Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

186

Transcript of Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 1/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 2/185

BmLIOTECA TALLER

l.- Formaciones Económicas Precapitalistas:

Carlos Marx

2.-

Mi Compadre General Sol:

[acques Sthepan  lexis

3.- La CaAa en Santo Domingo: Juan

J.

Sánchez

4.- Fórmulas para Combatir el Miedo: Jeannette Miller

5.- Del Diario Acontecer:

Pedro Caro

6.- La Provincia Sublevada:

Norberto James

7.- La Esperanza y el Yunque: Wílfredo Lozano

8.- Sobre la Marcha: Norberto

James

9 Cosas

Mejas:

César Nicolás Penson

0.- La

Villa

de Naboth: Summer Welles

l.-

Las Eternas Palabras:

Gilberto

  eméndez

Ortega

La Ciudad en Nosotros:

Rafael ñez

 ergés

 

Diez Días que Conmovieron al Mundo:

John

Reed

4.-.Over: Ramón

MaTrero risty

5

La Poesía y El.Tiempo: Tony Raful

6.- Fundamentos de la Filosofía extractos :   fanasieu

7._ Mis 500 Locos:

 nton o

Z glul

 8 Las Dos Muertes de

José

Inirio:

Roberto Marcallé Abreu

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 3/185

BffiLIOTECA TALLER 8

Roberto Marcallé Abreu: Las   Muertes de   sé Inirio

El autor. interesado en que la publicaci6n de su obra no tardara més,

realizó

por

s mismo la composición macanográficadel

texto. TAL

LER, que

cuida la calidad de suspublicaciones, pero no hasta el

punto

de no hacerlas

por la calidad misma sino por su contenido, presenta a los lactores de su

 Biblioteca TALLER este

texto

ast, pobre en su composición pero lleno

de otros valoresque nonos corresponde a nosotros explicar aqu

 

porque no

somoscrrtjcos, pero que s nos sentimosobligados debrindar al público que

es en definit iva el más valioso

critico

a quien debemos proporcionar las

obras para la

critica.

para la consagración o para

el

desconocimiento.

Navidad de 1972

TALLER

1972, Ediciones da

TALLER

TALLER de Impresiones

Arz.

Meriño 88

Santo Domingo, D. N.

CUBIERTA

Marcial

Schotbor¡h

Y R

MarcaIIé

REALIZACION

ARTIS CA RAFAEL ABREU MEJIA

Impreso en la Rep6btica Dominicana

Printed in Dominican Repubtic

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 4/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 5/185

 

IS ELLE

  quien debo este renov do

  mor por l liter tur

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 6/185

EL M L RE UERDO

Sus

ojos me

indicaban que el

mo-

mento había l legado. Con s ig i lo

cruzó

el pequefio

jardín

donde me

dran 1aa

hierbas.

Se

deslizó

a

t ra=

vée

de los helechos

y se coloc6

frente a m sobre

las

losetas.de

l acera que preced a a l entrada

del

comedor

o

lo

miraba

con

mie-

do

aturdido

recostado

del

marco

de l puerta sin

saber

qué ha-

cer. El me

contemplaba

con

odio

odio m ~ r t y decisivo

dispues-

to

a cobrarse BU muerte antes de

que

ésta

se

produjera.

Retroced

un

poco. El

dio

un

paso

adelante.

Atardecía.

 

l medianía

de oscuridad luz

mortecina y destellos fulgurantes

del crepúsculo en

lo   l to

sus ojos

seguían encendidos voraces. Abrió

l

boca amenazante y m mostr6

BUS dientes firmes agudos r ~

tos   l

desgarramiento y l sangre.

El pelaje

del lomo

se proyectó

con

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 7/185

violencia

hacia

el cielo. Pareci6

crecer aumentar de tamaBo agigan

tarse. Se aproximaba el momento de

f ini t ivo.

Pero

¿sería

capaz

de

todas maneras?

••

Recuerdo l primera Vez que   ~

ví cruzar la

cerca.

Su

color

negro

y sus ojos

verdes parecían diluirse

por

entre

las

hierbas haciendo

contraste

con

las

flores

del

jardín

inter ior con l

pared

amarilla

 

las losetas

marrones. Una

idea un

presentimiento no

se algo me dijo

que sería diferente que a

este

no

bastaría con ahuyentarlo a pedradas

 omo

a

los otros.

 o

sabría

decir

por

que

me

invadio

este

pensamiento

pero el caso

fue

que cogí varias

piedras y

se las

lancá. El se man-

tuvo

impasible t ras

el

basurero

que

había sido

hasta

esos

momentos

el

lugar de su destino.  o huyó.

Después

seguí

observándole

a

ver

sus

reacciones. llizo  omo

que

no me vio o quizas

fue

una acti tud

calculada. Dio un salto

 

qued6 en

el borde del recipiente que estaba

a medio

l lenar.

Se

desliz6

dentro

del mismo y estuvo un rato   l l í

Decidí

acercarme.

Lo

 

probable

es que

buscara

algo para comer Al

dar

dos

pasos le v sostenerse

de

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 8/185

nuevo en el

borde

del

zafacon, pre

vio salto

que yo no pude

ver. Pare

cía

no temerme

Salto

a

l pared

 

desde

aquel

lugar,

me miro deteni

damente, calculadamente,

como s en

realidad

el animal tuviera ir tteli

gencia,

como

s

estuviera

estudian

do mi

persona, cada

uno de mis

 

sos y mis

gestos,

como

s escudri

fiara mis

reacciones.

 on

s ig i lo ,

se

fue

como vino,

saltando

hacia el

monte

vecino.

Y

estuvo

un tiempo

sin volver.

Pero,

personalmente,

aquel

peque

fio

encuentro

se

transform6

en una

progresiva

y

peligrosa

obsesi6n.  

p r t r de aquel d a,

y en

varias

ocasiones,

sent í l igeros

pasos, sua

ves

pasos sobre mi lecho, y en

nebu

lo sas v isiones, creí

ver sus ojoa

verdes proyectados sobre

mí mien

t ras

se

acercaba en la oscuridad.

Despertaba

sobresaltado,

me

levan

taba, cogía el

machete,

y,  ofio

l iento aun, me quedaba esperando un

desenlace

que desaparecía

  l

encen

der

l

luz. Otra

noche,

l maligna

presencia

del

animal aparecio ante

mi

obsesion

creciendo

infinitamente

 

saltándome

encima.

De nuevo

el

despertar sobresaltado, y el

en

contrarme, s610,

con

l

oscuridad  

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 9/185

mi miedo. ·Poco a poco l

pesadilla

fue doblegando

mis

nervios.

  r t ~

de

reaccionar contra mis

propios

terrores

t r t ~ de pensar que cuan

to me estaba pasando

no

era

razona

ble

que se

trataba

de

un animal

cualquiera .

 

que en ál no había

nada de extraordinario.

 o

deQía

prestarle más

atención.

Fue inút i l

Sobre

todo

despuás

que

lo

volver

una

tarde.

 o lucía ser el

mismo. Caminaba

cojeando parece

que víctima de

alguna

pelea

con

otros gatos. Sobre una de

las

patas

tenía una

herida

longitudinal q u ~

le

había

restado parte

del

pelaje

negro.

Además

se

le

notaban

dos

cicatrices

en

los

bordes

de

l ~ bo

ca.

 Nuevamente cogí algunas pie

dras.

 o

pareció

importarle.  omo

no

lo

había hecho nunca

se acerc6

a l puerta

del

comedor e s p u ~ s de

·cruzar.

los

helechos.

Y comenzó

 

maullar.

Al

parecer tenía

hambre. Lo

veía

en

esa

extraña mirada

de

sus

ojos verde claro mirada que recor

daba l de

un moribundo

de   l g u i ~

que deliraba que no

podía

más con

su

debilidad.

Había

visto

esa

m i r ~

.da otras veces en. ga tos que

habfan

llegado -como

aquel-

hasta el mismo

comedor buscando

comida.

12.

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 10/185

Pero

en

aquella ocasión

yo los

había

espantado

a pedradas y en

el

peor

de los casos a

machetazos

limpios

ás

de

una vez

había

teni

do que

echarle una cubeta

de

agua

a

l s n g r ~ que había quedado

sobre

las

losetas

del patio d e s p u ~ s de

los

machetazos

p r e s u r ~ n d o m e a ha

cer l

limpieza

antes

de que

mis

amos

l

vieran

o s ~

pero

tenía

el

vago temor de que

ellos

me dije

ran

algo de que

me

llamaran

l

atenci6n por

mi crueldad Todo

eso

fue

hasta

un día

Uno

de los gatos

fue tan osado que penetr6 hasta

l

cocina Lo

e n c o n t r ~

  l l í

d e s p u ~ s

de

venir

cansado

de

limpiar

el ja r

dín Las sirvientas ya se habían

recogido en

sus

cuartos para echar

el corto sueño

de

l tarde

Era amarillo y blanco

y

como

los otros sumamente flaco Estaba

husmeando

cerca

de

l

estufa

Dí un

salto

adelante

dominado

por l ira

 Y de igual manera   dibuje una

cur-

va en el aire con

el

machete La

cabeza del animal choc6

con los

azulejos mientras el cuerpo se

transformaba en un conjunto

informe

y

sangriento

que

hacía grotescas

maromas

sobre e l piso

Los pelos

amarillos se

tornaron

rojos El pi

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 11/185

so 8e

embarr6 de

sangre

y hasta l

estufa qued6 con una desigual man-

cha

escarlata

que

j m ~ s

podré

olvi-

dar por

lo horrible

que era.Más cal

mado

l vuelta

para

buscar

e l

suape y

limpiar

aquel reguero.

Para

mi asombro

como aguardando allí

e ~

taba el Seftor Smith

o n t e m p l ~ n d o m e

con

sus ojos azules

y autoritarios

parado

en

la

puerta

de

l

cocina.

  ¿Qué?

  balbuceé .

Señor yo •••

perdone

 me defendí

apenas.

.

 o

pude

hablar ~

S610 incohe-

rencias salían de mi

boca.

Pero e l

Señor

Smith

no pareci6 disgustado.

Se arreg16 con l diestra

sus cabe·

l los

rubios

y

dijo:

 Muy

bueno

muy bueno ••• Hay que

arreglar

a estos

animales.

Sentí una carga

menoe

sobre mis

hombros.

Contrario

a

~ o

que creía

el Señor Smith aprobaba mi violeu

cia.

Y

estimulado

por su

apoyo

repetí

varias

veces aquello. Pero

l

llegada

del

gato negro vino a

cambiarlo todo.  e

sentía

impotente

ante é l o me

respetaba.  o me

te -

mía. Incluso era tan

osado

que

llegaba hasta

la

misma

puerta

del

comedor a

pedirme

comida

aún

es-

tando

en

desventaja

con su cojera

  l

debilidad

que se

le veía

en

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 12/185

lo s

ojos.

Solo t enía fuerzas para

espantarle.

Ni

s iq u ie r a piedras

le

t i r a b a

ya.

El se iba sigilosamen

te ligeramente pero s in demasiada

p r ~ s

Estaba

obsesionado con l

idea

de

que aquel

gato

se

t r í l

go y de

que

a l l a r g a yo no po

d r í a con

e l

ubo

otro

hecho que me dejo pen

s a t i v o

tambien.  e

un

barri o

cer

cano siempre venía un p e r r i t o ma

rron   l que llamaban Pípol segUn

supe

despues.  se barri o queda c er

ca de aquí en

una c a l l e

de

c a s i t a s

pequeñas y destarta.ladas

que

no

me

explico  omo

e l Gobierno no ha man

dado a

d e s t r u i r

aún

siendo e s t a

una

zona tan

respetable y r e s id e n

c i l

en

donde viven  omo aquí has

t americanos. El

p e r r i t o

no

dejaba

de

s e r simpatico

y siempre hacía

lo

posible

por comerse l s sobras

que

dejábamos.

Pero

yo

había

rec i

bido ordenes expresas de no

permi

t i r l

entrada

de animales a l

ca

sa siempre lo espantaba. El se

ib a

meneando e l r a b i t o y contem

plandome con l lengua

tembloro

sa agitandose.

 n

verdad

que era un

animalito gracioso.

Cierto

d ía vino

pero ya no se le veía l

a l e g r í a

de siempre. Estaba más

flaco

por

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 13/185

que

l

parecer

en algun s t o

donde le daban comida habían

deja-

do de

darsela.

Volv1a

todos

los

días y

yo siempre

lo

espantaba

pero ya

no meneaba

el rabito sino

que a veces

gruñía

hasta ladra

ba.

Nunca

logre explicarme por qué

parte del jardín delantero

era

que

penetraba

a

l casa.

El

caso fúe

que una

mafiana

lo encontre muerto

en

el

patio.

Parece

que de hambre o

de alguna

peste.

Esa

noche por   ~

traBa coincidencia se escucharon

unos maullidos

profundos

dolidos

amargos

omo

el llanto

desesperado

de un

mño   Eran tantos

que no

m

dejaban

conciliar

el sueBo Opt6

por

s l r

y espantar

el

animal.

Prendí

las

luces y m encontrá con

que

sobre

l pared estaba ~ gato

negro.

S

era e l

lo

supe por el

desgarramiento

en

l

pata

 

por

l

mirada

penetrante.

Y

lo supe tam

bién porque por mas piedras que le

t iraba las

esquivaba pero no se

iba.   volvía

siempre   l mismo lu -

gar.

Esa noche

fue una noche

de

pesadilla.

 

fue entone es cuando

 om n é

a

esperar el momento definitivo.

Sa

bía

que ya estaba

establecido

un

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 14/185

reto   n t ~ á l y yo que

lo

que e s -

taba pasando

debía

terminar. Pero

no

esperaba

que

e l

momento

l l e g a r a

tan pronto. Y ya le

tenía

ante mí

s i porque ahí estaba

á l m i r ~ n o m

con

odio

con l

pata pelada

y he-

r i d a

con

lo s pelos

en

erección

dispuesto a s a l t a r .

Dí dos pasos hacia

a t r á s .

Recos-

tado en

l

puerta blanca

estaba

mi

machete. S6lo t e n í a

que

l l e g a r has-

ta

á l . Y   l l í

terminaría

todo. Sin

embargo no

lo

v í cuando dio e l

s a l t o .

Vol6 sobre mi cara y

s e n t i

que mi

coraz6n daba

grandes

campa-

nazos cohtra mi

pecho.

Con una f ie -

reza

única m clav6 l a s

uñas y los

dientes

en

e l r o s t r o .

El impacto

más

por

l

sorpresa

que

por

l

fuerza

m llevó hasta e l suelo.

Sentí

·mi

p i e l abrirse  omo surcos

y l

sangre

brotar. Traté de

qui-

tánnelo

de encima con

la s

manos

pero su

pequeña figura

se

m

e s p ~

ba subía ·

bajaba m

cortaba l

frente y l

m e j i l l a d estru ía

mi

camisa y

h ería

mi pecho mientras

que

e l t e r r o r

un t e r r o r que no ha-

b ía sentido

jamás en

todos mis

años

de

vida apenas s i m permitía

mo-

vimiento

alguno. Sus

gruñidos

m

enloquec:{an

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 15/185

Entonces g r i t ~

negra figura seguía sobre mí

destrozdndome

Mis músculos se ha-

bian

p r l ~ z d o

sent í

los

pasos

del

Seffor

Smith

cuando

apareció por

la puerta que llevaba a l sala Lo

sentí

acercarse

y

r e s p i r ~ cuando le

coger el machete

y

dibujar

figu-

~ s

en

el a ire

con

los golpes

 que

dirigía

  l

felino

l

mismo

tiempo

que trataba de protegerme de

el los

Al

fin

uno alcanz6   l gato negro

en

el

lomo. Dio un grito

desgarra-

dor y furioso pero cay6

  l

suelo

a

cierta

distancia Volví a ver   l

Señor

Smith cuando

levant6 e l arma

para rematarlo y e s c u c h ~ el golpe

del machete cuando

encontr6

  l

piso

d e s p u ~ s de atravesar el cuerpo del

gato

negro

Este

no

se

movi6 m ~ s

Qued6 en

e l

suelo

diseccionado

en

partes embarradas de sangre Ni s i -

quiera

tuve

fuerzas para

verlo

El

Señor

Smith

 

Levant6

del piso y

 

pidi6

que

tomara asiento

que

iba

a curarme

Así lo

hizo

Ya

ha pasado

mucho

tiempo

de

esa historia Sin

embargo no puedo

negar que un enorme

terror

  posee

d e s p u ~ s

que

viví

aquello

Ya no

l

permito

l

m ~ s l igera

l ibertad a

los

gatos

hambrientos

que vienen

18

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 16/185

aquí

sino que los mato

inmediata-

mente decapitándolos con mi mache-

te

y no acepto que vengan perros

tampoco

Que

se

mueran

de

hambre

pero

bien

le jos de aquí donde yo

no pueda

ver los Todavta

tengo

la cara

los brazos

y

e l

pecho l l e -

nos

de

cicatr ices

y no es para menos

Porque

pien

 

so a veces

sin

la ayuda

del

Señor

Smith no sé qué hubiera sido de mí

cuando aquel gato

negro

m

sal tó

 

cima

para

devorarme y casi lo lo

gra un

día

  lo recuerdo

 omo

hoy =

  de abr i l de 1965

1970

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 17/185

aquí sino

que los mato

inmediata

mente.

decapitándoloe

con mi mache-

te

Y no

acepto

que

vengan perros

tampoco

ue se

mueran de hambre

pero

bien lejos

de

aquí

donde yo

no pueda verlos . . . Todav a tengo

l

cara

los

brazos

y

el

pecho l l e -

nos

de

cicatrices.

 

no

es

para

menos

Porque pien

so

a veces sin l

ayuda

del Sefio;

Smith

no sá

quá hubiera sido

de mí

cuando aquel gato

negro me

salt6 eE

cima

para devorarme casi lo lo

gra un

día -lo recuerdo  omo hoy -

24 de abr i l de

1965.

1970

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 18/185

L GRIM S

 N  L  POS NTO

 ZUL

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 19/185

  u ~ problema

on

toda

seguri-

dad estaría esperándome sentada en

la mecedora de la

sa l i ta

con su

bata

verde claro

de

rayitas blancas

intermedias Silenciosamente ha-

ciendo todo un papel   le encanta

hacer

esos

papeles

trágicos

eeos

papeles d r a m d t i c o ~ seBalaría

la

puerta

del

aposento indicaría

con un gesto sin decir una sola

palabra que pasara

que a l l í den-

tro

de

la

cuna

comprada

por

ant ic i-

pado

estaria ál

o

ella

en

el peor

de

los

casos Entonces

un

poco

tembloroso

empujaría la

puerta

blanca

  encontraría

con

el c2

la r azul

de

las paredes

mal

pinta-

da a ratos

encontraría

con unas

persianas

que

daban

a l

patio

desde

donde

se podían divisar las luces

de

ne6n

de

las otras calles y

las

otras casitas todas

iguales

y

has-

ta e l

nuevo mercado de una

arqui-

t ~ t ~ r

aplastante

y

finalmente

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 20/185

el Drive In   r is y la oscuridad

del Centro de los

H ~ r o e s

que condu-

ce

hasta

el

Malec6n

A

lo

largo de

la habitaci6n

junto

a esae mismas p ~ e d e s

esta

r ía la estrecha camita despu6s

una

mesa

l lena

de

frascos una

  -

le ta gris y

junto

a ~ s t a

una cu-

na descolorida

sobre

la cual esta-

r ía

extendido

un mosquitero

azul

con

flores

de

seda

dispersas.  e

aproximaría

a la misma

levantaría

ceremoniosamente

e l

mosquitero y

lleno de miedo miraría ese algo

extraño

 ue

procedía

de

quián

sabe

s i

estaría durmiendo me sea

t i r ía

feliz

o

t r i s te

y en el

fon-

do

la conciencia

de que

la incer-

tidumbre iba

a

terminar

por

acosar-

me por dominarme porque en un

solo momento la v i o l e n c i ~ de la

s i t u ~ c i n se

presentaría

en toda su

magnitud.

Luego

el la vendría. Juntaría

la

puerta para que la gente de la casa

no oyeran

comenzaría

a

insul tar-

me comenzaría a gritarme irrespon-

sable

incorregible que ni siquiera

tuve

la

amabilidad

de

i r

a

vis i -

tar la a l

Hospital de

Maternidad

del

Estado

cuando a l l í

todos

los pa-

dres muchachos como yo

se sentían

23

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 21/185

orgullosos

y

enloquecidos por haber

traído

un

niño

a l mundo que

la

dnica

que

se

sentía

sola

y

desampa-

rada

era

ella en medio de

aquel tu -

multo de

mujeres sedientas

de

car i-

ño

y

de respaldo. Entonces

yo

tem-

blaría t ra tar ía de responderle que

nada

de eso tenia

que importarnos

que lo

más

i m p ~ r t n t ahora era el

niño

  o

la

niña

que yo no

estaba

trabajando y

que había que

conse-

guir dinero

que debíamos

aunar es-

fuerzos  

no

destruirnos

en

una lu-

cha

que no tenía sentido que no

debíamos

arruinarnos

en discusiones

estár i les .

Ella o o siempre

no compren-

dería

y

seguiría

peleando por un

rato roda hasta que yo

 

re t i rara

y

abriera la

puerta blanca

y sin

t iera   s i estaban

a l l í

la

mirada

temerosa

y vaga de los   ueños de la

casa

les

diría

adi6s

con

cierta

imponencia y desandaría

10

andado.

Pero eso

no

era

lo

r s importante.

  l problema

estaba ahí

yo sabia

que Jul ia

había

vuelto

el

día

ante-

r ior

por lo

menos de

Maternidad

parque

se

había ido el lunes

y

cuando

había ido

a

la casa

a

buscar

la

me

habían

dicho que ya hahía pai

t ido.

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 22/185

  u ~

problema. Lo grande

era

que

apenas

s i tenía

treinta pesos

en el

First

sabía

que

se acabarían

pronto. A part i r de ahí no quería

imaginar lo que

iba

a

pasar

conmigo

y

lo grande

era también

que mi

familia

ya lo

sabía no me queda-

ba

rod

remedio que morirme de v e ~

guenza porque

todos

criticaban en

voz

baja

l acción

oye

eso

ese

loco del diablo dizque con

un

hijo

en l calle vamos a ver  ómo lo

mantiene ahora que no

está

traba-

jando tan orgulloso y sin

embargo

mira con q ~ n   tenido un hijo

con

l

loquita

eBa

 

dizque

l t ie-

ne mudada en un cuarto

y

ella le

  escrito a sus padres que

viven

en el Cibao que ya no

está

aquí

donde su t í sino que se esid

pasando un tiempo donde u

amiga

donde

una

amiga ¡donde

una

amiga

tamaña amiga

Ahora s:

ahora

s: se fajar<Ín a

murmurar con

gusto ahora

e: se

burlar<Ín de mí y haata miedo tengo

de que mi padre vaya a botarme de

la

casa

porque l verguenza de que

su

hijo

tenga

un muchacho en

l

ca-

l le además s i

td

puedes ~ n t e n e r

un

hijo

en l calle y puedes

tener

una mujer mudada entonces

¿ u ~

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 23/185

dfme

que

estas

tú haciendo en esta

caaa? Y venir a perder e l trabajo

en

e l momento mas dif íCi l Dios

mío que injustos

fueron

como s i

el

retrasarse algunos

minutos

por

l mañana fuera

nada

grande y  

peor de

todo

lo cabeza dura que

fu: despuás

qi.e

junte unos

buenos

pesos

los

t i re por ah a

ultima

hora

porque

pensaba

que

no

ten: a

sentido ahorra.r

ya

que cuando e l

muchacho viniera

se   iba

a i r ca

s i todo

en

~ pero yo no pensaba

que

iba a perder e l trabajo yeso

s i

que lo ha hecho di f íc i l

todo

¿que va a ser de mí

Dios

mío?

Escogí

precisamente

l tardecita

del domingo

para

bajar donde Jul ia

porque ademas

el l

sabía que to

dos

los

domingos

por l

tarde yo

iba

a vis i t r l

el l

sab: a que

yo

no faltar: a y

estar: a

esperandome.

Cruce

un

montesito

y

alcance

l

Avenida Sarasota para de

ahí

ternarme en otro caminito

de

t ie r r

que cruza

el

monte que queda en me

dio del Hotel

E l

Embajador y

el

campo de

polo.

Los zapatos se me

doblaban

un

poco

ya

estaban dema

siado viejos pero eran

a

pe

ear de todo lo

ro

camadas que

tenía.

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 24/185

  tarde habia entrado lo suf i

ciente

ya

y la luna bastante bo=

ni ta

comenzaba a

perfi larse

en

lo

al to m i ~ t r s

yo

avanzaba apartan-

do a las plantas

si lvestres

que es-

taban. un pocó mojadas por una 110

vizna

que cayó

en

la

tarde.

La

ca=

beza

  daba vueltas en

e l vacio.

Yo

con

un

hi jo

q u ~

l io

te -

niendo que pagar la

habitación

de

Jul ia

teniendo que

pagarle la

c2

mida porque las

mujeres en

riesgo

necesitan

alimentarse

mucho y

te -

niendo que mantener a l muchacho

con

lo

caro que

salen

a estar

a l tu -

ras

con

el

peligro

de

ser

expulsa-

do de mi casa y con t re inta pesos

solamente en el F irs t National   i t ~

Bank

t reinta pesos que

se

volarían

en menos de lo que cantara un gallo

y entonces

 

habria l ios Tendria

que dejar la Universidad para

dedi-

carme a

conseguir

cualquier

t r ~ o l

por

p u p ~ r r i m o que

fuese porque

después de

todo

yo estaba obligado

y pensaba

que

s i

aquel

mismo día

cuando

yo retornara de

ver e l fruto

del vientre de

Jul ia

e l fruto d€

mi

hombria

quién sabe s i

ya

me

es-

tar ian

esperando y

  pedirian

que

 

fuera de la casa porque yo

era

la

deshonra

de

la

familia y todos

27

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 25/185

los demás prejuicios y

palabras

ofensivas

y

sin sentido

que

pudie-

ran s l i r

de

sus bocas de

nuevos

ricos que

se

habían

establecido en

las

proximidades del Hotel

El

Emba-

jador con

t ierras secuestradas

 l

Estado

en medio de

una convulsi6n

polí t ica

Ya

se habían

encendido

las

luces

del Hotel

ya yo

había

alcanzado

un l lanito de t ierr roja

que

los

muchachos del barrio usan para ju-

gar pelota

los

fines de semana y

que

queda

en

e l

medio del

monte

dejando

los arbustos

detrás

Seguía

caminando

mientras hacía

el

es-

fuerzo

por mantener mis zapatos

firmes erectos

sobre

l

t ierr

polvórienta que

se

había hecho

ne-

gra a fuerza de noche r u c ~ otros

arbustos ~ s

y   l c n c ~

por

fin l

~ r a d o r del

Sur

con

sus elegantes

luces

de

ne6n

en

las

proximidades

del Mes6n de l Caba un s i t io

tan

cercano

y

tan lejano

 l mismo tiem-

po

y d e s p u ~ s del murito f ie l   -

pia de

los

q u ~ hay en l Avenida

George Washington l multiplicidad

de

luces

y

l

inmensa

prolongaci6n

hacia lo

lejos de

las

casitas

del

Barrio

Honduras

todas   y pareci-

das s610 que

d e s p u ~ s

del puente

  8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 26/185

que forma

l Mirador

con

dos calles

q ~ e bajan

a l barrio

rnds   l

oeste

las

casitas

son

mejores

ffi

ele

gantes y ya no

se

t rata de cuatro

paredes con tres aposentos sumamen-

te estrechos

o m ~

el de

Jul ia

una

s l t y una pequefla cocina y un

sanitario sino

que se

t rata ~ e

am-

plios chalets oonstruidos

para

cierta

gente

bien.

 omencá a descender por

un cami

no

bastante encrespado por

el que

siempre

desciendo

cuando voy a vial

t r

a Julia en l habitaci6n que

tenemos alquilada y no s ~

por

q u ~

  vino a

l cabeza l última vez

que

l

v i s i t ~ cuando yo

tenia

en

el ooraz6n l

vaga

esperanza de en

contrarla adn en l casa de que

no

se h u ~ e r

ido

para l ~ m t e r n i -

dad a ver

s

podiamos acostarnos

un r t to sobre l estrecha cami

ta a

ver

s

yo

podía

demostrarle

que  

seguia

gustando

su cuerpo

a

pesar de

l deformidad

del vientre.

Si pero precisamente por eso tenía

ese problema

ahora.

