Rosalba Bueno – Osawa y Sara Rodríguez osawa_rosalba.pdf · 2013-10-18 · Fepal - XXVI Congreso...

Fepal - XXVI Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis "El legado de Freud a 150 años de su nacimiento" Lima, Perú - Octubre 2006

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La Entrevista psicoanalítica; una herramienta de investigación cualitativa

Rosalba Bueno – Osawa y Sara Rodríguez

«En el psicoanálisis existió, desde el comienzo mismo, un nexo inseparable entre curar e investigar… El conocimiento aportaba el éxito, y no era posible

tratar sin enterarse de algo nuevo, ni se ganaba un esclarecimiento sin vivenciar su benéfico efecto. Nuestro procedimiento analítico es el único en

que se conserva esta conjunción. Aquellos conocimientos que se hayan logrado adquirir en el camino de un análisis, se encontrarán transformados

en poder terapéutico».

S. Freud, ¿Pueden los legos ejercer el análisis?, l926.

Relato de una experiencia

Se presentan los resultados de un proyecto de investigación de campo de tipo cualitativo, llevado a cabo por un grupo de psicoanalistas pertenecientes a la Sociedad Psicoanalítica de México, Parque México y Maestras de asignatura del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. La aproximación se realizó desde una perspectiva en donde convergen los posicionamientos epistemológicos de la perspectiva de género y el psicoanalisis. El objetivo de la investigación fue evaluar el impacto subjetivo que tiene el microfinanciamiento del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (PRONAFIM) en la calidad de vida de 28 mujeres y sus unidades domésticas en cinco estados de la zona centro de la República Mexicana. Las unidades de análisis evaluadas en este estudio, a partir de las percepciones subjetiva, fueron la autoestima, la salud, la educación, la sexualidad, las relaciones de pareja y familiares, la vivienda, la situación laboral, la utilización del tiempo libre y la organización de la unidad doméstica, variables que describen aspectos fundamentales de la calidad de vida en todas las culturas. Es acerca de la experiencia del uso de la entrevista psicoanalítica como una herramienta de tipo cualitativo donde voy a centrar la siguiente exposición.


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El método cualitativo: intersubjetividad y subjetividad La evaluación del impacto de los proyectos o programas destinados al combate a la pobreza son una tarea indispensable para poder conocer si las instituciones publicas y privadas tienen un impacto significativo sobre la calidad de vida de sus beneficiados, con la finalidad de proponer los cambios que sean necesarios para su mejoramiento. En este rubro se ha realizado una cantidad considerable de estudios que hablan de la efectividad desde un planteamiento cuantitativo cuyos datos, si bien son importantes, no reconocen la percepción o vivencia subjetiva del impacto en la calidad de vida. Por ello se planteó una investigación de campo empírica, exploratoria de tipo cualitativo que pudo tener una aproximación inicial y posibilitó la construcción de un marco teórico a partir del reconocimiento de la realidad cultural, social, económica que viven estas mujeres. Fase de preparación e integración del equipo de trabajo La delimitación del objeto de estudio implicó recorrer varios caminos no exentos de tropiezos, estableciendo alianzas y preparándonos, en la medida de nuestras posibilidades, para enfrentar tanto el reto que conlleva una investigación pionera como el intento de integrar adecuadamente enfoques diversos. Por ello iniciamos este camino buscando acuerdos con profesionistas expertas en género y trabajo de campo. En esta fase se llevó a cabo un programa académico de preparación que nos serviría como plataforma de despegue; en él, tuvimos la fortuna de contar con expositores de prestigio internacional. Un planteamiento ambicioso inicial nos llevó a proponer un estudio de campo empírico, exploratorio, de tipo cualitativo, cuyo objetivo era evaluar, a través de la entrevista abierta de corte psicoanalítico y la observación participante, el impacto subjetivo e intersubjetivo que tiene el microfinanciamiento en la calidad de vida. Con este propósito salimos, primeramente, al estado de Hidalgo. Ahí nos encontramos con diversas dificultades que nos obligaron a redefinir el alcance y las estrategias que nos permitieran dar una respuesta más coherente a la pregunta de investigación. Dichos inconvenientes fueron, entre otros, los siguientes: Percepción de las microfinancieras: en primer lugar, la percepción persecutoria que tuvo el personal de la microfinanciera en relación con la investigación misma se manifestó en la sensación de estar siendo “investigado” de manera indirecta, a


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pesar de que se le explicó ampliamente el motivo de nuestra intervención y el hecho de haber sido electo por la misma Secretaría de Economía. La integración de los equipos de trabajo: tomando en cuenta el objetivo de la interdisciplina, resultó otra contrariedad, pues hubo deserciones y cambios en las diferentes perspectivas de análisis debido a factores humanos relacionados con las jerarquías y los diversos enfoques teóricos. Realidad laboral y territorialidad femenina: ciertos aspectos concretos de la realidad laboral e interna de las mujeres entrevistadas no permitieron que se llevaran a cabo las entrevistas inicialmente programadas con los integrantes de la unidad domestica; presentaron actitudes suspicaces que impidieron la conversación con el marido o la familia, esto debido a que la casa se suele vivir como el espacio único de poder propio de la mujer. Todas estas contrariedades nos llevaron a redefinir las estrategias de investigación para conservar nuestro objeto de estudio. La observación participante en la que iban a tomar parte especialistas en antropología social, por ejemplo, se cambió por una entrevista de tipo psico-social que permitiera una mirada constructivista basada en el reconocimiento de las diferencias de género y su influencia en la percepción subjetiva de la calidad de vida de las mujeres entrevistadas y de sus familias. Lo único que no se modifico fue la intervención desde el ámbito psicoanalítico con la entrevista a profundidad. Al respecto, es importante mencionar la amplia disposición que mostró la mayoría de las mujeres entrevistadas. Ellas estaban muy dispuestas a hablar con “la psicóloga”, tal vez porque es muy poco frecuente que su voz sea escuchada en un ambiente de privacidad y anonimato. Ya más conscientes de la realidad a que nos enfrentábamos, y con la preparación previa, fue posible afinar más detalladamente nuestra participación, de tal suerte que se establecieron los ejes temáticos rectores de la investigación. Definición de las variables a evaluar (ejes temáticos) Evaluación de impacto: En palabras de Hulmen (Especialista en Capital Humano), “la evaluación del impacto considera la diferencia existente en los valores de variables clave entre los resultados sobre agentes”. Para efectos de este estudio, los términos de esta definición quedarían formulados de la siguiente forma:


