Salomé Ureña y Su Pareja (Vida)

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SALOMÉ UREÑA DE HENRÍQUEZ Silveria R. de Rodríguez Demorizi

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Este documento tan especial nos hablará sobre la vida de Salomé Ureña y su pareja. Se los recomiendo, ya que

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  • SALOM UREA DE HENRQUEZ

    Silveria R. de Rodrguez Demorizi

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    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    Primera edicin: Imprenta Lpez, de Buenos Aires, Argentina en 1944,

    bajo el cuidado de Pedro Henrquez Urea.

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    ANTECEDENTES1

    alom Urea, la ms insigne de nuestras poetisas, descenda

    de dos familias dominicanas muy antiguas: la familia Urea y

    la familia Daz. Ambas eran familias empobrecidas a causa de

    las vicisitudes de la Isla de Santo Domingo. Todos los antecesores

    de Salom que se recuerdan eran dominicanos, excepto unos que

    vinieron de Canarias en el siglo XVIII. Quizs los Urea

    procedan de Santiago de los Caballeros, donde todava es muy

    comn el apellido.

    Francisco Urea, padre de Nicols Urea de Mendoza, era hijo de

    Carlos de Urea y de Catalina Man, perteneciente a una familia

    que haba sido rica. Se cas con Ramona de Mendoza (hija de

    Josefa Valerio de Mendoza), natural de Santiago de los

    Caballeros. Francisco Urea era dueo de una buena casa de

    altos, situada en la calle de las Mercedes, entre la del Estudio y la

    de los Mrtires, hoy calle Hostos y calle Duarte, respectivamente.

    Era hombre de mucho estudio y gran religiosidad. Cuando se

    sinti morir, se confes extensamente, y su hijo Nicols oy al

    sacerdote que acababa de confesarlo, Dr. Jos Mara Bobadilla,

    decir en una reunin adonde lleg, sin saber que all estaba el hijo

    del moribundo: He confesado a un telogo. A su muerte,

    Francisco Urea dej cuatro hijos; stos han dejado descendencia,

    pero poco numerosa.

    Nicols Urea de Mendoza, padre de Salom, naci el 25 de

    marzo de 1822, en la casa nmero 37 de la calle Mercedes. Fu un

    1 Este trabajo fu escrito a solicitud de la Unin Panamericana de

    Washington. Se public un extracto en el Boletn de dicha institucin, en

    abril de 1942. En su preparacin aprovechamos, adems de las obras

    citadas, notas manuscritas del Dr. Pedro Henrquez Urea, as como

    noticias verbales que nos comunic en Cambridge, Massachusetts, en

    1941.

    S

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    hombre de espritu elevado y gran cultura. Desde muy nio

    comenz a escribir versos.

    Fu poeta, abogado de buena reputacin, ocup cargos de

    senador y de magistrado y se dedic al magisterio y al periodismo.

    Como periodista colabor en La Espaola Libre (1851), en El

    Porvenir (1854), en El Oasis (1855), y fund El Progreso (1853).

    Tuvo una vida fecunda y abarc todos los aspectos de la vida

    cultural en Santo Domingo. Entre sus poesas estn Un guajiro

    predilecto, Recuerdos de la Patria, A Snchez. Escribi canciones

    como Las serranas, romancillos de Navidad que llam pastorelas, y

    poesas de asuntos religiosos. Se complaca en componer

    epigramas y dej una serie con el ttulo de Epitafios. Cultiv

    tambin la oratoria. Muri el 3 de abril de 1875 en la misma casa

    en que naci2

    .

    Gregoria Daz y Len (naci el 25 de diciembre de 1819 y muri

    en 1914), la madre de Salom, era hija de Pedro Daz y Castro,

    hombre de grandes negocios, que tuvo hatos y muchas tierras en

    el Este. Pedro Daz (tena entonces ms de sesenta aos) estuvo

    en la Puerta del Conde, en el acto de proclamacin de la

    Repblica, el 27 de febrero de 1844, acompaado de sus hijos Juan

    de Dios y Victoriano.3

    Era hijo de Ignacio Daz y de Teresa de

    Castro, hija de Josefa Man, hermana de Catalina, la abuela

    2 Acerca de Nicols Urea, vase Emilio Rodrguez Demorizi, Poesa

    popular dominicana, Ciudad Trujillo, 1939, vol. I, pg. 215.

    3 Pedro Daz firm el Acta de la Separacin Dominicana, del 16 de enero

    de 1844. En una carta de Ramona Urea a su sobrino Pedro Henrquez

    Urea, del 15 de octubre de 1913, en que le habla de sus antepasados,

    dice: Teresa Fajardo, madre de Domingo de Len; ste casado con

    Mara Florentina de la Concha, padre de Teresa de Len, su madre [de

    Gregoria Daz y Len]. Gaspar Daz, padre de Ignacio Daz, que cas

    con Teresa de Castro y fu padre de Pedro Daz, su padre [de Gregoria

    Daz y Len]. Nicols Urea; abuelas: Catalina Man y Josefa Valerio,

    madre de Ramona de Mendoza [madre de Nicols Urea]. Estos datos

    genealgicos estn sujetos a comprobaciones necesarias, en los registros

    del estado civil de Santo Domingo.

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    paterna de Francisco Urea.4

    Pedro Daz se cas con Teresa de

    Len, hija de Domingo de Len y Fajardo, quien lleg a Santo

    Domingo entre 1760 y 1770, de Canarias, con su madre viuda,

    Teresa Fajardo; Domingo de Len y Fajardo se cas con Mara

    Florentina de la Concha y Hurtado de Mendoza, dominicana. Por

    el lado materno los parientes de Salom Urea eran ms

    numerosos que por la rama paterna.

    De una hermana de Teresa de Len, Beatriz, descienden los

    Contn, los Snchez Guerrero y los Herrera. De una hermana de

    Pedro Daz, Gregoria Daz de Pelez, descienden los Echenique

    Pelez, los Marchena Pelez (entre stos Eugenio Generoso de

    Marchena, el hacendista y poltico que fu vctima de Heureaux

    cuando aspiraba a la presidencia de la Repblica) y los Lpez

    Penha.

    Nicols Urea de Mendoza y Gregoria Daz de Len, padres de

    Salom, celebraron sus nupcias en la ciudad de Santo Domingo el

    25 de diciembre de 1847. Hicieron hogar de la casa nmero 37 de

    La calle Mercedes. De esa unin naci Salom Urea y Daz.

    NACIMIENTO Y SACERDOCIO.

    Salom Urea fu poeta, maestra y madre.

    Fu poeta y puede colocarse en el Parnaso de Amrica junto a la

    Avellaneda y a Sor Juana Ins de la Cruz.

    Se consagr al magisterio y ofrend a su patria al ms brillante

    grupo de maestras.

    Fu madre y le dio a su Patria hijos eminentes.

    Fu, como dice Hostos, una sacerdotisa en el aula, una pitonisa

    en el arte, un mentor en el hogar.

    4 Francisco y Buenaventura Urea Hernndez pertenecen a la misma

    familia. El padre de stos, Buenaventura Urea, muri en Santo

    Domingo el 1 5 de febrero de 1889.

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    En ese triple aspecto debe contemplarse a esta mujer que fu una

    de las figuras ms altas de la Amrica.

