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Roberte N Hamayon

Chamanismos de ayer y hoy seis ensayos de etnografiacutea e historia siberiana

Roberto Martiacutenez y Natalia Gabayet (seleccioacuten de textos y coordinacioacuten de traduccioacuten)

Meacutexico

Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico Instituto de Investigaciones Histoacutericas

2011

202 p

Ilustraciones

(Serie Antropoloacutegica 18)

ISBN 978-607-02-2136-1

Formato PDF

Publicado en liacutenea

Disponible en

httpwwwhistoricasunammxpublicacionespublicadigitallibroschamanismoshistoria_siberianahtml

DR copy 2017 Universidad Nacional Autoacutenoma de Meacutexico-Instituto de Investigaciones Histoacutericas Se autoriza la reproduccioacuten sin fines lucrativos siempre y cuando no se mutile o altere se debe citar la fuente completa y su direccioacuten electroacutenica De otra forma se requiere permiso previo por escrito de la institucioacuten Direccioacuten Circuito Mtro Mario de la Cueva sn Ciudad Universitaria Coyoacaacuten 04510 Ciudad de Meacutexico

PARA TERMINAR CON EL TRANCE Y EL EacuteXTASIS EN EL ESTUDIO DEL CHAMANISMOl

Los teacuterminos trance y eacutextasis estaacuten presentes en la mayoriacutea de las definiciones y descripciones del chamanismo asociaacutendolos a los cultos de posesioacuten en una misma categoriacutea de fenoacutemenos religiosos Incluso estos vocablos sirven seguido para caracterizarlos tal como lo muestra su uso en el tiacutetulo de las obras generales que le son consagradas este es el caso de las de Mircea Eliade (El chamanismo y las teacutecnicas arcaicas del eacutextasis) y de loan M Lewis (Las religiones del eacutextasis) o la compilacioacuten Trance chamanismo y posesioacuten que porta el encabezado De la fiesta al eacutextasis Trance y 11eacutextasis sirven de vocabulario de base para los movimienshytos neochamaacutenicos occidentales que reivindican una continuidad con los chamanismos tradicionales de las sociedades no-occidentales

Sin embargo pocas veces se hacen precisiones sobre el sentido que se da a dichos teacuterminos las justificaciones de su empleo son igualmente raras como si de antemano y de una vez por todas eacutestos hubieran sido decretados adecuados para su objeto La obra de Gilbert Rouget La muacutesica y el trance constituye a este respecto una feliz excepcioacuten En ella se distinshyguen ambos teacuterminos sobre todo por sus implicaciones respectivas en el plano psico-fisioloacutegico3 Para el autor soacutelo el teacutermino trance conviene a la conducta del chamaacuten

1 Esta traduccioacuten sintetiza varios artiacuteculos liAre trance ecstasy and similar concepts appropriate in the study of Shamanism en Shaman (Szeged) 1-23-25 1993 Y republicado Shashymanism and performing arts ed por Tae-gon Kim y Mihaacutely Hoppaacutel Budapest Akadeacutemiai Kiadoacute 17-341995 Pour en finir avec la transeraquo et llaquoextaseraquo dans leacutetude du chamanisme 1995 en Eacutetudes mongoles et sibeacuteriennes 26 155-190 Ecstasy or the West-dreamt shaman 1998 en Tribal Epistemologies ed por Helmut Wautischer Ashgate pubL AldershotBrookfield (Avebury Series in Philosophy) 175-187 Traducido por Roberto Martiacutenez G

2 Raros mas no inexistentes Luc de Heusch da cuenta de su uso de religiones extaacuteticas para agrupar chamanismo y posesioacuten (1971 227) Hultkrantz considera que el trance es meacuteshydico y eleacutextasis teoloacutegico pero dice utilizar [los dos teacuterminos] alternativamente porque se refieren a un mismo estado de conciencia (1992 18-19)

3 Un cuadro resume sus caracteriacutesticas respectivas (1990 52) Para el eacutextasis son inmovilishydad silencio soledad sin crisis privacioacuten sensorial recuerdo alucinacioacuteniexcl para el trance moshyvimiento ruiacutedo sociedad con crisis sobre-estiacutemulacioacuten sensorial amnesia sin alucinacioacuten Una

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16 ROBERTE N HAMA YON

El propoacutesito de este artiacuteculo no es discutir las definiciones de chamanisshymo que apelan a los teacuterminos de trance o eacutextasis ni confrontar sus diversos empleos su objetivo es interrogarse sobre los presupuestos del uso de estas palabras lo que de antemano implica recordar la historia del descubrimienshyto y estudio del chamanismo Veremos que el aprendizaje del chamanismo en teacuterminos de trance y eacutextasis es heredero de esta historia pero mostrareshymos igualmente que eacutesta favorece las confusiones y constituye un obstaacuteculo para su anaacutelisis antropoloacutegico Es en el plano del pensamiento simboacutelico que debe tomarse en cuenta lo que es evocado por estas locuciones

Breve repaso de la diversidad de enfoques

Para los primeros observadores como el arcipreste A vvakum exiliado en Siberia en 1672 a quien se debe la primera utilizacioacuten del teacutermino chamaacuten en la literatura (Pascal 1938 Delaby 1976) este personaje es un rival en religioacuten sirviente del Diablo y no del Dios cristiano4 Los puntos de vista se diversifican en lo subsecuente La mayoriacutea de los exploradoshyres enviados por la cohorte de los zares en el siglo XVIII (principalmente Gmelin que recorre el imperio de 1733 a 1743) veraacuten en eacutel a un hacedor de trucos que abusa de la credulidad popular La Grande Encyclopeacutedie de Diderot y dAlembert (1765) contiene un artiacuteculo Schamans que caracshyteriza a estos ritualistas siberianos por su actividad adivinatoria y los trata de impostores tal como lo hace el artiacuteculo Jongleurs para sus hoshymoacutelogos amerindios A pesar de tacharlos de charlatanes y quejarse de la ignorancia y credulidad 11 supersticiosa de tales pueblos para estos autores el chamaacuten sigue siendo el actor de un sistema religioso eacuteste es maacutes particularmente el caso de Georgi (1768-1774) quien manifiesta un verdadero intereacutes etnograacutefico en 10 referente a su traje sus objetos y sus rituales No obstante tambieacuten hay filoacutesofos que habiendo leiacutedo de lejos estos relatos de observaciones directas elaboran una visioacuten romaacutentica en reaccioacuten a la racionalidad de la Ilustracioacuten el chamaacuten es para ellos un mago que se encuentra cerca de la naturaleza5

de las razones de la confusioacuten dice el autor es la ausencia de un adjetivo para trance lo que obliga a recurrir al de extaacutetico

4 El relato de la partida al exilio de Avvakum (1627-1675) fue popularizado en Europa por Nicholas Witsen (1692) Richard Johnson (1557) describe un rito de tipo chamaacutenico siberiano pero no emplea el teacutermino chamaacuten Su relato fue reproducido en la obra de Ronald Huton (2001) que hace un inventario uacutetil de las fuentes occidentales sobre el chamanismo siberiano pero cuya lectura reposa esencialmente en una definicioacuten postmoderna del chamanismo en teacuterminos de estados de conciencia alterada

