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En 1975 el gran misterio fue reve-lado: científicos ambientalistas descubrieron “la pista de aterri-

zaje” de la Danaus Plexippus Linneo, mejor conocida como mariposa Mo-narca; el lugar, Zitácuaro, Ocampo y principalmente Angangueo en el es-tado de Michoacán, que por sus ca-racterísticas ambientales, sirve como santuario de los millones de maripo-sas que cada año llegan a esta zona del país para completar su proceso de maduración y aparearse, completan-do así su ciclo de vida.

Los bosques michoacanos reciben la visita de este singular insecto por seis meses, desde octubre y hasta abril, por lo que aún tenemos un par de meses para disfrutar de su pre-sencia. Entre las particularidades que permiten a esta especie permanecer largo tiempo fuera de su hábitat, destaca su longevidad casi extrema, pues a diferencia de otras familias de su misma especie, la Monarca tiene un ciclo de vida que supera los nueve meses, mientras el ciclo de sus simila-res es tan sólo de 24 días.

Como si su gran resistencia no fuera suficiente, la Monarca posee además una misión natural indispen-sable para el equilibrio ecológico de los ecosistemas por los que atraviesa, pues “la gran viajera” poliniza en su trayecto 4 mil kilómetros de flores,

Las Monarca, la belleza de una migración llena de color

posicionándose por mucho, como el agente polinizador nu-mero uno en el ámbito mundial, por la impresionante canti-dad de flores, plantas y frutos que poliniza.

Como en todo viaje aéreo, los riesgos y las bajas están a la orden del día, por lo que este lepidóptero asegura su éxito viajando en grupos que superan los 10 millones por hectárea, de visita en cada temporada.

Además de luchar contra el clima, la mariposa debe com-batir contra un importante número de depredadores, por lo que ha desarrollado un sistema de protección que garantiza doblemente su existencia, pues éste se basa en su esquema básico de alimentación, que se compone fundamentalmen-te de asclepias.

Esta planta también conocida como algodoncillo o len-gua de vaca, fija en el insecto un alcaloide que resulta ve-nenoso para sus posibles depredadores, de los que afirman investigadores del tema han aprendido a relacionar la com-binación de colores de la Monarca con el peligro, por su olor y sabor desagradable, asegurando una limitada ingesta de la mariposa, principalmente por accidente.

Cabe destacar que esta misma planta da el color caracte-rístico a las alas de la mariposa, manteniendo así una rela-ción simbiótica en la que ambas salen ganando.

En este colorido estado se encuentran múltiples balnea-rios y centros recreativos que cuentan con gran infraestruc-tura turística para atender cualquier exigencia o excentrici-dad de sus visitantes.

Entre los lugares de tradición recomendados se encuen-tran Los Azufres, el lago de Camécuaro, Ixtlán de los Her-bores, la Laguna Larga, el Rincón de las Flores y Los Agua-cates.

Aprovecha las últimas semanas de este visitante fugaz, al que literalmente sólo podrás ver en una temporada, y disfruta del festival que en febrero y marzo se realiza en honor de este majestuoso y bello insecto.

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Julio Bautista