    Salom Urea naci en la antigua ciudad de Santo Domingo,

    capital de la Repblica Dominicana, el viernes 21 de octubre de

    1850, a las 6 de la maana, en el barrio de Santa Brbara, antiguo

    solar de buenas familias, en la casa de su abuela materna, hoy

    nmero 84 de la calle Isabel la Catlica, junto a la casa de Juan

    Pablo Duarte. El Dr. Pedro Delgado, famoso en el pas como

    mdico y como benefactor, y Ana Daz Len, la segunda madre

    en el hogar, fueron sus padrinos.5

    La ciudad de su nacimiento era pequea y tena acentuado aspecto

    colonial; estaba rodeada de murallas con foso hacia el campo, y las

    puertas se cerraban como en el siglo XVI: por lo menos la Puerta

    del Conde de Pealba. Muchos edificios estaban en ruinas, esas

    ruinas que la poetisa haba de cantar en 1876: la Universidad de

    los dominicos, el Estudio que haba sido Universidad de Santiago

    de la Paz, el convento de San Francisco, el de la Merced, la iglesia

    de San Antn, la iglesia de San Nicols, el convento de Regina

    Angelorum, el palacio del Virrey Almirante Diego Coln, muchas

    casas particulares. Como los edificios, las familias estaban

    tambin arruinadas. Largos aos de emigracin continua haban

    empobrecido la ciudad.

    El nacimiento de Salom Urea ocurri poco despus de la

    fundacin de la Repblica, durante el primer gobierno de Bez;

    creci en un ambiente de discordias, entre mil luchas intestinas.

    Por lo mismo que vivi en una poca de tanta agitacin, de tan

    incesantes perturbaciones en el pueblo dominicano, su alma se

    agrand con el dolor y se hizo fuerte.

    Salom tuvo una niez muy precoz. Su madre la ense a leer: a

    los cuatro aos lea de corrido. Su infancia discurri en las aulas

    5 Su nica hermana, Ramona, naci el 25 de octubre de 1848 y muri en

    Santiago de Cuba en 1936. Ana Daz naci en 1812 y muri en 1896.

    Ejerci largos aos el magisterio y ense las primeras letras a nios de

    cuatro generaciones.

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    de dos pequeas escuelas de primeras letras, nicas permitidas en-

    tonces a las mujeres. En esa poca las escuelas eran muy pobres, a

    tal extremo que no pasaban del catecismo. Deca doa Manuela

    Rodrguez que las madres no queran que sus hijas aprendieran

    para que no les mandaran papeles a los mozos; pero el padre de

    Salom, como hombre de letras, aviv en ella la llama de su

    espritu y le dio la mejor educacin literaria que se poda alcanzar

    en aquellos aos.

    Su amor al estudio hizo que muy pronto se distinguiera de sus

    compaeras de la infancia. Siempre fu lectora apasionada. Como

    todas las nias de entonces, sus primeras lecturas debi de

    hacerlas en el Catn Cristiano. Despus ley una traduccin en

    prosa de la Jerusalem Libertada, del Tasso, y el Numa Pompilio, de

    Florian: de ambas obras se saba captulos enteros de memoria. En

    este ltimo libro se encari con uno de sus personajes, Camila,

    nombre que ms tarde dara a su ltima hija.

    Sus lecturas y sus estudios de la adolescencia los hizo bajo la

    direccin de su padre, de quien recibi lecciones de literatura,

    aritmtica y botnica, por la cual senta ella gran pasin. Con su

    padre aprendi, adems, a declamar los versos de sus poetas predi-

    lectos. Salom tena una memoria extraordinaria, dicen quienes

    la conocieron. La cantidad de poesas que saba de memoria y sola

    repetir entre sus ntimos, lo mismo que su hermana Ramona, era

    incalculable. Ley mucho el Parnaso de Sedano y en general sus

    lecturas eran de clsicos espaoles. Adems, conoci bien la

    literatura francesa en su propia lengua, que ella y su hermana

    Ramona comenzaron a aprender con Alejandro Romn,

    aficionado a las letras. Luego ambas hermanas continuaron solas

    el estudio del francs, hasta dominarlo. Salom aprendi ms

    tarde bastante ingls- La literatura inglesa le gustaba mucho.

    Tena sense of humour a la inglesa y a veces haca frases

    humorsticas de sabor ingls, como la que le dijo a su esposo en

    ocasin en que estaba muy empeado en ordenar su biblioteca,

    que l mismo desordenaba continuamente: no te empees en

    desarreglar el caos.

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    VOCACIN POTICA.

    Cuando era muy nia se complaca viendo pasar por la puerta de

    su casa a dos poetisas de aquel entonces, Josefa Antonia Perdomo

    y Josefa Antonia del Monte, y llena de admiracin exclamaba:

    sas hacen versos! Naci poeta, no fu que se hizo poeta como

    hay otros a fuerza de manosear ajenas poesas y de hojear los

    manuales de retrica. Heredaba la vocacin: fu hija de uno de

    los buenos poetas dominicanos de su tiempo.

    Desde muy temprano comenz a cultivar su talento potico. A

    los quince aos escribi versos; a los diez y siete los public por

    primera vez, calzados con el seudnimo de Herminia, que lleg a

    ser muy conocido, al extremo de que en varias ocasiones en que

    conquistaba algn triunfo literario se designaban comisiones para

    presentarle parabienes.6

    En 1874 otra Herminia aparece firmando un artculo en prosa en

    el peridico El Centinela. En este artculo, escrito probablemente

    en Europa, se hablaba de invierno, de estufas y de pieles7

    . Desde

    6 Como el padre de Salom, don Nicols Urea de Mendoza, gozaba de

    fama como poeta, esto dio origen a que muchos negasen a la joven

    poetisa el derecho de autora de sus primeros versos. Pero, a la muerte de

    ste, todos quedaron convencidos de que la hija era mejor poeta que el

    padre. Una de sus primeras poesas publicadas fu Un himno y una

    lgrima, a la prematura muerte del joven poeta Lorenzo Puente Acosti,

    escrita el 5 de octubre de 1870. Apareci, con el seudnimo de Herminia,

    en el Boletn Oficial de Santo Domingo, n' 37, del 8 de octubre de 1870.

    Al pie de la poesa se lee esta nota, de la direccin del peridico:

    Obedecemos a dos sentimientos diferentes publicando la siguiente

    composicin: El primero, de compasin hacia el joven desgraciado que la

    motiva; el segundo, de nacional orgullo al ver los primeros lcidos des-

    tellos de una compatriota nuestra que en el albor de su ju ventud sabe

    emprender tan rpido majestuoso vuelo hacia las regiones de la bella

    poesa en alas del entusiasmo y del sentimiento, las solas fuentes vividas y

    puras en que se forman los hijos de Apolo.

    7 El citado artculo, Los dos calendarios, apareci en El Centinela, Santo

    Domingo, n. 3, del 12 de febrero de 1874. En la edicin siguiente, del 19

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    entonces Salom firma sus versos con su nombre y alcanza,

    elogios como el de Marcelino Menndez y Pelayo, quien escribi

    que para encontrar verdadera poesa en Santo Domingo hay que

    llegar a Jos Joaqun Prez y a Salom Urea, agregando que la

    egregia poetisa. . . sostiene con firmeza en sus brazos femeniles la

    lira de Quintana y de Gallego, arrancando de ella robustos sones

    en loor de la patria y de la civilizacin, que no excluyen ms

    suaves tonos para cantar deliciosamente la llegada del invierno o

    para vaticinar sobre la cuna de su hijo primognito.

    Las poesas de Salom Urea se publicaban generalmente en

    peridicos de Santo Domingo, y en ocasiones aparecan en

    peridicos extranjeros. Era tal el entusiasmo que despertaban, que

    los jvenes de la sociedad Amigos del Pas se las aprendan de

    memoria y hasta las escriban en las paredes.

    La antologa Lira de Quisqueya recoge diez composiciones suyas.

    En 1880 se public un volumen de sus poesas, patrocinada su

    publicacin por la sociedad Amigos del Pas. Este libro contiene

    treinta y tres composiciones y el poema Anacaona. Tiene un

    prlogo de Monseor Fernando Arturo de Merio y una

    biografa firmada por la citada sociedad y escrita por Jos

    Lamarche. En 1920 se hizo una segunda edicin de sus versos.

