Salud Mental Para El Siglo Xxi-4

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  • LA REHABILITACIN PSICOSOCIAL

    Un nuevo enfoque en la Rehabilitacin del Enfermo Mental.

    La rehabilitacin es el tercer nivel de la atencin a un paciente psiquitrico. El

    primer nivel lo constituye la prevencin que est relacionada con todas las acciones

    dirigidas a evitar que la persona se enferme. Ello implica darle informacin necesaria

    para conocer el proceso de la enfermedad y como cuidarse. En Salud Mental sta es la

    tarea prioritaria asociada a la promocin para optimizar al hombre como sujeto

    histrico.

    El nivel secundario implica el diagnstico precoz, la atencin oportuna y

    eficaz par lograr detener el proceso y que no se ocasionen daos que dejen secuelas.

    La rehabilitacin es el tercer nivel y se orienta a recuperar al paciente

    logrando superar sus limitaciones, las secuelas de la enfermedad y movilizar sus

    capacidades intactas logrando as reinsertarlo a la sociedad.

    A lo largo de la historia psiquitrica, el hospital se convirti en el centro

    hegemnico de la atencin psiquitrica y se conceptu que en dicho medio, se debera

    dar la rehabilitacin. Se crearon talleres, centros de trabajo, granjas, huertos, de todo

    tipo y modo de acuerdo a los recursos. Ello con el tiempo se ha visto que favorece la

    institucionalizacin y cronificacin del paciente. Se lleg a extremo de dar de alta a un

    paciente porque era necesario a la produccin de un determinado taller. En muchos

    casos el trabajo jams fue remunerado convirtindose en un verdadero medio de

    explotacin del ser humano enfermo.

    En los pases como los nuestros en los que se destina pocos recursos para

    los centros psiquitricos, la rehabilitacin se constituye en una ocupacin orientada a

    que el paciente haga algo, tenga en que pasar el tiempo. estar ocupado.

    As, se le ubica en un local inadecuado para que haga diversas

    manualidades como deshilachado, que viene a ser una tarea interminable, sin finalidad.

    El tejido, que como Penlope, lo comienza y lo vuelve a deshacer por carecer de ms

    material o por el contrario, como lo hace el otro lo deshace. As, nada se construye, nada

    se elabora, no hay un producto final del trabajo y mucho menos un salario por el objeto

    hecho.

    Por otro lado no tiene carcter integral, es slo trabajo, oferta de tiempo y

    energa para que no se le vea deambulando por los pasadizos o tirado en el patio. A ello

  • habra que agregar el hecho de que el personal no est capacitado, no hay profesionales

    en el rea.

    Incluso hay quienes se complacen en tener los pasadizos y salas bien

    limpias, brillantes y para ello tienen a los pacientes todo el da ocupados en sta tarea

    sin tomar en cuenta que estn violando sus derechos como persona y llevndolos a un

    mayor deterioro an.

    En el trabajo de rehabilitacin est en juego la reestructuracin de la

    personalidad. Esta categora psicolgica, la esencia del hombre, se forma en actividad y

    depende del tipo de actividad para que se desarrolle. En la actividad el hombre entra en

    contacto con objetos y se relaciona con el otro, se comunica intercambia informacin.

    All est la esencia de la rehabilitacin.

    Hoy se habla de la rehabilitacin psicosocial, la cual consiste

    esencialmente en el conjunto de esfuerzos y programas dirigidos a la utilizacin del

    potencial mximo de crecimiento personal de un individuo a fin de ayudarlo a

    superar o disminuir desventajas o discapacidades en los principales aspectos de su

    vida diaria. El ms importante objetivo de la rehabilitacin consiste en el

    aprendizaje de las actividades de la vida cotidiana, la obtencin y conservacin de

    un ambiente de vida satisfactorio, la participacin en actividades laborales

    significativas y la vida sociocultural del medio natural.

