Salario

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Conferencia Internacional del Trabajo 79. a reunión 1992 Informe III (Parte 4 B) Tercer punto del orden del día: Informaciones y memorias sobre la aplicación de convenios y recomendaciones Estudio general de las memorias relativas al Convenio (núm. 26) y a la Recomendación (núm. 30) sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos, 1928; al Convenio (núm. 99) y a la Recomendación (núm. 89) sobre los métodos para la fijación de salarios mínimos (agricultura), 1951, y al Convenio (núm. 131) y a la Recomendación (núm. 135) sobre la fijación de salarios mínimos, 1970 Informe de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (artículos 19,22 y 35 de la Constitución) RECEIVED ] Oficina Internacional del Trabajo Ginebra

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  • Conferencia Internacional del Trabajo 79.a reunin 1992

    Informe III (Parte 4 B)

    Tercer punto del orden del da: Informaciones y memorias sobre la aplicacin

    de convenios y recomendaciones

    Estudio general de las memorias relativas al Convenio (nm. 26) y a la Recomendacin

    (nm. 30) sobre los mtodos para la fijacin de salarios mnimos, 1928; al Convenio (nm. 99)

    y a la Recomendacin (nm. 89) sobre los mtodos para la fijacin de salarios mnimos

    (agricultura), 1951, y al Convenio (nm. 131) y a la Recomendacin (nm. 135) sobre la fijacin de

    salarios mnimos, 1970 Informe de la Comisin de Expertos en Aplicacin de Convenios

    y Recomendaciones (artculos 19,22 y 35 de la Constitucin)

    R E C E I V E D ]

    Oficina Internacional del Trabajo Ginebra

  • ISBN 92-2-307966-7 ISSN 0251-3226

    Primera edicin 1992

    La publicacin de informaciones sobre las medidas tomadas respecto de los convenios y las reco-mendaciones internacionales del trabajo no implica opinin alguna de la Oficina Inter-nacional del Trabajo acerca del estatuto jurdico del Estado que comunica tales informaciones (incluida la comunicacin de una ratificacin o de una declaracin), ni acerca de su autoridad sobre las zonas o territorios a los que se refieran las informaciones comunicadas; en algunos casos ello puede plantear problemas sobre los cuales la OIT no tiene competencia para expresar una opinin. Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales libreras o en oficinas locales de la OIT en muchos pases o pidindolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Tra-bajo, CH-I211 Ginebra 22, Suiza, que tambin puede envier a quienes lo soliciten un catlogo o una lista de nuevas publicaciones.

    Impreso en Suiza

  • Sumario Prrafos

    Introduccin 1-26 Captulo I Definiciones, objetivos, mbito de aplicacin de las

    normas y obligatoriedad de los salarios mnimos . . 27-94 Captulo II Mecanismos de fijacin de salarios mnimos . . . . 95-185 Captulo III Consulta y participacin de las organizaciones de

    empleadores y de trabajadores 186-273 Captulo IV Criterios para determinar y ajustar los salarios

    mnimos 274-341 Captulo V Medidas de aplicacin de los salarios mnimos . . . 342-395 Captulo VI Consideraciones y observaciones finales 396-435 Anexos

  • ndice Prrafos

    Introduccin 1-26 I. Desarrollo histrico de las normas internacionales del trabajo relativas

    a los salarios mnimos 4-12 II. Salarios mnimos y otras normas internacionales 13-14 III. Actividades prcticas de la OIT 15-17 IV. Estado de las ratificaciones de los convenios 18 V. Denuncia 19 VI. Informaciones disponibles 20-23 VIL Plan del Estudio 24-26

    Captulo I. Definiciones, objetivos, mbito de aplicacin de las normas y obligatoriedad de los salarios mnimos 27-94

    1. Definiciones 27-55 1.1. Salarios mnimos 27-42 1.2. Mtodos o mecanismos para la fijacin de salarios mnimos y

    sistemas de salarios mnimos 43-50 1.3. Salario mnimo legal y salario mnimo contractual 51-55

    2. Objetivos de los convenios 56-68 2.1. Objetivos de los Convenios nms. 26 y 99 57-63 2.2. Objetivos del Convenio num. 131 64-68

    3. Alcance de las disposiciones de los convenios 69-76 3.1. Convenios nms. 26 y 99 69-73 3.2. Convenio num. 131 74-76

    4. Ambito de aplicacin 77-87 5. Obligatoriedad de los salarios mnimos 88-94

    5.1. Convenios nms. 26 y 99 89-92 5.2. Convenio nm. 131 93-94

    Captulo II. Mecanismos de fijacin de salarios mnimos 95-185 A Generalidades 95-102 B. Establecimiento de los mecanismos para la fijacin de salarios mnimos 103-105

    1. Disposiciones constitucionales nacionales 103-104 2. Disposiciones legislativas 105

    C. Exclusiones 106-110 1. Grupos o categoras de personas excluidos 107-109 2. Industrias, empresas u ocupaciones excluidas 110

    D. Tipos de mecanismos de fijacin de salarios mnimos 111-185 1. Clasificacin segn la naturaleza del acto 115-151

    1.1. Fijacin de salarios mnimos mediante un acto de la autoridad u rgano competente 115-146 1.1.1. Salarios mnimos fijados mediante un acto legislativo . 115 1.1.2. Salarios mnimos fijados mediante un acto

    gubernamental 116-133

  • VI INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    Prrafos

    1.1.3. Salarios mnimos fijados por actos de comisiones, consejos o juntas de salarios 134-137

    1.1.4. Salarios mnimos fijados a travs de decisiones de tribunales . . . ." 138

    1.1.5. Salarios mnimos fijados por laudos arbitrales)/ extensin de stos' 139-146

    1.2. Fijacin de salarios mnimos mediante contratos colectivos y extensin de stos 147-151

    2. Segn el mbito de aplicacin 152-168 2.1. Salarios mnimos de aplicacin general 154-156 2.2. Salarios mnimos por regiones o por zonas 157-160 2.3. Salarios mnimos por ramas de actividad econmica 161-164 2.4. Salarios mnimos por categoras profesionales 165-168

    3. Fijacin de tasas de salario mnimo para categoras particulares de trabajadores 169-185 3.1. Jvenes trabajadores y los aprendices 177-181 3.2. Trabajadores minusvlidos 182-184 3.3. Otra categora de trabajadores 185

    Captulo III. Consulta y participacin de las organizaciones de empleadores y de trabajadores 186-273

    A Generalidades sobre la consulta y la participacin 187-198 1. Consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores 188-191 2. Participacin de las organizaciones de empleadores y de

    trabajadores 192-198 B. Personas u organizaciones consultadas o que participan en los

    mecanismos para la fijacin de los salarios mnimos 199-226 1. Empleadores y trabajadores o sus organizaciones que debern ser

    consultados o participar en los mecanismos para la fijacin de los salarios mnimos 201-216 1.1. Inters y representatividad 201-208 1.2. Designacin de representantes de los empleadores y de los

    trabajadores o de sus organizaciones 209-216 2. Personas independientes 217-226

    2.1. Caractersticas y papel de las personas independientes . . . 217-219 2.2. Designacin de las personas independientes 220-226

    C. Modalidades de la consulta y de la participacin 227-241 1. Modalidades de la consulta 227-236 2. Modalidades de la participacin 237-241

    D. Contenido de la consulta y de la participacin 242-273 1. Consulta relativa al campo de la aplicacin de los mtodos de

    fijacin de los salarios 244-249 2. Consulta previa al establecimiento y modificacin de los sistemas

    y mecanismos de fijacin de salarios mnimos 250-255 3. Participacin en el funcionamiento e los mecanismos de fijacin

    de salarios mnimos 256-273 3.1. Composicin de los organismos encargados de la fijacin de

    los salarios mnimos 259-263 3.2. Participacin de los organismos ad hoc 264-267 3.3. Participacin de las organizaciones de empleadores y de

    trabajadores en ausencia de rganos ad hoc 268-273

  • NDICE VII

    Prrafos

    Captulo IV. Criterios para determinar y ajusfarlos salarios mnimos 274-341 A. Criterios relacionados con las necesidades de los trabajadores y

    sus familias 276-290 1. Definicin de los criterios contenidos en los instrumentos 276-282 2. Aplicacin de los criterios 283-290

    B. Criterios relacionados con los factores econmicos 291-297 1. Criterios contenidos en el Convenio nm. 131 y en la

    Recomendacin nm. 135 291-292 2. Aplicacin de los criterios 293-297

    C. Ajuste de los salarios mnimos 298-326 1. Momento y frecuencia del ajuste 298-318

    1.1. Revisin cuando los trabajadores y patrones o sus organizaciones as lo deseen 302-303

    1.2. Revisin a intervalos apropiados 304 1.3. Revisin de tiempo en tiempo 305 1.4. Legislaciones y prcticas nacionales 306-318

    2. Investigaciones, encuestas y estadsticas 319-326 2.1. Disposiciones de los instrumentos 319-321 2.2. Legislaciones y prcticas nacionales 322-326

    D. Impacto de los cambios econmicos nacionales e internacionales en la fijacin y el ajuste de los salarios mnimos 327-341

    Captulo V. Medidas de aplicacin de los salarios mnimos 342-395 1. Forma de pago de los salarios mnimos 344-354 2. Difusin de los salarios mnimos fijados 355-361 3. Supervisin de la aplicacin de los salarios mnimos 362-371 4. Sanciones en contra de la infraccin de los salarios mnimos 372-380 5. Procedimientos para obtener el pago del salario mnimo debido . . . . 381-389 6. Medidas de informacin y de formacin de los trabajadores relativas a

    los salarios mnimos 390-395

    Captulo VI. Consideraciones y observaciones finales 396-435 I. Importancia de los instrumentos internacionales de la OIT relativos a

    los salarios mnimos 396-400 II. Dificultades encontradas en la aplicacin de los instrumentos 401-409 III. Perspectivas de ratificacin 410-415 IV. Observaciones finales 416-435

    Anexos

  • Introduccin 1. De conformidad con lo dispuesto por el articulo 19 de la Constitucin

    de la OIT, el Consejo de Administracin decidi, en su 244.a reunin (noviem-bre de 1989), solicitar a los Estados que no los han ratificado memorias acerca del Convenio sobre los mtodos para la fijacin de los salarios mnimos, 1928 (nm. 26), del Convenio sobre los mtodos para la fijacin de salarios mnimos (agricultura), 1951 (nm. 99) y del Convenio sobre la fijacin de salarios mni-mos, 1970 (nm. 131), as como a todos los Estados Miembros memorias acerca de la Recomendacin sobre los mtodos para la fijacin de salarios mnimos, 1928 (nm. 30), de la Recomendacin sobre los mtodos para la fijacin de sala-rios mnimos (agricultura), 1951 (nm. 89) y de la Recomendacin sobre la fi-jacin de salarios mnimos, 1970 (nm. 135).

    2. En base a esas memorias, as como a las comunicadas con arreglo a los artculos 22 y 35 de la Constitucin por los Estados que han ratificado alguno o todos los convenios mencionados, la Comisin de Expertos ha podido proceder, segn la prctica habitual, a un examen general de la situacin de la legislacin y la prctica nacionales.

    3. Esta es la segunda vez que la Comisin lleva a cabo un estudio general sobre los instrumentos relativos a la fijacin de salarios mnimos1. Sin embargo, importa sealar que el tema de los salarios mnimos ha sido objeto de amplia atencin desde los inicios de la Organizacin Internacional del Trabajo.