    Tiene prlogo, sin firma, escrito por su hijo Pedro Henrquez

    Urea. En esta edicin se han omitido el poema Anacaona y nueve

    composiciones de las que figuran en la edicin de 1880 .8

    de febrero, apareci este suelto aclaratorio: El artculo intitulado Los los

    calendarios, que publicamos en el nmero 3 de El Centinela, firmado

    Herminia, no pertenece a la brillante pluma de nuestra inspirada poetisa,

    que como todos sabemos- oculta modestamente su nombre bajo ese

    seudnimo. Por un olvido no pusimos al pie de dicho artculo la nota

    debida, pero nos apresuramos a hacer esta declaracin, porque

    conocemos la acendrada modestia de nuestra clebre cantora. Diremos de

    paso que en lo adelante nos favorecer con sus brillantes composiciones,

    que son una de las ms bellas joyas de nuestra pobre literatura.

    8 Poesas... coleccionadas por la Sociedad Literaria Amigos del Pas y

    publicadas por la misma con la cooperacin de varios municipios,

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    PATRIOTISMO.

    Desde muy nia, Salom Urea aloj en su corazn la vehemente

    aspiracin de Patria: haba heredado de su abuelo y de su padre el

    sentimiento del patriotismo. Sus primeros aos discurrieron en

    una poca alternativa de paz y de guerra. Su infantil espritu

    tropieza con la terrible anexin a la antigua metrpoli. El

    espectculo de la guerra nacionalista contra Espaa, y luego las

    guerras civiles, acrecientan su amor a la patria y hacen de Salom

    la poetisa patriota. Ella es la primera que canta, por encima de

    todos los poetas de su poca, el progreso y la civilizacin. Segn

    expresin de Csar Nicols Penson, fu poetisa vaticinadora en

    cuyos picos cantos predominaba siempre la nota patritica con

    los encendidos y vehementes anhelos y alientos de titn. Vidente

    como los grandes vates de las revoluciones del espritu, Olmedo,

    Heredia y Quintana, recogi la herencia de sus estrofas altivas y

    apasionadas, y sorprendi a la Amrica y al mundo...

    En sus poesas no predomina el elemento puramente literario,

    sino lo que contribuye a dar mayor grandeza a su patria. Hostos,

    al hablar de ella, dice: Cant todo lo que senta la sociedad de

    que formaba parte; y lo cant con tal fuerza, con tal uncin, que

    parece en sus versos la sacerdotisa del verdadero patriotismo; y

    agrega: indudablemente, lo ms grande que hay en la poetisa

    dominicana es la fibra patritica.

    So con el bien de su patria y dedic sus versos a inclinarla hacia

    la paz y el progreso. Esta preocupacin patritica lleg a

    sobreponerse a toda otra idea: slo le animaba el deseo de hacer

    sociedades e individuos particulares. Santo Domingo. Imprenta de Garca

    Hermanos, 1880. XV + 214 pginas.

    Poesas. Madrid, 1920. XIV +142 pginas. Edicin preparada por el Dr.

    Pedro Henrquez Urea, autor de la Introduccin y de las notas.

    Comprende cuarenta y seis composiciones.

    Adems, de Salom Urea se conservan algunas poesas inditas o no

    incluidas en las citadas obras. Sus escritos en prosa son bastante escasos:

    apenas algunos discursos y cartas.

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    llegar su prdica a todos sus compatriotas. En una de sus primeras

    composiciones dice:

    Oh Patria, voz divina, sublime y dulce nombre

    a cuyo acento el alma palpita de emocin. . .!

    Ya para esa poca llamaban la atencin en Santo Domingo y en

    otros pases de la Amrica sus composiciones patriticas. La nota

    del progreso y su amor a la patria es el tema de sus principales

    poesas desde 1873 hasta 1880: La gloria del progreso, A los

    dominicanos, A la patria, 27 de febrero, Ruinas, La llegada del

    invierno, La fe en el porvenir, En la muerte de Espaillat, A

    Quisqueya, A mi patria, El cantar de mis cantares, Sueos, Luz.

    Su fama alcanza tal altura, que en el ao 1878 se le hace una

    apoteosis y se le entrega una medalla costeada por suscripcin

    pblica; y su consagracin como la figura ms alta del Parnaso

    dominicano queda en nuestros anales cvicos y literarios como

    una de las ms bellas fiestas del espritu.9

    En el discurso en que

    agradeci este homenaje dijo que sera motivo para envanecerme

    si no fuera porque a mi carcter franco y despreocupado se aviene

    mal lo que se llama orgullo.

    Las poesas ntimas de Salom Urea estn impregnadas de

    melancola. Toda su tristeza proviene, no slo de su

    temperamento, sino principalmente del caos en que vivi su

    patria. Siempre torturada por el pasado y el presente de la

    Repblica, clama en su poesa A la Patria:

    T sabes cuntas veces con tu dolor aciago

    llor tu desventura, llor su destruccin,

    asi cual de sus muros la ruina y el estrago

    lloraron otro tiempo las hijas de Sin.

    9 Fueron muchos y frecuentes los tributos de admiracin y simpata que

    mereci en vida Salom Urea, sin que por nada se quebrantase su

    modestia. Fu socia de mrito y honor de las sociedades Amigos del Pas,

    de Santo Domingo, y Fe en el Porvenir, de Puerto Plata; y de casi todas

    las asociaciones benficas, literarias o artsticas de la Repblica. Fu,

    tambin, miembro honorario del Liceo de Puerto Prncipe, de Cuba, y de

    la sociedad literaria Alegra, de Coro, Venezuela.

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    Y sabes que cual ellas colgu de tus palmares

    el arpa con que quise tus hechos discantar,

    porque al mirar sin tregua correr tu sangre a mares

    no pude ni un acorde sonido preludiar.

    Son muchas las poesas de Salom Urea que pueden tomarse

    como ejemplo de ese fervor patritico que tuvo tan honda

    influencia en el gran poeta Gastn Deligne, en cuyos versos

    dedicados a la poetisa muerta haca esta afirmacin y este elogio:

    Ella, al menos, mantuvo con su aliento

    de una generacin los ojos fijos

    en el grande ideal. An llena el viento

    la seductora magia de su acento,

    y an hablar a los hijos de los hijos. . .

    En 1881 comienza a sufrir nuevamente por las desgracias de su

    patria. Recientes perturbaciones polticas hacen que sus

    esperanzas patriticas reciban grandes decepciones. El fracaso

    moral del gobierno de Merio le ocasion profundo desconsuelo.

    La poetisa escribe Sombras, y desde entonces en muy raras

    ocasiones escribe versos. Pero Sombras no es un vano alarde

    potico. La decepcin poltica es estmulo para la creacin de un

    plantel educativo que contribuya a cambiar la sombra faz del pas:

    el Instituto de Seoritas.10

    Sombras es un adolorido grito de patritica angustia:

    Alzad del polvo inerte,

    del polvo arrebatad el arpa ma,

    melanclicos genios de mi suerte.

    Buscad una armona

    triste como el afn que me tortura,

    que me cercan doquier sombras de muerte

    y rebosa en mi pecho la amargura.

    Venid, que el alma siente

    10

    La poesa Sombras fu plagiada en Honduras. Vase al respecto el

    peridico El Telfono, de Santo Domingo, n. 181, ao 1886.

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    morir la fe que al porvenir aguarda;

    venid, que se acobarda

    fatigado el espritu doliente

    mirando alzar con mpetu saudo

    su torva faz al desencanto rudo,

    y al entusiasmo ardiente

    plegar las alas y abatir la frente.

    No veis? All a lo lejos

    nube de tempestad siniestra avanza

    que oscurece a su paso los reflejos

    del esplndido sol de la esperanza.

