San Lorenzo en la Merced de Écija. Breves noticias sobre una hermandad en el siglo XVIII

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San Lorenzo en la Merced de Écija. Breves noticias sobre una hermandad en el siglo XVIII.Mª Teresa Ruiz Barrera. El culto a los santos: cofradías, devoción, fiestas y arte, 2008, págs. 847-856

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  • San Lorenzo en la Merced de cija. Brevesnoticias sobre una hermandad en el siglo XVIII

    M Teresa RUIZ BARRERASevilla

    I. Historia e iconografa de San Lorenzo. II. San Lorenzo y la Merced en Sevilla.

    III. San Lorenzo en la Merced de cija.

  • 1. VORGINE, J. de la, Leyenda dorada, 8 reimpresin, Madrid 1996, t. I, pp. 461-465; REU, L., Iconografa del arte cristiano. Iconografa de los Santos. Barcelona 1997,t. II, vol. 4, pp. 255-256. La leyenda recogida por Jacobo de La Vorgine es puesta en dudapor Louis Rau, quien afirma que el suceso es inverosmil dado que en Roma no se estilabael procedimiento de asar a los condenados Ofrece las posibilidades de que el episodio se tra-te de una similitud entre el martirio de Lorenzo y el de San Vicente, nacido en Zaragoza, oque un copista omitiese alguna letra al transmitir la historia y as, en vez de passus est se es-cribi y transmiti assus est.

    I. HISTORIA E ICONOGRAFA DE SAN LORENZO

    San Lorenzo, joven nacido en Aragn, fue un cristiano de gran humil-dad, caritativo y cercano a los pobres. El Papa Sixto II le conoci durantesu viaje a Espaa y prendado de sus buenas cualidades, lo llev a Roma yle orden dicono. All le encarg de la administracin de los bienes y te-soros de la Iglesia y del cuidado de los pobres. Antes de ser apresado y mar-tirizado por orden del emperador Decio, el Pontfice le encarga que repartalos bienes eclesisticos entre los templos y los pobres de Roma. Tres dasdespus de la muerte del sucesor de San Pedro, Lorenzo fue detenido. Laspresiones para que entregara el tesoro eclesistico no surtieron efecto y alno renegar de la fe cristiana ni revelar qu haba hecho con los tesoros dela Iglesia, Valeriano por orden imperial, mand que, desnudo, le azotaran ytorturaran aplicndole plantas incandescentes a sus costados; ms tarde,mand acostarle, desnudo y boca arriba, sobre una cama de hierro. Los sol-dados apiaron lea ardiendo bajo ella y presionaron su cuerpo con horcasde hierro, removindole para que siempre estuviese en contacto con el fue-go. San Lorenzo muri orando a Dios, el 10 de agosto del ao 2581. Marti-rizado cerca del campo de Verano en Roma, sus restos fueron enterrados enla Via Tiburtina, en las catacumbas de Ciriaca. El Papa Dmaso I recons-truy la primitiva iglesia de tiempos de Constantino el Grande y es conoci-da como baslica de San Lorenzo fuori le Mura, y sobre el lugar de marti-rio, se alza la baslica de San Lorenzo in Panisperna.

    El culto a San Lorenzo se extendi pronto tanto por las tierras espaolascomo por las italianas. Los principales centros fueron Roma, donde existenvarias iglesias dedicadas a l y Huesca, de donde es patrono. La devocin,por lo tanto es antigua. No es objeto de este estudio pormenorizar los tem-

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    2. REU, L., o. c., t. II, vol. 4, pp. 257-258.

    plos consagrados a San Lorenzo, tan solo enumeraremos algunos, aparte delos ya citados, como San Lorenzo in Damaso en Roma, las baslicas de Flo-rencia o Huesca, o el monasterio que Felipe II mand construir en El Esco-rial, ya que el 10 de agosto de 1557 las tropas espaolas vencieron a lasfrancesas en San Quintn y asimismo, en honor al santo, la planta posee for-ma de parrilla. En el mbito sevillano cabe destacar la antigua parroquiaerigida en su honor y creada a raz de la reconquista de la ciudad en el sigloXIII por Fernando III.

