Satélites y blockchain para crear microseguros agro · kchain (Etherisc o Nexus mutual), pero...

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INSURTECH La española Ibisa aúna estas técnicas para cubrir a pequeños agricultores en zonas remotas de África, Asia o Latinoamérica que las aseguradoras no cubren por rentabilidad Imagen por satélite de una de las evaluaciones de terrenos asegurados Ibisa. S atélites,blockchain,agricul- tura y seguros. ¿Cómo se mezclan todos estos ingre- dientes tan diversos en una startup? Ibisa, fundada por la españo- la María Mateo, sigue las pautas de la llamada innovación inclusiva al desa- rrollar una solución, ya implementada en países como India o Níger, con la que dar cobertura a 500 millones de pequeños agricultores de todo el mundo. Sí que hay seguros tradicio- nales que han apostado por el bloc- kchain (Etherisc o Nexus mutual), pero ninguno introduce en la fórmu- la la evaluación previa y posterior a partir de imágenes por satélite. Y esta particularidad viene de la mano de la propia Mateo, ingeniera de telecomunicaciones especializada en comunicaciones por satélite, quien emprendió con una primera empresa de blockchain para el mundo finan- ciero y de seguros. Al entrar en este ecosistema del insurtech, Mateo y sus compañeros detectaron un gap en la estructura de las grandes asegurado- ras: «Su modelo de negocio es com- prar y gestionar riesgos y esto genera unas limitaciones en el riesgo que pueden absorber. Por ello, nunca han podido encontrar un modelo viable para microseguros». En algunos países ofrecen este tipo de microseguros cuando el gobierno local de turno ofrece en paralelo un subsidio, de modo que se mitiga ese riesgo. «Esto es algo intermitente y no es sostenible». Sin embargo, subraya Mateo, si entra en la fórmula tanto la tecnología blockchain como las imá- genes por satélite, se puede diseñar un modelo de negocio que permita solu- Satélites y blockchain para crear microseguros agro Los primeros proyectos: India, Níger y Guatemala Ibisa, que cuenta con el apoyo de la acelera- dora NWC10Lab, ya trabaja con Dhan, una aseguradora india con 1,5 millón de clientes, que está probando su tecnología para validarla en esta temporada de cosecha con un centenar de agricultores. En paralelo, ha lanzado un proyecto con la Agencia de Desarrollo de Luxemburgo para implemen- tarlo también en Níger. Además, ya ha firmado con otros 14 partners para empezar a finales de año, entre ellos Brac en Bangladesh con 40 millones de clientes o Microrisk, una 'spin off' de Swiss Re, en Guatemala. Por ahora se cubren dos riesgos: el exceso de agua y la sequía (el 80% de los habituales). cionar este problema histórico del sector. Para poner en marcha esta idea, una de las piezas clave fue la entrada en el equipo de Annette Houtekamer, especializada en segu- ros inclusivos. Ella aportó el know how: los pequeños agricultores suelen agruparse y ahorran un fondo para cubrir las perdidas de un miembro. Este modelo es 'práctico' en casos de particulares, pero si ocurre algo que afecta al colectivo, el fondo se queda corto para la cobertura. Como los agricultores confían en este fórmula, desde Ibisa pensaron en usar satélites para poder diseñar este tipo de micro- pólizas y sus posteriores evaluaciones de pérdidas, lo que supone un ahorro de costes al no tener que acudir per- sonalmente a una zona remota para examinar el terreno. Para utilizar los datos que ofrece la constelación euro- pea Copernicus (satélites para la Ob- servación de la Tierra), Ibisa tiene un acuerdo con la eslovena Sinergise, procesa primero los datos y se lo sirve a través de su API sentinel hub. Para completarlo, la española ha desarro- llado un algoritmo que agrupa los te- rrenos bajo las mismas condiciones climáticas para escalar aún más el modelo de esta insurtech. Para cerrar el círculo entra en juego la plataforma de blockchain Ethe- reum para que los agricultores puedan compartir esos riesgos peer to peer (P2P), es decir sin necesidad de una autoridad central (banco o asegura- dora) para repartir la indemnización. ¿Qué se consigue con este modelo? «Gracias a la tecnología, el modelo tradicional que solo podía alcanzar un ámbito regional ahora es escalable a todo un país o incluso un continente, porque el pool de gente que contribu- ye es mucho mayor y, por tanto, es más robusto al contar con más fondos», puntualiza Mateo. Otra de las ventajas de aplicar la tecnología de la cadena de bloques es mantener esa «confian- za» que existía en el modelo tradicio- nal: «Es el valor de la transparencia». En cuanto al modus operandi , Ibisa no contacta directamente con los agricultores, sino que cuenta con una red de partners locales, que conocen la zona y a los clientes. Estos partners se diferencian de los brokers tradicio- nales de seguros, porque con Ibisa, explica Mateo, «solo tienen que hacer el registro del agricultor y ayudarle al principio del proceso, pero ni gestio- nan pagos ni reclamaciones». Cada uno de los partners se convierte en uno de los nodos de la arquitectura bloc- kchain de Ibisa, lo que le otorga ese carácter descentralizado al tiempo que se comparten los costes de opera- ción. Cada mes se realiza una evalua- ción del terreno, no se espera a que haya una reclamación. «Así, si algo va mal se realiza una indemnización parcial, con el fin de que los agriculto- res tengan una estabilidad en sus in- gresos». La protección que da Ibisa es cubrir el valor al riesgo, que sería la cosecha, y si algo pasa en la tempora- da se entrega un pago parcial «al de- tectar la incidencia». En el proyecto que ya está en mar- cha en la India los agricultores pagan una media de 20 dólares al año, de los que 16 se destinan a los fondos de la comunidad Ibisa y los otros cuatro se reparten equitativamente entre el 'partner' y la startup. 21 DE ABRIL DE 2019 Nº 56 CREU IBÁÑEZ INNOVADORES CONECTIVIDAD El golpe sobre la mesa de Huawei con el 5G P. 2 y 3 PERIODISMO Inteligencia artificial para transformar Bloomberg P. 4 y 5 ARQUITECTURA Cooperación y sostenibilidad para reactivar ciudades P. 6 y 7

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INSURTECH La española Ibisa aúna estas técnicas para cubrir a pequeños agricultores en zonas remotas de África, Asia o Latinoamérica que las aseguradoras no cubren por rentabilidad

Imagen por satélite de una de las evaluaciones de terrenos asegurados Ibisa.

