Sacramentos y Corporalidad

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    SACRAMENTOS Y CORPORALIDADLo Femenino de la Celebracin

    ngela Mara Sierra G.1

    Deseara que en los siglos venideros,

    las prximas generacioneshayan superado este temacomo muestra de

    evolucin humana,mientras tanto tendremos

    que insistir en ello

    Introduccin

    La liturgia y en ella la celebracin de los sacramentos han sido espacios casi intocablespara las mujeres, en la tradicin eclesial por mltiples factores histricos y culturales.

    Por eso es importante reflexionar, profundizar y aportar en esta dimensin eclesial, noslo para reivindicar su participacin en ellos sino para hacer una contribucinsignificativa a la teologa sacramental desde un terreno ya ganado por la teologafeminista en cuanto a la identidad y a la corporalidad como smbolo. Pero a su veztrabajar la concordancia Mundo Femenino Mundo simblico, Mundo Masculino Mundo lgico, donde se arraiga toda la posibilidad humana de significacin sanadora yliberadora del espacio celebrativo

    Despus de una historia de vindicaciones y posicionamientos la teologa feminista seencuentra, entre otras bsquedas, en la indagacin de nuevos lenguajes teolgicos yacercamientos en campos tan especficos como lo litrgico.

    Por eso en este congreso no poda faltar una palabra acerca de la importancia de lofemenino en el espacio celebrativo. Un trabajo que no pertenece de manera exclusiva alas mujeres porque quedara incompleto, sino que se debe abrir al dilogo con losvarones, en lo que aqu llamar una liturgia integradora construida en el encuentro.

    Mi pretensin en esta comunicacin, es compartir algunas intuiciones y por supuestosometerlas a la disertacin y a la crtica. La ms clara de ellas es que el cuerpo en smismo nos da respuestas acerca de la importancia que tiene recuperar el aspectosimblico como camino de sanacin, de realizacin e integracin humana.; pero para

    lograrlo hay que buscar en el campo esttico nuevos lenguajes que abran de maneradecidida a lo tico.

    Desarrollar entonces esta ponencia en tres partes: 1.el cuerpo humano como categorade comprensin, 2. En bsqueda de nuevos lenguajes y significados Recuperando loesttico, 3. lo litrgico como mbito integrador de lo corporal y posibilidad deencuentro sanador y liberador.

    1Magster y Licenciada en Teologa. Pontificia Universidad Javeriana. Docente Teologa del Matrimonioy Teologa [email protected]

    mailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]:[email protected]
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    I.

    El cuerpo humano integra la dimensin simblica femenina y lgica-

    masculina

    Comienzo con definiciones sencillas, el hemisferio derecho del cuerpo, corresponde a

    un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales,especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades espaciales;habilidades visuales y sonoras no del lenguaje como lasartsticas ymusicales.

    Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total. Integravarios tipos de informacin (sonidos, imgenes, olores, sensaciones) y los transmitecomo un todo.

    El hemisferio derecho est considerado de cualquier modo, como el receptor eidentificador de la orientacin espacial, el responsable de nuestra percepcin del mundoen trminos de color, forma y lugar, maneja el mundo simblico y lo esttico, es decir

    correspondera al campo de lo litrgico y pertenece a lo femenino.

    El hemisferio izquierdo asociado a lo masculino, viene a ser algo as como el cerebro"lgico". Es decir, el cerebro comprende las ideas y los conceptos y los almacena en unlenguaje no verbal, que luego traduce a un lenguaje o idioma aprendido por el individuomediante la cultura. Domina el vocabulario, la comprensin verbal, la memoria y elclculo aritmtico mental, actividades propias del hemisferio izquierdo.2

    Este hecho acontece en todos los cuerpos, en cuerpo de mujer y en cuerpo de varn, ensus debidos equilibrios, lo que sugiere que somos una integracin, una unidad, y en ellodebemos trabajar, hacia eso debemos tender, al desarrollo equitativo de los doshemisferios. De hecho si esta integracin no se da se afecta la salud, un motivo ms paraanalizar la importancia de recuperar el mundo simblico y ponerlo a dialogar con elmundo lgico.

    La teologa feminista ha recuperado de manera decidida la experiencia de lo corporal ypuede aportar bastante para lograr dicha integracin. Esta teologa contextual3 permitereflexionar desde lo vivido una experiencia de fe de manera ms personal conimplicaciones en lo comunitario. As a partir de situaciones concretas como apropiarsedel cuerpo y la percepcin de una sexualidad que siempre le fue ms ajena que propia,o el sometimiento a roles asignados ms por tradicin que por opcin se abre a una

    conciencia mayor de lo que significa ser mujer en el entorno eclesial pero sobretodo enel mbito teolgico. Recupera as su palabra y asume el reto de construir perspectivaspropias de reflexin, con el cuidado de abrirse al dilogo con lo masculino paraexpandir su horizonte y abordar intercambios ms creativos y fecundos.

