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Qué es la salario en el capitalismo

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SALARIO

SALARIO

Qu es el salario? El salario es la expresin en

moneda del costo de la fuerza de trabajo que el asalariado tiene que emplear al da siguiente, que se compone de lo que le cuesta su techo, la alimentacin de su familia, la educacin de sus hijos, etctera, porque su familia constituye la retaguardia y sus hijos son los futuros trabajadores. De modo que en esto hay una categora histrica concreta, respecto de la cual no se puede mistificar ni mentir.

Libro III. Captulo 4 El Salario de Manual de Economa Poltica de Lapidus y Ostrovitianov, Mosc, 1929.

E L S A L A R I O E N L A E C O N O M A C A P I T A L I S T A

1. El salario, precio de la fuerza de trabajo; las formas de salario

La ganancia es la meta de todo capitalista. Ahora bien, como ya lo sabemos, la plusvala que crean los obreros en el proceso de produccin es la nica fuente de ganancia. El capitalista slo puede apropiarse de esta plusvala porque es el poseedor de las mquinas y de los medios de produccin, sin los cuales el obrero no puede emplear su fuerza de trabajo.

El secreto de la produccin de plusvala est en el hecho que cuando el capitalista compra la fuerza de trabajo slo le paga al obrero el valor de la fuerza de trabajo; y no el valor que crea el trabajo. De este modo, la fuerza de trabajo se transforma, en el rgimen capitalista, en una mercanca que tiene un valor determinado. Pero este valor como el de cualquier mercanca tiene que encontrar su expresin en un equivalente determinado, y lo hace frecuentemente en una suma de dinero que es el precio de la fuerza de trabajo y que se llama salario.

Puede parecer, si se juzga por las apariencias, que el salario no slo paga la fuerza de trabajo, sino tambin el trabajo que ha realizado el obrero durante su jornada. Es lo que piensan los capitalistas, que tienen mucho inters en mantener esta concepcin errnea del salario; es lo que piensa a veces, el obrero. La explicacin es la siguiente: 1) El obrero da realmente al capitalista, a cambio de su paga, todo su trabajo de una jornada, 2) El obrero recibe su paga despus que el proceso del trabajo ha terminado y no antes. De esa manera la forma salario disimula y oscurece las relaciones entre obreros y capitalistas. Pero ya hemos explicado bastante la esencia del salario precio de la fuerza de trabajo, al estudiar la plusvala.

Como ya lo hemos dicho, es frecuente expresar el precio de la fuerza de trabajo o salario, en una suma de dinero. Hablamos en este caso de la forma dinero del trabajo.

En los primeros tiempos del desarrollo de la sociedad capitalista era bastante frecuente otra forma de salario, el salario en especies. En este caso, el obrero no reciba dinero del capitalista, sino una cantidad determinada de productos que l mismo produca en la fbrica, o de productos necesarios para su mantenimiento, y para el de su familia, (pan, ropa, etc,) que el patrn haba comprado en el mercado.

Poco a poco, el desarrollo del capitalismo elimina estas formas de retribucin en especies.

Pero, si el salario representa cierta suma de dinero, se comprende que hace falta considerar en la apreciacin de su cantidad, no el dinero en s, sino la cantidad real de los medios de existencia que este dinero representa. Si, por ejemplo, dos obreros, uno de Mosc, el otro de Samara, reciben cada uno dos rublos al da, podemos decir que su salario es el mismo? Aparentemente lo es, si juzgamos aqu por la suma de dinero que reciben (salario nominal). Pero si examinamos el problema ms de cerca, si nos preguntamos por lo que cada obrero puede comprar con sus dos rublos, todo resulta distinto. Primero, el obrero necesita alimentos para mantener y reproducir su propia fuerza de trabajo. El obrero ruso gasta casi la mitad de su presupuesto en alimentarse. Casi el cuarto de su presupuesto, lo gasta en el arriendo. Ahora bien, los alimentos y la vivienda son ms baratos en Samara que en Mosc. Por lo tanto, el salario real del obrero de Samara, a diferencia del salario nominal, ser superior al salario real del obrero de Mosc.

La forma de pago de la fuerza de trabajo (en dinero o en especies) y el modo de calcular el salario son tan importantes para el obrero como para el capitalista.

En la sociedad capitalista se conocen dos formas esenciales de salario: salario por tiempo, y salario por piezas.

El obrero pagado por tiempo recibe un salario determinado por hora, jornada, semana, o mes.

El obrero pagado por piezas, es pagado segn la cantidad de mercancas que produce, independientemente en apariencia del tiempo de trabajo. Cul es el resultado que se logra con esta forma de salario?

El obrero pagado por tiempo no tiene particular inters en trabajar intensivamente, trabaje ms o menos, el salario de la jornada no cambiar. El obrero pagado por piezas tiene siempre presente que cuanto menos hace, menos recibe. En el caso del salario por jornada, el capitalista tiene que mantener a todo un personal de capataces para que los obreros no se relajen durante el trabajo. En el trabajo por piezas esta vigilancia se vuelve intil, el mismo sistema apura al obrero y lo obliga a trabajar ms intensamente. Y cuanto ms intenso es el trabajo del obrero, ms plusvala produce para el capitalista.

Pero cmo se determina el salario que el obrero pagado a trato recibe por cada pieza? No es difcil adivinar que, como el salario debe proporcionar al obrero el valor de los medios socialmente necesarios para su existencia, el salario por piezas debe calcularse de manera que el obrero medio pueda ganar en su jornada lo que le hace falta para recuperar sus fuerzas. Supongamos que cada obrera de un taller de confeccin cosa, como trmino medio, cinco (5) camisas al da. Supongamos que necesite, para vivir, cuatro escudos al da. Es evidente, que el equilibrio de la fuerza de trabajo slo puede mantenerse si la obrera recibe ochocientos pesos por camisa. Consideremos que el capitalista le d este precio. Se limitarn todas las obreras a coser cinco camisas al da? La obrera que vive en una pobreza constante intentar producir ms para ganar ms y har, por ejemplo, seis camisas al da, lo que le proporcionar un salario de cuatro escudos ochocientos. Una obrera experta ser imitada por otras; cierta emulacin se producir porque cada obrera intentar producir ms que las dems. Puede ser que ocurra, finalmente, que muchas obreras hagan ms de seis camisas al da. Qu pasar entonces? Como la obrera media cose ahora seis (6) camisas al da, basta, para que pueda vivir, que reciba por cada camisa cuatro escudos divididos por seis, o sea, seiscientos sesenta pesos. Si, al precio de un nuevo esfuerzo, las obreras consiguen producir como trmino medio siete (7) camisas al da, el precio que recibe por camisa bajar de nuevo esta vez, a quinientos sesenta pesos.

De este modo, la ventaja que los obreros sacan del trabajo por piezas recuerda al pjaro azul que buscaban los nios en el drama de Masterlink. Cada vez que crean encontrarlo apenas lo tenan entre sus manos, el pjaro azul se pona gris.

La tensin extrema del trabajo, consecuencia del trabajo por piezas, es nefasta para la clase obrera. Conduce al cansancio crnico, a la nerviosidad, al deterioro prematuro del organismo del trabajador; adems de la baja del salario, el trabajo por piezas provoca la competencia, la envidia y el desacuerdo entre los obreros. Adems, tambin puede ocurrir que la recompensa del esfuerzo de los obreros sea la cesanta, pues la produccin ms fuerte de cada trabajador permite emplear menos trabajadores para una labor determinada. Finalmente, el trabajo por piezas puede dar una idea equivocada del salario, parece que cada pieza que hace el obrero le es pagada (apariencia), mientras que, en realidad, el capitalista slo le paga una parte del valor del producto de su trabajo. Se oculta, de esta manera, el hecho mismo de la explotacin.

Esta es la razn por la cual, en los pases capitalistas, los obreros organizados luchan desde hace tiempo contra el trabajo por piezas, y piden el salario por hora, jornada, o por semana.

Adems de estos dos modos fundamentales de calcular el salario existen en la sociedad capitalista varios otros modos secundarios.

Esos modos se caracterizan, en todas sus variedades, por la intencin de disimular el carcter de clase de la sociedad capitalista, por la intencin de ocultar la explotacin misma y de obligar al obrero, ofrecindole cebos engaosos, a trabajar con ms necesidad sin necesidad de emplear violencia exterior,

En primer lugar, se debe mencionar aqu el sistema de las primas.

Este consiste en establecer una norma determinada para la produccin diaria del obrero (digamos, para volver a nuestro ejemplo, cinco camisas). El obrero recibe un salario diario determinado (supongamos, cuatro escudos). Pero si la produccin de la jornada es ms alta que la norma preescrita, se le paga una prima por cada pieza suplementaria.

No hace falta decir que este sistema no es ms que una variedad del trabajo por piezas y, muchas veces, peor que este ltimo. Pues, como el capitalista considera el pago de piezas suplementarias como una prima y no como el salario normal de la fuerza de trabajo, slo paga el trabajo suplementario en una proporcin insignificante: si la obrera ha cosido dos camisas ms, recompensar su celo dndole una prima de un escudo, pagndole, por lo tanto, quinientos pesos por cada camisa confeccionada por sobre la norma, siendo, en realidad, ochocientos pesos el precio de una camisa segn la norma. An cuando ocurre que el capitalista pague por piezas la produccin suplementaria, no le paga, en general, al mismo precio que la produccin normal de la jornada.

Sealemos, en segundo lugar, el sistema de la participacin obrera en las utilidades.

En este sistema; el obrero recibe a fines de ao, adems de su salario, una suma de dinero complementaria que representa, aparentemente, la parte de las utilidades que el capitalista entrega a sus obreros.

No es difcil comprender el mecanismo de esta participacin en las utilidades: el capitalista quiere obtener de sus obreros un trabajo ms intenso y, con este fin, los interesa en el rendimiento de la empresa; de este modo intenta suscitar en ellos el sentimiento de que sus intereses coinciden plenamente con los del patrn.

Se entiende que esta participacin en las ganancias no es ms que un engao y slo perjudica a los obreros: el porcentaje que el capitalista da al obrero es insignificante ya que toma la precaucin de reducir previamente, en la misma proporcin, el salario principal. Muchas veces el obrero se encuentra atado a la empresa por un tiempo bastante largo, porque el capitalista slo paga los beneficios al cabo de cierto tiempo, a fines de ao, por ejemplo.

