Sangre Vagabunda, de James Ellroy

36
SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 1

Transcript of Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Page 1: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 1

Page 2: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 2

Page 3: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 3

Page 4: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 4

Page 5: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Traducción de Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté

James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA

Barcelona • Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Madrid • México D.F. • Montevideo • Quito • Santiago de Chile

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 5

Page 6: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Título original: Blood’s a Rover

Traducción: Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté

1.ª edición: febrero 2010

© 2009 by James Ellroy© Ediciones B, S. A., 2010

Bailén, 84 - 08009 Barcelona (España)www.edicionesb.com

Printed in SpainISBN: 978-84-666-4285-9Depósito legal: B. 387-2010

Impreso por LIMPERGRAF, S.L.Mogoda, 29-31 Polígon Can Salvatella08210 - Barberà del Vallès (Barcelona)

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 6

Page 7: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

A

J.M.

Camarada: por todo lo que me has dado

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 7

Page 8: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 8

Page 9: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Clay lies still, but blood’s a rover;Breath’s a ware that will no keep.Up, lad; when the journey is overThere’ll be time enough to sleep.

El barro reposa, pero la sangre es vagabunda;y el aliento es un bien que no perdura.Levanta, muchacho; tiempo habrá de dormircuando el viaje finalmente concluya.

A. E. HOUSMAN

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 9

Page 10: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 10

Page 11: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

ENTONCES

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 11

Page 12: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 12

Page 13: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Los Ángeles, 24/2/64

De repente:El camión de la leche giró bruscamente a la derecha y rozó el bor-

dillo. El conductor perdió el control del volante. Presa del pánico, pisólos frenos. Las ruedas traseras patinaron. Un furgón blindado de WellsFargo colisionó con el camión frontolateralmente.

Anota ahora:7:16 horas. Los Ángeles Sur. La Ochenta y Cuatro con Budlong. Ne-

grolandia residencial. Chozas de mierda con patios delanteros de tierra.Los dos vehículos se detuvieron por el impacto. El conductor del

camión de la leche se golpeó contra el salpicadero. La puerta de sulado se abrió del todo. El conductor se desplomó y cayó en la acera.Era un negro de unos cuarenta tacos.

El furgón blindado se hizo unas abolladuras en el capó. Se apea-ron tres vigilantes a inspeccionar los daños. Eran blancos, vestidos conpantalones ajustados de color caqui. Llevaban cinturones con pisto-leras abotonadas y correajes.

Se arrodillaron junto al conductor del camión de la leche. El tipodio unas sacudidas y jadeó. El golpe contra el salpicadero le habíaabierto un corte en la frente. La sangre le caía sobre los ojos.

Anota ahora:7:17 de la mañana. Cielo nublado invernal. La calle está tranqui-

la. No hay peatones. El choque aún no ha despertado curiosidad.El camión de la leche exhaló. El radiador resopló. El vapor silbó

y se dispersó ampliamente. Los vigilantes tosieron y se restregaronlos ojos. Tres hombres se apearon de un Ford del 62 aparcado unosmetros más atrás.

— 13 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 13

Page 14: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Llevaban máscaras. Llevaban guantes y zapatos con suela de crepe.Llevaban cinturones de trabajo con bombas de gas en las bolsas.Iban en manga larga y abotonados de arriba abajo. Llevaban tizna-da la piel.

El vapor los envolvió. Se acercaron y sacaron pistolas con silen-ciador. Los vigilantes tosieron. Aquello suministró cobertura sonoraa los enmascarados. El conductor del camión de la leche sacó una pipacon silenciador y disparó en la cara al vigilante más cercano.

El ruido fue un golpe seco. La frente del vigilante estalló. Sus doscompañeros se llevaron la mano a la pistolera. Los enmascarados lesdispararon por la espalda. Se doblaron y cayeron hacia delante. Los en-mascarados les dispararon en la cabeza a quemarropa. Los disparos ylos crujidos de los cráneos resonaron apagados.

Son las 7:19. Todo sigue tranquilo. No hay peatones y el choqueaún no ha despertado curiosidad.

Ahora, ruido: dos disparos y fuertes ecos. Llamaradas de una bocade cañón de arma, extrañas: disparos por una aspillera apaisada delfurgón blindado.

