Torr-all)Q de Calatrava f 6 rle Abril -de 1898. Núm. 2,

•

Periódico gQman41, independiente, -der~r ae los interesas agrícolas, industriales y mercantiles, literario y noticiero.

1'262'25

· ('50· 0'10• 0'20

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN.Pea.tu

Trimestre. •Semestr~ , ,Afio. . • .Número sueltoIdem atrasado.

Pago anticipado.

Administrador: D, Juan José Gúmez Salcedo.

Redacción y Administracion: calle de Santa Ana núm, 10,

DONDE SE DIR. IRA TODA LA CORRESPONDENCIA

s. PUBLICA ~.~ Á8.1D08

Anuncios 1 comunicados á'precios convencionales

Se consIderará suscriptor, todo el que recibIen­do dos números no los devuelva.

No S8 devuelven originales.

Centros de suscripciones en la Rede.cción y domi­cilios de nuestros corresponsales.

•

tas de lujo pobladas de toda clase deárboles frutales.

Es célebre Ronda, la A1'Unda ro­mana por convertirla algunos conmuy leve fundamento en la A1'undaPompeyana,donde el gran César ob­tuvo con la victoria su preponderan­cia sobre Pompeyo; en la dominaciónárabe por su fuerte y amplio castillo,lla ve de toda la-tiel'ra, y en la edadmoderna por custodiar los restos delBeato DidgO de Cádiz, fervoroso mi­sionero elevado por León XIII á lahonra de los altares, y sel' la patriadel fogoso tribuno Ríos Rosas, cuyobusto de bronce sobre sencillo pe­destal campra en su plaza principal.

Divídese esta ciudad en dos gru­pos, la al!t!gua Y nuen poblaciónseparadas por el famoso Tajo, ó cor­te de la peña de unas 400 varas defondo, por el que se desliza un arro­yo formando vistosas cascadas sobreel que hay un puente de linda trazay sólida construcción que hace el ofi­cio de paso nivel uniendo las dos po-blaciones. .L'\ Casa del 'Aforo con su lindo patio,

. arabescos, lucillos, y balcón colgadosobre el Tado; las imponentes ruinasde la soberbia fortaleza demostrandoaún, á pesar de las injurias del tiem­po y de la acción más devastadorade la mano del hombre. su valor.é importancia; la Colegiata, que acu­sa dos épocas en su construcción' ycuyos alrededores van sembrandode ruinas la soledad y el, abandono,'Sus templos antiguos luciendo arte­sonados muy apreciables; la alcobadonde murió el siervo de DiOil BeatoDiego de Cádiz, y marcado el sitio yextensión d'e la pobre -tal'irna que leservía dp lecho con I;>arandilla debronce y galantemente. enseñadapor su duefia á lbs devotos y via'­jeros; el hermoso altar que no lejosde alh en elegilnte capilla custodiasus restos venerables, y sus callesretorcidas en las cuales se tropiezade vez en cUdndo con casas y pala­cios de sólida y arlístíca construccióndan á la Ronda antigua un sabor clá­;ico y severo, que atrae yembebece.

La Ronda nueva con sus templosde los siglos XVII y XVIII, en loscuales se destaca el barroquismo consu fuerza avasalladora, sus anchas

, calles y bien surtido comercio, consu Glorieta embellecida COQ las plan,

--- .NOTAS DII VIAJll

ita de 1'iberiaáes, ganada por Sala­I(tino, que ha ucedido á I N01'adino~n el mando supremo.

(Concluirá) .

-=-A.LGEOIRAS.

I besde el Peñón á la Gezira Alja­jra de los árabes h.'\y unas tres ,mi­'las, que recorre el vapor ttElvirll.'t

n unos' éuarenta minutos, hastatracar en el alto y prolongado mue­e d'e madera, dotado de sus raíles,or los que avanza el tren de Boba-

dilla para que los viajeros realicenin intel!rupc(ón su viaje á Gibráltar.

• 1regresa!' á España ya precisa' elir desde el vapor d¡¡·ectamente á LaAduana, donde hay que sufrir el re­gistro ycoilh'a-registro;sin embargo,mostrar.onse con nosotros 10$ emplea­es sumamente indulgenteS. Pensa-on y con razón 9ue 'el objetivo deuestro viaje al Peñón no era el de­raudar.á la Haciend'l española ni áa Taba'calera.

En la misma Aduana puede tomar-e el tren hasta la estación; pel'oreferimos subir á' Algeciras, reco­rer sus limpias y hermosas calles yeliciosos ~ontornos, visitar su buen

/emplo parroquial, adomado de unaraciosa p-prtaéia y gallarda tone, élclledllctO sobre el río Miel y algu-

lOS de sus buenos jardines. Es co­and:lOcia genel~al y hay una guar­ición numerosa, como corresponde

a su posición militar enfrente delforminable Peñón.

Al abandonar AI~eciras, el tre'n seesliza por el Campo de San Roque,

situatio este pueblo en una colina al~Ol·te de la J bahla dando vista'li 1 áCeula y 'costas de 'Marruecos, y 'pal'n terreno accidentado cubierto de

verdor, poblado de frondosos bos­ques de encinas y alcornoques queen su pujanza y lozanía se semejan álos umbrosos valles de las provinciasdel Norte.

1~ONDA.

Al diVIsarse las sierras Carboneray Bermeja, entramos por la gargantade la Sierra de Ronda, de terrenossúmamente quebrados, con árbolestambién, aunque escasos de af,uas.