No obstante, los obreros se han dado generalmente cuenta del perjuicio que les causa este sistema, y por esta razn, no se extendi mucho.

Para concluir, tenemos que mencionar, adems, otra forma de salario: el sistema de la escala variable.

En este sistema el salario cambia, segn el precio de la mercanca que producen los obreros. Sin hablar de las falsificaciones y de los fraudes que pueden producirse, recordemos que de este modo el salario depende de las variaciones del mercado. El capitalista, que tiene que enfrentarse con sus competidores, disminuye el precio de venta de sus mercancas, y, con la ayuda de la escala variable de los salarios, hace recaer en sus obreros parte de los riesgos de la baja de los precios.

2.Los factores de salario

El salario no es ms que el precio de una mercanca determinada, la fuerza de trabajo. Finalmente, el nivel del salario se determina, como todos los precios, por el valor.

Al capitalista aislado le interesa comprar en el mercado la fuerza de trabajo y pagarla al precio ms bajo (mientras menos paga por la fuerza de trabajo, ms plusvala obtiene), pero desde el punto de vista de la sociedad capitalista entera, desde el punto de vista del equilibrio social, no slo interesa que la fuerza de trabajo se pague hoy al precio ms bajo, sino que tambin el flujo de fuerza de trabajo sea constante, que esta fuerza, en otros trminos, no deje de reproducirse.

Y esto slo es posible, si el conjunto de la clase obrera recibe por su fuerza de trabajo un equivalente que le permita, en el futuro, reconstituir esta fuerza de trabajo y volver a ponerla a disposicin del capitalista. Si hubiera tantos obreros como los que el capitalista necesita, cada obrero recibira exactamente el valor de su fuerza de trabajo. Pero no es as, la oferta y la demanda de trabajo no estn equilibradas, o mejor dicho, casi nunca lo estn. Esta es la razn por la cual el precio de la fuerza de trabajo, el salario, se aleja siempre de su valor, siendo ste, como en cualquier mercanca, el punto en torno al cual oscilan los precios.

Por lo tanto, para conocer las circunstancias de la cuales depende el salario del obrero en la sociedad capitalista, debemos tener claro:

1) de qu depende el valor de la fuerza de trabajo

2) cmo se producen las modificaciones de la oferta y la demanda de la fuerza de trabajo, que provocan variaciones incesantes de los salarios en torno al valor.

Ya sabemos de qu depende el valor de la fuerza de trabajo.

Hemos visto que puede ser ms o menos grande la variacin segn el sexo y la edad del trabajador, segn su grado de cultura y la instruccin profesional, y, en cierta medida, segn la intensidad del trabajo.

La situacin de la fuerza de trabajo en el mercado, la demanda de los capitalistas y la oferta de los obreros dependen de un gran nmero de circunstancias, y antes que nada, naturalmente, del estado general de la industria y la economa.

En las etapas de desarrollo, cuando las viejas empresas se amplan o cuando se crean nuevas empresas, la demanda de mano de obra puede crecer. Pero, como cualquiera ampliacin de la produccin es la consecuencia de un progreso de la tcnica, de la introduccin de mquinas nuevas, ms perfeccionadas, la demanda de la mano de obra aumenta mucho ms lentamente que la produccin. El capitalista introduce una mquina ms perfeccionada porque le asegura un rendimiento de trabajo superior al de la mquina precedente y tambin una mayor intensidad del trabajo.

De manera que, si el capitalista duplica la produccin de su empresa, no necesitar, con mejores mquinas, duplicar el nmero de sus obreros. Por ejemplo, ser suficiente que aumente un 50% la cantidad de operarios.

Eso es lo que ocurre en las etapas de auge y crecimiento del desarrollo industrial. Pero, en las condiciones de la anarqua capitalista, crisis y depresiones econmicas suceden inevitablemente a pocas de prosperidad. Entonces, se comprende por qu la mano de obra disminuye de repente en cifras absolutas. El capitalista despide incluso a una parte de su personal.

El innumerable ejrcito de los cesantes que va a llamar a las puertas de los capitalistas crea, es fcil concebirlo, una situacin tal que el trabajador que ha tenido la suerte de continuar trabajando en la fbrica, para no quedar cesante, no puede ni siquiera soar con recibir el valor ntegro de su fuerza de trabajo.

El obrero ya no puede, por causa de esta baja del salario, reproducir su fuerza de trabajo. Pero qu resulta de esta situacin? Al capitalista le tiene sin cuidado que se vaya un obrero que ya no est en estado de trabajar; existe la reserva de los cesantes (ejrcito de desocupados) que estn esperando para reemplazarlo enseguida; los cesantes estn esperando que el capitalista los llame y que les ofrezca la posibilidad de trabajar, es decir, de ser explotados.

La situacin del obrero, en cuanto al nivel de salario se refiere, se agrava an ms por el hecho de que el ejrcito de reserva de los cesantes, que siempre est a disposicin del capitalista, aumenta continuamente sus filas con elementos que proceden de las clases intermedias de la sociedad, y sobretodo del campo y de la pequea burguesa. El desarrollo del capitalismo, como lo veremos ms adelante, arruina estas capas sociales y las empuja hacia el proletariado. Como son poco cultos, como tiene exigencias relativamente elementales y son dbiles en la lucha contra el capitalista, se transforman en las vctimas y, al mismo tiempo, contribuyen a la disminucin de los salarios de los dems obreros.

Esto es lo que explica (junto con el reemplazo relativo y constante de los obreros por las mquinas), que la cesanta exista no slo en las pocas de decadencia, sino tambin en las pocas de prosperidad del capitalismo.

Masas innumerables de cesantes no se limitan a buscar trabajo cerca de su residencia. El desarrollo de las comunicaciones les permite ir a cualquier parte donde tienen la esperanza de encontrar trabajo. En todos los pases, los obreros de las regiones agrcolas se trasladan hacia las regiones industriales. De este modo, en Rusia, un movimiento incesante de campesinos se traslada de los campos hacia Mosc y hacia Leningrado y de una manera ms general, hacia los suburbios industriales de esas ciudades. Los campesinos emigraron en masa de las regiones del Volga hacia Bah, cuando se desarroll en sta ciudad la industria petrolera.

La mano de obra no se traslada nicamente dentro de las fronteras de un estado: masas de cesantes dejan los pases atrasados en los cuales existe una numerosa clase campesina miserable y una pequea burguesa arruinada, para ir hacia los pases industriales donde la mano de obra es insuficiente y se paga mejor. El imperio ruso, Polonia e Italia, desde haca tiempo proporcionaban mano de obra a la naciente industria de los Estados Unidos. En los ltimos veinte aos (19101930) una nueva reserva de fuerza de trabajo se ofreci al capitalismo mundial. Es el ocano humano del Oriente, de China y sobretodo de Japn.

Tal es, en general la situacin de la fuerza del trabajo en el mercado.

Aunque el obrero y el capitalista se presentan aparentemente en el mercado como dos poseedores iguales de mercancas, uno como el poseedor de la fuerza de trabajo y el otro como poseedor de dinero que transformar en salario sabemos que en esta lucha el obrero tiene todas las de perder.

Hemos visto que el capitalista tiene el monopolio de los medios de produccin, monopolio que obliga al obrero a vender su fuerza de trabajo; hemos hablado del inmenso ejrcito de reserva de los cesantes que est siempre a disposicin de los capitalistas y dispuesto a facilitarles la disminucin de los salarios. A travs de las medidas ms variadas para intensificar el trabajo, a travs del progreso de la tcnica, a travs del trabajo por piezas, a travs del trabajo de la mujer y de los nios, a travs de la prolongacin de la jornada de trabajo, el capitalista intenta disminuir el salario, o, por lo menos, la participacin del obrero en la masa de los valores creados y aumentar, por lo tanto, la plusvala absoluta o relativa.

Las aspiraciones del capitalista se oponen a la resistencia de quienes venden su fuerza de trabajo, es decir, de la clase obrera. De la fuerza de esta resistencia pueden depender, en cierta medida, la participacin del obrero en el producto de trabajo y el salario. Cuanto ms dbil es la clase obrera, menos organizada est, menos posibilidades de xito tiene. El capitalista prefiere tratar con obreros que no estn unidos entre ellos y que se las arreglan cada uno por su lado. En cambio, los intereses vitales de los obreros los empujan a organizarse solidariamente para luchar juntos contra la clase capitalista. La empresa capitalista moderna, donde centenares y a veces millares de proletarios trabajan juntos, contribuye a unirlos.

El sindicato es, en la historia, la primera forma de asociacin de obreros. Los sindicatos aparecieron hace doscientos aos, en el pas donde el capitalismo industrial conoci su primer desarrollo, en Inglaterra, y hoy en da organizan en casi todos los pases del mundo la masa formidable de casi cincuenta millones de proletarios.

El papel de los sindicatos en la lucha por el aumento de los salarios y por el mejoramiento de las condiciones de trabajo es inmenso.

De los medios de accin de los sindicatos que se conocen, la huelga es el primero de ellos.

Los sindicatos, reconocidos por el capitalista, se esfuerzan por imponerle el contrato colectivo que precisa las condiciones de salario, contratacin, jornada de trabajo, etc.

Los sindicatos, con la ayuda de la accin poltica de la clase obrera, actan directamente en contra de grupos o de algunos capitalistas; en el rgimen capitalista esta accin combinada tiene, a veces, como resultado, logro de ciertas reivindicaciones, como limitaciones de las jornadas de trabajo, del trabajo de las mujeres y de los nios, etc....

Pero sea cual fuere la importancia de los xitos de la clase obrera en la lucha por el mejoramiento de las condiciones de trabajo y aumento de los salarios, estos xitos son, hay que confesarlo, muy limitados dentro del marco del rgimen capitalista.

La lucha de los obreros por el mejoramiento de su condicin choca, primero, con un gran obstculo: adems de la riqueza, los capitalistas tienen el poder poltico que no permite a los obreros salirse de ciertos lmites. A la huelga, los capitalistas opusieron el lock-out, es decir, la clausura de las empresas, lo que condena a los obreros al hambre.