Las balas rebotaron en el asfalto. Los tipos de las máscaras y elconductor del camión de la leche se arrojaron al suelo. Rodaron ha-cia el furgón blindado. El furgón escupió fuego. Sonaron cuatro dis-paros más. Cuatro más dos: una carga de revólver.

El enmascarado número uno era alto y delgado. El enmascaradonúmero dos era de estatura media. El enmascarado número tres eracorpulento. Son las 7:20. Todavía no hay tráfico de peatones. Un grandirigible en lo alto del cielo arrastraba publicidad de unos grandes al-macenes.

El enmascarado número uno se levantó y se agachó debajo de laaspillera. Sacó una bomba de gas de la bolsa y le arrancó el tapón. Losvapores chisporrotearon. Metió la bomba por la rendija. El vigilanteque estaba dentro chilló y se oyeron sus náuseas. La puerta trasera re-ventó hacia fuera. El vigilante saltó y cayó de rodillas en el asfalto.Sangraba por la nariz y la boca. El enmascarado número dos le dis-paró dos veces en la cabeza.

El conductor del camión de la leche se puso una máscara de gas.Los enmascarados se pusieron una máscara de gas sobre la máscara dela cara. El gas salió silbando por la puerta trasera. El enmascarado nú-mero uno sacó la bomba de gas número dos y la lanzó al interior.

Los vapores se expandieron y se asentaron en una niebla ácida,

— 14 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 14

Page 15: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

roja, rosa, transparente. La calle empezó a despertar. Mirones en lasventanas, algunas puertas abiertas, tipos de color en los porches.

Son las 7:22. Los gases se han dispersado. Dentro no hay un se-gundo vigilante.

Ahora entran.Apenas cabían. Era un espacio muy aprovechado. Estanterías con

sacas de dinero y maletines amontonados. El enmascarado númerouno los contó: dieciséis sacas y catorce maletines.

Los agarraron. El enmascarado número dos llevaba un saco deyute metido en los pantalones. Lo sacó y lo abrió.

Arramblaron con todo. Llenaron el saco. Un maletín se abrió. Vie-ron montones de esmeraldas en bolsitas de plástico.

El enmascarado número tres abrió una saca de dinero. Asomó unrollo de billetes de cien. Tiró de la goma elástica. Unos chorros de tin-ta lo rociaron y le alcanzaron los agujeros de la máscara. Le entró tintaen la boca y en los ojos.

Jadeó, escupió tinta, se restregó los ojos y salió trastabillando. Secagó en los pantalones y se quedó plantado en medio de la calle, agi-tando los brazos. El enmascarado número uno se apartó de la puertay le disparó dos veces en la espalda.

Son las 7:24. Ahora hay expectación. Es un estruendo selvático li-mitado a los porches.

El enmascarado número uno se encaminó hacia allí. Sacó cuatrobombas de gas, las destapó y las lanzó. Las arrojó a derecha y a iz-quierda. Se elevaron vapores rojos, rosados y transparentes. Un cie-lo ácido. Un sistema frontal de minitormentas, un arco iris. Los idio-tas de los porches gritaron y tosieron y entraron corriendo en suscasuchas.

El conductor del camión de la leche y el enmascarado númerodos llenaron cuatro sacos hasta arriba. Se llevaron toda la carga, lassacas y los portafolios, treinta en total. Se dirigieron hacia el Ford del62. El enmascarado número dos abrió el maletero. Metieron los sa-cos dentro.

7:26.Se levantó una brisa. El viento arremolinó las nubes de gas con-

virtiéndolas en colores frenéticos que se fusionaban. El conductor delcamión y el enmascarado número dos observaban con los ojos muyabiertos detrás de las gafas protectoras.

El enmascarado número uno se plantó ante ellos. Se cabrearon.

— 15 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 15

Page 16: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

¿Qué pasa? No nos tapes el espectáculo de luz. El enmascarado nú-mero uno les disparó a los dos en la cara. Las balas rompieron los cris-tales de las gafas y los tubos de las máscaras y los colores se extin-guieron en un instante.

Anótalo ahora:Las 7:27. Cuatro vigilantes muertos, tres atracadores muertos. Nu-

bes de gas rosa. Lluvia ácida. Los vapores teñían los matorrales de grismaligno.

El enmascarado número uno abrió la puerta del conductor y me-tió la mano debajo del asiento. Exactamente allí: un soplete y una bol-sa marrón llena de perdigones. Los perdigones parecían comida parapájaros/un híbrido de gominolas.

