am-biental, convocada por la UNESCO en colaboración con el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Am-biente) y realizada en octubre de 1977 en Tibilisi (ex URSS). En dicha conferencia se llega a un acuerdo unánime respecto de la importancia del papel de la educación am-biental en la conservación y mejoramiento del medio ambiente a nivel mundial. Se de-fine el contenido de la educación ambiental y se establecen las políticas y estrategias a escala internacional. Destaca entre las re-comendaciones la referencia constante a la necesidad de hacer participar activamente a los ciudadanos, de todos los niveles, en la resolución de los problemas del medio ambiente. Otra importante propuesta dice relación con la necesidad de que todo el mundo adquiera los conocimientos, com-petencias, actitudes y voluntad necesarios para proteger y mejorar el entorno.

Diez años después, en el Congreso Internacional de Moscú (1987), con la

participación de 110 países, se establece el concepto de educación ambiental como un proceso en el cual los individuos y las colectividades se hacen conscientes de su entorno, a partir de los conocimientos, los valores, las competencias, las experiencias y la voluntad, de tal forma que puedan actuar individual y colectivamente para resolver problemas ambientales.

En la década del 90, la Comunidad Económica Europea (1992), a través del programa de política y acción para el medio ambiente y el desarrollo sostenible, propone que todos aquellos aspectos re-lativos al ambiente, incluidos tanto en cur-sos de ciencias naturales como de ciencias humanas y sociales, debían ser incorpora-dos a todos los programas escolares, en sus diferentes niveles.

La propuesta fue aceptada en la Con-ferencia de Río, en 1992, e incorporada en el documento Agenda 21 (capítulo 36). El programa tiene como ejes el desarrollo de la sensibilización, de la formación y de la educación relativas al ambiente.

En octubre del mismo año, se realiza en Toronto, Canadá, el Congreso Inter-

El Camino Recorrido por la Educación Ambiental

Lo que nació como una preocupación aislada de diferentes sectores por la protección del medio ambiente, es hoy una línea de acción del mundo, de Chile y de los organismos internacionales.

Por Gabriela Omegna M.Ingeniero ForestalMaster en Educación Ambiental

Ambientes puros, libres de contaminación, es la demanda social.

roducto de la destrucción de los hábitat naturales y la degradación de

la calidad ambiental, surge la educación am-P

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nacional de Educación Ambiental, en el cual se debate y confirma el planteamiento de la Agenda 21, consolidándose la estrategia de trabajo intersectorial e interinstitucional para fortalecer la educación ambiental, tanto a ni-vel internacional como a nivel regional.

Diversos eventos se han desarrolla-do en los últimos años para evaluar los planteamientos de la Confe-rencia de Río, incluyendo la educación ambiental. Desta-can entre éstos los realiza-dos por la UNESCO, en los que se ha dado un enfoque integral a la educación am-biental denominado “Edu-cación para las Poblaciones y el Desarrollo”, como es el caso de Chile (1994), Cuba (1995), Paraguay (1995), Pa-namá (1995), entre otros.

Actualmente es posible apreciar que el concepto de educación ambiental ha sufrido importantes cambios. Es así como después de ser considerada una materia de conservación de la naturale-za y vinculada con la biología, ha pasado a tener una visión integral de relación socie-dad-naturaleza.

EN CHILE

A lo largo del tiempo, muchos natura-listas en Chile alzaron sus voces para lla-mar la atención sobre problemas concer-nientes al ambiente, en especial respecto de la destrucción de la flora y fauna, el uso indebido de los suelos, la tala indiscrimi-nada de bosques nativos y la eliminación de residuos industriales. En el transcurso de la década del 70, probablemente como eco de la preocupación mundial por el deterioro de los ecosistemas naturales, los medios de comunicación tratan reiterada-mente el tema, haciendo que el público tome conciencia acerca de los problemas de contaminación. Se habla de la ruptura del equilibrio ecológico y se asocia el de-terioro ambiental y la contaminación con la ciencia de la ecología.

A partir de este hecho, se generan grupos civiles interesados por el ambiente, se desarrolla una preocupación de los organismos estatales, aparecen revistas especializadas, etc.

En 1970, el Ministro de Agricultura, durante la presentación del libro “La Sobrevivencia de Chile”, de Elizalde Mac Clure, señala que “… la conservación de los recursos naturales renovables de Chile y su restauración es tarea de todos los chilenos, sin excepción, sin distinción de credos religiosos, de convicciones políticas

partidistas ni de intereses económicos. Más allá de todo egoísmo o sectarismo. Es, además, un desafío para este pueblo que sabemos con valor, con voluntad de ser, con decisión de progre-sar, que está aún a tiempo para enmendar, y que para fines de sobrevivencia nacio-nal, si quiere puede poner en marcha energías y reservas morales decisivas”.

En la década del 80, y con el propósito de dar algunas directrices para el desarrollo de una conducta ambiental en los ciudadanos chilenos, la Universidad Me-tropolitana de Ciencias de la

Educación, edita el libro “EDUCACIÓN AMBIENTAL: Hacia el desarrollo de una conducta ecológica en Chile” (1984), dirigido especialmente a los docentes de escuelas básicas y medias.

Los antecedentes precisan que en nuestro país existía, antes de la década del 90, una preocupación por el tema medioambiental, pero ésta no constituía una política de Estado ni tampoco tenía prioridad en el gobierno. Sólo obedecía al trabajo e interés de grupos minoritarios, tanto privados como públicos. Sin lugar a dudas, esta situación acumuló décadas de despreocupación ambiental, con el conse-cuente deterioro del entorno.

En el año 1990, con el retorno a la democracia, el programa del Gobierno de la Concertación contiene un capítulo de-dicado a la “dimensión ambiental”. En éste se propone formular una política ambien-tal nacional y enfrentar los problemas más críticos, entre los que se contaban la con-taminación aguda del aire en los centros urbanos, la destrucción de la masa vegetal natural producto de la sobreexplotación y la erosión de los suelos, la emisión de de-sechos contaminantes en centros mineros e industriales, la destrucción del hábitat

de minorías étnicas por expansión de proyectos industriales y energéticos y el crecimiento urbano descontrolado junto a la falta de áreas verdes.

En marzo de 1994 se promulga en Chile la Ley de Bases del Medio Ambiente (Ley Nº 19.300) y por mandato de ésta se crea la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). Esto constituye para nuestro país un gran logro en el proceso de gestión ambiental, ya que se hace cargo de la temática ambiental de manera integral, sentando las bases para una gestión ambiental eficiente y fijando criterios institucionales y regulatorios que comprometen las acciones del Estado, del sector privado y de la ciudadanía.

Esta Ley consagra explícitamente, en-tre otros, el derecho de la ciudadanía a ser informada y a emitir opiniones y sugeren-cias respecto de las decisiones ambientales que la afectan y asume como deber del Es-tado el promover la educación ambiental. En virtud de ello, en 1997, la CONAMA crea el Departamento de Participación Ciudadana y Educación Ambiental.

En el año 1999 se realiza el Encuentro de Educación Ambiental, organizado por CONAMA, y el año 2000 se desarrolla el Encuentro de Educación Ambiental al Aire Libre, a cargo de la Corporación Nacional Forestal, del Ministerio de Educación y de la Comisión Nacional del Medio Ambiente.

En marzo de 1994 se promulga en Chile la Ley de Bases del Medio Ambiente (Ley Nº 19.300) y

por mandato de ésta se crea la Comisión Nacional del Medio

Ambiente (CONAMA). Esto constituye para nuestro país un gran

logro en el proceso de gestión ambiental

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A partir del año 2002, y ante la ne-cesidad de crear un sistema integrador de las múltiples experiencias de educación ambiental, desarrolladas desde el Estado y la sociedad civil, se trabaja en la implemen-tación del Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educaciona-les, con el que se pretende introducir es-tándares de calidad ambiental en tres áreas fundamentales del quehacer educativo: Ám-bito Pedagógico, Ámbito de Gestión Escolar y Ámbito de Relaciones con el Entorno.

PARTICIPACIÓN DE CONAF

La revisión de los antecedentes indi-ca que la Corporación Nacional Forestal (CONAF) ejecuta actividades de educación ambiental desde los años 70.

En 1972, por iniciativa de Hernán Contreras Manfredi, profesor de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile, se realiza el primer curso de Con-servación de la Naturaleza y sus Recursos Naturales Renovables, con el auspicio de CONAF, del Ministerio de Educación (MI-NEDUC) y de la Facultad de Ciencias Fo-restales de la Universidad de Chile. El curso fue transmitido por el canal nacional de te-levisión y por 14 radioemisoras, y contó con la participación de 2.250 personas. El éxito del curso hizo posible que éste se repitiera durante los años 1974 y 1975, con un total de 14.500 participantes.

En 1974, el Programa de Protección contra Incendios Forestales de CONAF propone un Plan Experimental de Educa-ción Forestal, a fin de que sirva de base o, a lo menos, de idea para un sistema normado de educación forestal en Chile.

En 1976, las VI Jornadas de Evaluación y Desarrollo del Programa de Protección contra Incendios Forestales “recomiendan a la Dirección Ejecutiva de CONAF el enfrentamiento decidido y completo de la difusión y educación para prevenir los incendios forestales” y señalan la necesi-dad de adoptar el símbolo propuesto en el trabajo “Bases y proyecto preliminar de un programa educativo permanente para la prevención de incendios forestales”. Dicho símbolo corresponde a la caricatura del coipo (Myocastor coypus), animal nativo de Chile, que más tarde, en el año 1983, a tra-vés de un concurso infantil, fue bautizado con el nombre de FORESTÍN, pasando a constituirse en el personaje símbolo de la

protección y cuidado de la naturaleza, muy querido y respetado por los ciudadanos y ciudadanas chilenos.

En el año 1982, por instrucciones expresas del Ministro de Agricultura, la Dirección Ejecutiva de CONAF solicita a sus Direcciones Regionales, a través del Programa de Fomento y Desarrollo Fores-tal, “acentuar el accionar en cuanto a dictar charlas en colegios a diferentes niveles y a través de todo el país”, a fin de crear con-ciencia sobre la importancia de proteger los recursos naturales. Fruto de este esfuerzo se dictaron, aproximadamente, 400 charlas a 22.000 personas (escolares y adultos).

Dado el interés en el tema, en 1983 el Ministro de Agricultura, a instancias de CO-NAF, sugiere al Ministro de Educación rea-lizar un programa de educación ambiental. Como resultado se elabora el documento “Estrategia de ejecución del programa de educación ambiental”, en el cual se des-cribe el proyecto central a nivel nacional denominado “Ciencias Integradas Básicas Experimentales” (CIBEX), que propendía al mejoramiento de la enseñanza y aprendiza-je de las ciencias naturales.

A raíz de los incendios forestales que se producen en nuestro país, la Corpo-ración Nacional Forestal inicia en 1980 actividades educativas y edita el “Manual de Educación Ambiental V Región”. En el año 1983, CONAF V Región, en conjunto con la Secretaria Ministerial de Educación y la Municipalidad de Valparaíso, pone en mar-cha un Plan Piloto de Educación Ambiental Forestal en 26 escuelas de enseñanza básica de la región, capacitando a los profesores en temas relacionados con los recursos natura-les y forestales.

PROYECTO ACTUALIZADO

En 1998 se reactiva el proyecto piloto iniciado en 1983, con las modi-ficaciones curriculares contempladas en la Reforma Educacional. El proyecto se ha realizado sistemáticamente y ha per-mitido que los docentes capacitados se constituyan en monitores ambientales de sus establecimientos educacionales, elaborando un proyecto ambiental de acuerdo a la realidad de su entorno y con el objetivo de promover la pre-vención de incendios forestales y el cuidado del medio ambiente en toda la comunidad escolar. Hasta la fecha se han beneficiado 215 docentes de 195 establecimientos en 28 comunas de la Provincia de Valparaíso, V Región.

Por otra parte, considerando que CONAF administra, aproximadamente, 14 millones de hectáreas de terrenos insertos en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) y con el propósito de apoyar la Reforma Educacio-nal, el año 1998 se establece un convenio entre CONAF, CONAMA, MINEDUC y la Corporación BOSQUEDUCA para desa-rrollar el Programa “Escuelas al Aire Libre en Áreas Silvestres” (EDALAS). A la fecha, este programa ha permitido desarrollar una experiencia educativa formal al aire libre para alumnos de enseñanza básica y media en 270 establecimientos educa-cionales de todo el país y ha capacitado a más de 500 docentes en métodos, técnicas y recursos de educación ambiental al aire libre, beneficiando a 68.000 niños, niñas y jóvenes chilenos de 102 comunas urbanas y rurales.

A través de trabajos ilustrativos, los escolares dan cuenta en la sala de clases de su visión sobre el entorno.

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l origen de la educación ambiental está asociado a la necesidad de dar

respuesta a la problemática ambiental, ex-presada en: problemas de contaminación, deterioro y pérdida de recursos naturales, impacto sobre la calidad de vida de las per-sonas e impacto sobre otros seres vivos.

En términos generales la E.A. evolu-ciona desde:

1. Una preocupación en torno a los problemas ambientales (toma de concien-cia), hacia el cuestionamiento y búsqueda

de una nueva relación entre los estilos de desarrollo, manifestado en las formas de producción y consumo de la sociedad con el deterioro del medio ambiente, que involucra una responsabilidad indivi-dual y colectiva en el cuidado, protección, conservación y mejoramiento del medio ambiente.

2. Una visión basada en el conoci-miento del medio natural hacia una visión que considera el medio ambiente (natural y socio-construido) y a las personas en su

totalidad (distintas facetas del ser humano: valores, emociones, sentimientos, razona-mientos).

3. Una visión centrada en la solución de problemas hacia una visión que busca establecer nuevas formas de relación en-tre las personas con el medio natural y entre sí.

Durante las últimas cuatro décadas se ha ido perfilando, en distintas conferencias internacionales y eventos latinoamerica-nos, el concepto de educación ambiental

Apuntes sobreEvolución, Tendencias y Enfoques

Conscientes de que el saber ambiental es

interdisciplinario -vale decir, conocimiento

construido transversalmente por las ciencias sociales y

las ciencias naturales-, la intervención del

entorno ya sea en forma de explotación,

de manejo o de conservación de

los recursos es tan delicado como

intervenir en el cuerpo humano por el carácter

sistémico de ambos.

Por Ligeia Bravo S.Profesora

El contacto de los niños con la naturaleza forma parte de su desarrollo personal dentro de los programas escolares.

l origen de la educación ambiental está asociado a la necesidad de dar

respuesta a la problemática ambiental, ex-E

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tanto en el ámbito formal como no formal. Sin duda alguna, constituyen hitos impor-tantes las siguientes reuniones:

● Conferencia de Estocolmo, sobre el Medio Ambiente Humano, en 1972. Desta-ca la necesidad de una labor de educación en “cuestiones ambientales”.

● Seminario Internacional de E.A., de Belgrado, en 1975.

● Conferencia Internacional de E.A, de Tbilisi, en 1977. Define metas, objetivos y principios para la educación ambiental, aceptados internacionalmente.

● Congreso Internacional de Edu-cación y Formación sobre el Medio Am-biente, en 1987. Permite ver el avance de la E.A.

● Cumbre de la Tierra de Río. Se reconoce y plantea la necesidad de una Educación Ambiental orientada hacia el Desarrollo Sustentable, que enmarca las actuales propuestas de la E.A.

Es, entonces, a partir de la década del 70 que comienza a configurarse un cuerpo teórico-conceptual y metodo-lógico que impulsará el desarrollo de la educación ambiental como una disciplina, recogiendo tendencias anteriores relacio-nadas con el estudio de la naturaleza y de la pedagogía.

Las tendencias educativas de la edu-cación ambiental se pueden sintetizar en los siguientes momentos:

a) Fase de exploración prác-tica del medio como recurso educativo.- Todas las culturas han encontrado en la naturaleza una fuente educativa y de aprendizaje inagotable. En el campo de la educación y bajo el movi-miento de la Escuela Nueva a comienzos de siglo, la naturaleza se convierte de-finitivamente, para los procesos peda-gógicos, en un recurso bien organizado que genera unos procesos educativos altamente enriquecedores. Sin embargo, la naturaleza es utilizada como un recurso de aprendizaje, tal como podría ser un texto u otro material educativo.

b) Fase de conceptualización y formalización teórica de las experiencias.- Coincide el período en que comienzan a sistematizarse teórica-mente las disciplinas educativas, en la dé-cada de los 70. En esta época se hace una mención explícita al medio, sus estímulos y sus recursos para el aprendizaje. Se real-za, además, la componente no escolar de estas influencias del medio. Sin embargo, la naturaleza es concebida como subor-dinada al ser humano (como un medio) y

no contiene una perspectiva ecosistémica de la relación ser humano-naturaleza.

c) Fase de expansión con-ceptual y valórica.- A mediados de los 80 comienza a perfilarse en las clasificaciones de las disciplinas educativas una nueva visión de las relaciones entor-no-sujeto, donde se incorpora también el carácter no formal de esta relación. Es decir, el hecho de que ésta va más allá del aula y de la escuela y se agrega una visión de mutua afectación entre el ser humano y la naturaleza.

METAS

Las propuestas, desde el ámbito de la educación ambiental, sugieren ciertos enfoques que están en relación con los objetivos planteados en los diversos en-cuentros de carácter internacional, princi-palmente promovidos desde la UNESCO, objetivos que se relacionan con la con-ciencia, el conocimiento, las actitudes, las aptitudes y la participación. Así:

● La educación ambiental debe con-tener una nueva “cosmovisión” de la rela-ción entre el ser humano y la naturaleza. Una visión en que lo humano es parte y se integra a los procesos naturales, no

El perfeccionamiento constante de los docentes es vital para un mejoramiento de la Educación Ambiental.

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es separado ni superior a los mismos; de modo que los procesos productivos humanos deben integrarse a esta visión para relacionarse en armonía con la natu-raleza. Se basa en que los seres humanos están unidos al desarrollo de su medio, son parte de él y de su evolución. Esto se expresa en uno de los grandes objetivos de la educación ambiental “internalizar la ineludible relación de interdependencia entre la humanidad y el medio ambiente (natural y socio-construido), reconocien-do que todo cambio en éste influye en el desarrollo humano”.

● Concibe la realidad como un sis-tema cuya suma de partes no es igual al todo, donde el saber ambiental es nece-sariamente sistémico. Entender el am-biente como un todo interrelacionado, un enfoque sistémico, nos lleva a reconocer la diversidad de interrelaciones existen-tes, nos exige entender la realidad y sus procesos desde una mirada más amplia y abierta y a buscar formas de pensamiento y acción coherentes con esta diversidad, dimensionando el que no existen las visiones ni soluciones únicas, lo cual se constituye en la base para establecer nuevas formas de relación con los demás y con el mundo natural. La lógica de este tipo de pensamiento es de carácter circu-lar y no lineal. Corresponde a los ciclos de la naturaleza, a los del organismo humano, a la dinámica del pensamiento humano y a los aprendizajes en espiral. No corres-ponde, por lo tanto, a la lógica lineal de la ciencia positiva.

● Dado que el medio ambiente tie-ne un carácter integrador (no es posible “aprehenderlo” a partir de sus elementos o componentes aislados), se requiere abordar la educación ambiental desde distintas disciplinas, estableciendo las in-terrelaciones entre los diversos ámbitos del saber o “ver” lo ambiental en ellas. El enfoque multi o interdisciplinario se fun-damenta en la naturaleza de los procesos naturales y socioculturales; por ejemplo, cuando queremos conocer el funciona-miento e impacto de una determinada actividad productiva sobre el medio ambiente. Los saberes sobre el ambiente provienen de las áreas científicas, como la biología, la química, la física, e incluyen además conocimientos de las llamadas

ciencias sociales, porque se estudia la re-lación entre el sujeto y la naturaleza. Estos conocimientos se utilizan de manera in-terdisciplinaria, mezclándose para estudiar la relación entre la naturaleza y los seres humanos. Esto ha sido llamado también como el enfoque holístico y se refiere a que el fenómeno se mira como un todo y no dividido en parcelas o partes. Es decir, se mira en la dinámica integrada en que los fenómenos ocurren en la realidad.

● Es eminentemente práctico. Se basa en el contacto con la realidad, donde se integran los elementos teóricos y prác-ticos como parte del proceso educativo, produciendo un conocimiento significati-vo para el/la alumno/a y hace del apren-dizaje algo pertinente; además, persigue establecer una mayor vinculación de la persona con su medio. Por una parte, se trata de confrontar los esquemas teóricos con los procesos reales; por otra, de re-conocerse o saberse parte del ambiente e involucrarse con su desarrollo, con su mejoramiento y con su protección. Esto se expresa como una educación para el descubrimiento y la acción, que permita incentivar la responsabilidad y partici-pación de las personas en la gestión ambiental. La educación ambiental debe desarrollar la actitud de responsabilidad en la intervención sobre el ambiente y,

Las clases en terreno adquieren un interés especial para los alumnos.

asimismo, la necesidad de tener conoci-mientos sobre el tema o área en que se va a intervenir.

● Lo que se necesita es una mirada globalizadora, una manera distinta de pensar estos problemas, una nueva forma que debe incluir la necesidad de pensar-lo como un problema global que afecta a toda la humanidad. Lo que suceda en términos ambientales en una región del mundo afecta a lo que sucede en otras. El fenómeno climático de estos últimos años, por ejemplo, nos muestra que en la medida que hayan inundaciones en un lugar del planeta habrá sequía en otros. Todo esta concatenado y es por ello que los problemas locales deben ser pensa-dos y enseñados en interrelación con los problemas globales. Debemos aprender a pensar de manera ecosistémica, profesores y alumnos. Es una tarea para todos.

ACCIÓN Y PARTICIPACIÓN

Sin duda, esta manera de enfrentar la educación implica también aspectos me-todológicos, de modo que la educación ambiental requiere de una metodología activa y participativa, que facilite procesos de reflexión, análisis e interpretación de la realidad, que promueva el trabajo co-laborativo y que permita a los aprendices

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Visitar el bosque y experimentar en grupo entregan valores medioambientales potentes a los estudiantes.

preguntarse y replantearse sus creencias, sus valores, que favorezca la expresión de afectos, sentimientos y emociones para generar cambios de actitudes y de conductas.

En la educación ambiental es, por lo tanto, vital que el/la alumno/a construya su aprendizaje a partir de su propia expe-riencia en interacción con su medio y en colaboración con otros.

El educador ambiental deberá cono-cer la realidad ambiental de sus educan-dos, a fin de proponer temas y contenidos relevantes para ellos, además de tener la capacidad de reconocer e integrar los intereses de los/las alumnos/as en su planificación.

El educador asume un nuevo rol, de guía, de mediatizador del aprendizaje, de organizador y colaborador en el proceso de enseñanza-aprendizaje de alumnos/as, superando su rol de “trans-misor”; además, dada la complejidad de la temática ambiental (permanentemente están apareciendo nuevos conocimien-tos), debe establecer nuevas modalidades

en su labor profesional, creando redes de colaboración con otros sectores.

En la educación ambiental, el co-nocimiento no es algo acabado de una persona que lo transmite a otra, sino un proceso dinámico (de interacciones y transformaciones) de elaboración conjun-ta, que parte de “situaciones problema”, se elaboran hipótesis, se investiga (desde una variedad de fuentes de información).

Se definen conceptos, se analizan los componentes y elementos involucrados y sus interrelaciones, se proponen alternati-

vas de solución, se participa en la realiza-ción de acciones de solución y se evalúan sus resultados en forma permanente.

Por otra parte, dado que la educación ambiental involucra aspectos valóricos, de autoformación, de regulación de la conducta, de la forma de relacionarse con el entorno, constituye un objetivo a ser abordado transversalmente en la educa-ción escolar, por lo que se deberán aunar criterios y proponer estrategias conjuntas dentro del establecimiento, promoviendo el trabajo en equipo.

Bibliografía

● Edwards, V. (1999). “Estándares de calidad para una Educación Ambiental Rural de calidad”, ponencia presentada en el Primer Taller de Cooperación Horizontal para la Educación Ambiental Rural. CONAMA-MINEDUC-FDLA.

● Novo, M. (1998). “La Educación ambiental, bases éticas, conceptuales y me-todológicas”. Ediciones UNESCO. Editorial Universitas S.A. España.

● Programa Internacional de Educación Ambiental UNESCO-PNUMA: serie de publicaciones (Nº 1, Nº 14, Nº 20).

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El Mar es

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n los últimos años se han desarrollado inicia-

tivas, aunque muy valiosas, dispersas en el ámbito de la Educación Ambiental, tanto de las autoridades guber-namentales, como del sector privado y del mundo de las organizaciones ambientales. Ha sido difícil evaluar su im-pacto real, ya que sólo a par-tir de este año surgió desde el ámbito gubernamental -CONAMA, Ministerio de Educación y CONAF- una propuesta común: la cer-tificación de la educación ambiental, lo que nos parece un gran avance hacia el mejoramiento de la educación en nuestro país.

