2MiseriCordiae

3. A MIS HERMANAS... #Alicia García: «El Capítulo General ha dejado su palabra»

4. COLABORACIONES #Fra.Gil Parès: «¿Y ahora qué?»

7. LA VIDA EN LAS DELEGACIONESMallorca-Menorca#Voluntarios Colonia de Sant Jordi: «Colonia de verano Mater 2018»Perú#Catalina Vallespir Llompart-Antonia Barrilero: «50 aniversario de la fundación. La Perla, Callao»

13. NUESTRA HISTORIA #María Rigo: «Referencias evangélicas en los sermones del Fundador (XII)

10. QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN#Francisca Sitges Adrover#Carmen Cañizares Cañizares

13. RECREACIÓN #Paulina Aguirre: «Una escucha muy especial»

16. A PROPÓSITO DE... #Antonia Mayol, Lucía Bennasar, Margarita Gornés:

#Festividad de San Francisco de Asís. «Selección de citas»

EDITA:HERMANAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA

C/ DEL NÉCTAR, 18 28022MADRID E-MAIL.

MISERICORDIAE@HIJASDELAMISERICORDIA.COM COORDINAN: CATALINA ROSSELLÓ,

ISABEL Mª PICÓ, PETRA OVEJERO Y Mª JOSÉ FEBRERO DISEÑO DE CUBIERTA: PAULA

DALIÀ MARTORELL COLABORA: ISABEL MARTÍNEZ MORENO DEPÓSITO LEGAL

145/1984

(Alicia García)

«Seamos conscientes de la importancia de estar con-tentas por ser lo que somos. No olvidemos que, seguir adelante, cuando el brillo de nuestra vida se oscurece, también forma parte de nues-tro compromiso carismático».

La sección de Nuestros Pueblos de este mes correspondía a la comunidad de Puebla del Príncipe, en Ciudad Real. Comunicamos que debido a la intervención quirúrgica de la Hermana responsable de prepararlo, saldrá en el siguiente número de Misericordiae.

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MiseriCordiae 3

La primera, partir de una profunda convic-ción: «yo no lo sé todo». La segunda, ser cons-cientes y aceptar que «cualquiera puede ense-ñarme algo». Y en tercer lugar, la humildad de asumir que «entre lo tuyo y lo mío puede salir algo mejor».

¡HAY TANTO QUE DEPENDE DEL CAMINO QUE DESEEMOS TRANSITAR CON OTROS Y OTRAS!

La incorporación del laicado al sendero del carisma es un hecho que evidencia el deseo real de compartir misión. El sueño de la verdade-

cuando aceptamos que juntos somos más. Vivir la diversidad que nos une a través de diferentes com-promisos de vida y saborear la ilu-sión de colaborar para ejecutar la misión encomendada nos condu-ce a un gozo mutuo… Y abre in-contables futuros episodios de la historia de nuestra Congregación.¡HAY TANTO QUE DEPENDE DEL TIEMPO QUE PASEMOS AL LADO DEL MAESTRO!

El Papa Francisco nos invita a que «el en-cuentro con Dios en la oración nos impulse nue-vamente a bajar a la llanura, donde nos encon-tramos con muchos hermanos abrumados por fatigas, enfermedades, injusticias, ignorancia y pobreza material y espiritual»1. Siguiendo las palabras de Francisco, aprendamos «a dirigir la atención hacia la inti-midad del alma y a reposar en nuestro centro»2. Ello marcará un ritmo armónico a nuestra vida porque armónico es el corazón de quien pasó haciendo el bien y sigue invitándonos hoy a se-guir sus huellas. El Capítulo General ha dejado su palabra. Ahora nos concierne desentrañar sus contenidos

toria, nos acompañe a través de todas las situa-ciones y nos conduzca más adentro de lo que podamos imaginar.

El XIX Capítulo General nos ha deja-do su palabra y nuestra es la res-ponsabilidad de escucharla, acep-

tarla y materializarla. Hemos recibido las indicaciones del sendero que estamos em-plazadas a seguir mediante el Plan Estra-tégico de Comunidades. Y ahora estamos invitadas a vivir el desafío, desde un cami-nar unidas compartiendo estrenada ilusión y abordando nuevos «cómos» en nuestra vida y misión, que nos devuelvan la esen-cia de nuestra opción fundamental. La acogida del Plan es un reto ilusionante que las hermanas que forma-mos el Equipo de Gobierno

General estamos comprometidas a animar, pero desde el estricto con-vencimiento de que los objetivos solamente se podrán alcanzar con la participación de todas.

¡HAY TANTO QUE DEPENDE DEL COMPROMISO Y LA IMPLICACIÓN COMPASIVA DE CADA HERMANA!

Sigamos el ejemplo de Jesús, quien sen-cillamente, con su entrega, demostró lo deter-minante que resulta ser testimonio allí donde nos encontremos. Seamos, pues, conscientes de la importancia de estar contentas por ser lo que somos. No olvidemos que, seguir adelan-te, cuando el brillo de nuestra vida se oscurece, también forma parte de nuestro compromiso ca-rismático.

¡HAY TANTO QUE DEPENDE DEL DIÁLOGO Y LA ACEPTACIÓN MUTUA ENTRE NOSOTRAS!

