Revista Schola Nº 6

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ESPECIAL DÍA DE

CANARIAS

Schola www.colegiosagradocorazon.com

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REVISTA SCHOLA - COLEGIO SAGRADO CORAZÓN DE TAFIRA

Revista Schola

Aprovechamos estas líneas para demostrar nuestro más

sincero agradecimiento a toda la Comunidad Educativa del

Colegio, a nuestros lectores y colaboradores, en especial al Dr. D. Germán Santana Pérez, uno de los máximos exponentes de la

Historia de Canarias.

¡AL ABORDAJE! El peligro acecha. ¡Deprisa! ¡Suenen las campanas!

Avistamos navíos enemigos. ¿Quién podría soportar una vida llena de sobresaltos? En este quinto número podrás navegar por los mares pero… ¡Cuidado! Ondean banderas piratas. Retumban los cañones. Todos a sus puestos…

[email protected]

Sumario ESPECIAL CANARIAS

Índice

Introducción 20

Piratas y corsarios: ¿Por qué en Canarias?

20

Dureza y superación: La vida en el barco

22

La piratería vista desde tierra: cómo repeler un ataque

24

Drake y Hawkins atemorizan Las Palmas de Gran Canaria

25

La terrible huella de Pieter van der Does

27

Víctimas de la piratería: el famoso caso de Miguel Afonso

29

PIR

AT

AS

EN

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NA

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… y además todas estas secciones…

Sumario

Canarios ilustres…

Agustín de Bethencourt

Revista Schola

Cine en Canarias Cuentos canarios… con

unos autores muy especiales Canarias según

nuestros niños de Educación

Infantil

Organización social aborigen

Canarismos

Viera y Clavijo

ESPECIAL CANARIAS

Leemos con Benito Pérez

Galdós

Paisajes Canarios a los 5 años

Catedral Basílica de Canarias

¿Reinos en las Canarias?

Visitamos La Gomera con una

singular guía

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Actualidad

1797 Piratas del Atlántico

Las letras canarias viven un momento de auge. Luis Medina Enciso ha publicado su obra 1797 Piratas del Atlántico, una documentada novela histórica que refleja el papel del Archipiélago canario en los albores de la Edad Contemporánea y las invasiones piráticas que cercaron la isla de Tenerife a finales del siglo XVIII (Fuente: Canarias Ahora. El primer periódico digital de Canarias).

Día Internacional de los Museos

El Cabildo de Gran Canaria, a través de la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, organizó el pasado sábado 18 de mayo el Día Internacional de los Museos (DIM). La Casa-Museo León y Castillo, la Casa-Museo Pérez Galdós, el CAAM y el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, entre otros, llevaron a cabo numerosas actividades para apoyar esta iniciativa (Fuente: Gran Canaria Cultura. Cabildo de Gran

Canaria).

Nueva web canaria… La Viceconsejería de Educación,

Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias presentó el pasado viernes 24 de mayo un nuevo portal web de los Parques Nacionales de Canarias, documentales y aplicaciones para móviles. Con este proyecto se trata de dinamizar el conocimiento de un patrimonio natural de excepcional importancia y riqueza: los Parques Nacionales canarios. La mencionada presentación coincidió con la celebración del Día Europeo de los Parques, efeméride que conmemora la declaración de los primeros Parques Nacionales en Suecia en 1909 (Fuente: Revista Bienmesabe).

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CANARISMOS La Academia Canaria de la Lengua

se centra en el estudio y la descripción de la variedad canaria de la Lengua española. El habla canaria se constituye, de esta manera, en la modalidad del español usado en el Archipiélago canario. Se trata de una variedad dialectal encuadrada en la llamada “modalidad atlántica”, similar al continente americano y al sur de la Península Ibérica.

Los ‘canarismos’, por su origen y naturaleza, podemos encuadrarlos en tres grupos procedentes del español actual, del castellano antiguo o de otros idiomas. Debemos tener en cuenta que el proceso de conquista y colonización se produce en las Islas Canarias a lo largo del siglo XV, en un contexto marcado por las relaciones socio-económicas con el exterior, dada la situación geoestratégica de Canarias, enclave ideal en el tráfico comercial entre tres continentes: Europa, América y África.

A continuación reseñamos algunos de estos ‘canarismos’ y sus significados, siguiendo para ello el Diccionario de la Academia Canaria de la Lengua:

-‐ Boliche: Bolita de barro cocido, vidrio

u otra materia dura.

-‐ Cambado: Jorobado, encorvado.

-‐ Cambullón: Tráfico de mercancías que

consiste en cambiar o vender distintos productos en los barcos atracados o fondeados en los puertos, especialmente a los tripulantes de los buques extranjeros, rozando incluso la ilegalidad.

-‐ Cambullonero: Persona que se dedica

al cambullón.

-‐ Cáncamo: Obra o trabajo poco

importante que le surge esporádicamente a un profesional, al margen de su actividad regular. Persona o animal que representa una

carga para quien lo cuida. Mujer poco

agraciada.

-‐ Enchumbado: empapado de agua.

-‐ Fechillo: Pasador con que se asegura

5


Elaborado por Departamento de Lengua y Literatura

una puerta. Procede del portugués ‘fechar’.

-‐ Fonil: Utensilio de forma cónica, con el extremo inferior más estrecho, para trasvasar líquidos. Procede del inglés ‘funnel’.

-‐ Fotingo: Coche viejo y

destartalado. Procede, según plantean lexicógrafos isleños y americanos, de la marca de coches Ford más el sufijo de sentido despectivo -ingo.

-‐ Golisnear: Curiosear, husmear, fisgonear. Se pronuncia generalmente golisniar.

-‐ Naife: Cuchillo o navaja grande. Procede del inglés ‘knife’.

-‐ Papas quinegua: Variedad de papa de

importación, de forma alargada, de color blanco amarilloso y con el ojo rosado. Procede del inglés ‘King Edward’.

-‐ Trinque: Se dice de las cosas que no

han sido estrenadas. Bebida alcohólica.

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CUADERNO DE BITÁCORA

LA GOMERA

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LA GOMERA

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LA GOMERA

Elaborado por Nira De Armas, alumna de 1º A de Educación Primaria

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¿Sabías qué…?________________________________ ¿Sabías quiénes son los “guanches”?

El término con el que se conocen genéricamente los pueblos que habitaron las Islas Canarias antes

de la conquista castellana es aborígenes canarios. De esta manera podemos puntualizar que el empleo de la palabra ‘guanche’ para designar al conjunto de estos isleños es un grave error altamente generalizado que explicaremos a continuación.

Cada una de las Islas posee una denominación propia que la caracteriza, a saber: bimbache, para los pobladores de El Hierro, gomeros para La Gomera, auaritas o benahoaritas para La Palma, guanches para Tenerife, majos para Lanzarote, majoreros para Fuerteventura y canarios para Gran Canaria. Queda claro, por tanto, que el vocablo ‘guanche’ se corresponde únicamente con Tenerife.

¿Sabes por qué celebramos el 30 de mayo el “Día de Canarias”?

El 30 de mayo, fecha en la que se suceden actos culturales, folklóricos, deportivos y sociales, celebramos el ‘Día de Canarias’. Ahora bien, ¿por qué precisamente el 30 de mayo? Este día se cumple el aniversario de la primera sesión del Parlamento de Canarias, órgano legislativo autonómico, que tuvo lugar el 30 de mayo de 1983, tras publicarse diez meses antes en el Boletín Oficial del Estado el Estatuto de Autonomía de Canarias, aprobado en 1982.

El primer presidente del Parlamento canario fue Pedro Guerra Cabrera, que además de ser padre del cantautor tinerfeño Pedro Guerra, se convirtió en abogado, escritor y político socialista. La sede del Parlamento autonómico la hallamos en la ciudad capitalina de Santa Cruz de Tenerife.

Elaborado por Elena Muñoz López, alumna de 3º de ESO B

Elaborado por Fabián López Hernández, alumno de 5 años C

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_________________________El mesón de la palabra

A propósito de… Fernando León y Castillo

“El Estado ha sido hecho para el individuo”.

“En los países libres, cuando la opinión pública se

pronuncia en un sentido y tiene el sufragio universal a su servicio, no hay obstáculo que

no venza, espacio que no salve, circunstancia a que no se sobreponga, dificultad que

no arrolle”.

1482-1895 Abogado, político y diplomático grancanario.

“La libertad se funda principalmente

en el derecho que tiene todo hombre a

desenvolver dentro del medio en que vive, esto es, la sociedad, todas y

cada una de sus facultades”.

Decir inconsideradamente lo que no quería o no debía manifestar, meter la pata. 2. Olvidársele lo que iba a decir o lo que tenía que hacer.

¡(Ar)ráyate un millo!

Elaborado por Sara Reyes Santana, alumna de 2º de la ESO B. Significados extraídos del Diccionario de la Academia Canaria de la Lengua.

Elaborado por Departamento de Ciencias Sociales, Geografía e Historia

Írsele a alguien el baifo.

Frase procedente del juego del envite, que se dice con motivo de un acierto sonado o de una ocurrencia feliz. Se usa también en sentido irónico. 2. Expresión con que irónicamente se le pone fin a una discusión, dándole la razón, sin tenerla, a quien porfía.

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Nuestro invitado…

Dr. Don Germán Santana Pérez

Presentamos en la sección ‘Nuestro invitado’ al Dr. Don Germán Santana Pérez, profesor titular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que imparte sus clases en el área de Historia Moderna. Son múltiples sus trabajos e investigaciones, entre los que podemos citar sucintamente los siguientes: Mercado local en las Canarias Orientales durante el reinado de Felipe IV, El comercio exterior de las Canarias Orientales durante el reinado de Felipe IV, La puerta afortunada. El papel de Canarias en las relaciones hispano-africanas, Historia concisa de Canarias y Los usos de la leña: recursos forestales en Gran Canaria durante el siglo XVI.

Premio de Investigación Viera y Clavijo (Letras), en la sección de Historia en 2001 y Coordinador del curso de Historia de África: La Historia olvidada. Identidades Culturales de África, igualmente ha dirigido y participado en numerosos proyectos sobre el abastecimiento local y las relaciones con África. Cuenta con decenas de artículos en revistas científicas especializadas de carácter nacional e internacional, ha participado en abundantes congresos y ha impartido, coordinado y dirigido gran cantidad de cursos y seminarios.

