E D I T O R I A L

“Proletarios de todos los países y naciones oprimidas uníos” AÑO 1- Nº 7

ORGANO DEL PCP(rc )

Mayo - 2006

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VOZ PROLETARIA

UN DEBATE HISTÓRICO

El domingo 21, se llevó a cabo el esperado

debate entre el candidato aprista, Alan

García Pérez y Ollanta Humala Tasso,

candidato de UPP. Fue un claro

enfrentamiento entre dos posiciones

opuestas: la derecha conservadora

representada por el primero y la izquierda

democrática y nacionalista, representada

por Ollanta. Ahora resulta evidente que el

APRA se acabó definitivamente como una

alianza popular revolucionaria, por

haberse convertido en un partido tradicional

más en el Perú, respetuoso del orden

establecido y defensor del gran capital

monopolista extranjero.

No es casual que en el debate, Alan García,

emplazado repetidas veces por su

contendor, se haya negado a exponer su

posición frente a problemas de tanta

importancia como TLC (Tratado de Libre

Comercio) con los EE. UU.; que no haya

querido referirse al rescate de nuestros

recursos naturales y la necesidad

inaplazable de que todos los contratos

suscritos con las transnacionales sean

revisados. Este silencio de Alan García,

pese a que se le emplazó para que haga

conocer su parecer y el de su partido, lo

condena irremediablemente como un

c l a u d i c a n t e d e l t a n c a c a r e a d o

antiimperialismo aprista en el que alguna

vez creyó nuestro pueblo.

Como era de esperar Alan García

aprovechó el debate para repetir sus

conocidos ataques a Hugo Chávez y el

proceso revolucionario venezolano. Igual

actitud tuvo frente a Evo Morales y su

política nacionalista. Salta a la vista que el

propósito de estos abyectos ataques a

regímenes auténticamente populares,

democráticos y antiimperialistas eran

declaraciones de lealtad y obediencia

dirigidas a la Embajada norteamericana.

Solo políticos domesticados por el Imperio

pueden condenar las luchas de los

pueblos de Venezuela y Bolivia por su

liberación nacional y social.

Fue inevitable que en el debate se hiciera

presente el negro pasado del APRA y de su

candidato-líder. El negociado de los

aviones Mirage, el grupo terrorista

“Rodrigo Franco”, la “prescripción” a que

Alan se acogió para quedar impune por

sus pillerías que lo enriquecieron, las

fechorías de Mantilla, que lo vinculan con

Montesinos etc, etc.

En conclusión, Alan García fue

demolido, aplastado y pulverizado en

el debate. Tuvo que retirarse prudente

y silenciosamente a su domicilio,

negándose a recibir a los periodistas,

mientras una multi tud reunida

espontáneamente, aclamaba a Ollanta

Humala.

EL APRA: UN PARTIDO

DE DERECHA

La actual campaña electoral ha puesto

de relieve, en forma clara e irrebatible

que el APRA es un partido de derecha,

defensor del actual sistema económico,

social y político del país. Es cierto que el

proceso degenerativo de este partido

comenzó en vida de su fundador, Víctor

Raúl Haya de la Torre, pero es con Alan

García que ha culminado la conversión

del APRA en una organización política

al servicio de la oligarquía y el

imperialismo norteamericano. Se

opone a todo cambio que afecte los

grandes intereses extranjeros que se

han apropiado de nuestras riquezas

naturales; defiende a la burguesía

compradora ligada al imperialismo.

Esta es la razón de su apoyo al TLC y a

la globalización neoliberal que oprime y

explota a los países del denominado

“tercer mundo”, llamados también “del

Sur”.

En la América del Sur ha surgido y viene

creciendo un movimiento nacionalista

de liberación. Lo encabeza Hugo

Chávez y junto a él está Evo Morales.