, Cerca ya de Ronda, discurre la Yíapor delicioso y fértil valle coo quin-

al considerar que por aquel tiempo,nuestra patria, sin salir de sus lími­tes, sostenía una contínua Cruzadacon el pueblo árabe; y por lo tanto,teniendo los españóles al enemigoen casa, no tuvieron necesidad de irá buscarlo á la ajena. Por este moti­vo, cuando'San 'Luis iey de! Francia,quiso que San Fernando le prestaraauxilio en tas expediciones que lle­vó á cabo contra el pueblo árabe,Fernando el Santo le contestó excu­sándose: No faltan infieles en mitierra.

Estas expediciones militares co­mienzan en el ~ño 10951 r la prime­ra de ellas. es debida á las e'téita­siones d'e Pedro el F;rmitaño. -quehabiendo visto las profanaciones ve­rificadas por los infieles en TierraSanta, y lds sufrimientos de lós cris­tianos de Orien e; al volver'á Euro­pa, pidió y obtuvo del -papa Urb'anon, que publicara 'un'a liga santa con­tra los il1'fiéles; la cual luego fuéproclamada en el -concilio de Cler­moot-Ferrand. A este llamamientoaell ier n Da il1ft idad d'e ueblos,los que al grito de- Dios lo quiere,se·pusieron en cllmino de la Palesti­na para reeonquistar lóa Santos Ln­,gares; p~~o esta expediciÓn fué mUJdesgl'aciada, y se disolvió antes delle¡ar al ~térmiDo de 'su viaje.

La primera CrUza'da, 'fué más lm­portante que [a an.ter'ior expedición.La compón:en ejér~if0s{ranceses, ita­Hanos y alemanes, que al·ntando lo­dos de ~Godofredo de Bullón, lleganá Palestina, y al cabo de ct.1arelltadías de sitio logran apoderars~ deJerusalén, (1) fundanao un reinocristianv, que llega á sostenerse -cer­~ de cincuenta afios, p'ero al cabode elte tiemp('), fué sitiado JentsaiénpOI' un jefe turco l1~mado Noradino.Los cristíanbs de Palestina piden 56­

corro~á Luis YIl de Franciá y áConrado fU emperador de Alema­nia; pero estos dos mona rcas son de­rrotados en varigs encuentros porNora~ino, que les obliga á repasarel Bósforo, sin que hallad conseguidoauxiliar á Jerusalén, qne no pudien­do resistir por mál tiempo el empu­je de los turcos, cae por vez segun­da en su poder, después de la bata:'

(1) Rste !lecho está caubdo en fnfmita­I bies versos, por el inmortal Tasao, en supoeml titulado «~~ Jllfulaléu Libertada),

Son las Cruzadas: en la historia·de la humanidad, un hecho de tan-alta importancia, y de tan benéficosresultados, que m~rca época én laEdad Media, trastorna el mundo delas ideas y el de las artes, ensanchaiós cooQcimielltos geográficos, y"lse­ftala nuevos derroteros á la industriamercantil.~ Las Crui'.adas son expedicione~ mi­

litares, yerificadas por los pueblosristianos, con el fia 'de reconquistar

¡los Santos Lugares, qUe des4e laeooqpista lle la1>alestina por 101 sec··Iá ios lle ahorna, 'esta,blln' en I pode-r I

del ~éblo árabe; -y lleVán el n001-1ore' \le Cr'u¡;adas .lal tales expedi­ciones., por tle\'ar los caballeros que'en p.llas tomaron parte, Como distin­tivo ó señal, uóa C(uz roja sobre el¡pecho. I

En tanto que los 'árabes fUéf'on'dUefiDs de MUa I tieYra 'santilieatlaeP0r Jesucristo, los cristiaQos podíany verificaban frecuentes peregrina- Iciones á éstos Lttgares; pero 'en elsiglo XI,~los turcos, después de con­quistar, á costa e los árabes, elIram, fundar las dos dinastías de los.Ghaznevi~es r de los Seidjulúdes,,DO pel."mitiendo á-,los -cristianos lle­Tal' á cabo estas peregrinaeiones; y-en el 'nfio 1078 se poderál'órfa~ '\0­»a la Siria, sugetª hasta entOllces aldominio de los sultanes de Egipto.

La difere.ncia de religión, el espí­ritu cab'alIeresco y belícoso de laEdad Media., las continuas vejacio­nes y sufrimientos de los cristianos,las profanaciones verificadas por lostllrcps en el Santo Sepulcro, las con­qui. del Iram y de-lá Siria, soncausas más que suficieDt~s pal"a quelos puffu1ós cri~tian()s fijaran IU ateD­cijn 80 os, y .ompren­dieran, q e si el pueblo turco hu­biera coftsegumo dominar el lmpe­rio de Odente, después no le hubie­ra sido difícil imponel' su autoridadá toda la Europa. Hé aquí las causaseficientes de las Cru~adas.

Los paIses que en estas expedicio­nes tomaron parte, fueron la Italia,la Francia, el Imperio Griego, Ale­mania é ~nglaterra. Caula extrañezaá primera vista, que la Espaí)a notomara parte en estas empresas; pe­ro semejaote extrañeza de.aparece,

I~

. , .... ....... ..~ . ......... - ~.

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

La Juventud Torralbeña.

•

•

Raras veces el hombre estudia latierra sobre la cllal esparce las semi­llas; pocas se para'á reflexionar enla mayol' cosecha que obtendría altener presente dicho estudio.

La mayor abundancia de una ~re­

colección, depende de la mayor pro­porción en que se hallen en la tie­rra los elementos más ~recisos pa~

-=-1 DEL CULTIVO

quizás muy pronto, para poder trasmi­tir á lar~a distancia el perfil de nue:ltrapropia figura.

