Seguridad Minera Edicion 111

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    Publicacin del Instituto de Seguridad Minera - ISEM

    Av. Javier Prado Este 5908 Of. 302 La Molina

    Telefax: 437-1300 [email protected] www.isem.org.pe

    DIRECTORIO ISEM

    PresidenteIng. Marcelo Santillana

    DirectoresIng. Ral Benavides

    Ing. Vctor Gbitz Ing. Roberto MaldonadoIng. Richard Contreras

    GerenteIng. Fernando Borja Aorga

    Responsable del rea de Seguridad, Higiene, Salud Ocupacional y Medio Ambiente

    Dr. Jos Valle [email protected] / 992 779 261

    Responsable del rea de EventosLic. Rosanita Witting Mller

    [email protected] / 997 967 440

    REVISTA SEGURIDAD MINERA

    EdicinCentro de Informacin

    Tuminoticias S.A.C.Telefax: 498-0393 / 454-2039

    [email protected]

    Hilda Surez (RPM #987 543 619)Editor web

    Nicols Polo Surez (RPM #983600630)

    Jefe de Comunicacin y MarketingAna Luz Domnguez Vsquez

    (RPM #987 543 620 / 993 975 244)Comunicacin y Marketing

    Yesea Valle (945 068 798 / RPM *0281036)

    FotografaGabriel Ros Torres

    DiagramacinAlejandro Zorogasta Daz

    (RPM #999 851 918)Preprensa e impresin

    Finishing S.A.C.

    Seguridad Minera no se solidariza necesariamen-te con las opiniones vertidas en los artculos. Esta publicacin no debe considerarse como un documento de carcter legal.ISEM no acepta ninguna responsabilidad surgida en cualquier forma de esta publicacin.Hecho el Depsito Legal 98-3585.

    Contenido

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    Qu informacin se necesita para el adecuado diseo de taludes?Comunicacin va satlite para la gestin de bienes mviles minerosArgentum: enfocada en la seguridad tanto como en la produccinVolcan, liderazgo visible en seguridadOperacin minera Antapaccay: primer lugar en seguridad a nivel nacionalPrograma de seguridad basado en el comportamiento: Yo aseguroEXPO Seguridad, lo mejor para proteger a los colaboradoresAceros Arequipa reciben certificacin Sello Verde PeruanoT-Congrega presenta cursos de capacitacin y desarrollo empresarialCGM RENTAL logra triple certificacinEstadsticas

    Editorial: apoyndonos en las estadsticasISEM: meta es cero accidentes mortales en mineraSeguridad del trabajador minero, preocupacin internacionalLiderazgo, involucramiento y tecnologa para alcanzar cero accidentesArgentum, Minsur, Antapaccay y Votorantim: minas seguras del 2013La seguridad como centro de las operaciones minerasNovedades en charlas comerciales de seminario internacional ISEM

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    Primeros auxilios y serviciosmdicos de urgencia

    Incendios en minera subterrnea

    Cundo y cmo se percibenlos peligros y valoran los riesgos?

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    El perfil de los trabajadores que tienen accidentes mortales en las operaciones mineras est dibujado. Gracias a los datos recopilados durante el perodo 2009 al 2013, puede decirse que la mayora de personas que se accidenta mortalmente, son jvenes ayudantes de entre 26 y 35 aos de edad, con menos de dos aos de servicio en la empresa. Estos datos se dieron a conocer en el reciente XVIII Seminario Internacional de Segu-ridad Minera, organizado por el ISEM del 26 al 28 de marzo en la ciudad de Lima.

    Sin ser excluyentes, los datos muestran la predomi-nancia antes mencionada, por lo que la alta direc-cin, las gerencias, la supervisin y trabajadores en general deben tener especial cuidado cuando en sus operaciones haya una poblacin laboral de esas carac-tersticas. Cabe recordar que, en promedio, unas 10 mil personas en promedio ingresan cada ao al total de trabajadores del sector.

    Una de las herramientas para tomar decisiones cada vez ms precisas es el registro, con mayor intensi-dad y calidad, de los hechos que puedan tener relevan-cia en el desarrollo y la madurez de la cultura de seguri-dad. Es sumamente valioso que las estadsticas puedan reflejar aspectos medulares de la realidad operativa y del comportamiento laboral de manera que se decidan acciones de mejora cada vez ms apropiadas.

    Por ejemplo, en el sector minero se conoce que la mayora de accidentes mortales ocurre mayormente a perforistas y ayudantes entre 3 y 4 de la maana y 4 y 5 de la tarde, generalmente los domingos, mircoles y jueves, en los meses de febrero y junio. A partir de all, contribuira mucho efectuar actividades de prevencin y alerta previo a esas horas, das y meses,

    Por supuesto que esta es una manera de ver y leer las estadsticas. Debemos apoyarnos en ellas, pero esto requiere del compromiso y participacin de todo el personal para que los datos registrados sean una base slida sobre la cual tomar las decisiones de correccin.

    Apoyndonos en las estadsticas

    El Instituto de Seguridad Minera-ISEM es una organizacin fundada en 1998 por ini-ciativa del Ministerio de Energa y Minas, la Sociedad Nacional de Minera Petrleo y Energa, el Instituto de Ingenieros de Minas del Per y el Colegio de Ingenieros del Per.

    EMPRESAS SOCIAS ACTIVAS Y ADHERENTESAdministracin de Empresas S.A.C.Bradley MDH S.A.CAME Contratistas y Servicios Generales S.A.Carranza Ingenieros Minera y ConstruccinCastrovirreyna Compaa Minera S.A.CGM Rental S.A.C.Choice Equipos y Servicios S.A.C.Compaa de Minas Buenaventura S.A.A.Compaa Minera Antamina S.A.Compaa Minera Ares S.A.Compaa Minera Argentum S.A.Compaa Minera Aruntani S.A.C.Compaa Minera Aurfera Santa Rosa S.A.Compaa Minera Caudalosa S.A.Compaa Minera Milpo S.A. A.Compaa Minera Miski Mayo S.R.L.Compaa Minera Poderosa S.A.Compaa Minera San Ignacio de Morococha S.A.A.CONALVIAS S.A. Sucursal PerConsorcio de Ingenieros Ejecutores Mineros S.A. (CIEMSA)Consorcio Minero Horizonte S.A.Corporacin Aceros Arequipa S.A.Emp. Minera Los Quenuales S.A.Gold Fields La Cima S.A.Hudbay Per S.A.C.ICM Pachapaqui S. A. C.IESA S. A.Impala Per S.A.C.JJM Servicios Generales S.R.L.La Arena S.A.Minera Aurfera Retamas S.A.Minera Barrick Misquichilca S.A.Minera Chinalco Per S.A.Minera Colquisiri S. A.Minera La Zanja S. R. L.Minera Yanacocha S. R. L.Minsur S.A.Pan American Silver Huarn S.A.San Martn Contratistas Generales S. A.Santo Domingo Contratistas Generales S. A.Shougang Hierro Per S. A.Sociedad Minera Austria Duvaz S. A. C.Sociedad Minera Corona S. A.Southern Peaks Mining LP - SPM Per S.A.C.Southern Peru Copper CorporationUnin Andina de Cementos S.A.A. (UNACEM S.A.A.)Volcan Ca. Minera S.A.A.Xstrata Las Bambas S.A.

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    Editorial

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    Con un llamado a realizar los mximos esfuerzos para lograr una minera sin accidentes mor-tales se inici el XVIII Seminario Inter-nacional de Seguridad Minera. As lo expresaron durante la inauguracin del evento tanto Othmar Rabitsch, presi-dente del Comit de Recursos Huma-nos de la Sociedad Nacional de Minera Petrleo y Energa (SNMPE), como Fer-

    ISEM: meta es cero accidentes mortales en minera

    XVIII Seminario Internacional de Seguridad Minera reuni a ms de 400 profesionales mineros

    Provenientes de diversas operaciones mineras del Per, alrededor de cuatrocientos profesionales de la seguridad en el trabajo se reunieron en Lima para participar al XVIII Seminario Internacional de Seguridad Minera. Alli se destac la importancia de trabajar intensamente para lograr cero accidentes mortales hacia el 2021. En esta ocasin, el evento que organiza anualmente el Instituto de Seguridad Minera, se desarroll del 26 al 28 de marzo. El programa incluy la realizacin de conferencias magistrales, conferencias tcnicas, charlas comerciales, foros y la exhibicin tecnolgica EXPO Seguridad.

    nando Borja, gerente general del ISEM.Tras dar conocer el impacto positivo de la minera en la economa del Per, re-sultado de los ms de 24 mil millones de dlares de inversin efectuados en los ltimos cuatro aos, el representan-te de la SNMPE destac que las empre-sas del sector vienen demostrando la alta valoracin que tienen a sus colabo-radores, bajo la orientacin del Cdigo

    de Conducta del gremio que considera la seguridad y salud ocupacional como uno de los ejes de su actividad produc-tiva.Rabitsch destac que los avances en materia de seguridad minera han sido la base sobre la cual se ha construido la legislacin nacional de seguridad en el trabajo para otros sectores pro-ductivos, convirtindose en lder en la

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    ISEM en accin

    materia. Precisamente, para reafirmar su liderazgo, debe sumarse esfuerzos para alcanzar la meta de cero acciden-tes mortales, seal.Por su parte, Fernando Borja hizo un re-cuento de los principales indicadores de seguridad de las empresas mineras en el pas. Consider que existe una mejo-ra en cuanto a la ocurrencia de acciden-tes mortales, en un contexto donde la cantidad de trabajadores nuevos en las operaciones mineras viene creciendo a un promedio anual de 10 mil personas, superndose actualmente la cantidad de 250 mil trabajadores en total.De acuerdo a los registros oficiales del Ministerio de Energa y Minas y Osi-nergmin, el ao pasado hubo 47 ac-cidentes mortales, diez de los cuales fueron por el desprendimiento de rocas y seis por los accidentes de trnsito, cifra similar a los accidentes por opera-cin inadecuada de maquinarias.El gerente del ISEM manifest que la institucin ha emprendido a elabora-cin de la hoja de ruta con la meta de cero accidentes mortales en el 2021, para lo cual ha convocado la participa-cin de gerentes y jefes de seguridad de sus empresas asociadas. Reunidos en febrero pasado, los especialistas concordaron en sealar que existen una docena de factores clave en la problemtica de la seguridad minera peruana.Entre los factores identificados estn el liderazgo, la supervisin, las em-presas contratistas, la capacitacin, el IPERC y la cultura de seguridad, expli-c Fernando Borja, quien invit a las empresas mineras con operaciones en el pas a unirse para alcanzar la meta trazada.