Del cine

  l malec6n

del mdlec n

  l Capri

a comernos

algunos

h e l ~

dos saborear unas pizzas o

tomar

nos una

que

otra cerveza

de

ahí

a

l casa hasta

que de ah a

los

re-

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 27/185

servados

de

algun hotel luego

a

las habitaciones

con

aire

acondi-

cionado

y de

ahi hasta

quedar

en

cinta Ay

Julia querida

omo me

cansé

de

pedirte

que

s l i ~ r m o s de

ese l ío

que

ninguno

de

los

dos

es-

t á ~ o s preparados

para

tener

un

h i

jo cuántas veces   m

replicas-

te

con

lágrimas

en tus

ojos negros

que yo

estaba

ganando dos

cientos

cincuenta

pesos y

que

con eso po-

diamos

vivir

bien

que dejarías loa

estudios que te ir i s a

vivir con-

migo en una pieza hasta que todo

pasara

para

ver

s i   e s p u ~ s

estabi-

lizábamos nuestra

vida   te ponía

una casa que te daría

verguenza

por

tus t íos

pero

que no quedaba

más camino

y

que

te sentías ate-

rrorizada

de volver nuevamente

  l

Cibao con

un hijo

de

padre descono-

cido cuando aún tus padres no

se

habian olvidado

de

tu

primer

y

cor-

to ensayo matrimonial y su ago-

biante

fracaso

Ya

había alcanzado

l

primera

cal le

el

coraz6n quería

s l í rse-

m del pecho

y no

precisamente por

los

saltos

que

daba   l

descender

el

camino sino porque l l ~ e r t i u m -

bre

y el miedo

m llegaban

hasta

los

mismos

huesos

y una nube

gris

3

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 28/185

comenz6 a cegarme los ojos y co-

mencé a ver como pequefias chispas

que

revoloteaban

sobre mi

cabeza

Pensé

que

iba

a desmayarme pero

me

sobrepuse o m e n ~ a pisar

duro so-

bre l t ier r y a avanzar sin

pie-

dad

hacia ade lante

tenía que l l e -

gar

u ~

problema Y s i me botaban de

mi

casa

¿ad6nde i r ía? Y

lo

 

do-

loroso

de

todo tener

que dejar

l

n i v e r s i d d ~

y quedarme con l

perspectiva

de ser

un pordiosero

por

los

siglos de los siglos •••

Al fin

l

casa frente a

l

pería

con

el

lumínico

anuncio

de

l

Coca Cola

había

algunos muchachos

que

ni

siquiera

me miraron

cuando

pasé

Me imaginaba

a Jul ia con

su

tradicional dramatismo sentada en

l

sala

y

el

Bolo hecho de volver

a verla

sin el vientre hinchado me

daba

cierta

repugnancia

¿ mo

se-

r í el niffo a

quién se parecería?

•••Porque tener

hijos

no es malo

pero

en estas

condiciones ••• enton-

ces

crucé

l puerta

delantera

que

estaba abierta

l t r i s te

s l i t

de

color

amarillo

con dos

mecedoras

y

algu-

nos mueblecitos

rojos

aprptujados

no estaba más que Juana l pobre

3

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 29/185

Juana

la

sacrificada Juana siem

pre tan sucia   tan entregada la

mujer

del

dueffo de

la

casa.

 e

sa

lud6

coh una sonrisa t r is te

 

timi=

da

mientras le daba

e l

~ i o se

no a l dltimo de sus hijos un niño

oscuro de vientre

hinchado

sucio

y de

mirada perdida.

Fuí

directamen

te

hasta la puerta blanca y

me.en:

c o n t r ~

con

:a

pared

azul

del

aposen

to con la

persiana

abierta con la

mesa y con

:a

cuna y sobre la

pe-

quefta

camita

a

Jul ia

que

l loraba.

Se veía más delgada y

era natural

••

 o

por q u ~

pero

el verla as í

me

part i6

el

coraz6n

y

sin

pensar

en

m ~ s nada me

  c e r q u ~

a

ella

tem-

blando me s e n t ~ a su

lado

t ra -

tando

de

ser cariñoso

le p r e g u n t ~

qué

le pasaba.

Ella ni

siquiera   -

vant6

la

cara

cuando yo

entré.  o

me

respondi6

nada y

sigui6

sollo :

zando.

Ins is t í

pero

ella

se

qued6

sin responder. Entonces

descubrí

la cuna

el

mosquiterito

azul e x t e ~

dido

sobre el la con sus

graciosi

tas flores

de

seda.  e

levanté

d ;

la

cama

me

dir igí a

el la e

dolía el alma pero el desconcierto

dentro de mí no

tenía

l imites. Qui

zds

quién sabe

s i después de

to=

do quién sabe s i

yo

debía sentirme

3

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 30/185

a

el la .

 

deses

 

leadas hasta mi

fel iz por

q u ~

l a m e n t ~ r s e s i

son

tantos los

que

desean tener

un h i-

jo

 

no

pueden.

L l e g u ~ hasta la

cunita

y

contem

p ~ no con mucha

claridad

la

for :

m

de

la

blanca

sábana  

de

la pe-

queña almohada apenas

iluminada

por la

cortedad de

la luz

del apo-

sento. L e v a n t ~ el mosquitero

mi-

r ~ a l

inter ior

de

la

misma

sin

que

nada obstaculizara mi

vista.

 e ex-

t r a ñ ~ . Allí sobre el

colchoncito

cubierto

por

una sábana blanca

no

había

nada

aparte

de

la

almohadita

y un osito blanco de goma.

Volví

donde

Jul ia.

 ¿Donde

~ s t á ?

  le

p r e g u n t ~ .

Ella levant6

la

cara. Estaba

hermosa

con

los

ojos

  los

cabi

l los

negros

así tan bri l losos.

Las

lágrimas

dibujaban

conjunta-

mente con

la

luz

una extraña acua-

rela

sobre

su

cutis

blanco. Pareci6

temblar.

  ¿Tu

hijo?

  b ~ l b u c e 6 .

  S i mi

hijo

  respondí.

Baj6

la cabeza

como aturdida.Mi

raba

hacia el suelo.

 

No

•••

 e a p r o x i m ~ m ~ s

peraci6n

subía en

rostro.

33

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 31/185

 ¿No q u ~

Nació muerto

o

Sentí

como

s

una

cuchilla

t r s -

pasara de parte a parte mi pecho.

D e s p u ~ s

no supe más de mí. Nada

más de mí

nada

más

nada

más •••

197

34

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 32/185

 ll N S SU L

S R

PUNTU L

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 33/185

Podrán

contener y l imitar

mis

m2

vimientos

y mi

cuerpo.

Ese

es e l

fin de estas paredes,

y

de

esos

l r

gos

barrotes de

hierro. Pero, estáñ

incapacitados

para

contener el vue-

lo

de mi

esp ri tu,

mis

ansiedades,

mis temores,

mis fobias. Ese hombre

de

rostro apacible

con el

que me  

cen conversar todas las mañanas,

 pretenderá

atrapar los horizontes

de mi

alma.

Yo

me atrevo

a decir

que no

podrá,

que

sus

esfuerzos

se-

ran i n ~ t i 1 e s

El,

no

me cree. Pien-

sa que miento, que oscilo en un

ex-

traño

mundo f o r j ~ o por mi

imagina-

ci6n,

y que

su deber es cortar   l

desequilibrio,

buscar

el punto   x ~

to

en que podemos discernir

lo

que

existe

y no

existe,10

que

es

real .y

1 que

es imaginado. ¿ mo

podr a

convencerlo

de que

es ~ 1 precisa-

mente ~ l y

todos los

demás los que

se debaten

en

ese

mundo

imaginario

de puntos medios e inquebrantables

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 34/185

equilibrios?

 o

no pido que

se me

crQa

todo s6lo una cosa

Una

s6lo

una s6lo

una yo estoy en capacidad

de

decir

que no miento que no

vi-

vo en

un mundo

extraño forjado

por

mis

temores

que

estoy diciendo ex-

clusivamente

la

verdad

Estas pare-

des

estos

barrotes podrán

conte-

ner

mi

cuerpc mis

movimientos_ Pe-

ro

¿por

quá fto

buscan

un medio

u forma una manera

para

contener

el

temor violencia de

las

emo-

ciones

la

contingencia de algo que

puede

traspasar

las paredes

y

  t r -

parme y destruirme? ••

 i

participaci6n en

Abril

••• Pue-

do

decir

que

esa

terr ible

confiwlza

en mí mismo

esa terr ible confianza

que

me

indujo a dar los

pasos

que

después di es

la verdadera

culpa

ble de

todo

Sin

el la

no

estaría

hoy confinad.o en

un Centro

de

Salud

donde cemento y

barrótes

protegen

  mundo

de mi presunta

demencia

y donde

un

hombre

blanco d e l g d ~

de pequeña estatura

tr t

de con

vencerme de   falsedad de cuanto

digo

Aquella

noche

sin

embargo

toda

mi

valentía

se

v;no abajo Pensaba

que

era

mi

imaginación

no

era pa

ra

menos.

38

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 35/185

Nunca

había visto una

noche como

aquella No

era ni siquiera una

noche Todo

tenía

algo de los prime

ros

tiempos

del

mundo Algo

como

de

perenne

conformaci6n de

perenne

destrucci6n algo como de eterni-

dad Período

intermedio entre

una

catástrofe

y otra una realidad d i-

f í c i l de

imaginar en aquellas

~ p o -

cas de

imposible

recordaci6n

El

s i

lencio

La absoluta

quietud de

las

cosas La inexistencia Exactamente

aquello era la nada el

vacío abso-

lu to el caos No había

cielo ni

casas

ni paredes ni t ie r ra 3610

las

densas t inieblas

llenándolo to -

do descendiendo

y

ascendiendo

len-

tamente sobre mi epidermis Y un

enorme terror en el coraz6n Pero

¿yo? ¿Yo con miedo?

Ellos no vienen

todavía

Es para

ubicarnos

Cuando

  s t ~ s

al lá

enton

ces

caminamos

hacia

la

María   on

tez

Cualquier ~ o s que se mueva

t í ra le

Vete vete Valentín Uste-

des q u ~ n s

aquí

Los

estal l idos son

ensordecedo-

res El tableteo rompe con violen-

cia

e l

equilibrio

de

la

tarde

Pe-

dazos

de cemento y madera de las   ~

sas

aglomeradas

se precipitan

en

39

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 36/185

desorden sobre

las aceras

y

el as

falto de las calles rotas.

Las

viviendas

pequeñas

y

t r i s -

tes conforman

irregulares l íneas

que

delimitan los laberintos por

donde

transitan

los estruendos

los

estal l idos el

plomo criminal.

Marchando

hacia

la

parte sur

animales

metálicos

avanzan con

  r ~

sivos

pases.

Se detienen en

las

es

quinas.. Sus

garras se dirigen

en

todos los sentid0s

para

evitar la

toma de

posi·ciones

de nosotr0s-el

enemigo. A sus espaldas

una f i la

de

el los-el

enemigo, fusiles en ma-

no

avanzan

con

precauci6n.

 o po

día

ser Valentín dio dos pasos

puando cay6 muerto sobre la cal le.

El vientre destrozado

un gesto

es

pannoao en la

cara

y

la

Crist6bal

todavía

asida a su

diestra .

Grité.

La

escena

me

había

roto

los

ner

vios ~ el alma.

Salté

hacia su

cuer

 po inerte.  

la

esquina

estaba el

monstruo metálico

seguido

por

ellos-el

enemigo. Con un odio suici

da en mi

coraz6n

comencé a

dispa=

rar

o

por cuánto tiempo.

Des

pués

escuché

 omo

en una pesadi

l la los

, SI itos nerviosos de

los

compañeros que

me vapuleaban

con

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 37/185

violencia: iGdlmate ¡Cálmate o

te

matamos

carajo

Ahora estaba

aquí.  

noche

las tinieblas babosas

como una

gela

t ina que

envolvían

todos

los poro;

de

mi cuerpo.

Terminaría por   sf i -

xiarme. Algo

me tronchaba

l respi-

ración.

 

extraBo

nudo

sobre

el

cuello.

Mis manos temblaban.

Y ese

reiterado silencio.

No no

era

posi

bIe:

  n principio yo mismo

creía

que no

era cierto.

Por

eso

ahora

comprendo a estas

personas

que no

me

creen que

me condenan

de

esta

forma.

Sin

embargo

todo me

hacía

pen-

sar

que

había algo

de

cierto

que

aquella noche no era

corno

todas l ~

noches

que

algo extraño estaba

pa-

sando y que

precisamente

yo

había

acudido

a

ese

algo extraño

 

que

precisamente

yo sentía terror

por

el encuentro

en

el

que

creía

 

no

creía el encuentro

que sembraba

en mi alma

el espanto l o n f u s i ó ~

el desconcierto

Dios

mío ¿ q u ~

me

estaba pasando?

Entonces

escuché

unos

pasos.

Suaves l igeros.

Lágrimas

saltaron

 de mis ojos. ¡Estaba aterrorizado

Las

pisadas se

hicieron más insis

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 38/185

t ~ t s

Se

escuchaban

con mds

c l a r i

dad ahora. ¿Seria posible que

EL

viniera? Y de

Ber

asi ¿c6mo s e -

ría?

¿Podría

yo soportar su

presen-

c i a su mirada sus

palabras?

Quedé mudo. Mis manos

se

e n f r i a -

ron

totalmente.

Igual que mis

pies

mie l a b i o s todo

mi

~ u r p o Había

sido un insensato.

Nada

valía tanto

como

aquel

momento

aquella

desespe

raci6n. -

-Hablemos un poco: ¿ ó o se s i e a

te hoy? ¿Mejor

verdad?

Tiene buen

aspecto.   la impresión

de que

h a

descansado.

Pero

r e l á j e s e

des-

canse. y dígame una cosa:¿cómo eran

sus

padres?

¿Por qué no me habla de

su nif iez?

Ellos dos se

van.

 e dejan solo

en

esta

casa amplia de varias habi

-

a ci on es c on fo rt ab le s pero oscura.

Es

necesario

que

se

d iv iertan

que

me

quede

solo

con la

oscuridad

con

e l s i l e n c i o s in nadie con

quien

j ~

g ar o a

quien acudir

en caso de

que

sienta

m i e ~ Tengo que

l lo -

rar . Tengo que

gri tar

que

p ro tes-

ta r .

No no

pueden hacerme

eso.

 o

pueden.  

imposición la orden:¡c4

l la te Se

h a

terminado la

persua-

ción

estaban desesperados por

mar

4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 39/185

char l l e g a r í a n tarde

a

l función.

Si

no te c a l l a s

EL v e n d r ~

a

  u s c ~

te

Se l l e v a a

los

niños

malos

a

lo s niños

que

se portan mal.

Y

t ~

te e s t ~ s portando mal.  

lu z

se

apaga. En e l s ilen cio de

l

noche

 

l oscuridad un

niño queda sobre

l

cama

sollozando. Envuelto

de

pies a

cabeza por l sábana aguar

da

e l

momento

en

que

podrían

venir

a buscarloo EL e l horroroso EL

e l

h o rrib le

EL

Tiembla. No se atreve

a

mirar fuera.

Y

  s í pasan

la s ho

ra s muertas

entre el temblor

 

l

espera:

Ellos

o EL Son horas de

angustia

y

sudor. Horas terribles .

Interminables.

Afuera un

gato

mau-

l l ¡Podría s e r

EL

Llora. Su s á ~

na

absorbe

lo s

sollozos

  la s

l -

grimas.

Aún no lograba ver nada. Pero

s ~

b ía

que

ya

EL

estaba

a h í

que

había

acudido puntualmente

a

l ci t

Fue

entonces cuando o í

su

voz.   omo to

dos

l

imaginan era una voz ruda

gruesa firme

que poco a poco

se

volvió

suave   persuasiva.

Dijo

que

no temiera.

Que

~ l

era

exactamente

i gual que

yo

que

teníamos

e l m i s m ~

aspecto -pensé en mis cabellos

ama-

r i l los

y en

mis ojos c l a r o s -

y que

43

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 40/185

era una lástima

que

esa noche

no hu

biera un poco de luna. Me q u e d ~

so ;

 

rendido

cuando

me

dijo

que

le

gus

taba

la luna. Que amaba su inf ini ta

belleza

y que el.

mundo

era

cier ta-

mente algo bello algo digno de

ser vivido a plenitud. Me

pregunté

que

por q u ~ lo había llamado. Ape-

nas s i

tuve

fuerzas para decirle

entre

vacilaciones

balbuceos

y tem

blores.

Pareció

re i r

  e s u h ~ como

una callada r i sa una discreta

r i -

sa .

Me

asegur6

que no

era el prime

ro que le había hecho

sol ici tudes;

Que

ya

lo

habían

hecho

otros y que

casi

siempre habían salido muy be

neficiados. Que

no

me arrepent i r ía ;

Inclusive hab16 por un

rato

de

las

opiniqnes de

la

gente

sobre

EL. Di-

jo

que

tanto los Evangelios   en los

que

aparecía

tentando a   e s ~ s has-

ta los escritos

de

Giovanni

Papi-

n1 eran equívocos.  e este

~ l t i m o

cit6 uno de sus

razonamientos

en

el que se asegura que es absurdo

que  L

pretendiera

un pacto con

  ~ ser

humano porque a

la

lar.

ga quien estaba dispuesto

a

hacer

un

pacto

de

cualquier

manera

su

existencia lo l levaría por

la

puer-

ta

ancha por el camino ancho.No

se

t ra ta

de

ningún intercambio me d i

44

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 41/185

jo.  e

ningún

intercambio

en

e l sen

tido clásico de l

palabra.

 n rea=

l idad

despuás

de

l

muerte

s610

nos

espera

una

existencia

sombría

un vacío inf in i to . Mostr6

una acaba

da cultura cuando con voz

hosca

y

firme como para

hacer

más ánfasis

en

torno

a

lo

que

decía citó

las religiones mesopotámicas f i r -

mando que s610

ellas

habían

alcanza

do l verdad

  l pregonar que

des=

puás

de l

muerte

s610 nos

esperan

las

penumbras

tanto

a

los malos

co

mo a los buenos. Si nos fuera a es=

perar otra

existencia otra existen

cia

diferente

más

agradable -af ir=

m6

¿por

q u ~

el

otro

no

nos

l

dio

desde el principio? Entendí sus

r -

zones. Mi

papel

como e l

de uste

des

es

de

una

dolorosa

fatalidad

dijo.

Hemos

de aceptar un destino

y por encima de

ese

destino no

queda

nada absolutamente

nada.

 l

g n

día

muchos de

ustedes se darán

cuenta de que

son

marionetas un

simple

juego de

alguien

más podero

so que t ~ y que

yo.

Tan

poderoso

que

es ~ l quien me ha

enviado a t i

aunque yo crea que vengo por mi pro

 

pia v o ~ u n ~ ~ l

~

serás más feliz

que muchos

afirm6.

Ese es

tu dest

no

por

haberme

llamado.

Te d a r ~

to-

4S

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 42/185

do lo que un ser humano puede de

sear. Todas las

cosas

bellas.

Para

que puedas disfrutar el mundo a p l ~

nitud.

Para

que

puedas

sentir

con

toda la p r o f u n ~ posible

 

be

l leza

el amor e l placer. Sonre .

Era lo que tanto había deseado

 

es

perado en los

  n u s t i o ~ o s días

que en los últimos tiempos

me

ba

bia

tocado

vivir .

Pero

el

terror

no desaparecia de mi coraz6n.¡Yo te

nia miedo

Milagrosamente

quedé

vivo. El

15 Y

el

16 de

junio

-todo

el mundo

recuerda

la

embestida- dolido aún

por lo

que

le

había pasado

a

Valen

tfn desde una azotea

disparé

hasta

más no

poder.

Pero desde un jeep

me

divlsaron

  desataron una

andanada

de fuego

contra

  casa.  o cesaron

hasta

destruir la

del

todo.

Yo pude

eva

dirme

saltando

varias

azoteas aun

que

me

hirieron levemente en el

pe

cho

y

  cadera. Sin embar

go

¿quién

iba a

creer

que un

m

cho como yo iba a estar

temblando

en

una

maldita

noche

como

aquella

en

una

noche

sin fr ío carajo con

el sudor en

 

frente el terror

en el coraz6n?

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 43/185

Debajo de la adbana un niffo es-

cucha

cuando l

puerta se

abre

Tiembla Estd

atemorizado

Podría

ser EL La puerta del aposento se

abre

El

niño

mira

con

terror

a l

madre

sonriente

Ha

triunfado el

bien: billmi ha llegado primero Se

le adelantó a EL Han sido horas de

angustia horas de

espantosa espe

rae La oscuridad el terror el

monstruo infernal

que

vendría

en

vuelto en fuego con ojos sangrien

tos

y con

cachos

de buey a llevarme

  l

infierno

Pero

tú t a m b i ~ n m a d r e

eres culpable

de mi

miedo Estoy

resentido

contigo

e

alegra tu

l l

gada pero

te

odio

Te odio

infini

tamente absolutamente te odio por

haberme

abandonado

conoces mis condiciones

s i

guió

diciendo

Tú que

me

has llama

do

sabes

bien

lo

que

te

eX Jo

a

cambio

O

quizás

no

lo sabes Por

que es mucho

lo

que

se

ha

hablado

sobre

esto

pero casi todo cuanto

se ha dicho es falso El

a l ~ a

es

una palabra hueca

equívoca

¿ u ~

 es

el

alma?

Yo

puedo

decirte

que el

alma

no

existe

muchacho

o

exis

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 44/185

te

Es una

simple invención.

Lo que

yo

te

exijo

es entrega.

Es

decir

podrás

disfrutar de la vida pe-

ro

habrás

de

hacer

ciertas

cosas

por

habrás

de

seguir cierta l í -

nea

de

conducta

porque eso

es par-

te

del

juego es parte del fa ta l is

mo

a que

estamos todos

sometidos.

 

cualquier

manera estoy conscien

te

de que mi

imperio

o

lo

que

mu

chos

llaman mi imperio en la t ie

r ra es vasto. Es decir tengo

mu

chos seguidores

tengo muchos que

m

sirven.

Pero hay otros

que

no.

y

tu

papel muchacho será

inducir

a

esos que

no m

siguen

a que   -

sigan.

Sabes

que

lo

que

vas

a

hacer

es

a

jugar el juego

que

se nos ha

impuesto. Sabes

o debes saber esto

porque lo

que vas a hacer es

inú

t i l

porque tú

no

eres decisivo ni

importante. Tú

vas

a

jugar la par

te

que

te corresponde porque as í

se nos ha

impuesto. ¿Comprendes?Si

comprendo

s p u ~ s de

Aqril

quise

volver

a

la

normalidad de mi vida anter ior .

Pero m fue imposible.  

hecho

el los e l

enemigo

habían

ganado

la

pelea.

Y ahora los

derrotados

de

bíamos

vivir

una existencia de

peli

48

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 45/185

gro

oscuridad

y persecuc1on por-

que el los e l enemigo podían desha-

cerse de

nosotros

en cualquier mo-

mento. Al

tercer

día

de mi

reinte

graci6n me dí

cuenta

de que un Mer

cedes

Benz negro me perseguía a to

das partes. Comencá a

temer.

Y m;

justificado en mis

temores

cuan-

do

gracias a la

agilidad que había

adquirido

en

la

escuela

I l l io

Capo-

sse

pude evadir un ataque a t i ros

escaparme

a travás de unos cal le-

jones osquros.

Estaba

indefenso

coa

t ra

el los

Varios

de

mis

compafleros

fueron asesinados. Por aquellos en-

tonces los grupos que orientaban

la

lucha

habían aceptado

combatir

en el

terreno del   n ~ m i g o

donde

era di f íc i l o casi imposible el

destruir lo.

 o

tenía donde quien

acudir

donde

quián

protegerme.  n

e l

campo ya

habían asp.sinado

a

va-

r ios

n

las provincias la persecu

ci6n era   ~ virulenta y d e ~ s

cualquier

desconpcido que l legara

era

tomado

inmediatamente en

cuen-

ta En la cap i ta l la represi6n era

fuertísima y

aunque había ~ s

lu -

gares inaccesibles áramos m ~ s con2

cidos

porque

aquel

fue

e l

escenario

principal de

la . lucha.

Tratá

de esconderme

por un

tiem-

49

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 46/185

po. Las necesidades de todo t ipo me

agdbiaban

pero repi to

no

tenía

donde

quien

acudir.

Pasá

hambre

hu

be de dormir en

el suelo fr ío en

 

r s

ocasiones o amanecer

sobre

una acera haciéndome el borracho p ~

ra no ser acribi l lado. ¿Qué podía

hacer?

No tenía ninguna sal ida.

Es-

taba acorralado. Fue e n t o n e s u ~

do

apareció

Víctor.

c mo

10gr6

loca

lizarme j m ~ s

lo supe. Pero

me   ~

trañaba

que

andara

impunemente por

las

calles

sin

que nadie lo moles-

tara . De momento

había

conseguido

todo lo

que un hombre puede desear

en

este

mundo: comodidad

seguridad

posibilidades de hacerlo todo muje

res

placer viajes

según me   n t ~

despuás. Pero ¿c6mo era posi-

ble?

El me l lev6

hasta

~ u casa. Ago-

tado y

hambriento

como estaba lo

dejé

hacer.

Se

mé aloj6

en una habi

taci6n abarrotada de comodidades. Y

de inmediato buscó un médico

que

me

hizo

un examen completo

y

e l

que recomend6 algunas medicinas que

fueron

traídas

  l

instante.

Interro

gué a víctor: ¿ mo

se

has había   ~

cho? Entonces a diferencia de lo

que esperaba me hab16 de

cosas

ex

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 47/185

traBas,

ae

religiones

perdidas en

el

tiempo, de

búsquedas sobrenatura

les .

Pasaba las horas hablándome de

sus

hallazgos.  

dijo

que había es

tudiado a fondo la religi6n

egip:

cia .

  hab16 de Horus, el

dios

a l-

c6n

que,

según é l

lo

habia azotado

hasta

entonces,

porque

Horus

signi-

ficaba la acri tud.   dijo también

que

babia

roto un pacto con

Tefnut

 e l

vacio Set   Nofthis,

los di2

ses

de la esteril idad  

la

muerte,

del

mal y

del

desierto. Dijo que no

le

había dado ningún resultado su

vivencia

con

esos

seres,

 

que

se

transformaba

en ellos con

extraBos

maleficios; que decidi6, entonces,

ser Isis  la t ierra

fér t i l

o Nut

 el

cielo . Afirm6 que la

religi6n

~ e s o p o t á m i

le

habia dado la res-

puesta

a la trascendencia de

la

vi-

da:

El

otro

mundo

era

una

existen-

cia sombria, terrorif ica,

  que

a l l í

no

babia

paz ni

belleza

ni

dulzura,   que

la

vida, largamente

vivida, era el único pago a esa

existencia dolorosa

que

vendría

des

  u ~ s

Corrigi6 esa

vieja

rel igi6n;

afirmando

que los antiguos creían

que s610

los

soldados tenían der e-

cho a

la tranquilidad.

Es todo lo

51

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 48/185

contrario d i j o . Sólo

aquellos

que

no combaten t ienen

derecho

a la

tranquilidad

pero

no

en

el

otro

mundo sino

en

é s t e

porque para t2

dos

la

segunda

existencia es oscu-

ra y t r i s t e id ea del di a bl o

te s que en

la

r e l i g i ó n

c r i s t i a n a

me

d i j o

la

había encontrado

en e l

mazdeismo: Arihman o

el

mal. Pero

que

este

mal

 

había

que

entenderlo

en   sentido

d if e r e n te

a l d el mal

t r a d i c i o n a l :

el ma¡

era

la p a s i v i -

dad

ante

la lucha

lo

co n t r ar i o

a l ascetismo o perfección esp i r i -

t u a l

en contra del cuerpo :

e ra

e l

hedonismo

la búsqueda

y

d i s f r u t e

del

p la c e r .

 

dijo

que en base a

fórmulas antiguas

había

encontrado

una forma de comunicarse con é l y

que la

había

puesto

en

p r á c t i c a .

Dio

r es u l t ad o

agregó

con a l e g r í a .

 

ya

ves.

Se nt í envidia de Víctor •

 

Anhelaba

una

ex i s t en ci a

ig u a l

a

la

suya. Pero no

tuve

que decírse-

lo . Fue ~ l mismo

quien

me preguntó

que s i yo deseaba hacer

un

pacto.

Dudé pero

a l

f i n a l le respondí

afirmativamente. Que ya estaba can-

sado

de aquella

vida

  s t ~ r i l

preparación

duró

varios

d í a s .

 

en

señó

muchas fórmulas

mágicas

modos

de

proceder

de

act u ar

de comuni-

cr rme ; Hasta que e l d ía l l e g ó .

 

52

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 49/185

condujo hasta

un

lugar extraffo

con

los

ojos

vendados.

 

dijo que espa

rara. Y

se

re t i r6 Diez minut 8

des

pu6s

  y siguiendo

sus

indicaciones:

me quitá la

venda. Fue

entonces

cuando me encontré con aquel pasmo-

so mundo de

pesadilla

aquella no

che

que se

deslizaba sobre

mi epi:

dermis despuds los pasos la

voz.

 

L

L

estaba

ahí

ya.

Algo

frio

y pegajoso   la noche seguía

deslizándose

por

encima de mi

cuer-

po.

 

acepté. Acepté las condiciones

que

él

me indicaba.

Pero

cuando

pa-

s6 la impresi6n  

la

voz

dej6

de ea

.cucharse sentí nuevamente miedo:

No alcanzaba

a comprender la dimen-

si6n

de mis

hechos

••• ¿Qué

era lo

que había pasado segundos antes?

¿Dónde estaba? La aurora comenz6 a

l lenar

los

espacios

oscuros.

Los

 

yos amarillos

del

sol fueron forta

leciándose

haciéndose mds

inten:

sos.

Me

ví entonces en un si t io

totalmente desolado. No había na.

die absolutamente nadie.

A

lo le -

jos

algunas

montañas.

Frente

a

restos

de

hierbas

que

intentaban

danzar dificultosamente

con la

bri-

sa.   un mortal

silencio.

