Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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Revista de investigación "Intervención Social" (Septiembre 2013). Realizada por la Facultad de Trabajo Social Mazatlán de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

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Sumario

Editorial................................................................................................................................................ 1

Nueva modernidad, reconfiguración espacial y desarrollo sostenible .......................................... 4

Prácticas profesionales y supervisión en Trabajo Social ............................................................. 17

La práctica profesional del Trabajo Social en la perspectiva de campo y habitus .................... 34

La importancia de la Investigación ................................................................................................. 44

Ley de Ciencia y Tecnología en México: Reformas al ejercicio científico de las mujeres ......... 52

La cultura de la comodidad y el bucle: Comodín, comodón y acomodaticio .............................. 54

¿Por qué soy un ser metafísico? ..................................................................................................... 62

Reseña del libro “Introducción al Arte de la Investigación Científica Social” ............................ 64

Reseña del libro “Técnicas Documentales y Bibliográficas en la Investigación” ...................... 65

Reseña del libro “La Universidad Autónoma de Sinaloa: Su influencia en el desarrollo cultural

de Mazatlán” ...................................................................................................................................... 66

Pensar epistemológicamente .......................................................................................................... 68

Poesía ................................................................................................................................................ 72

Normas para autores y colaboradores............................................................................................ 74

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Editorial

INTERVENCIÓN SOCIAL Y EL POTENCIAL DE LA COMUNICACIÓN

El Don de la palabra es la pequeña diferencia

que separa al homo sapiens del resto de los

seres vivos. La palabra es mucho más que

verbos, artículos y sustantivos, categorías que

surgieron milenios después del lenguaje

articulado. La palabra es la posibilidad del ser.

La palabra es la madre del pensamiento

abstracto y el vehículo del concepto. El

concepto encierra la significación: significados

y significantes danzando al ritmo de la

interlocución entre alter y ego.

La interlocución como intercomunicación, en la

que el que habla y el que escucha se

transforman mutuamente en su significatividad.

La interlocución no es un simple intercambio

de sonidos, es el comercio de pensamientos,

es un comercio de inteligencias que produce

entendimiento. El entendimiento transforma

cualitativamente al individuo y lo convierte en

sujeto social e histórico. Esta capacidad de

transformación es el poder de la comunicación.

Al intercambiar significados los seres humanos

se autorreferencian y abren un mundo de

posibilidades para su re-creación, para

reinventarse, para reconstituirse imaginaria y

conceptualmente.

El diálogo mímico y gutural, primigenio, dio

paso al diálogo verbal, que luego trascendió al

diálogo escrito y se catapultó después al

intercambio iconográfico y simbólico; esta

capacidad dialógica del ser humano revela su

enorme plasticidad, que le permite

experimentar una reconfiguración constante en

su esencia y en su apariencia, y más

importante aún, lo dota de niveles abstractos

de comprensión de sí mismo y de su entorno,

herramienta básica en los múltiples y

permanentes procesos adaptativos que debe

experimentar como individuo y como especie.

El ser humano es un concepto, la palabra y la

comunicación son factores de su posibilidad,

ese es el poder de la comunicación.

En este orden de ideas se engarza la nueva

aventura de comunicación que emprende la

Facultad de Trabajo Social de Mazatlán. En la

época de la era digital que se vive

actualmente, es una necesidad mantener una

interlocución permanente con la sociedad en

general y, particularmente, con todos aquellos

seres humanos con los que compartimos

algunas características o ámbitos

socioculturales. Establecer lazos que

configuren una red de intercambios de

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información y de conocimientos que nos

fortalecen mutuamente, es un imperativo. La

comunicación, es un vínculo imprescindible si

se quiere avanzar hacia una dinámica de

interacción entre pares, que culmine en la

integración formal o informal de comunidades

de aprendizaje y de práctica. Ese es el marco

de reflexión y el ideario desde el que nace la

intención y el proyecto de crear una revista,

que promueva el acercamiento y la

colaboración de todos aquellos que tienen

interés o están involucrados y comprometidos

con la formación de trabajadores sociales y

con el desarrollo de esta carrera, que en los

albores del siglo XXI es, socialmente, más

pertinente que nunca. Así nace la propuesta de

“INTERVENCIÓN SOCIAL. Reflexión del

ejercicio profesional del trabajador social.”

INTERVENCIÓN SOCIAL, es un medio de

difusión y divulgación del conocimiento

científico social y de las experiencias del

ejercicio profesional de trabajadoras y

trabajadores sociales. INTERVENCIÓN

SOCIAL, es un espacio común para los

docentes, investigadores y estudiantes, que la

Facultad de Trabajo Social de Mazatlán pone a

su disposición, como una nueva alternativa

para que den a conocer sus aportaciones de

mayor calidad. El espacio se extiende también

a los investigadores y profesores de otras

instituciones formadoras de profesionales de

trabajo social.

INTERVENCIÓN SOCIAL, quiere convertirse

en un campo fértil para la interlocución y el

intercambio de conocimientos y experiencias

sobre la profesión del trabajo social, tanto en

sus aspectos formativos como en lo relativo al

ejercicio profesional. Se parte de un concepto

de formación profesional, que valora la

importancia de la práctica como fuente

constante de orientación para impulsar

actualizaciones e innovaciones en los

procesos formativos.

INTERVENCIÓN SOCIAL, se constituirá en

una plataforma que permita mostrar, a los

usuarios potenciales de los servicios

profesionales de los trabajadores sociales, el

conjunto de competencias, es decir, los

conocimientos, habilidades, saberes, actitudes

y la “caja de herramientas” que puede manejar

en la atención y solución de problemas.

INTERVENCIÓN SOCIAL, fomenta la

investigación social mediante la difusión de los

resultados de investigación que se realice

sobre y para el trabajo social. También

promoverá, mediante la discusión profunda de

los problemas sociales más sobresalientes, la

investigación y elaboración de ensayos que

propongan alternativas a los problemas de la

realidad objeto de intervención de los

trabajadores sociales.

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INTERVENCIÓN SOCIAL, se interesa en las

políticas sociales, por lo cual se convertirá en

un medio que observará permanentemente su

aplicación en los ámbitos nacional, estatal y

municipal. Por otra parte, las políticas sociales

serán su objeto de análisis, reflexión e

investigación.

Estos son los propósitos de la revista. Es un

espacio de todos los involucrados en la

formación de trabajadores sociales. Se desea

propiciar procesos de intercomunicación y de

diálogo inteligente, crítico y respetuoso de los

diversos posicionamientos epistémicos. Ojalá

que el esfuerzo conjunto sea fructífero y de

larga duración. ¡Bienvenidos todos a esta

loable aventura!

José Manuel León Cristerna

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Nueva modernidad, reconfiguración espacial y

desarrollo sostenible

Jesús Ernesto

Peralta Flores

INTRODUCCIÓN

Nos proponemos reflexionar por un lado sobre dos manifestaciones de la actual estructura social1

dominante y por el otro sobre el discurso del desarrollo sostenible; se trata de tres dimensiones que

tienen sus efectos sobre las formas de habitar2 en las ciudades. La primera se refiere a la presencia

de la lógica de acumulación capitalista, no la de los tiempos de Marx, sino la globalización neoliberal

de hoy; la segunda describe los cambios espaciales experimentados en las ciudades

latinoamericanas a partir de los procesos de reestructuración económica global y la incorporación de

las nuevas tecnologías de la información en los procesos productivos; y la tercera se refiere al uso

creciente del discurso del desarrollo sostenible, en este caso utilizado para aludir un desarrollo

urbano deseable, el cual desde nuestra perspectiva se enfrenta a escollos profundos representados

por los procesos fundamentales del sistema social, no siempre identificados como tales.

1 Lo social se refiere a toda manera de hacer susceptible de ejercer una coacción exterior sobre el individuo; o bien, que

es general en la extensión de una sociedad dada; conservando una existencia propia, independiente de sus

manifestaciones individuales (Durkheim, 1997).

2 El habitar como conjunto de prácticas, sentidos y representaciones que despliegan los habitantes en el territorio para su

realización social y humana.

Foto: antenasanluis.mx

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MODERNIDAD RADICALIZADA

Varios autores contemporáneos como Giddens, Bauman, Beck, Touraine, y Castells utilizan el

concepto de modernidad para caracterizar a la sociedad actual, pero ¿A qué hacen referencia? ¿A

qué modernidad se refieren?

Existe una diversidad de contribuciones acerca de lo que puede llamarse modernidad, aunque de

manera amplia ha sido entendida como una fase en el desarrollo histórico de la sociedad en donde la

vida económica, social y política se organizan en base a procesos de racionalidad instrumental,

donde se reemplaza la arbitrariedad y la violencia por el Estado de derecho y por el mercado

(Touraine, 2000: 9). Según esta idea, la humanidad, al obrar de acuerdo a las leyes de la razón,

avanzaría a la vez hacia la abundancia, la libertad y la felicidad. Sin embargo, en nuestras ideas y

nuestras prácticas presentes en por lo menos hace tres siglos, la modernidad ha incumplido el

ofrecimiento de un mundo mejor (lo es sólo para pequeñas proporciones de la sociedad); por el

contrario sus consecuencias han originando condiciones destructivas y de incertidumbre para el

presente y el futuro de la humanidad. Por eso las críticas a esta época han surgido desde el mismo

siglo XIX; una muy conocida es la de Marx (1972) quien identificó las contradicciones que a su

entender podían destruir a la moderna sociedad burguesa para transitar a la sociedad comunista;

crítica por cierto, en alguna medida debilitada por la reanimación del mundo capitalista en el último

cuarto del siglo XX.

Para representar la condición de la sociedad actual Giddens (2004) propone la idea de modernidad

radicalizada. Según esta visión, la sociedad de hoy es la expresión de la mayor intensidad de la

modernidad: “En vez de estar entrando en un periodo de posmodernidad, nos estamos trasladando a

uno en que las consecuencias de la modernidad se están radicalizando y universalizando como

nunca” (Giddens, 2004: 17). Desde esta perspectiva la sociedad actual se encuentra aún en la

modernidad, pero sus características esenciales se multiplican a su máxima intensidad con los

procesos de globalización neoliberal y el uso intensivo de las nuevas tecnologías, los cuales

introducen cambios en la condición del capitalismo, Estado, actores sociales, ciudades, medio

ambiente; por tanto este autor rechaza la postura de una época posmoderna, la cual supondría una

fase más allá de la modernidad; una condición por ahora lejana, de acuerdo con este análisis.

- La idea de posmodernidad de Jean-François Lyotard considera que hemos entrado en una nueva

época a partir de la desaparición de los grandes discursos, del fin de la creencia en el progreso, en un

futuro mejor, en poderío absoluto de la ciencia y la razón. Por mi parte, creo que vivimos una época de

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"radicalización" de la modernidad. Asistimos de entrada a la extensión y a la globalización del

capitalismo a escala planetaria. Ese cambio se acompaña de la emergencia de la economía y la

información y de las enormes transformaciones relacionadas con el progreso de la ciencia y la

tecnología. Pienso que vivimos una transición hacia una sociedad cosmopolita global impulsada por

las fuerzas del mercado, los cambios tecnológicos y las mutaciones culturales (Perez Ruiz, 1999).

La sociedad moderna surgió alrededor del siglo XVII en Europa, anunciándose con la promesa

utópica del progreso infinito, del control de la naturaleza y la elevación del nivel de vida para la

humanidad entera. La promesa de un progreso ilimitado se cimentaba en la fe de la ciencia y la

completa racionalidad de la vida. Sin embargo, los resultados bien valorados ahora, se muestran

muy modestos; incluso paradójicamente se ha fortalecido la idea de modernidad como un fenómeno

de doble filo, como lo expresara el mismo Giddens:

- El desarrollo de las instituciones sociales modernas y su expansión mundial han creado oportunidades

enormemente mayores para que los seres humanos disfruten de una existencia más segura y

recompensada que cualquier tipo de sistema premoderno. Pero la modernidad tiene también un lado

sombrío que se ha puesto de manifiesto en el presente siglo (Giddens, 2004: 20).

Aún con el avance de las ciencias y la tecnología aplicadas a la producción material y la organización

social en la también llamada segunda modernidad,3 la pobreza y la desigualdad no han

desaparecido, por el contrario existe una tendencia firme a su profundización sobre todo en los

países en desarrollo. Las brechas entre la pobreza y la opulencia aumentan y propician un renacer

de movimientos sociales opuestos a los procesos de globalización económica y cultural. Además, no

son pocos los ámbitos en donde se identifican ejemplos de cómo el desarrollo tecnológico va

dejando una huella destructiva: los bosques, el suelo, los mares, las ciudades, el aire, las especies y

los ríos. Junto a la pobreza, ahora la sociedad también se enfrenta al riesgo socialmente fabricado

(Beck, 1998ª). En esta segunda modernidad se pueden distinguir peligros globales:

- En primer lugar conflictos a causa de “bads” producidos por “goods”, es decir, los daños ecológicos

condicionados por la riqueza y los peligros técnicos – industriales (como el agujero de ozono y el

efecto invernadero, pero también las consecuencias imprevisibles e incalculables de la manipulación

3 Beck (1998a) identifica como segunda modernidad a la fase donde la sociedad moderna sufre cambios importantes:

flexibilización laboral, debilitamiento del Estado, debilitamiento de las fronteras nacionales, surgimiento de los nuevos

movimientos sociales, toma de conciencia de los problemas ambientales, etc.

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genética y de las técnicas de trasplante). En segundo lugar los daños ecológicos condicionados por la

pobreza y los peligros técnicos – industriales (Beck, 1998a: 67).

El afán de ganancia como una de las expresiones constituyentes de la modernidad provoca infinidad

de efectos destructivos en el planeta y originan el surgimiento de la sociedad del riesgo, donde la

expansión tecnológica, urbana y otros fenómenos están provocando situaciones que aumentan las

posibilidades de desastres irreversibles sobre todos los seres de este planeta. “Con la destrucción

industrial de las bases ecológicas y naturales de la vida se pone en marcha una dinámica social y

política de desarrollo históricamente sin precedentes, que hasta ahora no ha sido comprendida, la

cual nos obliga a repensar la relación entre la naturaleza y sociedad” (Beck, 1998b: 89).

Es decir con la sociedad postindustrial y los grandes cambios que se han presentado en los últimos

30 años no desaparecen los rasgos esenciales con los que surgió la modernidad hace casi 3 siglos;

la lógica de la rentabilidad económica característica al sistema capitalista de producción se mantiene,

aunque ahora se acompañe con formas de desarrollo basadas en la utilización de las tecnologías de

la comunicación y la información, de nuevas articulaciones entre el Estado y los individuos, de

nuevas relación entre el capital y el trabajo. Revelada también como modernidad líquida, donde las

condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas de actuar se consoliden

en unos hábitos y unas rutinas determinadas, a consecuencia de la velocidad del capital para

modificar las necesidades y modos de vida de los consumidores como garantía de la acumulación

capitalista (Bauman, 2005).

Pese a los planteamientos de los autores referidos, es común observar frecuentemente confusión

entre los estudiosos y entre los tomadores de decisiones en políticas públicas cuando suponen

actuar en una sociedad distinta a la capitalista; asimismo, cuando insisten que todo ha cambiado

para asumir un análisis ahistórico, desligado del compromiso social e intelectual al confundir las

teorías del postindustrialismo y el informacionalismo con las del capitalismo y el estatismo, las cuales

se ubican en un nivel distinto del análisis social.

- Es una tradición de mucho arraigo en las teorías del postindustrialismo y el informacionalismo, que

comenzó con las obras clásicas de Alain Touraine y Daniel Bell, situar la distinción entre

preindustrialismo, industrialismo e informacionalismo (o postindustrialismo) en un eje diferente que el

que opone capitalismo y estatismo (o colectivismo, en términos de Bell). Mientras cabe caracterizar a

las sociedades a lo largo de los dos ejes (de tal modo que tenemos estatismo industrial, capitalismo

industrial y demás), es esencial para la comprensión de la dinámica social mantener la distancia

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analítica y la interrelación empírica de los modos de producción (capitalismo, estatismo) y los modos

de desarrollo (industrialismo, informacionalismo) (Castells, 1999: 40).

Ciertamente, en la actualidad nos encontramos en un modo de desarrollo distinto al industrial, el

informacionalismo, pero este se desenvuelve bajo la lógica del modo de producción capitalista con

todas sus consecuencias.4 Aunque, no pocos, confundidos por la escala y el alcance del cambio

histórico, la cultura y el pensamiento de nuestro tiempo creen encontrarse ante el fin de toda una

época, donde terminan los grandes proyectos ideológicos para dar lugar a los tiempos de la libertad,

la democracia y un mundo feliz, siempre postergado.

Venturosamente, también una de las características de mayor referencia en los análisis de las

sociedades modernas es la llamada reflexividad. Es ésta una condición social en donde las prácticas

sociales son examinadas constantemente y reformadas a la luz de la nueva información generada

con profusión en la vida social moderna. “En todas las culturas las prácticas sociales son alteradas a

la luz de los progresivos descubrimientos. Pero sólo en la era de la modernidad se radicaliza”

(Giddens, 2004: 46). Esta reflexividad genera la producción de información sobre la sociedad y sus

condiciones para posibilitar la acción desde los individuos y los movimientos sociales “como formas

de compromiso radical portadoras de una influencia penetrante en la vida social moderna, las cuales

proporcionan pautas significativas para potenciales transformaciones futuras” (Giddens, 2004: 148).

En otros autores, reflexividad no se refiere a reflexionar sobre un estado de cosas, más

apropiadamente se refiere a un ajuste de cuentas con las consecuencias generadas en la sociedad

del riesgo, por eso se propone llamar a la transición desde la sociedad industrial a la sociedad del

riesgo reflexividad (para diferenciarla de y contrastarla con la reflexión). Por lo tanto modernización

reflexiva significa autoconfrontación con aquellos efectos de la sociedad del riesgo que no pueden

ser tratados y asimilados dentro del sistema de la sociedad industrial, en tanto que medidos por los

estándares institucionales de ésta última (Beck, Lash & Giddens, 1994: 19).

4 Dice Wallerstein: “En mi opinión lo que se llama en general modernidad no es otra cosa que el sistema – mundo

moderno, que es lo mismo que la economía – mundo capitalista…para mí lo esencial sigue siendo el hecho de que

nosotros estamos actualmente viviendo dentro de un mundo capitalista” (Aguirre Rojas, 2003: 206).