5 Gloria Flaherty publica en 1992 una obra ricamente documentada sobre la moda del chashymanismo en ciertos medios literarios y artiacutesticos de la Europa occidental en el siglo XVIII Ve la


17 TRANCE Y EacuteXTASIS EN EL ESTUDIO DEL CHAMANISMO

A lo largo del siglo XIX al tiempo que aumenta la presencia rusa en Siberia comienza a dibujarse un punto de vista diferente Como hombres de campo los meacutedicos y administradores ven en la conducta ritual del chamaacuten un signo de patologiacutea y se dicen impresionados por su similitud con la histeria o la epilepsia Los pueblos chamaacutenicos por su parte reacshycionan ante la presioacuten colonial por la multiplicacioacuten de los rituales en los que pueden expresar y aminorar su angustia Los ritos se multiplican en tanto que presentados como terapeacuteuticos estos son mejor tolerados por las autoridades quienes combaten las praacutecticas indiacutegenas que se confieshysan religiosas En los trabajos sobre el chamanismo el ritual terapeacuteutico tomaraacute en adelante el lugar principal y el teacuterminocura se difundiraacute Tanto los chamanes como los pacientes son igualmente englobados en el campo de la psicopatologiacutea y su terapia

Este punto de vista contribuye a desplazar el estudio del chamanismo de la esfera de las religiones a la de la psicologiacutea en las teoriacuteas sociales que entonces naciacutean en Occidente iquestCoacutemo se podriacutea en efecto calificar de reshyligioacuten esta praacutectica que no tiene dogma6 templo clero o siquiera liturgia en donde cada chamaacuten parece ejercer a su modo y cambiar de maneras de actuar de un ritual al otro En 1895 aparece una traduccioacuten parcial al ingleacutes de la obra de Mihailovskii (1892) quien con base en las similitudes constatadas entre las praacutecticas siberianas y las de muchas otras regiones del mundo propone ver en ellas una misma religioacuten que podriacutea llamarse chamanismo Esta propuesta encontroacute cierta hostilidad sobre todo de la parte de Van Gennep quien encuentra a este teacutermino peligroso

No puede [] haber [ ] religioacuten chamanista [porque] esta palabra no designa un conjunto de costumbres sino que afirma solamente la existenshycia de una cierta suerte de hombres que juegan un rol religioso y social iquestOsariacuteamos hablar de la religioacuten hechicerezca [] calificar al catolicismo de sacerdotismo [] Lo que constituye la religioacuten de los pueblos que tienen chamanes son las creencias que necesitan y explican al chamaacuten Ahora bien estas creencias son diversas y seguido contradictorias [ ] animismo [] totemismo [] Un estudio [ ] viciado desde el origen por una increiacuteble confusioacuten en la terminologiacutea fue emprendido y despueacutes abandonado por M Mihajlovskij quien creyoacute poder nombrar chamanismo a la religioacuten de

evidencia de esto en los escritos de Diderot Herder Mozart Goethe a cada uno de ellos les dedica un capiacutetulo Su comprensioacuten del chamanismo centrado en los estados de conciencia alterado la lleva seguido a sobreinterpretar las fuentes

6 No es por la falta de escritura que el chamanismo sigue siendo oral sino a causa de su fundamento pragmaacutetico Numerosos pueblos con chamanes conocen la escritura (y algunos como los coreanos y los mongoles tienen desde hace mucho la propia) sin embargo se rehuacutesan a usarla para la accioacuten de sus chamanes quienes por todos lados se supone que son inspirados por sus espiacuteritus



todos los semi-civilizados en bloque simplemente porque poseen seres cuya funcioacuten se parece -con variantes- a la de los chamanes [ ] Esta uacuteltishyma palabra [hechicero] despierta demasiado en nosotros la idea de que se trata de la Europa moderna o de la Edad Media para los semicivilizados es mejor usar la de chamaacuten (1903 p 51-57)

No nos detenemos mucho en una posible interpretacioacuten carismaacutetishyca de la suerte de hombre que seriacutea el chamaacuten seguacuten Van Gennep puesto que aun Max Weber al inicio de su capiacutetulo sobre la dominacioacuten carismaacutetica lo define como un mago en el que en el tipo maacutes puro la posibilidad de ataques de epilepsia es vista como condicioacuten previa al eacutextasis (Weber 1971 p 249)

A causa de los cambios que han tenido lugar en las sociedades chashymanistas y las dificultades encontradas por los teoacutericos el estudio del chamanismo pasa del dominio de la religioacuten al de la psicologiacutea Al paso del siglo XIX al xx se va a ver al chamaacuten no soacutelo como psicoterapeuta sino tambieacuten como psicoacutepata y el hecho de chamanizar como psiacutequicamente saludable -obviamente la influencia del naciente psicoanaacutelisis no es ajeshyna a ello Siendo un meacutedico que viviacutea entre los tungus del extremo oriental de Siberia S M Shirokogoroff (1935) oscila entre la idea recibida de la psicopatologiacutea del chamaacuten y su experiencia personal de los chamanes estos son por lo comuacuten nerviosos admite eacutel pero muchas veces tambieacuten se revelan como los maacutes soacutelidos en todo caso ellos no estaacuten en modo alguno enfermos a los ojos de su comunidad sino que por el contrario se les encarga 11 comunicar con los espiacuteritus Las interpretaciones psicoshypatoloacutegicas culminan con Ohmarks (1939) quien asocia el chamanismo a la histeria aacutertica La dificultad de conciliar la patologiacutea del chamaacuten con la constatacioacuten de la fuerza que su propia sociedad le atribuye consshytituye un callejoacuten sin salida para numerosos etnoacutelogos El chamaacuten y el psicoanalista son no obstante abundantemente puestos en paralelo en el plano teoacuterico (veacuteanse por ejemplo Leacutevi-Strauss 1949 y Devereux 1956) Sin embargo la mayoriacutea de los trabajos derivados de estudios de campo presentan al chamanismo como un recurso terapeacuteutico o un procedimienshyto adaptativo Viendo en ello un juicio impliacutecitamente negativo Mircea Eliade (1951) busca revalorizar al chamanismo y reintegrarlo a la esfera de la religioacuten pero manteniendo su dimensioacuten psiacutequica individual Basaacutenshydose exclusivamente en fuentes escritas reinterpreta de manera positiva sus aspectos patoloacutegicos gracias a la nocioacuten de enfermedad iniciaacutetica (es sobreponieacutendose a su propia locura que el chamaacuten adquiere la capacishydad de curar a otros) Para eacutel la accioacuten del chamaacuten constituye la teacutecnica del eacutextasis que da acceso a la experiencia religiosa en estado bruto Esta teacutecnica es compatible con diversas creencias e incluso independienshy



te de toda creencia eacutesta revela la aptitud individual para el misticismo Seguacuten su Diario Eliade destinaba esta obra a los poetas dramaturgos y pintores que seguramente la aprovechariacutean maacutes que los orientalistas y los historiadores de las religiones Dicha obra fue entonces criticada por estos uacuteltimos La traduccioacuten inglesa de su libro (1964) intervino entonces en la emergencia en California del movimiento de contracultura marcado por las novelas de Castaneda7