Este sistema es un primer paso para estimular en los colegios chilenos la integra-ción de temas ambientales en la formación de sus alumnos. Sin dudas, ello se traducirá en el futuro en la presencia de ciudadanos preparados para construir una sociedad sustentable.

Destaca en esta iniciativa la incorpora-ción, dentro de sus criterios de evaluación, el concepto de “relación con el entorno”. Porque, si bien es cierto que resulta fundamental que los colegios cumplan con su misión de edu-car, no es menos cierto que si la educación no muestra sus frutos hacia la comunidad, ésta se pierde en el largo plazo.

Un gran desafío para el Sistema Nacio-nal Chileno sería obtener el reconocimiento internacional de sus programas de educación ambiental en los colegios. Esto podría lograr-se por medio de la certificación, como sucedió con las Eco-Escuelas de la Fundación Euro-pea de Educación Ambiental, experiencia

que ha inspirado también nuestra iniciativa nacional.

En la actualidad, las Eco-Escuelas son una ini-ciativa a nivel internacional, con la intención de poten-ciar la educación ambiental en centros de enseñanza primaria y secundaria, invo-lucrando a la totalidad del establecimiento, así como a las autoridades municipales, requiriendo su colaboración para que las ideas surgidas en los centros sean llevadas a la práctica dentro y fuera del entorno de éstos y se fa-cilite la participación ciuda-

dana en el desarrollo sostenible del municipio. A cada escuela que logra cumplir con su plan de acción se le otorga una Bandera Verde, símbolo internacional de que ese colegio ha conseguido los estándares de educación am-biental que le permiten pertenecer a una red mundial de establecimientos que trabajan por la sustentabilidad.

La ventaja de este reconocimiento inter-nacional (avalado por la UNESCO y la Unión Europea) radica en la posibilidad de incorporarse a una red que permite el intercambio de conoci-mientos, experiencias, ideas, proyectos y recursos entre los colegios europeos y los nuestros.

El gran desafío sería que en nuestras es-cuelas puedan flamear las banderas verdes, así como acontece ya en más de nueve mil colegios de Europa, demostrando que Chile no sólo tiene estándar de calidad en sus productos de exportación, sino que también puede alcanzarlo en aspectos como la edu-cación, en particular la educación ambiental que quedaría a la par de naciones más desa-rrolladas en este ámbito.

La Dimensión Internacionalde la Educación Ambiental Chilena

HACIA LAS ECO-ESCUELAS:

n los últimos años se han desarrollado inicia-

tivas, aunque muy valiosas, E

opinión

PorManuel Baquedano M.

Presidente del Institutode Ecología Política

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14Educación Ambiental

15Educación Ambiental

ntes de presentar esta reflexión es necesario clarificar algunas cuestio-

nes fundamentales: ¿Qué entendemos por educación? ¿Qué entendemos por medio ambiente? ¿Cuál es la Escuela que quere-mos? ¿Cuál es el rol del docente?.

Respecto de la primera cuestión (educación), propondría una definición de educación y otra de educación ambiental.

La finalidad de la educación es “con-tribuir a desarrollar en alumnas y alumnos aquellas capacidades que se consideran necesarias para desenvolverse como ciu-dadanos, plenos de derechos y deberes, en la sociedad en que viven”.¹ Mientras que educación “es la transformación de niñas y niños en convivencia con un adulto que los guía. Requiere de un espacio en el cual el convivir hace posible esa transfor-mación”².

La última definición hace mucho sen-tido, a mi ser mamá y como profesional de la educación. Cuando la escuché me pregunté: ¿Con quiénes se están transfor-mando mis hijos? ¿Con quiénes se están transformando nuestros niños y niñas? ¿En qué se están transformando? ¿En qué espacios? ¿Cuáles son las capacidades que estamos desarrollando en ellos?. Esto es muy relevante porque tiene que ver con el futuro hoy. Los adultos de hoy son los guías de los procesos de transformación de los niños y niñas de hoy, que serán los adultos del mañana. Entonces, crecen las preguntas al respecto: ¿Quiénes somos los adultos de hoy? ¿Qué queremos? ¿Cuáles

son nuestros deseos? ¿Nuestros compor-tamientos?.

En consecuencia, el futuro o las gene-raciones futuras (en quiénes creemos, erró-neamente, que debemos cargar nuestros desaciertos) serán nuestra creación, estarán tan impregnadas de nuestros deseos, accio-nes, decisiones y sueños, que vale la pena mirarse y analizar qué estamos haciendo, cómo estamos enfrentando la vida, qué estamos pretendiendo construir.

La educación ambiental, por su par-te, está definida en la ley de Bases del Medio Ambiente Nº19.300/1994 como un “proceso permanente de carácter interdisciplinario, destinado a la forma-ción de una ciudadanía que reconozca

valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio bio-físico circundante”.

¿Qué se necesita para llevar a cabo esto en la práctica?: conocimiento, enten-dimiento y acción a la mano. Conozco, sé qué tengo adelante; comprendo sus relaciones, su comportamiento, cómo se afecta, veo el sistema y sus partes; sé qué puedo hacer, cómo actuar, qué decisiones tomar, sé cómo mis acciones afectarán las partes y el sistema, el sistema y las partes. Ej., la familia es un sistema, si un miembro de esa familia se ve afectado, se afecta el sistema completo. No se trata de un dis-

Fortaleciendo la Educación,el Medio Ambiente y la Docencia

Definir el tipo de Escuela que queremos para nuestros hijos constituye una de las acciones más relevantes no sólo para los

profesores, sino también para los padres y para la sociedad en general. Por lo menos,

así debiera serlo.

Por Valeria Fuentealba M.GeógrafaUnidad de Apoyo a la TransversalidadMinisterio de Educación

Los jóvenes tienen un alto

sentido ambiental, por lo que

permanentemente participan en

actividades de forestación.

ntes de presentar esta reflexión es necesario clarificar algunas cuestio-

nes fundamentales: ¿Qué entendemos por A

1 Unidad de Apoyo a la Transversalidad, documento interno, MINEDUC, 20022 Maturana, H. Adaptado de Diplomado en Biología del conocer y del amar. Matriz biológica del

entendimiento humano. 2002.

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14Educación Ambiental

15Educación Ambiental

curso de “deber ser”, se trata de poder establecer una relación armónica con el entorno. Eso significa abrir espacios relacionales donde ello ocurra, porque queremos que así ocurra.

En cuanto a la segunda interrogante (medio ambiente), podemos recurrir tam-bién a la ley de bases, la que señala que es “el sistema global constituido por elemen-tos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus interacciones, en permanente mo-dificación por la acción humana o natural y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples ma-nifestaciones”.

Aquí es importante destacar que el medio ambiente se refiere al entorno natural, social y construido en el cual vive y se desarrolla una persona; y, además, que éste no es estático, sino que está en permanente cambio, como todo ser vivo, es dinámico.

En tanto que “la escuela que que-remos construir es aquella donde todos aprenden. En ésta, el éxito de sus alumnos es un compromiso compartido por la comunidad educativa. Esta meta común debe plasmarse en un Proyecto Educativo Institucional (PEI), fruto de la cooperación de todos, que da sentido y orienta el tra-bajo escolar.

En esta escuela todos importan: se consideran y acogen las diferencias indi-viduales de los estudiantes, buscando que cada uno aprenda a partir de ellas.

Los profesores y profesoras reflexio-nan sistemáticamente sobre sus prácticas pedagógicas, buscan colectivamente cómo mejorarlas.

Es una escuela abierta, donde todos pueden colaborar, por tanto, favorece las relaciones con las familias y con la comu-nidad en que se encuentra inserta.

El equipo de gestión se compromete con su función pedagógica, crea un clima relacional cálido y desarrolla un modelo de interacción democrática.

Garantiza y optimiza los tiempos y espacios de aprendizaje.

Es una escuela que, mediante la eva-luación formativa, asimila su experiencia pasada y presente, utilizándola para pro-yectar su futuro. Así, busca permanente-

mente mejorar su propio funcionamiento y los aprendizajes de los estudiantes”.³

Esta proposición de la escuela que queremos es ambiciosa, toda vez que aparecen conceptos y valores que se focalizan en armoniosas relaciones huma-nas y apuntan a un verdadero sentido de democracia.

Quisiera destacar algunas palabras y frases expuestas. Por ejemplo, profun-dizar en el significado de vivir el “todos aprenden”. Eso implica aceptación de las diversas manifestaciones de personas y personalidades, historias, culturas y mundos, quizás contrapuestos, a veces, a lo que se pretende enseñar, significa aceptar y convivir, construir juntos valo-rando nuestra diversidad y, por lo tanto, viendo y sintiendo más que el Universo, el Multiverso.

Esto suena bien hasta que aparecen las discrepancias. No estoy de acuerdo con esto o aquello. ¿Por qué? Porque en la ope-ración de distinción que cada uno hace, puede ser que lo que ve sea distinto y si no se dialoga o conversa para comprender cuáles han sido los mecanismos que llevaron a concluir o ver cosas distintas, entonces se producen problemas.

REFLEXIÓN SISTEMÁTICA

Por otra parte, ahondar en lo que significa “reflexionar sistemáticamente”. ¿Qué es la reflexión y qué consecuencias trae consigo? La reflexión es un acto en la emoción. Un sentimiento íntimo nos mue-ve a reflexionar, a pensar en algo que nos preocupa. ¿Y por qué nos preocupa?. Bus-camos la razón, el fundamento que hace que nos detengamos y reflexionemos… una situación que ocurrió me cambió la emoción y, por lo tanto, me deja inquieto o inquieta y me mueve a hacer algo al res-pecto… reflexiono. Entonces, reflexionar sistemáticamente acerca de las prácticas pedagógicas significaría que profesores y profesoras están atentos a lo que ocurre en el aula y fuera de ella, a lo que pasa con los estudiantes al usar tal o cual metodología, significa co-nocer a todos los estudiantes y

estar conectados con ellos, como también significa estar permanentemente conecta-dos consigo mismos.

Ahora, “buscar colectivamente”, eso es (o sería) un hermoso acto de hermandad y solidaridad, como también de respeto por lo que hago y por los demás. Buscar colectivamente nos llevaría a realizar efec-tivamente la interdisciplinariedad, a trabajar con los otros, a valorar sus miradas, a es-cucharlos, nos permitiría construir colecti-vamente. Y es tan necesario, ya que sería el camino para vivir la aceptación de todos dentro de la unidad educativa, condición para vivir también el “todos aprenden”.

Una “escuela abierta” donde existe la “colaboración”, y la “familia y comunidad” están integradas a ella, esa es una escue-la despier ta, que ve su realidad, es un

sistema en si misma,

Huemul, símbolo del escudo de Chile en

peligro de extinción al no conservarse su hábitat.3 Guía de Autoevaluación de la Escuela 2002,

MINEDUC, Enero 2002.

Esto suena bien hasta que aparecen las discrepancias. No estoy de acuerdo con esto o aquello. ¿Por qué? Porque en la ope-ración de distinción que cada uno hace, puede ser que lo que ve sea distinto y si no se dialoga o conversa para comprender cuáles han sido los mecanismos que llevaron a concluir o ver cosas distintas, entonces se producen

REFLEXIÓN SISTEMÁTICA

Por otra parte, ahondar en lo que significa “reflexionar sistemáticamente”. ¿Qué es la reflexión y qué consecuencias trae consigo? La reflexión es un acto en la emoción. Un sentimiento íntimo nos mue-ve a reflexionar, a pensar en algo que nos preocupa. ¿Y por qué nos preocupa?. Bus-camos la razón, el fundamento que hace que nos detengamos y reflexionemos… una situación que ocurrió me cambió la emoción y, por lo tanto, me deja inquieto o inquieta y me mueve a hacer algo al res-pecto… reflexiono. Entonces, reflexionar sistemáticamente acerca de las prácticas pedagógicas significaría que profesores y profesoras están atentos a lo que ocurre en el aula y fuera de ella, a lo que pasa con los estudiantes al usar tal o cual metodología, significa co-nocer a todos los estudiantes y

sistema en si misma, pero como sistema se ve como parte de una comunidad mayor (barrio, comuna, pro-vincia, región, país, pla-neta). En esa escuela debiera existir una contextualiza-

ción tanto territorial como cultu-

Huemul, símbolo del escudo de Chile en

peligro de extinción al no conservarse su hábitat.

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16Educación Ambiental

17Educación Ambiental

ral de los conocimientos y, por tanto, una coherencia entre el proceso de enseñan-za-aprendizaje y la realidad local. Esto, en el sentido siguiente: una escuela que es capaz de ver lo que ocurre a su alrededor, si quiere, podría paralizarse (si la realidad es muy cruda) o podría optar por tomar acciones que vayan cambiando esa reali-dad. Esto ocurrirá, especialmente si hay un trabajo colaborativo entre sus miembros (incluyendo las familias) y con la comuni-dad cercana.

CONFIANZA

Por su parte, los espacios de colabo-ración se dan en ambientes de confianza, los seres humanos somos seres que nos movemos en la confianza. Colaboramos en causas en que confiamos, con gente confiable, porque vemos que vamos bien encaminados, porque perseguimos los mismos objetivos. En la educación hay un gran objetivo: que todos aprendan. Padres, madres, profesores, profesoras, directivos, para-docentes, todos persiguen ese gran objetivo. Todos queremos que nuestros niños y niñas aprendan y puedan desem-peñarse bien en la vida. Por lo que deben abrirse espacios para la participación de quienes dirigen el proceso y de los mismos niños y niñas. Si queremos formar perso-nas colaborativas, deben vernos colaborar.

Qué implica que el “equipo de gestión se compromete”; y crea “un clima relacio-nal cálido” bajo un “modelo de interacción democrática”. El equipo de gestión es la organización del establecimiento educati-vo que lidera la ejecución de las acciones para llevar a cabo exitosamente el proceso de enseñanza-aprendizaje. Pero en la afir-mación no sólo le piden aquello, sino que además la creación de un clima relacional cálido, es decir, se valora y se explicita el tipo de clima en el cual se debe trabajar dentro de la escuela. Se propone un clima cálido y un modelo de interacción demo-crática. Cómo nos imaginamos esa calidez, cómo se observa en la práctica esa pro-puesta de calidez y democracia. Para ello debemos pensar en el espacio, cuál es el espacio, tanto físico como relacional, que hace posible que aquello ocurra; cuáles son las conductas deseables que crean la calidez y hacen posible la democracia.

Garantizar y optimizar los “tiempos y espacios de aprendizaje” será una realidad

habiendo comprendido lo anteriormente expuesto. Principalmente, la reflexión y la colaboración como actitudes ejes que mueven el quehacer de la escuela garan-tizando el respeto por los otros (como legítimos otros) y, con ello, respetar los tiempos que requieren los procesos para cada uno en un clima acogedor.

Una escuela recursiva en su hacer co-tidiano, es decir, valora y utiliza la experien-cia pasada y presente para proyectar su futuro con el fin de mejorar su propio fun-cionamiento, es el resultado de la reflexión sistemática sobre las prácticas pedagógicas y sobre todas las acciones que ocurren en la unidad educativa.

El rol del o la docente constituye, entonces, una tremenda tarea y una gran responsabilidad. ¿Por qué?.

Porque existe una demanda hacia ellos y ellos sienten esa carga. Me encantaría que no fuera una carga, pero para ello debería producirse una transformación en el vivir de los docentes y de todos nosotros (pa-dres, madres, tíos, tías, hermanos de otros y otras y profesionales de distintos ámbitos). ¿En qué sentido?, propongo un ejemplo: los invito a una Jornada de Reflexión de dos días para conver-sar acerca de nuestro ha-cer cotidiano. ¿Qué pen-sarían? ¿Qué pensarían si llega una comunicación del colegio de sus hijos y dice que no tendrán clases durante dos días porque los profesores y directivos tendrán esa jornada de reflexión? ¿Están validados estos espacios?.

¿De qué se habla en la reuniones de apodera-dos, en los consejos de profesores, en las reuniones de centros de padres? Si nos detenemos en el lenguaje que ocupamos, en los temas que están en el ambiente, en las preocupaciones verbalizadas, ¿qué vemos? El lenguaje es un modo de fluir que transforma, al igual que la danza transforma el cuerpo y la psiquis de quien la practica. ¿En qué nos estamos transformando?

¿Qué nos importa al escoger un cole-gio para nuestros hijos? ¿Conocemos el pro-

yecto educativo? ¿Nos preocupa la relación que establece el profesor o profesora con niñas y niños? ¿Qué pensamos de los pro-fesores que salen al patio a hacer la clase? ¿Le daríamos permiso a los niños para ir a la plaza a hacer una actividad de matemáticas? Entonces, con estas preguntas quiero abrir un espacio de reflexión acerca de lo que es-tamos entendiendo por educación, de qué tipo de educación estamos siendo consumi-dores. Así, a través de la oferta y la demanda, es fácil comprender que en la medida que “demandamos” cierto tipo de educación, algo parecido a eso nos “ofrecen”.

¿Queremos una educación para la Sustentabilidad, por ejemplo?.

Si la respuesta es positiva, es necesario señalar que el desarrollo sustentable se basa en la conjugación de tres elementos esenciales: desarrollo económico, equidad social y protección del medio ambiente. A menudo, cuando se habla de desarro-llo sustentable, la discusión se reduce al “necesario cuidado” que se debe tener respecto de los recursos naturales y el

medio ambiente, sin lle-gar a profundizar sobre las verdaderas causas del deterioro ambiental, que se encuentran en una so-ciedad que permite que ello ocurra.

Cuidar la humanidad, en un sentido amplio, im-plica el respeto y la pro-moción integral de la vida, la comprensión profunda de lo que significa. Es difícil que pueda existir armonía social si se habitan eco-sistemas degradados, así como tampoco se logra una cohabitación pacífica con el medio, al interior de sistemas sociales des-equilibrados o enfermos.

Esos sistemas están compuestos por seres que requieren mejorar su calidad de vida, no sólo estructural o física (acceso a servi-cios básicos, salud, educación, alimentación, vivienda), sino también respecto de aquello que alimenta su espíritu (familia, trabajo dig-no, ocio, recreación, medio ambiente limpio y saludable).

Se hace, entonces, imperativo que reconozcamos e internalicemos el hecho de que requerimos de la Naturaleza como

¿Qué nos importa al escoger un colegio

para nuestros hijos? ¿Conocemos el proyecto

educativo? ¿Nos preocupa la relación que establece el profesor o profesora

con niñas y niños? ¿Qué pensamos de los

profesores que salen al patio a hacer la clase? ¿Le

daríamos permiso a los niños para ir a la plaza

a hacer una actividad de matemáticas?

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16Educación Ambiental

17Educación Ambiental

nuestra aliada para sustentar la vida. Nues-tras opciones de desarrollo, así como las tecnologías, dependen de nuestros valores, de nuestra cultura, de nuestros deseos. Ningún tipo de desarrollo es inevitable, como tampoco ninguna opción tecnoló-gica es obligatoria. Tenemos múltiples e insospechados caminos a seguir, sólo que debemos ser capaces de creer que posee-mos la creatividad e inteligencia necesarias para re-crear y re-inventar formas más armónicas de relación entre nosotros y nuestro entorno, lo que debería traducirse en una mejor calidad de vida para todos.

Para avanzar por un camino de sus-tentabilidad es preciso promover ciertos valores que inspiren en las personas conductas sustentables, tales como la res-ponsabilidad, la solidaridad, la austeridad, el respeto y el afecto.

El respeto de los derechos de las per-sonas, así como la consolidación de una de-mocracia transparente y participativa, exige vivir estos valores y contar con ciudadanos responsables, tanto en lo privado como en lo social. Frente a este propósito, la educa-ción juega un papel fundamental; su rol es convertirse en una herramienta vital para la gestión de un desarrollo sustentable. Pro-vocar cambios culturales y sociales se logra confrontando las crisis y dificultades que nos afectan, fenómenos socioculturales que no son naturales ni tampoco irreversibles. Por lo tanto, se debe comprender que son procesos que se pueden conducir, reorien-tar, transformar y revertir.

Es, entonces, necesario profundizar en la equidad y calidad del sistema edu-cativo, garantizando una efectiva igualdad de oportunidades para toda la población y respetando la realidad multicultural de nuestro país.

DESAFÍOS

Cambio de mirada: debemos transitar desde una mirada del desarrollo prefe-rentemente económica y competitiva, a una que incorpore eficiente y eficazmente las variables ambientales y sociales, en espacios relacionales acogedores y cola-borativos.

Cultura ambiental: para llegar a de-sarrollar una cultura que dé cuenta del respeto y cuidado de nuestro ambiente y valore el patrimonio natural y social, debemos infundir valores ambientalmente sustentables en los niños y niñas del país, de manera que internalicen la importancia de mostrar actitudes ambientales positivas o sustentables.

Roles definidos: cada actor tiene un papel que cumplir, debemos promover un cambio cultural para que cada uno de estos actores lo asuma a cabalidad, es decir, el ciudadano que sabe y hace cumplir de-beres y derechos; el Gobierno que norma y fiscaliza, que facilita espacios de discusión para definir el desarrollo que todos quere-mos; el sector privado que tiene un rol so-cial y ambiental que desempeñar y asumir responsablemente.

Participación: participar responsable-mente en las actividades de la comunidad, prepararse para ejercer en plenitud los derechos y cumplir los deberes perso-nales que reconoce y demanda la vida social de carácter democrático, es uno de los desafíos formativos de largo plazo que se plantea la Educación. Contar con individuos cívicamente responsables, parti-cipativos y pro-activos. La participación es una actividad que permite a las personas conocer y desarrollar sus potencialidades en el ámbito individual y social. Asimismo, favorece el compromiso con el entorno (natural, construido y social) y fomenta el sentido de responsabilidad.

La generación de alianzas estratégicas y la articulación entre actores e institucio-nes relevantes para potenciar el trabajo en red se vislumbra como una propuesta lla-mativa, no sólo por la escasez de recursos con que actualmente cuentan, sino porque el trabajo en redes es más productivo y efi-caz. En este sentido, un importante aporte ha significado la fusión, las alianzas momen-táneas y el trabajo colaborativo que han desarrollado distintas instituciones como ONG´s ambientalistas, empresas forestales e instituciones estatales, con el fin de cons-truir formas de trabajo que redunden en una mejor gestión de los recursos inverti-dos en educación ambiental directamente en la comunidad.

Para que aquellos desafíos se con-viertan en realidad, es necesario generar un cambio en quienes participan en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como también en la ciudadanía en su conjunto. Para ello, la estrategia educativa se sus-tenta en la construcción de conocimiento contextualizado a la realidad de los sujetos y a las necesidades de la compleja y cam-biante sociedad actual. Ello, con miras a la formación de un futuro ciudadano activo, analítico, crítico y con un desarrollado sentido de co-responsabilidad respecto de lo que acontece en el medio ambiente donde se desenvuelve.

Chile necesita crear una conciencia ambiental de co-responsabilidad frente a las preocupaciones ambientales más rele-vantes, que permita a los distintos actores sociales hacerse cargo de la gestión am-biental desde sus competencias específi-cas, lo que debe partir tempranamente en la escuela y seguir reforzándose a lo largo de toda la vida.

La naturaleza, fuente medicinal de las comunidades indígenas. Respetar su entorno es respetar su cultura.

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18Educación Ambiental

19Educación Ambiental

a educación ambiental se debe comprender como el proceso que

consiste en acercar a las personas a un conocimiento complejo y global del medio ambiente (como un sistema de interac-ciones múltiples) para elucidar valores y desarrollar actitudes y aptitudes que les permitan adoptar una posición crítica y participativa sobre la conservación y co-rrecta utilización de los recursos, la calidad de vida y el desarrollo sustentable.

La evolución del concepto de Edu-cación Ambiental está estrechamente vinculado al medio ambiente y al modo en que éste ha sido percibido. De considerar al medio sobre todo en sus aspectos bio-lógicos y físicos, se pasó a una concepción más amplia, en la que entran en juego los aspectos económicos y socioculturales. En consecuencia, un primer objetivo de la Educación Ambiental consiste en que el ser humano comprenda la naturaleza compleja del medio ambiente, resultante de la inte-racción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales y culturales (Novo, 1990).

Pero esa comprensión es sólo una de las metas del proceso educativo. Se hace necesario que, a un tiempo, los grupos humanos revisen sus valores y actitudes respecto al medio, a fin de reorientar con-venientemente tanto las posiciones éticas que sustentan la acción como la práctica misma de la toma de decisiones.

La Educación Ambiental, entonces, es y debe constituirse en un vínculo entre

pensamiento y acción. No se concibe el cambio del primero sin su correlato en la resolución de problemas, y parece imposible avanzar en la segunda sin un claro posicionamiento ético y una lúcida comprensión de los procesos educativos que se verifican siempre en un tiempo y un contexto dado. Por ejemplo, la Educación Ambiental a nivel universitario se plantea hoy, de forma prioritaria, el objetivo de revisar los modelos éticos, científicos y tecnológicos que rigen las actividades hu-manas sobre el medio ambiente, a fin de contribuir a la reorientación de las políticas de investigación y desarrollo hacia modelos basados en la sostenibilidad.

