ruta «por los recodos del VC»

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COMISIÓN DE ACOGIDA PARA LA ZONA DE TOLEDO CIUDAD Y PUEBLOS DE ALREDEDOR http://diasenlasdiocesistoledo.blogspot.com

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ruta por los recodos del Via Crucis

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COMISIÓN DE ACOGIDA PARA LA ZONA DE TOLEDO CIUDAD Y PUEBLOS DE ALREDEDOR

http://diasenlasdiocesistoledo.blogspot.com

Ruta “Por los recodos del Via Crucis” Para el rezo del Via Crucis que tiene lugar en la noche del 12 de agosto, se ha elegido un paraje a las afueras de la ciudad que es frecuentemente transitado por los toledanos con intención de dar un paseo largo contemplando la inigualable silueta que dibujan las iglesias y distintos edificios de la ciudad. ¡Cuánta historia y espiritualidad abraza el Tajo!. Los participantes en el Via Crucis tendrán la posibilidad de transitar por este paraje, de gran riqueza natural y grandiosidad paisajística. Quizás por esto, algunos toledanos dejan de reparar en otros lugares y vestigios históricos de la ciudad de Toledo que se encuentran en los alrededores más cercanos al recorrido del Via Crucis y todos muy cerca del río Tajo. Ofrecemos un recorrido singular, que permite conocer de antemano que el lugar que se ha elegido para rezar está cargado de la historia que conforma la propia vida de la ciudad de Toledo.

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1. Puente de Alcántara

Este puente de nombre redundante (Al-Qantara en árabe significa "el puente") es uno de los emblemas de Toledo. Su origen se remonta a época romana, si bien su primera noticia en crónicas históricas data del año 788. En él confluían los caminos provenientes del este y el sur, y era paso obligado para acceder a la ciudad sin mojarse (la cercana Puerta del Vado era un acceso menor y requería vadear el río). Almanzor mandó reforzarlo y reconstruirlo, encargando las obras a Alef, hijo alcaide de Toledo, concluyendo la obra en 997 según reza una inscripción de 1259

que a su vez traduce una inscripción arábiga anterior. 2. Castillo de San Servando

Uno de los lugares de Toledo con más historia es sin duda este imponente castillo medieval. Situado en un lugar estratégico -al alzarse sobre un promontorio rocoso que domina el acceso a la ciudad por el este- su fundación se remonta al siglo XI durante Su construcción está datada documentalmente en fecha de 11 de marzo de 1088, cuando Alfonso VI eligió el lugar para su emplazamiento, fundándose allí un monasterio. No es descartable que

este mismo cerro albergara con anterioridad fortalezas romanas -los caminos que por allí pasan son romanos- y, más probablemente, islámicas. A lo largo de su historia sufre distintos ataques, conquistas y ruinas, hasta que a inicios del s. XX se recuperó completamente conservando el perímetro exterior original y hoy es un Albergue de Juventud. 3. San Juan de la Cruz En este lugar se encuentran restos de los últimos muros de lo que fue el Convento del Carmen Calzado, por los que descendiera San Juan de la Cruz en su huida de la celda en la que fue encerrado en este convento. En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada. 4. Academia de Infantería

Es un centro de formación militar del Ejército de Tierra destinado a la preparación de los futuros oficiales y suboficiales del arma de Infantería. La academia nació en Toledo a mediados del s. XIX como Colegio de Infantería y ocupando el edificio del Alcázar de Toledo. Tras el estado ruinoso en que quedó este edificio tras la Guerra Civil española, en 1941 se comenzaron a construir las instalaciones, al otro lado del río, que hoy ocupa la Academia.

5. Restos del Artificio de Juanelo Hubo un tiempo en que Toledo poseyó el honor de contar con una de las mejores obras de ingeniería hidráulica de la historia de la humanidad. Este es el lugar que ocupó el Artificio de Juanelo o, simplemente, El Ingenio. Fue construido en 1568 por Juanelo Turriano por encargo del Ayuntamiento de la que por entonces era Capital del Imperio y del propio Emperador. Mediante un todavía no igualado mecanismo de ingeniería, este artificio era capaz de elevar desde el río hasta el Alcázar, salvando unos 100 metros de desnivel y

utilizando la sola fuerza del agua, unos 17.000 litros diarios de agua. El éxito del invento (y el impago de la parte que correspondía al ayuntamiento por quedarse todo el agua en el Alcázar imperial) hizo que Juanelo construyera uno nuevo en 1581 adosado al anterior para suministrar agua a la población.

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Casi 300 años después de su construcción, el Artificio conservaba visibles sus restos que pudieron ser fotografiados antes de su penosa demolición en 1868. 6. Restos romanos

Todos los restos romanos existentes aún en la ciudad están relacionados en su mayoría con el sistema de traída, almacenamiento y evacuación de aguas. En este lugar aún se conservan algunos restos (en proceso de pérdida irreversible) que fueron en su día una admirable respuesta a un problema de ingeniería con un elemento hidráulico para abastecer de agua a la ciudad.