Juntos estos autores activaron una vaga idealizacioacuten del chamanismo como modelo de buacutesqueda espiritual Mientras que Castaneda ancla la buacutesqueda en el consumo de alucinoacutegenos Eliade impone una visioacuten miacutestica del chamanismo sobre la base del modelo siberiano que no recurre al consumo de psicotroacutepicos y por consiguiente es maacutes aceptable para un puacuteblico de educacioacuten cristiana Asiacute estos autores se encontrariacutean en el origen de la visioacuten de buacutesqueda espiritual fundada en la experiencia extaacutetica adquirida gracias a teacutecnicas accesibles por un entrenamiento beneacutefico a la vez para el cuerpo y para el alma que se expresa desde entonces bajo formas variadas en los neochamanismos occidentales El desarrollo de estos neochamanismos ha sido favorecido por el contexto social de la eacutepoca el Occidente viviacutea entonces la decolonizacioacuten y el desshycubrimiento de los Otros las ideologiacuteas colectivas se encontraban en decadencia e iniciaba un cierto rechazo por las jerarquiacuteas en las Iglesias cristianas a ello se suma que comenzaba a experimentarse un deseo creshyciente por la espiritualidad directa e individuaL

Este punto de vista miacutestico ha sido poco tomado en cuenta (al menos en Francia) por los antropoacutelogos de campo que han querido romper con el comparativismo y dejar de estudiar al chamaacuten fuera de su contexto y al chamanismo a traveacutes de la psicologiacutea del chamaacuten pero los problemas teoacutericos no han sido realmente debatidos8 Asiacute mientras se juzgan sin objeto los debates sobre la naturaleza normal o patoloacutegica del chamaacuten muchos autores en realidad los han prolongado al describir su conducta ritual como trance y sin dar maacutes explicacioacuten

La influencia de los neochamanismos occidentales se expandioacute a las sociedades no-occidentales en las que la decolonizacioacuten les permitiacutea reenshycontrarse con su chamanismo pero las praacutecticas encontradas cambiaron de funcioacuten su aspecto terapeacuteutico en particular se transformoacute en razoacuten de la extensioacuten de la biomedicina la que desplazoacute la demanda de chamanes hacia los hospitales la existencia de un viacutenculo entre la salud mental de los individuos y la pervivencia cultural del grupo orientoacute la praacutectica hacia

7 En sus libros que derivan en su mayoriacutea de una ficcioacuten etnograacutefica Castaneda no utiliza la palabra chamaacuten sino la de brujo

s Para algunos estos problemas son vanos pues el chamanismo es una categoriacutea seca e insiacutepida con la que los etnoacutegrafos no hacen maacutes que desvitalizar sus datos (Geertz 1966)


20 ROBERTE N HAMAYON

la reivindicacioacuten identitaria Por todos lados la renovacioacuten se manifiesta pero en modos muy diversos lo que hace que la visioacuten de conjunto sea tan confusa que hoy en diacutea no sea posible hablar maacutes que de chamanisshymos en plural

El trance en duda

Para simplificar las cosas soacutelo el teacutermino de trance seraacute examinado aquiacute (argumentos similares seriacutean vaacutelidos para el de eacutextasis) Eacuteste es el maacutes comuacuten y por lo general los autores que emplean el vocablo de eacutextasis lo hacen con el mismo sentido que el que los otros dan a trance No es deliberadamente que yo rechazo aquiacute este vocabulario Es al utilizarlo que lo encontreacute inapropiado para describir los hechos e inuacutetil para servir como herramienta analiacutetica La razoacuten decisiva para abandonarlo es el tipo de interpretacioacuten que su empleo induce

Un teacutermino impreciso

Para empezar este teacutermino es molesto por su imprecisioacuten Las descripshyciones se reducen seguido a esto el chamaacuten estaacute en trance o entra en trance su trance puede ser profundo o ligero pero tambieacuten histeacuterico o hiperactivo o aunel chamaacuten en trance invoca a los espiacuteritus o hace talo tal acto ritual Se deja asiacute al lector la libertad de imaginar lo que eacuteste hace exactamente9 iquestEl chamaacuten tiembla se arremolina salta baila Y si debe haber movimiento iquestqueacute hacemos con la peacuterdida de conciencia o trance cataleacutepticolO durante el cual eacutel yace inerte iquestCoacutemo englobar en una misma nocioacuten la hiperactividad y la peacuterdida de conciencia Por siacute misma esta variedad invalida todo criterio de orden fiacutesico o psiacutequico para decidir si un chamaacuten estaacute o no en trance Por otro lado dos constantes se imponen raacutepidamente

En el discurso de los pueblos chamanistas no hay un concepto homoacuteshylogo de trancel1 es decir un constructo que corresponda a un cambio de

9 Rouget enumera como principales siacutentomas temblar tener escalofriacuteos ser presa de hoshyrripilacioacuten desmayarse caer al suelo bostezar padecer letargo sufrir convulsiones babear tener los ojos exorbitados sacar una lengua enorme que se paralice uno u otro miembro preshysentar trastornos teacutermicos [ ] ser insensible al dolor estar agitado por tics soplar ruidosamenshyte tener la mirada fija etc (1990 p 57)

10 Lot-Falck distingue trance dramaacutetico y trance cataleacuteptico Siguiendo su ejemplo utiliceacute esta terminologiacutea en mis primeros trabajos

11 El latiacuten transire morir ir al maacutes allaacute pasar de un estado a otro es la etimologiacutea sobre la que se apoya Rouget



estado (aun si entre algunos ciertos teacuterminos que califican estados furia o rabia por ejemplo pueden ser aplicados al chamaacuten durante el ritual)l2 Esta nocioacuten parece sobre todo no ser pertinente para los interesados quieshynes en general no pueden responder a la pregunta de si un chamaacuten estaacute o no en trance Trance es una categoriacutea construida por el analista iquestBajo queacute criterios juzgarla apta para caracterizar aquello que designa iquestHasta que punto da acceso a las ideas de los pueblos chamanistas

Estos pueblos consideran al episodio ritual llamado trance como expresioacuten de un contacto o encuentro conespiacuteritus13 En consecuencia la naturaleza de la conducta del chamaacuten refleja la del contacto y los divershysos gestos expresan diferentes sentidos Dicho de otro modo la conducta del chamaacuten corresponde al orden simboacutelico Este episodio ritual debe asiacute ser aprendido a partir de la idea de contacto directo con los espiacuteritus y no en referencia a el estado fiacutesico o psiacutequico de aquel que lo realiza14 El contacto con los espiacuteritus es en el contexto tradicional visto como el medio y la prueba de aquella funcioacuten de intereacutes colectivo que el chamaacuten cumple para la comunidad que le ha dado el cargo

Un pre-supuesto cargado de implicaciones

El inconveniente esencial de este teacutermino es que en eacutel se fusionan impliacuteshycitamente tres oacuterdenes de factores un comportamiento fiacutesico (toda una serie de estados o gestos posibles) un estado psiacutequico (o de conciencia) y una conducta culturalmente definida1s Esto significa postular un nexo si no de causalidad al menos de correlacioacuten entre corporal y espiritual por un lado y entre natural y cultural por el otro lo cual es indemostrashy

