SALVADOR NOVO: QUE AL ESPEJO TE ASOMES,:DERROTADO · los, Ministro de Educación Pública, no...
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SALVADOR NOVO:
"QUE AL ESPEJOTE ASOMES,:DERROTADO"
los, Ministro de Educación Pública, no engaña anadie: para él una verdadera revolución debe ser,fundamentalmente, simetría hum anista , recuperación y difusión de la cultura clásica, la escuela concebida como misión apostól ica. El aprovecha magníficamente el impulso de la lucha que modificó alpaís y propone, en sustitución de las lecciones quepudieran inferirse de los ejércitos campesinos y susvictorias sobre el mundo feudal, una patria nueva,íntima y públ ica a la vez que , al mezclar los impulsos de López Velarde y Diego Rivera, produzcauna nueva armonía. Que todo coadyuve: la pinturamural , que evoca al Renacimiento, y la lectura delos clásicos, que reinstaura el hum anismo en unmedio de analfabetas.
En los veintes, el vértigo se va aquietando: la capital de la República recobra la tranquilidad, lacapa dirigente concentra drásticamente el poder, elsector intelectual acomoda y reorienta sus designios en función del patrocinio del Estado y de lahostilidad social. No es fácil ser intelectual y escritor en un med io dom inado por el antintelectualismo y todavía sacudido por exigenc ias de hipervirilidad . El machismo, antes de ser show y artificio es- ,cénico para las mayorías desposeidas, ha sido requerimiento vital. "Si me han de matar mañana,que me maten de una vez". Se muere con gracia yelegancia ante el pelotón de fusilamiento, sin derramar la ceniza del puro. Se mata en plena convicción resarcidora. La cultura es lo prescindible y loornamental y los cultos son enemigos emboscados,traidores naturales a su sexo , su país y sus conocidos. Estos rituales de la Mascul inidad sin Tacha,imprescindibles en una época que ha exaltado. elarrojo físico como primera condición de sobrevivencia, dotan al antintelectualismo de convicciones y razón de ser y le dejan a los escritores sólo dos 'salidas: el llamado "exilio interno" (vivo aquí pero 'pienso y escribo con ánimo internacional) y una fe enel elitismo como saber de salvación: para todos acondición de que todos sean unos cuantos. Lasociedad mexicana en los veintes y los treintas no lehalla un mayor sentido o ubicación a los escritoresy, en todo caso , reserva su interés para lo "extraño" y muy visible, el arte público de los muralistas,recibido al principio con encono y burlas, pero rápidamente sacralizado. En una capital todavía pequeña, los escritores son un núcleo localizado, cuyas publicaciones alcanzan cuando mucho a milpersonas, y que han perdido casi toda la influenciasocial de que como gremio habían gozado.
El en su trono. yo en mi sil/a
De manera comprensible, la mayoría de los jóvenes intelectuales valiosos se adhieren a la causa delministro Vasconcelos. Es su oportunidad de aprovechary volver legible la revolución que los ha azorado o aterrado. A Novo, por ejemplo, la Revolución le parece un episodio sangriento y ocasionalmente divertido. En su diálogo con Carballo, él..
Sin duda, pero también la biografía de Novo esparticularmente iluminadora en lo tocante a las relaciones entre los jóvenes excepcionales y la atmósfera cultural de un país recién estremecido por unaformidable y brutal revolución. Relata el interesado: "Nacido en la ciudad de México en 1904, hijoúnico de Andrés Novo Blanco, español. y de Amelia López Espino, mexicana , desde muy niño se aficionó a lo que entonces pasaba por poesía. Esta inclinación receptiva pudo bien nutrirse en los modelos académicos que fueron el alimento y la normadel adolescente que de los seis a los doce años, enTorreón, huía por la puerta de los libros a una realidad revolucionaria que rodeaba su soledad sinjuegos ni amigos ... (Después) me reintegré a unMéxico que había de revelarme a Darío ya un modernismo que arrollara a mis viejos pequeños dioses" .
El caso de Novo no es único. En la década delveinte una batalla cultural consiste en huir "por lapuerta de los libros " de la realidad ininteligible, encambiarle el signo y despojar de su esencial violencia a los acontecimientos recientes. José Vasconce-
Entrevistado por Emmanuel Carballo, Novo describe a Torres Bodet y, de paso, se ubica :
En su ensayo sobre Yuk io Mishima, Gore Vidalpresenta una hipótes is: "pudiese ser que el fenómeno actual, el escritor que conv ierte a su vida en suarte, sea el más útil de todos". ¿Ut il en qué sentido?¿Como ejemplo , admonición, espectáculo, capacidad de incorporar a la biografía elementos de la estética o viceversa? Util, digamos, con la utilidad dela experiencia límite. Si no con la intensidad de José Vasconcelos o con la rara congruencia de CarlosPellicer, Salvador Novo intentó, desmedidamente,convertir su vida en objeto literario o prov ciónartí st ica, hacer de su vida la refinada, sagaz, Irónica travesí a de un intelectual que se propuso ser figura popular, de un hombre marginal que insistióen situarse en el centro de la vida social , de un escritor notable que condicionó e incluso redujo suobra al tamaño de la imagen que de él mismo se fuehaciendo. Como Wilde, Novo pudo haber dichoreiteradamente: " Puse mi genio en la vida y mi talento en mis obras" , lo que en últim a instancia noes sino la creencia en la vida como creac ión artística. Como en Wilde, en Novo el personaje es parteesencial del trabajo literario . A diferencia de Wilde, la sociedad que lo persiguió termina reconociéndolo -y, por lo mismo, enterrándolo- en vida.
Jaime no ha tenido vida, ha tenido desde pequeño biografía. Yo, por el contrario, he tenido vida. La biografia de un hombre como yo heriríalas "buenas costumbres".