Gocemos de la comunicación y del respe-to a la diferencia de opiniones y visiones como forma de enriquecimiento y mejora de la calidad de vida en comunidad. Teodoro Suau, durante su acompañamiento en el Capítulo, nos iluminó so-bre la esencia de una buena relación para con-ducirnos al territorio común, estableciendo tres actitudes fundamentales.

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A MIS HERMANAS

El Capítulo General ha dejado su palabra

1Mensaje del Papa Francisco en el rezo del Ángelus del segundo domingo de Cuarema (16 de marzo 2014), comentando

2LÓPEZ VILLANUEVA, Mariola., Ungidas, Santander, Sal Terrae, 2011, p.34.

4MiseriCordiae

Al fi n a l i z a r u n C a pítulo podemos tener una sensa-

ción ambivalente; por un lado, el agradeci-miento a Dios por todo lo vivido y compartido y, por otro, sentir un cierto vértigo por tener que volver a empezar.

La referencia a un Capítulo siempre trae recuerdos y, en mi caso, después de haber vivido seis Capítulos Provin-ciales y un Capítulo Gene-ral, afrontar la experiencia capitular ya no provoca la misma sensación que sentí en las primeras veces. Pero siempre queda la inquietud de que, después del Capítulo, a uno le toca revisarse y aplicarse lo que allí se ha trabajado, llevándolo a tu vida y a tu comunidad. Tengo un amigo religioso (de otra con-gregación) que siempre vive los Capítulos con una profunda inquietud, pero aún más los días del post-capítulo. Se repite varias veces: «¿A dónde me destinarán?». Cono-ciéndolo sé que su pregunta no se refiere al lugar donde será destinado, sino a los reli-giosos con los que tendrá que convivir, es decir: «¿Con qué hermanos tendré que con-vivir?». Ya que no siempre los hermanos son una Gracia. Pero al reconvertir esto es don-de empieza una de nuestras peculiaridades. Para el religioso o religiosa la vida nunca se hace en solitario; vivimos en comunidad y, como franciscanos o franciscanas, aún más. La fraternidad concreta donde he de encar-nar la entrega a Dios no es una anécdota, es una parte esencial de mi seguimiento de Cristo. No siempre es fácil ver a las herma-nas de la comunidad como parte de ti, de tu proyecto (como religioso sé perfectamen-

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¿Y ahora qué?

te lo duro que puede ser en ciertos momentos), pero al llevar a la oración aquella hermana, o aquella relación, es cuando empiezas a des-cubrir el sentido de las pala-bras de San Francisco: «El Señor me dio hermanos». Es mi hermana, es hija del Padre… entonces… ¿quién soy yo para no mirarla con la misma misericordia con que el Padre la mira? Como decía el Pobrecillo: «Lo que me pa-recía amargo se me convirtió

en dulzura». Como mínimo se hace más di-fícil no valorar (dar su valor) a la hermana por la que oras. Es con la ayuda de Dios que vuestras comunidades podrán llegar a ser fuentes auténticas de misericordia. Pero no sólo hay que pedir ayuda, hay que pasar a la acción y vivir la misericordia de Jesucristo ahora y siempre. Hoy en día se nos impone una mirada sobre la realidad que se expresa en la cul-tura de vivir el momento. Y sin duda, vivir cada instante a fondo al estilo de Jesús es lo más auténtico que hay. Como personas de fe sabemos que cada instante concreto debe estar en sintonía con los otros momen-tos de nuestra vida. Como religiosos a ve-ces olvidamos que tenemos que ser signo del Reino de Dios que ya está presente en medio de nosotros, como nos insiste Jesús. Esta afirmación quizás está demasiado gas-tada y puede que esté perdiendo su valor, pero no la podemos arrinconar, hay que re-pensarla incesantemente: La vida religiosa, hoy más que nunca, tiene que ser signo del Reino de Dios. Vuestra vocación es hacer visible los momentos de misericordia de Dios en nuestro mundo. Os toca hacer vi-sible, comprensible, Su Amor. Es decir, tra-

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bajar para cuidar a aquel que Dios ha puesto en tu camino. Sintiendo como algo propio lo que vive cada persona que conocemos. Estáis compartiendo vuestro carisma con un buen número de laicos que son tan aptos y buenos como vosotras. Es con estos laicos, que ya están implicados intensamen-te en la transformación de este mun-do, con los que debéis mostrar que sólo si vivo la cultura del cuidado po-dré vivir auténticamente mi vida. Muchas veces a los religiosos se nos acusa de no vivir lo que predi-camos. Afirmación con la que no es-toy de acuerdo. Soy consciente que conozco poco de la vida religiosa en general, pero algo conozco. Y puedo asegurar que he visto más coherencia que incoherencia. Es verdad que la incohe-rencia destaca más, y que todos tenemos