    2Cfr. http://es.wikipedia.org/wiki/Hemisferio_cerebral3Podemos afirmar con Mara Teresa Porcile quela teologa feminista hace un anlisis atento de los

    hechos socio-culturales, polticos y econmicos y del modo en que estos hechos afectan a las mujeres ensu vida concreta. Tambin medita teolgicamente sobre el movimiento de liberacin de la mujer engeneral, su carcter y su sentido histrico. Se considera as misma como una teologa contextual porqueinsiste en la dimensin histrica y cultural- o sea en el contexto de la experiencia de las mujeres-Dehecho es la primera vez en la historia que las mujeres reflexionan sobre su propia experiencia de fe con

    una formulacin teolgica acadmica, porque es la primera vez- en la historia de la teologa en cuantociencia-que las mujeres tienen acceso a las facultades de teologa. Op.Cit. Porcile, Mara Teresa. Mujerespacio de salvacin.p. 67.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Sentimientohttp://es.wikipedia.org/wiki/Prosodiahttp://es.wikipedia.org/wiki/Artehttp://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsicahttp://es.wikipedia.org/wiki/Culturahttp://es.wikipedia.org/wiki/Culturahttp://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsicahttp://es.wikipedia.org/wiki/Artehttp://es.wikipedia.org/wiki/Prosodiahttp://es.wikipedia.org/wiki/Sentimiento
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    En este proceso, que ha acaecido de manera ms densa, con momentos histricosrelevantes4, la mujer ha contribuido a la teologa en mltiples aspectos, no se halimitado a manifestaciones vindicativas sino que realmente se ha tomado en serio suresponsabilidad en el decir teolgico y a pesar de haber incursionado hasta hacerelativamente poco en esta disciplina, teniendo en cuenta la antigedad de la misma,

    podemos decir que en la actualidad ya cuenta con palabra y pensamiento propios, con lanovedad que ello implica: cambio de mentalidad, de paradigma, de imaginarios.

    Esto implica un estudio bblico con nuevas perspectivas, nuevas formas de acercarse ala teologa fundamental y a lo sistemtico, y unas implicaciones serias en el campo

    pastoral as como cuestionamientos fuertes en el campo litrgico. Existen an muchoshorizontes teolgicos sin explorar, se evidencia una necesidad sentida de incluir en elestudio teolgico las dos perspectivas, lo femenino y lo masculino, como una manera deenriquecer pero al mismo tiempo de liberar los discursos y las prcticas.

    Ahora bien esto indica apropiarnos de lo que significa el cuerpo en cuanto texto

    litrgico, esto implica evidenciar en lo sensual, todo el potencial espiritual, as:

    Resulta diciente la frase famosa de Simone De Beauvoir: Cuando descubr lo sensible,

    dej de creer en Dios, pues El me privaba de la Tierra. No puede entrar en

    contraposicin la corporalidad y la espiritualidad, si se concibe al ser humano de maneraintegral.

    Los sentidos, el placer no pueden ser ajenos o percibirse incluso como enemigos dentrodel campo celebrativo, esto sera una contradiccin. Un problema que afecta a muchasiglesias cristianas es que su religin ha dejado de ser bsqueda de Dios para quedarsereducida a un sistema de creencias necesarias para pertenecer al grupo. Han matado esedeseo de Dios y por lo tanto toda la pasin que conlleva su bsqueda5. El

    planteamiento que ofrece tanto Mller como Grn es precisamente que la sexualidad esun camino de realizacin espiritual. Ms an en el campo celebrativo litrgico dondetodo despierta los sentidos: comer, oler, tocar, ver, or.

    Hablar de sensualidad a este nivel resultara para muchos un planteamiento absurdo, sinembargo lo litrgico nos debe llevar precisamente al despertar de los sentidos, adespertar en nosotros sensibilidad, a potenciar lo nico concreto que poseemos: lacorporalidad. Unas celebraciones encarnadas, nos permiten acceder a nuestra propiaesencia, a nuestra propia humanidad. La actitud positiva hacia nuestros sentidos es una

    importante condicin previa de toda espiritualidad viva. Segn San Buenaventura, padrede la Iglesia, Dios entra en nuestras vidas y se acerca a nosotros a travs de los sentidos.A Dios los conocemos tambin sensualmente

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    4Por ejemplo: Recuperar la memoria del sufrimiento y de la exclusin de las mujeres. hace posible lasororidad de las mujeres del pasado, del presente y del futuro. Por otra parte, al constatar las distintassituaciones de marginalidad vividas por las mujeres en su contexto cultural se descubre un discipulado deiguales y nuevas formas de concebir la eclesiologa. Y por ltimo la actualizacin creativa y dialgicacon el texto de la vida, da cuenta de la revelacin que se encuentra en los textos bblicos, y que lleva aevidenciarla desde el hoy, para gestar procesos de liberacin. Cfr. Vivas, Socorro. Elementos para lacomprensin identitaria de la teologa feminista en Amrica Latina. En Revista: CHAKANA. Vol. 12003, Frankfurt p. 35

    GomezAcebo, Isabel,Fiesta. En: Navarro, M y de Miguel, P. 10 palabras clave en Teologafeminista.Verbo Divino, Navarra, 2004. p..166.6Mller, Wunibald, Besar es Orar, Santander, Sal Terrae, 2005, p.4

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    Sexualidad y Espiritualidad en el ser humano son caras de la misma moneda, yrepresentan tambin la integracin de los hemisferios referenciados en la primera parte,es imposible ser espiritual sin ser sensible y viceversa. Es claro que entre ms se trabajeel tema de la espiritualidad en cualquier persona se es ms sensitivo y abierto a la vida.

