“ Dejemos obrar a Dios que para

mejor será”

Beato Faustino Míguez

Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora

Colegio Divina Pastora

Daimiel

“El Señor es mi Pastor, nada me falta.

En verdes praderas me hace reposar”

(Salmo 22)

M. CARMEN DOCAMPO RODRÍGUEZ

Religiosa Calasancia

Pombeiro (Lugo) 1916 - Daimiel 2015

CANTO DE ENTRADA : Reunidos en el nombre del Señor

Reunidos en el nombre del Señor, que nos ha congregado ante su altar, celebremos el misterio de la fe, bajo el signo del amor y la unidad. 1. Tú, Señor, das sentido a nuestra vida, tu presencia nos ayuda a caminar, tu Palabra es fuente de agua viva, que nosotros, sedientos, a tu mesa venimos a buscar. 2. Purifica con tu gracia nuestras manos, ilumina nuestra mente con tu luz, y la fe se fortalezca en tu Palabra, y tu Cuerpo, tomado en alimento, nos traiga la salud.

MONICIÓN DE ENTRADA

Queridos hermanos y amigos:

Sed bienvenidos a esta celebración. La separación física de un ser querido

nos sobrecoge siempre por lo que tiene de asombro.

Aún siendo conscientes de la avanzada edad y del peligro que corría su

vida a raíz de los últimos episodios clínicos, nos conmueve y afecta la muerte de

nuestra M. Carmen.

Hoy nos toca con tristeza dar el último adiós a nuestra querida hermana,

pero nos consuela la firme esperanza de que ya se habrá encontrado con el abrazo

entrañable de su Padre y Esposo al que ha entregado con fidelidad su larga vida.

Todos los que estamos aquí, y los que por algún motivo no pueden acom-

pañarnos, pero que también la quieren, sabemos de la bondad, acogida, cariño,

sencillez y buen hacer de esta gran mujer.

CANTO FINAL: Santa Marí a del camino

Mientras recorres la vida tú nunca solo estás,

contigo por el camino, Santa María va.

VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR,

SANTA MARÍA, VEN. ( BIS)

Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,

lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

ESTRIBILLO.

Si por el mundo los hombres sin conocerse van,

no niegues nunca tu mano al que contigo está.

ESTRIBILLO.

Aunque parezcan tus pasos inútil caminar,

tú vas haciendo caminos, otros los seguirán.

ESTRIBILLO.

COMUNIÓN: Tú nos dijiste que la muerte

Tú nos dijiste que la muerte no es el final del camino,

que aunque morimos no somos, carne de un ciego destino.

Tú nos hiciste, tuyos somos, nuestro destino es vivir,

siendo felices contigo, sin padecer ni morir.

Cuando la pena nos alcanza, por el hermano perdido, cuando el adiós dolorido, busca en la Fe su esperanza. En Tu palabra confiamos, con la certeza que Tú ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz. Ya le has devuelto a la vida, ya le has llevado a la luz

ACCIÓN DE GRACIAS

En el momento de la acción de gracias nos unimos a las palabras del salmista: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?” En muchas ocasiones, M. Carmen ha recitado este Salmo. Nuestra oración de hoy quiere ser un canto de alabanza y agradecimiento a Dios por tanto bien recibido. Gracias por la vida y el amor que Él ha depositado en nuestros corazo-nes y gracias especialmente por la vida de M. Carmen. Sus casi 42 años en el colegio Divina Pastora de Daimiel han sido un don de Dios para todos los que hemos tenido la dicha de conocerla y vivir con ella. Hoy queremos dar gracias a Dios por ella, por su vida consagrada a los niños y jóvenes, por el seguimiento y cercanía a las familias, por su sencillez, humildad, abnegación, constancia y sobre todo, por su fidelidad en el seguimiento a Jesucristo hasta el fin de sus días. A todos los que hoy compartís esta Eucaristía con nosotros os quere-mos agradecer en nombre del Instituto Calasancio y de la familia de nuestra hermana, vuestro cariño manifestado con la presencia y ora-ción que expresa el gran aprecio que tenéis a M. Carmen. Muchas gra-cias a todos.