    I. Desarrollo histrico de las normas internacionales del trabajo relativas a los salarios mnimos

    4. Los Miembros constituyentes de la Organizacin Internacional del Tra-bajo estimaron desde sus inicios que uno de los aspectos que debera ser objeto de reglamentacin de las condiciones de trabajo era el de un salario que asegure a los trabajadores "un nivel de vida decoroso, tal como se considere en su poca y en su pas", como respuesta a la preocupacin expresada por los Estados Miembros signatarios del Tratado de Paz de Versalles, que consideraban que era urgente mejorar las condiciones de trabajo, entre otros, a travs de "la garanta de un salario que asegure condiciones de existencia decorosa"2. Estos principios se enunciaban tanto en el Prembulo de la Parte XIII del Tratado de Paz, como en el artculo 427 de dicho Tratado, Parte que pasara a ser la Constitucin de la OIT, y se recogera ms tarde en el Prembulo de la Constitucin en vigor y en el artculo 41 de la Constitucin de la OIT tal como fue adoptada en 1946.

    1 La Comisin efectu, por vez primera, un estudio de esta naturaleza en 1958. Vase OIT: In-

    forme de la Comisin de Expertos en Aplicacin de Convenios y Recomendaciones (Artculos 19, 22 y 35 de la Constitucin), Informe III (Parte IV), 42.a reunin, Ginebra, 1958. En lo sucesivo se mencionar como Estudio general de 1958.

    2 OIT: Estatutos y Reglamentos. Ginebra, octubre de 1921, pgs. 4 y 18.

  • 2 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    5. En aplicacin de este principio, en 1921, el Consejo de Administracin encarg a la Oficina Internacional del Trabajo que llevara a cabo una encuesta de los sistemas de fijacin de salarios mnimos existentes, particularmente en las industrias en donde los empleadores o los trabajadores no estaban organizados o lo estaban inadecuadamente. Los resultados de estos trabajos permitieron al Consejo de Administracin considerar que este tema podra ser examinado tilmente por la Conferencia3, lo que se efectu durante las 10.a y 11.a reuniones de la Conferencia, en 1928 y 1929, concluyendo con la adopcin del Convenio (nm. 26) y la Recomendacin (num. 30) sobre los mtodos de fijacin de sala-rios mnimos.

    6. Ms tarde, en 1944, la Conferencia Internacional del Trabajo reafirm su preocupacin en relacin con los salarios de los trabajadores. En efecto, en la Declaracin relativa a los fines y objetivos de la Organizacin Internacional del Trabajo, conocida como Declaracin de Filadelfia, se indica, entre otros, que "La Conferencia reconoce la obligacin solemne de la Organizacin Inter-nacional del Trabajo de fomentar, entre todas las naciones del mundo, progra-mas que permitan: ... garantizar a todos... un salario mnimo vital para todos los que tengan un empleo y necesiten esa clase de proteccin.".

    7. En 1948, como resultado de las resoluciones adoptadas por la Comisin Permanente Agrcola (en 1938 y 1947), el Consejo de Administracin decidi, en su 107.a reunin (diciembre de 1948), inscribir en el orden del da de la Confe-rencia de 1950 el tema relativo a les mtodos para la fijacin de salarios mni-mos en la agricultura. Al cabo de las correspondientes discusiones se adoptaron, en 1951, el Convenio (nm. 99) y la Recomendacin (nm. 89) sobre los mto-dos para la fijacin de salarios mnimos (agricultura). La adopcin de estos ins-trumentos vino a llenar el vaco que el Convenio nm. 26 y la Recomendacin nm. 30 haban dejado.

    8. A raz de las recomendaciones formuladas por la Reunin de expertos4 convocada por el Consejo de Administracin, en sus 168.a y 169.a reuniones (febrero-marzo de 1967 y junio de 1967, respectivamente), ste decidi, en su 170.a reunin (noviembre de 1967), incluir en el orden-del da de la Conferencia Internacional del Trabajo un punto relativo a los mtodos para la fijacin de salarios mnimos y problemas conexos, con especial referencia a los pases en vas de desarrollo. Como resultado de las discusiones que se llevaron a cabo durante las 53.a y 54.a reuniones ce la Conferencia, sta adopt, en 1970, el Convenio (nm. 131) y la Recomendacin (nm. 135) sobre la fijacin de sala-rios mnimos.

    9. Otros instrumentos de la OIT se refieren a los salarios mnimos. Entre ellos cabe mencionar especialmente el Convenio sobre poltica social (normas y objetivos bsicos), 1962 (nm. 117). Adems, a lo largo de la actividad nor-mativa de la OIT, la Conferencia Internacional del Trabajo ha adoptado otras normas relacionadas directamente con los salarios mnimos, entre las cuales conviene mencionar, slo a guisa de ejemplo, el Convenio (nm. 94) y la Reco-

    3 BIT: Mthodes de fixation des salaires minima (Rapport bleu), CIT, dixime session, Genve,

    1927, pgs. 5 y 6. 4 Vase Informe de la Reunin de expertos sobre fijacin de salarios mnimos y problemas cone-

    xos con especial referencia a los pases en vas de desarrollo, documento GB. 170 6 10, Ginebra, 14-17 de noviembre de 1967, prr. 98 y ss. Este informe ser citado en lo sucesivo como In-forme de la Reunin de expertos de 1967.

  • INTRODUCCIN 3

    mendacin (num. 84) sobre las clusulas de trabajo (contratos celebrados por autoridades publicas), 1949, el Convenio (nm. 95) y la Recomendacin (nm. 85) sobre la proteccin del salario, 1949, el Convenio (nm. 100) y la Recomen-dacin (nm. 90) sobre igualdad de remuneracin, 1951, y el Convenio (nm. 168) y la Recomendacin (nm. 176) sobre el fomento del empleo y la protec-cin contra el desempleo, 1988.

    10. La Conferencia Internacional del Trabajo ha adoptado en diferentes oportunidades resoluciones que directa o indirectamente se refieren a los sala-rios mnimos. Adems de las resoluciones que adoptara entre 1945 y 1949, a las que la Comisin se refiri en su Estudio precedente5, la Conferencia ha adop-tado otras resoluciones sobre el tema. Cabe sealar, en particular, la Resolucin sobre las relaciones entre los intercambios comerciales y el empleo6; la Resolucin sobre la convocacin por la OIT de una Conferencia mundial tripartita sobre el empleo, la distribucin de los ingresos, el progreso social y la divisin internacional del trabajo1; la Resolucin sobre la industrializacin, la garanta del empleo y la proteccin de los ingresos de los trabajadores1; la Resolucin sobre el desarrollo, la deuda externa y los objetivos sociales de la OIT9; la Resolucin sobre la promocin del empleo rural10 y la Resolucin sobre el ajuste estructural, las relaciones labo-rales y el desarrollo econmico y social11.

    11. Por su parte, las conferencias regionales han adoptado resoluciones re-lacionadas igualmente de manera directa o indirecta con los salarios mnimos. Al respecto conviene mencionar, adems de las que la Comisin ya indicara en su Estudio precedente12, la resolucin adoptada por la Conferencia Regional Africana en su sptima reunin: Resolucin sobre el desarrollo econmico y el progreso social en Africa; las resoluciones adoptadas por la Conferencia de los Estados de Amrica Miembros de la Organizacin Internacional del Trabajo en sus dcima y duodcima reuniones: Resolucin sobre el desarrollo social y el em-pleo en las Americas14; Resolucin sobre el crecimiento, el desarrollo y la deuda exterior15; y la resolucin y las conclusiones adoptadas por la Conferencia Re-gional Asitica en sus dcima y undcima reuniones: Resolucin sobre la accin de la Organizacin Internacional del Trabajo respecto a las polticas comerciales restrictivas y sus efectos sobre el empleo; Conclusiones sobre el crecimiento y el ajuste estructural16. En fin, el tema de los salarios mnimos tambin ha sido ob-jeto de una serie de conclusiones o resoluciones aprobadas por comisiones de industria, comisiones paritarias o reuniones tcnicas".

    5 Estudio general de 958, prr. 5.

    6 Boletn Oficial, vol. LIV, 1971, serie A, nm. 3, pg. 291.

    7 Boletn Oficial, vol. LVII, 1974, serie A, nm. 1, pg. 215.

    8 Boletn Oficial, vol. LVIII, 1975, serie A, nm. 1, pg. 91.

    9 Boletn Oficial, vol. LXIX, 1986, serie A, nm. 2, pg. 114.

    10 Boletn Oficial, vol. LXXI, 1988, serie A, nm. 2, pg. 116.

    11 Boletn Oficial, vol. LXXIV, 1991, serie A, nm. 2, pg. 88.

    12 Estudio general de 1958, prr. 6.

    13 Boletn Oficial, vol. LXXII, 1989, serie A, nm. 3, pg. 126.

    14 Boletn Oficial, vol. LVIII, 1975, serie A, nm. 2, pg. 181.

    15 Boletn Oficial, vol. LXX, 1987, serie A, nm. 1, pg. 66.

    16 Boletn Oficial, vol. LXX, 1987, serie A, nm. 1, pg. 48, y GB.252,6/6, Ginebra, (marzo) de

    1992, pgs. 22 a 30. 17

    Vase, por ejemplo: Resolucin sobre los salarios en la minera, 1988, adoptada por la Comi-sin del Carbn; Conclusiones sobre las repercusiones en el empleo y los ingresos de los cam-

  • 4 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    12. La Organizacin Internacional del Trabajo se ha ocupado en les lti-mos aos del problema de los salarios mnimos en la medida en que este punto est en ntima vinculacin con los aspectos de la poltica del empleo relacio-nados con el problema de la deuda externa y la consecucin de los objetivos sociales de la OIT, as como con el problema del reajuste estructural y su vincu-lacin con la proteccin de los derechos ds los trabajadores, y en primer tr-mino con la proteccin de un ingreso mnimo de stos18.

