Salud, Dinero y Amor

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31 SOCIEDAD 30 DICIEMBRE ¿Qué pasa con el amor en este 2008? Creo que es una pala- bra devaluada, no creo que nadie la pronuncie dema- siado porque exige un compromiso. “Compromiso”, la palabra tan temida… Pero es que el amor tiene que ver con el compromiso. Uno ama a alguien y se compromete con esa persona porque quiere darle lo mejor, entregarse. Y eso ocurre muy poco. Y en reali- dad los argentinos somos muy cautelosos con eso, por- que decimos “te quiero” en vez de “te amo”. Y el “te quiero” implica querer poseer, querer tener: “Quiero que vivas para mí”, como dice el bolero. Mientras que “te amo” explicita un arrojarse hacia la otra persona, un ir más allá de uno hacia el encuentro con el amado. Son dos connotaciones distintas. ¿Y de eso hay poco hoy? Lo que se ve, más que el compro- miso, es lo instantáneo: voy a un boliche, tomo las pastillas correspondientes (Viagra, Extasis) y encuen- tro una chica. Pero al día siguiente ya no está al lado mío y quizás ni la recuerdo. En otros casos se trata, a lo sumo, de vivir juntos, pero sin casarse. ¿Es por miedo o por una desensibilización? La falta de com- promiso es por miedo. Es tener miedo de enamorarse de una mujer y que nos complique la vida. “Yo estoy bien así”, dicen. “Vivo en la casa de mis viejos”. Ahora viven hasta los 40 años con los padres porque es muy cómodo. Y se quedan hasta que los padres los echan. ¿Es una cuestión de debilidad? Podría ser. También puede interpretarse como un gesto total de libertad: “Yo quie- ro ser yo, quiero estar solo, quiero estar tranquilo”. Pe- ro también es cierto que no hay mayor libertad que entregarse a otro ser, porque la libertad también está para algo, no para tenerla guardada. Y la libertad tam- bién está para perderla… ¿Y en el amor siempre se pierde la libertad? En el amor se pierde la libertad porque uno le entrega su libertad a otro, que también la entrega. Ocurre que el amor así entendido tiene una particularidad complicada: el que más ama es el más débil, el que se pierde en el otro: “Te amo tanto que me pierdo en vos”. Y el otro, al amar menos, tiene más distancia y por lo tanto, domi- na. La otra posibilidad, de que los dos amen igual, es muy infrecuente. A mi juicio, lo que tendría que estar siempre en una relación es la libertad: “Te doy lo que te doy pero te lo doy libremente”. ¿Es el miedo a sufrir lo que provoca la reticencia a enamorarse? Enamorarse requiere coraje y la aceptación del posible sufrimiento, porque cuanto más quiero a una persona, más riesgos corro: que me deje, que se enferme, que se muera. Estoy más expuesto a sufrir. Hay gente que no tiene hijos por eso. Se escucha que son los hombres los que no quieren compro- meterse. ¿Cree que es así? Tengo muchos amigos con esa actitud, que saltan de relación en relación porque no quieren compromiso. ¿Y las mujeres? El problema es que las chicas jóvenes se meten con hombres mayores porque entre los de su edad no encuentran compañeros. Siempre las chicas fueron más inteligentes, se nota al nacer, lo que pasa es que después la cultura machista las aplasta. Una chica de 24 años es una mujer, mientras que el varón de esa edad es un pibe. Pero volviendo al tema de los hom- bres, lo que pasa es que no quieren pagar el precio de estar enamorados… y tampoco encuentran a “la mu- jer” que les mueva el piso. ¿Entonces de eso se trata: de encontrar a la persona? Y sí… Yo estoy con la misma mujer desde hace 28 años y continúo enamorado. Hay pasión, complicidad, pelí- culas y experiencias diversas que hemos comparti- do… uno sabe cómo es el otro y a la vez hay que sorprenderse… Creo que el amor a uno lo pone más inteligente, más alegre, lo pone bien. Por supuesto que hay que resignar cosas, pero a cambio de algo mucho mejor. Mi relación no es de esas llamadas “abiertas”, creo que esas formas necesariamente da- ñan una relación. > C.V. José Pablo Feinmann es licenciado en filosofía, docente y escritor. Dicta cursos de filosofía de gran convocatoria y tiene un programa sobre la misma temática por Canal Encuentro. Acaba de publicar La filosofía y el barro de la historia (Planeta). 01 Amor: la rebeldía de lo romántico ENTREVISTA A JOSE PABLO FEINMANN No deja de suceder en cada momento de balances. Serenos o preocupados o alegres, nuestros pensamientos siempre giran en torno a esas tres cosas sobre las que parece se centra la vida –al menos, en este sistema en el que nos toca vivir– : amor, salud y dinero. Aunque cambien las décadas, las modas y las tendencias, nunca dejamos de analizar cómo estamos en esas materias, o de desear mejorar en alguna cuando alzamos la copa. Y ésta es la época del año en que esos tres ítems se ponen más sobre el tapete o resaltan con luces de neón, entonces invitamos a tres prestigiosos profe- sionales, con miradas diferentes –aunque también comple- mentarias– para que nos den su punto de vista y, de paso y casi sin querer, nos aporten unos tips que nos permitan ver mejor dónde estamos parados. Tres deseos. Tres miradas FOTOS PAULO FAST TEXTO LUISA LARS