Mi

asoro

S3

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 50/185

bro

no

tuvn

~ m i t e s cuando

m i r ~

d ~

t e n i d e ~ e n t e

a

mis pies; las hierbas

e ~ t d n parcialmente

chamuscadas,

como

s i

alguien

hubiera

pasado

por

a l l í y hubiera plasmado

sobre ~ s -

tas pisadas de fuego. Entonces,

efectivamente,   había

estado pre

sente,

no

era

un sueño,

era

algo

real , cierto,   ah estaban las

pruebas. M i r ~

repetidas

veces

las

pisadas de fuego, .las hierbas- cha.

muacadses

negras.

Aún

me

costaba

creerlo.

Bajo

las cenizas, sent í a l

go duro, m e t ~ l i c o

lo

desenterr1

con uno de mis zapatos.

Era

como

una

moneda como una medalla,

pero

no

era

ni

una

moneda

ni

una

meda

l l a Y

tenía

una insignia. El cara

z6n quiso salírseme del pecho cuan=

do

ví lo

.que

decía. S6lo había t res

le t ras . Y era,

q u i z ~ s

la única

prueba duradera que tenía

para

af i r

mar con

base

que yo

había

hablado

con EL que yo había tenido

un

en

cuentro

con EL.

-Vamos hábleme de su

niñez. ¿No

qulere hablarme

de

su niñez?

Q u e d ~

en

si lencio.

No

sabía

s i

decirle lo

de mi

hallazgo,

no sa

bía

S l decirle

que,

entre

mis

ropas

había encontrado algo que

era deci-

S4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 51/185

sivo.para

m .

Más

el

hombre de r o ~

tro·

apacible

jamás

me creer a.

-Doctor  d i je

-si

d game

-sonri6.

-No

quisiera hablarle

de mi

niñez.

Cuanto yo

quiero es

que crea

lo

que le he contado. Al relatar mi

historia

me han confundido

por

un

demente.

Y no

lo estoy

se

lo   s ~

ro

no

lo estoy

aunque no tengo

m ~

nera

alguna para probarlo contundea

temente

a no

ser

que •••

-¿A

no

ser q u ~

Vamos

hable.

 

no ser que •••

bueno

yo s ~

que algo camin6 mal que algo and6

mal.  e

da la

impresi6n

de

que s-i

hoy no

me

encuentro

como

Víctor

es porque me arrepent a tiempo.

 e

a c o b a r d ~ Y no pude ser

f ie l

y

hacer lo que ~ ~

me ped a.

Por eso 1

el

pacto qued6

roto.

Y

por eso

y

quizás como un

castigo

es que me

encuentro

en este s i t io Sá que es

por-

eso.

 o hay

ninguna

otra

r z

én

-Pero usted me habló

de

algo ha

ce un ra to -

-Si

no quer a dec rselo. Pe

ro

ya

está

dicho. Aqu tengo en mi

mano la moneda el circulo metálico

la

medalla

que

encontrá

aquel

d a

bajo

las

cenizas. Se

lo

voy a ense

ñar

a usted

doctor.

Es mi ~ l

ss

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 52/185

prueba.

Aunque a ~ que ea

di f ic i l

que m

crea

porque no es tan

con-

vincente. Pero lo

i n t e n t a r ~

Y qui

zás a pesar del

poder

de EL

qUi=

zás

tenga suerte.

D e p o s i t ~

l moneda sobre el es-

cri torio.

El hombre l tom¿ en sus manos

Al principio

pareci6

no

darle

mayor

importancia.

Contemplaba

l

cara

l is del objeto. D e s p u ~ s l

volvi6.

Y

entonces vio lo

qu

habia visto

y

lo ví enrojecer d i-

rigirme una mirada de

temor

ví co-

mo

~ l

sudor comenzaba a

descender

por su frente que

ya

no era

apaci-

ble.

Qued6 mudo

petrificado

los

ojos abiertos

hasta

el inf ini to .

En

l

parte

de

atrás

de l mone-

da

había t res

le t r s

Tres letras decisivas.

Y eaaa letras   que m

hicie-

ron

temblar

a

y

que

hicieron

temblar

  l

doctor

decían

  simple y

llanamente sin

mayores rodeos:

U S A

1971

S6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 53/185

EST NO H NO H Y

QUIEN

 UERM

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 54/185

Se daba cuenta de que

la

deses

peraci6n paso a

paso

agigantada

mente iba

conquistando

su

concien

cia Y

sabía

que

la

culminaci6n de

todo aquello

ya

estaba cerca que

él

no

soportaba

más que de

ningu

na manera

podría

soportar

por

mucho

tiempo

El zumbido

se

hacía persis

tente criminal Oscilaba en el a i

re

como

un péndulo iba aproximán

dose lentamente progresivamente

hasta cortar

la

calma

 

hacerse

i r res is t ib le dolorosamente

i r res is

t ible espantosamente i r res is t ib le

Abri6

los ojos Sus pupilas ne

gras encontraron

la

luz dispersa

del

aposento

que surgía desde lo a l

tOe Los párpados

se

contrajeron Po

co a

poco

la

luminosidad

se

hizo

soportable

Abrió

n u v m n t ~ los

ojos y mir6 en derredor SUY e  o

veía nada El insecto se había esfu

mado Y ya no

se escuchaba su

músi

ca su torturante ~ s i c su endemo

59

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 55/185

niada

y persistente

música que

l ~

tamente le iba robando el sueño

Ante

ál

s6lo estaban

las

paredes

verdes del

aposento uno que

otro

cuadro vegetal sobre

ástas y

la cor

t ina

marr6n que

separaba

el

lecho

algo duro del sanitario contiguo

Debía ser

tarde Trat6

de acomo-

darse

un

poco

Naáie

sabía s i

en

cualquier

momento

el

zumbido

volve

r ía

Estaba preparado Para eso ha=

bía encendido la luz

Entonces lo

atraparía

in

fraganti

en

el

mismo

momento en que e l insecto iniciara

su

infernal

concierto

Sentiría

con

delectaci6n

el

minúsculo cuerpo

  i ~

gregado

en

fragmentos y sangre so-

bre sus manos sangre robada en un

momento de sueño Y habría tr iunfa-

do

Entonces podría dormir aun

fuese por algunas horas Lo necesi-

taba los vagos recuerdos que

acudían

a

su

conciencia

veía

t res

noches continuas sin

sueño Y

t res

noches eran demasiado demasiado

¿Quián

era

capaz de soportar tanto

tanto? ••

Pero

en

aquel

momento en

aquel

preciso

momento

se

sentía

casi

de-

r r tado

  Aún con la luz

encendida

y aún

en plena vigi l ia se

había   ~

jado vencer por el sueño

Ascendía

6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 56/185

progresivamente.hasta sus

ojos ha-

cía

~ n f i n i t m n t

pesada su cabeza;

y aletargaba

sus

brazos y piernas.

Suavemente

lentamente

volvía e l

zumbidó.

Y   l l í todo se cortaba l

paz

e l

sopor e l

al ic iente

color

de las

paredes verdes su

cansan

cio y

sólo

quedaba

aquel fondo de

angustia

aquella

galopante desespe

ración.

 

Entonces comenzaba l obsesión.

Se sentía inmerso en un estado in -

termedio

indefinible

entre l

v i-

g i l i

y el

sueño.

Cosas extrañas

comenzaban a brotar de lo m ~ s pro

 

fundo de

su

ser . Sentía sobre sus

ojos

abiertos

  l

impetuosidad

de

una

luz intensa

que

descubría el

verdor

de las

paredes.

Pensaba. Y

sus pensamientos rememoraban en su

conciencia l inquietud de los

sue-

ños. Soñaba despierto con

los

ojos

negros

abiertos

con

el

ardor

en

las manos tantas veces había· inten

tado matar

aquel

insecto

musical

inútilmente.

La tortura era una tortura geo-

gráfica. Unas veces un hombre

  l-

to

blanco pero muy quemado

por

~ l

sol

con

l ropa

raída; barbudo

y

con grandes

lentes

oscuros daba

clases

de Geografía.   n otros m o m ~

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 57/185

tos

Sergio

se

veia caminando co-

rriendo por entre

las

hierbas

  r -

mas

y

árboles muy verdes

o o

las

paredes de su

apoaento

Caía

  l sue

lo

o

se lanzaba

a

prop6sito Respi=

raba profundamente angUstiosamen

te Luego se

ponía

de

pie  

s u í ~

corriendo

Había

que

huir huir

de

algo

que

venía desde lo   l to

Poco

a

poco

l

realidad

fue

dominando

l i n c o n s c ~ e n c i Y entonces en

ese estado intermedio

y

~ s t -

so Sergio se

mantenía

temeroso

de

un zumbido enorme terr ib le que ve

nía

del

cielo

o o

s i

é l

fuera l

presa

obligada

de un

espantoso  

horrible

animal

aéreo

Luego

el

zumbido l igero suave

progresivo

  molesto: Era

el mosquito

Se despert6

sobresaltado

Sus   ~

nos encontraron

otra

vez

e l

  i re

El insecto había escapado Ech6

dos

maldiciones

La

noche

seguía

avanzando

y

todavía

l

luz del apo-

sento continuaba encendida

las

paredes

verdes y el escritorio l l ~

no de l ibros y l ropa

dejada eq

desorden sobre

una si l l

¿Qué

podía

hacer?

Se

recost6

so-

bre

la

almohada dura inc6moda

o ~

co a poco

aquella vaga

inconscien-

cia el soñar apenas despierto

los

62

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 58/185

pdrpados abarrotados de

cansancio

l

luz

las paredes verdes lo

hun-

dieron en aquel estado dual ••• Otra

vez aparecía

la montaBa

 

l saba-

na las piedras las

hierbas

los

árboles Corría desaforadamente La

obsesión

geográfica repiqueteaba en

su

mente

El hombre de l

barba

ha-

blaba

de

los

distintos

cielos

Es-

ta

vez

las

cosas

se

confundían

f o ~

mando un todo tenebroso n s6tano

apenas

iluminado

Una

pizarra

El

hombre de l

barba

hablando con

una inf ini ta seguridad en s í mismo.

El

cielo

de otoño es sumamente

interesante

Las

constelaciones

desde Cefeo hasta Andr6meda domi

nan

las

noches Pero el más propi=

cio

es

el cielo

de

Verano Esto

porque es el

rods

oscuro

ya que

las

estrel las

son

de tercera cuarta y

quinta magnitud por

ello

l v -

sibilidad

es

casi

nula

o

se

olvi-

den

que nuestro mundo es

un

mundo

de t inieblas a pesar de que nues-

t r misi6n es ser parteros de l

luz pero sigamos Alejandro

¿por

qué

nunca

tomas

las cosas

en

serio?

Haciendo

comparaciones

fuera

de

  ~

gar

h l ~ n d o m e

a los oídos tran-

quilo hombre. Debemos

atender

¡disciplina

hombre Déjame en

paz

63

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 59/185

El zumbidó persis tente

regular

acude nuevamente a los

oidos

de

Ser

gio. Se cort6 l somnolencia.

Per ;

esta

vez

ni siquiera

hizo

un

ee-

fuerzo por destruir

  l

insecto. Es

taba

en los bordes de l desespera

ci6n. Aplastado por l

impotencia.

Se qued inm6vil sobre

su

cama

envuelto

en

las

sábanas.   o

l

v ~ a

dírectamente

pero l luz se mante

nfa

igual

y

l cortina marr6n y

las paredes verdes.

Vagamente pen

s6 en

levantarse

y lanzarse contra

l

pared

destruirse el

cráneo

es

capar evadirse.

Era imposible.

To

do

era

imposible

e l

sueño

lo

era

t a m b i ~ n

Aquella inconciencia

aquella median a aquel ensueño

con

los ojos abiertos

aquella

persis

tenve obsesi6n era peor que estar

despierto era peor que e l mismo

cansancio. El agotamiento

era

más

fuerte

que

su

misma desesperaci6n

que su misma angustia. Rab a que  

cer

algo

había

que cortar aquella

noche de luz encendida de zumbidos

fuertes y suaves

reales

o i r re -

les de

paredes

verdes

y

plantas

s i lvest res

aquella

noche

intermi

nable aquella obsesi6n geográfica.

Pero l

vigi l i

era

una presa f ~ -

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 60/185

c i l para e l cansancio,

y Sergio

caía derrotado, aplastado en

una

batalla

ganada de antemano.

El

cíelo de

l primavera

es  el

más peligroso, porque

entonces,

hay

más luz, es. el más bri l lante de to

dos y para nadie es un

secreto

lo

que eso significa. Hay que

evitar

todo

lo posible l primavera, hay

que

contar

con

l

naturaleza

para

todo

lo

que vaya a hacerse. Ah eso

s i el cielo de invierno es el más

hermoso de todos, con su inmensa

constelación de

Orión

doblegando

las noches, embelleciándolas hasta

lo

increíble. Pero,

quá

problema,

volvamos a

lo

nuestro.

Alejandro,

por favor, ¿no ves que nos están m

rando? Estás molestando a los compd

fferos,

esto no es un juego,

¿ ~

es

lo

que te crees? Mira,

mejor

te

vas. Hay

otras

cosas interesantes.

Hay

aos clases de

costas -y

  ~ t o

es

muy importante-; ya entraremos

des

púás en su detalle. Tenemos l s u ~

te de que las nuestras son muy   ~

sibles

y

l ímpias,más

que las de

 

ba,

y e s o

es mucho

decir.

Eso

  í ~

como es natur.al,  hay

algunas

que

son de

dif íc i l

navegaci6n

•••

~ o s

ie

hablar

de las penínsulas, taro

bián.

  e los

cabos

y las puntas.  

las

bahías y

los puertos.

Hay aun-

65

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 61/185

que,

algo

m ~ s importante que to -

do

 esto.

Y

son las

montañas. Las

que

t ~ n e m o s

que diferenciar de las

colinas. Estas,

son

mont culos

  is -

lados, muy cortos, y por

ello

muy

peligrosos. Las

cordil leras son

su

mamente importantes, y

hay

que

te -

ner un

conocimiento

casi erud stico

de las

mismas. Las

depresiones

  ~

dimientos

en

l

corteza

te r res t re-

t ienen una importancia

capita l .

Las

sierras son importantes, porque s i r

ven como v a de escape. Y por enci=

ma de

todo,

quiero

referirme

a

l

cordillera cen tra l. Aunque

esto

no

t iene mucha uti l idad práct ica

bue

no

es

saber

que

~ t

se

form6

hace

más de

ciento cincuenta

millones de

años, antes

del

Cretaceo. Más

impor

t n tees saber que se extiende des

de

l Pen nsula

de San Nicolás,

en

Hait ,

hasta

l

de   i ~ e y Es como

l

espina

dorsal del

pais.

Sorprertdido de s mismo

Sergio

se

siente

corriendo

por

entre los

verdes drboles, por sobre las hier -

bas,

por entre los

arbustos

de

l

montaña.

 

nuevo

e l

horrible e

i r re l

zumbido como

el

de

un

mons

t r u o ~ r e o

intenta

cortar e l

r i t -

mo progresivo de

su

sueño. Abre

los ojos.

Mira hacia arr iba.

La de-

66

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 62/185

sesperaci6n

había llegado a

su   ll

to culminante En lo   l to el bombi

11

ilumina

con

tanta

violencia co-

mo

un

sol Las

paredes

  ~ l aposento

conforman

en su mente

el

verdor de

los arbustos los árboles y

  las

hierbas Se lanza

del

lecho Está

enloquecido Lanza golpes

  l

  ire

agrede las

paredes con sus puños ••

Esta

vez

tendrá

que

acabarse todo

Son t res

noches

s in dormir Este

zumbd do que no me de ja

vivi r

o Vas

a ver

animal

del demonio Vas a

ver Corre de un

lado

a otro Sigue

lanzando

golpes

contra e l ire

y

agrediendo las paredes los

cuadros

vegetales

Los

golpea

t ienen

un r ~

sonante

un

vigoroso

un doloroso y

profundo eco Parecen

estremecer

a

las

paredes A

las verdes

paredes

Las manos se le enrojecen se le

hinchan

No ya no puede más El

fuego

en

lo   l to

sigue

iluminando

con

violencia Se lanza impetuosa-

mente sobre el lecho Respira honda

mente profundamente

Ya no

hay

hierbas

S61 queda

un polvillo

ro-

j izo

y

sobre ~ s t

un poco más

  l lá

algunas

piedras

deformes

Un

arbusto

le cubre

del

sol Los á r o ~

les

algo

más

le jos

resplandecen

en

todo

su

verdor Alcanza a ver e l

67

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 63/185

rostro

de Alejandro

Está

sudado

se le nota una sonrisa dolorosa por

encima

del

cansancio

de

l

jornada

larga ardua violenta Ahora Ale-

jandro l lor

Todo

  cambiado

Ya

no   y drboles

ni hierbas

ni t i e -

rra roja Sólo queda el zumbido e l

horroroso

zumbido Debajo de sus

pies Sergio

siente

el asfal to Mi-

ra

en

derredor

Una

pista

varios

aviones

que aguardan entre

ellos

uno que

en

esos momentos

ca-

l ienta sus motores y aquel zumbi-

do caracterís t ico

La

  l t

pared

varios hombres vestidos de verde

que los apuntan con fusiles A

~ l

a

Josá

a

todos

los

otros

compañe-

ros l hombre de

l

barba

 

lentes

oscuros o comprende Recuerda que

ya

no se t r t de

Manaclas que

ya

no están en

l

loma que se entrega

ron Recuerda que fueron t ras lada-

dos

muy

le jos

Y

ahora

sobre

el

  ~

falto

caliente contempla

a sus

coro

pafieros y   l

pelotón

de f u s i l m i ~

to a

no

habrá

más zumbido de avio

nes y de

helicópteros

ya no habri

más cansancio más

·mochila   fus i l

y rebelión y largas caminatas y p ~

ciales

enfrentamientos

e l

s ~ t i ~

se harto

por el

cansancio los

in -

sectos el

nambre l sed

y

el

sol

ardiente

La

orden

se escucha como

68

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 64/185

un eco

lejano

y

Sergio

a l c a n z a y e r

a Alejandro   ~ lo s o t r o s cuando

caen lentamente sobre   sf l to

Las piernas se le a f l o j a n ; todo e l

cuerpo; lo s párpados

le

pesan aho-

r

pod ria d escansar podria d o r -

mir y ya e l sonido no es ta n   n t ~

so

como

a n te s ; se da

cuenta de que

cosas

a r d ie n te s

penetran s in piedad

en

su

cuerpo

y

s i e n t e

que

l

vida

se le

escapa

mientras

se.va

  e r ~

do   l a s f a l t o lentamente h as t a

fundirse con

10

que pronto s e r á un

charco

de

su propia sangre.

 97

69

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 65/185

 ONVERS ION

 ON

UN FIN L DE   FE

 

E G R O

HERN NDEZ MEJI

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 66/185

 De

vez

en cuando, nuestras dos

miradas

se encontraban escribe

Marcos Sánchez en unas notas que

fueron

encontradas en su habita

ci6n

momentos   s p u ~ s de su

suici:

dio.  El

m s

de

las

veces,me e,

quivaba; esa noche -tan

llena

de

presentimientos extrafios para mí

su

mirada evasiva

escrutadora

t í ·

mida

contradictoria

me decía co

sas que no lograba adivinar pero

que.

flotaban

en

el

aire

omo

mari

posas. A mi

izquierda su

esposa

bordaba;

mi

vista recorría

con

an

gustia aquella sal i ta minúscula de

\

tonalidades celestes tan

ideal

.para

respirar un ambiente de paz que no

había entonces.  o

hablt bamos nada.

Yo,

sentía

en mi

cuerpo

el

peso de]

arma que un terror

secreto

me

había

inducido a extraer de una

gaveta

polvorienta.

Y,

efectívamente.

mis

temores se vieron confirmados. La

puerta que daba a  

calle

se

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 67/185

abrió con

fuerza. Entonces

apare-

ci6 á l cuchillo en mano.

Tenía

una

expresi6n feroz

en

e l

rostro.

Y ve-

nía

dispuesto a

matar.

Un

sacudi-

miento

eláctricQ

conmovi6 de

parte

a

parte

mi cuerpo. Josá frente a

mí palideci6 notoriamente. Su e s p ~

sa dio un gri to El hombre se

laa

zaba

contra

nosotros avanzando

con

pasos

lentos

pero

firmes

decisi-

vos .

El 19 de marzo de 1964 un peri6

dico

vespertino

public6 las

siguien

tes declaraciones de la señora Ana

Ledesma esposa de

Josá

Ledesma

asesinado la

noche

anter ior

por

Ri-

chard

Vanderhorst:

 Apareci6

de

re -

pente

por la puerta

delantera.

Al

verlo dí un

gri to Josá se

qued6

C 0l 10

muerto

sin

saber

qué hacer.

Marcos Sánchez un amigo que

nos

vi

si taba se puso de pie nervioso.

El

hombre

del cuchillo

avanz6

hasta

Josá. Lo agarr6 por e l

cuello

y lo

levant6 brúscamente de la s i l la E l

se queJ6 algo pero no hizo

nada

pa-

ra

defenderse. Entonces comenz6 a

acuchil larlo.   estaba histár ica

gri taba

pero no alcanzaba a hacer

n d ~ nada

•••

 

Aquí

e l periodista interrumpe

la narraci6n de la señora Ledesma.

74

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 68/185

Toma

el

hilo de

lo dicho y prosi

gue:

liLa

sangre,

según nuestra e

trevistada,

comenzé a

salpicar

loa

nuebles

y l alfombra. El desconoci

do

seguía

apuñalando a su esposo.

Este,

comenzé a deslizarse por

e l

piso. Ya estaba muerto.

En

esos mo-

mentos, intervino el señor Marcos

  ~ c h e z

quien luego se

suicidé,

en

esta misteriosa y

pasional

cade-

na

de crímenes. Según l

señora

Le-

desma, comenzé a gri tarle   l agre-

sor

que

se detuviera. Este,

no pres

taba atencién alguna. Lo alcanz6, a

seguidas,  

comenz6 a zarandearlo

como

para deshacerlo

de

su víctima.

Aquel lo

empuj6

  cay6

  l

suelo.

Se

puso de pie

otra

vez.

De

la cintura

extrajo

un r e v l v ~ r Y

disparé

dos

Veces

contra el

victimario. Otra

sangre, tan

roja

como l

primera,

  .iñé de nuevo l alfombra.

Ambos

hombres, yacían

muertos,

en una

n ~

che  rí

que, más que a

la violen-

cia , inclinaba

a

las

personas

  l

r ~

cogimiento . El

periodista

conclu-

ye

poniendo

en labios de Ana Ledes-

ma

las

siguientes

palabras:

 Marcos

Sánchez qued6

asombrado de

petrificado. Como

s í mismo,

sa1ié

co

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 69/185

rriendo hacia

l

cal le .

Aun llevaba

e l

arma en su

diestra .

Desde l

galería

iluminada,

Er

nesto y yo c o n t e m p l á m o ~

e l re jue :

go de matices naranja del atarde

cer, marco

definit ivo

de nuestras

conversaciones

sabatinas. Era

una

vieja costumbre:

Desde

hacía varios

meses,

nos

reUníamos

todos

los

s á b ~

dos a charlar de l i ter tur y a

leernos nuestros trabajos.

 No

me

 satisfacen los cuentos sangrientos

me dijo.   o soy partidario de

t r -

mas más complicadas,   l est i lo de

Cortázar

en

 La noche boca

arriba ,

donde

lo

soñado

y

lo

vivido

se

e n l ~

zan a un nivel en el cual l

dife

renciaci6n

es

muy

dif íc i l Sin em-

bargo, noto

que

los detalles son

su

mamente

precisos: Fechas, lugares ;

nombres con apellido.

¿Influencias

de

Borges,

o demasiado

  p r t ~ r

de

nuestra

propia experiencia ?IILa don

celIa

nos

trae el cafá

y se

retira;

Tomamos ¿Sigo leyendo?,

pregunt6

0

 Por

supuesto , roesponde Ernesto.

 Las

notas

de Sánchez

-que

es,

de hecho, l mejor

relaci6n

de que

se dispone

de

lo sucedido- siguen

76

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 70/185

diciendo:

 Corrí por las

calles co

mo un demente.

Por

suerte,

h ~ í

f r ío ,

casi

no

encontré

a

nadie

en

e l camino.

Recuerdo

que

crucé

l ~

l le

José de Jesús Ravelo,

l

Peña

Batl le ,

que

pasé por varias l íneas

de

carros públicos, una

escuela,

dos

o

t res

farmacias, negociós. Las

luces

de

los postes iluminaban

t r i ~

temente las aceras

Y

calles rotas.

Yo

s610

tenía

una

idea f i j

Espe

r a n z a ~  o comprendía

lo

p a s a d o ¿ o ~

qué aquel hombre había desatado

to

da •

su

furia

sobre

José?

¿Era, aca=

so,

que

había

enloquecido?

Al

f in ,

logré alcanzar

l

minúscula

casita

inconfundible

por

aquella

franja

d ~

flores

de

sol

que Esperanza

llamaba

jardín.  e

ahogaba

 

.casi  ni

lograba

respirar -había

corrido mucho.

 e

 detuve frente

a

  puerta,

para

f r ~

 

e l

cansancio

y l

ansiedad.

Es

taba cer rada

pero

l luz, un haz

suave F t ierno; se colaba por

l

parte infer ior .

Se

abr

  é

Ella, . es

taba ante mf, y me observaba

con

asombro. Sus c ~ l l o s negros, suel

tos. Sus

ojos

grandes,

sus

labios

30rprendidos,

todas

aquellas

cosas

que

inducían   l

amor

sin l ímites,

a

l locura, a

l

desbordadapasi6n.

U o

es

hora,

Marcos me

dijo- .

Vete

77

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 71/185

t ienes

que

estar

Loco Han pasado

algunas

cosas

•••   No hay

peligro

ya

-respondí-.

El

está

muerto .

Abri6 los ojos desmesuradamente. Mi

r6 en torno

mío pero

no

encontr6

a

nad

í.e Ven

entra

dijo. E n t r ~

e r ~ ~

la puerta t ras

de

mí.

  e

sen

en una butaca pr6xima. La miraba

fíjamente a

los

ojos. Ella a mí.

  e

asustas

dijo

•.

 Estás

enfermo

deliras .

 No

Esperanza respon

dí.  Es

cierto.

El

ha muerto. Lo roa

yo.

Debes

recordar

a

Josá

aquel

amigo del que

tanto te hablaba

aquel

amigo que

te

presentá un día.

El

fue y

lo

mat6 yo

estaba

presen

te .

Tratá de detenerlo

·tuve

que

dispararle muri6 estoy

seguro no

hay salvaci6n para dos

t i ros en

la

cabeza . Ella

pareci6

desmayarse·.

Se

sent6

en uno de

los muebles

ro -

jos. Sudaba

y la

luz

de la

sala se

proyectaba

en

las

gotas

acuosas

  ~

ra

cris ta l inas .

 No entiendo d i-

jo.  Sí entiend·es

repliquá. Se l ~

vant6 colá rica -quería impresionar-

me: ¿Quá

insinúas?

gri t6.

  e

le

vantá.   tomá por   hombros

has

tahacer le

daño; el la pareci6

ce

der asustada.

  l ¿ o ~

quá

Josá?

  le ·

gr i tá .  Yo no puedo saberlo dijo.

 ¿Por quá? gri tá de nuevo. Ella

78

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 72/185

desfal leci6 y volvi6 a caer en

e l

mueble. Miraba a l piso de

mosaicos

rosados. Qued6 en

si lencio .

  e has

e n g a ñ a d o ~

g r i t ~ .

No respondi6. uNo

conforme

con engañar tu esposo

has engañado t a m b i ~ n a tu amante .

Silencio.

Levant6

e l

rostro .

Hizo

  ·

esfuerzo nervioso por

tomar

algo

que

estaba sobre

la

mesa d e l c o m ~

dor

que

continuaba

la

sa l i t a

La de

tuve.

  e

  p o e r ~ del papel

y

el so=

bre

que

el la

intent6

tomar.

Era  

an6nimo. contrario a lo que hasta

entonces

había creído J o s ~ era

  ·

viejo amigo de   i c h a ~ d Vanderhorst

el

. esposo de

Esperanza. El

anónimo

contaba

las

viejas

relaciones

que

habían mantenido ~ l

y

la esposa

de

Vanderhorst

 desde

hacía

muchísi-

·mos años .

 Usted

debe

saber la Ir

nera

magistral

como el los secondu

cen hasta e l extremo de que encon

trándose- en la

cal le

se

portan per

fectamente

como

dos desconocidos

o

conocidos s610 de vis ta S a q u ~ el

r ~ v 6 1 v e r .

Ella

temblaba.  No lo ha

gas

dijo no

te atrevas .

Los

disparos

se

incrustaron en

su

cara

arruinando su rost ro . Sal í corrien

do

nuevamente.

Ya no

sabfa

de

mí .

Demasiado fuerte -fue

la opini6n

79

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 73/185

de Ernesto. Tiens mucho de horror.

 Pero

hay

algo

que

me

asombra

-a1

gui6 diciendo-.

Esa

mujer

que des

cribes,

au nombre

las

calles

que

conducen a

su

caea.

Todo eao

me

pa

rece conocido.

Creo

inclusive,

que

una vez me presentaate una mucha

 

ha •••  

Yo

te

l presente

a ella ,

le

dije.