Por lo tanto, el planteamiento educa-tivo pasa no sólo por la interpretación de los problemas ambientales en términos económicos o políticos, sino también y de forma significativa por la revisión de los patrones éticos y científicos que definen las actuaciones de la humanidad en este tiem-po lleno de conflictos ambientales.

La Educación Ambiental tiene como objetivo fundamental que las personas se pregunten sobre los orígenes (no sólo los efectos) de los problemas ambientales. Esto significa situarse en una búsqueda ac-tiva. Nos movemos en un mundo donde todo está interconectado, y en el que los grandes conflictos ambientales no son sólo cuestiones ecológicas, sino a la vez proble-mas políticos, éticos, económicos, etc. Sólo de este pensamiento integrador es posible

llegar a la comprensión del funcionamiento de los ecosistemas naturales y sociales y desarrollar posiciones o propuestas alter-nativas verdaderamente viables.

Estas propuestas, asumidas como con-secuencia del cambio de valores, serán a la vez la puerta abierta para unas acciones que, aunque a veces aparentemente des-conexas o insignificantes, pueden ir confi-gurando, poco a poco, un nuevo modo de actuar sobre el entorno y, lo que es más importante, nuevos planteamientos éticos surgidos de ellas.

Porque la ética de lo vivo no es sino la ética de lo complejo, y es en esa compleja problemática donde debemos sumergirnos para vislumbrar el futuro (Novo, 1987).

La Educación Ambiental, nacida en el seno de la difícil problemática ambiental contemporánea, se plantea entonces un doble objetivo. Primero, capacitar a las personas para no rehuir los conflictos bajo la falacia de la neutralidad posible. Segundo, trabajar para el esclarecimiento, en cada caso, de criterios precisos sobre el medio ambiente y la calidad de vida, que permitan a los participantes situarse en el problema ambiental con claridad y coherencia en las inevitables confrontaciones de intereses.

El futuro es la dirección en la cual aumenta la entropía. Sólo inscribiéndose en una dinámica de autoorganización y cambio, en las opciones de libertad, allí donde los caminos se bifurcan, estaremos realmente desarrollando una Educación

El complejo proceso de establecer la Educación

Ambiental como un sistema de formación de

los jóvenes chilenos.

Por Paola Cofré C.Químico AmbientalCoordinadora Escuela de Estudios AmbientalesCentro Nacional del Medio Ambiente (CENMA)

a educación ambiental se debe comprender como el proceso que

consiste en acercar a las personas a un L

El Centro Nacional del Medio Ambiente de la Universidad de Chile recibe en su sede a los estudiantes de enseñanza media para instruirlos sobre la educación ambiental.

Desafíos y RespuestasConceptos,

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18Educación Ambiental

19Educación Ambiental

Ambiental que pueda considerarse reno-vadora y vivificante (Novo, 1990).

En el caso de Chile, el proyecto li-derado por el Ministerio de Educación constituye la investigación sobre Educación Ambiental de mayor cobertura realizada hasta ahora. Éste tiene como propósito “Contribuir al desarrollo de la Educación Ambiental en Chile, sistematizando una experiencia exitosa de inserción de la Edu-cación Ambiental en el currículum escolar, sentado en las bases para su aplicación sos-tenible a través del sistema de educación formal”.

La sistematización de diversas expe-riencias -realizada gracias al financiamiento del Fondo de las Américas (FDLA) y la acti-va cooperación del Ministerio de Educación como organismo asociado- ha demostrado que existen las condiciones básicas para que el expertizaje alcanzado se concrete en un proceso de gestión continua y eficien-te de la Educación Ambiental, en el contexto formal de la educación nacional.

La Reforma Educacional -a través de los Decretos N° 220 y N° 240- establece con claridad la clave operativa que permite la integración de la Educación Ambiental como objetivo fundamental transversal dentro de la ma-triz curricular definida por la Reforma.

La realidad empírica ha confirmado que la estrate-gia de Educación Ambiental como objetivo fundamental transversal establecida por los decretos de la reforma educacional es el camino más adecuado para incorporar objetivos, contenidos y prácticas de Educación Ambiental a la ló-gica formal del sistema educativo y, desde éste, a la vida comunitaria.

En la actualidad, es posible identificar un cambio radical en la Educación Am-biental de Chile. La primera etapa de este desarrollo, caracterizada por intervencio-nes parciales que involucran a grupos de interés específico, ha llegado al límite de sus posibilidades, no constituyendo procesos que se incorporen sostenidamente en la cultura y vida escolar.

Comienza a emerger una segunda etapa en la evolución de la Educación Ambiental, caracterizada por un auténti-co sentido de “proceso”, cumpliendo así con el espíritu de la legislación, al definir a la Educación Ambiental como: “Proceso permanente de carácter interdisciplinario destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre los seres humanos, su cultura y su medio bio-físico circundante” (ley 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente Titulo I artículo 2° letra h).

Hoy, la Educación Ambiental es par te del currículum explícito de los objetivos fundamentales y contenidos mínimos y también se manifiesta a través de las formas propias del currículum im-

plícito. Así lo establecen los decretos correspondientes en relación a la persona y su entorno: “Estos objetivos tienden a favorecer una calidad de interacción per-sonal y familiar regida por el respeto mutuo, el ejercicio de una ciudadanía activa y la valoración de la identidad nacional y la convivencia democrática. Considerando que las conductas de rela-ción del individuo con su entorno están fuertemente marcadas por satisfacciones que el propio medio puede proporcionarle, el proceso de formalización escolar

debe afianzar en los alumnos capacida-des para proteger el entorno natural y promover sus recursos como contexto de desarrollo humano” (Ministerio de Educación, 2003).

Según el Ministerio de Educación, los criterios de Educación Ambiental para el desarrollo de estrategias de transversalidad son los siguientes: 1) Enfoque Holístico, 2) Dimensión Multi y Transdisciplinaria, 3) Inserción Transversal, 4) Dinamismo y Flexibilidad, 5) Creatividad e Innovación, 6) Amplia Participación, 7) Incorporación de la Dimensión Local, 8) Veracidad, 9) Pro-puestas Realistas, 10) Capacidad Práctica, 11) Participación Transgeneracional, 12)

Coherencia de Vida, 13) Motivación Positi-va, 14) Multiplicidad de Medios y Técnicas y 15) Sentido de Futuro.

ESCUELA DE ESTUDIOS AMBIENTALES

Existen diversos actores relacionados con la Educación Ambiental en Chile: Universidades, ONGs, Servicios Públicos, CONAMA, Colegios, entre otros.

La Universidad de Chile cuenta, entre otros organismos, con la Escuela de Estu-dios Ambientales del Centro Nacional del Medio Ambiente, la que a partir del año 2001 comienza formalmente el apoyo a la formación de recursos humanos calificados en la temática medioambiental. El proceso de Educación Ambiental impartido por el Centro está dirigido hacia distintos grupos. Es decir, a distintos niveles de la formación del ser humano.

Hoy, la Escuela de Estudios responde a grandes desafíos a nivel internacional, capa-citando a terceros países con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA) y la Agencia de Coopera-ción Internacional (AGCI) en temas medio-ambientales que en la actualidad no están desarrollados en los países de Latinoaméri-ca y que deben fortalecerse para contribuir en la mejora de la calidad ambiental de esas naciones.

Por otro lado, y dentro de nuestro país, es un gran desafío para el centro capacitar a profesores y alumnos de colegios en la temática ambiental conceptualizada a la realidad local y entregando herra-mientas que sirvan de apoyo al Ministerio para el cumpli-miento de las estrategias de Educación Am-biental en el marco de los objetivos fundamentales transversales.

El planteamiento educativo pasa no sólo por la interpretación

de los problemas ambientales en términos

económicos o políticos, sino

también y de forma significativa por la revisión de los patrones éticos y

científicos

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20Educación Ambiental

21Educación Ambiental

i bien la educación chilena ha expe-rimentado cambios y progresos, ella

no está en condiciones de responder a las necesidades de más largo aliento que deben satisfacerse para garantizar el de-sarrollo sostenido del país”: José Joaquín Brüner, 2002, Informe del Capital Humano en Chile.

Para lograr una cultura ambiental, la educación ambiental tiene carácter es-tratégico, pues su objetivo es desarrollar una conciencia ecológica en los ciuda-danos para que éstos puedan participar activamente en el proceso del desarrollo sustentable. De este modo, el futuro se puede vislumbrar con una economía próspera, en armonía con los recursos naturales y donde se reafirmen los valores, responsabilidades y derechos fundamen-tales de todas las comunidades humanas en convivencia con los demás seres vivos que pueblan nuestro planeta.

Las áreas silvestres protegidas son esenciales para la conservación y manejo de la biodiversidad y los ecosistemas, por lo que son un elemento clave para alcanzar un apropiado y equitativo uso de los recur-sos naturales para el desarrollo sostenible.

Recientemente, se han declarado en Chile los Sitios Prioritarios para la Protec-

ción de la Biodiversidad. Su objetivo es complementar la cobertura de protec-ción que hoy existe a través del Consejo de Monumentos Nacionales y del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas por el Estado (SNASPE). Con este fin, se pretende entregar la administración de estos sitios a fundaciones, ONG's y/o particulares, quienes en su carácter de propietarios o estableciendo acuerdos público-privado para la administración en comodato hacen frente al desafío de gestión de áreas para la conservación.

Según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), la educación de la población y el acceso a las áreas silvestres protegidas pueden jugar un papel clave para elevar la conciencia sobre la protección de los recursos naturales y del medio ambiente, el fortalecimiento de la democracia y la paz para la gobernabili-dad futura de los Estados.

DERECHOS Y RESPONSABILIDADES

En nuestro país, la Constitución de la República de Chile de 1980 afirma que es un derecho de todos los chilenos vivir en un ambiente sano y libre de contami-

nación. Por otra parte, la Ley N° 19.300 de Bases del Medio Ambiente, publicada el 9 de marzo de 1994, regula todos los aspectos relacionados. En ella se califica a la educación ambiental como un instru-mento de gestión, al mismo nivel que los planes de descontaminación, las normas de emisión, los procesos de evaluación de impacto ambiental y la participación ciudadana para los proyectos económicos y sociales, entre otros.

La Ley de Bases compromete al Esta-do de Chile, al señalar en su Artículo 4°, que “es deber del Estado facilitar la parti-cipación ciudadana y promover campañas educativas destinadas a la protección del medioambiente”.

A propósito de la educación am-biental, define en su ar tículo 2, letra H, a la “educación ambiental como un proceso permanente, de carácter inter-disciplinario, destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habili-dades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre los seres hu-manos, su cultura y su medio bio-físico circundante”.

El programa de Reformas del Minis-terio de Educación de 1996 también con-

Educación para un Futuro Sustentable

El desafío de Chile en los próximos años está en capacitar a los docentes e integrar a los programas de formación de los estudiantes valores, conductas y conocimientos en torno al medio ambiente.

Por Adriana Hoffmann J.Coordinadora Nacional Defensores del Bosque Chileno

Mientras más se conozca a la naturaleza, más se le valora a partir de la generación de vida. De ahí la importancia de la formación estudiantil.

i bien la educación chilena ha expe-rimentado cambios y progresos, ella

no está en condiciones de responder a S

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20Educación Ambiental

21Educación Ambiental

sidera importante la educación ambiental como un proceso permanente y transdis-ciplinario en sus planes, recomendando “la inserción transversal de objetivos funda-mentales y contenidos ambientales en el currículum educativo”.

La estrategia de la “transversalidad” consiste en el tratamiento integrado de un contenido u objetivo común, involucrando a todos los sectores y sub-sectores del aprendizaje y a todos los integrantes de la comunidad escolar, produciendo una sinergia en el aprendizaje.

El Ministerio de Educación ha op-tado por usar esta metodología para la educación ambiental, y determinó entre sus objetivos fundamentales transversales temas como “la persona y su entorno” y “proteger el entorno natural y sus recursos como contexto del desarrollo humano”.

Estos objetivos fundamentales trans-versales tienen como fin orientar el currícu-lum por la vía de “contribuir a fortalecer la formación ética de la persona; de orientar el proceso de crecimiento y autoafirma-ción personal y la forma en que la persona se relaciona con otras y con el mundo y, finalmente, contribuir al desarrollo del pensamiento crítico reflexivo”.

Por último, la educación ambiental debería ser una práctica educativa abierta a la vida social, para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibili-dades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre las comunida-des humanas y su medio ambiente.

En 1992 Chile adhirió a los principios del Desarrollo Sustentable y a su Plan de Acción, la Agenda 21. Respecto del tema de la educación ambiental, contenido en el Capítulo 36 “Fomento de la Educación, la Capacitación y la Toma de Conciencia”, en el país no han existido avances signifi-cativos. Las evaluaciones hechas por la so-ciedad civil respecto de la implementación de los acuerdos de la Cumbre de la Tierra, a más de 10 años de su realización, indican que no existe en Chile un plan integral de seguimiento a los compromisos asumidos ni se ha avanzado en la implementación de la Agenda 21, habiéndose destacado, sin embargo, el trabajo de algunas orga-nizaciones ciudadanas en este sentido. Las reformas educacionales post Río 1992

incluyeron algunos conceptos ambientales en el “Informe de La Comisión Nacional de Modernización de la Educación”, pero el Decreto 40 sobre “Objetivos Funda-mentales y contenidos Mínimos Obliga-torios de la Educación Básica Chilena” no integran la concepción del desarrollo sustentable. Este concepto, sus principios y condiciones para su implementación tampoco han sido incorporados en la formación de los docentes. Básicamente existe una ausencia de Política de Edu-cación Ambiental. Los profesores señalan que, actualmente, la educación en Chile no aborda el tema del medio ambiente y del desarrollo sustentable en sus objetivos transversales, sino sólo en parcelas temá-ticas, en los ramos de ciencia, tecnología y educación física.

Ninguna de las recomendaciones de la Agenda 21 en la búsqueda de nuevas formas de mejorar la relación hombre/naturaleza, medioambiente/desarrollo, de promover distintas formas de participa-ción, la no-discriminación y la equidad social, forman parte de los objetivos centrales del proyecto educativo nacio-nal. Más bien lo impulsa la eficiencia del profesional y que gane la mayor cantidad de dinero posible, respondiendo a un modelo de desarrollo donde el mercado manda.

Educación para un Futuro Sustentable

El principal elemento en la creación de conciencia ambiental en el sistema educativo chileno es el entusiasmo y el esfuerzo individual de docentes y alumnos. El Ministerio de Educación ha impulsado algunas líneas de trabajo, pero los progra-mas y acciones carecen de un enfoque integral y de una visión interdisciplinaria. Pero lo que resulta más problemático es que no se han potenciado programas de capacitación para los docentes. No existe asesoría para los establecimientos educacionales a fin de abordar los temas transversalmente. En las universidades que forman profesores no se han incor-porado los requerimientos que plantea la educación para el desarrollo sustentable y tampoco se han impulsado maestrías o postítulos sobre esta materia.

Sin embargo, no se trata sólo de revi-sar el cumplimiento de los acuerdos guber-namentales de Río, sino también de abrir una necesaria discusión sobre el rol que les cabe a los maestros: su preparación científi-co-técnica, metodológica y su responsabili-dad política y social frente a este tema.

Lo anterior se enmarca en una nece-sidad de país, pues no existe un eje temá-tico claro para llevar a cabo la importante tarea de educar ambientalmente y adherir así a las políticas públicas de desarrollo sostenible.

En los dibujos infantiles siempre está el respeto por el medio ambiente.

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22 23Educación Ambiental

El Factor Éticouestras sociedades están pasando de habitar en una biosfera a vivir en una

homosfera, es decir, un espacio que tiene características completamente determi-nadas por nuestro quehacer como seres humanos modernos. Y esta forma de vida es una de las causas que inciden en el deterioro del medio ambiente. Por eso creo que el problema ambiental es, sobre todo, un tema ético”.

En el párrafo anterior, el Doctor Hum-berto Maturana pone -a mi juicio- el tema ambiental en un lugar desde el cual pode-mos reflexionar sobre él de manera adecua-da, si es que esperamos que de tal reflexión surja una transformación cultural en la que conservemos nuestro vivir humano en armonía con el mundo natural y el cosmos que traemos a la mano al vivir en él.

Y si la ética es lo fundamental, entones podemos pregun-tarnos sobre cómo vivir desde una trasfondo ético en el que surja natural nuestro vivir responsable y libre en armonía con ese sentir ético que me dice que me importan las consecuen-cias que mi actuar tiene en mi vivir, en el vivir de los otros y en el mundo natural que vivimos en nuestro vivir.

Y si nos vamos a preguntar cómo vivir de esa manera, parece legítimo preguntarnos sobre la educación. Y si nos da-mos cuenta de que la educación ocurre como un proceso de transformación inconsciente en la convivencia, cabe reflexio-nar sobre cómo podemos generar un espacio de convivencia en el que de nuestro vivir y convivir surja un vivir humano en el que podamos vernos a nosotros mismos, a los otros y a lo otro como legítimos en coexistencia con nosotros mismos, de modo que podamos colaborar en la tarea común de realizar un modo de vida centrado en el bien-estar.

Bien-estar que sólo puede surgir en un espacio de confianza y respeto en el que es posible aprender, de modo inconsciente, un vivir en la autonomía si y sólo si las personas que tienen la responsabilidad de modular ese espacio de con-vivencia se mueven naturalmente como adultos responsables y éticos en su quehacer cotidiano.

La pregunta parece ser, entonces, si existen tales adul-tos dispuestos a participar en la generación de los espacios educativos que se requieren para realizar esta tarea. Y no estamos hablando sólo de profesores y profesoras, estamos hablando de adultos en todos los espacios de convivencia: en la familia, en la escuela, la empresa, el gobierno, la calle, etc. Adultos que deseen conservar el vivir humano, abriendo un espacio para que todo lo demás pueda cambiar en un vivir y convivir libre y creativo, que surge en total armonía con el

espacio natural que traemos a la mano en ese vivir.

Si contamos con tales adultos, la ta-rea será más fácil. Se tratará, en conse-cuencia, de cómo generar esos espacios educativos éticos en nuestro diario vivir. Para lograrlo se requiere visualizar lo que el propio Dr. Humberto Maturana ha distinguido como tres dimensiones del vivir humano: el conocimiento (el saber respec-to a lo que se trata), el entendimiento (la significación de aquello que se hace en el contexto amplio al cual se pertenece) y la acción efectiva a la mano.

En este caso el conocimiento tiene que ver con saber qué es aquello que dis-tingo como propio del vivir humano, como es el vivir en redes de conversaciones. El entendimiento tiene que ver con cómo es que surge, se conserva y transforma ese

vivir humano y hace referencia a la matriz relacional que surge del entrejuego de la biología del conocer y del amar. Y la acción adecuada a la mano tiene que ver con cómo nuestro hacer en la convivencia ocurre desde un importarnos las consecuencias que sobre los otros y lo otro tiene mi vivir y convivir.

Así, si hacemos esto estaremos colaborando en la conservación de un vivir humano que como tal nos posibi-lita vivir y convivir en el bien-estar que surge de cualquier quehacer cuando ese quehacer es vivido en total armonía con el mundo que traemos a la mano en nuestro vivir. Más aún, estaremos abiertos a la transformación de todos nuestros espacios de convivencia sin que de esa transfor-mación surjan modos de vivir que conserven el dolor o el sufrimiento a través de la negación de la legitimidad de nosotros mismos, de los otros o de lo otro.

En esta tarea estamos como Instituto de Formación Matríztica invitando a quienes lo deseen a colaborar en la ampliación de la mirada que surge del entendimiento del origen, conservación y transformación de lo humano, que no-sotros connotamos cuando hablamos de la Matriz Biológica de la Existencia Humana.

Ximena Dávila, co-creadora con el Dr. Humberto Matu-rana, del camino que lleva a este entendimiento, señala que la invitación a ver que “todo dolor es cultural” es una invita-ción que sólo podemos aceptar desde nuestro vivir y convivir en el mundo que traemos a la mano, si nos hacemos cargo de que somos responsables por el mundo que vivimos y convivi-mos con los otros y si vivimos ese darnos cuenta como un vivir ético que surge naturalmente al vivir en el entendimiento que la matriz biológica de la existencia humana nos muestra.

homosfera, es decir, un espacio que tiene “N

opinión

PorPatricio García A.Educador Instituto de Formación Matríztica

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22Educación Ambiental

23

Contenido

Comparación de la erosión causada por el agua en un suelo de bosque y en un suelo desnudo, sin vegetación.

● Intención: introducir el tema erosión y conocer las diferentes funciones del suelo de un bosque, especialmente en zonas con pendiente.

● Tipo de actividad: investigativa, observadora.

● N° de participantes: máximo 30 personas.

● Edad: desde los 6 años.

● Duración: aproximadamente, 20 minutos.

● Material: agua, 2 frascos para medir, 2 cajas para frutas con tierra y material vegetal, cu-biertas con plástico, 2 coladores de cocina y bolsas de plástico.

● Preparación: cubra la parte de debajo de las cajas con plástico y haga una incisión por donde pueda salir el agua. Llene la primera caja con tierra sin vegetación y la segunda con suelo de un bosque, que tenga, por ejemplo, plantas, raíces, musgo, hojas caídas.

● Condiciones externas: n/a.

FICHAPEDAGÓGICA

EL SUELOPrueba de Erosión

CAJACON TIERRA

CAJA CON TIERRA Y MATERIAL VEGETAL

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24Educación Ambiental

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Desarrollo

● Coloque las cajas, una al lado de la otra, elevadas a un ángulo de 45°, de modo que uno de los frascos para medir quepa abajo.

● Vierta 2 litros de agua en la parte superior de la caja y recoja el agua que sale por abajo con los otros dos frascos medidores, equipados con los coladores.

● Notará que el suelo de un bosque almacena gran parte del agua y que, sólo después de un tiempo, fluirá parte del agua, bastante clara, hacia el frasco.

● Por otro lado, notará que el suelo sin vegetación se erosiona fuertemente, lo cual causa que casi toda el agua pase rápidamente y muy sucia al frasco y que la tierra erosionada sea retenida en el colador.

Secuencia de deterioro a partir de la desprotección del suelo producto del fuego y el impacto de la lluvia en suelos descubiertos.

FICHAPEDAGÓGICA

Posibilidades de profundización

● Importancia del bosque como protec-tor del suelo.

● Interrelación entre el suelo y el agua.

● Peligro de erosión de diferentes sitios, como por ejemplo áreas sin vegetación producto de un incendio, campos culti-vados y bosques.

● Importancia de los bosques para cual-quier tipo de cuenca.

* Texto extraído del libro “Un Día de Aventura en el Bosque. Actividades ambientales para áreas protegidas”. Grupo Aprender con la Naturaleza. Panamá.

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24Educación Ambiental

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Por Cristián Belmar G.Jefe Departamento Cultura Ambiental yMedio Ambiente HumanoCONAMA

A partir de los párvulos se comienza a impartir la educación ambiental.

os años de colegio dejaron nuestras mentes y corazones llenos de sim-

bolismos y experiencias. El paso por el sistema escolar es, claramente, uno de los mayores hitos dentro de la historia perso-nal de millones de chilenos. Con los años, el tiempo y la memoria nos han permitido realizar diversos balances de nuestra per-manencia en el “Colegio”, la “Escuela” o el “Liceo”. Hoy, desde la perspectiva de los años y los nuevos tiempos, es necesario realizarnos algunas preguntas: ¿cuánto mejor pudo ser? y quién mejor puede responder que los propios estudiantes que vivimos esa experiencia de desarrollo. Mejorar la educación es un deber de cada nueva generación.

En un país tan diverso como el nues-tro, la experiencia escolar en el sistema formal presenta una serie de singulari-dades que la hacen única. La educación en una escuela del altiplano representa desafíos culturales y ambientales distintos al de un liceo en medio de Santiago o de una escuela situada en los faldeos cordille-ranos de la XI Región. Cada experiencia educativa se enmarca dentro de un terri-torio que tiene particularidades únicas. El ambiente físico, biótico y cultural del lugar donde estudiamos es el contexto básico desde el cual intentamos adoptar, adaptar y transar con el mundo. Por ello, la per-tinencia de los conocimientos que asimi-lamos en cada fase educativa del sistema escolar respecto de ese entorno orientan, de mejor o peor manera, nuestra relación con el medio. Nuestros ambientes consti-tuyen las plataformas que la realidad nos entrega para reconocer el mundo y nues-tro rol en él. A la vez, “todo es ambiente”, entonces el aprendizaje jamás termina. Por esta razón, el direccionar nuestras percepciones hacia nuestro entorno pro-mueve un “aprehender” significativo desde la perspectiva afectiva. Dichas señales nos permiten situarnos profundamente y comprender la relación con nuestro

medio, pues es nuestra propia vida la que descubrimos en esa interacción. La pizarra es, en consecuencia, una gran ventana que orienta cierta mirada, la que será contras-tada por nuestra propia naturaleza, duran-te toda nuestra vida.