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Reconfiguración socio- espacial en ciudades latinoamericanas

A partir del despliegue de una nueva expresión del modo de producción capitalista5 desde el último

cuarto del siglo XX, predominantemente impulsado por el desarrollo tecnológico y el uso de los

medios informáticos, se ha reestructurado el espacio de las grandes ciudades a partir de una mayor

inserción de las economías en el plano internacional, la mayor movilidad del capital, el repliegue del

Estado de Bienestar, las modificaciones en los procesos de trabajo, el empleo y la precarización de

la situación laboral. Los procesos de globalización de la economía, y en particular los servicios de

comunicación más avanzados que organizan y gestionan el conjunto del sistema se transforman en

una red con ciudades de distintas partes del mundo. Así,

- la ciudad global es una red de nodos urbanos de distinto nivel y con distintos funciones que se

extiende por todo el planeta y que funciona como centro nervioso de la nueva economía. Es un

sistema interactivo al cual deben constantemente adaptarse de forma flexible empresas y ciudades. El

sistema urbano global es una red, no una pirámide. Y la relación cambiante respecto a esa red

determina, en buena medida, la suerte de ciudades y ciudadanos (Borja y Castells, 1998: 43).

En las ciudades del siglo XXI la nueva lógica espacial se caracteriza por la dominación de los flujos

internacionales operados a través de circuitos electrónicos ligados entre sí globalmente. Aunque

“dicha lógica no es la única forma espacial (…) sino la dominante. Pues, sigue existiendo el espacio

de los lugares. Pero, mientras el espacio de los flujos está globalmente integrado, el espacio de los

lugares está localmente fragmentado” (Borja y Castells, 1998: 67). La nueva dinámica espacial está

determinada como antes en la sociedad industrial, por la búsqueda de ganancia, que es el motor que

mueve a toda la economía capitalista mundial. Pero, en las nuevas condiciones actuales, la dinámica

espacial viene impulsada desde el exterior de las fronteras, mediante el uso intensivo de las

tecnologías de la información y un neoliberalismo victorioso que restringe las funciones sociales del

Estado y agota su relación corporativa con las organizaciones sociales.6

5 El modo de producción capitalista se mantiene vigente con su lógica de acumulación desigual, pero el modelo de

desarrollo industrial cambia para tener como impulsores a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación

que generan una nueva estructura social. “Esta nueva estructura social está asociada con el surgimiento de un nuevo

modo de desarrollo, el informacionalismo” (Castells, 1999: 40).

6 El nuevo paradigma tecnológico modifica profundamente las condiciones del empleo y la forma de organización del

trabajo (…) teniendo redes de empresas que tienden a aproximar (aunque no a igualar) sus condiciones de trabajo,

haciendo que las empresas tiendan a relocalizarse en zonas de menores costos y regulación más laxa (...)

desagregación del trabajo en base a un modelo flexible de relaciones laborales (…) la revolución industrial consistió en

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En este marco observamos también cómo los procesos globales impactan los centros urbanos

generando un espacio polarizado y fragmentado7 en el cual conviven dos mundos; “el de las

ciudades duales donde se expresan simultáneamente la exclusión y el desamparo de unos frente a

los privilegios de otros, pero también el lugar donde se coaccionan las libertades urbanas de todos”

(Trejos Hampf, 2004). Se trata de un alto impacto de reestructuración del territorio en las ciudades,

impulsadas a incorporarse a las nuevas tecnologías y transformaciones económicas, de donde se

desprenden “tendencias favorecedoras de la segregación socioespacial y la exclusión (…)

reforzadas por la puesta en marcha de políticas orientadas primordialmente al fortalecimiento de las

ciudades como actores competitivos en el escenario mundial de la globalización (Díaz Orueta,

Lourés Soane, Rodríguez & Devalle, 2003: 160). Supone también la profundización de los contrastes

económicos y sociales que ya acompañaban a la sociedad industrial, pero con mayor gravedad

debido a la caída del Estado de Bienestar. De un lado se originan los espacios urbanos exclusivos

para consumidores de alto poder adquisitivo; centros comerciales, hoteles, centros recreativos y

fraccionamientos cerrados; por el otro se multiplican los asentamientos humanos precarios donde la

población padece de los servicios públicos más elementales y los medios de vida se debilitan por la

escasez de empleo y las nuevas condiciones que impone la flexibilización laboral.

A partir de los años 90, algunas formas urbanas típicas de la ciudad "norteamericana" se difundieron

en las urbes de Latinoamérica. El resultado es un paisaje urbano cerrado, la pérdida de esferas

públicas y una transformación de los hábitos de los ciudadanos, la irrupción de un innovador modelo

de ciudad latinoamericana privatizada y fragmentada (Janoschka, 2002). En todos los países de

agregar fuerza de trabajo de campesinos expulsados de sus tierras y de artesanos desposeídos de sus medios de

producción (…) la actual revolución tecnológica se dirige,

hacia la individualización de las tareas y la fragmentación del proceso de trabajo, reconstituyendo la unidad del proceso

mediante redes de comunicación. Así, los fenómenos de subcontratación, descentralización productiva (…) trabajo

parcial y a tiempo parcial, empleo por cuenta propia y consultoría, están teniendo un crecimiento vertiginoso (Borja y

Castells, 1998: 27).

7 Los procesos de globalización económica generan en la ciudad realidades de fragmentación que distancian a los

ciudadanos entre sí; por un lado una fragmentación entendida como fractura social relacionada con el aislamiento y/o

distanciamiento social en el espacio entre los habitantes, expresada en barrios cerrados, ciudades satélites, o guetos

cubiertos por el discurso de la inseguridad y el temor. Por otro lado, una fragmentación urbana entendida como

diversificación y especialización funcional en el espacio, asociada principalmente a la reestructuración productiva de la

economía y a los cambios culturales y económicos en los patrones de consumo (Link, 2007: 2).

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América Latina - a excepción de Cuba- que cambiaron a un nuevo paradigma económico, basado en

el neoliberalismo, se percibe la fuerte influencia de la globalización, donde la retirada del Estado, la

privatización y la desregulación permitieron a los inversionistas inmobiliarios y planificadores urbanos

mayores libertades. Todo esto puede ser observado en la estructura actual de las ciudades

latinoamericanas (Borsdorf, 2003).

- Los cambios espaciales y territoriales asociados con los procesos de globalización, en las ciudades

latinoamericanas conllevan notoriamente una reestructuración de las formas de producción y gestión

del espacio urbano que perfilan un urbanismo de tendencias insulares identificadas como urbanización

en archipiélago, metrópoli fragmentada, ciudad de islas, urbanismo posmoderno y ciudad insular para

describir la evolución de los espacios metropolitanos hacia una multiplicidad de fragmentos con

diferentes funciones y características desvinculadas entre sí, y cuya distribución espacial no reconoce

ni plan de conjunto, ni una lógica común desde un ¨centro¨ que opere como referente articulador, pero

donde el capital inmobiliario y financiero ocupa un papel central (Duhau y Giglia, 2008: 79-87).

Desde esta perspectiva todos los países latinoamericanos, en mayor o menor medida, están viviendo

profundas transformaciones como partes vinculadas con el fenómeno de la globalización. Muchos

estudiosos de los efectos urbanos y territoriales de estos procesos tienden a coincidir en que uno de

los más significativos ha sido la recuperación de la importancia de las grandes ciudades y de su

crecimiento, y el consecuente desencadenamiento de nuevas modalidades de expansión

metropolitana, donde la suburbanización, la policentralización, la polarización social, la segregación

residencial, la fragmentación de la estructura urbana, etc., aparecen como rasgos destacados de una

nueva geografía urbana (De Mattos, 2002: 5).

¿DESARROLLO SOSTENIBLE?

El discurso del desarrollo sostenible tiene distintos significados, o mejor dicho se pueden distinguir

distintos discursos. A grandes rasgos y arbitrariamente podemos señalar a una posición que lo sigue

reduciendo a los aspectos puramente ambientales para poner atención en el uso de tecnologías

limpias y mejores hábitos de consumo; otra con una visión más integral ubica la relación entre los

aspectos sociales, económicos, políticos, y ambientales sin reconocer las causas estructurales de

fondo generadoras de la in – sustentabilidad; y una tercera postura relaciona la sustentabilidad con la

necesidad de modificar el sistema social moderno. En la primera posición se ubican a grupos

ecologistas preocupados por las condiciones del medio ambiente; en la segunda a los organismos

internacionales y los gobiernos nacionales, cuyo discurso adopta una forma ideológica cuando al

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mismo tiempo promueven la economía de libre mercado; las fuerzas fundamentales que transitan en

sentido contrario a la sustentabilidad; y en la tercera posición tenemos a estudiosos esforzados por

aclarar las mediaciones de un desarrollo urbano sostenible en los marcos de la modernidad actual.

La idea de un desarrollo sostenible es deseable, pero cuando se propone y divulga sin esclarecer su

alcance teórico, y se utiliza sin precisar los medios para llegar a él se convierte en un voluntarismo

inútil o una simulada intención. No pocos investigadores lo incorporan con entusiasmo a su discurso

sin esclarecer su sentido.

En los sesenta, en occidente, a partir de diversas orientaciones se habían generaron críticas a los

modelos de desarrollo tradicionales desde grupos académicos que observaban las consecuencias de

los procesos industriales sobre el medio ambiente. La economía ecológica introducía en la discusión

el tema sobre el creciente deterioro ambiental. En uno de sus trabajos el Club de Roma sugirió la

necesidad impostergable de moderar el crecimiento ante el riesgo de incrementar el daño sobre la

tierra (Aguado, Barrutia & Etxebarria, 2004); tal proposición derivó en un antagonismo entre

ambiente y economía que conducía al planteamiento de cero crecimiento; sin embargo se originó

también una perspectiva ambientalista moderada, cuya idea favorecía el crecimiento económico con

márgenes de conservación ambiental; esta tomó forma en el trabajo de la Comisión de Medio

Ambiente de las Naciones Unidas, Our Common Future, mejor conocido como Informe Brundtland

(UN, 1987).

Las primeras ideas de un desarrollo sostenible estuvieron muy relacionadas con lo puramente

ambiental, una preocupación por la conservación y la regeneración física del planeta. No se

reconocía como parte inherente de la problemática la distribución desigual de los recursos entre los

grupos sociales, ni los países, ni se cuestionaba el productivismo despilfarrador. Del informe

Brundtland se ha desprendido el concepto de desarrollo sostenible refiriéndolo casi exclusivamente a

la solidaridad inter generacional con nuestros descendientes, olvidándose la solidaridad con los

contemporáneos.8 El uso del concepto se había inclinado fundamentalmente hacia lo ambiental, una

circunstancia que se debatió en la Cumbre de la Tierra en Brasil por las organizaciones sociales de

base (Sachs, 2003: 17); además, la promoción del desarrollo sostenible desde las instituciones

8 Debe tenerse en cuenta que comúnmente la idea de desarrollo sostenible se reduce a la frase: Satisfacer las

necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias

necesidades.

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supranacionales como el Banco Mundial, despertaron fundadas dudas acerca de su real contenido y

sus acercamientos con las políticas de libre mercado promovidas por las mismas organizaciones y

por no pocos gobiernos nacionales; ¿Se trataba de una novedosa imposición para las regiones del

Sur?.

Para los años noventa el concepto de Desarrollo Sostenible se enriqueció con las debates desde los

países del hemisferio sur al incorporar los aspectos económicos, sociales y políticos, superando los

modelos de crecimiento cero y lo puramente ambiental. Así, la sostenibilidad también debe ser

justicia y equidad con nuestros contemporáneos (Sachs, 2003: 5). Está claro que el concepto

representa una tendencia que enfatiza la preocupación por los asuntos ambientales y la enorme

desigualdad social en el mundo actual, pero en diversas condiciones su incorporación al discurso no

se corresponde con las prácticas de la gestión pública. Pues

- en las políticas del desarrollo urbano sustentable están ausentes las consideraciones de dos aspectos

fundamentales que se constituyen como grandes obstáculos a sus propósitos principales: 1) las

políticas (re)privatizadoras de todo tipo de recursos naturales, de la infraestructura y de los servicios

públicos y; 2) la ausencia de planeación estatal urbana-metropolitana-regional –con sus acciones

prácticas concretas dentro de la llamada planeación estratégica–, derivadas ambas de un proceso de

política económica gubernamental de naturaleza neoliberal (Munguía Huato, 2005).

En el caso de los discursos de las organizaciones supranacionales encontramos que sus visiones de

sustentabilidad están mezcladas con la promoción de políticas económicas que favorecen el libre

mercado, sin aclarar los fundamentos de esta relación o plantear los límites bajo los cuales se

promueven las políticas públicas. En los documentos emblemáticos de la ONU se declara:

- Como el ser humano es el aspecto más importante de nuestras preocupaciones respecto del desarrollo

sostenible, es también la base de nuestra acción para dar efecto al Programa de Hábitat.

Reconocemos que las mujeres, los niños y los jóvenes tienen una necesidad especial de vivir en

condiciones seguras, salubres y estables… Ampliaremos la oferta de vivienda asequible, para lo cual

velaremos por que los mercados funcionen con eficiencia y de manera social y ambientalmente

racional, porque se mejore el acceso a la tierra y al crédito y porque se ayude a los que estén

excluidos del mercado de la vivienda (ONU, 1996).

Page 17: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 14

Por su parte, el Banco Mundial9 también promotor del desarrollo sostenible, en 1993 orientó reformas

al sector de la vivienda de los países en desarrollo, en donde los gobiernos abandonarían el papel de

proveedores para cumplir una función reguladora. Desde entonces transitarían a una función

facilitadora de las condiciones institucionales para estimular una mayor participación de los actores

privados y sociales en la producción de vivienda y el desarrollo urbano; pero en los hechos las

nuevas condiciones se han traducido en una centralidad de los desarrolladores inmobiliarios para

definir las formas de expansión urbana.

En el caso de las políticas públicas de los gobiernos, como en México, en donde los programas de

desarrollo regional y reordenamiento territorial, así como el de vivienda se autodefinen como

sostenibles en una clara contradicción con los procesos en curso a nivel de los sistemas económicos

y urbanos. Se declara

- … habremos de impulsar el desarrollo habitacional sustentable, a fin de que el crecimiento habitacional

no ponga en riesgo el patrimonio natural de las futuras generaciones. Para ello, se estimulará la

construcción de viviendas con criterios de respeto al medio ambiente, se instaurarán nuevas normas

oficiales, se aprovechará la experiencia internacional en este tema y se promoverá la formación de

servidores públicos con conocimientos técnicos sobre vivienda sustentable (SEDESOL, 2007).

Las políticas públicas en materia urbana y habitacional en el caso de México, como en varios países

de América Latina promueven discursos por la sostenibilidad,10 pero coexisten con tendencias

urbanas con lógicas del libre mercado, en donde el Estado ve reducida su capacidad de regulación

para la reordenación territorial y un desarrollo urbano equilibrado con mejores condiciones de

habitabilidad. Frente a esto no son pocas las voces que observan la contradicción entre tendencias

urbanas y el discurso de las políticas públicas, donde el concepto termina por adoptar un contenido

sumamente vago.

9 Durante más de veinticinco años el Banco Mundial ha prestado más de 250,000 millones de dólares al gobierno

mexicano tan sólo para financiar los programas de vivienda (Boils, 2002).

10 Se señala que la sostenibilidad en urbanismo no es, en contra de lo que se afirma, el paradigma dominante. Cuando

mucho, puede ser considerada como un conjunto de teorías emergentes o embrionarias, pero la serie de proposiciones

sobre la que se quiere basar este nuevo paradigma parece estar todavía pobremente estructurada, careciendo de una

instrumentación práctica (Gaja I Diáz, 2005: 117).

Page 18: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 15

CONCLUSIONES

La sociedad actual en su versión occidental es una expresión radical de la sociedad moderna; es

decir sus rasgos fundamentales de producción y acumulación capitalista se profundizan sobre la

base de una mayor liberación de los mercados y el uso intensivo del conocimiento; sus cambios

reconfiguran el espacio de las ciudades particularmente en las latinoamericanas, donde la

fragmentación espacial y social parecen ser las tendencias urbanísticas emergentes, dando lugar a

una mayor complejidad para los procesos de ordenamiento territorial y espacial; mientras que el

discurso de la sostenibilidad, por un lado fundamentó la preocupación por cuidado el ambiental; pero

en una versión diferente la sostenibilidad se plantea también como un problema de poder social y

político, no sólo ambiental.

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Page 20: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 17

Prácticas profesionales y supervisión en Trabajo

Social

José Manuel León Cristerna

Nidia Yuniba Brun Corona

PROFESIÓN Y PRÁCTICA

El diseño curricular de las profesiones en la actualidad otorga un papel central a la práctica

profesional, o dicho en el discurso educativo dominante, las competencias profesionales constituyen

el eje medular de la formación. La globalidad de los procesos educativos y la influencia de las

agencias educativas internacionales, como la UNESCO, la OEA, el BM, el BID, la OCDE, a través de

sus políticas, han impulsado el modelo de Educación Basada en Competencias (EBC), cuya

presencia e influencia en México se palpa desde preescolar hasta el posgrado. Sin entrar en

valoraciones de ningún tipo, por el momento, simplemente se constata que ése es uno de los

aspectos de la realidad educativa nacional. El saber hacer es una característica inherente a cualquier

profesión, no es un hecho nuevo, el profesionista tiene que saber hacer una infinidad de tareas,

acciones, intervenciones, gestiones y aplicar un conjunto indeterminado de conocimientos técnicas y

procedimientos generales y específicos para lograr el cumplimiento de su ejercicio profesional. Hoy,

se resalta la importancia del saber hacer. Por supuesto, se hace desde una concepción integral, no

se le concibe aislado, se acompaña del saber conocer, del saber ser y el saber convivir propuestos

por el informe Delors de la UNESCO (Delors, 1996).

A pesar del concepto holístico que se imprime al proceso educativo, se siente el énfasis particular

que se da al desempeño profesional. La profesión no se reduce a lo práctico, al saber hacer algo y

Foto: FTSM

Page 21: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 18

hacerlo bien, pero hoy, el interés de la formación profesional en los sistemas educativos y en muchas

instituciones de educación superior está centrado en esta dimensión. La empleabilidad, es decir, la

capacidad del egresado de una profesión para obtener un empleo, dependerán cada día más de las

competencias profesionales que adquiera, y más particularmente de la eficiencia que demuestre en

su desempeño profesional. El entorno sociocultural de las profesiones se está moldeando bajo los

criterios y conceptos del discurso de la Educación Basada en Competencias, por tanto, es necesario

que los educadores e instructores, en resumidas cuentas, todos los que actúan en el proceso

educativo, deben dominar el concepto de las competencias profesionales y conocer las estrategias y

procedimientos que facilitan su forja. Este es el punto en que se hace necesario repensar las

prácticas escolares y profesionales que son parte del proceso de formación de un profesional.