incoherencias. No vale sólo recordar lo bue-no de una hermana cuando está ya muerta. A la hermana que tienes a tu lado ¿cómo la mira Dios? ¡Pues me toca mirarla igual! La cultura de la crítica nos está esterilizando la capacidad de amar; porque, al criticar reite-radamente algo, poco a poco vamos quitan-do valor a lo que criticamos acabando por destruir el auténtico valor que tienen las co-sas. Y ¿si en lugar de criticarla nos dedicá-ramos a cuidar de la persona que Dios pone a nuestro lado? Esto no significa no ver sus defectos, enfermedades, miserias… pero al cuidarla es cuando puedes encontrarte con el hermano o la hermana reales. Es enton-ces cuando con San Francisco podré agra-decer el don de las hermanas. Después de otro Capítulo, después de más documentos, de nuevas comunida-des… ¿Y ahora qué? Pues sencillamente, lo de siempre. Ser lo que sois, lo que habéis prometido a Dios. Y ser plasmación de la Misericordia constante de Jesús. Como de-cía San Francisco hacia el final de su vida: «Empecemos hermanos, que todavía nada hemos hecho». ¡Esto es lo fabuloso! Dios continúa confiando en ti, en tu comunidad, en tu Congregación, para seguir llevando la Misericordia a las personas de hoy.

«A LA HERMANA QUE TIENES A TU LADO ¿CÓMO LA MIRA DIOS? ¡PUES ME TOCA MIRARLA IGUAL! LA CULTURA DE LA CRÍTICA NOS ESTÁ ESTERILIZANDO LA CAPACIDAD DE AMAR; PORQUE, AL CRITICAR REITERADAMENTE ALGO, POCO A POCO VAMOS QUITANDO VALOR A LO QUE CRITICAMOS ACABANDO POR DESTRUIR EL AUTÉNTICO VALOR QUE TIENEN LAS COSAS. Y ¿SI EN LUGAR DE CRITICARLA NOS DEDICÁRAMOS A CUIDAR DE LA PERSONA QUE DIOS PONE A NUESTRO LADO?»

6MiseriCordiae

LA VIDA EN LAS DELEGACIONESMALLORCA-MENORCA

EN MATER HAY ALGUNAS PERSONAS MUY QUERIDAS «SOÑANDO» A LO LARGO DE TODO EL AÑO. POR FIN LLEGA EL PRI-MER DOMINGO DE AGOSTO Y YA ESTAMOS TODOS PREPARADOS: «¡NOS VAMOS AL CAMPAMENTO!» .¿IMÁN?, ¿MAGIA?, ¿MILAGRO?, ¿AMOR?... LA VERDAD ES QUE VAMOS A LA COLONIA PORQUE HAY TODOS LOS VOLUNTARI@S QUE SE NECESITAN PARA PODER HACER REALIDAD ESTE ANHELADO SUEÑO.ESTE AÑO CON EL LEMA «SUMAMOS CAPACIDADES», DE NUEVO HEMOS ESTADO EN NUESTRA CASA DE LA COLO-NIA DE SANT JORDI, DEL DÍA 5 AL 9 DE AGOSTO. HAY QUE AGRADECER EL NIVEL DE ENTREGA Y DISPONIBILIDAD DE CADA UNA DE LAS PERSONAS VOLUNTARIAS, Y ESTE AÑO, DE FORMA EXCEPCIONAL, EL ALTO NIVEL DE RESPONSABILIDAD Y EFI-CIENCIA DE ALGUNOS QUE HAN ASUMIDO COMPENSAR LA AUSENCIA DE ALGUNAS HERMANAS QUE NO HAN PODIDO ASISTIR, TAL COMO LO VENÍAN HACIENDO DURANTE MUCHOS AÑOS. A TODOS HAY QUE DECIRLES ¡¡¡GRACIAS!!!. LA EXPERIENCIA QUE HAN VIVIDO ELLOS MISMOS LA EXPRESAN CON ESTAS PALABRAS:

Colonia de verano «Mater 2018»

Dicen que hay un lugar en el que la comu-

nicación no se lleva a cabo con palabras, en el que el lenguaje es

mudo y en el que con una mirada o un simple movi-

comunicarse.Dicen que hay un lugar donde la felicidad es simple y no se puede comprar, un lugar en el que comprendes que el miedo y la tristeza se pueden con-vertir en una explosión de alegría. Dicen que existe un lugar en el que las capaci-dades internas de cada uno brotan de forma natural, unas capacidades que hasta ese momento estaban ocultas en el interior de nuestro corazón. Los expertos señalan que, siguiendo las palabras del Pequeño Príncipe, «lo esencial es invisible a los ojos». Este lugar persiste oculto para muchos de nosotros, pero sale al exterior durante una semana dentro de nuestra sociedad. Se trata de un lugar que todo el mundo puede visitar y comprobar con sus pro-

Volu

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pios ojos. Se encuentra en la Colonia de Sant Jordi y es tan especial que solo se hace visible durante una semana al año, concretamente este año ha trasncurrido entre el 5 y el 10 de agosto. De modo paralelo a las noches mágicas que nos brindan la lluvia de estrellas, hemos podido sen-tir la magia de volver a nuestros orígenes, donde