En Chile, el tema ambiental hasta bien pasada la década de los 90, salvo escasas excepciones, no representó un ámbito transversal del conocimiento en la peda-gogía escolar, que a su vez fuese difundido de manera significativa. Es más, el desarro-llo de la educación ambiental fue altamen-te atomizado, transformando su ejercicio en una continua desagregación temática del “medio” en sus diversos componentes: aire, agua, suelo, residuos, energía, flora, fau-na y otros. Desde ese enfoque, claramente obtuvimos especialización por áreas, pero

también produjo una alta atomización del conocimiento, que dificulta hasta hoy una lectura integradora del medio.

MAYOR PARTICIPACIÓN

Sin embargo, nuestra propia sociedad, producto de esta primera fase de sensibi-lización caracterizada por la denuncia, hoy demanda mayor integración en la mirada del desarrollo y mayor participación en el planeamiento y la toma de decisiones. Como respuesta global a este proceso de concientización ambiental mundial, la respuesta construida y consensuada es el Desarrollo Sustentable, o la búsqueda del equilibrio en nuestro desarrollo. No obs-tante, para construir y gestionar acciones bajo este paradigma se hace necesario dar

El Ambiente Nos EducaEl ambiente físico, biótico y cultural del lugar donde estudiamos es el contexto básico para intentar adoptar, adaptar y transar con el mundo.

os años de colegio dejaron nuestras mentes y corazones llenos de sim-

bolismos y experiencias. El paso por el L

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una adecuada lectura histórica a nuestro propio desarrollo, reconocer nuevos len-guajes y profundizar nuestros procesos democráticos a objeto de colectivamente crear y/o reorientar nuestras prácticas personales y organizacionales, movilizando nuestra sociedad en torno a la reflexión y a la acción, hacia un cambio cultural que promueva una sociedad con mayor res-ponsabilidad ambiental.

Esta necesidad de un profundo cam-bio cultural hacia la sustentabilidad pro-voca múltiples demandas, desde y hacia todos los sectores políticos, económicos, sociales y espirituales, y una de las res-puestas que se repite como un gran eco lleno de esperanza es: educar.

Educar en un planeta cargado de información, con plataformas tecnológicas que superan con creces las capacidades que una persona tiene para identificar, caracterizar, administrar y priorizar la infor-mación que maneja. Educar en un mundo globalizado, cuyos ejes valóricos promue-ven generalmente la libertad individual como sino de la modernidad. Educar a millones de nuevas personas, que se harán responsables de conducir el rumbo de nuestro planeta. Educar para reeducar a nuestras propias generaciones, pues no hay generaciones perdidas. Educar para pensar globalmente y actuar localmente. Educar en un mundo donde las relaciones entre las ciencias se han hecho cada vez más redu-cidas y sectoriales, provocando variabilidad y excesiva especialización del conocimien-to y de la tecnología, además de resentir sociofisicamente el desarrollo. Educar para enfrentar de manera integrada esa fractura holística que nuestros modelos de vida han provocado. Educar para sustentar con amor la compleja sociedad que habitamos.

Educar para la sustentabilidad no es tarea sencilla, porque supone reconocer una diversidad de variables, de conoci-miento y gestión, a fin de recontextualizar nuestras políticas organizacionales y nues-tras acciones personales. En este sentido, la búsqueda de congruencia entre las ciencias formales y fácticas no tiene mejor ámbito que el ambiente para ser reconocida. A través de la Educación Ambiental, bajo una óptica ecológica, podemos descubrir parte de nuestra naturaleza, de manera integrada. Mediante los conocimientos matemáticos,

químicos, biológicos, físicos, descubrimos códigos integrados de la misma realidad, analizados desde diversos vértices. Asimis-mo, los aspectos históricos, líricos, plásticos, musicales, espirituales, nos permiten siem-pre nuevas interpretaciones de nuestra relación con el entorno. Lo importante es nuestra capacidad de adaptarnos a nuevas formas de conocer y actuar en la búsqueda de nuestra felicidad. El objetivo educativo no es sustentable si provocamos una cul-tura socioeconómicamente acomodada, pero profundamente triste.

La ecología nos entrega señales para resituarnos desde la perspectiva del análisis y las propuestas, con la intención de provocar una evolución en materia educativa. Bajo una perspectiva de rela-ciones podríamos identificar y priorizar a los establecimientos educacionales como una de las formas organizacionales básicas, a través de la cuales la sociedad debe enfrentar de manera estratégica la orientación de cambios socio-culturales. Sin embargo, la educación convive con una serie de actividades que constituyen importantes ejes del desarrollo del país. A la luz de esas relaciones, el “sistema educativo” debe reconocer aquellas otras formas de desarrollo, a objeto de orientar su mirada hacia una realidad altamente dinámica, con el objetivo de promover las capacidades que nos permitan evolu-cionar en el tránsito de ese proceso. Se requiere una educación muy observante de su entorno natural y cultural, que se oriente hacia el respeto en términos del diseño y ejecución, de la acción antrópica sobre nuestro hábitat, reconociendo que no somos más que otra forma de vida en este reducido planeta.

MIRADA ECOLÓGICA

La educación así entendida no se res-tringe a los sistemas educativos formales. Por el contrario, se expande hacia todo el quehacer humano. Allí, bajo la mirada ecológica, podemos identificar que tras la acción humana, al igual que en los procesos naturales, existen procesos organizaciona-les centrales que determinan la naturaleza de nuestro desarrollo.

Las sociedades se dan formas y sis-temas organizacionales para enfrentar su

supervivencia, y éstos requieren de un pro-fundo proceso de socialización, a objeto de sustentarse en el tiempo. A través de dichas realidades organizacionales es posible des-cribir e incluso predecir el curso del desa-rrollo de ciertos territorios y asentamien-tos humanos. Las relaciones entre nuestras organizaciones constituyen un piso mínimo para intencionar una estrategia que pro-mueva nuevas formas de interacción socio-física, ya que desde ellas nos proyectamos, conocemos y, finalmente, podemos actuar para cambiar nuestra realidad.

Desde ese plano, ¿cómo somos capaces de reconocer la ecología entre nuestras organizaciones?. Nos organiza-mos para conocer el mundo y traspasar de generación en generación nuestros conocimientos, nuestras obras y nuestras formas de aprendizaje, y al igual que en la ecología de comunidades es posible observar la depredación cultural y natural, las migraciones, los patrones de distribu-ción, las relaciones presa-depredador y la competencia. Entonces, de qué manera podríamos activar una nueva visión, una visión proactiva que reconozca nuestras diferencias y armonice nuestra construc-ción conjunta.

Para ello, y en la búsqueda de una nueva ecología de las organizaciones, es necesario educar, porque sólo nos prepa-ramos para comprender y “experienciar”, por cuanto la naturaleza también tiene sus propias leyes y es, finalmente, la sinergia entre todas las dimensiones la que provo-ca la vida en su cosmovisión total.

La educación para la sustentabilidad nos convoca a relacionar el mundo de manera mucho más intensa; a reconocer la diferencia entre pensar y hacer; a recono-cer en este espacio-tiempo en que vivimos cuál es el mundo que deseamos; ¿cómo funciona hoy el mundo, mi mundo?, ¿cuáles son las preguntas y las respuestas que nos permitirán evolucionar hacia formas más sustentables de vida?, ¿cómo podemos ser más felices?, ¿cómo podemos lograr una mejor calidad de vida?, ¿cómo conectar la velocidad de la vida moderna con la pro-fundidad de nuestras raíces?, ¿cómo trans-formar el ambiente en una forma de pen-sar colectivamente el desarrollo?, ¿cómo dejar de comunicar el tema ambiental sólo como una fuente de problemas o

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sinónimo de conflictos y contaminación?. Las preguntas son múltiples, pero también lo son las respuestas, y quizás la que más se repite es: educar para una nueva mirada con mayor “Responsabilidad Ambiental” de las personas y las organizaciones. En ese sentido, Educación Ambiental y Edu-cación a secas deben dejar de ser dos conceptos diferentes, pero ese camino de nuevas comprensiones debemos recorrer-lo. No es posible educar sin reconocer el ambiente. Educación y ambiente están ínti-mamente relacionados. Podremos haberlo hecho más o menos bien, o claramente mal. Sin embargo, la educación siempre ha tenido una mirada del ambiente, pues se desarrolla siempre en él y para actuar en él. La Educación es en sí un proceso per-manente de aprehender, de asir a través de los sentidos y los códigos culturales, la experiencia y nuestra interpretación sobre ella. Nos educamos en nuestras escuelas, en nuestras familias, con nuestros pares, nos autoeducamos al reconocer que nun-ca dejamos de aprender.

EL ESTADO

En este proceso omnipresente de educarnos, el Estado asume un papel pre-ponderante generando una forma estruc-tural de educar, la que se transforma en gran parte de su tarea y en gran medida en el sustento de su propio gobierno. El Estado funda en su definición institucional de educación un modelo que determina en gran parte el futuro de las genera-ciones que experimentan esa vivencia. Podríamos decir, entonces, que el sistema educativo, como expresión cultural, repre-senta una forma organizacional básica y profundamente arraigada en el proceso de desarrollo del país, razón por la cual debe estar absolutamente conectada con los desafíos de la nación.

En ese marco y a objeto de promover una educación contextualizada cultural y territorialmente, es que desarrollamos un largo proceso de análisis que busca la promoción de un instrumento para el mejoramiento educativo institucional en nuestro país, trabajo que finalmente nos permitió arribar al Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimien-tos Educacionales. Digo nos permitió por-

que fue el análisis y el trabajo de múltiples experiencias educativas realizadas por profesores, alumnos, apoderados, vecinos, ONGs, organismos del Estado y del mun-do privado, de todo el país, lo que permitió el diseño y puesta en marcha del sistema.

Este sistema nos dará la posibilidad de poner en valor esas experiencias y hacer-las evolucionar hacia modelos de gestión educativos más integrados. Que incorpo-ren una mirada no atomizada del tema ambiental, abierta a los desafíos de tiempos en que nuestro país expe-rimenta procesos de integración económica, política y cultural. Tiempos en que debemos activar nuestra capacidad de reconocer que el tema ambiental nos entrega una nueva forma de recono-cernos como personas, con distintos sistemas y costumbres de vida. Tiempos en que debe-mos responsablemen-te reconocer y actuar para la conservación de nuestro patrimo-nio natural. Tiempos en que la educación se abre como la gran oportunidad de un Chile moderno, que es capaz de reconocer su pasado. Tiempos en que educación y ambiente nos devolverán identidad. Tiempos en que los de-safíos del establecimiento educacional se agigantan, pues sus hijos serán ciudadanos de un mundo global. Tiempos en que a través del ambiente los estable-cimientos educacionales reunirán a los padres, a los estudiantes, a los pro-fesores y a los vecinos y nos recordarán nuestra responsabilidad de ser comunidad. Tiempos en que la educación jugará un papel fundamental en la gestión ambiental local. Tiempos en que el ambiente promo-verá el mejoramiento educativo de nuestro país. Tiempos en que los establecimientos educacionales deberán demostrar que son la primera organización con responsabili-dad ambiental de nuestro país.

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1980, oportunidad en que la Corporación Nacional Forestal de la Región de Valpa-raíso, en vista del alarmante aumento de la ocurrencia de incendios forestales, encargó al Departamento de Geografía de la Uni-versidad de Chile, un estudio denominado “Percepción del Medio Ambiente: Incendios Forestales en Valparaíso Metropolitano”.

tes antecedentes que orientaron los linea-mientos de las campañas de prevención que posteriormente se ejecutaron. Entre las principales conclusiones se destacan las siguientes:

● El habitante de Valparaíso Metropoli-tano (perteneciente a las zonas urbanas for-mada por las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana) posee una per-cepción difusa del problema de los incendios forestales y sólo lo considera dañino cuando su entorno funcional es afectado.

● En una gran proporción, los incen-dios forestales, en el área estudiada, son provocados por menores de edad.

● Gran parte del problema se con-centra en las áreas periféricas de las comunas anteriormente mencionadas, en

donde predomina el estrato socio-econó-mico-cultural bajo.

A la luz de estos antecedentes, el estudio recomendó la urgente necesidad de realizar un Plan de Educación Forestal, como una gran alternativa para la protec-ción de este recurso tan deteriorado por la acción del ser humano, especialmente a través de los incendios forestales.

Las conclusiones de este estudio de-terminaron que la Corporación Nacional Forestal planteara a la Secretaría Regional Ministerial de Educación y a las Munici-

palidades de la provincia de Valparaíso la necesidad de desarrollar un plan de edu-cación forestal, que pudiera ser integrado a los planes regulares de la Enseñanza General Básica de la región.

Este plan de educación se estruc-turó como un proyecto piloto con una duración de dos años, el que se ejecutó con excelentes resultados entre 1983 y 1985, dando origen al definitivo Proyec-to de Educación Ambiental Forestal, que actualmente se aplica en las escuelas de la V Región.

El Proyecto de Educación Ambiental Forestal constituye una enriquecedora y alentadora experiencia en función de crear una cultura de protección de la naturaleza entre los estudiantes de la Región de Valparaíso.de Valparaíso.

Por Luis Correa J.Jefe Sección Prevención Unidad de Gestión Manejo del Fuego CONAF-Región de Valparaíso

1980, oportunidad en que la Corporación E l Proyecto de Educación Ambiental

Forestal tiene su origen en el año 1980, oportunidad en que la Corporación Nacional Forestal de la Región de Valpa-raíso, en vista del alarmante aumento de la ocurrencia de incendios forestales, encargó al Departamento de Geografía de la Uni-versidad de Chile, un estudio denominado “Percepción del Medio Ambiente: Incendios Forestales en Valparaíso Metropolitano”.

El documento final entregó importan-tes antecedentes que orientaron los linea-mientos de las campañas de prevención que posteriormente se ejecutaron. Entre las principales conclusiones se destacan las

El Proyecto de Educación Ambiental Forestal constituye una enriquecedora y alentadora experiencia en función de crear una cultura de protección de la naturaleza entre los estudiantes de la Región de Valparaíso.de Valparaíso.

Por Luis Correa J.Jefe Sección Prevención Unidad de Gestión Manejo del Fuego CONAF-Región de Valparaíso

l Proyecto de Educación Ambiental Forestal tiene su origen en el año

1980, oportunidad en que la Corporación E

Incendios Forestales:Prevención en las Aulas Escolares

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Finalmente, a par tir del año 1998, mediante las nuevas políticas institu-cionales en cuanto a prevención de incendios forestales, se destinaron los recursos económicos suficientes para la ejecución ininterrumpida del proyecto. Lo anterior se vio favorecido por el nuevo escenario normativo de la educa-ción chilena (Reforma Educacional), en el que el tema ambiental pasó a formar par te de los Objetivos Fundamentales Transversales, materia de carácter obli-gatoria en lo planes de educación de los establecimientos.

En la actualidad, el proyecto de Edu-cación Ambiental Forestal, que se ejecuta en la Región de Valparaíso, es considerado, a nivel nacional, como una de las cinco ex-periencias más relevantes desde el punto de vista de la aplicación de la educación ambiental como herramienta de gestión. Así lo destaca el estudio “Estrategias de Educación Ambiental en el Marco de los Objetivos Fundamentales Transversales”, encargado por el Ministerio de Educación a la Corporación Bosqueduca en el año 2002 y financiado por el Fondo de las Américas.

DESCRIPCIÓN

Las instituciones que participan en este proyecto son: Secretaría Regional Mi-nisterial de Educación, Secretaría Regional Ministerial de Agricultura y Corporación Nacional Forestal.

El proyecto busca reducir el riesgo y los daños provocados por los incendios forestales, como una consecuencia del cambio de actitud y comportamiento de la población frente al recurso natural, especialmente el forestal, para lo cual se pretende masificar la educación forestal, aplicándola en todos los establecimientos de Enseñanza General Básica de la V Re-gión, dentro de sus planes regulares.

La puesta en marcha de este proyec-to considera 10 etapas a partir de 1998, esperándose que en el año 2007 estén in-tegradas 600 escuelas y que lógicamente contemplen en sus proyectos educativos este importante tema.

Este programa de Educación Am-biental Forestal quedó conformado de la siguiente manera:

Agrupaciones juveniles se movilizan a fin de evitar incendios forestales, luego de recibir información por parte de CONAF sobre los daños causados por el fuego.

a) Formación de la Comisión Regional del Proyecto: en el mes de junio de 1997 se formó la Comisión Regional del Proyecto, con la participa-ción de representantes de la Secretaría Regional Ministerial de Educación y de la Corporación Nacional Forestal.

b) Selección de las Escuelas y los Profesores Coordinadores: todos los años se seleccionan 60 escuelas. Esto implica, a la vez, que por cada una de las escuelas seleccionadas se nomina a un profesor, quien pasa a convertirse en el Coordinador del Proyecto dentro del establecimiento.

c) Curso de Capacitación: to-dos los años se realiza un curso de capa-citación a los docentes coordinadores del proyecto, el que se encuentra inscrito en el CPEIP por un total de 120 horas, 48 de las cuales son presenciales y 78 se deben completar en el establecimiento.

d) Ejecución del Proyecto en los Establecimientos: una vez finalizado el curso de capacitación, la Dirección del establecimiento recibe por intermedio de la Secretaría Regional Mi-nisterial de Educación el material didáctico necesario para la aplicación del Proyecto de Educación Ambiental Forestal en el establecimiento, el que debe contar con tres programas: Educación Sistemática,

Educación Extraescolar y Programa para Padres y Apoderados y Comunidad.

RESULTADOS

Desde el reinicio de la ejecución del proyecto, en 1998, hasta la fecha, éste se ha planificado, coordinado y ejecutado por me-dio de una Comisión Técnica formada por Gloria Bustos y Luis Correa, con un total de cinco Cursos de Educación Ambiental Fo-restal para Profesores de Enseñanza Gene-ral Básica. En este proceso han intervenido profesores de 214 escuelas de la región.

En el presente año se realizará un proceso de Actualización y Sistematización del proyecto, con el propósito de evaluar el efecto logrado en los establecimientos educacionales, respecto a las actividades realizadas y el grado de inserción del tema, a través de los Objetivos Fundamentales Transversales (OFT).

Por último, se destaca que los objeti-vos del Proyecto de Educación Ambiental Forestal concuerdan plenamente con el Sistema Nacional de Certificación Am-biental, que en la Región de Valparaíso está conformado principalmente por la Secretaría de Educación, la CONAMA y la CONAF. En consecuencia, las escuelas ya integradas al proyecto se verán beneficia-das en el proceso de Certificación.

Incendios Forestales:Prevención en las Aulas Escolares

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l Ministerio de Educación, la Corpo-ración Nacional Forestal, la Comisión

Nacional del Medio Ambiente, la Organiza-ción de las Naciones Unidas para la Edu-cación, Ciencia y la Cultura, y la Asociación Chilena de Municipalidades con el Consejo de Desarrollo Sustentable como patrocina-dores, han suscrito un convenio para asumir en forma conjunta el desafío de promover un cambio cultural para la sustentabilidad. En este camino resulta fundamental formar ciudadanos ambientalmente responsables con nuevos valores, conductas y actitudes en sus relaciones con el entorno. Estos son los nuevos cimientos para una Educación Ambiental contextualizada cultural y terri-torialmente, la que estamos convencidos contribuirá al mejoramiento de la calidad de vida y de la educación.

En este marco, dichas instituciones han decidido desarrollar una estrategia común de intervención que, por su alcance y permanencia, está llamada a convertirse en una práctica concreta para enfrentar el desafío país del desarrollo sustentable.

El Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacio-nales (SNCAE) será una plataforma de intervención conjunta entre estas institu-ciones. A través de este programa se desa-rrollarán líneas de acción complementarias para fortalecer la educación ambiental, el cuidado y protección del medio ambiente y la generación de redes asociativas para la gestión ambiental local.

Nuestro país enfrenta múltiples y complejos desafíos en un escenario global de alto dinamismo y acelerados cambios. Sólo respuestas innovadoras provenien-tes desde distintos ámbitos del quehacer nacional nos permitirán estar a la altura de los nuevos tiempos. No hay duda de que esto se materializa a través del desa-rrollo de una nueva cultura, de una nueva educación. Una educación que ponga sus acentos conceptuales, éticos y metodoló-gicos en un cambio de relación entre la humanidad y su medio ambiente.

Propósito:• Contribuir al mejoramiento de la

calidad de la educación chilena.• Promover en nuestro país la educa-

ción para la sustentabilidad.• Contribuir al cambio cultural a

través de la promoción de conductas am-bientalmente responsables.

Descripción:La certificación ambiental demanda una

gran iniciativa y esfuerzo por parte de la co-munidad escolar, interesada en lograr una ma-yor calidad educativa y una mejor inserción en su entorno socio-físico, para lo cual debe cumplir con requisitos, etapas y plazos.

En este caso, el proceso comienza con la decisión interna del establecimiento de someterse voluntariamente al SNCAE. El primer paso es constituir un Comité Am-biental, el que deberá ser una ampliación del equipo de gestión del establecimiento con la presencia de los demás actores de la comunidad escolar y local. El Comité debe-rá realizar una declaración de compromiso “solemnemente firmada”, solicitando su in-greso al sistema y explicitando su decisión de asumir las nuevas responsabilidades. Esta solicitud deberá ser acompañada con los antecedentes que indiquen el trabajo en educación y gestión ambiental que ha realizado el establecimiento, y será enviada al Comité Regional de Certificación Am-biental (CRCA).

Cuando la postulación es aprobada por el CRCA, comienza el verdadero trabajo del establecimiento educacional y, en especial, de su Comité Ambiental, el que tendrá que realizar un diagnóstico ambiental (línea de base de la realidad de su establecimiento en los tres ámbitos de certificación) y, a partir de éste, desarrollar el Plan de Acción. En el transcurso de un semestre o dos trimestres, deberán ejecu-tar la primera etapa del plan.

Una vez finalizada la ejecución y el desarrollo de la primera etapa del plan, se procede a presentar el Informe de Gestión respectivo al CRCA para llegar al momen-to cumbre del proceso con la Resolución que otorga la Certificación Ambiental soli-citada por el establecimiento.

CERTIFICACIÓN AMBIENTAL:EL DIPLOMA DE HONOR EN LA EDUCACIÓN CHILENA

Con una mirada de futuro y con el objetivo de mejorar la educación y la protección del medio ambiente se ha

diseñado el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales.

Escolares preocupados por la forestación de los barrios.

l Ministerio de Educación, la Corpo-ración Nacional Forestal, la Comisión

Nacional del Medio Ambiente, la Organiza-E

Page 30: REVISTA EDUCACIONAL AMBIENTAL 1

30Educación Ambiental

31Educación Ambiental

Esta certificación oficial tiene dos años de vigencia, período durante el cual el estableci-miento profundiza el desarrollo de su plan de acción, poniendo en práctica las propuestas contenidas en los documentos que motiva-ron su certificación. Al finalizar los dos años, la comunidad escolar debe proceder a evaluar el plan ejecutado y reformular las siguientes etapas en base a dicha evaluación. Como resultado de este proceso, el establecimiento cumple con la auditoría ambiental respectiva que presenta luego al CRCA para renovar su certificación.

Ámbitos de Acción:A través del Sistema de Certificación

Ambiental se establecerán estándares ambientales para medir la presencia del componente ambiental en tres ámbitos del quehacer educativo: Pedagógico, Gestión Escolar y Relaciones con el Entorno.

Al sistematizar la experiencia de estos últimos años de ejecución de programas en educación ambiental, se observa que los tres ámbitos (pedagógico, gestión y relaciones con el entorno), además de mostrar una clara interdependencia y de

Este sistema busca que los contenidos educativos sean coherentes con la reali-dad y problemática ambiental local y se aborden en forma transversal. La realidad local puede convertirse en una importan-te oportunidad para la comunidad escolar, posibilitando la intervención sobre ésta, conociéndola y afectándola positivamente, para un mejoramiento continuo de la cali-dad de vida tanto de la comunidad-escue-la como de la sociedad civil local.

En este ámbito se espera desarrollar los siguientes componentes:

• Estrategia de Transversalidad.• Transversalidad en subsectores.• Actividades de familia a proceso

educativo.• Ejemplo y comportamiento

ambiental.• Práctica docente.• Objetivos y contenidos de perte-

nencia local y regional.

ÁMBITO DE GESTIÓN

Este ámbito implica que el estableci-miento educativo que desee obtener la Certificación Ambiental debe incorporar prácticas de gestión ambiental en todos los niveles del quehacer escolar. En el plano de la gestión escolar, se requiere de mecanismos participativos que impriman el compromiso, involucramiento y la co-rresponsabilidad que profesores, estudian-tes, administrativos, familias y comunidad deben asumir hacia realidad local.

Gestión Organizativa:• Prácticas democráticas (espacios

de participación, reflexión y exposición de ideas).

• Trabajo en equipo (interdisciplinarie-dad y transdisciplanariedad).

• Descripción de roles (directivos, profesores y profesoras, paradocentes, estudiantes, padres, madres y apoderados, comunidad).