Satélites, blockchain, agricul-tura y seguros. ¿Cómo se mezclan todos estos ingre-dientes tan diversos en una

startup? Ibisa, fundada por la españo-la María Mateo, sigue las pautas de la llamada innovación inclusiva al desa-rrollar una solución, ya implementada en países como India o Níger, con la que dar cobertura a 500 millones de pequeños agricultores de todo el mundo. Sí que hay seguros tradicio-nales que han apostado por el bloc-kchain (Etherisc o Nexus mutual), pero ninguno introduce en la fórmu-la la evaluación previa y posterior a partir de imágenes por satélite.Y esta particularidad viene de la

mano de la propia Mateo, ingeniera de telecomunicaciones especializada en comunicaciones por satélite, quien emprendió con una primera empresa de blockchain para el mundo fi nan-ciero y de seguros. Al entrar en este ecosistema del insurtech, Mateo y sus compañeros detectaron un gap en la estructura de las grandes asegurado-ras: «Su modelo de negocio es com-prar y gestionar riesgos y esto genera unas limitaciones en el riesgo que pueden absorber. Por ello, nunca han podido encontrar un modelo viable para microseguros». En algunos países ofrecen este tipo

de microseguros cuando el gobierno local de turno ofrece en paralelo un subsidio, de modo que se mitiga ese riesgo. «Esto es algo intermitente y no es sostenible». Sin embargo, subraya Mateo, si entra en la fórmula tanto la tecnología blockchain como las imá-genes por satélite, se puede diseñar un modelo de negocio que permita solu-

Satélites y blockchain para crear microseguros agro

Los primeros proyectos: India, Níger y Guatemala

Ibisa, que cuenta con el apoyo de la acelera-dora NWC10Lab, ya trabaja con Dhan, una aseguradora india con 1,5 millón de clientes, que está probando su tecnología para validarla en esta temporada de cosecha con un centenar de agricultores. En paralelo, ha lanzado un proyecto con la Agencia de Desarrollo de Luxemburgo para implemen-tarlo también en Níger. Además, ya ha fi rmado con otros 14 partners para empezar a fi nales de año, entre ellos Brac en Bangladesh con 40 millones de clientes o Microrisk, una 'spin off ' de Swiss Re, en Guatemala. Por ahora se cubren dos riesgos: el exceso de agua y la sequía (el 80% de los habituales).

cionar este problema histórico del sector. Para poner en marcha esta idea, una de las piezas clave fue la entrada en el equipo de Annette Houtekamer, especializada en segu-ros inclusivos. Ella aportó el know how: los pequeños agricultores suelen agruparse y ahorran un fondo para cubrir las perdidas de un miembro. Este modelo es 'práctico' en casos

de particulares, pero si ocurre algo que afecta al colectivo, el fondo se queda corto para la cobertura. Como los agricultores confían en este fórmula, desde Ibisa pensaron en usar satélites para poder diseñar este tipo de micro-pólizas y sus posteriores evaluaciones de pérdidas, lo que supone un ahorro de costes al no tener que acudir per-sonalmente a una zona remota para examinar el terreno. Para utilizar los

datos que ofrece la constelación euro-pea Copernicus (satélites para la Ob-servación de la Tierra), Ibisa tiene un acuerdo con la eslovena Sinergise, procesa primero los datos y se lo sirve a través de su API sentinel hub. Para completarlo, la española ha desarro-llado un algoritmo que agrupa los te-rrenos bajo las mismas condiciones climáticas para escalar aún más el modelo de esta insurtech.Para cerrar el círculo entra en juego

la plataforma de blockchain Ethe-reum para que los agricultores puedan compartir esos riesgos peer to peer (P2P), es decir sin necesidad de una autoridad central (banco o asegura-dora) para repartir la indemnización. ¿Qué se consigue con este modelo? «Gracias a la tecnología, el modelo tradicional que solo podía alcanzar un ámbito regional ahora es escalable a todo un país o incluso un continente, porque el pool de gente que contribu-ye es mucho mayor y, por tanto, es más robusto al contar con más fondos», puntualiza Mateo. Otra de las ventajas de aplicar la tecnología de la cadena de bloques es mantener esa «confi an-za» que existía en el modelo tradicio-nal: «Es el valor de la transparencia».En cuanto al modus operandi, Ibisa

no contacta directamente con los agricultores, sino que cuenta con una red de partners locales, que conocen la zona y a los clientes. Estos partners se diferencian de los brokers tradicio-nales de seguros, porque con Ibisa, explica Mateo, «solo tienen que hacer el registro del agricultor y ayudarle al principio del proceso, pero ni gestio-nan pagos ni reclamaciones». Cada uno de los partners se convierte en uno de los nodos de la arquitectura bloc-kchain de Ibisa, lo que le otorga ese carácter descentralizado al tiempo que se comparten los costes de opera-ción. Cada mes se realiza una evalua-ción del terreno, no se espera a que haya una reclamación. «Así, si algo va mal se realiza una indemnización parcial, con el fi n de que los agriculto-res tengan una estabilidad en sus in-gresos». La protección que da Ibisa es cubrir el valor al riesgo, que sería la cosecha, y si algo pasa en la tempora-da se entrega un pago parcial «al de-tectar la incidencia».En el proyecto que ya está en mar-

cha en la India los agricultores pagan una media de 20 dólares al año, de los que 16 se destinan a los fondos de la comunidad Ibisa y los otros cuatro se reparten equitativamente entre el 'partner' y la startup.

21 DE ABRIL DE 2019 Nº 56

CREU IBÁÑEZ

INNOVADORES

CONECTIVIDADEl golpe sobre la mesa de Huawei con el 5GP. 2 y 3

PERIODISMOInteligencia artifi cial para transformar Bloomberg P. 4 y 5

ARQUITECTURACooperación y sostenibilidad para reactivar ciudadesP. 6 y 7

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En los anales de la infor-mática, a los sistemas se les exigía ser capaces de procesar determinadas

operaciones matemáticas más o menos complejas. Luego se fue complicando el asunto, incluyendo el manejo y la búsqueda de infor-mación recogida en bases de datos con miles de millones de registros.

Como no era bastante en la par-ticular evolución de la técnica, al clásico contenido en texto fuimos añadiendo elementos multimedia y no estructurados que también ha-bían de ser gestionados por los equipos digitales. Así hasta llegar a la exigencia de ejecutar exigentes algoritmos de inteligencia artifi cial en tiempo real. Y todo ello mientras en la retaguardia se libraba una batalla entre ese aumento de com-putación -al calor de la Ley de Moore- y la demanda de un menor coste por unidad y un consumo de energía cada vez menor.

En el plano más técnico, esta disyuntiva se plasma en una parti-cular escalada de procesadores que tratan de aunar los benefi cios de cada uno de los mundos, de abarcar parte de cada uno de esos desafíos de la mejor manera posible. Así, los servidores al uso fueron optando por chips x86, de extraordinario rendimiento pero muy caros y con gran consumo energético. Otras empresas fueron optando por sis-temas basados en chips ARM, los mismos de los tablets o smartpho-nes, que si bien no llegaban al mis-mo umbral de potencia, compen-saban esta carencia con una mayor efi ciencia al disponer de menos

ALBERTO IGLESIASSHENZHEN (CHINA)

TENDENCIAS La inteligencia artifi cial o el uso de blockchain traen consigo una complejidad técnica que guarda su mejor refl ejo en la creciente compenetración de chips de procesamiento de los servidores de nuevo cuño

Cuando un chip ya no basta: la coexistencia hace la magia

COMPUTACIÓN

transistores que sus hermanos de batalla. Para las cargas gráfi cas (y ciertos paradigmas como el bloc-kchain, el chip elegido fueron los de procesamiento gráfi co (GPU). Y, fi nalmente, la irrupción de la inte-ligencia artifi cial hizo necesaria la creación de unidades de procesa-miento neuronal (NPU) capaces de dar rienda suelta a todos los cálculos necesarios para extraer conclusio-nes válidas en tiempos práctica-mente imposibles.

Con todo ello, las empresas han pasado de disponer de equipos que respondían con una única arquitec-tura y tipología común para abordar un nuevo entorno en el que cada necesidad específi ca de la organiza-ción ha de resolverse de forma in-dividualizada. Los centros de datos se convierten, de este modo, en un compendio de sistemas distintos con semiconductores moldeados de mil y una manera distintas.

