SI esta Vd. disgustada con la apariencia d~ SU cutis y desea una piel fresca y radiante--empiece hoy el tratamiento WOODBURY.

Su cu tis carnbia de dia en dia. Una capa o _epidermis · muere y otra nueva nace en su lug~r.

Conserve esta nueva epidermis con el ·tratamiento JABON FACIAL WOODBURY.

Explicado en el folletp que acompafia cada pastilla de jabon. Miles de sefioras y senoritas han obtenido un nuevo cutis con el tratamiento WOODBURY. ·

Obtenga una pastilla de JABON WOODBURY hoy, en su d·rogueria pcrfumeria o sederia. Empiece a usarlo esta noche y observe como casi immediatamente su cutis mejorara en apariencia.

·una pastilla de JABON WOODBURY dura de ,t a 6 semanas para uso general y ·para el tratamiento del cutis. El JABON WOODBURY cs tambien envasado en cajitas convenientes ·de 3 jabones.

El jabon Facial Woodbury es fabricado por "The Andrew Jergens Co." quienes son tambien los fabricantes de la "Crema Facial" y "Polvc, Facial" ma·rca Wooclbury. ·

2

l

CART[LI:5 EL SEM-ANARI'o NACIONAL

Publicado en la Ciudad de la Habana, todos las domingoe "Sindicato de Artes Gr~ficas de la Habana, S. A."

a la franquicia postal y registrado en Correos como . correspondencia de 2a. clase.

ONRADO W. MASSAGUER, Dir~ctor.

ALFREDO T. QUILEZ, Gerente General.

PR.UDENCIO FERNANDEZ, Jefe de Redaccioll

OSCAR H. MA_SSAGUER, Administrador.

Precios de ·suscripcifo: $5 ~00 ·al ano moneda cubana o de los Estados U nidos .-

N umero suelto: IO cts. Atrasado ·20 . cts.

Oficinas_: Edi.ficio clel Sindicato dt: Artes Graficas, Almen­dares y Brnzo!l, Cable y Telegrafo: "Carteles. Telf. M-4732

_VOL. VII. ANOSEXTO No. 1.

NUESTRAS REFORMAS Rtspon<lic,;ilo -·\· la dl'man<la del

pi1blico, quc sicmprc l"t'Cnnocii'i en CARTELES a su n·l'ista fa rnrita, hoy sale n·1i1nzada )" pnlllll'ti l' ndo aparcccr todos los jlll'l'l'S en la Ha-

. b.ana, y visitar a sus mas rcmotos amigos <lei lcjano Oricntc, antes d~l domingo fccha oficial de salida,

Dcseamos llamar la atencion a los coleccionistas de quc los ni1meros de Enero y Febrero-Marzo de este ano comprender:in el Vol. VI, y atrndicn­do al cnmbio de tamafio que hacemos ·desde hoy. De manera que el VQl. VII terminara con el afio 1924, $i­guiendo despucs de Enero a Diciem­hre comn aiios anteriorcs,

Nos pcrmitimos aconscjarles a las coleccionistas que encuadernen las tres meses del Vol . VI, con el aiio 1923 o sea todo el Vol. V.

Con esta nueva forma de CAR­TELES ~an entrado a formar par­te de la revista los sefiores Conrado W. Mnsrnguer, Director de "Social"; Ai/redo T. Q11ilrz, Prl'sidente de! Sindicato de Artes Graficas de la Habana y Prudencio Fernandez, ex­rcdactor, de! "Diario de la Marina". Nuestro director-fundador se ha he­cho cargo de .la Administraci6n, ade­mas de ocupar el mismo delicado car­go en la re vista "Social" . .

~~ .7iinirlorf II Herm11114

I PRUE BE y COMPARE.

j I

-Oye, muchacho, lse vende?

- Se puede comprar por diez kilos, sefior, pero "este no s,e · vende". ·

l

¥

CARTI:L[Sfi EL StMANARIO NACIONA

FUNDADO EN EL 1919 por OSCAR H. MASSAGUER

VOL. VII LA HABANA, MAYO 4, 1924

C AR TELES inicia hoy una nueva era

de prosperidad, esperando pu.eda en beneficio de sus lectores, desarrollar un extenso programa de iniciativas, que lo conviertan en la mejor revista de informaci6n grafica de Cuba Re·-

publicana. Viene CAR TELES-sin que en ello exista

petulancia, qi falta de modestia-a llenar un va­cio. La prensa de la republica, que por su numero, calidad y grados de ctiltura ocupa uno de los pri­

. ·meros puestos entre la de la America, carece de una revista coma esta que ahora lector ponemos en tus manos.

La actualidad grafica universal y con pre­f erencia la de nuestro progresivo e industrial pais, recogida sin los apremios del tiempo y del espacio que exigen muchas veces en los diarios, sacri ficar la novedad a la rapidez de informaci6n, consti­tuira el nervio de las paginas de CAR TELES se­manal. Con ello y una depurada perf ecci6n en los procedimientos mecahicqs, puestos en practica, para que esta revista sea modelo en su genera, es­peramos fundadamente desde este primer numero semanal, conquistar la ~te~ci6~ del publico y sa­tisfacer su natural cunos1dacI al o er conocer con el mayor cuidado en la impresi6n grafica,-

-sentido, nuestra labor es complementaria de la· que realizan los peri6dicos y de acuerdo con ellos, procediendo siempre en patri6tica hermjandad de sentimientos, con el respetuoso reconociin.iento ·al valer de SUS meritos, inspirara CAR TELES SU

semanal actuaci6n, honrada y leal como procede entre cabaJleros bien nacidos que hacen culto de su dignidad prof esional.

Politicamente CAR TELES carecera de fi­liaci6n determinada. Alabara lo que merezca ala­banza y represente ~eneficio publico, e impugna­ra con argumentos s6lidos, que son los que dan la raz6n, los malos pasos de nuestros gobernantes que pudieran acarrear males funestos a la Repu­blica; -mas en todo momento, ecuanime y sincera­mente, expohdra su opinion con el respeto que merecen cosas y personas y sin olvidar un solo momenta, que la cultura del publico rechazara las estride~oias de lenguaje y sigue y apoya al escri­tor que es serio y fundamenta basicamente su cri-

, terio en razones de peso; no en salidas · de tono, faciles pero nocivas a su actuaci6n.~ _ · _ ,

No. l'\

. puesta de nuestra parte-los hechos mundia]es

CAR TELES, al aparecer semanalmente en el estadio de la prensa cubana, tiene un cordial _y

: afectuoso saludo de camarada, ·para todos sus co"" , legas y para el publico en general, al que se en­comienda desde este momento, esperando de su colaboraci6n atinada y correcta, una provechosa compenetraci6n de sentimientos que proclamen la nobleza de miras y elevaci6n de ideales que per~­guimos en pro y beneficio de la cultnra nacionai.

que verdaderamente llamen su atenci6n y de los cuales tuviera el incqmpleto conocimiento que presta la informaci6n de la prensa diaria: en este

/ ./SJd, ·~aaPOI ~ 'E/~do CJabrukt · ~ e1~ C/rJanueL ~

rios. Conoce la ciencia de hacerse Teniendo por asunto· ·una . de las nanaoselos tan estrechamente que una mugrienta clamide trata de de- amar hasta la locura. Es una Cleopa-

bellu leyendu del Talmud, ese sa- apenas puede andar. Sefior---exc:la- tenerlo: "Yo soy el Rey-;ts;fuia tra, remota, con languideces felinas, _grado y peneguido libro hebreo, ma con tan potente voz que estreme• angustiosaniente. Un pobre ia o o con caprichos monstruosos . . . . ~ls }posterior a la Biblia, escrito en las ce a los oyentes--tu que supistes ha- reconoce y temeroso de comprome- tarde surg·en en la sombra dorada no /v(speras de la gran dispersion cuan- cerme beber el vino que me torn6 terse se aleja presuroso, El hijo de menos desnudas, no menos tentado­do el gran pueblo sentla ya sobre debit, tu que supistes ardiendo en David, que lo ha pmlido todo, ha;- ras aquellns por cuyas tibias caricias sus torsos que comcnzahan a indi- deseos de complacer a tu Dios, arre- ta la majestad del semblante Y a Salomon abordo las palabras de Je­narse bajo el peso de la fatalidad, batarle al gallo montcs el g~s~no dignidad de lo~ ge5t051 ahand0nn de- hov'a: mujeres seductoras de Aman, las latigazos de la humillacion, esc Chinmio, sin cl cual su vida era ir sesperado la Ciudad S~nta. . de . Sidon de Morah, de Idumea, que libro que era la manera de un ncxo posible, para con ·su auxil. io que h.&• Dr.spues de vagar cien dia~ Y cien le haran arrodillarse ante dioses cx-entre los hermanos "de la valiosa ra- da innec:esario el uso de metales pro- noches sc dctiene una tarde JUnto . a tranjeros . . . Pasan luego los escla­za, ha escrito Gombert Slalevy, un hibidos para modelar los marmoles un arroyo para calmar su sed. Ren- vos sosteniendo los copones de oro y poemn dramatico, que sera pro~able- del gran templo que ha de inmor• dido por la fatigosa jornada no tar- esmalte los grandes cofres de plata mente ltc,•ado a la escena del anti- talizar:te, tu que levantas palacios Y da en dormirsc y la vision de ·su _pa- que guardan en su seno joyas milcna­guo Teatro Real, de Munich, la ri- ciudades seras aun _mas · poderoso si sado surge al punto- Las setecte~- rias cuya ·riqueta es tan ta que hada suctia capital bavara, en la cercana me con(ias por un instante tan solo tas concubinas pasan vaporosas agt• palidecer de envidia al propio Papa-primavera, tu sagrado ;millo. . tando SUS tenues _velos. Sus desnude- ramanabu, aquel suntuoso senor de

"El Anillo de Salomon" es el · El gran Rey, sonrle. En su dies- ces no inquietan al Monarca. i,Son Ceilan, que poseia rubies de cuarenta titulo de est.'I obra que sera presenta- tra el sagrado anillo resplandec:e, Sus tantasl Tras ellas aparece una ftgu- tonalidades distintas, Ja con fostuosidnd asi:itica; El e~ce- parpados ocultan un momento el bri- ra doliente, tan bella como llorosa: En el acto siguiente Salomon, se nariu ser:i cun,·ertido en -un gran · llo igneo de sus negru pupilas. El la Sulamita. Es una criatu~a more- encuentra en el palacio del Rey de marco de oro y los espectador;s al rey de los reyes no es todavfa el rey na, de tristes ojos, de genttl andar. Amon, mezclada con la servidumbre iniciarsc los actos admiraran un cua- fil6sofo de quicn nos habla Flavio Es una apasionada pastora cuya cu- Noemi, la encantadora princesa real, dro plastico de singular belleza, fres- Josefo, el rey que despucs de cono-, na se · ha mecido en la falda del Ne- lo ama y desafiando el enojo paterno cos mararillosos, todo color, tod-o cer cuanto acontece ~ebajo del sol, bi-Dahl. Oidla ; en la noche e5tre- accede a casarse con cl y es en medio lu7., cups figuras estatuarias ten- acostumhraba de jar J erusalcm ) llada cuenta al airc sus penas. "Yo de la dicha de este momento cuando Jr.in la virtud de 11nimarsr lenta~ mostrando en su carro scguido tar. habfa bajado al valle a cuidar las ni:- el hijo de David recuerda que es obra ntcntc. solo por guardias y arqucros iba si- fias, jha tambien a. ver al que amo Y ,uya el "Cantar de los Cantarcs" .