• Sistema de planificación.• Instancias y medios de comunicación.• Seguridad y autocuidado dentro y

fuera del establecimiento.Gestión de Recursos:• Hermoseamiento del establecimien-

to (más áreas verdes, jardines, decoración, estética de muros, entre otros).

• Manejo de residuos sólidos do-

CERTIFICACIÓN AMBIENTAL:EL DIPLOMA DE HONOR EN LA EDUCACIÓN CHILENA

potenciarse recíprocamente, son un efecti-vo aporte al desarrollo sustentable local.

Es posible avanzar integrando distintos niveles y áreas de trabajo, como procesos de enseñanza-aprendizaje, gestión educati-va institucional y las relaciones de la comu-nidad educativa con el entorno. Esto per-mite una gradualidad en la incorporación y adaptación del Establecimiento al nuevo escenario y en la generación de capacida-des y fortalezas para enfrentar problemas socio-ambientales emergentes.

ÁMBITO PEDAGÓGICO

Este ámbito busca relevar la temática ambiental existente en el currículum, pla-nes y programas de estudio, y su aplica-ción transversal en todas las acciones que desarrolla el establecimiento educativo. Esto se plantea con el propósito de hacer efectivo el trabajo colaborativo entre los distintos sectores y subsectores de apren-dizaje, esencial para acercarse a la mirada transversal, holística y sistémica que se requiere.

Ministro de Educación, Sergio Bitar: “No se puede ejercer el derecho a un ambiente sano si no se dispone de información en cantidad y calidad suficiente”.

Page 31: REVISTA EDUCACIONAL AMBIENTAL 1

32Educación Ambiental

33Educación Ambiental

miciliarios y asimilables (reutilización y reciclaje).

• Limpieza general.• Producción vegetal sostenible (vive-

ros, huertos).• Eficiencia energética (calor, electrici-

dad, uso del agua).• Uso de tecnologías alternativas.• Impacto vial.• Conservación y reutilización de mo-

biliario, equipos y materiales.

ÁMBITO RELACIONESCON EL ENTORNO

Persigue relevar la interacción terri-torial del Establecimiento Educativo con su entorno inmediato (natural, social y construido), contextualizando el accio-nar ambiental a las realidades específicas de cada localidad o región. Se pretende transformar al Establecimiento Educativo en un actor pro-activo, integrante de re-des de cooperación para la intervención territorial local y ejecutor de acciones concretas de mejoramiento de la misma.

En este ámbito se busca desarrollar los siguientes componentes:

• Mayor conciencia de la situación ambiental local.

• Ejecución de acciones de mejora-miento de la calidad de vida del sector.

• Integración en planes y medidas de gestión ambiental de carácter local.

• Promoción de la responsabilidad ambiental en la comunidad.

• Generación de redes y alianzas es-tratégicas.

VENTAJAS Y BENEFICIOS

Los establecimientos y sostenedores educacionales certificados por el SNCAE se favorecerán con:

• Recibir un reconocimiento público por la calidad de la educación ambiental entrega-da y por la adecuada gestión ambiental.

• Acceder a Fondos Concursables públicos y privados vinculados al tema ambiental. Algunos de ellos en carácter preferencial. Por ejemplo, el Fondo de Pro-tección Ambiental.

• Facilitar el acceso de docentes, direc-tivos y otros integrantes de la comunidad escolar a cursos, seminarios y reuniones de trabajo sobre la temática ambiental.

• Integrar una red de educación ambiental que brinde grandes oportu-nidades de interacción con sus pares y organismos públicos y privados con inte-reses comunes.

• Vincular a la comunidad local, con sus recursos y capacidades, al quehacer ambiental de la escuela.

• Ahorro por el uso racional de los recursos económicos: reducción, reciclaje y reutilización de residuos y reducción con el consumo de combustibles, electri-cidad y agua.

• Mejoramiento de las condiciones ambientales del establecimiento educativo y de su entorno territorial.

• Recepción de material de apoyo pe-dagógico relativo a la temática ecológica.

• Acceso gratuito a las Áreas Silvestres Protegidas del Estado.

• Acceso a información oportuna sobre convocatorias a concursos, ferias, proyectos y fondos concursables.

• Aumento de la capacidad de trabajo en equipo y de la utilización de metodolo-gías participativas de gestión.

• Integrar la red planetaria de trabajo en torno a la Agenda 21.

Una importancia vital atribuye Gianni López, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONA-MA), a la variable cultural en el proceso de la certificación, de acuerdo a su siguiente perspectiva:

“Ha pasado más de una década de la promulgación de la Ley de Bases del Medio Ambiente. Hemos enfrentado la tarea como país de construir y poner en marcha diversos instrumentos y políticas ambientales sectoriales. Hoy nuestro país enfrenta múltiples y complejos desafíos en un escenario global de alto dinamismo y acelerados cambios. Sólo respuestas innovadoras provenientes desde distintos ámbitos del quehacer nacional nos permitirán estar a la altura de los nuevos tiempos. No hay duda que esto se concretiza a través del desarro-llo de una nueva cultura, de una nueva educación; una educación que ponga sus acentos conceptuales, éticos y metodo-lógicos en un cambio de relación entre la humanidad y el medio ambiente.

CONAMA, por el Cambio CulturalCreemos fundamental contribuir a un

cambio cultural que renueve las formas de relación entre la ciudadanía y el medio ambiente. El reconocimiento del papel que juegan los componentes culturales en la gestión ambiental permite abordar en su raíz los aspectos valóricos y conductuales, que nos hacen comprender los problemas ambientales que hemos generado, así como también las soluciones que debe-mos aplicar para enfrentarlos.

La Educación Ambiental, formal e in-formal, se presenta como una oportunidad dinámica y moderna de educar a los estu-diantes y a la comunidad, bajo contextos y procesos de clara identidad territorial y ambiental. En esta visión amplia resulta im-portante incorporar nuevos temas desde el medio ambiente humano: Participación ciudadana en la toma de decisiones, identi-dad cultural y calidad de vida.

Estamos convencidos que el SNCAE será un aporte sustantivo al mejoramiento de la calidad de la educación, al garantizar no sólo la pertinencia de los contenidos

curriculares, sino que además la promoción de la relación entre centros de educación y su entorno natural y cultural, como una forma concreta de generar espacios de diálogo y trabajo ciudadano y avanzar en el diseño participativo de planes de acción ambiental local. Escuelas, organizaciones comunitarias, servicios públicos y sectores productivos, conectando sus funciones para una educación más pertinente y

Gianni López, en la Escuela Luis Uribe Orrego, de Tierra Amarilla, III Región, en proceso de certificación.

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32Educación Ambiental

33Educación Ambiental

Carlos Weber, Director Ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal, califica a este nuevo sistema como una gran oportunidad para los jóvenes. Al respecto, señala:

“Ha nacido una poderosa iniciativa para sembrar un mejor futuro: el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educativos (SNCAE). Más que una nueva sigla es una oportu-nidad para que a través del proceso de educación se acelere el necesario cambio de actitud y conducta de los seres huma-nos con la Naturaleza.

Esta notable iniciativa, que reúne al Ministerio de Educación, CONAMA, UNESCO, CONAF, la Asociación de Municipalidades y el Consejo de Desa-rrollo Sustentable, de manera similar a los procesos de Certificación que ya han em-prendido muchas empresas en Chile, abre la opción para que en forma voluntaria los establecimientos educacionales adscriban compromisos de desempeño que contri-buyan a promover un cambio cultural para la sustentabilidad.

CONAF y el SNCAE

La idea es formar ciudadanos am-bientalmente responsables, con nuevos valores, conductas y actitudes en sus rela-ciones con el entorno. Será una educación para la sustentabilidad, contextualizada cultural y territorialmente.

Esta iniciativa, que a la larga espera construir redes asociativas para la ges-tión ambiental local, se constituirá en un importante aliado estratégico para el quehacer de CONAF, en la perspectiva de fortalecer con las comunidades locales el lema: cómo producir conservando o cómo conservar produciendo, conside-

CONAMA, por el Cambio Culturalproactiva; capaz de pensar globalmente y actuar localmente, en pos de la sustentabi-lidad en sus propios territorios.

Bajo esta nueva mirada los estableci-mientos educativos serán un aporte cada vez más significativo a la gestión ambiental local, estableciendo una relación estratégica como promotores del desarrollo sustenta-ble y articuladores del accionar de nuevos actores. En este marco se inscribe el forta-lecimiento de una Red Público-Privada para el desarrollo local, en el cual este sistema se transforma en un espacio para materializar la responsabilidad ambiental del sector pro-ductivo, ONGs, universidades y municipios.

Ponemos en marcha este sistema que, sin duda, será un espacio de reflexión y evolución de la Educación en Chile, que permitirá poner en valor cientos de ex-periencias locales, que generará modelos y un nuevo espacio de trabajo ambiental, para todos aquéllos que hacen del tema ambiental una gran oportunidad para el desarrollo de nuestro país en los albores de este nuevo siglo”.

Carlos Weber, Director Ejecutivo de CONAF, en la entrega de material de difusión.

rando la producción de bienes, servicios y satisfactores espirituales.

Es la oportunidad para que CONAF avance desde las tradicionales charlas de tipo expositivo a la posibilidad de colaborar en el diseño de mallas curriculares pertinentes; de ayudar en la lectura del paisaje, aportando con sus análisis detallados de la descripción de los problemas, sus causas y efectos; dialo-gando con la comunidad escolar con lengua-jes comprensibles y respetuosos; propiciando posibilidades antes que cuadros catastrofistas y por ello desmotivadores. Asimismo, dado que los establecimientos que logran esta Certificación tendrán la opción de postular proyectos a un fondo concursable creado para tal efecto, también allí hay otra opción de contribuir al diseño de esos proyectos. No está de más mencionar que esos esta-blecimientos tendrán la garantía de acceso gratuito a las Áreas Protegidas.

Finalmente, aquí también hay una oportunidad para acoger un sinnúmero de ideas que los propios trabajadores de CONAF, pensando en los establecimientos educacionales de sus propios hijos, quisieran ver incorporados a este proceso. Nuestros hijos perfectamente podrían ser beneficia-rios de esta notable iniciativa… no hay que desperdiciar esta oportunidad”.

MINEDUC: El Derecho a un Ambiente Sano

En los programas del Ministerio de Educación, se ha cumplido ya un año de trabajo interinstitucional con CONAMA, CONAF, Asociación Chilena de Muni-cipalidades y UNESCO para sacar adelante el proyecto “Sistema Nacional de Certificación Ambiental” en todo el país.

Cada una de las regiones ha asumido este proyecto interinstitucional como tal, conformando equipos de trabajo, con la finalidad de heredar a las generaciones futuras un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

El MINEDUC está empeñado en lograr este objetivo, creando competencias que se relacionan con la construcción colectiva de un país que adscribe al desa-rrollo sustentable, velando por la calidad y la diversidad del medio ambiente y, en particular, anticipándose a las consecuencias ambientales negativas de largo plazo a causa de la acción no pensada del ser humano.

En este sentido, para el Ministro de Educación, Sergio Bitar, es importante potenciar cada vez más las acciones tendientes a una educación ambiental trans-versal: “Creemos -dice la autoridad de Gobierno- que no se puede ejercer el derecho a un ambiente sano si no se dispone de información en cantidad y calidad suficiente. Por ello, nos hemos propuesto relevar cada vez más la educación am-biental, en tanto instrumento de gestión ambiental en todos los establecimientos educacionales del país, con una mirada de futuro que nos permita posicionarnos como país competente y, a la vez, solidario, sólo si nuestro compromiso con el medio ambiente es sólido en cuanto a no degradarlo por un bienestar económico inmediato”.

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34Educación Ambiental

35Educación Ambiental

EL AGUAEl Trayecto

del Agua porel Bosque

Conoce aNuestrosAnimales yProtégelos

Este afiche presenta

32 bellas imágenes

de distintas especies

propias de nuestro

país, captadas por la

cámara del fotógrafo

Andrés Morya

Hinojosa.

Cada especie incluye

sus nombres común

y científico, además

de su identificación

en lengua aymara y/o

mapuche.

Adquiera este afiche en el Centro de Documentación e Información Técnica de la Corporación Nacional Forestal, ubicado en Av. Bulnes 291, Santiago (3900125), y en todas las oficinas de CONAF a lo largo del país.

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34Educación Ambiental

35

medidores, se lee el nivel de agua en los recipientes graduados y se inscriben los resultados en las fichas adjuntas (ver anexo).

● El grupo se acerca al tema de la “intercepción” a través de las siguientes preguntas:- ¿Dónde se ubica una persona en el bosque cuan-

do de repente comienza a llover?- ¿Por qué los árboles interceptan tanta lluvia que

uno no se moja por completo, ni siquiera cuando la lluvia es muy fuerte?

● Después de haber contestado estas preguntas, ex-plique la capacidad de retención o intercepción de

FICHAPEDAGÓGICA✃

EL AGUAEl Trayecto

del Agua porel Bosque

Contenido

Explicación del balance hidrológico del bosque.

● Intención: explicar los términos “intercepción” y “precipitación”.

● Tipo de actividad: investigativa, reflexiva, observadora.

● N° de participantes: 5-10 personas.

● Edad: desde los 7 años.

● Duración: máximo 1 hora.

● Material: 3 aparatos para medir las precipitaciones: fluviómetro o vasitos de muestra.

● Preparación: - Instalar los medidores en tres lugares diferentes. Lo ideal es tener puestos permanentes de medición.- Elaborar fichas de registro (ver anexo).

● Condiciones externa: ideal en un día de lluvia.

Intercepción del agua en suelos de bosques.

● Muestre un medidor de precipitaciones al grupo, explique su función y como está graduado. La gra-duación usualmente es en centímetros, milímetros u onzas.

● Camine con el grupo hasta el sitio donde se en-cuentran los medidores. En el punto de medición tenga un medidor debajo de una copa frondosa y otro debajo de una copa poco frondosa de árboles maduros. Para fines de comparación, mida también la precipitación en un claro del bosque sin árboles o en un espacio abierto cercano.

● Durante la caminata se explica la ubicación de los

Desarrollo

Conoce aNuestrosAnimales yProtégelos

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36Educación Ambiental

37Educación AmbientalFICHAPEDAGÓGICA

punto de medición copas frondosas copas no frondosas espacio abierto

fecha de lectura

hora de lectura

condiciones climáticas

duración de la lluvia

nivel de agua del medidor cm (l/m2) cm (l/m2) cm (l/m2)

Cálculo de la intercepción Precipitación (espacio libre) - precipitación (dentro del bosque) = intercepción. precipitación espacio libre (I/m2) - precipitación copas cerradas (I/m2) = intercepción (1) (I/m2) precipitación espacio libre (I/m2) - precipitación copas abiertas (I/m2) = intercepción (2) (I/m2)

El trayecto del agua por

el bosque

* Texto extraído del libro “Un Día de Aventura en el Bosque. Actividades ambientales para áreas protegidas”. Grupo Aprender con la Naturaleza. Panamá.

las copas. Para calcular la “intercepción”, utilice la información anotada en sus fichas y la fórmula del cálculo de intercepción (ver anexo).

● Interprete la cantidad de agua interceptada. La cantidad interceptada o la capacidad de retención de un árbol es fácil de entender si los participantes se colocan debajo de un árbol que es sacudido después del aguacero. El agua que cae permite comprender cuánta agua puede ser retenida por las superficies de las hojas de un árbol.

● El grupo se acerca al tema de la “precipitación” en el bosque a través de la siguiente pregunta:- ¿Cuál es el trayecto del agua por el bosque?

● Con los medidores de lluvia colocados debajo de

la copa de un árbol el grupo observa la cantidad de agua que puede desaparecer en el suelo de un bosque después de haber pasado por las copas. El agua no sólo cae de las hojas, sino que también baja al suelo por los troncos y ramas en forma de pequeñas quebraditas.

Variaciones

● En días con mucha lluvia, los medidores pueden ser co-locados en los sitios descritos, al inicio de la excursión guiada. Recuerde colocar medidores en bosques con densidades diferentes y en espacios sin árboles. En es-tos casos la lectura del nivel de precipitación y la discu-sión del tema se pueden hacer al finalizar la actividad.

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36Educación Ambiental

37Educación Ambiental

a Municipalidad de Ñuñoa y la Secretaría Regional del Consejo

Internacional para las Iniciativas Am-bientales Locales (ICLEI) realizaron entre el 17 y 19 de octubre de 2002, en la Casa de la Cultura de Ñuñoa, la primera conferencia post Cumbre de Johannesburgo de los gobiernos locales latinoamericanos “Compromisos para el Desarrollo Sustentable, de la Agenda a la Acción”, con la par ticipación de representantes de los distintos esta-mentos municipales, a fin de discutir una propuesta regional.

El siguiente es el documento evacuado por los delegados:

I. EL ROL DE LOS GOBIERNOS LOCALES LATINOAMERICANOS

EN EL SIGLO 21.-

1. Acelerar la implementación del desarrollo sustentable. Los Gobiernos Locales de América

Latina y El Caribe coincidimos en que las tendencias de desarrollo experimentadas por el mundo exigen que el concepto de desarrollo sustentable sea implementado con urgencia. Pese a barreras jurisdiccio-nales y de otra índole, estamos demos-trando que nuestra gestión de los asuntos públicos responde a las necesidades hu-manas de nuestras comunidades, dentro

de los límites ecológicos y tiene efectos positivos -y acumulativos- en las condicio-nes ambientales, económicas y sociales. Sin embargo, es imperativo la incorporación de este concepto en la agenda pública.

Al ser el gobierno local la esfera de gobierno más próxima a la gente, nos es más fácil fomentar la eficiencia, la partici-pación, el compromiso y la responsabilidad democrática para cumplir con el mandato recibido en la Agenda 21 y en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable (Jo-hannesburgo 2002), esto es: acelerar la im-plementación del desarrollo sustentable.

2. Impulsar una nueva cultura de sustentabilidad. Nuestros gobiernos municipales de-

ben actuar como modelos catalizadores de sustentabilidad, redireccionando todas nuestras políticas y programas para apoyar prácticas sustentables, y alentar a todos los sectores de la sociedad a hacer lo mismo.

Carta de ÑuñoaRepresentantes de los gobiernos comunales, congregados

en Chile, renovaron su compromiso por la defensa del medio ambiente, a través de un documento denominado

Carta de las Municipalidades Latinoamericanas para el Desarrollo Sustentable.

Los alcaldes latinoamericanos, reunidos en Ñuñoa, se comprometieron a impulsar la nueva cultura de la sustentabilidad, con el objetivo de proteger el medio ambiente.

a Municipalidad de Ñuñoa y la Secretaría Regional del Consejo

Internacional para las Iniciativas Am-L

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38Educación Ambiental

39Educación Ambiental

3. Impulsar la igualdad y democracia. Los gobiernos locales de América

Latina y El Caribe debemos promover el desarrollo sustentable con equidad y democracia participativa. Esta práctica es coherente con el principio de que los beneficios de la sustentabilidad de nuestro desarrollo son un derecho común, pero al mismo tiempo una tarea de todos.

4. Combatir la pobreza. Los gobiernos locales buscamos

construir la base de una vida digna en una sociedad coherente promoviendo el uso justo, inteligente y eficiente de los recursos, facilitando un acceso social equitativo. Para lograr mayor sustentabilidad utilizaremos toda nuestra creatividad y capacidad de innovación, basándonos en los principios de equidad, eficiencia, suficiencia y democracia.

Asumimos el férreo compromiso de establecer políticas dirigidas al fomento del empleo digno, al fortalecimiento de la eco-nomía local y la cualificación de la comuni-dad. En este esfuerzo, la protección ambien-tal será parte integral de nuestra estrategia para la superación de la pobreza.

5. Garantizar la paz, la justicia y la seguridad.Los gobiernos locales en América

Latina y El Caribe sabemos que la falta de transparencia, perspectivas, tolerancia y comprensión generan erosión social, des-confianza, miedo y violencia. Del mismo modo, entendemos que no es posible el desarrollo sustentable sin la seguridad y la paz para nuestras ciudades.

Asumimos, entonces, la responsabi-lidad de promover y facilitar la creación de consensos entre todos los grupos y sectores de nuestra comunidad, facilitan-do así el diseño de una estrategia de largo plazo para el desarrollo sustentable. Nos comprometemos a promover una nueva ética, que rescate y genere los valores que nuestras sociedades actuales necesitan. En la cultura del diálogo, la solidaridad, la paz y la no violencia encontraremos los pilares básicos que deben distinguirnos.

6. Proteger los bienes comunes.Vamos a defender y preservar los

bienes comunes globales que determinan nuestra calidad de vida: el aire, el clima, el agua, el suelo, la biodiversidad, la salud y los alimentos; del mismo modo, nuestras culturas, tradiciones, identidades e historia,

preservando el aprendizaje mutuo en la implementación de la sustentabilidad.

El desarrollo sustentable sólo será po-sible sin afectar la capacidad de los siste-mas naturales de regenerarse. El Ambiente es la base sobre la que descansa nuestra economía y sobre ella el tejido social.

7. Hacer un buen gobierno. En la mayoría de los países de la

Región se imponen muchas soluciones genéricas desde arriba, que no toman en cuenta las especificidades de nuestras localidades. Ante ello no nos dejamos inhi-bir e innovamos constantemente nuestro quehacer en beneficio de la comunidad. Debemos fortalecer la capacidad de ne-gociación de los gobiernos locales con las otras instancias de gobierno.

Nos encontramos ante el desafío de imaginar los escenarios que potencien di-námicas territoriales, sociales y culturales viables y sustentables.

Para ello, debemos ejercer un lideraz-go y gestión transparente, participativo, eficaz, eficiente y responsable, lo que im-plica construir los controles, la tecnología y la ingeniería institucional, así como las herramientas necesarias para que, desde la sociedad civil, se creen las redes ade-cuadas de control y autocontrol. En este sentido, la responsabilidad no sólo atañe al gobierno o a la municipalidad, sino que a la sociedad en su conjunto.

II. DE LA AGENDA A LA ACCIÓN: LOS COMPROMISOS DE LOS GOBIERNOS LOCALES

PARA LA ACCIÓN.-

8. Implementaremos procesos de AL21. Nosotros, los gobiernos locales lati-

noamericanos que suscribimos esta Carta, decidimos promover e impulsar el desa-rrollo sustentable. Nos comprometemos a alentar y facilitar los compromisos de la Declaración de Johannesburgo y los pro-cesos de la Agenda Local 21 como el ins-trumento estratégico de gestión que nos permita la necesaria evolución desde la administración municipal al gobierno local.

Profundizaremos nuestra asociación y alianzas con los principales grupos de la sociedad, la comunidad organizada, el sector empresarial, de la educación y las ins-tituciones científicas y de investigación, los medios de información, las asociaciones de profesionales, las minorías étnicas, los demás

gobiernos locales, las entidades del gobier-no nacional y tantos otros. Todos ellos serán considerados en nuestra toma de decisio-nes con la finalidad de sumar esfuerzos para lograr más rápidamente la sustentabilidad.

9. Reestructuraremos la administración local para promover el desarrollo sustentable. Nos comprometemos a ajustar nues-

tras estructuras de administración y a inte-grar formas participativas de gestión que respondan a un enfoque integrado de la sustentabilidad, superando así la compar-timentación en la formulación de políticas y la ejecución de programas y proyectos. Vamos a revisar los instrumentos de pla-nificación y gestión que utilizamos para crear un marco coherente para la acción integrada de los recursos financieros, hu-manos y naturales, que faciliten las inver-siones y las actividades de promoción del desarrollo sustentable local por medio de su aprovechamiento eficiente.

10. Invertiremos en líderes locales y en la comunidad. Debemos crear programas especiales

para apoyar la formación de dirigentes y facilitadores locales que reconozcan y pro-muevan el desarrollo sustentable. Vamos a destinar recursos para que mujeres y hom-bres, sin distinción de edades o etnias se cualifiquen y puedan participar con propie-dad y confianza en los procesos de AL21 que promovemos, especialmente aquellos que reconocemos como los principales custodios del conocimiento local, de las estrategias para la sobrevivencia, de la bio-diversidad y de nuestra memoria cultural.

11. Fortaleceremos la participación ciudadana. Nos comprometemos a mantener

la información sobre nuestras decisiones, avances y dificultades en torno al desa-rrollo sustentable a disposición y alcance de nuestras comunidades. Vamos a per-feccionar nuestra toma de decisiones para que sea informada y considere una mayor cantidad de perspectivas y nos permita mejores instrumentos de coordinación.

Los gobiernos locales no somos los únicos llamados a decidir. Compartimos esta responsabilidad con actores políticos, económicos, ambientales y sociales sobre los que debemos incidir para concordar las acciones que le den viabilidad al desa-

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38Educación Ambiental

39Educación Ambiental

rrollo sustentable de nuestros territorios. Convocaremos a las diversas instancias que permitan la inclusión y participación de todos ellos en la preparación de deci-siones y en la construcción de una imagen de futuro que responda al bien común y a la felicidad de todos los habitantes de nuestras comunidades.