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Evalúa la diferencia, se trata de conocer si hay una disparidad –positiva o negativa– La Variables clave, es la percepción de la calidad de vida; Entre los resultados, es la inclusión en el programa de microcrédito Sobre las agentes, las mujeres y sus unidades domésticas. Percepción subjetiva: Perteneciente o relativo a nuestro modo de pensar o de sentir, y no al objeto en sí mismo. El mundo de las subjetividades es la forma en como las personas perciben y sienten los hechos de acuerdo con su trayectoria de vida. Percepción intersubjetiva: Parte del método psicoanalítico que se refiere a la evaluación del mundo interno (lo inconsciente), es decir, lo que traspasa la dimensión de lo consciente en búsqueda de las causas profundas del ser humano. Calidad de vida: Constructo integrado por un sentimiento de satisfacción en las diferentes áreas de la vida, como el bienestar material, las relaciones familiares, la salud, la educación de los hijos, la personalidad, las relaciones de pareja, los amigos cercanos, la socialización, las actividades cívicas y sociales, el desarrollo y el conocimiento personal, las actividades políticas, el trabajo, las actividades de recreación activa y pasiva, la expresión personal y la creatividad, entre otros (Flanagan, 1978; cit. en Palomar, 2003). Área de sexualidad: La sexualidad es el conjunto de manifestaciones y expresiones de tipo biológico, psicológico y sociocultural que diferencia a cada individuo como varón y como mujer en su grupo social. (Educación de la sexualidad Humana Sociedad y sexualidad, tomo 4, Ed. CONAPO, p. 65). Se define también a la sexualidad como el derecho al placer sexual libre de prejuicios y el respeto a la diversidad (Acuerdo firmado por México en Beijín, 1995). Área de educación: Conjunto de experiencias de aprendizaje formales e informales que permiten a las personas adaptarse y mejorar su interacción con el medio ambiente (Aguirre, 1992). Área de autoestima: Sentimiento de bienestar consigo mismo que está determinado por el balance entre la valoración del sí mismo (self), la cual implica la creencia de que se es lo suficientemente capaz en términos intelectuales y de que se poseen las características físicas valoradas por uno mismo y por los demás; la sensación de que se han alcanzado las metas que se ha planteado la persona como fines valorados; y la creencia de que se han seguido las normas y valores bajo los que se juzga que debe enmarcarse la propia conducta (Bleichmar 1997).


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Área de tiempo libre: Conjunto de actividades con propósitos de esparcimiento, recreación y diversión. Área de salud: Percepción objetiva y subjetiva del bienestar físico y emocional del sujeto. Área de relaciones familiares: Contactos emocionales, sociales y físicos que permean la vida de la unidad doméstica, la equidad o inequidad de las relaciones afectivas y los roles de género (Burin, 1996). A partir de esta experiencia, se definieron también los contenidos generales de la guía de la entrevista a profundidad. Se tomó en cuenta un orden determinado de categorías de análisis basado en la sensibilidad de nuestras informantes, iniciándose con las áreas de baja carga emocional para llegar a las categorías de lo más personal. Es importante aclarar que las preguntas constituyeron sólo una guía para las investigadoras. Se respetó, en este sentido, el lenguaje propio de la informante y se le habló de la forma más accesible y clara posible. Esta guía también sirvió de base para la entrevista psico-social, pero en ésta se prestó especial atención a observar las condiciones de la vivienda, a indagar sobre la organización de la unidad doméstica, sobre las costumbres y, de ser posible, se buscó entrevistar –en una especie de charla informal– a los demás integrantes de la familia. Ambas entrevistas consentían las condiciones ya señaladas de no ser directivas ni estructuradas ni estandarizadas, y la de mostrarse abiertas a la adecuación, respetando por completo los límites de diálogo que cada una de las entrevistadas decidiera. En el caso de la entrevista a cargo de las psicoanalistas, parte esencial fue una actitud empática y el establecimiento del rapport, así como la inquietud de indagar sobre el estado mental de la persona entrevistada para poder incluir este dato en la interpretación psicodinámica, lo que posibilita la realización de inferencias en torno a la intersubjetividad. Fase de trabajo de campo Los trabajos de campo se iniciaron con una entrevista a la que asistieron las entrevistadoras psico-sociales y psicoanalíticas con personal de la microfinanciera. Se explicaba a las mujeres el objetivo de la investigación y se pedía su


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colaboración para poder establecer un contacto participativo. Aunque todas las microfinancieras mostraron mucho interés, el temor ya indicado a que, indirectamente, se estuviera evaluando su organización, fue la principal causa para que cambiara el rumbo en la elección de las mujeres solicitadas para participar en nuestra propuesta original. Insistieron en ser ellos quienes nos refirieran a las mujeres sujetos de investigación, así que lo que determinó el poder obtener datos fidedignos en cuanto a la opinión real de estas mujeres en relación con el microcrédito y las microfinancieras dependió del rapport que pudo hacer el equipo de investigadoras en las entrevistas. En alguna de las entrevistadas se percibió, incluso, la necesidad de quedar bien con la microfinanciera. Ejemplo de esto fue lo que sucedió en Querétaro, estado que fue visitado en diez ocasiones con la promesa de que “ahora si” estarían las mujeres disponibles… No se insistió más y por ello únicamente se pudo entrevistar a cuatro mujeres. Otro fue el caso de la primera microempresa contactada en Puebla, quien aceptó “gustosamente” pero nos dio cita hasta el periodo festivo de diciembre, tiempo en el que cerraban su oficina, lo que hizo necesario buscar otra microfinanciera. Debido a todas estas actitudes de desconfianza se tomó la decisión de que la entrevista psicoanalítica se efectuara en el lugar que las mujeres decidieran. Fue así como muchas de las entrevistas se realizaron en su sitio de trabajo, en un coche, bajo un árbol, etc. La idea de que la entrevista psicoanalítica fuera la inicial tenía la intención de que, una vez establecida la confianza y disminuida cualquier angustia en relación con la misma, se nos permitiera la entrevista psico-social en una visita a la unidad domestica. La empatía lograda en este primer contacto disminuía, efectivamente, los montos de angustia. Se logró, en la mayoría de los casos, que las mujeres pudiesen hablar de sus sufrimientos, reflexiones, historia y propuestas de solución: pudieron convertirse en protagonistas y operadoras de su propio discurso. Esto nos permitió visualizar mejor la inclusión de estas mujeres en aquellos pactos sociales que pretenden coadyuvar en la mitigación de la pobreza. La alianza lograda en estas primeras entrevistas tuvo como consecuencia que, en muchos de los casos, la psicoanalista entrevistadora tuviese que regresar y presentar a la psicóloga social para que ésta pudiese llevar a cabo sus propias entrevistas. Finalmente se logró llevar a cabo 28 entrevistas. El análisis cualitativo de los datos