    Mirad cul fugitivas

    las ilusiones van, del alma orgullo;

    no como ayer, altivas,

    hasta el ter azul tienden el vuelo,

    ni a recibirlas, con piadoso arrullo,

    sus prticos de luz entreabre el cielo.

    Cul ser su destino?

    Proscritas, desoladas, sin encanto,

    en el vrtigo van del torbellino,

    y al divisarlas, con pavor y espanto

    sobre mi pecho la cabeza inclino.

    Se estremece el alczar opulento

    de bien, de gloria, de grandeza suma,

    que fabrica tenaz el pensamiento:

    bajo el peso se rinde que le abruma!

    Conmuvese entre asombros,

    de la suerte a los mpetus terribles,

    y se apresta a llorar en sus escombros

    el ngel de los sueos imposibles.

    Venid, genios, venid, y al blando halago

    de vuestros himnos de inmortal tristeza,

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    para olvidar el porvenir aciago

    se aduerma fatigada mi cabeza. Del arpa abandonada

    al viento dad la gemebunda nota,

    mientras que ruge la tormenta airada,

    y el infortunio azota

    la ilusin por el bien acariciada,

    y huye la luz de inspiracin fecunda,

    y la noche del alma me circunda.

    Mas ah! venid en tanto

    y adormeced el pensamiento mo

    al sonoro comps de vuestro canto.

    Meced con vuestro arrullo el alma sola!

    Dejad que pase el huracn bravo,

    y que pasen del negro desencanto

    las horas en empuje turbulento,

    como pasa la ola,

    como pasa la rfaga del viento.

    Dejad que pase, y luego

    a la vida volvedme, a la esperanza,

    al entusiasmo en fuego:

    que es grato, tras la cruda

    borrasca de la duda,

    despertar a la fe y a la confianza,

    y tras la noche de dolor, sombra,

    cantar la luz y saludar el da.

    Es curioso y sorprendente el caso de que una poetisa del estro de

    Salom Urea pudiera abandonar su lira por tan largo tiempo.

    Este silencio puede interpretarse como una protesta de su pa-

    triotismo. Esa tcita renuncia a los triunfos poticos engrandece

    an ms a esta mujer de fuerte espritu, apasionada de la patria,

    enamorada de lo bueno, de lo bello, de lo verdadero y de lo justo,

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    que prefiri sacrificar los laureles de la poesa antes que volver a

    inspirarse en las crecientes desventuras de su patria.

    Ya lo dijo en versos dedicados a Billini:

    Que si mi pobre lira

    calla ante el vicio y la maldad del hombre,

    siempre lo grande admira. . .

    Ella esperaba, para tomar el arpa abandonada,

    despertar a la fe y a la confianza,

    y tras la noche de dolor, sombra,

    cantar la luz y saludar el da.

    SALOM EN EL HOGAR.

    Desde el ao 1860 hasta 1880, Salom Urea vivi siempre con su

    madre y con su hermana Ramona, y adems con Teresa de Len,

    su abuela, y Ana Daz Len, en la casa nmero 56 de la calle 19 de

    Marzo. Su educacin domstica la recibi de su madre y de su ta

    Ana (Nana), que ejerci el magisterio de primeras letras durante

    sesenta aos y no se cas nunca: tuvo un carcter spero y bon-

    dadoso al mismo tiempo. Sus sufrimientos los sobrellev con

    resignacin, pero sin paciencia. De esta t y de doa Gregoria,

    ambas austeras y laboriosas, recibi Salom un ejemplo edificante.

    Ramona y Salom se formaron en una atmsfera de fe cristiana, y

    asistan a la iglesia con su madre todas las maanas, durante su

    primera juventud. Luego las obligaciones del hogar no les

    permitieron ir a misa sino los domingos. La iglesia del antiguo

    Convento Dominico era la que acostumbraban visitar. All vio a

    Salom, por primera vez, Francisco Henrquez y Carvajal, quien,

    atrado por la fama de la poetisa, acompaado de un amigo, se

    dirigi al templo en inters de conocerla. El amigo le seal a las

    dos Hermanas, pero no supo decirle cul de ellas era la excelsa

    poetisa.

  • ~ 16 ~

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    Desde la infancia, Salom fu muy emotiva. Se le vea llorar sin

    motivo aparente. Esta disposicin del nimo perdur en ella toda

    la vida. Era noble de sentimientos y su modestia fu tan grande

    como su mrito. Fu mujer de su casa. Soltera, pocas veces

    traspasaba los linderos de su hogar. No sali nunca del pas, como

    ella misma lo dice:

    As, aunque de otras playas jams me vi en la arena ni de otros

    horizontes las lneas contempl. . .

    Sin embargo, a su hogar acudan altas mentalidades nacionales y

    extranjeras que rendan tributo de admiracin a la ya esclarecida

    poetisa quisqueyana. As, el distinguido poeta venezolano Juan

    Antonio Prez Bonalde, autor de la sentida poesa Vuelta a la

    patria, de paso por nuestra Ciudad Primada fu a rendir su

    homenaje de simpata y de admiracin a Salom; departieron

    amigablemente y l le recit lleno de emocin, hmedos los ojos

    por las lgrimas, la poesa en la cual describe, con intenso dolor,

    su triste regreso al terruo, ya sin hogar por la muerte de sus

    padres.

    Aos ms tarde, Salom Urea lea conmovida esa poesa a sus

    discpulas amadas y les deca: Quisiera que la hubierais odo

    recitada por sus labios...

    Era afectuosa con todos sus familiares; senta gran entusiasmo por

    su padre, a quien quera entraablemente; entusiasmo que la

    muerte no disminuy:

    Hoy, al entrar en tu mansin doliente, donde reina silencio

    sepulcral, nadie a posar vendr sobre mi frente el beso del cario

    paternal.

    Ninguna voz halagar mi acento., ni un eco grato halagar mi

    odo: slo memorias de tenaz tormento tendr a la vista de tu

    hogar querido.

    A pesar de que su hogar fu enturbiado con la separacin de sus

    padres, cuando ella apenas tena dos aos de nacida, en su corazn

    estuvieron siempre unidos. Vivi junto a su madre, pero diaria-

    mente visitaba la casa del poeta, a cuya muerte escribi una

  • ~ 17 ~

    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    composicin titulada A mi padre, donde deja ver la profunda

    admiracin y la ternura de su cario por su progenitor.

    Salom Urea tena especial predileccin por un rosal de la

    variedad que en nuestro pas recibe el nombre popular de

    magnolia; lo haba cultivado su padre en la casa solariega y le

    sobrevivi por muchos aos. En su hogar y en su escuela mostra-

    ba hermosos ramos de esas blancas magnolias, bellsimas y de

    delicado perfume. Aspiraba dulcemente la esencia de esas rosas y

    sus ojos se humedecan cuando llena de emocin refera a sus

    discpulas la historia de ese rosal querido, tan ntimamente ligado

    al bendito recuerdo de su padre.

    En 1880 contrajo matrimonio con Francisco Henrquez y

    Carvajal, que andando el tiempo sera Presidente de la Repblica

    (1916). El 3 de diciembre de 1882, como para bendecir su hogar-

    escuela, y para que Salom pudiera ostentar la sublime trinidad de

    poetisa, educadora y madre, naci el anhelado primognito:

    Las cielos se inclinaron,

    y descendi al hogar, entre armonas,

    el ngel que mis sueos suspiraron

    nuncio de bendiciones y alegras. . .

    Salom no descuid sus deberes de madre por los del magisterio.

    Sus discpulas recuerdan que la cuna del primognito siempre

    estuvo cerca de la madre; en una de sus pocas poesas inditas

    dice:

    All duerme feliz, y no distante

    yo de un libro las pginas hojeo;

    levanto la cabeza a cada instante,

    le contemplo dormir, y al fin no leo.