CANARIAS, MAR DE CORSARIOS. Las aguas canarias vieron surcar un

gran número de embarcaciones de diferentes procedencias que se dedicaron al corsarismo. Las islas eran un lugar estratégico de paso hacia América, África y Asia, lo que atrajo las apetencias de muchos hombres que esperaban, con patentes de sus Estados, enriquecerse y ganar fortuna. Además, las propias producciones económicas del archipiélago eran un aliciente para los que tenían un origen berberisco. Los norteafricanos tenían sus principales centros en Argel y Salé, mientras que los principales corsarios europeos procedían de Francia, Inglaterra y Holanda. A ellos se les sumó en el siglo XIX los que atacaban desde las repúblicas americanas que se habían recién independizado de la Corona española. El fenómeno no fue esporádico sino que,

anualmente, eran apresadas varias naves en Canarias, además de los asaltos en tierra, generalmente en zonas poco pobladas. Algunas de las islas como Lanzarote se vieron especialmente afectadas, sobre todo por el corsarismo berberisco. A ellos habría que sumar los ataques de algunas armadas militares europeas. Los corsarios conocían y

aprovechaban algunas playas y puertos en las Islas para repostar y para reparar averías. Éstos eran parte de sus escalas obligadas en su ruta por el Atlántico. La preferencia estaba marcada por lugares poco o nada habitados, lejanos relativamente de los principales núcleos de población y sin ninguna fuerza o artillería que les pudiese hacer frente.

Una de las actuaciones corsarias más singulares en Canarias fue la de Jacob Juan Yser, de nación holandés,

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capitán y dueño del navío Delfín Dorado que dio poder al capitán Sebastián de Toro, vecino de Teror, para que pudiese comparecer ante la justicia en razón de las averiguaciones y descubrimiento de tres talegos que contenían 9.000 reales, que se habían desembarcado de su navío en el puerto de Gando el 16 de enero de 1667, procedentes de un navío de turcos que había apresado, enterrándolos en la arena de ese puerto. Sin embargo, algunas personas los habían desenterrado, llevándose el dinero que tenían. Este episodio recuerda a la famosa novela de La Isla del Tesoro, escrita por Robert Louis Stevenson y que se desarrollaba en el Caribe, sólo que aquí se desarrolló en Canarias.

La Historia de las islas está estrechamente ligada a las amenazas de corsarios. El miedo a ser asaltado y capturado era un peligro cotidiano con el que se tenía que convivir. Determinó el carácter militar de la organización

administrativa de Canarias hasta tiempos relativamente recientes pues la prioridad era garantizar la defensa. Se erigieron una serie de fortalezas en los principales núcleos habitados o en donde se situaban las explotaciones económicas de especial interés. Cualquier asentamiento humano exitoso en el archipiélago tenía que tener en cuenta la seguridad. Salvo las principales salidas al exterior y puertos, el resto se cuidaba de instalarse directamente en el mar y tener una disposición mínima que por su elevación o su lejanía a la costa la defendiera de los posibles asaltos. La presencia corsaria se trasladó pronto al imaginario colectivo, que trató de advertir sobre esta intimidación constante a través de refranes, dichos, canciones, romanceros, loas religiosas, intercesiones divinas a favor de los atacados o capturados, hechicería, maldiciones e historias cotidianas en general.

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del mes

Joya Literaria

Literaria

NUESTRA

“… Imagen de la vida es la Novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de raza, y las viviendas, que son el signo de familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción...” (D. Benito Pérez Galdós).

El más insigne de los novelistas del siglo XIX español nació en las Palmas de Gran Canaria en el año 1843, aunque casi toda su vida transcurrió en Madrid. Hablamos de D. Benito Pérez Galdós. Se entregó por entero a la literatura, convirtiéndose ésta en su única actividad profesional. A pesar de todo, se le conocen otras facetas, como sus múltiples viajes por España y el extranjero, su pertenencia a la Academia de la Lengua y su trayectoria política, que culminó como diputado liberal progresista.

Sus últimos años, muy duros, estuvieron marcados por las continuas dificultades tanto físicas (pérdida de la vista) como económicas o sociales. Ejemplo de ello es el injusto trato que recibieron él y su obra, atacados por determinados sectores de la sociedad española. Hombre tímido, retraído y humilde, su mentalidad nos recuerda a Dickens, Stendhal o Balzac. Después de Cervantes es el más importante narrador español de todos los tiempos. Finalmente, fallece en 1920.

A continuación realizaremos un pequeño análisis de sus principales obras, que dividiremos en distintos epígrafes: Los Episodios Nacionales, Las primeras novelas, Las “Novelas españolas contemporáneas” y Las últimas novelas.

1. Los Episodios Nacionales.

Es un conjunto de cuarenta y seis novelas poco extensas, divididas en cinco series. Galdós se remontó a hechos históricos que caracterizaron el siglo XIX español: desde 1805, marcado por la derrota de Trafalgar, hasta 1875 con la Restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII. Para ello Galdós recurre tanto a personajes de ficción como a personajes históricos, a lo público, esto es, los acontecimientos políticos y militares, y a lo privado, lo cotidiano.

Aunque se trata de un conjunto de novelas, no podemos obviar la documentación

GALDÓS: EL CANARIO MÁS UNIVERSAL

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fidedigna que utiliza para tal fin, permitiéndonos el conocimiento de la compleja realidad española. El estilo es, a veces, descuidado, pero la narración es viva y animada. Los mejores títulos pertenecen a la primera serie: Trafalgar, Bailén, Zaragoza, Gerona… 2. Las primeras novelas.

Las primeras novelas son de tesis. Con el propósito de defender una ideología concreta, el autor crea unos personajes, buenos y malos, y modela una realidad en función de lo que quiere manifestar. Las dos novelas más representativas son Doña Perfecta (1876) y Gloria (1877). 3. Las “Novelas españolas contemporáneas”.

Galdós deja atrás las novelas de tesis para adentrarse en la sociedad española desde un punto de vista crítico, pero imparcial. Para ello crea ambientes reflejados con admirable exactitud. La caracterización de los personajes nos lleva a una realidad, una vida, una verdad. De esta forma podemos indagar en los diversos estamentos sociales de la época y en las dos caras sociales de Madrid: los elegantes comercios y los barrios pobres, los mendigos y los afortunados burgueses, los nobles ya arruinados…

Surgen los mejores títulos de su obra: La desheredada (1881), El amigo Manso (1882), Tormento (1884), La de Bringas (1884), Miau (1888) y Fortunata y Jacinta (1886-1887). Ésta última es su obra maestra. En ella Galdós nos muestra un panorama social y dos protagonistas: la pasiva, virtuosa y conformista Jacinta, representante de la clase media, y la apasionada, espontánea e instintiva Fortunata, representante del pueblo llano. Entre ambas mujeres se sitúa el joven burgués Juanito Santa Cruz, caracterizado por su egoísmo y su frivolidad. Marido de la

primera es también amante de la segunda. 4. Las últimas novelas.

Las obras escritas en la década de 1890 manifiestan un gran cambio. Ya no se conforma el autor con la exacta observación de la realidad sino que se aproxima a la espiritualidad de personajes que se mueven por un profundo sentido cristiano, renunciando a todo cuanto poseen para entregarse a sus prójimos.

Las dos novelas más representativas son Nazarín (1895) y Misericordia (1897), una de sus mejores obras. En Misericordia, su protagonista Benigna, profundamente caritativa y bondadosa, se enfrenta a las apariencias propias de la sociedad vigente: egoísmo, hipocresía y obsesión.

Galdós, en todas y cada una de sus obras, nos ofrece un mundo fascinante y autónomo, siempre a partir de la espontaneidad, la agilidad y la expresividad. Sus personajes se han convertido en auténticas creaciones y mitos de la historia de la Literatura Universal. Animamos desde aquí a considerarlo como referente constante puesto que su lectura abre una ventana a un universo literario y humano difícil de igualar.

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Elaborado por Departamento de Lengua


El Colegio Sagrado Corazón de Tafira lee a

Galdós La Casa Museo Pérez Galdós

acogió el pasado 10 de mayo un acto de lectura continuada de la novela “Tristana” de Benito Pérez Galdós para conmemorar el 170 aniversario de su nacimiento. El acto fue abierto con una ofrenda floral en memoria del escritor de manos del consejero de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez y el subdelegado del Gobierno de España en Las Palmas, Luis Molina.

La lectura continuada, que

tenía como fin dar a conocer la prosa de este genio de las letras, comenzó a las 10.00 horas y se prolongó hasta la tarde. Durante la lectura cada participante continuaba un fragmento de esta novela.

A primera hora acudieron los alumnos del Colegio Sagrado Corazón de Tafira, que participaron con gran brillantez en la difusión y el homenaje a esta obra. Los principales medios de comunicación de nuestra isla se hicieron eco ampliamente del acontecimiento.

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Literatos Pequeños NUESTROS

Hace mucho tiempo, en un pueblo aborigen, todos vivían felices, hasta que llegó un barco

que quería apoderarse de la isla donde habitaban los hombres: Gran Canaria. Estaban en

desventaja porque no tenían armas con las que combatir. En tiempos de guerra, mientras un

chico miraba las estrellas, Dios le dijo que saliera del pueblo y así lo hizo. Fue al centro de la

isla, hasta que un día, se encontró el árbol más grande de la isla. En él estaba grabada una

adivinanza: “cosa afilada que no ha sido domada, si quieres ayuda, resuelve la duda”. El

chico comprendió que era una espada, así que cavó hasta encontrarla. En la empuñadura

ponía: “si quieres el escudo, en el volcán deberás buscarla”. Fue al volcán y exploró todo

alrededor menos una caverna. Fue allí y así fue como encontró el escudo.

Por la noche habló otra vez con Dios y le dijo que con las armas ayudaría al pueblo. Fue

al pueblo y fue al barco nadando. Con el escudo y la espada derrotó a los tripulantes y fue a

la parte más baja del barco y le hizo un agujero con la espada. Antes de salir, cogió el tesoro

y lo llevó al pueblo de recompensa. Lo escondieron en un lugar del barranco Guiniguada y,

cuenta la leyenda que allí, en un lugar escondido, sigue el tesoro.

Elaborado por Jonay Naranjo Estévez, alumno de 5º B de Educación Primaria

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Érase una vez una niña que se llamaba Blanca. Era guapa, de estatura media y rubia. Ella

tenía muchas ganas de que fuese el Día de Canarias porque a ella le gustaba mucho la

comida canaria y vestirse con ropa típica. Blanca sabía que todavía faltaban dos días para

que llegase ese momento pero aún así estaba muy contenta.

