FEADER

Senderodeagua y luz

Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra (Agrupación de la Ribera)

La Ribera Navarra en el

Camino de Santiagodel Ebro

Edita:Asociación Amigos del Camino de Santiago de Navarra(Agrupación Ribera)

Colabora:Esteban Orta RubioEduardo Serrano VillalbaCarlos Mencos Arraiza

Texto:Eduardo Serrano Gil

Fotos:Antonio Serrano GilJavier Falces MillánJulio Mazarico Soria

Diseño e impresión:Gráficas Larrad

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Con este trabajo queremos mostrar el discurrir del Camino de Santiago del Ebro por nuestra Ribera Navarra, de Cortes a San Adrián, en tres etapas (Cortes-Tudela, Tudela-Castejón y Castejón-San Adrian) para ofrecerles en estos 80 kilómetros una sencilla vista de algunos lugares de interés para quienes recorran el Camino por nuestra Comunidad Foral.

¿Quiénes son estos seres tan extraños? Grandes y pobladas barbas, amplios sombreros, largas y raídas capas y muchas conchas. Eran los años 50 cuando siendo un niño vi por primera vez lo que, según me explicaron mis padres, eran Peregrinos que iban a Santiago de Compostela.

El Camino de Santiago del Ebro era, sin duda, uno de los más empleados en la Edad Media. Era utilizado por peregrinos de origen mediterráneo y también por muchos de los procedentes del norte y centro de Europa. No solo utilizaban este camino los que iban a Compostela sino también aquellos que, habiendo hecho el Camino Francés, volvían por otra ruta a fin de visitar la Virgen del Pilar en Zaragoza. Los trasladaba por lo que era la autopista fluvial del Ebro, que en Logroño se unía al Camino Francés que desciende de Roncesvalles.

Cortes

Buñuel

Ribaforada

Cabanillas

El Bocal

Tudela

Castejón

Milagro

Azagra

San Adrián

Senderodeagua y luz

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CortesComienza el Camino en la muga con Ara-

gón, carretera NA 5200. Un panel informativo nos da la bienvenida a Navarra. Cruzamos el río Huecha, seguimos dirección Cortes, donde las flechas amarillas nos guían sin problemas y nos introducen en el centro urbano, señaliza-do con conchas de cerámica, donde podremos

apreciar su recién restaurando Palacio con su bien diseñado parque. Enfrente, la Iglesia pa-rroquial de estilo mudéjar y, en la fachada, un relieve en piedra de San Juan Bautista, del es-cultor ribero Antonio Loperena.

La pieza fundamental de nuestras tradi-ciones se encuentra el Paloteado de Cortes, uno de los más antiguos de La Ribera.

Todo el trayecto está señalizado, ade-más de con flechas amarillas, con unas bali-zas propias de nuestro camino.

Abandonamos el pueblo por un amplio camino agrícola. Nos acompañan las gran-jas y los campos de cultivo típicos de nues-tra zona. A la derecha, la Bardena Negra; al fondo se aprecian con claridad las elevacio-nes del Fraile, el Aguilar y Sancho Abarca; a la izquierda, la Muela de Borja y la impre-sionante mole del Moncayo.

Ribaforada

Población de origen templario con una encomienda importante en la Edad Media. Aquí podemos encontrar todos los servicios precisados por el peregrino. También el re-corrido por su casco urbano está señalizado con conchas de cerámica.

Las Jornadas Templarias y la Concen-tración Motera son algunas de las nuevas actividades que podemos encontrar en esta localidad.

Buñuel

Con este paisaje llegamos al Polígono Industrial de Buñuel, donde encontrare-mos un restaurante en que reponer nues-tras fuerzas. Si nos acercamos al pueblo, podemos apreciar la Iglesia de Santa Ana. En su interior se conserva un Cristo cruci-ficado, obra de Juan Biniés. Cruzamos el Polígono y, pegados a la vía del ferroca-rril, nos acercamos a Ribaforada.

Al otro lado del Ebro se en-cuentra Cabanillas, donde pode-mos ver la Iglesia de San Juan de Jerusalén, que perteneció a la or-den militar templaria.