Daimiel, 22 de enero de 2015

CANTO DE ENTRADA : Reunidos en el nombre del Señor

Reunidos en el nombre del Señor, que nos ha congregado ante su altar, celebremos el misterio de la fe, bajo el signo del amor y la unidad. 1. Tú, Señor, das sentido a nuestra vida, tu presencia nos ayuda a caminar, tu Palabra es fuente de agua viva, que nosotros, sedientos, a tu mesa venimos a buscar. 2. Purifica con tu gracia nuestras manos, ilumina nuestra mente con tu luz, y la fe se fortalezca en tu Palabra, y tu Cuerpo, tomado en alimento, nos traiga la salud.

Por eso, esta celebración la vivimos con la actitud propia del creyente: la

esperanza de que M. Carmen ya está plenamente unida a Dios. Él que la llamó

a la existencia y la quiso para sí desde la vocación calasancia que ella vivió con

tanta entrega y dedicación.

En esta tarde nos encontramos aquí reunidos con sus familiares, herma-

nas de congregación, profesores, alumnos, amigos y padres del Colegio Divina

Pastora de Daimiel, para dar gracias al Señor por el don de su larga vida.

Ella ha hecho mucho bien a lo largo de sus casi 99 años: ha amado, ha

sido una mujer dispuesta a ayudar al que la necesitaba, ha entregado lo mejor

de sí misma sin reclamar nada a cambio, ha sido una excelente hermana porque

supo ser siempre una mujer fraterna, ha estado siempre muy atenta a todas las

personas que han pasado por el colegio siguiendo la trayectoria personal y fami-

liar de cada uno, gracias a su gran memoria y a su tierno corazón.

Hoy el Señor Jesús nos recuerda que esa entrega no se pierde, sino

que permanece para siempre. Esta es la esperanza y el consuelo que nos da la

fe en estos momentos. Él no abandona a quienes han amado, servido y vivido

abiertos a Dios y a los hermanos, como

ha sabido hacer nuestra hermana.

Que esta Eucaristía, que es

acción de gracias, nos disponga a vivir

en esa actitud de apertura y agradeci-

miento que ella vivió y procuró transmitir

a cuantos la rodeaban.

PETICIONES DE PERDÓN

Señor Jesús, resplandeciente con la gloria del Padre, haz

que tu luz brille sobre nosotros.

R/ Señor, ten piedad.

Cristo Jesús, Hijo querido del Padre, confírmanos también

en tu amor.

R/ Cristo, ten piedad.

Señor Jesús, el favor del Padre reposa en ti; es maravilloso

para nosotros estar contigo.

R/ Señor, ten piedad.

MONICIÓN A LAS LECTURAS

En la primera lectura escucharemos la llamada de Abraham a ser padre del pueblo de Dios y padre de la fe, hacién-dolo bendición para todos los pueblos de la tierra. Así mismo en la segunda lectura Dios nos convoca a todos noso-

tros a la vida del evangelio, a aceptar y a difundir el evangelio de Jesús y a sufrir por Él. Si sufrimos con Jesús, viviremos con Él.

El Evangelio de hoy nos habla de cómo la breve visión fugaz de su fu-tura gloria, fortalece a Jesús en su camino a través del sufrimiento y de la muerte hacia la resurrección. Al mismo tiempo, Jesús afianza la fe y esperanza de sus discípulos y las nuestras, en el camino de nuestra propia transformación en Cristo.

Salmo

Sal 32,4-5.18-19.20.22

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti

La palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti. R/.

COMUNIÓN: Pescador de hombres

Tú has venido a la orilla no has buscado a sabios, ni a ricos tan solo quieres que yo te siga. Señor, me has mirado a las ojos sonriendo, has dicho mi nombre en la arena, he dejado mi barca junto a ti, buscaré otro mar.

Tú necesitas mis manos mis cansancios que a otros descansen amor que quiero seguir amando. Señor, me has mirado a las ojos sonriendo, has dicho mi nombre en la arena, he dejado mi barca junto a ti, buscaré otro mar Tú sabes bien lo que quiero en mi barca no hay oro ni espadas tan solo redes y mi trabajo Señor, me has mirado a las ojos sonriendo, has dicho mi nombre en la arena, he dejado mi barca junto a ti, buscaré otro mar Tú pescador de otros mares ansia entera de almas que esperan amigo bueno que así me llamas Señor, me has mirado a las ojos sonriendo, has dicho mi nombre en la arena, he dejado mi barca junto a ti, buscaré otro mar

OFRENDAS Cuadro Divina Pastora: Queremos ofrecerte, Señor, este cuadro de la imagen de la Divina Pas-tora. María que ha guiado su vida como Religiosa Calasancia y de la que ha sabido imitarla como madre, modelo de sencillez y entrega a los de-más. Costurero: M. Carmen se especializó y enseñó a realizar labores con esmero. Te presentamos, Señor, este costurero y labor que son testimo-nio de su vida y dedicación a esta tarea docente.