    Seguridad del trabajador minero, preocupacin internacional

    Un panorama de las tendencias en materia de seguridad y salud ocupacional en la industria mine-ra a nivel internacional fueron presenta-das por los conferencistas magistrales invitados por el Instituto de Seguridad Minera al XVIII Seminario Internacional de Seguridad Minera.Desde perspectivas diferentes, los especialistas provenientes de presti-giosas instituciones de Canad, USA, Chile y Mxico, adems del Per coin-cidieron en demostrar que existe un profundo inters en la comunidad mi-nera global en velar por la integridad de sus colaboradores.

    Seguridad: responsabilidad tripartita

    El compromiso visible de la alta direc-cin, la participacin genuina de los trabajadores y una agencia reguladora eficiente son algunos de los elementos clave para un buen funcionamiento de los sistemas de seguridad y salud en el trabajo. As lo seal David Cliff, asesor del gobierno de Queensland (Australia) en materia de seguridad minera.Adems de esos elementos, Cliff in-dic que son necesarios incentivos para desarrollar las mejores prcticas, as como tener datos de alta calidad e identificar los grupos de trabajadores expuestos a los altos riesgos. En gene-ral, debe tenerse una cultura con con-ciencia del riesgo y la prevencin.El especialista indic que en Australia tienen un sistema tripartito donde la responsabilidad en seguridad y salud en el trabajo es compartida por las em-presas, el Estado y los trabajadores. La cooperacin entre ellos es una estrate-gia importante. Sin embargo, precis que la actitud de los trabajadores hacia la seguridad depende del compromiso

    En conferencias magistrales del XVIII Seminario Internacional

    Fernando Borja, gerente general del ISEM Othmar Rabitsch, presidente del Comit de Recursos Humanos de la SNMPE

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    ISEM en accin

    y los recursos que entrega la gerencia. Hay que alentar a los trabajadores todo el tiempo, recomend.Por otro lado, Cliff explic que los ins-pectores estatales son profesionales con alta experiencia y competencias, muchos de ellos ex gerentes de ope-raciones mineras. Ellos son tutores de las empresas, sin dejar de ser firmes y cumplidores de las normas estable-cidas, al punto que pueden paralizar una operacin si as lo consideran.Seal que los sistemas de seguri-dad y salud son organismos vivos que deben estar sujetos a constante mejora, siempre previendo el futuro y tomando en cuenta las caractersticas sociales y culturales de los trabajado-res, as como la realidad del pas.

    Indicadores con enfoque preventivo

    Cary Usrey de Predictive Solutions comparti su experiencia en la aplica-cin de indicadores de seguridad de forma proactiva. Seala que durante su poca como responsable de segu-ridad siempre midieron su desempeo por el nmero de fallas.En la gestin de seguridad se traba-ja generalmente sobre indicadores de accidentes y lesiones. Estos factores actan cuando ya existe un dao he-cho y, en el caso de seguridad, la pr-dida frecuentemente es irreparable.Por ello, Usrey propone un mtodo de trabajo en base a indicadores que fo-menten la prevencin. Se trata de los indicadores avanzados. Estos son li-bre de consecuencias; ayuda a definir qu es normal; qu es lo que quere-mos y qu hemos hecho; definir y co-municar las expectativas; y enfocar los recursos.A partir de los indicadores avanzados se pueden establecer probabilidades, identificar patrones, tendencias y pre-venir accidentes. Las observaciones o

    inspecciones son una forma habitual de generar informacin con enfoque predictivo. Est basado en la evalua-cin del desempeo de seguridad y el reconocimiento del peligro.Las inspecciones u observaciones deben estar dirigidas a reportar los comportamientos y condiciones que tienen un gran potencial de dao. Esto implica el conocimiento previo que se obtendr a partir de la identificacin de peligros y evaluacin de riesgos.Se debe aplicar la jerarqua de con-troles sobre las observaciones reali-zadas. En la prctica, Usrey seala que si los problemas observados no se resuelven a la brevedad, nunca se resuelven. Por ello, es necesario tener un plan para subsanar los problemas identificados a partir de las observa-ciones.La aplicacin de este mtodo ha arro-jado cuatro conclusiones: a mayor nmero de inspecciones es menor la cantidad de accidentes; a mayor can-tidad de personas participantes en las observaciones es menor la cantidad de accidentes; a mayor cantidad de inspecciones ms reportes de actos y condiciones inseguras; a mayor canti-dad de inspecciones mayor es la can-tidad de reportes de gravedad.

    Mejores jefes tienen buenos resultados en seguridad

    De acuerdo a diversos estudios de caso, los mejores gerentes o jefes siempre tienen los resultados positi-vos de seguridad en sus empresas, asegur Mike Allen, director de opera-ciones de la norteamericana The RAD Group. Los mejores jefes crean un clima empresarial receptivo donde los trabajadores pueden hablar de seguri-dad con total confianza, asegur.De acuerdo a encuestas realizadas

    en diferentes pases, se ha identifica-do un conjunto de caractersticas que comparten los mejores jefes: asumen sus responsabilidades y rinden cuen-tas, motivan, facilitan el xito, comuni-can eficientemente, manejan adecua-damente los conflictos, son buenos tomadores de decisiones rpidas, en-sean a solucionar problemas y cons-truyen equipos de colaboradores que tienen el mismo objetivo, entre otros.Tras mencionar que solo el 40% de las personas es capaz de manifestarse cuando encuentran comportamientos de riesgo, el especialista recomend buscar la racionalidad local que existe en todo acto inseguro. En el caso de los mejores jefes, se ha identificado que un 90% de ellos tiene capacidad de reaccin ante condiciones o com-portamientos inseguros.Debemos entender por qu para mu-chas personas tiene sentido ser inse-guros. Debemos ver el contexto pro-pio y de los dems, el entorno sean equipos, clima o infraestructura y los sistemas tanto normas como proce-dimientos, entre otros. Luego de ello se podr cambiar, seal.Allen manifest la necesidad de que todos los colaboradores se involucren y comprometan en los cambios que se implementen para mejorar la segu-ridad de su organizacin, explicando a cada uno la importancia de su parti-cipacin. Debemos darles logros que tengan significado para cada uno de ellos.

    Reglas de oro para una minera segura

    Julio Franzani Garca, representan-te de ISSA Mining en Latinoamrica, comparti una estrategia preventiva para una operacin segura. Se trata de Vision Zero que, basado en cuatro campos de accin tecnologa, lugar

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    de trabajo, personas y normas postu-la siete reglas o principios para preve-nir accidentes.La primera regla es el liderazgo. Los l-deres deben dar el ejemplo respecto a seguridad y salud. No existe conversa-cin o reunin de trabajo que no tenga como primer punto la seguridad. La se-gunda est orientada a la evaluacin de riesgos y la identificacin de peligros. Debe sistematizarse la informacin.La tercera consiste en establecer los objetivos propios para la seguridad de la empresa. Implica evaluar el progre-so y adaptarse a las circunstancias. La cuarta regla indica que la empresa debe implementar un sistema de ges-tin confiable. Requiere una estructura donde la seguridad y salud ocupacio-nal est integrada en cada departa-mento que la compone.En la quinta regla se rescata el uso de tecnologas seguras y saludables. Considerar en cada adquisicin de la empresa qu factores de seguridad y salud tiene el equipo elegido. La sexta regla seala la mejora de las compe-tencias. Crear y fomentar una educa-cin para la minera. Cada puesto de trabajo debe contar con un plan de capacitacin y formacin que asuma la seguridad como parte de sus tareas.Finalmente la sptima regla de oro apunta a invertir en la personas. Se tra-ta de involucrar a los colaboradores y usar las ideas en la gestin de la se-guridad. Tambin implica el reconoci-miento al desempeo en el trabajo en su totalidad, no slo en mbitos de se-guridad.

    Identifican mejoras en equipos para minas subterrneas

    Las acciones que la industria minera australiana ha venido realizando para resolver los problemas de seguridad y salud ocasionados por los equipos de transporte y acarreo en operaciones subterrneas fueron presentadas por la profesora Tammy Eger de la canadien-se Laurentian University.Mencion que bsicamente han iden-tificado tres tipos de mejoras que po-dran implementarse en dichos equi-pos: en la lnea de visin, en la postura del conductor y la reduccin de las vi-braciones. En el primer caso, se puede modificar la cabina y utilizar dispositi-vos secundarios de deteccin de posi-cin. En cuanto a la postura, podran instalarse asientos giratorios, mientras que para las vibraciones es importante un programa de mantenimiento de ca-minos.Tammy Eger asegur que el trabajo conjunto de la industria permitir resol-ver los problemas identificados con los

    equipos, reduciendo los accidentes de trnsito en interior mina y los trastor-nos msculo-esquelticos de los con-ductores. As, teniendo como base la retroalimentacin de los trabajadores, es indispensable la participacin de empresas, fabricantes y universidades.A manera de ejemplo, dio a conocer que en los ltimos aos las empresas mineras australianas han venido inves-tigando junto a universidades y com-paas fabricantes en los problemas del diseo de los equipos de minera subterrnea, lo que viene permitiendo encontrar adecuadas alternativas de solucin.

    Confianza y empoderamiento

    La base de un comportamiento seguro es la concentracin, la concientizacin y la percepcin, sostiene Carmen Luisa Espinoza de MCE Consultores Asocia-dos. En una empresa donde la preven-cin es lo ms importante, la seguridad es un valor. Para ejercer ese valor los trabajadores deben estar comprometi-dos con su integridad.

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    ISEM en accin

    La cultura de los comportamientos se-guros no est enfocada slo al trabajo. Forma parte de la vida. Todos en la or-ganizacin deben sentirse protegidos, desde el gerente hasta el operador. Una decisin errnea en todo nivel afecta la seguridad.Para reforzar un comportamiento segu-ro se debe generar confianza a travs de la palabra. Hablar con una persona de forma abierta y sincera puede cam-biar el comportamiento. El reconoci-miento al trabajo, la felicitacin fortale-ce la autoestima y tiene impacto en la seguridad.La psicloga indica que un programa de modificacin de comportamiento seguro exitoso comprende: un com-promiso y liderazgo de la alta direc-cin; un mbito de trabajo seguro con condiciones seguras; maquinarias y equipos seguros; y sistema de gestin de salud y seguridad.

    Existe adecuada proteccin frente al ruido y vibraciones?