    II. Salarios mnimos y otras normas internacionales

    13. La OIT no ha sido, empero, el nico organismo internacional que se ha preocupado de la cuestin de los salarios mnimos. Las Naciones Unidas se han ocupado de esta cuestin en diferentes oportunidades. Esto se refleja en las disposiciones contenidas en los instrumentos internacionales que han adoptado a lo largo de los aos. Al respecto, cabe mencionar la Declaracin Universal de Derechos Humanos" que establece en su artculo 23, 3) el derecho de toda per-sona que trabaja a recibir "una remuneracin equitativa y satisfactoria, que le asegure, as como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana...". Por su parte, el artculo 7 del Pacto Internacional de Derechos Eco-

    bios estructurales y tecnolgicos en la industria del cuero y del calzado, 1985, adoptadas por la tercera Reunin tcnica tripartita para la industria del cuero y del calzado; Conclusiones sobre los problemas especficos de los trabajadores en el comercio y las oficinas, 1985, adoptadas por la Comisin Consultiva de Hmpleados y Trabajadores Intelectuales; Conclusiones relativas a la evolucin tecnolgica y sus repercusiones en los sistemas de remuneracin, la organizacin del trabajo y la seguridad en la industria siderrgica, 1963; Conclusiones relativas a la proteccin del salario y a la seguridad de los ingresos de los trabajadores de la industria del hierro y del acero, 1969, y Resolucin sobre la seguridad del empleo y de los ingresos en la industria del hierro y del acero, adoptadas por la Comisin del Hierro y del Acero, respectivamente, en sus sptima, octava y novena reuniones; Resolucin sobre los salarios mnimos, 1983, y Conclu-siones sobre las condiciones de trabajo en el sector de hotelera, restauracin y turismo, tales como la duracin del trabajo, los mtodos de remuneracin y la seguridad del empleo, 1989, adoptadas por la Comisin de Hotelera, Restauracin y Turismo; Resolucin sobre el salario bsico mnimo de los marineros preferentes, 1987, adoptada por la Comisin Paritaria Mar-tima; Conclusiones relativas al progreso tcnico y su influencia en la utilizacin eficaz de la mano de obra y el aumento de los ingresos de los trabajadores de las industrias mecnicas, 1962, Conclusiones relativas a los problemas de reajuste y proteccin de los ingresos planteados por el cambio estructural y las fluctuaciones econmicas en las industrias mecnicas, 1971, y Resolucin sobre la garanta de los ingresos en las industrias mecnicas, 1977, adoptadas por la Comisin de Industrias Mecnicas; Conclusiones relativas a los sistemas de remuneracin e ingresos, 1988, adoptadas por la Comisin sobre las Condiciones de Trabajo en la Industria Pesquera; Resolucin sobre la reglamentacin de los salarios en las plantaciones (nm. 21) y Resolucin relativa a la fijacin de los salarios mnimos (nm. 44), adoptadas por la Comisin del Trabajo en las Plantaciones; Resolucin relativa a un estudio sobre la poltica y la estruc-tura de los salarios en las industrias qumicas, 1962, adoptada por la Comisin de Industrias Qumicas; Conclusiones sobre el empleo, las relaciones de trabajo, la remuneracin, los proble-mas ticos, el tiempo de trabajo y la seguridad e higiene en el trabajo en los servicios mdicos y de salud, 1985, adoptadas por la Reunin paritaria sobre el empleo y las condiciones de tra-bajo en los servicios mdicos y de salud; Conclusiones relativas a la estructura de las remune-raciones en los transportes ferroviarios, 1966, adoptadas por la Comisin de Transportes Interiores.

    i Vase al respecto el captulo IV, prrs. 327 a 341. " Declaracin adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolucin 217 A (113), de

    10 de diciembre de 1948.

  • INTRODUCCIN 5

    nmicos, Sociales y Culturales20 prev el derecho a "una remuneracin que pro-porcione como minimo a todos los trabajadores... condiciones de existencia dignas para ellos y para sus familias conforme a las disposiciones del presente Pacto...".

    14. Otros instrumentos jurdicos adoptados por organizaciones regionales tambin se refieren directa o indirectamente a los salarios mnimos. Por ejemplo, el artculo XIV de la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre21 prev que "Toda persona que trabaja tiene derecho de recibir una re-muneracin que, en relacin con su capacidad y destreza, le asegure un nivel de vida conveniente para s misma y su familia." Por su parte, la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos22 establece en su artculo 15 el dere-cho de toda persona a trabajar en condiciones equitativas y satisfactorias, as como a recibir un salario igual por un trabajo igual. En fin, la Carta Social Eu-ropea23 reconoce como objetivo de la poltica social que debern seguir las Par-tes Contratantes, la realizacin de las condiciones necesarias para lograr el ejercicio efectivo de los derechos y principios de todos los trabajadores, entre otros, el derecho a una remuneracin suficiente que asegure a ellos y a sus fami-lias un nivel de vida decoroso24. El derecho a un salario mnimo ha sido as reconocido por esos instrumentos como un derecho del hombre.

    III. Actividades prcticas de la OIT

    15. La OIT ha desarrollado una serie de programas destinados a ayudar a los pases a poner en prctica los instrumentos en estudio o a reforzar los meca-nismos existentes. A este fin, la OIT ha preparado, a solicitud de los pases inte-resados, una serie de estudios sobre las polticas salariales aplicables o sobre los mecanismos para la fijacin de salarios mnimos, incluyendo a menudo proyec-tos de textos legislativos o reglamentarios. Estos estudios, de los que slo se mencionan aquellos efectuados despus de la adopcin del Convenio num. 131, se han realizado, entre otros, para Angola (1989), Bangladesh (1977), Botswana (1982), Filipinas (1987), Guinea (1987), Honduras (1979), Indonesia (1977 y 1980), Malawi (1987), Mauricio (1986), Mauritania (1984), Tnez (1985).

    16. De igual forma, la OIT ha auspiciado o apoyado la realizacin de se-minarios, coloquios o reuniones que tienen como objetivo fundamental la discu-sin de cuestiones relativas a los salarios mnimos, adems de aquellos que se refieren a temas ms amplios, pero que incluyen los relativos a los salarios mni-mos25.

    20 Pacto adoptado por la Asamblea General el 16 de diciembre de 1966, y que entr en vigor el 3

    de enero de 1976. 21

    Declaracin aprobada en la novena Conferencia Internacional Americana en 1948. 22

    Carta adoptada por la 18.a Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno en 1981. 23

    Carta adoptada en 1961, y en vigor desde el 26 de febrero de 1965. 24

    Parte I, prr. 4 y art. 4, 1). 25

    Entre otros, pueden sealarse, el Seminario regional para Asia y el Pacfico sobre sueldos y salarios, Manila, Filipinas (1980); el Simposio nacional sobre administracin de salarios mni-mos en la agricultura, Nueva Delhi, India (1984); el Seminario tripartito para Africa sudoriental sobre determinacin de salarios, en Lusaka, Zambia (1985); el Seminario regional para Asia y el Pacfico sobre administracin de la legislacin y polticas de salario mnimo, Pattaya, Tailandia (1990), y la Conferencia Nacional de Expertos en Salarios, Filipinas (1991).

  • 6 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    17. Adems, la OIT ha efectuado y publicado diferentes estudios sobre sa-larios mnimos a nivel nacional, regional o internacional26.

    IV. Estado de las ratificaciones de los convenios

    18. Hasta el 25 de marzo de 1992, el Convenio nm. 26, que entr en vigor el 14 de junio de 1930, haba recibido 98 ratificaciones. El Convenio nm. 99, que entr en vigor el 23 de agosto de 1953, haba sido ratificado por 49 pases. El Convenio nm. 131, cuya fecha de entrada en vigor fue el 29 de abril de 1972, haba sido ratificado por 34 Estados. La lista de los Estados que han rati-ficado los diferentes convenios examinados figura en el anexo II del presente Estudio.

    V. Denuncia

    19. Un Estado, el Reino Unido, denunci el Convenio nm. 26 con fecha de 25 de julio de 1985. En su memoria presentada en virtud del artculo 19 de la Constitucin de la OIT, el Gobierno del Reino Unido indic que estaba lle-vando a cabo acciones para proporcionar un mximo de oportunidades de em-pleo, en particular a los jvenes, y que, en consecuencia, precisaba la flexibilidad y libertad de accin en ese campo. Las disposiciones del Convenio nm. 26 no resultaban las" ms apropiadas, habida cuenta de que restringan la flexibilidad en esa rea de vital preocupacin pblica. Por su parte, el Congreso de Sindica-tos Britnicos (TUC) seal en una comunicacin dirigida al Director General de la OIT, de fecha 5 de noviembre de 1985, que en una reunin con represen-tantes del Gobierno, y en otras ocasiones, el Congreso de Sindicatos sugiri que el sistema de consejos de salarios tal vez podra modificarse siempre y cuando se conservaran los medios esenciales de proteccin social. El Congreso de Sindica-tos se manifest muy preocupado por el dao que el Gobierno causaba a la autoridad de la OIT y a las normas internacionales del trabajo relativas a las condiciones de trabajo y de empleo en general al denunciar por tercera vez un Convenio a pesar de la fuerte oposicin del movimiento sindical. Aadi que la decisin del Gobierno conducira a elevar el nmero de horas trabajadas sin re-muneracin de las horas extraordinarias en el momento en que se suprimiera el control de los consejos de salarios, por lo cual no se crearan nuevos emplees. El TUC seal, finalmente, que en su concepto el Gobierno del Reino Unido no haba llevado a cabo las consultas necesarias, a pesar de que as se las haba pedido el Consejo de Administracin en su 148.a reunin. Estas preocupaciones del Congreso de Sindicatos Britnicos lo llevaron a publicar un impreso sobre este tema27.

    26 Pueden sealarse, a guisa de ejemplo: Gerald Starr: La fijacin de los salarios mnimos, OIT,

    Ginebra, 1981; "Assessing the impact of statutory minimum wages in developing countries: Four country studies", Labour-Management Relations Series No. 67, ILO. Geneva, 1988; "Government wage policy formulation in developing countries: Seven country studies", Labour-Management Relations Series No. 73, ILO. Geneva, 1989.

    27 "Wages Councils. TUC Submission in response to the Government's Consultative Paper",

    London, May 1985.

  • INTRODUCCIN 7

    VI. Informaciones disponibles

    20. Las memorias recibidas sobre la aplicacin de los Convenios nms. 26, 99 y 131, comunicadas tanto por los Estados que los han ratificado como por aquellos que no lo han hecho28, as como sobre las Recomendaciones nms. 30, 89 y 13529, permitieron recoger informaciones sobre 116 pases y 18 territorios no metropolitanos. En el anexo III se indica con detalle las memorias recibidas.

    21. La Comisin ha podido examinar igualmente los comentarios formu-lados por las organizaciones de empleadores y de trabajadores30 en relacin con los instrumentos en estudio. Estas observaciones fueron generalmente transmi-tidas conjuntamente con las memorias enviadas por los gobiernos.

    22. La Comisin observa que en los ltimos tiempos se han desarrollado una serie de acontecimientos y transformaciones polticos, sociales y econmicos en una parte importante de los pases europeos con economa planificada. Estos cambios estn conduciendo a estos pases hacia una economa de mercado, lo que entraa, de acuerdo con la informacin comunicada por los gobiernos inte-resados, importantes modificaciones en sus respectivas legislaciones y prcticas. Sin embargo, a menudo, la Comisin, al examinar la informacin comunicada por los gobiernos de estos pases, ha podido observar que no queda claro si esas modificaciones ya fueron adoptadas o si an estn en vas de serlo. Por ello, la Comisin, al referirse a la informacin examinada, ha seguido lo indicado por el gobierno, citando la legislacin que pudo ser consultada y sealando, cuando ha sido el caso, que queda por saber si dicha legislacin sigue o no en vigencia. La Comisin se vale de esta oportunidad para instar a los gobiernos interesados a proporcionar lo ms pronto posible los textos legislativos que se hayan adop-tado como consecuencia de los cambios que se estn operando o aquellos que hayan sido reformados, con las informaciones correspondientes respecto de las nuevas prcticas.

    23. La Comisin se congratula del alto nmero de gobiernos que trasmi-tieron memorias en relacin con los instrumentos en estudio. Empero, al mismo tiempo, cabe sealar que muchas de las memorias comunicadas por los gobier-nos no contienen las informaciones detalladas que fuera de esperarse. La Comi-sin se ha esforzado por suplir esas lagunas; pero, le parece oportuno insistir en que los gobiernos deberan empear mayores esfuerzos al comunicar las infor-maciones solicitadas. Slo de esta forma la Comisin podr cumplir con su co-metido de la manera ms completa y esbozar as un panorama lo ms amplio

    28 Se han recibido 34 memorias sobre el Convenio nm. 26, 61 sobre el Convenio nm. 99, y 72

    sobre el Convenio nm. 131. 29

    Se recibieron 96 memorias sobre la Recomendacin nm. 30, 96 sobre la Recomendacin nm. 89, y 98 sobre la Recomendacin nm. 135.