    No podemos obviar que en los reinos espaoles, aunque el culto era deantiguo, el auge de la devocin se desarroll a partir del siglo XVI, ya quefue especialmente promovida por Felipe II. A los edificios se unieron, c-mo no, multitud de imgenes escultricas, pictricas y representaciones enlas diferentes artes suntuarias que popularizaron la historia y el martirio deljoven dicono acercndolo a los fieles como depositario de sus oraciones.Valgan como ejemplos pintores como Fra Anglico, Tiziano, Zurbarn, Lu-ca Giordano, y escultores de la talla de Donatello o Juan Bautista Mona-gro, por citar slo unos pocos.

    Los atributos iconogrficos que caracterizan a San Lorenzo son su as-pecto juvenil, con rostro barbilampio y cabeza descubierta, y ropas y dal-mtica propias de su diaconato. El instrumento de su martirio, la parrilla,que porta en una de sus manos es su smbolo ms usual y significativo;tambin suele mostrar el libro de los Evangelios, pues es obligacin de losdiconos portarlos, y ocasionalmente una bolsa o un cliz lleno de monedasde oro, en relacin a los tesoros de la Iglesia que distribuy entre los nece-sitados2.

    II. SAN LORENZO Y LA MERCED EN SEVILLA

    Los templos conventuales mercedarios incluyen frecuentemente a SanLorenzo en los programas iconogrficos que adornan sus muros y retablos.La razn es que en la festividad del joven dicono, el 10 de agosto, en elao de 1218 se origin dicha orden religiosa. Por lo tanto se le considerauno de sus patronos. Sus conventos favorecieron el culto a San Lorenzo,culto que en los ejemplos sevillanos atestiguan los inventarios conocidos.Igualmente la Merced Descalza lo representa en sus iglesias. Valgan comoejemplo el San Lorenzo del Museo del Hermitage (San Petersburgo, Rusia)firmado y fechado por Zurbarn en 1636 para la iglesia de San Jos, en Se-villa, la imagen escultrica del retablo mayor del ex-convento de El Viso

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    3. Muchos han sido los historiadores que han tratado diversos aspectos del convento,una monografa es RUIZ BARRERA, M T., La Orden de Santa Mara de la Merced Re-dencin de cautivos cristianos, en RUIZ BARRERA, M T. y N. PREZ-ANSUA MN-DEZ, La Orden de la Merced en cija (siglos XVI-XXI), N 7, cija 2007, pp. 26-76. Tam-bin se fundaron dos conventos mercedarios descalzos, puede consultarse PREZ-AN-SUA MNDEZ, N., La Orden Descalza de Santa Mara de la Merced Redencin de cauti-vos cristianos, en RUIZ BARRERA, M T. y N. PREZ-ANSUA MNDEZ, o. c., pp. 79-128.

    4. RUIZ BARRERA, M T., La Orden de Santa Mara de la Merced Redencin de cau-tivos cristianos, en RUIZ BARRERA, M T. y N. PREZ-ANSUA MNDEZ, o. c., p. 52.

    del Alcor (Sevilla), obra annima del siglo XVIII, o el altorrelieve de un re-tablo lateral de la iglesia conventual de la Encarnacin de Fuentes de An-daluca (Sevilla), igualmente de autor desconocido y dieciochesco.

    San Lorenzo goz siempre dentro de la Merced de una merecida vene-racin entre los frailes y las monjas, por eso no slo se hallan sus imgenesen los templos sino tambin en el interior de las clausuras; e incluso en lasactas de profesiones religiosas, ntimas declaraciones de fe y devocin par-ticulares de las mujeres que consagraban su vida a Dios.