Al mencionar el desarrollo de prácticas en el marco de un currículum, necesariamente se llega a la

figura de un supervisor. No basta que el estudiante realice prácticas, es necesario que haya un

facilitador que lo acompañe, lo asesore y dirija la formación de competencias profesionales. Esto no

es nuevo, el supervisor debe ser un profesional experimentado, debe dominar el arte de la profesión

y guiar con su experticia al estudiante, al aprendiz, es la vieja relación pedagógica entre el maestro y

el aprendiz que se remonta con nitidez hasta la edad media. La función administrativa del supervisor,

que sólo atiende aspectos del cumplimiento formal del plan de actividades del estudiante está

rebasada, es una tarea que se debe realizar pero no es la más importante. Lo central es conducir el

proceso de formación de competencias profesionales in situ, constatando las condiciones del

ejercicio profesional y los criterios de desempeño normalizado que se exigen. En todas las

profesiones se requieren

procesos de reflexión y

formación que conduzcan a

la especialización del

personal que se encarga de

la supervisión de prácticas.

Lo ideal es que los

profesionistas más

experimentados, los que

dominan a la perfección el

arte de la profesión sean quienes se hagan cargo de esta tarea.

Foto: FTSM

Page 22: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 19

LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES EN EL PLAN DE ESTUDIOS DE LA CARRERA DE LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL.

En el Plan de Estudios de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social, en la Universidad Autónoma

de Sinaloa (UAS, 2006), se les asigna un lugar muy importante a las prácticas profesionales. Este

Plan está diseñado desde la perspectiva del enfoque de la Educación Basada en Competencias y

las prácticas están integradas al Eje Rector; este eje lo constituyen los cursos y talleres cuya

temática se centra en los saberes y prácticas de la profesión de trabajador social. Se concibe que las

prácticas

- constituyen una intersección entre el saber teórico, las habilidades indagatorias y la atención de

núcleos problemáticos concretos. La Investigación Acción como enfoque para acercarse al

conocimiento del campo problemático y determinar las estrategias de intervención profesional, se

conjugará con otros enfoques epistémicos, tanto de corte cuantitativo como cualitativo. Las prácticas

profesionales están diseñadas de tal manera que irán acrecentando su nivel de complejidad y

compromiso profesional. Los núcleos problemáticos indican el sentido que éstas habrán de tener

(UAS, 2006: 40).

La distribución y sentido de las prácticas en el mapa curricular, en concordancia con los núcleos

problemáticos, se da de la siguiente manera:

- En el primero y segundo semestre, los estudiantes abordarán como objeto de intervención, la propia

práctica profesional del trabajador social, desentrañando el contenido epistémico, actitudinal,

valorativo, habilidades y destrezas que implica la profesión.

En el tercero y cuarto semestre, las prácticas se encauzarán a la atención prioritaria de las

necesidades sociales asumidas como núcleo problemático. El alumno entrará a estudiar el ámbito de

su objeto de intervención: las necesidades sociales, que son el espacio donde desarrolla la actividad

profesional en las distintas instituciones y agrupaciones sociales. El conocimiento de éstas le permite

ejecutar acciones con mayor conocimiento de su campo de acción, utilizando para ello, las técnicas

que son básicas en el trabajo social.

En el quinto y sexto semestre las prácticas se orientarán hacia el conocimiento de la política social y

la globalización como núcleo problemático. En éste se pretende formar al alumno con un

conocimiento más profundo acerca de la política social y los efectos de la globalización en ésta,

analizando el plan nacional de desarrollo, los distintos programas que se aplican en las instituciones

para que de esta forma puedan incidir en ellos, analizando las políticas sociales, las políticas públicas

y el modelo económico que impera para la atención de las necesidades sociales en México y desde las

cuales interviene el trabajador social, tanto a nivel macro como micro social (UAS, 2006: 40).

Page 23: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 20

En la última fase de su formación, el cuarto grado, las prácticas exigen un mayor compromiso de los

estudiantes, de la institución y de los profesores, el texto lo registra de la siguiente manera:

- En el séptimo y octavo semestre, el núcleo problemático es mucho menos definido que los anteriores

semestres. Se denomina Alternativas del Trabajo Social y, como su nombre lo indica, está sujeto a

las condiciones del contexto y a las competencias del alumno de Trabajo Social. El nombre de este

núcleo refleja también, la flexibilidad curricular pues a estas alturas de la formación profesional, el

alumno se encuentra desarrollando los cursos optativos, por tanto las alternativas de intervención

profesional estarán impactadas por los contenidos, indeterminados ahora, de los cursos optativos. No

obstante, dado que nos encontramos al cierre de la formación profesional, es aquí donde el estudiante

acompañado por sus profesores hará uso de las competencias profesionales adquiridas previamente y

las aplicará en la solución de problemas con creatividad, innovación y desde una perspectiva holística.

La forma de abordaje y tratamiento de los problemas, así como el diseño de las estrategias

profesionales, debe fomentar el ejercicio autónomo de la profesión y demostrar el grado en que se han

adquirido y perfeccionado las competencias profesionales. Se debe buscar el desempeño óptimo del

ejercicio profesional (UAS, 2006: 40-41).

Lo expresado en este apartado es el sentido original que se dio a las prácticas profesionales desde

el diseño curricular del Plan de Estudios Unificado de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social

para la Universidad Autónoma de Sinaloa, en el año 2006, lo cual involucra a las Facultades de

Trabajo Social de Los Mochis, Culiacán y Mazatlán. Desde entonces a la fecha, se han establecido

reglamentos y se han especificado una serie de lineamientos emanados de las reuniones de

academia de los docentes que se integran en el Eje Rector, con el propósito de hacer más

productivo y eficiente el desarrollo de las prácticas profesionales. Por cierto, convencionalmente se

distinguen las prácticas escolares de las profesionales. Las primeras son las que se desarrollan del

primer semestre hasta el sexto, es decir del primero hasta el tercer grado; las segundas se refieren a

las que se realizan en el séptimo semestre, cuando el alumno cuenta ya con una formación

profesional en proceso de especialización. Existe una lógica de articulación de las prácticas en el Eje

Rector y de este eje con las Líneas de Formación, por su extensión, esta reflexión no se puede

profundizar aquí y se dejará para otra oportunidad. Por ahora, se han aportado las ideas centrales

que sobre las prácticas profesionales establece el Plan de Estudios, con el propósito de que el lector

tenga elementos que le permitan contrastar y valorar, la información que aportaron las supervisoras

de prácticas sobre su experiencia y que se presenta en el siguiente apartado.

Page 24: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 21

PRÁCTICAS PROFESIONALES DEL TRABAJADOR SOCIAL. PERCEPCIÓN DEL PROCESO, OBSTÁCULOS Y SUGERENCIAS DE LAS SUPERVISORAS.

Con el propósito de conocer la apreciación de las supervisoras sobre la organización y desarrollo de

las prácticas profesionales, comprometidas como parte del proceso de formación de trabajadores

sociales, se aplicó un cuestionario integrado con 10 preguntas abiertas a 13 supervisoras de

prácticas, que de su puño y letra y en la extensión que consideraron pertinente expresaron sus

ideas, valoraciones y sugerencias, sobre una de las actividades que es medular en el proceso

formativo. Aunque las encuestas se aplicaron hace ya tres años y el ejercicio de la supervisión y el

desarrollo de las prácticas ha sido motivo de análisis, reflexión, modificación de procesos e

innovaciones, por parte del colectivo de docentes que se integran en el Eje Rector, resulta de gran

interés mostrar la percepción que este importante equipo tenía en el año 2010. Algunas situaciones

problemáticas que se enuncian aún no son superadas y muchas de las observaciones y críticas que

aquí se consignan, pueden servir para motivar el estudio de este campo en otras instituciones

formadoras de trabajadores sociales.

La intención central de las preguntas se expresa en el siguiente cuadro:

Pregunta Intención

1 Identificar los propósitos de las prácticas profesionales

2 Áreas de desarrollo de las prácticas en la FTSM

3 Organización de las prácticas

4 Identificar el proceso de supervisión

5 Las metodologías usadas

6 Técnicas de intervención utilizadas

7 Uso de la teoría en las prácticas

8 Logros obtenidos en las diferentes áreas de intervención

9 Obstáculos a los que se enfrentan los practicantes

10 Sugerencias de mejora

Los resultados, pregunta por pregunta, se presentan en las páginas siguientes.

Page 25: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 22

PREGUNTA 1. ¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE DESARROLLAR LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES EN TRABAJO SOCIAL?

Las respuestas de las supervisoras revelaron una diversidad de apreciaciones en las que se

perciben los diferentes énfasis que evidencian cómo el factor personal va marcando los procesos.

Aunque era de suponerse que las respuestas tendrían un alto grado de coincidencia, al final,

tenemos las “pequeñas diferencias” que dotan de sentido a los procesos.

La mayoría de las encuestadas coincide en el uso de los verbos conocer, desarrollar y aplicar. El

propósito de las prácticas es “conocer la intervención profesional del trabajador social”. “Desarrollar

los conocimientos teóricos y prácticos y aplicar los conocimientos teóricos y metodológicos”. Otros

propósitos enunciados fueron “inducir a los alumnos a los campos de acción”, “caracterizar a las

instituciones”, “identificar y analizar las problemáticas que atiende la institución”, “identificar a los

sujetos sociales” y propiciar una “práctica profesional vivida”.

En conjunto, sus apreciaciones revelan el sentido de las prácticas profesionales. La mayoría, las que

coinciden en los verbos conocer, desarrollar y aplicar parecen tener una mayor unidad conceptual al

expresar el propósito; las otras apreciaciones, sin duda se refieren a varios aspectos de la práctica

que consideraron relevantes, por lo general no los mencionaron en forma aislada sino como parte de

una valoración o comentario más amplio, podría decirse que como una forma de ejemplificación. Se

evidencia en las respuestas un sentido compartido del propósito de las prácticas: los estudiantes

deben aplicar los conocimientos aprendidos en las aulas y vivir la experiencia profesional en las

áreas y campos con problemas reales; interactuando con los docentes, pero sobre todo con los

profesionales del trabajo social. A pesar de esta coincidencia en el sentido, queda la sensación de la

necesidad de trabajar más en la definición de los propósitos.

PREGUNTA 2. ¿EN QUÉ ÁREAS SE DESARROLLAN LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES DEL TRABAJADOR SOCIAL?

En el siguiente cuadro se presenta la apreciación de las supervisoras sobre las áreas de intervención

del trabajador social. La frecuencia se determinó por el número de menciones, lo cual da una idea

de la importancia que se otorga a esas áreas. La clasificación que se presenta respeta los términos

en que fueron expresadas las respuestas, por así decirlo, es la clasificación que las encuestadas

proponen.

Page 26: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 23

Área Frecuencia

Educativa 16

Salud 9

Jurídica 9

Desarrollo de la comunidad 9

Asistencial 8

Laboral 6

Empresarial 6

Institucional 3

Emergentes 2

Penitenciario 1

Familiar 1

Vivienda 1

La mayoría de las menciones corresponden a las áreas que generalmente se califica de

tradicionales. Se señalan dos supuestas áreas emergentes pero no se aporta ninguna denominación

específica, por lo cual, lo dicho queda en duda. Llama la atención que el tema de la familia sólo haya

recibido una mención, cuando es uno de los campos a los que a nivel de contenidos se les otorga

mucho espacio.

PREGUNTA 3. ¿CUÁL ES LA ORGANIZACIÓN QUE TIENE LA INSTITUCIÓN PARA EL DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES?

La pregunta recupera la percepción de las supervisoras sobre la organización institucional para el

desarrollo de las prácticas. Se esperaba que las respuestas coincidieran por trabajar todas ellas en

el mismo marco normativo. Los resultados muestran una percepción diferenciada, hay quienes

tienen el modelo institucional muy claro y quienes apreciaron más el trabajo empírico que implican

las prácticas.

La supervisora que dió una respuesta más amplia y completa dijo que las prácticas se realizan desde

primero a tercer grado, en primero se realiza investigación documental y de campo sobre la práctica

profesional; en segundo se investigan las necesidades y problemas de las colonias y comunidades y

se desarrollan programas de intervención. En tercero, los alumnos se integran a una institución en la

idea de conocer las políticas sociales que se promueven, así como la intervención profesional del

trabajador social en los programas y/o proyectos a través de los cuales se opera la política. Realiza

Page 27: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 24

también investigación sobre las necesidades o problemas detectados. En el séptimo semestre los

alumnos realizan prácticas profesionales, elaborando y aplicando proyectos de intervención en

diferentes campos y áreas profesionales. Al inicio se integran brigadas de entre cinco o seis alumnos

por afinidad y posteriormente se sortean los campos de investigación y de intervención. Se establece

contacto, coordinación con los responsables de las instituciones y/o colonias por parte del supervisor

y se solicita autorización de su parte.

Esta aportación reporta la forma como se organizan curricularmente las prácticas escolares y

profesionales; en la respuesta se percibe esa clasificación. El término prácticas profesionales se

reserva para los alumnos de séptimo que realizan su proyecto de intervención.

Con las aportaciones de todas las supervisoras, se puede reproducir el concepto de organización

institucional de las prácticas escolares/profesionales que se realizan en la facultad. Según su dicho,

la máxima instancia es la Coordinación de Licenciatura, de la cual depende el Departamento de

Coordinación de Prácticas, luego en el nivel inferior está el cuerpo de supervisoras que atienden a

las instituciones y comunidades. Por las fechas en que se realizaron estos cuestionarios, las

supervisoras refieren que no se contaba con una Coordinadora de Prácticas y que tres compañeras,

en equipo, se hacían responsables de esa función.

Ninguna supervisora refiere la existencia de un reglamento de la Facultad que rija el desarrollo de

estas actividades, en cambio una de ellas expresa que las prácticas en las instituciones se rigen por

el reglamento de éstas.

Las supervisoras mencionaron varios aspectos que tienen relación con procedimientos que se

siguen para la elección de campos, la formación de brigadas, la frecuencia con que los alumnos

realizan sus prácticas, el uso de uniforme, los horarios, las reuniones periódicas de evaluación y

seguimiento y la entrega de informes.

En general, se puede afirmar que no hay homogeneidad en el concepto, ni precisión del manejo de

información sobre la realización de las prácticas escolares y profesionales; hay quienes tienen

suficiente claridad y manejo institucional del área, pero en la mayoría de los casos la información es

parcial.

Page 28: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 25

PREGUNTA 4. ¿CÓMO SE LLEVA A CABO LA SUPERVISIÓN?¿CON QUÉ FRECUENCIA SE SUPERVISA?¿QUÉ APORTA EL PROCESO DE SUPERVISIÓN? ¿CÓMO ES LA RELACIÓN SUPERVISOR-ALUMNO EN EL MARCO DE LA SUPERVISIÓN?

Las supervisoras entrevistadas, en su mayoría, refieren que la supervisión se da en las modalidades

de campo y de gabinete. Esta respuesta era esperada porque los lineamientos institucionales

establecen estas dos modalidades; no obstante, llama la atención que cinco de las entrevistadas en

sus respuestas no mencionan estas dos modalidades. Otro dato sobresaliente es que no hay

coincidencia en cuanto a la frecuencia de la supervisión. El 50% de las supervisoras refiere que tanto

la supervisión de gabinete como la de campo, se realizan cada semana. Cinco supervisores, que

representan el 38.4%, señalan que la supervisión de campo la realizan cada 15 días y uno de ellos

indica que supervisa dos y tres veces por semana, tanto en campo como en gabinete.

En cuanto a los aportes que provee la supervisión, los aspectos que se mencionan con mayor

frecuencia son la orientación, la asesoría y la retroalimentación. En un segundo nivel de importancia

son mencionados los siguientes aspectos: educativo, la comunicación, la evaluación y el control

administrativo. En un tercer nivel, como expresiones individuales, se menciona como aporte a la

formación, lo afectivo, la planeación, la responsabilidad, la puntualidad y el apoyo del supervisor

como refuerzo.

Llama la atención que por lo menos hubo dos casos en que las respuestas fueron formuladas en un

grado de generalidad muy amplia, como si la pregunta no se entendiera o como si se tuviera la

intención de evadir el dar una respuesta precisa. En uno de los casos de plano es evidente que no

se pudo conceptualizar el término “aporte”.

En general, los supervisores conceptualizan la actividad de supervisión como un ejercicio profesional

que exige una relación seria e institucional. Se percibe que esa relación es de compromiso y con

calidez. Algunos supervisores manifestaron que cuando era necesario el apoyo a una brigada de

practicantes, la frecuencia de la supervisión podría aumentar a las veces que fuese necesario.

Uno de los supervisores manejó la idea de la supervisión como acompañamiento, muy relacionado

con el concepto de comunicación. Es una expresión interesante porque hay otros campos

profesionales, como el educativo, en el cual este concepto se ha desarrollado con aparente éxito.

Una de las supervisoras entrevistadas refirió el mecanismo de control que aplica la institución: Existe

un formato de planificación de supervisiones donde se vacían los datos para evidencias de visitas de

supervisión. Este documento se entrega al departamento coordinador, se utiliza otro documento

Page 29: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 26

donde aparecen las visitas del supervisor firmadas y selladas por el responsable de la institución o

comunidad en donde se realizan las prácticas. Este proceso aporta elementos para sistematizar la

experiencia que se tiene en las áreas que atienden nuestras alumnas.

Los datos que se obtuvieron de estos temas, revelan con claridad lo que ahora se hace en materia

de supervisión y las áreas de oportunidad que se tienen para mejorar uno de los aspectos más

importantes en la formación de los alumnos y donde se conjugan la teoría y la práctica de la

profesión.

PREGUNTA 5. ¿QUÉ METODOLOGÍAS SE APLICAN EN LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES? ¿SE APLICAN EN LAS PRÁCTICAS LAS METODOLOGÍAS APRENDIDAS EN EL AULA? ¿SE DETECTAN ALGUNAS DEFICIENCIAS AL MOMENTO DE APLICAR LAS METODOLOGÍAS EN LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES?

La intención de este bloque de preguntas salta a la vista: se trata de saber cómo perciben las

supervisoras la relación entre metodología y práctica y la función del trabajo de aula en esta

interacción. En sus respuestas, las supervisoras refieren que las metodologías que más

frecuentemente aplican son la de casos, grupos, comunidad y método básico. También se

mencionan, en una sola ocasión, la investigación acción, la investigación científica y la promoción

social. Llaman la atención que dos de las entrevistadas responden en forma general sin hacer

referencia explícita a ninguna metodología y que se mencione al familiograma como una

metodología.

Los autores, que sólo dos supervisoras mencionan como base de los planteamientos metodológicos

son: María del Carmen Mendoza Rangel, Ezequiel Ander Egg y Silvia Galeana.

Al menos cuatro, de las trece supervisoras entrevistadas, afirman que las metodologías aplicadas se

aprendieron en el aula.