    30 Austria: el Congreso de Cmaras de Trabajadores de Austria; Bangladesh: Asociacin de Em-

    pleados de Bangladesh; Dinamarca: Confederacin de Empleadores de Dinamarca; Espaa: Unin General de Trabajadores (L'GT), Confederacin Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.); Finlandia: Confederacin de Empleadores de Finlandia (STK), Confederacin de Empleadores de Industrias de Servicios (LTK), Organizacin Central de Sindicatos Finlandeses (SAK); Gabn: Confederacin Patronal del Gabon (CPG); Hungra: Federacin Nacional de Sindicatos Hngaros; India: Bharatiya Mazdoor Sangh; Portugal: Confederacin de la Indus-tria de Portugal, Confederacin de los Agricultores de Portugal; Sri Lanka: Sindicato de Traba-jadores del Estado Lanka Jathika; Suecia: Confederacin de Sindicatos de Suecia (LO), Confederacin de Empleadores de Suecia, Asociacin de Comunidades Locales de Suecia, Fe-deracin de Ayuntamientos de Suecia

  • 8 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    posible de la situacin, lo que a largo plazo seguramente podr resultar benfico para todos los destinatarios de este Estudio.

    VIL Plan del Estudio

    24. En el captulo I la Comisin ha deseado precisar una serie de concep-tos utilizados en los instrumentos en estudio, asi como ciertos principios que se derivan del texto de los mismos, de los estudios preparatorios que les antece-dieron o de las discusiones previas que tuvieron lugar durante las reuniones de la Conferencia en que fueron adoptados. La definicin de estos conceptos re-sulta necesaria en la medida en que los mismos sern utilizados a lo largo del Estudio; sin embargo, otros conceptos se han precisado en el o en los captulos correspondientes cuando se ha estimado necesario. En el captulo II la Comi-sin ha buscado describir lo ms detalladamente posible, pero al mismo tiempo de manera sucinta, los diferentes mecanismos de fijacin de salarios mnimos que existen en los pases para los que se obtuvo informacin. La descripcin de esos mecanismos se ha hecho en base a las informaciones comunicadas por los gobiernos, pero de igual forma en base a las disposiciones de los textos jurdicos en vigor, incluso en aquellos casos en los que, segn los gobiernos, la prctica difiere de los textos jurdicos existentes. Cuando ste ha sido el caso, ya sea. por-que el gobierno lo indic o porque alguna organizacin de empleadores o de trabajadores asi lo han sealado, se precisa que los mecanismos descritos no estn en vigor o han dejado de funcionar desde hace un cierto tiempo. En este mismo captulo la Comisin describe, de acuerdo con las informaciones con que cont, el mbito de aplicacin de los mecanismos de fijacin existentes, as como las categoras de trabajadores cubiertas por los salarios mnimos fijados.

    25. El captulo III se consagra a analizar los mecanismos de consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores en los procesos de esta-blecimiento de los mecanismos, de la definicin de su alcance y de fijacin o ajuste de los salarios mnimos. La Comisin llev a cabo el anlisis lo ms deta-llado posible en este campo habida cuenta de la importancia que reviste para la O I T la consulta con los interlocutores sociales, reconocida ampliamente en los instrumentos en estudio. En el captulo IV se describen los criterios utilizados para la fijacin y el ajuste de los salarios mnimos, as como el momento y k frecuencia de.los ajustes y las investigaciones, encuestas y estadsticas empleadas para dichos fines. La complejidad de los diferentes elementos que se deben tener en cuenta a ese efecto, as como el frecuente sealamiento, por parte de los go-biernos, de las dificultades econmicas que enfrentan y que repercuten en la fi-jacin o ajuste de los salarios mnimos, condujo a la Comisin a consagrar un cierto nmero de prrafos a los problemas que se derivan del reajuste estructu-ral y repercuten en la aplicacin de los instrumentos en estudio. El captulo V analiza los mecanismos previstos por los instrumentos en estudio a fin de garan-tizar la aplicacin efectiva de los salarios mnimos. Una vez ms, y en el case particular de las informaciones relacionadas con las disposiciones correspon-dientes de los convenios y recomendaciones en estudio, la Comisin lamenta nc haber contado con una ms amplia informacin, en particular en relacin con lo que acontece en la prctica, que le permitiera examinar la magnitud de la apli-cacin de las disposiciones de los instrumentos, por ejemplo, por cuanto hace a la cobertura real de los salarios mnimos.

  • INTRODUCCIN 9

    26. El VI y ltimo captulo se consagra a ciertas observaciones generales que la Comisin estim oportuno formular con respecto a la importancia del sistema de salarios mnimos, las perspectivas de nuevas ratificaciones, las dificul-tades experimentadas por varios pases para aplicar esos Convenios, el mbito y alcance de sus disposiciones, las consultas con los interlocutores sociales y su participacin en el establecimiento y funcionamiento del mecanismo de fijacin de los salarios mnimos, los elementos que se deben tener en cuenta para fijar los salarios mnimos, la relacin entre los objetivos de la fijacin de salarios m-nimos y las reformas econmicas, la repercusin de los salarios mnimos en el empleo y las medidas para garantizar que los salarios mnimos, una vez fijados, sean efectivamente pagados por los empleadores.

  • Captulo I

    Definiciones, objetivos, mbito de aplicacin de las normas y obligatoriedad de los salarios mnimos

    1. Definiciones

    1.1. Salarios mnimos

    27. En los instrumentos que son objeto de estudio no existe definicin al-guna del trmino "salario mnimo" utilizado en los mismos. Los instrumentos estudiados utilizan una serie de trminos diferentes que parecieran designar un mismo objeto. En efecto, en el Convenio nm. 26 se utilizan los trminos "tasas mnimas de los salarios" (artculos 1, prrafo 1; 3, prrafo 2, 3), y 4, prrafo 1), y "salarios mnimos" (artculos 2 y 3, prrafo 1); de igual forma, en el Convenio nm. 99 se utilizan esos trminos, "tasas mnimas de salarios" (artculos 1, p-rrafo 1; 3, prrafos 4 y 5, y 4, prrafo 1), "tasas mnimas" (artculo 4, prrafo 2) y "salarios mnimos" (artculos 2, prrafo 1, y 3, prrafo 3). En cambio, en el Convenio nm. 131 se utiliza sistemticamente el trmino "salarios mnimos". En las Recomendaciones respectivas, nms. 30, 89 y 135, se vuelven a encontrar los trminos antes indicados, "salarios mnimos", "tasas mnimas" o "tasas m-nimas de salarios".

    28. La nocin de salario mnimo implica evidentemente la nocin de sala-rio. Este trmino ha sido utilizado en otros instrumentos adoptados por la Con-ferencia Internacional del Trabajo, aunque cabe observar que esas definiciones son dadas para los efectos del convenio o recomendacin de que se trata. As, de acuerdo con el artculo 1 del Convenio sobre la proteccin del salario, 1949 (nm. 95): "... el trmino 'salario' significa la remuneracin o ganancia, sea cual fuere su denominacin o mtodo de clculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada por acuerdo o por la legislacin nacional, y debida por un em-pleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo que este ltimo haya efectuado o deba efectuar o por los servicios que haya prestado o deba prestar."

    29. Esta definicin remite a la nocin de remuneracin o ingreso que es ms amplia que la nocin de salario. En efecto, de acuerdo con el artculo 1, a), del Convenio (nm. 100) sobre la igualdad de remuneracin, 1951, "el trmino 'remuneracin' comprende el salario o sueldo ordinario, bsico o mnimo, y cualquier otro emolumento en dinero o en especie pagados por el empleador, directa o indirectamente, al trabajador en concepto del empleo de este ltimo". Tratndose de las condiciones generales de trabajo de la gente de mar, el art-culo 4, d), del Convenio (nm. 109) sobre salarios, horas de trabajo a bordo y dotacin (revisado), 1958, se precisa que "la expresin 'paga o salario bsico' significa la remuneracin en efectivo de un oficial o de un miembro del personal

  • 12 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    subalterno, excluidos el costo de la alimentacin, la remuneracin del trabajo extraordinario y las primas o dems asignaciones en efectivo o en especie".

    30. Ninguna de las definiciones citadas cubre la nocin de salario minimo a la que se refieren los instrumentos en estudio. Sin embargo, se pueden despren-der de ellas ciertos elementos que permiten tener una mejor aproximacin de los lmites de la nocin de "salario mnimo". En primer lugar, el salario, sea cual fuere su denominacin, es la suma debida por un empleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, ya sea por un trabajo efectuado o que va a efectuarse, ya sea por un servicio prestado o que va a prestarse. En segundo lugar, el salario mnimo o de base no comprende ciertas primas o ventajas, en efectivo o en especie, pagadas directa o indirectamente por el empleador al tra-bajador en razn del trabajo de este ltimo.

    31. A fin de definir lo que ha de entenderse por "salario mnimo", es opor-tuno recordar las conclusiones de la Reunin de expertos que el Consejo de Ad-ministracin convoc, durante su 168.a reunin (Ginebra, febrero-marzo de 1967). Esta Reunin tena por mandato examinar: a) los problemas que plantea la fijacin de salarios mnimos y problemas conexos, con particular referencia a los pases en vas de desarrollo, y b) la manera en que podran ser revisados, caso de considerarse necesario, los convenios y recomendaciones de la Organi-zacin Internacional del Trabajo que tratan de los mtodos para la fijacin de salarios mnimos. Al trmino de la Reunin, los expertos indicaron en particular en su informe que el salario mnimo "... representa el nivel de remuneracin por debajo del cual no se puede descender ni de hecho ni de derecho, cualesquiera que sean la modalidad de remuneracin o la calificacin del trabajador; ... es el salario que en cada pas tiene fuerza de ley y es aplicable bajo pena de sanciones penales u otras apropiadas. Los salarios mnimos fijados mediante convenios co-lectivos declarados obligatorios por la autoridad pblica, entran dentro de esta definicin"1.

    32. Los elementos as enunciados dan una primera aproximacin de lo que ha de entenderse por "salario mnimo": el salario mnimo, bajo cualquier forma que sea calculado, por hora o por rendimiento, constituye una base que no puede ser disminuida y cuya aplicacin est garantizada por la ley. A este pre-psito, la nocin de salario minimo estando vinculada al trabajo se distingue de la de "ingreso mnimo", destinado a garantizar condiciones mnimas de vida in-dependientemente del hecho de que una persona tenga un empleo por el cual percibe un salario. Este nuevo concepto de ingreso mnimo garantizado que se origina en una situacin socioeconmica que es el resultado principalmente del desempleo, del subempieo y de la pobreza, est en relacin con el papel que el Estado juega en el campo de la proteccin social2.