súbitamente cualquier problema se volvía insig-

MiseriCordiae 7

taba ante nuestros propios ojos. Las colonias de Mater Misericordiae nos brindan la oportunidad de poder descubrir todo aquello que no podemos comprar con dinero. De repen-te unas risas se convierten en lo más importante del día. Este gesto no lo podrás comprar, no lo podrás volver a vivir, es único y tan solo lo podrás revivir en tu corazón. Se trata de una expe-riencia que te marca y te enri-quece como persona. Es cierto que en este campamento todos hemos sumado nuestra capaci-dad, en muchos casos nuestras capacidades para conducirlo a buen puerto, pero de nuevo los niños para los que organizamos este campamento han sumado la suya, esto es la capacidad de hacernos sentir especiales y únicos con un gesto, con una mirada, una mirada que te ofrece las claves para descubrir aquella capacidad que teníamos escondida y que a partir de ahora podremos compartir con todos nuestros allegados. Queremos dar las gracias de todo corazón a todas y cada una de las personas que habéis hecho posible que este campamento se haya podido llevar a cabo durante los últimos 29 años. Voso-tros sabéis más que nadie que las gracias son gratuitas, pero también sabéis más que nadie que el corazón es el termómetro que nos permite descubrir nuestras esencias. Los que todavía no lo hayáis experimentado, el próximo año 2019 en su 30 aniversario tendréis la oportunidad de experimentar lo que nosotros hemos vivido.

8MiseriCordiae

Según las crónicas de la Comunidad de La Perla, las Hermanas que llegaron a fundar allí escribieron: «A nuestra

generación le ha tocado la gloriosa tarea de dar cumplimiento a un sentimiento expreso de nuestro Fundador cuando quiso venir a fundar a Tambo e Ista en Arequipa y que no pudo lle-var a término en 1871». Desde ese sentimien-to de gratitud por haber dado rostro y vida al sueño del Fundador, se vivió el 15 de septiem-bre de 2018 una jornada entrañable. La pala-bra más repetida del día fue GRACIAS, acom-

munidad de Trujillo se encuentran en La Perla acompañando a las Hermanas de esa comunidad. Nos acompaña también Antonia Barrilero que reside en Bolivia. Con el rezo de Laudes iniciamos este día de Acción de Gra-cias. La Liturgia nos afrece la oportunidad de Contemplar a María como Madre, con un co-razón traspasado de dolor por su Hijo. Noso-

tras, presentamos a su Hijo el sufrimiento de tantas madres que, aquí en La Perla, hoy viven la tragedia de la pérdida o el extravío de sus hijos. El desayuno fue un tiempo para recrear anécdotas y acontecimientos vividos con las Her-manas que durante estos 50 años han pasado por La Perla y cada una ha ido dejando su impronta. Por nuestras mentes pasa la gratitud por seguir siendo portadoras de Misericordia. Volver la mirada atrás no es por nostalgia sino porque nos descubri-mos con ánimo y esperanza para seguir bregando aquí y en el ahora. Es como contemplar un árbol frondoso que ha dado y sigue dando su fruto; el fruto de la entrañable misericordia de nuestro Dios. La Directora del IEI y personal hacen posi-ble cada uno de los detalles.Tres fueron los mo-mentos importantes de la Jornada: El Almuerzo, llevado a cabo en el teatrín, compartido en un ambiente delicadamen-te preparado, da muestras del aprecio que sienten hacia las Hermanas, y en ellas a la Congrega-ción. Nos acompañan dos miembros de la Unión de obras, Unidad promotora: La presidenta Dña.

LA VIDA EN LAS DELEGACIONESPERÚ

50 Aniversario de la fundaciónLa Perla-Callao

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m Gracia María Dammert de Ortiz, Dña. Ana María Villanueva Guerrero y Dña. Pilar Calvo, Secretaria y su esposo. La Directora, Profesorado del Centro, auxiliares, personal de Administración y servicios y Directora y Profesora de la Unidad Educativa Toni Real Vicens de Trujillo. Antonia Barrilero agradece a todos su presencia y bendice la mesa. A conti-nuación, la Srta. Marlene Salaverri, Directora del IEI Santa Rosa dirige el brindis, dedicando unas emotivas palabras a las Hermanas. Hemos com-partido un rico almuerzo preparado por el grupo «Infancia Misionera» de la Parroquia de «Ntra. Sra. de Guadalupe», y después unos momentos de ale-gría, música y baile. La celebración Eucarística. La presi-dió el P. Miguel Angel Contreras, marista; concele-braron con él, el P. Serapio Ruiz, Franciscano de la TOR y el P. Orlando Orosco, marista y el diá-cono, Doctor Roberto Tarazona. Participaron an-tiguos profesores, padres, alumnos, exalumnos. Nos acompañan unas 400 personas. Los cantos,

agradecer al Dios de la Vida; esta vida tantas ve-ces amenazada y que durante estos 50 años, cada una de las Hermanas ha intentado hacerla más lle-vadera, más digna para esa población. del CEI nos demuestran sus habilidades, concierto por la banda, baile de marinera y festejo. Un grupo de profesoras ataviadas con los trajes típicos des-pidieron la actuación con un lindo baile. A todos los presentes se les ofreció un aperitivo en señal de agradecimiento por su presencia junto a nosotras. Durante todo el día experimentamos la cer-canía de las diferentes Congregaciones que nos conocen, de la Unión de Obras (en la tarde se unió Dña. Carmen Paredes, Administradora), de todo el personal que colabora y ha colaborado en el Jardín. También se hace presente la Directora y una profe-sora de la Escuela de Trujillo, «Toni Real Vicens». Hoy sí que experimentamos a la Madre de Miseri-cordia donde bajo su manto nos cobijamos todos. Como proclama el salmista: «Dios ha estado y está con nosotras. Por eso estamos alegres».