¿Quién había de decirles á CavendiskY al. Graham cuando en 1747 produje.ron las primeras chispas eléotricall, va­liéndose parll ello de rudísimos apara­tos, que aquellas rápidas y fugaces lu­oeoillas que ninguna llegaba á. duraruna milé::lima de seguudo, habían deoouvertirse en constantes y poierososfocos de luz?

Breguet, Morse y Huguats perfeo­cionando el telégrafo, BeH inventandoel teléfono, Edissón con su fonógrafo ysus lámparas incandescentes y tantos ytantos sábios que con sus inventos y susnombres han enriquecido las oienciasfísioas, es seguro que oausllrían el~sombro.de todoe 103 hombres ilus'resantepasados. .

Digo en uno de mis anteriores pá­rrafo$, que parece ya imposible avan­zar del sitio ea que nos enoontramos,en materia de adelantos en la oienci"que nOll ooupa; pero no habrá escapadoá la il straoión de mis lectores, que talcosa, ni puede, ni debe ser.

Sabido es por todos, que la electrici­dad no es otra cosa, que uua manifes­tación de la fuerza general; oomo si di~jéramos, una rama del árbol de la fuer­za y del poder; del magnetismo.

El magnetismo es un árbol (y valgael símil), del que solo se conooen la ra­ma correspondiente á la eleotricidad yalgunos cogollitos que la Ciencia utili­za, pero el grueso del árbol, aunque sepresiente, permanece ignoto y ooulto i.la escudriiladora mirada del lJábio, quetiene que contentarlle oon cultivar larama que sobresale.., esperar que pa­sadoslos alboras en que actualmente S8halla la.- ciencia magnética, la inmuta­ble ley del progreso vaya sacando á lasuperficie lo 'restante del árbo .

Sorpresa y admiración experimenta­rían los aIJ.tiguos físioos, oontemplandoJos adelantos realizados, pero may()rlas experimentarían los actuales, segu­ramente, si pudieran darse' una vueltapor estos sitios, pasados un par d8 si­~los, si las-cienoias siguen ,avJl.nzandocomo en la. actualidad,

¿Qaién es capaz de ca.lcular lo que sepodrá hacer cuando se conozea, dominey maneje el inconmensurable poder delmagnetismo? Esa fuerz\!I ,.¡ue lo m'smosujeta, equilibrando su peso. la fina }i.madu'ra de acero en la aguda punta. deuna aguja de coser, qne aujeta y equ~.

libra los infinitos mundos, que rodandpsin cesar por sülerales espaoios, no seapartan ni I1n ápice' de la órbita queles tiene maroada e poder que los d()-­mjna, haciándoles conservar ent~e sí laposición que reSlpectivamente les tien,asigua'da y que no pueclen variar, apé·sar de estar váriando la pOlti6ión oonta~:ltefIlente, ,. ¿Quién, repit:>, podra ni llresumir sj,­quiera, lo que el hombre llegará. á con­seguir, ouando' de una manera fija 00­

nozoa esa fuerza. que unida en su tr&~

bajo con la pesantez atmo~férioadeter-mina la gravitaclón uninrsal? .

El día que se pueda medir y apreoiala fuerza de oohexión desarrollada porla i'Pantació~,en el ~ter intermolecu­lar. será. el dla de la verdadera revolu­oión en las Cienoias Irísicll.!l, y ouaridoel hombre podrá aeoir oon verdad, queposee y domina la fuerza que hoy stllama del porvenir. -

ENRIQUE CURU.ZO,

•0'1e r•el

-=-

Son tus ojos, niña mía,tan parecidos al c;elo,que al mirarlos con los m(os,la inmensidad miro en ellos,

JU..Ul JosÉ GÓllU SUCEDO,

Aunque se conooian algunos rudi­mentos de lo que hoy se llama en laCíencia electricidad estática, puede "fir­marse, que este ramo del humano saber,estuvo muerto hasta que un ilustre sá­bio anatómioo, profesor en Bolonia, elinmortal Galvani, fué oaU8a con su ex·perimento fundamental, del descubri­miento de otra nueva rama de la Físi·ca, el galvanisl1,to Ó electricidad dinámicti.

Después, en el ailo 1800, otro sábio,profesor de la Universidad de Pavía, elgran Volta, vino con el invento de supila á completar los conocimientos quesobre electricidad dinámica ya se po­seían en dicha época, y á los que nohabía oontribuído en poco Franklin conla invenoión del pararrayos (1755). Es­tos fueron los cimientos del in~enso yhermoso edificio que hoy se conoce conel nombre de Ciencia eléctrica.

Fueron perfeccionándose los apara­tos que ya se oonocían, aplioósele la pi­la de Volta al telégre.fo (pues el estable­cido por Lesage en Génova en 1774 erasin pila y tenia 24 hilos) y de progre­sión en progresión, hemos llegado á. unpunto, del que al parecer ya no podre­mos pasar. Tantos y tan s~rprendenteshan sido los adtllantos reahzados,

Gran sorpre~ahabían de expe~man:tar los sabios a que me he refel'ld?, Sl

pudieran volv~r.al mundo de los V1VOSy vieran la faCIlidad con que nos Bervimoll de las oorrientes por ellos des­QUbiertas, para trasmitir lo que escri­bimos, lo q ne habla~os,. para .ver loque cont;ene una oaJI 811;1 abrU'la. '1

Es tan intenso mi amor,qlle en un rincón de mi pecho'te he levantado un altar,y sobre el altar te he pueslo.

Si te veo, niña, gozo,porqne viéndote me alegro,y cuando no puedo verte,me hace gozar tu recuerdo.