Vida y biografía
Carlos Monsi váis es, sin duda , uno de los crít icos más completos de la realidad sociocultural mexicana . Amorperdido(ERA)e~ su última recolección de artículos, crónicas y ensayos . Recientemente publ icó A ustedesles consta, una antología de la
crónica en México con un magnífico estudio prelim inar . Monsiv áis ha colaborado de mucho tiempo acá en la Revista de laUniversidad y fue miembro de su comité de redacción a principios de 1977.
precisa sus imágenes del movimiento armado:-¿Qué me dice de Francisco Villa?-Sus hordas mataron a un tío de mi madre. Estafue, en Torreón, a ver a Villa. "Ya lo mataronmis muchachos -le dijo-, ni modo. En compensación, a tu marido le perdonaremos la vidaaunque sea gachupín" .-¿Conoció a Madero?- A los seis años me llevaron a verlo, como hoyllevan a los niños a contemplar los changos alzoológico de Chapultepec.- ¿Y a Carranza?-En Torreón, mi padre, y yo con él, fuimos a undesfile en el que participaba Carranza, ese precursor del cine y la televisión . Fue para mis ojosun día de fiesta. ¡Había tan pocas diversiones!-¿Qué recuerdos guarda de Obregón?-Al " Caudillo" me lo presentaron, cuando ibaa asumir de nuevo la presidencia, en casa deldoctor Puig: se celebraba una posada. Como variedad me pidieron que imitase algunas personasconocidas. Imité a Bernardo Gastélum, uno delos íntimos delgeneral. Se puso furioso. Me iba acorrer de la burocracia. El día que lo mataron,yo respiré,- Hábleme del Jefe Máximo.- A. Calles lo conocí en Jalapa durante una co-mida íntima. El en su trono, yo en mi silla.
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Horror, diversión, espectáculo, temor, lejanía. Detrás de estas sensaciones primarias que desata laRevolución Mexicana se mueven, seguramente,miedos y desconfianzas de clase, repugnancia ante .las hordas que es deseo de un orden que afiance eldesarrollo (el proceso) de una cultura, desdén o en- .cono ante la nueva clase dominante, los generala':tes y licenciados cuya barbarie es signo inequívocode carencia de espíritu. Para combatir la incertidumbre, Vasconcelos no vacila en aliarse con el general Obregón, como tampoco dudan los escritores en servir a un Estado cuyos orígenes tanto les repugnan. El primer movimiento cultural de quienesintegrarán en la historia literaria el grupo llamadode los Contemporáneos es de "recuperación de laconfianza". Del ideario de Vasconcelos no aceptanel bolivarismo (con la excepción de Pellicer), ni lagrandilocuencia mesiánica; lo que les interesa es sufe animadísima en la cultura, su aceptación de losclásicos y del humanismo como espacio del comportamiento intelectual. A esta empresa se agreganCarlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Jorge Cuesta, GilbertoOwen, Bernardo Ortíz de Montellano, EnriqueGonzález Rojo. Ellos le entregan al naciente Estado sus dones literarios y ese Estado les correspondecon seguridades, primero, y a la postre, con honores que no excluyen la Rotonda de los HombresIlustres.
México en la década del veinte. Una regla dejuego: la precocidad que, en el caso de Novo, es señalde arraigo, definición primera y limitación costosa.Ni él ni sus compañeros tienen otra. La gerontocracia del porfirismo ha desaparecido y la fermentadora y exigente novedad disemina generales, gobernadores y poetas de 20, 21 Y 25 años. Pellicertiene 25 años cuando publica su asombroso Colo- .res en el mar y Ramón López Velarde deja, a los 33años, una obra única. En 1925, Novo publica Ensayos, libro deslumbrante de prosa y poesía, queprologa un poema de Peliicer :
Salvador, salvarás a aquella pobre gentede la filosofía. Serás el Presidentede la luna. Impondrás los automóvilesmarca Chapín para familias gordas.¡Oh, Novo Salvador!inaugurarás el garage del amorcon películas incaico siberianas.Serás el único y su propiedaden medio de una cosa destartalada.
El programa poético de Novo es clarísimo: relación burla/deseo con la posteridad, uso del humorpara reconciliarse con y distanciarse de la realidad,creencia en la ciudad como modo de vida a escudriñar y agotar. Ensayos revela un prosista dedicado ala "redención" de la trivialidad y a la experiencia"erótica" de la prosa. En Ensayos se incluyen los
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xX poemas, cuya tesis implícita no deja lugar a dudas : poesía es, también, lo no consagrado, aquellocuya legitimidad artística devendrá de la metamorfosis de las cosas comunes o de la convicción de loinsólito: sardinas, máquinas noisy Steinway, películas de Pararnount, calamares en su tinta, un masajista de N ueva York, redes telegráficas para ju- .gar tenis, ombligos para los filatelistas. Novo es-cada adjetivo anticipa un programa- sentencioso, alegre, melancólico, espontáneo:
Es necesario viajar en tranvía,cultivar el sentido de lo paraleloy no tropezar con nadie nunca.
Una capacidad metafórica se ejerce para divertir ypasmar, aliando lo desusado y lo regocijante. Tresejemplos:
a) Y que mañana la ciudadrumie el chicle solar en sus paredes
b) Los magueyes hacen gimnasia suecade quinientos en fondo.
e) Las nubes, inspectoras de monumentossacuden las maquetas de los montes.
Hay que recordar las ideas entonces predominantes de poesía: la intimidad sonora, la esencia relampagueante de la cosa pública, el lujo acústico de
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Darío: I~ contención moralizadora de EnriqueGonzalez Martínez, la serenidad programática deAmado Nervo, las profecías de los simbolistas (los''' lagos, corazones, plenilunios, halagos, sinrazones, junios"). Novo asimila y desecha con rapidezestas conminaciones, pregona los haIlazgos de la.nueva poesía anglosajona y, ya en su primer libro,opta por otro camino: una poesía sin prestigio acumulado. No es fácil ver ahora los riesgos de estaelección, pero al desistir de su antiguo rol de videntes y transmisores universales de sensibilidad, lospoetas renuncian al gran público ya acumulado y,desde la casi inexistencia de lectores, inauguran unnuevo espacio para la poesía, ya no el de la emoción colectiva o colectivizable sino el del diálogoestrictamente individual.
