Rojo

4
ROJO. Todo ocurrió cuando el diablo abandono sus fuegos por una vendedora de manzanas. En ese tiempo, muy lejos de este día, los mercados callejeros (LOS MERCADOS ERAN COMO LAS FERIAS DEL PARQUE CENTRAL) eran lo más importante. Todas las ciudades tenían mercados llenos de olores, colores, y ruidos donde la gente llegaba para comprar, vender y enterarse de las últimas noticias. Pero entre todos los mercados había uno muy famosos, se llamaba el mercado de las rosas. Este mercado era famoso porque los vendedores de ahí t enían las mejores canciones para vender: - Frutillas tengo y más, tengo frutillas. Para pintar la boca, y dulces tengo frutillas! Y así todos cantaban para vender sus alimentos. Lo hacían tan bien que todos sentían la tentación de gastar hasta la última moneda en cosas que a veces no necesitaba. Pero eso sí, sí de verdadera tentación queremos hablar, fue la que sintió el diablo cuando vio a Rubilda, la vendedora de manzanas. El puesto de la muchacha era uno de los que más vendía en el mercado de las rosas. - ¡Manzanas crujientes, compre vecina! ¡Del manzanar del rey, venga y elija! La hermosa Rubilda cantaba girando hacia un lado y hacia el otro. Y era tan agradable verla con sus grandes rulos pelirrojos que no había hombre, mujer, niño, perro, pájaro que no se parara a mirarla. Ni hombre, ni mujer, ni niño, ni perro, ni pájaro. Ni el mismísimo y temible diablo! Desde una ventana del infierno el diablo miraba a Rubilda, estuvo así durante un año entero. De Mayo a Mayo. Y cada día estaba más y más enamorado. El diablo estaba tan enamorado que ya no cuidaba el fuego del infierno. Todo era un desastre! Pero un día, ¿Saben quién apareció?, la mismísima del diablo! - ESTO NO PUEDE CONTINUAR ASI! Le dijo su madrina. Porque el diablo tenía una madrina. Vieron que las madrinas tienen mucho que ver con los cuentos. El diablo se puso a temblar de miedo. Lo que pasa es que la madrina del diablo estaba muy enojada, es que su madrina tenía muy mal carácter. - EXIJO QUE ME DIGAS YA MISMO QUÉ ESTA PASANDO CONTIGO! Y el grito de esta enojada madrina se escuchó hasta en el último rincón del infierno. El diablo agacho la cabeza sintiendo más miedo. Ahora si no había dudas, la madrina estaba enojadísima. - Ru…- balbuceo el diablo- - Rubil…- respiro profundo para darse ánimo.-: RUBILDA.