    El incremento de compensaciones a trabajadores mineros en Canad ori-gin que las empresas mineras encar-guen una investigacin sobre la exposi-cin a los ruidos y vibraciones. Marcel Laflamme, profesor en la Universidad de Laval en Qubec, particip de esta investigacin y comparti en el semi-nario algunas conclusiones del trabajo que se realiz en minas subterrneas.En la exposicin a vibraciones, el dao se produce en todo el cuerpo a travs de los asientos y el piso de la maquina-ria. Ello produce lesiones en la colum-na. Otras partes del cuerpo afectados son la mano y el brazo, donde el traba-jador se encuentra en riesgo de sufrir el sndrome de Raynaud, tnel carpiano y tendinitis.Para la investigacin de la exposicin al ruido se consider el uso de los mejo-

    res equipos de proteccin en el manejo de maquinaria. Se encontr que en al-gunos perodos de tiempo el trabajador se expone a los niveles que superan el lmite mximo permisible.Laflamme advierte que es necesario probar cientficamente que los equipos de proteccin adquiridos mantienen al trabajador dentro del rango de expo-sicin permisible. Frente a esto, el in-vestigador seala que existen muchos desafos y pocas respuestas sobre los efectos en los trabajadores, mientras que los reclamos se incrementan sig-nificativamente.

    Importancia de las competencias

    Desarrollar las competencias de los trabajadores permite disminuir la pro-babilidad de accidentes causados por desviaciones de comportamiento res-pecto de los estndares, expres Kurt Goldman, profesor de la Universidad de Santiago de Chile.La gestin por competencias tiene el reto de mantener un equilibrio entre las capacidades del trabajador y las exigencias del trabajo, consider el profesor Goldman. Para ello detall- se requiere tomar acciones sobre las capacidades y aspectos personales de los trabajadores, al igual que en los as-pectos del entorno.El conferencista defini las competen-cias laborales como las capacidades puestas en prctica con resultados exitosos. Indic que se requiere de co-nocimientos, habilidades y actitudes apropiadas en los trabajadores, pero precis que tanto los conocimientos como las habilidades son entrenables, mientras que las actitudes son ms complejas y provienen de aprendiza-jes que deben ser coherentes con el discurso de la empresa en materia de seguridad.

    El profesor Goldman asegur que el enfoque actitudinal es clave para la mo-dificacin de la conducta, pero advirti que las competencias y, por tanto, el comportamiento seguro, pueden verse menoscabados si existe un clima labo-ral negativo.

    Liderazgo visible, fundamental para cambio de comportamiento

    En reflexiva charla, Manuel Alonso In-cln, experto en liderazgo, motivacin y entrenamiento, estableci los puntos cardinales para ejercer el liderazgo. No se trata de cargos o posiciones en la empresa, consiste en la intencin de cualquier trabajador de cambiar algo en su empresa y asumir la responsabi-lidad en ello, seal.Para fomentar el cambio de compor-tamiento es vital ejercer un liderazgo visible. Un lder sostiene es el que rompe sus paradigmas, busca solu-ciones y alternativas, mejora conti-nuamente, se automotiva, inspira a sus pares, es transparente, escucha a sus compaeros, sigue objetivos; en suma, es un impulsor de la cultura corporativa.Para Alonso ser seguros es una deci-sin que se toma todos los das. El lder tiene un compromiso personal con los resultados. Invierte su tiempo en escu-char y conocer a su gente ms all del trabajo. Y evala el desempeo de los trabajadores con fines positivos.Frecuentemente, un error o accidente se debe a un comportamiento insegu-ro. Qu conduce a ello?: el apuro, la distraccin, la fatiga y la complacencia. Por ello, es necesario entrenar la agu-deza mental. Consiste en prestar aten-cin a cada instante y dejar de pensar que un accidente no nos puede ocurrir o nunca nos va a pasar.

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    En concisa pero fructfera discu-sin, en dos foros del XVIII Semi-nario Internacional de Seguridad Minera se plantearon los principales cambios y retos que tiene la minera para lograr cero accidentes desde la perspectiva del liderazgo y de las nor-mas. Ante numerosos asistentes, los foros realizados fueron los de Lide-razgo en seguridad minera y visin al 2021 y Contexto normativo en seguri-dad en seguridad y salud minera.Durante el foro sobre liderazgo y visin de la seguridad, Roque Benavides, presidente ejecutivo de Compaa de Minas Buenaventura, seal que un sector tan globalizado como el minero debe ser competitivo a nivel internacio-nal en todos los aspectos, incluyendo la seguridad.Asimismo, las empresas deben desa-rrollar estrategias para mejorar las con-diciones de trabajo y cuidar el capital humano. En seguridad todos debe-mos estar involucrados con el objetivo principal, que es llegar a cero, indic tras precisar que para producir lo fun-damental es hacerlo con seguridad.

    La intervencin de Vctor Gobitz estuvo referida a la seguridad en minera sub-terrnea. Para el gerente general en Compaa Minera Milpo, viene tenien-do mayor predominancia un proceso de minado mecanizado, que implica una menor exposicin del trabajador. Adems, la responsabilidad directa de la seguridad estar en las reas opera-

    tivas; mientras que los departamentos de seguridad funcionarn como audi-tores.En una reflexin sobre la situacin ac-tual de la minera seal que la planifi-cacin en las operaciones es vital para erradicar el estrs en los trabajadores. La presin en la produccin es un agente de inseguridad que no debera

    Liderazgo, involucramiento y tecnologa para alcanzar cero accidentes

    ISEM en accin

    Fernando Caf, Vctor Gobitz, Roque Benavides, Marcelo Santillana y Fernando Borja

    Foros del XVIII Seminario del ISEM analizaron diversos aspectos de la seguridad minera

    Ral Daz, Flix Guerra, Luis Santa Mara, Edgardo Alva y Vctor Carlos

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    existir, consider.Para Fernando Caf, gerente general de Glencore, la seguridad minera se encuentra todava entre una fase reacti-va y dependiente. Sostuvo que la trans-formacin de la conciencia de seguri-dad es un proceso.Adems, rescat una idea compartida tambin por los expositores anterio-res: la seguridad es un valor y, por lo tanto, siempre debe estar presente. En ese sentido, el lder tiene un papel pre-ponderante porque motiva e inspira, influencia con sus ideales, y estimula el intelecto. En conclusin, ejerce un liderazgo transformacional.

    Foro sobre normasEn el foro sobre el marco normativo, Vctor Carlos, gerente de Supervisin y Fiscalizacin Minera de Osinergmin, inform que tienen dos tipos de estra-tegia: la supervisin especializada y la supervisin preventiva. En el primer caso, se realiza la supervisin en as-pectos de geomecnica, ventilacin, plantas de procesamiento, relaves y transporte. En cuanto a la supervisin

    preventiva, el objetivo es dar la posibi-lidad de subsanar las infracciones que se detecten en las operaciones mine-ras.Por su parte, Flix Guerra, presidente del Comit de Seguridad Industrial de la Sociedad Nacional de Minera Petr-leo y Energa, mostr su preocupacin por que existe una frondosidad legis-lativa y superposicin interministerial en materia de seguridad en el trabajo. Consider que existen serias dificulta-des en materia de fiscalizacin.En cuanto a salud ocupacional, Ral Daz, presidente del Comit de Salud Ocupacional de la Sociedad Nacional de Minera Petrleo y Energa, expres que existe una cantidad insuficiente de profesionales en salud ocupacio-nal acreditados. En su opinin, existe nfasis en lo tcnico en desmedro del liderazgo y la cultura.A su turno, Edgardo Alva, Director de Minera del Ministerio de Energa y Mi-nas, sealo que la fiscalizacin debe realizarse proactivamente, con eficacia en el proceso de control sistemtico, objetivo y documentado del cumpli-

    miento del Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional (RSSO) vigente de manera oportuna, pero lo que espera-mos de la industria es la excelencia en seguridad, lo que redundar definitiva-mente en la productividad, puntualiz.Consideramos dijo Alva- que el RSSO en minera es un sistema de ges-tin de seguridad en s mismo y que los estndares exigidos son los mnimos requeridos. Esperamos que la indus-tria vaya ms all de ellos y vayan a la excelencia en seguridad minera, lo que har la diferencia y podremos lograr el cero accidentes.El foro tambin tuvo la participacin de Luis Santa Mara, director del Instituto Nacional de Salud, quien explic los objetivos de las intervenciones de las organizaciones especializadas en ma-teria de salud, entre los cuales estn: la erradicacin, la eliminacin, el control (reduccin) de niveles de exposicin, la reduccin o prevencin de ocurrencia de epidemias, la limitacin del dao: reduccin del dao y prevencin de formas clnicas graves, y la reduccin de la mortalidad.

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    ISEM en accin

    En el marco de la clausura del XVIII Seminario Internacional de Seguridad Minera, el ISEM dio a conocer los resultados del Concurso Nacional de Seguridad Minera, el mismo que premia a las empresas sin accidentes mortales y tuvieron los mejores indicadores de seguridad durante el ltimo ao.El comit evaluador, integrado por representantes de

    Argentum, Minsur, Antapaccay y Votorantim: minas seguras del 2013Los Quenuales, Volcan, Suyamarca, Milpo, Miski Mayo, Yanacocha y Coimolache tambin tuvieron buen desempeo

    la Sociedad Nacional de Minera Petrleo y Energa, Ministerio de Energa y Minas, Osinergmin, Instituto de Ingenieros de Minas del Per, Captulo de Ingeniera de Minas del CIP-CD Lima y el ISEM, tambin otorg reconocimientos a varias compaas mineras que tuvieron un desempeo destacado en seguridad durante el ao 2013.

    Compaa Minera Argentum

    Compaa Minera Antapaccay

    Compaa Minera Milpo

    MINSUR

    Votorantim Metais - Cajamarquilla

    Minera Suyamarca Compaa Minera Miski Mayo

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    Volcan Compaa Minera

    Compaa Minera Coimolache

    Minera Yanacocha

    Empresa Minera Los Quenuales

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    Como parte del seminario inter-nacional del Instituto de Segu-ridad Minera, se desarroll una serie de conferencias tcnicas pre-sentadas por profesionales con am-plia experiencia en las minas del Per. Ellos desarrollaron diversos tpicos relacionados a la seguridad y salud ocupacional en operaciones mineras, demostrando el sumo inters de las compaas en la proteccin de sus co-laboradores. Aqu algunas de sus ideas.

    Fernando Altamirano, consultor: Reduccin de costos y cumplimiento de la leyPara enfrentar las situaciones de emer-gencia, las empresas mineras pueden tercerizar de manera rentable algunas actividades a empresas que tienen las competencias necesarias para cum-plir con los requisitos legales. Dentro de los servicios identificados como potenciales a tercerizar se encuen-tran: Respuesta a emergencias, Vigi-lancia mdica ocupacional, Higiene ocupacional, Logstica de equipos de proteccin personal, Equipos de emergencia, Gestin de residuos s-lidos, Tracking de vehculos (GPS) y Capacitacin en salud y seguridad.