Divergencia convergenteEsta divergencia convergente, en la que los chips cada vez se diferencian más pero han de trabajar codo con codo, no es nueva en el mercado. De hecho, AMD ya compró en el pasa-do la empresa de tarjetas gráfi cas ATI para complementar su estrate-gia de procesadores con GPU de primer nivel. ARM, creadores de la arquitectura de mismo nombre, también poseen soluciones especí-fi camente diseñadas para estos sis-temas gráfi cos.

Nvidia, fabricante clásico de tarjetas gráfi cas para entornos de gaming o edición de vídeo, ha visto muy rápido el fi lón de sus sistemas para explotar la minería de bitcoin. Y mientras tanto, Intel, rey y señor de los chips x86, ha sido también

uno de los pioneros a la hora de introducir las NPU en un sector que todavía trata de comprender el al-cance potencial de esta tecnología.

Entre tanto, los fabricantes mis-mos de servidores y los integradores de centros de datos tratan de abor-dar, con una perspectiva holística y comprehensiva,esa misma diver-gencia convergente. Así pues, la inmensa mayoría de ellos cuentan ya en su catálogo con propuestas basadas en las dos arquitecturas predominantes (ARM y x86) y acompañadas de GPU y NPU según se tercia.

Incluso algunas marcas, como la china Huawei, han ido más allá al defender la total integración de es-tos cuatro nombres propios en un mismo entorno de trabajo, con el fi n de explotar las capacidades de cada cual en el modo más provecho-so posible.

Al respecto, David Wang, presi-dente de productos y soluciones de Huawei, ha explicado esta semana en Shenzhen (China) que «la arqui-tectura TIC no ha cambiado en los últimos 50 años de manera destaca-da». Por el contrario, el ejecutivo entiende que la apuesta por una infraestructura más diversifi cada (que englobe tanto x86 como ARM, GPU y NPU) es la respuesta para «redefi nir la arquitectura de la com-putación, no solo en el servidor, sino también en lo que afecta al almace-namiento y la conectividad».

En ese sentido, Huawei lanzó a fi nales de año y principios del actual chips basados en x86 con capacida-des de inteligencia artifi cial, mien-tras que dio vida a procesadores ARM64 con estas mismas potencia-lidades hace dos semanas. Con ello, la multinacional se ha atrevido

Antaño bastaba con un chip para procesarlo todo; ahora necesitamos 4 tipos distintos

también a confi gurar una platafor-ma de computación -Atlas AI- que busca consolidar esas mismas siner-gias entre los dispositivos ‘edge’, el computador central y los servicios desplegados en el cloud. «El objeti-vo es llevar todas estas capacidades inteligentes a todos los niveles de la computación, de modo que poda-mos soportar diferentes cargas de trabajo con las diferentes alternati-vas tecnológicas que proponemos», explicó Ma Haixu, presidente de Huawei Cloud Core Network Pro-duct Line.

Con todo ello, el siguiente reto que se plante a las empresas es cómo orquestar este complejo ecosistema de sistemas distintos, evitando caer en redundancias innecesarias o enviando las cargas de trabajo a los equipos que ofrecen el mejor ren-dimiento. Puede parecer algo bala-dí, pero lo cierto es que ya hemos visto cómo en momentos de com-plejidad las empresas tienden a cometer errores y realizar inversio-nes que no resultan convenientes a largo plazo. Y lo que es peor: una vez cometido el despliegue inefi caz, corregirlo suele ser mucho más costoso que el desembolso inicial en estas infraestructuras.

Una preocupación que, además, resulta fundamental si tenemos en cuenta la extensión de todas estas arquitecturas y tipologías de chips fuera del centro de datos tradicio-nal, hacia el extremo. Más divergen-cia convergente imposible.

David Wang, presidente de productos y soluciones de Huawei

INNOVACIÓNUn mercado de 100.000 millones

El desarrollo de los nuevos

modelos de computación

basados en estos cuatro

pilares no está siendo

sencillo y obliga a los

fabricantes a costosísimas

inversiones en innovación

y desarrollo. Un I+D que,

además, no puede ser

propietario. Porejemplo,

Huawei ha creado un

ecosistema de un millónes

de desarrolladores, con

más de 1000 servicios

gratuitos y 100 partners,

con el objetivo de abordar

este negocio que valoran

en más de 100.000

millones de dólares.

2 Domingo. 21 de abril de 2019 • LA RAZÓN

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INNOVADORES

5G Y REALIDAD VIRTUAL

Curiosamente,

Ken Hu no ha

apelado a las

utilidades del

5G para el

sector salud o

industrial.

Optó, por el

contrario, por

destacar el rol

del 5G sobre

la realidad

virtual.

«Gracias al 5G,

la realidad

virtual llegará

a 340 millones

de usuarios y

podrán

fabricarse

cascos más

cómodos y

ligeros», ha

explicado el

directivo.

MODELOS DE SILICONA. Eurecat desarrolla

con impresión 3D un sistema para fabricar

modelos anatómicos personalizados de

silicona para el sector biomédico a partir de

monocomponentes. Se trata de un material

que aporta unas propiedades mecánicas y

de textura muy parecidas al cuerpo.

DIGITALIZAR EL PATRIMONIO. El proyecto

internacional Inception, del que forma parte

la española Cartif, aboga por la innovación en

el modelado 3D del patrimonio cultural a

través de un enfoque inclusivo para la

reconstrucción 3D dinámica de objetos,

monumentos, edifi cios y entornos sociales.

ENVASES FARMACÉUTICOS. El centro

tecnológico Aimplas trabaja en el proyecto

Pharmapacksafe, que ha fabricado dos

envases plásticos para colirios que hasta

ahora se desechaban en una semana. Así, se

ha validado con fórmulas magistrales que

contienen y que oscilan de uno a seis meses.

SEGURIDAD ANTIDRONES. Aladdin, proyec-

to europeo en el que participa la española

Catec, desarrolla una sistema de detección y

neutralización para hacer frente a las posi-

bles amenazas de drones en el ámbito de la

seguridad en instalaciones como aeropuer-

tos, puertos, u otras infraestructuras críticas.

ESCAPARATE DE IDEAS

El golpe sobre la mesa de Huawei con el 5GA pesar de la guerra comercial con EEUU, Huawei ya cuenta con 40 contratos para el despliegue de redes 5G en el mundo

ALBERTO IGLESIASSHENZHEN (CHINA)

En las catedrales góticas, como la mítica Notre Dame que esta semana ha sobre-

vivido a las llamas, la luz provenien-te del exterior es tamizada por las vidrieras. De esta forma, la luz podía ser purifi cada pero, además, tam-bién confi guraba una visión diferen-te del mundo que nos rodeaba, do-tando a estas edifi caciones del aura que inspirara los valores religiosos que pretendía la Iglesia. Y es que, al igual que pasaba con los vanos de las catedrales medievales, todo depende de los ojos con que decidamos ob-servar más allá de nosotros.

Vaso vacío o medio lleno, el pris-ma de lo positivo y lo negativo suele condicionarlo todo, ya sea en el siglo XII o en el XXI. Y la gestión de ex-pectativas y realidades respecto al 5G no es una excepción. Los críticos recordarán cómo la industria había señalado 2020 en el calendario como el año de consolidación de esta tec-nología... y ha acabado siendo el de su despliegue inicial. También seña-laran informes como el de la propia GSMA que, hace apenas un mes, rebajaba el hype al anticipar alrede-dor de 1.400 contratos móviles ba-sados en 5G para dentro de un lus-tro. Para ese curso, en torno al 15% de las conexiones celulares usarán estas redes aún en pañales.

Por su partte, los optimistas tam-bién tienen argumentos que poner sobre la mesa. El más manido es el contextualiza la obvia lentitud de dar vida a una tecnología como ésta. De hecho, esta es la primera vez en la historia de las telecomunicaciones que tanto los teléfonos como las es-taciones base de una nueva genera-ción móvil están disponibles en el año después de la aprobación de su estándar. Además, en el curso inme-diatamente siguiente a la estandari-zación del 4G, apenas había 400 es-taciones base disponibles en el mercado, frente a los más de 100.000 modelos disponibles en la actuali-dad. Además, existen estimaciones de fabricantes como Huawei que anticipan una adopción mucho más veloz que cualquiera de las olas an-

Ken Hu, presidente rotatorio de Huawei, en HAS 2019

teriores: si al 3G le llevó 10 años al-canzar los 100 millones de usuarios y el 4G llegó a esta meta en cinco años, para el 5G las previsiones se-ñalan un nuevo récord de apenas tres ejercicios.

Durante el evento anual de la compañía china con analistas, cele-brado esta semana en Shenzhen, el presidente rotatorio de Huawei ha admitido que «existía algo de incer-tidumbre sobre los casos de uso reales del 5G, pero desde mediados del pasado año hemos empezado a ver aplicaciones claras en el merca-do». Una madurez que, en opinión de Ken Hu, «también ha llegado a los propios proveedores y a los suminis-tradores de red».

Del hype a la realidad, que se po-dría decir, y que Hu espera sea el catalizador de una nueva era dorada para las inversiones de las 'telco' en nuevas infraestructuras... tanto como para anticipar un crecimiento de doble dígito para los próximos cursos en estas lides, incluso en el peor contexto de la situación políti-co-comercial-técnica que enfrenta a

esta fi rma con Donald Trump y que implica el veto a las tecnologías de esta marca -aventajada en la carrera técnica en comparación a los nom-bres norteamericanos o europeos- en varios países del mundo. Por este confl icto, Huawei ha querido con-vertir este encuentro con analistas en un golpe sobre la mesa que demues-tre la fortaleza de la multinacional. Ken Hu pidió responsabilidad y un debate en base técnica, no política, a EEUU, así como hizo hincapié en la ambiciosa estrategia de la compañía hacia mundos sin fricción alguna, hiperconectados y con nuevas inter-faces de uso que nos permitan even-tualmente «liberar hasta nuestra mente».

Pero si hay un gancho de derechas que de verdad puede hacer daño a los enemigos de la casa son los 40 contratos que Huawei ya ha fi rmado para desplegar redes 5G en todo el mundo. De ellos, 23 son en Europa, por 10 en países de Oriente Medio, 6 en Asia y uno más en África. En total, suponen la venta de más de 70.000 estaciones base.

INNOVADORES

3LA RAZÓN • Domingo. 21 de abril de 2019

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COMUNICACIÓN Automatización, colaboración entre humanos y máquinas y aumento de los estándares de calidad. El editor de Bloomberg Chris Collins describe el futuro híbrido de los medios

Inteligencia artifi cial y periodismo: así se transforma Bloomberg

cos de ganancias corporativas- o deportes, con información en tiem-po real sobre el progreso y resulta-dos de las competiciones en juego. Y lo hacen en múltiples idiomas al mismo tiempo. «También podemos usarlo para detectar cualquier anuncio corporativo o cualquier noticia que venga en un formato predecible, y todo este procesa-miento ocurre en milisegundos», afi rma Collins.

Otras tareas repetitivas que inten-tan abordar mediante IA son la traducción y la transcripción simul-tánea de entrevistas. Esto permite -dice Collins- ahorrar tiempo y acelerar la cobertura. «El software puede escuchar a un número ilimi-tado de personas en teleconferen-cias y transcribirlas. Y las traduccio-nes son cada vez más precisas. Esto supone un valor añadido inmedia-to», afi rma.

La automatización también está ayudando a Bloomberg a reducir el factor ‘ruido’ por exceso de infor-mación, un problema para perio-distas y público. «En un mundo infoxicado e hiperacelerado, el reto es encontrar lo relevante», afi rma Collins. Para ello, el ángulo de los datos es crítico. En él navega su software de automatización, que permite detectar discrepancias y advertir al periodista de hechos únicos o detectar tendencias. Tam-bién cuenta con un sistema de escu-cha y análisis de contenido en redes sociales que clasifi ca los temas rele-vantes y genera recortes de noticias, entre los cuales la redacción de Bloomberg selecciona qué es rele-vante para su comunidad, es decir, para los mercados fi nancieros.

Collins señala que la tecnología les incentiva, asimismo, a repensar y reformatear el contenido en fun-ción de qué es más adecuado para cada historia (un gráfi co, una ima-gen, un vídeo, un post…). Innova-

ción narrativa tecnológicamente asistida.

Juicio humanoComo no todo podía ser bueno, Collins advierte de los riesgos y li-mitaciones de la automatización de la redacción. El primero y más ob-vio: que los periodistas acaben siendo reemplazados por máqui-nas. El editor insiste en que la fun-ción de estas es ayudarles y hacer que su trabajo sea más fácil y rápido. Además, incluso aunque ese fuera el propósito, la tecnología no está preparada para ello. «La IA no tiene juicio, necesitamos el criterio hu-mano en las noticias», afi rma.

Otra de las limitaciones del soft-ware ‘inteligente’ es que no es muy bueno en los matices. «Si un comu-nicado de prensa es vago o dice algo cuando en realidad quiere expresar lo contrario, el sistema no es capaz de leer entre líneas», comenta. Esto plantea un desafío, ya que la infor-mación más valiosa a menudo es cualitativa y no cualitativa, por lo que necesita un humano para inter-pretarla. «Cada vez hay más tecno-logías que tratan de analizar este tipo de cosas, especialmente cuando hay emociones de por medio, pero están lejos de ser buenas», asegura. Esto no quita, claro, que puedan serlo en un futuro.

Por otra parte, si bien la automa-tización puede ayudar a reducir el factor ruido, también puede ampli-

fi carlo. Por eso hay que ser muy cuidadosos con lo que se publica de forma automática para no acabar siendo una máquina de spam o noticias basura. «Al fi nal, seguimos necesitando a un periodista que juzgue si algo merece ser publica-do». Además, plantea el deber ético de informar sobre quién ha produ-cido cada noticia: si ha sido un bot, un humano, o una combinación. «Debemos insistir en la necesidad de transparencia en este sentido», recalca.

Otro aspecto al que hay que pres-tar atención es la calidad de los da-tos: asegurar que sean limpios y fi ables, y que no estén sesgados, especialmente cuando hay poca transparencia en la información. «Debemos estar atentos a la calidad de las fuentes y esto puede ser difícil porque las fuentes cambian todo el tiempo y se actualizan constante-mente», reconoce Collins.

