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PRIMERA PARTE EL PUEBLO DE ISRAEL HEBREOS, ISRAELITAS, JUDOSPeriodo Patriarcal. Esta nacin oriunda de Mesopotamia y que hace ms de 5000 mil aos abandon su tierra de origen en Ur de Caldea para trasladarse en un largo peregrinaje a las tierras que hoy llamamos Israel, eran llamados hebreos por descender de Heber abuelo de Abraham, y se desempearon originalmente como un pueblo de pastores de rgimen patriarcal. Otra versin, nos hace saber que el nombre hebreo deriva de la voz hibrith, que quiere decir del otro lado del ro, aludiendo a que Abraham y su gente llegaron a la tierra prometida desde el otro lado del ro Eufrates en Mesopotamia. Los patriarcas eran hombres piadosos y jefes de familia, algo as como comandantes de su raza, a esta autoridad la heredaba el hijo primognito o descendiente primognito en lnea directa. Los primeros patriarcas del pueblo fueron: Abraham, Isaac y Jacob llamado tambin Israel, este ltimo padre de las doce tribus que dieron origen al pueblo hebreo. Para la poca, fue el primer pueblo del mundo en abrazar y practicar una religin absolutamente monotesta, que de inmediato lo apart y diferenci de los dems pueblos de Medio Oriente. Los israelitas como los dems pueblos de Eretz Israel eran pastores trashumantes que en tiempos de sequa solan migrar a Mesopotamia o al valle del Nilo; en uno de estos viajes y huyendo de la sequa el pueblo de Israel permanece en Egipto por casi cuatrocientos aos, primero como visitantes y luego como esclavos, mantenindose siempre fieles a Dios y a sus tradiciones y sin asimilarse al pueblo egipcio. Periodo Mosaico. Segn las escrituras judas, la situacin del pueblo en Egipto se tornaba da a da ms espantosa, volvindose la vida cada vez ms difcil por haberse vuelto esclavos de llos, no adorar a sus dioses, ni tomar sus costumbres. Surge as la figura de Moises, que como narra el libro del Exodo desciende de la tribu de Lev, y a quien para salvarlo del decreto de muerte que el Faran haba pronunciado en contra de todos los varones nacidos del pueblo de Israel, su madre lo puso en una cesta y lo escondi entre las caas del Nilo, all se cuenta que fue encontrado y salvado por la hija del Faran, quien lo prohja y lo lleva consigo a palacio, siendo educado como un prncipe por los egipcios, pero Moises saba y conoca de su origen israelita. Pasaron los aos y Moises luego de verse envuelto en una reyerta y muerte de un egipcio, huye al desierto, en donde permanece cuarenta aos como pastor y contre matrimonio con la etope Sfora hija del sacerdote Jetr. En algunas narraciones el suegro de Moises se llama Raguel. Segn la tradicin, mientras Moises pastoreaba el rebao de su suegro Jetr, en el1

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Monte Sina 1 recibi de Dios el mandato de regresar a Egipto y sacar a su pueblo de la esclavitud y el cautiverio, y llevarlo nuevamente a la libertad. En un principio el Faran se neg a dejar salir a sus esclavos, a lo que Moises respondi que no sera l, sino Dios quien sacara al pueblo de Israel del cautiverio de los egipcios. Cuenta la tradicin bblica que Egipto recibi el azote de diez plagas antes que el corazn del Faran se conmoviera y consintiera en dejar salir de Egipto al pueblo de Israel, estas plagas en orden cronolgico fueron: primero el agua se convirti en sangre, luego vinieron las plagas de ranas, piojos y moscas, siguieron a continuacin la peste en el ganado, lceras y granizo, luego lleg la plaga de langostas y las tinieblas, estas plagas terminaron con la muerte de los primognitos egipcios y la muerte del primognito del Faran.

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El libro del Exodo detalla como el pueblo sali de Egipto, cruz milagrosamente las aguas del Mar de Caas y se intern en el desierto camino al monte Sina y a Eretz Israel, en el desierto permanecieron por el espacio de cuarenta aos, y de un pueblo esclavo se troc en una nacin que amaba y valoraba su libertad. El credo en un Dios nico, no estuvo escrito ni regulado hasta los das de Moises, considerado por los hebreos el primero y el ms grande de los profetas y quien segn la narracin bblica recibi de Di-s2 la Tor en el Monte Sina, la misma que contiene los cinco primeros libros de lo que en occidente se llama la Biblia y que son: Gnesis, xodo, Levtico, Nmeros y Deuteronomio. Para el pueblo hebreo la Tor es perfecta, ni se aade, ni se quita nada de su texto, y no se altera jams su tenor. A parte de todo esto se la considera histrica, porque relata con exactitud todo lo que fue antes de Moises, es proftica por determinar hechos y circunstancias que sucedern a lo largo de la historia juda y es jurdica ya que determina con una minuciosidad extraordinaria todas las leyes, mandamientos y regulaciones que guiarn la vida y existencia del hombre y del pueblo, as como su comportamiento para vivir en armona con Di-s, consigo mismo, con sus semejantes y con su naturaleza. La ley que regira por milenios a Israel est contenida en los clebres 10 mandamientos del Declogo y en 613 preceptos de fe que extrados de la Tor fueron codificados en los tratados de La Mishna. Moiss aparte de ser lder, juez y caudillo del pueblo, fue considerado por el judasmo el primero y el ms grande profeta de Di-s. Este legislador y lector de la ley muere a las puertas de Eretz Israel sin haber cruzado aun el Jordn, y sin llegar a poner sus pies en la tierra que Di-s entreg al pueblo de Israel. Este pueblo monotesta y endogmico que viva del pastoreo y la agricultura, disperso en tribus que poblaban los campos, habit un pas entonces muy feraz y cuya tierra

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. En algunos libros se conoce al Monte Sina como Horeb o monte de Dios, y desde antes de la llegada de Moises era conocido como un lugar de culto por los nmadas. 2 Es una manda judica que arranca de los tiempos del Talmud el no escribir completo el nombre de Dios, pues como ley especfica de la Tor est prohibido pronunciar el nombre inefable y por ende escribirlo, en su lugar los judos utilizan palabras como Adonai (El Seor), El Eterno, El Bendito, El Santo Santsimo, entre otros.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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manaba leche y miel 3, en donde fcilmente se cultivaba el trigo y la vid, el olivo y la higuera con lo cual se aseguraba su sustento y prosperidad; en este tiempo solan guerrear constantemente con sus vecinos tanto por la tenencia de la tierra, con por ser Eretz Israel una especie de puente entre Egipto y Mesopotamia4 o entre Siria y Arabia, esto la convirti en paso obligado de pueblos y ejrcitos que la codiciaban. Periodo de Jueces. Luego de la muerte de Moiss y de que Josu conquistara la Tierra Prometida, empieza a utilizarse un sistema de gobierno Teocrtico encabezado por jueces, quienes eran una especie de lderes religiosos y caudillos militares, cuya misin principal consisti en liberar al pueblo de Israel en conjunto o a cualquiera de las tribus que sufriera opresin de sus enemigos; hubo aproximadamente doce jueces en un periodo de alrededor de 400 aos, y van desde Josu quien sucedi a Moiss hasta Samuel quien ungi al primer rey de Israel. El Libro de los jueces cuya autora se atribuye al profeta Samuel cuenta como en aquella poca se llam juez a aquel que ejeca en nombre de Dios la autoridad soberana de todo Israel. Algunos jueces fueron elegidos por el pueblo como el caso de Sansn quin gobern Israel por veinte aos en tiempo de las guerras de los filisteos. Periodo de los Reyes. Una vez que Saul fue ungido como el primer rey de Israel comienza el periodo de la monarqua, dentro del cual surgieron personajes tan extraordinarios como David o Salomn. Estos reyes crearon un estado fuerte, una cultura urbana, una gran Capital como Jerusaln en la que fue edificado el Primer Templo, que a criterio del pueblo judo era la morada del Dios vivo en la tierra y el centro nico de adoracin y peregrinacin en el mundo. De esta poca a ms de los libros bblicos de los Salmos de David, los Proverbios y el Cantar de los Cantares de Salomn, la arqueologa moderna ha ido descubriendo restos de alfarera, metalurgia e inclusive restos arquitectnicos que dan fe del alto grado de desarrollo de la poca, y como el pueblo de Israel de una sociedad pastoril y rural, se transform en un pueblo urbano y mercantil que asociado a los fenicios naveg y comerci por los cuatro extremos del Mediterrneo, llegando inclusive hasta las costas de Sefarad (Espaa) donde fundaron algunas colonias y ciudades mercantiles y se relacionaron con los reinos peninsulares de ese entonces, tal como lo prueba la lpida de Aldera que parece confirmar una estrecha relacin mercantil entre el reino de Tarsis o Tartesos en la baja Andaluca con el reino salomnico de Israel ( Al-Kubba Jacob: pg. 62). El Cisma. Luego de la muerte de Salomn, su hijo y sucesor Jeroboam vio eclipsar el podero y prosperidad del reino salomnico de Israel; ste se dividi en dos estados, al norte el Reino de Israel poblado por 10 tribus que eran: Las de Dan, Aser, Efran, Menass, Isacar, Zabuln, Neftal, Simen, Rubn y Gad y al sur el Reino de Jud poblada por las tribus de Jud, de Lev y de Benjamn; en este periodo vemos aparecer tanto en Jud Un pas paradisiaco que manaba leche y miel en lenguaje histrico es un lugar donde se mezclan diversos pueblos. 4 Los gegrafos griegos y romanos llamaban Mesopotamia o pas entre ros, al pas situado entre el Eufrates y el Tigris, en la actualidad este territorio corresponde a Irak.3

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como en Israel, la figura de los Profetas de Dios quienes son lderes populares con un profundo mensaje social y religioso, y que tratan de poner freno a los excesos y vicios de los reyes y sus cortes, as como al deterioro social de la nacin y a la idolatra venida del extranjero, tratando de retornar a la pureza religiosa de antao y a las costumbres sencillas de la vida del campo. Los profetas ms famosos de esta poca fueron: Elas, Isaas, Jeremas, Ezequiel y Daniel. Estos reinos que guerrearon entre si, ya separados no pudieron hacer frente a las potencias emergentes que desde Mesopotamia se lanzaron a la conquista de Siria, Eretz Israel y Egipto; y as, los Asirios primero destruyeron el Reino de Israel y exiliaron a sus habitantes sin que la historia vuelva a tener noticias de llos, y se convirtieron en la tradicin histrica hebraica de las tribus perdidas que sern recogidas por el Mesas de los cuatro extremos del mundo.