Cabanillas

Abandonamos Ribaforada y, por el Canal Imperial de Aragón, nos trasladamos hasta su nacimiento en El Bocal (término de Fontellas. Cruzando la verja de entrada, nos encontra-mos con el Palacio de Carlos V, que está rodeado por unos agradables jardines con estan-ques y estatuas. Al otro lado del camino, y dando vista al Canal Imperial, se encuentra el poblado del siglo XVIII, donde se encontraba el antiguo embarcadero y la posada cuando el canal era navegable hasta Zaragoza. Por un camino flanqueado de árboles, llegamos a la Casa de Compuertas, donde el canal toma sus aguas del Ebro.

El Bocal, Fontellas

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TudelaA tan solo 5 kilómetros se encuentra Tu-

dela. Los campos y explotaciones agrícolas dan paso a los huertos y las naves indus-triales aparecen a nuestra vista. Justo a la entrada y frente a la Plaza de Toros, en la calle Camino Caritat nº 17, se encuentra el Albergue de Peregrinos, el primero de todo el Camino de Santiago del Ebro. Las fle-chas amarillas nos guían hasta él, que fun-ciona bajo reserva: teléfono 616 931 104.

Unas conchas de bronce incrustadas en las aceras nos acompañan hasta el centro de Tudela: Paseo de Invierno, Plaza de la Judería, Museo Diocesano, la Catedral con su Puerta del Juicio y los Claustros (con la imagen de antiguos peregrinos en algu-no de sus Capiteles), Punto de Encuentro, Ayuntamiento (con la antigua Campana de la Quema), Museo Muñoz Sola, Iglesia de la Magdalena y Mejana Tudelana.

Os recomendamos, para reponer fuer-zas, degustar cualquier preparado de nues-

tras verduras: Menestra, Cogollicos, Cebolli-cas guisadas, Espárragos, etc. Y no os olvi-déis de nuestros vinos: una buena selección de blancos, rosados y tintos de cualquiera de nuestras comarcas.

El Volatín y el Ángel son unas tradicio-nes que no podéis dejar de presenciar y, por supuesto, nuestras fiestas patronales en honor de Santiago y Santa Ana, del 24 al 30 de Julio.

Por una puerta, en cuya parte su-perior se halla la imagen de Santa Ana, entramos en La Mejana, la recorremos en toda su longitud entre pinos, olmos, chopos, etc. Así abandonamos Tudela: a la izquierda, el Corazón de Jesús, una pequeña acequia y la vía del ferrocarril; a la derecha, las huertas que tanta fama dan a Tudela. Salimos por una segunda puerta. A media hora de recorrer una ca-rreterilla comarcal, llegamos a una anti-gua fábrica de productos químicos. Nos desviaremos a la derecha para tomar la Cañada Real Pasada Principal del Ebro,

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PPE, que nos llevará a los Sotos del Ebro y la recorreremos hasta un puente que cruza la vía y junto a lo que fue el Apea-dero de Arguedas-Muskaria.

Los Sotos del Ebro fueron declarados Reserva Natural. Abarcan una zona prote-gida compuesta por bosques de ribera don-de abundan sauces, álamos, chopos, alisos, fresnos y olmos, entre otros.

Aquí el río Ebro baja por una anchísima llanura aluvial, lo que le permite formar un gran número de meandros. Es una zona de gran valor ecológico, ya que contiene una gran diversidad de fauna: 170 especies de aves, 30 de mamíferos, 12 de peces, 11 de anfibios y 9 reptiles; entre los que desta-can: numerosas aves migratorias y rapaces, las garzas y cigüeñas, el galápago europeo y el galápago leproso, el visón europeo, la nutria, etc.

CastejónPronto divisaremos el puente de Caste-

jón y sus centrales Térmicas. Nos acercamos a Castejón, que tiene señalizado el reco-rrido por el casco urbano con conchas de bronce indicándonos la Casa de Cultura y el Museo del Ferrocarril. Por una avenida flanqueada de plataneros, y pasando por una importante bodega de vinos en la anti-gua harinera, nos acercamos a la salida del pueblo, donde vemos otro panel informati-vo. En este punto tenemos dos opciones: seguir por el Camino Jacobeo del Ebro, por La Rioja, o por la GR99, Camino natural del Ebro margen izquierda del río Ebro.

Cruzaremos la carretera, para ir durante cerca de un kilometro por su arcén izquier-do hasta empalmar con la GR99.