Novo es apasionadamente vanguardista. A lapoesía moderna, que en México inauguran JoséJuan Tablada, López Velarde y Pellicer, Novo contribuye con textos que no se toman en serio, o mejor, que no aceptan la trascendencia, que no creen 'que la literatura sirva para fines distintos del encuentro casual y agradable de una obra y un lector.Esto también lo distancia de las pretensiones delarte-por-el-arte. A N ovo no le interesa crear objetos estéticos, sino reconstruir sensaciones y atmósferas, moverse en un espacio entre la frivolidad y lacarga cultural, alejarse de cualquier "fijación delvértigo" prefiriendo disolver en agudezas las ensoñaciones descriptivas:
El aire se serenay seguimos buscando casa.
Fray Luis de León y el nomadismo citadino. El. temperamento clásico y la urgencia cotidiana. XXpoemas es sucesión de juegos de artificio donde elritmo, la prosodia, la acumulación de imágenes,sirven a un propósito: intentar la singularidad poética a partir de un doble reconocimiento: de la tradición y de la modernidad. Que se enteren de lapresencia de una poesía distinta, que no comerciacon el sentimentalismo ni los valores regionales nilos Grandes Conceptos ni la Sensibilidad al Uso.Contaminación o intuiciones ultra ístas, devociónpor las imágenes que se niega a ser usada por la declamación, culto por la circunstancia que se evadede ' cualquier ansiedad ante el juicio del porven'ir..En este sentido, Novo comparte el desistimientobellamente descrito por Renato Leduc:
No haremos obra perdurable.No tenemos de la moscala voluntad tenaz.
Según Novo, los X X poemas "concretan una form~
propia que se ha liberado de los moldes en que mivoz adquirió, sin embargo, contornos perdurables:Estos poemas se podrían colgar como cuadros:.ante todo son visuales":
Post natal total inmersiónpara la ahijada de Colóncon un tobillo en Patagoniay un masajista en Nueva York.(O su apendicitisabrió el canal de Panamá)Caballeriza para el mar continetófagodoncellez del agua playerafrente a la luna llena.Cangrejos y tortugaspara los ejemplares moralistas;langostas para los gas,trónomos .Santa Elena de Poseidóny garage de las.sirenas .
Una poesía, por así decirlo, librada a sus propiasfuerzas, sin apoyos en la exhortación o el consejo,sin estímulos para los "ejemplares moralistas", lospatriotas de tiempo completo o los fanáticos de la'musicalidad del verso. En su ampliación de territorios poéticos, Novo renuncia al modernismo, desprende lecciones de la nueva poesía nortearnerica-
.na (Sandburg, Vachel Lindsay, Edgar Lee Masters, los imagistas), saquea procedimientos de lapublicidad y reconoce como suya una tradición, laóptimamente encarnada en Wilde y Jean Cocteau,cinismo y dandismo, no hay amistad o poema que'no puedan perderse con tal de lograr una buena
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frase, gusto por la paradoja y el reto, identificaciónde tendencia artística y estado de ánimo, golpeteoparódico y exhibición de riesgosas y prohibidascostumbres, deseo de asombrar y sarcasmo ante elánimo romántico. En Novo, la poesía, la prosa y elestilo vital se funden y se mezclan irreparablemente. No tiene caso desdecirse actuando de modo dis-
. tinto a la moral expuesta en poemas, ensayos y artículos.
Archipiélago de soledades
En la historia literaria de México, los Contemporáneos son un interregno entre el caos revolucionarioy la cultura oficial. Se mantienen en tanto tendencia por un periodo no mayor de quince años (19211935 aproximadamente) y los co~gregan la admiración mutua y la incomprensión ajena . La frasegideana que eljoven Villaurrutiá le repite incesantealjoven Novo: "Hace falta perderse para recobrarse", cobra un sentido enorme en ese paisaje de tertulias en librerías, ediciones mínimas, plaquettesde poesía que le representanal autor un gran esfuerzo económico, evocaciones mitológicas de lacultura francesa, miedo a repetir el triste destino delos escritores porfiristas sometidos a la protecciónde Victoriano Huerta. "Perderse para recobrarse":aceptar el virtual anonimato, gozar de la clandestinidad de la literatura experimental, saberse vivospor opuestos a un medio que, en caso de saber susintenciones, los odiaría o los despreciaría.
El mayor espacio cultural disponible son las revistas (los suplementos vendrán en los cuarentas) yallíse reconcentran los jóvenes literatos, a ellas seconfían riesgos y conformidades. La Falange. Contemporáneos. U/ises. Los nombres son programas,incitaciones, respuestas enfát icas a la hostilidad delmedio. Los nombres son estrategias de conducta.Novo, Villaurrutia, Cuesta , Owen, José Gorostiza,Ortíz de Montellano o Pellicer desean ser plena y
.radicalmente contemporáneos, es decir, quierenapartarse de la anacrónica cultura prevaleciente enMéxico, aceptar lo estimulante en donde lo hallen ;marginarse de conquistas selladas por el chovinismo, reaccionar contra el estruendo prevaleciente ylas épicas reales o fingidas. En su torno, revolucionarios, burócratas y periodistas desconfían entrañablemente -con razones y sin ellas- de intelectuales y poetas y anhelan perpetuar el aislacionismo que la lucha armada provocó. La cultura y es-pecialmente 'el saber literario, son gustos práctica- ~mente secretos, lenguajes soterrados cuyo códiceestá contenido en los libros de Claudel, Cocteau,Jules Supervielle, Ezra Pound, Eliot, Gide, Cummings, Crane, Breton. Para los jóvenes escritores,traducir es romper el cerco, difundir la nueva poe-sía internacional es oponerle nuestro porvenir anuestra ignorancia. El verdadero tiempo perdidoes aquel en que nos hemos desvinculado de lasfuentes de la cultura occidental, en que le hemos
cedido a la realidad del país el espacio intr ánsferible de la imaginación.
Los campos de la recuperación: la poesía, el periodismo, las artes plásticas, el teatro. En los veintes o en los treintas, las puestas en escena de Lenormand, Cocteau, Eugene O'Neill o Giraudoux sonactos teatrales, culturales y políticos. Nos interesaun país no sólo determinado por las complacencias"castizas" . Hay que poner al día a México y vivificar es fundar cineclubes y es creer en el cine comoexpresión artística y es ejercer la crítica de artesplásticas para alentar carreras pictóricas (RufinoTamayo, Carlos Mérida, Agustín Lazo , María Izquierdo, Manuel Rodríguez Lozano, AbrahamAngel) alejadas de la hegemonía del muralismo.
