Revolución Industrial – Casuccio

La Revolución Industrial se trata de la consolidación del mundo urbano sobre el mundo rural,

especialmente en Inglaterra, donde se produjo antes que en cualquier otro país. Es una revolución

económica en la que se cambia el medio de producción. Los requisitos para que este proceso se

pusiera en marcha pueden resumirse en tres.

1. La existencia de una masa de hombres libres, es decir, desprovista de los medios de producción,

por lo que deben trabajar para sobrevivir.

2. La posesión de recursos disponibles, que incluye una acumulación previa de capital.

3. La consecución de una serie de innovaciones técnicas capaces de ser aplicadas.

Varias son las causas que pueden atribuirse al proceso que permitió en Inglaterra instaurar la

Revolución Industrial. Una de ellas es la guerra de las dos rosas durante el siglo XV, una guerra

feudal de exterminio en la que se enfrentan dos casas feudales y se exterminan mutuamente. La

vieja nobleza desaparece y la nobleza que le sucede se encuentra debilitada y disminuida frente al

poder central del monarca que se está fortaleciendo.

Por otra parte, un número importante de extensiones de tierras son pasadas de la producción

agrícola a la producción de ovejas, lo que provoca una disminución de la necesidad de mano de

obra; muchos campesinos deben abandonar sus tierras y se convierten en vagabundos, mendigos o

bandidos.

El alza de los precios y los salarios, la disminución del valor del oro y la plata provocan una

conmoción importante; en Inglaterra esto afecta a la nobleza, ya que muchos campesinos son

arrendatarios; y los contratos de arrendamiento, que se establecían a 99 años de duración y eran

hereditarios, se pagaban en oro o en plata. Muchos propietarios quisieron deshacerse de estos

contratos y lo lograron, por medio de la fuerza, por coacciones o por convencimiento para

renegociar el contrato; otros no pudieron y vendieron sus tierras. Aparece así una nueva clase de

pequeños propietarios llamada “yeomanry”.

En el siglo XVII se produjo el triunfo de los sectores del parlamentarismo sobre la monarquía

absolutista; los partidarios del parlamentarismo eran los puritanos de Cromwell, que pertenecían a

la clase de los pequeños propietarios de tierras. A partir de esa revolución, llamada “gloriosa” es

que existe un sistema parlamentario en Inglaterra (1689). Ahora la monarquía ya no se apoya en la

nobleza solamente, sino en una alianza constituida por la nobleza y la alta burguesía; ahora ellos

van a controlar a Inglaterra a través del parlamento a través de la Cámara de los Comunes.

Pero la Revolución de Cromwell, además de ser un fenómeno político interno, puso a Inglaterra en

el proceso de salir a disputar la supremacía comercial marítima, el comercio ultramarino. A

mediados del siglo XVII su gran enemigo era Holanda, gran potencia marítima. Las leyes de

navegación dictadas en función de la política comercial de Cromwell tenían como objetivo asegurar

la expansión de la marina inglesa y disminuir la fuerza de la supremacía de Holanda. Estas leyes

apuntaban a que todo el comercio de Inglaterra fuera hecho por sus propios barcos; esto originó tres

guerras entre Inglaterra y Holanda en las décadas del 50, 60 y 70 del siglo XVII, de las cuales sale

victoriosa Inglaterra, detentando la supremacía marítima.

Otro proceso clave para que se pueda desarrollar la revolución industrial fue la revolución agrícola;

comienzan a descubrirse técnicas de cultivo provenientes del norte de Europa, fundamentalmente de

Holanda y Alemania que cambian el sistema de rotación del cultivo por el cual se hacía la

agricultura en aquella época. Anteriormente el sistema de cultivo utilizado consistía en dividir las

parcelas de terreno en tres; en una se cultivaba durante un año leguminosas, en la segunda cereal y

en la tercera se lo dejaba en reposo (barbecho) hasta que la tierra se recuperase y empezar de nuevo

el ciclo. El nuevo sistema, llamado “Norfolk” divide el terreno en cuatro parcelas, se descubre que

hay cultivos que permiten cultivar la tierra permanentemente, como los nabos que fertilizan la

tierra.

Los cereales fundamentales de esta época eran el centeno y la cebada; ahora pasa a ser el trigo. Se

incluyen plantar forrajeras, que al ser perennes hacen que haya alimento para el ganado todo el año.

Entonces se da un fenómeno de retroalimentación que repotencia a la agricultura, ya que a mayor

cantidad de ganado, mayor cantidad de abono. No sólo hay mayor cantidad de alimentos, sino más

variedad y calidad. Esto provoca el crecimiento demográfico de Inglaterra; alrededor de 1740

aumenta la tasa de nacimientos y disminuye la de mortalidad.