MiseriCordiae 9

Almuerzo

Eucaristía

Homenaje

10MiseriCordiae

hermosura de un alma que ama a Dios. Dios la llama su amiga y su esposa. Ni un pala-cio ricamente adornado, ni los

nada hay que pueda compa-rase de mucho con la hermo-sura de un alma que ama a Dios. Y añade: en el retiro, en la oración, en medio de la más áspera penitencia, con las lágrimas vertidas a los pies de Jesús cruci-

la esperanza de gozarle por toda la eternidad, he aquí un breve diseño de un alma que ama a Dios. El sentido espiritual y contemplativo del len-guaje expresado por el Fundador en este sermón, revela que va dirigido de una manera particular a una comunidad de religiosas de vida contemplativa. Y concretamente a las Hijas del grande Agustín. A ellas les dirigió estas palabras: «Considerad lo que dijo el Señor a Santa Teresa cuando ella se despojó

sa, celarás mi honor con todas tus fuerzas: esposas sois también de Jesucristo. Celad pues su honor». El Fundador no pasa en silencio la referen-cia evangélica del prójimo samaritano que se acercó movido de compasión al enfermo, derramó vino y aceite en sus llagas y las vendó. Lc. 10, 30-37. Es lo que hizo Jesucristo con el género humano. Y añade: por medio de sus ministros derrama desde el púlpito el vino de la compunción. Y en el tribunal de la peni-tencia venda las llagas que abriera el pecado y las unge con el óleo de la caridad. FAC HOC ET VIVES. Como si faltara algo a la riqueza espiritual y evangélica de este sermón, el Fundador nos con-duce al Monte Calvario, para recibir de los labios de Jesús, la palabra SICIO. «Tengo sed» Jn. 19, 28. Comenta el Fundador que la palabra SICIO es un grito de alarma que compromete a todo cristiano a desvivirse por la salvación de su prójimo. Hacedlo y encontraréis la vida, dice. Y dirigiéndose a Jesús sacramentado en cuyas manos están las llaves de la muerte y de la vida, le pide que nos haga mere-

Era el día 23 de agosto del año 1846, domenica duodécima después de Pentecostés, cuando el Fundador pre-

dicó este sermón, en la iglesia del Monasterio de la Concepción (Palma). Sermón cargado de referencias evangélicas, dirigidas todas ellas, a mantener vivo el mandamiento del

amor: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu cora-zón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a tu mismo». (Lc. 10, 27). En referencia a este mandamiento el Fun-dador añade: donde hay amor de Dios necesaria-mente ha de haber también amor al prójimo. Por esto la Iglesia, nuestra madre, siempre ávida por la felicidad temporal y eterna de sus hijos, nos in-culca frecuentemente el amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. La lectura del Santo Evangelio del citado domingo ofrece al Fundador una bella ocasión para insistir en la práctica de dicho mandamiento. Y, a la vez, el motivo para comentar el diálogo entre Jesús y el maestro de la ley. ¿Qué es lo que está escrito en la ley? Preguntó Jesús. A lo que respondió el fariseo: amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo. «Bien has respondi-do, replicó Jesús: haz esto y vivirás». (Lc. 10, 28) En ningún momento el Fundador olvidó el contenido evangélico del presente sermón. Ni tam-poco el anunciado tema del mismo. «El celo por la conversión de los pecadores». Entre las virtudes cristianas y naturales -dijo- ninguna hay que no sea más fácil de practicar que la conmiseración; como ninguna cosa hay tampoco que nos sea más natural que la miseria. Yo diría que el estilo de la predicación de este sermón, y la comparación que hace, el Fundador, del celo por la conversión de los pecadores con la hermosura de un alma en gracia de Dios, me lleva a compararle con la belleza y la gracia de nuestro carisma de misericordia, cuando estamos animadas de caridad con Dios y unidas

cación. Habla el Fundador, una y otra vez, de la

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NUESTRA HISTORIA

Referencias evangélicas en los Sermones del Fundador (XII)Sermón nº.23. Del celo por la conversión de los pecadores. En la Concepción (Palma) Fac hoc et vives. Lc. 10, 28 Haz esto y vivirás.

MiseriCordiae 11

Dios, por el gran amor que me tiene, me llamó a seguirle a través de mi familia practicante, muy cristiana:

¡Qué mujer, mi madre! También mi relación

pesar de que, no teniendo otras cosas, los domingos por la tarde los pasaba con otras muchachas en su compañía. Yo gozaba in-tensamente. Ahora veo aquello como una especie de represión, de moral estricta

que a menudo me provocó sentido de culpa. Por las noches me examinaba minuciosamente has-ta entrada la noche… Fui feliz con un chico pero la llamada de Jesús, experimentada en los rati-tos junto al sagrario, fue más fuerte que el afecto que había sentido antes. Entré en el postulantado el 15 de abril. Justo el día que cumplí 21 años. Cuando se lo dije a mi madre me respondió «sin duda Dios está en ello». En el noviciado, la Madre Maestra, Sor Catalina Martí, me ayudó a liberarme de cuan-to me oprimía por ideas equivocadas. Empecé