Al día siguiente, estuvo comprando la ropa canaria y la comida que iba a llevar al colegio.

Lo que le había tocado llevar era una pella de gofio. Por la noche no pudo dormir por lo

nerviosa que estaba y se preparó con la ropa para ir al colegio.

A la mañana siguiente, Blanca estaba muy cansada y se tuvo que tumbar media hora en la

cama y para estar más despierta metió la cabeza dentro de un cubo de agua. Cuando se iba

al colegio casi se olvida de la pella de gofio. Su madre le preguntó: - ¿Blanca dónde están los

zapatos? Blanca no se había dado cuenta de que no tenía los zapatos puestos. Cuando se los

puso corrió hacia la puerta para ir al colegio. Al llegar al colegio estaba muy nerviosa y se

encontró a su mejor amiga Lucía, que estaba muy guapa vestida con su ropa canaria de color

rojo. La ropa de Blanca era de color verde y también muy bonita. Blanca y Lucía se fueron

caminando hasta la entrada del colegio que estaba a unos cuantos metros. Al llegar todos los

profesores y profesoras les decían lo guapas que estaban. Ellas muy alegres contestaban

“muchas gracias”.

Cuando fueron a su clase todos sus compañeros y compañeras estaban vestidos de

canarios y bailando una “Isa”. Lucía y Blanca bailaron con todos sus compañeros. Ese día

fue uno de los mejores para las dos porque lo pasaron muy bien bailando, cantando, jugando

y comiendo. Toda la clase lo pasó genial y Blanca ganó en el juego de la petanca y también

en el pañuelito. ¡A Blanca ese día nunca se le iba a olvidar!

Al salir del colegio se fue a celebrarlo con toda su familia y les contó todo lo que había

hecho con sus compañeros y profesores. A ella le gustaba mucho ese día porque ella y toda

su familia eran canarios. Además, al tener tan solo cuatro años, era la segunda vez que lo

celebraba y cuando volvió a su casa, su hermano de ocho años le enseñó una pintadera y una

figura canaria. Le encantaron las dos cosas porque la pintadera canaria, su familia la llevaba

guardando desde hacía mucho tiempo y la figura la había hecho su hermano mayor en el

colegio. Blanca gritó: ¡Este ha sido uno de los mejores días de mi vida!

Elaborado por Ana Seguí Hernando, alumna de 4º B de Educación Primaria

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Elaborado por Nicolás Ramírez Tejera, alumno de 1º de Bachillerato

Llevaba tiempo aletargado. Sin poder mirar a los humanos pero cuando me desperté y me asomé a través de las nubes vi algo que me conmocionó. Llevo tiempo viviendo en el Olimpo y soy el mensajero de los dioses. Prometo que nunca había visto una hazaña tal, sólo capaz de ser comparada con la Odisea de Ulises.

Corría el siglo XIX en la costa de una islita a la que llamaban Gran Canaria. Se había asentado un pueblo, llamado Arinaga, en la zona sureste. Una población que se nutría de su pesca y de lo que los comerciantes podían acercarles. Eran afortunados, pues en su costa podía pescarse en grandes cantidades. Así, este pueblo costero llegó a ser más rico que las habitadas montañas.

Cierto día una sirena de piel morena y de cabello rubio arenoso vio a un humano. Se enamoró perdidamente y el joven, que estaba a unos metros de ella, correspondió a tan bella criatura acercándose al mar y preguntándole su nombre. Marina, había dicho que se llamaba. Ella con su mirada azul cielo tornando los ojos le preguntó al marino que cuál era su nombre. Él respondió… Aborey.

Juntos emprendieron un viaje de amor hacia las profundidades del alma.

Poseidón, padre de Marina, enfureció y, al no aceptar el amor a primera vista de su hija, cercenó la fuente de pescado que le llegaba a Arinaga. Los pescadores salían y volvían con las manos vacías. La gente esperaba y moría esperando. Tras meses de auténtica catástrofe, Aborey, muy a pesar de su amor por Marina, emprendió un viaje hacia el centro del mar.

Allí encontró a Poseidón al que le hizo dos peticiones: la mano de su hija y el pescado arrebatado. Poseidón rechazó lo primero pero accedió a devolver el pescado si el joven no volvía a ver a la sirena. Aborey horrorizado aceptó y saltó de la cubierta del barco, ahogándose en las profundidades del océano para no vivir sin su amada.

El mismo día de su muerte el pescado regresó a la costa de Arinaga. Aunque Marina fue privada de su amor, Arinaga reanudó sus quehaceres y actividades económicas. Entre pesca y pesca los habitantes acumulaban copiosos recursos. La vida sonreía a aquel pueblo. Desde ese instante, en agradecimiento, y para conmemorar la valiente hazaña de Aborey, sus convecinos celebran anualmente una pesca en su memoria, compartiendo risas y fiestas.

Yo, desde el Olimpo, me congratulo y regocijo con los participantes. Los humanos son criaturas extrañas; sus sentimientos persisten y se perpetúan, son más fuertes que sus armas. Les presento la evidencia: una desgarradora lucha y un perdido pero eterno amor. Corazones separados, corazones tristes. Una palabra… Marina. La sirena que renunció a su condición de princesa, cual Prometeo. Sólo por disfrutar de una vida sin amor, pero una vida.

… y no tan pequeños.

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PIRATAS EN CANARIAS

Índice

Introducción 20

Piratas y corsarios: ¿Por qué en Canarias?

20

Dureza y superación: La vida en el barco

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Víctimas de la piratería: el famoso caso de Miguel Afonso

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“La mar no es tan bien acondicionada para que

nadie ose entrar en ella por voluntad sino por

necesidad, porque el hombre que navega, si no es

por descargo de su conciencia, o por defender su

honra, o por amparar la vida, digo y afirmo que el

tal o es necio, o está aborrido, o le pueden atar por

loco”.

(Antonio de Guevara)

“Tenemos todo el tiempo del mundo para ganar a este juego y destruir a

los españoles” Sir Francis Drake,

esperando a la Armada Invencible mientras jugaba a los Bolos.

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Nos adentramos en una de las aventuras más excitantes y apasionantes de la Historia: LA PIRATERÍA EN CANARIAS. ¿En Canarias, piratas? ¿En serio? Imposible. No puede ser ¿Estaría, quizás, filmando Hollywood alguna película? Gran error. Nada más lejos de la realidad. Hablamos de auténticos piratas, los queridos y anhelados pero siempre terribles y temibles piratas.

Patas de palo, parches en el ojo, garfios e incluso loros al hombro son accesorios casi imprescindibles en todo buen pirata. Los canarios han sido testigos de estas adversidades e infortunios, porque nuestras islas han sido un objetivo muy frecuentado por piratas y corsarios, sobre todo desde los siglos XVI al XVIII.

Prepárense grumetes, nos embarcamos en un viaje sinfín. Formaremos parte de una variopinta y singular tripulación. ¡Cuidado!, la piratería es uno de los delitos más perseguidos y condenados. Nos espera la horca… Piratas y corsarios: ¿Por qué en Canarias?

¿Corsarios? ¿Piratas? ¿Bucaneros? ¿Filibusteros? ¿Son lo mismo? Realmente existen muchas diferencias entre estos conceptos, aunque posean muchos elementos en común. Los corsarios eran aquellos que necesitaban una licencia (llamada patente de corso) de su rey o soberano para poder navegar bajo este nombre. Podían atacar a barcos enemigos, pero nunca navíos con bandera de su país. Los piratas navegaban libremente y podían atacar a cualquier barco, sin importar su procedencia. El bucanero era el pirata propio del mar del Caribe. Y por último, los filibusteros estaban contratados por las grandes potencias europeas durante la segunda mitad del siglo XVII y no solían alejarse de la costa, sino que la bordeaban.

España, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, se constituye en una gran potencia y en uno de los más extensos imperios de la Historia. Por lo tanto, libraba numerosas guerras contra otras naciones, y muchos eran los ataques que sufrían las Islas Canarias. Además de esas guerras abiertas, otros países que acordaban la “paz” con España, contrataban corsarios para poder atacar y así declarar una guerra indirecta con el país.

Podemos decir que la captura de prisioneros, su rescate, las luchas contra los mercantes, los intentos de invasión, los refugios de piratas, los enfrentamientos entre corsarios e incluso algún que otro tesoro enterrado, eran muy frecuentes por nuestras aguas durante mucho tiempo.

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Pero, ¿por qué Canarias era tan trascendental para todos estos bandidos? No teníamos muchas riquezas, ni oro, ni plata, ni tan siquiera piedras preciosas. Entonces, ¿por qué nos atacaban sin cesar y tan cruelmente? La respuesta está en la situación estratégica de nuestras Islas. La gran mayoría de las naves que se dirigían a África, América, e incluso Asia, pasaban por estas aguas. Estos barcos se convertían en un botín muy apetecible para los saqueadores del momento: telas, herramientas, aceite, vino, cereales, carne, pescado, y una cantidad innumerable de objetos valiosos. A esto hay que sumar las mercancías que se exportaban desde Canarias, como la orchilla, tinte obtenido de las plantas marinas del mismo nombre, azúcar, vino, cereales, ganado, pescado y esclavos.

Los primeros en atacar Canarias fueron los portugueses, cuando estaban en guerra con España, época que coincidió con la expansión comercial y colonial por toda África y Asia. Pero los ataques cesaron cuando firmaron el tratado de Tordesillas a finales del siglo XV. Con ello reinó la paz. Los

franceses tomaron el relevo a los portugueses, llevando a cabo numerosos ataques, como el de Jean Fleury al puerto de La Luz; el de Alphonse de Saintonge a Tenerife, el de François Le Clerc “Pata de Palo” (¡cómo no!) a La Palma; el de Jacques de Sores sobre Tenerife y La Palma; y el de los capitanes Le Testu y La Motte a Lanzarote.

Después fue el turno de los ingleses, inevitable y permanente amenaza del siglo XVI. Los ataques más importantes vinieron de la mano (o garfio, dependiendo del caso) de corsarios como Francis Drake, que atacó La Palma, Gran Canaria y La Gomera; John Hawkins, que se centró en Gran Canaria; Blake, cuyo ataque más significativo se concreta en Tenerife en 1657; Walter Raleigh, en Tenerife y Fuerteventura; Horacio Nelson, igualmente en Tenerife; y Windham en La Gomera, entre otros. Al mismo tiempo, los

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atacantes holandeses también se lucirán, sobre todo en los primeros años de su independencia de la Corona española. Holandés fue el pirata Pieter van der Does, que realizó el mayor ataque jamás visto sobre la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. En menor medida participaron los americanos en la actividad de piratería, destacando los argentinos, venezolanos y colombianos. Por último, los corsarios berberiscos constituyeron una gran amenaza para Canarias debido en gran medida a la guerra entre las religiones cristiana y musulmana.

