Riqueza ilegal, albergue de pérfidos emprendedores

Por: Msc. Luis Alfredo Jiménez Rodríguez7 Junio 2015

Cada día crece de una manera abrupta la economía ilegal, más aun en zona de frontera ocasionando la fractura de la inversión social por parte del gobierno, ya que su recaudo del tributo se disminuye aumentando la evasión; y es una señal más de que las economías ilegales cobran una inusual potencia y ejercen el control de amplios territorios en el país. De hecho, poseen, en sus términos, iniciativa y una voluntad individualista dirigida a obtener éxito económico a cualquier precio. No son socialistas, son grandes creyentes en el mercado. Esta dinámica no implica sumar orden y negocios sino todo lo contrario: en las economías ilegales se hacen negocios a partir del desorden, del descontrol, del abuso. Sin embargo, tienen vínculos con la economía legal.

La mafia colombiana invierte en equipamiento en gran estilo para llevar a cabo sus proyectos y “también se tienen en cuenta las sumas para sobornar a las autoridades locales y a empresas”. ¿Dónde y a quién se vende la gasolina para que llegue a Colombia? ¿Dónde y a quién se vende el oro extraído ilegalmente? ¿Dónde y a quién se venden los electrodomésticos y viveres que entran de contrabando? El problema no se resuelve dándoles fin a los gobiernos regionales; no son los responsables; es más, sin ellos las economías ilegales seguirán subsistiendo y crecerán si la sociedad organizada no lo impide.

Desde esta perspectiva humanística, hay manifestaciones de sobra de que también en las instituciones nacionales hay una penetración de estos poderes ilegales, cada vez más “naturales” y robustos. Estamos

ante un problema económico, social y policial de grandes proporciones. Debe intervenir la Policía y la DIAN, y afianzar los órganos de inteligencia. El gobierno debe preocuparse, de una vez por todas.

Por otra parte, la pequeña agricultura rural no se debe olvidar ya que estas unidades campesinas deben fortalecerse para mejorar la calidad de vida, y que estos no se desplacen a la ciudad y aumente la economía informal y el desempleo. Lo cual, cabe resaltar la importancia de explotar otras áreas de desarrollo económico a través de alianzas estratégicas con la academia y el sector productivo para avanzar en el fomento de ideas tanto creativas como innovadoras;

Creo que es evidente, que deben fortalecerse estrategias que implementen desarrollo económico para dinamizar las prácticas financieras de los ciudadanos y combatir el trabajo ilegal. Por lo tanto, la necesidad de hacer una política pública de carácter empresarial que impacte los procesos de las microempresas que existen en las ciudades fronterizas;  es por eso, que se debe reestructurar los diferentes Banco de Oportunidades, como son Bancamía, Banco de la mujer, Banco Crezcamos, con el fin de brindar a la sociedad una entidad que esté a la altura de las nuevas dinámicas empresariales y que, a su vez, permita impulsar el aprovechamiento del mercado interno.