.-\1 cnmenzar rl poema, S_nlomon, lencioso al Huerto Cerrado y alH ba- tu; iOh Rey! miserable me hiciste El" poeta renace e~ honor a la bien-hiju 1ll· Da\'i1l, tcn:cr rt:)' ,le Israel, jo los limone.ros y naranjos de Orien- conducir hasta aqui," Luego, en su le- amada, pero cuando el fuego de la :tp:m:cl' s,·nta<lo l'n su dl'1·aJo trono te pasaba las horas de la mafiana cho · soli~ario, en cl harem donde to- inspiracion se extingue, Salomon, }a­,ll' marfil, ruJe:ulo de ·su fastuosa meditando, Aguijoneado por su do es riqueza y esplendor la . desdi- menta con mayor amargura la pcr­curti·. T .mlo cuanto le · rodea es mag- ambicion se levanta palido e inquie- thada cautiva, gime vencida por la dida de _su trono. "i Oh bell a entre nifico. La~ picles mas ricas si~ven a to. El manto azul, el real manto que fiebre llamando a su adorado pas- las hellas!-Musita contrito-ique lall fa\'urit.'I~ para rcposar languida- desciende hasta el suelo desde los tor. "Ven, ven 1e grita-odio cuan- puedo ofrecerte? Su doh>r es tan sin-m,·nk a lo~ pies :1ugt"1stos del monar- majestuosos hombros y que semeja to me rodea. Odi'o al Rey, que me cero, tan honJo que J ehova se con­··a. l.1111 pl'rfumes m:is raros traidos un .pedazo dt cielo en el que brillan :ima, solo tu eres mi amado. Ven, muevc. °El gran Rey, se arrodilla y Jh

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l11psohroslq.~ucr11e·gJ1.ea A

5 •• 1r1:31•

1 estrell~s _def'diamandte

1s,Menvuelve la que sie~tab tu i_nano entr~ bmis

11ma- recita un cantico religioso. Al con-

~ -~ .. • " ;trrogante 1gura e onarca, que nos y tu oca Jllnto a m1 oca . . ,ll'l141e 1us alto~ p1•hetl'ros Jc oro. Los Po/ primera vez desde que Mathan, y delirante se cstremece en el !echo cluir le son entregados los presentes gm•rrcru_s manCL·hos lwrc(1lcos de~fi- profcta )' Sacerdote, por orden de real donJe la fiehre marchita su ju- de boda. Uno entre todos cautiva su l.111 arrugantcs annstrando sus relu- Da,·id lo ungieron rey de Israel, se ventud. y cllando el fantasma de atencion. Es un pescado cuyas, csca­ri,·nll"s :~rmas. Los· esda\'oS negros separa de su anillo, simbolo de la la Sul:unita se esfuma, aparece la mas parecen de .oro, Al tomarlo de la trai,los ,Id Sud:in, Ul' Etiopia y de ' grandeza. Asmedai, toma avaricio, reina de Saha, la radiante soherana ban<leja donde reposa, urt anillo cae Suhia, ~mi-dcsnl!dns, aJornmlo~ samente la joya. Su espantoso rostr< de! Yemen. Su cortejo fabuloso, ade- de su boca. Es un anillo que herido run coll:m·s J)C!l.'ldisimus, permane- se anima . con triunfal sonrisa, Sw lanta, a tra vcs de los arenales del por cl sol <leslumbra. Es cl anillo <le ren en ultimo tcrmino, silenciosos, cadenas se rompen y" al caer un vapo1 Jesierto, ;Sus camellos, sus carros, Salomon quc el Rey de los Espiritus nw,lr11:c.1s, :1tl'l1tos a la mas lcYe imli- ,·spcsn invade la saln, cuando sc di, conducen para el Re)' de Israel , pre- ha perdi<lo · 1.'a'°i,',n ill· ~11 potlcroso ScJinr. Ba- sipa, el Rey de Ins Espiritus, ha scntes fabulosos. El Rey de Israel •corre acompafia- 1

rr:ulij:1, d gran g'lll'rrao, fa\'orito dcs:iparecido y los ccirtesanos llcnos La propia soberana, abrasa<ln pnr las do de Noemi, hacia Jerusalen. La Jd R,·,·, inclin:intl11sl' dclante d,· Sa- de asombro oycn dl'cir · al Rey, (JUC ardientes pupilas del poderoso mo- multitud lo aclama, los guardias le 1111ni',n · 1l'. like: ":\!lnwcbi, tu rcgin pnrl'Cl' clespertar ell' un largo suciio. narca hebreo, se ofrece . .. ahren paso y cuando ya en la sala del pri!li111wr11 jnh, :ccJior! ,lesea ofrecer- "E~c hombre me_ traicionar:i" ) sc- . Belhis, rein:i cl"e Saha-flor, entrc tronu Asmedai lo vc llcgar, huye fl• ,i ~·1111~·n1ii1 ~·n !IUa\'iZ:tr sus catil'- nalando a Barrcdija, onlena quc In Ins flores de Arabia, era en aquellos precipitadamente . . n:1~. In!& 1m•Ji11.c Jc.' hacer inYencihlc azoten doscientas Yeces y lo quitrn dias segt'tn los \'iejos textos,. casi u11a El asunto con tanto ingcnuo no en­cu l".Jcr". Salum,in, intere~ado, ac.: para siempre de s11 prcsl'ncia, .nina. Su talla--;aseguran- po<l ia cierra muchas bellezas. Pero cl libro i:,·J,·. El re,· Je lo!I E!lpiritus de las En el segundn a·cto, Jcru~nlcn, es- compararse a una rama de Boar; su cs en verdad el admirable. Halevoy, T.inichl:i......:.. . ..\smcdai- capturado t:i de fiesta. En una plaza, la multi- cul or era cumo el de las tuberosas Je ha puesto en los labios· de las mujeres

por d ai1t11t11 Harr:11l ija, es cnnJuci- t11J agitaJa y rumorosa c11m11 .cl mar la China, Su hoca era un rubi diri- de Salom<'m, .toda la sutil poes{a de J11 :1nh· d m11111 Jc ~u riYal, El gi- ~r c11ngrtga, Al fnnJo , ti templo cit namenk tallado . Pero la Helhis, Oriente, sera poesia de raras image-1:":tnh'!ll."11 pri!li,,nr,r,, :aanza paralela- Salomon, l:iminad'.> .de o~o, st divisa de "1::1 :\nillu de Salomon", no po- nes, que seduce, que encanta y cuan­m.:nce • . Una grUl'53 cadena, Jespues l'n tuJa SIi mag111fo:l'nc1·a. El gran sec esta figura amancrada de meda- . do hacc hablar al Rey de los Reyes, de rnJe:1rle cl cuello . desciende por Re~·, pas:i cntr~ ·ad:imacionc:s en ~u Ila oric:ntal. Su cucrpo · es clelicado, cl lenguaje que emplca es digno deJ ,u c~pald:1 hnst.1 los tci~illo~ :1pri5io- rdoz carru. l"n homhrl' l'll\"Ueltu en . blanco, como hecho de pulpa de li- autor de! Cantar de los Caritares,

Ii

J:.'l GEN fR AL SMUT, Prem.in de S"r A/ rica, que se prepara para las e!eccioi1t·.1 genera/es de aque/ ro nofo

pals.

/;"l REY HUSSEIN, 1:r 1111, 'i.'o <.'11/ifa que <' .i /11 rnhe uz ,•spirit11.a! de Turqu(a, .111/ie11do ,/,·/ l'alacio H<"al de A 11n11,111 .

ELEANOR/:· DUSE:: Cargada de a,ios .,, de gloria, ha mturto e11 tm botcl de Pittsburg,

/Ja , la i1tsig11e tragica italiana.

HLEU'J'ERJO VENJZELOS, cl txprr.mitr h,:­fr110 qi,r ha snlido pnrtt Paris, do11dr e.rpt ,·a ,:,.•. pu11/r SIi q11l'hr1111f.11da salud. Vt',ii~rlos ,.•s l'I pru-

/,al,fr primer pr,•sidc,itr d,· la ,-rp1iMicn /,c/,:,u,1

1111\'1I 11ucio11 SI.' /,a d1•c/1rntt/o abit•1·tnmn1t,: Ctl

· ft!-i•vr d,· r!ir/10 Jonna rl,· ·gu/Jie,·,w.

-~Quier.es que le haga un cuen-­to, Irene?... Escucha, pues, uno que forj6 la fantasia con .materia­les que acaso la realidad no desde­iiaria para tejer 1a trama de uno dt- los suyos.

II .

i Que calor mis insoportable . ha­cia en aquella -caseta telef6nica ! Luego. con -la puerta cerrada, cla­ro es que la falta del aire que co­rriera Iibremente ventil:indola, ha:. da mas irrespirable --la ·atm6sfera, y la temperatura se aproximaba

• · gradualmente a .Ia de un homo en trabajo. i Pero, que iba a hacerle Gustavo! No era cosa que -los de­pendientes de aquel ;ilmacen, ya vestidos de limpio, · pues pasaban de las cinco de la tarde, se entera­r:in de su conversaci6n, al pasar y repasar frente a la oficina. La caseta era un kiosko, hermetica­mente cerrado. de madera de ro­ble bamizada, con unos dos me­tros ~ a-ltura por otro de base. y cuyas planchas de madera laterales y puertas de entrada tenian unos gruesos y transparentes cristales de medio cuerpo para arriba, que permitian ver la oficina donde Gusta\·o consumia lentamente su vida entre el farrago de remisio­nes y libros de cuentas.

El aliento, con el calor, ponia un pafio sobre estos cristales. co­mo un ligero velo q~ dificultaba mirar hada el exterior.

Gusta\'o, mientras hablaba, iba trazando con su dedo indice sobrc la superficie humeda del vidrio, figuras caprichosas. . Una \'OZ sutil. le\'e, fina. cont'>

. bella musica que cantara qu~d;1-mente. respondi6 al descolgar dci auricular de! orro te-lefono.