A pesar de estos ataques, los siglos XVI y XVII fueron los llamados Siglos de Oro del comercio en Canarias. ¡Quién lo diría! Esto lo podemos corroborar en las mismas guerras entre holandeses e ingleses y entre franceses e ingleses, pues cuando se atacaban entre sí, las mercancías solían ser vendidas en los mercados canarios y madeirenses.

Como vemos, el miedo a ser asaltado y capturado debía ser diario. El simple hecho de pescar o deambular por las costas suponía un riesgo elevadísimo para los canarios, pues se llegaron a capturar hasta 2.000 isleños para ser vendidos como esclavos o para solicitar los siempre esperados rescates. Dureza y superación: La vida en el barco

La tripulación de un barco era variada, tanto desde el punto de vista de la procedencia de los marineros, como de su número y las profesiones que ejercían. Un ejemplo lo hallamos en la tripulación de un barco capturado en 1615, donde había turcos, argelinos, franceses e ingleses. En este caso, el barco sólo contaba con 65 tripulantes, pero se ha sabido de alguno que tenía hasta ¡250!

En cuanto a las profesiones, la más importante era la del capitán, esto es, el encargado de dirigir el barco, de tomar las vitales decisiones, como dar la orden de abordaje, y de recibir el primero su parte del botín. El maestre, marinero de gran experiencia, era el patrón del navío; a veces

estas dos figuras coincidían en la misma persona. El siguiente de a bordo era el piloto, de quien dependía la travesía de la embarcación, pues estudiaba los vientos y mareas. El siguiente en el escalafón era el contramaestre, que impartía la disciplina entre los tripulantes.

Como los barcos estaban hechos de madera, era fundamental contar con un buen carpintero. Pero no sólo él se encargaba de toda la madera del barco, sino que casi todos los marineros tenían conocimientos de carpintería, para poder así colaborar en cualquier labor, por muy pequeña que fuera. Otras figuras destacables eran los artilleros, que tardaban años en manejar correctamente un cañón, el necesario cocinero y el cirujano, que hacía de todo, desde sacar una muela hasta amputar brazos o piernas. Todos ellos pilares básicos de todo buen barco.

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Un punto realmente interesante de la vida en un barco lo representaba la dieta de sus tripulantes. Los alimentos perecederos, como frutas, verduras y carne fresca no podían mantenerse durante mucho tiempo en el barco porque se descomponían bastante rápido. Por lo tanto, para evitar problemas, los piratas empezaron a guardar en sus bodegas alimentos como galletas y pescado salado, que se conservaban mucho mejor, y a llevar animales como ovejas, cerdos y gallinas. Para abastecerse nuevamente, se les planteaban dos opciones: atracar en un puerto y comerciar o bien asaltar barcos y ciudades.

El escorbuto se erigía como una de las enfermedades más comunes entre los que practicaban la vida marinera. Consistía en la falta de vitamina C en las dietas. De muerte ciertamente dolorosa, fue temida entre los tripulantes de los navíos.

El ron no podía faltar en un barco. Su escasez podía provocar encarnizados motines por parte de la tripulación. Prueba de ello lo tenemos en el diario de a bordo de uno de los capitanes más famosos: el temible Teach, más conocido como Barbanegra: “El ron, agotado. La tripulación un poco sobria. Síntomas de motín. Todo el mundo habla de separarse. Yo pongo toda mi urgencia en cazar botín. Por fin saqueamos un barco con un gran cargamento de licor; de este modo la tripulación ha entrado en calor; están borrachos; las cosas han vuelto otra vez a su cauce”.

Por último, reseñaremos los tipos de embarcaciones más utilizadas por los piratas durante este periodo: la carabela, ligera y alta, tripulada sobre todo por portugueses y españoles; el galeón, grande y pesado, tanto para transportar mercancías como para entrar en combate; la ligera fragata, con sus velas y remos; la galera, precedente del galeón; y la galeota,

MUJERES PIRATAS:

El mundo de los piratas siempre ha estado relacionado con los hombres, pero no cabe duda de que han existido mujeres con esta profesión. Las dos mujeres más importantes de la piratería fueron Anne Bonny y Mary Read, ambas del siglo XVIII y las dos únicas mujeres declaradas culpables del delito de piratería.

Anne Bonny, más conocida como Boon, nació en Irlanda alrededor del año 1700. Desde muy joven le apasionaba el mundo de los piratas, y se casó con un marinero que la llevó a las Bahamas. Fue allí donde conoció a Jack Rackham. Juntos se embarcaron como piratas en el barco de Charles Vane, pero no sin dificultades, pues en la época se consideraba que una mujer a bordo de un barco traería mala suerte a toda la tripulación.

Con el tiempo conoció a Mary Read, forjándose una gran amistad entre ambas. Un día apresaron su barco, siendo arrestadas. Toda la tripulación fue condenada a la horca por el delito de piratería, pero ellas dos se libraron. El motivo, estar embarazadas.

Mary Read murió en prisión como consecuencia de la fiebre. La historia de Boon recorrió todo el mundo, hasta llegar a Irlanda. Allí, su padre se enteró de que su hija estaba prisionera. Finalmente, logró sacarla de la cárcel.

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más pequeña que la anterior.


Además de los botines, Canarias tenía una excelente ventaja para los piratas: una gran parte del territorio insular estaba totalmente despoblado, lo que simbolizaba una gran oportunidad para que los piratas pudieran establecerse sin problemas. También tenemos que tener en cuenta que Canarias distaba de la Península Ibérica, por lo que los refuerzos necesarios tardaban días en llegar.

Entonces, ¿cómo se defendió Canarias de los incesantes ataques? En primer lugar, se creó un sistema defensivo en todas las Islas y un sistema de redes de información eficaz ante los ataques imprevistos. En segundo lugar, se pusieron a buen recaudo aquellas cosas de un valor considerable, como por ejemplo la Virgen de la Candelaria, que

se llevó a una ermita del interior. Estas medidas eran habituales en los pueblos costeros.

Incluso se tuvo en cuenta la situación geográfica de los pueblos. Se evitaba la cercanía al mar, y se buscaba una posición elevada para vigilar constantemente el horizonte. Esta regla se aplicaba con mayor rigor en las islas orientales, las más expuestas a los ataques enemigos. Sólo algunos ejemplos contradicen esta norma: Las Palmas de Gran Canaria y un caserío en Lanzarote eran las únicas poblaciones totalmente costeras. Esto es una ironía, pues los territorios isleños, en teoría, no debían dar la espalda al mar.

Por todas estas razones, las instituciones administrativas adquirieron un carácter militar. De esta manera, los Gobernadores y los Capitanes Generales asumían la labor defensiva, junto a los Adelantados, que se dedicaban al reclutamiento y nombramiento de capitanes. El Capitán General sustituyó a los Gobernadores en las islas de realengo (Gran Canaria, Tenerife y La Palma). Tenía la función de organizar militarmente el archipiélago, quedándose un mando único para todas las Islas.

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Viernes 6 de octubre de 1595. Era una mañana cualquiera en la ciudad más importante del archipiélago por entonces, cuando se oyó un fuerte cañonazo. Se alertaba de la existencia de más de cinco barcos enemigos que se aproximaban a La Isleta. No se sabía con exactitud la procedencia de dichos navíos, pero se rumoreaba que eran corsarios ingleses. Enseguida todos los hombres de la ciudad se pusieron en marcha, dirigidos por el regidor y capitán Antonio Lorenzo, el sargento mayor Jerónimo de Aguilera y su ayudante Alonso de Aguilera, el teniente Antonio Pamochamoso, y don Alonso de Alvarado, gobernador de la isla.

Se reunieron en la plaza de Santa Ana y allí recibieron la noticia: había unos 17 ó 18 navíos anclados en el extremo oriental de La Isleta, llamado

Golfete; aunque no descartaban la presencia de otros barcos.

El temor se hizo realidad entre las 07:00 y las 08:00 horas, cuando la armada inglesa, compuesta por 27 navíos, entre ellos los 6 galeones de la reina de Inglaterra, se apostó en la costa frente a la ciudad, todos alineados y alejados del fuego de los cañones de las fortalezas de La Isleta y Santa Ana.

Los habitantes de la ciudad se organizaron y trasladaron 6 cañones a la playa, detrás de unas trincheras construidas por ellos. Acudieron personas de toda clase, desde las más influyentes de la ciudad hasta los más humildes, todos ofreciéndose incondicionalmente al gobernador Alvarado.

Sobre las 10:00 se acercó a la orilla una carabela pequeña y una lancha para recorrer el puerto y la caleta de Santa Catalina, colocando boyas a modo de señales para facilitar el ataque y posterior desembarco. Después, la lancha regresó a la armada.

Los siguientes momentos fueron de auténtico pánico. Las mujeres y los niños corrían despavoridos por la ciudad, huyendo hacia Tafira y hacia la Vega de San Mateo, buscando refugio y llevándose sus pertenencias más imprescindibles. Una estampa totalmente desmoralizadora: un puñado de soldados sin instrucción ni disciplina se iban a enfrentar a un ejército inglés, más preparado, y por descontado, más numeroso. ¡Todo parecía estar perdido! A medida que iban llegando refuerzos de San Mateo y Teror, se oyó un fuerte disparo proveniente de los barcos. Comenzaba el ataque…

Los ingleses lideraron el ataque con

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tremendos cañonazos que resonaron alrededor de las 12:00 horas. Ningún proyectil llegó a la ciudad, lo que animó a los grancanarios, que inauguraron sus disparos sobre el enemigo, causando bajas entre los ingleses. Los atacantes retrocedieron para dejar a sus muertos y heridos en las embarcaciones. Por tres veces intentaron el ataque, siempre frustrado por la artillería isleña. Según el cronista Cabrera de Córdoba los grancanarios pelearon “con tal coraje que muchos entraron en el mar hasta llegarles el agua a los pechos para herir a sus enemigos”.