    La rehabilitacin debe ser sistemtica. Ello implica organizarse sobre el

    eje de la Salud Mental y estar relacionado con tres pilares fundamentales, la

    organizacin del medio externo, la organizacin del tiempo y la organizacin de

    actividades. Ello implica un proyecto de vida con un horario, y en la sociedad, en

    interaccin directa con otros ya que el hombre es un ser social en esencia.

    Lo anterior, desde el punto de vista del cerebro, eleva a la creacin de

    nuevos sistemas funcionales cerebrales, redes, neuronas que van a codificar ms y

    nueva informacin y que van a reemplazar a los daados por la enfermedad.

    El cerebro es un rgano formado de otros rganos y sus 180,000 millones

    de neuronas, unidas entre s en las sinapsis, forman una verdadera red que otorga al

    hombre una capacidad de retencin con el mundo inimaginable, baste decir que

    equivale stas uniones, a una cifra de 9.7 millones de kilmetros.

    As la rehabilitacin psicosocial se inicia en el hospital como lugar

    transitorio, para que se desarrolle en la sociedad, en el medio social-familiar, en el

    vecindario, en el centro laboral del paciente.

  • Ya no se puede aceptar que se va a rehabilitar a un ser humano enfermo

    encerrado, entre muros y en un espacio tan poco sociable como el hospital. All se inicia

    el proceso. El especialista debe hacer un seguimiento al paciente en la sociedad.

    Un aspecto fundamental de la rehabilitacin del paciente es su educacin

    en Salud Mental. Ello lo lleva a tener conciencia de su enfermedad y le provee de la

    informacin necesaria para comprenderla y saber qu hacer y porqu debe hacer lo que

    se le indica, as como el porqu debe tomar medicamentos y porqu debe organizar su

    vida y porqu debe hacer control peridico, etc.

    As, la rehabilitacin est ligada a la Salud Mental en la Comunidad ya

    que la sociedad debe de ayudar al enfermo en su reinsercin social. Es por ello que tiene

    que elevarse la cultura de a Salud Mental en la comunidad.

    El Hospital Psiquitrico tiene que ser reestructurado para que sea un

    hospital comunitario, ligado a su entorno, con la participacin directa de la comunidad

    en su manejo, en sus programas, y as el paciente no es marginado, ni estigmatizado y

    recibe la oportunidad que le corresponde como persona.

    Finalmente, es muy importante usar el criterio cientfico de la

    compensacin psquica. Ello significa que al daarse alguna funcin o fenmeno

    psquico, se usa otra va para que la funcin se restablezca. As el ciego lee con el tacto,

    el sordo comprende viendo los labios. sta compensacin implica la participacin

    organizada de la sociedad en el apoyo del paciente. En el paciente psiquitrico, la

    informacin que recibe le permite manejar su problema, entenderlo y participar en su

    propia recuperacin, esmerado l mismo en el manejo de su programa teraputico. Ello

    slo es posible educndolo en Salud Mental.

    ESTRATEGIAS PARA LA VERDADERA REESTRUCTURACIN

    PSIQUITRICA

  • Lo que se debe hacer para reorientar la atencin psiquitrica en el siglo XXI.

    Durante los das del 11 al 14 de Noviembre de 1990 se reunieron los expertos en Salud

    Mental de Latinoamrica, junto con miembros de la OMS, OPS, Federacin Mundial de

    Salud Mental, Asociacin Mundial de Rehabilitacin y tambin abogados, socilogos,

    as como congresistas y algunos lderes de diversos pases, en la ciudad de Caracas,

    Venezuela, tierra del Libertador Simn Bolvar; para analizar la grave problemtica de

    la Salud Mental de nuestros pueblos y, como resultado de ello se puso en marcha el gran

    Movimiento de la Reestructuracin de la atencin psiquitrica en Amrica Latina. Se

    haba iniciado poco menos que una nueva revolucin en el campo de la Salud Mental y

    se propona toda una estrategia de trabajo a fin de cumplir los objetivos trazados, para

    llegar a un fin humanamente justo, necesario y urgente.