La revolución agrícola provoca otro fenómeno; el dueño de las tierras toma conciencia de la

potencialidad de aumentar la rentabilidad de la tierra y elimina el viejo sistema de los campos

abiertos provenientes de la época feudal. Además, la separación de las parcelas de tierra hacía que

cualquier campesino, para trasladarse de una a otra, tardara mucho. También existían las tierras

comunitarias de las cuales el señor feudal también era propietario, pero que eran de usufructo

común para todos; bosques, praderas o pasturas que proveían madera para la construcción de las

chozas de los campesinos, la cocción de alimentos y la calefacción, y en donde podían alimentar a

su escaso ganado. Las leyes de cercamiento tendientes a promover la unificación de las parcelas

implicaba la absorción de los terrenos comunales y la consiguiente pauperización de la vida de los

campesinos, los que se ven obligados a abandonar esas tierras y a que desaparezca en 60 años la

clase de los pequeños propietarios de la tierra que fue el sostén de Cromwell y la revolución.

Esta gente que ha pedido todos los medios de subsistencia va necesitar emplearse para poder vivir;

esto incide sobre los pequeños propietarios, los arrendatarios y los jornaleros que no poseían tierras

y que se empleaban a cambio de un salario. Así surge esa masa de hombres libres, potenciada por el

crecimiento demográfico.

Un segundo gran fenómeno para que se produzca la revolución industrial es la acumulación de

capital desde que Inglaterra se va convirtiendo en la primera potencia marítima del mundo. Los

sectores ligados al comercio ultramarino se hacen particularmente poderosos; el primer rubro del

gran comercio ultramarino es el tráfico de esclavos de negros fundamentalmente, pero también

incluía la piratería, el contrabando o el comercio abierto. El comercio habitual de llevar productos,

venderlos y comerciar con ellos era cuando realmente no podían hacer ninguna de las cosas

principales. Esto permitió que ciertos sectores fueran acumulando enormes cantidades de dinero.

La supremacía marítima de Inglaterra quedó fuertemente establecida después de la guerra de

sucesión de principios del siglo XVIII; además de cuando en la guerra de los siete años de mediados

del mismo siglo logró conquistar la India. En esta guerra los ingleses desplazaron a los franceses

apoderándose de un botín gigantesco, que fue repartido entre los sectores que estaban ligados a toda

esta política; sectores de la corona, grandes comerciantes, grandes cambistas, banqueros y

financistas. La decadencia de Holanda provocó que un número importante de capitales allí

invertidos por casas italianas, alemanas u holandesas fueran invertidas en Inglaterra.

Otro fenómeno es que Inglaterra descubrió la deuda pública que antes no existía porque la deuda la

tomaba la Corona. Un sector de banqueros prestan dinero a la Corona a cambio de lo cual le provee

ventajas y privilegios; pero en un momento la corona no puede pagar ni los intereses ni la

amortización del capital del dinero tomado y entonces emite bonos que van a ser pagados por

impuestos pagados por el pueblo. Esto permitió a los financistas acumular capitales muy fuertes.

El tercer gran fenómeno que facilitó el proceso de la revolución industrial son las innovaciones

técnicas. En el mundo medieval la productividad era muy baja; una de las debilidades era la

dificultad en la producción de hierro, lo que hacía que fuese muy baja, ya que no se conocía otra

manera de fundir el hierro que no fuera utilizar como combustible la madera que se estaba agotando

por el crecimiento demográfico. En 1809 se descubre cómo fundir hierro con carbón mineral, muy

abundante en Inglaterra.

Además, se perfecciona la máquina de vapor (símbolo de la revolución industrial). La población

urbana lentamente fue reemplazando la madera por el carbón mineral por su encarecimiento, así

aseguraban la calefacción y la elaboración de la comida. Las técnicas de producción minera

tuvieron que modificarse porque las napas de agua dificultaban la producción del carbón,

haciéndose necesario un mecanismo de extracción del agua; esta fue la primera aplicación que tuvo

la máquina a vapor.

Luego estuvo disponible para la industria textil, clave, dando una energía continua a las futuras

máquinas. Antes la energía hidráulica o el molino de viento obligaba el desplazamiento de la fuerza

de trabajo hacia lugares determinados; pero la máquina de vapor puede ser ubicada en cualquier

parte y lo único que necesita para alimentarse es carbón de piedra y un poco de agua. Es la segunda

gran innovación de la época.