 Ah

aquella

amiga

tuya,ei,

hasta

la

llevamos

a

BU

casa

•••

Si,

respondí.   P e r ~ d e s p u é e

que decida.

publicar

esto, hay que

cambiarle

el

nombre

laa

callea, loe datos,

no

eea

que

alguna persona observadora

vaya a creer lo que no

ee . Cierto,_

dijo Erneeto. Pero ,

pregunt6 algo

inquieto,

¿Ync hay

ningún

elero ento

de

verdad

en

eeto? ¿Td

alguna

vez,

trataste ' de •••

profundizar

más

lae

relaciones con ella; l legar •••

?

  o ~

re í

No

hablemoa de

eeto. 4Quieres

que

siga leyendo? .

 Bueno ••• e: ,ei

gueu, reepondi6

Ernesto.

 Ahora

estoy

solo

en mi

cuarto

-as

comienza

la dltima   o t ~ dejada

por

Sánchez-.

Todo me parece 1rra-

~ i o n a l No encuentro

d6nde ha

esta

do

l

falla

mía

como

hombre

como

ser

humano. Todo se

ha trastornado.

Mi

vida

-para lo que me aguarda-

ca

rece

de

todo sentido. Un rev6lver

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 74/185

sucio de pólvora. Una

bala

en

e l

tambor. Y

mi mano asesina.

Pronto

vendrán por m , No

encontrarán,lo

que esperan. Colocanne un anna s

bre

l

sián

•••

algo

que jamás

ore

l legaría

a

hacer. Sentir l

presión

de mi dedo en e l gati l lo,

una

pre

sión suave y decisiva. Sen tir ••

Hasta aqu

las

notas

de Marcos Sán

chez.

El

mádico

legista

calif icó

l

muerte

como

  inmediata . Lo

encon

t r r ~ minutos

despuás los

vecinos

y

las autoridades.

Ernesto,

me mira desconsolado.

 Un

cuento

 uy

fuerte

y

excesivamen

te

simple , dice. Pasan algunos ca

.r-ros Ya ha ca do l noche, y su

luces iluminan

l

calle

r e c i ~ n

cons

tru da.  Muy fuerte, muy fuerte, y

excesivamente simple ,

sigue

dicien

do. Uno de

los

'autos ilumina toda=

v a

más la-

galer a

en

qU

nos

encoa

tramos.

 Creo que es mi hennano

-d i

ce Ernesto-.

Le

dije

que

viniera

a

buscarme a eso de

las

d i e ~ n

eSOI

momentos l

doncella viene

éon el

cafá

que pedimos cada

cierto tiewpo

para

no

darle lugar

  l

sueño. El c ~

~ r se

detiene

en

l

marquesina os

cura.

Las

tazas

humean olorosas so

bre

l

bandeja. Alguien baja del   ~

8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 75/185

rro. La

doncella suel ta la bandeja

que choca

con

  s t r ~ p t o contra el

piso

y

gri t l

claridad

de

l

galería

un hombre

avanza lenta

y

rabiosamente con

un cuchillo en

l

mano

972

82

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 76/185

L S

PES ILL S

 EL

VER NO

 

S GR RIO I Z S NTI GO

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 77/185

  arden loa o j o ~

las

l ~ g r i m a s

chocan violentamente contra los v i-

ir ios

de

los lentes; apenas s i

pue

do

respirar

apenas s i puedo ver;

todos corren en torno mío todos se

lanzan

a l

suelo

todos

gritan

~

nos pretenden

cantar; poco a

poco

La concí eno í a se va perdiendo ¿quá

dirá  m má de todo esto despuás

quá

dirá?

La

piel me

arde

tengo

m ~ e o siento

como

un

calor inmenso

que

surge

con

violencia

con

impe

tuosidad de mi pecho ¿quá me

pasaj

Dios

mío

quá

me pasa? ••

  e r ~

la

úl

tima vez lo

juro será

la últ imi

vez

••• su rostro

es

varonil hermo

so.

Su ment6n se oscurece con

lo

pel i l los

negros

muy-brillantes

que

anuncian

el

nacimiento

de

las

barbas.

Asoman tambián bajo

su

n ~

r iz cuyas aletas tienen un ritmo

suave

de

respiraci6n.

Los

labios

un

poco abiertos

sensualmente

abiertos

y

los párpados maltrata-

85

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 78/185

dos por ~

fatiga

cubr1endo

sus

ojos claros

como

dos delineadas

roan

chas morado oscuro.  o miro r ~ o s t ~

da en

el espaldar caoba

de

l

cama

de

hotel mientras

el

fria   el

amor

hacen

temblar mi epidermis.

Amanece. Las montaflas nermiten adi

vinar

sus

l íneas

con

  ej6rcito

de-

pinos muy verdes

uno

t ras otro

en

desesperado

esfuerzo

por

alcanzar

 

el

cielo.  

levanto. El sigue dur

miendo.  o me atrevo

a abrir l

ven

tana corrediza

de

vidrio

el

f r i

es demasiado

fuerte.

Aparto un poco

las cortinas azu les de seda: Deba-

jo

las aguas

claras

de l

piscina

comienzan a

darle

su

forma

de

rec

 

ángulo. Una escalera de mosaicos

rojos que

descienden

hasta una   ~

ramada de cana con

largos bancos de

m d e r ~ Y

d e s p u ~ s l t ier r los

pinos el fr ia cortante un poco de

brisa

quizds.

Vuelvo

el rostro.

El despierto me· sonríe:

Contemplo

su

hilera

de blanquísimos dientes  

anhelantes

1aOi08...

La

luz

de loo

postes

es demasiado t ~ n u e

demasia

do

d6bil.

Apenas s i

ilumina l imi ta :

das

areas

del

asfalto

y

las

casas.

Yo camino con rapidez. Las reduci-

das

viviendas

en obligadas hileras

en

torno

a

l calle estrecha duer

o

86

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 79/185

men en

las

penumbras Los callejo-

nez y

las esquinas concentran cada

vez

más

oscuridad

y

sospechas

e in -

s6l i tas sorpresas La

vía es un l -

berinto

que no parece detenerse

 

ca

Sigo caminando

cada vez

más

rápidamente mo algo Miro hacia

atrás Abro

los

ojos

asustada t ~

go miedo terror

l

angustia

es

  ~

mo una

soga

atada

en

torno

a mi

cuello

El está

ahí;

es

al to delga

do y

tiene los

ojos cerrados ojos

orientales de indefinible color; e l

cuchillo   ri l l

en su mano

derecha

en

monstruosa complicidad

con

l

d ~

  il

luz amarilla

de los postes La

persecuci6n comienza; corro con t 2

das

mis fuerzas corro; no

miro ha-

cia

atrás pero sá

que ál m sigue

y quiere matarme con su largo

cuchi

110;

las

casas

las

luces

los

ca-

l lejones van

quedando

atrás

en mi

desesperada

marcha;

sigo corriendo

escucho sus

pasos

cuando se acer-

can; una depresi6n en

l

vía mi

pie

penetra en

el la

ruedo

por

los

suelos;

trato

de levantarme sin

po-

der ál

  ~

acerca; t rato de arras-

trarme

l e j r ~ e

del peligro inmi-

nente

ál

se

slgue

acercando; ya

no

corre; camina con

pasos decididos

camina; no

quiero

volver e l rostro;

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 80/185

no puedo

verlo

s6lo

su

sombra   t

crucial s6lo e l

inmenso brazo

e l rápido descenso e l mortal d e ~

censo;   h o r · s e n t i r ~

e l

golpe e l

metal abriendo

mis

carnes

cuando

ahogue mi

h uid a desesp erad a

en

san

 gre; tiemblo; q u isiera g r i t a r

pero

no puedo

q u isiera

no puedo Dios

m o

m

matará m matará m mata

ra

•••

 

acerco.

Ligero

m

lanza

82

bre e l lecho que

se

hunde ante mi

peso

m

acaricia lo s desordenados

cabellos m besa impetuosamente

m arranca   bata Tosada siento

su

boca

ardiente cuando recorre mi

cuello  

mis hombros se

detiene

  o ~

in telig en cia

en mis

pechos

un

tem

blor agradable m

a s a l t a

mis

manoe

se

desenfrenan

.90n su cabeza

hermo

sa   sus

cabellos entonces omo

un niño

~ l

asciende sobre

m me

penetra c o ~ ·suavidad

transformando

todo

mi

cuerpo

en

una

convulsi6n

un caos un   u r ~ q á n

de indefinibles

cósas agradables danza  sobre m

gime sobre m hasta   frontera de

  l a s i t ud

satisfacci6 n

mútua

e l cansancio

••• Abro

lo s ojos des

pierto

de mi

no-sueño:

Ante

e l l o s

e l

l i br o

de Economia

abierto

sobre

 

hierba

que

se

extiende  omo una

alfombra

t r ~ m u l por todo

e l

par-

88

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 81/185

que;

los arbustos, los

viejos árbo

les

polvorientos, los

caminos

z z ~

gueantes

de

cemento,

las

fuentes.

El

día

avanza,

y apenas

s

he

leído

dos pl ginas: Un parque no e s un

buen

s t o para

estudiar.

Los

sue

ños

m sacuden, pienso,

deseo,

loe

ojos cerrados

son

una

puerta

abier

t a

tantas

cosas para una muchacha

de

veinte

y

seis

años

que no

tien€

novio,

pero

cuyos

anhelos

se

agi

tan,

en

violenta convulsi6n,

dentro

del

  espíritu.

¿Pudo

ser

~ e d e r i o

Su imagen

l lega

a mí con

lenti tud,

con sus

rasgos un

poqo

osquros, tan

olvidados ya por efecto

del

tiempo.

Lo

recuerdo,

sentado

en

el

bale6n

del

segundo piso· donde

vivía,   u ~

dando mi

llegada

de

l

Universidad.

  puedo dormir,

m

decía, hasta no

verte volver

de l capital . San.

Crist6bal, a

unos

tantos'

ki16metroe

de

  ~ u í

•••

Su amor abnegado

de.visi

tas

diarias, esperas

y anil los de

compromiso su amor

purisimo

de

 om

bre impotente

e

ilusionado, su   m o ~

que

m

oblig6 a

abandonarlo

-no era

un hombre. Ahora · las manos vacías,

conformars€

con

desear

y

soñar

en

cualquier lugar

en aquel

que

nos h :

rá sentirnos efectivamente

una mu

je r

•••

El animal apareci6

de ' re=

89

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 82/185

pente;

el

grupo conversaba

en l

parte

de   t r ~ s de

l

casa en medio

de paredes un poco derruídas .deun

almendro sobre

una

pequeña

acera

y

t ier r roja

algo mojada; velábamos

mi abuela muerta de un ataque   l

coraz6n muerta de una manera fulmi

pente; era tarde ya quizás l s

t res

de l mañana;

hacíamos

cuentos

para

no

dormirnos;

fui

yo

l

primera

en verlo;

tenía

aspecto de m u r c i ~ l ~

go

  ~ r era demasiado

grande

para

serlo;

l

boca repugnante l lena de

dientes

inmensos y amarillos; alas

inmensas

 o o

de

músculos

negro bri

l lantes;

una cola

de

pelos encrespa

dos

en

erecci6n larguísima;

bri=

LLaba con fuerza en

l

oscur í dadj

el grito

de

las gentes

fue

colect i -

v conjuntamente

con

l huída

de-

senfrenada; todos corrieron yo t r

de hacer lo mismo pero

estaba

clavada sobre

l

t ierr e l

animal

s ~ estuvo quieto

sobre

19

t ier r

r2

ja y húmeda pero entonces comenz

a s ~ f r i r una ins61ita

metamorfosis.

Crecía adquiría

forma humana

ante

mi asombro

desigual¡ se convertía

en

un

demonio que

estaba

frente

a

mí con sus

pezuñas

de

buey su

ros

t ~ o negro bri l lante

sus

bufidos

de

bestia c o l ~ r i c se acercaba con p ~

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 83/185

sos

lentos

cansados pero agresi-

vos;   habian dejado sola

yo

e s t ~

ba

aterrorizada;

t ~ a t a b a

de

recupe-

rarme

s

de

huir; segu a

marchando

m a r c ~ ~ n d o

yo   r i

sin poder

hacer

nada

 

mientras su

e

ercania .su

olor

poco a poco

 

iban diciendo que y

pronto

no

tendria vida

que

dentro

de

algunos segundos todo se deten-

d r ~

que

el

demonio

acabaria

con

m

existencia•••

Rabia

110vido a eso

de

las cuatro.

Las

hierbas

del cam-

pUB

estaban

mojadas

y

los árboles

que

nosotros 1 1 a m d b a m o ~ árboles uní

versi tar ios estaban

  uy q u i e ~ o s

Miriam yo subimos hasta la B i b l i ~

teca

Central

a

sol ic i ta r

algunos

 

bros. El sa16n estaba casi vacio.

El sol

caia

ya

yo

podia

ver SUB

efectos

a

través

de

las ventanas.

Una

neblina suave

doreinaba

todo el

recinto   los

rayos de oro se c o l ~

han

en el la

distraje

t a n ~ o que

Miriam

tuvo que llamarme la aten-

ci6n.

Bajarnos

n u e v a ~ e n t e

Nos

s e n t ~

mos en

los

bancos que quedan a la

derecha del

edificio de Farmacia.

La

neblina c o n t i ~ u a b a

a

través del

campo de

deportes

del

campo

del

 centro y

un montesillo

que

delimita

a la J o s ~

Contreras.Miriam   advir

t i :   u r ~ s

mucho

hoy.

Sonre . Re=

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 84/185

c o r ~ b

mis

primeros dias

univers i

tar ios . La Facultad de Ciencias Eco

n6micas , las

akplias

aulas, las mUl

t i

tudes

de muchachee

con

l ibros

las manos charlando,

discutiendo

de pol i t ica , enamorándose. Yo m ~ -

chacha

de pueblo, contemplaba con

miedo

todo aquello,

  ~ horrorizaban

esa cantidad de personas, los edif i

cios

y

aulas

de

colores

feos

y

des=

dibujados

con

consignas y afiches.

Penaé hasta

en no volver.

Deapuéa,

las sugerencias de las nuevas ami

gas, de los nuevos

compañeros

que,

poco a poco, terminaron transformáa

 om en una enamorada de las c f e t ~

r ias

repletas ,

de

las

discusiones,

en grupo y en las

cátedras

del e s t ~

dio bajo los árboles

sentados

en

  ~

pi t res que llamábamos

secuestrados.

Recuerdo aquellas noches en que nos

quedábamos hasta las c u t ~ o de

la

mañana

estudiando

Macroeconomia o

Geometria Analit ica en mi casa. Mi

riam

y yo

haciamos

 de

todo:

  u g á b ~

mos

criticábamos

a todo

e l

mundo

nos re1amos

del·

compañero

buen

mo

zo

que

llevaba los pantalones dema

siado ajustados

deJando

vislumbrar

peligrosamente

-sus

masculinas f o r ~

mas. Le

enseñaba

mis

nuevos

Lí.br-oe

lo s nuevos t ra jes

tocábamoslas

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 85/185

f ies tas a que

estábamos

invitadas

para

e l

  p r 6 x i ~

f in

de semana,y lo

mejor

de todo:   mo se iban dcercan

do los ~ í a s en que tendríamos

que

decir adi6s a

la Universidad -nos

fal taba un

año-

con un t í tu lo ima

ginábamos

, la

ceremonia de

entrega

de nuestros:diplomas,

todos

vest i -

dos de negro con nues tr oa padrinos

muy

solemnemente,

y

e l

Rector

Ler-

yendo un discurso en que evaluaba

  la situaci6n universi tar ia y nacio

nal

•••

Y

después,

e l prest igio,

la

lucha

por ascender, las apariciones

ante la opini6n pública ••• A

veces,

nos

íbamos

Miriam,

Dolores

y yo a

'un pequeño

restaurant

que queda

jun

to

a l mar,

frente

a l Banco Agrícola:

Bebíamos cervezas, comíamos hamber

guers, escuchábamos

a Raphael can

tando Acuarela

del-Río, y nos po

níamos

a soñar con los cruceros que

cortaban

  ~

oscuridad

cerrada

del

mar, cuyas olas lamían

con

estreme

cimientos los bordes de piedra,

t i e

r ra y algas••• ~ repente,

algo

mue

 

ve

nuestra

mesa;

los

paraguas que

protegen a los clientes  de

la l l ~

via y el sol, se s l ~ n de su

cen

t ro

dan vuelta

peligrosas

sobre

nosotras; t m i ~ n

las s i l las ;

c ~

mos a

la

t i e r ra ; gritamos, alarma-

93

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 86/185

das;

las

palmeras

se

rompen en

va-

r ios pedazos y amenazan con matar-

nos baJo

su

peso;

seguimos rodando

caemos

  l

mar

caribe

que

golpea l

playa

enfurecidp;

lloramos gr i t -

mos nos

ahogaremos

nos moriremos;

todo da vueltas algo está pasando

¿se acaba el mundo

un huracán un

terremoto? ••

La

Universidad

l Uni

versidad

l

estatua

de

l

mujer

t m b i ~ n da vueltas en torno a mí;

mis

lentes se desprenden caen

~ e

rompen veo

los vidrios

transforma-

dos en mil pedazos;

ya

no veo;

tr -

to

de alcanzar a Fidias; el

gas l -

crimógeno

 

l lena

los ojos;  

r -

den; tengo mareos náuseas

t rato

de correr;   arde l

pierna

iz -

quierda he caído

todos se arras-

tran

por

el suelo

l loran ¿de d ó n ~

de

ha surgido esta

multitud? Se

es-

cuchauna monstruosa explosión;quie-

ro

gri tar

no puedo

tengo

miedo

un miedo

atroz

no puede

pasar no

no puede ser yo no quiero ser esta

vez yo no

quiero

quiero

gri t r

algo rompe mi frente mi frente

  arde

quema

¿por

qué

  u ~

ma

l

frente q u ~ pasa conmigo por

q u ~

se  

van

todas las

fuerzas de

mis

brazos

de mis p i ~ r n s de mi

vientre

d6nde

está F idias

no aban

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 87/185

dones a tu

herm nit quá

quá

p -

s

Dios mío

estoy

quemando por

dentro estoy

quedando

v cí

sin s ngre mi s ngre d6nde v mi

s ngre

Dios

mío todo

da vuel

t s

yo •••

 97

95

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 88/185

 LGUIEN ESPER

L S

SOM R S

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 89/185

Los primeros momentos fueron

d·e

so r p r esa.  e amargura desespera

ci6n y odio lo s últimos. Al oscure

c e r y perdidas la s

esperanzas

in -

t ent é lanzarme

contra l

pared

g r i s

y

s u c ia

pero

lo s

otros

hombres

me

lo impidieron.

Conteniendo

lo s

s o

l l o z o s no pude

detener

 l alud de

l ~ r i m s

que

descendIa con rapidez

an si o sa

por

mi

r o s t r o . Apreté

lo s

puños y pegado a

l pared

pensé

por

largo

r a t o .

Dos muchachos se· me

acercaron. Los

miré con dolor. La

luz

a m a r i l l a

transformaba extraña

mente sus m ej i l l as p á lid a s .  e pi=

dieron que

me calmara

que todo p a

s a r I a

que m ~

caso no e ra ta n

g r a

ve.

Pensé

que

hablaban l

verdad  

que

era

de

esperarse

que

yo

abando

nara

aquel lugar pronto. Miré en

torno m o Los

doce

huecos de

 las

cinco

ventanas

por

donde entraba

suavemente l claridad d e l dIa y

l

b r i s a f r i de

l ~

noche

-a veces .

l

99

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 90/185

luna

tambián

proyectaba su luz den-

tro

de

aquellos

muros de s6lida es-

t ructura

Los

aproximadamente

quin-

ce

metros

por t res de

magnitud

Y

un

olor

asfixiante a

inmundicias

a

 orina

y

suciedades

Y

aquella acu-

mulaci6n

de hombres de

pie acosta

dos

indolentemente sentados

  ~ n t r

l

pared

hablando unos pensativos

otros

de

rostros

agudos

inexpresi

vos

dolorosos angustiados vest i -

dos unos desvestidos

otros

l

f i -

nal

l

puerta que

conducía

a los

húmedos

sanitarios

siempre asquero

zos ~ s

acá l puerta

que se

abría

continuamente para que un v i-

gilante asomara su

rostro

ambiguo y

m u s ~ r un

nombre

mientras exten-

día una

cantina con comida

un

re -

fresco

o

cafá negro

fr ío Los dos

muchachos   miraban ahora sin de-

 ir

nada e interiormente

s ~ n -

t í

reconfortado dentro

de mi

odio

La noche

no es

tan propicia pa-

ra hacer

un trabajo

piensa Hace

un

poco de fr ío y apenas s i

estoy

abrigado

¿Por quá no l legará? To-

dos

los

días

ha venido siempre

a

l

misma

hora minutos

más minu-

tos menos ¿Por

q u ~

no l legará

aho

ra? Son más de las

diez

Es p r e i s ~

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 91/185

piensa

darse confianza

darse con

fianza. El

arma

se

adhiere

a

su

vientre  omo en busca

de

calor.

La

toca. Aspera

y muy

fr í ¿Por

  u ~

no l legará? Hoy por lo menos con

clu i rá todo

Todo.

Quizás

piensa;

he

aguardado este

momento desde

ha

ce

~ o tiempo desde l

vez

  u ~

l l que lo ví conversando con aque

l los

t ipos

ásperos

en

e l

barcito

del mercado

del

Ensanche

Honduras.

 

e l

barcito ese de luces multico

lores de mucho humo y

buenas

hem=

bras

que caminan

 omo

s i

lo estuvie

ran

haciendo. Recuerdo

que

me había

tomado t res

cervezas

y

un

ardor

fuerte

me

at caba

el

est6mago

y

un

calor

más

fuerte todavía me envene

naba l

mente.

 o hacen

mal en man-

darnos de vez en cuando a

esos

lu

gares porque   l l í se dan todas

las

condiciones

de

inocencia para

que

se

reunan

t ipos

peligrosos

con

in

tenciones

más

peligrosas

todavía.

Nadie

va

a

pensar

-es

lo

que

ellos

creen-

que vaya a

hablarse

de asal

t r y matar a

alguien

en

un

lugar

 omo ese y   sí

es.

 o se dan cuea

ta

de que conocemos

su

modo

de com-

portarse

precisamente

para

que no

puedan sorprendernos

 omo pas6

en

el

sesenta

y cinco. Lo ví l more-

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 92/185

no ese, hablándole a los

dos t ipos,

y pensá que no podía perderle de

vis ta Después de un ra to , s in que

m

notaran,

dejá

la

barra

y

m sen-

té en

la

mesa más inmediata. Baji-

to ,

s í

pero era de lo que

esa

cla-

se de t ipos

hablan

que.

el los

habla-

ban.

En medio del andar de las

m u j ~

res , de las

luces multico lores

que

apenas

permitían

adivirtar

los

ros-

t ros, del

 umo

y

la vocinglería

bo-

rracha, pagaron la

cuenta

y

sa l ie -

ron.

Hice

una

seña

a l dueño del bar

ci to diciándole que

m apuntara

lo

consumido a mi

cuenta, para

l iqui -

darla a

f in

de mes. Por

cier to los

dos

t ipos

tomaron

un

rumbo dist into

y á l cruzando e l Ensanche Nuestra

Señora de

la Paz,

sigui6 solo. Aque

1.10s momentos m recuerdan és tos :

La luz fuerte de los postes de

ne6n, la

calle

  s e n d e ~ t e hasta

la

oscuridad

que

rodea

a

 El

Embaja

dor ,

la b r isa

f r ia exactament;

igual que hoy. Que hoy, cuando lo

espero,

porque,

como nos han   n s ~

do, e l beneficio

de

la

duda debe

ser

para

nosotros, y,

pese a nues

t ra fa l ta de

plena certeza  no

l a

hay

nunca,

no puede haberla

del

to -

do, nos han dicho) podría

ser

de

una extrema

p e l i ~ r o s i d d

Las luces

 

2

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 93/185

de

neón

de l Winston Churchill

a

lo le jos

iluminan con

suavidad

el

cuerpo

de un muchacho que

des-

ciende

de un

carro

público.

Mira a

ambos

lanas

de l

callc:

No vienen

vehiculos.

Cruza. Se

interna

en l

calleja oscura

que

se confunde

con

l

epidermis

de

su

rostro

moreno

Sus pasos

se

escuchan l igeros sobre

el

cemento

sucio

de

l

acera.

 ás

adelante aguardando

t ras

un abando

nado

arbusto

de callena un hombre

que t iene

mucho de noche l ibera el

hierro frío

que busca calor en su

vientre. El silencio es definit ivo

pesc a los pasoq

suaves.

La

sombra

sal ta a l

acera. El

metal

v g m e ~

te resplandeciente

por efecto

  ~

las luces

lejanas

se mantiene f i r -

me  

su diestra .

El muchacho se de

t iene sorprendido.

Entrevé

con te=

mor la

figura

que

se

yergue

ante

é l

Fiensa.

Tiembla.

Sospecha

•••

La

noche

daba

pasos agigantados

para

imponerse.

~ estaba

en l

ve

nidaGeorge

Washigton.

O

mejor es

tábamos

t ras una

cerca de

relat iva

al tura

colindante con l v e n i d ~

que

envolvía

un

solar

de

elevados y

densos

árboles

  un

poco

t r i s tes

 En

la t ierr habia algunos cleros ro

103

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 94/185

deados por hierbas mustias. Muchas

hojas

yacían en e l

suelo

def in i t i -

v m e n ~ e

muertas. Aquellas

dos

muje

res

de aspecto

t r i s te

  más t r i s tes

que e l del_niño de inmensos

ojos

m ~

rrones que una de el las

l levaba

~ n

sus

brazos- m miraban con aprehen

si6n.

¿Tendremos que

dormir

aquí?7

pr egurrtó una de

el las

Le respondí

que

s í   m i r ~

la

t i e r ra

dura

con

manchas de hierbas  y hojas

secas

y

91aros. Es duro

ser pobre les di-

je . Hay que resignarse. Extrañamen

te

me sentía ligado a a q u e l l a s m u j ~

res .

y

m

ahogaba

una callada res

ponsabilidad que

venía

de muy den=

tro

de

mí. D e s p u ~ s s a l t ~ la

pa

red.

C a m i n ~ un poco por la acera

mientras

los

carros pasaban

aullan

do

en

su enfrentamiento

con la b r i-

sa; escuchaba e l murmullo de las

aguas marinas

y

pensaba..

El rostro

pálido

muy

blanco

de

Isabel

cru

z6 por mi mente. Sus

cabellos cla

ros

sus ojos tan

g r n d ~ s

todo lo

que pudimos haber

sido

contra este

destino

doloroso que m

condenaba.

 

Isabel

•••golpes violentos

interrum-

pieron

mi

soñar.

Abrí

los

ojos.

Los

golpes

siguieron.

Descendí de la ca.

ma. Ya

estaba claro.   u s u ~ mis

sañ

dalias y abrí la

puerta.

 Están

  4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 95/185

aquí me dijeron. Pero

¿por

q u ~ ?

p r e g u n t ~ Quieren revisar tu cuar-

to hablar contigo

dijeron. Enton

ces

los

v í

Era

cier to

e s t ~

ahí

y me miraban

con

curiosidad  

odio desde

sus

ametralladoras en ma

 

o

desde

sus

t ra jes

verde olivo  ·e

campaña

desde

sus vestidos y cas-

cos

grises

para las

 operaciones e ~

peciales .

Entraron.

Indagaron

meti

culosamente entre mis

l ibros y r2

pas y

gavetas

y lugares acces ib les

e

i n c c e s i l e s ~

 e hicieron algunas

preguntas y me pidieron que Los

acompañara.

Desconcertado

caminá

hacia

afuera en medio de una

p ~

reda

de

uniformes

grises

y

verde

olivo   ametralladoras. D e s p u ~ s

las

cal les cruzando

violentamente

en

torno a mí

la s

cal les aún sol i -

t a r ias

las casas cerradas y

de-

s ie r tas

esperando desde ya e l sua-

ve

advenimiento

de

un

sol

en

t r iun-

fo

y

finalmente aquellos pasi-

l los té tr icos y grises aquellas mi

radas insultantes aquel

patio

an

cho

  la casa

de guardia donde un

hombre

vale

doscientas veces menos

que cualquier perro.

A

par t i r

de

aquella vez piensa

comencé a seguir

todos

sus pasos.

l

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 96/185

Generalmente, no sal ía ep la mañana

 pienso

que

hablaría

por teláfono

con sus camaradas, sabrá Dios

quá

conversaciones,

con

quá

monstruosos

f ines).   veces, se asomaba a la ga

l e r í a

y

miraba,

volvía a entrar de;

puás

de desperezarse. ¿Quá

haría

ese tiempo? Era di f í c i l creer que

aguardaba

tranquilamente

la hpra de

la

comida,

para

despuás

acostarse,

dormir una s ies ta e

i rse para la

Universidad a  estudiar . En ocasio

 

hes,

lo visitaban extraños

amigos y

pese

a que

algunas veces hablaban

en

al ta

voz, también conversaban   ~

lladamente. Colocaban

una

botel la

de

ron

y

ponían música,

como

~ r

suprimir por adelantado

cualquier

sospecha.

Pero

yo imaginaba e l ca-

rácter funesto de aquellas reunio-

nes.