Las dificultades que los supervisores detectaron en el desarrollo de las prácticas y que se

mencionaron al menos una vez son:

Los alumnos no saben investigar

Los alumnos no leen

Falta de tiempo

Elaboración del programa

Faltó teoría del trabajo social

Actualización de las metodologías

Page 30: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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Inmadurez del alumno

Limitantes de la comunidad

Trabajo de grupo

Además, tres supervisoras refieren deficiencias en general, sin especificar ninguna y una mencionó

que los horarios de la escuela no coinciden con la comunidad.

PREGUNTA 6. ¿CUÁLES SON LAS TÉCNICAS QUE MÁS SE UTILIZAN EN EL DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES?

A continuación se presentan las técnicas que más se utilizan en las prácticas según la percepción de

los supervisores. Se transcribieron todas las que se mencionaron, aunque algunas de ellas no

encajen en la categoría de técnicas o sea una repetición con el uso de otra palabra.

Las técnicas que más se utilizan en las prácticas son las siguientes:

Técnica Frecuencia

Observación 10

Entrevista 10

Cuestionario 5

Encuesta 4

Visita domiciliaria 3

Estudio de caso 3

Talleres 2

Planeación 1

Asamblea 1

Reunión comunitaria 1

Censo 1

Técnicas didácticas 1

Técnicas de comunicación social 1

Dinámicas grupales 1

Estudio socioeconómico 1

Medios gráficos 1

Tres de los supervisores entrevistados contestaron de manera general, sin especificar la aplicación

de ninguna técnica en particular.

Page 31: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 28

PREGUNTA 7. ¿QUÉ UTILIDAD TIENE EL CONOCIMIENTO TEÓRICO EN LA REALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES? ¿QUÉ TEORÍAS SON LAS MÁS UTILIZADAS? ¿QUÉ LIMITACIONES TEÓRICAS SE PRESENTAN EN EL DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES?

En cuanto a la utilidad de la teoría, siete de los supervisores entrevistados manifestaron que la teoría

es la base de las prácticas; tres dijeron que la teoría permite elaborar explicaciones de los

fenómenos y uno señaló que sirve para elaborar el marco teórico. Dos de los supervisores señalaron

que se utiliza mucha teoría, sin especificar para qué.

Las teorías que más se utilizan, al decir de los supervisores, son las sociales, mencionadas en forma

general; las psicopedagógicas y las de trabajo social. También fueron señaladas, al menos una vez,

el estructural funcionalismo, la participación social, salud pública, economía, ecología, derecho y

género. Se menciona a los autores Piaget y Maslow. También fueron mencionadas, como teorías,

los métodos de casos, grupos y comunidad.

Entre las limitaciones detectadas se menciona que los alumnos casi no hacen referencias a los

autores y teorías y además, dicen otros supervisores, no les interesan las teorías.

PREGUNTA 8. ¿QUÉ LOGROS SE PUEDEN DESTACAR EN LAS DIFERENTES ÁREAS?

La pregunta pretendía obtener información sobre los logros en cada una de las áreas de

intervención. En realidad, las respuestas que se ofrecieron generalizaron la información, con muy

pocas alusiones directas a las áreas específicas. La dispersión de las respuestas fue otra de las

características de estos resultados.

Las opiniones generales sobre los logros se refieren a la aplicación de conocimientos, obtener

conocimientos y conocer el proceso de intervención. También se manejan como logros, reconocer en

la práctica las funciones y la acción de los trabajadores sociales empleados, la caracterización de las

necesidades sociales que atienden las instituciones, la ejecución de los programas que los alumnos

presentan a las instituciones y la interacción con los usuarios. Además, se mencionan como logros la

motivación de los alumnos para aprender de la práctica y desarrollar el amor e interés a la profesión.

El desarrollo comunitario, como área de intervención, permite logros como los siguientes:

Desarrollo de habilidades de investigación para detectar necesidades sociales.

Desarrollo de habilidades de investigación, entre las que se cuentan las técnicas para la

recopilación de información como la observación, la entrevista y el uso del diario de

campo.

Page 32: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 29

Desarrollo de habilidades de intervención en el área de trabajo social; se incluyen la

planeación de las actividades, la realización del trabajo social con grupos y el trabajo en

equipo.

También se menciona el desarrollo de habilidades de comunicación y de redacción.

Aprender a realizar gestiones en instancias gubernamentales también es un logro.

A nivel de valoración personal, por parte del alumno, se mencionan el autorreconocimiento

de su potencial, su seguridad o asertividad al intervenir.

Se cuenta como logro, proporcionar a los habitantes de la comunidad información sobre

adicciones, nutrición y comunicación familiar.

En sentido autocrítico, se hizo una mención a la carencia de sistematización de las prácticas

escolares o profesionales. Además, se debe mencionar que la respuesta de una supervisora fue tan

general e imprecisa que no aportó nada.

PREGUNTA 9. ¿CUÁLES FUERON LOS PRINCIPALES OBSTÁCULOS EN LAS DIFERENTES ÁREAS DE PRÁCTICAS PROFESIONALES?

Las respuestas a esta pregunta se agruparon en varias categorías, en cuanto a los comentarios

críticos generales se expresó lo siguiente:

Falta de compromiso del alumno con su formación.

Falta de ética del alumno.

Los estudiantes no muestran la madurez emocional suficiente.

Los estudiantes se enfrentan a múltiples distractores electrónicos.

El horario de prácticas no se ajusta a las condiciones de las comunidades y de las

instituciones.

En relación con las prácticas en las instituciones se dijo lo siguiente por parte de los supervisores:

Incompatibilidad de los objetivos de las instituciones y los de las prácticas escolares de primer

grado.

Falta de capacitación de los practicantes por parte de la institución.

Las actividades preestablecidas por la institución.

Que en las instituciones no hay trabajadores sociales contratados.

Que los encargados del Departamento de Trabajo Social son de otra profesión.

Page 33: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 30

Que los trabajadores sociales contratados en las instituciones no realizan las funciones

profesionales o tienen un bajo desempeño profesional.

La confidencialidad de la información de las instituciones.

La inasistencia de los practicantes.

En el área de las prácticas en comunidad se mencionaron los siguientes obstáculos:

Dificultad para lograr la participación de los habitantes de la comunidad.

Manejo incompleto de las teorías sociales.

Falta de recursos didácticos.

Falta de financiamiento de las actividades.

Falta de compromiso de los alumnos con la sociedad

Poca disposición de los alumnos para adaptarse a trabajar en horarios que chocan con sus

compromisos personales o sus lugares de residencia.

En relación con las actividades de supervisión, se expresó que hay resistencia de algunas

supervisoras para entregar la planificación y las evidencias de lo realizado a la coordinación de

prácticas.

PREGUNTA 10. ¿QUÉ SE SUGIERE PARA TENER UN MEJOR DESEMPEÑO INSTITUCIONAL Y PROFESIONAL EN EL DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS PROFESIONALES?

A continuación se relacionan las sugerencias que se hicieron para mejorar el desarrollo de las

prácticas. Se han dispuesto en un cuadro porque algunas sugerencias tienen sus considerandos.

SUGERENCIA CONSIDERANDOS

Reuniones de academia para retroalimentar el proceso

Por grado, promover el intercambio de experiencias y dinámica de trabajo

Reuniones con directivos de las instituciones Que se difunda cuál es el sentido de las prácticas profesionales. Que no vean al alumno como fuerza laboral.

Promover la firma de convenios con las instituciones

Que expliciten la propuesta de intervención de los alumnos.

No enviar alumnos a instituciones que no tienen trabajador social

El propósito de las prácticas es conocer la intervención del trabajador social en las diferentes áreas

Dar continuidad a las prácticas comunitarias

Que las supervisoras (es) continúen su capacitación

Page 34: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 31

Adecuar las prácticas a la realidad de la comunidad

Concientizar a los alumnos y docentes sobre esta adaptación

Supervisión constante Mínimo dos veces por mes

Guía y protocolos de intervención orientados por la teoría

Fundamentados metodológicamente

Organización más adecuada de las prácticas profesionales

Que los procesos sean dinámicos y productivos

Comunicación entre los actores involucrados Promover la retroalimentación

Sistematizar el modelo de prácticas de la facultad Para difundirlo y evaluarlo

Buscar proyectos financiados total o parcialmente

Es una forma de lograr más beneficiados

Realización comprometida de proyectos Proyectos conjuntos entre las instituciones y la Facultad

Lograr mayor compromiso por parte de los alumnos

CONCLUSIONES

Con la intención de obtener los aportes

esenciales de este ejercicio de investigación,

se han formulado las siguientes conclusiones,

en las cuales se vierten algunas

interpretaciones y sugerencias que pueden

asumirse por la Facultad de Trabajo Social de

Mazatlán o cualquier otra institución que

atraviese por experiencias similares en el

campo de las prácticas profesionales. Se optó

presentarlas pregunta por pregunta, porque

cada una de ellas implica un tema que sirve de

eje y puede ser motivo de discusión, análisis,

reflexión y puede convertirse en un objeto de

transformación. De antemano, se tiene la

certeza de que sobre las prácticas

profesionales existe un inmenso mar de fondo

que va desde el nivel teórico-conceptual hasta

el nivel operativo; lo que aquí se presenta es

una modesta aportación que pretende motivar

el diálogo entre los interesados. Ojalá sea de

utilidad.

Pregunta 1. Propósitos de las prácticas

profesionales.

La definición y precisión de los propósitos de

las prácticas profesionales es un campo de

oportunidad para mejorar el desarrollo y

calidad de esta experiencia.

Pregunta 2. Las áreas de prácticas.

A pesar de los esfuerzos declarados en el Plan

de Estudios por abrir nuevos campos y áreas

de intervención profesional, el enfoque

Page 35: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 32

tradicional domina, lo cual no es un demérito

pero evidencia la necesidad institucional de

cuidar y cultivar su competencia innovadora.

Pregunta 3. Organización de las prácticas

profesionales.

La percepción que se revela en las respuestas

de las supervisoras, exige un esfuerzo

institucional que promueva el dominio, por

parte de todo el personal docente involucrado,

del marco normativo de la facultad, con

especial énfasis en los reglamentos y acuerdos

sobre la realización de las prácticas

profesionales. También debe aclararse cuál es

la estructura administrativa de la licenciatura y

las líneas de mando que corresponden. Todo

ello contribuirá a perfilar con nitidez las

funciones, responsabilidades, compromisos y

directrices operativas hasta el nivel de los

procedimientos, que dan fluidez de principio a

fin al ejercicio de las prácticas profesionales y

escolares.

Pregunta 4. Proceso de supervisión.

No se percibe un dominio pleno ni

homogeneidad en el proceso de supervisión.

Incluso, en el nivel operativo, existen

diferencias que necesariamente implican el

manejo de un concepto de prácticas y de

supervisión, que debe configurarse

institucional y colegiadamente para sintonizar y

fortalecer los resultados.

Pregunta 5. Metodología.

Se revela que existe una diferente apreciación

del papel de la metodología en el desarrollo de

las prácticas. Al menos un tercio de las

encuestadas percibe la relación entre el trabajo

de aula y las prácticas.

Queda la impresión, por el tipo de dificultades

que detectan y expresan, que el supervisor se

posiciona más como observador externo que

sanciona y orienta y menos como

corresponsable directo de cada proyecto de

prácticas. El rol de supervisor y su concepto

deben ser discutidos y consensuados

colectivamente.

Pregunta 6. Uso de técnicas.

El uso de técnicas que declaran los

supervisores en sus respuestas, se

corresponden de cierto modo, con las

metodologías que se utilizan y las áreas que

se atienden en el desarrollo de las prácticas

profesionales.

Vale la pena revisar todas las técnicas que

pueden ser incluidas en la “caja de

herramientas” del trabajador social.

Pregunta 7. Uso del conocimiento teórico.

Según lo dicho por las supervisoras, el manejo

de teorías es muy importante en el desarrollo

de las prácticas. Sólo hacen referencia a los

apellidos de dos autores, que corresponden al

campo psicológico, Piaget y Maslow, aunque

Page 36: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 33

señalaron que las teorías más usadas son las

sociales.

Queda la sensación de que se requiere

desarrollar estrategias institucionales para

incrementar y precisar el dominio de las

teorías, tanto en las aulas, con los alumnos,

como en el cuerpo de supervisores a nivel de

actualización. Todos los que participan en la

formación de trabajadores sociales deben

preguntarse ¿Cuál es mi (o nuestro)

posicionamiento epistémico? ¿Qué valor

epistémico representa el desarrollo de las

prácticas profesionales?

Pregunta 8. Logros de las prácticas.

Se considera importante trabajar el concepto

de logro en el marco del desarrollo de las

prácticas profesionales. Las respuestas

evidencian una debilidad conceptual en el

manejo del término. Lo que no se percibe no

se proyecta.

La necesidad de sistematización de las

prácticas profesionales, es una posibilidad que

percibió y mencionó una supervisora, ese

puede ser el camino adecuado para establecer

las precisiones conceptuales que se requieran.

Pregunta 9. Obstáculos a las prácticas

profesionales.

Los obstáculos que se refieren enuncian la

necesidad de revisar, institucionalmente, el

modelo o los modelos de prácticas que ahora

se están aplicando.

Pregunta 10. Sugerencias.

Las sugerencias que se aportan implican ver a

las prácticas profesionales como un bloque de

formación profesional que implica los niveles

de los modelos, la organización, la

normatividad, la gestión y las condiciones de

operación de todo el proceso de las prácticas

profesionales. Prácticamente es revisar el

modelo institucional de prácticas y

reformularlo.

REFERENCIAS.

Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro.

Informe a la UNESCO de la Comisión

Internacional sobre la Educación para el Siglo

XXI. UNESCO/Santillana.

UAS. (2006). Plan de Estudios de la licenciatura en

trabajo social de la UAS, con salida intermedia de

Técnico Superior Universitario (TSU). Sinaloa,

México.

Page 37: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 34

La práctica profesional del Trabajo Social en la

perspectiva de campo y habitus

María Magdalena

Varela Sánchez

RESUMEN

La investigación y explicación de la práctica

profesional de trabajo social en el sentido de

visualizar históricamente como la profesión ha

ido estructurando su campo profesional, desde

su surgimiento hasta la actualidad, en la

perspectiva de que ha hecho, qué está

haciendo, cómo y desde dónde lo está

haciendo y en qué medida su acción

profesional ha contribuido y contribuye en la

formulación de planes y programas de estudio

así como en la definición de áreas y campos

de acción profesional, donde se expresan

diversas formas de actuación que responden

de manera explícita o implícita a diferentes

modelos y concepciones teóricas, a diversas

ideas y/o representaciones simbólicas con

respecto a la noción de la acción profesional

que se desarrolla en la práctica; es un

imperativo que debe revisarse en la

perspectiva de los nuevos modelos de

competencias profesionales, pues en los

últimos años esta filosofía e ideología arraiga

cada vez con más fuerza en el mundo escolar

y en el institucional, asunto que recrea la

identidad profesional, el habitus y el campo

profesional.

Foto: FTSM

Page 38: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 35

DESARROLLO

Para encontrar explicaciones o sentidos a la práctica profesional que desarrolla el trabajador social,

al porqué realiza tales y cuales actividades y no otras, se hace necesario entender de entrada, que

su actividad está dada en una institución, dependencia u organismo, donde se relacionan personas

con ciertas particularidades que las distinguen; sujetos que interactúan día tras día, cuya acción va

construyendo un conocimiento sobre el espacio profesional, pues éste no es preexistente, sino que

se hace, se crea y recrea en la propia dinámica que los actores viven en el proceso de interacción

social.

En el espacio profesional, entendido “como un gran espacio social especializado, donde se

diferencian, distribuyen e incorporan distintos capitales culturales que generan relaciones y luchas de

sentido, luchas donde existen reglas y estrategias que se utilizan para conservar o asegurar

posiciones dentro de la estructura del campo” (Bourdieu, citado por González 1997), se expresan

diversas formas de actuación del trabajador social que responden de manera explícita o implícita a

diferentes modelos y concepciones teóricas, asimismo en la interacción de los sujetos están

presentes diversas ideas y/o representaciones simbólicas con respecto a la noción de la acción

profesional que se desarrolla, asunto que va generando una cierta identidad profesional.

En este contexto, entendemos a la práctica profesional del trabajador social como una construcción

histórico – social que se estructura en un proceso, a través del cual, delimita un ámbito de relaciones

sociales en el que se hace necesario determinado tipo de intervención social. Esta intervención está

dada dentro de un área o campo profesional, campo que se conforma por sujetos, programas,

discursos, reglamentos, normas y objetos de intervención, que orientan de una u otra forma la acción

profesional. Para explicar teóricamente esta red de interacciones, asumimos el espacio profesional

como un campo, posible de analizarse a través de la categoría de “campo” concebido por Bourdieu

en términos relacionales más que estructurales y la práctica profesional del trabajador social como

una forma especializada de intervención, factible de explicarse desde la categoría de “habitus” que

hace referencia a una serie de esquemas desde los cuales las personas perciben, comprenden,

aprecian y evalúan el contexto social donde intervienen. Las categorías de campo y habitus en la

obra de Pierre Bourdieu, muestran los grandes esfuerzos del autor por relacionar las perspectivas

del subjetivismo y del objetivismo, pues “mientras el habitus existe en la mente de los actores, los

campos existen fuera de sus mentes”, (Ritzer, 1994:502) desde este planteamiento es interesante

Page 39: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 36

explicar la práctica profesional del trabajador social desde esta perspectiva, considerando estas

categorías en los siguientes términos:

CAMPO

La noción de campo ha sido planteada por Bourdieu para dar cuenta del conjunto de relaciones

objetivas en las que históricamente se encuentran ubicados los agentes y con la cual intenta

sobrepasar las arbitrarias oposiciones entre estructura e historia, entre conservación y

transformación. (Germana, 1999). El campo entonces se estructura a través de una red de

relaciones entre las posiciones objetivas que hay en él, relaciones que existen independientemente

de la conciencia y la voluntad de los individuos que actúan colectivamente, pues la estructura o

contexto se hace presente por medio de objetivaciones específicas que establecen un orden cultural,

una manera de desarrollar la acción, como leyes y normas que se estipulan en reglamentos, planes,

programas, proyectos, manuales de funcionamiento y lineamientos operativos, por tanto, “los

ocupantes de las posiciones pueden ser agentes o instituciones y están constreñidos por la

estructura del campo” (Ritzer, 1994: 503), en el campo todo tiene su lógica específica, asunto que

genera entre los agentes una creencia sobre las cosas que son importantes en el campo, y a su vez

un determinado capital (económico, cultural, social, simbólico) que influye sobre el qué hacer, cómo

hacer y cuándo hacer.