Los ingleses tuvieron que replegarse ante la acérrima defensa, dirigiéndose hacia el sur de la isla, por la zona de Telde y Agüimes. Buscaban algún punto débil para atracar. Finalmente encontraron el lugar idóneo en Arguineguín, y el domingo 8 de octubre desembarcaron para construir un campamento desde el que pudieran atacar la capital; en esta ocasión, por tierra. Los habitantes de Telde y Agüimes, escondidos entre las rocas, vigilaron cada movimiento de los invasores. Cuando la situación lo posibilitó, se lanzaron sobre los enemigos, matando a nueve y haciendo tres prisioneros.

Interrogaron a los prisioneros, y ¡qué sorpresa!... Los atacantes eran los afamados John Hawkins y Francis Drake, ídolos de los ingleses y símbolos vivos de la guerra sin cuartel contra España. Habían traído unos 3.000 hombres no sólo para saquear la ciudad, sino para conquistarla. Después seguirían su camino al Caribe para saquear el mayor número posible de plazas españolas.

Desde que Alonso de Alvarado tuvo constancia de las mencionadas averiguaciones, avisó a los gobernantes de Tenerife y La Palma para que alertaran a los puertos americanos de los ataques de Hawkins y Drake, durante mucho tiempo los corsarios más temidos de los mares.

Esa misma noche, los ingleses, tras enterarse de la emboscada que se cobró la vida de nueve soldados, reembarcaron precipitadamente para abandonar la isla de Gran Canaria con dirección a La Gomera. Allí repondrían víveres y se dirigirían a las Antillas, donde tanto Hawkins como Drake encontrarían la muerte.

¡Lo habían conseguido! La valentía y el coraje de unos pocos grancanarios permitieron repeler el ataque de los corsarios más temidos. La tradición popular nos ha dejado una gran variedad de canciones y sonetos compuestos en memoria de este acontecimiento:

“Bien es Canaria que cantes

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tus victorias importantes, y, pues son dignas de Cedro, da las gracias a San Pedro.”


Tras la muerte de Felipe II, un rey querido por todos, la consecuente y lógica incertidumbre reinaba en el Imperio español. Los rumores sobre la posibilidad de un ataque a gran escala sobre las Islas Canarias por parte de los holandeses eran palpables.

Estos rumores se hicieron realidad el 26 de junio de 1599, cuando Gran Canaria se vio amenazada por la armada más poderosa que jamás había surcado sus aguas ¡Nada menos que 74 barcos! Este ejército superaba con creces el de Hawkins y Drake hacía tan sólo 4 años.

Todos los grancanarios capaces de luchar se reunieron junto a las guarniciones que guardaban la ciudad, con sus respectivos capitanes: Baltasar de Armas, Antonio Lorenzo,

Francisco de Cabrejas Toscano y Juan Ruiz de Alarcón. Además, acudió ayuda de Arucas, Telde y Agüimes. Tenían que defender a toda costa la ciudad. Como había pasado anteriormente con el ataque inglés, el objetivo de los isleños era evitar el desembarco de aquellos hombres.

Lucharon sin tregua durante un largo periodo de tiempo, incluso luchaban dentro del agua contra aquellos holandeses que querían hacerse con el dominio de la ciudad. Llegó un momento en que un capitán llamado Cipriano Torres se dio cuenta de que en uno de los botes que trataba de invadir la ciudad se hallaba un hombre cubierto con una brillante armadura: se trataba del mismísimo Van der Does. El capitán Torres se metió en el agua y asestó tres golpes de lanza al holandés, hiriéndole en el muslo. Van der Does sobrevivió gracias a la rapidez y efectividad de sus compañeros. Cipriano Torres no corrió la misma suerte: murió acribillado a quemarropa por los mosquetones holandeses.

El primer desembarco holandés fracasó, pero siguieron intentándolo en diferentes zonas, entre ellas, Guanarteme. Finalmente, después de tres intentos, consiguieron llegar a tierra. En ese momento ya habían perdido la vida muchas personas de ambos bandos, destacando el capitán de Arucas, Clemente Jordán; el alférez Antonio Hernández Ramos; el alguacil Juan Muñoz; y el sacerdote de Teror, Juan Rivero.

Los habitantes de la capital se refugiaron en diferentes partes de la isla, como Santa Brígida, San Mateo, Teror y Moya, dejando Las Palmas de Gran Canaria totalmente deshabitada. Cuando los más de 6.000 hombres holandeses entraron en la ciudad se encontraron con una estampa de abandono. ¡La ciudad era suya! Van der

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Does podía pedir una fortuna en ducados a la corona española como rescate por la ciudad.

La calurosa mañana del 3 de julio de ese mismo año los holandeses decidieron seguir avanzando en dirección a la Vega de Santa Brígida para saquear todas las poblaciones de la zona y quemar los campos de cultivo que se interponían en su camino. Para ello debían cruzar el bosque del Monte Lentiscal. Los isleños, ante la inminente llegada de los holandeses, decidieron anticiparse. Cortaron el agua de la acequia principal que pasaba por allí, desmoralizando a los invasores. A continuación se colocaron a ambos lados del camino y tendieron a los indefensos holandeses una inesperada emboscada. Los isleños no tuvieron piedad; no hubo prácticamente supervivientes.

Con este acto quedó demostrado que los holandeses no podrían tomar la isla de Gran Canaria, tanto por su geografía como por sus valientes habitantes. Después de esto, Van der Does abandonó la ciudad para no perder inútilmente más hombres en el campo de batalla.

Pero abandonar la ciudad no era suficiente. Antes de irse se llevaron el reloj y las campanas de la Catedral de Santa Ana. Igualmente robaron todos los ornamentos sagrados, las alhajas, los objetos preciosos, los pergaminos y los documentos catedralicios. Además, destrozaron los retablos y altares, el púlpito, los órganos, parte del coro, la capilla bautismal y todas las imágenes; formaron una hoguera gigantesca y lo quemaron todo. Su intención era quemar también la Catedral, pero no pudieron, pues su fuerte estructura se lo impedía.

A la Catedral le siguieron el Palacio episcopal, las casas de la Audiencia, del Cabildo y de la Inquisición, los conventos de Santo Domingo, San Francisco, el de las monjas de San Bernardo, así como todas las ermitas,

como la de San Telmo, y las casas principales de la ciudad. Incluso se llevaron los cañones de las torres defensoras y la munición que encontraron. Por si fuera poco, quemaron todo lo que podía ser quemado.

Cuando abandonaron la ciudad se dirigieron al sur y atracaron en Maspalomas para descansar y retomar fuerzas. Su estancia allí fue totalmente tranquila porque los canarios no se molestaron en atacarles. Finalmente, el 10 de julio de 1599, Pieter van der Does abandonó la isla de Gran Canaria para dirigirse a La Gomera. Los gomeros, que se enteraron del saqueo de Las Palmas de Gran Canaria, se adelantaron

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y escondieron todos los bienes de valor; incluidas, cómo no, las campanas de las iglesias y conventos. Por este motivo, el botín de esta isla fue cuanto menos infructuoso.

Así acabó el mayor saqueo padecido por el archipiélago canario. Canarias dejó bien claro al resto del mundo (especialmente a los piratas, corsarios y enemigos de España) que eran un bastión prácticamente infranqueable. Víctimas de la piratería: el famoso caso de Miguel Afonso

El 25 de noviembre de 1656 llegaba desde Tenerife al puerto de La Luz el barco de Miguel Afonso, que transportaba a unas 64 personas, 23 de ellos, tripulantes. El barco se divisaba desde tierra, pero pasó algo inesperado: fue abordado y capturado por unos corsarios berberiscos, esto es, procedentes del norte de África.

Los atacantes pretendían vender a estos hombres, mujeres y niños en mercados musulmanes. Los más valiosos eran los más pequeños, dada su mayor adaptación a las nuevas culturas; también las mujeres europeas estaban muy bien valoradas en estos mercados.

Este apresamiento supuso un duro golpe para las dos islas implicadas: Gran Canaria y Tenerife; pues al ser un barco de transporte, un buen número de habitantes de las islas tenían parientes, ya fueran directos o indirectos, en dicho navío. Además, en el barco se hallaban miembros del clero, quedando también implicada la Iglesia.

Para recuperar a sus parientes, los isleños hicieron todo lo posible, incluso hubo mujeres que hipotecaron sus casas para conseguir dinero y mandarlo como rescate. No sólo participaron los familiares, sino también la Real Audiencia, la Inquisición, y el Cabildo Catedralicio. Toda la sociedad participó a su manera, incluyendo la limosna de aquellos que ni siquiera tenían familiares. Finalmente, la mayoría de los apresados fueron liberados gracias a los tenaces esfuerzos de la sociedad canaria.

EL REFRANERO Y EL MAR:

-‐ A mí me llaman corsario porque robo con una nao; si con mil robara, por rey me coronaran.

-‐ Corsarios contra corsarios no hacen negocios.

-‐ Cuando el corsario promete misas y cera, muy mal anda la galera.

-‐ Cuando con ingleses hables, acuérdate del Drake.

-‐ Todo inglés, pariente del Drake es.

-‐ Cuando la nave está perdida, todos son piloto.

-‐ El buen piloto se conoce en la borrasca, y no en la calma.

-‐ Al establecerse en una isla, el primer edificio que levanta el español es una iglesia; el francés, un fuerte; el holandés, una factoría; y el inglés, una taberna.

-‐ Donde manda capitán, no manda marinero.

-‐ A la mar me voy, los hechos dirán quién soy.

-‐ No hay cosa que más acompañe a todos los navegantes que la codicia y la avaricia.

-‐ A los remos marinero.

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Elaborado por Departamento de Ciencias Sociales, Geografía e Historia.

BIBLIOGRAFÍA:

ANAYA HERNÁNDEZ, L. A.: Moros en la costa. Dos siglos de corsarismo berberisco en las Islas Canarias (1569-1749), “VI Premio Internacional Agustín Millares Carlo de Investigación en Humanidades, 2005”, Gobierno de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, 2006.

DE PAZ SÁNCHEZ, M.: La piratería en Canarias, Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 2009.

GOSSE, P.: Historia de la piratería, Editorial Renacimiento, España, 2008.

RUMEU DE ARMAS, A.: Canarias y el Atlántico, 3 vols., Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, Viceconsejería de Cultura y Deportes. Gobierno de Canarias, Excmo. Cabildo Insular de Tenerife, Madrid, 1991.

SANTANA PÉREZ, G.: Documentos y estudio sobre el corsarismo en Canarias, Gobierno de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, 2011.

SUÁREZ MANRIQUE DE LARA, E.: Corsarios, piratas y comerciantes. El agitado siglo XVI en Gran Canaria, Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1987.