En cuanto a la inteligencia artifi -cial, el editor menciona el creciente problema no ya de la desinforma-ción y las noticias falsas sino de los

llamados deepfakes, que emplean sistemas de aprendizaje profundo para generar sofi sticadas falsifi ca-ciones -en especial de vídeos o imágenes- que no son obvias a sim-ple vista. Al mismo tiempo, esta tecnología puede ayudar a detectar contenido falso o a verifi carlo, pero el factor humano sigue siendo ne-cesario en el proceso. «La IA nunca será un sustituto del juicio humano. Esta refl exión es una constante en nuestro trabajo. Además, la auto-matización de los medios no sería posible si no hubiera periodistas detrás entrenando a estos sistemas y revisando el proceso», asegura.

Futuro híbridoPara Collins hay tres conclusiones claras. La primera, que sugiere como idónea, es que el futuro de las redacciones sea híbrido: humanos y máquinas colaborando, trabajan-do juntos. Un fl ujo de trabajo perio-dístico asistido por máquinas. Su segunda conclusión es que las con-trataciones en los medios de comu-nicación deben hacerse teniendo en

«La IA no tiene juicio, se necesita el criterio humano en las noticias», dice Collins

YOUTUBE

¿Cómo está la inteligencia artifi cial cambiando las noticias? ¿Qué implica-ciones tiene para los pe-

riodistas y para el público la emer-gencia de nuevas tecnologías, pla-taformas y formatos? ¿Cómo se está innovando en el arte de contar historias? Detrás de todas estas cuestiones, un hombre: Chris Co-llins, editor ejecutivo del área de noticias de última hora de Bloom-berg.

Tras dirigir las ofi cinas de Bloom-berg en Europa, Oriente Medio y África, y Asia-Pacífi co, Collins volvió hace cinco años a la sede central del conglomerado mediáti-co en Nueva York (Estados Uni-dos). Allí no solo supervisa las no-ticias de última hora, también los equipos dedicados a los diferentes mercados y la cobertura global. Además, coordina a los diferentes grupos que trabajan en la imple-mentación de nuevas tecnologías para la redacción y en procesos de automatización.

«Necesitamos ser los primeros en dar los titulares y las noticias que tendrán un efecto en los mercados de valores. Nuestros lectores de-penden de que seamos precisos y exhaustivos, pero también de que lleguemos antes que nadie», asegu-raba Collins recientemente durante su ponencia en Festival Internacio-nal de Periodismo en Perugia (Ita-lia).

El editor sostiene que la inteligen-cia artifi cial (IA) les está ayudando a ser más rápidos en contar la última hora sin perder rigor. Su bot ‘Cy-borg’, les ayuda a gestionar eventos que son repetitivos y noticias fac-tuales como las que se dan a menu-do en las áreas de fi nanzas -por ejemplo, con los reportes periódi-

ESTHER PANIAGUAPERUGIA (ITALIA)

4 Domingo. 21 de abril de 2019 • LA RAZÓN

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cuenta la necesidad de perfi les que lideren la transformación, y la adopción y traslación de la tecnolo-gía a la redacción.

Por último, Collins señala que hay que ver la automatización en térmi-nos de calidad y de velocidad, que a veces lleva –reconoce- a hacer cosas que realmente no son necesarias pero que el mercado exige para se-guir siendo competitivos como medio, para sobrevivir. «En térmi-nos de motivación es emocionante y desde un punto de vista de nego-cio, de cara a los suscriptores, no puedes no hacerlo».

El mensaje del editor de Bloom-berg es positivo: «A medida que la tecnología mejora, el periodismo tradicional también lo hace. Se eleva el listón para los reporteros, que tienen más tiempo y oportuni-dades para hacer lo que quieren, para escribir informaciones rele-vantes en lugar de dedicarse a tareas repetitivas. Los periodistas no quie-ren ser robots, quieren ser cazado-res de grandes historias», conclu-ye.

Chris Collins interviene en unas jornadas sobre el futuro del periodismo en Perugia.

INNOVADORES

MARÍA CLIMENT desinfectante y repelente de polvo está diseñado a partir de nanotec-nología. «Estamos a punto de re-cibir la patente», puntualiza Ma-yenco. «No existe un producto igual en el mercado».

Orache ha invertido 26 meses de desarrollo y 225.000 euros en este desarrollo. Primero, vino la idea de la doble función y la bús-queda de los componentes. Des-pués, la compatibilidad entre los compuestos a todos los porcenta-jes y sus análisis de estabilidad en hornos de envejecimiento. Una vez demostrada la afi nidad, toca-ba analizar su compactación. «Aquí es donde somos buenos», afi rma Mayenco. Por último, ha-bía que verifi car que la pastilla desinfectaba y repelía el polvo a la vez. Superado este proceso, la compañía pondrá a la venta el producto en el segundo semestre de 2019.

gigantes españoles y otro francés (que prefi eren no citar) hasta el todopoderoso Walmart.

Desde entonces, la innovación en Orache se ha gestionado a través de distintas vías. Una de ellas es la diversidad de productos. Sus pas-tillas desinfectantes e higienizantes tienen aplicaciones de lo más va-riadas, como la esterilización con-tra el virus de la peste porcina africana en granjas o contra el ébola en hospitales u otros usos más mundanos como limpiapara-brisas o repelentes de mosquitos. «Siempre mantenemos la base del bicloro, nuestra materia prima», señala el director general.

Dos en unoLa empresa española acaba de dar un salto tecnológico en la formu-lación de sus artículos. Aunque puede parecer una pastilla más de su cartera, en realidad su nuevo

La pastilla de lejía se pasa al mundo 'nano'

El secreto de la lejía es el cloro. Lo curioso es que este elemento, que en realidad es el au-

téntico responsable de la desin-fección, no suele superar el 3% de la formulación. ¿Y el 97% restan-te? No es ni más ni menos que agua. Con todos los inconvenien-tes inherentes: costes de transpor-te, huella medioambiental, riesgos de seguridad... En 2012, la arago-nesa Orache tuvo clara la solu-ción: compactar la lejía en pasti-llas. Hoy ya ha comprimido más de 40 productos (desde la limpie-za de parabrisas a fi ltros de café), vende al gigante de la distribución estadounidense Walmart e inicia una nueva aventura, la de la na-notecnología.

La empresa, con sede en Sabiñá-nigo (Huesca), surgió como spin off de otra compañía. «Nos dimos cuenta de que había un producto en Francia con materias primas parecidas, pero con formato más pequeño», recuerda su fundador y director general, Sergio Mayenco. Solo otra fi rma hacía algo similar en el mundo. Un año después, el emprendedor vio tan claro el po-tencial de Orache que adquirió el 100% del capital. Poco después, tenía producto en venta, primero en Francia, después en el resto de Europa, Latinoamérica y EEUU. Aunque, reconoce su alma mater, su nueva «obsesión» es Asia. «Ya hemos exportado los primeros palés a China», dice.

Un kilo de sus pastillas equivale a 37 litros de lejía. No sólo eso, también aumenta la concentra-ción: cada comprimido tiene un 45% de cloro. El usuario solo tiene que diluirlo en un cubo de agua. Entre sus grandes ventajas, ade-más de la económica, destaca la medioambiental. «Se ahorra en transporte de agua, favorece el reciclaje y no se generan resi-duos», apuntan desde Orache.