El campo para Bourdieu es como una “arena de batalla”, donde su estructura es la que “apuntala y

guía las estrategias mediante las que los ocupantes de estas posiciones persiguen individual o

colectivamente salvaguardar o mejorar su posición, e imponer el principio de jerarquización más

favorable para sus propios productos” (Bourdieu, Pierre, citado por Ritzer, 1994: 503), sin embargo,

las posiciones de los agentes dentro del campo, van a depender del tipo, la cantidad y peso relativo

del capital que poseen, asimismo de las posiciones que a través de la historia han ido ocupando y

defendiendo en términos de una acción profesional delimitada, reconocida y certificada.

HABITUS

Para algunos autores que han revisado la obra de Bourdieu, el concepto de habitus es una de sus

contribuciones fundamentales a la sociología y la categoría principal de su construcción social,

aunque se reconoce que es un concepto no inventado por él, y también utilizado “en la obra de

algunos sociólogos clásicos: Durkheim, Mauss y Weber lo utilizan – sin definirlo ni teorizarlo -; y otros

autores como Mannhein, utilizan conceptos – en su caso “estratificación de la experiencia”- muy

similares en su función teórica” (Criado, 2003).

Page 40: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 37

El habitus hace referencia a las estructuras sociales internalizadas, incorporadas por los sujetos en

forma de esquemas de percepción, pensamiento y acción, además permite superar la dicotomía

entre determinismo objetivista y subjetivismo voluntarista, pues ante el “determinismo de las

estructuras, supone que hay que tomar en cuenta, en la explicación de las prácticas, a los sujetos:

no como sujetos libres y autónomos, sino como sujetos socialmente producidos en estados

anteriores del sistema de relaciones sociales” (Criado, 2003), no reducidos sin embargo, en su

posición actual, a meros soportes de la estructura social. Y ante el subjetivismo voluntarista, “que

supone que los sujetos no actúan libremente: sus prácticas están condicionadas por toda la historia

anterior que ha sido incorporada en forma de habitus” (Criado, 2003), suponiendo además que no se

puede hablar de sujetos en abstracto, sino de sujetos, cuyos esquemas de acción, percepción y

apreciación, han sido producidos por determinadas condiciones sociales.

El habitus desde la perspectiva de Bourdieu hace referencia al conjunto de esquemas generativos a

partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan sobre él, estos esquemas están

socialmente estructurados y han sido conformados a través de la historia del sujeto y por tanto

suponen la interiorización de la estructura social del campo específico donde el sujeto se ha

conformado como tal, pero además son estructurantes, pues son las estructuras a través de las

cuales se producen los pensamientos, percepciones y acciones de los sujetos.

Por tanto, es a través del habitus que el sujeto produce sus prácticas, pero al mismo tiempo, este

habitus, nos permite explicar que las prácticas de los sujetos no pueden comprenderse haciendo

referencia únicamente a su posición actual, porque éstas tienen como origen la socialización

primaria, es decir, la familiarización con unas prácticas y unos espacios que han sido producidos

bajo ciertas condiciones sociales a través de la historia, asunto que le da significación y pertinencia a

su práctica.

Lo anterior nos remite a tener presente entonces, que para explicar las prácticas de los sujetos

sociales, no sólo se debe revisar su actuación actual, pues el habitus nos lleva a considerar la

dimensión histórica en el análisis de toda acción de los sujetos, mediante la estructura generativa

que asegura la actuación del pasado en el presente.

De esta forma, el habitus es, de alguna manera, lo que incorporamos a lo largo de nuestra vida a

través de la educación informal, – educación familiar que recibimos en el hogar, en las relaciones

que se establecen en la escuela, la calle, de donde surgen acciones y circunstancias que forman al

Page 41: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 38

individuo – y de la educación formal – educación en el aula de la escuela, relacionada con un

currículo.

Entonces, partiendo de esta perspectiva, para explicar la práctica profesional de trabajo social se

hace necesario considerar los elementos históricos que han permitido la construcción de su campo

profesional.

LA CONFORMACIÓN DEL CAMPO PROFESIONAL

En el proceso de conformación del campo profesional de trabajo social se pueden distinguir

fundamentalmente tres etapas, las cuales responden básicamente al contexto histórico social que

viven los individuos en la sociedad en un tiempo y espacio determinado. La primera que contempla el

surgimiento de la profesión de trabajo social ligada, en un primer momento, a un conjunto de

prácticas y de representaciones no profesionales que se expresan a través de formas de ayuda

social y en un segundo momento a formas de acción social reconocidas y legitimadas por el Estado,

a través de las cuales se interviene en las necesidades y carencias que los individuos tienen en un

contexto socioeconómico y político determinado, estas formas de ayuda y acción social juegan un

papel fundamental en la conformación del campo profesional de Trabajo Social, pues le dan

identidad, reconocimiento, un espacio para el desarrollo de su práctica profesional, un saber práctico,

es decir, una forma de hacer las cosas, apoyado en el sentido común y en el compromiso.

Estas formas de ayuda social y de acción social que precedieron a la profesionalización del Trabajo

Social, aportaron un conjunto de conocimientos teóricos, metodológicos y técnicos que orientaron la

formación de los trabajadores sociales por varias décadas y por consiguiente la práctica profesional

de este profesionista; apoyada asimismo, por el amplio desarrollo de las Ciencias Sociales, de

quienes se retoman un conjunto de conocimientos derivados de la Sociología, Psicología,

Antropología, Economía, Administración y Medicina.

En la conformación del campo profesional de trabajo social es importante destacar su origen, pues

este se da básicamente para responder a ciertos imperativos sociales que se expresan en

necesidades, carencias y problemas por parte de individuos, grupos y comunidades, los cuales

generan dificultades y desestabilizan el equilibrio y la armonía del contexto institucional

particularmente y en general del contexto social, de ahí que los objetivos de la intervención

profesional hayan sido por largo tiempo la adaptación e integración del individuo al sistema social

imperante. En este proceso jugaron un papel preponderante primero las orientaciones filosóficas de

corte trascendental de los grupos dominantes y luego, cuando la asistencia se seculariza y

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Página 39

profesionaliza, pasan a jugar un rol básico los principios y postulados del Estado de Bienestar – que

luego se convierte en el principal empleador de trabajadores sociales – asimismo las orientaciones

de las Ciencias Sociales fundadas en la filosofía del Pragmatismo, Positivismo y Estructural

Funcionalismo; destacando que, aunque éstas últimas orientaciones filosóficas eran impuestas, en la

profesión no se explicitaban, su actuar más bien obedecía al interés y la necesidad de ayudar y

resolver una situación, que a una posición ideológica concientemente asumida.

Aunado a lo anterior se da un creciente interés de los centros formadores de trabajadores sociales y

de sus propios egresados de desarrollar una forma de intervención más profesional, más científica,

lo cual da origen a la precisión de métodos y técnicas que constituyen la primera etapa metodológica

en el trabajo social y que conocemos hoy en día como metodología tradicional, expresada a través

de los métodos de casos, grupos y comunidad, la cual se fue dando de manera paulatina y en

función de las necesidades que la época iba imponiendo, es decir, primero se desarrolla el trabajo

social de casos cuyo objetivo no va más allá de resolver problemas individuales inmediatos para

lograr la adaptación del individuo al orden social imperante; cuando éste método es insuficiente para

atender la problemática generada por los acontecimientos de la segunda guerra mundial, surge el

trabajo social de grupos y con ello una nueva forma de intervención que trascendió los marcos

referenciales de la concepción asistencial por una concepción terapéutica y recreativa, atendiendo

los problemas sociales – entendidos como “patología social” – a través de grupos de individuos.

Años más tarde cuando nuevos acontecimientos sociales sacuden al mundo – la Revolución Cubana

- dan la pauta para la búsqueda de nuevas formas de acción que permitieran el desarrollo de los

países subdesarrollados, impulsándose el Programa de Alianza para el Progreso y con ello se da

paso en el trabajo social a una nueva forma de intervención, denominada Método de Organización y

Desarrollo de la Comunidad que tiene como propósito atender una unidad social, llamada

comunidad, donde los miembros poseen ciertos rasgos e intereses comunes que les permiten

organizarse y resolver colectivamente sus problemas orientados y apoyados por los trabajadores

sociales, a quienes se envían a la comunidad con el calificativo de “agentes de cambio”, este nuevo

método da la posibilidad de promover la participación del pueblo en la construcción de su propia

historia y en función de sus propios intereses, sin embargo los intereses de quien promueve la

concepción desarrollista no eran estos, por lo que la aplicación del método se da bajo una

concepción ideológica que planteaba su neutralidad e imposibilitaba a los profesionales a asumir

Page 43: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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posturas de clase – la concepción desarrollista, aséptico, tecnocrática – en aras de una concepción

“científica”. (Ander Egg, 1994: 261- 264)

Estos lineamientos conforman el campo teórico, metodológico y técnico del trabajo social desde su

surgimiento hasta la década de los 60’s aproximadamente, los cuales orientan y fundamentan los

planes y programas de estudio de las Escuelas de Trabajo Social.

Una segunda etapa en la conformación del campo profesional tiene su origen precisamente en el

cuestionamiento que hacen algunos trabajadores sociales a la metodología tradicional utilizada en la

intervención profesional, así como a la ideología que subyace a la misma; en el sentido de

considerar que los métodos de casos, grupos y comunidad significaban esquemas conceptuales

inadecuados para abordar la realidad social ya que a través de estos se tenía una visión parcializada

y superficial de los fenómenos sociales, por tanto la etapa se caracteriza por la búsqueda de nuevas

alternativas que posibiliten una nueva práctica profesional de trabajo social a la cual se le denomino

Movimiento de Reconceptualización, el cual se caracterizó por hacer planteamientos que promovían

una acción profesional que respondiera a las necesidades e intereses de los sectores populares,

desarrollando una práctica más eficiente en su beneficio, utilizando para ello los aportes del método

científico y los postulados de la teoría social basados en el Materialismo Histórico y Dialéctico. A

partir del movimiento de reconceptualización se da una búsqueda constante por desarrollar una

nueva propuesta metodológica que abordara la realidad de manera integral y que superara la

percepción aparente de la problemática para trascender a la explicación causal de la misma,

surgiendo así distintas propuestas, entre las que sobresalen los denominados: método integrado,

básico y único, cuyo rasgo esencial era la agrupación de las etapas metodológicas de la metodología

tradicional en un solo esquema, en la perspectiva de que se abordara la realidad como una totalidad,

metodología que conocemos como metodología dialéctica, que tiene como objetivo promover la

atención de las necesidades y problemas de los sectores más desprotegidos, en la búsqueda de una

sociedad más justa, equitativa y humana.

Estas nuevas orientaciones dan la pauta para el cambio y la transformación de los planes y

programas de estudio de la profesión de trabajo social (Evangelista, 1998: 110) que trae consigo una

nueva formación profesional que intenta descartar las posturas tradicionales que se habían venido

trabajando, asunto que difícilmente se puede hacer en el campo profesional, ya constituido de alguna

manera y sobre el cual se tienen ciertas representaciones en el imaginario de los distintos agentes

sociales que interactúan en la intervención, lo que trae como consecuencia una serie de

Page 44: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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ambigüedades y de confusiones en el trabajador social con respecto al qué hacer, cómo hacer y

para qué hacer, máximo que para este tiempo (1970) la mayoría de las escuelas formadoras de

trabajadores sociales son de nivel técnico.

La tercera etapa de la conformación del campo está dada a partir de la crítica y el cuestionamiento

que después de algunos años de vivenciar la reconceptualización se hacen al propio movimiento, en

el sentido de que su desarrollo y aplicación se vivió sólo en las escuelas formadoras de trabajadoras

y trabajadores sociales y en la medida que el discurso no trascendió a la práctica profesional, pues la

opción ideológica y el compromiso que se promovía con los sectores populares, haciendo a un lado

todo aquello que representara al estado y a las instituciones a través de las cuales se aplica la

política social, contravenía con la necesidad del profesional egresado de emplearse como trabajador

asalariado en un determinado campo profesional y con la responsabilidad que asumía desde el

momento de su contratación, de cumplir con los programas y objetivos institucionales.

Lo anterior da paso a la revisión nuevamente de los planes y programas de estudio los cuales son

reformulados a partir de considerar los avances alcanzados en el proceso de reconceptualización así

como las condiciones y necesidades del contexto social e institucional, el interés se centra

básicamente en que el profesional de trabajo social desarrolle una práctica profesional

fundamentada en el método científico, desarrollando una acción más generalizada y social que

supere las visiones particulares y parcializadas que le proporcionaban los anteriores modelos de

intervención, promoviendo la formación profesional a nivel licenciatura y postgrado con un marco

teórico más amplio que le permite explicarse los procesos de desarrollo y modernización de las

instituciones donde realiza su labor profesional, las cuales exigen un perfil más científico y

profesional, que contribuya en la solución de las demandas sociales.

Los elementos abordados en cada una de las etapas identificadas, han sido fundamentales en la

conformación del campo profesional – reconociendo que no son los únicos – y han ido creando un

conjunto de representaciones sociales entre los actores que interactúan con trabajo social, que

definen de una u otra manera a la profesión. Cada uno de los momentos da cuenta además, de

diversos modelos de práctica profesional que orientan la intervención de trabajo social y va

delimitando un habitus desde el cual se percibe y conceptúa al profesional en las diversas áreas de

acción; lo cual ha contribuido en la construcción del campo y el habitus de la profesión.

A finales de esta primera década del siglo XXI, la Educación Basada en Competencias (EBC) se ha

convertido en una orientación generalizada para todo tipo de formación profesional, incluido por

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supuesto el trabajo social. Los campos y los habitus profesionales están consolidados pero son

dinámicos, se tienen que ajustar a los condicionamientos del entorno. Por tanto, se considera que la

EBC provocará o ya está provocando en algunos casos, un impacto en el ejercicio de la profesión.

La exigencia de que los trabajadores sociales identifiquen sus competencias básicas, genéricas y

específicas y que su formación se oriente en este sentido, sin duda, será un factor que empuje hacia

los cambios de habitus, pero no es razón suficiente, ya que el campo profesional, dominado por

estructuras, normas y los nunca bien ponderados usos y costumbres, actuarán de manera coercitiva

para mantener la tradición o las prácticas dominantes. ¿Pero acaso no está cambiando también el

mundo institucional? Ciertamente, la orientación de la EBC viene de las instancias mundiales que

orientan la educación y está dirigida en gran parte por el mundo de la empresa y la industria. Su

horizonte se extiende hacia la eficacia y la eficiencia. Esa filosofía e ideología arraiga cada vez con

más fuerza en el mundo escolar y en el institucional. En breve o desde ahora quizás, los

empleadores de trabajadores sociales hablarán el idioma de las competencias y exigirán en

consecuencia trabajadores sociales competentes. ¿Estamos en el umbral de una nueva etapa de la

práctica profesional del trabajador social? ¿Se abrirán nuevos campos de práctica profesional? ¿Se

modificarán los habitus profesionales de los trabajadores sociales? ¿Es necesaria una formación

profesional desde la EBC? ¿Estamos los trabajadores sociales y las instituciones que ofrecen esta

carrera reflexionando y actuando a tono con los tiempos actuales? No tenemos respuesta a estas

interrogantes, pero no preguntemos ¿por quién doblan las campanas? Están sonando por

nosotros… no hay duda…

CONCLUSIONES

El devenir histórico de la profesión de trabajo social ha dado la pauta para la formulación y/o

reformulación de los planes y programas de estudio de escuelas e instituciones educativas, en cada

etapa histórica se ha formado al profesional bajo una determinada concepción teórica, metodológica

y práctica; lo cual ha generado diversas formas de intervención profesional que han permitido

construir distintos modelos de práctica profesional producidos bajo ciertas condiciones sociales,

asunto que le da significación y pertinencia a su práctica, esto ha ido creando un habitus que debe

ser revisado, evaluado y enriquecido desde la perspectiva de la educación basada en competencias

a efecto de responder de manera crítica a los condicionamientos del entorno social.

Page 46: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 43

BIBLIOGRAFÍA

Ander – Egg, E.(1994) Historia del Trabajo Social.

Editorial Humanitas, Buenos Aires.

Bourdieu, P. Citado por González, H. D. En Las

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Formación Docente y Familia. Sitio de internet.

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social. Universidad de Sevilla.

www.Cholonautas.edu.pe/paf/HABITUS.pdf

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México. Ediciones Plaza y Valdez, México.

Germana, C. Pierre Bourdieu: La sociología del poder y

la violencia simbólica. (1999) en Revista de

Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales,

Volumen 11– – Número 12.Lima, Perú.

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicacione

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Ritzer, G. (1993) Teoría Sociológica Contemporánea.

Editorial McGRAW-HiLL, España.

Page 47: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 44

La importancia de la Investigación

Silvia Elizabeth

Maciel Soto

¿QUÉ ES INVESTIGACIÓN?

Según el diccionario de la Real Academia

Española Investigar proviene del latín

Investigāre, y significa “hacer diligencias para

descubrir algo, realizar actividades

intelectuales y experimentales de modo

sistemático con el propósito de aumentar los

conocimientos sobre una determinada

materia”. Tiene que ver con un proceso

reflexivo, sistemático, controlado y crítico que

su fin es descubrir hechos, fenómenos y leyes.

El objetivo principal, entonces, radica en

descubrir fenómenos y hechos, es decir, la

investigación debe buscar algo que no ha sido

revelado, en el caso de la investigación social

debe entonces, cubrir este lineamiento.

La sociedad siempre se encuentra en diversos

cambios culturales, políticos, y económicos,

por lo cual es importante indagar en esos

factores que influyen en cada momento

histórico y cultural del ser humano. Esos

cambios han llevado al surgimiento de las

teorías sociales con el fin de explicar y

comprender los problemas y necesidades que

se viven en la cotidianidad, en este proceso la

investigación social es fundamental para

descubrir, analizar e interpretar los fenómenos

que el ser humano experimenta.

En este sentido, el profesional del Trabajo

Social tiene un papel fundamental, recordando

que es un profesional de la acción, un

Foto: FTSM

Page 48: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 45

profesional en movimiento, que conoce la

realidad social y que a diferencia de otras

profesiones investiga para intervenir y no sólo

para conocer. Su fuerza radica en la práctica,

en el quehacer de la profesión, esta práctica

fundamentada en teorías sociales. Sin

embargo, todo problema, necesidad o

fenómeno social para conocerse requiere de

un proceso de investigación, es decir, para

intervenir hay que investigar. Para tener una

práctica sustentada científicamente y no sólo

en la experiencia cotidiana.

Aurora Zavala menciona, que “la reflexión

entre la teoría y la práctica ha tenido gran auge

en el gremio del Trabajo Social, toda vez que

se cuestionan las diferentes posturas teóricas

con las cuales se pretende realizar la

investigación para el diseño y ejecución de

proyectos específicos” (Zavala, 2010: 99).