    Jorge Domnguez, gerente de Prevencin Real: Prevencin personalizada de riesgos laboralesLa seguridad debe difundirse en forma de cascada en las diferentes lneas de supervisin que existe en la empresa hasta llegar al trabajador. Una herra-

    mienta para involucrar a los diferentes niveles de la organizacin es la Hoja de vida preventiva. Se trata de una entrevista al gerente y los superviso-res bajo una encuesta formal y escri-ta. La encuesta se realiza a modo de entrevista que recoge su experiencia previa, las labores que realiza y sus observaciones sobre el desempeo en seguridad. La hoja de vida preven-tiva es un documento que permitir conocer la preparacin en prevencin de riesgos de cada gerente, super-visor y trabajador; con seguimiento, anlisis y control en el tiempo para consolidar formalmente sus compe-tencias e historia en prevencin. La hoja de vida termina con la firma de un compromiso por la seguridad.

    Daniel Naupari, jefe de Ventilacin Mina de Doe Run Per-Mina Cobriza: Monitoreo y exposicin al polvo respirable y el ruidoLa mina cobriza es una operacin al-tamente mecanizada, donde hay pre-dominancia en el uso de equipos pe-sados. All el personal particip en un estudio sobre el uso de equipos de monitoreo de ruidos y de polvo respi-rable. El estudio seala que los opera-dores de scaler son los ms expuestos al polvo debido a que ingresan a la-bores despus de voladura. En la ex-posicin al ruido, los operadores que utilizan maquinaria sin cabina reciben los ms altos niveles de ruido, princi-palmente los operadores de jumbo, cargador de explosivos y de scaler.

    Gonzalo de la Puente, jefe del departamento de Asesora de Engineering Services: Control de incendios en minera subterrneaEn minera, la probabilidad de un incen-dio es baja pero la severidad es muy fuerte. Segn el Ministerio de Energa y Minas, se ha registrado 779 incidentes relacionados a incendios y representan un porcentaje muy bajo del total. Una adecuada evaluacin de riesgos es necesaria. Los elementos que podran desencadenar un incendio en minera son los equipos, los sistemas de po-leas, las fajas, el almacenamiento de carga, la bandeja de cables y la made-ra. En caso de incendio, la estrategia debe estar orientada a reducir el tiempo de evacuacin, minimizar la expansin del fuego y disear un rea de opera-ciones que impida una falla estructural.

    Joe Sandoval, supervisor SSOMA de GMI Ingenieros Consultores: Prevencin en trabajos en alturaEs necesario identificar los peligros, eva-luar los riesgos y establecer los controles adecuados en base a la jerarqua de los controles. Deben agotarse los controles de ingeniera antes de pensar en el arns. Tambin forman parte de la estrategia los controles administrativos como la capaci-tacin, entrenamiento, entre otros. Es im-portante la difusin ntegra de los proce-dimientos escritos de trabajo seguro para trabajos en altura. El personal debe recibir entrenamiento con equipos de proteccin de acuerdo al trabajo que se realizar.

    Conferencias tcnicas del XVIII Seminario Internacional del ISEM

    ISEM en accin

    La seguridad como centro de las operaciones mineras

    Alan Cruz Andrs Miranda Daniel NaupariEdison CelisEnrique Caballero

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    Edison Celis, gerente de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de Consorcio Minero Horizonte: El lder que no es lderQuien no refleja en sus acciones lo que dice y cree que ya ha logrado convertir-se en lder, no es lder. Ser lder no acaba, es un camino. El lder tiene que cultivar la paciencia porque su mensaje no ca-lar a la primera en los trabajadores. El trabajador sigue al lder por-que lo aprecia, y no por una po-sicin jerrquica que lo obliga.

    Justo Ramn, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional Stellar Mining Per: Clima y cultura de seguridadEl clima de seguridad es la clave para evitar el estancamiento en la formacin de una cultura de seguri-dad. Este factor est asociado a la percepcin y actitud del trabajador. Por ello, es importante que el trabajador se sienta respaldado por su supervisor y la empresa donde trabaja. El clima de seguridad empieza con el lder y su compromiso con la vida. Los trabajado-res deben conocer los planes de trabajo y que la responsabilidad es compartida. Es una labor a largo plazo. Para eva-luar el clima de seguridad es necesario plantearse preguntas como cunto aprecian los trabajadores a los inge-nieros de seguridad?, cul es el pres-tigio del comit de seguridad?, cmo reacciona el grupo humano frente a un trabajador nuevo?, cmo se de-sarrollan las campaas de seguridad? Andrs Miranda, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de Compaa Minera Antapaccay: Programa de Seguridad basado en el comportamientoEl corazn del programa de seguri-dad denominado Yo Aseguro se en-cuentra en el control de condiciones

    y acciones subestndares mediante la aplicacin de herramientas de ob-servacin de comportamiento. Para ello ha sido necesario capacitar a los trabajadores en el uso de herramien-tas de observacin de comportamien-to. Es un trabajo que se realiza todos das y en cada turno sin excepcin. El protagonista es el trabajador mismo. El enfoque est orientado a la actitud y la generacin de la autoconfianza. El programa ataca dos frentes: el com-portamiento y la condicin. Para el primero se establecen capacitaciones y reduccin del exceso de confianza. Para el segundo se inspecciona los lugares de trabajo y se renuevan equi-pos. El mecanismo se desarrolla de la siguiente forma: en las reuniones se presenta la identificacin de actos y condiciones; se realiza un reconoci-miento a la actitud positiva y anlisis de las actividades que surgieron en el turno; se califica el desempeo en general y, finalmente, cada trabaja-dor establece su compromiso del da. Alan Cruz, jefe de Seguridad y Salud Ocupacional de Gold Fields La Cima: Seguridad y comunidadLa participacin de empresas forma-das por las comunidades aledaas a la operacin minera es frecuente. En estos casos tambin es necesa-rio aplicar medidas de seguridad y salud. La situacin es ms compleja cuando son las propias comunida-des que realizan estas labores me-diante la formacin de empresas. Son varios los problemas que se en-frentan: una capacidad de gestin li-mitada, herramientas y equipamiento inadecuados, entrenamiento deficien-te. Es necesario desarrollar empresas de comunidad, pero tambin que se considere los aspectos de seguridad.Para involucrar a las empresas de las

    ISEM en accin

    comunidades con la cultura de segu-ridad es necesario que los gerentes de la empresa y lderes en la comuni-dad participen en talleres de capacita-cin. Ellos deben comprometerse con la seguridad y los talleres sirven para sensibilizarlos. Una accin importante para generar un cambio en los traba-jadores de este tipo de empresas son las paradas preventivas de seguridad. Estas medidas buscan que el traba-jador rompa la rutina y se motive a travs de actividades ldicas y repre-sentativas. Involucrar a las familias forma parte fundamental de la crea-cin de una conciencia de seguridad. Enrique Caballero, gerente de la Alianza de Profesionales en Prevencin de Riesgos: Fiscalizacin minera, perspectiva desde el titular mineroLas leyes y las normas deben ser para las empresas un marco mnimo de accin. La seguridad debe practicar-se para prevenir accidentes y no para evitar multas o sanciones. El enfoque debe estar en hacer siempre lo co-rrecto. En la gestin de una empresa, un ejercicio vital para entender el im-pacto que tiene la prevencin es co-nocer los costos de las prdidas aso-ciadas a la falta de seguridad y salud. El xito de una organizacin no est en generar ms utilidades, sino en re-ducir las prdidas. El procedimiento de fiscalizacin del Estado inicia con una inspeccin para la revisin del sistema de gestin. Luego se crea un informe que consigna las infraccio-nes y se notifica al titular minero. Se espera el descargo de la empresa y, a partir de este, el organismo elabora un informe tcnico legal que genera una resolucin. Finalmente, la em-presa tiene la oportunidad de apelar y tener una nueva respuesta.

    Fernando Altamirano Jorge DominguezJusto RamnGonzalo de la Puente Joe Sandoval

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    Aspectos novedosos y recomen-daciones sobre los sistemas de proteccin contra accidentes fueron presentados en ocho char-las comerciales del XVIII Seminario Internacional de Seguridad Minera, las cuales se sumaron a las conferencias tcnicas y magistrales, as como a la realizacin de dos foros en el marco del evento del ISEM.La diversificacin de los procesos productivos ha generado una mayor cantidad de ambientes de trabajo con atmosferas contaminadas y deficiencia de oxgeno, explic Luis Peter (1) de Mega Representaciones, por lo que es necesario el uso de equipos de respiracin autnoma, cuya capacita-cin debe ser compartida por todas las reas operativas.Por su parte, Manuel Olaechea (2) de Vicsa dio a conocer que existen equipos autnomos de intervencin y rescate que utilizan telemetra, lo que permite tener informacin en tiempo real de la si-tuacin de emergencia y comunicacin con los integrantes de la brigada.En el caso de accidentes de los ojos o el cuerpo con productos qumicos, Robinson dos Santos (3) de Haws Avlis advirti que es indispensable garantizar un caudal adecuado de agua limpia en duchas y lavaojos de emergencia. El agua debe utilizar-se durante al menos 15 minutos de manera continua y a una temperatura especfica. El acceso a estos equipos debe ser rpido y fcil.Con relacin a la proteccin indivi-dual contra cada de altura, Gustavo Agero (4) de Honeywell recomend que el punto de anclaje debe estar a la altura del trabajador o ms arriba, de manera que se reduzca la energa cintica que se produce cuando cae un trabajador. Afirm que los sistemas anti cadas deben permitir desplaza-miento horizontal, ascenso y descen-so, adems de contar con absorbedor de energa.En cuanto al sostenimiento del macizo

    Novedades en charlas comerciales de seminario internacional ISEM

    rocoso, Edgar Lozada (5) de Castem conside-r que es esencial para garantizar la seguridad del personal que labora en interior mina. Record que todo elemento de sostenimiento debe ser colocado previa evalua-cin de los especialistas e incluir una prueba de la calidad de la instalacin.Tambin sobre seguridad en minera subterrnea, Dave Russell (6) de Newtrax inform que existen sistemas de proximidad inalmbricos que se colocan en equipos como jumbos o scoops y que se comunican con las lmparas que utilizan los trabajado-res, lo que reduce la posibilidad de accidentes de trnsito. El sistema es fcil de instalar y utilizar, adems de emitir alarmas cuando han cambiado las condiciones de la atmsfera en que se trabaja.Por su parte, Ronan Lloyd (7) de Le-maitre Securite seal que se fabrican calzados de seguridad con cuero re-

    sistente al desgarro, as como al agua, aceite y gasolina. Adems, actualmente son mucho ms livianos y cmodos con alta absorcin de los impactos.Las charlas comerciales terminaron con la presentacin de Fernando Agero (8) y Claudia Gatjens de 3M, quienes efectuaron una demostracin sobre las pruebas de ajuste que deben realizarse en equipos de proteccin respiratoria, auditiva y ocular. Reco-mendaron que estos equipos se selec-cionen de acuerdo a las caractersticas fsicas de cada trabajador y que su uso adecuado requiere el entrenamiento del personal.