    33. Conviene observar que la nocin de nivel mnimo de salario que no puede ser objeto de reduccin implica la nocin de "salario mnimo vital". Al respecto, es oportuno recordar que el establecimiento de un sistema de salario mnimo frecuentemente es presentado como el medio para asegurar a los traba-jadores (y en ciertos casos a sus familias) un mnimo vital que les permite sub-venir a sus necesidades (y a las de sus familias), lo que a veces trae consigo la 1 Informe de la Reunin de expertos de 1967, prr. ICO.

    2 Vase en relacin con la nocin de ingreso mnimo: "Les problmes juridiques de la

    rglementation et de la mise en oeuvre d'un revenu minimum pour chaqun", Xllle Congrs mondial de droit du travail et de la scurit sociale, Athnes, 1991.

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 13

    utilizacin del trmino "salario mnimo vital". La puesta en prctica de tal con-cepto implica una actitud, una poltica que tiende a mejorar la situacin mate-rial de los trabajadores y garantizarles un mnimo vital o un nivel mnimo de vida adecuado, compatible con la dignidad humana o suficiente para cubrir las necesidades esenciales de los trabajadores. Dicha poltica est de acuerdo con lo que propone el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Cultu-rales en relacin con el derecho que debe reconocerse a toda persona para gozar de una remuneracin que proporcione como mnimo un salario que permita una existencia digna para los trabajadores y sus familias. A este propsito, conviene recordar que en uno de los trabajos preparatorios del Convenio nm. 131 se indicaba que del anlisis de las respuestas de los gobiernos al cuestionario en-viado por la Oficina Internacional del Trabajo, en relacin con los criterios que deberan de tenerse en cuenta para fijar los niveles de salarios mnimos, se deri-vaba que si bien haba que tener en consideracin "las necesidades de los traba-jadores y de sus familias como propsito fundamental, o incluso nico, de la fijacin de los salarios mnimos... Cabra, sin embargo, al mismo tiempo sealar que la fijacin de salarios mnimos por s sola no basta para vencer la pobreza y satisfacer las necesidades vitales de todos los trabajadores, ..., y que la fijacin de los salarios mnimos debera formar parte de una poltica destinada a dar una vida mejor a la masa de habitantes del pas"3.

    34. La Recomendacin nm. 30 (parte III) indica que al fijarse los salarios mnimos se debera "tener siempre en cuenta la necesidad de garantizar a los trabajadores un nivel de vida adecuado". El Convenio nm. 26 no contiene nin-guna disposicin similar. Durante los trabajos preparatorios del Convenio nm. 99 se recogi la idea de "garantizar a los trabajadores un nivel de vida adecuado" y en el texto que se someti a la Comisin de la Conferencia se pre-cis que se deberan incluir en el futuro convenio algunos principios fundamen-tales que deberan seguirse al fijarse los salarios mnimos. Uno de esos principios era que "el salario mnimo no debera descender por debajo de una cantidad juzgada como indispensable para que se asegure el mantenimiento del trabajador y de su familia"4. Como resultado de una enmienda, y luego de una discusin en el seno de la Comisin de la Conferencia5, esos principios se in-cluyeron en la Recomendacin nm. 89 (parte I, prr. 1). En ese orden de ideas, y en el mismo instrumento, se precisa tambin que el costo de vida debera to-marse en consideracin al fijarse los salarios mnimos (parte I, prr. 2).

    35. La Reunin de expertos de 1967 indic en su informe que el salario mnimo: "a) es el salario considerado como suficiente para satisfacer las necesi-dades vitales de alojamiento, de la alimentacin, del vestido, de la educacin y del recreo del trabajador, teniendo en cuenta el desarrollo econmico y cultural de cada pas. A veces tambin se toman en consideracin las necesidades de la familia al mismo ttulo que las de los trabajadores y en otros casos estn abar-cadas por el sistema de subsidios familiares y otras medidas de seguridad social"6.

    3 O IT: Mtodos para la fijacin de salarios mnimos y problemas conexos, con especial referencia

    a los pases en vas de desarrollo. Informe VII (2), CIT, 53.a reunin, Ginebra, 1969, pg. 116. 4 OIT: Fijacin de los salarios mnimos en la agricultura. Informe VII (2), CIT, 33.a reunin,

    Ginebra, 1950, pg. 53. 5 OIT: Fijacin de los salarios mnimos en la agricultura. Informe VIII (1), CIT, 34. reunin,

    Ginebra, 1951, pg. 8. 6 Informe de la Reunin de expertos de 1967, prr. 100.

  • 14 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    36. El principio antes enunciaci se recogi por el Convenio num. 131 en su artculo 3, a), al indicar que al determinar el nivel de los salarios mnimos se debera tener en cuenta, entre otros elementos, "las necesidades de los traba-jadores y de sus familias". Este principio se repite en la Recomendacin nm. 135, parte II, prrafo 3, a). Como puede observarse, los elementos que se de-beran tener en consideracin al fija:: el salario mnimo van constituyendo, al mismo tiempo, elementos de la definicin de este concepto7.

    37. Existe una gran diversidad en las legislaciones nacionales para denomi-nar a los salarios mnimos. Ciertas legislaciones se refieren al salario mnimo considerndolo una base, as por ejemplo se habla de "salario mnimo vital" (Argentina), de "salario mnimo de base", (Botswana), "salario de base" (Gambia), "remuneracin mnima reglamentaria" (Myanmar), "ingreso personal garantizado" (Yugoslavia). Otras denominaciones se refieren al carcter social del salario mnimo, como es el caso del trmino "ingreso mnimo" (Chile), "sala-rio mnimo social" (Luxemburgo), o incluso al objetivo de participacin del re-sultado del crecimiento econmico a travs del denominado "salario mnimo de crecimiento" (Francia).

    38. En los casos en que las legislaciones nacionales definen el salario m-nimo, bajo cualquiera de esas denominaciones, lo hacen indicando que por tal deber entenderse la suma mnima que deber pagarse al trabajador por el tra-bajo efectuado o que ha sido fijada como "salario mnimo"8., o como la suma mnima que se deber pagar en efectivo al trabajador por el trabajo efectuado', suma que adems deber satisfacer las necesidades mnimas del trabajador, en funcin de los niveles de vida existentes10, considerado ste como jefe de familia". El Cdigo de Trabajo de Francia al dar la definicin del salario mnimo de crecimiento (SMIC) se refiere a las necesidades de los trabajadores al indicar que deber asegurar a los asalariados cuyas remuneraciones son las ms bajas la garanta de su poder adquisitivo, e introduce una nueva nocin de orden macroeconmico, la participacin al desarrollo econmico del pas, en la defi-nicin de este salario12.

    7 Vase al respecto capitulo IV.

    8 Barbados (1), art. 2; Botswana (1), art. 2; Checoslovaquia (1), art, 111, 3); Dominica (1), art. 27;

    Repblica Dominicana (1), art. 203; Ecuador (2), art. 134 reformado; Gabn (1), art. 93; Gambia (1), art. 3; Lesotho (1), art. 14, 3); Myanmar (1), art. 2, 3); Uganda (2), art. 1. El Go-bierno de Hungra, en su memoria, da una definicin del salario minimo, refirindose a l como el mnimo pagadero plenamente de acuerdo con la ley, aun cuando tal definicin no existe en texto jurdico alguno. Nota explicativa: el nmero entre parntesis que sigue en este caso el nombre del pas corresponde al texto jurdico que ha sido examinado y cuya referencia, denominacin, fecha, etc., se encuentra en el anexo IV. En otros casos, ms adelante, al ejem-plificar ciertos temas se indica el pas y en la nota de pie de pgina se indica entre parntesis el nmero asignado al texto jurdico citado, seguido del artculo o artculos que se refieren al punto examinado.

    9 Argentina (2), art. 116; Mxico (2), art. 90; Panam (2), art. 173.

    10 Argentina (2), art. 116; Brasil (1), art. 7 IV) y (2), art. 76; Colombia, (2), art. 145; Guatemala

    (2), art. 113; Honduras (2), art. 381; Italia (1), art. 36. Esta disposicin de la Constitucin del pas no se refiere especficamente al salario mnimo; empero, el Gobierno se refiere a ella en su memoria; Lbano (1), art. 44; Mxico (1), art. 123 VI) y (2), art. 90; Nicaragua (3), art. 2; Panam (1), art. 61 y (2), art. 172; Pent (1), art. 43.

    11 Brasil (1), art. 7 IV) y (2), art. 76; Colombia (2), art. 145; Guatemala (2), art. 113; Honduras

    (2), art. 381; Italia (1), art. 36; Lbano (1), art. 44; Mxico (1), art. 123 VI) y (2), art. 90; Panam (1), art. 61 y (2), art. 172; Pent (1), art. 43.

    '2 (2), art. L.141-2.

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 15

    39. En otros casos, la referencia a los salarios mnimos se hace a travs de una remisin al salario regulado por las disposiciones del texto legal que los establece o a las tasas que por concepto de salario mnimo han sido fijadas o debern fijarse13, y en otros casos indicndose que queda prohibido pagar un salario inferior al fijado por ley, reglamento u ordenanza14

    40. En fin, quedara por considerar el caso de los salarios mnimos fijados a travs de contratacin colectiva. En estos casos, en trminos generales, no existe en la legislacin nacional una definicin expresa de lo que sera el "salario minimo contractual". Sin embargo, estos salarios fijados a travs de la nego-ciacin colectiva no pueden ser inferiores a los pagados en otras actividades se-mejantes y su obligatoriedad est garantizada por el Estado. Este es el caso de un buen nmero de pases cuyas legislaciones prevn que los salarios mnimos se fijarn mediante negociacin colectiva, al margen de los salarios mnimos que el Estado fije mediante otro mecanismo, o el de los pases que dejan exclusi-vamente en manos de los interlocutores sociales la fijacin de las condiciones mnimas de trabajo, incluyendo el salario. La Comisin se referir con ms deta-lle a estos casos en el captulo II.

    41. La nocin de salario mnimo a la que se refieren los instrumentos exa-minados por la Comisin combinan tres aspectos distintos del salario. En pri-mer lugar, el salario constituye la contrapartida de la prestacin del trabajo proporcionado por el trabajador; en segundo lugar, en tanto que ingreso funda-mental del trabajador, el salario deber asegurar su subsistencia y la de su fami-lia; en fin, el salario es un costo de produccin y un factor de gasto general de consumo. Las Recomendaciones nms. 30 (parte III) y 89 (parte I, prrafo 2) y el Convenio nm. 131 (artculo 3), al indicar los factores que debern de to-marse en consideracin para la fijacin de las tasas de salarios mnimos, con-templan una combinacin de esos tres diferentes aspectos.

    42. Habida cuenta de lo anterior, por "salario mnimo" puede entenderse la suma mnima que deber pagarse al trabajador por el trabajo o servicos pres-tados, dentro de un lapso determinado, bajo cualquier forma que sea calculado, por hora o por rendimiento, que no puede ser disminuida, ni por acuerdo indivi-dual ni colectivo, que est garantizada por la ley y puede fijarse para cubrir las necesidades mnimas del trabajador y de su familia, teniendo en consideracin las condiciones econmicas y sociales de los pases.