Transcript of Rojo

ROJO.Todo ocurri cuando el diablo abandono sus fuegos por una vendedora de manzanas. En ese tiempo, muy lejos de este da, los mercados callejeros (LOS MERCADOS ERAN COMO LAS FERIAS DEL PARQUE CENTRAL) eran lo ms importante. Todas las ciudades tenan mercados llenos de olores, colores, y ruidos donde la gente llegaba para comprar, vender y enterarse de las ltimas noticias. Pero entre todos los mercados haba uno muy famosos, se llamaba el mercado de las rosas. Este mercado era famoso porque los vendedores de ah tenan las mejores canciones para vender: Frutillas tengo y ms, tengo frutillas. Para pintar la boca, y dulces tengo frutillas!Y as todos cantaban para vender sus alimentos. Lo hacan tan bien que todos sentan la tentacin de gastar hasta la ltima moneda en cosas que a veces no necesitaba.Pero eso s, s de verdadera tentacin queremos hablar, fue la que sinti el diablo cuando vio a Rubilda, la vendedora de manzanas. El puesto de la muchacha era uno de los que ms venda en el mercado de las rosas. Manzanas crujientes, compre vecina! Del manzanar del rey, venga y elija!La hermosa Rubilda cantaba girando hacia un lado y hacia el otro. Y era tan agradable verla con sus grandes rulos pelirrojos que no haba hombre, mujer, nio, perro, pjaro que no se parara a mirarla. Ni hombre, ni mujer, ni nio, ni perro, ni pjaro. Ni el mismsimo y temible diablo!Desde una ventana del infierno el diablo miraba a Rubilda, estuvo as durante un ao entero. De Mayo a Mayo. Y cada da estaba ms y ms enamorado. El diablo estaba tan enamorado que ya no cuidaba el fuego del infierno. Todo era un desastre!Pero un da, Saben quin apareci?, la mismsima del diablo! ESTO NO PUEDE CONTINUAR ASI! Le dijo su madrina.Porque el diablo tena una madrina. Vieron que las madrinas tienen mucho que ver con los cuentos. El diablo se puso a temblar de miedo. Lo que pasa es que la madrina del diablo estaba muy enojada, es que su madrina tena muy mal carcter. EXIJO QUE ME DIGAS YA MISMO QU ESTA PASANDO CONTIGO! Y el grito de esta enojada madrina se escuch hasta en el ltimo rincn del infierno.El diablo agacho la cabeza sintiendo ms miedo. Ahora si no haba dudas, la madrina estaba enojadsima. Ru- balbuceo el diablo- Rubil- respiro profundo para darse nimo.-: RUBILDA. Rubilda?- la madrina perdi toda la paciencia y dio un grito que despert a los volcanes dormidos- y puedo saber yo quien es Rubilda?Para responderle el diablo dibujo un corazn con una R y una D. R de Rubilda- explic el diablo. D de mi- murmuro. La madrina no entenda, se puso a pensar y comprendi lo que estaba pasando. El diablo se dio cuenta que ella estaba a punto de decir algo importante, pero muy importante y decido prestarle mucha atencin. Y fue esta gran bruja madrina que le dijo al diablo que haba una manera para que consiguiera el amor de Rubilda. Te enseare el truco de los tres s. Pero debo advertirte que solamente podrs intentarlo tres veces. Es decir- repiti la madrina-, solo puedes probar este truco tres veces. La madrina comenz a explicarle cmo funcionaba este truco. Lo hizo ms que nada porque el diablo no era muy bueno para esto del amor. Pero tambin porque le gustaba recordar una vieja receta. El secreto para casarse con una mujer, por bonita y pelirroja que fuese, era lograr que ella le respondiera tres veces seguidas con una sola palabra: s. Pero no poda decir ni una sola palabra ms o el truco no servira. Entonces el diablo tena que hacerle tres preguntas a Rubilda y ella solo debera contestar s. Solamente s- dijo el diablo. Consigue que ella te conteste bien y sers un esposo muy feliz- dijo la madrina. Si, si y si- contesto contento el diablo.Al amanecer siguiente, cuando el da llega y la noche se va, el diablo estaba listo para ir hacia el mercado de las rosas. Claro que no eligi esa hora por casualidad. Solo al amanecer el diablo puede venir a nuestro mundo. Justo en el momento en que el da llega y la noche se va.Esa madrugada en el mercado de las rosas nadie sospecho que el diablo andaba por ah. Pasa que el diablo se haba convertido en un hombre elegante. Pero as y toda la gente lo esquivaba.Sin embargo, Rubilda se acerc con su mejor sonrisa. El diablo se puso tan nervioso, le temblaban las piernas. Saba que su madrina desde el infierno lo estaba mirando. El diablo tena una gran duda, no saba si saludarla o no. Pasa que si ella contestaba con un buenos Das el truco ya no servira.El diablo preocupado, no tuvo mejor idea que pensar en voz alta: Ser apropiado saludar a esta mujer? Claro que es apropiado seor! Tenga usted el mejor de los das. Contesto Rubilda.El diablo quedo congelado, saben por qu?, si, el primer intento del truco haba fallado. Solo le quedaban dos intentos ms, y eso le preocupaba mucho. Al da siguiente, al amanecer, el diablo volvi al mercado. Esta vez fue directo a ella y decidido le pregunto: Son dulces las manzanas? S contesto ella.El diablo entusiasmado sigui preguntando. y son jugosas?- el diablo le clavaba los ojos para dejarla sin palabras. S. Contesto Rubilda. Me vende usted un kilo?- dijo el diablo.Silencio en la tierra y en el cielo. Se callaron los pjaros y los grillos, los vientos se detuvieron para escuchar la respuesta. Y para sorpresa del pobre diablo, Rubilda contesto Nada ms que un kilo seor?La madrina dio un terrible golpe que en el mundo temblaron las montaas. Y saben por qu?, porque la segunda oportunidad estaba arruinada. Ahora solo quedaba una sola oportunidad. El tercer amanecer, cuando el da llega y la noche se va, fue de domingo, y ah estaba el diablo de nuevo en el mercado de las rosas. El mercado estaba lleno de gente, y Rubilda cantaba mejor que nunca. Manzanitas crujientes! Compre vecina. Del manzanar del rey, venga y elgija!Pero cuando vio a ese hombre acercarse otra vez ella se puso un poco nerviosa. El diablo no quera darle ni un segundo. Su nombre es Rubilda? Pregunto el diablo.Rubilda muy sorprendida le contesto: S.El diablo no quera darle niunsegundo Es usted la duea de este puesto? S.El diablo no quera darle niunsegundo Me permite hacerle una pregunta acerca de un asunto comercial?El diablo no quera darle niunsegundo S.Detente all, pensaba el diablo. No digas ni una palabra ms y ser el esposo ms feliz. Pero Rubilda no escucho esos pensamientos y sigui hablando. Si, claro que se lo permito. Pero le aviso que el puesto no est en venta.La tercera oportunidad estaba perdida. Adis casamiento! La madrina estaba muy enojada. el diablo sin embargo se dio vuelta y comenz a caminar. Rubilda le pregunto: usted ya se va? S- contesto el diablo triste. perdi usted el inters por comprar mi puesto? Si- dijo el diablo tristsimo. Viene usted desde muy lejos?El diablo ya comenzaba a enojarse S- contesto el diablo con vos de mermelada de cerezas.En ese momento Rubilda lanzo una fuerte carcajada. Una inconfundible carcajada de bruja. Que acababa de atrapar a un elegante hombre para que fuera su esposo por toda la eternidad. Ella haba usado el truco de los tres s. Y en el primer intento!.La madrina del diablo abandono su tristeza y sinti un gran asombro. Ni siquiera haba escuchado hablar de una hechicera pelirroja.Al da siguiente, R y D cruzaron juntos el amanecer. Y jams volvimos a tener noticias de ellos, porque las leyendas terminan un paso antes del horizonte.

Y colorn colorado, este cuento rojo, se ha terminado!