Los envases también se reducen «90 veces». «Todo el embalaje que se necesita para meter 37 litros de lejía, lo reducimos a 18 gramos de plástico», compara Mayenco. Todo esto ha favorecido que los grandes de la distribución hayan puesto el foco en Orache, desde uno de los

El fundador y director general de Orache, Sergio Mayenco.

INDUSTRIA La española Orache, que vende en Walmart y Dollar General, lanza un producto que desinfecta y repele el polvo con nanopartículas

EEUUUn tubo por

debajo de un dólar

Orache también lleva la innovación al ‘packaging’. «Apostamos por hacer formatos nuevos para acceder a nuevos mercados», afi rma Mayenco. Por ejemplo, la cadena estadounidense Dollar General, que tiene 13.000 establecimientos por todo el país, le pidió un producto que costase por debajo de un dólar. La española tuvo que idear un nuevo formato y abrir una nueva línea de producción para fabricar tubos que no superasen los 50 gramos de pastillas, una tercera parte del contenido de sus botes tradicionales.

OBJETIVO LA ONU

Orache está

registrada en

el portal de

proveedores

de la ONU,

cuya misión es

ayudar a las

personas a

mejorar sus

condiciones

de vida

aportando

soluciones

para situacio-

nes de

emergencia,

como sus

pastillas de

potabilización.

5LA RAZÓN • Domingo. 21 de abril de 2019

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P.B

Tecnología empresarial: biotecnología

La OCDE defi ne la biotecnología como la aplicación de principios de la ciencia y la ingeniería para tratamientos de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios. Según estimaciones de Grand View Research, el mercado potencial de la biotecnología podría alcanzar los 727 mil millones de dólares para el 2025. Los innovadores desarrollarán productos, servicios y modelos de negocio alrededor de desafíos de alto impacto como el envejeci-miento de las poblaciones y el interés en reducir o detener el proceso de envejecimiento, la capacidad de construir partes humanas para reemplazar los órganos y tejidos defectuosos o editar enfermedades de nuestros genomas.

Paco Bree es profesor de Deusto Business School.

Atentos a...

PROTECCIÓN DE DATOS. MADRID. La Fundación Ramón Areces organiza una conferencia sobre la protección de datos y la encrucijada entre el Derecho Europeo y la Constitución Española. 24 de abril

TRENLAB BY RENFE. MADRID. Wayra. Jornada sobre movilidad y tecnología organizada por la aceleradora de Renfe. Participan empresas tan variadas como Uber, Ecooltra o la EMT de Madrid. 24 de abril.

NESI FORUM. MÁLAGA. Palacio de Congresos. Ponentes de distintos sectores plantearán sus propuestas para, desde lo local, dar respuesta a los retos globales recogidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la Agenda 2030. 24-26 de abril.

La pugna mundial por la IA

ALBERTO IGLESIAS

En la carrera por el liderazgo de la inteligencia artifi cial, dos son las superpotencias que llevan la voz cantante: EEUU y China. Mientras la segunda tiene más datos, empren-dedores más competitivos y el

soporte del gobierno, Estados Unidos lleva cierta ventaja en la investigación científi ca y cuenta con el aval de que la mayoría de players del mercado, al menos por ahora, están radicados en Silicon Valley. Un libro imprescindible para entender todo ello.

«AI SUPERPOWERS»,Houghton Miffl in Harcourt. Kai-fu Lee

Uno de los espacios

que se han podido

conocer en la última Cities Connection

Project.

Arquitectura cooperativa y sostenible para reactivar ciudadesA FONDO Guarderías donde antes había ruinas, cubiertas que gestionan el ciclo energético del edifi cio, nuevos materiales en prefabricados... las innovaciones de Cities Connection Project

La arquitectura que desea implicarse en un proyec-to que depende las arcas públicas tiene que afi lar

el ingenio. Demasiado a menudo, las limitaciones de actuación son los recursos económicos, siempre es-casos. Xavier Bustos y Nicola Re-gusci, creadores de Cities Connec-tions Project (CCP), una iniciativa promovida por la Agencia de Apoyo a la Arquitectura de Barcelona (AAAB), consiguen dar a conocer los proyectos de muchos despachos de jóvenes arquitectos europeos que han implementado soluciones efi -cientes, sostenibles e innovadoras y, sobre todo, adaptadas a los rancios presupuestos de las administracio-nes públicas. Y no solo eso, sino que además estas actuaciones arquitec-tónicas están pensadas para recupe-rar zonas degradadas de las ciuda-des.

Desde 2013, la propuesta de CCP interrelaciona la actividad pública arquitectónica de Barcelona con la de otro espacio urbano europeo, generando sinergias entre arquitec-tos, agentes culturales, gobiernos y universidades. Después de pasar por Ticino (Italia), Ginebra, Zúrich

M.SARDÀBARCELONA

6 Domingo. 21 de abril de 2019 • LA RAZÓN

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y Arc Lemanique (Suiza), donde se mostraron obras de vivienda social, colectiva, cooperativa y de conexión con el espacio público, en su quinta edición, el CCP muestra estos días, en el Centro Arts Santa Mónica de Barcelona, veinte obras de la arqui-tectura pública de equipamientos urbanos reactivadores de la ciudad realizadas en Barcelona y su área metropolitana, y veinte más corres-pondientes a las actuaciones en Bruselas y su entorno urbano am-plio, con ejemplos realmente espec-taculares.

Edifi cios en ruinas se han conver-tido de pronto en guarderías, cen-tros cívicos, academias de danza o de circo, escuelas o espacios poliva-lentes sostenibles y enérgicamente efi cientes, aprovechando todos los elementos arquitectónicos disponi-bles, utilizando nuevos materiales para los elementos añadidos, repen-sando la ventilación para que la energía consumida sea la menor posible, optimizando la luz y la temperatura, reutilizando el agua de lluvia y residual y, sobre todo recu-perando esos espacios que los ba-rrios más depauperados de las ciu-dades daban ya por perdidos.

La guardería Patufet, por ejem-plo, está ubicada en el parque de la Remunta de L’Hospitalet de Llo-bregat. Allí se erigían unas antiguas

INNOVADORES

caballerizas del Ejército en ruinas, en un entorno de descampados y fábricas, con vías rápidas como lí-mite. «La transformación realizada por el despacho Baas Arquitectura ha conseguido no solo ofrecer un centro educativo de alta calidad, confortabilidad y sostenibilidad para docentes y alumnos, con espa-cios de luz que aprovechan el sol hasta el último de sus rayos e inte-riores de madera que aíslan de la temperatura exterior y hacen del espacio un lugar energéticamente efi ciente. El centro también ha convertido ese entorno donde antes solo había basura, en un lugar lúdi-co y de reunión para los vecinos», explica Bustos.

Las actuaciones arquitectónicas, que combinan tecnologías de soste-nibilidad y efi ciencia energética al menor coste posible, constituyen auténticas obras disruptivas en en-tornos urbanos degradados, «pe-queños grandes milagros», puntua-liza Bustos, a nivel estructural pero también social.

Una nueva consecución en esta línea esperanzadora es la actuación arquitectónica en el centro cívico y para personas mayores del barrio barcelonés de Baró de Viver. La obra del estudio Arquitectura 24, ubicada en los límites de la ciudad, ha conseguido envidiables niveles de efi ciencia energética y confort. Su cubierta hiperequipada gestiona los ciclos energéticos del edifi cio, tanto de la producción eléctrica como de la climatización y del ciclo del agua. «Se aprovecha el agua de la lluvia y de los sanitarios para regar las plantas enredaderas que crecen en la valla que lo circunda y la vege-tación ubicada en el tejado», co-menta Bustos.