    1.2. Mtodos o mecanismos para la fijacin de salarios mnimos y sistemas de salarios mnimos

    43. En las versiones espaola y francesa de los Convenios nms. 26 y 99 as como de las Recomendaciones nms. 30 y 89 se emplea la expresin "mto-dos para la fijacin de salarios mnimos", en tanto que en la versin inglesa se emplea la expresin "mnimum wage-fixing machinery" ("mecanismo para la fi-jacin de salarios mnimos"). En el Convenio nm. 131, y en la correspondiente Recomendacin, en las tres versiones se utilizan, por una parte, la expresin

    13 Australia: Nueva Gales del Sur, Queensland, Botswana, Burundi, Canad: provincias de

    Alberta, de Nuevo Brunswick y de Nueva Escocia, Chile, Egipto, Fiji, Filipinas, Guinea, Islas Salomn, Jamaica, Kenya, Luxemburgo, Myanmar, Nigeria, Pases Bajos, Seychelles, Sri Lanka, Swazilandia, Turqua, Uganda, Yugoslavia.

    14 Belarus, Checoslovaquia, Gabn, India, Repblica Islmica del Irn, Japn, Luxemburgo,

    Marruecos, Mauritania, Nueva Zelandia, Pakistn, Qatar, Trinidad y Tabago, Uganda, Ucrania.

  • 16 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    "sistema de salarios mnimos" (artculo 1, prrafo 1)) y, por la otra, "mecanis-mos para la fijacin de salarios mnimos" (artculo 4).

    44. Ni en los trabajos preparatorios ds los Convenios nms. 26 y 99 y las Recomendaciones nms. 30 y 89. se explica lo que debiera entenderse por "m-todos de fijacin de salarios mnimos" o por "mecanismos para la fijacin de salarios mnimos". Tampoco existe una explicacin sobre los trminos utilizados en el Convenio nm. 131 y en la Recomendacin nm. 135.

    45. En la versin francesa de los informes preparados por la Oficina Inter-nacional del Trabajo en relacin con el instrumento que sera el Convenio nm. 26 se habla prcticamente de manera indistinta de "mtodo" o de "sistema" de fijacin de salarios mnimos15, en tanto que en la versin inglesa de estos mis-mos informes se utiliza sistemticamente la expresin "mecanismo de fijacin de salarios mnimos". En uno de los informes de 1928 se precisaba que los gobier-nos consideran que la Conferencia no debera indicar ningn mtodo ni sistema en particular de fijacin de salarios mnimos16. Comentarios semejantes se en-cuentran en los trabajos preparatorios del Convenio nm. 99 y de la Recomen-dacin nm. 8917, en tanto que en los trabajos preparatorios del Convenio nm. 131 y de la Recomendacin nm. 135 se sealaba que un cierto nmero de go-biernos que haban respondido al cuestionario enviado por la Oficina Inter-nacional del Trabajo indicaba que el instrumento correspondiente (algunos de los gobiernos sealaron especficamente la Recomendacin) podra presentar al-gunos ejemplos de mtodos utilizados para la fijacin de los salarios mnimos18.

    46. En los trabajos preparatorios de los Convenios nms. 26 y 99 el tr-mino "sistema" fue utilizado prcticamente como sinnimo de "mtodo" o "me-canismo para la fijacin de salarios -.mnimos". Sin embargo, esta expresin no fue incorporada en la parte dispositiva de estos Convenios. En cambio, la expre-sin "sistema de salarios mnimos" figura en el artculo 1 del Convenio nm. 131. Empero, en los trabajos preparatorios nada se indica sobre el sentido de la misma. No obstante, cabe observar que cuando en los trabajos preparatorios se habla de los diferentes mecanismos que pueden existir en un Estado para la fi-jacin de salarios mnimos se habla de "sistema", aunque, en rigor, se hace una descripcin del o de los procedimientos o mecanismos que existen en los Es-tados para la fijacin de salarios mnimos".

    47. Por lo tanto, incluso si nada se precisa sobre este particular, ni n los informes preparatorios ni en las discusiones de la Conferencia, se puede conside-rar que la expresin "sistema de salarios mnimos" utilizada en el artculo 1, prrafo 1, del Convenio nm. 131 se refiere al conjunto de mecanismos que exis-ten en un Estado para la fijacin del salario mnimo tal como se describen ms adelante20. De manera tal que lo que importa, respecto del Estado que ratifique 15

    BIT: Mthodes de fixation des salaires minima. (Rapport bleu.) CIT, dixime session, Genve, 1927 y BIT: Les mthodes de fixation des salaires minima. (Rapport bleu.) CIT, onzime session, Genve, 1928.

    16 ILO: Report on minimum wage fixing machinery, Bleu Report, CIT, l l th . Session, Geneva,

    1928, p. 121. 17

    OIT: Informe VII (2), CIT, 33.a reunion, Ginebra, 1950, pg. 54. 18

    OIT: Informe VII (2), CIT, 53.a reunin, Ginebra, 1969, pg. 122. 19

    OIT: Mtodos para la fijacin de salarios mnimos y problemas conexos, con especial referencia a los pases en vas de desarrollo. Informe VII (1), CIT, 53.a reunin, Ginebra, 1968, pg. 20 y siguientes.

    20 Vase prrafo 49.

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 17

    este instrumento, es que se provea de uno o diversos procedimientos o cauces para la fijacin de salarios mnimos. A esos procedimientos o cauces se refiere ms adelante el Convenio llamndolos "mecanismos".

    48. En este sentido puede entenderse lo dispuesto por la Recomendacin nm. 135 en sus prrafos 5 y 6. En el prrafo 5 se indica que "el sistema de salario mnimo puede aplicarse... sea fijando un solo salario mnimo de apli-cacin general o estableciendo una serie de salarios mnimos aplicables a grupos particulares de trabajadores". En tanto que el prrafo 6, al referirse a "los meca-nismos para la fijacin de salarios mnimos", se propone una serie de instrumen-tos o de cauces a travs de los cuales se fijarn los salarios mnimos: legislacin, decisiones de la autoridad competente, decisiones de consejos o juntas de sala-rios, decisiones de tribunales y contratos colectivos.

    49. De la lectura de los informes correspondientes y de los debates que tu-vieron lugar en la Conferencia con miras a la adopcin de los instrumentos en estudio, se puede llegar a la conclusin de que los trminos "mtodos" y "meca-nismos" se refieren a una misma cosa, esto es, al procedimiento o medios prcti-cos de que se valen los Estados para fijar los salarios mnimos o reconocer como tales los salarios mnimos fijados de alguna otra manera, en particular a travs de la negociacin colectiva.

    50. La Comisin se referir con detalle a los diversos mtodos y mecanis-mos para la fijacin de los salarios mnimos en los diferentes pases en el cap-tulo II de este Estudio.

    1.3. Salario minimo legal y salario mnimo contractual 51. La fijacin del salario mnimo puede resultar de la adopcin de textos

    legislativos o reglamentarios o de la conclusin de convenios colectivos. El Con-venio nm. 26 establece explcitamente que cuando los salarios mnimos estn efectivamente regulados por los convenios colectivos no ser necesario fijar ta-sas mnimas de acuerdo con sus disposiciones21. La redaccin del Convenio nm. 99 permite llegar a la conclusin de que los salarios mnimos pueden fi-jarse a travs de la contratacin colectiva, asegurndose as la aplicacin de di-cho Convenio22. Como ya se indic con anterioridad, la contratacin colectiva est expresamente prevista como uno de los mecanismos para la fijacin del sa-lario mnimo en la Recomendacin nm. 135 e implcitamente en el Convenio nm. 131.

    52. Entre los mecanismos para la fijacin de salarios mnimos mencionados en el prrafo 6 de la Recomendacin nm. 135, se indica la legislacin, pero tambin otros medios que implican las decisiones de un rgano previamente costituido (autoridad competente, consejos o juntas de salarios, decisiones de tribunales) as como los contratos colectivos a los que se les haya conferido fuerza de ley en particular a las clausulas que fijan salarios mnimos.

    53. Lo anterior conduce a considerar que los instrumentos en estudio estn previendo la posibilidad de que los Estados, al establecer los mecanismos para la fijacin de salarios mnimos, opten por fijar stos mediante un instrumento jurdico, cualesquiera que sea su naturaleza (ley, reglamento, ordenanza, etc.), el

    21 Estudio general de 1958, prr. 27.

    22 Estudio general de 1958, prr. 33.

  • 18 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    que, por su propia naturaleza, conferira a esos salarios el rango de salarios m-nimos legales o bien a travs de la intervencin de rganos ad hoc cuyas deci-siones tendrn igualmente fuerza de ley. Dichos Estados podrn prever otra forma de fijacin de los salarios mnimos a travs de la negociacin colectiva. En este caso, los salarios mnimos contractuales podran extenderse y hacerse obligatorios para el conjunto de empresas de una misma rama industrial o de una regin. Estos salarios mnimos as fijados y as extendidos tendran La misma fuerza obligatoria que los fijados directamente mediante un acto legis-lativo.

    54. Sin embargo, un nmero considerable de Estados prevn en su legis-lacin que los salarios mnimos se fijarn mediante la negociacin colectiva, a travs de los convenios o contratos colectivos. Los salarios mnimos as fijados pueden coexistir, y de hecho coexisten con aqullos fijados a travs de un acto de autoridad23. En numerosos casos los convenios o contratos colectivos que re-sultan de tal negociacin no requieren necesariamente de un acto de "extensin" para ser obligatorios. La fuerza de las disposiciones de tales convenios o contra-tos colectivos se deriva de la propia ley que prev la obligatoriedad de los con-venios o contratos colectivos entre las partes que lo han celebrado, ya sea a nivel de empresa, rama industrial o, incluso, a nivel nacional.

    55. As, lo que conviene destacar es que los salarios contractuales, para ser considerados como "salarios mnimos", debern tener las mismas caractersticas que los salarios mnimos legales, esto es, ser obligatorios, no poder ser dismi-nuidos por algn otro contrato, individual o colectivo, y ser objeto de una san-cin en caso de infraccin. Lo sealado corresponde a lo previsto en el artculo 2, prrafo 1), del Convenio nm. 131, que establece que "los salarios mnimos tendrn fuerza de ley, no podrn reducirse y la persona o personas que no los apliquen estarn sujetas a sanciones apropiadas de carcter penal o de otra na-turaleza" y a lo dispuesto en el prrafo 2 de ese mismo artculo, el que establece que "a reserva de lo dispuesto por el prrafo 1 del presente artculo, se respetar plenamente la libertad de negociacin colectiva".

    2. Objetivos de los convenios 56. Al hablar de los objetivos previstos por los instrumentos en estudio la

    Comisin se referir, en primer trmino, a las obligaciones que imponen los mis-mos a los Estados ratificantes; considerando, al mismo tiempo, las finalidades que se pretenden cumplir a travs de la puesta en prctica de tales obligaciones.

    2.1. Objetivos de los Convenios nms. 26 y 99 57. El artculo 1, prrafo 1, del Convenio nm. 26 establece el objetivo de

    este instrumento al prever que los pases ratificantes se obligarn "a establecer o mantener mtodos que permitan la fijacin de tasas mnimas de los salarios de los trabajadores empleados en industrias o partes de industria (especialmente en las industrias a domicilio) en las que no exista un rgimen eficaz para la fijacin de salarios, por medio de contratos colectivos u otro sistema, y en las que los salarios mnimos sean excepcionalmente bajos". El prrafo 2 de ese mismo art-culo precisa que "a los efectos de este Convenio, el trmino 'industrias' com-23

    Vase a este respecto captulo II.