12. Utilizaremos instrumentos y herramientas eficaces. La sustentabilidad es un proceso crea-

tivo, en pos del equilibrio, que se extiende a todos los ámbitos de la toma de deci-siones. Recurriremos a una amplia gama de instrumentos para el levantamiento e interpretación de datos ambientales, sociales, económicos y financieros para facilitar la toma de decisiones, rendición de cuentas y fiscalización ciudadana.

Desde la planificación consideraremos el uso de instrumentos reglamentarios, económicos, de comunicación y participa-ción, tales como presupuesto participativo, ordenanzas, impuestos, exenciones y de-rechos acompañados de mecanismos de sensibilización. Expresamos nuestra mayor disposición para incorporar nuevas herra-mientas, especialmente aquellas aportadas por las experiencias desarrolladas en la Región que aceleren nuestro desarrollo hacia la sustentabilidad: autodiagnósticos y e-governance, entre otros.

13. Promoveremos y facilitaremos la cooperación entre las diferentes esferas de gobierno. Los gobiernos nacionales han recono-

cido la efectividad de las acciones locales.

Por ello nos asignan nuevas responsabilida-des en la prestación de servicios. El desafío ahora es contar con la transferencia de recursos técnicos y económicos, básicos para cumplir adecuadamente las nuevas funciones. Por lo que demandamos se nos reconozca la autoridad legislativa.

El desarrollo sustentable es respon-sabilidad de todas las esferas de gobier-no. Los gobiernos locales debemos ser incluidos en la planificación y ejecución de políticas nacionales de desarrollo sus-tentable. Para ello vamos a elaborar las propuestas necesarias. Nos compromete-mos, por ende, a coordinar acciones con otras esferas de gobierno. En este sentido apoyaremos decididamente los procesos de descentralización y fortalecimiento de los gobiernos locales.

14. Promoveremos campañas nacionales para la Agenda Local 21. La experiencia de la última década

indica que hay mayores impactos cuando los gobiernos locales de un país trabajan juntos por un objetivo compartido. Es por ello que nos comprometemos a promover la formulación de campañas nacionales de Agenda Local 21 que impulsen el asocia-tivismo municipal, faciliten el intercambio de información y experiencias entre los gobiernos locales, retroalimentando la for-mulación de políticas nacionales enfocadas al fortalecimiento de los procesos de des-centralización y de desarrollo sustentable.

15. Evaluaremos los impactos de nuestros compromisos. Los gobiernos locales de América

Latina y El Caribe que adoptamos la Carta de Ñuñoa nos comprometemos a evaluar los avances y los impactos acumulativos de las tareas y actividades desplegados en nuestros países y en la Región. Desarrolla-remos para ello un sistema de monitoreo e indicadores que nos permitan evaluar permanentemente nuestros esfuerzos por avanzar hacia el desarrollo sustentable. Esta información será puesta a disposición de la comunidad sin restricciones.

III. APOYO Y RECURSOS.-

16. Conformar y fortalecer una instancia de apoyo. Los gobiernos locales latinoameri-

canos reconocemos la importancia de mantener activo el proceso que iniciamos en Ñuñoa, Chile, y la necesidad de contar con la instancia técnica necesaria para que fomente el intercambio de experiencias, la información en temas de desarrollo sustentable y que nos respalde interna-cionalmente.

Asimismo, destacamos la importan-cia de monitorear e informar sobre los avances conseguidos localmente, con la finalidad de motivar a otros a que sigan nuestras propuestas y retroalimenten la formulación de políticas que incentiven impactos positivos y acumulativos en favor del desarrollo sustentable.

Por ello, nos sumamos a la Campaña Internacional de Agenda Local 21 promo-vida por ICLEI. Declaramos nuestro apoyo y voluntad para que coordine junto con otras entidades e iniciativas en la Región las sinergias y programas exitosos, evitan-do así la duplicación de esfuerzos. En este sentido, cooperaremos con la Red Intera-mericana de Alto Nivel sobre Descentra-lización, Gobernabilidad y Participación Ciudadana (RIAD) de la OEA, pues al ser un organismo de coordinación en políticas de descentralización, apoyará de manera proactiva la implementación de los com-promisos contenidos en esta Carta.

17. Dotar de los recursos suficientes. Los gobiernos locales de América

Latina consideramos que para llevar ade-lante programas de apoyo al desarrollo sustentable local son necesarios fondos adicionales, para lo cual debemos movilizar recursos nacionales e internacionales que nos permitan acelerar el cumplimiento de las acciones contenidas en esta Carta.

Pedro Sabat, alcalde de Ñuñoa y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, presentó diversos programas de desarrollo sustentable en concordancia con la Agenda 21.

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40 41Educación Ambientalopinión

n la actualidad, nadie podría discutir con buenos argumentos el papel que tiene la educación

en los procesos de desarrollo de la sociedad. Esto se expresa en la confi-guración de un proceso y un sistema educativo que contribuya a alcanzar las metas que se derivan del modelo de desarrollo que se ha adoptado. Igualmente, en la casi generalidad de los Estados se ha ido incorporando en forma cada vez más intensa la teoría y la práctica del Desarrollo Sustentable como una opción que supera las limita-ciones de los modelos económicos que han prevalecido hasta la fecha.

Consecuentemente con lo anterior, se han ido estructurando estrategias de acción en el ámbito de la educación y la formación ambiental, las que se sustentan en el reconocimiento del decisivo papel que le compete a la educación en la comprensión, prevención y solución de los problemas del medio ambiente humano.

Este papel que se le asigna a la educación tiene su ori-gen en la cantidad cada vez más abrumadora de evidencias acerca de los impactos negativos que tienen las actividades humanas sobre el medio ambiente. Todos los países son afec-tados por esta situación. En los países en vías de desarrollo, las causas se asocian principalmente con las condiciones de pobreza que caracterizan sus economías. En cambio, en las naciones industrializadas, el origen del problema se vincula a los modelos de crecimiento predominantes que producen un rápido agotamiento de los recursos, así como a procesos cada vez más graves de contaminación.

Parece ser que la toma de conciencia y la percepción de los efectos de la situación que se describe han induci-do a los sistemas sociales a buscar la forma de estructu-rarse y funcionar de acuerdo a pautas que respondan a la necesidad de armonizar las demandas de crecimiento económico con un adecuado manejo de las problemáti-cas ambientales en los distintos ámbitos geográficos de ocurrencia. Pero no sólo esta armonización se requiere, sino que, además, las demandas de crecimiento económi-co deben ser satisfechas en un contexto de equidad indi-vidual y social para la generación actual y para las futuras generaciones. El Desarrollo Sustentable es la opción que mejor cumple con las condiciones descritas.

Para que esta concepción de desarrollo sustentable sea posible, la educación debe incorporar en sus fines formativos aquello que contribuyan al logro de sus metas.

Esto, sobre la base de la idea que la educación no sólo resulta condicionada por el desarrollo, sino que ella puede y debe influir en su conceptualidad y objetivos.

Desde la perspectiva de la rela-ción entre la educación y el desarrollo sustentable, el papel de la educación es decisivo y lo asume en plenitud en la medida que incorpore la dimensión ambiental en las políticas, los obje-tivos educacionales y las estrategias metodológicas, tanto en el nivel de la educación formal como no formal. De esta manera será posible ir generando una cultura ambiental en la que se sus-tenten las acciones y comportamientos en favor del medio ambiente humano. Este planteamiento representa en su esencia la idea de Educación Ambien-

tal, concebida como una forma de entender la educación más que de las relaciones instructivas o de la organización curricular para lograr unos determinados aprendizajes.

Una acción educativa coherente con la concepción o ideología implícita en la Educación Ambiental debería responder a las siguientes características:

a) Que permita una vinculación en la acción del o de la que aprende con su realidad ambiental.

b) Que promueva aprendizajes significativos, a través de un estudio interdisciplinario del medio am-biente humano.

c) Que facilite una positiva relación afectiva entre el o la que aprende y su entorno natural y sociocultural.

d) Que despierte actitudes positivas hacia el co-nocer o el aprender.

e) Que favorezca el desarrollo de valores, como la fraternidad y solidaridad con la generaciones presen-tes y futuras.

f) Que estimule y disponga a las personas hacia el trabajo por la prevención y reparación del medio ambiente humano.

Estas características se expresan claramente en la filosofía y ámbitos operativos (Pedagógico, Gestión y Re-laciones con el entorno) del Sistema Nacional de Certifi-cación Ambiental de Establecimientos Educacionales. Por esta razón, pensamos que esta propuesta conjunta de la CONAMA, MINEDUC, UNESCO, CONAF, Consejo de Desarrollo Sustentable y Asociación de Municipalidades, constituye un claro y significativo impulso para la Educa-ción Ambiental en nuestro país.

Un Nuevo Impulson la actualidad, nadie podría discutir con buenos argumentos el papel que tiene la educación

en los procesos de desarrollo de la

E

PorGeraldo Brown G.

Departamento BiologíaUniversidad de La Serena

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40Educación Ambiental

41Educación Ambiental

quí los queremos plantar”, seña-ló la profesora María Antonieta

Silva, apuntando un patio desprovisto de cualquier tipo de vegetación por donde corren los alumnos en hora de recreo. Ella es la encargada de la academia ambiental de la Escuela República de Francia, de la localidad de Los Lirios, Requínoa, y quien hizo la solicitud al Convenio Ambiental para la donación de árboles nativos.

Los alumnos de este colegio munici-palizado de la Región del Libertador Ber-nardo O’Higgins son sólo algunos de los participantes del programa de forestación comunitaria que mantiene el Convenio Ambiental suscrito entre CONAF y CO-DELCO-Chile División El Teniente, acuer-do que durante sus 20 años de existencia ha permitido reforestar áreas degradadas.

Claudio Lobos, administrador del Convenio Ambiental, contó que la cuan-tiosa recepción de solicitudes de donación de árboles obligó a planificar la entrega. Así nació el programa de forestación comunitaria, en el cual pueden participar municipalidades, juntas de vecinos, or-ganizaciones sociales y establecimientos educacionales de la VI Región.

En el año 2002 se donaron cerca de 10 mil plantas a diversas agrupaciones sociales, cifra que disminuyó el 2003 pro-ducto de la implementación de una nueva estrategia. Según explicó Jaime Videla,

jefe del programa Convenio Ambiental, “durante el seguimiento realizado a las plantaciones nos dimos cuenta de que muchas no habían prosperado porque el tamaño de los ejemplares era muy peque-ño”. Los ejemplares medían entre 50 y 60 centímetros, por lo que al ser plantadas en plazas o sitios muy abiertos eran fácilmen-te destruidas, generando mucha desilusión en las personas.

Debido a ello, se decidió entonces que durante el 2003 se dirigiera la dona-ción de árboles hacia recintos cerrados y protegidos, a fin de dejar en el vivero de la Hacienda Cauquenes -lugar de produc-ción de las plantas del Convenio- un nú-mero importante de especies en crianza a la espera de un mayor tamaño (más de un metro) y -por consiguiente- de una mayor probabilidad de sobrevida.

Dentro de esta política, los estable-cimientos educacionales y los jardines infantiles han tenido la prioridad en las donaciones.

SEMBRAR FUTURO

El Convenio Ambiental, que ya lleva dos décadas de ejecución, está orientado hacia la protección del medio ambiente. Sin embargo, existe conciencia de que esta iniciativa puede resultar infructuosa si la co-munidad en general no se une en torno a esta idea de proteger. Por eso que el tema de la educación ambiental adquiere una fuerza insospechada para cumplir los objeti-vos de conservación de la naturaleza.

En el esquema de la aplicación del programa, los más pequeños son los prin-cipales receptores de la acción, por lo que se produce para ellos material didáctico como videos, revistas y fichas educativas sobre especies nativas.

Este material se proporciona a cada alumno durante las charlas que se impar-ten en la Hacienda Cauquenes, exposicio-nes que son complementadas con visitas a las instalaciones del vivero forestal del Convenio, con la intención de que vean en

Invasión Verde

Apoyar programas de forestación y de conocimiento del bosque nativo,

pertenecientes a municipalidades, organizaciones vecinales y de colegios

de la VI Región, ha sido una de las prioridades del Convenio Ambiental

CONAF-El Teniente.

Por Carola Quesney F.Dirección de Comunicaciones

División El Teniente-CODELCO

El encargado del vivero Hacienda Cauquenes, Julio

Plaza, en la VI Región, muestra

a los menores las semillas de

Ciprés.

quí los queremos plantar”, seña-ló la profesora María Antonieta

Silva, apuntando un patio desprovisto de “A

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42Educación Ambiental

43Educación Ambiental

¿CÓMO PARTICIPAR EN EL PROGRAMA DE FORESTACIÓN

COMUNITARIA?

Las entidades deben enviar una carta de solicitud, adjuntado su proyecto y ex-plicando el motivo por el cual requieren las plantas, además de especificar el lugar donde se realizará la plantación, quiénes la cuidarán y la cantidad de árboles. El Convenio Ambiental necesita, además, los antecedentes de un adulto responsable del proyecto que, en el caso de los recintos es-tudiantiles, puede ser el director o el profe-sor encargado de la academia ambiental.

Al recibir el proyecto, los profesio-nales del Convenio Ambiental lo analizan y se contactan con los solicitantes para coordinar una visita al Vivero Hacienda Cauquenes, donde se les hace entrega de los árboles (si es que lo requieren) y dan las instrucciones para plantarlos y cuidarlos, mediante una charla multimedial. El traslado de las especies, la preparación del terreno, la plantación y el posterior cuidado recaen en los participantes del programa.

Con el fin de determinar si los árboles están bien cuidados o si requieren de más asesoría, el Convenio Ambiental exige un informe semestral a los participantes del programa, el cual debe adjuntar fotografías de la plantación para apreciar las condi-ciones en que se encuentra. Éste tiene que enviarse a la oficina del Convenio Ambien-tal, ubicada en Madrid 869, Rancagua.

“HEMOS CONTRIBUIDO A QUE RESPETEN LOS ÁRBOLES”

terreno cómo se desarrolla el proceso de producción de las plantas y cuáles son los cuidados que éstas requieren.

Uno de los establecimientos visitan-tes fue el Colegio Bellavista, de la localidad de Coya, cuya profesora encargada de la academia ambiental, Patricia Mella, resaltó la importancia de este tipo de iniciativas,

especialmente para escuelas de escasos recursos. Durante su recorrido, los niños, pertenecientes al segundo ciclo básico, pudieron contactarse con el personal del vivero, hacer preguntas y observar todo el proceso de producción de las especies, desde la recolección de semillas hasta el traslado a su destino de plantación.

Para quienes llevan trabajando en este proyecto diez, quince o más años, los cambios ocurridos son notables en ese medioambiente en que el Conve-nio Ambiental se desenvuelve.

La carretera por la que a diario su-ben y bajan miles de trabajadores para explotar la riqueza roja desde el vientre de la montaña ha visto aparecer en su vera y en su entorno miles de verdes guardianes del suelo, que con sus raí-ces dan protección y con su sombra y verdor entregan paz y belleza al viajero.

En alamedas, en manchones, en hileras o bosquetes, miles de árboles han ido cambiando el paisaje. Desde acogedores estacionamientos, hasta tupidos bosques y verdaderas cortinas de cubresuelos constituyen el testimo-nio físico de un duro trabajo en que el hombre del cobre está simbolizando un sentimiento nuevo de respeto por esa dadivosa naturaleza que nos ha dado tanto y que tan poco requiere para seguir siendo generosa.

Sin embargo, es de justicia reco-nocer que decisiones trascendentales han allanado el camino para el éxito de esta invasión verde. La construcción y puesta en operación de dos plantas de limpieza de gases significó que en los úl-timos dos años las nueve décimas par-tes de los gases sulfurosos fuesen cap-tados y convertidos en ácido sulfúrico, compuesto químico que anteriormente se producía en forma espontánea en la atmósfera, precipitándolo sobre el sue-lo y acidificándolo.

Gracias a estas innovaciones indus-triales, los trabajos de forestación y me-

joramiento ambiental han continuado ascendiendo hasta Caletones, Colón y Chapa Verde. En labores como éstas nunca se puede cantar victoria antes de tiempo, pero vamos avanzando un paso cada vez.

No se piense que los desvelos de este Convenio se reducen a las zonas cordilleranas. Con anterioridad, se cu-brió de verde la Hacienda Cauquenes y se forestó con miles de árboles la Hacienda Loncha, enclave del actual embalse de relaves de El Teniente, que con sus propias aguas permite el esta-blecimiento de grandes extensiones de bosques, impulsando a la vez la posi-bilidad de recuperar los palmares que antiguamente albergó el predio.

Pero, la verdad sea dicha, por mu-chos y muy positivos cambios que el ambiente haya experimentado, el más notable cambio está en las personas, especialmente en los trabajadores y en los niños que con tanto entusiasmo -los unos como los otros- compiten por ser los “padres de un árbol”.

Jactancioso sería pretender que esta positiva evolución es obra exclu-siva del Convenio. Pero no cabe duda alguna que ha contribuido significati-vamente a sacudir las conciencias y a sensibilizar a muchos hombres que hoy manifiestan un increíble respe-to por los árboles. Los niños hacen pensar que la semilla ha germinado y que ellos serán la garantía de que en el futuro todo proceso productivo se desarrolle de manera sustentable. Es decir, sin sacar más de lo que natura nos puede dar.

Con el fin de dar un paso más hacia el acercamiento con la comunidad y satisfa-cer sus necesidades de información, próxi-mamente el Convenio se incorporará a la red de internet con su propio sitio web. De esta forma, el Convenio no sólo está siendo testigo, sino también protagonista de un cambio de mentalidad.

Por Claudio LobosIngeniero Forestal

Encargado del Convenio CONAF-CODELCO El Teniente

Visita al vivero Hacienda Cauquenes

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42Educación Ambiental

43Educación Ambiental

El Teniente, a través de la Dirección de Comunicaciones y el Convenio Ambiental CONAF-CODELCO, y en el marco de su política CODELCO Buen Vecino, está apoyando un Programa de Compromiso con el Bosque Nativo entre los niños y ni-ñas de los 12 jardines infantiles de Ranca-gua, Rengo, San Fernando y Nancagua, que pertenecen a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, VI Región

La forma en que se materializa este acuerdo es mediante visitas de los niños y niñas al vivero de Hacienda Cauquenes del Convenio Ambiental, la entrega de ár-boles, elaboración de material pedagógico adecuado al nivel pre-básico y seguimiento técnico y pedagógico de toda la actividad.

La idea es que los párvulos, por medio de su propia experiencia, se comprometan

Un interesante trabajo se ha realizado para preservar el patrimonio forestal de la VI Región, siendo uno de los objetivos del Convenio forestar con especies nativas.

Las especies nativas, integrantes del bosque esclerófilo, son en general muy poco conocidas en cuanto a su reproduc-ción y manejo, principalmente porque su valor comercial no las hace interesantes para la silvicultura. Por esta razón, su intro-ducción en los diferentes sectores fores-tados requirió de ensayos y experiencias previas. Pero ya se está en otra etapa: la de forestar terrenos con esos individuos. De esta manera, se han plantado quilla-yes, peumos, boldos, espinos, entre otros árboles, haciendo posible caminar hacia la conservación de la biodiversidad de las especies.

Un punto destacable es el trabajo realizado para la recuperación de la Palma Chilena, particularmente en la Hacienda Loncha. Hasta el momento se han sem-brado y plantado más de mil hectáreas de esta especie vulnerable, cuyos ejemplares crecen con éxito, aunque lentamente, como es su característica, ya que demora entre 20 y 30 años en llegar a la edad adul-ta. Además, en el vivero de la Hacienda se están realizando ensayos para hacer más eficiente su germinación.

Fueron hombres visionarios los que en 1983 firmaron el primer convenio de forestación, protección y mejoramiento ambiental entre estas dos instituciones señeras en la VI Región, CONAF y CO-DELCO-Chile División El Teniente, antici-pándose en casi una década a la creciente preocupación de nuestra sociedad por preservar los recursos naturales.

Con el objetivo de proteger la Ca-rretera El Cobre, que es la que lleva a los trabajadores hasta las instalaciones donde se efectúan las labores mineras, así como hacer más agradable el entorno de la misma, los primeros esfuerzos de este Convenio, hace ya dos décadas, se orien-taron a restituir la cubierta vegetal en los

Conocer en terreno el proceso de producción de las especies forestales es una experiencia que cautiva a los niños.

EL COMPROMISO DE LOS PÁRVULOS

con el cuidado de la naturaleza. Hasta el momento, se ha repartido cerca de 700 plantas entre los menores. Según explicó Tatiana Lazcano, ecóloga paisajista del Con-venio Ambiental, encargada de concretar este programa, “cada niño se hace cargo de un pequeño árbol. Así lo cuida, lo riega y descubre cómo va cambiando y creciendo con el tiempo. Finalmente, el próximo año será el mismo niño quien lo plante en un lugar aledaño al jardín infantil”.

Destacó, además, que durante ese período desarrollarán actividades pe-dagógicas en torno a su árbol, como ir pintándolo o describiendo sus cambios. Con esto se pretende que cada párvulo se acerque a la naturaleza y aprenda de manera práctica cómo puede cuidar el medio ambiente.

A PRESERVAR EL BOSQUE NATIVO

20 AÑOS CUIDANDO EL AMBIENTE

diferentes taludes (plano en inclinación originado artificialmente al remover capas de suelo) del camino y a crear pequeños bosquetes que, además de estabilizar los suelos, son hoy agradables estacionamien-tos para capear el calor.

En el Convenio labora un equipo de cerca de 60 personas, entre profesionales, técnicos y trabajadores, que han conseguido forestar una superficie cercana a las 2.700 hectáreas con la plantación de más de 2 mi-llones de árboles, principalmente nativos.

Los lugares en los que actualmente trabaja el Convenio son: entorno de la Ca-rretera El Cobre, Hacienda Cauquenes y Hacienda Loncha. Todos ellos son asistidos con labores de plantación, riego, manejo

fitosanitario y prevención de incendios, como también con la realización de obras de ingeniería destinadas a prevenir el es-currimiento de material y agua en suelos desestabilizados por las faenas propias de la labor minera.

Junto con innovar técnicas y selección de especies, el Convenio ha contribuido al cuidado de especies nativas, como la palma chilena, y a la investigación sobre tratamien-to y recuperación de suelos degradados.

Así, es posible apreciar que donde había erosión, ahora hay quillayes, peumos, maitenes, aromos y robinias que colorean el paisaje, plasmando el compromiso que exis-te entre estas dos entidades por hacer real el concepto de desarrollo sustentable.

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44Educación Ambiental

45Educación Ambiental

urante el año 2002 la Corpora-ción Nacional Forestal, IV Región

de Coquimbo, elaboró y desarrolló dos proyectos en la temática ambiental, ejecu-tados directamente por el Departamento Forestal Regional: uno, cuyo objetivo ge-neral fue “promover los beneficios de los ecosistemas forestales y el manejo forestal sustentable”; y dos, en Convenio CONAF-INDAP/PRODECOP, con el propósito de “fortalecer los conocimientos, valores y actitudes coherentes con la protección ambiental adquiridos mediante experien-cias vivenciales en el ambiente natural, in-centivando a la comunidad rural a trabajar en el reconocimiento de los problemas ambientales en su entorno para dar solu-ciones apropiadas y concretas, procurando con ello revertir el proceso de desertifica-ción que afecta a la región, dar una mayor protección a los recursos en peligro y, por ende, otorgar una mejor calidad de vida”.

PROYECTO UNO

El proyecto de Difusión, Capacitación y Educación Ambiental constó de dos etapas. En la primera fase éste estuvo orientado a un público conformado por los supervisores y coordinadores de mi-crocentros de profesores del Ministerio de Educación, en las tres provincias; más los miembros del Consejo Regional (CORE) y los Jefes de Departamento de Desarrollo Rural (DDR) de las 15 municipalidades de la región. La segunda etapa consideró la realización de 18 charlas a nivel regional.

Los objetivos específicos se concen-traron en:

• Difundir el accionar de CONAF en los ámbitos Nacional y Regional.

• Entregar nociones básicas de la Le-gislación Forestal y Ambiental vigentes.

• Difundir y capacitar respecto de las diferentes acciones realizadas por el De-partamento Forestal en la IV Región.

• Mostrar in situ las principales ac-ciones del Departamento Forestal de la Región de Coquimbo.

• Entregar las herramientas básicas para la identificación de sectores/áreas susceptibles de intervención con medidas mitigadoras del deterioro ambiental.

Cabe señalar que las actividades con el Ministerio de Educación se ejecutaron en las tres provincias de la Región de Co-quimbo. Sin embargo, sólo se detallará lo realizado en la Provincia de Elqui.

Antes de ejecutar la actividad se con-cretaron reuniones con los diferentes Jefes Provinciales de Educación para determinar la asistencia, fecha, hora y el lugar. Posterior-mente, se hizo llegar la invitación a los nomi-nados con el programa correspondiente.