El nuevo equipamiento se ha realizado con elementos prefabri-cados, a un coste de poco más de 1.300 euros el metro cuadrado, consiguiendo vertebrar la actividad lúdica del barrio en un entorno vacío hasta entonces.

Edifi cios responsablesProyectos de rehabilitación de edi-fi cios maltrechos destinados a vi-vienda dotacional –la dirigida a jó-venes, ancianos o personas con necesidades asistenciales- o tempo-ral, para colectivos vulnerables, que observan tres criterios básicos: la

Ressò erigió con sus propias manos un habitáculo en dos niveles de 12x12 m. de planta

responsabilidad urbana, social y energética. Pero también antiguas fábricas en desuso convertidas en factorías de creación artística, con grandes ventanas de cierres modu-lados y halls que permanecen abier-tos para las necesidades del barrio; construcciones con materiales sos-tenibles y reguladores de la energía; o calles empinadas repletas de vi-viendas unifamiliares precarias, construidas con las manos de sus propios inquilinos, convertidas ahora en pequeñas plazas de uso público, vertebradoras de la vida social del lugar.

La guinda de este conjunto de obras arquitectónicas casi imposi-bles la constituye el proyecto Ressò, elaborado por el equipo del mismo nombre, nacido dentro del marco académico de la Escuela de Arqui-tectura de Sant Cugat para el con-curso universitario internacional de prototipos sostenibles Solar Deca-thlon Europe 2014. Ressò propuso una estrategia de rehabilitación urbana como respuesta al contexto de emergencia económica, social y ecológica que plantea el modelo actual de crecimiento de las ciuda-des, recibiendo los primeros pre-mios en Arquitectura e Innova-ción.

El equipo de arquitectos de Ressò erigió con sus propias manos un habitáculo en dos niveles, de 12x12 metros de planta y 5,5 metros de altura. La edifi cación, de bajo con-sumo energético, fue construida con materiales de bajo impacto. Se mezclaron madera y acero, se utili-zaron sistemas desmontables y reutilizables, se colocaron placas solares y térmicas, se alzó la base con un centenar de pequeños apoyos para evitar humedades, se ubicaron unos tubos en la cubierta -con una capacidad de hasta 900 litros- para captar el agua de lluvia para uso sanitario y calefacción, y se orien-taron las fachadas -construidas con doble piel de policarbonato, para crear una cámara de aire que per-mitiera regular la temperatura del interior- para aprovechar al máxi-mo la radiación solar. Arquitectura bioclimática a bajo coste.

La obra, que debía desmantelarse después del certamen, se convirtió en centro cívico y primer Centro de Energía de un barrio degradado de la ciudad barcelonesa de Rubí, una plataforma que tiene como objetivo promover iniciativas colaborativas para la transformación del barrio. Una auténtica muestra de que con muy poco puede hacerse mucho. La arquitectura efi ciente, sostenible y tecnológica de jóvenes estudios hace posible el acercamiento hacia unas urbes más inteligentes y, sobre todo, más humanizadas, algo que para algunos ya solo era utopía.

Regulaciones a medias

Alberto Iglesias

MUNDANAL BIT

Esta semana, el Parlamento Eu-ropeo ha aprobado una directiva acerca de los derechos mínimos que tienen que tener los trabaja-dores de plataformas como

Uber, Deliveroo o Glovo; aquellos que conforman la llamada economía colabo-rativa. Entre otras medidas incluidas en la directiva se encuentra la limitación de los períodos de prueba, la exigencia de que el trabajador sepa con anterioridad su ho-rario (y pueda rechazarlo sin consecuen-cias) o la imposición de que la formación que se considere obligatoria en su campo de actividad corra a cargo del empleador. También se recoge otro aspecto clave para los liberales, que son quienes han impul-sado este texto, como es el derecho a fi r-mar contratos con diferentes servicios -aunque sean rivales- sin que pueda mediar ningún tipo de amenaza o penalización.

En un principio, toda norma que sirva para regular la llamada economía colabo-rativa ha de ser bienvenida, pues acaba con la incertidumbre que impera en este sector y que, a su vez, lastra la inversión o la confi anza en las empresas y profesiona-les que en él operan. Sin embargo, cuando digo que es un acuerdo de mínimos, es porque la regulación que aporta es verda-deramente minúscula.

Así pues, la futura directiva no aborda cuestiones fundamentales como el salario mínimo por hora que han de cobrar estos trabajadores, su equiparación a profesio-nales similares que trabajen para empresas tradicionales o la gestión fl exible de las cotizaciones a la Seguridad Social que requiere un campo de actividad como éste. Además, no olvidemos que la UE ha optado por trasladar estos principios por la vía de la directiva y no del reglamento, con lo que aún podríamos tener sorpresas en los tres años que hay para transponer la norma al ordenamiento jurídico espa-ñol. Y más aún: esas modifi caciones loca-les podrían consolidar las diferencias ju-rídicas en un modelo empresarial en plena ebullición dentro de la Unión Eu-ropea como es el de la economía colabo-rativa.

Un texto a medias, que se queda sin satisfacer la plena regulación que exigían los liberales ni la protección social que demandan los partidos de izquierdas. Pero, a veces, parece que en Bruselas lo único que importa es sacarse la foto, más que abordar el problema completo...

En cobertura

ASÍ RECICLA COREA EL 95% DE SUS RESTOS ALIMENTARIOS

Un informe del World Economic Forum revela que un tercio del alimento creado en el mundo, unos 1.300 millones de toneladas, se pierde o desperdicia. En Europa y América del Norte, perdemos 95-115 kg al año por persona, pero países como Corea del Sur, donde apenas se reciclaba el 2% en 1995, han conseguido no superar los 11 kg con medidas como bolsas reciclables o el pago de una tasa media de seis dólares al mes por familia.

Fuera de cobertura

REINO UNIDO NO FRENA LA DIRECTIVA DEL COPYRIGHT

Reino Unido podría haber impedido la aprobación en el Consejo Europeo de la conocida como Directiva del Copyright, que cuenta con destacadas tecnológicas entre sus detractores, pero decidió no hacerlo. Tampoco Alemania ni España, que han votado a favor. Lo llamativo es que algunos dirigentes británicos, como Boris Johnson, se han jactado de que no se aplicará a su país gracias al Brexit.

INNOVADORES by Inndux es una publicación de KAPEK NTI S. L.

Tel: 960 263 499

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INNOVADORES

Nathan Furr propone llegar a la innovación por la ciencia-fi cción

PERSONAJES ÚNICOS «Escribir un relato ayuda a imaginar nuestro futuro y pensar lo que es posible, para afrontar las barreras», dice a INNOVADORES

JULIO MIRAVALLS MADRID

Sin el menor ánimo de irreverencia, podría decirse sobre Natham Furr -presentado como

gurú en transformación digital, li-derazgo y emprendimiento- que para él la innovación es una cosa de ciencia-fi cción. A ver, es que lo dice él mismo cuando habla de su libro Leading Transformation, escrito a seis manos con Kyle Nel y Thomas Zoëga Ramsøy: «Hablamos de cómo podemos usar herramientas para ayudarte a imaginar tu posible futuro. Proponemos usar ciencia-fi cción, pero puedes usar otras cosas...»