12 Asiacute el chamaacuten buriat debe estar galzuu en furia para lograr talo cual contacto objeto de la accioacuten ritual (Hamayon 1990 p 522) Partiendo de un punto de vista diferente HAkan Rydving (1984 195) escribe Aun cuando el eacutextasis sea un elemento central en el chamanismo se tiene la costumbre de decir que no existe una palabra saami [lapoacuten] para eacutextasis Esto puede ser cierto si soacutelo se toman en cuenta los sustantivos pero hay dos verbos que denotan estados extaacuteticos [traduccioacuten de Hamayon al franceacutes] De estos dos verbos prosigue el autor uno tiene el sentido de ser salvaje o furioso el otro de jugar y cantar como los paacutejaros (sobre todo los urogallos) y otros animales en temporada de apareamiento

13 Por convencioacuten el teacuterminoespiacuteritu designa a una entidad incorpoacuterea concebida como homoacuteloga -pero geneacuterica- del alma humana en naturaleza y estatus

14 Durante la entrada al trance sus dedos de los pies se estiran y se contraen Cuando decrece la profundidad de su trance y este le permite el relajamiento de la tensioacuten sus dedos se desencrespan [ ] Sin embargo sus clientes observan aldios en su rostro y no prestan ninguna atencioacuten a [ ] sus dedos Ellos no ven ninguna diferencia (Heinze 1992 135)

15 Para Rouget el estado de conciencia se antepone en la definicioacuten de trance [ ] se trata de un estado de conciencia que tiene dos componentes uno psico-fisioloacutegico y el otro cultural (199039)



ble y sobre todo fuente de confusioacuten Dos problemas en particular han afectado los trabajos que hacen uso de este teacutermino el de la induccioacuten del ltrance y el de su autenticidad iquestCuaacutel es el rol de los factores fiacutesicos en el estado psiacutequico ligado a la conducta cultural iquestSe acompantildea eacutesta del estado psiacutequico esperado y si no que validez puede tener Aunque estos debates estaacuten hoy en diacutea un tanto abandonados es uacutetil examinarlos pues describen de manera simeacutetrica e inversa el nexo supuesto que siempre se mantiene impliacutecito en el uso de estos vocabularios

El problema de la induccioacuten

La obra que ha abordado el problema con mayor profundidad es la de Rouget En relacioacuten a su cuestionamiento sobre el rol de la muacutesica responshyde que no hay relacioacuten de causa-efecto entre muacutesica y trance La muacutesica lno determina fisioloacutegicamente al trance pero lorganiza y lsocializa esta predisposicioacuten natural16

La teacutecnica [tocar el tambor RH] soacutelo funciona porque estaacute al servicio de una creencia y porque el trance constituye un modelo cultural integrado a una cierta representacioacuten general del mundo He ahiacute un dato intelectual que es esencial y que se sobrepone tanto a la psicologiacutea como la fisiologiacutea del trance Es esto lo que hace que la entrada en trance parezca siempre suspendida a una suerte de claacuteusula restrictiva por maacutes preparado que se pueda estar fiacutesica y psicoloacutegicamente tambieacuten es necesario estar listo intelectualmente y que se haya decidido (maacutes o menos concientemente) abandonarse a eacutel (Rouget 1990553)

Esta argumentacioacuten valdriacutea para cualquier otro tipo de condicionashymiento No obstante el mejor argumento es que puede haber ausencia de condicionamiento sensorial aSIacute en Asia Central el tambor ha cedido su lugar al fuete y el cuchillo uacutenico objeto ritual especiacuteficamente propio a los chamanes (Basilov 1992)

Sin embargo aun si Rouget convence al lector en cuanto a que nada puede inducir un trance eacuteste lo deja perplejo cuando lo imputa a una predisposicioacuten natural que los rituales socializariacutean de manera variable seguacuten las culturas Ahora bien no solamente esta variabilidad es tan granshyde y en ocasiones tan contradictoria que pone en duda la idea misma de

16 La universalidad del trance significa que eacuteste corresponde a una disposicioacuten psicofisioshyloacutegica innata [ ] maacutes o menos desarrollada claro estaacute seguacuten los individuos La variabilidad de sus manifestaciones resulta de la diversidad de las culturas a traveacutes de las cuales este es practicado (Rouget 1990 39)



H disposicioacuten mental (ciertas sociedades reservan la conducta de trance a un sexo y la prohiacuteben al otro) sino que sobre todo recurrir a una predisposicioacuten natural que deberiacutea estar Horganizada y socializada traiciona un prejuicio ideoloacutegico implica tomar impliacutecitamente al chamashynismo y los cultos de posesioacuten por formas religiosas dependientes de la naturaleza de sus miembros de quienes ellas canalizariacutean o explotariacutean las disposiciones

La autenticidad

Este problema es evocado por numerosos autores que se preguntan si el Htrance es real (auteacutentico sincero) o simulado puesto que esto parece poco evidente iquestel chamaacuten (o el poseso) se encuentra verdaderamente17

en presencia de sus espiacuteritus o simplemente hace como si asiacute fuera Se encuentra igualmente a lo largo de paacuteginas la reflexioacuten de que ellJtranshyce puede ser igualmente eficaz cuando eacuteste soacutelo es simulado o aun que lJel ritual no necesariamente funciona si el trance es auteacutentico y a la inversa que eacuteste puede ufuncionar aun en ausencia de trance mashynifiesto18 A la larga este tipo de reflexiones nos lleva a descalificar al IJtrance en su aptitud para caracterizar al chamanismo de ser asiacute este no seriacutea necesario ni suficiente

Esta interrogacioacuten sobre la autenticidad del trance es de hecho lo que revela mejor el obstaacuteculo que constituye la fusioacuten en eacuteste teacutermino de consideraciones fiacutesicas psiacutequicas y culturales El argumento requiere ser desarrollado por etapas

Los estados de conciencia

Para empezar debemos preguntarnos queacute es lo que nos permite imputar a un chamaacuten un estado psiacutequico particular cuando realiza un ritual soshybre todo cuando se trata de chamanes alejados en el tiempo y el espacio Esta cuestioacuten no estaacute ni remotamente resuelta por el hecho de recurrir a la nocioacuten de estado de conciencia19 En los enfoques postmodernos

17 No se puede tratar maacutes que de creer que se encuentra en presencia de los espiacuteritus mas en tales obras tal precisioacuten es en el mejor de los casos impliacutecita

18 Keith D Howard plantea una pregunta similar a traveacutes del tiacutetulo mismo de su artiacuteculo Without Ecstasy is there Shamanism in South-West Korea (1993)

19 Para muchos arqueoacutelogos hay en el origen del arte rupestre un fundamento chamaacutenico universal definible en funcioacuten de losestados de conciencia alterada Veacutease para una discusioacuten Franciort y Hamayon eds 2001



que pretenden tener una apariencia cientiacutefica este vocabulario tomado como preacutestamo a la psiquiatriacutea reemplazoacute los teacuterminos de iacuteiacutetrance y eacutextasis para definir al chamanismo sin que por ello sean explicitados los criterios Los adjetivos que califican estos estados han variado iacuteiacutealterashydos alternos liberadores iacutelmodificados La expresioacuten de iacutelestado de conciencia chamaacutenica que utiliza M Harner es tautoloacutegica -lo que subraya el caraacutecter autorreferencial de esta nocioacuten que pierde por este hecho todo valor para una definicioacuten20

