Salud Mental vs Enfermedad Mental

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SALUD MENTAL vs ENFERMEDAD MENTAL Ps. María Elena Dorival Sihuas Chiclayo, Setiembre 2011

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Es una recopilación de los criterios para identificar la enfermedad mental y la salud mental.

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SALUD MENTAL vs ENFERMEDAD MENTAL

Ps. María Elena Dorival Sihuas

Chiclayo, Setiembre 2011

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SALUD MENTAL vs ENFERMEDAD MENTAL

Tabla de contenido 1. Definición .................................................................................................................. 4

2. Normalidad y anormalidad psíquica. .......................................................................... 4

2.1 Criterios generales. .............................................................................................. 5

2.1.1 Normalidad como salud. ............................................................................. 5

2.1.2 Normalidad estadística. .............................................................................. 5

2.1.3 Criterio ideal de normalidad. ..................................................................... 6

2.1.4 Criterio social .............................................................................................. 8

2.2 Criterios específicos. ............................................................................................ 8

2.2.1 Eficacia del funcionamiento psicológico..................................................... 9

2.2.2 Eficacia del funcionamiento social ............................................................. 9

2.2.3 Grado de autocontrol consciente. ............................................................. 10

2.2.4 Evaluación social. ...................................................................................... 11

2.2.5 Evaluación personal. ................................................................................. 12

3. Etiología de la enfermedad mental ............................................................................ 12

3.1 Factores biológicos ............................................................................................ 13

3.2 Factores psicológicos ......................................................................................... 13

3.3 Factores sociológicos ......................................................................................... 14

4. Clasificación y diagnóstico de los trastornos mentales .............................................. 15

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Sesión 02: Prof. María Elena Dorival Sihuas

SALUD MENTAL vs ENFERMEDAD MENTAL

La salud mental al igual que la salud física es un estado relativo y por lo tanto difícil de definir. Que la salud mental es un estado relativo significa que las personas con un diagnostico de trastorno mental pasan periodos de tiempo en los que hay una relativa ausencia de síntomas. A su vez las personas que denominamos mentalmente sanas también pasan por periodos en los que puede haber una presencia de sintomatología psicopatológica. Cada profesional resalta diferentes aspectos de lo que es salud mental. Meninnger, define salud mental como la adaptación o ajuste del ser humano a su

entorno y a él mismo con el máximo de efectividad y felicidad. Esta basado en el concepto de adaptación del individuo. Freud, define salud mental como la capacidad de trabajar y de amar.

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Jahoda, define la salud mental debe reunir los siguientes requisitos: - ausencia de enfermedad. - tener una conducta normal. - tener un ajuste interno. - una adaptación al medio. - tener una correcta percepción de la realidad. Castila de Pino, habla de salud mental en términos de equilibrio entre los

diferentes polos del self (concepto de si mismo). Tiene que existir una congruencia entre el concepto de unos mismo, congruente con el concepto que los demás tienen de mi y con el concepto que yo creo que los demás tienen de mi. La salud mental se define como un estado de bienestar emocional en el que la persona es capaz de funcionar de forma adecuada en la sociedad a la que pertenece y cuyas características y rendimientos personales son satisfactorias para él.

1. Definición Salud mental o "estado mental" es la manera como se reconoce, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Se dice "salud mental" como analogía de lo que se conoce como "salud o estado físico", pero en lo referente a la salud mental indudablemente existen dimensiones más complejas que el funcionamiento orgánico y físico del individuo. La salud mental ha sido definida de múltiples formas por estudiosos de diferentes culturas. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no existe una definición "oficial" sobre lo que es salud mental y que cualquier definición al respecto estará siempre influenciada por diferencias culturales, asunciones subjetivas, disputas entre teorías profesionales y demás. Manera también, como las personas relacionan su entorno con la realidad.

2. Normalidad y anormalidad psíquica. Para determinar la relativa normalidad de una conducta o comportamiento, la psicopatología se vale de una serie de criterios evaluativos. Hay dos series de criterios, los generales y los específicos. Independientemente de que sea general o específico todos los criterios a usar deben de reunir tres condiciones:

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- Que los signos sean fácilmente observable por la persona promedio, que las primeras personas que detectan la anormalidad de una conducta son el entorno familiar del enfermo y el propio enfermo. - Que la continuidad de la conducta normal / anormal requiere que los criterios sean aplicables a todos los grados de funcionamiento perturbado. - Los criterios deben de ser no culturales ya que las características esenciales de la conducta son iguales en todas las culturas.