Al embate o al cerco ant intelectual se respondecon una visión de la cultura que impugna con acritud el chovinismo y el nacionalismo cultural. Enese tiempo el elitismo es, de modo nada paradójico, una empresa crítica que mantiene a un grupo encontacto con las corrientes internacionales, propone cánones de calidad y alienta un imprescindibledesarrollo. No por relativismo, sino por que así sedio este proceso, hay que reivindicar una parteconsiderable del " elitisrno" del grupo de Contemporáneos. Si su conservadurismo político no lespermitió entender el complejo y accidentado proceso del país (que por otra parte muy pocos intelectuales entendían). su vocación crítica, su rigurosaselección de influencias o afinidades y su talento literario le agregan obras definitivas a la cultura nacional y, al determinar, con tal precisión, la índolede sus rechazos, favorecen un contínuo esclarecimiento de la tradición. En su polémica con AbreuGómez, Jorge Cuesta es inapelable:
El nacionalismo equivale a la actitud de quienno se interesa sino con lo que tiene que ver inmediatamente con su persona; es el colmo de la fatuidad. Su principio es: no vale lo que tiene unvalor objetivo, sino lo que tiene un valor paramí. De acuerdo a él, es legítimo preferir las novelas de don Federico Gamboa a las novelas deStendhal y decir: don Federico para los mexicanos, y Stendhal para los franceses. Pero hágaseuna tiranía de este principio: sólo se naturalizarán franceses los mexicanos más dignos, esosque quieren para México no lo mexicano sino lomejor . Por lo que a mí toca, ningún Abreu Gómez logrará que cumpla el deber patriótico deembrutecerme con las obras representativas dela literatura mexicana . Que duerman a quien nopierde nada con ella; yo pierdo La cartuja deParma y mucho más.
El drástico rechazo del pasado cultural de Méxicono es -en la perspectiva que nos concede su obrael verdadero mensaje del texto de Cuesta (si algo,estos escritores inician una recuperación crítica delcánon nacional). E! mensaje de Cuesta es otro: espreciso oponerse a la influencia totalizadora de la
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cultura de la Revolución Mexicana, y crear y fortalecer un espacio exento de la reverencia obligada alEstado que surge y a sus instituciones redentoristas. Tras el discurso antinacionalista, se despliegala resistencia a un orden normado por el oportunismo . Si la pobreza del medio sólo les permite vivir de la burocracia, preservarán de tal devastaciónel gusto por leer y hacer literatura. Entre descansoy descanso de las oficinas escriben y aceptan pagarprecios altísimos. El primero: el desgaste que parasus obras, entendidas en el sentido europeo, supone el periodismo cultural y el político (Novo, Cuesta, Villaurrutia). El segundo: con vertirse en símbolos del "descastarniento", de la renuncia a los valores de la nacionalidad. No otro es el contexto en lostreintas del episodio de la revista Examen, suprimida por publicar un texto "obsceno" de Rubén Salazar Mallén (un fragmento de novela) . Esta controversia de "moral pública" se convierte en unacampaña furiosamente puritana contra los Contemporáneos que, presionados, terminan por renunciar a sus empleos gubernamentales.
Que al espejo te asomes, derrotado
En todo ese proceso, No vo es actor irremediable yprincipalísimo, el escritor admirado y la VíctimaPropiciatoria del fácil ingenio mach ista. El personaje que él imaginó y el personaje que imaginen sevan uniendo y fortaleciendo con los ataques, elchoteo, las ridiculizaciones. Al mito Novo lo cons- .truyen en partes casi iguales su talento y el enconoque despierta su singularidad, su admirable sentido del idioma y el sarcasmo dir igido contra sí mismo, su cultura y el precio que debe pagar al exhibirla. Su mayor contribución a la causa de los Contemporáneos es la provocación (la " decepción delas costumbres" según frase de Cuesta). Novo provoca con la act itud extranjerizante, las cejas depiladas , el indiscreto make-up,la suavidad de la voz, laavidez sensual nunca encubierta que lo lleva a dirigir a los 19 años El Chafirete, (Organo del Sindicato de Choferes) y le lleva a publicar a los 27 losfragmentos de la siempre inconclusa novela Lotade Loco, la historia del desempeño de una taquígrafa enterada de los enredos de su enamorado consu propio hermano. En 1931, es novedoso y provocador un relato gay:
Adelaida había observado que sus afeites noeran de su uso exclus ivo. La oblea de terciopelocon que ella acariciaba sus mejillas estaba a veces sucia , negra , compacta, como si la hubieran 'usado para limpiar una perspiración masculina.Su rouge también y su rimmel. Disminuían demasiado aprisa para el uso que ella sola les daba,y hubo de advertir una mañana que su hermanose levantó, por casualidad, temprano, que al ~e
dedor de sus ojos había el cerco negro de cenizasque deja el rimmel después de una noche.
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En 1933, Novo publica cinco libros. El primero,Espejo, es "la autobiografía de mi infancia. Intentéliquidar, por medio de la poesía, el residuo de misaños primeros". En Espejo prosigue la influencia(la contaminación) de la poesía norteamericana,ese otro tiempo poético que es el prosaísmo y, especialmente, la estrategia predilecta de Novo, la ironía (distanciamiento de la realidad, reducción a escala de' la pompa y burla de insuficiencias o demasías). En Novo la ironía nos ahorra cualquier truculencia y exhibe su intimidad con salvedades: hayque preservar el autoescarnio como encomiendafraternal , hay que permitirse decir, recapitulando,"la vida pervirtió mis dones y entorpeció mi sensibilidad" (con el desenfado conque se acusará a símismo de seguir "como el Marco Polo de O'Neill,en su medida, el deplorable camino de un baratotráfico con la inteligencia que lo ha mimetizado aun ambiente en que la prosperidad engorda y embrutece"). Como la mayoría de los seres marg inales de su índole, Novo se adelanta al insulto siendoel primero en proferirlo contra sí mismo, nulificalos ataques asumiéndolos en su más dura y obsesiva instancia: "Los que vestimos cuerpos como trajes envejecidos/ a quienes basta el hurto o la limosna de una migaja/ que es todo el pan y la únicahostia" .