con paz y sosiego. Emití mis votos convencida, contenta y fui enseguida destinada a Manacor, en donde las Hermanas me dieron gran ejemplo y me ayudaron a crecer como persona y como reli-giosa. Destaco a Sor Imelda, toda una institución, que fue muy importante para mi vida. Allí me pre-paré estudiando mucho para poder ingresar en la escuela de Magisterio de la Pureza de Palma. Terminados los estudios, en los distintos destinos me dediqué a la enseñanza, ejerciendo mi profesión, y al decoro del templo. Me gustaba el contacto con las niñas. Tendría unos treinta y tantos años cuando enfermó gravemente un her-mano y fui temporalmente destinada a mi mis-mo pueblo para dar una mano a mi madre en su cuidado. De allí pasé a Mater Misericordiae para

HIJA DE JUAN Y MARGARITA. NACE EL 15 DE ABRIL DE 1931, EN SANTANYÍ (MA-LLORCA). INGRESA EN LA CONGREGACIÓN EL 15 DE ABRIL DE 1952. EMPIEZA EL NOVICIADO EL 15 DE OCTUBRE DE ESE MISMO AÑO Y REALIZA SU PROFESIÓN PERPE-

TUA EL 17 DE SEPTIEMBRE DE 1958. HA ESTADO DESTINADA EN CASA MADRE, COLONIA DE SANT JORDI, BARCELONA, CIUDAD REAL, FERRERÍAS, CAMPOS, MATER MISERICORDIAE Y VIRGEN DE LA ESPERANZA, DONDE RESIDE ACTUALMENTE. A LO LARGO DE SU VIDA RELI-GIOSA HA DESEMPEÑADO SU MSIÓN COMO PROFESORA DE EGB Y DE EDUCACIÓN ESPECIAL.

QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

Sor Francisca Sitges Adrover

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dar clases a las niñas paralíticas o discapacita-das, lo que me resultó difícil ya que me sentía poco capacitada para una misión tan delicada. Viviendo en el barrio de Son Gotleu, donde está

mi realización buscando casos extremos de po-breza donde me hice presente, con otra Herma-na, buscando remedio y ayuda a tanto infortunio: limpiar, llevarles comida, lavar, hasta pintarles la casa con tal que los niños pudieran vivir con ma-yor dignidad. Allí sentí cómo crecía mi vocación: viviendo con los pobres. También fui catequista en la parroquia de Corpus Christi en el mismo barrio. Se sucedieron tiempos difíciles: murió mi padre; el estado de mi hermano se agravó, mi madre entrando en la ancianidad… tenía que acudir en su ayuda. Fui destinada a la Colonia de Sant Jordi desde donde, todos los días, com-partía media jornada y la noche con mi familia. Me disipé un poco con tanto ir y venir. Llegó a ser para mí casi una evasión. Sin embargo, quizá la presencia del sufrimiento y la actitud entera, cris-tiana, de mi madre reencauzó mi vida y volví a la oración, a encontrar sentido a mi vida a través de la amistad con Jesús con la ayuda de la Comu-nidad y la comprensión de mi superiora. Volví a la primera luz hasta que mi físico se quebrantó y pedí para venir a la Residencia aunque yo mis-ma estaba insegura de esta opción.

Serena, preparada para el tránsito, amando los ratos de contacto con el Señor, la Eucaristía… deseando conocer siempre más el Amor del Pa-dre que por amor nos dio a Jesús. Vivo agrade-cida de todo corazón por todo el bien y las delica-dezas que recibo, segura de que nuestra Madre del cielo me acompaña. Os saludo a todas, Hermanas de la Congregación.

12MiseriCordiae

lejos y dejara a mi familia, y además no estaba con-forme, porque yo estaba muy en-madrada y hasta el último momen-to me dijo: «si no quieres irte no te vayas, tomate un tiempo». Me costó muchísimo dar este paso y des-pedirme de mi madre, hermanas y familiares. Pero,

lo de vida que había elegido, muchas cosas eran desconocidas como dice el refrán: «Se ven muy bien los toros desde la barrera», también percibía cierto temor a equivocarme en mi decisión. Pero

ayudaría a seguir adelante. Mi vida está sostenida por la fe y la relación con Jesús (oración) y el trabajo pastoral vivido des-de la cercanía, acogida y ternura, hecho con la ilu-sión de ser anunciadora del Reino de Dios y junto

este gran cometido. María Madre de Misericordia, mujer sencilla, humilde, llena de fe y esperanza a los planes de Dios. Valores que a mí me mueven y no otros intereses, sino el ser un referente de misericor-dia entre los que el Señor ha puesto en mi camino. Como persona consagrada, estoy abierta a los nuevos cambios de la Iglesia y al mundo y como mujer que sueña con un ambiente fraterno, más justo, más digno, más portador de Paz y Bien, al estilo de Francisco de Asís y con actitud espe-ranzadora y positiva, dejando que el Señor vaya acompañando mi vida. A la juventud le diría cuando se planteen su vocación a elegir: debemos ser mujeres que transmitamos vida con nuestra forma de ser y estar, mujeres abiertas al Espíritu a la hora de elegir su vocación, con capacidad, valentía, anhelo y sin miedo.

