Sackleton y el Endurance

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Ernest Shackleton y la expedición EnduranceBasado en el libro Atrapados en el hielo De Caroline Alexander La legendaria expedición a la Antártida de Shackleton Con las impactantes fotografías de Frank Hurley

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Basado en el libro “Atrapados en el hielo “ De Caroline Alexander La legendaria expedición a la Antártida de Shackleton Con las impactantes fotografías de Frank Hurley

Transcript of Sackleton y el Endurance

Ernest Shackletony la expedición“Endurance”

Basado en el libro “Atrapados en el hielo “De Caroline Alexander

La legendaria expedición a la Antártida de ShackletonCon las impactantes fotografías de Frank Hurley

LA EXPEDICIÓN ENDURANCE

Ernest Shackleton fue un explorador que realizó susexpediciones durante la llamada época heroica o dorada de laexploración polar (1895-1916), que fue marcada por dos grandeshitos: la discutida llegada al Polo Norte por Robert Peary en 1909y la conquista del Polo Sur por Roald Amundsen en 1911.

Equipo de Scott

Expedición Amundsen

Debido a que estas dos grandes hazañas ya habían sidologradas, Shackleton diseñó la expedición Endurance, un viaje deexploración en el que pretendía cruzar la Antártida a pie, en unfabuloso recorrido de casi 3.000 kilómetros: sería la primera vezque se cruzase el continente de extremo a extremo, la travesía serealizaría a pie (Amundsen había usado trineos), y por último,más de 1.000 kilómetros se harían cruzando un territorioabsolutamente desconocido (desde el mar de Weddell hasta elPolo), dado que las anteriores expediciones habían operado en elotro lado del continente.

Debido a que estas dos grandes hazañas ya habían sidologradas, Shackleton diseñó la expedición Endurance, un viaje deexploración en el que pretendía cruzar la Antártida a pie, en unfabuloso recorrido de casi 3.000 kilómetros: sería la primera vezque se cruzase el continente de extremo a extremo, la travesía serealizaría a pie (Amundsen había usado trineos), y por último,más de 1.000 kilómetros se harían cruzando un territorioabsolutamente desconocido (desde el mar de Weddell hasta elPolo), dado que las anteriores expediciones habían operado en elotro lado del continente.

Debido a que estas dos grandes hazañas ya habían sidologradas, Shackleton diseñó la expedición Endurance, un viaje deexploración en el que pretendía cruzar la Antártida a pie, en unfabuloso recorrido de casi 3.000 kilómetros: sería la primera vezque se cruzase el continente de extremo a extremo, la travesía serealizaría a pie (Amundsen había usado trineos), y por último,más de 1.000 kilómetros se harían cruzando un territorioabsolutamente desconocido (desde el mar de Weddell hasta elPolo), dado que las anteriores expediciones habían operado en elotro lado del continente.

Para llevar a cabo la expedición se equiparían dos barcos,cada uno con una tripulación de 28 hombres: el Endurance, queentraría por el mar de Weddell y desde el que se lanzaría latravesía (que además llevaría 69 perros), y el Aurora, que teníaencomendado entrar por el mar de Ross, al otro extremo delcontinente, para instalar depósitos de aprovisionamiento.

"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Fríoextremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante.No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en casode éxito". Éste fue el anuncio de prensa que puso en 1914 SirErnest Shackleton para reclutar tripulación para ir a la Antártida.

¿Qué ocurriría si, hoy en día, en un periódico importante seinsertase un anuncio cómo éste? Sería interesante comprobarcuántos voluntarios estarían dispuestos a embarcarse hoy en unaempresa de tanto riesgo y compromiso personal.Creo que a pesar del avance tecnológico y el desarrollo de lasactuales herramientas, muy pocas personas estarían dispuestas aseguir sus pasos. Pero hace un siglo los candidatos se presentaronpor miles. Desde luego eran otros tiempos, en los que «honor yreconocimiento» todavía significaban suficiente recompensa.

Aunque quizás influyese el hecho de que el jefe de esaexpedición fuera un tipo que había renunciado a la conquista delPolo Sur –la mayor aventura que se podía realizar entonces–cuando se encontraba a tan sólo 160 kilómetros demostrando quela seguridad, la suya y la de sus compañeros, debía prevalecersobre el heroísmo trasnochado que defendían algunos de suscompatriotas.