2.1 Criterios generales. Lo que caracteriza a todos los criterios generales es que son unos criterios muy amplios, y precisamente porque son muy amplios son menos útiles.

2.1.1 Normalidad como salud.

Evalúa como normal la ausencia de síntomas, por lo tanto existía una anormalidad con la presencia de síntomas. El problema básico y fundamental de este criterio es que no hay síntomas fijos, absolutos de anormalidad. Es decir, cualquier sentimiento, pensamiento y reacción que nosotros observamos es un paciente mental puede ser también observado en una persona normal. Generalmente de forma mas controlada, mas moderada y socialmente mas aceptable. Cualquier síntoma psicopatológico puede ser considerado normal si su forma de expresión es normal.

Figura Nro 2-1

2.1.2 Normalidad estadística.

Una interpretación de la norma se basa en el modelo estadístico que sostiene arbitrariamente como normal las reacciones usuales o típicas de la gran mayoría de la población, las reacciones inusuales o atípicas van a ser consideradas como anormales independientemente de su cualidad.

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La mayor parte de los aspectos del ser humano se ajustan a una distribución normal (curva de distribución normal) es decir, que para la mayor parte de la población la dispersión de una característica completa es relativamente limitado. Las personas comprendidas entre +/- 2 desviaciones estándar serian normales.

Ventajas:

Incluye a la mayor parte de la población en la normalidad. El carácter relativo de la normalidad y anormalidad.

Inconvenientes:

Depende de la frecuencia de las conductas. No tiene en cuenta la calidad de la conducta. Este criterio nos sirve para establecer la conducta normal media.

Figura Nro 2-2

2.1.3 Criterio ideal de normalidad.

Este criterio parte de cómo deberían de comportarse las personas, en este sentido la norma seria el ideal. El criterio ideal en realidad es un criterio utópico. El criterio ideal según los utópicos seria: Maslow,(1951)postula una jerarquía de necesidades humanas ordenadas de acuerdo a su importancia vital. La pirámide de Maslow es: La mecánica de satisfacción de estas necesidades es satisfacerlas poco a poco, ordenadamente empezando por la base. La persona normal para Maslow es aquella que de forma cotidiana se maneja en la satisfacción de las necesidades de autorrealización ya que esto implica que esta persona tiene satisfechas todas sus necesidades.

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Figura Nro 2-3

Cole, propone un criterio ideal basado en la madurez. Para Cole la persona normal es aquella que alcanza la madurez en tres dimensiones. Las dimensiones son: Afectivo - emocional, exige un tono emocional constante que origine sentimientos de seguridad y confianza y que nos permita establecer relaciones emocionales positivas y reciprocas. Intelectual, implica la toma de conciencia y una capacidad de auto evaluación y comprensión realista. Socio-volitiva, implica la productividad, el trabajo y el logro de objetivos sociales, mantenimiento en este caso el respeto a los demás.

Figura Nro 2-4

Allport,(1960) sostiene que la persona normal debe de reunir los siguientes

requisitos: Diversidad de intereses autónomos, por ejemplo el síndrome del nido vacío. Tener varios objetivos vitales, no focalizar en uno.

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Capacidad de auto-objetivación, implica o abarca la capacidad que tiene la persona de conocerse a si mismo y de su capacidad para participar activamente en la sociedad. Filosofía de la vida, la persona normal es consciente de sus motivaciones, de sus deseos, ambiciones, de sus sentimientos y de sus objetivos vitales. Es decir, tendría un proyecto vital realista. Capacidad de experimentar afecto y establecer relaciones profundas, la persona normal es capaz de establecer relaciones profundas con otras personas y de tener una cierta sensibilidad en lo que se refiere a las necesidades y sentimientos de los demás. La persona anormal es incapaz de experimentar el afecto reciproco. Actitud vital tolerante, la persona anormal es una persona que de manera habitual esta ansiosa, esta en un estado de tensión permanente lo que les hacer ser hipersensibles tanto a los aspectos agradables como desagradables de la vida, se denominan personas que tienen baja tolerancia a la frustración.