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Nos encontramos ante la Catedral Basílica de Canarias, dedicada a Santa Ana, situada en el corazón del casco histórico de Vegueta (Gran Canaria). Esta magnífica obra se empezó a construir en el año 1497, tras el manifiesto deseo de los Reyes Católicos, y no se terminó hasta tres siglos después. Por este motivo debemos hablar

de numerosos arquitectos, desde el arquitecto Diego Alonso de Montaude, pasando por Pedro de Llerena, Cristóbal Jiménez, Juan de Palacios, Martín de Narea, Pedro de Narea, Diego Nicolás Eduardo y José Luján Pérez, entre otros. En el templo se combinan dos estilos arquitectónicos distintos: el Gótico en su interior, y el Neoclásico en su exterior. El material por excelencia utilizado para la construcción del edificio es la cantería azul procedente de las canteras de San Lorenzo, que se utiliza para los arcos, nervios de las cubiertas, columnas, arbotantes y contrafuertes, con el color gris que la caracteriza. La construcción de la Catedral

comienza en el siglo XV, momento en que se sucede la conquista de

Canarias en las llamadas islas de realengo: Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Los Reyes Católicos pretendían la incorporación de estas islas a la Corona de Castilla. Para ello se designó al capitán leonés Juan Rejón para que liderase esta conquista realenga. Juan Rejón desembarcó en la Isleta el 24 de junio de 1478 y estableció un campamento militar en los márgenes del barranco Guiniguada. Éste es el origen del Real de Las Palmas, hoy ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Cinco años después, en 1483, se producía la rendición de los aborígenes canarios en Ansite. A partir de ahí se desarrolló la ciudad capitalina, comercialmente en expansión, con un predominio de grupos humanos extranjeros y por tanto con un amplio bagaje cultural: portugueses, flamencos, holandeses, franceses, genoveses, ingleses, alemanes, bereberes…

Aunque hoy en día la fachada de nuestra Catedral es neoclásica, en un primer momento teníamos una fachada gótica, que había sido

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impulsada por el obispo Diego de Muros. La fachada estaba formada por tres cuerpos rematados por gabletes, que se correspondían con las tres naves interiores del templo. El cuerpo central, más ancho, disponía de un rosetón y estaba flanqueado por dos torres octogonales, cuyas escaleras interiores se conocían como “los caracoles”.

El interior de la Catedral es igualmente gótico. Consiste en una planta de cruz latina, con tres naves que presentan la misma altura. Las tres están coronadas por bóvedas de terceletes y de crucería, siendo la que

antecede al crucero una maravillosa bóveda de crucería estrellada, complicando y enriqueciendo la estructura. El sistema de plementerías de yeso utilizado en las bóvedas, que logró reducir el coste económico del edificio, dota a

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la Catedral de una gran luminosidad, sobre todo si tenemos en cuenta la escasez de vanos, representados en las pequeñas ventanas góticas situadas en los laterales y en los ventanales de arco apuntado adornados con vitrales.

Destaca, en la nave del Evangelio, la doble capilla de San Fernando y San Gregorio, donde hallamos los lienzos de la Virgen del Pino y de San Antonio María Claret, patrona y copatrón, respectivamente, de la Diócesis de Canarias. En la nave de la Epístola podemos contemplar la capilla de Santa Teresa de Jesús, de estilo renacentista, dedicada tiempo atrás a Nuestra Señora de la Antigua.

Los pilares fasciculados se asemejan a auténticas palmeras canarias. Entrar y dirigir nuestra mirada a lo alto supone contemplar un llamativo bosque de palmeras pétreas.

Los trabajos catedralicios fueron interrumpidos en 1570 por falta de medios económicos. Se colocó un delgado muro a la altura del actual crucero y se procedió a la inauguración de la Catedral de Santa Ana en la víspera de la festividad del Corpus en el mencionado año de 1570.

Habrá que esperar al siglo XVIII para que el canónigo de la Catedral, el maestro Diego Nicolás Eduardo, prosiga con la obra. Continúa con el estilo gótico la cabeza actual de la

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Elaborado por Pedro Javier Rivero Cruz, alumno de 2º de Bachillerato

Catedral, con el objetivo de mantener cierta uniformidad en el edificio, pero plantea la demolición de la fachada gótica anteriormente descrita, sustituyéndola por la fachada neoclásica diseñada por el propio Diego Nicolás Eduardo y por José Luján Pérez, el excepcional imaginero grancanario. En el crucero se elevó el sorprendente cimborrio con su cúpula y linterna, donde se alzan las magníficas esculturas de los apóstoles y evangelistas, también obras de Luján Pérez.

La fachada neoclásica principal, caracterizada por la superposición de órdenes jónico, corintio y compuesto, destaca por su cuerpo inferior con grandes arcos de medio punto, el rosetón rematado por un templete y las torres que la flanquean.

No debemos finalizar este comentario sin hacer referencia al admirable Patio de los Naranjos, al que se accede desde la Catedral por la Puerta del Aire de estilo renacentista; a los dos Cristobalones hallados tras la Restauración realizada entre 1996 y 1998; y a los

restos de los insignes canarios sepultados en la Catedral de Santa Ana: el poeta Cairasco de Figueroa, el político Fernando León y Castillo y el ilustrado José de Viera y Clavijo. Igualmente debemos resaltar la figura, ya mencionada, de José Luján Pérez, máximo representante de la escultura canaria con sublimes obras como el Cristo que preside la Sala Capitular, San José y la Virgen de los Dolores.

La Catedral de Canarias, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural, es la construcción más emblemática del Archipiélago canario.

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¿Sabías qué…

Geocuriosidades Islas Canarias

… Canarias tiene una superficie de 7447 km2 y que la suma de la longitud de todas sus costas es de 1583 km?

… el pico del Teide, con 3714 m, es la mayor altura de España?

… la isla con mayor juventud geológica es El Hierro, con algo más de un millón de años de existencia?

… al contrario de lo que se cree, predominan los acantilados en las costas y no las playas?

… además del Teide, otra montaña supera los 3000 m de altitud, el Pico Viejo, de Tenerife, con 3134 m?

… Las Cañadas del Teide es la mayor caldera del planeta, con 10 km de ancho, 14 km de largo y 45 km de perímetro?

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¿Sabías qué…


… la última erupción volcánica en el interior de una isla fue la del Teneguía, en La Palma, en 1971?

… en 1949 una erupción submarina produjo la aparición de un islote, en la costa occidental de La Palma?

… en 2011 se inició la última erupción volcánica, de naturaleza submarina, cerca de El Hierro, continuando su actividad de forma intermitente, asociada a movimientos sísmicos?

… la isla más baja es Lanzarote, cuya altura máxima es 670 m (Peñas del Chache)?

… de acuerdo a la legislación de protección de los espacios naturales, Canarias es la Comunidad Autónoma de España con mayor número de parques nacionales? Posee cuatro.

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ISLAS CANARIAS DESDE EL

ESPACIO

Elaborado por: Íñigo Mesanza-‐Zufiaurre Fernández

Víctor Camarero González Pedro Javier Rivero Cruz .

Alumnos de 2º de Bachillerato Aula de Geografía

¿Sabías qué…


… además de cuatro parques nacionales, Canarias dispone de 11 reservas naturales integrales, 15 reservas naturales especiales, 11 parques naturales, 7 parques rurales, 52 monumentos naturales y 46 paisajes protegidos?

… cuatro islas completas, La Palma, Lanzarote, El Hierro y Fuerteventura son Reservas de la Biosfera?

… tres lugares han sido declarados Patrimonio de la Humanidad: el Parque Nacional de Garajonay, el Parque Nacional de las Cañadas del Teide y la ciudad de San Cristóbal de La Laguna?

… que la mayor playa urbana de España es Las Canteras, con 3100 m. de longitud?

… que en Canarias se conservan 3378 endemismos, la mayoría de los cuales son invertebrados, con 2835 especies?

… que el islote de Alegranza, que se encuentra deshabitado, pertenece a una familia canaria, siendo de propiedad privada?

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La etapa prehistórica del Archipiélago canario abarca desde el asentamiento de los primeros pobladores hasta la incorporación de las Islas al mundo europeo, con sus consecuentes relaciones socio-económicas.

Los grupos humanos que habitaban nuestras islas se caracterizaban por tener una organización tribal, hallando diferencias entre cada una de las islas. Dejando a un lado Lanzarote y El Hierro, donde sólo había una tribu, el resto se subdividía en dos o más partes, bajo las distintas denominaciones: “menceyato”, “guanartemato”, “bando”, “reino”, “señorío”…

En líneas generales podemos establecer una serie de rasgos comunes entre las islas. En primer lugar debemos señalar que las sociedades prehistóricas canarias no eran igualitarias, acentuándose esta distinción en el caso de Gran Canaria, donde se ha insinuado la posibilidad de que sobreviviese una situación próxima a la esclavitud.

En Gran Canaria había un grupo dominante que practicaba la endogamia, esto es, se casaban entre ellos para resguardar la estirpe. Esta nobleza destacaba por dos peculiaridades: socialmente era matrilineal, pues la madre transmitía nobleza y poder; económicamente era patrilineal, pues el padre transmitía la propiedad. En

¿Sabías qué…

Mundo aborigen… ORGANIZACIÓN SOCIAL

definitiva la nobleza poseía el poder tanto político como económico, controlando los medios de producción distribuidos por el Guanarteme, máximo representante político.

Los símbolos externos jugaban un papel importante entre la población. De esta manera la jerarquía social se reflejaba en el corte de pelo, en la barba, en la vestimenta y en los atributos de guerra. Llegados a este punto debemos destacar que cualquier noble podía perder su status social si no cumplía con las normas establecidas. Esto significa que existía la posibilidad de descender de nivel social.

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¿Sabías qué…

Mundo aborigen… ORGANIZACIÓN SOCIAL

Elaborado por Vicente Henríquez Sánchez, alumno de 4º de la ESO B

Por último, debemos hacer referencia al resto de la población. Se trata de la clase dependiente: pastores, agricultores, artesanos… Aquellos que realizaban los trabajos indignos, trabajos que estaban prohibidos entre la nobleza.

En Tenerife, la sociedad guanche también se dividía en varios niveles: los descendientes de los reyes, que representaban la máxima pureza, y la nobleza secundaria, que eran propietarios del ganado. Hablamos únicamente de ganado, pues la tierra no pertenecía a ningún particular, sino que le correspondía al Mencey, situado en la cúspide política, que a su vez la repartía en usufructo en función de la categoría social y de los servicios prestados. El resto de la población conformaba el grupo de los villanos o trasquilados, que se distinguían por el pelo rapado.