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 19

    prende las industrias de transformacin y el comercio". Esta ltima disposicin, tal como lo subrayara la Comisin en su Estudio precedente, deja claro que la agricultura queda excluida del campo de aplicacin del Convenio nm. 2624.

    58. El objetivo subyacente de este Convenio es el de prevenir el pago de salarios muy bajos en la industria o parte de las industrias para las cuales no existe un sistema eficaz de fijacin de salarios mnimos. Empero, cabe sealar que la existencia de un sistema de salarios mnimos no es suficiente; el sistema debe ser eficaz habida cuenta del objetivo sealado: evitar salarios excepcionalemente bajos. En su informe a la octava reunin de la Conferencia, el Director General precisaba: "La necesidad de los salarios mnimos se impone, ante todo, en las industrias que, sea carecen de una organizacin de su personal, sea por cualquier otra razn, se encuentran con salarios inferiores a la norma, si se entiende por norma, en un determinado pas, el salario medio obtenido por los trabajadores industriales organizados"25. El nfasis que se dar, tanto en los informes preparatorios como en las discusiones de la Conferencia, al caso de las industrias a domicilio, refleja la preocupacin y el objetivo que quera alcan-zarse al adoptarse este Convenio.

    59. Adems, al elaborarse el Convenio nm. 26, se buscaba tambin prote-ger, de acuerdo con las tendencias de la legislacin en vigor, a las empresas de una competencia desleal a nivel nacional e internacional26.

    60. Por su parte, el artculo 1, prrafo 1, del Convenio nm. 99, que vena a suplir la laguna dejada por el Convenio precedente en el mbito de la agricul-tura, asigna como objetivo a este instrumento el de que los Estados ratificantes se obliguen "a establecer o a conservar mtodos adecuados que permitan fijar tasas mnimas de salarios para los trabajadores empleados en las empresas agr-colas y en ocupaciones conexas".

    61. El objetivo de la reglamentacin de los salarios mnimos en la agricul-tura es el de prevenir el pago de salarios demasiado bajos con relacin a los pagados en la industria. Como se indic en el informe de la Oficina preparado antes de la primera discusin, "Se reconoce, en general, que los salarios pagados en la agricultura se encuentran muy por debajo de los pagados en la industria"27. Por otra parte, al adoptarse este Convenio se pretenda contribuir al fomento de condiciones econmicas y sociales que hicieran de la agricultura una ocupacin remuneradora, a fin de sentar las bases de niveles ms elevados para los trabajadores de la agricultura28.

    62. En consecuencia, se observa que los Convenios nms. 26 y 99 propo-nen, de manera explcita, un doble objetivo: el establecimiento y mantenimiento, por los Estados ratificantes, de los mtodos o mecanismos que fijen los salarios mnimos en la industria o parte de industria o en las empresas agrcolas o cone-xas. Pero el establecimiento de tales mtodos o mecanismos que no conllevasen la fijacin efectiva de salarios mnimos no bastar, en rigor, para dar cum-24

    Estudio general de 1958, prr. 19. 25

    Conference internationale du Travail, 8e session. Rapport du Directeur Gnral. Annexe IX, (Vol. II), p. 326, Genve, 1926.

    26 BIT: Rapport bleu, CIT, 10e session, Genve, 1927, pgs. 11 y siguientes, y BIT: Rapport bleu,

    CIT, l i e session, Genve, 1928, pg. 101 y siguientes. 27

    OIT: Fijacin de salarios mnimos en a agricultura, Informe VII (1), CIT, 33.a reunin, Ginebra, 1949, pg. 7.

    2 OIT: Informe VII (2), CIT, 33.a reunin, Ginebra, 1950, pg. 57.

  • 20 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    plimiento a las obligaciones que se derivan de estos Convenios. Por ello, adems del primer objetivo antes indicado, existe un segundo objetivo, subyacente, que es la fijacin efectiva de salarios mnimos para las industrias o partes de la in-dustria y para las empresas agrcolas o conexas que caen en el campo de apli-cacin de los mecanismos establecidos para la fijacin de salarios mnimos.

    63. Para lograr los objetivos indicados, estos Convenios no slo dan a los Estados ratificantes plena libertad para determinar la naturaleza de los mtodos que debieran de establecer a fin de fijar los salarios mnimos, sino que, adems, les reconocen la latitud necesaria para determinar a qu industrias o parte de industrias, y especialmente a qu industrias a domicilio o parte de estas indus-trias, en el caso del Convenio nm. 26, o a qu empresas, ocupaciones y catego-ras de personas, en el caso del Convenio nm. 99, se aplicarn los salarios mnimos fijados de acuerdo con lo dispuesto por estos instrumentos.

    2.2. Objetivos del Convenio nm. 131 64. El Convenio nm. 131 tiende igualmente a prevenir el pago de salarios

    demasiado bajos, por lo que propone dos objetivos. 65. El primer objetivo del Convenio nm. 131 se traduce en la obligacin,

    para los Estados ratificantes, de establecer un "sistema de salarios mnimos" (artculo 1, prrafo 1), que implica el establecimiento y mantenimiento de meca-nismos que fijen efectivamente un salario mnimo (artculo 4, prrafo 1). Pero existe tambin un segundo objetivo, que expresa la filosofia subyacente que se propugna con la adopcin de este nuevo instrumento. Este segundo objetivo es el de proporcionar a los asalariados la necesaria proteccin social respecto de los niveles mnimos permisibles de salarios. Este objetivo qued claramente enunciado en la Recomendacin nm. 135 (parte I, prrafo 2) y se deduce de las disposiciones del artculo 3, a) y b), del Convenio nm. 131. Dichas dispo-siciones se refieren a los elementes que han de tenerse en consideracin para la fijacin de los salarios mnimos: las necesidades de los trabajadores y de sus fa-milias y los factores econmicos, que incluyen el desarrollo econmico, los nive-les de productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de empleo.

    66. Conviene indicar, adems, eue la obligacin de establecer un sistema de salarios mnimos y de establecer y mantener mecanismos que fijen dichos sa-larios, conforme al Convenio nm. 131, se prev en funcin de todos los grupos de trabajadores cuyas condiciones de empleo hagan apropiada la aplicacin del sistema (articulo 1, prrafo 1), con lo que se complementa y refuerza el objetivo y la obligacin que se deriva de los convenios precedentes. Esta disposicin del Convenio nm. 131 traduce una tendsncia generalizada que ya se haba recono-cido por la Comisin en su Estudio precedente. La Comisin observ, entonces, que "la tendencia a generalizar la proteccin por medio del salario mnimo puede observarse tambin en la inclinacin de ciertas autoridades de salarios m-nimos a dictar rdenes generales sobre salarios mnimos, en lugar de rdenes para determinadas ocupaciones, en el establecimiento de un salario bsico o vi-tal como norma de referencia para determinadas rdenes sobre salarios y en la extensin a los trabajadores del sexo masculino de la legislacin anteriormente aplicable a mujeres y menores nicamente. Sin embargo, procede observar, se-gn varias memorias, que es principalmente entre los trabajadores que no estn organizados donde las tasas de salarios mnimos tienden a convertirse en tasas

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 21

    efectivas de salarios, de manera que un salario mnimo general puede en la prc-tica proporcionar precisamente la proteccin marginal contemplada por el Con-venio nm. 26"29.

    67. Adems, el Convenio nm. 131 pretende reforzar la proteccin de los trabajadores acordada por los convenios precedentes30, al hacer igualmente de los mtodos de fijacin de salarios mnimos un elemento de poltica social31, lo que deber contribuir al desarrollo social y poltico de los pases correspondien-tes.

    68. De esta forma, el Convenio nm. 131 recogi la propuesta formulada por la Reunin de Expertos de 1967. En efecto, esta Reunin concluy indi-cando, entre otros, que los nuevos instrumentos deberan ser elaborados "en la perspectiva de una politica de fijacin de salario mnimo entendida, a la vez, como instrumento ms eficaz de proteccin social y como elemento de una es-trategia de desarrollo econmico"32. Desde este punto de vista, los expertos pre-cisaron, al referirse a los criterios aplicables a la determinacin del salario mnimo, que tales criterios "en el caso de los pases en vas de desarrollo deben estar relacionados con las necesidades del crecimiento econmico y las carac-tersticas de estos pases"33, tal como fueron enunciados en el Informe de la Re-unin (carcter masivo de la pobreza, desigualdad de ingresos, debilidad de ingresos medios)34.

    3. Alcance de las disposiciones de los convenios

    3.1. Convenios nm. 26 y nm. 99 69. De lo dispuesto en el artculo 1, prrafo 1, del Convenio nm. 26 se

    desprende que la obligacin de los Estados ratificantes es la de establecer y mantener mtodos que permitan la fijacin de tasas mnimas de los salarios de los trabajadores en industrias o partes de industria (especialmente en las indus-trias a domicilio) en las que no exista un rgimen eficaz para la fijacin de sala-rios, por medio de contratos colectivos u otro sistema, y en las que los salarios sean cxccpcionalmente bajos. Ahora bien, esta obligacin est condicionada a: 1 ) que no exista un rgimen eficaz para la fijacin de salarios en la industria O parte de la industria para la que se vayan a establecer o mantener los mtodos de fijacin de salarios mnimos, y 2) que los salarios sean excepcionalmente bajos.

    70. Al respecto, la Comisin recuerda que un sistema de fijacin de sala-rios mnimos no puede considerarse eficaz sino en la medida en que excluye la posibilidad de la existencia de salarios excepcionalmente bajos, al mismo tiempo que se establecen medidas para que no se disminuyan las ganancias de los tra-bajadores35. En consecuencia, no basta con que se cree un sistema para la fi-

    29 Estudio general de 1958, prr. 89.

    30 OIT: Informe VII (2), CIT, 53.a reunin, Ginebra, 1969, pg. 116.

    31 OIT: Mtodos para la fijacin de salarios mnimos y problemas conexos, con especial referencia

    a los pases en vas de desarrollo, Informe V (1), CIT, 54.a reunin, Ginebra, 1970, pg. 13. 32

    Informe de la Reunin de expertos de 967, prr. 98. 33

    dem., prr. 99. 34

    dem., prrs. 8 a 13. 35

    Estudio general de 1958, prr. 20.

  • 22 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    jacin de los salarios mnimos mediante los textos legislativos correspondientes, sino que adems es necesario que dicho sistema establezca efectivamente tasas de salarios que se apliquen a los trabajadores interesados.

    71. El Convenio nm. 99, en su artculo 1, prrafo 1, establece una obli-gacin similar a la impuesta por el Convenio nm. 26, pero precisando que esta obligacin se circunscribe a los trabajadores empleados en las empresas agrco-las y en ocupaciones conexas. Adems, conviene observar que en tanto que en el Convenio nm. 26 se prevn dos condiciones para que surja la obligacin para los Estados ratificantes a fin de establecer y mantener mtodos de fijacin de salarios mnimos, de conformidad con el Convenio nm. 99 no se prev nin-guna condicin previa. Sin embargo, se reconoce, en general, que los salarios en el sector de la agricultura son, en general, ms bajos que los salarios del sector industrial36.