    As lo afirma Anselm Grn: La sexualidad y en simultnea la espiritualidad es lafascinante fuerza que nos invita al amor y a la vida, al eros, al gape, pero si la reprimoella se encargar de encontrar un resquicio a travs del cual manifestarse y hacersenotar. Entonces me pillar desprevenido y no me dar la oportunidad de abordarla demanera creativa. 7

    Nostalgia de trascendencia y necesidad de comunin, se conjugan y se concretan en larealidad corprea de la persona, y se expresan con fuerza en lo litrgico. El deseo

    profundo de encontrarse con el otro, de entablar dilogo y paulatinamente de irseacercndose para abrazarse, son manifestaciones profundas tanto de la espiritualidadcomo de la sexualidad. Por tanto, una actitud positiva hacia la espiritualidad puede

    ayudarnos a tener una experiencia ms profunda de la sexualidad.8

    Segn Donald Cozzens, las experiencias de intimidad y trascendencia sonanhelos tan profundamente arraigados en nosotros que terminan llevndonos demanera indefectible a la unin con Dios. Por experiencia de intimidad entiende

    Cozzens la unin con otra persona; por trascendencia la experiencia de unin

    con la creacin. La combinacin con ambas experiencias-intimidad ytrascendencia-lleva finalmente a Dios.9

    Este sera el ideal en el mbito litrgico, poder expresar a plenitud, lo que somos ensensibilidad, y lo que la experiencia de las mujeres ha venido gritando a lo largo deestos aos de reflexin teolgica. No podemos trascender sino a travs de nuestrocuerpo, tomar conciencia de ello es al mismo tiempo comprender toda la dimensinsacramental que no es otra cosa que dicha trascendencia hecha signo. La relacin conDios ha de concretarse necesariamente en la relacin con el otro que a su vez setransforma en nostalgia del Trascendente. Motivo suficiente para cargar de fuerza ysentido las celebraciones.

    II. Lo esttico otra manera de acercarse a la experiencia de Dios -en

    bsqueda de nuevos lenguajes y significados

    La esttica se manifiesta como arte en la cultura su facultad es el sentimiento ysu valor la belleza. Entre la lgica y la tica, entre la ciencia del ser y la deldeber ser, existe un vaco que la conciencia cultural exige llegar, hay unacontradiccin entre la naturaleza, donde la casualidad produce todo fenmenonatural, y la moralidad, en que la voluntad se encamina a producir el bien; estevaco, esta contradiccin, es resuelta por la esttica, porque en el arte lanaturaleza se presenta como moralidad y la moralidad como si fuera naturaleza.En efecto, en el arte el ser presenta como deben ser, y el deber ser como siendo.Lo real de la lgica y lo ideal de la tica encuentran su fusin en el arte, puestoque slo en el arte lo real, mediante el sentimiento, aparece como ideal y lo ideal

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    Ibid, p.608Ibid p.909Ibid p.56

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    como real. La esttica mediante el sentimiento, que es facultad espiritualcaracterstica, se manifiesta como arte y realiza como valor fundamental la

    belleza.10

    Tener la posibilidad de conectarse con un lenguaje teolgico ms implicativo, tener la

    posibilidad de decirse y adquirir una palabra propia en medio de la comunidadteolgica genera la necesidad de construir nuevos lenguajes. De hecho, uno de losaspectos en los que ms ha trabajado la corriente feminista es buscar nuevas formas deapropiarnos de referencias comunicativas para acercarnos de manera propia a lotrascendente, sin que sea slo a travs de un lenguaje lgico, es ah donde se abre todala posibilidad de lo esttico

    Este cambio de paradigma que abre la posibilidad a nuevas comprensiones, bsquedasde identidad como creyentes y formas de relacin eclesial pero sobre todo en larepercusin que ello tiene en la manera de acceder a lo bblico y de hacer teologa. La

    puesta en marcha de las mujeres, tanto en el mbito secular como religioso, ha

    significado como consecuencia una exigencia de revisin del lenguaje de Dios y de laantropologa; porque el modo de decir es expresin del vivir y el pensar ha de estar alservicio de la vida ms plena

    11.

    El tema del lenguaje es complejo pero ineludible a la hora de abordar nuevascomprensiones y de generar dinmicas de relacin equitativas. Es un ejercicio de dobleva en trminos de decirse y dejar decir al otro, para dar cabida al encuentroy a lacelebracin.

    As situada en el feminismo de la diferencia y especficamente en el tema de locorporal como metfora y palabra, es importante acercarse a lo esttico como mbitodonde lo femenino puede apropiarse nuevos formas de expresin y construccinteolgicas. Ms que el reclamo por lo inclusivo, es la bsqueda de lenguajes alusivosdonde el cuerpo en el caso de la mujer se abre desde la experiencia para reconocerse

    palabra, para hacerse smbolo, para transformarse en liturgia.