2.1.4 Criterio social

La norma seria la opinión social predominante. El echo de que una conducta sea clasificada como normal o anormal va a depender de la reacción de los miembros del grupo social de referencia. Todas las sociedades estimulan a sus miembros para que adquieran y acepten unas pautas de conducta, costumbres y sistemas de valores. Ventajas de este criterio: La principal es que promueve la identidad y solidaridad dentro de los grupos. Contribuye al establecimiento y armonía en las reacciones sociales. Inconvenientes o desventajas: Es un criterio variable, relativo. Cambia con el tiempo y de unas culturas a otras. Delimitar el grupo de referencia. Una sociedad puede comportarse de forma patológica.

2.2 Criterios específicos. Son un intento de especificar lo que es una conducta normal y una anormal.

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Hay 5 criterios específicos que se manejan de forma conjunta, no son independientes entre sí.

2.2.1 Eficacia del funcionamiento psicológico

Datos experimentales y clínicos confirman que la severidad del déficit psicológico y la psicopatología correlacionan de forma positiva. Cuanto mas grave / intenso es el deterioro psicológico mas grave es la psicopatología. Las funciones psicológicas que se evalúan son las inherentes al ser humano, es decir, son la atención, la percepción, razonamiento, aprendizaje, memoria, comunicación y la afectividad básicamente. Desde este punto de vista, personas con un trastorno mental no significa que carezcan de la capacidad de pensar, sino que esta deteriorada esa capacidad nada más.

Figura Nro 2-5

2.2.2 Eficacia del funcionamiento social

La base de este criterio esta en la relativa incapacidad de la persona para en primer lugar estar eficazmente conformado con el modelo cultural, y en segundo lugar evitar comprometerse en acciones que difieren de forma drástica de la norma cultural. Se usa el criterio para describir la forma básica de incapacidad de comprometerse a unas acciones.

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Figura Nro 2-6

Los principales signos de un funcionamiento social defectuoso incluirían en primer lugar la falta de control sobre los impulsos agresivos, la excesiva desconfianza y recelo con respecto a los otros, en tercer lugar la comunicación incoherente, en cuarto lugar la irresponsabilidad, en quinto lugar tendencias autodestructivas y por ultimo el egocentrismo (interés por uno mismo).

2.2.3 Grado de autocontrol consciente.

El deterioro del autocontrol consciente es el criterio aislado más decisivo en psicopatología. De los cinco criterios el más determinante para determinar la normalidad o anormalidad será este criterio. El saber controlar nuestros impulsos de rabia, ira,... Es un signo de autocontrol, de salud mental.

Figura Nro 2-7

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Figura Nro 2-8

2.2.4 Evaluación social.

La presencia y severidad de un funcionamiento psicosocial defectuoso e incontrolado puede advertirse en primer lugar por la observación directa de la conducta del sujeto, en segundo lugar por los datos que nos proporcionan y en tercer lugar por los informes y entrevistas y la historia del caso. Mediante el uso de test estandarizados podemos expresar en términos cuantitativos el grado de desviación o deterioro de una función especifica. La función evaluativo se va a centrar en tres interrogantes fundamentales que son: Si los datos que disponemos indican una alteración o deterioro del funcionamiento psicosocial. Si es la disfunción tan severa que desorganiza de forma significativa el ajuste social o personal de la persona. Si puede explicarse este trastorno de la conducta mediante una explicación natural. La evaluación lo realizan / comparten tres grupos: La familia, la comunidad (amigos, vecinos, compañeros de trabajo,...).

Figura Nro 2-9

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Profesionales que están legitimados para ejercer este rol. Los tres grupos comparten la responsabilidad de evaluar una conducta como Normal, estarán de acuerdo en: Cuando el funcionamiento psicosocial esta tan deteriorado y desordenado que la persona es incapaz de afrontar los problemas de la vida cotidiana. Cuando no es autónomo en su cuidado y de establecer relaciones sociales. Cuando los impulsos agresivos son incontrolados porque ponen en peligro la seguridad del grupo / sociedad. Cuando no es tan evidente el trastorno surgen discrepancias y no es tan difícil diagnosticar el problema.