La charla partió con una presentación sobre la CONAF, su misión y tareas estra-tégicas, para luego derivar en el tema de la

legislación forestal vigente, además de tra-tar, brevemente, las Unidades de Gestión Patrimonio Silvestre y Manejo del Fuego.

Luego, se dieron a conocer las accio-nes del Departamento Forestal en la IV Región y, particularmente, en la Provincia de Elqui. Esta presentación estuvo dividida en dos secciones: la Desertificación y la Forestación, incluyendo por cierto Con-servación de Suelo y Agua.

Para concluir el encuentro matinal se informó acerca de lo realizado en los últimos años respecto a la Educación y Capacitación Ambiental. Esta exposición incluyó la Política Ambiental del Estado, la Ley de Bases Gene-rales del Medio Ambiente y su reglamenta-ción asociada, la Política Nacional de Educa-ción Ambiental de CONAF y los Proyectos CONAF-PRODECOP en la temática.

Al terminar la parte teórica se desa-rrolló una dinámica de grupo al aire libre y un mini-taller grupal, cuyo resultado fue el siguiente: los grupos de trabajo concorda-ron, en sus respuestas, que era primordial implementar un programa de educación y capacitación ambiental para ser aplicado

durante el año escolar.Los participantes señala-

ron también, que este progra-ma debe ejecutarse en todos los niveles de la educación (básica, media y universitaria) y como complemento realizar curso-taller a profesionales de las diferentes áreas.

Por una Educación Ambiental IntegralPara entregar los conocimientos necesarios y las herramientas adecuadas, la Corporación Nacional Forestal desarrolla en la IV Región de Coquimbo programas tendientes a contrarrestar la desertificación.

Por Ivette Rivera B.Encargada Regional de Capacitación y Educación AmbientalCONAF IV Región

Los profesores recurren a distintas metodologías ilustrativas para transmitir contenidos pedagógicos.

urante el año 2002 la Corpora-ción Nacional Forestal, IV Región

de Coquimbo, elaboró y desarrolló dos E

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44Educación Ambiental

45Educación Ambiental

En el contexto de la misión y objetivos estratégicos de la Corporación Nacional Forestal, la institución debe difundir y com-partir su quehacer tanto con las autorida-des como con la comunidad en general. Por ello se invitó a diversos personeros e instancias que tienen responsabilidad en la toma de decisiones y planificación. En esta oportunidad, la reunión tuvo lugar en la sede de la Comunidad de Alcones, ubicada en Alcones Bajos.

Después de la charla, se continuó con una visita a las localidades de Los Pozos, Las Damas, Los Trigos y Cerro Blanco, mostrando los trabajos realizados en los últimos años en función de recuperar los suelos de la Provincia de Limarí.

El punto final del encuentro fue en la Comuna de Punitaqui, en la Comunidad Agrícola La Rinconada de Punitaqui, en el predio de Segundo Dubó, el cual cuenta con un Huerto Agroforestal que fue reco-rrido por todos los asistentes.

Los alumnos de la escuela El Toro ofre-cieron, posteriormente, una presentación teatral y explicaron un cuento por medio de láminas. Ambas metodologías fueron enseñadas por el Proyecto de Educación y Capacitación Ambiental (CONAF-PRO-DECOP). Las temáticas mostradas forma-ron parte de la evaluación expositiva del proyecto 2001.

Una consecuencia positiva de la difu-sión hacia el CORE fue que dicha instancia propusiera la formulación por parte de CONAF de un Fondo Rotatorio de Fores-tación y Recuperación de Suelo con cargo al FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional).

Finalmente, se invitó a los Jefes de Departamento de Desarrollo Rural para

dos días de actividades. La jornada inicial correspondió a trabajo en terreno en dos grupos: uno salió desde la Oficina Regional (La Serena) para juntarse con los de la Provincia de Limarí en la Comunidad Agrí-cola Espinal de Chalinga y así continuar el programa, en forma conjunta, hasta llegar a la Reserva Nacional Las Chinchillas, en Choapa; el otro grupo partió desde las ofi-cinas de CONAF en Illapel, desarrollando las actividades consideradas para finalizar en la Reserva Nacional Las Chinchillas.

En el segundo día del programa se realizó la exposición acerca del accionar de CONAF, charla caracterizada por su dinamismo dado que los participantes ya habían conocido en terreno los trabajos expuestos. Luego, los alumnos de la escue-la de Agua Fría Alta, Comuna de Canela, participaron con una presentación en los temas ambientales que fueron parte de la evaluación expositiva del proyecto de educación y capacitación CONAF-PRO-DECOP 2001.

Por la tarde se concretó un taller de trabajo y mesa redonda para aclarar dudas y recoger inquietudes.

PROYECTO DOS

Los proyectos de educación y capa-citación ambiental, ejecutados bajo Con-venios con INDAP, fueron denominados de diferentes maneras según el grado de aprendizaje del público objetivo. El corres-pondiente al año 2002 se llamó: “Traba-jando por la valoración y recuperación de nuestros ecosistemas naturales”.

El público objetivo, para este proyecto, se centró fundamentalmente en los estu-diantes y comunidad adulta de las zonas rurales de la IV Región de Coquimbo. Cada año son seleccionadas las localida-des en las cuales se ejecutan trabajos de forestación, construcción de obras de con-servación para los recursos naturales suelo y agua, manejo de vegetación y huertos agroforestales, incluidos en los Convenios con INDAP.

Esto ha permitido potenciar el accio-nar en las diferentes localidades en función de crear, o reforzar, la conciencia ambiental en pro de la conservación y buen manejo de los recursos naturales existentes, ade-más de procurar revertir el proceso de desertificación que afecta a la Región.

En cuanto a las metodologías, éstas

Trabajo de campo para relacionar al estudiante con los recursos naturales.

son variadas y se ajustan a las condiciones de infraestructura y público objetivo (re-ceptores).

Para el segmento escolar, se basa en material audiovisual, salidas a terreno, ro-tafolios, papelógrafos, franelógrafos, títeres, láminas ilustrativas, trabajos manuales y literarios y guías de excursión, entre otras.

Mayoritariamente se desarrollan acti-vidades interdisciplinarias que relacionan al ser humano con su entorno, de manera que los educandos adquieran los conoci-mientos básicos para su interacción con el medio ambiente natural y tomen concien-cia de su importancia.

Una de las evaluaciones del programa corresponde a las disertaciones de los niños sobre medio ambiente.

Durante ese año, el número de esta-blecimientos beneficiados con el proyecto ambiental alcanzó a los 21, con una par-ticipación directa de 452 alumnos y 29 profesores. La unidades de aprendizaje correspondieron a los recursos naturales: origen, causas y efectos del proceso de erosión y del fenómeno de la desertifica-ción; la contaminación ambiental y cadena alimenticia, entre otros temas afines y que están vinculados con las problemáticas am-bientales locales.

El proyecto también contempló la capacitación a la comunidad adulta, con la utilización de las fichas de terreno, rotafo-lios y presentación en power point. Estas se realizan antes, durante y después de ejecutar los trabajos en terreno.

A medida que todas las instituciones, tanto públicas como privadas, participen activamente en la capacitación y educación ambiental, ya sea en lo formal o informal, estaremos colaborando para que las futu-ras generaciones convivan armónicamente con su entorno natural.

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46Educación Ambiental

47Educación Ambiental

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46Educación Ambiental

47Educación Ambientalopinión

esde que se plantea como uno de los objetivos transversales, la Educación

Ambiental es un tema que nos compete a todos los chilenos. De alguna manera dejó de ser patri-monio de grupos ecologistas, sin desconocer el papel del activis-mo y sus denuncias por producir cambios significativos en el país. Al contrario, tengo la convicción de que todos los actores involucrados en la defensa del medioambiente somos absolutamente necesarios y nuestras visiones y estrategias cumplen roles complementarios.

Sin embargo, cuando se plantea la necesidad de educar a nuestros niños en el cuidado del medioambiente, creemos que el abordaje debe ser muy cuidadoso. Por varias razones. Primero, porque la discusión ambiental está cargada de un fuerte componente emocional que parece dañino para los pequeños que, además, no merecen cargar las culpas de los daños provocados por las generaciones anteriores. También, porque para que sea exitosa debe involucrar a todos los niños del país, como política pública, y para esto necesita de una visión de nación, integradora de todos los chilenos.

En la discusión en torno al bosque nativo, por ejemplo, es necesario asumir como legítimas las diferentes visiones: conservar ciertas áreas prístinas restringiendo el acceso humano, excepto para fines de investigación, preservarlo y utilizarlo sólo con fines turísticos y recreacionales, explotarlo sustentable-mente manteniendo la diversidad de especies, entre muchas otras.

Estas alternativas no tendrían que angustiar a los niños más pequeños, sino presentarlas como opciones posibles y frente a las cuales ellos tienen áreas de incidencia. Los de cursos mayores deberían plantearse las interrogantes e irlas asumiendo de acuerdo a su propia individualidad. En la etapa adulta, cada gene-ración tendría que asumir su responsabilidad sobre las consecuencias de sus opciones.

Pensando en responder a la pregunta de fon-do, reunimos hace un par de años a los principales

PorXimena Abogabir S.Presidenta Fundación

Casa de la Paz

Compromiso de Todos

esde que se plantea como uno de los objetivos transversales, la Educación

D actores en torno a la Educación Ambiental de todas las visiones: representantes de diversas reparti-ciones, como MINEDUC, Fundación Chile, Instituto Libertad y Desarrollo, CODEFF, Corporación Natura, Cen-tro de Estudios Agrarios y Ambienta-les, Acción Ciudadana por el Medio Ambiente, Fondo de las Américas, Bosqueduca, CONAMA, Fundación Avina, Instituto de Estudios Interna-cionales de la Universidad de Chile y Casa de la Paz, entre otras.

La discusión fue larga y se planteó como una conversación sincera y amena que permitió identificar las distintas posturas en el tema ambiental. Luego de un proceso que tomó tres meses, se lo-gró determinar los puntos comunes:

todos estaban de acuerdo en que es necesario cuidar el entorno inculcando a nuestros niños valores como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad y el huma-nismo. También existió acuerdo sobre el impacto de las acciones humanas sobre el medioambiente y que si se daña el medioambiente se afectan, asimismo, las posibilidades de subsistencia de los seres humanos actuales y futuros.

Además, hubo consenso en que la Educación Ambiental debe apuntar a experiencias significati-vas y concretas que permitan alcanzar los compor-tamientos individuales y colectivos que requiere el desarrollo sustentable de Chile. Nada se compara a la experiencia sublime de estar en un bosque nati-vo: caminarlo, respirar, oir la multiplicidad de ruidos de sus hojas, aves y pequeños animalitos que en él habitan.

Afortunadamente, hoy existe gran cantidad de material educativo a disposición de los educadores y monitores para apoyar la educación formal e informal. Los sitios Ecoeduca.cl y Educambiente.cl son sólo una muestra.

Esta nueva revista se levanta como un importan-te aporte en la promoción de la Educación Ambiental, así como en la entrega de información y en la difusión de los nuevos materiales que las entidades especiali-zadas van desarrollando.

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48 49Educación Ambiental

atinoamérica, así como gran parte del mundo, presenta actualmente

graves problemas ambientales. Todos están estrechamente relacionados, en un mundo natural, económico y cultural-mente globalizado. Su estudio y análisis con profundidad -a través de la investi-gación- son fundamentales para generar conocimientos, crear conciencia, superar-los y contribuir a que las inversiones eco-nómicas y las decisiones políticas se hagan con sólidos fundamentos científicos y con perspectiva sustentable. Hoy lo ambiental no es algo “agregado” o extra de una toma de decisiones económica o política. Tampoco debe ser considerado como una mera consecuencia de presiones externas o internacionales. Lo ambiental es parte consustancial de toda decisión que afecte o altere el medio natural y social. Lo am-biental es requisito esencial de la susten-

tación de nuestros deteriorados recursos naturales y humanos a escala planetaria.

La literatura especializada sobre me-dio ambiente analiza en forma dramática el curso y estilo de desarrollo que ha segui-do la humanidad, especialmente durante la segunda mitad del siglo XX. En efecto, los graves problemas ambientales que afectan al mundo son identificados o definidos como “crisis ambiental”, “crisis de creci-miento”, “crisis de civilización”, “crisis de estilo de vida”, etc. (Informe Brundtland, 1987; Daly, 1989; Goodland, Daly, El Serafy y von Droste, 1997; Leff 1998; Rifkin, 1990; Ballesteros y Pérez, 1997; Jiménez, 2000; Sempere y Riechmann, 2000).

El cambio global no es una mera especulación o hipótesis de trabajo, sino que empieza a transformarse en realidad, dejando profundas huellas, destruyendo y cobrando vidas en todos los continentes. En este sentido, puede sostenerse que los problemas ambientales se han transforma-do en los más graves y urgentes que afec-

tan al planeta, a las sociedades y a las per-sonas. Según el Informe sobre Desarrollo Humano 1998 del PNUD (Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo), la crisis se manifiesta en el hecho de que “el consumo en constante expansión somete a tensión el medio ambiente, con emisio-nes y derroches que contaminan la tierra y destruyen los ecosistemas, y con agota-miento y degradación en aumento de re-cursos renovables que van en desmedro del medio de vida” (PNUD, 1998: 2).

Por lo mismo que el estudio de los problemas ambientales, su entrada a la es-cuela y a la conciencia de los niños y jóve-nes, no constituye un mero ejercicio aca-démico, una asignatura más o un proyecto de renovación pedagógica. Representa mucho más que todo eso. Constituye un imperativo ético, filosófico y pedagógico para contribuir a superar los problemas ambientales que afectan al planeta, que da sustento a la vida humana.

Los problemas ambientales se pueden

Formación Ambiental Interdisciplinaria

Esta es una nueva oportunidad del conocimiento y

desarrollo humano para superar los conflictos generados a partir de

la relación del hombre con el mundo natural y

social.

Por Jorge Rojas H.1

Gunhild Hansen R.2

1 Dr. en Sociología Universidad de Hannover, Alemania. Profesor del Departamento de Sociología y Subdirector de Formación e Investigación del Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile, Universidad de Concepción, Chile.

2 Lic. en Germanística, Economía y Pedagogía, Universidad de Hannover, Alemania. Actualmente, Asesora Principal GTZ (Agencia de Cooperación Alemana) Proyecto INET - GTZ “Transformación de la Formación Técnico Profesional”, República Argentina y Proyecto MINEDUC - GTZ / Formación de Formadores, Chile.

Concepción ya muestra signos evidentes de la contaminación ambiental.

atinoamérica, así como gran parte del mundo, presenta actualmente

graves problemas ambientales. Todos L

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48Educación Ambiental

49Educación Ambiental

definir como “determinado tipo de inte-racciones existentes entre las poblaciones humanas y el sistema biofísico de referen-cia, que interrumpen o alteran procesos de flujo de materia y energía o alteran la disposición funcional de los elementos en un sistema complejo, generando cambios impredecibles que muchas veces implican la transformación total del mismo. Estos problemas se expresan estructuralmente y en varias dimensiones, poniendo en peli-gro la supervivencia de la población huma-na y de la biosfera, parcial o totalmente” (González, 1999: 42).

LA NECESIDAD DE RENOVARLOS PROYECTOS EDUCACIONALES

La educación tradi-cional entrega productos hechos y parciales, sepa-rados, desconectados sin integrar conocimientos. Tradicionalmente se ha entendido por educación la acumulación y apren-dizaje memorizado de enormes cantidades de información. Las univer-sidades no constituyen una excepción a esta forma “industrializada” de formar a los jóvenes profesionales. La división infinita de la realidad en múltiples pequeñas realidades ha terminado por segmentar excesiva-mente la visión científica y el conocimiento de los objetos de estudio, errando en muchos ca-sos los diagnósticos de los problemas. Las sociedades funcionan como los sistemas naturales: como todos articulados, don-de el cambio o alteración de una parte afecta al todo, donde la parte no puede explicarse sin el todo y el todo se debe a la interacción e interdependencia de sus partes. De allí la necesidad del holismo para aproximarse científicamente a la realidad, lo que a su vez sólo es posible materializar en la interdisciplinariedad, ca-paz de integrar diferentes conocimientos y visiones científicas. La forma fraccionada

de pensar ha tenido consecuencias nega-tivas para la preservación y reproducción sustentable de los recursos naturales y para el desarrollo de las sociedades. Se ha traducido en pérdida de biodiversi-dad y de diversidad cultural, ambas base fundamental del sostenimiento de la vida natural y humana.

El filósofo francés Edgar Morin sos-tiene, acertadamente, que “en la escuela hemos aprendido a pensar separando. Aprendimos a separar las materias: la historia, la geografía, la física, etc.” (Morin, 2002). Podríamos seguir : la biología, la quí-mica, la sociología, la política, la economía, la sicología, la antropología, la matemática, en fin; la racionalidad científica imperante en la época moderna atomizó el conocimiento,

dividiéndolo en múltiples monodisciplinas, cada una separada e incluso concurrente de las otras. Aprendimos a pensar sepa-rando con el propósito de simplificar el mundo, de facilitarnos su conocimiento y comprensión. Nuestro apuro por moder-nizarnos aceleró la aceptación de la racio-nalidad científica de corte reduccionista. Por su parte, la simplificación de la realidad facilitó la instrumentalización de los recur-sos disponibles, pasando por encima de sus propias leyes de reproducción. El pensar separando se tradujo en la hiperespeciali-

zación y tecnificación del conocimiento, lo que alejó al individuo del centro estructu-rante de la vida natural y social.

Las disciplinas científicas y la técnica se dedicaron a comprender las partes, olvidándose del todo. Algunas estudiaron los sistemas naturales separados de la vida humana. Otras, las ciencias sociales, estu-diaron al individuo o los sistemas sociales separados de su entorno natural. Otras estudiaron la psique o las enfermedades, sin contextualización social. Más aún, tanto lo natural como lo social se separó, a su vez, en múltiples objetos singulares y di-versos de estudio.

En la concepción moderna de edu-cación, el papel del docente consiste en enseñar a aprender, en mostrar los caminos

del método científico que conducen el des-cubrimiento de nuevos hallazgos. Consiste en entregar los instru-mentos conceptuales, teorías y herramientas metodológicas adecua-das para aproximarse al conocimiento de los problemas y a la búsqueda de las solu-ciones más óptimas de los mismos. Consiste, en definitiva, en desa-rrollar progresivamente -según las capacidades y edades- en el niño, en el estudiante o futuro profesional compe-tencias o habilidades aptas para entender y resolver problemas vinculados al funciona-

miento de los sistemas económicos, socia-les, políticos, ecológicos, tecnológicos, pro-ductivos, territoriales y ambientales. Niños y jóvenes son considerados -en esta nueva concepción- sujetos creativos, capaces de desarrollar múltiples potenciales de inteli-gencia, conocimientos, emociones, comuni-caciones, energías y habilidades personales, imprescindibles para analizar y resolver problemas simples y complejos e integrarse activamente al mundo moderno.

Por otra parte, el diálogo, la interac-ción, la cooperación y el trabajo en equipo

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son componentes fundamentales de todo proceso de educación innovativo. El pro-ceso de formación debe ser concebido como diálogo, como comunicación entre actores activos, interesados personalmen-te en aprender, en avanzar en el conoci-miento científico. Ello implica fomentar las relaciones horizontales, superando toda forma de verticalismo y autoritarismo. Significa entender la educación como una cooperación entre sujetos soberanos, libres y responsables, para lo cual es nece-sario construir y fomentar la confianza en el otro, el diálogo y el respeto mutuo.

EPISTEMOLOGÍA AMBIENTALDE LA COMPLEJIDAD

La complejidad se refiere a la exis-tencia de entrelazamiento de acciones, interacciones, interdependencias, retro-acciones, difíciles de registrar, sistematizar y explicar desde la monodisciplina. La epistemología de la complejidad se ha transformado en una especie de nuevo paradigma del conocimiento. Estudiar y tratar de comprender los problemas en su complejidad significa intentar descifrar el rompecabezas del todo interdependiente e interrelacionado, ubicando a cada parte en un lugar del todo y al todo en las sin-gularidades de las partes. Esto significa, por ejemplo, entender cada una y todas las acciones del individuo en su inseparable relación con su entorno natural, ambiental y humano.

“La Tierra no es la suma de un planeta físico más la biosfera más la humanidad. La Tierra es una totalidad compleja física/biológica/antropológica, donde la vida es un emergente de la historia de la Tierra y el hombre, un emergente de la historia de la vida terrestre. La relación del hombre con la naturaleza no puede concebirse de modo reductor ni separadamente. La humanidad es una entidad planetaria y biosfera. El ser humano, a la vez natural y sobrenatural, debe ser ubicado en la naturaleza viviente y física, pero emerge y se distingue de ella por la cultura, el pen-samiento y la conciencia” (Morin y Kern, 1999: 188-89).

Las ciencias ambientales tratan pre-cisamente de reconstruir las relaciones complejas, para lo cual basa su método

científico en la interdisciplina. Desde la in-terdisciplina, el científico ambiental trata de acercar lógicas o racionalidades diferentes: la que rige los sistemas naturales, con las que mueven y organizan los sistemas so-ciales, económicos, políticos y culturales. Acercar racionalida-des, muchas veces contradictorias, para contribuir a solucio-nar crisis ecológicas, ambientales y socia-les manifiestas.

Un problema ambiental es una realidad compleja. Una ciudad, por ejemplo, constituye una realidad comple-ja: ubicada en un te-rritorio y compuesta por diferentes asentamientos, funciones y actividades humanas. A veces cerrar o blo-quear una calle provoca un desorden en el conjunto urbano. Un sistema natural o una cuenca también es una realidad compleja: cualquiera alteración parcial afecta al con-

junto. Un megaproyecto es complejo en la medida que afecta un conjunto de proble-mas naturales y humanos. Por lo mismo, un estudio de Impacto Ambiental también es complejo. El hambre y la marginalidad constituyen, asimismo, un problema com-

plejo que requiere de una respuesta integral. La actividad educativa es suma-mente compleja, por el hecho de situar en su centro a la persona humana, entrelazada en nu-merosos círculos y redes de relaciones naturales y sociales. Una clase, un grupo de alumnos en una sala de clases, es

una realidad compleja: reúne emociones, intereses diversos, opiniones, redes de relaciones, conflictos de poder, simpatías y antipatías, diferentes inteligencias, distintos ritmos de aprendizaje, diversos proyectos de vida. El viejo paradigma de la “simpli-

Las ciencias ambientales estudian el impacto de la

acción transformadora del hombre sobre los sistemas

naturales, uniendo las partes y reunificado o reconstruyendo el todo, integrando las diferentes visiones y enfoques, superando

el reduccionismo de la monodisciplina.

Salto del Laja, una de las bellezas naturales de Chile amenazadas.

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50Educación Ambiental

51Educación Ambiental

ficación” ya no nos ayuda a comprender esta realidad cada vez más compleja, rica y cambiante.

“Nuestros centros educativos fun-cionan con frecuencia como sistemas cerrados. Se autoabastecen. La cultura es contemplada, clasificada y evaluada, las más de las veces sin salir de sus paredes. En el aula se escuchan, según las horas, explica-ciones de botánica, geografía o literatura, sin que sus puertas se abran al exterior. Y aún más: ¡En cuántas ocasiones los temas tratados desde diferentes áreas no tienen ninguna relación entre sí y aparecen ante los estudiantes como “parcelas” aislados de un saber fragmentado!

“Y la vida está dentro y está fuera. La escuela tiene, por lo tanto, que desarrollar su propia dinámica interna en relación con el territorio que la circunda. Es más, las escuelas no pueden comportarse como “islas” en el espacio territorial, sino, muy por el contrario, deberían constituirse en verdaderos “nodos” dinamizadores de la realidad social y cultural del entorno. Es-cuela y territorio son dos realidades que deben realimentarse para cumplir sus fun-

ciones, intercambiando información, flujos de personas, propuestas que nacen en uno u otro ámbito” (Novo, 1998: 180-181).

María Novo, titular de la cátedra UNESCO de Educación Ambiental de España, define una serie de principios básicos que orientan la metodología de la educación ambiental:

1. La centralidad del sujeto que apren-de haciendo.

2. La comprensión del aprendizaje como proceso.

3. La capacidad de relacionar e integrar el conocimiento del todo y las partes.

4. Vincular el pensamiento global a la acción local.

5. Contextualizar la educación trans-formando la escuela en “laboratorio territorial”.

6. Basar la estrategia metodológica docente en la investigación-acción.

7. Orientar el proceso educativo hacia la resolución de problemas.

8. Favorecer el desarrollo de la crea-tividad.

9. Enseñar a decidir, elaborar alternati-vas y anticipar escenarios futuros.

10. Desarrollar modalidades diversas de representación de la realidad y concep-tos (Novo, 1998: 161-210).

La formación ambiental tiene como punto de partida la interrelación exis-tente entre la sociedad y la naturaleza. El desarrollo sustentable -paradigma de la formación ambiental- hace converger tres esferas diferentes: la económica, la social y la ambiental. Las ciencias ambientales estudian el impacto de la acción trans-formadora del hombre sobre los sistemas naturales, uniendo las partes y reunificado o reconstruyendo el todo, integrando las diferentes visiones y enfoques, superando el reduccionismo de la monodisciplina. Por ello, el estudio y comprensión de los problemas ambientales obliga a trabajar en equipos multi e interdisciplinarios. Implica, en el fondo, una ruptura episte-mológica con las formas tradicionales de aprendizaje: postula una nueva relación entre conocimiento generalista y espe-cialización disciplinaria. No rechaza la disciplina ni privilegia sólo el holismo, sino que supone el conocimiento disciplinario profundo y fomenta las interacciones transdisciplinarias. Además, exige una multiplicidad de escalas de abordaje de los problemas, debido a la diversidad de procesos que cubre en su análisis. Privile-gia el estudio de procesos, interacciones e integración de conocimientos científicos y tecnológicos y, lo que es muy importan-te, cambia el concepto de desarrollo y so-cialización y revoluciona los procesos de aprendizaje, reflexionando críticamente sobre las experiencias humanas realizadas por la comunidad en sus respectivos es-pacios territoriales, institucionales, sociales y culturales. Este nuevo concepto puede re-encantar los proyectos de reforma educacional.