No desprecies mi cal'Íño,ni me mires enojada,que tus despl'ecios y enojos,me van traspasando el alma.

clusión no haya poetitlo deciflirse poruna fOl'ma conCl'ela, El único mellio quehay para prescin,Jir del intermedi:ll'Ío esque la asociación Ile labradores tengaimportancia,porque entonces tenlh'á me·dios hábiles para burlar aquella ingeren­cia; por lo cual (Iieho se está IIUl' litscooperativlls no pueden presciullir deliotel'mediario en sus 11I'imcros momen­tos, por er Ilscasa su fuel'za.

(Se continuará)

De tal suerte es la mujerque es hermosa y hechicera,que si es un placer amarla,es un peligro tenerla .

¿Por qué estrañas que el aHOYOse desborde, niña ingrata?..si son las lágrimas míasel mallantial de sus aguas.

OANTARES

tación ,le antemano, si no que.'emos ver­nos expuesto:> á UI1 fl'acaso. Eg preciso,pues, que estemos instruidos, aunque nosea más que de los conocimientos prác­ticos univel'salmente aceptados, y pa aello necesitamos auxiliamos de libros,revistas y perió licos profesional es, quevengan á constituir' una bibliote(~a redu­cida Ó extensa, según los medios de cadaasociación.

Pero no es bastante este conocimien­to teórico. Puelle ocul'rir que lo que dábuenos resultados en otras tierras uo losdé en la nuestra, y para no exponernos,por exceso de fé en el dicho ageno,á mal­gastar el dinel'o, nebe la misma sociedadha,:er sus experit>ncias. Se trata porejemplo de una simiente nueva que senos anuncia como buena. de un trata­miento especial para una enfermedaddeterminada, etc" etc. ,la sociedad rom­pr:} .una pequeña cantiJad de aquella si­mll1ote, y la repal'te entre dos ó tres"cios que hayan de cultivar en aquel añolo mismo y se ofrezcan á ensayarlo y asíse puede -obtener un juicio exacto.Cuando ya se sepa que. aquello que seensayó dá buenos resultados, puede lasociedad comprado y ponerl) á dispo~i·

ción de los socios el1 mayores can i­dades.

La segunda conclusión se refiel'e alcrédito ~grícoht. Según ella, la for Jamejol' es la que tenga por base la I~tualidnd y teng:. al frente á las persol sde reconocida hom'adez que se prest npor alllor al pl'ójilno a facilital' sus ser­vicic.s gl'atuitos y una pequeña suma alfondo social. Ha prevalecido, stlgún evé, la idea de caridad,Se necesita, seg nesta conclusión, que q.aya en cada p ­blo diez ó doce pl'opietarios que qui~I' 11poner cada uno doscientas ó trescie ­tas pesetás en fondo común para pr ­tarlas á Il>s más necesitados y que ad­más quie,'au turnarse el lr'abajo de adl i­nistr:u' esos foodos. Tiene buen CUIda ola conclusión de decir «!Jor amor al p .~imo» lo que equivale á decir que nec ­sitan desp.'enderse del egoismo los deal'l'iba, cosa que estimo muy difícil. .

Más fácil es á mi juicio que cada aso·ciaci,9n destine una parte determinadadel sobrante de calla año á l>réstamospara el siguiente. Se amoldaría esto me­jor con el sistema cooperativo que aque­lla fórmula se hace difícil porque exige

.que haya quien preste el capital de lasociedad en cantidades no pequeñas.

Tiene la fÓl'mula propuesta en la co ­cluslón la ventaja de ser de aplicacióinmediata; por eso decíamos en uno dnuestl'os artículos anteriores que no ecíamos sociedades cooperativas de cr ­dilo que tuvieran funcionamiento no­mal inmediato á su constitución. 1

puede haberlas. porque las c01lperativatienen p,..r base y esencia el que su c'pital se constituya poco á poco merceá pequeños esfuerzos indiyiduales, Peya que el mal es yiejo,nE; Cil/'ramos muI:ho para aplicarle el remBdio. Si estmos convencidos de que la cooperaci­es la forma de asociación que envuelvmenos ineonvenieutes para pequeños e:pita listas y quizás la única posible y t .n'emos fé en sus buenos resultados, apl ­quémosla ~ todo, incluso al cl'édi~o, au ­que no poJamos hacer préstamos en elprimer año.

La tercera conclusió(1 se refiere á lasupresión del intermediario, esa plagaque vive á costa del trabajo del I'abr­dor, cuando se convierte en acaparadory logrero. El remedio es sencillo: que laasociación ó sindictlto sea de impo"tan­cia y de crédito bastanté para omitir enlo posible h ingerencia de aquéllos.

(La con'clusión no menciona l:as dosopiniones 'lue se han revelarlo en la dis·cusión, ni por tanto se decide por unaforma determinarJ:l, y fácil es compren­(Ier la razón. Hay artículos de pI'ulluc­ción agrícola propios para ven;lerlos di­I'edamente al consumidor por medio oeestablecimientos al por menor. Los hayque requieren que los mismos lélbrado­res ó la asociacíón sea el intermediari~

entre prolluctor y consumidor, Hay porúltimll artículos que necesitan del inter­mediario y plazas en las que no se ven·den si él no merlia, De aquf que la con-

Naoió, y con él la alegría;bendeoíais vuestra suerte,y la inexorable muertetemprana muerte le abria.Risa y llanto en solo un díaoonmovió vuestra memoria;sU txistenoia transitoriallorad con amor, cual buenog., ...¡Sabed que hay, si aqui de meno.,un angel mis ~n la gloria!

MANUEL DíAZ T GUTIÉRRKZ.

Madrid 28 Marzo 93.