-jOigo! -jQue" hay. 'fora. ,como CS·

tis? -Bien. ;,· tu? -,Como· quieres que este. ha-

blando conti~? : en la misma gloria? ·-

~jVamos, J~jate de tonte~ias! -~ son tonterias. Es la \'er­

d.:1J ,fe mi \"ida. Tu sabes que ... ~--e. Gu.~tavo. tengo que supli­

carte una cosa.

-Suplicarme, no, mandarme. -Es que ahora tendra que ser

suplica ... No me .Hames mas por telefono ... .

El patideci6. -d Pero, que dices Nora? . -Que no me Hames mas por te-

lefono, y que ..• dejemos esto. -i Pero, nena, tu estas loca ! -No lo estoy, ni ~oy yo la que

te impo~ que me olvides; ·son · 1as .circunstancias, Gustavo.

Ill

Han transcurrido diez afios des­de aquel infausto dia, y at.in Gus­tavo Casanovas conserva indele­bre, como marca de · fuego, un se­Uo de tristeza y abatimiento en el semblante. Sus ojos. qu-e a veces tienen fulguraciones de pasi6n y rebeldia ,no hablan · como antaiio, el lenguaje mudo y misterioso de! espiritu. Tic!ne treinta y cinco afios y ha nevado en su cabeza. Hay grises en su cabello y en su alma. y el azul ha volado a regio­nes ignotas.

La de:oraci6n tiene ahora por marco una amplia sala, ilumina­da por una inmensa lampara de bronce y cristal, como brillant:! araiia que pende del techo por el hi-lo de metal ·dorado que · se aga­rra con dese5peraci6n en el blan­co cielo-raso. Las parejas que bai­lan dibujan en. el p\so extraiias fi. gura5 gwmetricas al c-ompas de un ruidoso y dislo:ante fox-trot que

. ejecuta -la · orquesta de Grenet, el pianista de moda.

La dueiia de -la cas::i., esplendida I otoiial de labios bermejos y ojos

negros y . rasgados. que dicen de · toda la gaQ1a pasional. atiende a Gustavo pr~entandole sus invita­dos.

-Espero. amigo mio, que sera para Ud.· agradahle la velada ·de esta noche.

- .-\miga mia. para mi son agra­dables ·todas las veladas en que us­ted se hall-e y todas sus fiestas han perfumado rrii espiritu con un grato y amable recuerdo.

-Gra.:ias por su galanteria, Gus­t:,,·o. p~ro se demasiado bien, que es usted un atormentado- Y lo amenzaba rien.do con el abanico­En sus pupilas :;e lee un pesar hon-

8

du y secreto que mina -lentamentc!­su vida; esas hebras de plata, a su edad, son el mas formidable de sus testigos acusadores.

-jQuien sabe!. .. Sin embargo, ya ve us-ted, que aun se reir.

J unto a un balc6n, una ioven y bella senora, reclinada indolente­mente en una siHa, parecia olvidar la fiesta.

-Venga usted, Gustavo; le pre­sentare una amiga mia cuyo espo­so esti ... no se donde. Ella nece­sita de una charla como -la suya, para olvidar-como ust,ed tambien lo necesita.-Simpatizaran.

Ya frente a la joven senora. -Nora Suarez de Montes, mi

muy querida amiga; mi buen ami­go Gustavo Casano,·as. Os dejo.-y Se alejO. I

Como aquella tarde. Gustavo crey6 que el suelo huia bajo sus · pies. La be-llisima Nora, que ape­nas contaba veinte y nueve anos, sonreia.

-<!Como est.is, Gustavo? iCuan­to tiempo sin vernos !

Gustavo, rehaci ;ndose, contesto imperturbable.

-Se1iora, creo que usted me con­. funde con alguna persona de su

amistad. Siento no recordarla a us­ted.

·Nor.a' se encontr6 confusa, sin sa­ber c:{ue contestar a las frases de Gustavo, y olvidando que lo habia tuteado, pregunt6.

-<'.No es usted Gustavo Casano­vas?

-Si . -~ Y no cono:i6 usted hace ti-em-

po a una joven Hamada Nora Suarez?

-La conoci . i Pobre Nora! -~ Porque usted la compadc-

ce? ... Y ... Perdonemc usted que -la inte­

rrumpa. Le contare "la historia de unos amores desdichados. Yo quise a Nora con toda mi alma. Ella era la muchacha de mas nobk~s senti­mientos que jamas he conocido. y para mi no exist ia otra felicidad que saberme amado por ell::i.. O.es­d~ el alha. hasta el_ momento pre­c1so en qu~ el sueiio c:::rraha mis parpados, solo su nombre ocupa­b_a_ mi pen,amiento. Des.:ripcion f1s1ca d.! ella. no podria h:tcerla amiga mia, solo la veia con lo~

ojos del a-Ima, y era ·h suya la Que amaba, y la que se habia posesio­nado de mi espiritu. Yo era feliz, y . . . no tenemos derecho los mor­tales a ~r felices mucho ti~mpo. Hubo un cambio brus::o en mi suerte, pero en la cerrada noche de mi vida at.in brillaba -la -lucecita verde di mis ensu:::iios, que me mo:;traba d camino hacia Nora. Un dia... un dia, no se quien (at.in no estoy seguro si fue ella misma), m-e habl6 de una ruptura . entre nosotros; dias mas tarde, me dijeron piados2s amigas que Nora no queria saber mas de mi. Al prjncipio, amiga mia, me rebele, intente protestar .. . pero reflexio­ne. M-e estaban engaiiando; Nora no po:Ha despredarm-e, seg·.1ramen- . t,e no lo habia h~h0; ella s:ibia · que me o:asionaria una profund1 hcrida, un dolor eterno, y Nora. Nora era muy bu~na. muy noble', toda alma v sentimiento. Me en­g:iiiaban . ~ Pero entonces. ciue ocu­rria? ~Que me ccultaban? Una luz se hizo en mi cerebro: si ~or:i era incapaz de una trai.:i6n . y sin , etr.• bargo, yo no sabia de clla era sefial oue ... que jNora habia muerto!. .. Ya sabia la ver·dad absoluta ... iConoce usted lcs versos d~ Lo­vio?

"Aquella ... La de entonces ... L~ (que amaba

todo mi ~er, y mi alm;1 encade­(naba;

la exc;:: lsa, Lt gentil , la del dorado

nimbo estival sobre la blan~a fren~ (te ... ·

i Aquella ha muerto desdichada­(mente !·

Ha muerto parJ. sicmpre .. y la he (llorado .. . "

Gustavo callu. Nora, caida I~ ca­beza sobre el pecho, lloraba ... La orquesta ejecutaba un shimmy yanquee, cuya musica parecia reir a carcajadas.

IV

.. y ya vcs, Irene. COmlJ esto qu~ . nunca ha :mcedido puce.le ocurrit.

El cr~pi1sculo se adueiia de la tarde, y hacen presa en mi aima la tristeza y . Ja melan·colia.

Huyc d:::I crep(1sculo, I renc.

LOS HAREM05 METrENDONOS coN

LOS POL-IT IC05 QA!E

vAN TRAS LOS MONE'fS

CON LOS GUAPOS QUE

SON UNOS

MON/60TES

CON LOS 1MBEe1L-ES QUE TIENEN LA MONOMAN~

DEL ''FIGURAO''.-. ·

I

CON LOS PAJAROS .... DE C.UENTA

~ON LAS NINAS UNDAS QUE SON lJNAS

~

LOS GOLPES £STE

~ ~

. americano, re-el millonarzo uitecto Sta11-H -t RR Y THAW ue mat6 al arq obte11er rn

·l~ido po~ '"f',·l~a otra i·ei por ford Wbde. " libertad.

. isterzosa Los fie-. l en.dana Y _m budicos. f-!e

En la India e~mposos ritos de soberbios les ~elebra:s:lindida tor;lles rie Bombay aqui una recorre las c . , popular. tallados , que devota adorac10n entre la

Miss Alicia Tra1 ,ers. de Lon dres , premio de belle;:a en el co11curso organi;:ado por " Tbe Daily Mirror' ' y futura es trella

del cine.

··Sit!le 111 11g11i fi,os ejo11plares de e/ef antes blancos sagrados se­g1i11 /11 ley,•11da i11dia ban llegado a Los A11gt!les procedentes de

Ra11g/w11. !11dia. Segu-ramente los veremos en el cine .. . .

ll

II

Miss Irving Welt , boy Mrs. Leab Duffy que trajo de Euro­pa l.a · deliciosa mod.a que se ve en la f oto. Con el/a se resuel­ve el problema de la f alda

larga o carta.

El GRAL. VON Lu~· DENDORFF, el beroe alem4n acusado de trai­cion al llegar a las cortes

berlinenses.

fStanoesunaescenade-,eJiculas d.e hmiistas. Son ,u,dadoras de a/ta cali­ud que de/enderin • lo, norteame­ricanos ctJ Los 1~101 OUmticos. ANNA KINNALY, FRANCES . MEANY, LIZA LINDSTROM, EILEEN RIGGIN, ADELAIDE LAMBERT, GERTRUDE EDERLE, HELEN WAINWRI­GHT, DORIS O'MARA, VIRGI­NIA WHITENACK, ETHEL MeGARY 1 itGNES GERA­GHTY es lo p-imero remesa que ,.. 70 rumba a Eura-,t, en et "Areadian"

12

lntrresnnte / otograf;a d,· SUZA NN E L E.V G LEN, lo com­peona de tennis de E"ropa; ,u ompa,iada dt· In Sra . &111.rrth­waiu, Miss R ya11, Miss H omm, }' de ,',,! . .l1ishu, rnm peOn de Rumonia. Esu grupo Jue tornado o, los mng riificos courts del

houl Royal San Remo en la Riviera.

Estos hcrmosos muchachos so ,i los ,,otmtos que estfl prcpa­rando Fred ,~ii/er para defn,d,·r los (o /ons de la Univer­sidad de Columbia. Miller dnrotO al 'Ut°laarto Jim R ice por · s,u n1Jrt>m tflctiras y npcr11 hna r w1 grnn ,pa pcl ,·sit:. mio ,'

r r, ·111,mws nl " L ,- ·n 1 /01 A ud,·,''. d fnm oso hux,·ndor QUINTIN ROMERO RO­JAS 11ntural de Chile, quirn trntad,· nrrrbntarn Firpo In po­p11/nridnd quc 10=-n r 11 Norlr -11111 ,·,.;,·11. L,,i, Viu,,,;,,; d '

4 /igh tu.u·ight" chifrno, npnrrcc "'I"; pr,u1i,a11do ,m et101 golpn , · 011 111 pnisnno. T rx RirJ:t1rd , d 11111110 mn,,ngl'r ya tinu bn­jo 111 1111,./n ,1 nto1 dns ro / 0101

d,·l ri,,g .

