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ENTRECUENTOS Número 1 - Noviembre de 2010 - Bogotá, Colombia DISTRIBUCIÓN GRATUITA

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Revista cultural Entrecuentos

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ENTRECUENTOSNúmero 1 - Noviembre de 2010 - Bogotá, Colombia

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

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En las buenas y en las malas

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STAFF

La P

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ENTRECUENTOSNúmero 1 - Noviembre de 2010 - Bogotá, Colombia

ENTRECUENTOSNúmero 1 - Noviembre de 2010 - Bogotá, Colombia

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

La Editorial

DIRECTORES

PORTADA ILUSTRACIÓN

FOTOGRAFÍA

JEFE DE REDACCIÓN

Alejandro PulzaraSamuel Torres

Alejandro Pulzara

Samuel Torres Alejandro Pulzara

Jairo Álvarez

Conoce Israel

¡Puro Cuento!

De Viernes Cultural

¿Bonito o No Bonito?

Hablando de Cuentos

Buenos Escritores

Las obras del Pensamiento, la competencia del Opus Dei

Mis manos demuestran pobreza y la riqueza se sostiene de ellas

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EntreuentosCalle 41 No. 27A - 19Tel.: 812 8718 / Bogotá - Colombia

En Internet: E-mail: [email protected]_ @entrecuentosFacebook_ Revista Entrecuentos

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La Ed

itoria

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Por:

Alej

andr

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lzar

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Encontrar planes en Bogotá a veces se vuelve tedioso a pesar de la gran varie-dad que entendemos que existe aunque en muchas ocasiones ni siquiera dimen-sionamos. A veces termino reducien-do la oferta cultural a lo mismo; a salir de rumba con los amigos de siempre, a los sitios de siempre, a los que están de moda, a los que van saliendo. Todo eso que implica muchas veces pasar peli-gros, gastar mucho dinero y por supues-to, deteriorar también nuestra salud.

No quiero decir con esto que estoy en contra de salir a tomar alguito de vez en cuando pero si pongo en discusión eso que muchos jóvenes bogotanos han llevado al

n de semana, negándose a conocer otras co-sas que también hacen parte de su ciudad. Me pregunto qué pasaría si al menos una parte del dinero que cada uno gasta -com-prando alcohol y uno que otro vicio- fue-

n más loable. Tal vez ir a un museo de los tantos que tenemos, o hacer un recorrido por las zonas históricas

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que nos quedan… Tal vez salir de la ciudad y admirar la belleza natural que nos rodea, tal vez ir a un teatro y conocer la propuesta de quienes nos visitan y la creatividad de quienes entre nosotros mismos se han ido haciendo un espacio en la agenda cultural de la ciudad. La oferta es grande y el reto es nuestro, criticar a los demás puede ser fácil pero tomar acciones desde la individuali-dad de cada uno puede ser admirable.

Así que bogotanos, están todos ustedes invi-tados a explorar su ciudad, a escribir, a explo-

rarse ustedes mismosy a través de esta revista, a conocer un poco de la esencia y algunos es-cenarios a partir de los cuales los jóvenes tam-bién podemos construir ciudad.

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La Cronica

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De ViernesCultural...

Por: Alejandro Pulzara T.

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Por estos días en Bogotá no es muy agradable transitar. Por un lado, las innumerables obras que se realizan de forma simultánea y por otro, el intenso invierto que di� culta cada vez más una tarea que se ha vuelto titánica: movi-lizarse a través de la ciudad sin contratiempos.Pero bien, no es eso de lo que voy a hablar; aunque si hay que decir que fue muy difícil cumplir con la cita que días atrás, mi amigo y yo habíamos acordado con Denise, la Jede de Sala del Complejo Teatral Julio Mario Santodomingo, al nor-te de la capital.Salimos un viernes –muy tempra-no- desde la Universidad, en el centro; hacia la biblioteca, en el norte. A las 6 de la tarde teníamos que estar ya en el teatro pero las cosas no serían tan fáciles: Llegamos a la biblioteca ubicada en la calle 170 entre Carrera 58 y 64 después de las 7:30 pm, des-

pués de esperar impacientemente el paso de una lluvia torrencial en el centro de Bogotá, después de li-diar con los tumultos de hora pico en un articulado de TransMilenio, después de pasar 30 minutos de trancón en un Alimentador y claro, después de perdernos al bajarnos del alimentador. Fue un momento en el que perdimos total orienta-ción y sentido espacial, cosa que no es muy común en los hombres, según a� rmaciones cientí� cas… Pero a nosotros nos pasó.

Finalmente, y tras un largo viaje recorriendo la ciudad, estábamos ahí, frente a la entrada del Teatro Mayor, un recién inaugurado au-ditorio con 1332 sillas; equipado con la más alta tecnología y las mejores condiciones de acústica e iluminación. De entrada encontra-mos mucha similitud con el audi-torio Fabio Lozano de la Universi-dad, pero al entrar y sin demeritar

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el bello auditorio con el que con-tamos, nos sorprendimos al ver la imponencia del escenario y toda su gradería, repartida en tres pi-sos en donde aún el más lejano de los espectadores se encuentra a un máximo de 28 metros del es-cenario.

Tras ubicarnos en una localidad privilegiada –todas lo son- nos

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disponíamos entonces a ver una de las obras más reconocidas del arte � amenco: el espectáculo de María Pagés, “la bailaora de bra-zos in� nitos” que junto a un equi-po de 21 personas entre los que se encuentran ocho bailaores y seis músicos, rinden homenaje a su tierra natal Sevilla, España a través de un reconocido concepto estético del folclor y música nacio-

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nal de España, con letras de au-tores como Federico Garcia Lorca, Antonio Machado y Ben Sahl, en-tre otros.

La majestuosidad del lugar y la magistralidad de todas las realiza-ciones, pronto cautivaron nuestra atención a tal punto de inhibir al máximo posible nuestro cansan-cio e incluso nuestros parpadeos. La escenografía estaba milimé-tricamente planeada por lo que casi era imposible que algo saliera mal; tras cada intervención de la bailaora y sus cantaores el esce-nario se transformaba ayudando a expresar y transmitir a nosotros, el público; la más clara esencia del � amenco. Debo confesar que me sentí maravillado por la belle-za de la música, la perfección de las ejecuciones y la habilidad para cambiar la escenografía cada vez que fuera necesario sin que yo como espectador, me percatara de ello. Varias veces pude darme

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cuenta -tardíamente- que las si-llas y algunos elementos que usa-ban los cantaores y los mismos cantaores cambiaban de posición en el escenario sin yo percibirlo; de repente estaban al costado, de repente estaban atrás. Supongo que esas curiosas sorpresas he de agradecerlas a la preparación y profesionalismo de quienes están a cargo de la obra, pero también al teatro y su infraestructura por permitirlo.

Y es que a diferencia de muchos otros escenarios culturales de la capital, este no es un teatro ais-lado y destinado a un solo tipo de presentaciones. Teatro Mayor hace parte de un complejo cultu-ral que lo hace único en su tipo, al menos en Colombia pues además del magno teatro de graderías de tres pisos del que hablé hace un momento, el complejo cuenta con un teatro de menor tamaño pero con una camaleónica capacidad

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de transformarse de acuerdo a la necesidad de cada obra pues in-cluso las sillas son removibles en su totalidad, éste es el Teatro Es-tudio, un teatro experimental en donde se presentan por lo gene-ral exposiciones y obras que están empezando a darse a conocer.

Tras � nalizar la maravillosa obra de María Pagés y su compañía, nos dispusimos a salir del teatro convencidos de que muchas veces no hacen falta las palabras para comunicar las maravillas de la ri-queza cultural de una región. Eran ya las 10 de la noche y el cansan-cio era cada vez más evidente, en nosotros y en la jefe de sala, a quien nos disponíamos entrevis-tar. Ella nos recibió en su o� cina y mientras alistaba todo para dar por � nalizada la labor del día, nos sacaba un espacio para responder algunas preguntas que ingenua-mente habíamos preparado.

A continuación, algo de lo que nos contó:Hablamos algunas generalidades que quieras resaltar con el teatro…Bueno, La idea es crear nuevos públicos, tenemos un per� l de música en donde los jóvenes pue-den escoger per� les de música lírica, por ejemplo, entre muchí-simas otras opciones. Tenemos temporadas de géneros como el � amenco en donde el objetivo que nosotros queremos lograr es conseguir que muchísimos más jóvenes vengan. Muchos padres también han empezado a venir con sus hijos, a veces hacemos ensayos gratuitos para jóvenes y universidades y en general quere-mos crear conciencia en la juven-tud de que en vez de gastarse su dinero en rumba, pueden inver-tirlo en una actividad que puede ser mucho más constructiva. Una boleta puede costar 30mil pesos lo cual es sumamente razonable, además hay que tener en cuenta

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que existe un descuento adicio-nal del 30% para estudiantes. Los domingos además tenesmos unas funciones enfocadas a familias en donde los padres vienen acompa-ñados de sus niños de 4-5 años, lo cual permite en ellos empezar a educarse y a poner en su mente que aprender puede llegar a ser muy entretenido, que ellos pien-sen que es muy rico aprender en el teatro y formar a partir de ahí este hábito.

¿Hace cuánto está abierto el tea-tro?

Desde el 23 de mayo de este año.

¿Cuál es el bene� cio principal de ser un complejo cultural y no so-lamente un teatro independiente?

La verdad, es una novedad, es algo muy similar al Lincoln Center. La idea es que sea un centro cul-tural que albergue bajo un mismo

techo una gran variedad de opcio-nes como teatro, salas de lectura, exposiciones.

¿Cómo es el proceso para traer una obra al teatro?

Es muy complejo. Primero, es ne-cesario que intervengan personas muy conocedoras quienes evalúan qué tipo de obras pueden traerse al teatro, ellos además tienen que hablar con los managers para cua-drar el cronograma según todos los compromisos que ellos ten-gan. Esto exige que la planeación se haga con muchísimo tiempo de antelación y por esta razón tiene que ver con el calendario de 2011. En cuanto a precios, traer cada uno de estos artistas tiene un cos-to muy alto y para esto, nosotros estamos planteando un modelo de auto sostenimiento entonces tra-tamos de traer artistas que estén haciendo una gira por el mundo y especí� camente por Latinoaméri-

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ca pues hay que tener en cuen-ta que nosotros pagamos todo lo que tiene que ver con viáticos, viajes, tiquetes, hoteles, trans-porte local, más lo honorarios. En este momento tenemos una com-pañía como la de María Pagés que está compuesta por 21 personas entonces los cos-tos son bastante elevados.

¿Cómo promocio-nan las obras?

Nosotros hace-mos unas programaciones para cada mes mediante folletos que con anterioridad son entregados a los visitantes. De igual forma anunciamos todas las actividades que tienen que ver con el teatro en www.teatromayor.com, en Tu-Boleta.com están además anun-ciados nuestros conciertos, ellos

mandan e-mail a través de sus bases de datos para que a gente esté informada constantemente sobre toda la agenda cultural con la que contamos. Adicionalmente tenemos pauta en televisión y ra-

dio.

¿Qué tipo de obras se presentan en el complejo?

El teatro Estudio es un teatro expe-rimental en donde por lo general pre-sentamos obras colombianas, el

Teatro Mayor se presta más para la presentación de artistas consa-grados debido al tamaño del audi-torio y por esta razón lo hacemos por temporadas.

¿Qué clase de personas suelen venir al teatro?

Sin duda alguna, los conciertos son el espectáculo predilecto (en especial de artistas inter-nacionales); el Teatro clásico es otro de los eventos preferi-

dos para el público juvenil

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Al teatro viene toda clase de per-sonas. Por ser una novedad, la bi-blioteca atrae a personas de todas las edades y todos los estratos, que se enteran de los espectácu-los que el Teatro tiene. Natural-mente, el público para la mayo-ría de espectáculos es un público de edades por encima de los 30, con ciertas capacidades y recur-sos � nancieros; sin embargo, las políticas de precios diferenciales y funciones subsidiadas, han hecho que toda clase de gente asista a las mismas y tenga la oportunidad de conocer diferentes muestras culturales.

¿Qué tal se comporta el público juvenil frente a las actividades del teatro?

Dependiendo del espectáculo, la respuesta es diferente. Al joven hay que ofrecerle alternativas de actualidad, sin olvidar los temas clásicos. Sin embargo, para la ma-

yoría de espectáculos que se han tenido en el teatro, la respuesta juvenil ha sido importante. Asis-ten en gran número, por curiosi-dad en el gran porcentaje de los casos...

Entre Teatro, conciertos y tem-poradas de Ópera, ¿A qué obras asiste una mayor proporción de población joven?

Sin duda alguna, los conciertos son el espectáculo predilecto (en especial de artistas internaciona-les); el Teatro clásico es otro de los eventos preferidos para el pú-blico juvenil.

¿Tienen alguna estrategia para atraer al teatro a las personas jó-venes de Bogotá?

Si, tenemos una serie de invita-ciones a las universidades de Bo-gotá (actualmente Javeriana y Andes) para que sus estudiantes,

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presentando el documento que los acredita como pertenecientes a esas instituciones, obtengan un descuento importante en boletería para ciertos eventos. El convenio esta por ampliarse con la U. Na-cional, y algunas otras institucio-nes. Además, con la mayoría de artistas que vienen a presentarse en el Teatro Mayor, o en el Teatro Estudio, organizamos talleres gra-tuitos, donde se pueden conocer puntos de vista y experiencias de los artistas, especialmente para los jóvenes. Finalmente, se hace un trabajo de decisión sobre los eventos que estarán en cartelera en el teatro, para cubrir las nece-sidades juveniles.

En cuanto a precios, ¿tienen los jóvenes o algún otro grupo pobla-cional alguna preferencia?

Por ahora, solo los jóvenes estu-diantes universitarios. En un fu-turo cercano, la preferencia será

para todos los estudiantes, de co-legio, Universidad, institutos téc-nicos, etc.

Pues bien, es importante ver cómo en Bogotá se van diversi� cando las opciones de entretenimiento y sobre todo, de conocimiento a través de la cultura. Ahora el di-lema está en que podamos apro-vecharlo pues dependiendo de la respuesta de los jóvenes se abri-rán muchísimas más opciones que pueden ayudar a construir ciudad. Por mi parte me fui bastante sa-tisfecho de Teatro Mayor y la Bi-blioteca Julio Mario Santodomin-go, espero poder volver pronto y claro, no volver a tener problemas con el transporte en la ciudad… Ese es otro cuento.

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Teatro Mayor, con 1332 y excepcionales condiciones de acústica y equi-pamiento técnico, es uno de los más modernos teatros de Latinoamérica.

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Conoc endos r a e lI

Por: Juan David Rodríguez Ríos

Hace poco más de un mes se realizó en el norte de Bogotá la segunda ronda del concurso Conozca Israel, organizado por la embajada de ese país en Co-lombia. Al evento llegaron de todo el país 11 � nalistas que habían superado

la primera fase con más de 7000 participantes.

Ellos debían enfrentarse y medir sus conocimientos sobre este país del me-dio oriente El ganador resultó siendo Juan David Rodríguez, un universitario que demostró que con gran dedicación esfuerzo se pueden alcanzar gran-des cosas. Hablamos con él y lo convencimos para que compartiera con nuestros lectores sus memorias sobre el viaje en donde, acompañado de un representante de cada país latinoamericano, se empapó un poco de la

riqueza cultural de Israel.

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Atrevete a ser diferente

Israel es un país de contrastes. Aunque su historia se remonta más de 4.000 años atrás cuando los israelitas conquistaron la tierra de Canaán (lo que hoy se conoce como Palestina), Israel como Es-tado existe hace apenas 62 años. Aunque es conocido como el ‘Es-tado judío’, Israel es también ho-gar de cristianos, musulmanes, ortodoxos, armenios y, sorpren-dentemente, gran parte de los de-nominados ‘judíos’ se consideran a sí mismos seculares. Aunque es un país diminuto, que puede reco-rrerse de norte a sur en menos de cinco horas en auto, y con una po-blación de apenas 7.500.000 per-sonas (casi lo mismo que Bogotá), Israel es el centro de atracción de la política mundial; no basta sino mirar la sección internacional de un periódico cualquiera del mundo y muy seguramente allí lo encon-trarás mencionado. Siendo el úni-co país no-árabe en su vecindario, Israel ha peleado al menos cinco

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guerras contra sus vecinos… y to-das las ha ganado.

Entre sus tantos contrastes, vale la pena mencionar sus dos prin-cipales ciudades: Tel Aviv y Jeru-salén. Queda muy cerca la una de la otra, apenas 57km las separan. Pero son dos mundos distintos. Tel Aviv es denominada ‘la ciu-dad que nunca descansa’: es una ciudad nueva y moderna, de al-tos edi� cios con variados diseños, materiales y colores. Es el princi-pal centro económico del país, ho-gar de empresas de talla mundial; solamente ‘Sillicon Valley’ en Es-tados Unidos cuenta con un nú-mero mayor de emprendimientos de alta tecnología que Tel Aviv.

Tel Aviv es ciudad de playas, am-biente festivo, con sus cafés, ba-res y discotecas siempre llenos y funcionando los siete días de la semana. Es una ciudad liberal y hedonista, donde a la gente poco

le importa la política, la religión o los discursos morales. Negocios y diversión parecen ser las dos grandes preocupaciones de los te-lavivis.

En contraposición, Jerusalén es una ciudad antigua con 5000 años de historia. Ubicada entre monta-ñas, colindando con el desierto de Judea, es el centro político y re-ligioso del país con un ambiente de sobriedad que impacta desde el momento en que entras a ella. Esa sobriedad se ve re� ejada en las construcciones de la ciudad, las cuales por ley no pueden ser altas y sus fachadas sólo pue-den ser construidas con un tipo de piedra especial que ha perdido su nombre original y ha pasado a llamarse ‘piedra de Jerusalén’. El color negro es el más común en el atuendo de los jerosolimitanos (así se les llama a los habitantes de Jerusalén), bien sea en los tra-jes típicos de los judíos ortodoxos

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o en los trajes formales de los po-líticos y ejecutivos que caminan por sus calles. El carácter religio-so de la ciudad se hace evidente al ver que los varones en su gran mayoría llevan puesta la kipá, la pequeña gorra que los judíos utili-zan de manera ritual, y las muje-res en su totalidad utilizan vesti-dos conservadores y/o faldas largas.

No sólo son dife-rentes las dos ciu-dades. También existe cierta rivali-dad entre sus ha-bitantes. Muchos telavivis ven a los j e roso l im i tanos como aburridos y conservadores. Los jerosolimitanos tienden a ver a Tel Aviv como una ciudad bullo-sa y libertina. El carácter de los habitantes de cada una de estas dos ciudades es tan marcado que, si algún día conoces a un israelí y

te da pena preguntar si es religio-so o liberal, puedes simplemente preguntarle: ‘¿cuál ciudad pre� e-res, Jerusalén o Tel Aviv?’. La res-puesta bastará para que sepas a qué atenerte.