Un determinismo no demostrado

En seguida uno se pregunta por queacute la conducta de trance escapariacutea al lote comuacuten de las conductas religiosas que como lo subraya en particular R Needham (1972) son compatibles con toda clase de estados internos (inner states) sin estar sistemaacuteticamente ligadas a ninguno Ligar por el uso de iacuteltrance un estado psiacutequico a una conducta fiacutesica y a una intenshycioacuten religiosa significa un determinismo difiacutecil de concebir y sobre todo contrario a la experiencia iquestQueacute seriacutea de la vida social si elestado interior pudiera ser deducido del comportamiento21 La facultad de disimular le es indispensable Establecer una equivalencia entre chamanismo y estado de

20 Michae1 Hamer fundoacute el Centro y despueacutes la Fundacioacuten para los Estudios Chamaacutenicos -Foundation for Shamanic Studies (1985)- que pretende propagar el chamanismo por el mundo entero Eacutesta ofrece estancias pagadas para iniciar a los adeptos reunidos en ciacuterculos de tamborileo -drummiacuteng ciacutercles- en las teacutecnicas de base El chamanismo nuclear -eore shamanism- que difunde se ve como universal y libre de toda referencia cultural El chamanismo no deriva de la cultura es una facultad natural dice un formador de la filial danesa de la Fundacioacuten Gakobsen 1999 96) La creacioacuten de la revista Shamans Drum A Journal of Experientiacuteal Shamanism and Spiacuteritual Healing ligada a la Fundacioacuten se consagra a la nocioacuten de experiencial Lo experiencial se distingue de lo empiacuterico (fruto de una observacioacuten espontaacutenea) y de lo experimental (fruto de una observacioacuten voluntaria de experiencias objetivamente controlables) designa lo que el sujeto siente A pesar de su fundamento subjetivo la formacioacuten experiencial es tomada como criterio de autenticidad y cientificidad Lo que es experiencial es incuestionable e incuestionado pues cada quien represenshyta a todos los otros Asiacute se realiza la fusioacuten de 10 espiritual lo emocional y 10 universaL

21 Es un notable problema de la experiencia comuacuten [ ] que las extemalizaciones convenshycionales de la creencia religiosa no significan una real adherencia a las doctrinas que estas sushyponen expresar Arrodillarse ante el altar postrarse en una plegaria yel autosacrificio sangrienshyto nos dicen igualmente poco sobre los estados internos de quienes realizan estas acciones puacuteblicas Ninguacuten rito muestra por su realizacioacuten si los participantes tienen o no una cierta actishytud -creencia- ante las premisas ideoloacutegicas de 10 que hacen [ ] Aun cuando estamos conshyvencidos de que una persona cree genuinamente lo que dice que cree nuestra conviccioacuten no se basa en evidencia objetiva de un distintivo estado interno Si para nosotros fuera posible tener este conocimiento entonces ninguna disimulacioacuten en sociedad importariacutea pues en ese caso habriacutea un verdadero arquetipo mantildeosamente afectado por el disimulador pero esto no es aSIacute y todo lo que tenemos en realidad son aseveraciones de creencias y los actos y posturas que convencionalmente suelen acompantildearlas (Needham 1972 p 100-101)



conciencia alterada maacutes que formar la base de una definicioacuten no hace maacutes que radicalizar este determinismo o reducir el chamanismo al estatus de fenoacutemeno neurofisioloacutegico

Una doble especulacioacuten sobre la creencia

Afirmar la autenticidad del iexcliexcltrance es hacer una fuerte hipoacutetesis sobre la creencia que ademaacutes es sobre la creencia del Otro chamaacuten o poseso es afirmar que el Otro se adhiere totalmente a la idea de que los espiacuteritus existen y que estaacute en contacto real con uno de ellos Es inferir de la represhysentacioacuten la creencia y de la creencia la realidad Ciertamente toda sociedad tradicional debe su cohesioacuten al hecho de que sus miembros comparten un mismo conjunto de representaciones simboacutelicas pero sus miembros han experimentado que la sociedad vecina se refiere a otro conjunto es por eso que ellos no toman la propia por una certeza iexcliexclhacemos asiacute porque es nuestra tradicioacuten hacemos como haciacutean nuestros ancestros eso permitioacute a nuestro pueblo vivir hasta nuestros diacuteas La experiencia de la relatishyvidad cultural se encuentra aparejada con aquella de que la praacutectica no necesariamente requiere la adhesioacuten a su contenido Juntas implican que las representaciones son reconocidas maacutes o menos concientemente como algo que evoca una cosa distinta de lo que estas expresan22 si estas pueden tener la fuerza de la realidad no es en el orden cognitivo de lo real ordinashyrio El tambor del chamaacuten es portador de espiacuteritu para el chamaacuten como la hostia es portadora del cuerpo de Cristo para el cristiano pero el tambor podraacute no ser maacutes que una piel extendida para el cristiano y la ostia soacutelo un disco de harina para el chamanista Asiacute Mannoni escribe Yo se bien que las katchina no son espiacuteritus son mis padres y tiacuteos pero de todos modos las katchina estaacuten ahiacute cuando mis padres y tiacuteos bailan enmascarados (1969 p 16) Huizinga ya habiacutea subrayado a propoacutesito de esas katchina que una temerosa agitacioacuten se aduentildea de las mujeres cuando las maacutescaras se acercan a ellas aun cuando sepan quien se esconde detraacutes 11su angustia puede ser en parte sincera pero eacutesta tambieacuten es un deber ([1938]-1951 p 50)

La duda acompantildea a la creencia pues al reposar sobre representacioshynes simboacutelicas eacutesta no es un saber (Pouillon 1979) El hechicero Quesalid descrito por Leacutevi-Strauss (1958) se sorprende de que se le tenga confianza mientras eacutel mismo sabe que estaacute haciendo trampa23 iquestNo se podriacutea decir

22 IIToda conducta ritual es simboacutelica y como tal no coincide con la conducta que represhysenta (Oosten 1989 p 335)

23 Tambieacuten es sorprendente leer que [ ] no soacutelo llega a suceder que el trance sea ficticio sino tambieacuten que los actos extraordinarios que le son atribuidos no sean maacutes que ilusionismo o prestidigitacioacuten (Rouget 1990 p 58 n3)



del chamaacuten que 11entra en contacto con el espiacuteritu del Bosque o de la Vishyruela lo que Huizinga persuadido de que se puede ser a la vezconciente e ingenuo dijo sobre un santo cristiano San Francisco de Asiacutes venera a la Pobreza su prometida con la maacutes iacutentima conviccioacuten piadosa en un santo eacutextasis Pero si se nos plantea la simple cuestioacuten de si eacutel creiacutea en un ser espiritual celeste llamado Pobreza [ ] en un ser que era realmenshyte la idea de Pobreza nos sorprenderiacutea El simple hecho de plantear la pregunta en esos teacuterminos [ ] ha forzado el tono sentimental de la idea Francisco creiacutea y no creiacutea en ella [ ] La expresioacuten maacutes justa de esta actividad espiritual consiste en decir que Francisco jugaba con la figura de la Pobreza (Huizinga 1951 p 228)

iquestPor queacute acordar mayor realidad al hecho para el poseso de asumir la penetracioacuten de sus espiacuteritus o para el chamaacuten de transformarse en animal que al hecho para las carmelitas de gozar a Cristo su esposo como dice Santa Teresa de Aacutevila (citado por Rouget 1990 p 45) iquestNo estariacutea el cristiano 11 sorprendido como dice Huizinga si el no-cristiano les diera un valor de realidad iquestNo es acaso en nombre de la supuesta realidad del vuelo del alma que seguacuten se dice bajo el reacutegimen comushynista de las propagandas del ateismo habriacutean desafiado a los chamanes a saltar de un avioacuten iquestLas relaciones con los seres incorpoacutereos que son los espiacuteritus pueden ser otra cosa maacutes que metaacuteforas