Entonces, para llevar a cabo proyectos de

intervención social que son fundamentales en

el fortalecimiento de Trabajo Social se debe

realizar una investigación con fundamento y

con una metodología adecuada, aquí cabe la

importancia en formar alumnos que

investiguen la realidad social para conocer e

intervenir, característica única de nuestra

profesión.

Citando nuevamente a Zavala, menciona que

“bajo este esquema el debate teórico,

metodológico del Trabajo Social se centra en

un cuestionamiento de la práctica profesional,

al visualizarla en la fe, experiencia, intuición,

voluntad o el compromiso personal de quienes

la ejercen” (Vélez, 2003: 54).

Es decir, la experiencia, sin una posición

metodológica, no brindará una objetividad y

fundamentación del ejercicio disciplinar y

profesional si nuestro ejercicio se fundamenta

en la “rutina e imperio de la autonomía de las

técnicas de actuación profesional” (p.54),

argumentos que vislumbran la ruptura de la

relación teoría–práctica, práctica–teoría

(Zavala, 2010).

Por ello, es importante la formación de los

estudiantes de Trabajo Social respecto a la

investigación social, bajo un esquema teórico y

metodológico que fundamenten y sustenten la

práctica profesional.

Dentro del plan de Estudios Unificado de

Trabajo Social, se destaca el Enfoque Basado

en Competencias, dentro de las cuales se

ubica la Competencia Especifica Investigadora,

que se define como “la que desarrolla

investigación aplicada a sus objetos de

intervención profesional” (Plan de Estudios de

la Licenciatura en Trabajo Social de la

Universidad Autónoma de Sinaloa, 2006).

En esta tabla, se observa que dentro del plan

de estudios se reconoce la investigación como

una competencia a desarrollar.

Page 49: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 46

Competencia Unidades de

competencia

Elementos de

la

competencia

Contexto de

la realización

Criterios de

desempeño

Saberes

Saber Saber

hacer

Saber

ser

Investigadora Desarrolla

proyectos de

investigación

acción

Elabora y

aplica

proyectos de

investigación.

Conoce y

transforma

micro

contextos

Delimita el

problema

objeto de la

investigación

Selecciona la

metodología

de la

investigación

Elabora

informes de

investigación

Instituciones

públicas y

privadas,

comunidades,

grupos

sociales.

Elabora

diagnósticos

Diseña,

ejecuta y

evalúa

programas y

proyectos de

investigación

acción.

Presenta

protocolos de

investigación

Recopila

información

bibliográfica y

de campo

Análisis e

interpretación

de

información

Presentación

de resultados

Page 50: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 47

Así mismo, en dicho Plan de Estudios, se

considera que la investigación adquiere un

papel relevante, ya que ésta, forma parte de

las tareas sustantivas desarrolladas por los

profesores y estudiantes de las tres escuelas

de Trabajo Social.

Con base en el acuerdo 941, del documento

“UAS, Tercer Milenio”, que establece:

“fortalecer la investigación en facultades,

escuelas, centros y dependencias y que esta

sea parte sustantiva del quehacer docente;

impulsar la investigación entre los alumnos, en

todos los niveles educativos; que la actividad

de investigación educativa sea considerada

como carga académica”. (Plan de Estudios de

la Licenciatura en Trabajo Social de la

Universidad Autónoma de Sinaloa, 2006).

Por lo cual entonces, fomentar actividades que

tengan relación con formar estudiantes en la

investigación, es fundamental para que

Trabajo Social siga reconociéndose como una

profesión que aporta nuevos planteamientos a

nuestra sociedad.

El día 25 de mayo del 2013, se llevó a cabo en

la Universidad Autónoma de Sinaloa, campus

Mazatlán, un foro estudiantil titulado “Mazatlán,

problemas y soluciones: la visión de los

universitarios”.

Este foro, permitió indagar y analizar los

principales problemas del municipio de

Mazatlán desde la visión de los estudiantes,

así como exponer propuestas de solución a los

mismos.

El foro permitió expresar a los alumnos sus

inquietudes respecto a los problemas de

nuestro municipio, así también escuchar la

visión de las demás profesiones, ya que fue

una convocatoria para todas las escuelas y

facultades de la zona sur de la Universidad.

Participaron la Escuela de Turismo, la Escuela

de Arquitectura, la Escuela de Enfermería, la

Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de

Trabajo Social.

La experiencia obtenida fue de gran valor para

los estudiantes en formación. La opinión de las

y los alumnos que participaron se registró a

través de una entrevista, que se aplicó para

conocer su experiencia en este foro. Para

algunos de ellos, era la primera vez que

participaban exponiendo una propuesta de

solución ante un público, lo que les dejó una

grata experiencia.

Fueron tres los equipos de la Facultad de

Trabajo Social que participaron en el Foro. Los

temas son los siguientes:

Page 51: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 48

1. Fomento a la lectura en la Colonia

Salvador Allende, Asesoradas por la

Dra. Ayde Peraza Escoboza.

2. Medio ambiente y desarrollo sostenible.

Dra. María Magdalena Varela

Sánchez.

3. Inseguridad y violencia. Bullying en las

escuelas de Mazatlán. la Dra. Laura

Elena López Rentería.

En cada uno de los temas los integrantes de

los equipos propusieron proyectos de

intervención con el fin de erradicar o disminuir

los problemas identificados a través de la

investigación social.

Al momento de pedirles que contaran su

experiencia de participar en este evento,

comentaron que este tipo de actividades ayuda

a crecer profesionalmente, tomar confianza en

sí mismo así como desarrollar determinadas

habilidades.

Lesli Cuevas Roldán, alumna de cuarto grado,

expresó: “Ayuda a crecer profesionalmente, a

dar la confianza, el pararte y dominar un grupo

de estudiantes de diversas facultades,

perspectivas desde diferentes ciencias”. En

tanto que Jennifer Freyre Rodríguez, alumna

de segundo grado mencionó que “Fué un

cúmulo de conocimientos expresados y dados

a conocer en toda la universidad”. En cambio,

para Blanca Osuna Flores, alumna de tercer

grado, lo más importante de esta experiencia

“es enfrentar los nervios que se sienten”.

Las alumnas coincidieron en que participar en

este Foro les permite desarrollar y fortalecer

habilidades tales como la expresión del

conocimiento ante otras profesiones, el

dominio de un tema en particular ante un

público, así como la expresión oral;

consideraron importante este tipo de eventos

durante su formación, ya que permiten

fortalecer la investigación en Trabajo Social, al

mismo tiempo que dar a conocer a la profesión

y adquirir visiones desde otras profesiones.

Cuando a los estudiantes se les inquirió sobre

¿Qué importancia tiene la investigación social?

expresaron que sin investigación no se logra

un avance en la intervención. Para poder

plantear estrategias de solución a los

problemas identificados es necesario investigar

desde la realidad en que se ubica una

sociedad.

Leslie Cueva Roldán, expresó que “la

investigación da soluciones, estrategias y

alternativas para posibles cambios. La

sociedad va cambiando y por eso debe existir

la investigación”. Freyre Rodríguez mencionó

que “sin investigación no estaríamos aquí. La

investigación no es fácil, tuvimos que

prepararnos con seis meses antes de tratar de

implementar una propuesta”.

Page 52: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 49

Al iniciar una investigación social, siempre se

encuentran dificultades, por ello es importante

que antes de iniciar con un proyecto se tengan

presentes algunos criterios que darán éxito a

los proyectos, por ejemplo, es importante

considerar la viabilidad del proyecto, el espacio

físico donde se llevará a cabo la investigación,

los recursos humanos y materiales y el tiempo

para iniciarla y terminarla.

Al indagar en las principales dificultades que

se encontraron en las investigaciones que

realizaron las alumnas, detectaron la dificultad

para el acercamiento a las personas de las

diversas comunidades, ya que las personas de

las colonias donde se trabajó esperaban recibir

un satisfactor inmediato de alguna necesidad

presentada, sólo así responderían a las

encuestas. Mencionaban, que siempre sucede

lo mismo, llegan a sus comunidades personas

externas a preguntar por las principales

problemáticas y necesidades, pero no hay un

cambio o una solución a lo que se solicita, sólo

se queda en la encuesta.

En este sentido, es importante sensibilizar a

las personas respecto a la participación social

como una estrategia para la intervención social

de las necesidades y problemáticas que se

presentan en cada comunidad. Es decir,

Trabajo Social no resuelve problemas a la

gente, sino que capacita y habilita a las

personas para que puedan ser ellos mismos

generadores del cambio y solución a sus

necesidades.

Referente a esto, en la entrevista, Cueva

Roldán, expresó que “la gente es dada a no

querer participar”. En tanto que Freyre

Rodríguez habló sobre que “Intentas un

acercamiento con la gente y si es difícil, no hay

participación social, la gente es apática, no te

sigue el rollo”. Blanca Osuna Flores, menciono

que “las personas nos decían ¿Que me vas a

dar a cambio? ¿Que nos van a regalar?”.

Otro factor, que saltó a la luz como importante

dentro de la formación de los alumnos en la

investigación, es el asesoramiento por parte

los expertos y especialistas en Trabajo Social,

ya que son los investigadores quienes deben

brindar las habilidades y capacidades que el

estudiante requiere para el éxito en su

formación profesional.

El alumno debe egresar capacitado para

enfrentar los retos profesionales, y para ser

parte de la demanda de la sociedad e

instituciones, por tal motivo deben existir

docentes, asesores y guías que comuniquen y

compartan el conocimiento de una manera

teórica y práctica, pero sobre todo que el

objetivo sea identificar las fortalezas del

estudiante y exponerlas, al mismo tiempo que

trabajar con las debilidades para tener

estudiantes competentes en un mercado

profesional.

Page 53: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 50

En relación con lo anterior, la alumna Cueva

Roldán mencionó que “el trabajo de la asesora

fué con una muy buena participación, son los

que te ayudan a dar el perfil, a orientarte por

dónde ir, te dan los pasos y la metodología a

seguir”. Mientras que Freyre Rodríguez

expreso que “nuestros maestros, son nuestro

ejemplo, son los que vemos y los que nos

dicen que hacer y cómo hacerle en la práctica

e investigación, nos están enseñando y

formando, lo que ellos nos dicen tienen un

gran peso para nosotros”.

CONCLUSIONES

Repensemos que el Trabajo Social es una

profesión que tiene como “objeto de

intervención un fenómeno real y concreto que

demanda ser atendido. Es también una

elaboración intelectual, en la medida en que se

le construya como objeto de conocimiento, a

fin de dar cuenta de él, desde una teoría”

(García Salord, 1998: 19).

Esta disciplina entonces, trabaja con la

práctica fundamentada desde una teoría. Es

aquí donde la investigación juega un papel

primordial. Por lo cual es vital para Trabajo

Social la investigación, es decir, formar

alumnas y alumnos con un perfil de jóvenes

que sepan llevar a cabo proyectos de

investigación para intervenir en las diferentes

problemáticas.

No basta que esté escrito en un plan de

estudios, es necesario ser conscientes y llevar

a la práctica el desarrollo en los jóvenes de

esta competencia: la investigación científica.

Todos coinciden en la importancia de la

investigación, tanto los docentes como los

alumnos; ahora el reto se centra en fomentar y

fortalecer las actividades de investigación, para

que cuando los egresados se enfrenten a las

demandas institucionales y sociales puedan

responder con seguridad a lo que actualmente

se exige. En un mercado laboral, donde hay

una fila con cientos de profesionistas pidiendo

una oportunidad de empleo, es necesario

sobresalir y demostrar esas competencias que

fueron desarrolladas durante la formación

profesional.

En este sentido, los docentes y asesores están

involucrados directamente, pues el estudiante

se convierte en un discípulo (aprendiz) que

sigue, escucha y aprende de su maestro. Por

tal motivo, hay que invertir en actividades que

tengan el objetivo de fortalecer la investigación

científica.

Invertir en la investigación es primordial para la

formación de los alumnos, para que así

puedan realizar una práctica sustentada en

teorías que fortalezcan a la profesión. Como lo

menciona Zavala, de esta manera la reflexión

versa en concebir “La teoría sin la práctica…es

una teoría muda. Pero…La práctica sin la

Page 54: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 51

teoría…es una práctica ciega”. Por ello la

necesidad de pensar la teoría–práctica como

un sistema de relación (2012:100).

Es fundamental investigar, y enfrentar los retos

que se presenten; eliminando la apatía y falta

de participación tanto en los docentes,

alumnos y sociedad, para crear una “cultura de

motivación”; eso puede ser iniciado desde los

profesionales de Trabajo Social, y responder a

los llamados e invitaciones de proyectos que

fortalezcan la investigación.

REFERENCIAS:

García Salord, Susana. (1998). La especificidad y rol en Trabajo Social: curriculum, saber, formación. Editorial

Humanitas, Buenos Aires.

UAS. (2006). Plan de Estudios de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Culiacán,

Sinaloa, México

Vélez Restrepo, O. (2003). Reconfigurando el trabajo social, perspectivas y tendencias contemporáneas. Buenos Aires:

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Zavala Caudillo, Aurora. (2010). La sistematización desde una mirada interpretativa: Propuesta metodológica. Trabajo

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nDocument Consultado el día 20 de junio 2013.

Page 55: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 52

Ley de Ciencia y

Tecnología en México:

Reformas al ejercicio

científico de las mujeres

Florina Judith Olivarria Crespo

El 7 de junio en el Diario Oficial de la Federación de la Secretaría de Gobernación en México se

publicaron reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología que benefician a las mujeres en el ejercicio de

la investigación científica. Actualmente la presencia femenina, se encuentra en una situación de

desventaja y discriminación frente a las oportunidades de las mujeres en relación a los hombres.

Rosaura Ruiz Gutiérrez, asesora en educación y ciencia de la Organización de Estados

Iberoamericanos (OEI), presenta cifras, que ilustran este rezago femenino: de 16 mil 598 personas

inscritas en el Sistema Nacional de Investigadores, las féminas representan sólo el 33 por ciento, es

decir, 5 mil 510 mujeres frente a 11 mil 88 hombres. Por ello es importante reconocer que estas

reformas son un aliciente para una mayor inclusión de las mujeres en la actividad científica.

Estas reformas aprobadas por la Cámara de Diputados en México se resumen en los siguientes

puntos:

Foto: elblogdepablogallo.blogspot.com.es

Page 56: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 53

Promover la inclusión de la perspectiva de género con una visión transversal en la ciencia, la

tecnología y la innovación, así como una participación equitativa de mujeres y hombres en

todos los ámbitos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Que el gobierno federal fomente y apoye la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la

innovación que deberán buscar el mayor efecto benéfico, de estas actividades, en la

enseñanza y el aprendizaje de la ciencia y la tecnología, en la calidad de la educación,

particularmente de la educación superior, en la vinculación con el sector productivo y de

servicios, así como incentivar la participación equilibrada y sin discriminación entre mujeres y

hombres y el desarrollo de las nuevas generaciones de investigadores y tecnólogos.

En la medida de lo posible el sistema deberá incluir información de manera diferenciada entre

mujeres y hombres a fin de que se pueda medir el impacto y la incidencia de las políticas y

programas en materia de desarrollo científico, tecnológico e innovación.

Apoyar la investigación científica y tecnológica que contribuya significativamente a desarrollar

un sistema de educación formación y consolidación de recursos humanos de alta calidad en

igualdad de oportunidades y acceso entre mujeres y hombres.

Con estas reformas a la Ley de Ciencia y Tecnología se amplían las condiciones de igualdad de trato

y oportunidades en las actividades científicas para las mujeres mexicanas en relación a los hombres.

Hagamos de esto una realidad.

Page 57: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 54

La cultura de la comodidad y el bucle: Comodín,

comodón y acomodaticio

Antonio Kitaoka Vizcarra

1. ELEMENTOS DE LA CULTURA DE LA COMODIDAD: CERTIDUMBRE, HABITUS Y TIPOLOGÍAS EMBUCLADAS

La certidumbre es cómoda

Este fenómeno de la comodidad es más cercano a nosotros, los profesores, por nuestros habitus y

ethos inculcados; ya que la cotidianidad de la práctica docente es más afín a lo ya dado, a lo que ha

permanecido bastante tiempo, a la comodidad la cual da la certidumbre de saber de antemano qué

se tiene que hacer.

La certidumbre, como un conocimiento que le queda claro a las personas sobre la realidad y lo que

están haciendo en ella, se basa en la experiencia de la práctica cotidiana y sus resultados

pragmáticos. Este camino seguro por donde andar nos da la comodidad de no complejizar y

modificar nuestros esquemas de pensamiento y acción. Buscar nuevos caminos implica la llegada de

la incómoda incertidumbre que nos exige un cambio de nuestro actuar en el estable y confiable

mundo cotidiano. Éste tiene la característica de que en él todo ya está escrito, no hay que pensarle

mucho, pues las reglas explícitas e implícitas, las institucionales y las que hace uno mismo con los

Page 58: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 55

demás, se han constituido bajo la pragmática manipulación y adecuación a las necesidades

personales por los usos y costumbres de un consenso convencional legitimado dentro de la cultura

de la comodidad cotidiana.

Por lo tanto, un problema toral del cambio no son sólo los paradigmas pedagógicos y

epistemológicos sino también los culturales: La comodidad cotidiana. Ésta introyecta o inocula en los

sujetos el virus del habitus commodus que es tan difícil de erradicar como el dengue hemorrágico.

Padeciendo o gozando de este mal, los sujetos difícilmente pueden quitarse esta adicción al habitus

commodus.

1.2. Habitus Commodus

Este habitus commodus, o forma de ser cómoda, se anquilosa en nuestra cotidianidad mediante la

fuerza del tiempo pedagógico de inculcación en donde el contexto sociocultural de las relaciones

interpsicológicas lo interioriza en la intrapsicologicidad de los sujetos. Esta cultura de la comodidad

ha penetrado en todos los poros del entramado simbólico de nuestra subjetividad, lo que dificulta

transitar a mundos posibles de significados distintos; a reescribir o deconstruir significados que se

han quedado semánticamente momificados por la inmovilidad de nuestros esquemas de

interpretación de la realidad que no se han abierto a la plurivocidad de la rica estética de la recepción

de los intérpretes, resistiéndose a mirar de una manera diferente a los espacios cotidianos en donde

un pedestre nihil-ismo nos dice:“nihil novi sub sole”, nada nuevo, todo parece igual de gris y sin

movimiento.