-=-

1 MI QUERIDO HEBMANO FRRMINEN LA MUERTE DE FERNANDITD

•

DECIMA

CRON1CA BARCELONESA

•

tas que acaricia el privilegiado sue­lo de Andalucía, y miradores sobreel Tajo, y sus casas de fábrica ele­gante. ofrece los atractivos todos dela vida moderna; vida de movimien­to febril, vertiginoso, que ahuyentala paz y lugar no deja á la meditación.

INOCENTE HEI\VÁ••

Sr. Dil'~ctor de LA JUVENTUD TORRALBEÑA.

Muy señor mío: Después de largos de­hates se han \lodillu fUl'mular las con·c1usiones del tema que con tanta luci41ez y tanto, "fuverho pUl'a el .pol'venirha sillu mollvo de las conversacIOnes úl­timas tenillas pOI' lus socios del Instilu­to a~l'Ícola de San lshll'o.

Es inútil que yo me esfuerce en de­mostrar la illlllortancia y la trascenden­cia de la primera conclusión, en su par­te esencial. En ella estamos tO(\QS COI}­fol'mes. Conviene sustituir lá acción in­divhlual por la asociación cle elementosafines. Llls pequeños propietal'ios y la­bradores que carecen de instl'ucl;Íón ele­mental accrl:a de la industr'ia á que lIe­dic:1Il sus afillles, qtle carecen ete aperos,le labr:lI1za pel'l'eccionados, de abl)¡10Ssuficientes, de máquinas que abal'atany perfeccionan tOl13S las operacillnes, Ilemercacio seguro y l'emunel'é1¡IOI' para susprolluct.)s y 'lel dinero necesarill paraun:. pe.ffecta explutación :lgl'Í(lola, debenuni~se y ha.cel t1nll'c tOllos lo Ime unosolo no puede hacer. Cada uno se cles­prende de una pequ,~ña cantidad parahacer un fonllo capaz Ó suficiente para11I'oporcionar los medios que se desean

_ y adquil'idos esos mellios, se ponen ádisposición dc los asocia(los.

En calla I.)calillad serán distintas lasnecesillatles mág imperiosas, Aquí, se­rán los abonos; Allí. las máquinas; enotro lallll, las simientes nuevas; en oll'o,el mucado; en casi to(lo~ ser'á necesariol;at isfacel' tIldas las necesitlades empe­zando pOI' las más UI'gentes. De ahí quela conclusión, para abarcar mucho y ge­neralizar diga: «con arreglo á las -nece­sidades y aptitudes .te cada. c~mar,~a.l)

Sin embargo, hay una necesl~lad quees común á tl)lla~ las I'egiones de España y que es preciso atender como me­dio de poder satisfacer las demás. Merefiero á la instrucci9n en general. De­j:mdo aparte por su gran import3ncialos conocimientos científicos que tantafalta nos hacen, hay una sel'ie de' cosasque no conocemos' y debemos conoceruna vez constituidos en sociedad. Su­pongamos que estamos cllnstituidos enasuciación para tOllos los fines agrícolasy que tratamos Ile adquil'ir una máqui­na ó abonos. ¿Qué sistema tle máquinases mejor? ¿cuál es más sólid:l, ele másproducción, ele menos coste, ele manejoy compostura más fácil? Qué clase deabono requiere cada planta? ¿cuál la tie­rra arcillosa? ¿cuál la calcárea? En quéépoca ha de aplicarse? etIJ., son pre¡un­tas para ¡"s que hemos de tener contes

-=-

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

La .Juventud Torralbeña.

VOCALES•

DEFUGA

Solucionas del número anterior.A la charada LEOVIGILDO.Al Cuadrado

TRESROSAESTESAEZ

••U • UIUUU..h • •••• ..UU .

Ot dad..Re 1lm ~ .~ BN KR4NU••

S. br. h.. J.. d. f. qu.L. t. rr. d. m.. 1. s .. nC. m .. sto b. s. br. h.. 1.. 1. d. sh. c. rs. B. h. nd..

SOLUCIONES: EN EL PRÓXIMO NÚMBRO

-------= =----------

A Cuba se enviaran por una de lospróximos vapor'es gr'anl!es cantidades deharina para el ejél'cito, porque '1icho ar­tículo, que viene importándose de losEstados Unidos, pl'incipia á escasear.

Tengo una segunda cuarta, .Que corre más que un do. tercw;y la puedes prima Bias,A cualquier hora que qui~r"9.

Tengo tres cuart'J en un oJo,Que no me deja primera;y es mi todo cierta planta,Que despide Buave nectar.

Solicitallo el concurso de Lagartijopara la corrida patriótica que trata decelebrarse en Madrid, ha contestado elfamoso torero que en beneficio de la pa­tria, hará cuanto sea necesario.

.--,....-=..:.;...,.=-:.....:;,=-

SQccion fQcrQaii"a..................................................--- _ _.._ .

OllAR D

Según nos comunican los correspon­sales de la mayoría de los pueblos deestil provincia. el estallo Je todos loscultivos en gen~ral, IW puede ser mássatisfactorio, espcl'ándose para el pl'óxi­añl) abundantes cogechas.

-----,.-.,-= =-----,.-.,-

Dicen de la Habana que al emb:.rcarel éónsul Lee para Cayo Hueso, recibióuna pita morrocotuda.

El periódicO' Dail y Afail publica unllespacho de Nueva YOl'k,.en el que se dala ~stuJlen¡la nuticia hija indudablementede insigne mala fe, de que el cónsul ame­ricano Lee se propone demostrar' que laexplosión dd Jlairlc es impul:lble á lasautlll'Ídades españolas, y que el crucel'oA/ontgomery estuvo t'vnlleado' también

sobre una mina, no ocul'I'iende una ca­tátltl'Ofl', pOl'que los oficiales de llichobuque hiciel'on que un buzo cOl'lase elhilo que ponía en comuni,cación dichamilla con un fuel'le:espaiio1.