El ejemplo ms notable al respecto es la huelga de los mineros ingleses que defendieron, durante largos meses con un herosmo incomparable, su derecho a las jornadas de siete horas y a las tarifas en vigor. La burguesa emple todos los medios posibles para vencerlos. El gobierno, la Iglesia, la prensa, el parlamento, la polica, la tropa, los emigrados rusos blancos y hasta las organizaciones sindicales inglesas y sus dirigentes reformistas, fueron movilizados por la burguesa en esta lucha contra los mineros. Finalmente, los obreros capitularon bajo la presin del hambre, la miseria y la traicin de sus propios jefes. La derrota de los mineros ingleses dio la seal para una nueva ofensiva contra la clase obrera en Inglaterra y en otros pases. Y no hace falta ser profeta para predecir que la situacin de la clase obrera empeorar despus de esta lucha.

Veremos ms adelante, en el captulo de la acumulacin capitalista que existe una tendencia general a la disminucin de la participacin de los obreros en la renta social. Con su trabajo, los obreros crean, cantidades siempre ms grandes de plusvala; pero la parte de los bienes que corresponde a los productores mismos no deja de disminuir. El hecho de que el obrero europeo y norteamericano reciba hoy en da un salario superior al de hace cincuenta o cien aos no est en contradiccin con la disminucin de la participacin del obrero en la suma total de la renta, porque la intensidad y el rendimiento del trabajo crecieron todava muchsimo ms, y la suma del ingreso del capitalista creci infinitamente ms que la de los asalariados. Un pas tan rico como los Estados Unidos nos da el ejemplo ms sorprendente de esta tendencia: El pas del capitalismo prspero no escap a esta tendencia a la disminucin de la participacin de la clase obrera en la renta nacional. El prodigioso aumento del rendimiento del trabajo del obrero obtenido en la industria no corresponde al aumento de los salarios. El rendimiento medio de un obrero norteamericano aument de 1916 a 1919 (en tan solo tres aos) en un 30%, mientras el salario nominal solo aumentaba en un 11%.

Ya hemos hablado, a propsito de la plusvala, de las desastrosas consecuencias que tiene para la clase obrera el desarrollo de la tcnica en el rgimen capitalista; y hemos dicho que, por esta causa, todas las ventajas de los aumentos de salario, a veces, se reducen a nada.

En cuanto a la Europa capitalista despus de la Gran Guerra, no slo se observa una disminucin relativa de la participacin del obrero en la suma total de la renta, sino tambin una disminucin absoluta de los salarios.

G. Zinoviev indicaba en la sexta sesin del comit Ejecutivo ampliado de la Internacional Comunista, el 20 de febrero de 1926, que el salario real de los obreros europeos, comparado con su salario de antes de la guerra se expresaba a fines de 1925 con las siguientes cifras: Inglaterra con el 99%, Francia con el 90%, Alemania con el 75%, Italia con el 90%, Balcanes con el 50%. Haba en Europa 5 millones de cesantes.

En los dos aos que siguieron, la situacin de la clase obrera no mejor. Ya hemos mencionado la ofensiva de los capitalistas ingleses contra la clase obrera (imitada por otros capitalistas), despus de la derrota de los mineros. Tambin hemos analizado lo que la racionalizacin ms reciente trae a los obreros.

He aqu algunos datos sobre el costo de vida de una familia obrera y el salario real en Italia y en Polonia

POLONIA

ITALIA

costo mnimo de vida

(mensual) 350500 9001000

(zloty) (liras)

Salario

(mensual)

200300

200700

La misma diferencia se observa en otros pases.

Estos hechos nos demuestran muy claramente que los obreros no obtendrn un mejoramiento radical de su situacin en ningn pas capitalista.

Slo con la destruccin del rgimen capitalista de produccin y con el paso a la nueva sociedad socialista, que ya no estar basada sobre la explotacin, entonces la situacin de la clase obrera puede cambiar radicalmente.

Sera errneo concluir de lo anterior que la lucha econmica no tiene significacin en el cuadro del rgimen capitalista, y que por lo tanto los sindicatos son superfluos; adems del xito relativo que hemos mencionado en la lucha por la jornada de trabajo, por los salarios, etc., hay que sealar que la accin misma de los sindicatos acostumbra a la masa obrera a organizarse y a luchar y, de este modo, la prepara para la accin decisiva por el socialismo.

El hecho de que la cada del capitalismo es la nica solucin para abrir nuevas perspectivas a la clase obrera aparecer con gran claridad cuando examinemos el problema del salario y del trabajo en la URSS.

Captulo V de El gran descubrimiento de Carlos Marx, V. Afansiev y V. Lantsov, Editorial Progreso, Mosc, 1986.

LOS DOS ASPECTOS DEL SALARIO BAJO EL CAPITALISMO

La teora de Marx acerca de la naturaleza dual del trabajo de los productores de mercancas ofrece la clave para explicar la esencia de tan complejo fenmeno de la economa capitalista como el salario de los obreros asalariados.

1. Salario nominal y salario real.

Bajo el capitalismo, la forma mercantil de la fuerza de trabajo (en virtud de que los productores directos de mercancas han sido liberados tanto de la dependencia personal como de los medios de produccin, en virtud del desarrollo de las relaciones mercantiles rigiendo la propiedad capitalista privada) adquiere carcter dominante y, a la par que ella, se desarrolla tambin el salario como forma especfica de manifestacin del valor de la fuerza de trabajo.

Como se sabe, el salario como fenmeno especfico surgi ya bajo el rgimen esclavista reflejando la transformacin espordica de la fuerza de trabajo en mercanca. Platn, por ejemplo, en su descripcin de la estructura social de la sociedad habla de asalariados que venden su fuerza y dan el nombre de sueldo a dicha venta...

Bajo el capitalismo el salario es una forma transfigurada del valor y del precio de una mercanca especial: la fuerza de trabajo. El salario es la expresin de doble transformacin del valor de la fuerza de trabajo en el sentido de que, en primer lugar, este valor, determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario, adquiere inicialmente la fuerza transfigurada de precio de la fuerza de trabajo (es la magnitud del futuro pago, prevista en la contratacin de la fuerza de trabajo), fijado ya antes de la incorporacin de la fuerza de trabajo al proceso de la produccin y expresado, lo mismo que siempre cuando el dinero cumple la funcin de medida del valor, en dinero ideal; en segundo lugar, despus de terminado el proceso laboral, el precio de la fuerza de trabajo adquiere, a su vez, la forma transfigurada de salario que aparece exteriormente de modo tergiversado e irracional como precio del trabajo, que vela [y enmascara] la explotacin del trabajo asalariado por la burguesa.

En forma esquemtica esto podra representarse de la siguiente manera:

1) Valor de la fuerza de trabajo expresado en horas de tiempo necesario de trabajo y encarnado en la personalidad viva del obrero

4 horas

2) Precio de la fuerza de trabajo, que se fija durante la contratacin de la fuerza de trabajo y se expresa en dinero ideal.

4 dlares

3) Valor creado por la fuerza de trabajo en el proceso de la produccin

4 horas 4 horas

v p

4) Salario como expresin monetaria irracional (en forma de precio de trabajo) del valor y el precio de la fuerza de trabajo

4 dlares

Por consiguiente, el salario es la expresin monetaria (aunque la forma irracional de precio de trabajo) del valor y del precio de la fuerza de trabajo, que crea la ilusin de la total remuneracin del trabajo del obrero y de ausencia de explotacin del trabajo por el capital. Mientras tanto, en realidad, el obrero no vende trabajo, sino su capacidad de trabajar, su fuerza de trabajo cuya forma transfigurada del valor y del precio es el salario nominal.

En consecuencia, el salario es directamente el salario nominal en metlico, una determinada cuanta que el obrero percibe por vender su fuerza de trabajo.

Lo mismo que cualquier fenmeno de la economa mercantil, el salario nominal posee dos aspectos: ad valorem y el natural o material.

Examinado desde el punto de vista del valor, el salario nominal es la expresin en forma monetaria del valor de la fuerza de trabajo. Nos parece de sustancial importancia el que se recalque el aspecto ad valorem, por cuanto el salario viene regulado por el valor de la fuerza de trabajo a travs del valor encarnado en el salario. El cambio del valor de la fuerza de trabajo repercute directamente en el cambio del valor representado en el salario nominal y, a travs de ste, en el total de valores de uso que el obrero percibe a cambio del salario nominal. Precisamente por esta razn Marx y Engels estimaban necesario destacar la categora el valor del salario refirindose al valor encarnado en el salario [mismo]. Cuando el valor encarnado en el salario se rezaga respecto del valor de la fuerza de trabajo resulta indispensable el uso de este trmino.

El otro aspecto del salario nominal su caracterstica natural o material es la determinada suma de valores de uso que puede comprar a cambio de este salario nominal y constituye el salario real. As, el salario directamente real no es ms que el total de valores de uso que se puede obtener a cambio del salario nominal.

La naturaleza dual del salario puede expresarse en forma esquemtica de la siguiente manera (ver ESQUEMA).

El salario real, siendo iguales las dems condiciones, depende directamente de la magnitud del salario nominal (en proporcin directa) y del nivel de los precios de los artculos de uso y de consumo (en proporcin inversa).

La diferenciacin del salario nominal en valor encarnado en l y en el total de valores de uso representados potencialmente en el salario nominal corresponde a la naturaleza socioeconmica del fenmeno y es de importancia sustancial para la investigacin de las regularidades cuantitativas del movimiento del salario segn sean los cambios que experimenta el valor de la fuerza de trabajo.

2. Contradicciones en el movimiento del valor y de la fuerza de trabajo, del salario nominal y del real en la economa capitalista contempornea.

Es tpico del capitalismo moderno el crecimiento de la caresta, del costo de la vida. Suben con rapidez los precios de los artculos de uso y de consumo y los servicios, que los monopolios alzan artificialmente, aumentan los alquileres y crecen los impuestos. El aumento del coste de vida acusa una tendencia creciente. En 19611970, el coste de la vida en los pases capitalistas desarrollados creca anualmente por trmino medio un 3,4% y en 19711979 un 8,6%. En 1979 la tasa de inflacin fue: en los EE.UU., de un 13%; en Francia, un 12%; en Inglaterra de 15%. En los EE.UU., los precios de los artculos de uso y consumo subieron en 1980 un 12, 4%, y en 1981, un 8,9%. El ndice de estos precios (1967=100); en Inglaterra, a 538, 3; en Italia, a 631,8; en Francia, a 407,8, y en el Japn, a 309,7. Las masas laboriosas presentan cada vez ms resueltamente demandas de elevar los salarios, de implantar un control democrtico sobre la formacin de los precios y de sofrenar los monopolios. La lucha huelgustica de la clase obrera en nuestros das testimonia su creciente grado de organizacin. Esta lucha adquiere con creciente frecuencia carcter de lucha nacional del trabajo contra el capital. La lucha econmica de la clase obrera de los pases capitalistas adquiere cada vez en mayor medida la tendencia a convertirse en lucha poltica contra los fundamentos mismos del rgimen capitalista, contra el monopolio de la burguesa sobre los medios de produccin y el poder poltico en la sociedad burguesa.