    La reunin tom como base el principio de la Reunin Mundial de Alma

    Ate, aquello de salud para todos en el ao 2,000 y ratific la propuesta de priorizar la

    atencin primaria convirtiendo a la comunidad en el centro de la atencin psiquitrica y

    logrando hacer del viejo manicomio, centro de reclusin y culpable de la

    Institucionalizacin del ser humano enfermo, un verdadero hospital comunitario, abierto

    a la sociedad.

    Desde esa fecha, van casi nueve aos de ejecucin de las estrategias y la

    estructura organizacional formada, que implicaba incluso una secretara especial sobre

    la llamada Carta de Caracas, de la OPS, se ha dedicado a incentivar y vigilar su

    cumplimiento. En diversos pases se ha hecho cursos, seminarios, jornadas y Forums

    sobre la evaluacin de la reestructuracin. Igualmente los expertos participantes,

    especialmente de Espaa, Italia, Suecia, han visitado peridicamente diversos pases

    logrando que sus autoridades tomen las medidas encomendadas, se den leyes y normas

    que las complemente y se hagan efectivas. As, muchos pases vecinos como Chile,

    Brasil, Bolivia, Argentina, Colombia, Venezuela, Ecuador, etc, etc, han avanzado en el

    camino de la Reestructuracin Psiquitrica con el beneficio de su poblacin en los

    aspectos de Salud Mental. Ello conste en los boletines de la OPS, que sobre ste tema

    viene publicando la secretara respectiva y que cualquiera puede leer para mayor

    ilustracin.

    Es importante conocer los puntos de vista estratgicos propuestos por la

    reunin de Caracas.

  • Una primera medida planteada es la urgente necesidad de humanizar la

    atencin psiquitrica y de la asistencia en general, tanto hospitalaria como en la forma

    ambulatoria. Ello es un proceso que tiene sus componentes tales como por ejemplo,

    humanizacin del trato a los enfermos, respetando los derechos humanos de stos;

    monitoreo de la calidad de la atencin cuidando las normas de calidad; as mismo

    fortalecimiento de la red de servicios en la comunidad, ello significa que se involucrara

    la Salud Mental en la salud general, logrando que el personal de salud tanto de postas,

    centros y otros como hospitales generales, hagan Salud Mental y un ltimo componente

    es la necesaria redistribucin de los recursos. Se sabe que el hospital psiquitrico

    absorbe todo el presupuesto que el estado destina para la atencin psiquitrica. En ste

    primer nivel se propone incluso la creacin de un comit de vigilancia que vigile

    permanentemente el cuidado de los derechos humanos del paciente. Es tambin

    fundamental que los organismos del gobierno den leyes para favorecer recursos en bien

    de la Salud Mental. Algo de ello se ha logrado entre nosotros con la Ley del

    Discapacitado.

    Un segundo criterio estratgico que ha de favorecer la reestructuracin,

    es la de involucrar a los usuarios y a las familias en la atencin. Ello se propone dentro

    de un proceso de democratizacin. As entonces se debe llegar a la toma de conciencia

    de los derechos de los usuarios y de las familias sobre Salud Mental. Nosotros decimos

    que la persona debe asumir que la Salud Mental es su derecho y debe defenderlo. Otro

    componente importante de sta segunda estrategia es permitir que los usuarios

    participen, junto con los familiares en las decisiones que los afecten y as tengan

    responsabilidad en el hospital como en la comunidad.

    Un tercer criterio estratgico est relacionado con la formacin del

    personal profesional que lleva adelante la reestructuracin. Ello implica un cambio

    curricular en la formacin de mdicos, psiclogos, enfermeras, etc, y tambin del

    mismo personal. sta medida comprende las acciones siguientes tales como la de

    adaptacin de las enseanzas de la Psiquiatra y Salud Mental a los principios de la

    reestructuracin; el traslado de la sede de la enseanza a los servicios de la comunidad;

    tambin el desarrollo de programas de educacin en servicio as como finalmente la

    elaboracin de programas de Salud Mental para los trabajadores primarios de salud.