Sin embargo, la rivalidad entre Tel Aviv y Jerusalén no es una riva-

lidad a ultranza. Al igual que en Co-lombia hay rivali-dad entre paisas y rolos, o entre cos-teños y ‘cachacos’, la rivalidad entre las ciudades israe-líes es cuestión de diferencias de ca-rácter, pero en la

práctica no es un obstáculo para que todos se sientan parte de la misma nación. Los jerosolimita-nos reconocen que Israel no se-ría Israel sin su gran ciudad mo-derna, locomotora de la economía nacional. Por su parte, los telavi-

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vis también reconocen que Israel no sería Israel sin su capital Jerusalén, la ‘eterna e indivisible’ como orgullosamente la llaman. Las dos principales ciudades israelíes, con sus diferencias culturales, eco-nómicas, religiosas y sociales enriquecen el carácter nacional, haciendo de Israel un país diverso que vale la pena ser vivido y contado.

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Nuestro planeta es sorprendente

® Te ayuda a descubrirlo

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¡Bonito o no bonito!...24

Por: Jimm Barrentes

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Navegando en Internet, para ha-cer un análisis exhaustivo sobre las redes sociales –pasando por Facebook, Twitter, MySpace y Fo-tolog– encontré que en la dinámi-ca de este nuevo “deporte”, existe un portal llamado Beautiful Peo-ple; en donde puedes ser acepta-do sólo si eres bonito. El “rollo” es el siguiente: entras al portal y te inscribes como participante, éste te da la opción de subir tu per� l… Obvio, lo que cuentas debe llamar la atención, igual que las fotogra-fías que agregues, pues ambos factores son decisivos para que, al � nal, puedas ser aceptado como socio. Una vez has gestionado la inscripción, tu per� l quedará ac-tivado y, durante las siguientes 48 horas, será evaluado por los miembros del sexo opuesto que ya son miembros del portal. Así, en caso de que la mayoría de ellos te encuentre “idóneo”, te será con-cedida la codiciada membrecía.

¿Por qué BeautifulPeople.com?

Según el portal; el concepto y la web se fundaron en el principio más básico de la naturaleza hu-mana: el hecho de que la gente quiere estar en contacto con per-sonas que les atraigan. Quizá para algunos no sea “políticamente co-rrecto” decirlo con tanta franque-za, pero es honesto. Todos sabe-mos que la belleza es subjetiva y BeautifulPeople Network cree que “la perfección está en el ojo del observador”. El proceso de eva-luación nace de este principio, dando el poder a los socios para de� nir si haces parte de su “ideal de belleza” democráticamente. En dicho sentido, se supone que siendo socio vas a tener acceso a las personas más atractivas, tan-to a nivel local como en todo el mundo. Si bien, como candidato, debes esperar la “sentencia de cali� cación”, esto no impide que navegues por los per� les de los

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socios actuales e incluso que te conectes con ellos a través de las diversas herramientas de comuni-cación que hay en el sitio (correo electrónico, mensajería instantá-nea, vídeo chat, muros, comen-tarios y debates en grupo, entre otras).

Ahora, si como candidato no fue-ses admitido, puedes volver a in-tentarlo, subiendo una foto más “interesante” y una descripción de perfi l más creativa.

¿Cómo puede afectarte el hecho de no ser aceptado?

Lo que parecería lógico en ese caso es que lo intentes nueva-mente o que simplemente lo dejes como algo sin importancia, hasta olvidarlo. Sin embargo, todos sa-bemos que las redes sociales y la imagen que en ellas se proyecta se han convertido en parte de la identidad y de la valoración indi-

vidual. Por esa razón, este tipo de rechazo puede traer serias conse-cuencias en determinadas perso-nas, acarrearles problemas psico-lógicos, sociales e incluso físicos. Como hemos dicho, todo depende de la perspectiva que cada uno perciba en cuanto al papel que juegan las redes sociales en sus vidas.

Por ejemplo y sin ir demasiado le-jos, Facebook constituía para al-gunos hasta hace poco tiempo un “espacio de culto”, donde cons-truían un mundo que les identi� -cada positivamente. Sin embargo, en este momento a muchos tadeís-tas ya no les interesa pertenecer a la red, pues se ha “denigrado” al masi� carse, perdiendo esa “nube” de exclusividad que lo identi� caba en un principio. Alejandro Pulzara, estudiante del Programa de Publi-cidad, a� rma: “Todo tiene un ci-clo. Pienso que las cosas cambian no solo por el gusto de quien las

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crea, sino por avances tecnológi-cos e innovación que hacen que un sitio sea más frecuentado du-rante un tiempo, hasta que apare-ce otro que lo supera. Considero que Beautiful People es un portal en el cual las personas pueden te-ner una especie de segunda vida, para explorar lo super� cial, lo frío y plástico, e incluso satisfacer su lado morboso”.

El catedrático de Psicología Clí-nica Enrique Echeburúa comenta que: “Entre los síntomas que indi-can adicción a las redes sociales, se ha destacado la creación de una identidad � cticia, merced al anonimato que permiten muchos portales. También aparece el ais-lamiento social, que puede llevar a la “automedicación digital” ante una depresión. Es decir, que cier-tas personas recurran a las redes sociales para superar su malestar. Finalmente, pueden darse proble-mas físicos como la obesidad y el

sedentarismo, fruto de la vida mo-nótona y nada activa que se desa-rrolla al estar siempre delante del computador”.

Vladimir Sánchez, profesor de la Tadeo y coordinador del área de investigación del Programa de Publicidad; a� rma: “cuando uno habla de las redes sociales, tie-ne que centrarse en el papel so-cializador, de consumo y mítico que se entrelaza allí. También es importante resaltar el hecho de que, una vez dados ciertos roles, los sujetos cambian. Empiezan a transformar sus universos simbó-licos, así como la manera en que se conectan, de forma física, con la realidad no virtual, generando así nuevas realidades virtuales”. Según el profesor Sánchez, las re-des sociales pueden entenderse como un nuevo mito o, si se quie-re, como una nueva forma de reli-gión, que tiene sus propios dioses y demonios, así como sus go-

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28 ¡Descúbrete!CHI®by

make up Y deja ver lo que hay detrás de ti

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bernantes y � eles –nosotros, los usuarios– que juegan a ser reales en un mundo virtual.