Trabajó despacio.Se acercó al enmascarado número tres. Le puso perdigones en la

espalda y le metió otros en la boca. Encendió el soplete y flambeó elcadáver. Se acercó al conductor del camión de la leche y al enmasca-rado número dos. Les puso perdigones en la espalda, les metió otrosen la boca y flambeó los cadáveres con el soplete.

El sol ya estaba alto. Los vapores del gas atraparon los rayos yconvirtieron en un gran prisma una pequeña franja de cielo. El en-mascarado número uno se marchó, conduciendo en dirección sur.

Fue el primero en llegar a la escena. Siempre lo hacía. Pinchaba laradio de las patrullas y se enteraba de todo lo que ocurría en el barrionegro. Llevaba su propia radio multifrecuencia.

Se detuvo junto al furgón blindado y el camión de la leche. Mirócalle abajo. Vio a unos negros de mierda mirando la masacre. El aire erairritante. Su primera suposición: bombas de gas y un choque simulado.

Los negros asquerosos lo vieron. Pusieron su cara habitual de «¡oh,mierda!». Oyó sirenas. La superposición le dijo que eran seis o sieteunidades. Newton con la calle Setenta y Siete. Dos divisiones iban ha-cia allí. Tenía tres minutos para inspeccionar.

Vio a los cuatro vigilantes muertos. Vio dos hombres calcinadosjunto al bordillo de la acera este, unos cuantos coches más atrás.

Hizo caso omiso de los vigilantes. Estudió a los quemados. Esta-ban bien socarrados, con la piel resquebrajada y las ropas desordena-das. Su primer pensamiento: traición instantánea. Jodamos la identi-ficación de unos socios desechables.

— 16 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 16

Page 17: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Las sirenas sonaron más cerca. Calle abajo, un chico lo saludó.Agachó la cabeza y le devolvió el saludo.

Ya había captado la gestalt. Hay cosas que esperas toda la vida. Y,cuando llegan, las reconoces.

Era un tipo grande. Vestía un traje de sarga de lana y una pajaritade tartán. Llevaba cosidos en la tela unos pequeños catorces. Habíadisparado y matado a catorce atracadores armados.

— 17 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 17

Page 18: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 18

Page 19: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

AHORA

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 19

Page 20: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 20

Page 21: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

América:Espié cuatro años de nuestra historia. Fue una larga vigilancia mó-

vil y un chantaje de patada en la puerta. Tenía licencia para robar y li-bertad de acción.

Seguí a gente. Pinché teléfonos, grabé conversaciones y recorrí enelipses los grandes acontecimientos. Me mantuve en la sombra. Mi vi-gilancia enlaza el Entonces con el Ahora de una manera nunca antesrevelada. Yo estuve allí. Mi reportaje se basa en rumores creíbles y eninformación privilegiada. Un enorme rastro de documentos permitesu verificación. Este libro recoge expedientes públicos robados y dia-rios personales usurpados. Es una suma de aventura personal y cua-renta años de aprendizaje. Soy un albacea literario y un agente pro-vocador. Hice lo que hice y vi lo que vi y de lo demás me fui enterandoa lo largo de la historia.

Veracidad de escritura pura y contenido de revista de escándalos:es esta conjunción lo que le da la chispa. Lleváis dentro la semilla de lacredulidad. Recordáis el tiempo que abarca esta narración y captáis la conspiración. Estoy aquí para deciros que todo es verdad y que noes en absoluto como pensáis.

Leeréis con cierta reticencia y al final capitularéis. Las páginas si-guientes os obligarán a sucumbir.

Voy a contároslo todo.

— 21 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 21

Page 22: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 22

Page 23: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

ENTONCES

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 23

Page 24: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 24

Page 25: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

PRIMERA PARTE

LA GRAN CAGADA COLECTIVA

(14 de junio de 1968 – 11 de septiembre de 1968)

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 25

Page 26: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 26

Page 27: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

1

Wayne Tedrow Jr.

(Las Vegas, 14/6/68)

Heroína:Había montado un laboratorio en la suite del hotel. Estanterías

llenas de frascos, cubetas y quemadores Bunsen. Una cocina eléctri-ca de tres quemadores para la conversión de pequeños lotes. Cocina-ba un producto con graduación de calmante. No había cocinado dro-ga desde Saigón.