    Este punto es bastante lgido y viene encontrando muchos tropiezos en su

    implementacin ya que la formacin universitaria est ms orientada para la prctica

    privada.

  • En el Per es preciso hacer algunas observaciones sobre la

    reestructuracin.

    En principio el Per no concurri a la reunin de Caracas. Luego en el

    ao 1992, aproximadamente, lleg al pas el experto italiano Benedetto Sanabria. Este

    dict conferencias y se reuni con los especialistas de los diversos hospitales de Lima.

    Como resultado de ello se comenz a implementar la propuesta a nivel nacional,

    formando la red y haciendo algunas modificaciones a los hospitales. El problema central

    es que la poltica de salud est orientada a la privatizacin y es por ello que se ve cierta

    contradiccin con la Carta de Caracas. Un ejemplo es el hospital Vctor Larco Herrera

    el cual se le ha adecuado para la atencin privada. Se ha cerrado pabellones, se ha hecho

    un convenio o mejor dicho un contrato con el seguro para dar atencin a los asegurados

    como una clnica privada dentro del mismo hospital. En especial lo que se ha hecho es

    mejorar el ambiente, dar cierto confort al paciente, lo cual se considera insuficiente

    dentro del proceso de la Reestructuracin. Mientras tanto, la Direccin Nacional de

    Salud Mental a seguido los lineamientos de salud y desarrolla una poltica priorizando

    los temas de la violencia y la drogadiccin.

    No podemos dejar de precisar que la reestructuracin psiquitrica la

    viene llevando adelante toda una corriente psiquitrica de orientacin social que se

    desarrolla especialmente en Europa, y en el pas tenemos una fuerte influencia de los

    pases ricos como Japn y Estados Unidos que priorizan criterios biolgicos,

    esencialmente farmacolgicos, que no dan mucha importancia al nivel preventivo ni

    promocional de Salud Mental.

    En el mes de Enero de 1998, se realiz en el hospital Larco Herrera el

    Forum sobre la Evolucin de la Reestructuracin de la Atencin Psiquitrica y

    participaron representantes de la OPS, de Argentina y Chile.

    Ellos mostraron sus avances y logros mientras que nosotros slo

    mostramos un Larco Herrera bien pintado, con jardines bonitos, pero con una ciudad de

    Lima llena de enfermos mentales y graves problemas de Salud Mental en nuestra

    sociedad. El experto de la OPS nos dej un mensaje preocupante sobre el problema en

    el siglo XXI y nos urgi a tomar los lineamientos de la Carta de Caracas y aplicar los

    criterios estratgicos de manera inmediata para nivelarnos con los otros pases. En el

    mes de Setiembre del presente ao, la Asociacin Psiquitrica de Amrica Latina,

    organizar su Congreso y all se expondrn los avances logrados en nuestros vecinos.

  • Esperamos que luego de ese evento sigamos sus ejemplos por el bien de la Salud Mental

    de todos.

    LA CALIDAD DE VIDA DE LA COMUNIDAD Y LA SALUD MENTAL

    De como los Municipios Distritales y Provinciales tienen

    un nuevo rol en el tercer milenio.

    La Carta de Caracas, firmada en el ao 1991, por los expertos de Salud

    Mental de Latinoamrica, propone que las autoridades locales establezcan normas,

    decretos municipales a fin de cautelar la Salud Mental de su comunidad. El problema de

    Salud Mental no es un problema del individuo, ni de slo la familia, sino de la sociedad

    donde desarrolla su vida el hombre. La prueba ms concluyente es que las enfermedades

    mentales son exclusivas de los hombres y se originan en las sociedades, en especial en

    las ciudades ms cosmopolitas y de relativo desarrollo industrial. Asimismo, como lo

    seala Giovani Jervis, famoso psiquiatra social italiano, discpulo del gran Battaglia,

    ambos preocupados de la reforma de la Salud Mental de Italia, el enfermo mental

    concurre a la consulta y es ingresado en un hospital por mandato social. Ello se da a

    diferencia del enfermo general que concurre por su propia iniciativa y decisin.