Con respecto al resto de las Islas Canarias, disponemos de menos información y fuentes arqueológicas. Parece ser que en La Palma existió una oligarquía de sangre, que emparentaba entre sí. Sus mujeres, según destacan las crónicas, participaron activamente en la batalla, liderando incluso a los guerreros. En La Gomera la herencia seguía la vía matrilineal, no heredando los hijos del varón sino los de su hermana. En El

Hierro, sólo el rey era superior al resto. Pocos datos disponemos de Fuerteventura y Lanzarote, donde se daban situaciones de poliandria, es decir, una mujer podía tener hasta tres varones que se turnaban con los cambios lunares, tradición que evidentemente no ha llegado hasta nuestros días.

Bibliografía: ARCO AGUILAR, M. C.; NAVARRO MEDEROS, J. F.: Los aborígenes, Historia Popular de Canarias, Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1987.

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¿Sabías qué…

Mundo aborigen… DEMARCACIONES O REINOS

Cuando los conquistadores europeos llegaron a Canarias muchas de las islas estaban subdivididas en tribus independientes política y económicamente. Estas subdivisiones pudieron estar sujetas a diferentes explicaciones. Así, por ejemplo, la territorialidad solía tener motivaciones económicas. El aumento de la población, junto a la escasez de recursos naturales, en un territorio insular y por tanto donde la migración se complicaba al no disponer de medios marítimos suficientes, pudo suponer un gran fundamento para estas delimitaciones.

Esta coyuntura pudo generar conflictos ocasionados por el uso de los pastos, las aguas, el ganado… en definitiva los recursos naturales. Los bandos se convertirían en colectividades cuya función era asegurar el abastecimiento para cada grupo humano. Por este motivo las demarcaciones solían abarcar desde la costa hasta la cumbre, atesorando la vegetación y los recursos adecuados.

Por otra parte era común que cada linaje tuviese asignado un territorio concreto. Se trataba de evitar la degeneración genética que producía la endogamia. De hecho pudieron existir leyes que prohibían las relaciones

sexuales dentro de un mismo grupo, viéndose abocados a contraer matrimonio con los individuos del resto de tribus. Los descendientes de estas parejas pasaban a formar parte de la tribu del padre, si la descendencia era patrilineal, o de la tribu de la madre, si la línea era matrilineal.

Lanzarote, conocida como Titeroygatra, probablemente estaba indivisa, pues la versión de que poseía dos bandos parece dudosa. Su centro neurálgico estaría en el valle de Teguise. El caballero vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño, cuando arribó a sus costas en el siglo XIV, halló al rey de Lanzarote, llamado Zonzamas, a quien le sucedieron Timanfaya, Guanarame y Guadarfía.

Fuerteventura, según las crónicas de la conquista, estaba dividida en dos partes: Maxorata (de donde procede el término de ‘majorero’ aplicado a esta isla), al Norte y

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¿Sabías qué…

Mundo aborigen… DEMARCACIONES O REINOS

Elaborado por Juan Carlos Ramírez Moreno , alumno de 4º de la ESO B

Jandía, al Sur. Una gran muralla separaba la península de Jandía del resto. Parece ser que la función de esta factura aborigen era mantener la zona como una reserva de pastos, pues la frontera real entre ambas demarcaciones se situaba en la actual Betancuria.

En Gran Canaria hallamos dos guanartematos: Telde y Gáldar, que aparecían como dos grandes centros de población donde residía el Guanarteme. En su seno había otros centros de segundo orden que dependían de éstos, como Guayadeque, Tirajana, Arguineguín, Mogán…, gobernados por un miembro de la nobleza más pura. A su vez podía haber otros territorios igualmente dependientes.

Tenerife, en el momento de la conquista, estaba formada por nueve menceyatos: Anaga, al Este; Güímar, Abona y Adeje, al Sur; Daute, al Oeste; Icod, Taoro, Tacoronte y Tegueste, al Norte. Unos y otros se agrupaban en dos confederaciones, cuyas hipotéticas tensiones fueron aprovechadas por los conquistadores. El Mencey más poderoso era el de Taoro, pues disponía de más cantidad de recursos naturales y humanos.

La Gomera tenía un solo rey, pero en el siglo XV los europeos encontraron cuatro tribus: Ipalan, Mulagua, Orone y Agana.

Las mencionadas tribus estaban coaligadas, las dos primeras y las dos segundas, respectivamente. Estas uniones permitían la ayuda mutua y unas leyes que debían ser respetadas, incluida la exogamia.

El Hierro, al igual que Lanzarote, constituía una sola tribu. Pocas son las noticias que tenemos. Sin embargo, durante la conquista de las Islas, estaba gobernada por el príncipe Armiche, siendo diezmada su población como consecuencia de las múltiples incursiones europeas en busca de esclavos.

Por último, La Palma, estaba compartimentada en doce “señoríos”, tal y como establecen las fuentes etnohistóricas: Aridane, Tijuya, Guehebey, Ahenguareme, Tigalate, Tedote, Tenagua, Abdeyahamen, Tagaragre, Tegalgen, Tijarafe y Acero. El hecho de que hubiese tantas divisiones nos lleva a la conclusión de que la proporción de recursos naturales era también mayor. El señorío más extenso y poblado era el de Tijarafe.

Bibliografía: ARCO AGUILAR, M. C.; NAVARRO MEDEROS, J. F.: Los aborígenes, Historia Popular de Canarias, Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 1987.

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Aunque el cine en Canarias parezca

ausente, en la sombra los directores

canarios han representado más de 400

cortometrajes. Desde el comienzo de la

iniciativa “Espacio Canarias. Creación y

cultura”, certamen de cortos celebrado

en 2004, las filmaciones no han parado

de llegar. Un pintoresco número de

participantes, desde niños de doce años

hasta ancianos, han decorado la escena

con sus diferentes estilos. Algunos de

ellos han sido premiados en el Festival

Internacional del Sol. Cabe destacar

títulos como “Gallos” de David

Pantaleón, “Ruido” de Daniel León o

“Silvia” de Adrián González.

Un corto puede ser el titulado “¿Cuál es tu

problema?” en el que el propio corto ejerce de

trampolín a un video musical. El corto dura unos 17

minutos y está ambientado en un psiquiátrico.

Protagonizado por el grupo de música ‘Divergentes’,

‘Divergentes’, este cortometraje tiene una gran crítica

crítica social utilizando recursos como el paro o la

hipocresía televisiva para arañar una vez más los

cimientos de una sociedad desestructurada. Además

Además con la letra de la música y el lugar elegido

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Elaborado por Nicolás Ramírez Tejera, alumno de 1º de Bachillerato

para grabarlo, un psiquiátrico, da a

entender que las personas que

piensan en un lugar mejor ante los

ojos de la sociedad están locos. Un

gran corto con palabras cargadas de

intenciones para cambiar.

En este ámbito Canarias está

servida pero también en el seno de

sus islas se han representado

grandes filmaciones como “Furia de

Titanes” del director Louis Leterrier.

Otros largometrajes han usado

paisajes canarios como “El dictador” o

“Fast & furious 6”. Los túneles o las

dunas han sido lugares emblemáticos,

el Teide un majestuoso coloso que se

imponía ante las cámaras, las playas

paraísos sobre los que se podía

soñar. En definitiva el cine en

Canarias también ha sido importante.

Quizás nunca hubiéramos visto un

desierto en las dunas o un monte

Olimpo en el Teide, quizás el cine

hubiera sido más pobre sin directores

de cortos talentosos como los

nuestros. Quizás y solo quizás… pero

eso no es así, así que podremos

disfrutar de nuestro ‘made in Canary

Islands’.

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El bicentenario de la muerte de D. José de Viera y Clavijo es el momento más adecuado para enaltecer una de las figuras más relevantes de la historiografía y la cultura canarias. Hombre Ilustrado por excelencia, fue un renombrado historiador, biólogo y escritor. De su figura hemos hablado en diferentes ocasiones a lo largo de la vida de la Revista Schola. En esta ocasión nos detendremos en su faceta de historiador.

Sus volúmenes de las Noticias de la Historia General de las Islas de Canaria son un documento válido para el estudio de nuestra historia. A partir de estas líneas nos acercaremos a su visión sobre la isla de Gran Canaria y la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, llamada “el Real de Las Palmas”. Se hallaba dividida por el arroyo de Guiniguada en los barrios de Triana y Vegueta. Los dos barrios se comunicaban con un puente de madera, “porque el ímpetu del barranco se ha llevado al mar por dos veces dos fuertes puentes de cantería”.

Viera y Clavijo quiso destacar los distintos pagos de la isla. Telde, lugar delicioso, donde se encontraba el valle de Jinámar con la ermita de la Concepción. Gáldar, corte de los guanartemes de la Isla; Guía, aventajada en el cultivo de las viñas; Agaete, puerto fronterizo de Tenerife;

Arucas, Firgas y Tirajana, especialistas en los ingenios de azúcar. Agüimes, dignidad episcopal; la Vega, campo de recreo de la ciudad; Moya, con la célebre montaña de Doramas y, por supuesto, Teror, con la Santa imagen de Nuestra Señora del Pino, bastante agobiada con los múltiples deseos de la población.

Centrándonos en el “Real de Las Palmas”, Vegueta posee una de las catedrales más importantes, dedicada a Santa Ana. De elegante arquitectura gótica, “pudiera competir con otra cualquiera, si se hubiese acabado”. También destacan “la audiencia, casas de consejo, inquisición,

HISTORIADOR DEL MES

EL

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palacio episcopal, conventos de Santo Domingo, San Agustín, monjas recoletas de San Bernardo, colegio que fue de los jesuitas, hospital de San Martín con la cuna de expósitos”.

El barrio de Triana, más llano y con casas más bajas, posee los conventos de San Francisco, las monjas de San Bernardo y Santa Clara y el hospital de San Lázaro. El cerro de San Nicolás abriga Triana y destacan el castillo de Casa Mata, el de Santa Ana, La Luz y Santa Catalina. Mirando a Tenerife hallamos la Isleta, con el Confital y el Arrecife.

“Las Antiguas Afortunadas (las Canarias), - prosigue Viera y Clavijo-, son reino. Su escudo de armas representa en siete peñas sobre ondas azules las siete islas, con corona real, y en el jefe unas letras de oro que dicen Océano”. Nos encontramos entre los 28 y 30 grados de latitud, y entre 1 y 5 de longitud, con 155.166 personas. Sus habitantes son la mayor parte descendientes de los conquistadores y primeros pobladores, soldados que la ganaron, la fortificaron y la defendieron muchas veces. Desde el

principio la han cultivado con constancia admirable.