2.2.5 Evaluación personal.

Figura Nro 2-10

En los desórdenes moderados en los cuales los déficit psicológicos no son discernibles y si el ajuste social es adecuado en estos casos el sufrimiento interno de la persona es el principal indicador de un problema psicológico.

3. Etiología de la enfermedad mental La enfermedad mental, podemos decir que, debido a su naturaleza única y diferenciada de otras enfermedades, están determinados multifactorialmente, integrando elementos de origen biológico (genético, neurológico,...), ambiental (relacional, familiar, psicosocial,...) y psicológico (cognitivo, emocional,...), teniendo todos estos factores un peso no sólo en la presentación de la enfermedad, sino

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también en su fenomenología, en su desarrollo evolutivo, tratamiento, pronóstico y posibilidades de rehabilitación. Aun cuando clásicamente se han dividido las enfermedades mentales en Trastornos Orgánicos y Trastornos Funcionales, haciendo referencia al grado de génesis fisiológica o psíquica que determine al padecimiento, la evidencia clínica demuestra que ambas esferas no son independientes entre sí y que en la patología, como en el resto del desempeño psíquico "normal", ambos factores interactúan y se correlacionan para generar el amplio espectro del comportamiento humano tal como lo conocemos. De hecho, alteraciones biológicas alteran la psique, al igual que alteraciones psicológicas alteran o modifican la biología. Estos factores son muy diversos, para un mejor estudio hemos decidido dividirlos en tres grandes grupos: Factores biológicos, Factores psicológicos y Factores sociológicos, tomando como referencia en los tres casos a la familia y al individuo.

3.1 Factores biológicos Tradicionalmente se pensaba que muchos de los trastornos psiquiátricos eran hereditarios, pero actualmente se sabe que no es así. Generalmente, el riesgo de padecer una enfermedad mental es mayor en la familia del enfermo y más si es familiar de primer grado. También existen estudios sobre gemelos en los que se han extraído como conclusiones que los gemelos monocigóticos dan mayor tasa de concordancia que los gemelos dicigóticos y, por tanto tienen más posibilidades de padecer la enfermedad si el otro gemelo la sufre.

3.2 Factores psicológicos Mediante ellos podemos explicar el proceso de enfermedad mental. Encontramos distintas teorías: • Teoría del aprendizaje: cuya idea fundamental es que el funcionamiento de la mente está basado en la ejecución de las conductas. En esta teoría se utilizan como terapias la técnica del condicionamiento clásico y la técnica del condicionamiento operante. • Teoría cognitiva: centra su interés en la influencia que ejercen las creencias y los patrones de pensamiento en los trastornos psiquiátricos. La terapia enfrenta al individuo con la irracionalidad de su pensamiento y le ayuda a mejorar su autoconcepto. • Teoría de la personalidad: se centra en la relación existente entre los diversos tipos de personalidad y la posibilidad de desarrollar distintas enfermedades.

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• Teoría psicodinámica o psicoanalítica: a través de conceptos subjetivos nos permite una mayor comprensión del proceso de enfermedad mental.

3.3 Factores sociológicos Tratan de explicar los trastornos mentales desde el punto de vista social. Por lo general, las familias con un nivel socio-cultural bajo tienen más dificultades a la hora de prevenir las enfermedades mentales porque no detectan los primeros síntomas de la enfermedad con tanta facilidad. Así mismo, las personas con red social pobre tienen más posibilidades de padecer trastornos mentales. Podemos encontrarnos con dos tipos distintos de familias:

La que acepta la enfermedad desde el primer momento.

La que se desentiende porque es incapaz de proporcionar los cuidados y el afecto necesario para un correcto desarrollo de la personalidad de sus miembros. Esto es lo que se llama “hospitalismo intrafamiliar”.

Tanto en un tipo como en otro, la familia pasa por distintas fases a la hora de aceptar la enfermedad:

Reacción de negación (“no puede ser”).

Peregrinaje por distintos facultativos especializados en el tema. Una vez la familia aceptas la enfermedad, solicita información pero debido al hecho de que se encuentra emocionalmente alterada, se produce el efecto de “fenómeno doble”, que tiene como consecuencia la no comprensión ni asimilación de la información recibida.

Aceptación con el tiempo. Además de la familia existen otro tipo de variables sociales que pueden influir en que un individuo sufra o no una enfermedad mental, como son:

Cultura propia del individuo.

Medio social en el que vive.

Variables socio-demográficas: combinando edad y sexo se observa que:

En los hombres, dichos trastornos aparecen con mayor frecuencia en la infancia, siendo los más frecuentes las psicosis.

En las mujeres los trastornos más comunes son las neurosis, que aparecen con mayor incidencia en la adolescencia y la edad adulta.

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En relación al estado civil se concluye que el riesgo de padecer enfermedad mental es mayor en personas solteras, viudas, separadas o divorciadas, así mismo, haciendo referencia a la clase social, podemos afirmar que la esquizofrenia es mayor en la clase baja mientras que en la clase alta predomina la neurosis. Estos factores predisponentes nombrados anteriormente deben estar unidos a un acontecimiento estresante (paro, emigración, pérdida de un ser querido,...) en la vida del individuo para que se desencadene la enfermedad. Así mismo, al igual que existen factores que facilitan la aparición de la enfermedad, también existen otros como la identificación con el rol del enfermo que ayudan a que la enfermedad persista.

4. Clasificación y diagnóstico de los trastornos mentales

En el campo de la medicina, la clasificación de las enfermedades se encuentra en constante cambio, al igual que el conocimiento de las mismas. De forma similar, en la psiquiatría, el conocimiento de la función cerebral y cómo está influenciada por el ambiente y otros factores se está haciendo cada vez más complejo. A pesar de los avances, el conocimiento de los intrincados mecanismos implicados en el funcionamiento cerebral está todavía en sus inicios. Sin embargo, como muchos estudios de investigación han demostrado que las enfermedades mentales pueden distinguirse entre sí con un alto grado de fiabilidad, se están consiguiendo protocolos de diagnóstico cada vez más refinados. En 1952 se publicó por vez primera el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) (DSM-I), de la Asociación Americana de Psiquiatría, cuya cuarta edición, DSM-IV, fue publicada en 1994. Este manual proporciona un sistema de clasificación que intenta separar las enfermedades mentales en categorías diagnósticas basadas tanto en las descripciones de los síntomas (qué dicen y cómo actúan los pacientes en relación a sus pensamientos y sensaciones), como acerca del curso de la enfermedad.

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La Clasificación Internacional de la Enfermedad, 9.ª revisión, Modificación Clínica (ICD-9-CM), un libro publicado por la Organización Mundial de la Salud, utiliza categorías diagnósticas similares a las del DSM-IV. Esta similitud sugiere que el diagnóstico de las enfermedades mentales específicas se está haciendo de una forma más consistente y estandarizada en todo el mundo. Cabe señalar que en 1992 ya se publicó la Versión 10 de la clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10). Se han hecho avances en los métodos de diagnóstico y están disponibles nuevas técnicas de neuroimagen, incluyendo la tomografía computadorizada (TC), resonancia magnética (RM) y tomografía de emisión de positrones (TEP), un tipo de gammagrafía que mide el flujo sanguíneo en áreas específicas del cerebro. Estas técnicas de imagen se están utilizando para representar la estructura y la función cerebrales en personas con comportamientos normales y anormales, proporcionando así a los científicos un mayor conocimiento acerca de cómo funciona el cerebro humano, con y sin enfermedades mentales. Estas investigaciones, que han logrado diferenciar un trastorno psiquiátrico de otro, han conducido a una mayor precisión en el diagnóstico.

BIBLIOGRAFIA:

Vallejo Ruiloba, J.: “Introducción a la psicopatología y la psiquiatría”. 3.ª Edición. MASSON-SALVAT. Barcelona. 1991. Farreras, P.; Rozman, C.: “Medicina Interna”. 13.ª Edición. Volumen II. Madrid. 1995. Garcés Ferrer, J.; Martínez Román, M. A.: “Necesidades colectivas y servicios sociales”. Alicante. 1992. Pérez Sanfélix, J.: “Plan de Salud Mental para la Comunidad Valenciana”. Generalitat Valenciana. 1992. “Directorio de organizaciones y grupos de ayuda mutua de la ciudad de Valencia”. I.V.E.S.P. Generalitat Valenciana.