TIPOLOGÍAS DEL PARADIGMA CULTURAL DE LA COMODIDAD

1.3.1. Los comodines

Todos los significados que vengan a incomodar o a desestabilizar el orden simbólico del mundo

cotidiano en donde nos movemos con tanta seguridad y certeza quedan fuera como personajes

sígnicos non gratos. Dentro de una estructura jerárquica institucional gran parte del poder simbólico

se concentra distribuido proporcionalmente según el grado de autoridad en los diversos puestos de

dirección. Es aquí donde surgen los comodines, trabajadores, directivos o funcionarios de diferentes

niveles, que se prestan para servir a fines diversos; toman el valor que les da el que los posee, en

este caso su jefe inmediato superior; y a su vez, este último, del superior que le sigue; y así

sucesivamente; creándose una interminable cadena comodínea. El comodín o comodina por

conveniencia pragmática se acomoda a la norma institucional; de tal modo, que su lema fundamental

Page 59: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 56

es: “Yo me acomodo y luego existo”. Por lo tanto, no importa el posicionamiento teórico-

metodológico y filosófico que haya sustentado antes en otro espacio simbólico; encontrándose en el

institucional, y en el rol de comodín(a), el modelo que, en esos momentos, se ha legitimado por la

autoridad superior, será su modelo, y se encargará inmediatamente de reproducirlo a gran escala.

Diversas mutaciones miméticas se le aprecian en su corazón infiel a través de los nuevos amores

que se le van presentando. Se le ve ilusionado y totalmente enamorado cuando conoce a la

comunidad de aprendizaje; pero si se le habla bonito y con sensualidad arqueológica de la

comunidad foucaultiana, cae redondito; ya a punto de casarse, descubre a la mundialmente conocida

Comunitá di Aggiornamento y si se le es presentada por una autoridad institucional; y además, ésta

tiene tono extranjero, ni se diga, desde ese mismo momento, a los otros ya no los conoce ni los

reconoce.

Se encuentra subyugado por las insignias jerárquicas del poder simbólico, los juegos que juega

deben de estar legitimados por la autoridad institucional si no, no tienen significado para él. Para

apreciar esto, fijémonos en cuál es la transición actitudinal que estos sujetos presentan al salir de

una reunión con sus superiores y de una reunión con sus subalternos, de una escuela del gobierno a

un colegio de paga, de estar con los amigos o en campaña política,...etc. La hiperplasticidad

estructuralista parsoniana de la teoría de los roles no tiene límites; se elimina al individuo y a su

subjetividad creativa y crítica para adecuarlos funcionalmente al rol que demanda la estructura en

donde está inserto; se camaleoniza según la ocasión.

Quiero aclarar que este reproduccionismo mimético no es tan lineal y mecánico, pues aparentemente

el sujeto se acomoda al rol asignado; parece que sólo hace lo que se le ordena, pero se mueve

según le conviene; de aquí que lo mueven y él o ella se deja mover; claro, siempre voltea a ver quién

está detrás, pues no con cualquiera lo hace, tiene que verificar qué símbolos jerárquicos porta el que

lo está empujando. La inteligencia se enfoca al mantenimiento o ampliación de sus espacios de

poder ganados con el amargo sudor de la sumisión; por lo tanto, no piensa críticamente sino

pragmáticamente; consecuentemente, se va uniendo a aquellos que sustentan su paradigma para

crear subrepticiamente una comunidad de práctica comodínea que luchará con y contra ellos

mismos por sus propios ideales e intereses pragmáticos individualistas; y así, per secula seculorum,

seguir acomodándose plácidamente en la estructura de la comodidad. Las estructuras se comen al

comodín (a); pero esto se da, porque el comodín come de esas estructuras.

Page 60: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 57

El comodín (a) es hipermimético, no importan los cambios de sillones sexenales, se acomoda

perfectamente a las variaciones sin variar; esto, primeramente, le asusta, pero después le gusta. Lo

que sintió como imposición se convierte en disposición; de esta manera, se ha convertido en un

habilidoso instrumento muy competente para llevar a cabo las tareas o modelos institucionales que le

encarguen. Él actúa bajo pedidos, jamás por cuenta propia. Cuentan con él para todo, pero él en

todo no cuenta. Cuenta cuentos, mas ninguno es de él. Vive otras vidas, menos la de él. En fin, sus

pasos resuenan en esta calle, sin embargo, no son sus pasos.

1.3.2. Los comodones

Otro tipo que genera la cultura de la comodidad son los comodones, amantes de la comodidad, pero

amantes hedonistas que no nacieron pa’ pobres, pues les gusta todo lo bueno y fácil; de aquí que en

esta tipología de la comodidad, el comodón(a) es el trabajador o empleado que busca siempre la

manera de pasarla cómodamente; esto es, a gusto; éste no quiere que lo muevan; sin embargo, se

mueve iracundamente cuando lo quieren mover. Si le dan la mano se toma todo, no sólo el pie. Su

mente se reactiva pragmática y aceleradamente cuando ve en peligro la posible alteración de su

comodidad, recurriendo a todas las artimañas que su imaginería dormida no había utilizado a fin de

presionar a su jefe o autoridad y obtener canonjías y dispensas que lo regresen al paraíso de la

comodidad sin la estorbosa culpa del pecado original: ser obligado a ganarse el pan con el sudor de

su frente. Su lema es el nihilismo chato: “No hacer nada y después, nada también; o hacer esa nada

pero sin incomodarse”; serían muy felices si el cheque se lo llevaran hasta su casa; son muy

reconocidos en todas partes, pero desconocidos en su centro de trabajo.

1.3.2.1. El comodón fiscalizador

Una derivación del comodón es el comodón fiscalizador quien actúa según lo que hacen los demás,

no lo que en realidad le toca hacer en su centro de trabajo. La comodidad individual del comodón

fiscalizador se fundamenta más que en las obligaciones laborales vigentes, en la comodidad que

gozan ciertos colegas comodones de su comunidad. Se ocupa de estar vigilando y castigando con el

furor de su punzante crítica a aquellos que llegan tarde y; sobre todo, a los que de plano, no llegan.

Aunque a la hora de trabajar, no toma como ejemplo a los compañeros que son puntuales y

trabajadores, sino a aquellos que son todo lo contrario. Si se le asigna una tarea, lo primero que

hace es respingar; y aducir que lo están explotando, basado en sus “investigaciones” empíricas de

seguimiento y evaluación de la puntualidad y desempeño docente de sus propios compañeros,

actividad que lo ocupa y lo preocupa todo el día.

Page 61: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 58

El comodón fiscalizador es un importante informante clave sobre los significados que los sujetos

otorgan a los derechos y obligaciones que están desempeñando en la institución en que están

adscritos. Él es una síntesis cultural comodínea que refleja los posibles obstáculos a superar en la

implementación de un cambio educativo. El sentido o sinsentido de lo que hace está basado en el

mantenimiento de la estructura comodínea de su vida cotidiana. El entorno social e institucional que

lo rodea es congruente con la inculcación y reforzamiento del habitus commodus. Una comunidad

unidimensional, fragmentada y light es proclive a arrellanarse por mucho tiempo en el sillón

reclinable de la cultura de la comodidad y resistirse a la incomodidad de los cambios que le exigen

una transformación de su habitus y su ethos commodus.

1.3.3. Los acomodaticios

Por último, los acomodadizos o acomodaticios de doble moral y lenguaje maquiavélicos que ocultan

sus verdaderos intereses personales detrás de un activismo servil y utilitarista que se aviene

fácilmente a todo. Cuando se abren las posibilidades para ocupar un puesto público u obtener una

plaza codiciada despliegan un sinnúmero de actividades proyectando una imagen diferente a la que

se les conoce cotidianamente; se les ve en todas partes muy solícitos y sonrientes dejándoles las

manos temblando al saludarlos con una increíble efusiva alegría; aunque después los ignore muy

sutilmente. Es un sujeto elástico que se estira para estar en todos los programas y eventos

educativos, siempre y cuando vaya de por medio un estímulo económico al pseudodesempeño. No

le interesa involucrarse en lo sustantivo de las actividades, sólo ser tomado en cuenta para la

obtención del documento certificatorio, que en última instancia es lo único que él exige.

Consecuentemente, se presenta y se ausenta mágicamente; está y no está; admirablemente

resemantiza a su conveniencia la dialógica moriniana, ya que es y no es al mismo tiempo.

Muchos de este tipo, en la misma línea acomodaticia, procuran estar en todo hasta en lo

administrativo prestándose a tramitar hasta los más nimios detalles laborales, ya que saben que con

esto se ganarán las simpatías de sus compañeros, artilugio que los llevará a quedar bien, tanto con

ellos como con las autoridades, logrando la finalidad de ocupar puestos de jerarquía, en donde,

posteriormente, se olvidarán del espíritu de servicio para servirse del poder tan ansiadamente

buscado. Y así, muestran su verdadera personalidad acomodaticia, logrando sus fines mediante el

deslumbramiento sin alumbrar.

Page 62: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 59

1.3.4. El bucle comodín=comodón=acomodaticio. La metamorfosis kafkiana en las tipologías

comodíneas

Hay una línea muy fina que separa y une a la vez a estos tipos commodus, por tal motivo, delinearé

ciertos rasgos distintivos muy sutiles a fin de identificarlos a unos y otros. A diferencia del

comodín(a), quien sirve para todo y no sirve para nada, al no ser él sino el rol o papel que le

demandan representar, el acomodaticio(a) selecciona el papel que le conviene, el que le va mejor a

sus intereses; por lo tanto, se mueve en un espacio de creatividad y libertad personal más flexible

que el del comodín. Sin embargo, al lograr insertarse en la estructura jerárquica institucional toma un

rol y un significado nómico-funcional que ya están establecidos; un espacio simbólico cuyos signos

ya han sido escritos por otros; de tal manera, que al enfrentarse su esquema conceptual, referencial

y operativo con el esquema nómico-institucional se inicia la metaformosis kafkiana en donde se

rompe el hilo fronterizo de la tipología comodínea y se empieza a transitar del ingenioso tipo

acomodaticio al polivalente y plurifuncional comodín.

Después de haber incursionado por estos lugares tan apetecidos; algunos se hastían y reniegan de

haber sido acomodaticios, primero y luego comodines; regresando al paraíso de la comodidad en

donde se encuentran todos los comodones; lugar en donde la vida pasa monótona y vacía como si

otros y no ellos la vivieran, ni siquiera es placentera o hedonista, pues al formar parte de un proyecto

sin vida o de una vida sin proyecto estarán siempre incomodados por la angustia existencial de

constituirse en sujetos sin subjetividad propia, objetivados y subsumidos por la cultura de la

comodidad que globaliza, uniforma y elimina al ser. De aquí que de comodón pase a acomodaticio

para insertarse otra vez en el esquema jerarquizado institucional y obtener un puesto que lo

convertirá en comodín; y así, sucesivamente, ad eternam.

1.4. El Homo Commodus Isomórfico

El homo commodus cuenta con un dispositivo isomórfico-excluyente el cual detecta a los sujetos que

tienen su misma forma de vestir, de actuar y de pensar; y a éstos, y sólo a éstos, puede comprender

y amar porque son semejantes a sí mismo; sin embargo, a sus desemejantes; a los que no piensan y

sienten como él, le es muy difícil y casi imposible amarlos.

Por lo tanto, está preso en la sobreinterpretada simbología cristiana que enfatiza la frase: “Ama a tus

semejantes como a ti mismo”; mas no ha iconoclasiado dicha expresión sacra por la de “Ama a tus

semejantes como a tus desemejantes y así te amarás más allá de tu tribalismo o etnocentrismo

Page 63: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 60

cultural”. El amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos excluye a la otredad, a los que

nos incomodan; los incluimos si se hacen “fratelli”,”hermanos”; sólo si se acomodan al isomorfismo

simbólico conjuntista identitario del modelo filantrópico ideológico legitimado por él mismo y su

comunidad fraternal. Una exacerbada egolatría los lleva a magnificar únicamente lo que hace su

comunidad; todo es perfecto en ellos, el traje que se pongan los hace ver hermosos, y ¡ay! de aquel

que diga lo contrario, pues se le tildará de cretino si no puede ver el bello traje del rey. Es notable en

ellos la ausencia de autocrítica que los hace ciegos a verse desnudos y reconocer que su traje es

uno más entre los demás. De aquí que operen con el dispositivo isomórfico que mira a través de

esquemas clasificatorios, simplificando a los sujetos bajo categorías excluyentes que los tipifican

como “marxistas chatos”, “foxistas”, “piagetianos”,” vygotskianos”, “locos transdisciplinarios”,

“normalizados foucaultianos”, “misóginos degenerados”...etc.

Esta forma de clasificar a los sujetos implica una reducción taxidérmica conceptual que los vacía de

la riqueza subjetiva de la complejidad humana; los convierte en un arsenal de mercancías que se

enfrentan entre sí, pero ya clasificados y con precios fijos en el mercado lingüístico de los productos

que se compran o se desechan según el poder simbólico de los que detentan la hegemonía que

determina la legitimación o deslegitimación de las mercancías en venta. De esta manera, el homo

commodus descalifica y elimina a los hermanastros heteromórficos incómodos; en vez de tratar de

comprenderlos en sus múltiples y variadas formas de mirar a la realidad. Un diálogo sin

clasificaciones ni descalificaciones, que vaya más allá de la cómoda negación de la otredad y que se

abra a las diferencias con deferencia contribuirá a acercarnos al ideal habermasiano de establecer

una comunicación consensuada, intersubjetiva e ilimitada.

Mea culpa, la denominación que hago del sujeto al denominarle homus commodus aunque sea un

juego satírico que revela una parte de lo que soy, me está golpeando; pues estoy cayendo en lo

mismo que cuestiono al clasificar y reducir al sujeto. Mas aclaro que me divierte y me revierte sobre

mí mismo, pues me hace reflexionar en la multidimensionalidad de la compleja levedad del ser que

no se refleja en el espejo del estático lago ante la nítida imagen que le devuelve sino en la de las

aguas turbulentas del río que le revuelve la imagen y la convierte en un caleidoscopio de

polimorfismos alucinantes; lo cual nos hace pensar en que somos una heteroclicidad de voces y de

miradas; definitivamente, somos todo eso y más.

Page 64: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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MIS DEMONIOS: AUTOHERMENEUSIS

Este recurso discursivo de matar, olvidar, desaparecer o pisotear al ser, forma parte de mi estilo

crítico-sardónico de exponer mis propios cuestionamientos; los cuales, figuradamente, son mis

demonios con sus múltiples voces que no me dejan dormir; así es que, comparto y reparto mis

pesadillas y mis demonios con quien se sienta interpelado. Esta expurgación es un recorte simbólico

de la realidad para acentuar la presencia perversa de elementos mimético-pragmáticos que he

percibido en los otros y por ende, en mí mismo; por lo cual, y para este propósito catártico he

escogido para construir esta tipología weberiana, la perspectiva estructuralista a la cual resemantizo

a mi manera, a fin de que connote el sentido crítico de mi mirada sardónica lo que perfectamente

sirve a mi pretensión de advertir y exagerar, quizás hasta llegar a la caricatura, los rasgos que

caracterizan a los tipos comodíneos dentro del juego simbólico que los hacen tomar el color y el tono

que les demanda la estructura institucional y social que impone las reglas del juego pragmático-

individualista.

Esta tipología expresada en roles miméticos no se manifiesta de manera pura en la realidad. Es más,

estos tipos no existen, sólo se objetivan si uno los encarna; o si nos prestamos en determinado

momento u ocasión a representar o jugar el papel de comodín(a), comodón(a) o acomodadizo(a);

claro que cuando uno le entra a estos juegos simbólico-miméticos lo hace bajo cuenta, riesgo,

conveniencia y connivencia del interesado.

Page 65: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 62

¿Por qué soy un ser metafísico?

Antonio Kitaoka Vizcarra

Los últimos rayos crepusculares se estrellaron

en las siluetas grisáceas del monumento a la

Familia, iluminándolas con chispas de luces

efímeras. A lo lejos, atrevidos jóvenes volaban

en sus tablas alargadas, rasgando los

montículos del mar con sus veloces

deslizamientos por las espumosas olas del

Pacífico y, nada más. En la alfombra arenosa

de la playa, se vislumbraba un círculo de

cuerpos humanos con un punto blanquecino

en el medio. De pronto, el punto empezó a

desplegarse hasta convertirse en un signo de

admiración “¡”. Era un ser que se iba irguiendo,

con una indumentaria blanquecina, enjuto de

carnes, que al hacer un giro de su cabeza de

360° impresionaba a los que nos

encontrábamos alrededor de él por su efecto

“Exorcista”. He aquí al Gran Maestro quien nos

estremeció con su envolvente mirada,

dejándonos estupefactos. -“Soy quien soy,

pero en realidad no soy lo que ustedes creen

que soy porque ni yo mismo sé quién soy”.

Después de haber dicho esto, bajó la cabeza

humildemente. Había logrado impactarnos, el

uso metafísico del lenguaje se hizo

magistralmente. Hacer metafísica en su

sentido perverso, es crearnos una atmósfera

mágica ubicada fuera de este mundo, en

donde el ser deviene metafísico gracias a que

hace creer que está fuera de la física, de lo

mundano, de lo común y corriente. En la Edad

Media, las instituciones religiosas oficiaban sus

misas en latín, nadie las entendía, pero el

efecto metafísico del uso de un lenguaje

críptico, ajeno a la cultura popular, que parecía

un balbuceo indescifrable y enigmático,

convertía a los simples seres humanos en

seres ungidos por la divinidad, en

extraterrestres. Por su oráculo no hablaba él

sino Dios. En la actualidad, nos han llegado

brasileños, colombianos, argentinos…que

explotan el efecto metafísico de hacer creer

que son iluminados, enviados por los dioses,

placebos de todas las enfermedades, y si no

están enfermos, de todas maneras, los curan.

Existe el pensamiento metafísico porque hay

quienes lo ejercen y quienes lo creen, si no

hubiera quienes creyeran en ellos, éstos no

Foto: www.masoneriavasca.info

Page 66: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 63

existirían. El surgimiento de sujetos

metafísicos cada vez será más abundante en

este siglo XXI en donde las Tecnologías de la

Información y la Comunicación pretenden ser

utilizadas por estos expertos en competencias

metafísicas a fin de crear nuevos instrumentos

de vigilancia, control y manipulación de la

humanidad. George Walker Bush es un

excelente ejemplo del pensamiento metafísico

cuando dice: “Dios me dijo, George ve y lucha

contra esos terroristas”. En su segundo

nombre, Walker, está un caminador o

encaminador de almas. Otro, pero que es un

parónimo de éste, Walter, maneja muy bien la

mercadotecnia metafísica, esto es, el Mercado

consumista de las ilusiones; de ahí Walter

Mitty, un personaje fantasioso.