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Los eternos tres deseos que nos acompañan cada Fin de Año. Publicada en revista Entrecasa.

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¿Qué pasa con el amor en este 2008? Creo que es una pala-bra devaluada, no creo que nadie la pronuncie dema-siado porque exige un compromiso.

“Compromiso”, la palabra tan temida… Pero es que el amortiene que ver con el compromiso. Uno ama a alguien yse compromete con esa persona porque quiere darle lomejor, entregarse. Y eso ocurre muy poco. Y en reali-dad los argentinos somos muy cautelosos con eso, por-que decimos “te quiero” en vez de “te amo”. Y el “tequiero” implica querer poseer, querer tener: “Quieroque vivas para mí”, como dice el bolero. Mientras que“te amo” explicita un arrojarse hacia la otra persona,un ir más allá de uno hacia el encuentro con el amado.Son dos connotaciones distintas.

¿Y de eso hay poco hoy?Lo que se ve, más que el compro-miso, es lo instantáneo: voy a un boliche, tomo laspastillas correspondientes (Viagra, Extasis) y encuen-tro una chica. Pero al día siguiente ya no está al ladomío y quizás ni la recuerdo. En otros casos se trata, a losumo, de vivir juntos, pero sin casarse.

¿Es por miedo o por una desensibilización? La falta de com-promiso es por miedo. Es tener miedo de enamorarsede una mujer y que nos complique la vida. “Yo estoybien así”, dicen. “Vivo en la casa de mis viejos”. Ahoraviven hasta los 40 años con los padres porque es muycómodo. Y se quedan hasta que los padres los echan.

¿Es una cuestión de debilidad? Podría ser. También puedeinterpretarse como un gesto total de libertad: “Yo quie-ro ser yo, quiero estar solo, quiero estar tranquilo”. Pe-ro también es cierto que no hay mayor libertad queentregarse a otro ser, porque la libertad también estápara algo, no para tenerla guardada. Y la libertad tam-bién está para perderla…

¿Y en el amor siempre se pierde la libertad? En el amor sepierde la libertad porque uno le entrega su libertad aotro, que también la entrega. Ocurre que el amor asíentendido tiene una particularidad complicada: el que

más ama es el más débil, el que se pierde en el otro:“Te amo tanto que me pierdo en vos”. Y el otro, alamar menos, tiene más distancia y por lo tanto, domi-na. La otra posibilidad, de que los dos amen igual, esmuy infrecuente. A mi juicio, lo que tendría que estarsiempre en una relación es la libertad: “Te doy lo que tedoy pero te lo doy libremente”.

¿Es elmiedo a sufrir lo que provoca la reticencia a enamorarse?

Enamorarse requiere coraje y la aceptación del posiblesufrimiento, porque cuanto más quiero a una persona,más riesgos corro: que me deje, que se enferme, que semuera. Estoy más expuesto a sufrir. Hay gente que notiene hijos por eso.

Se escucha que son los hombres los que no quieren compro-

meterse. ¿Cree que es así? Tengo muchos amigos con esaactitud, que saltan de relación en relación porque noquieren compromiso.