    Entre las diversas formas de culto que cre la piedad popular al amparode las instituciones eclesisticas se hallan las hermandades. Una de ellas,bajo el patronazgo de San Lorenzo, es el centro del presente estudio.

    III. SAN LORENZO EN LA MERCED DE CIJAEl convento de San Pedro Nolasco, cuya primitiva advocacin se torn

    en la de Nuestra Seora de la Merced o de las Mercedes, se fund el 25 demarzo de 15093. Casi un siglo ms tarde, los nuevos patronos don Luisde Aguilar y, sucesivamente, sus dos esposas , decidieron financiar el or-nato del presbiterio con la construccin del retablo mayor. El 1 de noviem-bre de 1607 doa Ins de Henestrosa y Guzmn, viuda de don Luis, firmcontrato con los maestros escultores Pedro Freile de Guevara y Juan de Or-tuo, quienes se comprometieron a construir un retablo en maderas de ce-dro, borne y pino de Segura, talladas y policromadas, para presidir la capi-lla mayor, obligndose a instalarlo para la Navidad de 1609. El primercuerpo correspondi a Pedro Freile de Guevara, vecino de Crdoba, y elresto, al tambin escultor y vecino de la misma ciudad, Felipe VzquezUreta, quien subcontrat la obra con Juan de Ortuo. Finalizada la talla delretablo y de los diversos altorrelieves se prosigui con el dorado de la m-quina lignaria y en 1615, finalmente, se terminaron las obras4.

    El esquema arquitectnico responde al sentido artstico manierista, pro-pio de la primera dcada del siglo XVII, pero en l se advierten principios

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    5. Ibidem, p. 54.6. Ibid., p. 52. GARCA LEN, G., El Retablo Mayor de la Merced Calzada de ci-

    ja, en Revista Laboratorio de Arte, 19 (2006) 143-172.7. RUIZ BARRERA, M T., La Orden de Santa Mara de la Merced Redencin de cau-

    tivos cristianos, en RUIZ BARRERA, M T. y N. PREZ-ANSUA MNDEZ, o. c., p. 54.

    del protobarroquismo andaluz. El retablo mayor posee banco y tres cuerposdistribuidos en horizontal y en altura. A Felipe Vzquez de Ureta corres-ponde el segundo cuerpo que alberga, entre otros altorrelieves, el martiriode San Lorenzo5, posiblemente realizado entre 1607 y 16106. Respecto a lamuerte del dicono, podemos decir que la escena se sita ante un paisajerocoso y una puerta de las murallas romanas, en una abigarrada composi-cin formada por tres soldados, el centurin de colorista ropaje, adivi-nado a pesar de su mal estado de conservacin montado en un caballo, yel propio mrtir, cuyo cuerpo prcticamente desnudo est sobre la parrilla ala que ya se acercan las llamas. El manierismo de la poca se observa espe-cialmente en el movimiento serpenteante del mrtir sobre los hierros can-dentes (lm. 1)7.

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    8. ARCHIVO GENERAL DEL ARZOBISPADO DE SEVILLA. Seccin Justicia. Se-rie Hermandades, leg. 09987. Regla que an de observar los Hermanos de la Hermandad delSr. San Lorenzo Sita en el Convento de Nuestra Seora de la Merced Calzada de la Ciudadde Ezija ao de mil settezecientos Sinquenta y dos.

    La devocin a San Lorenzo ira calando, poco a poco, pero de maneraprofunda, en el nimo y en la piedad del pueblo ecijano y en 1752, dichadevocin fructific en la ereccin de una hermandad dedicada a este santo,cuyas reglas se conservan en el archivo del arzobispado de Sevilla. Su bre-ve estudio conforma el corpus central de estas pginas.