Nací en Villanueva de Alcardete (Toledo), hija de José y Jorja, el 16 de agosto de 1945. Ingresé en la

Congregación de Franciscanas Hijas de la Misericordia el 14 de septiembre de 1966. Inicié el Noviciado el 27 de marzo de 1967. Mi primera Profesión tuvo lugar el 25 de mar-zo de 1969 y la Profesión Perpetua el 31 de marzo de 1975. Como Franciscana Hija de la Misericordia he desempeñado mi misión

dentro del campo de la enseñanza, catequesis y la pastoral social, procurando dar todo lo mejor de mi vida por la causa y la misión e intentando ser un referente de misericordia en medio de los más pequeños, que necesitan toda clase de ayuda. Los lugares de destino han sido: Inca, Paguera, Cala Ratjada, Palma, Ciudad Real y Corral de Almaguer donde resido actualmente. Crecí y fui educada, en el seno de una fa-milia cristiana. En mi familia aprendí las primeras oraciones cristianas. Había un ambiente de cariño entre todos: mis padres y hermanas. Recibí una educación basada en los valores cristianos y so-ciales: actitudes, sinceridad, acogida, convivencia y de respeto a los demás en un ambiente de armo-nía y sana convivencia. Todo me ha sido muy útil para las tareas que he realizado en mi vida como persona consagrada. Cuando era joven soñaba como todas las chicas de mi edad, tenía muchos proyectos a rea-lizar y la misma vida me sonreía. Me motivaba la misión que realizaban las Franciscanas, aunque no sabía muy bien en qué consistía su propia vida comunitaria. Todo el periodo de la enseñanza fui al colegio con las Religiosas y continué haciendo otros trabajos manuales y labores de mano. Los domingos muchas jóvenes pasábamos la tarde con ellas. Admiraba de las hermanas su estilo de vida, la forma de ser y estar con la gente sencilla, el trato con los niños/as, con la juventud, la gente mayor y enfermos. Todo esto me llevaba a pensar delante

Después de pensarlo bien, rumiarlo y consultarlo, me parecía que el Señor me llamaba a la vida reli-giosa. Se lo dije a mi madre y ella tuvo un gran dis-gusto, porque le costaba mucho que me fuera tan

QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

Sor Carmen Cañizares Cañizares

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MiseriCordiae 13

La comunicación tiene aspectos sorprendentes. Muchas veces, dos personas están con-versando y, sin embargo no logran entenderse. Las razones pueden ser muchas y muy variadas, pero la más común es que una de las dos no le presta atención a la otra.

No es fácil encontrar a alguien que escuche de verdad. Por eso, hace muchos años, un viejito que vivía en una pequeña habitación de un hotel en medio de la ciudad, y tenía fama de saber escuchar, estaba permanentemente solicitado por una gran cantidad de personas que se acer-caban a contarle sus problemas. El viejito cebaba mate para sus visitantes y les ofrecía unas riquísimas tortas fritas, mientras los miraba atentamente a los ojos mientras relataban sus pro-blemas o simplemente, aquello que le contaban. Las personas salían de ese cuarto reconforta-

Una vez, un joven periodista oyó hablar de la fama del viejito y fue a hacerle un reportaje. Este muchacho no tenía interés en contarle ninguno de sus problemas y sólo le preocupaba hacer un buen artículo para la revista en la que estaba trabajando. Así fue que, apenas llegó, comenzó a hacerle preguntas de lo más diversas. Sin embargo, su sorpresa fue enorme cuando observó que el viejito no contestaba a ninguna de sus preguntas. El anciano no reaccionaba a nada de lo que le decía y sólo seguía ofreciéndole mate con gran serenidad. Después de unos minutos, el periodista comprendió lo que estaba ocurriendo. Se levantó de su silla, dio un fuerte golpe con la palma de su mano sobre la mesa y gritó: – ¡Usted es un farsante!¡Usted no puede escuchar! ¡Es sordo! ¡No contesta porque no escu-cha! ¿Dónde obtuvo la fama que tiene? El vecino de cuarto escuchó los gritos del joven y entró para ver qué ocurría. – ¿Qué pasa? ¿Qué son esos gritos? – ¿Qué es esto? –replicó el perio-dista. Este hombre no puede escuchar, ¿por qué tiene fama de ser el anciano más paciente de la ciudad, el que mejor escucha? ¿A quién quiere engañar? – No quiere engañar a nadie –dijo el vecino. – Es verdad que este hombre se quedó sordo hace muchos años, pero, a pesar de eso, él, mediante su paz interior y su calma exterior, logra algo muy importante: con su sonrisa, su mirada y su actitud, provoca que, al con-tarle las cosas, vayamos descubriendo lo que hay dentro de cada uno. Nos en-seña a descubrir la propia voz interior.

RECREACIÓN

Una escucha muy especial

Paul

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Agu

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14MiseriCordiae

Queremos empezar esta página ex-plicando el porqué a este curso que estamos realizando se le llama EL

LAGO. Ilustra este escrito una foto del cua-dro que preside la sala de conferencias: se trata de la aparición de Jesús Resucitado a los apóstoles, junto al lago de Tiberíades; el discípulo amado dijo: ES EL SEÑOR…! Pedro se ciñó la túnica y se tiró al agua. El curso tiene como objetivo central RE-ACTIVAR EL SEGUIMIENTO DE JESÚS. En «El Lago» hay una nueva conversión y un nuevo envío a la misión Porque «El lago» es el lugar del «amor primero». Lu-

de la fe y del amor.