Otros puntos de vistaEn cuanto a la in� uencia que tie-nen en la sociedad las redes so-ciales y los mundos virtuales exis-ten diversas opiniones. Algunos creen que se trata de un avance que propicia el desarrollo de la humanidad, ya que permiten la aparición de nuevas opciones eco-nómicas, plataformas de merca-dotecnia y también sirven como vía de contacto entre amigos, familiares y personas alrededor del mundo. Por otra parte, están quienes piensan que estas ten-dencias han aislado al ser humano y contribuyen, cada vez más, a la desintegración social y familiar.

Entre las desventajas asociadas a este tipo de sitios que pueden identi� carse como una constante, aparece el mal uso que se le pue-

de dar a la información transmi-tida por los usuarios. Desde este punto de vista, existe un riesgo latente debido a la facilidad con la que cualquier persona conectada puede tener acceso a la informa-ción de otra. De hecho, aunque no en todas las ocasiones se llegue al extremo, existen casos docu-mentados que demuestran como la virtualidad puede derivar en graves problemas reales: según un artículo publicado en la sección de charlas, del portal en internet Free Speak; en el Reino Unido, un hombre fue condenado por matar a su conyugue y el motivo del ase-sinato fue que su esposa cambió el estado en Facebook de “casada” a “soltera”, provocando así la ira del marido. Casos como estos re-sultan preocupantes, sobre todo si se considera que es la tercera vez que Inglaterra, ocurre un asesina-to por causas similares. Es impor-tante recalcar que lo peligroso de las redes sociales no es el sitio en

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sí, sino el aprovechamiento inade-cuado de la información ajena que se puede efectuar.

Según la psicóloga Mónica Pimien-to, especialista en psicología del consumidor, “los posibles proble-mas físicos, psicológicos o sociales que se pueden desatar en las per-sonas a partir de las redes virtua-les, no son directamente respon-sabilidad del portal o de internet, sino de la baja autoaceptación o la falta de personalidad que tenga el usuario”. La doctora Pimiento cree que tales características “se pres-tan para decir mentiras y publicar información falsa, algo que en el momento de llegar a un encuentro cara a cara, puede ser usado para ejecutar robos, paseos millonarios y violaciones, aunque también existe la posibilidad de que pueda generase una buena amistad”.

Por todo lo anterior, el uso ade-cuado y responsable de las herra-

mientas informáticas de comuni-cación es un deber de todos los usuarios que estamos en la red. Esto no incluye la pérdida de pri-vacidad, puesto que debemos ser conscientes de que, al colo-car nuestra información en la red, cualquier persona puede terminar accediendo a ella; considerando que para los administradores del portal Beautiful People, los pro-blemas que se puedan llegar a desatar, no son su consecuencia; y las políticas a� rman constante-mente que los socios codiciados, son los únicos que deciden quien es aceptado y quién no. Así como todos somos libres de usar la in-ternet, también estamos en el de-ber de preservar la integridad y el legítimo uso de la misma, en fun-ción de los objetivos abiertos para los que fue creada.

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Seguramente acá te será más fácil encontrar tu primer empleo

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Debería ser cuento pero desde hace varios años, una costumbre aparen-temente se viene perdiento. Escribir en las nuevas generaciones se reduce muchas veces a un ejercicio de comunicación con amigos, familiares y des-conocidos a través de las redes sociales, de messenger y todo lo que tiene que ver con Internet y las nuevas teconologías, que evidentemente nos generan grandes aportes pero reducen el ejercicio literario de tal forma que

incluso, las reglas de nuestra lengua ya no se respetan.

Hablamos con Diego Nieto, un universitario bogotano que como caso ex-cepcional, se dedica en sus ratos libres a escribir todo lo que ronda por su

cabeza. Lo invitamos a escribir para nosotros.

Puro!

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Cuento

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La CasaPor Diego Nieto

Era un día común y corriente, pero a ella se le ocurrió que tenía que entrar sola a la casa y no acompa-ñada como debía ser, por el mag-nánimo profesor Cocuyo, un ma-temático extranjero que amaba ciegamente a esta mujer. La casa a la que quería entrar ya no era la misma. Se había vuelto mala y peligrosa, y solo se podía entrar cuando ya no quedaba más por-que vivir. Si, así era. Si uno entra-ba ya no podía volver a salir. Ella quería saber que sucedía adentro, y por eso él la acompañaba.

El profesor Cocuyo en verdad no quería entrar pero lo hacía por ella. Según decían, si dos per-sonas entraban juntas y si fuera posible que salieran juntas, se amarían por siempre, pese a las circunstancias.

Ella lo amó una vez, pero ahora lo había olvidado. No era porque si, sino porque el malévolo mago Pontiz la hipnotizó y la hizo perder la memoria. El mago Pontiz fue novio de ella, pero en un ataque de rabia, él pensó que le era in� el y, en vez de darle la pócima de la verdad como Pontiz quería, le dio el bebedizo del olvido y para eso no existe o no se conoce antídoto alguno. Ella despertó confundida y huyó, encontrándose luego con el caucásico profesor Cocuyo.

Ella apenas lo reconocía, pero se acercó a él porque era el único que no le era desconocido. No re-cordó que fueron novios y termi-naron porque ella lo descubrió

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Era un día común y corriente, pero a ella se le ocurrió que tenía que entrar sola a la casa y no acompa-ñada como debía ser, por el mag-nánimo profesor Cocuyo, un ma-temático extranjero que amaba ciegamente a esta mujer. La casa a la que quería entrar ya no era la misma. Se había vuelto mala y peligrosa, y solo se podía entrar cuando ya no quedaba más por-que vivir. Si, así era. Si uno entra-ba ya no podía volver a salir. Ella quería saber que sucedía adentro, y por eso él la acompañaba.

El profesor Cocuyo en verdad no quería entrar pero lo hacía por ella. Según decían, si dos per-sonas entraban juntas y si fuera posible que salieran juntas, se amarían por siempre, pese a las circunstancias.

Ella lo amó una vez, pero ahora lo había olvidado. No era porque si, sino porque el malévolo mago

Pontiz la hipnotizó y la hizo perder la memoria. El mago Pontiz fue novio de ella, pero en un ataque de rabia, él pensó que le era in� el y, en vez de darle la pócima de la verdad como Pontiz quería, le dio el bebedizo del olvido y para eso no existe o no se conoce antídoto alguno. Ella despertó confundida y huyó, encontrándose luego con el caucásico profesor Cocuyo.