HELEN WILLS, In cam­pt·onn nacionnl de /os £,. tndos , Unidos qut allti c,i In virjn Europa tlrfN1tlmi

;{;,~;;:;re~;,,:;' 1!11::1:,::,: )/,· jugndorn dr t t'm1is de lotios los titmpos.lfll,.S11 •

::;';: n!F,:~t;.";nr1;~:i;:: dt .lf.iss 1Villr, crrrmos gm: n~i,, ,so It- hn llrgndo d f,onp o d, · c,· iiiru d rn,11 -

~,lrhnwrdo.

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Constance Binney, pertenecia an­tes de ingresar en el a rte mudo, a la . major sociedad neoyor!tina. Sus an­tiguas amigas se prestaron a aparc:­c.er junto a .la estrella en las escenas de la gran creacion cinematografica titulada las Tres de la Maiiana .

Estas encantadoras j6venes repre­sentan a esas muj.eres que viven de noche y duermen de dia, que fuman cigarrillos egipcios, bailan admira­blemente y conocen todos los sports.

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Las Tres de la Maiimra, es una obra en la que el arte y la belleza presentan una delicada historia. Unas veces cornica, otras tragica Y rel ata las penas y alegrias de una br-illante mariposilla social , una niiia ultra rnoder-na que juega, baila, fu­rna , bebe y va donde quiera, hacien­do del dia noche y de la noche dia, gracias a la -negligencia paterna y a la libertad rnal entendida que hoy reclarna la juventud.

Risas y lagrimas, arnores y odios es la trarna de esta maravillosa cin-. ta que con el titulo de Las Tres de" la Maiiana, se exhibira en Caffl;/JO· am9r los dias 8 y 9 del corriente.

C IERT.-\MENTE que cuando cl destino va encactenancio las cosas a su manera, es muy superficial la inteligencia humana para comprender en que se basan los designios que sirven de guia a los acontecimientos que se encadenan tan maravillosa­mente , dejandonos sorprendidos a veces ya veces hasta asom­

hrado, de la , ahia guia de las cosas de la vida. ES Ml HOMBRE, la gran pelicula de RODOLFO \ ' :\LEN­

TINO y DOROTHY D.-\L TON habia sido anunciada varias veces para su estreno en F.-\USTO, sin embargo, por unas causas y otras, siem­pre se habia dejado sin efecto, hasta que hoy, ya se habia determinado estrenarla, cuanclo se recibi6 en la CARIBBE.-\N FILM COMP.-\­NY, la noticia cle que \ '.-\LENTINO se encontraba en Miami . En­seguida empe26 a funcionar el cable, y al fin se concret6 la gran em­presa de traer a la Habana al idolo amado de todas las mujeres, para que aparczca hrevemente, en el escenario de F .'\ USTO.

Lo ideal hubiera sido que se presentara en caracter, visticndo la blusa de] marinero, que luce en la pelicula ES MI HOMBRE, pero, co­mo no venia el actor prcparado para ello, sera imposible hacerlo asi,' y por tanto, le veremos simplemcnte en traje de viaje, 0 de recepcion, de-

pendiendo este detalle de la hora en que llegue a la Hal:,ana Valentino y si tendra tiempo o no, de cambiarse su traje de viaje.

ES MI HOMBRE tiene musica especial que vibra a impulsos de] alma de Valentino y las lec­torcitas de esta p:igina no faltaran al tan ansiado espectaculo de vcr en persona al hcroc de DE­TRAS DE L:\S ROCAS.

BEi.VE GROH, r l mnravilloro ju­gador que cubrc In tcrcero de /01 Gi­gante, y que e, el unico jugodor en el bau-balt organiu,do que uso lo, bate, en formn de hotel/a. Groh Jue ope­rado e1te i,ivien10 de un ma/ que no le permitia de,o"ollnr todo Ju 1ober. Mc Grntu espcra co11 rn:On tener en la ter-

urn una wrdadcra marovilln.

JOH.V.\T EVERS, Am. Manager dd Chicago, opo­r!'ce oqui con BERT NEI­HOFF antiguo e1trclln del "Filnde/fia" nncionol )' de EDDIE COLLINS. Bert r, rl mnnogrr d,l Atlon14 y Collim nyudo cficozmen-

tr n E vrr, en JU labor.

BABE RUTH y uiiara aparecen aqui en intere,ante "paie" el d,o de /o inaugut'ocion. Bobe yo inicio ,u mania de batear pe­

/;cu/01 cuadrongulore,.

(Fata,. International Newireel.)

lntcrcumtc fotografin de BUCKY HARRIS, el ' ",uiia-manoger" de lo, Se­nodarc, y C O N N l E MACK el veterano mana­ger de /01 Atletico1. El primcro derrato n WI nd-

tJersarios.

16

A RM AN DO MA RSA NS el quer,do compatriota, actuo como "coaeh" de los gigantes en Sarasota. Marsans ha sido nombrado manager de un club de liga menor .durante la temporada de base-ball para mantenerlo entretenido.

Los Dodgers de Brooktyn dcrrotaron a los Gigantes en el juego inicial de la temporada. McGRAW y ROBINSON, aparecen en la fotograf;a del "shake-

hands."

Esta, dos eJtrcllas del sport profcsional son hnrto cono;itlos por lo, fnnaticos. WALTER JOHNSON)' TOM GIBJJ­ONS no neccsitan tarjeta para nuestros lcctorrs. Tom piensa

cste ano tlarlc otra batalla al ,:ran Dempsey.

DAVID MULVANE, /OHN T . ADAMS, y Hf.N~ RY CABOT WDGE el leader republi{:ano del Se­tuUlo, preparan la cibnpaiia pro-Coolidge, e11 los far-

dines de la Casa Blanca.

t.·,· ... ,

El PRES/DENTE COOLIDGE en una fiesta tk,otiva en W asbington. A su i,quierda se w IT aeJtro embajador T orriente que parece deeir,ws: Conste que en la poncbera solo "'bay

votos tk sorleo y no delicioso punch. _ .

•

E:.t Presidente norteamerica110 ro­deado ·11e" su actual gabinete: (Sentados) New, Correos; Weeks, Guerra ; Hughes , Estado; Mellon, Hacienda; Stone, Fiscal y Wilbui, Marina . (De pie) Davis , Trabafo; Hoover, Comerdo y Hubert, Go-

berna,ion.

AMUNDSEN el explorador, se prepara otra ve,, y volarti si Dios se lo permite, por encima del Polo Norte Aqui se ve de pie cbarlando con H.

H. Hani,nz,er, / ef e de la expedic_ion. ·

(Fotos. International Newsreel)

MARTHA DURANT, una belta cubana fu­tura estrella del cine se halla en New York. Aqu{ se le ve en el vestlbulo del Teatro Gaiety la noche del estreno de un drama espaiiol

"Rust", que ba invadido a Broadway. -

19

£11 la . rei·ista de modas celebrada en la playa americana de Redondo fueron premia­Jos estos cw1tro li11dos trajes de ba1io. Sospecbamos que aqui bubo "cbi'C:o". A

nosotros nos g11sta mas q11e la ropa , lo otro.

20

21

La Srta. Ball, de Newport, bella " flapper" quc surge del agua como una sirena muy siglo XX agita en seiial de auxilio ··ta bandera df! Los flappers" que cvnsiste en un pafiuelo de vistoso~ co/ores pues tos en moda por e-stas deliciosas

"girls" en las play as de EE. UV.

Las rivcra s Jel /'otomac se ban uenuuo de risas y ca1t­cio11es. Son los "Follies Girls" que no caben en ·el escenario en que trabaian y ban buscado es ta brlla de-

coracion para sus ensayos .

CC/ Lu£do; . ~~~ ~ · I ' · ''A'y,

Oriente siempre ha tenido pa~a mi • uravese el des1erto de Roha el Cha- cado p~1vado. _ . esc ava era ~ia. · ·. , '!11a · qm _

algo de maravilloso, de sobre natural. Ii, con rumbo a Mascate, henchida el Efect1vame~te, u~a ~~nana, _vmo a no pude premar mis ideas. 501

1/e_ Recuerdo que de pequefio, mi ima- alma de una gran felicida?, a pes~r buscarm~ a m1 hab1tac1on._ Ve~1a co~- cuerdo que ~l lleg~r a nue5t ro a . er_ ginaci6n, en alas de una ardiente fan- de ser muy grandes las fat1gas y pn- ten to, _nendo, co~ . una nsa m_fanttl, gue, con . mi prec!~do t~~oro, Eh~a tasia, me llevaba por los desiertos vaciones. La realidad estaba muy por El art1~ta,-me d110-~a a sat1sfacer beth, la lmda Y pah?a hip de los m­arenales calcinados por el .sol, por debajo del ensuefio ... Sin embargo, su capncho. Y me llevo po~ un~s ca- · g~e~s, me ~_onten:iplo con una melan-las legendarias ciudades y me hacia bien merecia aquel sacrificio de _ tos- lies tortuosas, llena . de m1steno, de colic~ Y tmte m1rad~. . . ver la,s especerias, tos harenes de es- tarse al sol, sobre un mar de canden- ensuefio. Nos detuv1~os delante ~e F,u1mos . hasta mis habitac_iones. clavas, las fabricas de tapices, tos te arena; aquella sed amarga, pega-- una casa que parecia una mezq~1- Alli quede ~olo con _ella. Sentia _un mercaderes de Arabia, de Egipto, de diza, calmada a medias con leche de ta, con obscuras y l6breg~s. pers1a- profundo re~peto hac1a aquellos ?JOS la antigua Bizancio, portando cofre- camella; aquel bambolearse sobre la nas._ A la ~uerta, un ~e~1t1co'. de que n:ie .miraban un _ poco ~nstes cillos de sandalo, alj6fares y perlas, joroba de u~ camello, temiendo, al 1~h~na?os OJOS, nos rec