¿Y las mujeres? El problema es que las chicas jóvenes semeten con hombres mayores porque entre los de suedad no encuentran compañeros. Siempre las chicasfueron más inteligentes, se nota al nacer, lo que pasa esque después la cultura machista las aplasta. Una chicade 24 años es una mujer, mientras que el varón de esaedad es un pibe. Pero volviendo al tema de los hom-bres, lo que pasa es que no quieren pagar el precio deestar enamorados… y tampoco encuentran a “la mu-jer” que les mueva el piso.

¿Entonces de eso se trata: de encontrar a la persona? Y sí…Yo estoy con la misma mujer desde hace 28 años ycontinúo enamorado. Hay pasión, complicidad, pelí-culas y experiencias diversas que hemos comparti-do… uno sabe cómo es el otro y a la vez hay quesorprenderse… Creo que el amor a uno lo pone másinteligente, más alegre, lo pone bien. Por supuestoque hay que resignar cosas, pero a cambio de algomucho mejor. Mi relación no es de esas llamadas“abiertas”, creo que esas formas necesariamente da-ñan una relación.

> C . V .

José Pablo Feinmann

es licenciado en

filosofía, docente

y escritor. Dicta cursos

de filosofía de gran

convocatoria y tiene

un programa sobre la

misma temática por

Canal Encuentro.

Acaba de publicar

La filosofía y el barro

de la historia (Planeta).

01

Amor:la rebeldía de lo romántico

E N T R E V I S T A A J O S E P A B L O F E I N M A N N

No deja de suceder en cada momento de balances. Serenos o

preocupados o alegres, nuestros pensamientos siempre

giran en torno a esas tres cosas sobre las que parece se

centra la vida –al menos, en este sistema en el que nos toca

vivir– : amor, salud y dinero. Aunque cambien las décadas, las

modas y las tendencias, nunca dejamos de analizar cómo

estamos en esas materias, o de desear mejorar en alguna

cuando alzamos la copa. Y ésta es la época del año en que

esos tres ítems se ponen más sobre el tapete o resaltan con

luces de neón, entonces invitamos a tres prestigiosos profe-

sionales, con miradas diferentes –aunque también comple-

mentarias– para que nos den su punto de vista y, de paso y

casi sin querer, nos aporten unos tips que nos permitan ver

mejor dónde estamos parados.

Tres deseos. Tres miradas

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¿Por qué las fiestas nos ponen como nos ponen? Las fiestastienen algo de fin de semana…

¿Enqué sentido?Los fines de semana tienen dos días: el sá-bado, que es el día de la ilusión, y el domingo, que es elde la desilusión. Y suele pasar que los domingos uno seenfrenta con que no sucedió lo que imaginaba que iba asuceder el sábado. Hacia fin de año a esto se le suma quela gente hace balances y todo el mundo tiene la impre-sión de que hay alegría por doquier… menos para uno.

O sea que compararse con otro trae tristeza. Claro, porquetodos piensan que al otro le va mejor. En realidad unonunca debería compararse con otro sino con uno mis-mo, pensando cómo estaba antes y cómo está ahora, siha progresado o no. Compararse con otro no tiene sen-tido dado que siempre habrá alguien que está mejor yalguien que está peor, así que dependerá de con quiénuno elija compararse.

Desde que usted empezó a trabajar con el concepto de que las

emociones inciden en la salud, ¿qué cambios ha notado en la

forma de abordar esta cuestión? Cada día es más evidente

porque el hombre es un ser entero, en el que las emo-ciones influyen en el estado de ánimo y el estado deánimo en la salud. En realidad, el cuerpo y el alma noson dos cosas separadas, porque no estamos hechos“en dos mitades”.

¿Y cuando se enferma? Cuando se enferma, tampoco.Cuando uno se enferma es porque algo le está pasandoen la vida. Por ejemplo la gripe, que puede ser conside-rada una infección viral, también puede ser compren-dida como el producto de un estado de ánimo.

¿Hay forma de evitar la enfermedad? Teóricamente podría-mos decir que sí: se trata de hacer consciente lo que nossucede; pero esto no siempre es tolerable y a veces pre-ferimos reprimir.