    E. Johnson anota al respecto, lo que es verdad del lenguaje teolgico es que siempre

    ser un lenguaje indirecto, con carcter metafrico, analgico o simblico. Ningnconcepto es adecuado, ningn modelo lo refleja directamentehasta los trminosfilosficos ms abstractos, como los de naturaleza, persona y ser, son radicalmenteanalgicos cuando se usan con referencia a Dios12. Uno de estos lenguajes ha surgido

    de la experiencia ms cercana, vivida y sufridael cuerpo-Acercamiento desde el cuerpo, metfora de espacio

    Las mujeres dicen a Dios, experimentan a Dios pero no en abstractoel Infinito

    indecible e inaudible se torna Palabra dicha y escuchada en lo ms cercano en suexperiencia de cuerpo13. Situaciones particulares de las mujeres en circunstancia de

    10http://www.avizora.com/publicaciones/arte/textos/concepto_filosofia_estetica_0013.htm11 Azcuy, Virginia Raquel, El lugar teolgico de las mujeres. Buenos Aires, Centro de EstudiosSalecianos, 2001,p. 2912

    Johnson, Elizabeth.La que es. Herder, Bogot, Barcelona,2002 p.25913Cfr. TamayoJuan Jos.Dios desde la perspectiva de la mujer.Razn y fe : Revista hispanoamericanade cultura No. 1.179 (Ene. 1997)p.97

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    abandono y discriminacin sentidas desde la piel, han hecho posible mirar el cuerpocomo texto, que se ir interpretando y vinculando con la experiencia de fe. La vivenciade su identidad personal encarnada histricamente, es expresin del misterio personalde lo femenino. De ah se despliega infinidad de consecuencias, para el quehacerteolgico.

    De lo que se trata es de desentraar el sentido del cuerpo, en otras palabras leerlo comopalabra viva y abierta14,-

    Nicole Fatio, en el libro de Porcile expresa:

    Mi cuerpo es un cuerpo de mujer y la percepcin que me da de la realidad lleva

    ese selloMi cuerpo de mujer me recuerda sin cesar mis lmites; cuandoaparece una vida nueva me instruye sobre el valor del tiempo, sobre el precioque tambin me revela la alteridad de todo ser humano; incluso aquel concebidoen mi seno. Esta pedagoga de mi cuerpo, si la escucho, me abre a ciertas

    dimensiones de la vida 15

    Este cuerpo hecho texto, percibido como realidad alusiva a la realidad trascendente seconvierte en sacramentopor esto es incomprensible que en la celebraciones de fe lasmujeres pero as mismo los laicos tengan una participacin tan limitada, y sean simpleespectadores, siendo que es toda la riqueza de estos cuerpos en condicin de encuentrolo que hace que la celebracin como tal sea viva y eficaz y no slo la ejecucin de unministerio.

    Siempre se podrn encontrar formas que nos acercan a un lenguaje teolgico mscercano, verdaderamente implicativo, alusivo y significativo, porque solo una palabraque se viva desde la experiencia puede transformar realidades personales ycomunitarias16 El Dios trino que existe esencialmente en las relaciones internasmutuas proporciona un modelo diferente para la interaccin humana, apuntando a unacomunidad sin supremaca ni sometimiento, donde las diferencias prosperen en el senode una relacin de igualeslaidea trina de Dios apunta a una comunidad de hermanosy hermanas en la que todos son uno en una responsabilidad compartida, sinsubordinacin ni privilegios17

    14Cfr. Porcile, Mara Teresa. La mujer espacio de salvacin. Publicaciones claretianas. Madrid.1995 p

    82-8315Ibd. p 237-23816La introduccin de esos nuevos smbolosayudan a liberar el lenguaje de la absolutizacin idoltrica ya relativizar lo imaginario a travs de l, acentuando su carcter analgicotenemos que afirmar confuerza que no da igual hablar de Dios de una manera o de otra, porque las consecuencias prcticas sonimportantes, sobretodo en el mbito relacional, tanto social como teolgico-religioso. La dificultad

    prctica estriba en que para hablar de Dios como un Dios personal, tenemos que hacer uso de un lenguajeque necesariamente utiliza smbolos sexuados, con el consiguiente peligro de identificar a Dios conaquello que trata de representarlo, generalmente el hombre y todo lo masculino. Pero tambin en estesentido encontramos una prctica de Jess que rompe los moldes culturales. Los smbolos y las imgenesque emplea para hablar de Dios son de lo ms dinmico y variado; y en ellos se aprecia con fuerza la

    presencia de lo femenino: la imagen de la Basilea, el reino o reinado son una imagen netamente femenina,como lo es la Ruah, el Espritu, y la semilla que crece, agua que da la vida, la gallina que cuida sus

    polluelos, la tierra. Len, Trinidad. El Dios relacional. En: As vemos a Dios, Acevedo, Isabel, Desclede Broker, Bilbao, 2001. p175-176.17Moltmann, Trinity and the kingdom, En: Johnson .La que es.p 268.