Salía a eso de las

cuatro

y me-

dia

de

la

tarde,

y

volvía

después

de las diez, pero antes de las diez

y

t re in ta Aguardaba un

carro

públi

co en

la esquina,

aunque a veces;

como simulando, se montaba en

cual-

quier

carro privado y marchaba le -

jos   los perdía.   imagino que

i r í a

a

específicas

reuniones

clan-

destinas, a planear Dios sabe quá

desatinos. En

la

Universidad,

lo

  6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 97/185

ve a

hablando con

varios

de

los

in

1ividuos

calificados

como

  peligro-

sos , por e l Departamento. Parecía

muy

enamorado -hablaba mucho con

las muchachas-.

Nunca faltaba a cla

ses, pero

no

estaba del todo cierto

que

era

a éstas que

asis t a

pues

t u ~ o

sub a las escaleras para

  r

a

las aulae,

no

me atrev a

a s e g u i ~

lo

por

temor

a

q ~

notara

una

pre

sencia demasiado evidente -de   ~

cho, me

habia

excedido bastante.

Circulaba

en mi

bicicleta

de un

la -

do

para otro frente

a

su casa.

Lo

segu a a prudente

distancia,

pero

no

'excesiva.

En

más de

una ocasi6n estuve

a

punto de

desmentir

la peligrosidad

del individuo en

e l Departamento

-no

tenia,

de

hecho,

mayores

prue

bas. Un

d a,

sin

embargo comencé a

temerle. Descend a'de los pisos

a l-

tos

de

la

Facultad.

Yo

lo

miraba

fijamente, cerca

de un paletero que

se recuesta

de

una

columna

junto

a

su caja de dulces

 

cigarr i l los. Sl

se

detuvo.

 e

clavo sus

ojos que

sent

fr os y criminales detrás

de

los lentes

de

pasta,de

vidrios

ver

dosos

 

aumente.  o hizo el más

l i -

gero movimiento. sino

que todo su

ser se transform6

en

una sola

pieza

 

1 7

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 98/185

monolítica concentrada

en

esa

mira

da

que,

en un momento fue de duda

y que, despu6s, estaba

abarrotada

de un

odio inconmensurable.

Yo

asus

do s i

me

d

escubr: a

en aqu.el lugar 

era

casi

seguro

que

l turbamulta

de

universitarios

me

liquidar: an

bajé l viata.

El, sigui6 contem

plándome por   l ~ ~ o s minutos más

y

luego

se

re t i ró

Ese hombre no

po

día seguir caminando

l i r e m e n ~ e

por

las calles,

hablando,

p e n s ~ n d o

le -

yendo,

planeando cosas

inimagina

bles

y

quizás

dirigiéndolas,

y

qui

zás

ejecutándolas.  e inmediato,

rendí

mi

informe: Personas peligro

sas

se reunían

con

él

en

su

casa;

y

era

probable que, en

más de

una oca

ai6n,

personas

muy buscadas

y

de

una alt ísima peligrosidad, hubiesen

recibido

alojamiento

ocultamente

du

rante tardías horas

de

l noche:

 Hay

posibilidades

-informé-

de que

una

requisa traiga como

consecuen

cia l captura

de elementos muy

  u ~

cados

por nuestro Departamento .

 e

sentaron

en un banco. Las ho-

ras transcurrieron' lentas.

Quizás,

s i hubiera

podido dormir,

todo hu

biera sido menos

difíCil ,

más

tole

rable. Pero,

no

pude.

Los

hombres,

 

8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 99/185

vestidos de Civil entraban y s ~

l ían me contemplaban

con

cur ios i

dad

y

odio

exclamaban

algo

insul

tante

y

después se

iban.

 

atarde=

cer decidieron llevarme a l casa

de guardia. El

olor

inmundo me dej6

pasmado   l principio.

 e

desesperé

s i

u n q u ~ después logré s o r e p o n e ~

me, pensando que pronto me saéarían

de

aquel

lugar

de

que

pese

a

que

anochecía

aún quedaba

alguna espe

ranza.

Los demás hombres conversa=

ban en diferentes tonos de voces.

Alguien me brind6 un Montecarlo. Fu

sin absorber

e l humo.

Pensé

~ u l i u s Fucik en su

heroísmo

y sin

saber

por

qué eso me dio algunas

fuerzas. Pensé también en Tave-

r s

mientras

uno

de

los

hombres

contaba

que había

pasado doce

días

en soledad absoluta en

un lugar

e ~

trecho

omo

aquel pero solo para

un

hombre.

 El

s i t io

es

húmedo, muy

húmedo , decía.  Uno no

sabe

cuando

es de noche n i cuando es de día .

 

Hay que

ser

fuerte de espír i tu

para

no en í.oquecer , Todo

deja

de. tener

s errt í.do , Uno termina transformándo-

se

en

un

animal

desesperado

q e · g ~

niza

por ver

l

luz del

sol . Otro

le pregunt6

s i lo habían

golpeado.

 Repetidas

veces

respondi6.  Pero

  9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 100/185

no s ~

por q u ~

es todo esto. Yo cami

naba

por l

17. Venía de donde unos

amigos

e s t ~ b a m o s tomando

tragos.El

carro se

acerc6

y ellos me

orde-

naron

entrar .  o

s ~

lo que he he-

cho.  e

hablan de armas encontradas

y de hombres muertos

o

 o

entiendo

el

por q u ~

de esto ni de

qué me.ha

blan yo s610 soy un mecánico

dedi=

cado

a

su

trabajo.

Un

día

m ~ s

afirm6 otro

refiriéndose

  l adveni

miento de

l

noche.

 Estoy tan

de-

sesperado que mañana s610 quisiera

que me

llamaran

aunque fuera para

darme g o l p e s ~ Unos más hablaban de

robos   o m ~ t i d o s

y falsas   u s i ~

nes. Otros

esperaban

que   l día

siguiente los dejaran ver el so l

de frente. Y ~

en

medio de

aquella

vorágine de hombres

s in

esperanza

me sent í perdido aplastado. Era

eso lo que buscaban

precisamente.

P e n s ~

nuevamente

en

Fucik

y

en

T a v ~

r s El

sufrimiento

en el los

era

producto de lo que creían. y

yo

¿por qué?

 e sent í desnudo

  l darme

cuenta

de que era una ~ e r s o n

ino-

cente tan inocente que no

podía

asirme ni siquiera a algún

ideal

que

me

indujera

a

aferrarme

de

nue-

vo a l vida a ~

esperanza.

  paga

ron las luces e s p u ~ s y yo me en:

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 101/185

contré acostado en

el

suelo m i e ~

t ras un hombre de edad

avanzada res

 

iraba sobre

mi rostro

un

al iento

de

suciedad

y

andullo.

Las paredes son extrañas pare

des amaril las . O

amarillo

es una

Bspecie

de

material

esponjoso como

de mader.a

suave

relleno de

aserr ín

y

con

hundimientos

dispersos regu

lares de forma circular . Todo   n -

cluso el techo   está cubierto de

ese

material que impide

la

proyecci6n

de los

sonidos

h c i ~

el exter ior .

A

la entrada un largo cord6n e léc t r i

co

yace sobre

el suelo evocando

peligrosos

cast igos.

 

lo

a l to

un·

extraño espejo l levará las

imágenes

del

interrogatorio

a los

niveles

más importantes

del

Departamento y

de

todo el cuerpo.-El pugilato t i e -

ne

lugar.

Un hombre redacta con ner

viosa

c a g ~ a f í a

Otro

rev61ver

e

mano contempla a l interrogado en

el

centro.  e

pie

el

interrogatlor

gest icula por

momentos

m e n z s u ~

giere

gr i ta insinúa

se torna

es

peranzador. Usted tenía a esé hom-

bre

en

su

casa. no

lo ni

egue

 

E tre

e l once

y

e l

veintiuno

de

enero.

Diga cuáles fueron sus vínculos con

él v

con

los otros.

 o hubo ta l vín

tU

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 102/185

pulo

Nunca he conocido a

ese

hom-

bre Yo

soy

el primer sorprendido

por esta acusación Usted

lo aloj6

en su casa no

lo

niegue Noootros

tenemos pruebas

decisivas

Usted d ~

be hablar Por su propio bien

Tres

años de cárcel le arruinarán su v i-

da ¿no cree? Y

  y

quienes en

 el

cambio

de

nombre pusieron

alguna

e ~

peranza

Se comienza

~ ~ t n d o

uno

dos luego

  y que

matar

diez vein

te

todos los

que sean

n e e s r i o s ~

Hay que

golpear despues

amenazar

matar

golpear

amenazar golpear

matar reprimir encerrar en luga-

res

inmundos a

las personas por

me-

ras

sospechas

piensa

Diga

sus

vín

culos con

el los

Nunca

los

conocí:

Eso es

mentira

Usted

los conoci6

 

los

ayud6

muy bien

Se

reuni6

innú-

meras veces con ellos no

lo

n ~

gue o estoy negando

nada

Soy v í ~

tima

de

una

acusaci6n

  b s o l u t m e n ~ e

falsa

Luego

l ~ larga

espera

El

individuo armado junto a mi que

no puede perderme de

vista

ni un

s2

lo

minuto

Las horas muertas

el

i ~

terrogador

que nuevamente

vuelve _ y

me

repite

las

mismas

preguntas

y yo

le

respondo con las mismas palabras

i

ter r ible

deseo

de ser nuevamente

l ibre l terr ible

amenaza que

pesa

  2

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 103/185

sobre

mi

cabeza, la casa

de

guar

dia, inmunda

espantosa, l lena

de

hombres

perdidos,

sin

esperanza

•.

 e

conducen, e l olor de ella l lega h ~

ta

mí,

apuntan otra

vez

mi nombre

nuevamente la

estrechez,

los

huecos

de

las

ventanas por donde

quizás

se

colaría la luz

de

l a luna

en

la

no

 che, y

as í

dos

días,

t res ,

cuatro,

hasta

que

la

vida

ya

no

f u e ~

vida,

y la moral se

cambiara por t reinta

monedas de

l ibertad,

l ibertad,

l i

bertad

•••

 o mismo

lo

conduje hasta la ca

sa

de

~ r d i

En

más de dos

ocasio

nes

me mir6 fijamente, como

s i

me

conociera. Yo no podía res is t i r su

mirada. Luego bajaba el rostro sin

decir nada.

Toda su

alt ivez ,su

p o ~

tura

erguida,

su

meticuloso

modo de

vest i r ,

habían caído aplastados

an

te

aquellas

circunstancias

en que

se

encontraba.

Interiormente,

yo me

aent a a gusto. Demostraba a mis su

periores que

cumplía

con mi deber7

y

el hecho de que

lo hubieran envia

do de nuevo a l l í

significa-oa

qu ;

habían

encontrado algunos

indicios

p ~ l i g r o s o s

Recuerdo que oí a

.al

guien

decir

que

ese individuo era

de

dudosa

implicací6n.

Era

universi

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 104/185

tario,

en

primer

lugar, y

ya,

de

por

s í eso significaba

que

e s t ~ º

sometido

a

influencias

extrañas,

¡

daba

la

impresión

de que

se h b ~

dejado

inducir,

sin

que

se eupiere

hasta

dónde, por

amistades dudosas,

Sin embargo no sé

por

qué ra

zón personal había puesto

todo

mi

empeño en

doblegar aquel t ipo,

 

disminuirlo,

aplastarlo,

Pero

m

da

ba cuenta de que,

progresivamente,

1 mismo

m iba pasando

oon m ~ h

gente,  aunque esto carece

de

impor

tancia porque uno

está rodeado

de

enemigos.

y

fuí

yo, por

desgracia,

quien

hubo de

conducirlo

a

la puerta

de

salida. Tanto por influencias

 omo

por fal ta

de pruebas definitivas,

decidieron

darle la

l iber tad.

Lo

v

marchar,

ya

con

más

luz

en

sus ojos

castaños,

pero con una mueca d o l o r ~

sa,

 omo

diciendo,

sin

palabras,

que

había sufrido

mucho y

que

a1gdn

día se cobraría.

ese

sufrimiento.

Pensé en é l

mí,

después. Sentí

un

miedo atroz.

Atroz.

Y

por

prime

ra

vez,

después

de mi ingreso a l

cuerpo,

m

cuenta

de

hasta-

dónde

estaba implicado y hasta dónde su

f r i r ía

yo mismo las

consecuencias

de

esas imp1icaciones.Lo le í

en

BUS

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 105/185

ojos

esa fue

l

causa

de mi miedo.

Por eso

seguí

v i g i l ~ n d o l o

y

l du-

da fue creciendo en mí o había

pruebas

d e f i n i t i v a s

pero

nadie

sa -

b ía hasta

dónde

estaba ~ l vincula-

do

P e n s ~ entonces

que a

nosotros

se nos  

concedido

e l beneficio

de l duda. Yo

por

lo pronto pó-

d ía se r

l

víctima. El t a m b i ~ n En

esa

lu ch a la

impunidad

m

protegía.

Nada n i nadie a ~ l o

debía

tar-

dar más pues.

La espera podría

se r

mi

perdición C o n s u l t ~

con mia

superiores

y

m dijeron que

de

he-

cho

yo tenía l razón. Varios días

d e s p u ~ s t o m ~ l

resolución.

Y

l u ~

go de

unas

cuantas cervezas

en

el

mismo

lugar

en que

lo había visto

por

primera vez

decidí ejecutarlo

suprimirlo

y

con

~ l

mi propio t -

mor

Los

primeros

días

fueron

m ~ s

bien

de

t e r r o r .

Temía verme de

nue-

vo ·en aquel

l u g a r

inmundo

probable

víctima de cualquier acusación fun-

damentada en e l poder de

ellos ex-

clusivamente

en

su

inmenso poder.

Temía

ver destrozada

mi

vida

con

un

prolongado

encierro

capaz de d e s ~

truirme

f í s i c a y

moralmente. Des-

p u ~ s c o m e n c ~

a

ver la s cosas

de

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 106/185

una

manera

diferente.  o no estaba

en

capacidad

de cambiar la realidad

p r s ~ n t

El

único

camino

abierto

era

la

res ignac i n La espera.La

angustia. Y la vaga esperanza de

que

algún

día -quizás no tan lejano

como

parecía- las

cosas serían

ra -

dicalmente dis t intas

Se qued6 paralizado en medio de

la   c e r ~ YO

lo

miraba

miraba BU

oscura

y

al ta

si lueta

en la

noche

que nos rodeaba .e imaginaba

su

r o ~

tro

convulso  

sus labios contenieB

do

un gri to

de

miedo.

 o

dijo nada

s in

embargo.

Dispará

entonces.

Una

y otra

vez.

Su

cuerpo

recibi6 con

conmoci6n

los

impactos. Solt6 el

bulto en

que

cargaba

sus

l ibros .

Se

l lev6 l ~ s manos

a l

vientre y s i

mal

no recuerdo se quej6 ligeramen

te. Despuás comenzó a caer.   u

una

lenta caída.

Casi

se.

recost6

contra

la acera.

Dispará

una vez

más directamente a

su

frente. Ob-

servá algunas

convulsiones.

Y fue

todo. Las luces

de las casas

veci

nas comenzaron a encenderse. Pisto

la

en mano

lleguá hasta

la

Winston

Churchill

y

seguí

corriendo

rumbo

a l

Centro

de

los

Hér oea No· encon

t rá

a nadie en mi

~ f f i i n o

Jadeaba

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 107/185

aún, ya

der.tro

de mi habitaci6n.  e

j ~ l

pistola debajo del

colchón;

s l í l patio

  tomé una

ducha.

Dar

como

runca. Al

día siguiente;

con un ciga   Tillo en una de las ma-

nos,

  silbando u ~

de

las

cancio-

nes

que ponen mucho en la vellonera

del barcito Honduras, tomá

mi   ici-

cleta y decid dirigirme   l

Departa

mento.

Hacía

mucho

t ~ p o

que no me

sentía

tan

t ranquilo

con   s t is

facción que da el cumplimiento del

deber.

  o m e n ~

a pedalear

y

las ca-

l les

a

quedarse

atrás,

mientras

l

ciudad

comenzaba a

cobrar

nuevamen-

te

vida

con los autos marchando,

los semáforos,

l gente

circulando

por las aceras.

 n

día ~ s

n

día

igual a

tantos

•••

 97

7

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 108/185

L TENT ION   N EL SENDERO

OS URO

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 109/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 110/185

sobre todo esta

noche

esta

noche

que hace tanto fr io en l p r o ~

didad de tu sueño nervioso susana

aparece

en

caaa minuto

aparéce

en

cada

segundo esa

cari ta

de suaves

l ineas tan sensúal esos ojos gran

des e

insinuantes

esos senos que

quisieran hacer

estal lar l blU a

tan

ceñida

esas

caderas

s i

¿te

recuerdas

aquel

dia

que

estaban

en

l

playa y tu novia se había

ido

a

comprar unos refrescos

y

te

quedaste

solo

con ella

en

l casa

de los p ~ r i n o s que precisa y o p o ~

tunamente se encontraban en l ga-

ler í

de l casita

playera

esperan-

do que

se

quitaran

l

sa l

y

te

l l -

  l cuarto de baño y   l l i tú

quizás nunca sabrías por q u ~

te

en

señ absolutamente

todo lo

que

se

escondía detrás de

aquellas dos

mi-

núsculas piezas con las que ge baBa

ba

en

l

playa

te

quedaste

nervioso

preguntándole

que

por

q u ~

lo hacía y ella ~ e

insinuaba

que

qué

esperabas que no había mucho

tiempo y entonces l tomaste

por

los

hombros y

comenzaste

a

besarla

en l

boca

y   e s p u ~ ~ el cuello y

l

acostaste

sobre

el

piso

mojado

 

fue

en ese preciso

instante cuan-

do

te sacudi el terror

¿y

s i

tu

novia venía en esos momentos y

los

122

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 111/185

encontraba

en

esa

situaci6n? Te

re -

t i r s te

claro

que

hubiera sido

una

oportunidad excelente pero

lo

me-

jor era

dejarlo para otro día c u ~

do no hubiera tanto· peligro y

el la

aunque no

dijo nada pareci6

comprender y durante el tiempo

que

estuvieron

juntos cuando

volvieron

a l

capital

 en

e l viejo

  h ~ v r o l e t

  s

los

padrinos

ell

no

dejaba

d·e

re irse omo s i

se

hubiera diver t i -

do

demasiado

omo nunca en l v i -

da

y era

raro

verla así

tan ale-

gre

a no

ser

que

andara

con su

 

po de

amigas

Pero pensándolo bien sabías en

lo

que

te

estabas

metiendo

y

que-

r ías muchísimo a tu novia

y

aquP -

11

tú presentías

que s61

iba

a

tener un corto y peligroso sabor a

aventura

siri embargo te dabas

cuenta t m b i ~ n

que

aquella noche se

estaba

h ~ i e n o

interminable

y

que

l

cari ta

de Susana

volvía

una y

otra vez

a tu mente

y d e s p u ~ s

su

hermoso

cuello

y

aquellas caderas

t ~ n

hermosas

y suaves y aquellos

muslos gruesos y

aquellas piernas

o o

Primero

te viste

caminando con

ella

P9r

esas

calles

aledañae

a

l

Desiderio Arias en medio de muchas

casitas

destartaladas

en medio de

algunas

luces y l

gente de por

123

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 112/185

ahí. que

le

gusta averiguarlo todo

t rataban de

reconocerlos

pero

~ i r b s

  l

suelo

y

además el pei

nado

diferent.e

y

las

gr-andes

gafas

negras l

ropa

d  t í.rr i

posible

mente

harían

  y

di f íc i l tu recono

cimiento

y el l a

diferencia

de

siempre

estaba

vestida con una

falda

y una blusa.

tambián

de colo

res

oecuros

y

se había

recogido

e l

cabello e incluso se habían i d ~

por l parte mds

l lena

de t in ie -

bIas

difícilmente

los ident if ica

r ían.   ~ estabas temblando

de miedo

y s in embargo Susana se

sent ía

sumamente fe l iz parecía como sabo

rear

cada

segundo

de

aquella

aven

tura

y hasta

tu p r o p i o m ~ e o l ha

cía

sent irse

mds decidida.

Le preguntaste que d6nde era

que

d6nde

quedaba l casa de tu

amiga

donde

podían

pasar un

rato

 en confianza y sin

peligro

y

el l te

respondi6 muy quedamen-

te

que no

te precipi taras

que un

poco mda adelante pero e l camino

te parecía enormemente largo ago

biador

interminable y decidis te

entonces

tamal una

c l leci t

quP

habían

encontrado

por

donde

podrían

devolverse con menos peligro porque

por ahí no

parecía

vivi r

nadie

y

deqía de suponerse que no

se encon-

  4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 113/185

trarian con

personas

conocidas o

desconocidas lo

mejor

era volver

que

ya

habian

corrido

mucho

p l i -

gro

que

Susana debía cuidar BU

dignidad de

mujer

y que

debiae

cuidar

 

dignidad

de hombre com-

prometido

l

menos

ante

l gente

El

sueño

pareció cortarse

en

lo

m ~ s al to y abristo los ojos nue-

vamente

te

encontraste

con

l

t -

rr ible oscuridad de l habitación

hacía

un poco de

fr ío

aún

desde

dentro podía

verse

a través de

las

persianas

superiores

algunas matas

de

plátano cuyas hojas amplias  

sesgadas parecian danzar enfrenta-

das

con

l

brisa

Te

quedaste

sobre la   ~ sen-

t í s

dentro

de

tu boca algo p s t ~

so e inclusive te

encontrabas

un

poco enfermo p o r q ~ e cuanrlo en

las

noches te asaltaban

esas obsesio

nes

ese

sueño

que

se

repite

una

 

otra

vez te hacian

enloquecer

y

aunque ~ s t no fuera del todo

de sa-

gradable

habia el peligro de que

también te obsesionaran t ref ie

xiones morales muchacho muchacho

deja esa

mujer tranquila no

te me

tas

en más

problemas

¿y

s i

tu

no

via 10 sabe? s o l m e n ~ e

a

algunas

semanas de

tu

boda muchacho que

esa

muchacni

ta tuya

tiene

un

valor

  2S

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 114/185

ú n ~ c o como mujer y no debes cam

biarla por

esa inconbtante

de Susa

na

no

sabes

en

el

l ío

que

t

puede

meter el la

m u c h c h o ~ pero

otra

vez

aparecía el rostro de Susa

na y en esta ocasi6n caminaban por

una calle

completamente

oscura

i ~ véstido

igual ella

tambián

como en

e l

sueño anterior quá coi :,

cidencia

tan

rara

todo

estaba

  u ~

mente

oscuro.

Te

detuviste

ante ella

aent

í.at-e

un

ímpetu

y l abrazaste   comen

saste a besarla y a

apretarle

l

cintura con·

tus

brazos

fuertes

a

acariciarle los muslos y así pero

ella se apart6 de

t í

diciándote que

no era e l lugar.   esos momentos,

vieron

luces

las luces

de un

auto

m6vilque.

se acercaba

y sentiste

frío en tu coraz6n posíblemente

es l

policía

l policía que

ade

más de

cazar

le

gusta

agarrar t6r=

tolos en l vía pública . ajá

co :

que violando las

buenas

costumbres

y e l  pudor

ciudadanos

y presos y

amanecez:-, quá

escandalo nos

jodi

mos.

Pero

no no era l

policía

era

un

carro

público

y

el

chofer acerc6

su cara

por una

de

las

ventanillas

y te pregunt6 que

s i

deseabas algún

servicio...

No

sabes por q u ~ -así son

  6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 115/185

las cosas

en

los suefios le pediste

que

s ~ podia

i r a San

Crist6bal

~ l

te

dijo

que

Jlos

l levaría

enton-

ces tú y

Susana

se montaban en

el.

carro

y se

veian s l i r

de

los con-

fines

de

Bella

Vista

l c nz r l

Avenida Winston

Churchill

y des-

pués

l

Jiménez

Moya l George

Washington

l

autopista amplia

y

con

algunos

carros

y

l

fin

San

Crist6bal.

Pero en San

Crist6bal era

de dia

  si son

las cosas

en

los

sueños-

q u ~ ciudad

más

hermosa el Colegio

  o l i t ~ c n i c o

Loyola

con una c o n s t r u ~

ci6n supermoderna

¿cul ndo

lo

 

brian

construido

o

reconstruido

jor dicho porque

antes

no

era

así?

Una enorme cantidad de palmeras bor

dando

una avenida

enorme y tú Y

Susana

tomados de

l

mano caminan

do por las aceras.

 

miraste

y

te sentiste

fel iz

l menos l l í

estaban fuera

de

pe-

l igro

no

había

q u i ~ n

los

viera.

Ca

minaron

y caminaron hasta

sentirse

aplastados por

el cansancio y las

t inieblas

que comienzan a

avanzar

y

te

encuentras

con

esa

muchacha

en .

una

ciudad

extraña

y despoblada

con l noche c y ~ n d o l e encima

has-

ta

que   l

fin

 se

corta el

suefio y

  7

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 116/185

te encuentras.de

nuevo con

l

oscru

ridad y

un

gallo

que

canta

a

lo l ~

jos y alguna

chicharra

que

afuera

compone una música ininteligible

los platanares

que danzan.

Entonces

te entra

un

horrible presentimiento

y te levantas

de

l

cama

ahora es

que vienes a notar que

esa

cama

es

extraña

que no parece

ser l

misma

de

siempre

que

esos

sueños

tan

pe

sistentes t n ~ n alguna causa

  ade-

más de

Susana y su recuerdo

l

  n motivo te

pones de pie s o ~

los mosáicos frios y te das cuenta

de que también ellos están

diferen-

tes y

das dos

pasos y

conectas

l

no

te

extrafia

en

definit -

va

ver

que

sobre l

cama

desnu-

da

y

dormida reflejando l violen

-

ia

de

l luz

en cada una de

las

partes

de

su cuerpo

se

encuentra

Susana tu

sofiada

Susana l prima

de

tu

novia

•••

1970

 28

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 117/185

  SO

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 118/185

El Jefe, habla. No grita, pero su voz suena como un

trueno dentro de mi cuerpo: Hace eco dentro de mi

boca, dentro de mi pecho y de mi vientre: quizás,

yo

sea el hombre-estómago clásico: quizás,

yo

sea el

QI -

quetipo de hombre-cabeza vacla. Extraño compendio

de un Sancho procaz y de un Quijote idealista que jamás

arremeterá contra molintos de viento

Hay tormentas en mi cabeza, dolor en mi corazón,

hambre en mi vientre. El Jefe habla y no grita, pero su

voz es escandalosamente estridente dentro de mi. ser.

 El programa no strve usted lo sabe ¿por qué hace el

programa de esa manera? ¿Dónde está

la

voz del

fuhcionario, del Director de Electricidad? ¿Cómo

puede entender la gente 1 que es

la

Presa de Tavera

si usted no torro en cuenta l opinión de un técnico?

¿Dónde está la

lo OZ

del Doctor? ¿Dónde están los

alaridos, las aclamaciones

y

gritos de la gente agrade

cida. pidiendo que el Doctor continúe? ¡No com

comprendo qué productor radial es usted Lo tiene

todo, las voces,

los

entrevistas. discursos,

yesos

equi

pos como no jos hay en el país, ¡Hágalo de nuevo,

grá enlo de nuevo. quiero vida, actividad

Hacerlo de nuevo: lo oigo, las palabras chocan den

Ira de mi ser, y tienen eco. Eco dentro de mi doloro

so eco.

y

yo, con lacara fría e impasible. con la libreta

m las mallos para apuntar las correcciones que el

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 119/185

Jefe quiere. Pero mis manos no funcionan y mi piel es

fría comq la de un cadáver; mi corazón late con

emoción como si yo

vtvter

la culminación sicológica

de una protesta. ¡Qué distancia entre mi cuerpo y mi

espíritu Mi espíritu vuela pero mts manos están

frías e impasibles.

No pestaño ya no puedo pestañar; ni hablo he

quedado doblegado por la  mudez que paraliza mi

lengua; catalepsia.

Hace mucho tiempo

 desde

que comencé a trabajar

 quí

que está enfermedad ha ido poseyendo poco a

poco todo mi ser. Antes

h bl b

reía protestaba

escribía peroahora sólo soy un cataléptico un muerto

un corazón que late con c ll d fuerza un cerebro

estéril contemplativo que se abstiene de lamás

liger

manifestación intelectual.

 

La desolaci6n de las

cal les

de l

parte

baja

de l

capi tal

l

pare

cer

habían

contagiado l of ic ina:

 n silencio

absoluto soledad ca

s

tenebrosa

que

se

agarraba

tenaz=

mente de las par.edes grises de los

escri torios de

madera rúst ica

de

las

maquinillas celosamente envuel-

tas en sus cubiertas verdeoscuro

de los archivos cerrados  

esquina-

dos de

los pasi l los.

Nadie se había presentado

  l t r -

bajo el día yeinte y se is nadie y

contra

todas

mis

esperanzas.  e

hu

32

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 120/185

biera

gustado

conversar con Hugo

preguntarle q u ~ sería de nosotros

y s i

nuestra

situaci6n corría

algún

peligro.

Igualmente

m hubiera   g r ~

dado v ~ a Sara tan alegre siempre

tan capaz de devolverle a uno l

tranquilidad

en medio

del

ajetreo y

las

tensiones

del calor y

del

bul l i

cio

del día.

Pero

nada.

  e n s ~

en

l legar

hasta

sus

casas.

Mas

era

muy

peligroso tremendamen-

te

peligroso y

demasiado había

he-

cho yo

con

l legar hasta ahí presen-

tarme puntualmente a

las si t

y

t r int de l mañana con mis panta-

lones

negros y mi

camisa blanca

man .

gas

cortas

y

l

conocida

corbata

~ t n vapuleada por los

chistes

de

los

compañeros

de

ramitos verdes

en

un

fondo casi

negro.

  s p e r ~ un rato. A lo

le jos

se es

cuchaban

las

detonaciones.· Los peri6

dicos

habían dejado

de

aparecer

y

l

radio

s6lo

_ ~ t r a b a por

momentos.