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La primera dispora juda. Aproximadamente 150 aos despus de ser destruida la ciudad de Samaria (capital del Reino de Israel) y borrado el nombre del pueblo de Israel, los babilnios al mando de Nabucodonosor conquistaron el Reino de Jud, sitiaron su capital Jerusaln, la incendiaron y con lla al primer templo, su poblacin fue llevada cautiva a Babilonia y buena parte del pueblo judo huy a sitios tan diversos como Saba (El Yemen), Abisinia (Etiopa), el norte de Africa y las costas de Sefarad (Espaa). En el exilio los judos gozaron de ciertas consideraciones sobre todo de tipo religioso y econmico, inclusive algunos de ellos como Daniel llegaron a ostentar importantes cargos pblicos, y no fue sino hasta cuando Ciro rey de Persia conquistara Babilonia que el pueblo obtuvo el permiso para retornar a su tierra de origen para reedificar Jerusaln y el Templo, retorno que fue comandado por los Profetas Esdras y Nehemas, pero un buen grupo permaneci en Persia y Babilonia en exilio voluntario conforme narra el libro de Esther. La tradicin bblica dice que unicamente retornaron las tribus de Jud, Benjamn y Lev, mientras las otras Diez tribus perdidas continuaron en exilio voluntario durante la dominacin de los persas.5 Judasmo y Helenismo. Aun antes de la conquista por Alejandro Magno, ya se haca sentir entre los judos la presin ideolgica del pueblo griego. Alejandro Magno, hijo de Filipo II y de Olympias, naci en Pella el 356 AEC. Vino ha ser rey de Macedonia cuando su padre fue asesinado el 336, someti los griegos el 335, a los persas el 334, conquist Tiro, Siria y Egipto el 331 e invadi la India posteriormente. Este rey macedonio cuyas conquistas se extendan desde Tracia hasta la India y desde Egipto hasta Samarcanda, fue recibido por los judos con jbilo como si se tratara de un libertador, Alejandro muri muy joven en Babilonia, y su inmenso Imperio luego de una sangrienta lucha se dividi entre sus generales. Herencia de estas conquistas son los reinos helensticos de: Egipto, Siria, Persia, etc. en los cuales predominaba la filosofa, la religin y la lengua griega. Como un resultado de todo esto las culturas griega y juda chocaron y se mezclaron, los judos5

Hubo en realidad trece tribus, pero nicamente doce participaron en el reparto de tierra, quedando la tribu de Lev esparcida por todo Eretz Israel, sin territorio propio y dedicada al servicio divino, que se cumpla en el templo o fuero de l.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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de la dispora empezaron a utilizar el griego como lengua cotidiana y el hebreo como lengua sagrada, el Tanaj fue traducido al Griego traduccin que se llam la Septuaginta, esto favoreci a que muchos gentiles (no judos) conocieran, respetaran el judasmo y hasta se convirtieran al l. El punto culminante de esta poca lo relatan los libros Primero y Segundo de los Macabeos, los cuales cuentan como los judos se alzaron en armas contra los sirios para defender su credo, lograr su independencia y la expansin del judasmo, as se formaron cientos de ncleos comunitarios judos alrededor de todo el Mediterrneo, llegando a calcularse que aproximadamente el 10 % de la poblacin de esta parte del mundo eran judos por origen o por conversin. El judasmo a pesar de que luchaba por mantenerse dentro de los cnones mosaicos recibi un aporte filosfico muy grande de la cultura helnica, absorbiendo muchas cosas del pensamiento euclideano, la lgica aristotlica y el pensamiento platnico, adems la nueva dinasta Hasmonaita (descendiente de los Macabeos) inagur un nuevo periodo de independencia y florecimiento del pueblo judo, que termin con el advenimiento de Roma como potencia emergente en la cuenca del Mediterrneo. Es necesario indicar, que los libros I y II de Macabeos son considerados por el judaismo como puramente histricos, pues, stos no constan dentro del Tanaj o canon bblico hebreo, pero su importancia es cardinal ya que su contenido da origen a la celebracin de Hanuka o fiesta de las luminarias, inmortalizando as en la conciencia popular juda, la hazaa de los hermanos Macabeos y la reconsagracin y purificacin del templo de Jerusaln, luego de que ste fuera profanado por los griegos.

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La invasin romana y el Galuth. En el ao 63 antes de la era comn (Antes de Cristo), Pompeyo general y triunviro romano, invadi y conquist Eretz Israel para Roma, englobndola en el gobierno de Siria, y la dividi en cuatro provincias que de norte a sur y entre el Jordn y el Mediterrneo eran: Galilea, Samaria, Judea con Jerusaln como capital e Idumea en el extremo sur del pas. Nombr como Gobernador a un idumeo llamado Antper, el mismo que en un principio respet el sistema religioso y judicial del pas, pero luego al nombrarse a Herodes el Grande hijo de Antper, como rey de Judea (37 al 4 Antes de Cristo) las cosas cambiaron mucho, en vista de que este hombre que para ganarse la voluntad de los judos restaur el templo de Jerusaln con gran magneficencia, result ser un monarca cruel y brutal. Durante el gobierno del rey Herodes el Grande y aproximadamente en el ao 7 Antes de la Era Comn6 acaeci un hecho que cambi por completo la historia del mundo, en el seno del pueblo judo naci Jesua Bar Joseph, (Jess hijo de Jos) rabino y maestro de la ley, y quien luego de su crucifixin y muerte ordenada por el procurador Poncio6

Gerald Massie en sus trabajos sobre los orgenes del cristianismo, devela, la verdadera fecha del nacimiento de Jess a partir de dos hechos concluyentes, por un lado la conjuncin astral de Jpiter y Saturno ocurrido por ese entonces y que dio origen a la famosa estrella de Beln y por otro la conclusin del empadronamiento general ordenado desde Roma por el Emperador Octavio Csar Augusto.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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Pilatos7 bajo el reinado de Tiberio, fue considerado por sus seguidores (cristianos) como el Mesas Prometido y el Hijo de Dios hecho Hombre. Los principales escenarios donde Jess de Nazaret predic fueron las sinagogas, y las enseanzas de este maestro promotor de una tica elevada, universal y eterna, dio origen a la religin ms grande y opulenta de la humanidad. El licenciado Jean-Claude Barreau estudioso de la persona de Jess desde un punto de vista histrico, considera que los discpulos de Jess estuvieron conformados mayoritariamente por bautistas, que eran un movimiento de renovacin espiritual dentro del judaismo, y cuyo postulado principal era la limpieza y conversin del corazn, manifestada por la inmersin en agua; sin embargo a nuestro juicio el bautizo de Jess en el Jordn no fue otra cosa que el cumplimiento de la Halaj o Ley Religiosa Juda que prescribe claramente que uno debe tomar un bao de inmersin en agua corriente (de un ro) durante el periodo de dis das que dura T shuv (das arrepentimiento) y que media entre Rosh-hashana (ao nuevo) y Yom Kipur (da de expiacin). Estos hechos suscitados en una pequea y poco importante colonia romana, cambiaron para siempre y de manera definitiva la historia de la humanidad, la cual desde entonces maneja su cronologa con antes de Cristo (AC) y despus de Cristo (DC), pero tambin acarre irremisiblemente sobre el pueblo judo un estigma perenne de deicido, es decir, el haber condenado y dado muerte a Dios en la persona de Jess su hijo unignito. Sin embargo, el drama del Glgota dej de ser un suceso aislado en la historia, y se revesti de un caracter de universalidad, en este dramtico suceso de flagrante violacin a los derechos del hombre y de los pueblos, judos eran los que acompaaban a Jess, hebreros eran tambin la Virgen Mara y los apostoles, as como quienes lo vitorearon el Domingo de Ramos y hebreos fueron adems quienes de uno u otro modo participaron en su juicio y condena; pero claro est, no fue esta una peticin nacida de la voz de todo el pueblo judo, sino de una nfima minora, ya que durante el juicio a Jess de Nazaret, no todos los judos se encontraban en Jerusaln y en Tierra Santa, pus a la poca buena parte de los israelitas se encontraban dispersos por los cuatro extremos de mundo, en grandes y florecientes comunidades localizadas desde Persia hasta Espaa, adems la pena imputada a Jess es tpica del derecho penal romano, que se encontraba representado en la persona del procurador Poncio Pilatos quien ejerca en ese entonces, el poder civil y militar en nombre de la potencia ocupante. Por otra parte como el juicio de Jess se efectu en los das de la Pascua juda (Pesaj) jams pudo haber sido conocido y sentenciado por el Sanedrn, en vista de que ste no sesionaba durante las altas fiestas, y de hecho debi ser conocido y tratado nicamente por la autoridad romana y sus ad-lateres; claro esta que Jess al identificarse con la dinasta davdica, el Mesas y el reino de Dios, estaba poniendo en peligro a todo el sistema romano, el emblema Rey de los Judos colocado sobre la cruz es una prueba concluyente de que Jess fue crucificado por considerrsele una amenaza a la soberana romana, los romanos imponan este tipo de castigos a quienes no reconocan la autoridad insoslayable del imperio y los dictmenes absolutos del Csar. Todas estas7

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El Historiador Jean/Calude Barreau autor del libro: Jess el hombre considera que la fecha ms certera de la crucifixin y muerte de Jess es el 7 de abril del ao 30 tomando en cuenta los fenmenos solares y telricos que tuvieron lugar en esa fecha, conforme narran tambin los evangelios cristianos.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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circunstancias hacen que la muerte de Jess adquiera tintes de universalidad, puesto que en el drama del Calvario se encontraba representada la humanidad entera, en l participaron tanto judos como gentles sean estos griegos, romanos o sirios. Fuera de los evangelios cristianos, los escritores judos y latinos de esa poca son lacnicos al tratar sobre la persona de Jess. Por otra parte a raiz del desembarco romano en el puerto de Gaza, antigua capital de los filisteos, los invasores empiezan a llamar a estas tierras Filistina, palabra que luego evoluciona y se trueca en Palestina, y que en poco tiempo es utilizada para denominar a toda la regin comprendida entre Siria, Arabia, Mesopotamia y el Mediterraneo, esto es todas las tierras que antiguamente comprendieron el reino salomnico de Israel.