    Especialistas de empresas proveedoras explicaron bondades de productos y servicios para la seguridad minera

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  • 22 SEGURIDAD MINERA

    Gestin

    Cundo y cmo se perciben los peligros y valoran los riesgos?

    En un documentado artculo, los profesores Bernhard Zimolong de la Universidad del Rhur, y Rdiger Trimpop de la Universidad Friedrich Schiller, dan a conocer la evolucin en la comprensin de la actitud de las personas frente a los riesgos y peligros. Interesante para tener una base terica en el entendimiento del comportamiento preventivo.

    En la percepcin del riesgo cabe distinguir dos procesos psicol-gicos: la percepcin del peligro y la valoracin del riesgo. Saari (1976) define la informacin tratada durante la realizacin de una tarea en funcin de los dos elementos siguientes: a) la informacin precisa para realizar una tarea (percepcin del peligro), y b) la informacin precisa para mantener los riesgos presentes bajo control (valo-racin del riesgo). Por ejemplo, si un trabajador de la construccin que se ha subido en una escalera para abrir agujeros en una pared se ve obligado, simultneamente, a mantener el equi-librio y coordinar los movimientos del cuerpo y de las manos, la percepcin del peligro es vital para coordinar los movimientos corporales con objeto de controlar el peligro, al tiempo que la valoracin consciente del riesgo es in-significante o nula. La actividad huma-na parece responder a un mecanismo automtico de identificacin de seales que desencadenan una secuencia de acciones flexibles, aunque escalona-das jerrquicamente.

    Percepcin del riesgoDesde el punto de vista tcnico, un pe-ligro es una fuente de energa capaz de producir inmediatamente lesiones a los trabajadores o daos al equipo, a las estructuras o al medio ambiente. Los trabajadores pueden igualmente quedar expuestos a diversos agentes txicos, como los gases, los productos qumicos o la radiactividad, algunos de los cuales pueden causar problemas de salud. A diferencia de las energas peligrosas, que surten efectos inme-diatos en el organismo, los parmetros temporales de las sustancias txicas son muy diversos y van desde los efec-tos inmediatos hasta los efectos a largo plazo, de meses o aos. A menudo se produce un efecto acumulativo de las pequeas dosis de sustancias txicas que resulta imperceptible para los tra-bajadores expuestos.Recprocamente, las energas peligro-sas y las sustancias txicas pueden re-sultar inocuas para las personas siem-pre que no exista peligro. Peligro es la exposicin relativa al riesgo. De hecho, la presencia de determinados riesgos

    Estudios sealan que el comportamiento preventivo es autnomo, pero que tambin es impuesto por la empresa y las leyes

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    puede suponer muy poco peligro si se han adoptado las precauciones ade-cuadas. Existen muchas publicaciones sobre los factores que se utilizan en la valoracin de si una situacin es peli-grosa y, en caso de serlo, en la deter-minacin del nivel de peligro. Esto es lo que se conoce como percepcin del riesgo. (El trmino riesgo se utiliza aqu con el mismo significado con el que se emplea la voz peligro en los textos dedicados a la seguridad en el trabajo; vase Hoyos y Zimolong 1988.)La percepcin del riesgo est relacio-nada con la comprensin de las per-cepciones y los indicadores de riesgo y de sustancias txicas, esto es, a la percepcin de objetos, sonidos y sen-saciones olfativas y tctiles. El fuego, la altura, los objetos en movimiento, los ruidos intensos y los olores ci-dos son algunos de los peligros ms evidentes que no precisan interpreta-cin. En algunos casos, las personas experimentan reacciones similares en su respuesta a los peligros inminentes. Un episodio repentino de ruido intenso, prdida de equilibrio o rpido aumen-

    to de la imagen de algn objeto (que, por tanto, parece a punto de golpear al observador) son otras tantas reac-ciones de miedo que desencadenan respuestas automticas consistentes en saltar, escurrirse, aferrarse y huir. Otra reaccin instintiva es la de retirar rpidamente la mano que ha estado en contacto con una superficie caliente. Rachman (1974) llega a la conclusin de que los mayores estmulos que pro-ducen miedo son los ms novedosos, repentinos y de gran intensidad.Es probable que la mayora de los riesgos y sustancias txicas no sean directamente perceptibles por los sen-tidos humanos, sino que se perciban a partir de ciertos indicadores. Ejemplos de estos son la electricidad; los gases incoloros e inodoros, como el metano y el monxido de carbono; los rayos X y las sustancias radiactivas, as como las atmsferas pobres en oxgeno. Su presencia se debe indicar mediante el uso de dispositivos que traduzcan la existencia del peligro en una seal identificable.La corriente elctrica se detecta utili-

    zando un dispositivo de control de la corriente, como los que se suelen uti-lizar en los contadores e indicadores colocados en los registros de las salas de control para indicar los niveles nor-males y anormales de temperatura y de presin en una determinada fase de un proceso qumico. Existen igualmen-te situaciones en las que se producen peligros absolutamente inapreciables o que no se pueden percibir en un mo-mento determinado. Un ejemplo de esto es el riesgo de infeccin al abrir frascos con muestras de sangre para realizar anlisis clnicos. La percep-cin de la existencia de un peligro se adquiere a partir, bien de la experiencia personal, bien del conocimiento de las relaciones causales.

    Evaluacin de riesgosEl siguiente paso en el tratamiento de la informacin es la evaluacin de los riesgos, que consiste en la aplicacin del proceso decisorio a cuestiones del tipo de si una persona va a exponerse a un peligro y, en el caso afirmativo, el grado de exposicin. Considrese el

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    Gestin

    ejemplo de la conduccin de un coche a gran velocidad. Desde una perspec-tiva personal, estas decisiones slo se tienen que tomar en circunstancias im-previstas, como las urgencias. La ma-yor parte del comportamiento requeri-do por la conduccin es automtico y se desarrolla regularmente, sin nece-sidad de una atencin extraordinaria ni de una evaluacin consciente del riesgo.Tanto Hacker (1987) como Ramussen (1983) aprecian tres niveles de com-portamiento: a) comportamiento ba-sado en la destreza, casi totalmente automtico; b) comportamiento basa-do en las normas, que consiste en la aplicacin de unas normas delibera-damente elegidas, aunque totalmente programadas, y c) comportamiento ba-sado en el conocimiento, que abarca todas las modalidades de planificacin deliberada y resolucin de problemas. En el comportamiento basado en la destreza, la informacin recibida se co-necta directamente con una respuesta memorizada que se ejecuta automti-camente sin control ni reflexin algu-nos. Si no se dispone de una respuesta automtica o si se produce un hecho imprevisto, el proceso de evaluacin del riesgo pasa al nivel basado en las normas, en el que se extrae y ejecuta la respuesta adecuada de una gama de reacciones extrada de la memoria. Cada paso responde a una dinmica perceptivomotriz perfectamente sin-cronizada, sin que, por regla general, intervenga en esta jerarqua organiza-tiva decisin alguna basada en consi-deraciones de riesgo. nicamente en las situaciones de transicin se realiza un control condicional con el exclusivo objeto de comprobar si el proceso se desarrolla segn lo previsto. En el caso contrario, se paraliza el control autom-tico y el problema planteado se resuel-ve en un nivel superior.En el modelo GEMS, de Reason (1990), se expone cmo la transicin del control automtico a la resolucin consciente de los problemas se pro-duce cuando se presentan situaciones extraordinarias o circunstancias impre-vistas. La evaluacin del riesgo no exis-te en el nivel inferior, pero puede estar plenamente presente en el superior. En el nivel intermedio, se puede esperar alguna medida de evaluacin rpida y aproximativa del riesgo, si bien Ras-mussen excluye toda evaluacin que no se ajuste a unas normas fijas. En la

    mayora de los casos, no se produce una percepcin o consideracin cons-ciente de los peligros como tales. Para Hale y Glendon (1987): La falta de con-ciencia de seguridad es una situacin normal y saludable, a pesar de lo que se ha dicho en innumerables libros, ar-tculos y discursos. La conciencia per-manente del peligro es una definicin vlida de la paranoia. Quienes realizan un trabajo de forma rutinaria no suelen apreciar anticipadamente los riesgos de accidente; se corren riesgos, pero no se asumen.

    Percepcin del peligroLa percepcin de los peligros y las sustancias txicas, considerada como percepcin de formas y colores, in-tensidad y tono, olores y vibraciones, se ve limitado por la capacidad de los sentidos, que puede verse mermada de resultas de la fatiga, la enfermedad, el alcohol o las drogas. Agentes como el brillo, los destellos o la niebla pue-den mermar gravemente la percepcin, adems de que, a veces, los peligros se pasan por alto por causa de una dis-traccin o de una atencin insuficiente.Como se ha indicado anteriormente, no todos los peligros son directamente perceptibles por los sentidos humanos. La mayora de las sustancias txicas ni siquiera son visibles. En su estudio de una planta de forja de hierro y acero, de los servicios municipales de recogi-da de basuras y de unos laboratorios farmacuticos, Ruppert (1987) des-cubri que slo el 42% de los 2230 indicadores de riesgo citados por 138 trabajadores eran perceptibles por los sentidos. El 22% de los indicadores (por ejemplo, los niveles de ruido) se valoraban mediante comparacin con las normas. En el 23% de los casos, la percepcin del peligro se basa en unos

    fenmenos claramente perceptibles que han de interpretarse en funcin de los conocimientos adquiridos acer-ca de las situaciones de peligro (por ejemplo, que la superficie brillante de un suelo hmedo denota que el mismo est resbaladizo). En el 13% de los ca-sos, los indicadores de riesgo slo son accesibles en la memoria de las me-didas de prevencin adecuadas (por ejemplo, que la existencia de corriente en un enchufe de pared slo se pue-de detectar utilizando el dispositivo de control correspondiente). Estos resul-tados demuestran que la complejidad de la percepcin del peligro van desde la simple deteccin y percepcin a los ms complejos procesos inductivos de anticipacin y evaluacin. En oca-siones, la relacin causal es equvoca o escasamente detectable, o bien se interpreta errneamente, y los efectos acumulados o a ms largo plazo de los peligros y sustancias txicas pueden imponer un esfuerzo adicional a las personas.Hoyos y cols. (1991) han elaborado una relacin exhaustiva de los indica-dores de riesgo, los comportamientos necesarios y las condiciones de segu-ridad en la industria y los servicios p-blicos. Se ha elaborado un Cuestiona-rio de diagnstico de seguridad (CDS) que constituye una herramienta prcti-ca de observacin y anlisis de los ries-gos y peligros (Hoyos y Ruppert 1993). Se ha evaluado ms de 390 lugares de trabajo y las condiciones de trabajo y ambientales existentes en 69 empre-sas agrcolas, industriales, artesanales y de servicios. Dado que las empresas en cuestin sufran unos ndices de si-niestralidad superiores a 30 accidentes por cada 1000 empleados, con un m-nimo de tres jornadas de trabajo perdi-das por accidente, parece observarse

    Figura 1 Deteccin y percepcin de los indicadores de riesgos en la industria.