Lo que abre en verdad el camino de la revolución industrial en el invento la lanzadera volante en

1733, una máquina de tejer que duplica la capacidad de un tejedor; antes de esa máquina, para que

un tejedor tejiese necesitaba que cinco hilaran; ahora debía duplicarse la cantidad de hiladores y en

las condiciones de Inglaterra de esa época no era posible.

En 1750 ya están dados los tres factores necesarios para que se produzca la revolución industrial;

hay mucha gente que va a necesitar trabajar para vivir, hay mucho capital buscando el lugar donde

invertirse y hay innovaciones técnicas capaces de ser aplicadas.

La industria textil es la protagonista de toda esta primera etapa de la revolución, pero no toda la

industria textil, sino sólo la productora de los tejidos de algodón, que era la que peor estaba porque

era la única cuya importación era libre a Inglaterra. Cuando se apoderó de la India en 1750 ya era

gran importadora de tejidos de algodón de este país; eran tejidos de gran calidad, destinados

principalmente al consumo suntuario y, en términos comparativos, eran baratos. Los productores de

algodón van hacia nuevas formas de producción, para zafar de la crisis del algodón en Inglaterra.

Acá es donde da comienzo el proceso industrial. Las características nuevas de la producción

industrial fabril son; la reclusión a un ámbito cerrado, la fábrica, en la que se concentra a los

trabajadores y el que trabaja en la fábrica es el obrero. La relación entre el dueño de la fábrica y el

obrero es completamente distinta de la del artesano con el dueño del taller. En el taller, además de

estar agrupados, hay división del trabajo y éste se ejerce por intermedio de una máquina cuya

característica fundamental es la de reemplazar al trabajo humano haciendo movimientos similares a

los de su mano; en la fábrica se utilizan maquinarias, de las cuales las primeras fueron las de hilar

algodón (la Jenny hilaba tejido muy fino y débil, la Waterframe era movida por molino hidráulico e

hilaba tejido grueso, y la Mule fabricaba hilo resistente, ni grueso ni fino).

En 1875 se inventó la máquina de tejer, pero sus aplicaciones se difundieron recién en el siglo XIX

ya que les era más barato dársela a los que se ocupaban de la industria a domicilio para que tejieran

y no a la fábrica. Cuando la fábrica se difundió, el sistema antiguo artesanal se disolvió.

La producción industrial logró desarrollarse, pero no fue sencillo; los industriales tuvieron que

disciplinar a los trabajadores, acostumbrados a trabajar de 14 a 16 horas de lunes a sábados,

respetando todos los feriados religiosos, que eran muchos, y poco acostumbrados a respetar la

puntualidad.

Desde que comenzó a aumentar mucho la cantidad de vagabundos, bandidos y mendigos empezaron

a aparecer leyes represivas como las de la mendicidad que pasaban por tres formas de castigo; la

primera vez el hombre era azotado o se le cortaba una oreja, la segunda era marcado con un hierro

al rojo vivo en la frente o en el pecho y la tercera era la horca. Aparecen las leyes de los pobres y las

casas de trabajo donde viven los mendigos que se dedican a hacer caminos. Muchos se deciden a

buscar trabajo en las fábricas.

Para los primeros industriales no había capitales disponibles; la única forma que tenían para obtener

dinero era hipotecando algo propio o conseguir un préstamo personal. La industria es una forma

nueva de producción y los industriales para poder crecer y seguir desarrollándose necesitaron que se

cumplieran una serie de peticiones que la burguesía venía desarrollando: igualdad y libertad para

actuar y comerciar y, por tanto, eliminación de los privilegios y concesiones de la vieja forma de

producción encarnada por la realeza, la monarquía y todos los sectores de lo altos comerciantes

ligados a la nobleza.

Además, los industriales se enfrentan al problema de que su rentabilidad no está asegurada. Tienen

que generar todo un sistema de producción que asegure enormes ganancias más plusvalías, por lo

que aceleran aún más la productividad del trabajo pagando los salarios más bajos posibles y

empleando mujeres y niños. Respecto del requisito previo a la revolución industrial de que debía

existir suficiente disponibilidad de capitales para ser invertidos, aparecieron una serie de

posibilidades; la mayor parte se invirtió en infraestructura, tanto de capital privado como público y

no estatal. Esta inversión apuntó al aumento del transporte de tejidos de algodón,

fundamentalmente, y del algodón en bruto a las fábricas. La solución al problema del transporte a

mediados del siglo XVIII fue la construcción de canales navegables que se sostenían con el sistema

de peaje. Otra inversión fue la construcción de puentes de hierro y la expansión de la marina

inglesa.