Un problema difcil de la economa capitalista contempornea es el de la correlacin entre la dinmica del valor de la fuerza de trabajo y la del salario. A primera vista se tiene la impresin de que el salario no es regulado por el valor de la fuerza de trabajo, puesto que se exterioriza claramente un fenmeno paradjico: el movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su precio, el salario.

Por una parte, las conclusiones tericas, as como los datos estadsticos, incluidos los referentes al crecimiento de la productividad del trabajo, prueban que la tendencia fundamental en el cambio del valor de la fuerza de trabajo que se va abriendo paso a travs de las distintas desviaciones y alteraciones es la tendencia decreciente con motivo del crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social, resultado comn de la accin de numerosos factores, a veces opuestos por su sentido.

Por otra parte, los datos estadsticos de los pases desarrollados del mundo capitalista referentes a un perodo largo muestran que el movimiento del salario nominal y el real no acusa, como era de esperar partiendo de la dinmica del valor de la fuerza de trabajo, tendencia decreciente algo sistemtica. Es ms, existen todos los fundamentos para admitir que la tendencia principal del movimiento del salario medio nominal y real que se advierte cuando se examinan tanto las irregularidades de su crecimiento en el tiempo y por pases como los descensos considerables en determinados perodos, a veces bastante largos).

Segn datos de la estadstica norteamericana, por ejemplo, el promedio del salario real semanal en el sector no agrcola de la economa ha crecido en el perodo postblico. Sin embargo este crecimiento se ha interrumpido a menudo con largos perodos de descenso, incluido el de principios de la dcada del 70 hasta principios de la del 80.

Tabla: Dinmica del promedio del salario real semanal en el sector no agrcola de la economa norteamericana en 19721983. (1972=100)

197219731974197519761977197819791980198119821983

10099,995,892,894,295,295,492,487,185,784,686,3

De la tabla se infiere que hacia 1983 el salario real, incluso segn datos oficiales, se redujo contra 1972 un 15, 4%. Es esto una de las mltiples manifestaciones de la ofensiva sobre las posiciones de la clase obrera, incluida la ofensiva de la reaganoma, desplegada por los medios gobernantes de los EE.UU . desde principios de los aos 70.

En relacin con ello surge la pregunta de si es verdad que en la dinmica del valor de la fuerza de trabajo la fundamental es la tendencia decreciente, y del salario real y nominal, creciente, de qu relacin guardan estos procesos con la ley del valor de la fuerza de trabajo, que regula el movimiento del salario como forma metamorfoseada del valor y el precio de la fuerza de trabajo.Sin embargo, antes de emprender la solucin de este problema veremos se existe realmente esta paradoja econmica. En las publicaciones suelen expresarse opiniones de que la tendencia principal del valor de la fuerza de trabajo consiste en el acrecentamiento de dicho valor, por cuya razn crece tambin el salario de los obreros y no existe disparidad alguna, y tanto menos, movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y su precio, el salario.

A nuestro juicio, este punto de vista no es tericamente convincente, ya que arranca de varios supuestos que no se formulan con diafanidad, sino que se admiten simplemente, incluida la premisa de que el factor decisivo del aumento de la produccin de mercancas por unidad de tiempo en los pases capitalistas desarrollados modernos durante largos perodos, calculados en decenios, no es el crecimiento de la fuerza productiva del trabajo, sino el de la intensidad de este ltimo.

Ahora bien, incluso partiendo de este supuesto, no es obligatorio, ni mucho menos, que se acreciente el valor de la fuerza de trabajo. Es sabido que, con la elevacin de la intensidad de trabajo, el valor de la mercanca no se acrecienta, sino que permanece invariable, aunque aumenta la cantidad de mercancas producidas en la unidad de tiempo, y se acrecienta tambin el total del valor producido. Y esto quiere decir que el valor de la unidad de mercanca, en resumidas cuentas, se reduce, por cuanto, a la par que el crecimiento de la intensidad del trabajo, aumenta tambin la fuerza productiva del mismo.

Y en la prctica no es el crecimiento de la intensidad, sino el de la fuerza productiva del trabajo el que constituye el factor principal de aumento de la produccin de mercancas en la unidad de tiempo. Este significado decisivo de la fuerza productiva del trabajo se debe a que, en realidad, sus posibilidades no tienen lmite, mientras que las posibilidades de elevar la intensidad del trabajo tienen lmites sociales y fisiolgicos.

Al propio tiempo sera errneo subestimar el significado del crecimiento de la intensidad de trabajo como medio de suma importancia para elevar la productividad del trabajo y, por tanto recrudecer la explotacin de los obreros bajo el capitalismo. El ascenso de la intensidad del trabajo posee determinadas reservas. Trtase, por ejemplo, del cambio de la estructura de los gastos de trabajo del obrero, del aumento de la proporcin de los gastos intelectuales y nerviosos y de la disminucin de la proporcin de los gastos del trabajo fsico. Importante condicin del considerable crecimiento de la intensidad del trabajo es la reduccin de la jornada laboral. El crecimiento de la intensidad del trabajo es particularmente deseable para la burguesa, puesto que permite aumentar la produccin de mercancas sin inversiones suplementarias considerables de capital. No obstante, el factor decisivo, que determina la dinmica del valor de las mercancas y, por tanto, la dinmica de la fuerza de trabajo, sigue siendo la elevacin de la fuerza productiva del trabajo.

Otra suposicin semejante es la tesis del acrecentamiento de la complejidad del trabajo que ejecuta la moderna fuerza de trabajo. Aqu se saca la conclusin de que la produccin de fuerza de trabajo complejo requiere aumento de gastos de trabajo social, lo que lleva al aumento del valor de la fuerza de trabajo. Como es sabido, el trabajo complejo crea en la unidad de tiempo de un valor mayor que el trabajo simple. Por eso se admite que la elevacin de la complejidad del trabajo permite reproducir el acrecido valor de la fuerza de trabajo en un perodo de tiempo de trabajo ms corto que antes. En consecuencia, como se estima, el valor de la fuerza de trabajo crecer en trminos absolutos, pero disminuir en trminos relativos en la estructura de la jornada laboral, lo que llevar al acrecentamiento absoluto y relativo de la plusvala.

Con semejante enfoque, dirase, se llega a la explicacin de todo el conjunto de factores relacionados con la dinmica del valor de la fuerza de trabajo y del salario real. En efecto, si crece en trminos absolutos el valor de la fuerza de trabajo merced al crecimiento de la complejidad de ste, es natural que el salario real acuse una tendencia ascendente. Si, adems, el valor de la fuerza de trabajo disminuye en trminos relativos, la plusvala crece absoluta y relativamente, lo que se expresa tanto en el crecimiento de la cuota y la masa de plusvala como la masa de ganancias capitalistas.

Sin embargo, la referencia al crecimiento de la complejidad del trabajo, que efectivamente tiene lugar, no explica la correlacin que nos interesa, ante todo porque, lo mismo que el primer supuesto, el que hace hincapi en el crecimiento de la intensidad de trabajo, elude lo principal, a saber, el crecimiento de la fuerza productiva social del trabajo, relacionado con el acrecentamiento de la complejidad de dicho trabajo y con otras causas. Se pierde de vista el hecho de que el acrecentamiento de la complejidad del trabajo es prueba de que se ha alcanzado un nivel cualitativamente nuevo en el desarrollo de las fuerzas productivas que condiciona el progreso ms rpido de la fuerza productiva social del trabajo en comparacin con los gastos de trabajo para la preparacin de fuerza de trabajo compleja. Los clculos muestran que el acrecentamiento de la complejidad de la fuerza de trabajo, as como los subsiguientes aumentos de los gastos de trabajo y crecimiento de las demandas socialmente necesarias de los obreros frenan el descenso del valor de la fuerza de trabajo, y no estimulan su acrecentamiento, ni mucho menos.

La tesis del crecimiento del valor de la fuerza de trabajo como principal tendencia del desarrollo de sta da lugar a varias conclusiones que se contradicen tanto con los innumerables hechos de la realidad capitalista como con los enunciados de la teora econmica.

Si admitimos que el valor de la fuerza de trabajo se acrecienta, por lo visto, habr que reconocer que ya bien el valor de los artculos de uso y consumo tiene una tendencia creciente durante largos perodos de tiempo, ya bien el volumen de las necesidades satisfechas de los obreros crece con ms rapidez que la productividad del trabajo, ya bien el valor de la fuerza trabajo ha perdido su nexo objetivo con el nivel de las fuerzas productivas de la sociedad. No hay fundamento suficiente para argumentar ninguna de estas conclusiones. El valor de la fuerza de trabajo, al igual que de cualquier otra mercanca de la sociedad capitalista, se halla en dependencia proporcional inversa del cambio de la fuerza productiva del trabajo social, aunque tambin respecto de esta dependencia, la fuerza de trabajo, en tanto que mercanca especfica, posee varias peculiaridades sustanciales. El descenso del valor de la fuerza de trabajo constituye una base econmica de suma importancia para el funcionamiento de la produccin capitalista cuyo objetivo es el constante aumento de la explotacin del proletariado, as como el acrecentamiento tanto de la masa como de la cuota de plusvala. Y la forma decisiva de crecimiento de la explotacin del proletariado es el aumento de la produccin de plusvala relativa. El valor de las mercancas escriba Marx est en razn inversa a la fuerza productiva del trabajo. Y otro tanto acontece con el valor de la fuerza de trabajo, ya que ste se halla determinado por los valores de las mercancas. En cambio, la plusvala relativa est en razn directa a la fuerza productiva del trabajo, aumentando cuando sta aumenta, y disminuyendo cuando ella disminuye... Por eso es afn inmanente y tendencia constante del capital reforzar la fuerza productiva del trabajo, para este modo abaratar las mercancas y, con ellas los obreros.