    La Regla que an de observar los Hermanos de la Hermandad del SeorSan Lorenzo zita en el Convento de Nuestra Seora de la Merced Calzadade la Ciudad de Ezija ao de mil settzecientos sinquenta y dos8, est escritapor los seores Lorenzo Delgado Monzejo, Antonio de Glvez, LorenzoFernndez, Juan Caero, Pedro del Valle, Diego Jurez, don Luis Pacheco,Pedro Manuel Lozano, Francisco Jimnez y Pedro Lpez. Estas diez perso-nas son la representacin de otras muchas ecijanas, todas con comunes sen-timientos de fervor y veneracin hacia San Lorenzo, porque la devocinal santo estaba generalizada en el pueblo, por lo cual deciden crear unahermandad en honor a dicho santo. As lo hacen en la reunin celebrada el22 de Abril de 1752. En ella se escriben las Reglas que presentarn al Ar-zobispado para su aprobacin, reglas que se estructuran en once captulos yque vamos a comentar seguidamente.

    El primer captulo expone que, aunque la devocin a San Lorenzo estextendida en cija, universal en esta ciudad , la hermandad slo ad-mitir doscientos hermanos, cien del sexo masculino y otros tantos del se-xo femenino. Tambin se trata de admitir a algunas personas en calidad deextranumerarios, las cuales pasaran a ser nmeros al sustituir a algn her-mano o hermana difuntos.

    El captulo segundo ensea que la Regla y sus estatutos se leern al quedesee ingresar en la hermandad, y al obligarse a guardarla se le inscribiren el Libro de la Hermandad.

    El tercer captulo trata de la ayuda que los hermanos deben prestar paracostear los gastos de la corporacin: Para ello cada uno de los hermanos de-ba entregar dos reales en su entrada y otros dos cada ao en el da de SanLorenzo o unos das antes de su festividad. Las hermanas, en cambio, esta-ban obligadas a entregar, tan slo, un real por entrada y otro por ao. Ade-ms todos los hermanos deban dar diez cuartos y medio para los hermanosdifuntos.

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    El cuarto captulo esclarece que para mayor honra de la hermandad ybuena opinin de sus miembros, stos deban ser cristianos viejos, honra-dos y con buena fama.

    Propone el captulo quinto que si un hermano no paga los dos realesanuales durante tres aos se le borre de los libros de la Hermandad, peroque al hermano que ha pagado, aunque muera en la pobreza, se le apliquenlas misas correspondientes.

    El sexto trata de las honras fnebres debidas a un hermano. Al moriruno de ellos, el hermano mayor deba avisar a la comunidad. Esta rezaba unresponso y tambin estaba obligada a cantar una misa y vigilia a cambio delos dos ducados que reciba de la hermandad; adems tambin se le entre-gaba cuarenta reales en aplicacin de veinte misas rezadas por cada herma-no difunto. Si ste deba algo a la hermandad, el nmero misas se rebajabade la deuda.

    El sptimo dice que el comendador o superior del convento ecijano pre-sidira los cabildos de la hermandad. En caso de no poder hacerlo, deba en-cargar tal cometido a un religioso de su comunidad que actuara como pa-dre director de la hermandad y asistira a los actos. Cualquiera de los dos comendador o director espiritual tendra voto decisivo en los menciona-dos cabildos.

    El festejo de San Lorenzo es el tema central del captulo octavo. Debaconstar de misa cantada pagada con doce reales al convento ; sermn, a dos pesos para el predicador elegido por el hermano mayor , proce-sin a celebrar por la tarde con toda la solemnidad que la hermandad pu-diere, as como fuegos tanto el da de San Lorenzo como en su vspera. Loscostes de la misa, el sermn, la procesin, los fuegos artificiales y la ceradel altar, correran a cuenta de la hermandad.

    El noveno captulo declara que en el da del santo patrono los hermanosdeberan confesar, comulgar y asistir a la misa en un coro que se pondren la Iglesia, para la ocasin.