Una suite de tres habitaciones en el Stardust, financiada por Car-los Marcello. Carlos sabía que Janice tenía un cáncer terminal y queWayne tenía conocimientos de química.

Wayne mezcló polvo de morfina con amoníaco. Con dos minu-tos de calor, desprendió láminas de mica y sedimento. Hirvió agua a83 ºC. Añadió anhídrido acético y redujo las proporciones del exci-piente. El hervor desprendió solución orgánica.

Luego, los precipitantes: el proceso a fuego lento, diacetilmorfi-na y carbonato sódico.

Wayne mezcló, midió y bajó la intensidad de dos quemadores.Miró a su alrededor. La camarera había dejado el periódico fuera. To-dos los titulares hablaban de él.

La muerte de Wayne Senior por un ataque cardíaco. James EarlRay y Sirhan Sirhan en chirona.

La tinta de la primera plana: ninguna mención a él. Carlos habíaenfriado lo de Wayne Senior. El señor Hoover había enfriado las con-secuencias de los atentados contra King/Bobby.

Wayne contempló cómo se formaba la masa de diacetil. La mixtu-

— 27 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 27

Page 28: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

ra dejaría medio anestesiada a Janice. Quería conseguir un trabajo gran-de con Howard Hughes. Hughes era adicto a los narcóticos de farma-cia. Podía cocinarle un lote particular y llevarlo a la entrevista con él.

La masa adquirió la forma de cubos y surgió del líquido. Waynevio fotos de Ray y Sirhan en la página dos. Él había trabajado en elgolpe contra King. Había trabajado en ello desde lo más alto. FreddyOtash había utilizado a Ray como chivo expiatorio de King y a Sir-han como chivo expiatorio de Bobby.

Sonó el teléfono. Wayne lo cogió. La línea se llenó de clics del des-modulador. Tenía que ser Dwight Holly desde un teléfono seguro delos federales.

—Soy yo, Dwight.—¿Lo mataste?—Sí.—Lo de «ataque cardíaco» es una mierda. Habría sido mejor «em-

bolia fulminante».—Carlos se encarga de ello personalmente —tosió Wayne—. Aquí

puede enfriar lo que sea.—No quiero que el señor Hoover se sobresalte con esto.—Todo controlado. La pregunta es: «¿Qué pasa con los otros?»—Siempre se habla de conspiraciones —respondió Dwight—. Te

cargas a una figura pública y sale ese tipo de cosas. Freddy incitó a Rayclandestinamente y a Sirhan sin tapujos, pero adelgazó y cambió de as-pecto. En conjunto, yo diría que estamos a salvo en los dos casos.

Wayne observó la droga que estaba cocinando. Dwight le contómás noticias. Freddy O. había comprado el casino Golden Cavern. Selo había vendido Pete Bondurant.

—Todo controlado, Dwight. Dime que está todo controlado yconvénceme de ello.

—Suenas un poco rudo, chico —se rio Dwight.—He querido abarcar demasiado, sí. El parricidio de esa manera

es divertido.Dwight se rio. Los recipientes de droga empezaron a hervir. Way-

ne redujo el calor y miró la foto de su escritorio.Es Janice Lukens Tedrow, amante/ex madrastra. Corre el año 61.

Baila el twist en el Dunes. No tiene pareja, ha perdido el zapato, se leha descosido una costura del vestido.

—Eh, ¿estás ahí? —preguntó Dwight.—Aquí estoy.

— 28 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 28

Page 29: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

—Me alegro de oírlo. Y me alegro de oír que, por tu parte, estátodo controlado.

—Mi padre era amigo tuyo. —Wayne miró la foto—. Te tomasmuy a la ligera el asunto.

—Mierda, chico. Fue él quien te mandó a Dallas.

Dallas. Noviembre del 63. Estuvo allí aquel gran fin de semana.Pilló el gran momento y empezó su gran viaje.

Era sargento del DP de Las Vegas. Estaba casado. Era licenciadoen Químicas. Su padre era un pez gordo mormón. Wayne Senior te-nía contactos con toda la ultraderecha. Hacía operaciones del Klanpara el señor Hoover y Dwight Holly. Distribuía propaganda racis-ta. Representaba el espíritu de la extrema derecha y se mantenía aldía. Estaba informado del golpe contra JFK. Era cosa de múltiplesfacciones: exiliados cubanos, agentes de la CIA que actuaban por sucuenta, la mafia. Senior le dio a Junior una oportunidad.