Es a una verdadera desmistificacioacuten a la que se enfrentan las chashymanas coreanas que dirigen la segunda tentativa de iniciacioacuten ritual de Chini (Kendall ms 1993) Esta joven muchacha es tan torpe y se encuentra tan paralizada que no logra moverse ni hablar de una manera que haga creer a los demaacutes que los espiacuteritus han descendido en ella Para empeshyzar las otras la animan cuando bailes tuacute te sentiraacutes alentada a atrapar un traje de espiacuteritu entonces atraacutepalo y brinca como si estuvieras loca Hoy todo lo que tienes que hacer es bailar con el traje Despueacutes estas la regantildeaniquestCrees tuacute que los espiacuteritus se van a mostrar si tuacute te limitas a quedarte ahiacute parada esperaacutendolos [ ] iquestPiensas tuacute que un espiacuteritu hasta iraacute a mover tu lengua por ti [ ] iquestNo podriacuteas tuacute al menos haber hecho el gesto de [tomar] la corona [] iexclNo puedes ignorar esto cuando hagas la adivinacioacuten Por uacuteltimo estas le aconsejan [Hoy] llora toda tu tristeza y la proacutexima vez no llores soacutelo debes actuar muy muy bien

Si es legiacutetimo intentar restituir la atmoacutesfera de los rituales observados iquestes por ello preciso describir las representaciones como realidades24 Eso seriacutea dar un paso que los interesados mismos no dan aun si su discurso no expresa esta distancia eso sin mencionar que con ello se oculta la

24 Jugar a creer en las creencias [ ] no me parece la mejor manera de hacer comprender las dichas creencias (Olivier de Sardan 1988 p 528)



naturaleza simboacutelica de las representaciones Asiacute del hecho de que los poseiacutedos dicen no recordar lo que sucede durante el episodio llamado de trance muchos autores concluyen que la amnesia es un corolario fiacutesico de la posesioacuten Lo que implica esta amnesia es maacutes bien la idea de la presencia en el cuerpo del interesado de un espiacuteritu que actuacutea en su lugar Relatar seriacutea entonces confesarse impostor Desde el instante en que es el zar [espiacuteritu] quien supone actuar y no la persona humana es [ ] evidente que esta uacuteltima no puede maacutes que mostrarse ignorante de lo que dice o hace la personalidad miacutetica que se supone actuacutea en su lugar y sitio hacer lo contrario seriacutea admitir [ ] que no estaacute realmente poseiacuteda [ ] de suerte que sus actos y gestos [ ] [se convertiriacutean en] agitacioacuten sin alcance (Leiris [1938]-1980 p 114) Es tambieacuten esto lo que remarca A Meacutetraux (1955) mientras que J Moreacutechand anota iacutelNunca un chamaacuten hmong consentiraacute a admitir que puede recordar el trance que acaba de vivir (citado por Rouget 1990 p 51)

La razoacuten simboacutelica del comportamiento del chamaacuten

Todos estos problemas (iquestcuaacutel es el psiquismo del chamaacuten iquestcoacutemo entra en trance su trance es auteacutentico) desaparecen por siacute mismos en el momento en que dejamos de vincular lo fiacutesico lo psiacutequico Y lo cultural y tomamos verdaderamente en cuenta que su conducta emana de represhysentaciones simboacutelicas Lo esencial es que el chamaacuten respete el modelo de conducta preescrito para su funcioacuten en el sistema simboacutelico de la sociedad a la que pertenece Asume su rol de chamaacuten25 un rol que significa represhysentar su encuentro con los espiacuteritus en el marco del ritual Esto acerca su conducta a un acto de teatro Esta perspectiva de interpretacioacuten se dio antes que la viacutea miacutestica de Eliade se propagara y reformulada posteriorshymente en el liarte del performance26

Actuar como chamaacuten asumIacuter un rol

Permitaacutemonos algunos recordatorios El chamaacuten no procede por azar en su frenesiacute todo sucede como si actuara a la manera de un actor en un rol de furioso en el que el desarrollo de los gestos y de las palabras estariacutean preescritos de antemano Mas este hecho no contradice la existencia de un verdadero estado de posesioacuten [ ] La posesioacuten de la que se creen afectados

25 Para Siiacutekala la teacutecnica del chamaacuten es una toma del rol (1978) 26 Kirby 1974 Schechner 1985 Kim amp Hoppaacutel1995



es ciertamente un rol que estos juegan pero nada impide que sea un rol adoptado de buena fe y que consiste no soacutelo en actuar de una cierta mashynera sino en creer que uno lo hace a causa de una fuerza ajena (Filliozat 1944 p 79-80) A Metraux (1955 p 4145) teniacutea una posicioacuten similar el trance es un imperativo ritual [ ] La mayoriacutea de los posesos no parecen retener de su estado maacutes que la satisfaccioacuten experimentada por el actor que vive su papel [ ] Eacutel juega su rol de buena fe El caraacutecter teatral de la posesioacuten es el argumento mismo de la obra de Leiris ([19381958]1980)

En suma el chamaacuten es al trance lo que el actor a su escena Preguntarshyse si el trance de uno es sincero o simulado si el otro se cree o no el pershysonaje que actuacutea puede ayudar a cernir sus personalidades individuales mas no permite comprender ni el chamanismo ni el teatro estos (como toda institucioacuten) no pueden definirse por la psicologiacutea de sus ejecutantes Desde luego todo rol social demanda tensioacuten nerviosa gasto de energiacutea concentracioacuten mental y un miacutenimo de adhesioacuten (uno no puede ser ciacutenico sobre su propio rol) pero ninguno de ellos ve su razoacuten de ser ligada a la intervencioacuten de estos factores ni aun su validez Soacutelo su eficacia puede verse afectada27 No hay ninguna razoacuten para pensar que la conshyciencia de jugar un rol impida ser sincero no hay razoacuten para definir un rol por la adhesioacuten a eacuteste por parte de aquel que lo detenta Ademaacutes no podriacutea haber confusioacuten entre aquel que juega un rol y el personaje que representa Si el puacuteblico puede juzgar el grado de adecuacioacuten entre uno y otro iquestno es precisamente porque se distinguen Como todos los actores el chamaacuten debe poder quitarse la I maacutescara puesto que no es maacutes que ponieacutendosela que eacutel puede justamente jugar su rol (Mitrani 1982 p 254) De hecho [que un actor] crea en la realidad de su rol es la alienacioacuten dice Caillois ([1958]-1967 p 111)