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Este parte del trabajo busca conocer la evaluación de la percepción tanto subjetiva como intersubjetiva sobre la calidad de vida. Para reconocer la segunda percepción se eligió como la principal técnica de recopilación de datos a la entrevista abierta con orientación psicoanalítica. La entrevista psicoanalítica como herramienta Una entrevista abierta nos daría la posibilidad de acceder a contenidos inconscientes. El discurso libre, se sabe, no es tan libre como parece. A nivel inconsciente existe una relación entre los temas que van saliendo a la luz cuando se asocia libremente. Por este método, en la clínica, podemos acercarnos a los derivados del inconsciente y traducirlos o conectarlos con el discurso que proviene del “yo” consciente de la persona. El inconsciente funciona con otro tipo de realidad que la parte consciente de nuestro psiquismo. El psicoanálisis habla, en este sentido, de pensamiento primario, el cual se sujeta a reglas de otra naturaleza. Su decodificación requiere de un entrenamiento exhaustivo y de un encuadre y una técnica específicos. El lenguaje trasciende lo verbal e implica todos los mensajes corporales, las actitudes, el discurso, el afecto y su correspondencia con el contenido del pensamiento, lo dicho y lo ausente en el relato, etc. Una parte crucial de lo que constituye nuestra herramienta, que se gesta precisamente en la intersubjetividad, la empatía y la capacidad de aprehender el inconsciente del otro, son los afectos y fantasías que nos despierta el discurso y la totalidad de la persona que estamos entrevistando. Freud hablaba del analista como un espejo para reflejar al paciente y sus dinámicas más señaladas con el fin de devolverle aquello que él no puede ver. Pero el paciente también tiene sus propias fantasías al respecto de la otra persona, la analista, la entrevistadora, juego de espejos en el que se reeditan imagos internalizadas propias de la infancia. A estos fenómenos se les llama transferencia y contratransferencia. La contratransferencia estaría representada por el universo de sensaciones y fantasías que se despiertan en la analista o entrevistadora como resultado de aspectos que la entrevistada deposita inconscientemente en ella; constituyen, por cierto, una herramienta de trabajo diagnóstica importantísima.


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Para poder llevar a cabo una entrevista psicoanalítica, o de cualquier otro tipo, antes que nada se tiene que crear una atmósfera empática por parte de ambos participantes. La posibilidad de entrar a las casas de estas mujeres nos posibilitó utilizar, en otro contexto, nuestra herramienta particular, la entrevista psicoanalítica, que conlleva aspectos dinámicos propios y es poseedora de un lenguaje particular y una forma propia de interpretar los datos, donde el juego de la transferencia y la contratransferencia, como se ha señalado, es lo que en esencia la distingue de otras formas de abordaje. Una buena entrevista psicoanalítica favorece la posibilidad de evaluar la estructura y el funcionamiento psíquicos, además de la aprehensión de los contenidos latentes o inconscientes; permite aproximarse a aspectos como el origen y desarrollo de los fenómenos psíquicos (punto de vista genético), las relaciones dinámicas entre los impulsos, el yo que evalúa la realidad externa y el superyó o juez interno que interviene en el devenir de los procesos mentales (punto de vista dinámico). Valoramos, igualmente, el estado y funcionamiento adecuado de las tres instancias psíquicas: el ello, el yo y el superyó (punto de vista estructural). Por último, apreciamos también la relación de la persona con el medio ambiente (punto de vista adaptativo). Mediante la entrevista psico-social fue posible conocer un poco mejor la percepción objetiva sobre los cambios reportados por estas mujeres. De cada uno de los dos tipos de entrevista se realizó un reporte que fue sometido a la validación inter-jueces. Para ello, se contó con la colaboración de especialistas expertos en psicoanálisis y estudios sociales reconocidos internacionalmente. Fase de integración y de análisis En la vida, la palabra medición tiene un significado claro y conciso. Para medir en situaciones prácticas, generalmente, disponemos de instrumentos que nos dan resultados fijos y precisos en forma de puntajes. Tal es el caso de todos los instrumentos con los que medimos longitud, peso, espacio, tiempo, etc., donde los resultados se ofrecen en centímetros, gramos, decilitros o segundos. Medidas de esta clase, que se obtienen con instrumentos físicos, casi nunca presentan problemas prácticos en el momento de medir, ni al interpretar los resultados. La situación cambia radicalmente cuando se pretende hacer una evaluación del impacto subjetivo. Para poder realizarla en el presente estudio, fue necesario construir una escala de tipo nominal, la cual se basó en el primer postulado aritmético de medición: “A” igual o diferente de “B”; a partir de él, es posible


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comparar y contar los miembros de los conjuntos nombrados. Sólo entonces cabe decir que los procedimientos nominales son mediciones. En una escala nominal, se asigna un número o nombre a cada cosa que se está midiendo. Estos números o nombres, por lo general, representan categorías que se excluyen mutuamente y no pueden organizarse en forma ordenada. La operación fundamental consiste en determinar si hay dos personas que sean miembros de la misma categoría o clase, es decir, si poseen características comunes. Las cifras se utilizan sólo con fines de identificación para denotar la pertinencia a cierta clase y no implican magnitud. Con base en lo anterior, se construyó la siguiente escala nominal, que nos permitió asignar un valor a la percepción subjetiva sobre el impacto del microcrédito en la calidad de vida de las mujeres participantes .

ESCALA NOMINAL CRITERIOS

Impacto positivo muy significativo

Cuando el microcrédito influye determinantemente en la modificación de factores o conductas. Ejemplos:

Antes comía una vez al día, después dos veces al día y ocasionalmente con postre. Antes vivía en una casa de cartón, ahora está construyendo.

Cuando existe una disminución de angustia y se promueven mecanismos adaptativos y estructurantes.

Impacto positivo poco significativo

Cuando el microcrédito funciona más como un detonador o motivador de potencialidades (físicas y emocionales: fortaleza yoica, carácter, personalidad, etc.) ya existentes, además de otros factores externos, como apoyos emocionales. Por ejemplo: el apoyo solidario de familiares o amigas, que funcionan como soporte psicológico (yo auxiliar).

Ejemplos:

Cuando hay una relación de pareja buena antes del microcrédito y éste viene a mejorarla debido a que se pueden reorganizar compartiendo la responsabilidad.

Cuando antes no le interesó estudiar y ahora su prioridad es que estudien los hijos, o sea cuando el cambio se refiere a los hijos pero no directamente a la entrevistada.

Cuando se mejora la alimentación pero la salud se ve deteriorada.

Cuando el cambio es principalmente por la muerte o separación de la pareja.

Cuando existe una situación de enfermad o limitación mental: “neurosis o hasta psicosis” con funcionamiento adaptativo gracias al microcrédito.

Cuando sólo una parte del microcrédito es destinada a un programa productivo.


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Cuando el dinero lo aporta a algún familiar y eso la hace sentir mejor.

Cuando se recibe dinero del extranjero que junto con el microcrédito es aprovechado para mejorar.

Impacto negativo muy significativo

Cuando el microcrédito influye determinantemente en el deterioro de factores o conductas, provocando pérdidas o daños importantes en lo personal o lo familiar.

Ejemplos:

Antes tenía buena salud; ahora, por la carga de trabajo, estoy enferma del corazón. Antes contaba con mi pareja o familia, ahora estoy sola.

No reporta datos sobre su salud, pero se infiere por el desgaste físico un deterioro importante atribuido al cansancio por las nuevas actividades producto del microcrédito.

Antes no influía en su familia o compañero; ahora, con el poder que le da el microcrédito, controla la dinámica familiar, promoviendo retrocesos o regresiones en el desarrollo psicológico de las demás personas de la unidad doméstica (ejercicio del poder en forma negativa, o sea, al servicio del control y no del crecimiento).

Impacto negativo poco significativo

Cuando a consecuencia del microcrédito se llegan a disminuir o afectar las capacidades o factores emocionales: Ejemplos:

Antes tenía tiempo libre para mí y la familia, ahora ya no tengo tiempo más que para trabajar, para sacar el crédito adelante y mi compañero o familia están enojados conmigo.

Antes estaba bien de salud, ahora me duelen la espalda y las piernas. Antes tenía tiempo para mí, ahora disfruto con mi familia.

Antes estaba sometida a mi esposo, ahora estamos distanciados por el trabajo de los dos; él me dice: tú ganas más que yo.

Sin impacto Cuando no se reporta ninguna apreciación sobre algún cambio.

Si reporta sentirse mejor, pero persisten sentimientos de culpa previos al microcrédito; por ejemplo: me siento más segura, pero culpable porque no pude cuidar a mis hijos cuando niños.

Cuando hay una relación mala de pareja y continua la situación después del microcrédito.

Cuando el microcrédito no es destinado para un proyecto productivo y, por ejemplo, se utiliza para ampliar o construir la casa, comprar productos electrodomésticos, etc.

Cuando la patología previa impide la utilización adecuada del microcrédito.

Sin datos o con información contradictoria

Si con la información que se cuenta no se puede determinar si hubo impacto debido a que no se posee la información o ésta es contradictoria.

Ya con los reportes validados, se hizo un trabajo de análisis y síntesis donde tanto las psicoanalistas como las psicólogas sociales realizaron la integración del reporte


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de evaluación del impacto subjetivo por área, documento que también fue sometido al proceso de triangulación (validación inter-jueces) con especialistas en género y pobreza. Al respecto, es importante mencionar que las reuniones de validación fueron videograbadas con la intención de contar con una fuente más de consulta. Para un mejor aprovechamiento de la información obtenida se diseñó una base de datos en la cual se puede encontrar, desagregrada, toda la información. Esto se realizó también con la finalidad de poder echar mano a una herramienta de consulta que posibilitara la elaboración de un análisis estadístico, de carácter descriptivo, de toda la información. Confiabilidad de la investigación La validación inter-jueces o proceso de triangulación es un mecanismo de control que garantiza la objetividad en las interpretaciones. Al respecto, es de advertirse que la triangulación tiene dos funciones. La primera proviene del enriquecimiento (validez interna) que una investigación recibe cuando a la obtención inicial de datos (y a su posterior interpretación) se aplican diferentes técnicas, se adopta una distinta perspectiva o se le añaden datos diversos. La segunda función procede del aumento de la confiabilidad (validez externa) que dicha interpretación experimenta cuando las afirmaciones del investigador son corroboradas por otros colegas o por la contrastación empírica con otra serie similar de datos. Las investigaciones trianguladas son consideradas como pluralistas por la diversidad de enfoques y de perspectivas que se instrumentan a ellas. Sobra decir que, por ello, los resultados de esta investigación son representativos y validos. Evaluación de impacto subjetivo por área La percepción actual es que, en la mayoría de los casos, se ha reportado un sentir subjetivo de incremento en la calidad de vida. Esto se hace perceptible en el discurso de las mujeres, en el afecto que expresan al narrar sus experiencias, en pequeñas frases abiertas como la de “¡Me siento hasta arriba!”, que expresaba una mujer cuando hablaba de la reacción de su esposo ante sus logros; o de manera oculta cuando dicen “Me ha ayudado poquito…”, pero en el resto de su discurso se percibe un cambio significativo en algunos de los aspectos estudiados. Relación de pareja


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Es común considerar que el dinero proporciona estabilidad y seguridad en nuestra vida cotidiana. Por lo general, quien tiene el dinero suele sustentar el poder en la relación de pareja y, con ello, es el que toma las decisiones importantes. En el caso de las entrevistadas, aun cuando el microcrédito pudiese haber afectado la relación de pareja, el 57% de las mujeres aprovechó el préstamo. Y la relación de pareja resistió este cambio en el equilibrio del manejo del dinero y sus implicaciones. El que en un 50% de las mujeres no aparezca un impacto, mientras que la suma de positivo, poco y muy significativo sea del 39.28%, nos indica que, en casi todos los casos, la relación de pareja no se vio afectada por el microcrédito, como tampoco se vieron afectados significativamente en sus hábitos y costumbres. Si acaso, resalta el 18% de casos mínimos donde la relación se transformó de manera significativa a este respecto.