Para entender' el mundo, entidad degradada ydegradable, la ironía acude al Yo que puede darse
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el lujo de la arrogancia porque sabe que su puntode partida es la abyección. A pesar suyo, la ironíade Novo es un método perfectamente ideologizadoen donde coexisten la visión peyorativa y el orgullode la marginalidad, el desafío y la culpa, la exhibición y el ocultamiento como empresas dolorosas alas que suaviza o disfraza la retórica.
Otro libro de 1933, Nuevo Amor. "La poesía hasido para mí... aquella introspección dolorosa oebria de júbilo que abandonó los juegos de inteligencia de mis XX poemas para forjar, con la sangrey los huesos de mi pasión más pura, el breve y magnífico Nuevo amor". Novo le declara a Carballo:
En tanto que en los XX poemas no aparecencomposiciones amorosas, ya que todas son extrovertidas y cerebrales, en Nuevo amor surgedesbordada la poesía y los sentimientos alcanzan la madurez. Entraña al acorde -que no alacuerdo- de la vida con 'su expresión artística.Estos poemas son la experiencia fresca, mediata,directa de lo que están expresando: no son reconstrucciones de estados de ánimo ni de vivencias. Para mí. ieso es importante.
Como en las obras de Cavafis, Hart Crane, LuisCernuda, Xavier Villaurrutia, Porfirio Barba Jacob, en los mejores poemas de ese gran libro que esNuevo amor actúa poderosamente un sentido demarginalidad genuina. Esto no agota los significa- 'dos o la riqueza de los textos, pero la disidencia sexual y moral explica vertientes, insistencias, desolaciones C? incluso .un hálito de falso y verdaderopatetismo: la confesión elevada al rango de revelación largamente esperada. Terriblemente consciente de su trabajo literario, Novo consigna las queconsideraba vert ientes de su poesía: "La circunstancia, el humorismo y la desolación". Tal recuento, esencialmente justo, se beneficiaría con agregados: hace falta mencionar la malevolencia (que noperdona el posible candor de los lectores), la experimentación técnica, el despliegue analógico queevita el "tono desgarrado" y expiatorio; convieneprecisar el estilo del humor y sus orígenes probables y evidentes ; falta también la heterodoxia conque, inequívocamente, Novo ejerce una poesía so-cial. .
En los siete u ocho poemas perfectos de Nuevoamor, el personaje literario de Novo se desvanece.Ni vanidad, ni gusto por la paradoja, ni frivolidad,ni ironía como el rostro que oculta a la máscara.Novo se enfrenta a su condición amorosa e intentaapresarla, más allá del recuento y la vivencia, comoalgo definitivo, los momentos de lucidez que justifican toda la iniquidad de la experiencia: "Ya nonos queda sino la breve luz de la conciencia/ y tendernos al lado de los libros" . Si un poema como"Elegía" ("Los que tenemos unas manos que nonos pertenecen/ grotescas para la caricia, inútilespara el taller o la azada/ largas y fláccidas comouna flor privada de simiente/ o como un reptil que
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entrega su veneno/ porque no tiene nada más queofrecer... Los que tenemos una mirada culpable yamarga/ por donde mira la Muerte no lograda delmundo... Los que hemos rodado por los sigloscomo una roca desprendida del Génesis") sólo seentiende cabalmente a la luz de los riesgos y las dificultades de la condición homosexual de esa época, el acento desolado del conjunto de Nuevo amorexpresa el acoso, la desesperación, la atracción letal del objeto del deseo, el amor que es la conciencia de la imposibilidad del amor, la transfiguracióndel desastre: "Al poema confío la pena de perderte" o "Tú, yo mismo, seco como un viento derrotado". La condición marginal es un fracaso previo,la épica del incumplimiento, la pena inabarcable decontemplar desde la frustración los días felices quejamás se vivieron .
Que eso se corresponda o no con la realidad biográfica de Novo es ·10' de menos. Lo que importa esuna condición de la época : el requisito para abordar literariamente la marginalidad es hacerlo desdelas perspectivas de la soledad y la frustración. Noes concebible una relación feliz entre "anormales"y para publicarse, la novela de E. M. Forster, Maurice, escrita en 1913, deberá aguardar sesenta añosa causa de su final feliz. Cumplido el requisito de lainfelicidad manifiesta, Novo consigue en la poesía 'lo que se le niega socialmente: su emotividad y su
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sexualidad, así para ello deba volver casi metafísicasu sexualidad:
Junto a tu cuerpo totalmente entregado al míojunto a tus hombros tersos de que nacen las rutasde tu abrazo,de que nacen tu voz y tus miradas, claras y remo
tas,sentí de pronto el infinito vacío de su ausencia..
Desvaída, difuminada, la sexualidad persiste demanera simbólica y alusiva. Lo que el coito evocaes la sensación de ruptura, para lo que sirve elvínculo erótico es para invocar las ataduras amorosas. Novo insiste en borrar la sexualidad específica:
Pero ese cuerpo tuyo es un dios extrañoforjados en mis recuerdos, reflejo de mí mismo,suave de mi tersura, grande por mis deseos,
máscaraestatua que he erigido a su memoria.
(De "J unto a tu cuerpo")
El pesimismo vence y desvanece a la emotividad.Gide lo ha dicho: "Lo más profundo es la piel".Esto no es asumible en una cultura en donde la piel(el cuerpo) es referencia casi oculta y en la cual,para que la disidencia (en este caso, homosexual)emerja hace falta expresarla condenatoriamente:vaciedad, fuga, desolación, temor a esa vejez inflexible y tajante que se inicia en el exacto momentoen que disminuyen los atractivos sexuales. Novo vaa fondo: en Nuevo amor no es tanto el heterodoxosexual, sino el ser ansioso de la plen itud que le niegan tanto los prejuicios dominantes como el personaje que encarnó para evadirse de esos prejuicios.Por eso, declarará: "Cuando ya no valía la penaejercitar este tema tal como aquí lo practiqué -mevolví viejo y horroroso- abandoné la poesía amorosa" . E insiste: "Después de esos poemas ya no tenía para qué escribir otros" .