Para terminar, Viera no hace sólo un elogio de nuestras Islas, en este caso de Gran Canaria, sino que hace referencia a la pobreza y al “triste reverso” de esta moneda, pues sus frutos “han venido a menos en cantidad y estimación. Sus glorias se han olvidado […]. Crece el lujo. No hay minas, no hay industria, no hay fomento. La despoblación y dispersión es notable, pero precisa. La desunión en los negocios públicos, lastimosa. Faltan ideas. No hay espíritus. No hay universidad literaria. No hay correo fijo de España […]. El cielo niega muchos años las lluvias […]. No hay nublados ni tempestades en los veranos pero los aires meridionales son vientos exterminadores, que suelen traer la langosta”.

Nadie diría que D. José de Viera y Clavijo, en ciertos aspectos, alude a la Gran Canaria del siglo XVIII, pues su descripción puede aplicarse incluso hoy en día. Somos “afortunadas”, como señalaba, pero no debemos olvidar que podemos mejorar…

Elaborado por Claudia García Martín, alumna de 1º de Bachillerato

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Rincón de la poesía “Nos conocimos hace dos años mientras yo miraba por la ventana.

Conforme pasaban los días, y nos íbamos conociendo nos dimos cuenta de que llevábamos más de diez años uno al lado del otro y no nos habíamos visto. Pero eso no significaba que no hubiésemos compartido algo ya; que tal vez un día entráramos juntos al ascensor del hotel o que uno saliera e inmediatamente el otro iría después.

El destino es caprichoso, y para bien o para mal nos tiene algo preparado...”

Aquí os dejo un poema de Wislawa Szymborska titulado “Amor a primera vista”, ahora yo les pregunto... ¿Acaso existen otros?

“Ambos están convencidos de que los ha unido un sentimiento repentino.

Es hermosa esa seguridad, pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían

no había sucedido nada entre ellos. Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles

si no recuerdan -‐quizá un encuentro frente a frente alguna vez en una puerta giratoria,

o algún “lo siento” o el sonido de “se ha equivocado” en el teléfono-‐,

pero conozco su respuesta. No recuerdan.

EL

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Elaborado por Cynthia Orive Quevedo, alumna de 1º de Bachillerato

Se sorprenderían de saber que ya hace mucho tiempo que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada para convertirse en su destino, que los acercaba y alejaba,

que se interponía en su camino y que conteniendo la risa se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,

pero qué hacer si no eran comprensibles. ¿No habrá revoloteado

una hoja de un hombro a otro hace tres años

o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado. Quién sabe si alguna pelota

en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres en los que un tacto

se sobrepuso a otro tacto. Maletas, una junto a otra, en una consigna. Quizá una cierta noche el mismo sueño

desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio no es más que una continuación, y el libro de los acontecimientos

se encuentra siempre abierto a la mitad”.

Rincón de la poesía EL

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Ilustres canarios CON

Agustín de Bethencourt (1758-1824) es el más grande

ingeniero español de todos los tiempos, canario de nacimiento y de sentimiento, ilustrado en el espíritu y en las convicciones, y trabajador infatigable en Madrid, en París, en Londres y en San Petersburgo, ciudades en las que alternó su residencia empeñado siempre en perseguir un sueño: poner la ingeniería al servicio del progreso y de la modernización de las naciones.

Su vida fue apasionante porque tuvo la fortuna de ser testigo de los grandes acontecimientos que agitaron el tránsito del siglo XVIII al siglo XIX, desde la Revolución Francesa hasta las Guerras Napoleónicas, y por supuesto la Revolución Industrial iniciada en Inglaterra. Todavía estremece leer sus cartas escritas en 1791 desde París, en plena efervescencia revolucionaria, cuando el mundo parecía precipitarse en el desorden más absoluto.

Agustín de Bethencourt nació en 1758 en Puerto de la Cruz, Tenerife, en el seno de una familia nobiliaria y de espíritu ilustrado. Gracias a su padre entró desde muy joven en contacto con los círculos más selectos de la Ilustración tinerfeña, como la Tertulia de Nava y la Real Sociedad Económica de Amigos del País, a la que llegó a presentar un proyecto de máquina para entorchar seda. El ingeniero en ciernes mostraba una clara vocación por los secretos de las fascinantes máquinas, y sus extraordinarias dotes para el dibujo le llevaban a dedicar horas a dibujar prodigiosos artefactos.

Convencido del talento de su hijo, su padre le envió en 1778 a Madrid, a cursar estudios de matemáticas y ciencias en el Colegio de San Isidro. Nunca más regresaría a Canarias. Sus excelentes resultados académicos pronto propiciaron que comenzara a trabajar, recibiendo distintos encargos de ingeniería civil. Su nombre fue incluso conocido en la Corte, que asistió al completo al lanzamiento con éxito de un globo aerostático obra suya, en 1783.

En 1784 llega a París como alumno de la prestigiosa École des Ponts et des Chaussées, donde estudiará ingeniería de minas, así como hidráulica y mecánica. Años después, en 1788, viaja a

49


Ilustres canarios CON

“La llama del genio

brillaba en él apenas despertó a

la vida de la inteligencia”

Inglaterra atraído por las historias acerca de una prodigiosa máquina, inventada por James Watt, que está alcanzando unos resultados desconocidos en eficiencia: la máquina de vapor. Debió convertirse en una especie de espía industrial, pues a pesar del celo con que Watt preservaba el secreto de su máquina, lo cierto es que al regresar a Francia Agustín de Bethencourt consiguió fabricar una máquina de vapor, si bien distinta a la original inglesa. Fue la primera máquina de vapor del continente.

También por aquellos años comenzará a reunir una gran colección de artefactos y planos, que enviará a Madrid a fin de poder inaugurar uno de los proyectos más apreciados del Conde de Floridablanca: el Real Gabinete de Máquinas, al que Agustín de Bethencourt envió 270 máquinas y 359 planos.

En 1779 el gobierno español lo envía a Cuba como ingeniero, pero la guerra que por entonces libra nuestro país con Gran Bretaña le sorprende en alta mar, cuando un buque de guerra inglés asalta el barco y le retiene como prisionero. Será liberado sin daño en Lisboa, pero jamás viajará a Cuba.

A partir de 1798 emprenderá la construcción de la primera línea de telégrafo, que por falta de apoyo presupuestario no se podrá concluir, y auspicia una de las obras más importantes de su vida: la creación de la Escuela de Ingenieros de Madrid, de la que en 1804 saldrá la primera promoción de ingenieros

de caminos, canales y puertos de España.

La invasión francesa de España le provocó un hondo dolor. Fue una tragedia personal, que vivió en París con el corazón dividido entre sus convicciones afrancesadas y el terror de sentirse un traidor a su Patria. No en vano en 1808 decide cambiar para siempre, no volver ni a España ni a Francia, y encuentra en Rusia la paz que necesita para dedicarse por entero a su trabajo. Llegó a Rusia precedido por su prestigio internacional como ingeniero y trabajador infatigable, y Rusia le acogió con el merecimiento debido. Fue incluso recibido por el Zar Alejandro I, quien le brindaría su protección personal a cambio de trabajar para su gobierno.

Agustín de Bethencourt recorrió Rusia por encargo del Gobierno zarista, que se esforzaba por modernizar las infraestructuras de este vasto Estado aún anclado en la Edad Media. Ingresó en el Ejército y se convirtió

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Ilustres canarios

Elaborado por "Aula de Filosofía” del Departamento de Ciencias Sociales.

Colegio Sagrado Corazón de Tafira.

CON

en teniente general, al frente de la industria de armamento y la modernización de las instalaciones militares, singularmente la base naval de Krondstadt. Organizó los estudios de ingeniería, igual que años atrás hiciera en España, dirigió los proyectos de modernización de San Petersburgo, fue el artífice de la navegación a vapor por ríos y canales y recibió el encargo del planeamiento del recinto ferial de Nijni-Novgorod, una de los caprichos más queridos del Zar.

A partir de 1820 no puede escapar de los peligros de la política, y como cualquier intelectual tuvo que tomar partido ante la ideología liberal que se expandía irremediablemente por toda Europa, incluida la hermética y lejana Rusia. Fue tal vez esa la causa principal de su caída en desgracia ante el Zar, y en 1824, enfermo y decepcionado, tuvo el

Sello ruso en conmemoración de Agustín de Bethencourt

valor de dimitir de todos sus cargos oficiales para morir en paz, con la conciencia tranquila de haber contribuido a hacer del mundo un lugar mejor.

Hoy en día sus restos siguen reposando en San Petersburgo, y Rusia lo considera uno de sus grandes prohombres.

Dime de qué presumes... REVISTA SCHOLA COLEGIO SAGRADO CORAZÓN

Soluciones… en el próximo número

Adivina adivinanza…

Adivinanza canaria Blanca, blanca como la

leche, negra, negra como el

café; habla sin tener boca,

y anda sin tener pies .

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¿A cuál de nuestras costas pertenece esta imagen?

REVISTA SCHOLA COLEGIO SAGRADO CORAZÓN

Una estupenda presentación para conocer nuestro

Archipiélago y su origen.

http://www.slideshare.net/Traviata2000/geografa-fsica-

de-canarias-1-3516307

ARTE CANARIO

DOCUMENTAL

JUEGOS CANARIOS

GEOGRAFÍA

Un buen resumen sobre el Arte en Canarias lo encontrarás en el

siguiente enlace. http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/

culturacanaria/arte/arte.htm

En esta Web encontrarás una relación de los juegos típicos canarios con su explicación.

http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/culturacanaria/juegos/juegos.htm

En apenas 5 minutos te darás cuenta de la

trascendencia de D. Agustín de Bethencourt.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Qggu-hyZS3E

Con el especial ‘Día de Canarias’ nos despedimos hasta el próximo curso. No se impacienten. Tendremos la oportunidad de descubrir muchas más historias que

nos sorprenderán. Hasta entonces… ¡Feliz verano!

REVISTA SCHOLA COLEGIO SAGRADO CORAZÓN

Nuestra Isla…

www.colegiosagradocorazon.com

“Maxima debetur puero reverentia”

Elaborado por Lucía Falcón Armas, alumna de 5 años B.

Revista Schola Nº 6

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