El agua llegaba a Toledo desde la sierra, distante unos 40 kilómetros. Se ha conservado la presa de Alcantarilla en el término de Mazarambroz, así como parte de los conductos de agua y los depósitos urbanos, y la salida de la cloaca. Los restos de este acueducto de origen romano, pertenecían a los estribos de las colosales arcadas que salvaban el profundo cañón del río. Sólo se aprecian los arranques de sus apoyos a ambas orillas. Debido a su gran altura, muy superior al acueducto de Segovia, pudo ser un puente-sifón, aprovechando la fuerza de la gravedad para subir las aguas al peñón. 7. Puente sobre el Arroyo de la Degollada Uno de los parajes más bellos en los alrededores de Toledo, donde en pleno siglo XXI pueden verse zorros, perdices, conejos y otros mamíferos y aves de interés a sólo quinientos metros de la ciudad, es el Arroyo de la Degollada. Debe su nombre a una bonita y antigua leyenda que tuvo lugar entre los riscos que jalonan este arroyo temporal que ofrece imágenes bucólicas en los años lluviosos por las pequeñas cascadas que se forman al caer su corriente por las grandes pendientes rocosas que le llevan a su desembocadura en el padre Tajo, justo en la ciudad de Toledo al lado del Cerro del Bú. 8. Cerro del Bú Este cerro es uno de los lugares que ofrece una de las mejores vistas de la ciudad de Toledo. Algunas investigaciones sitúan este lugar como el poblamiento originario de Toledo. Quizás se situasen aquí los carpetanos, fundadores de Toledo y que al llegar los romanos utilizaran la otra orilla del río, siendo absorbida finalmente la población del cerro y quedando abandonado. En este lugar se han documentado restos de la Edad del Bronce, de la Edad del Hierro e incluso pudiera no haber sido abandonado en la época romana. También se han encontrado restos de la época árabe, lo que indica que hubo población en el lugar. 9. Ermita de la Virgen del Valle

La ermita, construida en le siglo XVII, tuvo muchas reformas que la dotaron de tres naves, que no es usual en estas construcciones. La dedicación a la Virgen suprimió la anterior, a San Pedro y San Félix. En el interior son de admirar los azulejos artísticos de los zócalos y los trabajos de forja de Julio Pascual.

Su ubicación privilegiada en el mejor mirador de Toledo se resume en unos sencillos versos sobre cerámica del famoso artesano talaverano Ruiz de Luna: "[...] .Aunque pequeña me ves soy muy grande como ermita, pues la reina que me habita tiene Toledo a sus pies [...]" 10. Peña del Rey Moro

Constituye un bello mirador natural, justo encima de la Ermita del Valle. Son piedras caballeras que dice la tradición que resguardan una tumba, la que les da nombre. La leyenda cuenta que aquí yace enterrado un joven musulmán que tras años de asedio a Toledo, sin poder reconquistarla, dejó su perfil marcado en la roca y murió.

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La tradición toledana explica el hecho de la siguiente manera: Partidos los restos del ejército moro y habiendo vuelto la tranquilidad a la zona, el alma de Abul-Walid salía todas las noches de su sepultura y se sentaba sobre la gran roca para contemplar la ciudad donde yacía su amada. Al llegar el alba volvía a su tumba. Cierto día, estando cercano el clarear de la aurora, pidió a Alá que le permitiera permanecer allí constantemente y no le obligase a ocultarse en su sepultura y el dios, viéndole tan desgraciado, le otorgó lo que pedía convirtiéndole en piedra.

11. Descansadero de la Ruta de Don Quijote. La Ruta de Don Quijote es un proyecto realizado en 2004 que traza un recorrido de más de 2.500 kilómetros de itinerario en 10 etapas que incluye un total de 149 municipios de Castilla-La Mancha, convirtiendo en uno de los corredores ecoturísticos más ambiciosos de Europa, donde se pueden recorrer paisajes inolvidables, atravesar parajes fascinantes, visitar parques nacionales y naturales, conocer el patrimonio histórico de Castilla-La Mancha y sus infinitos tesoros

artísticos, por los parajes y los alrededores por los que pudo transitar el personaje de Miguel de Cervantes . 12. Paraje de los Cigarrales

A partir del Descansadero de la Ruta de D. Quijote quedan a ambos lados de la carretera y en algunos cientos de metros si nos adentramos por caminos y carreteras, los famosos cigarrales de Toledo, un espacio residencial de gran valor cultural y ecológico, un modo de vivir que hunde sus raíces en el Toledo renacentista del siglo XVI. Parece que ya los romanos emplazaron en estos lugares una villa, y los musulmanes de la taifa toledana crearon huertos de recreo. Sin embargo, la eclosión de los cigarrales como forma de vida se producirá en el siglo XVI, uno de los momentos más brillantes de la ciudad del Tajo. Es entonces cuando altos clérigos, nobles y gentes de la élite

local ponen de moda la contemplación sosegada de la ciudad desde la otra orilla y edifican los grandes cigarrales que retratara Tirso de Molina en “Cigarrales de Toledo”. Estas residencias del poder atraerán a las gentes de la cultura, generando interesantes focos de creación. Famosos fueron el Cigarral de Menores, que ocuparían los llamados clérigos menores y que posteriormente adquirió Gregorio Marañón, el del Ángel Custodio, propiedad que fue del

marqués de Villena y actualmente ocupado por un hotel, o la Quinta de Mirabel, levantada por el carden al Gaspar de Quiroga. 13. Ermita de la Nuestra Señora de la Cabeza

Ubicada en un cerro escarpado de la zona de los cigarrales, sobre el Tajo, ofrece unas vistas muy singulares de Toledo. Se accede por la calle que arranca su brusca subida desde la Venta del Alma. Fue construida en el siglo XVI, pero cayó en ruinas y se reedificó en 1856. Tiene una sola nave de planta rectangular y techo plano, sin ábside y con entrada a los pies. La imagen representa la aparición de la Virgen a un pastor indicándole el lugar para levantar una ermita.