Se preguntan, ¿qué hacer? Acudir al grupo de los...
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Retiro abril Provincia Nuestra Señora de las Virtudes Carmelita isionera M u je r pascual Lc. 24, 6 Compartir con la comunidad “No está aquí. Resucitó” 3. El cadáver no está. Las mujeres son las primeras en recibir el anuncio de la resurrección: ESTÁ VIVO. Se preguntan, ¿qué hacer? Acudir al grupo de los discípulos. “Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto” Jn. 20, 2 Juan nos narra el encuentro privilegiado de María con Jesús, a quien reconoce al ser llamada por su nombre. María va al grupo de los discípulos para dar testimonio de lo que ha visto y oído. Oro y contemplo. Jn. 20, 10-18 Iluminada por las “mujeres pascuales” traza un camino pascual para tu vida consagrada. Ante los desafíos de la vida consagrada hoy, ¿cómo afrontar el momento actual con actitudes pascuales? “La Pascua de Cristo, razón de nuestra esperanza, interroga nuestra fraternidad y nuestra misión” Contemplad Nº 51 2018
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Retiro abrilProvincia Nuestra Señora de las Virtudes
Carmelita isioneraMujer pascual
Lc. 24, 6
Compartir con la comunidad
“No está aquí. Resucitó”
3. El cadáver no está. Las mujeres son las primeras en recibir el anuncio de la resurrección: ESTÁ VIVO.
Se preguntan, ¿qué hacer? Acudir al grupo de los discípulos.
“Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto” Jn. 20, 2
Juan nos narra el encuentro privilegiado de María con Jesús, a quien reconoce al
ser llamada por su nombre.
María va al grupo de los discípulos para dar testimonio de lo que ha visto y oído.
Oro y contemplo. Jn. 20, 10-18
Iluminada por las “mujeres pascuales” traza un camino pascual para tu vida consagrada.
Ante los desafíos de la vida consagrada hoy, ¿cómo afrontar el momento actual con actitudes pascuales?
“La Pascua de Cristo, razón de nuestra esperanza, interroga nuestra fraternidad y nuestra misión”
Contemplad Nº 51
2018
Cristo ha resucitado. Una nueva vida se abre ante nuestros ojos, el corazón palpita lleno de gozo y nuestro ser se dispone a la acción del Espíritu Santo.
Orar y contemplar esos primeros momentos de la Resurrección nos lleva a focalizar un grupo de mujeres que hacen parte de este acontecimiento. Llamémoslas “mujeres pascuales”.
En retiro ellas nos guiarán para que nuestra vida consagrada sea “PASCUAL”.
1. Jesús ha muerto. Es puesto en el sepulcro.
“Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea, lo iban observando todo de cerca y se fijan en el sepulcro y en el modo en que habían colocado el cadáver”.
Afrontan la realidad que surge de corazones enamorados siguiendo la costumbre judía del descendimiento y sepultura. ¿Qué pasa por sus mentes? La memoria histórica de Aquel que se proclamó: camino, verdad y vida.
2. Las mujeres buscan el cuerpo de Jesús.
Temprano, al salir el sol, van de camino al sepulcro, comprenden su debilidad y se interrogan: ¿Quién nos moverá la piedra? Las piedras de sus corazones ya han sido removidas. Van con amor, confianza y fortaleza a cumplir con el rito judío de embalsamar el cuerpo de Jesús. Las invade el asombro y la perplejidad ante la tumba vacía, la ausencia del Amado.
“¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado?. Ha resucitado, no está aquí”. Mc. 16, 6
Ellas, sus discípulas, tratan de comprender el misterio de la muerte del Maestro.
Oro y contemplo Jn. 19, 38-42
Oro y contemplo Lc. 24, 1-7