"Como Jefe de una expedición científica yoelegiría a Scott; para un raid polar rápidoy eficaz a Amundsen; en medio de laadversidad, cuando no veas salida, pontede rodillas y reza para que te envíen aShackleton"

Sir Edward Priestley

"Dentro de veinte años estarás másdecepcionado por las cosas que no hicisteque por las que sí hiciste. Así que suelta lascuerdas de tus velas. Navega lejos delpuerto seguro. Atrapa los vientosfavorables en tu velamen. Explora. Sueña.Descubre"

Mark Twain

Tras aproximadamente un año de preparativos, Shackleton partióde Londres en el Endurance el 1 de agosto de 1914. Sin embargo,se detuvo debido al estallido de la Primera Guerra Mundial y pusoa disposición del Almirantazgo su buque y su tripulación. Larespuesta a su ofrecimiento fue un telegrama en el que se leordenaba continuar, así que partió definitivamente de Plymouthrumbo a la Antártida el 18 de agosto de 1914.

Panorama de la isla San Pedro, con el Endurance en el puerto

Grytviken, puerto pesquero, visto desde el Endurance. Fue laúltima escala del barco antes de dirigirse hacia el mar de Weddell.

Después de una breve parada en Buenos Aires, el 26 de octubrepuso rumbo hacia Georgia del Sur, donde se detuvo para analizarla situación y aprovisionarse, y el 5 de diciembre de 1914 partióal fin hacia el mar de Weddell.

Perce Blackborow fue un marino galés, un polizón en laexpedición. Pidió ser enrolado, sin embargo no fue admitido: erademasiado joven. Dos marineros ayudaron a Blackborow acolarse a bordo. Al tercer día en el mar fue descubierto.

Shackleton sometió al polizón a una regañina terribledelante de toda la tripulación.

Shackleton remató su discurso diciéndole al polizón-¿Sabes que en estas expediciones frecuentemente nos ponemosmuy hambrientos, y si hay un polizón disponible, él es el primeroen ser comido?- Blackborow replicó:-Conseguirían mucha más carne de Usted, señor.-

Blackborow demostró un buen desempeño en el barco comomayordomo y finalmente fue inscrito en la tripulación.

La mayor preocupación de esta primera fase del viaje era la luchacontra la banquisa (enormes placas de hielo flotantes), que eseaño en particular se encontraba más al norte de lo habitual.

Fue francamente difícil gobernar el Endurance para que se abrierapaso, y finalmente la noche del 18 al 19 de enero de 1915 el barcoquedó dramáticamente atrapado en el hielo.

Placa de hielo, 20 de enero de 1915 Foto tomada el día en que el Endurance quedófinalmente atrapado en el hielo. «Sólo nos faltan ochenta y cinco millas, pero el vientoviene todavía del NE y mantiene el hielo duro contra la barrera.» (McNish, diario)

En el mes que siguió a ese incidente los marinerosintentaron liberarlo dirigiéndolo hacia alguno de los canales quese abrieron, pero todos los intentos resultaron frustrantementeinfructuosos.

Finalmente, el 24 de febrero el barco pasó a convertirse enuna estación de invierno. Se cambió la rutina de los marineros, seacondicionaron espacios para la vida a bordo (en una serie decubículos que llamaron The Ritz) y se construyeron habitáculospara los perros sobre el hielo (a los que bautizaron como dogloos)

Las tareas del vigilante nocturno consistían en mantener encendidas las fogatas en elRitz, en la cámara de oficiales de la cubierta superior, en el castillo de proa y en elcamarote de Shackleton, además de vigilar a los perros por si se '-soltaban». Porencima de todo, se esperaba que vigilara los cambios en el hielo.

Para Shackleton era muy importante mantener a los hombresocupados y con sensación de estabilidad y seguridad. La moralera lo más importante

Los hombres se encariñaron mucho con los perros que lesacompañaban, cada uno cuidaba a dos o tres y se organizaroncarreras en el hielo

Durante esos meses el trabajo consistió esencialmente en elentrenamiento de los equipos y el aprovisionamiento (carne ygrasa de foca y pingüinos).

El cocinero despellejando un pingüino en la cocina En el Endurance, la jornada delcocinero se iniciaba al amanecer y no acababa hasta después de la cena. Hijo de unmaestro pastelero, cocinaba doce barras de pan por día, además de despellejar ypreparar la caza capturada en el hielo.