Un trabajo de extradición, con una condición: matar al extraditado.El DP le asignó el encargo. Un macarra negro llamado Wendell

Durfee había rajado a un croupier de casino. El hombre sobrevivió.No importaba. El Consejo Gestor de los Casinos quería muerto aWendell. Los polis de Las Vegas se encargaban de esos trabajos. Eranencargos de primera con grandes bonificaciones en metálico. Eranexperimentos. El DP quería ver si tenías pelotas. Wayne Senior teníainfluencia en el DP. Estaba informado del atentado contra JFK. Se-nior quería que Junior estuviese allí cuando ocurriera. Wendell Dur-fee escapó de Las Vegas con destino a Dallas. Senior dudaba de laspelotas de Junior. Senior pensaba que Junior mataría a un negro de-sarmado. Wayne voló a Dallas el 22/11/63.

No quería matar a Wendell Durfee. No sabía nada del atentadocontra JFK. Lo emparejaron con un compañero de extradición. El polise llamaba Maynard Moore. Trabajaba en el DP de Dallas. Era un psi-cópata blanco sureño, un paleto reaccionario que hacía recados rela-cionados con el atentado.

Wayne chocó con Maynard Moore y trató de no matar a WendellDurfee. Wayne se tropezó con la trama del atentado en la caída libreque siguió a éste. Vinculó a Jack Ruby con Moore y con aquel mer-cenario derechista, Pete B. Vio a Ruby matando a Lee Harvey Oswalden directo por televisión.

— 29 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 29

Page 30: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Lo supo. No sabía que su padre lo sabía. Aquel domingo todo sejodió.

JFK estaba muerto. Oswald estaba muerto. Localizó a WendellDurfee y le dijo que escapara. Maynard Moore se entrometió. Way-ne mató a Moore y dejó vivir a Durfee. Pete B. intercedió y dejó vi-vir a Wayne.

Pete consideró que su propio acto compasivo era prudente y elacto compasivo de Wayne, atolondrado. Pete avisó a Wayne de queWendell Durfee podía presentarse de nuevo.

Wayne volvió a Las Vegas. Pete B. se mudó a Las Vegas para ha-cerle un trabajo a Carlos Marcello. Pete siguió el rastro de Durfee yacumuló información: es un cabronazo violador y algo peor. Corríaenero del 64. Pete oyó que Wendell Durfee había vuelto a Las Vegasy se lo dijo a Wayne. Wayne fue tras Wendell. Tres adictos de color seentrometieron. Wayne los mató. Wendell Durfee violó y asesinó a lamujer de Wayne, Lynette.

Aquélla fue su propia caída libre. Empezó en Dallas y se ha pro-longado dando tumbos hasta Ahora.

Wendell Durfee escapó. Wayne Senior y el DP movieron hilos paraque Wayne no respondiera por los adictos muertos. El señor Hooverse mostró receptivo. Dwight Holly, viejo amigo de Senior, no. Poraquel entonces, Dwight trabajaba para la Agencia Federal de Narcó-ticos. Los adictos muertos vendían heroína y ya tenían pruebas paraacusarlos. Dwight se quejó al fiscal general. Wayne Junior le había jo-dido la investigación. Quería ver a Wayne Junior incriminado y juz-gado. El DP fabricó algunas pruebas y engañó al gran jurado. Waynesalió libre de los asesinatos. Aquello lo dejó vacío. Abandonó el DPy se metió en La Vida.

Mercenario. Traficante de heroína. Asesino.Lynette estaba muerta. Juró encontrar a Wendell Durfee y matar-

lo. Lynette era su enamorada y su mejor amiga y el muro que conte-nía su amor por la segunda mujer de su padre. Janice era mayor. Secasó con Senior por el dinero y la influencia y vio crecer a Junior.Janice correspondió al amor de Junior. El deseo era mutuo. El deseosiguió vivo y se limitó a crecer.