Pasando por debajo de un antiguo puen-te del ferrocarril, nos adentramos en los So-

tos del Ebro, que no abandonaremos hasta Milagro, con un caminar cómodo y relajado por el entorno. Llegamos a otro punto de una belleza extraordinaria: la confluencia del río Aragón con el río Ebro. Discurrimos un pequeño tramo por la ribera del río Ara-gón hasta llegar a Milagro.

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MilagroVilla ubicada en la confluencia de los ríos Ebro

y Aragón. El Agua y la Luz son los dos elementos que mejor de-finen su fisonomía y su carácter de pueblo industrial y agrícola, municipio de

tradiciones y villa emprendedora, con un importante desarrollo económico-industrial en sectores estratégicos como el agroalimentario o las energías, destacando sus cerezas, que le dan fama nacional.

Abandonamos Milagro para dirigirnos a la GR99, que está suficientemente indicada con flechas amarillas y balizas del Camino de Santiago del Ebro. A 1 kilómetro de Azagra, está el lugar llamado La Barca, donde podremos disfrutar de unos merenderos muy bien acondiciona-dos, con su respectivo servicio bar a la sombra de sus árboles y en la orilla del Ebro.

AzagraSituada en la margen

izquierda del río Ebro, es la única población Nava-rra que tiene un nombre inequívocamente de ori-gen árabe. El topónimo deriva de la palabra árabe al sajra, que significa “la peña”. La localidad se ubi-ca al pie de un cerro roco-so conocido como La Peña, donde hubo cuevas fortifi-cadas y un castillo. En la actualidad podemos ver la Basílica de Nuestra Señora la Virgen del Olmo.

Otra vez a la GR99 para dirigirnos a San Adrian.

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Con este trabajo hemos

querido, de una forma

sencilla y rápida, darles

a conocer algunas

pinceladas de lo que

pueden encontrar en este

tranquilo pero relajante

recorrido por el Camino

de Santiago del Ebro por

La Ribera Navarra.

San AdriánMerindad de Estella, Ribera del Alto

Ebro en su margen izquierda. Forma frontera con La Rioja, con la cual se co-munica mediante un puente, que la une con Calahorra. La localidad se encuentra entre dos ríos, el Ebro y su afluente el Ega (razón por la que a sus habitantes se les conoce como aguachinaos), entre los que se extienden amplias bandas de terreno de aluvión. Una buena red de canales y acequias distribuyen las aguas para el riego mientras que el poco seca-no existente se destina primordialmente al espárrago.

Un tercer panel informativo nos des-pide de su paso por La Ribera Navarra, indicándonos que podemos llegar a Lo-groño por la GR99 siguiendo sus señales bien indicadas y empalmar allí con el Ca-mino Francés

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Al contrario de hoy día en que el cami-no a Santiago se ve, a veces, como vaca-ción, deporte o contacto con la naturaleza, en otros tiempos predominó el sentido re-ligioso y trascendente. El camino era puri-ficación espiritual pero, también, podía ser fuente de peligros, de enfermedades e in-cluso de muerte. Esto ocurría en todos los caminos de peregrinación y, por supuesto en el Camino de Santiago del Ebro.

A través de la documentación contem-plamos como se entremezclan la vida y la muerte en el camino. La muerte de peregri-nos en los hospitales y albergues ha sido algo consustancial con las peregrinaciones, como lo demuestran las abundantes con-chas o vieiras halladas en los cementerios anexos a ellos.1 Evidencias que se hallan también en Tudela, donde aparecieron con-chas de peregrinos en los enterramientos vinculados a la iglesia de la Magdalena.2

Tras construirse el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Tudela, en la segun-da mitad del siglo XVI, vemos como el es-tablecimiento acogió a los peregrinos que hasta entonces se hospedaban en albergues y hospitales gremiales o parroquiales. La

1 UNZU URMENETA, M. y JUSUE SIMONENA, C., “Hospitalidad y muerte en la ruta jacobea Navarra. Evidencias arqueológicas e históricas”, en El Camino de Santiago y las raíces de Occidente, Cuadernos de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, Nº 5, 2011, pp. 161-188.

2 ORTA RUBIO, E., “Tudela y el camino jacobeo del Ebro”, Revista del Centro de Estudios Merindad de Tude-la, Tudela, 2008, p. 34.

muerte estaba siempre presente entre los romeros y así lo hallamos en la documen-tación. El cansancio de largas jornadas, la mala alimentación y la poca higiene habi-tual, favorecían las enfermedades. Busca-ban entonces refugio en los hospitales del camino, pero muchas veces sólo hallaban la muerte; como este francés de Normandía, muerto de repente en Tudela.