La palabra clave es «herramien-tas», que se repite en la conversa-ción que sostuvo con INNOVA-DORES a su paso por Madrid para intervenir en el seminario WOBI (World of Business Ideas). El deta-lle lo puntualiza luego: «Quiero decirlo con precaución: no estoy proponiendo que escribiendo una historia de ciencia-fi cción en cinco años habrá un futuro radicalmente distinto... Hacemos los cambios con pequeños pasos, y según cómo se encaminan esos pequeños pa-sos».

Furr identifi ca tres etapas para el cambio en las organizaciones («o a nivel personal», subraya varias ve-ces): lo primero, imaginar lo que es posible. Lo segundo, romper las resistencias. Y por fi n, aventurarse a navegar en lo desconocido.

Habla de su segundo libro, pero admite que «en cierto modo se publicaron en orden incorrecto: Leading Transformation debió ser el primero». El que publicó antes, The Innovator’s Method, «trata de cómo conseguimos ideas nuevas y cómo las probamos». Pero el segundo «ataca un problema anterior: ¿Cómo nos motivamos, cómo ve-mos qué otras cosas son posibles para nosotros?»

«Hay algunas barreras muy anti-guas, que hay que superar, y que todos compartimos como seres humanos», prosigue, para enume-rarlas: «la tendencia a quedarnos atascados en el statu quo, en las

cosas como son ahora, en los hábi-tos y rutinas y en el miedo a hacer algo nuevo. En el libro tratamos de aplicar algo de ciencias de la con-ducta».

Es cuando recomienda la cien-cia-fi cción, como estimulante, por «lo difícil que es imaginar cómo puede ser nuestro futuro, mientras hacemos lo mismo cada día. Puedes preguntarles a tus amigos, o sentar-te y decir, a título personal, ‘voy a escribir diez relatos para mí mismo, sobre a qué puede parecerse mi futuro en cinco años’. Y contar la historia con personajes».

Lo de usar personajes no es ba-ladí: «El personaje se enfrenta a un desafío y lo supera. Entonces la historia nos ayuda a descartar nues-tra propia incredulidad. Y una vez asumida la narrativa estratégica, en este primer paso, tendrás que afrontar algunas barreras, identifi -carlas y ver cómo derribarlas».

ArquetiposCuando las barreras son gente en la compañía, la clave es «entender su papel, y encajarlo en viejos arque-tipos sicológicos como precavido, guerrero... Una de las historias que cuento es el intento de que el depar-tamento legal apruebe la impresión en 3D. Y no hay manera: ‘es muy peligroso’, ‘la gente puede resultar herida’, ‘podríamos violar copyrig-hts...’. Ayudará a comprender que pertenecen al arquetipo precavido. Creen que su tarea es proteger a la compañía de cualquier daño y algo tan innovador la dañará. Hemos de cambiar la manera de hablar: ‘nues-tra compañía está siendo atacada. Si no hacemos cosas nuevas estará en peligro. Ayúdenos a hacerlo sin riesgo’…».

Vencidas las resistencias y los ‘cuellos de botella’, Furr entiende que es hora de avanzar, pero «de-pende de cómo midas tu progreso y si sabes que vas en la dirección correcta. Es como trazar un sende-ro desde ese punto futuro, de regre-so hasta hoy. Pregúntate ¿qué puedo empezar a hacer hoy y cómo mido ese progreso para la innova-ción?»

Todo ello, partiendo de la imagi-nación, que «es una de las cualida-

des humanas más bonitas. Aunque raramente se cumpla, imaginando cambiamos el curso de los aconte-cimientos».

Queda preguntar cuál sería en esto el papel de los expertos: «Pue-den ser muy valiosos. Y una gran ventaja para un innovador pregun-tarles y conseguir un atajo para entender su mercado», concede. «Pero a menudo están fi rmemente convencidos de que la forma en que hacen las cosas es la correcta y es muy difícil para ellos cambiar. Hay un auténtico peligro en que los expertos ralenticen el cambio y sean más lentos que otros para adaptar-se al futuro.

El divulgador Nathan Furr

durante su reciente visita a

España con motivo del

evento Wobi.

Los dirigentes públicos suelen ir muy por detrás de la revolución tecnológica. ¿To-dos? No, ya sabemos que en Hacienda siempre son los primeros en pillarlas al vuelo. Este año han incluido a las fi ntech

y a las criptomonedas en el Plan Anual de Control Tibutario, que copia los párrafos de 2018 referidos al comercio electrónico. Evidentemente, la Inspec-ción desempeña un servicio público principal, pero los políticos que la dirigen ya es otra cosa. Los que llevamos varias décadas en información económica sabemos que muchas veces el afán recaudatorio ha primado sobre otras consideraciones.Hoy, ya digo, se pone la lupa sobre las deducciones por gasto en I+D, cuentan los fi scalistas. Una buena excusa para revisar el laberíntico sistema en el que acaban atra-padas las pymes que quieren hacer innovación.

Las deducciones por I+D son muy atractivas porque existe la posibilidad de solicitar el abono del crédito fi scal que se genera. Esto gusta. La clave, y aquí es donde tenemos que ver si la regulación va al ritmo del cambio tecnológico, es el proceso de veri-fi cación. Para obtener la califi cación, vale un Infor-me Motivado Vinculante (IMV) emitido por el Ministerio de Economía, el CDTI, la OEPM o cualquiera de los otros entes autorizados. También se puede hacer una Consulta Vinculante a la propia Administración Tributaria (AET). Pero ni por esa vía ni por la otra se obtiene el visto bueno al impor-te del gasto en I+D, ojo, sino que sólo se verifi ca que la actividad es I+D. Para justifi car la cantidad de dinero se puede solicitar también a la AET un Acuerdo Previo de Valoración o se pueden aportar certifi caciones de terceros, no vinculantes. Estamos, recordémoslo, en el paso previo a iniciar el proyec-to innovador, llevamos meses intentando justifi car la deducción y la última palabra la tiene Hacienda.

Existe la posibilidad de obtener un Informe Mo-tivado Exprés si has recibido la certifi cación de Pyme Innovadora que expide el Ministerio de Economía. También aquí hay diversas vías de entrada: haber recibido ayudas públicas, haber patentado, haber obtenido IMV en los tres años anteriores o contar con alguno de los certifi cados específi cos de AE-NOR. Pero es discutible, conociendo el proceso administrativo, tener la garantía de que alguien con pleno conocimiento de la revolución tecnológica y de las tendencias clave monitorice el asunto.

He aquí la prueba: apenas hay 2.973 Pymes In-novadoras inscritas (y muchas ni siquiera han pe-dido renovar su califi cación desde que caducó en diciembre de 2018). La impresión es que todo el sistema está diseñado para autosostenerse. Dos ejemplos: la Xarxa Emprèn de Cataluña tiene 192 entidades adheridas; Emprenemjunts, en la Comu-nidad Valenciana... ¡428! El medio es el mensaje, la Administración y sus entes son el fi n de las políticas de innovación, ya lo dijo McLuhan.

Eugenio Mallol es director de INNOVADORES

Eugenio Mallol

ALGORITMIA Y VIOLÍN

¿Sólo 3.000 pymes innovadoras? Anda

8 Domingo. 21 de abril de 2019 • LA RAZÓN