Un golpe de aire y saliva hizo volar los últimos

cabellos de mi nuca. A mis espaldas, el gran

maestro había estado escuchando mi

monólogo interior, con voz atronadora me

sermoneó: -“Si te fijas, caíste en tu propia

urdimbre metafísica. Magnificaste la

simbología críptica que tú mismo creaste de

los nombres de esos personajes para

determinar su forma de ser o su destino

personal. A tu crítica, le hace falta la

autocrítica, pues entonces, al descalificar a los

otros te valoras por encima de los demás y eso

te hace también a ti ser un sujeto metafísico,

trascendental, divino, megalómano. Te debe

de quedar claro que no son los nombres, los

astros o la numerología lo que predice el futuro

de los humanos, sino tu veleidosa fabulación,

tu caprichosa imaginación, tu forma de ver e

interpretar el mundo y lo que pasa en él. Por lo

tanto, no es un fenómeno metafísico la

coincidencia de que Amy Winehouse, Janis

Joplin, Jim Morrison, Jimmi Hendrix,…hayan

muerto a los 27 años de edad; o que las tres

“J” de los últimos artistas mencionados hayan

sido influidos por el Jazz y el Jachís y qué

decir de Winehouse, que su muerte tuvo que

ver con su apellido “Vino-casa”, no y no, todo

esto es mera coincidencia que en una mente

metafísica se convierte en profecías,

revelaciones, misterios. Ves que fácil es caer

en los juegos del lenguaje y el pensamiento

metafísicos, pues si, somos seres complejos:

racionales-irracionales; físicos-metafísicos;

somos todo eso y más; sin embargo, somos

humanos, seres finitos, particulares, que

pensamos en lo infinito, en lo universal, en lo

trascendente, pero con el cuidado de no perder

el piso ni pisotear a los demás”. Bajé la cabeza

con humildad, pero la soberbia me la volvió a

levantar. –“¡Qué raros son los adultos!”, dijo, el

Principito.

Page 67: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 64

Reseña del libro “Introducción

al Arte de la Investigación

Científica Social”

María Guadalupe Pardo Benítez

Esta obra del Dr. Guillermo Campos y

Covarrubias fue publicada en México en el año

2010 por Editorial Miguel Ángel Porrúa.

En este libro se exponen un conjunto de

conocimientos que ayudan a definir la

estrategia a seguir en un proceso de

investigación de algún fenómeno, es una

herramienta auxiliar significativa para estos

trabajos.

Destaca las fases del conocimiento científico y

las formas en que deben ser construidas, con

la intención de crear un proceso sistemático

que facilite la comprensión del fenómeno.

Es recomendable su consulta por todos los

interesados en la investigación social. Es un

libro de consulta básica, es de fácil

comprensión y serviría mucho para orientar el

trabajo investigativo de los estudiantes de

trabajo social.

Page 68: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 65

Reseña del libro “Técnicas

Documentales y Bibliográficas

en la Investigación”

María Guadalupe Pardo Benítez

Esta obra del Dr. Guillermo Campos y

Covarrubias y Gregorio Pérez Orozco, editada

en México el año 2010 por El Colegio de

Estudios de Posgrado de la Ciudad de México,

es un aporte significativo para la comunidad

educativa que se dedica a realizar y dirigir

procesos investigativos; es una herramienta

útil, porque se convierte en un material

didáctico que puede ser un libro básico,

obligatorio para el trabajo escolar.

Por su forma sencilla, clara y precisa es una

obra que orienta los procesos de consulta

bibliográfica y nos enseña cómo llevar un

orden que facilite la investigación documental;

particularmente en la etapa en que se

construyen los marcos teóricos es

indispensable porque plantea el conjunto de

reglas que deben observarse para su

construcción.

Este libro es una herramienta importante en la

vida escolar, es de reconocerse que es

indispensable para que los estudiantes y

docentes eviten pérdidas de tiempo

organizando sus lecturas, considerando sólo

sus propias experiencias, la consulta de esta

obra les va a permitir un mejor desempeño en

sus tareas investigativas.

Es justo reconocer al Dr. Campos su valioso

esfuerzo en presentar este libro que beneficia

a todos.

Page 69: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 66

Reseña del libro “La

Universidad Autónoma de

Sinaloa: Su influencia en el

desarrollo cultural de

Mazatlán”

María del Carmen González Montes

Esta obra, de la Doctora María Guadalupe

Pardo Benitez, fue publicada en México por la

Universidad Autónoma de Sinaloa el año 2010;

se circunscribe en la línea de los estudios

culturales comunitarios, su propósito es

mostrar la influencia de la Universidad

Autónoma de Sinaloa en el desarrollo cultural

de Mazatlán, para comprender la magnitud de

su quehacer educativo y científico, que realiza

a través de las distintas profesiones que ofrece

a la población Mazatleca para la formación de

sus jóvenes.

Este libro contiene una reflexión significativa

en torno a los elementos que integran los

bienes culturales de la Universidad a través de

los cuales se ejerce influencia en el desarrollo

cultural de Mazatlán, se presentan algunos

aspectos relevantes de su proceso histórico.

Este estudio, permite reconocer que la

Universidad es una comunidad cultural que

tiene el compromiso de participar en el rescate,

preservación y fortalecimiento de su patrimonio

cultural. Se destacan en el texto, las

aportaciones de algunos teóricos sobre la

dimensión cultural, que expresan

conocimientos que articulan una concepción

de ésta y su importancia en el desarrollo de las

comunidades.

Page 70: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 67

La Doctora Pardo Expone los resultados del

trabajo de investigación realizado, donde se

señala que la comunidad universitaria no tiene

claro el significado de la dimensión cultural; lo

confunde con el aspecto educativo y sólo

perciben el aspecto artístico de la misma.

En este trabajo se demuestra que la

Universidad Autónoma de Sinaloa ha

contribuido al desarrollo cultural de Mazatlán

desde la docencia, a través de la formación de

sus profesionales: acciones y proyectos de

investigación y extensión que apoyan el

desarrollo del ser humano hacia estados

superiores.

Este trabajo busca contribuir a la realización de

políticas culturales que permitan redimensionar

el potencial creativo que la población hacia una

producción superior espiritual y material. La

Universidad debe aceptar el reto que le

confiere la sociedad: el rescate, la

preservación, transmisión y producción de los

bienes y valores culturales que posee como

parte de su patrimonio, para trasmitirlo a las

futuras generaciones, sin menoscabo ante los

cambios provocados por la globalización que

pueden, en un momento determinado,

contribuir a su destrucción.

Page 71: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 68

Pensar epistemológicamente

José Manuel León Cristerna

En los siguientes párrafos me ocupo de

presentar las características generales del libro

de Violeta Guyot publicado en el 2011, cuyo

título es: Las prácticas del conocimiento. Un

abordaje epistemológico. Es la primera

edición, publicado por Lugar Editorial en

Buenos Aires, Argentina.

El tema de fondo que guía al libro de Violeta

Guyot es la epistemología. Específicamente,

trabaja desde diferentes ángulos la

construcción del conocimiento en el marco de

la encrucijada que tiene lugar en la vinculación

entre la teoría y la práctica. En esta relación,

el papel principal se atribuye a la práctica,

desplazando el papel central que casi siempre

se atribuye a la teoría.

La obra, de 172 páginas, está organizada en

un capítulo introductorio y tres partes más. El

Capítulo 1 es el introductorio, se titula

“Epistemología y prácticas del conocimiento”,

en él se plantea la discusión sobre la ciencia,

el conocimiento científico y la relación teoría-

práctica. La autora establece que el

conocimiento científico surge de la interacción

entre la teoría y la práctica y postula la

inexistencia de la neutralidad valorativa de la

ciencia. Este posicionamiento, se argumenta

negando la validez del concepto de ciencia

arraigado en la racionalidad occidental y el

Page 72: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 69

positivismo científico, que se desarrolló sobre

la idea de la existencia de dos contextos

mutuamente excluyentes: el contexto de

descubrimiento y el contexto de justificación.

La autora insiste en el planteamiento de que

las prácticas del conocimiento dependen de las

opciones epistémicas disponibles, ahí radica la

importancia de la reflexión epistemológica; si

sólo se dispone de un marco epistémico la

posibilidad de alternativas está cancelada de

antemano.

Se concluye el Capítulo 1 señalando que el

pensamiento complejo es una alternativa

epistemológica viable para reivindicar el papel

de la práctica en la generación de

conocimiento.

La segunda sección del libro, titulada “Primera

parte. Epistemología y educación”, está

integrada por los capítulos 2, 3, 4 y 5, titulados

respectivamente de la siguiente manera:

“Epistemología y prácticas del conocimiento.

La investigación educativa”; “La enseñanza de

las ciencias. Un análisis a partir de la práctica

docente”; “Educación y complejidad. El

impacto de un nuevo paradigma

epistemológico” e “Historia de la educación,

epistemología y teoría pedagógica”. El

Capítulo 2 registra el planteamiento

epistemológico que la autora se propone en

toda la obra, que se puede sintetizar en tres

propósitos:

Reformular la cuestión de la relación teoría-

práctica para definir las prácticas del

conocimiento.

Plantear la necesidad de crear modelos o

instrumentos intermedios para abordar las

prácticas con la intención de superar los

criterios “aplicacionistas” dominantes.

Introducir la cuestión del sujeto en la reflexión

sobre las prácticas por la importancia científica

que representa.

La autora maneja tres hipótesis que esclarecen

el sentido de toda la obra, por lo cual se

reproducen a continuación:

Primera hipótesis: “las opciones

epistemológicas determinan la producción e

interpretación de las teorías e impactan en las

prácticas investigativas, docentes,

profesionales” (p. 29).

Segunda hipótesis: “la epistemología,

abordada en su articulación con la historia de

la ciencia, permite pensar y recrear

críticamente las prácticas del conocimiento en

un campo disciplinar actualizado” (p. 29).

Tercera hipótesis: “el paradigma de la

complejidad permitirá reformular el campo

epistemológico de las ciencias humanas para

investigar, intervenir y transformar las prácticas

docentes, investigativas y profesionales

atendiendo a las complejidades específicas

que cada una de ellas plantea en relación a los

Page 73: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 70

sujetos y al conocimiento, las instituciones, los

regímenes de prácticas y el sistema social en

el que se concretan” (p. 29).

La autora retoma el tema del poder desde la

perspectiva de Michel Foucault, su perspectiva

se revela claramente en esta expresión que se

refiere a los docentes: “transformarse a sí

mismo, realizar una experiencia modificatoria

de las prácticas representa el ejercicio del

poder que combina la lucidez de una estrategia

y la autodeterminación de la libertad” (p. 34).

En el Capítulo 3, la autora propone un modelo

para el análisis de la práctica docente, muy

interesante y esclarecedor, aunque en la

literatura especializada ya existen otros

parecidos.

El Capítulo 4 se dedica a plantear el

paradigma de la complejidad desde el

pensamiento de Edgar Morin.

En el Capítulo 5, Guyot hace que interactúen

reflexivamente la historia de la educación, la

epistemología y la teoría pedagógica,

ateniéndose en ese razonamiento al anclaje de

la práctica docente como objeto de la

investigación educativa y perfilando a la

pedagogía como la teoría emanada de la

conceptualización de esas prácticas.

La tercera sección del libro se titula: “Segunda

parte. Epistemología e investigación”, se

integra por los capítulos 6 y 7 que reciben los

siguientes títulos: “Prácticas e investigación en

la universidad argentina. Acerca de lo que nos

reveló la crítica al ‘cientificismo’” y “Nuevas

políticas de investigación en la universidad”.

En esta parte la autora hace referencia a la

conformación del aparato institucional

argentino que se ha responsabilizado de dar

impulso al desarrollo de la ciencia y del

conocimiento científico-tecnológico en

Argentina. Las argumentaciones están

matizadas de reflexiones socio-históricas que

permiten captar la estrecha interrelación entre

el mundo de la ciencia, el universitario y el de

los poderes fácticos.

La cuarta sección del libro se titula: “Tercera

parte. Epistemología y subjetividad”, se integra

por los capítulos 8 y 9, cuyos títulos son:

“Conocimiento y sujeto. Una relación

atravesada por el poder” y “Educación en

valores y el conocimiento. Los desafíos de la

situacionalidad histórica”.

La autora parte de la concepción de que el

sujeto ha sido expulsado del conocimiento

científico por el pensamiento occidental,

debido a su interés por “la objetividad, la

neutralidad y la validez universal del

conocimiento científico” (p. 128). En su

argumentación revisa autores y corrientes

como el estructuralismo y su figura central

Claude Lévi-Strauss; Ilya Prigogine y el nuevo

concepto del tiempo y Michel Foucault y su

Page 74: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 71

concepto de poder y de sujeto. La sugerencia

es recuperar el papel protagónico del sujeto en

la construcción del conocimiento.

Finalmente, en el último capítulo retoma la

cuestión de los valores como un aspecto

central en la formación del sujeto.

El libro de Violeta Guyot es muy interesante

por colocar en el centro de la discusión dos

elementos fundamentales: la epistemología y

la práctica. En el campo de la disciplina del

trabajo social, sus planteamientos son

seminales, sin duda, pueden detonar procesos

de reflexión que iluminen áreas que son

oportunas en este solar de las ciencias

sociales.

Page 75: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

Página 72

Poesía

PAUSA

Este burbujeante fuego se desbordó junto con

mis sentimientos. Ya había dado avisos de

próxima despedida luego de acompañamiento

periódico durante la vida reproductiva de las

mujeres, a excepción de cinco ocasiones.

En octubre del 2011, no quiso acompañarme

en la despedida final que le hicimos a papá.

Durante tres meses resentí su ausencia junto

con la de mi padre; lloraba por los ausentes,

lloraba por los presentes pero también por lo

no existente por mis dolores y alegrías.

Hoy de nueva cuenta cuento su ida y venida,

igual que el año pasado se fue desde octubre

a un año de ausencia de mi padre cuando su

recuerdo es más alegría que dolor. Hoy son

otros los sentimientos que afloran por mis ojos,

hoy su regreso impetuoso me asustó, los

desacuerdos y desencuentros entre mis hijos

me hacen llorar, el recuerdo de los ausentes

me ponen triste, la presencia y nacimientos de

mis nietos me alegran. Estos días de fiesta

carnavalera y no tener con quien asistir a ellas

pesan en mi animosidad, me siento sola, estoy

sola y esta soledad ataca en mi vida.

Hoy una fuente inagotable de sentimientos

como lucha de contrarios me acompañan en

este periodo de menos pausas biológicas y

tendré que aprender a conocer sus verdades y

sus mitos para caminar junto a ellos mientras

dure…. Después otra etapa de mi vida será.

Por: Ma. del Carmen González Montes

Page 76: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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HOMBRES DE HOY

Estipe violenta

Juventud defectuosa, desenfrenada,

Sin entrañas, sin sueños,

Cavan sepulcros.

Inundan panteones.

Exterminan vidas.

Gestan dolor.

Almas solas, sin principios,

Sin amor, aislados de corazón

Sombrío.

Acechantes enemigos.

Esclavos peregrinos

De la muerte.

Día y noche

Impregnados sin razón.

Desatan guerras sin

timón.

Monstruos que se consumen,

En la droga y el alcohol.

Por: María Guadalupe Rojas Garay

LA FÉ DE SER JOVEN

¿Cómo puedes decir que “la juventud es el

futuro del país” si en el presente nos callan?...

… si nuestras alas son nuestras acciones,

Los sueños proyectos de vida

Una vida propia y de nadie más.

Siendo sin planear el reflejo de nuestros

padres,

Ese reflejo que ellos mismos no se atrevieron a

ser.

Con valores, de enfrentar la adversidad y los

temores.

Con Fe de ser hombre/mujer…

… con pasión, vocación y amor

A lo que se quiere ser.

Pero hoy somos jóvenes…

… que enfrentamos las oposiciones…

…de ser algo que no se quiere.

Con espíritu de defender nuestras pasiones.

Recuerda siempre que:

¡El presente no lo callan,

Porque cuando vivamos ese futuro

Será de alguien más!

Por: Nadia Constanza Hernández Díaz.

Page 77: Revista: Intervención Social (Septiembre 2013)

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Normas para autores y colaboradores

INTERVENCIÓN SOCIAL aceptará

contribuciones inéditas de uno o más autores

en las modalidades de artículos de difusión,

artículos críticos, ensayos, notas informativas,

reseñas, poesías y cuentos cortos en los

temas relacionados con cualquiera de las

secciones de la revista.

Los artículos serán remitidos en español a

través del correo electrónico de

INTERVENCIÓN SOCIAL.

Los trabajos deben acompañarse de una

síntesis del Curriculum Vitae del o los autores.

Es necesario que se incluya la adscripción

institucional y el correo electrónico del autor.

Todas las contribuciones deberán presentarse

en formato página A4, márgenes superiores e

inferiores de 2.5 cm. y márgenes izquierdo y

derecho de 3 cm. El texto debe estar

confeccionado en letra Arial, tamaño 12,

interlineado de 1.5, con sangría en la primera

línea de 0.5.

La extensión de las contribuciones estará entre

las siguientes especificaciones:

Tipo de contribución Extensión

Ensayo De 15 a 25 páginas

Artículo crítico De 5 a 10 páginas

Artículo de difusión De 3 a 5 páginas

Notas informativas De 1 a 2 páginas

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Página 75

Reseñas de libros De 2 a 3 páginas

Poesía Máximo dos páginas

Cuento Máximo 3 páginas

En el caso de los ensayos y artículos críticos

deberán acompañarse de un resumen con

extensión máxima de 200 palabras y la

identificación de máximo cinco palabras clave.

Otras especificaciones de formato:

Título en mayúsculas, centrado, en negrita y

sin subrayar.

Subtítulos primarios en el margen izquierdo, en

negrita, en minúscula y sin subrayar.

Subtítulos secundarios en el margen izquierdo,

en negrita, en minúsculas e itálica.

Se escribirán en itálica las palabras en latín o

de lenguas extranjeras y todas las expresiones

que los autores consideren necesario destacar.

No se debe usar el subrayado con este

propósito.

Las palabras no deben ser separadas en

sílabas

Las citas y las referencias se realizarán de

acuerdo con las especificaciones de estilo de

la American Psychological Association (APA),

con las siguientes excepciones:

8.1 Las citas mayores a cuatro líneas se

presentarán en bloque de texto diferenciado

por un tamaño de fuente de once puntos.

8.2 Las referencias al final del texto y dentro

del cuerpo del texto incluirán los dos apellidos

de los autores (cuando los tengan).

El Consejo Editorial de Intervención Social no

ofrece ningún tipo de retribución ni apoyos

especiales por las contribuciones.

Sólo se admitirán las contribuciones que

respeten las normas enunciadas en este

documento.

El Consejo Editorial establecerá los

mecanismos para la revisión y valoración de

las contribuciones y decidirá cuáles son

aceptados. Su decisión es inapelable. La

aceptación o rechazo de una contribución será

comunicada al autor por medio del correo

electrónico.

Las opiniones y juicios vertidos en las

contribuciones son responsabilidad exclusiva

de los propios autores.

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