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    Gestin

    un sesgo en estos estudios hacia los lugares de trabajo ms peligrosos. En total, los observadores han informado de 2373 riesgos utilizando el SDQ, para una tasa de deteccin de 6,1 riesgos por lugar de trabajo, habindose de-tectado, asimismo, entre 7 y 18 riesgos en alrededor del 40% de los puestos de trabajo investigados. Esta tasa media, sorprendentemente baja, de 6,1 ries-gos por puesto de trabajo se debe in-terpretar en el contexto de las medidas de seguridad que se han generalizado en la agricultura y la industria en los ltimos veinte aos. Entre los riesgos detectados no se incluyen los imputa-bles a las sustancias txicas ni los con-trolables mediante dispositivos y medi-das tcnicas de seguridad, por lo que reflejan la distribucin de los riesgos residuales.En la figura 1 se ofrece un resumen de los requisitos de los procesos cog-nitivos de deteccin y percepcin de riesgos. Como se observa en dicha figura, los observadores tenan que evaluar todos los riesgos presentes en un determinado puesto de traba-jo en funcin de 13 requisitos. Como media, se detectaron 5 requisitos por riesgo, incluidas la identificacin visual, la atencin selectiva, la identificacin auditiva y la vigilancia. Como era pre-visible, la identificacin visual predo-minaba sobre la auditiva (el 77,3% de los riesgos se detectaban visualmente, contra slo un 21,2% que era objeto de deteccin auditiva). En el 57% del total de riesgos observados, los trabajado-res tenan que dividir su atencin entre la realizacin de sus tareas y el control de riesgos, situacin que supone un serio esfuerzo mental capaz de provo-car errores. Se ha podido determinar que muchos accidentes se producen por causa de distracciones provocadas por atender a dos tareas. Ms alarman-te, incluso, resulta la comprobacin de que, en el 56% de los riesgos, los tra-bajadores tenan que moverse rpida-mente y reaccionar con agilidad para evitar lesiones. Slo el 15,9% y el 7,3% de los riesgos se indicaban, respecti-vamente, mediante alarmas acsticas y pticas; esto es, que la deteccin y percepcin de los riesgos parta de la propia persona.Aunque en algunos casos (16,1%) la percepcin de los riesgos se basa en seales y alarmas, los trabajadores sue-len depender de sus conocimientos, su formacin y su experiencia laboral. En

    la figura 2 se indican los requisitos de anticipacin y evaluacin exigidos para el control de los riesgos en el lugar de trabajo. La caracterstica bsica de las actividades que se resumen en esta fi-gura es la necesidad de poseer conoci-mientos y experiencia en los procesos productivos, incluidos el conocimiento tcnico de pesos, fuerzas y energas, la capacidad para detectar defectos e insuficiencias en las herramientas de trabajo y la maquinaria, y la experiencia necesaria para detectar las deficiencias estructurales del equipo, el material y las instalaciones. Como han demostrado Hoyos y cols. (1991), los trabajadores conocen mal los riesgos, las normas de seguridad y los comportamientos personales preven-tivos. Slo el 60% de los trabajadores de la construccin y de los mecnicos del automvil preguntados conocan la resolucin correcta a los problemas de seguridad ms frecuentes en sus res-pectivos puestos de trabajo.

    El anlisis de la percepcin de riesgos denota que en la misma intervienen diversos procesos cognitivos, como la percepcin visual, la atencin selectiva y dividida, la rapidez en la identificacin y en la capacidad de respuesta, las es-timaciones de los parmetros tcnicos y las predicciones de los riesgos y pe-ligros inobservables. De hecho, los tra-bajadores desconocen con frecuencia los riesgos y peligros; estos suponen una pesada carga para quienes se ven obligados a prestar atencin alterna-tivamente a decenas de indicadores visuales y auditivos y que predisponen al error cuando el trabajo y el control de riesgos se realizan simultnea-mente. Esto exige prestar mucha ms atencin al anlisis e identificacin sistemticos de los riesgos y peligros presentes en el lugar de trabajo. En varios pases, la evaluacin formal del riesgo en los lugares de trabajos es preceptiva. Por ejemplo, en las Directi-vas sobre salud y seguridad de la CEE se exige la evaluacin del riesgo en los puestos de trabajo con ordenadores, tanto antes de iniciarse el trabajo en los mismos, como cada vez que se efecte una modificacin importante del sistema de trabajo; y la Adminis-tracin para la Salud y la Seguridad en el Trabajo de Estados Unidos (OSHA) exige la realizacin peridica de anli-sis de riesgos en las unidades proce-sadoras.

    Coordinacin del trabajo y del control de riesgosComo sealan Hoyos y Ruppert (1993); a) a veces es preciso atender simult-neamente al trabajo y al control de los

    Figura 2 Previsin y evaluacin de los indicadores de peligro.

    La percepcin de la existencia de un peligro se adquiere a partir de la experiencia personal o del conocimiento de las relaciones causales

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    riesgos; b) ambas funciones se pue-den desempear alternativamente, en una secuencia de actos, o bien c) se pueden adoptar medidas de precau-cin antes de comenzar a trabajar (por ejemplo, el uso del casco de seguri-dad).En caso de producirse exigencias si-multneas, el control del riesgo se basa en la identificacin visual, auditiva y tctil. De hecho, no es fcil separar el trabajo y el control de los riesgos en la ejecucin de tareas rutinarias. Por ejemplo, la tarea de cortar los hilos de la hilaza en una hilandera de algodn utilizando una cuchilla afilada, entraa un peligro constante. Las nicas pro-tecciones posibles contra eventuales cortes consisten en la destreza en el manejo de la cuchilla y el uso de equi-po protector. Para que ambas medidas resulten eficaces, se deben integrar plenamente en la secuencia de movi-mientos del trabajador. Precauciones como la de realizar los cortes hacia fue-ra de la mano que sostiene el hilo se deben integrar en la rutina del trabaja-dor desde el principio. En este ejemplo,

    el control de riesgos se integra plena-mente en el control de la tarea sin que se precise un proceso independiente de control de riesgos. Lo ms probable es que se produzca un proceso con-tinuo de integracin en el proceso de trabajo cuya intensidad est en funcin de la destreza del trabajador y de las exigencias de la tarea. Por una parte, la percepcin y el control de riesgos se integran absolutamente en la cualifica-cin laboral; por otra, la ejecucin de la tarea y el control de riesgos consti-tuyen actividades perfectamente inde-pendientes. El trabajo y el control de riesgos se pueden realizar de forma alternativa, en una secuencia de movi-mientos, si, durante la ejecucin de la tarea, el peligro potencial se incremen-ta gradualmente o se produce una re-pentina seal de alarma. Cuando esto ocurre, los trabajadores interrumpen el proceso o la ejecucin de la tarea y adoptan medidas preventivas.La verificacin de un indicador es un ejemplo tpico de prueba de diagnsti-co. Un operador de una sala de control detecta en un indicador una desviacin

    respecto al valor normal que, aunque a primera vista, no parece constituir una alarma grave de peligro inminente, im-pulsa al operador a verificar otros indi-cadores y contadores. Si se dan otras desviaciones, se ejecuta una rpida secuencia de operaciones de compro-bacin, que se desarrollan a nivel de decisiones basadas en las normas. Si las desviaciones constatadas en otros contadores no se ajustan a un esque-ma conocido, el proceso de diagns-tico deriva hacia el nivel basado en el conocimiento. En la mayora de los ca-sos a partir de distintas estrategias, se buscan activamente indicios y seales que permitan localizar las causas de las desviaciones (Konradt 1994). Los recursos del sistema de control de la atencin se desvan hacia la supervi-sin general. Una seal repentina del tipo de una alarma sonora o, como en el ejemplo anterior, la desviacin de va-rios indicadores respecto a los valores normales, dirige el control de la aten-cin hacia la cuestin concreta del con-trol de riesgos. Se desencadena enton-ces una actividad dirigida a descubrir

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    Gestin

    las causas de las desviaciones dentro del nivel basado en las normas, o bien, si esto no se logra, en el nivel basado en los conocimientos (Reason 1990).El comportamiento preventivo consti-tuye la tercera modalidad de coordina-cin del trabajo y el control. El ejemplo ms destacado de esta actividad, que se produce antes de iniciarse el traba-jo, es el empleo de equipo de protec-cin individual (EPI).