¿Mepodría dar un ejemplo?Supongamos que alguien tienemiedo porque en su trabajo está viviendo una situaciónconflictiva en razón de la cual lo pueden echar y, almismo tiempo, necesita ese trabajo. Reconocer esemiedo significaría aumentar esa situación de angustiaque el conflicto implica. Durante la emoción que de-nominamos miedo ocurren una multitud de fenóme-nos corporales que lo expresan inequívocamente:palidez, aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la

frecuencia respiratoria, dilatación de las pupilas y,eventualmente, diarrea. La emoción que se descarga deeste modo se acompaña de la conciencia plena de quetenemos miedo. Una de las formas en que podemos re-primirlo es descargar todo ese fenómeno expresivo enuno solo de sus elementos, como por ejemplo la acele-ración del ritmo cardíaco. En ese caso no diremos quetenemos miedo, sino que tenemos una taquicardia “sinsaber por qué”, que atribuiremos a un fenómeno sola-mente físico.

¿Qué puede decirnos de la salud de los argentinos? Pareceríaque la depresión, el sentimiento de frustración y la sen-sación de inestabilidad han crecido en los últimosaños. Pero no diría que es un fenómeno que sólo se ob-serva en los argentinos. Parece ser un fenómeno gene-ralizado en muchos países.

En su opinión, ¿por qué sucede?Aparece unido a una crisisde valores. Los valores nacen de los afectos, que son losque determinan la importancia que atribuimos a lascosas. La crisis de valores que vivimos consiste en quehoy es difícil funcionar con valores compartidos.

Eso genera más sensación de incertidumbre…Y la incerti-dumbre produce el estrés, al cual hoy todo el mundoatribuye los más diversos malestares.

Volviendo al tema de las fiestas, ¿qué se puede hacer para pa-

sarlo mejor? “Compartir” es el camino que va en la di-rección de la respuesta a su pregunta. El verdaderoplacer es siempre complacer, lo cual es lo mismo quedecir un placer compartido. Y es esa posibilidad decomplacer lo que renueva nuestro interés en la vida.

O sea, no hay que mirarse tanto el ombligo… Podemos decirque hay dos grandes cosas que arruinan las fiestas. Laprimera es creerse unilateralmente acreedor, en el senti-do de que los demás “me deben”, por lo tanto, los queno me quieren están en deuda conmigo. Esto no sueleser del todo consciente, pero nos lleva a sentirnos in-justamente abandonados y esto es doloroso porque to-dos queremos que nos quieran y, como sentimos queno lo logramos, lo pasamos mal.

¿Y la segunda? La segunda tiene que ver con la envidia,que nos conduce a pensar: “El único que está sufriendosoy yo. Los demás se divierten”.

Salud:las emociones en el cuerpo

E N T R E V I S T A A L U I S C H I O Z Z A

02

> C . V .

El Dr. Luis Chiozza es

médico y psicoanalista.

Es director del Centro

Weizsaecker de

ConsultaMédica y del

Instituto de Docencia

e Investigación

de la fundación Luis

Chiozza. Es autor

de numerosos libros

vinculados a la

temática de los

factores psíquicos

de la enfermedad

y recientemente ha

publicado ¿Por qué nos

equivocamos? (Libros

del Zorzal).

“ELHOMBREESUNSERENTERO, ENELQUELASEMOCIONES INFLUYENENELESTADODEANIMOY EL ESTADODE ANIMO EN LA SALUD. CUERPO Y EL ALMANO SONDOS COSAS SEPARADAS.”

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¿Cómo es la relación de los argentinos con el dinero?Con estacrisis ha llegado un aluvión de gente que viene a pre-guntar por dinero. Depende mucho de las épocas. Sison tiempos tranquilos, la gente pregunta por amor ypor familia. Creo que el dinero es la forma de la energíade las cosas.

¿En qué sentido?El dinero es la oportunidad máxima parapercibir que las cosas son energía, porque el dinero esuna energía material que se puede asir. Y es una energíaque cuando escasea se hace sentir, del mismo modoque se siente cuando se amontona. Además, se ve quela gente pone en el dinero todo aquello que enmascarasus miedos, sus fobias o anhelos no resueltos. Por ejem-plo, dicen: “No hago esto porque no tengo dinero” o“No voy a poner mis ahorros en eso porque no es cer-tero”. ¡Como si hubiera certezas de algo! El dinero fun-ciona como una máscara para que la gente no saque lomejor de sí.