RELACION DE PAREJA

Positivo muy significativo 18%

Sin datos 7%

Sin impacto 50%

Positivo poco significativo21%

Negativo poco significativo4%

Negativo muy significativo0%


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Educación La condicionante cultural que ubica a la mujer en el papel de “ser para los otros” implica el negarse a sí mismas posibilidades en este ámbito. La educación está destinada a los hijos e hijas. Una vez integrada una familia, para la mayoría de las mujeres es particularmente imposible continuar con una educación formal. Este proyecto de vida queda trunco por lo menos en un 78% de las mujeres de este estudio. Así, tenemos que el 29% de las mujeres beneficiadas reportó en el rubro de la educación un avance positivo en torno a sus hijas e hijos, el 49% no manifiesta ningún impacto, y tan sólo el 18% lo visibiliza y considera como importante el que el programa las provea siempre con procesos de capacitación y seguimiento como una manera de profesionalizar su actividad productiva. Esto sí constituye una educación formal para las personas beneficiadas del microcrédito.

EDUCACION

Sin datos4%

Positivo muy significativo

18%

Sin impacto49%

Positivo poco significativo

29%Negativo muy significativo

0%

Negativo pocosignificativo

0%


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Salud En los últimos años, los esfuerzos por analizar la calidad de vida de las personas ya no sólo se relacionan con la morbilidad-mortalidad. Gracias a la amplitud de la investigación médica es que se está avanzando en los esquemas de salud, desde el enfoque de la prevención. Las exiguas campañas de salud no se hacen visibles en las entrevistadas, quienes no expresan una conciencia de lo importante que es llevar una vida sana. Esto se refleja en el hecho de que la salud se visualice generalmente en términos de la familia. Únicamente el 21% tiene motivos muy evidentes y claros de que su propia salud mejoró. El 29% reporta un impacto positivo poco significativo. Es trascendental resaltar que, en su mayoría, estas mujeres acuden a los servicios médicos por la familia o cuando ellas mismas ya presentan signos y síntomas de enfermedades avanzadas.

SALUD

Sin datos7%


21%


29%

Negativo poco significativo

7%

Negativo muy significativo

4%

Sin impacto32%


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Tiempo libre Es por lo menos polémico el efecto de distinguir, dentro de las necesidades prácticas y cotidianas de las mujeres, aquellas que son estratégicas y que brindan, con una base más sólida, cambios sostenidos en su calidad de vida. Algunas beneficiarias se vieron desfavorecidas en este aspecto al aumentar sus cargas de trabajo con el programa. La inercia suele atribuirles la totalidad de las obligaciones domésticas, lo que les impide contar con un tiempo libre propio. No obstante, otras se refirieron al grupo solidario como un espacio propio, independiente del beneficio económico, o como aquél donde comparten con otras mujeres su vida en común. Para ellas representa una oportunidad de socialización donde se sienten no sólo productivas sino también se miran como “amigas”. Los datos revelan lo difícil que puede ser el evaluar si el tiempo libre se vio favorecido o no, y en qué medida. La suma del sin impacto y el negativo poco significativo es del 46%, exactamente el mismo promedio del positivo, poco y muy significativo. El tiempo libre que se invierte en la familia es el más significativo (46% reporta un impacto positivo poco y muy significativo) pero el dedicado a ellas mismas, un espacio propio, representa apenas el 14%. Algo que fue observable y determinante para analizar en qué se puede ocupar el tiempo libre son los usos y costumbres de la propia comunidad, factor que determina de manera convencional cuál es el papel de las mujeres y hasta dónde se les permite ser innovadoras en su curso y proyecto de vida.

TIEMPO LIBRE


32%Negativo poco

significativo14%

Sin impacto32%


14%


0%

Sin datos4%

Datos contradictorios4%


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Autoestima La medida en que estos programas potencian las oportunidades de las personas beneficiadas indica la confiabilidad de su éxito. El 68% de las mujeres reconoce un impacto positivo (poco y muy significativo) en su autoestima. Esto indica un factor muy importante ya que son mujeres que, al estar emprendiendo un proyecto personal, tienen el beneficio secundario de un aumento en la autoconsideración, lo que potencia cambios importantes en muchos niveles, desde el área familiar hasta la social. No obstante, existe un porcentaje que no reporta impacto alguno (21%). Ello implica un reto para las microfinancieras, quienes tendrían que tomar medidas para fortalecer a estas mujeres por la importancia que ello reviste. El seguimiento y apoyo personalizado podría ser un factor coadyuvante para potenciar el aumento del impacto positivo en este rubro.

