1. En un anuncio publicitario del Ministerio Francés de Cultura del año 1996 se podía leer: “el tiempo de los libros”. Variación: “tiempo para los libros”.

2. Existe la Fiesta de la Poesía, la Fiesta de la Música, el día Mundial del Teatro, pero no hay un día para festejar la escritura desnuda, tampoco para festejar la voz, para festejar la palabra.

3. El día del libro festeja un objeto, el objeto que, desde el Renacimiento, va a cambiar nuestras vidas, nuestra forma de pensar.

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4. Libros: sobran.

5. Hablemos de libros: es posible que el libro que necesitamos no exista. Es posible que pueda existir en el futuro o no. Es posible que haya existido y haya desaparecido. Todas estas necesidades de libros no nos impiden reafi rmar: libros, sobran.

6. Un libro es perfecto. Boris Vian decía que un difunto es perfecto.

7. ¿Podemos imaginar un mundo sin libros? Deberíamos poder hacerlo.

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8. Oscar Wilde diferenciaba:los libros que hay que leerlos libros que hay que releerlos libros que no hay que leer.Dejar clara esta tercera categoría requería la mayor parte de sus esfuerzos.

A. ¿Somos nosotros los que encontramos los libros? ¿Son los libros los que nos encuentran?

9. Un libro arde mejor que una palabra.

10. La biblioteca pública favorece la lectura privada.

11. La elección de un libro: si es grande, si es pequeño, si es caro, si es actual, si es rosa, si es azul…

12. La elección de un libro: si servirá de ejemplo a nuestras vidas, si nos producirá placer, si nos hará más sabios.

13. Mi biblioteca no es mi espejo, porque contiene libros que no leeré nunca. Porque no contiene libros que ya he leído.

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14. Biográfi co: al principio, la pasión por la lectura; luego, el interés por los autores; más tarde, el gusto por los libros; y al fi nal: el placer del texto. La mitad de una vida, tal es el precio.

15. Todo el mundo sabe qué es un libro; es más difícil encontrar un solo ciudadano que sea capaz de darnos la defi nición.

16. El editor, el impresor, el diseñador-tipógrafo son los autores del libro; el escritor es el autor del texto.

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17. No tener un libro, puede llegar a pasar. Pero tener un libro y no tener dos libros, tres libros, cuatro libros… Eso es muy raro.

18. Desde que un libro entra por primera vez en una biblioteca, el resto de libros ya no es igual.

19. Los libros leen libros.

20. Las acciones, el pensamiento, las creencias, las actitudes, los miedos, las esperanzas que la lectura de un libro es capaz de desencadenar no dependen de la voluntad del autor.

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21. Un futuro para los libros: la artesanía, la correspondencia, la multiplicación de productores.

22. Un libro no cambia el mundo, la lectura de la población durante siglos y siglos sí. Hay que saber de qué cambio estamos hablando.

B. ¿Ha intentado destruir un libro en público?

23. Un libro, podemos mirarlo, tocarlo, olerlo, incluso leerlo.

24. La lectura es un acto sobre la duración. He aquí otra manera de enfocar nuestro eslogan inicial, “los tiempos de los libros”.

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25. Leer un texto es ser leído por el texto. De donde, la elección de nuestras lecturas es la elección de las que nos leen.

26. La imagen contra el texto escrito, contra la lectura, contra el libro: la cuestión no es esa. Es la voz, la voz grabada, lejana, la voz que no tiene cuerpo ni gesto que la acompañe la que dibuja nuestras vidas por debajo del texto.

27. Todo el mundo sabe leer.

28. Nadie sabe leer.

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29. El placer de leer: no entender y seguir leyendo.

30. Gradación: memorizar, copiar, subrayar, fotocopiar. O bien: gradación: fotocopiar, subrayar, copiar, memorizar.

31. Pensamos cuando hablamos con otros. Leemos para hablar, para pensar.

C. ¿Es posible deducir la conducta de alguien teniendo en cuenta sus lecturas?

32. Contra la publicidad: leer no sirve para nada. Esta es la riqueza. El tesoro.

33. Ayer, eran los ricos quienes tenían tiempo para leer; hoy, son los pobres.

34. La lectura pide tiempo, la lectura devuelve tiempo. El tiempo requerido es físico, el tiempo devuelto es metafísico y compuesto de polifonías.

D. ¿Por qué queremos leer? ¿Por qué queremos leer tal libro?

35. Quizás, leer sea buscar un equilibrio perdido, en ese caso estamos ante un proceso de orden biológico y no meramente cultural.

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36. Podemos pensar, incluso afi rmar que leemos para conocer el mundo, y reconocer que leemos para reconocernos.

37. De Stevenson: la lectura nos permite comprender que no tenemos siempre razón y que los demás alguna vez tienen razón.

38. La memoria es ancha; no es larga, es ancha.

39. Ese libro leído sin haberlo abierto.

40. Madame Bovary ya no es la misma.

E. Hablamos de la escritura, del escritor, hablamos mucho menos de la lectura, del lector, de la lectora. Exigimos del escritor un compromiso, un compromiso literario. ¿Por qué no exigir el mismo compromiso del lector?

41. La lectura de un niño es un acto de fe: cree porque lo lee, sin verlo.

42. La humanidad lee cada vez más. Sin embargo…

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43. La fragmentación de textos (ver la Biblia) ha generado el nacimiento del aforismo.