  • Es as como los bomberos, la polica o damas caritativas o algn comit

    de vecinos reclama a la familia para que lleven a su paciente a un centro especializado.

    As entonces, de la misma manera como traen al paciente al hospital, deben de

    participar en su atencin y rehabilitacin. Siendo as y teniendo en cuenta que la

    sociedad est organizada y ha creado instituciones, precisamente, el representante de los

    ciudadanos es el Municipio.

    Este organismo es el responsable de velar por la salud integral de la

    comunidad. Se conoce que el Cdigo Sanitario especifica que el Municipio asuma el

    cuidado de la sanidad ciudadana. Ello lo hace preocupndose por la limpieza pblica, el

    recojo de la basura, as como el aseo de los centros de venta de comida, camales,

    mercados, expedicin de carnets sanitarios, etc. Ello, sin embargo, es slo un aspecto de

    la salud integral y no garantiza la calidad de vida de la comunidad. Falta atender la

    Salud Mental ciudadana. En ste campo est, para nosotros, lo esencial del quehacer

    municipal, ya que la sociedad organizada, creada por el hombre est para hacer del

    hombre un ser superior, con posibilidades humanas cada vez ms amplias y para lo cual

    tiene capacidades latentes de tipo afectivo, intelectual, tico, moral.

    La sociedad no cumplira su rol sino sirve al hombre. El hombre en un fin

    en s mismo y no est hecho slo para consumir, sino para crear, producir, no slo

    objetos, mercancas, sino tambin arte, cultura, msica, recreacin y todo ello le da

    calidad a su vida. El hombre ha transformado la naturaleza y creado la sociedad,

    desarrollando el medio humano donde el hombre nace y crece, y hasta sus ltimos das.

    Se necesita que quienes han asumido la direccin, el manejo del

    Municipio, tienen que preocuparse de la Salud Mental del distrito o provincia donde

    hacen sus actividades.

    La Salud Mental, en el mbito distrital est relacionada con el urbanismo,

    la mejora de los parques, los campos deportivos, las salas de teatro, danza, msica y de

    esparcimiento en general. Es tambin fundamental crear una Casa de la Salud Mental

    que sea un local donde el ciudadano pueda concurrir a recibir orientacin,

    conocimientos para organizar su vida, distribuir su tiempo y as prevenir problemas

    mentales.

    El Municipio tambin debe hacer programas para los colegios y las

    empresas ingresen a cada barrio y grupo familiar, dndoles una verdadera Cultura de la

    Salud Mental.

  • El Municipio del siglo XXI tiene pues un rol ms activo, ligado al

    desarrollo humano, cuidando y promoviendo la Cultura de la Salud Mental a fin de que

    el hombre del tercer milenio pueda enfrentar el enorme desarrollo tecnolgico -

    industrial que va a caracterizar a stos nuevos tiempos.

    Una preocupacin final es el enfoque que los pases vecinos de

    Latinoamrica ya vienen haciendo todo esto en beneficio de su poblacin y nosotros

    todava no lo hacemos, eso informan los boletines de la OPS, por lo que es urgente

    tomar medidas y no perdamos a la saga del progreso.

    LAS ELECCIONES MUNICIPALES Y LA SALUD MENTAL

    Por Polticas de desarrollo integral del vecino.

    Cuando en el ao 1991 se reunieron en Caracas, Venezuela, los

    expertos en Salud Mental de Latinoamrica, bajo el auspicio de la OMS y otros

    organismos; Uno de los ms importantes acuerdos fue el promover la Salud Mental en

    la comunidad, llevando a ella conocimientos sobre el tema y organizando a las familias

    para su adecuada proteccin frente a los graves conflictos que los amenazan en la vida

    diaria.