    La inscripcin del Instituto, el plantel de enseanza que fund en

    1881, era cada da ms numerosa y resultaba estrecho aquel local.

    Familia y escuela se instalaron entonces en la calle de la Esperanza

    (hoy Lupern), esquina a Duarte. Ah nacieron sus hijos Pedro y

    Maximiliano.

  • ~ 18 ~

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    En 1884 nace Pedro Nicols Federico, su segundo hijo. A los

    cinco meses de nacido le sobreviene mortal enfermedad. Una de

    las discpulas predilectas de Salom, Mercedes Laura Aguiar, re-

    cuerda la terrible y conmovedora escena: el nio en brazos de

    Monseor Merio para recibir las aguas del bautismo; la madre de

    rodillas en el suelo rogando a Dios que le salvara su hijo; los

    dems, todos en silencio. Llega el Dr. Juan Francisco Al-fonseca y

    tomando al nio en sus brazos dice: Monseor, unos minutos a

    la ciencia. Despus de algunas horas de terrible ansiedad, la fiebre

    cede y el nio se salva.

    En Horas de angustia la madre pinta maravillosamente este

    cuadro:

    Sin brillo la mirada,

    baado el rostro en palidez de muerte,

    casi extinta la vida, casi inerte

    te mir con pavor el alma ma

    cuando a otros brazos entregu aterrada

    tu cuerpo que la fiebre consuma. . .

    En 1887 escribe su poesa Qu es Patria?, inspirada en una

    pregunta que le hizo su hijo Pedro, quien slo contaba tres aos,

    al or el himno nacional: Mam, qu es Patria? Y ella responde;

    Qu es Patria? Sabes acaso

    lo que preguntas, mi amor?

    Todo un mundo se despierta

    en mi espritu a esta voz. . .

    La poetisa se complaca en leerles a sus mejores discpulas las

    composiciones que escriba. Una maana las reuni y llena de

    emocin, con voz abogada por el llanto, les ley Tristezas, poesa

    escrita la noche anterior, inspirada en las palabras del dulce

    primognito, cuando ya en la cama, despus de terminar sus

    oraciones, recordando al padre ausente exclam:

    T no te acuerdas, mam?

    El sol, qu bonito era

    cuando estaba aqu pap!

  • ~ 19 ~

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    Cuatro aos (1887-1891) dur la ausencia del esposo, que haba

    ido a Francia a perfeccionar sus estudios de medicina. Cuatro

    aos de angustias para la madre educadora. Aquella mujer de ni-

    mo fuerte y de voluntad superior vacil abatida por la ausencia del

    esposo ante la terrible idea de perder a uno de sus hijos. Ese

    estado de espritu le inspir su poesa Angustias:

    Torna a morir el sol. As pasando

    van de tu ausencia los terribles das,

    en mi semblante plido marcando

    la huella de profundas agonas.

    Torna a morir el sol. El hogar mo

    de arpegios infantiles est lleno;

    pero rueda del prpado sombro

    una rebelde lgrima a mi seno. . .

    Podr, cuando regreses a mi lado,

    rico de porvenir, rico de ciencia,

    presentarte el tesoro inmaculado

    de este grupo de amor y de inocencia? . . .

    Acaba, llega! Que el hogar sin calma

    es de mis penas ntimas remedo;

    que tiemblo por los hijos de mi alma;

    que la vida sin ti me causa miedo!

    La terrible enfermedad del crup se desarroll en esta ciudad en

    1888. El suero salvador no se haba descubierto an, y era casi

    seguro que el nio que fuera atacado por la epidemia mortal su-

    cumbira. Desgraciadamente, su hijo Pedro contrajo la terrible

    enfermedad. Otro milagro se realiz al salvarlo de nuevo el Dr.

    Alfonseca. En esa ocasin no fueron pocas las angustias de la

    madre ante el nio enfermo. Sentimientos distintos invadan su

    alma: su amor de madre, la responsabilidad ante el esposo ausente;

    y, por ltimo, quin sabe si, presintiendo la gloria que este hijo

    suyo sera para su tierra, consider un deber de patriotismo

    arrebatarlo de la muerte para ofrendarlo a su amada patria.

  • ~ 20 ~

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    Salom senta vivo placer en la educacin de sus hijos. A todos les

    ense a querer a su patria.

    Ese amor creci con la maternidad y lo infundi en el espritu de

    sus hijos. Pedro y Max heredan el intenso amor y las grandes

    inquietudes que ella sinti por su Quisqueya; y cada da, desde

    playas extranjeras, llegan a la patria lejana y triste, como si fuera

    el eco del patriotismo de la madre, tributos de amor de tan

    ilustres hijos.

    El 9 de abril de 1894 naci Camila, su nica hija. Mientras tanto,

    ella luchaba con la muerte, atacada de fuerte neumona. Rebas la

    gravedad, pero su salud qued minada para siempre. Apa-

    rentemente restablecida de esa enfermedad, escribi su poesa

    Umbra-Resurrexit:

    UMBRA

    La mirada sin luz, la mente ansiosa, corto el aliento al pecho, en ruda agitacin se va la vida. . . All perderse en la penumbra vaga miro las prendas del hogar benditas, mis hijos, en su candido abandono, ajenos al amago de la suerte sobre ellos suspendida, y a ti, de pie, bajo el dolor inmenso, nublada por el llanto la pupila.

    RESURREXIT

    Brota la luz, en deslumbrantes ondas,

    el aire al pecho afluye,

    el espritu absorto se reanima,

    y cunde y se dilata en las arterias

    el ritmo palpitante de la vida.

    Y bajo el ala candida que extiende

  • ~ 21 ~

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    sobre el hogar en gozo

    ngel nuevo de paz que el cielo brinda,

    surgiendo victorioso de las sombras

    el cuadro de mi amor esplende al da.

    Durante su quebranto inflexible, el esposo la hizo abandonar la

    ciudad natal, hacia Puerto Plata (junio de 1896). Al pasar frente a

    San Pedro de Macors, el poeta y crtico Rafael Alfredo Deligne la

    salud con sus versos Alondra que viaja, que comenzaban as:

    No vi su marcha, ni cruz mi puerta; mas es su vuelo tal, que el alma ma se estremeci, despierta a la armona, de tanta gloria al esplendor despierta.

    Que el genio, aunque se oculte, y viaje solo, astro inmortal, o puro ser divino, deja de luz un rastro peregrino, ms que la aurora con que irradia el polo!...

    Puerto Plata fu para ella delicioso oasis. Al llegar, Antera Mota

    de Reyes la salud con una extensa y bella pgina en prosa,

    Bienvenida. Rodeada de carios y atenciones y colmada de ho-

    menajes de admiracin, pas all una feliz temporada que alivi su

    espritu, pero no detuvo en su carrera la mortal enfermedad. All

    termin su poesa Mi Pedro, que tena inconclusa desde 1890.11

    FEMINEIDAD.

    Salom Urea fu extremadamente femenina. Hostos, el apstol

    antillano, al hablar de ella en una breve biografa dice: Los

    11

    La poesa de Deligne se public en el Listn Diario, Santo Domingo,

    del 6 de julio de 1896. En Letras y Ciencias s public ntima, de Leonor

    Mara Feltz, en que la ejemplar alumna de Salom lamentaba no haber

    podido ir a despedirse de su amada Maestra. Mercedes Laura Aguiar, otra

    admirable discpula de Salom, escribi entonces su pgina Sursum corda,

    inspirada en la poesa Mi Pedro, citada, nica que escribi Salom desde

    su enfermedad: en realidad, slo agreg las dos estrofas ltimas, ya que

    las cuatro primeras eran de 1890.

  • ~ 22 ~

    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    tributos poticos de Salom Urea a los afectos, a los seres

    queridos, al hogar, a su digno esposo y a sus hijos, forman una

    serie de composiciones extraordinariamente subjetivas, pues todas

    juntas sugieren la certidumbre de que la poetisa era adems una

    mujer; no hay ninguna de ellas que no sugiera algn sentimiento

    delicado, alguna recndita sonrisa de complacencia, algn noble

    estmulo para la vida, alguna de esas tristezas reconfortantes que

    sirven de squito, y a veces de ovacin, al mrito moral e

    intelectual desconocido.

    Como Juan Nicasio Gallego, al estrenarse uno

    11

    22

    de los dramas de la. Avellaneda, Es mucho hombre esa mujer!,

    exclama Alejandro ngulo Gu-ridi en un arranque de entusiasmo

    al or la composicin de Salom A mi patria, leda por Francisco

    Henrquez y Carvajal en la velada de la Sociedad Literaria Amigos

    del Pas en que se le confiri una medalla. Cuando Angulo Guridi

    exclama: Es muy hombre esa mujer!, no se refiere a odiosos

    rezumos varoniles, a manifestaciones de bastarda masculinidad en

    sus versos, sino a la majestad de su inspiracin; hombre tambin

    en la grandeza de la accin, pero femenina siempre en su actitud.

    Nunca fu hombre en la actitud esta mujer, de tan extrema

    femineidad, que la mantuvo intacta en todo su constante afanar.

    De no ser as, ella habra sido digna de aplauso en un sentido, pero

    no en el ms sagrado, porque ni aun la gloria ms alta vale en la

    mujer el sacrificio de su femineidad.

    EN LA ESCUELA.

    Durante los aos 1878'y 1879 se dedic Salom Urea a ampliar

    su cultura cientfica y literaria. Francisco Henrquez y Carvajal,

    admirador del talento de la poetisa, cuyo nombre volaba ya en alas

    de la fama, la ayud a completar su educacin, ensendole

    ciencias, de que fu l tan devoto, y contrajo matrimonio con ella,

    en febrero de 1880, como se ha dicho antes. Todava se conservan

  • ~ 23 ~

    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    trabajos que la poetisa redactaba sobre los estudios que iba

    haciendo, para someterlos a la crtica de su maestro.

    En 1879 haba llegado a la Repblica Eugenio Mara de Hostos, a

    quien se le encomend la organizacin de la Escuela Normal de

    Santo Domingo, en 1880, y de quien fu Francisco Henrquez y

    Carvajal activo colaborador.

    Animada en su idea por el compaero de su vida, fund el 3 de

    noviembre de 1881 el Instituto de Seoritas, primer plantel

    femenino de enseanza secundaria completa en la Repblica, sin

    duda la escuela de mujeres ms importante que ha habido en el

    pas. Fu inaugurado con slo catorce alumnas. Su consagracin al

    magisterio fu tan radical que prefiri sus duras glorias a los

    laureles de la poesa. Ya lo dijo Hostos: la mujer quisqueyana no

    ha tenido reformadora ms concienzuda de la educacin de la

    mujer.

    El Instituto de Seoritas alcanza rpido triunfo espiritual, y el 17

    de abril de 1887 se celebra la investidura de las seis primeras

    maestras: Leonor Mara Feltz, Mercedes Laura Aguiar, Luisa

    Oze-ma Pellerano, Ana Josefa Puello, Altagracia Henrquez

    Perdomo y Catalina Pou. En aquella ocasin, en que Hostos

    pronunci uno de sus ms vigorosos discursos, Salom Urea

    rompe su silencio y escribe la historia de sus aspiraciones y de sus

    esfuerzos en Mi ofrenda a la Patria. Como a la noche sigue el da,

    esta poesa es, en su alma de patriota, como la esplendente

    continuacin de Sombras:

    Hace ya tanto tiempo! Silenciosa, si indiferente no, Patria bendita, yo he seguido la lucha fatigosa con que llevas de bien tu ansia infinita. . .

    He visto a las pasiones levantarse en tu dao conjuradas para ahogar tus supremas ambiciones, tus anhelos de paz y de progreso, y rendirse tus fuerzas fatigadas al abrumante peso.

  • ~ 24 ~

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    Por qu, siempre que el ruido de la humana labor que al mundo asombra, recorriendo el espacio estremecido, a sacudir tu indiferencia viene, oculta mano frrea, entre la sombra, tus generosos mpetus detiene?

    Ah, yo quise indagar de tu destino la causa aterradora! Te miro en el comienzo del camino, clavada siempre all la inmvil planta, como si de algo que en llegar demora, de algo que no adelanta, la potencia aguardaras impulsora. Quin sabe si tus hijos esperan una voz de amor y aliento!. . .

    Para ser del hogar lumbrera y gua formemos la mujer dominicana. . .

    Hoy te muestro ferviente las almas que mi afn dirigir pudo: yo les di de verdad rica simiente y razn y deber forman su escudo. En patrio amor sublime templadas al calor de mis anhelos, ya suean que tu suerte se redime, ya ven de tu esperanza abrir los cielos. . .

    El Instituto de Seoritas fu por largos aos dulce y fecundo

    hogar para sus discpulas. La Maestra amada era madre y

    confidente de aquellas nias templadas al calor de sus anhelos.

    A ellas pueden aplicrseles los soberanos versos en que Gastn

    Deligne habla del entusiasmo que produca en jvenes como l la

    inspiracin patritica de Salom:

    Fu un contagio sublime! Muchedumbre de almas adolescentes

    la segua al viaje inaccesible de la cumbre que su palabra ardiente

    prometa. . .

  • ~ 25 ~

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    Y otro de nuestros grandes poetas, Jos Joaqun Prez, define as

    su obra:

    Forma conciencias en el molde austero

    de la virtud que en la razn se inspira. . .

    Despus de la investidura de las primeras maestras normales, fu

    Francisco Henrquez y Carvajal a Europa a perfeccionar sus

    estudios de medicina, como se ha indicado anteriormente. Salom

    se qued al frente del Instituto de Seoritas. Sus discpulas

    graduadas la ayudaban en la faena.

    Dos grupos de maestras invisti, examinadas ante la Escuela

    Normal, mientras la dirigi el Sr. Hostos: en el segundo, en

    diciembre de 1888, figuraban Eva Pellerano, Mercedes Echenique

    Pelez, Encarnacin Suazo, Altagracia Peguero Acevedo, Carmen

    Julia Henrquez Perdomo y Altagracia Henrquez Bello. Pero

    cuando el Dr. Henrquez regres de Europa, el 6 de julio de 1891,

    encontr tan desmejorada la salud de su esposa y tan agotadas sus

    fuerzas, que poco tiempo despus la convenci de que necesitaba

    descansar. En diciembre de 1893 se clausur el memorable

    Instituto de Seoritas. Su historia se recuerda con cario: fu la

    fragua en que se forjaron las maestras ms ilustres que ha tenido

    la Repblica. La mayora de las maestras dominicanas de hoy fue-

    ron discpulas de aquellas que se formaron a la sombra de Salom

    Urea. El Instituto permaneci cerrado hasta enero de 1896, en

    que se abri de nuevo. La reapertura se debi a las hermanas Luisa

    Ozema y Eva Pellerano Castro. Despus de muerta la poetisa, sus

    discpulas le dieron al Instituto el nombre de Salom Urea

    (1897).

    LA MUERTE.

    La vida de Salom Urea de Henrquez se resume en dos hechos

    esenciales: so con el bien de su patria y dedic sus versos a

    encaminarla hacia la paz y el progreso; despus crey que eso no

    bastaba, y se dedic a la educacin de la mujer. Hay dos

    momentos culminantes en su vida: el da en que se le entrega una

    medalla costeada por suscripcin pblica, como homenaje a la

  • ~ 26 ~

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    cantora del ideal de una patria mejor; el da en que se gradan sus

    primeras discpulas, prenda de algo que ayudara a hacer mejor el

    destino de la patria. Su vida es corta; cuando va a gozar del

    necesario descanso, enferma para morir; y este final inesperado

    conmueve a toda la Repblica.

    El angustioso proceso de su muerte se inici en enero de 1897. El

    da 2 regres de Puerto Plata a Santo Domingo. El da 8 se sinti

    decaer, y a los quince das se agravaba: asistanla los doctores

    Ramn Bez, Salvador B. Gautier y el viejo maestro Alfonseca. El

    esposo ausente lleg de Hait el 7 de febrero. Se redoblaron los

    esfuerzos de la ciencia y del cario hasta lograr apartarla por unos

    das de la tumba.

    En ese momento de pasajera reaccin, las amorosas almas que

    rodeaban a la enferma le recreaban el espritu con la lectura de

    algunas poesas: Sport, de Vicente Acosta; Brindis ureo, de Cho-

    cano; Sntesis, de Andrs Mata; Ars nova scribendi, de Gastn

    Deligne; Hicayagua, de Jos Joaqun Prez; Preludio, de Federico

    Balart; Notas para un lbum, de Eulogio Horta. La maana, de

    Espronceda, tena para la poetisa singular atractivo y fu una de

    las ltimas poesas que pudo or y celebrar una vez ms.

    Herida por un mal cada da ms creciente, su vida fu apagndose

    poco a poco. Ella, mientras tanto, se despeda con frases

    edificantsimas, del esposo, de los hijos, de la familia toda, de sus

    discpulas predilectas, de los corazones atribulados que la

    rodeaban ansiosamente como a una flor que estaba a punto de

    deshojarse.

    Muri rodeada del cario de todos el da 6 de marzo de 1897. Su

    entierro fu una manifestacin en que por primera vez desfilaron

    las mujeres dominicanas en un acto civil. Le dieron sepultura en

    la iglesia de las Mercedes, donde haba oficiado Tirso de Molina.

    Ante su tumba dijo Arturo Pellerano Alfau el corazn se

    llena de congojas y la palabra se anuda en la garganta y agrega:

    Para su cuerpo es bastante ese lecho de tierra donde va a dormir

    el sueo eterno, pero para su gloria son ya pequeos los mbitos

    de Amrica. Mujer de la Biblia, la llam Csar Nicols Penson.

  • ~ 27 ~

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    Y el grande amigo de la poetisa, el poeta Jos Joaqun Prez,

    recit conmovido sus ms dolientes versos ante la tumba de la

    excelsa cantora:

    Cuanto en su lira enalteci se inclina; cuanto su alma ador con fe

    la llora; apagado est el sol y nada brilla; todo se desvanece y

    descolora. . .

    De ella dijo entonces el ilustre autor de Enriquillo, Manuel de

    Jess Galvn: el cuerpo yace inerte; ser polvo maana; pero ella,

    el espritu que vibraba en las cuerdas de su armoniosa lira, que

    palpita a la sentida inspiracin de los santos amores, que se exhala

    en ritmos de ternura, aspirando a la imposible realizacin, en este

    mundo de sus ensueos de virtud y de bien, se no muere nunca.

    Ese espritu, que anim a la ilustre poetisa dominicana, est hoy

    ms vivo que ayer, y reposa complacido en el seno de la

    inmortalidad.

    Los peridicos de aquella poca estn llenos de artculos, versos y

    discursos, dedicados a la muerte de Salom Urea. Hostos, en una

    emocionante carta que dirigi desde Chile a don Federico Henr-

    quez y Carvajal, le deca: Hay que llorarla! Son muchos los que

    estaban interesados en su vida: la patria, que no tuvo corazn ms

    devoto; su discipulado, que no tuvo mejor luz; la mujer quisque-

    yana, que no ha tenido reformadora ms concienzuda de la

    educacin de la mujer; su familia, que no tena mejor ambiente

    que el de aquellas virtudes morales y sociales tan sencillas; sus

    coetneos, que no pudieron tener centro mejor en donde con-

    fluyeran tantas admiraciones motivadas como en aquel cuerpo

    dbil y alma fuerte, que era a la vez una sacerdotisa en el aula, una

    pitonisa en el arte, un mentor en el hogar.

    Ninguna muerte ha producido en la Repblica sentimientos tan

    hondos. La muerte de Salom Urea fu duelo para todos los

    dominicanos. La lloraron de tal modo que le hicieron decir a

    Hostos, su ferviente admirador, estas palabras memrales: casi se

    puede haber soportado la vida, con tal de morir entre corazones tan

    amigos.

  • ~ 28 ~

    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    BIBLIOGRAFA12

    AGUIAR, MERCEDES LAURA: Rasgos de la vida de Luisa Ozema

    Vellerano de Henrquez. Ciudad Trujillo, 1940.

    BAZIL, OSVALDO: Parnaso dominicano. Barcelona, 1915; Parnaso

    antillano. Barcelona, 1916.

    CASTELLANOS, JOS: Lira de Quisqueya. Santo Domingo, 1874.

    Recoge diez poesas de Salom Urea precedidas de una breve

    biografa.

    COCCHIA, Rocco: Cristforo Colombo e le sue ceneri. Chieti,

    1892, pg. 243. Dice: Due anni fa gli americanisti convennero

    nuovamente a Parigi, e San Domingo vi mand per la prima volta

    un suo rappresentante in persona del sig. Francesco Henrquez

    Carvajal, a me ben noto per abilit e talento. (Egli sposo di una

    vera poetessa, delle pi robuste di America, Salom Urea.)

    COESTER, ALFRED: Historia literaria de la Amrica Espaola.

    Madrid, 1929, pgs. 493-494.

    Coiscou, MXIMO: Notas sobre Salom Urea. En la revista La

    Primada de Amrica, de Santo Domingo, 15 dic. 1917.

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    Edicin extraordinaria. Contiene trabajos, verso y prosa, de Luis

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    En esta resea bibliogrfica no se agota la materia: es slo una gua para

    el conocimiento de Salom Urea.

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    Arturo Bermdez, Gastn Fernando Deligne, Rafael Alfredo

    Deligne, F. E. Richiez, Aminta Castillo Martnez, Moiss de Soto,

    Octavio A. Acevedo, Manuel Leopoldo Richiez, E. Gmez Alfau,

    Matilde Richiez, Ana Teresa Acevedo, Dolores Fuentes, Pedro A.

    Prez, Clara Lux Nez, Mercedes Soto, Isolina de Soto, Ana

    Garca Guerrero, Francisco A. Valds, Armando Brea, Mercedes

    Luisa Bermdez, Enrique J. Richiez, Isolina Zayas Bazn, Serafn

    Travieso y Cohn, Lucrecia de Zayas Bazn, Antonia Mara Brea,

    Manuela Bonilla de Leyba, Severita A. Morel Bobadi-Ha, Emilio

    Morel, Altagracia Castillo de Vilomar, A. Read de Morales, Hena

    de la Rocha, Mara Luisa H. de Castillo, Mara C. Brea, Alfredo

    Pellerano, A. Montano, F. Richiez Ducoudray, Mara M. Soto,

    Josefa A. Soto, Eliardo Scotto, Enerolisa Vilomar, Francisca

    Vallejo de Garca, J. R. Monzn, Rafael Santoni, Matilde Nez,

    C. Lince, M. A. Miranda, Mara Mercedes de Soto, Julio de Soto,

    Eva Rodrguez, Julia Pichardo, A. M. Bobadilla, Octavio Giraudy,

    F. Castillo, E. Vargas hijo, Jaime A. Sasso, J. B. Montolo

    Germn.