Todos los pueblos de nuestros países

apoyan y aplauden esta insurgencia

libertaria que continúa la gesta

bolivariana, pero el APRA y su Alan

García la repudian. El candidato

aprista viene jugando el papel de un

verdadero provocador al servicio del

imperialismo yanqui y todos sus

lacayos. No pierde oportunidad para

condenar, rechazar y maldecir

experiencias revolucionarias tan

heroicas. Defensor descarado de la

explotación y opresión imperialista, el

APRA es hoy un partido derechista

reaccionario.

El derechismo del APRA ha llegado a tal

extremo que se opone a un cambio de la

actual Constitución, concebida para

enrumbar al país por la senda tortuosa

de un capitalismo salvaje al servicio de

los monopolios extranjeros. Una

Constitución que ha hecho tabla rasa de

los derechos laborales conquistados por

nuestros trabajadores con “sangre

sudor y lágrima” en históricas e

inolvidables jornadas de lucha. Puede

alegar el APRA que fue partícipe en

primera línea de esas luchas; pero ese

pasado ha sido olvidado y traicionado

por el aprismo alanista.

Como era de esperar, la derecha

peruana ha hecho de Alan García su

representante y lo ha declarado, desde

ahora, triunfador en la segunda vuelta.

Estamos frente a una ofensiva

desplegada de todos los medios de

comunicación, para imponernos un

nuevo régimen aprista que sería más

desastroso que el primero, porque su

sometimiento a las fuerzas del atraso y

la dependencia sería más incondicional

que nunca. Ante esa amenaza debemos

redoblar los esfuerzos para unificar a las

grandes mayorías nacionales y hacer

morder el polvo de la derrota en las

ánforas a quienes representan un

pasado vergonzante que tiene al Perú a

los pies del Imperio.

LA CUESTIÓN CENTRALDos posiciones radicalmente opuestas se

enfrentaron en el debate Alan García - Ollanta

Humala, en la cuestión que es decisiva para el

desarrol lo futuro de nuestra patr ia: la

nacionalización de nuestros recursos naturales,

hoy en manos extranjeras. El candidato aprista hizo

la defensa de la inversión imperialista en el país,

con el conocido argumento de que es necesaria

para nuestro desarrollo, incluyendo la carretera

transoceánica.

Un nacionalismo democrático y patriótico no niega

el aporte que puede hacer la inversión extranjera.

Lo que rechaza es que esa inversión se lleve la

parte del león en base a contratos onerosos que

lesionan seriamente los intereses del país

propietario de las riquezas naturales que se

explotan. De este asunto trató con claridad

meridiana Ollanta Humala, pero Alan García se

limitó a defender la necesidad de la presencia del

gran capital extranjero, convirtiéndose en su

intermediario y representante en el Perú.

No es casual que la prensa, la radio y la televisión,

cuyos dueños son manejados por el embajador

USA, hayan declarado a gritos que el vencedor en

el debate ha sido el perdedor: Alan García Pérez. Al

periodismo amarillo y vendido no le importa los

temas que se debatieron ni que posición se tomó

frente a ellos. Los mercenarios de la pluma solo

saben repetir las cosas que se les ha ordenado. Por

desgracia forman toda una legión y cumplen al pié

de la letra las directivas de su amo.

Para todo peruano bien nacido el perdedor en el

debate del 21 del presente mes fue el que traicionó

el antiimperialismo del “aprismo auroral”: ALAN

GARCIA PEREZ. Con su traición sepultó para

siempre al APRA como partido nacionalista

popular y antiimperialista.

Una vez más el pueblo boliviano nos

ha dado un ejemplo de firmeza y

valentía en la defensa de sus

legítimos intereses y en la lucha

contra las fuerzas de atraso y la

opresión. En elecciones intachables

triunfó el candidato de las grandes

masas trabajadoras bolivianas de la

ciudad y el campo: EVO MORALES.