AUTOESTIMA

Sin impacto 21%


4%

Negativo muysignificativo

0%


11%


57%

Sin datos 7%


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Relaciones familiares y sociales Aunque esté representado en un 68%, el resultado como positivo, muy y poco significativo, la evidencia del análisis, desde la perspectiva de género, refleja que siguen predominando los roles tradicionales en la relación familiar. El microcrédito fue garante de los beneficios estructurales, alimenticios, educativos, de salud, e incluso ha ayudado a mantener la imagen de un padre valorado y principal proveedor del hogar. La ayuda que se logra a través del microcrédito suele mejorar la situación económica, en ocasiones muy limitada, bajando angustias importantes en la relación de pareja y en la familiar. Se reestructura un equilibrio más positivo cuya influencia irradia en diferentes ámbitos. En algunos casos vino a resarcir una figura paterna deteriorada y angustiada ante el peso de proveer más allá de las posibilidades individuales. La inclusión de la mujer en el ámbito económico resultó una tabla de salvación en situaciones desesperadas. Muchos hombres, por ejemplo, dejaron la bebida, al sentir menos presión. Por ello pensamos que el microfinanciamiento representa una figura paterna/materna protectora y benéfica que apoya de manera directa al conjunto de la familia. Existieron casos de gran relevancia donde la participación social de las mujeres beneficiadas resultó de impacto en el trabajo como equipo, pero ya existían antecedentes de su liderazgo, por lo que el hecho no resulta del todo significativo, ya que no fue derivado del microcrédito.

RELACION FAMILIAR


4%

Negativo muy significativo 0%

Sin impacto 21%

Sin datos 7%

Positivo muy significativo 11%

Positivo poco significativo 57%


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Situación laboral El 39% de las beneficiarias no mostró un impacto visible, pero este dato por sí solo no indica que el programa de microfinanciamiento no esté reportando beneficios en este rubro. Por lo contrario, un 47% de las mujeres evidenció un avance muy significativo, lo que es de tomarse en cuenta si recordamos que muchas tienen historias y condicionamientos bio-psico sociales que pudieran simplemente imposibilitar alguna oportunidad. Estos programas, al ser propuestos desde la visión de la acción positiva para las mujeres, pueden ser alentadores en la medida en que existan otras investigaciones que muestren si la activación laboral y productiva realmente es sustentable y sostenible. La meta sería convertir el 14% de negativo en positivo, una vez detectados los obstáculos de las beneficiadas para posicionar su actividad laboral de manera ampliada. Esto es, que tuvieran un reconocimiento comunitario, un reconocimiento en el ejercicio consciente de su liderazgo y en el trabajo en equipo. .

SITUACION LABORAL

Positivo muy Significativo 47%

Sin impacto 39%

Negativo poco significativo 14%


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Vivienda Habría que interpretar el dato exitoso del cambio generado en la vivienda de manera reservada, ya que no se sabe si las mejoras reportadas en este rubro están relacionadas con las ganancias de una inversión productiva o si el préstamo fue directamente utilizado en la vivienda. Ignoramos datos importantes como a nombre de quién está la vivienda. Por lo general, las mujeres continúan participando en los beneficios y el crecimiento económico del patrimonio familiar, pero terminan siendo desposeídas del mismo. Éste es uno de los aspectos en los que no se profundizó y de los que habría que estudiar más a fondo. Existen varios casos en los que algún espacio de la vivienda se emplea como unidad productiva, pero habría que corroborar si persisten a largo plazo los beneficios estructurales que se invirtieron en ella.

Pensamos que el microcrédito no se debería destinar, en forma directa, para el mejoramiento de la vivienda, sino que, a través de una inversión estratégica que promoviera el crecimiento del patrimonio, fuesen los frutos de este tipo de crecimiento los que permitieran inversiones prácticas como la mejora señalada.

VIVIENDA

Sin datos 29%

Positivo muysignificativo

28%

Datos contradictorios4%


35%


0%

Sin impacto4%


0%


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Organización de la unidad doméstica A pesar de que es alto el porcentaje (43%) en el que se carece de información, es conveniente resaltar el 32% correspondiente a la suma de positivo, muy y poco significativo. La unidad doméstica es el espacio donde se viven todas las conflictivas conscientes e inconscientes y todas las presiones sociales en relación con los estereotipos de género. Es por ello que las modificaciones son aún más difíciles de lograr. Por esta razón, este 32% adquiere mayor relevancia. La transformación en la organización familiar implica desarrollar una cierta flexibilidad con respecto a los roles tradicionales. En algunos casos se pudo saber de hombres a los que no les molestaba ejercer conductas de maternaje y mujeres que están dispuestas a compartir la responsabilidad del hogar y la crianza de los hijos e hijas, así como hijos colaboradores y participativos.

ORGANIZACION DE LA UNIDAD DOMESTICA


18%

Negativo pocosignificativo

4%

Positivo pocosignificativo

14%

Sin impacto 21%

Sin datos 43%


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Evaluación intersubjetiva o representación interna de la microfinanciera La institución del microcrédito varía en cada estado, al igual que el personal que lo maneja, lo cual resulta determinante. Hemos percibido que la función de la microfinanciera puede trascender, y en algunos casos trasciende, su objetivo concreto y aparente: puede fungir como una figura de autoridad benévola. De igual manera, en algunos casos, que son los menos, la institución ha sido percibida como una autoridad persecutoria e injusta. Otro factor que pudimos observar es el relacionado con el “techo de cristal” y el temor al abandono de la pareja ante los éxitos personales. Como ejemplo, citamos a la mujer que, pese a mostrarse muy participativa y accesible en un primer encuentro, luego de haber hablado con entusiasmo acerca de sus logros e inquietudes a raíz de su participación en el programa, queriendo hacer evidente un aparente empoderamiento, se negó a continuar con la segunda entrevista. La entrevistadora dedujo, a raíz de su discurso, que probablemente la conversación reactivó en ella fantasías y culpas por estar “compitiendo con su esposo”, a la vez que abandonando el papel tradicional de la mujer en la sociedad. Y más que una fantasía, la conjetura tiene visos reales muy importantes en una cultura en la cual la masculinidad está destinada a ser el proveedor y, con ello, manejar o ejercer el poder de la relación en muchos aspectos. Es verdad que muchos hombres se sienten amenazados ante una mujer fuerte. Si hemos constatado que en muchos sentidos el microcrédito ha funcionado para las mujeres es debido a que éste les permite mantener también la fantasía inconsciente de seguir siendo ese pecho nutricio y grande gracias al cual sale adelante toda la familia. Las mujeres tienen la consigna cultural de ser madres robustecedoras ya que, de no ser así, se cuestiona incluso su condición de mujeres. La comparación entre diferentes culturas liga a la mujer a la maternidad primaria como consecuencia de sus funciones en el embarazo y lactancia y no debido a ninguna capacidad instintiva. Las actividades y formas de vida de las mujeres se definen histórica y equivocadamente como fruto de su cualidad biológica reproductiva, a pesar de que no se pueden negar las atribuciones sociales y culturales involucradas. La mujer nace socialmente junto con su hijo en el parto; nuestra cultura no distingue entre ser progenitora y ser madre que cubre funciones