    El Estudio, de Santo Domingo, 1878-1879. Escritos con

    ocasin de la medalla ofrecida a Salom Urea, escritos por

    Federico y Francisco Henrquez y Carvajal, Jos Dubeau, Pablo

    Pumarol, Juan Isidro Ortea, etc.

    Instituto de Seoritas: Investidura de las primeras Maestras

    Normales de la Repblica. Santo Domingo, Imp. Quisqueya,

    1887, 76 pginas. Las graduadas fueron: Leonor Mara Feltz, Luisa

    Ozema Pellerano, Mercedes Laura Aguiar, Ana Josefa Puello,

    Catalina Pou y Altagracia Henrquez Perdomo, discpulas de

    Salom Urea de Henrquez. Contiene: Tesis y discursos de las

    graduadas; discursos de Hostos, Juan Toms Meja, Eugenio de

    Marchena, J. Arismendi Robiou, Lucas Gibbes, Pedro Barn

    Coiscou; poesas de Salom Urea de Henrquez, Emilio

    Prud'homme, Csar Nicols Penson, Arturo B. Pellerano Castro

    y Federico Henrquez y Carvajal; documentos diversos.

    GARCA CALDERN, FRANCISCO: Les dmocrates latines de

    l'Amerique. Pars, 1912.

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    1888. GARCA GODOV, FEDERICO: La literatura dominicana. En

    Revue Hispanique, 1916.

    HENRQUEZ Y CARVAJAL, FEDERICO: Salom Urea, eminente

    poetisa dominicana. En El Estudio, de Santo Domingo, 1879.

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    1933. Contiene una poesa y dos discursos de Salom Urea, v

    trabajos de Hostos, Francisco Henrquez y Carvajal, Mercedes

    Laura Aguiar, Pedro Henrquez Urea y Leonor Mara Feltz.

    Letras y Ciencias, Santo Domingo, 1897. Ediciones consagradas

    a la memoria de Salom Urea, total o parcialmente. Trabajos en

    prosa y verso de Jos Joaqun Prez, Manuel de Jess Galvn,

    Manuel de Jess de Pea y Reynoso, Rafael Abreu Licairac,

    Francisco Henrquez y Carvajal, Gastn Fernando Deligne, Flix

    Mara del Monte, Augusto Franco Bid, Bartolom Olegario

    Prez, Mercedes Mota, Federico Garca Godoy, Jos E. Otero

    Nolasco, Rafael Alfredo Deligne, Julin de la Rocha, Emilio

    Prud'homme, Ana Josefa Puello, Arturo B. Pellerano Castro, Juan

    Elias Moscoso, Wenceslao Figuereo, Csar Nicols Penson,

    Carlos T. Irwin, Josefa Andrade Berti, Mercedes M. Moscoso,

    Mercedes Laura Aguiar, Miguel ngel Garrido, Luis Arturo

    Bermdez, Virginia Ortea, Flix Mara Nolasco hijo, Francisco de

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    Machado, Estela Mangual, David M. Chumaceiro.

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    dedicada a Salom Urea. Trabajos, prosa y verso de Manuel de

    Jess Galvn, Jos Joaqun Prez, Rafael Abreu Licairac, Eulogio

    Horta, Manuel de Jess de Pea y Reynoso, Francisco Henrquez

    y Carvajal y Enrique Deschamps.

    MENNDEZ Y PE LA YO, MARCELINO: Historia de la poesa

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    dominiicana Salom Urea. 7.1 de diciembre de 1878. En recortes

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    Rodrguez Demorizi, en Ciudad Trujillo.

    PENSON, CSAR NICOLS: Resultado trascendental del acto de

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    Comercio, de Santo Domingo, nm. 79, 1887.

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    XXXII, XLIV, XLVIII, LII, LXI, LXVI, 39, 47, 83, 185, 192, 216,

    225, 269, 272, 297.

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    junio y 16 de septiembre de 1934.

    FUNDACIN RODRGUEZ DEMORIZI

    I. Alessandro Geraldini, Itinerario por las regiones Mbeqninoc-

    ciales, Editora del Caribe, Santo Domingo, 1977, 244 pp. II. E.

    Rodrguez Demorizi, BUw^ografia dominicana (en preparacin).

    IH. Fr. C. de Utrera, Noticias hiatiieaa de Santo Domingo

    (Vol. I), Editora Taller, Santo Domingo, 1978, 380 pp. IV. E.

    Rodrguez Demorizi, Caricatura y Dibajo en Santo Domingo, Editora

    Taller, Santo Domingo, 1977, 276 pp. V. Fr. C. de Utrera, Noticias

    histricas de Santo Domingo

    (VoL II), Editora Taller, Santo Domingo, 1978,394 p. VI. E.

    Rodrguez Demorizi, Fbulas dominicanas, dibujos de Ada Balccer.

    Segunda Edicin. Grficas M. Pareja, Barcelona, 1978. VIL E.

    Rodrguez Demorizi, Mart en Santo Domingo. Segunda edicin,

    Grficas M. Pareja, Barcelona, 1978, 624 p. VIII. E. Rodrguez

    Demorizi, Maceo en Santo Domingo. Segunda edicin. Grficas M.

    Pareja, Barcelona, 1978, 442 p. XI. Fr. C. de Utrera. Noticias histricas

    de Santo Domingo

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    (VoL III). Editora Taller, Santo Domingo, 1978, 390 p. X- E.

    Rodrguez Demorizi, El pleito Ovando-Tapia. Comienzos de la vida

    urbana en Amrica. Editora del Caribe, Santo Domingo, R. D., 1978,326

    p. XI. Fr. C. de Utrera, Noticias histricas de Santo Domingo

    (VoL IV). Editora Taller, Santo Domingo, 1979. XII. E. Rodrguez

    Demorizi, Del romancero dominicano. (Segunda edicin). Grficas M.

    Pareja, Barcelona, Espaa, 1979,120 p.

    XIII. E. Rodrguez Demorizi, Mapas y planos de Santo Domingo.

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    Dominicanos, Editora

    Taller, Santo Domingo, 1982. XV. Fr. C. de Utrera, Noticias histricas

    de Santo Domingo,

    (VoL V), Editora Taller, Santo Domingo, 1982. XVI. Fr. C. de Utrera,

    Noticias histricas de Santo Domingo,

    (VoL VI), Editora Taller, 1982.

    XVII. E. Rodrguez Demorizi, Del Vocabulario Dominicano. Editora

    Taller, C. por A., Santo Domingo, R.D., 1983.

    XVIII. E. Rodrguez Demorizi, La Muerte de Lilis. Versos y Docu-

    mentos. Editora Taller, C. por A., Santo Domingo, R.D., 1983.

    XIX. Pedro Henrquez Drena, Poesas Juveniles. Editora Taller, C. por

    A.,

    Santo Domingo, R.D. 1984. XX. Silveria R. de Rodrguez Demorizi,

    Salom Urea de Henrquez. Editora Taller, C. por A., Santo Domingo,

    R.D. 1984.

    Boletn de la Fundacin Rodrguez Demorizi.

    Vol. I, No. I, 1978, 208 p. Vol. IV, No. 4, 1981.

    Direccin: Fundacin Rodrguez Demorizi, Academia Dominicana de la

    Historia, Calle Mercedes 50, Santo Domingo, R.D.

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    http://www.cielonaranja.com/salome-bio.pdf

    COLOFN

    Esta Segunda Edicin de 1,000 (un mu; ejemplares, de SALOME

    UREA DE HENRQUEZ, de Silveria R. de Rodrguez

    Demorizi, versin facsimi-lar de la primera que hiciese Imprenta

    Lpez, de Buenos Aires, Argentina en 1944, bajo el cuidado de

    Pedro Henrquez Urea, se termin de imprimir en EDITORA

    TALLER, C. por A., Isabel la Catlica 309, Santo Domingo,

    Repblica Dominicana, en el mes de marzo de 1984.