Los acontecimientos de la Revolución Francesa conmueven a toda Europa, provocando una política

ultra conservadora y reaccionaria que impide la difusión de las ideas liberales de los industriales,

expresión a través de la cual surgen las propuestas de la burguesía. Fundan la Escuela de

Manchester que dio auge al liberalismo de la época y que propuso una serie de puntos

democráticos; estos hechos provocaron que otros gobiernos, incluido el inglés, tomaran la decisión

de prohibirla libertad de prensa, de expresión, de reunión.

En el plano económico, Inglaterra salió beneficiada; desde 1793 en adelante es la protagonista de

las coaliciones que se van a enfrentar primero a la Revolución y después a Napoleón, financiando y

armando a los ejércitos anti napoleónicos. Se producen enormes inversiones para la ampliación de

la siderurgia; la producción de hierro y carbón reciben un gran impulso. Por otro lado se corta la

entrada de granos desde el continente hacia Inglaterra, ya que podía autoabastecerse.

Durante la guerra, hay escasez de trigo debido al aumento de la población, lo que provocó el

aumento de su precio y de los demás cereales en tanto bienes sustitutos; todos los sectores de

propietarios que son productores de trigo se benefician con estos episodios.

En 1815, con la finalización de las guerras contra Napoleón se pone fin a todo el proceso

beneficioso iniciado con la guerra; cesa la demanda de hierro y carbón, decae la siderurgia y el

proceso de suba del precio de trigo. Soldados y marinos que estaban reclutados para la guerra

cuando regresan a Inglaterra no tienen dónde conseguir trabajo. Reaparecen las llamadas leyes de

granos, obtenidas por los terratenientes en el Parlamento para mantener su economía individual;

estableciendo un precio rentable, si en el mercado interno vale menos no pueden permitir que se

importe, pero si vale más no les interesa porque tienen asegurada su rentabilidad.

Esta ley provoca el enfrentamiento entre los industriales, la nueva industria, y los terratenientes, la

vieja forma de producción. Afecta gravemente a los trabajadores, a todos los sectores populares, ya

que la mitad de sus ingresos son gastados en comprar pan y necesitan más salario para poder

subsistir, y también a los industriales porque si el pan aumenta también tienen que pagar salarios

más altos a los trabajadores.

Los industriales proponen el librecambio a diferencia de la política proteccionista. Una de sus

reivindicaciones es la igualdad respecto del derecho al voto. Este movimiento (el Partido Liberal) es

apoyado por los obreros, ya que no tienen posibilidad de agremiarse o propuesta política a través de

la cual manifestarse.

En los años 1811 y 1812 surgen los llamados destructores de máquinas, un movimiento de artesanos

en el que después se incorporaron los obreros. Los Luddistas concluyen que es la máquina la que

destruye el antiguo sistema de producción y se organizan en bandas para entrar a las fábricas y

destrozarlas; esto se extiende por toda la zona sur y oeste de Inglaterra y llega hasta Manchester,

corazón de la industria textil inglesa. El punto culminante de este movimiento fue cuando Inglaterra

impuso una política represiva, haciendo un meeting político organizado por el Partido Radical. Este

fue reprimido, hubo muchos muertos y heridos y el pueblo inglés llamó a este suceso la “matanza

de Peterloo” porque los dos regimientos que cargaron habían peleado en Waterloo.

Entre 1816 y 1830 Inglaterra sufre un período de estancamiento; cada vez se hace más agudo el

problema del transporte de mercaderías por lo que se crea el ferrocarril que se mueve con máquinas

a vapor. Tiene algo que no tiene ninguna otra industria y es que requiere inversiones gigantescas;

todos los capitales acumulados por los sectores privados y no invertidos por no hallar industrias

seguras, encontraron en inversión en la construcción del ferrocarril la clave de la época. Invirtieron

los industriales, los grandes comerciantes, los grandes banqueros, los terratenientes.

Esto genera la reactivación de la industria siderúrgica que se encontraba estancada, al igual que la

industria minera que creció rápidamente porque tanto la siderurgia como el ferrocarril requieren

carbón como combustible. Además, hasta el momento no había mercado interno y el ferrocarril lo

hace posible, permitiendo transportar la mercadería de un lugar a otro, integrando así la economía.

A partir de este momento, el principal rubro de exportación de Inglaterra será el ferrocarril. Para

1850 se dirá que Inglaterra era el taller del mundo; hasta aquí se ha concretado la Revolución

Industrial.