Pero los escribe. Poemas proletarios de 1934contiene cinco textos magistrales: "Del pasado remoto" y cuatro biografía/epitafios a la manera deSpoon River Anthology de Edgar Lee Masters:"Cruz, el gañán", "Gaspar, el cadete", "Roberto,el subteniente" y "Bernardo, el so ldado" , sketchesde vidas convencionales y socialmente insignificantes, En 1935 publica Never ever y Frida Kahlo, asaltos vanguardistas de alta calidad que carecen de lalogradísima vehemencia anterior.
Escudo y arma innoble
En 1955, Novo formula su "Poética",¿Pude yo ser poeta'? De niño, y aún de joven, locreí, lo soñé. Luego, la vida pervirtió mis dones yentorpeció mi sensibilidad. La poesía hacia los
demás -la flor espontánea - dejó el sitio al frutovano y amargo de la diaria prosa .Fuga, realización en plenitud, canto de jubilosoamor, escudo y arma innoble; todo esto ha sidopara mí la poesía. En ella, ahora que no me atrevo a abordarla, me refugio. Cuanto en ella teníaque 'expresar, ya lo he dicho. Y, sin embargo,como en mi viejo poema,
siento que la poesía no ha salido de mí
La persecución de los burócratas machistas obligaa Novo en el sexenio de Cárdenas a salir del gobierno para concentrarse en el periodismo y la publicidad. Se inicia su fortuna económica y, al mismotiempo, 'su asimilación por parte de una sociedadque lo admira en la misma medida en que lo teme ydesprecia. Novo el iconoclasta y el heterodoxo vacediendo el sitio a Novo, el comensal imprescindible de las cenas burguesas. De su pasado anárquicoquedan las muestras que recogerá el volumen llamado Sátira , las Invectivas queved ianas contra susenemigos, el esplendor verbal usado en la querellaad hominem. De nuevo , la elección del género satírico se explica como técnica de autodefensa. Frentea chistes, desprecios, rechazos y murmuraciones, elsoneto escarnecedor; frente al retrato despiadado yhomófobo en el mural de Diego Rivera, la serie La
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Diegada que celebra una farsa íntima. Hasta el final Novo sostendrá ese placer de provocar, quetambién induce al escándalo con la despiadada referencia de sí:
Escribir porque sí, por ver si acasose hace un soneto más que nada valga;para matar el tiempo, y porque salgauna obligada consonante al paso.Porque yo fui escritor y éste es el casoque era tan flaco como perra galga;crecióme la papada como nalga,vasto de carne y de talento escaso.¡Qué le vamos a hacer! Ganar dineroy que la gente nunca se entrometaen ver si se lo cedes a tu cuero.Un escritor genial, un gran poeta...Desde los tiempos del señor Madero,es ,tanto como hacerse la puñeta.
Otra vez, se paga muchísimo por el derecho a la libre expresión . Cernuda prefiere el retraimiento dela dignidad; Cavafis, la tortura y la tranquilidaddel erotismo recordado; Novo, el alborozo ante lapropia decadencia, el juego de ser el retrato de 00rian Grey de la poesía noble y el puro instinto literario de su primera juventud. De hecho, en su seriede sonetos homosexuales de 1955, celebra no el deseo sino 1!1 muerte y la consunción del deseo:
Que al espejo te asomes, derrotado;que veas tu piel, otrora acariciada,escurrir por tu cuerpo deformado.Que todo se acabó. Que la soñadadicha Que en un instante inesperadoesperas que me lleve la chingada
Novo, fundamentalmente lúcido, se empeñó en extraer de su vida conclusiones melodramáticas y, entanto personaje literario, incurrió con frecuenciaen la autocompasión al creerse ya incapaz de sostener a la medida de sus ambiciones una imagen detriunfal e implacable modernidad. Una y otra vezse despeña en la queja contra el paso del tiempo yllega a cantarle al hijo no tenido:
Yo recibí legado ,eslabón y simientea eternizar la vida destinado...Pero heme aquí , ya al borde,a la or illa del Tiempo y la ceniza, ~eco sin voz, con ella desgarrada;depósito de siglos en derrota,muerte triunfal en árido balance,consumada traición, desistimientodel Divino mandato 'que urdió en amor el río de mis venassecas hoy -por mi culpa- para siempre.
(De " Mea culpa", fechadoel 8 de enero de 1968).
La culpa de no seryaescritor; de no cumplir la promesa que fue, de no poseernunca por entero el respeto social, se vuelve obsesión dominante de la figura del Establishment. Lue~~. de t:'ue~~ amor lapoesía ha dejado de ser para el . realización en plenitud" y ya no le da oportunidades de expresar-sin incurrir en lo que él considera ridículo- susexualidad y su emotividad. No importa: antes decumplir 30 años, Novo ha escrito poemas admirablesy ha dejado una obra rara en su perfección, suhumor y su impecable amor por la derrota.
Temperamentos y caracteres
En El joven, un texto autobiográfico y urbano delos 18 años, Novo concluye: "Lo que hice hoy -dijo el joven soltando suszapatos- no tendrá ya objeto mañana. Hay cosas invariables, que gustansiempre. Tengosueño.Siempre megustará dormir.Pero mañana se habrá muerto alguien. Hay estadísticas como leyes -no leyes mexicanas- que secumplen siempre.Yopuedo ser alguien y morirme.¿Qué es un siglo para San Pedro? Sería divertidoque yo resultara objeto de investigaciones. Se meacusa de ser muy alto. ¿Y por qué no habían deequivocarseloseruditos?". Y líneas antes ha dicho:"Siguió caminando. Todo lo conocía. Sólo que suciudad leera un libro abierto por segunda vez,en elque reparaba hoy más, en el que no se había fijadomucho antes. Leía con avidez cuanto encontraba.¡SU ciudad! Estrechábala contra su corazón. Sonreía a sus cúpulas y prestaba atención atado".
