(Según lo dicho por su madre, Sara) - Saint Augustine … · 5 Lo qué mas lo lastimaba era que...

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(Según lo dicho por su madre, Sara)

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(Según lo dicho por su madre, Sara)

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LA HISTORIA DE

JOSE SERRANO (Según lo dicho por su madre, Sara)

L 16 DE MAYO DE 2015, yo asistí a las ordenaciones de la Cátedral-Basílica (Filadelfia), porque José hubiese sido ordenado con los otro siete nuevos sacerdotes. Muchas

emociones llenaron mi corazón - la alegría de los nuevos sacer-dotes, y la felicidad por José, pero también los sentimientos de tristeza de una madre cuyo hijo murio antes de alcanzar el altar de Dios.

Al día siguiente, fui a una primera misa. El nuevo sacerdote dio a su madre un regalo especial, el paño que cubría sus manos después de que el arzobispo ungió a los nuevos sacerdotes. Yo hablé con su madre, deseando compartir su alegría. Sin embar-go, pensé también en José que habría querido darle a su madre su paño de unción. Como puede ver, esta historia está llena de tantas emociones diferentes. Permítanme empezar.

Su Infancia

José Antonio nació el 30 de Julio de 1973. Siempre le llamábamos “Chelo” (de la palabra Español cielo) porque el era verdadera-mente celestial. El asistió a la escuela Santa Verónica y le encantaba la misa. Cuando cualquier monaguillo no podia asistir, Chelo salia corriendo de nuestra casa (justo al otro lado de la calle) para sustituir.

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El estaba fascinado por las campanas de la Iglesia y siempre estaba pidiendole al pastor si podía subir a la torre para ver cómo funcionaban. (El sacerdote temía un accidente y una demanda al seguro de Iglesia). Eventualmente, le compramos una pequeña campana para que tocara. Durante toda su vida, Chelo siempre fue fiel a la misa del Domingo.

A los 8 años de edad, se unió a los cub scouts e hizo un pequeño coche modelo. Más tarde, él ganó medallas de scouts. Todavía tenemos todo eso. El era profundamente curioso y estaba lleno de integridad. No había delincuencia. Odio decir esto, pero él era un adolescente perfecto. No tuvimos ningún problema crian-dolo.

A los 14 años consiguió un trabajo en McDonalds. Cuando él ponia su mente en algo, él era muy decidido. Trabajó para com-prarse zapatos deportivos y cuando consiguió el dinero, se fue derecho a comprarlos.

Escuela Secundaria

Mientras estuvo en la escuela secundaria Católica Romana, el tuvo un par de amigas. La chica que era más importante para él, la llevó a su baile de graduación. Sin embargo, después de eso, su corazón estaba en otra parte.

El era también el payaso de la clase. !Cuántas llamadas recibí de los directores de la Católica Romana diciendome lo que Chelo había hecho ese día! Un par de veces, durante la escuela secun-daria, me preguntó: “¿Qué pensarías si yo quisiera ser sacer-dote?” Yo animé esto. Sería mi sueño hecho realidad.

Después de su graduación, le dijimos que continuara sus estu-dios porque era muy inteligente. En cambio, él quería servir como reservista en la Infantería de la Marina. Trece años más tarde, el dejó los Marinos y se fue a la Universidad de Temple para su licenciatura en arqueología.

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Características

Chelo era muy inteligente y siempre estaba al día con las noti-cias. Era como un niño y sin embargo, increíblemente gracioso. El hizo palabras nuevas de la nada, y le dio nuevos nombres a sus sobrinos y sobrinas, a quienes quería mucho. Una vez, le pedí que me prestara su automobil, pero él tenía prisa. Él se marchó. Algo pasó con el coche, así que él regresó a casa y me pidió dis-culpas. “Dios me castigó, mamá”.