Las sociedades chamanistas piensan que su existencia depende de esshypiacuteritus y ponen mucha atencioacuten en establecer buenas relaciones con ellos Asiacute como eacutestas confiacutean tales relaciones a los chamanes tambieacuten las limitan al marco ritual y con ello mantienen el control Un no-chamaacuten que se condujera fuera del ritual como chamaacuten seriacutea considerado loco Asiacute los grupos que viven de la caza en Siberia encargan a su chamaacuten obtener de los espiacuteritus animales promesas de presas de caza estando supuestamente frente a animales eacutel los imita con gestos con la voz con su vestimenta Mas se prohiacutebe al simple cazador comportarse asiacute28

27 Pragmaacuteticas las sociedades chamanistas hacen seguido depender el reconocimiento de un chamaacuten del eacutexito de su praacutectica La falta de eficacia puede acarrear la peacuterdida del rol sociaL Si el rol social no es jugado es seguro que las cosas iraacuten mal mas no es suficiente que este sea jugado para que las cosas vayan bien todaviacutea es preciso que este sea jugado bien

28 El simbolismo del comportamiento chamaacutenico es tratado en detalle en Hamayon 1990



El hecho de que la conducta del chamaacuten se explique a partir de la concepcioacuten de los espiacuteritus y la relacioacuten que se mantiene con ellos permite ahorrarse las evaluaciones psicoloacutegicas y fisioloacutegicas En toda sociedad el sistema simboacutelico se nutre de la experiencia de sus miembros lo cual le obliga a adaptarse sin cesar Inversamente la experiencia soacutelo toma forma al interior de la loacutegica del sistema Si hace falta para empezar trataacutendose del chamaacuten preguntarse coacutemo son concebidos los espiacuteritus para justificar que eacutel se conduzca de tal o cual manera cuando se supone que entra en contacto con ellos tambieacuten es necesario no perder de vista que ciertos inshydividuos seraacuten maacutes aptos que otros para jugar este rol y que igualmente asumiraacuten los efectos de ello Mas cualesquiera que eacutestas sean las variashyciones individuales no dan cuenta de la existencia del rol

Llevar a cabo una accioacuten simboacutelica

Definir la conducta del chamaacuten como la ejecucioacuten de un rol que corresponshyde a su funcioacuten no implica por consiguiente asimilar el chamaacuten al actor el chamanismo al teatro ni el ritual al juego29 El ritual chamaacutenico pretende ser una accioacuten llevada a cabo de manera colectiva sobre entidades incorpoacuteshyreas de las que una eficacia es esperada a cambio y no una representacioacuten dirigida a espectadores que tiene su fin en siacute Es significativo de esta espera que en la mayoriacutea de los pueblos chamaacutenicos tras el resultado del ritual los participantes deben dar al ejecutante su visto bueno sobre la accioacuten 30

Esta dimensioacuten de accioacuten simboacutelica es la que importa a los pueblos chamanistas y la que por este hecho se encuentra en el corazoacuten del anaacutelisis antropoloacutegico Ella se altera o se pierde cuando los rituales son teatralishyzados representados en escena en atencioacuten de espectadores extranjeros a la cultura que los produce31 Eacutesta se pierde auacuten maacutes cuando el ritual es comprendido como arte del performance centrado en aquel que lo ejeshycuta y en el que el performance es el fin en siacute Cubrir la accioacuten ritual con el teacutermino de trance enmascara esta dimensioacuten simboacutelica La terminologiacutea gestual por el contrario ayuda a describir y seguir la estructura narrativa

29 Schechner (1976) ha establecido una serie de criterios para distinguir entre ritual y teatro Las relaciones entre juego y ritual son el objeto de otro artiacuteculo (Hamayon 1995)

30 11 Ahora dice un chamaacuten yakute a los participantes corresponde a ustedes decidir si efectivamente obtuve pescado de los espiacuteritus del agua Que sea asiacute responden ellos (Hushydiakov [1868]-1969 226) Entre los evenk corresponde a los asistentes decir el resultado del lanzamiento adivinatorio efectuado por el chamaacuten es decir validar su accioacuten o al contrario rechazarla (Bulatova 1994 170)

31 Las mUlumg coreanas fueron las primeras en presentarse en escena durante sus giras por Occidente Grupos de cantantes y bailarines de otros pueblos chamanistas lo han hecho posteshyriormente



que expide el sentido de la accioacuten ritual Como quiera que sea la extensioacuten de la expresioacuten arte del performance parece revelar un cambio en la actitud occidental frente al cuerpo quien ya no se opone al alma sino que constituye su viacutea de expresioacuten y los relatos hechos de momentos comparshytidos de expresioacuten traducen un deseo de afirmar la existencia de una cierta universalidad del chamanismo directamente ligado a la persona humana

El trance instrumento de devaluacioacuten

La reparticioacuten en el mundo de las conductas de trance establecida por Rouget hace aparecer una oposicioacuten entre las religiones de la trascendenshycia que las condenan o recuperan y los otros a quienes eacutestas caracterizan Para el mundo cristiano el trance traduce un pensamiento religioso desshyviado o sectario 32 o eacuteste es profano Eso confirma que el hecho de atribuir el trance a una disposicioacuten natural socializada deriva de un prejuicio Si el trance correspondiacutea a disposiciones innatas [ ] estariacuteamos en conshydiciones de preguntamos en virtud de queacute mutaciones esta facultad habriacutea desaparecido en las religiones de la misma composicioacuten eacutetnica pero donde la tradicioacuten [ ] se ha conservado menos fielmente o se ha perdido exclama Meacutetraux (1955 p 42) Todo sucede en efecto como si fundar la conducta de trance en una disposicioacuten natural fuera un argumento para devaluar a los pueblos que lo practican si estos recurren al trance es para canalizar esta disposicioacuten el desplazamiento es faacutecil entonces hacia el salvajismo y la patologiacutea nerviosa o mental33 Dicho de otro modo quienquiera que tenga una conducta de trance da prueba de que no tiene pleno dominio de su naturaleza un grupo humano es primitivo34 un individuo estaacute enfermo Tal es el trasfondo ideoloacutegico del teacutermino trance

Trance diabolizado trance medicalizado

Imputar el trance a una disposicioacuten natural ha permitido condenarlo ideoloacutegicamente sin tener que oponerse a esta disposicioacuten natural en siacute misma Esta perspectiva sugiere llamardiabolizacioacuten la percepcioacuten que

32 En los primeros tiempos de la cristiandad se deciacutea de las personas en trance que eran energuacutemenos [ ] una palabra que todaviacutea era corriente en el siglo XVII para designar a los posesos (Rouget 1990 p 58)

33 La persona en trance se reconoce en que [] 3) ella es presa de ciertas perturbaciones neuropsicoloacutegicas [ ] (Rouget 1990 p 58) Estas teacutecnicas se asocian a una [] disposicioacuten [ ] erraacutetica o neuroacutetica el cambio de personalidad (Luc de Heusch 1971 p 227)