El día 1.0 .le ~f;¡y() telHll'á lugar' enViso ,le ~bnlués la subasla par'a ela''l'ien-Io á vcnta libre de las especies deconsumo Ile dichll pueblo durante elejel'cicio ecollómicoil dej g8 al 99, bajoel til'O tle 23.088 pesetas.

Parece «Iue Ulla cÚiIlpañía inglesa tie­ne el PI'ul'ósit.o de ul'ganizar' la exporta­ción ,Iirecta «le lo~ vinos á Cuba. congrandes ventajas para los cosecheros.

Conforme á un telegrama que se harecibillo de Washington y que publica elHerald, se sabe que el Vi:caya y elOquendo sal 8I'on de P'Jel'to Rico.

Se añade que pal'eCIi se dirigen á Ca­Iba Verde.

g. ~ftGUEL ARENAS.

-------= =-------

sielfllll'e la vardall y ser' f,'anca y des·lB'end i.la con sus amigas.

Quizá~ también puella decir'se de lamanchega que es ingl'ata para con lascostuml)1't's legendal'Ías de la región sinos fijamos en que su baile, las manche­gas, más dclicallo y ~allencioso que lajota, más cadencioso y atrevido que las~evillanas, que debía ser el segunllobaile nacioual después tle la jota, yaapenas se conserva cntl'e la gente llelpueblo y es menos 11I'eciado pUl' la clasemedia, que prefiel'e los agal'rados; y en¡ue su al'tístico moño ~ sus .int:o!nparabies rizos, han pasado a la hIstoria, des­ttH'ra,los con notable 10<'1 gusto por losinsípidos peinadus modernos. Pel'o nues así; la llIujel' manchega no hace conesto mas que lseguÍl' el gusto de !ll,lshombl'es, que está pOI' cierto sin culti­var.

A todo esto pued¿n reducirse sus de­'. cLOS, pOl'que la cdlica, tal como lapl'actica la manchega, no es general­mente defecto. Es quizás su más reco­mendable virtud. La crítica bien hechay limitada á lo justo y á lo raciunal, esuna ayuda puder'osa pal'a el cumplimien­tode (lIS deoel'es sociales. 00n1e no lIe·~an el CÓlli~o penal y 10:\ preceptos dela moral para obtenel' san~iones de faltasque se ef;capan á sus delicadas I'edes,llega la C1'ítica que conociendo mejor loshe.:hos, los analiza ó condena con másminuciosidad y más justicia obsuluta.

Doy tanta importancia á la cl'Ítica ysobre toJo á la manel'a de practicarlalas mujel'es manchegas, que creo, quesi los hombres pusieramos cuidildo enimitarlas, dado el talentu natural queadorna á 10il manchegos, se harían vel'­daderos milagros en ad61anto moral ylDateriaJ. Si la Inujel' manchega valetanto, es por'que saue que en calla veci­l1a tiene un Juez justo sobretodo y seve­ro que ha de condenar sus actos y si elhomb,'e mancbego vale tan poco es pOI'­que sab~ que sus jueces p~pulares ni sonjm;los na scvel'os. No son Juslos, porqueflD sus (allos cchan mano con demasiallafl'ecuencia de la socarronería y de la in­diferencia y con bien poca Ó ninguna de[YU natural buen juicio. No son severos,porque sus juicios más funcia«los los ha­l:en clepenllcl' del éxito que es muchasveces cuntral'Ío á las leyes naturales.

¿Por (lué, pues, no se cscl'Íbc tanto dea mujel' lIlanchega como de la andaluz\!,a mal1rileña, la delnol'te, la valencianatc.? No la adornan torlas esas virlullesotr~s que me callo? ¿por qué, pues, no

e pulJliean y están "ellos libros y másihros Je sus ala ba nzas?

A mi juicio, por'que á la manchega noa conoce nadie más que el mancheg" yste solo de vista. Hay una gran dife­l\Dcia enlre el macbo y la hembra, Clln­idC!!3,los en tudllS sus aspc-elos y mani­'stacioncs, tanta que el manchego nouelle apr'l'cial' lo que tiene á su lado.01' eso no sabe alabado. Y como él no

I alaba y nadie más la conoce están susirtudcs en la oscur'ielad más completa.

I La basta par.. el suministro de calparda y blanca para las minas de Alma­dén, ten'h'á}ugar en dicho punto y ene ta Delegacip9 de Hacienda simultá­neamente. el día 21 del próximo Mayo,á las tres de la tarde, siendl) el tipo demencionada suba.sta 29.701 pesetas.

Según un despacho de Washinton quepublica t:1 World, Lee ha dicho que laComisión' de Negocios Extranjeros e1elSenado no estaba dispuesta á reconocerla república de Cuba.

Declara que lus insurrectos no pllseenlos caractel'es de orden y de ostetbilidadnecesarios á ese reconocimiento.

11 gramos.29 »32 »28 »

Mantillo ó humns .Sílice - .Arcille .Caliza .

•

~AS MANCHBGAS

N. G. L.

De economía doméstica puede cual­quier maot'hega dar lecciones á. los mis­mos eC1H10misL.ls. El que tenga comooficio y modo de gaoal'se la vida lacl'ianza de animall~s domésticos. puedevenir aqu í á aIH'enlle,' mil reglas que lamanchega practica todos los días. desdelas que se retiel'en á la temperatura quenecesitan los animales en sus distintasedades, hasta las que determinan lacantidad exacta de I)ienso necesario ásus distintos estados.