Llaves: Durante muchos años estas llaves acompañaron a M. Carmen en su tarea de acogida y atención a todos cuantos se acercaban a nues-tro colegio. Hoy simbolizan la apertura y constancia con la que ella vi-vió.

Constituciones y anillo: M. Carmen amó profundamente a su Instituto. Estas Constituciones quieren significar la vida de cada día, llena tantas veces de sinsabores, pero también colmada de alegría, de bondad y ora-ción al Señor de su vida.

Pan y vino;. Con el pan y el vino nos ofrecemos también nosotros, Se-ñor, para que nos bendigas y nos llenes de vida. Serán para nosotros alimento para la vida eterna.

CANTO DE OFERTORIO : Qué te puedo dar

Qué te puedo dar, que no me hayas dado tú, Qué te puedo decir, que no me hayas dicho tú, Qué puedo hacer por ti, Si yo no puedo hacer nada Si yo no puedo hacer nada si no es por Ti, mi Dios. Todo lo que sé, todo lo que soy, Todo lo que tengo es tuyo.

SANTO: SANTO ES EL SEÑOR

PADRE NUESTRO PAZ

LECTURA DEL LIBRO DEL GÉNESIS (12,1-4a): En aquellos días, el Señor dijo a Abraham: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pue-blo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.» Abraham: marchó, como le había dicho el Señor.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 32,4-5.18-19.20.22

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti

La palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti. R/.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-

10):

Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de

Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méri-

tos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su

gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado

al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó

a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio. Palabra de Dios

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (17,1-9):

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su her-

mano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró de-

lante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se

volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías

conversando con él.

Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se

está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y

otra para Elías.»

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su

sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi

predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces,

llenos de espanto.

Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar

los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie

la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Palabra del Señor

ORACIÓN DE LOS FIELES Oremos ahora a Dios, nuestro Padre. Presentémosle nuestras plegarias, movidos por la fe y la esperanza, diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE. 1.- Por la Iglesia: para que todos los que formamos parte de ella y a los que tú llamas a ser santos, nos ayudes a responderte, siguiendo el ejemplo de entrega y generosidad de M. Carmen. OREMOS AL SEÑOR. 2.- Por nuestra hermana Carmen y todos los que ya gozan del descanso eterno, para que alcancen la felicidad del Reino de Dios y vivan para siem-pre en la luz y la paz de la casa del Padre. OREMOS AL SEÑOR. 3. Por sus familiares, amigos y comunidad de Religiosas, por todos cuan-tos lloran su muerte. Para que de nosotros reciban ayuda y compañía en estos momentos, y hallen en el amor de Dios la fuerza que necesitan. ORE-MOS AL SEÑOR. 4.- Por toda la Comunidad Educativa del Colegio Divina Pastora que ha tenido la gracia de compartir la misión y la tarea de educar con M. Carmen para que ella siga siendo fermento en nuestras vidas. OREMOS AL SEÑOR. 5.- Oremos por todos los que sufren por causa de la guerra o del hambre, por la falta de trabajo o por la enfermedad. Que hallen consuelo en el amor de Dios y en nuestra ayuda solidaria. OREMOS AL SEÑOR. 6.- En este año de la Vida Consagrada pedimos que los testimonios de vida de M. Trini y M. Carmen haga fructificar nuevas vocaciones religiosas. OREMOS AL SEÑOR.

7.- Por todos los niños y sus familias, en especial aquellos en los que M. Carmen ha puesto en práctica nuestro lema “Piedad y Letras”, para que sepan seguir su huella y las enseñanzas que les ha transmitido. OREMOS AL SEÑOR

8.- Por la unidad de todos los cristianos, oremos para que sea-mos comunión plena y visible según el deseo de Jesús. OREMOS AL SEÑOR.