34 Mary Douglas (1973 p 19-39) sugiere que hay en la praacutectica religiosa una evolucioacuten del eacutextasis al control a medida que la sociedad se va organizando (citado por Howard 1993 p 5)



tuvieron del chamanismo los primeros cristianos al penetrar en Siberia y medicalizacioacuten la de los agentes de la administracioacuten colonial del siglo XIX Del uno al otro se pasa de un juicio de la alteridad cultural a un juicio de la alteridad mental del salvaje al loco

El trance idealizado

Aquello que volviacutea al trance inadmisible a los ojos del mundo cristiano era la idea de que eacuteste expresaba un 11contacto directo con los espiacuteritus Es esto mismo lo que lo valoriza en el momento en que declinan las relishygiones instituidas Es la razoacuten de su idealizacioacuten por los neochamanismos que lo exaltan como teacutecnica de 11desarrollo personal de transformacioacuten interior de adquisicioacuten de poderes

A manera de conclusioacuten

Asiacute la conducta del chamaacuten durante el ritual se explica en referencia a la representacioacuten simboacutelica de su contacto directo con espiacuteritus Si la puesta en escena de esta representacioacuten puede tener efectos psiacutequicos esshytos son contingentes Describir la conducta ritual en teacuterminos de trance implica tomar al efecto por causa y con ello producir un contrasentido antropoloacutegico El registro dramaacutetico es el maacutes apropiado para describir la expresioacuten ritual del 11contacto siguiendo una estructura narrativa Es de este registro que derivan los teacuterminos que en numerosos pueblos chamanistas designan la accioacuten ritual como juego algo muy difundishydo (del ojun turco al nolda coreano o al khelna hindi pasando por el hoori songhay) La nocioacuten de juego seriacutea tanto maacutes uacutetil a estudiar puesto que eacutesta es corrientemente condenada por las religiones trascendentes que la oponen a la plegaria35 la idea misma de jugar implica negar la trasshycendencia de las instancias sobrenaturales a las que uno se dirige

Sin embargo existe otro tipo de circunstancia en el que numerosas culturas chamaacutenicas establecen un lazo entre un estado de la persona y un tipo de relacioacuten con los espiacuteritus la fase preparatoria al acceso a la funcioacuten de chamaacuten Por todos lados esta fase se encuentra bajo el signo de un tipo de suentildeo que supone advertir al sontildeador que los espiacuteritus le llaman Eacutesta tambieacuten comprende a veces otros estados y actitudes rechazo

35 Ver Basilov 1992 Olivier de Sardan 1986 Kendall Hamayon 1995 etceacutetera para el uso de juego en el chamanismo y la posesioacuten Para la oposicioacuten entre jugar y rezar se puede consultar Van der Veer 1992



al alimento ebriedad fuga somnolencia interpretados como favorables a la comunicacioacuten con los espiacuteritus por oposicioacuten a los estados que se supone expresan la vida entre los humanos (vigilia consumo alimentario actividad de la palabra caminata ) Es importante subrayar que este tipo de suentildeo y estos estados tenidos por abiertos a la comunicacioacuten con los espiacuteritus son convencionales y estereotipados al interior de una sociedad dada No son pertinentes por siacute mismos sino como representaciones simshyboacutelicas sean eacutestas las realidades psiacutequicas correspondientes e indepenshydientemente de ellas Ademaacutes estos no son considerados como signos de una apertura a los espiacuteritus maacutes que previamente al acceso a la funcioacuten o en el margen de su ejercicio y no intervienen como partes constitutivas de los rituales No es en el suentildeo sino por los gestos y los sonidos que el chamaacuten cumple la accioacuten ritual y es de estos gestos y sonidos que una eficacia simboacutelica es alcanzada En suma uno se prepara para la funcioacuten por los estados en circunstancias privadas e informales y uno la ejerce por los actos en el marco puacuteblico de los rituales

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PARA TERMINAR CON EL TRANCE Y EL EacuteXTASIS EN EL ESTUDIO DEL CHAMANISMOl

Los teacuterminos trance y eacutextasis estaacuten presentes en la mayoriacutea de las definiciones y descripciones del chamanismo asociaacutendolos a los cultos de posesioacuten en una misma categoriacutea de fenoacutemenos religiosos Incluso estos vocablos sirven seguido para caracterizarlos tal como lo muestra su uso en el tiacutetulo de las obras generales que le son consagradas este es el caso de las de Mircea Eliade (El chamanismo y las teacutecnicas arcaicas del eacutextasis) y de loan M Lewis (Las religiones del eacutextasis) o la compilacioacuten Trance chamanismo y posesioacuten que porta el encabezado De la fiesta al eacutextasis Trance y 11eacutextasis sirven de vocabulario de base para los movimienshytos neochamaacutenicos occidentales que reivindican una continuidad con los chamanismos tradicionales de las sociedades no-occidentales

Sin embargo pocas veces se hacen precisiones sobre el sentido que se da a dichos teacuterminos las justificaciones de su empleo son igualmente raras como si de antemano y de una vez por todas eacutestos hubieran sido decretados adecuados para su objeto La obra de Gilbert Rouget La muacutesica y el trance constituye a este respecto una feliz excepcioacuten En ella se distinshyguen ambos teacuterminos sobre todo por sus implicaciones respectivas en el plano psico-fisioloacutegico3 Para el autor soacutelo el teacutermino trance conviene a la conducta del chamaacuten

1 Esta traduccioacuten sintetiza varios artiacuteculos liAre trance ecstasy and similar concepts appropriate in the study of Shamanism en Shaman (Szeged) 1-23-25 1993 Y republicado Shashymanism and performing arts ed por Tae-gon Kim y Mihaacutely Hoppaacutel Budapest Akadeacutemiai Kiadoacute 17-341995 Pour en finir avec la transeraquo et llaquoextaseraquo dans leacutetude du chamanisme 1995 en Eacutetudes mongoles et sibeacuteriennes 26 155-190 Ecstasy or the West-dreamt shaman 1998 en Tribal Epistemologies ed por Helmut Wautischer Ashgate pubL AldershotBrookfield (Avebury Series in Philosophy) 175-187 Traducido por Roberto Martiacutenez G

2 Raros mas no inexistentes Luc de Heusch da cuenta de su uso de religiones extaacuteticas para agrupar chamanismo y posesioacuten (1971 227) Hultkrantz considera que el trance es meacuteshydico y eleacutextasis teoloacutegico pero dice utilizar [los dos teacuterminos] alternativamente porque se refieren a un mismo estado de conciencia (1992 18-19)

3 Un cuadro resume sus caracteriacutesticas respectivas (1990 52) Para el eacutextasis son inmovilishydad silencio soledad sin crisis privacioacuten sensorial recuerdo alucinacioacuteniexcl para el trance moshyvimiento ruiacutedo sociedad con crisis sobre-estiacutemulacioacuten sensorial amnesia sin alucinacioacuten Una
































El trance en duda






























La autenticidad













































































REFERENCIAS CITADAS


AVVAKUM ver PASCAL




















































































El trance en duda






























La autenticidad













































































REFERENCIAS CITADAS


AVVAKUM ver PASCAL











































































La autenticidad













































































REFERENCIAS CITADAS


AVVAKUM ver PASCAL

























































































































REFERENCIAS CITADAS


AVVAKUM ver PASCAL






















































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