Sus vesthlos sencillos y honestos es­tán cortados y cunfecciunados por ellamisma y c~n frecuencia también los desus hombres, No gasta sOIr.brero, esechisme inútil, ridículo y feo que cuestata n caro y aIlI'ovecha tan poco. Lo suplecon reconocilla ventaja para su naturalhermosul'a con la mantilla de bl nlla,hecha pOI' ella, en lo cual no liene rivalen el mundo.

Es cuhJall·,sa el1 gl'allo sumo. El alfi­ler, el gl'ano de tr'igo, el más pequ(~ño

resíJuo,es objeto de su atención y de sucuilladora gual·da.

Su abllegación y Sil conformidad paralas p~nalitlatles no tiene limites. Estarámese~ y meSeS encel'ralla en su casa sinver la calle, atelHa solo al cuillado iJesus intel'eses; sufril'á sin rechistar ~I

tiempo ddverso y 1115 vicios de su mal'i­do; consentil'á que éste se juegue el di­nel'o que ella busca en la calle pal'a pa­gar la conh'ibución ó los rédito", delque deban, y á pesar de tUllo seguÍl'áahol'I'aollo para hacerse ropa.

En una p\llabra, los manchegos quehayan leído los preceptos morales y lostratallos modernos. de sociología, habl'ánvisto en unos y otros cómo se pinta ála mujer perfecta, conocel'án el tipo deperofecta casada de Fl'ay Luis (le León,se habrán formado un tipo de mujermOdel'llll, quizás distintll de aquel, ha­brán podido lIbsel'var en uno y en otro,algo que retr'ata á su madl'e, á sus her­manas, á su muj.,r y á sus hijas. Es lamanch,~ga,pues,el iJeal en cuanto a mu­jer de su casa.

En la calle ya se le nota n defectos. Laaltitud sobre el nivel del mar, 'el clima,la carencia de aguas buenas y de arbo'lado, contl'ibuyen á que el aire corr~ conlibertad -por este suelo y arrastre el pol­VJ arcilloso que vá á incrustarse en sucara que arruga y agl·jetea. El poco cui·dado que la maFlchega pome en lo el"fileg de su tocado siempre limpio, ay,u­da mucho á la acr.ión de los agentes ad­mosfél'icos y de ahí que abunden las ca­ras terrosas y ásperas. Lo es tambiénalgo en su trato social. La mancheg!l saobe poco de etiquetas y ccremonit4s: nosabe decir palabras cariñosas cuando nosiente cariño. La educación para ellaconsiste en la e«!ucación á la antigua,que es la verdadera: ir limpia y recogi­da, presentarse con sencillez, no alber­gar nunca malos sentimientos, no en­gañar con palabras dulces y ademanesde cumplimiento cuando no siente ni elcariño ni la veneración que esas pala·bras y~dc.man a (le 8 po d ci

Tota .... 100Por'hallarse los elementos casi en

la misma proporcióll, tendl'Íamos unatierra de excelentes cualidades parala vegetación.

Ahora bien; cuando predominaalgunos de los elementos, la tierratoma el nombre del mismo, y tene­mos tierra humíteras, areniscas,(J..rciUosas y catvias~ pero el estu­dio de estas tierras como el de suspropiedades constihlirá un nuevoartículo.

ra la alimentación de la pluta quese cultiva.

¿Y cómo se hari. un examen deuna tierra?

Entre los difel'enles procedimien­tos que hoy existen, y prescindien­do de aquel que consiste en juzgarlas tierras por el color, suavidad,olor y demás propiedades sensibles,voy á exponer uno que por lo senci­llo y fácil de ej.cutar, puede serutilizado por los agricultoreR.

Procedimiento de Levigación.

Por medio de este procedimiento,pueden apreciarse los componentesde toda tierra de labor, de un modoentretenido r científico.

Tómese por ejemplo cien gramosde tierra decantada é introdúzcaseen una vasija que contenga de nue­ve á diez veces, el peso de la tierra,de agua; agítese y déjese reposarpor algún tiempo. Una vez asoladala tierra -~m la vasija, recójase la sus­tancia que sobrenade, deséquese ypésese por mediu de la balanza, ysu ongamos que nos produce once¡ramos.

Estasubstaneia es la llamada man­tillo ó hum'us.

Recogida la tierra de la vasija sinderramar el agua, se procede á ave­riguar la sílice que pueda contener

. la tierra que sirve de ensayo.Como este elemento se separa con

raci~idad de cualquier otro, bastauna serie contínua de agitacionesviolentas, para que pueda ser apre­ciada la cantidad que arl'Ojará labalanza; una vez deseeada la sílice.

Pues supongamos de este elemen·to 29 gramos.

Dorante las- .operaciones anterio­res, debemos tener un recipielltedonde ir echando todas las aguasturbias que han iervido para el en­sayo; pues de 10 contrario nos eQ­eontrarÍamos en la diticultad de po­der averiguar más elementos de latiel'ra de ensayo.

En estas aguas se hallan dos ele­mentos principalmente, de los másimportantes de una tierra de labor:la at'cilla y la caliza.

Como ambas substancias se hallanen suspensión en las aguas, serápreciso valerse de algún tercero quedisolviendo una de ellas. quede laotra en plena libertacl, para poderreposar. Para ello nos valdríamosde un ácido, por ejemplo el vinagre,que disuelve á la caliza.

Entonces la arcilla, se asolaría yvertiendo el agua con cuidado, que­daría la arcilla sola en el fondo dela vasija. Desecada y pesada, supo­nemos hubiera 32 gramos.

Para hallar el peso de la caliza,no tendríamos que hacer más querestar de 100 gramos de tierra quetomamos para el ensayo, los tressumandos que nos han producido lasoperaciones; y tendríamos que ladiferencia es de 28 gramos de cali­%a existentes en la tierra de ensayo.