“A ocho de mayo (1613), bino enfer-mo Juanes ¿Corvel?, natural de Francia, de la provincia de Normandía, de edad de 20 años. Confesélo y lo comulgué. Vestidos to-dos viejos. Bino sin dinero. Murió a 26 del dicho, de rempente (sic), sin poder darle la unción porque yo estaba en casa y cuando me llamaron y fui ya era muerto.”

Algunas de las partidas de los Libros de ingreso de enfermos – difuntos, son al-tamente esclarecedoras de la situación de shock en que se hallaba el peregrino, obnu-bilado por la enfermedad, en país extraño y sin conocer la lengua en que le hablaban. He aquí una:

“A 18 de febrero (1628) vino enfermo de suerte que se cayó antes de llegar al hospi-tal, Antonio Pironet, francés, de ¿Ullergas?, ¿Ubernia?, que venían (sic) de Zaragoza y dicen habían 15 días que venía malo y no quiso quedar en el hospital de Zaragoza. Me llamaron luego que dije misa que subiese la unción, y la subí, y el enfermo no podía entender bien ni hablar sino con grande in-quietud, y preguntado muchas veces si que-

Camino del Santiago del EbroVida y Muerte en el

Por Esteban Orta Rubio

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ría confesarse no respondía ni tenía sosiego ni casi conocimiento. Sólo entendí dél que preguntado si le dolía de haber ofendido a Dios, respondió sí en su lengua. Le absol-ví sub conditione y le dí la santa unción, que para comulgar no estaba, lo uno por el poco conocimiento y lo otro por la grande desasosiego e inquietud que tenía.”

Al margen: “Murió dicho día. Di testimo-nio en latín a sus compañeros.”

Pero no siempre el ingreso en el hos-pital era sinónimo de muerte. Gran parte de ellos sanaban y reemprendían el camino. Así lo vemos entre los atendidos en marzo de 1613.

“A 3 de marzo vino enfermo Antonio Ni-colás, natural de León, ¿palmero?, hombre libre de hedad de 30 años. Una capa larga negra y una sotana razonables. Calzas y za-patos viejos. Confesó.” Al margen: Fue sano.

Claro que hubo algunos casos de pe-regrinos que dejaban el hospital antes de tiempo o de modo intempestivo. Especial-mente maleducado se mostró el joven Isaac:

“A 31 de mayo del año 1628 vino enfer-mo un muchacho de Francia, de diez leguas

de París, llamado Isac (sic) de (en blanco). Lo confesé y se fue al otro día sin despe-dille.”

También había quienes por temor de quedar atrapados, a causa de la peste, ape-nas descansaban. Esto ocurrió con un estu-diante catalán:

“A 19 de octubre (1628) vino enfermo Francisco Cugat de Catuluña, de ¿Vinuodi?, de edad de 20 años, en hábito de estudian-te. Trajo sotana de estameña buena y capa mediana esparteña. Trajo unas alforjas de lienzo, una camisa en ellas. Se fue luego, que había sospecha de peste y guardaban las puertas.

Por supuesto que por el camino transi-taban personajes variopintos. Llama la aten-ción la llegada de antiguos cautivos que peregrinan para dar las gracias por su libe-ración. Hay detalles muy jugosos:

“A 21 de marzo vino Cristobal ¿Montes?, captivo y natural de Ayamonte de la raya de Portugal. Fue rescatado por el duque de Florencia, que el día de San Francisco pa-sado cogió dos galeras del turco que iban 512 captivos, 700 moros de Túnez. Le co-mulgué.”

www.jacobeo.net www.caminosantiagotudela.es

AzagraLeyreAvenida Diputación, 57- 31560Tel.: 948 677 008E-mail.: kalasss@hotmail.comCategoría: Hostal GeneralVeneciaAvda. Diputación, 70 - 31560948692241hostal_venecia@yahoo.es Hostal General

BuñuelCasa rural “Gigantes de Navarra”C/ San José, 11 - 31540670824490casagigantes@turismoennavarra.netwww.turismoennavarra.netCasa Rural Vivienda **Villa de BuñuelPlaza San José de Calasanz, 3 - 31540948833024info@hostalrestauranteplaza.comwww.hostalrestauranteplaza.comHostal General

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