    72. Conviene observar que, tanto de conformidad con el Convenio nm. 26 como con el Convenio nm. 99, los Estados ratificantes debern efectuar con-sultas con las organizaciones de los empleadores y de los trabajadores intere-sadas. Dichas consultas debern efectuarse antes de determinar las industrias c parte de ellas a las que van aplicarse los mtodos para la fijacin de salarios mnimos (Convenio nm. 26, artculo 2) o las empresas, ocupaciones y catego-ras de personas a las cuales sern aplicables los mtodos para la fijacin de salarios mnimos (Convenio nm. 99, artculo 1, prrafo 2). De lo dispuesto en estas disposiciones se desprende el principio general de la consulta contenido en estos instrumentos37, y del cual se ocupar la Comisin en el captulo III.

    73. Por otra parte, la obligacin de consultar a las organizaciones de los empleadores y de los trabajadores se establece igualmente en estos instrumentos38 para otros momentos del proceso global de la fijacin de los sala-rios mnimos y de la aplicacin misma del sistema de fijacin de los salarios mnimos. La Comisin se referir igualmente a este punto en el captulo III.

    3.2. Convenio nm. 131 74. La obligacin que surge del Convenio nm. 131 para los Estados ratifi-

    cantes va ms all de la obligacin que establecen los Convenios nms. 26 y 99; en efecto, el artculo 1, prrafo 1, del Convenio nm. 131 prev que el sistema que se establezca deber aplicarse "a todos los grupos de asalariados cuyas con-diciones de empleo hagan apropiada la aplicacin del sistema", con lo que se est previendo un mbito de cobertura ms global.

    75. Adems, como ya se indic, la obligacin de establecer un sistema de salarios mnimos, de conformidad con lo dispuesto por el Convenio nm. 131, implica igualmente la obligacin de establezcer y mantener los mecanismos adaptados para la fijacin efectiva de salarios mnimos. Est obligacin est su-peditada a que tales mecanismos estn adaptados a las condiciones y necesi-dades nacionales. En su Estudio general de 1958, la Comisin indic que: "Para lograr que un sistema de salarios mnimos se ajuste a las condiciones nacionales se requiere..., una cuidadosa preparacin. Puede ser preciso llevar a cabo exten-sos estudios preliminares, solicitar asistencia tcnica y adoptar un planteamiento

    36 Vase prr. 61.

    31 Estudio general de 1958, prr. 20.

    38 Convenio nm. 26, art. 3, 2), 1) y 2), y Convenio nm. 99, art. 3, 2) y 3).

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 23

    flexible y hasta experimental"39. Este aspecto se formul de manera explcita en el Convenio nm. 131. La Comisin se ha referido en otra oportunidad al al-cance de los trminos "condiciones y necesidades nacionales" utilizados a me-nudo en los intrumentos internacionales40.

    76. Al igual que en los convenios precedentes, en el Convenio nm. 131 la facultad de determinar los grupos cubiertos por el sistema de salarios mnimos queda limitada por el principio de consulta al que el Estado ratificante deber proceder, al determinar los grupos de asalariados a los que se deber aplicar el sistema establecido, con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores interesadas. Sin embargo, en tanto que de conformidad con los Convenios nms. 26 y 99 los Estados ratificantes debern consultar a las organi-zaciones interesadas, de acuerdo con lo previsto en el artculo 1, prrafo 2, del Convenio nm. 131, el Estado deber proceder a la determinacin de los grupos a los que se aplicar el sistema de salarios mnimos "de acuerdo" con las organi-zaciones interesadas o despus de "haberlas consultado exhaustivamente", cuando dichas organizaciones existan. La obligacin de consultar se impone tambin para los Estados ratificantes en otros momentos (en relacin con el esta-blecimiento, aplicacin y modificacin de los mecanismos para fijar y ajustar los salarios mnimos). La Comisin volver sobre este tema en el captulo III.

    4. Ambito de aplicacin 77. Los campos cubiertos por los convenios en estudio varan: en el caso

    del Convenio nm. 26, los mtodos de fijacin de salario mnimo que debern establecer los Estados ratificantes cubren los trabajadores empleados en indus-trias o partes de industria, especialmente en las industrias a domicilio (artculo 1, prrafo 1, del Convenio). En el mismo instrumento se precisa que para los efectos del Convenio el trmino "industrias" se refiere a la industria de transfor-macin y al comercio.

    78. El mbito de aplicacin del Convenio nm. 99, por su parte, est preci-sado en su artculo 1, indicndose que los mtodos para la fijacin de salarios mnimos que los Estados ratificantes debern establecer y mantener cubrirn los trabajadores empleados en empresas agrcolas y en ocupaciones conexas.

    79. En fin, el Convenio nm. 131 cubre y ampla el mbito de aplicacin de los instrumentos precedentes. El prrafo 1 del artculo 1 del Convenio nm. 131 prev que el sistema de salarios mnimos que se establecer por los Estados ratificantes se aplicar a todos los grupos de asalariados cuyas condiciones de empleo hagan apropiada la aplicacin del sistema, sin referirse al sector de acti-vidad al que puedan pertenecer. La Recomendacin nm. 135 indica en su p-rrafo 4 que "deberan mantenerse en un mnimo el nmero y los grupos de asalariados no comprendidos en virtud del artculo 1" del Convenio antes ci-tado.

    80. La Recomendacin nm. 30 prev que a fin de que se tenga la infor-macin necesaria para tomar una decisin sobre la aplicacin de los mtodos

    3 Prr. 94. 40

    Vase, por ejemplo, OIT: Estudio genera/de fas memorias relativas ai Convenio (nm. Ill) y a la Recomendacin (nm. Ill) sobre la discriminacin (empleo y ocupacin), 1958, Informe III (Parte 4B), CIT, 75.a reunin, Ginebra, 1988; prr. 160.

  • 24 INFORME DE LA COMISIN DE EXPERTOS

    para ".a fijacin de los salarios mnimos, debera procederse a una encuesta en relacin con los salarios efectivamente pagados y el rgimen para la reglamen-tacin de los salarios, si lo hubiere, en cada industria o parte de industria en la que los empleadores o trabajadores soliciten la aplicacin de los mencionados mtodos y proporcionen datos que prueben, prima facie, que no disponen de un rgimen eficaz para la fijacin de salarios y que los salarios son exccpcio-nalmente bajos. Por otra parte, se indica que, sin menoscabar la libertad que el Convenio deja a los Estados para llevar a cabo la determinacin de que se trata, stos deberan tener especialmente en cuenta las industrias o parte de industria en la que habitualmente estn empleadas mujeres.

    81. Sin embargo, de conformidad con las disposiciones de los respectivos convenios examinados (artculo 1 del Convenio nm. 26; artculo 1 del Conve-nio nm. 99, y artculos 1 y 4, prrafo 1, del Convenio nm. 131), los Estados ratificantes tienen la facultad plena para determinar a qu industria o partes de industria (artculo 2 del Convenio nm. 26), empresas, ocupaciones, categoras de personas, tales como los miembros de la familia del empleador (artculo 1, prrafo 2, del Convenio nm. 99) y grupos de asalariados (artculo 1, prrafo 2, del Convenio nm. 131) deber aplicarse dicho mecanismo.

    82. Esta facultad plena est, sin embargo, condicionada a la consulta que deber efectuarse con las organizaciones representativas de los empleadores y de los trabajadores interesados.

    83. La facultad para excluir a ciertas empresas, categoras o grupos de tra-bajadores de la aplicacin de los mecanismos establecidos por el Estado en cum-plimiento de su obligacin queda sujeta, adems, a la obligacin de informar cules son esas empresas o categoras o grupos de trabajadores a los que no se les aplicar el sistema en cuestin (artculo 5 del Convenio nm. 26; artculo 5 del Convenio nm. 99).

    84. En virtud del artculo 1, prrafo 2, del Convenio nm. 131, los Estados que lo ratifiquen debern, de acuerdo con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores interesados o despus de haberlas consultado ex-haustivamente, determinar los grupos de asalariados a los que deber aplicrseles el sistema. De los trminos del prrafo 3 del mismo artculo resulta que esta determinacin deber efectuarse antes de someter la primera memoria, en virtud del artculo 22 de la Constitucin de la OIT, en donde, en dicha me-moria, debern enumerarse los grupos de asalariados que no sern objeto de proteccin y se indicarn los motivos de su exclusin, las memorias subsecuen-tes indicarn "el estado de la legislacin y de la prctica respecto de los grupos excluidos y la medida en que aplica o se propone aplicar el Convenio a dichos grupos". De acuerdo con la informacin examinada por la Comisin, slo un cierto nmero de gobiernos ha proporcionado las informaciones que debiera transmitir en cumplimiento de las obligaciones previstas por los convenios. La Comisin se referir con detalle a las informaciones comunicadas por los gobier-nos a este respecto en el capitulo II.

    85. La Comisin deseara, en consecuencia, subrayar la importancia que reviste la obligacin de informar respecto del mbito de aplicacin del sistema de fijacin de salarios mnimos establecido, puesto que determina, conjun-tamente con la obligacin de consultar a las organizaciones de empleadores y de trabajadores interesados, los lmites de la facultad de los Estados ratificantes de

  • DEFINICIONES, OBJETIVOS DE LOS SALARIOS MNIMOS 25

    excluir alguna o algunas categoras de asalariados del beneficio que significan los salarios mnimos.

    86. Dado que los salarios mnimos constituyen uno de los elementos ms importantes que contribuyen al mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, lo que constituye uno de los objetivos fundamen-tales de la OIT, la Comisin considera que los Estados ratificantes deberan to-mar las medidas necesarias para ampliar la cobertura de los sistemas de fijacin de salarios mnimos en vigor en cada uno de esos pases y acordar de esta ma-nera la ms adecuada proteccin de los trabajadores. La Comisin se ha refe-rido en diversas ocasiones a este punto en los comentarios que ha formulado respecto de la aplicacin de los convenios41. En diferentes oportunidades los Es-tados han adoptado las medidas necesarias a este fin"2.

    87. Al respecto, en 1985, la Comisin formul una observacin general en relacin con la aplicacin del Convenio num. 26, pero tambin con el Convenio nm. 131, referida a la aplicacin de estos Convenios a los trabajadores de las industrias a domicilio. En esa oportunidad se indic que habida cuenta de que diferentes gobiernos haban indicado que no estaban en posibilidad de establecer salarios mnimos para el conjunto o parte de esos trabajadores, debido a dificul-tades de orden prctico subyacentes a su determinacin, la Comisin, consciente de tales problemas, consideraba que dada la vulnerabilidad de los trabajadores a domicilio, y la atencin particular que les acuerda el Convenio nm. 26, espe-raba que los gobiernos trataran de ampliar a dichos trabajadores la proteccin que garantiza un mtodo para la fijacin de salarios mnimos y que los gobier-nos haran llegar informaciones sobre la situacin existente sobre ese particular43.

    5. Obligatoriedad de los salarios mnimos

    88. El carcter obligatorio del salario minimo fijado, tanto para los em-pleadores como para los trabajadores, est previsto por los tres convenios que precisan que el salario minimo fijado no podr ser reducido. Sin embargo, los Convenios nms. 26 y 99 prevn excepciones al carcter obligatorio de su pago.

    41 Vase por ejemplo Belice (Convenio nm. 99: solicitud directa (S.D.) 1986, en relacin con los

    trabajadores agrcolas), Chile (Convenio nm. 26: S.D. 1989, en relacin con, entre otros, los trabajadores a domicilio), Francia (Nueva Caledonia) (Convenio nm. 131: S.D. 1989, en rela-cin con el salario mnimo de los aprendices y de los minusvlidos), Iraq (Convenio nm