Ella apenas lo reconocía, pero se acercó a él porque era el úni-co que no le era desconocido. No recordó que fueron novios y ter-minaron porque ella lo descubrió en una escena muy embarazosa, aunque él le juro hasta el hastío que era inocente, ella no le creyó y se fue al circo, donde conoció al mago Pontiz.

Pero ahora era diferente. El profe-sor Cocuyo aprovechó su amnesia y la llevó por el mundo, enseñán-dole cosas nuevas y comprándole

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vestidos lujosos mientras le recor-daba su relación. Ella recordó todo lo que le dijo, sin embargo, ya no lo amaba. Luego volvieron al país y el profesor Cocuyo escuchó la leyenda y convencido � nalmente por ella de investigar los misterios internos de la casa aceptó ir.

Al llegar, entraron algunos suicidas y dejaron la puerta abierta para que ella y el profesor continuaran, mas llegó alguien para evitar que ella ingresara a la casa: el mago Pontiz. Ella se llenó de estupor al verlo. Lo recordaba perfectamen-te cuando le preparaba obliga-damente el desayuno y la cena, y cuando le tocaba avergonzada pedir el almuerzo al hombre tra-gafuegos y a la mujer barbuda. Recordó que cuando nunca le fun-cionaban los trucos se desquita-ba de ella de todas las maneras posibles. En ese momento abrazó al profesor Cocuyo y lloró. Pontiz se le arrodilló y le dijo que había

cambiado. Ya no era mago cirque-ro, sino un tradicional abogado de la Corte Suprema de Justicia. Cocuyo y Pontiz pelearon por ella y por su amor. En ese momento, ella sintió que la casa la llamaba.

Sin hacer caso de los dos hombres que se peleaban a muerte por ella, se dirigió hacia la casa y puso un pie en el primer escalón. Ambos hombres la vieron. Cada uno la tomó por un brazo diferente y por un instante hicieron una tregua sin hablar, pero su fuerza era muy inferior a la de la casa, así que los llevó a todos arrastrados.Adentro todo se veía común y co-rriente. Todo fue silencio hasta que Pontiz pidió que salieran de la casa ahora que veían la puerta abierta, como él sintió que nadie lo escuchaba, decidió salir solo, pero se dio cuenta que ni él ni el profesor Cocuyo podían separarse de ella. Pontiz vio como se cerra-ba la puerta tras ellos y empezó

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a respirar fuertemente, como un claustrofóbico en un ascensor en malas condiciones, y ella le pre-guntó por qué tenía tanto miedo de la casa. Él le dijo que era por-que su primer amor, Morelia, y su hermano entraron antes a la casa, cada uno por su lado, y jamás se volvió a escuchar de ellos. A pesar de su argumento, ella se negó a sa-lir y Pontiz nada que se podía soltar.

Siguieron caminando por la casa. Era limpia y cálida, completamen-te diferente a la que se veía por fuera: una casa sucia y casi en ruinas, roída por el tiempo, la so-ledad y la insolidaridad de la gen-te. Pasaron por la cocina y vieron ollas, cacerolas y otros utensilios que cocinaban deliciosos platillos. Salieron al comedor todo inmacu-lado, listo para una cena muy es-pecial. Sobre la mesa estaban co-locados tres vasos con diferentes bebidas, cada una era la favorita de cada uno: leche deslactosada

para ella, esencia de remolacha para el ex mago Pontiz y zumo de aguacate para el profesor Cocuyo.Cada uno se sentó en la silla frente a la que estaba la bebida, y nun-ca se sintieron más cómodos que en ese momento. Sonó un timbre como de teléfono antiguo, pero el trío pensó que era una alarma contra los ladrones y asustados se levantaron inmediatamente.

Una mujer de edad entró a la ha-bitación y les pidió que siguieran sentados, pues ya iban a servir la cena. Los invitados fueron lle-gando y se sentaron en la mesa hasta completar los cuarenta y seis puestos del comedor. Pontiz reconoció a Morelia y a su herma-no, por separado, claro. Él vio que estaba bien y felices. Morelia tam-bién lo distinguió a él, lo saludo y le sonrió de forma coqueta. Pontiz decidió quedarse en la casa y su brazo se soltó.Después de la cena y el postre,

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el magnánimo profesor Cocuyo y su compañera salieron de la casa, pero todo era distinto y el ambien-te diferente. Por un periódico ti-rado en el piso, se dieron cuenta que habían pasado mil doscientos años y uno más desde que entra-ron en la casa. Entendieron porqué la gente que entraba no se volvía a ver y se fueron de la mano a re-hacer su vida juntos y felizmente enamorados.

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estreno diciembre 3

Peter Jacksonpresents

patrocina

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HablandocuentosLa literatura muchas veces al igual que la vida misma presen-ta innumerables tensiones entre sentimientos, vivencias o sim-ples cali� cativos para entender lo que entendemos como parte de la realidad. Pues bien, la literatu-ra no es precisamente una forma de escapar a la realidad sino más bien, una expresión alternativa de sentimientos subjetivos de un ser humano, una percepción tal vez parcializada centrada sobre un hecho especí� co y que no puede ser aislada del entorno en el cual se está desarrollando.

Un elemento fantástico es enten-dido como un suceso que cambiael

¿Cómo interpretarlos?

orden de la historia y que a su vez lleva a darle a la misma, una va-riedad de alternativas connota-ciones que nos llevan además, a entender un cuento de una u otra forma, dependiendo de nuestro punto de vista y de los elementos con los que contemos para realizar el juicio. En cuentos como Casa Tomada de Julio Cortázar, este elemento fantástico representado por los extraños ruidos, presentan al lector en todo caso, una ten-sión entre una parte razonable y otra intuitiva a través de lo cual se pretende expresar un con� icto existente entre una conciencia in-quisidora que a través de la moral cuestiona un comportamiento.

Por Alejandro Pulzara

de

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Para mi, los cuentos tienen en el elemento alterador del orden, una herramienta muy poderosa pues en muchas situaciones la socie-dad ha sido reacia al enfrenta-miento de muchas realidades de la naturaleza humana pretendien-do que cada individuo se adapte a un molde que por supuesto, se ha ido transformando. En alguna época ciertas cosas pudieron ser satanizadas y a su vez, el escritor pudo encontrar en los cuentos de literatura fantástica la posibilidad de expresar su pensamiento o al

menos su conflic-

to emocional/racional a través de metáforas de connotaciones aco-modadas según quien fuera el lector.