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sociales y culturales, sin contemplar las discrepancias que puede haber en quienes encarnan estos dos perfiles. El trato social que reciben las mujeres, las oportunidades laborales y toda su acción social e influencia, derivan de este orden familiar que les indica ser primero esposas y madres: de estas actividades habrán de obtener su estatus social (Chodorow, 1984). La maternidad se define como el conjunto de hechos de la reproducción social y cultural por medio del cual las mujeres crean y cuidan, generan y revitalizan, de manera personal, directa y permanente, durante toda la vida, a los otros, en su sobrevivencia cotidiana y en la muerte. Así es como se plasma la dependencia de las mujeres, en el establecimiento de relaciones asimétricas donde sólo se existe en relación con el otro desde el sometimiento y la desvalorización, manteniendo el funcionamiento de los diferentes sistemas, los cuales, a su vez, reproducen a las mujeres como madres. También surge de aquí el poder de la mujer: manipula, dirige, gobierna, chantajea, usa su cuerpo y somete a los hijos y al esposo y es dueña de cuanto concierne a sus hijos. Bartra afirma que el mito sobre la mujer le atribuye características de ternura y protección: dulce virgen maternal. La implicación cotidiana que tiene para las mujeres la adjudicación de las características anteriores radica en que contribuye a que, fuera de la familia, las mujeres cuenten con roles relacionales como una extensión del ama de casa, esposa y madre; incluso sus intereses laborales aparecen ligados a lazos personales y afectivos y a las preocupaciones que les correspondan. De este modo, hay una especie de perpetuación de las relaciones particularizadas, difusas y no contractuales de las mujeres con el medio que las rodea. Bajo estos preceptos se corre el riesgo de que social y laboralmente, la mujer no sea considerada como importante y, por el contrario, configure una personalidad devaluada, dependiente y dominada. (Chodorow, 1984) En resumen, las mujeres son madres aunque no tengan hijos; viven según las normas de la ideología imperante que las confina a la reproducción y servidumbre voluntaria como carisma de todas sus relaciones interpersonales, según sus funciones en cada una y los juegos de poder. Se maternaliza su vida de todas las maneras posibles: desde lo social, pasando por lo afectivo y llegando hasta lo simbólico e imaginario; no se satisface la maternalización ni siquiera al tener hijos, pues se ha internalizado la carencia y se busca la plenitud en los otros. La dificultad de que la mujer reconozca este carisma en sus relaciones reside en que la maternidad sólo es reconocida socialmente bajo las condiciones institucionales establecidas. El origen de esta actitud puede hallarse en que,


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culturalmente, se forma a la mujer desde siempre hacia la reproducción (ejerciéndose desde el maternazgo en la reproducción de identidades, sujetos, relaciones, instituciones, lengua, ideología, normas, afectos, poder, pensamiento simbólico, etc.) El maternazgo es un hecho que hace notoria la concepción cultural de la realización de la mujer ligada a la inferioridad, dependencia y opresión relacionadas con el hecho maternal, el cual ha de cumplirse realmente o mediante sujetos e instituciones sustitutas afines. De este modo, el trabajo y cualquier actividad vital de la mujer se centran en la reproducción (de cualquier tipo) y en la humanización. En el transcurso de la presente investigación hemos observado también una carencia en la estructura psíquica como factor coadyuvante en la imposibilidad de manejar adecuadamente un crédito. Ocurre, decíamos, como cuando no se tiene un “yo auxiliar” que permita un adecuado funcionamiento mental. No sabemos si es primero el huevo o la gallina, pero en el caso de algunas mujeres en pobreza extrema se carece de una estructura que les permita invertir y trabajar el dinero para hacerlo crecer y rendir. Esto se puede deber también a que sus necesidades rebasan esta capacidad y terminan por gastarse el dinero en cubrir tales necesidades y después no pueden pagar, lo que en vez de ayudar las mete en problemas. Algunas pierden lo poco que tienen por embargos, o bien pueden terminar en la cárcel En algunos casos, las mujeres que acceden y continúan en el programa de Pronafim ya tienen una estructura mental más o menos fuerte o consolidada previamente y en otros la microfinanciera y el grupo tienen una función estructurante que permite un cierto crecimiento psíquico y, con ello, fomenta el desarrollo de las potencialidades existentes. El mensaje implícito en el hecho de que una mujer tenga acceso a un microcrédito conlleva un efecto positivo y promueve, a veces, el crecimiento personal. Sabemos que, en un número significativo de casos, para llegar al punto de pedir un crédito se ha tenido que recorrer un camino previo. El hecho de contar con identificaciones valoradas, previas o tardías, aparece como una constante en aquellas mujeres que han podido hacer algún cambio importante en su identidad. Por lo general existió o existe una madre luchadora, trabajando y empoderada en el fondo. O una persona con funciones de autoridad. En la mayoría de los casos, la microfinanciera se vive como una figura de apoyo, de crecimiento y que, a pesar de las frecuentes quejas relacionadas con los altos intereses, en la percepción predomina como un organismo bueno.