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    Esta es una invitacin para construir lenguajes teolgicos integrando feminidad ymasculinidad, la integracin que implica un primer movimiento de integracin personal

    para lograr integracin en lo comunitario.Cuando se asume el cuerpo, lo simblico del cuerpo, se puede dar paso al dilogo conotros cuerpos con otros smbolos se puede crear algo nuevo, se pueden fecundar nuevas

    teologas que respondan a maneras de relacionarnos ms liberadoras, en lo que meimagino podra ser la liturgia construida en el encuentro.

    II. Lo litrgico como mbito integrador de lo corporal, posibilidad de

    encuentro, de festejo y de sanacin.

    En el lenguaje de la psicologa existencial encuentro describe una especial

    forma de relacin entre dos seres. Se trata de una comunin o comunicacinentre dos personas perfectamente acabada. Una existencia que se comunica conotra existencia. Esta relacin es denominada por Gabriel Marcel como

    comunin ontolgica: Una autntica fusin de dos personas18

    Para un verdadero encuentro es importante abordar el tema siempre nuevo y siemprevital de la sexualidad19, es decir haberse asumido desde lo corporal , haber logrado demanera individual esta comunin ontolgica de lo femenino y lo masculino , vivir yexperimentar esta integracin, esa es otra claridad que aporta la teologa feminista.Haberse asumido en lo personal en el caso de las mujeres con toda su identidadfemenina en dilogo con lo masculino y en el caso de los varones con su identidadmasculina en dilogo con lo femenino.

    El sentido profundo de la sexualidad culmina en el intercambio, que enriquece la

    fusin y que crea paradjicamente diversidadLa vida est tejida de cooperacin, deintercambios, de simbiosis, mucho ms que lucha competitiva por la supervivencia 20

    Hablar de cuerpos, de smbolos y de encuentros es hablar de sexualidad un tema quecomo Iglesia hemos venido postergando peligrosamente y donde la teologa tiene una

    palabra importante el gran desafo ser precisamente la integracin simblica y libre deuna verdadera identidad diferenciada21

    Tal vez la pregunta que surge es porqu hablamos de sexualidad, en medio de lareflexin litrgica. Si somos coherentes con el texto, un lenguaje teolgico que no tengalas dos perspectivas no es ocasin de encuentro, no es ocasin de fecundidad, ni

    promocin de vida, ni motivo de celebracin.

    La sexualidad tiene que ver con el ser real y profundo del ser humano. No es algomeramente histrico-social que un da fue construido socialmente, tambin puede serreconstruido. Esa esencia no es simple sino compleja, por eso se da a conocer bajo dosmanifestaciones reales y distintas. En ella se revela, se trae, y tambin se retrae bajo

    18Powell, John. Por qu temo decir quien soy?.Sal Tarrae. Santander. Bilbao. 1989.p.3519 El sentido profundo de la sexualidad: el intercambio, que enriquece la fusin y que crea

    paradjicamente diversidadLa vida est tejida de cooperacin, de intercambios, de simbiosis, mucho

    ms que lucha competitiva por la supervivencia. Op. Cit ,Boff,Femenino y Masculinop. 27.20Ibdem21Op. Cit., Vlez Consuelo, Teologa de la mujer.p. 546

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    aquello que llamamos humanidad y naturaleza humana que se concreta en dos modos deser masculino y femenino22cada una permite una visin de la realidad-ni mejor, ni

    peor, diferente-no como un espejo que reproduce siempre la misma imagen, sino comouna ventana que muestra otro paisaje del ser humano, otra posibilidad de ser. 23

    Nos encontramos en un etapa reflexiva ms holstica, donde se valora la riquezaindividual pero tambin desde los valores comunes, lo cual permite una mirada msliberadora y camino hacia la equidad.

    Hoy es evidente que las culturas especialmente la de Occidente, estn buscandoms equilibrio y ms unidad: el varn no es simplemente cerebro (inteligencia)ni tampoco la mujer es sencillamente corazn (sentimiento). Las viejascivilizaciones del Oriente ya conocieron esta realidad que en el mundo Chinollamaban Yin Yang (elementos opuestos pero complementarios)24.

    Posteriormente C.G. Jung, discpulo de Freud lo expres diciendo que en cada

    Adn existe una Eva miniatura (Animus-anima) y en cada Eva existe un Adn enpequeo (Anima- animus). Louis y Sahuc, desde la psicologa, ha explicado lano diferencia entre varn y mujer por razn de la inteligencia o delsentimiento25. Uno y otra poseen los dinamismos de la inteligencia y delsentimiento; los diferencia solamente la forma como la espontaneidad y lareactividad se manifiesta en ellos.26

    Hay que tratar el tema de la diferencia cuando se habla de encuentro. Las distincionesson indispensables a la hora de hablar del ser humano. El hombre articulado en varn y

    mujer se revela dentro de una estructura hondamente dialctica, es una identidad que nose pierde en las varias diferencias psicolgicas, histricas, religiosas o culturales en quese realiza y concreta. El hombre nunca se experimenta como identidad perfecta, sinocomo una diferencia27