¿Cuál es el mayor miedo? La gente viene porque el “chan-chito” se quebró o porque se vació: es el miedo a que-darse “sin”, desde el que tiene más al que tiene menos.El miedo a que le falte y a que le saquen. Hay algo deenergía muy vampírica que todo el tiempo dice: “Me lovan a sacar en algún momento porque estoy distraído”.

¿Quién se lo va a sacar? Desde el Gobierno hasta un pa-trón, un amigo o un ladrón. Muchas veces se escucha ala gente decir que no está preparada para vivir en esta

sociedad. Y en realidad creo que lo que pasa es que vi-vir en sociedad implica que haya una confianza parapoder compartir. Y al no haber una confianza interiorlo más probable es que se irradie desconfianza, y lo quese atraiga para la vida sea lo peor, es decir, más miedo ydesconfianza. Y eso genera que se acerque el tramposoy justamente haga aquello que se teme tanto.

¿Cree que esta crisismundial que vivimosnos está indicandoque

hay algo que debemos aprender? Sí, tenemos que aprenderde la crisis y mirar hacia adentro. Me refiero al dar y al re-cibir. Y el dinero tiene que ver con esto. Si uno da,siempre va a recibir. Para que los latinos demos algo, tie-ne que haber una catástrofe: una inundación, caerse unavión, o alguna conmoción colectiva. De lo contrario, lagente da solamente lo que le sobra. También ocurre que seha robado tanto que se socavó la confianza y por lo tantola gente no da. Y ese no dar hace que el otro te quite.

¿O sea que uno recibe lo que da?Así es. Si uno observa a losposeedores de las grandes fortunas del mundo, comoBill Gates o Madonna por nombrar algunos, casi todostienen sus fundaciones para ayudar a los demás.

¿Y esto por qué? Porque han entendido que recibierontanto que tienen que dar. No es sólo para evitar im-puestos: es constatable que las personas que recibierony no dan, van a dejar de recibir. Tenemos que empezara ver que es importante ser dadivoso y que eso va a me-jorarnos como personas y también en lo económico,para que seamos más afortunados. La fortuna tiene quever con la suerte y la diosa Fortuna era la que decidía aquién tocaba con su varita mágica. Y ella elegía a losque tenían buen corazón.

¿Y cómo se sale de eso si lo que uno tiene es miedo o descon-

fianza?A través del trabajo interior, cambiando pautasque obstruyen y que debilitan, para luego poderatraer cosas buenas para uno. Pero sin estar esperandoque me salven ni que me den, porque eso algún día setermina.

¿De qué forma ayudan las runas?Proponen un autoanálisisy se trabaja con la posibilidad de armar el juego actual,el presente de cada uno.

¿Cuáles son los temas de consulta cuando se acerca el fin de

año? Los balances. Se quiere hacer balances anuales ysaber cuál es el panorama para el año que viene. Es que

la gente está demasiado conectada con el calendario.Hay una relación con el tiempo y con el calendario,que es de sojuzgamiento.

¿Qué nos puede decir de 2009? La Argentina va a seguirsiendo un país que sorprenda y vamos a encontrar so-luciones insólitas para eventos que en otros países mar-can fracasos y apocalipsis. Aquí eso no va a suceder;habrá una expectativa bastante mejor para los paísesdel Cono Sur. Encontraremos formas más delicadas,no tan taxativas. Este 2009 va a ser un año extraña-mente más tranquilo que 2008; cuando el mundo esté“patas para arriba”, nosotros vamos a estar innovandodesde la conciencia. Creo que es la gran oportunidadpara que nos unamos y entendamos que ya no es el pa-triarcalismo ni las medidas heroicas las que nos sacaránadelante, sino un trabajo de hormiga, ir poco a poco yen conjunto. •

“TENEMOS QUE APRENDER DE LA CRISIS Y MIRAR HACIA ADENTRO. ME REFIERO AL DAR Y ALRECIBIR. Y EL DINERO TIENE QUE VER CON ESTO. SI UNODA, SIEMPRE VA A RECIBIR.”

> C . V .

Fabiana Daversa es

especialista en runas

y escritora. Publicó

Introducción a las

runas y El libro mágico

de las runas I y II

(Grijalbo). Acaba de

publicar su primera

novela, La hermandad

de las ballenas (Suma

de Letras).

03Dinero:dar para recibir

E N T R E V I S T A A F A B I A N A D A V E R S A