Macklin y Greenstreet hierven grasa de ballena para los perros

Ese periodo no estuvo exento de las imaginables dificultadesque conllevan las bajas temperaturas (en torno a 30º bajo cero), lavida en la oscuridad (el sol desaparecería el 1 de mayo), y elhecho de que el barco no estaba en tierra firme, sino sobre untémpano de hielo que en mayo tan solo medía unos 20 kilómetroscuadrados, que estaba derivando debido a las corrientesmarinas, y que en cualquier momento podía partirse, como dehecho ocurrió el 1 de agosto. Sin embargo, dando muestras de unespíritu de adaptación difícilmente superable, la tripulaciónconsiguió sobrevivir en el hielo los nueve meses que duró esaetapa de la expedición, en la que el barco tuvo una deriva real de2.000 kilómetros desde el punto en el que quedó atrapado.

Worsley y James realizan las observaciones en invierno ¡Worsley y James tenían ungran telescopio; lo instalaban y, al observar el momento exacto de la ocultación de lasestrellas, eran capaces de determinar la hora con exactitud.» (Macklin, diario)

Un hombre comprueba un agujero en el hielo fuera del barco Es probable que setrate de Clark, que insistía en buscar especímenes durante todo el período pasado en elhielo.

Hurley en la arboladura y Shackleton en cubierta «Hurley estaba muy ocupado consu cámara de fotos y de cine. Fijó su aparato en la punta extrema de la verga delmastelero de juanete para conseguir una vista panorámica de la placa.» (Macklin,diario)

Al final del invierno, 1 de agosto de 1915 «Nuestra posición se volvió sumamentepeligrosa, puesto que grandes bloques [de hielo] se movían y se echaban las unos sobrelos otros en lo que parecía ser su deseo de arrojar su potencia contra nuestrasparedes.» (Hurley, diario)

El Endurance se escora «De repente, el témpano a babor se rompió y enormes trozosde hielo salieron disparados desde debajo de la sentina de babor. Al cabo de unossegundos el barco se escoró treinta grados a babor.»(Shackleton)

A babor del barco, el 19 de octubre de 1915 Shackleton, inclinado sobre labarandilla, tituló esta foto «El principio del fin».

El naufragio del Endurance «Una horrible calamidad ha caído sobre el barco que hasido nuestro hogar durante más de doce meses.. Estamos sin hogar y perdidos en unmar de hielo.» (Hurley, diario)

El 27 de octubre, sin embargo, las cosas empeoraríanconsiderablemente. En efecto, como en la peor de las pesadillas,las fuertes tensiones provocadas por el hielo que aprisionaba elEndurance acabaron por hacerlo pedazos, y se hundió semanasmás tarde en las frías aguas de la Antártida, el 21 de noviembre de1915, ante la impotente mirada de los marineros y de su capitán.Para entonces había transcurrido ya más de un año desde quepartieran de Buenos Aires.

Se esperaba un aumento de las temperaturas y permaneceren el hielo dejaría de ser seguro, pues en cualquier momento unabrecha se podría abrir engullendo a los hombres, o dejandoespacio suficiente para que alguna orca les atacara, dado que estosanimales no establecían diferencias entre las focas y los sereshumanos.

La única opción viable, aunque pareciera una tarea imposible,consistía en arrastrar los tres botes salvavidas del Endurance através del hielo hasta encontrar mar abierto 500 kilómetros alnorte. En ese momento quizá podrían tener una opción desobrevivir alcanzando alguna de las islas circundantes. Y en esaempresa fueron afanándose haciendo modestos avances einstalando sucesivos campamentos (Dump Camp, Ocean Camp yfinalmente Patience Camp), esperando la oportunidad de escapardel hielo.

El campamento Océano Shackleton, Wildy un miembro no identificado de Latripulación, de pie, de derecha a izquierda

El campamento Océano «Es inconcebible, hasta para nosotros, que vivamos en unacolosal barcaza de hielo, con apenas metro y medio de hielo separándonos de las dosmil brazas de profundidad del océano y yendo a la deriva según el capricho del viento ylas mareas hacia Dios sabe dónde.» (Hurley, diario)

A las dificultades existentes se añadieron otras nuevas, como lalimitación del peso de las pertenencias personales a solo un kilopor hombre, la necesidad de sacrificar a los perros debido a laescasez de alimentos, además de la incertidumbre de no sabercuándo la placa de hielo se partiría bajo sus pies. Ha de tenerse encuenta que, por ejemplo, el campamento Océano se situaba sobreun bloque de tan solo 2,5 kilómetros cuadrados, quesucesivamente se iría dividiendo en fragmentos más pequeños porefecto de la subida de las temperaturas.