44. El escritor lee con la pluma en la mano.

45. De Marguerite Duras: escribir es dejar de hablar, callarse.

46. Escribir no es siempre escribir un libro.

47. Escribir no es siempre escribir literatura.

48. Pedimos autores con A mayúscula para los libros de fi cción.Podríamos pedir también Autores con una gran A para los libros de no-fi cción.

49. Hablar es más económico que escribir.

50. Confi amos en lo que escriben nuestros semejantes y desconfi amos de lo que dicen. Hoy en día lo escrito tiene valor de prueba; lo dicho no.

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51. Escribir puede llegar a ser una cuestión física, una batalla entre el sueño y la vigilia, la fatiga y el reposo, el hambre y la saciedad.

52. La imposibilidad de escribir no es problema de la escritura puesto que la precede.

53. Escritura, escribir, escrito: sistema, acción, producto.

54. Escribir es jugar.

55. Escribir es resolver un problema.

56. Escribir es inventar.

57. Escribir es poner orden en el universo.

58. Para aprender a escribir hay que escribir.

59. Siempre se puede escribir de otra manera.

60. Un escritor necesita sus lectores.

61. El borrador: diálogo con uno mismo.

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62. No se parte de la letra; se llega a la letra.

63. Escribir es una elección entre infi nitas posibilidades. Y otra vez, y otra vez más…

64. Escribiendo descubrimos qué queremos escribir.

65. Escribir ha sido durante siglos copiar, porque preservar era más importante que crear.

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66. La utopía de la escritura: ser escuchada, hacerse oír.

67. El relato es una representación de la realidad y no puede confundirse con ella: la realidad es ilimitada, el relato es limitado.

68. Un cuento tiene un principio, un nudo y un fi nal. La existencia del principio obliga a creer que antes de él no ha pasado nada. La existencia del fi nal obliga a pensar que después de él nada va a pasar.

69. Un cuento se puede contar. Un poema no se puede contar. Si se puede contar un poema, es un cuento.

70. Un poema puede ser leído y ser dicho.

71. Un hecho y un cuento son dos cosas diferentes. El hecho abandona el río de la vida gracias al cuento.

72. El cuento nos permite ser otro; la poesía nos permite ser nosotros mismos.

73. El protagonista es protagonista porque es diferente y porque puede representarme.

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74. Podemos comprender o no comprender y seguir siendo literatura.

75. El texto breve es breve.

76. El cuento tiene que ver con el mito, tan necesario. Mito y razón no son antagonistas: la razón sirve para explicar lo que el mito ha sido capaz de reconocer.

77. Si es literatura, es buena. No hay buena o mala literatura, lo que llamamos mala literatura no es literatura.

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78. El conocimiento de la literatura lo da la literatura; el conocimiento del mundo lo da el mundo, literatura incluida.

79. No necesitamos la literatura; necesitamos y la literatura acude a socorrernos.

80. Al principio era la metáfora.

81. Por una defi nición de realismo: extraordinario, pero posible.

82. Frente al realismo: las metamorfosis, desde Ovidio a la ciencia-fi cción.

83. El único confl icto que puede abordar un cuento es el confl icto entre la razón y la sinrazón. Todos los cuentos cuentan el relato humano por sobrevivir a lo que no tiene explicación: el mal, el miedo, la locura, el amor, la muerte.

84. El único confl icto que puede abordar un cuento es el confl icto entre lo conocido y lo desconocido. El cuento debe presentar lo desconocido y hacer creer que es posible conocerlo.

85. Un cuento no quiere decir algo; lo dice o no lo dice. Un cuento se puede contar, pero no se puede explicar.

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86. La poesía no quiere decir nada y no lo dice, la poesía —palabra de Jacques Roubaud— dice la poesía.

87. La poesía no está obligada a ser verosímil.

88. Un símbolo no es una metáfora; la metáfora reemplaza, el símbolo evoca.

89. Cuando encontramos poesía, surge la exclamación: ¡eso es!

90. El escritor puede, por no decir “debe”, ser fabricante de pasado, de memoria, para permitirnos reconocer el presente.

91. Los temas de la literatura: el amor, el otro amor, la levedad, la pérdida, la violación, el adulterio, la venganza, el castigo, la fi delidad, la burla, el infi erno, el rapto, el paraíso, la paciencia…

92. Los temas de la literatura: la vida y la muerte.

93. No se hace poesía con palabras poéticas, ni siquiera con realidades poéticas. Las palabras y las realidades poéticas no existen. Se hace poesía con relaciones poéticas entre las palabras y las realidades, con relaciones poéticas entre las realidades y las realidades, con relaciones poéticas entre las palabras y las palabras.

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94. Gradación: vulgar, popular, tradicional.

95. La fantasía pertenece a la realidad, se trata de una posibilidad de la realidad.

96. En la literatura tradicional todo está ahí como si fuera necesario. En literatura, lo arbitrario debe aparecer como necesario.

97. Condición necesaria (y no sufi ciente) para que una obra de arte sea una obra de arte: debe producir más energía de la que utiliza para su elaboración.

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98. La poesía, manifestación contingente, puede desaparecer.

99. Hay otras cosas que hacer. Siempre.

Apostilla: Las máximas, los aforismos son un peligro porque se parecen demasiado a la verdad y, una vez alcanzada la verdad, todo el mundo se va a dormir.Olviden esta lista de máximas. Mejor todavía, intenten repetir lo que acaban de leer y en el mismo orden. Estoy seguro de que en las variaciones de su relato alumbrará una chispa de verdad. Ahí, sí.

arecer.