Seguridad alimentaria: más allá de la comida chatarra · 6 LA REVISTA AGRARIA / 151 Mesa redonda...

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6 LA REVISTA AGRARIA / 151 Mesa redonda Seguridad alimentaria: más allá de la comida chatarra Fernando Eguren / Ricardo Marapi El reciente debate político que se ha vivi- do en el Perú luego de la aprobación de la Ley de Promoción de la Alimentación Sa- ludable de los Niños, Niñas y Adolescen- tes, ha puesto en relevancia los problemas de inseguridad alimentaria que enfrenta- mos. Ahora que tanto el Poder Ejecutivo y el Congreso están elaborando diversas políticas y estrategias sobre el tema 1 , La Revista Agraria realizó una mesa redonda para analizar la situación de la seguridad alimentaria en el país y cuál es su verdade- ra importancia. En ella participaron el economista Gui- llermo Rebosio Arana, especialista en polí- ticas públicas y desarrollo rural y actual director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del Ministerio de Agricultu- ra; el doctor Alberto García de Romaña, especialista en temas de seguridad alimen- taria y consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); el médico Enrique Jacoby Martínez, exviceministro de Salud del actual gobierno, especialista en temas de nutrición y salud pública y actual ase- sor regional en la Organización Panameri- cana de la Salud; y Eduardo Zegarra Mén- dez, doctor en economía e investigador principal de la ONG Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade). IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA ¿Cómo entienden la «seguridad alimen- taria» en un país como el nuestro? ¿Es o no es importante el tema? Enrique Jacoby: El aspecto de la se- guridad alimentaria es definitivamente im- portante. La FAO la ha definido como el acceso social, económico y nutricional a alimentos de calidad que aseguren el de- sarrollo, producción y crecimiento de las personas. También es la capacidad de un país de producir y alimentar a su pobla- ción sin las alteraciones que vemos en los últimos tiempos: me refiero a las cri- sis relacionadas con el cambio climático, a la disminución de acuíferos en muchí- simos países y al impacto de los commo- dities 2 de ciertos granos, que provocan una distorsión de precios. Entre estos dos polos, el de la capaci- dad de producir alimentos diversos y de alta calidad, y el de la capacidad de los seres humanos de acceder a esos alimen- tos, están los dos pilares centrales que nos preocupan en seguridad alimentaria. Actualmente, la producción de alimen- tos atraviesa un proceso de transición ace- lerado y creo que esto es grave porque se da una industrialización de la producción agraria a costa de un notable sacrificio de la calidad nutricional y biológica de los ali- mentos. Y están siendo reemplazados por productos que son, básicamente, almido- nes de poco valor y que vienen acompa- ñados de los tres nutrientes sobre los que la Organización Mundial de la Salud ad- vierte que producen la mayoría de enfer- medades: azúcar, grasa y sal. Creo que el tema es vital: tenemos que defender la producción de alimentos de alta calidad y su acceso por parte de la pobla- ción. Este aspecto es, en esencia, econó- mico, ambiental y cultural. Debería estar entre uno de los tres primeros temas de la política nacional del país. Guillermo Rebosio: El cambio climático que amenaza a países como el Perú y nues- tra condición de país importador neto de alimentos nos exponen a fenómenos como la variabilidad de los precios mundiales, Foto Ricardo Marapi

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6 LA REVISTA AGRARIA / 151

Mesa redonda

Seguridad alimentaria:más allá de la comida chatarra

Fernando Eguren / Ricardo Marapi

El reciente debate político que se ha vivi-

do en el Perú luego de la aprobación de la

Ley de Promoción de la Alimentación Sa-

ludable de los Niños, Niñas y Adolescen-

tes, ha puesto en relevancia los problemas

de inseguridad alimentaria que enfrenta-

mos. Ahora que tanto el Poder Ejecutivo y

el Congreso están elaborando diversas

políticas y estrategias sobre el tema1, La

Revista Agraria realizó una mesa redonda

para analizar la situación de la seguridad

alimentaria en el país y cuál es su verdade-

ra importancia.

En ella participaron el economista Gui-

llermo Rebosio Arana, especialista en polí-

ticas públicas y desarrollo rural y actual

director de la Oficina de Planeamiento y

Presupuesto del Ministerio de Agricultu-

ra; el doctor Alberto García de Romaña,

especialista en temas de seguridad alimen-

taria y consultor de la Organización de las

Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación (FAO); el médico Enrique

Jacoby Martínez, exviceministro de Salud

del actual gobierno, especialista en temas

de nutrición y salud pública y actual ase-

sor regional en la Organización Panameri-

cana de la Salud; y Eduardo Zegarra Mén-

dez, doctor en economía e investigador

principal de la ONG Grupo de Análisis para

el Desarrollo (Grade).

IMPORTANCIA DE LASEGURIDAD ALIMENTARIA

¿Cómo entienden la «seguridad alimen-taria» en un país como el nuestro? ¿Es ono es importante el tema?

Enrique Jacoby: El aspecto de la se-

guridad alimentaria es definitivamente im-

portante. La FAO la ha definido como el

acceso social, económico y nutricional a

alimentos de calidad que aseguren el de-

sarrollo, producción y crecimiento de las

personas. También es la capacidad de un

país de producir y alimentar a su pobla-

ción sin las alteraciones que vemos en

los últimos tiempos: me refiero a las cri-

sis relacionadas con el cambio climático,

a la disminución de acuíferos en muchí-

simos países y al impacto de los commo-

dities2 de ciertos granos, que provocan

una distorsión de precios.

Entre estos dos polos, el de la capaci-

dad de producir alimentos diversos y de

alta calidad, y el de la capacidad de los

seres humanos de acceder a esos alimen-

tos, están los dos pilares centrales que nos

preocupan en seguridad alimentaria.

Actualmente, la producción de alimen-

tos atraviesa un proceso de transición ace-

lerado y creo que esto es grave porque se

da una industrialización de la producción

agraria a costa de un notable sacrificio de

la calidad nutricional y biológica de los ali-

mentos. Y están siendo reemplazados por

productos que son, básicamente, almido-

nes de poco valor y que vienen acompa-

ñados de los tres nutrientes sobre los que

la Organización Mundial de la Salud ad-

vierte que producen la mayoría de enfer-

medades: azúcar, grasa y sal.

Creo que el tema es vital: tenemos que

defender la producción de alimentos de alta

calidad y su acceso por parte de la pobla-

ción. Este aspecto es, en esencia, econó-

mico, ambiental y cultural. Debería estar

entre uno de los tres primeros temas de la

política nacional del país.

Guillermo Rebosio: El cambio climático

que amenaza a países como el Perú y nues-

tra condición de país importador neto de

alimentos nos exponen a fenómenos como

la variabilidad de los precios mundiales,

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que sufrimos en los años 2008 y 2009, y

que puso en evidencia que, sin una ade-

cuada política de seguridad alimentaria,

nuestra población puede ser afectada por

fenómenos totalmente exógenos.

La seguridad alimentaria es estratégica

en el país y coincido en que es uno de los

tres temas principales que deberían ser

enfocados por las políticas públicas. Pero

todavía tenemos que enfocar integralmen-

te el tema de la seguridad alimentaria y tra-

bajarlo de una manera transversal; es de-

cir, no solo en el aspecto multisectorial —a

través de la comisión creada a fines del

año pasado—, sino también en los tres ni-

veles de gobierno.

Prácticamente dos tercios de los recur-

sos públicos destinados a la función agro-

pecuaria están en los niveles subnaciona-

les. Si no involucramos de una manera co-

herente a los tres niveles de gobierno en

una política de seguridad alimentaria, nues-

tro país va a tener políticas muy buenas en

el papel, pero que no son aplicadas local o

regionalmente y que se quedan solo en el

ámbito del gobierno nacional. Esto resta

totalmente eficacia a las políticas. La segu-

ridad alimentaria requiere de una política

nacional coherente y sostenible.

Aquí se presenta un posible problema:

la continuidad de las políticas sobre el tema.

La seguridad alimentaria, tan vinculada a

la agricultura, requiere de políticas soste-

nibles, continuas, que son generalmente

de lenta maduración. Los cambios profun-

dos en el sistema productivo y en la edu-

cación de la gente sobre la alimentación

saludable, requieren de políticas sosteni-

das en el tiempo si se quiere obtener resul-

tados.

Eduardo Zegarra: En una familia con

seguridad alimentaria, las personas tienen

la capacidad de poder consumir alimentos

saludables en forma continua y que les van

a permitir llevar una vida saludable. Es muy

importante destacar la palabra capacida-

des; en la definición de la seguridad ali-

mentaria es central el desarrollo de las ca-

pacidades de las personas y las familias.

En el caso del Perú, la inseguridad ali-

mentaria no es igual en zonas urbanas y

rurales; hay diferencias enormes. En las

zonas urbanas se empieza a observar el

fenómeno de los niveles de sobrepeso y

obesidad en niños y adolescentes en ho-

gares en pobreza: ya se percibe la combi-

nación de los problemas de desnutrición y

sobrepeso. En las zonas rurales es el clima

el que afecta a sectores importantes; por

ejemplo, las heladas tienen impactos inme-

diatos en todo el ciclo productivo y ali-

mentario de las familias. En todos los ca-

sos, se requieren diseños de políticas dis-

tintos.

Uno de los problemas que veo en el país

es que aplicamos modelos urbanos de ayu-

da alimentaria a zonas rurales, donde hay

ciclos totalmente diferentes. Creo que el

tema es crucial; sin embargo, se ha hecho

muy poco en términos de políticas especí-

ficas y de institucionalidad para la seguri-

dad alimentaria en el Perú. Se ha avanzado

bien en el diagnóstico, pero ha faltado vo-

luntad política para implementar estrategias

y armar una institucionalidad que vele por

la seguridad alimentaria de la población,

en su conjunto, pero también de los más

vulnerables, especialmente en algunas zo-

nas rurales y en zonas urbanas, que es lo

que se debería atacar.

Alberto García: La seguridad alimenta-

ria es un concepto sumamente importante,

crucial y pertinente. El Perú tiene como for-

taleza —y no ahora, sino desde hace cinco

mil años— que es un país excepcionalmen-

te diverso: produce todo tipo de alimentos

y es multiestacional. Además, el Perú, a di-

ferencia de otros países de la región, toda-

vía tiene un porcentaje de producción de

alimentos frescos y esa es una de las forta-

lezas que deben dar pie a políticas especí-

ficas para promoverlas. Naturalmente, tam-

bién hay muchísimas debilidades y limita-

ciones. Por ejemplo, problemas enormes

con la precariedad de los sistemas de co-

mercialización de alimentos y la falta de aso-

ciatividad de los productores. En nuestro

país se abandonó el modelo cooperativo,

mientras que en otras partes del mundo las

cooperativas son clave para poder abaste-

cer a las ciudades. Eso se perdió y es parte

de las políticas que se deben restablecer.

En cuanto a las amenazas, una es la sus-

titución de los alimentos originarios (los

tubérculos, los granos andinos, etc.) por

los productos que vienen de afuera. Los

cambios en los patrones de consumo igual-

mente son una amenaza y, por cierto, el

estrés hídrico —como consecuencia del

cambio climático— será un problema en

los próximos años. También la instalación

de los biocombustibles y la creciente ex-

pansión del mercado de tierras y su con-

centración a costa de la producción de ali-

mentos son amenazas para la seguridad

alimentaria.

Pero también hay oportunidades: por

ejemplo, el alza de precio de los alimentos

es, de alguna manera, una oportunidad para

la agricultura familiar, que puede llevar a

incentivar la producción de alimentos na-

cionales.

LEY PARA LAALIMENTACIÓN

SALUDABLE

Hace pocos días el Congreso de la Re-pública aprobó esta ley. ¿Qué opinan de

Guillermo Rebosio Alberto García Enrique Jacoby Eduardo Zegarra

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ella y de la importancia de la inocuidad,factor importante en la seguridad alimen-taria?

G. Rebosio: Esta norma es legítima. To-

dos se han centrado en el tema de la publi-

cidad y en la supuesta exclusión de algu-

nos tipos de alimentos, pero la norma tiene

un fuerte componente educativo y de se-

guimiento a fenómenos vinculados con la

obesidad. Hay que evitar que el debate

sobre esta ley se sesgue solo en el tema de

la publicidad y la venta de alimentos en los

quioscos. Hay que darle mucha más im-

portancia a cómo educamos a la población

en el uso adecuado de los alimentos. No es

solo un problema de obesidad —que es

un fenómeno del primer mundo, donde hay

un incremento gigantesco de jóvenes obe-

sos—, sino también de advertir que las

personas que no son obesas se están ali-

mentando mal.

Tenemos que trabajar profundamente

con los colegios y los padres de familia

para que en el hogar la calidad de la ali-

mentación mejore; hay que hacer un tra-

bajo educativo para que, a pesar de las

limitaciones monetarias, las familias uti-

licen con mayor inteligencia los recur-

sos a fin de nutrirse mejor. Esta ley debe-

ría servirnos para promover una adecua-

da educación de las familias, que es don-

de se decide el consumo alimentario. Las

campañas publicitarias influyen en el

consumo, pero al final el que decide es la

mamá o el papá; y si ellos no lo tienen

claro, vamos a seguir con el problema.

Aunque no compren alimentos procesa-

dos, igual van a alimentarse mal. Debe-

mos poner más atención en los elemen-

tos educativos de esta norma.

A. García: En general, la ley me parece

positiva. No solo es un elemento de mo-

dernización, sino que además nos pone al

mismo nivel de muchos países, sobre todo

del primer mundo, que han entrado a regu-

lar estos temas. Lo que se viene va a ser

una batalla complicada porque, de alguna

manera, el proyecto de ley original ya ha

cedido algunas cosas. Hay temas pendien-

tes; por ejemplo: se prohíbe la publicidad

para el consumo desmedido de productos

dañinos, y el reglamento tendrá que expli-

car qué significa «lo medido» y «lo desme-

dido». Ahí habrá un debate.

En el Perú siempre hay un riesgo: las

leyes salen y, como no se reglamentan,

no se aplican. La sociedad civil se tiene

que movilizar detrás de esta ley para que

sea reglamentada y pueda entrar en vi-

gencia. Por otro lado, discrepo con Gui-

llermo en relación con el fenómeno emer-

gente de la obesidad, sobre todo en ni-

ños y madres, y que ya se observa entre

nosotros. Las cifras de la Enaho3 hablan

de casi 55% de madres en edad fértil con

problemas de obesidad o sobrepeso,

problemas que también sufre casi el 20%

de los menores de 16 años. Este es un

fenómeno reciente y una tendencia que,

si la proyectamos, en muy poco tiempo

nos va a llevar a la misma configuración

de los países del primer mundo. A ello se

debe que este tipo de normas tienen que

ser apoyadas.

Quiero saludar el trabajo pionero de

Enrique Jacoby, quien desde el Vicemi-

nisterio de Salud promovió la generación

de políticas públicas destinadas a com-

batir estos fenómenos y garantizar una

alimentación saludable para la población,

especialmente la más vulnerable.

E. Zegarra: Es interesante que esta ley

haya hecho lo que es un sacrilegio en el

actual ambiente liberal de la política pe-

ruana: pretender regular los contenidos

de la publicidad. Eso ha desatado una his-

teria y una gritería de todo el sector de

anunciantes que, además, tienen relacio-

nes carnales con los medios de comuni-

cación. Estamos viendo una reacción to-

talmente desmedida y desproporcionada

frente a un tipo de regulación que mu-

chos países han empezado adoptar hace

mucho tiempo y que tiene un sentido re-

lacionado con la salud pública.

Existen numerosísimos estudios y evi-

dencias que demuestran que la publici-

dad orientada hacia los niños y los ado-

lescentes es realmente perjudicial y es

un problema grave de salud pública.

Cuando vivía en Estados Unidos, la prin-

cipal autoridad de Salud decía: «¿Cómo

puedo enfrentar el tema de la obesidad si

mi presupuesto anual equivale a lo que

Mac Donalds gasta en un día en publici-

dad?». La desproporción entre los recur-

sos que tiene la industria alimentaria y lo

que puede hacer el Estado es enorme.

Evidentemente, esta regulación es un

primer paso que hay que profundizar y

también se deben hacer otras cosas. Creo

que se trata de una norma equilibrada y

de un paso inicial, aunque algo que me

preocupa es que le encargue al Indeco-

pi4 el aspecto de la regulación, pues sa-

bemos que esta entidad sufre la contra-

dicción de que supuestamente defiende

la libre competencia y, al mismo tiempo,

defiende al consumidor. Ahí hay que es-

tar muy atentos al reglamento.

En el Perú, cuando ciertos intereses

no pueden lograr todo lo que querían a

través de la ley, lo consiguen con el re-

glamento. Ya hemos visto lo que pasó

con el reglamento de la Ley de Consulta

Previa: al final, es en el reglamento don-

de se decide todo. Como decía Alberto,

es una primera batalla, pero la guerra está

lejísimos de ser ganada.

E. Jacoby: Yo coincido en que se trata

de una muy buena ley. Pongo como ejem-

plo el caso de México, que en veinte

años ha desmantelado setecientos años

de cultura alimentaria. Es enorme y triste

comprobarlo. Y esto se ha hecho con las

Los participantes de la mesa redonda saludaron la reciente ley aprobada en el Congreso sobre

Jacoby participó desde la ciudad de Washington, vía conexión Skype.

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y que ha sido aceptado por consenso por

una gran cantidad de países. Eso no ocu-

rre con el término soberanía alimentaria,

aunque probablemente en algunos años

se llegue a un consenso en torno a él. Sin

embargo, los elementos que se asocian a la

soberanía alimentaria son perfectamente

aceptables, incluso por las políticas de

gobierno. Por ejemplo: la promoción y la

defensa de los recursos naturales asocia-

dos a la producción de alimentos; la reva-

lorización de los productos originarios y

ancestrales frente a esta invasión de pro-

ductos procesados que vienen de afuera;

la importancia de defender el uso de la tie-

rra para la producción agrícola frente a ten-

dencias como el uso para biocombustibles

o transgénicos.

G. Rebosio: Debo recalcar que hablo a

título personal y que no represento la po-

sición oficial del ministerio. Creo que la

sensibilidad va por el lado de que el con-

cepto se utilice como pretexto para desco-

nocer compromisos internacionales. Es

decir, que a partir de la aprobación de una

ley de soberanía alimentaria se la podría

utilizar como argumento para desconocer

compromisos previos y plantear acuerdos

diferentes. Por ahí va la sensibilidad de al-

gunos actores políticos y por eso se debe

aclarar el tema. No es lo mismo plantear

soberanía alimentaria en un país poco inte-

grado al comercio mundial, que hacerlo en

un país tan integrado como el Perú, que

tiene acuerdos comerciales y un sector ex-

portador muy dinámico. Creo que esa sen-

sibilidad está llevando a un entrampamien-

to del debate acerca del concepto de sobe-

ranía alimentaria.

Ahora, en lugar de pensar si estos acuer-

dos restan o no autonomía en materia de

seguridad alimentaria, creo que, más bien,

deberíamos utilizar los acuerdos comercia-

les como un elemento para el diseño de las

políticas. Ingresar a un debate sobre si un

acuerdo comercial establece condiciones

mejores o peores, o si fueron buenos o

malos, a estas alturas es poco productivo.

En el trabajo de seguridad alimentaria te-

nemos que tratar de convertir estos acuer-

dos en oportunidades para potenciar al-

gunos sectores.

E. Jacoby: Coincido con buena parte de

la conversación y entiendo los temores que

han existido acera del uso del término so-

beranía alimentaria. Creo que en estos

temas hay que articular de manera apropia-

da a los productores. Si podemos tener una

industria de exportación en el agro que sea

banderas del libre comercio y del progre-

so de la globalización.

Hoy día, en salud pública utilizamos

con mucha frecuencia el término error o

fallas de mercado. El sistema de merca-

do capitalista tiene algo intrínsecamente

problemático: es capaz de erosionar las

propias bases sociales que le dan exis-

tencia, es decir, tiene capacidad de auto-

destrucción. Por eso, la necesidad de re-

gulación es absolutamente central para

una marcha equilibrada de los mercados.

Por ejemplo, en el caso de Francia, hace

algunos años, frente a las nuevas reglas

de liberalización de los mercados mun-

diales, los franceses encontraron un tér-

mino: la excepcionalidad cultural; en-

tonces dijeron: «Nuestros productos cul-

turales como la culinaria no están suje-

tos a ningún comercio». Algunos pue-

den decir que esto es una barbaridad o

una exageración, pero los franceses lo

vieron venir: la globalización puede be-

neficiar a muchos, pero al mismo tiempo

nos licua a todos dentro de un mismo

marasmo que nos hace perder los gran-

des valores de la diversidad. Creo que es

legítimo ejercer esta regulación y que es

juicioso que un gobierno lo haga. En sa-

lud pública, esto es pan de todos los días.

Celebro la ley, aunque miro con la mis-

ma preocupación no solo el rol del Inde-

copi, sino también la presencia de los re-

presentantes de la industria alimentaria,

que han sido invitados a establecer el

reglamento de esta ley. Ahí ya no tengo

la certeza de que la buena intención de la

norma quede finalmente reflejada.

ENTRE LA SEGURIDADY LA SOBERANÍA

En la actualidad existe un debate entredos conceptos: seguridad alimentaria ysoberanía alimentaria. El primero se ubi-ca en una estrategia que reposa en el fun-cionamiento de los mercados internos yexternos para acceder a los alimentos,mientras que el segundo reposa esencial-mente en la producción nacional. ¿Cuáles su opinión sobre estos dos enfoques di-ferentes?

A. García: En este momento, en el Perú

hay un debate en el ámbito legislativo, pues

se está formulando una ley de seguridad y

soberanía alimentaria, y este último térmi-

no ha despertado la preocupación y el veto

del Poder Ejecutivo. Además, esto tiene

como antecedente que el gobierno perua-

no, de manera consistente en los últimos

años, ha objetado el uso de este término

en todos los foros internacionales. Las ra-

zones de la objeción no son muy claras. Lo

que explica el Ministerio de Relaciones Ex-

teriores es que el asunto es más de tipo

formal. El uso de términos como sobera-

nía alimentaria podría, sostienen, dar la

impresión de que el Perú está alineado con

aquellos países que utilizan el término y

que tienen una opción de comercio exte-

rior distinta de la nuestra, donde tenemos

tratados de libre comercio con otros paí-

ses. Esa es la explicación oficial.

La soberanía alimentaria es todavía un

concepto en proceso de consenso global,

a diferencia del término seguridad alimen-

taria, que se usa desde hace muchos años

e alimentación saludable y, junto con el director de LRA, Fernando Eguren, analizaron el tema. Enrique

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compatible y no invasiva de las posibilida-

des de la producción local y de los peque-

ños productores, sería magnífico. Va a ser

muy significativo el estímulo de los merca-

dos locales que el propio Estado pueda

generar a través de su capacidad de com-

pra para diversas instituciones que utili-

zan alimentos de una manera regular. Bien

usada, podría convertirse en un instrumen-

to muy poderoso. Creo que esto va a nece-

sitar alguna forma de regulación y no hay

que tenerle ningún temor. Hay que defen-

der lo bueno porque es muy difícil que se

defienda solo; es casi imposible.

E. Zegarra: Pienso que el término sobe-

ranía alimentaria introduce algunas com-

plejidades. Hay casos extremos, donde al-

guien puede decir que soberanía alimenta-

ria significa autarquía5 del país. Es el caso

gravísimo de Corea del Norte, donde hay

hambrunas que no se publicitan. Incluso,

es el caso de las dificultades que vemos en

Venezuela, que arrastra una enfermedad

holandesa6, donde la agricultura ha sido

absolutamente dejada de lado debido a que

existe una industria de petróleo que permi-

Condecoran a La Revista Agraria

Nueva directiva en Conveagro

Al cumplir su 25 aniversario, LRA recibió la condecoración «Meda-

lla Ministerio de Agricultura» por su «impecable labor de difusión

especializada, contribuyendo al desarrollo del agro nacional» y

porque es «un medio de expresión de los pequeños agricultores y

productores del campo».

De esta manera, LRA, publicación del Centro Peruano de Estu-

dios Sociales (Cepes), que se distribuye en el territorio nacional

como suplemento del diario La República, obtiene un reconoci-

miento por su larga trayectoria (anteriormente fue Alerta Agraria).

En una ceremonia realizada en Palacio de Gobierno, el pasado

jueves 9 de mayo, el director de LRA, Fernando Eguren López,

presidente del Cepes, recibió la medalla de manos del presidente

de la República, Ollanta Humala, y del ministro de Agricultura, Milton

von Hesse.

LRA agradece la deferencia y se compromete a seguir contri-

buyendo al desarrollo del agro a fin de mejorar la calidad de vida de

las mujeres y hombres del campo, con información veraz y oportu-

na y con análisis profundos sobre la situación del sector rural

peruano.

La productora y dirigente de la Junta Nacional del Café, Lucila Quin-

tana, fue reelegida como presidenta de la Convención Nacional del

Agro Peruano (Conveagro) por las instituciones y gremios agrarios

que integran este foro agrario, el más importante del país. Esta elec-

ción democrática significa, sin duda, un nuevo avance en el fortale-

cimiento de la institucionalidad rural en el Perú.

Lucila Quintana, quien asume la presidencia para el periodo 2013-

2015, anunció que los principales objetivos de su nueva gestión

estarán centrados en fortalecer el clima de diálogo propositivo con el

Ministerio de Agricultura, el Congreso de la República, los gobiernos

regionales y otros actores políticos y económicos vinculados al de-

sarrollo del sector agropecuario.

El nuevo vicepresidente de Conveagro es Héctor Guevara, repre-

sentante de la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Aga-

lep). Fernando Gamero, delegado de la Asociación Nacional de

Productores de Carne Bovina (Fondgicarv), fue elegido como secre-

tario; mientras que Honorio Espejo, delegado de la Confederación

Nacional de Palmicultores y Empresas de Palma Aceitera (Conapal),

desempeñará el cargo de tesorero. Como vocales fueron elegidos

Fernando Eguren, del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes);

Ricardo Chuquín, de la Coordinadora Rural; y Luis Gomero, de la Red

de Acción en Agricultura Alternativa (RAAA).

te, en teoría, tener todos los recursos. Y

son países que enfrentan un problema es-

tructural y es ahí donde pueden servir es-

tos discursos de la soberanía alimentaria.

En mi opinión, no ganamos mucho al

enredar más los términos. Ya la definición

de seguridad alimentaria es muy complica-

da y compleja, y esto se acrecienta cuan-

do se le agrega esta definición de sobera-

nía alimentaria. En realidad, cuando los Es-

tados tienen que afirmar su soberanía, lo

hacen porque tienen algún problema es-

tructural. Más bien, dentro de la misma con-

cepción de la seguridad alimentaria se de-

berían fortalecer algunos aspectos que

están descuidados y que tienen que ver

con la capacidad de tomar decisiones sin

la perversa influencia de intereses trans-

nacionales. Hay que debatir sobre el tre-

mendo y gigantesco poder que tiene la in-

dustria alimentaria y publicitaria en el mun-

do. ¿Qué políticas pueden permitir que esos

intereses no predominen? Porque ya está

demostrado que esos intereses hacen daño

a la salud y a la expectativa de vida de la

gente. Creo que el debate hay que llevarlo

por ese lado, antes que entrar en una cues-

tión bizantina respecto a si introducimos o

no el término soberanía alimentaria, que,

en general, no tiene una definición clara y

no ayuda a ingresar a definir las políticas

para el caso peruano.

Notas1 En la actualidad, se está discutiendo en el Con-

greso un proyecto de ley al respecto, y la Comi-

sión Multisectorial de Seguridad Alimentaria y

Nutricional del Poder Ejecutivo (creada en oc-

tubre del 2012) elaborará una nueva Estrate-

gia Nacional de Seguridad Alimentaria.2 Bienes primarios que se producen masivamen-

te y se comercian internacionalmente en las

bolsas de productos, como Nueva York, Lon-

dres y Chicago.3 Encuesta Nacional de Hogares.4 Instituto Nacional de Defensa de la Compe-

tencia y de la Protección de la Propiedad In-

telectual.5 Sistema económico que le permite a un Esta-

do ser autosuficiente y bastarse con sus pro-

pios recursos.6 Término usado para identificar las consecuencias

negativas que sufre un país cuando experimenta

un crecimiento inesperado en sus ingresos.

Continuación de Mesa redonda...