Las

noticias

eran

confusas

y no ha-

bía mucho de donde asirse . Los t s t i

....

gas

oculares

en sentido

general

o

no

lo

eran.

D

mentían y exageraban.

¿ Q u ~ pasaba realmente? Lo mejor era

volver   l barrio y pararse en una

esquina

a

conversar

con los

veoinos

y comentar lo que

decía

La  oz de

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 121/185

l o s Estados Unidos

que, extrañamen

t e

e n t r a b a

en

. l a

r a d i o

de l o s c a

r r o s .

Decidí

v o l v e r .

Las

casas

de Gaz

cue l u c í a n

abanc.onadas  

a l i g u a l

que

l a s

l í m p i a s

c a l l e s que

ya

no

l o

eran

t a n t o .

Dos d í a s bastaban

para

t r a n s

formar

l a

ciudad en un

t e r r i b J e

basu

r e r o .

Pero ,

l o s

j a r d i n e s de

l a s

r e s i

dencias se

mantenían

in tachablemente

hermosos.

La

yerba, :cecortadi

tao Los

a r b u s t o s ; todos p a r e j o s con

aque

l l a s f l o r e c i . t a s

r o j a s

X blancas

que

s e turnaban

para

conmoverse con

l a

suave

b r i s a

que venía d e l malec6n.

Hasta e l

Colegio

Evaneél ico

Cent ra l

- t a n t a s

veces

había

pasado

por

a l l í

y

t a n t a s

veces había

escuchado

e l b ~

l l i c i o

de 1 0 8 muchachos, de l o s f r i ~

r o s

y

l o s

p a l e t e r o s

que aguardaban

en   l a

a c e r a .e l   u ~ de e s t u d i a n t e s

l u c í a

muertó,

a bs oLu t.ament e muerto .

Alcancé

l a

San

Mart ín .

  llí

l o s

negocios permanecían

  b i e ~ t o s

se

v e í a algunos

c a r r o s c

i.r-cu

Lar y

albru

na

gente

en l a

c a l l e s i n

hacer na

da.

Me

paré f r e n t e

a

L

grupo

  l

pregun.té que c6mo

e s t a b a

todo. Die

ron

d i s t i n t a s v e r s i o n e s . D i s o u t i e

r o n . Hablaban de cambio de

p r e s i d e n

t e

de l a

cont inuación

de

 

b a t a

l l a de

l a

d e r r o t a d e l

 enemigo

4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 122/185

(aunque era d i f í c i l saber quién era

e l enemigo en

aqup.llas

circunstan

c i a s .

Por un momento, pensé que mi

compostura

no

encajaba

estando

ent re

aquel los t ipos sudados, emocionados

y bul langueros , y dec id í f lojarme

un

poco e l

nudo

de

l a corba ta parecer -

m

más

  e l l o s . Después, m cansé de

escuchar , y

dec id í segu ir

mi camino.

S6lo cuando la s

casas minúsculas

y

mul t ico lores

l a

ca l le

po lvor ien ta

e l colmado de

Luis

en l a esquina y

e l so l a r

de

l a

casa de Dóña

Chea

apa re cie ro n ante

mi v i s t a l a p r o ~

pRcl6n comenzó  

t a l ad ra r mi

pecho.

6 Q U ~

podr ía decir1e   Josefa?

¿Qué

segt.lridad podría darle?

Porque

mi mu

~ r

t en ía

y

t i ene un esp í r i tu

  o m ~

nad   e Fue e1la l a

qUE

m mpu  

ó

 

levantarme temprano aquel

clia

i r re@:

l a r l a que meticulosamente planch6

l a camisa blanca y

e l

panta16n ne-

gro , y m

ind ic6 :

 Debes

 

tu

t r a

ba jo . Este r e la jo

se

acabará pron :

to Aún con

sueño

en lo s ojos

yo

l e rep l iqué

que no se t r a t aba de un

r e l a j o .

 

miró

con

r ab ia y cas i g r i

t 6 : i P e ~ tú t i enes que

 

tu

t r a -

bajo

Si

no,

¿por

qué

no

te

vas

 

ha

cer

lo que

están haciendo

todos lo s

t ig res? Vete

 

pe lea r a l

puente .

Sen t í

un

poco

de verguenza.

  S i es

  5

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 123/185

un

relajo,

¿por

q u ~

entra La Voz de

los Estados

Unidos en

l

radio

de

los carros?

¿

Por

qué no hay ni

emis 2

ras

ni

peri6dicos? ¿Por

q u ~

se fue

l luz? Otra vez, el la me

mir6

con

rabia mientras untaba mantequilla

a

los

panes.  Tú

t ienes hijos

y

una f ~

milia y es en eso que t ienes que

pen

sar • Los niños, aún dormían en e l

cuarto

de

a t r ~ s .

Era

cierto,

~ e n í a

raz6n. Por eso decidí

Levantarme

Mas ahora, cuando le dijera que na

d i ~

había

ido a l oficina,

¿ q u ~

di-

r í ella? Quizás, sería capaz

de

pea

sar ~ u e yo no fuí

hasta   l lá que,

por miedo, no

quise aventurarme

has

ta l parte baja-oeste d ~

l capi

tp..l.

Otra

cosa me preocupaba.

¿En

q u ~

pararía todo

aquello?

¿Nos quitarían

el

trabajo? ¿Nos

susti tuir ían?

No de

seaba pensarlo, lo mejor

era

olvidar

se

de

eso.

Nosotros

no

teníamos

cul=

pa de nada. De

todas

maneras,

l

~

certidumbre era bastante incómoda,

en

U la situaci6n

en l que

era

menos

que imposible averiguar

nada

en con

creto.

T o q u ~

a

l

puerta. Josefa

mir6

por las.

persianas.

para

ver q u i ~ n

era. Abri6, d e s p u ~ s .

  ¿ Q u ~ ?

pregtl

tOe Tenía un pañuelo

amarrado

sobre

  6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 124/185

la

mata

de

cabellos

castaños y

una

lani l la · de co lo r amarillo en las   -

nos.

 No

hay

t rabajo

di je

Me

mí r é

asombrada.

 ¿C6mo

que

no hay t raba-

jo? .  No fue

nadie respondi. Pien

so que s in raz6n yo estaba un p ~

tembloroso.

 uru deber era esperar

di jo

nuevamente.  Está

bueno

r-ea-:

rondí.  No me hagas

un

infierno de

la

vida

casi

le g r i tá

y e x t r ~

mente el la

no hizo nada

ni

contest6

tampoco.

Me sentá en una

mecedora

que

chirr i6

un

poco ante mi

peso.

Sa

quá

un

pañuelo y l impiá e l sudor que

sent ia crecer

en mi frente.

Por un

momento, pensá en lo

  i s t i ~ t s

.que

son las casas de

la

parte baja las

cal les

los jardines.

Tanto

orden

tanta

regularidad como que estimula

ban

la vis ta

y le

hacian

olvidarse a

uno

de la s preocupaciones.   n

la

re -

vis ta

 Vanidades había visto

foto

grafias

de c6mo

se decoran

la s

habi=

taciones. Debían ser mucho más

be-

l l as

por dentro

con alfombras lám-

paras

varios

juegos 1e muebles f i -

nos paredes

cuyo

color

armonizara

con e l conjunto. Aquella casa nues-

t ra conseguida tan a duras ~ e n s

de

frente

de

cemento

y

fondo

de made

 

as

aquella

casa

mi hogar

siempre

estaba limpio Josefa era muy efi

137

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 125/185

ciente en eso Pero no i n ~ p i r o

nada

Las

mecedoras

los

cuadritos

vulgares comprados en fantasía

la

mesita

con

algunos

biscui ts

r -

dio

adquirida

en

una compraventa ~

cía calor mejor era olvidarse

de

que podíamos perder

nuestro

trabajo

bastantes

preocupaciones

tenía

uno

ya

y ademds r o

había raz6n

para

que

así

pasara

n t r ~   ~ p o s e n t o puse ropa

de casa unas chancletas Los

veci

nos

estaban frente

  colmado

de

Luis

cuando

pasé

y

m pidieron

que

v o l v i ~ r A

lo

mejor sabían algo

nuevo

O quizás

habían aclarado

algo

de

los

dltimoa acontecimientos

Mi cerebro sólo responde por reflejos a

10

llamados y pedidos del Jefe; a sus gritos y exigencias.

 Usted tiene que tnststtr en este otro articulo: Hechos.

propaganda. no lo olvide no lo olvide .

Ahora se

apOCQ

como

UTUl

serpiente. este anima]no

tiene cuello sus ojos son grandes espeluznantes.

y

la

boca sensual

y

gesticulante me

repugna Pero

me

limito a sonreir ¡Sonreir/ Epopeya. Yo. un semlcata

tépti o

¿c6mo puedo sonrelr?

 Qué

cree usted

-iconttnúa el Jefe piensa que hacemos estos

progra-

mas para no decir

n d

para ser tan frios como el

hielo?

 

como la muerte. pienso

yo

¿qué le pasa?

¿ ué

es lo que piensa?

 No está conforme con su sueldo? ¿O es que está

estudiando mucho en la Universidad

esa?

No puede

138

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 126/185

haber aumentos

por

ahora, se lo advierto. ¡Insista en

el aspecto educativo de estos hechos, que para algo le

pagamos .

El sueldo, la Universidad.

. . .

y

estos aparatos superperfectos

que

vienen del

Norte, esos aparatos preciosos

y

únicos, pero

que

no

son negros ni blancos, como la piel de la sangre que los

ha pagado.

y

los días quince

 

treinta de cada mes, correr al

sitio aquel a buscar sesenta pesos, sesenta pesos por

producir los programas, que el régimen es bueno y

que la Presa de Tavera se va a construir con la ayuda

del

BID US

y de la

AID US

la planificación fami-

liar,

fondo

musical

 

efectos de sonido, que una fami-

lia planificada es siempre más feliz u , el sueldo no

alcanza para

muchos

hijos señores, no sean estúpidos e

imbéciles, no traigan más gente al

mundo

más gente

hambrienta, mal vestida, mal educada, no olvidar que

la revolución y la destrucción del mundo puede deber-

se a eso, señores, no sean estúpidos, Josué de Castro no

tiene hijos y es un amargado

y

un comunista, genoci-

dio

  la

pildora; 1965, revolución, transtomo y destruc-

ción social, más gente, el general,

¡ ¡

[planifiquen su

familia

Poco a

poco,

 

parte

norte comen

z6 a adquir i r el mismo aspecto

que

los

barrios

de Gazcue. Las

puertas

abier tas

de

  s

casas

aglomeradas

los

chiquil los

bullangueros   jugue-

tones,

comenzaron

a ser cosa del

pa-

sado.   no

se escuchaban

  s

radios

139

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 127/185

difundiendo con e s ~ n d l o los mensa-

jes

de

las pocas

emisoras

que

entra-

ban

ni los televisores ni

e l

ruído

de

los

conchos de

los voceadores

de

mercancía de

l

gente en contínuo e

i n ú t i l t r ~ n s i t o por

las

aceras.

 as

pulperías

en las que

apenas queda-

ban ~ r t í u l o s

de venta cerraron ~ u s

puertas.   poco a poco comencá a

no-

t r

que

los

vecinos

se

marchaban

de

l ciudad

que nos íbamos quedando

terríblemente

solos.

 as reuniones

en

l

esquina frente   l colmado de

Luis dejaron

de

tener lugar

y

el

e s p e t ~ u l o

de

algunos

conchos

car-

gados con mecedoras y colchones y

rebosados

de pasajeros que marchaban

para

e l

interior terminó por hacer-

se

clásico para

después desaparecer

por completo:

 a ciudad estaba

deso-

lada.

 a

emisora oficial

fue

secundada

por

otras emisoras cuyos locutores

hablaban en

tonos amenazantes

ha-

ciendo llamados

para que se   n d o n ~

ra

l

ciudad

y

se buscara refugio

 en

e l

Estadio

Quisqueya o en e l

Campo de Polo del Hotel

El

Embaja-

dor .

Decían que se haría

una

 ope

ración

limpieza

que

barrería co

todos  l o s sublevados cuyos

comandos

se habían hecho fuertes

en

l

parte

norte de

l

capital .

 4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 128/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 129/185

nosotros? ¿Volveríamos a

nuestro

an

tigUo trabajo o tendriamos que pasar

al

enorme

ejército

de

los desemplea-

dos, de los

hambrientos?

En otro mo-

mento,'

pensé que además de los mons-

truosos

fantasmas futuros, también

nuestra

propia vida estaba

en

peli

gro.

¿No

nos

matarían los

que

tr:iun:

faran en

l

contienda, SObre

todo

s i

se

trataba

de

los

no

sublevados?

Nos habíamos quedado en

  terr i to-

r:i.o enemigo ,  

¿quién nos

decia que

esto

no podía

pesar

en su ánimo?

Jo

sefa se había

opuesto

a que

  b n d o ~

ramos

nuestro hogar, y nos fuéramos

  l campo de cualquiera de

nuestros

familiares del

i n t ~ r i o r

liNos

ha

ca.:

tado

mucho

levantar todo esto , me

dijo,   para permitir

que a estas

  l-

turas

vengan

a

dejarnos

sin nada .

No la entendía. ¿C6mo a dejarnos sin

nada?

 Todos

saquean , respondió.

 Si

los

otros

ganan,

saquearán

t 2

das

las

casas;

en todas las

guerras

so saquea . Mayores motivos,

pues,

para

habernos

ido. ¿No seríamos, a

la

larga,

obstáculo para

esos

fines?

¿No

valía más la vida que todo aque-

l lo?

Yo

había oido

decir

a Juan, e l

vecino

de

l

ochenta

 

t res ,

que

los

otros

estaban

siendo endrogados,  

que estos violaban las mujeres y ma-

taban a cualquiera, en un frenes de

 4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 130/185

locura

incontrolable. Temble

del

mie

do. ¿ S e r a ~ capaces de intentar algo

contra

nosotros? ¿De matar a los ni

ños?

•• No no

podia

ser.

Lo

mejor

era

no

pensar

en

eso, lo mejor.

Pe

ro,

no podía dormir en paz,   uno de

tantos

días,

con

el

fondo de

los

es

ta l l idos

que

envolvian

 

casa.

irtte

rrogue

a

Josefa,

le comunique mi

in

:¡uietud.

 Tendran

que

matar

a

todo

el mundo me dijo.  Es mucha   gen

te

que

vive

en  

parte norte .

 Pe

ro ,

le

riposte,  se

han

ido

casi

to

:los son

pocos los

que quedan

 

No

nos mataran, no te preocupes , asegu

ro.  Les interesan otro tipo

de

gen

te ,

les

interesa

los

t igres

que

an

:lan por ahí con ametralladoras .

La intensidad

del

ruldo

fue

acer

cándose

cada

vez mas:

La lucha se

:lesplazaba   nosotros

íbamos quedan

jo lentamente e ~ su centro.   no po

:líamos

asomarnos

a

las

persianas,

era muy

peligroso.

 

comida pese a

la prevision

de mi

mujer, tuvo

que

terminarse. Josefa se puso

insoporta

ble, luego de aquello. Ciertamente,

s610 nos

quedaba

un poco de

azúcar

negra.

Y

tratabamos

de engañar

nues

tra

h a ~ b r e l i g a n d o l a

con

agua

y

be

biendola dos veces

 

día. Pero,

 

firmeza   el espíri tu

aguerrido de

ni m u ~ e r fueron

cediendo cada

vez

 4

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 131/185

con.más fuerza. La angustia se

refl2.,

jaba en su

rostro

agresivo y decidi

do, aquel rostro que s610

le

conocí

meses

  s p u ~ s

de

nuestro

matrimonio.

Se quejaba contínuamente y ~ n voz a l

tao Maldecía a los

que

habían

inicia

do-aquello. Trataba mal a los niños.

y a mí,

con bastante

frecuencia, me

injuriaba

por cualquier

motivo.  No

s ~

por

qué me

casé

contigo ,

gr i ta -

ba.  Tantos hombres buenos que tuve

de enamorados,

  mira

lo que tuvo

que tocarme , decía. Yo, . la observa

ba en si lencio ,

sin.

responderle na

da. ¿Cuántas veces no

la

había

escu

chado

hablar

de esa manera?

No tenía

por

q u ~ h e r l e

caso,

y¡i.

 Si

no

fu2

ra

por

ese empleo

miserable

de cien

pesos que  t ienes , ahora aquí habría

comida ,

seguía diciendo. Pero car2.,

ces

de

voluntad,

no ~ i e n e s entereza,

no sirves para nada, eres una p e r f e ~

ta

basura Entonces,

se sentaba a

l lorar y los niños le

hacían

coro.

Me

dolía que

hablara

as í

pero

no po

día consolarla.

Tantos

hombres bue=

nos, decía e l la y

yo

con

mi empleo

miserable. Y quizás ni

eso tenía

ya.

Las mujeres ponen las cosas muy fáci

les

Nadie

quiere tener un empleo mi

serable, y yo había luchado

por con=

seguir algo mejor por variós años

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 132/185

sin

conseguirlo. ¿ u ~

quería ella

que hiciera? Había que conformarse,

conformarse

•••A lo mejor uno cambia

ba

algo

un

día, a lo mejor •••Pero ho

era tan fác i l Ella

nunca

había

s l i

_

do en busca de

empleo.

¡Con lo

dif í -

c i l que

resul ta conseguirlos

en

este

pais

•••

 n esos

días

de encierro,

había

descubierto

las

novelitas

de

Corín

Tellado

que venían en cada

revis ta

 Vanidades . Eran

muy

interesantes.

y mientras las bombas y los

disparos

continuaban en los alrededores de

nuestra casa,

y

cada vez

más cerca,

yo gozaba

con l

iectura de

aquellos

amores.apasionados   n o ~ de proble

mas que   l f ina l se resolvían. Qui

se insinuarle a Josefá ll;t lectura de

l s

noveli tas.  No  

jodas

con :tus

malditas novelas , me

gri t6.-Tú

y

el las

se pueden i r   l carajo .   e n s ~

que

Josefa era

demasiado

intransigen

te y

demasiado

incomprensiva. Caram-

ba, yo s610 querí&

que

el l s n t r ~

tuviera un

poco

durante e l

tiempo

que duraba

aquello.

La gente me oye pero ni mis labiosni mi corazón se

mueven Eso si siento en lo lejano a mi estómago

que canta y a dos estómagos  á que cantan se

escucha el ruidillo molesto hambre hay que matar a

  5

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 133/185

ese monstruo insoportable que ha hecho legiones en

nuestro país; ¿nuevamente la catalepsia?

Ahora, mucha gente por los pasillos de la Facultad

de CienciasEconómicas y Sociales; los retratos del Ché

pegados sobre las paredes y los vidrios. Hasta la victo

ria siempre, PCD , el mural de la Juventud Comunis

ta , el otro anuncio verde con un hombre que me

señala: Tu Universidad peligra,

sálvala

BR UC ; subo

las escaleras y camino.

¿Camino? No siento

mi

corazón; ni mis ojos; hay

una oscuridad terrible ante m

i,

y algo como una mor

dazame cierra los labios; no veo, no hablo,   ¡no puedo

ver ni hablarl l Y Sierra llega hasta mí. Lo conozco

por sus

pasos

Me he acostumbrado tanto a oír, que sé

diferenciar, ya, hasta los más sutiles sonidos: Te nece

sitaba. La revista te espera ¿Dónde están los poemas y

los cuentos de tu promesa? Hemos contado contigo.

Te necesitamos.

 

¿Qué te pasa? ¿estás igual que

Eddy? Que Eddy que teme hablar por temor a los

grandes con que trabaja.   [Infeliz ¡Mil veces infe

liz

¿Cómo? Pero, ¿por qué te extraña

mi

silencio?

Yo .   yo estoy muerto, lo sé. Yo no veo. No siento.

Estoy castrado, acabado-destruido .

 

Apenas si te oígo, aunque tus palabras aún son recep

tivas, estoy casi muerto, pronto no podré oirte   porque

ya no te veo no podre: nada, una nulidad, la catalepsia,

se habrá apoderado completamente de todas mis ener

gias nada, nada.

 

¿te vas? ¿No sirvo? Yo; la revista

. .

¡pero espera O, no

 

vete .

 

es igual .

 

Silencio.

 Ya llegaste, al fin, estaba loca por verte, amor

mío; el muchacho ha molestado hoy más que nunca,

  6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 134/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 135/185

lol iente en

l

que dorm a. Se

paraba

a veces en l

galer a

a mirar los

carros

públicos

que

pasaban

por

l

Peña Batl le l gente las amas de

casa comprando en las

pulperías. Al

igual que los t igueri tos jugando  

las

en

cualquier retazo de monte no

invadido

aún por

e l

afán de

construc-

ci6n de viviendas

del

ingeniero Hoi:

gu n

que

practicamente

había

cam-

biado

l fisonom a de l parte

norte

con

sus largas

hileras de casas

es-

trechas de cemento

con

techos de

as

beto y sus cuarter as

sani tar ios

y

duchas

colectivos.  uando suponía

que

Nicolás

no vendría

entonces

ba

jaba. Y hacia lo mismo que sus ami:

gos:

Jugaba bolas

pelota

t i raba

piedras discut a

robaba

chinas

o

mentas a los

vendedores   paleteros

de l s esquinas. La más de

las

veces

provocaba a los otros

ee

iban a los

puños

se

mentaban

l

madre de

véin-

te

maneras

dis t in t s se decían

to -

das

las

palabrotas

aprendidas

por

esos alrededores de

l s

doñas

aburri

das ~ sus maridos alcoh6licos y   ~

carest a de

l

vida.  e ahí

le

vino

él nombre conque despuás lo conocie-

ron:

Malapalabra.

Un nombre que en

más de

una ocasi6n saldría

en los pe

ri6dicos en le t r s

grandes v n u l ~

  8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 136/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 137/185

que el grupo de nosotro e algoque tiene pretigio por-

que paramo el terror lo asalto y lo asesinatoa mansal-

va de lo agente del orden público  quí h ymá tranqui-

lidadque nunca ahora

y so

no lo debe el

p i

a nosotro

entonce amigomío ¿por qué quiere salirme corriendo

ahora cuando no encontramo depué de tanto tiempo

sin hablá mi tú siempre me caite bien porque nun-

ca fuite comparón pero sigamo bebiendo que a mí

lo que e el ron y

 

muiere me matan í co-

l ~ s Rivera

s i

se

llamaba

su

padre.

Un hombre

de

  t i

tudes chocantes:

 on

una gran apt i tud para

el

estudio

y

d e m ~ s trabajador

incansable s i

se 10

proponia.

Pero

bastante

dado a

l

prosti tuci6n

y e l alcohol y no en

lugares discretos

sino

en s i t ios pú

blicos

y

muchas

veces

en

las

proxi

midades

de su propia casa.  n e l f o ~

do

del

inst i tuto que

l levaba

su n o m ~

bre tenia colgados t res diplomas:

Uno de

  b o g ~ d o

otro de peri to c o n t ~

dor y un último de

bachil ler

en Fi-

losofia

y

Letras.

 o tengo muchos d ~

tos

sobre

sus

negocios

de

los

prime-

ros tiempos pero

  l parecer

t rabajé

con ahinco para independizarse econ6

micamente. n s p u ~ s compraria aquel

local

y montaria su escuela negocio

bastante

bueno

para aquellos tiem-

pos.

Posteriormente d e c i d i r i ~ cam-

biar de t rabajo e ingres6 en una

progresista

 ompañia de

Seguros. El

~ n s t i t u t o   en el cual yo l l e g u ~ a

es

 5

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 138/185

tudiar

fue muriéndose poco a poco

hasta que l

f in

las inscripciones

se

cerrarón.

Baji to oscuro

de cr.es-

pos cabellos un

poco roj izos

su

mu

je r era muy blanca de ojos azule ;

nuy grandes

una

bel la mujer a

l

que todo e l

barrio

se quedaba

miran-

do cuando s l i ~ c c m p a ñ a d a de cual-

quiera de sus hijos a

comprar

en las

t iendas del centro.

Pero

  i c o l ~ s

siempre tan contradictorio

tenia

un

gusto extraño

cuando

se t rataba

de

estar con mujeres de

l

c l le

Al

guien me contó que en una ocasión7

se enamoró violentamente de

una

mesa

 

ina

oscura gruesa

con

las

marcas

de

varias

heridas

a

navajasen

lOE

brazos y

l

cara. De é l qued6 embara

zada. y   s i vio Malapalabra l luz

del

sol . Es de

suponerse

que ésta de

cidió l ibrarse de

é l

y se  

entr€g6

a Nicolás. Y

el · inst i tu to

en ruinas

polvoriento acab6 por transformarse

en

e i

hogar de

Malapalabra.

Nicolás

nunca

le

ocultó

l

carga que él

le

representaba y vivia. manifestando

con

acti tudes agresivas su   n o n ~ o r -

midad: Lo

t rataba

mal lo

pateaba

nunca

le

compraba ropas y apenas s i

lo

alimentaba.

  n

más

de una

ocasión

  tocó

ver

a

Malapalabra sentado en

una esquina

de

cualquier cuarto

110

rando de

hambre.

Le ofrecia alguno;

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 139/185

centavos, trataba

de darle confian

za,

de inyectarle

fe

en

S l

mismo, a

pesar

de

todo.  e miraba agraderido

con sus oji l los marrones  

me

decía

con su peculiar manera de

hablar,

que que

esperanzas podía tener nadie

de el

s i

ya tenía

casi

quince

años

y no sabía descifrar lo que un l ibro

decía ••

No

se

por

que a

veces

me

tu-

teaba,

 

a

veces

me

trataba

de

nus

n

o

me

llamaba nprofesor . Permi

so; pl ofesor

n,

decia, bajaba entoo

ces

para

subir

de inmediato con   ñ

pedazo

de

salchich6n

 ami y

galletas

de ~ centavo.

 e

ofrecia, pero yo

nunca quise toma

lo .

  ~ l p l b r no

se ofendia:

Para

e l

resultaba

mejor

porque

así

comía

mas.

 

Estan aqui

n,

dije a Josefa.  Ahí

van

en

f i la

india.

Y

ya

n6

se

ve

a los

muchachos .

Era cierto.

La

em-

bestida

de los que anunciaban

la

nOperacion limpieza

n

hab: a llegado

a su f in . Los que Josefa llamaba   t i

gres con ametralladoras se hab: an

desplazado

hacia

la

parte

sur,· hacia

Ciudad Nueva. Metodicamente,

des-

pues,

comenzaron a revisar

las

ca-

sas. Una por

una

,

 omo

muchas de

152

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 140/185

ellas estaban

deshabitadas y cerra

das,

rompían

l

puerta y penetrabañ

de

todas máneras.

Y era cierto que

estaban

saqueando: Yo los veía

a tra

vés

de

las

persianas. Cargaban éoñ

televisores, consolas, y

hasta

col

chones.

Pero, no

parecían endroga

dos, como decía Juan. Con

algo

de

miedo,

s í

Llegaron

a

nuestra

casa.

Eran

c ia

co o

seis ,

y yo temblé pensando en

lo que pudiera pasar.

Tocaron

y

les

abrí .  ¿Podemos

revisar? ,

pregunta

ron.,  Andamos en busca de armas .   a

t ren, entren,

  ~ di je .  Y

perdonen

que no haya nada qué brindarles: Se

nos

ha

acabado

todo .

Yo

sonreía,

tratando de no caerles mal.

 o

era

bueno tener

esa

gente de enemigo.

Buscaron en todos

los

rincones, en

todas las gavetas,

.debajo

de

las

ca

mas y los colchones, dentro de los

armarios,

.sin

encontrar

nada.

Salie

ron tranquilamente,  

í.n mayores ala. :,

des, por suerte. Uno de ellos se,vol

vi6

  l s l i r

Hay comida en

l e i

quina , di jo .  Pueden i r

a

buacar- ,

Le dí las gracias. Y se f'uer-on.,

 e quedé mirando a Josefa con ale

gría.

 Se

fueron

y

dicen

que :hay co=

mida en

l

esquina , le

di je

Miré

por

l

persiana y era cierto: Habían

roto l puerta del colmado de Luis,

153

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 141/185

y

habían sacado dos

sacos .de arroz,

varias botellas d e aceite de man: ,

harina,

la tas y cajas de spaguetti·,

y

los

habían

colocado

sobre

la

ace

ra Eramos

pocos

los veClnos

que

que

d ~ b m o s

una

que otra mujer toma

do un

poco

de arroz, cargando con a l

gunas

la tas

y botel las de

acei te .

Un

uniformado, con fus i l miraba

con

 

tenimiento

a

los

que

iban. Sería

pa=

ra

evi tar un

desorden;

Le

dije

a

Josefa

que

fuera

a

bus

car un par de hallas para

cargar

los

alimentos. Me mir6con odio. Aun no

hab: a salido de

aquel

estado de de

presi6n que le

había

provocado

nues

t ra

hambre

de

los

últimos

t res

dí.aa , Vas

a i r

tú , me gr i t6 .  Si

hemos pasado hambre, ha sido

culpa

tuya. Eres tú e l

que

t iene

que i r a

buscar

la comida .

Querida, le res-

pondí, tratando de

hacerla

entender,

se ve r i í u l o q ~ e yo vaya. ¿No ves

que son

ias

mujeres

de

los vecinos

las que

van?