Finalmente el 9 abril de 1916 Shackleton y su tripulación selanzaron al agua en los tres pequeños botes de que disponían, parallevar a cabo una travesía de cinco días en los que lastemperaturas alcanzaron 20º bajo cero, y en la que la lucha contralas tormentas de nieve no fue sencilla dado que los hombresestaban empapados y sufrían calambres y mareos, y algunos deellos congelaciones.

Arribaron al fin en isla Elefante, la primera tierra firme quepisaban en casi un año y medio desde que salieran de Georgia delSur. Esta feliz llegada fue rápidamente ensombrecida por el hechode que el invierno antártico se acercaba, y carecían del equipo ylas provisiones necesarias para afrontarlo. Por otro lado, eraimposible que nadie les buscara en esa posición, así que eranecesario movilizarse una vez más.

El plan, que visto ahora con la adecuada perspectiva históricapodría calificarse como una locura, consistía en que seis hombresse embarcarían en el James Caird, un bote de tan solo 6 metros deeslora, en una travesía desesperada de 1.300 kilómetros hastaGeorgia del Sur.

El James Caird fue lanzado al agua desde la isla Elefante el 24 deabril de 1916. Con un viento moderado del suroeste pudieron salirde la playa fácilmente, con lo que perdieron de vista la isla muypronto. Antes de salir, Shackleton había dado instrucciones aFrank Wild, que se quedó en la isla con el resto del grupo,"tendría completamente el mando desde el momento en que elbote abandonase la isla y en el supuesto de que el viaje en botefracasara, Wild debía intentar llevar al grupo a la Isla Decepciónla siguiente primavera y aguardar allí a recibir ayuda.

22 hombres permanecieron en la Isla Elefante en espera de serrescatados si Shackleton tenía éxito. En caso contrario estabancondenados a morir

Tan pronto como salieron de la isla, Shackleton ordenó Worsleyque pusiera rumbo al norte en lugar de ir directamente a Georgiadel Sur, para así evitar la clara amenaza de los campos de hieloque estaban comenzando a formarse.28 A la media noche yahabían dejado el hielo atrás, pero el oleaje iba en aumento. Alamanecer del día siguiente, estaban a 80 km de la Isla Elefantenavegando con mar gruesa y vientos de fuerza 9.

En el bote se fijó la rutina de trabajo, se hicieron dos turnos detres personas, con un hombre a proa, otro en las velas, y el terceroachicando agua. El trío que no estaba de servicio descansaba en elpequeño espacio de la proa cubierto por la lona. El cambio deturno presentaba muchas dificultades, Shackleton escribió, "teníasu lado cómico si no fuera por los dolores y molestias queocasionaba". Su ropa, diseñada para ir en trineo por la Antártidapero no para navegar en un bote en mar abierto, no eraimpermeable, lo que hacía que el continuo contacto con el aguahelada les hiciese el viaje muy penoso.

Todo dependía de Worsley y su habilidad para la navegación,basada en observaciones astronómicas realizadas en un bote queno paraba de cabecear y balancearse y durante los brevesmomentos en que el sol hacía su aparición. La primeraobservación la realizó al cabo de dos días, determinando que seencontraban a 237 km al norte de la isla Elefante. Cambiaron elrumbo enfilando directamente hacia Georgia del Sur. Habíansuperado el peligro de los témpanos flotantes, pero ahora estabannavegando por las peligrosas aguas del Pasaje de Drake, dondegrandes olas recorren esas latitudes dando la vuelta al globo al nointerponérseles ninguna barrera de tierra y adquirían gran altura asu paso por esa zona estrecha entre América del Sur y laAntártida. El balanceo constante del bote hacía casi imposiblepoder cocinar con los hornillos portátiles, pero Crean, el cocinerodel grupo, de alguna manera consigue dar de comer a loshombres.