11b10 . con un: Ella, mdole~t~, perezosa, se fue des­

filigranas de marfil, artisticos pebe- menor descu1do, caerse desde la en- h1pocnta y dulzona sonnsa.. M1 n~dando, m1randome. con aquell_os terns, suntuosas sedas, exquisitos bro- cumbrada torre de sudados pafios; si , acompafiante le dijo unas palabras OJOS en )os cuales bnllaba· una ch1s­cados y desmaquinadas cimitarras; bien merecia aquellos sacrificios el ha- ?ara mi incomprensibles ; el arabe pa de _d1sgusto, de desa&rado, de tados esos objetos, en fin, entrevistos, llarse con aquella caravana de mer- alarg6 su sonrisa y abriendo una pe- forzam1ento. Otra ve~ la v1 ~esnuda. coma en una nube de gasas, en las caderes, que, llevando sus ricos ajua- quefia puerta se perdi6 en el interior. f'.ero ahora le ve1a amphamente. paginas fantasticas, maravillosas que res sobre pardos camellos, se dirijian Despues de una regul a r espera, el !1bremente en todo el _esplendor imprimi6 el genio arabe, titulandolas : a Mascate, esperando encontrar en arabe. achinado vino por nosotros. de su ~erm_o~a carne palp1tante, ~e "Las mil y una noches". ella pingiies ganancias, gratos rendi- Entramos ; desfilamos por unos estre- un mat1z palido, suave ~omo los pe­- Me hallaba en Roma, pensionado mientos. !ban encorvados, silenciosos, chos corredores, adornados con pin- talos oe una rosa de te, empapados par el Gobiemo de mi pais y habia olfateando el aire que venia de lejos t.idas baldosas, en las cuales un ra- en _u_na lig_e~a capa de c~rmin. jO~. triscado y corrido desde el monte .Pa- y que acariciaba sus rostros como len- yo de luz que se filtraba por una es- el ms , el ms de toda m1 paleta, v1-latino hasta la colina de Viminal. gua de fuego. Todos estaban hechos condida claraboya dejaba un regue- brante en mi imaginaci6n coma una Y -no sabia que hacer. La ciudad eter- a aquellas fatigas, a aquellas andan- ro de blanquecina plata. l,legamos a aureola de luz ! Aquellos senos combi­na me aburria. Mi mayor distracci6n. zas. tenian el rostro curtido, enne- un salon amplio de luz, omado con nados, dukes como el arrullo de un era la Academia Espafiola,donde ame- grecido por el aire del desierto y los esbeltos y graciles pebeteros ; con par de tortolitas, de un esplendor ricanos y espafioles disertabamos so- calores. Con sus jaiques blancos, sus adamasquinados tapices, con afili- grandioso, como dos rosas de luz ; bre los asuntos de nuestras patrias. lujosos arreos y sus largas espingar- granadas mirillas. Sobre una alfom- aquel vientre mara villoso y aquellos Un dia trataba de reproducir un cua- das, se mostraban ante mi vista como bra de Persia, muellemente recosta- brazos, de una grata pesadez, que se dro de Tiepolo ; pero el secreto dt un hello cuadro; y , en mi imagina- do en un cojin, un muslime, de ra- alzaban hacia mi , me trastornaron. la ejecuci6n se me escapaba; el di- . ci6n, iba tomando notas, haciendo za judaica, nos recibi6 con una pro- No se . .. no se .. . Yo creo que fue bujo era indeciso y, decepcionado, croquis, que luego, en mi pueblerino longada sonrisa. un madrigal, un tierno madrigal, lo me quede . contemplando mi copia, retiro emplearia en vibrantes cuadros. Mi compafiero le indic6 el motivo que saliendo de mi tremula boca a­mi triste copia. con aire de desalien- E~ Mascate, aunque al principio de nuestra visita. carici6 su oido ; pero no estoy muy to. iQue hacer? No se como, ni por- costome algun trabajo el alojarme, -Mira ya, Miraya,-exclam6 el 'seguro de que no fuese una oraci6n; que motivo, pas6, por mi imagina- por no haber hospedaje a la usanza muslime. Y apareci6 un malayo, ata- un1 c.raci6n loca y disparatada, exquisi ci6n un lienzo fastuosa, Beno de luz, europea, pare, al fin, entre un matri- viado a la usanza oriental. Abri6 una ta y absurda, en la cual se confun­dt- colorido. Lo vi claramente, con monio ingles, con una hija rubia y de las mirillas y entre cojines, entre dian mis impresiones, mis sentimien­sus argias_ de colores, sus medias tin- btanca coma un cuento de hadas. adamasquinados tapices, vi una es- tos religiosos, mi admiraci6n por su tas, sus v1brantes tonos y, exaltado, El, alto, seco, con el rostro color vio- clava envuelta en velos. Sali6. El belleza No se .. . no se.. . Pero Ia es­prorrumpi a gritar_ con una demen- le_ta Y unos ojill~s muy azules, se de- muslime, suavemente, dukemente, fue clava me tendia sus brazos, con te ~legna : . d1caba al negoc10 de especeria. Me se~arando los velos, las gasas, has ta una sonrisa un poco tristf.!, forzada, i M; cua~ro, m1 cu~dro . .. ! Los ~om- trataban ~ cuerpo de rey _Y al saber deJar.la e~ una completa desnudez. prometiendome el espleodor de su paner?s, mterrump~endo su trabaJo, se que era pmtor, me ~ropus1eron hicie- jOh, maravilla de las maravillas, en- came palpitante, amplia de Iuz, sua­aprox1maron extran~dos no ~costum- s~ . -el retrat? de · Elizabeth, su linda canto de .los encantos, ensuefio de Ios ve y duke como los petalos de una br_ados a ver sem~Jan~e~ pas1ones en htJa. ~cepte. Comenc~ ~I retrato a ensuefios ! Me pareci6 una soberbia rosa de te. Pero no la toque. Aque­m1. Pregunta~an~ ~~quma~: pero Y?, tres ~mtas, e~ proc~d1m1:nto delica- rosa de te. Casi no pude contemplar- Ila risa triste me hizo dafio ; Ia cubri aferr~~o a m1 v1s1~n arroie la _cop1a do, t1ern~, urf J',~c? _mfantil. El retra- la : Me_ senti fascinado por sus ojos, con sus ropas y baje a la especeria, de. T1epolo, recog1 los trabaios y to res_ulto magmf1~~ ; • .y el padre me unos_ ?JOS verdosos, grises, humedos, con un suefio muy grande en--el alm:1 , ~ah cant~ndo una ~legre tar~ntala: rep_uto como un d1gms1r1:10 suce~or de acanc!a?ores, en los cuales, a veces, con una dulce ilusion en Ios ojos, 1Oh! sublimes en~uenos de la !nfanc1a ! Re1~olds, pues ~n ma~ena de pmtura se ad1vmaba como una chispa de con una alegre quimera en todo mi La ~magen ~e ~1mbad_, de S1mbad e) n? 1ba _mas. alla _de_ este maravilloso oro ; a_quellos ojos me anonadaron, ser. Le envie manjares, licores y Ia ~an~a. ~~ ~1buiaba g1gantesca en ~1 pmtor mgles. As1st1 a los mercados, me qu1taron la conciencia de donde noche la pase vagando por tos mue-1mag!nac1on, Y al _recor~er las amphas que se celebraban en una plaza publi- estaba y solo los vefa a ellos, Jar- Iles, sofiando, sofiando ... a~emdas de la v ia Tntone y de la ca, entre colores chil(ones y dulces gos, rasgados como almendras, po- Al dia siguiente salia mi caravana Piazza. Bo:ghese en lugar de los v_ei:- perfumes de las espec1es. Me encon- bl ados de sedosas pestafias. i Oh, si de mercaderes ; me despedi de mis ~ tamarmdos, de las fr~scas ghc1- traba .e~cantado. Pero un dia , un de- yo pudiese adquirir esta esclava ! amigos, entre un sin fin de prome­nas, qu~ como un~ me~o?1a de :olor se~ log1co, _nat~~al ~rata?dose ~e Le i?dique ':1.i deseo a l acompafian- sas, y ellos atentisimos, me acompa­se perd1an a lo leJOS, \eta los pmto- onente, asalto m1 1magmac10n. Quena te; este sonno. Como digo, perdi la fiaron hasta la avenida de palmares rescos. cuadros ,las_ fastuosas escenas, ~er un mercado d_e esclavas. Se lo di- conciencia de mi mismo, no me daba de Ia cual salia la caravana: Eliza­~ntre:1st~~ en ~I hbro cumb~e de _Ia Je aL pa~re de Elizabeth ; este sonri6, c~enta precisa de donde estaba: Los beth, al ve rme marchar, lloraba so-m~agm~c1on ~nenta_l. Oh, 1;11 sueno, acaso anorando una ilusi6n que en OJOS, los ojos verdes , de un raro bri- llozaba . . · ' m1 sueno de_ mfan~1a, re~et1~ . \:as a su r~ota lnglaterra le_ obsesion6 al ll~, _era _Io unico que percibia y en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • ~r un_a real!da?. '\ al ?14 ~1gu1ente, melod1oso nombre de Onente. Pero los m1 , 1magmaci6n bail a ban una fantas­sm mas equ1paJe que ~1 _caJa_ de co- mercados no se celebraban ya publi- t1ca y arbitraria danza . i Si fuese lores y_una carta ~e cred1to. 1mpo~te camente. Era un_ mercado admitido ; mia! Me dijeron el precio. Yo no ~ vanas mensuahd?des . nuern _1u- p~ro. la merc~nc1a no se ofrecia en lo oi, no pude oirlo. Hundi en mi bol­d10 e~r~nte, me lance a la con~u1sta pubhco ; las v1rgenes no se mostraban sillo las manos y saque un pufiado

ie m1 henzo. en _alas del ensueno. . desnudas• en I_a plaza. ~ero me di6 de billetes. casi todo mi caudal se Con una cara\ ana de mercaderes, una esperanza. me lle\·ana a un mer- los di al mulisme de cara judaic/ La

22

Llei:(amos a ~izancio. Para desem­barcar se puso unos trajes europeos que _me habian facilitado mis amigos los mgleses. Estaba desgarbada, in­sulsa, con aquella vestimenta, con a-

( C ontinua en la pag- 28 )

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La semana pasada la Habana se vi6 disfrntando Ile la ca.lma y la tranquilidad de las villas pro­vincianas- J.os obreros de bahia declararon la ~lga y lo.< demos gremios secundaron el mo­vtmiento para coadyl4var al triunfo de sus her­manps de ideas.

aristo­cracia habanera sufrien L--------,----.-----1 do las consecuencias de la huelga, cogicndo wz ponche en plena ca/le

en el V edtido .

tar,do con ,m grupo de amigos la marcha del

conflicto obrero.

Dr. MANUEL CASTE­LLA:VOS, ex-fiscal de la A 11die11cia de la H abana y

~~;z;::~r:tcsentante a las

El Dr. Castellan os se dis­tinguio Cl/ l'St0S it/timos ticmpos par la acertada dircccion l' la admirable labor fjlll ' ,:ca/i-:::a t:11 /a Ca­

mara ,·11 pro de/ f'irmn1tu obrt'ro.

(Foto. Lr5pc-::: )'

B11n1dia.)

Los peudiarios 9.ue sustituyeron a Los o·breros de bahia, rin~ dtendo su lahor en los muelles.