Wayne intimó con Pete y su esposa, Barb. Pete era uña y carne conun abogado de la mafia llamado Ward Littell. Ward había sido agen-te del FBI y era el hombre clave en el golpe contra JFK. Trabajaba paraCarlos Marcello y Howard Hughes e intentaba enfrentarlos en pro-

— 30 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 30

Page 31: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

vecho propio. Wayne tuvo a Pete y a Ward de maestros. Aprendió LaVida con ellos. Pasó por sus currículos a paso de caída libre.

Pete se había liado con la causa de los exiliados cubanos. Vietnamestaba cada vez más caliente. Howard Hughes albergaba unos planesdementes para comprar Las Vegas. Wayne Senior se asoció con la guar-dia mormona de Hughes. Ward Littell albergó resentimientos haciaSenior. Un agente corrupto de la CIA reclutó a Pete para transportarla droga de Saigón a Las Vegas, con beneficios para la causa cubana yfinanciación de Carlos Marcello. Pete necesitaba un químico para co-cinar la droga y reclutó a Wayne. El odio de Ward hacia Wayne Se-nior creció. Ward jodió a Senior informando a Wayne de que su pa-dre lo había mandado a Dallas.

Wayne se tambaleó, notó que le faltaba el aire y apenas se sostu-vo derecho. Wayne jodió a Janice en casa de su padre y se aseguró deque Wayne Senior lo viera.

«La Vida», un nombre. Un refugio para mormones quemados,químicos sin escrúpulos y asesinos de negros piojosos.

Wayne Senior se divorció de Janice. Le pegó con un bastón conpunta de plata para compensar el precio de la pensión de divorcio. Ja-nice cojeó desde aquel día y, a pesar de ello, continuó jugando a golfcon hándicap cero. Ward Littell vendió Las Vegas a Howard Hughesal precio inflado de la mafia y se enredó en un lío amoroso esporádi-co con Janice. Wayne ganó influencia con Howard Hughes y le hizola pelota al ex vicepresidente Dick Nixon. Dwight Holly dejó la Agen-cia de Narcóticos y regresó al FBI. El señor Hoover encargó a Dwightdesarticular el movimiento de los derechos civiles y a Martin LutherKing. Dwight desplegó a Wayne Senior en unas operaciones anti-Klanpor fraude postal, una concesión a los llorones del departamento deJusticia.

Wayne cocinó heroína en Saigón y la distribuyó en Las Vegas. Per-siguió a Wendell Durfee durante cuatro años. En el país estallaron al-garadas y una tormenta de odio racial. El doctor King derrotó al se-ñor Hoover en todos los frentes morales y agotó al viejo por el merohecho de existir. El señor Hoover lo probó todo. El señor Hoover selamentó a Dwight de que había hecho cuanto había podido. Dwightentendió el mensaje y reclutó a Wayne Senior. Wayne Senior queríaque Wayne Junior también participara. Senior pensó que necesitabanalgo con lo que presionarlo para reclutarlo. Dwight salió y encontróa Wendell Durfee.

— 31 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 31

Page 32: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Wayne recibió un soplo pseudoanónimo. Encontró a Wendell Dur-fee en los bajos fondos de L.A. y en marzo lo mató. Fue un trabajoplaneado en secreto. Dwight recogió pruebas forenses y lo coaccionóa implicarse en el atentado. Wayne trabajó con su padre, Dwight,Freddy Otash y Bob Relyea, el tirador profesional.

A Janice le diagnosticaron un cáncer terminal. Las lesiones de laspalizas interfirieron en la detección precoz de la enfermedad. El ne-gocio de la droga de Saigón fue víctima de las luchas entre faccionesy reinó el caos. Por un lado, los monstruos de la mafia y los zumba-dos de los exiliados cubanos. Por el otro, Wayne, Pete y un mercena-rio francés llamado Jean-Philippe Mesplède. Abril y mayo fueron puracaída libre. Las elecciones se acercaban. King estaba muerto. CarlosMarcello y los chicos decidieron cargarse a Bobby Kennedy. A Petelo metieron en el plan con coacciones. Freddy se apuntó después dehaber participado en el golpe contra King. Ward Littell siguió traba-jando para Carlos y Howard Hughes. Ward heredó un expediente an-timafia y se lo dio a guardar a Janice.