    22 Cfr. Op.Cit Boff y Muraro,femenino y masculino, p.54-5523 Lo femenino: en el hombre y en la mujer es aquel momento de misterio, de integralidad, de

    profundidad abismal, de capacidad de pensar con el propio cuerpo, de descifrar mensajes escondidos bajoseales y smbolos, de interioridad, de sentimiento de pertenencia a un todo mayor, de receptividad, deatesorar en el corazn, de poder generador y nutridor, de vitalidad y espiritualidad. Es reposo, cuidado,

    conservacin, cultivar el espacio del Misterio, fuente originaria de la vida, Poder de plenitud interior, elviaje hacia dentro, hacia el corazn.Lo masculino: en la mujer y en el hombre, expresa el otro polo del ser humano, de razn, de

    objetividad, de ordenacin, de poder, de materialidad y hasta de agresividad.tambin el movimiento, latransformacin, para la claridad que distingue, separa y ordena. Lo masculino es la vida ya formada ydesarrollada. Poder de organizacin exterior, el viaje hacia fuera, hacia el universo. Op. Cit. Boff yMuraro, Femenino y Masculino, p.5924Cfr. ZuanazzI, G. Temi e simboli delleros. Roma, Citt. Nuova, 1991, p.45-54. En: Botero, Silvio. LaSexualidad Humana: Ed. San Pablo. Bogot 2001. p. 41.25Cfr. Louis, J. - Sahuc, M. Comparacin entre la psicologa femenina y la psicologa masculina, en:

    Estudios de sexologa (publicados por M. Gaudefroy). Barcelona, Herder, 1968, p. 37-75; Piret, R.Psicologa differenziale dei sessi. Roma, Paoline, 1967. En : Botero, Silvio. La Sexualidad Humana: Ed.San Pablo. Bogot 2001.p. 4126

    Ibdem.27 Boff, Leonardo. Visin ontolgico-teolgica de lo masculino y lo femenino. En: Selecciones deTeologa. Vol 15. Enero- Marzo. 1976. N 57. p. 16

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    Es fundamental entonces pensar la diferencia como la posibilidad del ser humano departicipar en una comunidad. A dicho encuentro, no se llega por la igualdad indistinta,homognea y simple sino todo lo contrario por el equilibrio en la relacin de lasdiferencias que hacen del mundo en comn una experiencia compleja, siemprenovedosa e interesante. La personalidad humana asume, acepta y soporta las

    diferencias. Esto le hace un ser abierto a lo nuevo. Es estructura dialctica, llena detensiones y con peligro constante de rechazar las diferencias y cerrarse sobre s misma.Ser hombre es siempre una sntesis incompleta, nunca agota la profundidad misteriosade s mismo28

    En la bsqueda de lenguajes comunes es importante seguir ampliando este puntonocomo una concepcin reductiva (l piensa, ella ama), sino con una concepcin integrall y ella piensan, l y ella aman, slo que la forma de realizarlo tiene caractersticas quelos distinguen29 sin que esto suponga desigualdad. La diferencia se convirti endesigualdad de los sexos por razn de la clebre dicotoma griega que contrapona elespritu (alma) a la materia (cuerpo).30

    La pregunta por lo femenino y lo masculino coincide con la pregunta planteada por L.Boff acerca de la humanidad Qu es esa humanidad, presente de forma diferente y

    mutuamente recproca, en el hombre y la mujer?31Responder a esto es llevar a cabo unareflexin ontolgica que busca identificar la unidad en la diferencia y la diferencia en launidad, captar el ser propio del hombre y de la mujer y con eso entender mejor quienessomos y cual es nuestro lugar en la historia de la vida.

    32Lo ms importante para la convivencia humana es recuperar los valores que por muchotiempo ha sido adjudicado a uno y a otro.

    El cuidado de la vida, la fuerza transformadora del trabajo, la importancia de lo privado,de lo interior e ntimo pero de igual manera salir a lo pblico, manifestarse en locultural. Cuidar, conservar, cambiar, progresar, son valores que deben recuperar tanto lofemenino como lo masculino.Las diferentes experiencias sociales dan lugar a distintasformas de vivir y de pensar la fe, no necesariamente excluyentes, sino integradoras. Hayque valorar la riqueza de las diferencias y la fecundidad de la intercomunicacin de lasdiferencias33

    28Ibdem.29

    Cfr. Sonet, D. Scoprire l amore. Torino, SEI, 1992, p. 14 -21. En: Botero, Silvio. La SexualidadHumana: Ed. San Pablo. Bogot 2001.p 42.30Vidal, M.Moral del Amor y de la Sexualidad. Salamanca. Sgueme, 1971.p.183.En: Botero, Silvio. LaSexualidad Humana: De. San Pablo. Bogot 2001.p 42-4331 La visin humanocntrica coloca a la humanidad: varn y mujer, como centro de la historia. Lahumanidad hombre-mujer es lo que constituye la historia, lo que se relaciona entre s con la divinidad.Esta perspectiva humano cntrica no privilegia la expresin masculina de la humanidad en detrimento dela femenina, tampoco se pretende afirmar sta para disminuir la otra. Por el contrario, pretende captar lodivino en lo humano integral y asume las consecuencias histrico-teolgicas de tal postura. Vivas,Socorro. De una antropologa dualista a una antropologa integradora. En: Revista UniversitasAlphonsiana. Enero Junio de 2004.p.108 En: Sierra, Angela. Unidad conyugal esperanza para la

    familia. Pontificia Universidad Javeriana, Bogot, 2007, p. 4132Boff, Leonardo. Masculino/Femenino : O Qu es el ser humano?. En: Revista Alternativas. Costa