Surgido como líder auténtico de las

masas indígenas explotadas y

oprimidas, EVO, se yergue como

uno de los rep resen tan tes

auténticos del movimiento de

liberación nacional sudamericano,

junto a Hugo Chávez. Los dos son

repudiados por las grandes

transnacionales y sus acólitos, como

Alan García, personaje que no

p e r d i ó o p o r t u n i d a d p a r a

condenarlos y rechazar su

nacionalismo, en el debate con

Ollanta Humala, donde el líder

aprista salió mal parado, aunque

digan lo contrario los mafiosos de la

pluma

¡Felicitaciones compañero Evo!

! ¡Estamos seguros que no

defraudarás al pueblo boliviano ni al

pueblo latinoamericano!

por

la nacional izac ión de los

hidrocarburos, que acaba con el

saqueo de los recursos naturales de

Bolivia

EVO MORALES:

UN TRIUNFO HISTORICO

“En sustitución de la antigua sociedad

burguesa, con sus clases y sus antagonismos

de clase, surgirá una asociación en que el libre

desenvolvimiento de cada uno será la

condición del libre desenvolvimiento de

todos”

ENGELS.

“Democracia para una minoría insignificante,

democracia para los ricos, esa es la

democracia de la sociedad capitalista”

LENIN

“Marx y Engels han dicho que la igualdad es

una frase vacía si por ella no se entiende la

supresión de las clases- Queremos suprimir

las clases, y en este sentido somos partidarios

de la igualdad”

LENIN

CON LOS CLASICOS

E l P a r t i d o C o m u n i s ta P e r u a n o

Reconstituido (PCPrc), ante el surgimiento

del mito que lleva el nombre de Víctor Raúl

Haya del la Torre, considera necesario

exponer lo siguiente:

1°.-Como consecuencia de la Gran

Revolución de Octubre de 1917, surgió

por primera vez en la historia un Estado

socialista, cuya sola presencia influyó en

todos los pueblos del mundo. La clase

obrera y las masas oprimidas y explotadas

comprendieron que el camino seguido por

esa Gran Revolución debía servirles de

guía y ejemplo. En el Perú la clase obrera

se organizó, no solo con fines de

reivindicación económica, en sindicatos.

Pronto encontró su ideólogo que luchó

tenazmente por dotarlo también de su

propio Partido. Fue el Amauta José Carlos

Mariátegui quien cumplió esta histórica

tarea, en polémica memorable con Haya

de la Torre.

Es cierto que inicialmente los dos se

acercaron para formar la Alianza Popular

Revolucionaria Americana, pero muy

p r o n t o s u r g i e r o n i n s a l v a b l e s

discrepancias de principios. Haya concibió

esta Alianza como un Partido en el que

debían confluir todas las clases y todos los

trabajadores manuales e intelectuales. En

esta Alianza-partido el proletariado no

podía ingresar en forma organizada. Por

tratarse de una organización política de

estructura fascistoide, fue rechazada de

plano por el Amauta, quien defendió

enérgicamente el derecho de la clase

obrera a organizar su propio Partido. Y,

pese a su salud extremadamente

deteriorada, cumplió el objetivo histórico

que se propuso. Esta es la gran herencia

de José Carlos Mariátegui, pensador,

ideólogo y firme luchador social.

2°.- Los iniciales escarceos de Haya de la

Torre con el marxismo duraron poco. Su

posición “filosóficamente hegeliana y

dialécticamente marxista” duró lo que el

APRA le llama su etapa “auroral”. Pronto el

Jefe aprista se doblegó ante la presión tanto

del imperialismo norteamericano como de la

oligarquía peruana. Para justificar ese viraje

inventó su teoría del “interamericanismo

democrático sin imperio”, afirmando que no

era él quien había cambiado sino el

imperialismo con su política de “Buena

Vecindad”. Para dar mayor sustento teórico

a su deserción dio a luz su conocida y

disparatada tesis sobre “el imperialismo

primera etapa del capitalismo en la América

Latina”. Con teoría tan peregrina los países

dependientes del sur del Río Grande,

resultaron imperial istas gracias al

imperialismo y toda lucha antiimperialista

pasó a la historia.

PRONUNCIAMIENTO