“A medianoche estaba en el puente de la barca cuando derepente vi un atisbo de cielo azul hacia el Suroeste. Advertí alos hombres que el cielo se estaba abriendo, y un momentodespués me dí cuenta que lo que había visto no era un claro enel cielo sino la cresta de una enorme ola. Durante mis 26 añosde experiencia en el Océano jamás vi una ola tan gigante…grité ¡Por Dios! Agarraos! Se nos traga!!. Después vino unmomento de suspenso que pareció durar horas. Blanca surgióla espuma del mar que se rompía a nuestro alrededor.Sentimos el bote sacudido como un corcho bajo una olarompiente. Estábamos en el caos del agua torturada; pero dealguna forma el bote consiguió sobrevivir, manteniéndose aflote casi lleno de agua. Achicamos agua con la energía dequien lucha por su vida, arrojando el líquido por la borda con elprimer recipiente que pudimos encontrar. Tras diez minutos detrabajo desesperado, sentimos que el bote recuperaba suvida.”

Si se tiene en cuenta que solo una mínima desviación de la rutahubiera provocado que pasaran de largo sin ver la isla, y quedeberían atravesar el Pasaje de Drake, quizá el mas peligroso delmundo, solo puede contemplarse el durísimo viaje de 17 días queaquellos hombres realizaron como una gesta irrepetible.

El 15 de mayo desembarcaron en una playa que sería su refugio ya la que bautizaron como "Peggotty Camp" (por la casa flotantede Peggoty en la novela de Charles Dickens David Copperfield).

Desgraciadamente sin embargo, el lugar en el que arribaron, labahía del Rey Haakon, era un lugar deshabitado que distaba másde 30 kilómetros de la zona civilizada. Un paisaje de montañasnevadas del que no había mapas.

Después de dedicar unos días a recuperarse, Shackleton decidióque el bote no era capaz de hacer los 250 km que suponía el viajecerca de la traicionera costa, para llegar a las estaciones ballenerasde la costa norte. Además, dos de los hombres, McNish yVincent, no estaban en condiciones para viajar. Se optó por quetres hombres, Shackleton, Worsley y Crean iniciaran el viaje a piepara cruzar la isla hasta la estación ballenera habitada enStromness.

Muy temprano, el 18 de mayo, los tres iniciaron el que sería elprimer cruce por tierra confirmado de la isla Georgia del Sur.

El viaje estaba lejos de ser fácil, ya que carecían de mapa ytuvieron que improvisar una ruta a través de una cadenamontañosa con glaciares. Sin equipo apropiado, viajaron sindescanso durante 36 horas, hasta llegar a su destino en Stromness.

Al llegar parecían, en palabras de Worsley, "tres horriblesespantapájaros", con el rostro demacrado, ennegrecidos por elhumo de la grasa, con las marcas dejadas por su exposición alviento helado y con congelaciones.

Más tarde esa noche del 19 de mayo, un barco de motor fueenviado a la bahía del Rey Haakon para recoger a los treshombres, McCarthy, McNish y Vincent, y al James Caird.

Worsley escribió que todos los marinos noruegos en Stromnessquisieron tener el honor de portar a hombros el bote desde elmuelle hasta un almacén en que lo guardaron, todo un gesto llenode afecto.

Aunque generalmente se tiende a identificar esa llegada con elfinal de la increíble odisea de Shackleton y el Endurance, enrealidad ese momento triunfal, que tantos esfuerzos, sacrificios yprivaciones implicó, fue únicamente el inicio de la segunda partede la historia: Había que regresar a buscar a los 22 hombres quehabían quedado esperando en Isla Elefante.

Debido a la llegada del invierno austral y a las condiciones delhielo, Shackleton tardó más de tres meses en poder rescatar a sushombres, pero al final, al cuaerto intento y con la ayuda delremolcador chileno a vapor Yelcho, todo el grupo pudo sersalvado.

Al fin, tras este último rescate, el 10 de enero de 1917, nadamenos que dos años y medio después de que todo empezara, laaventura de Shackleton llegó a su final.

EPÍLOGO

Es muy importante destacar que el éxito de esta aventura no essólo atribuible a Shackleton: cada uno de los 28 hombres eranimportantes y necesarios para completar la misión. Eraimprescindible una conexión entre todos los miembros en la quecada uno de ellos aportara su mayor talento. Por tanto, una de lasclaves del gobierno de Shackleton consistía en que en diferentessituaciones el liderazgo podía ser asumido por una personadistinta.