24

Las grandes avenidas habaneras se vieron sin la af luencia de hermosas mujeres, que las .,dorna: ran con su bellez.a y sus gracias. En la informa­cion grnf ica quc p11blicamos pueden apreciarse i•arias vistas en las quc cl ingenio de Los conduc­tores de autos trataha h solucio·nar las dificiil­tades de La circulacion.

L os cm1r/11ctorcs d<· au­tos han aguzado cl in­gcuio has ta inventar al­go para evitar Los pon­ch f's. Una maquina particular co11 Los pro­tec tores de nueva in-

vcncio11 .

La f ucr-:::a puhlica cus~ todia a las prcsir/iarios !jllf' l'l gohicrno rlestino a Im lral,ajos de hahia.

I .

Un camion dc_l Ejercito destinado al transporte de m crcancias.

Ella Encontr6 El modo de tener dientes mas bonitos

Millones de mujeres, en todo el mundo, se cepillan hoy los dientes de esta nueva manera. Hoy ve Ud. los resultados por doquiera-los ve en dientes mucho mas hermosos.

Si Ud. todavia usa los metodos viejos i no nos permitiria demos­trarle lo que le significa el nuevo procedimiento?

Combat& la pelicula La pelicula es lo que ensucia los

dientes - esa misma pelicula vis­cosa que Ud. siente. Se adhiere a los dientes, penetra en los inters­ticios y alli se fija. Las manchas de los alimentos y otras la desco­loran, y entonces f orma unas ca pas sucias. El sarro proviene de la pelicula.

Las pastas dentifricas antiguas no podian combatirla · eficazmente. Por esto las dentaduras hermosas se veian antes menos frecuente­mente que hoy. Los padecimientos dentales causados por la pelicula atacaban a casi todos.

La peltcula retiene substancias alimenticias que se fermentan y forman acidos. Mantiene los aci­dos en contacto con la dentadura, produciendo la caries. Los micro­bios se reproducen en ella por millones, y estos, con el sarro, son la causa principal de la piorrea.

Manera de atacarla Casi toda la gente sufria de los

ef ectos de esa pelicula. La ciencia dental busc6 la mane-ra de elimi-

. narla. Tras de larga investigaci6n, se descubrieron dos metodos. Uno sirve para coagularla y el otro para removerla, sin necesidad de nin­guna restregadura perjudicial.

Autoridades competentes com­probaron la efi.cacia de tales meto­dos. Entonces se cre6 una nueva pasta dentifrica, basada en la in­vestigaci6n moderna · y estos dos grandes destructores de la' pelicula fueron incorporados en ella.

El nombre de esa pasta denti­ffica es Pepsodent, y durante siete

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loego la remoeve por · medlo de on agente mucho mas suave qoe el esmalte. Nunca use Ud. mate­riafl raspantes para combatir la pelicula.

aiios los dentistas de todas partea han estado tecomendando su uso.

Tambien combate los acidos Pepsodent tambien da · multiple ·

acci6n a 1os agentes naturales que neutralizan los acidos. Multiplica la alcalinidad en la saliva, que sirye l)ara neutralizar los acidos · de la boca, causantes de la caries. Au­menta tambien el digestivo del almid6n en la saliva, que digiere los dep6sitos amilaceos que de otra manera se f ermentan y ·for-man acidos. -

Las pastas dentifricas antiguas reducfon la acci6n de estos agentes cada vez que se usaban.

-Millonea lo emplean Las perso~as cuidadosas de 50

paises usan ahora Pepsodent, prin­cipalmente por consejo de sus den­tistas. Esta trayendo una nueva era dental.

Conozca U d. lo mucho que lo necesita. Pida esta prueba de diez dias. Note que limpios se sienten los dientes despues de usarlo. Ob­serve la ausencia de la pelicula viscosa. Vea c6mo los dientes se emblanquecen a medida que las capas de la pelicula · desaparecen.

Estos son beneficios que Ud. nt;eesita. Corte el cupon ahora nnsmo.

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Un irlandes · liamado O'Brien ab9rr6 '200.00, despues de gran-­des trabajos. Se enferm6 y man•. ell: venir el medico, al que pre• gunt6 cuinto le llevar[a; este le "dijo que ,100.00.

Deseando hacer su testamento, mand6 por un abogado, · a quien tambien pregunt6 cuanto cobra­ba; '75.000,. respondi6 el aboga· do. Bien; pero escribi~ esta a mi madre: y dicta al abogado: .

"Querida . madre: Despues de trabajar mucho llegue il ahorrar '200.00 pero siento no poder man­dArselo, porque el medico me lle­va fl00,00 por sus servicios y el abogado ·J75.00 por hacer el testa­mento. El balance de '25.00 es to­do lo que puedo dejarle al morir, pero tengo gusto en hacerle saber que su hijo muri6, c6mo J esucris­to, entre dos ladrones."

RECETAS

Agua destilada. . . 200 gramos Nitrato -de plata . . 1"9 Etlope mineral . . . ·10

Apllquese con un cepillo, cui­dando de preservar la piel. Esta tin ta comunica al .cabello · en poco tiempo un hennoso matiz negro.

LEYES CONTRA LA GULA

Las antiguas poblaciones grie­gas eran famosas por la gran can­tidad· de aliment<>!J y sobre todo de bebida que sus habitantes con­sum(an. En aquellos tiempos la glotoner(a y el exceso de bebida eran tan corrientes que las perso­nas que no se entregaban a tales excesos eran consideradas come seres infelices, pues ambos vicios Jejos de se·r despreciables consti­tulan una _cualidad digna de ala­banza. Por tal causa se promulg6 una ley que ordenaba que los jue­ces s6lo podrlan esc:uchar y de­cidir las causas antes de comer. Los antiguos bretones siguieron el ejemplo de las griegos y a sus· magistrados Jes obligaban a estar encerrados, sin · probar el alcohol ni bocado de comlda hasta que ha b(an decidido el veredlcto de una causa cualquiera.

CHASCARRILLOS Y CHISTES

En mi aldea: -lUeva usted a vacunar a su

chico? Hace usted mat. -1.Y pot qu•? -Mi prima ha vacunado al su-

-vo. lo cual no le impidio morim.

-,!-De 1~ viruelas? -No; se ahog6 en un pantant1.

••• · Un mi amigo, que acaba de per­

der a su suegra, ha mandado · gr,­bar sobre su ·sepulcro:

"No dese6 otra cosa sino mi fe­-licidad; su muerte lo ha demos­trado.

••• -lD6nde eoloca usted su ropa?

-pregunta a un bohemio un vi-sitador, sorprendido de no ver en su habitaci6n ningun mueble.

El bohemio, estupefacto: -jTomal la llevo enci:fta.

••• Un necio deda ·a S6crates: -Yo viajo mucho y no apren­

do nada. -Eso consiste-respondi6 el fi-

16sofo-en que viaja usted con us-­ted. ...

Dia.Iago entre un sastre y un ayuda de camara:

-En fin, ya le he dicho que el sefior no recibe hoy.

-Que no' reciba poco me im­porta; lo que deseo saber es si paga.

••• Un normando deda todas las no­

ches, al acostarse, a guisa de ora­ci6n:

-Sefior, no me deis bienes de fortuna; pero decidme d6nde hay, yo sabre tomarlos.

••• En el Desierto. Unos arabes se perdieron en me-

dio de la abrasadora arena. . Lo mas triste-exclam6 uno de

elloo- es que no nos queda ya nada que comer. -j Bah !-replica el jefe de la

carabana. - Mientras Mahcana nos deje las pulgas, no nos mori­remos de hambre ..

••• Dialogo del boulevard: -l Y tu tfo el millonario? -iMi tfol no me hables de ell --Y sin embargo, ha sido bue-

no para ti. dQue mas querfas que hiciera? ·

-Que se muriese.

Un advenectizo preguntaba df:ls pas ados a un poet a:

-dQuiere usted explicarme co· mo se distinguen las buenos ver­sos de los malos, a fin de que yo pueda juzgar las que se leen en mis salones?

-La cosa serf a demasiado lar­ga de ensefiar-contest6 el poeta; -pero desde luego le dan~ · una re, gla: cada vez que le lean versos, diga sin titubear . "Eso no vale nada", y no correra casi nunca riesgo de engafiarse.

••• A Juanita le han regalado como

aguinaldo un ferrocarril. Naturalmente, el nifio se da pri­

S;t a sacar de la caja fa locomoto­ra y los vagones, y luego continuua bt15can~o. a pesar de que la · caj,t esta vada.

-Lo has sacado todo--le dic-e SU mamaa ;-i que buscas ahora?

-Los acd:.lentes.

• •• · Dura.nte la noche la sefiora se

c!espie'rta sobresaltada:

. ~ -;;,

-Torcuato, te aseguro que hay ladrones en la Cl!]a.

El marido, m•?dio dormido: -Bueno, dejalos tran:iuilos. La seftora: -JOh, Torcuatol ;.no me ju­

raste ayuda y prot-xci6'. , al pi-e de los altares·?

El marido: -Y tu lno juraste obed..acermei'

• •• Una sefiora dice a su ayuda de

Camara : -Bautista, vaya usted a casa de

la sefiora Condesa de B. . . y pre­gunte al conserje d6nde esta su se­fiora actua-lmente y cuanto tiempo tardara en volver.

Bautista, de regreso: -El conserje me hl contesta•

do que la !iefiora Condesa esta de cuerpo presente, pero qu~ no pue­d~ decirse por cuanto tiempo.

••• En plenl crisis. El maestro expli::a h diferen­

cia que separa a los animates en herbfvoros y carnfvoros.

Poco despues, pregunta rapida­mente a un nifio desatento:

-Vamos aver, lc6mo se llaman los anima!es que comen carne?

El alumno improvisadamente: -j Los ricos l

PEN SAM 1 ENTOS

Las mujeres que mas se reueren a las malas cualidades de un hom­bre, usualmente son aquellas en quie,nes el suele menos reparar. . ..

Pueden y deben perdonarse las debilidades de nuestros semejan­tes, dando preferencia a aquellas hijas de la impotenci.1, de la feal­dad, de la impotencia de la ruin­dad y de la impotencia del afan social.

••• °'\.__

1 --~a muj~r que pasa sin t-ener un

~or de Juventud que recordar,

ay ~males muy i teligen-tes. / · -j Ya lo creo ! En ca~a tene­

m?s .un perrito, que, en cuanto m1 mfia se acerca al piano aulla desaforadamen te.

26

q es como un rosal que en su vida s?lo produjo espinas y se acab6 sin nunca haber lucido una rosa ni nunca haber perfumado el am­biente.

Las amistades, con1u todo, tie­nen su raz6n de ser : carifio, de­seo de lucro de afan de compafi[a.

/

Y las amistades pasan, como to­do.