Wayne fue a ver a Janice el 4 de junio. El cáncer le había arrebata-do la vitalidad y las curvas y la había dejado sin fuerzas. Hicieron elamor por segunda vez. Ella le contó más cosas sobre el expediente deWard. Él registró el apartamento de Janice y lo encontró. El informeera muy detallado. Incriminaba directamente a Carlos y su operaciónde Nueva Orleans. Wayne lo envió a Carlos con una nota:

«Señor, mi padre tenía pensado extorsionarlo con este expedien-te. ¿Podemos hablar de ello, señor?»

Robert F. Kennedy murió dos horas después. Ward Littell se sui-cidó. Howard Hughes ofreció a Wayne Senior el cargo de Ward comomediador/enlace con la mafia. Su primera misión: comprar la lealtaddel más que probable candidato republicano, Dick Nixon.

Carlos llamó a Wayne y le dio las gracias por el aviso.—Cenemos juntos —dijo Carlos.Wayne decidió matar a su padre. Wayne decidió que Janice tenía

que matarlo a golpes con un palo de golf.

Carlos tenía una suite de estilo romano en el Sands. Un mendavestido con una túnica hacía de centurión y dejó entrar a Wayne. Lasala tenía columnas romanas de imitación y cuadros del saqueo deRoma. Las etiquetas con el precio todavía colgaban de los marcos.

— 32 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 32

Page 33: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Había dispuesto una mesa con comida y bebida. El menda hizosentar a Wayne a una mesa lacada con las iniciales SPQR grabadas.Carlos entró. Vestía un diminuto pantalón corto de seda y una cha-queta de esmoquin manchada.

Wayne se puso en pie.—No te levantes —dijo Carlos. Wayne se sentó. El centurión sir-

vió dos platos y se esfumó. Carlos sirvió vino de una botella reciéndescorchada.

—Es un placer, señor —dijo Wayne.—No hagas como que no te conozco y tutéame. Eres el chico de

Pete y de Ward y trabajaste para mí en Saigón. Sabes más de mí de loque debieras, además de toda la mierda que hay en ese expediente. Co-nozco tu historial y, comparado con el de otros gilipollas que he oídoúltimamente, el tuyo sí que es bueno, joder.

Wayne sonrió. Carlos sacó del bolsillo dos muñecos que movíanla cabeza. Uno representaba a RFK. El otro representaba al doctorKing. Carlos sonrió y les arrancó la cabeza.

—Salud, Wayne.—Gracias, Carlos.—Buscas trabajo, ¿verdad? Esto no va de un apretón de manos y

un sobre de muchas gracias.Wayne bebió un sorbo de vino, cosecha de la era actual y com-

prado en la tienda de licores.—Quiero ocupar el cargo de Littell en tu organización, junto con

el que tenía en la organización de Hughes y que mi padre acaba de he-redar de Ward. Tengo las habilidades y los contactos que demuestranque soy valioso y estoy dispuesto a favorecerte en todos mis tratos conel señor Hughes y conozco los castigos que impones por deslealtad.

Carlos pinchó una anchoa. El tenedor resbaló y se salpicó de acei-te de oliva la camisa del esmoquin.

—¿Dónde estará tu padre durante todo esto?Wayne derribó el muñeco de RFK. Un brazo de plástico se des-

prendió. Carlos se hurgó la nariz.—Bien, aunque soy susceptible a favores y tú me caes bien, ¿por qué

Howard Hughes habría de buscar fuera de su propia organización, lle-na de lameculos con los que se siente cómodo, y contratar a un ex polipringado que va por ahí matando negros de mierda por pura diversión?

Wayne frunció el entrecejo. Cogió la copa de vino y casi rompióel pie.

— 33 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 33

Page 34: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

—El señor Hughes es un toxicómano xenófobo, conocido por in-yectarse narcóticos en la vena del pene, y yo puedo preparar...

Carlos se rio y dio palmadas a la mesa. Su copa se volcó. Volarontrozos de pimiento y rociadas de aceite de oliva.

—... drogas que lo estimulen y lo seden y disminuyan su capaci-dad mental hasta el punto de que resulte mucho más tratable en todoslos negocios que haga contigo. También sé que tienes un sobre muygrande para Richard Nixon, si finalmente es el candidato. El señorHughes pone el veinte por ciento y yo tengo planeado saquear la re-serva de mi padre y darte otros cinco millones en efectivo.

El menda de la toga entró. Traía una esponja y limpió la suciedaden un plis plas. Carlos chasqueó los dedos. El menda de la toga desa-pareció.