En 1832 los industriales habían logrado la Reforma Electoral. Hasta ese momento la Cámara de los

Comunes estaba compuesta por diputados de las universidades medievales, diputados de los

condados y representantes de los burgos; pero en 1830 muchos de esos burgos habían desaparecido

y sin embargo seguían eligiendo sus diputados y otros lugares como Manchester, corazón de la

industria textil, no tenía representación porque al momento de la legislación del siglo XVII era una

miserable aldea. Los “burgos podridos” fueron eliminados. También se abre el derecho de voto a

los propietarios o quienes percibiesen un determinado sueldo; se establece un régimen censatario.

Los industriales consiguieron el derecho al voto y la posibilidad de ser elegidos.

En 1833 el Gobierno lanza la primera Reforma Laboral que prohíbe el trabajo nocturno para las

mujeres y niños, establece jornadas máximas de trabajo de 13 horas para los jóvenes menores de 18

años y mayores de 13, de 8 para los menores de 13 y mayores de 9 y se prohíbe el trabajo a todos

los menores de 9 años. En 1834 se reforma el sistema de leyes de los pobres, dejando sin efecto el

impuesto a la pobreza que lo tenían que pagar todos y se reemplaza porque el pobre tiene que ir

obligatoriamente a trabajar a la Casa de la Pobreza donde supuestamente se le iba a dar trabajo y

por el cual se le pagaría.

En 1830 surgió un movimiento similar al de los luddistas que destruyen maquinaria agrícola y otro

que destruye barreras de peaje. Estos movimientos eclosionaron en los precursores del movimiento

obrero en Inglaterra; surgen los sindicatos por oficios y un movimiento de obreros y artesanos,

paralelo al Partido Radical en 1836 que se conoce con el nombre de Cartismo.

En 1846, un tercio de los diputados conservadores votan a favor de la derogación de la Ley de

Granos, junto con los diputados liberales; Inglaterra entra en la etapa del librecambio. Cada vez se

hacen más fuertes los sectores liberales en el control del Gobierno. En 1850 Inglaterra tiene el

monopolio del comercio con el mundo porque no tiene competidor. Se producen también en otros

países revoluciones industriales, con la diferencia de que ellos no van a tener que pasar por todo lo

que Inglaterra; ya tienen, por ejemplo, el ferrocarril.

La Revolución Industrial – Mori

El marco de referencia

Con la paz de Utrecht de 1713 mediante la cual se concluía la guerra de Sucesión española, se

firmaba también el acta de nacimiento de la preponderancia inglesa sobre Europa, y con la de París

de 1763 que daba término a la guerra de los Siete Años, dicha preponderancia se ampliaba a los

océanos y a las zonas extraeuropeas.

Respecto de los progresos técnicos que permitieron la evolución de la Revolución Industrial Marx

en “El Capital” aclara que toda maquinaria desarrollada consiste en tres partes; máquina motriz,

mecanismo de transmisión y máquina utensilio u operadora y privilegiaba esta última parte respecto

del instrumento. Sostiene que en esta parte de la maquinaria, la máquina utensilio, tuvo su origen la

revolución industrial del siglo XVIII y sus símbolos son la invención y utilización de la lanzadera

volante y de la hiladora mecánica.

La consolidación del factory system, es decir, la producción de fábrica con máquinas, consecuencia

directa de la aparición y empleo racional y pensado de esas máquinas en la organización del proceso

productivo, es decir, de la revolución industrial, debería buscarse en las patentes.

Maurice Dobb escribía al respecto que el uso del término de revolución industrial está justificado

por la estrecha relación que unió a la transformación técnica con la estructura de la producción

industrial y la de las relaciones económicas y sociales, así como por el alcance y extensión de los

efectos de los nuevos inventos sobre dichas estructuras.

Esto significa que la aparición del factory system debe ser concebida como el punto de llegada de

un desarrollo insistente de las relaciones sociales de producción en su forma específica e inédita que

en la Inglaterra del siglo XVIII y ya desde hacía tiempo se podía definir como capitalista y que

estaba marcado por la separación, cada vez más progresiva, entre el productor directo (trabajador) y

los medios de producción (tierra, instrumentos y más tarde máquinas).

Por lo tanto, la revolución industrial debería entenderse como continuidad del modo de producción

capitalista pero también, y al mismo tiempo, como ruptura. Desde entonces y en adelante la

industria será esa determinada producción que decide el rango y la influencia de todas las demás.

Observa Marx que en la manufactura y en el artesanado el obrero se sirve del instrumento, mientras

que en la fábrica es el obrero el que sirve a la máquina. En la gran industria “el tipo de beneficio

obliga continuamente a revolucionar la técnica del proceso de trabajo y, con ello, también la

estructura social”, en el declinar del siglo XVIII.