Una causa importante del desarrollo de la industrializacin capitalista comenzando por la industria ligera, y no la pesada, fue el afn de la burguesa de disminuir el valor de la fuerza de trabajo, abaratarla a fin de, aumentando la masa y la cuota de plusvala, crear condiciones propicias para la acumulacin de capital. El fomento de la industria ligera result ventajoso desde el punto de vista no ya slo de unos u otros capitalistas (puesto que la rotacin del capital en esta rama de la produccin es ms rpida), sino de toda la clase capitalista, esta hermandad masnica que explota a la clase obrera.

El supuesto del crecimiento del valor de la fuerza de trabajo se contradice tanto con la esencia como con las consecuencias ms importante de la ley de la plusvala. Si durante un largo perodo crece el tiempo socialmente necesario de trabajo indispensable para la reproduccin de la fuerza trabajo, el plustiempo de trabajo debe disminuir correlativamente, y a la vez deben reducirse la cuota de plusvala y las proporciones absolutas y relativas de la explotacin del trabajo asalariado, sobre todo al reducirse la jornada laboral. Mientras tanto, los datos referentes al movimiento de la masa de plusvala y de su cuota prueban su crecimiento, y no su reduccin, prueban que la explotacin de la clase obrera crece.

El acrecentamiento del valor de la fuerza de trabajo reducira las posibilidades de reproduccin capitalista ampliada. Con el aumento del tiempo necesario de trabajo y la disminucin del plustiempo de trabajo y, por consiguiente, con la reduccin de la plusvala debera surgir a la corta o a la larga una tendencia a la relativa disminucin de la parte acumulable de la plusvala, lo que conduce directamente a la reduccin del volumen de la acumulacin y al descenso de la tasa de reproduccin ampliada, es decir, a la sustitucin de la reproduccin capitalista ampliada con la simple. Adems, cabe tener presente que se trata del valor de la reproduccin slo de la parte de las potencias laborales del obrero que ste vende en calidad de mercanca al capitalista, y no de todo el conjunto de estas potencias que se hallan, en realidad, en poder del obrero, y tanto menos de las demandas socialmente normales que presenta el desarrollo universal del individuo.

La tasa de reproduccin capitalista ampliada es efectivamente baja respecto de las posibilidades potenciales de las fuerzas productivas, pero no por ser extraordinariamente elevados los salarios de los obreros y, por eso, insuficiente la acumulacin de capital monetario, como afirman los economistas burgueses. En realidad, son tpicos del capitalismo moderno, por una parte, el excedente de capital monetario disponible y, por otra, la superacumulacin de capital real bajo las formas productiva y mercantil. Por lo tanto, no se trata de la escasez de capitales, del volumen deficiente de la plusvala para los efectos de la acumulacin de capital, sino de que las contradicciones de la economa capitalista dificultan cada vez ms la conversin de la forma monetaria del capital en formas mercantil y productiva y sobre todo, de la forma mercantil en dinero.

Todo esto nos convence de que la tendencia principal de la dinmica del valor de la fuerza de trabajo es su reduccin debido al ascenso de la fuerza productiva del trabajo, lo que disminuye el valor de los artculos de uso y de consumo.

Cul es, pues, el movimiento del salario real de los obreros en un perodo largo de tiempo? Sigue el paso por el que se mueve el valor de la fuerza de trabajo?

Los datos de que disponemos sobre el particular muestran que, a travs de mltiples alteraciones y desviaciones y, a menudo, a travs de prolongados movimientos regresivos, acaba por abrirse paso la tendencia creciente del salario real de los obreros antes que nada en los pases capitalistas desarrollados. Mientras tanto, slo en las ltimas dcadas, el rendimiento por obrero en dichos pases ha aumentado varias veces.

Tabla: Dinmica de la productividad del trabajo y el salario real en el sector no agrcola de la economa de los EE.UU. (19501983)

195019551960196519701975198019821983

Producti-vidad del trabajo 100111121142154168174177183

Salario real100114123136139137129125128

Fuente: Economic Report of the president. Washington, Febr. 1983, pp. 207, 208

De los datos de la tabla (o grfico), que comprenden un cuarto de siglo, se desprende que el salario real de los obreros norteamericanos se rezagaba sistemticamente respecto de los ndices de la productividad del trabajo. Confirman la misma tendencia datos posteriores. En el perodo 19751978, la productividad del trabajo en la industria transformativa de los EE.UU. creci un 16,3%, mientras que los salarios reales semanales de los obreros subieron nada ms que un 5,5%. Observemos que las ganancias de los consorcios en el mismo perodo se acrecentaron en precios invariables del 47,5%.

La diferencia en el movimiento del valor de la fuerza de trabajo y el salario real, dirase, es evidente a todas luces.

El crecimiento del salario real, por lo dems extremadamente escaso desde el punto de vista de las crecientes demandas socialmente necesarias de los obreros, es perfectamente natural. El progreso de la fuerza de trabajo en sus expresiones cualitativa y cuantitativa es una forma muy importante de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad humana, parte integrante decisiva de las cuales es la fuerza de trabajo. Desde este punto de vista el acrecentamiento del nivel de consumo de los obreros se presenta como expresin ineludible, objetivamente indispensable del desarrollo de las fuerzas productivas, como elemento de suma importancia de la reproduccin social ampliada.

De ah se desprende, en particular, que tambin al desarrollo de las fuerzas productivas se extiende el freno que suponen las relaciones de propiedad privada sobre los medios de produccin. Aqu esto se exterioriza, en particular, en la tendencia, propia del capitalismo, a la reduccin del consumo obrero, a la disminucin del salario real de los obreros. La tendencia general de la produccin capitalista escriba Marx no es elevar el nivel medio del salario, sino reducirlo.

Ahora bien, a dicha tendencia de la produccin capitalista se oponen varios factores, includo el crecimiento de las demandas socialmente necesarias de los obreros, su oposicin al afn de la burguesa de bajar los salarios, el nivel de vida de toda la clase obrera, etc. As se explica que el capitalismo no est en condiciones de detener el crecimiento del consumo obrero, del salario real, como tampoco est en condiciones de suspender el desarrollo de las fuerzas productivas en general. El capitalismo slo puede retardar este desarrollo, llevar a un descenso considerable y relativamente duradero de la produccin, a la reduccin del consumo obrero. Pero descartar por entero el crecimiento de lo uno y lo otro no est en condiciones.

Al caracterizar la vigencia de la ley del ascenso de las necesidades bajo el capitalismo, Lenin escriba: ... el desarrollo del capitalismo trae, inevitablemente, como consecuencia el incremento del nivel de las necesidades de toda la poblacin y del proletariado obrero. Aqu llama la atencin el hecho de que en calidad de factores de acrecentamiento de las demandas se presentan fenmenos que caracterizan ms el progreso de las fuerzas productivas del capitalismo que las relaciones de produccin especficamente capitalistas, o incluso ms, los procesos que se oponen a las tendencias rapaces de explotacin capitalista. En relacin con ello Lenin escriba: Este incremento se crea, en general, por la mayor frecuencia de intercambios de productos, que conduce a encuentros ms frecuentes entre los habitantes de la ciudad y el campo, de diferentes puntos geogrficos, etc. A esto conduce tambin la agrupacin, la aglomeracin del proletariado obrero, que eleva su conciencia poltica y sentido de la dignidad humana, y le da la posibilidad de luchar con xito contra las rapaces tendencias del rgimen capitalista.

El salario real sube aqu, porque el capitalismo no est en condiciones de impedirlo. A la tendencia a la reduccin del consumo obrero, que se desprende de la esencia misma del capitalismo, a la supeditacin de la produccin capitalista a la maximizacin de las ganancias se opone la necesidad objetiva de impulsar las fuerzas productivas sociales, incluido su elemento principal, la fuerza de trabajo. Expresin de esta necesidad es precisamente la decidida lucha del proletariado por el mejoramiento de su situacin econmica y, en ltima instancia, por la liquidacin de las relaciones de produccin capitalistas. La lucha econmica y poltica del proletariado es una manifestacin muy importante de la agravacin del antagonismo principal del capitalismo, de la rebelin de las fuerzas productivas contra las relaciones de produccin burguesas que frenan su desarrollo.

Por lo tanto, las tendencias fundamentales del movimiento del valor de la fuerza de trabajo y del salario de los obreros son el descenso del valor de la fuerza de trabajo y el crecimiento del salario. Cmo se puede explicar el movimiento opuesto del valor, de esta mercanca especfica de la sociedad burguesa y de su precio?

En el hecho mismo del movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su precio, el salario, bajo la influencia del crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social no hay nada extrao.

Por cuanto bajo el capitalismo la fuerza de trabajo es mercanca, su movimiento se sujeta en considerable medida a las leyes generales del trabajo mercantil. El valor de la mercanca, como es sabido, se halla en dependencia inversa proporcional del nivel de la fuerza productiva del trabajo social, lo que se desprende de la naturaleza misma de este fenmeno como expresin de la eficacia del trabajo concreto. Esta es la razn de que con el crecimiento de la fuerza productiva de trabajo, por una parte, aumente la cantidad de valores de uso que se producen en la unidad de tiempo y, por otra, la magnitud del valor de la unidad decrezca. ... A medida que crece la riqueza material escriba Marx disminuye la magnitud del valor que representa. Estas fluctuaciones contradictorias entre s se explican por el carcter dual del trabajo

En el proceso de la reproduccin capitalista ampliada, al crecer la productividad del trabajo social y la acumulacin de capital se acrecienta el nmero de obreros, la cantidad de la mercanca especfica que es la fuerza de trabajo mientras disminuye el valor de la unidad de la fuerza de trabajo. En este caso, la ley general del movimiento opuesto del valor y del valor de uso de las mercancas, tratndose de la fuerza de trabajo como mercanca especfica, adquiere ciertas peculiaridades muy sustanciales. Una de ellas consiste en que con el crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social y con el descenso del valor de la fuerza de trabajo se registran objetivamente cambios en la expresin relativa del valor de la fuerza de trabajo en el valor de uso de los artculos de uso y de consumo. El problema es que el valor de la fuerza de trabajo disminuye a una tasa menor que el valor de los artculos de uso y consumo, por cuya razn se acrecienta la expresin relativa del valor de la fuerza de trabajo en el total de los valores de uso de estas mercancas, y, en fin de cuentas, si la clase obrera lo logra al precio de una encarnizada lucha contra la burguesa, tambin lo hace con el crecimiento del salario real.