Juzgo que me convi-ene oos-:?r­var la conducta de mis amigot.. para con los demas, pues la mis­ma moneda gas ta ran· .. cQnmigo, a su tiempo.-Fidelin p,.,rier.

RC12

' ' ',,,

Auiles de Palma y Olivo -nada mas-le don a Palmolive su color 'Verde

natural.

' ' .,

Para.el Cutis mas Delicado Algunas mujeres creen que para su cutis fino el uso de jab6n es perjudicial.

Esque nunca han usado Palmolive, el jab6n de aceites de Palma y Olivo, cuya untuosa espuma limpia completamente el cutis sin irritar­lo. Lo tonifica y lo conscrva suave, radiante y juvenil.

'Iratamient:, para la Bell~a Obsmelo diario

Antes de acostarse la vese la cara y cuello con jab6n Palmolive, frotan­do su abundanf:e y untuosa espuma hacia arriba v hacia los lados de la cara hasta q1 ;e penetre bien en los poros. Enjuaguese bien con agua tibia y fria despues. Sequese com­pletamente.

Este aseo con Palmolive tonifi~a el cutis 9urante el suefio. · Es la base de un cutis claro y rosado.

En la mafiana un bafio ligero de la cara con agua fria, le dani a sus mejillas SU hermoso color .natural.

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[a G~ (Co;,,imiacion de la ptig. 22)

quellos zapatos puntiagudos. Al ves­tirse asi, habia perdidb todo el en­canto oriental. En el hotel pedi dos habitaciones: una para ella y . otra para. mi. Y como mi intenci6n era regresar lo mas pronto a mi. patria, a los dos dias saliamos con direc­cion a levante, ansioso de ver los es­plendores del mar latino. _

La travesia fue algo penosa : No sabia como entenderme con ella ; el espaiiol y el ingles los desconocia, unicamente el frandes pareo.ia en­tenderlo un poquito segun pude co­legir de la · atencion con que seguia la conversacion de unos compaiieros de travesia. Yo chapurreaba un fran­ces arbitrario y absurdo, producto del intercambio intelectual con algu­na cortesana del pintoresco barrio de Montmartre, y en vano me devanaba los sesos por que ella comprendiese mis disparatadas frases. Estaba aten­ta, muy atenta, mientras y o habla­ba, contemplando los inauditos es­fuerzos que hacia para entendernos y cuando yo, para ver si se me habia

. comprend1do, me quedaba mirandola · a los ojos, prorrumpia en una carca­

jada, alegre como un chorro de pla­ta, cantarina como el chocar de la

· cristaleria. Una pintoresca villa de levante

fue nuestra meta. En la ciudad ; proxima, vendi los apuntes, los cua­

dros, algunos croquis y liquide, por completo, mi carta de credito. Reuni unos miles de pesetas y alquile un palacete, un lindo palacete, amuebla­do con gusto. All i formamos el nido provisional.

Lo que mas me llamo la atencion fue al ver que .Migdalia habia traido sin que hasta aquel momento me die­se cuenta, un centenar de pornos re­pletos de unas pildoras rosadas. Pero, aunque me maravillo mucho mi ce­guera, no le di gran importancia. i Pa­ra que querria aquellas pildoras? No me lo dijo y yo no trate de sor­prender su secreto.

Como todo pensionado a su regre­so a su patria, yo debia presentar una exposicion ; pero no tenia hecho nada. es decir : lo tenia en los ojos en la mente. Hice aprisa, volando, unos cuantos cuadros. unos cuantos

' apu~t~s y logr~ salir de mi apuro, en­tre 1romcas nsas de m is colegas y burlas de mis amigos. Pero sali de! apuro y me prepare para el salon.

Migdalia y yo habiamos llegado a entendernos y a ser buenos amigos. Yo la respete coma no recuerdo ha­,er respetado a ninguna ; ella se me J_io cuando quiso. Sin duda, mi deli­cadeza la cauti\·o y estoy completa­mente convencido de que estaba ena­morada de mi.

Me prepare para el salon. Su cuer­po, su hennoso cuerpo de rosa de te errtpapada en carmin, lo reprodu­jt• con va,!entia, con acierto, en un

· cuadro que titule : Oriental. Fue un · triunfo, un triunfo defini­

tivo: Primera medalla, propuesto pa­ra decoraci6n y un manantial de di­nero que se · me venia a las manos. Nos trasladamos · a Madrid. En Ia villa y corte me costaba un triunfu hacerla salir de casa. Habiamos cons-

. tr.uido, con los objetos traidos de .-\ra­~

bia un lindo nido'\ Oriental y alii ves~ida al uso de su-.. tierra, pasabase las horas reclinada en los mullidos cojines, aspirando los enervantes per­fumes de los pebeteros; y por no des­nudarse, se quedaba en casa, siempre en casa, hasta que yo entre bromas y halagos, la obligaba a vestirse. Era­mos felices, completamente felices.

La fama de mi arte se habia ex­tendido por toda mi patria; ·todos los dias me llegaban proposiciones artis­ticas y un dia Mme Delusse, la in­signe actriz tragica, la maravillosa actriz, llamo a las puertas de mi ho­telito para que yo la hiciese un re­trato. Acepte. Me puse a trabajar con ella . Todos .los dias a las once. llegaba mi improvisada modelo y copiando sus carnes, blancas, lecho­sas, de un ·tinte azuloso, pasaba has­.t,1 la una o las dos de la tarde. Un dia la invite a almorzar, . Accedio. Como durante la cdmida Mme. De­lusse conversaba conmigo prolongada­mente, con una duke sonrisa en el ­rostro, Migda~ia fijo sus ojos en mi y por primera "ez v i en ellos un fue­go extraiio, un raro brillo, que me cego a,l principio y me hizo bajar la cabeza atolondrada1mente.

Las sesiones siguieron . Estoy se­guro que Migdalia las espiaba ; pero entonces ni lo sospeche siquiera. A aquellas sesiones, a aquellas prolon­gadas charlas, si.;uio una especie de amoroso coloquio. U n dia, tenia yo entre las mias las manos de mi mo­~elo, cuando Migdalia entro en el estudio ; parose en la puerta , miro­nos un momento y se fue. La modelo se fue tambien. Sin recoger los bar· tulos, fui a ver a Migdalia : Me re­cibio rechazandome energicamente. Cuando nos fuimos •a acostar, sor­prendi una lagrima en sus ojos . .. Como no sentia remordimientos de concieni:ia, me dormi enseguida con un sueiio pesado. No se el tiempo que llevaria asi, cuando senti un rui­do apagado, como el de! revolver ropas. Abri los ojos y , sobre mi ca­beza, vi el rostro desfigurado, cole­rico, de mi Migdalia que alzaba ha­cia mi . un afilado estilete .

.Oesde aquel di a no volvi a· verla reir. Rehuia mi presencia como si la horrorizase . Yo lo confieso franca­~ente, no solo la hab ia perdonado su mtento de asesinato, si no que la que­ra locamente. La buscaba, la mima­ba ; la hacia sa lir conmigo, bien en coche, bien a pie, buscandole dis­tracciones ,hacienda que olvidase ... Pero nada . Iba a mi lado como si yo no existiese, coma si ella estuvie­se muy dist ante de mi. Lna noche, al llegar a la a lcoba, como en nues­tros mejores tiempos, le hice el amor q_uise abrazarl a y cuando yo amoro­samente le tendia los brazos, salio huyendo buscando refugio en el co­medor. No queria nada, no desaba nada. Vivia pasiva'ri1ente siendo cau­sa de mi desesperacion. La v i langui­decer, pronunciarse las \'ioletas de s~s ojeras. apagarse el verde de sus 0Jos. Record con ella todos los me­dicos; la lleve a Paris, pense en un

-( C rmtin1ia en La pag 30 )

De Gloria a · Leonor, lo· que· se· leera: .

Querida prima : Perdona mi largo ,ilencio. He dejado pasar mas 'tiem­po del justd sin consagrarte· una li­nea; pero ya sabes que, con cartas o sin ellas, ocupas un lugar preferente en mi corazon, que no en vano nos une el vfnculo de la sangre, afianza­do por la vida en comun que durante los afios colegiales pasamos en el in­ternado del convento de las Siervas de Marfa. Pero en fin, para lo que he de comunicarte acaso valiera mas el silencio. Mis impresiones de re­cien casada, que segun me dices tan­to te interesan, est.in bien lejos de ser eco de aquellos felices ensuefios que a los quince aiios tenia yo la candidez de fojarme, y que tantas veces fue­ron tema predilecto de nuestra pla­tica a las horas de recreo, en la huer­ta del convento, a la sombra de aquel copudo roble . ite acuerdas?

No son felices y an'lables como en­tonces mi.s dias de ahora, sino bien dolorosos y. amargos. A veces siento una pena tan negra que mis ojos se anegan en llanto, y mi coraz6n se estremece como si lo rondase la muerte. Ya sabes que siempre· se re­sintio . mi caracter de una fina veti­lla de melancolfa que no pocas veces, en nuestros dias colegiales, venia in­discreto a aguarnos la fiesta. Pues bien, de tal modo y gravedad ha ido acentuandose y ramificando por aca y por alla, que me figuro como si tu­viese el alma aprisionada en una red, prisionera ·del dolor. No gozo ni de­jo gozar a los demas. Adolfo me di­jo ayer-acaso un poco rudamente­que hay razones para pensar que estoy enferma de veras, segun el grado de irritabilidad, descontento y perenne sinsabor en que vivo y hago vivir a los que me rodean . . . El otro dia parece que Adolfo quiso consultar con un medico acerca de mi estado, y i sabes lo que ini propia madre le res­pondi6? : pues que probablemente el unico remedio seria abrirme la cabe­za \' mctcrmc dentro algunos sesos m:1~ Ya ves que has ta mama !,e ha puesto del otro bando.