DEFINICIONES Y ESFERASDE SUSTENTABILIDAD

La sustentabilidad no siempre resulta fácil de definir ni medir. Las diferentes acepciones encierran aspectos ambiva-lentes. En la vida pública cada vez más se habla de sostenibilidad o sustentabilidad. Se trata de un concepto casi de “moda”. Hoy no es posible hacer política, instalar empresas ni vender productos sin apelar a

Río Laja sufre el impacto de la acción transformadora del hombre.

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52Educación Ambiental

53Educación Ambiental

• Ballesteros, Jesús; Pérez, José. Sociedad y Medio Ambiente. Trotta. Madrid, 1997.

• Daly, Herman (comp.). Economía, Ecología, Ética. FCE. México, 1989.

• Goodland, Robert; Daly, Herman; El Serafy, Salah; von Droste, Bernd (editores). Desarrollo económico sosteni-ble. Ediciones Uniandes. Bogotá, 1997.

• González L. De G., Francisco. Ambiente y Desarrollo. Re-flexiones acerca de la relación entre los conceptos: ecosis-tema, cultura y desarrollo. Pontificia Universidad Javeriana, IDEADE. Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999.

• Guimaraes, Roberto. Contexto y prioridades de la coopera-ción internacional para el desarrollo sustentable en Améri-ca Latina. Revista Síntesis N° 20. Madrid, 1993.

• Jiménez Herrero, Luis. Desarrollo sostenible. Pirámide. Madrid, 2000.

• Leff, Enrique. Saber ambiental: Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. Siglo XXI. México, 1998.

• Morin, Edgar ; Kern, Brigitte. 1999. Tierra Patria. Editorial Nueva Visión, Buenos Aires.

• Morin, Edgar. Introducción al Pensamiento Complejo. Gedi-sa. Barcelona, 2002.

• Novo, María. La educación ambiental. Bases éticas, con-ceptuales y metodológicas. Ediciones UNESCO, Editorial Universitarias. Madrid, 1998.

• PNUD. Programa de las Naciones Unidas para el Desa-rrollo. 1998. Informe sobre Desarrollo Humano. Editorial Mundi-Prensa, Madrid.

• Rifkin, Jeremy. Entropía. Hacia el mundo invernadero. URA-NO. Barcelona, 1990.

• Sempere, Joaquín; Riechmann, Jorge. Sociología y Medio Ambiente. Editorial Síntesis. Madrid, 2000.

Bibliografía

Lo sostenible o sustentable es un algo que

le sale al paso a la otra cara de la modernidad o postmodernidad: a las incertidumbres e

inseguridades, también de moda a la hora de dar cuenta sobre la condición

precaria e insostenible del ser humano

su encanto que irradia -sin quererlo ni po-derlo- aires de calidad y modernidad. Lo sostenible o sustentable es un algo que le sale al paso a la otra cara de la modernidad o postmodernidad: a las incertidumbres e inseguridades, también de moda a la hora de dar cuenta sobre la condición precaria e insostenible del ser humano. A pesar de ello existen en la literatura definiciones y conceptos de uso frecuente, algunos de los cuales se mencionan a continuación (Guimaraes, 1987: 32-35):• Desarrollo sustentable.-

Se suele identificar con la búsqueda de satisfacción de las necesidades del hombre en el presente, sin comprome-ter las necesidades futuras de las nuevas generaciones.• Sustentabilidad ecológica.-

Este concepto se refiere a la base física que sustenta el proceso de creci-miento y a la mantención del stock de recursos naturales incorporados a las actividades productivas. Al respecto, se pueden identificar a lo menos dos crite-rios de operacionalización a través de las políticas económicas públicas: a) Para los recursos naturales renovables, la tasa de utilización debiera ser equivalente a la tasa de recomposición del recurso empleado en la producción; b) Para los recursos na-turales no renovables, la tasa de utilización debe ser equivalente a la tasa de sustitu-ción del recurso empleado en el proceso productivo.

• Sustentabilidad ambiental.-Este concepto se refiere a la manten-

ción de la capacidad de autosustento de los ecosistemas. Esto es, la capacidad de la naturaleza para absorber y recomponerse de las agresiones antrópicas. Aquí también existen dos criterios de operacionaliza-ción: a) Las tasas de emisión de desechos provenientes de la actividad económica deben equivaler a las tasas de regenera-ción, las que a su vez son determinadas por la capacidad de recuperación del ecosistema; b) Un segundo criterio con-siste en impulsar la reconversión industrial orientada a reducir la entropía. Esto es, privilegiando la conservación de energía y las fuentes renovables.• Sustentabilidad social.-

Este concepto se orienta al mejora-miento de la calidad de vida de la pobla-

ción. Se basa en la implementación de criterios de justicia distributiva (distribu-ción de bienes y servicios) y de la univer-salización de la cobertura de educación, salud, vivienda y seguridad social. Apunta especialmente a disminuir las enormes ta-sas de pobreza existentes en el mundo.• Sustentabilidad política.-

Este concepto postula la necesidad de crear espacios democráticos que permitan el desarrollo de la ciudadanía y la par ticipación de las personas en los asuntos propios de la sociedad. Aquí prevalece el criterio de for talecer las organizaciones sociales y comunitarias y de democratizar y descentralizar la acción del Estado.

Todas estas esferas y dimensiones son esenciales al paradigma ambiental. No se puede prescindir de alguna de ellas. Todas son importantes. Así, por ejemplo, no se puede cuidar el medio ambiente y descuidar la vida de las personas. La vida descuidada o deteriorada de las personas afecta la integridad del medio ambiente. Cuidar el medio ambiente implica mejo-rar la calidad de vida de las personas y de la comunidad. La participación ciudadana es también un requisito fundamental de la vida moderna. Muchos deciden mejor que pocos: contribuyen con ideas y mejo-res soluciones y, lo que es más importan-te, si participan se sienten identificados y comprometidos con lo que hacen, pien-san y sienten.

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52Educación Ambiental

53Educación Ambiental

Este documento es parte de un pro-ceso de reflexión, que nace como resulta-do de una caracterización de posiciones e intereses relevantes para la definición de ámbitos de acuerdo y desacuerdo respec-to a la Educación Ambiental en nuestro país. Dentro del marco del proyecto “Edu-

El Universo es un Dragón Verde

En un relato tan lúdico como místico, el autor de esta publica-ción aborda el tema de la creación del Universo, con su dimensión humana. A través de una atractiva conversación entre amigos, este físico va desarrollando su teoría en torno al cambio de conducta y pensamiento de las personas, desde la perspectiva de la civiliza-ción occidental, cuyos efectos se han diseminado por todo el mun-do. Sostiene que en la era moderna las investigaciones científicas, que innegablemente han entregado mucho bienestar a la gente, se realizaron en forma separada de las corrientes humanistas y espirituales, con la consiguiente neurosis colectiva. Plantea que el hombre se percató desde un comienzo sobre los resultados ne-fastos de no escuchar a su entorno medioambiental -a la música, como lo describe-, sin poder revertir la situación.

Reduciendo Basura en AntofagastaAutora: Vilma Tapia (basado en Proyect Fod, Land People)N° Páginas: 14

Cartilla orientada a los niños de los niveles comprendidos entre Transición y Octavo Año de enseñanza básica, con el objetivo de entregar información sobre tres acciones centrales para enfrentar el problema de la basura: reducir, reusar y reciclar. Conjuntamente con proporcio-nar antecedentes generales acerca de los

residuos, el texto ilustrativo muestra en forma esquemática distintos tratamientos de los desechos, a fin de crear hábitos de conducta en los menores. Además, en su línea educativa, da a conocer conceptos básicos que giran alrededor de la basura, por medio de un lenguaje de rápido en-tendimiento.

Gota a Gota El Agua: Recurso Clave para el ProgresoAutor: Ministerio de Obras Públicas, Dirección General de AguasN° Páginas: 27

Este cuadernillo de trabajo está destinado a profesores y a escolares del segundo ciclo de enseñanza básica, Nivel Básico 5. Junto con dar a conocer los re-cursos hídricos de Chile; las leyes, normas y políticas ambientales; cómo usar de me-jor manera el agua; y los desafíos del siglo XXI en torno a este elemento, se entre-gan además atractivas imágenes en foto-grafías e ilustraciones a todo color, lo que

hace completamente amigable la lectura de este material pedagógico en el que participaron especialistas de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y del Equipo Técnico de Educación Ambiental del Ministerio de Educación.

Valores en la Educación para el Desarrollo SustentableAutoras: Alicia Berríos y Ximena AbogabirN° Páginas: 35 págs.

cación para el Desarrollo Sustentable”, tiene como propósito fundamental buscar un modelo conceptual lo suficientemente flexible, que permita alcanzar un consen-so básico y que dé un punto de partida común al debate sobre una Educación Ambiental para Chile.

LIBROS

Autor : Brian SwimmeN° Páginas : 146

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www.ecoeduca.clEcoeduca.cl es un portal de educación ambiental orientado a docentes,

estudiantes y usuarios en general, de lengua hispana. Su objetivo principal se centra en el fortalecimiento de la educación ambiental mediante la entrega de una herramienta virtual que fusiona medio ambiente, educación y tecnología, simplificando -entre otras cosas- la búsqueda de los recursos educativos. En ecoeduca.cl se puede acceder a una variedad de sitios de medio ambiente ordenados temáticamente, interactuar y compartir experiencias con personas que trabajan o están interesadas en la educación ambiental y adquirir materia-les educativos, libros e insumos por medio de la tienda virtual.

www.educambiente.clCon un lugar destacado para las noticias, a par tir de cuya sección se

van ubicando diferentes recuadros informativos, esta página web propor-ciona el material necesario para mantener actualizados a los profesionales que se desempeñan en torno de la educación ambiental. Cursos de per-feccionamiento, fichas técnicas, antecedentes pedagógicos y contenidos para desarrollar clases van surgiendo, entre otros datos, a medida que se explora el portal. Resulta muy útil para extraer elementos que dinamicen y optimicen las acciones destinadas a la formación de los jóvenes.

www.laesferaverde.clPortal perteneciente al Instituto Forestal (INFOR), con un contenido

diseñado bajo un criterio lúdico, esquemático y pedagógico. Tanto profesores como alumnos podrán encontrar en él guías para desarrollar diferentes acti-vidades y antecedentes suficientes para cumplir con las obligaciones estudian-tiles. Esta página web cuenta con una botonera que identifica los siguientes temas: El Bosque, el Árbol, Beneficios, Productos, el Bosque y su medio, Activi-dades, Biblioteca, Diccionario, Buzón y Enlaces. También presenta datos duros, en términos de estadísticas.

www.unesco.clLa característica principal de esta ventana electrónica es la enorme canti-

dad de información, en donde la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) da cuenta de distintas temáticas, entre ellas lo relativo a la educación medioambiental, como asimismo pone en conocimiento de los interesados los variados programas que se están desa-rrollando en el plano internacional y, especialmente, en la región de América Latina y El Caribe. De fácil navegación a través de sus páginas, los cibernautas pueden encontrar de manera rápida los antecedentes deseados.

Educación Ambientalweb

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55Educación Ambiental

EcoNotasFICHAS EDUCATIVASPARA ENSEÑANZA BÁSICA

Como un material didáctico de apoyo para los profesores fue concebido el documento Pro-grama de Educación Ambiental, generado por la Fundación Chile con el apoyo del Ministerio de Educación y Bosques para Chile. La idea es que a través de este instrumento los docentes vean facilitada su labor educativa, en cuanto a entregar a los escolares de enseñanza básica un conjunto de conocimientos actualizados que promuevan la valorización del ecosistema general y algunas particularidades del ecosistema forestal, tanto a nivel local como mundial.

El Programa de Educación Ambiental está estructurado sobre la base de 50 fichas agrupadas en cuatro áreas temáticas, que son: elementos del ecosistema (10), recursos naturales (16), impactos en el ecosistema (15) y debate ambiental (9).

En relación a los contenidos, cada ficha entrega una síntesis temática, los antecedentes necesarios para que el profesor desa-rrolle las actividades de aprendizaje, las actividades de aprendi-zaje propiamente tal con situaciones reales que permiten poner en práctica los conceptos, más el material didáctico de apoyo al desarrollo de las actividades.

Las ventajas que presentan estas fichas para los docentes ra-dican en que requieren de una mínima preparación, no necesitan de material complementario, pueden ser utilizadas como áreas temáticas o reagrupadas de acuerdo a diversos criterios, pueden ser usadas por profesores de distintas asignaturas y son ideales para organizar actividades extraprogramáticas. Las ventajas para los niños se centran en que son entretenidas, los materiales re-queridos para las actividades son fáciles de conseguir, incentivan la discusión, la comprensión y la toma de decisiones, estimulan la construcción de nuevos conocimientos y promueven el trabajo cooperativo y colaborativo.

DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra cada año el 5 de junio. En esa oportunidad, el Gobierno de Chile con-memoró la fecha en el Centro de Educación Ambiental Bos-que Santiago, con la presencia de las máximas autoridades de los servicios públicos del país, liderados por el Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar.

La participación de los niños estuvo a cargo de los alumnos de la Escuela España, de Quinta Normal, expo-niendo dos de sus representantes el Decálogo Ambiental creado colectivamente en dicho establecimiento. Los jóve-nes también tuvieron su espacio por medio de la Orquesta

CAPACITACIÓN DE DOCENTES

En la ciudad de Lota se realizó en septiembre una reunión de trabajo entre la Corporación Nacional Forestal, Forestal Monte Águila S.A. y la Dirección de Edu-cación Municipal (DEM) de dicha ciudad, para analizar el Programa de Educación Ambiental. En esa oportunidad, se acordó capacitar a 40 profesores, provenientes de 20 establecimientos educacionales de la comuna, actividad que se desarrolló ese mismo mes. Ello fue posible gracias a la generación de una alianza estratégica con Forestal Monte Águila S.A., a través de un convenio de colaboración. En este mismo contexto, se capacitó además a 30 profe-sores de cinco establecimientos educacio-nales administrados por la Fundación Juan XXIII, de la ciudad de Los Ángeles.

Juvenil de Maipú, cuyos integrantes interpretaron una pieza musical.

El Presidente de la República señaló en su discurso que si evaluaran a los seres humanos por nuestro comporta-miento ambiental, claramente no obtendríamos una buena nota. Debido a ello, el Jefe de Estado felicitó a la profesora Nélida Piñones, de la Escuela España, por liderar el proceso de certificación ambiental en ese recinto estudiantil.

El Presidente de la República, Ricardo Lagos, en Bosque Santiago, durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.

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EcoNotas

PROGRAMA INTERNACIONAL GLOBE

Los jóvenes del Centro Educacional Valle Hermoso, de Peñalolén, monitorean rigurosamente el estado de nuestro medio ambiente. Chile pertenece desde 1999 al Programa Internacional Globe, con la representación de 40 establecimientos educativos en la red mundial de más de 100 naciones. El objetivo del programa es hacer un segui-miento del cambio climático global a través de recintos estudiantiles interesados en las ciencias ambientales aplicadas a la realidad local.

De esta manera, un grupo de jóvenes del mencionado estable-cimiento acude todos los días sábado a la Quebrada de Macul con la intención de tomar muestras de aguas para luego analizarlas y de-terminar su grado de contaminación. Estos datos son incorporados en una planilla y enviados por medio de internet a Washington D.C, Estados Unidos, donde son publicados en el sitio web www.globe.gov para la red mundial.

Los alumnos forman parte, además, del Club Científico de Peñalo-lén. Ellos cuentan con una fotografía satelital de la zona para comparar los datos con la realidad observada en terreno. El programa com-putacional permite examinar la tierra en cinco bandas de diferente longitud de ondas. Dicha agrupación participa en esta y otras activi-dades científicas y tecnológicas orientadas a difundir el conocimiento en todo el país.

En el Centro de Educación Ambiental Bosque Santiago existe un completo laboratorio demostrativo del programa.

¡TODOS POR EL RECICLAJE!

La excelente asociatividad de em-presas, servicios públicos e instituciones permitió que por segunda vez se realizara la Feria Regional de Reciclaje, en Puerto Montt. Participaron 25 escuelas de la región, siete municipios, diez empresas, además de proyectos asociados a la Uni-versidad Austral de Chile y al Fondo de Protección Ambiental.

Conjuntamente con el circuito edu-cativo de la feria, se organizaron trabajos sobre papel reciclado, tejido de bolsas plásticas, confección de contenedores de pilas, flores artesanales y confección de productos con cuero de salmón. Estos talleres fueron liderados principalmente por los grupos de Forjadores Ambientales de cada escuela. Las conferencias técnicas abordaron dos grandes temas acerca del manejo de los residuos sólidos en Puerto Montt: el primero, sobre la reutilización de residuos orgánicos para lombricultura y compostaje; el segundo, vinculado a la gestión integral de residuos sólidos como región, comuna y empresa.

Gracias al aporte de distintos actores -entre ellos, Agencia de Cooperación Técnica Alemana, Empresa Portuaria de Puerto Montt, INTESAL de Salmón Chile, Instituto de Seguridad del Trabajo, CONAMA y MINEDUC- fue posible la realización de esta actividad que cumplió con los objetivos de educar, entretener e intercambiar experiencias por parte de los distintos protagonistas de la Educación y Gestión Ambiental.

Feria del Reciclaje en Puerto Montt.

Laboratorio Globe del Centro Educación Ambiental Bosque Santiago.

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Durante el mes de octubre, Casa de la Paz realizó en su sede (Antonia López de Bello 80) el último Curso Ecoeduca, a través del cual se capacitó a 93 educadores ambientales, pertenecientes principalmente a la Corpora-ción Nacional Forestal (CONAF) y Bosque de Santiago. Con este encuentro, la organización dio por concluido su proyecto de “Educación para el Desarrollo Sustentable”, que desarrolló junto a la fundación suiza Avina. La capaci-tación estuvo dirigida a educadores formales de enseñan-za básica, media y preescolar, así como a educadores no formales. En la oportunidad se impartió una formación conceptual en los temas centrales de la educación am-biental y del desarrollo sustentable, como asimismo se dio a conocer una amplia gama de actividades y recursos para la educación al aire libre. El proyecto de tres años de duración y que certificó a más de 180 educadores se convirtió en un aporte global para la educación ambien-tal, entregando herramientas a los líderes y educadores para facilitar su labor y para apoyar el cambio cultural que requiere el desarrollo sustentable.

El centro móvil de educación ambiental es una herramien-ta dirigida a las comunidades aledañas de las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) de Aysén, con el propósito de lograr un acercamiento, entendimiento, conocimiento y respeto por la biodiversidad de las zonas de la XI Región. La iniciativa tiene como objetivo principal educar a la comunidad regional sobre la existencia del territorio protegido para la conservación y preservación de la naturaleza que nos rodea, además de infor-mar acerca de la importancia de este territorio en el desarro-llo de las comunidades vecinas. Es así como se resalta el valor, la trascendencia, las características y las oportunidades de las 19 ASP de la región, destacándose también los resultados de las investigaciones que el Proyecto Biodiversidad de Aysén -financiado por la comisión europea- ha entregado a la comu-nidad para ayudar en un manejo sustentable de este valioso patrimonio natural de Chile y el mundo.

Este centro móvil constituye una oportunidad para dis-tribuir material educativo a las escuelas de la región (video, juegos, folletos, etc.), generando asimismo la posibilidad para que personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y guardaparques puedan conversar, dialogar e informar a la comunidad sobre estas Áreas Silvestres Protegidas.

El centro móvil de educación

ambiental de Aysén recorre escuelas y agrupaciones juveniles, entre

otras entidades.

CENTRO MÓVIL EN LA XI REGIÓN

ECOEDUCA ENTREGADIPLOMAS A EDUCADORES

Un grupo de alumnos del Curso Ecoeduca luce su diploma de Educador Ambiental.

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EcoNotas“TERRALBA” ENSEÑA

Orientado hacia el trabajo con preescolares de hasta 6 años, Casa de la Paz desarrolló un material didáctico especial para la educación parvularia. Guiado por una simpática muñequita que pide ayuda a los niños para resolver los problemas ambientales de su planeta, “Junto a Terralba aprendemos a cuidar la Tierra”, estas imágenes constituyen una pro-puesta educativa a través de la for-mación de valores (respeto, responsabilidad, coopera-ción, austeridad, solidaridad, libertad) de los niños y niñas. Ha sido probado y evaluado con excelentes resultados por el Ministerio de Educación, la Fundación Integra y los estable-cimientos particulares.

SECUNDARIOS DE LA FLORIDAESTUDIAN LA CONTAMINACIÓN

Alumnos de primero a cuarto medio del colegio American British de La Florida visitaron las dependencias del Centro Nacional del Medio Ambiente durante el mes de octubre, con el fin de aprender algunas materias am-bientales, principalmente relacionadas con la contamina-ción atmosférica en Santiago. La meteoróloga Morín Amín, experta en pronósticos meteorológicos orientados a la calidad del aire, del CENMA, fue la encargada de explicar a los niños cuáles son los problemas centrales que afectan la ventilación en la capital y que generan los episodios críticos de contaminación, además de sus causas y posi-bles soluciones, en las que podrían participar incluso los mismos alumnos.

Esta visita forma parte de un programa de infor-mación y capacitación que está realizando CENMA con relación a la transversalidad de la educación ambiental en la Reforma a la Educación, basado en el programa EX-PLORA-CONICYT, en el cual se incluyen más visitas de colegios, seminarios y cursos para profesores.

CURSO DEFORMACIÓNMATRÍZTICA

El Instituto de Formación Matríztica realizará, entre el 19 y el 24 de enero de 2004, el curso de carácter introductorio “Arte y ciencia del pensar on-tológico constitutivo: matriz bio-lógica de la existencia humana”, tanto para chilenos como para extranjeros. Las clases, con una duración de 33 horas crono-lógicas, se ofrecerán en la sede del organismo, ubicada en calle Las Urbinas 87, Of.16, comuna de Providencia (fono: 2323588 - 2331168). Mayor información en www.matriztica.org. En tanto, el diplomado de este mismo cur-so se desarrollará entre el 18 de marzo y el 30 de diciembre de 2004, con una prolongación de 358 horas cronológicas.

SEMINARIO INTERNACIONAL“EDUCACIÓN PARA LA SUSTENTABILIDAD”

Con el objetivo de potenciar el desarrollo de la educación ambiental, se realizará los días 15 y 16 de enero de 2004 el Seminario Internacional “Educación para la Susten-tabilidad”, en la ciudad de Santiago, bajo la organización del Ministerio de Educación, la Comisión Nacional del Medio Ambiente, la Corporación Nacional Forestal, UNESCO y la Asociación Chilena de Municipalidades.

El seminario busca crear los espacios para abrir la discusión nacional e internacional en cuanto a una nueva educación para la sustentabilidad de nuestro país, a fin de prepa-rar a la gente en el resguardo del patrimonio cultural y ambiental, como una manera de fortalecer nuestra identidad frente a los desafíos de la globalización.

Los ámbitos a trabajar serán los siguientes: a) Sistema de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (sistemas de gestión ambiental aplicados a instituciones educativas, instalación de sistemas integrados de educación ambiental en establecimien-tos educativos, sistemas de certificación ambiental aplicados a nivel internacional); b) Experiencias de Educación Ambiental (estrategias de educación ambiental en el marco de los objetivos fundamentales transversales, estrategias para incorporar elementos del entorno local en el currículum escolar, estrategias para la realización de experiencias educativas en espacios al aire libre) y c) Aportes Conceptuales y Metodológicos (recon-ceptualización de la educación ambiental a partir de los escenarios actuales de globaliza-ción y homogeneización cultural, metodologías de innovación en las prácticas educativas de aprendizaje en el ámbito de la educación ambiental, aportes para el estudio, investi-gación y seguimiento de proyectos educativos ambientales, metodologías y técnicas de educación ambiental para los entornos escolares, comunitarios y corporativos). Mayor información, escribir a: [email protected]