    Un mandato final de dicho importante encuentro de especialistas

    es de que las autoridades de las ciudades se comprometan a trabajar por la elaboracin

    de programas especiales de apoyo al nio, la madre y los adolescentes, as como la

    promulgacin de normas, disposiciones, leyes que sirvan para proteger la Salud Mental

    de la poblacin de su jurisdiccin.

  • Es necesario sealar que los pases vecinos estn implementando

    estas directivas y desarrollan polticas locales y nacionales de ayuda al enfermo mental

    y de prevencin sobre stos problemas. En nuestro pas, an no se ha hecho nada.

    Conocemos que se ha propuesto un plan inmediato que busca atender la grave, por

    cierto, situacin del narcotrfico y consumo de drogas; pero ello cierra el mbito de

    accin y lo limita a un slo aspecto de un abanico de situaciones graves y urgentes para

    atender a mediano y largo plazo, y que han de redundar en el desarrollo nacional por

    incidir en la gran masa poblacional joven, que comprende ms del 45% de los 23

    millones que somos en el Per.

    Hay necesidad de atender la Salud Mental del pas de manera

    prioritaria para contar con un recurso humano til que responda al reto del siglo

    venidero.

    Los Municipios Distritales y Provinciales tienen que asumir la tarea. El

    Cdigo Sanitario establece que stas Instituciones deben garantizar la salud fsica y

    mental de sus vecinos. Slo se trabaja por el aspecto fsico y se invierte, el magro

    presupuesto, es cierto en infraestructura, pero no se hacen campaas educativas, de

    capacitacin a la madre en psicoprofilaxis del parto, estimulacin psicomotriz temprana,

    organizacin del tiempo del nio y adolescente, apoyo a las parejas y orientacin a las

    familias en conflicto, etc, etc. El Municipio debe elaborar un programa de Salud Mental

    que incluya el control de la Salud Mental en los colegios, empresas, bancos,

    urbanizaciones; organizar a la poblacin en comits de lucha contra el alcohol y las

    drogas, y asimismo enfrentar el pandillaje juvenil desarrollando campeonatos

    deportivos, eventos culturales, creando bibliotecas, campos deportivos y centros

    recreativos, as como prohibiendo el expendio de bebidas alcohlicas a menores y el

    funcionamiento de lugares donde van los colegiales bailar y drogarse, as como ver

    pelculas pornogrficas.

    stas elecciones municipales se deben convertir en un evento de difusin

    de propuestas para elevar la calidad de vida del poblador.

    El Municipio es la Institucin democrtica vecinal ms prxima al

    ciudadano y que debe asumir un rol de liderazgo en el desarrollo de polticas que lleven

    un beneficio real al pueblo y no se pierdan como hasta ahora en lo mismo de siempre, es

    decir, nada til.

  • LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS ENFERMOS MENTALES

    De la Revolucin Francesa al siglo XXI

    Histricamente el enfermo mental ha sido visto de diversas maneras

    dependiendo de la poca y el momento por el que pasaba la sociedad. As, de ser

    tomado como un ser divino en la poca de Egipto, ha de ser un ser posedo por el

    demonio en la Edad Media

    Con la Revolucin Francesa se le ubica en su verdadera condicin de

    enfermo y se le saca de las crceles y es llevado a un hospital para tratarlo. Es en sta

    etapa que se le reconoce como persona, pero al no tener razn, se le interdicta, es decir,

    que otros asumen sus derechos por mandato judicial.