PRESENTACIÓN DEL CARISMA DE NUESTRA CONGREGACIÓN En el curso participan hermanas de distin-tas congregaciones y cada una ha hecho, en el transcurso de las semanas, una presentación del carisma propio; se tra-ta de algo enriquecedor ya que podemos ver las diversas formas por las que ha

optado cada congregación para vivir su consa-gración a Dios y el servicio a los hermano/as más necesitado/as. A nosotras nos tocó presentar nuestro carisma durante la sexta semana, que tuvo

lugar en mayo. Alicia García (en aquel momento Vicaria General) nos preparó un guión, con sus correspondientes diapositivas, mediante lo cual dimos a conocer:

Congregación, así como dónde estamos y qué hacemos actualmente: las líneas estratégicas de nuestra Misión tratan de adaptarse a la realidad y coyuntura sociocultural de cada entorno, pu-

Educación. Atención a las personas con otras capacidades. Salud. Cobertura a los excluidos. Cuidado de la Creación. Acción pastoral. Nos referimos también a las entidades constituidas con el esfuerzo inicial de las herma-nas y que con el tiempo se han visto complemen-tadas por la labor de profesionales contratados, así como el extraordinario impulso del voluntaria-do: la Organización Mater y MISOL. Al terminar la exposición apareció en la pantalla la oración EL PERFUME DE LA MISE-RICORDIA, que rezamos todas juntas.

bido con agrado e ilusión por cada una de las hermanas: les regalamos la oración: «El per-fume de la Misericordia» y un vistoso frasquito lleno de colonia.

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MiseriCordiae 15

Festividad de San Francisco de Asís

Quiero que mis hermanos se muestren hijos de una misma madre, y que a uno que pidiere la túnica, la cuerda u

otra cosa, se la dé el otro generosamente. Pasen también unos a otros los libros y demás cosas que gustan, que no se vea nadie forzado a qui-társelas al otro

Y después que el Señor me dio herma-nos, nadie me mostraba qué debía hacer, sino que el Altísimo mismo me

reveló que debía vivir según la forma del san-to Evangelio. Y yo lo hice escribir en pocas palabras y sencillamente y el señor papa me lo

daban a los pobres todo lo que podían tener, y se contentaban con una túnica, remendada por dentro y por fuera; con el cordón y los

lo decíamos los clérigos al modo de los otros clérigos, y los laicos decían padrenuestros; y bien gustosamente permanecíamos en iglesias. Y éramos indoctos y estába-mos sometidos a todos.

Señor, te confío la familia que me diste.- El Señor le respondió: Dime: ¿por qué estás tan triste cuando un hermano abandona la Religión u

otros no van por el camino que te mostré? Dime: ¿quién ha plantado la Religión de los hermanos? ¿Quién hace que el hombre se convierta para que en la Religión haga peni-tencia? ¿Quién da la fuerza para perseverar? ¿No soy yo? -Y le fue dicho en espíritu: No escogí en tu per-sona a un sabio, ni a un hombre elocuente para gobernar mi familia religiosa, sino a un hombre simple, para que sepas tú y sepan los demás que soy yo quien vigilaré sobre mi grey. Te puse en medio de los hermanos como un signo para que las obras que hago en ti las vean ellos y las pongan, a su vez, en práctica. Los que andan por mis caminos me poseen y me poseerán más plenamen-te aún, pero los que no quieren andar por ellos serán desposeídos de lo que creen tener. Por eso, te digo que

lo que trabajas, pues yo he plantado la Religión de los hermanos en la caridad perpetua. Has de saber que la amo tanto, que, si alguno de los hermanos vuelve a su vómito y muere fuera de la Religión, llamaré a otro para

que reciba la corona que le estaba designada a aquél. Y, aun en el caso de que ese otro no hubiera nacido, haré que nazca. Y has de saber que amo de corazón la vida y religión de los hermanos; y tanto la amo, que, aun en la hipótesis de que en la Religión de los hermanos no quedaran más que tres, no la abandonaré jamás.

Confortaos, carísimos, y alegraos en el Señor, no estéis tristes porque sois pocos, ni os amedrente mi simplicidad ni la vuestra, ya que -según me ha

sido mostrado realmente por el Señor- Él nos hará cre-cer en una gran muchedumbre y con la gracia de su ben-dición nos expandirá de mil formas por el mundo entero.

Los que han sido constituidos sobre otros, gloríen-se de tal prelacía tanto como si estuvieran encar-

Y cuanto más se alteren por quitárseles la prelacía que el

para peligro del alma

Guárdense todos los hermanos de turbarse o ai-rarse por el pecado o el mal del hermano, pues el diablo quiere echar a perder a muchos por

el delito de uno solo; más bien, ayuden espiritualmente, como mejor puedan, al que pecó, ya que no necesitan médico los sanos, sino los enfermos.

Francisco y la fraternidad. Selección de citas

J. BENLLIURE: FRANCISCO Y SUS HERMANOS SE POSTRAN A LA VISTA DE ROMA