    El captulo dcimo expone que todos los aos en el da 10 de agosto, porla tarde antes de la procesin todos los hermanos deban reunirse en el con-vento a son de campana para celebrar cabildo general. En l se votara ensecreto a un hermano mayor, de entre tres hermanos escogidos en funcinde sus virtudes. Elegido ya, el hermano mayor, a su vez, nombrara a cuatrodiputados para el buen gobierno de la hermandad. Estos seran dos cobra-dores, un escribano y otro hermano. El escribano, como tal, deba recogeren el libro de actas todo lo dicho en el cabildo y terminada la reunin dicha

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    9. HIDALGO EGEA, M. V., La Hermandad y cofrada de nuestra Seora de la Pie-dad en Actas II Congreso de Historia cija en la Edad Media y el Renacimiento, cija1993, p. 314. MARTN OJEDA, M. y G. GARCA LEN, Hermandad de Nuestra Seorade la Piedad y Santsimo Cristo de la Exaltacin en la Cruz, en VARIOS, Crucificados deSevilla, Sevilla 2002, t. III, pp. 376 y 383-384.

    10. RUIZ BARRERA, M T., La Orden de Santa Mara de la Merced Redencin decautivos cristianos, en RUIZ BARRERA, M T. y N. PREZ-ANSUA MNDEZ, o. c., p.43.

    acta se firmara por el religioso que presidiese el cabildo, el hermano ma-yor, los diputados y el propio escribano.

    El captulo once y ltimo recoge la posibilidad de que el hermano ma-yor muera durante su gestin al frente de la hermandad, y en ese caso, losdiputados cumpliran las obligaciones de la hermandad. Tambin se plante-aba la posibilidad de que el fallecido fuese uno de los diputados y en tal ca-so, el director espiritual y los otros tres diputados elegiran a otro.

    La documentacin examinada y sacada a la luz concluye a 9 de junio de1752 con la firma de sesenta y ocho hermanos que solicitan la aprobacinde los mencionados captulos o estatutos de la Regla. Don Gaspar de Cas-tro las presenta en su nombre al provisor del arzobispado. Pocos das des-pus, el 12 de junio, se aprueban dichas Reglas, inicio efectivo de la vida dela hermandad del Seor San Lorenzo en el convento mercedario de cija.

    Nada ms conocemos de la vida de la hermandad ni tan siquiera su fe-cha de extincin, pues desgraciadamente ninguna otra documentacin noes conocida. S se ha conservado en el sotocoro o capilla de la Hermandadde Nuestra Seora de la Piedad y Santsimo Cristo de la Exaltacin9, unatalla de San Lorenzo que, fechada en el siglo XVIII, se veneraba en un re-tablo. Creemos que esta talla es la imagen objeto de la veneracin de loscomponentes de la hermandad y a la que dirigieron su devocin.

    El retablo de San Lorenzo se nombra en un inventario del templo, fir-mado a 2 de julio de 1886. En l se dice que en el remate hay un San Jos.Esta escueta nota nos ayuda a esclarecer a qu retablo se refiere, y es aquelque en un inventario anterior fechado en 1821 se nombra de San Pedro Pas-cual. Actualmente se corresponde con el que alberga a la Virgen de la Mer-ced o de las Mercedes10.

    La talla efigia al santo aragons fiel a las pautas iconogrficas ya ex-puestas con anterioridad. Erguido e itinerante, dotado de un rostro joven, defacciones un tanto cuadradas e incipiente barba; viste, como es usual en surepresentacin, como un dicono y luce la correspondiente dalmtica, rica-mente policromada. Su mano derecha toma el asa de la caracterstica parri-

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    lla, smbolo de su martirio, y la izquierda sostiene los Evangelios, asimis-mo ricamente ornados con motivos geomtricos dorados (lm. 2)11.

    Lamentamos no aportar ms y mejores datos sobre esta hermandad deSan Lorenzo, pero sirvan los presentes para dejar constancia y testimoniode la devocin que la ciudad de cija profes al santo a travs del conven-to mercedario.

    11. Ibidem, p. 40.