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Durante esta poca los reyes tributarios llamados tambin tetrarcas gobernaron con el consentimiento y permiso de Roma, la cual adems controlaba el nombramiento del Sumo Sacerdote quien presida al Sanedrn que era un Tribunal de tipo religioso, judicial y administrativo, dando al traste de esta manera con lo que la ley mosaica estipulaba para el nombramiento de esta autoridad; pues segn la ley mosaica el Kohem Gadol (Sumo Sacerdote) era elegido siempre de entre los ms santos y sabios Kohanim o descendientes de Aarn, sin interferencia de los vaivenes de la poltica interna o de las presiones ejercidas por potencias invasoras. En aquel entonces Eretz Israel estaba poblada por unos 5 millones de habitantes8 . Entre los que se contaban griegos, sirios, rabes y egipcios en las costas, idumeos en el sur, mientras que en el interior, en Judea y Galilea predominaban los judos puros y los samaritanos; en estos tiempos la poblacin hablaba en arameo y caldeo y en las ciudades mercantiles predominaba el griego, pero siempre se mantuvo el hebreo como lengua sagrada utilizada en el templo y en las sinagogas para la oracin y el estudio de las sagradas escrituras. Los tetrarcas eran regentes que gobernaban en una zona geografica especfica, equivalente a la cuarta parte del pas, pero cuando estos empezaron a rivalizar y guerrear entre s, Roma decidi suprimirlos y reemplazarlos por gobernadores militares denominados procuradores. Estos funcionarios solan residir en la ciudad costera de Cesrea del mar, para mantenerse a prudente distancia del templo, de los sacerdotes y de los disturbios que peridicamente estallaban en Jerusaln. Roma cobraba pesados tributos sobre la produccin del pas que se centraba en la actividad agrcola, la cual produca dtiles, trigo, cebada, mijo, vino, aceite, judas y blsamo, mientras que a travs de la ganadera se criaban ovejas, cabras y bueyes, el animal de tiro era el asno y el dromedario. En el mar de Galilea se explotaban ingentes cantidades de pescado que luego de ser salado se lo exportaba.8

El cronista sirio del siglo IV, Barthebraeus habla del censo efectuado bajo el reinado de Claudio, segn este censo el Imperio Romano se encontraba poblado por 6.944.000 judos. Adems el Atlas Judo proporciona como dato poblacional en el siglo I de la era comn, que la poblacin juda de entonces superaba los 8 millones, habida cuenta que la poblacin mundial oscilaba entre los 170 millones de personas, el dato es lgico, pues conforme a los censos romanos solamente en Judea se concentraban 2 millones de habitantes, con esto se trata de probar que la cifra poblacional expuesta no es exagerada.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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A causa de los impuestos que gravaban la produccin, mucha gente contraviniendo disposiciones expresas de la ley mosaica, se dedic al agiotismo como actividad de lucro, llegando a cobrar hasta el 12 % de inters por prstamos a corto plazo. La sociedad se dividi en varios partidos que pugnaban entre s, destacndose: los fariseos, los saduceos, los esenios, los zelotes, los sicarios y los herodianos, todos con tesis filosficas y religiosas totalmente contrapuestas provocando una gran descomposicin social, que se reflejo inclusive en la aparicin de bandas de salteadores de caminos y de piratas en las costas, lo que agudiz las tendencias sociales, esto fue un caldo de cultivo para el advenimiento de predicadores y visionarios, que hablaban con lenguaje apocalptico clamando por el fin del mundo y la inminente llegada del Mesas que restaurara la antigua gloria de Israel y de sus reyes; as mismo aparecieron sobre todo en Galilea, filsofos de la escuela cnica que se caracterizaban por su lenguaje lapidario e insisivo, burlndose de todo lo establecido; esto unido a la presin militar de Roma, la relajacin de las costumbres religiosas y la poca moral de la clase sacerdotal, exacerbaron al pueblo para lanzarse en una guerra suicida contra sus opresores. Luego del imperio de Calgula reinaba en Roma el emperador Nern, ste nombr como procurador de Eretz Israel, a Gesio Floro, quien entreg a los reyes Herodes Agripa y Berenice el gobierno de Judea que dur 4 aos (41-44 DC), y de esta manera temporalmente se restaur el antiguo Reino de Judea. El imperio dominante, sola retener en su corte como rehenes, a prncipes de estados vasallos para educarlos a la usanza romana, y entre stos se encontraba un prncipe judo conocido por la histria como Herodin o el pequeo Herodes y en quien confluan la descendencia del rey Herodes el Grande y la dinasta de los Hasmoneos legtimos reyes de Israel, para ser educado bajo la tutela imperial9 . Dado que el rey Herodes el Grande, hijo del idumeo Antiper no era parte del pueblo hebreo, ste jams fue reconocido por el pueblo como un rey legtimo, pero a partir de su matrimonio con la princesa Mariamne de la dinasta Hasmonaita, sus hijos y descendientes, ya fueron parte del pueblo judo y reconocidos por ste como sus prncipes verdaderos. El gobierno de estos reyes fue breve y trajo una relativa paz y prosperidad para el pas, pero la muerte repentina del rey Herodes Agripa hizo retroceder las cosas a como estaban en tiempo de los procuradores. Nuevamente recrudecieron las luchas de partidos con ms virulencia que nunca, las tensiones sociales llegaron a su punto mximo, y esto unido a un hecho casual y relativamente futil acaecido en Cesarea del mar, en donde sirios y judos pugnaban constantemente por la posesin y propiedad de la ciudad, los primeros porque alegaban que el rey de los judos, Herodes el Grande la haba fundado, los otros porque alegaban que la ciudad toda era de vida, costumbres y cultura griega aunque Herodes la hubiere fundado, pus ste hizo erigir templos y estatuas a las deidades griegas. Esto provoc la lucha armada dentro de la ciudad, lo que unido a los acontecimientos que se daban en el resto del pas, empuj a los judos a la sedicin y a la guerra total contra Roma (Flavio Josefo, La guerra de los judos, Tomo 4, pg.155).

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Gerald Massie experto en periodismo cientfico, mediante documentos histricos y deduccines lgicas logra armar la genealoga de los Herodes y la realidad histrica de Herodin un personaje bblico mencionado en las epstolas de San Pablo.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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A pesar de la insurreccin que englobaba todo el pas el pueblo se hallaba dividido en dos bandos en el uno se encontraba los fariseos, los herodianos, los zelotes y los saduceos todos concientes de que la guerra abierta contra los romanos equivala a un suicidio colectivo, por lo que pretendan negociar con llos una paz honrosa, por otro lado estaban los sicarios y bandidos quienes perseguan una guerra total y definitiva con el poder romano. Los sicarios eran un partido de extremistas y asesinos a sueldo que sembraron el terror y el desconcientro entre la poblacin civil. El historiador Flavio Josefo cuenta que los sicarios llegaron inclusive a asesinar al propio Sumo Sacerdote Jonats y luego a muchsima gente en todas partes, lo que cre un clima de terror e intranquilidad, en donde todos desconfiaban de todos, vivindose en un clima de terrorismo poltico, esto agudiz aun ms el espectro de intranquilidad y peligro creados por la guerra.

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Los hechos narrados motivaron a que desde Siria el gobernador Cestio Galo al mando de treinta mil hombres pretendiera aplastar la insurreccin, consiguiendo algunos xitos iniciales, pero al llegar a Jerusaln donde los sicarios se haban hecho fuertes en el templo, tuvo que huir. Por este motivo el emperador Nern confi la prosecucin de la guerra y la pacificacin de Eretz Israel al general Tito Flavio Vespaciano, quien reuni en Ptolomeida un enorme ejrcito compuesta por contigentes venidos de varias provincias vecinas, la lucha emprendida por l fue feroz, asedi y destruy varias ciudades entre ellas Yotapata donde perecieron ms de cuarenta mil judos, mientras las mujeres y nios fueron vendidos como esclavos en los mercados del imperio, pero al internarse en el pas se encontr con la cerrada resistencia de Jun de Giscala quien al mando de los zelotes mantenan libre Galilea, Samaria y Gaulritis, pero la estrategia y presin de Vespaciano oblig al caudillo zelote a replegarse hacia Jerusaln donde junto a Simn Bar Kojba (Simn hijo de la Estrella) se prepararon para hacer de Jerusaln el ltimo punto de resistencia y a la cual los romanos inmediatamente pusieron sitio. La repentiva muerte de Nern hace a Vespasiano volver a Roma, pues ste haba sido proclamado emperador por el ejrcito; Vespasiano deleg a su hijo Tito la conclusin de la guerra con los judos y la toma de Jerusaln, Tito estrech el cerco sobre la capital y lanz un ataque desde tres direcciones diferentes (Samaria, Emas y Jeric). La situacin en la ciudad fue volvindose cada vez ms y ms dramtica, los alimentos escaseaban y mucha gente lleg a extremos de matar y comerse a sus propios hijos, mientras que los caudillos de la revuelta endurecieron el trato contra aquellos que queran desertar, llegando a crucificar o flagelar hasta a quinientos de ellos cada da. Fuera de las murallas de Jerusaln, Tito tena como consejero al judo Tiberio Alejandro y como rehenes y observadores a los historiadores Flavio Josefo y Ben Zakkar. En la pascua del ao 70, el cerco romano fue definitivo y Jerusaln fue tomada, saqueada y destruida, a pesar de la orden expresa de Tito de no tocar el templo, un soldado arroj una tea dentro de l, y ste ardi por completo, muriendo en el ms de seis mil mujeres y nios que se haban refugiado en el prtico interior.

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Los tesoros del templo, el velo del Sancta Sanctorum, la Menor10 , la Mano de panes de Proposicin, los rollos de la Tor, junto con los dos caudillos de la sublevacin fueron llevados a Roma y paseados en la procesin de la victoria que se celebr en honor de Tito en esta Ciudad. Adems fue acuada una moneda con la imagen de una mujer juda vendida como esclava y con la inscripcin juda capta (juda cada). El saldo final y trgico de esta guerra de sedicin fueron ms de un milln de muertos y aproximadamente cien mil personas vendidas como esclavas. Al resto de la poblacin juda que quedaba en Eretz Israel se la expatriaba, prohibindole inclusive regresar en los das de peregrinaje a llorar en los escombros del templo. Los expatriados se derramaron por toda la cuenca del Mediterrneo, refugindose en las antiguas comunidades que poblaban gran parte de los puertos mercantiles de este mar y llegando sobre todo a Hispnia donde sus correligionarios moraban desde los das mismos del rey Salomn. La rebelin no termin como era de creerse con la cada y destruccin de Jerusaln y el templo, todo lo contrario un grupo de sobrevivientes de Jerusaln y exaltados de todo el pas se replegaron hacia el Mar Muerto donde capturaron la antigua fortaleza de Masada construida por el pontfice Jnatas y que haba sido palacio de invierno de Herodes y sus sucesores, pasaron a cuchillo a la guarnicin romana que la custodiaba y se atrincheraron en lla. Desde aqu comenzaron una guerra de guerrillas para hostigar a las guardias romanas, situacin que se prolong ms o menos por tres aos hasta que el general romano Flavio Silva puso sitio a la fortaleza para tomarla definitivamente y acabar as con el ltimo foco de resistencia juda en Eretz Israel, sin embargo los defensores al verse perdidos por la superioridad numrica de los romanos, decidieron suicidarse antes que claudicar y que se repitiera en llos la suerte que corrieron los sobrevivientes de Jerusaln; por ello 960 personas entre hombres, mujeres y nios todos pertenecientes a la faccin de los zelotes se pasaron a cuchillo la noche del quince de Nisan que es el da de la pascua juda, sobreviviendo unicamente dos mujeres y cinco nios que se ocultaron en una cisterna y relataron al mundo esta magnfica historia plena de fe, heroicidad y amor a la libertad. En el ao 73 de esta era, Roma concluy la guerra con la toma de Masada. En Eretz Israel sobre las ruinas de Jerusaln se fund la colonia romana de Aelia Capitolia, en la cual se erigieron teatros y templos sobre las ruinas del templo y se prohibi expresamente que la poblaran judos.

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La Menor era un candelabro de siete brazos tallados con figuras de copas, manzanas y flores, se supone que meda ms o menos 1.5 m. de alto y 1.05 m. de ancho elaborado en oro puro. En el segundo templo haba un Menor, el mismo que fue llevado como trofeo a Roma, este suceso se encuentra tallado en el Arco de Tito.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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SEGUNDA PARTE

LOS JUDOS EN ESPAA.Antencedentes.

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Conforme a los datos histricos de que disponemos, a raz de las persecuciones que sufrieran las aljamas espaolas en 1391, y segn se iba acercando el ao de la expulsin, los judos espaoles se vieron en la necesidad de probar su origen y antigedad en los territorios ibricos, pues a los judos les significara su permanencia legal y a los conversos un respiro frente al Tribunal del Santo Oficio, adems a los primeros les limpiara del estigma de deicidio que vena arrastrando este pueblo desde tiempos medioevales. Los judos, para clarificar documentadamente su permanenca en Espaa, acudieron a toda clase de documentos, desde la Bblia, la arqueologa, la lrica hipanohebrea y las crnicas generales del Reino, la primera de las cuales fue escrita en tiempo del rey Alfonso X el sabio, pero en lla no se hace realmente mencin de una fecha especfica acerca de la llegada de los judos a territorios peninsulares, en cambio, en La Refundicin de la Crnica General publicada en 1344 ya se hace alusin a una fecha especfica de llegada, y se la seala con el tiempo de la destruccin del primer templo en manos de Nabucodonosor, recalcando el hecho de que los primeros hebreos llegaron a Espaa por su propio voluntad, el historiador Luis del Mrmol Carvajal sostiene que muchos judos llegaron al sur de Andaluca con los fenicios aun antes de la destruccin del segundo templo, e incluso hace derivar el nombre de la ciudad de Granada de la voz hebrea Garnat que quiere decir peregrino, ya que segn este autor fueron los judos quienes la fundaron (Beinart: 1993. Pg 15-16). Estos grupos judos haban llegado a las costas ibricas navegando las naves del rey fenicio Hiram de Tiro o los barcos mercantes del rey Salomn. Con la destruccin del primer templo y la primera dispora, muchos judos huyendo de la destruccin sembrada por los babilonios buscaron refugio entre sus hermanos de Sefarad, y se establecieron no solo en las antiguas colonias fenicias y griegas, sino que se internaron por el resto del pas, conformando toda una red de comunidades mercantiles muy ligadas entre s y muy allegas tambin a sus hermanos de la dispora oriental. Segn Rab Yishaq Abrabanel, utilizando el texto bblico al cual considera irrebatible y vlido igualmente para judos y cristianos, hace en 1493 una exgesis de los libros de Reyes, Abdas 20 y Zacaras 12,7 y relata que fue Pirro quien trajo a Espaa gran nmero de judos de las tribus de Jud, Benjamn, Lev y Simen; as tambin, un gran nmero de sacerdotes que vinieron voluntariamente se asentaron en el sur de Andaluca, en donde fundaron la ciudad de Lucena, adems hace incapi en que todos ellosDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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permanecieron en Espaa sin regresar a Tierra Santa en los das de los profetas Esdras y Nehemas quienes capitanearon el regreso de los exiliados a Jerusaln. En una carta hallada en la Gueniza11 de Pumbedita, Babilonia y que data del ao 953, se cuenta como la acadmia Talmdica de esta ciudad, conocedora de la prosperidad de las comunidades de Espaa que existan desde los das de la destruccin de primer templo, solicita a stas fondos y socorros para las acadmias Talmdicas de este lugar. Adems en esta misma carta se exalta la religiosidad y sabidura de las comunidades espaolas, y de como se aconsej al propio Alejandro Magno acudir a stas en pos de consejo, esta epstola llevaba la firma de Rab Aharon Gan ben Jos Sargado o Sargada. Tambin se acudi a la arqueologa, como medio probatorio de la antigedad de la comunidad hispanohebrea, y as se recure a las lpidas funerarias encontrndose dos sumamente antiguas, una en Tarragona y otra en Tortosa, la primera esta escrita en latn y hebreo, contiene un shofar o cuerno ceremonial, un candelabro, un rbol de la vida, dos pavorreales y una leyenda que reza: Paz sobre Israel y sobre nosotros y sobre nuestros hijos amn, la segunda cuyo texto funerario escrito en hebreo, latn y griego dice: Paz sobre Israel. Esta es la sepultura de Mellosa, hija de Rab Yehud y de KYRA Miriam. El recuerdo de la justa sea para la bendicin, su espritu para la vida eterna. Repose el alma de ella en el haz de los vivientes. Amn. Sea as. Paz. Al comparar estas lpidas con otras halladas en Eretz Israel de similar factura se encontr una gran similitud caligrfica, as como en los textos utilizados, por lo que se consider su antigedad como del I o II siglo de la era comn. En su desesperacin de encontrar datos y pruebas que testifiquen su antigedad en Espaa, muchos judos falsearon lpidas y textos, que fueron prontamente descubiertos, ya que ni el estilo caligrfico, ni los textos utilizados se asemejaban a las lpidas de Tortosa y Tarragona. Por ltimo encontramos que tambin se utilizaron textos cristianos, como la epstola de San Pablo a los Romanos, en donde se hace alusin a las comunidades espaolas que pensaba visitar luego de su visita a Roma. Sin embargo y conforme lo ha ido demostrando la historia, las primeras comunidades judas surgieron y se afianzaron en la antigedad en el sur de Andaluca, Levante y Catalua. Gades (Cdiz), Mlaca (Mlaga), Cartago Nova (Cartegena), Sagunto, Tarraco (Tarragona), y la Isla de Ibiza, contaron cada una con su barrio judo y una bien organizada comunidad. Todo esto aun antes de la invasin y conquista de Hispania por las legiones romanas, pues todas las ciudades anteriormente nombradas fueron colonias fenicias, cartaginesas o griegas.

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Epoca Romana.

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La gueniza era un escondite, situado en cmaras especiales o nichos construidos en los altillos de las sinagogas y haca las veces de archivo en donde se guardaban textos fuera de uso, libros defectuosos o herticos, rollos daados y en fin todo tipo de documentos que al contener el nombre inefable (nombre de Dios) no pueden ser rotos quemados o destruidos. Cuando la gueniza se llenaba, su acceso era sellado para siempre y su contenido quedaba fuera del alcance de la comunidad. El trmino gueniza deriva de la raz hebrea gnz de donde se origina el verbo lignoz, que significa ocultar.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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Con la llegada de los romanos a tierras hispnicas, ya encuentran en varias de las ciudades del sur y del levante, comunidades y barrios judos bien organizados, esta poblacin se dedicaba preferentemente al intercambio comercial con Africa y Eretz Israel y en menor escala a las artesanas, los oficios manuales y la agricultura. Los romanos fundaron en Hispnia gran nmero de colnias y ciudades, dentro de las cuales favorecieron el establecimiento de gran nmero de judos, a ms de las citadas, hubo comunidades judas en Menorca, Amprias (Emporiae), Llivia (Livia), Barcelona (Barcia), Tarragona (Tarraco), Sevilla (Hispalis), Mrida (Emrita Augusta), Tortosa (Dertosa), Toledo (Toltum), Zaragoza (Csar Agusta), Crdoba (Corduba), Ibiza (Ebussus), Mallorca (Maioca), Carmona (Carmo), adems Lisboa (Olispo) y Oporto (Portus Cal), stas entre muchas otras.

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Esto se ha llegado a determinar por el hallazgo en stas y otras localidades espaolas de monedas acuadas en Eretz Israel, restos de alfarera, cipos funerarios, sellos de plomo y hasta toponmicos muy particulares como Mont Juich en la ciudad de Barcelona y que literalmente significa Monte Judo, y que de acuerdo a la tradicin medioeval en l se encontraba el antiguo cementerio israelita en la ciudad romana de Barcia. Esta poblacin que se la supone numerosa creci considerablemente con los refugiados y expatriados de Eretz Israel, as como con el gran nmero de judos que fueron llevados a Hispania para trabajar en los circos o que fueron vendidos o rematados en las calles como esclavos. Antes del edicto de Tolerancia suscrito por el emperador Constantino y que hizo del cristianismo la religin oficial del Imperio Romano, se celebr en la ciudad de Elbira alrededor del ao 306 un Snodo de Obispos Espaoles, entre los cnones sancionados y aceptados en este acto, se sientan ya las bases de una separacin perpetua entre judos y cristianos y del secular antisemitismo que acompaara por siglos la vida social de los espaoles, los cnones 16, 49, 50 y 78 emiten prohibiciones expresas sobre el trato social, personal y matrimonial que pudiera darse entre judos y cristianos, separando as a estas dos confesiones, por el desconocimiento y prejuicio que los cristianos sentan hacia las ocultas prcticas religiosas de los judos.

En tiempo de los Visigodos. En el ao 409, las tribus brbaras de los suevos, vndalos y visigodos entraron en el Imperio Romano y se apoderan de Hispania y del norte de Africa, instaurndose as el reino de los visigodos, ste desde un principio persigui a los judos ms por contentar a los cristianos que por conviccin de los reyes godos, al parecer en esa poca hubo judos en altos cargos pblicos y hasta en los palacios reales. Alrededor del ao 416, el Obispo Severo de Menorca redact un documento en el que equiparaba a los judos en fiereza y maldad con zorras y lobos, adems este documento insta a la autoridad civil a impedir el acceso a los judos a las milicias o a los curules senatoriales nicos caminos de entonces para acceder a la nobleza, cortando de esta manera y para siempre cualquier opcin de los israelitas de acceder a lla, adems en este documento narra de una manera bastante retrica como se produjo la conversin forzada de los judos de Mahn. En Mahon haba gran cantidad de judos y su msDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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destacado dirigente era Teodoro, doctor de la Ley, padre de la sinagoga y patrono del municipio, la convivencia entre la comunidad cristiana y juda fue de mutua tolerancia hasta la llegada desde Jerusaln de un presbtero portando unas reliquias de San Esteban, esto produjo una exaltacin fantica de la comunidad cristiana contra la juda, provocando contra los segundos un bao de sangre, ardi la sinagoga y comenzaron las conversiones forzadas de los judos al cristianismo. Si bien la situacin de los judos durante los reyes visigodos no era buena, era relativamente tolerable, dado que los monarcas godos de confesin arriana no haban puesto gran empeo ni atencin a la cuestin juda, sin embargo cuando el rey Recaredo se convierte al catolicismo el asunto de los judos espaoles se trueca realmente en un asunto de estado, y tanto l como sus sucesores sobre todo Sisebuto, sancionan leyes tremendas contra los judos, siendo la ms gravosa y la ms fuerte aquella que les insta a la conversin forzada o a dejar el pas, estas leyes fueron aplacadas por algunos de los cnones y decisiones del Concilio IV de Toledo, sin embargo otras leyes afectaron directamente a las disposiciones religiosas, ya que inclusive lleg a prohibirseles la circuncisin y adems se forz a la conversin o extraamiento de los hebreos. Estas medidas con mayor o menor rigor las mantuvieron los reyes godos sin mucha variacin a lo largo de los reinados subsiguientes hasta los das de Don Rodrigo, ltimo rey godo de Espaa, el mismo que vio llegar a Europa a las hordas musulmanas al mando de Tarik, Muza y Mughit, los mismos que haban sido enviados por los Califas Omeyas de Damasco a la conquista del Magreb12; al llegar a Espaa los musulmanes fueron recibidos por los judos como sus libertadores e inmediatamente se aliaron a llos, ya que adems entre los conquistadores lleg gran nmero de judos bereberes.

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En tiempo de los Califas. Aproximadamente 100 aos despus de la muerte del profeta Mahoma acaecida en Medina (Arabia) en el ao 632, los ejrcitos rabes se extendieron como una avalancha por el norte de Africa borrando los ltimos vestigios de la civilizacin copta y del reino de los vndalos as como de su capital Cartago, prosigui luego el avance y conquista del Magreb, y de all los ya citados Tarik Muza y Mughit se lanzaron desde Ceuta a la conquista de Espaa, los ejrcitos rabe y godo se enfrentaron en una decisiva batalla a orillas del Ro Guadalete donde pereci en el ao 711 el ltimo rey visigodo de Espaa, las ciudades de Hispalis (Sevilla), Crdoba y Toledo cayeron rpidamente en manos de los conquistadores, dando comienzo as a uno de los periodos ms brillantes y sugestivos de la Historia de occidente, que es el de la Espaa musulmana, que vio florecer las artes, las ciencias, la arquitectura, la filosofa y sobre todo la tolerancia, aqu los judos vivieron uno de sus periodos de mayor florecimiento y libertad junto a los mozrabes y en medio de los musulmanes. Los rabes trasladaron la capital de Espaa de Toledo a Crdoba, y en esta ciudad hall refugio el nico prncipe Omeya que sobrevivi en Damasco a la carnicera de toda su familia ordenada por el prncipe Abass, quien usurp el trono de Damasco a los descendientes del Califa Omar.12

Magreb es el nombre del occidente musulmn y estaba constituido por los territorios de Tunicia, Argel, Marruecos, el Atlas, parte del Sahara e inclua antiguamente Espaa (al-Andalus), el sur de Italia, y las islas del Mediterrneo occidental.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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Estos Omeyas se proclamaron Emires primero y Califas despus e hicieron de Crdoba la ciudad ms grande e importante de occidente, comparable en belleza y cultura nicamente con Bagdad o Constantinopla, su mezquita una de las ms grandes y bellas del mundo ha sido llamada: el bosque petrificado de la oracin. Crdoba adems albergaba esplndidos alczares, una madrassa o escuela cornica, baos, bazares, iglesias mozrabes, sinagogas hebreas, el cam (posada de caravanas) ms grande de occidente y el nurishtam (hospital) ms famoso del Magreb musulman y adems un puerto fluvial en cuyos muelles se amarraban barcos de mar de todas partes del mundo. La emperatriz alemana Adelhaide esposa del emperador Otto de Sagonia haba llamado a Crdoba: la perla de occidente. La Crdoba musulmana vio crecer y florecer gran cantidad de rabinos, imanes, filsofos como Aberroes y Avicenas, as como mdicos, talmudistas, traductores, comerciantes y navieros, siendo uno de los ms famosos Rab Chasdai ben Isaac Ibn Chaprut, quien lleg a ser ministro y cortesano del ms grande Califa cordobs Abderramn III, a cuya corte lleg en el ao 949 una embajada del emperador Constantino VII de Bizancio, el embajador trajo como obsequio al Califa un ejemplar ricamente ilustrado de la medicina griega de Dioscrides13 obra que fue traducida del griego al rabe y al latn por el monje griego Nicols en colaboracin con Chasdai, este libro fue con el tiempo la base de la farmacologa rabe y espaola. Chasdai como poltico consigui adems un tratado militar con Bizancio para enfrentar a los fatimitas del Cairo, envi la primera embajada cordobesa al rey judo de los Khazaros y adems consigui aligerar las tensiones polticas surgidas entre el Califa Abderraman III y el emperador alemn Otn I. Abderramn III fund aneja a la mezquita y a la madrasa la gran biblioteca de Crdoba obra que fue proseguida por su hijo y sucesor Hakim II (961-976) quien fuera adems un celebrado poeta. Hakim II gast sumas ingentes en la compra y recopilacin de manuscritos y libros raros de todos los mbitos del saber humano, sus enviados fueron a sitios tan diversos con Fez, Marraquech, Kairuam, Bagdad, El Cairo, Basora o Ishfaham, llegando a acumular en la gran biblioteca de Crdoba un fondo de ms de 400 mil volumenes, lo que hizo de Al-Andalus (Andaluca) el pas ms culto y refinado del mundo musulmn de su tiempo. Chasdai fue un famoso mecenas y talmudista, y redimi de la esclavitud a Rab Moiss ben Enoch, el mismo que cre la ms famosa Escuela Talmdica del Occidente, considera como la sucesora de las escuelas ganicas de oriente, de sus aulas sali Samuel ha-Nagid (993-1063 aprox.) y quien fue tambin visir del califato cordobs. Con la desintegracin y caida del califato cordobs, el cual se fragment en pequeos estados a los que la historia conoce como reinos de Taifas, el podero musulmn decay muchsimo, esto unido a las invasiones de los almorvides primero, y luego la de los almohades en 1134 que eran tribus bereberes fanticas del islm, se produjo un xodo tremendo de mozrabes y judos hacia los reinos cristianos del norte y hacia otros reinos musulmanes, extrandose de Crdoba el famoso mdico rabino y talmudista Rab13

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Pedanio Dioscrides, mdico griego en tiempo del emperador Claudio. Aplic la ciencia naturalista a la Medicina. Su popularidad dur hasta el siglo XVII.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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Moshe ben Maimn (Maimnides) quien se estableci en el Cairo como mdico del califa egipcio, siendo muy famoso no solo entre los judos y musulmanes sino incluso en el mundo cristiano donde se le considera el precursor del hombre renacentista. Si bien los reinos de Taifas no alcanzaron el esplendor y brillantes de la corte califal cordobesa, cada uno de ellos y a su tiempo vio florecer las ciencias, las artes, la arquitectura y la poesa que han dejado en ciudades como Sevilla, Crdoba, Toledo, Zaragoza, Cceres o Murcia entre otras, huellas esplendorosas del arte musulmn. Es menester mencionar las obras del judo Salomn ibn Gabirol que vivi en Zaragoza entre los aos 1020 y 1058, llamado entre sus correligionarios el ruiseor de la piedad, pues con l alcanzan sus cumbres ms altas la poesa hispanohebrea.

En los reinos cristianos.

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La aparicin de reductos cristianos fue inmediata a la llegada de los rabes, y no bien Espaa se haba consolidado como provincia del Califato de Damasco, grupos de resistencia contra los moros proliferaron en las montaas asturianas y entre los vascos de Navarra y Euskadi. Aproximadamente en el ao 800 el caudillo asturiano Don Pelayo enfrent a los rabes en la famosa batalla de Covadonga, donde segn la tradicin se haba aparecido la Virgen para proteccin y victoria de las fuerzas cristianas, constituyndose en esta regin el pequeo reino de Asturias que sera desde entonces la piedra en el zapato de los emires cordobeses, otro hecho no de armas pero si para la cristiandad muy milagroso y que reaviv la fe de los cristianos espaoles y sus ansias de reconquistar y liberar Espaa del poder musulmn, fue el hallazgo en el ao 837 en un lugar llamado Campus Estelae, de las reliquias del apostol Santiago, esto aceler la reconquista de la regin Gallega y la fundacin de una celebrrima ciudad llamada Santiago de Campostela, la misma que se convirti inmediatamente en un centro de peregrinacin tan prestigioso como Roma o Jerusaln, y a la cual se llegaba a travs de la ruta Jacobea o Camino de Santiago que puso en contacto a la renacida Espaa Catlica con Francia y Europa Central. La reconquista fue lenta pero constante y progresiva, luego del reino de Asturias consiguieron independizarse de los rabes, los reinos de Navarra y Aragn as como las marcas hispnicas del Imperio Carolingio que eran las ciudades catalanas de Roselln, Gerona, Barcelona y Tarragona. Con la desintegracin del Califato cordobs en los reinos Taifas el avance cristiano se aceler, y los soberanos aragoneses, portugueses y castellanos se precipitaron ms fcilmente sobre stos. Luego de las persecuciones de Granada en el ao 1066 y de la irrupcin en Andaluca de los almorvides y almohades, grandes cantidades de judos y mozrabes buscaron refugio en el norte en los reinos cristianos, llevando a estos todo el saber, la cultura y el refinamiento de la Crdoba califal e hicieron de las cortes de Pamplona, Zaragoza, Coimbra y Toledo centros de cultura. La ms famosa de todas, fue Toledo donde sus Escuelas de Traductores y Cabalistas, pusieron las bases del renacimiento europeo. Casi todas las ciudades, villas y pueblos contaban con su alhama y su morera, y en esta poca de guerreros se puso en boga el que los hebreos y mudjares realizaran todo tipo de oficios artesanales y manuales, famosos judos con Yehuda Cohen, Aben Zacuto o Samuel Halev de Abulafia, llegaron a ocupar altos cargos en las cortes cristianas,Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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convirtindose en una gran clase media artesanal y mercantil. Juderas y Sinagogas Espaolas. Fueron muchos los lugares que en los reinos cristianos de Espaa albergaron poblacin de judos y moriscos (mudjares), los judos vivan dispersos en ms de 800 localidades entre ciudades, villas y pueblos de los 4 reinos cristianos de la Espaa medioeval, esta presencia ha sido factible determinar basndose en los censos y padrones realizados con fines estrictamente tributarios. Podemos dividir los sitios donde los judos se asentaron de la manera siguiente: donde hubieren habitados unas pocas familias o en algunos casos un solo hebreo se denominaba lugares con judos. En los pueblos y villas donde la presencia juda era ms numerosa, se determinaba la calle de los judos y en ella residan stos y solan tener adems una pequea sinagoga. En las ciudades amuralladas exista todo un barrio llamado la judera que contena ms de una sinagoga, uno o ms rabinos, varios cantores y auxiliares de sinagoga, horno, carniceras, un zoco o mercado, un bazar y varios callejones de comercio, una miqw o bao ritual, un jder o escuela bsica, un Talmud Tor o escuela religiosa, un hospital para pobres y un cementerio. Las juderas as como las moreras se componan de calles tortuosas y estrechas, callejones sin salida casi siempre de aspecto msero, en toda judera el edificio ms importante era la sinagoga. Las sinagogas no eran nada extraordinario, pues no deban exceder a las iglesias cristianas, ni en belleza, ni en altura, se compona de una sala grande cuya pared principal se orientaba a Jerusaln y en lla se cavaba un nicho, donde iba depositado el arn kodesh o armario que contena los sefer tor o rollos de la ley, junto al arn kodesh estaba la bim o estrado desde el cual el rabino o jazam diriga las plegarias cnticos y rezos, adems se construa una galera alta desde donde las damas hebreas seguan el rito. Aunque el exterior de las sinagogas no era nada especial y era muy sencillo, internamente lo judos aprovecharon la destreza de los albailes y maestros moros para decorarlas de una manera hermosa y rica. Las juderas podan estar amuralladas o separadas por un ro del resto del conjunto urbano y llevaban una vida absolutamente independiente, tanto as que el cementerio por ejemplo se ubicaba a extramuros y los cortejos funerarios evitaba siempre atravesar los barrios cristianos o la morera; cuando las juderas crecan y alcanzaban un estadio cultural y administrativo ms elevado, tenan un bet dn o Tribunal Rabnico de Justicia, una especie de ayuntamiento donde se elaboraban y sancionaban los taqqanot u ordenanzas internas, que previa su sancin por la autoridad real o episcopal que rigiere la ciudad adquira plena validez, entonces la judera se converta en aljama en Castilla y Portugal, y en call en Aragn, Catalua, Valencia y Mallorca. Las aljamas ms famosas fueron las de Toledo, Sevilla, Palma de Mallorca, Valencia, Barcelona, Zaragoza y Lisboa. Entre las juderas ms conocidas estaban las de Gerona, Teruel, Crdoba, Cuenca, Estella, Tudela, Oporto, Coimbra, Cceres, Avila e Ibiza. Una mencin especial merece la judera de Carmona, por su nmero de habitantes, su proximidad a Sevilla y por ser aqu en esta pequea ciudad andaluza donde estallaron las primeras revueltas antijudas de 1391. Muy pocas de las antiguas sinagogas se han conservado, otras fueron convertidas en iglesias y ermitas, pero la mayora han sido transformadas, agrandadas e incluso demolidas en tiempo reciente como sucedi hace poco tiempo en Mrida. Sin embargoDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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no son muchos los objetos muebles recuerdo de la cultura hebrea que se haya encontrado en Espaa a no ser por un par de lmparas de Hanukka encontradas en Teruel y una mezuza en Gerona. La mezuza es un estuche o cajita alargada de metal o madera finamente trabajada, que contiene fragmentos de la Tor y que es colocada en una hendidura de forma oblicua realizada en la jamba derecha de la puerta de entrada, adems se han encontrado algunos anillos, pendientes, sellos con inscripciones hebreas, sipos y lpidas funerarias. Pero la herencia ms grande de los judos en Espaa est compuesta por toponmicos, canciones, leyendas, crnicas, dichos y refranes as como por los documentos como censos, padrones, juicios, escrituras e informes tributarios que hacen mencin y recuerdo de su paso por la pennsula Ibrica. La vida econmica de las aljamas y juderas se bas en tres pilares que fueron el comercio, el prstamo y los oficios artesanales, algunos fueron patrimonio exclusivo de los judos como la platera, la joyera, y el comercio de paos. Siendo tambin muy conocidos como sastres, zapateros, tejedores, bordadores, perleros, hilanderos, torneros, curidores de pieles, peleteros, talabarteros y cordobaneros as como herreros y herradores. Dentro de las profesiones liberales encontramos que las de mdico, armador, farmacutico, escribano y sangrador prcticamente eran exclusivas de la comunidad hispano-hebrea. La disputa de Tortosa. Antecedentes. A partir del siglo XIII el clima de tolerancia mutua y armnica convivencia que dominado la sociedad espaola, empez paulatinamente a cambiar, en vista de que por un lado los musulmanes iban en franco retroceso, mientras los reinos cristianos crecan aceleradamente en riqueza y poder, pero no en estabilidad poltica, bien pronto las juderas y moreras donde los reyes y la alta nobleza tenan apoyo, consejo e incluso socorro financiero, fueron teatro de desmanes y escndalos raciales y religiosos. Esta situacin tendi a agravarse mucho ms a partir de la segunda mitad del siglo XIV, pues los celos econmicos y polticos de la baja nobleza hacia los judos y sus actividades econmicas, el apoyo que estos prestaban a los reyes, la proteccin que reciban de llos, as como una violenta exacerbacin de los sentimientos religiosos provocada por las incendiarias prdicas de personajes como el cannico de Ecija o San Vicente Ferrer, desemboc en 1391 en el asalto y destruccin de las juderas del reino de Valencia, y luego de muchas ms de los reinos de Aragn, Castilla y Navarra y que acarrearon la muerte de ms de 20.000 personas y el bautizo y conversin forzada de otros tantos, los escndalos, persecuciones y el pillaje se extendieron como un reguero de plvora y pronto todos los reinos espaoles se sumieron en la anarqua. Los resultados fueron catastrficos tanto en lo social como en lo econmico, pues muchas aljamas y juderas desaparecieron, otras se redujeron ostensiblemente y por ende el nmero de judos que tributaban a la corona disminuy muchsimo, adems las actividades industriales y artesanales a que estos se dedicaban y que haban dado cierta holgura econmica a la corona se vieron seriamente desmejoradas, adems se puso en evidencia la fragilidad de la autoridad real frente a la nobleza que se revelaba y competa con lla de igual a igual.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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Ante todos estos acontecimientos el predicador valenciano Vicente Ferrer aconsej a sus seguidores y al clero espaol que la matanza y el pillaje no eran el mejor camino para convertir a los infieles, en vista de que el bautizo y conversin por coaccin no son realmente vlidos, ms bien sugiri tomar otros derroteros que empujaran a moros y judos a ver la luz y abrazar la verdadera fe, y as, siguiendo su consejo la viuda de Enrique III, la reina Catalina de Lancaster, su cuado Fernando de Antequera futuro rey de Aragn y el canciller del reino Pablo de Santa Mara arzobispo de Burgos, redactaron en Aylln un conjunto de leyes y disposiciones antijudas que en nmero de 24 reglamentaban la vida de stos de una manera casi infrahumana, se les confin a sus juderas, se les prohibi el ejercicio de varios oficios y profesiones que tradicionalmente les haban estado asignados, se les prohibi adems todo trato con cristianos e incluso se reglament su apariencia fsica y su vestimenta, llegando al extremo de que ni las rameras podan trasponer el umbral de la judera14.

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Resultados de la disputa. Como consecuencia de los acontecimientos narrados, y en vista de que ni las conversiones eran masivas, ni los conversos lo eran de corazn, y el problema social de los cristianos nuevos mal asimilados a la iglesia catlica se agrandaba, motiv a que el Canciller del reino y el Obispo de Cartagena Jernimo de Santa Fe (Joshua ha-Lorqui) hijo del arzobispo de Burgos y Canciller de Castilla Pablo de Santa Mara (Iehuda haLorqui) conversos ambos, convocara a todos los rabinos de Castilla y Aragn, y a un gran nmero de telogos y obispos de toda Espaa a una disputa teolgica en la ciudad de Tortosa, con la finalidad de demostrar a los judos las verdades incontrastables del cristianismo, y conseguir mediante la razn la conversin de los judeoespaoles, adems pretendan demostrar lo falso y errneo del Talmud y otros libros sagrados del judasmo. El papa Luna, Benedicto XIII inaugur las sesiones el 7 de febrero de 1413 y stas se prolongaron por casi dos aos, desde el inicio se dej sentado de que no se trataba de una disputa para demostrar la validez de una de las dos religiones, pues eso era ya una premisa insoslayable, era realmente la ocasin que la historia le daba al converso Jernimo de Santa Fe para advertir a sus antiguos hermanos lo que les esperaba de mantenerse en su terquedad. Como las grandes figuras medioevales del judasmo espaol ya haban fallecido entre ellos Hasdai Cresca y Bienveniste de Cavallera, los 14 rabinos que asistieron a la disputa de Tortosa eran sus discpulos y sucesores, pero no estaban a la altura de llos, salvo Yosef Albo de Daroca, quien fue el expositor de las tesis judas. La disputa no consigui, ni el efecto social ni religioso propuesto, pues aunque hubo varias conversiones, stas no fueron masivas y los judos consiguieron superar las presiones que se ejercan sobre llos, a pesar de que ahora eran menos, sin embargo eran ms fieles y lograron mantenerse en sus creencias y hacer florecer el ltimo siglo de14

Todos estos acontecimientos son detallados con gran proligidad en el libro: La expulsin de los judos de Espaa del historiador Doctor Luis Surez, quien adems comenta que muchos de los procedimientos utilizados por San Vicente Ferrer seran imposibles de creer si no estuviesen plenamente documentados, ya que de quien se est hablando es de un santo de la cristiandad.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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judasmo espaol, aunque las leyes de Aylln se extendieran a la corona aragonesa y se ordenar la quema pblica del Talmud y un severo castigo a quien poseyera un ejemplar de ste.

Ultimo siglo del Judasmo espaol. De todos los acontecimientos anteriormente narrados, la comunidad hispanohebrea sali numricamente muy disminuida, pero al parecer este constante acoso por parte de la iglesia, la nobleza y la corona la vigoriz internamente, tanto en su fe como en sus instituciones, aunque desde el punto de vista econmico poltico y social ya no volvieron los gratos das del califato o del Rey Alfonso X El Sabio. Un nuevo grupo se abra paso con todo vigor en la sociedad espaola, estos eran los conversos o cristianos nuevos quienes amparados por su nueva fe y protegidos en un principio por la iglesia y respaldados por su riqueza y sus contactos comerciales ingresaron con pie derecho en la iglesia, la poltica y al ejrcito e incluso y sin mucha dificultad emparentaron con la media y alta nobleza llegando algunos de ellos a ostentar ttulos y prebendas que les hicieron blanco de envidias, suspicacias y calumnias. Aunque haban perdido el apoyo y aprecio de sus antiguos correligionarios, sus conversiones apresuradas y por dems insinceras tampoco les haca ser bien recibidos por los cristianos viejos. Bien sabido es que los conversos por su preparacin y hasta por tendencias heredadas de familia se dedicaron preferentemente a la teologa, los estudios bblicos, el sacerdocio, carrera en la cual trataron de reafirmar y justificar su nuevo credo, otros fueron clebres mdicos, filsofos, historiadores y poetas, otros se mantuvieron en los viejos oficios de la judera como son: plateros, herreros, sastres, carpinteros, comerciantes, prestamistas, cambistas, buhoneros y comerciantes de bazar. Su poca aceptacin social el desprecio de que eran vctimas al ser siempre tildados de sujetos viles y de oficios viles y que todo se envileca en manos, les empuj con el tiempo a retornar pblica o secretamente a la fe y a la comunidad de sus mayores o simplemente a judaizar. Un caso famoso en la historia de Espaa y del judasmo, lo constituyen los chuetas o judos mallorquines, quienes a raz de los sucesos de 1391 y para evitarse los desmanes y saqueos que haban sido vctimas sus hermanos del continente, se convirtieron masivamente al cristianismo, convirtiendo su sinagoga en la iglesia de Santa Mara de Palma, pero esto no les sirvi para integrarse a la sociedad palmesana ni ser asimilados por lla, ya que de todas maneras continuaron y continan siendo un grupo social apartado, endogmico, que ha mantenido su bario (el Call de Mallorca), sus tradiciones, sus costumbres y oficios y se hallan plenamente diferenciados en la comunidad islea por el alto ndice de endogamia que existe entre llos y porque adems su memoria sicolgica, y su referente racial y telrico han sido tan fuertes que ha llevado a gran parte de esta comunidad a retornar en nuestros das a su antiguo credo. En este punto de la historia espaola empiezan a surgir trminos como marranos, criptojudos, judeoconversos, conversos, cristianos nuevos y judaizantes todos stos para llamar, apodar o insultar a los hebreos que por gusto, o necesidad se haban visto obligados a bautizarse. Converso segn lo describe el Dr. Carlos Carrete en el sentido etimolgico y ms amplio, es una palabra que hace alusin a la persona que profesando una religin seDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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convierte o abraza otra, ya sea por deseo propio o por presin social y/o de autoridad. Conversos o cristianos nuevos en la Espaa del siglo XV eran llamados todos aquellos hebreos o musulmanes que se haban convertido al catolicismo, por ello exista la diferenciacin social de judeoconversos y moriscosconversos. Criptojudos se denominan a aquellos hebreos que habiendo pblicamente abrazado el catolicismo y aceptado el bautizo, seguan ocultamente practicando el judaismo y guardando sus leyes, preceptos y festividades. Marrano era la palabra que utilizaban los judos fieles a su fe para denominar a sus correligionarios que por necesidad temor o conveniencia se haban bautizado. No est claro si el trmino marrano hace alusin al cerdo, animal inmundo en el judaismo o si deriva de la voz marrar que quiere decir confundido. Al parecer nunca tuvo un sentido peyorativo, ya que algunos judeoconversos de autodenominaban como marranos. Por ltimo judaizantes es una palabra de tintes casi jurdicos, que utilizaban los funcionarios del Santo Oficio para calificar a aquellos cristianos nuevos que haban sido encontrados culpables de guardar y practicar la ley de Moises, segn el Dr. Carlos Carrete judaizante es la persona oficialmente cristiana que practica determinados ritos y ceremonias judas.

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La Inquisicin Espaola. Antecedentes. Una serie de sucesos de tipo social, religioso, poltico, pero sobre todo econmico, llevaron a los reyes catlicos Isabel y Fernando ya como monarcas de una Espaa unida, a la creacin de un Tribunal de Fe encargado de limpiar sus reinos de herejes; entre los sucesos de tipo social podran mencionarse el notable xito econmico y social de los conversos, las rencillas internas entre llos, las constantes acusaciones que se les imputaba y que iban desde injurias y reclamos por ser malos cristianos, hasta las calumnias de cooperar con los judos en crmenes rituales, sacrilegios y burlas a la iglesia, a la Virgen, a Cristo, a los Santos y desde luego a los obispos y sacerdotes. Entre los sucesos de carcter religiosos que condujeron al establecimiento de un Tribunal de Fe, se podran citar las constantes calumnias de que eran vctimas, como fue el caso del crimen ritual del santo nio de la guardia, crimen que le fuera imputado a la familia Franco. En este caso se propag el rumor de que un nio de corta edad haba sido martirizado y crucificado para conmemorar la pascua juda y la muerte de Jess. Esta terrible acusacin que llev a juicio a 57 personas y a muchas de ellas a la hoguera result ser la ms brutal de las calumnias. En su obra el judasmo espaol y la inquisicin el Dr. Carlos Carrete narra con todo lujo de detalles este caso al cual l denomina: una infame leyenda, pues jams apareci el nio, ni sus padres, ni testigos que dieran razones fehacientes de que el nio existi; comparecieron nicamente la familia Franco y sus allegados por un lado, y por otro sus acusadores, la leyenda y los juzgadores. Entre los causales de tipo econmicos que son a la luz de la historia los verdaderos y principales mviles del advenimiento del Santo Oficio se puede citar elDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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deseo de la corona de congraciarse con la inmensa masa de cristianos viejos15 que tenan a los judos y a los conversos como sus acreedores, por otro lado los constantes celos y rivalidades comerciales existentes entre la nobleza y los judos y conversos; por ltimo el deseo de la corona y de la iglesia de apoderarse pronta y fcilmente de las riquezas y posesiones de los conversos motiv a los reyes a que en 1480 sancionaran el edicto de creacin del Tribunal de Santo Oficio de la Inquisicin, poniendo a la cabeza de ste y como primer inquisidor general de Espaa al dominico Fray Toms de Torquemada, quien comenz sus actividades en Sevilla principal centro de los conversos andaluces, pero pronto los autos de fe, las persecuciones, las delaciones, la confiscacin de bienes, los tormentos y sanciones se extendieron a Crdoba, a Toledo y a otras ciudades donde sendos tribunales competan en ferocidad y en celo religioso contra los herejes, los moriscos y sobre todo los judeoconversos. De este modo la corona crey solucionar el problema social que estos ltimos les significaban y con las riquezas que se les confiscaban se enriqueci el Santo Oficio y se aplac en parte la crnica penuria financiera que agobiaba a la corona. Ni las recriminaciones pontificias ni las peticiones episcopales ni el clamor universitario ni la voz del pueblo detuvieron sus actividades, y personajes tan siniestros como Diego de Deza o Diego de Lucero el tenebroso acarrearon sobre Espaa y sobre los marranos un verdadero bao de sangre, que acompao adems a la guerra de Granada que pondra punto final a la presencia musulmana en tierras espaolas. A todo esto, mientras los reyes guerreaban contra los nazares de Granada y la Inquisicin arremeta contra los judeoconversos, stos protagonizaron revueltas, actos de resistencia, golpes de mano y hasta crmenes polticos en Sevilla, Toledo y Zaragoza principalmente, como fue el caso del asesinato del inquisidor aragons Pedro de Alcntara a quien el Tribunal hizo elevar a los altares, todo esto ocasion que la Inquisicin endureciera sus procedimientos contra stos y si bien este Tribunal no actuaba contra los judos profesos sino nicamente contra los conversos a los que consideraba malos cristianos, stos de todas maneras y ante tantos actos de fuerza se fortalecieron aun ms en sus creencias y procedimientos y terminaron siendo criptojudos, pues la iglesia no los miraba con confianza, ni como a buenos hijos. La presencia social del Santo Oficio era enorme y omnipresente, sus procedimientos iban desde la pesquisa a la denuncia, utilizando soplones que investigaban e interrogaban inclusive a los nios hijos de los conversos sobre los husos y costumbres de sus padres, dndose inclusive casos de delacin entre miembros de una misma familia, como fue el clebre caso de la hija del converso sevillano Don Diego de Susn, la hija de ste una joven llamada Susana y apodada la hermosa hembra al saber que su padre y otros conversos haban acumulado armas para defenderse de los excesos de la Inquisicin, se lo cont a su novio, cristiano viejo y sopln del Tribunal, quien de inmediato puso en marcha todo el aparato inquisitorial, y Diego de Susn y sus compaeros fueron detenidos, juzgados y quemados, y sus bienes confiscados. Al darse cuenta de lo que su ligereza haba ocasionado, Doa Susana busc refugio en un monasterio tratando de paliar el arrepentimiento que le embargaba, sin embargo poco tiempo despus abandon el convento y termin sus das como ramera, ya en su lecho15

A los cristianos viejos tambin se los denominaba cristianos lindos, est trmino que surgi a finales del siglo XIV se lo utiliz para denominar a los cristianos que carecan de ascendencia juda o rabe.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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de muerte pidi que su crneo fuese extrado de su tumba y colocado en lo alto de la puerta de la casa que fuera de su padre en el callejn que ahora es llamado: calle de la muerte o de la calavera en el barrio de La Santa Cruz antigua judera de Sevilla. (Kamen Henry: pg. 47) Las calumnias de tipo religioso se acrecentaron en todas partes, nuevamente las acusaciones de profanacin, sacrilegio y crimen ritual que creaban mrtires y santos totalmente ficticios, llovieron sobre los judos y conversos, stos para despistar y en una actitud totalmente disimuladora aparentaban ser los mejores cristianos, pues frecuentaban la iglesia, reciban los sacramentos, participaban en procesiones, se flagelaban pblicamente y utilizaban para sus hijos nombres del santoral catlico, en esta poca desaparecieron de la pennsula todos los nombres del antiguo testamento, sin embargo entre los criptojudos era costumbre llamar a los hijos en la intimidad familiar con algn nombre del antiguo testamento. Este grupo perseguido trat por todos los medios de borrar de su entorno cualquier rastro de judasmo, fabricndose inclusive genealogas falsas con las que se trataba de demostrar su limpieza de sangre, sin asomo ni de moro ni de judo, lo cual les facilitara el acceso a la universidad, a la milicia, a la iglesia y en no pocos caso a la nobleza, por estos tiempos Espaa entera y sobre todo Sevilla llegaron a ser sitios donde la falsificacin documentaria era un gran negocio y estaba a la orden del da.

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Expulsin de los judos de Espaa. El celo religioso de la iglesia y la conviccin del Santo Oficio de que los judos contaminaban y mal orientaban a los conversos y stos a su vez a los cristianos viejos, hizo que estas dos instituciones presionaran sobre los reyes para la expulsin de los judos de todos los reinos espaoles como una solucin final y definitiva al problema que desde 1391 vena aquejando a la sociedad espaola. Los reyes Catlicos que al momento se encontraban en la recin reconquistada Granada y haban hecho de la Alhambra su temporal residencia, accedieron a este petitorio y el 31 de marzo de 1492 promulgaron el edicto de expulsin de todos los judos no conversos de todos los reinos y posesiones espaolas, dndoles 90 das de plazo para liquidar sus negocios, vender sus propiedades y marcharse o bien bautizarse y abrazar el catolicismo y de esta manera permanecer en Espaa. Antes de que el decreto fuera sancionado la comunidad juda de Espaa nombr como sus representantes a los rabinos Don Abrahan Senior y a Don Isaac Abrabanel para que interpusieran sus buenos oficios ante la corona y ofrecieran un rescate de 30.000 piezas de oro para obtener con ello la derogatoria del edicto de expulsin, esto no fue conseguido, pues cuando los rabinos hablan con sus majestades entr al saln el gran inquisidor Fray Tomas de Torquemada con un crucifijo en la mano y les dijo: Judas vendi a nuestro seor Jesucristo por 30 piezas de oro, vendedle vosotros ahora por 30.000, arroj el crucifijo en la mesa y sali, sto impact mucho en el nimo de los soberanos, sobre todo en el de Doa Isabel que era una mujer sumamente piadosa. Luego de este suceso los reyes despidieron a los rabinos y sancionaron el edicto, este determinaba adems que quienes escogieran el camino de la migracin no podran llevar consigo, oro, plata, joyas o dinero. Lo inesperado y brutal del edicto cay sobre las aljamas y juderas como un rayo, la gente se desesper sin saber que hacer, a donde ir, ni que camino tomar, en un principioDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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hubo la esperanza de que esta ley fuera deroga pero al no ocurrir tal cosa, la gente empez a prepararse para la segunda dispora y en este estado de cosas unos trocaron una casa por un par de asnos, una via por unas varas de pao, otros desesperados pasaron varios das llorando en los cementerios de donde segn narran las crnicas, se llevaron consigo las lpidas de sus muertos y casi todos las llaves de sus casas como smbolo de perpetua propiedad. Luego de decurrido el mes de gracia que la corona les diera, el da 31 de julio de 1492 todos los judos que quedaban en Espaa se aprestaron a embarcar y abandonar Espaa so pena de muerte, pues as lo determinaba el edicto de Granada. Dos das despus el da 2 de agosto de 1492 fecha en que el calendario hebreo sealaba el 9 de Av, da de luto para los judos, pues se conmemora la destruccin del primer Templo ocurrida en el ao 586 AC a manos de los babilonios comandados por el Rey Nabucodonosor y tambien la destruccin de Jerusaln y el segundo Templo ocurrida en el ao 70 de nuestra era cuando las tropas romanas del General Tito derrotaron a los judos, practicamente no quedaban ya en Espaa judos profesos para conmemorar el luto, para esa fecha tambin estaba prevista la partida de Coln a las Indias pero por alguna razn que la historia desconoce el Almirante dispuso la salida para un da despus, esto unido a lo oscuro de su origen y a ciertos rasgos de supuesto carcter hebraico en la firma del Almirante, han hecho suponer a algunos historiadores un posible origen judo o por lo menos converso de la persona de Coln. La Dispora Sefarad. Mucho se ha escrito sobre esta parte de la historia juda pero nunca, con datos especficos y debidamente probados, pues solo se conoce de este captulo por las aportaciones de los cronistas, quienes han emitido cifras totalmente diferentes y que en la actualidad no son aceptadas por los investigadores16 los mismos que para calcular el nmero aproximado de judos que existan en Espaa tomaron como base el impuesto que durante la guerra de Granada se impuso a las aljamas, y que consistan en pagar a la corona un castellano de oro por cada casa juda, ha sabiendas que existan en Espaa 216 aljamas en los aos previos a la expulsin. Los judos expulsados dirigieron sus pasos a los cuatro puntos cardinales ya por tierra, ya por mar, dejaron atrs la tierra que por varios siglos haba sido su patria, saliendo de Espaa una poblacin hebrea profundamente hispanizada, pero dejando tambin una Espaa profundamente judaizada. Los judos castellanos pasaron a Portugal en un nmero aproximado de 100 a 150 mil, pagando en la frontera un impuesto de 8 cruzados para obtener un permiso de estancia temporal de 8 meses17. Los de Andaluca y Murcia16

Para Ytzhak Baer fueron 150.000 emigrantes de 200.000 almas que componan la comunidad, para Abba Eben fueron 400.000 judos los expulsados, segn el Rabino y Ministro judo Don Isaac Abrabanel salieron 300.000 personas, segn el historiador judeopolaco Simon Dubnov, la cifa de expulsados ascendi a 250.000, Espaa a la poca tena una poblacin aproximada de 8.500.000 habitantes. 17 El rey Don Juan II permiti el ingreso a su reino de los judos expulsados de Espaa, sometiendolos a las siguientes condiciones: 1ra. Fijar los puntos de la frontera por donde podan entrar; 2da. Cobrarles, al cruzarla, un derecho de capitacin de 8 cruzados y reducir a la esclavitud a aquellos que pasaran subrepticiamente; 3ra. Concederles libre trnsito y residencia por un plazo que no excediera de 8 meses; 4ta. Que se marcharan de Portugal para donde quisieran en los buques que al efecto les facilitara el gobierno, previo el pago de sus respectivos pasajes.Descargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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pasaron al norte de Africa, a Marruecos y a Tnez fundando colonias en Fez, Marrakech, Tnger, Orn, Argel, Ciudad de Tnez, Kairuam, y la Isla de Yebra. Otros en buques sobrecargados y desde los puertos levantinos partieron hacia Italia, Sicilia, Dalmacia el Imperio Otomano, Eretz Israel, Siria, Egipto e incluso Abisinia y el Yemen. Por ltimo los judos de Aragn, Navarra y el norte de Espaa, atravez de los Pirineos o por el mar, se esparcieron por el sur de Francia, Inglaterra, Flandes, Alemania y los pases nrdicos, y as hubo grandes concentraciones de sefarades en Toulouse, Burdeos, Nantes, Run, los puertos flamencos de Gante, Amberes, y Amsterdam donde vivieron y trabajaron en el siglo XVII los clebres Uriel de Acosta y Baruj Espinoza. Los que fueron hacia el norte de Europa se asentaron en sitios tan diversos como Londres, Hamburgo, Bremen, Copenhague, Bergen y Estocolmo. Aquellos que fueron a Italia y el Imperio Turco formaron grandes colectividades en Palermo, Npoles y Ferrara donde se realiz una renombrada traduccin de la Bblia (La Bblia de Ferrara), otros grupos fueron a Liorna, Venecia y los puertos dlmatas de Rijeka, Zadar, Split y Dubrobnik que a la fecha eran posesin veneciana, en Turqua en cambio fueron bien renombradas las comunidades de Salnica, Esmirna, Estambul, Adrianpolis, Safed y muchas ciudades de las costas del Mediterrneo oriental y el mar Negro. De los que se quedaron en Espaa en calidad de conversos y criptojudos, la situacin fue totalmente diversa, primero porque fueron las vctimas y el blanco principal del Santo Oficio, y luego porque las cosas jams cambiaron como ellos esperaban, se vieron impelidos a una lenta pero constante emigracin, un buen nmero de ellos march a las Indias (Amrica) recin descubiertas por el almirante de la Mar Ocano Don Cristbal Coln, a la espera de que lejos del Santo Oficio, sus pesquisas y soplones pudieran retornar en paz a la fe de sus mayores, en tanto que otros poco a poco se refugiaron en Holanda e Inglaterra, donde fueron recibidos por la Reina Isabel Tudor, enemiga de Felipe II de Espaa.

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TERCERA PARTE

LOS JUDOS EN AMRICA.Los judos en el Mundo de Coln. Mucho se ha escrito y se ha especulado, sobre un supuesto origen hebreo del Almirante, aunque nada hay en concreto que pruebe esta hiptesis, pero llama a la duda varios hechos, primero como siendo genovs hablaba y dominaba el castellano y el portugus como un nativo, esto ha hecho suponer a muchos que se trataba de un hijo de sefarades o marranos emigrados a Gnova, por otro lado durante su estancia en Portugal y en Espaa sus amigos, colaboradores y bienhechores, fueron todos o judos o conversos. En Portugal por ejemplo, fue un judo, el maestro Vicinho el que lo introdujo en la corte portuguesa para que presentara al Rey su proyecto de ir a las Indias por el occidente, luego en Espaa se contacta primero con varios conversos, entre otros los padres Marchena y Prez del monasterio de la Rbida, a cuyo cuidado deja a su hijo Diego, estos religiosos lo relacionan con Don Luis de Santangel y con Don Gabriel Snchez que a la sazn eran canciller y tesorero de la corona, en este mismo crculo conoci a Don Abraham Senio, Don Isaac Abrabanel y a travs de ellos al famossimo gegrafo Abraham Zacuto del que aprendi el manejo del astrolabio, y conoci de la obra de Abraham Cresques de Mallorca y muchos otros gegrafos judos mallorquines. Ya financiada y armada la expedicin fueron no pocos los judos y/o conversos que embarcaron con l, entre los ms conocidos estn, los marineros Rodrigo de Triana y Alonso de la Calle, el interprete Don Luis de Torres, que a ms del castellano hablaba, hebreo, arameo, rabe y caldeo, un cirujano al que la historia registra como Marco, un mdico de apellido Bernal y un paje hurfano cuyo nombre no qued escrito; sabido es, que muchos de los marineros y tripulantes que Coln llevaba consigo en la primera expedicin fueron sacados de las crceles, segn los estudios realizados por el historiador colombiano Julio Guberek estos 24 presidiarios arrancados de las crceles espaolas eran presos de conciencia y no delincuentes comunes, ya que se trataba de presos de la Inquisicin y no de la justicia ordinaria (Guberek : pgs. 70 y 71). Esta expedicin era costossima y buscaba nuevas rutas comerciales hacia oriente, en donde la presencia de gente malviviente poco o nada poda aportar. Adems viaj con Coln un representante de los financistas de la expedicin, Don Rodrigo Snchez; esto en lo que tiene que ver a la primera y ms celebre expedicin del Almirante, pero en las tres expediciones sucesivas, gran nmeros de conversos se embarcaron hacia las Indias tratando de encontrar en ellas paz y prosperidad lo ms lejos posible de la Inquisicin, sus soplones y sus autos de fe. Muchos y muy famosos fueron los conversos que participaron en la conquista y colonizacin del nuevo mundo, los hubo en Mjico, acompaando a Corts, en Castilla de Oro en donde el clebre Pedrarias, Don Pedro Arias Dvila y Cota prosigui la conquista y colonizacin de Nicaragua. Tambin en las expediciones de Francisco Pizarro a la conquista del Per (Nueva Castilla) y en la de Diego de Almagro a ChileDescargue este documento en forma gratuita en www.eSefarad.com

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(La Nueva Extremadura) la historia registra la presencia de varios conversos que participaron en estos eventos, que cambiaron para siempre la historia del mundo, e hicieron de Espaa la cabeza de uno de los imperios coloniales ms grandes que registra la historia. El historiador Pablo Link (Link: 1974: pgs. 32-33) con el aval del Congreso Judo Latinoamericano, nos presenta la siguiente lista de judos que participaron en el descubrimiento y colonizacin de Amrica. Apellido y nombre Cristobal Coln navegante N. Marco Maestre Bernal Luis de Torres Alfonso de la Calle Rodrigo de Triana Pedro Arias Dvila Hernando Alonso Luis de Carvajal Lugar y ao Amrica 1500 Amrica 1500 Amrica 1500 Amrica 1500 Amrica 1500 Amrica 1500 Castilla del Oro 1500 Mxico 1528 Mxico 1596 Profesin descubridor, cirujano de Coln mdico de Coln interprete de Coln marinero de Coln marinero de Coln Capitn General y Gobernador conquistador, socio de Cortz capitn general, gobernador, colonizador rabino, maestro colonizador mdico y astrnomo de Cabral secretario de Cabral consejero de Cabral codescubridor descubridor, colonizador descubridor, colonizador patriarca de los paulistas primer economista hrcules de los sertaos. primer constructor de caminos primer dramaturgo primer impresor estadista padre del periodismo demcrata hroe nacional fundador de la siderurgia27

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Fran. Rodrguez Mattos T. Trebio Sobremonte Joao Maestre Pero Vaz de Caminha Gaspar Gama Lemos Diego Alvarez Correa Fernando de Noronha Joao Ramalho Ambrosio F. Brandao F. Dias Paes Leme Garcia Rodrigues Paes Antonio J. Da Silva A. I. Da Fonseca J. J. Da Maia H. J. Da Costa Pereira J. Goncalvez Ledo G. Pires Ferreira J. A. De Monlevade

Mxico 1596 Mxico 1649 Brasil 1500 Brasil 1500 Brasil 1500 Brasil 1500 Brasil 1550 Brasil 1550 Brasil 1550 Brasil 1650 Brasil 1700 Brasil 1730 Brasil 1730 Brasil 1770 Brasil 1800 Brasil 1830 Brasil 1830 Brasil 1830

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Manuel Bautista Prez Francisco Maldonado da Silva Diego Lpez de Lisboa Antonio de Len Pinelo Diego de Len Pinelo Francisco de Victoria Rodrigo de Orgez R. E. de Fonseca Jorge Isaac

Lima 1639 Lima 1639 Crdoba, Lima 1630 Buenos Aires 1650 Lima 1650 Tucumn 1650 Santiago 1535 Lima 1656 Colombia 1890

comerciante mdico comerciante, prelado autor, procurador de Buenos Aires rector de la Universidad de Lima obispo capitn general, conquistador mdico poeta

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