    Rica. 2004. p.91.33Juan Jos Tamayo. Dios desde la perspectiva de la mujer.En: Razn y fe : Revista hispanoamericanade cultura No. 1.179 (Ene. 1997)p. 93

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    Jung consideraba que las sociedades occidentales de su tiempo se encontrabanmuy desequilibradas al exagerar la importancia del pensamiento y la sensacin-funciones psquicas asociadas culturalmente con el hombre-y desconocer lasfunciones no racionales consideradas femeninas: la intuicin y el sentimiento.Este desequilibrio se manifiesta en una fe ciega en la ciencia para resolver los

    problemas fundamentales de la humanidad, un materialismo desbordado, unprofundo eurocentrismo, y una subestimacin y subordinacin de los elementosconsiderados femeninos de la psiquis individual y colectivaLa importancia de humanizar las representaciones y las relaciones entre losgneros por medio del descubrimiento, aceptacin e integracin psquica de lossmbolos femeninos y masculinos, proceso necesario para construir verdaderasrelaciones psicolgicas en las cuales entren en juego la totalidad de las funciones

    psquicas: las consideradas masculinas- razn, sensacin-y a las que se lesatribuye un carcter femenino: la intuicin y el sentimiento. La psicologa de

    Jung.34

    En este encuentro de cariz amoroso han de comunicarse la teologa tradicionalmentemasculina, no solo de varones, discursiva, racional, lgica, sistemtica, y la teologafemenina, no slo de mujeres, ms narrativa, simblica, atravesada de emocin y deexperiencia espiritual.35As como se integran en el cuerpo los dos hemisferios.Lo quetenemos que buscar juntos son espacios reales para que este encuentro sea posible y setorne en liberadora fusin. Y no hay mejor espacio que la celebracin, donde lo ldico,el derroche, la gratuidad hace posible que lo sensitivo trascienda y la corporalidad setransforme en solidaridad.

    A manera de sntesis qu significa integrar lo femenino en la liturgia?

    A grandes rasgos y en consonancia con el papel de la mujer en la teologa significa

    Recuperar el protagonismo, reconociendo en ella la posibilidad de indagar yvivir la experiencia de Dios a travs de situaciones concretas, lo que implica uncompromiso ineludible con la existencia personal y comunitaria.36

    Comprender la Palabra de una manera ms integral, para captarla y vivirla desdela corporalidad pasando por el mundo de las emociones y proyectndola en losocial. Lo femenino en este sentido permite abrir sensualmente espacios paraencontrarse, dialogar y construir.

    Tener palabra propia, poder decirse, esto implica hacer una verdadera

    hermenutica en la vida dilucidando la Palabra en su propio acontecer, que secelebra en lo litrgico y se vive en lo tico.

    34Arango, Luz Gabriela, Len Magdalena, Viveros Mara. Gnero e Identidad, Bogot, Tercer mundo,1995, p.102 y 12135Cfr. Op.Cit. Boff y Muraro,Femenino y Masculino, p.68-6936 El movimiento feminista por un lado puso en jaque el proyecto del patriarcado y llev a cabo lareconstruccin de las relaciones de gnero, organizadas bajo el signo de la opresin y de la dependencia,y por el otro inaugur relaciones ms simtricas entre los gneros. Estos avances nos permiten entrever laaparicin de un giro del eje cultural de la humanidad. Por otra parte, se esboza un nuevo tipo demanifestacin de lo femenino y de lo masculino en trminos de asociacin, colaboracin y solidaridad,donde hombres y mujeres se acogen como diferentes en el horizonte de una profunda igualdad personal,

    de origen y de destino, de tarea y de compromiso para construir ms benevolencia con la vida y con laTierra y formas sociales ms participativas y democrticas entre los gneros Op.Cit. Boff y Muraro,Femenino y Masculino, p.61

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    Visibilizar a otros frgiles y dbiles, porque al estar durante mucho tiempo en

    el anonimato, lo femenino se sensibiliza frente al no reconocido, a los noescuchados de ah su constante dilogo con el sufrimiento y su correspondienteapertura a la solidaridad.37, consecuencia de lo celebrado en la liturgia, enambientes coherentes de fe-vida.

    Vincular de manera ms decidida espiritualidad y prctica cristiana. La urgenciade una demanda de interioridad desafa a su vez, al estado actual de los estudiosteolgicos38

    Lograr equilibrio entre lo lgico y lo simblico, entre lo discursivo y lonarrativo, entre lo deductivo y lo inductivo, entre el expresar y el sentir, entre elfecundar y el concebir y finalmente

    Evidenciar que lo femenino y lo masculino son principios, no funciones querequiere la bsqueda de nuevos lenguajes, de nuevas formas de celebrar.