Conforma la base de esta peculiaridad de la dinmica del valor de la fuerza de trabajo el hecho de que el valor de la fuerza de trabajo se halla sujeto a la influencia de dos factores principales: ( la fuerza productiva del trabajo social, por una parte, y por otra, ( el volumen de las demandas socialmente necesarias de los obreros; mientras que las mercancas corrientes estn sujetas a la influencia de un slo factor: la fuerza productiva del trabajo. Adems, el crecimiento de las demandas socialmente necesarias frena el descenso del valor de la fuerza de trabajo y, por cuanto ese factor no influye sobre el valor de las dems mercancas, la expresin relativa del decreciente valor de la fuerza de trabajo en los artculos de uso y consumo, cuyo valor disminuye ms rpidamente, acusa una tendencia ascendente.

La peculiaridad del salario real como fenmeno cualitativamente especfico consiste en que es el equivalente mercantil del valor de la fuerza de trabajo, es decir, rige directamente slo como cierto total de valores de uso, a saber, como el total de los valores de uso que el obrero percibe en ltima instancia a cambio de su fuerza de trabajo. Aqu es importante recalcar que el salario real es cuantitativamente igual al pleno equivalente mercantil del valor de la fuerza trabajo slo a condicin de que la fuerza de trabajo se pague con arreglo a su valor.

Estas peculiaridades del salario real encierran precisamente la posibilidad de que se desve respecto del valor de la fuerza de trabajo, posibilidad de movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y del salario real.

Veamos a ttulo de ilustracin el siguiente ejemplo. La jornada laboral de ocho horas se desintegra en dos partes iguales: 4 horas de tiempo necesario de trabajo y 4 horas de plustiempo de trabajo (trabajo excedente). El valor de la fuerza de trabajo constituye 4 horas de tiempo socialmente necesario de trabajo, y la plusvala, tambin, 4 horas. La cuota de plusvala es entonces igual al 100%. Durante la jornada laboral se producen 16 unidades de mercanca: 8 unidades en la primera mitad de la jornada y 8 en la segunda.

4 horas 4 horas

(1)

v p

8 unidades 8 unidades

8 dlares 8 dlares

El valor de la unidad de mercanca que se produce es igual a hora. El precio diario de la fuerza de trabajo, es decir el salario nominal, constituye 8 dlares, y la expresin monetaria de la plusvala es tambin de 8 dlares. El total de los precios de las mercancas producidas por el obrero durante la jornada es de 16 dlares. Tales son las condiciones de partida.

Supongamos que la fuerza productiva del trabajo social, siendo iguales las dems condiciones, crece al doble. Para efectos de simplificacin admitamos que el valor de todas las mercancas, includa la fuerza de trabajo, disminuye en virtud de ello a la mitad. Cmo cambian, pues, con tal motivo, la estructura de la jornada laboral, la cuota y la masa de la plusvala, el salario nominal y real, es decir la expresin monetaria y mercantil del valor de la fuerza trabajo? La estructura de la jornada laboral adquiere el siguiente aspecto:

2 horas 6 horas

| | | (2) v p

8 unidades 24 unidades

El valor de la fuerza de trabajo se ha reducido a la mitad. En relacin con ello, la masa de plusvala ha crecido un 50% (de 4 a 6 horas), y su cuota, al triple (62 100% = 300%). La cantidad de mercancas producidas durante la jornada laboral aument al doble (de a 32 unidades), con la particularidad de que el valor de la unidad de la mercanca disminuy a la mitad (de hora a hora). Por cuanto admitimos que los precios de las mercancas, incluida la fuerza de trabajo, no se desvan de su valor, que disminuyen a medida que disminuye el valor de las mercancas, la expresin monetaria del valor producido por el obrero, lo mismo que antes, ser de 16 dlares. Y el precio de la unidad de la mercanca se reducir a la mitad, de 1 dlar a 0,50. Al propio tiempo disminuye a la mitad el salario en metlico de los obreros, de 8 a 4 dlares. Sin embargo, (y desde este punto de vista del problema que estudiamos esto es muy importante), el salario real, aqu, no disminuye. El obrero, lo mismo que antes, percibir a cambio de su salario en metlico (reducido a la mitad) la misma cantidad de artculos de uso y consumo, por cuanto a su valor y precios se han reducido a la mitad.

Ya aqu se advierte la diferencia en el movimiento del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil como total de valores de uso. El valor de la fuerza de trabajo se ha reducido a la mitad en virtud del crecimiento de la fuerza productiva social, mientras que el total de los valores de uso qued invariable por la misma razn. El valor del equivalente mercantil ha descendido, al igual que el de la fuerza de trabajo, a la mitad. Esta diferencia se convertir en movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil si tenemos en cuenta que el valor de la fuerza de trabajo disminuye necesariamente a una tasa inferior a la del valor de las otras mercancas.

El valor de la fuerza de trabajo se halla bajo la influencia de numerosos factores que rigen, a veces, en sentidos contrarios, siendo el decisivo el crecimiento de la fuerza productiva social del trabajo, que determina la tendencia creciente fundamental del valor de la fuerza de trabajo. Agrava la dependencia del valor de la fuerza de trabajo respecto del cambio de la fuerza productiva social del trabajo el hecho de que dicho valor se halla sujeto al efecto de factores que no influyen en la magnitud del valor de las mercancas corrientes y que debilitan, entorpecen, la tendencia descendente del valor de la fuerza de trabajo. Aqu desempea el papel decisivo la ampliacin de las demandas socialmente necesaria de los obreros, que refleja el desarrollo progresivo de esta principal fuerza productiva de la sociedad. As, el valor de la fuerza de trabajo se halla en directa dependencia proporcional del volumen de las demandas socialmente necesarias del obrero y en dependencia proporcional inversa del nivel de la fuerza productiva del trabajo social.

La tasa de descenso del valor de la fuerza de trabajo disminuye bajo el efecto de todos los procesos que llevan a la ampliacin del crculo de demandas socialmente necesarias de la clase obrera. En este fenmeno se refleja el importante hecho de que el valor de la fuerza de trabajo se forma, a diferencia del valor de las mercancas corrientes, bajo la influencia de factores histricos y morales.

Las demandas socialmente necesarias de la clase obrera se acrecientan bajo el efecto del crecimiento de la intensidad del trabajo de los obreros, el perfeccionamiento de su calificacin, el aumento de inquietudes culturales, el progreso de las relaciones mercantiles, etc. Al examinar este problema, Lenin seal la accin de la ley de ascenso de las demandas. Esta ley del incremento de las necesidades escriba Lenin se ha manifestado con plena fuerza de la historia de Europa: comprase, por ejemplo, al proletariado francs de finales del siglo XVIII con el de finales del XIX o al obrero ingls de los aos 40 del siglo pasado con el actual. Esta misma ley manifiesta tambin su accin en Rusia: el rpido desarrollo de la economa de mercado y del capitalismo en la poca posterior a la Reforma provoc tambin la elevacin del nivel de las necesidades del campesinado (con respecto al vestido, la vivienda, etc.).

Es sintomtico que en el presente, a la par que el acrecentamiento del volumen de las demandas de mercancas materiales y servicios, ocurren sustanciales cambios en su estructura, que se traducen en un considerable aumento de la proporcin de las demandas de servicios. En el proceso de reproduccin de fuerza de trabajo no participan slo las ramas de la produccin material, sino asimismo las de la produccin no material, con la particularidad de que el significado de estas ltimas va en ascenso.

La ampliacin del crculo de demandas socialmente necesarias del obrero es, por una parte, una de las principales expresiones del desarrollo progresivo de la fuerza de trabajo, una condicin del crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social y, por consiguiente, del descenso del valor de las mercancas y, por otra, es factor decisivo que entorpece el descenso del valor de la fuerza de trabajo.

La tasa de descenso del valor de la fuerza de trabajo disminuye asimismo bajo el efecto del crecimiento de la intensidad del trabajo, por cuanto al aumentar los obreros los gastos de trabajo abstracto por unidad de tiempo crecen sus demandas de artculos de uso y consumo y servicios, surgen nuevas demandas (alimentacin en mayor volumen y con ms caloras, descanso diversificado y largo, mejoramiento de las atenciones mdicas, etc.). Y el valor de la mercanca corriente, como se sabe, no aumenta con el crecimiento de la intensidad del trabajo.

Al propio tiempo, el acrecentamiento de la intensidad de trabajo conduce al descenso del valor de la fuerza de trabajo, pero no directamente, sino a travs del aumento de la fuerza productiva del trabajo si el crecimiento del nivel social medio de la intensidad de trabajo logra exteriorizarse como acrecida fuerza productiva del trabajo.

Tambin aqu rige la regularidad ya sealada: el valor de la fuerza de trabajo se reduce, por cuanto, considerada en conjunto, la fuerza productiva del trabajo se acrecienta con ms rapidez que el crculo de demandas socialmente necesarias de los obreros (en virtud del crecimiento de la intensidad de trabajo, as como del ascenso de la calificacin de ste).

Por consiguiente, el principal resultado del crecimiento de la intensidad del trabajo se reduce a que su acrecentamiento disminuye la tasa de descenso del valor de la fuerza de trabajo ocasionado por la disminucin en virtud del crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social del valor de los artculos de uso y consumo.

Rige en el mismo sentido la elevacin del nivel general de la calificacin de los obreros que, por una parte, disminuye la tasa de descenso del valor de la fuerza de trabajo, ya que, siendo iguales las dems condiciones, conduce al crecimiento de las demandas de los obreros y por otra, contribuye en calidad de importante condicin del crecimiento de la fuerza productiva del trabajo social al descenso del valor de las mercancas. El nivel desigual de la calificacin de los distintos sectores de la clase obrera, la descalificacin de una parte de ella, prueba de la brusca agravacin de las contradicciones de la reproduccin capitalista de la fuerza de trabajo, no pueden abolir la conclusin de la inevitabilidad del ascenso del nivel general de calificacin de la fuerza de trabajo como obrero global que va dominando instrumentos ms y ms eficientes y complejos de trabajo y las fuerzas de la naturaleza.

Con el desarrollo de la sociedad, el crecimiento de la produccin social, el progreso de la ciencia, la tcnica y la cultura, la migracin de la poblacin y el incremento del intercambio de mercancas se amplan las demandas de los obreros en lo referente a las correspondientes mercancas y servicios, incluidas las inquietudes culturales generales y sociales. Estas aumentan con el aumento de la conciencia poltica de la clase obrera, con la activacin de su lucha contra la esclavitud asalariada capitalista.