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A continuación expondremos una última viñeta clínica que pretende ilustrar, en lo psicoanalítico, el papel simbólico que ha desempeñado el microcrédito o la institución misma en el mundo interno de una de las mujeres entrevistadas. Lo que se describirá no son sus palabras o partes conscientes sino algunos aspectos de la interpretación psicodinámica, posterior a la entrevista, relacionada con el objeto de estudio de esta investigación. El microcrédito como una herramienta adaptativa a una psicopatología particular La que llamaremos Soledad es una mujer soltera, huérfana temprana desde los dos años de edad, cuando el padre murió en el intento de frustrar un asalto. Podríamos decir que, afectivamente, también quedó huérfana por la parte materna pues ésta tuvo que salir a ganar el sustento para mantener a sus seis hijas. No le quedaba tiempo para el maternaje. Estas pérdidas tan significativas y tempranas no le permitieron desarrollar una estructura mental que le permitiese un funcionamiento autónomo, un entendimiento del mundo y el entorno adecuados. Soledad vive fusionada simbólica y físicamente a la madre. Tiene lo que nosotros llamaríamos una patología esquizo-paranoide. Ella siente que el mundo es algo potencialmente peligroso, más aún si no cuenta con un “yo auxiliar” como, en su caso, lo es la madre con quien convive todo el día. El quedar desprotegida y abandonada por sus figuras paternas en la infancia dejó esa impronta en su psiquismo. No tiene las herramientas internas para enfrentar los desafíos propios de la cotidianidad. Sus relaciones interpersonales son prácticamente nulas, como lo es igualmente su capacidad de simbolización y pensamiento abstracto. Para el entorno, Soledad es la “solterona” que vive pegada a la madre, algo especial y antisocial tal vez. Los demás no pueden percibir las limitaciones y temores que Soledad tenía que enfrentar antes de poder acceder al microcrédito, cuando no tenía más opciones que salir a trabajar fuera de casa sin la madre. Soledad lleva un año de haber ingresado al microcrédito y el monto del crédito oscila entre mil quinientos y dos mil pesos. El préstamo le ha solucionado estas angustias. Soledad ya no tiene por qué salir de casa, pues con lo que recibieron del microcrédito, tanto ella como la madre, compraron unas máquinas de coser e instalaron un taller de maquila en casa.


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Más allá de lo que podemos percibir como una mejoría en tanto a cuestiones objetivas y concretas, como el hecho de haber adquirido las máquinas y el de rentar una mejor casa, el microcrédito le ha permitido lograr bajar angustias psíquicas importantes y una nueva adaptación acorde con su patología. Soledad logró sentirse simbólicamente protegida en una casa-útero que comparte con la madre, de quien aún no puede prescindir. En el caso de Soledad, la microfinanciera ha significado otra figura materna en la que se puede recargar para paliar sus angustias y de quien puede tomar fuerzas para salir adelante. Representa la madre que no se ha ido de casa y está presente y apoyando. Los psicoanalistas sabemos que el dinero es depositario de muchas fantasías y simbolismos. En este caso, y apelando a la metáfora, podríamos decir que el préstamo ha representado un pecho bueno que la está nutriendo de ese sentimiento que la madre de su infancia no pudo dar por mucho tiempo. Sus limitaciones psíquicas no fueron impedimento para que pudiera beneficiarse del microcrédito. Tuvo un patrón de identificación en la madre, quien salió a trabajar para sacar adelante a la familia. Su problema no es el trabajo sino la separación. Podríamos decir que la microfinanciera, en este caso particular, ha funcionado como “yo auxiliar” externo, potenciador de un equilibrio psíquico para Soledad. Pero equilibrio no quiere decir salud: ella sólo ha logrado cierta estabilidad que le permite seguir funcionando con menos angustias. El microcrédito ha resultado adaptativo para su particular conflictiva psíquica. Todo esto ha cristalizado en que tenga la percepción subjetiva de un aumento significativo en su calidad de vida; una calidad de vida psíquica, además de la concreta y material. El aprendizaje Durante el desarrollo de la investigación nos topamos con grandes y pequeños obstáculos: cambios de integrantes dentro de la investigación, rechazos por parte de las microfnancieras, o de las usuarias, problemas técnicos y personales, etc. Sin embargo, todos ellos fortalecieron al equipo de trabajo y enriquecieron nuestro aprendizaje. Como psicoanalistas, esta problemática nos dio la oportunidad de una reflexión profunda sobre la llamada “causa de las mujeres”, la posibilidad de revisar temas específicos relacionados con género, la formación de un equipo de trabajo, asuntos de reflexión y socialización con colegas con quienes compartimos una


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disciplina y un lenguaje común y la oportunidad, al igual que las usuarias, de crecer como personas y como profesionales. Todo lo anterior nos ha abierto nuevas perspectivas sobre cómo enfrentar las dificultades o algunas situaciones particulares, y aunque indudablemente siempre hay más por aprender, no cabe duda que los conocimientos adquiridos han sido muy valiosos y confiamos en que puedan redundar en una aportación que promueva el incremento en la calidad de vida de las mujeres que hacen uso del programa de microcrédito. Constatamos, así, lo necesario que es el llevar el psicoanálisis, y en particular la investigación, fuera del ámbito del consultorio particular. Bibliografía Alizade, A. M. (1992). La sensualidad femenina. Argentina: Amorrortu editores. Alizade, A. M. (2000). Coordinadora. Escenarios femeninos. Diálogos y controversias. Argentina: Lumen. Barberá, E., Martínez B., I. (2004) Psicología y Género. España Pearson, Prentice Hall Bleichmar, E. D. (1997). El feminismo espontáneo de la Histeria. México: Fontamara. Bleichmar,. D. E (2002). Sexualidad y Género: nuevas perspectivas. Argentina. Paidós. Burín, M. (1988). Género y Familia. Poder, amor y sexualidad en la construcción de la subjetividad. Buenos Aires, Argentina: Paidós Burin, M. (1996). El malestar de las mujeres. México: Paidós. Burin, M. & Meler, R, I. (1998). Género y familia. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Chodorow, N. (1984). El ejercicio de la maternidad. Psicoanálisis y sociología de la maternidad y paternidad en la crianza de los hijos. Barcelona, España. Chodorow, N. (2003). El poder de los sentimientos. La significación personal en el psicoanálisis, el género y la cultura. Argentina. Paidós. Psicología Profunda. CONAPO (2001). El perfil sociodemográfico de los hogares en México 1976-1997. Editado por el Consejo Nacional de la Población. México, D.F. Recuperado el 1 de junio, 2005 de www.conapo.gob.mx/publicaciones/CuaTec/pdf/hogares.pdfcaciones/CuaTec/pdf/hogares.pd Conde, B., C. (2000). Microfinanciamiento Financiero en México. Red de Organizaciones con Ahorro y Crédito Alternativos. México: La Colmena Milenaria. Coria,C (1992). El sexo oculto del dinero. Formas de la dependencia femenina. México:Paidós


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