    En el fondo, concluye Boff, se trata de vivir y reconocer un nico Misterio de comuniny de donacin, de ternura y de amor, en el que Dios y los seres humanos estamos

    indisolublemente envueltos.En Cristo, no hay mujer sin hombre, ni hombre sin mujer;como es verdad que la mujer procede del hombre tambin es verdad que el hombre

    procede de la mujer y todo viene de Dios (1 Cor 11,12)39

    Estas nuevas bsquedas, este descubrir identidades y hacer posibles encuentros deberepercutir en nuevas formas de hacer y vivir la iglesia, de celebrar y participar en laliturgia, de asumir la ministerialidad. Definitivamente, algo tendr que cambiar sidejamos de ver las cosas desde una sola perspectiva y enriquecemos el horizonte condos miradas.

    Esta es la esperanza que acariciollegar el da en que al levantar los ojos

    todos vern en esta tierra brillar la fraternidad,el reconocimiento mutuo

    hombres y mujeres habitarn en sus casa;hombres y mujeres comern el mismo pan,

    bebern el mismo vinoy bailarn juntos en la plaza iluminada

    celebrando las nupcias de toda la humanidad40

    Bibliografa

    Arango, Luz Gabriela, Len Magdalena, Viveros Mara. Gnero e identidad, Bogot,Tercer mundo, 1995Ascuy, Virginia coord. El lugar teolgico de las mujeres, Buenos Aires: Centro deEstudios Salesiano, 2001

    37 Estos aportes surgen del camino recorrido por las personas integrantes del grupo de investigacinTeologa y Gnero de la Facultad de Teologa de la Universidad Javeriana .y de. Gebara, Ivone, Teologaa ritmo de mujer, Madrid: Ed. San Pablo, 1994, pp. 11-36. En : Vlez, Consuelo y Sierra, Angela Mara.

    Los laicos y laicas en la vida de laIglesia. Theolgica Xaveriana Vol. 57, no. 1 (161) (ene.-mar. 2007), p.p.5038

    Navarro, Mercedes,www.acu-adsum.org/lumengen.pdf.Ibdem39Op. Cit. Boff y Muraro,femenino y masculino, p.7940Gebara Ivone, Teologa a ritmo de mujer. San Pablo, Madrid, 2005.p24

    http://www.acu-adsum.org/lumengen.pdfhttp://www.acu-adsum.org/lumengen.pdfhttp://www.acu-adsum.org/lumengen.pdfhttp://www.acu-adsum.org/lumengen.pdf
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    Boff Leonardo y Rose Muraro,Femenino y Masculino, Editorial Trotta, 2004.Boff, Leonardo. Visin ontolgico-teolgica de lo masculino y lo femenino. En:Selecciones de Teologa. Vol 15. Enero- Marzo. 1976. N 57Boff, Leonardo. Masculino/Femenino: O Qu es el ser humano? En: RevistaAlternativas. Costa Rica. 2004. p.91

    Botero, Silvio. La Sexualidad Humana: De. San Pablo. Bogot 2001.p 42-43Corpas de Posada Isabel. Juan Pablo II, ledo con ojos de mujer. EditorialBonaventuriana,Bogot, 2007.Garca Daro, Vlez Consuelo, Vivas Socorro. Reflexiones en torno al feminismo y al

    gnero. Pontificia Universidad Javeriana. Bogot.2004.Gebara Ivone, Teologa a ritmo de mujer. San Pablo, Madrid, 2005Johnson, Elizabeth.La que es. Herder, Bogot, Barcelona, 2002Len, Trinidad.El Dios relacional. En: As vemos a Dios, Acevedo, Isabel, Descle deBrouwer, Bilbao, 2001.

    Navarro y de Miguel (Ed.) Diez palabras clave en Teologa feminista.Verbo Divino.Navarra. 2004

    Mller, Wunibald, Besar es Orar, Santander, Sal Terrae, 2005Porcile, Mara Teresa. La mujer espacio de salvacin. Publicaciones claretianas.Madrid.1995.Tamayo, Juan Jos. Dios desde la perspectiva de la mujer. Razn y fe: Revistahispanoamericana de cultura No. 1.179 (Ene. 1997) 91-97Tamayo, Juan Jos.Nuevo paradigma teolgico, Madrid, Espaa, Trotta, 2003Sierra, Angela Mara. Unidad Conyugal, Esperanza para la familia. PontificiaUniversidad .Javeriana. Bogot 2007Silveira Wagner, trabajo de investigacin. Teologa y gnero, Teologado de Suba,Bogot, 2004.Vlez, Consuelo. Teologa de la Mujer, feminismo y gnero. Theolgica Xaveriana, vol51 N 140 pgs. 545 - 564. octdic /2001Vlez, Consuelo y Sierra, Angela Mara. Los laicos y laicas en la vida de laIglesia.Theolgica Xaveriana Vol. 57, no. 1 (161) (ene.-mar. 2007), p. 33-58