"Ya en 1922 -acepta Novo en 1929- estaba yomaduro para empleos. Podría dar clases, podríahacer traducciones" . El todo lo acomete y en "estecotejo del valor propio con el éxito ajeno que engendra místicos" se decide por el periodismo. Allíalterna el ensayo breve con.el artículo que realzaun tema "insignificante" con la crónica encarnizadamente subjetiva delescritoren una sociedad burguesa. Gracias al periodismo, el personaje Novo seinstaura triunfalmente. Lo sigue un público creciente que se incorpora a la difusión de la leyendamemorizando frases lapidariasy los nunca muy secretos epigramas. Novo explica s.u éxito:
Lagimnasia que entraña escribir a tantos roundscon límite de tiempo en los periódicos mientrasaspira a convertir a quien la practica en un atleta, puede también con facilidad conducir a laacrobacia. Mi estilo se hizo claro y ágil; pero diferí, engreído en el columpio, el acometer la empresl;! más ardua de una obra menos efímera.Biello era malo para mí, resultó en cambio buenopara las revistas y periódicos en que colaboraba.Mi ejemplo fue seguido y el nivel de las columnas se elevó considerablemente. No desconozcoel hecho de que antes de mí, y después, los escritores hayan compartido la elaboración lenta,
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oculta y heroica de su verdadera obra, con el periodismo: la maternidad clandestina con la prostitución pública. Simplemente confieso, relativamente arrepentido, que a mí me arrastró la prostitución, circunstancia de la que me consuela laesperanza de haberla un poco ennoblecido.
André Gide, quizás la influencia moral por excelencia del grupo de Contemporáneos, lo dictaminó: "No hay que exponer nunca ideas, a no serbajo la forma de temperamentos y caracteres".Novo elige,en crónicas y ensayos, un temperamento, el suyo propio, y una suma de caracteres: lospertenecientes o relativos a la Ciudad de México.Para Novo, en sus crónicas semanales, la ciudadesel minucioso placer de intimar, mediante promesade vigilante discreción, con una sociedad en auge.Los caracteres circundan y devoran el temperamento, pero no sin que éste se asegure honores yadmiración genuina, y no sin que la provocación seconvierta en institución.
A la distancia, las crónicas de Novo resultan indispensables, no tanto para conocer una época (suparcialidad lo impide), sino' para situar la autocomplacencia burguesa según versionesde un temperamento cuya malevolencia progresivamentedisminuída se transmite siempre en prosa magnífica. Ya no procede, por lo demás, el antiguo desafio.Elelitismode losveintes, dinámico yestimulante,setorna el atrasado y pomposo e1itismo que corona yornamenta a sociedad y Estado. Los palurdosque se burlaban de los exquisitos son sustituídospor políticos y tecnócratas fascinados con los rocesy los acompañamientos de la cultura, indispensable telón de fondo. Al multiplicarse, los happy fewde los veintes se diluyen o hacen rentable su felicidad minoritaria . Novo, ya sin presiones, se consagra entre crónicas desarmadas y erudición sabrosamente dicha, al dominio escénico de quienesen un·tiempo lo proscribieron. El, despiadada e injustamente, describe su proceso:
Llevouna especiede veinte años de escribirparael público. Primero, era el poeta joven que prometía mucho. Luego, seguía prometiendo. Después, se descubrió mi capacidad, tanto de trabajo cuando de mordacidad, y poco a poco, fuicomercializando mis aptitudes, como un pulpoque extiende sus tentáculos. El colmo fue vaciaren una columna cotidiana hasta los cracks quecorrientemente me ocurren en la conversación.Era como cobrar hasta por reírme, si no hubieraacabado por ser hasta reírme por cobrar. (EnHoy, septiembrede 1943). . .
Cierto, la "diaria prosa" de Novo, su quehacer periodístico y cultural, no son nunca~"fruto ~ano y.amargo" . En 1925, un joven de 21 anos publicaE~sayos, que incluyeademás de poemas, una recopilación de artículos en la tradición inglesa de TheSpectator y Charles Lamb, con la idea de 9ue el tratamiento prosísticoes lo fundamental, redimeo arn- .para o descubre la importancia de los temasy le da
pleno sentido al hecho de ocuparse de los anteojos, el baño, las camas, el radio, las barbas, la leche, el divorcio, las ventajas de no estar a la moda.Los modernistas también trasladaron al periodismo su convicción de que la prosa lo era o lo justificaba todo, pero, a diferencia de ellos, Novo no sepropone crear un texto manifiestamente literario,joya prosódica a la que una lectura en voz alta conferirá su exacta dimensión. El quiere darle al artículo o al pequeño ensayo un ritmo diferente, yano derivado de la poesía o de las aspiraciones del"logro acústico", el ritmo de un texto ceñido a unamodernidad que combina información , erudición,inteligencia, calidad prosística, cultura clásica,vida cotidiana, actualidad tecnológica. Siglo deOro y The New Yorker. Quevedo y la nueva poesíaanglosajona. Un elemento uni fica esta capacidadpara combinar y entreverar: la ironía, una burlaque solicita la correspondiente mala fe del lector, yque se inspira en los clásicos Wilde y Shaw.
El resultado es de una sorprendente originalidad. Las influencias son rápidamente asimiladas ylos lectores agradecen la ampliación de puntos devista, motivos de conversación, fraseos sardónicos.En un medio regido por la cultura de la RevoluciónMexicana y por la obsesión de "construir unpaís nuevo", alguien elige con insolencia las posiciones de la "frivolidad" y lúcidamente, prefigura
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ocios y complacencias de la sociedad inminente.Esta actitud ya no abandonará a Novo. Otras recopilaciones -En defen sa de lo usado (1938) YLas locas. el sexo y los burdeles (1970)- reiteran el propósito: agregarle amenidad a la erudición, ingenioa la exposición de la vida cotidiana, peso cultural alos asuntos considerados insignificantes.
Que a los lectores les interese, les divierta, los retenga el vagabundeo mental de un escritor burguésque desatiende las exhortaciones de la Historia yprocede al margen de cualquier sensación de crisis .Novo, básicamente sedentario, considera posibleretornar con ganancias a un género por excelenciadel XIX: la crónica de viajes, y lo intenta en cuatrolibros: Return Ticket (1928), Jalisco. Michoacán(1933), Continente vacío a Sudamérica (1935), Estey otros viajes (1951). ¿Qué puede haber de interesante o rescatable en una salida a Quer étaro? El espíritu de observación, la excelencia literaria . Novotransfiere sus dotes narrativas a la crónica, se entusiasma ante seres y situaciones y crea un personajemuy convincente (él mismo) usando sólo anotaciones externas: su éxito social,su ingenio perdurable,su gusto por la buena mesa , su memoria que esla de un testigo atento y ubicuo, de cuyo registronadie escapa y cuya curiosidad es infatigable.