Tendríamos que el ensayo de latierra nos había producido, lo si­guiente:

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)

La Juventud Torra1beña.

IaSNBROS DSi RSJNO y BXTRA'NJBROSLA VALENCIANA

'48.111 DI 11•••11DE

DI':

C,'H 1ST I NO DI AZ

4, CABALLEROS, 4---MIGUELTURRA.

INOCENCIO MORA7"11; .....

Paquetel'Ía bisutería, génel'lIS ¡le plinto, intnenso !lurtillo en -Iencerf;l y t~la:;blancas de hilo y algodón.

Se admiten encargos relacionados con el ramo de comercio.

t. (DJfllttl.lle) t ..;,~;,1r@Jl&-ALBA,En este acreditallo establecimiento enconll'ar á el público toda elllse de jabones

hasta la fecha eonucillos, que á má:i de !lU buena confección las circunstancias dela Laratura tle sus precios que á conl.inuación se expresan:

Jabon de t." I>hll1co. . . . . . . . . . . . . .. 6'25 pesetas arllObaId. oe 2.' color caña ó verde. . . . . .. 5'25" "Id. de 3." rolor verdoso ' 4'25" "

Nu leniendo inconveniente en elaborar todas cuantas clases se le indiquen sie •pl'e que se com¡H'mnela en las cocidas enteras.

DROGDERlA y PERFUMERlA DE SANTA t TERBSAJ DAN J. LÓPEZ

DAIMIEL .1

Ili-RHerváis

En este acreditado establecimiento se hace toda clase de IMPRESIONES f11I.;PO.GRft~ICAS. obras de lujo, memorias, folletos, periódicos. cir~ul¡lfClS, Í4j.cturas Y.r cilios. Cartele~ y anuncios de todos tamaños, én negro y varias ti ntas. Esq uelas.membretes y ta'1~t~s. Impresiones para Ayuntamientos, Juzgadds, D¿pendéirciludel Es:ado, AdmlOlstraciones, etcétera, á precios muy económicos i

E;NCUADEN ACrONES: Se haoen tanto de lujo como'económicas á preciossumamente bar~tos. .

• LIBR~~lA: Obras de todas clases. libros de texto para Institqtos,Semin&l'ios yEscuelas r~ormales. Surtido completo en libros de primera enseña nza y ~e.para Escuelas. - OOBJETO~ DE ESCRITORIO: Papel, sobres, plumas, tirita y·toda clase: de obje.

tOS perteneCIentes al ramo. ,

.I.DORI.OIÓR 1I0CTURR.lHojas con las in~enciones é invitación, una peseta el ciento.ldem con las intenciones llolamente, cincuenta céntimos el ciento.En estas hojas se hace rebaja según el pedido que se'haga.

En este acreditado establecimiento se encuentran loda clase de DroaaJ y Perfu.mes á precios muy econ0micos. 11

Pintul'as preparadas á 0'60 pesetas libra.Hay gran sU;I,tido en sosa causli~a para hacer jab~1I y clor ro de cal.Brochas y pmceles, -EspccialÍllalles farmacé,lllicas.

COMERCIO. 1.--DAIMIEL.

11 IMPlmNTA, ~IBREItíA yENCUADERNACIÓN,li..----- :__ )Ole: lLiY.. ------~I!I!I!I~..iíi

Vi.a, e ».11 Jo~é )firía lB f. rij.,~ TOLEDO, 7.-CI'O'D:A.D-RE~r.. ~ .

•

..

DE

Véndese en, -la Librería de Rubiseo...·Ciudad·Real." '. (

Estudio completo de )a Historia de nuestros pueblos, de su~ monumentos y fundaoienesy de sus hijos ilustres con curiosos datos biográficos y bibliográficos, con la de las Institueionesque nacieron ó se desarrollaron en LA ~IANCHA en los tiempos de la Reconquista.

GBNER08 DEL REINO Y EXTRANJERO·lVI:ANUEL R,():lVIE'RQ

SE SIRVE ~A·FlA' FUERA

---"---..,.,....~......c...----

En esle aCI'erIÍl:¡c1u establecimienlo encontl'ará el público loda clase de génerpsde lilliU1¡1 1l11\lell:ld.

G.'an sUl,titlo en pañolel'Ía tl~ seda, géneros de algollón, lencel'Ía, pasamanel'Ía yal'lículos de laqa y tejidos ,de tO'las clases,

Todo á precios red.uddos.

Culebra, 8.-TODD.NLBA 'DE CA'L:&.TRAVA.I I

Sillel'Ías tap.izadasml]Jmrnl1m~ I1D~ IL1JJJJ® Juegos de alcoba con

desde 60 pe~etas. camas á la inglesa1.'M desde 70 pes~tas.

Lal>l'adas á la inglesa Gran taller yalmacén de muebles Entredoses.desde 100 pesetas.DE TODAS CLASES

Sillas regilla, desde DE Marquesitas.30 pesetas docena. C'R fSPUL O LÓPEZ

Juegos de comedor.MlIchles de Viena de San Pedro del-Taulad, 65

Juegos de d~spacholotlas clases: camas I

Viena tlesde 15 plas. BARCELONA Mesas ministrode todos tamaños.- .

Sillas de Viena desde ESPEG JALlDAD. Sección de Tornería80 peselas docena. en mesas de no~al p~l'a comedor trasparentes, galel'Ía ,

sencillas y con tablel'Os para aña- porliers, y todo. loJuegos de sala. c1ir, de lus úllimos sistemas, desde referente á decorad

30 pesetas. de habitaciones.

Originales cedidos por D. Anastasio Martínez Carrasco. Digitalización: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM)