SEGUNDA

LEY

LA LEY DE LA

EDUCACIÓN

LA MANERA EN QUE LA GENTE APRENDE DETERMINA COMO USTED ENSEÑA

DIRIGIR

MOTIVAR

La segunda ley de la enseñanza, la ley de la educación , afirma que la manera en que las personas aprenden determina la forma en la cual les enseñamos. El aprendizaje ocurre cuando el mismo alumno investiga, descubre y hace lo necesario para lograr el conocimiento. Por lo tanto, el maestro sirve para estimular, motivar y dirigir las actividades del mismo estudiante. El profesor Hendricks nos instruye a no decirle nada al alumno ni hacer nada por él que pueda aprender o hacer por sí mismo.

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• Como maestro efectivo, usted tiene que conocer no sólo lo que enseña, sino también a quiénes enseña.

• Usted como maestro no solamente está interesado en inculcar principios; usted desea influenciar a personas.

• Si revisamos el concepto de J.M. Gregory, él lo llama “la ley del proceso de enseñanza”. Esta ley consiste en estimular y dirigir las actividades propias del alumno.

• Por tanto el maestro debe estimular y dirigir las actividades propias del alumno.

• Lo importante no es lo que usted haga como maestro, sino lo que el alumno haga como resultado de lo que usted hace.

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• Definiéndolo claramente, el maestro es un estimulador y motivador... No es el jugador, sino el entrenador que anima y dirige a los jugadores.

• El alumno es primeramente un investigador, descubridor y hacedor.

• Reiteramos: la prueba definitiva de la enseñanza no es lo que usted hace o cuán bien lo hace, sino qué y cuán bien lo hace el alumno.

• Los buenos maestros no pueden enfatizar lo que ellos hacen, sino lo que los alumnos están haciendo.

• Hay muchas personas que nunca se han sentado en una clase en un colegio, pero son bien educadas.

• Son hombres y mujeres sabios que han recibido y reciben una educación. Tal vez no lo sepan todo, pero lo saben, lo viven –y Dios los está usando como sus instrumentos para llevar a cabo sus propósitos.

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La prueba de la

enseñanza la podemos

ver cuando nuestros

alumnos saben hacer

bien las cosas por sí

mismos.

TENSIÓN

TENSIÓN

TENSIÓN

Si mantenemos a nuestros estudiantes muy cómodos sin introducir algún reto nuevo, ellos no sentirán el deseo de aprender y desarrollarse.

Por lo tanto, el proceso de la enseñanza necesita cierta cantidad de tensión que motive al alumno a aprender.

Si introducimos mucha tensión el alumno se frustra y tal vez se dé por vencido sin seguir adelante en el proceso de aprendizaje.

Por otro lado, si no existe suficiente tensión el alumno comienza a sentir apatía.

Lo ideal es inquietar el

equilibrio lo suficiente

como para motivar el

aprendizaje.

PENSAR

APRENDER

TRABAJAR

ÓMO

ÓMO

ÓMO

Para tener éxito en el proceso de aprendizaje debemos saber lo que estamos tratando de lograr con nuestros alumnos.

El doctor Hendricks sugiere tres metas y nos reta a reflexionar acerca de ellas a fin de que las adoptemos. Si queremos que las personas cambien de manera permanente tenemos que cambiar la forma en que piensan.

Además debemos perpetuar el proceso de aprendizaje

enseñando a las personas cómo aprender.

El proceso se mueve de la síntesis al análisis y de regreso a la síntesis.

Primera meta:

– Enseñe a sus alumnos a pensar.

– Si usted quiere cambiar a una persona

permanentemente, asegúrese de que su mentalidad

cambie, y no solamente su comportamiento.

– Si Ud. sólo cambia su comportamiento, ella nunca

entenderá porqué ha hecho el cambio. Ese cambio

es sólo superficial, y usualmente no dura mucho.

– Su labor como maestro es ensanchar la mente

humana.

– Y debemos notar, que nosotros como maestros, si les

vamos a enseñar a nuestros alumnos cómo pensar,

eso presupone que usted mismo lo sabe hacer.

Segunda Meta:

– Enseñe a la gente a aprender.

– Planee crear alumnos que perpetúen el proceso de

aprendizaje para el resto de sus vidas.

– Piense por un momento qué implica el aprendizaje.

Aprender es siempre un proceso. Se está llevando a

cabo todo el tiempo. Cada momento que usted vive,

aprende; y mientras aprende, usted vive.

– Deje de aprender hoy y mañana deja de vivir.

– El proceso de aprendizaje no sólo es emocionante y

lógico, es también un proceso de descubrimiento. La

verdad es siempre muy provechosa y productiva

cuando Ud. la puede ver por sí mismo.

• Tercera Meta:

– Enseñe a sus alumnos a trabajar.

– Esto nos lleva de nuevo al principio de nunca hacer

algo por un estudiante que él sea capaz de hace por

sí mismo. Si usted lo hace, hará de él un inválido…

– Nunca olvide que su labor es desarrollar personas

que se dirijan por sí mismas, que sean disciplinadas,

que hagan lo que hacen porque así lo escogieron.

EN FIN DEBEMOS

DESARROLLAR PERSONAS

QUE ESTÉN MOTIVADAS A

APRENDER, QUE SEAN

DISCIPLINADAS Y QUE

PARTICIPEN EN EL PROCESO

PORQUE ESCOGEN HACERLO

POR SÍ MISMOS .

APRENDIZAJE

FRACASO = FUNDAMENTO

LOGROS

El fracaso puede servir como base para el Aprendizaje y para grandes logros. El profesor Hendricks nos provee el ejemplo de un bebé que aprende a caminar. Ningún bebé comienza a caminar sin primero fracasar varias veces. Sin embargo, muchos de nosotros después de fracasar concluimos que Dios no nos ha llamado a servirle en alguna función específica. Se ha dicho que los cristianos no sabemos cómo manejar el fracaso. Por cierto, mientras estemos en la tierra el fracaso será una realidad. Sin embargo, dicho fracaso puede servir como fundamento para el aprendizaje.

UN FUNDAMENTO LLAMADO FRACASO

• El fracaso es una parte necesaria de aprendizaje.

• Imagínese la situación: los discípulos fueron enviados

de dos en dos, y estaban triunfando. Regresan a Jesús

y le dicen: Señor, aun los demonios se nos sujetan,

Pero un día tuvieron un caso difícil: fracasaron.

• Como pasa a menudo, el fracaso de los discípulos les

proveyó una de sus experiencias de aprendizaje más

grandes.

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ASÍ FUE LA EXPERIENCIA DE

LOS DISCÍPULOS COMO

TAMBIÉN DE MUCHOS QUE

HAN LOGRADO GRANDES

COSAS. ¿POR QUÉ?

PORQUE EN VEZ DE DARSE

POR VENCIDOS SIGUIERON

ADELANTE.