Una sección, de entre las muchas que Novo produjo, es el mejor vehículo para sus cualidades: "Lasemana pasada" en el semanario Hoy. Allí Novo,auxiliado por un equipo de jóvenes y ambiciososreporteros, pone al día un género admonitorio ypropagandístico: el artículo político. Influido porlas crónicas parisinas de Janet Flanner (Genet)para The New Yorker y por su percepción del hecho político como texto narrativo, Novo equilibrasu capacidad de síntesis informativa con una malafe siempre estimulante así responda con frecuenciaa perspectivas conservadoras. En la recopilaciónde "La semana pasada", La vida en México en elperiodo presidencial de Lázaro Cardenas, (selecciónde José Emilio Pacheco), un estilo o un punto devista se muestra en un momento de absoluta bri llantez, no mellado incluso por lo controvertiblede algunas posiciones. Sus resúmenes biográficos,sus descripciones de la administración cardenista,sus incursiones en la política mundial son todavía,puntos de referencia.
Al término del radicalismo estatal, Novo se entrega a la morosidad de la vida burguesa y a unacrónica muy personal, o muy social como se prerefiera que, primero en Hoy y luego en Mañana, eligepara verterse el recurso del "Diario" o las "Cartasa un amigo". Cada vez más satisfecho de su progreso, y más convencido de los beneficios de la respetabilidad, Novo se decide por una falsa y verdadera confesión intimista. Tiene un público a su disposición: el que acepta la trayectoria y el tedio deuna capa dirigente como sus propios progreso y alborozo. Las recopilaciones disponibles (La vida en.México en el periodo presidencial de Manuel Avila
torio de concordia cultural que nos regala la estabilidad polít ica .Ningún día sin línea, ningún día sin reconocimientosLa complejidad del estilo de Nov,o ~o lo vuelve m~t
nos legible. Lo que en verdad lo limita es el empenode adquirir una "obra lícita" , el deseo de "entraralos hogares", lo que lo lleva a ocultar su 'p~oduc. ·
ción más personal, por ejemplo las me~ortas de suvida privada que hoy circulan clandestina y profusamente y que , desde el título bíblico, La e~tatua desal, rinden una versión entre culpa ble y épica de lafijeza homosexual, el castigo que le sobreviene aquien detuvo su camino ascendente y se dio vueltapara contemplar, altanero, la destrucción de la~
ciudades de la lIan ura. Novo , por razones muy entendibles (atizar una mala fama es incurrir en riesgos múltiples) pospone la publicación de La estatua de sal y con eso renuncia de algún modo al ejercicio de su prosa más viva y per sonal.
A Novo la persecución le est imula y la tolerancialo anacroniza . Finalmente es un simbolo "exótico"del mal comportamiento, una seña l tan pintorescacomo admirable. En el régimen del presidente Alemán es jefe de teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, patrocina autores, promueve su respetabilidad, escribe y dirige teatro infantil. Su personaje se sedimenta: será dr amaturgo (muy desigual),actor ocasional , restaurantero , figura indispensable. A su lado comen los a ltos funciona rios y élsonríe, recuerda o escribe epigra mas, comenta lasexcelencias de la comida azteca, hace anotacionesirónicas, toma notas mentales par a su siguiente arotículo . Es un escritor burgués que goza muchosiéndolo. Se le distingue sin cesar: un homenajemultitudinario al cumplir 60 años , Premio Nacional de Letras, Cronista ofic ial de la Ciudad de México . Agradecido, Novo suprime su marginalidad'hasta donde le es pos ible y publica obras eruditas, donde el antiguo desacralizador examina y reverencia a la tradición . Por lo demás, terminan enmarcándolo el cin ismo dism inuido de su personajey su horror ante la tragedia de envejecer. En suspoemas últ imos, él confiesa el patetismo y la grotecidad de quien ya no puede ser deseado.
La gratitud ante el reconocimiento oficial es parte de una lógica del sometimiento. No vo, orgullosode la amistad del presidente Díaz Ordaz, condenael mov imiento estudiantil de 1968 y recibe la consagración del escándalo, esta vez el repudio moral.El desiste de su singularidad y se sumerge en la ronda de honores, cenas, visitantes ilustres, ceremonias conmemorativas , entrevistas rituales, apari- _ciones en televisión. A su muerte, en 1974, No voparece petrificado y su obra en vías de embalsamiento . En los años siguientes, los lectores han rescatado lo que allí hay de actual y deslumbrante,.desdibujando al personaje oficial y leyendo con renovado o inédito placer al gran escritor que, alarriesgarse hasta el límite, se perdió en la respetabilidad y se recuperó en el placer de la escritura.
Camacho, La vidaen México en el periodopresidencial de Miguel Alemán) exhiben, dentro de su tranquila suficiencia, un modo de vida que arrastranconsigo la pequeñez y la pretención de la ciudad. Ysin embargo, la honestidad literaria de Novo, sudeseo de encontrar y difundir el goce que le provoca su conocimiento inmejorable de una sociedad, leconfieren a estas crónicas la doble seducción de verificar el tránsito de un personaje y las limitacionesde una élite.
En 1948, Novo gana un concurso del Departamento Central con un libro fundamental en su bibliografia: Nueva Grandeza Mexicana, nítido encuentro de un personaje mitificable y una crónicamítica, donde la distancia entre el Yo y la Ciudadse cubre con entusiasmo triunfal. Al desarrollismoalemanista, Novo corresponde con un recorridopor una capital que es una sociedad cerrada, poruna ciudad que es una velada inolvidable, por unazona de anécdotas, amistades y conocimientos privilegiados que es, para los lectores de entonces, elúnico mundo disponible. La tradición es un conocimiento hogareño y nada hay en la ciudad amenazador, hostil o en verdad desconocido. La UnidadNacional es también la confianza en el crecimientourbano. Este México de personajes y lugares, donde cada quien ocupa un lugar fijo, es, sin duda, unatrampa ideológica que le da apariencia de bonhomía a un capitalismo feroz, que es también el terri-
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