Sin Worsley, el capitán del Endurance habrían perecido, entreotras cosas porque sin su habilidad para la navegación por estimajamás hubieran llegado a Georgia del Sur, pero tampoco sin FrankWild, hombre de confianza de Shackleton, y quien se quedó alfrente del grupo en isla Elefante; un aventurero con igualcapacidad para liderar cualquier misión pero al tiempopermanecer en un segundo plano; una persona a quien Shackletonsin duda apreciaba y admiraba profundamente. Tampoco lamisión hubiera sido un éxito sin Frank Hurley, el fotógrafo, queademás de documentar gráficamente la expedición, puso suversátil talento innumerables veces al servicio de la misión, porejemplo, adaptando piezas del Endurance para construir unaestufa que pudiera funcionar con grasa de foca. Y sin duda nohubieran sobrevivido sin Harry McNish, el carpintero queconstruyó los cubículos al bordo del Endurance, el que colocó losesquíes bajo las tres embarcaciones para que pudieran tirar deellas y el que acondicionó el James Caird para el viaje en botemás peligroso de la historia. Y por supuesto, hubieran perecidosin Charles J. Green, el cocinero, cuyo constante y esforzadotrabajo dotó a los hombres de la energía que necesitaban.

Shackleton quería a sus hombres, y ese sentimiento eracorrespondido, pues, según uno de ellos, sus hombres le querían«como a un padre». Eso, obviamente, no implicaba que larelación con ellos estuviera exenta de conflictos, pero eso no leprivó de tener excelentes relaciones con todos ellos y deconsiderarlos en igualdad de condiciones que al resto

El relato de la expedición Endurance es probablemente la historiade éxito más grande jamás contada. Sobre todo porque todoempezó en un fracaso. Los largos días de oscuridad, lastemperaturas bajo cero, el precario material, la escasez deprovisiones y, quizá por encima de todo, las increíblesdificultades que fueron enfrentando en un mar helado que lesarrojaba la peor de las suertes, fueron contrarrestados por enormesdosis de claridad en el rumbo, regeneración, enfoque, dureza,constancia, energía, mentalidad positiva y conexión. Tanto quetodos los hombres lograron salvar sus vidas, y como muestrainequívoca de que aquella durísima misión no causó una mellairreversible en ellos, varios miembros de la tripulación sevolverían a enrolar con Shackleton en la expedición Quest

Frank Hurley «Hurley, nuestro fotógrafo, es un personaje interesante. Es australiano—muy australiano— y fue fotógrafo en la reciente expedición australoasiática de SirDouglas Mawson a la Tierra Adelia, en el Antartico. Como fotógrafo es excelente ydudo que alguien pudiera igualar su obra...» (Lees, diario)

Frank Wild Según Macklin, el leal segundo jefe de Shackleton se mostraba «siemprecalmado, sereno o sosegado; tanto si las cosas iban bien como si estaba en un aprieto,era siempre el mismo; pero cuando decía a un hombre que saltara, éste saltaba deinmediato»

«El capitán», teniente F. A. Worsley, reserva de la Armada Británica Shackletoneligió con sumo cuidado la tripulación para el trascendental viaje. Worsley ya se habíadistinguido como navegante al llevar los tres barcos a buen puerto en la isla Elefante.Había servido varios años en el Pacífico en el servicio de vapores del gobierno deNueva Zelanda, donde se convirtió en un experto en pilotar embarcaciones pequeñas yen recalar en islotes.

Charles J. Green El cocinero despellejando un pingüino en la cocinaEn el Endurance, la jornada de Creen se iniciaba al amanecer y no acababa hastadespués de la cena. Hijo de un maestro pastelero, cocinaba doce barras de pan por día,además de despellejar y preparar la caza capturada en el hielo.

Tom Crean Wild quería que permaneciera con él en la isla Elefante; Shackletonquería tenerlo en el Caird. Todos sabían que la presencia de este duro marinero, quehabía ganado la medalla Albert a la valentía en la última expedición de Scott, sería unaventaja en cualquier causa a la que sirviera. Crean era, quizá, tan indestructible comopuede llegar a serlo un hombre.

Greenstreet mostrando los carámbanos formados por el aliento «Algunos de suschistes y cuentos son decididamente divertidos y, después de todo, no se puede esperarque mantenga el nivel de un salón en un grupo tan variopinto como el nuestro.» (Lees,diario)