—Siempre vuelvo a tu padre. ¿Qué hará Wayne Tedrow Seniormientras Wayne Tedrow Junior se la clava donde más duele?

Wayne señaló los muñecos y luego hacia el cielo. Carlos hizo chas-quear los nudillos.

—De acuerdo, trato hecho.—Gracias. —Wayne levantó la copa. Carlos levantó la suya.—Recibirás dos cincuenta al año y puntos. Ponte inmediatamente

con el antiguo trabajo de Ward. Necesito que supervises las comprasde negocios legales iniciadas con los créditos del fondo de pensiones delos Camioneros, de forma que lo podamos blanquear y desviarlo a unfondo reservado que nos permita construir esos hoteles-casino en al-gún lugar de Centroamérica o del Caribe. Ya sabes lo que buscamos.Queremos un jefe dócil y anticomunista que haga lo que queramos yque mantenga todas las protestas de los disidentes hippies como unruido amortiguado. Sam G. está explorando el terreno. Lo hemos li-mitado a Panamá, Nicaragua y la República Dominicana. Ése será tutrabajo principal, joder: hacer que suceda y hacer que tu compinchedrogota siga comprándonos los hoteles y asegurarte de que nuestrostipos sigan dentro para que puedan sacar la astilla.

—Lo haré —dijo Wayne.—Ésta no se la espera tu papá —dijo Carlos.Wayne se puso en pie deprisa. Su mundo romano ficticio daba

vueltas. Carlos se puso en pie. Tenía la camisa salpicada, en vías de es-tar empapada.

—Me encargaré de que estés protegido en esto.

— 34 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 34

Page 35: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Janice tenía una suite en el Dunes que imitaba una kasba. Waynele proporcionaba enfermeras las veinticuatro horas del día. Janice nosalía del hotel.

La enfermera del turno de tarde estaba fumando en la terraza. Lavista era medio espectáculo de luz, medio neblina del desierto. Janiceestaba acurrucada en la cama, con el aire acondicionado a toda mar-cha. Su organismo estaba esquizoide. O se medio helaba, o se medioasaba.

Wayne se sentó a su lado.—En la tele dan golf.—Creo que he tenido más golf del que puedo soportar por un

tiempo.—Touché —sonrió Wayne.—La entrevista con Hughes es dentro de poco, ¿no?—Dentro de unos días.—Te contratará. Pensará que eres mormón y que tu padre te en-

señó algunas cosas.—Bueno, eso fue lo que hizo.—¿Quién te entrevistará? Cómo se llama el hombre de Hughes,

quiero decir.—Se llama Farlan Brown.—Lo conozco. Su mujer era la campeona del club, en el Frontier,

pero la única vez que jugué con ella la gané nueve y ocho.—¿Algo más? —Wayne se rio.Janice se rio. La risa la hizo toser y sudar. Apartó la colcha y se le

levantó el camisón. Wayne vio más zonas flácidas y huecas de carne.Le secó la frente con la manga de la camisa. Ella le olisqueó el bra-

zo y jugó a morderlo. Wayne jugó a poner cara de dolor.—Iba a decir que bebe y persigue mujeres, como todos los bue-

nos mormones. Para los hombres como ellos existe una trinidad: can-tantes, camareras de coctelería y putas.

La habitación estaba gélida. Aquella simple charla había dejado aJanice empapada. Se mordió el labio. Las sienes le palpitaron. Se tocóel estómago. Wayne vio el circuito que recorría el dolor.

—Mierda —dijo Janice.Wayne abrió el maletín y preparó un chute. Janice le tendió el bra-

zo. Wayne encontró una vena, la limpió con una torunda e hizo untorniquete manual. Aguja y émbolo, ahora tranquila.

En un latido...

— 35 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 35

Page 36: Sangre Vagabunda, de James Ellroy

Ella se tensó y se relajó. Los párpados aletearon. Un bostezo yfuera.

Wayne le tomó el pulso. Sus latidos eran ligeros pero uniformes.Su brazo casi no pesaba.

En la mesilla de noche había un L.A. Times abierto. Mostraba untríptico con tres fotos: JFK, RFK, el doctor King. Wayne lo doblópara no verlos y miró dormir a Janice.

— 36 —

SANGRE VAGABUNDA 5.0 12/1/10 10:05 Página 36