De esta forma el lector puede encontrar muchas interpretacio-nes. Si su mente se lo permite y su cuestionamiento es su� ciente, en cuentos como Casa Tomada se puede llegar a pensar que el ruido sin explicación aparente no es más que el ruido que hace la misma conciencia, reprochando una serie de hechos y pensamientos que se consideran incorrectos y para los cuales es necesario dividir la vida en dos partes: una, la aparente, la aceptada, la correcta, la que to-das las personas debían conocer, y otra; la turbia, la reprochable, la que debe negarse, ; Irene y su hermano estaban sobrepasando los límites sociales y aquella casa se había convertido en el símbo-lo de una realidad que no podría explicarse totalmente desde la ra-cionalidad del ser humano que por

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supuesto, sugiere la existencia de una moral que regula y cuestiona.

Requieren mayor análisis cuentos que se alejan de la noción realista y descriptiva de la literatura pues concibe realidades que no pueden ser representadas de forma pla-namente descriptiva y se presen-tan como una alternativa frente a un mundo que desde la moralidad de las sociedades es interpretado con perspectiva.

La moralidad de las sociedades permite dar un juicio de valor so-bre las cosas, las situaciones, los pensamientos y los actos que se encuentran inmersos en el con-� icto permanente al que están ex-puestos los seres humanos en el planeta; es decir, la moralidad nos regula sobre lo que realizamos diariamente y nos dicta lo que podemos clasi� car como bueno o

como malo; por lo cual, si se hace una interpretación literaria racio-nal, estamos sujetos a aceptar lo que está dispuesto y de acuerdo a eso, a asignar un respectivo juicio de valor a lo que leemos.

Es difícil o imposible encontrar lo que un autor quiere expresar pues lo que menos suele importarle al escritor de cuentos es plantear una dualidad entre lo bueno o lo malo. Es algo que más allá del juicio moral, es algo que existe y está en las manos del lector inter-pretar. Todo un camino por recorrer.

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Porque siempre necesitarás alguien que esté contigo

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Bien sabidas, conocidas y apre-ciadas son distintas obras, to-cadas por el atrevimiento so-brepasado de la cuanti� cación que pone precio estandarizado al sentimiento o intención con que se realiza una obra de arte, de ciencia, de pen-samiento, palabra, de misma obra y omisión. Pues bien, los artistas rara vez son recordados por las cuantiosas ga-nancias que en su tiempo, les dieron a sus opus cual de Dei proviniesen. Tal vez empezar por reco-nocer una aversión hacia el precio puesto a los talentos podría pa-recerse más a una contravía que a un boulevard de explicaciones, pero es mi deber como artista de corazón colocar en el tinte-ro binario asuntos que molestan cuando se sacan de la creativi-

dad los hijos, y cual abortos de la París de Süskind, son puestos en los mercados robando no sólo el prestigio, el reconocimiento y el espíritu que como digo, es lo que trasciende más que la cuan-tía, sino que además, se mata la

intención, el sentimiento, la palabra y como tal, la obra. Y no sólo se podría rela-tar de artis-tas, conocida es también la historia ocul-

ta –bueno, no tanto- y cómo, tal vez un genio, subyugado ante la cuantía, el poder y la credibilidad de un hombre y despreciado in-cluso por el tiempo, pierde todo crédito en la invención del teléfo-no, trascendental para cualquie-ra, pues signi� có una revolución

Pues bien, algo en común ten-drán los autores, los pintores, los fotógrafos con los Tesla, los Maxwell, los Ortiz Landázuri y

por qué no decirlo, yo.

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desde cualquier punto de vista y por esta apoteosis se rinde ho-nores a Graham Bell cuando su creador fue el seguramente muy noble y merecedor de cuanto trono exista, Elisha Gray, quien por premuras de horas, no logró trascender a la historia, no logró llevar su espíritu más allá. Tras-cender.

Pues bien, algo en común ten-drán los autores, los pintores, los fotógrafos con los Tesla, los Maxwell, los Ortiz Landázuri y por qué no decirlo, yo. Cada per-sona en su individualidad, posee características que la particulari-zan de cualquier otra, procesos que la diferencian del montón y aunque mil rosas puedan verse igual, nunca serán como mi rosa, decía el Principito; y nunca iba a serlo. Entonces en este punto llegamos a la parte jurídica y normativa,

donde unos encuentran el éxtasis de sus neuronas y otros sienten derretir la solidez de su seguri-dad, pues el tema se complica cuando a falta de ética, los pro-ductos de intención, sentimiento y otras cuantas, son plagiados, robados, malversados y peor aun registrados o reconocidos bajo el nombre de un tercero que poca o ninguna participación tuvo en la creación, en el nacimiento del hijo que � nalmente, termina siendo un feto mal fecundado ti-rado en la historia y demeritado en la crítica; o no, dependiendo de su suerte y la cuantía.

La propiedad intelectual podría dividirse entonces en dos gran-des corrientes –quizá dulces para unos, amargas para otros- el arte: la pintura, la escritura, la música, la grafía, la fotografía y otras cuantas maravillas, ves-tigio de que las musas algún día existieron y que quizá reencar-

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naron en algunos seres que se posan a decir al oído qué hacer con una masa de neuronas y un lápiz, y la cientí� ca: los estudios, las invenciones, las ecuaciones, los teoremas, las especies descu-biertas, etc. Que aunque pudie-sen parecer amargas, son como las recetas de la abuela que se heredan y se pasan pues contie-nen la sustancia de lo que signi� -ca el universo o al menos, la gota de agua que hemos estudiado de él, como dijese alguna vez Eins-tein.

Anil Disio fue un genio del robo, además de un gran líder que con-vocó a cierto grupo de personas bajo unas instrucciones muy pre-cisas y una visión de mundo rosa contagiosa que � nalmente, des-encadenaron en uno de los más grandes robos de la historia: El robo del Laguna Bank en Califor-nia. Este caso muestra como una genialidad mal habida, logra co-

meter � nes que no engrandecen al ser humano y que desdibujan tal vez, la visión antropocéntrica y el romanticismo en sus puros propósitos, pero que tristemen-te, trascienden a la historia, así como su sentimiento e intención. Creo que los robos de la pro-piedad intelectual de cualquier persona, no sólo son producto también de una genialidad mal habida, si no que quitan cual-quier rastro de humanidad y grandeza que alguien hubiese podido aportarle al mundo y de-jan en los museos y universida-des a personajes como Disio: ca-nallas de genialidad mal habida.