Como reservista Marino, el nunca fue feliz. Yo sabía que él estaba luchando contra algo. Más tarde, él tenía buen trabajo, su carro, y su apartamento, de verdad, tenía de todo. Sin embargo, él no era feliz. Un día llegó a casa y me dijo: “Mamá, estoy perdido. ¿Cuál es mi propósito en la vida? Algo falta. Realmente no sé qué hacer. “Le di la novena de la Divina Misericordia. “Chelo, lee esta novena, Mi pequeño cielo, y pide a Dios que te guie. Él te mostrará el camino correcto”.

La Llamada al Sacerdocio

Unos meses más tarde, me dijo que quería entrar al sacerdocio. A este punto él tenía 35 años, corría todos los días, no tomaba alcohol, no fumaba y vivia en su propio apartamento con todo lo que el mundo podría dar. Yo le dije, “Yo te apoyaré hasta el final, Chelo”.

El comenzó de inmediato el proceso para entrar al Seminario de San Carlos Borromeo. Cuando fue aceptado, comenzó a regalar todo. Él era totalmente feliz, sobre todo en Agosto de 2009 cuan-do comenzó sus estudios. El día en que recibió la sotana (Octubre de 2009) fue muy emotivo para mí. Incluso su abuela vino desde Readings, PA.

Los Jueves, el iba a una parroquia para hacer su apostolado. Él me contaba cómo, cuando todos los niños en el patio de la escuela le veian, corrian a abrazarlo con fuerza. Un año entero pasó y él era completamente feliz.

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El Cancer

Un día, el me llamó y me dijo que tenía que hablar con nosotros. El vino y se sentó en el sofá y dijo que tenía cancer. Yo me enoje y dije: “¿De qué estás hablando?” Él explicó todo. Los médicos lo estaban tratando por un problema de sinusitis, pero las pruebas mostraron un tumor en la nariz. Ya estaba en la etapa 4. Era como una pesadilla. Lo peor que nos podia pasar. Tenía un cáncer potente en una parte muy rara de su cuerpo.

Pruebas adicionales demostraron que el necesitaba cirugía, algo que en gran medida el temía. El cirujano tendría que operar en el techo de la boca y remover algunos dientes de ese lado. Chelo estaba destrozado por la noticia.

Después de la cirugía, el médico creyo que se había removido todo el cáncer. Durante tres meses, Chelo parecía estar en remisión. Sin embargo, parte de la raíz no pudo ser removida y el tumor creció de nuevo. Creció hacia arriba en la cara hacia su ojo derecho. Fuimos por otras opiniones porque estábamos dis-puestos a intentar cualquier cosa. Eventualmente, los médicos tuvieron que operar de nuevo y no tuvieron éxito en salvar el ojo derecho.

Cambios En Chelo

Durante esta enfermedad, algo cambió en Chelo. El se volvio más y más decidido a servir a Dios. Si tenía que pasar por todas estas cirugías para ser sacerdote, lo haría. Durante todo esta enfermedad, todo lo que decia era, “Todo lo que quiero es ser un sacerdote santo.” Con la quimioterapia, perdió todo su pelo y sufrió muchas complicaciones. Sin embargo, él siguió volviendo a clases al seminario. Él nunca tomo tiempo libre.

Yo soy terapista, y sospecho que el se culpó a sí mismo por enfer-marse. Él escondía sus sentimientos porque no quería hacerme daño. Chelo esperaba que yo no llorara. Esta fue la parte más difícil de todo.

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Lo qué mas lo lastimaba era que él nos estaba haciendo daño. El se preocupaba por cómo su enfermedad nos estaba afectando. Yo trataba de consolarlo, pero él estaba poniendo un frente fuerte para consolarme. Yo quería sufrir con él. Quería ayudarlo a llevar su Cruz. Él no abría sus sentimientos porque no quería que yo sufriera.

Para Lourdes

Estaba tan decidido que el año antes de morir, fue a Lourdes. Sus glóbulos rojos estaban bajando. Estaba tan enfermo. No sé cómo lo hizo sin ayuda médica. Sin embargo, quería probar todo.

Cuando regresó de Lourdes, tuvo que ir directo al hospital. Estaba sangrando tanto que necesitaba transfusiones de sangre diarias. Su cuerpo no estaba produciendo glóbulos rojos. La quimoterapia era muy fuerte. Probamos un trasplante de médula y e incluso drogas, experimentales, pero nada funcionó. Mientras que estaba en el hospital, él recibió tantos mensajes de todos los niños de la escuela.

Siempre, decia lo mismo: “Mamá, todo lo que quiero es ser un sacerdote santo.” Después de regresar al seminario, el vio la vida de manera diferente. Sin embargo, los grandes cambios llegaron con los sufrimientos de cáncer. Lo purificaron. Él era diferente.

En el hospital

Los días en el hospital estaban llenos de emociones. Chelo quería sentarse junto a la ventana desde donde podía ver como todo que cobraba vida en la primavera. También aceptó que estaba muriendo. Chelo tenía un mal temperamento y podría ser rápido para la ira, pero la enfermedad lo cambió.

Me sentía tan impotente. Todo lo que mis hijos necesitaban, nosotros se lo proveiamos. Ahora, no había nada más que yo

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pudiera hacer. Una madre no quiere ver a su hijo sufrir y morir. Me preguntaba, ¿esta Dios escuchando? Así que muchos sacer-dotes vinieron, dieron sus bendiciones ylo ungieron.

Chelo murió el Domingo de Ramos, 23 de Marzo de 2013 a las 2:58 de la tarde, justo antes de 3:00 la hora de la Divina Misericordia. Para el día de su muerte, él era una persona diferente, pero siem-pre con el mismo deseo: “Sólo quiero ser un sacerdote santo.” El fue enterrado con la sotana en una misa de cuerpo presente en el seminario, el Miércoles de la Semana Santa. En su lápida esta la oración de la Divina Misericordia, “Jesús, Yo en ti confío.” Su vocación comenzó con la novena de la Divina Misericordia y la dijo que todos los días de su vida.

Conclusión

Ahora, lo extraño tanto. Cuando cocino algo especial, yo espero que el venga por la casa para comer. Hay tantas cosas que no entiendo, incluso ahora. ¿Cuál es el plan de Dios? ¿Por qué Dios lo llamó al seminario y despues le permitio que muriera?

Yo tengo tarjetas especiales hechas con la imágen de Jose. Cada vez que veo a un joven devoto, le doy una tarj eta. La semana pasada, yo vi a un hombre joven, le di la tarjeta y le dije que él podría ser un sacerdote algún día. Él dijo: “Muchas gracias, pero me voy a casar el mes que viene.”

Yo siempre estoy pensando en lo que puedo hacer. Creo que la obra de José apenas comienza. El dejó alguna gracia, un don, que ayudará a muchos otros jóvenes que dicen como Chelo dijo, “Todo lo que quiero es ser un sacerdote santo.”

Jesús dijo: “Si el grano de trigo muere, traerá mucho fruto.” Chelo ha muerto y creo que el fruto vendrá. Al lector, le digo: “¿Va a tomar el lugar de Chelo?” Si es así, voy a hacer mi mejor esfuerzo para ir a su ordenación.

Sara Serrano es una mujer Puertorriqueña devota y valiente que se regocijó al ver a su hijo, José, aceptar la llamada de Jesus al sacerdocio.

Su muerte en el 2013 trajo a Sara al corazón del gran misterio. El grano de trigo tiene que morir para producir cosecha. Que la historia de Jose toque los corazones de muchos jóvenes Hispanos y los conduzca a una vida de servicio a Jesucristo. To view his story, go to www.youtube.com and in the search box enter: “Called by Name: Jose Serrano”.

Esa alegría fue convertida en el mayor dolor posible en los últimos tres años de su vida cuando él valientemente luchó contra el cáncer, esperando contra toda esperan-za, que él viviera para ser sacerdote. No pudo ser.

Nihil Obstat: Rev. Robert Pesarchik, Censor Librorum Imprimatur: Archbishop Charles Chaput July, 2016 Distributed by: