San ignacio de loyola (2)
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San Ignacio de Loyola
Formación Cristiana
Primero de Bachillerato C
Comunidad COFFE
Niñ
ez
Nació probablemente en 1491, en Aspeitia, pueblo Vasco.
Nace bajo el nombre de Íñigo. Él era el octavo hijo varón; el último y después vinieron tres mujeres.
Tuvo la educación de un noble, pues su familia era una de las más antiguas de la región.
Niñ
ez
Íñigo no era tomado muy enserio en su familia y su destino tenía dos caminos: Ser hombre de armas u hombre de Dios.
Juven
tud Antes de 1507, queda huérfano por lo que se
incorpora en Arévalo a la familia de el Contador Mayor Juan Velázquez de Cuéllar.
Fue educado en la Corte de la nobleza española. Aquí le instruyen los buenos modales y la fortaleza de espíritu.
Entra en calidad de paje, al servicio de Juan Velázquez, ( Ministro de hacienda).
Juven
tud
Allí pasó unos diez años, en los cuales tuvo ocasión de acompañar al contador durante sus viajes a la corte y otros lugares.
Con los libros de su protector pudo adquirir una cierta cultura y perfeccionar su escritura, que le mereció ser considerado «muy buen escribano»
Disfrutaba, especialmente, de los libros referente a los caballeros, que estaban de moda en esa época.
Serv
icio
mili
tar Tras la muerte de Juan Velázquez , su viuda
María de Velasco, se preocupó del porvenir de Iñigo y dotó a este todos los medios para que se dirija a Navarra.
Aquí entra en calidad de soldado al servicio de Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera y Virrey de Navarra.
Tomó parte en la defensa de Pamplona al ser atacada (1521) por el ejército francés.
Incitó a sus compañeros de armas a resistir en el castillo, pero fue herido por una bala que le rompió una pierna y le lesionó la otra. La tragedia ocurre el 20 de mayo de 1521
Convale
cenci
a La rendición del castillo se produjo el 23 ó 24
del mismo mes.
La herida de Iñigo fue grave. Tras las primeras curas, practicadas por los franceses, fue llevado por sus paisanos a su casa de Loyola.
Una vez en casa, es sometido a tres dolorosas operaciones, pues al haberse soldado mal los huesos se decide volver a operar y cortarlo. Sin anestesia.
Convale
cenci
a y
co
nvers
ión Su estado fue empeorando y el 28 junio fue
el día crítico, pero aquella misma noche empezó a mejorar.
Durante su convalecencia pidió que le diesen libros de caballerías para entretenerse, pero al no encontrarse en la casa, le dieron a leer:
1. la Vida de Cristo de Ludolfo de Sajonia.
2. Flos Sanctorum de Jacobo de Varazze.
Asp
iraci
ón R
elig
iosa
La lectura de estos libros le provocó una lucha interior que le abrió el paso a su conversión.
Se pregunta: “si ellos lo hicieron, ¿por qué yo no?” y se proponía: “¿Santo Domingo hizo esto? Pues yo lo tengo de hacer.”
Se dio cuenta de que, cuando se entretenía en pensamientos mundanos encontraba gusto en ellos, pero después se sentía árido y descontento.
Mientras que cuando pensaba en imitar a los santos, quedaba contento y alegre.
Pere
gri
naci
ón Rompiendo la resistencia de su hermano
mayor, salió de Loyola en febrero 1522, con el plan de dirigirse a Barcelona y de allí a Roma.
Se detuvo en el santuario mariano de Aránzazu, donde probablemente hizo voto de castidad.
Él nos dice que este voto lo hizo en el camino hacia Montserrat, donde se preparó por un tiempo a una confesión general, que duró tres días, y a la vela de armas, que realizó ante la imagen de la Virgen morena en la noche del 24 al 25 marzo 1522.
Manre
sa Después se desvía a un pueblito llamado
Manresa, pero su estancia en Manresa se prolongó unos once meses, y puede dividirse en tres períodos:
Uno de calma casi en un mismo estado interior.
El segundo, de terribles luchas interiores, dudas y escrúpulos acerca pasadas, con tentaciones de suicidio.
El tercero consolaciones e ilustraciones divinas, que tuvieron por objeto el misterio de la Eucaristía y otros
Experi
enci
as
En este tiempo de Manresa hizo los Ejercicios Espirituales, que practicó antes de escribirlos.
Se retiró inicialmente a hacer penitencia y oración en Montserrat y Manresa, donde empezó a elaborar el método ascético de los Ejercicios espirituales .
Llegó el momento de cambiar el alma de peregrino por la mentalidad de ayudar al prójimo y ponerse al servicio de Dios.
Inic
ios
de laC
om
pañía
de Jesú
s Entre tanto se habían juntado con Iñigo los
compañeros que habían de fundar con él la Compañía de Jesús.
Todos ellos se proponían «servir a nuestro Señor, dejando todas las cosas del mundo»
Forma un grupo de “amigos en el Señor”, a los que da los ejercicios y deciden vivir en pobreza y castidad.
Hacen voto de ir a Tierra Santa y, en caso de que en un año no pudieran, ponerse por entero a disposición del Papa.
Com
pañía
de Jesú
s (1
54
0)
Por la guerra con los turcos no pueden viajar a Jerusalén.
Se ponen a las órdenes del Papa, quién les confía misiones delicadas.
Deliberan y llegan a la conclusión de que Dios quiere que funden una nueva orden religiosa.
El Papa Paulo III la aprueba, Ignacio es nombrado El Primer General.
Genera
l de la
Com
pañía Con innovaciones geniales para su tiempo,
Ignacio redacta las constituciones de la Compañía de Jesús.
Se basa en el Espíritu de los Ejercicios Espirituales.
Aunque absorbente su trabajo, no se redujo al gobierno. Se preocupaba de los pobres, pecadores, enfermos y marginados.
Salvo brevísimas ausencias, Ignacio permaneció en Roma el resto de su vida. Se distinguen dos razones:
1. Su apostolado directo en la ciudad de Roma.
2. Su acción de gobierno de la Compañía de Jesús.
Muere
un s
anto
San Ignacio murió repentinamente, el 31 de julio de 1556. Fue beatificado el 27 de julio de 1609 por Pablo V, y canonizado en 1622 por Gregorio XV.
A su muerte la Compañía de Jesús contaba ya con más de 1000 jesuitas en Italia, Francia, España, Portugal, Países Bajos, etc.
¿Qué n
os
ense
ña s
u v
ida?
A ser fuertes ante los problemas de la vida.
A saber desprendernos de las riquezas.
A amar a Dios sobre todas las cosas.
A saber transmitir a los demás el entusiasmo por seguir a Cristo.
A vivir la virtud de la caridad ya que él siempre se preocupaba por los demás.