    Aunque parezca increble, en sta etapa post-moderna, en los umbrales

    del tercer milenio, se considera que no son los hospitales psiquitricos el mejor

    ambiente para un enfermo mental. Ya desde las postrimeras de la Segunda Guerra

    Mundial se levantaron voces en contra de los Manicomios. Una corriente ideolgica

    lleg a tomar el nombre de Antipsiquitrica y levant las banderas de defensa de la

    condicin humana del paciente. En Italia, tuvo una gran repercusin llegndose a dar la

    Ley de la Salud Mental en el ao 1976, con la propuesta de cerrar los grandes hospitales

    psiquitricos por considerar que hace grave dao al institucionalizarlo. En dicho mbito

    se establecen roles, y como en una pirmide, el paciente queda en la base, aplastado por

    todo el sistema manicomial.

    Hoy da se propone que la proteccin de los enfermos mentales como

    fundamento para una mejor y ms humana organizacin de la atencin de su salud;

    consiste, en definitiva, en asegurar el reconocimiento permanente y genuino de su

    condicin de personas.

    Se han elaborado, los derechos mnimos de los enfermos mentales.

    La Corte de Caracas de 1991, seala al respecto de los Derechos

    Humanos del Enfermo Mental y la misma OMS ha especificado stos:

  • 1) Derecho del Enfermo Mental a ser tratado en todo momento con la

    solicitud, el respeto y la dignidad propias de su condicin de persona.

    2) Derecho a no ser calificado como Enfermo Mental, ni ser objeto de

    diagnsticos o tratamientos en esa condicin, por razones polticas, sociales, raciales,

    religiosas otros motivos distintos o ajenos al estado de su Salud Mental.

    3) Derecho a recibir la mejor atencin y tratamientos apropiados y menos

    restrictivos, segn las ms elevadas normas tcnicas y ticas.

    4) Derecho a ser informado sobre su diagnstico y el tratamiento ms

    adecuado y menos riesgoso y el de prestar y revocar su consentimiento para ejecutarlo.

    5) Derecho a no ser objeto de pruebas clnicas ni de tratamientos

    experimentales sin su consentimiento informado.

    6) Derecho a que sus antecedentes personales y fichas histricas clnicas

    se mantengan en reserva y a tener acceso a esa informacin.

    7) Derecho a recibir o rechazar auxilio espiritual o religioso, y de libertad

    de conciencia y religin.

    8) Derecho a recibir educacin y capacitacin adecuadas a su estado.

    9) Derecho a trabajar y a recibir la remuneracin correspondiente.

    10) Derecho a personalidad cierta y a que su incapacidad para ejercer

    derechos sea determinada por un tribunal a travs de un procedimiento establecido por

    la Ley al respecto.

    11) Derecho a que en caso de ser inculpado por algn delito otra

    infraccin criminal su responsabilidad inimputabilidad se determine por un tribunal de

    justicia, segn las reglas del debido proceso; en un procedimiento que considere el

    estado de su salud con la intervencin de profesionales y expertos en calidad de peritos.

    12) Derecho a un recurso eficaz ante un tribunal y mediante un

    procedimiento simple y expedito fijado por la Ley para reclamar toda accin omisin

    que desconozca o lesiones sus derechos.

    13) Derecho a no ser discriminado ilegalmente en el goce y ejercicio de

    sus derechos, en atencin al estado de su salud.

    stos derechos deben de ser aplicados y para ello es importante que la poblacin

    general tome conciencia de ellos y demanda a las autoridades su cumplimiento.

    En nuestro pas es urgente que se den leyes que incorporen el

    reconocimiento de stos derechos.

  • Al Estado le corresponde, a travs del Ministerio Pblico, que se cumpla

    la aplicacin de stos derechos reconocidos en Leyes.

    Es conveniente que se forme una autoridad competente semejante a

    la Defensora del Pueblo para cautelar los derechos de los enfermos mentales.

    En nuestro pas hace falta que se revisen las normas vigentes y ya que se

    habla de reformar el Poder Judicial, se contemple tambin al Enfermo Mental. Un paso

    importante se ha dado con la Ley del Discapacitado aprobada el ao 1998 y la cual si

    bien no recoge todas las aspiraciones del sector, es un punto de partida para poder

    iniciar la lucha por los derechos del Enfermo Mental.