El aumento de las demandas socialmente necesarias, sea cual fuere el origen de las mismas, guarden o no relacin con la actividad productiva del obrero, conduce a la disminucin de la tasa de descenso del valor de la fuerza de trabajo. En el mismo sentido rigen varios factores ms.

Por lo tanto, el descenso del valor de la fuerza de trabajo, ms lento que el valor de las mercancas corrientes se desprende de la naturaleza misma de esta mercanca especfica (sui generis).

Sigamos examinando el ejemplo (esquema (2), habida cuenta de este hecho. Supongamos que el valor de las mercancas corrientes se ha reducido a la mitad (en comparacin con el esquema (1), y el de la fuerza de trabajo, un 25%. En este caso, el tiempo necesario de trabajo ser de 3 horas, y el plustiempo, de 5 horas. La cantidad de mercancas producidas durante la jornada ser de 32 unidades. El producto necesario ser de 12 unidades, y el plusproducto, de 20 unidades. La cuota de plusvala llegar entonces al 166%.

3 horas 5 horas

| | | (3) v p

12 unidades 20 unidades

Qu ocurrir, pues, con el salario nominal y el real? El nominal disminuir de 8 a 6 dlares, es decir, un 25%, al igual que el valor de la fuerza de trabajo. Pero, debido a la rebaja de los precios a la mitad (el valor de las mercancas ha disminuido a la mitad con motivo de la duplicacin de la fuerza productiva del trabajo), el salario real crecer un 50% y llegar a 12 dlares (con respecto a los dlares del primer esquema). Por consiguiente, el valor encarnado en el salario real descender un 25% (correlativamente con el descenso de la fuerza de trabajo en un 25%), y su expresin en el total de los valores de uso aumentar un 50%.

As, merced al ascenso de la fuerza productiva del trabajo, el valor de la fuerza de trabajo en su expresin absoluta descienda en la misma proporcin que crece la fuerza del trabajo social, y el precio de la fuerza de trabajo se reduzca a una tasa algo inferior que la del descenso del valor de la fuerza de trabajo. Marx resume: De este modo, el precio de la fuerza de trabajo podra disminuir constantemente siempre y cuando que la fuerza productiva del trabajo se intensificase, y no obstante llevar aparejado un desarrollo constante y simultneo de la masa de medios de subsistencia del obrero. Pero, en trminos relativos, es decir, comparados con la plusvala, el valor de la fuerza de trabajo disminuira constantemente, agrandndose por tanto el abismo abierto entre el nivel de vida del capitalista y del obrero.

De ah se infiere que la ley del valor aplicada a la mercanca especfica la fuerza de trabajo es un regulador de la magnitud de su precio, a saber, el salario. Ahora bien, este efecto regulador de la ley del valor es, a su vez, dual. En forma directa, la ley del valor regula el valor materializado en el salario, y en forma indirecta ( a travs de este valor), su expresin natural. Esta ley rige tambin cuando el valor de la fuerza de trabajo desciende el valor expresado en el salario nominal (an creciente este en su forma nominal) y sube el salario real, la masa de medios de subsistencia que percibe el obrero. Y esto significa que son intrnsecas del capitalismo la tendencia objetiva descendente del valor encarnado en el salario de los obreros y, a la vez, la tendencia a la disminucin de la tasa de crecimiento de su expresin natural, del salario real, lo que es una de tantas formas de entorpecimiento del desarrollo de la fuerza de trabajo, fuerza productiva fundamental de la sociedad, por las relaciones capitalistas de produccin.

Por consiguiente, la dinmica del salario real no puede ser una caracterstica inmediata de los cambios que experimenta la magnitud del valor de la fuerza de trabajo. El crecimiento del salario real... puede ser expresin tanto del crecimiento del valor de la fuerza de trabajo como de su descenso De ah que no sea justo relacionar el crecimiento del salario real en todos los casos sin falta con el crecimiento del valor de la fuerza de trabajo. El creciente salario real puede servir de expresin del valor de la fuerza de trabajo en descenso o invariable, y no slo del valor creciente de la misma.

La mezcla del problema de la dinmica del valor de la fuerza de trabajo y del equivalente mercantil de dicho valor de la fuerza de trabajo con el problema del cambio del salario real se debe a que se confunden el valor con el valor de uso, el valor y su forma exterior de su manifestacin.

Del movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y del equivalente mercantil de dicho valor, una parte del cual suele ser el salario, del hecho de que el valor de la fuerza de trabajo disminuye a una tasa inferior a la del valor de las otras mercancas se desprende que el crecimiento de la productividad del trabajo en condiciones normales debe ser ms intenso que el del salario real. El equivalente mercantil del valor de la fuerza de trabajo, siendo iguales las dems condiciones, crece en proporcin inversa al descenso del valor de los artculos de uso y consumo en comparacin con el valor de la fuerza de trabajo y en proporcin directa al acrecentamiento de la fuerza productiva del trabajo.

En distintos perodos de la historia del capitalismo, los factores opuestos a la tendencia decreciente del valor de la fuerza de trabajo distan mucho de ser iguales, lo mismo que la tasa de ascenso de la productividad del trabajo, por cuya razn son tambin distintas las proporciones y, a veces, los sentidos de los cambios del equivalente mercantil de la fuerza de trabajo, aunque su tendencia principal sea la ascendente. Sin embargo, el equivalente mercantil de la fuerza de trabajo no crece en la misma proporcin que la fuerza productiva del trabajo, sino que es inferior, por cuanto su nexo con el nivel de la fuerza productiva del trabajo no es directo, sino que se realiza a travs del decreciente valor de la fuerza de trabajo.

An en menor medida se acrecienta la magnitud del salario real sujeto a la influencia de una multitud de factores, tendencias y leyes opuestas del modo burgus de produccin, que aumentan con especial fuerza en la poca del imperialismo, al instaurarse la dominacin de los monopolios.

El retraso (dentro de ciertos lmites) del crecimiento del salario real respecto del aumento de la productividad del trabajo lo consideraba Marx como condicin de la mayor importancia para la reproduccin ampliada capitalista. Al investigar el proceso de acumulacin del capital, Marx escriba: ... al crecer la productividad del trabajo crece tambin, como veamos, el abaratamiento del obrero y crece, por lo tanto, la cuota de plusvala, aun cuando el salario real suba. La subida de ste no guarda nunca proporcin con el aumento de la productividad del trabajo.

No obstante, en la economa capitalista contempornea, el retraso del crecimiento del salario real respecto del aumento de la productividad del trabajo rebasa mucho ms del marco condicionado por la accin de la ley del valor de las mercancas y la fuerza de trabajo y se erige en un abismo que media entre la elevacin del nivel de productividad del trabajo y su remuneracin.

Prosigamos el examen de nuestro ejemplo (esquema 3), habida cuenta de la diferencia, tpica del capitalismo moderno, entre el valor encarnado en el salario real y el valor de la fuerza de trabajo, diferencia que prueba que la fuerza de trabajo se paga por debajo de su valor.

Supongamos que con motivo de la duplicacin de la fuerza productiva del trabajo el obrero produce en 8 horas 32 unidades de mercancas en lugar de 16; el tiempo necesario de trabajo ser de 3 horas (lo que se encarna materialmente en 12 unidades de mercanca); el plustiempo de trabajo, de 5 horas (20 unidades de mercanca). El salario real, correspondiente al valor de la fuerza de trabajo, debe crecer de 8 artculos (8 dlares) a 12 (12 dlares del esquema 1). Por cuanto el cambio de la estructura de la jornada laboral (y, por lo tanto, el reforzamiento de la explotacin) no reviste en la superficie de los fenmenos una forma clara, el capitalista puede tratar de pagar la fuerza de trabajo por debajo de su valor. Aqu, pues, son posibles diversas variantes.

1). El salario real no subir en absoluto. En este caso la fuerza de trabajo se pagar muy por debajo de su valor. Si el valor de la fuerza de trabajo es de 3 horas ( lo que corresponde a 12 unidades de mercanca), el obrero percibir un salario real que encarna nada ms que 2 horas de tiempo de trabajo (correlativamente, 8 artculos).

De ah se desprende la importante conclusin de que la inmutabilidad del salario real, cuando crece la fuerza productiva del trabajo, significa la venta de la fuerza de trabajo por debajo de su valor.

En la superficie de los fenmenos (es decir, en apariencia) no parece que la situacin de la clase obrera ha empeorado: su salario real no ha disminuido, sino que sigue invariable.

2). Tambin es posible que el salario real crezca, pero en menor medida que lo condicionado por la interaccin del decreciente valor de la fuerza de trabajo con la creciente fuerza productiva del trabajo. Supongamos que aumente de 8 a 10 artculos , mientras que al valor ntegro de la fuerza de trabajo corresponden 12 artculos. En este caso, el salario real aumenta un 25% al duplicarse la fuerza productiva del trabajo. Sin embargo, dicho salario real ser todava inferior al valor de la fuerza de trabajo, ya que en 10 unidades de mercanca, expresin material del salario real, se encarnan nada ms que 2,5 horas de tiempo de trabajo, mientras el valor de la fuerza de trabajo es de 3 horas.

De ah se infiere que hasta el crecimiento del salario real puede velar el pago de la fuerza de trabajo por debajo de su valor cuando dicho crecimiento es ms lento que el aumento del valor global del conjunto de mercancas que corresponden a las condiciones sociales normales de reproduccin de la fuerza de trabajo vendida a los capitalistas. En estas condiciones no slo es posible, sino que objetivamente indispensable en ciertos perodos, el crecimiento econmico del salario real a una tasa superior a la del crecimiento de la productividad del trabajo.

Todo esto muestra que una condicin objetivamente indispensable para la realizacin de la fuerza de trabajo con arreglo a su valor es la lucha sistemtica de la clase obrera por el ascenso del salario real.

Hasta ahora hemos estado examinando la vigencia de la ley del movimiento opuesto de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil bajo la forma en que, al igual que las dems variables econmicas, no se hace realidad bajo el capitalismo, es decir en su forma pura. Mientras tanto, la vigencia de dicha ley no significa en absoluto que los obreros perciben efectivamente en forma de salario el total del equivalente mercantil del valor de la fuerza de trabajo o que el salario real crece a medida que crece este equivalente. El nexo causal objetivo que existe entre el valor de la fuerza de trabajo y su fuerza mercantil no crea ms que la posibilidad de crecimiento del salario real de los obreros. La medida en que dicha posibilidad se haga realidad depende de la influencia de numerosos factores, puesto que a la vigencia de esta ley se le opone toda una serie de leyes y tendencias econmicas objetivas de la sociedad capitalista, que llevan en fin de cuentas, a dos resultados estrechamente ligados: en primer lugar, el obrero no suele percibir bajo la forma de salario real todo el equivalente mercantil de su fuerza de trabajo ni siquiera cuando crece el salario real si este ltimo sube a una tasa inferior a la de sus demandas socialmente necesarias y, en segundo lugar, la tendencia creciente del salario real se abre camino a travs de infinidad de desviaciones y alteraciones y slo se exterioriza en forma algo clara tras largos perodos de tiempo.