 Tú

eres

peor

que

una

mujer , volvi6 a replicarme.  Parece

que le

t ienes miedo

a los de unifor

me .

No había quién comprendiera a

esa  mujer que s610

servía

para p ~

l ear

Yo mismo tomé las

hal las .

Sal í a

la

cal le , que lucía

tenebrosa, deso

lada. Muchas casas -sobre todo, las

 5

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 142/185

de, dos pisos- estaban l lenas de agu

jeros de

balas.

Y apenas

s i

se

veía

persona

alguna.

Las

vecinas

me

salu

daban con

una alegría

t r i s t e Yo les

respondía

igual .

P r e g u n t ~ por sus ma

ridos y me d i j e ron Que e s t ~

bien.

Ellas

preguntaron ppr

Josefa,

y yo

tuve

que

mentirles que· estaba

indispuesta.  Juan quiere que

vengas

a

casa

.un

momento ,

me

dijo

María,.

 ó o

no,

l ~ respondí.

Ardía

en de

seos

de

hablar

con alguien. Con e l

  r r o ~

las habichuelas, las botellas

de aceite y

una

que

otra

la ta de

salmón, cogí

para l ~ casa de Juan.

El estaba sentado en una s i l l a

de

ca

na,

y

me

miraba

con

dolor.

Había

adelgazado bastante. Y parecía estar

muy t r i s te Al

entrar,

se me

abalan

  encima,   orando

, . Le pr egurrt é ,

asombrado, que q u ~ le pasaba a l

veci

no. Entre

Maria y y o

logramos

calmar:

10.

Estuvp

en

silencio

un

r a ~ o

y

d e s p u ~ s

comenzó a

contarme cosas

que ~ l había visto, cosas terribl.es

que yo no hubiera imaginado.

 Fueron

a la

casa

de Don

Pedro ,

d i j o Tú s ~

bes, Don

Pedro

t iene

cinco h i j ~ s va

rones, todos grandes y

toditos

unos

pendejos.

Ninguno

quiso

m ~ t e r s e

en

un

comando, ninguno

quiso ni

siquie

ra codearse

con

los muchachos

 

Juan

seguía llorando

a l

narrarme la

histo

l55

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 143/185

r-í.a,

Yo le decía:

Cálmese, vecino,

cálmese.

 Llegaron hasta su casa.To

caron, y ál les abri6 la

p u e r t a u ~

do

entraron

y

vieron

a

los

muchachos

le

preguntaron

que s i  eacs

eran h i-

jos suyos. Don Pedro

le

respondió

que s í Les pidieron las cádulas,

y

ál le

dijo

que

le

f l t n l ~ s ~

Sacaron los muchachos a la

calle

y

les

ordenaron

que

se

acostaran

boca

abajo, con las manos en la cabeza,

uno junto

a l otro .

  mi-raba boquia

bierto

a

Juan.

Todos no podían

t n ~

la

cádula,

eso

era imposible, le

di

je . Están locos. Y lo

peor

es que   ~

s i ninguno de

ellos

se

parece a l

otro.

 Hable

baj i to,

vecino,

que

s i

nos oyen puede pasar

cualquier cosa

susurr6, continuando, Juan.

Estaba

emocionado.

 Entonces, vecino, los

ametrallaron a todos. Los

mataron

a

todos,

y ellos estaban gritando, yo

lo ví con

estos

ojos

-se

llev.6 la

diest.ra a la cara.  Yo

lo

•••

Que

pasmado.  o era posible.

 Enton :

ces, Don Pedro sali6 corriendo como

un

loco.

Ellos se

reían

y ál

gritaba

que eran

unos asesinos,

que

todos

sus hijos no podían tener la cédul.a-,

Uno

de

los

uniformados

sob6

el

fus i l

  le

t i r on Pedro cayq

fulminado,

como

 por un rayo. Después, vino

un

cami6n y se l levaron los cadáveres,

  6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 144/185

no

se

donde les

habran

dado

sepultu

rano

Decidí despedirme.

Josefa

me

es

pera; Juan.

Seguiremos

hablando des

  u ~ s

La

angustia

me

apretaba

el

pes

cuezo. ¿Sería posible1 •••Antes

de

sa

l i r miré nuevamente

el

rostro adolo

rido de Juan. ¿Y no se sabe nada del

trabajo, vecino? Los d ~

pasan, y

uno

sin

 

centavo para comprar na

da.

Juan

me

mir6

un

poco

desconcerta

do.  No tengo noticias sobre eso

 

di jo.

 No

tengo

r.oticias

•••

  Bajo

el

rostro.

Estaba, en

verdad, amargado.

Llegue

a l

casa

y deposite l ca

mida sobre

l

mesa •. ItMataron a

 on

Pedro

y sus

cinco

hijos ,

le

dije a

Josefa,

que

me miraba

con

menos

vio

lencía,

ahora.

ttAcabaron con una fa

milia

 

• Ella, no respondió. Y luego

de pasarse un

rato

como

meditativa,

torn6 los art ículos

y

se dirigio a la

cocina.

 o preferí seguir leyendo a

Corín Tellado antes que pensar en lo

que

había

oido. Algo

horrible. Solo

se sabían cosas

horribles.

Y nada

sobre el futuro, sobre nuestra si tua

ci6n futura.

M

P

SR

l ron me etá m re ndoprofesor pero no se preocu

pe que yo no voy h cé ningún dip r te e má ¿usté se

  7

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 145/185

acuerda de aquella vece que

usté

me daba consejo

allá

en el intituto? yo se   agrade  mucho se

 

agradecla

mucho porque pa

 

el

mundo

comenzando por

Nico-

lás

yo

eraunamierda que   sen

ia

pa na una verdadera

basura algo que había que tené encerrado porque yo

era muy feo y lo hilo de Nicolás con (a epañola dema-

siado bonito yo me sentía aplatado sin suerte sin deseo

de

vtvt

hata con gana de matarme l vida me

1rzbfa

tratado demasiado mal no habfa tenido suerte p na

depué

de que cumpli los die y sei o die y siete afio

 a mí ni me sacaron ata de nacimiento) agarré una

caraiita que trabajaba en lo bajo del intítuto y la

p n

la

muy

atrevida se paraba en el patio y me enseñaba

todo di que haciéndose fa desentendía ella

dO n1Q

en

la parte arrá del primer piso y yo laaceché hata un día

que dejó la puerta de su cuarto abierta mientra vela

novela en la televiJión y

yo

pensando que había sido a

propósito entre calladito por el callejón y me

metí debajo de la cama ella llegó depué pero

yo

epe Jé

un rato pa salí tr ncurríá como media hora

yo

me

etaba volviendo loco haciendo cerebro bata que decidi

sali se asutó cuando me vio ya etaba sin ropa y se

miraba al epeio qué buena se   ~ le vt como intención

de gritó le tapé la boca y la tiré sobre la cama le puse

la almohada en la cara para que no gritara ella se

dejaba hacé

 omo

si se hubiera demayado y era veraá

que etaba como media muerta depué de gozala tomé

conciencia del lio en que etaba pensé que podrían

decubrime   decidí largarme   quiera ustésobé profe-

sor la cama etaba sucia desangre pero

yo

sabía que eso

pasa y por eso

 

me asuté tanto al otro día tocaron

duro a la puerta del intitulo

vo

pensaba que eraNtco-

lás pero era la policía me dieron como die pecozone

ello eran como set

y etaban con la muchacha y doffa

Tata la señora de l casa me preguntaron cuanto   ño

1S8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 146/185

yo

ten   y se lo dije entonce

m arra traro

  hata un

detacamento el de Villa Juana y

depué

me

llevaron

pa

la

  asa

Albergue en la Nicolás de Ovando si usté

hubiera vito el barrio entero afuera y la viejadiciendo

qué bueno que se lo llevan al

Malapalabra

a ese

abusa-

dor que solamente vive echando pete y tirando piedra

hata

 hí

tenía que llegá la muchacha llorando una

perrera afuera eperándome y yo con un miedo de

cuadrito en la

  asa

Albergue fue lo bueno me

agarra-

ron como entre die policía y me fuñeron la

cara

a

trompada me dieron como do mil mientra me gritaban

abusador y yo dtciendo que llamaran a mi papá que

era abogado de

 hí

me tiraron a una celda donde había

como quince o vente muchacho

no hicieron

que yo llegá y agarrame entre to y seguí la fleta de

trompone y toda clase de abuso yo no quiero contale

porque hay cosa que a cualquiera le dan mucha ver-

guenza de

 hí

y

pesar de que era menor me mandaron

a La Victoria

 hí

que me dieron golpe lo preboste y

fueron mucha la amargura y sinsabore que pasé no

quiero contale con

detalle porque hay cosa que a

uno le/pasan que no debe decírsela a nadie imagínese

usté

yo

un muchacho en mano de to eso leone golpea-

do pateado humillado hata

no podé sin eperanza

de que me soltaran a

que me guta tanto andá por la

calle suelto teniendo que aguantale a lo otro preso y lo

preboste toda su vaina asqueroza

maricone depué

de un tiempo Nicolás fue a verme llevó algo de dinero

y ropa no me dijo ni una  sola

palabra

pero yo sabí

que me etaba mirando con asco aunque por suerte yo

era ilegítimo y por eso no llevaba su apellido y lo

periódico no

dirlan na de él de modo que no tenía que

tenele miedo al decrédito fue etando en la Victoria que

entré en contato con Nelson ¿tú sabe quien e verdad?

su nombre ha aparecío en lo periódico

varia

vece

porqueél erapolítico se hizo

muy

amigomio me defen

9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 147/185

día Y me llev6 donde

 

otro preso político y le habla-

ba de

  í

diciéndole que

yo

era un buen muchacho y

que no debía etar en

 a

Victoria porque eramenor de

edá él fue que comenz6 a adotrinarme a hablame

 de

comunimo y de Rusia y China y c6mo se vivía en eso

p ise

y también me hablabade que en lo Etado Unido

 

negro como yo no valen nada y de que to era de

  blanco y me decía que había que luchá pacambiar

to esa vaina porque aquí en nuetro pa

también

sólo

valían

 

blanco y

 

que tienen cuarto vaina así

sabe la  em gogi de

 

iquterdtta y yo me

s ntí

batan-

le atraído por   que él decía porque parecía que

tenía raz6n

usté

sabe como son esa gentey yoeraun

muchacho inorante que no sabía que me etaban

l v n-

do el cerebro

Con lent i tud pero firmemente

l

vida empezó a tener lugar otra vez

en l ciudad

hasta

entonces muerta.

Se volvieron a

ver

los

conchos

en

las l íneas aunque con desviaciones

producto

de

l

división

de

l

ciudad

en zonas

enemigas.

Volvió a

escuchar

se

música a t v ~ s de

l

radio y

las

aceras

se veían repletas de

per-

sonas.

Las

pulperías volvían

a

l l ~

narse de productds y aunque

fuera

a duras penas se p ~ d í conseguir   l

pan

diario

con

l

promesa

de

pagarlo

d e s p u ~ s

Sólo l s noches

seguían

siendo

un poco

tenebrosas con

sus

disparos dispersos l toque de que

6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 148/185

da que comenzaba a

part i r

de las

seis

y

el silenoio

que

sucedía

a los

tableteos

de

ametralladoras.

Por f ín

la

emisora de los que

habían desplazado a los muchachos

con

ametralladoras

anunci6 que una

organizaci6n

in ternacional controla

da por los americanos pagaría los

sueldps de

los serv idores públicos .

Al

oir

la

noticia

me

dieron

impul

sos de cargar a Josefa en

brazos

y

de besarla.

Pero

el la me ech6 a un

lado

con

vigor. Era

de

esperarse.

D e s p u ~ s del nacimiento del

niño

se

había negado completamente a mis   ~

r ic ias No quiero que

me

hagas otro

muchacho ,

decía.  e todas

maneras

su calor

no

me hacía

demasiada

fa l -

~ a Creo que d e s p u ~ s de los primeros

años de matrimonio algo había

muer

to en nosotros algo que

ya

no

podía

ser.salvado.

Al

día

siguiente

del

anuncio

 y

aunque no era

la fecha

aún yo

me

a v e n t u r ~ a

l legar

a

la oficina.

Mas,

todo seguía igual: cerrado y en s i

lencio. Algunos americanos

me

detu

vieron

a l penetrar a

la

zona

domina

da

  r

ellos .

 e

pedían

la

c ~ d u l a

y

me

revisaban. Yo, los miraba sonriea

te para hacerles saber que era un

Simple empleado público no un indi-

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 149/185

viduo

peligroso.  e dejaban

i r sin

mayores preguntas.

Soñaba todas

las

noches con encon

t r r

l

puerta

abierta,

mi

escrito

r io , pequeño   un poco polvoriento,

ya, mi maquinilla Remington y aque

l los largos oficios llenos de

cosas

formales e inuti les

pero

que

tanto

me gustaba hacer. Soñaba con recibir

mi cheque del jefe, decirle que.yo

h ~

ido

en varias ocasiones y no

hab a

eacontrado

a nadie. Estoy

segu

ro de

  ~

le gustaría que l dijera

eso. Ver a Hugo a

Sara,

a todos.

Hasta

nostalgia

t e n ~ ya de mis

zapa

tos

lustrosos, mi

pantalon

negro  

mi

camisa

blanca,

aSl

como

del

tem

prano

caminar

por

el Barrio Gazcue

contemplando los

jardines tan cuida

dos y

las trabajadoras comprando a

los t r icicleros  US verduras fres

cas.

No

contaba, sin embargo conque

pasar an

cosas inesperadas.

M L P L BR

Despues de

varios d1as

en La Vic

tor ia ,

Malapalabra volvi6 nuevamente

a la l ibertad  las gestiones

las

ha

bia

hecho

BU

padre).

Pero,

Nicolas

Rivera,

había puesto

a

caminar

todos

los mecanismos que le p e r m i t i e ~ n l ~

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 150/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 151/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 152/185

ducido

hasta el malec6n

en

los

  l r ~

dedores

de

una fábrica

de

metales.

Estaba oscuro y s6lo de vez en  

do

se

veía

un

auto

pasar

por

l

zig-

zagueante

autopista.

Supongo que

s i

alguna

sensibilidad quedaba

en

á l

Malapalabra se

sentir ía

a gusto

por

el

solo hecho de

ver las estre l las

las luces

de

l

ciudad sent i r l

brisa

fr a

del

mar.

Le

toc6

a

Peña

hablar. ¿Sabes

quián

es

Bolo? le

pregunt6

. a Malapalabra.  o

q u ~ n

es neg6 áste.

Pues Bolo

sigui6

Pe-

ña es el

mejor hombre que

tenemos:

Está   l l í detrás de

las

matas de

uva

de

playa detrás

de las

piedras

l lenas

de

algas

que

el

mar

moja.

Bo-

lo

es un tibur6n

que

aguarda

en

aquel lugar y

aguarda por carne

hu-

mana. ¿Te

gustaría enfrentarte con

ál? Malapalabra

hor r oz azado

respon

dería inmediatamente que no. Así m;

gusta

dir ía

Pefia. A

part i r

de

ahora

v ~ a buscar a

tus

antiguos compañe-

ros.   m

los.

vas

a

l iquidar ¿sa-

.bes? Una cuarenta y

cinco

para t í

un

carro

para

ustedes cuatro

y cien

pesos   l mes.

Además

reclútenme

va-

rios

muchachos

~ s

todos

los

que

sean

necesarios

¿de

acuerdo?

Malapa

labra respondi6· positívamente.  o

hay

 

qué hablar

dir í

Peña

 

Pero

jamás

te

olvides

de

Bolo nuestro

me

 6

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 153/185

jo r

hombre que

es peor

que l

so l i -

t r í despuás

de

unos cuantos

g o l

pes.  Aquí comienza la segunda parte

de l

h i s t o r i a

de

Malapalabra: El

hombre

del Frente.

Tenaz

perseguidor

de

sus antiguos

compañeros

Rabioso

negador de lo que había sido: Al

gu1en

s in poder alguien aplastado

por

l

vida

perseguido

burlado

l leno

de

miedo.

  s t ~ s

l i b r e

dijo

Pe

 

a   Y cumple eficientemente con

 

nuevo

trabajo

• o n s i d ~ r a t e dueño

d el

pais

y

haz todo lo

que

te

parezca

conveniente

 

v

El día lleg 6 y fue como

lo

había

Boñado: Abrazos

entre lo s

compañeros

narraci6n

de

experiencias segurida

des

mútuas

 de que

todo seguía igual

para

nosotros

y l ~ e de esto

era

e l

cheque

de

color

rosado

que

se

nos ~ b a

a entregar. Hubo

aunque

una circunstancia

extraña:

Quien

nos

extendi6 e l documento no fue nuestro

jefe

sino

u americano muy rub20

de

mirada imponente

y que par-ecfa

mo

l e st o

con

l

tarea que

se

le

h í ~

asignado. Pero ¿qué importancia te -

n ía

eso?

Mirá

l

hoja

rosada con mi

nombre

escrito por

mucho

r a t o .

Y

e l

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 154/185

numero y aquellaa le tras de rayal'

sesgadas que olían a dinero real , -y

pensar

que yo no

había tenido

que

trabajar ese mes

y

pensar en lae

tantas preocupaciones que habían   -

quietado

mi esplri tu.

Los compafieros Hugo

sobre todo

comenzaron a hacer chanzas

otra

vez

con mi

corbata

de

r ~ i t o Yo

reía ,

todos

reíamos,

pero

de

repente,

un

extrafio ajetreo corto nuestra r i s

Manuel vino de l puerta de entrada

con el rostro

un

poco

sombrlo,

y, co

mo asfixiado por algo

insol i to,

nos

dijo:

 Hay un camion

ahl

afuera. Te

nemos que

montarnos

en

el .

Miramos

con asombro. ¿Por que teníamos que

montarnos

en el camion? ¿Que

querían

hacer con nosotros?

Por

cierto, no me h b ~ fijado en

loa

uniformados que estaban en l

puerta

cuando yo entre. Ahora

nos

miraban de

una

manera

agresiva. nA

montarse ,

gritaban

imperativamente,

u

y

rapido .

Hombres y mujeres, estas

~ l t m s

ayudadas por nosotro ,

comen

zamos a subir

  l

camí.on e1. ya

habla otras personas por cuyo aspec

to

deduje

que

eran

tambien

emplea

dos.  Rapido,

rapido ,

repetlan loE

hombres vestidos de verde,

mientras

hacían agresivas y

amenazantes

mue

  67

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 155/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 156/185

sorprendidos, y muchos uniformados

éon fusi les, mezclados con l muche-

dumbre. Un hombre cuyo

rostro

ape

nas

se

d1stinguía,

y

cuya

chacabana

blanca relucía con e l sol , c ~ m e n z

a

gest icular ,frente   l micr6fono:   V e ~

nido desde Miami dijo,  un compañe

ro

que

hablará sobre

l s i t u a c i n d ~

minicana.

¡Un compañero

exiliado

que

d i r ~

de

qué

nos

libramos

nosotros

  I

Hubo un silencio.  Con

ustedes ,si

gui6

el orador,  Luis

c.onte

Agu ;

ro •••

  Un

rumor,

que

venía·

de

lo

alrededores de

l

tribuna, se d e j ~

escuchar. Aplausos, hurras, vivas

por

d.oquier. El hombre

alto

-o que

se

veía

al to- ,

de

rostro

y

gesto

de

cidido,

ocup6

el

puesto del ~ u e lo

había

presentado. Levant6

l

mano d ~

recha en señal de

saludo. El'rumcr,

los aplausos,

los hurras, q u ~ venían

desde el

centro,

se

dejaron

escuchar

cada vez con más fuerza. Se iban

acercando a

nosotros,

dejándonos

sor

dos con su estrépito. Yo miraba·pas=

mado asombrado, aquel espectáculo

que nos esperaba, que estábamos

pre

senciando.

Por

un momento

sent í

ma=

reo, tanto era

e l

calor que hacía y

el

polvo

que

se

levantaba.

El

golpe

en l

cadera, me h i z o v o ~ v r

otra

vez

en mí: Un

uniformado

me había

do

do con

l culata

de

l carabina,

aua

  ~

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 157/185

que .sin mucha fuerza.

Er-a

moreno l

to ,

y

me

miraba agresívamente.

  ¡Aplauda ,

me;grit6.

 Que

aplauda,

carajo .  n un fragmento de segundo,

mirá en derredor

mío.

Todos

mis

com-

pañeros aplaudían.

 Hugo Sara,

todos

aplaudían aunque

sin entusiasmo, con

el rostro

frío

y

adolorido.

Yo tam-

bián

comencá a aplaudir.

El uniforma

do

sigui6

c ~ i n n d o

adentrándose'eñ

l

multitud

y yo

seguí aplaudiendo.

Los ~ p l u s o s crecían,

crecían,

hasta

lo infini to,

varias veces hasta

lo

infini to mientras

l

mirada hosca

del

uniformado

y

el recuerdo

de

su

carabina

seguían

pesando

sobre

c ~

mo una soga sobre

los sentimientos.

Entonces, sent í esa oleada

de

calor

que venía de mi est6mago. La cabeza

comenz6 a darme

vueltas.

El sudor,

enturbiaba

absolutamente

mi

vis ta .

La saliva

 comenz6 a ascender y

des-

cender

en

las

interioridades

de

mibo

ca. Náuseas. Era inevitable. Y s ñ

dejar de aplaudir, vomí.t é

una  

otra vez,

vomité todo

lo

que pude,

sin dejar de   p l ~ u d i r todo, todo lo

que

pude, sin dejar

de

aplaudir

•••

M L P L R

no s e en

 ll o

que me meto

 

cont nte

 to  h

1 70

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 158/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 159/185

sabe

lo que

  só

no encontramo con vario individuo

fiCMo y lo liquldamo pero en el trabajo en que yo

parttctpécon ma fuerza

fue

con lo do caraja eso de

que

habla

la

prensa di

que

eran Inocente y que dicen que

yo

lo maté te etov contando eto a ti porque etoy

borracho y porque tu ere mi amigo yo lo sé   í que no

se lo diga a nadie e verdá ello no etaban en

 U

pero

fue

que Peña me ll m l atenci6n porque

yo

solo etaba el

día y la noche entera bebiendo y casi

no

 tl hacia

ningún trabolo que si yo era de lo blandito y que me

recordara de Bolo decidi demotraJe que no era

como

él decía aunque ten la raz6n porque

yo

etaba má con

muiere y bebiendo que

casi no salía y con lo mucho-

cho entonce no encontramo con aquello do caraja que

salian del teatro Villa Consuelo iban hablando de lo

má entretenido de lo má contento

yo

lo llamé pa dale

un pecoz6n a

uno

y ello

me

dI ero

n que

si

yo

era gu po

que saliera a fajarme a lo

puño

eso dl eron yo

al

con

la

cuarenta y cinco en la numo y también Ptéligero y

El Fusil que andaban conmigo y lo

metimo

en el

c no

y lo llevamo al EtadJo Qutqueya ello preguntaban que

por qué nosotro

no

lo Ilew:fbamo que

n

tenian que

ve con el tipo de gente

que

nosotro bucábamo le di do

moquinazo al

que

me habló m l

pa que

se callara y

ojalá

lo hubiera vito berreando etaba muriéndose

del

miedo

y con la sangre corriéndole mientra el otro

l oraba y se orinaba lo muy

guapo

cuando Uegamo al

Etadio

la

sangre del tipo me hab la ensuciado

mi

camt-

so de dacron me encolerice t nto que le

tiré un

ba Jzo

a la pierna ante de que saliéramo lo do segulan gritan-

do y diciéndono que eramo uno abusadore y que ello

eran inocente lo sacamo a lo do del

 lUT

a la fuerza

lo tre con la pitola y

revétvere

en

la

m no a

uno

de

ello

yo mismo

le

tiré

cuatro

tiro

al sacarlo se cayó en

un contén y no se paró md el otro que etaba herido

 7

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 160/185

segufa grltanto y dictendo que no lo mataran aunque

su grito era tnútile porque nosotro etábamo medio

prendio y por

allí

  había nadie y tenlamo gana de

tirá tiro y entonce ante de que yo

tirara

tiraron Piéli-

gero y el  Usil a lo que nosotro le decíamo lo duro

pero solamente le dieron en la pierna y el tipo seguía

llorando y eta ve se puso a dar alarido pidiendo ayuda

y yo le tiré a

la

cabezagritó má duro

y

le seguí tirando

hata que

la

cuarenta y cinco se quedó vacía

depué

no

fuimo riendo y le de/amo allí tirao pero e que prend 

uno hace tanta vainay lo peor de to e que depué como

que uno no siente remordimiento de conciencia sino

que eta cosa le parecen a uno normale pero tengo

náusea amigo

 í

etoy demasiado gana de no sé qué

¿por qué te cuento eto? un momento dé/ame ir al

baño tú profesor

 iga

ven a ayudarme que me etoy

cayendo

si

no fuera que

caraio

epéreme profesor yo

vuelvo ahora

usté

siempre me trató

 uy

bien yo

ahora

73

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 161/185

L S  OS

MU RT S   JOS INIRIO

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 162/185

La obsesi6n volvi6 suavemente en

medio del

azul

y

el

marr6n

del

pai-

saje

amenazando con derribarme a

l

t ie r r

Todo

daba vueltas

¿ u ~

significaban

aquellas palabras

que

rondaban

por

mi

conciencia

y

se

re i

teraban una y

otra

vez o o en un

remolino?

Gasto

elevado insuficien

cia cardíaca••• Casimir  un

habla

 

ci t

viejos textos orientales 697

años

antes

de Cristo Bontius se

afirma

descubri6 sus

formas

en

In-

donesia Strauss

que

pensaba en

una

cura

en base a

determinada die-

t

Eijman

quien en  896 afirm6

que ello era

debido

a una dieta

de-

f iciente

•••

Shatuch

••••

Hít ler Eich-

man

•••

¿por

q u ~

estos nombres?

Esta-

ba

temblando

La

búsqueda

había

llegado a su

f in

y ~ l estaba a ~ i

debía estar lo

y

yo tenía miedo

un

m iedo terrible porque no

todos

los

días

un

hombre

puede

enfrentar

de

terminados misterios determina:

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 163/185

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 164/185

le tocó declarar en el juicio. Le solicitaron

 casi

le

suplicaron- que hablara más alto que nadie le oía.

Sonrió. Miró al juez burlonamente y se dijo para sí

que él estaba por encima de todos los presentes. Miró

a los familiares de los presos. Sintió

asco.

Ya verán

ahora sólo le ha tocado a éstos pero todos están en

tumo por cochinos. Aquí hay que aprender a respe-

tar y el que no respeta ya

sabe.

Que no comemos

cuentos. Y miró a los acusados. Cochinos. De esta

carajo de esta no los salva nadie.

Se excusó ante la solicitud del juez. No puedo hablar

más alto de ahí no alcanzo más. Lo siento mucho.

Miró hacia el suela Se arregló

las

gafas negras   siguió

declarando.   ldía siguiente  recordó los periodistas

destacaron su actitud. Y lo recriminaron con violencia.

Mejor así.

Después

se quejarían del tratamiento que se

les

daba.

Tan diferente que era antes

caraja.

A que

nadie se atrevía. Lástima que lo hayan matado.

Pero.

aqu{ va a haber respeto de nuevo eso lo digo yo JO é

Inirio padre y como yo habemos muchos que lo

decimos. Si pero las cosas eran diferentes ahora. José

Inirio; yo estoy en medio de un salón totalmente

cerra-

do medio oscuro. y sólo están esos cinco hombres que

me miran con tnststencia: Dos de ellos. armados me

apuntan con ametralladorasy yo José Intrio padre no

puedo hacer nada. Yo José Inirio contemplo con

altivez a los hombres porque no soy un pendejo. A

pesar de su miedo la figura permanece erecta. firme

en el centro del salón. Uno de los hombres

 están

sen

tados en sillas rústicas y no lucen bien con sus cabellos

y barbas descuidados con sus ropas desgastadas por el

uso y de colores opacos con su lasitud- se dirige a

José  nirio padre. Yo vaya declarar contra José Inirio.

He de hablar de sus hechos. y he de hacer que se le

condene por suscrímenes. José Inirio padre señores

9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 165/185

ha asesinado una persona. Y ha de pagarpor su crimen.

He de narrar sus detalles. José Inirio padre no com-

prende. Son tigres los mismos individuos de

las

b rri -

das de

 

parte norte aquellos mismos nada más y

nada menos aquellos a los que diste bofetadas y pata .

das

a los que injuriabas a gusto y acosabashasta en los

callejones

nufs

recónditos. No comprendes José Intrio

padre no comprendes porque

  y

el mundo parece

invertido y todo parece dar vueltas sobre tí ves peque-

n s

luces sientes deseos de vomitar   de desmayarte

pero debes mantenerte de pie para que vean que  úno

eres un pendejo

c r io

Dios cast iga yo

siempre

lo de

 

cia

  la mujer

contemplaba el

piso

blanco

de

puntitos

negros.  Su mirada

era

vaga

siempre

vaga

perdida

en

un

l imitado

horizonte

de paredes de

blanco marfi l .

Un brazo   e l izquier-

do

le temblaba

contínuamente. Ella

hacía

un esfuerzo

indiferente por

ocultar e l sacudimiento insister . te.