El hombre es para unas mujeres tcntaci(,n; para ' otras, distracci6_n; enemigo, para algunas; pagano para muchas. Para mi era un ideal; hoy, ideal... de arcilla. A ,·cces me prcgun­to como sera posible no entenderse con ~ma persona a quien se le puede leer el pensamiento en los labios, en el semblante e instintivamente; y sin embargo, yo no logro entenderme con Adolfo. Ayer justamente crei llegado el momento de hacer un examen de conciencia y escudrifiar en sus mis­tcriosos escondrijos la callada raz6n de estas fastidiosas sin razones que me marean y excitan mi nerviosidad. Mas, nada saque en limpio que no co­nociese de antemano. Toda esta ba­lumba de fieros males viene de lo

£': l . ~

ios j," goiosinas; que queria comprar-_: me cuanto sus ojos -veian, estaba aho­ra hecho un judiote, . reparando en gastos y ajustand? cuentas; eso_ s!, discretamente y sm caer en las ndt­culeces del marido de Manolita Or­tega, pero tambie_n resuelta y sere~­mente. Te confieso que esta serem­dad es lo que mas me saca de mis ~- . sillas, porque. i Senor!, tanta seren!­dad y calculos es un soberan? f~b-dio. - ·

El novio que yci habia visto sen­tarse · a la mesa de mis padres con la mayor cordialidad y fineza, se habia tornado en marido que llegaba tarde, al comedor, ya nienudo malhumora- · do y ·ceiiudo pasaba la comi~ sin de­cir mas que las cuatro palabras regla- -mentarias; el, tan pulcro y mirado de su persona, lo cual di6le, como sabes fama de elegant6n--cuali~ que me enamoro de el mas-que nada,

. aunque tambien entrase en cuenta la rivalidad que para cazarlo mante­nian contra mi la tonta de Fernan­dita Rodenas y la cursilona de Lola Ramirez- mostrabase ahora harto descuidado en el vestir: el, que habia sido modelo de buen· tono y casi ;ir.,.

bitro de la elegancia, como dicen de aquel fastuoso Petronio, quien no se a punto fijo si foe patricio romano o modisto parisiense. (Si acaso resul­fara modisto, como presumo, dame SU direccion : P~quin es cada dia mas

Com o le lucc la iglesia a los nov1os, la noche inolvidablc. (Farr en "Life" de N.Y.)

I caro para 0UCStro presupuesto, segun me dice Adolfo.)

Mi marido. que antes me recitaba

mismo que pude comprobar a· las dos semanas de casada. Durante mj no­viazgo con Adolfo me forje ensueiios muy lisonjeros para el futuro. No ha­llaba i;azon alguna que no viniera a afianzar mi esperanza de prolongar mas alla del noviazgo la ventura que entonces disfrutaba. No esperaba mas cambio sino el de poderla gozar des­pues a mi sabor y a todas horas.

Mis prop6sitos, como ves, querida primita, eran los mejores del mun­do. Si no se han cumplido, atribuye­lo a la crueldad de mi destino que donde yo siembro una esperanza me cosecha una disilusi6n. (Aqui en confianza, si acuso a mi mala estrella es porque ciertos·respetos no me im­piden seiialar descaradamente a quien, con raz6n, quiz.is sefiale como verda­dero autor de desventura . . . )

lindos v_ersos..y me murmuraba al oido hubiera pedido la anulacion d_e mi cosas p_eregrinas, me habla ahora de matrimonio por fraude en la perso- cosas· insfpidas, del estad-o de sus ne­na del marido . . gocios, lo mismo que si yo fuera su

Adolfo, que siempre habria dado socio comercial! De novios, tan pruebas de buen caracter, y habiale amante de fiestas, y hiego no se le . conocido yo siempre risuefio y· tierno, . ocurria nunca llevarme a parte algu­pendiente como sentencias inapelables na. El teatro, sobre todo, que tanto de mis mas leves caprichos, mostraba- : le agradaba, le aburria ya . . . . se-y asi, continua al presente--se- En resumen, queridita mia, que rio, con 1un cariiio lleno de gravedad, !Sto ha sido uil engafio; que _mi mari­un tan to solemne~ sin la amable f ri- do no es el mismo hombre que conoci volidad de otros tiempos, distraido y de novio, y que la firme persuasion de preocupado a veces, con harta fre- mi engafio me mantiene en callada, cuencia, como si mi presencia no le pero amarga hostilidad cqritra mi · mereciese la menor atenci6n; su mi- marido. i Cuidado con_ los hombres,!, rada, que me seguia antes como som- que cambio, Sefior, que cambio! Pe­bra de mis propios ojos, no era ya ro si te digo que hasta en lo mas pue-. efusiva y acariciadora: mirabame con ril me he equivocado de medio a me­una mirada serena, la misma de mi dio: no se por que me habia. imagi-1buelo, una mirada demasi.ado pro- nado de soltera, al percibir su alien­tectora y reflexiva . . eso es, dema- to perfumado y la duke -t._xpresi6n de siado reflexiva y cargente- El, que de su semblante, que su dormir habia de

Imaginate, querida Leonor, que al novios habia mostrado, ejemplar soli- ser sereno y tranquila. su respiraci6n ... dia siguiente de casada, como quien citud y fineza por complacerme, ade- como duermen los angelitos del cie­dice, pareciome Adolfo otro horn- lantandose a ·.mis deseos, para.base lo ... , pero, iay, querida prima!, bre. Mi marido no era, y valga el de- ahora a examinar mis peticiones con que Adolfo, aqui en secreto, junto al cir, mi mismo novio. Fuese mi propia mucha gravedad y pausa, como si .de '>ido, pues esta confesi6n me parece ceguera que me engafiase, o fuese la mi antigua facultad de decision, so- una traicion, tiene un dormir que suya,..:....que es la ceguedad de ellos la lo me quedase el derecho de propo- marea a fuerza de ser un puro rc>n­que mas suele cegarnos a las mu jeres ner, j el, que de soltero hubiera he- qui do . -yo no habia conocido a Adolto, y cho ·1as mayores atrocidades sin pl\.- Dame noticias tuyas y de tu mari-ahora me parecia que no estaba ca- rarse en pelillos, solo por dai:me gus- do; ~ronca tambien tu marido? sada con el mismo hombre. Si cosa • to! Adolfo, que siempre habia sido Fraternalmente tuya, tal cupiese en nuestras costumores, un manirroto para prodigarme rega- GLORIA.

'{9 .

·,@ D [1

ABRIL \ka Ud. el sumario:

LA PORTADA.

MASSAGUER.-Muy Segundo lmperio.

LITE RA TUR/\.

EDWIN ELMORE.-Sobre la figuraci6n de Unamu-no en la inquietud politica e intelectual de nuesti'os

M...tNU£L T,~ARTE.-El misterio de las mascaras . GABRIELA MISTRAL.-El Eitablo,-(Poesia.) . . . 'GUILLE'RMO JIMENEZ.-A 1pr,op6sito de "Los Dos .

Camill'18", de Alfonso Reyes. . . . . . . . . . . . . E. itAMJllt.EZ ANGEL.-FerY-ietltemente.- ( Poesia) R. HE~~E~A GUIRAL,-: "Holmenkollendag" en

Krist1a1t1a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LU!GI PIRANDELLO.----,!,a tragedia de un personaje• RAFAEL DOMEN:ECH . ...;..El Arte del Hogar SERGIO LA VILLA.-EJCisne Ncgro.-(Cuento) .. J. MARINELLO VIDA't.JRRETA.-Sobre Maiiach _

y su "glosario" . . . .. . . . . . MANUEL F. CESTERO.-Carta a Massaguer .. ENRIQUE GEENZIER,-( Poesias.) "DOLV·.-EUos tienen la culpa . . . . . . . . . . . . . . ROIG DE LEUCHSENRING.-Un matrimonio al

deshude-.. . (/ lustracion de ,1 costa.)

JOSE M. CA.ltBONELL.- Miguel T. Tolan .

GRbJ3ADOS ARTiSTICOS

MASSl'AcGUER.-Luis A. Baralt, hijo.-(Caricatura) Cuando los turbantes turban . . · . (Acuarela) Dr_. Enrique Porto,-( Caricatura) .

V ~ZQGE-11-I?t~Z.-Manuel Ugarte.-( Retrato) .. KIYOTOKI-SHIMOMURA.-Mascaras . . . . . . -. CARLOS G0'Nz'.AL£Z.-Alfonso Reyes . ..:...( Retrato) VICTORIO . ~CHO-~Ramirez Angel.-(Busto de . • marinol.J. .............. . . . . ERCOLE CAR!O'IJ:'0.-Retrato de Niiia.-(Oleo) DAVID FOGGI.E;.-' 'Cans;mcio".-(6leo.) . · JORGE MA~Af:H.-M11rinello.-(Crey6n)

EL. EJEMPLAR

BERTA SINGERMAN Esta be/la. nrtista nrgcnti11a, cs dcsdc /wee varios dfas huesped de nucstrn ciudad, habimdo ofrccido distintos recitalcs en et tcatro "Capitolio", nlcawz.nndo tm triunfo difinitivo, demos­trando scr ,ma rrcitndorn genial. Las pocsias de Poe, Campoamor )' Dario, rccitadas por la ·Singerman, ndq11iercn-'-si cs posiblc-mayor bellez.a. Los triunfos de la Singt'rmat1 sc ,·epetil'nn en el "Tcatro Na­cional" los d,us 7, 8 y 9 dcl corrientc. Despues emprendern 1ma to11rnee a ·Matanz.as y Cienf11t·gos, a solicitud de distin-

guidas pcrsonalidadcs socinlt-s quc la hn11 solicitado.

~ &~ ( Continuaci6n de la png. ZB )

viaje a Landres. Lo· _mas notable · es . Mi amigo, como quien no quiere la' que su came segula tersa, viva, fres- cosa, tdm6 en sus manos uno de los· cA cqmo un petalo de rosa: de t~ ~- pornos que tan to me hablan llamado solamente Ios ojos piiireclan triste, Ia ate11ci6n y me dijo: Ahora, de­y a pesar de, su hermosura, · de ,,u !ante de este porno, me Io explico to­belleza, una aureola de tristeza, de do: · Esta pobre mujer, sjguiendo su abandono, de mal de alma, Ia en- costumbre oriental, ingerla dosis de­volvlan, y a traves del rosa de su arsenico par~ . que su pie! . adqui.~ie­piel se divisaba n baiio amarillen- se ese tono, ~e '·matiz de petaio··,de te, acre... rosa de te empapado en carmln. Se-

i Un dia amaneci6 muerta I lA que guramente1 al creer que la olvidabas, narrar mi desesperaci6n? Estuve al que te ibH' cop la otra, se suicid6 horde del suicidio, de Ia locura .-.. con el mis,no .instrumento de su her-

Un amigo mio, quiz.is el unico a nosura. . quien no habla consultado la enfet- •Y al amortajarla, para da_rle tie­medad de mi Migdalia, vino a con- .,rra, encontre en su seno, sujetos con sol_arme, tal vez, siQ el quererlo, ·a- ~inta aztil, mi retrato y una peque­afligirme. ·ila reproducci6n fotografica de mi

-Quisiera saber de que ha muerUt:.. cuadro "Oriental". Todos los medicos me decian que es~ taba. buena, que no tenla nada. ·-~

30· Habana . 19 de Febrero de 1924 ..

PEDIDOS: TEL.JS.

J.. 1 1 J..

1 ! J_

A.

ANUNCIOS t<.Ef.E-VEN

J.

iOOE· CO/'\O PASE LA HUELGA? . IOMANDOM. :-r- .

I y IALTINA·UVOLI -

_ GRA~ADO E li.PRESO EN El StNOICATO DE A.ATES GRAFICAS