El resultado final de estos procesos es el empeoramiento relativo y absoluto de la situacin del proletariado. A la vez que el descenso absoluto del nivel de vida del proletariado que se registra en diversos perodos del desarrollo del capitalismo, importante forma de expresin del empeoramiento absoluto de la situacin de la clase obrera, a nuestro juicio, es la diferencia del volumen de las demandas socialmente necesarias de los obreros y el grado de su satisfaccin y, tanto ms, el aumento de esta diferencia, que conduce a que el obrero no pueda satisfacer sus demandas incluso cuando se observa cierto crecimiento del salario real.

La accin de la ley universal de la acumulacin capitalista, principal causa del surgimiento y el crecimiento del desempleo, engendra la competencia entre la parte ocupada de la clase obrera y la desocupada, conduce a que la oferta de fuerza de trabajo sea mayor que la demanda y disminuye as el precio de la fuerza de trabajo respecto de su valor. La influencia destructiva que ejerce esta ley sobre todo el proceso de reproduccin ampliada capitalista, ante todo la reproduccin de la fuerza de trabajo, ha crecido en flecha con el paso del capitalismo a la fase monopolista de desarrollo. Con la instauracin de la dominacin de los monopolios, el desempleo, propio del modo de produccin capitalista, adquiere carcter masivo y crnico.

Por cuanto bajo el capitalismo el obrero no es propietario de los medios de produccin y se opone al capitalista, propietario del capital monetario, slo como propietario de fuerza de trabajo que debe inexorablemente venderse, se ve forzado, bajo peligro de hambre, a aceptar el salario que dista mucho de satisfacer plenamente sus demandas socialmente necesarias y, por consiguiente, de valor inferior al de su fuerza de trabajo. La vigencia de este factor se incrementa particularmente bajo el imperialismo, cuando ante el obrero se alza la propiedad de los monopolios capitalistas y del Estado burgus.

Elemento sustancial que hace que el salario real sea inferior al valor de la fuerza de trabajo son los altos precios de monopolio de los artculos de uso y de consumo, muy superiores al precio de produccin y el valor de los mismos. Este factor es causa de que el obrero no percibe en forma de salario real todo el equivalente mercantil del valor de su fuerza de trabajo. Es asimismo causa de la caresta la tendencia a la desvalorizacin inflacionaria del papel moneda, tendencia propia del capitalismo en la poca de su crisis general.

Cuando se examinan estos problemas es importante tener en cuenta que el valor de la fuerza de trabajo y el costo de vida son fenmenos cualitativamente distintos. El primero pertenece a la categora del valor, mientras que el segundo, a la categora del precio.

En efecto, si el valor de la fuerza de trabajo viene a ser el tiempo socialmente necesario de trabajo para la reproduccin de la fuerza de trabajo; el costo de vida es el total de los precios al por menor del conjunto de artculos de uso y consumo, tomado convencionalmente como volumen socialmente normal de consumo de una familia standard, que, por tanto, no siempre coincide cuantitativamente (desde el punto de vista del valor materializado en este total de mercancas de uso y consumo) con el valor de la fuerza de trabajo. La propia forma del precio, escriba Marx, implica su alejamiento del valor. Por eso, no hay nada de extrao en que el movimiento del valor de la fuerza de trabajo y el del costo de vida en la fase monopolista del desarrollo capitalista sean, por lo comn, opuestos. El valor de la fuerza de trabajo disminuye con motivo del crecimiento de la fuerza productiva social del trabajo; mientras que el costo de vida suele subir reflejando el alza de la caresta, la poltica del aumento artificial de los precios para lograr superganancias, propia del capital monopolista.

El crecimiento del costo de vida es, por lo tanto, uno de los ms importantes indicadores del colosal tributo que se ven forzados a pagar las masas trabajadoras al capital monopolista que domina sobre ellos.

Ahora bien, no slo la poltica monopolista de alza artificial de los precios, sino el propio mecanismo interior de formacin capitalista de los precios, sujeto a sustanciales cambios bajo el efecto de la dominacin de los monopolios, comienza a hacer las veces de importante factor contrario al movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil, y estimula la tendencia decreciente, propia del capitalismo, del salario real, la tendencia al crecimiento de la caresta, del costo de vida. Como es sabido, la dominacin de los monopolios refuerza en medida considerable el freno que suponen las relaciones capitalistas de produccin sobre las fuerza productivas de la sociedad. El parasitismo y la putrefaccin de la economa capitalista relacionados con ello hallan una de las ms generales manifestaciones en la tendencia decreciente del descenso del valor de las mercancas engendrada por los monopolios.

El descenso de las mercancas bajo el imperialismo, como hace constar L. S. Vigodski en el trabajo de Ensayos de teora del capitalismo contemporneo, es cada vez ms lento bajo el efecto de los siguientes factores fundamentales: 1) el crecimiento de los gastos de produccin con motivo de la infrautilizacin de las empresas; 2) la disminucin de las tasa de difusin de las innovaciones tcnicas en virtud de la monopolizacin del progreso tcnico; 3) el desplazamiento de los gastos reguladores de las proporciones mnimas a las mximas; 4) la elevacin del grado de explotacin, por cuya causa aumenta la proporcin del trabajo vivo en su masa total y disminuye la eficacia de los gastos de trabajo social; 5) el precio de mercado se aparta con creciente frecuencia del valor de mercado subiendo con motivo de la regulacin a que recurren los monopolios para establecer, en beneficio propio, la correlacin entre la demanda y la oferta.

Por consiguiente, la dominacin de los monopolios capitalistas socava el mecanismo de vigencia de la ley del movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil, lo que conduce a la alteracin del proceso normal de reproduccin de la fuerza de trabajo.

Con el desarrollo del capitalismo monopolista de Estado, la burguesa refuerza la explotacin de la clase obrera con nuevos mtodos nacionales, ante todo mediante la llamada Regulacin Estatal de los precios y los salarios, as como a travs del sistema impositivo. Desempea un papel considerable en el incremento de la explotacin tanto directa como suplementaria, en el aumento de la diferencia entre el valor y el precio de la fuerza de trabajo del proletariado, la organizacin capitalista del trabajo, el sistema extenuador de salarios.

Sin embargo, todos estos factores, leyes y tendencias no estn en condiciones de paralizar por completo la vigencia de la ley del movimiento opuesto del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil, ley que constituye la base del crecimiento del salario real.

La transformacin de la fuerza de trabajo en mercanca, tpica del capitalismo, conduce a la limitacin del consumo de los obreros al valor de la fuerza de trabajo y al valor de los artculos de uso y consumo, lo cual, a su vez, limita la capacidad del mercado interior y fomenta el crecimiento de las contradicciones de la economa capitalista. La especificidad de la mercanca fuerza de trabajo caracteriza vivamente las contradicciones del capitalismo escribe G. A. Kozlov. El carcter dual del trabajo conduce a que el movimiento del valor y del valor de uso de la mercanca sea opuesto. Cuanto ms bajo es el valor de la unidad de mercanca, ms mercancas se producen, ms rica es la sociedad. Pero, cuanto ms bajo es el valor de la fuerza de trabajo ms obstculos se alzan ante el aumento de la produccin de mercancas, ya que es menor la proporcin de las mercancas de que pueden apropiarse los obreros en el total de la riqueza acrecida. La disminucin del valor de la fuerza de trabajo y el crecimiento simultneo del salario real no hacen ms que mostrar el desarrollo de estas contradicciones, puesto que prueba que el crecimiento del consumo obrero no es efecto directo del crecimiento de la productividad del trabajo, sino slo de la accin de otros factores que se hallan fuera de ste fenmeno (el grado de organizacin de la clase obrera, el crecimiento de sus necesidades, etc.) .

Cuanto menor es la diferencia en la dinmica del descenso del valor de la fuerza de trabajo y el valor de los artculos de uso y de consumo menores son, siendo iguales las dems condiciones, las posibilidades de crecimiento del consumo real de la clase obrera, ms graves son las contradicciones del proceso capitalista de reproduccin, sobre todo del proceso de reproduccin de la fuerza de trabajo.

La ley del movimiento contrario del valor de la fuerza de trabajo y de su equivalente mercantil es una importante base objetiva para la exitosa lucha de clase obrera por la elevacin del nivel del salario real. Es ms, la lucha econmica del proletariado es un elemento integrante de suma importancia de dicha ley. La transformacin de nuevas necesidades del proletariado en necesidades habituales, socialmente necesarias y la creacin de condiciones para satisfacerlas slo son factibles mediante la lucha enrgica y progresiva del proletariado por sus derechos. Sin embargo, la lucha econmica del proletariado no puede acabar con las contradicciones de la reproduccin capitalista de la fuerza de trabajo, con las limitaciones mediante las que las relaciones capitalistas de produccin frenan el desarrollo de esta principal fuerza productiva de la sociedad. Slo puede cumplir esta misin la revolucin socialista, la transformacin socialista de la sociedad, que elimina de raz el sistema capitalista de esclavitud asalariada.

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Frigerio, Rogelio. Disertacin pronunciada en la Federacin de Empleados de Comercio de Capital Federal, el da 7 de agosto de 1979. Ciclo de Conferencias sobre Economa, Federacin de Empleados de Comercio de Capital Federal, Agosto de 1979.

El valor de uso de la mercanca de la fuerza de trabajo, que se remunera bajo el capitalismo como salario, es un elemento genaral creador de valor, condicin (sui generis) que lo distingue de todas las dems mercancas corrientes en el mercado.

Como se ve, (aqu) la forma del salario borra toda huella de la divisin de la jornada de trabajo en trabajo necesario y trabajo excedente, en trabajo pagado y trabajo no retribuido. Karl Marx, El Capital. T I cap. XVII, pg. 452, Fondo de Cultura Econmica, 198