Era

un mal

hi jo

un

mal

hijo

  se

re -

petía con frecuencia t e m l ~

Siempre

se lo

di je :

Nada que se ha

ga

en

este

mundo deja de pagar-

se . Si

s i todo

se paga; era un

mal

hi jo

un

mal hi jo .

Nos odiaba a

 

dos. Nos gri taba

nos

gri taba mucho

nos

humillaba

y no

perdía

o p o ~ t u -

dad

para

maldecirme por haberlo t r a í

do e l mundo 6igase

eso

6igase yo

no tenía la culpa y  

cri t icaba

 8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 166/185

mis

relaciones

con su

padre

s í él

estaba loco totalmente loco

y

nos

odiaba

a

todos

Dios

lo ha castigado

por

eso . lo

ha

castigado

por

odiar-

nos a todos   e l amplio mosaico de

granito

aceptaba aún la mirada de

la

mujer temblorosa .

Oigase eso

criticarme

  m

porque

su

padre •••

su padre usted lo sabe 6igase

eso

odiarme

maldecirme

6igase

•••

¿Qué importancia puede

tener el

hecho de que mi nombre sea José Ini-

r io hijo?

Y que

aquella noche

mien

tras el

encargado del prostíbulo gol

peaba

aquella

mujer:

Aún

la recuer

do: Estaba vestida con una

blusa

ama

r i l l a

de

hermosos   í r u l o s r o j o ~

falda negra

y

corta y

largas

bo-

tas

bri l lantes yo bailaba a l compás

de un apasionado bolero que cantaba

uno de tantos

fracasados /vida mía/

vida

mía/

no

te

puedo

querer/ care-

ce también de importancia.

Después aquélla prost i tuta de

catorce afios

quien se complacía

en

que la

golpeara

  que la

t i rara

con

violencia por

los

cabellos el des

pertar

entre aquellos brazos aque-

l los

muslos

y

aquel

rostro

desconoci

do hacer

el

acto

sexual una

  ~

más lavarse apenas

vestirse

v vol

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 167/185

ver

a

r ecor re r , en sent ido

inverso,

aquel l aber in to

de

p r e ~ e s rosadas ,

bastan te desteñ idas ,

descender

por

una e sc ale ra e stre ch a,

y nuevamente

e l cabaret , la s mesas

dispersas ,

l a

vel lonera en una

de

la s

esquinas ,

la s luces

-s iempre la s luces opacas

en forma de

es t r e l l a s de mar,

l a ba

r ra

diseñada

con

d is t in tos colo

res

l lamat ivos

- ro jo

encendido,

azul

~ u e r t e

amari l lo oscuro- pero es ta

vez, t ~ bastante s1lencioso, yp

soy e l primer parroquiano que l l ega

después de

una noche

de

azaro

so

amor,

e l encargado

me

mira s o n ~

r i en te - e s ta vez, se t r a t a de  un

mu

chacho que

me·

conoce,

muy

amable,

mestizo, sonr iente siempre, cuyos

ojos .y cabel los

apenas

s i recuerdo

b

í.en

 

pido una cerveza

y

dinero para

discos .

Son la s nueve de la mañana,

teg

dré anotada,

ya,

una

multa

de

diez

pesos

en e l

t raba jo , y

un d ía

de

au

sencia .

No tengo deseos de

volver

a mi ca

sa porque a l l í están e l l a

y

é l

( él , pienso que

s i

e x is t i rá re al

mente,

que

s i

puede ex i s t i r

un

  é l

que

provenga

de

mí, de un

 

en

e l

fondo

inex1stente , posiblemente

e l la

me

peleará ,

me

cr i t i ca rá el

ha-

  82

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 168/185

ber amanecido fuera y

nada

de

eso

t ie n e importancia porque me

si en t o

ta n

desesperado

•••

Muchacho

caminas

c mo

un demente

¿ad6nde

vas? Ahí

es

tá esa

inmensa avenida

por la que

t r a n s i t a n

imponentes y

temibles

auto

m6v.iles la s luces de ne6n que se e i

tienden

a lo

le jos

d e tr á s de t í

e l

Hotel Embajador debaJo

una

c a n t i

dad

ter r ible

de

lu c e s

casas

r e g u l a

re s y

hermosas

c a l l e s anchas una

i g l e s i a

de s in g u la r b e l l e z a

un

p a r

que de bancos dispersos.

 ás

acá

Nuestra

Señora de

la Paz

mezcla de

cosas hermosas y

cosas

feas casu

chas

a

punto

de

derrumbarse def in i t i

vamente

c a l l e s

a s f a l t a d a s

y r o j a s

gentes

l impias gentes

s u c ia s .

Esta

mos

en

Carnaval y esta vez el Car

naval

se h a

hecho como

se

hacía du

rante lo s dias g lo r io s o s .

Grandes

  ~

r r o z ~ adornadas por b e l l a s mujeres

escogidas

- r e i n a s

v i r r e i n a s

damas

de compañía- acumulaci6n espantosa

de

personas

a lo largo dé la George

Washigton la s

cámaras

y

lo s

micr6fo

nos

de

lo s

canales y emisoras de

San

to Domingo

que

t r a n s m i t i r í a n en deta

l le

y para todo e l

pueblo

e l desf i -

le

Hombres vestidos de mujeres y

mujeres

v e s tid a s

de hombres porque

en

estos tiempos hay que

d e c i r l e no

 8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 169/185

a los prejuicios y dejar que el de-

sehfreno

lo

colme todo.

Cinco

combos

serían

presentados

en

e l

Estadio

Quisqueya

y a l

otro día

en

e l traba

jo e l mensajero aquel vestido de

chulo trajeado a dos colores con

zapatos luminosos de

tacos

al tos

que le dice a l otro

fulano   tan chu-

lo

como

é l que

anoche

bailó

como

nunca

que

conoció

a

los

combos

CHE-

VERE y que B CILO barbaramente y yo

siento ganas de

vomitar

a l

escuchar-

lo .

 eambulas

como

un loco mucha-

cho ¿adónde vas? Las f iestas de CaE

naval

todas las noches los grupos

bullangueros

de

Honduras

Nuestra   ~

sora

de la Paz y El Cacique

se

d i r i -

gen a la Feria Ganadera.

Allá

ha-

cen exhibiciones

presentan

grupos

musicales

y a l

f inal una banda que

tocará

hasta

doblarse de bai lar y

todo

gra t i s ;

e x c t m e ~ t e igual que

en

aquellos

tiempos.

 as a

buscar

a

Frank te s i e n t e ~

un poco arrepenti-

do de lo de anoche después de   ~

brar é l te dijo

que tendría

que i r a

aquella boda que

cuanto

harían se-

r ía comer

algo

se tomarían unas

c u n t ~ cervezas o dos botel las de

ron

y

nos

vemos

e l

lunes

o

No

fue

as í . Aquellos dos

compañeros nos

la

hicieron buena

nos

convencieron de

 8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 170/185

masiado. Apoyé mi

espalda sobre

la s

yaguas

podridas y c r u jie r o n

un

poco.

C e r r ~ · l o s

o j o s .

Una

extraña

l a s i t u d invadía mi

cuerpo.

El

s i t io n ~ e ra

ta n   e s g r ~

dable

como pensaba. Y por

un

momen

to quedé

dormido.

Deaper-t é ~ s o b r e s a l

tado.

Las

piernas me

dolían horr ib le

mente. Una especie de

dolor

que

se

ib a desplazando

hacia

e l centro de

la s

á r e a s .

S e ~ t í a

t a m b i ~ n

como

un

hormigueo extraño en todo

e l cuerpo

y

una h o rr ib le s en sib ilid ad

en la s

p a n t o r r i l l a s . I n t e n t ~ moverme:  o p ~

de. Las art i cul aci ones no

respondían

a mi llamado. Ni s i q u i e r a podía ver

mi cuerpo

con

c la r id a d a pesar de

que

la

noche  no había

caído

aún.

 

Pero . ¿ ~ hacía yo

al l í

¿ ómo

había

llegado

a aquel

lugar? Tenía

la vi s i ón

borrosa l a s

pupilas

me

temblaban con i n s i s t e n c i a .  o

podía

caminar. Aquel sueño vago que había

tenido;mi

madre

quejándose

Cándida

e l niño. Oh

Claudia

tan dí.e tarrt 

Aquellos días te r r ibles d el Carna-

v a l ¿ q u ~ dirán

en mi t r a b a j o D i e ~

pesos

de

multa

un d í a

o t r o

de au-

sencia

este dolor agudo y t e r r i -

b le

en mis

pi e r na s

q u ~

extraños co-

l o r e s

i n v ~ d e n

es t e l uga r

••

¿ Q u ~ -hago

yo aquí?· ¡Ah s i

pudiera

encontrar a

 8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 171/185

que debíamos

seguir

hasta e l

otro

día

casi

volviste a las cinco de la

mañana muerto con una borrachera

que no

podías.

Es

cierto

que

después

de beber

tanto uno t iene

la tenden

cia a sent i rse arrepentido pero

más

que

arrepentido con una tensi6n

nerviosa creciente

con una d e p r ~

si6n

que

no lQ

permite

viv i r a uno.

Ahí

van dos

muchachos

que

te

saludan

y que

preguntan que

para dónde vas.

¿Ellos?   la

Feria Ganadera porque

al lá hay f ies ta Confundido entre

tantos multifamiliares

-y

no

conoces

exac

tamerrte

en cuál

de el los

es que

vive

Frank-

te

decides

a

seguirlos

y

.te vas detrás .   lo mejor

e l la

-mi

amada Claudia

aquella

muphachita de

tanta personalidad que

yo había cono

cido s m n ~

atrás

pero

~ u

me

ha

cía una fa l ta

increíb le-

quién sabe

s i la

encontrarías.

Entre tanta gen

te

casi

un·

imposible.

Fumabas como

un desesperado

fumabas demasiado

más de t res

ca je t i l las

de

Montecár

lo

r i m e ~ o

presentaron

cuatro p a r ~

jas

yestidas

a l

 urrí.aex

pantal 2

nes

blancos

y camisas-blusas ro jas

bailando un

tango.

Después un grupo

de

jóvenes·

malabaristas que

no

lo

hicieron mal.

Entonces

el la

subió

las escaleras y te mir6 y

te

son-

 8

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 172/185

 

r ió qué fel iz te s e n t i s t e era

el la

el la

e l la

¡ELLA Con la

terr ible

fa l

ta

que

te

hacía

en

esos

momen-

t o s pero no

es éonveniente

d e l a t a r -

se

demasiado

pronto te quedarás en

s i l e n c i o sufriendo por

un

r a t o . Des-

pués

la

l l am as t e bajaron

juntos

sonrieron el la

estaba ta n

l i n d a se

dieron

un

beso mientras

la

gente  

saba  

pensaba

que esos dos

m u h ~

chos

eran f e l i c e s .

Tampoco

nada

de

eso t i e n e

importancia ahora cuando

te das cuenta que una s o n r is a

un

be

sO c a luroso

una

p r o s t i t u t a excitan=

te o

una

te r r ible

cantidad

de alco

hol

y

de

luces

opacas

no

bastan

P

ra

calmar esa sed horrorosa que l le

v as . ad en t r o

esa. sed que

te

consume

te

a n i q u i l a

te

mata.

José Inirio padre sabes lo que pesan los años Son

como grandes fardos que se llevan sobre la

espalda

A

la

larga

la columna vertebral adopta una forma espe-

cífica una forma modelada por el peso de los fardos

Son largos años de enseñanza desde aquellasmañanas

frías cuando dejabas la cama miserable junto a tus

compañeros y corrias para ponerte tu pantalón y

 

camisa de negro luminoso

y

aquellas botas que te

hacían posesivamente los pies La fila después la

revista y el uno/dos uno/dos unolunojunoldose y la

marcha a paso doble hasta San Cristóbal y el mayor

cantando dolore lombelno llorelombe] ·que te vua a

dajombelfelicidad]   sé Inirio y  ú respondías con

187

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 173/185

ritmo y dolor abarrotado de sudor y de cansancio. El

camino fue lento pero fructífero José Inirio padre y

aún es tiempo de recordar aquel mom nto decisivo

culminante en toda tu vida cuando te escogieron para

que cuidaras aquellos hombres. El lugar te daba miedo

como le daba miedo a todos los compañeros y no era

para menos. Las historias que de él se contaban era ho

rrendas y siempre habla el temor de pararuno ahi por

cualquier falta que se cometiera o por cualquier frase

intrascendente dicha en un momento de aburrimiento

de hastio o de borrachera el pez muere por la boca-o

Pero había que sobreponerse la desobediencia estaba

total y absolutamente fuera de

lugar l

principio no

te acostumbrabas después de todo te habían enseñado

a respetar la bandera de los tres colores y el único

momento Que te gustaba del entrenamiento mañanero

eraaquel cuando al redoble de los tambores y la

trompeta el lienzo danzando en medio de la brisa;

ascendia hasta lo alto. Y tú firme sobre tus pies

mirando hacia la nada y la diestra apretándote con

vigorlafrente. Sin embargo alli se utilizaba una bande

ra para trapear el piso y era algo que en realidad no

comprendias. Eso era lo de menos aunque. También

pensar m u ~ estaba prohibido.

Lo

más

terrible de todo eran aquellos gritos desespe

rados en   s noches aquellas interjecciones procaces

vomitadas por unos .labios en agonía aquellos balazos

ininterrumpidos cuyo eco conmovía   s paredes. No

querías presenciar nada de aquello eras un simple

guardián

hasta aquel día en que el hijo menor se

apareció repentinamente en lp

cárcel

No era tampoco

como te lo imaginabas. No era como su padre recto

firme seguro temible no. Era un muchacho de desor

denados cabellos de mirada enrojecida y perdida mal

vestido con los tres primeros botones de la blanca

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 174/185

camisa abiertos mientras algunos vellos de una piel

suave forjaban un contraste de dos colores Si esta-

ba borracho o cualquier otra cosa porque

 

los ojos

querían salíriese de las órbitas y

la

sonrisa y las

carcajadasque salían de aquella boca roja eran inesta-

bles y desencajadas mientras las dos mujeres que lo

acompañaban  dos mujeres de inenarrable belleza e

igual suciedad pretendían imitar los pasos y los gestos

del muchacho La puerta se abrió y un hombre espo-

sado

muy

ioven salió de ella cojeando El hijo le dio

de pescozones mientras su carcajada rompfa la armo-

nía de la noche y el otro lloraba En el suelo le dio de

patadas y el otro siguió llorando y quejándose

m

no

sabías qué hacer si entre mantener tu postura firme

recta de persona en vigilia o si por el contrario

contemplar el espectáculo Fue precisamente él quien

te sacó de dudas al llamarte y tu corazón y tus manos

y tus pies y tus ojos sintieron un sacudimiento

de

horror Mátalo te gritó Vacilaste Mátalo gritó de

nuevo y a ellos nunca podía dejársele ordenar dos

veces porque podría significar la propia muerte pun-

taste la Cristóbal sobre un rostro cadavérico que te

miraba con ansiedad y miedo y por un

momento

heróico sentiste que podías desviar el sentido del arma

y acabar con aquellos tres monstruos

que

medían cada

uno de tus pasos de tus gestos de tus movimientos

de aquellos tres monstruos que te ordenaban la ejecu-

ción de algo increíble El seguro Sobas Y aprietas el

gatillo Recordabas con terror José Inirio padre que el

canto de la Cristóbal hizo coro con las   r ~ d s de

las dos mujeres y del muchacho

l

día siguiente José Inirio mientras descansabas

el cuerpo y descargabas el alma de tu crimen

 segui s

siendo humano a pesar de todo y el almohada ende-

ble estaba húmeda de lágrimas de caraadolorida de

  89

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 175/185

muchacho implorante y cojo, y de  risas de mujeres y

de carcajadas grotescas de hijo recibiste el anuncio

escueto. Y te diste cuenta, para tu gloria, que ya eras

un poco

más,

que ya estabas

más

alto, y que se habían

acabado los dolorosos días de vigilia y la cama misera-

ble y elmaltrato, y el sucio chao del mediodía. Los años

y la formación pesan, José Intrto padre, así pensabas

ante aquellos hombres que te juzgaban. Pero el peso de

los años no queda detrás de nosotros y la descendencia

vuelve con renovados bríos y con ansias y actitudes

diferentes. Esta vez, José /nirio, padre, te habían

llamado suavemente, y te enteraste con sorpresa que

aquel muchacho al que habías dado el cuerpo y el

alma, la formación y los sentimientos, se había desca-

rriladoa tu sombra.  Te estremeciste, lo consideraste

inere

 

le, pero el Departamento no se equivocaba

nunca.

 

la duda de aquel día, retornó con violencia a

tu espíritu, y pensaste si tu deber era dejar el mundo

detrás de tí, y renacer de nuevo,o continuar   onlos

fardos sobre la espalda. No, no hacía falta una resu-

 ección, porque

tú,

José Inirio, padre, ya no podías .

ser otra cosa. Estabas demasiado identificado con tu

pasiva violencia, y decidiste que, con ella, podías cam-

biar el mundo, obligar las cosasa adoptar el orden que

deseabas el orden que te habían enseñado, romper

todas

l s leyes, encauzar las realidades por un sendero

diferente al de su curso natural.  ü podías, José Inirio,

padre, esa fue la educación que recibiste.  ü podías .  

o

quisiera

hablar

de á por

fa-

vor.

¿ uá

podría

decirle?

 o

d6n-

de estará

ahora

no sá las   o s ~ que

habrá

pasado no puedo saber lo.

o

tas ·luminosas

comenzaron

a brotar

 

9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 176/185

sus o j o s. Con lo s cabellos

largos

en

desorden 3e veía

b e l l a

i n f i n i t m ~

te

b el l a- o

 o

q u i s i e r a

pensar

n a

da sobre

é l es la única forma de

sentirme tr an qu ila .-E n c on tr as te e l

niño sentado en

e l

regazo de

la

ma-

dre me

contemplaba con absoluta ~ ¡ i

tud

s i n hacer un gesto

o

esbozand;

en sus ojos

t r an q u i l o s

la menor mo-

l e s t i a .

Está

muerto

eso

lo

s é ~

por

que jamás

me hubiera

abandonado no

t e n í a fuerzas para

abandonarme. Su

f r ía demasiado era en e l fondo

d e m ~

siado simple

tan

elemental en sus

a c t i t u d e s ••• había

cambiado mucho

en lo s últimos tiempos

pero

eso es

  natural

porque

todos lo s

hombres

  ~

b i an . Pero

como

quiera lo s pr obl e

mas siguieron

v i v í a inmerso

en

un

estado de angustia en una a s f i x i a

d i f í c i l de d e s c r i b i r Úna a s f i x i a u n

ahogo de todas la s cosas •••  o sé lo

que

habrá

p s ~ o

con

é l

pero

todo

esto

es

demasiado i n j u s t o ••• - su s so

l lozos

comenzaron

a

crecer

en i nt en

s í dad El momentáneo e q u i l i b r i o de

sus

palabras se

cort6

violentamente

p ~ d ar l uga r a una cris is de l lan-

to y de quejidos apagados. El niño

e l h i j o

de

é l

quien quizás

se

llama

ba José

I n i r i o

como su p ~ r e

seguía

mirándome en s i l e n c i o mientras su

madre se

convulsionaba.

 e

extraña-

 

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 177/185

b

l

verlo t n tr nquilo en   que-

l l

escen lágrim s •••

Sin perder tiempo yo José Inirio padre desaté la

persecución Tarde o temprano estaría en mis manos

ningún método me detuvo Comprendí que el aspecto

profesional de m trabaio había quedado atrás y que

la pasión estaba desbordada No mi hijo no podía ser

no podía ser Era mejor que desapareciera antes qu

seguir aquel camino exactamente lo contrario a lo

qu

yo le había trazado En sus manos cayeron varios de

los nuestros Este hombre no reparaba en medios para

obtener las confesiones Que hable Manuel Mejía a

quien el acusado trituró los testículos a patadas Que

hable Miguel Sánchez a quien se le inyectó trementina

en las piernas y quien ha quedado paralítico pata

siempre Que hable Jesús Pérez cuya madre se ahorcó

de dolor después de ver a su hijo salirsangrante de un

interrogatorto Que hable Carmen Veras asesinada a

palos en un cañaveral Que hablen Ramunxto José

Máximo todos ellos asesinados a mansalva Ustedes

señores del jurado deben saber que estamos delante de

un extraño caso una especie de engendro infernal una

máquina engullidora de vidas No ya no se trata de un

ser humano Se trata de un monstruo simple y llana-

mente un monstruo ¿Dónde están esos dientes que

faltan en m boca señores? ¿Por qué he de mirarlos

de este modo extraño por qué no es normal m vista?

¿Por qué son tan deficientes mis oídos que no pueden

escuchar la respiración ansiosa y conmovida de uste-

des? José Inirto padre la suerte te ha favorecido Tus

hombres han logrado ubicar el

lugar

y ya las ametra-

lladoras cantan en los alrededores de la casade campo

Tres hombres corren hacia el bosque de la izquierda

Tres hombres besan la hierba y la riegan con líquido

 9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 178/185

rojo y ardiente. Este último hombre que  hí corre en

la otra dirección eres tú mismo José  nirio José Inirio

padre. Pero es tu caso. Gritas el alto al fuego. Es tu

c so

tu caso. Corres tras él. Sólo

nadie más sólo

tú.

El sendero se estrecha y sus líneas comienzan a darle

cabida a los arbustos y las hierbas verdes

y

silvestres.

 hí está él. Sí eres tú mismo. Son tus ojos tus labios

tus cabellos tu frente tú mismo José Inirio padre.

Está en el suelo y no sabes por qué recuerdas aquel

muchacho cojo de aquella noche no sabes por qué

aquella escena te recuerda la historia bíblica de Absa

Ión Absalón pero Absalón es el orgullo y te mira

retadoramente. Jadeas el sudor corre por tu frente

no no se trata de tí mismo él es otra cosa es otro ser

diferente que ya está desterrado de tu carne de tus

huesos sangre y esperanzas se trata de aquello simple

y llanamente de aquello que has estado odiando por

toda una vida sin saber por qué es lo contrario a tí a

lo que significas y representas es lo contrario al carajo

al mátalo al uno/dos uno/dos uno/uno/una/dos es lo

contrario al dolorelombelno llore/ ombe es lo contra

rio a la cartita en la que se te dice que has sido ascen

dido y míralo ahora llora llora con las manos

temblorosas sobre el rostro llora cómo es posible

lágrimas y en

no hay lugar para las lágrimas y no

no él no soy yo somos dos cosas distintas no me

cansaré de repetirlo y la frontera-es este fusil que se

dispara una y otra vez sobre esos ojos esa cabeza esos

cabellos

que

tanto se te parecen José Inirio  padre

que

tanto se te parecen . . .

Venía

aquí

con

frecuencia.

-Está

bamos

sentados

cerca

de  

vellonera.

El

lugar estaba

vacío

y

ento?ces

 

é

cardé muchas cosas que

é dijo

s2

193

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 179/185

bre los pasados días del

carnaval.

La última vez que vino se acost6

con

una loca

que le gusta que

le

den

golpes.

Tomaron y

bailaron

mucho

~

tes .

Pero se le v i q ~ e

e s t d ~

sesperado.

Tomaba mucho cuando

se sentia

as í

yo

lo conocía

bien.

Parecía que

un demonio se lo estaba corr iendo por

dentro.

A

veces

me

decía

cosas

ra -

ras que

no

entend a.

Que la vida 10

estaba

ahcgandc que esta vida lo e ~

taba ahogar.do que

le

era i n s o ~ o r t -

ble. Que s6lo en el re t i ro en el

alejarse de las

ger.tes encor.traba

paz

y que

terminaría

buscandc

esa

paz de mWlera defini t iva   pronto.

 o

sé por qué siendo tan joven v i-

vía como

esos

viejos que a veces

f r ~

cuer.tan esios

s i t ios

omo

temiendo

que la vida no

les

tiempo

para

na

da ya. Pobre Inir io

siempre

tan in

conforme

con

todo

tan

di f ic i l

de

tender.

La última vez que estuvo

aqui

me dijo que se iba para no vol

ver

pero no le creí porque siempre

me

decia eso. Que iba a

dejarse

mo-

r i r

Ahora cesa

rara

t iene cerca

de un mes q ~ e no Vlene.

Usted

me d i-

ce

que ha

desaparecido pero yo no

creo

que

lo h y ~

r r ~ t d o

sino

que

debe estar por ahí borracho. Siem

 

9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 180/185

pre

se

emborr ch b u ndo est b ~

sesper do no dude usted que lo h ~ y

hecho de nuevo ••

José Inirio padre usted será ajusticiado por la

muerte de un hombre Este ha sido el fallo del tribu-

n l

Usted José Inirto es un monstruo un ser inhuma-

no brutal que asesinó a su propio hijo Usted José

Inirio no merece estar vivo

por

ser un peligro para la

humanidad Se procederá de inmediato a su ejecución

Tiene derecho a dejar una nota de despedida bajo

promesa de que la misma será entregada a sus familia-

res No no quieres ese derecho José Inirio padre no

quieres ese derecho porque debes conservar la moral

hasta el último

mom nto

aunque sepas que las piernas

te tiemblan y que

por

primera vez no comprendes las

cosas ni puedes ajustarlas a tu pasiva violencia Todo

se ha invertido todo y ahora serás ejecutado precisa-

m nt por

los tigres a quienes abofeteabas a quienes

triturabas los testículos con tus botas a quienes

bateabas en los cañaverales a quienes golpeabas con tu

macana de goma   a los que empujabas contra las pare-

des malolientes en los sitios de reclusión Todo es

diferente ahora pero debes conservar la moral no

responder nada no arrepentirte de nada porque estás

por encima de todos estos delincuentes a los que tus

compañeros destruirán tarde

o

temprano Pero como

quiera que sea el temblor en tus piernas no cesa sientes

mareo se descomponen tus intestinos   algo se muer e

dentro de tí Ahora comprendes qu la vida tiene

trascendencia que es importante conservarla Ahora

José Inirío ahora

y

es una lástima qu sea tan tan

tarde tan tremenda espantosa terríblemente tarde

para tí vida marchita vida rota vida destru ída ahora

 9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 181/185

sabes lo que es el temblor en las piernas en las manos

y en el corazón José

 nirio

padre reo condenado a

muerte . .

E m p u j ~ la puer ta . La t a rde ha

b ía avanzado bas tan te .

 

sobre e l

s i l enc io   ese s i l enc io propio de lo s

campos

a l

a t a r d e c e r ~ se dibuj6 una

i r regu lar idad

l i ge ra

ante

l a man

cha

infame a l

verdor

de

l a

campina

que eran eS9

cant idad

de yaguas po

dr idas aún erec tas .  

¿Estar ía vivo?

Habían

t r anscu r r i -

do

ve in t ic inco d ías

y

era d i f í c i l

que a s í fuera . El coraz6n me l a t í a

con

vio lenc ia . E n t r ~ venciendo mi

temor.

No

había nadie

o

Me q u e d ~ desconcertado en medio

d ~ l a

habi tac i6n.

No había n ie •••

no

podía

se r .

Había

sido i nú t i l

pues l a búsqueda. Y en

medio

de

aquel las cosas g r ~ s e s

 

muertas

l a

duda

l a ambiciosa duda acosaba mi

alma.

¿D6nde

es taba

entonces? ¿ Q u ~

había

pasado con ~ l ¿Era

verdad

pues

l a

p o s l b i l i d ~ d de q ~ e lo h u b i ~

~ e n matado? Pero

¿por q u ~

Me dol ían l e s pies .   s p n t ~ so -

bre l a ~ i e r r Un l igero

temblor

sa -

cudía

~ i s piernas hab ía

caminado

de

 9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 182/185

Frank en el Barrio Honduras ••• Si

pudiera encontrar a Claudia en es-

tos

momentos

cuando

las

parejas

ves-

t idas

  l unisex danzan

con agil idad

y belleza s i yo yo

s ~

que te sien-

tes mal Cándida pero nada de esto

t iene importancia y e l

chulo ese

ha

blando que

bai16

en l f ies t del

Estadio con los combos CHEVERE Y que

B CILO

tanto

q u ~

cansado

me

siento

s i

yo

pudiera levantarme

Dios mío

q u ~ sed tengo q u ~ amargura ~ s t

q u ~ cansado

me

t iene l vida s i yo

pudiera explicarle a el l y a ~ l a

pesar de que es tan

di f í c i l que haya

un

 á l

que

proceda

de

un

yo

en

realidad

ine;cistente

s i yo pudiera

c m i n ~ q u ~ dolor tan grande q u ~

dolor

quá dolor

•••

1971

 9

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 183/185

SUM R O

EL

MAL

RECUERDO 7

LAGRIMAS

EN EL APOSENTO AZt;t   • • 2

SATANAS

SUELE SER PUNTUAL   35

EST

A NOCHE NO

HAY

QUIEN

DUER\ A

57

CONVERSACION CON UN FINAL   E CAFE   7

LAS

PESADILLAS DEL VERANO 82

Al GUIEN ESPERA ES l AS S O ~ R S  

95

LA TEN

ACION

EN EL SENDERO

OSCURO   6

LA SOGA   6

~ S

DOS MUERTES

DE JOSE INIRIO 161

199

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 184/185

Editado

en

Santo Domingo

ep Dominicana

en

el

mes

de

diciembre

de 1972

1 500

ejemplares

7/24/2019 Roberto Macalle Abreu - Las Dos Muertes de Jose Inirio

http://slidepdf.com/reader/full/roberto-macalle-abreu-las-dos-muertes-de-jose-inirio 185/185