Proteger una bóveda llena de billetes sin duda alguna, aporta estabilidad, seguridad y un sinfín de bondades que son útiles pero que detrás de sí, no tienen una historia, una epopeya o un mis-terio histórico como sí lo tiene la Gioconda de Da Vinci. No existen

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Te acerca a lo que más extrañas

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garantías semejantes para pro-teger la propiedad de cada idea que sale de nuestra cabeza, ni leyes de derecho de autor que sirvan de pilares para sostener la gran estructura que es el pen-samiento. La clave bien, puede estar en la ejecución. Cuidar la plastilina en forma de perro que hizo un niño para que no llegue el bravucón a robársela es, de cierta forma, conservar el pensamiento y la intención con la que surge dicha obra, mínima, sí, pero obra. Así mismo, deben concentrar-se esfuerzos por parte de las legislaciones de todo el mundo en aras de proteger la ejecución del pensamiento, pues como tal, son más enriquecedoras que la bóveda de dinero y no son su-cias como la cuantía, claro está, cuando no se trata de pensa-mientos de Disio, pero sí de Da

Vinci. ¿Qué mundo sería este si la Gioconda se le atribuyese a Napoleón?

Y ciertamente, poner cuantía y estandarizar un cuadro, es ro-bar la propiedad intelectual y ponerla bajo cánones que violan el sentimiento e intención; como he reiterado hasta el cansancio, con que se vislumbra un bebé. Surgen circunstancias enton-ces, que plantean paradojas de las garantías con que artistas, pensadores y cientí� cos actúan, pues sus frutos pueden quedar-se en un registro o en un precio y jamás pasar a la historia o in-vadir la humanidad para engran-decerla. Los derechos de autor reconocen de cierta forma la posibilidad de difundir las obras con una claridad bastante estric-ta de su procedencia y brindan al mundo entero la posibilidad de acceder a cualquier creación para admirarla, conocerla, absorber-

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la, pero nunca, y debe borrarse el siguiente término de la cabeza, copiarla. Es tal vez más macabro copiar una propiedad intelectual que robar la bóveda del banco, pues el dinero se fabrica a diario, las Mona Lisas, tristemente, no.Se llega entonces a tres cuestio-nes muy precisas que a mi pa-recer, son las que atentan o no garantizan el pleno uso de la propiedad intelectual como bien para la humanidad: la primera es la de la falta de protección de la ejecución del pensamiento; la segunda, permitir la libertad de circulación de las obras ampara-das en los derechos de autor sin una cultura adecuada y la terce-ra, la idiosincrasia que bien po-dría decirse, humana, del hecho de cuanti� car las obras, pues como obras, son de carácter cua-litativo y va en contra misma de su naturaleza ponerle un precio al sentimiento e intención con que se realizan. Se ha llegado a

un mundo en el que pagan por componer una canción mientras las novias de los composito-res esperan que les expresen el sentimiento que se pierde entre chequeras, culpa también, de las necesidades y ambiciones en las que derivan los talentos.

La propiedad intelectual, así se lea como cliché de Miss Galácti-ca, es lo más invaluable que pue-de crear el hombre. Tal vez es la única propiedad humana compa-rable con el Opus Dei –no la fana-ticada- y el eslabón de la cadena evolutiva que se rompe y libera a la humanidad a la más in� nita y pura búsqueda de la sabiduría y el conocimiento del Universo y como tal, es el tesoro que más se debe cuidar. Las legislaciones entonces deben encaminarse a acabar con estas tres cuestio-nes para tener realmente una sana explotación de talentos que acabe con las genialidades mal

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habidas, pero protegen y enal-tezcan los más nobles y puros sentimientos, intenciones, pen-samientos y omisiones que como pecadores al igualar la obra de Dios, los humanos afortunada-mente comenten.

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BuenosEscritores

Redacción y Fotografías por: Héctor GómezPrologo: Alejandro Pulzara

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Hay muchas formas de decir las cosas. Algunas muy retóricas tienden a generar un análisis más profundo y siempre será agra-dable encontrar sentimientos, pensamientos y opiniones ocultos entre las letras. Siempre será bueno llegar más lejos de lo apa-

rente, de� nitivamente no basta con describir el mundo.

Para cerrar nuestra primera edición invitamos a escribir para no-

sotros a Héctor Gómez, estudiante universitario.

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AtardecerNocturno

...Había olvidado el color de la tinta, cuando era niño colocaba mis dedos en la almohadilla y dejaba huellas

en las paredes...

Ese olor vuelve, pero ensordece con su silencio, parece tinta azul, de verde iluminado y de noche queriendo madrugarle al día, en-tonces hago fotos amarillas, de las mismas de la canción, perfu-madas con eso, con el perfume de fotos amarillas en voces de baríto-nos entonados en básica armonía, y el resultado es evocar las huellas que ahora conciente, sé que no se dejan en las paredes si no en el aire, en la escencia de la vida, en-tonces, la tinta hay que regarla, sí, paso a paso en cada milagro de tiempo... Mis parpadeos han de quedar grabados en el aire y mis huellas deberán oler a tinta, en-vueltos por viento y salados por brisa marina, de mar de monta-ñas, de valles pero sobre todo, de agua de mar.

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Sí, la tierra tiene ocho mil millones de habitantes o más, o menos, unos pobres y otros ricos. Depen-diendo de la ubicación geográ� ca y siguiendo la ley del más fuer-te hay unos dioses en unos lados, otros en otros. En mi caso, no soy diosa pero soy reina, mis manos son de pobreza pero sostienen hi-los de riqueza.

El encolado es una técnica para estatuillas, yo soy un encolado a medias, desgastado pero decora-do. La pobreza se muestra en mis manos y la riqueza se sostiene de ellas, una buena paga si se tie-ne en cuenta que oigo plegarias y guardo secretos pero infortu-nadamente, no me puedo hacer manicure y me estoy cansando de sostener estas bolas, huecas pero pesadas y es hora de planchar mi vestido... Oigan, ¡aquí estoy!, ¿al-guien me escucha? será rezar el rosario...

Por: Héctor Gómez

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