    Significados del riesgoEn los mbitos de la economa, la in-geniera, la qumica, las ciencias de la seguridad y la ergonoma se han ela-borado un nmero de definiciones del riesgo y de mtodos de evaluacin de los riesgos en la industria y en la so-ciedad en general (Hoyos y Zimolong 1988). El trmino riesgo ha sido objeto de muy diversas interpretaciones. En un sentido, se interpreta como la pro-babilidad de que se produzca un hecho no deseado. Esta definicin expresa la probabilidad de que produzca algo in-deseable. Yates (1992a) ha formulado una definicin ms neutra del riesgo, aduciendo que debe considerarse un concepto multidimensional que global-mente se refiere a una posible prdida. La geografa, la sociologa, la antro-pologa, la psicologa y la ciencia po-ltica han contribuido sustancialmente a enriquecer nuestros conocimientos de la evaluacin de los riesgos socia-les. Aunque los estudios se centraron en un principio en la investigacin del comportamiento humano frente a los peligros naturales, su perspectiva se ha ido ampliando para incluir el riesgo tecnolgico. La investigacin sociol-gica y los estudios antropolgicos han puesto de manifiesto que la evaluacin y aceptacin de riesgos se arraiga en consideraciones sociales y culturales. Short (1984) aduce que la respuesta a los riesgos est condicionada por los valores sociales transmitidos por los amigos, familiares, compaeros y diri-gentes polticos respetados. La inves-tigacin psicolgica de la evaluacin de riesgos se origin en estudios em-pricos de la evaluacin de probabilida-des, la evaluacin de utilidad y los pro-cesos de toma de decisiones (Edwards 1961).La evaluacin de los riesgos tecnol-gicos se centra en los daos potencia-les, entre los que se incluye, tanto la probabilidad de que se produzca una prdida como la magnitud de la misma

    en cuanto a muertes, lesiones o daos. El riesgo es la probabilidad de que un sistema sufra un determinado tipo de daos durante un perodo de tiempo especificado. Se utilizan diversas tc-nicas de evaluacin para satisfacer las distintas necesidades de la industria y la sociedad. Los mtodos formales de anlisis diseados para evaluar los niveles de riesgo se han derivado de diferentes tipos de anlisis de rbol de fallos, utilizando, bien unos bancos de datos en los que se incluyan las proba-bilidades de error, como THERP (Swain y Guttmann 1983), bien mtodos de descomposicin basados en valora-ciones subjetivas, como el SLIM-Maud (Embrey y cols. 1984). La capacidad de estas tcnicas para predecir acon-tecimientos futuros del tipo de errores, accidentes e incidentes difiere sensi-blemente de una a otra. Desde la pers-pectiva de la prediccin de errores en los sistemas industriales, los expertos han logrado los mejores resultados con el THERP. En una simulacin realizada por Zimolong (1992) se estableci una estrecha correlacin entre las proba-bilidades de error derivadas objetiva-mente y las estimaciones derivadas utilizando el THERP. Zimolong y Trim-pop (1994) aducen que, si se realizan correctamente, tales anlisis formales alcanzan la mxima objetividad, ya que en los mismos se distingue entre hechos y creencias y se toman en con-sideracin los sesgos de apreciacin.La sensacin de riesgo de la poblacin se basa en algo ms que la probabi-lidad y la magnitud de la prdida. En efecto, puede estar en funcin de otras consideraciones, como la posible enti-

    dad del riesgo, el desconocimiento de las posibles consecuencias, la natu-raleza involuntaria de la exposicin al riesgo, la inevitabilidad del dao y el posible sesgo de la cobertura de los medios de comunicacin. La sensa-cin de controlar una situacin puede ser un factor de especial importancia. Muchos creen que volar es una activi-dad de alto riesgo, debido a que nadie puede controlar su integridad mientras vuela. Rumar (1988) lleg a la con-clusin de que el riesgo percibido en la conduccin de un coche suele ser bajo, dado que, en la mayora de los casos, los conductores confan en su capacidad para controlar los riesgos y estn acostumbrados a ellos. Otros estudios se han centrado en las reac-ciones emocionales a las situaciones de riesgo. La posibilidad de incurrir en graves prdidas desencadena una serie de reacciones emocionales, no todas las cuales son necesariamente desagradables. La lnea divisoria entre el miedo y la excitacin es muy tenue. Asimismo, uno de los factores determi-nantes de la percepcin del riesgo y de las reacciones emocionales a las situa-ciones de peligro es, aparentemente, la sensacin de control o de ausencia de control del sujeto. Por consiguiente, para muchas personas, el riesgo pue-de ser, simplemente, una sensacin.

    Toma de decisiones en situaciones de riesgoLa aceptacin de riesgos puede ser el resultado de un proceso decisorio de-liberado en el que intervienen diversas actividades: determinacin de las po-sibles lneas de actuacin, concrecin

    Figura 3 Ejemplos tpicos de comportamientos preventivos individuales en la industria y frecuencia de las medidas preventivas.

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    de las consecuencias, valoracin de la aceptabilidad y de las posibilidades de que se produzcan esas consecuen-cias, o decisin sobre la base de un conjunto de las evaluaciones anterio-res. La evidencia abrumadora de que las personas suelen tomar decisiones equivocadas en situaciones de riesgo implica la posibilidad de tomar decisio-nes ms acertadas. En 1738, Bernoulli defini la nocin de la mejor apuesta como la opcin que optimiza la utilidad prevista (UP) de la decisin. Segn el concepto de la racionalidad fundada en la utilidad prevista, las personas deben tomar decisiones evaluando in-certidumbres y ponderando sus opcio-nes, las posibles consecuencias y las preferencias personales respecto a las mismas (von Neumann y Morgenstern 1947). Posteriormente, Savage (1954) generaliz la teora en el sentido de admitir el empleo de valores probabils-ticos para representar probabilidades personales o subjetivas.La utilidad subjetiva prevista (USP) es una teora normativa, descriptiva de cmo deben actuar las personas al tomar decisiones. Slovic, Kunreuther y White manifiestan (1974): La optimi-zacin de la utilidad prevista es vlida como pauta del comportamiento co-rrecto, debido a que se infiere de unos principios axiomticos que cualquier hombre racional asume. Gran parte del debate y de la investigacin emp-rica se ha centrado en la cuestin de si esta teora sirve tambin para definir, tanto los objetivos que inspiran en la prctica la toma de decisiones, como los procesos que estos aplican para llegar a una decisin. Simon (1959) cri-tica esta teora en la que la persona eli-ge entre varias alternativas conocidas e invariables, cada una de las cuales lleva aparejadas unas consecuencias igualmente conocidas. Algunos inves-tigadores han llegado a preguntarse si las personas deben observar los prin-cipios de la teora de la utilidad previs-ta y tras dcadas de investigacin las aplicaciones de la USP siguen siendo discutibles. Las investigaciones realiza-das han puesto de manifiesto que los factores psicolgicos influyen conside-rablemente en la toma de decisiones y que en el modelo de la utilidad subjeti-va prevista no se toman suficientemen-te en consideracin estos factores.Especficamente, la investigacin de los procesos de valoracin y eleccin ha puesto de manifiesto que las perso-

    nas tienen deficiencias metodolgicas como la infravaloracin de las proba-bilidades, el desprecio de la relevancia del tamao de las muestras, la depen-dencia de experiencias personales en-gaosas, la valoracin de los hechos con una certidumbre injustificada y la subestimacin de los riesgos. Las per-sonas que han estado voluntariamen-te expuestas a riesgos durante largos perodos de tiempo, como las que han vivido en reas expuestas a riadas o sesmos, suelen ser ms propensas a subestimar los riesgos. En la industria se han registrado unos resultados si-milares (Zimolong 1985). Los mineros, guardagujas y trabajadores de la cons-

    truccin tienden a valorar la peligrosi-dad de sus actividades habituales muy por debajo de la que se refleja en las estadsticas objetivas de siniestralidad; en cambio, suelen sobrevalorar cual-quier peligrosidad evidente de las ac-tividades realizadas por sus compae-ros cuando se les pide una valoracin de las mismas.Lamentablemente, los juicios de los ex-pertos parecen adolecer de muchos de los sesgos que aquejan a las opiniones del vulgo, en especial cuando se ven forzados a trascender los lmites de los datos disponibles y fiarse de sus intui-ciones (Kahneman, Slovic y Tversky 1982). Los resultados de las investiga-ciones ponen igualmente de manifiesto que las discrepancias en cuanto a los riesgos no desaparecen por completo aunque se disponga de datos suficien-tes. Es difcil superar unos prejuicios arraigados que influyen en el modo de interpretar la informacin recibida con posterioridad. Los nuevos datos se valoran como fiables y tiles si son congruentes con nuestras opiniones previas; al tiempo que la informacin contradictoria con aqullas se suele desechar por pretendidamente err-nea, escasamente fiable o poco repre-sentativa (Nisbett y Ross, 1980). En las personas que carecen de una opinin previa se suele producir, exactamente, la situacin contraria y son fcilmente impresionables por la formulacin del problema. En efecto, si una misma in-formacin relativa a los riesgos se pre-senta de modo diferente (por ejemplo, las tasas de mortalidad en lugar de las tasas de supervivencia), se modifica su percepcin y se influye en su ac-tuacin (Tversky y Kahneman 1981). El descubrimiento de esta serie de

    En el anlisis de la percepcin de riesgos intervienen diversos procesos cognitivos, como la percepcin visual, la atencin selectiva y dividida, la rapidez en la identificacin y en la capacidad de respuesta, las estimaciones de los parmetros tcnicos y las predicciones de los riesgos y peligros inobservables

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    procesos mentales (heurstica) que las personas aplican para ordenar su pro-pio mundo y prever sus futuras lneas de actuacin, ha permitido conocer en profundidad la dinmica de la toma de decisiones en situaciones de riesgo. Si bien estas reglas son vlidas en mu-chas circunstancias, en otras generan importantes y persistentes sesgos que influyen sustancialmente en la evalua-cin de los riesgos.

    La evaluacin personal de los riesgosEl mtodo ms frecuentemente aplica-do para estudiar cmo se realiza la eva-luacin personal de los riesgos se basa en el uso de escalas psicofsicas y de tcnicas de anlisis multivariantes con objeto de producir representaciones cuantitativas de las evaluaciones y acti-tudes frente al riesgo (Slovic, Fischhoff y Lichtenstein, 1980). Numerosos estu-dios han demostrado que la evaluacin del riesgo basada en juicios subjetivos es cuantificable y predecible.Dichos estudios han demostrado igual-mente que el concepto de riesgo signi-fica cosas distintas para distintas per-

    sonas. Cuando los expertos evalan el riesgo sobre la base de su experiencia personal, sus conclusiones se correla-cionan ntimamente con las estimacio-nes tcnicas de la tasa de siniestralidad anual. En cambio, las evaluaciones del riesgo que realizan los legos se relacio-nan en mayor medida con otros aspec-tos, como el potencial de produccin de daos o la amenaza para las gene-raciones futuras, lo que hace que sus estimaciones de las posibilidades de que se produzcan prdidas suelan des-viarse de las que realizan los expertos.Segn Slovic (1987), en la evaluacin de riesgos que los legos realizan en situaciones de peligro intervienen dos factores, uno de los cuales es la me-dida en que las personas comprenden el riesgo. La comprensin de un riesgo est en funcin de la medida en que el mismo resulta observable, es conocido por las personas expuestas y es inme-diatamente detectable. El otro factor tiene que ver con la medida en que el riesgo suscita un sentimiento de temor. El temor es una funcin del grado de inevitabilidad, de graves consecuen-

    cias, de exposicin a serios riesgos para las generaciones futuras y de in-cremento involuntario del riesgo. Cuan-to mayor es el valor que este ltimo fac-tor recibe en la evaluacin del riesgo, mayor es el deseo de las personas de reducir el riesgo actual y mayor es, asi-mismo, su exigencia de que se promul-guen normas estrictas que produzcan la deseada reduccin del riesgo. Por consiguiente, los puntos de vista diver-gentes de los expertos y de los legos, derivados de definiciones dispares del riesgo, son fuente de no pocos conflic-tos. En estos casos, la remisin de los expertos a las estadsticas de riesgos o a los resultados de las evaluaciones tcnicas de los riesgos no logran modi-ficar las actitudes y valoraciones de la gente (Slovic 1993).La explicacin del riesgo en funcin de los conocimientos y las amenazas nos lleva de nuevo al anlisis realizado previamente en esta seccin de las se-ales de riesgo y de peligro en la in-dustria, que se han examinado desde la perspectiva de la perceptibilidad. El 42% de los indicadores de riesgos

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    industriales son directamente percep-tibles por los sentidos humanos, otro 45% de indicadores se interpreta me-diante comparacin con los valores normales, y el 3% recurre a la memo-ria. La perceptibilidad, el conocimiento y las amenazas y emociones creados por los riesgos constituyen realidades estrechamente vinculadas a las expe-riencias personales de riesgo y al con-trol percibido; sin embargo, para llegar a comprender y predecir el comporta-miento individual frente al peligro es preciso profundizar en el conocimiento de su relacin con la personalidad, las exigencias de las tareas y las variables sociales.Las tcnicas psicomtricas parecen ser perfectamente idneas para determinar las similitudes y diferencias entre gru-pos por lo que respecta, tanto a las ac-titudes, como a los hbitos personales de evaluacin de riesgos. Sin embargo, otros mtodos psicomtricos, como el anlisis multidimensional de los juicios sobre similitud de riesgos, aplicados a unos grupos de riesgos bien diferen-ciados, generan representaciones dis-tintas. El mtodo de anlisis factorial, aunque instructivo, no permite en ab-soluto una representacin universal de los riesgos. Otra deficiencia de los estu-dios psicomtricos consiste en que en los mismos las personas afrontan los riesgos en descripciones escritas en las que la evaluacin del riesgo difiere del comportamiento real en las situa-ciones de riesgo efectivas. Los factores que influyen en las estimaciones de la evaluacin personal de los riesgos en los experimentos psicomtricos pue-den ser irrelevantes en comparacin con los riesgos reales. Howarth (1988) sugiere que este conocimiento intelec-tual suele reflejar unos determinados patrones sociales. Por contra, las reac-ciones de aceptacin de riesgos en un contexto laboral o de trfico estn regidas por el conocimiento intuitivo que subyace en todo comportamiento cualificado o rutinario.La mayora de las decisiones persona-les que se adoptan en la vida cotidiana en relacin con los riesgos no son en absoluto conscientes. Por regla gene-ral, las personas no tienen siquiera con-ciencia del riesgo. Por contra, la nocin implcita de los experimentos psicom-tricos se presenta como una teora de la eleccin consciente. La evaluacin de riesgos que se realiza comnmen-te mediante un cuestionario tiene un

    carcter deliberado de estudio terico. Sin embargo, en muchos sentidos, las reacciones personales en situaciones de riesgo provienen en la mayora de los casos de unos automatismos ad-quiridos que se sitan por debajo del nivel general de conciencia. Normal-mente, las personas no evalan los riesgos, por lo que no puede aducirse que su forma de evaluar los riesgos sea imprecisa y deba mejorar. La mayora de los actos relacionados con el riesgo se ejecutan necesariamente en el nivel profundo del comportamiento autom-tico, en el que, sencillamente, no hay lugar para considerar los riesgos. La idea de que los riesgos, identificados despus de producirse los accidentes, se aceptan al cabo de un anlisis cons-ciente, podra provenir de una confu-sin entre la utilidad subjetiva prevista y los modelos descriptivos (Wagenaar 1992). Se prestaba menos atencin a las condiciones en que las personas reaccionan automticamente, se guan por sus impulsos profundos o aceptan la primera opcin que se brinda.Sin embargo, existe un amplio consen-so, tanto en la sociedad, como entre los profesionales de la salud y la segu-ridad, en el sentido de que la acepta-cin del riesgo es un factor causante de percances y errores. El 90% de una muestra representativa de ciudadanos suecos de entre 18 y 70 aos de edad se mostr de acuerdo en que la acepta-cin del riesgo es la causa principal de accidentes (Hovden y Larsson, 1987).

    Comportamiento preventivoLas personas pueden adoptar medidas deliberadas de prevencin para evitar

    los riesgos, atenuar la intensidad del peligro o protegerse mediante la adop-cin de determinadas precauciones (por ejemplo, mediante el uso de cas-co y gafas protectoras). Frecuentemen-te, la direccin o la legislacin vigente obligan a los trabajadores a tomar me-didas de proteccin. Por ejemplo, los techadores colocan un andamio antes de ponerse a trabajar en un tejado, con objeto de protegerse contra posibles cadas. Esta decisin puede resultar de un proceso consciente de evaluacin del riesgo y de la capacidad individual de previsin o, ms sencillamente, pue-de ser el resultado de un proceso de habituacin o, incluso, de una obliga-cin legal. Los avisos se suelen utilizar para recordar las medidas preventivas impuestas por la ley.Hoyos y Ruppert (1993) han examina-do diversos tipos de actividades pre-ventivas, algunas de las cuales se indi-can en la figura 3, conjuntamente con la frecuencia con que son requeridas. Como se ha comentado anteriormente, el comportamiento preventivo es au-tnomo en parte y, en parte tambin, viene impuesto por la direccin de la empresa y por imperativo legal. En la prevencin se incluyen algunas de las medidas siguientes: planificacin pre-via de los procesos y operaciones de produccin; uso de equipo de protec-cin individual; aplicacin de tcnicas de seguridad en el trabajo, eleccin de unos mtodos de trabajo seguros, ba-sados en el empleo de los materiales y herramientas idneos; fijacin de un rit-mo de trabajo adecuado, e inspeccin del equipo, las instalaciones, la maqui-naria y las herramientas.

    Gestin

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    Emergencias

    Primeros auxilios y servicios mdicos de urgenciaLos principales aspectos que debe tener un programa de primeros auxilios son descritos por el mdico Antonio Dajer del Departamento de Emergencias del Hospital New York Downtown. As mismo, detalla el contenido que deben tener los maletines de primeros auxilios, botiquines de urgencia y equipos similares.

    dotado de servicio quirrgico requiere poco ms que un transporte adecua-do; si la misma lesin se produce en una zona rural situada a ocho horas del servicio mdico ms cercano, los primeros auxilios incluiran, entre otras cosas, el desbridamiento, la ligadura de los vasos sangrantes y la adminis-tracin de inmunoglobulina antitetnica y antibiticos.El concepto de primeros auxilios es flexible, no slo en cuanto a qu debe hacerse (durante cunto tiempo, con qu grado de complejidad), sino tam-bin por lo que respecta a quin debe hacerlo. Aunque es necesario actuar con mucho cuidado, todo trabajador puede conocer las cinco o diez reglas fundamentales sobre lo que se debe y no se debe hacer en materia de prime-ros auxilios. En algunas situaciones, la accin inmediata puede salvar la vida, un miembro o la vista. Los compae-ros de trabajo de las vctimas no deben quedarse paralizados mientras espe-

    Los primeros auxilios son la asisten-cia inmediata que se presta a las vctimas de accidentes antes de la llegada de personal mdico especia-lizado. Su objetivo es detener y, si es posible, revertir el dao ocasionado. Consisten en una serie de medidas rpidas y sencillas, como liberar la va area, aplicar presin sobre las heridas sangrantes o lavar las quemaduras qu-micas situadas en los ojos o en la piel.Los factores principales que definen los servicios de primeros auxilios de un lugar de trabajo son los riesgos espec-ficos de la actividad y la disponibilidad de asistencia mdica definitiva.Evidentemente, la asistencia que re-quiere una lesin causada por una sierra de gran potencia es radicalmen-te diferente de la que requiere la pro-ducda por la inhalacin de un producto qumico.Desde la perspectiva de los primeros auxilios, una herida grave en el muslo que se produce cerca de un hospital

    Son parte de una buena gestin y seguridad en el trabajo

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    ran la llegada de personal especializado. Por otra parte, la lista de las diez medidas fundamentales ser diferente en cada lugar de trabajo y deber acompaarse de la formacin correspondiente.

    Requisitos bsicos de un programa de primeros auxiliosLos primeros auxilios deben considerarse parte de una bue-na gestin y de la seguridad en el trabajo. La experiencia de los pases en los que los primeros auxilios estn plenamente establecidos indica que el modo ms adecuado de garanti-zar su eficacia es que la legislacin los considere obligato-rios. En los pases que han adoptado este criterio, los requi-sitos principales se establecen en una legislacin especfica o, en la mayora de los casos, en cdigos laborales naciona-les o disposiciones normativas similares.En estos casos, la normativa complementaria contiene dis-posiciones ms detalladas. En la mayora de los casos, la responsabilidad global de la empresa respecto de la pres-tacin y la organizacin de los primeros auxilios est conte-nida en la legislacin bsica. Los elementos bsicos de un programa de primeros auxilios son los siguientes:

    Equipo, material e instalaciones equipo para el salvamento de la vctima en el lugar del

    accidente a fin de prevenir lesiones adicionales (p. ej., en caso de incendio, emanaciones de gases, electrocucin);

    maletines de primeros auxilios, botiquines o equipos si-milares, con una cantidad suficiente del material y los ins-trumentos necesarios para la prestacin de los primeros auxilios bsicos;

    equipo y material especializados que puedan ser necesa-rios en empresas con riesgos especficos o poco comu-nes en el trabajo;

    sala de primeros auxilios adecuadamente identificada o instalacin similar en la que puedan administrarse los pri-meros auxilios;

    disposicin de medios de evacuacin y transporte de ur-gencia de los heridos hasta el servicio de primeros auxi-lios o los lugares en los que se disponga de asistencia mdica complementaria;

    medios para dar la alarma y comunicar la situacin de alerta.

    Recursos humanos seleccin, formacin y readaptacin profesional de las per-

    sonas adecuadas para administrar los primeros auxilios, a las que se deber designar y ubicar en lugares clave de la empresa, y cuya disponibilidad y accesibilidad perma-nentes debern garantizarse;

    formacin de reconv